«Algo de sagrado y divino se asociaba naturalmente a estas ciudades que los dioses habían ergi do, y que seguan lenando con su presencia. Sábese que las tradiciones romanas promean a Roma la eternidad;; cada ciudad tena tradiciones semejantes. eternidad Todas las cudades se erigan para ser eternas». Fuste[ de Coulanges
1 •
'La ciudad antiga, Península, Barceona 1984, 57.
Cubieta: Autor © Víctor Uuta - © Edtoial Vebo Dvno, Dvno, 1999. Pinted in Spain.
Contenido •
Teor Teorías ías socia sociales les y sociologa sociologa urb urba a na na
7
Los orígenes: una larga histoia ...........
7
2 Las tadiciones teóricas teóricas de de la sociología ubana ... ..... ...... ...... ..
9
3 Constant Constantes es metodológicas y ámbitos ámbitos del paradigma urbano ...............
26
l.
comunidad-asociación.. 2.. La dicotomía comunidad-asociación.. Ferdinand Tnnies, Comunidad-aso ciación....................................... ciación ....................................... 2.2. La perspect perspectiva iva psico-socioógica .. Georg Simmel, Las gandes ciudades in telectual.............................. .............................. y la vida intelectual
80
2.3 La dicotomía rulurbano Louis With, El urbanismo como mo do de vida vid a............................................
96
. . .. . .
2. Pnaó Pnaónn y oentaciones oentaciones p as l 35
1. Pesentación .....................................
35
2. Oien Oientacio tacioes es para la lectura lectura de los extos
36
80 89 89
96
3 La ciudad omo sistema socio-espacial y comunidad política 09 Max Webe, La ciudad (la dominación no legítima) 09 . . . ..... .. . ... . . . . .
3 Selec Selección ción de textos
37
Los ecólogos urbanos: la ciudad como sis tema ecológico
37
1.
....
. . . .. . . . . . . . . . . .
... .. . . . . . . . .. .. . . . . . . .
Un pgrama de investigación........ investigación........ ciudad....................... Robet Pak, La ciudad.......................
37
orígenes...................................... 1.2 Los orígenes...................................... Gideon Sjober, Origen y evolución de la ciudad............................................... ciudad...............................................
60
urbana.................... 3 La comunidad urbana.................... Theodo Adoo Ado o y Max Horkhe Horkh eime, Estudios de comunidad....................... comunidad.......................
69
l
37
4 La ciudad como unidad de consumo cole tivo y como escenario de la lucha de clases 38 4. La urbanización como pceso revolu cionario 38 Henri Lefebvre, De la ciudad a la so ciedad urbana....................................... urbana....................................... 38 . . . . . . . . . . . .. ... .
2 La cultu urbana la ciudad como expre sión y forma cultural
.
60
69 80
42. La crítica a la ideologización de la ciu dad.................................................... dad .................................................... 47 Manuel Castells, La cuestión urbana 47 4.3. ciudad en la economía mundializada 70 Saskia Sassen El complejo urbano de una economía mundial 70 . . .
PARA COMPRENDER QUÉ ES LA CIA
5
1
Teorías sociales y sociología urbana
1 . Los orígenes: una larga hstoria hstoria
L
os orígenes de la sociología urbana se con nden con la expansión de la sociología y de :, ncias sociales en general a inales del siglo pa , Bien es cierto que no puede hablarse con pro ' de la sociología urbana como una subdisci o especialidad encajada en la sociología sino 1 en cabe hablar de aspectos temas o líneas de ·kón relacionadas con la ciudad la vida urbana oceso de urbaniación Por otra parte todos cepos que han dado pie a la existencia de la gí gía a urbana tanto desde la sociologí sociología a como • tras disciplinas al estar cargados con mayor " 1or intensidad de contenidos presentes a lo 1 e la historia de las ciencias sociales y de sus fntaciones teóricas han provocado peranen1 ('S bates sobre la pertinencia o no de esta espe zción zción o subdisciplina No obstante en una de , eras publicaciones realiadas en Espa España ña so ateria (El proceso urbano de Leonard Reiss 1) en la que se reconocían estas cuestiones se aba ya la «extensa bibliograía sobre so ga urbana»; 2 la diicultad «de estudiar y de .
comprender la ciudad» debido al intrincado tejido de ctores y ueras que concurren en ella verda dero crisol de la historia de la humanidad y 3 la iortancia de una sociología de la ciudad» como requisito esencial y preliminar para cualquier com prensión de la misma y de sus unciones Se hacía también una invitación expresa a los sociólogos eu ropeos para «construir un cuerpo de conocimiento sobre sus propias ciudades» ¿Cómo y cuándo surgieron los primeros trabajos sobre la ciudad o sobre cuestiones relacionadas con ella? ¿Dónde se localian sus raíces teóricas o sus re erencias cientíicas? ¿Cómo se aguó el interés por la ciudad? El breve repaso históricobibliográico que se inicia a continuación tiene por objeto recu perar esas señas de identidad primeras y elementa les que permitirán después construir el entramado teórico que sustenta a la sociología urbana En 894 C H Cooley publicaba un trabajo so bre la localiación de las ciudades (The Theo of ransportation) Tnnies en su obra capital Ge3 •
Ve en la Inoduccón (Pefato Remarks: The Theo of the City) realizada po D. Matindae en Max Webe The Cit, Fee Pess 1958 (publaón en español en n Mandae Comndad caácter y civilización Padós Bueno Ae 169 capíulo 5 «La ea de a udd» 27-175) 1
Reissman, El pceso urbano, Gustavo Gli Bacelona 1'72
PRA COMRENDER QUÉ ES LA CIDAD
7
meinschaft und Gesellschaft (1887), comienza a refle
jar espacialmente las características de las socieda des de su famosa dicotomía (vida urbana-vida cos mopolita, pueblo-ciudad). Max Weber, en su disera ción doctoral (1889), se ocupa especalmente de las ciudades mercantiles italianas de Génova y Pisa y de su relación con las regulaciones mercantiles de las empresas comerciales en la edad media. La ciudad es para él un pretexto ara eelificar la estación de la nuevas formas de oder y a «ciudadcomuni dad urbana occidental» la condición necesaria, aun que no suficiente, que permite el desarrollo del ca pitalismo. En un enfque más específico, Pirenne describe en sus dos obras más influyentes, Early Deocrcies in the Low Countries, Urban Society and Political Coict in the Middle Ages and the Renaissance (910/915) y Las ciudades en la Edad Media
(original en 1939), CQO en la ciudad reside el e men ue ha hecho osible el desallo de l _ de mocracias actuales. De la misma forma que Weber, Adam Smith se centra en Venecia, Génova y Pisa para explicar las diferencias rurales/urbanas y su conexión con «el progreso de la opulencia» y con la emergencia de la sociedad comercial. En el libro 3 de La riqueza de las naciones Smith elabora muchos temas que han apa recido en debates posteriores tales como las divisio nes culturales entre comerciantes y propietarios de la tierra, y por encima de todo la autonomía de la ciudad euroea respecto del camo , en eneral, su inuencia en el desarrollo del sistemacaitalista . Engels también fijó parte de su atención sobre los efectos del desarrollo de las ciudades en las clases trabajadoras y en especial en Manchester en su co nocida obra The Conditions of the Working Class in England (1845) y en la posterior El problema de la vi vienda (872/1887). Más secundariamente, Marx lla a la atención en Las formaciones económicas pre capitalistas (1850) sobre las relaciones campo/ciu dad e interpreta las formas urbanas como «depen dientes del modo de producción», entrelazando éste con la evolución de las ciudades 5
•
' C R. J Hoon, Cities, Capialim and Cvilizaon Allen ad Unwi, 1986 34 5 Cf R I Holton o. c 20 45
Simme, con la publicación de su influyente tra bajo de 1903, Las ndes ciudades y la vida intelectual 6, fundamenta las bases culturales de las ciuda des, las ambigüedades sociológicas de su lectura y a estrecha relación existente entre individuo-ciudad vida/sociedad moderna dando pie a un uctífero de bate sobre la perinencia de una cultura urbana y creando una nueva perspectiva socio-psicológica de la ciudad. Requiere una mención especial, por lo que su pone el centrarse en «las ciudades» como obeto es pecífico de análisis el trabajo pionero efectuado por A. F Wber, e Growth of Cities in the Nineteenth Centu (189), fruto de su tesis doctoral de 894. A. F Weber, que dirigió the Cities Census Committee, Inc. (USA) entre 1924 y 1932, desarrolla un extenso análisis estadístico/demográfico del proceso de ur banización mundial del que extrae conclusiones acerca del papel de las ciudades en la confguración del orden moral de la sociedad industrial En este trabajo se recogen, de forma temprana, algunas constantes analíticas: la reación entre el crecimiento de las ciudades y el «desorden moral» que supuestamente ello implica y la dicotomía con flictiva campociudad, argumentos que flotaban en el ambiente y que dieron paso, en décadas posterio res, a otros análisis más sistematizados y finos por parte de otros clásicos de la sociología , de forma especial, de la sociología urbana Ciertamente, todos estos autores que se ocupa ron de las ciudades con ocasión de otros análisis más amplios y globales (la transición de la sociedad feudal a la capitalista o de la sociedad tradicional a la sociedad industrial, etc) indican ya algunas cons tantes en la historia de la sociología urbana, en sus· relaciones con las teorías sociológicas y con el resto de las ciencias sociales La utilización de la ciudad como recurso ámbi to o institución cave a la que se recurre a la hora de fundamentar teorías o interpretaciones sociológicas generales
• Cf p 89
!a co{1sión o mbiüedd, a la hra de situar 'I ppctiva causal, tan en bga en ls ríge1 as ciencias sciales, ls prblemas derivads cciient urban que unas veces eran cnsi s efect de las prpias ciudades y tras del «a» (fera éste calificad cm indusrial alista). Los diferentes entoos ulturles de las cmu ades científicas en las que brtarn las terías ca de la sciedad de la ciudad En términs raes pdems diferenciar el entoo eurpeo, cad más ntriamene pr el pensamient p y ecnómic de las ciudades y el nortemeri 0, en el que prevaleciern ls aspects culturales egráics En esta división en ls rígenes den apreciarse las inclinacines que psterir te han marcad las diversas escuelas y ls de s a un y tr lad del Atlántic En un cas, en ue la vida urbana se cnaba pr sigls, se hacía capié en ls rasgs jurídic-plíics de la cmu ad urbana Las ciudades eran vstas cm insti nes píticas (WebePirenne sn ls máxims nenes de esta cncepción) En el tr cas cn 1 vida urbana incipiente per intensa, el interés ba en trn al chque cultural y al crecimien gráfic que se gestaba en aquella sciedad e chque cultural era dble y cuzad: entre el (civilizad y urban) y el este (salvaje y ural) el inerir de ls grandes núcles habitads (en s distints grups étnics, nativs e inmigran ue residían en sus distrits) L nstituionlizión de ls esuels soiológs en el senid establecid pr Khun para la stcción de ls paradigmas científics Es muy gificativa para la esrcturación de la scilgía bana la expansión de ls primers Departaments Scilgía en la prmera década del presente si y en especial la cnslidación del Depatament Scilgía de la Universidad de Chicag dirigid r Albin Small En este prces rganizativ/ins ucinal la simulaneidad de ls trabajs publica es e investigacines sbre la ciudad y ls «pr mas sciales» ue ttal, de tal rma que n cabía abar de planteamients teórics diferenciads «articulares»
Esas cnstanes, ttal parcialmente cnside radas han generad innumerabes prblemas epis temlógics a l larg de la ya larga tradición de la scilgía urbana que ha suid ls avatares de la scilgía cm disciplina cientíca y c prfe sión. Han inuid en ell ls cntexs culturales, las escuelas académicas, ls grandes mdels sci lógics, etc, así cm el cntact nteriz cn tras disciplinas clindantes cn la scilgía la antrplgía la ecnmía, la hisria y la gegra ía) Td ell ha cntribuid a estucturar una es pecialidad que se ha mstrad cm una de las más ricas y sólidas de la scilgía Así, el númer de publicacines acerca de las ciudades, del prces de urbanización de sus cm pnentes más específics, deivads de la tería de la acción scial sbre el espaci urban, es casi infi nit. as revisas especializadas, las escuelas acadé micas y de pensamient han sid y sn también múltiples, así cm ls enfques paticulares y lí neas de investigación en desarrll
2. Las tradiciones teóricas de la sociologa urbana Aunque s primers clásics de la scilgía n estuviern interesads en el fenómen urban en sí mism de una manera directa y cenral parece evi dente que su influencia en la pujante scigía ur bana ructificó cn psteriridad debid a la desi gua recepción que sus escrits tuviern en a c munidad de ls cientíics sciales ndependienemente de ls trabajs de Marx, Weber y Durkheim, la scilgía emergió en ls pri mers añs del sigl X cm una disciplina prin cipalmente interesada pr la naturaleza de la vida urbana muy especialmene, pr ls llamads «rblemas urbans» e desemple la 2breza, el desaraig, la cngestión, etc En ámbit francés, a pryección de la scigía se debió en gran pate a inluj de Durheim (L'Année Soioloique) e Play y L Siene Soile. En el cas anglsajón a s cilgía de las ciudades dminó la investigación s PAR COMPRENDER QUÉ S LA CTUDAD
9
ciológica desde el prncipio y demostró con destreza cómo se desarrollaban las relaciones sociales en la agmentada sociedad de la época De cualquier fora, y debido al fuere impulso académico y a los recursos conseguidos por los De paramenos de Sociología de los EE.UU, ese país desarrolló muy prono la invesigación urbana Sus iniciadores bebieron en las fuenes cenro-europeas (Simel, Tnnies, Durkheim, más arde Weber) , a ravés de sus aplicaciones al desarrollo de sus ciu dades, hegemonizaron el pensamieno urbano hasa los años 70 cuando las inquieudes críicas europeas frucificaron en una nueva frma de enender lo ur bano Esa corriene (la «nueva sociología urbana»), impregnada de las eorías críicas maxisas y webe rianas, abrió nuevas áreas de invesigación, inrodu ciendo las «perspecivas olíicas» de los moviÍen os sociales urbnos, as conexiones económicas del eQª! urbano y as prspecivas glales acro sociológicas) de los fenómenos analizados consu mo colecivo, poder, desarrollo económico) Todas esas grandes corrienes «coninenales» se complican y enriquecen en su confonación con los problemas de oros países olvidados: aquellos en los que, simpliicadamene, ubicamos a los lla mados «países del Tercer Mundo o países subdesa rrollados» La realidad resulane es así más com pleja, de al forma que el esizae ideológico y la búsqueda de nuevos horizones emprendida por el conjuno de las ciencias sociales ha do configuran do modelos e inerpreaciones que inegran con cepos y planeamienos aparenemene conra puesos La presenación que de odas esas g@ndes di ciones se realiza a coninuación es un ineno de sín is que, en lógica con lo expueso hasa ahora, deja las pueras abiertas a modos de pensamieno que considero no cerados y a los que recurro con exi bilidad ideológica para exraer pauas y crierios de invesigación. 7 •
Cf. M. Savage, A Wade, Urban Sociology, Captalism and Modeit, Contnuum Nueva York 1993 9 7
1Ü
PARA COMPRENDER QUÉ ES L CIDAD
a) Los ecólogos urbanos: la ciudad como sistma ecológico
Desde su consiución en 1892, el Depaameno de Sociología de la Universidad de Chicago arcó los deroeros de la sociología en los USA y uy es pecialmene de la sociología urbana En gran pare, su inuenca no ha cesado hasa nuesros días, aun que su inuo, ejercido en un principio desde la he gemonía de sus rabajos en el Ameican Joual of Sociology, ha variado de foma desigual en el empo (muy fee en las primeras décadas, más moderado y consane en las poseriores a la Segunda Guera Mundial) Esa influencia no se ha limiado úncamene a la soiogía urbana Oras disciplinas coo la geo graía y la anropoogía recibieron ambién su im paco, que ha llegado incluso a provocar, al menos enre los anropólogos sociales, 8
9
«una angustia crónica po no se suficentemene dfeentes de los socóogos urbanos, especalmente de os pmeros socióogos uranos» 10•
Todavía ho, debido ano a su coherencia iner na como a la exhausiva agenda que diseñó Park para la sociología urbana, The Ci sigue siendo 1
Esta inuenca se efleja en las constantes eferencas en los anuaes y publcacones de los geógaos especalmente en los «ubanos» o «hmanos Ve po eemplo, J H. Johnson, Geo rfía urbana Okos-tau Barcelona 1974 o en nuesto contexto español Puyol, Estébanez Méndez Georaa humana, Cáeda Madd 988. ' U Hannez, en su lbro Exploración de la ciudad, FCE Ma dd 993 (ª ed. en nglés: Explon the Cit. Inquirie Toward a Urban Anthropolo es de 1980; 1 ed en espao es de 1986 Mé xco) hace un ecodo pecso de las eacones, en sus oígenes ente la socologa ubana y la antopooga ubana. º C. o c 9. R. Pak, . W. Bugess Cit (Intoduccón de M ano wtz cap. IV de R D. McKenze y cap X de L Wth) Unvesty of Chcago Pess 1967 pmea publcacón del tabao de R. Pak The Cty: Suggestons fo te Investgation of Huan Be havo n the Cty nvonent», American ournal of Sociolog 20 mach 915) 577612, evsado en 1925 y eedado en la pu blcacón ct.). Ve otos tabaos de R. Pak en On Social Control and Collective Behavior, Unvesty o Chcago Press, 967, ente ellos: The Cty as a Socal Laboato 39. 8
1
uno de los libros más citados no sólo en los textos de sociología urbana, sino también en oras disciplinas que confuyen en los análisis urbanos. Asimismo el odelo de las zonas concénricas diseñado por Bur gess a partir de las esructuras de usos del suelo en Chicago de los años 20 con objeo de describir el crecimiento urbano y las estructuras básicas de la segregación social es una referencia obligada para uchos sociólogos y geógrafos urbanos Estas pimeras formulaciones dieron paso a oras más precisas que perseguían 12
«descrbr la repetición de a disposición geográfica de as áreas, de acuerdo con una sere de factores como por ejempo e vaor de suelo la accesbldad y e proceso de crecimiento urbano» 13.
Entre los planeamientos primeros de los ecólo gos urbanos y las ormulaciones más maduras eec1 uadas por Hawley en su obra Teoría de la ecología humana hay un largo trayecto en el que se entrecru an elementos de la ecología como disciplina bioló gica (que da soporte a la ecología urbana) y la eco gía humana como disciplina sociológica que han echo que «éste permanezca como un infuyene a digma en la sociología urbana teporáa» 4 1
En sus orígenes, los ecólogos pretendían situar en una perspectiva de los enómenos sociales dis nta de la que podían tener la sociología o la eco omía Se trataba de aplicar una metodología que, 'Xraída de las ciencias naurales y, en concreto, de recién nacida ecología, cuyos avances en la expli ción de los fenómenos biológicos era verdadera ente notable, fuera válida para el análisis de los fe ómenos sociales, fundamentalmene de aquellos ue enían una dimensión espacial muy evidente Al
2
Entr otra, alo algunas má signiicativa: modlo o eía d lo cor» dl conomita Hoyt (Te Structure and ;mwh of Residenial Neighboord in Aerican Citie, Wahing 1939); «modlo o tora plurinucar» d lo gógrao HaTi & Ullman ( Natur of Citi» Annal of the Aerican kadey of Poliical and Social Science 242 [1945] 717). Cf H Jonon Geografía Urbana Oiko-au Barclona 74 23 Cf W G Flanagan Contepora Urban Sociolog, Cam bidg U P. 1993 67
enentarse con el innegable efecto de la cultura y de la acción humana sobre la estrucura social y su proyección espacial, optaron por la consideración únicamente de los aspecos espontáneos (bióticos) distinguiéndolos de los culturales «La consideracón puede parecer acualmente un tanto ingenua pero hay que suarse en e contexto de la ciudad de Chcago en los años 20 en una eferves cenca socia consderabe que producía ransforma ciones espacaes con una rapidez y conundencia no abes, para comprender hasta qué puno se podía consderar la cudad como un auéntico aboratoro soca en e qe se podan estudiar con oda clardad os extremos de ese comporamieno socia que gene raba taes convusones espaciaes» 5•
VaQ7, cesió, cmpetición
y
sereación
son algunos de los concepos utilizados para expre sar los cambios urbanos como procesos natles a través de los cuaes preenden explicar cómo se si túan en el espacio» los grupos, cómo se unen o se paran de acuerdo con su homogeneidad social. Todo ello en el «ecosistema» llamado «ciudad», entendida como na entidad natal e independiente como comnidad y, por tanto, un medio ecológico «Oros entornos ambienaes asimsmo definidos fueron e barro y a región, aunque nunca uvieron los finos ímes de a cudad ni en elos la unidad so cia era tan cara. La ciudad en otras paabras ea visa como una unidad ecológica en a que modelos y procesos se podan discernir por las mismas técncas y desde as mismas perspecivas que as usadas en a naturaeza» "
Estos planteamientos sufren un giro a partir del impulso que Hawley da a los nuevos trabaos de la ecología humana Díez Nicolás lo expresa de la si guiene forma: «¿Cuáles son los puntos más impotantes de esta nueva ecooga humana? E más impoante es el de considerar que la ecoogía humana constituye un sis-
13
14
" C J La, Perpecva ociológica Matr d Educación Aminta UNED Madrid 1993, mimo 7. Cf L Rima o. c, 113 PARA COMPRENDER QUÉ ES LA CIUDAD
11
lema <.>ico pr os ssL·1s so'ks, 0 p un m aa : dd E é d Hwy h d gt d v v d gzó d t tó d f q tzb ó x t d dd átt x q t y t» 17•
En parte, la nuicón de que la ecología humana ba en otra dreccón dstnta a la cudad o al menos no restrngda a ella estaba ya presene en uno de los mejores estudantes de Park Wrth que n su trabajo Huan Ecology dce: « gí d gí á b tv étd y d t td tí d vd y tt gí d g bá td » 8
El legado de la ecología human en los estudos urbanos más específcamente en la socología ur bana puede calfcarse de defntvo. Su concepcón de lo urbano/la cudad como sstema ecológco ha demostrado ser fructífero desde los años 20 hasta nuestros días Señalaremos tres líneas fundamenta les • Los estudios de counidad Dentro de su ampltud de contendos y orenta cones pueden destacarse tres perspectvas
El texto pertenc al prólogo d la obra d A. Hawley, ' estructu de los sistemas sociales, Tecnos, Madrid 1966 La pri mra publcación de A Hawle, Ecología humana, e también de Tecnos, Madrd 962 (Traduccón de J. Jmnez Banco). La pr sentación más xhauva de a ecooga humana cf en G A Theodorson, Estudios de ecolog humana, Labor Barcelona 1974 (2 tomos). a mejor sntess de as tndncias de la cooga hu mana c. en J. Dz Nicoá Especialización funcional y domina cin en la España urbana, Guadarrama Madrid 1972, epcica mene el cap I "Ver L. Wrth, «Human Ecology» n Community Li and Social Polic, Th Univrsity of Chicago Press 1956, 33-12 O ginalmente pubicado Ameican Joual of Sociology (may 195). 17
✓ - La epistemolóic, en tanto que su nterés se centra en la búsqueda de un modelo típco de «co mundad o grupo» que explque el funconameno del conjunto de la socedad El desarollo de estos estudos se enmarca en un momento clave de la reorentacón de la cenca so cal ante la dfcultad de explcar desde una pers pectva teórca globa la complejdad de la socedad moderna Esta socedad, surgda tras las convulso nes polítcas económcas y socales que dejara la II Guera Mundal se refleja « tí tíf q g d td b d tíf y d tó t t ú tvdd tdví b q d d tz q dd d ttdd y b x d t» (Ad/H 97 49) 19 •
Desde ese punto e vta las cudades de diensiones edias 0 permten afrontar con éxto es tudos que puedan «extrapolar resultados aplcables a la totaldad socal» 21• Adorno y Horkhemer seña lan dstntos aspectos y dfcultades que lman el objetvo de este ntento el contexto hsórcosoca (por ejemplo la rayectora urbana de Europa y los USA el entorno ural/urbano en la aplcacón del concepto de comundad y en las relacones econó mcas de ambos etc) Las objecones epstemológ cas son graves: «S í dd d q tg t «tt» z -
La ínis reaizada por Adorno/Horkheimer en e cap. 0 Estudios de comunidad en su pubicación a sociedad Prote Bunos Air 197 (2 dición) scrita n los años 50 rflja con gran claridad os apectos undamentaes de este po de rabajos, de o qu ofrecn una xtnsa reacón d pubicacones rri das no óo a os USA sno tambn a Europa Central (muy s pecamente en Almana) Vr más adean, p 69 El subrayado s d los auores qu indican cómo tampoco es posible partir de las grandes ciudades dada su compleidad, para ctuar un análiss compleo (152). Ete es l caso d lo cláscos análsi de W L. Warnr de Yankee-ity o d R S Lynd & H. L Lynd de Middletown (1929) y Middletown in transition (1937) La ciudad se asocia de esa foma al concepto de comuni dad dfundido, entr oto, por MacVER. ª
20
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mente es conociiento del todo que se quiere susti tur por el estudio del sector. Pero aunque se prescin da del problema de s exsten cudades medias típicas, y a qué se reiere esa tpicidad, sgue sendo necesario postular el probema de principio de si as mas de vida asocatva observabls n una ciudad media son en la actualidad verdaderamente decisvas y si en cabo no o son agunas de as metrópols industra les que se oecen con mucha mayor dcultad a los métodos de nvestgación de los estudios de comun dad» E z á «los esdos de comunidd chocan con el hecho no accdental de la dvergencia de ndo entre la eoría de la sociedad, por un lado, y a nvestigación empíri ca por e otro» 22• N ñ j «una de as tentativas ms enérgicas que se hayan he cho para superar a ractura que dvide a cienca de la sociedad» " L cultura, _Q f ( ) L á á ( B ¿•) ( A T ) - W E ú 1 1 w z 1
t'S
á (� omo 4 E - U j Re-ctins n Cunity Studis : C S D W C ñ ✓ L subcutua[ á á ) J () á L z á S á E / á A z L á z 5 z 6 23 •
24
•
2
Esa pubcacón e Vch J. Bensman & M. R Sen, Reflections on ommunity Studies Harpe & Rw 1964 pantea una evón e eu e cmuna hacen hncapé en prbemas meógcs y en a renacón teóca e chs ests Oa pbcacón mptante en esa eccón: M. R. Sen The Ecipse o ommunit. An nteretation o Amerian Studies, arpe & Rw 96. C. . Vich & J Bensman Sma wn in Mass Societ, Pncetn Unv. Press 1958 (2 e evsaa en 968) Cf. D. Tmms, E mosaico urbano, IEAL, Mar 976 C. G Sues, he Socia Order o the Sum, The Unversy f Chcag Pess, 1968 y e onstrution o ommunities, The Unvey Chcag Pes, 1972 23
4
ª
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6
CI' Ado-Hrkheime, sociedad , Pte, B. Ares 1971, lú 70 <
PARA COMPRENDER QUÉ ES LA CIDAD
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especificidad cultural 27, o en la discusión mtodoló gica y su aplicación práctica a la planificación urba na 2s_ Los vecindarios o barrios han sido reconocidos ampliamente como coponentes significativos de la vida urbana no sólo desde un ánguo sociológico/co muniario, sino también desde la organización ad ministrativa/política de la ciudad, aunque tradcio nalmente han interesado más sus aspectos morfló gicos o arquitectónicos. En nuestro país han esca seado en comparación con el mundo anglosajón y el continental, los enfoques más directamente rela cionados con la organización socal de la comuni dad local entendida como bario o municipio Esta perspectiva ue contó inicialmente con la obra de Kning 29 y la de Anderson 30, no encontró tanto eco como los estudios ecológicos de carácter macroso ciológico realizados por Díez Nicolás 31• Por esa épo ca de los años 70 se suscitaba en España un interés por el desarrollo de nuestras ciudades , en ciertos círculos de intelectuales, proesionales y políticos, por la posibilidad de enmendar la situación urba nística nacional» 3 En este contexto, las aportacio nes fundamenales de la sociología urbana surgie ron desde una perspectiva teritorial/ecológica y, crí icamente, desde los enfques marxistas de Lefeb vre 33 y Castells 34 Los trabajos de Ledrut 35 y Keller 36
no encontraron seguidores en la misma medda ue aquéllos Desde la ncidencia interdisciplinar en la planifi cación urbana en España, cuando ésta se hizo obe to de reexión puede decirse que pesaron más los aspectos demográfico-ecológicos que los comunita rios, a pesar de que éstos ofrecían elementos de aná lisis «no rupturistas con la polítca oficial domi nante 37. Una variante de este enfoque subcultura! lo en contramos en los estudios de redes» aplicados a la ciudad En este caso, la comunidad es equparada a una red social (network). En palabras de uno de los seguidores de esta tendencia: «El análisis de las redes sociales ha liberado a estudio de a comunidad de su radicional preocupación por a soidaridad y a veracidad. E gran desplaza mieno en as ciencias sociaes hacia el análisis es rucura ha creado posibilidades para la inegración del estado de la comunidad en investigaciones sobre a familia, el hogar y a salud» 38•
El análsis de redes, concepto incoporado de la antropología urbana 39, se refiere a las cadenas de co37 Es imporante destaca un precedente en este sentido: el tabajo de G Aomar Teoa de la ciudad IEAL, 1980 (1 edición en 1947) que, siguiendo las coientes noteameicanas de la épo ca, introdujo e concepto de neigborhood unit como célula básica de planeamiento ubano (cf el comentaio de . de Terán en Pla neamiento urbano en la España contemporánea [1900190} Alianza Madrid (1 ed 1978) 1982 33-361 Deben eseñarse igualmente os abaos de M Gaviia, «Estudio sociológico del Gran San Bas» Rev. Arquitectura, n 113 y 114 (Madrid 1968) y Campo urbe y espacio del ocio, Siglo XI Madid 91 En otra diección distina a las anteriores se sitúa el tabajo de Vilasante (1984) que ace incapié en los aspectos metodológicos de algu nas de las tendencias de comunidad así como en su caácter al ternativo en el marco de los movimientos sociales ubanos Un atícuo «divulgativo y de sínesis sobre os conceptos de comu nidad es el de A de Miguel, «Agunas ideas sobe la modena so ciología de la ciudad» Ciudad y Territoio n 2 (abril-junio 1974) 6-4. 38 Es altamente indicativo el ttulo del tabajo de B. Wellman «Te Community Question Re-evaluated» en Powe Community and the Cit Comparative Urban and Community Research vol1 ed por M P Smith, Transaction Books 1988 Lógicamente la re evaluación está refida a las redes (cit p 81) Cf Hannerz o C «Pensa en edes 188-228 Es interesante destacar la incorporación de este concepto a áas que ª
27 Cf. C. S Fiscer, The Urban Experience, Harcourt Brace Jo vanovich 1976 "Cf S Keller El vecindao urbano, Siglo XI, Madid 1975 29 Cf R Kning, Sociología de la comunidad local, Euaméi ca Madrid 191 1 · ° Cf N. Anderson, Sociología de la comunidad urbana, FCE México 196 31 Cf J Díez Nicolás, o. , 1972 3 Cf Fenando de Teán, Planeamiento urbano en la España contemporánea (1900-1980) Aianza Madrid 1982 491 Cf H. Lefebve El derecho a la ciudad, Península Bacelo na 1969; revolución urbana, Alianza, Madrid 1972; Espacio y política Península Barcelona 1976 Cf M Castells, Problemas de investigación en sociología ur bana Siglo XI Madid 1971 cuestión urbana, Siglo XI Madrid 1974 'Cf R Ledu El espacio social de la ciudad Amooru, B Aies 1974; Socioogía urbana, IEAL Madid 1976 S Keller o. , 197 33
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bd r s co gú d ó re í (y po ano eegia), así raicaciones dno d un gru o co conco (s cadea d caa frecuen n uilizas pa difnr nsje e u o e lo) Ee io e aálisis amie como I ñado Wellan disinto fr: la fmia, la po c La iudad paree mo na red k es qe, jua, ontuye la ciu com < scia 1
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El proceso de urbanización como u prceso demogáfico
E ea lna s hac icaié a ida d p o de tura fuiona par de eei 1 varbl eogrfica y económica El on de ciud e frecueemene analizad ee 1 espectiv sstéica sistma d iuaes o a uano) y coiderado fora ecil rácte mtopolit S orenación geneal s escrtv qe inerpeava el poceo e 11 bció l qe se le sel coloca en parao oo roeos el d inializació o e de iació l proc e ubanización vendía ua contaacón ás e los gns cio e oero e una sociea emaa De eta perctv l end y concenra <'> de la oblció, aí como sus ararsca 11onaes en ssa pouio e emrcn 42 •
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, ·gstn un rápido cambio en el proceo e urbanización al lo ecribe P. C. W Gukin en «Urbanimo aicano mo v y la re ocial» en G Breee c., 483-503 '" C. P Craen & B. Wellman The Network Ciy, en M Pelly t (comp The Communiy, Free Pre 1974 (ci. 80) Para ; icuión e la relacione enre lo concepo e ree ba y comuniae er: B. Wellman & B. Leihon ewor Nborhoo an Communiie Approache o he Suy of e < uniy Queion» Urba1 Aairs Quarerl 4 n 3 (marc 7 363390 C U Hannerz . c, 228 En el cao e Epaña una aporación pionera en ea i iún e la e S el Campo J Díez icolá y . . Pérez Aáiz ximación al análii e la erucura ocioeconómica e a meropoliana en Epaña» Revisa de Esudios Socia1,·s 1. (Mari eneroabril 971)
e un stema ógic q v á lá e a iudad que puede lre al conepo de áa gió o paí Por ello la coxión e esa ína o los pe spuesos ecolóico s evide auqu bié se an dscpcon preso de urnacón co otro peuput teórco El cocepto qu presa stas idea el de isea uao o siema ciudes ue puede con extualie disto ivee L tminolog c define u ssem como n conjunto e mento e interi su eiones y caact rica de l mo qu en clqera ue sa u ure ay unos riciios básicos p o u tl sistem efine e ogaiza funciona y volucoa sde st u vita y ua rpetiva ocioóg, un sistem urbano (sise iu ae) e u s ocial en el qe se pueen fiir elemeno reliones y fncione, y uo fin úlio es el manteminto njnto En e snio, y anqu l apeco d terrorio e ese al prte n ssea uano no e un sisem fíco e asetamienos sino oe too n isem soial Alcd l dfnicó iémc ca sea ubano ten uns eeno oncetos cudde) con una cactsica tera oció actae rucó) un funiones (econó mias, tmiento oíica ocaes) y unas rin enre iades funcion (ditbucó fcinal) que fi c tción eaci epor s estutr E cocep d etrucua hace eferci l peco oflógco e a ogazaó ás de is 43 •
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C M Caell . c. 974: el proceo e urbanización o al una e u caraceríica o enencia ia ee el iema capialia en una erión críica o/y marxia Eo niele pueen er: reional nacional o inernacio nal . F D. Wilon Urban Ecoloy Urbanizaion an Syem [ Cie» Annual Revie w of Sociolog 0 283307 En una per pecia má ormal que ecolóiconcional . Racionero Sise ma de ciudades ordenación del erriorio Alianza Mari 1981 Se preene con ee maiz eablecer una ierencia en re la iione eoráica que uilizan prouamene ea orien ación iémica y la perpecia ociolóica en la que la bae erriorial e un componene má el iema ocial 41
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tema, es decir, constituiría la plasmació coceta de las posiciones de todos los elementos relaciones y funciones del sistema. El aspecto más importante de la estructua de los sistemas es el hecho de que tiene un oden jeáquico ya que las funciones del sistema están jeaquizadas La jeaquía de fnco es mplica una jearquía de uidades y en definiti va una estuctua jeáquca de sistema Ente otras consecuencas impoantes paa la investigacón los pncipios jeáquicos de ogani zación de los sistemas ubaos han dado lugar a un gan interés empírico por analiza tipologías y je raquías de ciudades normalmene en sistemas na cionales Taes jeaquías en algunos casos se ha genealizado como «modelos de estuctua» bastan te conocidos También los aálisis compaativos y evolutivos sobe la estrctua de los sistemas urba nos tienen larga tradición en la investigacón uba na 46. A la vez todo sistema es dinámico camba adap tado constatemete elementos, fncones y ela cones, según sus ifluencias extenas y según las necesidades paa su mantenimento Normalmente el sistema tiede a la expansón y el cecimiento es una de las formas po las que u sistema se hace más complejo 47
« En un setido ampio, diferenciación hace referenca a los modos de vida características pecuiares que defien a os distntos gupos sociaes como consecuecia fudametalmete de puesto que ocupa en a estructura socia De este modo e rango socia que tiee os dferenes grupos sociaes constituye e eje cetral de los estudios de difereciació social» 48
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Los estudios de difeenciación residecial aunque admten apoaciones pocedentes de otras vías teócas tienen sus aíces y efeencias más ricas en e lago desaollo de la tadcón de la ecoogía u bana 9• La ecología factorial se ha deivado de este inte és po pecisar las difeencias esidenciales actuan do de puente teóico y empírico etre cietas toías de a comunidad y las difeecias existentes en la es tuctua socal Retomando a J Leonado en su tra bajo sobre Bilbao: nos atreveríamos a afirmar que e msmo persigue es tabecer ua conexió teórica etre os estudios de dfrenciacón resdencia y as eorías de a comudad, no suficetemete expcitada por a mayoría de os autores. Es decir pretedemos mostrar cómo detrás de os estudos de difreciacón residencia efectuados a te as msmas pregutas iterrogantes que nspra a as diferentes teorías de la comuidad» 50 •
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L difrenciación sidencial
Siguendo la pauta inciada po Bugess se en tiede en esta línea de nvestigacó que la ciudad no es un conjuto o udad socamente homogé nea sino que se encueta dividida e una serie de subcomunidades Esto es debdo a que las poblacio nes semejantes se eúe en áeas a las que impi men sus caacteísticas sociales Es deci se da ua difeencación esidencial de la ciudad susceptible de aalzase en fnción de aquellas caacteísticas o factores
Cf el anásis mejor etructurado dede esta perpectva en Epaña: J. Díez Ncolá, . , 1972 De acuerdo con la concepcón que obre el tema ecoló gco dearrola A Hawey (991) 46
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El análiss factoial e esta pespectiva ecológi ca hace posible como técnca la educción de una elevada cantdad de indicadores a un númeo limi tado de factoes a pai de los cuales puede estable cese una fundamentación de la difeencación es dencial ubana de foma básica do lo cual abre
Cf J Leonardo, Estuctura urbn y diferencición siden, cil: el caso de Bilbo CIS Madrd 989 6 Un ejempo de eo e la cada pubcacón de J Leonardo (989), a como la de C Lava y J Leonardo, Vitoria-Gasteiz. Análisis de ls pauts de localiión residencial Dputacón Foral de ava 990; J. Leonardo y C ava, «Haca un modeo gene ral de dferencacón redenca anl comparatvo de Blbao y Vtora-Gate», Ciudd y Tertorio n 83, 9710 Para una amplacón de eta tendenca, cf D Tmms El mosaico urbano. Hcia un teoía de la direncición residencil IA 976 O D Duncan & B Duncan, Redental Dtrbuon and Occupato nal Stratfcaon», en P K. Hatt & A Re Jr Cities and Societ ree Pre, 283-329 C J eonardo, o. , 0 48
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las puertas a la posibidad de smplfcar cmplejs estuds de cass y hacerls cmparables enre sí y extraer fnalmente algún tp de cnclusón genera lzable y teórca 51 •
Cm hems vs, la eclgía urbana en su cncepcón básca de l urban cm sistema ecológico ha sufrd múltples dervacnes desde que Park redactara sus líneas de nvestgacón sbre la cudad. Tdas ellas han crecd se han entrecruza d y han saltad nclus, a trs munds y para dgmas teórcs Esta perspectva, tras su dvsón en 1950 en las ds ramas la «emprcsta» y la «teó rca/funcnalsta» cntnúa actva en la acualdad, aunque se cnstatan dstntas percepcnes acerca de su pes nfluenca Saunders, sn qutar la m ptanca de ls ecólgs a l larg de su trayectra hstórca para el análss de la cudad, cnsdera que: « Una vez que la ecología humaa se ecueta lo calzada como ua subdisciplia deo del estctu al - ucioalso, su sigfcació para el aálisis ubao puede se más fácilmete evaluada.. tal como oigiaiamee e desaollada po la Escuela de Cicag la ecología umaa epesetaba u ie o de geea o sólo ua apoximació teóica dis ita de la sociedad umaa sio ambié ua eoía específica de la ciudad y esa tesó iecocliable etre ambas fue lo que do oige a su cosiguiee colapso Hawley fue capa de hace resugr la ecolo gía umaa Ahora que la ecología a ecotado su ico deto del paradga coalista podríamos debatr su validez y utlidad e ese cotexo peo al mage de las coclusioes de al debae paece cla o que la ecología umaa ya o es esecalmee ua eoría urbaa y que o puede aclta u maco co ceptual e el que se pueda desaolla ua teoa so cial especíicamee ubaa» 52 •
N bstante xsten tras pnes cm la de W Flanagan, para quen Hawley puede ser vst cm alguen que ejerce una mprtante nfluenca en el pensament urban cntempráne Ls nuevs ecólgs han ntegrad ls cncepts de la crrente ne-tdxa cn rs cncepts tma ds de la ecnmía y de la gegrafía para explcar la expansón urbana y las estrucuras de dmna cón y subrdnacón entre las cudades ampland de esta frma su capacdad explcatva de ls fenó mens urbans muy especalmente ls macr-s clógcs 54• 53 •
El hech de afrnar dstns camps de la s clgía urbana dfculta una valracón glbal de su legad. La apracón, lógcamente, se presenta de frma desgual según sea el camp nvestgad (más teórc más empírc y dentr de estas ds dv snes el p de análss efectuad) Pr tra pare la recepcón de la eclgía urba na ha sd ambén dversa entre ls países y las c mundades de nvestgadres scales que han se gud sus renacnes Así Savage y Warde, a la hra de cnfrntar en el Ren Und, las apta cones de ls ecólgs urbans, aprecan tres gran des dreccnes la scalzacón en la cudad m dea, la naturaleza de la mderndad y la accón re frmadra en un pryect plítc lberal. Cnclu yen que su mpact ha sd desgual en cuant al n terés de camps pc influyente en los planea ments teórcs y más ntens en td l relacna d cn las tcncas de nvesgacón
b) La cultura urbana: la ciudad omo expresión y forma cultural Esta tradcón arranca de ls presupuests desa rrllads pr Tnnes y Smmel que adqurern su
Cf. E. Shev & W Bell Social Areas Analysis: Theo Jllustrative and Cmputational Pocedure, Stanfod Unversity Pess, 1955. En España J Leonado o. c. (en 1); K Sweetse «Fac toal Ecology: Helsnky Demography 2 (969) 372-385 y «Eco logcal Factos n Metropoltan Zones and Sectors" en M Dogan & S. Roan (eds) Quantitatie Ecological Analyi in the Social Science The MIT Pess 969, 43456. Cf. P Sandes Social eo and the Urban Question n wn Hyman 989, 83 51
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Cf. Flanagan . c 993 60. Este es el caso de lson que ha adaptado el esuema de Hawley paa analza la expansón de las cudades y de los sstemas urbanos. Cf. «ban Ecology banzaton and Sstems of Ces", Annual Reiew of Socioy O (984 283-307 En ota escala po damos consdear el tabajo de J. Díez Ncolas o. c, 972 5 C. Savage-ade, . c 993 2-22. 54
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oma más sistemaizada en los tabajos d Wirth. Son cenales en sus fundamenaciones eóricas: su paicula visión de la clásica disinción comunidad sociedad, su análisis de la relación que exise ente los conflicos individuales y la «desoganización so cial», así como la valoración del pape que uega la ciudad ano en esa desoganización como en los conicos sociales. En ese senido la ciudad ad quiee con su consideación de vaiable indepen diene un peso decisivo en la foma de vida de los individuos , en conceo, en la ceación de un esi lo de vida que genea el «desoden social». De acuedo con los posulados de la ecología u bana Wi eniende la comunidad como un fenó meno naual condicionado po la poximidad es pacial los lazos de amistad y la ineacción simulá neamene igualiaia y compeiiva ene odos sus miembos Juno a esa idea de comunidad enen dida como fenómeno naual fundamenado en la inedependencia i uiliza la idea de sociedad paa efeise a esas eaciones deseadas y consen suadas ene los sees umanos que les afecan me nos que aquellas mencionadas aneiomene (es de ci las que se dan po su siuación «ogánica o/y es pacial») 56• Eniende ambién esos concepos como un con inuo 57 más que como vaiables disceas de al o ma que cada uno de ellos puede localizase en uno de los polos del coninuo Comunidad y sociedad no son dos ipos disinos de gupo, sino dos faceas de la vida en odos los gupos umanos En sinonía con Tnnies y Dukeim i inepea la dicoo mía evolucionisa en la clave del «mundo modeo»
"Wirth dce textualmene: «Communty has come to refer to group lfe when ewed rom the standpont of symbioss, so ciety when vewed rom he sandpoint of consensus». Cf. en . Wrh, «The Scope and Poblems of the Community, On Cities and Social Li, Universy Press, Chicago 1964, 65-77 El continuo rural-urbano (rural-urban coninuum) utliza do con prousón por dversos socólogos y antropólogos princ palmene Redeld ha sdo cuestonado po R Dewey por su gran elastcidad a la hora de jar una deinicón precisa de sus conte ndos en el artículo «The Rural-rban Contnuum: Rea but Re lavely Unmportant», The American Jual of Sociology uly 1960) LXVI, n 1, 6067, donde señaa hasta 40 ítems para de nir este concepto.
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e deci� conideado ése como el puno de llegada de un poceso que discue desde unas elaciones de comunidad a oas de caáce socieaio de u na so lidaidad mecánica a oa ogánica, de una culua flk a oa ubana. El maco concepual de Wi se mueve pues, en las dicoomías de los pimeos clá sicos de la sociologa que son siuadas con gan a bilidad en el conexo cambiane del poceso de u banización La simplicidad y sisemaicidad de su publicación El urbanismo como modo de vida, en aizada en los planeamienos de Simmel Tnnies y Dukeim han eco de ella una de las obas más inuyenes de la adició sociológica y muy espe cialmene de la ubana 8 i al acenua los aspecos «negaivos» de la vida ubana cononándolos con los «posiivos» de la vida ual consiguió aicula uno de los eseeo ipos más fucfeos de la culua conempoánea que se acenuaon con la expansión de la anopolo ga noeameicana y muy especialmene con los es udios de Redfield Así , la paea de concepos u bano-ual o folk-ubano no a conocido manual o exo en el que no se les haya ealizado una efeen cia obligada 59 •
Paa ih, la caaceización del ubanismo en esa dicooma es ane todo un tipo ideal o cons uco lógico no una descipción empíica Tiene, po ano un alcance limiado, diseñado paa facili a la compensión de un enómeno social y conse cuenemene paa el poseio desaollo de cie ios que agan posible la invesigación empica. Simmel cuya infuencia ano en Pak como en Wi es paene difiee de ése en una apeciación
Las varables asignadas en su defnicón de la cudad: a mao, densdad y heerogeneidad se han mostrado conssentes desde un punto de vsta operativo, a lo largo del tempo De la msma manera, su planteamento de las líneas de investigación urbana (la perspectva ecológica la organizacional y la psicoso cológca ha aberto nuevas vías de anáss dentro de la socolo gía urbana y nuevos contacos con oras disciplnas (geograa y psicologa socal. C prncpalmente: R. Redeld, The Flk Culure of Yca an 1941; The ile Community 1955 y Peasant Society and Cul ure 1956, todas ellas publcadas en The Unversty of Chcago Press.
imporante. Mientras que para Wirth la comunidad urbana, debido a su carácer segmenador, genera necesariamente efecos desintegradores para las personas para Simmel queda una puera abiera a la libertad Las personas pueden elegir sus ámbitos sus amistades y en definiiva salir tanto del conrol social que ejercen los pequeños núcleos rurales como de la presión cultural de la ciudad Esta apa rece pues, como un campo abierto no deerminado por sus fuerzas disgregadoras como en el caso de Wirth Podr Wirth Podra a decirse que Wirth y Freud ienen un punto de contacto en la consideración de la ciudad como expresión culural opresora sobre las perso nas mientras que Simmel aporta una posibilidad de liberad y de disanciamieno de los abiantes de las grandes ciudades respecto de la anomía o la seg mentación urbanas Sirvan de ejemplo las siguientes cias: Wirth en el aparado sobre personalidad y con duca colectiva «Es a través de las actividades de os grupos vo luntarios, sean sus objetivos económicos, poticos, educacionaes, recreativos o cuturaes, como e hom bre urbano se expresa y desaoa su personaidad, adquiere un status y es capaz de llevar a cabo el con unto de acividades que constituyen su vida. Sin em bargo, se pede nferir fácimente que e marco de re frencia organizativo que producen estas funciones altamente dierenciadas no asegura por sí mismo la compatibilidad e integridad de personalidades cuyos intereses abarca Bao estas circunstancias, es de es perar que a desorganización persona, el trastorno menta, e suicidio a deincuencia, e crimen a co rrupción y e desorden prevaezcan con más fuerza en a comunidad urbana que en a rura» 60•
Simmel tras consaar los efectos perversos de s grandes ciudades manifiesta cierta reserva des cando oros «ropajes» de «un ser espiritua muco más genera, de a gran ciu dad Otorga al individuo un tipo y medida de ibertad persona que no tiene anáogos en otras reaciones: se remonta con eo a una de las grandes tendencias de
'" C L. With, «El ubansmo como modo de vda»: texto en p 107.
desarrolo de a vida socia a una de as pocas con res pecto a as cuaes es posibe encontrar una órmua aproximadamente general A patir de este estadio, la evoución socia se dirige simutáneamente acia dos ados diferenes y que, sin embargo, se corres ponden. En la medida en que e grupo crece -numéri ca, espaciamente en importancia y en contenidos vi tales, se afoa su unidad interna inmediata, se suavi za a dureza de la delimitación originaria contra los demás, a través de as relaciones recprocas y de as conexiones; a mismo tiempo, e individuo gana en i bertad de movimiento. movimiento. No es sóo a gran dimensión inmediata de as organizaciones administrativas o el número de personas o que, en vitud de a correa ción mundial entre el aumento de crcuo y a iber tad persona inteaextea, transforma a la gran ciudad en sede de esta ibertad sino que además, por encima de esa ampitud perceptible as grandes ciu dades son también sede de cosmopoitanismo» 1
Las valoraciones sobre las aporaciones de Wir y junto a él las de Simel como máximos represen anes de la concepción de la ciudad como expresión cultural son diversas y polémicas. Hay que decir también que han suido una osensible variación hacia un mayor equilibrio crítico Ese es el caso de la críica radical que iciera Casells e La cuestón urbana (1974) 62, descalificando las aporaciones de ambos autores por ideológicas y carentes de rigor teórico asta su poserior revisión de L cudad y las asas (1986) 63, donde se acepan los facores culurales anes ignorados Savage y Warde apuntan dos aproximaciones al estudio de la cultura urbana - El primero ace referenci referencia a al inerés por por des cubrir los aspectos comunes aplicables a odas las
'1 Cf G Smmel «Las gandes cudades y la vda nelec ua» texto en 93 2 • C esecalmente el caítulo sobe «E mto de la cultua ubana» 5-7. Cf. la are 3 sobe «La ciudad y la cultua la exeienca de S Fancsco» 5245 y, sobe todo la consideacón que so be los objetivos ace en «La ciudad atenativa » » En e segun do de eos escata «la búsque da de a idenidad cultual, del man enimento o ceacón de cultuas ocales auónomas éncamen te basadas o stóicamene ognadas ognadas A movimento oenta do aca ese objetvo o llamamos comunidad» (43043) ª
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ciudades. Tiene que ver con las entaivas de deimi ar un modo de vida urbano (urban way of life). - En esa posición posición se mueve e pensamieno pensamieno de Wirh, básicamene orienado oriena do a conrasar, conrasar, en témi nos espaciales, a rma de vida de a ciudad y e campo (urbanfolk dcotomía) E segundo aandona e ineno de definir esa singuar rma de cuura urbana. Sugiere que cada ciudad iene su cuura específica y su propio signi cado. No se raa ano de idenificar e proceso ge nera de consrucción de a cuura urana, sino de idenificar cómo se generan las cuuras uranas paricuares y cómo as ciudades adquieren a sig nificación cuura. En esa ínea ínea se siúa e inerés de Simme Simme que defne a moderna cuura urana desde una pers pectiva temporl en reación con as viejas formas sociaes Wirh conras conras a ciudad ciudad con e campo. campo. Sim me conrasa e modeo habiane urbano con os residenes de os pequeños pueos y ciudades de as épocas primiivas 64
•
Saunders (1989) en su apreciación sor ambas endencias desaca a reación causa que se des prende de sus paneamienos: a reación enre a evoución demográfco/ecoógica (amaño) de os asenamienos humanos y a repercusión que a evoución (crecimieno y densificacón de a poa ción) iene en os comporamienos de as personas En un caso, e efco se manifesa en a desorgani zación socia (reaciones sociaes anónimas, superfi ciaes y segmenadas (Wirh), en oro en cuura de a modernidad (derivada (derivada direcamene de amaño de a ciudadmerópois, Simme) La no considera ción de oras variaes como a case socia, a enia, a siuación de os cicos famiiares, ec., en os cam ios de as esrucuras de a vida urana ponen en cuesión esas endencias consruidas a parir de acores demográficos. Por ora pare, no exise am poco referencia aguna a oros procesos generaes o conexos sociaes en os que esán inmersas as ciu
dades y que ambién infuyen en a fijació de as frmas cuuraes. Las ciudades son como micro cosmos aisados, sin engarce aguno con a sociedad como-un-todo o con procesos esrucuraes más am pios A pesar de aes consideraciones críicas, as va riaes uiiadas en esos enfoques de a ciudad, ano as espaciaes como as de amaño y a densi dad, no pueden ser ignoradas en e anáisis socioó gico. Su adecuada uiización puede faciiar a ex picación de cieros enómenos sociaes, «sin embargo hay un salo ggante entre esa afirmación y el acepar la idea de que las variales espacia es determinan los fenómenos socales en e senido sugerido por Wrh» 65•
Ora consideración fia, a margen de egado de Wirh y de Simme, es a referene a as reacio nes enre modeidad, posmodernidad y cuura urana en as que pueden enmarcarse os raajos de H. Lefevre y D Harey En sínesis, se pare de a inerpreación de a ciudad como un exo, en e mismo senido que una novea. Ese exo posee unos auores, es consruido en una dirección pari cuar, por medio de varios procedimienos o écni Esa pers cas y iene una serie de significados peciva es una de as ya ariuidas por Lefevre en su forma de acercarse a esudio de a ciudad (como ojeo, como sujeo, como ora) iene que ver con aqueos eemenos eséicos de espacio que es so cia y simóicamene consruido. Es, en ciera me dida, un acercamieno arquiecónico o consruci visa a a ciudad 68• 66
67 ••
Las reaciones enre a consrucción de a ciu dad, su orden o su caos dependen de a imagen de sus creadores: os urbanisas y en ese senido a concepciones cuuraes de aes creadores creadore s condicio nan de forma decisiva e fuuro de as ciudades, a ordenación de espacio , en úima insancia, a vida
C. P Sauners, o. ., 989, 248. Cf. H. Leebve, o. . y D. Havey «Scial Justice Ptm dernism an the City» IUR 6 (992) C SavageWae o. 99 22. '8 K. ynch imagen de la cudad, G Gii Barcena 984. 67
"Cf. Savage-Warde, Savage-Warde, o. o. . 1993 c 5 y 6.
20
PARA COMPRENDER QUÉ QUÉ S LA CIUDAD
de los cudadanos. Choay a scro as disn ts uopías scuas qu han confgurao físca mn as cuas a o argo arg o a ndusrazacón los pos ornos Esaos pus an un an o nrscpnar n qu a socoogía urbana, n caso su rscva la percepción de la ciu d, aqur un ap scursvo Los sgncaos varían var ían un grupo a oro y, y, por o xsn nrpracons puras os s los ágns vsbs d as cudas Caa cu d y caa barro aqurn su propa sgnfcacón .i lo largo po, sno aprcaos a arr 's parcuars snvos La vrsa á ¡• s s y sgnfcaos, acraos por una cuura n ann cabo nuc a una vauacón a · prann as prcpcons cocvas 'co As, pus s hac ncsaro anáss s cabos consrano as racons por por 1 onficos socas urbanos, as racons conó1 s y as csons ocas qu acan a a :kca a panfcacón urbana 69
) La ciudad ciudad como sistema sistema socio-e socio-espaci spacial al y comunidad política
Tas a Sguna Gurra Munda, a socoogía a había acanzao un ao rconocno p0 subscpna nro a racón socoóg N obsan, agoano oo coóg < coo cuura ran ans nr os su d a cua qu ban progrsvan a pl1.do los caos nvsgacón y dunano •.i lnan sus ananos órcos La
o1
l
,socilgía urbana egó a nttuie m e ámbi d etu e t qe urra en a área u: el amb e a etruura e ama a , 01 vera bre u e ue a pvat pvatzaón zaón 1· euaón en a ae trabajaa et. »
una corrn a a qu s ha cacao coo «la nu va socoogía urbana» 1• Assos us a una u na ruura con as racons prsnaas anrorn Es sgncava a san cón ass n sus obras 97 y 974 97 4 rspc o a socoogía urbana a a qu cafca prác ca oógca sn conno cníco. D sa for a a ngar su objo cníco propo cra una cua sra a a hora sabcr a fronra o urbano y a a hora razar una scrpcón ca ba a urbanzacón qu s a n cras zonas E n as nvsgacons socoogía urbana qua s gún s auor, un uno funana por scar cr s raa objo a propa socoogía urba na oa cnca b nr un objo spcíco so br qu unanar su conno o a nos un objo órco, s cr un corpus órco npn n, o qu n fosofía s nona objo a ra y obo fora Pus bn a socooga urbana, a coo s ha sarroao asa s ono carc abos objos y por ano no pu nonars cnca, sno oogía a sco una juscacón s ado onacón una cas soca or ora En fnva, no ay objo órco orqu no s ha o do sabcr sabcr sgún é una conxón rca nr spaco y os procsos socas Las crícas a a socoogía urbana son, a n cunas, un ínc rsurgno os suos sobr as cuas qu s oros ánguos wbra nos o arxsas concn con rchazo a so coogía urbana orooxa/racona orooxa/racona Para Szn y (979), s cabo aa conzos d a é caa os 70 con rabajo H Gans (965), ya qu aí s pana por rra vz anáss a
70 •
F conxo qu s aarga asa fnas I ; 60 broa s snas funs órcas,
1 F Choay, El urbanismo. Utopías 970 Suders, 8 4. o.
y realidades, Lumen
merging City Myth nd Las obras de S Greer (62), The merging Relity; J H Gans (65) The Urban Vllagers J. Rex & R Mooict R. Pa (70) re (67) Race Community and Con ict (70),, Pttes of Urban Life 75); Wose City? P Saunders (7), Urban Politics M astells (7), Problemas de investigación en sociologa urbana (74) L cuestión urban abren oras perspectivas de análsis rbanos planeando no sóo nuevos onenidos de nvestigación, sno también diferentes bases teóricas a a ora de aonarlos 71
PARA COMPRENDER QUÉ ES LA IUDAD
21
ciudad en términos de comparación de cases socia les Igualmente hay que considear el otro gran con tenido, el del poder y su aplicación a la vda urbana como expresión de los gpos y cases sociales en pugna por la conformación de espacio y la gestión de la ciudad La nueva orientación es eminentemente política y macrosociológica y, como ya se ha señalado ante riormente, arranca de dos concepciones básicas: weberiana una y marxista la otra La primera hace más hincapié en la ciudad como sistema socio-espa cial y la segunda en lo urbano como unidad espacial de consumo colectivo Me detendré ahora en esta primera orentación y describiré posteiormente la segunda. Para los autores que entienden la ciudad como un sistema socioespacial, ésta puede ser conceptua lizada como un sistema local relativamente discreto Esto no implica que la ciudad pueda ser estudiada independientemente de la sociedad en su conjunto y de la cual forma parte De hecho, uno de los repre sentantes más significados, Pahl, critica la posición tradicional de la sociologa urbana cuyo error fn damenta ha consistido en mirar la ciudad sólo des de la ciudad y no desde la sociedad que a hace po sible En este sentido, la conclusión es clara no cabe un divorcio entre el sistema urbano y la sociedad Los procesos que se dan en la ciudad sólo pueden identifcarse y analizarse correctamente desde la so ciedad 72• Lo más importante de estos procesos concierne a la distribución de los escasos recursos urbanos As, de acuerdo con Pahl, la ciudad es definida como «una configuración de sistemas de redistribución cuyo componente más significante es el espacio» 73• Desde estos presupuestos se desprenden tres gran des implicaciones El espacio, en esta concepción urbana, peanece como un importante factor de análisis. El espa cio reeja en s mismo la desigualdad social, dado
72
Cf. P. Saunders,
o. c,
1989 20.
7 1 ·
C. P. Saunders
o. c,
1989 0.
que dos personas no pueden ocupar e mismo lug en relación con cualquier utilidad o ecurso establ cido en él Es claro, pues, que todo recurso urban debe tener su componente espacial La especificida de la sociooga urbana tiene que ver con todo aqu llo que esté relacionado con las estructuras de dis tribución de dichos recursos en el espacio que pre sentan una ubicación inherentemente desigual y h cen necesaria su localización en un contexto dete minado Como las desigualdades en la distribució de los recursos ubanos son inevitables surgen fue zas espaciales que operan independientemente d modo económico y de la organización poltica de l sociedad, sea ésta capitalista o socialista El espacio, sin embao, no es considerado «eco lógicamente determinista» Aunque os recursos ur banos estarán siempre desigualmente distribuidos la cuestión de cómo se efectúa su distribución de pende de las acciones de aqueos individuos qu ocupan una posición estratégica en el sistema so cial Son estos «porteros» (gatekeepers) los que de terminan el grado de acceso de la población a dif rentes recursos mediante su control bien sea a tra vés del mercado o a través del estado a la hora de lo calizar aquellos recursos En resumen la sociologa urbana tendra entre sus tareas la de estudiar sus metas (de los managers con objeto de explicar las estructuas de distribución resutantes La terce implicación de este planteamiento e que el coicto en la distribución de los recursos banos es inevitable en cualquier sociedad Esto es as porque los recursos son cuciaes en la determin ción de las oportunidades de vida de los individuo , todava, esos recursos son escasos y están des gualmente distibuidos La clave de tal desiguld reside en las decisiones realizadas estratégicamen por os managers, que ejercen una infuencia cuci en la distribución de los recursos mediante sus g pos de influencia Si tales conictos se van a man festar o no en frmas de lucha polticamente org nizadas, es una cuestón abieta porque las esr turas de distibución no siempre aparecen inmed tamente visibles y porque los diferentes g1pos accionan dependiendo de la localización ta desigual de sus recursos Sin embargo, Pal sug que, en los años fturos, a conciencia de la pv
ciones rbanas colectivas pede desarrollarse e in crementar en ta caso os conflctos entre los mana gers y los ciudadanos. Estas cestiones se enmarcan en los trabajos e investigaciones sobre la panifcación urbana desde la que ponen en cuestión la spuesta netralidad de os gestores urbanos (manages que se sitúan en los distintos campos de la construcción de la cidad: a vivienda, las sociedades inmobiliarias y/o las cons tctoras etc) Con todo ello se desarrolla un con nto my ampio de trabaos que van desde la dis cusión de papel más o menos «determinante» de los gestores/managers en a configuración de las estrc turas de desigualdad rbana de sus metas y moti vaciones, de las llamadas housing classes hasta la confguración de la neva sociedad corporativa en línea con la tradición de la sociooga política webe riana Los gestores y el Estado en sus niveles central o ocal, así como los grupos de ciudadanos residen tes, propietarios u organizaciones volntarias, en tran en ego en la ocalización de los recursos y en s distribución Y aunqe como lo hizo notar We ber el poder económico o de mercado y el poder po lítico son, analíticamente distintas bases de domi nación en el mundo moderno podemos asmir qe uno y otro se inyen y condicionan mutamente Saunders ha recogido las críticas fndamentales a esta corrente en s consideración de la ciudad como n sistema de localización de recursos y en la tilización del concepto de housing casses 74• Los tra baos de Pah según este ator no aclaran os crite rios qe confguran aqelos gestores que son signi fcantes a a hora de localizar os recrsos ni s pa pel en las estrcturas de distribción. Pero al mar gen de esta descripción que afectaría también a su bicación en a esfera administrativa (brócratas de los gobiernos centrales o locales y en el campo de actuación (privado-púbico) qedaría por precisar su autonomía respecto de los gobiernos y/o de los grpos sociales en y desde los qe eercen s pode No obstante e legado qe aportan estos traba os es muy importante en el actal contexto político
74
CL P Saunders, o
c.,
1989, 248-249.
El Estado eerce hoy todavía un papel decisivo en la confguración u oferta de oportnidades de vida para muchos ciudadanos Oferta qe no depende es trictamente de la ógica capitaista y qe pone de re lieve cómo el Estado sige siendo no de los actores clave que penetra en múltiples ámbitos de la vida de los cidadanos En este sentido, encontramos en este egado n ánguo de anáisis complementario con el representado por la confrontación entre el ca pital y el trabao cando se trata de estudiar la desi galdad y el pode Iguamente, todo esto nos lleva a considerar a relevancia de otros procesos sociales más amplios en los qe se encuentra involucrada la ciudad y sin los cales es imposibe explicar lo qe internamente ocrre en ella Una aplicación temática de este legado está es trechamente relacionada con los análisis de la vi vienda Tal como lo ha expresado Cortés 75, peden tipificarse dos enfoques El qe trata de modifcar los ees neoclásicos sobre la problemática de la localización residencia «considerando que as decisiones individales son el resultado de los confictos de intereses entre los di ferentes grupos socials qe se caracterizan por la diversidad de intereses, obetivos y grados de poder e inflencia. Este es el caso de O P Williams 76, en cyos trabaos argmenta sobre as implicaciones qe las políticas urbanas tienen en las rentas reales los costes las oportunidades, a satisfacción o insa tisfacción de los individos y grupos, etc La organi zación del espacio es inherentemente política por lo qe el estdio de as políticas rbanas se convierte en esencial para comprender las estrctras espa ciales de la localización residencial avoreciendo a determinados individos y colectivos sociales Este ator introdce el concepto de las externaidades es paciales qe posteriormente será desarrollado mag nífcamente por D Harey a través de s concepto de renta real» 77•
75
Cf Cés La cuestión residencial, Fudamets Ma id 995 " C Ó Wllas Metopolitan Politial Analysis Fee Pess Nueva Yk 77 CL Cés o c. 995 81 PARA COMPRENDFR QUÉ ES L IUDD
23
- El que desarrolla el concepto de housing classes, básicamene iniciado y fundamenado por Rex y Moore 78• Frene a a analoga bioógica de os ecóo gos urbanos, esos auores inroducen en su análisis dos elemenos del pensamieno weberiano: a im porancia de a esrucura de consumo en la defini ción de a posición de case de los individuos y la di ferenciación de a posición de case denro de cae goras amplias como son os propiearios y los ca renes de propiedad. La propuesa de ese concepo de hosng classe da pie a una inerpreación de la ciudad como un área de conicos y a a fundamen ación de los diferenes niveles y grados de acceso a los mercados privados y públicos de la vivienda Mercados que esán deerminados por el nivel de rena de los individuos, la ocupación y el saus é nico. Ambos enfoques han serido para exender os anáisis de la vivienda , aunque fueremene cues ionados 79, han dado pie a considerar la imporancia de la residencia como variae explicaiva de las de sigualdades sociales Sirva como resumen y vaoración globa de las aporaciones de esa endencia weberiana, empeña da en explicar as desigualdades espaciales y los me canismos que las generan, el siguiene exo « z , (Wrd City)
" Cf. J. Rex & R. Moore, Race, Community and Cofict, Ox ord Uiversity Press, 1967. 79 C K Bassett y Shot, Housng and Residential Structure. Alteative Appaches Rouledge ad Kega P., 980 y R. E. Pahl Wose City? Pegi, 975
24
PRA COMRENDER QUÉ ES LA CIUDAD
D í í , a P , í , e , » 80• ) La ca como na espacal e consmo colectvo y como escenao e la lca e clases
La idea de a ciudad como unidad espacial de consumo colecivo esá esrechamene ligada a las concepciones eóricas de esrucuralismo marxisa que, a ravés de M Casels, irrumpió en los análisis urbanos con una gran fuera crica en a década de los 70. esde a publicación de Pblemas e nvest gacón en socología bana (971) Casells ha figu rado como uno de os auores más prolficos y cia dos de esa radición que, a lo largo de as úlimas décadas, no ha cesado de avanar por múipes y, a veces, conradicorios caminos Como ya he adelanado aneriormene para Casells a sociologa urana consiuye una prác ica ideoógica sin conenido cienfico E puno de arranque de ese supueso pare de Ahuser, padre de esrucuralismo marxisa en el que se funda menó e pensamieno de pme Casells ara Al huser, Marx consiuyó una ciencia -el maeriais 81
'º C Savage-Warde . c. 993, 94. 81 Utilizo para estos omentarios as pimeas ediioes e español: M. Castells, Problema de nvestigción en sociologí urbana Sigo XI, Madrid 97 y L cuestión urbana Sglo XI, Madrid 974. So importaes tambié los ometarios realiza dos por C. G. Pikvae Urban Sociolog Crticl Esss St Matis Press N York 976; P Saders (1989); M. Savage-A. Warde 993) y W G. Flaaga 993); G. Betti, Los socióogos de la ciudad G Gili Bareoa 982
10 histórico- en un campo la economía políca ( ksvdano aí la concepcone eológca mpue 1 :s la bugueía. Caell nena conegu lo io en la ocología ubana, aano e epaa s apeco eológco e lo ecamene eó s n ee campo epecífco el epaco Paa Ca l como paa Alue, el concepo e cenca, po incón e equvalene a maealmo óco, cienca e la fomacone ocale De aí la cí ia acal e Caell a lo cmeno óco e ocoogía ubana y u peenón e elmna la spuea cenfca e la mma y e pone al cubeo u uncón eológca en el ema eco ómco capala Aí, ce que 82 •
«la cuestión urbana, tal como se formua en a práctica socal y en las teorías socoógcas y ubanístcas es una cuestón deológica en e sentdo precso de que conunde en un mismo dscurso a problemática de as formas espacaes, la que concerne al poceso de reproducció de la uerza de trabajo y a espec cida de la sociedad modea» 83•
La acuacón e Caell e gía a comba el spueo e que la cua ea una vaable nepen iene o caual e un moo e va el ubano) y a oa que quen ealmene geneaba lo «po ema ubano la eguala y la egegacón» ra el capalmo La cua e, pue un efeco y no la cus. En u pmeo abajo, la coneacón a anál ubano ncluo lo eaollao po axa como H Lefebve) e cenaba en la cí a la feczacón el epaco a abule pope ae cauale epeco e a foma e va uba a
no ambén elaconao con la pugna po el poe políco y la ena culual 84
Caell oenía 97 4) que la funcón ocal nva e la cua en el capalmo aío con ía en e el luga e epouccón e la ueza e abajo La cuae en ea fe el eaollo ca pala, ean má el luga cenal e lo poceo e conumo colecvo que el uga e pouccón e necambo En ee eno eaca como concep o meulae la epouccón e la fu eza e aba jo y el conumo colecvo No obane, aunque Caell ncluyó la men ón epaca eno e u ea e lo ubano, el e paco juega acualmene un papel ecunao en u anál Como Goene ugee una vez «cea o» el conumo colecvo y má ae lo mov meno ocale ubano, u oenacón cena a ejao e e la eoía e epaco per se nclnáno e a la eoía e o poblema ubano Lo cual no gnfca que el epaco ea poco mpoane n que la menón epacal e la c ocal eba e g noaa En ceo eno vene a conc con u ognalmene ccao Lefebve al agumena que la mplcacone epacale el uo e la nueva ec noogía on cucale en el euezo e a elacone jeáquca ene lo feene lugae egún u e pecalzacón El epaco e nepaable e la va coana y el uo el epaco e e eulao e la luca ene lo no gupo ocale 85 •
E muy gncava a magen que Kby ugee al epeco egún ee auo, la magen el epaco que ene Caell e mla a un ableo e ajeez El espaco se converte por tanto, en un tablero de ajede sobre e que cada pesona se encuenta ub cada. Los movmentos que hacen las piezas tienen lu gar dentro de las imtacones espacales de tabero y de las dreccones permtdas Pero ás mportante es que s qutamos el tabero ya no podremos entender a lógica de as peas que quedan De hecho esto está en a base del nome de Castells: prncipalmente
En u efomulacón e la cueón ubana, la ·ua e eócamene gnfcane como continer 'Spacal eno el cual a fueza e abajo e e ouce a avé e lo meo e conumo colec , aunque poeomene eaolló ea ea a menano y añaeno) que la cuae on el scenao e la luca ocale, el epaco en el que uyen lo neee e gupo, no ólo oenao a conecucón e meo e conumo colecvo,
Esto es clar en sus últimas publicaciones Cf. M Castells ciudad y ls ms Sociologí de los movimentos socles, Alianza, adrid 86 Ver cita de P Saunders o. . 989 25
L
"CL C. Pickvance, o. . 1976 2. CL M Castells o. 974 423
85
PAR COMPRENDER QUÉ ES L IDD
25
esos rápidos cambios dento del modo d poduccó capasta coempoáeo está desapcedo de abeo».
Lo que le interesa a Castels no es e tablero, sino las piezas es decir, no a ciudad en sí misma, sino las luchas que ocurren dentro de ella. A pesar de a importancia de sus creativos enfoques sobre o ur ano: el consumo coectivo los movimientos socia les urbanos, e poder político etc. para Castels la ciudad es un espacio dentro del cual ocurren cosas interesantes y, por tanto no ha razón para imitar se a estudio de un sólo nómeno urbano (sea éste el consumo o los movimientos sociaes urbanos) 86• Esta perspectiva multipoar de Castells que se competa con sus publicaciones más recientes 87, se ha fragmentado en la útima década en dos grandes grpos de analistas uranos - E primero de elos se caracteriza por su inte rés en las cuestiones reacionadas con el consumo colectivo dejando de lado la visión de la ciudad como objeto de análisis. Este grupo se interesa por la crisis del estado de bienestar sus eectos en las desigualdades sociales urbanas, los servicios colecti vos ocales a gestión de los gobieos locales sus conflictos con los gobiernos centrales en aquellos aspectos que aectan a a vida urbana, las economías locales como ateativas a la crisis a privatización de los servicios colectivos sus implicaciones en las relaciones de case etc. 8
Cf Saunders y cita de Iby, o. c, 1985 251. "Cf. M Casells o. c, 986 y ciudad inmacional Aian za Madrid 995. Cf. Lipiet El capital y su esacio Sglo XX México 1980; F Lamarche «Popety Development and the Economic Founda ons of the Uran Quesion» en C. Pckvance Urban Sociology: Critica/ Eays Mehuen 1976; Rowis & Scott, «The Uban Land Question», en COX Uranization and Conict in Market Societies Methuen 1978; E. Soja «The Soco-Spaa Diaectic» Annal of the Aociation of Aerican Geograhers n. 70 (980); «Regions in Conext: Spaiality, Periodiciy and the Historical Geogaphy of Regiona Quesion», Society and Sace n. 3 734 (985); D. aey, Ubanio y deigualdad social Siglo XX, Madrid 1977; «uman Ecoogical and Maan Theories» Aerican Joual of Sociolo 89n 4) 9049; Mingione, Social conict in the Cit 981 Basse & Short o c 980; E Preteceile, Production de Grnds nebles CSU, París 971. 86
- E segundo grupo ac hincapié en a ciudad en otras formas espaciaes como objeto de análisis evitando teorizar sobre a ciudad como fenómeno o proceso social específico. Este grupo está interesado en as ciudades regiones como formas espaciales que relejan en alguna medida, cambios económi cos sociales. Algunos autores ven por ejempo, las organizaciones espaciales como un elemento impor tante a través del cua opera el sistema capitalista. Otros se orientan en la organización espacial como un actor capaz de restringir o potenciar el desarro llo social etc. 9 En ambos casos nos encontramos con una ase común a importancia de considerar los parámetros en relación con la economía política e intento de reacionar los aspectos anaizados con las rmas del capitalismo moderno.
3. Constantes metodológicas y ámbitos de paradigma urbano Tras la presentación síntesis de las tradiciones más significativas de la sociología urbana extraeré a continuación aquelas constantes metodológicas que se han mantenido en ese argo proceso históri co con objeto de fijar su marco teórico (límites di ficultades analíticas) definir os ámbitos de la so ciología en os que la sociología urbana ha desarro llado desarrola sus aportaciones más específicas. La pretensión es facilitar la toma de conciencia sobre la existencia de un corpus teórico propio que ha permitido una acumulación de conocimiento su ficientemente sólido sistematizabe
Cf Ury «ocalities Regions and Socal Class» Inteational Joual o( Urban & Regional Resarch n 5 (981); «Soca Re ations Space and Time» en Gegoy & Ury (eds.) Social Rela tion and Satial Structure MacMillan 1985; Saye Teo and Eirical Research in Urban a1d Regional Political Econoy a Syahetic Critique Urban an d Regional Studies Woking Pae n. 4 Univ of Sussex 1979); «Definng the Uran» Geojoual n. 9 (984) 7985; D Massey, Satial diviion of bour Social Structures and the Geogrhy of Production MacMilan 984; S SassenKoob «Gandes cudades, transfomacones económicas y polaización social», en Rodrgue e alt La grandes ciudades debates y ouetas Economstas, Madd 99. 89
Antes de proceder a esa recapitulación, me pare ce oportuno adelantar unas breves obseraciones de carácter geeral sobre el conjunto de as tradiciones aquí reseñadas: - Ningua de las vías abiertas desde principios de siglo permanece totalmente muerta. Unas se han mostrado más productivas que otras y, en la bús queda teórica que en tiempos de postmodernidad persigue la sociología el cajón de herramientas que orece la sociología urbana es todavía variado y rico. - En consonancia con WardeSavage creo que e debate surgido en torno al concepto urbano en los ños 70 ha sido conuso y obsesivo que sigue siendo váida la deominación de socioogía urbana y que la práctica desarrollada por los sociólogos urbanos, en contacto co otros sociólogos y con oras disciplinas subdisciplinas, ha conigurado un corpus distinti vo especializado e históricamente reconocido. - En síntesis, en e estudio de las ciudades exis en tres grandes uerzas teóricometodológicas que o hace una y otra vez atrayente a los cientíicos so iales La primera de ellas esriba en su orta de un mao espacial concreto, en su capacidad para suge y avanzar explicaciones sobre los procesos y fagmentos de la sociedad global «contenidos» en su pacio más o menos determinado La seguda reside en su atractivo y necesario tr hjo epírico en su constante exigencia para con astar y comprobar supuestos y modelos teóricos, su iplicación frnteriza con otras disciplias 1uy pegadas a las realidades materiales de las per >as y grupos a tercera tiene que ver con el ábito local, al , por o genera, deben circunscribirse os estudios os. El ámbito local es el dominio por excelencia · s urbanistas porque a gran historia la que se ex 1 e más allá del horizonte local, es una historia es ural narrada no por los urbanistas que se limi la escena local sino por los analistas de la eco a política quienes lideran las dimensiones in ionales del desarollo y del cambio político 9° 0
l
C G. Flanaga,
o. c,
1993 64
a) Las constantes etodológicas
¿Cuáes serían pues las constantes metodológi cas más relevanes de esta larga radición teórico empírica de a sociología urbana? Sin una prete sión de exhausividad o de jerarquiación, señalo las siguientes - dependencia
o
engarce con la teor social.
En todas as tradiciones urbanas ha existido una tensión analítica derivada del marco o teoría gene ral en el que se inscribe la percepción de lo urbano o la ciudad. a presencia, unas veces expícita otras implícita o subyacente de Durkheim Tnnies, Sim mel, Weber o Marx, han estado en a base de los planeamientos sobre la ciudad o el proceso de ur banización. Esta tensión pone de relieve e necesario engarce de la sociología urbana y sus particulares rmas de plantear os análisis sobre la realidad, on eorías más ampias o globales En ese sentido la presencia de as grandes perspectivas sociológicas, sean las de los clásicosundadores o las de los con temporáneos es vital para e desarrollo de a socio logía urbana La relación puede concrearse igualmente con otros procesos sociales no sóo con teorías o visio nes generales y, por supuesto más con aquellas o aquellos que tienen una mayor sensibiidad por el espacio Este es el caso de Giddens, una muestra que expresa esta sensibiidad por el espacio como variable signiicativa a la hora de explicar otros pro cesos sociaes más complejos. En su desarrolo de la Teoría de la estructuración argumenta que la socio logía urbana posee un papel central en e eserzo que a sociología hace para comprender el mundo moderno. Piensa que las ciudades todavía constitu yen un lugar especial para el estudio de la sociedad moderna, ya que sirven de mediación entre lo local y los procesos regionales más amplios. Los moder nos estudios urbanos, según Giddens se han intere sado por os aspectos estructurales y macrosocioló gicos y por elo oecen un puente conceptual entre 91
" Cf ls referecis especfics de A iddes ( 980 984) sí como los coetros corpuesos sobre s relció co socoog rb de Flg 993 Sdes 989 PARA COMRENDE QUÉ ES LA CIUDAD
27
la acc0n social y la estructura social (Flanagan, 1993 141). Por todo ello en la actualidad este refe rente teórico de la modernidad a la vez que extrae ciertos logros e intereses de la sociología urbana lla ma la atención en ciertas corrientes de analistas ur banos por su trataiento del espaio-tiempo en marcados en una teoría general Pero sobre todo lo que demuestra es la tensión permanente entre el ámbito particular del conocimiento de lo urbano y la comprensión de la globalidad social L vinculación emprica con lo local. Desde sus orígenes la sociología urbana ha estado pegada a problemas muy concretos (los llamados «problemas urbanos»). Y de la misma orma ha mantenido un interés especial por los ámbitos locales en los que ta les problemas surgían. Pero junto a esta posición aparentemente limitada de su objeto de investiga ción también se han introducido constantes ree rencias a procesos y ámbitos sociaes más amplios Desde los planteamientos de os ecólogos urbanos hasta los de los seguidores de la economía política (sean o no marxistas o neomarxistas) se ha mani stado esta doble vía localcosmopolita o micro macrosociológica No obstante lo que deseo expre sar no es tanto esa relación qu es también extensi ble a la sociología sino el eecto empírico que la vin culación ocal tiene en el caso de la sociología urba na En otras palabras: esta vincuacón a lo local es timula la inura y la precisión de los análisis la bús queda de modelos interpretativos variables explica tivas e índices precisos ue midan lo más aproxima damente posible la realidad sus procesos y actores implicados Como lo han expresado Logan y Mo lotch «centrarse en los actoes locales (a escala cercana) no signfica menospreciar los nexos claramente mportantes entre estos fenómenos urbanos ocales por un lado, y las ferzas polítcas y económcas globaes, por oto. Peo, por motivos de manejabidad, uesta sociologa debe centarse en las manfestacones locales de estos nexos» 92•
Lo local admite a su vez distintas realidades es paciales en términos de unidad de análisis área
"Cf en W. G Flaagan,
o. c,
144.
metropoitana cudad/municipio distrito/área etc. o en términos de procesos sociales particulares con expresión espacial movimientos sociales vivienda etc En cualquier caso la constante se traduce en una tendencia a la búsqueda de «lo manejable ana lítica y empíricamente» Por ello la contxtualiza ción es un ejercicio permanente que como se ha apuntado anteriormente genera una tensión teóri ca. Tensión que procede no sólo de la contextualiza ción espacial sino también de la necesaria contex tualización de los múltiples componentes sociales «contenidos» en esos espacios que están relaciona dos con otros procesos del sistema social. Los párraos inales de la pubicación de Savage Warde expresan con claridad la cuestión aplicada al análisis de la vida urbana en el contexto del cambio social: La especifcdad de un suceso, una stuación o ubicacón no puede ser comprendda de manea abstracta, lo cual es la razón por a que los métodos etnográfcos han demostrado ser tan mpotantes para entender la expeenca modea tal y como se vive la vda cotidana de las etrópos. Muchos aspectos de esa experencia no se pueden apeciar utlando métodos esadísicos Es más, a reconstuccón comprensva de os sgnfcados cotdianos evada a cabo a través del anáiss de pequeños grpos, subculturas, barros, comundades y locaidades, nos proporcona os medos para dentfcar organiacones socales en stuacones modeas Tales custiones descubren, en parte, confguacones únicas, reconocdas por nuesto análsis del luga Al msmo tempo, los epsodos dramátcos úncos de a vida cotdana consttuyen la caacterístca ndamental y común de la expeenca de moderndad» 93•
L relación interdisciplinar: los vínculos co7 la planifcación urbana Bajo distintas oras la so ciología urbana ha mantenido estrechas relaciones con la praxis del urbanismo con el diseño material del espacio y con la construcción de la ciudad Esto que ha sido muy evidente en las tradiciones de la «nueva sociología urbana» sean weberianas o críti casneomarxistas puede extenderse como lo ha
93
C. Savage-Warde
o c
1993 193
puesto de rieve M. P. Sith 94 a las más aarns rmacions absracas d os cóogos y d ro po Whirh. Todos han dmosrado na gran imi cación n dsarroo d a anifcación rbana En s snido, as coaboracions con oras disci pinas conyns como a gografía rbana a conomía oíica y rgiona a arqicra n s vrsión rbanísica y drcho rbanísico han h cho osib n cors órico n orno a rbanismo o rbanísica cada vz más rconocido ano n os ámbios d a cincia oíica (oíicas iorias mdio-ambinas y rbanas) como n a gsión d as adminisracions úbicas (cnrargiona/a onómicaoca). L perspctiva comparada. Tano sa úima consan como a anrior confyn n na rc a cya manifsación n imo ha sido más r cn q as anriors: s raa d a ncsidad d anáisis comaraivos q osibiin a sismaiza ión y acmación d conocimino La divrsidad d os conxos d os noqs óricos y d os a maños d as nidads d anáisis ha difcado a icabiidad (y rrodcción) d os modos inr raivos d a socioogía rbana. A so habría q ñadir as aoacions maics y msizajs od idos dsd oras cincias socias onrizas así omo a comjidad d os sismas oíicos, d as 1radicions cras q han confgrado os sis as rbanos y as difrncias conómicas y socias oninnas os rabajos ionros d Brgss sobr as áras oncénricas d Chicago as invsigacions d as idads io como iddown (Lynd) os roc os d dcsión/gsión d Nw Havn (R. Dah) o giona Ciy (F Hnr) os sacios socias d oos (R. Ldr) o os moviminos socias r anos (. Cass) son agnos d os casos q dn ciars n a xnsa rodcción rbana oo jmos d s no simr acmaivo ra ajo d invsigación. sa consan in q vr más con na abor o cminada dnro d a socioogía rbana (y d a
Cf M. P. Smith The City and Social Theo, S Matin's ress, Nueva Yok 1979 94
cincia socia) n a consrcción d n marco d conocimino consnsado o n ciro aradigma ciníco. No obsan a inrnacionaización d sisma rbano incrmno d os conacos cinífcos a difsión d conocimino a ravés d as rvisas sciaizadas raismo idoógico y órico a xansión d os sismas dmocráicos han conri bido a n acrcamino rogrsivo d as scas y ndncias rbanas, y anq xisn grands di frncias nr os aíss dsarroados y sbdsa rroados, nr as ndncias angosajonas y as coninnas dnro d ésas as d nor y as d sr a raxis y a aicación d os sdios r banos han forzado avanc d sínsis comarai va Como boón d msra d rsñars n camo d os moviminos socias rbanos a ro sa d C. ickvanc (985) 5•
b) Los ámbitos d la sociología a rfrncia a sacio s na condición q ha vbrado as diinas radicions d a socioogía rbana. Anq xisn oinions conrovridas sobr sa csión 6, sacio como comonn d n sisma cidad o nidad d consmo coci vo s a rocación o risma scíco q sa sbdisciina aora a a socioogía Ora cs ión bin disina s si a variab s a casa d d rminados fnómnos socias o si or conra rio s fco d os. D caqir forma so o raamino q s ha hcho d é y más scífca mn d sacio rbano n ss difrns aric aridads ha srvdo ara dsarroar o xicar
En ese abajo de C P ickvance «The Re and Fall of U ban Movemens and he Role o Compaaive Anaysis» Environment and Planning D: Society and Space 3 1985) 3-53 se pe ena una inepeacón de síntesis compaaiva de los movi menos socales ubanos de Fancia Itala y España a pat de cinco paámetos: ápida ubanzación acción del Etado e contexo potico el esaollo de la case meda y as condicones sociales y económicas geneales "C po eemplo P Saundes (1989 qe planea la posibili dad de una «sociología ubana no espaca 95
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otros procesos desde los más diversos planteamien tos sociológicos. En el apartado anterior se han reejado las pers pectivas metodológicas que se han mantenido en las tradiciones eóicas de la sociología urbana. Ahora se trata de reejar los ámbitos que, desde ella, intere san o tienen que ver con la sociología o sociologías específicas En otras palabras los grandes campos en los que se da un encuentro o una llegada, desde el puno de vista del conocimiento y del método so ciológico En el cuadro de la página siguiente se presentan de orma esquemática las relaciones más signicati vas d las tradiciones de la sociología urbana que, como veremos no son excluyentes entre sí ni desde el punto de vista teórico-meodológico ni desde su desarrollo empírico Todas ellas pueden enocarse, igualmente, desde alguna parcela o especialidad so ciológica (sociologa de la cultura sociología del de sarrollo, sociología industrial, etc). El análisis de los ámbitos temáicos presentados se puede realizar a partir de distintos tipos de fuen tes Puede efectuarse a través del análisis biiográ fico de los libros de texto de sociología 97 o de la pro ducción bibliográfca en general, incluyendo artícu los de revistas científicas especialiadas El resulta do precedente, sin la pretensión de realiar una «so ciología de la sociología» se ha fundamentado en las publicaciones más recientes recogidas en la bi bliografía aquí comentada, en publicaciones de tex tos y artículos de revistas especialiadas, tanto en otros países como en España 98
•
La tradición del sistema ecológico aporta, tanto desde su legado de los estudios de comunidad, como de los de diferenciación residencial o de los análisis
97 Pocedimiento uilizado por Hornell Hart, qien esudió el contenido de 24 libros editados en EE.UU. entre 1952 y 958 de los que extrajo 2 temas dominantes (cit por L González Seaa sociología aventura dialéctica, Tecnos Madrid 197) "C. las reerencia anotadas a lo largo de a presentación de las cuatro tradicones de la sociologa urbana A partir de ahora utiizaré utiiza ré preerentemente (por razones de simplii simpliicació cación n y por la gran producción producción registada en nuesro país en las dos úlimas dé cadas) referencias de investigadores españoles
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del sistema urbano 99, un indudabl caudal de recur sos analíticos y de técnicas de investigación Así, por ejemplo, la referencia al espacio en los trabajos de mográficos distribución densidad, etc) es obligada cuando se raa de explicar los cabios de la pobla ción su movilidad, la formulación de hipótesis so bre la diferenciación social, etc Lo mismo puede de cirse de los nuevos enfoques sobre la vida colectiva en determinados núcleos, barrios o vecindarios res pecto de la recuperación de la vida coleciva, la bús queda de las señas de identidad que relejan ciertas organiaciones organiac iones o movimie movimientos ntos cuyo interés se s e orien ta más a lo comunitario que a lo político º En esa dirección apuntan también los trabajos sobre las re des sociales 1 • 10
Desde la tradición cultural, la conuencia con los campos de la sociología de la cultura o de la comu nicación de masas es muy estrecha en el marco de los debates sobre la modernidad y su plasmación en el diseño de los espacios urbanos 12, el análisis de los grupos o «tribus urbanas» consideradas desde las
Cf los ya citado de J. Dez Nicolás (972), J Leonardo (1989) C Lavia y J Leonardo (990), J M. Moreno y A de Mi gel La estructura de las ciudades espaolas CIS Madrd 978; A de Esteb Esteban an s áreas metropolitanas en Espafa, CS Madrid 981 y los geógraos Precedo 990), M Ferrer Los sistemas urbanos Snesis Madrid 992 Ferre-Precedo Las ciudades de Guipúzcoa y Vizcaya Ed L Zgaa Durango 977 J Jaristi La estctur urbana en Vicaya PV/EHU, Bibao 985 º C B. Wellman (973) y desde oros ánguos teóricos M Casels (986) A Gail Bier Ccimiento urbano y participación vecinal CS Madrid 980 T R Vilasante (1984) M Maesoli, El tiempo de las tribus, caria, Madrid 990 c tambin el análi sis paicular para as ciudades españolas en V Urrutia «Trans ormación y persistencia de los movimientos sociales urbanos», Poltica y Sociedad CM n 10 (1992) 49-57 donde se aputan las nevas paas de gpos y organizaciones vecinaes 10 En España por eemplo R Villasante, Movimiento ciudadano e iniciativas poplare OAC Madrd 199 y «El desa rrollo local: anaizadores y potencialidades desde as iniciativas cidadanas» Poltica y Sociedad CM n 0 (992) -49 Debe señalarse sin embargo, que este concepto es susceptible de in terpretarse desde distintos enfoqes metodológicos el crticoa ternaivo o el amicaldevecindad El primeo se engarza más con los análisis de la tradición marxista, mientras que el segndo lo hace con los funcionalistas 12 C J Apa], «La ciudad espacio de práctica y representa ción social edcación y cultura de los cidadanos», Inguruak n. 9 ulio de 1994) A Moles y E. Rohmer (972) 99
CUADRO RESUMEN
TRADICIÓN URBANA
LEGADO INTERESES COMUNES
ÁMBITOS SOCIOLOGÍA
Sistema ecológico Estudios de comunidad Diferenciación residencial Sistemas urbanos
-Análisis demográficos Comunidades, barros y vecindaios vecindaios uranos (idenidad colectiva) redes socales, parcipación
POBLACIÓN ESTRUCTUR SOCIAL SOCIEDAD CIVIL
Forma cultural Teoras cultules del capitalismo
-Cuuras urbanas modernidad y estilos de vida, comunicación de masas
CUURA COMUNICACION DE MASAS
Sistema socio-espacial y comunidad política Sociología de la desigualdad espacial Análisis de estratificación social
Desigualdad polarización -Vivienda
ESTRUCURA SOCIA
Estudios de la dominación
-Organizaciones vecinales éies Descenralia Descenraliación, ción, paricipación paricipación -Redes sociales M.SU
PODEPOLITICA MOVIMIENTOS SOCIALES VIDA LOCAL
Unidad espacial de consumo colctivo Teora de la urbanización capitalista Economía política del espacio Sociología del consumo colectivo
Desarrollo económico y esigualdad Políicas urbanas panificación, Consumo colecivo (equipamienos) vivienda
DESAROLO NUEVAS TECNOLOGÍAS
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nuevas perspectivas de la postoderidad, los esti los de vida y de espacio como terroro cultural 103, los usos de los medos de comunicación de masas en la sociedad urbana º o os efectos psico-sociales de a vida urbana 5• La tradición de sisema socio-espacia ha pro porcionado útiples referencias para os esudios de la estctura socia a partir de a gran compleji dad que registra la sociedad moderna en términos de cases o estratos sociales sobre odo cuando se miran desde ánguos espaciales y muy significativa mente cuando se circunscriben a as áreas etropo itanas. Es el caso de os debates actuales sobre a dualización o polarización social, conceptos no exen tos de una considerabe indefnición teórica y ope rativa a pesar de su eficacia coo factor expicativo de as transformaciones sociaes que a crisis econó mica de los 70 y las esrategias posteriores de recu peración han producido P Marcuse ha recordado que a imagen de la ciudad dua no es nueva 06 En todo caso, y esta es a confuencia y aportación de a perspectiva urbana, os cambios en a estructura so cia puesos en reación con los distintos espacios de la ciudad enrquecen considerabemene el anáisis de os estraos/cases sociaes. Así lo han demosrado distintos trabaos en os que se parte de perspectivas 1 4
1 º'
Entre otros, cf especalmete M. Maffesoli (1990) A ca ballo ere esos enfoques y los apuntados para el «sstema eco lógco» en su reación co la recostrcción de a sociedad cv (de raíces fudametalmee atropológcas) se encuetra los trabajos de J Cuco, e El quotidia Ignort. L tm ssocitiv vlencin, Ed Alfons el Magnnim Vaenca 199 Cf las reerencas de D McQual Sociologí de los medios msivos de comunicción, Padós Bueos Aires 1979, el aálss cocreto e u área meropotaa de V Urruta y A Díaz Man csdor, L nuev dio, Uv Uv de l País Vasco Blbao 986 V Urru ta «Prensa y socedad, prens nte el cmbio de siglo, Deus to, Bilbao 988, cap . 105 Etre las múltiples referencias a los «efecos de la vda ur bana cf. J L Pllos Psicoptologí de l vid urbn, Espasa Calp, Madrid 977 L. Rojas Marcos, L ciudd y sus dsfíos Héres y víctims, Espasa-Calpe, Madrd 992 16 C. P Marcuse «Dual Cty: a Muddy Metaphor or a Quar tered Cty, Interntionl Joul of Urbn nd Rgionl Rserch, , 4 (1989) 697708 104
teóicas no exclusivas de a tradicón socio-espacia (copetadas (copeta das con as a s del consumo colectivo) 1 Dentro de a isa radición, e campo especfi co de la vivienda ha despegado un ingente desarro lo en todo o relativo a la desiguadad socia en os úimos años y está registrando importanes apora ciones a os estudios de la estructura socia 08• Respecto de los estudios de dominación, aunque más escasos en lo referente a las éites poíticas y grupos de presión en la gestión de os ábios oca es, e incremento de los trabajos sobre descentrali zación poder ocal participación ciudadana y en general, aspectos reacionados con a vda ocal han sido también cuantiosos 9• 17
Cf por eemplo S Sassen Koob, The Globl City: New York London, Tokio, Uv Uv Press, Prceo 990 J Molekopf & M Cas Castel tells, ls, Dul City, Russell Sage Nueva York 99; M Subi rats et alt, Enquest de l Rgió Metropolitn de Brclon 1990. Condicions de vid habits de l poblci, Mancomutat de Mu icps de lArea Metropoltaa de Barcelona, Diputacó de Bar ceona, Belaterra 99 Boter y C Tobo Investigción conti nu sobr forms de vid y su eolución. L estructu socil dl municipio d Mdrid (1975-1986), Documeo de Trabajo . 5 Departameno de Estudos y Aáiss de uameto de Ma drid 988 64-74 J Leal «Crecim «Crecimeo eo ecoómico y desigualdad socal e a Comundad de Madrid Economí y Sociedd, n 4 (Madrid 990) 55-66, y L segrgción socil en Mdid, Docu meo de Trabajo . 2, Deparamento de studios y Aálss del uameo de Madrd 1990 ' J Leal ha desarrolado desde su vestgacón de 976 L vivind socil en Mdrid (tess octoral o publcada), UCM, un argo y productvo recorrido del que destacan: «Vvienda y Soce dad El aálss socoógco del problema de la vvenda Revist Espñol de Investigciones Sociológics, 8 (Madrid 978) 8902 «El impacto social y económico de los cambos e el secor moblaro, Revist Espñol de Finncición d l Viviend, n 10 (989) 3-6 Informe pr un nuev polític de vivin, MOPT Madrd 992 J. ea y L Cortés L inteención públic sobre l viviend MOPU, 991 (meo) dimensión de l ciu dd CIS, Madrd 995 Cf por ejemplo J Borja «La crisis del poder muncpal en spaña ayuntametos a yuntametos y movime movimeos os urbanos ante la democra cia, Revist de Estudios Sociles Madrid 978) Estdo y ciudd, Promocioes y Publicaciones Uverstaras Barceloa 988 M. Castells, c, 986 S. García «Cudadana e spaña, e A Ala bar, S Garca S Gner (comps Clse, poder y ciuddní, Siglo XI, 1994 225247 S Gner «Ciudad y polteya e la Europa Me ridional. Alguas reflexones hstórcas y socológicas en c, 76 Sobre movimentos sociales urbaos y parcpació Urutia o c, 992 (986) R Vlasante, o. c., 1984 1992 '
El contexto económico social y poítco de los ños 70 hizo posible el surgimiento de la gran co1riente crítica de la «nueva sociología urbana» preo upada por los mecanismos generadores de la con ctividad urbana, tanto en su dimensón interna (de las ciudades) como en su proyección externa (nacional e internacional). Esa inquietud se traslada gualmente a análisis del sistema capitalista a sus strategias de crecimiento y, en definitiva a las rela iones existentes entre el sistema urbano y el con junto de las fuerzas productivas, incluidas las políti as que controaban sus procesos de desarrollo eco nómico El obetivo fndamental era y es, por tanto, e carácter estructural y macro-sociológico La erspectiva se situaba en la línea de la sociología del esarrollo y/o del consumo coectivo y en conso ancia con las teorías neomarxistas, su aportación expande a una multipicidad de campos: la con ctividad social urbana el consumo colectivo (quipamientos colectivos) las políticas urbanas lanificación urbana) la vivienda, a desigualdad cial generada por el espacio el impacto de las uevas tecnologías de la inormación en el sistema bano es decir, en todo lo que tiene que ver con la onomía política del espacio Muchos de sus planteamientos se cruzan con la adición anteror en tanto que unos y otros coinci n en los aspectos políticos relativos a la articua ón y gestión de las ciudades o de los sistemas ur anos así como en el interés por los agentes socia ks sean movimientos sociales, grpos de presión o stituciones administrativas que interienen en los ocesos de desarrollo urbano Todo lo cual implica progresiva integración de los ctores estrctura s y políticos en los parámetros de análisis urbanos asta entonces ignorados o no suficientemente valo ados uo_
10 Gran parte de la bibligrafa apntada en la nta anterir . , sceptible de er incrprada aq Ya e ha citad la bra de M Catell (1974 1986 991) a la qe habra qe añadir: Ls 1ovimients sciales urbans, Sigl XI adrid 97 4; Scilgía d epaci inustrial A adrid 977; Crsis ubana y cam h cial Sig XI adrid 98 J Ba (1988) J Leal y J Rí Ls espais clectis en la ciua OPU adrid 989; C k «aletar reidencia y demanda de vivienda» Alfz Tet ma y sciea n. 71 990) 33-82; la bra clecti
Es pues en ese apo aco, qe abre nter namente la propa socioogía ubana y e que desde ella se lanza al conunto de a socología (en sus es pecialidades o en sus particulares procesos socia les), en el que se debate la configuración de un pa radigma todavía compleo pero rico, de conoci miento acumulado a o largo de casi un siglo Junto a él se han desarrollado igualmente un compendio de tcnicas de investigación tanto cuan titatvas como cualtativas ceidas a parámetros re ducidos (micro), o bien a amplios sstemas o cam pos de análisis (macro). Cada tradición ha ido in cororando con su orientación metodológica propia aquellas herramientas que meor satiscen la apli cación empírica de sus variables que en este mo mento de madure de la disciplina requerirían un trabao específico de depuración y síntesis Jl. Este bagae analítico-empírico se ha desarrolla do igualmente debido al fuerte impulso de los pro cedimientos de panificación urbana en los que los sociólogos están implicándose progresivamente con gran rigor y eficacia 12•
va J Brja et alt (ed) Las ganes ciuaes en la écaa e ls nenta Sitema add 1990; Hall G Camp Venti et alt Metóplis teit y crisis amblea de adrid/lfz 1985 ' L citad traba e Dez Niclá (197) de Eteban (98 ) J enard ( 1989) LaviaLenard 990) tilizan de de la tradición de l análii eclógic ditint indicadre e ndice de cncentra cióndiferen ciaciónepe cialización jerar qización epacia. J eal y L. Cté dearrllan para e ca de la vivienda l recr epacale y hman l eqipamient clectiv y l erici terciari n cnnt de técnica e n dice preci en traba La imensión e la ciua CIS a drid 99 2 Prdct del creciente dearrll de la planifcación rba na en td n ivele e ha gen erad en la úlima década n grande y ric cadal de trabaj e infrme qe hacen rgente n análii itemátic de la técnica tilizada cn bet de ci itar hmgeneización y eneñanza en l centr niverita ri PRA COMRENDER QUÉ ES LA IDAD
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Presentación y orientaciones para las lecturas
1. Presentación
La selección de lecturas que sigue a continua está concebida como una presentación funda1·tal y básica de textos para una iniciación en la iologa urbana. Trata de oecr, en una extensión íima las reflexiones de aquellos pensadores so l s que han teorizado sobre la ciudad. En una se l l cia cronológica que se inicia con los textos de fi s del siglo pasado y que llega hasta nuestros ú se han incorporado las aportaciones de los des clásicos y de las lneas de pensamiento que {s han influido en los estudios urbanos y que cons I ven las bases teóricas de la sociologa urbana
tantes que de una forma u otra, emergen y condi cionan nuestra percepción de la ciudad y del espa cio. Es una oferta limitada de fuentes, hasta ahora dispersas o no traducidas al castellano, agrupadas con una intencionalidad pedagógica que permita un acercamiento al estudio de la ciudad y del espacio urbano. Acercamiento que se hace todaa más necesario para aquellos que por primera ez desean analizar el papel de la ciudad no sólo en la configuración de nuestra sociedad contemporánea sino también en su proyección futura.
os cimintos teóricos aqu representados cons yen la base de las interpretaciones y de los plan : ientos metodológicos de mltiples problemas cionados con el territorio entendido como ámbi las relaciones sociales y de la interención po a en la ciudad (la segregación espacial, el desa lo de los nueos estilos de ida inculados al uso spacio, el inlujo de las ciudades en la economa ' la poltica el ejercicio del control pblico y la �• 'ión de las ciudades, los procesos de expansión orial etc)
a pretensión del responsable de esta selección es facilitar ese proceso de análisis y de bsqueda de las tradiciones teóricas de la ciudad a partir de los textos originales de los auores, textos que serán presentados y comentados en clase No se quiere con esto eliminar la lectura de obras enteras ni tam poco acudir, cuando sea necesario a la consulta de textos de referencia (preferentemente los señalados al comienzo de algunas lecturas). Muy al contrario se pretende estimular, abrir cauces de reflexión de seos de bsqueda y en definitia, animar el interés por el estudio de la iudad
Se trata por tanto, de «tirar del hilo conductor» a posibilitar el descubrimiento de aquellas cons-
Será bien recibida cualuier obseración ten dente a mejorar este trabajo (textos gua de lectu PRESENTACIÓN Y ORINAIONES PRA LA LETURA
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ras, etc.) pensado como apoyo del programa de sociología urbana.
2. Orientaciones para la lectura de los textos Estas orientaciones tienen como objetivo fciitar la comprensión de os textos así como su posi ble discusión en grupo. No se pretende con ellas agotar los posibles enfoques o aspectos especulati vos que ofrece un texto aunque sí oecer una bate ría de cuestiones suficientemente amplia y precisa que ayude a descubrir aquellos puntos y matces fundamentales permitiendo así una mayor profun dización en el pensamiento de sus autores. En todo caso, e lector debe evitar as prisas y e repaso su perficial y concentrarse en la captación de lo que los autores plantean y quieren exponer. CUESONES GENERALES a) Objetivacón del texto
CUESIONES ESPECIFICAS Las cuestiones específicas planteadas a conti nuación son un esquema que puede organizar u orientar la atención en la lectura de los textos Pre supone que se va avanzando en la introducción a las diferentes posiciones teóricas. No todos los puntos o cuestiones son estrictamente aplicables a cada tex to En cualquier caso, se trataría de determinar la aportación específica del autor Tener en cuenta los debates de la tradición so ciológica sobre la ciudad y e espacio: los propios conceptos de ciudad espacio urbano urbanismo la idea o variable ciudad respecto de la sociedad la confrontación cultural económica o política de la ciudad las connotaciones peyorativas de la ciudad o lo urbano etc
1 ¿De qué presupuestos parte el autor? 2 ¿Cuáles son os conceptos centrales que utiliza? 3. ¿Qué obetivo persigue el autor y cómo lo fundamenta?
. ¿Cuáles son los problemas centrales que se aontan en el texto?
4 ¿Aparecen posiciones de otro autor critica das? ¿Cuáles?
2 ¿Qué tesis defiende el autor?
5. ¿Por dónde o hacia dónde se ofrecen impu sos a la reexión o la investigación?
3. ¿Cómo la fundamenta? 4. Aportaciones y dificutades encontradas en la lectura de este texto
b) Juicios d valor
1. ¿Qué afirmaciones de texto pueden cuestio narse? 2 ¿Puedo formular y fundamentar una concep ción contraria a la del autor? 3 ¿El texto toca algún problema importante sin que sea suficientemente desarrollado? 4 ¿Qué puedo decir sobre tales cuestiones?
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PRA COMRENDER QUÉ ES L CIUDAD
ANAL/SIS COMPARATVOS (TEXTOS, AUTORES)
1 ¿Cuáles serían os puntos en los que se po drían resumir las principales aportacione de los autores? 2 ¿Dónde se halan las principales diferencias entre ellos? 3 ¿ Y sus coincidencias? 4. ¿Dónde y cómo se podrían acercar sus posi ciones? 5 ¿Dónde se encuentran los puntos fuertes y los débiles de cada autor?
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Selección de textos
1 , LALOSCIUDAD ECÓLOGOS URBANOS: COMO SISTEMA ECOLÓGICO
es un duc de la nauaeza y, en acula, de a nau aleza humana
1.. Un programa de investigación
La cudad cm ha sealad ecenemene Oswald enle, ene su a culua « i pr or iiio o pr pio io oo t ti io otio i ti ti io prottor, to ptr ig pio i ti ti tirr» '
Robert Pak
La ciudad: sugerencias para la investigación del omportamiento humano en el medio ambiente urbano (1925)
Taduccón de Manel Ibáñez Ladós Rri: Rort E Prk Ert W Brg, The City, /irit Cgo Pr. 1974 (p. 1) Desde e un de vsa de ese esud, la cudad es a que un cnlmead de esnas ndvduales y u s scales calles, edfcs luces eléccas, anvías e •0s, ec ambén es a más que una mea cnselacón · sucnes y aaas admnsavs juzads, hs escuelas, cía y ncnas cves de dvesa índ cudad es, más ben un esad de ánm un cnjun umbes y adcnes y de aquells senmens y ac nheenes a esas csumbes y que sn ansmds 1•1
n ess úms ems se ha esudad la cudad des de e un de vsa de su eaa y, aún más ecenemen e, desde el un de vsa de su eclía en de ls ím es de la cmundad ubana de hech, den de ls íes de cualque áea naual habada el hmbe hay e zas en mvmen que enden a casna un íc y meó dc auamen de su blacón e nsucnes a cenca que aa de asa ess ces y descb la íca cnse acón de esnas e nsucnes ducda dcha c eacón de ezas es que lamams eclía humana, aa dsnua de la ecía veea y anma anse y cmuncacnes, anvías y eéns, e ódcs y ublcdad cnsuccnes de ace y ascenses
'Oswald Spenger, Der Untergang des Abendlande, IV Munich 1922 105.
R.PARK
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-cosas todas ellas que, de hecho, tienden a crear 1a mayor movilidad, a la vez que originan 1a mayor ma yor concentración de la población urbana urbana son fctores primordiales en la organi zación ecológica de la ciudad. No obstante la ciudad no es simpemene a unidad ecológica y geográca, sino que a su vez, es una unidad económica La organización económi ca de la ciudad se basa en la división del trabajo a multi plicdad de ocios y profsiones denro de os lmites de la población urbana es uno de los aspectos más notabes y me nos comprendidos de la vida de la ciudad moderna Si que remos desde este puno de visa, podemos concebir la ciu dad, es decir el lugar y la gene, con todos sus mecanismos y aparaos administrativos como orgánicamente relacionados entre sí; una especie de mecanismo psicoógico en el cual y a través del cual los intereses privados y poíticos encuen tran no solamente una expresión coleciva, sino también una expresión corporativa Muchos de los aspectos que normalmente consideramos propios de la ciudad sus cartas constitucionales, organiza ción convencional edicios edicios red de tranvías y demás son, o parecen ser simples artectos; pero estas cosas son en sí mismas servicios públicos dispositivos accidentales que lle gan a rmar parte activa de la ciudad sólo cuando y en la medida en que a través del uso y la costumbre se acoplan con las erzas vitales inherentes a los individuos y a la co m1idad al igual que una herramienta en manos del hom bre Por último la ciudad es el hábita natural del hombre ci vilizado Debido a elo, es un área cutural que se caracteriza caracteriza por su propio y peculiar modelo cultural: «Aunque no se admita de un modo absoluo», dice Spengler «es un hecho h echo verdaderamene cero qe odas las grandes cluras han nacido en cudades. El excepcional hombre de la segnda generación es un animal consrctor de ciudades E verdadero crierio de la hisoria universa a diferenca de la hstoria hmana es el e l siguiene: la hisora niversal es a his ora de os habanes de la cidad Tano los países como los gobiernos la políica y las religiones descansan sobre un nmeno básco de la exisencia humana a cidad»'
Hasta ahora la antropología o ciencia ciencia del hombre hombre se ha ocupado principalmente de esudio de los pueblos primi tivos; pero el e l hombre civilizado resut resutaa iguamente interesan
'Oswald Spenger. Der Untegand des Abend/andes, IV, 106
te como objeto de investigación y, al mismo impo su vida es más accesible para la observación y el estudio. La vida y la cultura urbanas son más variadas sutiles y complicadas, pero los emas ndamentales son los mismos en ambos ca sos Los mismos méodos de observación utilizados paciente mente por antropólogos como Boas y Lowie para el estudio de la vida y costumbres de los Indios norteamericanos po drían ser empleados, y quizá de manera más provechosa en la investigación de las prácticas sociales, concepción general de la vida creencias y costumbres predominantes en Little Italy situada en la parte más baja de North Side de Chicago o en señalar las aún más sosticadas costumbres tradiciona les de los habitantes de Greenwich Village y de barrio de Washingon Square de Nueva York Estamos principamente en deuda con los novelistas por el conocimiento más detalado que poseemos de la vida ur bana conemporánea pero a vida de nuestras ciudades exi ge n estudio prondo y esinteresado más incluso que el que mile Zoa nos oece en sus noveas «experimenales» y en as crónicas de la fmilia RougonMacquart Este tipo de estudios es necesario, aunque sólo sea para permitirnos eer e periódico de una manera más inteligente Si a crónica dia ria del periódico resulta tan escandalosa y a a vez tan sci nante para el lector medio, es porque éste está muy poco en terado de la vida de la cual e periódico es el documento es crito as observaciones que vienen a continuación tienen el propósito de denir un punto de vista y marcar m arcar un programa de estudio de la vida ubana su organización sica sus ocu paciones y su cultura a) El dis diseño eño de la ciud ciudad ad y la organización local
A primera vista, la ciudad, en especial la ciudad m9der na americana da tan poca impresión de ser un producto de los procesos espontáneos de la naturaleza y del desarrollo que es dicil reconocerla como un ente vivo La rma básica de las ciudades americanas por ejemplo, es la de un tablero de ajedrez la unidad de distancia es la manzana sa rma geométrica articial nos hace pensar que la ciudad es 1a construccón puramente articial que podría perfectamente ser desmontada y vuelta a montar de nuevo, como si se ra ara de un rompecabezas de piezas cúbicas De hecho a ciudad tiene sus raíces en os hábitos y cos umbres de sus habitantes y en consecuencia posee una or
gaización moral y tambié ua oraiació sica. Abas se ifluye mutuamete de maera muy característica, amo dádose y modificádose a ua a la otra Es la estructura de a ciudad lo que más os impresioa, debido a su otabe i mesidad y compejidad; pero esta estructura tiee o obs tate su base e la aturalea humaa de a cual es ua ex tate presió. Por otro lado ua ve frmada, esta imesa ora iació que ha surido e respuesta a las ecesidades de sus habitates se impoe sobre eo como u riuroso hecho extero y a su ve os va frmado de acuerdo co el dise ño y os itereses que se eloba e ella. Estructura y tra dició o so más que diretes aspectos de u úico com pleo cultural que determia qué es propio y caracterstico de a vida de a ciudad difreciádoa de la del pueblo y de la vida e el campo. •
El diseño de la ciudad
Dado que la ciudad tiee totalmete ua vida propia xiste u límite para as modicacioes arbitrarias que se puede hacer hacer:: e su estructa sica y e su orde moral. E pao de a ciudad, por ejemplo establece ímites y divisio es, determia de d e u modo eeral a situació de as cos ruccioes de la ciudad y e carácter de éstas e impoe u or de e la disposició de os edicios que se costruye de ro del casco urbao, tato por iiciativa privada como como por la utoridad púbica. No obstate, y detro de las limitacioes rescritas os ievitables procesos de la ataea humaa iprime a estas oas y edicios u carácter o ta cil de trolar. Bao uestro sistema de propiedad privada por emplo, es imposibe determiar de atemao qué ivel de cetració es probabe que acace a pobació e ua a determiada La ciudad o puede establecer os precios l sueo y, por o eera dejamos e maos de a iiciativa rivada a tarea de determiar los límites de a ciudad as wmo la ubicació de sus distritos resideciales e idustria1\S Tato las distitas prefrecias y coveiecias perso es como os itereses ecoómicos y prosioaes tiede ' maera iible a serear y de este modo a casificar, las blacioes de as rades ciudades Así pues a ciudad ad iere ua oraiació y distribució de su població que i •á plaicadas i cotroadas. Actuaete a Bel! Telephone Company está levado a o miuciosas ivestiacioes e especial e Nueva York y Cicao, co el propósito de determiar el probable au
meto de població y su s u distribució detro de as áreas me tropolitaas, tropolita as, aticipádose a los l os verdaderos cambios. Por su parte la Sage Foundation, e el trascurso de uos estudios que realió sobre paicació ciudadaa itetó ecotrar rmuas matemáticas que le permitiera predecir a utura expasió y lmites de població e a ciudad de Nueva ork. El reciete despleue de cadeas de rades almacees ha covertido e problema de a ubicació e obeto de ua ue va profsió. Actuamete hay ua serie de expertos que teiedo e cueta los cambios que co toda probabilidad oriiará las tedecias actuales se dedica excusivamete a la tarea de descubrir y localiar localiar utiliado lo l o que podríamos llamar es mero cietíco: restaurates estacos drustores y otros pequeños eocios cuyo éxito depede e ra medida de su ubicació. No so raras las veces que e propietario de u i mueble se siete dispuesto a aciar u eocio de este tipo e su oa coado e que será ucrativo y arredádoo a cambio de u tato por cie de os beeficios. La aturalea eoráca de la ciudad, sus vetaas y des vetajas aturaes icluidos los medios de trasporte perf a de atemao os rasos eerales de traado urbao A medida que la catidad de població aumeta, los pequeños iujos eercidos por las aidades as rivalidades y las e cesidades ecoómicas tiede a cotroar a distribució de dicha població por la eorafa de la ciudad El comercio y a idustria va e busca de ubicacioes vetaosas vetaosas y atrae a su etoro a ciertos sectores de a població. Está sur iedo eleates barrios resideciales de los cuales queda excluidas las clases más pobres debido al aumeto experi metado por el precio del suelo. Esto hace que se vaya creado slums e os que habita ua ra catidad de ete perteeciete a aqueas clases más desvorecidas y que de adas a su suerte, les l es resulta imposible evitar e cotacto co u ambiete de abadoo carete de refretes morales. o el tiempo todos los barrios y seccioes de la ciudad va adquriedo alas características pecliares que de e a la ete qu os habita. ada ua de las partes de la ciu dad está evitablemete teñida del modo de pesar que ca racteria a su població y e cosecuecia aquelo que e u pricipio o era más que u simple espacio eoráco se covierte covier te e u barrio es decir decir u u luar que posee su propia historia y sus propias tradicioes y maera de pesar. De a ú modo, detro de este barrio se matedrá la cotiuidad del proceso histórico. El pasado se impoe al presete y a vida e cada comuidad siue avaado como ua especie R.PA
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de impulso nteror, más o menos independente de los más amplos ntereses y modos de vda exstentes a su alrededor. La magntud de la poblacón sus nveles de concentra ción y la manera en que ésta se va dstribuyendo dentro de la geograa de a ciudad son los fctores que determinarán f nalmente su organzacón, así como las caracterstcas del medo ambiente urbano y del orden que éste exge Esto ex pca lo importante que es el estudo del crecmento de las ciudades y el comparar as dstintas dosncrasias en la ds trbución de su poblacón. As, pues éstas son algunas de las cosas que en primer lugar nos nteresa saber acerca de la cudad: - ¿Cuáles son los orgenes de su su poblacón? - ¿n qué medda medda el crecimento crecimento de su poblacón (debi do al mayor número de nacimientos que de dencones) es normal? ¿Qué parte de la poblacón está compuesta compuesta por: a) na tivos b) extranjeros? ¿Cuáles son las áreas «natuales» más destacadas es decr aquellas donde habita la poblacón segregada? ¿De qué manera manera nfuyen nfuyen en la dstrbucó dstrbucón n de la po blación dentro de la cudad a) lo ntereses económicos, es decr, los precios del suelo; b) la raza los ntereses sentimen tales la vocacón etc.? ¿Qué zonas zonas de la cudad están están experimenta experimentando ndo una dsmnución o un aumento de su poblacón? ¿Qué relación exste entre entre el aumento de poblacón y el número de membros en las mas que viven en las distin tas áreas naturales, y el nmero de nacmentos y dencio nes matrmonios y dvorcos el preo de los alquleres y el nvel de vda? •
El barrio
La proxmidad y el trato amsoso entre los vecnos son la base de las más sencllas y elementales frmas de asoca cón con las que nos encontramos en la organzacón de la ciudad os intereses y asociaciones locales generan un sen tmento propio del lugar y, puesto que el sstema basa la par tcpacón poltca en el hecho de ser resdente el barro se converte en la base del control polítco, sendo de este modo el elemento local menor dentro de la organzacón socal y polítca de la cudad 40
PARA COMPRENDER QUÉ ES L CIUDAD
«Una de las realidades sociales más signcaivas es el he cho de que, desde iempos inmemoriales se haya establecdo insintvamente esa especie de acuerdo por el cual aquel que se establece al lado de otro empieza ya exigiendo el senido de compañerismo de éste... El barro es una unidad socal cuy cuyoo funcionamieno por a clara denición de sus ontornos, su in tegrdad orgánica interna y sus reacciones impusivas pude percamente ser consderado como el de una mente social.. l lder ocal por muy autocrático que pueda egar a ser e el más ampo campo de acción que la ciuda oece, utizand o el poder que ha conseguido a ravés del barrio, debe estar siem pre por y para el pueblo pueblo y ener mucho cuidado de no deau dar a la gente del lugar en lo que se reere a sus intereses. Es muy dici embaucar a un barro tonteando con sus propios asuntos» 1
La socedad moderna local es una estructura erigda so bre la base de una organzacón de barro espontánea y su razón de ser es la de expresar los sentmientos con relacón a los asuntos de nterés local Aquello que podríamos llamar el sentr general de un ba rro ha expermentado dversos cambos, curosos e ntere santes bajo as complejas inuencas de la vda de la cudad producendo numerosos e nsólitos tpos de comunidades o cales es más hay barrios que están naciendo y otros que es tán en proceso de disolucón Consideramos por ejemplo la Qunta Avenda de Nueva Yrk que probablemente no a e ndo nunca una asocacón que se encargara de su embelle cimento y comparémosla con la calle 135 del Bronx donde hay probablemente una mayor concentración de población negra que en ningn lugar del mundo) que se está convir tendo rápdamente en una estrech estrechaa comundad muy bien or ganzada. «En la hisoria de Nueva York, e hombre de Harlem ha pasado de ser asociado con Holandés a ser asocado con Ir landés más arde con Judo y, por últmo con Negro. De odos estos cambos el imo es el que se ha ectuado con mor rapidez. Para oda a América de color desde Massachusets hasa Mississipp y cruzando odo el coninente hasta Los Angeles y Seattle, e nombre de Harlem, que hasta hace 15 años apenas nadie haba oído nombrar signica "metrpois de e gros Harlem es verdaderamente la gran Meca del turista en busca de lugares de inerés de amane de los placeres de u-
Rober A. Woods, «The Neighborhoo in Social econtucon» Papers and roceeding f the the Eighth Annual Meetin g o the American Soio logical Society (1913). 3
ioso del aventuero del emprndedo del ambcoso y del es pablado de aza negra poque su poder de seduccón se ha exenddo po odas as slas del Cabe, legando ncluso a po pagarse por Aca»• E á á. E í é - ¿Qé ? ¿D é : ? ¿á ? ¿á ? ¿á á ? P E f á . E E é é í é j á á í á (Gesetzmassigkeit) '
James Weldon Johnson, «Te Making of arle». Survey Graphic (ao, 1925) «Po tano cuando queemos usa la paaba atuaeza como n 'o lógico en la eoía de la ciencia, demos que la Naalea es la ea d consideada en su maco Iegalime al signicado lo allamos po O e a paaba «Ley natua» Peo també podamos llama ens a lo que eta en los conceptos natualea de las cosas, o expesa o más bevemene posibe del modo que sigue: a Naualeza es a ea osideada de un modo univesal Sóo as adquee la paaba una e a lóica» H Ricket De Grenzen der nturwissenshflihen Beq[(�blng, 22
E é é E é é E í á ; í Colonis y zons segregds E í í á L P gueos í E T Chintowns S F N Yk Peqeñ Sicili á í á R. PAK
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corrupción y que son lugar e reunión para elincumtPs (• too tipo; tal es el caso del que ha existio hasta hace poco en Chicago. Toa gran ciua posee tabién sus barrios en los que habita gente con prosiones y ocios anes coo por ejeplo Stockyards, en Chicago, con sus zonas resien ciales Brookline, en Boston el enoinao Gold Coast, en Chicago o Greenwih Vllage en Nueva York caa uno e los cuaes pora constituir ya e por sí ebio a su agnitu y caractersticas un puebo o una ciua a única irencia es ue su pobación es escogia De entre estas ciuaes entro e ciuaes cuya principal caracterstica es que su población está copuesta por personas e una isa raza o bien e istinta raza perteneciente a una isa clase social East London con una pobación e 2000000 e trabajaores es sin ua e caso ás estacao. «Debido a exceso de población en e East London origina, a gente ha ido diseminándose por los prados y marismas que se encuentran a otro ado de río Lea, convirtiendo de este modo en nuevas ciudades o que anteriormente habían sido puebos ruraes. Tenemos por ejempo Wst 1am, con una po bación de cerca de 30000 habitants; East Ham, con 90000 Strafrd junto con sus "hijas con 150000 y otras adeas que a igua que as anteriores han crecdo desmesuradamente a suma de conjnto de todas estas nuevas pobaciones nos da un tota de cerca de dos miones de personas, que es una pobación mayor que a de Berín Viena San Petersburgo o F adea East London es na ciudad ena de tempos e igesias sn embargo no hay catedraes, ni angicanas ni catóca s Está ben surtida de escueas de enseñanza primaria pero no tiene ninguna escuea púbica de enseñanza media y tampoco dis pone de universidad o de centros donde reaizar estudos su periores odo e mundo ee e peródco sin embargo no exs te un periódico de East London como ta, sno tan sóo peque ñas ediciones ocaes Nunca se ve en sus caes un soo vehícu o particuar y no existe ningún barrio eegante ni tampoco puede uno encontrarse con señoras en as principaes aveni das a gente os comercios, as casas, os medos de transpor te, todo, absoutamente todo, eva consigo e seo nconfndi be de a case obrera o más curioso de too es e hecho de que en una cudad de dos mones de persoas no haya hotees y esto natra mente signica que no tiene isitantes»
En las ciuaes europeas con ayor antigüea one os procesos e segregación han legao ás lejos las istin-
' Walter Bsant, East London, 7-9.
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PARA COMPRFNnER QU( ES L CIUDAD
cones qu sP <1stab!Pcn t os if:t o son p babente ás acusaas que las que s an n Ari st London s una ciua habitaa por una población pP tnciente a una única clase socia que quea relegaa una ) otra vez en os connes e a ciua ebio a intereses ra ciales culturals y prosionales E oo e sentir el ba rrio prounaente enraizao en las costubres y traicio nes ocales ejerce un ecisivo inujo selectivo sobre las po blaciones e las antiguas ciuaes europeas anistános por ltio arcaaente en las caractersticas e sus habi tantes Lo iportante e esos barrios couniaes raciaes y zonas segregaas exstentes entro e as granes ciuaes o e su perieria coincie con nuestro interés acerca e toos los eás grupos sociales y es o siguiente ¿Qué eeentos los coponen? ¿En qué eia son el resultao e un proceso seec tivo? ¿Cóo ingresa la gente en el grupo así rao y cóo sae e él? ¿Cuáles son los nivees e peranencia y estabiia e su población ? ¿Cuál es la situación e la gente en cuanto a ea sexo y conición social? En cuanto a os niños ¿cuántos nacen y cuántos e elos peranecen en el barrio? ¿Cuál es a historia e barrio? ¿Qué es o que hay en su subconsciente en sus experiencias ya olviaas o que no son ás que nebulosos recueros que eterina sus actitu es y sentiientos? ¿Qué cosas son patentes es ecir cuáes son sus a neras e pensar sus octrinas etc? ¿Qué es o que en realia el grupo tiene en cuenta? ¿Qué es noticia? ¿Qué es lo que ocupa la atención general ? ¿Qué oeos iita? ¿Están estos oelos entro o era el grupo? ¿Cuál es el ritual social es ecir qué es lo que uno tie ne que hacer en el barrio para evitar ser observao con re celo o coo un bicho raro ¿Quiénes son los leres? ¿A qué intereses el barrio representan y qué técnica utilizan para ejercer un control?
b) Organización industrial y orden moral Antiguamente, la ciudad era ante todo una rtaleza, un ugar de regio en épocas de guerra; por e contrario, la ciu dad moderna resuta principalmente ventajosa para las rela ciones comerciales y debe su existencia a mercado arededor del cual surgió. La competencia industrial y la división del trabao, que son probablemente os elementos que más han contribuido al desarrollo de las erzas latentes en e género umano sóo se pueden dar en el caso de que existan mer cados dinero y otros mecanismos que ciliten y hagan posi bles as relacioes comerciales en genera En Alemania hay un vieo reán que dice así: «el aire de a ciudad libera a os hombres» (Stadt L achte. Dicho eán hace sin duda rerencia a aquelos días en que las iudades libres alemanas gozaban de la protección del em perador y las eyes convertían a los siervos gitivos en hom bres libres si conseguan respirar e aire de la ciudad duran e un año y un da Sin embargo, la ley, de por sí no hubiera oddo liberar al artesano puesto que para conseguir la li ertad era indispensabe que éste pudiera vender los pro ctos, por é elaborados en n mercado a aire libre, y era •ecesaria la aplicación de la economía monetaria en la rea ( ión patrono-obrero para que se completara a emancipación l siervo •
Clases profesonales y tpos de vocación
El vieo reán, que describe la ciudad como el medio biente natura de hombre libre, sigue teniendo vaidez en medida en qe cada individuo encuentra en as oportuni des, en la diversidad de intereses y tareas, y en la inmen e inconsciente, cooperación de la vida en la ciudad, la asión de eegir su propia vocación y desarrollar sus propias pacidades individuales. La ciudad oce un mercado 1ierto a las distintas aptitudes de cada individuo en parti la } la competencia entre los individuos contribuye a se cionar para cada tarea determinada a aquel que reúne ' condicions para realizarla «La direncia que existe entre las capacidades innatas de os distintos individuos es, en reaidad mu cho menor de o que podríamos pensar; y a dsparidad de taentos que parece dis tinguir a personas de dversa prosión. una vez éstos han a nzado un estado de madurez, no es en muchas ocasiones a causa sino mas ben e ecto de a divi sión de trabao a di frencia que eiste entre as personas más dispares -entre n
óso y un portero norma y corriente, por ejempo no pare cen ser tanto producto de l naturaeza omo de os ábtos y costumbres y a educación Cuando vinieron a mudo, y du rante sus primeros 6 u 8 años de existencia eran quizá muy parecidos y ni sus padres ni sus compañeros de juegos podían advertir ninguna direnca notabe Arededor de esa edad o ago más arde ocurre que empiezan a dedicarse a distintas ta reas y es entonces cuando se empeza a advertir a direncia de taentos, direncia que poco a poco va diatándose hasta que al na la vandad de óso se compace en reconocer que no exise apenas ningún parecido Pero de no haber dis puesto de a capacidad de reaizar tratos, canjes y trueques. todo hombre hubiera tenido que obener por sí mismo o indis pensabe para s existencia todo el mundo hubiera tenido que cumpir as mismas obigaciones y reaizar os mismos traba os y no ubiera podido darse ta direncia de ocupaciones, que es a única que podía producir una enorme direncia de taento Siendo e poder de intercambio o que da pie a a divisón de trabajo e grado que acance ta división estará siempre i mitado por a magnitud de ese poder o en oras paabras, por a magnitud de mercado Hay agunos tipos de actividad in dustria, incuso de a de más bao nive que no puede desem peñarse en ningún otro ugar más que en una gran cudad»·
Bao las condiciones de competencia persona el éxito depende de la concentración puesta en una única tarea y di cha concentración estimua a necesidad de métodos racio nales recursos técnicos y una habilidad excepciona. Esta úl tima en tanto que se apoya en el talento innato requere una preparación especial y ha provocado la aparición de escuelas de rmación prosiona y de comercio y, por último, os cen tros de asesoramiento prosional todos eos sirven directa o indirectamente, para seleccionar, a la vez que acentuar las direncias individuales Todos aquelos mecanismos que cilitan el comercio y la industria preparan e camino para una mayor división del trabajo, contribuyendo de este modo a que e hombre descu bra su vocación en tareas cada vez más especiaizadas. Como resutado de todo este poceso se desbarata o modifca la an tigua organización social y económica de la sociedad basa da en los víncuos fmiiares, las asociaciones ocales, la cu tura, la casta y el status o niveles sociales y se reemplaza por una organización basada en el interés por distintas ta reas y profesiones
Adam Smith, The Wealth of Natins, 28-29
En la ciudad, toda ocupación incuso a de mendigo, tien de a adquirir el carácter de prosión, y a discipina que im pone el éxito en cualquier ocupación junto con las asociacio nes a as que obiga, acentúa esta tendencia -tendencia que, sobre todo, no va simpeente encaminada hacia a especia ización, sino también hacia la racionaiación de a propia ocupación y hacia e desarrolo consciente de una técnica es pecíca para levarla a término. Como consecuencia de as ocupaciones y de la división de trabajo se producen, en pri mer lugar, no grupos sociaes sino odeos ocupacionaes: el actor, el ntanero, e trabaador restal . Las organizaciones rmadas por personas de un ismo ocio y profesión coo son los sindicatos y los gremios se basan en los intereses co munes. En este sentido, se direncia de otros tipos de aso ciación coo es el caso del barrio, que se basa en la contigüi dad la asociación personal y os víncuos que noramente se establecen en la huanidad. Los direntes ocios y prosio nes parecen estar dispuestos a agruparse en clases esto es la clase artesana, a epresarial y a prosional. Pero, hasta ahora, en los modernos estados democráticos las cases no han alcanzado una organiación efectiva. E socialiso, n dado en un esero por crear una organiación qe se basa ra en a «conciencia de case» no ha conseguido nunca crear excepto, quizá en Rusia ás que un partido político. Por tanto, as consecuencias de la división de trabao coo discipna, es decir, como edio para modear e ca rácter, se podrán analizar mejor en os odelos ocupaciona es que ha producido. Entre los modelos que sería interesan te analizar, se encuentran la dependienta, el policía, el ven dedor abulante, el taxista, el vigilante nocturno el artista de vodevil, e curandero el baran, e superior de distrito, el esquirol e agitador laboral, el maestro de escuela el repor tero el agente de bosa, e prestaista; todos elos son pro ducto característico de las condiciones de vida en la ciudad, y cada uno con su experiencia, odo de concebir las cosas y punto de vista particulares, determina la personalidad de cada grupo posiona y de conjunto de a ciudad - ¿Hasta qué punto existe una reación entre el coe ciente de inteigencia y los direntes ocios y prosiones que requieren unas aptitudes innatas? - ¿Hasta qué punto la inteigencia viene determinada por as características de la prosión y las condiciones en las que ésta se desempeña? - ¿Hasta qué punto e éxito en una prosión depende del buen criterio de sentido con, y hasta qué punto depen de de a habilidad técnica? 44
PARA COMPRENDER QUÉ ES LA CIUDD
¿Pueden las aptitudes innatas o una preparación espe cial deterinar el éxito en las direntes ocupaciones? ¿Qué vorece o perudica a los direntes ercados de prosiones o negocios y por qué? ¿Viene la elección de una prosión por motivos senti mentaes, económicos o temperaentales? - ¿En qué prosiones los hobres y en cuáles las u jeres consiguen ayor éxito y por qué? ¿Hasta qué punto es la prosión, más que a asocia ción a responsable de la actitud ental y las prerencias morales? - Aquelos hobres que ejercen una isma prosión u ocio, pero pertenecen a direntes nacionales y grupos cu turaes, ¿tienen idénticos pareceres que es son característi cos? - ¿En qué medida la creencia en una doctrina social o política, esto es e socialiso, e anarquismo, e sindicaismo etc. viene deterinada por el tipo de trabajo, o por el te peramento? - ¿En qué edida dentro de as distintas ocupaciones, las doctrinas e ideasos sociales han suplantado y sustitui do a a e reigiosa y por qué? ¿Tienden las clases sociales a adoptar el carácter de grupos cuturaes? en otras paabras, ¿tienden as clases a adquirir la exclusividad e independencia propias de una cas ta o nacionaidad o acaso cada case depende siempre de la existencia de otra, con la que se corresponde? ¿Hasta qué punto los hijos siguen la vocación de sus padres, y por qué? ¿En qué medida los individuos cabian de una case a otra y qué ateraciones produce este hecho en el carácter de las relaciones de clase? •
Notiias y movilidad del grupo social
Al hacer que e éxito individual dependa de a concen tración en una tarea especíca la división de trabajo ha au entado y en consecuencia, también la interdependencia de las distintas profesiones De este modo se crea un tipÓ de or ganiación socia en a que el individuo va dependiendo cada vez ás de la counidad, de a que ra parte En las con diciones de copetencia personal, e resutado de esa re
ciente interdependencia de las partes es la aparición de n cierto tipo de soldaridad social en e conjunto de la organi zación indstrial; per na solidaridad qe no se basa en los sentimientos y costmbres, sino en a comnidad de intere ses Según la acepción de los términos aqí empeados, el sentimiento es e término más concreto y e interés, e más abstracto. Por mcho qe abrigemos n sentimiento hacia na persona, n gar o n obeto calqiera -bien sea n sentimiento de aversión o bien de posesión, el hecho de po seer o de ser poseído por n sentimiento hacia o con res pecto a, algna cosa spone la incapacidad de persegir nestro obetivo actando de n modo absoltamente racio na Esto signica qe el obeto de nestro sentimiento res ponde de algna manera especíca a na inclinación adqi rida o heredada. Tal inclinación es por eemplo, e cariño de la madre por s hio, o inclso la sensación qe ésta peda sentir ante la cna vacía de s hio en e primer caso la in clinación es instintiva, mientras qe en e segndo es adqi rida La existencia de na actitd sentimenta indica qe hay nos motivos por os qe actar motivos de los cales e in divido, an estando implsado por ellos no es plenamente consciente y sobre os qe eerce tan sólo n control parcia. Todo sentimiento tiene s historia ya sea en la experiencia individal o en la de na raza pero pede qe la persona qe actúa de acerdo con ss sentimientos no sea consciente de la historia. Los intereses no están en tanta medida dirigidos hacia objetivos espcícos como hacia os nes qe ese o aqel ob jetivo concreto representan en n momento determinado or consigiente, los intereses sponen la existencia de me dios y na conciencia de la direncia qe xiste entre medio y nes. Nestros sentimientos tienen relación con nestros prejicios y éstos peden ir nidos a calqier cosa: perso na, razas as como obetos inanimados. os preicios tienen también qe ver con los tabúes contribyendo por tanto al mantenimiento de las «distancias sociaes» y de la organiza ción social existente os sentimientos y los preicios son rmas elementales de conservadrismo Nestros intereses son racionaes y volbles y tienen tendencia a cambiar E dinero es el dispositivo fndamnta por el qe los va ores se han racionalizado y los sentimientos han sido ssti tidos por los intereses. El hecho de qe no experimentemos na actitd personal ni sentimental para con nestro dinero
como nos ocrre con nestro hogar, por eemplo, es la razón por a qe el dinero se convierte en n valioso medio de in tercambio. Pongamos por eemplo qe tenemos interés en consegir na cierta sma de dinero para alcanzar n pro pósito determinado, pero, probablemente ante la posibilidad de qe este propósito se leve a cabo de caqier otro modo, nos sentiremos igamente satischos Es tan sóo el avaro qien se velve sentimental con e dinero y siendo as es probable qe éste preera n tipo de dinero oro por eem po a otro, sn tener en centa s valor; en este caso el va lor de oro viene determinado por e sentimiento personal más qe por la razón. Una organización qe está compest por grpos e indi vidos qe compiten entre sí se hala en n estado de eqi brio inestable y sólo n proceso de conina readaptación pede mantener ese eqilibrio Tanto este aspecto de la vida social como este tipo de organización se reea meor en el mndo de los negocios q es el principal obeto de investi gación de la economa política. La magnitd de a organización indstria qe se basa en as relaciones impersonales determindas por el dinero, ha ido amentando a la vez qe se daba na creciente movi lidad de la población. En las condiciones creadas por la vida en a cidad el trabaador y/o el artesano aptos para dese peñar na tarea especíca se ven obligados a trasadarse de na región a otra en bsca de aqe determinado tipo de em pleo para el cal están preparados. Asimismo, la corriente de inmigración qe va y viene entre Eropa y América nos sir ve, hasta cierto pnto, para tener na estimación de esta mo vilidad 8 Por otro lado, y a medida qe disminyen los obstáclos en el terreno de os viajes y de la comnicación en n área te rritorial en constante expansión, el bricante el comercian te e prosional o el especialsta en ocio salen a bscar a ss clientes, y este es otro medio por el qe se pede medir la moviidad de la población. Sin embargo, la movilidad qe se da en n individo o en na población no se mide simple mente por ss cambios de bicación, sino más bien por a cantidad y diversidad de estmlos a os qe responde el in dividuo o la población. La moiidad no depende tan sóo del poder de desplazamiento, sino también del de comnicación.
'Walter Bageho The Postulates of Poltica Economy, Lndes 1985, 7-8. R. PARK
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La educacón y a cutad de eer, a expansn de sistema econóco onetaro que es apcado a un crecente núe ro de ntereses aparte de haber contrbudo a una desperso nazacón de as reacones socaes ha contrbudo a su vez en grado suo a un auento de ovdad de las gentes de undo oderno.
«El término "movilidad, al igual que su correlativo as lamento abarca una gran variedad de fenómenos y puede co rresponder al msmo tiempo a un carácter y a una condición. Del msmo modo que e aslamiento puede ser debido a barre ras puramente sicas que impidan la comunicación o bien a un rasgo característico del temperamento y a una lta de edu cación la movildad puede ser la consecuencia de los medios naturales de comunicación o de una conducta adaptable y una educación universitaria En la actuaidad se admite abiertamente que lo que ordi nariamente llamamos lta de inteligencia en algunos indivi duos razas comunidades es con ecuencia el resultado de n aislamiento Por otra parte a movilidad de una población es indiscutiblemente un ctor de gran importancia para su desa rrollo intelectual Existe una estrecha conexión entre la inmovilidad del hombre primitivo y lo que podríamos denominar su incapaci dad para vaerse de ideas abstractas El conocimiento que de ordinario posee un campesino por la propia naturaleza de su trabajo es concreto y personal Este conoce individual y perso nalmente a cada uno de los membros que componen el reba ño que atiende Con el paso de los años ega a sentirse ta vn culado a la tierra que trabaja que el mero hecho de ser trasla dado de pedazo de terra en el que ha crecido a otro con el que no está tan estrechamente mliarizado le representa una pér dida personal En ierto sentido para este hombre e valle cer cano o incluso aquela anja de tierra situada al otro extremo del pueblo es en cierto sentido territorio extraño La eciencia del campesino como trabajador agrícola depende en gran par te de a relacón estrecha y personal que éste mantene con as diosincrasias de una única y pequeña porcón de tierra para cuyo cuidado ha sido insruido. Evidentemente, en tales condi ciones, serán mínimos los conocimientos prácticos del campe sno que adopten la rma abstracta de a generalización cien tíca El campesno pensa en términos concretos porque no conoce otros ni siente necesidad de ellos or otra parte, las características intelectuales del judo y el nterés -que en genera se le atribuye que éste pone en va lerse de ideas abstractas y radicales están incuestionablemen te relacionados con el hecho de que os judíos son ante todo un pueblo urbano El Judo errante» adquiere términos abstrac tos con los cuaes descrbe las distintas escenas con as que se va encontrando Su conocimiento del mundo se basa en las
idetidades y las drencias es decr en al anáisis y a clasi cación Su educación ha do estrechamente unida a bullicio y movimiento de compra y venta del mercado y, al dedicarse sin cesar a empear toda su astucia en e scinante juego de com prar y vender para e cua se sirve de a más nteresante de las abstracciones e dnero no tiene ocasión de ni se sente incl nado a cultivar víncuos estrechos con personas y lugares ras go característico en a gente sedentaria» a concentracón de pobacón en as cudades a a pacón de os ercados a dvsón de trabajo y a concen tracón de ndvduos y grupos en tareas especcas han do cabando de anera constante as condcones ateraes de a vda y con eo se ha hecho cada vez ás necesaras as readaptacones a as nuevas crcunstancas Debdo a esa necesdad han surgdo dversas organzacones especaes que exsten con a únca nadad de cta estas readapta cones E ercado que do vda a a cudad oderna es una de esos ecansos De todos odos as onjas resutan to davía ás nteresantes en especa a bosa de vaores y a junta de coerco donde se estabecen contnuaente os precos de acuerdo a os cabos o ás ben a os ruores de cabo en as condcones econócas de todo e undo Dchos ruores tenen e carácter de o que aaos not ca en cuanto se es consdera causantes de reajustes a xstencia de una stuacón crítca converte en notca aque o que era ás que spe nracón Cuando hay un asunto que está en uego cuando en pocas paabras hay cr ss a nracón que podra nur en un sentdo o en otro en as consecuencas que se derven de esa crss se conver te en o que os perodstas han dado en aar «tea de ac tuadad» Los teas de actuadad son notca entras que os teas pasados son spe nracón - ¿Qué reacón exste entre ovdad y sugerenca tacón etc - ¿Cuáes son os ecansos práctcos por os que se auentan a sugestbdad y a ovdad en una counda o en un ndvduo' - ¿Exsten en as coundades crcunstancas patoóg cas que respondan a a hstera de sus ndvduos S es así ¿de qué odo se presentan y cóo se as controa - ¿Hasta qué punto a oda es sgno de ovdad ¿Qué dferenca hay en e odo en que se transen as odas y as costubres "Cf. W l. Thomas, Source Bok of Social Origins. 169
- ¿Qué es la inestabilidad social y en qué circunstancias se pone de maniesto?
de provocar un ecto desmesurado E eumismo actual «el momento psicológico» dene dicha situación crtica.
¿Cuáles son los rasgos caracterísicos de una comuni dad progresista y de una estática en cuanto a su resistencia a ideas nuevas? ¿uáles son estos rasgos característicos en el caso de una comunidad estática?
Los momentos psicológicos pueden surgir en cualqier tipo de circunstancias sociaes, pero se producen con mayor ecuencia en aquellas sociedades que han alcanzado un ele vado estado de movilidad en aquellas en las que la educación está generalizada y los rrocarriles el telégra y a prensa se han convertido en elementos imprescindibes para la eco nomía socia también se producen con mayor ecuencia en las ciudades que en comunidades ás pequeñas. En a mul titud y en os púbicos todo momento puede ser considerado «psicológico»
¿Qué características mentales podemos encontrar en general en las costumbres nómadas de un gitano, un vaga bundo y un nómada? •
La bolsa de valores y las masas
La existencia de las bolsas es algo típico; en elas pode mos observar a uctuación de los precios en respuesta a las noticias sobre la situación económica en distintas partes del mundo. En cada uno de os ámbitos de la vida social tienen lugar reajustes similares no obstante, los mecanismos para evar a cabo esos reajustes no son tan absolutos y perctos Los periódicos dirigidos a prosionales o a comerciantes, por ejempo que les mantienen inrmados con respecto a nuevos métodos experiencias y mecanismo sirven para antener a los miembros de esas prosiones y ocios al tan to de as corrientes del momento lo cua signica que cili tan los reajustes a las circunstancias cambiantes Existe sin embargo, un ctor importante que debemos señalar: la competencia en la bolsa es muy intensa los cam os son más rápidos y por lo que respecta a los individuos picados más trascendentaes. Contrastando con tal cons Pación de erzas como la que nos encontramos en la bolsa nde os hombres de negocios se reúnen para competir ven ndo y comprando está la relativa estabilidad que presen a rma de organización social tan óvi como es la mu dumbre y las masas s de todos bien sabido que, al igual que ocurre en las uaciones de os mercados los ctores que resultan deci • para los movimientos de muchedumbres son psicológi <'. sto quiere decir que existe una situación de inestabii 1 tre los individuos que componen la multitud o que f(1tyen el público que participa en los movimientos que · an en el mercado y dicha inestabilidad se corres ¡ n lo ue en otro apartado se ha descrito como crisis. Pto es que tanto las bolsas como las muchedumbres siempre una situación crtica, es decir son taes las �0s qe se stablecen que una causa insignicante pue ei
odemos armar que la crisis s el estado normal en que se desenvuelven las bolsas y que aquelo que amamos crisis nancieras no son más que una prolongación de este estado crtico hacia la comunidad más extensa del mundo de los ne gocios. Las situaciones de pánico nanciero que siguen a ve ces a las crisis nancieras vienen producidas por ese estado crtico Lo que resulta scinante acerca del estudio de la crisis as como de las multitudes es el hecho de que al ser en rea idad debidas a causas psicológicas esto es por cuanto son e resultado de a movilidad de las comunidades en las cua les se producen, éstas pueden ser controladas prueba de ello es e hecho de que se las puede manipular. Existen abundantes indicios que demuestran una manipuación en las transacciones de bosa. Las pruebas que demuestran la manipulación de las masas resutan menos accesibles no obstante as organizaciones laboraes han halado el modo de desarrollar técicas bastante concretas para instigar y controlar las huelgas. La Armada d Salvación ha eabora do un libro de técnicas que trata en su mayor parte sobre cómo manejar multitudes en las calles y hay predicadores proesionales, como Billy Sunday que han elaborado técni cas para dirigir a las masas que acuden a sus prédicas reli giosas En estos últimos años se ha escrito extensamente sobre e tema de la psicologa coectiva en relación con los nóme nos que se dan en la vida socia de los grupos y de las masas. Hasta ahora la mayor parte de lo que se ha escrito se n damenta en a observación general y apenas si existen méto dos sistemáticos para analiar este tipo de organiación so cial Los métodos prácticos que han desarrolado hombres también prácticos, como son el líder político el agitador la boral, el especulador de bolsa y otros, para e control y ma R PAK
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npulacón del públco y las masas, nos proporconan todo un conjunto de elementos que nos permiten realzar un estudo más prondo y mnucoso de lo que podíamos llamar com portamento coectvo, para dstngurlo del comportamento de aquelos grupos sumamente organzados. La cudad y, en partcuar la gran cudad donde el pun to de vsta de nterés y del dnero las relacones humanas tenden a ser mpersonales y raconales más que en cual quer otro lugar, es un aboratoro -en un sentdo bastante tera para la nvestgacón del comportamento colectvo Tanto las huegas como otros movmentos revoluconaros de menor relevanca son males endémcos en el medo ambente urba no. as cudades y tambén en partcular las grandes cuda des se halan en una stuacón de equlbro nestable. El re sultado es que los ampos y varables contngentes que acc dentalmente consttuyen nuestras poblacones urbanas se encuentran en eterno estado de agtacón sendo arrastrados por la ola de cualquer nueva doctrna y hallándose expues tos a contnuos sobresaltos y, en consecuenca, la comundad se encuentra en una stuacón de crss crónca. Todo lo que se ha dcho ndca ante todo lo mportante que resuta un estudo más mnucoso y profundo de com portamento colectvo Las preguntas que venen a contnua cón quzá puedan sugerr posbles vías de nvestgacón a se gur y resulten de utldad para aquellas personas dedcadas al estudo de la vda urbana. ¿Cuál es la pscoogía de la crss? ¿Qué cclo de acon tecmentos entraña la evoucón de toda crss poítca o eco nómca? ¿Hasta qué punto el sstema parlamentaro ncluyendo e sstema electora, puede ser reconocdo como un ntento de regularzar la revolucón y de hacer ente y controar la cr ss? ¿Hasta qué punto a voenca en las masas las huegas y os movmentos polítcos radcales son consecuenca de as msmas crcunstancas generales que provocan páncos nanceros, ncrementos en as propedades nmoblaras y movmentos masvos de la poblacón en general? ¿En qué medda la agtacón socal y el equlbro nes table exstentes se deben a la rapdez y alcance de los cam bos económcos que reeja la bolsa? ¿Cuáles son en general los resltados que un mayor n vel de comuncacón y de notcas producn en las uctuaco nes de la bosa y en los cambos económcos?
¿Contrbuyen las osclacones en la bolsa a exagerar as uctuacones en el mercado o a estabizarlas? Los nrmes de a prensa, en cuanto equvalen a los hechos, ¿contrbuyen a una aceleracón de los cambos so caes o tenden a establzar un movmento ya en marcha? ¿Qué consecuencas tenen a propaganda y los rumo res en aquelos casos en que as entes dedgnas de nr macón han sdo suprmdas? ¿En qué medda puede una regamentacón frmal ejercer un control sobre as uctuacones de la bosa? ¿Hasta qué punto puede la censura ejercer un control sobre los cambos socales las huelgas y los movmentos re vouconaros? ¿En qué medda pueden los pronóstcos centícos so bre cambos socaes y económcos ejercer un control prove choso sobre el curso de los acontecmentos y a tendenca de los precos? ¿Hasta qué punto la relacón de precos en la bosa se corresponde con la opnón públca segn ésta se reeja en la prensa? ¿Hasta qué punto a cudad, que responde de una ma nera más rápda y termnante a las stuacones de cambo puede ser consderada un centro neurágco del organsmo socal?
c) Relaciones secundarias y ontol oal En los últmos años los modernos medos de transporte y comcacón el rrocarrl eléctrco el automóvl, el teé fno y la rado han do ectuando cambos de manera rá pda y slencosa, en la organzacón socal e ndustra de a cudad moderna Medante ellos la actvdad general ·se ha concentrado en los dstrtos comercaes y e caráctr de los negocos al por menor ha cambado completamente, aumen tándose el nmero de barros perfércos y hacendo posble a exstenca de los grandes almacenes Esos cambos en a organzacón ndustral y en la dstrbucón de la poblacón han do acompañados de los correspondentes cambos en las costumbres, os sentmentos y el caráctr de la poacón ur bana La naturaleza general de estos cambos vene ndcada por el hecho de que e crecmento de as cudades ha do
acompañado de una sustitució de las relacioes directas y persoales o «primarias» por otras idirectas o «secuda rias» e a asociació de idividuos e a couidad.
«Cuando digo grupos primros. me ree aques que se cacterzan po una aocaón cara a ara y de oopercón eshas, y so prmaros n dverss snds. rncplmene orque daeae pr mola o ideas la nualez socl el niduo Pscoógcaene la socaón esecha ae omo resud a ce ón de l ndvduos n un onjuno omún e manra qu or varos mvos por lo mno la prpia dend de uno se fue cn obj la v n omún de grupo E mod más sncllo d ecrbr e nega ea quzá dr u se ra de un "osro a qe enerra en sí el p de anidd e dnacón mutua cuya expresón naural e: nosoos Vv os c la esacón e se p de un od y es en esa sns _acón d ?d uesr volunad enun s pcales ob v» E tacto y la visió, el cotacto sico, so a base de as relacioes humaas ás elemetales y priarias Las rela cioes madre e hijo, marido y mujer padre e hijo, amo y cria do, vecio y pariete, párroco, médico y profsor so las ás estrechas y verdaderas que se da e a vida, y rma prác ticamete todo e cojuto de relacioes que se estabece e las comidades pequeñas as iteraccioes que se da etre los miebros de ua comuidad así costituida so iediatas e irreexivas y el tipo de trato y de reacioes que se estabece etre ellos se desarroa sobre todo detro del terreo de los istitos y de os setimietos. Por o geeral e cotrol social surge de maera espotáea como respuesta directa las iuecias persoales y al setimieto popular, tratádose pues del re sultado de ua adaptació persoa, más que de a rula ció de u pricipio racioal y abstracto. •
La iglesia. la escuela y la familia
E ua gra ciudad, dode la població es iestabe, ode padres e hijos trabaja uera de casa -a meudo e ugares de a ciudad que queda muy aejados y dode mi de persas vive próximas uas a otras durate años si ateer etre ellas ás que ua reació supercial, a que relacioes estrechas del grupo primario se ve debilita 1
Charles Horton Cooley, Social Organization, 15
das y poco a poco, el orde ora que descasaba sobre elas se descompoe La ayoría de uestras istitucioes tradicioales: la iglesia, la escuela y la ia, ha suido grades modica cioes bajo las desitegradoras iuecias de la vida e la ciudad a escuela por ejempo ha asumido aguas de las fucioes de la filia E toro a a escuea y a gra cui dado que ésta poe e el bieestar sico y mora de los i ños, tiede a rmarse por s solo algo as coo u uevo es pritu de vecidad y colectividad Por otra parte parece que actualete la iglesia, ha biedo perdido gra parte de su iuecia desde que a etra impresa ha sustitudo apliamete a los predicadores e a iterpretació de la vida, se ecuetra e u proceso de re adaptació a as uevas circustacias Es iportate que la igesia, a escuela y la milia sea aaizadas desde el pto de vista de esa readaptació a las codicioes de vida que se da e a ciudad. - ¿Qué cambios se ha vericado e esos útimos años e los setiieto filiares, e la actitud de los maridos co sus esposas, de éstas co sus aridos, de los hijos co os padres, etc? ¿Qué idica los irmes del Tribua tutelar de e ores y de la oral pública e lo rerete a esta cuestió? ¿Cuáles so as áreas de a vida social que ha experi etado ayores cambios e los usos y costumbres e cuato al tea de la vida miiar ¿E qué edida estos cambios ha teido lugar e res puesta a las iuecias de edio abiete urbao? Asiiso, debería seguirse adelate las ivestgacio es e o rerete a la escuea y a iglesia, puesto que tam bié e elas ha habido u cambio de política y de actitud e respuesta a los cabios registrados e el edio ambiete Es importate seguir haciedo estudios acerca de estas istitucioes -e las que las cuestioes más imediatas e im prescidibes para la existecia ecuetra ua expresió corporativa, ya que a de cuetas, y e el do, es sobre ellas dode descasa a orgaizació social. Es probable qe e deterioro de los vícuos locales y el debilitamieto de las restriccioes e ihibicioes de grupo primario bajo el io ejercido por el edio ambiete ur bao, sea e gra parte resposabes de icremeto de la delicuecia y a corrupció e las grades ciudades Co R. PARK
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respecto a esto, sería interesante que se determinara me diante investigaciones hasta qué punto la deincuencia va aumentando a un ritmo directamente proporciona a a cre ciente moviidad de a pobación y en qué medida dicha mo vilidad está en nción de aumento de población; este es e punto de vista desde e cua debiéramos tratar de hacer nues tras interpretaciones acerca de todas aqueas estadísticas en as que se registra la desintegración de orden mora como por ejempo: las estadísticas sobre e divorcio a fta de asis tencia a as auas y a deincuencia. - ¿Cuáes son as consecuencias de a posesión de bienes especiamente del propio hogar, en la ta de asistencia a las aulas e divorcio y la dencuencia? En qué zonas y cases hay cierto tipo de delitos que son endémicos? ¿En qué clases se dan con más ecuencia los casos de divorcio? ¿Qué diferencia existe al respecto entre granjeros y actores, por ejempo? ¿Hasta qué punto en un grupo racia determinado, como por ejempo os itaianos en Nueva York o los poacos en Chicago viven padres e hijos en un mismo mundo haban a misma lengua y comparten as mismas ideas; y en ué me dida as circunstancias aí existentes explican la deincuencia juveni en aque grupo en concreto? - ¿Hasta qué punto os usos y costumbres adquiridos en e país de origen podrían ser los responsabes de las mani festaciones de a criminaidad en un grupo inmigrante? •
La crisis y los tribunales
Una de as características de la ciudad es que en ea se reúne y entremezcla todo tipo de personas que nunca legan a comprenderse penamente unas a otras e anarqsta y e ívoo e sacerdote y e diácono e actor y el misionero, aun codeándose en la cae viven todos elos en mundos tota mente distintos La segregación d las cases ocupacionaes es tan absoluta ue se puede estar iviendo dentro de os lí mites de la ciudad, aislado casi por competo como si uno se haara en aguna remota comunidad rra. Water Besant cuenta a siguiente anécdota acerca de su experiencia como editor del People 's Palace Journal: «Hallándome en calidad de editor intenté mentar el in terés por la literatura, con la esperanza de encontrarme de re-
pente con algún genio oculto y desconocido. Los ecores del dario pertenecían a las diversas clases reacionadas con el sec tor educaivo de lugar: eran en su mayoría jóvenes ocinistas y agunos de ellos muy buenos muchachos. Tenían una aso ciación en la qe se celebraban debates a los que yo asista de vez en cuando Pero ¡ay de mí 1• aquellos debates se levaban a cabo con la más pronda inconsciente y complacid d las ig norancias Intenté convencerles de que antes de hablar era conveniente conocer a ndo los argumentos; pero todo fue en vano. Entonces propuse temas para que escrbieran ensayos y oecí premios a los mejores versos que se presentaran y des cubrí lleno de asombro que entre todos esos miles de jóvenes muchachos y muchachas era imposble hallar el más mínimo y rudimentario indicio de taento lterario alguno. En todas las demás ciudades hay jóvenes que tienen aspiraciones lierarias y poseen un cierto grado de habidad literaria pe ro ¿cómo iba a haber ninguno en esa ciudad en la que no había libros ni pe riódcos n diaros y en aquea época ni siquera bbloecas públicas"» .
Las pobaciones extranjeras que rman as diversas co lonias de inmigrantes en a actualidad convenientemente establecidas en todas as grandes ciudades- viven una situa ción de aisamiento dirente de la que sue a pobación de Eas London, aunque en algunos aspectos el aisamiento es más absoluto La direncia es ue cada una de estas peque ñas coonias posee su propia organización política y socia, más o menos independiente, siendo a su vez un centro de propaganda nacionalsta más o menos enérgica. Cada uno de estos grupos por ejemplo tiene uno o varios periódicos pubicados en su propio idioma Hace unos aos en la ciu dad de Nueva York había 270 publicaciones editadas en 3 idiomas distintos; a mayoría de estas pubicaciones se man tenía gracias a a pobación ocal En Chicago había 19 pe riódicos que se publicaban en 7 enguas extraeras rman do en tota una tirada de 368000 ejempares al día En estas condiciones, e ritual social y el orden moral ue esos inmigrantes habían traído consigo desde sus paes de origen han conseguido mantenerse durante un tiempo consi derabe bajo e inujo ejercido por el medio ambiente ameri cano Sin embargo, con la segunda generación ese contro socia basado en os usos y costumbres propios de os países de origen se desbarata En términos generaes y para expi car qué reación tiene a ciudad con este hecho, podemos de cir que el efcto que produce e medio ambiente rbano es e de intensicar todos os ectos de a crisis Walter Resant, East l.ondon, 13.
«No hay que concebi el témino "cisis en un sentdo vio lento Cuaquie alteación de os ábitos y costumbes impica una cisis. Hay cisis en la vida de un mucaco cuando éste se va de casa La emancipación de los negos y la inmigación de campesinos euopeos son cisis de gupo Cualquie tipo de ci sis impica tes cambios posbles: mayo aptitud, meno e ciencia, o muerte Desde e punto de vista de la biología, su pevivencia signica abese adaptado con éxito a a csis, eco que va típicamente acompañado de una modcación de a estuctua En e caso del ombe signica estmulación menta y mayo nteligencia o si se tata de un acaso de pe sión mental» 12•
En las circnstancas que impone la vida en la ciudad de donde han sido ampliamente erradicados la comprensión y os lazos de unión entre os individuos y grupos de individuos que viven jntos en unas condiciones de interdependencia, si o de intimidad la sitacón de control social sufe grandes alteraciones y las difcultades aumentan. Todo esto origina n probema que habitualmente se caracteriza por ser n roblema de «asimiación cultural» S da por sentado que e otivo de rápido aumento de la delincuencia que han expeimentado nuestras grandes ciudades es debido al hecho de que aquella parte de a población que es frastera no ha con guido integrarse en la cultra americana y no se amolda a os usos y costumbres aqu establecidos. Caso de ser cierta ta expicación podra resultar interesante pero los hechos aecen indicar que quizá debiéramos buscar la verdad en irección opuesta Uno de los ecos más signicatvos qu se establecen en la nvestigación acta a los ijos nmigantes, nacidos en Amé ica -a "segunda geeación Este anásis sobe las tenden cas dectivas que se dan en la segund a geneación se basa en las condenas egstadas en e l Tbunal de audencia púbica de Nueva Yok duante el peíodo compendido ente el 1 de oc tube de 1908 y el 3 de juno de 1909 y todas as eclusiones decetadas paa las insttuciones penales de Massacusetts ex epto aquellas que ean paa la Granja penal del Estado du ante e año compendido ente el 1 de octube de 1908 y el 30 de septiembe de 909 A pati de esos inmes paece deducise que existe u na laa inclinación po pate de la segunda geneación a dif encase de la pmea geneación o geneacón nmgan te en
' Wiam Thomas, «Race Psyhology: Standpont and Quetionnaire 1� atcua efence o he Inmgran! and Negro» American Journal of · XVII (mayo 92) 736.
cuanto a las caacteísticas de sus actos dectivos Paece de ducise también que esta dencia es muco más ecuente en e caso de os deitos cometidos po aquellos nacidos en méi ca y de ascendencia no nmigant que n o en el caso conta io. Esto quee dec que la actividad cminal de la segunda geneacón tiene tendencia de alease de tipo de deltos ca acteístico de los inmigantes paa ise acecando al de los descendientes nativos A veces esta tendencia a llegado ncu so a leva la actvidad cimina de la sgunda geneación más allá todavía que los nativos descendientes tamén de nativos De ente los gupos de la segunda geneación que eon so metidos a esta compaación sólo ay uno que esponda el y constantemente a la egla genea a la que nos emos efido anteiomente este gupo es e de a segunda geneacón de landess; todos los demás en cambo dean d espond a la ega geneal en agn momento deteminado'
Lo que en verdad se advierte es que como consecuencia de la crisis e control qe en otro tiempo se basaba en los sos y costmbres ha sido reemplazado por un control basado en el derecho positivo Este cambio sigue un camino paraelo al de la tendencia de las reaciones secundarias según la cual éstas han ido sustityendo a las primaras en las asociaciones de individuos en el medio ambiente de a ciudad El hecho de qe os grandes cambios poticos se efc te expeimetalente bao la presió de alguna agitació o por iniciativa de minoras pequeñas pero mitantes es algo característico de los Estados Unidos No hay probabemente ningún otro pas en el mundo qe esté en vías de levar a cabo tantas «refrmas» como lo está Estados nidos en la actalidad. as refrmas se han convertido de echo en na especie de «deporte nacional» As pues las refrmas ec tuadas implican casi sin excepción algún qe otro tipo de restricción o de control gubernamenta en aquellas actividades qe en su momento haban sido «permitidas» o controladas solamente por la opinión pública y las tradiciones con erza de ley El resultado de esta ampliación de lo que denominamos rza púbica ha sido el de producir un cambio no soa mente en e crso de acción ndamental de a ley sino en el carácter y la postura a tomar por los tribnale El Tribunal tutelar de menores y el d a Moral pública nos sirven para ilustrar n cambio que qizá esté teniendo lugar también en otros sitios En dichos tribunales los ueces
"Repts the United States mmigatin Cmmissn, VI, 4- R. PARK
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han asumido agunas de las ncones propas de ncona ros admnstratvos, ya que su tarea consste no tanto en ha cer una nerpreacón de a ey como en recetar remedos y adminstar consejos con e propósito de reinserar a aque os dencuentes que han sdo conducdos ante él a su pos ción norma denro de a socedad. Tambén se observa caramene una tendenca simar a otorgar a os jueces gran amptud de arbtro -a a vez que se es mpone una mayor responsabldad- en aquelos rbu nales que enen que encargarse de as cuesones écncas del mundo de los negocos, y en la popuardad que han ido adqurendo aquelas comisones que desempeñan a la vez ncones judciaes y admnstratvas, como es e caso de la fnterstate Commerce Commisson (Deegación de comerco nteresata) Para hacer una inerpreacón con buenos undamentos de os hechos en reacón con el conro socal, es imporane empezar tenendo un concepo caro de a naturaeza de a actvdad corporava La actvdad corporatva comenza en e momeno en que exse agún tpo de comunicacón entre os indviduos que consttuyen un grupo La comuncacón puede darse a dsn tos nvees; es decr, a un nve instntvo, sensora o de deas E mecansmo de a comunicacón es muy su de hecho es tan suti que a menudo resua dic frmarse una dea de cómo se transmiten as sugerencias de una mente a ora Eso no sgnica que para que se expique la actvdad corporati va enga qe exsr necesaramente aguna frma de con cienca especa, como una concenca de clase o un sent mento de parenesco. De hecho, se ha demostrado recenemente que es pro babe que en certas socedades esátcas sumamene organ zadas, como es e consabdo caso de as hormgas, no se ve rfque nada de aqueo que pudéramos amar comunca cón «Es harto sabido el hecho de que si a na hormiga se la saca de s nido y más arde es develta otra vez a él, sus com pañeras no la atacarán; mientras que na hormiga pertene cente a otro nido será atacada, casi invariabemente. Para des crbr este hcho, se han venido tiliando de frma habitual los términos: memoria enemistad y amstad Ahora bien Be te reazó el sigiente experimento se depositó una hormiga en los idos -sngre y inf- extraídos de os cuerpos de algu nas de sus compañeras y lego se a introdujo de nuevo en su ndo; a hormga no e atacada ntonces se la depositó en e
jugo extraído de los miembros de na oon "hostil y la hor iga fe atacada y merta al instante» '.
Otro ejempo de modo en que las hormgas se comuni can nos servirá para iusrar o smple y auomátca que pue de llegar a ser la comunicación a un nve nstinvo Cando una hormiga parte de su nido tomando por pri mera vez un rmbo distnto ésta sempre regresa por la mis ma senda, lo cua demustra ue es my probable ue la hor miga vaya dejando tras de s agún rastro ue le sirve para orientars n su camino de regreso a nido Bethe descbrió ue si una hormiga de regreso por su sendero n o eva consi go algún botn ninguna otra hormiga intentará emprender ael rmbo; sn embargo s velve cargada con miel o azúcar, es seguro ue otras hormigas tantearán la ruta De ello se des prende ue parte de las sustancias acarreadas por las hormi gas a o largo de ese sendero deben permanecer en él, siendo además lo sfcientemente fertes como para inuir uímica mente en las hormigas»
Lo más sgncatvo de odo esto es e hecho de que me dante un mecansmo an smpe sea posbe evar a cabo una accón corporava os ndvduos no sóo reacconan enre sí de un modo refejo, sno que comunican nevitabemente sus sentmien os, actitudes y exctacones orgáncas, y al obrar as reacco nan rzosamente, no sóo ane o que cada ndividuo hace en readad, sino ane lo que éste se propone desea o ene es peranzas de hacer E hecho de que los indivduos revelen a menudo a otras personas sus senmenos y actudes, de os cuaes eos msmos no son más que geramene conscenes hace posbe que un ndvduo A, por ejempo, pueda nfur en as movacones y tensones que B pudera tener an pronto como ése esté capactado para eo, o incuso antes; además de esto, A puede nfur en las sugerencas emdas por B sin ser é msmo penamene conscene de cuá es a ente de donde han surgio sus motvacones Así de sutes y profndas pueden egar a ser as reaccones que domnan a ndivduos que están vncuados unos a oros en un proce so sociopscológco Esa espece de control nstinvo y espontáneo ha de ser a base sobre a que se ndamente todo tpo de conro más rma, a n de que éste sea ectvo
'Jacques Lob, Comparalive Physio/ogy of th Brain, 220-221
"Ibzd.
221.
Para hacer una investigación acerca de los cambios de conrmación del control social, éstos puede ser agrupados en los siguientes apartados generales: - La sustitución de las costumbres por el derecho positi vo y la prolongación del control municipal a actividades que antes estaban encomendadas a la iniciativa y libre albedrío de los individuos. La tendencia de los jueces de las Audiencias municipa les y de los Tribunales penales a asumir funciones adminis trativas, de modo que la administración del derecho penal deja de ser una simple aplicación del ritual social para con vertirse en la aplicación de métodos racionales y técnicos qu e hacen necesarios los conocmientos e inrmes hechos por peritos a n de reinsertar al individuo en la sociedad y re parar el daño que éste haya causado con sus delitos os cambios y divergencias en los usos y costumbres de los distintos grupos aislados y segregados que viven en la ciu dad. ¿Cuáles son por ejemplo los usos y costumbres de una dependienta de un inmigrate de un político o de un agita dor laboral? El objetivo de estas investigaciones debería ser el de dis tinguir, no solamente las casas de esos cambios y en qué di rección se inclinan sino también las erzas que pueden mi imizarlos y neutralizarlos Es importante saber por eem plo si los motivos por los que actualmente se está multipli cando el número de restricciones positivas impuestas a los individuos llegarán necesariamente tan lejos en este país como han hecho ya en Alemania Dichos motivos ¿originarán a la larga unas condiciones próximas al socialismo? •
La comercialización del vicio y el tráfco de bebidas alcohólicas
En las condiciones de ida de la ciudad quizá podamos hacer un eor análisis del control social si examinamos los tentos que éste hace por cabar con el vicio y la corru pción y controlar el tráco de bebidas alcohólicas Las tabernas y aquellos estableciientos en los que se jerce el vicio y la corrupción empezaron a existir como una anera de explotar los apetitos e instintos ndamentales de aturaleza humana; ello hace que los eserzos realizados el n de regular y suprimir estas rmas de tráco y ex ación sean interesantes e importantes temas a investigar Tal investigación debería basarse en un minucioso análi •1 e: ) la naturaleza humana sobre la que se ha erigido el
negocio, 2) las circunstancias sociales que contribuyen a con vertir apetitos ormales en vicios sociales, 3) los resultados prácticos de los eserzos realizados para imitar controlar y erradicar el negocio de la corrupción y acabar con la vent y consumo de bebidas alcohólicas. Esto es entre otras cosas lo que interesa saber: ¿Hasta qué punto el ansia de un estímulo alcohólico es una propensión congénita? ¿E qué medida estas mismas ansias pueden ser trans eridas de una clase de estímulo a otra como por ejemplo: del whisky a la cocaína etc? ¿Hasta qué punto es posible sustituir los estímulos ma sanos y patológicos por estímulos normales y saludables? ¿Qué consecuencias orales y sociales produce el be ber a escondidas? Allí donde desde un principio se establece un tab ¿produce éste como resultado la realización de los deleites de la indulgencia? ¿Ocurre esto en algunos casos y no en otros? Si es así ¿qué circunstancias contribuyen a ello? ¿Pierde a guien de repente el gusto por el alcohol y otros estimulantes? ¿En qué circunstancias lega a suceder eso? Muchas de estas preguntas tan sólo pueden ser respo didas a través del estudio de experiencias individuales Ls vicios tienen sin duda su historia natural igual que ciertas clases de enermedad y por tanto se los puede considerr entidades independientes cuyo hábitat es el medio ambiente humano; ciertas circunstancias los estimulan y otras los inhi ben pero invariablemente presentan unas características tí picas a través de todos los cambios. A principio el ovimiento de abstinencia tenía un cier to carácter de regeneración religiosa y los eectos era my pintorescos. En estos últimos años en cambio los líderes han desplegado una estrategia más reexionada pero la l cha contra el tráco de bebidas alcohólicas tiene todavía to das las características de un movimiento popular de gran im portancia movimiento que habiendo ya triundo en las z nas rurales en la actualidad está tratando de imponerse en las ciudades. Por otra parte, la cruzada antivicio empezó con las ciu dades que son, de hecho e ugar donde naió la comercia lización del vicio La simple discusión en púbico de este tema ha signicado u enorme cambio en las costumbres sxuales. s sigcativo el hecho de que este movimiento coincida en
todas partes con la entrada d las mujers a una situación de mayor liberad y su ingreso en la industria las profsionaes y la polica de paridos. Hay una serie de circunstancias caracerísicas de a vida en las grandes ciudades -a las cuales nos hemos refrido bao el encabezamiento: «Movilidad de la población de as grandes ciudades»- que dicultan especiamente el control del vicio Las cruzadas y os movimientos religiosos, por ejempo no tienen el mismo éxito en e medio ambiente de la ciudad que en otras comundades más pequeñas y menos he erogéneas ¿Cuáles son as circunsancias que hacen que eso suceda? Con respeco a movimieno por a supresión del vicio los hechos más dignos de esudio son quiz aquellos que in dican los cambios que se han vericado en as cosumbres sexuales en os úlimos 50 años especialmente en lo refren e a lo que se considera decoroso o indecoroso en e modo de vestir y de comportarse as como a la liberad con que los chicos y chicas de hoy dscuten emas sexuales Parece realmente, como si nos halláramos ante dos cambios de estos que marcan época y cuyo último destino parece ser en un caso, e de situar las bebidas alcohólicas -por sus poderes embriagadores- dentro de la caegora de drogas venenosas; y en e oro e de suprimir os abúes que han impedido hasta e momeno acua el debae abiero de os emas relacionados con e sexo en particuar entre los an gosajones. •
La política de paridos y la publicidad
En la acualidad existe en todas partes una endencia a refrzar el poder ejecuivo del gobierno a costa de legislati vo En algunos casos, a autoridad de las egislauras estata les y de os concejos municipales se ha visto disminuida por la impanación de refréndum y e «recal» cutad de des tituir ncionarios y/o anular sus decisiones por voación po pular; en oros, han sido ampiamene reemplazados por la confrmación del gobierno en comisiones El motivo aparen te de que se produzcan estos cambios es que proporcionan una va para derrocar e poder de los poicos profesionales. a verdadera razón es a mi entender el reconocimieno de hecho de que a frma de gobierno que tuvo su origen en e concejo municipa y que era muy apropiada para saiscer las necesidades de una pequeña comunidad basada en las re laciones primarias no resulta adecuada para gobernar ciu 54
R COMPRENDFR QUÉ ES L CIUDAD
dades que abergan pobaciones heerogéneas y cambiantes de 3 o 4 milones de personas «Naturalmente. muchas cosas dependen de as características y magnitud de la pobación Aqeos ugares cuya poba ción está frmada por americanos naivos, y con una cantidad de ciudadanos votantes no excesivamente numerosa para sos tener debates tranquos y minuciosos, son a mejor escea de poítica que se pueda imaginar y e método más seguro para manejar os asuntos y evitar con eo a corrupción en os car gos púbicos y e despifrro as como para estmuar a vig ancia y genera satisfcción S embargo, cuando e concejo municipa crece hasta e punto de superar as 700 u 800 per sonas o incuso más; cuando cuaquiera de os sectores más considerabes está compuesto por extranjeros como es e caso de os irandeses y canadienses de haba fancesa que recien temente han entrado a montones en ueva Ingaterra enton ces e fncionamento de a institución no es tan percto por que: a mttud es excesivamente numerosa para sostener cuaquier debate es muy probabe qu e surjan bandos y os i migrantes debido a su fta de experienca en e autogobierno se convierten en víctimas de os manipuadores poíticos y de mezquinos demagogos» 1•
En primer ugar con la expansión y organización de a vida en la ciudad os problemas para gobernarla han llega do a ser tan compicados que ya no resulta nada convenien e dear su contro en manos de personas cuya capacidad para negociaros consiste soamente en e hecho de haber conseguido egar al poder mediante e sisema ordinario de la potica de distritos Por otro lado el votane, a excepción de algunos casos determinados sabe muy poco o nada acerca de los ncio narios por los que vota; también sabe muy poco -o nada acerca de qué nciones desempeña e cargo para el que ta uncionario va a ser eegido y adems de odo eso est de masiado ocupado en oros asuntos para inrmarse acerca de as necesidades y condiciones en que se encuenra e co nun o de a ciuda Esta es ora circunstancia que ha hecho ue dadas as condiciones de vida de a ciudad la elección de sus cargos púbicos por votación popular resulte poco práctica En unas eecciones que se celebraron recientemene en Chicago por ejempo los votantes eron llamados a las ur nas para elegir candidaos de unas listas elecorales en as que constaban 250 nombres la mayoría de los cuaes les eran desconocidos. En estas circunstancias el ciudadano que • James Brce, The 1\merican Commnwealth, I, 566
desea mitir su voto de manera intelgente cuenta con algu na organización o agún asesor, más o menos interesados, para que le digan cómo votar Para hacer fente a esta situación crítica, creada princi paente por las condiciones impuestas por la vida en la ciu dad, an aparecido dos tipos de organización que controlan esas crisis articiales a las que llamamos elecciones. Una de ellas es a organización representada por el lder poltico y la maquinaria política; la otra es aquella que está representada por las ligas de votantes indepndientes as asociaciones de contribuyentes y organizaciones como las agencias guberna mentaes de investigación municipal no de os ecos que denotan las condiciones más bien primitivas en que se rmaron nuestros partidos políticos es que éstos trataron de gobernar el país partiendo de a base de que e remedio contra todo tipo de maes administrativos era, según decía a expresión popular, el de «expulsar a los bribones» es decir un cambio de gobierno a maqaria poltica y la gura del líder político aparecieron en interés de la política de partidos Necesariamente, los partidos tuvieron que organizarse para conseguir votos: la maquinaria poltica es sencilamente un dispositivo técnico creado con el propó sito de llevar a cabo ese objetivo E líder potico es e espe ialista que maneja a maquinaria y es tan imprescindible para ganar unas eecciones como o es un entrenador de ft bol prosiona para que su equipo obtenga la victoria De estos dos tipos de organización creados con el propó ito de controlar la votación popular, e primero, o sea, la ma quinaria política se basa en general en las relaciones locales y de carácter personal, es decir primarias mientras que e egundo o sea las organizaciones del gobierno bien enten dido, hacen su lamamiento a público y, como normamente e entiende, el público es un grupo basado en las relaciones cundarias, ya que por lo general los miembros que lo com onen no se conocen personalmente Dentro de la organización adinistrativa convenciona e una ciudad, la maquinaria poltica es en realidad una 1anera de intentar mantener el control de un grupo prima o Las organizaciones que de este modo se van rmando, e las cuales el Tammany Hall es un claro y tpico ejemplo, arecen tener un carácter completamente udal Las rela es que se establecen entre el lder político y su superior distrito parecen ser exactamente éstas por un lado, de <\altad personal y por otro, de protección personal, que es lo e el tipo de relación udal implica. as virtudes proclama por este tpo de organización son as antiguas virtudes
tribales de fdelidad, lealtad y entrega a los intereses del je y de can Las personas que están dentro de la organización constituyen, junto con sus amigos y partidarios, un grupo «nosotros», mientras que el resto de la ciudad es simple mente e mundo exterior, no stá completamente vivo ni es totalmente umano en el sentido en que lo son os miembros del grupo «nosotros» Nos encontramos pues ante algo pró ximo a una sociedad en estado primitivo «La idea que deberíamos rmarnos de la sociedad primitiva" es la e pequeños grupos iseminaos por todo un te rritorio. La magnitud de los grupos vene determinaa por las condiciones de uca por la subsistenca, y a organización in terna de caa grupo se corresponde con la magnitud de éste Un grupo puede estar rmao por otros grupos relacionaos e agún moo entre sí (por razones de: parnesco, vecinda alianzas y también conyugales y comerciales) que os unen diferenciánolos de otros grupos De este modo surge una i renciación enre nosotros msmos o sea e grupo nosotros" o grupo excluyente" y tos los demás o sea los grupos eos" o grupos excluios" os miembros e un grupo noso tros" mantienen entre ellos unas relacones regidas por la paz el orden la ley el goberno y la inustra y sus relaciones con personas ajenas al grupo o con grupos eos" es e guerra y expoliación, a no ser que algún tipo de acuero las modique Las relaciones pacícas y de camaradería en el grupo no soros" y las e hostiliad y guerra para con los gr upos ellos" son correlativas entre sí; la necesia de eclarar la guerra a los grupos excludos" es o que ace que reine a paz en el n terior a no ser que las dsensiones internas debiliten al grupo nosotros" para la guerra Es también esta ncsiad la que es tablece el goberno y las leyes en el grupo excluyente" con el n de evitar os altercados e mponer el oren» 17•
La política de la mayoría de las grandes ciudades ofece abundante material para el estudio del modelo representado por el líder polítco, así como los mecanismos sociales crea dos por la maquinaria poítica y comprendidos en ella s ne cesario, sin embargo que seamos imparciaes al acer ese estudio. stas son algunas de las preguntas que deberamos tra tar de responder - ¿Cuál es realmente la organización potica en cual quier punto dentro de la ciudad? Qué sentimientos, postu ras e intereses se manifestan través de ella
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Suer, Folkways, 12.
- ¿Qué recursos prácticos emplea para movilizar sus ferzas y ponerlas en acción? - ¿Qué características tiene el poder de atracción de un partido en las distintas regiones morales que componen una ciudad? - ¿En qué proporción el interés en la política es útil y en qué proporción es un simple pasatiempo? ¿Qué pare del coste de las elecciones se destina a pro paganda? ¿Cuánta de esta propaganda puede ser califcada de «pubicidad educativa» y cuánta de ella es puro mangoneo? ¿Hasta qué punto, según las circunstancias existentes y en especial aquellas con las que nos encontramos en las grandes ciudades las elecciones pueden ser prácticamente controladas por todo un sistema de dispositivos técnicos ca tálogos de chas, desfes de antorchas oradores persuasi vos etc. ¿Qué consecuencias tendrá la implantación del re réndum y de recall, en los métodos actuales con que se di rige el fncionamiento de las elecciones en las ciudades? •
Propaganda y control social
A direncia del aparato poltico cuyo fcionamiento está basado en los intereses locales personas e inmediatos correspondientes a los distintos barrios y localidades las or ganizaciones de un buen gobierno las agencias guberna mentales de investigación municipal y otros organismos si milares han tratado de representar los intereses de la ciudad en su conjunto sin apelar a ningún sentmiento ni opinión lo cal o personal Estas agencias han intentado asegurar la ef ciencia y el buen gobierno mediante la educación del votan te es decir investigando y divulgando los hechos en relación con el gobierno De este modo la publicidad ha llegado a convertirse en una frma reconocida de control social y el mundo de la pro paganda «la propagada social»- se ha convertido en una profsión con una técnica muy elaborada que se apoya en todo un counto de conocimientos especiales. El hecho de que la publicidad haya llegado a ocupar una posición tan im portante en a economa es uno de los nómenos que carac terizan la vida de la ciudad y de aquellas sociedads basadas en las relaciones secundarias En estos últimos años todos aquellos individuos y orga nizaciones que tienen que tratar con el público es decir con 56
PARA COMPRENDER QUF .S LA CIDAD
el público que hay más allá de las comunidades reducidas y más ntimas- que viven en los pueblos y pequeñas ciudades an empezado a disponer de sus agentes de prensa, que, a menudo más que hombres dedicados a la publicidad son di plomáticos acreditados por los periódicos y a través de ellos por el mundo entero Hay instituciones como la Russell Sage Foundation y en menor grado la General Education Board que han tratado de inuir de un modo directo en la opinión pública a través de los medios publicitarios Por su parte el Infrme Canegie sobe Educación Sanitaia la Encuesta Pittsburgh o el Ifrme de la Russell Sage Foundation sobre los Gastos Comparados de la Enseñanza pública en los dif rentes Estados son algo más que inrmes cientcos; son un tipo de periodismo de alto nivel que aborda de un modo cr tico las circunstancias existentes y que por medio de las agencias de publicidad intenta hacer que se produzcan re rmas radicales el trabao realizado por la Agencia gubenamental de Investigacin municipal en Nueva York tiene también una tilidad parecida A todo esto hay que añadir la labor realizada por las exposiciones documentales sobre el bienestar infntil por los estudios sociológicos emprendidos en diversas partes del país y por otros tipos de propaganda parecida en fvor de la salud púbica. La opinión pública adquiere como fente de control so cial en aquellas sociedades basadas en las relaciones secun darias como es el caso de las grandes ciudades donde cada grupo social tiende a crearse su propio ambiente de ese modo y a medida que esas nuevas condiciones van armán dose, los usos y costumbres tienden a amoldarse a ellas En los grupos secundarios y en la ciudad, la moda tiende a re emplazar a las costumbres siendo la opinión pública más que las tradiciones la que se convierte en la erza domi nante en el control social Es importante que en cualquier intento que hagamos para entender la naturaleza de la opinión pública y la rela ción que existe entre ella y el conol social, investiguemos nte todo aquellos organismos y dispositivos que han empe ado a prestar un servicio de gran utilidad en los esferzos reaizados para controlarla instruirla y sacarle n rendi miento De estas entidades la primera y más importante es la prensa es decir el periódico y la literatura actual inclui dos aquellos libros calicados como de actualidad 18•
'Cf Brce. The American Commnwealth, 267
Las agencas gubernamentales de nvestgacón que ac tualmente están surgiendo con gran rapdez en todas as grandes ciudades son, después de la prensa os dspositvos ás interesantes y prometedores para el uso de a publicdad como medio de contro os frutos de estas nvestgaciones no legan al públco de rma drecta sno que se dnden por medación de la prensa, los oradores y otras entes de ns truccón popular. Además de todo esto exsten también las campañas edu catvas que se levan a cabo en atención a unas mejores con dcones santaras, las exposcones documentadas sobre el bienestar inntil y os numerosos dspositvos de «propa ganda socia» que actuamente se emplean por nciatva, unas veces de asocacones prvadas y otras de peródcos y revistas populares con el n de educar al públco y hacer que as masas populares particpen en el movmento en vor de una mejora de las condcones de vida de la comnidad. En la cudad la prensa es el princpal medo de comun acón y la nrmacón que ésta proporcona es la base sobre a que descansa la opnón públca. a ncón principa que desempeña la prensa es lo que anteriormente venía ejercen do e chsmorreo popular. No obstante a pesar del aán y la dgenca con que los peródcos van a la caza de chos que uedan ser notcia ben sea de carácter persona o de inte és humano- no pueden competir con el chsmorreo popular omo medo de control socal; en prmer lugar porqe a rensa garda una cierta cautea en aquellos temas de carác persona que son notca cosa que no ocurre en el caso del smorreo popar. Po ejemplo, hasta que un nvduo sea ombre o mujer no presenta su canddatura para un cargo blco o reaza algún otro tipo de accón manesta que le xponga vsblemente ante e públco su vda prvada es para a prensa un tema tabú. Esto no ocurre con el chsmorreo en arte porque en una comunidad pequeña ningún ndvduo suta tan desconocdo que pueda escapar a los comentaros oémcas acerca de sus asuntos prvados, y en parte por e campo de accón es más reducdo. stas son algunas as preguntas que generalmente surgen en reación con a aturalza y nciones de la prensa y la publcidad ¿Qué es notica? ¿Cuáles son os métodos y motvaciones de un pero ta' ¿Son los msmos que los de un artista o un hstorador 1 on simplemente los de un comercante? ¿Hasta qué punto la prensa ejerce un control sobre la ión púbica y hasta qué punto está controada por ea?
¿Qué es una «sa notca» y por qué? ¿Qué es la prensa amarlla, y por qué se lama as? ¿Qué ocurrira s la prensa se convrtera en un mono polo muncipal? ¿Qué drenca hay entre propaganda y notca? d) El temperamento y el medio ambiente ubano
as grandes cudades han sdo sempre un crsol de ra zas y cuturas e centro de vvdas y sutes nteraccones de donde han surgdo las nuevas generaciones y modelos s oca les. n stados Undos por ejemplo as grandes cudades han atrado a grandes masas de pobacón provenentes de las zonas ruraes de uropa y Amérca, arrancándolas del asamento de sus pueblos natales. as energas latentes dentro de estos pueblos prmitvos se han desatado debdo a la conmocón causada por nuevos contactos, y la mayor suti eza en los procesos interactvos han engendrado modeos no smpemente vocaconaes, sno temperamentales. •
Movilización del individuo
El transporte y la comuncacón además de otros mu chos cambos de gran trascendenca que han vendo produ ciéndose sencosamente han dado lugar a lo que yo llamo la «movlzacón del ndivduo» gracas a ellos las oportun dades de ndividuo para ponerse en contacto y asociarse con sus congéneres se han multpcado pero tambén debido a elos esos contactos y asocacones son más transtoros e nestabes Gran parte de a poblacón de las grandes cuda des ncluso aquelos que habtan en vvendas de alquler y en edcos de apartamentos se ven y se encuentran pero no se conocen entre s, viven casi ta como hace la gente que está hospedada en cuaquer gran hotel. Como consecuenca aquellas asociaciones de carácter más ntmo y permanente que se daban en la pequeña comuidad han sido susttuidas por un tipo de relacones más rtutas e nrmales Dadas estas crcunstancas la condicón socal del indi vduo viene determnada por una sere de sgnos convenco nales que acanzan un valor consderable la moda y la «van guarda» y e arte de vvr se reduce en gran medda a tener que aontar situaciones precaras y hacer un análsis mnu coso del estlo y los modelos de comportamento que están en boga R.PARK
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Junto con el transporte y la comunicacón, tambén la segregacón que sufre la poblacón urbana tende a propor conar a mayor movldad al ndvduo. Las dstancas mo rales establecdas por los procesos de segregacón hacen de la cudad un mosaco rmado por pequeños mundos que se tocan entre sí pero que no se compenetran; esto les propor cona a los ndvduos la posbldad de cruzar, rápdamente y sn dcultad, de un medo moral a otro y srve tambén de estmulo para llevar a cabo el scnante aunque arresgado, expermento de vvr al msmo tempo en varos mundos ds tntos próxmos entre sí, pero a su vez muy separados Todo ello conere un carácter de accdentaldad y supercaldad a la vda en la cudad y tende a complcar las relacones so cales y a producr nuevos y dvergentes, modelos ndv duales; al msmo tempo, ntroduce los elementos: oportun dad y aventura que se suman al estímulo producdo por la vda de la cudad, concedéndole un atactvo partcular que resulta tentador para aquellos con esptu de juventud y lle nos de vgor.
Hace 50 años, cada pueblo tenía dos o tres personajes excéntrcos a los que de ordnaro se les trataba con toleran ca benevolente, aunque a su vez eran consderados unos t pos raros y unos soñadores. Estos ndvduos poco comunes llevaban una vda aslada; se les haba cortado el acceso a cualquer tpo de relacón verdaderamente ntma con los de más membros de la comundad a causa de sus propas ex centrcdades, ben era debdas a su talento o a un decto S tenían madera de crmnales, las restrccones e nhbco nes que la pequeña comundad ejercía sobre ellos los volva nonsvos, y s gozaban de talento, permanecan en un es tado mproductvo debdo a la lta de reconocmento y de oportdades Mark wan en su relato Pudd'n Head Wlson, nos descrbe a uno de estos genos no aprecados que permanecen a la sombra Aunque quzá sean más precsas las palabras que Gray escrbó en la Elegí a un cementerio campesre antes de que surgeran las modernas metrópols
a atraccón que ejercen las grandes cudades es quzá una consecuenca de los estímulos que actúan drectamente sobre los reejos y como modelo de comportamento huma no, podemos decr que se trata de una varedad de tropsmo gual que la atraccón que la llama ejerce sobre la pollla
Para ben o para mal muchos de esos modelos dver gentes encuentran ahora en la cudad una atmósera que hace que sus nclnacones y talentos salgan dentvamente a la luz y den sus utos.
No obstante, la atraccón que ejerce la metrópols es en parte debda al hecho de que a la larga, entre las dversas manestacones de la vda en la cudad, el ndvduo encuen tra en alguna parte el tpo de ambente en el cual puede ex pansonarse y senrse cómodo; en otras palabras, el ndv duo encuentra aquel clma moral en el que su naturaleza pe cular obtene los estmulos que harán que sus nclnacones nnatas se manesten lbremente y por completo Imagno que es este tpo de motvos -que no se basan en el nterés n tan squera en el sentmento, sno en algo más ndamental y prmtvo lo que arranca a muchos, por no decr a la mayoría, de los chcos y chcas de sus hogares en las zonas rurales para arrastrarlos haca la mponente y o recente consón y agtacón de la vda en la cudad. En una comundad pequeña, el hombre normal, aquel que no es un excéntrco n un geno, es el que parece tener más probabl dades de éxto Con ecuenca la pequeña comundad tolera la excentrcdad, mentras que por el contraro, la cudad la prema anto el crmnal, como el tarado o el geno no pue den encontrar en una poblacón pequeña una oportundad de desarrollar sus nclnacones nnatas, como la que nvara blemente les brnda la gran cudad 58
P COMPRENDER QUÉ ES L IUDAD
«Full many a fower is bon to blush unseen And waste ts fagance on te deset a» 19•
Para nvestgar esos modelos temperamentales y poco comunes producdos por la cudad, habramos de procurar en lo posble, dstngur entre la capacdad mental de abs traccón sobre la que se basa la superordad técnca y aque llas caracterstcas nnatas más ndamentales que se man estan a través del temperamento or consguente podría mos rmular las sguentes preguntas - ¿Hasta qué punto las cualdades morales de los ndv duos tenen su base en el temperamento nnato? ¿Hasta qué punto son hábtos que se han vuelto convenconales haben do sdo mpuestos por el grupo a los ndvduos aun contra su voluntad, o ben adoptados por éstos a través del grup? ¿uáles son las cualdades y característcas nnatas so bre las que se basa lo que el grupo reconoce como carácter moral o nmoral, convrténdolo en algo convenconal? ¿Qué puntos de conexón o de dvergenca parecen exstr entre las caracterstcas mentales y las morales en los grupos y en los ndvduos que los componen? 1' «Con intenso color, más de una for nce p sn ser vst, em su rubor y desperdcr su gnc en el re desérco».
- ¿Poseen los cminales, por regla geneal, un tpo de n tegenca nfo a a de ls no crmnales? S es así, ¿qué clase de nteligencia va asocada a los distntos pos de del to? Por ejemplo: os adrones y estadores posonales, ¿representan dstntos modelos menales? ¿Qué efctos producen e aisamento y a movldad, los estímulos y as represones en esos dstntos modelos? ¿En qué medda pueden los campos depotvos, zonas de recreo y demás fmas de esparcmento propoconar el estímuo que, de ota manera, se busca en os placeres mal sanos? ¿Hasta qué punto un asesoramento vocaconal puede prestar una ayuda al indvduo para que éste descubra el tpo de posón en la que tendrá ocasión de consegu que sus caracteístcas tempeamentaes se manfesten lbremente? •
La región moral
Es nevtable que aquellos ndvduos que tatan de obte e una misma clase de estímulo, ben sea a través de las ca eras de cabalos o de la gan ópea, concdan de vez en ando en los msmos lugaes. El esuado es que, dento de a organzacón que a vida en la ciudad adopta de manera <•spontánea, la población tende a autosegregarse, no sola ente de acuerdo con sus nteeses, sno tambén de acue do con sus gustos y tempeamentos; y es muy pobable que a dstrbucón de la poblacón esultante sea totalmente ds ta de la ognada po los ntereses profsonales o as con cones económcas Dados os nujos que contribuyen a la dstibucón y se gacón de las poblacones en la cudad, podmos decr que da baio adquee carácte de «egón oal» tal es e so, po ejemplo de los bajos fndos que podemos encon 1 en a mayoría de las cudades Una egión moal no es 1cesaament un lugar de resdenca puede tatase de un ple centro de reunón, o de un luga muy ecuentado Paa comprende las ezas que en toda gran cudad trbuyen a la evoucón de estos pequeños mundos nde ¡dentes en los que aqueos snuosos mpulsos eprmdos, llas pasones e deales, se autoemancpan del oden mo domnante, es necesario que nos emtamos al hecho o la [('Iía de los mpulsos latentes en el hombre l hecho es, al parece, que el hombe viene a este mun on todas sus pasones, nstintos y apettos, aunque care ·do de dscplna y control sobe els En nterés del ben
común, a civlizacón exge que estas cencosas inclnaco nes naturales sean sempe controadas y, a veces, reprm das y en este poceso de mpone su discpna al indvduo y tansrmalo de acuedo con e modelo aceptado paa v v en comundad, se e epimen por completo muchas de sus cetas, y muchas otras se manifestan ndectamente a través de compotamentos socalmente aprecables, o al me nos nofnsvos y es exactamente ahí donde entan en fn conamento el depote, e ate y las dvesones, ya qe pe mten a indivduo que se pufque a sí msmo medante la expresón smbólica de esos salvaes mpulsos repmdos Esta es la catarss sobe la que escibó Astóteles en La Poética y que con las nvestgacones ealizadas por Sigmund Feud y los pscoanastas, ha adquido una nueva signfca cón de suma mpotanca Es ndudable que hay muchos otos nómenos socaes, como son las huelgas, las gueas, las eleccones populares y os encuentos o concentacones elgosas, que desempeñan una fnción paecda a la hora de lbear las tensones del subconscente pero en aquelas comundades edcdas, donde las elacones socales son más estrechas y exste una mayo exgencia en las nhbcones, hay vaos ndiduos excepconales cuyos temperamentos y apttudes no pueden manstase de una manea sana y nomal dento de os mtes macados po la actvdad comuna Las causas que dan orgen a lo que aquí se descrbe como «egones moales» se deben, en pate, a las estrc cones mpuestas por la vda en la cudad y, en pate, a la l bertad de accón que estas mismas condones ofecen Has ta hace muy poco tempo, hemos vendo realzando muchos estudos acerca de las tentaciones que ofece la vda en a cu dad, pero no hemos efexonado tanto aceca de los ctos producdos por las inhbcones y represones ue las uevas condcones de vda en a metrópolis imponen sobe los m pulsos e instntos natuales En pme lugar, os nños, que en el campo son consdeados una ventaa, en la cudad se converten en una desventaja; apate de esto, es mucho más dcl cudar de una ma en la cudad que en a grana en el campo tambén en la cudad a gente se casa más tar de, y a veces n squea se casa. Estos hechos tenen unas consecuencas cuya sgnfcacón no es, po ahora, totalmen te mposbe de estmar Podíamos empezar perctamente la nvestgacón de los poblemas que nos ocupan hacendo un estudo compa atvo de los tpos caacteístcos de organzación socal exs tentes en las regiones refdas.
- ¿Cuáles son os aspectos externos de los hechos rea cionados con la vida bohemia, el mundo de hampa, los «ba rros bajos» y otras «regiones moraes» de carácter menos pronunciado Cuá es a naturaleza d as vocaciones que conectan con a vida normal de estas regiones ¿Cuáles son los tipos de mentaidad característicos que s sienten atraídos por la libertad que éstas oecen ¿Cóo encuentran los individuos la manera de acceder a estas regiones ¿Cómo huyen de eas ¿En qué medida las regiones a as que nos rerimos son uto de la ibertad de acción y en qué medda son debi das a las restricciones mpuestas a hombre por a vida en la ciudad? •
Temperamento y contagio social
Lo que conr especa importancia a a segregación del pobre del vcioso, del crimina y en genera, de todas aque las personas que se apartan de lo común, o cual es un ras go tan característico de a vida en la ciudad, es el hecho de que el contagio soca tende a avvar las diferencias tempe ramenaes comunes en modelos divergentes, suprimiendo a su vez as característcas que los unen a aquellos modeos normales que tienen a su alrededor Debido a las peculiari dades que tenen en común con otros que son de su msma condción, la asociación con ellos es proporciona no sola mente un estímulo, sino también un apoyo moral que no en contrarían en una sociedad menos selecta. n la gran cudad el pobre e vicioso y el delincuente se van procreando y de generando sica y espiritualmente, vvendo todos untos y apiñados en ua intimidad contagiosa y malsana, de manera que a menudo se me ha ocurrido pensar que aquellas largas geneaogías de Jukes 'º (y os hataos de vagabundos ruanes) no mostrarían una unirmidad tan persistente y penosa en cuanto al vico, el crimen y a pobreza, a no ser que eran especiamente aptos para e medio ambiente en el cual están condenados a vivir
, Jukes: Descendietes de las «hermaas Juke» que vvero e e Esado de Nueva Yor e e sglo XVI. l térmno uke era tzado a prncpos de ese sglo para desgar a auellas fmlas qe a travs de sucesa geeracoes sufren u conuo esado de decadenca mostrado a s ve a cara tedeca al crme la moraldad las cc oes y la pobrea (ota del tradctor}
Así pues, estas «regones moraes» y aquellas personas más o menos excéntricas y era de o común que, al menos en cierto sentido, habitan en elas deben ser aceptadas, si no como algo norma sí como parte natura de la vida de una ciudad s precso que no entendamos a expresión «región mo ra» como un ugar o una sociedad necesariamente crimnal o anormal, sino que más bien ha de ser apicada a aquellas zonas en as que prevalece un código mora divergente, ya que una «región moral» es aquella cuyos habtantes están do mnados de un modo que la gente normalmente no o está por una acón una pasón, o algún interés cuyas raíces se encuentran exactamente en a naturaleza misma del indvi duo; puede tratarse de una actividad artístca, como a músi ca o bien deportiva como as carreras de caballos Tales re gones se direncian de otros grupos socales por el hecho de que sus intereses son más inmediatos y ndamentales, y esta es a razón por la que existen mayores probabidades d e que sus direncias sean más bien uto del aislamento mo ra, que no acaso de un aislamiento intelectua Debido a as oportunidades que binda la gran ciudad, en especal a os individuos poco comunes, ésta tiende a des plegar y poner a descuberto ante la opnón púbca y de manera impresionante, todos aqueos rasgos y característi cas que permanecen normamente ocutos, o están reprimi dos en las comunidades reducidas En resumen la ciudad nos muestra, claramente o bueno y lo malo de a naturale za humana, y quizá sea este hecho, más que ningún otro e que justque a dea de que a cudad pueda ser consderada como un aboratorio o una clínca en la que se pueden ana zar convenentemente y de rma provechosa la naturaeza humana y os procesos sociales
1.2. Los orígenes Gideon Sjoberj
«Origen y evoución de as ciudades» 965), en Scientic American, La ciudad, Alanza Madrid 1967, 3754 Refrencia: Gdeon Sjoberg, The Preindustial City, Free Pess Nuev Yok 1960.
Las primeras cudades aparecieron hace unos 5500 años, pero la urbanizacón en gran escala se inició hace
sólo 100 años. Los peldaños intermedios de la evolución de las ciudades eron, con todo u requisito previo para llegar a las modernas sociedades urbanas El hombre empezó a vivir en la ciudad hace uos 5500 años Pero la proporción de la población humana concentra da en ciudades no empezó a aumentar de frma signicativa hasta hace unos 100 años stos hechos suscita dos ite rroganes que me propongo cotestar e el presete capítu lo. Primero ¿cuáles ero los ctores que interviieron e el orige de las ciudades? Segundo ¿a través de qué estadios evolucioaro las ciudades ates de legar a la urbaizació de la época modera? as respuestas a esos interrogantes es tán ítimamete relacionadas con tres de los grandes niveles de la orgaización humaa; iveles caracterizados -cada uno de ellos por sus propias normas tecológicas ecoómicas sociales y políticas. E l meos complejo de esos iveles al que lamaremos «sociedad poplar» es preurbano y aun preli terato Aparece tpicamente integrado por pequeños grupos humaos reunidos e núcleos homogéneos y autárquicos y limitados en sus actividades a la búsqeda de alimentos n tales codiciones es evidente que viviría al día es decir, que no les quedara sobrate alguno después de haber subveido a sus necesidades cotidianas Por cosiguiete, en la socie dad que describimos no tiene cabida el trabajo especializado, como tampoco la divisió e clases Aunque todava hoy existen algunas sociedades popula res, agrupaciones humanas similares a éstas iiciaron, hace millares de años el leto proceso evoltivo hacia sociedads más complejas gracias a su asetamieto e poblados, a los adelantos tecnológicos y al desarrollo de estructuras orgáni cas adecuadas Ello propició el asceso al segudo nivel or gáico: la sociedad civilizada preindustrial o «udal» este estadio aparece ya un excedete de aimentos determi ado por el cultivo selectivo de graos (de cosecha copiosa ricos en energías biológicas y susceptiles de un prolongad o almaceamieto) y también, con ecuencia, motivado por la práctica de la labranza con aimales El excedente de ali mentos permite la especialización del trabajo y suscita la es tructura de clases necesaria para que aparezca una élite di rigente que se encargue de ejercer su autoridad sobre la so ciedad y de ecauzar la fuerza de trabajo hacia el desarrollo y conservació de sistemas de irrigación extensiva sistemas que a su vez posibilita ulteriores aumentos de los produc tos alimenticios. a mayoría de las sociedades preindustria les dispoen ya de producció metalúgica, as como tambié de los articios del arado y de la rueda articios, o los me
dios de fbricarlos, que multiplican la producción e intesi can la distribució de los excedentes agrcolas Dos uevos elementos de primera importancia caracteri za el estadio preindustrial de organizació social Uno de ellos es la escritura o ya sólo la simple operación de llevar las cuentas sio también el registro de los acotecimietos históricos la anotación de las leyes l a redacción literaria y la de las creencias religiosas La istrucció es sin embargo, en este estadio patrimonio exclusivo de la ociosa élite gober ante. l otro elemento es que no existen en este período or gáico más etes de eergía que los músculos del hombre y el empleo del gaado de labor as sociedades preindus triales e su se superior consiguieron domar la erza del vieto apicándola a la navegación martima y a la molienda del grano y aprendieron a utiizar la erza hidráulica. E el contexto de este segundo tipo de sociedad e don de se desarrolaron las primeras ciudades. Aun cuando las ciudades preindustriales subsisten todavía en nuestros das la oderna ciudad industrial está ntimamete ligada a un tercer ivel de complejidad en la organización humaa un plano caracterizado por la instrucción masiva un régime de clases uido y lo que es más importante la tremeda irrup ción tecnológica hacia nuevas entes de eergía ianimada; avance tecológico que dio origen y que todavía hoy consti tuye su motor a la revolución industrial Visto sobre el tras fndo de esa estructura de tres iveles, la primera aparición de ciudades e el plano de la civilizada sociedad preidus trial puede ser más fácilmente comprendida Para posibilitar la aparición de las ciudades e preciso, aparte del progreso tecnológco alcazado co posterioridad al ivel de la sociedad popular, que entrara e juego dos fc tores no u tipo especial de organización social gracias al cual el excedente agrícola uto del progreso tecnológico pudo ser convenietemete cosechado almacenado y distri buido ste tipo de aparato social e capaz tambié de or gaizar la gran escala de edicios públicos de murallas de defnsa de la ciudad así como también de sistemas racioa les de irrigació na organizació social de esta clase re quiere un estameto de especialistas prosioales dirigidos por ua élite goberante. sta última aunque uméricaen te pequeña debe poseer el suciente poder poltico rerza do por una ideología generalmente de carácter religioso para asegurar la etrega regular y periódica por parte del campesinado de ua parte sustancial de la producción agrí cola con destino al sosteimiento de los moradores de la ciu dad Y el otro fctor requerido e la existencia de u medio G. SOBER
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ambiente geográco que permitiera fcilitar a los campesins no solamente el selo fértil imprescindible, sino también e abastecimiento de agua adecuado a las ncesidades del cam po y del consmo rbano. Tales condiciones se dan óptima mente en los valles geológicamente «maduros» de las latit des medias, es decir, en la zona templada; y efctivamente en tales regiones ue precisamente donde aparecieron las pri meras cidades del mndo ¿Qé es una cidad? Una ciudad es una comunidad de considerable magnitd y de elevada densidad de población, qe alberga en s seno na gran variedd de trabajadores especializados, no agrícolas amén de na élite cltral, inte lectual Por razones qe considero my válidas, qiero poner de relieve el papel de la intelectualidad en tanto qe ingre diente de la vida moderna An cuando los sistemas de es critura tardaron siglos en desarrollarse, s presencia o su a sencia sirve de piedra de toqe para distingir na comuni dad genuinamente urbana de otras qe, a pesar de su tama ño y de s elevada densidad de población deben ser consi deradas como casi rbanas o no rbanas Eso se explica por el hecho de que cando una comunidad ha realzado o, por otra parte, ha adqirido ese adelanto técnico al que denomi namos escritra, indefctiblemente tiene lugar una transfr mación básica, esencial del orden social Cuando se tiene una tradición escrita, existen más posibilidades de crear sistemas administrativos y legales más complejos, así como también sistemas de pensamiento más rigurosos que cando no se cuenta más qe con na mera tradición oral. La escritura es indispensable para el desarrollo de las matemáticas, de la as tronomía y, naturalmente, de las demás ciencias s existen cia implica la aparición, dentro del orden ocial, de nmero sas especializaciones Parece ser que las cidades empezaron a congrarse alrededor del año 3500 antes de la era critiana en el llama do Creciente Fértil, en cuyo segmento oriental está enclava da la Mesopotamia: en los valles del igis y del Eúates, concretamente Esta región no sólo disponía del terreno y del aga adecados, sino qe además, constiía na encrucia da propicia a los ecuentes contactos entre pueblos de cltu ras milenarias y divergentes Por tanto, allí se prodjo na mezcla de ocios y de habidades varias, tanto extrañas como indígenas, qe ha tenido sin duda qe aportar na va liosa contribución a la metamorsis de los poblados de la baa Mesopotamia en las primeras cidades propiamente ta les, así como a la lterior evolución de las mismas Donde se dio por primera vez este nómeno ue en Smeria, y, hasta 62
A COMPFNDR QUE ES LA CIUDAD
cierto punto también en Akad, algo más hacia el norte Al gnas de estas cidades -entre ellas Eridú Erech, Lagash y Kish- son más fmiliares a los arqeólogos qe otras Ur es la más conocida de todas ellas por ser la de más reciente un dación. as primigenias cidades se parecían mucho uas a otras En primer lgar, tenían na base tecnológica similar El trigo y la cebada constitían su producción cerealista el bronce era s metal ss bueyes tiraban de la misma clase de arado y ss vehíclos tenían redas. Por otra parte ss es eran reyes y smopontífices a la vez el tribto de los cam pesinos al dios de la ciudad era almacenado en los graneros del templo os luosos tensilios y demás efctos recpera dos en las tmbas reales y en los templos atestigan la exis tencia de hábiles y expertos atesanos, y la importación de metales y piedras preciosas desde mcho más allá de los con nes de la Mesopotamia demestra la existencia de na capa social de mercaderes y tracantes. a población de dichas cidades sólo pede ser deduci da en unción de incógnitas tales como el promedio de mora dores por casa o fmila y la extensión de la zona de inen cia de cada cidad. El arqueólogo Sir eonard Woolley exca vador de la cidad de Ur calcla qe poco después del año 2000 a. de J C. la ciudad propiamente dicha llegó a albergar 34000 personas En mi opinión, es probable qe -por lo me nos en los primeros periodos an la más extensa de dichas cidades no llegara a contener más de 5.000 a 10000 mora dores, incluyendo en este número a los labriegos temporales qe habitaban en los contornos de la cidad El valle del Nilo, no my leos de Mesopotamia, ue tam bién na región de rbanización precoz A jzgar por los es critos egipcios más próximos a nestros días pdo haber co munidades rbanas en el delta del ilo allá por el año 300 a de J. El qe la idea egipcia de la vida cidadana poce diera de la Mesopotamia o qe, por el contrario, hbiera te nido s origen en el mismo Egipto (y quizá inclso qe antes apareciera en Mesopotamia) es tema a debatir por los erudi tos. De todos modos, los estadios iniciales de la vida rbana egipcia puede qe sean descbiertos algún día en las proun didades de los terrenos de alvión del delta en donde acaban de ser iniciadas varias excavaciones cientícas as comunidades rbanas, bien uera por difusión, bien por generación espontánea se propagaron ampliamente d rante el tercer y el segundo milenios antes de nestra era. Al
Gráfico 1. Proceso temporal de la evolucón humana 4000
3000
1000
2000
A.C DC
000
MESOPOTMA
EGP
MNFIS NDO
MOHE]JO-DARO
MEDERRANEO Y EUROA
UGARl
BLO CHA
AYANG
CHOU
DZCHAU
El proceso de la evolución humana empieza con las primeras ciudades de la Mesopotamia; a éstas les siguen las de Vae de Nio; más tarde surgen as de Indo y as de a región orenta de
Mediterráneo a na aparecen las de China. En cada una de estas regones -ncudo e Nuevo Mundo, rbanizado de rma independiente nacieron desaparecieron ciudades pero la vda r bana una vez estabecda no se extinguió nunca por competo
ñ 2500 J j D H q Pk A q í A í A A S q 1500 ñ D q q q
L q q S q ú q S q í A q f ñ G. SJOBERJ
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pe! insignicante, por no decir nulo, en la cración de las ciu dades precolombinas del Nuevo Mundo. Los pueblos de Mo seamérica -principalmente los mayas zapotecas, mixtecas y aztecas desarrollaron con toda evidencia comunidades ur banas en gran escala y cuya extensión exacta está siendo ac tualmente revelada gracias a las investigaciones que se están llevando a cabo hoy en aquellas tierras. Hasta fecha m uy re ciente muchos arqueólogos del Nuevo Mundo ponían en duda que los mayas hubieran amás cnstruido ciudad algu na y estaba muy de moda el caracterizar las impresionantes ruinas mayas como centros ceremoniales visitados periódi camente por los miembros de aquell desperdigada pobla ción rural. Pero hoy ya no cabe duda de que estos centros eran ni más ni menos que auténticas ciudades. En la estación arqueológica maya de Tikal Guatemala han sido localizadas unas 3.000 edicaciones desparramadas en una extensión de 62 millas cuadradas Solamente el 0% de estas edica ciones han resultado ser realmente grandes estructuras cere moniales Procediendo a una extrapolación basándose en ex cavaciones de prueba de más de 100 de las estructuras me nores se inere que unos dos tercios de las mismas eron en su día viviendas. Si aplicamos a ial solamente la mitad del promedio del número de personas que componen una f milia normal de las que ahora residen en aquella región (56 miembros) resulta que la población de aquella ciudad habra sido de más de 5.000 habitantes En otro gran emplaza miento arqueológico maya Dzibilchaltun en el Yucatán se ha revelado por medio de una inspección ocular de menos de la mitad del área total la existencia de más de 8.500 es tructuras eotihuacán el mayor emplazamiento urbano de a región de la moderna ciudad de Méjico puede haber teni do na población de 100000 habitantes durante el primer milenio de nuestra era. A pesar de que sólo han sido identcados unos pocos eemplares de escritura en Teotihuacán es razonable supo ner que la escritura era conocida puesto que ya entonces existían pueblos instruidos por doquier en Mesoamérica A mayor abundamiento las realizaciones de los mayas en la esra de las matemáticas y de la astronoma rzosamente nos llevarían por sí solas a la conclusió de que allí han exis tido comunidades urbanas. Su noci del cero (descubri miento hecho con atelación a los hindúes y su tan preciso cálculo de la duración del año solar hubieran sido segura mente imposibles si su élite instruida ubiera vivido despa rramada por todo el país en pequeños poblados y no en cen tros urbanos donde solamente era dabe un fcundo cruce de ideas 64
Mesoamérca no e la única región del Nuevo Mundo en que existieron grandes y densas comunidades; también en la región andina se desarrollaron importantes núcleos de po blación humana. Con todo una cultura del tenor de la incai ca no puede ser clasicada como verdaderamente urbana A pesar de o quizá a causa de- estar en posesión de medios mnemotécnicos que hacían posible el llevar de memoria os inventarios un sistema de cuerdas con nudos llamado pu}, los incas no disponan de ningún conjunto de símbolos grácos para representar las palabras u otros conceptos o nociones que no eran los números y cierta clase de datos concretos Como consecuencia de ello no tuvieron acceso a los elementos estructurales que constituyen la clave de toda comunidad urbana como son una élite instruida y un legado de leyes religión e historia plasmado en la escritura Aunque los incas tienen en su haber grandes triuns militares ar quitectónicos y de ingeniería aparte de haber llegado casi a lograr un orden civilizado todaía se enconraban en una etapa que podríamos denominar cuasiurbana cuando eron sometidos a tutela por los conquistadors europeos a igua de lo que les sucedió años más tarde a los pueblos aicanos de Dahomey Ashanti y Yoruba. El Nuevo Mundo nos ha hecho dos revelaciones En Me soamérica la creación de ciudades no estuvo presidida por la cría de animales domésticos ni por la rueda, y ni siquiera tu vieron sus ciudades como solar n extenso medio ambiente aluvial. El maz cuyo cultivo proporcionaba a esos pueblos un abndante excedente alimenticio a costa de no muy gran des eserzos constituye uno de los ctores de compensa ción de la carencia de aperos adecuados y de un vorable medio ambiente ribereño. Para la creacin de una sociedad realente urbana en la región andina no ueron parte a compensar la carencia de sistemas de escritura las imponen tes proezas de ingeniera ni la extensiva división del trabajo. A pesar de las considerables diferencias culturales entre los diversos pueblos del Cercano Oriente del Oriente y· del Nuevo Mundo las primitivas ciudades de todas estas regio nes tenían muchas rmas de organizacin comunes El tipo dominante de estas rmas era la teocracia: el rey y el sumo pontíce eran una sola y misma persona a élite tenía sus principales residencias en la ciudad en cuyo centro viva en unin de su séquito y demás personal a su sericio El centro era el lugar de más prestigio y en él se hallaban enclavados los más importantes edicios religiosos y gubernativos Esta céntrica ubicacin residencial tenía un doble valor en una era en que las comunicaciones y el transporte se hallaban to davía en estado embrionario la proximidad y cercanía de sus
residencias revalorizaba la interacción de los miembros de la élite. Al mismo tiempo, ello deparaba a la clase gobeante el máximo de protección contra los ataques procedentes del ex terior Las moradas y los obradores de los artesanos (albañiles, carpinteros, herreros, joyeros, alfreros), muchos d e los cua les trabajaban para la élite, estaban situadas a gran distan cia del centro urbano La división del trabajo en ocios, que encontramos ya en las más primitivas ciudades, se hizo ás compleja con el transcurso del tiempo Diversos grupos arte sanos, algunos de los cuales pudieron haber pertenecido, en tiempos pretéritos, a minorías étnicas especícas, procura ban establecerse en barrios y calles especiales En todas las ciudades preindustriales, tal conducta ha sido la característi ca de todos los medios culturales, desde los tiempos más pri mitivos hasta nuestros días. Los ciudadanos más pobres se veían obligados a vivir en las aeras de la ciudad, como tam bién los labradores propiamente dichos y los que sólo practi caban la labranza ocasionalmente; sus dispersas viviendas acababan por conundirse con el campo libre. Desde sus comienzos, la ciudad, residencia permanente de los trabajadores especializados, ha sido una continua fuente de innovaciones técnicas No hay duda de que la mis ma aparición de las ciudades aceleró grandemente los cam bios sociales y culturales mpleando un vocablo del desapa recido arqueólogo inglés V. Gordon Childe, podemos conside rar que la «revolución urbana» tiene idéntico signicado que la revolución agraria que la precedió y que la industrial que la siguió La ciudad actuó como elemento promotor de trans rmaciones y de cambios en diversos sentidos. Muchas de las primitivas ciudades nacieron al borde de grandes rutas de tráco; nuevas ideas e invenciones auyeron a ellas de una anera natural. El mero hecho de que gran número de tra bajadores especializados vivieran concentrados en un redu cido espacio excitó y alentó las innovaciones no solamente en campo de la tecnología, sino también en la esra del pen samiento religioso, flosóco y científco Al mismo tiempo, las ciudades pudieron servir de baluartes de la tradición Al gunas -por ejemplo Jerusalén y Benarés- llegaron a ser, a los oos del pueblo, ciudades sagradas No obstante haber sido víctima de reiteradas destrucciones, Jerusalén ha venido anteniendo ese carácter sagrado por espacio de dos mile os l curso de la evolución urbana no sólo puede ser co ectamente interpretado si se le estudia paralelamente a la Pvolución de la organización tecnológica y social y, especial
mente, de la organización poltica La evolución de estas or ganizaciones no es ya sólo un requisito previo para el desa rrollo de la vida urbana, sino que constituye su base misma Como centros de innovación, las ciudades proporcionaron un ambiente adecuado, fcundo, para los continuos progresos ecnológicos: progresos que posibilitaron la ulterior expan sión de las ciudades El perccionamiento de la tecnología dependía, a su vez, de la creciente y compleja división del tra bao, particularmente en la esra política Un ejemplo de ello lo constituyen las primigenias comunidades urbanas de Su meria, meros estadosciudades con exiguos hinterlands, y cuyo tráco y comercio, al desplegarse sobre una extensión de terreno, cada vez más amplia, permitieron a dichas ciu dades absorber los recursos humanos y materiales de una re gión más vasta, más diversicada, y provocar, incluso, el na cimieno de otras ciudades Los primigenios imperios de la edad d Hierro por ejemplo el imperio aqueménida de er sia establecido en los albores del siglo I antes de nuestra era, y el imperio Han de China, establecido en el siglo II a de J C sobrepuaron, en cuanto a esfra de acción, a cual quier otro de la edad de Bronce Y a medida que los imperios se eron haciendo mayores, crecieron en tamaño y esplen dor sus ciudades En efcto, como observa Childe, la urbani zación se desarrolló y se propagó más rápidamente en los primeros cinco siglos de la edad de Hierro que en los quince que duró la edad de Bronce En los siglos I y a. de J C, los persas ensancharon los límites de su imperio hasta el mismo Turkestán occiden tal, undando por doquier numerosas ciudades, las más de las veces asentadas sobre lo que antes eran oscuros pobla dos Al socaire de tal expansión, oprakala, Merv y Mara kanda una parte de la cual ue más tarde el solar de Samar kanda llegaron a adqirir el rango de importantes centros urbanos Así, también en la ndia los mauryas norteos ex tendieon, hacia nales del siglo a. de J C, su impe rio ha cia el sur todavía sin urbanizar, e igualmente ocuparon la isla de Ceilán, impulsando con ello el nacimiento de ciudades tales como Ajanta y Kanchi. Bajo las dinastías de Ch'in y Han, entre los siglos II a de J C y III después de J. C, la vida ciu dadana prendió y echó raíces en la mayor parte de lo que lue go ue China, y aún más allá, particularmente hacia el sur y el oeste El «Gran Camino de la Seda, que se extendía des de la China al urkestán, llegó a verse anqueado de ciuda des, tales como Suchow, Khotán y Kashgar Nankin y Cantón parece ser que alcanzaron por entonces la categoría de cen tros ubanos, y lo mismo aconteció con el poblado que más tarde egaría a convertirse en ekín
Al otro extremo de la masa eurásica, los fnicios empe zaron hacia el nal del segundo milenio a. de J C a exten derse en dirección del oeste reavivando u organizando a través de sus activid!des la vida urbana a lo largo de la cos ta septentrional de Aica y aun en las de la misma España. Estos tracantes costeros poseían ya entonces considerables conocimientos sobre la construcción de embarcaciones Y esto, combinado con sus ligazones comerciales de largo al cance y con el podero de sus armas hizo de los fnicios los dueños del Mediterráneo durante cierto tempo. Varios siglos después, los griegos siguieron un rumbo análogo Sus esta dos-ciudades en realidad y en cierto modo pequeños im perios crearon o reconstruyeron numerosas avanzadas ur banas a lo largo del litoral medierráneo, desde el Asia me nor hasta España y Francia y, hacia el este hasta las dis tantes costas del mar Negro El imperio que más contribuyó a la propagación de la vida ciuddana en las regiones no ur banizadas aún de occidente Francia Gran Bretaña los Paí ses Bajos la Alemania del oeste del Rin la Europa central e incluso la oriental e, naturalmente Roma
tencia griega puesto que pudo y supo engancharse al ca rro del imperio romano; el cual a su vez y al mismo tiempo, e subsidiario de Atenas como centro del saber que ésta era en el mundo occidental Pero una vez consumada la cada del imperio romano tanto la población como el prestigio de Ate nas eron decayendo graduamente Atenas qedó reducida a poco más que un pequeño poblado y en est estado conti nuó su existencia hasta el resurgimiento de la Grecia moder na en el siglo XIX or otra parte Bizancio estadociudad de escasa importancia bao la dominación roman no sólo llegó a convertirse en capital del imperio romano de oriente y has ta en el sucesor de éste el imperio otomano sno que ha lle gado a ser la gran cudad de Estambul de nuestros das.
Los imperios son ecaces dseminadores de frmas de vida urbana toda vez que se ven obligados, si quieren man tener la supremaca militar en las regiones conquistadas, a construir ciudades Y las ciudades frtalecidas reqieren a su vez un aparato administrativo apto para la absorción de los recursos de las tierras conqustadas y una red comercial que asegure tanto el mantenimiento de la guarnición militar como el aumento de la riqueza de la metrópoli. Aun cuando la nueva ciudad empezara siendo una mera avanzada co mercial (como e el caso de la de los nicios) era necesario proporcionarle algn apoyo mltar y administrativo a n de garantizar su supervivencia y su funcionamiento en territorio extraño
Al contemplar el periódico ascenso y decadencia de tan tas ciudades en toda la redondez de la tierra cabe pregun tarse cómo ha sido posible que la vida urbana haya sobrevi vido a tantas vicisitudes y azares as cómo por qué los cono cimientos prácticos y teóricos de la tecnologa, tan necesarios para la erección de ciudades, no desaparecieron del todo La respuesta está en que dentro de la estructur de los impe rios el saber e conservado por medio de las crónicas y de las memorias escritas a la vez que por transmisión oral todo ello obra de especialistas en las diversas ramas del saber Por otra parte todos los imperios han procurado añadir a su acervo de conocimientos prácticos relacionados con el desa rrollo urbano la pericia y habdad procedentes de otras re giones civilizadas, incluida la inmigración de especialstas Esto sin contar con que bastantes sbditos civilizados o sin civilizar, de tales imperios eron instruidos por sus conquis tadores o, en todo caso ingresaron por sus propios eserzos en la corporación del saber urbanstico. Resultado de eo e que los pueblos colonizados empezaron a desaar el mando del grupo que eercía el poder.
Existe una signicativa relación entre el ascenso y la de cadencia de los imperios y el ascenso y la decadencia de las ciudades. No en vano la historia es en el sentido real el es tudio de los cementerios urbanos. Las capitales de muchos imperios que eron son hoy poco menos que fntasmales si luetas de aparecidos que nos señalan con el dedo su glorioso pasado Tal e el destino de Babilonia y Nnive de Susa en Persia de Seleucia en la Mesopotamia y de Vijayanagar en la India Sin embargo, existen excepciones Algunas ciudades han conseguido sobrevivir a lo lago de considerables perío dos de tiempo haciendo uso del recurso de echarse en bra zos primero de uno y después de otro imperio Atenas, por ejemplo no entró en decadencia a raíz del colapso de la po
a expansión y cada del imperio romano nos proporcio naron un caso de estudio altamente nstructivo ya que ilus· tra las diversas relaciones entre la duración de la vida de las ciudades y el desarrollo y la declinación de los mperios Los propios romanos tomaron de los etruscos gregos y otros pueblos civilizados puestos bao su soberana muchos ele mentos de civilización. En el perodo ue sigó a la expan sión de los lmites del imperio romano hacia el noroeste de Europa y a la prolifración de las ciudades romanas en re giones habitadas por los llamados «bárbaros» en el eemplo presente, pueblos prelteratos o «no civilizados» los diri gentes romanos eron sencillamente incapaces de cubrir los puestos burocráticos con sus propios conciudadanos As que
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un contngente de esos prelteratos hubo de ser debidamente nstrudo y preparado para ocupar los cargos burocrátcos vacantes en sus propas nacones o en las cudades a lo largo de las onteras del mpero Tal proceso propicó la explota ción por los romanos de las rquezas de las regiones con qustadas: y an puede que contrbuyera a la paccación temporal de los grupos subyugados aunque a la larga ubo de engendrar seros conctos Fnalmente los ostrogodos vándalos burgundos y demás puelos sujetos al poder de Roma (que abían sido parcalmente urbanados, abían rmado una élte autóctona lustrada y adquirdo de los ro manos mucos conocmentos tecnológcos y admnstrativos) se revolveron contra la estructura del poder mperal oca sonando a la alarga el colapso de Roma y de su mpero. ste no es un caso únco en la stora; casos análogos se an dado en los movimentos modernos por la independenca de los pueblos coloniales de Áca Con la caída del mpero romano, no sólo entró en deca denca la cudad de Roma (que nnca pasó de los 300000 abtantes sino que desapareceron tambén, mucas cu dades stuadas en la perra del pero o quedaron redu cdas al tamaño de pueblos y aun al de aldeas La decaden ca e draátca Pero contraramente a la dea tan e cuentemente expresada de que después de la caída de Roma desapareceron totalmente las cudades en el ámbto de la Europa occdental el storador E Ewg a probado recen temente que mucas ciudades contuaron su exstenca nor mal partcularmente en Itala y en e sur de Francia En ésta como en toda sociedad cvilizada las cudades superviventes fueron las captales en donde resdía y en donde eercía su actvdad polítca y relgosa, la élte la cual se mantuvo en el poder con todos sus privlegos a todo lo largo de los llama dos sglos de superstcón e gnorancia del sglo V al XV) A pesar de la decadenca de Roma mucas de las técn cas y nocones nerentes a sus tradcones culturales eron mantendas en todo su vgor en el campo de la medcna y de la astronomía Tal caso se do en las pequeñas coundades rbanas europeas supervventes así como tambén en las regones orentales sometdas antes de la férula romana n damentalmente en las cudades del pero romano de oren te sucesor del de occidente Buena parte de la tecnología y del saber romanos sirvó de base a a vda cudadana de los mperios árabes ue más tarde, surgeron en el Cercano Orente norte de rca España y aun en el Asa Central En fcto los mperos bizantno y árabe -cuyos centros ntelec tales máxmos ueron Constantinopla Antoquía Damasco
E Caro y Bagdad llegaron a superar la cencia que abían eredado de la antgüedad Es sabdo que los árabes toma ron de los ndúes el concepto del cero y el stema decmal de numeracón; y utilzando estos conceptos en la teoría y en la práctca realzaron sensbles avances más allá del desa rrollo alcanzado por la cencia entre los occdentales Y nalmente buena parte de los nuevos conocmentos e transmitda a Europa en donde contrbuyó a ecar los c mentos de la ulteror revolucón ndustral Con el tempo uropa restablecó e ntenscó el contac to comercal con los mperios bantino y árabe desempe ñando tal ntercambio un importante papel en el resurg miento de la vda urbana del medodía de Europa a revta lzacón del tráco comercal estuvo estrecamente lgada a la frmacón de algos prósperos estadoscudades de Itala en los sglos X y XI de nuestra era Venecia y otras cudades se transrmaron nalmente en mperos aunque a escala reducda poseedores de colonas en toda la regón medte rránea, colonas que acían las veces de hinterland, del que las cudades de la metrópoli extraían mucos de sus artícu los de prmera necesdad, como tambén de lujo Allá por el año 1000 Veneca debdo en parte a las actvdades de la colona griega que albergaba en su seno abía establecdo laos comercales con Constantnopla y otras cudades del mpero romano de orente Los venecanos puderon así aprovecarse del saber de los griegos resdentes en su cudad y a la ve de la experenca práctca de los plotos náutcos y otros especialstas de esta msma naconaldad Tales eem plos ponen en claro que los estadoscudades talanos no e ron meras creacones locales, sino más ben el resultado de la accón de una multplcdad de fueras culturales Cerca ya del nal del sglo XI mucas cudades europeas ncaron un movmento autonomsta consguendo con el tempo certo grado de ndependenca de los soberanos de los prncpados y de los pequeños reinos que las rodeaban Especalmente en el norte de Itala, las comundades urbanas llegaron a dsutar de una consderable autonomía polítca Este nuevo régimen susctó un ambiente cada ve más fvo rable al comerco alentando el desarrollo de nsttucones r banas tales como los gremos de artesanos El modelo euro peo dere totalmente del que se do en la mayor parte de Asa (ndia y Cina por ejemplo) en donde la cudad nunca fue capa de alcanar dentro de la más ampla estructura po lítca de la que dependía certo nvel de autonomía Al mis mo tempo el grado de autogoberno de que disutaban las ciudades europeas medevales a sdo con ecuenca so c. SJBER
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breestimado. Hacia el nal de la Edad Media, la autonomía ciudadana entró en su se de extinción Es por tanto evi dente que a autonoía política de las ciudades estuvo rela cionada sóo indirectamente con la eventua evolución de la ciudad industrial Lo que en reaidad promovió los cambios de largo alcan ce en la vida ciudadana e la revoluión industrial En algu nas de las naciones actuales -como observa Kingsley Davis, la mayoría de a pobación vive concentrada en ciudades; casi el 80% de os habitantes del Reino Unido son residentes ur banos coo también o son el 70% de los de Norteamérica El contraste con esto y lo que acontecía en e mundo civiliza do preindustrial, en el que solamente una pequeña minoría socialmente dominate vivía en ciudades es eidente a re volución industrial a suscitado igualmente cabios fnda entas en la geogaa social de la ciudad a la vez que en su organización socia a ciudad industrial se caracteriza por una mayor uidez en el régimen de clases, debido a a aparición de la educación popular a las counicaciones ma sivas y a desplazaiento de parte de la éite desde e centro a os contornos suburbanos de la ciudad. Por más que no existan todavía datos sufcientes sobre la aparición de la ciuad industrial acontecimiento que tuvo lugar, con toda certeza entre 1750 y 850-, y aunque los hombres de estudio discrepen sobre determinadas tapas evoltivas de tal proceso, las máximas erzas en acción du rante los dos o tres siglos que precedieron a aquela apari ción pueden ser fcil y claraente discernidas Vistos a la uz de la era urbana preindustrial de Europa, se destacan, con indiscutible evidencia, dos ctores: la expansión de la poten cialidad europea sobre otros continentes y el desarrolo de una tecnología basada predominantemente en entes de energía inanimada La extensión de tráco coecal y la ex ploración europea (que iban a culminar en el colonialismo) no solamente feron a causa del crecimiento de determina das ciudades de Asia, de las de ciertas partes del Áfica no urbana y de las de todas las Américas, sino que también con tribuyeron a elevar e nivel de vida de los mismos europeos posibilitando con elo el sosteniiento de un creciente con tingente de especiaistas Entre estos últimos nació un nue vo grupo de prosionales liberales los llamados hobres de ciencia La expansión hacia e exterior había contribuido a destruir la antigua concepción del mundo que hasta ahora se había venido teniendo entre os hombres de estudio euro peos, los cuales desde entonces en adelante se vieron obi gados a entendérseas con ideas y costumbres nuevas, di
rentes y aun divergentes de las que hasta entonces habían es tado de moda entre elos os descubrimientos relatados por exploradores europeos «de largo alcance» añadieron nuevo ípetu al progreso de las ciencias os conocimientos adquiridos mediante la apicación del étodo científco feron el principal fctor en la génesis de a ciudad moderna E método cientfco activa y ampliaente aplicado, ha permitido a hombre controlar las erzas de la naturaleza hasta un extremo jamás iaginado en la era preindustrial Si bien es verdad que durante e transcurso de varios mienios la élite culta de las ciudades preindustriales hizo un sensible aporte al acervo del saber huano en el campo de a medicina, de la astronomía y de las matemáti cas tales eruditos sentían un macado desdén por las activi dades mundanas evitando todo contacto con quienes se de dicaban a actividades de índole práctica Esto expica que las teorías de os hombres de estudio no eran llevadas al te rreno de la práctica, no feran aplicadas a lo cotidiano Por otra parte confrme al pensamiento reigioso prevaleciente, el hombre no debía inmiscuirse en el orden natural ni menos intentar controlarlo; y ello tanto en su aspecto sico como en el social Por ejemplo los médicos de las ciudades griegas y romanas no se dedicaron amás a la disección de cadáveres; y en Europa, hasta el siglo XVI (Andreas Vesalius, médico de Bruselas o empezaron a ser utilizados para la revisión de las antiguas teorías médicas los descubrimientos realizados por medio de la disección En el campo de a ingeniería, la ayor parte de los pro gresos realizados con anterioridad al siglo XVI eron obra exclusiva de artesanos que procedían en sus investigaciones, basándose en tanteos De todos modos con el desarrollo del método experimental a iustración de la élite egó a conju garse con los conocimientos prácticos del artesano, del ciru janobarbero y demás similares Eo do por resultado una dramática explosión de la ciencia que hizo posible la revisión ndamental del étodo cientco y a puesta en archa d la revolución en el campo de as ciencias, lo que constituyó la base de la revolución industrial y por ende, la de la ciudad industrial No fe por casualidad que prcisamente en Inglaterra fera donde aparecieron las prieras ciudades industriales la estructura social inglesa estaba exenta de la rigidez que ca racterizó a la mayor parte de Europa coo al resto del mun do civilizado La tradición puritana inglesa un sistema ético dentro de la ínea del utilitarismo y de mpiriso ayudó en gran manera a modicar las viejas perspectivas relativas al
lugar que el hombre ocupa en la naturaleza En Inglaterra, los hombres de estudio tenían más cdades para entrar en comunicación con los artesanos que en cualquier otra parte de Europa. Al advenimiento del industrialismo se reazaron gran des progresos en la rama de la fbricación de aperos y he rramientas agrícolas en las técnicas de cultivo y en la pre paración de conservas alimenticias como también en la es ra de los transportes y de las comunicaciones El mejora miento de los abastecimientos de agua y la mayor efctividad de los servicios de alcantarillado permitieron una mayor con centración demográca en las ciudades Quizá el invento más decisivo, el invento clave, e la máquina de vapor la cual proporcionó una ente de energía extremadamente genero sa Si exceptuamos la erza del agua y del viento el hombre o dispona antes de más recursos energéticos que los del úsculo humano y de la bestia de labor En el tiempo que nos ocupa, el sistema de fctoras (que suponía una producción asiva de artculos y una mecanización de la actividad) em ezó a tomar cuerpo Con dicho sistema apareció una nueva odalidad de estructuración profesional una estructura ba da en conocimientos altamente especializados y que sólo ciona ecazmente cuando las actividades de las prosio 1ws que la integran están debidamente sincronizadas Este ceso de industrialización no solamente ha conservado su ¡gridad hasta nuestros días, sino que experimentó una no aceleración con la aparición de las máquinas auto-con adas La evolución de la ciudad industrial no puede ser consi Pda pura y simplemente, como un benecio Los histo oes han venido argumentando volumen tras volumen, : ·1stión de si la nueva clase trabaadora incluidos en ella s inmigrantes procedentes del campo} ha ganado o o, económica y socialmente con la destrucción de las • normas sociales. En la actualidad la industriaización 1ida que va extendiéndose a través de todo el globo 011üa planteando nuevos y cada vez más complicados !s de tipo social Muchas ciudades supervivientes, de ' dcional, van poniendo de maniesto de un modo u concto entre su pasado preindustrial y su turo in l No obstante la tendenia general aparece del todo ; xceptuando una guerra nuclear, la ciudad indus 1,i !l' vertirá en la rma urbana dominante a lo largo y toda la tierra y la ciudad preindustrial primera , 1·<0 urbana del hombre desaparecerá para siempre de bo H
1.3 La comunidad urbaa Theodor W. Adorno - Max Horkheimer
«Estudios de comunidad» 966 en La sociedad cap. roteo Buenos Aires 97 2 ed 49 7 ª
El obeto de la sociología parece rmar parte de la ex periencia inmediata de cada uno y muchos encuentran des concertante que se quiera hacer de ella una ciencia ncluso a menudo se ustica por esto la investigación sociológica por medio de la presunta compleidad de la sociedad moder na, en la cual la mirada se extrava El extraordinario au mento de la población en todos los países luego de la revo lución industrial; los procesos económicos tan ampliamente ramicados y entrelazados la especiazación de la mayor parte de las funciones humanas hacen imposible se dice que se oriente en la sociedad quen no ha recibido de la cien cia los esquemas que lo guen En suma, se acusa a la socie dad moderna de ser demasiado «complicada» con el mismo avieso ndamento con que se dirige esta acusación contra un hombre Sigue siendo dudoso que se pueda hablar de so ciedad complicada en sentido estricto y que la complicación no sea en cambio una apariencia, una parte del velo que oculta el modo de funcionar del mecanismo social y los sa cricios que ello impone En todo caso se puede sospechar que no es complicada la cosa en sí sino más bien que los su jetos investidos de su función cognoscitiva por la división de las nciones propias de la sociedad basada en la división del trabao se limitan hasta tal punto a las actividades particu lares y técnicoprácticas que encuentran obstruido el cami no para la comprensión del todo Tal estado de cosas se re ea luego a su vez en las teoras cientcas que elogian la renuncia a comprender el todo como prueba de exceso cien tco, y recomiendan la limitación al conocimiento sectorial como únca actividad todavía posible. Lo que se puede decir con certeza es que la sociedad moderna como totalidad ya no es accesible a la experiencia inmediata perceptible en su to talidad y en sus motivaciones en el sentido y en la medida en que podía serlo una sociedad agrícola pura o inclusive la vie a economía corporativa ubana. Este orden de hechos en contró s expresión e el concepto losóco de la alenación social que permita derivarlo de la estructra de una socie dad de intercambio basado en la división del trabajo En con secuencia la comprensión de lo que es la sociedad pareció
ser futo del eserzo teórco, prmero de la osoa y luego de la riss de los grandes sistemas de la teoría socológica. Este esferzo de encontrar las leyes que permitan entender conceptualmente el devenir social alienado, y ya no transparente, en que se meclan apariencia y realdad, se percbe to davía en investigadores y erudtos como Max Weber Durk heim y Pareto Pero el desarrollo de la socología centíca en los últimos 30 años aguó a desconfanza hacia las tentati vas de teorzación interpreativa y llevó al primer plano el otro impulso ideal qe ya se anunciaba en la obra de los pos terores grandes teórcos de la sociología, impregnados del espírtu empirista y positivsta: el de comprobar los «hechos» Pero con e progresvo escepicismo ente a las teorías creció también a preocupacón por la complejidad del obe to los innumerables hechos que se recogían parecían con vertirse en opaque ítems 1 materiales opacos y no signcat vos S buscó desesperadamente una salida para esta situación u método que permtiese unir la certea y el control de la cienca moderna con la posibilidad de sclarecer la cone xión del todo n otras palabras, se buscaron modelos y tipos de la sociedad actual que esen al mismo tempo objetos concretos de nvestigación y concentrasen como en el co de un espejo cóncavo, la disa sustancia del todo n la moderna sociedad de masas que ha visto surgir al mismo tiempo la industrialización y la urbanización la ciu dad parecía oecerse como modelo de estructuras y tenden cias sociales típicas y a ella se dirigió rápidamente la aten ción de los sociólogos Entre las primeras investigaciones empíricas en gran escaa se contaron las ectuadas respecto de a gran ciudad y sus habitantes, iniciadas por Charles Pooth sobre Londres en 886 la encuesta de Pittsburgh, comenza da en 94 stas investigaciones estaban animadas, más que por una intención de indagación obetiva, por un espíri tu de crítca social se quería mostrar cómo vve la mayor parte de los hombres 2• Luego se afrmó como rama especial de la sociología la llamada human ecology , investigacón de las relacones entre hombre y ambiente desde el punto de vsta de las relaciones entre los ndvduos humanos, por un lado, y as nstituciones y frmas de estructuración social por 3
' En inglés en el texto (N. de E.) C e artículo «Sozalrschung empirsche», en e Handwrterbuch der Sozialwissenschaften. de E von Beckerath y otros cit seccón «Historia» 420 y ss El arículo stá rmado por el Instiut ür Sozarschung En inglés en e texto (N de E
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el otro, orentadas a menudo segn modeos de origen botá nco y zoológico ; al msmo tempo se frmaba toda una es cuela alrededor de Robert E Park y su gran proyecto de in vestgación sobre una metrópoli, Chicago •
R McKenze uno de os iniciadores de la human cology, a dis tngue de este modo de las discipinas smilares: «Ln smple estudo de la comunidad como unidad de población toma el nombre de de mgraa; el estu dio de los grupos de pobacón y de as condiciones de ancamiento se la ma geograa ecología es a investigacón de las relaciones entre los grupos de población como unidades vtales El nterés principa se cncentr en to dos os casos en as relaciones entre os hombres» (R D McKenze «The Fied and Problems of emography Human Geography and Human Eco logy» (Ambto y problmas de a demograa geograa y ecolgía hmanas en el vouen The Fields and Methods of Soiology (Métodos y campos de investigación de la sociolog). por Bernard ueva York 1934 5 2. Una deimitacón más precisa de las investgaciones de a human ecology del mismo McKenzie en su artcuo «Ecology Human» en la Encycopaedia of th Social Sciences vol. V 314 «a ecología huana se ocupa de os aspectos espaciales de as reaciones smbóticas de seres e institucnes humanas. Tiende a descubrr los princpi os y los ctores que juegan en as cambiantes rmas de asentamento espacial de a pobación y de las instituciones resuando de la acción recíproca de seres vivientes en una utura en per petua transrmación» a primacía asignada a las «relacones simbóticas excuye a prior las relaciones cuturales de los hombres convertidos en obeto de estudo a symbiotic societ en a ue se desarrollan os «procesos de osciacón y eqi brio istrbución y transmisón de energía es caramente dstnta de a cultural society (cf Robert Ezra Park «Human Ecology» American Journal of Sociology vo 42 Chicago ulio 1936, I y ss.] C. tambié Emma C le wellyn y Audrey Hawthorn «Human Ecoogy» en el volumen entieth Century Sociology Sociologí del siglo X por Georges Gurvtch y Wlbert E Moore ueva York 1945 466 y ss Paune V. Young Scientc Social
Surveys and Research (La investigación y las encuestas sociales cientcas}
Nueva York 1949 429 y ss 491 y ss P H Chombart de auw e Pars 1952 2 vols Robert Ezra Park Ernest W Burgess R McKenzie TheCity. Chi cago 1925 os intereses predominantes en las nvestigacions de a escuea de Chcago resutan de os títulos de agunas de las monograas ue apare cieron es Handerson The Hobo l vagabundo} 1923 F M Trasher The Gang La banda 1927 Ernest Russe Mowrer amily Disorganization' and
amily Discord Desorganización de la familia y discordias fa miliare 1927 ouis Wrth The Ghetto 1928 Ernest Theodor Hiler The Strike A tdy in ollecve Action La huelga: estudio sobre la ación colectiva} 1928; Harvey W Zorbaugh The GoldCoast and the Slum wn Stf Cosas de ciudades pequeñas} 1932 para a bograa sobre grades cudades
c Georg Smme «ie Grosstdte und das Gesteseben» (Grades cudades y vida cultra en a miscelánea Die Grosstadt de Tbeodor Petermann eip zg 1903 Adol Weber Die Grosstadt und ihre sozialen Probleme a gran ciudad y sus problemas sociales epzig 1918 Werner Sombart artículo «Die Stdtsche Siedlung» (E ancamiento rbano en e Handwrterbuch der Soziologie iccionario de Sociolog a cargo de Aled Vierandt Stuttgart 1931 ewis Mrd, The Culture ofCities ueva York 1938 a cultura de la ciudad; Sart A Queen y ewis F. Thomas The City A Study of Urba-
Pero las grandes cidades presentan dentro de sus lmites todas las características de coplejidad, exceso de opaci dad y alienación qe hacen dicil la orientación de la inves tigación. Y el estdio de la gran cidad se encontraba ente a las isas dicltades con qe choca el ennciado eprico sobre la sociedad en s totalidad De aí la idea de llevar a cabo investigaciones odelo en cidades de dimensiones medias, donde se podía abrigar la esperaza de estdiar las tendencias a a rbanización y ss consecencias sociales, sobre n aterial todava bastante circnscrito coo para poder ser abarcado casi por copleto Estos proyectos estaban tácitaente aniados por la aspiración de etrapolar, de los resltados de la investigación sobre cidades edianas, consecencias aplicables a la totalidad social qe según se pensaba serían válidas si los detalles eran eainados en prondidad y elegidos con la catela necesaria para asig narle n carácter tpico 7• La tendencia a estdiar n sector 6 .
nism in the United States .a grn ciudad tudio del urbanismo en Esta dos Unido, ueva York-Londres 1939; Noel P. Gist y eoy A. albet, Ur ban Society Nueva York 1933: Elisabeth Pi, Grosstadorschung, Frage stellungen Verfahrensweisen und Ergebnisse einer '\issensch {El estudio de las grandes ciudades: problemas, métodos y resultados de w ciencia} Bremen 1950 ouis Wirh, «Urbanism as a Way of if» E urbanismo como estilo de vida en e voumen Soziologische Forschung in unserer Zeit (La in vestigación sociológica en nuestro tiempo a cargo de Kar ustav Specht Colonia 195 32 y ss Svnd Riemer The Modern City Nueva York 1952 Willy Hepach Mensch und Vo/k der Grosstadt {El hombre y la gente de la gran ciudad) Stuttgart 952 ' as dcutades haadas en os intentos de extender as investigacio nes sobre la posición de os obreros en algunas fábricas de Chcago a esf ras sociamente más nteresantes indueron a W. oyd Warner a eegir como objeto de estudio una ciudad media: «os tipos más simples de comunidad con pobación más reducida instituciones socaes meno numerosas siste mas de creación idea y técnica menos compeja brndan a antropóogo so cia el equivalente de un laboratorio, en el cua podrá poner a prueba sus ideas y sus técnicas de vestigación E l estudio de estas sociedades simpes e permte armarse mejor para el anáisis de rmas más compeas de a so cidad humana» W loyd Warner y Paul S unt, The Social Le of a Mo dr1 Community {da social en una comunidad moderna Ne Haven 1941 3) os resultados de a investigación de «Yankee-Cit » son según War ner, váidos para todo Estados Unidos en ea se encontrarían «os rasgos ca racterísticos y esenciales de a estructura social norteaercana» (Warnr cture of American Lje estructur de la vida norteamericana Edin urgo 1952 XII Pero tambén cree encontrar al agnos rasgos uda mentaes de comporamiento socia humano en general Esta hipótesis está ustentada por a denición de a commuity como a esera demtada en espacio en que el hombr e puede desarrolar todas sus nciones sociaes: por tanto se a considera sociamente autárquica Dc e Macver «Lamamos ommunity a cuaquier grupo, grande o pequeño, cuyos iembros viven jun-
de la sociedad elegido coo odelo de la totalidad condjo rápidaente a la constitción de na neva disciplina especial, la sociografí, inagrada por el sociólogo olandés Rdolf Steinetz con la intención de estdiar naciones y regio nes «en s nidad concreta» ". Esta intención orignaria per aneció lego n tanto en la sobra, cando pasaron al prier plano los debates etodológicos sobre la relación en tre sociologa teórica y eprica siendo esta ltia aqella a la cal los sociógrafs deseaban asiilar ss estdios 9; y sólo en los últios años se prodjo n retorno a la concepción de la sociograa coo estdio del problea del espacio el tiepo y el recíproco entrelazaiento de los ecos, co portaientos y opiniones a partir de na sitación dada» l_
tos en el sentido de que no sólo les es común este o aque nterés especí co sino las condicones eementaes de la vida Una característica especca de este grupo es que el miembro indvdua puede desarrolar toda su vda Es así como se puede vivir excusivamente en una trbu o en una ciudad pero, en cambo, no es posble hacerlo en una organzación económica o en una gesia El criterio ndamenta para denir la community está dado «por el hecho de que en ella se pueden encontrar todas las relacones socaes de una persona» Robert Maclver y Charles H Page Society Nueva York 195 8 y ss) Cf tambén de os msmos autores Community A Sociologica/ Study (Comunidad U n estudio sociológio, Nueva York 93 C luego: Mari a zarsfd-Jahoda y Hans Zise Die Arbeitslosen von Marienthal (!.os desocupados de Marientha ohn Dolard, Caste and C/ass in a Southern Town {Castas y clases en una ciudad del sur de Estados Unidos, Ne Haven 1937 Economisch-Technoogische nstituuten, Social-economisch rapport Leeuwarden (Relaciones económicosociales obre Leeuwarden euarden 1948 y Rapport betreende de industriee ont•ikkelin en mogelkheden in de gemeente Zwolle {Relaciones sobre el desarrollo y la posibilidad industrial en la comuna de Zwolle, Zoe 1950 eon Festn ger Stanley Schachter Kurt Back Social Pressures in Informal Groups (Pre siones sociales en grupos informale Nueva York 950 EconomischTech nologische Instituuten De gemeee Elburg en haar bestaans-bronnen !a comuna de lburg y sus fuentes de sustentación rnhem 1952 C von Die tze M Ros y G Weippert, Lebensverhltnisse in kleinbwerlichen D6r fen Ergebnisse einer Untersuchung in der B1desrepublik 1952 {Condicio nes de vida en pueblos de pequeños campesinos Resultados de una i·es tigación realizada en la República Federal Alemana en 152). Hamburgo Berín 1953 Rudof Stenmetz «Die Soziographie in der Reihe der estesis sen schaften» a socograa en la serie de as ciencas moraes), Archiv r Rechts-und Wirtschaftsphilosophie \ 1913 s por eempo Rudof ebere en e artículo <Sozographe» de Handwrterbuch der Soziologie, cit, 564, donde a socograa es dentica da con a «nvestigacón inductiva, tndnte a conocimiento epresado en números y medidas» " udig Neudrr, «Das soziographsche Erherbungsverhren» El procedimento del rlevamento sociogáco en el oumen 13 de la serie
En esta perspectiva, resulta importante no tanto obtener enunciados generalizables, sino «entender íntimamente las conexiones reales», y restringir la investigación a «zonas y grupos bien deliitados»
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Las concepciones de los estudios de ciudades medianas se remontan en su enque a los sociólogos norteamericanos Robert y Helen ynd , cuyo traajo a pesar de la objetividad expositiva que lo caracteriza expresa el momento autocrítico de la sociedad norteamericana que dominó en la década del 20. En toda la literatura de la época, representaba un papel decisivo el descubrimiento de la provincia norteamericana como gran extensión de vida unirmemente provincial que impresiona inmediatamente al oservador por la semejanza sica de tantas ciudades menores y que corresponde a con diciones económicas y tecnológicas que no se encuentran en la misma ma en Euopa por más inconfundibles que sean las tendencias en ese sentido.
Lynd y sus colaboradores eligieron como objeto d la in vestigación una ciudad media norteamericana del Estado de Indiana, que egaba a los 50000 habitantes en 1935, año en que el programa de investigación tocó a su n El estudio abarcaa no sólo las transrmaciones institucionales y la di námica de las relaciones sociales, sino tamién el clima cul tural y poítico exclido de las investigaciones de human ecology, y e articulado en dos investigaciones sucesivas sobre las transrmaciones estructurales de la ciudad en los perío dos que van de 1885 a 1925 y de 1925 a 935 que cerraban una se de intenso desarrollo industrial con alternancia de boom y dpresiones El interés de los Lynd no se dirigía en primer lugar a datos estadísticamente vericables sino a la interacción de las condiciones económicas y sociales por un lado, y a las normas y concepciones subjetivas de la pobla ción por el otro, partiendo del prsupuesto de que la comu nidad estudiada y su desarrollo eran determinados en gran medida por las rmas que esa interacción adoptaa
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En una cultura como la de Middletown que atribuye va lor positivo al «progreso» y al «máximo bienestar» (having the best in the world). la realización de estos valores depen d a juicio del investigador, y especialmente cuando esta cul tura atraviesa una se de cambios rápidos e irregulares de una actitud de apertura hacia el cambio, y no de la resisten cia opuesta a él Si se considera la rapidez de algunos cam bios culturales ocurridos en Middletown en los últimos dece nios, la resistencia de la comunidad al cambio su incapaci dad para crear ocasiones que disminuyan las propias iccio nes internas aparece como un punto negativo (liability) res pecto de los valores reconocidos por la misma comunidad Sobre todo con la repetición de la investigación sobre el mismo objeto lograron los ynd describir las interacciones actuantes entre inaestructura y superestructura social Además principalmente en el período de la crisis económica, pudieron mostrar que la ciudad no acta como una mónada social, sino que depende de los procesos que abarcan la tota lidad de la sociedad La extraordinaria inuencia ejercida por los dos liros de los ynd proviene no sólo de su rigor cientíco sino tam bién de la crítica social que supieron incluir en su investiga ción de los nómenos típicos En una ciudad del middle West americano, elegida entre tantas y tan espantosamente igua les el análisis de los dos sociólogos ponía de relieve la mo notonía la standarización, la desolada existencia que se com prueba entre hombres que cohabitan y se ganan la vida en un espacio vacío de tradiciones históricas y sujeto sólo a las leyes económicas y a la presión conrmista de la sociedad de «los que han legado»: orden ya constituido sas experien cias haían sido registradas ya en Alemania, a comienzos del siglo entre otros en el sorprendente escrito de Sombart Waru gibt es in den Vereinigten Staaten keinen Sozialismus? (¿Por qué no hay socialismo en los Estados Unidos) Se rescataban en él, y se prondizaban empíricamente el tra bajo de los ynd estaba ligado en su esencia a la literatura- de crítica social de Norteamérica en la década del 20 querían ostrar en qué se convierte el hombre en condiciones de vida de las cuales se ha eliminado el mundo de las imágenes en la universal drabness Pero al mismo tiempo deseaan 3
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PAR COMPRENDER QUÉ ES L CIUDAD
' Lynd Middletown in Transition ci X-XII Smbar Warum gibt es in den Vereinigten Staaten keinen Sozialismus? Tubnga 1906 Mntnía visual Drab: grsáce escuálid ndeerminad En glés n el ex (N del E)
evitar los peligros de la generalización apresurada, qu e a me nudo se ltra en a investigación socia en rma de novela y alentar la observación del escritor con datos empricos in controvertibles. Muchos estudiosos siguieron el camino de las investiga ciones de los Lynd casi todos on la voluntad de superar la actura entre experiencia viva y objetividad del conocimien to exacto, en especia de tipo estadístico En estos estudios los modernos métodos de reevamiento se combinaban con a observación realizada en el lugar y a menudo por personas que participaban de manera activa en la vida de as ciudad es medias estudiadas, los llamados participant observers 16• Pero el espíritu social crítico de los ynd deó paso rápida mente a un ideal de obetividad cientíca y desapasiona miento en cuyo nombre pasaron al primer plano os mo mentos de la exactitud de la prueba, sin caer casi nunca, hay que reconocerlo, en los viejos métodos de a human eology, que eliminaba del campo de investigación las opiniones, con vicciones subjetvas e ideas de vaor Estas investigaciones más recientes tienden más bien a combinar los métodos pro pios de la sociología con los de a psicooga y la antropoo gía, como ocurre por ejemplo en e trabajo de orientación psi co-anaítica de John Dollard donde a estructura de una co munidad norteamericana se observa por transparencia a tra vés de ordenamiento socia de las relaciones sexuales 1• W oyd Warner e uno de os primeros que apicó a estudio de una ciudad media de Estados Unidos os procedi mientos de investigación antropoógica desarroados en as ivestigaciones sobre los primitivos a escala se ampió en ese caso a una ciudad de 18000 habitantes de Nueva Inga terra os resultados de esta investigación aparecieron en os volúmenes de a «ankee-ity-Series» 8• Warner se había
"Cf A B H C R: C ( ) American Socioogica Review X 94) 36 ; K f f R ) Beitrge r Soziologie der industrieen Gesescht, G 952 ' o. c. YC ¡ The Socia Le of a Modrn Commu1iy, ); The Status System of a Mode Communiy (E sistema s/a1s en una comunidad moderna) w ! 9 ); The Socia System of American Ethnic Groups (E siste
granjeao una reputación con sus estudios sobre as comuni dades neolíticas de ustralia 19, pero quiso «aprender a en tender mejor en qué rma resuelven los hombres os pro blemas que se les presentan en todos os grupos, sin reren cia de tiempo o lugar» 20, y trató de encontrar la community denida como una «puraidad de hombres dotados de inte reses, sentimientos, comportamientos y nalidades comunes en virtud de a pertenencia al mismo grupo social» , como estructura constante en todas as rmas de sociedad antigua y moderna «La múltipe variedad de grupos modernos y primvos, a pesr de que diferen en gran medida enre sí, son en esencia de igal nauraeza. En eco, odos se encuenran asentados en ciero erriorio, o rasfrman en pare con el objeo de perpear la vida sca y social de grupo, y odos os inividuos miembros del grupo ienen entre sí reaciones socales drecas o indrecas» 12•
En e primer volumen de la serie dedicada a «ankee ity» la comunidad es descrita en su vida cutural, sobre todo en relación con a distribución horizontal de sus miembros en «clases uperiores e ineriores» E segundo es un proundo estudio de las instituciones sociales de la ciudad, y en él se qiere mostrar que sus habitantes «viven de manera bien or denada, sobre la base de una jerarqua mantenida por medio de esas diversas instituciones» 4• El tercer volumen es un es tudio de los grupos étnicos minoritarios de a ciudad irlande ses, anceses, judíos, polacos, y de los modos en que se pro duce su alejamiento de sus hábitos tradicionales y a adapta ción a as costumbres de una ciudad media norteamericana 23
En la temática de la transrmación y estraticación so cial se ubican toda una serie de estudios sobre ciudads me
ma socia de os grupos étnicos en UU.} w H 95 ) O w The Socia System of the Mode Factory ( sis tma socia de a fábrica moderna} w H 97 V) American Le Dream and Reaity (La vida norteame ricana sueño y reada) C 953 A Back Civiization. A Socia Study of an Austraian ibe (Una civiización negra Estudio socia de una tribu austraiana} Y 93 º 3 Jbíd 6 XX bíd. 6 XX '!bid 6 XX "!bid 6 XX o.
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TH. W ADORNO - M HORKEIMER
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dias norteamericanas, que, además revelan situaciones pe cuiares regionales y probemas especcos como e de la tensón ente negros y blancos en os Estados del sur y su sig nicación en el conjunto de la comunidad 25• Más adelante se realizaron estudios de comunidad en otros países como en Francia sobre a ciudad de Auxerres 6, en Alemania sobre Darmstadt en Australia con los trabajos de Oeser y Ham mond 21 En otro grupo de estudios de comunidad se pueden cla sicar os que se realizaron sobre las comunidades ruraes. Los problemas principaes están ligados aqu a as transr maciones de la adea uego de a modernización de la vida so cial a la introducción de los nuevos métodos de cultivo la ex tensión de las vas de comunicación de los medios de trans porte y de comunicación modernos, en el marco del desarro llo general de la sociedad 8. E estudio de as grandes ciuda-
Alson Davis, Burlegh B. Gardner, Mary R Gardner, Deep South A Social Anthropological Study of Caste and Class (El «profundo sud»: estu dio socio-antropológico de castas y clases}, Chcago 1941; St Clar Drake y Horace R Clayton Black Metropolis (Metrópolis Negra}, Nueva York 945 James West Plainville US ueva York 945 " Charles Betelhem y S Frre Une vi/le fran9aise moyenne Auxerres en 150 (Una ciudad media rancesa Auerres en 10) Pars 950 O A. Oeser y S B Hammond Social Structure and Personality in a City (Estructura social y personalidad en una gran ciudad) ueva York 954; eser y F E Emery Social Structure and Personality in a Rural Community (Estructura social y personalidad en una comunidad rura 25
Nueva York 954 28 l estudo de as comundades rurales ya abía recdo cero m pulso en e romantcismo: sólo recordamos aquí el Agronomische Briefe (Cartas agronómicas de Adam Mer 812) y las descrpcones de rm as de ancamento rusas de ugust Frhr von Haxthausen Verdaderas monogra as acordes con los cteros centícos rgurosos comenzan a aparecer a comenos del sglo ames M Wllams An American Town (Un pueblo nor teamericano} Nueva York 1906; ewe L. Sms, A Hosier llage Una aldea de tejedores de medias}, Nueva York 92; Warren H Wilson, Quaker Hill ueva York 907 sore ese punto c Car! C Taylor, «ecnques of Com munty Study» (écncas para el estudo de comundad) en e voumen
Science of Man in the World Crisis (Ciencias humanas en un mundo en cri sis) por Ralph Linton ueva York 945 4 16 y ss. Sore socología de la so cedad rura Laverne Bcheld ur Rural Communities. A Guidebook to Published Materials on ural Problems (Nuestras comunidades rurales Guí bibliográca} Chcago 947 John H Ko y dmund S Brunner A Study of ural Society (Un estudio de la sociedad rura, Boston 946; Da vid Lndstom American ural Le {da rural norteamericana}, ueva York 1948 Paul H ands, Rural Le in Process (La vida rural en tranr mación} Nueva York 948; Charles P ooms Studies of Rural Organization in the United States, atin America and Germany (Estudios de organización rural en E UU América latina y Alemania), Lansng 945; Lowy Neson
des era motivado a menudo por el deseo de combatir los as pectos negativos de la vida socia actual En cambio, muchas de as investigaciones sobre las aldeas se inspiraron en a idealización romántica de la vida rural de acuerdo con la oposición de «comunidad» y «sociedad» Pero más tarde y bao la inuencia de los resutados experimentaes adquiri dos se eron integrando a relación entre ciudad y campo, y os problemas peculiares de la sociooga rural en el contexto conceptual de la dinámica general de la sociedad 9• En este punto hay que recordar los mértos de la «socio oga de afncamiento» de Leopod Wiese y as numerosas investigaciones dirigidas sobre diversas frmas de anca miento propuestas por é y efectuadas dentro de los marcos de su teora frma de las reaciones sociales 30• os estudios de comunidades europeas como e de Darmstadt por eemplo, se distinguen inevitablemente de os norteamericanos a pesar de estar inspirados en elementos comunes, por la ausencia de un objeto delimitado en s mis mo y constrdo teóricamente como unidad sociológica como puede ser «Middletown» La investigación sobre Darmstadt debió ser dividida en nueve monograas 31, tanto por razones
ural Sociology (Sociología rura ueva York 948; Sms Elements of ural Sociology ueva York 947 C P Looms, Rural Social Systems (Sis temas sociales rurales, Nueva York 95 ucen Bernot y René Blancard Noille un village ranais (Nouville un pueblo ancés} París 1953 " les et Campagnes Civilisation urbaine et civilisation rurale en France (Ciudades y campo Civilización urbana y civilización rural en Fran ci, por Georges Fredman París s f. Hans Jürg Beck Der Kulturzusam menstoss von Stadt und and in einer Vorortgemeinde (El choque cultural de la ciudad y campo en una comunidad suburbana}, Zurch 952; Das Dorf im Spannungld industrieller Entwicklung (El pue blo en el ambiente de ten sión del desarrollo industria Stuttgat 1954 Fascículo especa 62 de la revsta Beriehte über Landwirtschaft Zeitschrt für Agrarpolitik und Land wirtschaf, Dorfuntersuchungen (Estudios de pueblos}, Hamurgo-Berlín 955; para el estudo de Darmstdt c nota 28
'º Das Dorf als soziales Gebilde (El pueblo como coormación socia,
por eopold von Wese, Munchepg 928 Para e método y para poste rores datos lográcos sore «socoogía del ancamento» de von We se cf Harret Hoan, «Die Beehungslehre als soalwssenschalche Forschungsmethode» a teoría de las relacones como método de nvesga cón en las cencas socales), en Soziologische Forschung in unserer Zeit c 25 y SS. 1 '
Gemeindestudie des Instituts für sozialwissenschaliche Forschung
Darmstadt 95254 Las monograas son ) Here Ktter, Struktur und
Funktion von Landgemeinden im Einussbereich einer deutschen Mittelstadt (Estructura y funciones de la comunidad rural en el radio de inuencia de una ciudad media alemana); 2) Kar Günsein Landbevlkerung im Kraeld der Stadt (Población rural en el ámbito de iuencia de la ciuda 3)
herentes a os medos nanceros más modestos de que dspone a socoogía aemana, como por certa decenca de ivestgadores adecuadamente preparados. A pesar de eo, urge un eemento común a os nueve trabajos a saber, que na cudad moderna no consttuye precsamente una undad rrada en sí msma sno que exste en un contexto de rea ones nconaes con toda una regón y en útmo anáss, on a socedad en su totadad Este es precsamente e unto de contacto con Norteamérca, sobre todo s se tene en uenta e desarroo de os medos de transporte y de os ns trumentos de comuncacón Una comundad moderna no se deja tratar como organsmo económco o socamente autár uco; es necesaro tener en cuenta as ncones socaes, ue remten sempre más aá de ámbto cudadano. En qué medda se puede abar de una cudad meda «tí ca», es, en cambo, una probema que se pantea de mane ra especíca para as nvestgacones evadas a cabo en Eu ropa. En e caso de Darmstadt, a cudad se caracterza, aún hoy en gran parte, por ctores que provenen de a tradcón de a capta gran duca de Hesse a pesar de a caída de a onarquía en 1918 y a uncacón admnstratva de a ve a Hesse eectora con a antgua provnca prusana de Hes se-Nassau en e Tercer Rec de Hter. En e consderabe ape que representa a capa de os nconaros en os res duos de a vea socedad de Corte, en e destacado sgnca do de as drencas socaes, y aun en a vtadad de a tra dcón artstca (que dstngue con cardad a Darmstadt, don de en verdad no fta a ndustra, de as cudades medas de regones especícamente ndustraes) se observa todavía e antguo carácter de a cudad que e resdenca prncpesca. labra sdo erróneo generazar por ejempo os síntomas de
Cerhard Teiwes, Der Nebenerwerbslandwirt und seine Familie im Schnitt pkt Lndlicher 1d stdtischer I.ebenrm (La agricultra como profesión subsidiaria en el lmite entre la vida rural y urbana): 4) Gerhard Baumcrt, Jugend der Nachkriegszeit !,ebensverhltnisse und Reaktions1eisen (a j1H'ent1d de postguerra Condiciones de vida y tipos de reacciones) 5) I. on la oaboraón de Edth ünnger Deutsche Familien nach dem Kriege milias alemanas después de la guerra); 6) ra Kh, Schule Und ugend in einer ausgebombten Stadt scuela y juventud en una ciudad des uida por los bombardeos); 7 Gsclhed Koepnk Mdchen einer Oberpria Eine Gruppen uchachos del curso superio n estudio de grupo) 8) Klas A Lndea Behrde und Bürge Das Verhltnis zwischen Verwalng und Bevlkerung in einer deutschen Mittelstadt utoridad y ciudada nos Relaciones entre administradores y administrados en una ciudad me dia alemana); 9 nnelese Maslf Gewerksch und Betriebsrat im rteil der 4rbeitnehmer Sindicato y comisiones internas según e/juicio de los trabajadores)
ta de concenca de as barreras exstentes entre as cases que se presentó en e comportamento de a pobacón de Darmstadt, destruda en un 80% en 1945 por os bombar deos en su comportamento en esas crcstancas, ente a os probemas de aoamento y reconstruccón y convertro en comportamento tpco de as cudades medas aemanas, e ncusve de toda Aemana La nveacón de as dfrenca cones stórcas en una frma de vda soca raconagua tara no es comparabe n suera de ejos en Europa con a que tene ugar en Norteamérca, donde a resstenca a a nveacón no se nutre de nnguna erenca fuda En otas paabras, a búsqueda de «modeos» socoógcos presupone a su ve a exstenca de una ocedad que muestre tendenca a asmarse a tpo dea de un objeto de as cencas natura es Esta tendenca exste, por certo, y es rrefutabe ncuso en Europa, y os estudos sobre a cudad de Darmstadt con trbuyeron en gran medda a documentara Entre as tareas que una «socoogía de as cosas» crítca y reasta puede pro ponerse no se contara entre as útmas a de resover crít camente os eementos deoógcos que con tanta tenacdad se aderen, en Europa a categorías como a de ndvduo y que son postasados por a concenca soca justamente en e momento en que dean de tener exstenca rea en a so cedad Es certo que e estereotpo de a «joven Amérca», empeñada en recorrer e camno de a veja cutura eurpea, no resste a anáss y os resutados de numerosas nvest gacones empírcas acen aún más verosm a pótess de un progresvo proceso de norteamercanzacón de Europa que a su vez eva a transfrmacones estructuraes bastante prondas de a socedad europea y no puede expcarse sm pemente por a ocupacón mtar y a nuenca ejercda por Norteamérca uego de a Segunda Guerra Munda. a nss tenca con que se afrman certas presuntas pecuardades naenabes de Europa se nserta precsamente en e proce so de tendenca a a norteamercanzacón dado que aqueas pecuardades termnan por convertrse en una suerte de monopoo natura que permte un aprovecamento supe mentaro en e ámbto omncomprensvo de as reacones de ntercambo E estudo sobre a cudad de Darmstadt e drgdo por e Insttut ür sozawssenscace Forscung Darmstadt en consuta, partcuarmente mportante en as ses naes, con e Insttut ür Sozafrscung Francrt de Meno, y e Insttut ür andwrtscatce Betrebsere de a Escuea Superor Insttuto Justus ebg de Gessen a prmera n catva surge de a Ocna de rabajo adjunta a goberno mtar norteamercano La responsabdad admnstratva T. iv ADORNO- /I. FORKfhME
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e encarada por la Academia del trabajo de Francrt del Meno. La reunión d los materiales e iniciada según el prinipio de registrar cualquier dato que se pudiese compro bar sobre Darmstadt, sin una valoración a priori de la im portancia que pudiesen tener. En una segunda se de reor ganización se debió encarar la tarea de determinar a posteror, en el material mismo los cos de interés principales en torno de los cuales se e ordenando la exposición Este es un procedimiento que la investigación social empírica debe se guir con ecuencia El carácter «campesino» de la ciudad i tuada en las pendientes boscosas al pie del Odenwald, y i gada fncionalmente de manera muy estrecha a la vida eco nómica de su territorio se expresa en rma inconfundible aun en la arqutectura Considerando esta característica de Darmstadt se procedió a la elección de cuatro pueblos rela tivamente próximos a la ciudad, en los que se anaizaron las complejas relaciones con el centro urbano y se extrajeron in cluso algunas consecuncias generales sobre el problema de la urbanización en Aemania y sobre dversos problemas de sociología rural. En el centro urbano mismo, el material de la investiga ción se cristalizó alrededor del problema de las relaciones entre la pobación y las instituciones con las cuales tiene re laciones A este planteo correspondió en el plano del méto do el paralelismo del análisis institucional desde el ángulo del objeto -autoridades administrativas escuelas condicio nes de vivienda y de cuestionarios y entrevistas con las qe recogían las opiniones y actitudes subjetivas de la población os problemas d los trabajadores feron estudiados a partir de sus juicios sobre el sindicato y las comisiones internas de las empresas como instituciones que les oncernían más de cerca El sector administrativo e estudiado bajo el aspecto de las relaciones entre la administración pública y la pobla ción El sctor más amplio de la investigación se rería a los problemas de la juventud y de la ilia también en este caso según el doble aspecto de las ondiciones objetivas e clusive «sicas existentes en la ciudad gravemente reduci da por los bombardeos y de la inuencia de estas condicio nes sobre los sujetos humanos De este modo, toda la inves tigación se orientó como una integración de sociología insti tucional y psicología social. En el sector de las relaciones entre ciudad y campo se observó muy pronto que los propios nómenos económicos del campo no podían ser entendidos sólo con los instrumen tos de la economía agrícola en sentido estricto Era indispen sable recurrir a considraciones especícamente sociológi
cas sobre todo en los casos de unidades agrícolas de peqe ños campesinos que subsisten en una trama social no sólo agraria sino determinada en gran parte por las actividades comerciales e industriales Una monograa especial 32 puso de relieve que la ciudad de Darmstadt ejercía una creciente inuencia sobre la zona circundante tanto en sentido econó mico como en el plano social y cultural y en rma despro porcionada al impulso contrario del campo a la ciudad as comunidades campesinas se transrman lenta pero ince santemente en comunidades de vivienda de obreros, campe sinos y obreroscampesinos: el elemento campesino como tal por un lado retrocede y por el otro se inserta en el desa rrollo social general dando lugar así a nómenos de tensión A la luz de los resultados del estudio, los esferzos tendien tes a «volver a ruralizar aparecen sumamente problemáti cos el contacto cotidiano con las inuencias ciudadanas mo dica no sólo la estructura objetiva sino también la socio psicológica los lazos de tipo tradicional dejan lugar a consi deraciones objetivamente económicas las tendencias a la ni velación de todas las rmas de vida se extienden también al campo Comienzan a representar un papel importante tipos intermedios como el trabajador en movimiento pendular en tre residencia y lugar de trabajo el campesino con un segun do empleo y otros similares as empresas campesinas de este tipo comienzan sin embargo a disminr bajo la in uencia de las tendencias a la urbanización 3• La propiedad agrícola es todavía con mucha ecuencia un valor ideológi camente intocable pero se trasrma económicamente sin pausa en capital Pero las ideas de independencia y autono mía a ella vinculadas todavía se encuentran sólidamente arraigadas en la mayor parte de la población rural y condu cen a conictos no despreciables. La tendencia objetiva al progreso y a la racionalización choca aquí más que en cual quier otro grupo social con el temor de la desposesión Pero el persistente momento de nercia de la conciencia campesi na no se convierte románticamente en una presunta ahisto ricidad del modo campesino de producción 4 que ya no is te en este sentido si existió alguna vez. Precisamente en la esra agrícola la sociología empírica ha podido conrmar la tesis teórica de qe la transrmación de la sperestructura 3
"Kter, o. c Teiwes, o Cf W H. Riehl, Die Naturgeshichte des Volkes als Grundlage einer deutschen Social-Politik (La historia natural de la naión omo base de una poUta social lemana), Stuttgart 1866. 34
cultural se produce con mayor lentitud que la transrmación de las condiciones materiales de producción'\ Si es posible generazar aquí los resultados del estudio sobre Darmstadt, se puede decir que los elementos conservadores de econo mía doméstica precapitalista, subsisten en la conciencia de la población rural a lado de los «modernos» en el sentido de la cultura de masas del deporte la radio el ine, casi sin nexos entre los dos polos y sin que se haya podido armar entre ellos las rmas especícas de a conciencia liberal-burguesa y la educación culta de tipo burgués. Esta condición de «in contemporaneidad» de la conciencia rral reeja la situación de crisis permanente del mundo campesino alemán sólo temporalmente resuelta en estos años. l cultural lag 6 del campo es uno de esos vacíos ideales peligrosos en que la pro paganda totalitaria penetra con cilidad. Si existe una con secuencia váida para toda la sociedad qe se puede extraer de os datos de la sociologa rural empírica, es la de la nece sidad de una transrmación de las condiciones de concien cia en el campo; por cierto que sigue en pie la duda de que esta transrmación pueda producirse sólo con instrumentos de educación y no presuponga, en cambio, la modicación de las condiciones materiales Sea como uere el estudio so bre Darmstadt ha contribuido a conmover en sus cimientos las ideas sobre la «humanidad campesina», superivencias, entre nosotros, de la ideología nacionalsocialista de la san gre y de la tierra La descripción de los entes admnistrativos de Darm stadt 1, a la luz de las consideraciones generales de sociolo a administrativa derivadas de Max Weber e realizada de cuerdo con categorías como las del rmalsmo, de la iden ticación del ncionario con la institución de la tendencia a la expansión, al perf eccionismo y al exclusivismo de la capa d los funcionarios, y permitió luego aplicar estas categorías l análisis del juicio de la población sobre la autoridad admi istrativa y sobre sus experiencias en el contacto con las o inas Incluso se trató de interpretar los resultados de las in stigaciones de opiniones, reduciendo los distintos tipos de eacciones a tipos psicológicos como los de la personalidad «autoritaria» y «liberada de la autoridad» l material elegi o para la investigación permite entrever aqu una posible onexión en la universitas litterarum, entre disciplinas cien-
Grüeisen, o ., 88. E gés e el texto (N del .). ' dema o
tcas de naturaleza y orientación bastante distintas, tarea a la que no puede sustraerse la sociologa, si quiere evitar el peligro de quedar reducida a un juego de rmalismos socia les vacos. Ya se ha dicho que el sector más amplio de la investiga ción sobre Darmstadt e el del estudio de la uvetud El anáisis Schule und Jugend in einer ausgebombten Sadt (Escuela y juventud en una ciudad destruida por los bombar deos) " oece muchas inrmaciones sobre todo acerca de
los procesos de adaptación de los óvenes La resistencia de los hos de los obreros es menor, en las escuelas superiores, que la de los otros escolares, en apariencia debido a un es erzo de compensación de su condición socialmente desf vorable con el celo en la identifcación con el orden constitui do Un comportamiento similar se encuentra entre los hijos de prógos y los huérfnos de padre A pesar de que la es cuela actual ya no es centro de terror como los reeados por las novelas alemanas aún a comienzos de sglo os momen tos de autoritarismo sobreviven con tenacida, no sóo entre maestros y padres, sino también entre los mismos escolares, especialmente en rma de «conciencia privilegiada» Una transrmación histórica que sorprende es, en cambio aque a por la cual los jóvenes adquieren un sentido a menudo exagerado de todo lo «práctico» un «objetivismo» al que se atribuye un valor ertemente positivo Las declaraciones de los entrevistados sobre la catástro de los bombardeos son extraordinariamente reducidas: se trata de un dato que ano nada, pero que se conrma en la investigación conducida por Anna Freud en Londres 39. La catástroe ciudadana parece subyacer, unto a todos los horrores del período hitleriano, a un proceso colectivo de cambio El estudio sobre Schule und Jugend se completa con una monograa sobre una clase de adolescentes 40 realiada con procedimientos de tipo socio métrico 41, pero que se utiliza sólo para el análisis cualitativo, sin elaboración matemática Se pidió a todas las adolescen tes de la clase que escribieran sobre el carácter de cada una de sus compañeras, y se vio con claridad que el grupo se ar
"Kuhr o. . 3 Aa Fre y D T. Irgham War and Children os ú y la gurra} Londres 1952 Koepck o. e Cf. J. Moreo Di Grundlagn dr Soziomtri (Fundamntos d la Sociomtría) Cooa-Oplade 1954; G Lnde y . F. Brgotta «Socome trc Measuremt» Medcó socométrca e el andbook of Soial Psywlogy Cambrdge Mass. 1954 .
tculaba en dos camarllas: por un lad la burguesa-tradicio nalsta de las «hjas de mla»; por el otro, una minoría de dcada a mtar la magen de la college-girl norteamercana «lsta» (smart), tal como se haía dndido en Alemania en los primeros años de la postguerra. Este grupo se senta en la oposcón, pero ncluso esto parece una tendenca a orien tarse según el sstema de normas propio de los teenagers, que se va denendo gradualmente ncluso en Alemana. Surge aqu el problema socológico astante más amplo de la «conrmacón medante el no conrmsmo», de la oposcón socalmente canalizada El estudo sore Jugend der Nachkriegszeit (La juvntud de postguerra oece resultados socológcos de mportanca general a pesar de la mtacón temátca del modelo que se atene a la ciudad de Darmstadt como toda la investigacón • La direnciacón socal corresponde todava a la de pregue rra o por lo menos es astante parecida a pesar de la gue rra la destruccón por los omardeos, la desvaloracón y la sguente rerma monetara Tambén aquí la nvestga cón sobre Darmstadt pone en tela de cio la tesis rmula da a menudo, según la cual todos aquellos hechos harían determnado más ben una nvelacón económca socal y psíquica de la estructura socal alemana aunque la contro versa sobre este tema está por certo leos de su solucón en tre los autores de la socologa empírca Se ha vsto que las drenciacones ideológcas se reconsttuyen con mayor ra pide que las materiales o sobrevven como expresón del es prtu erárquco de clase en las bases materiales de este es prtu mientras por otro lado, ya desd hace varios años las direncias materales en Aemana tenden a evdencarse de nuevo La psicologa de la juventud d postguerra en cam io, se alea de manera sustancal de la magen que oeca la pscologa juvenl tradconal l estudo de la uventud como el de la escuela destaca los comportamientos toscamente d rgidos a la autoconservacón, orentados en modo extremo haca todo lo «práctco» nmedatamente accesle y ello no sólo entre muchachos de alrededor de 10 años sno tambén a menudo en los de alrededor de 14 s trata de cierto mate ralsmo o «concretismo» vulgar llevado a polaraciones n ntles producdas ajo la presón de ls crcunstancas de la época sta lgaón con lo «concreto» a categora celerada hoy en todas partes) no mpide que la uventud de postguerra se senta nsegura y que usque un punto de apoyo ncluso 2 •
Baumert. Jugend der Nachkriegszeit, ed ci
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PARA COMPRENDLR QUÉ ES CIUDAD
en los nuevos poderes autoritarios. odava no existen las condcones antropológicas de un verdadero esprtu demo crátco La monograa sore la uventud se completa uego con un estudo ttulado Deutsche amilien nach dem Kriege (Familias alemanas después de la guerr . Los resultados aquí obtendos implcan la consecuenca de que la insttucón de la fmlia tradcional en general nestale ha encontrado una solde nueva sólo provsonal en el perodo de emer gencia y en la soldaridad que ella produce. l diagnóstico se orenta más ien en drección de un deiltamento de los vínculos mliares en sentdo postvo o negatvo no en el sentido de un lmte impuesto por la establdad de la nsttu cón milar a la desintegracón socal contemporánea (que es e reverso de todos los procesos de integracón 4
Las ventaas que ha poddo extraer la sociologa de los estudios de comundad están era de duda al elegir la co mundad como modelo delmtado y posble de descrpcón emprca se pudo unr la rquea de los materales a un mé todo de nvestgacón que vnculaba dscplnas complemen taras, y en todo caso divergentes, obtenendo resultados cog nosctvos que de otro modo no haran sdo logrados por la nvestgacón socal Los materales que poco a poco surgen todava son opacos y no drectamente sgncativos pero tampoco esto es un elemento solamente negativo Max Weer nstaba a no perder el gusto por los hechos con prefrencia a las teorías , con lo cual señalaa una exgenca que nada te ne que ver con el vulgarsmo de los materales, carcatura del fervor colecconador del sao. Hoy proalemente es nece sara una gran cantidad de materales aenos a priori a la transparenca de las categorías por otener en una cultura demasiado impregnada por ntencionaldades interpretat vas, conocimentos no prermados y coscados convenco nalmente, y tanto más en Alemania, donde la construccón teórica medante conceptos puros procedentes «de lo alto», ha sdo proundamente comprometda, en socología por los hábitos morticantes de un pensamiento que procede por decreto hatuado a superponer los conceptos a las cosas v vas, como s esen otros tantos sellos de recos s cierto que con los estudios de comundad se pueden destacar en un modelo muchas cosas que tamén son váldas en general y
" !bid., Deutsche Famlen nach dem Krege, " Webe, «L ojevdd ognosv de l n sol y d l plí sl» en El método de las cencas hstórco-socales (Ges Aftze wr Wssenschsehre T 1951 214)
que, en el conjunto de a sociedad, sería quizá imposible capar empíricamene. No por eo, sin embargo, desaparecen as preocupaciones de orden episemoógico Si se aísla una ciudad media, incluso aunque se tenga en cuenta su «terrio rio», se realza precisamene ese conocimiento de odo que se quiere sustiuir por el esudio del secor. Pero aunque se prescinda del problema de si existen ciudades medias típicas, y a qué se refere esta tipicidad sigue siendo necesario pos ular el problema de principio de si las frmas de vida aso ciativa observables en una ciudad media son en a actualidad verdaderamene decisivas, y si en cambio no lo son algunas de las metrópols indusriales, que se oecen con mucha ma yor difcultad a los métodos de invesigación de os estudios de comunidad En primer término las consecuencias sobre el comporamieno humano en genera, que se exraen de esos estudios, se prestan a graves obeciones En a monografa sobre las autoridades adminisrativas de Darmsadt por eempo, vemos que se comprueba una discrepancia entre a actitud de os habianes hacia dichas auoridades y as experiencias reaizadas efctiamente en contaco con ésas; ero si en verdad las opiniones sobre una ocina púica no dependen tanto de a situación concrea en la ciudad en cuesión, y de las experiencias vividas en esa ofcina o ente, sino de cores ideológicos, del cima idea, de componentes soiaes que poco tienen que ver con a comunidad esudiada y
que sóo se pueden explicar en reación con condiciones mu cho más generaes, enonces, por cierto, se hace insostenibe a esperanza de obtener una pare que represene a odo En resumen, ambién os esudios de comunidad chocan con e hecho no accidental, de a divergencia de ndo enre la teo ría de a sociedad, por un lado, y a investigación empírica por el oro. Esta ensión no se explica simplemente por a fla de un sisema concepual adecuado o a insufciencia de hechos conocidos y disponibles En su raíz hay un elemento de principio, la relación entre apariencia y esencia en a so ciedad considerada en su conuno Así los esudios de comunidad no saiscen penamente, por una parte, os criterios modelados sobre las ciencias naturaes que la investiga ción socia empírica ha hecho suyos, y que postulan la repe ibiidad, el contro, el aislamiento de os ctores individuaes de un odo y no acanzan a darnos la esencia de as co sas Por ora pare, si los investigadores no ienen un conoci mieno desde el principio, ese conocimiento sea como fe re, se da luego Sin embargo, en estos estudios es justo ver una de las tenativas más enérgicas que se hayan hecho para superar a acura que divide la ciencia de la sociedad ello los usifca ampliamente, y los resultados que han producido contribuyen con fecuencia a la corrección de las defciencias que os afctan
TH W ADORNO
M. HORKHEIMER
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A CULTURA URBANA: 2•YAFORMA CIUDADCUTURA COMO EXPRESIÓN 2.1 La dicotomía comunidad-asociación Ferdinand Tonnes
Comunidad y asociación (1887), Península, Barce lona 1979. Selección de textos: Teoría de la comunidad: (15) Cudad y campo cmo poos complementaros, (16) Anaogía de a casa. La adea. Reacones de ropedad, (7 Comundad de aldea terra comunal (8 a cudad. Artesanía como arte. Arte relgón Cudad comerco 55-66 esutado Pers pectva (4) Asocación, cudad, metrópols (5) De la comn dad fmlar a Esado, (6 Infujo sobre a muchedumbre (7) Épocas hstórcas (8) Analoga con los períodos ndivduaes de vda, 27280
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Ciudad y campo como polos complementarios. Formas de intercambio
Considerando a casa propiamente dcha en sus aspectos sicos, pueden dstnguirse tres tpos: - La casa asada, esto es, la casa que no pertenece a un conjunto de casas La tenda móvil de los nómadas pertene ce a esta categora La casa aisada se encuentra también en la época agrcola bajo la rma de granja, que es e tpo de construcción característico y típico de las regones montaño sas y de os marjaes de las tierras bajas D e la misma rma, a granja asada contnuó exstendo como casa solarega o asento miar era y por encima de la aldea, que quedaba obligada por la costumbre a prestar servicios a aquélla, como orignaria y protectora, por decirlo as La casa lugareña de la adea consttuye e asiento bien fundamentado y, en un sistema agrcoa norma, apropado para una hacenda que, en razón de todas sus demandas esenciales, es autosuciente o puede abastecer sus propos recursos mediante la cooperación de los vecinos y la assten 80
PRA COMRENDER QUÉ S LA CIUDAD
cia de los servicios comunales (como, por ejemplo, e herrero y otros artesanos de la aldea) La casa lugareña, sn embar go, puede encerrar todos esos enclaves de trabajo en una undad competa, y si no bajo un mismo techo, s, a menos, bajo una sola regamentación Este es e tipo de casa greco rromana clásca, caracterizada por una autoridad en la ma teria Rodbertus) en la sguiente armación «Nihil hic em tur, omnia domi gignuntur» Nada se compra, todo se produ ce en la casa) - La casa urbana, que consderamos predomnantemen te a casa del artesano, permanece, por el contrario, depen diente del ntercambo incluso en lo que se reere a las ne cesdades vitales Lo que e artesano produce por sí msmo (cazado, por ejemplo) no es, a a larga, para uso propio Si se concbe la ciudad como un todo, como una comundad de quehaceres que, medante la cooperación mutua, provee a as casas de los ciudadanos y, por tanto, a s msma de obje tos útiles y bellos, constantemente habrá de producir, sin em bargo, un excedente de bienes para suministrarse a s msma os aimentos necesarios a través de as granjas vecinas, a menos que a propa cudad o los cudadanos posean y culti ven la tierra De esta manera se desenvueve el intercambio de bienes entre la cudad y el campo, que es el más importante para una teora genera de los nómenos de la cultura E n esta re ación, e campo goza de obva ventaja de poseer los bienes que son necesarios, comparados con los de segundo orden, siempre que no precise herramentas y otros utensilios de la branza La ciudad tene la ventaja de producr bienes raros y belos, de donde se desprende que, en un área rural extnsa, sóo un seecto grupo de su poblacón se encuentra concen trada en la ciudad; en consecuenca, el número de trabaja dores que produce excedente de granos y carnes se encuen tra en razón de dos a uno respecto a aquellos que fbrcan objetos artstcos y manuaes para el intercambo s innega ble, por cierto, que ninguno de elos es un mercader prof sonal que, en competencia con os demás, pugna por vender sus mercancías, y que tampoco se trata de un moopoista que aguarda a que la necesdad de sus cientes se vuelva más urgente y, por consiguiente, a que sus ortas encuentren me jor acogida para obtener el precio más alto posible No hay
duda d que s dan stas posibilidads, pro no s matrializarán hasta qu no s ntroman los intrmdiarios qu no trabajan. Parc ustcada la prsunción d qu a dspcho dl dso natural d mantnrs a sí smo o d obtnr la mayor cantidad posibl d bins d las otras prsonas prma nc vivo n la rlación d ciudad y campo cirto spíriu a rno para dar y rcibir spíriu qu apar d stas activi dads d truqu, s alimna n virtud d los múlipls lazos d amistad y parntsco y suministra puntos d runión gracias a los tmplos y plazas públicas. Probablmnt s dé una situación similar n l intr cambio mucho más animado, ntr dos ciudads, aunqu és s ncunr mnos vorcido por l spíriu colcivo ya qu l parnsco la proximidad y l carácr no comrcial d la población rural contribuyn a llo Más aún las más altas funcions d u curpo social d sa índol, s dcir, las prtinnts a la dircción intlctual y matrial no pudn concbirs si rman un todo ocindo y vndindo mrcancías. Por l contrario sas ncions aparcn orgá nicamnt mantnidas nutridas y alimnadas por una vo luntad comn y, a partir d aqu, por los mdios a su disposición bajo la frma d donaivos tributos y srvicios obliga torios l intrcambio por srvicios, si las funcions s pr snan como tals, no constituy sino una rma n qu pud xprsars a sí mismo l caráctr mutuo d sta rlación Pro s posibl qu n l curso d un dsarrollo ultrior tal xprsión dba sr considrada adcuada Similar adcuación pud dars dnro d los mismos límits n los cuals la dsrza y l goc qu sobrvinn tras ralizar ciras uncions pdn sr considrados iguals a ua mrcancía adquirida n l mrcado •
Analogía de la casa. La aldea Relaciones de propiedad
En analogía con la casa la alda y la ciudad s consid an las rmacions más claramnt dlimitadas d propi dad colciva y consumo comunal. El clan domina sobr la ualidad d casa y alda y s ha dscrito ya como un antc nt d la milia (milia ants d la milia), pro, d la isma manra pud concbirs, aunqu con mnos clari ad como un prcdnt d la alda (alda ants d la al a Esto s db a qu l clan comprnd n sí mismo sas s rmas mayors como potncialidads En l clan l ca¡Ítr patriarcal (válido para toda autoridad basada n la
procración) s ncuntra mzclado con l carácr ratrnal basado n la igualdad d hrmanos y hrmanas) Dl mismo modo los lmnos d autoridad d una part, y d compañrismo nr iguals d ora son inhrnts a las insti tucions dl clan En la comunidad d la casa prvalc lo primro mintras qu n la comunidad d a alda domina lo sgundo Sin mbargo, l spíriu atrno no scasa más n la casa qu n la alda l dominio patrno. Pro l princi pio parnalista qu s un ctor important n un sistma d organización adano sólo s signicativo para la toría concptual d la historia, a sabr como la raíz dl udalismo. Pus, n st principio la crncia n la dignidad y la au oridad naturals d una casa minnt, o bin nobl y aris ocráica sigu vivindo aun dspués d qu los ndamnos d tal crncia s hayan dbilitado: lo qu concta dirctamnt al cabza d clan n ctivo o mdiant a aparición por dscndncia linal con l antpasado comú d odo l clan y qu al mismo timpo parc garantizar su ori gn divino y conscuntmnt su autoridad inmdiatamn divina s l rspo por la ancianidad y l lina Pro también s concd rspto y graitud al hombr d nobl naci minto n bncio d la tura Así, s bastant natural qu los primros utos d los campos y los primros rtoños d los animals domésicos l san ocidos. Cuando s ocupa y s parcla una nuva tirra bao su mando, también s natural qu, ants d qu tnga lugar l rparto, s añadan a su hacinda las tirras cultivabls más próximas y slctas por consnso gnral, primro para qu las us altrnativamn y lugo las om como possión prmann Su participación d las tirras s sin mbargo suprior varias vcs a la d los dmás mimbros dl clan; si l clan s ncuntra dividido n divrsas aldas, l paricipa a pars iguals n odas llas s u l procdimino más común n l sisma agrícola grmano). Su casa y su hrdad qudan n l puo mdio d la alda o aldas o si s rata d zona mon tañosa su castillo s cirn sobr la alda. Pro l sñor udal adquir podr ral sólo cuando n nombr d la comidad, raliza ncions cuyos rsultados sirvn sobr todo a su propio intrés. D aqu s sigu qu al final parc qu tals uncions s llvn a cabo sólo n su propio nombr Lo cual tin spcial prsncia n la administración d la tira no distribuida qu s la más pronta a ntrgársl cuanto mnos uilizabl y ucífra s. Esto s rr más a los bosqus qu a los pasizals a las tirras baldías qu a los bosqus En cto las tirras murtas ni siquira s considran d los campos comunals prtncn a una unidad suprior (l disrito o l país) administrada por F TÓNNIES
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los regidores de esas msmas unidades superiores y entrega da como udo a os barones de menor rango. Estos barones instalan a su gente en la parte de la tierra que parece asegu rar un cutivo provechoso Con el crecimiento de a pobla ción, el barón como señor de a guerra o de a caza, puede reunir en torno de su udo un séquito creciente de partida rios que no obstante, consumen más de lo que puede pro porcionar el zurrón de cazador y los saqueos bélicos junto con os tributos y los benecios de la propia tierra señoria Así, los partidarios se convierten en campesinos y ganaderos y reciben del señor rebaños (de donde deriva el término fe-od, herramientas y semilas Quedan pues todos en rela ción muy estrecha con el señor del fudo y bajo a obigación de prestar servicios a la heredad, as como de seguir sus ban deras en caso de guerra. Poseen propiedades; pero a di rencia de a propiedad de os hacendados su propiedad no surge de su propio grupo es decir de su propia comunidad, sino de su relación (Gemeinschaft) con e señor y queda a disposición de éste por un derecho superior de propiedad en el que tienen origen las diversas ideas del señorío udal y la propiedad de la tierra. Esta propiedad señorial pertenece se gún denición correcta, esto es basada en la naturaeza de as cosas y la tradición (armonía socia ritos y usanzas) a la Gemeinschaft el conjunto de la comunidad y el señor Sin embargo, este último puede ver la oportunidad o sentirse tentado a considerar esos derechos de propiedad como una prerrogativa exclusivamente suya sobre todo cuando l e han correspondido as partes menos vaiosas de a tierra Hecho que puede conducir al cabo a degradar a os terratenientes junto con aquellos que de ellos dependen a un estado similar al de sus siervos y trocar sus derechos de propiedad por me ros derechos de uso (dominium utile). uando hay necesidad de proteger ' y mitigar os . deberes en as organizaciones su-
gal de la misma institución. Por otro ado a dependencia de toda propiedad campesina o restringida puede aboirse me diante la voluntad de señor udal o mediante el peso de a egisación que o obliga a ceder derechos La propiedad será decarada entonces individua y absouta en e mismo senti do que la propiedad señoria En todos estos casos tiene lu gar ua separación denida que en principio sóo es de na turaleza jurídica. En reaidad las condiciones comunitarias pueden persistir all donde han existido antes Pero la pre sión y a resistencia, que corresponden a la dominación y a dependencia respectivamente, continuarán también y se re novarán constantemente si la dominación alcanza a rmarse en virtud de la superioridad de la propiedad mayor sobre a menor •
Comunidad de aldea y tierra comunal La comunidad como casa Organización económico comunal -
t�+; ln favorecer
La gran variedad de estas relaciones, que se modican considerabemente cuando un cuerpo ecesiástico un mo nasterio u otra organización toma e puesto del señor feuda no pueden ni siquiera bosquejarse No obstante importa ha cer ver en qué medida domina todas as reaidades vitaes y todas las correspondientes ideas de su orden justo y necesa rio, en la cultura de a aldea y el sistema udal que se basa en ella, la idea de una distribución natural y de una tradición sagrada que determina y descansa sobre esta distribución natural así como la poca importancia e nuencia que tienen los conceptos de intercambio y compra de contrato y regua ciones. La relación entre comunidad y señores udales, en mayor medida que a reación entre a comunidad y sus miembros, se basa no en contratos, sino como as relacio-
En caso extremo el señor uda deja de poseer una pro piedad reativa dividida, a la manera de una Gemeinschaft para adquirir a apariencia de propiedad absoluta, indivdual y excusiva Por otra parte, esto se convierte, o bien en un ilo tismo completo si se exigen servicios y contribuciones iimi tados o bien en un arrendamiento libre bajo contrato aun que acaso excesivo si servicios y contribuciones tienen mi tes Puede ocurrir que con el empleo de capital y con ua educación superior del arrendatario, el arriendo pueda desa rrolarse realmente como e punto opuesto de la servidum bre. No obstante, bajo condiciones direntes, acaso no signi que nada más que otra denominación y una nueva rma le-
munidad aldeana aun a donde abarca también al señor uda, es, en su relación necesaria con la tierra como una casa individual La tierra común constituye e objeto de su ac tividad y su cuidado y afecta en parte a los propósitos colec tivos del conunto y en parte a los propósitos idénticos y re lacionados de sus miembros. Lo prmero se observa más ca ramente en el caso de los bosques lo segundo en el caso de los pastos comunes. Pero incluso los campos y os pastos re partidos pertenecen a la fmilia individual únicamente du rante el perodo de cultivo después de las cosechas as va llas son derribadas y las tierras se vuelven pastizaes y por tanto nuevamente tierra común. También en e uso indivi dua e aldeano se encuentra:
ese desarrollo.
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«Limitado de múltiples rmas mediante el derecho gene ra, as regas y reguaciones de orden común lo sujetan al cul tivo de sus prados, sus campos y sus viñedos. Para que el cam pesino individual prosiga la tradicional rotación de la recolec ción a plantación no menos tradcional y las temporadas de cosecha apenas si se requiere una reglación expresa. Y eo porque le resulta mposble económca y ctualmente emanci par de a economía de la comunidad su economía privada, que no puede sobrevivir sin la complementacón e incluso el sopor te del derecho comunitario. Las reglas detaladas aquellas so bre todo que concernen al período de apertura y clausura de os campos y prados son insucientes o tienen que transr marse cambio que ha de reaizarse por decisión de la comuni dad A partir de aqu a comunidad abre y cierra los prados y campos, determina as cosechas de invierno y de verano, los barbechos de los campos, regula e tiempo de siembra y cose cha, preceptúa la vendimia y luego estatuye hasta la paga de a cosecha. Eerce asimismo la intendencia de tal manera que el uso acostumbrado de los campos bao la regulación común no puede cambiar arbitrariamente de modo que a comdad ru ral sea alterada . n las eyes de las entdades encuentran tam bién arraigadas todas las imitaciones y obigacones de a pro piedad ndividua de os terrenos acotados causadas por la ubi cación dseminada de as parcelas indviduales de tierra .. Aqí se percibe también a tenor de su origen el conuto de leyes relativas a as relaciones de vecindad ya que ello e más bien un resutado en el comienzo de la organización de cotos que w modicación individual de la propiedad (absouta) provo cada por el títuo especial de una parcea de tierra colindante» O Gierke Das deutsche Genossenschaftsrecht, Zweite Band: Geschichte des deutschen Krperschaftsbegrs. 216-28)
Una autoridad en el campesinado hindú describe esta situación como semejante a las instituciones primitivas de oc cidente, y a la comunidad como un ser organizado, indepen diene y activo. H H e industrias para hacer posible que continúen su vida colectva sin ayuda de ninguna persona o cuerpo externo a ellas. xcep ción hecha del e de consejo que eerce un poder cuasiudi cial y cuasiegisativo poseen una policía propia .. ngloban varias miias de artesanos que eercen ocios transmitidos hereditariamente; el herrero, el alfarero el zapatero Se en cuentra también el bramn para la realización de ceremonas y hasta la danzarina que se ocupa de as stividades aamos asimismo invariablemente un admnstrador del poblado .. la persona que eerce cualquiera de estos ocos heredtaros es realmente un siervo de la comunidad en igual medida que cua quiera de los miembros que la componen A veces se le paga con una asignación de grano, aunque suee ser más general el que se e adscriba para él y su milia una parcela de terra cul-
tivada que podrá transmitir en herencia Cualquier otra cosa que pueda exigir por los productos que realza queda tasada se gún un modeo acostumbrado de precio modeo que muy ra ramente se alterna. o que nos permite sospechar que los gru pos germánicos primitivos eron similarmente autosucientes en esta asignación de un lot concreto de área cultivada para sus negocios particulares» Sir S. Maine Vllage Communities in the East and West 25 y ss)
Lo cal qeda confrmado en na descripción del coo alemán: «De acuerdo con la concepción moderna en la medida en que la tierra común era usada también para realizar pagos y compensaciones a os administradores ociales y empleados de la comunidad los propósitos de ésta estaban relacionados con la tierra común. A veces los udos por servicios especia es eran concedidos a os ociales de la comunidad y empleados del coto. A veces incluso se concedían feudos por servicios es pecales era del coto a os ociales y empleados de la comu nidad En cas todas partes se les permitía la utilización parti cuar de bosques y pastos que tena carácter de remuneracón A este nivel prtnecía hasta qe modicaron s carácter con el cambio de oco en el derecho señorial el uso-privilegio de los ociales delegados restales, ueces etc Lo que también es verdad para os usos ociales o privilegios de los ueces de paz y comarcales Sin embargo los privilegios de os urados los asesores os guardabosques los molneros los guardias ura dos, los alguaciles los apacentadores y oros ociales comuna les, que a menudo son expresamente descritos y considerados como resultado del descargo de los deberes ociales que est pulaba a comunidad podían legar como compensación e uso de la tierra común Los privlegos de los sacerdotes y os edu cadores suelen tomarse de manera smlar Por útimo también poseería déntico carácter el uso de la tierra común que era privilegio de los artesanos autorizados por a comunidad o el señor a llevar adelante sus actvdades en el coto. Los artesanos @ @ ¡ @ no sólo habiltados sino también obligados a trabaar exclusiva o inciamente para a comunidad y sus miembros o tenían que lbrar ciera cantidad de trabao en calidad de deberes o se les aba un precio a utlización de la propi edad común que se les permitía haca posible su labor y s e consideraba una compen sación Consttuía una especie de pago. Segú la rma d e pen sar propia de la comunidad, aquello que hemos considerado como utiización de la tierra común para ectuar los reintegros por os servicos especiales de a comundad se considera tam bién como uso de os bienes comunes para la satiscción de las necesdades inmediatas de todos. Jes ocaes y siervos así como artesanos empleados son gravados con algún cometido por la totalidad del grupo con lo cual resultan útiles a a comu nidad total e individuamente» (O ierke . c., 239 y ss.). 83
Son comparables a los órganos de su cuerpo La const tución de la vida de grupo es económica, l o que sgnica que es de naturaleza comuntara o comuna •
La ciudad. Artesanía como are. Arte y religión Ciudad y comercio
De acuerdo con a descripcón aristotélica y de conrmi dad con la dea que subyace en su condición de nómeno na tura la cudad es una casa autosucente, un organismo con vda colectva Cualquiera que sea su origen empírico la cu dad ha de ser considerada como un todo del que la solidar dad ndvdual y as milas particulares que la consttuyen son necesaramente dependientes. Tanto en lo que atañe a su lenguaje sus costumbres su credo como con su terra, sus construcciones y sus tesoros representa algo perdurable que sobrevive a la secuencia de generacones y reproduce sem pre en parte por sí misma, en parte mediante la herenca y a educacón de sus habitantes el mismo carácter e idéntica actitud ntelectua Asegura la alimentación y acumula mate riales ben de sus propias posesones territoraes ben de las de los ciudadanos, o mediante compras regulares de los distritos crcundantes En cualquier caso dedica su mayor eserzo a las más renadas actividades del cerebro que al dotar a os objetos materiales de una rma placentera en ar monía con e espritu coectvo, representa la esencia general del arte. En este sentido y como determinada por e estilo de la comundad y sus estamentos toda artesanía urbana es arte auténtico aunque esa tendencia tiene pocas oportunda des de manstarse en algunas de sus variantes Como arte sin embargo a artesanía sirve a la primera de todas las ne cesdades de la comunidad: la arquitectura de as muraas las �orrs os port? _nes d a cudad os dcos li co y res de os edicos y su exteror para retener y cutivar medante mágenes estatuas y retratos e recuerdo de as dei dades y de las personas dstinguidas en general, para stuar lo noble y lo eterno ante los ojos de los hombres. La relación especiamente estrecha etre e arte y la reigión (como a mó Goethe e arte está basado en sentimentos reigosos) tiene sus raíces en la vda de la casa Cada cuto original per manece ligado a la milia y encuentra su expresión más vi gorosa en tanto que culto doméstco donde, en principo e lar y el altar son a msma cosa El culto en s msmo es un arte Lo que se hace en honor de los dfuntos y las guras ve neradas surge de una acttud soemne y respetuosa y se lleva a cabo de ua manera tan completa y comedida que srve '
para mantener o insprar esa misma actitud Se concede una justa atencón a as rmas renadas y armoniosas del len guae de representaciones y de obras esto es, a todo aquello que posee su propo ritmo y armonía o revista el camo ca rácter de éstos como si se hubieran originado a sí mismas Todo lo que es molesto sin mesura y contraro a la tradicón es aborrecido y rechazado Es cierto que aquello que resulta honrado por el tempo y la costumbre puede ser muy ben un mpedimento para la búsqueda de la belleza en el cuto pero esto ocurre sóo porque se encuentra rodeado de una belleza y santdad peculiares para la tradición y los espírtus pado sos En la vida urbana sin embargo, disminuye el apremo de la tradición; predomina el alborozo del trabajo creador De la msma manera el arte de las paabras habladas o escritas retrocede ente a las artes plástcas o ben se combna con ellas y as asimila La reigón que se debe en prncipio a la contemplacón de la muerte atañe a una cuidadosa reación con a vida ms ma como culto de las erzas de la naturaleza El gozo de todo lo que crece renovado se expesa en imágenes o nta sas gigantescas Los demonos que a igual que los antepa sados no son más que ntasmas subterráneos aplacados resucitan como los dioses y ascienden a los cielos La ciudad aproxma a os dioses a su corazón mediante la recreación de sus mágenes para la contempación diaria, como ocurriera con las leyes de la casa A mismo tiempo os dioses des cendidos del cieo e investidos de una signicación más espi ritual se vuelven ejemplos de pureza moral elevacón y bon dad os sacerdotes se tornan pedagogos y viglantes de la vir tud En esa idea se encuentra la consumación de la relgión Un eemento así será tanto más necesario cuanto más vara da y de tonaidad urbana se transrme a vida cuanto más pierdan poder o se true qu en en pequeños y mitads grup s mientos y los gestos activos la estrecha amistad y la ver güenza mutua En cambo e arte como práctca sacerdota recibe un estímuo mucho mayor Pues lo que es bueno, no ble y en cierto sentido, santo ha de ser percbido sensual mente a n de inuir en el pensamento y la concienca La artesana y el arte se transmiten mediante la ense ñanza y el ejemplo a igua que un credo como s se tratara de un dogma y un misterio religoso. Se conservan mucho meor en el interior de a mla, pasan a los hios y los her manos los comparten De esta rma la soidardad puede de sarrollarse como si se tratase de un clan en torno a la gura de un antepasado e nventor de su arte Mantene la heren ca comn y como parte ntegrante de a ciudadana repre
i y «io»s do com id mento d rb c d z mát s, sq e co o u ciminiol d to l isobd de l comz idded Lt modo lpb ot adc oy dod d d s y d org o m izi ción qued s b p joz So é liz s,, deopms troz yo fecg r d, como s d nigd difegws _d? mo Y 0i m0 oc Ed gomiol dstd. y A eu com c de cd d t o , x t e onom ppu d b, c o po m omp do eh o meos o omoqu n l gr ,men g o mm ds de 1e qad ·m·pg0· , d co1 cs'dde ddenos comoY, n ons n .0 nn y ,a d e ig0. gob J rco, f tn y osre bsuse g mws. ecooc · s ·ng·f o qo dod dad, e 1 do ª Yd!eg aa· snd1asp ac s md. ª desto Yd c-1 ª o d Y ley. L d d (?ls) dce P to n Las Leye � sq como � dr m n l i d d. M e e se p no tambPo ens s nzonz t y v ª g?qdacos w bYy e yy t ª_ dtuosmr de,c ucg �d, ·JU_qeduo ° co oo so chos u d ment d l m c n m e to y m c do, p · d ª sd co, dd cdo pot ·l d'm 'dm 1 0,o ª _ omb dop pocop0 d ?s.dEd oecesseJo dexpol cdta sd a s m de qued qnooe ofshbc0ya odcdqmpo · 1 d s O ? e grew . o e ns cdo dY d g oso ¡odgremw. c ? ª g1º�s porY e cs s o : 1 d os fc os des c o d co c áct co po i o d l ci d d y ñ do s o d c mt y po de de up pnto i t s om c t o. A cto, cefürtasGesetzgebung afrm con tc,contVII,d ) e odermS hmo lteo aJahrbuch como dc d. H cenhititc cpio ds mocio-económic sg tibá« d p d i simpo n u t mom o dñaddo pecst o dntido los po depo scosn más n s» is pod m o xómicode ys com ci lestam c do o eño mi mo». (Lo quventum h st y el congermánic . ieP der ca dde a ocom sep dfdenteme ldean yársu có ungt nos, d d cu po coóm c o dot do d po en e gí y domin do d odo o indi id l .. Cad i dad, es se ta un e la u a ana as ar e u st tu en e u c n unt ele a a ve s e en a e la c u a a an an es e una ert ta r ac un a a c u a e la r e t ra e la a c l t va e a n r at va e e ta a se rea a n e a a an a el tra a n sta n r sa ra a e n ca ral n e at re c n tu e na u a a r su e e a c a ste en r la e s en c a una a er cta tant en e u ee c c e el er an n e e a ar arse rc t a e e a te ual e a ue a re i n sean n ra a u c a v ª e rtante e ª e e ª tera cue c a e u r s s es a ent re arte r l n e e en ue cia c n e r 10nt° ca r v a vi e rivi• e c e ta t ue el s l e en a en a r en ac a a ne e n a a e a rea a a t n r le e ue a i r t u e a un a te al al e u ar e la v sens l vr a n v r e ta , lª d ra s c n ven e er n as 1 s de t re n a ales e a a e a n er a n n ara ª sa e ven ura v ua s e resa e su r er n u re a s en su re r n el s s a an lc n e a a en e ue ue a c a n t en ta r r e s a u a e rtar e an en articular a e ue l s u t sv u e n res s a uen s n e e a er rtr e l e t tru t res e a n e ·
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pdomici m nó eco grómicd y, pold ítc t leje,osbcomoc lxt d por s b e». s s c siv ment . . . ciudad metropols • Asocacwn, edift Lenciad d fpom comoox c io d, s ded l y yiid .comConscomunid id y d, qd,osd ppoos d old do , deomoved os estl hd0 sórc.o. yu m d0.soci, siónpe de-so . d n ad.o n p nos, d tosass ml fe ms dde. das.socL cd com r1 s · . Sco c ác clorc f l. iacomúd con e Tdento lalmás dd como con cd dmád mq e eiudmuch ca ct rís ica d f m i ; la l d.eSó so scuc doac e citicasd dss pico d c si be pued d i q pos p compdas, to.y u sbicmiciói s común y los dies sólo d os nielneg id ccntidd dt s op de'be dead mo dn la u gbd· ,ocip rtos e em· ne oso com s d l· dco-d munoci'dciód, comou q "o m g ed1ecd tesdy , pn decs d de o de l do,co cus l ocomásdición g d a soci cól e conn m yoió ciclo .gidPopodotco-do s» o l m«m nzndo» p eceo. seNoaobs ge, en b u odo se «p dode d poci ciól ,sólol s oso di o o ssg p eiobe y,s, cpoo cticoento,í ycaslolí ª s i�=: c / s s 1�reº cl i io s se en p te itui a o o o , n oci L b con mbo i(lodmpend ncia l e i p g po l « con ación»c oque e elsí,«mi rcambi ndo») py coopo lbin qi smo están ot pt dddesad olo d sen e pol oádi pc ment ir dg o q píomutil idod qd os é odicion s pl cioimitie s.contPo l o s t xaeo, o stos con c o , co r o y y teumnasosos c es zs ntó ogónicos. c b i Esto cu os másp hoca-td des e i mamt d ácidose iluh bd yd o pobgonis o cmosee somee losd ,icosqueoh cs mn jodonto pos libq po, gúob Pl ón,z dse y ldes«cud se.d»Cou ácte e a e te as an es nac n n a l a u e a e
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ter dual y la divde. Según nuestra concepción, esto en sí consttuye la urbe, pero el mismo contraste queda tambén manesto en toda relación a gran escala entre captal y tra bajo La vda en la cudad permanece dentro de la comu dad de mla y vda rural; se dedca a nes agrcolas, pero se nteresa partcularmente en el are y la artesana que sur ge de sus necesdades y hábtos naturales a vda de la urbe, empero se drenca taantemente de aquélla las actvda des báscas se utlzan sólo como medios y herramientas para los nes partculares de la urbe a urbe es tpca de la asociacón en general Es esen calente un centro comercal, y mentras el comerco domi na su trabao productivo, un centro brl. Su rqueza es el ca ptal que bajo la rma de comerco, usura o nversón n dustral, se mueve y multplca. El captal es el medo de aproparse de los productos del trabajo o de explotar a los trabaadores. La urbe consttuye tambén el centro de la cien ca y la cultura, que sempre van a la zaga del comercio y la industria Tambén han de sobrevvr aqu, por supuesto las artes; pero son explotadas a la manera captalsta as deas camban y se difunden con rapidez asombrosa os domas y los lbros para la dstribucón masiva se vuelven estmulos de mportancia amplsma a urbe ha de dstngurse de la captal d e la nacón que, como residenca de la corte o del gobierno maniesta en mu chos aspectos los rasgos de la urbe por antonomasa, auque su poblacón y certas condcones dversas no han alcanzado todava aquel nvel Medante la sntess de urbe y captal, se logra la rma superor de esta especie: la metrópols. Es la esenca no sólo de una asociacón naconal sno que conte ne representacones de todo un grupo de nacones es decr del mdo. En la metrópols dnero y captal no tenen lm tes son todooderosos Es caaz de roducr abastecer de benes y cencia a todo el orbe tanto como de leyes y opnón púlca a todas las naciones Representa el mercado mundial y el tráco de todo el mundo; en ela se concentran las n dustras internaconales. Sus peródcos son de alcance mun dal sus habtantes proceden de todos los puntos del globo, tentados y con hambre de dinero y placeres •
De la comunidad familiar al Estado
a vda como totaldad consttuye la base de la vida en la comundad Subsste en la vida de la aldea y de la cudad a comundad aldeana y la ciudad pueden consderarse grandes mlas, y sus clanes y casas dversos representantes de los
organismos elementales de su cuerpo socal; los gremos las corporaciones y los ocos representan a su vez los tedos y órganos de la cudad Aqu, el parentesco orginal y la cond cón heredada permanecen como condcón esencial o por lo menos de mayor importanca, para partcpar plenamente en la propiedad común y otros derechos os extraños pueden ser aceptados y protegdos como membros de la servdum bre o nvtados, ben temporal bien permanentemente Pue den de este modo pertenecer a la comundad como objetos pero nada cilmente como agentes activos y representantes de la misma os nños, durante su mnora de edad, depen den de los membros de la mla, pero según a costumbre romana se consderan lbres porque se antcipa que en con dcones posbles y normales legarán a ser amos herederos. Lo que no alcanza ni a servos n a nvtados de la casa o la comundad. Pero los huéspedes de honor pueden acercarse a la condicón de los niños S resultan adoptados o se les con ceden derechos civles adqueren totalmente aquella pos cón medante el derecho a la herenca os servos pueden estmarse o tratarse en caldad de nvitados y a causa del va lor de sus uncones, hasta tomar parte en las actvdades del grupo como s ueran membros del msmo. Tambén ocurre a veces que llegan a ser herederos naturales o desgnados. Exsten en realdad numerosos grados, nriores y superio res que no están establecdos por una frmua jurdca To das estas relacones, bajo crcunstancas partculares, pue den transrmarse en ntercambio meramente nteresado en tre partes ndependientes que contratan En la urbe, este cambo, al menos con vstas al conjunto de las relacones de servicio, no es más que natural y se d nde cada vez en mayor medda seg se desarrola a d renca entre naturales y extranjeros se vuelve rrelevante Todo el mundo es lo que es, medante su lbertad personal 1 1 1 ¡ servo sólo mentras los brllos y luos en las ventanas lumi nadas estén más allá de su alcance. Su vda no es más que una• constante alternatva entre trabajo y oco, actvdades ambas distorsonadas por la rutna de la brica y las exiguas sats ccones de los catnes. a vida de la cudad y la asocación llevan al pueblo llano a la decadenca y la muerte; en vano lu chan por el poder uniéndose en multtud y hasta se djera que creen que pueden usar su erza sólo para hacer una revolu ción s queren ser bres de su destno as masas toman con ciencia de esta poscón socal medante la educacón en cole gios y peródicos Pasan de clase conscente a clase que lucha Pasan de la concenca de clase a la lucha de clases Esta lu cha de clases puede destrur la socedad y el Estado que que-
ren rermar. Toda la cultura se ha vulto cvilización del Es tado y a asocación y seejante transrmacón signca una amenaza contra la cultura misma mentras no quede vva nn guna de sus semillas dspersas y vuelva a gernar la esenci a y la dea de la counidad, alientando así secretamente una nueva cultura en medo de la que está en decadencia •
Infjo sobre la muchedumbre. Cultura y civilización
La opnón púbca que encauza la moraldad de la aso cación en reglas y rmulas y que puede situarse por enca del Estado, ha optado, sin embargo por urgir a que el Esta do utilce su poder rresistbe para rzar a todo e mundo a que haga lo útil y dee de ocuparse de lo perudical. La am pliacón de códgo penal y de las erzas de polica parecen ser el medo usto de domeñar los mpusos maignos de las asas. La opnón públca pasa con cilidad de la exigenca de libertad (para las cases superores) a a de despotsmo (conra as cases inrores). Los tapujos y as convenciones tenen poca inuencia en las masas. En su lucha por e pla cer y el entretenimiento están imtadas por la escasez de me dos que os captalstas les conceden como preco por su tra bajo cuya condcón es tan general como natura es en un mundo en que los ntereses de los captalistas y los comer ciantes anticipan todas as necesdades posibles y en compe tencia mutua ncten a los más variados dspendios de dine ro. Sóo en vrtud del medo al descubrimento y el castgo esto es medante el miedo al Estado, un grupo particular y vasto que abarca ago más que deincuentes prosionale s re prme sus deseos de alcanzar a ave de todos los placeres necesaros e innecesarios E Estado es su enemgo. E Esta do constituye para ellos un poder aeno y nada fmar; aun.
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de la vountad de éstas se opone empero a todas sus necesi dades y deseos protegendo la propiedad que no poseen r zándolas a prestar servcios mtares en benecio de u n pas que les oece hogar y atar sólo bajo la rma de un habtá cuo caiente en e ático o que les da por sueo natvo, caes urbanas donde pueden contemplar los benecios. La riqueza es, en ecto a únca caracterstca drencadora efctva y orignal, mentras que en las comundades a propiedad se considera partcipacón en as pertenencas comunes y con cepto legal especco que es completa consecuencia y resul tado de la ibertad o a ngenuidad orignales o adquiridas Por consiguente, la riqueza, en la medda en que es posble, se corresponde con el grado de lbertad que se posee
Tanto en la urbe mo en la capital y sobre todo en la metrópols decae la vda flar Cuanto más y en mayor medida prevaece su inuencia, mayor carácter puramente accidental adquieren os residuos de vida doméstica Pues en elas muy pocos connarán sus energas en círculo tan estre cho; antes bien son atrados al exteor por los negocos, os ntereses, os placeres, quedando separados por tanto, os unos de los otros Los grandes y los poderosos sinténdose i bres e independentes han experimentado en todo tiempo una erte incnacón tendente a romper as barreras de los ritos y costumbres Saben que pueden hacer lo que les paz ca Tienen el poder de lograr cambios en su vor y ello es prueba positva de poder arbitraro ndvdual. El mecanis o del dinero, en condicones usuales y cuando opera bao ertes presones es un edio de vencer toda resstenca de obtener todo o querido y deseado de elinar todos los pe igros y de reediar todos los maes Lo que no se da sie pre Incluso s fuera elminado todo el domino de a comuni dad, queda sin ebargo, en a asocacón cierta dependen cia a la que están suetos os ndvduos lbres e ndependen tes. Para la asociación (en su sentdo más estricto) a con vención ocupa en gran medda e gar de os rtos, las cos tumbres y la religón Prohibe como inconveniente para el n terés común lo que ya los rtos los usos y a reigión habían condenado por nocivo La voluntad de Estado representa e ismo papel me dante los trbunales y la polcía, aunque dentro de lmtes más estrechos Las eyes de Estado se aplcan a todos por igual; sólo los niños y los ocos no son responsables ante ellas. La convención mantene por lo menos la apariencia de moralidad; está todavía relacionada con los rtos, los usos y el sentmento relgioso y estétco aunque este sentimento tiende a voverse arbtrario y de ra. El Estado se interesa alidad directaente. Se mta a su primr y castgar acciones hostiles que se oponen a bien co mún o que al parecer son peligrosas para s msmo y la so ciedad Pues como el Estado ha de administrar el bien co mún ha de ser capaz de denrlo como meor venga. Al na advertirá sin ninguna duda que e aumento de conocimento y el incremento de la cultura por s soos no hacen más ama bes menos egostas y más flces a as personas y que os rtos as usanzas y las religones muertas no pueden revvir se edante a coerción y e adoctrinamiento. E Estado le gará a la conclusión de que, para orignar seres y rzas mo rales ha de preparar el terreno y cumplr as condiciones ne cesarias o cuando enos elimnar las resstencas contra ras E Estado como razón de a asociación, debera decidir F TÓNNIES
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la destrucción de la asociación, o cuando menos rerzarla o renovarla. Que esto se cupla es alamene improbable •
Épocas históricas
Para concluir nuesra eoría hay que contrasar dos épocas en la historia de los grandes sistemas de la cultura:
A Comunidad
un período de asociación sigue a un perodo de comunidad La comunidad se caraceriza por la volunad social como ar monía ritos, cosumbres y religión; la asociación mediane la volunad social en calidad de convención legislación y opinión pública. os conceptos corresponden a los tipos de organización social exerna que puede clasicarse como si gue:
- Vida miliar= armonía. El hombre participa en ella con todas sus fcultades E sujeto propio es el pueblo (olk).
- Economía doméstca, basada en la inclinación o la pref rencia a saber en el placer y el deleite de crear y conservar E consenso (entendimiento) desarrolla las normas de una econo mía semejante
Vida rural de aldea = ritos y costumbres. Aq participa el hombre con su corazón y toda su alma. E l sujeto propio es la comunidad
Agricultura basada en os hábios, o sea en as tareas re guarmente repetidas La cooperación se deja llevar por la cos tumbre.
Vida de ciudad religón El ser humano participa aquí con toda su concenca. El sujeto propio es la iglesia
- Arte basado en la memoria, esto es en modelos origna ros nstructivos, reglas que se obedecen e deas que se onciben en a mente propia La en el trabaj y la obra aúna las volun tades artístcas
B. Asociación
- Vida bana= convención Está determinada por la inten cionaidad ndividual El sujeto propio es la Gesellschaft en sí Vda nacional lgislación. Está determinada por el cál culo privado. E sujeto propio es el Estado.
Comercio basado en la deeracón; a saber, en la aten ción, a comparacón el cálculo que se allan a la base de todo negoco. El comerco es acción deliberada en sí El contrato constituye a costumbre y el credo de os negocos
Vida cosmopota opinón púbica Se desarrola me dante a conciencia particular E sujeto propo es la república de os sabios
- Industria basada en decisiones; esto es en e uso pro ductivo e inteligente del capital y la venta del trabajo Las nor mas rigen la fábrica
Cada a de estas categorías exige una ocupación predo minante y una tendencia dominante en la vda intelectual que se relacionan como sigue:
Ciencia basada en conceptos como es evidente us ver dades y opniones pasan entonces a a literatura y la prensa y se converte de este modo en parte de la opinión plica
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Analog con los perídos individuales de vida
En el primer perodo lo que marca la pauta es la vida miliar y la economa domésica en el segundo el comercio y la vida urbana No obsane, si invesigaos el período de la comunidad de manera más atena podremos distinguir va rias épocas. Su desarrollo oal iende a aproximarse a la asociación donde, por oro lado persise la ferza de la co munidad aunque con ímpetu menguado incluso en el pero do de asociación y queda la realidad de la vida social
l prier perodo está frmado por la infuencia de la nueva base de organización social que resula del culivo del suelo la relación vecinal se agrega a las aniguas y persis enes relaciones parenales, y la aldea al clan a otra época comienza cuando las aldeas derivan hacia las ciudades La aldea y la ciudad ienen en común el principio de organiza ción social del espacio en vez del principio del iempo que predomina a ravés de las generaciones de a milia la tri bu y el pueblo Puesto que desciende de anepasados comu nes, la milia iene races etasicas invisibles como si es tuvieran oculas en la tierra os individuos vivos de la fmi-
a están conectados entre sí por la sere de generacones pa sadas y turas. Pero en a aldea y en a cudad o que crea as reaciones y ataduras más rmes es el sueo sco y rea, la ubcacón permanente, a tierra vsble. Durante e período de comunidad, el joven prncipo de espaco permanece iga do al vejo prncpo de tempo En e período de asocacón, ambos prncpios comenzan a separarse y de la separacón brota la urbe Esta es la exageracón de prncpio de espa cio en su rma urbana En esta exageracón, la rma urba na contrasta de manera tajante con a rma rura de msmo prnco, pues a adea se mantene esencal y cas necesa ramente igada a ambos prncpos En este sendo, e desa rroo tota contnuo puede consderarse proceso de urbani zación ncesante. «Puede decrse que toda la hstora econó mca de a asocación, es decir, de las naciones modernas, se encuentra resumida en esencia en e cambo de reacón en tre a cudad y el campo» (Karl Marx, El Capital, vo. I, 364). Esto es desde certa perspectva de progreso, as urbes, en vrtud de su nuenca e mportancia, alcanzan en a nacón l predomno sobre la organzacón rura En consecuenca, campo y a adea han de aprovechar sus erzas product as para el sostén y mento de las áreas urbanas en una me da mayor de a que pueden ahorrar para la reproduccón or tanto, a organzacón rura queda amenazada con a d ucón, que acaba tenendo por consecuenca a decadenca sus órganos y funcones. Es esta ey genera de a relacón tre a vda orgánica o vegetatva y a vda anmal o senst la que invariablemente se maniesta en el desarroo nor de a vda anmal, así como en e desarroo bajo as con ones más vorabes En e ser humano, cuando la vda y ountad anma han cambado a vda y voluntad menta, quere esta ey un sentido especa. Cosa cierta porque, en er ugar,. e "ser humano a sí ms es capaz de destrurse . ·
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, t e la razón o
•lta de igual manera posbe que, en la medda en que wde segur certos objetvos y naidades al determnar su o destino, puede tambén acortar o proongar el perío e su vda al tenor de su vountad. o que es certo, en se o ugar, porque su decadencia tanto como su vida pue ' legar a ser evdentes en a propia vda nteectual y en ·d de tal domnar y sobrevvir a la existenca animal En toca a estos fnómenos, el eemento anma queda en ¡ vda mental y la vegetativa, unas veces ncnándose por otras veces por a otra En un desarroo normal, pue <ectarse un período de crecmento en que e eemento tivo prevalece sobre e elemento anmal En un perío decadenca, prevalece a reacón opuesta o que sgue
sendo vádo para e ser humano, aunque puede cobrar r ma especa en que e eemento anma en cuanto se expresa en la vda menta, atravesa este proceso y se vuelve déntco al elemento vegetativo Así, en e período de crecmento que sgnca domino del eemento vegetatvoanmal, pueden dstingurse tres ca tegorías o grados: a) en a vida vegetativa msma; b) en a vda anmal c) en la vida menta Hay una trinidad corres pondente en el período de decadenca, que se dene por el domnio de eemento anima-mental. Según esto, a vida ru ra corresponde a a vda vegetatva-anma, y la vda urbana a a vda anima-mental E prmer tpo de vda, que perma nece tambén actvo en la cudad, sgnca e desarrolo su perior de todo el organismo a otra rma, mientras se sepa ra para convertrse en vda urbana, parece exstr por sí ms ma, producendo y consumiendo, tendendo a dominar el campo de manera crecente, agotando sus propas erzas y encamnándose haca su destruccón.
2.2. La perspectiva psico-sociológica Georg Simmel
«Las grandes cudades y la vida intelecual» 1903) 1, Rev. Discusión n 2, Barra, Barcelona 19, 1124. Otras rrencias: y Sociologí. Estudios sobre las formas de socialización, , 7 os probemas más proundos de la vida moderna sur en de la _retensón de ndvduo de armar a ndependenca y pecuaa e su exsenca rene a mens la socedad. Se trata de la amacón de o hstórcamente he redado, de la cutura exterior y de a técnca de a vda Es la tma transrmación de la ucha contra la naturaleza, que e hombre prmitvo tenía que librar para asegurar su exs tenca física. El sgo XI nctó a a liberacón de todos os víncuos hstórcos que uían a hombre con e Estado y a re-
' La propia naturaleza de conenido de esa confrencia no hace necesaria a indcación de una bibiograa espeiaiada de fundamenación y desarroo de as ideas más importantes desde e punto de vsta hstórcotempora, que se encuenran en mi Philosophie des Ge/des.
ligión, a n de que la naturaeza que es a msma en todos os hombres pudera desarrolarse sn traba aguna; el sglo XIX promovó además de la mera bertad, el aspecto de la dvsón de trabajo de los hombres y de su rendmento, que converte a ndvduo en ago ncomparabe e mprescnd be a a vez que o remte a una compementacón tanto más estrecha por parte de os demás; Netzsche vo quizá en a lu cha despiadada de ndviduo o del socasmo, precisamente en la supresión de toda competencia a condción de desa rroo peno de ndivduo. Pero en todos estos casos el mot vo ndamenta es e mismo: a resstenca de ndividuo a de jarse nvelar y utlizar por un mecanismo técnco-socia Cuando se anaza a cuestión de a interioridad de los pro ductos de la vda especícamente moderna, a cuestión por así decirlo del ama de cuerpo de a cultura ta como se me pantea en la actuadad con respecto a nuestras grandes cu dades la respuesta tendrá que investigar la guaación que estas rmaciones crean entre os contenidos indvduales y suprandivduales de a vda la adecuacón de a persona dad con la que ésta tene que conrmarse ente a os pode res exterores E ndamente psicológco sobre e que se levanta e tpo de las ndvduadades de las grandes cudades es la intensfcación de la vida nerviosa que reuta de rápido e nnte rrumpdo intercambo de mpresones externas e nternas El hombre es un ser de direncia; es decr su conciencia es es tmulada por la direncia entre la impresón del momento y la anteror las impresones persstentes la insgncancia de sus drencas la regulardad habtua de su decurso, con sumen, por así decro menos concienca que la rápida aglo meracón de mágenes cambantes la abrupta separacón que exste entre as cosas que uno capta con la mrada o · ' ' · os imonen La ran cudad precsamente a crear estas condciones en caa cruce de caes el ritmo y a puradad que impone a la vida económica prosiona y socia crea, en los undamentos sensibes de a vida anímca en el «quantum» de concenca que nos exge a causa de nuestra organzación como seres de drencas una prounda oposcón co n a pequeña ciudad y la vda rura con el rtmo más lento más habtua más re guar de su vda sensble e ntelectual Eo expica, sobre todo e carácter ntelectuasta de la vda anímica de as grandes cudades ente a a de as pe queñas cudades que apunta más ben a sentmento y as reacones afectvas Estas están enrazadas en os estratos más nconscentes de alma y crecen prncpamente en la tranquia armonía de os hábitos innterrumpidos En cam 90
bo a sede del entendmiento son os estratos superores conscentes más claros de nuestra ama; e entendmento es el que mayor capacidad de adaptacón tene de nuestras er zas nternas Para hacerse cargo de cambo y oposicón de os enómenos no ecesta de os sacudmientos y de la con mocón interna que es lo únco que permite a tradcona sentimiento moverse al msmo ritmo de los nómenos De esta manera el tpo de habtante de a gran ciudad que na turalmente está sujeto a mles de modicaciones se crea una especie de órgano protector contra el desarraigo con que o amenazan las corrientes y discrepancas de su medo am bente en ugar de reacconar con el sentmento o hace con el entendimento que e proporcona e aumento de la con cenca que creara a msma causa a prerrogatva de alma De esta manera la reaccón ante aquellos nómenos es des pazada a órgano psíquico menos sensibe más apartado de as proundidades de a personalidad Esta nteectualzación como elemento preservador de la vda subjetva ente a a volacón de la gran ciudad se ra mca en una serie de múltples nómenos ndvduaes as grandes cudades han sdo siempre la sede de a economía de dinero porque a puradad y la concentracón del nter cambio económco coneren a medo de ntercambo una importanca que no huiera sdo posble lograr con e escaso intercambio rural Pero la economía de dinero y el domino de entendimento se encuentran en pronda conexión Am bos tenen en común la objetividad pura en e manejo de as personas y as cosas que suee ir acompañada de una justi cia rma de una dureza sin contemplacones E hombre pu ramente inteectualizado es indirente ente a todo aquelo que es reamente ndivdual ya que de aqu resultan condi ciones y reaccones que no pueden ser agotadas con el en tendmiento lóco precisamente de la msma manera como en el prncpo de nero no aparece a nómenos Pues e dnero se nteresa tan sólo por aquelo que es es común, por e vaor de cambo que nvela a toda cuadad y pecuiardad con e crtero de mero cuánto To das las reaciones actvas de as personas se basan en a n dviduadad de estas últmas, mentras que as relaco nes n telectuaes calculan con las personas como se cacua con nú meros como s eran en sí mismos elementos ndrentes que sóo tenen un nterés de acerdo con su rendmento ob jetvamente mensurabe a gua que e habtante de a gran cudad cacula con sus proveedores y compradores sus sr vientes y a menudo con as personas con las que mantiene contacto social oblgatoro a drenca del círcuo pequeño en el que el nevtabe conocmiento de las individuadades
crea, de una manera iguamente invitabe, un tono activo en e comportamiento, que va más alá de a mera pondera ción objetiva de prestación y contraprestación. Lo esencia en el ámbito económico-psicoógico es que en as reaciones primitivas se produce para e ciente que en carga a mercancía, de manera ta que e productor y com prador se conocen recíprocamente Pero a gran ciudad mo derna se aimenta casi totamente de a producción para e mercado, es decir, para compradores totamente desconoci dos, que no aparecen nunca en e horizonte visua de pro ductor propiamente dicho De esta manera, e interés de am bas partes adquere una despiadada objetividad; su egoísmo económico que cacua inteectuamente no tiene que temer ningua distracción por parte de os imponderabes de as re aciones personaes Y esto se encuentra en una reación re cíproca tan notoria y estrecha con a economía de dinero que domina en as grandes ciudades y que ha despazado a os ú timos restos de a producción propia y de intercambio direc to de productos, reduciendo día a día e trabajo con os cien tes, que ya nadie podría decir a ciencia cierta si e aquea actitud anímica inteectua a que provocó a economía de di nero o si ésta e e ctor condicionante de aquéa Lo que es seguro es sóo que a vida de a gran ciudad es e campo más cundo para esta acción recíproca; hecho que quisiera conrar con a ase de más fmoso historiador constitu ciona de Ingaterra: a o argo de toda a historia ingesa, Londres no ha actuado nunca como e corazón de ngaterra; a menudo ha sido su entendimiento y, siempre, su monedero. En un rasgo aparentemente insignicante, en a super cie de a vida, se reúen, de una manera no menos caracte rística, as mismas corrientes anímicas. E espíritu moderno se ha vueto cada vez más cacuador A idea de as ciencias naturaes de convertir a mundo en un modeo de cácuo, de •
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rresponde a exactitud cacuadora de a vida práctica, que e ha proporcionado a economía de dinero es ea a que ha hecho surgir tantas personas que sopesan, cacuan, deter minan numéricamente, reducen os vaores cuaitativos a os cuanttativos. A través de a esencia cacuadora de dinero, ha ingresado en a reación de os eementos vitaes a preci sión, a seguridad en a determinación de iguadades y desi guadades, a univocidad en os acuerdos y convenios una de cuyas manifstaciones externas es a diusión de uso de re o de boso ero estas son as condiciones de a gran ciu dad que con respecto a sus rasgos esenciaes, uncionan tan to como causa cuanto como efcto. as reaciones y cuestio nes de típico habitante de gran ciudad sueen ser tan com-
picadas y variadas sobre todo debido a a agomeración de tantas personas con intereses tan diferenciados que afctan recíprocamente sus reaciones y actividades hasta convertir as en un organismo mútipe que sin a más exacta puntua idad en as promesas y rendimientos, e todo se derrumba ría en un inetricabe caos Si repentinamente todos os reo jes de Berín comenzaran a ncionar en tota desacuerdo, aun cuando hubiese un margen de sóo una hora, toda a vida económica y de reación quedaría radicamente perturbada por argo tiempo A esto se agrega ago que aparentemente es sóo externo a magnitud de as distancias qu convierte a toda espera y a toda cita no cumpida en una paabra inso portabe de tiempo Así, pues, a técnica de a vida en a gran ciudad no es concebibe si todas as actividades y reaciones recíprocas no están ordenadas con a mayor puntuaidad, dentro de un esquema tempora suprasubjetivo. Pero aquí surge también aqueo que sóo puede consti tuir a tarea de estas consideraciones desde cada uno de os puntos de a supercie de a existencia, por más que parez can haber surgido en ea y desde ea puede anzarse una sonda a a proundidad de ama, de manera ta que, na mente, hasta as más banaes exteriorizaciones están vincu adas, mediante íneas rectas, con as útimas decisiones acerca de sentido y estio de a vida La puntuaidad, e cá cuo, a exactitud, que imponen as compicaciones y a am pitud de a vida de a gran ciudad, se encuentran en estre cha reación no sóo con su carácter económicopecuniario e inteectuaista, sino que también tienen que afctar os conte nidos de a vida y vorecer a excusión de aqueas caracte rísticas e impusos irracionaes, instintivos y soberanos que pretenden determinar por sí mismos a rma de vida, en vez de recbiros como ago genera, esquemáticamente precisa do e impues to desde �ra Aun cuan ?º stas existencias _so posibes en a ciudad, se oponen a ea en virtud de su propio tipo hecho que expica e odio apasionado contra a gran ciu dad de seres taes como Ruskin y Nietzsche Seres que consi deran que e vaor de a vida se encuentra en o esquemáti cament pecuiar y no en o reguarmente precisabe; en eos uye, de a misma ente, e odio contra a economía de di nero y e inteectuaismo de a existencia. Los mismos fctores que en a exactitud y en a precisión a segundo de as frmas de vida constituyen una estructura sumamente despersonazada, ejercen, por otra parte, una inuencia enormemente persona. Quizá no exista ningún f nómeno anímico que de una manera tan absouta sea propio G.SIMMEL
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de la gran cudad, como la ndienca. Ella es por lo pron to, la consecuencia de aquellos estímulos nervosos rápda mente cambantes que se excluyen ecíprocamente de sus oposciones y de los que nos paece surg el aumento de la ntelectualdad de la gran ciudad; po esta razón tambén as personas tontas y fundamentalmente muetas desde el punto de vsta ntelectual no suelen se drectamente ndrentes. A gual que una vda de goce descontolado trae como con secuenca la indrencia po exctar os nevios durante de masiado tempo provocando sus reaccones más etes has ta que namente, se vueven incapaces de eaccón alguna as tambén as mpesones más inonsvas debido a la ve locidad y contraposcón de sus cambos, obligan a respues tas tan poderosas desgarran los nevios de una manea tan butal que los obgan a entegar la últma eseva de sus ezas y al quedarse en el mismo ambiente ya no tienen tiempo paa acumuar otras nuevas La incapacdad que así surge de reaccona con a adecuada energa ente a los nuevos estmuos, es precisamente aquella ndrenca que muesta todo nño de una gan ciudad en comparacón con los nños de ambentes más tranqulos y sujetos a menos cambos. A esta fuente pscológca de a ndrenca de a gran cudad se agega ota que uye de la economa de dneo. a esenca de la ndifenca es a sensbilidad ente a as di encas de as cosas no en el sentido de que aquéllas no sean percbdas como es e caso de quienes tenen abotarga dos sus sentidos sno que no se pecibe e signicado y e va lor de las dferencas ente las cosas y con ello, se acaba po no pecib las cosas msmas. Ante el ndferente se presen tan bajo una unirme opaca y gs aparienca de manera tal que no parece tener nngún valo prerir unas a otras Este talante anmico es e eejo e de una economía del d neo qu misma manera toda la varedad de las cosas al expresar to das las drencas cuaitativas entre ellas medante la df enca del «cuánto» a convertise e dinero con su descoo da ndienca en común denomnador de todos os vao es se transma en el más terble de los nveladores e mina el núcleo de las cosas, as piva irepaablemente de su pecuaridad, de su valor especco de su ncomparabldad Todas elas uyen con el mismo peso especco en a co rriente monetaia en permanente movmiento, todas están en un msmo nvel y se direncian ente s tan sóo por el ta maño de la supecie que ocupan En el caso patcuar, esta cooracón o, mejor dcho esta decoloración de las cosas pue de ser reconocblemente pequeña a través de su equvalen92
PRA COMRENDER QUÉ ES L CIUDAD
ca en dnero pero en la relacón que el rco tiene con es pecto a as cosas que son adqubes con el dineo quzá tambén en e caácter total que e esptu público conee a estos objetos se converte en una magntud perctamente aprecabe. Po esta razón las grandes cudades en as que en tan to sede princpal de tráco monetaro la posbildad de com pra de as cosas se impone de una manea difente a cuan do se trata de relaciones reducdas son los verdaderos cen tros de a indifeenca En certo modo en eas culmna el e sultado de a concentración de personas y cosas que povo ca en el ndivduo una enorme exgencia a los nervios me dante el mero aumento cuanttativo de las msmas condico nes tansrma este resutado justamente en su opuesto en ese pecuar fnómeno de adecuacón propo de la indfeen cia en el que los nervos descubren su útima posbildad de adaptarse a os contendos y rmas de a vda en la gran ciu dad que no están en condicones de eacconar ante ellos - a autoconservación de cietos sees a costa de desvaloiza todo e mundo objetvo que, a nal conduce nevtablemen te a la propa pesonalidad a un sentmiento de desvaloza ción igual. Mientras que el sujeto tene que adecuase a esta rma de existencia su autoconsevacón ente a a gran cudad exige de él un comportamiento de tipo socal no menos ne gatvo a acttud esprtual de os habtantes de la gran cu dad entre sí podría ser caicada desde un punto de vista mal, como de reserva. S en el permanente contacto exter no con nnumeables personas tuveran que da respuesta con tantas eacciones intenas como en a pequeña cudad en la que se conoce cas a todas las personas con quenes uno se enc�entra y oncada una de la c ale seene un relacón estado an1mco vedadeamente nconcebble En parte esta crcunstanca psicológca, en pate el deecho a ser descon ados con especto a los contactos gaces y transitoios que tenemos con os elementos de la gan ciudad nos oblgan a aquella reserva que nos hace que ni squera conozcamos de vsta a nuestos vecinos de años acttud que ante los ojos del habtante de a pequeña cudad se presenta como ía y des povsta de todo sentmiento. Si no me equivoco e ado in teno de esta eseva exteror no es la indenca sno más ben una lgea aversón, mucho más ecuente de lo que nuesta conciencia nos dice una extañeza y echazo que en el momento de un contacto ago más póxmo puede trans rmarse en odio y lucha oda la organizacón interna de '
una vda de relacón así congurada se basa en una estruc tra escalonada de smpatas, indrencas y aversiones tanto de corta como de larga duracón. La esra de la ndferenca no es, por otra parte tan grande como parece a prmera vsta la actvdad de nuestra alma responde cas a cada impresón que recbmos de otra persona con una determnada sensacón cuyo carácter n conscente gacdad y cambo sólo parece ser absorbda por una actitud de inderenca En realdad, ésta nos sera tan poco natural como nsoportable la nebulosdad de sugesto nes desordenadas y opuestas de estos dos típcos pelgros de la gran cudad nos salva la antpata el estado latente y pre vo del antagonsmo práctco; ella conduce a las dstancas y apartamientos sin los cuales sera mposble levar a cabo este tpo de vda su medda y sus mezclas, el ritmo de su aparción y desaparcón las rmas en como es satscha: todo eo constituye con los motvos ncantes en sentdo estrcto un todo nseparable de la conrmacón de la vda en la gran cudad lo que aqu aparece nmedatamente como d socacón es, en readad sólo una de sus rmas elementales de socialzación Pero esta reserva con un certo tono de ocuta aversón aparece nuevamente como rma o ropaje de un ser espr ual mucho más general de la gran ciudad. Otorga al ndv uo un tipo y medda de ibertad personal que no tene aná gos en otras relaciones: se remonta con eo a una de las randes tendencas de desarrollo de la vda socal a una de s pocas con respecto a las cuales es posble encontrar una mula aproximadamente general El estadio más prmtvo de las rmaciones sociales que SI' encuentra tanto en las de la hstora pasada como en las 0 se constituyen en la actuadad es éste un crculo relat mente pequeño ertemente cerrado ente a los otros crs proxmos exranos o e aga manera, anagocos, 1• en cambo con una estrecha nón en s msmo que te a los membros ndvduales sólo un pequeño campo ccón para el desarrollo de sus cualdades peculares y movmentos lbres y autoresponsables Así comenzan upos poltcos y mliares las rmacones partdarias mdades relgosas la autoconservacón de asoca s muy jóvenes exige una delmtación estrcta y una un ntrpeta y, por tanto, no puede conceder al ndivduo a lbertad y peculardad en el desarrollo nterno y ex partr de este estado la evolucón socal se drige s Íeamente haca dos lados drentes y que sn embar
go, se corresponden En la edda e que e grupo crece nu mérca espacalmente en mportanca y en contendos vta les se aoja su dad nterna nmedata se suavza la du reza de la delimtacón orignaria en contra de los demás, a través de las relaciones recíprocas y de las conexones al msmo tempo el ndvduo gana en lbertad de movmiento, mucho más allá de la prmera y celosa restrccón y obtene una peculardad y partculardad que permte y requere la dvisón del trabajo en el grupo que se ha vuelto mayor. De acuerdo con esta rmula se han desarrollado el Estado y el crstansmo, los gremos y los partdos polítcos e nnumera bles otros grupos, por más que naturalmente las condco nes y erzas especales de los ndvduos hayan modcado el esquema general ero me parece tambén claramente reconocble en el desarrollo de la indvidualdad dentro de la vda urbana. L a vda en las pequeñas cudades de la Antgüedad y de la Edad Meda mpuso barreras al movmento del ndvduo y de las relaciones con el exteror y, haca dentro, a la independenca y drencacón con las cuales el hombre moderno no podra n squera resprar aun en la actualidad, el habitante de la gran ciudad cuando se desplaza a la pequeña ciudad sente una certa estrechez simlar al menos en su estlo, a aquéla Cuanto más pequeño es el crculo que consttuye nuestro am bente, tanto más lmtadas son las relacones con los demás cuando ellas aspran a lberarse de estas mtacones, con tanto mayor temor controlan las accones la vda las con vccones del indvduo, con tanta mayor rapdez la peculiar dad cuantitatva o cualitatva puede rebasar los marcos del todo De acuerdo con esta direccón, la antgua pols parece haber tendo el carácter de la pequeña cudad La perma n mnza de su existenca or arte de los enemos próxmos o lejanos, trajo consgo aquella rgda coherenca en la relacón poltca y mltar, aquella vglanca del cuda dano por parte de los otros ciudadanos aquellos celos de la totaldad con respecto al individuo cuya vda partcular poda mantener quzá ntacta cuando más a través del despotsmo con respecto a su propa casa La enorme movldad y excta cón, el pecular colordo de la vda atenense, puede expl carse quzá por el hecho de que un pueblo de personalidad ncomparablemente ndvidualsta procuraba mponerse ente a las presones internas y externas de una pequeña cudad desndvdualzante. Esto creaba una atmósra de tensón en la que los débles se mantenan sumisos y los más ertes se sentan estmulados para lograr una apasonada
auoarmacón. Y precsamente por elo, egó a orecer en Aenas aqueo que uno podría descrbir aproxmadamene como «lo unversamene hano» en el desarrolo espriual de nuesra espece Pues ese es el conexo cuya vadez ano objeva como hsórica aquí se sosiene: os conendos más ampos y más generales de la vida esán esrechamene vnculados con los más individuaes ambos enen su esado previo comn o su adversaro común en conrmacones o agrupacones esre chas cuya auoconservacón se deende ano conra lo am po y o genera era de eas cuano conra lo ndvidual y lo que se mueve bremene denro de elas As como en a época feuda e hombre «libre» era aque que se enconraba bajo el derecho erroria, es decr bajo el derecho de crcu o socal más ampo y no era lbre quien obena su derecho del crcuo esrecho de una asociacón udal que exclua a aquéllos así ambén, en a acuaidad, en un sendo nelec uazado y renado la gran cudad «lbera» ene a las pe qeñeces y prejucos que coneren su esrechez a as pe queñas cudades Pues en nnguna ora pare como en la den sa congesón de a gran ciudad se sienen con ana erza los efcos que para a ndependenca de ndviduo ienen la reserva y a ndrenca recprocas en ano condciones es pruaes para a vda en grandes círcuos; y eso es así por que a proxmdad sca y la esrechez permen percibr per fcamene a dsancia espirual Obvamene e reverso de esa liberad es la sensacón de soledad y abandono que uno suee senir precsamene denro de a muchedumbre de a gran cudad pues aqu ampoco es, de nnguna manera ne cesaro que a lberad de os hombres se reeje como ben esar en su vda sensiva No e � sóo gan densión de s organzaiones ad'
correlacón munda enre aeno del cculo y a berad persona nernaexerna ransrma a a gran cudad en sede de esa berad, sno que, además por encma de esa ampud percepble as grandes cudades son ambén sede de cosmoposmo De una manera comparable al desarro llo de las runas más aá de un deermnado lme las runas sueen aumenar por sí msmas en una progresón cada vez más aceerada el campo de accón de las relacio nes económicas, personaes y espiruales de a cudad que es su recino deal aumena en progresión geomérca an prono como se ha superado un deermnado lmie cada ex pansión dinámica obenida se conviere en pedaño para una próxma expansión no sólo gua sno mayor de cada uno de
os hlos que uno no eje a parr de eas crecen oros nue vos, cas por sí msmos, exacamene igua como denro de la ciudad el unearned increment de la rena nmoblara proporcona crecienes ganancias a os propearios debdo al mero aumeno de ránso En ese puno la canidad de vda se ransrma nme daamene en caidad y carácer. La esfra val de la peque ña cudad esá cerrada en ela msma, en lo que respeca a as cuesiones undamenaes Para la gran cudad es decs vo e hecho de que su vida nerna se exienda como en on das, en un ámbio naconal e nernacona Wemar no es conraejempo alguno ya que precsamene su mporancia esuvo vincuada a personaldades sngulares y desapareció con ellas menras que precsamene la gran ciudad esá ca racerzada por su ndependnca esencia con respeco a as más imporanes personadades - a conraimagen y e pre co de la ndependencia que el ndviduo goza denro de ea La esenca más mporane de a gran cudad reside en esa magnud uncional que va más aá de sus lmies s cos y esa ecaca ene ambén un reroeco y e oorga a a gran cudad su vda, sgncacón e mporanca su res ponsabilidad Así como el hombre no ermina en los límies de su cuerpo o de la crcunscrpcón admnsrava que re corre en vrud de su propa acvidad, sno an sóo en la suma de os ecos que empora y espacalmene surgen de é as ambén una cudad esá consuda por la oaldad de os ecos que van más allá de su vecindad nmedaa Esa es su verdadera dmensón en la que se expresa su propo ser. Eso indca ya que a lberad ógco e hsórico miembro complemenaro de aquella amplud, no ha de ser enendda en sendo puramene negavo como mera iberad de mov •
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es que en a conrmacn e la v se exprese la pecula rdad e incomparabildad que oda nauraeza posee en agu na pare de su ser La obedienca a as eyes de la propa na uraeza y en eso consse la berad se nos vueve a no soros y a os demás paene y convncene sólo cuando ds ngumos las expresones de esa nauraeza de la de os de más sólo nuesra noinercambiabldad con os demás de muesra que nuesra rma de exisr no nos ha sdo mpues a por los demás as cudades son por o prono la sede de la mayor d vsón del rabao crean as nómenos an exremos como en Pars a ucraiva prosón del quatozme: personas
que peden ser localizadas en virtud de un carel especia colocado en a puerta de sus domicilios y que, a a hora de co mer, están vestidas adecuadamene como para poder asistir si se les solicita, a una comida en a que sólo hay 3 comen sales Exacamente en a medida de su extensión, a ciudad oece as condicions decisivas para la división del rabajo: un crculo que, debido a su amaño, está en condiciones de absorber una variadísima puralidad de tareas, mientras que, al mismo tiempo, la aglomeración de individuos y su lucha para obtener clientes, obiga al individuo a una especialización de su tarea de manera ta que no pueda ser despazado tan fáilmene por oro. Lo decisivo es que la vida urbana ha transrmado la u cha contra la naturaleza para la obención de alimentos en una ucha por los hombres; la ganancia por la cual se lucha aqu no es proporcionada por la naturaleza, sino por os hombres De aqu uye no sóo la uene de la especiaización a a que acabo de refrirme sino algo más prondo quien oece algo tiene que buscar despertar en sus clientes poten ciales siempre nuevas y pecuiares necesidades. a obligación de especializar las tareas y rendimientos a fn de enconrar una uene de ganancias aún no agoada, una unción que no sea ciente susituible, impone difrenciación, renamiento, enriquecimiento de las necesidades del pbico, que evidentemente tienen que conducir a crecientes difrencias personales dentro de ese público. d1V1duaiza 1 n esptua en sen- Y eto conduce a a ? _ do res ng1do, de las PPI ades esptuales, a la que da lu gar la cdad en relac10n d1recta con su tamano. Hay aq a serie de causs notorias En primer lugr, la icultad de 1!poner a prop _1a personalidad, en as d1mens10ns de a 1da en la ran cdad Cando e aume t cuan1at1vo de a ip�?nc y d ! ª g¡ g s s hm1tes. s re rre a la _ selec1 0 cuaat1va, a n �e medane la xcac10n de la sens1b1dad Rºr las d1enc1as, gnar para s1, de algua ma nera, a con1nc1 del cu socal: ello suele conduc1r a as extravaganc1as mas tendenc10sas, especfcas de la gran c dad, a a pretensión de ser difrentes a caprichos y presunciones cuyo sentido no reside en el contenido de aes comporaientos, sino en su rma de ser otro de desacarse del hacerse noar que para muchos es por ltimo, e único medio de conseguirse un lugar para ellos mismos una auo vaoración y la conciencia de cumplir alguna unción preci samee a través de un rodeo que pasa por a conciencia de los demás En este mismo sentido actúa otro momeno de subsunción modesto pero con efcos perfctamente percep-
tibes la brevedad y poca ecuencia de los encuenros que puede tener un individuo con los demás, comparados con las relaciones en una ciudad pequeña. or esa razón existe una tentación mucho mayor de presentarse a sí mismo esquemática, concenrada y lo más caracersticamene posibe que aí donde los encuenros proongados y ecuenes conribuyen a evitar una imagen equivocada de a ora persona mas p on�a por la c a la gr n mbargo, razon S . cdad ien _de a es1!ar una e1s t enca personaís a s que ahora mpore s1 t1ne o no exo parec _e que es esa el desarrollo de la cutura moderna se caraceza por la supre maca de aqelo que podría llamarse e espíriu objetivo so bre el espritu subjetivo es decir, tanto en el lenguaje como en el derecho, en a écnica de producción como en el arte, en a ciencia como en os obeos de la vida doméstica, esá personicada la suma del espíriu, cuyo crecimiento cotidia no es seguido a distancia y de manera sólo muy imperfcta, por el desarrollo espiriual de los sueos Se suele no ener en cuena, por ejemplo, la inmensa cutura que desde hace siglos se personica en cosas y conocimientos instituciones y conrt de vida; pero si se compara e progreso del individuo durane el mismo lapso por lo menos en os esraos supe riores, resua una erribe difrencia de crecimieno entre ambas cuuras y en algunos punos, hasta un retroceso de la cutura del individuo en lo que respecta a espirituaidad ter nura, idealismo Esta discrepancia es undamenalmente el restado de la creciente división del trabajo En efcto, ésa exige de individuo una tarea cada vez más uniaera cuya reaización máxima suele conducir a una aroa de la perso naidad ota del individuo En todo caso, el individuo está cada vez más en peores condiciones para hacer ente a la hi pertroa de a cutura objetiva Quizá menos consciente que en a praxis y en e conjuto oscuro de sentimienos qe de geable, un polvilo ene a inmensa organización de cosas y poderes que le sacan de a mano todo progreso, espirituaidad valores, a n de conducirlo de la frma de vida subjeiva a la de una puramente objetiva Basta tan sóo señalar que as grandes ciudades son e verdadero escenario de esa culura que crece por encima de todo lo personal Aquí se oece, en as construcciones y en las instituciones de enseñanza, en los miagros y en el confr de una écnica superadora de espacios y distancias en as rmas de la vida de a comunidad y en as instituciones visi bles del Esado un conuno tan avasalador de un espritu cristalizado e impersona que, por as decirlo la personalidad G.SIMMEL
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no está en condiciones de resistir. Por una parte la vida se le vuelve exremadamente fáci en la medida en que por todas pares se le oecen incitaciones, intereses rmas de llenar e tiempo y a conciencia y es arrastrado por una corriente en la que no necesia haer el menor movimiento para man tenerse a ote. ero por otra parte la vida se va integrando cada vez más con esos contenidos y oecimientos imperso nales que aspiran a desplazar los matices y peculiaridades incomparablemente personales; por esta razón para salvar o intrínsecamente personal el individuo iene que esrzar se enormemente en sus peculiaridades y dsinciones tiene que exagerarlas a n de hacerse or y legar a ser sí mismo. La atroa de o individual debido a la hiperroa de la cul ura objeiva es una de las razones del enconado odio que los predicadores de individalismo encabezados por Nietzsche sienten por las grandes ciudades pero también es una razón del apasionado amor que suelen despertar las grandes ciu dades precisamente en tanto anunciadoras y redentoras de las ansias más insatischas de individuo Si uno invesiga estas dos rmas del individualismo que se nutren de as relaciones cuaniativas de la gran ciudad: la independencia individua y la rmación de un modo especial y persona de ser desde el punto de vista de su ubicación his tórica enonces la gran iudad adquiere un valor toalmente nuevo en la historia universal del espíritu. E siglo XVIII en contró a individuo sujeto a aaduras rzadas y que ya care cían de senido de tipo agrario estamental y relgioso es de cir restricciones que imponían a os hombres rmas antina turales y desigualdades que haca ya tiempo eran injusas n esta situación surgió e camor por libertad e igualdad la creencia en la otal ibertad de movimiento del individuo en todas las relaciones sociales y espirituales que haría surgir en todos el mismo noble núleo común que la naturaleza ha co e e J este ideal del beralismo en el siglo XIX se desarroló a ra vés de Goehe y el romanticismo por una parte y la división económica de trabajo por otra oro nómeno los individuos liberados de los vnculos históricos quisieron también di renciarse entre s Ya no es lo «universalmene huano» en cada individuo sino precisamente la pecuiaridad y la incom parabildad cualitativa la sede de su vaor n la lucha y en los cambiantes entrecruzamienos de estos dos tipos que de terminan el papel del sujeo denro de la sociedad transcurre tanto a hisoria externa como la inerna de nuestra época. a función de las grandes ciudades consiste en ser e lu gar de polémica y de los intentos de reconciiación de estas
dos tendencias a ponernos de manieso sus peculiares con diciones como oportunidades y estmulos para e desarrollo de ambas. De esa manera adquieren una única y notoria importancia como lugar fecundo del desarrollo de a exsen cia espiritual; se maniesan como una de aquelas grandes rmaciones históricas en las que uyen y se desenvuelven con igualdad de derechos las corrientes opuestas que abar can la vida ero con ello sean sus diversos nómenos sim páicos o antipáticos para nosotros saen de a esra que co rresponde a un juez ente a nosoros Como esos poderes se encuentran tano en a raz como en a copa de toda a vida hisórica a la que pertenecemos en la gaz exisencia de una célula nuestra tarea no es la de acusar o personar sino tan sólo la de comprender 2.3 La dicotomía rural - rbano
Louis Wirth
El urbanismo como mod de vida (1938), Ediciones 3 Buenos Ares 1968
a) La ciudad y la civilización contemporánea
Así como el comienzo de la civiización occidental se ca racerizó por la instalación permanente de puebos nómadas en la cuenca del Mediterráneo e comienzo de o que es dis tintivamene moderno en nuesra civilización se caracteriza por el crecimiento de las grandes ciudades n ningna par @ @ gánica que bajo as condiciones de vida propias de las gran des ciudades El mundo contemporáneo ya no presenta l cuadro de pequeños grupos aislados de seres humanos dis persos sobre un vasto terriori tal como Suer describió a la sociedad primitiva l rasgo que distingue el modo de vida del hombre de la edad moderna es su concentración en agre gados giganescos que irradian as ideas y prácicas que lla mamos civilización y alrededor de los cuales se aglomeran 1 .
Wiam Graham Sumne, Folkways, Boston 1906 12 (Hay tadución casteana: Los puebos y sus costumbrs Kraf Benos Aies N. del T.) 1
cetros mo. grdo n que mdo otmporáo pd sr amado rbao o s tra o orrtamt m dido por la proporió d hombrs q, sobr a pobaó total, vi as idads Las iias q a idad jr sobr a da soa d hombr so mayors d lo q i diara a maitd d a poblaió rbaa, ps a idad o s sólo la morada y l talr d hombr modro, sio tambié l tro d iaió y otro d a vida oómi a políta y tra q ha atraído a s órbta las más r motas parts d mdo y trlazado osmos divrsas áras, pblos y atividads E rmto d as idads y la baizaió d mdo s o d os hos más imprsoats d os tm pos modros Aq s mposibl stablr rma pr isa qé proporió d a pobaió tota mdia, stimada .800000000 d habitats, s rbaa l 69,22% d a obaió tota d aqos paíss q sost a distiió tr áras rbaas y rras o s 2 •
Más aú osidrado l hho d q a pobaó dl do stá my dsialmt distrbida y q aos os paíss sóo ritmt toados por dstralis o rimto d as idads o ha sdo my itso t promdio sbstima a xtsó aazada por la o traió rbaa aqos pass dod impato d a voó idstria ha sdo más iota y d ha mos ct. Esta trasrmaió d a soidad rral a domatmt rbaa aaida áras dstralza s tas omo os stados Uidos y l Japó apso d 1a smpl raió irtamt aompañada por bios q ha atado profdamt todos os asptos a ida soal So stos ambos y ss ramiaios los q lama a •{
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dos d vda rra y rbao E matimto d st i 1•�s s prrrqisito idispsab para a omprsó sbl domiio d alos d los más rals probmas mporáos d a vida soia ps promt smstrar d as prsptivas más rvladoras para a itlió s ambos q stá orrdo a atraza ha : y ord soial 3
S. V earson The Growth and Distribution of Population, Nueva York U 2 'Considerando que a vida rural en los Estados nidos ha sido duran J; g tiempo asnto de consdeable interés para as ocnas uberna
Dado q a idad s prodto dl rimto ats q d a raió istatáa, pd spors q las i as q jr sobr os modos d vda o ora xtir par por ompto os modos prviamt domiats d aso aó hmaa Por tato, y rado mayor o mor stra vda soa mstra hlas d a tmpraa soi dad k d a q so modos aratrístios d staaó as rajas, a hada («maor») y la va Ta iia hstória stá rrzada por la irstaa d q a poba ió d a idad misma s ra mdida rtada ampo, dod prsist modo d vida q rrda aq a rma primra D aq q o os sa dado sprar haazo d varaos abrptas y disotas tr os t pos rbao y rra d prsoaidad La idad y ampo db sr vstos omo dos polos y todos os stabimtos hmaos td a aomodars o rlaió a o otro d os 4
Tomado a sodad rbaa-idstra y a sodad lk-rra omo tipos idas d omdads, podmos ob tr a prsptva para aálsis d los modlos básos d asoiaió maa, ta omo apar la ivilizaió otmporáa
b) Una defnición soiológica de la ciudad A psar d la siiaió q a dad ti s tra ivilizaió, l ooimito d la atraza d rbais mo y dl proso d rbaizaió s pobr Cirtamt, s
mentales, el � n ? efº i1o a _ prs i e te Te odoro Roos elt e 909 P notabe de exposición cmprensiva y es dino de señaar que ninuna n vestacón ocia sobre la vda urbana pudo comparársela hasta el estable cimiento de un omité de Investacón sobe rbanismo (Research Comittee on Urbanism) de Natonal Resources ommittee. ( «Ou iies: Thei Roe n the National Economy» Govenment rntn Oce Washinton 937) 'Soiedad Fok: tipo ideal de sociedad opuesto a tipo ideal ubano in dustrial y en el que se dn como características undamentaes, entre otas, el tamao reducido, el aisamiento con respecto a otra socedad e peaa betismo la homoeneidad en cuanto a que sus interantes comparten a misma tradición y valores en ella la división de tabajo es mínima, a nte eación es tpicamente esona la economa es de status y no de mecado, o sarado prevalece sobre lo secular Ver Robet Redeld The Primitive Word and its ansformations orne niversty ress Ithaca N 953 y Hoace Miner «The lk-urban continuum» Amerian Soiologial Review 7 (octubre 95) N de
han hecho muchos intentos para aislar las características distintivas de a vida urbana. Geógras, historiadores, economistas y estudiosos de ciencias polticas han incorporado os puntos de vista de sus respectivas disciplinas en diversas deniciones de la ciudad Aunque de manera alguna se in tente reempazar a éstas, la frmulación de un enque so ciológico de la ciudad puede servir incidentalmente para a mar la atención hacia sus interrelaciones acentuando las ca ractersticas peculiares de la ciudad como frma particular de asociación humana Una deinición de la ciudad sociológicamente signicati va busca seeccionar aqueos eementos de urbanismo que lo caracterizan como un modo distintivo de la vida humana de grupo Caracterizar como urbana una comunidad sólo sobre la base de su tamaño es obviamente arbirario Es dicil defnder semejante denición censal que designa como ur bana a una comuidad de 2.500 habitantes o más y a todas las menores como ruraes. La situación sería a misma si el criterio ese 4.000, 8000, 10000 2000 ó 100000 habi tantes, pues aunque en el útimo caso podemos sentir que es tamos más cerca de un agregado urbano que tratándose de comunidades de menor tamaño, ninguna denición del ur banismo puede pretender ser completamente satisfctoria en tanto las cias sean consideradas como criterio único Además, no es dicil demostrar que comunidades que poseen un número menor de habitantes de que indica aquel límite ar bitrario, pero que están situadas en la esra de inuencia de los centros metropolitanos, tienen mayor derecho a ser reco nocidos como urbanos que otras de mayor extensión, pero que levan una existencia más aislada, en un área predominantemente rural
vida El desarrolo tecnológico de los transportes y la comu nicación, que marcó virtualmente una nueva época en la his toria humana, ha acentuado el papel de las ciudades como elementos dominantes de nuestra civilización y extendido enormemente el modo urbano de vida más allá de los con nes de la ciudad misma El dominio de la ciudad, especia mente de la gran ciudad, puede ser visto como una conse cuencia de a concentración operada en ella de servicios y ac tividades industriales, comerciales, nancieras y administra tivas; de lneas de transporte y comunicación de equipos cul turales y recreativos tales como la prensa, estaciones de ra dio, teatros bibliotecas, museos, saas de conciertos, teatros íricos, hospitales, instituciones de educación superior cen tros de investigaciones, publicidad, organizaciones prosionales de instituciones reigiosas y de benecencia Si no era por la atracción y sugestiones que la ciudad ejerce sobre la pobación rural a través de estos instrumentos, las direncias entre os modos de vida rul y urbano seran mayo res aún de lo que son. Urbanización no denota ya meramen te e proceso por el cual las personas son atraídas a un lugar llamado ciudad e incorporadas a su sistema de vida Reere también esa acentuación acumulativa de las caractersticas distintivas del modo de vida que está asociado a crecimien to de las ciudades y, nalmente, os cambios en a dirección de los modos de vida reconocidos como urbanos y manies tos en la gente que, dondequiera que se hae, ha suido e hechicero infujo que la ciudad ejere en virtud del poder de sus instituciones y personalidades a través de los medios de comunicación y transporte os defctos imputables al enque de quienes conside ran el número de habitantes de una concentración criterio sufciente para determinar su carácter rural o ubano son iguamente imputables en buena parte al planteamiento de
Finamente, debe reconocerse que las deniciones cen le están indebidamente infuidas or e hecho de e a ciudad, donde los límites legles representan un papel deci sivo deineando e área urbana es siempre estadísticamente hablando, un concepto administrativo En ninguna parte es esto más caramente maniesto que en las concentraciones de población de las peririas de os grandes centros metro politanos que atraviesan los arbitrarios lmites administrativos de ciudad, jurisdicción, stado y nación
Sea que como criterio para la determinación del carácter urbano de una concentración aceptemos e de una densidad mnima de 0.000 personas por mia cuadrada, propuesto por Jeerson 5, o el de 000, sustentado por Wilcox está claro que, a menos que la densidad esté correlacionada con caractersticas sociales signicativas, sóo puede suministra
n tanto identiquemos urbanismo con la entidad sica de a ciudad viéndoa sóo como rígidamente delimitada en el espacio, y procedamos como si los atributos urbanos cesa ran abruptamente de manistarse más aá de una lnea li mítrof arbitraria, no estaremos en condiciones de eaborar ninguna adecuada concepción de urbanismo como modo de
'Mark Jeerson, «The Anthropogeogray of Soe Great Ciies», Bu//. American Geographical Society XLI (909) 537-66. "Waler F Wlcox «A Deniion of Cy in erms o Densy», en E. Burguess, The Urban Community, Chicago 1926 9
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una basr abitaia de dencacón ente comundades u ales y ubanas. Dado que nuestos censos de áea computan a poblacón noctuna ás ben que la duna, la egón de vda huana ás ntensa -el cento de a cudad tene ge neaente una baja densdad de pobacón, y as áeas n dustaes y comecales de la cudad, que contenen as act vdades econócas más caacteísticas, subyacentes a a so cedad ubana, en eadad seían escasaente ubanas s l a densdad ea tealmente ntepetada como seña de u banso Sn ebago e hecho de que a comundad uba na se dstngue po un gan agegado y una densdad de po blacón elatvaente ata no puede deja de se tendo en cuenta en una dencón de a cudad En todo caso, estos c teos deben consdease elatvos al contexto cutua gene al en e que sugen y exsten as cudades, y socológca ente elevantes sóo en tanto opean como ctoes cond conantes de a vda soca Las smas cítcas se apcan a cteos tales coo a ocupacón de os habtantes y a exstenca de cetos sev cos púbcos nsttucones y mas de oganzacón potca La cuestón no es s las cudades en nuesta cvlzacón o en otas, exhben estos asgos dstntvos, sno a de s poseen la potenca paa moldea e caácte de a vda soca en su ma especícamente ubana A ntenta ua una dencón cunda, tampoco po deos pemtnos pasa po alto as gandes vaacones que se dan ente as cudades Medante una tpologa de cu dades basada en e tamaño, a ubcacón, a edad y a ncón de las msmas, coo a que ntentamos establece en nuesto ecente nme al Natona Resouces Cottee 1, heos poddo odena y clasca las coundades ubanas en una escala que uctúa desde pueblos pequeños y pecaos hasta oecenes centos metopoltanos mundaes; desde asa colas hasta póspeos puetos cosmopotas y conubacones comecaes e ndustales Dencas como ésas se hacen cucaes, ya que as caacteístcas e nuencas socales de as dentes «cudades» vaan ampamente Una dencón út de ubanso no debeía mtase a denota as caacteístcas esencaes que todas as cudades po o enos en nuesta cutua tenen en coún, sno que debeía pestase al descubmento de sus vaacones Una
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cudad ndustal dá sgncatvamente, en los aspectos socales, de una cudad coeca, nea pesquea, unve staa o capta Una cudad de una soa ndusta pesenta á una see de caacteístcas socaes dfeente de la de una cudad de uchas ndustas, así como o haá una cudad n dustamente equbada especto de una desequlbada, un sububo especto de un satéte, un sububo ndustal con eacón a un sububo esdenca, una cudad de una e gón metopotana especto de una que no petenece a ea, una cudad vea con eacón a una nueva, una cudad sue ña especto de una de Nueva Inglatea, una cudad del cen to o de este con eacón a una de la costa de Pacíco, u na cudad en cecmento especto de una estable u ota deca dente. Una dencón socoógca coo es obvo, debe se o su centemente cusva como paa compende toda caacte ístca esencal que os dentes tpos de cudades tengan en común en tanto entdades socaes; de modo gualmente ob vo, no puede se tan detallada como paa toa en cuenta todas as vaacones mplíctas en as dvesas cases que he mos esquematzado Pesumblemente, agunas de as caac testcas de as cudades son ás sgncatvas que otas en cuanto a condconamento de a natuaeza de la vda uba na y cabe espea que los asgos saentes de la escena u banosocal vaíen de acuedo con e tamaño, densdad y d encas de tpo nconal de cudades Adeás, podemos n que a vda ua tendá la maca de ubanso en a edda en que expemente a n uenca de las cudades a tavés del contacto y a comunca cón Puede contbu a a cladad de as poposcones que se anuncan a contnuacón, a epet que, entas que el «ocus» del ubansmo como modo de vda debe se encon i enen los equstos que estableceeos como dentoos de a cudad, el ubanso no está connado a taes ocadades sno que se anesta en gado vaabe dondequea que pe neten as nuencas de la cudad El ubanso, ese co peo de asgos que componen el odo caacteístco de la vda en as cudades, y a ubanzacón, que denota e desa oo y extensón de esos ctoes, no se encuenta pues ex clusvamente en estabecmentos que son cudades en un sentdo sco y demogáco Con todo, deben enconta su más ponuncada expesón en taes áeas, especaente en las cudades eopotanas. Al mua una dencón de la cudad, es necesao tene ceta cautea paa no ncu en a dentcacón de ubansmo como modo de vda con cua
quier inuencia ctural especca, local o históricamente condicionada que, aunque pueda actar signicativamente el carácter especíco de la comunidad, no sea e determi nante esencial de su carácter como ciudad. Es particularmente importante llamar la atnción sobre e peligro de conndir urbanismo con industrialismo y capi taismo moderno El surgimiento de las ciudades en el mun do moderno no es sin duda, independiente de la emergencia de a moderna tecnología de las máquinas a erza motriz de la producción en serie y de la empresa capitaista Pero por direntes que, respecto de las ciudades de épocas tempranas y de un orden preindustrial y precapitalista, hayan llegao a ser, en virtud de su desarrolo, las grandes ciudades actuaes, aquéllas eron con todo, ciudades Para propósitos sociológicos una ciudad puede ser de nida como un establecimiento relativamente grande, denso y permanente de individuos socialmente heterogéneos Sobre la base de os postulados que esta denición mínima sostie ne, una teoría del urbanismo puede ser rmuada a a uz de conocimiento existente sobre grupos sociales e) Una torí dl ubanismo
En la rica iteratura acerca de la ciudad buscamos en vano una teoría del urbanismo que oezca de un modo sis temático conocimientos asequibles concernientes a la ciudad como una entidad social Ciertamente, disponemos de exce lentes rmulaciones teóricas acerca de problemas especia les taes como el de crecimiento de la ciudad visto como una tendencia histórica y como un proceso recurrente 8, una rica literatura exponente de ideas de relevancia sociológica y es tudios empíricos que oecen inrmación detallada sobre una varea · Pero a pesar de las últipls investigaciones y libros de tex to sobre la ciudad, aún no contamos con la posibiidad de de rivar un conjunto comprensivo de hipótesis a partir de una serie de postuados implícitamente contenidos en una deni ción socioógica de la ciudad, ni con conocimientos sociológi cos generaes que puedan ser vericados a través de la in vestigación empírica Los enques más cercanos a una teo ría sistemática del urbanismo hállanse en un penetrante en'Ver Rober E. Park, rest W Brgess, e a The City Chicago 1925 especiamene cap. y Ill; Wernr Sombar, «Sadsce Sedlung Sad», en Handwórterbuch der Soziologie, de Ared Verkand Sgar 1931
sayo «Die Stadt», de Max Webr 9 y en un memorabe artí cuo de Robert Park sobre «a iudad: sugestiones para la investigación de la conducta humana en un medio ambiente bano» Pero aun estas excelentes contribuciones están e jos de constituir un marco teórico de refrencia ordenado y coherente mediante el cua pueda operar provechosamente la investigación En las páginas que siguen trataremos de ex poner un número limitado de características identicatorias de la ciudad Dadas estas características indicaremos a a luz de a teoría socioógica genera y de la investigación em pírica, qué consecuencias u otras características las acompa ñan De este modo, esperamos arribar a proposiciones esen ciales que comprendan una teoría de urbanismo Agunas de estas proposiciones pueden ser apoyadas por un conunto considerable de materias de investigación, fá cimente asequibles; otras deben ser aceptadas como hipóte sis para las que existe una cierta cantidad de evidencia pre suntiva, pero para as que se requiere una vercación más amplia y exacta. Esperamos que, al menos, tal procedimien to muestre qué nive se ha acanzado y cuáes son las hipóte sis más ructíeras y cruciales para la investigación tura El problema central del socióogo de la ciudad es descu brir las rmas de acción y organización sociales que de modo típico emergen aí donde se da el establecimiento re ativamente permanente y compacto de grandes cantidades de individuos heterogéneos Debemos también inrir que e urbanismo asumirá rmas más características y extremas en la medida en que se den las condiciones con as cuales es congruente Así, cuanto más grande más densamente poba da y más heterogénea sea una comunidad, más acentuadas estarán las características asociadas con el urbanismo Debe empero reconocerse que en el mundo social de las institu ciones rácticas pueden ser aceptadas y continuadas por razones distintas a s que ogaene es eron e cia y que acorde con esto el modo urbano de vida puede per petuarse bao condiciones bastante distintas de aquellas que eron necesarias para originarlo Quizá quepa algna justicación de la elección de los principales términos empleados en nuestra denición de la ciudad Se ha intentado hacerla tan incusiva y al mismo 10 .
Wirtschaft und Gesseschaft Tüiga 1925, pare I cap VII 51460. Hay raducción en casellano: Ecoomí y sociedad rad J. Medina cevaría Fondo de ulura conómc México 1944 (N del T.) w Park urgess e. al, o. c, cap. l.
tempo dentativa como era posble s cargara co su puestos ecesaros. Decr que so ecesaras grades ca tdades para costtur ua cudad sgca, por supuesto, grades catdades co reacó a u área restrgda o a u establecmeto de alta desdad Co todo, hay bueas ra zoes para tratar las «grades catdades» y a «desdad» como fctores separados desde que cada uo puede estar re lacoado co cosecuecas de reevaca socal dfretes Al msmo tempo, la ecesdad de agregar «la heterogee dad» a «catdades de poblacó» como u crtero dsttvo y ecesaro de urbasmo puede ser cuestoado ya que es de esperar que e grado de drecas varíe co la catdad. E desa de lo expuesto puede decrse que la cudad muestra ua clase y grado de heterogeedad de poblacó que o pued ser eteramete explcada por la ey de as grades catdades o represetada adecuadamete por me do de ua curva de dstrbucó ormal. Dado que la poba có de la cudad o se reproduce sólo por s msma, debe re cutar sus mgrates de otras cudades, de campo y -e ste pas hasta hace poco- de otros países Así hstórca ete la cudad ha sdo u crsol de razas getes y culturas y la base más vorable para uevos hbrdos bológcos y culturaes No sólo ha toerado so també gratcado las drecas dvduaes. Ha udo a getes de los coes de a terra por ser dferetes y así, útles uos a otros ates ue por ser homogéeos y de metaldades smlares • Hay u úmero de proposcoes socológcas reretes ;1 la relacó etre cantidad de población, densidad del esta/cimiento, heterogeneidad de los habitantes y vida de gru que puede ser rmuladas sobre la base de la observa y a vestgacó. •
Ya desde La Política de Arstóteles 12 se recooce que el :to del úmero de habtates de u establecmeto " Quizá la incsión del término «permanente» en nuestra denición 1 •1r sr undada Si emos omitido la jstiicacón extensa de esta señal fda de o rbano, ha sdo pensando en lo obvio del heco de que a 1·1 u os estableciientos hmanos arragen de modo bastante per1111 n na localdad no peden surgir as características de la vida ur 1 cíprocamente de que la vida en conjunto de grandes cantdades I 11iduos heterogéneos bajo condiciones de ala densdad de poblacó n 1 ble sin el desarollo de una estructura más o menos tecnológica V esp ! 4.44 Tradcida al inglés por B Jowett, de donde se ex º' �ete cita: «Hay un límite para el tamao de los stados así como
más allá de u certo límte acta a las relacoes etre elos y el carácter de la cudad Como se ha señalado as grades catdades volucra ua esra mayor de varacoes d vduales Además cuato mayor es el úmero de dvduos que partcpa e u proceso de teraccó mayor es la d frecacó potecal etre eos. Por tato se puede supo er que los rasgos persoales as ocupacoes a vda cultu ral y las deas de los membros de ua comudad urbaa varará etre poos más amplamete separados que los de los habtates rurales. Fáclmete se puede rr que tales varacoes da surgmeto a la segregacó espacal de dvduos segú el color, a hereca étca el status ecoómco y socal, los gus tos y as prerecas Los lazos de paretesco y vecdad y los setmetos que surg de la vda e comú por gee racoes bajo ua comú tradcó k puede estar au setes o e el meor de os casos ser reatvamete débles e u agregado e e que los membros tee orígees y cul turas ta dversos E tales crcustacas, los mecasmos de competeca y cotrol rmal sumstra los susttutos para los vícuos de sodardad e que descasa ua soce dad lk. E aumeto e el úmero de habtates de ua comu dad más allá de uos pocos ceteares ecesaramete l
lo hay para otras cosas, plantas, animales, implementos; porque ningno de éstos retienen su poder natural cuando son demasiado grandes o demasia do pequeños sno que o perden enteramente s natraleza o se ecan a perder .. (Un) Estado compuesto de demasados pocos no es como s tado debe ser autosucente si en cambio tene demasiados aunque ato suiciente en todos los reqsitos esenciaes es una nación y no un stado siendo cas incapaz de un gobierno institucional. Porqe ¿quién puede ser eneral de una multtd tan vasta o ién s herado a menos e tena la voz de un Stentor? Por tanto un stado sólo comenza a existr cando ha ogrado una po blación sucente para a vda buena en la comidad poítica ciertamen te pede exceder ácilmente determinado por la experiencia Porque tanto gobernadores como gobernados tienen deberes que ejectar as nciones especiales de un gobernador son drgir y juzgar Per si los ciudadanos de un stado deben ser uzgados y distribuidos en los ocios de acuerdo a su mérito entonces ellos deben conocer e carácter de cada no donde no po sean este conocimiento tanto a eección de ocios como a decisón de pei tos legales será errónea Cando la pobación es my grande manesta mente está dispuesta al azar cosa qe como es obvio no debería ser así Además, en un Estado sobrepobado extranjeros y metecos adqurrán á cilmente los derechos de ciudadanos porqe ¿quén los descubrió? s claro entonces que e mejor límite de población de stado es el número más grande que baste para os propósitos de vida y pueda ser observado con na simple oeada Con esto alcanza respecto al tamao de la cidad» L. WfRTH
101
madaa lma pombroibilddadladcomunidad l ono imienR oconomutuo ndoy pla rsonal d ignifd una punón o odeavi d a e o iolhógiho,o,Max W b r ñal ó que, d una gran nm ro dquhabil anonos iy una gran d n d ad de pobl ó n s g nican n o pernoonalxi mutuoEl naum r lonohabcuanani aivo s inh invol rentus raa unaa í veunmeindad o n l carácer d la r la on s o a Como ñalaamb Simmel t
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«(Si) al incesante conaco exerno de canidad de personas en la ciudad correspondiera de modo proporciona el nú mero de reaccones inerna que se dan en un pequeño pueblo, donde cada uno conoce a oda persona que encuenra y con cada una de as cuales iene una reacón posva, uno estaría atomzado inrnamn por complo y caería en un esado menal increíble» 14•
La mul ipl i a i ó n d p ona n un tado de n t ra ión bajo ondi con qu hac n mpo ibl u on a o omo :lde laa Y¿ vida m n al ! d las iudad acomo una xplia uiónd l e ;aiae n n ·a/s l h b· · �:=dt:� z5o ir rodla awnn onl l num ro g _ q u v con q n uno una popor m nor, y d es oso de vda ne udaa, ono mono eno menos n own Caraon oeríro ienamente loals homb e surbanos se nSinu duda n ran uno pap l e am nte gm nados dependen de máqup rloonahabiparaan la rural ai , iópn rod dup nnd nidad diaria ne a esfra esaj ána onada a un asp o a am p íf o de de a ividad s Eso e l o qu e en al m nt qui aro uando di ante qu qula iudd tá aaC r amizada porl? conigni ac cund a o pmao nt ona to Ip larsonal dad pueden ara ran oo a, _pe yos onm nembargo, , up �al La r ma rv, la and1fnr un ar lya _1l0an p puo dd nhaser íoconqu1loadourbano t
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1' O. c., 514 1 Georg Simel Die Grosstdte und des Geisteslben, en Die Grosstadt
de Theodor Peterma, Dresden 1903 187-26.
dcontraadola, porxig anto omo r ursos d au o-inmuniza ó n ncia p r onal y a xpe ta iva d o ro La up rcial i dad, l anonima y l carác r ran itorio on y soa racional ale urbana a ripta n ambién inmelngbla lldaos lhabi oa rianlaación i dad ad g n ral d ladiudad Tdendutilmdada limiar lanidor ladionqus on nu stro ono o a l a s n l s irn nui siblramen on und mamodio paral papell logroquedeadanu unoro jupro ega vida omo pio f n En on mi n ra que l ind v iduo gana por una par i r o grado d man iparsna ión eoslidberalosigrupo ón r pín io dmolo spiunontro emo iona s o p rd dporparicipa otra, la auto xpr óni ne pon án a,nlaunamoralo yi dad l ntido ión qu al vivir in ograda E otoialconsal ualuy aluden Durkh alm ntmelnt nadoandod «anomía» va o dar rmaógi da. d organización o al exis enu na dn lalasodiv dadr at fcno l a nnouu niranaroud xrla ln�esEl �arác _nterp rsonalgm neariola y_1_dad ; �f: Ps t i:s � J! a _ op rac10n d l n xo pe unaro condu n a r a 10n d ¡�ti; :r 6 a ' n º a la uional yy au écii an oaupasugiional s.adaptabi El nt réidadpud lo obr i dad r l a qu mavduocol ólivoo pua ladorganización d mpr a , l a qu l o ind n finen graral mpr n grupo nLadivvdntaj ao adelaqusogoza a orpora ión sario ual i odadde individual indulorracurso -ubanod dmrivale nod ól la po ibil idadn undemundo enral i zar -ón dano yi nuc aliónma.p rpe ua inod lh cho d qu la corpora La sp ial i za ión d l o individuo , par i ul a m nt n ione ,laóobapu ded avanzar, taliónomodel Adam Sm lquous ocupa ñal ó sobre l a ampl i a mer ado a u v z a ntúa l a divi ión d l trabaj o . E t m r ad óln ogrann parm didaabao s también ido por elpor la udad dmilamaiuda u u n a on grand cantidad d hab an s El domino er
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de la cual na cudad o merópos es e e mnae, parcarmee en la esfra ecoóca (N de )
la cudad sobre la rgón interior crcundante se explica en ncón de la divsón el trabajo que la va urbana ocasio na y promueve. El extremo grao e esta interdepenenca e nestaliad aumenta ebo a la tendencia de toda cudad a especalzarse en aquellas nciones en las cuales tienen la mayor superioria En una comunia consttua por una canta e n viuos que excede a aquella en la que puean conocerse ín tmamente unos a otros y sea ado reunrlos en un solo lu gar, se hace necesaro comuncarse a través de meios ini rectos y articular los intereses nvuales por un proceso de elegacón Típcamente, en la ciua los ntereses se hacen ectivos a través e la representacón El inviduo cuenta poco, pero la voz el representante es oía con una deferen ca aproximaamente proporconal al número representao S ien esta caracterización el urbansmo, en tanto e riva e «granes cantaes», no agota de ninguna manera las nfrencas socológcas que porían ser extraías e nuestro conocimento de las relaciones entre el tamaño de un grupo y la conducta característca e sus membros, las aser cones hechas pueen servir, en enecio de la brevead, para ejemplcar la clase de proposicones que podrían ser desarrollaas •
Densidad
Coo en el caso el nmero tambén e la concentra cón en un espacio lmitado surgen certas consecuencias en relevanca para un análisis sociológco de la cua Sólo in icareos algunas e ellas al como Darwn lo señalo en relacón con la ora y fu na Dukheim resecto e las socead mento cuanttatvo entro de un área que se mantene cons tante (es ecr el aumento e su ensad) tiende a proucr dfrencacón y especalzacón dao que sólo así puee cha área soportar cantidaes crecientes De este moo la densa refuerza la acción de la cantda en punto a dver sicar hombres y actvaes y a aumentar la complejda e la estructura socal 16
'" Emie Drkhei, De la divison du travail social París 1932 248 (ay traduccón al astano: La división dl abajo soial, Dani Jr Madrid 28 N. de T)
Por el lado subjetvo como sugró Smmel, el estrecho contacto sico de numerosos nivuos prouce necesara mente un cabo en los medos a través e los cuales nos orientamos en el «medio urano, de moo partcular res pecto a nuestros compañeros Caracterstcamente nuestros contactos scos son estrechos pero nuestros contactos so cales son stantes El mundo urbano acenta el reconoc ento vsual Vemos el unfrme que enota el rol e los ncionarios y olviamos las excentricidades personales su yacentes al unfrme Tenemos a aqurr y a desarrollar una sensibila para un mundo de artectos y nos alejamos cada vez más del muno e la naturaleza Estamos expues tos a contrastes notoros entre esplenor y escualidez, rque za y poreza ntelgenca e gnoranca, oren y caos La competenca por el espaco es grane, e moo que caa área tende a ser usada e manera que produzca el mayor provecho económco El lugar de trabajo tene a socarse del lugar e resencia, pues la proximida de estableci mentos nustrales y comerciales tornan a un área cual quera, econóica y socialmente ineseable para propóstos residencales La ensda, los valores de la terra las rentas, la acce sildad, la salubrad, el prestgo, las conseraciones esté ticas, la ausencia e molestas tales como l rudo, el humo y la suceda etermnan el eseo de las versas áreas de la cua como lugares para el establecmento de los eren tes sectores de la población El lugar y la naturaleza el tra bajo los ngresos, las característcas racales y étnicas, el sta tus social, las costumbres, los hábitos los gustos, las prefe rencas y los prejucos están entre los ctores sgnfcatvos e acuerdo co los cuales la polacón urana es seleccona a y strbuda en nstalacones más o menos dfrencadas Dversos eleentos e la población _ue hatan un establecmo compacto tenen as, a segregarse unos de otros en la mea que sus requerentos y moos e vda son n compatibles unos con otros y en la meida en que son anta gónicos entre sí De moo smlar las personas e status y necesdades homogéneas se agrupan nconscientemente se selecconan conscentemente, o son rzadas a hacerlo por mperio e las circunstancas, entro e una misma área As, las dfrentes partes e la cua aqueren ncones especalzadas Consecuentemente, la cua tene a aseme jarse a un mosaco e munos socales onde la transicón de uno a otro es abrupta a yuxtaposcón e personaldaes y moos de vida dvergentes tene a proucr una perspec tva relatvista y un sentio e tolerancia haca las eren cas los que peen ser consderados como prerrequisitos de
la racionalidad y que conducen hacia la secularización de la vida 1. La vida y el trabajo en común de individuos que no tienen lazos sentimentales y emocionales fmentan un espritu de competencia, engrandecimiento y mutua explotación Se tiende a recurrir a controles rmales para contrarrestar la irresponsabilidad y el desorden potencial Sin una rígida ad herencia a rutinas predecibles, una gran sociedad compacta no sera casi capaz de mantenerse a s misma El reloj y las señales de tránsito son smbolos de las bases de nuestro or den social en el mundo urbano. El ecuente y estrecho con tacto sico unido a una gran distancia social acentúan la re serva mutua de individuos desligados entre s la que, de no estar compensada por otras oportunidades para una res puesta es causa del sentimiento de soledad El movimiento necesario y ecuente de gran número de individuos en un hábitat congestionado da lugar a roces y a la irritación. as tensiones nerviosas que derivan de tales ustraciones perso nales son acentuadas por el ritmo rápido y la tecnología com plicada, propios de la vida en las áreas densas 1
•
Heterogeneidad
a interacción social existente en el «medio» urbano en tre tal variedad de tipos de personalidad tiende a destruir la rigidez de las lneas de casta y a complicar la estructura de clases, produciendo as un entramado de estraticación so cial más direnciado y ramificado que el que se encuentra en sociedades más integradas a alta movilidad del individuo que lo introduce dentro del campo de estimulación de una gran cantidad de individuos diferentes y lo sujeta a status uctuante en los grupos sociales direnciados que compo nen la estructura social de la ciudad tiende a hacer que la inestabilidad e insegurida en el mundo sea como una norma Este echo ayuda a explicar también la sofsticación y el cosmopolitismo del individuo urbano Ningún grupo monopoliza la lealtad del individuo os grupos a los cuales está afado no se prestan fácilmente a un ordenamiento erárquico En virtud de los distintos intereses Hasta qué pto a segegación de la pobacó en disttas áreas cuuaes y ecoógcas y a acttd soca esutante de toeanca, aconadad y mentadad secar son uncoes de a densdad depedentemente de la heerogenedad es ago dc de detemina. Lo más pobabe es que estemos tatando aquí con fnómenos que son consecuenca de a accón s muánea de ambos factores. 1
104
PARA COMRENDER QUÉ ES LA CIDAD
que promueven los direntes aspectos de la vida social, el in dividuo es miembro de grupos ampliamente divergentes, cada uno de los cuales sólo unciona con refrencia a un sim ple segmento de su personalidad. Tampoco estos grupos per miten un ácil ordenamiento concéntrico tal que los más li mitados caigan dentro de la circunrencia de los más incl sivos como es muy probable suceda en la comunidad rural o en sociedades primitivas os grupos a los cuales la persona está aiada son más bien tangenciales uno con respecto a otro, o se conectan entre s de un modo muy variable. En parte a causa del poco arraigo sico de la población y en parte como resultado de su movilidad social, el cambio de la pertenencia a grupos es generalmente rápido Fluctúan el lugar de residencia el lugar y carácter del empleo, los in gresos y los intereses; la tarea de unir organizaciones y man tener y promover u conocimient mutuo íntimo y duradero entre sus miembros es, pues dicil Esto se aplica vvida mente a áreas locales dentro de la ciudad en las que las per sonas se segregan en virtud de las difrencias de raza idio ma, ingresos y status social más que por la elección o atrac ción positiva hacia individuos que se les asemejan. En ua proporción abrumadora el habitante de la ciu dad no es propietario de su hogar y dado que un hábitat transitorio no genera tradiciones y sentimientos rmes, sólo raramente es en realidad un vecino El individuo tiene esca sas posibilidades de acceder a una concepción de la ciudad como un todo o de reconocer su lugar en el esquema total Consecuentemente le resulta dicil determinar cuáles son sus propios «meores intereses» y decidir acrca de los pro blemas y lderes que le son presentados por los agentes de sugestión de masas os individuos que están así separados de los cuerpos organizados que integran la sociedad consti tuyen masas uidas que hacen que la conducta colectiva sea · ' " enca an proemaco Aunque por el reclutamiento de tipos variados requeri dos para la eecución de las diversas tareas, as como por la acentuación de su singularidad promovida mediante la com petencia y la graticación a la excentricidad, la novedad la ejecución eciente y la inventiva, la ciudad produce una po blación altamente difrenciada; también ejerce una inuen cia niveladora Dondequiera que se congreguen grandes can tidades de individuos direntemente constituidos se intro duce también el proceso de despersonalización Esta tenden cia niveladora es en parte inherene a la base económica de la ciudad. El desarrollo de las grandes ciudades por lo me nos en la edad moderna, dependa en alto grado de la erza
concentrada de vapor. El srgimiento de a fábrica hizo po sibe a producción en serie para n mercado impersona Sin embargo, a tota expotación de as posibiidades de la divi sión del trabajo y de a producción en masa sóo es posibe con la estandarización de procesos y prodctos. Una econo mía monetaria va apareada con ta sistema de prodcción. Progresivamente y a medida que as ciudades se desarroa ron sobre a base de ese sistema de producción e nexo pe cniario que impica a posibiidad de compra de servicios y cosas ha despazado a as reaciones personaes como base de asociación En estas circnstancias, a individalidad debe ser reempazada por as categorías. Cuando grandes cantidades de personas deben hacer uso común de servicios e institciones, tiene que srgir n arrego para ajstar os servicios e institciones a as necesi dades de la persona promedio antes que a as de los indivi dos particlares Las ventaas de os servicios públicos y de las institciones recreativas cturaes y edcativas, deben ser austadas a os requerimientos de as masas Simiar mente, as instituciones cturales, taes como escueas, cine matógras, radis y periódicos, en virtud de carácter masi vo de s cientela deben operar necesariamente como in uencias niveladoras. E proceso poltico tal como aparece en a vida bana no podría ser expicado sin tomar en centa as amadas a as masas hechos a través de modernas técni cas de propaganda Si e individuo qiere participar de ag na manera en a vida socia, política y económica de a ci dad, debe sbordinar algo de su individaidad a las deman das de la comnidad más ampia y en esa medida smergir se en os movimientos de masas d) Relación entre una teor del urbanismo la investiación sociolóica
Mediante n conunto de teorías ta como e que qeda deineado iustrativamente más arriba os compicados y utifcéticos nómenos de rbanismo peden ser anaiza dos en nción de un número imitado de categorías básicas De este modo e enqe socioógico de a cidad adqiere a nidad y coherencia esencia, capacitando a investiga or empírico no sóo para encar en rma meramente dis tiva los probemas y procesos qe caen propiamente en s apo, sno también para tratar su materia de n modo más tegrado y sistemático Cabe indicar nos pocos descubri entos típicos de la investigación empica en e campo del 1banismo, con especia rerencia a os Estados Unidos, ra vericar as proposiciones teóricas señaadas en as pá-
ginas precedentes; cabe, asimismo, bosquejar agnos de os probemas crciaes para n estudio más ampio. arece posibe explicar as características de a vida ur bana y dar centa de as direncias entre cidades de diver sos tamaños y tipos sobre a base de as tres variabes: can tidad densidad y grado de heterogeneidad de a pobación urbana. E rbanismo en tanto modo característico de vida pue de ser encado empíricamente desde tres puntos de vista in terrelacionados como una estructura física que comprende una base de población, una tecnolog y un orden ecológico; como un sistema de organización social que involucra una estructura social característica, una serie de instituciones sociales y una pauta típica de relaciones sociales y como un conjunto de actitudes e ideas y una constelación de personalidades comprometidas en formas típicas de conducta colectiva y sujetas a mecanismos característicos de control so cial. •
El urbanismo en una perspectiva ecológica
Ya que se trata de una estructura sica y de procesos ecológicos, somos capaces de operar con ndices aproxima damente obetivos se hace posibe arribar a resutados bas tante precisos y generamente cantitativos. E dominio de a ciudad sobre ss hinterlands se hace expicabe a través de las caractersticas ncionaes de la cidad, que derivan en gran medida de os ectos de a cantidad y a densidad. M chas de las fciidades técnicas ocios y organizaciones sur gidas de a vida urbana sóo pueden crecer y prosperar en ciudades donde a demanda es scientemente grande. a natraleza y escala de os servicios sministrados por estas oranizaciones e institciones la ventaa de qe gozan en comparación con servicios menos desarrollados, de puebos más pequeños, acrecientan el dominio de la ciudad y a de pendencia de regiones todavía más amplias respecto de a metrópoi centra La composición de a población urbana muestra e n cionamiento de ctores seectivos y de direnciación Las ciudades contieen una mayor proporción de personas en a primavera de a vida que as áreas ruraes que contienen gente más viea y muy oven n esto, como en mchos otros aspectos, cuanto más grande es a ciudad, más manifiestas son las caractersticas especcas de rbanismo. Con excep ción de as grandes cidades, que han atrado e grueso de varones extraneros, y otros pocos tipos especiaes de ciudad,
las mujeres predominan numéricamente sobre os hombres. La heerogeneidad de a pobación urbana es aún más evi dene a lo largo de as neas raciaes y étnicas. os exranje ros nacidos era de aquélla y sus hijos consiuyen aproxi madamene os dos ercios de la población de ciudades de más de un millón de habitantes Su proporción en a poba ción urbana declina a medida que decrece e amaño de a ciudad, hasa que en as áreas rurales comprende no más de un sexo de la pobación toa Igualmene las grandes ciu dades han araído más negros y oros grupos raciaes que las pequeñas comunidades Considerando que a edad, el sexo, la raza y e origen étnico están asociados con otros ctores ales como ocupación e inerés se hace claro que una de as mayores caractersicas de os habianes urbanos es la la de simiiud exisene entre eos. Masas tan numerosas y de rasgos an direntes como las que enconramos acuamen te en las ciudades de os Estados Unidos no haban coexisi do nunca en an esrecho contaco sico. as ciudades en ge neral, y especialmente as ciudades noreamericanas com prenden una mezcla de gentes y culturas de modos de vida atamene direnciados entre los cuaes sólo hay, a menudo, una muy débil comunicación, la indirencia más grande y la más ampia tolerancia; ocasionamente puede darse una ri validad áspera siempre el más agudo conraste. El acaso de la población urbana para reproducirse por s misma parece ser una consecuencia biológica de una com binación de cores dados en e complejo de la vida urbana a decinación de la asa de naaidad puede en general con siderarse como uno de los signos más caracerísticos de la urbanización del mundo occidenal Mienras que a asa de moralidad en las ciudades es ligeramente mayor que en e campo la direncia saliene enre el acaso de las ciudades · ' l del asado consiste en que éstas o debían a as atas tasas de morai dad en anto que aquélas desde que se han hecho más ap as para la vida desde el punto de visa de la saubridad lo deben a as bajas asas de naaidad Esas caracterísicas biológicas de la población urbana son sociológicamente signicativas no sólo porque re ejan el modo urbano de exisencia sino ambién porque condicio nan el crecimiento y turo dominio de las ciudades y su or ganización socia básica Dado que las ciudades son comuni dades consumidoras anes que producoras de hombres e valor de la vida humana y la esimación social de la perso nalidad no dejaron de ser actados por el balance de naci mienos y mueres La paua del uso de la ierra, de los vao106
PR COMPRENDER QUÉ ES LA CIUDD
res de a ierra, de las renas y la propiedad, de la naurale za y funcionamieno de as esructuras sicas de las vivien das, de los servicios de ransporte y comunicación, de os servicios púbcos esas y oras ses de mecanismo sico de a ciudad no son nómenos aislados y no relacionados con a ciudad como enidad socia sino que son actados por e modo urbano de vida, a que a su vez acan. •
El urbanismo como forma de organización social
os rasgos característicos de modo de vida ubano han sido a menudo descrios sociológicamene como consisenes en la susitución de conactos prmarios por secundarios el debiiamiento de os vnculos de parenesco y a decadencia de a signicación social de la miia a desaparición del ve cindario y la socavación de las bases radicionales de la soli daridad socia Todos esos nómenos pueden ser susan ciamente vericados a ravés de ndices objeivos. As, por ejemplo las bajas y declinantes asas urbanas de reproduc ción sugieren que la ciudad no conduce al tipo radicional de vida miliar, incluyendo la crianza de los niños y el mane nimiento del hogar como e «locus» de un crcuo compleo de actividades viaes a transrencia d e acividades indusria les educacionales y recreaivas e insiuciones especializadas exeriores a hogar ha privado a la miia de agunas de sus más caractersicas funciones hisóricas En las ciudades es más probable que as madres esén empleadas, los huéspe des son ecuentemente pare de a casa os matrimonios ienden a ser pospuesos y es grande la proporción de gene soiaria y aislada. as milias son menores que en el cam po y ecuenemente sin hijos a milia como unidad de vida socia esá emancipada de los grandes grupos de paren r individuales persiguen sus propios intereses divergentes en su vida voca cional, educacional religiosa, recreaiva y polica Funciones como e mantenimiento de la salud, métodos para aliviar las penalidades asociadas con la inseguridad persona y social, las previsiones para la educación a re creación y e adelano cuura han dado surgimieno a insi tuciones alamente especializadas sea en el ámbio de la co munidad, del Esado o aun con bases nacionaes Los mis mos cores que han causado esa mayor inseguridad perso nal ambién subyacen en los más amplios contrases que se dan entre individuos en el mundo urbano. Al mismo iempo que a ciudad ha desruido las rgdas neas de casa de la so ciedad preindustrial ha agudizado y direnciado los grupos
según ingresos y status. Po lo general una mayo propor ción de a población urbana adulta está más ventaosamente empleada que la población rural adulta La clase de los whi te-collar 18, que comprende los empleados de comercio, inte lectuales y profsonales, es propocionamente más numero sa en las grandes ciudades y centos metropolitanos y en pe queños pueblos que en el campo. En general, la ciudad desalienta una vda económica en la que en tiempos de cisis el individuo tenga una base de subsstencia a la cual ecui, y desaliente el tabajo por cuenta propia Si bien los ingesos de la gente de la ciudad son más altos que los de la del campo el costo de la vida tam bén parece se más alto en las gandes ciudades. a prope dad de una casa nvolucra mayores gravámenes y es cada vez más rara Los a1 q·eres son mas , a 1tos y a bsorben una gan proporción de los ingesos. Aunque el abtante urbano tenga el benecio de mucos servicios comunales, gasta ua gan propoción de sus ingresos en cuestiones tales como receación y ascenso social y solo una pequeña en comda debe omprar lo que los servcios comunales no suministan, y vralmente no ay ninguna necesidad umana que permaezca sin se explotada por el comercio. Poveer de emocioes y sumnstra medios de escape a las ocupaciones, la mootonía y la rutina, son las principales uncones de la recreaón ubana que en el meor de los casos propocionan meos para una autoexpresón creatva y una asociación de upo espontánea, pero que más típcamente producen en el ndo urbano por una pate, el espectado pasivo por la a el éroe que bate récords sensacionales l ombre urbano, educdo a un estado de impotencia ual como indivduo, está condenado, para obtene sus I' 1 otos individuos de intereses similares sto da por re ado la enorme multiplcación de organzaciones volunta digidas a una vaiedad tan gande de obetivos como :idades e intereses umanos existen. Mientras que por do los lazos tadicionales de la asociación umana se deblitado la existencia urbana involucra un estado de ependencia muco mayor ente los ombres y una r-
" White-collar o «trabajador de cueo lanco», grpo socia integran ¡ 1• ases medias compuesto fndamenamente por empeados oci; ócatas reriuidos mediante un saario: C. Wright Ms Las cla � /' en Noteaméica (wht colla), Aguiar Madrid 957 (N de T)
ma más complicada, ágil y volátil de interrelaciones mu tuas, en muchas de cuyas fses el indviduo como tal escasa mente puede ejercer algún contol Frecuentemente ay sólo una relación muy tenue entre la posición económca y los otos fctores báscos que detemnan la exstencia del indi vduo en el mundo urbano y los grupos de participación vo luntaia a los cuales está aliado; en tanto que en una soce dad pimitiva y en una rural generalmente es posible, sobre la base de uns pocos fctoes conocidos predecir quién per tenece a qué y quién está asociado con quién en cas todas las relaciones de la vida en a ciudad sólo podemos poyectar la pauta general de rmación y alación de gupos, y esta pauta pondrá de maniesto mucas incongruencias y con tradcciones. •
Personalidad urbana y conducta colectiva
Es a tavés de las activdades de los gupos voluntaros sean sus objetvos económicos, políticos, educacionales, recreativos o culturales, como el ombre urbano se expresa y desarrolla su pesonalidad, adquiere un status y es capaz de llevar a cabo el conjunto de actvidades que constituyen su vida Sin embargo se puede nfrir cilmente que el marco de refrencia organizatvo que producen estas funciones altamente diferenciadas no asegura por sí mismo la compatibildad e ntegrdad de personalidades cuyos ntereses abar ca. En estas circunstancas, es de esperar que la desorgani zación personal, el trastorno mental, e sucidio la delin cuencia el cimen la corrupción y el desorden prevalezcan con más eza en la comunidad urbana que en la ural Esto es conrmado por ndces de compaación de los que se dispo�e los mecanismos que s b cen a estos nómenos equeren empeo un mayor analiss Desde ue en la ciudad es imosble ara la mo los propósitos de grupo, apela individualmente a la gran cantidad de indvduos opuestos y dfrencados, y desde que es sólo a través de las organizaciones a las que los ombres petenecen, que sus intereses y recursos pueden se abarcados para una causa colectiva, puede infise que en la ciudad el contol socia se efctúa típicamente a través de grupos frmalmente organizados Sguese también que las masas de ombres en la ciudad están sujetas a la manipuación por medio de símbolos y es ereotipos y son conducidos por ndividuos que trabaan a dis tanca u operan invisiblemente detrás de la escena, a través del control de los instrumentos de comunicación n estas cir cunstancias, el autogobierno ya sea en el reino de lo econó-
mico lo poítco o o cutura, está reducido a una mera gura teraria o en e mejor de os casos, está sujeto a equibrio inestabe de os grupos de presión. En vsta de a inecacia de os actuaes azos de parentesco creamos ctcios grupos de parentesco Frente a a desaparición de a unidad terrtora como base de a soidaridad soca creamos unidades de inte reses Mientras tanto a cudad como comunidad se resueve en una serie de tenues reacones segmentadas y sobreim puestas en una base terrtoria con un centro denido pero sin una periria denda y descansa sobre una divisón de trabajo que trasciende a ocadad nmediata y es de acance unversa Cuanto mayor es a cantidad de personas en estado de interaccón más bajo es e nive de comuncación y mayor es a tendencia de a comunicación a fnconar sobre un nve eementa, es decr sobre a base de aqueas cosas que son supuestas como comunes y de nterés genera Por tanto, con respecto a as tendencias emergentes en e sistema de comunicación y a a tecnoogía de a producción y dstribución que han comenado su exstencia con a cvia cón moderna es obvo que debemos buscar os síntomas que ndicarán e probabe desarroo turo de urbanismo como un modo de vida soca La drección de os cambios que es tán en marcha con e urbanismo, sea para bien o para ma transrmarán no sóo a cudad sno e mundo todo. Agu nos de estos ctores y procesos báscos y as posibidades de su drección y contro nvitan a un estudio más detaado.
Sóo en tanto que e socóogo posea una cara concep ción de a cudad como una entidad soca y una teoría prac tcabe de urbansmo puede esperar e desarroo de un cuerpo unicado y conabe de conocimientos cosa que cer tamente no ocurre con a «socoogía urbana» de nuestros días Es de esperar que puedan ser determnados os criterios de reevanca y vaidez de os datos cticos, tomando este punto de partda para una teoría de urbanismo, ta como ha sido bosquejado en as páginas precedentes y eaborándoo, probándoo y revisándoo a a u de un mejor anásis y de a investgacón empírica a msceánea coeccón de inrma ción asada que ha encontrado hasta ahora su camno en os tratados socoógicos sobre a ciudad debe ser así examna da e ncorporada a un cuerpo coherente de conocimientos De paso diremos que sóo por medio de una teoría ta esca pará e socióogo de a út práctica de expresar en nombre de a cencia socioógica ua varedad de jucos cas insoporta be rerente a probemas taes como a pobreza e aoja mento a panicación de a ciudad, a sanidad a admnis tracón muncipa, a poicía e mercado e transporte y otros productos técncos Si ben e socióogo no puede resover nin guno de estos probemas práctcos -a menos por sí msmo- puede, si descubre su propia ncón hacer ua importante contribucón a su compresón y soución as perspectivas para eo son más briantes s se empea un enoque t eórco y genera que s se o hace a través de un enque «ad hoc»
3 YLACOMUNIDAD CIUDAD COMOPOLITICA SI,STEMA SOCIO-ESPACIAL Max Weber
La ciudad (la dominación no legítima) (1921) Referenias: Español Economí y soiedad, FCE, México 1964 (2 ed.) Traduc ª
ción ª ed 1944: J. Medina Echevarría y otros a partir de la 4 ed. alemana - Winckemann 9381046 Seleión de textos aartado . Concepo y categoras de ciudad 938955 y 4 La ciudad plebeya 998124 etos omados de esa publi cación y organzados según RohWttich reoques del autor. iudad as edicones de La Piuea Madrid 1987. Traducción Jua Varea y ernando AvarezUria.
Inglés Economy and oiet CP 1978. Ed a cargo de Roth Witc. cap. XVI 1221372. The Cit University Chicago Press 966. d. a cargo de D Martindale.
a) Concepto y categorís de la ciudad •
a naturaeza economca e a «cua»: asentamiento de mercado
Se puede intentar denir de diversos modos la «ciudad» . Pero a todas es es comn representar n asentamiento cerrado (por o menos reativamente), una «ocaidad» y no caeríos más o menos dspersos En as ciudades (caro que no óo en eas) as casas sueen estar muy juntas; en la actua idad, por o genera pared por medio La idea corriente suee enazar, además, a a paabra «ciudad» otras característias puramente cuantitativas; así al decir que se trata de a ran locaidad sta caracterización no es en s msma im recsa Sociológicamente considerada signicara a ocalad un asentamiento en casas pegadas unas a otras y muy
juntas que representan, por tanto un asentamiento ampio pero conexo pues de lo contrario taría e conocimento persona mutuo de os habitantes que es especíco de a asocacón de vecindad En ese caso sóo ocaidades reativamente grandes serían ciudades y dependería de las cond ciones cuturaes generaes en qué punto habra de empezarse a contar. ero para aqueas ocaidades que en e pasado poseyeron e carácter jurídico de ciudades no se apica ni con mucho esta característca Y en a Rusia actua existen «adeas» con varios mies de habitantes mayores que muchas «ciudades» antiguas por ejempo en e territorio de asentamientos poacos del oriente prusiano) que no contaban más que con unos cuantos centenares de vecinos tamaño por sí sóo no puede decdir. Si se intenta denir a ciudad económicamente, entonces tendramos que jar un asentamento a mayoría de cuyos habitantes vive de producto de a industria o de comerco y no de a agricutra ero no sería adecuado desgnar con e nombre de «ciudad» todas as ocaidades de este tipo Así, no podrían amarse «cudades» aquellos asentamientos que se componen de miembros de un clan con un soo tipo de ocupacón ndustria hereditaramente jado por ejempo as «adeas industriaes» de Asia y de Rusia Habría que añadir, como otra característica cierta «diversidad» de as ocupaciones industriales ero tampoco con esto tendríamos una caracterización decsiva Una ciudad puede fundarse de dos modos Ben sea exis ee ú e e e , na sede principesca como centro donde exista una industra en un régimen de especazacón, para dar satiscción a sus necesidades económicas o políticas y donde se traque a este ecto con mercancías ero un okos señora o principesco con un asentamiento de artesanos y comercantes sometidos a prestaciones personaes y a tributos, sea tan grande como se quiera no se suee denominar ciudad, a pesar de que hstóricamente una porción muy grande de las ciudades más importantes ha surgido de taes asentamientos y a producción para a corte del prncipe ha consttuido para mu chas de eas («cudades princpescas») una ente de ingre sos muy importante si no la más importante con que contaban sus habitantes. 109
Otra característica que habría que añadir para poder ha blar de «ciudad» sería la existencia de un intercambio regu lar y no ocasional de mercancías en la localidad, como ele mento esencial de la actividad lucrativa y del abastecimiento de sus habitantes; por tanto un mercado. Pero no cualquier mercado convierte a la localidad en que tiene lugar en «ciu dad». Mercados periódicos y frias anuales en los que en épocas determinadas se dan cita comerciantes de lejanos paí ses para cambiar entre sí sus mercaderías al por mayor o al por menor o colocarlas directamente en manos del consumi dor tenían lugar con mucha ecuencia en sitios que nosotros reconocimos como «aldeas» Hablaremos de «ciudad» en sentido económico cuando la población local satisce na parte económicamente esencial también mediante productos que los habitantes de la localidad y la población de los alre dedores producen o adqeren para colocarlos en el mercado. Toda ciudad en el sentido que aquí damos a la palabra es una «localidad de mercado» es decir que cuenta como cen tro económico del asentamiento con un mercado local y en el cual en vrtud de a especialización permanente de la pro ducción económica también la población no urbana se abas tece de productos industriales o de artículos de comercio o de ambos y como es natural los habitantes de la ciudad inter cambian los productos especiales de sus economías respecti vas y satiscen de este modo sus necesidades Suele ser lo normal que la ciudad tan pronto como se oece como una estructura dirente del campo sea a la vez sede de un señor o de un príncipe y lugar de mercado o posea centros econó micos de ambas especies -oikos y mercado y también es ecuente que tengan lugar periódicamente en la localidad además del mercado local regular rias de comerciantes viajeros Pero la ciudad en el sentido en que usamos el vo cablo auí es un asentamiento de mercado La existencia del mercado descansa con mucha ecuen cia en una concesión o garantía de protección del señor te rritorial o del príncipe el cual tiene interés por a parte en la orta regular de artículos mercantiles y de productos in dustriales extranjeros que le oece la feria y en las aduanas derechos de escolta y protección derechos de mercado de justicia etc que suele traer consigo y por otra en el asen tamiento local de industriales y tracantes que pueden pagar impuestos y tan pronto como el mercado trae consigo un asentamiento también espera sacar ganancias con las rentas del suelo Probabilidades éstas que tienen para él tanta ma yor importancia cuanto que se trata de ingresos monetarios que aumentan su tesoro de metales preciosos Puede ocurrir
que una ciudad carezca de este apoyo ni siquiera espacial en una sede señorial o principesca y que se plante en un ám bito adecuado en virtud de una concesión de un señor o prín cipe que no reside en la localidad o que nazca por usurpa ción de los interesados como un asentamiento de mercado O también se puede otorgar una oncesión a un emprendedor para que establezca un mercado y asiente habitantes en él Este fnómeno era bastante ecuente en la Edad Media es peciamente en la Europa nórdica oriental y central en las zonas donde se fundaron ciudades y se presenta también a lo largo de toda la historia y del planeta aunque no es lo nor mal Pero la ciudad podía nacer también sin ese apoyo en la corte principesca o en la concesión de príncipes mediante la reunión de intrusos piratas o comerciantes colonizadores o nativos dedicados al comercio intermediario y este nóme no ha sido bastante ecuente en las costas mediterráneas en los primeros tiempos de la Antigüedad y también en ocasio nes en los primeros tiempos de la dad Media Una ciudad semejante podía ser una pura localidad de mercado Pero de todos modos era más ecuente todavía la concurrencia de grandes haciendas patrimoniales principescas o señoriales por un lado y el mercado por otro La corte señorial o prin cipesca como punto de apoyo de la ciudad podía cubrir sus necesidades de modo preerente por economía natural me diante prestaciones personales y tributos en especie de los artesanos o comerciantes depedientes de ella o podía ha cerlo más bien por el cambio en el mercado urbano como su cliente de mayor capacidad adquisitiva. Cuanto más do minaba este último aspecto más resaltaba la base de merca do de la ciudad y cesaba ésta de ser un puro apéndice u mero «asentamiento de mercado» junto al oikos y a pesar de apoyarse en las grandes haciendas se conver _t!a en un �«?u de las ciudades principescas y su importancia económica ha marchado paralelas con incremento del abastecimient0 en el mercado de la hacienda del príncipe y de otras hacien das urbanas de los vasallos o grandes uncionarios que r maban su corte •
Tpos de cudad: de «consumidores», de «productores» «mercantil»
Se acercan al tipo de «ciudad principesca» es decir aquella ciudad cuyos habitantes dependen de sus probab dades adquisitivas de manera dominante directa o indir tamente del poder adquisitivo de la gran hacienda prin
pesca y de otras grandes hacendas, aquelas otras ciudades en las que e poder adquisitivo de otros grandes consudo res, es decir, os rentistas, determna de modo decsivo las probablidades lucratvas de los artesanos y comerciantes que la abitan. Pero estos grandes consuidores pueden ser de muy diversos tipos, según a clase y origen de sus ingre sos ueden ser: funconarios que gastan en ella sus ingresos legaes o ilegales, o señores territoriales y señores polítcos, que hacen o mismo con sus rentas inmobiliarias de uera de la ciudad o con otros ngresos, más bien de carácter polítco En ambos casos, la ciudad se acerca al tpo de «ciudad prin cipesca» descansa en ngresos patrmonales y poítcos que constituyen a base del poder adqustvo de los grandes con sumdores (ejempo de ciudad de unconaros, ekín, y de ciudad de rentstas, Moscú antes de a supresón de la servi dumbre) Hay que distnguir, en principio, de estos casos, otro que se le parece aquel en que rentas de la tierra, condiconadas por la «situación monopólica del tráco con ncas urbanas, que tenen, por tanto, sus uentes indrectamente en la n dustria y el comercio de a cudad, se concentran en manos de una aristocraca urbana extendida por todas las épocas, y muy especalente en a Antgüedad, desde los prmeros empos asta Bzancio, y también en a Edad Meda) La ciu ad no es entonces, económcamente, una ciudad de comer antes o de artesanos y esas rentas signican e tributo de s gentes industrosas a los dueños de casas. La separación ceptual entre este caso y ese otro en que lo determinante las rentas no urbanas no impde que en la realidad ams tipos se conundieran bastante en el pasado O, también, randes consumdores pueden ser rentistas que consu 1 en la ciudad ingresos1 de tpo lucrativo, en la actualidad • � l vo descansa, sobre todo, en entes rentístcas condico 1s por una economía monetara, especamente capitalis ; descansa en pensones de stado u otras rentas púb sí, la cudad de Wiesbaden, una verdadera ensionó n todos estos casos y otros parecdos, la ciudad re � mayor o menor grado, según las crcstancias, una / de consumidores. orque es decsivo para las proba s adquisitivas de sus artesanos y comerciantes la do 'n de esos grandes consumdores, de naturaea ·ia tan varia tenemos todo o contrario a ciudad es de pro y e crecimento de su pobación y el de su poder ad ¡ dscansa qw o rre en Essen o en Bo
cum están localiadas en eas brcas, manufacturas o n dustrias a domiclo que abastecen e exteror (tipo moderno) o exsten en la locaidad ndustras artesanaes cuyos pro ductos se envían uera (tipo asiático, antiguo y medieval). os consumidores del mercado ocal son, por una parte, os gran des consumdoes empresarios s es que residen en la loca lidad, lo que no siempre es el caso y, por otra parte, a masa de consuidores, trabajadores y artesanos pero en parte también, y como grandes consumidores, los comerciantes y rentistas indrectamente alimentados por elos ero la ciudad industrial, lo mismo que la cudad de con sumidores, se opone a la ciudad mercantil es decr, aquea en la que el poder adquisitivo de sus grandes consumidores descansa en la venta al detalle en e mercado local de pro ductos extranjeros (como los cortadores de paños de la Edad Media), o en la venta para era de productos naturaes o de artículos producidos por gente de la localidad como la Han sa con los arenques, o en la adquisción de productos ex tranjeros para colocarlos fuera con o sn almacenamientos en la ciudad (ciudades de comercio intermediaro) O también y éste es, naturalmente, un caso muy ecuente se combi nan todas estas cosas: la commenda y a societas maris de los países medterráneos signfcaban en gran parte que un trac tator (comercante viajero) conducía aca os mercados de Levante, con e capita que le habían encomendado en todo o en parte los capitalistas de la localidad, los productos de la misma o comprados en su mercado para venderos alí, com prar con el producto mercancías orentaes y traerlas al mer cado natvo, donde las vendía, repartiendo e producto según lo acordado entre el tractator y los capitalistas A menudo también se dirigía a Levante sin carga alguna or tanto, tam bén el pode dquisitivo r a apacida tru ara e la ciu ,
productores y en oposicón a a de consumdores, en expota cones industriaes locaes A las probabidades adqustvas de los comercantes se añaden as de os expedidores, trans portistas y otras numerosas probabidades de la ndustria mayor y menor Sin embargo, los negocos que componen la vida de estas explotacones sólo en e caso de a venta a de talle tienen lugar en el mercado local, mentras que, en e caso del comercio a exteror, en parte considerable, o pre ponderante, tienen lugar en el exteror Algo parecdo sgni ca en principio que una cudad moderna ondres, arís, Berlín) se convierta en sede de os prestamistas nacionales o internacionales y de os grandes bancos, o en sede de gran des sociedades anónmas o centrales de cártees (Dussedor La mayor parte de as ganancias que proceden de la indus
tria uyen en mayor grado que antes, a lugar distinto de aquel en que se obtienen. Y por otra parte, sumas crecientes de las ganancias no las consumen sus beneciarios en el gran centro urbano donde residen, sino fuera, en parte en los al rededores en el campo en hoteles internacionales etc. Pa ralelamente a éste, surge esa parte de la ciudad que se com pone casi exclusivamente, o exclusivamente de casas de ne gocios, la City, que más que una ciudad suele ser un barrio de la misma No nos proponemos oecer una casuística más detalla da como la que correspondería a una teoría rigurosamente económica de la ciudad Apenas cabe decir que las ciudades en la realidad representan casi siempre, tipos mixtos y que por tanto no pueden ser casicadas en cada caso más que teniendo en cuenta sus componentes económicos predomi nantes •
Relación de la ciudad con la agricultura
La relación de las ciudades con el campo no e en modo alguo unívoca. Se dieron y se dan «ciudades agrarias» es decir, lugares que como sedes de un tráco de mercado y de típicas industrias urbanas se alejan mucho del tipo medio de aldea, pero en ellas una acha capa de sus habitantes cubre sus necesidades en economía propia y hasta producen para el mercado. Lo normal es, ciertamente que cuanto mayor sea una ciudad sus habitantes dispongan menos de una tierra de cultivo que guarde alguna proporción con sus necesidades de sustento y que les sirva como medio de obtención de produc tos alimenticios, y tampoco disponen en la mayoría de los casos del aprovechamiento de pastos y bosque suciente para sus necesidades como suele suceder en una «aldea». a maor ciudad alemana de la Edad Media Colonia carecía por completo, y desde un princip0, por 10 que parece e a almenda de que no carecía ninguna aldea normal de enton ces Pero otras ciudades medievales alemanas y extranjeras disponían sin embargo de prados y bosque importantes a disposición de sus habitantes Y a medida que descendemos hacia el sur y retrocedemos hacia el pasado es más ecuen te el caso de ciudades que disponían de grandes campos de cultivo. Si en la actualidad consideramos que el habitante tí pico de la ciudad es un hombre que no cubre sus propias ne cesidades por el cultivo propio en la mayor parte de las ciu dades típicas de la Atigüedad (polis) ocurría precisamente lo contrario. Ya veremos cómo el derecho pleno del antiguo ciudadano, a direncia del brgués medieval se caracterizó en su origen precisamente porque era propietario de un aleros
fundas (en Israel, chclek}, es decir, de un lote del que vivía; así que el ciudadano pleno de la Antigüedad es un «ciudada no labrador»
Encontramos propiedad agraria sobre todo en manos de las capas urbanas distinguidas tanto en la Edad Media -pero también más en el sur que en el norte- como en la Atigüedad Propiedad agraria, en ocasiones de dimensio nes encontramos en la ciudadestado medieval o antigua ya sea en manos de las autoridades de ciudades poderosas, que ejercían sobre ellas un dominio poltico o una señoría terri torial, o también la encontramos bao el dominio señorial de algunos ciudadanos encopetados: ejemplos de ello, el domi nio de Milcíades en e Quersoneso o las posesiones políticas y señoriales de milias aristocráticas urbanas de la Edad Media como los Grimaldi genoveses en la Provenza y en otros dominios ultramarinos. Pero estas posesiones y dere chos señoriales interlocales de ciudadanos aislados no eran, por lo general objeto de la política económica de la ciudad si bien se produce un equívoco muy especial cuando la pro piedad del individuo que pertenece al poderoso grupo de no tables es protegida por la ciudad o la conquista y ama con ayuda de su poder y hasta la ciudad misma participa en su aprovechamiento económico o poltico, cosas que no eran ra ras en el pasado •
La «economí urbana» como una etapa del desarrollo económico
El tipo de relación de la ciudad soporte de la industria o del comercio, con el campo suministrador de los medios de subsistencia constituye parte de un compleo de nómenos que se ha denominado «economía urbana» y que se ha mo una d!terminada «etaa de economía», a la cerrada o «propia», por una parte, y a la «economa nacio nal» por otra (o a una diversidad de otras etapas constitu das en rma parecida). Pero en este concepto se conunden medidas de política económica con categorías puamente económicas La razón está en que el mero hecho de la coexistencia de comerciantes o industriales y el abastecimiento regulado de las necesida des cotidianas por el mercado no agotan el concepto de «ciu dad» Cuando ocurre esto es decir, cuando dentro de lo asentamientos cerrados tomamos como direncia única mente el grado de la propia cobertura de necesidades po medio de la agricultura o -lo que no es idéntico a esto- el g do de la producción agraria en relación con la actividad
crativa n agria y a ausencia o presencia de mercados, hablaremos de «ocalidades» industriaes y mercantiles y de «zonas de mercado» pero no de «ciudad» El que la ciudad sea no sólo una alomeración de casas sino además una asociación económica con propiedad territoria propia con economa de inresos y astos tampoco la direncia de la al dea que conoce as mismas cosas aunque cualitativamente la diferencia puede ser muy rande Tampoco es alo pecu liar a a ciudad el que además de asociación económica sea en el pasado cuando menos asociación reuladora. Porque también la aldea conoce a imposición de labranza, a reu ación de pastos la prohibición de exportación de madera y paja y otras reuaciones económicas semejantes; por tanto una potica económica de la asociación como ta Lo que sí ue pecuiar es el tipo de tal asociación que so lía presentarse en el pasado y sobre todo los objetos de esta reulación económica y a ampitud de as medidas adopta das Esta «política económica urbana» orientaba en ran parte sus medidas de acuerdo con el hecho de que la mayo ría de las ciudades del interior a tono con las condiciones de tráco de entonces -pues no se puede decir lo mismo res pecto a las ciudades marítimas como nos o demuestra la po ltica cereaista de Atenas y Roma tenían que atender a sus ecesidades con as posibilidades de os alrededores de la ampiña y esta zona constitua también el mercado para la ayora de a industria urbana no de toda ela y e proce o de intercambio ocal as producido encontraba su uar atura si no único en el mercado urbano especialmente en que se reere a a compra y venta de subsistencias Tam é tenía en cuenta que a porción principa de la produc n industria se desarrollaba técnicamente como artesana y desde el punto de vista de la oranización como pe ña explotación especializada sin capital o con poco capi onómicamente como trabajo por salario o como trabajo precio para el cliente, y que el mercado de os minoristas ls era en ran medida mercado de clientes a «poltica económica urbana» en sentido spcíco se terizaba por tanto porque trataba de jar esas condi de a economa urbana en ran medida oecidas por 1 1turaeza en interés de aseuramiento de una aimenta 1·n onstante y barata de la masa y de la estabiidad de las abilidades adquisitivas de los industriales y comercian • ro esta reulación económica, como veremos no ha 1tuido el único objeto y sentido de a política económica 1a ni tampoco se ha dado en todas las épocas o cuan
do menos e su penitud no se ha dado más que en aunas (bajo el réien político de os remios) ni tampoco se pue de caracterizar como una etapa enera de todas las ciuda des En todo caso esta potica económica no representa una etapa universal de a economa. o único que se puede decir es que el mercado urbano local representa con su intercam bio entre productores arícoas y no arcoas y comerciantes locales a base de as relaciones con los clientes y del peque ño taler sin capital una especie de réplica del oikos en réi men de economía de cambio pues éste conoce una estión económica que depende de una distribución ordenada de prestaciones y tributos en unión con a acumulación y coope ración de trabajo en la corte del seor representando a re ulación de as relaciones de cambio y de producción en la ciudad a réplica de a oranización de as aportaciones de las diversas economías reunidas en e oikos. •
El concepto político-administrativo de ciudad
Por lo mismo que al hacer estas consideraciones nos ve mos obliados a habar de «poltica» económica urbana de una «zona urbana» y de una «autoridad urbana» vemos que el concepto de «ciudad» tiene que ser acomodado en otra se rie de conceptos además de los conceptos económicos usa dos hasta ahora, es decir en conceptos poíticos. También un prncipe puede ser el soporte de una poítica económica ur bana un prncipe a cuya zona política de dominación perte nezca, como objeto, a ciudad con sus habitantes Si se da en ese caso una política económica urbana o será para a ciu dad y sus habitantes pero no de ea Pero esto no puede ser el caso que nos interesa Si es el caso, entonces la ciudad tie ne que oecérsenos como una asociación autónoma en alún rado como un ayuntamiento con especiaes instituciones olticas administrativas Hay que retener de todas maneras que es necesario se parar el concepto económico expicado hasta ahora, de con cepto polticoadministrativo de la ciudad. Sólo en este último sentido le corresponde un especial ámbito urbano En senti do políticoadministrativo puede corresponder e nombre de ciudad a una ocalidad que económicamente no podra pre tender tal títuo n la Edad Media existieron «ciudades» en sentido jurídico cuyos habitantes en sus nueve décimas par tes y a veces más, en todo caso en un rado mucho mayor que en muchas localidades jurídicamente connotadas como «aldeas» vivían de la propia abranza. l tránsito de una se mejante «ciudad araria» a una ciudad de consumidores productores o comerciantes es naturamente muy uido
Pero hay un punto en qu u asentamiento que, administra tivamente, se distingue de la aldea y es tratado como «ciu dad», se direncia del asentamiento rural: en el modo de re gulación de las reaciones de propiedad inmobiliaria. En las ciudades, en el sentido económico de a paabra, se haa con dicionado ese modo de regulación por e tipo especial de as bases de a rentabilidad que oece a propiedad inmobiliaria urbana la propiedad de las casas, de as que es como un apéndice la tierra adscrita Pero, administrativamente la si tuación particuar de a propiedad urbana depende sobre todo, de principios impositivos muy particuares, y también, casi siempre, de una característica decisiva para el concepto poltico-administrativo de a ciudad y que se sustrae a puro anáisis económico, a saber, que a ciudad, o mismo en a Antigüedad que en a Edad Media, dentro y uera de Europa, constituye una clase especia de rtaeza y de guarnición En a actualdad, esta caracterstica ha desaparecido por com pleto, pero tampoco en e pasado se daba siempre Así, por ejempo, en e Japón no era o genera Desde un punto de vista administrativo, se puede dudar, pues, con Rathgen, si hubo en e Japón verdaderas «ciudades» Por el contrario, en China cada ciudad estaba rodeada de ingentes muralas Pero también ocaidades que, económicamente, eran puramente ruraes, que no eran ciudades desde e punto de vista admi nistrativo es decir, en el caso de China, no son sede de au toridades polticas estaban también rodeadas de muraas En muchas zonas de Mediterráneo, por ejemplo en Siciia, y debido a una inseguridad de siglos no se conocieron habi tantes que estuvieran era de recintos amuraados urbanos ni siquiera los campesinos En la viea Hélade tenemos el caso de a pois de Esparta sin muralas, pero a a que e con viene muy bien la caracerística de «guarnición», en sentido especíco, puesto que, por ser e campamento abierto de os espartanos, despreciaban as muraas Si todavía se discute w, ue po sea con la Acrópois, o mismo que todas as ciudades heé nicas, era de Esparta, un castilo roquero y también Ecba tana y Persépolis eran burgos reaes con asentamientos ad yacentes Pero, de un modo genera, o mismo a ciudad orienta que la de Mediterráneo antiguo y la ciudad medieva conocen e burgo con las muallas •
Fortaleza y guarnición
La ciudad no era ni a única ni la más viea rtaeza Toda adea se amuralaba en as zonas onterizas disputadas o cuando haba un estado crónico de guerra As, os asenta-
mients de os esavos, cuya rma naciona parece que e, ya en os comienzos, a adea en corde, adoptaron a rma, seguramente bao la presión de peigro constante de guerra en a zona de Elba y de Oder de un cerco con setos con un soo acceso por donde se hacía entrar por la noche e gana do O se ha adoptado por todo e mundo, o mismo en la or dania oriental de os udos que en Alemania, esa otra rma de rtaezas en as aturas, donde se regiaba el ganado y a gente sin armas Las lamadas «ciudades de Enrique I», de a Aemania orienta, no eran sino rtaezas de este tipo En ngaterra, todo condado de la época angosajona contaba con un «burgo» (borough) a que debía su nombre, y e servi cio de vigiancia y guarnición constituía uno de los graváme nes especícos más veos de personas y tierras determina das Si en tiempos normaes no se haan vacos sino que mantienen una guarnición constante a cambio de soldada o de tierra, fácimente se pasa a burgo anglosaón, una «ciu dad de guarnición» en el sentido de la teoría de Maita nt, con burgueses como habitantes, cuyo nombre procede de este caso como en otros, de hecho de que su posición urídico política, o mismo que a condición jurdica de a casa y tierra que poseían especícamente burgueses estaba determina da por la obigación de vigiar y dender la rtaleza Pero, históricamente, ni as adeas con empaizadas ni las rtae zas de emergencia rman precedentes importantes de la r taeza urbana, sino otra cosa, a saber, el burgo señorial, una rtaeza habitada por e señor con sus uncionarios patri moniaes o con os guerreros de su séquito, unto con as mias y sus servidores a construcción militar de rtaezas es muy viea segu ramente más que e carro de guerra y hasta que a utzación guerrera de cabao As como el carro de guerra ha deter minado a guerra caballeresca y rea, o mismo en a viea @ , e V, to y Mesopotamia en Canaán en e srae de Canto de Dé bora, en a época homérica, entre os etruscos y los cetas entre os irandeses, también a construcción de rtaezas y el principado con rtaezas o burgos es ago universament extendido as vieas entes egipcias conocen el burgo y e comandante de burgo, y parece seguro que los burgos signi caban al principio otros tantos pequeños principados Se gún os más viejos documentos, en Mesopotamia e desarro lo de la realeza va precedido por un principado esparcido e burgos, como conoció a ndia occidenta en la época de o Veda como parece probable en e rán en a época de los má vieos Gathas mientras que en e norte de la India, en e Ga ges, dominaba, por o que parece, la disgregación potica
vgura jo K @1 Ty1y o obl 1e1ss sguram com u auf in prncip d s s burg s ERusia,la épn Siria ca d la crs ia ización l o nc tramos tamb é d laledic,asta utmosis, liaépratura ca d chila alaial zad jasralas época lspitachar (Abim y ambié l a vi j a l n n sus orí g s. s burgos mar imos h l é ic s y d l As a M r f r s guram fd ómsup ru uivarsalépocaastad dograd pacicac alca za laó piraaqu ríl aa, quy d bióviu burgvan sarsBurgl s spaltanaciimporan s cr t s ss si lamual l a s l u gar d l s cbl ms ambié D k l ia, lfd rsarr l osumi dimpovalfdgurtall rraszasamddl Pli l sajpñs ralsoolsas cons icamerucci d spd burgos, d t c cuya m imp za r ancia Ialia cf damum rtalaslaaclr asidra muy bi n B l o pu s odaví a l a ép ca m d r ncialadmil l i dividuo nral uncampcastildl p, aund qua, f Alra ania, de qu i a p s y a p bre rui a. sp r d l burgo sig if caba l dom a cucosiónd ración ra quiéd l cabal t n al rossusumapros,ililarqucasd slpas anpudiy raluna suyo qu al r sicd arra l fudatari , mi is rial u of La ciudad como una fusión de fortaeza mercado . r al a, n l pm r ?adw. d _ su d sarro a cda� a n l so s dap dyabau a srucura p tuncar par culuar s r r l burg d y d 1H de u a as c·ac0 d a s qu. : ,o bd r sdía e ,�;i�-o : lS E 1 gs bur r h rae haw, u a csafrtlza, e u pos r u � "o qu s co c d a m d a pv l gw d rmad _s /1\bles tlasuJa :� or mslara b g Al d ur o rura s a c g stán, todblsigadl ss l sdhabian s capas, r r s adyac ds rminadas cal i dad 111•1s s, a d rmi adas pr s acio s m l i tar s, sp cial • a lay,coa vsrucció yrosr paració dmilmural laimp s, c ra las 1<sa c s, a s rvic o s i ar s amply d l mgrado nsaj r qus) paricipa a ci r s sumila asis rcsacióP rqud ¡111 urba a, l burgués s m mbro d u s am nto e
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ya cuando comenzan las noticias históricas sobre e país en contramos a ota comercia de Faraón del bajo Egipto. Y muy extendido por toda la tierra (mas no sólo en las «ciudades»), especamente por a costa aunque no sóo en ela), porque en a costa es donde se puede controar c mente e comercio, tenemos e nómeno sguente: que, jun to a monopoo de príncpe de burgo, creció e interés de os guerreros de a ocalidad de partcipar en as ganancias de comerco y acabó por quebrantar e monopoio de príncipe, si es que existía Si ocurría esto entonces e príncipe no era más que un primus ínter pares o simpemente, resultaba in corporado a círcuo parejo de os linajes urbanos, y partici paba de alguna rma en e comercio pacícamente median te capital, que en la Edad Media era sobre todo capital de commenda, en a piratería y en a guerra marítimas con su persona; era eegido por poco tempo y, en todo caso, su po derío se aaba muy mtado Es éste un nómeno que se a desarrolado lo mismo en as ciudades marítmas de a Anti güedad desde la época omérica con ese tránsito gradual a a magistratura anua, que en a Edad Media temprana así en Venecia con respecto a os dogos y -con un reparto de erzas dirente según s tratara de un conde o vizconde rea o de un obispo o de cuaquier otro señor de a cudad en otras ciudades mercanties típcas. Pero hay que distinguir y esto o mismo en os prmeros tiempos de a Atgüedad como en a Edad Media entre capitaistas urbanos interesa dos en e tráco que dan e dinero para el comercio notabes especícos de a cudad, auténtcos «prosonaes» de co mercio que residen en ella, verdaderos comercantes aunque ambas capas se entremezcan con ecuencia. Pero con esto nos adeantamos a expcaciones que vendrán después En el interior, os puntos de nacimiento, desembocadura o conuencia de ríos puntos semejantes en una ruta de cara e1em0 a!oaJ pueen converrs en escena rio de desarrolos parecdos El príncipe que habta en e bur go de la ciudad puede encontrar un competidor, en ocasones en e sacerdote de tempo o en e señor sacerdota de a ciu dad Porque as pertenencas de tempo, cuando se trata de dioses muy conocdos, oecen protección sagrada al comercio intertrba es decr, no protegdo políticamente y pueden dar origen, por tanto, a un asentamiento de tipo urbano que será sostenido económicamente por os ingresos de tempo como o es a cudad princpesca por os trbutos de príncipe Es algo que en cada caso se presenta en rma muy di versa el heco de que e interés de príncipe en os ingresos pecuniaros que e proporciona a concesión de prvegios a
os industriaes y a os comerciantes que se dedican a sus ac tvidades lucratvas con independencia de a corte de señor, pero contribuyendo con impuestos a ella pese más o menos que e interés de que sus propias necesidades cubran con as erzas de trabajo propias de que disponga y con a mono polacón de comerco, así como también varía muco e tipo de los privegios conceddos en el primero de os su puestos Caro que a atraer ráneos mediante taes privile gios, e señor tenía que tomar en cuenta os ntereses y la ca pacdad impostva, que e actaba a é económicamente, de os resdentes que dependían de él polítca o señoriamente. A todas estas drencas de a posibe evolución se aña de a estructura políticomtar, que también podía ser muy diversa, de aquea asociación de dominación dentro de a cua tenía ugar a fundación o el desarrolo de la cudad Consideremos as antítesis principaes que se siguen de este desarrolo urbano •
El Ayuntamiento («comuna») y e burgo: occidente y oriente
- Rasgos del ayuntamieno occidental
No toda «cudad» en sentdo económco ni toda rtaeza que, en sentido poítcoadministrativo, suponía un dereco particuar de os abitantes constituye un «ayuntamiento» E ayuntamiento urbano, en e peno sentido de vocabo, lo conoce como nómeno extendido únicamente el occidente Además lo conocen una parte del Cercano Oriente (ria y enicia, acaso Mesopotamia) pero sóo por temporadas y nada más que en germen Porque para eo era necesario qu se tratara de asentamientos de un carácter industriamer ª lo que corre odían esta cantil b�stnte ?nc do, 1·v. V',
po y dereco por o menos parcalmente propo 4) caráct de asociación y undo a esto, 5) por lo menos ua autonomí y autoceia parcal por tanto administración por autorda des en cuyo nombramiento os burgueses participaban de a gún modo Estos derechos suelen revestir en el pasado la ma de privegos estamentaes Por eso, un estamento esp cal de burgueses, como titular de estos prvegos, constit ye la característca de la ciudad en sentido poítico Ausencia de rasgos comunales en oriene
Medidas con este patrón sóo en parte as ciudades d Edad Meda occdental eran «ayuntamientos urbanos» y l
del siglo XVIII n una míima parte. Pero las de Asia quizá co excepcioes aisladas, o lo fero o sólo e germe. To das teía ercados y era tambié rtaleas. Las grades sedes de la idustria y del coercio chio estaba todas r ticadas y las pequeñas e su ayoría al cotrario de lo que ocurre e el Japó o iso pasa e Egipto Cercao Orie te e dia. Tapoco es raro que las sedes idustriales y co merciales de esos países costituyera distritos judiciales es peciales. E Chia Egipto Cercao Oriete e dia fero tabié sede de las autoridades cetrales mietras que l ta este carácter e las ciudades occidetales de los coie os de la Edad Media especialmete e el Norte. Pero las ciu dades o coociero u derecho material o procesal que fe ra peculiar de sus habitates como tales i tapoco coo ciero tribuales autóomos. Pudiero coocerlos ica mete e la edida e que las guildas y las castas (e la dia) que por lo geeral teía su asieto e ua ciudad, era portadoras de tales privilegios y tribuales especiales Pero esta sede de hecho de esas asociacioes era algo jurídi caete accidetal. es era totalmete descoocida o sólo coocida e sus pricipios la adiistració autóoma y so re todo y esto es lo ás importate el carácter de asocia ció de la ciudad y el cocepto de «ciudadao» e oposició a «rústico» De esto tampoco había más que gérmees. E Chia el habitate de la ciudad correspodía jurídicamete a su cla y mediate éste a su aldea ativa dode se e cotraba el teplo de sus atepasados y co la que mateía widadosamete relacioes, lo ismo que el ruso que habita a e la ciudad y gaaba e ella el susteto segua siedo ju dicaete campesio Por lo que respecta al habitate ido e la ciudad ocurría además que era miembro de su casta. os habitates de la ciudad era tabié evetuale y hasta geeralete miembros de asociacioes prol
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1•ecco e la ciuad. Pereecía adeás a los distritos miistrativos barrios de la ciudad distritos callejeros e la policía dividía la ciudad y les correspodía detro de dearcacioes alguas oblgacioes especiales y tam � e ocasioes, alguas cultades Especialete los bas o distritos urbaos podía ser resposables solidarios restacioes ltúrgicas por vía de la garatía de pa, e 1cio de la seguridad de las persoas o de otras alda 1 olicíacas Por esas raoes podía costiturse e aso ó co ucioarios elegidos o co aciaos heredita como ocurría e el Japó dode por ecia de esas acioes co su admiistració autóoma había como ia superior uo o varios cuerpos de admiistració ci
vil (mashi-bugyo). Pero o existía u derecho urbao e el setido de la Atigüedad y de la Edad Media i tampoco el carácter corporativo de la ciudad. E todo caso resultaba u distrito admiistrativo especial coo ocurrió tabié e el reio de los erovigios y de los caroligios Y muy lejos de que como ocurría e el occidete medieval atiguo la auto oía y participació de los habitates de la ciudad e los asutos de la adiistració local e ua localidad por ta to relativaete grade y de tipo idustrial-mercatil, fuera óeo ás extedido que e el capo ocurría precisa ete lo cotrario. Por ejeplo e Chia teemos que la coderació de los más aciaos era e estos asutos casi omipotete y a ese teor el taotai se veía obligado de hecho a cotar co su cooperació aque la ley ada sabía de ello a comuidad de aldea de la dia y el mr ruso teía competecias muy ectivas que ejerciero co plea auto oía hasta los tiempos más recietes e Rusia hasta la bu rocratiació itroducida por Aejadro . E todo el Cerca o Oriete ero los «más aciaos» e srael sekenim}, es decir origiariaete los aciaos del cla más tarde los je s de los liajes de otables represetates y admiistrado res de las localidades y de los tribuales locales. ada de esto ecotramos e la ciudad asiática porque regularete era la sede de los altos fcioarios o de los prícipes del país y se hallaba directamete bajo la vigilacia de su guardia per soal. Pero era ua rtalea pricipesca y fue por ello ad iistrada por fucioarios del prícipe e srael sarim) y ociales que dispoía tambié del poder judicial. E srael se puede seguir muy bie el dualiso de fucioarios y a ciaos e la época de los reyes E los reios burocráticos chios triuó por todas partes el ucioario real. Cierto que o era todopoderoso A cotrario teía que cotar co la vo del pueblo e ua edida que a meudo sorprede. El ucioario chio resultaba or lo reular absolutaete ipotete rete a las asociacioes locales prosioales y de cla cuado hacía u ete comú e circustacias par ticulares y perdía su cargo e los casos e que se le hacía ua resistecia com e serio: la obstrucció, el boicot el cierre de tiedas y el abadoo del trabajo por parte de los artesaos y comerciates e caso de opresió era cosa de todos los días y liitaba el poder del fucioario Pero es tos límites fuero de tipo uy ideteriado Por otra parte ecotramos e Chia y e la dia cier tas copetecias cocretas de las guildas o de otras asocia cioes prosioales por la ecesidad de hecho que tiee el ucioario de poerse de acuerdo co eas. Tabié ocu rría que los jes de estas asociacioes aplicaro aplias me M. WFBER
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didas coactivas contra terceros. Pero en todo esto no se trata normalmente más que del poder de hecho de determinadas asociaciones en determinados casos, que actan a sus con cretos intereses de grupo Pero por o genera no existe nin guna asociación comn con representación, del ayuntamien to de los habitantes de la ciudad como tales Este concepto ta por competo. Sobre todo ta la calicación especíca mente estamenta de los habitantes de la ciudad Nada de esto encontramos en China Japón e India y sólo gérmenes en e Cercano Oriente
(allahabad) con un schreschth común a a cabeza que co
En el Japón la organización estamental es puramente uda: los samurai (cabaero) y los kasi ministeriales (sin ca ballo se enentan a los campesinos (no) y a os comercian tes y artesanos agrupados en parte, en asociaciones pro sionales Pero taba el concepto de «ciudad» lo mismo que el de «ayuntamiento» En China en la época uda la situa ción era la misma pero desde la época burocrática, el etra do que ha pasado sus exámenes se halla frente a los diversos grados de gente iletrada y además encontramos las guildas de comerciantes y as asociaciones prosionales de artesa nos dotadas de privilegios económicos Pero también lta e concepto de ayuntamiento y de burguesía urbana. En China y en el Japón, as asociaciones prosionales gozaban de «au tonomía administrativa», pero no as ciudades al contrario de lo que ocurría en las aldeas En China, la ciudad era r taleza y sede administrativa de as autoridades imperiaes y en e Japón no había «ciudades» en este sentido En a India as ciudades eran sedes reales u ociales de la administra ción rea rtalezas y mercados. También encontramos guil das de comerciantes y castas además, que coinciden en gran medida con las asociaciones prosionales, ambas con muy erte autonomía la de estabecimiento y aplicación del de recho propio Pero la articulación hereditaria en casas de la socea en 17 VU � v y •V, O • UV<> excuye el nacimiento de una «buguesía urbana» lo mismo que el de un «aytamiento». Había y hay todavía muchas castas de comerciantes y de artesanos con un gran número de subcastas Pero ni era posible equiparar cualquier mayo ría de ellas a la burguesía urbana occidental, al estamento burgués ni se podría agrupar tampoco en algo que corres pondiera a la ciudad gremial de la Edad Media porque la ex trañeza de las castas entre sí impedía toda hermandad
En la Antigüedad egipcia y en el Cercano Oriente las ciu dades son rtaezas o sedes reales u ociales con privilegios de mercado concedidos por los reyes Pero en la época de los grandes reinos carecen de autonomía régimen municipal y de burguesía estamentalmente privilegiada En Egipto du rante el mperio Medio había un udalismo ocial o admi nistrativo y en el Nuevo una administración burócrata de es cribas Los «privilegios de las ciudades» no eran otra cosa que concesiones a los titulares udales o prebendales del po der ocial en las ocalidades correspondientes (como os vie jos privilegios episcopales en Alemania) Pero no en vor de una burguesía autónoma Por lo menos hasta ahora no se pueden señalar ni gérmenes siquiera de un «patriciado ur bano»
Es cierto que en la época de las grandes «relgiones de sal vación» as guildas constituyen en muchas ciudades una aso ciación con sus ancianos hereditarios al ente (schreschth) y quedan todavía como vestigio de entonces algunas ciudades
Más tarde ya no encontramos en Mesopotamia nada que se parezca a ciudades políticamente autónomas a un esta mento burgués como encontramos en el occidente un dere cho especia urbano unto al derecho rea Solamente los
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rresponde al alcade o burgomaestre occidenta También en la época anterior a los grandes reinos burocráticos existieron algunas ciudades políticamente autónomas y regidas por un patricio reclutado entre os clanes que proporcionan een tes a ejército Pero después esta situación desapareció del todo La victoria de la extrañeza ritual entre as castas rom pió a asociación de as guidas, y la burocracia real unida a los brahmanes limpió estos gérmenes y aquelos restos del noroeste de a ndia.
En Mesopotamia y Siria, especialmente Fenicia, encon tramos por el contrario en los primeros tiempos la típica realeza urbana de as plazas de comercio marítimo o de ca ravanas en parte de carácter sacerdota en parte y con ma yor ecuencia de carácter secular y también encontramos el poder típicamente en ascenso de los linaes patricios en a «casa-ayuntamiento» (bitu en las tabilas de Tel-elAmarna) en la época de combates de carros. a conderación cana nea de ciudades no era otra cosa sino una agrupación cons wa por 0s caaeros que coma tes en las ciudades que mantenían a los campesinos en ser vidumbre de deudas y clientela lo mismo que en los prime ros tiempos de la pols griega De manera parecida sin duda en Mesopotamia donde el «patricio», es decir el gran bur gués poseedor de tierras capaz de armarse a sí mismo se distingue del campesino y las capitaes reciben inmunidades y libertades otorgadas por el rey. ero a medida que creció el poderío de la realeza militar desapareció también esto
icos mantuviero cdd-sdo co l domo d p rcdo rr q prcpb co s cp co mrco. Ls mods d Tro y Crgo co l cam Zor y cam Karthechdeschoth dcm d sñorío d demos y, s és s cso corrspod époc pos ror. E Isrl Jd cddsdo pro os sekenim (cos) q drgí dmsrcó s cdds d os prmros mpos como js d os s prcos pr d s podr époc d os rys; los gibborim cb ros) ro gs dl séqo r y soddos y s gr ds cdds corposcó cmpo rgí os co ros rs (sarim). Sólo dspés d l cvdd prc «ymo» kahal) o l «corporcó» (cheber) como isicó sobr bss cosols pro bjo l domo d os s scrdols - Ciudades patrcas precomunales: Meca
D odos modos, cormos qí os bords md rráos y l ús ls prmrs ogís rs co a ols g, go sí como sdo q s cor a Rom époc d rcpcó d gens Cd ipr d prcdo rbo cyo podr o co 1\co dscs prmr gr lo gdo por l comr i y, sgdo gr, propdd d rr y os ·lvos por dds, y ss vrsos scvos y o 11iir s prprcó grrr d po cblrsco 11ndo chb r sí y s mbrgo coocí soc ins rlocs co ry como primus iner pares o co '/fetas o sekenim como oblz rom co ss có • cbz y sb vcs mzdos por l r 111 héros grrros crsmácos q s poyb s prso mc v. s poc >sic g pr s h sprdo s sdo o 1 h sprdo d mr drdr ambé prvcó sgrm msm scó � idds d cos rábg l époc d Mhom y 1iió ls cdds sámcs dod l corro d o 1' wrró s grds cdds o s dsryó por com a oomí d s cdds y s prcdo Prc os q bo domo sámco prssó mcho vi sicó orl Ecormos ocs s 111 uoómc bs ágl d os js rbos 1 a s ucoros d prícp L rqz d os i " nos q dscsb prcpcó s pro
bdds d lcro q ocí cdd y q s hb vrd s myorí rrs y scvos r lo q srví d bs s poscó d podr co q í q cor os prícps y ss fcoros dpdm d cqr rcoocmo jrídco rm, pr jccó d ss dsposcos co cc d sgro como l taotai cho í q cor co posb obsrccó d los cos dl c d s lds y d s corporcos d comrcs y ors soccos prosols d s cd ds Pro «cdd» o por so s grpb lgo q s pdr cosdrr como soccó óom A m do ocrrí lo corro ommos jmplo. Ls cdds árbs por jmpo L Mc, oc o dví l Edd Md y hs os mbrls dl prs l cdro ípico d smo d ls L cdd d L Mc como os hc vr dscrpcó d Sock Hrgro js sb rodd d biad: s dcr d sñoríos rroros d os dewis, d os cs hsácos d Aí y oros cs o bs, ocpdos por cmpsos cls y bdos, s có d progdos Los biad s hb gomrdos r dewi odo cl q gú psdo hbí sdo cher E chr, por s pr prcí dsd l ño 200 m Kdhs d Al y sgú drcho oc í q sr ombrdo por l gobrdor d c q m do r hombr o br y mpo d Hr--Rschd o f scvo brébr) pro d hcho r ombrdo d r s ms ccds por ccó d los js d os dewis sdos L Mc Por s rzó y porq l r sdc L Mc ocí ocsó pr omr pr l xpocó d os prgros los s d cl o mrs v ví l cdd xsí r os «crdos» crc d l pz y d os rpros d ods ls probbdds d g c Pro sos crdos r rvocbs odo mo r y dro d l cdd srvédos d ss rops d s clvos Los vcdos cd ocsó í q bdor l cdd y s mbrgo, vrd d l sbss com dd d rss d os js mgos ls gs d r, xsí l «corsí», md por mz d l dgcó gr cld l d os propos prdros d rspr os bs y s vds d mrs y cs d os dsrrdos E l époc modr cormos L Mc como ordds ocs: ) cosjo dmisrvo d po co g sdo por los rcos pro q xsí sóo p p medschi; 2) como ordd cv gobrdor 119
turco que representaba el papel del «señor proecr» (anes casi siempre los que donaan en Egipto); 3) los cuatro cadís de los rios orodoxos siempre distnguidos ciudadanos de La Meca de las ilias (sctas) ás distinguidas du rane sglos de una sola mila, nomrados por el cher o propuesos por el señor 4 el cher; al smo iempo jefe de la corporación arsocrátca de la cudad 5) los greos es pecialmene os de cicerones y luego los de carniceros ra antes de granos y oros 6 el arro urbano con sus anca nos stas autoridades concurren enre sí sin competencas jas. Un demandante busca la autordad que le parezca más vorable y cuyo poder sea el ás ecvo ene a la pare contraria. El gobernador de la ciudad no poda ipedir la apelacón al cadí que concurra con él en todos los asunos donde esaba implicado el derecho eclesiásico El cherif ve na a ser la autoridad propia de los natvos a su uena dis posicón se hallaba enregado el gobernador en todos los asuntos que afectaban a los bedunos y a las caravanas de pe regrinos y la corporación de los noles era an decsiva en esta cudad como en otras cudads y disrios áraes. ncontraos un desarrollo que recuerda un poco las cr cunsancias occdentales en el siglo IX en las luchas entre los tulunidas y dschafaridas en La Meca con la posicón que co bran los gremios ás rcos pues los de carnceros y traan es de granos tuvieron un peso decisivo mienras que en la época de Mahoma no huiese tendo imporanca ás que la posición que adoptaran los noles linajes coraichitas. Pero nunca surgió un régimen greal las ropas de esclavos sos tendas con las ganancias de los inajes urbanos aseguraron a ésos la posicón decisiva del mismo modo que, en el occ dene edeval el poder ectivo de las cudades alianas mosraba la tendenca a caer en manos de los linajes caba llerescos como poradores del poder litar. En La Meca !taba oda asociacin que convrera a a ca en una un dad corporaiva y en eso reside la dierencia caracerísica con el synoikismo de la pois anigua y con la commune de los coenzos de la Edad Media en Ialia. Pero, por lo demás hay motvos sucentes para consderar esa stuacón de la ciudad árabe si prescindos de los rasgos isláicos espe ccos sealados anterormente o s los ransponemos en tér minos crisianos coo oaene ípica para la época an terior al nacimeno de los ayunamenos de oras cudades arítas ercaniles especalmene de las occdenales. Hasta donde alcanza el conocimiento seguo de los asen taientos asiáicos orienales que enían los caraceres eco nóicos de cudad la situación normal era ésa: que sola
ente los najes y evenualmen las asociaciones prosio nales pero no la urguesa urana coo tal constuan el sujeo de la acción de la asociacón. Claro que ambién los tránsos son muy graduales Pero ambén los cenros máxi mos que abarcan cenenares de miles y a veces hasa millo nes de haianes oecen ee nóeno En la Consanno pla bizanina de la Edad Meda los represenantes de los a rros que nancian (coo todavía en Siena las carreras de caballos) las carreras en el circo son los que encarnan los pardos y la rebelión de Nika en iempos de Jusiniano pro ceda de esas divisiones locales de la ciudad Tamén en la Consaninopla de la Edad Media isláca por tano hasa el siglo XX juno a las asociaciones puramente miliares de los jenízaros y de los sipois y de las organzaciones relgio sas de los uleas y de los derviches enconramos sólo guil das de comercianes y gremios como represenanes de inte reses burgueses pero nnguna represenación de la ciudad En la Aejandría izanna de la últma época enconramos algo parecido ya que junto a los poderes en compeencia de los pariarcas proegdos por los elcosos monjes y del go bernador proegido por su pequeña guarnición no exisan más que ilcias de barro dentro de las cuales los paridos circenses de «verdes» y «azues representaan las organi zacones princpales. b) La ciudad plebeya •
El «popolo» como asociación política
El modo coo se quebranó la dominación de los lnajes oece exeriormene eres paralelos enre la Edad Meda y la nigüedad sore odo si omamos como ejemplos de la priera las grandes cudades r en espe� ia } l s itlianas anguas por virud de sus leyes propias quiere decirse sin nterferenca de poderes exrauranos n las cudades ia lianas la eapa decisiva después del nacmeno del podestá la eneos en el nacimiento del popolo. En el senido econó co, el popolo, lo iso que los gremios alemanes se com ponía de elementos uy dversos pero sobre odo de empre sarios por una pare y de aresanos por ora. os que lleva ban al princpio los linajes caballerescos eron os primeros llos crearon el conjuntario de los greios conra los lnajes y la nanciación ienras que los gremos artesanales pu sieron a dsposción las esas necesarias. La conjuracón de los greios colocaba muy a menudo a la caeza del movi mieno para asegurarse las conquisas en la lucha conra los
linajes bdos a un sl hmbre. Así Zrich espués e haber si esterras ls linajes rebeles en 1335 e g bernaa pr el jez Rl Brn cn un Cnsej cpes t pr partes igales e greis e cerciantes negcian tes e pañs e sal jyers cn carácter e epresaris pr n la y, pr tr ls gremis peqeñs e artesans y así resistió al siti el ejércit imperial La conjuratio e ls gre mis e casi siempre en Aleania una asciación pasajera La transración e la cnstitción rbana, ya sea acgien a ls representantes e ls greis en el Cnsej ingre san ta la brgesía incluyen a ls linajes en ls gre mis pnía térin a s estableciient Sól en algnas ciuaes e la Aemania baja y e la zna báltica sbsistió la hermana cm rganización ttal raera S carácter secunari cpara cn las asciacines prsinales se esprene e la cmpsición e su presiencia a base e ls maestrs e las gilas e caa asciación singular. En la ciua e Münster naie pía ser pres en el sigl XV sin la aprbación e las gilas así qe la agrpación e las gil as fncinaba cm enta prtectra ente a la aminis tración e jsticia el Cnsej pes en l que tca a ls asn ts aministrativs siempre había representantes permanen es e casión e las gilas sin cuya aprbación naa se ía ispner En Italia la asciación prtectra e la br esía ente a ls linajes tó prprcines ch may es El carácter revolucionario del «popolo» como asociación política no legitimada El popolo italian n era sól n cncept ecnóic también plític: n especial ayntaient plític en e tr ayntamient cn ncinaris prpis nanzas pias y n régimen ilitar prpi alg en n en el senti er e sa es ecir la priera asciación plítica ilegítima y revolu aria de modo consciente. a base e este nóen se a en el hech e qe gracias al mayr esarrll qe en 1 a experimentan ls recrss e per ecnómic y plí e la cia e linajes se prce n asentamient m mayr e linajes qe viven a l caballer y qe se trasla a la ia hech e cyas cnsecencias tenrems • hablar tavía a asciación el popolo qe se les enentó escansaba cnaternia e asciacines prsinales (arti o pa y el ayntaient particular así rma llevó cial en ls primers cass e s nacimient (Milán 1198; •
cca 1203 i 1206; Pavía 208; Siena 1210 Verna 1227 Blnia 1228) el nmbre e societas, credenza mer cadanza, communanza o sencillamente popolo. El ncina mient máxi e esta cunia se llaó casi siepre ca pitanus popoli se elegía pr crt plaz casi siempre anual ente y estaba a sel my a men sigien el ejem pl el podestá era llama e era y entnces traía cnsi g n car e ncinaris El ppl pnía a s ispsi ción na ilicia reclutaa pr barris pr gremis Resiía a men cm el podestá en una especial casa el pebl cn trre na veraera rtaleza el popolo Tenía a s la c órgans especiales para la aministración e las nanzas ls representantes (anziani o prior) e ls gremis elegis pr crt plaz también pr barris Asmían la clta e prteger a ls popolani ante el tribnal e intrce er cntra ls acers e las atriaes cmnales e i rigirles prpestas a men na participación irecta en la legislación. Per sbre t intervenían en ls acers el popolo. Este hasta qe egó a su cmplet esarrll pse yó ss prpis estatuts y s ren scal prpi A veces l gró qe ls acuers el cmún n tvieran valiez ás que si el popolo ls aprbaba también e suerte que las leyes el cmún se regisraban en ls s estatts Respect a sus prpis acers btenía cuan pía la excepción en ls estatts cmnales y en algns cass qe ls acers el popolo preceieran a ls misms estatts cnales (abro gent statutis omnibus et semper ultima intelligantur en Brescia) Jnt a la jrisicción el podestá tenems la e la mercanzia la el domus mercatorum qe cncía e ts ls asnts refrentes al merca y a ls cis represen tan pr tant n tribal especial para ls asnts e ls cmerciantes y artesans N raras veces alcanzó signica �ión gene al_ ªr } s popo!a � i El poestá e Pisa tv qe ls pleits entre popolani y en casines el capitán lgró una jrisicción general cncrrente cn la el podestá y hasta en alguns cass representó na instancia e casación en te a sus sentencias Muy a menu btv el erech e par ticipar en las sesines e las atriaes cnales en n cines e cntr cn la culta en casines e cnvcar a la burgesía el cmún, e llevar a ejección ls acuers el Cnsej can n l hacía el podestá el erech e imp ner y pernar la pena e estierr y el cntrl y la ami nistración e las nanzas cnales en prier lgar ls bie nes e ls esterras Pr s rang cial seguía al podes tá per en cass cm ls últis citas se había cnverti en un fncinari el cmún capitanus populi et commuM. WEBER
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nis, en érminos romanos un collega minr
pero en reaidad casi siempre e más poderoso de los dos. También disponía a menudo de las uerzas miliares del común y con tanta ma yor cilidad cuando se raaba de mercenarios pues los me dios para su manenimieno se obtenían con os impuesos de os popolani ricos •
La distribución del poder entre los estamentos de la ciudad italiana medieval
En caso de éxito compeo del popolo de a nobeza, des de un puno de visa puramene rmal, se hallaba en siua ción de privilegio negaivo Los cargos del común eran acce sibles a los popolani mienras que los de popolo no lo eran de la nobleza Caso de que os popolani eran molestados por los nobili se hallaban procesalmene priviegiados, el ca pitán y os ancianos conrolaban la adminisración del co mún, mienras que el popolo no tenía conro Sólo os acuer dos de popolo eran reconocidos a veces por la oaidad de os burgueses En muchos casos la nobleza esaba expresa mene excuida de un modo empora o permanente de omar parte en la adminisración de común El caso más conocido lo tenemos en os ya ciados ordinamenti della giustizia de Giano della Bela, de 1293 Juno a capián, que era aquí el caudilo del ejércio burgués de los gremios enconramos como funcionarios exraordinarios puramente poíicos los gonfalonieri della giustizia elegidos por un breve plazo, con una milicia popuar especia de mi hombres, dispuesta en odo momeno, y con e n de proteger a los popolani de ins ruir y ejecuar los procesos contra los nobles y vigiar el cumplimieno de os ordinamenti. a jusicia política con un sisema ocia de espionae y de dar acogida a acusaciones económicas rápido proced �ie ?to sioria conra los presentaba a répica democráica del procedimiento vene ciano ane e Consejo de los Diez En el aspeco maerial, o más importante era la exclusión de oda a miia de caba lleros de los cargos su obligación de garanía de buena con ducta a responsabilidad de odo el linae por cada miembro eyes penaes especiaes conra los deios policos de los magnates en particular por los agravios al honor en un po polano a prohibición de adquirir un bien inmueble que co lindara con el de un popolano sin la aprobación de ése La garanía del señorío de popolo a asumió inerlocamene e parido güe cuyo esauto e considerado como una par e de estauo de la ciudad Nadie que no pereneciera al par tido podía ser eegido para un cargo Ya hablamos acerca de 122
los recursos de poder de partido Ya esta garanía suminis rada por una organización de parido que se apoyaba esen cialmene en erzas caballerescas nos hace sospechar que ampoco los ordinamenti eiminaron reamene el poder so cial y económico de los linajes De hecho diez años después de que se decretaran esas eyes casisas en Forencia aco gidas por numerosas ciudades oscanas, encontramos de nuevo las luchas enre los linajes, y ningún grupo putocrái co manuvo e poder de una manera duradera Los mismos cargos de popolo eron ocupados casi siempre por nobes pues los popolani podían acoger expresamente a linaes no bes La renuncia efeciva a la vida caballeresca sóo parcial mente e ago real En o esencial había que garantizar la obediencia poica e inscribirse en un gremio El efco social e sobre odo ciera mezca de los lnaes urbanos con el po polo grasso aqueas capas de frmación universiaria o con capia: los siete gremios supeiores -que abarcaban a los jueces notarios cambisas, comerciantes en paños exrane ros comerciantes en paños orentinos, comercianes en se das médicos, comercianes de encajes, de pieles- llevaban ese nombre De estos gremios superiores en que solían en rar los nobles enían que escogerse a principio odos os ncionarios Sóo después de varias revueltas, se aseguró a participación de los caorce arti minori del popolo minuto es decir de los pequeños empresarios aresanaes, en e ejerci cio del poder Capas aresanales no perenecienes a esos ca orce gremios sólo provisionalmene después de a revuela de os ciompi (378) obtuvieron participación en e gobierno y una organización gremial independiente Sólo en pocos lu gares y por poco tiempo os peueños burgueses han podido lograr, como en Perugia en 1368 que además de los nobili ambién el popolo grasso quedara excluido jurídicamene de la paricipación Es muy caracte en e Consejo ' · de los ípriori d l bur g esía indusrial disuaban generalmente de apoyo de os nobl para aacar el dominio del popolo grasso del mismo mod como más arde se ndó a iranía con ayuda de las masas y en diversas ocasiones durante el siglo X la nobleza y es as capas bajas se han mantenido unidas conra el ataque d la burguesía Eran cores económicos los que determina ban estas alianzas os intereses de los pequeños aresan podían entrar en uere colisión con los de los gremios de em presarios en un sisema de rabao a domicilio muy desarr lado En erugia por ejemplo, e desarroo de ese sisem e an rápido que en 437 un solo empresario daba de co mer uno a 28 latori a 176 latrici (como o demuesra I conde Broglio dAano) La siuación de los pequeños ares
nos que tabajabn domicilio r co cuci prcri isgur. y rdors xrros y luidos, y los grmios d mprsrios r d rgmr uilrl m ls codicios dl ro, como os grmios d los rsos u r domicilio (sí los cimatori Pru gi) prohiiro por su pr, l r d srio Como s url ss cps d spr dl go iro d los grmios supriors Pro igu pr h czdo podr polico d u mr durdr L cp prolri d los ocis muls s hl por compl o r d od rció co dmiisrció ur. Sóo co pricipció d los grmios iriors ró u mo rlivm dmocráico los osos d ls ciu dds, pro su iuci civ ormlm puñ cosumr comú ods ss ciudds ilis d cosiuir comiés spcils pr l lcció d ciorios d vir l irrsposilidd políic d los gs lcors, mudo óimos propios d modr d mocrci urop y dmgogi Hcí posil u slc ó pld y u composició uiri d los osos y mgisrurs pro o pod sr posil más u s d un compromiso r ls milis socilm iuys y sor odo o podí dscoocr ls cps cirm mpors Sóo épocs d compci r milis iulm podross u s dispu l podr o épocs xcició rligios, l «opiió púlic» h podido r r u iuci posiiv sor composició d ls m isrurs Los Médicis cosiguiro domir l ciudd si ipor d igú crgo, úicm por su iuci g rl y por l iuci lcorl sismáic Los éxios dl popo/o o s logrro si uchs vios a mudo sgris y cs L olz slí d l ciuad o com dsd sus csios 'm os urgos y gislció d · s ciudds 1wr l orgizció sñoril rdiciol dl cmpo, i u irció pld d los cmpsios Pro mdios d podr csrios pr drror l oz logró l popo/o mdi ls orgizcios rcoocids ' s grmios Dsd u pricipio los comus hí ui ao os grmios pr s dmiisrivos h r !ado los rsos pr srvicios d cil y, sor pr srvicios d ir, rvés d los grmios s progrsos d écic gurrr yud d os gr mprsrios s hc cd vz más imprscidi rm El poyo ilcu écicodmiisrivo í los uriss, sor odo los orios mié los
ucs y ls prosios cdémics d médicos y oicrios Ess cps ilcus, ogizds grmim los comus, r dirigs d popo/o y dsrrolro u p pl prcido l d los ogdos y oros uriss Frci dro dl rcr sdo»; os primros cpis dl pulo hí sido s prsids d grmio o d u socició d grmios L mercadanza, l pricipio u socició o políic d comrcis idusrils poru l plr mercatores como osrv co rzó E Szr, dsig odos los rsos y comrcis d l ciudd) r l p pr vi orml d l orgizció políic dl popo/o y su prsi d l podestá mercatorum mudo l primr cpiá d popolo. Pro odo l dsrrollo dl popolo s movió l pricipio dircció d u procció orgizd d los irss d los popolani os riuls y ls corporcios y uoridds comuls Puo d rru dl movimio rgulrm l cu dgció d drcho los o os No sólo Ami como musr rdició d Esrsurgo) r cu u comrcis y rsos r ciir zos ugr d pgo corrspodi y u o rciir mpro lguo Pro odví uviro más i uci los isulos y mzs prsols d u l ol z miirm suprior hcí oo os popolani u s produc odví u sigo dspués d hrs rmdo socició spci dl popo/o hocro r sí si mio sml d crí y l rsimio url d urgusí El dsrrolo d l cpií dl pulo s poy, por o u spci d drcho d yud y corol d ipo riuicio s uoridds comuls, psó d uí s u i sc _i d � c ció y f m8gisr: por ls luchs r os lis, u sigic u pruicio d los irss coómicos d los urguss y, mudo, l primr ocsió pr l irvció d sus uciorios A so s ñdió mició d lguos ols pr llgr l irí co yud dl popolo Por ods prs l oz í ss cios Pro por ods prs sus divisios ociro l popo/o l ocsió d por su srvicio os r cursos miis d u pr d l cllrí sd l pu o d vis milir l imporci crci d l irí mpiz somrcr por primr vz l cr d os ols E los comizos d l écic milir rcio cormos por primr vz los ércios orios d si go XIV ls bombardas prcursors d l modr rir
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Paralelismo en la Antigüedad
- Plebe y tribunos en Roma
Exteriormente muy parecido e el desarrollo de demos y de la plebs en la Aigüedad. Sobre odo en Roma, donde correspondiendo por completo a ayunamieno paricular del popolo, surge e ayunamieno paricuar de la plebs con sus funcionarios Los ribunos eron originariamene os presi denes elegidos de os ciudadanos no nobles de los cuaro ba rrios de la ciudad, los aediles como supone E. Meler, admi nisradores de los sanuarios comunes que eran al mismo iempo esoros de los ciudadanos no nobles y en reación con eso jefs de hacienda de a plebe a plebe misa se constiuía como una conjuratio jurando cada uno maar a quien se interpusiera a la acción de los ribunos en la pro tección de los inereses de los plebeyos: que el ribuno era designado como sacrosanctus en oposición a los funcionarios legítimos de la counidad romana signicaba o mismo que el hecho de que el capitán del popolo ialiano careciera de la graia que añadían a su nombre los ncionarios con poder legíimo, los cónsues Tabién los ribunos carecían de auoridad legíima y de su signo el rao con los dioses de la comunidad los auspi cia, y e más importante aribuo del imperium legítimo el poder penal e cuya susiución enían, como jes de la ple be el poder de llevar a cabo una especie de jusicia lnch sin proceso ni juicio, conra e cogido infraganti oponiéndose al eercicio de sus nciones mandándolo prender y arrojar por la roca arpeya Lo miso que ocurre con el capián y los an cianos su poder ocial, el de su magisraura se desenvolvió a base del derecho que enía de inerponerse en vor de los lebeos en las acciones ociaes de agisrado y de parar esas acciones Ese ereco e terces10n que es e negaivo genera del ncionario romano conra cuaquier magistrado igual o inrior represenó su primera cuad. Lo mismo que en el caso de capián, a parir de aquí se de sarrola su poder hasa el puno de converirse en una ins ancia general de casación y uego en el poder máximo de he cho denro del círculo pacíco de la ciudad. En campaña el ribuno nada enía que decir, pues allí reinaba sin ímites el ando del general Esta iiación a la ciudad que no se en cuentra e las viejas magisrauras caracteriza e origen es pecícaene burgués del tribuno En virud de ese poder de casación es coo los ribuos han impueso odas las conquisas políicas de la pebe el de
rcho de provocación contra senencias penales, la suaviza ción del derecho debitorio la declaración de derecho en los días de mercado en inerés de la gente de campo a parici pación igual en os cargos naente hasa en e sacerdocio y en e Conseo y lo que en ocasiones se acanzó en os co munes italianos y en oma, se logra por el pebiscio horten sio que los acuerdos de a plebe oblgarían a toda a comu nidad, por ano una igual posposición rma de los linaes que en la Ialia medieva. Después del resulado deniivo de as viejas uchas es tamenales, se aminora en gran medida la importancia polí ica del ribunado Lo iso que el capián el tribuno se conviere en un ncionario de la comunidad jerarquzado dentro de la carrera adminisrativa elegido únicamente por los pebeyos cuya separación hisórica de pariciado perdió toda iportancia práctica y deó sitio a desarrolo de a no beza funcionaria y creaística (nobleza y cabaleros) n las uchas de clase que surgen ahora sólo una vez, después de la época de los Gracos uncionan poderosamente las viejas culades políticas como un medio a servicio de los rerma dores políicos y del movimiento económico clasisa de a burguesía desclasada poíicaene y eneiga de la nobleza funcionaria se resurgimieno condujo a que el poder ri bunicio se conviriera uno con el mando miliar en el ari buo iliar vitalicio del príncipe Se dan esas semejanzas an sorprendenes, entre el de sarrolo iaiano en a dad Media y e viejo desarrolo roa no, a pesar de grandes dierencias poíicas sociaes y eco nómicas de as que habaremos enseguida No exisen inni tas rmas técnico-adminisraivas para regular los copro misos de os estamentos denro de una ciudad y por eso las semejanzas de las rmas de la adinisración política no de ben ser inerpreadas como superesructuras semejanes so re as mas ases e · pas leyes. - Demos y éros en Esparta
Preguntamos ahora si este desarroo romano no en cuenra también agún paraelo denro de la misma Antigüe dad. Según o que conocemos en la Antigüedad no encontra os na asociación potica particular como a que represen tan las plebs y el popolo iaano, pero sí exisen nómeno de un carácter an Ya en a Anigüedad Cicerón) se ha co siderado a los éforos de Espara como una manifsación pa raela. Pero eso hay que entenderlo bien.
Los éoros (vigilantes) eran, en oposición a los reyes egí mos, ncionaros anuales, y lo mismo que los ribunos, ele gidos por as cinco phyles locales de esparanos y no por as res phyles genilcias. Convocaban a asamblea de los ciuda danos poseían jurisdiccón en asunos civles y en maeria pena (acaso ésa no sn lmación, podan convocar a os msmos reyes a que se presenaran ane elos, obigaban a los ncionarios a rendr cuenas y os suspendían, enan la ad ministración en a mano y, junto con el Consejo eegido de la Gerusa, poseía dentro de domnio esparano e máximo po der polco ecvo En a zona urbana os reyes esaban i miados al rango principal y a la inuencia puramente perso na mienras que en a guerra descansaba en sus manos todo e poder dsciplnaro an ere en Esparta Perenece a tiempos posteriores el hecho de que os éoros acompañaran también a los reyes en a guerra Nada dicen conra la cuali dad de los éoros como poder ribunicio, que en sus orgenes, odavía acaso después de la primera guerra Mesenia, eran aguna ve nombrados por os reyes. Porque es muy posible que ocurriera en los orígenes eso mismo con los jes de as trbus Y tampoco dice nada en conra e hecho odavía más mporane, de que la en los éoros a cultad de inerce són, caracersca de los trbunos y que comparte con los «capanes del pueblo» de la Edad Media Porque no sólo nos ransmite a tradición que a tenor del sentido de su posción les ncumba al principio proteger a os ciudadanos ene a los reyes, sino que a ausencia posterior de esta función se ex plica por la vctoria absoluta del demos espartano sobre sus enemigos y por e hecho de que se cambó en una clase do minante que mandaba en odo e pas si incamene plebe ya, más tarde ecvamente olgárquca En la época hisór ca no se conoció en Espara a aristocraca. Si a polis ejer ca de modo tan absouto su señoro sobre los iloas, a los que oemnemene a guerra» ara motivar as religiosamene su ndensión jurídica, y se anena ambién su posición de monopoio poltico ene a os periecos, que se halaban era de la asociación guerrera, igual grado domnaba en el ineror por lo menos a prin pio, a gualdad soca entre los ciudadanos plenos ambas osas manenidas por ssema de esponaje (krypteia) que cuerda al de Venecia. Según a radción, los lacedemonios ban suprimido el modo particuar de vida de la noblea en no a la indumentaria que exsió en un prncipo Los ju entos recprocos entre los reyes y los éros, una espece paco constitucional periódicamente renovado, parecen ostrar scientemente que esa suación y la recia lmia 1 de poder rea eron consecuenca de una lucha y de
compromso subsiguiene Lo que da que pensar es única mente que os éoros revestían también algunas funciones re ligiosas Pero en mayor grado que los ribunos, se habían converdo en uncionarios legimos de a comudad. Los rasgos caracerísicos de la polis espartana producen dema sado la impresión de una creación raconal para poder pasar como vesigio de insucones aniqusmas •
Etapas y consecuencia de la democratización en Grecia
En el reso de las comunidades heénicas no enconra mos ningún paraeo Por el conraro, s enconramos por to das partes un movimento democráco de los ciudadanos no nobes contra los linajes y, en su mayor pare la eiminacón ya sea temporal o duradera, del señorío de los lnajes. Lo mismo que en la Edad Media, tampoco signicaba esto la igualdad de odos los cudadanos respecto a los cargos, a Consejo y a derecho de voo, ni ampoco en lo que respeca a a acogida en la asocación cudadana de todas las milas personamente libres y con derecho de asenamiento En oposicón a Roma, no pertenecan a a asociación ciudadana los iberos. Pero la iguadad de los ciudadanos se e ipo niendo mediante una gradación de derecho de voo y de a capacidad ncionaria a principo según la rena de la ie rra y la capacidad miar y, más tarde, según la runa Esa gradación jamás se eminó jurídicamene en Aenas de un modo compleo, del mismo modo como ampoco las capas desposeídas de las ciudades medievales lograron nunca una equiparacón jurídica duradera con la clase media E derecho de voto en las asambeas populares se conce dó a odos los propetaros de erras adscri os en a asocac0n miiar de una atra ése e el primer esado de la «democracia» o también a los propie arios de oros bienes de rtuna. Al principio e decisiva la capacidad para el equipamento propo en e ército de los hoplitas, con cuya imporancia se vincula este cambio Pron to veremos que la mera gradación del derecho de voo no consiuyó en modo alguo el medo principal para conseguir ese resultado o mismo que en a Edad Media, la constitu cón rmal de la asambea ciudadana poda esar ordenada no importa cómo y su compeencia rma medida con a ma yor generosidad sin que por elo la posición de poder socal de los poseedores quedara denivamente desruida Por su resulado nal, el movimieno del demos llevó en e ranscurso de su desarrollo a conguraciones uy di /\. wr,:an
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rentes entre s E resultado primero, y en varios casos dura dero, ue e nacimiento de una democracia que, exteriormen te, se parece a la que se presentó también en nuerosas co munidades italianas. La capa más rica de os ciudadanos no nobles, estimada por aguna clase de censo, en o esencia po seedora de dinero, escavos, ergasterios, naves, capita mer canti y de préstamo, entra a rmar parte en el Conseo y en as nciones púbicas unto a os linaes, que se apoyan so bre todo en a propiedad territorial. La masa de os pequeños artesanos, comerciantes y pro pietarios modestos, permaneció urdicamente excuida de os cargos o excuida de hecho a causa de su ta de inde pendencia económica o la democratización e más lejos y egó a colocar e poder en manos de las últimas capas cita das Pero para que pudiera ocurrir esto haba que encontrar os medios para compensar a lta de independencia econó mica de estas capas, como ocurrió en a rma de dietas, y e censo para os cargos e rebajado. Pero esto, y el no tener en cuenta de hecho la gradación en cases de demos ue tan sóo el resutado nal de a democracia ática, que se acanza en e sigo I Se produjo cuando haba decado la importan cia miitar del eército de los hoplitas. La consecuencia realmente importante de esta victoria total o parcia de os no nobes por o que respecta a a es tructura de a asociación potica y de su administración con siste en la Antigüedad en lo siguiente: La implantaión reiente de la organización y
legislaión territoriales
Signica la implantación creciente de carácter de insti tuto de la asociación poltica. Por de pronto, a rma de rea
ización de principio e «ayunmeno oca» sí como a Edad Media haba vaido para la masa de burgueses, ya bao el señoro de los inaes, a división en distritos urbanos, y e popolo eega sus funcionarios por o menos en parte, por barrios, as también a ciudad de linaes antigua conoció distritos ocaes en o que acta a os pebeyos no nobes, so bre todo en o rerente a reparto de as prestaciones perso naes y de as cargas. En Roma encontramos, junto a las tres vieas tribus, de carácter personal, compuestas a base de os clanes y de las curias, cuatro distritos urbanos puramente o caes que, con e triun de la pebe, se coocan al ado de aqueas tribus, y en Esparta, unto a las tres vieas phyles personaes, las cuatro phyles ocales, que más tarde eron cinco En el campo de a democracia propiamente dicha su
victoria se identica con el tránsito al demos, distito oca, como una sección de todo e dominio y base de todos los de rechos y deberes en a polis. Pronto estudiaremos a signi cación práctica de este cambio. Pero su consecuencia e que a polis era tratada no ya como una conaternidad de aso ciaciones miitares y gentiicas, sino como una corporación territoria de tipo instituto También adquirió este carácter con e cambio de a con cepción de la naturaeza de derecho E derecho se convirtió en derecho instituciona de los cudadanos y habitantes del distrito urbano como ta ya antes vimos con qué repercusio nes- y e también, cada vez más, un derecho racionamente estatuido. En ugar de a judicatua carismática irraciona, te nemos a ey. Paraleamente a a eliminación de dominio de los inajes, comienza la legisación. Al principio conserva to dava la rma de establecimiento carismático de los dere chos por os aisymnetas Pero después se produjo a creación constante, siempre uyente, de nuevo derecho por a ekklesia y la administración de usticia puamente secular vinculada a a ey o, como en Roma, a las instrucciones del magistrado. Finamente en Atenas todos los años se diriga a puebo a pregunta de si as eyes existentes deban ser conservadas o cambiadas. Tan natural era a idea de que e derecho en vigor es ago que se crea articiamente y que descansa en la apro bación de aqueos a os que trata de imponerse. Es cierto que en la democracia clásica, por ejempo en a Atenas de os si gos V y V, esta concepción no dominaba de un modo abso uto. No todo acuerdo (psephisma) de demos era ua ey (nomos) ni en e caso en que es!abeciera regas generales. Haba acuerdos del demos contraros a las eyes y taes acuerdos po dan ser impugnados por cada ciudadano ante e tribunal de uados (heliaia). Una ley no era e restado (por o menos entonces) de os acuerdos del demos, sino que, a base de la r , B� ante u coegio de jurados especiaes (nomothetes) a cuestión de si haba de ser considerado como derecho o viejo o lo nue vamente propuesto; como se ve, un residuo singuar de a vie ja concepción de la naturaleza del derecho que desapareció bastante tarde. En Atenas, por la ey de Ephiates, e o que signicó el primer paso decisivo en el sentido de la concep ción de derecho como una creación racional
- La sustitución de los notables
por funcionarios democráticos
El desarroo de a democracia trao consigo una trans rmación de a administración. En ugar de os notables que
gobean en virtud de u crism getilicio u ocil, tee mos u fuciorio del demos elegido por coro pzo o s cdo suere resposbes y, e ocsioes revocbles, o tmbié seccioes direcs de mismo demos. Esos ucio rios o o er e el seido modero del vocblo. Recibí úicmee moderds idemizcioes por gsos o dies como los jurdos scdos suerte. Esto el breve pzo de os crgos y prohibició muy ecuee de reeecció, impidie ro el cimieto de crácter profsiol e el setido de l burocrci moder. Fb l crrer burocráic y e ho or estmel. L resolució de os sutos te ugr como crgo de ocsió E myor de os ciorios o requerí plicció de od su uerz de trbo y los i gresos er tmbié pr s getes si recursos d más que u dquisició si bie desebe de tipo subltero Si embrgo los grdes crgos políticos, sobre todo os mili res, requer presció de od l cividd y, por tto, te que recer e getes co idepedeci ecoómic y por lo que se reere os crgos de hcied se exig e Aes e lugr de moder z u ceso muy lo. Estos puestos er, por su turlez, crgos hoorícos E geuio director de l políic que creó democrci ple e demgogo er rmlmee por lo regur e Ates de Perices e prime uciorio militr Pero su po der ectivo o descsb e ley o e e crgo, sio e iueci persol y e l coz del demos. No er o y egítimo sio i siquier legl pesr de que tod l ostitució democráic esb refrid su exiseci, go sí como moder costitució iges l exiseci de biete que o rige e virud de u compeeci eg A voto de descoz de Prmeto igés, que tmpoco h do jdo eglmee, correspodí, e otr rm l cu ció cotr os demgogos por dirigir m e demos Tm C por scu1c0 se covrO e mero comité gestor de demos, perdió su poder udicil ¡wro uvo e sus mos preprció de os cuerdos po ¡Jlres (medite probuleuma) y e cotrol de s zs E ls ciuddes medievles el señorío de popolo uvo secuecis semetes edccioes e ms de derecho o codicció del derecho civil y del proces u ver der cumució de estuos de odo geero. Eso por prte Por otr u cumució tmbié grde de u <'nrios de los que hst e ls misms pequeñs ciuddes Is ecormos e ocsioes de curo cico doce de ctegorís Y uo persol dmiistrtivo y poli por u prte y el burgomestre por or odo u hz
de fuciorios especilizdos que sóo trbb e oc sió y pr los que los igresos de crgo priciplmete emoumeos, sigicb sóo u deseble ucro cce sorio Er comú tmbié ls ciuddes igus y ls me dievles, por o meos s grdes el hecho de que umeo sos sutos que suee rrse e smbes represettivs se resolvier medite colegios especies eegidos o sc dos suerte As e Aigüedd heléic legislció y mbié otros sutos poticos por eempo e Aes el u rmeto pcr lizs y el reprto de os ribuos de os miembros de fderció. E Edd Medi muy meu do eecció de uciorios, y precismee os más im porttes, pero tmbié e ocsioes composició de os colegios deibertes más decisivos Se r de u especie de sustituo de uestro sistem represetivo, que o exisió uc e l rm moder. orrespodiedo crácter rdicio estmel y de priviegio de odos os derechos poticos, hbí «represees» úicmete de s diverss socicioes, e democrci tigu comuiddes cultu rles o estles cso ligs de Esdos e Edd Medi os gremios y ors corporcioes Se represetb derechos particulares de las asociaciones y o u cmbie «electo rdo» de u disrio, como e e Prmeto •
El goierno ilegítimo: los tiranos en la Antigüedad
Tmbié es comú lmete ls ciuddes igus y medieves l prició de l tirí o, por o meos e i eto de impció E mbos csos u fómeo oc mee imido E metrópoi heéic se preset este ómeo e los siglos V y V sucesivmete e u serie de grd _ es ciu� des : et At s ' pero resistió pocs gee virtud del sometimieto u poder miitr superior Por e cotrrio su reido e el domiio cooil, e e Asi Me or, y sobre odo e Sicii ue más durdero y e ocsioes costiuyó l frm deitiv del régime urbo hst su decició tirí ue, por tods prtes produco de luch es tmetl E lguos csos, por eemplo e Sircus prece que os lijes mezdos por e demos yudro l is turció de l tir Pero e geerl se trtb de u prte de l clse medi y de los explodos por usur de los ies que poyb iro siedo sus eemigos los i es los que desterrb y coscb sus biees, y quiees por su pe, procurb derrocrl. E este puto se hce M. WEBER
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valer e típico antagonismo clasista de la Antigüedad: los pa ricios de la ciudad con capacidad miliar, en calidad de prestamisas y os campesinos como deudores que encon ramos anto enre los israelitas y en Mesopotamia como en el mundo griego y en e italiano. En Babionia la buena tie rra ha cado casi oda en manos de los paricios en cuyos co lonos se han convertido os campesinos. En Israe «prestará a todo el mundo» es decir que los ciudadanos de Jerusalén serán patricios y señores de deudas mientras que los demás serán sus siervos y campesinos El mismo antagonismo de clase encontraremos en Grecia y en Roma La irana una vez en e poder ha cntado por o genera con os pequeños campesinos con una pequeña camarila de nobes aiada a é polticamente y con una parte de las clases medias de la ciu dad. Por lo general s apoyaba por una pare en la guardia personal cuya concesión al caudillo popular por los ciudada nos signicaba aquí (por ejemplo Pisstrato) lo mismo que en e caso de os «capianes del puebo» de la Edad Media el primer paso y, por ora en mercenarios En realidad llevaron a menudo una poica de niveación estamena parecida a a de los aisymnetas Charondas Soón. Muchas veces no haba más alternaiva que esta nueva ordenación de Estado y de derecho por los aisymnetas o a institución de una tirana La polica social y económica tano de unos como de otros por o menos en la merópoli trata de impedir la venta de la tie rra campesina a a nobleza urbana y la inmigración de los campesinos a la ciudad; también trata en ocasiones de lmi ar la compra de escavos el lujo el comercio inermediario a exporación de cereales medidas que corresponden en lo esencial a una poltica pequeño-burguesa de «economía ur bana» similar a la «poica económica urbana» de las ciuda des medievaes, de que nos ocuparemos todava os tiranos se sienen por doquier como señores ilegíti mos y pasan especcamene por aes s o que su posición enera anto religiosa como poltica de la vieja reaización urbana Por lo genera eran mentadores de nuevos cultos patéticos así el de Dionisios en oposición a los culos rituales de a nobleza. Generalmente buscaban las r mas externas de la constitución comunal para cubrir las apa riencias de a egaidad Por o regular su régimen debiitaba a los linajes y éstos se vean obligados para asegurarse la ex pusión del tirano sólo posible con la ayuda de los no nobles a hacer amplias concesiones al demos. La democracia de cla se media de Clstenes se alió así a a expulsión de os Pisis tráidas. En algunas ocasiones ha ocurrido que una plutocra cia de comerciantes ha sustituido a la tirana. Esta tirana vorecida por antagonismos económicos entre las clases ac
tuó por lo menos en la metrópoli en el sentido de una nive lación estamena imocrática o democráica, de a que ue ecuentemente precursora. Por el contrario os intentos lo grados o malogrados de insitución de una irana en la épo ca helénica tarda surgieron de a poica de conquista de demos. Guardan relación con sus inereses miitares de los que hablaremos más tarde. Pugnaban por ella caudillos mili tares victoriosos coo Alcibíades y Lisandro. En la metrópo li estos intentos no uvieron éxito hasta la época helenstica y también se derrumbaron los imperios militares del demos por razones que se explicarán más arde. Por el contrario en Sicilia la vieja poltica marítima de expansión en el Mar Ti rreno lo mismo que más arde a defensa nacional conra Cartago e acaudillada por tiranos que se apoyaban en mercenarios y en ejércios urbanos y que evaron a cabo su polica con implacables medidas de cuño oriental incorpo raciones en masa de mercenarios en caidad de ciudadanos y trasplantes de cuerpos de ciudadanos sometidos creando ua monarqua militar interlocal Roma nalmene donde en la vieja época repubicana se socaron los gérmenes de tiranía, abocó, coo consecuencia de la potica de conquista y por razones sociales y policas, a una monarqua miitar de la que se hablará en particular en otro momento. •
El gobierno ilegítimo: los señores medievales
En la Edad Media, la tirana urbana se limitó casi por completo en Ialia. La signoria itaiana cuyo paraelismo con la tiranía antigua es señaado por Ernesto Meyer tiene de co mún con ésta que se hala en manos de una milia acomo dada y que se enenta a os propios compañeros de esta mento además que es la primera potencia política en el oc ue conserva sin ebargo, casi siempre ciertas rmas de la constitución urba na Pero por lo demás nos enconramos con direncias i- portantes Si es verdad que tropezaos con ecuencia con que la signoria suge direcamente de a lucha de los esta menos ambién lo es que aparece al nal del desarrollo a que conduce la victoria del popolo y en ocasiones bastane tiempo después Además casi siempre se desarrolla sobre la base de los cargos legales del popo/o mientras que en la An tigüedad helénica la tirana urbana representa sólo uno de los nómenos intermedios entre el señorío de los linajes y la timocracia o a democracia El desarrollo rmal de las signorias iene lugar en r mas diversas coo o ha hecho ver bien E. Salzer. oda una
serie de signorias surge directamente como producto de las revueltas del popo/o a base de los nuevos cargos ociaes de los popolani. E capitan del popolo o el podestá de la mercadanza o también e podestá del común son elegdos por el popoo por pazos cada vez más argos o también vitaca mente. Encontramos tales cargos a largo pazo ya a media dos del siglo XI en Pacenza, Parma, Lod y Milán. En esta ltma ciudad, e domnio de os Visconti, o mismo que os Escalígero en Verona y os Este en Matua, es ya de hecho heredtario a nes de sgo XI. Junto a este desarrollo ha ca el carácter vtaico, y más tarde hereditario -de hecho prmero y luego de derecho, tenemos a ampliación de las cultades de estos funcionarios máxmos Basándose en un poder penal arbtraro, puramente político, se elevan a un poder pleno (arbitrium generale) en competencia con el Con sejo y el comn, para tomar no mporta qué dsposicones y, namente, al dominium con derecho a regir la cudad libero arbitrio, de repartir os cargos y de dictar ordenanas con erza de ey Este cambio solía tener dos entes polítcas drentes, aunque a menudo déntcas por razón de ndo Por una par te, el domno del partdo como tal Sobre todo, a amenaza constante de todo el estamento poítco, e indirectamente de económco, y sobre todo de estamento de los propetarios, por e partido vencdo Especiamente los belcosos linaes y el medo a las conuraciones levaban a colocar a a cabeza a un e de partdo con poderes iimtados Por otro lado, las guerras con el exteror, la amenaa de sometmientos a ma nos de ciudades vecinas o de otros poderosos. Cuando es esta la raón prncipa, encontramos como uente de la signría no e puesto de caudo de partdo de captán de pueblo, sno la creacón de un mando mlitar extaordinaro a cap tanía �e gu ra, ntregada u? p ín c e x ra e _ro o a un ríncipe para que a protegera contra a amenaa exteror odía tener lugar en rma que imtara muy estrechamente s cultades del dominus. Dentro de la cudad, e trano so í ganarse as anchas capas bajas de artesanos, excuidas ráctcamente de la admnstracón, en parte porque e cam para ellas no signicaba ninguna pérdda y la creacón de 1 corte signicaba ventaas económicas, en parte como secuencia de a accesbildad emotiva de as masas al po r personal. Por eso, los asprantes a la signoria han util generamente e parlamento como una nstanca para e paso de poderes Pero también en algunas circunstancias naes o os comerciantes, amenazados por enemgos po s o económcos han recurrido a medo de a signoria
que nunca se consideró en sus principos como a nsttución de una monarquía permanente Cudades como Génova han impuesto a menudo a poderosos monarcas a cuyo dominium se adscrberon, condcones muy lmtadas, especalmente en lo que respecta a poder mltar, a as contribucones en d nero y, en ocasiones, es han desposeído de su cargo. Así lo ogró Génova respecto a monarcas extraneros por ejemplo el rey de Franca. Pero era más dcl consegur esto respec to a un signre resdente en la cudad. •
La pacfcación de los burgueses y la legitimación de los señores
Y sobre todo, se puede observar que con el tempo de creció tanto la erza como la incinacón de los burgueses a prestar resstenca. Los signres se apoyaban en mercena ros y, de modo crecente en alianas con as autoridades e gítimas Después de la dominación violenta de Forenca con ayuda de tropas españolas, la signoria heredtaria se con verte en toda Itala, era de Veneca y Génova, en la rma estata egtmada dentivamente por el reconocimento m perial y ponticio. Pero aquea debiltada resstenca de a burguesía se explca por toda una serie de crcunstancas sn guares: a corte del sgnre creó entre la nobeza y la bur guesía, a medida que transcurría el tempo, al igual de otras cortes, capas crecentes interesadas social y económcamen te en su persistenca l renamento creciente de las neces dades y la expansón económca decreciente, con una sens bdad cada vez mayor de los intereses económcos de as ca pas burguesas superiores ente a toda perturbacón del trá co pacíco, además el nterés cada vez menor de los arte sanos en as actvdades poítcas, a medda que aumenta la cometenca crece a estabidad socal económca su aspración natural a entregarse puramente al trabajo ucrati vo o al pacíco dsute de rentas, y la poítca general de los prncpios que mentaron ambos desarroos en ventaa pro pa, condueron a una rápda dsmnucón del nterés por el destno poítico de a cudad Por todas partes, tanto as grandes monarquías, como a ancesa, o as signorias de as drentes ciudades, podían contar con e interés de las capas baas en a paccación de la cudad y en a reguacón de la vida lucrativa en el sentido de una poítca pequeoburguesa de abastos. Los reyes han sometido a as ciudades rancesas con ayuda de estos ntere ses de os pequeos burgueses e iguaes tendencias ha vo recido en taia la signoria. M. WEBR
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Pero más importante que todo e un fctor esencial mente político: la pacicación de la burguesía al ser absorbi da por a actividad económica y desacostumbrarse del servi cio de as armas, y e desarme planeado levado a cabo por os príncipes. Es cierto que no siempre constituyó éste desde un principio una parte de la política de los príncipes pues va rios de ellos crearon por e contrario un sistema raciona de recutamiento Pero a tono con e tipo general de a rmación patrimonial del ejército pronto se convirtió éste en una leva de desposeídos, extraño por tanto a ejército republicano de burgueses Pero sobre todo el tránsito a os eércitos merce narios y a a satisfcción capitalista de la demanda militar mediante empresarios (condottier}, debido a a creciente ab sorción del burgués por la economía y a la necesidad también creciente de una rmaión profsiona para el servicio de as armas Ya en la época en que existían as ciudades ibres es tas circunstancias habían preparado sensiblemente a paci cación y desarme de os burgueses. A esto se añadió a unión persona y política de os príncipes con las grandes dinastías ente a cuyo poder e evantamiento de los burgueses no oecía perspectiva alguna Fueron por tanto en útimo tér mino, circunstancias que nos son conocidas en su signica ción genera as que oecieron a la signoria las perspectivas de progresar hasta os términos de un principado patrimo nial hereditario Estas circunstancias eron la creciente ab sorción de los dedicados a actividades lucrativas a crecien te descacación militar de las capas cultas de la burguesía y la racionalización tabién creciente de a técnica miltar en el sentido de u eército profesional en unión con e desa rrollo de un estamento de nobles rentistas y prebendados in teresados económica y sociamente en a corte Cuando la signoria alcanza este grado entra a rmar parte del círculo de los poderes legítimos. La política que levan as signorias muestra soe to en u punto único que aquí nos interesa una tendencia co mún con as tiranías antiguas: el quebrantamiento de la po sición de monopoo poítico y económico de la ciudad ente a campo. La pobación rural e muy a menudo la que ayu dó -como en a Antigüedad- a os titulares del poder a ha cerse con él (así en 1328 en Pavía). a ibre burguesía urba na había quebrantado a menudo después de su victoria so bre los linaes y en propio interés y también con un interés político el señorío territoria y había emancipado a los cam pesinos y recamado el movimiento libre de las tierras para permitir su acceso a os posibes compradores Consiguiente mente al dominio de popolo grasso se levó a cabo a adqui sición en masa de tierras por los burgueses de manos de los
señores feudales y en Toscana por ejemplo a sustitución del régimen de prestaciones udales por la mezzadria una institución que se determina por la coexistencia de una capa de señores en su mayoría domiciliados en la ciudad y que mantienen su reación con e campo por el sistema de resi dencias campestres y de sus arrendatarios residentes en el campo Pero la población rural se hallaba excluida de toda participación en el poder político aunque era propietaria libre o mismo que a mezzadria en e campo de la econo mía privada así también la poítica urbana ente al campo se orientaba en su organización por los intereses de consumo de los habitantes de a ciudad y uego del triun de os gre mios por sus intereses productivos a política de los prínci pes no ha cambiado esto enseguida ni tampoco de una ma nera general a mosa poítica siocrática del gran duque eopoldo de Toscana en e sigo XVIII se halaba inuida por ciertas ideas de derecho natural y no en primer lugar por una potica de intereses agrarios Pero en todo caso la política de los príncipes orientada en su conjunto a una nivelación de intereses y a una previsión de conictos, no era ya a política de una burguesía urbana que utiizara e campo sóo como medio para un n El señorío de os príncipes urbanos era sobre todo u señorío sobre varias ciudades Pero no era a regla e que se pasara de estos terriorios estatales hasta entonces indepen dientes a una asociación estatal unitaria en el sentido mo derno. Por e contraro ciudades que estaban sometidas a un mismo señor han seguido poseyendo e derecho y también la oportunidad de cambiar embajadores entre sí. Su costitu ción no e tampoco por lo reguar unicada No se convir tieron en ayuntamientos que, en virtud de la deegación de Estado cumpen con una parte de sus tareas sta evoución se ha producido poco a poco y paraleamente a a transr mac0n omogenea modernos as entidades poíticas surgidas de estos territo rios urbanos no han poseído en su mayoría representaciones estamentales tales como as poseyó ya e reino de Siciia en a Edad Media y también otras viejas monarquías patrimonia les as novedades de la organización eron más bien as si guientes presencia de ncionarios señoriales nombrado por tiempo indeterminado junto a los ncionarios de lo cri minal elegidos por corto pazo; desarrolo de magistratura centrales de tipo coegia sobre todo para los nes de ha cienda y iitares Esto signicó de todos modos un paso im portante en e camino de a racionaización de la administr ción La administración de la ciudad regida por el prínci podía ser modeada técnicamente de un modo racional po
que muchas ciudade abían creado, a ervco de u pro po nteree hacendítco y mltare y en u grado no co nocdo, la bae etadítca convenente y porque lo banco de la cudade abían dearrollado técncamente el arte de llevar lo lbro de contabldad. Por lo demá nuyó má en la raconalzaón ndcutbe de la admntracón el ejem plo de Veneca por un ado, y e del reno de Scla por otro y certamene má por etímuo que por copa El cclo recorrdo por la cudade talana partendo de er elemeno de aocacone patrmonae o udale, pa ando luego por una época de ndependenca y de mando de lo notable logrado revoluconaramente depué por el domno de o gremo aa legar a la signoria, para con vertre nalmene en parte conttutva de aocacone patrmonale relatvamente raconale no tene una réplca exacta en el reto de occdente Sobre todo lta la signoria, que olamente encontramo en u etado prevo la de la ca ptanía del pueblo, entre alguno de lo má poderoo bur gomaere al nore de lo Alpe Sn embargo el dearrollo gue endo unveral en alguno punto: la cudade en la época carolnga no eran o ca no eran má que dtrto ad mntratvo con certa peculardade de la etructura e tamental, y en el moderno Etado parmonal e aproxma ron enblemente a eta tuacón, drencándoe ólo por e dereco partcular corporatvo Pero en la época nerme da ueron por toda parte en agún grado «comune» con dereco poítco propo y una polítca económca autóno a De manera parecda trancurre e proceo en la Antgüe ad Y nada parecdo a captamo moderno n al Etado oderno a nacdo obre el uelo de la cudade antgua dearrollo medeva de la cudade ben no repreenta ara lo do en modo aguno la únca etapa preva decva aquea o funcone, n e u veraero portaor, tam co e puede precndr de él porque contuye un ctor 11y decvo en u nacmento Por tanto a pear de toda ;s emeanza exterore en el dearrollo erá necearo ear pronda drenca Aora aenderemo a ella Tendremo la mayore pobldade de reconocera 'ntamo lo do tpo de Etado en u rma caracteia Pero para eto enemo que tener en cuenta que 1ién denro de la cudade medevale extían muy 1•s derenca de etrucura, obervada por nooro 1 sóo en alguno puno Pero tratemo de repreentar ¡ n clardad, ua vez má, la tuacón general de la cu • medevale en a época de u máxma ndependenca
en a que podremo captar u rago epecíco en máxmo dearrolo •
Autonomía urbana capitalismo y burocracia patrimonial: compendio
Cuando culmna la autonomía de la cudade la carac terítca de éa e mueven con ua gran rqueza de r ma, en la gente dreccone -Autonom políica
Auonomía polítca y, en parte una políca exteror de uerte que el régmen de a cudad dpone de un poder ml tar propo, celebra alanza, ace grande guerra, omete la comarca y, en alguno cao, a otra cudade y adquere co lona ultramarna. Por o que e reere a ea coona ólo do cudade marítma taana la an ogrado de un modo duradero y por lo que repecta a la adqucón de grande terrtoro y a una gncacón polítca nternaconal ólo lo an conegudo aguno comue en el norte y en el centro de Iala y en Suza y en grado muco menor, alguna cuda de amenca y una parte de la cudade anátca de la Alemana del norte Por el contraro n la cudade cla na y del ur de taa n a epañola depué de un breve ntermedo, n la ancea depué de un período má lar go, n la nglea dede un prncpo n a alemana, con ex cepcón de la ctada del norte y de la amenca y de algu na cudade uza y ora de la Alemana del ur y una gran parte del oete en el breve período de la alanza de cudade, conoceron un eñorío terrtora poítco que uera má allá del alz nmedato y de alguna pequeña cudade. Muca de ella han mantendo oldado propo (aí todavía m tare en Franca) o an poeo una mca caana y éa era la regla apoyada en a oblgacón de dena de lo abtante que dendía u murala y que, a vece te nía erza para en alanza con ora cudade, mponer la paz, allanar catlo de aleadore y tomar partdo en la u ca nerna del paí Pero en nnguna parte an ntentado llevar a cabo una polítca nternaconal como la de la cuda de aana y de la Hana En u mayoría an envado repreentante a la corpo racone etamenale del mpero o de lo paíe y no poca vece, a caua de u poder nancero, an evado en elo, a pear de u pocón rmalmente ubordnada la voz can tante El máxmo eempo de eto lo tenemo en lo commons
ingleses que, ciertamente, no signican tano una rprsenta ción de los comunes urbanos cuanto de corporaciones esta mentales. Pero también tenemos el caso de muchas burgue sías que no han ejercitado n derecho semeante (los detalles histórico-urídicos nos levarían demasiado leos). ero el Es tado burocráticopatrimonial moderno del continente les ha arrebatado a la mayoría de ellas toda actividad política propia y también la actividad militar, era de los nes de policía Sólo países como Aemania que se iban desarrollando en r maciones particulares, tuvieron que permitir la subsistencia de wa parte de ellas como rmaciones poíticas particulares La evolución ha trazado una marcha especial en Inglate rra porque no contó con una burocracia parimonial Las di versas ciudades nunca tuvieron aquí ambiciones políticas propias dentro de la rigurosa organiación de la administra ción central, ya que se presentan untas en el arlamento. Constituyeron monopolios mercantles, pero no ligas políticas urbanas, como en el continente ran corporaciones de una capa privilegiada de notables y no se podía prescindir nan cieramente de su buena disposición. En la época de los Tu dor, la realeza trató de destruir sus privilegios, pero la caída de los Estuardo acabó con esto Desde entonces siguieron siendo corporaciones con derecho de elección parlamentaria y lo mismo el Kingdon of inuence como las secciones de la nobleza utilizaron políticamente los gremios electorales ridí culamente pequeños y fácilmente conquistables que muchas de ellas representaban para obtener mayorías parlamenta rias convenientes . prop. Poder legzslatwo stablecimiento autónomo del derecho por a ciudad y de;tro de ella, a su vez por los gremios y las guildas Han po @ @ políticamente independientes, temporalmente las ciudades españolas e inglesas y una parte considerable de las rance sas y de las alemanas, sin que existiera siempre un reconoci miento expreso de este derecho En lo que se reere a las n cas urbanas, el tráco en el mercado y al comercio los tri bunales de la ciudad compuestos por los burgueses, en cai dad de escabinos, aplican un derecho especíco común a to dos los ciudadanos, surgido por la costumbre por el esta blecimiento autónomo, por imitación, o por concesión o re cepción de un modelo extranjero al ndarse la ciudad Fue ron elminando en los procedimientos los medios de prueba rracionales y mágicos, tales como el duelo las ordalías y el uramento del clan en vor de una demostración racional O
procso que no hay que representárselo en una dirección de masiado rectilínea, puesto que en ocasiones la conservación de las particularidades procesales de los tribunales urbanos signicaba también la de los vieos procedimientos ente a las innovaciones racionales de los tribunales reales así en nglaterra (ausencia ljury)- y la de los procedimientos me dievales ete a la penetración del derecho romano, cosa que ocurre mucho en el continente donde las instituciones urídicas apicables en sentido capitalista proceden del dere cho urbano, pues son las ciudades las sedes de la autonomía de los intereses, y no del derecho civi romano o alemán). l régimen de las ciudades buscaba, por su parte, que en lo posible las guildas y los gremios no establecieran estatutos sin su consentimiento o sólo aquellos que se limitaran al cam po estricto suyo Lo mismo la amplitud de la autonomía ur bana que la distribución del poder legislativo entre el Conse jo y los gremios era algo inestable y cuestión de relación de erzas en todas aquellas ciudades que tenían que contar con un señor político o territorial de la ciudad, por tanto en todas las ciudades italianas El estado burocráticopatrimonial que surge les ha ido cercenando progresivamente esta autonomía En Inglaterra, los udor han encarnado sistemáticamente el principio de que las ciudades lo mismo que los gremios son institutos es tatales corporativamente organizados para determinados nes e investidos con derechos que no van más allá de los lí mites señalados en el privilegio, e investidos también con un poder legislativo que sólo obliga a los burgueses en cuanto son sus miembros Cualquier violación de estos límites e ocasión para cancelar estas cartas en un proceso quo anto (�JÍ con ondres todaví _a bajo acobo I) Según esta concepc10n, la cda ' como vos n? pasaba en principio !º una «cororac0n tetoal», so como una asoca cn e stamental privilegiada en cuya administración se in mcwa constantemente en unciones de control, el pivy, ?unci. En Francia se arrebató a las ciudades en el curso de sglo XV su poder udicial era de las materias de policía, y se les exigió la probación de las autoridades estatales para todos los actos mportantes en materia de hacienda En la Europa central se destruyó por completo la autonomía urba na en los diversos territorios o países. Autocefalía or tanto autoridades judiciales y administrativas exclu sivamente propias. Sólo una parte de las ciudades, sob
todo las talianas, a han poseído competa y as cudades uera de Itaia generamente para a justcia meno y casi sempre, con a reserva de apeacón a os tribunaes reaes o a os trbunaes supremos de país. Aí donde pronuncaban sentencias os escabnos nombrados de entre os bugueses a personadad de señor judica presentaba u nterés pre domnantemente fisca y por tanto a ciudad no se ha creído obigada a aproparse o a comprar e señorío udca rma Pero era o principa para ea que a ciudad representara un distrto udcia propo con escabnos salidos de ea Esto se consguó muy pronto por o menos en o que se reere a a justica menor y en parte tambén para a ustcia superor Los burgueses lograron en gran medda a eeccón propia de os escabinos o a cooptación sn intervencón de señor Tam bén tuvo mportanca a conqusta de prvegio de que un burgués sóo debía comparecer ante un trbunal de a ciudad No es mposbe segur e desarroo de a magistratura admnstratva urbana el Conseo n a Ata dad Meda, a existenca de un Consejo con ampias cutades admnstra tvas consttua e sgno de todo ayuntamento urbano en e norte y e oeste de uropa modo de su composicón va raba enormemente y dependía de a relacón de erzas en tre e patricado de os «inaes» -rentstas prestamistas y co merciantes de ocasón-, os comercantes a menudo agre mados, dedcados según os casos a comercio con e extran jero o a detae o a a empresa de a ndustria a domicio- y os gremios reamente ndustraes Y a reacón de poder económco entre os burgueses y e señor de a cudad deter naba por otra parte e grado en e cua e señor poítico o terrtora tomaba parte en e nombramento de Conseo sendo así en ese caso a ciudad en parte heterocéfa E n pri mer ugar, según as necesdades de dnero de señor que ha cían posbe a compra de sus derechos e inversamente se as e de dnero de a caa del señor ni e mercado de dnero de a cudad deciden por sí soos cuando e prmero dspone de edos poítcos de poder En Franca a reaeza aiada con as cudades bao Feipe Augusto (tambén parcamente otros ñores de ciudades) acanza ya en e sigo XII no obstante ecientes necesdades de dnero una particpacón pariage a provisión de os puestos admnstratvos un derecho de ntro sobre a administración de os magstrados especa nte a de a hacienda que interesa a rey a conrmacón los cónsues eegdos y hasta e sglo XV, a presidenca de év6t rea en a asamblea de los burgueses n a época de l Luses as cudades son domnadas competamente en os bramientos de cargos por os «ntendentes» reaes y as
necesdades de a caa púbica levaron a ocupar medante su venta tanto os cargos de Estado como os de a ciudad E stado burocrátcopatrimona transrmó as mags traturas adminstratvas de a ciudad en representaciones corporatvas prviegadas con prvegos estamentaes con competenca en el círcuo de sus ntereses corporativos y sn nnguna sgncacón para los nes admnstratvos de sta do E stado ingés, que debó respetar a autocea de as corporacones estataes porque eran cuerpos eectoraes de Paramento cuando trató de abordar por medo de asoca ciones ocaes aqueas tareas que hoy resueven nuestros muncpos, prescndió sn contemplaciones de a cudad y se apoyó en as parroquas, a as que no pertenecían únicamen te os miembros prvegiados de a corporacón sino todos os habtantes caicados o en otras asocaciones creadas de nuevo cuño Pero cas siempre e burocratsmo patrimonia ha transrmado as magistraturas muncipaes en unas au tordades terrtoriaes unto a as demás. -Autonomía tributaria
Poder mpositivo sobre os cudadanos exención de pa gar mpuestos y rentas para era Lo prmero se ogró en grados muy dversos conservándose en rmas diferentes el derecho de control por e señor de a cudad o no conserván dose contro alguno. n Ingaterra as ciudades jamás pose yeron una autonomía sca efctva sino que necesitaron e consentmiento del rey para toda nueva tributación Tambén a bertad con respecto a exterior sóo en agunas partes se acanzó por competo Entre as ciudades potcamente no autónomas sóo aqueas que arrendaban os mpuestos y ue go se entendían con e señor de a ciudad por e pago de una suma oba n g mnstracón os trbutos reaes (rma burg en Ingaterra) obtuvieron autonomía sca Pero donde mejor se ogró a bertad de cargas e en as obgacones personaes proce dentes de as reacones de os burgueses con un señor jud cia o corpora E estado burocrátcopatrimona norma separó des pués de su trun a ciudad y e campo desde e punto de vs ta técnicosca: trataba de abarcar a producción y e consu mo de una manera gua medante sus mpuestos urbanos es pecícos las accsas Pero se puede decir que arrebató por competo a as cudades su poder sca propio En ngaterra e poder mpostvo de a corporacón urbana signcaba poco, puesto que as nuevas tareas admnisrativas ncum
bieron a otras comunidades. En Francia a partir de Mazari no, el rey se apropia la mitad de octroi de as ciudades, des pués de que todas as operaciones scaes y e sistema impo sitivo de las ciudades se halaba ya bajo el contro público de Estado En el centro de Europa las autoridades municipales se convierten también en este aspecto, casi siempre, en me ros funcionarios de hacienda del Estado - Derecho de mercado y política económca ubana
Derecho de mercado, poicía autónoma de comercio y de la industria y poderes monopólicos de coto. Toda ciudad me dieva tiene un mercado y el Conseo ha arrebatado al señor de la ciudad en gran medida a poicía de mercado La ins pección poicíaca del comercio y la industria se repartió lue go, según las relaciones de poder entre las autoridades de la ciudad o los gremios, con ampia exclusión del señor de la ciudad La poicía industrial eerce a inspección de la caidad de as mercancías, en parte por interés de la buena ma de os intereses de exportación de la industria; por tanto, en parte en interés de os consumidores urbanos y e control de los precios lo eerce en interés de estos últimos sobre todo ade más e aseguramiento de la subsistencia de los pequeños burgueses a limitación del número de aprendices y ociales; por tanto en ciertas circunstancias también de os maestros y cuando se estrechan las posibilidades económicas, el mo nopolio de los puestos de maestre para los nativos especial mente para os hijos de los maestros; por otra parte en a medida en que los gremios manean esta policía, trabajan para que no se produzcan dependencias capitalistas respec to a gentes de era o a grandes explotaciones mediante a del préstamo de capitales, la regulación y organización del abastecimiento de materias primas y, a veces de la venta de los productos Pero, sobre todo, la ciudad busca la excusión del campo, que e está sometido de la competencia indus trial trata, por tanto, de oprimir la industria rural, de obigar a os campesinos, en interés de os productores de a ciudad, a abastecerse en a misma, y en interés de los consumidores, a vender sus productos solamente en e mercado urbano procura en interés de los consumidores y, eventuamente de os que trabaan materias primas, evitar la compra anticipa da de la mercancía era de mercado trata, en interés de os comerciantes de establecer monopolios de tránsito y de con seguir privilegios en el comercio libre de era. 134
Estos puntos centraes de la llamada «política económi ca urbana» que varían por as innitas posibilidades de compromiso entre itereses en pugna, os encontramos con este carácter general por todas partes La orientación de a poítica en cada caso resuta condicionada, además de la re lación de erzas de los ineresados dentro de la ciudad, por e campo adquisitivo de que disponga a misma Su ampia ción en e primer período de os asentamiento trao consigo una tendencia orientada hacia a ampliación del mercado, mientras que su estrechamiento hacia nes de a Edad Media produo la tendencia monopoizadora. Por o demás cada ciudad tiene sus intereses propios en pugna con los de sus concurrentes y especialmente entre as ciudades marítimas del sur ocupadas en e comercio con tierras leanas, reina una ucha a vida o muerte El Estado burocrático-patrimonial no pensó, después de haber sometido a as ciudades en romper de una manera undamenta con esta «política económica urbana» Por el contrario, su propio interés hacendístico reclamaba el es plendor económico de as ciudades y de su industria y e mantenimiento de su pobación no menos que el mento del comercio exterior en el sentido de una poltica comercial mercantilista, cuyas medidas por otro ado, podía tomar en parte de la política de agunas ciudades rató de equilibrar os intereses de las ciudades y grupos abarcados por su aso ciación, especialmente trató de conciiar a política de subsis tencias con la política capitaista Hasta casi la víspera de la Revolución ancesa, no tocó la poítica económica tradicio na más que en aquellos puntos donde los monopolios locales y priviegios de os burgueses se oponían a a política mono póica y de priviegio, orientada de modo creciente en senti do capitalista, inauguada por é Es cierto que esta actitud podía conducir en casos aisados a una ruptura violenta de J ios económicos burueses ero sinicaba un abandono de os carriles habituales sólo en casos excepcio nales y locales Mas se perdió a autonomía de la regulación económica por parte de la ciudad y esto podía ser indirecta mente de gran importancia Lo decisivo residía sin embargo en la imposibilidad d las ciudades de disponer, al servicio de sus intereses, de un poder poítico y militar de la categoría de que poseía e prín cipe burocrático patrimonial Y, por otra parte, sólo excep cionalmente podrían intentar en la rma en que lo hacía los príncipes, tomar parte, como asociaciones en as nueva probabiidades lucrativas que iban surgiendo en virtud de política de patrimonialismo. Por a naturaleza de las cosas sólo elementos individuales y, sobre todo socialmente priv
legiados, tenían acceso a esas probabidades y así vemos que en Inglaerra y en Francia sólo genes perenecienes al esameno de los señores errioriales o de los grandes fun cionaris rmaban pare, uno con los reyes de las empre sas ípicas de parimonialismo nacionales y ulramarinas privilegadas con monopolio, mienras que eran raros -rea ivamene los elemenos burgueses que inervenan. Ocasio nalmene algas ciudades como por ejemplo rancr, a veces de una manera amplia, han paricipado en empresas exeriores de ipo especulaivo Pero casi siempre en perjui cio propio, porque un solo acaso podía acarles mucho más que a una gran enidad políica. La decadencia económica de numerosas ciudades, espe cialmene a parir del sigo XV sólo parcialmene se funda de un modo direco en el desplazamieno de las ruas comer ciales y en e nacimieno de grandes indusrias a domicilio que se apoyaban en fuerzas de rabajo exeriores como lo demuesra el hecho de que ambién esa decadencia aca a nglaerra En su mayor pare se debe a oras condiciones ge nerales, sobre odo a que las rmas de empresa radiciona les aricuadas en la economía urbana no eran ya aquellas que proporcionaban las grandes ganancias y, lo mismo que le ocurrió anes a la écnica guerrera udal, las empresas capi alisas mercaniles e indusriales policamene orienadas no enconraban su apoyo aun en el caso de ener su sede n una ciudad en ua políica económica urbana y no podían descansar en un cuerpo local de empresarios vinculado a una asociación urbana singular Las nuevas empresas capiaisas se asenaron en nuevas locaidades apropiadas Y el empre sario llamó en ayuda de sus inereses a oros auxiliares dis inos de la comunidad urbana caso de que los necesiara Así como los dissenters, que desempeñaron an gran papel en el desarrollo capiaisa de nglaerra, no perenecían en virud de a Test-act a as corporaciones urbanas dominan es, amen as granes caes mercanes e usaes modernas del país se hallaban fuera de os disrios y por lo mismo, de los poderes monopólicos locales de as viejas cor poraciones privilegiadas y mosraban en su esrucura jurídi ca rasgos muy arcaicos: os vieos ribunales de los señoros errioriales la cout baron y la court leet subsisieron en Li vrpool y en Mancheser hasa la rerma moderna, sóo que señor erriorial se cambió en señor judicial - Actitudes hacia los esraos sociales no burgueses
De la peculiaridad poíica y económica de las ciudades edievales se segía ambién su aciud con las capas que no
perenecan a la burguesía urbana Eso presena, sin em bargo aspecos muy disinos en las diversas ciudades s común a odas ellas su conraposición a la rma económica de las esrucuras políicas esamenales y errioriales espe cícamene exraurbanas mercado ene a oikos. No hay que represenarse, sin embargo ese anagonismo como una «lucha» económica enre los señores políicos o errioriales y la ciudad Esa lucha se oeció, como es naural, en odos los casos en que la ciudad, en inerés de la ampliación de su poder acogió en la asociación urbana genes someidas a un señor polico o erriorial que el señor quería reener y qe ela amparaba en sus muros o, sin necesidad de enerlos den ro, los consideró como ciudadanos Eso úlimo fue imposi ble después de ciero iempo en as ciudades del nore por las ligas de los príncipes y as prohibiciones de os reyes En ninguna pare, sin embargo se ha combaido en principio e l desarroo económico de a ciudad como a, sino sólo la in dependencia políica. so aun alí donde especiales inereses económicos del señor chocaron con las endencias monopoli zadoras y los inereses de ráco comercial de as ciudades, caso que fue muy ecuene Y es naural que los señores u dales, con el rey a la cabeza, vieran con a mayor descon anza el desarrollo de raezas auónomas en e campo de su esra políica de inuencia os reyes alemanes nunca ce jaron en esa desconanza uera de coros inervalos Por e conrario os reyes anceses e ingleses han sido en ocasio nes muy amigos de las ciudades por razones poíicas que se deben a la oposición enre el rey y sus barones y además, a la imporancia scal de las ciudades Tampoco se ha desarrollado necesariamene en rma de una «lucha» de las ciudades conra los inereses conrarios la acción disolvene que a economía de mercado de la ciudad podía ejercer y eerció de hecho con éxio direne en la aso e e ee é uda Por e conrario, en ampios secores enconramos hasa una uere comunidad de inereses Lo mismo e señor políico que el erriorial deseaban de modo exraordinario os ingresos en dinero que podían recoger de sus súbdis Pero era la ciudad a que oecía a ésos un mercado local para sus producos y con él, la posibilidad de saiscer con dinero sus presaciones personaes o sus ribuos en especie; ambién oecía a los señores la posibilidad de poder conver ir en dinero sus ingresos naurales en e mercado local, o hasa fera de él gracias al comercio que disponía cada vez de mayor capia. Tano los señores políicos como los erri oriales hicieron un gran uso de esas posibilidades, ya sea imponiendo a sus campesinos renas en dinero o uilizando M. WEBER
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el interés en una producción mayor que en éstos había des pertado e mercado mediante a creación de unidades econó icas mayores, que permitan una mayor participación en sus productos y la conversión en dinero de este excedente Además, el señor político y el territorial a medida que se de sarrollaba el tráco local e interocal, podan obtener mayo res ingresos en dinero gracias a os diversos tipos de tributos que gravaban este tráco, como ocurre ya en la Edad Media en e oeste aeán. La ndación de una ciudad era, por tanto desde e pun to de vista del fundador, junto con otras cosas, una empresa ucrativa para obtener ingresos en dinero n razón de estos intereses económicos se expica que todava en la época de as persecuciones de os judos encontramos en el este, espe ciamente en Poonia, numerosas fundaciones de «ciudades» por parte de a nobeza; a menudo undaciones en so cuya población, que apenas pasaba de unos centenares se coponía, todavía en e sigo XIX, hasta de un 90% de judíos Este tipo de undación de ciudades que corresponde especí camente a norte de la Europa edieval resulta de hecho un «acto» lucrativo y como veremos, en rigurosas oposición con e principio miitar de rtaeza que representa a antigua po lis. a transfrmación de casi todas as pretensiones perso naes y reaes de los señores teritoriales y judiciaes en pre tensiones rentísticas y a ibertad económica -en parte jurdi ca, en parte apiamente ctica de os campesinos que es su consecuencia libertad que se detuvo aí donde el desa rrolo de as ciudades e débil se debió a que tanto los in gresos del señor potico coo os de territoria, cuando ha ba un desarrolo urbano intensvo podían basarse, y se ba saron de un odo creciente en a venta en e mercado de los productos y de os tributos de los campesinos o en otras en tes de la economía de tráco, y no en a utiización de as oiks de hacer pesar sobre elos a saisfcción de as necesidades de a hacienda señoria y, así, e señor y también aunque en menor proporción, sus súbditos, cubran en economa mone taria una parte creciente de sus necesidades Por otra parte también se hallaba muy condicionada por las adquisiciones de tierras nobles por los burgueses, quienes imponían a ad ministración raciona de sus tierras Pero este proceso en contraba un ímite cuando la asociación uda exigía para la posición de bienes nobles a capacidad de infudación y de ea carecan en genera, en a Europa transapina, os patri cios de as ciudades. Pero en todo caso no encontramos que, por razón de la «economía monetaria», exista una colisión de intereses económicos entre señores poíticos o territoriaes y
ciudades, sino, en ocasiones, comunidad de intereses Se produjo un choque económico cuando el señor territorial con e objeto de aumentar sus ingresos, trató de eprender una propia producción ucrativa, o que no es posible más que en el caso de que dispusiera de las uerzas de trabajo apropia das. Cuando ha ocurrido esto, ha estallado la ucha de as ciu dades contra esta producción ucrativa de señor territoria y se ha desarrolado a menudo con mucha intensidad, precisa mente en a época moderna dentro de a asociación estatal burocráticopatrimonia En a Edad Media, por e contrario apenas hay huelas de esto y se ha producido a menudo una disoución de hecho de a vieja asociación señoria territorial y de a vinculación del campesino sin ucha alguna y única ente por a penetración de a economía monetaria Así en ngaterra. Es cierto que, en otras partes, las ciudades han f entado de una manera directa y consciente este desarrollo Así, por ejemplo, como vimos en el ámbito dominado por Forencia. E Estado burocrático patrimonial trató de compaginar los contrastes de intereses entre a nobleza y as ciudades pero como necesitaba de os nobes para sus servicios como ociaes y ucionarios mantuvo a prohibición de acceso de los bienes nobles a los no nobes por tanto a os burgueses - La ciudad y la iglesa
En a Edad Media, los señoríos territoriaes de os con ventos se hallaban más en situación que os señoríos secua es de entrar en este puto en cosión con a ciudad. Junto a los judíos, la cerecía sobre todo desde a separación de Es tado y a gesia con a guerra de as investiduras, suponía e especco cuerpo extraño Sus propiedades pretendían en caidad de bienes ecesiásticos una ampia exención de car , H , cuida a de las autoridades urbanas n caidad de estamen to, se sustraan a as obigaciones militares u otras de carác· ter persona de os burgueses Pero esas propiedades mis mas, y con ellas e número de personas sustraídas a poder de la ciudad, eron aumentando gracias a las incesantes undaciones de os burgueses devotos. Por otra parte, os conventos disponían con sus egos de uerzas de trabajo sin preocupaciones miiares que podían, por tanto, superar toda competencia si, coo ocurrió muchas veces, se emplea ban en una expotación propia Además, os conventos y las undaciones posean en grandes masas recuérdese e vakuf en el slam medieval as entes de renta permanente de a economía monetaria: instalaciones de mercado, ugares de
venta de todo género, depósitos de carnes molno etc. que no sólo se sustraan a los impuestos sno tambén a la polít ca económca de la cudad y a menudo pretendían un mono polo Hasta en el sentdo mltar poda resultar pelgrosa la nmundad de los claustros amurallados. Y los tribunales eclesásticos con su vnculación a las prohbcones contra la usura amenazaban por todas partes el negoco burgués La burguesa trató de asegurarse medante prohibciones contra la acumulacón de la terra por «mano muerta», lo mismo que los príncipes y la nobleza por las leyes desamortizadoras. Pero por otra parte las estas relgosas especialmente los lugares de peregrinación con indgencas representaban grandes probabldades de gananca para una parte de la n dustra local y las fundacones en la medda en que eran ac cesbles tambén para los burgueses, sgncaban buenas co locacones. a relacón, por ello entre la clerecía y los con ventos por un lado, y la burguesía por otro, no era n si quera a nes de la Edad Meda, a pesar de todos los choques tan poco amstosa como para sumnistrar una «explcación económca» de la Rerma. Los nsttutos eclesiásticos y re gosos no eran en realidad tan nvulnerables para la ciudad como resultaba del derecho canónco. Con azón se ha seña lado que especalmente en Alemana las undaciones y los conventos después de que en la guerra de las nvestduras uera dsmnuyendo el poder real perderon tambén su más interesado protector ente a los otros poderes seculares y á cilmente podía surgir aquella ntervención tutelar de la autor dad local rechazada por ellas si económcamente se omprometían de modo sensble. En muchos casos el Conse jo de la cudad había sabdo colocarse en una situacón tutelar arecda a la antgua imponéndoles bajo los más drentes etextos procuradores y abogados para su adminstracón e ellos levaban de acuerdo con los ntereses burgueses La posicón estamental del clero dentro de la asocación bana e muy dirente En parte se hallaba jurídcamente 'ra de la corporacón pero tambén cuando no suceda to constituía por sus prvlegos estamentales nalterables 1 cuerpo extraño ncómodo y poco asmilable. La Rerma abó con esta stuacón dentro de su domnio pero las cu
dades que muy pronto vinieron a caer bajo el poder del Es tado burocrátco-patrmonal no dsutaon de esta ventaja En este último punto el desarrollo en la Antgüedad transcurrió de modo ben drente Cuanto más atrás nos d rigmos más se parece la poscón económica del templo en la Antgüedad a la de las iglesias y especalmente, a la de los conventos en la prmera Edad Meda como se observa sobre todo en las colonas venecanas. Pero la evolución no se orenta como en la Edad Media en el sentdo de una separa ción creciente del Estado y de la Iglesa y de una autonomía tambén creciente de la dominación eclesástca sino en el sentido contrario. Los nobles linajes urbanos s e apoderan de los sacerdocios como una ente de emolumentos y de poder la democraca los estatca por completo y los converte en prebendas casi sempre subastadas destruye la inuencia polítca de los sacerdotes y coloca la admnstracón econó mica en manos de la comunidad Los grandes templos de Apolo en Delos o de Atenea en Atenas servían de depósitos de los tesoros de los Estados helenísticos y de cajas de de pósto de los esclavos, y una parte de ellos continuaron sien do grandes propetaros terrtorales. Pero dentro de las ciu dades antiguas no se produce ninguna competenca econó mica con las ndustras burguesas. No tuvo ni pudo tener lu gar una secularzacón de los benes sagrados ero en el n do si no en la rma en las ciudades antguas se llevó a cabo mucho más radcalmente la «secularizacón» de los ocos antes concentrados en el templo que en la Edad Media. El motivo esencial se halla en la ausenca de conventos y de una organizacón ndependente de la glesa como asociacón n terlocal a Atigüedad conocó lo mismo que la Edad Meda y los comienzos de la Moderna los conctos de la bur uesa os e oa es. a c a antgua ha tendo su polítca campesna y su polítca agrara quebranta dora del udalismo Pero las proporcones de esta polítca son mucho mayores que en la Edad Media y por lo msmo muy drente su sgncación dentro del desarrollo de la ciu dad y así la divergencia en ese terreno salta a la vista. Ha brá que explcarla en una conexión general.
M. WEBER
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L CI U DAD COMO UNI D AD ESPECI A L 4• DECOMOCONSUMO COLECTI V O Y ESCENIO DE LA LUCHA DE CLSES 4.1 La urbanización como proceso revolucionario Henri Lefebvre
«De la cudad a la sociedad urbana» (1970), en revolución urbana, Alianza Madrid 972 7-28
La
Nuestro punto de partda será una hipóess: la urbanización completa de la sociedad hpótess que habrá que de fnder con argumenos y apoyar con hechos. Eo implica una denicón: llamaremos «socedad urbana» aquella que surge de la urbanizacón completa, hoy todavía virtual pero pron to realdad Esa denicón rompe con la ambigüedad de los concep os ulizados En ecto ecuentemene se emplea el térm no «sociedad urbana» para caracterizar ipos muy dferentes de ciudad o «polis»; la «pols» griega la cudad orienal o me deval la cudad comercal o ndusrial la cudad pequeña o a gran ure L e se ignoran las relacones socales (relacones de produccón que se hallan lgadas a cada modelo urbano Se comparan entre sí «socedades urbanas» entre las que no cabe compa racón. Tras todo ello subyacen determnadas ideologías: el organicismo (según el cual cada socedad urbana es en s msma, un «todo» orgáno el continuismo (para el cual exstría contnuidad hsórca o permanenca de la «socedad urbana» el evolucionismo anto los períodos como las trans rmaciones de las relacoes sociales se paralzan o desapa recen Para nosoros el térmno «socedad urbana» lo aplica mos a la sociedad que surge de la indusralzacón Es decr la socedad caracterzada por un proceso de dominacón y 138
PARA COMRFNDER QUÉ rs !. Cf/lA)
asimlación de la producción agraria Dcha socedad urbana no puede concebirse sno como culminación de un proceso en el que a ravés de ransrmaciones discontinuas las an tiguas rmas ubanas estallan. Un aspeco imporane del problema eóico es el de situar las dsconnudades respec o de las continudades y viceversa ¿Cómo podrían darse disconinuidades absoluas sn continuidades subyacenes sn apoyaura ni proceso que le sea propo? Y recprocamen e ¿cómo podría darse coninudad sn crss sn la aparción de ctores o relaciones inéditas? as ciencas especalzadas (es decir la sociología, la eco noma políica la hstoria la geograa humana, etc) han aportado numerosos concepos para caracterzar «nuesra» socedad su realidad sus endencas udamentales su ac tualidad y su potencaldad. As se habla de socedad indus trial de socedad tecnicada de socedad de la abundancia de oco de consumo ec En todas y cada una de esas de nicones puede hallarse pare de verdad empírca o concep ual y parte de exageracón y extrapolación. Para denr la socedad postindustrial es decir aquella que nace en la n dustrialización y sucede a ésta proponemos el concepo de «socedad ubana», que hace rerenca más que a una rea lidad palpable a ua tendenca una orientación una vrua ldad De ah que no quede excluda caracterzacón crítca al guna de la readad contemporánea: al, por ejemplo, su aná lisis de la «sociedad burocrátca de consumo drgdo» Se trata, pues de una hipótesis teórica que el pensa meno cec de parda Procedmeno no ya habual, sino incluso nece saro en las ciencas Es más no hay cencia sin hpóteis cenca Debe quedar claro desde un prmer momento que nuesra hipóess que se inserta en las llamadas «ciencias socales», lleva mplca una concepción episemológica y meodológica El conocmento no es necesaramene copa o reejo smulacro o macón de un objeto con exstenca real o cual no sgnca por otra pare que la hpóess de na su objeto obgatoriamene en nción a una teora pre va del conocmiento de una teora del obeto o del «mode lo» Para nosotros en este caso el obeo se inserta en la hi póess al msmo empo que la hipóess ncde sobre el ob eto Si dcho «obeto» se súa más alá de lo constatable (em-
pric) no µr e s ctici. La sciedad urbaa es para strs un oeto virtual, es decir, u objeto posible cuy a cimiet y desarrll hems de presetar igad a u proce so y a ua praxis (una acció práctica N cesarems de repetir que uestra hipótesis debe jus tcarse y tratarems de hacerl. E su vr lta prue bas y argumets, desde ls ás simples hasta s más suti es ¿Será ecesari recrdar que a prducció agraria ha perdid e ls grades países idustriaes y a escaa iter acia tda su autmía?; ¿que ya es e sectr da metal y que carece de características especcas a ser l a de subdesarrll? Ciert es que las particularidades lcales y regiaes, heredadas de ua épca e la que la agricultu ra era fctr dmiate ha desaparecid cabe iclus que las direcias así surgidas legue a acetuarse en cass ccrets; si embarg ciert es que la prducció agrí cla se trasrma e u sectr de la prducció idustria subrdiada a sus imperativs y smetida a sus exigecias. E creciiet ecómic a idustriaizació, al mism tiemp causas y razes últimas extiede su iuecia s bre el cut de territris, regies acies y ctie tes Resutad: la agleració tradicia prpia de la vida campesia es decir, a adea, se trasrma; uidades más amplias a absrbe la asimia; se prduce su itegració e a idustria La ccetració de la pbació se realiza a mism tiemp que la de s medis de prducció El tejido urbano prlira se extiede csumied ls residus de vida agraria Pr tejido urbano se etiede, de maera es trecha, a parte cstruida de las ciudades si el cut de maistacies del predmii de la ciudad sbre el camp. Desde esa perspectiva ua residecia secudaria, ua autpista u supermercad e ple camp rma par te del teid urba Más es des más es cm @ estacadas decadetes limitadas a la «aturaeza» el hrizte de ls prductres agríclas de ls campesis, se perla a agro-ciudad sustituyed al atigu puebl La agr-ciudad, prmetida pr N. Jruschv a s campesis s viétics se hace reaidad e td e mud E s Estads Uids excepció hecha de alguas regies del sur ls agricutres ha desaparecid prácticamete persiste sla ete isltes de pbreza rural jut a istes de pbreza ur baa Mietras que este aspect del prces glba (idus ializació y/ urbaiació sigue su evlució la gra ciu dad ha estalad prvcad ua serie de prtuberacias biguas, tales c cuts resideciales cples i ustriales, ciudades satélites, apeas dieretes de as zas
ubaiadas. La ciudad pequeña y mediaa se trasrma e depedecia, e ua seiclia de la metrópi Así ues tra hipótesis se impe c cclusió de s ccimie ts adquirids y c put de partida de u uev aáisis y uevas perspectivas la urbaizació reaizada. La hipóte sis se aticipa prlgad la tedecia fudaeta del mmet actual. A través y e e se de la «sciedad bur crática de csum dirigid» se está gestad a sciedad ur baa. He aquí u argumet egativ una prueba que de ser rechazada desebcaría e absurd a saber igua tra hipótesis es válida i cubre el cjut de s prblemas plateads. ¿Acas «sciedad pstidustrial»? Per ¿qué se prduce después de la idustriaizació? ¿a sciedad del ci? Dich pateamiet se imita a ua parte del prbe ma al aálisis de tedecias y ptecialidades, al «equipa iet» actitud que si bie es realista, dismiuye la de aggia de la aterir deició ¿Sería ua sciedad de csum masiv e cstante aumet? Ns imitaríams a adptar s idicadres actuales y a extrapolar c peligr de reducir la realidad y la ptecialidad a u sl de sus as pects Y así sucesivamete La expresió «sciedad urbaa» respde a ua ecesi dad teórica. N se trata samete de ua presetació lite raria pedagógica i de ua adaptació del saber adquiri d, si de ua eabració, de ua ivestigació, y tambié de ua creació de ccepts Se pera y se precisa ua c rriete del pesamiet en busca de u ciert concreto y qui zá de l concreto. Esta crriete cas de crmarse tede rá a ua práctica a práctica urbana captada reectra da Si duda, será ecesari dar u últim pas ates de pe etrar e l ccret, es decir e la práctica scial captada w rica para bricar ese prduct que es la reaidad urbaa. ¿N es precisamete es que se espera c demasiada e cuecia de «urbaism» y l que c demasiada ecuecia, prmete ls «urbaistas»? Ctra el empirism que csta ta, ctra as extrapacies aveturistas ctra el saber despedaad e igaas que se iteta hacers digerir ns hallas ante ua teorí que se preseta a partir de ua hi pótesis teórica. A esta ivestigació y elabració se ascia iiciativas de carácter metódico. Pr eempl la ivestigació sbre u oeto irtual c vistas a deirl y realizar a partir de u pryect tiee ya ua etidad Jut a s pass y peracies clásicas la deducción y la inducción existe la transducción (reexión sbre e bet psibe. H LEFEBVRE
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El concepto de «sociedad urbana», ta y como o presen tamos aquí, es pues, al mismo tiempo una hpóesis y una de nción. Asmismo lamaremos más adelane «revolución ur bana» a conjuno de ransrmaciones que se producen en la socedad conemporánea para marcar e paso desde el pe ríodo en el que predominan los problemas de crecimieno y de industrializacón (modeo, planicacón programación) a aque otro en el que redominará ane odo a problemática urbana y donde la búsqueda de soluciones y modeos propios a la «socedad urbana» pasará a un primer plano. Algunas de las ransfrmaciones se reazarán bruscamene mienras que oras tendrán carácter gradua, previsto concertado. ¿Cuáles serán estas útmas? Habrá que intenar dar una res puesta a esa legítma pregunta. Sin embargo, no puede ase gurarse a priori que a respuesta sea cara y centficamene satsctora, sin ambgüedades E concepto «revoución ur bana» no impica necesariamente accones voenas. Pero ampoco as excuye. ¿Cómo discernir de antemano lo que se puede conseguir mediane una accón volena y lo que se puede producir medante una acción raconal? ¿No es propio de la vioencia el hecho de desencadenarse mentras que lo propio de espírtu sería e reducir al mínimo la voencia, co menzando para eo por destrur los prejucios que atenazan toda reexón? En lo que respecta a urbanismo, he aquí dos etapas en e camno que hemos de recorrer: - Desde hace algunos años mucha gente ha concebido el urbanismo como ua práctca social de carácter cientco y técnico. En ta caso, a reexión teórca podría, y debería, eercerse sobre esta ráctica, eevándola al nivel de los con ceptos y, más precsamene al nive eistemológico. Sn em bargo, la ausencia de dcha epistemología urbanística es sor ,
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dcha carenca puede explicarse. ¿Se debe quizá a que el ca rácter institucional e ideológico de lo que se lama urbanis mo predomina actuamene sobre e carácter cientíco? Su poniendo que este mecanismo pueda generalizarse y que el conocmiento dependa siempre de a epistemología el urba nismo contemporáneo parece gnorar la tendencia Habría que saber el porqué y decirlo Tal y como se presena, es decr, como poíca (con su doble aspecto institucional e ideológico) e urbansmo se ha lla sometido a una doble crítica de derechas y de izquierdas. La crítica de derechas como nade gnora, se apoya en e pasado en un cierto humansmo Alberga y ustica, d
reca o ndrectamente, una ideología neobera, es decir, la «libre empresa». Are e camino a todas las inicatvas «pri vadas» de os capitasas y de sus capiales. La crítica de izquierdas, y mucha gente todavía lo gno ra, no es aquea qe proclama ta o cua grup, club, part do, aparato o deólogo considerados «de izquerdas» Se tra a de una críica que ntenta abrr e camino de o posbe, ex plorar y aonar un ámbito que no sea solamente e de «o real» lo reaizado ocupado por las uerzas económcas so ciaes y poíticas exisents Es, pues una crítca utóica puesto que se manene aeada de lo «rea» sn por elo per derlo de vista
Mas si trazamos un ee 010 por 00, que abar ca desde la ausencia de urbanzación (a nauraleza «virgen», la tierra poseída por los «eementos») hasta la culmnacón del proceso es decr, lo urbano (la reaidad urbana) este ee es, a la vez espacal y emporal espacial en a medida que el proceso se efcúa en e espacio a cual modica por otra parte; tempora puesto que se desarroa en e tiempo (este úimo aspecto carece de importancia en un princpio para luego ser predominante en a práctica y en la hstoria). Este esquema no presenta más que u aspecto de dcha hsora, una dvisión del tiempo hasa certo puno abstracta y arb traria y que da ugar a as operacions (periodizaciones) en lugar de otras Ello no mpica nngún priviego absouo, sino, más bien una necesdad común (relaiva) respeco de otras divisiones estaquemos algunos htos de ranscurrr del «fenóme no urbano» (brevemene, o urbano). ¿Qué había en un prin cpio? Una serie de pueblos, obeto de a etnología y de la an ropoogía En las proximidades de ese cero inicial los pri meros grupos humanos (recoectores, pescadores cazadores •
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han exporado y aonado Han indcado as adeas, los enca ves geográfcos estratégicos Más tarde los campesnos, en · raizados en el suelo han perfeccionado y precsado tal topo ogía de espacio sn alterara. Lo que más nos neresa es e hecho de que en muchos ugares del mundo, y sin duda allí donde surge la historia la ciudad ha acompañado o seguido de cerca a la aldea La eoría según a cual han sido a erra cuivada, a adea y la cvilización las que han segregado en tamente la realidad urbana es uto de una ideología Gene raiza o que ha ocurrido en Europa ane la descomposción de a romanidad (de Impero Romano) y la reconsiución de ciudades en la Edad Media. ero también o conrario es per ctamente sostenible La agricultura no ha superado la re
coección, no se ha constituido como tal más que bajo el im puso (autoritario) de centros urbanos, ocupados, general mente, por hábiles conquistadores convertidos en protecto res explotadores y opresores es decir administradores, n dadores de un Estado o de un esbozo de Estado La ciudad política acompaña o sigue inmediatamente a instauración de una vida socia organizada de a agricutura y de a adea Es evidente que esta tesis no tiene sentido cuando de o que se trata es de espacios inmensos donde han sobrevivido sin n un seminomadismo y una agricultura ambulante mi serables. No cabe duda de que la tesis se fundamenta espe ciamente en os anáisis y documentos sobre e «modo de producción asiático» sobre las antiguas civiizaciones que generaban a mismo tiempo vida urbana y vida agraria Me sopotamia, Egipto, etc.). El probema general de las relacio nes entre la ciudad y e campo dista mucho de haarse re suelto Así, pues nosotros nos aventuraremos y situaremos la ciudad poítica cerca de origen en e eje espacio-temporal ¿Quiénes pobaron esta ciudad política? Sacerdotes y guerre ros, príncipes y «nobles», es militares Pero también ad ministradores escribas, etc. La ciudad política no se concibe sin la escritura: documentos, órdenes inventarios, percep ción de impuestos. La ciudad es todo orden, ordenanza y po der No obstante, su existencia implica también un artesana do e intercambios aunque sólo esen debidos a la necesidad de procurarse as materias indispensables para la guerra y e poder (muebles, cueros, etc.), con el n de darles rma y cui daros Con carácter subordinado, a ciudad incluye pues, ar tesanos e incluso obreros La ciudad política administra, pro tege y explota u territorio, con fecuencia amplio Dirige os gandes trabaos agrícoas drenae regadío, construcción de duesoturaciones, etc Domina cierto número de aldeas; la piedad del suelo, símbolo e oren y e a acc0n, se con rte en propiedad emnente del monarca Sin embargo, los pesinos y las comunidades guardan su posesión rea me nte el pago de tributos. E intercambio y e comercio si bien nunca han estado 1nts deben aumentar. En un principio, en manos de ·ts sospechosas «extraneros» se frtaecen funcional11<•/e. os lugares destinados al intercambio y el comercio un primer momento claramente estigmatizados por � d heterotopía Estos lugares así como las gentes que ntan y que los viven son, en un principio, excluidos «is» poítica reservas para caravanas, terrenos para bbios etc l poceso de integración de mercado
y de la mercancía gentes y cosas) en a ciudad se prolonga durante sigos. el intercambio y el comercio, indispensables tanto para sobrevivir como para vivir aportan a riqueza y e movimiento La ciudad política resiste con toda su energía con toda su cohesión; se siente y se sabe amenazada, ame nazada por el mercado por la mercancía, por los comer ciantes, por su tipo de propiedad la propiedad muebe, y mó vil por denición el dinero). Innumerables hechos testimo nian tanto a existencia, junto a as Atenas potica, de la ciu dad comercial el ireo, como las prohibiciones vanamente repetidas, de instalar as mercancías en e ágora considera do espacio ibre, destinado a encuentros poíticos Cuando Cristo expulsa a los mercaderes de templo se trata de a misma prohibición, adquiere el mismo sentido En China en el Japón os comerciantes siguen siendo durante mucho tiempo la clase urbana baa, connada en un barrio «espe cializado» (maginación) En reaidad sóo es en el occiden te europeo, al nal de a Edad Media, donde la mercancía, el mercado y os mercaderes se introducen triunfmente en la ciudad Cabe pensar que os mercaderes ambulantes, en par te guerreros y saqueadores, eligieran deiberadamente as ruinas rticadas de las antiguas ciudades (romanas) para levar a cabo su lucha contra os señores territoriales. Según dicha hipótesis, a ciudad política renovada hubiera sido e marco de a acción que había de transfrmarla A lo largo de esta lucha (de cases) contra los señores, poseedores y domi nadores de territorio lucha prodigiosamente fcuda en oc cidente, creadora de una historia e incuso de historia «a se cas» el emplazamiento de mercado se convierte en el cen tro Sustituye y supanta al lugar de reunión ágora, frum) En torno a mercado, convertido en algo undamental se agrupan la gesia y e Ayuntamiento dominado por a oi garquía de mercaderes), con su torreta o su campani, sím boo de libertad. Obsérvese cómo la arquitectura sigue y reea a nuv ' El espacio urbano se convierte en el enclave donde se opera e contacto entre as cosas y as gentes, donde tiene lu gar el intercambio Dicho espacio se enriquece con la repre sentación de esta ibertad conquistada que se asemea a a Libertad Se trata de un combate grandioso e irrisorio a a vez En ese sentido, ha sido correcto el estudiar atribuyén doles un valor simbólico las «ciudades frtaleza» del sudo este fancés primeras villas que se constituían en torno a la plaza del mercado ¡Qué ironía de la historia! Así el ftichis mo de a mercancía surge unto a reinado de a mercancía, con su lógica y su ideología, con su lengua y su mundo En el sigo X se piensa que para que acudan mercancías y com
pradores basta con establecer un mercado y construr co mercios pórticos y galerías en torno a a plaza central Se construyen (os propios señores y os burgueses) ciudades mercantiles sobre terrenos incutos cas desérticos, atrave sados todavía por los rebaños y por seminómadas trashumantes Estas ciudades del sudose facasan, po más que leven los nombres de otras grandes y ricas ciudades (Barce ona, Bolonia, Plasenca, Florencia, Granada etc.). No obs tante a ciudad mercantil se nserta en nuestro proceso después de la cudad política. En esta época (siglo X aproxmadamente en Europa occdental e intercambio comerca se converte en nción urbana dicha unción ha hecho que surja una forma (o unas frmas arqutectónicas y/o urbanís ticas) y' a partr de ellas ' una nueva estructura del espacio urbano Las transrmacones de París iustran una compleja interacción entre los tres aspectos y conceptos más esenciales: nción, rma y estructura Las urgadas y las barradas, prmero comerciaes y artesanales Beaubourg SaintAnto ne SantHonoré SantHonoré,, se converten en centros, que rivalizan con os poderes propamente políticos (las nstituciones) en lo que a infuencia prestigio y espacio respecta os obligan a compromisos, partcpando con ellos en la construccón de una poderosa unidad urbana . ente ugar en un momento dad En e ocd ente europeo tene un
punto de vista ya no trabajan para los señores terratenen tes Ahora producen para la ciudad, para e mercado urbano Y s bien saben que los negocantes de trgo tr go o de madera os explotan, no obstante encuentran en e mercado el camino de a bertad Aquelos ¿Que curre en torno a ete momento crucal? que refex0nan ya no se ven mersos en a naturaleza ese mundo tenebroso, dominado por erzas misteriosas Etre elos y la atur�leza entre su centº y hogar (e pensam1n to y de ex1stenca y el mundo, se sia un medaor esencal: a _re�ad urbana. Desde ese ºento a s_ocedad ya no cocde con el capo._ Ya no cocde_con cocde _con a cad. El E l Estado utlzando sus vaades, as doma, las reune en su hegemonía Sn embargo la majestad que se anuncia se pre senta velada a os oos de los contemporáneos ¿De quién será atrbuto a razón? ¿De a reaeza? ¿De Divno Señor? ¿Del individuo? Lo que resurgirá será la razón del la Cité después de la ruina de Atenas y de Roma después del oscurecmiento de sus realizaciones fndamentales, la lógca y e derecho. Renace e ogos, pero su victoria no se atribuye al re nacmiento de lo urbano, sino a una u na razón trascendente. El raconalismo que cumina con Descartes va parejo con el trastocamiento que supone la susttución de a primacía rura por la prioridad urbana Sin embargo, esto no s entiende así. Durante este período, no obstante, nace la imagen de la ciudad. Anterormente a ciudad detentaba ya a escrtu ra, de a que poseía os secretos y poderes Oponía ya la urbandad (lo cultivado a a rusticdad (lo ingenuo y bruta) A partr de cierto momento, ostenta su propia escritura: el plano. Por ta entendemos, no la pancacón aunque ésta se inicia también sino la planimetrí En los siglos XVI y XVI cuando precsamente tene lu oa los planos de ciudades y,y, en especa, los prmeros planos de Paríríss No se tra trata ta aú aúnn de pl plano anoss abs abstrtrac actos tos o pro proye yecci cción ón del es es-pacio urbano en un espacio de coordenadas geométricas Conjuntos de vsión y concepcón, obras de arte y de ciencia os planos muestran a ciudad desde arriba y desde ejos en perspectiva pintada y retratada a la vez descrita geométricamente. Una ntención, idea y reasta al mismo tempo producto de pensamiento y del poder se stúa en a dmensón vertical (propios a conocmiento y la razón) para dominar y consttuir una totadad: a ciudad Esta inexión de la reaidad socal haca lo urbano, esta discontnudad (re(re atva) puede marcarse perectamente en e ee espaco-tempora, cuya continudad permte stuar y fchar correctamen-
te unos peod (lav). Ba con trzr un ne mei entre e ceo nc y e númeo temin po hipóe ss, cen. Es inversón e orentcón no puee ser isoc e crecmieno e cpt comerc n e exsenc e me co. L emoscón ppbe es pop cu comer c iert en cu potc pero que posigue su c mno scenene L cu comec comec pecee en muy poco pcón e cp nusi y en consecuenci ciudad industrial. T concepto merece un comentro ¿Es que nusri esá g cu? Su conexón se es becer más ben con no-ciudad, usenc o ruptur e re urbn Sbo es que nus se impn -como suee ecse en pme ug cec e s fentes e energí cbón gu, e s mteris prms mees tex es y e s resevs e mno e obr bunne, sosen bjo pecio. Así pues, puee insrse en cuque si o pero más e o más tempno, eg s cues preexsenes o ben s ce ex pofso unque más tre pue vover ejse e es s cho ejmeno e pu er interes. Así como cu potc esse mucho tempo ne ccón conqusto mi pcífc mi vioen e comecnes, ntercmbo y nero en msm mei se efnió ciu potic y comec conr e omino e ncente nustr conr e cp nustr, con e cptiso secs ¿De qué mner o hzo? A rvés e copotvsmo y e pefgur s econes Ls consecuencs y uptus que nos efrmos son escmoes por e connusmo hs tóco y e evouconsmo. E pensmento iécco se re nuev vés e un exrño y mbe movimento: no ciu y niciu empenen conquist e cu, '
en esmesumene p eg fnmente ubni zción e soce ejo ubno que recube os restos e cu neor nus. S este exrornro movmieno no tencón si no h sio escto esc to más que fgmenmene es e s porque os eóogos hn quero eminr e pensmento iécco y e násis e s cont iccones en s e pensmento ógco es ec ec e con rtcón e s coheencs y somene e s coherencis L e urbn mpc y o vez pere en cho movmeno os sgos que e tbu époc nteo toti ogánc, pertenenc, mgen exto espco meo y omno po os espenores monumenes Aho r se en e cáce e o ubno en soución e u
bn; se convee en isposicón, oen epresivo, e mrccón con señes sumos cógos e cicución e recoro y e reenc Su expesón escr se ee y se como un boror y se como un mensje uoio. Se mnfes más o menos mpeosmente Sn embgo, nnguno e esos téminos escptvos c competmene e proceso hsórco: mposónex posón metáf tom e fsc nuce es ec enorme concenrcón e genes e cves e rque zs e coss y e objeos, e insrumentos, e eios, eio s, e po sibes y e pensmieno en ei urbn y e n menso eso, poyección e mútpes y socos fg menos perfri, exros resencs secuns s tées ec.. ciudad industrial, fecuenemene sn fm gome rcón pens ubn ubn congomeo o «conubcón» como e Rur pecee y nunc nmeit zona crítica im posónexposón pouce en ese momento oos sus efctos E umento e proucción nustr se supepone cre cmieno e os inecmbos comeces y os utpic. Este crecmeno v ese e ueque hs e merco mun, ese e necmbo e prouctos, reizcones, pensmentos y sees humnos Pece que compr y ven, mercnc mercnc y e merco e nero y e cp brren os obstácuos. urne est genezción e eco e cho poceso sbe sbe,, ei ubn se convete tmbén en cus y zón. o inucio ps se ominnte nuc or. problemática urbana se mpone esc mun ¿Cbe efnir e urbn como «superesrucur «superesrucur» » que emege e esrucu económic cptst y socs ? ¿o ben como smpe resuto e cecimeno e s fezs oucivs? ¡_o como moest e min con especo pouccón? No! re ubn mo fc s eciones e proucción sn, po or pte, eg tnsfmrs. Se convere en fez proucv, como ocu rre con cienc E espcio y potc e espco «expe sn» s eciones soces empo que ncen sobe es. N que ecir ene que únicmene trvés e pro blmática urbana e ubn se fm y se conrm como omnne ¿Qué hcer? ¿Cómo consrur cues o «go» que sus iuy o que nño fe cu? ¿Cómo pens e fnó meno urbno? ¿Cómo frmu frmu csfcr y jerquzr p resoveros os nnumebes probems que pne cho fnómeno ubno y que ifcmente se coocn, no sn mút H. LEFEBVRE
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ples resistencias, en u prmer plao? ¿Cáles habría de se los pogresos decsvos qe habría qe loga paa qe la
cocec a llege a la altua de lo real (qe la desboda) y de coceca lo posble (qe se le escapa)
El eje qe descrbe el poceso se jaloa así: Ciudad poítica
Ciudad comercal
Ciuda indusria -
--
Infexión de o agrario hacia o rbano
-►
Zon Zo na
críica
---- 100%
!
Imposión-exposión (concenración urbana, éxodo rura exensión de tejido urbano, subordinación compea de o grario a o urbano)
¿Qé ocre e la se crítica? Este trabajo teta res r es pode a dcha terogate qe stúa la poblemátca ba a e el poceso geeral ¿Se pede apreheder lo qe está ocedo a tavés de las hpótess teócas qe permte trazar eje, peseta peodo (recostrdo) aqear co el pesameto la zoa ctca (llegado más allá) Qzá. E calqer caso, podemos emt algas suposcoes . a sed_e . Se da -salvo p�ueba e lo cotra x0 a segda vers0 de oetac0 y de stac0 La dstalzacó poteca domate y coactva se cover fw preco de a eorme cosó, e el cso de la cal se code lo pasado y lo pesete, lo mejo y lo peor. peor. . _Esta hpotess hpotess teoca qe se eee a l posble y a s e lac co lo actual (lo «eal») o ped goa qe la e ta e la socedad ba baa a Y la odaldades e la ba s tcas de 1 scedad zac0 epede e las c cte stcas dera ¡a ate dsta zc (ecaptaista o socalss ta e pleo ecmeto ecoomco o be alta mete mete tec cada). as dversas mas de acceso a la socedad baa . de dchas deecs 1as mplcac0es y cosececas cales rma parte de la poblemátca qe cocee al fnómeno urbano o a lo urbano. 144
Estos térmos so prerbles a la palabra «cudad», qe paece desga objeto dedo y detvo, objeto para la ceca y obetvo medato de accó, metas qe la catva cetca exge e prmer lga a crtca de ese obeto y la ocó, más complea, de obeto vtual o pos ble Dcho e otos témos: e tal pespectva o cabe a ciencia de la ciudad (socología urbaa ecoomía baa etc) so conocmiento e cso de elaboacó del proceso gobal así como de s térmo (objetvo y setdo). Lo urbano (abrevacó de «socedad rbaa») se dee , s, t desse especto de la ealdad actal actal so, por el cotraro, como hozote y como vrtaldad clascadora Se trat trataa de lo posible, dedo po a deccó, al témo del reco do qe llega hasta él Para alcazar dcho posble, es dec, paa ealzalo es ecesao pmeamete evtar o abatr los obstáclos qe actualete lo hace inviable. El cooc meto teóco ¿pede mateer e la abstaccó dcho ob jeto vtal v tal objetvo de la accó No Desde este mometo pede aase qe úcamete es abstacto e cato abs es decr,· 1eg't ma traccwn czen • tca El coocmeto teórco pede y debe mostra el tereo y las bases e las qe se dameta a páctca socal e
movmento, la práctica urbna en vías de constturse a pe sar de los obstáculos que encuentra El hecho de que dcha prácca se presente en la actualdad velada y dislocada, el hecho de que hoy da la realdad y la cencia turas apenas se vislumbren, son aspectos de la se crtca Lo que ha y que poner de maneso es que esta orenacón sgnca una sa lida y solucones a la problemáica actual En resumen, el objetivo virtual no es ora cosa que la sociedad planetara y la «cudad mundal», más allá de una criss mundial y planeta ra de la realdad y del pensameno, más allá de las vejas onteras razadas en empos del predomno agrícola y mantendos a lo largo del crecmiento de los ntercambos y de la produccón ndusral. No obstante, la problemáica ur bana no puede asimlar odos los problemas. Tano la agr cultura como la ndustria conservan los suyos propos, s ben se hallan modicados por la realdad urbana Por otra parte, la problemáca urbana no posiblta el que el pensameno se lance mprudentemente a a exploración de lo posble El pro po analsta es el que debe descrbir y caracterzar los tpos de urbanzacón Su són ambén consse en enuncar la evolucón de las rmas, uncones y estructuras urbanas, transrmadas por el estaldo de a anigua cudad y por la urbanización generalzada Hasa el momento, la se críca se comporta como una «caja negra»: se sabe lo que enra, se vslumbra, a veces, lo que sale, pero no se sabe claramene lo que ocurre en el n eror al stuacón nhabla los procedmentos habtuales de la perspeciva o de la proyeccón, que extrapolan a partir de lo actual, es decr, de lo consatado Tanto la proyeccón como la perspecva presentan una base deermnada en ciencias especícas úncamene la demograa o la economía oltca, por ejemplo Aora ben, lo que «objevamente» nalzamos es un todo e mostrar a magnitud de la crss, la ncertdum re y la perplejdad que acompañan a la «se críca», cabe var a cabo una conontación. ¿Se rata de un smple ejer co de esilo? Sí, pero tambén es algo más e aquí alguos gumentos en pro y en contra de la calle, en pro y en conra l monumento Dejemos para más tarde otros argumenos n pro y en contra de la nauraeza, del urbanismo, del cen urbano, etc) A fvor de la calle. No se trata úncamente de un lugar paso y de crcuacón; la nvasión de automóviles y la pre <n de su ndusra, es decir, del lobby del auto, han conver1 o al coche en un objeto piloo, al aparcamiento en una ob 1•ón a la crculación en un marco prortaro, y odos ellos
en su conjunto en destrucores de toda la vida socal y urba na Muy pronto será necesaro lmtar, no sn diculades y estragos, los derechos y poderes del auo ¿Qué es la calle? Es el lugar (topo) del encuentro, sn la cual no caben oros posbles encuentros en lugares asgnados a tal n cafés, eatros y salas dversas) Estos lugares priv legados, o ben animan la calle y utlzan asmsmo la an macón de ésta, o ben no exsten En la escena espontánea de la calle yo soy a la vez es pectáculo y espectador, y, a veces, ambén, actor Es en la ca lle donde tene lugar el movmento, de catáliss, sn el que no se da vda humana, sno separacón y segregacón, esipula das e nmóviles Cuando se han suprmdo las calles (desde Le Corbuser, en los «barros nuevos»), sus consecuencas no han ardado en manistarse desaparcón de la vda, lmta ción de la «cudad» al papel del dormtorio, aberrane n conalizacón de la exstenca La calle cumple una sere de uncones que Le Corbuser desdeña uncón nrmatva, uncón smbólca y uncón de esparcmeno Se juega y se aprende En la calle hay desorden, es cero, pero todos los elemenos de la vda humana, inmovlzados en otros lugares por una ordenacón ja y redundante, se lberan y conuyen en las calles, y alcanzan el centro a través de ellos; todos se dan cta, alejados de sus habtáculos jos Es un desorden vvo, que nrma y sorprende or otra pare, este desorde construye un orden superior los trabaos de Jane acobs han demosrado que la calle (de paso y preventva) constuye e los Estados Undos la únca segurdad posible conra la vo lenca crminal robo, volación, agresón). Allí donde desa parece la calle, la crminalidad aumena y se organza La calle y su espaco es el lugar donde un grupo (la pro ia cudad se m gares y realiza un adecuado tempo-espaco Dcha apropia cón muestra que el uso y el valor de uso pueden dominar el cambo y el valor de cambo En cuano al acontecmeno re voluconaro, éste tene lugar generalmente en la calle ¿Aca so el desorden revoluonaro no engendra ambén un nue vo orden?; ¿acaso el espacio urbano de la calle no es el lugar para la palabra, para el ntercambo, tanto de térmnos y de sgnos como de cosas?; ¿acaso no constuye el lugar prvle giado en donde se escrbe la palabra, el lugar donde la pala bra se ha hecho salvaje y se encuentra, eludendo prescrp cones e nsttucones, nscrta en las paredes? En contra de la calle ¿Un lugar de encuentros?, quzá,
pero ¿qué encuenros? Aquellos que son más supercales H. LEFEBVRE
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En la cae se marcha unos junto a otros, pero no es ugar de encuentros. n a cae domina e «se» (mpersona) e impo sibta a constitución de un grupo, de un «sujeto», y o que a pueba es un amasio de seres en búsqueda ¿De mercan cía que no ha poddo imitarse a os ugares especazados, los mercados (pazas, abastos), ha invadido los anexos de os lugares prvlegiados: e tempo, e estadio e ágora y e ar dín Más tarde, en a Edad Meda, os artesanos, a la vez pro ductores y vendedores, ocuparon las caes Posteriormente han sido os comercantes, cuya actvdad es excusivamente mercanti, os que se hicieron dueños y señores de a cale ¿Qué es, pues, la cae? Un escaparate, un camino entre ten das. La mercancía, convertida en espectácuo provocante, incitante), hace de as gentes un espectácuo, unos de otros Aquí, más que en cuaquier stio, e cambio y e vaor de cam bio dominan al uso hasta reduciro a ago residual Tanto es así que debe reaizarse una crítica de la cale de mayor a cance, a saber la cae se convierte en ugar priviegiado de a represón, que puede reazarse merced a carácter «rea» -es decir, a la vez déb y aenadoaienante- de las reacio nes qe tienen ugar en a cae. paso por a cae es, en tanto que ámbito de as comuncaciones, obligatorio y reprimido a msmo tiempo En caso de amenaza, as primeras prohibciones que se dictan son las de permanecer y reunr se en as calles S la calle ha tenido en su tiempo e pape de ugar de encuentros, ese pape o ha perdido, como no podía por menos de ocurrr; imtándose mecánicamente a ugar de paso, se produce a mismo tiempo e paso de peatones (acorraados) y de automóviles privilegiados) a cae se ha convetido en retícuo, organzado por y para el consumo a velocdad de circuación, todavía permitda, de peatón se ha a determinada y cacuada en funcón de a posibidad de apercibir os escaparates y de comprar os objetos exhbidos compra y de venta, tiempo comprado y vendido). a cae re gamenta el tiempo más aá de tiempo de trabajo y o some te a sistema, e de rendimento y de beneco a cae ya no es más que a obigada transicón entre e trabajo rzado, os esparcmentos programados y a habtacón, en cuanto ugar de consumo La organizacón neocapitaista de consumo muestra en la cae su erza, que no reside únicamente en e poder (po ítico) n en a represión reconocida o disimulada) a cae, sucesón de escaparates, exposición de objetos en venta muestra cómo a ógica de a mercancía va acompañada de una contempación (pasiva) que toma el carácter y a impor
tancia de una estétca y de una ética a acumuación de ob eos es paraea a a de a pobación y sucede a a de capita adopta a rma de una deoogía escondida bajo a rma de o egibe y o visbe, y que, a partir de ese momento, parece a propia evdencia. s por eo por o que puede habarse de una colonizaión de espacio urbano, coonización que se e va a cabo en a cae a través de a imagen de a pubicidad y e espectácuo de os objetos a través del «sstema de os ob etos» convertdos en símboos y espectáculo Perceptibe a través de a modernización de as caes antiguas, a unir mización del marco circundante reserva paa los objetos (mercancías) aqueos ectos de coores y de rmas que os hacen atractivos Así, cuando e poder perite que se reai cen en a cae mascaradas, baies, stvaes kóricos, etc, se trata de una aparienca caricaturesca de apropiación y de reapropiación del espacio En cuanto a la verdadera apro pacón, a «manstacón» ectiva es combatda por as erzas represvas, as cuaes imponen el sencio del olvido En ontra del monumento. E monumento sede de una nstitución (a Igesa, e stado, a Unversidad), es esencia mente represivo Cuando organza un espaco en su entorno es para coonizare y oprimire os grandes monumentos han sdo erigdos a a gora de os conqustadores y los po derosos con mucha menos ecuencia lo eron a la gor de os muertos y de a beleza muerta (e adj Maha ) Se le vantaron paacios y tumbas a desgracia para a arquitectu ra ha sdo a de querer evantar monumentos, mientras que «e habitar», o ben ha sido concebdo a magen de los mo numentos, o bien se desatendió xtender e espacio monu menta a «habitar» ha consttuido siempre una catástro, si bien ignorada por aqueos que a soportan En ecto, e es pendor monumenta es rma, y s ben se haa siempre re p �to de í bolos e mouento o oece a ontepa os, ya caducos, han perdido signcación Ta es el caso de los símbolos de a revoución en e Arco del Triun napoeó nco A favor del monumento s e únco ugar donde se pue
de concebir e maginar la vida socia S e monumento ejer ce un contro es con e n de congregar Beeza y monumen taldad van parejas Así, os grandes monumentos eron transfuncionaes (as catedrales) e incuso transcuturaes (as tumbas) de ahí su poder étco y estétco os monumentos proyectan sobre el terreno una concepción de mundo, mien tras que a cudad proyectaba, y proyecta todavía, a vda so cia a gobaidad) En el seno, a veces en e propo corazón
de n espacio en el qe se reconocen y se triviaizan os ras gos de a sociedad os monmenos enncian na rascen dencia n «aá». Los monmentos han sido siempre tópi cos, armando ya era en ara ya era en profndidad (pero siempre en na dimensión direne a la de os recorri dos rbanos), tanto el deber como e poder, el saber como a aegría y a esperanza
Para a discsión de la probemáica reativa a a «ct ra rbana» , remitimos a captlo odemos, sin embar go, adelantar o esencia de nestra concsión se trata de hecho de sistema cltral caracterstico de a sociedad in dstrial capitalista. 4 •
or otra parte continando en la misma línea de pensa miento se asimila rbanización e indstriaización a hacer eqivaentes os dos procesos a nivel de os ndicadores ti izados para constrir las dicoomas rra/rbano y ocpa ción agrcoa/ocpación indsria 6 5
4.2 La crítica a la ideologización de la ciudad Manuel Castells
La cuestión urbana (1972), Sigo XI Madrid 1974 E u: u 5-28 u u u 5-0, -58. Selección de textos:
•
El fenómeno urbano: delimiaciones conceptuales y realidades históricas
n la maraña de silezas deniorias con qe nos han enriqecido os socióogos, peden distingirse dos conjnos bien disinos de acepciones del término urbanización 1 •
La concentración espacia de a pobación a partir de nos determinados límies de dimensión y densidad 2 •
La disión de sistema de valores acitdes y compor e w rbana» 3• Cf. La excelente exposición de motivos de H Edridge, «The Process of Urbanization», en Spengler y O D Duncan (compiadores) Demogra phic Analysis, The Free Press Glencoe 1956 338; y también D Popenoe, «On the Meaning of rban n Urban Studies» en P Meadoes y H Miz chi (compiladores Urbanism Urbanization and Change Reading mass Addson Wesley 969, 64-76. 'D J Boge y Ph M auser Population Distribution Urbanism a nd In erna/ Migration World Poplation Conrence 963 papers; K. Davis «The rbanation ofuman Popaion» Cities Scientc American sept 965 Cf Berg Urban Sociology, Neva York 955; Anderson, «Ur banism and Urbaizaton» American Journal of Sociology 65 (95960
De hecho a acepción craista de rbanización se basa en n spesto previo a correspondencia entre n de terminado tipo técnico de prodcción (denido esencialmen e por a acividad indstria) n sistema de vaores (e «m o dernismo» y na rma particar de asenamieno espacia, la cidad cyas caractersticas decisivas son a dimensión y la densidad. Dicha correspondencia dista mcho de ser evidente bas ta con pensar en as grandes agomeraciones preindsria es (recordemos e anáisis de Sjoberg) 7. Agos atores 8, coherentemene niegan a dichas rmas de asentamiento e nombre de «cidad» mostrando así a consión enre a probemática «rbana» y na organización socio-cultural dada La determinación recproca enre rma espacia y con enido ctra es en odo caso na hipótesis de invesigación (qe examinaremos con detale en as páginas sigienes, pero qe de ningún modo pede constitir n eemento de denición de a rbanización De lo contrari a respesta eórica estara ya inscrita en la manera de pantear el pro bema.
68; G. Fredmann Vl/es et Campagnes A Colin, País 953 Srjama, The Sociology of Cities Random Hose, Neva Yor 1961 A Boso The Sociology o Urban Region, Appleton Centry Crofs ev Yor 962 N P Gis y S. F Fava, Urban Society, T Crowell eva York 964 Cf para la exposición L Wirth «Urbanism as a Way of Lif» Ameri can ournal Sociology Qulio 938 P Meadows «he City Technoogy and Hisory» Soial Forces 36 (di ciembre 1967 4147 P A Sorokin y C C Zimmerman, Principes ofRural-Urban Sociology eva Yok 1929 G Sjoberg, The Preindustrial City he Free Press Glencoe 96. Cf L Riesmann, The Urban Process The Free Press, Glencoe 1964 M. CASTELLS
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Si nos atenemos a esta distinción, sin perjuicio de esta blecer después relaciones teóricas y empíricas entre las dos rmas espacial y cultural, podemos apoyarnos, por el mo mento en la defnición de H T Eldridge Este caracteriza la urbanización como un proceso de concentración de la población en dos niveles: la muliplcación de los puntos de con centracón y el aumento en la dimensión de cada una de esas 9 concentraciones • , . En est ª. perspecrva, l termo u�bano desgnara a frma particuar de ocupacn del espac1 por una poblacn, . resu tante o sea, a agomerac1n de una uerte concentrac1n y de una densidad relativamente elevada, que tendría como correlato previsble, una difrenciación uncional y social cada vez mayor. Pero, una ve dicho esto, cuando se quiere utilizar directamente esta defnición «teórica» en un anásis concreto, empiezan las difcultades ¿a qué nivel de densidad y de dimensión puede considerarse urbana una unidad espa cial de población?; ¿cuáles son en la práctica los unda mentos teóricos y empíricos de cada uno de los criterios? Pierre George ha mostrado, con gran agilidad las contradicciones insolubles del empirismo estadístico en la defnición del concepto l_ Si bien el criterio generalizado parece ser efctivamente el núero de habitantes con correctivos variables segn la estructura ocupacional y las delimitacio nes administrativas los umbrales retenidos varían enoremente los indicadores de las diversas actividades dependen de cada tipo de sociedad y, por último las mismas cantidades cobran un sentido totalmente difrente según las estructuras productivas y sociales que determinan la organización del espacio 11. Así, el censo de los stados Unidos considera el umbral de 2500 habitantes como el nivel a partir del cual una ago e , ñ @ meraciones incluidas en la red de interdependencias cionales cotidianas con respecto a una ciudad central En cam bio, laConerencia europea de estadística celebrada en Pra ga estableció como criterio el rebasar la cifa de 0.000 ha bitantes, corrigiéndolo según la estructura ocupaciona.
De hecho, la rmula más fexible parece ser la de clasi fcar as unidades espaciales de un país según diversas di mensiones y distintos niveles y establecer entre ellas relacio nes empíricas teóricamente signifcativas. Más concretamen te se podría distinguir la importancia cuantitativa de las aglomeraciones (0.000 habitantes, 20000 00000 000.000 etc.) su jerarquía fncional (género de activida des, situación en la cadena de interdependencias), su importancia administrativa, para combinar a continuación varias de estas características que permitan distinguir tipos dif rentes de Ocupac1n · de espac. De este modo la distinción dicotómica entre rural y urbao pierde toda signicación pues con igual criterio podría oponerse urbano a metropolitano y, sobre todo dejar de pen sar en términos de paso continuo de un polo a otro para es tablecer un sistema de relaciones13 entre las dierentes rmas espaciales históricamente dadas . . De todas e�t s constatac1nes se .deprende ue _ no es buscando defc1nes de escuela o cteos de practca administrativa como llegaremos a una delimitación válida de nuestros conceptos. Por el contrario, será precisamente el análisis rápido de algunas relaciones históricamente establecidas entre espacio y sociedad lo que nos permitirá obetivamente nuestro estudio . . an demost ado que La� vetgacwnes arqueologcas os prmeros asentaentos sedentaros y rlatvaente densos de la polac1n humana (Mespotama _ haca el 35 oo ªJ C, 1gpto .000 a. C Cha e Ind ,. 3.000 2.500 a. J.C) se sta al al del e odo nelít1co al donde el estado de la tecca y las cond1cnes socales y na turales del trabajo permitieron a los agricultores producir más de lo que ellos mismos necesitaban para subsistir A par ma d reartició y distribución del producto, epresión y muestra de una determinada capacidad técnica y de un determinado nivel d organización social. Las ciudades son la rma de residencia adoptada por aquellos miembros de la sociedad cuya perma nencia directa sobre el lugar del cultivo no era necesaria. E
' H. T Eldrige, o. 1956 338 " P. George Précis de géogr aphie urbaine, A Coin París 1964 7-20 1 ' Beauje Garier y G Chabot Traité de géographie urbaine A Coli Pars 963 35 1 US Census of Population 1960 Number of Inhabitants United Staes Suary, Fal Repor P C 1)A 1961
Cf R Ledrut, Soiologie urbaine, PU Pars 1967 L Mumrd he ity in History, Harcor Bace Jovaoch N Y 96 (tad astellaa: La iudad en la historia Into B Aies 1966; bert C MC Adams he Evolution of Urban Soiety, Aldie Pblishing C Chcago 1966; Erc E Lampard «Hiso rical Aspects of rbazato e Hauser y eo Schore (comp he Study of Urbanization Wiley 1965 519554
1 .
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PARA COMPRENDER QUÉ ES LA CIUDAD
14
decir, que esas ciudades no podan existir más que sobre la base del excedente producido por el rabajo de la ierra. Son los cenros a la vez religiosos, administrativos y políicos, y represenan la expresión espacial de una complejidad social deerminada por el proceso de apropiación y reinversión del excedene de rabajo Manifestan, por ano, ambién un nuevo ipo de sisea social, pero que no es derente o sucesivo del tipo rural, sino que esá esrechamene ligado al mismo en el proceso social es el reverso de la misma mone da en fnción del proceso de producción de las frmas socia les aunque, desde el puno de visa de las rmas de relación social, sean dos ipos difrenes Tenemos, por ejemplo la síntesis de V Gordon Childe re lativa a los criterios que, según los conociienos empricos exisenes, caracerizan las primeras aglomeraciones urba nas: existencia de especialistas no productivos a tiempo com pleo (ales como sacerdoes fncionarios o rabajadores de servicios); población de talla y densidad sufcienes; existen cia de un are peculiar escriura y núeros; actividad cien fca; sisea ribuario que concentra el excedene de pro ducción; Estado; arquiecura pública monuenal; comercio a larga distancia; existencia de clases sociales 16• Es evidene el inerés que ienen esas consataciones, basadas en abundane docuenación, a pesar de que su mé todo de clasifcación esé uy próximo al de la fmosa enci clopedia china de Borges Leyendo esos datos en un orden teórico queda basane claro que la ciudad es el lugar geo gráfco donde se insala la superestrucura polico-adminis raiva de una sociedad qu ha llegado a un al grado de de sarrollo técnico y social (natural y culural) que ha hecho po sible la difrenciación del produco entre reproducción si ple y ampliada de la ferza de trabajo y por ano, origina do un sisema de reparición que supone la existencia de un socaes un ssema poco que asegure a la vez el fncionamiento del conjunto social y la dominación de una clase; un sistema insiucional de inversión, en parti cular en lo refrene a la culura y a la écnica; un sistema de inercambio con el exerior 15 .
17 .
" Cf. G Sjoberg, c., 1960, 27-31; y el simposi publicado po R J Braddwood y G R Wiley (compiladores Courses Toward Urban Le: Ar cheologia Consideration of soe Cutural Alternates, Chcago 1962 ' Cf. G Childe «The rban revoltion» Ton Planing Revie abri 950) 45 Véanse e ese senido los análisis de Mmfrd en Man Roe in hanging the Fae j the Earth Ccago 1956
Ese rápido análisis nos presena el «fnómeno urbano» ariculado a la estrucura de una sociedad Se puede repeir la misma operación (y llegar a un resulado difrene en ér inos de conenido) para las diversas frmas hisóricas de organización espacial Sin preender contar en ds palabras la hisoria humana del espacio, podeos, con una fnaldad analíica hacer algunas observaciones sobre la posible lectu ra de los ipos urbanos signifcaivos As las ciudades imperiales de los prieros tiempos his óricos, y n paricular Roma, acumulan las caracerscas descrias con las fnciones coerciales y adminisraivas de rivadas de la concenración en una misa aglomeración de un poder ejercido mediante la conquisa en un vaso terrio rio Del mismo odo, la peneración romana en oras civili zaciones adopta la frma de una colonización urbana asen aieno de fnciones a la vez adminisraivas y de exploa ción mercantil a ciudad no es, por ano un lugar de pro ducción, sino de gesión y dominación, ligado a la primaca social del aparao polico-administraivo 8• Consecuencia lógica, el fn del Iperio romano en occi dene supuso la pérdida de la base social expresada por la fr ma espacial «ciudad», pueso que sus fnciones poíico-ad minisraivas se perdieron y que, roos los lazos con el campo por cesión de la dominación social a los señores udales no hubo ora jusifcación de la auoridad eclesiásica o la coloni zación de regiones fonerizas por ejemplo en Caaluña o en Prusia orienal) 9 a ciudad medieval renace a partir de una nueva diná mica social incluida odava en la esrucura social que la pre ceda. Es decir, concretaene, la ciudad edieval nace de la unión de una fortaleza preexistene en torno a la cual se ha bía organizado un núcleo de habiación y de servicios y de un mercado sobre todo a parir de las nuevas rutas comer caes aeras por as cruzaas oe esas ases se organizan insituciones polticoadministraivas propias de la ciu dad y que le dan una consisencia inerna y una mayor auo noma con relación al exerior Es precisaente esa especi fcidad política de la ciudad lo que hace de ella un undo en s mismo y defne sus oneras como sisea social 10. a ideo-
Cf L Mmfrd o. 1961 266311 de la tracción ancesa, Sei París 1964 H. Pirenne Les villes du Myen -Age rselas 927 El mejor asis de ese fnómeno es el de M eber en Wirtshaft und Gesellshaft 955 y sigees de la radcción española FC México 1964 M. CASTEU,S
149
loga de pertenencia a la ciudad prolongada incluso hasta ya avanzada la sociedad industrial se fundamenta histórica mente en este tipo de situación. Esta autonoma poltico-administrativa es común a la mayoría de las ciudades que se desarrollan en la Baja Edad Media Sin embargo las rmas concreas, sociales y espa ciales de estas ciudades dependieron muy estrechamente de la coyuntura de las nuevas reaciones sociales que surgieron de las transrmaciones producidas en el sistema de distri bución del producto. En ecto lo característico es la crea ción ente al poder de los señores udales y discutiendo su autoridad sobre el modo de distribución de una clase mer cantil que rompe el sistema vertical de distribución del pro ducto establece lazos horizontales entre los productores a través de su papel de intermediario, rebasa la economa de subsistencia y acumula autonomía suciente para invertir en la producción manuacturera 21• La ciudad medieval representa las anquicias de la bur guesía mercantil en su lucha por emanciparse de la nobleza udal y del poder central Su evolución es, pues, muy di rente según el tipo de lazos que se establecen entre burgue sa y nobleza As allá donde estos lazos eron estrechos también lo eron los lazos ente a ciudad y el territorio cir cudante (campo dependiente de los señres udales) Y vi ceversa: el conicto de estas clases trao consigo el aisla miento urbano. Desde otro punto de vista la contigüdad o separación geográca entre las dos clases inuyó en la cultura de las ciu dades en particular en lo que respecta al consumo y al aho rro la integración de a nobleza con la burguesa permitió a la primera organizar el sistema de valores segn su modelo burguesa hubo de mantenerse en un mundo propio resis tiendo a las reacciones del udasmo, se estrechó la comu nidad entre los ciudadanos lo cual suscitó nuevos valores expresados particularmente en el espíritu de ahorro y de in versión; a ello conduca la lógica de su situación en la estruc tura social ya que cortados de las entes de suministro su capacidad nanciera y de producción manucturera consti tuan la única garanta de supervivencia
Seguimos aquí el extraordinario anáisis e A Pzzorno en su teto «Déveoppement économque e urbanisaion», Actes du V Congrs Mondial d Socioogi, 1962. 21
150
PRA COMRENDER QUÉ ES L CIUA
Del mismo modo podra analizarse la evolución del sis tema urbano de cada pas según las relaciones triangulares burguesa nobeza poder real As por eemplo, el menor desarrolo de las ciudades comerciales españolas con res pecto a las alemanas o italianas duante los siglos XVI y XV se explica por su papel de mera correa de transmisión entre la Casa Real y el comercio de Indias en contraste con las ciu dades italianas y alemanas denidas autónomamente con respecto al emperador o a los príncipes de las cuales eran tan sólo aliados ocasionaes Contrariamente a una visión muy extendida el desarro llo del capitalismo industrial no provoca el rtalecimiento de la ciudad sino su casi total desaparición como sistema insti tucional y social relativamene autónomo y organizado en torno a objetivos propios Eectivamente la constitución de la mercanca como me canismo base del sistema económico la división técnica y so cial del trabao la diversicación de los intereses económicos y sociales en un espacio más amplio la homogeneización del sistema institucional ocasionan la desaparición de la sión entre una rma espacial, la ciudad y la esera de la domi nación de una determinada clase social, la burguesa La di sión ubana equivale ustamente a la pérdida del partiula rismo ecológico y cultural de la ciudad De este modo el pro ceso de urbanización y la autonoma del modelo cultural «ur bano» aparecen como dos procesos paradóicamente contra dictorios 22. La urbanización ligada a la primera revolución indus trial e inserta en el desarrollo del modo de producción capi talista es un proceso de organización del espacio que en cuentra su base en dos conuntos de hechos undamentales 23: agrarias y la emigración de a población hacia os centros ur banos ya existentes, proporcionando la erza de trabajo esencial a la industrialización. El paso de una economa doméstica a una economía de manuctura y después a una economa de brica, lo que signiica al mismo tiempo la concentración de mano de obra
"C H. Lefebvre L droit l vil/ Anthropos, Pars 1968 y también a coección e ensaos el mismo autor, Du rural /urbain Anthropos Pars 1970 ' f J Labasse, L'organisain d lspac ermann Pars 966
a creación d u wado y a costitución de u medo i dustra. as ciudades atraen a la industria justamene por estos ctores eseciaes (mao de obra y mercado) y a su vez la industria atrae nueva mao de obra y nuevos servicios Pero el proceso iverso també es mporate: all dode hay cidades de uconamieto, y e paricuar de materias pr mas y medos de trasporte la indusria coloiza y suscita a urbaizacó En ambos casos el elemento dominae es a idusria, que organiza enteramene e paisae urbano Ahora ben a dustriaizació o es un puo fenómeno tecnoógico so que se produce en un modo de produccó deerminado, e capitaismo, cuya lógica reeja. El «desorde ubano» o es tal desorde, sio que represea a orgaización espacial susctada por el mercado y derivada de la ausecia de co ro soca de a acvdad ndustral La racionaidad écca y el predomnio de a asa de ganancia coducen, por u ado, a borrar oda dferencia esencial interciudades y a udir os ipos culturales e el tipo geeralizado de a civiizació dustria captaisa; por otro lado a desarrolar la especializació uncioal y la divisió del rabajo en el marco geográfco, y por ao, a crear una erarquía funcioa entre las agomeracoes urbaas El juego de las economías externas tede a crear un proceso acumulavo, o coroado ocamete en las grandes aglomeracioes 24_ Finamene la probemáca acua de a urbazacón ira e orno a tres datos fudamenales y a una cuestó dete La aceeració del ritmo de urbanizació e el couno del mundo (véase Taba ). oes lamadas «subdesarroladas» si correspodencia con ' crecmeno económico que acompañó a prmera urba cón e los pases capitalistas industriaes (véase abla ) a aparción de uevas rmas urbaas y, e particu de grades metrópolis véase Taba 3) 25 :
1
P George, La vlle, PUF, París 190. 'Estos problemas esán caramene panteados si n ndicar camnos de •gación neamene defnidos en Sco reer Dennis, L M rah a v W Minar y Peer Oreas (comiadores), The New Urbnizton St Ma � ss, Nuea York 968. '
La relacón de ómeo urbano con nuevas rmas de ariculacón socia nacdas del modo de producción captas ta, pero que tiede a superarlo Nuesra investigación se esuerza e plantear teórica mente estos problemas pariendo de ciertas deciones que creemos posibe proponer después de las observaciones hs óricas que acabamos de hacer. E térmio de urbanización se reere a mismo tempo, tano a a cositucón d frmas espaciales especícas de las socedades humanas caracerzadas por la signicativa con ceracó de as activdades y pobaciones e u espacio restrngdo como a la exseca y diusión de u paricular ssema culura, a cutura urbaa Esta conusó es ideoó gica y tee como alidad • y . • S y . . 2. a noc1. n de urbano opues t a rura prtenece a a d-. cotoma 1deolo _g1ca socedad rdc0na / socedd mo�erna, y se reere a crta heterogene�ad oca! y unc0na, s poderla ?er mas que por su a _eJaeto, maor o meor de la socedad modera La d1stc0n ere cdad y campo panea sin embargo el probema de la difrenciacón de as formas espaciales de la organzacón socia Pero esa dfrenciacón o se reduce i a una dicotomía ni a ua evolu ció _ contiua, como da por supuesto el evolucion smo nau ra, capaz de compreder estas rmas es acaes como productos de una estructura y procesos socaes. Por otra pare a mpos1a e encorar un empco e denció de o urbano no es más que la expresó de ua va guedad teórca. Esta imprecsó es ideológicamee ecesaria para conotar a través de ua orgaización material el mito de la moderndad Por cosguiee y en espera de una discusión propiamee eórica de probema más que hablar de urbanización, traaremos del tema de a producción social de formas espaciales. E e seno de esta probemática a ocó ideoógica de urbanización se reere al proeso a través del cual una proporció signicatvamente mportante de a població de ua socedad se concentra en un ciero espaco e el cua se consiuye agomeracoes unciona y socamete ierdeM. CASTELLS
151
pendientes desde el punto de vsta interno y en relacón de artculación jerarquzada (red urbana). - El análiss de la urbanzacón va estrechamente lgado a la problemátca del desarrollo, que convene por tanto de limtar tambén La noción de desarrollo produc la msma consón al remitr a un tempo a un nivel (técnco, econó mico) y a un proceso (transrmacón cualtativa de las es tructuras socales que permten un acrecentamento del po tencal de las erzas productvas). Esta consón tene una funcón deológca: el presentar las transrmacones estruc turales como un smple movimento acumulatvo de los re cursos técncos y materiales de una socedad En esta pers pectva exstran por tanto nveles y una evolucón lenta pero ineluctable que organzara el paso a un nvel superor cuando ubese sucentes recursos. - a nocón de desarrollo plantea el problema de la transrmación de la estructura social básica de una socedad de modo que libere una capacdad de accón progresva (re lacón inversión/ consumo) - Si la nocón de desarrollo se sitúa en relación a la art culacón de las estructuras de una determnada rmación social no puede analzarse sn acer reerenca a la artcula cón de un conjunto de rmacones socales (escala llamada «nternaconal») Para ello necestamos un segundo concep to el de dependencia, que caracterice las relacones asmé trcas entre un tpo tal de rmacones socales que hace que la organzacón estructural de una de ellas no encuentre su lógica al margen de su nserción en el sstema general - Estas precsones perten susttur la problemátca deológca expuesta (connotatva de la relacón entre evolu ción técnca natural y ev�luión aca clt a de las sce proceso de producción social de las formas espaciales de una sociedad?, y recíprocamente ¿ cuáles son las relaciones entre el espacio constituido y las transformaciones estructurales de una sociedad en el seno de un conjunto internacio nal caracterizado por relaciones de dependencia •
El mito de la cultura urbana
Cuando se habla de «socedad urbana» no se trata nunca de la smple constatacón de una rma espacial a «socedad urbana» es denda ante todo como una certa cultura la cultura urbana, en el sentido antropológco del térmno es decr un certo sstema de valores normas y re
lacons sociales que poseen una especcidad histórica y una lógca propa de organzación y de transrmacón D cho esto el calcatvo «urbano» adherdo a la rma cul tural así denda no es nocente Se trata claramente como hemos ya señalado de hacer que la hpótess de la produc cón de la cultura connote la dea de naturaleza o s se pre ere que la de un sistema especíco de relacones socales (la cultura urbana) connote un cuadro ecológco dado (la cudad) 26. Una tal construcción está directamente conectada con el pensamiento evoluconstancionalsta de la escuela soco lógica alemana de Tnnes a Spengler pasando por Smmel En ecto el modelo teórco de «socedad urbana» a sdo pensado ante todo en oposcón a «sociedad rural» al anal zar el paso de la segunda a la prmera en los térmnos em pleados por nnes como la evolución de una rma comu ntara a una rma asocatva caracterzada ante todo por la segmentacón de los papeles la multplicdad de las perte nencias y la prmaca de las relacones socales secundaras (a través de las asocaciones especcas) sobre las prmaras (contactos personales directos ndados en la anidad acti va) 21. Prolongando esta reexión Simmel cuya inuencia so bre la «socologa amercana» es cada vez mayor) llega a pro poner un verdadero tpo deal de cvlzacón urbana deni do ante todo en términos pscosociológcos partiendo de la dea (bastante durkhemana) de una crss de la personal dad sometda a un exceso de estmulos psquicos a través de la complejdad desmedda de las grandes ciudades Simmel deduce la necesdad de un proceso de agmentacón de las actividades y de una erte limitacón de compromsos del in dvduo en sus direntes papeles única densa posble con tra un deseulbro eneral motvado or la multiplcdad de pulsones contradctoras Entre las consecuencas que un ta proceso provoca en la organzacón socal Simmel señala la rmacón de una economa de mercado y el desarrollo de las grandes organzacones burocrátcas nstrumentos adecua dos para la raconalzacón y la despersonalización exgidas por la complejdad urbana A partr de esto el crculo se cie rra sobre s msmo y es como el tipo huano «metropolita
" Cf. M Castes, «Théorie et idéologe en socooge ubaine» Sociologie et Sciéés, 1, 2 (969) 7-9 21 P H Mann An Approach o Urban Socioloy Rotedge and Kegan Pal Lodes 965
Tabla 1. Situación y previsiones del fenómeno urbano en el mundo (1920-1960 y 196080) (en millones, estiacón) Regiones geográfcas �cupación del espacio
1920
1940
1960
1980
(est.)
(est.)
(est)
(prev)
1920-60
196080
Población total
1.860
2298
2994
4.269
1134
1.275
Rural y cidades pequeñas Urbana (Ciudades grandes)
1.607
1.871
2.242
2909
635
667
253
427
752
1360
499
608
(96)
(175)
(35)
(725)
(255)
(374)
324
379
425
479
101
54
220
239
251
244
31
7
104
40
174
235
70
6
(44)
(61)
(73)
(99
(29
(26
116
144
198
262
82
64
72
80
86
101
14
15
44
64
112
161
68
49
(22
(30
(72
(111
(50
(39)
Población total
553
636
794
1.038
241
244
Rral y ciudades pequeñas Urbana (Ciudades grands)
54
554
634
742
120
108
39
82
60
296
2
136
(15)
(34)
(86)
(55)
(71)
(69
Población total
470
610
858
1366
388
508
Rral y ciudades pequeñas
Crecimiento absoluto
Total mundial
-
Euopa ( sin la URSS) Población total
_ Rural y cudades peqeñas Urbana (Ciudades grandes) América de note Población total
� ral y cudades pequeñas Urbana (Ciudades grandes) Asia oienal
f
Asia del su 443
560
742
1079
299
337
1
'7
'"
11t
'07
on
1 7
(Cidades grandes)
(5)
(3
(42
(149)
(37)
(07)
155
195
214
278
5 9
-···
Unión Sovética Población total
Rura y cidades pequeñas Urbana (Ciudades grandes)
64
39
48
136
150
3
4
6
47
78
128
62
50
(2)
(14)
(27)
(56)
(25
(29)
Población total
90
130
213
37 4
123
161
Rural y ciudades pequeñas Urbana Cudades grandes)
77
105
145
222
68
77
3
25
68
52
55
84
(5)
(2
(35)
(100)
(30)
(65)
Améica Latina
M. CASTELLS
153
Arica
143
192
276
449
133
173
136
178
240
360
104
20
7
4
36
89
29
54
(1)
(3)
(11)
(47)
(0)
(36)
Población total
9
12
16
23
7
7
Rua y ciudades pequeñas Ubana (Cudades gandes
6
7
8
11
2
3
3
5
8
11
5
3
(2)
(2)
(5)
(8)
(3)
(3)
Población total Rual y ciudades pequeñas Urbana (Ciudades gades) Oceanía
Fuente: Population Division. United Nations Bureau of Social Affairs
Tabla 2. Evolución de la urbanización según el nivel de desarrollo (en milones) Regiones geográfcas y ocupación del espacio Total mundia
1920 (est.J
1940 (est.)
1960 (est)
1980 (prev.)
1860
2298
2994
4269
1134
1275
.607
.87
2.242
2.909
635
667
253
427
752
.360
499
608
(96)
(175)
(35)
(725)
(255)
(374)
672
821
977
1189
305
212
487
530
544
566
57
22
185
29
433
623
248
90
lOV/
.'
n,
\
re,
(11<)
1188
1476
2017
3080
829
1063
Rua y cudades pequeñas .120 1.341 Ubaa 68 135 Ciudades gandes (6) (4) Porcentaje de regiones subdesarrolladas para odo el mundo
1.698
2.343
578
645
39
737
25
48
(139)
(398)
(123)
(259)
Población total Rua y ciudades pequeñas Ubaa Ciudades gande) Regiones desarrolladas
Población total Rual y ciudades pequeñas Ubana (Ciudaes gaes Regiones sbdesarroladas
Población total
,~-
J
Crecimiento Absoluto 1920-60 1960-80
e•~-
,
Población total
64
64
67
72
73
83
Rua y cudades pequeñas Ubana (Ciudades gandes)
70
72
76
81
9
97
27
32
42
54
50
69
(6)
(24)
(40)
(55)
(48)
(694)
Fuente Population Division, United Ntions Bureau of Social Aairs
¡
Tabla 3. El crecimiento de las grandes aglomeraciones en el mundo (1920-1960) (estimaciones generales, miles de personas) Año 1920
Año 1930
Año 1940
Año 950
o 1960
Ttal mundial
30.294
48660
66364
84923
141156
Europa ( tota Londres París Berlín
16.051 7236 965 3850
18.337 8127 5885 325
18.675 8275 6050 350
18016 8366 6300 3350
18605 8190 7140 3275
Ciudad
-�
América del norte (toa/ Nueva York os Angees Chicago Filadelfa Deroi
�
10075
13300
17.300
26950
33875
7125 750)a 2950 2025)a 1)a
9350 1800)a 3950 2350)a 1825)a
10600 2500 200 275)a 2050)a
12350 025 950 2950 2675
1150 6525 6000 3650 3550
4168
11773
15789
16487
40806
168 (2.000)a (1.889)a (1.000)a 800)a (550)a b
6.06 3.100 2.609 (1.350)a 1000)a (700)a (700)a
8.558 3.750 3.81 (1.750)a 1500)a (1.500)a (1150)a
8182 5.250 3055 (2)a (1900)a (1925)a (1700)a
1353 8500 5158 5000 3500 261 2500
...
3400
7220
12700
2055)a (1300)a (525)a
300 (1.660)a (1000)a
90 2.730 (1750)a
5.810 00 2.850
2500
7700
4250
9550
Asia oriental (tota) Toko Shanghai Osaka Pekín Tiensin Hong-Kong Shenyang Asia del sur (tota) alcua Bombay Yakara Unión Soviética (tota) Moscú T
L'
•-----o ·~
América Latina (tota) Buenos Ares Méxco Río de Janiro SaoPalo ica (tota E aro
...
(1820)a (1275)a . b . .
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..
2275)a 835)a 1325)a 600)a
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2500
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2750
3500
12000
22300
2750 1.35)a (1675)a 900)a
3500 2.175)a 2150)a 125)a
5150 3800 3050 2.50)a
6775 6450 .700 375
1150)a
.
1525)a
.. .
3320
2.350)a
3320
a as cudades nrores a 2500000 no esán comprenddas en los oaes. b) menor de 500000 Fuente: Population Division, nited Nations Bureau of Social irs. M. CASTELLS
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no», centrado sobre su individualidad y siempre libr n rlación a sí ismo, puede ser coprendido 28• Si en a obra de Siel queda una cierta ambigüedad entre una civilización metropolitana no concebida como fente eventua de desequilibrio socia y un nuevo tipo de personalidad que se adapta a él exacerbando su libertad in dividua, en las profcas de Spengler, en cabio, el primer aspecto vence abiertaente al segundo y la cultura urbana queda ligada a la útima fse del ciclo de civilizaciones, en la que al romperse todo lazo de solidaridad el conjunto de la sociedad debe autodestruirse en la guerra. Pero o que es interesante en Spengler es a igazón directa que establece, de un lado entre las fras ecológicas y el «espritu» de cada etapa de la civiización, y de otro entre la «cutura urbana» y la «cutura occidental», que se habra manifstado sobre todo en esta parte del undo, debido al desarrollo de a urbanización 29• Coo se sabe, Toynbee se ha basado en estas tesis para proponer a asiiación pura y sipe entre los tér inos de «urbanización» y de «occidentalización» (westernization...) La frmuación de Spengler tiene sin duda la ventaja de la claridad, es decir, que leva la perspectiva culturaista hasta sus útias consecuencias ndando as etapas históricas en un «espritu» y ligando su dinámica a una es pecie de evolución natral e indifrenciada 30 conjunto de estos teas es recogido con mucha fer za por los culturalistas de a escuela de Chicago a partir de a infuencia directa experimentada por Park fndador de a escuela durante sus estudios en Alemania Es as como fe fndada la sociología bana, en cuanto ciencia de las nuevas frmas de vida social que aparecen en las grandes metrópois Para Park se trataba ante todo de utilizar la ciudad y en particular esa ciudad inaudita que era el Chicago de los
"C, sobre todo G. Simel «The Meropois and Mental Lif», en K. Wo (com.) The Sociology Georg Simmel, The Free Press Glecoe 1950. ' O Spegler The Declne of the West, G. Aen and Unwn Londres (publcado en 1928). El texto de M Webe La ciudad publcado prmeo en 195, pero que en realdad rma pate de Wirtschaft und Gesellschaft se ha nterpre ado a veces como una de a prmeras rmacones de la tess de a cuu ra urbaa. En la medda en que especca mucho as codcioes ecoóm cas y polcas de esta autonma admisava (o que, según é caace za la cudad), osoros creemos contaramene, que s tata de una loca zacón histórica de o urbano en oposcón a las tess evouconsas de a co rrete culturalsa para la cual urbanzacón y modenzacón son fnóme nos eqvalentes
años 1920 coo un laboratorio social, como un ugar de emergencia de probleas, más que coo una fente de explicación de los fnóenos observados 31 Por el contrario las proposiciones de su discpulo ás briante ouis Wirth tienden verdaderamente a defnir los rasgos característicos de una cultura urbana y a expicar su proceso de producción a partir de contenido de esta fra ecológica particuar que es la ciudad Se trata probableente del esferzo teórico más serio que jaás se haya hecho en el seno de a sociooga para establecer n obeto teórico (y por consiguiente, un campo de investigación) especfco de a sociología urbana Sus ecos, 33 aos después continúan dominando la discusión o que nos incita por una vez a intentar una exposición sucinta, pero fel, de su perspectiva, con el fn de defnir los temas teóricos sobre la «cutura urbana» a través de sus pensadores ás serios. Para Wirth 32, el hecho característico de os tiempos mo dernos es la concentración de a especie humana en gigantescas agloeraciones, a partir de las cuales la civilización irradia su uz. Frente a la importancia de fnóeno, es ur gente establecer una teoría sociológica de la ciudad que supere de una parte, los siples criterios geográfcos y de otra, no la reduzca a a expresión de un proceso econóico, por ejemplo la industriaización o el capitaiso Decir <
Cf. R E Pak, «The Cty: Suggestons the nvestgatíon of Human Behavor the Urban Envronmen», R. E. Park E. W. Bugess R. D M Kenze, The City The nvesy o Chcago Press 1925 L Wrth, «Urbansm as a Way of L», American Journal of Sociology XLIV Qulo 938) 1-24; para una seleccón de la oba de Wrh cf a re coplacón de textos On Cities and Social Le, he Unversty of Chcago Press, Chcago 196 31
variación individual y más grande será ambién la diferen cacón socal, lo que determna el debilameno de los lazos comuniarios, reemplazados por los mecanismos de conrol rmal y por la concurrencia social Por ora pare la mul plicación de las ineracciones produce la segmenacón de las relaciones socales y suscia el carácer «esquizoide» de la personalidad urbana. Los rasgos disinivos de un al sisema de comporamieno son, por consiguiene: el anonimao la superciaidad el carácer ransiorio de las relaciones so ciales urbanas la anomia la fla de paricipación. Esa si uación iene consecuencias sobre el proceso económico y so bre el ssema polico: de una pare la segmenacón y el ui liarismo de as relaciones urbanas acarrean la especiaiza ción ncional de la acividad, la división del rabajo y la eco nomía de mercado; de ora ya que no es posible la comuni cacón direca los inereses de los indviduos no son den didos más que por represenación En segundo lugar, la densidad reerza la dfrenciacón inerna, porque paradójicamene, cuano más próximo se esá sicamene más dsanes son los conacos socales a parr del momeno en que resula necesario no comprome erse más que parcialmene en cada una de las perenencas Hay por ano yuxaposición, sin mezcolanza de medios so ciales dferenes lo que implica el relaivismo y la seculari zación de a sociedad urbana (indirencia a odo lo que no esá direcamene igado a los objeivos propios de cada indi vduo) En n la cohabiación sin posibiidad de expansión real desemboca en el salvajismo indivdual para eviar el conrol socal) y, por consiguiene en la agresividad Por su pare, la heterogeneidad social del medio urbano permie la uidez del ssema de clases y la asa elevada de movilidad soca explica que la lacón a los grupos no sea esable sino liada a la osición ransioria de cada individuo: hay por ano predomnio de la asociación basada en la andad racional de los inereses de cada individuo sobre la comunidad denida por la perenencia a una clase o esa uo Esa heerogeneidad social corresponde ambién a la di versicación de la economía de mercado y a una vida políi ca ndaa en los movmienos de masas En n, la diversicación de las acividades y de los me dos rbanos provoca una fuere desorganzacón de la perso nalidad, lo que expica la progresión del crimen del suicidio de la corrupción, de la locura, en las grandes merópolis A parir de las perspecivas as descrias la ciudad reci be un conenido culural especco y se conviere en su va-
rabe xplicaiva Y la culura urbana llega a proponerse como modo de vida (Urbanism as a way of le) Lo esencial de la esis relaconada con la culura urbana propamene dicha no consiuye sino variaciones en orno a las proposicones de Wirh Sin embargo han sido uiizadas como insrumeno de inerpreación evolucionisa de la his ora humana a ravés de la eoría desarrollada por Redeld del Folk-urbn continuum, cuya resonancia ha sido enorme en la socología del desarrollo 3 .
En efco Redfeld recoge la dicoomía rura/urbano y la vuelve a suar denro de una perspeciva de evolución ecoló gicocuural idenicando tradicionamoderno y l/urba no. Con esa diferenca que, al parir de una radición anro pológica, piensa la sociedad urbana en relación a una carac erización previa de la folk: se raa de una sociedad «de dmensión restringida, aislada anafabea homogénea con n senido extremadamene ete de la solidadad de grpo. Sus rmas de vida esán codicadas en n sisema coherene lamado "clra La condca (qe predomina en ela) es tradicional esponánea acríca y pesonal no hay le gislación ni costmbre de expermenación y de reexón con nes inelecales El sisema de parenesco ss reaciones e insicioes se derivan directamene de as caegoras de la ex periencia y la nidad de acción es e gpo miia Lo saga do domina lo seclar; la economa es mcho más n cor de estao qe n eemeno de mercado»
El ipo urbano se dene por oposción simérica al con juno de los cores enumerados, esá cenrado por ano so bre la desorganización social la individualización y la secu larzación La evolución de n polo a oro se hace casi nau ramene por aumeno de la heerogeneidad social y de las posiblidades de neracción, a medida que la sociedad va e , é e e el conaco con ora socedad y/o con ora culura acelera considerablemene el proceso Al ser esa consrucción deal ípca nnguna sociedad le corresponde plenamene pero oda sociedad se coloca en alguna pare a lo largo de ese continuum, aunque los difrenes rasgos enunciados se con
" C R. Redeld, «The Fo Socety American Journal of Soiology (enero 1947) 29; R Redeld y M Siger, «Te Cural Role ofCtes», Eonomi Development and Cultural Change IV (1954 y sobre todo R Redeld, The Folk Culture Yuatan, Uversy of Chcgo Press 941 H er, «e Folk-u Cou Amerian Soiologial Review 1 (ocbe 1952 529-53 M. CSTELLS
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tinúan en proporcones dversas según el grado de la evolu ción social Esto indica sucientemente que estas caracterís ticas denen el eje central de la problemátca de las soceda des y que por consguente la denscación progresiva de una colectividad, con la complejdad social que provoca es el motor natural de la evolucón hstórca lo que se expresa ma teralmente a través de las rmas de ocupacón del espaco En este sentido, las críticas de Osar Lews a las tess de Redeld demostrando que la comunidad «lk» que e haba servdo de prmer terreno de observacón, estaba desgarrada por conctos nternos y concedía un lugar mportante a las relaciones mercantles psan terreno ncierto (a pesar de su bro) ya que la teora del folk-urban continuum se propone más que descrbir una realidad, denr los elementos esen ciales de una problemátca del cambo socal 34. Por el contrario, la crítica ndamental de Dewey («El continuum rural-urbano: un hecho real, pero sn gran im portanca») 35 cuestona más profundamente esta perspectva al señalar que s bien es verdad que existen derencias en tre ciudad y campo, éstas no son más que la expresión emp rica de una serie de procesos que producen al msmo tempo toda una serie de ectos especcos a otros niveles de la es tructura socal. En otras palabras hay una varacón conco mitante entre la evolución de las rmas ecológcas y de las rmas culturales y socales sn que se pueda armar por ello que esta covaracón sea sstemátca n sobre todo que las segundas sean producdas por las prmeras. La prueba está en que puede haber dsión de la «cultura urbana» en el campo sn que por ello se borre la direncia de rmas ecológcas entre ambos Sera necesaro por tanto conservar de la tesis del folkurban continuum su carácter descrptivo más que hacer de ella una teoría general de la evolución de las sociedades sta crtica de Dewey es una de las pocas en la lteratura del tema que va al ndo del problema, porque en general el debate sobre la ctura urbana, tal como ha sido rmulado por Wirth y Redeld ha girado en torno de una pura cuestón emprca buscando estabecer la exstencia o inexstenca hs tórica de un tal sistema o sobre la dscusón de los preuicios ant-urbanos de la escuela de Chcago pero sin superar la
" O. Lewis, «Tepoztan Restudied A Critique of the Fok-Urban Con cepuaation of Social Changes» Rural Sociology 18 1953) 12134 R Deey, «e Rurarban Coninuum: Rea but Reativey Unm porant», American Journal of Sociology XVI 1 uo 960) 6067
problemátca del tereno culturalsta donde haba sdo den da As autores como Scott Greer 6 o como Dhooghe 7 seña lan la mportanca de las nuevas rmas de sodardad socal en las socedades modernas y en las grandes metrópols mos trando los prejuicios romántcos de la escuela de Chicago in capaz de concebr e unconamento de una socedad de otra manera que bajo la rma de a ntegracón comuntara que sería necesario eservar evidentemente para las socieda des primitivas y poco derenciadas Otros sociólogos relan zando el debate han ntentado renovar la exposcón de las tess de Wrth ben sobre el plan teórco como Anderson 38, ben «vericándolas por enésima vez como ha probado Gu terman, para ctar un eemplo 9 de los más recentes. Más seras son las objecones que se hacen en relación con las eventuales conexiones causales entre las rmas es pacales de la cudad y el contendo social caracterstico de la «cutura urbana» A u nvel muy empírico, Reiss ha demos trado hace tempo la ndependenca estadstca (en las cuda des norteamercanas de la «cultura urbana» respecto a la di mensión y a la densdad de la población• Más aún Duncan en una encuesta extensiva no ha encontrado correlación en tre la magntud de la población de una parte y los ngresos las clases de edad la movildad la escolarización el tamaño de la mla la pertenencia étnca la poblacón activa todos los ctores que deben especcar un contendo «urbano» " Por su lado la gran investgacón hstórca de Sjoberg sobre las cudades preindustriales muestra la dierencia total de contendo socal y cultural entre estas «ciudades» y las «cu dades» de prncpos de a industriaizacón capitalsta o de las regones metropolitanas actuales Ledrut ha recordado en detalle y mostrado en su especcdad los direntes tipos hs tóricos de las rmas urbanas con contendos sociales y cul 10 .
41
' S. Greer, The Emerging City, e Free Press of Gencoe, 962 J Dhooge, «endances actuees en socioogie ubaine» Social Compass 8 n 3 (1961) 199209 N Anderson, «he rban Way oLe» nternatioal Journal of Comparative Sociology 3, n 2 (962) 175188 Staney S Guterman «n Dense of Wrths Urbanism as a Way of Lie» American ournal of Sociology 74 maro 1969) 492499 O D Dunca y Ress Social Characteristics o Urban and ural Communities Wiey Nueva York 1956 O D Duncan y A ess o. c (956 G Sjoberg «Ciies in Deveopng and n ndustria Societies A cross cuura Anayss» e Ph Hauser y Leo Scnore (comps), , 1965 213 265
turales extremadamente direntes y que no se coocan sobre un contnuu porque se trata de expresones espaciaes y so caes cuatatvamente drentes as unas de as otras ¿Será necesaro entonces, como hacen Weber o Leo nard Ressman 5, reservar e térmno de «cudad» a certos t pos de organzacón espaca denidos, ante todo en térmnos cuturaes (ciudades de Renacmento o cudades «moder nas», es decr, captastas avanzadas)? De acuerdo pero en tonces nos deszamos haca una dención puramente cutu ra de lo urbano, a margen de toda especcdad espaca. Sin embargo, es esta són -consón entre a connotacón de una certa rma ecoógica y a asgnacón de un conten do cutural especco, o que se encuentra en a base de toda probemátca de a cutura urbana Basta examnar as ca racterísticas propuestas por Wrth para comprender que lo que se ama «cutura urbana» corresponde perctamente a una cierta reaidad stórca: e modo de organzacón soca lgado a a ndustriaización capitalsta en partcuar en su se concurrenca. Por tanto, no se dene úncamente por oposicón a «rura», sno por un contendo especíco que e es propo, sobre todo en un momento en que a urbanizacón generazada y a nterpenetracón de cudades y campo vue ven ncómoda su distnción empírica. Un anáss detalado de cada uno de os rasgos que la a racterzan mostraría sin dcultad e vnco causal en pa nos sucesvos, que exste entre a matrz estructura caracte rístca de modo de produccón captaista, y e ecto produ cdo sobre ta y ta campo de comportamiento Por ejempo, a mosa «segmentación de roes» que está en a base de a compejdad social «urbana» está drectamente determnada por el estatuto de «trabajador bre», cuya necesdad para asegurar una rentabdad máxma de a utizacón de a erza de trabajo ha sido demostrada por Marx E predom J, así como a ndvduazación acelerada de as reacones, ex presan también esta necesidad económica y poítca de nue vo modo de produccón de consttur en «cudadanos bres e guaes» os soportes respectvos de os medos de produccón y d a fuerza de trabajo Y así sucesvamente, sin que po 43 •
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4
46 •
Cf. R. Ledrut, Sociologe Urbaine, PUF París 1968, cap. . "M. Weber o c. 905 ' . Riessman, The Urban Process, F ree Press Nueva Yrk 964. Cf ls anáisis de N. Pulantzas sre la determinación scia de estatut jrdic del ciudadan en Pouvoir politque et classes sociales Mas er, arís 968 299 y siguientes (ed. casteana: Sig X Editres) 13
damos desarroar aquí un sstema competo de determna cón de as rmas cuturaes en nuestras socedades, dado que e objetvo de nuestras observacones es úncamente e de tratar este contenido soca de otra rma que por un aná ss en térmnos de «urbano» Sin embargo puede aparecer una objecón de mayor mportanca contra esta interpreta cón de a cutura urbana S las cudades sovéticas no ap tastas presentan rasgos análogos a os de las ciudades ca ptastas ¿no es porque estamos en presenca de un tpo de comportamiento gado a a rma ecoógca urbana? La res puesta puede darse a dos nvees ectvamente s se en tende por captalsmo la propedad prvada urdica de os medos de produccón, es evidente que este carácter no basta para fundamentar a especcdad de un sstema cutra. Pero, de eco, empeamos e térmno «captasmo» en e sentdo empeado por Marx en El capital: matrz partcuar de os dversos sistemas a a base de una socedad (económco, potco, ideoógco) Sn embargo ncuso en esta dención vulgar de captasmo, e parecdo de os tpos cuturaes sería debdo o a a existenca de una msma rma ecoógca, sno a a compejdad soca y técnca en que se basa a eteroge neidad y a concentración de as pobacones Estaramos más ben ante una «cutura industral» E eemento mportante que determinaría a evolución de as rmas sociaes sera en tonces e echo tecnoógco de a industraizacón Nos esta ríamos acercando a as tess sobre a «socedad ndustral».. Por otro ado, sin embargo, s nos atenemos a na de nción centca del captaismo, lo que podemos armar es que en as sociedades histórcamente dadas, donde se han ectuado estudos sobre a transrmacón de as relacones socaes, a artculacón del modo de produccón domnante amado captasmo puede dar cuenta de a aparcón de un ta sstema de reacones y a a vez de una nueva rma eco La constatacón de comportamentos smares en soce dades donde se puede presumr que e modo de produccón captasta no es domnante no nvada e descubrmento an teror, ya que es ncsaro recazar la dcotomía grosera ca ptasmo/socasmo como nstrumento teórico Por e on traro, esto pantea una nterrogación y exge una investiga cón que debería tener como objetvo: - Determnar s, ec tvamente e contendo rea y no soamente rma de estos comportamientos es e msmo Ver cuál es la artcuación concreta de os modos de produccón drentes en a socie dad sovética, ya que, indscutbemente, e modo de produc cón captasta se encuentra a presente, aun cuando no
domine. Establecer os ontornos de nuevo modo de pro duccón post-captasta porque s la teoría centífca de modo de produccón capitasta ha sdo en parte elaborado (en El capita}, fta el equivalente para e modo de produc cón socalsta Elaborar una teoría de los pasos entre la ar tcuacón concreta de los dversos modos de produccón en la socedad soviética y los sistemas de comportamento Es evdente que en ese momento la probemátca de la cutura urbana no será ya pertnente Mentras tanto, a a es pera de esta nvestgación, podemos decr ntutvamente: que hay determnantes socológicos parecdos que pueden desembocar en parecdos comportamientos; que esto queda rerzado por a presencia viva de eementos estructuraes capitalstas que las analogías rmales de los comporta mentos no tenen sentido más que en la medda en que sean refrdos a la estructua socal a la que pertenecen R azonar de otro modo nos llevaría a armar la undad de las soceda des po el hecho de que todo e mundo come y duerme más o menos reguarmente Una vez dicho esto ¿por qué no aceptar el llamar «cul tura urbana» a este sstema de comportamento ligado a la socedad capitaista? Porque, como hemos señaado, dcha apelacón sugere que estas frmas cuturales han sdo pro ducdas por esta frma ecológica partcuar que es la ciudad Basta reexionar unos instantes para descubrr e absurdo de una teoría del cambo socal, fundada en a complejzacón crecente de as colectvdades humanas a partr de un sm ple crecmento demográco Realmente no ha habido nunca n puede darse en la evolucón de las sociedades fnómeno perceptble úncamen te en térmnos scos, por eemplo de «tamaño» Toda evolu cón de la dmensón y de a difrencación de un grupo socal es en sí e roducto y a expresn e una estructura so cal y de sus leyes de transfrmacón. Por consiguente a smple descrpción del proceso no nos nfrma sobre e compejo técnico-socal (por ejemplo so bre las uerzas productvas y las relaciones de produccón) que actúa en la transfrmacón Hay por tanto, producción simultánea y concomitante de as frmas socales en sus di rentes dimensiones espacal y cultural Se puede plantear el problema de su nteraccón, pero no partr de la proposcón según a cual una de as rmas producría la otra Las tess sobre a cutura urbana se han desarrolado en una perspec tva emprsta en la que se ha tomado por ente de produc cón socal lo que era su marco 160
PARA COMPRENDER QUÉ ES LA CIUDAD
Otro problema, nuestro problema es el de saber cuáes son e lugar y las eyes de articuación de ese «marco», es de cr de las rmas espacales, en el conjunto de la estructura socal ara poder tratar esta cuestón, es necesario prmero romper la gobadad de esta socedad urbana entendida como un verdadero desembocar de la histora en la moder nidad S es verdad que para dentcarlo hemos desgnado os nuevos fnómenos por su ugar de orgen no es menos cierto que la «cultura urbana» tal como es presentada, no es n un concepto n una teoría Propiamente hablando es un mito ya que cuenta ideológicamente la historia de la espe cie humana. Por consiguente, os temas sobre a «sociedad
urbana» que se undan drectamente sobre este mto consti tuyen las palabras-clave de una ideología de la moderndad asmilada, de rma etnocéntrica a las rmas socaes de captasmo bera
Estos temas al ser «vugarzados», por así decir han tendo y siguen tenendo una enorme inuenca sobre la deología del desarrolo y la «socología espontánea» de los tecnócratas De una parte la transposción de la problemá tca del folk-urban continuum al análss de las relacones interores a sistema imperialsta se hace en los térmnos de un pasaje de la socedad «tradiconal» a a socedad «mo derna» De otra parte, a «cultura urbana» es o que sirve de base a toda una sere de dscursos que hacen as veces del análss de la evolucón soca en el pensamento de las él tes drgentes occidentales y que por ello son amplamente vehculadas por los mass media y frman parte del ambien te deológco cotidiano Así, por eemplo, el Comsariado Ge neral del an en Franca, en una sere de estudios sobre as cudades, publicados en 1970, para preparar el VI Plan an cés, ha consarado un pequeño voumen a a «socedad urbaa que consttuye una veraera antoog e esta pro blemátca 47 •
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Partendo de la armacón de que «toda ciudad es el lu gar de una cutura», el documento ntenta establecer as con dicones de realzacón de los modelos deales, de las con cepcones de la cudadsocedad teniendo en cuenta las «ex gencias de la economía» He aquí o que caracterza a un 47
D. Leer, The Passing ofTradiional Society, Free Press, Nueva York
1958 + Commissaiat Général a Pan, Les vil/es: la sociéé urbaine A Coin, Parí 1970
cierto huansmo tecnocrátco: la cudad (que no es sno la sociedad) se hace a partr de las inciatvas lbres de los nd viduos y de los grupos, que se encuentran limitados, pero no determinados por un problema de medos. El urbanismo se convierte entonces en la racionaldad de lo posble, ntentan do lgar los medos de que dspone y los grandes objetivos que se planea Porque e fnómeno urbano es «la expresón del sstema de valores en curso en la cultura propia de un lugar y de una época», lo que explica que «cuanto más conscente es una so ciedad de los objetvos que persigue ... más tpifcadas son sus cudades» En la base de una tal organzacón socal se encuentran los fctores ecológicos, avanzados desde hace tempo por los clásicos del culturalsmo urbano: «l fnda mento de la socedad urbana se encuentra en el reagrupa miento de una colectvdad mportante en número y densi dad, que implica una dvisión más o menos rgurosa de las actvdades y de las ncones y hace necesaros los nter cambios entre los subgrupos dotados de un estatuto qu les es propio dfrenciarse y unrse» (p. 21. Así queda expues ta toda una eora de la produccón de las rmas sociales, es pacales y culturales, a partr de un smple fnómeno orgáni co de crecimiento - como si se tratase de una espece de mo vimiento ascedente y lineal de la materia hacia el espíritu Está claro, hay especicidades culturales en los dfren tes medos socales; pero es tambén evidente que la delim tacón no pasa ya por la separación cudad/campo, y la ex plcacón de cada modo de vida exige que se le articule en el conjunto de una estructura social, en lugar de atenerse a la pura correlacón emprca entre un contenido cultural y su asiento espacial Lo que se discute es simplemente el análiss del proceso de producción socal de los sstemas de repre , € tructura ideológica S estas tess de la «sociedad urbana» tienen tanta di són es ustamente porque permten poder prescindir de un estudo de la emergencia de las frmas ideológcas a partir de las contradccones sociales y de la divsón de clases a so cedad aparece así unifcada y se desarrolla de manera orgá nca secretando tpos globales que se oponen en el tempo a térmnos de desfse, pero nunca al nterior de una misma es tructura socal, en térmnos de contradiccón Esto, por lo de más, no mpde en absoluto compadecerse de la alienacón de este «hombre uncado» enentado a las exigencas na turales y técncas que obstaculzan el forecmento de su creativdad. a ciudad consderada a la vez como expresión
complea de su organzacón socal y como medo determna do por exgencas bastantes rígdas se converte así, alter natvamente, en centro de creacón y lugar de opresón bajo el efcto de las erzas técnconaturales susctadas. a efca cia socal de esta deologa estrba en que descrbe os pro blemas cotdianos vivdos por las gentes, aportando una in terpretación en términos de evoucó natural, de la que está excluda la divsón e clases antagóncas. o que tene la erza de lo concreto y da la mpresión tranqulizadora de una socedad integrada, que cierra flas ente a sus «proble mas comunes» •
El debate sobre la teorí del espacio
El considerar la cudad como la proyección de la soce dad en el espacio es, al msmo tempo un punto de partida indispensable y una armación demasado elemental. ues s ben es cierto que hay que superar el empirsmo de la mera descrpción geográfca se corre el grave pelgro de gurarse el espaco como una página en blanco sobre la que se nscr be la accón de los grupos y de las nstituciones sn encon trar otro obstáculo que la huella de ls generaciones pasadas Esto equivale a concebir la naturaleza como algo eteramen te modelado por la cultura, mentras que toda la problemát ca socal tene su orgen en la unión ndsoluble de estos dos térmnos a través del proceso daléctco medante el cual una espece bológca partcular (particular, puesto que está dv dda en clases) el «hombre» se transrma y transfrma su medo ambiente en su lucha por la vda y por la apropacón difrencal del producto de su trabao. El espacio es un producto material en relacón con otros @! 0, traen determinadas relaciones sociales, que dan al espacio (y a los otros elementos de la combinación una frma, una n cón, una signcación socal. No es, por tanto, ua mera oca sión de despliegue de la estructura social, sno la expresión concreta de cada counto hstórco en el cua una sociedad se especca. Se trata, por tanto de establecer, al gual que para cualquier otro objeto real, las leyes estructurales y co yunturales que rgen su exstenca y su transfrmación así como su específca articulacón con otros elementos de una realdad histórica. De lo que se deduce que no hay teoría del espaco al margen de una teoría socal general, sea ésta explícita o m plcita. M. CASTLLS
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El espacio urbano está estructurado, o sea, no se organ za al azar y los procesos sociales que se reeren a él expre san especcándolos, los determinismos de cada tipo y de cada período de la organización social Partendo de esta evi dencia cargada sin embargo de mplicaciones el estudio de la estructura urbana debe realzarse en dos panos: por una parte, se trata de elaborar útles teórcos susceptbles de aprehender sgncativamente lo concreto-real y por otra de utlizar estos tiles en una sucesión discontinua de anál ss particuares que apunten a fnómenos hstórcamente da dos. La abundanca de nvestgacones al respecto da cuenta de los eserzos que varias correntes teóricas han dedicado a este estudo Así, el esuerzo teórico de la ecologí humana, en particular de la Escuela de Chicago, domna todavía la aprehensón de la organzacón urbana, en la biblograa y en la práctca bien sea a través de la vigenca de sus temas cláscos o a través de las crítcas y reaccones susctadas Efctvamente la mayor parte de las alternatvas teórcas propuestas stuadas en esta línea no hacen más que dar una magen nvertida sin volver a defnr los términos mismos de la cuestión 49 •
Es mposble abordar el análsis de la organzacón del espaco sin una dscusión aunque sea rápida de esta trad cón de nvestgación sin pretender con esto hacer hstora de las deas sino examnar la ecaca de las proposicones avanzadas y de los trabajos realzados Pues la rmulacón de la fmosa teoría de Burgess sobre la evolucón de las aglo meraciones urbanas por zonas concéntrcas hace sonreír por su ngenuidad pero al msmo tempo explica un deter mnado proceso de desarrollo urbano histórcamente situa do en condiciones socoeconómcas ben precsadas por Quinn a saber determinado grado de heterogeneidad étnica y socal; base económca ndustral-comercial propiedad pr funconalmente y drencadas espacialmente; sstema de transportes ecaz y especialmente homogéneo; ncleo urba no central con elevado valor del suelo 50
Se trata pues de la evolución de una aglomeracón en rápido crecmiento, domnada por una industrializacón ca l'I
La obra de base sigue siendo la de R. Park, E. Brgess y R. McKen ze The City, Unvrsty of Chcago Press Chicago 1925 La mejor coleción de traajos ecológcos es la edtada por G. A. Theodorson Sudies in Hman Ecology Row Peterson and C º Eanston, Iinos 1961 626 p ° E. Burgess «The Growth o te City» en Park Burg ess y McKenie o. . 47-62.
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PARA COMRENDER QUÉ ES LA CIUDAD
pialsa, enteramente drgida por la lógca del beneco y que parte de la existenca de un núcleo urbano nical con es caso valor smbólco y déblmente constitudo socal y arqui tectónicamente Así en el Chicago estudado por Burgess, la ocupacón del centro urbano (zona I por las sedes de las grandes empresas y los centros administrativos (en el ugar estratégco de acceso y densidad socal de la cudad) es con secuenca del domno socal ejercdo por las empresas y de la mportanca estratégica de sus centros direccionales con centrados en el interior de un medio ertemente organzado as zonas I y II que corresponden a la nvasón del antiguo casco urbano por la ndustra y as residencas necesaras a los trabaadores empleados son el resultado, por una parte de as ventajas enormes que le da a la ndustria de la prme ra época su ncrustacón en el tedo urbano y por otra, la po sbldad socal de domnación e incluso de destrucción del marco urbano por la implantación industrial La zona IV re sdenca de las clases superores, es producto de la consi guiente deterorzacón ubana y expresa la dstanca social materalzada en la creación de un nuevo espacio resdencal más alá de la cudad reservada a lo unconal Por último la zona comprende los satéltes resdenciales y productvos aún no ntegrados en la aglomeracón, y expresa el domno progresvo que la cudad eerce sobre su hnterland por me do de la concentración económca y la especializacón de uncones 1 •
El hacer explíctas las condcones báscas permite com prender el hecho de que el msmo modelo de urbanización haya explicado el crecmento de varias cudades norteame rcanas y parcalmente, de cudades europeas Respecto a estas últimas lo han mostrado los trabajos de Chombart de auwe en París 53 y de McElrath en oma 4, ntroduciendo, sn embargo la importantísma modcación de la existenca e e e 2
" Los elementos que citan esta discusión en P. H. Mann An Ap proah to Urban Sociology Routledge and Kegan Pul Londrs 1965. 12 Por ejemplo R. V Bowers, «Ecoogical Paterng o Rocheser New York» American Sociological Review 4 (1939) 180-189; Th R Aderso y J. A Egeand, «Spatial Aspects o Social Area Analysis A.S.R. 26 1961) 392398 R. W O'Bre, «Beatle Street Memps A Study n Ecoogical Suc cesso» Socology and Social Research XVI mayo 194) 39536. 53 P . Chomart de Lauwe y colaboradores, Paris et l'aggloméraion parisienne PUF, París 190 2 t D. E. McElrath «he Socal Areas o Rome A.SR 2 uno 1962 389-39.
el centro de a ciudad, espacios cargados de azos simbócos y de ugares de consumo cutura. . or e1 contrao, • cuan do as condcnes de base cam ban cuaitativamente a pretensión de universaidad de modeo de Burgess se cae por su propo peso Es e caso, por ejempo, de cásico estudio de Gst sobre a ecoogía de Ban gaore que muestra a agmentacón del centro y a interpenetracón espacia de as actividades y de as pobaciones Más interesante aún es e anáisis de Schnore sobre a organzacón espacia de unas 60 ciudades atinoamericanas que concuye en a existenca de dos rmas urbanas prncipaes: e modeo «tradiciona» un centro histórico rodeado de arrabaes de popuares y que sirve de asiento a as capas superiores y a as funciones de dirección y e modeo de crecimiento industria que reproduce parciamente os rasgos ndamentaes de desarroo por zonas Más an e mismo Chicago de mediados de sigo XIX así como as grandes ciudades europeas de antes de a in dustriaización estructuran su espacio jerárquicamente arededor de centro de primera impantación De mismo modo agunas ciudades de sur de os Estados Undos se apartan considerabemente por su conguracón de as normas de una organización espaca dominada por a ey de mercado en a medida en que os restos de a tradiciona oigarquía agraria ocupaban n ugar importante en a composción soca . que se han tenta_ . Las modcacnes do hacer a as t�o as de as zonas no despazan en o esenca a probematca y se someten por tanto a a misma crítica que exige una es pecicación de as condiciones hstóricas de su vadez Por eempo, as distinciones sectoriales propuestas por Hoyt 58 intentan adaptar a as stuaciones .en as que se en e modeo de una zona Ta o cua capa socia mpantada en un sector cooniza todo un rado en una dirección de dentro aera en
6 .
57 •
N. P Gist, «The Ecology of Banglore Inda: An Eas-Wes Compi son», Social Forces 35 (myo 1957) 356365 " L F Schnoe «On te Spatia Stucre of Ciies in te Two Ame cas», en Ph M Huse y L F Schnore (compldores, The Stud y of Ubanizon, John Wiey and Sons, Nuev York 1965 347398 H W Gilmoe, «Te Old New Oens and e New A Case r Eco ogy», .R. 9 (gosto 1944 385394 H Hoy, Washigon D C The truure an Gwh of Rsidntial Neghbrhood n Amian Ctie Fede Harsing Adminstration 1939 57
ugar de trasadarse gobamente era de vejo casco urbano y transrmarse en una nueva corona. Pero e movimiento ecoógco y su determinación funciona sguen siendo os mismos or e contrario, a teoría de os núcleos múltiples que intenta combinar e desarroo por coronas y a división fun ciona de a ciudad, considerando e despiegue espaca de cada nción como una serie de procesos separados proonga de aguna manera as proposiciones inciaes de a Escuea de Chicago en e anáisis de as nuevas áreas metropoita nas, cuya compejdad supera e cuadro somero de modeo de Burgess Es certo que a pesar de este eserzo a región metropoitana rompe competamente a rmuación cásica como muestran anáiss concretos tan mportantes como os de Gottmann para a costa nordeste de os Estados Unidos 60 o de Vernon para Nueva York E ejempo de a teoría de crecimiento urbano eaborada por a Escuea de Chicago, muestra os mites de una investigación denida por su rmuacón concreta más que por sus principios de anáisis, porque de hecho e conunto de trabajo de Burgess, McKenzie Wirth etc. estabece una serie de nociones cuyo acance supera n estudio singuar y que en readad fundamentan todavía numerosos trabajos Es precsamente este eserzo por construir una auténtca teo ría de espacio tan poco ecuente en un terreno barrdo aternativamente por e empirsmo y e protsmo o que expica a persistencia de concepcones directamente gadas a más puro organsmo evoucionista Ectivamente en a base de os anáisis espaciaes existe una teoría genera de a organización socia62:a a que se considera dirigida por dos princpios esenciaes · de terdeen dencza· ent re los · d.w·duos, El rznczw comp emen taas basad. o en sus dº · (reacnes de encas ) sb s y sus smtudes supementaas (reacnes de co mensaismo) 59 ,
1
Cf Ch D Haris y L Umn «The Ntue of Cties», The Annals 242 (noviembre 1945) 717 'º Cf Gotmn Megalopls o . '1 R Vo Metropoli 1985 Harvad niversiy Pess Cambidge Mass 1960 Nos hemos benecdo, p esa discusón de l pecios ayud de L de Labebs pofso de Unversidd de onel y niguo dscípulo de A Hwey
- El principio de la función central; en todo sistema de relación con un medio ambiene se asegura a coodinación por medio de un pequeño número de nciones centaes. La posición de cada individuo en eación a esta nción dete mina su posición en e sisea y sus relaciones de dominio 63. Teniendo en cuenta el mateiaismo inmediato (¿vulga?) de esta pespeciva teóica, los probemas de a relación al espacio seán un teeno de eección paa el desarolo de sus investigaciones, pues a sociedad se piensa ante todo en tan o que comunidad y se dene a ésa como «un sistema de e laciones entre pares ncionamente dienciadas y ocai zado teritorialmene» 64• Se explica entonces a oganización uana como un conjunto de proceso modeado dstibuido y puesto en rela ción po las «unidades ecoógicas», a saber, toda expesión espacia que pesena una deteminada especicidad en e ación a su medio ambiente inmediato (esidencias fábricas, ocinas etc) os pincipaes procesos ecoógicos son 65 la concentración, o sea, e aumento de a densidad de una po ación en un espacio y momento deerminado; a centrali zación o especialización ncional de una actividad o ed de acividades sobe un mismo espacio, con su articuación je rarquizada con e conjuno de erioio regional a centra lización con su coolaio la descentralización origina pro cesos de movilidad de a estucua urbana y, po consi guiente nciones de circulación en sentido ampio la segre gación se eee al proceso mediante e cua e conenido so cia de espacio se hace homogéneo denro de una unidad y se diencia eremente especto a unidades exteriores, ge neramente según a distancia socia derivada de sistema de estaticación po útimo, a invasión-sucesión expica el movimiento po e que una nueva pobación (o actividad) se n n io eviaente ocuado siendo echa zada por e asentamiento anterior integada o sucediéndoe, como dominane en a unidad ecológica así petendida Esta construcción se queda sin embargo a un nive r ma en a medida en que estos procesos ecoógicos, expicati vos de as conguaciones urbanas obsevadas (zonas secto es núceos radios etc) no se explican más que audiendo ,. C A Hawley Human Ecology, Ronald Press Nueva York 1950 "A Hawey Human Ecolog Definition and History (Notas de crso o pblicadas A Arbor Michiga 193) Cf R D McKezie «The Scope of Huma Ecology» Publication of the Ameican Sociological Society X (926 14-5
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a as eyes económicas generaes Pues una teoría de a es tucura ubana debe buscar las leyes po las cuales diren tes contenidos sociales se expresan a tavés de os procesos anunciados a maización de obsevaciones empíicas so be ta o cua eaidad ubana no peite avanza po esta vía La escuea «neootodoxa» de a ecología humana ha in tentado una sistematizacón de sus investigaciones codicán doas en los éminos de complejo ecológico o ecosistema. n a muación de Duncan 6, e counto d una estructua u bana puede enendese como e esutado de a inteacción de cuaro eemenos ndamentaes: a población (P), e me dio ambiene o medio sco (M), a ecnoogía T) y a ogani zación socia (O), enendda esta última como e conjunto de instituciones y páctcas sociaes Así po ejempo, con ayu da de estos éminos, inenta expica e poblema de a con taminación en os Angees 7 De hecho, todo e anáisis epi te a rmaización de los procesos reaes obsevados a co dicaos en estos cuao eementos. No exise ransrma ción de las obsevaciones en conceptos ni, sobe todo, esa becimiento de reaciones entre concepos, que impique las secuencias obsevadas a única ventaja es la de pode resu mir bajo algunos títulos agunas constaaciones empíricas Pero ¿es eso ealmente una venaja? Podemos dudar de eo (por ejemplo cuando se asimia los tanspotes a a introduc ción de un nuevo equipo industia bajo petexto de que se tata en os dos casos de pogesos tecnoógicos) 8• r,
Po ota pae el eemento «oganización socia» es un saco donde todo cae y que pemie no tratar as articulacio nes precisas con a esructua socia ndiéndolas en una e ación globa ente o socia y la natuaeza (y la écnica). Gist y ava han inentado paia este inconveniente aña 1 dienciar os vaores de as instiuciones 69. Pero su anáisis
' O D Duca «Ima Ecoogy ad Popato Stdies» e P M Hauser y O D Duca compiladores) The Study of Population, e U versity of Chcago Press Chicago 1959 68168 O D Duca «From Social System to cosystem» Sociological Inquiy 31 2 (961 109 tecologismo e exteo ecológic rta los taajos po otra pare exceletes de Gibbs y Martí Véase por ejempo J P Gbbs y W Mati «oward a heoreical System of Huma Ecology» Pacc Socolo gical Review 2 1959) 2936 P Gist y S ava o. c, 96 102103
del proceso de suburbanización norteamericana presenta exactamente las mismas características que el de Duncan y no supera la simple categorización frmal de os direntes «ctores», históricamente combinados en el proceso de di sión urbana en los Estados Undos. La nsistencia de os ecóogos en tratar el conjunto de la organización del espacio partiendo de a nteracción entre la especie humana los úties creados por ela y el medo natu ral los coloca en una posición de erza en la medida en que ectivamente estos elementos son los datos básicos del pro bema y se pueden captar a veces drectamente incluso des de el punto de vista estadstico 7• Pero al no intentar teorizar estas relaciones y a presentarlas simplemente como mate riales nsertos en el proceso universal de la ucha por a vda su elemental biologismo se presta fáclmente a la crtica cul turalsta partcuarmente en un momento en que las ciencas sociales conocían e auge de la psico-sociologa y cuando la problemátca de los valores se situaba en e centro de la in vestigación As, as primeras crticas serias en particular las de Ahan 71 y Gettys 2, insstan sobre todo en la especicidad de comportamiento humano y se negaban a aplicar directamen te a las comunidades las maniestacones del determinsmo natural constatadas en as otras especies pero la corrente que les siguió invirtió abertamente los términos del proble ma considerando el espacio a partr del estudio de Walter Firey sobre Boston como modelado por los vaores y com portamentos de los grupos Por ejempo William Kob 4 r mula las condiciones culturaes previas a la urbanización (equvaente de los sistemas de valores subyacentes a la in dustrialización, en el análisis weberiano) y propone una n terpretación de la composción del espacio según las anida des simbólicas de los direntes grupos socales y e papel que 73 -
uegan en la socdad orm 75 ha insstido en las repercusio nes espaciales de los nómenos de dominación social y de Dickinson 76 a Sjoberg 77 y de Max Sorre 78 a Pierre George 79, toda una tradición de estudios de geograa histórca y com parativa ha mostrado la dversidad socal de las rmas es pacales ¿Debemos por ant concluir en a existenca de una organización del espaco esencialmente determnada por la acción de hombres guiados por orientaciones culturales? a crtica de Wilelm es más prounda: muestra cómo amparándose en e organcismo ecológco, se descuda un ca rácter undamental de espacio humano a saber la contra dictoria drenciación de los grupos sociales Pues la apro piación del espacio frma parte de un proceso de lucha que acta a conjunto de producto socia y esta lucha no es una mera competencia individual sno que enenta a los grupos rmados por la insercón dierencal de los ndvduos en os diversos componentes de a estructura socia mientras que «el complejo ecológco presenta una distincón sin hacer ver una dierencia» 80 Este sesgo teórco se maniesta muy con cretamente en a investigación al utilizar como material de base datos del censo que caracterizan globalmente una co ectivdad según las categoras de a práctica adminstrativa pero que no pueden explicar su dinámica interna ni el paso de las relaciones socales a la organizacón de espacio He aqu pues una nueva dimensión que desplaza a oposición entre «ctores culturales» y ctores naturaes» Pues en la problemática cuturaista propiamente dicha no se incuye tampoco el aspecto cambiante de a aproximacón de espacio en unción de la direnciación socia As, una de las meores rmuacones recentes, la de Achill e Ardigo 81 con sidera la metrópoi como un sistema scia transponiendo
om. «The Pace of Socal Structue n the Detemnaton o an Use Social Forces n 32 mayo 1954 3-323 R Dickison The West European City, Rouege an Kegan Pal, ones 95 G Sjoeg The Pre-Industrial City. III he Fee Pess. Gencoe 960 M Sore Les fondements de la géographie humaine A Co, País 1952 P Geoge, Précis de Gographie rbaine PF, País 96 ' Véase SM Wlhelm «The Concept of the coogca Compex: A ci tque». The Amercan oual of Economics and Sociology 23 uo 964 24-248 A Ago, La dusione urbana AV Rom 967 41-66 75
;" O D Dncan y F Schnore, «Cutual Behaviora and Ecological Pespectves the Stuy of Soca Oganzaton». American Journl of So ciology LXV (septembe 959 132-146 M AAhan, Social Ecology, Couma Uvesity Press Nueva Yok 938 E Gettys. «Human Ecoogy an Soca Theory». Social Forces XVII mayo 940) 469-476 Cf W F ey Land Use in Central Bstn Hava vesty Pess, amge. Mass. 1947 W Ko <he Social Structure a Fnctios of Cities» Economic /eelopment and Cultural Change 3 94555 3046 71
76
;n
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los cuatro subsistemas parsonianos al área urbana y seña lando cómo las difrentes implantaciones espaciales siguen estos procesos de adaptación y de intercambio según os va lores institucionalizados. De hecho, la problemática propia a toda teora de espa cio no consiste en oponer valores y fctores «naturales», sino por a parte en el plano epistemológico en descubrir las leyes estructurales o la composición de situaciones histó ricamente dadas y por otro en el plano propiamente teóri co, en establecer hipótesis sobre el ctor dominante de una estructura en la cual maniestamente todas las escueas in cuyen el conjunto de los elementos de la vida social: su di vergencia esencial concierne al estatuto de cada eemento y de las combinaciones de elementos Esta yxtaposición de probemáticas explica la conusión en la bibliograa de dos tipos de crítica hecha a a tradición de la ecología humana la que reemplaza la determinación natural por un arbitrario social con base cultural y la que lla ma la atención sobre la especicidad del espacio histórico haciendo intervenir la división de la sociedad en clases con los conictos y las estrategias que resultan de ello en el pro ceso social de constitución de un espacio Pues este ente co mún teórico contra el naturalismo ecológico se ha estabeci do sobre posiciones (ideológicas) de derecha o sea centra das sobre el predominio de os valores en la explicación so cial Esta usión es sólo posible dentro de una perspectiva historicista los hombres (los grupos sociaes) crean las fr mas sociales (el espacio) a través de a producción contra dictoria a veces de los valores, los cuales orientando los comportamientos y actitudes y creando las instituciones mo delan la naturaleza. Se reconoce en esta frmulación el meo o de trabajos tan importantes como los de Lewis Mmrd y miento de Henri efebvre. Podemos preguntarnos sin embargo si este cambio de perspectiva no conduce a un análisis pramente voluntarista del espacio incapaz de integrar las adquisiciones de la tradi ción ecológica, para la cual el espacio se relaciona con las condiciones materiaes de producción y de existencia de cada sociedad Así por ejemplo cuando eo Schnore trata la ciu dad como algo esenciamente frmado por la relación que se establece entre centros de trabajo y zonas residenciales con as unciones y espacios derivados de la dinámica suscitada por estos dos polos abre un camino cundo de pensamien to pero a condición de superar el carácter elemental de esta
armación y de desarrollar el aparato conceptual en unción de a complejidad de las investigaciones especícas 82• Por encima de todo eclecticismo académico hay que su perar la oposición ideológica entre la determinación del es pacio por a naturaleza y su modelado por a cultura, con el n de unir estos dos términos en una problemática que reco nozca la especicidad de lo social humano sin armaro como creación voluntaria que ninguna ley puede explicar Al ente común ideológico del culturalismo y del historicismo conviene oponer un ente teórico que integre la problemáti ca ecológica de base materialista en un análisis socioógico; dicho análisis debe tener como tema central a acción con tradictoria de los agentes socales (clases sociales) pero debe encontrar su ndamento en la trama estructural que hace la problemática de toda sociedad o sea, e modo en que una frmación social trabaa la naturaleza y la rma de reparto y de gestión y por tanto de contradicción que resulta de eo En este esuerzo los resultados obtenidos por la ecología tienen más valor para fundar una teoría del espacio que las correlaciones socio-culturales acumuadas pues aquéllos re miten a esta primera determinación por las uerzas produc tivas y a las relaciones de producción que derivan de ello lo cual no se trata de contradecir sino más bien de desarrollar articulando a sus efctos sobre el espacio los producidos por as otras instancias de determinación socia En alguna medida podemos situar en esta perspectiva las investigaciones de la llamada escuela de «Social Area Analysis» inauguradas por Shevky y Bel; éstos analizan el espacio urbano a partir de la combinación de una serie de ca racterísticas socio-económicas descompuestas en tres gran des dimensiones: «rango social» (ocupación instrucción renta) «urbanización» (características de la fmilia); «sere gación» (difrenciación étnica en el espacio) Este tipo de tra baos impulsados de nuevo por Duncan y últimamente por 83
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"L F Schnore, «The Cy as a Social Organism», Urban irs Quarterly 1 3 (mazo 966) 8-69. En genera os trabajos del Center for Demo graphy and Ecology de a Universidd de Wisconsn, d rigdos po Scnore, son muy ineresantes Cf E. Sevky y W Bell Soial Area Analysis, Sanord nivesiy Press Stanfod 955 O D Duncan y Duncan Resdenia Dsiuton and Occupaio nal Sracation», The Amerian Joal of Soiology 60 marzo 9 4933
e grupo de la Universidad de Wisconsn 85, si ben expresan la artcuacón entre a drencacón soca y a congura cón de espaco, no pueden expicar la producción de estas rmas. Sería necesaro para esto relaconarlos con el resto de los eeentos que estructuan los rtos y las ras de una agloeración. La tentatva de Raymond Ledrut apunta por el contraro a reconsttuir e conjunto partendo de anásis de la deren ciacón y coposcón del espaco socal Después de denr diversas ras de unidades urbanas (el vecndaro el burgo el barrio, la cudad) unéndoas partcularmente a ua espe ccidad de os procesos de consuo, analza la cudad como un sstea de ntercambos entre drentes sectores que ocu pan un lugar y desepeñan una funcón determnados (esa funcón, dce Ledrut es «el papel que uega el sector en el un cionaiento nterno de la cudad» p 38) De o que se des prende: la organizacón del espaco segú el carácter unn conal o plurunconal de sus coponentes y el tpo de art culaón eercida por los centros, nudos de councación y órganos de rarquzacón de la estructura urbana na vez dendo así para cada sector un interor y un exterior (par tendo de sus relacones con los otros sectores) y después de haber dstnguido una serie de ncones urbanas, se puede estudar entonces la hoogenedad y heterogenedad de cada unidad urbana y segur las transracones susctadas en el crcuto por la realzacón de cada actvdad 86 .
Este anáiss que representa un gran progreso en la teo ra del espacio, sgue sendo sn ebargo algo rma en la medda en que es puro andaae etodológico No es por la lta de «datos», sno porque el razonamento se hace por oposicón o sltud. No comporta un contenido teórco pre cso ni se sabe de qué ncones se haba ni cuáles son las re laciones socaes y unconales entre los dfrentes sectores Porque enar estas rmas e observacones epricas n puede conducr ás que a a descrpcón de un ecansm partcuar sn posibdad de transcripcón teórica ya que en tre este esquea ssteátco y una realdad dada hay que n tercalar una deimtacón conceptual que dena as ncones y las relacones entre uncones, con la posbldad de deter minar el contendo hstórico captado en la nvestgacón con creta
" Véase el bosquejo dado por L F Schnore e s iro The Urban Scene, Te Free Press, Nueva York 1965. ' Cf R Ledut Sociologie Urbaine PUF París 968 0-7
Más sencilaente, no basta con pensar en térinos de estructura urbana: hay que denr os eleentos de la es tructura urbana y sus relacones antes de analizar a compo scón y a direncación de las rmas espaciales 87 •
¿Cuáles son entonces las perspectivas en o que concer ne a una elaboración progresiva de a teoría del espaco? Vo vaos a toar os elementos extrados de la dscusón: se trata de superar la descrpción de os ecansmos de inte raccón entre plantacones y actvdades para descubrr las eyes estrucurales de la producción y de funcionaento de las rmas espaciales estudadas a oposicón entre determ naciones natural y cultura de espacio debe superarse a par tr de un análsis de a estructura soca consderada coo proceso diaéctico de puesta en relacón de ds tpos de ele entos por edo de práctcas socales determnadas por sus características histórcas; a drencación de un espacio, la dstncón entre las funcones y proceso que onen en rea cón as dversas undades carecen de sgncacón s no se reeren a eleentos teóricamente sgncatvos, los cuales stúan a espacio en el conunto de la estructura socal Es precisaente a conrmacón de nuestro punto de partda: no exste teora especíca del espac, sno spe mente despegue y especcación de a teoría de a estructu ra socal, de odo que permta explcar las característcas de una forma social partcular el espacio y de su artcuacón con otras ras y procesos hstórcamente dados Es de hecho lo que ocurre respecto a las correntes teó ricas a las que heos aludido a pesar de lo arragada que está la ecología humana en a probemátca de espaco l organciso evolucionista heredado de Spencer es lo que está en la base de la ecología humana y es la psco-socolo gía, encuberta por arsons como socooga de los vaores, o recaee os anas1s cuurastas y es e historicsmo de ente weberiana lo que nuenca los te as voluntarstas de a creacón del espaco. Las rápdas crtcas que heos rulado son por tanto crticas propiaente teóricas que se reeren a los mismos undamentos de la perspectva No nvaldan aun en el caso de que esen ustas a asa de estudos y resutados obte
Ta concusión se desprende fácmente de a ectua de a reseña de as Joradas de socioogía urbana de AixenProvence Les fonctions urbai nes et la strctre de la vi/e Facuté des Lettres et Sceces maines dAix 19 y 20 de enero de 968 66 pgias mticopadas 87
M. CASTELS
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ndos, ya que se han hecho constatacones y se han expuesto mecanismos sociales dentro de su lógica. Pero en la medida en que estos descubrmientos se comprenden y analzan den ro de una perspectva domnada por la deologa ni se pue den transponer ni son acumulables Mas s podemos señalar los límes de una perspectiva es mucho más dcl avanzar nuevos elementos que perman precsar el análss no resuelo de la organización socal del espaco Pues sería tan pretencoso como voluntarsta «fun dar» una nueva eoría. Mucho más modestamene, lo que pretendemos es prolongar en el campo del análiss del espa co e nentar certa especcacón teórica los conceptos n damentales del materialsmo histórico en la medda en que la problemátca marxista se propone justamente la sión da léctca de sus drentes elementos, cuya agmenacón en térmnos de «ctores» impide por el momento la construc ción de una teoría esructural del espaco. Entonces ¿cómo se puede captar lo especco de las rmas del espaco socal sore la base de los conceptos ndamenales del materals mo hstórco' 8• Recordemos que oda socedad concreta y por tanto oda rma socal (el espaco por eemplo), puede comprenderse a partr de la artculacón hstórca de varos modos de pro ducción. Por modo de producción no entendemos el po de actvdades productvas sno la matrz partcular de comb nacón entre las «nstancas» (sstemas de práctcas) unda menales de la esructura social: económca políico-instu conal e deológca esencalmente Lo económco o sea la manera como el «trabaador» con ayuda de determnados medios de produccón transrma la naturaleza (obeo del trabajo) para la produccón de benes necesaros a la exs tenca socal determna en última nstanca la rma part cuar de la marz es decr las lees del modo de roduccón Las combnacones y transrmacones enre los drentes
" Cf Paa los fundamentos teóricos geneaes, N Pouantzas, Pouvoir poltque et casses socales de l'État captaste, Maspeo País 1968; E. Baiba «Les conceps ondamentaux du maériasme historique» Al thusse y E Baiba Le e Capta Maspero Pars 968 2 A Badiou «e (Re)commencement du matéiaisme diaecique» Ctque (mayo 967) 348-467 Paa unos pimeros apunes pevios eatios a os pobemas ubanos: M Castels «Théoie et déoogie en sociooge baine» Socooge et Socétés n 2 969) 7090 J Lojkine, «Eéments pou une héoe scenti que de 'urbanisation capiaste» Cahers Internatonaux de Socooge 972)
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PARA COMPRENDER QUÉ S LA CIUDAD
sstemas y elementos de la strucura se hacen por nterme dio de práccas socales o sea de la accón de los hombres, determinada por su partcular nserción en los drentes lu gares de la estructura así denda. Esa accón sempre conradcoria en la medda en que toda estructura socal presenta desses y engendra oposcio nes en su desarrollo, actúa sobre la msma estrucura No es an sólo un puro vehculo de ecos estructurados sino que produce otros nuevos Sn embargo estos nuevos ecos no provenen de la concencia de los ombres, sino de la espec cdad de las combnaciones de sus práctcas, y esta especi cidad vene determinada por el estado de la estructura Se puede explcar así el que las relaciones socales no sea la pura expresón de una libertad metasca sno que conser van la posbldad dado su carácter especíco sempre re novado de nur en la esrucura que les ha dado rma. Esa capacidad de modcacón nuca es, sn embargo il mitada se austa a las eapas de desplegue de una estrucu ra aunque pueda acelerar el rmo de ella y por consiguen te modcar considerablemene su conenido hsórco En consecuenca analzar el espaco en tano que expre són de la estructura socal equivale a estudar su elaboración por los elementos del sstema económico del sstema políti co y del sisema ideológco as como por sus combnacions y las práccas sociales que derivan de ello Cada uno de es tos res sstemas se compone de algunos elementos nda menales inerdependenes que determinan la msma reai zación de los obetivos del sstema (el cual no consste por otra parte en nada más que en sus elementos y n sus rela ciones) Así el sistema económico se organza en torno a las re lacones entre la erza de rabajo, los medios de produccón @ cpales la relacón de propedad (apropacón del producto) y la relación de «apropiacón real» (proceso técnco de raba jo) La expresón espacial de esos elementos puede encon trarse por medio de la daléctca entre dos elementos prnc pales producción(= expresón espacal de los medios de pro duccón) consumo (= expresón espacal de la uerza de tra bao) y un elemento dervado el inercambio, que resulta de la espacialzación de las transmisiones enre la produccón y el consumo El elemento no-trabajo no tene expresón espa cal especíca; se traduce en la manera en que las dos rela cones de propiedad y de apropación, se organzan en rela cón al espaco, así como en la rma de espacalizacón de cada elemento
Se pueden dar dos ejemplos concretos de la signicación de estos elementos en relación al espacio: Ejemplos de ex presiones concretas de estos elementos d e act1v . 'd ad es productoras de - (roducc10n ) conJunto bienes, servicios e inrmaciones • Ejemplo: la industria, las ocinas _ ( �onsu °) C? . unto de actVdades relatvas la apropac10n socal, d1Vdual y colectva del producto • Ejemplo la residencia, los equipos colectivos - I (Intercambio) intercambios producidos entre P y , en el interior de P y en el interior de . ulac0n, e comerc0 • E.Jemp a crc G (Gestión) proceso de regulación de las relaciones en tre P, , • Ejemplo gestión municipal, planes de urbanismo. on L artculac del sstema pohtconstituc0nl con el espac0 se orgaa en torno de dos relac0nes esencales que denen este sistema (relación de dominaciónregulación y re lación de integraciónrepresión) y de los lugares así determi nados La expresión espacial del sistema institucional es, por una parte, la delimitación del espacio (por ejemplo las comu nas, las aglomeraciones, etc), y por otro, la acción sobre la organización económica del espacio a través de la regula cióndominacón que ejeren las institucioes sobre los ele mentos el sstea economco, corendendo en ello su traduccon espacal (proceso de gestzon Por último, el sistema ideológico organiza el espacio marcándolo con una red de signos, cuyos signicantes se comone s , nidos ideológicos, cuya ecacia debe medirse por sus efectos sobre el conjunto de la estructura social Se puede, pues, comprender la organización social del es pacio a partir de la determinación de las rmas espaciales 89 :
ª
" Estos ejemplos son extremadamente peligrosos y no tienen más que un vaor indicativo, pes no existe coincdencia entre u elemento teórco una realidad emprica qe contiene siempre todo a la vez (por ejemplo, la vivienda es económico, poltico e ideoógico anq e s esencial conrbción s sobre e plano de a eproducción de la feza de trabajo). Para na vsión más precisa es mejor rerirse a lo s primeros análisis intentados en este caítulo
- Por cada uno de los elementos de las tres instancias (económica, políticojurídica, ideológica). Estos elementos es tán siempre combinados con los otros elementos de su pro pia instancia Por la combinación de las tres instancias. - Por la persistencia de rmas espaciales ecológicas, suscitadas por estructuras sociales anteriores. Estas rmas se articulan a las nuevas produciendo por tanto situaciones concretas siempre especícas Por la acción difrencial de los individuos y de los gru pos sociales sobre su marco; esta acción viene determinada por la pertenencia social y espacial de estos grupos, pero puede producir ectos nuevos debidos a la especicidad del sistema de interacciones. La explicación de la estructura espacial requeriría, pues, una previa teorización de los dierentes niveles señalados (ni veles abstractos, realidades concretas) y de sus modos de articulación. Después se podrían presentar análisis concretos aplicando especícamente las leyes estructurales exploradas y aportando así la demostración teoca Pero la s1tuac10 en que nos encontramos es, como se sabe, UY ds tta Hay, pus, que abanonar el or den de expos1c0n e cl uso l or en de pensamento, para dar aso a un orden de vestgac0n, a un orden de tareas a realizar, con el n de progresar en nuestro estud0. Intentaremos, por tanto, concretizar nuestra problemáti ca tratando de las condiciones de expresión espacial de los principales elementos de la estructura social A partir de e!o, e brirá la osiilidad de acer una prima rmula c10n ttca, en teros conceptuales, en relac0n a la pro e, , dremos vover obre la delimtc0n concepual de l? «ur no» en el teor de una teorza del espaczo, especcac0n ella misma de una teoría de la estructura social Precsamos que no se trata de partr de los datos para construir a continuación la teoría, puesto que los anáisis concretos obedecen ya a una cierta teorización Pero no se puede acer realmente el análisis mientras en el estudio de un elemento la industria por ejemplo, no se indiquen las re laciones estructurales que la unen a otros elementos Teóri camente abría que empezar por exponer el conjunto de la estructura para deducir después el comportamiento de cada elemento, tomándolo siempre en una combinación dada Pero mientras no se adquiera una mínima denición de la es M. CASTELLS
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tructura espacia en su conjunto es preciso hacer investiga ciones generales y teorizar desde ahora sus descubrimientos en conceptos susceptibes de reacionarse con os fundamen tos teóricos que se acaban de exponer. Haceos aquí una apuesta basada en a fecundidad de materiaismo histórico en e descubrimiento de las eyes de a sociedad en otros te rrens. Está claro que es precisamente nuestra utura capaci dad de expicación de las frmas y de os procesos de espa cio lo único que justificará o acertado de nuestra tentativa La discusión sobre a teoría de espacio a referencia a as investigaciones e intentos de expicación concluyen así en un doble resultado: de una parte, nos permiten pantear as condciones de un anáisis propiamente teórico de a organi zación del espacio sin darnos sin embargo acceso directo a os úties conceptuaes necesarios a su eaboración; de otra nos proporcionan descubrimientos parciaes resultados teo rizados a medias que pueden servir de puntos de refrencia para observar a realización de ciertas eyes sociaes a través de sus ectos sobre a estructura espacia Una vez planteado e probema teórico nos es preciso ahora observar agunos procesos históricos reativos a espa cio ue han sido ya en parte teorizados y que nos permitián avanzar en nuestra investigación a síntesis uterior de os resutados y de os probeas no debe ser un cuerpo teórico encerrado en sí mismo sino a contrario una serie de pro posiciones de trabao siempre abiertas puesto que un campo teórico no evouciona haca su cierre sino hacia su apertura. 4.3. La ciudad en la economía mundializada
Saska Sassen
«E compejo urbano de una economía mundia (1994)» Revista Internacional de Ciencias Sociales n 39 (1994) UNESCO 5578 Rfrencia: Te Global City, Princeton Universiy Press, Nueva York Londres Tokyo 199.
•
Introducción
En los últios 20 años se han registrado profundas transrmaciones tanto en as características de las ciudades
como en a socioogía urbana. Entre as transfrmaciones prácticas hay una serie de hechos ya bien conocidos En pri mer lugar 7 de as 20 ciudades más grandes de undo se encuentran en países en vías de desarroo Este creciiento ha ido acompañado de una intensicación de deterioro si co particuarmente evidente en éstas y en muchas otras grandes ciudades cuya inaestructura sica ya no puede proporcionar servicios a número de habitantes que os nece sita. En segundo ugar tanto en os países desarroados como en os países en vías de desarrolo se ha registrado una suburbanización y etropoitanización cada vez mayores En tercer ugar hay una concentración cada vez mayor de pobres personas sin hogar y desempeados en grandes ciudades especiaente de países en vías de desarroo aun que también ahora con ayor ecuencia ada vez esto ocu rre en os países desarroados Se ha producido en cuarto ugar una notabe transfración de a estructura económi ca de las grandes ciudades; cabe mencionar en particular a mayor ecuencia de industrias de servicios y empleos en el sector terciario y e decive a menudo muy arcado de sec tor industria Estos cambios en a economía se advierten aunque de modo distinto tanto en os países desarroados como en proceso de desarroo Se han registrado también diversas transfrmacioes menos evidentes que apuntan hacia una nueva conguración urbana En prier ugar hay que mencionar a aparición de nuevas o mayores desiguadades dentro de as ciudades y en tre ciudades en los panos mundial naciona y regional Es tas desiguadades revisten fras sociales económicas y es paciales concretas y están atadas a os grandes movimientos económicos o que pantea interrogantes a la interpretación tradiciona de a reación entre centro y perifria en términos de avance y retroceso de desarrolado - subdesarroado En segundo ugar vemos aparecer un nuevo tipo de sis tema urbano en os panos mundia y regiona transnaciona Se trata de sistemas en os cuaes as ciudades constituyen nóduos cruciales para a coordinación internaciona y a prestación de servicios a econoías de carácter cada vez más tradiciona. a marcada orientación hacia los mercados mundiaes puesta de maniesto en esas ciudades plantea in terrogantes acerca de a articuación con e interior de sus países y con e Estadonación de que fran parte Pantea tabién interrogantes teóricos acerca de un postuado cave de a teoría sobre los sistemas urbanos e de que proueven a integración territorial de las economías regiona y nacio na
Se obsrvan dos tenncis ásics en la eoa U cnsste en l elaó detaaa e s amos e la mof gía l cudaes, ncidas aguas de as ganes tn encs que heos no tes done e deaan a oba etvas a as meaudes La seguda costye t u uerp evo de obas teóras y mprcas dn se examan los cos de mnazaón e la eooma oe os sstemas ubans lo p y soe la estu a soo-eoómia ea e la cudae y ella se ds tacan as obas eatvs a as udad pantaa y la ueva ecomía ba Gan pte las as acadé a eatva a a diaació ecooa s h n ado en as actvdades e las empsas ulcioaes y as de los bo; e ellas se expoe q a cave d la nización cnsiste en e podero de as mpesas mu tnaonle. La clusó e s cuddes e este anáisis añae os mpotats dmsos al estudo de la mndalzaó de a eomía En ie splaza el etro e atenó e pode de las gane emrsas sobe los goberos y as ecoomías haca a dvesdad de acivdas y mods de o ganzaó necesaos a pe pcca y maenr un e mud de frcas d sevios y meado Se a a de pocsos qe a acdads de las epeas ansn ioaes y los acs sóo aaca en pate La seguda d msó entra e ansis el luga e den poíto y so ca e as iudades ataas estas actvda n ea mnió, os poesos e tenaoalaón de a coo a sn eotitudos cmo omejos de podccó c eto que estn tuados e ges cnceto y en o ue y un mutpiad e acvdas neese n mucos cas si elacó algn o csos munale ta d só os pmte espar ua geogaa e uaes s ot as qe s deaola eo e estos lugares as uvas tdcs epas y las uevas orets eóias heho que las iades ocupe nueamete u pe pano en la mayoa as cins ociles La dads han esugido o só como objeto de estudo sno ambé omo lugaes esttégcos pa a ozaó e a 1 .
2 •
'Véase una eseña en Dogan y Kas ada (1988); véase también Hardoy (197 5) inn (1983) y Sten y Wite (1989. Fedman (1986); Pigge (1991 Wenz (1991); Sassen (1991); Savitch (1988).
aa dvdad de rocess socaes eómcos polti os imocia cric paa la e tl: la itecio azacó d a ecooa l acón eacio la ap ón d s sevcos a podco y d a fanas como e seto de mayor crmet e las enomas avazada, os uevos pobes E este cotext vale a ea mcna qe estamos també e esca e prc de ua bón e las iudaes e e mo oío. Se desaan do eem. Un es el eee rogama e Bano Mn da, eamao a pepaa aás ue dquen a mpo taca cetral de a poductvdad acoeoómcs El tro se eee a la aa ometen ente gaes iuades par tee aceso a medos de aáe ada vez más tra ca en busa d cuo le como esó extnje las seds e iiucoes nteaals e turiso as oeions l tema e compleo ubano es sumaente mo y també o es a toa a eseto E presente atco se era en los aoncimeos empíos y nepaes ms recet y meos coocdo poque conituyen ua ep só de ads camio a economa ubana nacoa y n s mdos de nvestgaó al eseco Este enfqe es nevtablemene paia y po lóga no uee ee e e ta a expe de n ga úme de de que ta vez no haa expermetad grades cambos en dos útmo deeno Sn embago as pnales aatersta de peodo hisóio en uso y a ncsdad de qe os soióo uanos junto co otos soas de las cecas so cias s ocupe de esos cms jfan que ctms nuest teó e s gdes noveaes eseale n as oecncias a e a iteaoazación de la com y las uas deguadade n mea seó de pe ato fgua na e 3
4
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5 .
6
Moenkopf y Castells (1991); ainstein, Godon Haloe (1992); Goldsmth y Bakeley (1992); Abu-Lghod (1980) Benea (1991); Iavey (198); Kowac y otos (1991); omnitz (198); Moni (1991); éezSáinz (1992); Maye (se blica óximamente); adia Cobos 1984) • Banco Mndial (1992) " Eoctes (1989); Knzmann y Wagene (1991) Logan y Mooc (1987) O en as qe e cambio evista la fma de n amento de a obe za y e estancamento de a economía: PéezSánz (1993; Vida! y Viad (1990) S. SASSEN
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tando sóo atención a dos cuestiones ave e las obras teór cas. Una es a cuesión de a pimacía y a segunda se reee a os efecos de as nuevas y grandes tendencias económcas sobe os amados ssemas urbanos equiibados En a se gunda sección se hace una efrencia más detaada a un caso concreto de as nuevas desiguadades interurbanas, a sstema urbano que está surgendo en e mundo Está ce ciendo con rapdez una coriene de nvesgacón según a cua nos haamos ante una jerarquía mundia entre cudades que uncionan como ugaes de producción y mercados para e gan capta. La tercea pate se centra en as nuevas mas urbanas y en sus estructuras socaes Se panean os interrogantes de s esamos en pesencia de patrones según os cuaes e con cepto de «cudad», utizado en e sentido convencona, no es adecuado para e estudo de o que está aconteciendo en as grandes regones ubanas nuevas, desde as megápois de terce mundo a a nueva ed regiona de nóduos ubanos in ernaconaes que consituyen a base espaca de muchas ciudades panearas, y d s as nuevas alneaciones sociaes dento de ciudades constituyen una transrmación mera mente cuantitatva o ambén cuaiatva. •
Nuevas desigualdades interurbanas
Los grandes acontecmienos económicos en e período en cuso han surido efctos dstintos sobre dientes ipos de sistemas urbanos En e presene artícuo nos eriremos a os efcos de despazamieno hacia una economía de se vicios y a a mundaización de a economía sobre os sse mas ubanos, tano si son equiibrados como si están domi nados po otra ciudad. Típicamente se ha pensado en uro pa occdena como ejempo de os pmeos y en América La . : gunos cambos muy marcados en as dos egiones, a os que nos refriremos a coninuación. Hay dos grandes tendencias evidentes en a geogaa y caacteísticas de as jeraquías urbanas. xse po una pa te una artcuación cada vez mayor en e pano transnaciona ene cudades, o que se manesa ano en e pano egio na como en e mundia; en ambos casos, se encuenra o que cabría caicar de geograa superpuesta, de aricuación o je rarqía superpuesa en panos mútipes Por a ora, as ciu dades y as zonas que están uera de esas jeraquías ienden a quedar en a periia otamene o, po o menos, más que en un período anterior.
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Los efectos sobre los sstemas urbanos equilibrados: el aso de Europa
En Europa obsevamos po o menos res tendencas n prme ugar han surgido varios ssemas regionaes subeu ropeos En segundo uga, deno de terroio de a Cmu ndad Económca Euopea y en vaios países inmediatamen te adyacenes (Ausria, Dinamarca, Gecia) un número edu cido de ciudades ha consoidado su pape en un nuevo siste ma ubano eopeo Por útimo, varas de esas cudades fman ambén pare de un sisema ubano que funcona en e pano mundia. 7 .
8 .
Estos acontecmienos actan también a sistema urba no de as naciones europeas Las tadicionaes redes urba nas nacionaes están cambiando Puede ocuri que ciudades que antes tenían una posición pedomnante en a nación pierdan esa impotanca y, a msmo iempo, ciudades situa das en zonas oneizas o en cenros de tanspore coben nueva imporanca Puede ocurri, además, que as nuevas ciudades nernacionaes de Europa atragan pae de os ne gocos, a demanda de sevcos especiazados y as invesio nes que anes ban a as captaes de os países o a gandes ciudades de provincia. as ciudades siuadas en a perra senirán os ectos de a brecha cada vez mayor que s se paa de cenro, ta como o dene y ubica a nueva geogra a 9 .
as ciudades de regones perféicas y os vieos pueros han perdido básicamene ereno en e ssema ubano de sus países como consecuenca de as nuevas jeaquías 10• Esán cada vez más desconectadas de os gandes sistemas urbanos europeos Agunas de estas ciudades que han pasado a a pe fia y tienen bases ndusiaes obsoeas han resurgido , e en Francia o Gasgow en e Reno Unido. Otras han perdi do uncones poíico-económicas y es poco pobabe que as ecupeen en e uuo pevisibe Los cambos en a poíica de defensa, como consecuencia de os cambios en e se,
Knzmann y Wegener (99); CEMT (988). ' Eurocites (989) Hall y Hay (1980) RCLUS (1989). riedrhs 985) Kunzmann y Wegener (99) Euroiies (989) onayolo (1990. "Van en Berg y otro 982); Via! y Viar 99); ebel (984); Parkinson y otos (989) 7
causarán el deterioro de ciudades que antes constiuían cen tros crciales de producción o cenros cruciales de control en los sistemas de defensa nacional Las ciudades poruarias más pequeas o las grandes que no hayan mejorad o odernizado su inaestructura se ha llarán en desventaja en la compeencia con las ciudades por tuarias grandes y modernas de Europa No se observa nada en el uro próximo que parezca asegurar la revitalización de antiguos centros industriales sobre la base de las industrias que anes constituan su núcleo económico Los casos más diciles corresponden a ciudades pequeas y medianas situa das en zonas periféricas o un tanto aisladas y que dependen de las industrias del carbón y el acero Es probable que su me dio abiente se haya deteriorado y, por anto, no tengan si quiera la posibilidad de convertirse en centros tuísicos Según Kunzmann y Wegener (992), la predominancia de las grandes ciudades se manendrá, en parte porque la competencia enre las ciudades del viejo continene para ob tener inversiones europeas y no europeas seguirá vore ciendo a las ciudades industriales con servicios de alta tec nologa más desarrollados Esa polarización espacial se prondizará además en razón del desarrollo de corredores de comunicaciones e inaestructura de transporte de alta velocidad que unirán grandes cenros, o centros sumamen te especializados, esenciales para el sistema económico mo derno Por ejemplo, el lugar que ocupa Lille en el centro de Europa occidental ha consolidado su papel de núcleo de ranspore y comunicaciones y, de una ciudad industrial mo ribunda se ha converido en sede de masivos proyectos de inaestrucura Es posible que nos encontremos en un proceso de recen tralización de algunas ciudades que han sido un ano periéicas _ �w U benec? de algunas de las I ades as pequnas de E uropa (Aqsgran, Estrasburgo, Nza, LeJa, Anhem, por eJemplo) en la medida en que ésas puedan ampliar su interior y uncionar como nexo con una región europea más amplia. Es . probabl que os cab! en Eopa oental 'efuercen el pape! de cdades de Europa occdental que solan tener, anes de la Segunda Guerra Mundial, extensos vínculos inerregio1 •
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13
1
Markusen (985); Castells 989). Hasseman y Siebel (987) van den Beg y otos (982; Roncayolo
(990) Masse y otos (99).
nales, especialmente Hamburgo, Copenhague y Nuremberg, lo que, a su vez, puede surtir el efcto de debilitar la posición de oras ciudades periféricas en esas regiones. Las ciudades que limian con Europa oriental pueden asir nuevas unciones o recuperar las que tenían antes; Viena y Berlín están surgiendo como plaarmas de negocios inernacionales para oda la región de Europa cenral Por último, las grandes ciudades de Europa oriental, como Buda pest, Praga o Varsovia, tal vez recuperen parte de la impor tancia que tenían en la preguerra Budapest es un buen ejem plo hacia nes de los años 80 se había convertido en el prin cipal centro de negocios internacionales en la región de Eu ropa oriental as empresas de Europa occidenal o de otros continentes que querían hacer negocios en Europa oriental instalaban ocinas en Budapes para las transacciones en la región Budapest tiene ahora un compleo internacional de negocios bastante elegane y de apariencia occcidenalizada que oece las comodidades, los hoees, los restaurantes y los servicios comerciales necesarios que aún no ocen la ma yora e las grandes ciudades de Europa orienal Se prevé que la inmigración aumentará convirtiéndose en un ctor imporante en muchas ciudades de Europa 15 Las cidades que uncionan como puertas de Europa recibi rán corrientes de inmiración cada vez mayores procedentes de Eurpa occidental, Aica y el Oriene Medio 1•. Muchas de estas ciudades, particularmente antiguas ciudades portuarias coo Marsella, Palero o Nápoles, ya experimenan un des censo en su economía y no prán absorber los gastos ni la mano de obra adicionales Por más que estas ciudades n cionen básicamente como cenros de distribución y se prevea 14
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1 •
' E talecmento de Beln, tanto en azón de la eunfcacón como de la ecpeación de s condcón de capita puede modfca en pate las elacone de pode ente Bdapest Vena y Belín. Muchos analstas ceen qe Beln se convetá en e pncpa cento te�aciona_ e negocios paa upa centl, lo que, en consecuenca edu a la fncn de Budapest y Vna Caba tamben afma que esas tes cudades pueden cea un sstema ubano ansnacona paa toda la egión en e cal tanto la cmpetenca omo una dvsón de fncones sutan el ecto de ncementa las posblidades de negocios ntenacionales en la egón en geneal. Babo y Manconi 199); Bown (984) Caneva (991 Cohen 987) Tibalat y otos 199) Gllett y Sayad (98) Po pimea vez en la istoi del Japón se encuenta también en ese país nmigación ega e lega (Sassen 199), capítulo 9; yotan (1989); AMPO 1988) Asocacón de Mujees de ASA 1988)) , Pugliese (983) Pade (992). • Mingione 199) Nada] y Vad (991) S. SASSEN
173
que una proporción varable de inmgrantes se traslade a otras cudades más dinámicas, exstrá en todo caso la tendenca al aumento de la poblacón de nmgrantes resdentes. La sobrecarga de sus naestructuras y servcos las dejarán en una condcón aún más perférca en la jerarquía urbana que vncua a as prncipales ciudades de Europa lo que contrburá an más a la poarzacón En cambo algunas de las cudades nternacionales de Europa como París y Francfrt que se encuentran en el centro de grandes redes de transporte constituyen e lugar de
destino nal para muchos inmigrantes que constituyen una proporcón importante de su poblacón y su erza de traba jo 18. Berln que segn algunos está surgendo como cudad nternacona constituye tambén el lugar prefrdo de muchas mgracones nuevas y o mismo ocurre con Viena En e pasado, Berln y Viena eran centros de vastos sstemas de mgracón regona y parecen estar recuperando esa función Las pequeñas cudades de paso, como Salónica o Trieste pa recen tener una uncón más lmtada como ugar de trans ción y no parecen estar tan abrumadas como algunas de las otras cudades más grandes que srven de acceso.
Gráfco 2. Población de 20 grandes agomeraciones País Tianji Moscú
Población (en millones)
_
Osaka Londre Lo Angl
1
El Cairo Bjng
�
■ 2000
O 1970
Burnos Ae
Jaarta !ío Teherán
Súl Shanga Nu,wa Yok ombay
J
alcta o Sao ao Méjico (
5
]()
1
20
2 5
30
Fuentes: Naciones Undas, The Prospecs of World Urbanizaion, 1987.
1"
Gilette y Sayad 1988); Body-Genot y oos (1992; Blaschke y Ge mershausen 1989).
Exsten pues en ura múll
Efectos sobre los sistemas pincipales
Está pente estr que uhs renes e un se hn rterz urnte uh tep pr prí urbn sí h urr en Aér tn, e Cr be, rnes renes e As y, en ert e Ár ' Está pente uent prón e eu es nóen que se supne ebe ntnur; ests ues n só sn ppuss sn que eás es rrespne un prte prtnte e PN (vénse s Curs 1 y 2) Me ns n y estr es e heh e que en s ñs 80 se restró snuón e pr en vrs píses reent e s eues, per ve pen ex nr n ert ete E espzent ener e s estrtes e re ent h e esrr rent exprtón pr v en buen prte pr pón e s ers unes e pruts báss y pr nversón extrnjer ret e s epress utnnes reó ps e re ent que preern terntvs pr s ern9 •
" Dogan y Kasarda (1988); Nacoes Udas (1987 Lozao y Duate (1992 Lee (1989; Ln (1983 Stre y Whte (1989 Abre y otros (1989).
es e s ues prnpes 20• Sn ebr, uns e es ts ps e reent surtern e et puest estr stus en ues prnpes en reón e ests u es E uent e suburbnzón etrptnz ón h ten tbén e et e esentrzr prte e pbón e s ues prnpes s ben s te p uentbn ens y es e s renes ás ps que s ren E reent e turs en u ns ss h s suente prtnte pr eseerr pr 21. r erts utres, eseerón puee ser tbén e resut e sturón e p e re ent e s ues prnpes 22, que pueen hber e su íte pr bsrber pbón A s tep, s psbes rntes se n uent e renent ere ente e rón s ues prnpes 3 L y rí e s eues nsttuyen ejeps e ss en que se hn nz ests ítes hb un r n serbe e nveren en eternón e rnes ptrnes, per n neesrente en su evuón. En u hs estus se h bserv e heh e que pr s ue en uent, en ur e yr equbr en s sste s urbns nnes que brí prever n «ern zón» 4 Se h ren que esnterón e e 'Poes y Lugo (992a; 1992b Ladell, Ms y otos (1989 Véase tambié el caso especa de cdades onteas taes como Tijana qe han tenido crecimento exposivo en azó de la intenaconalización de la podccón y se a coetido e impotates gaes de destino para in migrates (Sáncez y Alegía 1992 y de as eas zoas e Cia (Sklair 1985 Uno de os casos más caros es el de Jamaica e que e índce de p macía bajó de 72 e 1960 a 22 en 1990 como cosecencia, e bu ea pa te de desaoo de a idstria trística e la costa septeton al de pas a reactació de a produccó d e bauxita en el terio, oentada hacia la meopoltaa de Gan Kingston E el caso de osta Rica sn embargo, e estado ha sdo distinto. Se tataba de u país cyo sistema ubao ea más equibado antes de la promoció de turismo y la manacta paa la exportacó; ambas dstrias se a n concetado e a zoa metopolitaa de la cdad picipa Sa José y e as cidades nmediatamete adya ctes n otos pass a xtrma ioncia poltica y miita a cho m posible este tipo de desaroo (éase Joas, 1991. Hadoy y Satterthwate (1969 Lee (989 de Qeoz Kowarick y otos (991. Los mucpios han tratado de difdir esa omació. E de Sao ao por ejempo ha podcido peíclas paa a teeisión qe mestran cán mserabe es a ida en os aentamietos de maginados stando a los posibes emgantes paa qe no ayan a a cdad. E-Sas (192 Wates (1985 Ede (1986 Robets (1976 Smit (1985 S. SASSEN
175
Cuadro 2. Indicadores de la importancia económica estimada de ciertas regiones Región urbaa
Año
Població
Empleo
Brasil Sao aulo
1970
86
-
China Shanga
980
12
-
República Dominicana Santo Domingo
981
24,0
Ecuador Guayaquil 1' Haií Total zonas urbanas ueto ríncipe Otras regiones ubanas India Total zonas urbanas
1976
-
Igresos públicos
-
Gastos púbicos
Meddas de la producció
3,6 del PIN 48,0 del
-
2,5 de producto industrial bruto
-
-
-
70,00 de las ransacciones comerciales y bancarias 560 de crecimento industrial
13,0
300 del B
242 15,0
15,6
47,2
872
576 del ngreso naciona 387 del ngreso nacional 89 del ingreso naciona
38,9 del N
303 del ingreso 200 del ingreso 103 de ngreso
29,0)
79,7 de ingreso de hogar 33,6 de ingreso del hogar
-
43,0 del B
9,2
7,7 7,9
-
1970/71
19,9
976
11,9
52 67
1970
60,0 42
1974/75
61
-
-
Perú Lima
1980
280
430 del B
Filipinas Manila
1970
12,0
-
45,0
-
25,0 del B
Tailandia Bagkok
972
10,9
140
-
30,5 !0
37,4 del B
rquía Tota zonas urbanas
981
47,0
42,0
700 del B
Túnez
1975
60
7,2
-
Kenya Total zonas urbanas airobi Otras regiones urbanas Méjico Total zonas urbanas Distrto Federa Pakistán Karachi
177
-
1"
-
-
Fuenes: riedrck Kanert, «mprovng Urban Employment: and Labor Productiity», Banco undial, Debae Paper n. 0 (mayo 1987 '" Provincia de Guayas
176
PRA COMRENDER QUÉ ES LA CIUDAD
Invesiones púicas deraes sóo le) Cifas de 1970 Cias de 1969
nomía rural, incluido el despazamiento de los pequeños popietarios en razón de la ampliación de la agricultura comer cial a gran escaa, y la continua desigualdad en a distribu ción espacial de os recursos institucionales son ctores ndamentaes para conservar la primaca 5 2
La convergencia es menor cuando se investiga sobre os ectos de las crisis económicas de los años 80 sobre las ciudades y a implantación generalizada de medidas de austeridad: os amados programas de ajuste _ Algunos investiga dores sostienen que la crisis ha enado el aumento de la supremacía, que no ha acentuado a polarización espacial como cabría haber previsto en razón de que los sectores críticos de la clase media se encontraron ante a necesidad de adoptar as mismas estrategias de supervivencia que los pobres y que e sector no estructurado, en lugar de simplemente crecer como consecuencia de la crisis, era incapaz de absorber el enorme aumento del desempleo 27• En suma, la ampliación de as industrias de exportación y el turismo han modicado os patrones de urbanización típicos de los años 60 y 70. Ha surtido el ecto de reducir el pape centra y a menudo exclusivo de as ciudades principaes como polos de creciiento y, naturalmente, ha establecido diversos víncuos nuevos, incuidos os postcoloniales con mercados mdiales y pases desarrolados a internaciona lización de a producción, estrategia que aplican fndamentamente las empresas mtinacionales, y el crecimiento orientado hacia la exportación en os pases en vías de desa rroo, han surtido e ecto de desplazar parte de las altas uncions de coordinación y planicación de la economa nacional de as ciudades principales a los mercados mundiales o hacia los grandes centros internacionales de negocios del mundo desarrolado onde están situados en la práctica mu chos de estos «mercados mundiales» Estos cambios implican en parte una modicación de las pautas económicas del desarrolo de un perodo de recesión de importaciones que ha tenido e ecto de concentrar el desarrollo industria en unos pocos lugares donde existe a inaestructura necesara y el acceso a los servicios necesarios, lo que ha atraído a emigrantes del campo A implantarse el
"Kowarick y otros (1991) PRALC (1987) Banco Mundia 1991); Kowarick y otros 1991) Portes y ungo 1992a b) Pérez Sáinz (992 Beneria 989) Nabuco y otros 1991) Lnn 1983) Mayo y oros (986) tren y Whte (989) 27
desarrolo asado en e mento de a exportación se creó una multiplicidad de polos de crecimiento a migración en cierta medida se reorientó hacia os nuevos poos de crecimiento creados por la agricultura la pesca y las manucturas para a exportación •
Hacia una jerarquí mundial
a combinación de a dispersión geográca de las activi dades económicas y a integración, de importancia central en nuestra era económica han contriuido a que as grandes ciudades tengan una unción estratégica en la actua etapa de la economa mdial Esas ciudades, más alá de su a veces, largo historial de centros comerciaes y ancarios, uncionan ahora como puntos de mando en a organización de la economía mundial, como lugares y mercados clave para las más importantes industrias de período (nanzas y servicios es pecializados para empresas) y como centros generadores de innovación para esas industrias Un número reducido de ciudades sugen como lugares transnacionales para la inversión, para el establecimiento de empresas, para la produc ción de servicios e instrumentos nancieros y para os diversos mercados internacionales 9• Estas ciudades han llegado a concentrar recursos tan vastos y las principales industrias 28 •
' El marcado aumento de la descentraización de a actividad econó mica mpantada por grandes empresas, en su mayor parte de países desa rroados a escala nacional y mundial ha generado nueas necesidades de ampliar e contro y a administración central para que a dispersón tenga lugar en condiciones de coninua concenración económica. El enorme au mento de as licecas y las ales intensfca an más esta ampliación de as funciones centraes n princpo la descentralización territoria de la acti vidad económica podía haber vendo acompañada de una descentralización concomitante de la propiedad y por tanto en la dstribución de las utilidaes. n as ran subcontratación con empresas más pequeñas de países desarroados y en vías de desarrollo y como consecuenca muchas empresas de estos útimos países han crecido con rapdez esta rma de crecmiento rma parte en l tma insancia de una cadena en la cual el nmero reducido de empresas si ge controlando e producto na quedándos e con las utilidades que entra ña la venta en el mercado mundial Así la nernacionalización y la ampación de as nanzas a echo que se desarrolara un gran nmero de mercados nancieros más pequeños lo que a su vez ha impulsado la ampliación de la indstria inernacional. in emargo, la administración y el control superores de a ndustria han que dado concentrados en unos pocos centros nancieros, especiaente en Nueva York ondres y Tokyo y más recientemente también en Pars y Francrt, a los ue corresponde una pate desproporcionada de odas as transacciones nanceras y que además han crecdo con rapdez desde prin cpos de os años 80 s. SASSEN
l 77
han ejercido en elas una inuencia tan masiva en el orden económico y social, que se plantea la posibilidad de u nue vo tipo de urbanización, de un nuevo tipo de ciudad Para ca licar este nuevo tipo de ciudad se ha incorporado en la teo ría de urbanismo el vieo concepto de Weltstadt que ha rea parecido en el último decenio en la rma de la «ciudad-mn do» (riedman y Wol, 199; véase también Hall, 1962) y el nuevo concepto de «ciudad planetaria» (global city, *Sassen 1984; 991 Entre los eemplos más importantes de los años 80 se encuentran la ciudad de Nueva York, Londres, Tokyo, París, rancrt, Amsterdam, Zurich, os Angeles Hong Kong Singapur Sao Paulo y Sydney. Ese análisis sugiere que la rmación de bloques regioales de comercio rerzará la concentración de las funciones de planicación estratégica, coordinación y prestación de servicios especializados en las grandes ciudades de las regiones de que se trate Muchas de estas ciudades, especialmente las que son capitales de país, pueden haber perdido ciones de más alta erarquía en aras de un nuevo sistema bano internacional, pero asu mirán nuevas fncoes e e plao regiona Observemos en las grandes ciudades la rmación de una nueva economía urbana Desde hace tiempo, esas ciuda des han sido centro de comercio y nanzas Lo que ha cam biado a partir de nales de los 70 es la estructura de los sec tores comerciaes y nancieros la magnitud de esos sectores y su peso en la economía de esas ciudades En el período anterior un número reducido de grandes empresas y unos pocos bancos comerciaes de gran envergadura dominaban un mercado que se caracterizaba por un alto grado de regla mentación una inación baa y tasas de crecimiento mode radas pero viables Estas condiciones cambiaron en razón de la elevada inación en los años 70, la crisis de la deuda del Tercer mundo y el hecho de que las empresas prestatarias re e e Hacia mediados de los 80 un gran número de empresas constituía el centro de los sectores comerciales nancieros y correspondía a elas la mayor parte del crecimiento del sec tor privado y un gran volumen de transacciones económicas 30 •
31 .
32 •
"º Kunzman y Wegener (199); Rmer (1986) Sasse 1991; Kowark y otros (991. Ha y Hay (1980 Masser y otros (1990) va de Berg y otros 1982; Garew y oros 1982 Carleia y Nabco 1989); Santoso (1991 Sm y Feagng 1987; Seo 1987) Prg ge (1991) ' Sassen (1991) Thrf (1987; Machmra (992) Saac y oyele (982 Marshall y oros (986 Seo 1987) Teresaa y otros (1988
a reorganización de la industria nanciera en los años 80 entrañó cambios undamentales en particuar un menor gra do de regamentación una mayor diversicación, una mayor competencia, la érdida de mercado para los grandes bancos comerciales y un aumento masivo de los niveles de transac ciones internacinales Esas tendencias se pusieron de mani esto, si bien con un orden de magnitud distinto, hacia na les del decenio de 980 en varias ciudades del mundo en vías de desarrollo, Sao Paulo, Bangkok, Taipei y México, Ha bida cuenta de tamaño de agunas ciudades, los ectos ur banos no feron siempre tan evidentes como en el caso del centro de ondres o de Francrt. e todas maneras, se han vendo produciendo los nómenos de desreglamentación de los mercados nancieros, el desarrollo de las nanzas e de los servcios especializados y a integración en los mercados mundiales lo que seguirá ocurriendo a pesar de la desacele ración debida a la reciente crisis nanciera Cada vez resulta más evidente que el tamaño no basta por sí sólo para explicar el grado de poder económico de una ciudad en la economía mundial En alguna de las ciudades más grandes del mundo no hay sedes de grandes empresas o bancos mundiales En cambio, ciudades tales como on dres París oko y otras tienen una concentración despro porcionada de las sedes más importante en los sectores de servicios nancieros, manuctureros, comerciales y servi cios al productor por más que distan de contarse entre las ciudadescon mayor número de habitantes En elas se en cuentran muchas de las empresas transnacionales industria les a la que corresponde entre el 70 y 80% del comercio mundia de las economías de mercado Si observamos 10 de las ciudades más populosas del mundo, encontramos que en la mitad de éstas no existe sede alguna de estas sociedades, mientras que, en las otras 5 el número va de 14 en Los An ee e Por otra parte el empleo de la concentración de sedes como un indicador necesita algunas aclaraciones Un cierto número de variables determinan la circunstancia de qué se des se concentran en los grandes centros internacionales de las nanzas y de los negocios En primer lugar, depende de cómo medimos o simplemente contamos las sedes. Con e cuencia, el tamaño de la sede constituye la medida funda mental desde el unto de vista del empleo e ingresos genera33 •
34 •
Sassen 1991, capítulo 7) !bid.
les En este caso, algunas de las empresas más importantes del mundo sguen siendo empresas manufactureras y muchas no necesitan estar situadas en un centro internaconal ya que sus mercados son prmordalmente naconales. Fue ron empresas de esa índole las que con tanta publcdad de jaron sus sedes en la cudad de Nueva York en los años 60 70 S mramos el índce de las 500 empresas más grandes de los Estados Undos según la revsta Fortune, nos encontra mos con que muchas han saldo de la cudad de Nueva York o de otras grandes ciudades. En cambo, si empleamos para la medcón la parte de los ingresos totales que corresponde a las ventas nternaconales los resultados camban dramá ticamente; el 40% de las empresas estadoundenses, la mtad de cuos ngresos corresponde a las ventas nternaconales tenen sus sedes en la ciudad de Nueva York El segudo fc tor es la naturaleza del sstema urbano de un país 35• Una marcada prmacía urbana de una cudad sobre las otras ge nerará por lo general una concentración desproporconada de sedes, sea cual sea el crterio de medda En tercer lugar las dstintas tradciones comrcales el distnto historal económco pueden combnarse para arroar resultados di rentes Por últmo la concentracón de las sedes puede guar dar relacón con una determnada etapa de la economía Por ejemplo, a difrenca de Nueva York, el número de sedes de empresas en Tokyo ha vendo en aumento, mientras que Osa ka y Nagoya, los otros dos grandes centros económicos del país, están perdiendo sedes que se trasladan a okyo Ello parece guardar relacón con la mundalzacón cada vez ma yor de la economía de Japón y el correspondiente aumento de las unciones centrales de mando y prestacón de servcos (véase Sassen 199 cap y 7)
Po eemplo, el orden jerárquco de los más grandes centros bancaros y bolsas de valores en el mundo de los años 80, de gran crecmiento, o a prncpios de los 90 véanse los cuadros 3, 4 y 5) ndca una marcada concentracón de estas actv dades en un número reducdo de países.
Una frma de medr la dmensón empírica de esta evo lución consiste en centrarse en los servcios al productor
Otra medda consste en la concentración de los servcos especalzados Las empresas más mportantes que propor cionan modernos servcos al productor han establecido vas tas redes multnaconales con vínculos geográcos e nsttu conales especales que hacen que rsulte provechoso a los clentes utlizar una diversdad cada vez mayor de los servi cos oecdos por el msmo proveedor 37• a ntegracón mun dal de las fliales los mercados hace necesaro utilzar tec nología avanzada de infrmacón y telecomunicacones que puede llegar a representar una parte mportante de los gas tos, no sólo de los operaconales, sno tambén, y tal vez esto sea más mportante, de los de nvestgación y desarroo en el caso de productos nuevos o de perecconameto de produc tos exstentes La necesdad de economías a gran escala ex plica el recente aumento del número de usiones y adqusi ciones, que ha consoldado la poscón de unas pocas empre sas de gran tamaño en muchas de estas industrias Estas em presas pueden controlar una parte mportante de los merca dos naconales e nternacionales como se ha puesto particu larmente de manesto en el caso de la contablidad y la pu· blcidad Las agencas publctaras multnaconales pueden oecer campañas publictaras a un segmento especíco de su clentela potencial en todo el mundo (Noelle y Dutka, 1988 A edados del decenio de 1980, las cinco empresas de publicdad más grandes del mundo controlaban el 38% del mercado de Europa occdental y alrededor del 56% de los de Amérca atna y de la regón del Pacíco Se trataba de ven taas mportantes para las empresas que funconan en un
" Es iteresante observar que así ocrría también e los grades im· perios o occdentales del pasado (véase Abu-Lughod 1989). ' La ampliació de estos servicios constitye na caracerísica central del acta crecimieto de los países desarroados y también de grandes c· dades de países e vías de desarroo qe se han covertido en iportates recrsos de a organización de todas las ndstrias, desde las manfctre ras asta las de servicios propiamente tales. Estos servicios son tambén componetes undamentales de todas las transaccones iteracoales. Los servicios al prodctor peden ser consderados a parte de la capacdad de la ofrta de a economía. «Ejercen inencia en la rma en qe ésta se asta a os cambios e las circstancias ecoómicas» (Marshall y otros, 1986 16 y represetan n mecasmo qe «cotra el pago de onorarios orgaiza e itercambo económico y ace de ntermediaro» Thrift 987)
Forman parte de na economía de intermediación más amplia Es perfecta mente posble qe las empresas se ocupen por sí msmas de estas activida des y mcas lo hacen o qe adqiera esos servicios e el mercado. Los servicos al productor comprndn cuestiones nancieras rídicas y de ad minstració general; la nnovación el desarrolo, el diseño, a admistra· ció e persoa la tecnologa de prodcción e mantenimiento tr asporte comnicacones dstribcón al por mayor pblcidad servicos d e lmpeza para empresas segridad y amacenamiento Los compoentes centrales de la categoría de servicos al prodctor son diversas idustras con mercados mixtos de empresas y coswdores Se trata de os seguros, la baca, os servicios fnancieros as empresas imobiarias os servicios ídicos la contabiidad y las asociacones prosionales. ª Noye y Dtka 1988 Marsal y otros 1986) elanay y Gadrey (198 Tomas 1983.
36
•
S. SASSEN
179
Cuado 3. Dimensión de los mercados de cietas bolsas (1990) Ciudades
Valor de mercado Acciones
Obligaciones (milones de dólares EU)
Sociedades cotizadas nacionales
Nueva York
2.692123
1.610.175
1.678
96
516
Tokyo
2281660
978.895
1.627
125
124
Reino ido (Londres
858.165
576.291
1946
613
410
Francfrt
341.030
645382
389
354
214
París
304.388
481.073
443
226
44
Zurich
163.416
158.487
182
240
27
Toronto
241.925
-
1127
66
71
Amsterdam
148553
166308
260
238
152
Miá
148.766
588757
220
-
113
Ausraia
108628
46.443
1.085
37
90
Hong Kog
83.279
656
284
15
686
Singapr
34.268
98698
150
22
26
aiwan
98854
6.551
199
373
Corea
110.301
71353
699
-
23
Sociedades cotizadas extranjeras
Firmas miembros n)
Fuentes: Tokyo Stock Exchange 1992 Fact Book okyo, Dreccó astos teracoales Bolsa de okyo abrl 1992
Cuadro 4. Partes respectivas de los Estados Unidos, Japón y Reino Unido 10 b m (9) País
N
Créditos
Capital
27
6572.416
975.192
sados Unidos
7
913.009
104726
Reino Unido
5
791652
56.750
39
8.277.077
1136668
61
7.866.276
1.263.771
100
16.143.353
2.400439
Jap
oa parcial odos os demás pases OL
Fuentes: he Wall Street Joual. World Business Qees 24 setiembre 1992 R 27.
180
Cuadro 5. Estados Unidos, Japón y Reino Unido: 50 primeros mercados de valores (199) País
N
Créditos
Capital
Japón
10
17193
61871
Estados Unidos
11
340.558
52.340
2
44574
3039
23
557045
117340
2
6.578
5.221
25
563.623
122561
Reno Uido Toal parcia Todos os demás países TOTAL Fuentes: The Wall Street Journal. World Business Queves,
24 seembre 992) R 27
mercado mundial Los gabinetes de abogados de los Estados Unidos y el Reino Unido en Nueva York y ondres mantienen estrechos vínculos con las instituciones nancieras de esas ciudades lo que les da una ventaja en la competencia con otros empresas (Noyelle y Dutka, 1988; Thrift 1987 Leyson Daniels y Thrit 1987) con el tiempo acaban trabajando para empresas de diversos países en el extranjero En los grandes centros comerciales prosperan pequeñas empresas independientes en razón de la subcontratacón que reciben de empresas mayores y de la multiplicidad de mercados es pecializados 39. 38 •
Una de las cuestiones que se plantean se reere a los ectos de la mundialización de las grandes industrias sobre los sistemas urbanos nacionales desde la bricación de au tomóviles hasta las nanzas. Con escasas excepciones (Wal ter 1985 Chase-Dunn 1985) en los estudios de los sistemas urbanos se parte del supuesto de que la unidad de análisis es el Estado-nación y que los sistemas urbanos tienen el mismo alcance que s Estaosnac0nes S emargo exsen casos en que un Estado-nación puede abarcar varios sistemas ur banos y a la inversa otros sistemas urbanos pueden abarcar más de un Estadonación El caso descrito po Hall (1966) en su importante estudio denominado The World Cities, no al canza a explicar ntegramente las transacciones que vinculan ciudades internacionales Además de las niones de centro que desempeñan esas ciudades en el plano mundial como
'"Noyele y Dutka (1988); Thr (987) Leyson, Danie s y hrif (98). Parkinson y oros (989); Sassen (99) Sanback y Noyee (982) véase ambién ash y Urry 98
sostienen Hall 1966) y Friedman y Wol 1982), estas ciuda des están relacionadas entre s de rma sistemática y clara. Por ejemplo la interacción entre Nueva Yrk Londres y o kyo en cuanto a las nanzas y la inversión indica particu larmente la posibilidad de que constituyan un sistema No se trata simplemente de que estas ciudades compitan entre s por el mismo negocio hay un sistema económico que se basa en los tres tipos distintos de emplazamiento que estas ciuda des representan La descentralización de sus industrias más importantes en los planos internos e internacional ha perju dicado a ciudades tales como Detroit Liverpool Manchester Marsela las ciudades del Ruhr y ahora cada vez más a Na goya y Osaka egún la hipótesis desarrollada en otro traba jo (assen 1991) este proceso de descentralización ha con tribuido al crecimiento de las industrias de servicios que pro ducen los recursos especializados necesarios para organizar procesos de producción dispersos y mercados mundiales de medios de producción y productos Estos servicios especiali zs {servicios urdicos contables internacionales consul toras de administración servicios nancieros) estan muy concentrados en los centros comerciales y nancieros más que en ciudades industriales Es preciso que conozcamos la rma en que a nivel na cional estos acontecimientos moican las relaciones entre las ciudades planetarias y las que eron en su momento los principales centros industriales de sus pases Hay que pre guntarse si la mundialización conlleva relaciones triangula res de manera que la suerte de Detroit por ejemplo depen de de Nueva York en un grado que no se daba cuando esta ciudad era el principal centro industrial en la bricación de automóviles y constitua una industria exclusivamente esta dounidense tanto desde el punto de vista de la concentración 181
geográfca como del de la propiedad. En caso afrmativo, cabe preguntarse adems en qué frma esa circunstancia modica la relación entre grandes ciudades tales como Chi cago Osaka o Manchester en su momento grandes centros industriales de mundo y la de los mercados nacionales y mundiales en general, prdiendo también estas ciudades te rreno en su función de por ejemplo, centros nancieros Tanto Chicago como Osaa eran y siguen siendo importantes centros nancieros ¿Han perdido terreno en esas funcio nes como resultado de su menor importancia en los merca dos industriales del mundo? ¿O han experimentado una transfrmación paraela hacia el rtalecimiento de las un ciones de servicios? Los datos correspondientes a ambas ciu dades indican que su participación en los mercados nancie ros es menor (Sassen 1991 capítulo 7) ¿Cómo es ha ido a os centros industriales de Europa? ¿Ha cambiado la relación entre los que en su momento ueron los principales centros industriaes y los mercados nacionales de otras grandes ciu dades? Una ciudad como Chicago constituía y sigue constitu yendo el centro de un masivo compeo agroindustria, una vasta economía regiona ¿En qué frma ha afctado a Chi cago el declive de su sistema económico regional? E nuevo crecimiento de os servicios de productos y los servicios nancieros, ¿qué ha entrañado para los distintos niveles de a erarquía urbana nacional? ¿Y en qué medida ha modicado la descentralización de las manufacturas la base económica de las ciudades más pequeñas en la jerarquía urbana nacio nal? a descentraización de las fbricas las ocinas y los servicios unto con la ampación de as unciones centrales, como consecuencia de la necesidad de administrar esa orga nización descentrazada de las empresas bien puede haber creado condiciones que contribuyan al crecimiento de sub centros regionales versiones en menor escala de lo que Nue va York Londres París Francfrt Tokyo Sydney o Sao Pau acen a escaa nacna y muna 40 •
1
.
•
Nuevas formas urbanas y nuevas alineaciones sociales
Estos procesos de internacionalización ¿cómo se consti tuyen en a práctica en ciudades que uncionan como centros regionales o mundiales? ¿Qué reaciones tienen con otros
componentes de la estructura económica y social de una gran ciudad? Después de todo las grandes ciudades son entidades complejas que contienen una gran diversidad de procesos económicos y sociales ¿Cuáles son las consecuencias de esa evolución para las condiciones socio-económicas generales de los ciudadanos? a fbricación en serie de productos estandard mientras ue la actividad predominante de os países desarrolados y la de países en vías de desarrollo como Argentina y Chile contri buyó a la expansión de la case media La sindicalización y la importancia centra de consumo doméstico para e creci miento industrial cilitaron el aumento de os salarios reales de grandes sectores de la uerza de trabao Sabemos mucho menos acerca de lo que ocurre en una economía dominada por os servicios y menos todavía acerca de ua economía ur bana dominada por un compleo de industrias de servicios orientadas hacia os mercados transnacionales 2
Las investigaciones recientes muestran un grave aumen to de las desigualdades socioeconómicas y espaciales dentro de las grandes ciudades del mundo desarrolado Según una corriente teórica ello representa una transrmación en a geograa del centro y de la periferia y no simpemente un aumento cuantitativo de grado de desigualdad Se trata de un indicio de que tienen lugar procesos de perifrializació en zonas que antes se consideraban «centraes» ya sea en los panos mundia regiona o urbano y unto con la agudi zación de los proceso de perifrialización este centralismo se ha hecho también más evidente en los tres planos 43
En los países desarroados están surgiendo tres pautas caras en las grandes ciudades y sus regiones En los años 80 se registra un aumento del número de empresas por km en el centro urbano tradiciona asociada con el crecimiento de Se registró también este tipo de crecimiento en algunas de las ciudades más dinámicas de los países en vías de desarrollo como Bangkok Taipei Sao Paulo, México, D F y, hacia nes de decenio Buenos Aires Junto a este crecimiento de la gran ciudad, se frmaron grandes redes de centros comerciales y núceos de actividad económica más densa en una región ur 2
Gershuny y Mies (1983) Giarin (1987) Sassen (1988, 1991) Harson y Buestone (1988) Susser (198) Pretecille (1986) Renooy (1984) Vieillaf Baron (1991) Wison (198 ); as y Urry 198); Colon y otos (1988) Deee y otos 1991) Fansein y otos (1993) Jenkins (1991); Sott (1988) •12
'" Sassen (1991). De Queiroz Rbeo (1990); Rodríguez y Feain (1986) Portes y Lueo 1992a, b)
.
baa más amplia pauta qu no se obsrva en os países en vías e esarolo, con a excepción e os polos e creci miento orientaos hacia la exporación a que se ha hecho e encia anes Esos centos revestan istinas rmas compejos sububanos e ocinas ciuaes limtos polos exógenos que no se maniestan (¿aún?) en los países en vías e esarrolo En estos últimos la norma ha sio una gran ispesión ubana con una metropolitanización tentacula que paece no tener n e la región que circuna a las ciu aes: eso es lo que ha ao luga a las megaciuaes que surgieron en los os úlimos ecenios En los países esao llaos, el centro urbano revitaizao y os nuevos centros e gionales constituyen untos la base espacial e as ciuaes que se encuenan en a cumbre e las jearquías tansna cionales a tecea paua se eee a la intensia caa vez mayo el caácter ocal o margina e as zonas y seco es que operan ea e este subsistema orientao hacia el mecao munial, o que incluye un aumento e la pobreza y las esvenaas Resulta inteesane obseva cómo uncio na esta inámica general en ciuaes con mecanismos eco nómicos políticos sociales y culuraes muy iversos Oro pobema que vale a pena examinar es si este nuevo ámbito e «centaia» está irenciao es eci si básicamente a viea ciua central sigue sieno el núcleo más gane y más enso, constituyeno también e núcleo más estatégico y poeroso Cabe peguntarse si tiene agú tipo e poe e gravitación sobe a egión hacieno que la nueva re e nú 44
•
45 •
46
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De Queiroz bero (990); Abella (99); Beneia (989); PérezSáinz (992); Nabuco y otros (99); Vellad-Baro (99); Vda] y Viard (990); Wlson (987). · "Cabe pegarse aquí si el po de orgazacó espacal caracerizao _por oos esraeg1cos m s ersos e ua as ap � a esos reg1 cosuye o o ua ra e orga11zac1 del eoo del «cero» JªS o que, coo en el enoque as covec1al u caso de subba1zacn dspersión geográca Estos diversos ódulos e la edida e que esé arculados por lo que deoio «cber-ruas» o «careeras dgaes» represea e uevo correlato geográco del tipo ás avazado de «cero» Lo zado de careeras dgales es la per ea que queda e de ese ?uevo Se platea aq la cueson de s ello ocurre e ayor grado que en peodos anerores cuado el tereno ecoóico urbao o o centra estaba iegrado a cetro porqe se hallaba priodialete orientado hacia él 'Brosan y Wkinso (987); Cesire y Hay (989); Reooy (984); Harriso y Bluestone (988); Cohen (987); Feádez Kelly y García (989); Gas (98) Véase tabié Padilla Cobos (984). Besor (989; Koori (983); Kowarick y otros 99); Brosna y Wlkso (987); ardoy y Saterhwaie (989); Hederso y Casells (987) 44
deos y sus carreteras igitales tenga coherencia como ago meración espacia compeja. Dese una perspectiva transna cional más ampia, se trata e egiones centales y enome mene ampiaas Esta econsitución e ceno consiuye también ua novea en el senio e que es isina e las pautas e agomeración que siguen imperano en a mayora e las ciuaes one no se ha registrao una ampliación masiva e su papel como lugar e emplazamiento para las funciones e una ciua internacional ni el nuevo régimen e acumulación que ello entaña Estamos en presencia e una eoganización e las imensiones e la economía urbana en el tiempo y en el espacio Es bao esas coniciones como e perímeto taiciona e la ciua, una ma e «perieria», esaoa oo su po tencial e crecimiento inustial y esructual El esarollo e espacio comercial y e ocinas a lugar a una rma es pecca e reconcenación en la peieria e las ciuaes e la activia económica escentralizaa Esta reorientación geográca guaa eación con las ecisiones e las empe sas nacionales y transnacionales respecto el lugar en que se emplazarán y que hacen e a periria urbana el cenro e crecimiento e las inustrias más inámicas A este es pecto, es peciso istinguio e a suburbanización o la me opolianización primoriamente esiencia Es posibe que estemos en pesencia e una iencia en la pauta e mación e a ciua munial en cieros lu gares e los Estaos Unios y e Euopa occienta En los Estaos Unios ciuaes taes como Nueva York y Chicago tienen importantes centros que se han econstruio muchas ve�es habia cuenta e enorme escuio _e an parte e la aestructura ubana y e la obsolescenca mpuesta tan caactersica en as ciuaes e ese pas El escuio y la aceleración e a obsolescencia crean vastos espacios para econstr e centro segun as necesaes e regmen e O e acumulación ubana a paua e organización espacia e su economa a que mpera en momento eemo En Europa los cenos urbanos esan mucho mas potegos y muy pocas veces se encuentran en elos exensiones impotantes e espacio abanonao La amplación e los ugares 48
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Castells (989) Sasse (99); Chase-D (984); Danels (98); Geshuy y Mies (983). Gregoy y Urry 985); Kight y Gappe (989); Masser y oros (990); Rer (986); Saska (99); Thrif (987); Wez 99). Polos exógenos copejos subrbaos de ocas. S. SASSEN
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de trabajo y la necesidad de edicios ineigentes deberán en parte y necesariamente tener ugar fuera del cenro aniguo. E compejo de La Dense consiuye, nauramente e caso más extremo de lo que hemos venido diciendo un ejempo expício de política y panicación púbicas Sin emargo en los Docklands de Londres se encuentra otra variane de esa ampiación del «centro» en ierras anes periféricas. La vas a y poco usada zona poruaria de Londres conocida como os Dockands e escenario de un costoso y avanzado pro yecto de urbanización que obedecía al propósio de atender e rápido aumeno de la demanda de espacio de ocinas en e centro En los años 80 se emprendieron en varias ciudades imporanes de Europa, América de nore y e Japón proyec os simiares de recenraización de zonas periféricas o que anes ea ona suburbana perímetro rbano o perifria rbana se ha converido ahora en emplazamieno de u intenso desarroo comercia Pero elo no signca que ya no exisa periria La condición de periria se encuentra en direntes ámbios geográcos según a dinámica económica que prevaezca en disintos conexos de espacio y iempo. Observamos nuevas rmas de peririaización en el cenro de grandes ciudades de pases desarrolados A poca disan cia de algunos de los errenos comerciaes más caros del mndo se encuenran «gueos urbanos» no sóo en los Esta dos Unidos y en las grandes ciudades europeas sino ambién en Tokyo Además podemos ver a peririaización en e centro ambién desde e puno de visa de a organización Desde hace mucho tiempo se habla de la agmentacón de os mercados de rabajo Sin embargo, el deterioro de éstos el decive de a industria manufacurera y la desvaorización de rabajo no especiaizado en las principaes indusrias que hoy observamos en esas ciudades van más aá de a agmena ción y constiuyen de hecho un caso de peririalización 50 .
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al vez vale la pena señalar que lo que cabría calicar de tónica dominane en a mundialización económica es la epo peya del desaojo (Sassen 1991). Los conceptos undamenta es en este conexo internacionalización economía de a in rmación y eemáicas sugieren que el ugar ya no impor a En la descripción predominane tiene más importancia la capacidad de ransmisión de inrmación en e mundo ente
° Kupi (1981); Nakabayashi 1987); Komori (1983) "Sassen-Koob 1987); Wilson (988) Brosnan y Wilkinson (987); Sus ser (1982); Vieiard Baron (199) Nakabayashi 987); Porte y Sassen Koob (1987) 5
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ro que las concentraciones de inaestructura consrda que hacen posibe a ransmisión Revisten también mayor im porancia los producos de inrmación que los rabajadores que los producen, desde os especiaisas hasa os secrea rios y tiene más imporancia a nueva cuura incuidas as cuas de las empresas ransnacionales que a multiplici dad de entornos cuuraes de los emigrantes que cambian de erriorio denro de los cuaes se dan muchos de los «oros» puestos de trabajo de la economía mundia de a inrmación. El efeco general de odo elo es una pérdida de os ími tes geográcos de imporantes componentes de a economa de la inrmación quedando uera de ámbio de la mundia lización oda una gama de acividades y tipos de rabajado res que rman pare integrane de ea en la misma medida que as nanzas inernacionaes A desalojar esas acivida des y esos trabajadores se excuye la diversidad de conex os culurales dentro de os cuaes existen diversidad an presene en los procesos de mundiaización como en la nue va cultura de as empresas ransnacionaes y su nueva cuu ra como ambién por ejempo, as economas y las culuras de rabajo de os inmigranes que se ponen de maniesto abiertamene en nuesras grandes ciudades 52
Por lo general pensamos en as nanzas y en los servi cios especiaizados como cuestión más de pericia que de pro ducción Los servicios comerciales de ao nive desde a con tabiidad hasta a adopción de decisiones no se anaizan por o general desde e puno de visa de su producción As no se ha presado sciene aención a los distinos ipos de puestos de rabajo desde os de ala remuneración hasta los de baja remuneración que paricipan en a producción de esos servicios De hecho a preparación de insruentos -
¿Cómo se inscrbe la mundiazación en el espacio construdo? La respuesta habtual consiste en que lo hae en os espacios de a nueva cul tura de las empresas transnaconales. Al vover a ntroducr e concepto de lugar teniendo en cuenta el «otro» heterogéneo, queda claro que hay com petenca para e espacio de la cultua de la empesa transnaconal as to rres de as grandes empresas que ejempifcan esa cutura están también ocupadas por ejérctos de trabajadores de ocina con saarios baos en su mayor parte mujeres y en muchos casos inmigrantes de color Durante a noce una ferza de trabao totalmente distinta se instala en as torres in cuidas las ofcinas de los presidentes y drectores e inscriben en esos espa cos una variedad de culturas distintas de la d la mpresa. Cabe pregun tarse s de tener en cuena estas frmas de ocupación, no habría que rede fn la arqutectura de as grandes empresas (véase Sennet 199). En tér minos más generaes, esta descrpcón dea en claro en cuántos lugares l a in ternacionalización se inscribe en el espaco bano 52