Organización Organización política y social: Los taínos vivían en pequeñas agrupaciones en torno a aldeas, vinculados por lazos de parentesco. Las aldeas eran el elemento básico de la organización tribal y territorial y no superaban las 6 personas. !ran gobernadas por caciques, vocablo antillano que designaba a los "e#es y que tras la e$pansión de los españoles se di#undió por toda la América la América colonial . !ntre los caciques los %abía de distinto rango: desde quienes dirigían un poblado pequeño %asta quienes dominaban dominaban vastas regiones en base a con#ederaciones con diverso grado de estructuración. !ntre los mayores y más consolidados cacicazgos de La !spañola sobresalían, a #ines del siglo &', (ari)n, encabezado por *uacanagarí+ &araguá, dominado por e%ec%io y -nacaona+ (aguana, dirigido por aonabó+ (aguá, zona muy #)rtil ba"o ba" o el poder de *uarione$ y, #inalmente, /ig0ey, gobernado por /iguanamá
Las decisiones que a#ectaban a la comunidad eran tomadas por los caciques en un conse"o de carácter religioso, donde el cacique principal se limitaba a comunicar a los demás la voluntad de los dioses taínos. 1or lo tanto, la estructura política se podría cali#icar de despótica incipiente. La sociedad taína se dividía en dos grupos: los caciques y los campesinos. !sta estrati#icación tenía un origen mítico, #uente del poder de los caciques. 2in embargo, en la vida cotidiana las di#erencias sociales se reducían a las #unciones que cumplía cada grupo y no poseían un #undamento económico. La propiedad de la tierra era comunal, es decir, pertenecía a la colectividad aldeana. !n virtud de aquello, no %abía mayores desigualdades materiales entre unos y otros. Los bene#icios que obtenían los "e#es, #ruto del traba"o de los campesinos, no eran atesorados y se consumían en #iestas comunitarias. -sí, los privilegios de los caciques se limitaban al monopolio de la religión, el acceso a la poligamia y poligamia y ciertas comodidades en la vivienda !n otros sectores que se distinguían entre los aborígenes eran los nitaínos, los be%iques y los naborías. Los primeros constituían un grupo de subalternos que obedecían las órdenes de los principales caciques, pero no alcanzaron a con#ormar una clase social y muc%o menos una nobleza.
Los be%iques, en tanto, eran los %ec%iceros o c%amanes, quienes gozaban de privilegios muy similares a los de los caciques, aunque siempre estuvieron subordinados a )stos. 3entro de la población campesina, por 4ltimo, se ubicaban los denominados naborías, t)rmino que %acía re#erencia a un grupo que realizaba traba"os #orzados producto de su condición de prisioneros. !n general, estos prisioneros pertenecían a pueblos arcaicos que %abitaban islas vecinas.
Los taínos vivían, %acia #ines del siglo &', con la permanente amenaza de los caribes, pueblo antropó#ago que atacaba las aldeas y robaba las mu"eres y niños. !l temor de los taínos se e$plica por su naturaleza pací#ica y el escaso desarrollo militar. !llo tambi)n nos permite comprender la actitud #avorable que demostraron los taínos en un primer momento %acia los españoles, considerados como valiosos aliados para derrotar a los caribes.
-ctividades culturales y aportes: !l gran desarrollo alcanzado en las actividades artísticas y artesanales #ue uno de los rasgos más característicos de esta sociedad. La con#ección de una e$traordinaria cerámica para #ines #unerarios y rituales y la #abricación de una enorme cantidad de ídolos, amuletos y otros artículos de lu"os, con#eccionados en piedra, madera, conc%a, %ueso y otros materiales no se %an conservado tanto, como los de algodón y otros 5cuyo semi principal se encuentra en el (useo de urín, 7talia8. 2e %an encontrado muestras del arte rupestre taíno en di#erentes localidades de la isla como en las cuevas de las (aravillas y del 1omier+ tambi)n, al dar la vuelta al Lago !nriquillo se pueden ver las #amosas aritas. Otras cuevas conocidas por sus pictogra#ías se encuentran en el 1arque del !ste y en los /aitises. Las piezas de al#arería taína %alladas en nuestra isla son de superior calidad a las de otras islas, al igual que los arte#actos líticos y en madera que con#ormaron toda una para#ernalia para la realización de rituales mágicos religiosos taínos. Los dos productos de cestería más importantes que quedan como %erencia de esta cultura precolombina son la %amaca y el macuto. !l arte de los indios taínos como el de todos los pueblos aborígenes re#le"a su particular concepción del mundo. Los taínos creían en espíritus superiores que controlaban, a veces capric%osamente, la naturaleza %umana y el mundo. - estos espíritus el %ombre debía %alagar, apaciguar o neutralizar por medio de ritos y ceremonias sagradas. !l arte taíno, encarnación de dic%as creencias, se e$presaba, con relativo o absoluto dominio t)cnico en agradables #ormas convencionales, elaboradas con los más diversos materiales. 3e algunos de sus e"emplares, e"ecutados con materia perecedera, sólo nos resta la descripción que de ellos nos de"aron los cronistas de 7ndias. 1ocos ob"etos de valor artístico se salvaron de la destrucción sistemática, llevada a cabo por los misioneros y colonizadores, de todo lo que para ellos, tenía signi#icación mágico9religiosa, es decir los ídolos y otros ob"etos de uso ceremonial. 3e la destrucción, que obedecía a las ideas religiosas de la )poca, sólo se salvaron aquellas que se enviaron, como ob"etos e$óticos, a príncipes europeos renacentistas quienes los conservaron en sus gabinetes de curiosidades, y aquellos que, a tiempo, lograron esconder los indios en cuevas y otros lugares inaccesibles para los conquistadores, y que serían, siglos más tarde, re9descubiertos por arqueólogos y campesinos. Lo que %oy podemos denominar arte taíno no es otra cosa que la e$presión simbólica y est)tica de su sociedad, de sus necesidades, y sobre todo, de sus creencias y prácticas mágico9religiosas. !s dentro de esta realidad que podemos apreciar e interpretar sus diversas e$presiones.