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la comp¡~~f!sión':~~-~,lD:p'o~~!~~q' .,,-_ . _,...c_··,-~· _ ~ _" ~ por JOHANNES
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FONDO DE CULTURA ECONÓMICA MEXICO
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Primera edición en alemán, Quinta edición en alemán, Primera edición en español, Segunda edición, Tercera edición, Primera reímpresíón, Segunda reimpresión, Tercera reimpresión,
1936 1946 1951 19541959 1966 1971 1979
Título original: Umgang mil Dichtung; eine Einführtmg Verstandnis des Dichterischen © 1936 Felix Meíner, Leipzig
NOTA SOBRE EL LIBRO Y EL AUTOR En 1931 publicó Johannes Pfeiffer su extenso ensayo sobre El poema lírico (Das lyrische Gedicht). En él aplicaba al análisis estructural de la obra poética el método fenomenológico y su riguroso vocabulario, mientras, por otro lado, haciendo pie en ideas de Kierkegaard y Heidegger, examinaba la actividad misma del poeta como forma típica de existencia humana, como lo ha hecho más tarde Szilasi para la actividad científica (Breviario N" 11). Desde entonces, el ahondar en la naturaleza de la creación poética ha sido preocupación central para este filósofo. Entre poesía y filosofía (Zwischen Dichtung und Philosophie) es precisamente el título que Pfeiffer ha puesto a un 'volumen suyo de ensayos, y si por una parte ha contribuido con penetrantes trabajos al examen y crítica de la llamada filosofía existencialista, por otra ha estudiado y editado poetas como Andreas Gryphius, Goethe, Rickert, Schroder. Todo ese trato directo con la poesía y todas sus indagaciones teóricas anteriores confluyen en las páginas de este breviario y sostienen con íntima firmeza sus conclusiones. Sólo que aquí el autor ha condensado y simplificado a la vez sus análisis en esquemas claros y vigorosos. Esquemas llenos de vida concreta que, apoyándose en los poemas mismos y apartando de sí lo accesorio y ocasional, se trasladan de un salto al núcleo mismo de la cuestión: qué es y qué no es la poesía. No nos extrañe que hasta un
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D. R. © 1951 FONDO DE CULTURA ECONÓ'-llCA Av. de la Universidad 975, México 12, D. F.
ISBN
968-16-0170-X
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Impreso en México
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EL LIBRO Y EL AUTOR
EL LIBRO Y EL AUTOR
Benedetto Croce y un Karl Vossler, hombres de _{orinatió1ii fildsóficál tan aisttfit-a .aeZld. de Pjeiijer, recibieran este libro con los más entusiastas.elogio&.\"('·,V\(..,~pretª9:ione.s\\y,;.voloraeioneeeáe P.M#fer.,\ j¡¡'~.p]J;d()r.-;\d!: incitacion, d~:es-t'(l$>.págilq.q-s.cfJy¡vidq.i"11:qyS9Zo.:a extender/sus Jineas teoricas .a-otras .literatunas no. [recuentadas por.el, autor, .sino l tam:biél1~íª fe·r::J(IJ,cJq:s,·di§.c,rep.tJ.1;1:Q:Í,a~.) tJ9. ..eslcCj. ,f:J.I¡ IgQ.tor" fr~rz.::; te a' un libro, 'q,ue -pida .s,u-;pasivo, a§§tnt>i:mi(!,nt.Q>, Tanto -más, pr.Q:l1echp.sa·la.l,eec~ól1¿deRff-if¡fer si impulsa. al amante ,de.la"pOi!,SÍ(l·Ytde la, verdad a recorrer su, PJSQPio"qa:~'J-irz<:LY q.:~ituars.?' ~n utl 1
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punto desde el cual se le ilumine con nueva claridad el viejo e inagotable tema. Cuando publicamos la Estética de Carritt (Breviario N'! 39) advertimos, pensando precisamente en este ensayo de Pfeiffer, que no era aquel punto de vista "expresionista" y psicologista el único que íbamos a presentar. Aquí tiene el lector, para su fiel contraste, otro punto de vista en que la Stirnrnung (temple) sustituye a la mera emoción" y lo psicológico queda heideggerianamente perforado hasta dar con el ser de la Existencia. Una forma contemporánea del "sentimiento trascendental" que Carritt rechazaba tan resueltamente, 11
NOTA A LA SEGUNDA EDICIÓN
Se han hecho retoques a'varias traducciones de textos poéticos, tomando en cuenta para los de M. Claudius (pp. 15-16) y Holderlin (pp. 1067) algunas valiosas sugerencias de E, Frutos Cortés (Creación filosófica y creación poética, Barcelona, 1958, pp. 264-5, 284-7). [T.J
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PRÚLOGO
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EL ACCESO A LAPOESÍAse ve siempre amenazado por dos grandes peligros; uno de ellos se llama "diletantismo", el otro "esteticismo". Si el diletantismo destruye la unidad de fondo y forma materializando el fondo, el esteticismo, por el contrario, la, destruye formalizando la forma. En contraposición con estos dos falseamientos, el análisis de las creaciones poéticas quiere revelar justamente ese punto medio en que esencia y palabra vienen a fundirse, y en que un modo de verdad se ha vuelto realidad en el encanto de la forma. El presente ensayo se ha escrito a base de una serie de conferencias pronunciadas en febrero y marzo de 1934 en la Universidad Popular de Bremen. De ahí su estilo; pues es tarea de nuestro tiempo forjar un pensamiento y una expresión elementales, que posean fuerza crítica y sean a la vez accesibles a cuantos tengan dispuesto el ánimo y abierto el corazón. Este estudio apareció por vez primera ( 1934 ) en la Neue Rundschau y más tarde (1936), ampliado, como libro; la nueva edición coincide en esencia con el texto de la segunda, tercera y cuarta ediciones (1938-1942). J. pf. Navidad de 1946
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INTRODUCCIúN
ci ación sentiment Y-€l-meth¡a,; aunque, claro está todo epende de que mi sentimiento sea ace;tado o desacertado,' y de que mi emoción se justifique o no; hay que lograr, ante todo, k pureza del seE.timien.l? . - primer paso hacia esa pureza consiste en aprender a no quedamos insensibles ante lo que nos parece obvio. Debemos hacernos :encillos e ingenuos; debemos preguntar conscien.te y expresamente por cuanto creíamos ya sabido y conocido, cambiar los grandes bIl~etes de la comprensión consagrada por humildes moneditas; sólo así podremos llegar a la esencia de las cosas.
1 CAPTACIÚN
Configuración verbal de la poesía que se manifiesta por la palabra": ¿ qué ígnifica eso?, ¿qué indicios fundamentales nos revelan que una construcción verbal es arte? Pongamos un pasaje de El Ser y el Tiempo - artin Heidegger junto a un poema de Mat-as Claudius [o de Ouevedo l : el tema en ambos casos es la muerte: ".-\RTE
ladie puede tomarle a otro su morir. Cabe, sí, alguien "vaya a la muerte por otro", pero esto ~ iere decir siempre: sacrificarse por el otro en una amz determinada. Tal "morir por... " no puede sigcar nunca que con él se le haya tomado al otro más mínimo de su muerte.' El morir es algo que "ser ahí" tiene que tomar en su caso sobre sí o. La muerte es, en la medida en que "es", esencialmente en cada caso la mía... De que es entregado a la responsabilidad de su rte y ésta es, por tanto, inherente al "ser en el do", no tiene el "ser ahí" inmediata y regularte un saber expreso, ni mucho menos teorético. - "estado de yecto" en la muerte se le desemboza . origínal y más perentoriamente en el encontrarse de la angustia'! o
Claudius: 1 Tenemos aquí el difícil problema -cl:lestión fundamental de la estética filosófica de todos los tlempos-:- de la "objetividad" del sentimiento, objetivida.d que implica dos cosas: 1) que obliga a todos, y 2) que dice algo ve~d~~ero del objeto. Sobre esto, Kant ha dicho cosas ~efmltlvas en su Crítica del juicio estético; Cf. la síntesis de sus ideas en mi estudio sobre el poema lírico en cuanto con-. figuración estética: Das lyrische Gedicht als asthetisches Gebilde, Halle, 1931, pp. 89-91.
iAy, es tan Oscura la alcoba de la muerte! Suena tan triste cuando se mueve 1 Traducción de José Gaos, Fondo de Cultura Econó• • México, 1951, pp. 275 Y 288. 15
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CAPTACIÓN
Y alza ahora el pesad~simomartillo, iy da la hora! (1) :.~~--;~')rl '1; ~~
RITMO Y MELODíA
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ducible la expresión verbal en uno de los casos, y no lo es en el otro? ,
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Participar : de eso se tratagn ambos casos. Parrrctpar (depars cápere ) quiere decir 'hacer que otros tomen parte en lo que tenemos den~ro.. Pero una de es~~o~ ~.Rar!tcip~aciones"nos invita-a pensar y a conocer con ella lo que en ethr se=piensa 'y_c9noc~;_.·la. otra," en cambio, q lere. que .sintamos y yivamos loque, en ella se ~ntido_y vivido. Una aspira a que la acompañemos y sigamos en un curso de ideas' la o~ra ambiciona hacemos compartir las vi~ braciones de una disposición interna, de un temple de ánimo humano. T:>d~SQll1pleJ.9~ ver~& tiene dos gspect, -r- el auditle_y el inteligib~~ ~Isom_o_ s..S!w5lQJ En cuanto masa e sonidO, el lenguaje~ tiene de suy.o una tonalidad determinada, cierto ritmo y CIerta acentuación. En cuanto materia inteligible, significativa, tiene por naturaleza una articula.ci~n sintáctica determinada y mienta algo objetivo. En Ia.ccrríente acústica e lenguaje, el tono el ritmJLY la acentuación expre~an 1a actitud y el estado de-ánImo -momentáne.5f2Yerjñánente-=d:e-[quehab1a; en la estructura semánticadel lenguaje se manifiesta I~f~Iencja aun contenido.objetívo. -~ . Q~~~es, claro que en nuestro primer ejemplo prea~tna el aspecto significativo del lengüªl~ y en el segundo el musical. Es' cierto que en el pasaje de Heidegger dominaun estilo
CAPTACIóN
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RITMO Y MELODíA
peculiar e inconfundible; en él se siente el hálito de un pensador apasionado, vigoroso, resuelto. Pero todo eso es, en cierto sentido, secundario, es fondo y trasfondo; lo que más importa se halla realmente en la trama significativa de la expresión y en el objeto que ésta define. Por el contrario, los cuatro versos de Matthias Claudius [y los de QuevedoJ no son nada sin su ritmo y sin su melodía; lo que sugieren a nuestro espíritu sólo lo podremos captar a través de su configuración audible, henchida de rítmica vibración y melódico sonido. En el caso de Claudius, el ritmo es: tres veces un amplio arranque, y en seguida, el pesado paso del breve verso final. Y su melodía: los dos primeros versos, sostenidos en una tonalidad media; desde ella se eleva, en el tercer verso, una hilera de empinadas cumbres de sonido, que desciende en el cuarto, para hundirse en lóbregas profundidades. Se suele identificar el ritmo con cadencia . ~-. mediOte --contaoledé1Vérso, con el esquema métrico. Trata~sde acIarar-la--diferencia qu~h~y-~;rtre amQospor medía ~uatro ejemplos que, a pesar de tener idéntica configuración métrica, son de muy distinto ritmo:
de
H erz, mein Herz, was soll das geben? Was bedriinget dich so sehr? Welch ein tremdes neues Leben! Ich erkenne dich 'nicht mehrz )
"Corazón, mi corazón, ¿en qué irá a para,' todo esto? - ¿Qué es lo que te oprime tanto? - i Cuán extraña y nueva vida! - No te reconozco ya" (Goethe). 2
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SC~laten, schlafen, nichts als schlajenl Kein Erwachen, keinen. Traum! . le:zer Wehen, die mich traten, lezsestes Erinnern kaum: d~ss ich, wenn des Leben's Fülle nieder klingt in meine Ruh nur noch tieier mích verhiizle [ester zu die Augen tu! 8 ' Do.rt von Osten, dort von Westen, mzch umrzngt der Widerstand w~nn ic~s mein. arn allerbest:n, trifit mzch erst die Unglückshand' r:och c!en11;0ch ich will oustesten, ' ich. will etnen eisren Band r:zít Gt;du1c!ums Herze schlagen, icñ will etnen stiihlern Schild stets .~u me~ner Brustwehr tragen. l!ngluc:k, set nur wüt und wild, lc.h wills dennocñ mil dir wagen, dicñ zertrenn~n, da! Was gilt? Magst zu. scharfen nur beginnen deine Pfeile mehr une! mehr l,,:!d mit Kriitten und mit Sinnen rusten. aus dein Hollenhe er ich will doch die Schlacht gewinnen wann Geduld gibt Schild und Wehr.4
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_ -: Dormir, dormir, sólo dormir! - iNo despertar ni . - De aquellas penas que me hirieron - apenas un recuerdo. - Que cuando la plenitud de la vida _ reen l? profundo de mi tranquilidad, - yo me esconda en nu ~mbozo,:- y cierre los ojos aún más" (Hebbel). "'De.ahí .del oriente, d~ ahí del poniente _ me rodea =<=~ersIdad, - cu~to mejores son mis intenciones,-más desgracia: - y embargo, quiero resistir, _ 'e errea cinta - rodear, con paciencia, mi coraqm ro un. acerado escudo - llevar siempre en de_ ~ des=a~la, ruge y brama, - yo lucharé contigo, afilar ~, agas 10 que hagas. - Bien puedes comen_a - tus ve?ab!os,. más y más, - y con fuerzas y - armar tu e.)erclto infernal, - quiero pese a todo - SI la paciencia me da esc~do y armas'; SdJlCJtlAla;:lba!alla, , siglo xvn).
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CAPTACIÓN
Singet nicht in Trauertimen von der Einsamkeit der Nacht, nein, sie ist, o holde Schiinen, zur Geselligkeit gemacht.
RITMO Y MELODtA
ritmo" de ondas superficiales" alado alegre juguetón del. último ejemplo. ' r , .[Asimismo, compárense entre sí estas cuatro poesías españolas:
Darum an dem langen Tage merke es dir, liebe Brust: [eder Tag hat seine Plage, und die Nacht hat ihre Lust»
[Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir. Voces antiguas que cercan, voz de clavel varonil. Les clavó sobre las botas mordis90s de jabalí. En la lucha daba saltos jabonados de delfín. Bañó con sangre enemiga su corbata carmesí, pero eran cuatro puñales y tuvo que sucumbir.
La cadencia métrica es siempre la misma. El ritmo, en cambio -la especial tensión y vibración interna-, es distinto en cada caso; así que cada uno de los cuatro ejemplos deberá leerse de muy diverso modo. Los versos del primer ejemplo se precipitan, inquietamente, a empujones, llenos de ímpetu; el movimiento interior es "ascendente". El segundo poema fluye como tranquilo y ancho arroyo, lenta, apagadamente; su movimiento interior es un relajado desvanecimiento, es un movimiento "descendente". Muy distinta es la vida interna que anima los masculinos y enérgicos versos del tercer ejemplo; el ritmo es aquí un dificultoso y pertinaz avance, que con obstinada dureza se impone a grandes y pesados obstáculos; el movimiento interior es "estancado". Pero ascendente o descendente, tenso o relajado, fluyente o estancado, el movimiento rítmico de estos tres ejemplos es, por decido así, "de ondas profundas", en contraste con el l'i "No cantéis con canto lúgubre-la soledad de la noche.- No, que ella ioh, hermosas!- está hecha para la compañía.- Por eso, en el largo día,- recuérdalo, _ querido corazón:- todo día tiene su tormento- y la noche su placer" (Goethe).
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[¿Para qué llamar caminos a los surcos del azar? .. Todo el que camina anda como Jesús, sobre el mar: [Una tarde la princesa vio una estrella aparecer' la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
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La quería para hacerla decorar un prendedor, con un verso y una perla, una pluma y una flor. [~aros lástima quisiera; dineros, señora, no; que, aunque son pocos, las ganas de dároslos menos son.I
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resumen~ el metro es lo exterior, el ritmo mtenor; el metro es la regla abstrac~el ritmo a tbracíon que confiere vida; el metro ~ {'.; Cyoo 1<;>-
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CAPTACIúN
RITMO Y MELOD1A
es el Siempre, el ritmo el Aquí y el Hoy~ metro es la medída.transfesible, eLritmo la animacion lTI ransferible e inconmensurable. El ritmo podría desplegarse en una masa acústica, por decirlo así, incolora; la melodía, en cambio, se apoya en sonidos de una determinada coloración, de cierta altura y profundidad; cada palabra posee, en virtud de su altura y color acústicos, un determinado halo efectivo. Así, en los versos de Matthias Claudius, lo inexorable de ese sentirse abrumado por la muerte se contiene ya en los oscuros y amenazadores sonidos de u y o entre los que se incrusta la dureza de la a y lo agudo y chillante de la e.f. Más clara se nos revela la potencia ambientadora de los sonidos verbales en el contraste; por ejemplo:
y alegre; en el segundo, en cambio, se simboliza el atemorizado ascenso desde el angustioso bochorno hasta las deseadas estrellas en ese despliegue de sonidos altos y claros por sobre el oscuro trasfondo de úes y oes. O bien:
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Blauliche Frische! Himmel und Hohl Goldene Fische wimmeln im See. Triib verglomm der schwüle Sommertag, dumpf und traurig tont mein RuderschlagSterne, Sterne -Abend ist es jaSterne, warum seid ihr noch nicht da? 7
En el primer ejemplo, la agrupación de vocales tiernas, plateadas, evoca un ambiente claro ~ Véase el texto alemán en el Apéndice, núm. 1. 7 "i Azulado frescor! - i Cielo y altura! - Dorados peces - en el mar pululan" (Goethe). - "Turbiamente se extinguió el bochornoso día estival, - sordo y lúgubre suena el golpe de mi remo; - estrellas, estrellas+-s i ya es de noche=, - estrellas, ¿por qué no habéis salido aún?" (Conrad Ferdinand Meyer).
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Wehet der Sterne heiliger Sinn leis durch die Ferne .,bis zu mir hin. Schlaflose Nacht, der Regen rauscht , sehr wach. ist mir das Her; und lauscht zurück bald nach vergangnen Zeiten, bald horcht es, wie die kiinjtgen schreitenñ
En un caso, la melodía de las vocales altas y luminosas conjura una atmósfera diáfana, ligera, mágica; en el otro, la pena y la aflicción se actualizan en los sonidos casi siempre profundos y de afinación oscura. [O bien, en estas poesías españolas: [ i Salir por fin, salir a glorias, a rocíos (certera ya la espera, ya fatales los Ímpetus), resbalar sobre el fresco dorado del estío! [Esta rota y cansada pesadumbre, osada muestra de soberbios pechosestos quebrados arcos y deshechos y abierto cerco de espantosa cumbre.I 8 "El sagrado aliento de las estrellas silenciosamente flota en el aire por la lejanía y llega hacia mí" (Brentano). - "Insomne noche; murmurar de lluvia - en vela está mi corazón, y escucha - cómo corren los tiempos que pasaron,- o cómo avanza el tiempo venidero" (Lenau).
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CAPTACION
. Com12r~~m~s_,!hora por gué y _~Il..qué sentido es intraducible.un complejo.verbal poético : en cada uno de los sonidos y en cada onda de tensión, en 1.ft-fºrm~ m!,l~i~ªrdel coñ]unto, en'ese todo que vibra de ritmo y resuena de melodía, va ..fimclldo, íntima::e - inseparablemente, -uñ adentro, un contenido, un clima espJ.r.itual; imaginar una alteracíón.en.Ia for'"iñ'a, aunque sólotuera en la minucia más inSIgnificante, es.....!maginar:aljerado también el conteni -o. Figurémonos que el poema de Matthias Cnro-dius comenzara con O y no con Ach, i qué desplazamiento decisivo, qué transformación de la actitud interior! O bien, imaginémonos que en vez de las vocales oscuras y bajas hubiera sólo vocales claras y altas, que en vez de . Ach, es ist so dunkel in des Todes Kammer, tont so traurig, wenn er sien bewegt,
dijera 0, es ist so [inster in des Todes Zimmer, klingt so schrecklich, wenn er sicñ bewegtñ
[o que en el poema de Quevedo se leyera: "Ay, cómo te me escapas, vida mía", y en seguida: [i Qué
sordos pasos tienes, muerte fría:
con silencioso pie todo lo igualas!]
El cambio afecta al núcleo mismo, a la raíz profunda del contenido. H "¡ Oh, es tan sombría la estancia de la muerte! - Resuena tan horrendo cuando se mueve."
IMAGEN Y METÁFORA
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IMAGEN
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y METÁFORA
Dije antes que en el pasaje de Heidegger predomina, lo significativo, y en el poema de Matthias Claudius [y en el de Ouevedo I la musicalidad del lenguaje. Pero con esto el contraste sólo queda explicado de manera muy provisional e incompleta. Basta comparar un poema, por muy musical que sea, por muy empapado en melodía que esté, con una sinfonía, para notar cuán condicionado e impulsado está el poema por las representaciones significativas del lenguaje; pues 1 .alahra o sólo tienen soptdQ síno,a ...lª-Yez~, un complejo verbal está configurado rítmica y m ódicamenterv ulmísmo tiempo articulado sint~~y sem~~Ílcilm_éhte. -Lo -que'"ahora deDemos preguntarnos es esto: ¿de qué manera peculiar mientan las formas verbales poéticas los contenidos objetivos? ¿De qué modo especial alberga y encierra la poesía algo así como cosas u objetividades? 1Todo haber y mentar comprensjyps de conteni os objetivos es, al mismo tiempo, un intuir yúñCaptar cónceptual : y el Ienguaje,". que de suyo trasmite _esa comprensión inttiitivO:-cQnceptual,' reúne en sí la imagen y el concelltoJ Pensemos en cualquier palabra, en "mesa"; por ejemplo; toparemos en seguida con una representación imaginativa y con una representación conceptual ~-ef-c~~~pto ..ge~~~a lo general lo ue Qersis.'te:::tQmounificador e idéntico a través del gran número de cambios-y particul~ones, n otras palabras, lo qlÚ~~la mesa ~
está
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CAPTACIúN
tiene de mesa; pero, al mismo tiempo, a través de la imagen queda abierta la referencia a una "ésta" de individualidad insustituible, a una mesa determinada de aquí y de ahora. ~nguaje de ~Q_ común Y cotidiano, esto es, el leñgua]e que sólo sirve para ponemos de acuerdo unos con otros, el lenguaje de la finalidad y de la utilidad, tiende a extirpar o a esquematizar cada yez más.Io que hay- de imagél'Cen-rasrepresentaciones significativas que el Jenguaje tra~itt:;. En el cumplimiento de las faenas iñéIíspe sa les para la vida y en el trato diario, lo que importa es un núcleo conceptual fijo, que proporcione una comprensión rápida y segura; las palabras se convierten en monedas. --Por su ILa.rte,.el pensamien oÁientífico_y- filoso ico aspiráTóizosainenj;~ a.expurgar-el lengu~e cle-Cl;1:anJ~Lp-tieaá tenen.de-ima en Es verdad que tanto la poesía como la filosofía se contraponen a la conciencia idiomática de lo común y cotidiano, al no desentenderse, como lo hace éste, de la oculta profundidad de la palabra. El asombro que sobrecoge al hombre que filosofa es precisamente el asombro con que le sobrecoge la secreta sabiduría del-lenguaje; si el hombre se pone a filosofar es para rastrear el conocimiento del ser que vislumbra escondido en lo hondo de las palabras. Justamente en Heidegger la interpretación de la Existencia -Daseinse lleva a cabo en un incesante intento de percibir los llamados del lenguaje. Y sin embargo, este sondeo del lenguaje aspira a fijar y a deslindar unívocamen-
IMAGEN Y METÁFORA
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te aquello que en la palabra se vislumbra sólo de modo indeciso y vago; la gran tarea de la filosofía es determinar y afilar las palabras para convertidas en conceptos de la mayor energía y precisión posibles. El Ser y el Tiempo de Heidegger atestigua a cada paso la tenaz y a veces violenta lucha del conocimiento filosófico por lograr la conceptualidad que le es fundamental. la oesía, o:r eLfilllJrariQ,Jo--eseneial--es vivir las palábra:;¡ en toda su virginal plenitud de sen 1 o y p asrTéiaad:;la Iñtukióñ se eleva sol:5relacomwensi6n, fá imagen-sob~re e CQI1:cepto. Cuando oímos versos como los de. Matthias Claudius [o de QuevedoJ despierta en nosotros, espontáneamente, no sólo un especial temple de ánimo, sino también algo así como una imagen atemperada por un temple de ánimo. ~una de las ,RaJabr;as"'y-.!odo el conjunto significativo tienen J1Q.~JiI1 se uri--a:-" rece, ag"llilJizar uña situación.Intuibl o.cuasl intuible. Digo según parece, porque nunca tratamos de considerar en serio nuestra intuición como reproductora de una objetividad. No, la intuición, la imagen, nos dice: "Sumergíos en mí, sin preguntar por mi realidad o irrealidad; no debéis ir con vuestras preguntas más allá de mi presencia por gracia del lenguaje; no rete~ bO.1)· de.nada .sinc.s - al de un estada-i-ntt:n:iQr. Es cierto que reproduzco un curso de ~eceres como si se dieran en la experiencia real; pero esta reproducción lleva su rasero dentro de sí misma: no puede y no
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IMAGEN Y METAFORA
CAPTAClúN
debe medirse con un rasero exterior con el cual tuviera que concordar; lo decisivo es única y exclusivamente su atemperado contenido y su atemperada fuerza de persuasión." 1 Pero todo esto no alcanza aún a precisar lo que hay de peculiar en lo intuible del lenguaje, pues ¿en qué difiere de lo intuible de la pintura? En su Laocoonte, Lessing expuso con claridad convincente e insuperable la diferencia esencial entre ambas cosas: la imagen pintada se halla presente en una coexistencia espacial, y es posible abarcarla, por decir así, de un solo (\ golpe; a figuración .oética, en cambio, se consuna.~u
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1 Para una determinación de la esencia de la realidad poética, véase mi ensayo sobre lo poético (Das Dichterische) en la revista Die Samtnlung, junio-julio de 1946.
29
tomemos un fragmento de la Canción nocturna (Abendlied) de Matthias Claudius: la segunda parte de la primera estrofa; El bosque se alza negro y calla, y de los prados sube la blanca niebla milagrosamente. (2)
Imaginémosla
de este modo:
El bosque está oscuro y mudo; la blanca-niebla yace milagrosamente sobre los prados.
Aquí se ve con toda claridad que la figuración poética no pasaría de ser pobre sustituto de una pintura, si en ella se quisiera reproducir una impresión visual, con su yuxtaposición espacial. La asombrosa plasticidad de esos versos de Matthias Claudius se debe justamente a que la corporeidad estática está transformada en movimiento y en acontecer, en vibración espiritual revivible por nosotros. [y otro tanto ocurre con los versos de Garcilaso: [Corrientes aguas, puras, cristalinas; árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado de fresca sombra lleno, aves que aquí sembráis vuestras querellas, hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno.. .J
Daré un ejemplo más: la Canción de la luna de Ludwig Tieck:
(Mondscheinlied)
Va goteando del cielo el fresco rocío, cierran las flores sus corolas; el arrebol contempla en despedida la pradera, susurran tos chopos, desciende el nocturno silencio.
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melódica dan al lenguaje poético la posibilidad de expresar cierto hondo temple de ánimo; su articulación sintáctica y su significado objetivo le confieren la virtud' de conjurar una figuración dinámicamente atemperada por un temple de ánimo. Pero esta conclusión nos lleva en seguida a otra pregunta: ¿no sigue siendo la plasticidad un concepto excesivamente estrecho para captar la esencia de, la poesía? ¿Qué decir, por ejemplo, del siguiente poema de Stefan George?
Van y vienen las sombras; velan las nubes largo tiempo, y en torpe y pesada carrera se extienden sobre los frescos prados. Relucen las estrellas y se desvanecen, miran hacia abajo saludando fugaces; reina en el bosque la oscuridad, se extienden las tinieblas por doquiera. Detrás del agua, como llamas vibrantes, las cumbres de los cerros, iluminadas de oro; murmurantes y graves, las verdes matas inclinan y juntan sus lucientes cabezas. (3)
Es un poema que desde lo más profundo aspira a acoger una realidad sensible, el mundo nocturno como reunión confusa de sensaciones e impresiones multicolores, reverberantes, perceptibles. Pero no cabe hablar aquí de una presencia sensible, de plasticidad, en el sentido de .la pintura descriptiva de impresiones; no hay detalle que no esté sentido como acaecer, ni rasgo alguno que no esté experimentado en t~a su vida palpitante. Vemos, pues ~~mf>QrJ:a __~'LP0eSI no es la plasticidad .en, sí, sino la iI!!aK~n plena ae ?caec~s,enchida de~L::¡"ción;.1!o la inillibili -aa-como tal.-sínocla, t~\d:r:tudproteica", la transfortl)abjlidad de la resentación intuib e Podemos sentar, pues, como conclusión provisional, que en la medida en que la poesía es masa de sonido, lo esencial en ella es su fuerza plasmadora rítmico-melódica; y que en cuanto masa de sentido, lo que importa es su virtud proteica. La vibración rítmica y la resonancia
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Esta pena y este pesar de abandonar 10 que antes fue cercano y mío. Este vano tender los brazos a lo que ya no es nada sino sombra. Este incurable engaño de nosotros mismos con presuntuoso No y Nunca; este infundado resistirse, esta fatalidad. Una opresora sensación de pesadez por sobre un sufrimiento ya cansado. Luego esta sorda aflicción de lo vacío oh, Dios, j este "conmigo solo"! (4) ,
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[¿ O qué decir de estos versos de Rubén Daría? : [El ánfora funesta del divino veneno que ha de hacer por la vida la tortura interior la conciencia espantable de nuestro humano cieno y el horror de sentirse pasajero, el horror de i.r a ti~nta.s, en intermitentes espantos, hacia .10 inevitable, desconocido, y la pesadilla brutal de este dormir de llantos de la cual no hay más que ella que nos despertará.l
~n-tenidO-Qe~eti-ve-tle-la-P'l'es tación lírica es en ambos casos J! estadQ-de_áuim.o.=de
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un,.e.clon:;:¡ el mismo estado que se manifies. ta direc amente en ritmo y melodía está presente también, indirectamente, como tema de las frases. Pero ¿ qué hay en esta presentación que nos autorice a hablar de intuibilidad? Sólo en un sentido figurado podríamos llamar plásticas esas estrofas; "plástico" significaría entonces que cierta situación de la vida se ha hecho generalmente vivible, en toda la plenitud y profundidad de su temple; que una situación humana se ha reflejado con tal densidad y realidad que puede tocarnos a todos con su hechizo. Otro ejemplo: El desesperado (Der Verzweifelnde) de Daumer: Que ya no iría a verte resolví y juré, y voy todas las noches; porque perdí mi fuerza y mi firmeza. Quisiera no vivir, quisiera perecer en este instante; pero también vivir, contigo, para ti, y no morir. Oh, habla, dí sólo una palabra, una única palabra clara! Dame la vida o la muerte, pero descúbreme tu sentimiento. (5)
Son confesiones llanas, sin ninguna imagen visible; y sin embargo, en ellas no sólo se habla "de" la desesperación y "acerca de" ella, sino que la desesperación está realmente "presente" en la actitud y en el gesto. Todos y cada uno de los casos que hemos citado han consistido en una presentación ver-
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de decir de ormaciones poéticas cuyo conteni objetivo sea-general ,-intemporal, ];l.f)-part-icuf-ar-e-irte~i~nUuénéñ1Os de aeCír;p-oréjémillo, d¡~ esta estrofa? Nosotros, orgullosas criaturas no somos sino pobres pecadores y poco es lo que en realidad sabemos; fabricamos castillos en el aire, buscamos infinitos artificios para sólo alejamos de la meta. (6)
[¿O de esta otra? [Pues si vemos lo presente, cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado. No se engañe nadie, no, pensando Que ha de durar lo que espera más que duró lo que vio, pues que todo ha de pasar por tal manera.I
El tema de esos versos no es realidad intuible, no es siquiera una situación concreta, sino unas reflexiones; fría y sobriamente se nos dice algo sobre la condición de la existencia humana. ¿ Por qué y en qué sentido, pues, son poéticos estos versos? La respuesta nos la dará el ejemplo contrario: Causa es la libertad de acciones que ni el Todopoderoso prevé con certidumbre. i Pero él, que siempre actúa, las encauza hacia el último fin de la creación, la universal bienaventuranza! (7)
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bien: [Docta la mano del Criador eterno separó sus criaturas, señalando en cada especieun singular carácter. Leyes distintas en distintos entes muevenel orbe. Los diversosfines en cada especiepeculiar componen. un orden que le mueve y diferencia.J
El contraste es obvio: n.estejiltimo ejempl er-sentíd-cr--de1as palabras se agota su signíficaao coñceptuaI; en e Otro, 'está-p-erretrado de-una significaoién ernotivá" que no púede ago!9i~conce:Rtualme§ .E.nun ~asonos vemos entre meras proposiciones : en el otro, sucumbimos al hechizo de un hombre que, al buscar, ya "vive en la verdad". En un caso, la idea misma, emancipada, podría pasar indefinidamente de mano; en el otro,/la idea objetiva_estLinseparaWgmente fu Cm: a cQn un est~de.ªnimo y con una actitúd\ En uncaso lo q}1~~e_comumca-=€s-una-s-ene- ra -aa.a de
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ideas; en el.otro,
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tad02e ánio. y con esto hemos cerrado el círculo de nuestras reflexiones. Podremos saber que una obra es o no es poesía -y esto sigue siendo la piedra de toque más general, y por lo tanto infalible- según que su forma poética sea sólo cáscara o ya en sí misma la semilla, según que sea mera cobertura o ya por sí contenido. Lo que nos participan nuestros ejemplos negativos no se perdería en lo más mínimo si lo expresáramos en otra forma; impunemente, y sin menoscabados en lo esencial, podría yo hacer
en esos versos cuantos retoques se me antojaran; en cambio, los versos de Matthias Claudius [y los de ManriqueJ dicen algo a mi alma que yo no podría poseer sino unido a esa determ' ada forma verbal que tienen. a oesta es te que se manifiesta por la palabra. Toda poesía falsa se traiciona porque su forma verbal es sólo cobertura. en vez_® ser e mo o orzoso e mtransferible de a _a,recez:Y un contenido, Una interioridad: era aun hace al"' a anaair a goJfifp"órtante á:"'" sta conclusión. Recordemos una vez más los cuatro versos de Matthias Claudius, que tanto nos han servido de ilustración: iAy, es tan oscura la alcoba de la muerte! Suena tan triste cuando se mueve y alza ahora el pesadísimomartillo, ¡y da la hora! (1)
y ahora comparémoslos con la siguiente estrofa: Cuandose ha apagadoel día, qué difícil es volver a casa, a las cuatro rígidas paredes, a las sillas vacías. (8) La diferencia está a la vista: aquí se trata de una alcoba "real"; en Claudius, de la "alcoba de la muerte". Aquí tenemos una imagen "sin más"; en Claudius, una imagen "de doble fono do". Aquí hay una imagen simplemente "simbélica": en Claudius, una ~. agen "metafórica". Dicho de otro modo: en ambos casos tenemos el símbolo de...un_temCcre.:ammo, el obj'Ftivaa(")feftéjo de u!!. estado interip.r; pero en 'C audius este objetivado reflejo vuelve a
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reflejarse: el símbolo se otencializa hasta convertirse e +n ~0Di~>--en ramefarora,-en la comparaclOn~2 [y véanse asimiSñi.Oestos dos ejeiriplos de la poesía mexicana:
dan al moribundo o al hombre que, aterrado, se imagina su propia muerte? Claro está que no cabe rechazar de golpe esa interpretación, pero lo cierto es que falsea y oscurece la verdad de los hechos, porque en realidad las dos series representativas se van transformando gradualmente en una sola, se van fundiendo cada vez más, hasta convertirse en una unidad .radicalmente nueva e indestructible. De lo que no se trata es precisamente de una yuxtaposición de dos contenidos objetivos, que se han ligado luego por una comparación, por un "tal como", sino que uno de los contenidos únicamente existe en, con y por medio lotro. La auténtica metáfora jamás surge sólo de una comparacion cOñSCient~ a poesía alemanactelslg o XVII, por ejemplo, demuestra que la más esforzada caza de imágenes se queda muy atrás de la metáfora convincente, fatal, que se eleva -dón misteriosodesde las profundidades del alma: Bástennos, para ilustrarlo, unos cuantos versos de Christian Hofmann van Hofmannswaldau:
[i Oh, casa con dos puertas que es la mía, casa del corazón vasta y sombría que he visto en el desfile de los años llena a veces de huéspedes extraños, y otras veces -las más- casi vacía!
[Acá la calle solitaria; en ella de mi paso en los céspedes la huella el tiempo ya borró. [Allá la casa donde entrar solía de mi padre en la dulce compañía... i Y hoy entro en su recinto sólo yo!] Pero hay que evitar desde luego el común error de suponer que la metáfora procede de una transposición consciente. Solemos imaginamos la creación de la metáfora del siguiente modo: tengo aquí dos contenidos objetivos, que, a pesar de su diversidad y hasta de su oposición, están en cierto modo emparentados; . el entendimiento comparador relaciona esas dos representaciones o series de representaciones de tal modo que el parentesco queda clara y convincentemente revelado. Se habla 'de la "alcoba de la muerte"; ¿ no será que una alcoba visible representa, mediante la deliberada transposición metafórica, a la alcoba invisible de la postrera soledad y aislamiento que aguar2
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A sus hombros
¿Es esto nieve? -No, que la nieve no soporta llamas. ¿Será marfil? -No llega el marfil a ser tan blanco. ¿Hay un cisne terso? -Más brillo hay que el del cisne. ¿Hay suave lana? -¿Muévese la lana? ¿Alabastro? -El alabastro no se da junto al zafiro:-¿Campo de lirios? Más puro es este campo. ¿Qué eres, pues, si palidecen nieve y marfil, cisne, alabastro y lirios? (9)
Para el conceptodel "Tal- como", cf. el ensayode reproducidoen
Haecker intitulado Lyrik und Metaphysik, Christentuni und Kultur.
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Aquí tenemos, en efecto, la comparación razonada de una cosa con otra' los hombros de la amada con la blancura de la nieve, con el brillo del marfil, con la suavidad de la lana, con el resplandor del alabastro, con la pureza de un campo de lirios. Tenemos aquí, por un lado, el objeto que se pretende aclarar y acercar al lector a través de la comparación, y, por el otro, en árida sucesión, las imágenes que se aducen para la comparación; así están, unas junto a las otras, de tal modo que la atribución, a pesar de ser justa exteriormente y en el sentido de una corrección intelectual, sigue siendo arbitraria en el fondo. y ahora un ejemplo contrario, un poema de Lenau: La puesta del sol. Pasan negras nubes; j oh, cuán temerosos ya los vientos huyen! Por el cielo corren pálidos relámpagos; su mortal imagen vaga por el lago. Me parece verte, j con qué claridad! sueltos tus cabellos en el huracán. (10)
Nada hay aquí de trasmisión arbitraria, nada de disposición meditada. Aquí se ha efectuado, ••con -toda seriedad, una trasmutación; el paisaje de tormenta nocturna se ha abierto de pronto a otra realidad, se ha traspasado e iluminado con la imagen de la mujer amada.
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[O también el poema de Pedro Salinas: [Llevo los ojos abiertos. No te veo, estás dentro de la niebla. Niebla: con el mirar no la aclaro, con la mano no la empujo, con el querer no la mato. Niebla. La mirada ¿para qué? y la voluntad, inútil. Llevo los ojos' cerrados. No te veo, ya te siento, ya te tengo. Mía. Estás, estoy, a tu lado: estás dentro de la niebla.I
Vemos, una vez más, que la prueba infalible para distinguir la poesía de la no poesía es la imposibilidad de traducir la poesía; las comparaciones de Hofrnannswaldau son sustituíbles, son traducibles; ¿ qué perdería el poema si, en vez de comparar los hombros con la nieve, los comparásemos con el lino, o con el mármol en vez del marfil, o con seda en vez de lana? Y en Lenau [y SalinasJ, en cambio, tenemos la forma necesaria, insustituible de una armonía entre dos elementos, que proviene de un temple especial de ánimo, y que se ha puesto al alcance de todos por medio de la metáfora poética. ~í.. la metáfo@ poé!ic§l logra fundir en uni~~nte imágenes. l!~ exp~elle.DCla estan ~ aradas, y asta s~ . y esto significa que, en racomparación y por
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medio de ella, hasta el último resto de objetividad estáticamente espacial, de cosa cerrada, es arrebatado en ese movimiento que lo liga y invade todo. L~ oesía lo ra algo que el impresionismo pic orico jamás podría ni siquiera intentar: logra abarcar de.un aletazo la totalidad de lo e isten e ;onjur ar de un golpe lo más cercano y lo más lejano. Aquello que ara nuestra exL eriencia está y ermanecerá siemp're-ligi amente se ara o se une y mezcla en virtud del hechizo oético. -- -~----Otro ejemplo: la Noche invernal (Ein Winterabend) de Georg Trakl. Cuando la nieve cae en las ventanas y suena la campana largamente,
muchos la mesa preparada encuentran y bien abastecida su morada.
Acaso un peregrino fatigado llega a la puerta por oscuras sendas. Aureo florece el árbol de la gracia desde la fresca savia de la tierra. Silencioso traspasa el peregrino el umbral, de dolor petrificado. Cuando de pronto ve que resplandece el pan sobre la mesa junto al vino. (11)
Esta es, ante todo, una figuración impregnada de un temple de ánimo, una figuración simbólica, con sentido: ese regresar de una oscura peregrinación a la bien abastecida morada es a la vez un regresar interno e invisible del extravío de la vida a la salvación y a la paz. Pero lo uno se transparenta directamente a través de lo otro; directamente, esto es, sin
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que haga falta una conclusión que los enlace, pues le sería imposible a ningún razonamiento llegar a esa unidad íntima e indisoluble entre la apariencia de primer plano y la significación de fondo. No puedo extraer algo así corno un nudo sentido para abstraerlo en forma de conceptos generales; no puedo poseer el contenido significativo sino entregándome a la figuración que, como tal, está cargada de sentido. En la segunda estrofa, sobre todo, el lenguaje de signos de la metáfora revela, más allá de todo simbolismo, aquello que nunca podríamos poseer a base de una comprensión atada a la experiencia. "Áureo florece el árbol de la gracia - desde la fresca savia de la tierra": absurda pretensión sería tratar de decir de nuevo y de manera distinta lo que esta metáfora nos dice de modo intransferible e irrepetible. Absurdo buscar un núcleo significativo que pudiera expresarse en un frío enunciado. iQué es lo que no se pide a nuestra visión y a nuestra comprensión! Un árbol de doradas flores, pero no un árbol cualquiera, sino el árbol de la gracia, y no en su acabada presencia de objeto, sino en el momento mismo en que surge desde la fresca savia de la tierra. Esto no lograría convencer al entendimiento, que en todo busca semejanzas y afinidades externas; y, sin embargo, este lenguaje comparativo es tan verdadero y tan válido, que todas las dudas desaparecen ante la conciencia de que eso es realmente así, de que así y no de otro modo es el árbol de que aquí se trata.
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[Igual cosa acontece con el soneto de Lope de Vega: [Suelta mi manso, mayoral extraño, pues otro tienes de tu igual decoro; deja la prenda que en el alma adoro, perdida por tu bien y por mi daño. Ponle su esquila de labrado estaño y no le engañen tus collares de oro;
toma en albricias este blanco toro que a las primeras yerbas cumple un año. Si pides señas, tiene el vellocino pardo, encrespado, y los ojuelos tiene como durmiendo en regalado sueño. Si piensas que no soy su dueño, Alcino, suelta y verásle si a mi choza viene, que aun tienen sal las manos de su dueño1
3.
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No debemos esquivar por más tiempo la siguiente pregunta: ¿ con qué derecho estamos tomando el poema lírico como ejempló de la poesía en general? A eso responderemos que el poema lírico tiene una generalidad ejemplar, en el sentido de que en él aflora la ley esencial de toda creación poética, lírica o no. ¿ Y por qué? Porque en el poema lírico el "qué", el contenido objetivo, con todo lo que tiene de materialidad y exterioridad, se ve absorbido por el "cómo", por la manera como está configurado, por la forma verbal templada por el estado de ánimo; en una palabra, por e-l estilo. La funesta tendencia a comprender, a desnacer -mejor dicho- la obra literaria par-
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tiendo del tema, no puede combatirse más eficazmente que por el contacto con los poemas líricos. No hay mejor manera de adiestrar la mirada y hacer ver que el contenido objetivo, como tal, no es ni vale nada en la obra poética, y que en ella lo esencial no es la materia, sino el temple que la empapa, no la verdad exterior, sino la interior, y esto no hay mejor manera de ejemplificarlo que con la poesía lírica. Confrontaré aquí cuatro estrofas en que domina un mismo motivo: el paisaje de luna: Cuando la plateada luna se asoma por las ramas y sobre el prado vierte su luz adormecida, y canta el ruiseñor, vago yo tristemente de mata en mata. (12)
Es un paisaje de luna blando, suave, desleído en débil resplandor, trémulo de mansa queja y callada melancolía; podríamos hablar de "sensibilidad". En cambio: Ha salido la luna, las estrellitas doradas en el cielo brillan luminosas y claras. El bosque se alza negro y calla, y de los prados sube la blanca niebla, milagrosamente. (13)
Este paisaje lunar está penetrado del temple de ánimo de un hombre sereno y puro, piadoso y reconcentrado; su estructura es clara y articulada; podríamos intitulado "Recogimiento". Por otra parte: Adivino en el oriente brillo y fuego de la luna, sauces de esbelto ramaje
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jugueteando entre las olas. Por las sombras agitadas tiembla mágica la luna; por los ojos entra el fresco, serenándonos el alma. (14)
Otra vez un paisaje lunar; pero icuán nuevo, cuán diverso! Transparente, espiritualizado, y al mismo tiempo de misteriosa semioscuridad. Deberíamos llamarlo "Presentimiento". y por fin: Yace el estival ocaso sobre el bosque y verdes prados, luna de oro en azul cielo con sus rayos nos conforta. (15)
Delicada agrupación de impresiones multicolores, degustadas por lo que tienen de delicioso; expresión de una proyección afectiva en el objeto. Su título: "Goce". [Igual diversidad en estas otras poesías: [Bajo la calma del sueño, calma lunar de luminosa seda la noche, ' como si fuera el blando cuerpo del silencio, dulcemente en la inmensidad se acuesta. _ [La luna va por el agua. i Cómo está el cielo tranquilo! Va segando lentamente el temblor viejo del río mientras que una rama joven la toma por espejito. [He venido por la senda con un ramito de rosas del campo.
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Tras la montaña nacía la luna roja; la suave brisa del río daba frescura a la sombra; un sapo triste cantaba en su flauta melodiosa: sobre la colina había una estrella melancólica ... He venido por la senda con un ramito de rosas.l
Así pues, un mismo tema nos dice cosas muy distintas en cada caso; un solo contenido objetivo puede reflejar temples diferentes del hombre; de lo que se trata no e~~dela .ídentídad ex ,-..mGfi.\l.o.,--sm~ la variada sigñíficación vital y del tono anímico, en ca a caso 1feTen1é} ••Veamos otros ejemplos. Primero, cuatro poemas sobre la fuente:
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i Reluciente plata, con la que se aúnan las anchas sombras de tilos ramosos! Tu júbilo manso, refrescante y sereno lo conocen todos.
.Susurran, murmuran las líquidas fuentes, de ellas manó todo este verdor. Lamentan temblando, y temen ya ahora la nevada estación. (16)
Si el ritmo está medido de acuerdo con un esquema preciso y riguroso (nótese el acierto con que alternan la elevación y el descenso), la forma está imbuida de razonada luminosidad; la impresión objetiva se va configurando clara y distintamente, cada uno de los rasgos queda fijado por una palabra adicional, cuidadosa-
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mente seleccionada. Es característico que el tercero y cuarto versos de la primera estrofa no manifiestan con una figuración la sensación de júbilo, sino que se expresa directamente la conciencia del gozo experimentado"; también es significativo que los versos finales hacen culminar la impresión de conjunto en una interpretación mental: las fuentes se convierten en imagen de lo transitorio. Muy distinto es este otro poema:
captación vaga de un objeto que es signo del alma. Veamos los otros dos ejemplos: Asciende el chorro, y cayendo llena la rueda de marmórea taza, que ya revuelta se desborda al fondo de otra taza baja; y ésta da, que está colmada, su oleaje hirviente a otra taza, y todas dan y todas toman y fluven y descansan. (18) Dos pilas, una de un antiguo de la más alta, hacia el agua
Oye, que la flauta llora, y las frescas fuentes corren, leves caen los tonos de oro. iCalma, calma, y escuchemos!
1 [Cf. en Juan Ramón Jiménez: "j Oh, qué sonido de oro que se va - de oro que ya se va a la eternidad: - qué triste nuestro oído, de escuchar - ese oro que se va a la eternidad, .. "]
a la otra superando, y redondo borde en mármol; agua que suavemente 'se inclina que abajo está esperando
silente ante el murmullo de la conversadora y mostrándole, como en la palma de la mano, secretamente, cielo tras lo verde y lo umbrío, como un objeto extraño;
i Dulce ruego, suave anhelo, Que nos acaricia el alma! Por la noche que me envuelve llega a mí la luz del canto. (17)
Al suelto enlace rítmico corresponde la musicalidad y lo vaporoso de la forma. Todas las cosas se ligan y se confunden entre sí: lo visto, lo oído, lo sentido: (lleves caen (impresión táctil) los tonos (impresión auditiva) de oro (impresión visual)". Y más aún: "llega a mí la luz del canto" ( !)1 A las fuentes mismas sólo se les dedica un verso, y aun se mencionan principalmente por ser frescas y corrientes; y es que no se trata de la reproducción plástica de una figura precisa y limitada, sino de la
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ella misma, apacible y sin nostalgia, extendiéndose en CÍrculos por el hermoso vaso; mas soñadoramente y gota a gota, a veces por líquenes colgantes deslizándose hasta la superficie final que, desde abajo, sonreír hace a su taza, por los cambios. (19)2
El contraste entre las dos actitudes humanas no podría ser más evidente. En un caso hay un alejamiento contemplativo respecto a la impresión objetiva; en el otro, un entregarse a la esencia de las cosas. En uno, la animante captación de una forma rigurosamente ensamblada y netamente redondeada; en el otro, un sensitivo sumirse en las más leves palpitacio2
[T.l
Traducción
de Luis di Iorio con algunos retoques.
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nes, en las vibraciones más finas, en las más tenues ramificaciones del mismo acaecer objetivo. Allá están frente a frente el objeto de significación espiritual y la sosegada conciencia de él; aquí hay un fundirse con la vida del objeto. Allá se interpela a las cosas vislumbrando el símbolo; aquí se habla desde las cosas, desde el interior de ellas. O compárese el Cuadro otoñal (H erbstbild) de Hebbel con el poema de otoño de Georg Trakl: i No he visto como éste un día de otoño! En calma -¿respiramos?está el aire; y sin embargo, por doquiera caen de cada árbol Tos frutos más hermosos. i No estorbéis el festín de la naturaleza! Es la cosecha que ella misma emprende, nues de las ramas sólo se desprende lo que benigno el sol hace caer en tierra. (20)
Y TrakI: Un sol de otoño, débil, vacilante; la fruta se desprende de los árboles. Mora el silencio en ámbitos azules, en una sola prolongada tarde. Voces de bronce: dobles de difunto; y aquel animal blanco se desploma.
Roncas canciones de morenas niñas se desvanecen al caer las hojas. Ocaso lleno de silencio y vino; guitarras que gotean dolorosas. y a la suave lámpara de dentro retornas tú como si fuera en sueños. (21)
En Hebbel, lo que se expresa es el otoño puro, clemente, maduro; en Trakl, en cambio,
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el otoñal desvanecerse, dispersarse, morir. En Hebbel, la atmósfera es luminosa y clara; en Trakl, espectral y como embrujada. En Hebbel hay un ambiente alegre y libre; en Trakl, uno de melancólica decadencia. [Parecido es el contraste entre la Estrofa al viento del otoño, de Carlos Pellicer, y Un loco, de Antonio Machado: [Oh viento del otoño, tus olas regocijan las danzas pastorales, y en tu caudal paseo mueves dulces señales en la flor de la espiga. i Maravilloso viento del otoño! Tu espíritu sacude los huertos coronados de frutas y tu sutil presencia aligera los gajos henchidos. Pera de plata, manzana pintada o despintada, higo como el crepúsculo, dulcísimo y sombrío. Tu brazo y tu ala estremecen los árboles y se oye el ruido oscuro de los frutos que caen. i Oh viento del otoño, maravilloso viento del otoño!] [y
Machado: [Es una tarde mustia y' desabrida de un otoño sin frutos, en la tierra estéril y raída donde la sombra de un centauro yerra. Por un camino en la árida llanura, entre álamos marchitos, a solas con su sombra y su locura, va el loco, hablando a gritos. Leios se ven sombríos estepares, colinas con malezas y cambrones, y ruinas de viejos encinares, coronando los agrios serrijones. El lcco vocifera a solas con su sombra y su quimera.I
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En resumen: tI.o..q,ue lªJ2oesía uiere decirnos no lo captamosbcon la mirada fija en tema y el ~ñ1Otlv6, sino entregándonos al modo de presentación henchi a e temp e de ánimo y de t~mlleLada....s,i.g¡;¡,.i . Ertemple de ánimo no tiene nada que ver con el "humor", en el sentido habitual de "estar de mal temple"; no implica nada festivo ni sentimental, sino que quiere decir que la persona en su totalidad está templada, aternperada, sintonizada, en cierta forma, y sin que en ello intervenga el capricho o la voluntad. No podemos provocar un temple de ánimo: éste surge dentro de nosotros y nos invade. La misma insípida destemplanza que caracteriza a lo cotidiano no por eso deja de ser menos temple de ánimo que, digamos, una nostalgia angustiosa o una serenidad imperturbable : el aburrimiento no lo es menos que la alegría; la melancolía no menos que la euforia; la casta sobriedad de un ~ atthias Claudius no menos que los arrobamientos extasiados de un Brentano; la cristalina luminosidad de un Lessing no menos que el sombrío duelo de un Lenau. Además, no cabe considerar el temple de ánimo como cosa "puramente subjetiva". Por lo común se piensa que el estado de ánimo es algo en extremo mudable, algo que cambia de hombre a hombre, de hora en hora, de momento en momento, de manera incontrolable e impremeditada; que no es sino el fantasmagórico acompañante de nuestra vida propiamente dicha, de nuestra vida objetivamente
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organizada; que sólo es el leve hálito que circunda lo estable y duradero en nosotros. \ Esta idea hace que la poesía, en cuantotpoelti~a_~.?~~~~12~!Da1}os, ,S!~ sidere una y otra vez como un encanto que no·con.;:pi:~~EE.!i.cotnO-fJ1I'i"TI"'c~Garrr:::~rrrb-cÓbertura inesencial; los contemdos obJetIVOS,se piensa, como los que conoce la experiencia precientífica o elconocimiento científico, con.stituyen el núcleo sólido, la verdadera sustancia de la poesía; la cáscara que la envuelve puede ser atractiva, seductora, de buen gusto, pero en el fondo todo eso es y seguirá siendo fútil engaño. El pensamiento existencialista ha hecho posible que la comprensión de la poesía vuelva IN la espalda a esa falsa concepción. habla de la fuerza rev~,lª_ciQ..r:; ·deLtemple. ~Jaspers, cie~Írtud iluminadora. En este nuestro estar templados, atemperados, y por medio de él, se pone de manifiesto 10 que ocurre en 10 más profundo de nuestro ser; temple de ánimo nos coloca ante nosotros.. m~ mo ralclo]la..aLgo..ae:las-seeretas::Bromñaidades' e -U;-stra verdadera situacjon.J Porqu~eIa=~il~~ina' y ~~ ~ute" el templé-aeª-ID.mo.-::e&:::::.-vera.Raéig!J; y por serlo
(Heldegger a-e.
Id. .
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3 En Heidegger el problema es ontológico; en Jaspers es ético-metafísico, contraste que se manifiesta también en el concepto que cada uno tiene del temple de ánimo. Véase mi libro Existenzphilosophie. Eine Einjúhrung in Heidegger und I aspers, Leipzig, 1934. Habría que compl~tar y acentuar el contraste ahí intentado con una referencia a lo que Jaspers denomina "razón" (Vernunit ¡ y desarrolla como polo opuesto, dentro del pensamiento, a la "existencia" (Existenz).
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CAPTACION
-sólo por serlo- puede la poesía, poetizadora de los temples de ánimo humanos, poseer algo así como una "verdad interior". Eso que en la trama de nuestra existencia no son sino chispazos sueltos ocurre en la poesía con reconcentrada receptividad y concentrada expresividad: la atemperada revelación de nuestro ser más auténtico. ASÍ, pues, la poesía arraiga en el fondo prístino del ser humano, que escapa a toda intervención planeada y a toda confección intelectual. El que un paisaje de luna se presente en tal o cual forma y coloración; el que una. fuen te o el otoño se nos ofrezcan así o de otro modo, todo eso está decidido de antemano por el temple de ánimo que los alumbra en cada caso.
II VALORACION Conceptos
normativos
fundamentales
POEsÍA hace patente una actitud del hombre ante el mundo a través de su atemperada hondura esencial. Esto significa que la poesía "dice" más de lo que "enuncia". No importa el contenido que una poesía pueda ofrecemos, ni las ideas que exponga, ni la ideología que profese; lo que importa es su realización verbal. Podemos hablar de piedad y revelar, sin embargo, que no somos nada piadosos, sino más bien cínicos; podemos encomiar la vida arraigada y traslucir, sin embargo; que somos ajenos a todo arraigo; podemos componer poesías sobre el pueblo y sobre la patria y, al hacerla, descubrir justamente cuán irremediablemente extraños somos a todo eso. Matthias Claudius lo ha expresado alguna vez en modo insuperable: LA
r
También creen poseer una cosa cuando pueden hablar y hablan de ella. Pero esto no es cierto, hijo mío. No se tiene la cosa por el solo hecho de poder hablar y de hablar, en efecto de ella. Las palabras no son sino palabras, y cuando las veas deslizarse ligera y ágilmente, ponte en guardia; porque los caballos que llevan tras sí el carro cargado de preseas van con paso más lento. .
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VALORACIóN
1. Lo AUTÉNTICO
y LO INAUTÉNTICO
Una actitud del hombre ante el mundo y una posición esencial del hombre no pueden forjarse, ni planearse, ni prepararse. Es cierto que podemos "hacer como si", como si hablásemos en serio, como si fuésemos creyentes, como si estuviésemos desesperados, etc.; pero ese "hacer como si" se traiciona siempre por una falsedad del tono, a veces apenas perceptible, por cierta contorsión -a menudo casi inadvertida- del gesto verbal. Es que no hay manera de engañar al lenguaje ; éste posee en sí una fuerza sentenciadora. Lo inauténtico de mi manera de vivir las cosas y de mi actitud puede encontrarse en lo más profundo de mí mismo, puede estar totalmente oculto a mi propia mirada, y sin embargo el tono y el gesto no podrán menos de descubrirme Íntimamente. Tono y ademán son conceptos que tienen su origen en la realidad corpórea de la conversación. Más que en lo puramente dicho, el hombre que me habla está presente en el cómo de su hablar y en los gestos -por recatados que sean- que acompañan y subrayan lo que dice. La poesía se ha liberado de esta corporeidad del diálogo humano y de la mutua comprensión; y a pesar de eso hay en ella algo que es afín al tono del habla humana y al ademán, puesto que en ella palpita una actitud básica del hombre, que parece salir a nuestro encuentro. Pero, en :vezde hablar en términos abstractos y generales sobre lo auténtico y 10 inauténtico,
LO AUTÉNTICO
Y LO INAUTÉNTICO
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acudiremos de nuevo a ejemplos que nos despierten la sensibilidad y nos agucen el oído. Sin embargo, hay que subrayar, antes que nada, que lo que ahora nos importa es el contraste entre lo "verdadero" y lo "falso"; -la autenticidad es un supuesto previo, puramente humano, ético-espiritual de la creación poética; el tono y el ademán auténtico o inauténtico únicamente descubren si el contenido expresado está o no basado en un estado de ánimo "verdadero". No importa la habilidad formal; la "corroboración" del tema por la voz y el ademán no depende en absoluto de la voluntad mimética; aquí fracasan todos los artificios de la conciencia, la falta de una base interna para lo que se está diciendo sale a la luz irremediablemente.' Corazón, alégrate, que he hecho una buena acción. Ya no estaré solo. Vive un hombre, un hombre vive cuyos ojos se humedecen cuando piensa en mí. Corazón, alégrate: ¡vive un hombre! Ya no, ya no estoy solo, porque he hecho una buena acción. i Alégrate, corazón! Ha llegado el fin de los días quejumbrosos. ¡Quiero hacer mil buenas acciones! ¡Ya siento cómo todo me ama 1 Véase mi ensayo sobre el tono y el ademán en la lírica (Ton und Gebiirde in der Lyrik ¡ en Dichtung und Volkstum, 1936, 4.
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VALORACIúN
porque yo amo todo! iMe derrito en el gozo de la comprobación! i Oh tú, mi último y más dulce, mi más claro y puro y simple sentimiento! ¡Benevolencia! Quiero hacer mil buenas acciones. (22) y compárese con esto: Cuando estamos ya al borde de la vida y lo que al mundo apoya se desploma en torno nuestro, y cae la corona
lo mismo que el cayado del mendigo; cuando señores de lejanos reinos que aún ayer con mano gigantesca el Oriente abarcaban y el Poniente son hoy como el menor de sus esclavos; cuando apretadas y profundas sombras rodean el desmayo del sentido y en nuestra alma se aloja un pensamiento único: Dios, la eternidad, la nada; habremos hecho entonces, sólo entonces, la buena acción que pide la Escritura, pasaporte para el sendero ignoto mejor que el testimonio de los párrocos. (23)
El primer ejemplo revela un refinamiento virtuosista; tanto más sentimos el desacuerdo que hay en él entre tema y tono, entre motivo y ademán. El segundo ejemplo casi parece a momentos un poco laxo y torpe; tanto más se respira en él una ingenuidad profundamente auténtica. En el primer caso, el ritmo, la melodía y la forma están realizados con cautivadora maestría; pero nada de eso logra ocultar a nuestra vista, ni un solo momento, lo insincero de la actitud humana. En el segundo
LO AUTÉNTICO
Y LO INAUTÉNTICO
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caso, los versos casi están al borde de una prosa en que las ideas se encadenen rígidamente ("cuando ... ; cuando ... ; cuando ... ; entonces... "), una prosa que sólo desde fuera se haya dividido métricamente, dispuesto en parejas de rimas y entreverado de metáforas; pero a través de todo se transparenta la voz infalsificada, inimitable, de la veracidad. Así, pues, el cotejo de los dos ejemplos nos hace percibir el contraste entre la fabricación literaria y una auténtica expresión esencial. En un caso, impura afectación; en el otro, casta sinceridad; en uno, impertinente insistencia, jactancia arrogante; en el otro, en cambio, gravedad hermosa, firme, viril. Allá un ambicioso pero inconvincente pavonearse con ampuloso s pliegues verbales, con giros aderezados a propósito; aquí el ademán recatado y, por ello, directamente convincente de un recogimiento interior y puro. O bien: Un poco más abajo de la urbe en que se yerguen los palacios y las torres de las catedrales perforan las nubes, en que el viento agita las ramas en flor de los jardines, y vagabundean los pasos ociosos... un poco más abajo de la urbe en que corren frenéticos los coches y llevan las mujeres sedas y brillos, en que en las noches por doradas salas sobre ondas de carne maquillada el ensordecedor chirrido de roncos violines se desata ... un poco más abajo de la urbe, i están las cloacas! i Por ahí se escurren y juntan los desechos! Cuanto deleitó lascivos paladares ' y con llamas picantes
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VALORACION
LO AUTÉNTICO
desencadenó los pulsos, placer, excitación ... se ha hecho fanzo : cuant? ha calmado la gran hambre l:> , de millones de vientres urgencia masticada y d¡'gerida la comida, ' todo es ahora estiércol y es papilla i humeante fetidez y espuma! '
,
Oh, la locura de la gran ciudad, cuando en la noche junto al negro muro se yerguen ateridos árboles deformes, y asoma el mal tras máscara plateada; la luz con látigo imantado ahuyenta la pétrea noche. Oh, el sumergido repicar de las campanas vespertinas.
Pero el río, el río sazrado lo acepta l:> , en su curso plateado! Apenas si un estremecimiento de gris amarillento re::orre su semblante eterno. Mas allá de los puentes reflejando nubes de oro 'al pasar fluye ruidoso con solemne gest; hacia el mar ... y todo fue sueño. (24) i todo
Ramera, que en helados calosfríos da a luz un niño muerto. Furiosa la ira del Señor azota la frente del poseso, peste purpúrea, hambre, que quiebra verdes ojos. Oh, el horrendo carcajear del oro. Pero callada, en cueva oscura, sangra una humanidad más muda, forjando con durísimos metales el rostro que ha de redimirla. (25)
Profun~o sufrimiento por debajo de la locura de la CIUdad, tal sería el tema de tan Iocua-
I
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ces versos si lo esencial fuese realmente el contenido de lo que se dice. Pero, de hecho, i qué contradicción entre el tema y el tono, entre motivo y representación! La trivialidad de los ritmos y de las rimas, lo barato de las imágenes, no son expresión de un horror auténtico, de una tristeza real, sino de un hombre que poetiza a la ligera un horror falso y una tristeza no sentida. El "vicio" (versos 6 a 10) se presenta en una forma tan agradablemente horripilante como en ras malas películas. La descripción de las cloacas no atestigua asco y espanto, sino todo lo contrario: un goce casi voluptuoso y una simpatía mal encubierta por lo repugnante. El final (los últimos once versos), con su frívolo simbolismo, tira a lo desagradablemente meloso, de modo que la transfiguración intentada no pasa de ser mera comedia vacía. En cambio:
Ahí en eterna noche pozo junto a pozo, ' en comidas y coitos asquerosos i viven las ratas! ' Ahí, .en medio del chorrear y estancarse de VIscosas mezclas incuban y fermenta'n los miasmas; suben y empujan los peores vapores tifosos por tubos y mansas para infilt~arse en pulm';n~s y panzas; se. hacen fiebre y destruyen indefensos miernbros ; y por entre las rejas de las cloacas de las aguas de fondo y de los pozos en que penetró la escoria i la peste se alza!... '
I
Y LO INAUTÉNTICO
~.
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VALORACIóN
LO AUTÉNTICO
El horror profundo, la pura y divina tristeza, de los que en el primer ejemplo sólo se habla, existen aquí real y verdaderamente; si allá se dan en forzado simulacro, aquí están presentes llanamente, con plenitud y honradez no fingidas. Allá, un negligente tecleo, que no tiene profundidad ni fuerza alguna; aquí, un lamento que asciende desde el fondo de un corazón torturado. Allá, la verbosidad petulante y lujuriosa de un espíritu en realidad turbio y excesivamente afanado; aquí, la inspirada expresión de una hombría íntegra. Tres veces el dolorido y desconsolado "Oh", que estructura ligeramente el pesado fluir de los melódicos versos; y luego el recogerse -alivio y consuelo- en el silencio de la intimidad, con el recuerdo de lo que hay de eterno en el hombre. Otro ejemplo; i Baste ya, Señor! ¿Es que ha de continuar? Pero los cielos están mudos como pedernal:
..
i En millones de ojos la luz se apaga! ... Pero la luz del día en nada amaina. i En millones de corazones la sangre se enfría! ... Pero incontables rebosan de ardor de vida .. Devastados yacen campos, ciudades, surcos!. .. Es que un poco de tierra no hace al mundo. j Ríos de lágrimas brotan con pesar! ... Un poco de sal dista mucho de ser mar.
i Pero es que a la ley, a tu ley, hace escarnio 1... y ¿qué sabe de eso un pobre ser humano ... ? (26)
Y LO INAUTÉNTICO
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Si diéramos crédito a lo que nos dice el título, este poema sería un "Llamado a Dios en la guerra". Pero no podemos dejar de sentir un profundo malestar al leerlo; no es sólo que las estereotipadas antítesis se hacen cada vez más triviales; no es sólo que el ritmo avanza chatamente, con trivial chapoteo y como pagado de sí mismo; lo decisivo es ante todo que en vez de escucharse una voz angustiada, embargada por un pesar trascendental, se oye la engolada voz quejumbrosa, y en el fondo insensible, de un hombre que está cómodamente sentado ante su escritorio, exhibiendo desvergonzado su fingida desesperación; y es también que en lugar del gesto suplicante del devoto, que en su fervor aspira a alcanzar lo inalcanzable, vemos el gesto atrevido y jactancioso de alguien que va ensartando versos con fría diligencia. y ahora, esta sola estrofa: i Hay guerra! ihay guerra! i Oh, ángel, líbranos, haz algo, tú que sabes! i Hay guerra, oh Dios, y yo quisiera no ser culpable!
('s ist Krieg! 's ist Krieg! O Gottes Engel wehre, und rede du darein! 's ist leider Krieg - und ich begehre nicht schuld daran zu sein!) (Matthias Claudius)
Lo que en el primer ejemplo no era sino fingido, existe aquí con conmovedora veracidad: el grito instintivo de un corazón apesadumbrado, el llamado sincero de un alma creyente y temerosa. En la tonalidad de estos versos se mezclan sonidos altos y claros i i, e, ei ) con sonidos bajos y oscuros (o, u, a) de tal modo, que
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LO AUTÉNTICO
VALORACIúN
se expresa a la vez un rechazo horrorizado y una queja solemne. El tono se estanca y se quiebra debido a una acumulación de impetuosos acentos; los versos avanzan trabajosamente, como si llevaran sobre sí pesada carga. El ritmo se arrastra con tal lentitud, que a momentos casi parece detenerse. En todo ello palpita, con impresionante vigor, el tono de ese amor atormentado que se siente culpable ante Dios. Y a la vez se expresa, en un estilo íntimo y llano, en un lenguaje "familiar", un gesto infinitamente puro, el ademán humilde de un hombre que se siente rodeado de sombrías y desconsoladoras tinieblas, y que en medio de ellas busca y conjura anhelante el origen de las cosas. Nada de esto se puede fabricar; detrás está el trayecto de fe de toda una vida? [En este sentido, véase también la siguiente elegía de un poeta español a la muerte de un amigo;
Y LO INAUTÉNTICO
Llorad, ninfas, llorad; llorad, pastores; y su tumba regad, Musas sagradas, juntamente de lágrimas y flores.
.,.1
Llorad, mirando pálidas y heladas las mejillas graciosas, que, aun ya frías, de la inocencia brillan esmaltadas. Lloren i oh Betis! sin cesar tus drías el claro joven a tu gloria hurtado, por quien tu antiguo nombre gozarías.I [y
ahora, esta elegía de otro poeta español: [Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento.
[Por triunfos miras, despiadada muerte, a tus pies los diademas soberanos; y ¿no pueden, i crüel l, satisfacerte?
Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.
Y, enemiga feroz de los humanos, ¿ni aun la virtud les dejas por asilo, contra el furor de tus sangrientas manos?
No hay extensión más grande que mi herida; lloro mi desventura y. sus conjuntos, y siento más tu muerte que mi vida.
Vibra ya, i oh monstruo!, contra mí tu filo; víbralo, que aún destila la inocente sangre ... i Ay de mí!, la sangre de Batilo.
y sin calor de nadie y sin consuelo
2 Véase mi estudio Matthias Claudius, der Wandsbek· ker Bote. Eine Einiuhrung in den 5i11n seines Schaiiens, Dessau, 1940.
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Muerto yaces, Batilo; eternamente haré sonar el soto en mis clamores, y al mismo Pindo que tu ausencia siente.
Ando sobre rastrojos de difuntos, voy de mi corazón a mis asuntos. Temprano levantó la muerte el vuelo, ternnrano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo.
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LO AUTÉNTICO
VALORACIúN
Y LO INAUTÉNTICO
No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.
aquél una sombra obscura. -¿No es más que sombra el cariño? -Nada más.
En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta.
Estas flores con que ufana tu frente se diviniza, ya verás cuál son ceniza mañana. -¿Nada más son que ceniza? -Nada más.
Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.
y en tu contento no escaso,
Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte.
¿qué dirás que es un contento, qué dirás? -¿Nada más que viento acaso? -j Nada más, niña, que viento, nada más!
Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera
.En la edad de las pasiones, a vueltas de mil enojos, hallarás aire, sombra e ilusiones: j Nada más, luz de mis ojos, nada más! .. .l
de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
[y
Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, cornpañero.I
[Compárense asimismo estas dos canciones a la vanidad de la hermosura y de todo lo terreno: [Ni amor canto, ni hermosura, porque ésta es un vano aliño, y además
1
ahora esta otra: [Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos, que en este mundo traidor aun primero que muramos las perdemos. Dellas deshace la edad, dellas casos desastrados que acaecen, dellas, por su calidad, en los más altos estados desfallecen. Decidme, la hermosura, la gentil frescura y tez de la cara,
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VALORACIóN
la color e la blancura cuando viene la vejez ¿cuál se para? Las mañas e ligereza e la fuerza corporal de juventud todo se torna graveza cuando llega al arrabal de senectud.l
Con todo, ¿qué cosa nos autoriza a hablar tan resueltamente de lo auténtico y de lo inauténtico? ¿ Qué es lo que nos da esa seguridad? ¿De dónde nos viene esa sabiduría? En primer lugar, diremos que ningún estado de ánimo, ningún temple, ninguna actitud es simplemente auténtica o simplemente falsa. La realidad de las vivencias humanas es inextricablemente confusa. No hay hombre que no tenga su parte de esa mendacidad tan profundamente arraigada en nosotros y que es el destino fatal de toda Existencia " consciente; asimismo, no existe impulso, ni afán, ni temple anímico que no lleve también en sí un núcleo auténtico. Porque lo inauténtico no es algo que finjamos voluntariamente y a sabiendas, sino que, por así decirlo, cabrillea en el umbral mismo de la conciencia; todos nosotros conocemos esa recóndita farsantería del hombre, todos conocemos, por dolorosas experiencias, los instantes de estremecimiento y súbito terror en que ya no sabemos a qué debemos y podemos atener3 Escribimos Existencia, con mayúscula, como traducción del Dasein heideggeriano: se trata del "ser-hombre", no de su existir o de la existencia general. [T.l
LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
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nos, ni qué es lo auténtico y qué lo falso, qué es vigor real y qué simple efervescencia fugaz. Por otra parte, no hay descripción acabada ni explicación universalmente válida que, por sí solas, me permitan decidir si una cosa es auténtica o no. En otras palabras: no puedo componer un esquema con las características de lo auténtico y de lo falso, un esquema según el cual cualquier persona y en cualquier momento pudiera decir de una cosa: i Ah, pues sí, esto es auténtico!", iAh, claro, esto no es auténtico!" No; en este terreno no hay conocimiento seguro, ni resultados tranquilizadores que pudiéramos poseer de una vez por todas; aquí todo. está eternamente en juego: lo ya aclarado puede volver a oscurecerse, lo comprendido puede una vez más escapársenos. Porque valorar las cosas de acuerdo con su autenticidad sólo significa someterse a una exigencia. Seremos incapaces de percibir el tono y el gesto si nosotros mismos no somos auténticos; pero la autenticidad no es ninguna cualidad de la que. pudiéramos jactarnos; quien crea ser definitivamente auténtico y capaz de decisión incorruptible está condenado de antemano. It
It
2. Lo
ORIGINAL y LO NO ORIGINAL
Pero no sólo concebimos y captamos la poesía como auténtica o falsa, sino más aún. corno original o no original. La "originalidad" que tiene que ver con lo prístino de cada uno es, en primer lugar, una actitud interna, un modo
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LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
VALORACION
de enfrentarse con el mundo, de ser en él,' un modo de vivencia. Yo puedo existir, ser en el mundo, basándome en mis propios cimientos y en mi propio centro, o puedo naufragar en lo común y medianero; puedo ser realmente "yo mismo", o sólo "uno entre tantos"; puedo llegar a poseerme después de decidir, en silenciosa resolución, mi camino, o puedo entregarme totalmente a las convenciones niveladoras. Kierkegaard lo ha expresado de este modo: Hay que tomar el mundo como es... , tal es el contenido de la vida de esos millones, de esos ejemplares humanos, y tal es su vida. La Existencia no se da cuenta, propiamente, de la presencia de esos millones. Los ejemplares humanos se encuentran, respecto de la vida, en el caso de los pececillos en su relación con la red que se ha tendido para peces más grandes; es cierto qúe la red es red (como lo es también la Existencia), y que se ha tendido para pescar peces; pero los pececillos tienen paso libre. De nada sirve que los ejemplares humanos se conviertan en masa, no por ello pesan más; un ejemplar humano afecta tan poco a la Existencia como un millón, y ésta derrocha tales seres como sacándolos de un cuerno de la abundancia. Pero basta que aparezca un hombre que lleve en sí algo de prístino, que por tanto no diga "hay que tomar al mundo como es" (rótulo que permite.el paso libre como a los pececillos la red), sino que diga: lino importa CÓmosea el mundo; yo me atengo a una originalidad, que no pienso someter al visto bueno del mundo", basta que se escuchen estas palabras, para 1 Con arreglo
a la terminología
heideggeriana
el autor
dice: eine "w eise-dn-m-sein", a la letra: un "mono-deser-ahí". un modo de la Existencia (Dasein i. Se referirá en seguida " la idea heidezzeriana. tornada de Kierkep'aard, del Das Man (el "S,,") v a SIl distinción entre Existencia
auténtica
e inauténtic~.
[T.]
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que en el mismo-Instante ocurra una transformación en toda la Existencia. Así como en el cuento de hadas, el castillo que ha estado encantado durante cien años se abre y revive cuando alguno pronuncia la palabra decisiva, así también la Existencia se vuelve toda oídos. Los ángeles entran en actividad, se ponen al acecho, curiosos de ver en qué parará aquello, porque eso es lo que les interesa. Por el otro lado hay demonios siniestros, que largo tiempo han estado inactivos, • mordiéndose las uñas, y que ahora se levantan de un salto, se desperezan, porque, dicen, "esto será algo para nosotros", algo que han esperado muchísimo tiempo, pues los ejemplares humanos no les dan nada que hacer, ni a ellos ni a los ángeles.
La originalidad en este sentido, es decir, como peculiaridad y resolución de la Existencia, es condición previa de toda poesía verdadera. Sin embargo, puede suceder que un hombre posea esa noble originalidad interior sin que por eso le haya sido concedido el correspondiente dón de manifestarla. La capacidad de expresión, la fuerza plasmadora, no está entonces a la altura de la necesidad de expresión; el impulso a la expresión se ve, por decir así, paralizado desde el principio y se estanca en una capa de representaciones y giros tradicionales. El poeta adopta sin más todas las imágenes y gesticulaciones que el lenguaje ofrece ya acuñados. Los conceptos se hacen entonces rutinarios y las imágenes esquemáticas; los giros se convierten en vulgares muletillas y los ademanes en clisés. No hay sentimiento que no tenga ya lista su correspondiente expresión, ni vivencia que no haya sido sellada ya por una convención idiomática. Si el poeta quiere expresar una sensación de oto-
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VALORACIóN
LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
ño, O la de un atardecer, o un anhelo amoroso, caerá irremisiblemente en frases hechas y en formas de exposición prefiguradas, es decir, en un mecanismo poético; en la medida en que una lengua esté literariamente formada y maleabilizada, se hace más difícil una expresión original. Christian Morgenstern, como poeta lírico, es un buen ejemplo de que la peculiaridad única y la resolución de la actitud humana básica por poderosas que sean, no logran garantiza; ni conjurar aquello que podríamos llamar el "dón de la plasmación original". Si recorremos sus libr?s de poesía, hallaremos más lenguaje estereotipado que creación viva, irrepetible; veremos que lo convencional sobrepasa al tono propio, inconfundible, único r-
Quizá al final de nuestra vida lejos la meta esté ... ipero el camino es claro! El encontrarnos fue la gran mudanza, que en pareja fundió dos extraviados. (27)
Perdido andaba yo entre las montañas. Hermosas ciertamente eran las rocas pero encontrar salida no lograba, ' m ascenso hacia las cimas luminosas. y sucedió que, en el mayor apuro, te hallé, y junto a ti cobré nuevo ánimo. Contigo, entonces, emprendí la marcha y favorables fuéronnos los hadas. Hallamos un sendero solitario, que se elevaba, diáfano, hasta el templo. Erguido era, mas juntos sí lo osamos. y aún hoy nos ayudamos, mano en mano. 2 Estas observaciones se refieren exclusivamente a la poesía lírica de Morgenstern, en el sentido más estricto de la palabra, no a sus versos grotescos, ni a sus epigramas, que lo revelan como poeta de verdadera potencia creadora.
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No cabe duda que aquí se expresa toda fa recogida gravedad de un hombre profundo; habría que tener embotados los sentidos para no sentirse conmovido por el íntimo vigor pasional con que se dirige aquí un yo a aquel ser que por primera vez le ha permitido hallarse a sí mismo. Y, sin embargo, por difícil que se nos haga el decirlo, no cabe negar la languidez y flojedad de la plasmación verbal. Volvamos a leer estos versos con espíritu crítico; veremos entonces que la vibración anímica no se expresa en ellos "desde dentro", es decir, no encarna en la única palabra adecuada, no se trasmuta en la palabra: que sólo a ella le corresponde; se habla, "desde fuera", "acerca de" un temple de ánimo, y se habla con fórmulas y metáforas hechas, que ya han perdido, desde hace mucho, su sangre viva. Se nos dice que un hombre se ha extraviado, y que no logra hallar salida, "ni ascenso hacia las cimas luminosas" ; que "en el mayor apuro" encuentra a otro hombre, que junto a él "cobra nuevo ánimo" y vuelve a emprender la marcha; que encuentran ambos un sendero que se eleva hacia un templo; que juntos osan escalar la erguida senda; que al final de la vida quizá "lejos la meta esté", pero que el camino está claro, que hubo una "gran mudanza". Toda esa manera de expresarse se mueve por los carriles ya gas-
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LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
VALORACIóN
tados de la tradición poetizante. Y el ritmo, que por sí mismo podría quizá ser capaz de dar cierto vigor a tan pálidas imágenes, no es sino flojo, diluido, raquítico. Esa falta de fuerza rítmica se revela ante todo en la última estrofa; el encabalgamiento del primer verso al segundo suena arbitrario y frágil. En conjunto, es evidente que el lenguaje, en vez de dar realidad de manera intraducible a un instante lírico, sólo ha servido de ropero del cual se ha tomado el vestido más o menos adecuado para un contenido ya acabado. [Un ejemplo de Gaspar Núñez de Arce: [¿Qué importa que el humilde peregrino, a quien el polvo de las ruinas ciega, soltando a 'veces su pesada carga se siente en el ribazo del camino? ¿Es j ay! extraño que se abata y dude, cuando sus miembros la fatiga embarga y mientras, lleno de ansiedad, enjuga el sudor de su frente, en donde deja cada jornada el surco de una arruga y una punzante espina cada queja? Mas recobrando el ánimo, sacude su momentánea postración y marcha con redoblado afán. No le detiene ni el calor, ni la lluvia, ni la escarcha, . ni el riesgo, ni la herida. 1ntima y sorda oye una voz que de los cielos viene y sin cesar le dice: i Sursum corda! Elevad los corazones, hijos nacidos de mujer! La senda es escabrosa, pero no infinita.I i Sursum
corda!
j
Sin embargo, entiéndase bien: entre lo "original" y lo "derivado"
el contraste no coincide
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sin más con el contraste entre lo "nuevo" y lo "viejo". En absoluto. Hay versificadores ansiosos de novedad que sólo imitan y fingen la originalidad; y hay, por el contrario, conservadores de lo viejo que despiertan y animan de nueva originalidad lo heredado de sus antepasados. Hay cazadores de novedades que a cualquier precio quieren lo extraordinario, lo nunca hecho, y que, sin embargo, se estancan en lo convencional; y hay poetas que tendrían que decir, con Karl Kraus: "Yo soy sólo uno de aquellos epígonos - que habitan en la vieja casa del idioma", y que, sin embargo, logran lo asombroso, el tono único e inconfundible. Un ejemplo, que no por barato deja de ser convincente, nos hará ver lo que significa la originalidad fabricada: i Tu sonrisa llora dentro de mi pecho, los acalorados labios se congelan, el aliento respira follajes marchitos! Tu mirada se hace féretro y sobre él amontona con escándalo palabras. j Olvidadas, tras ellas se desmoronan las manos! ¡Libre, el borde de tu falda flirtea voluptuoso, ondean te, sobre lo que cubre! (28)
Sin duda tales versos están muy lejos de los símbolos del mercado, de toda poesía convencional; por el contrario, el autor se ha esforzado por no ser rutinario y por sorprender con lo extraordinario. Se ha estilizado la expresión, buscando lo extremo y lo escarpado, lo chillón
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VALORACIóN
y lo duro; las palabras se lanzan con un evidente placer por lo anguloso y fragmentado. Pero no hace falta decir que esa impresión no nace de una originalidad auténtica, sino de un puro afán de novedad; sólo quien carezca de fuerza creadora puede esforzarse con tanto empeño por simular una intensidad extraordinaria de la vivencia poética por medio de tan hinchada presentación. [y lo mismo: [Hasta ti,
LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
na!, un moverse dentro de las posibilidades expresivas heredadas, dentro de las formas y de los géneros más viejos: la antigua oda y el soneto romántico; la ligera canción popular y la canción religiosa de severa arquitectura; Horacio y Dante; siglo XVII y Hólderlin, Y, sin embargo, siempre percibimos un determinado y peculiarísimo sonido del alma; unas veces es más apagado, otras más fuerte, unas veces aparece disimulado y otras decidido, pero nunca puede pasar inadvertido. Por ejemplo:
Astro, la explosión de mi estética, el orto de mi relampagueante acrobacia mental.
Desde la angustia de muerte y de vida, y desde el núcleo mismo de este tiempo, te invoco a gritos, y te invoco en vano, te llamo, pero tú te encuentras lejos.
Rompe el iazz-band unánime de la armonía sideral. Cuadran, en línea, los asteroides. Palpita, conmovido, el corazón de la noche. Violencias de pasión descuélganse de las puntas de las estrellas. El incienso de su recuerdo humea y mis ojos transmigran en el sendero inicial de tu perspectiva.
De la tortura eterna y obstinada en lóbregas tinieblas prisionero, no me arrepiento; y que entre los hombres ya no me cuenten, es mi solo anhelo.
Albor. Albor. Todo es blanco y luminoso. En medio de la noche piruetas claridades. Oh Astro, ingente ombligo de la noche.] y en contraste, pensemos en la lírica de un Rudolf Alexander Schróder. Nada hay en ella en busca de novedades, de caza de originalidad, sino que todo es un atenerse a lo tradicio-
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Ya muchas cosas me han acontecido, y muchas otras más aún se preparan; pues es que todo, todo, muerte y vida, no son, sin ti, sino palabras vanas. (29)
i Cuánta tradición literaria palpita en estos doce versos! El simbolismo bíblico, el tono de Lutero, la poesía religiosa del siglo XVII, el "Grito primaveral de un siervo desde lo profundo" de Brentano. Y, sin embargo, ¡qué vigorosa expresión! i Cuánta energía en el ademán verbal !" 3 Esto no pasa de ser una referencia provisional e incompleta del poema. Habría que hacer palpable la peculiaridad del tono, de que hemos hablado, comparando los diversos círculos y escalones del crear lírico de Schroder.
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VALORACIúN
LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
[Igualmente cargados de reminiscencias literarias (el Cantar de los cantares, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León) están estos versos de Miguel Hernández: [Era cano y moreno, alto y mejor mirado que una roca florecida de hinojos y cantueso, nutrida de jarales. Como la paz de bueno, la regalada llaga de su boca, entre la voz y el beso destilaba panales. iAy dolor sin compaña! iAy pena sin pareja! j Ay qué grande sin él es la cabaña! iAy qué sola sin él está la oveja! Despiértate a mi queja: no duermas, que me muero, no mueras, que no vivo. iVálgame, mi cordero l, j qué triste l, j qué roncero l, j qué blanco l, j qué inactivo!]
Importa ahora librar el concepto de originalidad de otro posible equívoco. Ya hemos visto que el contraste entre lo original y lo no original no coincide con el contraste entre lo "nuevo" y lo "viejo"; pero tampoco coincide con la diferencia entre 'lo "natural" y lo "artificial". Desde la renovación de la poesía alemana en la época del Sturm und Drang, la valoración literaria se ve dominada por el ideal de la He intentado esta labor en mis ensayos intitulados Die Lyrik Rudol] Alexander Schroders, en Das l nnere Reich, rr, 3 (junio de 1935), y Rudoti Alexander Schrodcrs Ballade und Lobgesang, Harnburgo y Bremcn. 1938.
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naturalidad; el proceso de creación se concibe y se desea como el efluvio instintivo y oscuro de una disposición de ánimo hacia una forma "orgánicarnente" adecuada; todo lo que no corresponda a esta exigencia se rechaza como cosa artificiosa, confeccionada, elaborada. Pero hay poesía auténtica y prístina que es mucho más consciente, más fría y más distanciada de lo que quisieran aceptar quienes sostienen tan ingenuo punto de vista; y, por el contrario, hay un sinfín de poesías absolutamente naturales carentes de toda originalidad prístina. Basta comparar unos versos de Casar Fleischlen con un poema de Stefan George, para darnos cuenta de ello:
l.
Había una vez -pasó en mayoiun año apenas ha! si pienso en ese mes de mayo, j qué gran pesar me da! Las blancas rosas florecían y el aire henchían las campanas; temblando y mudos de placer, dos niños juntos recorrían el valle en flores sumergido ... j Había una vez! ... i Había una vez!
Si pienso en ese mes de mayo ... imarchitas rosas y placer marchito!
(30)
Ciertamente no podemos quejarnos de falta de naturalidad en este caso; pero en vano buscaremos la originalidad; a dondequiera que volvamos los oios. no veremos más que clisés, frases estereotipadas, pálidas, vacías e indife-
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LO ORIGINAL Y LO NO ORIGINAL
VALORACIóN
rentes de tan usadas, que andan por ahí para que cualquiera las utilice a su arbitrio. y George: Ventanas en que antaño contemplaba en la noche, contigo, los paisajes, de luz extraña están iluminadas. Sendero corre igual desde la puerta en que estuviste sin volver los ojos para en seguida descender al valle. En el recodo enseñó una vez más Luna tu blanco y pálido semblante, pero era tarde ya para llamar. Oscuridad, silencio, aire frío rodean como aquella vez la casa. Contigo te llevaste la alegría. (31)
Casi en cada verso hay algo artificioso o precioso o violento, desde la supresión del artículo, desde los giros extraños, hasta la colocación de las palabras; y parece que todo está puesto y plasmado con suma conciencia. Pero ¡cómo palnita en estos versos el desconsolado rigor de la despedida y del quedarse solo! [Compárense unos versos de Tomás de Iriarte con otros de Pellicer: [Este es el duro instante de la cruel partida: ¿cómo podré, mi vida, vivir lejos de ti? Otro bien no pretendo oue vivir ya sufriendo. ;Y quién 'sabe si acaso te acordarás de mí?]
[y
79
el poema de Pellicer: [¿Dónde pondré el oído que no escuche mi propia voz llamarte? ¿y donde ha escuchar este silencio que te aleja espaciosamente triste? Yo camino las horas presenciadas por los dos, en nosotros. Sé del fruto maduro de las voces en campos de septiembre. Sé de la noche esbelta y tan desnuda que nuestros cuerpos eran uno solo; sé del silencio ante la gente oscura, de callar este amor que es de otro modo. Mientras llueve la ausencia yo liberto la esclavitud de carne y sola el alma cuelga en los aires su águila amorosa que las nubes pacíficas igualan.I
Otro ejemplo: la Hora nocturna [Ndchiliche Stunde ) de Karl Kraus: Hora nocturna, que se desvanece mientras lo pienso, imagino y discurro, y esta noche llega ya a su término. Afuera dice un ave: es de día. Hora nocturna, que se desvanece. mientras lo pienso, imagino y discurro, y este invierno llega ya a su término. Afuera dice un ave: es primavera. Hora nocturna, que se desvanece mientras lo pienso, imagino y discurro, y esta vida llega ya a su término. Afuera dice un ave: es muerte. (32)
No se puede plasmar, armar, articular algo más conscientemente: esta noche, este invierno, esta vida; es de día, es primavera, es
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muerte. Quizá nos sintamos tentados a decir: qué monótono, qué cerebral, qué elaborado. Pero justamente al fundir en un todo transparente la sucesión de noche, invierno y vida, y de día, primavera y muerte, se conjura la profunda melancolía y la preocupada lealtad de una existencia que ve en lo transitorio algo imperecedero y en lo finito algo infinito. [O el poema Augurios , de Rubén Daría: [Hoy pasó un águila' sobre mi cabeza; lleva en sus alas la tormenta, lleva en sus garras el rayo que deslumbra y aterra. ¡Oh águila! Darne la fortaleza de sentirme en el lodo humano con alas y fuerzas para resistir los embates de las tempestades perversas, y de arriba las cóleras y de abajo las roedoras miserias. Pasó un buho sobre mi frente. Yo pensé en Minerva y en la noche solemne. ¡Oh buho! Dame tu silencio perenne, y tus OJOS profundos en la noche, V tu tranquilidad ante la muerte. Dame tu nocturno imperio y tu sabiduría celeste, V tu cabeza cual la de Jano, que, siendo una, mira a Oriente y Occidente. Pasó una paloma que casi rozó con sus alas mis labios.
81 :1
LO PLASMADO Y LO HABLADO
VALORACIóN
¡Oh paloma! Dame tu profundo encanto de saber arrullar y tu lascivia en campo tornasol; y en campo de luz tu prodigioso ardor en el divino acto. (Y dame la justicia en la naturaleza, pues en este caso tú serás la perversa y el chivo será el casto.) Pasó un gerifalte. i Oh gerifalte! Dame tus uñas largas y tus ágiles alas cortadoras de viento, y tus ágiles patas, y tus uñas que bien se hunden en las carnes de la caza. Por mi cetrería irás en jira fantástica, y me traerás piezas famosas y raras, palpitantes ideas, sangrientas almas. Pasa el ruiseñor. i Ah divino doctor! No me des nada. Tengo tu veneno, tu puesta de sol v tu noche de luna y tu lira, y tu lírico amor ... Pasa un murciélago. Pasa una mosca. Un moscardón. Una abeja en el crepúsculo. No pasa nada. La muerte llegó.J
3. Lo
PLASMADO
y
LO MERAMENTE
HABLADO
Entre la nareja conceptual "auténtico-inauténtico" y la pareja conceptual "original-no
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VALORACIóN
LO PLASMADO Y LO HABLADO
original" se interpone aún otra pareja distinta: "plasmado-meramente hablado". Porque no hay que confundir el concepto de valor "meramente hablado" con el de "inauténtico". Llamamos inauténtico un poema cuando sentimos que su expresión es hinchada; percibimos entonces una secreta tensión entre la aparente magnificencia, intimidad o piedad y el estado de ánimo verdadero, tal como se traiciona inconfundiblemente en el tono y en el gesto. En cambio, decimos que una poesía está meramente hablada cuando se queda estancada en la sola afirmación de un sentimiento, por auténtico que sea; el verboso discurso acerca de una emoción en sí verdadera está todavía a mil leguas de aquella creación que transforma lo sentido en una forma verbal capaz, "calladamente", de imbuirle realidad. Hay profunda diferencia entre la apasionada confesión a gritos de una experiencia y la capacidad de trasmutar lo vivido en sonido e imagen, de modo que vibre realmente "en" las palabras. Hay un poema de Lenau que comienza con la siguiente estrofa:
Pues bien, que todo lo mortal perezca. ¿Hay tempestad? Pues bien, que como antaño la barca de Jesús no fue anegada, en ti descansa el Amo de los mundos. (33)
Ningún oído sensible dejará de percibir la ruptura entre la primera estrofa y las dos siguientes. Los cuatro primeros versos encarnan verdaderamente una vivencia; una pena profunda y una angustiada preocupación se han transformado en ritmo, en melodía y en signos objetivos del temple de ánimo. Pero luego languidece la fuerza creadora; el conjurador llamado al corazón ya no es convincente; con el cambio, el mismo escuchar hacia atrás y hacia adelante pierde su anterior profundidad. En la tercera estrofa el movimiento lírico se desmorona totalmente en una retórica forzada que no logra impresionarnos. [También en el siguiente soneto de Garcilaso se advierte una ruptura: después de los dos admirables cuartetos, el tono se hace de pronto más frío y reflexivo: [i Oh
dulces prendas, por mi mal haIIadas, dulces y alegres cuando Dios quería! Juntas estáis en la memoria mía, y con eIIa en mi muerte conjuradas.
Insomne noche; murmurar de lluvia; en vela está mi corazón, y escucha . cómo corren los tiempos que pasaron, o cómo avanza el tiempo venidero. y luego continúa: i Oh, corazón, no es buena tu acechanza; sé eterno, corazón, v rozagante!
Detrás de ti se duelen muchas quejas, y mil preguntas tiemblan por delante.
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l.
¿Quién me dijera, cuando en las pasadas horas en tanto bien por vos me vía, que me había des de ser en algún día con tan grave dolor representadas? Pues en una hora junto me lIevastes todo el bien que por términos me distes, llevadme junto el mal que me dejastes.
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VALORACIóN
LO PLASMADO Y LO HABLADO
Si no, sospecharé que me pusistes en tantos bienes, porque deseastes verme morir entre memorias tristes.I
y no vale la pena, ciertamente, demorar largo tiempo. y no porque la gloria de tu padre no viste ya, ni ya su imperio viste, y la corona para ti guardada ya no Ilevaste,
El contraste que se hace manifiesto en tales ejemplos puede también expresarse de este modo: tras todo poema logrado es como si hubiera un movimiento en círculo: primero una vibración total inconsciente (temple de ánimo, ánimo atemperado, sintonizado), en seguida una conciencia plasmadora y, finalmente, un retorno a lo inconsciente (no es posible aclarar del todo el resultado de la creación sin dejar un resto decisivo). Una poesía será, pues, meramente hablada, cuando este proceso creador circular se vea interrumpido y la expresión verbal de 10 vivido sea obra de la sola conciencia; el "hablar acerca de" usurpa entonces el lugar de la trasmutación; la magia verbal es reemplazada por la mera reflexión. Todo esto se ve claramente en el siguiente poema de Matthias Claudius:
i Ay, las coronas tienen sus pesares, y tienen sus peligros, niño amado!
y existen honras para los humanos aún más grandes. Sino porque vivimos en un mundo en que el orín corroe los aceros y dondequiera, en chozas como en tronos, frágil es todo. Un mundo en que vagamos al acaso, y caminamos entre noche y niebla, guiados por engaños y apariencias, y luz no hallamos. En que en sombras reímos y lloramos, y en torno nuestro, en cuanto nos rodea, todo, todo es -aunque parezca máshueco y vano..
De cuando el hijo de nuestro príncipe murió en el momento
mismo
de nacer
Junto a los otros, grandes y pequeños, lloro tu muerte dolorosamente; tu féretro quiero empapar de llanto, enrojecer mis ojos. y no porque contra tu santa madre no puedas estrecharte a tu antojo, y yazgas, no apacible en tu cunita, sino muerto en el féretro.
En la antesala estamos; pronto o tarde todos a la otra vida pasaremos;
:L
i Oh tierra de la esencia y de verdad, eterna e inmortal sin fin! Ansioso estoy de ti y tu claridad, ansioso estoy de ti. (34)
Es evidente que en las primeras seis estrofas no hay magia verbal alguna, sino simplemente una retórica versificada, esto es, métricamente estructurada y adornada de rimas, imágenes y metáforas. Él movimiento de los versos avanza con lánguida precisión por su sendero normal y ordinario. Las ideas se van engarzando con pedantesco cuidado: primero, un "y no ... ", en seguida un paréntesis de discreto
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VALORACIóN
LO PLASMADO Y LO HABLADO
rechazo; de nuevo un "y no ... " y otro paréntesis de discreto rechazo; hasta que, por fin, después de tan larga demora, entra calculado con rigurosa precisión el "Sino ... " Pero después que se han cumplido de este modo las exigencias de la ocasión, y se han encauzado las consideraciones morales, el poema se eleva, con el comienzo de la séptima estrofa, a versos de conmovedora expresividad, de impresionante vigor. El marco métrico se llena de palpitante vitalidad, y en todo se respira una profunda pena; las imágenes se convierten en símbolos de una nostalgia trascendental; del discurso reflexivo se ha pasado a un lenguaje de cautivador ritmo y simbólica configuración. Tomemos otro ejemplo:
i Esconde ya, insensato, . tu corazón sangrante en burla y hielo!
Gritan cornejas, y vuelan a la ciudad con ruido de alas: muy pronto ha de nevar ... iay de aquel que no tiene patria! (35)
Gritan cornejas, y vuelan a la ciudad con ruido de alas:
muy pronto ha de nevar.. , tiene patria! Ahí estás inmóvil, ves hacia atrás, iya cuánto tiempo! ¿Por qué, insensato, huíste al mundo antes del invierno? El mundo: ¡puerta a mil desiertos muda, helada! Quien ha perdido lo que tú perdiste, no se para.
i feliz aquel que todavía ...
Ahí estás macilento, a peregrinación de invierno condenado, tal como el humo, que siempre busca cielos más helados. i Vuela, ave, grazna tu canto en tono de ave del desierto!
si
t I
Si separamos los cuatro últimos versos de este conjunto de estrofas, tendremos un verdadero poema; hay en ellos absoluta consonancia entre el movimiento rítmico y la cadena de imágenes. Si en el escueto verso primero engarza perfectamente el grito de las cornejas, al amplio movimiento del segundo verso corresponde una imagen de maravi.llosa d~licad~za y equilibrio: "s vuelan a la ciudad con ruido de alas" (und ziehen schwirren Flugs zur Stadt ) . en seguida, el ritmo se acorta, y nue, " vamente se hace reservado y seco: muy pronto ha de nevar"; y luego, otra vez el movimiento amplio, expresión condensada del temple de ánimo que domina el conjunto: "i ay de aquel que no tiene patria!" . Pero si retrocedemos a la primera estrofa, percibimos ya un ligero descenso: "feliz aquel que todavía ... tiene patria"; la voz del alma, siempre expresada llanamente, se ve entonces desalojada por la voz del entendimiento, ingeniosa y brillante. En las estrofas siguientes, la ruptura entre el movimiento expresivo y la conciencia plasmadora, apenas atisbada en la primera, se hace ya del todo manifiesta. La ideé básica, el dolor que significa el quedarse solo aparece variada en giros cada vez más nuevos el tono se va haciendo más fuerte, hasta llega
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VALORACIúN
a lo estridente; las metáforas se van agudizando, hasta hacerse cortantes. Y, sin embargo, el resultado no es un crescendo, sino un diminuendo. Es como si un alma martirizada por el dolor extendiera la mano para lograr asir lo más elevado, y como si la mano resbalara de tal .~odo que en lugar de la fórmula mágica decisiva encontrara una fórmula de sustitución, verbosa y lánguida. Una vez más vemos, pues, lo inexorable del lenguaje: de nada sirve ser profundo e intenso' de nada sirve emplear todos los recursos de una .e,locuencia refinada. El milagro de la plasmacion queda separado de tales intentos por un abismo y por un salto.
111 INTERPRETACIÚN ¿Qué nos da la poesía? HAY DOS maneras impropias de enfrentarse a la verdadera poesía: comprendiéndola sólo a base del contenido o cornprendiéndola únicamente por la forma. Haya su vez tres modos de leer la poesía sólo por su contenido: uno es cuando la leemos para nuestra distracción y entretenimiento, para llenar las pausas de la existencia y liberamos de la insípida o amarga realidad de nuestra vida cotidiana; otro es cuando buscamos en ella experiencias, cuando queremos participar de posibilidades y tensiones de la vida que por lo común nos están vedadas; el otro, por fin, cuando buscamos el núcleo de ideas que suponemos escondido en el fondo de la poesía. En el primero de los casos, la poesía se hace relleno de horas vacías; en el segundo, sustituto de la vida; en el tercero, filosofía disfrazada. En cada caso, la forma se convierte en algo accesorio y adicional. A la comprensión que busca sólo el contenido se opone consciente y expresamente la comprensión fundada sólo en la forma. La poesía se convierte entonces en un reino de valiosas creaciones verbales, que se saborean de acuerdo con su perfección artística. Esta actitud del conocedor literario es tan poco adeR9
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INTERPRETACIóN
cuada a la poesía original como puede serIo la actitud del diletante ansioso de excitaciones, hambriento de vida o sediento de ideas. La lucha por un trato honrado y veraz con la poesía es una lucha contra el esteticismo y el diletantismo a la vez. La poesía "original" se da únicamente cuando hasta lo "más exterior" tiene una significación interna, y cuando hasta lo "más íntimo" se convierte en forma. Hemos tratado de educar en nosotros, con el ejemplo de la lírica, la única actitud adecuada a toda poesía verdadera, la actitud que consiste en comprender el contenido a través de la forma y en comprender la forma a través del contenido en recíproca vinculación. La lírica nos enseña que es difícil utilizar la poesía como distracción, pues un poema lírico no es divertido, sino más bien aburrido. La lírica nos enseña que es difícil relegar la poesía a la calidad del sustituto de la vida, pues un poema lírico no es emocionante, sino más bien monótono. La lírica nos enseña que es difícil concebir la poesía como filosofía disfrazada, pues un poema lírico no es claro como el entendimiento, sino más bien un crepúsculo indeciso alumbrado por el temple de ánimo. Que la poesía no es distracción, sino concentración, no sustituto de la vida, sino iluminación del ser, no claridad del entendimiento, sino verdad del sentimiento; y que en la poesía no importa la forma "bella", sino la forma "significativa", eso es lo que queremos mostrar otra vez, adiestrando de nuevo la mirada y
LO ESTÉTICO EN LA POESíA -1
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acrecentando la sensibilidad con una repetición ampliada de lo que ya hemos visto anteriormente.
1.
AUTONOMÍA y LIMITACIÓN DE LO ESTÉTICO EN LA CREACIÓN POÉTICA
Concentración, iluminación del ser y verdad del sentimiento son conceptos no exentos de ambigüedad. Porque, evidentemente, lo que importa es el rigor de la concentración, lo profundo de la iluminación, lo. elevado de la verdad sentida. Es decir, que lo poético, con su autonomía estética, se somete a una norma supraestética, a la totalidad ético-metafísica de lo humano. Es cierto que la actitud frente al mundo situado en la base de una poesía, o la concepción que en ella se profese, no tendrán importancia alguna mientras no se transformen en movimiento y forma verbal. La primera pregunta, la pregunta por la probidad estética de una poesía, es y seguirá siendo siempre: ¿ está plasmada o no?, ¿ha sido, en verdad, conjurado el hechizo? Pero cuando el lenguaje realmente ha dado el "sí", y cuando ha ocurrido/el milagro del conjuro sin trampa, entonces sí que la poetizada actitud ante el ser, en cuanto tal, cobra vigor decisivo. De modo que no hay en el fondo contradicción alguna entre la frase "lo que importa no es el 'rango del valor' 'del ser' expresado" y esta otra: "lo que importa es justa y precisamente el 'rango de valor' del 'sentimiento del ser' ex-
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INTERPRETACIúN
presado". Cuanto más profundamente se ilumine la totalidad de nuestra existencia, pero por la vía de la plasmación, cuanto más a lo alto se eleve la idea de nuestra vida, por la vía del conjuro imaginativo, tanto más encontraremos en la poesía, tanto más nos dará.' Pero con disquisiciones tan generales no avanzamos mucho; una vez más se hace necesario caminar por la penosa senda de la par-' ticularización escrutadora. Compararemos un poema de innegable hechizo, pero de sentido ontológico trivial, con un poema humanamente elevado, pero verbalmente débil, y en seguida, con uno en que se encuentra realmente conjurada una cima de la Existencia y plasmada a la vez de manera válida. La niña entre todas más bella, mecklenburguesa pura, por fin la tengo junto a mí en ostmanns, sobre el Elba. Qué ojitos verdes y brillantes en lila y acero lo; 1 Ningún lector crítico dejará de notar que el camino de nuestro razonamiento se ha ido estrechando cada vez más y se ha ido llenando de supuestos. Los análisis estructurales contenidos en la primera parte se mueven en el terreno universalmente obligatorio de una estética "conciencia en general"; los análisis de valor de la segunda parte van ya ligados a la intrasmisible "conciencia de responsabilidad" propia de toda Existencia que valora escogiendo, decidiéndose, y los análisis de sentido de la tercera parte presuponen forzosamente una "conciencia de totalidad" ético-metafísica; es decir, una determinada fe, que es imposible imponer a nadie como cosa obvia v sobreentendida, sin que por eso queramos decir que pueda rebajarse a la categoría de una concepción del mundo "puramente subjetiva".
LO ESTÉTICO EN LA POESíA
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si ya llegó la primavera, si ya aquí cantan todos. El negro pelo y gruesa trenza atrapo con delirio, y por su nuca y pecho juegan bandadas de cupidos. iQué nuca con altivez De beso en y todo" me
dura y bien formada de reina! beso tambaleo da vueltas.
Al sordo son de panderetas y del violín al grito, pusimos pies en polvorosa mezcIándonos al círculo. Nos deslizamos ya, sin más, i Iarí, lará, la vida!, iun cuarto de hora todo fue un solo flota y gira! (36)
Decir que esto no es poesía sería señal de un clasicismo pacato. No; cada temple vital tiene su propio tipo de proyección poética sensible (y sólo el suyo propio). De modo que hay que descubrir en cada verso la ley básica de la criatura poética, en vez de aplicarle desde fuera una serie de exigencias y expectativas torcidas e inadecuadas. Lo que importa es, ante todo, que una obra de arte satisfaga las pretensiones con que ella misma se presenta, que no decepcione. Es decir, que tan errado es exigir "idealidad" a una poesía del tipo de la que hemos citado, como lo sería medir la lírica, digamos, de Stefan George, de acuerdo con una idea naturalista de la realidad, que inevitablemente la haría parecer "antinatural".
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INTERPRETACIúN
El poema que acabamos de reproducir se nos presenta como fervorosa y burda expresión de una experiencia sensual. El movimiento rítmico fluye fresco y alado, con vigoroso empuje. Ese mundo hecho de las imágene; sensibles propias de un temple de ánimo s- va integrando sin preocupación alguna por lo "bello" o por lo "feo". Evidentemente, lo que aquí importa es que la palabra plasmadora abarque de la manera más completa posible la realidad de los sentidos, con todas sus peculiaridades. No se evita -por el contrario, se busca y acentúael tono directo y desnudo ("mecklenburguesa pura"), el crasamente cotidiano (" en Ostmanns sobre el Elba"), el descuidado ("pusimos pies en polvorosa"). Pero estas cosas no son, en modo alguno, monerías artísticas puramente exteriores y arbitrarias, sino irradiaciones de un sentimiento unitario del ser, que logra con tal simbolismo su más precisa configuración. (Sólo nos parece que hay un pasaje débil: "y por su nuca y pecho juegan - bandadas de cupidos", porque aquí ocurre una desviación hacia un lenguaje metafísico más etéreo, que está en contradicción con el propósito gener.al del poema, de permanecer lo más cerca posible de la realidad inmediata). [Otros versos parecidos, aunque menos cercanos a la .realidad inmediata: [i Nadie como ella! Tenía la niña que me quería los ojos de Quemazón, la bouuita de turrón y el aliento de ambrosía.
LO ESTÉTICO EN LA POESíA y cuando yo la ceñía
la delicada cintura, era tan dulce locura la que mi ser poseía, que hasta en el alma sentía sus ojos de quemazón y entraba en mi corazón el aliento de ambrosía de su boca de turrón ... Con timideces benditas, a veces, en la alameda del parque de nuestras citas yo la besaba en la seda de sus mejillas marchitas. La buscaba margaritas para sus rubios cabellos y sentía cerca de ellos unas ansias infinitas. y entre temores y cuitas, recorriendo quedo y queda, la alameda de las citas, volvía a besar la seda de sus mejillas marchitas .. .J y ahora, en cambio: Tomémonos las manos en silencio, para avanzar, piadosos, sin cuidados, y osar este supremo atrevimiento: dos seres por completo entrelazados. Tejiendo seguiremos sin descanso estos días para nosotros nuevos, cada noche y cada alba preguntando si somos una lucha y un empeño. y un insaciable ansiar y estar sedientos, y, hasta donde el cuerpo lo concede, erguirnos con el alma noblemente:
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1,'." LO ESTÉTICO
INTERPRETACIóN
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y que al final, como un solo venablo,
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naufragar en una metáfora de penoso mal gusto ("en un solo disparo"! ! Y así, por amor a la honradez y a la sinceridad nos vemos obligados a dictar nuestro fa110:' Esta elevación y amplitud de la concien~ia ante la vida no impide que nos sintamos msatisfechos artísticamente, así como, en el primer ejemplo. la sofocante estrechez de. la conciencia ante la vida no impide que nos sintamos artísticamente' satisfechos. Pero a muy distinta conclusión llegaremo~ si al primer ejemplo contraponemos el SIguiente:
n.
enlazados, y en un solo disparo, escalemos un nuevo y alto imperio. (37)
Los 'dos primeros ejemplos se ahogan en trivial sensualidad; este otro está animado e iluminado por una noble pretensión de absoluto, que hace de la mujer una compañera, un prójimo, un "tú". Y, sin embargo, aquella primera expresión sin compromisos de una seducción sensual nos da mucho más que este testimonio profundamente responsable de un amor noble y tierno. ¿Por qué? Porque en aquel caso todo se ve "convertido en realidad", porque el fresco hálito de un goce que brota instintivamente ha pasado intacto a esos versos tensos y alados. En el segundo ejemplo, en cambio, el gesto íntimo y puro, expresión de una grandeza y de una nobleza humana, se atrofia en un lenguaje metafórico pálido y frágil. El arranque sincero y efusivo delprimer verso se tuerce y falsifica cada vez más, y cada vez más irremediablemente. Ya en la segunda estrofa nos encontramos con una retórica vana e insípida, que reblandece la gravedad consistente, aunque suave, del sentimiento que inspira el poema ("tejiendo seguiremos sin descanso estos días"!); al mismo tiempo, el ritmo va perdiendo en fuerza. se dilata v arrastra. En las dos últimas estrofas, el poder nlasmador queda definitivamente paralizado; bajo la tiranía de la rima, el lenguaje se hace rebuscado, afectado. retorcido ("hasta donde el cuerpo lo concede, erguimos con el alma noblemente"! !) ; fin, el movimiento expresivo acaba por -.
EN LA POES1A
Dí, ¿qué nos deparará el des~~no? Dí, ¿cómo tan justo nos umo? ; .
Ay, tú fuiste en tiempos ya VIVIdos hermana mía, o fuiste mi mujer. Cada rasgo mío conocías, acechabas mis más leves penas, con una mirada me leías, cuando pocos ojos me penetran. Vertiste calma en la sangre ardiente, guiaste Ia' carrera loca, errada; • descansaba entre tus -brazos de angel el roto' pecho, y se confortaba. (38)
Con la misma intensidad con que se conjura, en el- primer ejemplo, un impulso sensual de vida, se conjura en este tercer ejemplo la depurada y depuradora atmósfera de un amor común superior al mundo. El amor a la persona sin la cual yo no soy quien soy, ese amor que salva y que eleva, se ha convert-ido aquí, realmente, en una configuración. Ritmo grave Y solemne, de amplió aliento; eufonía plena de
nf'lr
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i
l
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INTERPRETACIóN
adivinaciones; imagen que ilumina inmaculada desde dentro y que brota con f.uerza elemental.. Ningún vestigio se encuentra aquí de un motrvo que no exista sino como motivo: todo se ha transformado en tono y en ambiente, en voz pura del alma. [Lo mismo podremos decir del siguiente poema: [Qué alegría, vivir sintiéndose vivido. Rendirse a la gran certidumbre, oscuramente, de que, ot~o.ser, fuera de mí, muy lejos, me esta viviendo, Que cuando los espejos, los espías -azogues, almas cortas-, aseguran que estoy aquí, yo, inmóvil con los ojos cerrados y los' labios negándome al amor ' de la luz, de la flor y de los nombres I~ ver.dad trasvisible es que camino ' sm mIS pasos, con otros allá lejos, y a11í ' estoy besando flores, luces, hablo. Que hay otro ser por el que miro el mundo porque me está queriendo con sus ojos. Que hay otra voz con la que digo cosas no sospechadas por mi gran silencio' ves. que también me quiere con su .~oz. La VIda-j qué transporte ya !-, ignorancia de lo que son mis actos, que ell~ hace, en que ella vive, doble, suya y mía. y cuando ella me hable de un ci~lo oscuro, de un paisaje blanco, recordare estrellas que no vi, que ella miraba, v nieve Quenevaba allá en su cielo. Con la extraña delicia de acordarse de haber tocado lo que no toqué
LO EST~TICO
EN LA POESíA
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sino con esas manos que no alcanzo a coger con las mías, tan distantes. y todo enajenado podrá el cuerpo descansar, quieto, muerto ya. Morirse en la alta confianza de que este vivir mío no era sólo mi vivir: era el nuestro. Y que me vive otro ser por detrás de la no muerte.l Así, pues, la fuerza esencial primaria se ha expresado en una forma verbal original, tanto en las robustas estrofas del primer ejemplo como en los versos elevados del último. Pero tan equitativa ponderación no logra satisfacernos. ¿Por qué no? Porque el trato con la poesía no significa otra cosa que una forma del existir; porque siempre existimos en cuanto "hombres enteros", y porque en cuanto hombres tales no nos puede ser indiferente qué capa del ser se revela en la poesía y por medio de ella. Sería señal de necio diletantismo querer rechazar una poesía desde el punto de vista artístico sin saber que tras ese rechazo se esconde una oposición contra el sentimiento vital que en ella ha quedado plasmado de manera decisiva; pero sería también señal de irresponsable esteticismo el querer convertir la intensidad del conjuro en factor definitivo, más allá del cual no cabría ya buscar criterio alguno. Por motivos supra-estéticos, no por motivos intra-estéticos, el último ejemplo nos da más (y debe damos' más) que el primero; no porque sea más valioso en cuanto construcción artística, sino porque en su lenguaje simbólico resplandecen una potencia y una profundidad del ser muy distintas.
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INTERPRETACIóN
2.
CONCORDANCIA
VERDAD Y BELLEZA y por fin, de luz ansioso, mariposa, ardes en llamas.
DE VERDAD Y BELLEZA
La poesía ilumina no poco de aquella oculta profundidad esencial de nuestra Existencia ( de ahí su verdad), y la ilumina directamente por la nlasmación (de ahí su belleza). Quien capte la verdad poética de manera racional viendo en ella una atractiva figuración de conceptos intelectuales, convertirá la poesía en algo sustituible. Quien considere la belleza poética desde un punto de vista exterior, como una lograda solución a ciertos problemas de artesanía, hará de la poesía algo superfluo. La verdadera poesía no es veraz en el sentido intelectual, ni es bella en el sentido de la artesanía, sino que por el hecho de "plasmar bellamente" es también una manera de apoderarse de la verdad:
Mientras eso no poseas, ese j muere y sé!, serás sólo un triste huésped de la oscura tierra. (39)
Ansia dichosa i Sólo al sabio has de decirlo, Que el vulgo se mofa luego! Quiero celebrar la vida que morir en llama ansía.
En las noches en Queamor te engendró. y en Que engendraste, rara sensación te embarga mientras quieta vela arde. Ya no te ves rodeado de sombras ni velos negros, v a fecundación más alta te impelen nuevos anhelos. No te asustan las distancias, vuelas rápido, hechizado,
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t
Apenas hace falta decir que tal poem~ no es precisamente entretenido. No estamos dispuestos y preparados a escuchar su voz en horas vacías de ausencia de nuestro yo; sólo en los raros 'instantes de concentrada receptividad somos capaces de adaptar nuestro propio interior a esas estrofas, de modo que comiencen a hablar real y verdaderamente. .. Además, apenas habrá quien busque en este poema de Goethe un sustituto de la vida: ¿ qué hay en él que pueda recibir el nombre de "vivencias"? Pero si no vivencias, sí hay una iluminación del ser; el secreto de la Existencia, del "ser ahí", está expresado no fría ni desnudamente, no en exposición conceptual, sino a través del ritmo y de los símbolos, a través del gesto y de la metáfora, y en cuanto temple anímico de un hombre sabio. La sabiduría no puede reducirse a fórmula. Así que al decir, por ejemplo: "existir es morir y renacer incesantemente, es transformarse elevándose cada vez más, purificarse de grado en grado, de círculo en círculo", daríamos únicamente una traducción del poema, no sólo enclenque y reseca, sino también fund~mentalmente retorcida y falsificada. De la mterpretación de radical vislumbre no habría quedado más que una posesión puramente intelectual.
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INTERPRETACIúN
No; debo entregarme a la grave lentitud del tono, al oscuro encanto de la melodía; debo sentir en toda su plenitud el paso del movimiento henchido y libre de las tres primeras estrofas, al final más escueto de la cuarta y al acortamiento métrico de la última. y debo entregarme al místico claroscuro de la imagen: debo- percibir con todo mi ser el paso de la generación terrena a la invisible, espiritual, religiosa, y el paso de la metáfora de la generación a la metáfora de la mariposa. [Así también en la Oda del apartamiento de Fray Luis de León: [¡ Oh, ya seguro puerto de mi tan luengo error!, ¡oh deseado para reparo cierto del grave mal pasado, reposo, alegre, dulce, descansado! Techo pajizo a donde jamás hizo morada el enemigo cuidado, ni se esconde envidia en rostro amigo, ni voz perjura, ni mortal testigo. Sierra que vas al cielo altísima, y que gozas del sosiego que no conoce el suelo, a donde el vulgo ciego ama el morir ardiendo en vivo fuego, Recíbeme en tu cumbre, recíbeme que huyo perseguido de errada muchedumbre, el trabajar perdido, la falsa paz, el mal no merecido. y do está más sereno
el aire me coloca, mientras curo
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los daños del veneno que bebí mal seguro, mientras el mancillado pecho apuro... En ti, casi desnudo de este corporal velo, y de la asida costumbre roto el nudo, traspasaré la vida en gozo, en paz, en luz no corrornpida.I
Sólo puede llegar a poseer la verdad poética quien se sumerja en la vida de la forma; y de la forma poética sólo se adueñará quien se hunda en la verdad en ella vivificada. Lo que nos proporciona mayor claridad y conciencia de las raíces del ser no es un esfuerzo mental, sino el dón de la poetización simbólica y no por medio de una generalidad de orden conceptual, sino por una unicidad de orden imaginativo. Otro ejemplo: Canción de muerte ¡Ya basta! Ya mi espíritu agotado ansía estar donde mis padres duermen. Por fin estoy en todo mi derecho. ¡Ya basta! Debo procurar descanso. Cansado' estoy; la carga he del día; tiene que llegar la ¡Oh tú, Señor! Desunce ya ¡Ya basta! Líbrame de los
soportado noche. el arado. dolores.
La poderosa carga me ha oprimido y aun asfixiado tantos largos años. Ay, déjame encontrar lo que yo busco. ¡Ya basta! ¡Tanta cruz para un humano! i Os doy las buenas noches, mis amigos, mis enemigos, hombres buenos, malos!
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INTERPRE TACIúN
La lealtad os siga y el engaño. i Ya basta l, que mi Dios quiere que muera. Recibe, pues, Señor, esta alma mía, que en tus manos entrego y tu cuidado. Inscríbela en tu libro de la vida. i Basta Señor! Haz que por fin me duerma. No quiero que me toque mejor suerte que a los antepasados, que ganaron descanso de la vida con su muerte. i Ya basta! Y, pues es así, ¡muramos! (40)
Se nos revela aquí un hombre en el momento de hacer ante Dios el recuento de su vida y de enfrentarse y entregarse, pronto y decidido, a la muerte; que todo lo disuelve. Son estrofas que apenas si se han apartado de la realidad de la- situación vivida; están penetradas de la viril gravedad de una existencia amplia y plena; henchidas de la acerada tenacidad de un alma que ha recorrido su camino tranquilamente a través de la profunda oscuridad del tiempo. Y, sin embargo, hay aquí algo más que una simple información sobre la vida, más que la mera comunicación de una vivencia. Si únicamente se tratara de eso, sería inadecuada la intensidad y lo cerrado de la forma en cuanto tal. En este poema se ha expresado un yo, pero no como un determinado individuo, como el duque Anton Ulrich, empíricamente verificable, que rigió en el siglo XVII sobre Braunschweig-Lüneburg. No; el yo de esta poesía no coincide con la personalidad, biográficamente captable, de quien la compuso, sino que sólo transmite la idea de un hombre que se dirige
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a nosotros, y cuya situación única, al ser plasmada, se ha puesto al alcance de todos. Gracias a la plasmación, y ante todo al vigor del tono, se ha incorporado al pesado paso de esos versos una actitud esencial humana de fuerza imperecedera, la milagrosa fusión de una resignación, producida por el pesar, la paciencia y el sufrimiento, y de una firme resolución. ¿Qué nos da todo esto? Nos hace participar en una posibilidad de una misma vida que nosotros mismos, los lectores, estamos viviendo, en una posibilidad esencial. [Así en el soneto de Quevedo: [i Ah de la vida! ¿Nadie me responde? Aquí de los antaños que he vivido; la Fortuna mis tiempos ha mordido; las Horas mi locura las esconde.
i Que, sin poder saber cómo ni adónde, la salud y la edad se-hayan huido! Falta la vida, asiste lo vivido, y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; _Mañana no ha llegado; Hoy se está yendo sin parar un punto; soy un Fue, y un Será, y un Es cansado. En el hoy y mañana y ayer, junto pañales y mortaja, y he quedado presentes sucesiones de difunto.J
En la medida en que al leer vibramos con esa esencia humana iluminada y poetizada, vivimos la verdad; en la medida en que vibramos con ella única y exclusivamente a través de la sentida percepción de la forma verbal, vivimos la concordancia de verdad y belleza.
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INTERPRETAClúN
y con esto ya hemos señalado a la vez el porqué de esa peculiar delicia que nos sobrecoge al leer poesía. Nos sentiremos gozosos, más allá de todo mero placer, siempre que nos veamos conmovidos en la profundidad anímicoespiritual de nuestro ser, y no cuando sólo nos sentimos rozados periféricamente en nuestra sensibilidad. Porque la forma verbal poética no es sólo corporalidad sensible y atractivo sensual, sino que está también llena de alma y de temple, y porque, siendo objeto de goce estético, es a la vez objeto de la participación más íntima y de la intervención más personal. y ésa es la razón por la cual la poesía nos hace dichosos.
3.
CONCORDANCIA DE GRAVEDAD Y JUEGO
En cuanto concordancia de verdad y belleza, la poesía implica también, y con idéntica radicalidad, una concordancia de gravedad y juego; pues en la medida en que la poesía posee fuerza concentradora e iluminadora, permanece sumergida en la realidad y en la gravedad de la existencia, y en la medida en que es fuerza plasmadora, se mantiene en ese estado de libre suspensión que caracteriza al juego. Dicho de otro modo: en razón de su verdad, la poesía es necesaria " en razón de su belleza, es beatificante. Oda a Landauer ¡Alégrate! La suerte te ha elegido, que profunda y leal te ha sido un alma;
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naciste a ser amigo del amigo, como esta fiesta misma lo proclama. Feliz aquel que, como tú, en su casa ve paz, amor, y calma, y plenitud; hay vidas como luz y noche varias: en el dorado medio vives tú. El sol te brilla en bien construida sala, y te madura el vino en la ladera, y favorable siempre te traslada el sabio Dios tus .bíenes donde quieras. Junto al esposo crecen niño y madre, y cual nube de oro que corona al bosque, ¡rodeadle, caras sombras,
habituadas a él en vuestra gloria! i Oh! Estad con él, que a veces nube y viento pasan inquietos sobre casa y campo, pero en el santo recordar reposa el corazón de todos sus trabajos.
La dicha, ves, nos hace hablar de cuitas; cual vino oscuro, el grave canto alegra; extínguese la fiesta, y cada uno irá mañana por su angosta senda. (41)
Ejemplarmente se ve en este poema cómo la poesía está dentro de la vida y a la vez se cierne sobre ella. Por una parte, brota de la vida y se dirige a ella; una poesía como ésta está destinada al uso, y para el uso se ha compuesto; siempre permanecerá encuadrada en la situación dialógica de la que ha surgido. Una amistad entre hombres ha hallado en esta alocución lírica la forma requerida para su corporización. No hay poesía "original" que no tenga el carácter de "necesaria", como ésta; no hay poesía "original" que no sea un modo de
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INTERPRETACIóN
orienta:r:se en la vida y de arreglárselas con ella. Solo que no debemos dar un sentido demasi~do simplista y estrecho a conceptos como vida, necesídad, uso: un poema religioso no e.s menos una manera de arreglárselas con la vida que, por ejemplo, una canción de soldados; una leyenda no lo es menos que una balada, y una tragedia clásica, no menos que una comedia popular. Pero con igual rigor cabe decir también esto otro: no .hay poesía "original" que no se haya desprendído de toda necesidad impuesta por la vld~, para flotar libremente, para entregarse a un Juego aparente. La oda de Holderlin a Landauer, por encuadrada que esté en la situación que le dio origen, ha cancelado la ocasión y "cancelar" tiene el doble sentido dialéctic~ d.e,•.destruir" y de "conservarse", pues la relacion entre un yo y un tú que ha inspirado el poema ha quedado anulada en lo que tenía de realidad empírica, pero al mismo tiempo se ha conservado como centro generador de la plasmación susceptible de ser vivida por todos. Nada sacaría de esta oda quien quisiera leer!a p~r ,el solo interés del efímero motivo que la msprro, como documento biográfico -a la manera ~e una carta o de un apunte de diario. Ni sacana na.da de ella quien quisiera leerla por sus atractivos formales, como precioso ornamento, semejante al adorno ya la compostura. Sólo a quien logre sentir totalmente la oda desde el co~oIIo escondido de la expresión en que la plenitud del contenido se exterioriza en una forma que se cierne con autosuficiencia,
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sólo a él se le revelará su significación, y se le . revelará como unidad de concentración y liberación, como confluencia de iluminación y juego. Un ejemplo más: ¿Ya está avanzado el año? ¿Ya está avanzado el año? Aún creo oír el canto de la alondra, y ya el tordo se aleja, ya se va la cigüeña. ¿Blanquea el rubio pelo? Apenas por sus rizos se ha asomado el alba en albas sueños, ¿y ahora calvo y viejo? i Dios y Señor de lo alto! ¿Fui así joven? ¿ASÍme he hecho anciano? Señor, si la hora llega, ayúdame en el trance. i Padre mío y consuelo! Ya al otoño florido arrastra i Que nadie ande desnudo en el helado invierno! (42)
el viento.
Casi sería necio decir que esto no es sustituto ni distracción de la vida, sino concentrada iluminación del ser; pero menos necio sería darse cuenta de que esto no es una confesión, sino una plasmación. Y he aquí justamente lo extraño; la verdadera poesía puede expresar las cosas más íntimas sin hacerse por ello desvergonzada, sin provocar en nosotros la penosa sensación que nos causa toda impúdica traición de sí mismo. Estas estrofas de Schróder llegan a lo más recóndito, a la última soledad del hombre; te-
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INTERPRETACIóN
nemos en ellas .el soliloquio de un alma solitaria, que se da cuenta con horror del envejecimiento y del morir, y que se siente ya a merced del helado invierno de la muerte. Se han franqueado las fronteras infranqueables del corazón, y éste, sin embargo, permanece intacto e incólume. ¿Porqué? Porque el poder purificador de la forma ha elevado la experiencia desde lo íntimo hasta lo universal, desde lo que se dio una sola vez hasta lo que se da siempre, desde lo real hasta lo válido. Y así es como ocurre lo increíble: nos sentimos adentrados en un momento anímico pleno, y, sin embargo, nos mantenemos alejados de él gracias a la palabra plasmadora con su virtud serena y distanciadora. No hay arte sin este dualismo: acercamiento a la vida y alejamiento de la vida; entrega y distancia; participación tensa y libre vuelo. [Un último ejemplo:
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Como ni en"el poema de Schróder [ni en el de Lope l hay confesión ni lamentos; como en ellos todo se ha transmutado en tono y se ha transformado en ademán verbal, cualquiera de nosotros podrá sentirse afectado por esa vibración válida de humanidad pura. Pero nunca debemos olvidar que tal purificación se lleva a cabo elevándose por encima de la entitativa cotidianidad. Si al leer esos versos piadosos nos lanzamos a las cimas de la existencia, no lo hacemos de manera plenamente real, sino de modo sólo a medias real; he ahí el límite de toda vivencia del arte,"
[¿Qué tengo yo Que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío pasas las noches del invierno oscuras? i Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! i Qué extraño desvarío si de mi ingratitud el yelo frío secó las llagas de tus plantas puras! i Cuántas veces el ángel me decía: Alma, asómate agora a la ventana, verás con cuánto amor llamar porfía! i Y cuántas, hermosura soberana: Mañana le abriremos -respondía-, para lo mismo responder mañana!]
--.-).
2 Con insobornable sobriedad ha revelado Kierkegaard esta frontera del existir artístico. Cf. mi ensayo Kierkegaards Kamp] gegen den Dichter, en Das lnnere Reich, III, 4, julio de 1936.
EJEMPLO DE PROSA
CONCLUSION
Confirmación de lo anterior con un ejemplo de prosa 1 AHORA dejemos que nuestra mirada, ya agudizada por el trato con la poesía lírica, se corrobore con la lectura de un pasaje en prosa, el Inesperado encuentro de Johann Peter Hebel:
y
En Falun, Suecia, hace ya más de cincuenta años, un joven minero besó a su joven y bella novia y le dijo: "El día de Santa Lucía nuestro amor será bendecido por la mano del sacerdote; y entonces seremos marido y mujer y nos construiremos nuestro nido, nuestro propio nido." "Y en él habitarán la paz y el amor -dijo la hermosa doncella, sonriendo dulcemente-, porque tú eres mi vida, y sin ti antes quisiera yo estar en la tumba que en otro lugar." . Pero cuando, poco antes del día de Santa Lucía, el sacerdote había preguntado por segunda vez en la 1 Si en la lírica el "alma" predomina sobre la "cosa", en la prosa narrativa la "cosa" predomina sobre el "alma". Es verdad Que hay poesía lírica que expresa de tal manera el mundo objetivo. que todo lo subjetivo parece apagarse; pero aun en esos casos, y precisamente en ellos, las cosas o las ideas o los problemas se presentan de antemano como "vividos", es decir, como traspasados de temple de ánimo, como formados por una actitud básica del hombre. En cambio, en la prosa "libre" -o mejor dicho, s610 secretamente sujeta-, lo representado, en cuanto tal (situaciones, figuras, acontecimientos), se impone y predomina fuertemente; eso hace más difícil cantarlo como lenguaje simbólico de una actitud ante el mundo, como poetización sensible de un sentimiento vital. Quien quiera penetrar más en este problema, consulte la magnífica obra ne Wilhelm Schneider sobre los valores expresivos del idioma alemán: Ausdruckswerte der deutschen Sprache, Leipzig y Berlín, 1931.
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iglesia si nadie sabía de algo q~e pudiera imp~dir la unión matrimonial de los novios, se presento la muerte. Porque cuando, a la mañana siguiente, el joven pasó con su negro traje de minero por la casa de ella (el minero siempre lleva puesto su hábito mortuorio), tocó todavía una vez a su ventana y le dio los buenos días, pero ya no le volvió a dar las buenas noches. Nunca regresó de la mina; y esa misma mañana en vano orló ella con rojo listón el negro pañuelo que él debía llevar el día de la boda, sino que al ver que. nunca más volvió, guardó el pañuelo, y lloró por su amigo, y no lo olvidó jamás. Entretanto, la ciudad de Lisboa en Portugal fue destruida por un terremoto, y pasó la Guerra de Siete Años, y murió el emperador Francisco I, y se suprimió la orden de los jesuitas, y quedó dividida Polonia, y murió la emperatriz María Teresa, y se ajustició a -Struensee, y América fue liberada, y las fuerzas unidas de España y Francia no lograban conouistar a Gibraltar. Los turcos encerraron al general Stein en la cueva de los veteranos en Hungría, y el emperador José también murió. El rey Gustavo de Suecia conquistó la Finlandia rusa; comenzó la Revolución francesa y la larga guerra, y a su vez bajó a la tumba el emperador Leopoldo n. Napoleón conquistó a Prusia, y los ingleses bombardearon a Copenhague, y los labriegos sembraban y segaban. El molinero molía, y los herreros forjaban, y los mineros cavaban en busca de veneros en su subterráneo taller. Cuando en el año de 1809, poco antes o después de San Juan, los mineros de Falun quisieron abrir una hendidura entre dos pozos de mina, sacaron, a más de trescientas varas bajo el suelo, de entre los escombros y el agua vitriolada, el cuerpo de un joven. completamente imnregnado de vitriolo, pero por Id demás intacto e inalterado, de modo que aún se podían reconocer plenamente sus rasgos y su edad. corno si hubiera muerto una hora antes o como si sé hubiera dormido durante el trabajo. y sucedió que cuando lo sacaron a la luz del día, ya su padre y su madre, sus amigos y sus conocidos
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CONCLUSIóN
habían muerto desde hacía mucho, y nadie decía conocer al joven durmiente ni saber de su desgracia, hasta que vino la que había sido prometida de aquel minero que un buen día fue a la mina para nunca regresar. Encanecida y arrugada, apoyada en una muleta, llegó al lugar y reconoció a su novio; y más con júbilo que con dolor, se dejó caer sobre el amado cuerpo, y sólo cuando se hubo repuesto de larga y profunda conmoción; "Es mi prometido -dijo-, por el que he llorado durante cincuenta años, y que Dios me ha concedido ver una vez más antes de mi muerte. Cuando fáltaban sólo ocho días para la boda, fue a la mina y nunca más volvió." Entonces todos los ánimos de los circunstantes se sintieron movidos a tristeza y a lágrimas, cuando vieron a la que había sido novia convertida ahora en débil y marchita anciana, y al novio aún en su juvenil hermosura, y cuando consideraron que después de cincuenta años renacía en su pecho la llama de su amor de juventud (pero él no abrió la boca para sonreír, ni los ojos para reconocer). Y conmovidos vieron que ella pedía a los mineros que llevaran el cuerpo a su alcoba, por ser ella la única a la que pertenecía y tenía derecho a él, hasta que estuviese cavada su fosa en el cementerio. Al día siguiente, cuando estaba ya dispuesta la tumba en el cementerio, y los mineros fueron a recoger el cuerpo, ella abrió una cajita, le puso al cuello el pañuelo de seda negra con orla roja, y lo acompañó con su vestido dominguero, como si fuese el día de su boda y no el del entierro de su prometido. Pues cuando lo colocaron en su tumba, dijo: "Duerme bien, un día o diez días, en tu fresco lecho nupcial, y que el tiempo te sea leve. Yo ya no tengo mucho cue hacer e iré pronto, y pronto volverá a ser de día. Lo oue lél tierra ha devuelto una vez. va no 10 retendrá". diio, mientras se alejaba y volvía una vez más la cabeza.
Tenemos aauí el relato llano de un extraño acontecimiento, relato en el que, sin embargo,
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DE PROSA
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están comprendidos la totalidad del ser, el universo visible y el invisible, la naturaleza y la historia, el mundo y el corazón, el más acá y el más allá. Las circunstancias Y los ~uc.esos no se han reunido aquí, con su materialidad y su exterioridad, faltas de si?nificaci?n, par~ encadenarlos de la manera mas sugestiva POSIble, sino que la narración misma, como tal, con su escueta sobriedad y su candorosa modestia está dominada por una visión única total, e iluminada por un unitario núcleo significativo. En ninguna parte se nos dice: "Así es la vida, tan misteriosamente labrada de hebras oscuras y hebras claras, de caótico azar y destino claramente perceptible, de inestabilidad y fidelidad eterna, de muerte y más muerte"; pero cada una de sus líneas y cada uno de sus detalles habla de eso. ¿Dónde se afirma que el tiempo transcurre, a manera de corriente inexorable e impertérri ta? Pero ese transcurrir del tiempo existe en el relato, está conjurado y plasmado: Entretanto, la ciudad de Lisboa en Portugal fue ?estruida por un terremoto, y pasó la ~uerra de SIete Años, y murió el emperador Francisco I, y .s~ .suprimió la orden de los jesuitas, y quedo dividida Polonia, y murió la emperatriz María Teresa, y se ajustició a Struensee, ~ América .fue liberada, y las fuerzas unidas de España y Francia no lograban conquistar a Gibraltar. Los turcos encerraron al gel}eral Stein en la cueva de' los veteranos en Hungna, y el emperador José también mu~ió. El rey Gus:avo de Suecia conquistó la Finlandia rusa; comenzo la Revolución francesa y la larga guerra, Y a su vez bajó a la tumba el emperador Leopoldo n. Napoleón
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CONCLUSIóN
conquistó a Prusia, y los ingleses bombardearon a Copenhague, y los labriegos sembraban y segaban. El molinero molía, y los herreros forjaban, y los mineros cavaban en busca de veneros en su subterráneo taller.
¿Dónde se nos dice que el envejecimiento aísla a los hombres de la movida realidad de la vida en común del "ser-unos-con-otros"? Pero este envejecimiento, que nos hace extraños y solitarios, está conjurado y plasmado: y sucedió que cuando lo sacaron a la luz del día, ya su padre y su madre, sus amigos y sus conocidos habían muerto desde hacía mucho, y nadie decía conocer al joven durmiente ni saber de su desgracia, hasta que vino la que había sido prometida de aquel minero que un buen día fue a la mina para nunca regresar. Encanecida y arrugada, apoyada en una muleta, llegó al lugar y reconoció a su novio.
¿ y en qué lugar se nos participa que la existencia del hombre en el tiempo es sólo breve transición y señal de otra existencia distinta, oculta? Pero eso, esa conciencia metafísica está simbólicamente insinuada en un ademán verbal .de tierna promesa y de silenciosa melancolía: Pues cuando lo colocaron en su tumba, dijo: "Duerme bien, un día o diez días, en tu fresco lecho nupcial, y que el tiempo te sea leve. Yo ya no tengo mucho Que hacer e iré pronto, y pronto volverá a ser de día. Lo que la tierra ha devuelto una vez, ya no lo retendrá", dijo, mientras se alejaba y volvía una vez más la cabeza.
Tal es la virtud de la poesía: revelar el ser de la Existencia no como algo pensado en general, sino como algo que se ha vivido una
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única vez; no como una cosa en la que se medita abstractamente, sino como ser concretamente contemplado. y esto es lo que nos da la poesía: atemperada iluminación del ser y poetización imaginativa del ser en el seno del lenguaje plasmador.
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POES1AS INCLUIDAS
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TEXTO ORIGINAL DE LAS POESÍAS INCLUIDAS
Dies Leid und diese Last : zu bannen, was nah erst war und mein. Vergebliches die Arme Spannen nach dem, was nur mehr Schein.
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Dies heilungslose sich Betauben mit eitlem Nein und Kein. Dies' unbegründete sich Strauben, dies Unabwendbarsein.
Ach, es ist so dunkel in des Todes Kammer, tont so traurig wenn er sich bewegt und nun aufhebt seinen schweren Hammer und die Stunde schlagt, (MATTHIAS
Beklemmendes Gefühl der Schwere auf müd gewordner Peino Dann dieses dumpfe Weh der Leere, Odies: mit mir allein!
CLAUDIUS)
2 Der Wald steht schwarz und schweiget, und aus den Wiesen steiget der weisse Nebel wunderbar.
(STEFAN GEORGE)
s Nicht mehr zu dir zu gehen, beschloss ich und beschwor ich, und gehe jeden Abend, denn jede Kraft und jeden Halt verlor ich.
(M. CLAUDIUS)
3 Trauft vom Himmel der kühle Tau, tun die Blumen die Kelche zu, Spatrot sieht scheidend nach der Au, flüstern die Pappeln, sinkt nieder die nachtige Ruh.
Ich mochte nicht mehr leben, mocht augenblicks verderben, und mochte doch auch leben für dich, mit dir, und nimmer, nimmer sterben.
Kommen und gehen die Schatten, Wolken bleiben noch spat auf und ziehen mit schwerem unbeholfenem Lauf über die erfrischten Matten. Schimmern die Sterne und schwinden wieder, blicken winkend und flüchtig nieder, wohnt im Walde die Dunkelheit, dehnt sich Finster weit und breit. Hinterm Wasser wie flimmernde Flammen, Berggipfel oben mit Gold beschienen, neigen rauschend und ernst die grünen Gebüsche die blinkenden Haupter zusammen. (LUDWIG TIECK)
Ach rede, sprich ein Wort nur, ein einziges, ein klares! Gib Leben oder Tod mir, nur dein GefühI enthülle mir, dein wahres! (DAUMER)
6
Wir stolze Menschenkinder sind eiteI arme Sünder, und wissen gar nicht vieI; wir spinnen Luftgespinste, und suchen viele Künste, und kommen weiter von dem Ziel, (M. CLAUDIUS)
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POES1AS INCLUIDAS
POES1AS INCLUIDAS
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Wie gewitterkIar mein ich dich zu sehn und dein langes Haar freí im. Sturme wehn !
7 Ursach wird die Freiheit van Handlungen, die der Allwissende seIbst nicht vorher mit Gewisshei t aber er, der Immerwirkende, leitet sie [sieht; zu der Schópfung letztem Zweck, der Seligkeit aller!
, (LENAU)
( KLOPSTOCK)
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Wenn der Schnee ans Fenster lang die Abendglocke Iautet, vielcn ist der Tisch bereitet und das Haus ist wohlbestellt.
Wenn der Tag zu Ende gebrannt ist, ist es schwer, nach Hause zu gehn, wo viermal die starre Wand ist und die leeren Stühle stehn.
Mancher auf der Wanderschaft kommt ans Tor auf dunklen Ptaden. Golden blüht der Baurn del' Gnaden aus der Erde kühlem Saft.
(BERTHOLD VIERTEL)
9 Auf ihre Schultern Ist
dieses
Schnee?
nein,
Schnee kann nicht [Flammen führen. Ist dieses Elfenbein? Bein weiss nicht weiss zu sein. Ist hier ein glatter Schwan? mehr als der Schwanen l Schein. Ist weiche Woll allhier? wie kan n sich Wolle rühren? Ist Alabaster hie? er wachst nicht bei Saphiren. Ist hier ein Lilienfeld? der Acker ist zu reino Was bist du endlich doch? weil Schnee und Elfenbein, weil Alabaster, Schwan und LiIlen sich verlieren. (CHR.
fall t,
Waudcrcr tritt still hercin : Schrncrz versteinertc die Schwcllc. Da eralanzt in rcincr Helle auf dern Tische Brot und Wein.
nein,
(GEORG TRAKL)
12 Wenn der silberne Mond durch die Gcstrauchc blickt und sein schlummerndes Licht über den Rasen geusst, und die Nachtigall flotet, wandle ich traurig van Busch Ztl Busch.
H. VON HOFMANNSWALDAU)
10 Sonnenuntergang; schwarze Wolken ziehn, o wie schwül und bang alIe Winde fliehn! Durch den Himmel wild jagen Blitze bIeich; ihr verganglich BiId wandelt durch den Teich.
13 Del' die am der und der
Mond ist aufgegangen. goldncn Sternlein prangen Hirnmel hell und klar; Wald steht schwarz und aus den Wiesen steiget weisse Nebel wunderbar.
schweiget,
(M. CLAUDIUS)
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POES1AS INCLUIDAS
POES1AS INCLUIDAS
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18 Nun im ostlichen Bereiche ahn ich Mondenglanz und -glut, schlanker Weiden Haargezweige scherzen auf der nachsten Flut. Durch bewegter Schatten Spiele zittert Lunas Zauberschein, und durchs Auge schleicht die Kühle sanftigend ins Herz hinein.
Aufsteigt der Strahl und fallend giesst er voll der Marmorschale Rund, die, sich verschleiernd, überfliesst in einer zweiten Schale Grund; die zweite gíbt, sie wird zu reich, der dritten wallend ihre Flut, und jede nimmt und gibt zugleich und stromt und ruht.
(GOETHE)
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(CONRAD FERDINAND MEYER)
19 Zwei Becken, eins das andre übersteigend aus einem alten runden Marmorrand, und aus dem oberen Wasser leis sich neigend zum Wasser, welches unten wartend stand,
Dammernd liegt der Sommerabend über Wald und grünen Wiesen, goldner Mond im blauen Himmel strahIt herunter, duftig labend. (HEINE)
dem leise redenden entgegenschweigend. und heimlich, gleichsam in der hohlen Hand ihm Himmel hinter Grün und Dunkel zeigend wie einen unbekannten Gegenstand;
16 Hellglánzendes Silber! mit welchem sich gatten der astigen Linden weitstreifende Schatten! Deine sanft-kühlend geruhige Lust ist jedem bewusst.
sich selber ruhig in der schonen Schale verbreitend ohne Heimweh, Kreis aus .Kreis, nur manchmal traumerisch und tropfenweis
Es lispeln und wispeln die schlüpfrigen Bronnen. Van ihnen ist diese Begrünung geronnen. Sie schauren, betrauren und fürchten bereit die schneeichte Zeit. (KLAJ- siglo XVII)
sich niederlassend an den Moosbehangen zum letzten Spíegel, der sein Becken leis von unten lacheln macht mit Ubergangen. (RILKE)
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17 Hdr, es klagt die Flote wieder, und die kühlen Brunnen rauschen, golden wehn die Tone niederstille, stille, lass uns lauschen!
Dies ist ein Herbsttag, wie ich keinen sah! Die Luft ist still, als atmete man kaum, und dennoch fallen raschelnd, fern und nah, die schonsten Früchte ab von jedem Baum.
Holdes Bitten, mild Verlangen, wie es süss zum Herzen spricht! Durch die Nacht, die mich umfangen, blickt zu mir der Tone Licht.
O stort sie nicht, die Feier der Natur! Dies ist die Lese, die sie selber halt, denn heute lóst sich van den Zweigen nur, was vor dem mil den Strahl der Sonne fallt.
(BRENTANO)
(HEBBEL)
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POESIAS
INCLUIDAS
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POES1AS INCLUIDAS
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23 Sonne, herbstlich c!ünn une! zag, und das Obst fallt von den Baumen, Stille wohnt in blauen Raumen einen langen Nachmittag.
Wenn wir am und alles, was rund um UDS wenn Kronen
Sterbeklange von Metall; und ein weisses Tier brieht nieder. Brauner Madchen rauhe Lieder sind verweht im Blatterfall,
wenn Herrn von weiten, weiten Reiehen, die gestern noeh mit ihrer Riesenhand den Orient und Okzident umspannt, heut ihrem letzten Sklaven gleichen;
Darnmerung vol! Ruh und Wein; traurige Gitarren rinnen. Und zur milden Lampe drinnen kehrst du wie im Traume ein.
wenn tiefe, tiefe Dunkelheit des Sinnes Ohnmaeht sehwer umhüllet, und Ein Gedanke nur die Seele füllet, an Gott und Niehts und Ewigkeit:
Rand des Lebens stehen, die Erde halt, her zusammenfallt, mit dem Bettelstab vergehen;
(TRi\KL)
dann, dann ist Eine gute Tat, im Sinn des Testaments getan, ein bessrer Pass zur unbekannten als aIler Pfarrer Attestat.
22 Herz frohlocke! Eine gute Tat hab ich getan. Nun bin ieh nicht mehr eínsarn. Ein Mensch Iebt, es lebt eín Mensch, dem die Augen sich feuehten, denkt er an micho Herz frohlocke: Es lebt ein Menseh! Nicht mehr, nein, nicht mehr bin ich einsam, denn ich habe eine gute Tat getan, frohlocke Herz! Nun haben die seufzenden Tagc ein Ende. Tausend gute Talen will ich tun ! Ieh fühle schon, wie mich alles liebt, weil ich alles liebe! Hinstrorn ich voIl Erkenntniswonne! Du mein Ietztes süssestes, klarstes, reinstes, schlichtestes Gefühl l Wohlwollen! Tausend gute Taten will ieh tuno (WERFET.)
Bahn (J. G.
SEUME)
24 Knapp unter der Stadt, in der die Paraste stehn, die Türme der Dome in Wolken greifen, wo blühende Zweige in Garten wehn und alle die müssigen Schritte schweifenKnann unter der Stadt, in der die Autos jagen, die Frauen Seide und Glitzern tragen, wo in den Nachten dureh goldene Sale auf Wogen von gepudertem Fleiseh das Sinne verwirrende Gekreiseh von heiseren Geizen niederprasseltknapp unter der Stadt, da sind die Kanale ! Da siekern die Abwasser zusammen! Was Iüsterne Gaumen geletzt und mit priekelnden Flammen die Pulse gehetzt: Lust, Reiz -geronnen zu Kot; was den grossen Hunger gestillt von Millionen Magen,
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POES1AS INCLUIDAS
POES1AS INCLUIDAS
gekaute, verdaute Not: BrotBrei und Jauche jetzt, dampfender Gischt, Gestank!
Licht mit magnetischer
Aber der Strom,
der heilige
die steineme Nacht [verdrángt. Láuten der Abendglocken.
0, das versunkene
Dort in ewiger Nacht, Schacht an Schacht, bei eklem Frass und Begatten hausen die Ratten! Dort írn Sickem und Stauen schleimiger Gemenge briiten und brauen die Miasmen, steigen und drangen die basen, typhosen Dünste durch Rohre und Schláuche, nisten sich in Lungen und Bauche, werden Fieber und werfen nieder wehrlose Glieder, und aus den Gittem der Kanále, aus Grundwassern und Brunnen, in die der Abhub gedrungen, reckt sich die Seuche! - --
Hure
die
in
127
eisigen
Geissel
Schauem
ein
totes
Kindlein
:
l gebart.
Rasend peitscht Gottes Zom die Stime des Besessenen, purpurne Seuche, Hunger, der grüne Augen zerbricht. 0, das grassliche Lachen des Golds. Aber
stille
blutet
fügt aus harten
in
Metallen
dunkler
Hohle
stummere [Menschhei t, das erlosende Haupt. (TRAKL)
26 Lass es genug seín, Herr! Muss es noch sein?! Doch aIle Himmel bleiben stumm wie Stein. In Millionen Augen lischt das Licht!Doch sind darum die Tage dunkler nicht. In Millionen Herzen friert das Blut!Doch ungezahlte sind voll Lebensglut.
Strom
nimmt alles auf in seinen silbemen Lauf! Kaum dass ein Schauer, ein gelblich-grauer, über sein ewiges Antlitz geht. Jenseits der Brücken fliesst er in rauschender Hehre, spiegelnd goldener Wolken Saum, zum Meereund alles war Traum.
Verheert sind viele Stádte, Flur und Feld!Ein bisschen Erde ist noch nicht die Welt. Stróme von Tránen quellen bitterschwer!Ein bisschen Salz ist lang noch nicht das Meer. Doch dem Gesetz, dem deinen, spricht es HohnWas weiss denn solch ein Menschenkind davon---? (WILDGANS)
(WILDGANS)
25 0, der Wahnsinn der grossen Stadt, da am Abend an schwarzer Mauer verkrüppeTte Baume starren, aus silbemer Maske der Geist des Basen schaut;
27 Ich hatte mich im Hochgebirg verstiegen. Die Felsenwelt um mich, sie war wohI schón : doch konnt ich keinen Ausgang mir ersiegen, noch einen Aufgang nach den lichten Hohn.
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POES1AS INCLUIDAS
POES1AS INCLUIDAS
Viel hat sich schon mit mir begeben, und wieder vieI bereitet sich; da dennoch alles, Tod und Leben, nur ein Geschwatz sind ohne Dich.
Da traf ich Dich, in argster Not: den Andern! Mit Dir vereint, gewann ich frischen Mut. Von neuem hob ich an, mit Dir, zu wandern, und siehe da: Das Schicksal war uns gut. Wir fanden einen Pfad, der klar und einsam empor sich zog, bis, wo ein Tempel stand. Der Steig war steil, doch wagten wir's gemeinsam Und heut noch helfen wir uns, Hand in Hand.
(R. A. SCHRODER) ...
30 Es war einmaI, - im Monat Mai kaum erst ein Jahr ist's her! ' Denk ich an jenen Mai zurück wird mir ums Herz so schwer í
Mag seín, wir stehn an unsres Lebens Ende noch unterm Ziel, - genug, der Weg ist klar! Dass wir uns trafen, war die grosse Wende ; aus zwei Verirrten ward ein wissend Paar.
In weissen Rosen stand die Welt und Glocken klangen durch die Luft, und schaudernd stumm vor Glück und Lust durchschritten Hand in Hand zwei Kinder das blütentraumversunkene TaI- --
(CHR. MORGENSTERN)
28 Dein Lacheln weint in meiner
Brust,
die- glutverbissenen Lippen eisen, ím.Atem wittert Laubwelk! Dein Blíck versargt und hastet polternd Worte drauf. Vergessen bróckeln nach die Hánde l Freí buhlt dein Kleidsaum schlenkrig drüber rüber ! (AUGUST STRAMM)
29 Aus Todesfurcht, aus Angst des Lebens, aus mittler Mitte dieser Zeit schrei ich zu Dir und schrei vergebens ich rufe Dich, und Du bist weit. r In dumnfer Dárnmernis gefangen der ewig widerspenstigen Pein, fiihl ich nicht Reue, nur Verlangen. nicht mehr von Adams Blut zu sein.
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Es war einmal! es war einmal!
- --
Denk ich an jenen Mai zurück -verwelkte Rosen, verwelktes Glück! (CiiSAR FLEISCHLEN)
31
Fenster, wo ich einst mit Dir abends in die Landschaft sah sind nun hell mit fremdem Úcht. Pfad noch Iauf't vom Tor, wo Du standest ohne umzuschaun, dann ins Tal hinunterbogst. Bei der Kehr warf nochmals auf Mond Dein bleiches Angesichtdoch es war zu spat zum Ruf. ~unkeI. - Schweigen, - starre smkt wie damaIs um das Haus. Alle Freude nahmst Du mit.
Luft
(ST. GEORGE)
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POESíAS
POESIAS INCLUIDAS
INCLUIDAS
32 Nachtliche Stunde, die mir vergeht, da ich's ersinne, bedenke und wende, und diese Nacht geht schon zu Ende.· Draussen ein Vogel sagt: es ist Tag. Nachtliche Stunde, die mir vergeht, da ich's ersinne, bedenke und wende, und dieser Winter geht schon zu Ende. Draussen ein Vogel sagt : es ist Frühling. Nachtliche Stunde, die mir vergeht, da ich's ersinne, bedenke und wende, und dieses Lebengeht sehon zu Ende. Draussen ein Voge1 sagt: es ist Tod.
¡ t
(KARL KRAUS) [1
33
131
Nicht: dass Du Dich nicht, nach Herzensgnüge, an die holde Mutter schmiegst, und dass Du, statt freundlich in der Wiege, tot im Sarge liegst;Hier ist Vorplatz nur, spat oder frühe gehn wir alle weiter ein, und es lohnt sich wahrlich nicht der Mühe, lange hier zu sein; Nicht: das s Du des Vaters Glanz hienieden und sein Ki::inigreichnicht sahst, und dass Du díe Krone, Dir beschieden, nicht getragen hast;Ach, die Kronen sind nicht ohne Bürden, sind nicht ohn' Gefahren, Kind! Und es gibt für Menschenkinder Würden, die noch gri::issersind;
Sch1aflose Nacht, der Regen rauscht, sehr wach ist mir das Herz und lauscht zurüek bald nach vergangnen Zeiten, bald horcht es, wie die künftgen sehreiten.
Sondern: dass wir hier ein Land bewohnen, wo der Rost das Eisen frisst, wo durchhin, um Hütten wie um Thronen, alles brechlich ist.
O Herz, dein Lauschen ist nicht gut; sei ewig, Herz, und hochgemut l Da hinten ruft so manche Klage, und vorwarts zittert manche Frage.
Wo wir hin aufs Ungewisse wandeln und in Naeht und Nebel gehn, nur nach Wahn und Schein und Tauschung hande1n, und das Licht nicht sehn;
Wohlan! was sterblich war, sei tot! Naht Sturm, wohlan! - wie einst das Boot mit Christus Stürme nicht zerschellten, so ruht in dir der Herr der Welten.
Wo im Dunkeln wir uns freun und weinen und rund um uns, rund umher, alles, alles, mag es noch so scheinen, eitel ist und leer.
(LENAU) 34
Als der Sol m unseres
Kronprinzen,
der Geburt, gestorberi
gleicñ nach
war
Mit den vielen andern, Gross und Kleinen, klag' ich schmerzlich Deinen Tod; will bei Deinem Sarge satt mich weinen und die Augen roto
O du Land des Wesens und der Wahrheit, unvergánglich für und für! Mich verlangt nach dir und deiner Klarheit; mieh verlangt naeh dir. (M. CLAUDIUS)
3S . Die Krahen schrein und ziehen schwirren Flugs zur Stadt:
•
~~~--~_.
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POESíAS
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INCLUIDAS
POESIAS
bald wird es schnein,wohl dem, der jetzt noch - Heimat
Die die wir uns
Die Welt-ein Tor zu tausend Wüsten stumm und kalt! Wer das verlor, was Du verlorst, macht nirgends halt.
(LlLIENCRO~
)
37
dein Lied im Wüstenvogel-Ton!Versteck, du Narr, dein blutend Herz in Eis und Hohn!
Nun und und Zwei
Krahen schrein ziehen schwirren Flugs zur Stadt: wird es schnein,clem, cler keine Heimat hat!
Auch ganz Ein unersattlich Langen, Dürsten, Irn Mass des Kórper lichcn, das uns eigen, uns immer geistiger emporzufürsten:
36 schonste Madchen van der WeIt, Mecklenburger Rasse, endlich mit mir unterm Zelt Ostmanns Elbterrasse.
Dies flimmergrüne Augenpaar, in Rotdorn und Syringen: es ist j a Frühling ganz und gar, und alle Menschen singen. Der dicke Zopf. dies schwarze Haar, ich muss es wütend packen; der Minnegottchen muntre Schar spíelt íhr um Brust und Nacken.
wollen wir uns stilI die Hande gebcn vorwarts gehen, fromm, fast ohne Zagcn, dieses grosste Lebenswagnis wagen: miteinandcr ganz verschlungne Leben.
Und wollen unerrnüdlich weiterweben an den für uns nun vóllig neuen Tagcn und jeden Abend, jeden Morgcn Iragcn. ob wir auch ganz Ein Ringen und Ein Strcbcn.
(NIETZSCHE)
Das echt sitzt auf
Sehellentrommel scholl so dumpf, Fiedel schrie dazwischen; machten fix uns auf den Strumpf, in den Kreis zu mischen.
Und schleiften ohne Ballhandschuh, halli, hallo, la Leben! Ein Viertelstündchen immerzu ein einzig Drehn und Schweben !
stehst du bleich, Winter-Wanderschaft verflucht, Rauche gleich, stets nach kaltern Himmeln sucht.
Flieg, Vogel, schnarr
Die und bald weh
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Und dieses Nackens herber Guss, stolz wie bei Koniginnen ! Gleieh taumel ieh von Kuss zu Kuss und bin nicht mehr bci Sinnen.
hat!
Nun stehst du starr, schaust rückwarts, aeh! wie lange schon! Was bist du Narr vor Winters in die Welt entflohn?
Nun zur dem der
INCLUIDAS
Dass wir wie Eines Pfeiles Schaft am Schlusse in-eins-verflochten und in Einem Schusse, ein neues Reich hohrer Geburt ersteigen. (MORGENSTER:'-l
38 Sag, was wi ll das Sag, wie band es Ach, du warst in meine Schwester
Schicksal uns bereiten? uns so rein genau? abzelebten Zeiten ocler meine Frau.
)
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POES1AS INCLUIDAS
POES1AS INCLUIDAS Kanntest jeden Zug in meinem Wesen, spahtest, wie die reinste Nerve klingt, konntest mich mit Einem Blicke Iesen, den so schwer ein sterblich Aug durchdringt;
Ich bin ermüdt, ich hab geführt die Tages Bürd: Es muss einst Abend werden. Erlos mich, Herr, spannaus den Pflug, es ist genug l Nimm von mir die Beschwerden.
tropftest Massigung dem heissen Blute, richtetest den wilden irren Lauf', und in deincn Engelsarmen ruhte die zerstorte Brust sich wieder auf.
Die grosse Last hat mich gedrückt, ja schier erstickt, so vieIe lange Jahre. Ach, lass mich fin den, was ich such: Es ist genug! Mit solcher Kreuzes Ware.
(GoETHE)
39
Nun gute Nacht, ihr meine Freund, ihr meine Feind, ihr Guten und ihr Bosen ! Euch folg die Treu, euch folg der TrugEs ist genug! Mein Gott wiII mich auflosen,
Selige Sehnsucht Sagt es niemand, nur den Weisen, weil die Menge gIeich verhóhnet l Das Lebend'ge will ich preisen, das nach Flammentod sich sehnet.
So nimm nun, Herr! hin meine Seel, die ich befehl in deine Hand und Pflege. Schreib sie ein, in dein Lebensbuch, Es ist genug! Dass ich mich schlafen lege.
In der Liebesnachte Kühlung, die dich zeugte, wo du zeugtest, íiberfallt dich fremde Fühlung, wenn die stille Kerze Ieuchtet.
Nicht besser soU es mir ergehn, als wie geschehn den Vatern, die erworben durch ihren Tod des Lebens Ruh. Es ist genug! Es sei also gestorben!
Nicht mehr
bleibest du umfangen in der Finsternis Beschattung, und dich reisset neu Verlangen auf zu hoherer Begattung. Keine Ferne macht dich schwierig, kommst geflogen und gebannt, und zuletzt, des Lichts begíerig, bist du, Schmetterling, verbrannt. Und solang du das nicht hast, dieses: Stirb und werde! bist du nur ein triiber Gast auf der dunklen Erde. (GoETHE)
40
Sterbelied Es ist genug! mein matter Sinn sehnt sich dahin, wo meine Vater Ich hab es endlich guten Fug, es ist genug! Ich muss mir Rast
schlafen. verschaffen.
13S
(ANTON ULRICH, duque de Braunschweig-Lüneburg ; siglo XVII)
41
Ode an Landauer
Sei froh! Du hast das gute Los erkoren, denn tief und treu ward eine Seele dir; der Freunde Freund zu sein, bist du geboren, dies zeugen dir am Feste wir. Und selig, wer im eignen Hause Frieden, wie du, und Lieb' und Fülle sieht und Ruh; manch Leben ist, wie Licht und Nacht, verschieden, in goldner Mitte wohnest duo Dir am und der
glánzt die Sonn' in wohlgebauter Halle, Berge reift die Sonne dir den Wein, immer gJücklich führt die Güter alle kluge Gott dir aus und ein.
136
POESíAS INCLUIDAS Und Kind gedeiht und Mutter um den Gatten, und wie den Wald die goldne Wolke krónt, so seid auch ihr um ihn, geliebte Schatten! ihr Seligen, an ihn gew6hnt! O seid mit ihm! Denn Wolk und Winde ziehen unruhig ofters über Land und Haus, doch ruht das Herz von allen Lebensmühen im heil'gen Angedenken aus. Und sieh ! aus Freude sagen wir van Sorgen ; wie dunkler Wein, erfreut auch ernster Sang; das Fest verhallt, und jedes gehet morgen auf schrnaler Erde seinen Gang.
Voces de muerte sonaron
Carda
Larca
¿Para qué llamar caminos
Antonio Machado
Una tarde la princesa
Rubén Daría
Daros lástima quisiera
Quevedo
Salír por fin, salir
Jorge Guillén.
Esta rota y cansada pesadumbre
Fernando
Pues si vemos lo presente
Jorge Manrique
Ist's sehon spat im Jahr? Hab noch im Ohr der Lerche Ton, und doeh wandert sehon der Star, schon der Storeh davon.
Docta la mano del Criador eterno
Juan Pablo Forner
Falbes Haar ward weiss? Durch seine Stráhne brach Morgenrot in Morgentraum, und nun kahl und greis?
Acá la calle solitaria
José Rosas Moreno
(HOLDERLIN)
42
AUTORES DE LOS POEMAS EN ESPAJSIOL NO eIT ADOS EN EL TEXTO
Ist's schon. spiit?
noch
j
kaum
Oh, casa con dos puertas que es la mía
Enrique
de Herrera
Gonrále;
Martine:
Bajo la calma del sueño
Leopoldo
La luna va por el agua
Carcía Lorca
Heiliger Herr und Gott! So war ich jung, so ward ich alt? Herr, und karn die Stunde bald, hilf mir in der Not.
He venido por la senda
Juan Ramón
Por triunfos miras, despiadada muerte
Manuel María Arjona
Vater mein und Trost! Der bunte Herbst ist bald verweht. Hilf, dass keiner naekend geht in den Winterfrost.
Yo quiero ser llorando el hortelano
Miguel Herndnde ;
(R. A.
SCHRODER)
Lugones
Jiménez
Ni amor canto, ni herrnosura
Campoamor
Ved de euán poco valor
Jorge Manrique
Hasta ti, Astro
Juan
j
Nadie como ella! Tenía
Antonio
Leonldas
Qué alegría, vivir
Pedro Salinas 137
Corretjer
N. Yerovi
fNDICE
Nota sobre el libro y el autor
7
Prólogo .
11
La tarea
Introducción: I.
13
Coniiguracián
Captación:
: verbal
de
la
poesía.
15
1. Ritmo y melodía
II.
17 25
2.
Imagen
y metáfora
3.
Temple
de ánimo
y estilo
Conceptos
Valoración:
mentales
42
normativos
funda-
.
1. Lo auténtico
Ill.
.
53 y -lo inauténtico
2.
Lo original y lo no original.
3.
Lo plasmado
Interpretación:
54 67
y ID meramente
hablado
¿Qué nos da la poesía? _
1. Autonomía y limitación de lo estético en la creación poética . y belleza _
2.
Concordancia
de verdad
3.
Concordancia
de gravedad
Confirmación ejemplo de prosa.
Conclusión:
Texto original
y juego
81 89 91 100 106
de lo anterior con un
de las poesías
112 incluidas
_
Autores de los poemas en español no citados en el texto
118 137
OTROS BREVIARIOS PUBLICADOS
por el Este libro se terminó de imprimir el día 15 de Enero de 1979 en los talleres de Lito Ediciones Olimpia, S. A. Sevilla 109, y se encuadernó en Encuadernación Progreso, S. A. Municipio Libre 188, México 13, D. F. Se tiraron 3,000 ejemplares.
FONDO DE CULTURA ECONOMICA Barbara Lovett Cline Los creadores de la nueva fisica (Breviario
134)
F. P. Dickson La bóveda de la noche (Breviario 250)
w. T. Jones Las ciencias y las humanidades Conflicto y reconciliación (Breviario 266)
Herbert Harold Read Geología, Introducción al estudio de la tierra (Breviario
14)
Bertrand Russell Religión y ciencia (Breviario 55)
George Alfred Leon Sarton Ciencia antigua y civilización moderna (Breviario
155)
John Humphreys Storer La trama de la vida, Introducción a la ecología (Breviario
143)