constitución de la República de Colombia, y en «años». Al considerar críticamente las muestras de este patrón de periodificación, puede concluirse que su carácter ad hoc más que significar un intento de captación de lo específico del proceso histórico venezolano, demuestra subordinación a lo históricamente circunstancial, si es que no denota arbitrariedad interpretativa. Rafael María Baralt estableció este patrón de periodificación al dividir su obra en 2 partes: Resumen de la historia de Venezuela desde el descubrimiento de su territorio por los castellanos en el siglo XV, hasta el año 1797 y Resumen de la historia de Venezuela desde el año de 1797 hasta el de 1830 (1841-1843). Al tomar la conspiración de Juan Bautista Picornell, Manuel Gual y José María España como divisoria entre el período colonial y el inicio de la Independencia, sentó la pauta de aislar del período anterior a la independencia y sus prolegómenos. Guillermo Tell Villegas, en su obra Instrucción popular en Venezuela (1899), fundándose en un expreso criterio político, distinguió 4 estadios o fases políticas: «...Primera. La del tiempo que permaneció bajo el gobierno de España, o séase la colonial, que principió el 1 de agosto de 1498, en que las carabelas ibéricas descubrieron nuestras costas, y su jefe tomó posesión de nuestro país a nombre de la Corona de Castilla, hasta el 19 de abril de 1810, en que el país, iluminado políticamente por la antorcha de la revolución francesa, y con la conciencia de su derecho, dio el primer paso que lo separara de la madre patria. Segunda. La de la guerra, comenzada por España, que rechazó la demanda, y terminada en el glorioso campo de Carabobo el 24 de junio de 1821. Tercera. La que en 1821 principió en la cuna, y en 1830 terminó en la tumba de Colombia, de esa colosal República que surgió para crear una ilusión y engendrar una esperanza. Cuarta. La de su autonomía, que data desde 1830 en que, separándose de la unidad colombiana, tomó asiento entre las naciones soberanas...» Sorprende, en este esquema, la ingenuidad en la demarcación cronológica de los estadios, que llega hasta señalar año, mes y día, sin tomar en consideración la imbricación de los procesos políticos. Igualmente llama la atención el desequilibrio cronológico entre los estadios. José Gil Fortoul, en su Historia constitucional de Venezuela (1907), introdujo una variante inspirada en el ordenamiento constitucional. Distingue un primer período denominado Colonia, que culmina en 1809, con lo que se diferencia significativamente del esquema aplicado por Baralt, por cuanto considera los primeros síntomas de la crisis política de la sociedad colonial como parte del período colonial. El segundo período, «La Independencia», se inicia en 1810 y culmina con la «Disolución de Colombia» y la muerte de Bolívar, en 1830. El tercer período, «Reconstitución de la República. La Oligarquía Conservadora», se inicia en 1830 y se cierra con los acontecimientos del 24 de enero de 1848. El cuarto período, «La Oligarquía Liberal», se extiende hasta 1863. Además, previó otros períodos denominados «La Federación», «La Autocracia», El Eclecticismo» y «La Restauración», con lo que habría pagado tributo a lo meramente circunstancial hasta debilitar todo su esquema, en el cual lo más novedoso fue la periodificación del lapso 1830-1863, que ha perdurado hasta hoy. Respecto de este esquema de periodificación, el cual enriquece el esquema básico respetándolo en lo esencial, es oportuno señalar que en su concepción pesa mucho el criterio constitucionalista del autor, el cual le lleva a centrar su historia en la evolución de la forma constitucional, aunque sin desatender la práctica política consiguiente. En cuanto a su demarcación en «oligarquías», pareciera que no tuvo por objeto el delimitar períodos históricos en sentido estricto,