PROCESOS POLÍTICOS LATINOAMERICANOS – SEGUNDO PARCIAL PREGUNTAS DE REFERENCIA II SEMESTRE 2016
1. ¿En qué consiste la tesis de la “territorialidad de la dominación de Ceceña, Aguilar y Moto? Explíquela considerando el caso del IIRSA. 2. ¿Qué ¿Qué valoraci ación hace Raúl Zibechi chi acerca del del papel de Brasi asil en las reconfi nfiguraciones geopolíticas de América Latina de la última década? 3. Seg Según Serbin bin, Mart artínez y Raman amanzzini ¿Cuáles son los principales aspecto ctos de la fase ase del regionalismo post-liberal en América Latina? Explíquelos. 4. ¿Cómo definen Katz y Ocampo los impactos de la crisis capitalista mundial sobre América Latina? ¿En qué se diferencian sus perspectivas de análisis? 5. Considerando los trabajos de Gambina y Gómez, ¿cuáles han sido las políticas para enfrentar los impactos de la crisis y qué papel han jugado los Estados en América Latina? 6. ¿En qué consiste la crítica de Stolowicz a las tesis del posneoliberalismo en América Latina? ¿Cuál es su balance sobre la situación actual y las perspectivas del proceso político? 7. Segú Según n Lópe Lópezz ¿Cuá ¿Cuále less han han sido las prin princi cipa pale less polí polítticas icas de los los gobi gobier erno noss pos pos-neol neoliiber berales ales de América Latina? ¿Por qué la “nueva derecha” está en ascenso? Ejemplifique su respuesta con un estudio de caso.
YA SE RESPONDIÓ, NO APARECE EN EL PARCIAL 8. ¿Cuáles son y cómo entiende entiende Serrano Serrano los ejes de la disputa disputa en juego juego en América América Latina? Latina?
R/ los ejes que se enmarcan en los contextos de disputa actuales se agrupan en el siguiente decálogo: ●
proseg egui uirr con con los los esfu esfuer erzo zoss real ealizad izados os Entre lo irre rrevers ersible y lo rev reversi rsible: el pros por los gobiernos posneoliberales, adaptándolos a las nuevas “banderas” y nuevos elem elemen ento toss soci social ales es,, como como la emer emerge genc nciia de gran gran cant cantiidad dad de pobl poblad ador ores es de clas clasee
media gracias a los programas sociales de estos gobiernos, creando una “cultura” en la población y reemplazando los vestigios del neoliberalismo, los cuales no han logrado ser eliminados de los rasgos sociales. ●
Las urgencias coyunturales y las exigencias estructurales: la necesidad de dar respuesta a los sucesos del ahora, sin soslayar el futuro. Se debe responder a los intentos desestabilizadores tanto internos como externos, especialmente a los relacionados con el cotidiano de la población y que pueden generar alguna oposición popular por un manejo político y/o económico “torpe”.
●
La gestión estatal y la eficiencia como nuevo tempo de la política: lograr una acertada planificación y ejecución de las políticas estatales, enmarcando así el accionar del Estado en la eficiencia con la cual se disminuirá la corrupción y el despilfarro. Todo esto debe estar concorde a una eficiencia que no sea neoliberal, para evitar transformar eficiencia en sinónimo de Estado minimalista (o simplista mejor), y menoscabar el gasto social; preferiblemente el marco de eficiencia debe ser socialista.
●
La disputa por la renta en destino: el papel del rentismo importador: tras lograr recuperar la renta en origen, es decir, la recuperación soberana de los recursos naturales y el derecho a explotarlos; es menester recuperar la renta de dichos recursos en destino, o sea, obtener una mayor parte de los recursos en la distribución hecha vía consumo, el cual aumenta gracias a las mejoras realizadas por los gobiernos posneoliberales. Se trata de evitar que la renta caiga en manos de la burguesía que importa productos para el consumo; para que esto no socave el presupuesto estatal y las políticas sociales.
●
La disputa productiva como centralidad económica: la pugna entre una población con capacidad adquisitiva y una elite capitalista en búsqueda de optimizar su beneficio provoca el conocido fenómeno de la inflación. Para superar esto es necesario llevar a cabo una industrialización que permita ingresar bienes y servicios al mercado nacionalmente, menoscabando la dependencia económica y la inflación; empero se debe tener en cuenta el contexto de globalización que impide instaurar un sistema de ISI de corte clásico; es más provechoso un ISI regional.
●
Redistribuir no es lo mismo que distribuir: la profundización en las políticas encaminadas hacia la justicia social seguirá siendo de vital importancia para la región, no obstante esas políticas deberán respaldarse en la capacidad redistributiva no únicamente en términos salariales, la redistribución debe darse en todos los campos del PIB. Empero se debe tener en cuenta el obstáculo yaciente en la distribución desigual, los patrimonios heredados son el pilar central de la desigualdad.
●
Conciliar los cambios nacionales con los supranacionales: la necesidad de la integración latinoamericana para enfrentar al carácter trasnacional del capital, acoplando los intereses nacionales con los regionales; todo esto por medio de fomentar espacios alternativos de integración. Todo lo anterior se debe dar enmarcado en un acoplamiento económico y no únicamente comercial.
●
La disputa geoeconómica mundial: inserción bricsiana frente a la subordinación atlántica: en el contexto de una economía estadounidense debilitada por la crisis financiera, China con el apoyo de BRICS se colocan como ente opositor directo a la hegemonía mundial de EE.UU. y Europa. A la par de esto la región Latinoamericana se establece como eje fundamental para la economía, acá debe ser inteligente con su juego la región, aceptar de nuevo un mundo unipolar, o aliarse de modo más fuerte con las BRICS y tratar de establecer un mundo multipolar.
●
La confrontación con una nueva otredad: la nueva derecha regional y mundial: se debe reconocer los aspectos de la nueva derecha para lograr enfrentar con efectividad los intentos de terminar la era posneoliberal por parte de dicha derecha “renovada”, y no caer en el error de continuar pensando las estrategias con miras en derrotar la antigua derecha neoliberal
●
Un nuevo relato para un nuevo tiempo: la necesidad de renovar constantemente el discurso de los gobiernos posneoliberales, teniendo en cuenta que poco y nada conocen, vivieron, ni sienten las nuevas generaciones por los desastres provocados por el neoliberalismo. El viejo discurso antimediático y antibancario no es muy útil en la actualidad.
9. ¿Qué valoración hace Petras acerca de los impactos del capitalismo extractivo sobre los procesos políticos en América Latina?
R/ Petras coloca al extractivismo de los gobiernos posneoliberales como un elemento de “hipocresía” de estos, pues mientras ganaban las elecciones con un discurso sentado sobre el antiimperialismo, al llegar al poder fomentaban la intervención económica extranjera de las multinacionales por medio de la celebración de diferentes contratos en los cuales se otorgaban ciertas particularidades en el trato hacia estas. Esto provocaría oposición, especialmente por parte de los indígenas, pues estos no se sentirían tomados en cuenta para el proyecto económico. El autor señala que al final de cuentas no se realizó ningún cambio considerable en el sistema: intervención directa de los extranjeros en la economía y la instauración de un capitalismo “moderado”; ya que en ningún momento se intentó nacionalizar realmente las industrias explotadoras de los recursos, a excepción de Argentina con C. Fernández de Kirchner con Repsol, lo cual mostró que únicamente existía un pacto tácito entre los gobiernos y las empresas, las cuales intentaban mostrar las empresas como públicas por
tener simplemente la regulación estatal, generando una nueva concepción de neoliberalismo como la simple desregulación estatal de la economía. También se resalta la poca diversificación de la economía producto del extractivismo, la emergencia de una nueva clase media y burguesa, y la mejora de los índices sociales como producto del crecimiento económico, no por ser resultado de una política redistributiva verdadera. 10. ¿En qué consiste el diagnóstico de Katz sobre el neoliberalismo del siglo XXI en América Latina?
R/ tras ser puestos en tela de duda los proyectos neoliberales Latinoamericanos debido a las resistencias populares generadas por los resultados contrarios a estas desde la década de los 70’s, En este nuevo marco la derecha ajustó su estrategia e introdujo una variante más moderada del mismo modelo. Este curso incluye discursos éticos, cierta intervención del estado y alguna sintonía con la síntesis neoclásico-keynesiana de posguerra. Añade a su discurso la lucha contra la pobreza, el dar carácter público a la tecnología, la intervención estatal y admite los “fallos” de mercado; todo esto de forma hipócrita pues ninguno de estos agregados, sutilezas o complementos ha modificado las conclusiones regresivas del neoliberalismo. Estos corolarios se mantienen tan invariables, como las convocatorias a garantizar los negocios de los poderosos. La prioridad de políticas “amigables” hacia el capital mediante aperturas comerciales, privatizaciones y flexibilidad laboral no ha cambiado. El mismo recetario persiste con un nuevo envase de presentación. A lo largo del proceso el término neoliberalismo sea convertido en polisémico, destacando 4 ideas transversales en las interpretaciones entre los significados, siendo estas: 1) el asumir una nueva etapa del capitalismo, 2) el libre-comercio, 3) la acepción de los conceptos ofertistas y monetaristas sobre la política económica (monetaria y fiscal), y 4) el condicionamiento a las acciones de EE.UU., y el uso de la represión contra la protesta social; todo fomentado mediante los medios de comunicación. Además retoman la vieja exaltación al libre comercio, y estigmatizan el proteccionismo, olvidando que, al contrario de sus palabras, el libre-mercado profundizó la pobreza y la inequidad en vez de ser el mejor camino para combatirla (como dicen una y otra vez). También glorifica el “padrinazgo” extranjero debido al supuesto “retraso” de la región por contar con un clima adverso para el proyecto. Asimismo se destaca la impugnación al socialismo, tratándolo de “utopía”; olvidando que todo proyecto nace de la utopía. Igualmente con la exaltación de los desamparados como exponentes del ideal capitalista constituye una verdadera confesión de los resultados del neoliberalismo. De la misma manera propone al empresario como pilar esencial de la sociedad, en concordancia con las ideas de la escuela económica austriaca.
11. Según Estrada, ¿Cómo contribuye el análisis de los diseños de política social a una mejor caracterización de los llamados gobiernos alternativos en América Latina?
R/ Las valoraciones iniciales de las diferentes experiencias indicaban que se estaba en presencia de un giro político en la región que cubría el amplio espectro que abarca desde la izquierda hasta la centroizquierda. Tal caracterización resultó –en buena medida– tanto del análisis del discurso y la retórica de los diferentes gobiernos, como de las definiciones y ejecutorias políticas de cada uno de ellos. Asimismo, de las consideraciones acerca de los efectos geopolíticos del ciclo de cambios sobre el poder imperialista estadounidense en la región, de la consecuente reivindicación de la soberanía nacional y de la adscripción de algunos de ellos a políticas de integración alternativa. De acuerdo con esos criterios, en la experiencia suramericana se llegó a identificar dos grupos de gobiernos: Venezuela, Bolivia y Ecuador han sido catalogados como gobiernos de izquierda; Brasil, Uruguay, en cierta forma Argentina, y más recientemente Paraguay y Perú, como gobiernos de centroizquierda. Las trayectorias específicas de todos esos procesos indican, en la medida en que se han ido desenvolviendo, que cualquier esfuerzo de clasificación resulta incompleto y de la mayor complejidad y, sobre todo, que se está en presencia de proyectos político-económicos en disputa, no sólo en su interior, sino en el contexto general de la lucha de clases, sobre todo frente a las clases que en algunas de esas experiencias han visto amenazado su sistema de dominación y de privilegios. Al inicio de la segunda década del presente siglo existen, no obstante, más elementos de juicio para un mejor entendimiento tanto del proceso político y económico vivido en América Latina durante la última década, como de sus proyecciones en los años venideros. Por una parte, se ha vislumbrado con mayor claridad el curso que –en forma predominante– ha venido tomando el proceso económico en la región; de igual manera, los cambios en los regímenes políticos así como las tendencias de reorganización institucional del Estado se han hecho más evidentes. Todo ello ha permitido valoraciones más objetivas y realistas acerca de las transformaciones ocurridas en la región. En ese sentido, sin pretender desvirtuar tales transformaciones, es notorio que existe una distancia significativa entre las expectativas y esperanzas que al inicio generaron los nuevos gobiernos en las mayorías explotadas y oprimidas de la región y sus ejecutorias y resultados concretos. En la subjetividad latinoamericana también está presente la idea de que frente a la fuerza y dinámica que traía el movimiento social y popular de la región, los cambios realizados, salvo experiencias particulares, no han tenido los alcances esperados. Estas consideraciones resultan útiles para intentar una caracterización de las tendencias de política social de los llamados gobiernos progresistas. La política social es parte esencial de cualquier proyecto político-económico, de tal manera que su orientación se encuentra en gran medida determinada por el curso del proyecto mismo.
La orientación y el contenido de las políticas sociales de los gobiernos progresistas se encuentran determinados por el curso que han tomado los procesos políticos en los respectivos países. Ello implica para la política social que, no estamos siquiera frente a tímidos intentos de ruptura, sino más bien frente a líneas de continuidad con las políticas asistencialistas impuestas en la región por el neoliberalismo y los organismos multilaterales. El neoasistencialismo (de izquierda) se encuentra instalado en los llamados gobiernos progresistas de la región. La orientación que tome la política social en América Latina en los años venideros dependerá en gran medida de las dinámica de las luchas sociales y populares y de cómo éstas logren configurar un campo de fuerza que incline la balanza a favor de las transformaciones socioeconómicas y políticas requeridas para enfrentar en forma estructural la solución de la cuestión social en la región. 12. Según Ceceña ¿Cómo está posicionada América Latina en la geopolítica del espectro completo?