Sobre verdad y mentira en sentido extramoral En al al(()n apar partado ado rinc inc*n del univ niverso erso cen centel elle lean antte, desparramado en innumera+les sistemas solares, hu+o una vez un astro en el ue animales inteli(entes inventaron el conocimiento. Fue el minuto m-s altanero /alaz de la “Historia 0niversal”1 pero, a /in de cue cuentas, tas, s*lo s*lo un minu inuto. to. Tras +rev +reves es respi espirracio acion nes de la naturaleza, el astro se hel* los animales inteli(entes hu+ieron de perecer. Al(uien podr2a inventar una /-+ula seme3ante pero, con todo todo,, no ha+r ha+r2a 2a ilus ilustr trad adoo su/i su/ici cien ente teme ment ntee cu-n cu-n last lastim imos oso, o, cu-n cu-n som+r2o caduco, cu-n est4ril ar+itrario es el estado en el ue se pres presen entta el int intel elec ectto human mano den dentro de la natu atural alez eza. a. Hu+o Hu+o eternidades en las ue no e5ist2a6 cuando de nuevo se aca+e todo para 4l no ha+r- sucedido nada, puesto ue para ese intelecto no ha nin(una misi*n ulterior ue conduzca m-s all- de la vida humana. No es sino humano, solamente su poseedor creador lo toma tan pat4ticamente como si en 4l (irasen los (oznes del mundo. 7ero, si pudi4ramos comunicarnos con la mosca, lle(ar2amos a sa+er ue tam+i4n ella nave(a por el aire pose2da de ese mismo pathos, se siente el centro volante de este mundo. Nada ha en la naturaleza, por desprecia+le e insi(ni/icante ue sea, ue, al m-s peue8o soplo de auel poder del conocimiento, no se in/le inmediatamente como un odre6 del mismo modo ue cualuier mozo de cuerda uiere tener su admirador, el m-s so+er+io de los hom+res, el /il*so/o, estcompletamente convencido de ue, desde todas partes, los o3os del universo tienen telesc*picamente puesta su mirada en sus o+ras pensamientos.
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Friedrich Nietzsche
Es di(no de nota ue sea el intelecto uien as2 o+re, 4l ue, sin em+ar(o, s*lo ha sido a8adido precisamente como un recurso de los seres m-s in/elices, delicados e/2meros, para conservarlos un minu inuto en la e5is e5isttenc encia, ia, de la cual cual,, por el cont contra rari rioo, sin ese ese aditamento tendr2an toda clase de motivos para huir tan r-pid -pidam amen entte com como el hi3o de 9essi essin n(. Ese or( or(ullo, llo, li( li(ado ado al conocimiento a la sensaci*n, nie+la ce(adora colocada so+re los o3os los sentidos de los hom+res, los hace en(a8arse so+re el valor de la e5istencia, puesto ue au4l proporciona la m-s aduladora valoraci*n so+re el conocimiento mismo. Su e/ecto m-s (eneral es el en(a8o — pero pero tam+i4n los e/ectos m-s particulares llevan consi(o al(o del mismo car-cter — . El inte intele lect cto, o, como como medi medioo de cons conser erva vaci ci*n *n del del indi indivi vidu duo, o, desarrolla sus /uerzas principales /in(iendo, puesto ue 4ste es el medio, merced al cual so+reviven los individuos d4+iles poco ro+ustos, como auellos a uienes les ha sido ne(ado servirse, en la lucha por la e5istencia, de cuernos, o de la a/ilada dentadura del animal de rapi8a. En los hom+res alcanza su punto culminante este arte de /in(ir6 au2 el en(a8o, la adulaci*n, la mentira el /raude, la murmuraci*n, la /arsa, el vivir del +rillo a3eno, el enmascaramiento, el convencionalismo encu+ridor, la esceni/icaci*n ante los dem-s ante uno mismo, en una pala+ra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto re(la le, ue apenas ha nada tan inconce+i+le como el hecho de ue haa podido sur(ir entre los hom+res una inclinaci*n sincera pura hacia la verdad. Se encuentran pro/undamente sumer(idos en ilusiones ensue8os6 su mirada se limita a deslizarse so+re la super/icie de las cosas per perci+ ci+e “/ormas”, su sensaci*n no conduce en nin()n caso a la verdad, sino ue se contenta con reci+ir est2mulos, como si 3u(ase a tantear el dorso de las cosas. Adem-s, durante toda una vida, el hom+re se de3a en(a8ar por la noche en el sue8o, sin ue su sentido moral haa tratado nunca de impedirlo, mientras ue parece ue ha ha+ido hom+res ue, a /uerza de voluntad, han conse(uido eliminar los ronuidos. En realidad, :u4 sa+e el hom+re de s2 mismo; :Ser2a capaz de perci+irse a s2 mismo, aunue s*lo /uese por una vez, como si estuviese tendido en una vitrina iluminada; :Acaso no le oculta la 4