PROBLEMAS EMOCIONALES DEL NIÑO.
Factores que intervienen en la adaptación del niño al medio ambiente hospitalario:
La pediatría es una de las áreas de atención de Enfermería que requiere además de conocimientos específicos, como en todas las áreas del quehacer de la profesión, una disposición diferente para manejar y tratar a éstos pequeños pacientes. Es en etapas tempranas del desarrollo cuando las enfermedades y la hospitalización generan mayor desconcierto e incertidumbre, provocando miedo y temor, principalmente al dolor, a lo desconocido, a la separación de los padres, a quedar solos, abandonados y sin la entrega de cariño, afecto, cuidados y amor, factores que afectan directamente al proceso de mantención y recuperación de la salud. Para brindar una atención de salud satisfactoria a los pacientes pediátricos, además de enfocarse el proceso de enfermedad y recuperación, es necesario evaluar muy bien todos los aspectos que influyen en el desarrollo normal de un niño, sin olvidar por supuesto las necesidades de la familia y, sobre todo, las de los padres que tienen a un hijo enfermo, junto con abarcar los aspectos socioculturales que rodean al enfermo y su familia. La presencia de los pilares familiares, principalmente de los padres durante el proceso de hospitalización es fundamental para favorecer la mejoría del niño, teniendo siempre presente que el trabajo del equipo de salud va de la mano con ellas; se debe fomentar la participación de los familiares, junto con generar un ambiente propicio para la adaptación y aceptación del hospital por parte del niño. Existen diversos estudios que demuestran que cerca del 30% de los niños hospitalizados presentan síntomas ansiosos o depresivos durante la estadía en el centro hospitalario, los cuales son de carácter reversible siempre que el apoyo tanto familiar como del equipo de salud sea el adecuado.A su vez los profesionales de la salud consideran ciertas estrategias fundamentales para que los niños se enfrenten de mejor manera el proceso de hospitalización, como pueden ser las terapias de juegos, el fomento de la actividad motriz, entre otras. Ambiente terapéutico: Concepto: Conjunto de elementos físicos y humanos que estimulan al paciente hacia su salud y rehabilitación. Características: Ambiente físico:
Tipo de material de construcción no flamable. Colores atenuados (pastel) que favorezcan la tranquilidad tra nquilidad del paciente. Dibujos o animaciones ilustradas. Ventilación e iluminación natural y artificial.
Temperatura ambiente 18 – 25°C. Equipos de fácil manejo y limpieza. Sistema de comunicación ( teléfono)
Ambiente Humano:
Integrado por diferentes miembros del equipo de salud, que proporcionen una atención integral al paciente y familia.
Intervención de enfermería para propiciar un ambiente terapéutico adecuado:
1. Ayudar al bebé a mantener una posición flexionada con ayuda de almohadas o rollos de espuma o género. 2. Reducir el ruido ambiental de la habitación. 3. Oscurecer la incubadora con una cubierta apropiada. 4. Disminuir la iluminación en la habitación. 5. Trabajar respetando el ritmo de sueño / o vigilia, siempre que sea posible, no interrumpiendo el sueño. 6. Facilitar la actividad mano a la boca 7. Manipular al bebé en forma lenta y suave. 8. Agrupar los procedimientos asistenciales, conteniendo al bebé manualmente. 9. Individualizar los cuidados, no usar procedimientos rutinarios sistemáticos. 10. Observar los signos del bebé y responder a ellos durante los cuidados y los cambios de posición. 11. Hablar dulcemente al bebé antes de iniciar los cuidados y durante ellos. 12. Solicitar ayuda a terceros durante procedimientos complicados y molestos. 13. Ayudar a los padres en el reconocimiento de los signos de sus hijos e instruirlos acerca de las intervenciones previstas durante el desarrollo para que pueda participar más en el cuidado de su hijo. Hospitalismo:
Es el conjunto de efectos físicos y mentales de la hospitalización o de la institucionalización de los pacientes, especialmente en lactantes y niños, en los que este trastorno se caracteriza por regresión social, alteraciones en la personalidad y retraso en el crecimiento. Es debido a la
carencia por un tiempo más o menos largo del clima familiar y de las relaciones afectivas del individuo. En los niños este fenómeno es mucho más importante por la separación que conlleva, ya que entre el niño y la madre o cuidador se establece un vínculo muy importante, el apego, una relación favorecida y consolidada por conductas infantiles y maternales que se complementan recíprocamente. Pero muchas veces, aunque esté la madre con el niño en el hospital, ella misma puede cambiar de comportamiento por este hecho, por el cambio del ambiente y de los roles. El fenómeno del "hospitalismo" se desarrolla a lo largo de tres etapas, según Robertson, con cambios en el estado psicológico del niño durante el ingreso. Estas etapas son: - Etapa de protesta ante la percepción de la pérdida o de la posible pérdida del vínculo que tiene con su madre. El niño en esta fase se comporta de una forma rebelde, llora y protesta. - Etapa de desesperación o angustia por la pérdida progresiva de esperanza. Siente miedo y se muestra agresivo, percibe que le han abandonado. Se le ve muy triste y menos activo; es normal que se chupe el dedo, se masturbe, se acaricie los labios o el pelo. Se repliega sobre sí mismo. - Etapa de desapego o desligamiento de la madre y aceptación pasiva de los cuidados. El niño se aísla totalmente, no muestra ninguna afectividad. El niño deja de preocuparse, e incluso ignora a su madre cuando ésta viene a verle. Estas fases se sobreponen entre sí. Normalmente los síntomas son pasajeros y desaparecen, pero si la hospitalización se alarga pueden aparecer trastornos psicológicos posteriores. Es entre los 6 y los 12 meses, y en la edad escolar, donde la hospitalización tendrá más incidencia. Estas edades es cuando el niño necesita estar más con la madre y la familia, y donde rechaza más las relaciones con los demás. Entre los 6 meses y los 4 años se produce el Atrauma de ansiedad de separación si se separa a los niños de sus madres. Etiología:
Es la ciencia que estudia las causas y el origen de las enfermedades. Factores influyentes:
El medio ambiente.
El agente.
El huésped.
Sentimiento de los padres:
Normalmente la más afectada es la madre pues suele ser la cuidadora habitual del niño. Pero no hay que olvidar el papel del padre y de los hermanos, pues también intervienen en su desarrollo, sobre todo en los planos emocional y de socialización.
Se ha de intervenir sobre el niño y también sobre sus familiares o cuidadores por la poca diferenciación e independencia que hay entre ellos. Así todo el grupo familiar se transforma en paciente . Los padres pueden vivir las enfermedades de los hijos intensamente en forma de desconsuelo, negación de la realidad, dramatización exagerada, impotencia o reacciones de huida. Las madres de los niños saben que van a perder control sobre ellos. Este control lo van a adquirir los médicos y demás personal sanitario. El desconocimiento sobre cuál es su rol materno respecto al niño en el hospital le va a producir ansiedad e incluso celos del personal sanitario. Por la información de cómo puede participar y apoyar en la atención de su hijo en el hospital va a disminuir su ansiedad. El papel del padre tiende a estar excluido o a no estar tan reconocido como el de la madre, en la hospitalización de los niños. Es muy común que la esposa misma excluya al padre, poniendo las típicas escusas del trabajo o la necesidad de no crearle preocupaciones. El niño suele recibir una sobreprotección por parte de la madre que contribuye al fenómeno de regresión que se suele producir en las hospitalizaciones, y que disminuye y empobrece las defensas del niño. Precisamente se puede evitar que esta regresión en el lazo madre-hijo sea tan exagerada, por la figura del padre. Éste satisface las necesidades de la madre desviando su atención y prestándole apoyo, y además disminuye la ansiedad en la madre y en el niño pues a él se le atribuyen dentro del núcleo familiar las funciones de defensa contra los peligros externos. Por último el desborde afectivo suele ser menor en las relaciones paterno-filiales que en las materno-filiales actuando el padre como un filtro de las emociones violentas que pueden surgir en la madre. También se ha de prestar atención a los hermanos del niño hospitalizado, pues normalmente los hermanos tienden a desarrollar vínculos muy fuertes entre sí. Estos niños pueden llegar a experimentar celos, enojo, tristeza, culpabilidad, miedo,... que se manifiesta con conductas agresivas, regresiones, miedos, bajo rendimiento escolar, dolores, etc . Son una gran fuente de socialización y así es muy conveniente que la comunicación entre los hermanos sea la más posible con visitas, cartas o postales, dibujos, etc., que hagan que el vínculo entre ellos no se debilite demasiado y no se sientan solos y desplazados el uno del otro. Muchas veces los padres, en un intento de proteger al niño, lo envuelven en una "conspiración de silencio". El niño lo percibe y después tendrá dificultades para volver a depositar su confianza en ellos. La desconfianza adquirida por el niño puede tener efectos de largo alcance en el desarrollo de su personalidad. Ya solamente con el ambiente angustioso que conlleva la hospitalización, se retrasa el desarrollo de la adquisición de las correspondientes capacidades de la personalidad. Intervención de Enfermería ante la hospitalización de un niño:
El rol principal va dirigido a la orientación y negociación con el niño, tomando en consideración su etapa de desarrollo y crecimiento, ya que esto facilitará el cuidado y tratamiento que lo encaminen a la pronta recuperación.
Orientación a los padres y familiares proveyéndole conocimientos antes, durante y después de la hospitalización, ya que esto proveerá herramientas que minimicen los factores o estresores, que repercuten en la salud del menor.
Introducción
El niño comienza formándose una representación del entorno en el que vive, y de sí mismo a través de una selección y construcción propias de los múltiples datos aislados que va percibiendo. Dentro de las experiencias que el niño vive y percibe, entra también la enfermedad, algo casi inevitable. Una consecuencia no poco frecuente de la enfermedad, es la necesidad de la hospitalización de los niños, o de un familiar cercano, lo que constituye, sin duda, un acontecimiento estresante para el niño. La estancia en un hospital supone una experiencia desconocida en el niño, acostumbrado a su ambiente familiar y sus relaciones afectivas, lo que constituye todo lo que conoce y sin duda va a repercutir en su desarrollo normal. No sólo por este cambio de ambiente, sino por la falta de estimulación normal que un niño en otra situación recibiría, y que le haría aprender y desarrollarse.
Conclusión
El reconocimiento de las causas de estrés psicológico, es extremadamente importante en el manejo general y el cuidado del niño, los hospitales que estén provistos de un departamento de pediatría, deben establecer un ambiente físico seguro y apropiado para favorecer el bienestar anímico de los pacientes, ofrecer comodidades a las familias y proveer áreas destinadas para el crecimiento y desarrollo físico y emocional, así como brindar oportunidades de juego para los niños internados.
Bibliografía
http://www.educacioninicial.com/EI/contenidos/00/0500/508.ASP http://www.agoradenfermeria.eu/CAST/num005/inferm.html http://www.buenastareas.com/ensayos/Ambiente-Terapeutico/1431487.html