cinematogr7#ica. Si no #uera por un pasadizo secreto que @aAes ab"a agregado a la #inca, 2l, Cells, ) Kuroda probablemente estar"an muertos. >ora ellos eran los *ltimos tres agentes 5arcados. Se quedaron solos para intentar sal-ar a su #uturo, de la amenaza de 3ollier ) su cuasi4religioso mo-imiento de p4 positi-os. > medida que sus ropas ca"an, @aAes se calmaba. 8Eso est7 me1or8, di1o. Kuroda le entregó su ropa. Se -istió r7pidamente ) se dirigió acia la salida. Cells ) Kuroda le siguieron. 8En-i2 lo que quedaba de la #ortuna de Sterling a las Bslas 3aim7n con el resto de nuestros acti-os8, di1o @aAes. 8&odremos usar eso como capital inicial8. Kuroda cogió su malet"n en el que lle-aba el nue-o dispositi-o de trans#erencia. 8!oda-"a no entiendo cómo se supone lograremos acer algo aci2ndonos pasar por estos don nadie8, di1o. 8Suplantar identidades de gente #amosa #uncionó el tiempo que se pudo8, di1o @aAes. 8>ora tenemos un per#il ba1o8. Cells estaba consternado. 8(3ómo nos a)uda eso+ Ya emos perdido nuestra gran oportunidad contra 3ollier.8 8!al -ez s"8, di1o @aAes. 8!al -ez no.8 >brió la puerta de una escalera con poca luz, donde el aire era caliente ) pesado, en comparación a los con#ines m7s #rescos del subsótano. 8Es por eso que tenemos que acer un nue-o amigo, alguien que est2 de acuerdo con lo que acemos.8 &or encima de sus pisadas caminando penosamente, Kuroda di1o0 8Ya as eco contacto con este Jnue-o
Parte Uno Extranjeros y peregrinos
Parte Uno Extranjeros y peregrinos
UNO 3 DE ABRIL, 2008 DESNUDO Y temblando, Roger Keegan despertó atado a una silla. Se sentó en el centro de una piscina con una luz incandescente, aunque la abitación a su alrededor estaba completamente oscura. !en"a los pies planos sobre el suelo de cemento #r"o. Esposas de metal mord"an en sus mu$ecas, que #ueron aseguradas a su espalda. !odo lo que pod"a oler era amon"aco. amon "aco. %&arece un sótano', pensó. %(Esto) a*n en el casino+' ab"a -enido a as /egas por unos d"as de merecidas -acaciones0 algunas tar1etas, algunos strippers, tal -ez un poco de sur# ) c2sped. En alg*n lugar entre sus seis 3uer-o4)43oca43ola en el 5irage ) su -isita a un club de caballeros cercanos, algo ab"a ido mal, mu) mal. Una puerta se abrió en la oscuridad, pero no ab"a luz para los o1os de Roger. Unos pasos #ueron seguidos segu idos por los ecos n"tidos a medida que se acercaban acia 2l. Roger izo un in*til es#uerzo por e6pulsar el sabor amargo de una bebida metabolizante en su lengua, que se recubr"a con una pasta -il. El ombre de cuarenta ) dos a$os de edad, -io tres #iguras oscuras subir al lugar 1usto #uera de su piscina. Dos parec"an ombres, ) la otra ten"a las cur-as atracti-as de una mu1er. El ombre de la izquierda encendió un cigarrillo, iluminando su cara morena con un destello de llamas de color naran1a. uego arro1ó un umo m7s ligero, ) lo
*nico que quedaba era el puntito ro1o en el e6tremo de su cigarrillo. Roger se estremeció ante el aroma acre del tabaco. 3ualquiera que sea el ombre que #umaba, era 7spero ) amargo. 8Entonces,8 di1o el ombre ubicado en el centro. 8(Este es 2l+8 8S"8, respondió la mu1er. 8!e lo emos preparado.8 anzando miradas temerosas a cada miembro del tr"o, Roger di1o0 89Espera un segundo, tiene que aber un error: 9Yo sólo so) un operador de -entas: 5i nombre es Roger Keegan, )o no48 El ruido de un golpe dado con el mango de una pistola semiautom7tica lo interrumpió. 8!enemos que empezar8, di1o el ombre en el medio. ;l ) sus dos compa$eros salieron a la luz. Estaban -estidos con ropa casual, tra1es de negocios sin ataduras para los ombres, ) un con1unto con1un to #ormado por una sencilla #alda gris ) una caqueta para la mu1er. Ella era p7lida ) rubia, ) sosten"a un dispositi-o de aspecto e6tra$o con una 1eringa ) una agu1a. Roger Rog er no la reconoc"a a ella ni al negro con el cigarrillo. De pie entre ellos, sin embargo, ab"a un ombre de barba canosa que le resultaba #amiliar. e tomó un momento a Roger para recordar el nombre del ombre. Entonces se dio cuenta. 895ierda:8, E6clamó, con los o1os mu) abiertos de incredulidad. 89Eres
El ombre negro entregó la pistola a Sterling. ;l ) la mu1er dieron un paso atr7s cuando Sterling quitó un precinto del arma ) miró a Roger. Roge r. 8Eres un ombre a#ortunado8, di1o Sterling. > continuación, el magnate del cine le-antó el arma, apretó el ca$ón en su propia cabeza ) apretó el gatillo. El disparo resonó en el piso ) las paredes, mientras el lado izquierdo de la cabeza de Sterling se con-ert"a en un ro1o con1unto de restos ) sangre. Su cuerpo quedó inerte, ca)ó a los pies de Roger, ) aterrizó con un golpe carnoso. a pistola saltó de su mano ) ca)ó en el suelo. a sangre se e6tendió como una marea r7pida alrededor de los pies descalzos de Roger. !emblando de miedo ) aora con adrenalina, les gritó a la mu1er rubia ) al negro, 8(?u2 demonios est7 pasando+8 Ellos no le respondieron. a rubia se acercó, se arrodilló al lado del cad7-er del tit7n de oll)=ood, ) cla-ó la agu1a de su aparato en la base del cr7neo, en la m2dula espinal. Ella golpeó una capsula en la parte lateral del dispositi-o. Un momento despu2s, un l"quido plateado brillante comenzó a llenar la 1eringa puesta pu esta detr7s de la agu1a, con el l"quido que sal"a del cuello de Sterling. Roger gritó0 8(?ui2nes son ustedes+ (?u2 es eso+8 8/as a saberlo mu) pronto8, di1o el ombre negro, dando un paso detr7s de la silla de Roger.
a rubia retiró la agu1a del cuello de Sterling, se le-antó ) se acercó a Roger. 8old 2l8, di1o. Su compa$ero pasó un brazo alrededor del cuello musculoso de Roger ) giró su mand"bula. 3on precisión ) #uerza, torció la barbilla de Roger ) le inmo-ilizó la cabeza. 89>lto:8 Rogó Roger. 89&or #a-or, no agas esto:8 a mu1er obser-ó su petición con una sonrisa #r"a ) unos elados o1os azules. 8(?u2 es lo que estamos a punto de acerte+8 8Yo... no lo s28, di1o Roger, incluso teniendo demasiado miedo de adi-inar. >carici7ndole la me1illa, le preguntó0 8Entonces, (por qu2 temes+8 No ab"a terminado de in-entar la respuesta, respu esta, que le cla-ó la agu1a en la parte trasera de su cuello. El pincazo -ia1ó por su espalda como una sacudida el2ctrica. > continuación, un abrasador calor #lu)ó acia 2l, su -isión ) un color p*rpura llenaron su cabeza de -2rtigo. Se sintió gritando, pero sólo o)ó silencio. @aAes no sintió ning*n miedo al apretar el gatillo. Esta muerte no ser"a m7s que un interludio, ) un bre-e cambio. Sin embargo, el ponerse una bala en el cerebro le ab"a dolido.
Bnaló bruscamente cuando sintió que su conciencia se adaptó a un nue-o cuerpo. Este organismo ten"a sentidos mu) agudos. >trapaba las #ragancias distinguiendo las colonias baratas ) los per#umes caros. >brió los o1os ) -io a sus compa$eros 5arcados. 8Esto) bien, Cells8 le di1o a su colega masculino. Eran sólo cuerpos abitados por los seres que ab"an sido en el #uturo, antes de que su identidad #uese codi#icada en nano4maquinas para su peligrosa misión encubierta en el pasado. 3uando ab"an secuestrado a sus primeros u2spedes, ab"an con-enido en llamarse unos a otros por sus nue-os nombres, para mantener sus %m7scaras' ) e-itar con#usiones. Sin embargo, aora quedaban pocos de ellos, as" que no ab"a ninguna razón para no llamarse por sus nombres -erdaderos. Satis#eco con su nue-a -oz, preguntó0 8(3u7nto tiempo les tomó+8 85enos de dos minutos8, di1o Cells. Ecó un -istazo a Kuroda, quien guardó el dispositi-o de trans#erencia de nanos. 8as me1oras en el proceso de trans#erencia #uncionaron me1or de lo que esper7bamos.8 @aAes asintió. 8ien. Entonces no te importar"a desatarme.8 8Si, deber"amos8, bromeó Cells. ;l se puso detr7s de la silla ) quitó las esposas de las mu$ecas de @aAes. 5ientras que su compa$ero desataba el resto de sus ataduras, @aAes masa1eó sus mu$ecas nue-as, #runció el ce$o ante el resplandor de la luz por encima de su cabeza ) arrugó la nariz ante el olor persistente de azu#re en el aire. 5iró el
cad7-er ensangrentado de