Maxwell Maltz - Psicologia Del Poder de La Imagen de Si Mismo (1)

Psicología del poder de la imagen de sí mismo

PSICOLOGIA DEL PODER DE LA IMAGEN DE SI MISMO Dr. Maxwell Maltz Nuevos caminos al éxito y a la plenitud de la personalidad

Todo hombre que sabe cómo leer está en posibilidad de agradarse, de multiplicar las formas de su existencia, de hacer que su vida sea plena, con significado e interesante. Aldoux Huxley

Iíiiiñ\ HERRERO HERMANOS SUCESORES, S. A. \l!:!!!Y MEXICO

PREFACIO Título de la obra en inglés: THE MAGIO POWER OF SELF-IMAGE PSYOHOLOGY: THE NEW WAY TO A BRIGHT, FULL LIFE © 1964, by Dr. MaxweJl Maltz, editado en idioma inglés por PRENTIOE HALL, INO., Englewood Cliffs, N. J., E.U.A Traducción al español de:

Formación de un mundo interior nuevo

RAMÓN PALAZÓN

EX LIBRIS ELTROPICAL ©

Derechos reservados en idioma español por HERRERO HERMANOS SUCESORES, S. A. Comonfort N" 44, México, D. F. Prohibida la reproducci6n total O parcial de la obra sin el permiso de los editores por escrito.

Primera edición en español,

enero de 1970

Segunda edición en español, enero de 1971 Tercera edición en español, noviembre , de 1971.

HECHO EN MEXICO PRINTED IN MEXICO

El objetivo que persigo al escribir esta obra es muy definido; abrigo la esperanza de ayudar a todos y cada uno de mis lectores a que logren una vida más dichosa y productiva. Si me permiten ayudarles, y si su afán por una vida buena es vigoroso, encontrarán que sus horizontes son más resplandecientes que lo que nunca alcanzaron a soñar. La vida debe ser una aventura excitante. Cada día debe amanecer dentro de nosotros con un sol rebosante de riqueza de sentimientos y de agudeza de percepciones. Hemos de labramos metas propias que nos inspiren para la acción entusiasta. Al avanzar vigorosamente hacia la vida, cualquiera que sea nuestra edad, nunca habremos de temer a la muerte. Una de las más grandes aventuras de la vida consiste en conocerse mejor a sí mismo. Es una verdadera tragedia el que algunas personas pasen toda su vida sin avanzar en ningún sentido, sumidos en la frustración, debido a que no saben nada de sí mismos ni de cómo habérselas con los problemas, muchos de los cuales los crea el medio ambiente. Para quien lea este libro con toda atención, la obra será como un viaje lleno de descubrimientos. Aprenderá más cosas acerca de sí mismo y también maneras de mejorarse. He incluido en este libro siete ejercicios prácticos y cierto número de sugerencias específicas, destinado todo ello a ayudar al lector en su búsqueda. Mis compatriotas norteamericanos gastan cada año sumas enormes de dinero en bienes materiales que pueden servir para fines positivos. Casas, automóviles, muebles, ropas, cosas todas ellas que dan resplandor a la vida. De todos modos es muchísimo más importante nuestro pensamiento, en especiaí lo que pensamos de nosotros mismos. Este libro gira en torno de este concepto, en torno de la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos, y cómo podemos mejorarla. A medida que avance en su lectura, el lector se asombrará por la comprensión que logrará del increíble poder de la imagen de sí mismo, de los avasalladores efectos que la misma surte en su destino de ser humano. S

PREFACIO

6

Yo hube de comprenderlo por primera vez. mientras estab~ entregado al . .. d e la profesión de cirujano la que . sIempre me he ejercicio .plástico, . a. di do y me siento dichoso al compartIr estas Ideas con mIS lectores. , d e Ica , Para que le guie en su avance, el lector podra echar mano a un gran tesoro: su imaginación. De sus arcas sacará imágenes mentales que proyectará en la pantalla de su mente. Veremos juntos los dramas ahí representados y de ellos sacaremos valiosas lecciones. Este poder de imaginar es fantástico. Habrá veces en que nos neguemos a creer cuan importante llega a ser, p"ero, sin ningún género de duda, puede determinar anticipadamente los éxitos y los fracasos. Si bien algunas personas llegan a un cambio que han buscado, éste es insuficiente, y nunca alcanzarán la totalidad de lo que podrían realizar, ni su pleno potencial como seres humanos. Si el lector es de las personas que insisten en sus cualidades negativas y dejan de apreciar las positivas, en algo podremos remediarlo. Si está dispuesto a hacer cuanto pueda por la mejor causa jamás perseguida, aprenderá a ser justo consigo mismo. Dios nos trajo a la tierra a vivir no a apoltronamos. Quiere vernos dichosos y gozando de la vida. Quiere que disfrutemos de todos los instantes, que entretejamos todos los días de la vida con amoroso cuidado, por más viejos o jóvenes que seamos. La dicha es un hábito, tal como lo es cepillamos los dientes o lavarnos la cara. Este hábito puede adquirirse. Quien ha sido llevado a sentirse disgustado de sí mismo y de lo que le rodea puede cambiar; puede formarse este hábito de dicha que hemos mencionado. Esto no es "mera palabrería". Conozco personas que han cambiado, adentrándose en un mundo para ellos desconocido: el mundo maravilloso de la dicha interior. Espero -que el lector me permita ayudarle a avanzar, en este sentido, hacia la dicha. MAXWELL MALTZ

Doctor en Medicina

Índice 1. La imagen de sí mismo puede conferir papeles estelares en el

escenario de la vida .

9

Cómo hacer una película de sí mismo.-Es posible cambiar la imagen de sí mismo.-Ser sincero consigo mismo.-Trabar amistad consigo mismo.

2. Verdad e imaginación, claves de la personalidad

21

¿Cuál es la verdad real que encierra nuestro seri-e-El pensamiento puede lograrlo.-Cómo convertir el «como sí" en realidad.-Es posible conseguir del jefe el aumento de sueldo deseado.

3. El poder oculto del relajamiento .

37

La calma lo logra.-El secreto de vivir consigo mismo.-No hay que acieatearse.-Ejercicio práctico nlÍmero 2: consejos que ayudan a relajarse.

4. ¿Por qué no ser de los triunfadores? . Significado del éxito.-Todos tenemos iguales derechos-s-Personas triunfantes.-Cómo logran serlo.-Nadie es perfecto.-Errar es muy humano. 5. Los hábitos pueden dominarse y se puede regir el destino . Importancia del hábito.-La mente ayuda a conservarse delgado.-No hay que matarse trabajando. Vista cada quien como él cree que vale.Se puede cambiar de hábitos.

6. Siete reglas para una vida feliz .

54 68

83

Se vive sólo una vez.-La dicha es un estado mental.-El hábito del contento.-Hay que reir para alejar las penas.-El tesoro de las cualidades positivas.

7. Cómo borrar cicatrices emocionales Somos más resistentes que lo que creemos.-La fe en sí mismo evita heridas.-Perdón para los demás: No son más que humanos.-No se mantengan malquerencias contra sí mismo. 8. Al levantarse el telón no se necesita máscara. La máscara que todos llevamos-s-Se puede ser veraz.-Los buenos amigos nos aceptarán por lo que somos.-Cómo una maestra de escuela sintióse llevada a la libertad.-Abramos la puerta a la verdadera imagen de nosotros mismos. 9. El sexo y la imagen de sí mismo . La imagen sexual creada en Hol1ywood.-¿Es el sexo algo súperiicial?-Masculinidad y femeneidad.-No hay por que ser un superhombre.-La belleza es cuestión de sentimientos.-Sexoy matrimonio.-Quien ama es alguien.

10. La aceptación de las propias debilidades da fortaleza.

95

106

117

130

¿Qué esperamos de nosotros mismosi.c-El "tipo TUdo".-La «mujer

7

INDICE

8

perfecta'J.-Todos cometemos errores.e-Hay que ser bondadoso para consigo mismo.-La aceptación de las debilidades propias dará mayor vigor a la imagen de sí mismo.

11. Cómo tener individualidad propia en una era de conformismo.

141

El espíritu pionero.-Fin de la frontera.-"No ser menos que el uecino".-Cada quien debe cultivar su propia individualidad.-Gente que se aferró a sus armas . . . y vencieron.

12. Cómo funcionar con éxito bajo presión.

152

165

La vida la encontramos en nuestros semejantes.-El arte de ganar amigos.--Significado de la amistad.-La imagen de sí mismo puede hacer agradable a la persona.-Los amigos pueden hacernos más grandes.

14. Como encontrar la paz del espíritu en un mundo convulso .

178

La serenidad puede aprenderse-s-Se pueden dominar las preocupaciones.-Un cuarto agradable en la mente.-Cambiar lo que nos rodea.El bálsamo calmante de la música.

15. Cualquier edad es buena para vivir con plenitud .

191

l- ivir más: esto es la buena receta.-El médico que se retiró de la vida.-Vivir plenamente toda la vida.-EI médico que descubrió la juventud.

16. La docena diaria: Doce caminos hacia una nueva imagen de sí mismo 200 205 17. Consejos al lector . Al lector le corresponde el papel principal.-EI lector ha corregido el libreto.-Toda una vida para vivir.-Cada quien es dueño de su destino.-Reverencia final.

La imagen de sí mismo puede conFerir papeles estelares en el escenario de la vida

La vida es una serie de crisis.-EI secreteo de la victoria.-El caso de mi primer paciente.-Cómo ayudé a que una actriz oenciera el pánico escénico.-Hay que fijarse metas.

13. Ganar amigos puede ser fácil.

1

Imagínese el lector que está sentado en un cine, con la mirada puesta en el telón que oculta la blanca pantalla, mientras aguarda a que comience la película de estreno. ¿Qué representará para él esta película? ¿En qué forma habrá de afectarle? ¿Qué efectos surtirá en su vida? ¿Se sentirá conmovido, quizá hasta verter lágrimas? ¿Se reirá ante una comedia, o se sentirá aterrorizado ante las crisis a las que habrá de enfrentarse el o la protagonista? Sentirá maravillosos impulsos de amor y compasión, o estallidos de resentimiento? Sentirá latir dentro de sí todos estos sentimientos, o hasta más. Porque la película que va a contemplar gira en torno del personaje más fascinante del mundo: su propio yo. En este cine, instalado en la mente y el corazón de todos y cada uno de nosotros, hacemos las veces de: productor, director, actor o actriz, héroe y villano. Somos el operador cinematográfico que está en la caseta ... y el público que reacciona ante este drama conmovedor. La excitante narración que se desarrolla en esta pantalla interior es la que inventamos a cada segundo de nuestra vida: ayer, mañana, pero, lo que es más importante, en este mismo instante. Vemos la imagen proyectada en la pantalla y la inventamos, en este mismo instante. ¿Tendrá esta narración un final feliz? ¿Rebosa dicha y éxito o aflicción y fracaso? El hilo de la narración se encuentra ya presente, y el ojo que sabe distinguir puede decirnos en qué sentido habrá de discurrir. Puesto que se es a un mismo tiempo el argumentista, el director y el actor, se puede cambiar el curso de la narración 1 ~edida que la misma va desarrollándose. Ahora. En este instante. Y jlOt toda la vida. Podemos hacer que sea una narración de éxitos. Podemos ser el héroe que vence al villano. Y podemos hacer que éste sea un relato que dé aliento y enriquezca la vida de todos cuantos conocemos, en lugar de ser un relato gris y mecánico, una crónica de aburrimiento. Todo esto lo llevamos dentro. 9

10

LA IMAGEN DE SI MISMO PUEDE CONFERIR

Todo esto depende de lo que hagamos con la imagen propia que llevamos dentro de nosotros, imagen que es, para bien o para mal, nuestro instrumento más importante. Todo depende del lector, y de la imagen que tenga de sí mismo. Cómo hacer una película de sí mismo

¿Qué entendemos por imagen de sí mismo? ¿Existe algo semejante? Sabemos que existe una mente, aunque nadie la haya visto jamás. No me refiero al cerebro, al que sí podemos ver, sino a la mente que piensa, abriga esperanzas y temores, se siente dichosa, se entristece, recuerda, forja visiones e inventa granos de arena ... y montañas. La mente es exactamente tan real como el cerebro, aunque no podamos tocarla, sentirla ni verla. y la imagen de sí mismo tiene realidad, aunque tampoco podamos tocarla, sentirla ni verla. En las páginas de este libro nos las habremos con esta realidad. Porque el éxito es una rea 'idad ; y el fracaso también lo es. La energía es una realidad; y también lo es el cansancio. Ayudaré al lector a que utilice la imagen de sí mismo para crear la película que siempre ha querido ver: una película en la que se verá a sí mismo salvando dificultades y llegando a un final dichoso coronado por el éxito. ¿Por qué es tan importante la imagen de sí mismo? Tal como lo he explicado en mi obra anterior, Psycho-Cybernetics" la imagen de sí mismo es el concepto que todo individuo se forma de la clase de persona que es. Es producto de los éxitos, experiencias y fracasos, humillaciones y triunfos pretéritos, así como de la forma en que los demás reaccionan ante él, en especial durante la primera infancia. Con estos factores y otros que trataremos más adelante, el individuo se forma una imagen de sí mismo que cree es verdadera. Esta imagen puede ser falsa y, en muchos casos, lo es, pero en este punto lo importante es que la persona actúa exactamente como si fuese verdadera. Lo es para todos los fines y propósitos. -Entonces -preguntará ellector-, en este caso, la imagen de mi mismo en la que me veo como un ser débil, como una víctima, como el ser a quien todo le sucede es verdadera ¿Qué consuelo es este? Existe un consuelo maravilloso en un punto contenido en dos simp'es palabras: "como si". Dije que el individuo obra como si la imagen fuese verdadera. Pero ¿lo es? Puesto que esta imagen, la imagen de sí mismo, • De esta obra se ha publicado una traducci6n española con el título Psico-

Cibernltica a cargo de nuestra editorial. (N. del E.)

PAPELES ESTELARES EN EL ESCENARIO DE LA VIDA

11

puede cambiar, y en miles de casos ha cambiado, no hay motivo para desesperar. Hay que comprender esto: cada quien es su propio autor; cada quien es director; cada quien es el actor que desempeña el principal papel de esta pelicu'aTodo lo que hay que aprender es la forma de cambiar esta película dedicándole un poco más de tiempo y de energía, siguiendo procedimientos ya probados, que son tan fáciles y que nos son tan propios que no tiene nada de extraño que los hayamos pasado por alto. No se necesita más que una nueva visión interior. Cuentan como anécdota del celebre filósofo místico ruso Ouspensky que, para poder llevar adelante sus investigaciones acerca de la naturaleza del estado consciente, viose obligado a ingerir una droga. Mientras estaba bajo la influencia de este narcótico, percatose súbitamente de que había descubierto el secreto de la existencia; que este secreto había surgido de su subconsciente en el que había estado durante toda su vida, y que se le manifestó en términos muy sencillos, puesto al descubierto por la droga. Afanosamente, tomó un lápiz y puso por escrito la maravillosa fórmula del éxito. Luego cayó en un profundo sueño. Al despertar, ya totalmente consciente, examinó el precioso pedazo de papel. Allí garabateadas por su propia mano, vio las palabras "Piensa ... en nuevas categorías". Abrigo la esperanza de que esto será en lo que podré ayudar a mis lectores. A pensar, sentir y obrar en categorías nuevas. A examinar de nuevo lo que tienen por seguro. A no sentirse satisfechos con las "pruebas". A dar mayor amp'itud a sus creencias. Dicho en otras palabras: a que cambien la imagen que se han formado de sí mismos. Vamos a trabajar juntos para cambiar esta imagen mental. Vamos a examinar los factores con los que se constituye esta imagen de sí mismo. Una y otra vez, puesto que es necesaria la concentración, utilizaremos el P?deroso instrumento de la formación de imágenes mentales, para defimr de nuevo el concepto que el lector se ha formado de sí mismo, para realzar la apreciación del ser único que somos todos y cada uno de nosotros. Las palabras no bastan. En las páginas de este libro encontrará el lector siete ejercicios prácticos, ejercicios de imaginación, cada uno de los cuales le ayudará a salvar las barreras de sus limitaciones anteriores. El poder de crear imágenes mentales le ayudará a irrumpir a través de los obstáculos que se ha puesto a sí mismo y que le cierran el paso hacia sus sueños. Estos ejercicios pueden ser lo más importante que el lector jamás haya hecho. Los he planeado cuidadosamente para llevar al lector a que

12


se vea como un ser nuevo, que está surgiendo y que avanza hacia éxitos ... . realistas que están a su alcance. . No hay que derrotarse a sí rmsmo por anticipado, viendo estos ejercicios con escepticismo. No son tangibles; no se puede alargar la mano y tocar los conceptos que en ellos se encierran, tal como se toca una silla o una mesa. Pero las imágenes que el lector verá, las pe1ículas que creará acerca del futuro, son productos de una rara facultad. Este poder de las películas de la mente es imponente; quizá al lector le sea difícil comprender los efectos que surte. Quizá necesite tener fe. Espero que la tenga, puesto que la fe puede ayudarle mucho. . ,. Aparte de estos ejercicios, le brindaré al lector sugerencias específicas para poder llevar una vida dichosa en esta tan difícil ~poca, ideas qu: le ayudarán a sentirse más benevolente para el ego úmco que le ha SIdo dado. El plano mental

Innegablemente, el descubrimiento de la imagen de sí mismo constituye uno de los hallazgos de este siglo. Porque, aunque podamos no percatarnos de ello, todos l'evamos con nosotros, trazado en la n:ent~, este plano o imagen de nosotros mismos. Podemos no tener concle.ncla del mismo, pero existe. Creemos firmemente en él y no dudamos rn por un momento de su validez. Además todos nuestros actos y emociones guardan congruencia con esta imagen, Toda persona obrará exactamente como la clase de individuo que cree que es. No puede obrar en forma distinta, aunque 'para ello ponga en juego toda su fuerza de voluntad. La persona que pIensa que es un individuo "dado al fracaso" encontrará la forma de fracasar, por más arduamente que intente triunfar, aun a pesar de que le salgan al paso unas cuantas buenas oportunidades. El hombre que piensa que es "desafortunado" se las compondrá para demostrar que, en verdad, es víctima de la "mala suerte". La imagen que se tiene de sí mismo es la piedra angular de toda la personalidad. Debido a ello, nuestras experiencias parecen comprobar y, con ello, dar más vigor a la imagen que nos hemos creado de nosotros mismos estableciendo así un círculo vicioso (o placentero). El vendedor que cree no tener mérito alguno se enfrenta al posible cliente con expresión abatida. Casi le presenta excusas por atreverse a existir, invitando así, literalmente, al rechazo. Hará tambalear la confianza del posible comprador, y con ello obtendrá la "prueba". de ~ue la imagen que se ha formado de sí mismo es correcta: es un ser inferior, al que no se puede querer, y un fracaso".


13

La jovencita alumna de enseñanza secundaria que.se cree fea y pocho . encontrará la manera . de demostrar queb se . a atractiva . , que la Imagen . h h de sí misma es exacta. SI un condiscípulo le dice que es onita, ec adara' de1lunar que tiene en la. mejil'a. Si le dicen que tiene bonitos seacor . . e dirá a sí misma que su nanz es demasiado larga. Su comportaojos, s . II ibl miento vergonzoso Y defensivo acabará por alejar de e a sus pOSI es admiradores Y con ello, habrá encontrado confirmado que su manera de verse a sí misma, de considerarse fea, es la verdad. Es posible cambiar la imagen de sí mismo

Debido a esta supuesta "verdad objetiva", el individuo rara vez se percata de que la dificultad radica en la ev~luación que ha hecho de sí mismo. Si le decimos al vendedor antes mecionado que lo que ocurre es solamente que piensa que no puede vender, nos mirará con aire escéptico. Lo único que sabe es que ha hecho el intento una y otra vez, pero ¿dónde están los resultados? Si le decimos a la jovencita que es. de veras muy atractiva, también intentará demostrarnos que estamos eqUIvocados. Al fin y al cabo, no tiene ningún condiscípulo que sea su amIgo. Sin embargo, y lo que contaré son casos vividos por personas d.e carn: y hueso, ha habido vendedores que han llevado a cabo cambios casi milagrosos en su aptitud para ganarse la vida, y jovencitos casi antisociales que se han adaptado magníficamente al trato con sus condi~cípu los, cuando han comprendido la importancia que tenía el cambiar la imagen de sí mismos. - Porque, y esto es fundamental, se puede cambiar la imagen de. sí mismo. Nunca se es demasiado joven ni demasiado viejo para cambiar la imagen de sí mismo e iniciar una nueva vida, más productiva y creadora. En el pasado parecía difícil que nadie pudiera cambiar sus actos fundamentales, puesto que el esfuerzo principal se dirigía a la periferia del ego, en lugar de ir a la entraña del mismo. Son muchas las personas que han intentado servirse del "pensamiento positivo" para vencer algún obstáculo exterior o algún defecto del carácter ("la semana próxima descansaré más", "pasaré el examen"). Pero no han intentado cambiar su forma de pensar acerca del ego que tenía que hacer estas cosas. El "pensamiento positivo" puede utilizarse como una especie de muletas que ayuden a que se sostenga esta misma imagen antigua de sí mismo, pero el resultado no será realmente efectivo. Porque ¿cómo se puede pensar positivamente acerca de alguna situación si se lleva dentro de sí una opinión negativa ,acerca del propio ego? En este punto se

14


plantea un conflicto fundamental, pero muchos experimentos han demostrado que, una vez se ha cambiado la idea formada acerca de sí mismo, pueden realizarse, a menudo sin gran esfuerzo, otras cosas congruentes con este nuevo concepto. Prescott Lecky, pionero de la psicología de la imagen de sí mismo, llevó a cabo algunos experimentos convincentes. Veía la personalidad como un sistema de ideas todas las cuales parecen ser congruentes unas con otras. Creía que las ideas incongruentes con el sistema son rechazadas, mientras que se aceptan las que parecen congruentes. En el centro de este sistema de ideas se encuentra la imagen de sí mismo que la persona se ha formado, el concepto que tiene de sí mismo. Siendo maestro de escuela, Lecky tuvo oportunidad de poner a prueba su teoría en milIares de alumnos. (Sel] Consistency, a Theory 01 Personality). Lecky creía que si un alumno tiene dificultades en aprender alguna materia, ello puede deberse a que, desde el punto de vista del estudiante, la materia es incompatible con su propia manera de ser. Sin embargo, razonaba, si cambiamos el concepto que de sí mismo se ha formado el estudiante y que sirve de fundamento a esta actitud, estará en posibilidad de ver la materia bajo una luz distinta. Si el estudiante cambiase la definición de sí mismo, podría también cambiar su actitud para el estudio. Esto demostró ser cierto. Un alumno, que tenía muy mala ortografía y que fracasó en tantas asignaturas que no logró pasar un curso, obtuvo en el año siguiente calificaciones excelentes, y se convirtió en uno de los estudiantes más versados en ortografía de toda la escuela. Otro muchacho, eliminado de una escuela superior debido a sus malas calificaciones, fue un alumno que obtuvo las mejores de ellas en una de las universidades más afamadas -!le los Estados Unidos. Una jovencita que se había visto reprobada cuatro veces en los exámenes de latín, obtuvo una magnífica calificación después de haber sido orientada. Un joven, al que una oficina de pruebas le había dicho que carecía de aptitudes para la redacción, ganó en el año siguiente una mención honorífica en un concurso literario. Estos estudiantes no eran estúpidos ni carecían de aptitudes fundamentales. Padecían de imágenes inadecuadas de sí mismos y se identificaban con sus fracasos. Cuando fracasaban en una prueba o una asignatura, generalmente se clasificaban a sí mismos como "fracasados". Su cambio en el concepto que tenían de sí mismos no hizo más que liberar aptitudes latentes. Sirviéndose de este mismo procedimiento, Lecky curó el tartamudeo y el hábito de roerse las uñas de muchos alumnos. Mis propios archivos contienen casos reales igualmente convincentes:


15

La maestra de escuela que abandonaba de mala gana el lecho para enfrentarse a diario con sus alumnos y que, teniendo ahora una visión más exacta de sí misma, goza de sus relaciones con las alumnas. La estre'lla de cine euyos destrozados nervios la estaban obligando a casi retirarse y que, hoy en día, si~ miedo alguno a exponer sus sentimientos, se enfrenta a las cámaras ~~ temor. El jefe ejecutivo cuya timidez le impedía atender las responsabIlIdades de su labor, que hoy en día encuentra agradable la nueva imagen de sí mismo y que, debido a ello, logra que quienes trabajan con él lo hagan con más sosiego. Estos son casos reales. Otras personas, seres humanos que luchan igual que todos, han cambiado la imagen que tenían de sí mismos y también sus vidas. Todos podemos hacerlo. Descubrimientos de un cirujano plástico

A primera vista podría pensarse que existe muy poca relación entre la cirugía plástica y la psicología. Sin embargo, en el ejercicio de mí profesió~ de ~ir~jano ~lástico fue donde, por primera vez, me percaté de la existencia de esta Imagen de sí mismo que tienen todas las personas lo que me planteó una serie de preguntas que me llevaron a ímportante~ conclusiones psicológicas. Al comenzar a ejercer la cirugía plástica, hace ya muchos años, me asombraron los impresionantes y súbitos cambios de personalidad que a menudo se producían al corregir algún defecto facial. En muchos casos el cambio de la imagen física parecía crear una persona totalmente nueva: A ~enudo, mi bisturí parecía tener poderes mágicos, capaces no s610 de mejorar el aspecto físico del paciente, sino también de transformar toda la visión que el mismo tenía de la vida. Personas temerosas convertíanse e~ .osadas, el colérico hacíase amistoso, los que buscaban pasar desapercibidos anhelaban ahora un lugar en primera fila. Un ad~lescente "vil" y agresivo, que siempre estaba peleando con sus comp~neros de escuela, conquistó la aceptación de sus iguales cuando abandono sus defensas y se limitó a procurar ser amistoso. Un .hom~re.~ndole.nte de edad mediana, que justo alcanzaba a soportar la VIda, s~ntlO sur~lr dentro de sí nuevas esperanzas; sus antaño desesperadas pupilas reflejaban una vida que no habían tenido desde hacía muchos anos. 1 .La exp!icación de estos hechos es fácil. Por ejemplo: la joven del abio l:ponno que toda su vida había sido objeto de escarnio por sus compane~os de clase. Esto la hacía sentirse inferior. Su manera de pensar era negativa. Le obsesionaba la idea de que ninguna de sus amigas tenía

16


el labio leporino; éste era, a su parecer, la fuente de sus dificultades. ¿Por qué no había de sentir temor de verse atacada? Mostrábase retadora debido a su defecto físico, puesto que era un blanco adecuado para quien fuese cruel. Cuando la intervención quirúrgica corrigió su labio leporino ¿por qué no había de sentirse menos a la defensiva, no había de pensar en forma más esperanzada y no había de mejorar el concepto que tenía de sí misma? El hecho de que mejorase emocionalmente no constituyó sorpresa alguna. ¿Pero qué diremos de las excepciones que no experimentaron cambio alguno, incluso después que sus rasgos mejoraron gracias a la cirugía? Sí, también como cirujano plástico fueron mis "fracasos" los que realmente me enseñaron la inmensa importancia que tiene la imagen de sí mismo que se crea el individuo, porque, tras haber mejorado los rasgos físicos de una persona sin que al mismo tiempo se levantara su ánimo, hube de preguntarme qué era lo que había andado mal. Un día, hace ya mucho tiempo, una mujer de veintitantos años vino a mi consultorio. Tenía en la mejilla izquierda una profunda cicatriz sumida, que le recordaba constantemente un accidente automovilístico que había sufrido. Se la veía desdichada, descontenta consigo misma y con la vida. ¿Quién no lo estaría, en la situación de ella? -hube de preguntarme-. De niña, cuando se miraba al espejo al cepillarse los dientes o peinarse, veía un rostro perfectamente normal y comenzó a considerarlo como algo permanente. Ahora, cuando se mira al espejo, debe pensar: "¡ Cuán horrible soy! Antes tenía una cara normal y ahora mis dos mejillas son totalmente diferentes". Le dije que le quitaría la cicatriz y que, después de la intervención, volvería a ser bonita. -No se aflija-le dije-o La atenderemos muy bien. Me preguntó como se vería después, y la tranquilicé y procuré calmar sus temores. Más tarde hice la operación. Volvió al cabo de una semana. Le quité los vendajes y puse un espejo en su mano. La cicatriz de su mejilla era algo que pertenecía al pasado. Aguardé su reacción. Muchos pacientes desbordan de alegría cuando ven por primera vez su nueva y mejorada imagen. Pero la reacción de esta paciente fue imprecisa; no expresó ninguna emoción verdaderamente positiva. Esperé unos segundos y luego le dije: -¿Qué le parece? ¿Le gusta? -De veras, no veo mejora alguna- contestó ella.


17

Quedé atónito. Mi intervención había sido absolutamente feliz. _'Quisiera usted ver fotografías de antes de la operación? Mfró las fotografías de antes; luego examinó su nuevo rostro en el espejo de mano. -Se ve mejor -hubo de reconocer-, pero no me siento mejor. Casos como éste (y los ha habido en gran número) me ayudaron a comprender que no todas nuestras cicatrices son visibles; que hay algunas que son peores que las cicatrices físicas, que las llevamos muy adentro de nuestro ser y que son infinitamente dolorosas. Hablando con esta joven, me enteré de más cosas acerca de su cicatriz interna emocional; de un idilio desdichado y frustrado que había llegado a su fin hacía dos años, bastantes meses antes del accidente automovilístico. Todavía llevaba dentro de sí este pesar; la imagen que se había hecho de sí misma era muy triste. Seguía sintiéndose desdichada después de haberle suprimido la cicatriz física que, por comparación, era superficial. Todavía suspiraba por quien fuera su enamorado y pensaba que no podría ser feliz sin él. ¿Qué podría curarla? ¿Qué esperanzas podría acariciar? Físicamente era joven y atractiva, pero ¿qué podría eliminar su desesperación? Un cambio: la vigorización de la imagen que tenía de sí misma, de lo que sentía por sí misma. Si lograra mejorar la opinión que se había formado de sí misma, sentiría un impulso renovado, se adentraría en el mundo con mayor confianza, conocería a algún otro digno joven, y avanzaría hacia una mayor realización de sus impulsos naturales de vida. Ser sincero consigo mismo

"Esto por encima de todo: Sé sincero contigo mismo". escribió William Shakespeare hace muchos muchísimos años. Pero la verdad es que hay bastantes personas que no son sinceras consigo mismas. Al igual que la joven cuyo caso acabo de narrar, se rechazan a sí mismas. Después que la cirugía ha mejorado en forma impresionante su aspecto, desmienten el cambio, se niegan a reconocerlo, insisten en que se les ve exactamente igual que antes de la operación. No sirve de nada mostrarles fotografías de antes y después; incluso se encolerizan. La verdad es que la imagen que las personas se forman de sí mismas, ya sea buena, mala, o neutra, depende de los éxitos y fracasos préteritos. Este concepto del propio valer es muy importante, y mucho más profundo y ~ignificativo que un espejo. Las personas transportan esta imagen de sí rrusrnos a las actividades presentes y también a sus planes para el futuro.

18


Si la imagen que se tiene de sí mismo se nutre de éxitos préteritos, será agradable. Pero si hay inhibiciones que cerraron el camino al éxito, y los fracasos préteritos se afirman en la mente, la imagen que se tendrá de sí mismo será muy pobre, igual que en el caso de esta joven cuya reacci6n he expuesto. ¿Qué piensa el lector de sí mismo? Quiero \:lécir ¿qué piensa realmente de sí mismo, en lo más profundo de su ser? ¿Le satisface su propia imagen o se ve con desconfianza? ¿Espera demasiado de sí mismo o se queda sentado en actitud pasiva, esperando que la vida acuda a él, que la gente haga cosas por él? ¿Se ha señalado metas razonables que, de alcanzarlas, le ayudarán a sentirse completo y lleno de vida, o deja que otras personas sean quienes le digan lo que hay que hacer, lo que ha de pensar y cómo debe comportarse? ¿Cree que sus rasgos son correctos o abriga la idea oculta de que tiene la nariz demasiado larga o la boca demasiado grande? Lo que tiene verdadera importancia es 10 que él piense. En el transcurso de los años, son muchas las personas que han llegado a mi consultorio quejándose de defectos puramente imaginarios, subproductos de lo que tales personas pensaban de sí mismas. Hay las mujeres de edad mediana que están convencidas de que se ven "viejas" aunque su aspecto es normal y, a menudo, muy atrayente. Hay las jovencitas que están muy seguras de que son "feas", s6lo porque no son una copia físicamente exacta de la última estrella de cine. Hay hombres cuya falsa creencia respecto a su imagen física les impide alcanzar las metas que han señalado para su vida. Estas personas son los peores enemigos de sí mismos; su pensamiento les lleva a una muerte en vida. Cómo vivir gozosamente

¿C6mo, pues, se logra una vida dichosa? ¿Cómo hallar una vida gozosa en este mundo nuestro tan atareado y complicado? ¿D6nde está el secreto? En realidad, es muy sencillo. Para "vivir" realmente, para encontrar una vida gozosa, ha de tenerse una imagen de sí mismo adecuada y realista con la que se pueda vivir. Ha de sentirse satisfacción y confianza en sí mismo. Hemos de tener la impresión de que podemos expresarnos sin temor a ponernos en evidencia; hemos de sentir que no necesitamos ocultar nuestro verdadero ego. Hemos de conocer bien nuestro propio ego. La imagen de sí mismo tiene que ser realista, debe reflejar lo que en


19

verdad se es. Cuando la imagen de sí mismo es intacta y adecuada, procura una sensaci6n de bienestar; hace que el individuo se sienta lleno de confianza, presto para demostrarle al mundo lo que él es. Y se siente satisfacci6n por ello. Se exhala vida, se le da mucho a la vida y se obtiene dicha. Cuando la cirugía plástica corrige un defecto facial, se producen impresionantes camliios psicol6gicos solamente en el caso de que haya un cambio correspondiente en la deformada imagen que el paciente se había formado de sí mismo. De no ser así, el cambio no es más que superficial. Trabar amistad consigo mismo

He llevado, pues, al lector ante un escenario en el que habrá de verse poniendo en práctica los conceptos que esbozo en este libro. Tome un espejo y contémplese a sí mismo. Examínese larga y profundamente, y . no tema lo que habrá de ver. ¿Sabe lo que ha de ver? ¿Lo que ha de buscar? Me parece oir que alguien me responde: "Me veré a mi mismo". ¿Seguro? Verá alguien con orejas, ojos, nariz, piernas y brazos; pero, ¿son estos rasgos físicos lo que estamos buscando? No; hay que mirar más allá de estos rasgos. Han de buscarse: el rostro interior, las emociones, las creencias, el desconocido oculto que llevamos dentro' y que no es posible ver en el espejo. Esta es la imagen de sí mismo. Si es adversa, la imagen de sí mismo aprovecha los fracasos préteritos para socavar la personalidad del individuo, para convertirle en un fracasado en el presente. Si es amiga, echa mano a la confianza en los éxitos préteritos para darle al inviduo el valor necesario para vivir y mejorar. Hay que trabar amistad consigo mismo. S6lo entonces se llega a la dicha y se alcanza categoría como ser humano. En este escenario, en el teatro de la mente, se presentan dramas de los .que cada uno de nosotros es el personaje central que tiene como arrugo la imagen de sí mismo. -Pero -me dirá ellector-, no tengo ninguna cicatriz externa; mi cara es normal. ¿Se ha escrito este libro para mí? Innegablemente, sí. Menos del uno por ciento de los habitantes de l?s Estados U nidos tienen defectos faciales que reclamen la cirugía plás~ca; más del 99 por ciento tienen rostros normales. Pero de este 99 por CIento hay muchos que tienen cicatrices internas, imágenes deformadas

20


de sí mismos. Por eso, muchos de nosotros no alcanzamos a vernos como realmente somos. En las páginas de este libro se contienen sugerencias prácticas para mejorar la imagen de sí mismo y ejercicios destinados a acelerar la corriente de cambio positivo. El lector se señalará las metas que aspira a alcanzar: éxito, dicha, amigos, dinero, descanso, o cualesquiera que sean y, si son razonables, avanzaremos hacia ellas sirviéndonos del poder de las imágenes mentales. Para mejorar la imagen de sí mismo se ha de estar dispuesto a aplicar las energías mentales propias a llevar a la práctica estos vitales ejercicios. Quien se entregue a ellos arduamente, podrá cambiar. Y, lo que es más, los cambios quizá le parezcan milagrosos a él y a sus amigos. Pero hay que trabajar arduamente, pasando al escenario de la mente para actuar. El magnífico arte del actor Laurence Olivier no es fruto de la casualidad. Al comienzo se confunden los párrafos y se pierde la ilación; no hay que afligirse ni culparse por ello. Todo cambio reclama tiempo y esfuerzo, pero, si es constante, más adelante la obra marchará sin tropiezos. En una ocasión, el gran literato inglés Aldous Huxley escribió: "En el universo hay un solo rincón del que se puede estar seguro de mejorarlo: el propio ego". Y esto es justamente lo que vamos a hacer.

2 Verdad e imaginación, claves de la personalidad

Va el lector a cambiar la imagen de sí mismo. Está ya cansado de tenerse en poco, de amontonar censuras acerca de sus actos y pensamientos. Quizá no esté aún convencido de si vale la pena darse tantas molestias, pero, de todos modos está decidido a llegar a verse con or~ll~. Y lo logrará si está dispuesto para esta labor. Le prometo que sus imagenes mentales pueden cambiar y, con ellas, su propia vida. Sin embargo, ante todo hemos de escoger el equipo que vamdos ~ utilizar en esta rectificación total de la imagen que se ha formado e SI mismo. Nuestro primer instrumento es extremadamente poderoso. Se trata, sencillamente, de la verdad. "Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará" (San Juan VIII; 32) "La verdad arrasada volverá a surgir" (Bryant). Sí; la verdad nos sostiene o nos abate. La importancia que tiene en nuestra vida es avasalladora. ¿Cuál es la verdad respecto a uno mismo? ¿Está convencido el lector de que la imagen que tiene de sí mismo es fiel? ¿Se ve a sí mismo como un tonto, como un bufón? ¿Como un cobarde? ¿Como un héroe? ¿Como . el dueño de su propio destino o como una víctima del mismo? Al situarse en el escenario de la vida y contemplarse en el espejo ¿cómo se juzga a sí mismo? ¿Cuáles son sus puntos buenos y cuáles los malos? ¿Se siente complacido de sí mismo? ¿Es su propio amigo o un . enemigo? La exploración más importante a la que se enfrenta hoy la humanidad, y cada uno de nosotros personalmente, no es la exploración del espacio exterior, sino la del espacio interior. Esta exploración puede cambiar civilizaciones enteras y puede mejqrar la vida personal por medio de la aventura más remuneradora de toda la existencia. ¿ Cuál es la verdad real que encierra nuestro ser?

Me parece oír al lector diciendo: "Claro que conozco la verdad de mi mismo! Si yo no me conozco ¿quién me conocerá?" 21

22

VERDAD E IMAGINACION, CLAVES DE LA PERSONALIDAD

Pero los psicólogos y psiquiatras han dicho repetidas veces que la persona más difícil de evaluar objetivamente es uno mismo. Seguramente que, si el lector se detiene a pensar en las personas que conoce, estará de acuerdo conmigo. Todos nosotros conocemos personas inteligentes que se creen estúpidas, personas de facciones correctas que se imaginan ser feas, y personas que se rebajan.constantemente tomando como fracasos sus éxitos. . A menudo, en el ejercicio de mi profesión de cirujano plástico he conocido personas cuya evaluación de sí mismos era burdamente inexacta. Recuerdo un paciente, un joven tímido de menos de 20 años. Su "verdad" acerca de sí mismo consistía en que era débil. Que su barbilla sumida le había condenado a una vida desdichada. Cuando vino por primera vez a mi consultorio, tenía 18 años y estaba a punto de ingresar en la Universidad, pero ni tan siquiera quería intentarlo. Su impresión era que no valía nada. Sus calificaciones en la escuela secundaria habían sido bajas; había dejado trascurrir indolentemente cuatro aburridos años. No había tomado parte en ninguna actividad física, no tenía amigos verdaderos; se había encerrado en sí mismo y había muerto interiormente. ¿Por qué iba a ser mejor la universidad? Cifraba en mí su última esperanza. ¿Podría yo hacer algo con la barbilla que el Destino le había atribuido? Algo andaba mal en la imagen que se había hecho de sí mismo. Lo vi inmediatamente porque, si bien su barbilla no era clásicamente per. fecta, tampoco era diferente a otros millones de barbillas. Estos otros millones de personas seguramente no llegaban ni tan siquiera a fijarse en una tan leve imperfección. Pero a ese muchacho le tenía obsesionado. El hundimiento de su barbilla era demasiado ligero para que necesitara de la cirugía plástica; por ello, en lugar de op}rarle, le hablé de su defecto, le pregunté cuándo había comenzado por primera vez a afligirse por su barbilla y por qué la relacionaba con la debilidad. Después de varias veces de charlar con él conocí todo el caso. Cuando tenía 10 años había oído a sus padres hablando de él mientras pensaban que estaba dormido. -No sé a quien se parece -había dicho el padre-. No tiene la barbilla de la familia. ¿No te parece raro? El muchachito miróse al día siguiente en el espejo. Antes, jamás se había fijado en su barbilla pero, en ese momento, le pareció horrible. ¿Cómo le había pasado por alto lo hundida que era? Tomo el álbum de la familia y examinó los retratos de sus parientes: tíos, abuelo y primos. Rasgos acusados, en especial los de los hombres -pensó-. Ni uno solo con la barbilla hundida. Yo soy el único.

VERDAD E IMAGlNACION, CLAVES DE LA PERSONALIDAD

23

por desdicha, no les dij~ ~ sus padres que les ha~ía e~cuchad~ ni ca buscó ayuda que aliviase su tormento. A los diez anos, considetampo . dó , 1 ., d dose a sí mismo como un proscnto, guar o para SI a nOCIOn e su ran fli . , ' 1 débil barbilla como una a iccion propIa y persona. Al llegar la adolescencia, fue, haciéndose más ~ más mar~ada su sibilidad por la barbilla. Temía que la gente VIese su perfil, y se . . sen . esforzaba siempre en que le VIesen de frente. E sto 1e 11' evo a situaciones ridículas, en las que estaba constanteme.nte cambiando de lugar, para impedir que viesen su desgraci~do perfil. Todos c~~denzdarpon a'l~otar cuan nervioso se le veía y burlaronse de su excentnci a. or u timo, les dijo a sus padres cuán amargado le tenía su barbilla, y ellos le llevaron a mi consultorio. Por fortuna pude ayudarle. Le dije que, objetivamente, su barbilla da d" respec t o a SI" mismo no era m as' no tenía nada de ma 1o; que su " ver que una ficción. No sólo le dije esto, sino que también le dije que no tenía nada de débil, que había de comprender que era tan bueno como cualquier otro muchacho. ~onseguí la ayu~a de sus padres. Co~o es natural, su padre había olvidado desde hacía mucho tiempo que Jamás hubiese formulado el comentario que hirió al muchacho, comentario que había sido casual e inocente cuando lo hizo. El padre y la madre me aseguraron que su hijo era un joven espléndido y que su barbilla, aunque no era la típica de la familia, era razonablemente normal. Como es natural, cuando se ha tenido de sí mismo un concepto determinado durante 8 años, no se le desvanece en un día. Después de varias semanas, con sus padres ayudándole a que viese la verdad, el joven comenzó a sentirse más. en paz consigo mismo. Poco a poco fue cambiando la verdad que se había formado de su propio ser. Fue a la Universidad y, al mismo tiempo que mejoraba la estima en que él mismo se tenía, alcanzó a ser un magnífico estudiante. Se especializó en lenguas extrajeras, llegó a ser un buen escritor, se casó, tuvo hijos y hoy no pierde el tiempo afligiéndose por una idea absurda que no responde a la verdad. Los actos de las personas dependen siempre de lo que creen que es la verdad acerca de sí mismo y de lo que les rodea. Esto es fundamental; es la manera en que estamos formados. Obramos como si nuestros conceptos fuesen válidos, por más mal orientados que estén. Los experimentos de hipnotismo ilustran también este punto. En determinado momento de su brillante carrera como jugador de baseball, Don Newcomb sintió temor a viajar en avión. El gran lanzador creía conocer la verdad: que cualquier avión que él abordase habría de estrellarse.

24

VERDAD E IMAGINAClON, CLAVES DE LA PERSONALIDAD

Newcomb fue a ver a un hipnotizador. Ya en estado de hipnosis, le dijo que su avión no caería, y el hipnotizador compró pasajes de ida y vuelta en avión, de Nueva York a Detroit, para sí y para Newcomb. Aparentemente convencido de veras de esta nueva verdad, Don viajó sosegadamente y gozó con la excursión. Maury Wills, parador en corto de los Dodgers de Los Angeles, también fue aliviado por medio del hipnotismo. Wills, magnífico en el robo de bases, tuvo una época en la que comenzó a preocuparse por sus piernas. Sentía que le dolían, pero no había causa alguna para el dolor. Tras haberlo puesto en trance, el hipnotizador' le dijo que sería una lástima que su preocupación socavase su habilidad en el robo de bases. Con gran asombro de Wills, su dolor desvanecióse. El hipnotizador le había dicho, en forma indirecta, la verdad respecto a sus piernas, y Willis la había aceptado. Estando en trance hipnótico, las personas han actuado de acuerdo con las verdades más inverosímiles. Al decirles que el agua es champaña, se han embriagado; al informárseles que el tiempo es caluroso, han sudado; al decírseles después que hacía frío (en idénticas circunstancias e igual temperatura), se han puesto a temblar y se han envuelto en más ropa. Al decirle a, un sujeto hipnotizado que él era Frank Sinatra, alargó la mano para asir un inexistente micrófono y se puso a cantar hasta que el hipnotizador le dijo una nueva "verdad", a la que se ajustó rápidamente. Estas personas sujetas a hipnosis aceptaban nuevas verdades, unas de ellas falsas y otras ciertas. Pero dejémoslos ya. ¿Qué diremos del lector? ¿Cuál es su verdad acerca de sí mismo? ¿Se subestima a sí mismo? Esto es algo que hacen la mayoría de ~s personas. ¿Su verdad acerca de sí mismo es que está demasiado flaco, que tiene la nariz demasiado larga, que es estúpido, que nunca tendrá ningún éxito, o que tiene mala suerte? Estas no sólo son "verdades" negativas, sino que también son falsas. Ha de recordar que Dios le creó para su fin: hacer el bien en este mundo, para sí y para sus semejantes. Tiene que recordar que, por dolorosas que hayan sido nuestras experiencias préteritas, todo ser humano encierra en sí mismo algo único y positivo. Tiene que comprender que, por' más pisoteado que haya sido, cada uno de nosotros tiene algo bueno que ofrecer. Son demasiados los que se hipnotizan (y esta no es una expresión demasiado fuerte) a sí mismos con falsas creencias acerca de su propia personalidad, con "verdades" críticas que un verdadero enemigo real ni tan siquiera osaría pensar. Los sentimientos de inferioridad se basan en pruebas que cualquier jurado de mente honrada rechazaría. Esta "ver-

VERDAD E IMAGINAClON, CLAVES DE LA PERSONALIDAD

25

dad" no tiene nada de verdadera; a menudo no es más que una acusación, basada en prejuicios, dirigida contra el propio ser; una verdad más dura y cruel que la que se osaría formular contra ningún conocido. Quien se subestima de esta manera se hace la misma justicia que la que le concedería una turba entregada al linchamiento. Cada ser humano es único

Dios no ha hecho a la raza humana en serie; las personas no van saliendo de una línea de montaje, de manera uniforme, como los automóviles último modelo. Dios hizo a los seres humanos dándoles formas y estaturas distintas, y hasta diferente color de piel. Creó a los seres humanos con distinciones aún mucho más sutiles. Nos ha hecho, a cada uno de nosotros, únicos y distintos, y no fijó norma alguna a la que tengagos que conformarnos. Cada ser humano es único; ésta es una verdad evidente. Este hecho debe verse como una fuerza vital positiva, y no como un hecho que sirva de base a un sentimientc de inferioridad. Sin embargo, la mayoría de la gente echa a perder su vida con sentimientos de inferioridad, levantando así obstáculos que se alzan entre ellos y el éxito y la dicha. Cada uno de los seres humanos de este mundo es, en algún aspecto, inferior a alguna otra persona. Es innegable que yo no puedo lanzar una pelota de golf tan lejos como lo hace Arnold Palmero Tampoco sé bailar también como lo hace Fred Astaire. Y, puestos a comparar, nunca podré ser igual a Casius Clay ni como pugilista ni como payaso. El reconocimiento de estas carencias no me hace sentirme, en modo alguno, inferior. No me comparo con ellos; me acepto a mí mismo tal como soy. A diario conozco personas (tenedores de libros, vendedores, directores de sociedades anónimas) que son superiores a mí en algo. ¿Y qué? Estas personas no saben mejorar un rostro con cicatrices, y hay otras muchas cosas más que yo puedo hacer mejor que ellos. Y tampoco ellos tienen motivo alguno para sentirse inferiores a mí debido a estas razones. Cuando nos sentimos inferiores, se debe a que nos medimos comparándonos con alguien diferente, y a que aceptamos muy convencidos , la idea totalmente ridícula de que deberíamos ser iguales a "alguien" o incluso a "todos los demás". Sin duda alguna, éste es un falso concepto, puesto que este "todos los demás" está compuesto de individuos de los que no hay dos que sean iguales. Vamos apilando pruebas contra nosotros mismos y, las más de las veces estas pruebas se basan en premisas falsas.

26


En su crueldad consigo mismas, muchas personas creen que son tan inferiores que no pueden, sencillamente, vivir consigo mismas. Para hacerse tolerable la vida, se afanan por ser superiores. Entonces se acicatean continuamente a sí mismos, con 10 que logran hacerse absolutamente desdichados al quedar aprisionados en una red de falsas verdades. Inferioridad y superioridad no son más las dos caras de una misma moneda, y el remedio se encuentra en comprender, simplemente, que la moneda en sí es falsa. Porque la verdad escueta es que nadie es "inferior" ni "superior" a los seres humanos semejantes suyos. Cada quien tiene su "ego", y eso es todo. La verdad es que, como personalidad, nadie entra en competencia con nadie. Dios hizo de cada quien un individuo único. Jamás se es lo mismo que otra persona, y nunca se dispuso que así fuera. Esto no es algo faJso, no es una píldora que yo haya dorado para que sea más fácil de tragar. Es la verdad real. Lo falso es la verdad negativa respecto a la propia personalidad. El pensamiento puede lograrlo

El lector quizá piense: "Todo esto está muy bien; pero las verdades acerca de mí mismo son negativas y llevan mucho tiempo siéndolo. ¿Es que puedo cambiarlas?". Sí, puede hacerlo. Debe pensar cosas nuevas y diferentes acerca de sí mismo. Debe verse a sí mismo bajo una nueva luz, como un individuo que no es igual a nadie más de la tierra. Ha de olvidar sus fracasos pretéritos, enterrarlos y pensar en sus éxitos, por contados que hayan sido. Debe recordar que tiene consigo mismo la obligación de hacer que su vida en este mundo sea lo más dichosa posible. , Hay que creer en esta nueva verdad y obrar de acuerdo con ella. Hay que decidirse a ser amigo y no enemigo de sí mismo. No estoy diciendo que a nadie la sea fácil cambiar sus verdades fundamentales; pero, si se persevera en ello, siguiendo las sugerencias que brindaré en este libro, entregándose plenamente a los ejercicios prácticos en el mismo contenidos, le asegura al lector que podrá lograrlo. Al hacerlo así, podrá cambiar la imagen de sí mismo que habrá de acompañarle toda la vida. Cómo convertir el "cómo sí" en realidad

• La segunda pieza del equipo es de carácter funcional y creador, y ar.udará a la mayoría a formarse una imagen fiel y triunfante de sí nusmos. Este segundo instrumento es la imaginación.


27

La imaginación es tan huidiza como la alegría o la pena. No se la puede guardar en un frasco ni tomarla de otro. No tiene forma y, sin embargo, la da a la personalidad. La imaginación es lo que da la 1 mayúscula a "Imagen". La encontramos en todos nuestros actos. La imaginación es lo que nos señala la meta hacia la que avanzamos. Obramos o dejamos de hacerlo; nuestros actos se aceleran o paralizan debido a la imaginación. Quien emplee la imaginación de manera positiva puede hacer de sí mismo algo más grande. La escuela de actuación teatral metódica de Stanislavski nos brinda un maravilloso ejemplo de la imaginación puesta en práctica. El actor de esta escuela que desempeña un papel de rey en un drama de Shakespeare, procura pensar como si fuese tal rey. Intenta ponerse a sí mismo totalmente dentro de la piel de ese rey. Avanza por el escenario y proyecta este afán suyo como si fuese una realidad viva para el público que lo contempla. En general, los actores son capaces de lograrlo. Un día del año pasado visité una escuela de arte dramático cuando estaba programada una clase del director. Me sumé a cierto número de personas que formaban un grupo que estaba informalmente de pie, viendo una escena que el director había planeado para dos personajes jóvenes, una de ellas una actriz muy conocida. La joven desempeñaba en esta obra el papel de una muchacha del siglo XVI o xvn a la que se acusaba de brujería; cuando se imaginaba ser esta muchacha, desempeñaba tan bien su papel que, al ser acusada en el acto del juicio, al levantar la colérica mirada al cielo, me pareció ver en ella a la propia fuerza del mal. Hacía posible comprender cómo la gente ignorante y supersticiosa de aquella época podía creer en algo, en realidad. tan absurdo, como la brujería. Valiéndose de la imaginación, algunos actores son capaces de cambiar totalmente las imágenes que proyectan. Dick Powell dejaba de ser un cantante y bailarín para convertirse en un detective rudo y mal encarado, y alcanzaba el éxito en ambos papeles. James Cagney ha desempeñado con igual realidad el "muchacho bueno", el asesino perverso o un excéntrico capitán de navío, Tras haber sido durante muchos años la joven dulce y hogareña, June AlIyson desempeñó el papel de una astuta embaucadora y lo hizo muy bien. Hay actores que saben cambiar la imagen de sí mismos con tanta habilidad que, cuando les vemos en la pantalla, se nos hace difícil reconocer incluso su cara, que ya hemos visto en otras películas. Creo que este caso se da en Geraldine Page, cuyo papel de mujer entregada a las drogas, en la película "Sweet Bird of Youth", parecía no guardar rela-

28


ción alguna con el de púdica solterona que hizo en "Summer and

Smoke". Pero el empleo de la imaginación no es algo propio solamente de los actores ni de los demás artistas creadores. Todos la utilizamos, al igual que ellos, todos los días. Quien tiene una preocupación está poniendo su imaginación en juego, para verse a sí mismo y lo que le puede acontecer. La preocupación es un estado mental, bastante anterior a los acontecimientos. ¿Nos preocupan cosas que nunca cobran realidad?

Demasiados de nosotros utilizamos la imaginación en sentido negativo; nos preocupamos. No es que a veces la preocupación no ejerza una función positiva; puede prevenir catástrofes e incluso salvarnos la vida. Pero muchas personas se preocupan en forma destructiva. Ponen en alto a sus energías creadoras; se abstienen de relajarse y están continuamente imaginando cosas que jamás llegan a cobrar realidad. Hay una persona que conozco, un hombre de negocios, cuyo padre, gran fumador, murió hace cinco años de cáncer de la garganta. En todo momento, desde la muerte de su padre, este hombre ha estado preocupado por el cáncer. Primero dejó de fumar, peto esto no detuvo el torrente de su angustia. Al primer síntoma de resfriado, o tan siquiera de voz ligeramente enronquecida, corría a ver al médico. Estaba pensando en el cáncer en todo momento. Cuando, en diarios y revis'rs, leía artículos acerca del cáncer, aumentaba su preocupación y leía menos. Por último, estas imaginaciones suyas dominaron su vida y, decidiendo que ya había tenido bastantes, retiróse del trabajo pensando que ello le ayudaría a relajar su tensión. Sin embargo, sigue preocupándose, pero su salud sigue siendo buena. Una mujer, ex paciente mía, tiene una imaginación que la atormenta todos los días de su vida. En lugar de una preocupación tiene muchas. Teme los ataques cardiacos, los holocaustos nucleares, el derrumbe de la bolsa de valores y la muerte de seres queridos, y dedica a fines negativos el don de la imaginación que Dios le dio. Claro está que, de vez en cuando, suceden cosas desagradables. No quisiera que el "nunca" por mí mencionado se tome al pie de la letra. Pero las personas como las mencionadas, que se preocupan constantemente, se imaginan cosas que, para ser exactos, suceden raras veces. y su preocupación puede hacerles más mal que bien.


29

Es posible conseguir del jefe el aumento de sueldo deseado

Examinemos una situación muy corriente y veamos cómo es posible utilizar, positiva o negativamente, la imaginación, y cual será el resultado en cada caso. . Se trata de un empleado de oficinas. Ha estado ocupando el mismo empleo durante dos años y desea un aumento de sueldo. Su impresión es que tiene derecho a mayor paga, puesto que ha llevado a cabo una buena labor. Le ha nacido un hijo más y necesita el dinero. Pero se siente desanimado cuando se imagina cuál habrá de ser la reacción del jefe. He aquí el desarrollo mental que hace de la entrevista que habrá de tener con aquél. Toca tímidamente a la puerta del jefe (siempre le ha tenido miedo) y entra en su despacho particular. El jefe estará hablando por teléfono y firmando cartas, todo al mismo tiempo; y nuestro hombre se sentará a aguardar que deje de hablar por teléfono. Nuestro protagonista se revuelve en su asiento y está pensando si de veras es 'tan buena su idea de pedir un aumento; podría aguardar otros seis meses y, al fin de cuentas, su jefe está muy ocupado. Nuestro hombre se preocupa por lo que habrá de decir en primer lugar. Quizá el jefe se moleste si le pide el aumento en forma demasiado directa. Quizá fuese mejor comenzar a hablar de algún tema inocuo, tal como el tiempo o ..• ¿Cree el lector que esta persona conseguirá el aumento? Lo dudo mucho. Su imaginación le ha traicionado. Se ve a sí mismo como un fracasado. Y probablemente habrá de fracasar. Ahora volvamos de nuevo a que utilice la imaginación, pero esta vez a su favor. Una vez más nuestro hombre desarrolla mentalmente la situación. Llama a la puerta del jefe. No llega a derribarla, pero tampoco se siente tímido al tocar, puesto que va a pedir un aumento que sabe que merece. Se dirige al escritorio del jefe con paso seguro y confiado, y se sienta esperando que aquél acabe de hablar por teléfono. Una vez ha terminado, le pide el aumento sabiendo muy bien que es merecedor hasta del último centavo que pide, y que el jefe también lo comprende así. Tiene confianza en que logrará lo que se propone: el aumento de sueldo. ¿Cree el lector que esta vez lo conseguirá? Yo sí lo creo, puesto que , está utilizando la imaginación para realzar la imagen que se ha formado de sí mismo, Dicho en pocas palabras, está apostando a su propio favor. Conozco personas que han utilizado la imaginación para ver oportunidades donde los demás no veían nada. Hubo un personaje, con poca instrucción si la apreciamos a base de títulos universitarios, que hace veinticinco o treinta años compró unas cuantas casas de pobre aparien-

30


cia en una zona poco urbanizada, situada a menos de un kilómetro del Parque Central de Nueva York. No era persona adinerada, pero ahorró dinero y compró estas fincas. La gente se rio de él, y le tuvo por idiota. Pero, en realidad fue el más inteligente; tuvo visión. Supo ver que se acercaba el día en que aquel barrio, no demasiado alejado del gran parque, habría de mejorar. Hoy en día es millonario y la gente dice que es un genio de los negocios. La verdad es que este hombre tuvo confianza en su imaginación. Si en el día de hoy gozo de buena fama como cirujano plástico, es debido a que me serví de la imaginación y me señalé unas metas. Hace más de treinta años, cuando comencé mis estudios de medicina y les decía a mis conocidos que me interesaba la cirugía plástica se burlaban de mí. En aquella época era una especialidad poco conocida. "¿Dónde podrás estudiar?" me preguntaban. Mi madre lloró. Quería que ejerciese la medicina general, para que llegara a ser el ayudante del médico de nuestra familia, con el fin de poder formarme una clientela fija y segura. Pero yo tenía esta visión y me imaginaba la manera en que podría ayudar a la gente por medio de la cirugía plástica; cómo podría darles un rostro nuevo que les ayudaría a sentirse mejor respecto a sí mismos. Le aseguré a mi madre que sabía lo que hacía, y me dispuse a alcanzar la meta que me había señalado. En París, Berlín, Viena y Londres estudié con médicos que habían hecho cirugía plástica durante la primera guerra mundial. Después volví a los Estados Unidos y abrí mi consultorio. Todos me vat¡icinaban el fracaso. Pero la imaginación me decía que el público necesitaba un cirujano plástico y yo estaba en lo cierto. El primer mes fue muy difícil, pero después mi clientela fue aumentando. Poner una sonrisa en la imagen de sí mismo

-¿Y que me dice de mí? -preguntará el lector-o ¿Qué puedo yo hacer? Puede hacer mucho. Voy a mostrarle cómo ha de usar su imaginación en forma favorable para mejorar la imagen que se ha formado de sí mismo, y voy a darle una nueva vida. Digo "nueva" porque demasiados de nosotros nos hemos rendido ya frente a la vida; la imaginación nos ha abandonado. En una ocasión, Napoleón Bonaparte escribió: "La raza humana está gobernada por la imaginación".


31

Pero, por desdicha, para muchas personas la imaginación no es un buen gobierno. Es fuente de muerte y fracaso. " ... pero la Imaginación tiene conciencia de que su dominio es indestructible", escribió el gran poeta inglés William Wordsworth. Es cierto, pero ¿el dominio de la imaginación nos llevará al éxito o al fracaso, a la dicha o a la aflicción? En estas páginas el lector aprenderá a servirse de más imaginación como instrumento para la dicha, como medio para formar una imagen sana de sí mismo. El habemos percatado ahora de que nuestro comportamiento brota de las imágenes y creencias que nos hemos formado nos proporciona una nueva podFrosa arma para cambiar la personalidad. Nos abre una nueva puerta que lleva a una vida mejor. Todos obramos y sentimos de acuerdo con la imagen que la mente se ha formado de cómo son las cosas, que podría ser muy diferente de la realidad. Además, si la imagen mental que nos hemos formado de nosotros mismos está deformada, la reacción que tendremos frente a cuanto nos rodea estará doblemente lejos de la realidad. Si nos imaginamos a nosotros mismos actuando en situaciones específicas, nos encontramos casi lo mismo que en una actuación real. La práctica mental nos ayuda a actuar mejor en la vida real. Empleando circunstancias experimentales por él reguladas, un psicólogo descubrió que la práctica mental puede hacer que las ,personas lancen dardos con gran precisión. Los sujetos por él empleados sentábanse a diario frente al blanco, imaginando que estaban lanzándole'dardos; esto mejoró su puntería tanto como el lanzar realmente las flechitas. Los jugadores de golf se valen de esta técnica. La próxima vez que el lector vea un torneo de golf en la televisión, fíjese en la forma en que el profesional ensaya su golpe, e imagine lo que va a suceder antes de que,' en realidad, golpee la pelota. El boxeo contra un adversario imaginario es un clásico ejemplo de personas que utilizan la imaginación para prepararse con el fin de llegar al éxito en el pugilismo profesional. ¿Cómo puede esto ayudar al lector? Puede prácticar este boxeo "imaginario" en aquellos puntos que tienen importancia para él. Ya di un ejemplo de película mental cuando expuse el caso de la petición de un aumento de sueldo al jefe. El personaje que probablemente consiguió el aumento veíase a sí mismo como una persona sonriente y eficiente, e imaginó al jefe respondiendo a la integridad de la imagen que nuestro hombre tenía formada de sí mismo. ' Esto puede dar resultado a todos. Se puede llegar a ser una persona más positiva. Cabe imaginar el ego que se quisiera ser y verse a sí mismo

32


desempeñando nuevos papeles. Se puede cambiar la personalidad, llegar a ser más entero de lo que se había sido jamás, si la imagen de sí mismo que se llegue a crear es más vigorosa. Vamos, empero, a dejar una cosa muy en claro. La finalidad de la psicología de la imagen de sí mismo no es crear un ego ficticio que sea omnipotente. Esta imagen es tan falsa como la que es inferior. Nuestra finalidad es descubrir, de manera realista, lo mejor que tenemos dentro de nosotros y sacarlo a la luz. ¿Por qué habríamos de seguir rebajándonos? El mecanismo del éxito

La gran importancia de la imaginación está en que puede poner en actividad el mecanismo del éxito, el gran mecanismo creador que todos llevamos dentro que puede convertir en realidad el éxito en la vida. Este mecanismo lo he descrito con todo detalle en mi obra PsychoCybemetics, * que el lector deberá conocer si quiere lograr una comprensión técnica total del mismo. La ciencia de la cibernética nos ha llevado a comprender que lo que llamamos "mente subconsciente" no es una "mente" sino un servomecanismo que lucha por alcanzar una meta y que está constituido por el cerebro y el sistema nervioso dirigidos por la mente. No tenemos dos "mentes", sino una mente o conciencia que gobierna una máquina automática orientada hacia una meta. Esta máquina funciona, básicamente, como un servomecanismo electrónico, pero es más maravillosa que cualquier cerebro electrónico hecho por el hombre. Este mecanismo interior es impersonal. Trabajará automáticamente para alcanzar las metas que le hayamos señalado. Introduzcamos en él "metas de éxito" y funcionará como un "mecanismo de éxitos". Introduzcámosle fines negativos, y funcionará como un "mecanismo de fracasos". Al igual que cualquier servomecanismo, debe tener un objetivo claramente definido hacia el que debe avanzar. Nuestro mecanismo automático busca alcanzar objetivos que se le han presentado en forma de imágenes mentales, que nosotros creamos utilizando la imaginación. La principal imagen-meta es la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos, que define los límites de cuanto emprendemos, las zonas dentro de las cuales hemos de obrar. .

* De esta obra se ha publicado una traducci6n española con el título PsicoCiblrnética a cargo de nuestra editorial. (N. del E.)


33

Nuestro mecanis~o creador traba~a Con los datos que le proporcionamos, exactamente Igual que cualquier otro servomecanismo. Nuestros pensa~ientos van entrando en él, planteando los términos del problema que tiene que resolver. En este sentido, nuestras creencias e imágenes mentales determinan por anticipado los resultados finales. Si a nuestro mecanismo automático le facilitamos información respecto a nuestra inferioridad (el reflejo de una pobre imagen de nosotros mismos) tratará estos datos trabajando como un "mecanismo de fracasos", traduciéndolo todo a experiencia objetiva. Somos demasiados los que obramos así. Para acelerar la determinación de sacar más partido de la vida, hay que aprender a utilizar este gran mecanismo creador como un mecanismo do éxitos y no como un mecanismo de fracasos. Hemos de crear nuevas formas de pensar e imaginar, para que así vayamos formando una imagen vigorosa de nosotros mismos, orientada hacia la realidad . ' que nutra el mecanismo del éxito, abriendo el camino hacia la dicha. En el ejercicio práctico de este capítulo así como de los capítulos sucesivos, habré de mostrarle al lector la forma en que debe utilizar la imaginación para poner una sonrisa en la imagen de sí mismo, más vivacidad en su paso, y un cántico en su alma. Le mostraré cómo deben representarse sus éxitos pretéritos, no sus fracasos, y cómo llevar esta feliz imagen de sí mismo a un primer plano, para alcanzar el éxito de su actuación, que habrá de constituir una vida mejor. Ejercicio práctico número 1: Formar una nueva imagen de sí mismo

La imagen actual que el lector se ha formado de sí mismo procede de imágenes mentales que creó en el pasado, dimanantes de los juicios que se formó acerca de sus experiencias de la vida. Ahora pondremos manos a la obra para que el lector se forme una imagen sana de sí mismo, valiéndonos para ello de esta misma utilización de la imaginación. Pero, ante todo, el lector debe recordar esto: No hay cambio que se produzca sin esfuerzo. Para lograr los resultados a los que aspira, tiene que trabajar arduamente. '. l?e~erá estar dispuesto a dedicar a diario algún tiempo para este eJercI~lo, así como para los demás ejercicios prácticos contenidos en este libro. Le sugiero que aparte para ello una hora al día. No debe c~n~ez:tirse en esclavo de este horario, pero sí deberá imponerse cierta disCIplina para que nueve de cada diez días practique estos ejercicios, hasta que consiga los resultados que apetece. Si para el lector tiene al-

34

VERDAD E IMAGINACION, CLAVES DE LA PERSONALIDAD.

guna importancia el mejorar la imagen que se ha formado de sí mismo, e innegablemente debe tenerla, encontrará tiempo para ello. Hay que sentarse o tumbarse en un lugar silencioso y tranquilo. Hay que relajarse y ponerse lo más cómodo posible. Luego se cierran los ojos y se deja que la imaginación, con que Dios nos dotó, trabaje para nosotros. El lector deberá proyectarse a sí mismo en la pantalla de su mente tal como realmente es. Debe imaginarse que está mirando una pantalla de cine en la que ve pasar una película de sí mismo. Debe verse en una situación que fue para él un problema, y tal como estuvo en sus mejores momentos mientras se enfrentaba a dicha situación. No puedo decirle cuáles habrán de ser los puntos específicos en los que habrá de enfocar su atención; esto es algo totalmente personal. Pero sí puedo brindarle un ejemplo imaginario, que puede servirle como punto de referencia. Supongamos que quien me lee es una joven de 22 años, soltera, y que ha dejado su empleo de taquígrafa porque no le gustaba. Busca empleo. de secretaria particular y sabe que podrá ocuparlo muy bien. Su dificultad está en que las personas que la entrevistarán cuando solicite empleo la ponen nerviosa y retraída. Cada vez que ha buscado empleo, la imagen que tiene de sí misma ha acusado debilidad. No, esto no es totalmente verdad; hubo una ocasión, cuando tenía 16 años y quería un empleo de maestra auxiliar de natación en un carnpamento de verano para jovencitas. Aquel día se sentía muy bien. i Magnífico! Represéntese pues aquella entrevista, viendo y sintiendo cada uno de los detalles en la imaginación. Entró en el edificio de oficinas y sus altos tacones repiqueteaban alegremente en el piso del vestíbulo. Las oficinas del campamento estaban en el decimotercer piso, y esta falta de supersticiones le hizo sonreír. Sonrió también al ascensorista, y éste correspondió con un cordial: "Buenos días". La oficina del campamento ocupaba un solo despacho pequeño, pero ello no la hizo sentirse molesta. Sentóse y alisóse el vestido. Este día llevaba el vestido negro de botones dorados y su cabello resplandecía. Sabíase bonita y la entrevista no la preocupaba; sentíase demasiado bien para que así fuese. La entrevistadora, sentada en un sillón giratorio tapizado con cuero, le pareció amistosa porque también ella sentíase así. Siga proyectando mentalmente esta escena con todo detalle, sintiendo una vez más la confianza que experimentó durante esa entrevista. Véalo todo con los ojos de la mente: el escritorio de caoba, los anteojos de la entrevistadora, etc., hasta que este éxito de mi lectora sea parte de ella y se sienta dispuesta a actuar a base del mismo, olvidando sus temores


35

de otras entrevistas, y haciendo que esta nueva confianza sea parte de .. . ., , una mejor imagen de sí misma. Este ejemplo lo he creado en nu lmagma~lOn ~ol~ para mostrarle ~ uien me lea el sentido general de lo que qmero significar, Ahora aphq mi lectora este poderoso met étodo que o a su orooi prOpl? caso rea1. .' Quizá quien me lee es un hombre ya sesenton. Ya no trabaJa'! ded'ca gran parte de su tiempo a actividades cívicas. Goza perteneciendo 1 a organizaciones, pero, cuando hay un debate público, le parece que no sabe hablar como le gustaría hacerlo. En lugar de tomar la palabra, se encierra en su concha, temeroso de convertirse en centro de la atención. De todos modos, hubo aquella vez, hace diez años ... Quizá mi lector es un hombre joven, de treinta y pocos años, único sostén de la familia, al que le gusta jugar tenis, pero que se siente torpe y demasiado consciente de sí mismo cua~do se di~ge a la cancha. ,P~ro ¿qué me dice de aquella vez que le gano un partido a Frank, la umca vez que jamás le haya ganado? ... Quizá quien me lee sea una mujer de 50 años cumplidos. Sus hijos son ya mayores y están casados y, cuando los ve?,se siente como ~na extraña para ellos, incapaz de establecer una relación que tenga sentido con el mundo en que ellos viven, incapaz de adelantarse a su encuentro. Pero ¿qué me dice de aquella conversación cálida y sincera que sos~vo hace seis meses con la nuera, antes de que las dos adoptasen una actitud defensiva? ... Sólo el lector sabe cuáles son las situaciones que le representan un problema' éstas las siente dentro de sí. Durante este período de práctica, debe enfocar una situación problema que sea verdaderamente básica, pero con este cambio por demás importante: esta vez va a verse a sí mismo, en la pantalla de su mente, tratando esta situación tal como le gustaría tratarla. Esa vez logró el éxito, y vuelve a llevarlo a esta pantalla cinematográfica interior, para verlo una y otra y otra vez. Durante este extremadamente vital período de práctica, se ve a sí mismo actuando y reaccionando una y otra vez en la forma en que quisiera hacerlo en una situación difícil, activando así su mecanismo del éxito. La forma en que obró el día de ayer no tiene importancia alguna; tampoco la tiene la forma en que actuará mañana. Debe verse a sí mismo en pleno éxito; debe conservar viva esta imagen. Debe imaginar sus sentimientos como si hubiese de convertirse en la clase de persona que le gustaría ser, basándose en el que es, en verdad, su potencial. Si determinadas situaciones le han asaltado, véase a sí mismo dominándolas, venciendo sus propias inhibiciones, dando muerte al temible dragón del fracaso.

36


El poder de la imaginación es tan enorme que puede llevar semanas el comprenderlo. Posiblemente, durante cierto tiempo, el lector ponga en duda este gran poder, ya que es intangible, que no puede tocarlo. Pero también el mensaje de Jesucristo fue intangible; también lo son las creencias de la mayoría de los filósofos religiosos y políticos. La fe es, de por sí, uno de nuestros bienes más grandes, y no tiene nada de material. A medida que pase el tiempo y el lector siga empleando la imaginación en forma positiva, nutriendo con información su mecanismo del éxito, se sorprenderá al descubrir que la nueva imagen que va formándose de sí mismo se convierte en realidad. Va a avanzar por el mundo con más confianza, obrando en forma diferente. Su imagen de sí mismo va cobrando mayor vigor a cada día que pasa.

3 El poder oculto del relajamiento

"¿Qué mayor bendición hay, que hacer los cuidados a un lado, cuando la mente abandona su carga y, agotados por remoto viaje, volvemos de nuevo al hogar y descansamos en el diván que anhelabamos?" Así escribió Cátulo, el gran poeta romano, hace varios miles de años. Pero hoy somos muy pocos los de entre nosotros que descansamos. El relajamiento parece ser un arte que se ha perdido. ¿Es que la agitación y las prisas de la civilización moderna, el ritmo frenético de los descubrimientos científicos, son una carga demasiado pesada para simples seres humanos? Sin duda alguna, las circunstancias del mundo moderno no son ideales, pero piense el lector en lo siguiente: Dios nos hizo a cada uno de nosotros para que gozásemos la vida, no para que nos sumiéramos en incontables angustias. Quiso que saboreemos su mundo en calma; y no que nos agitemos dando vueltas, perplejos y consternados. Son muchos los que han dado a nuestros tiempos la denominación de "era de la angustia". Incluso hay quienes aceptan las preocupaciones, el insomnio, y las úlceras gástricas como el precio que se ha de pagar por vivir en el mundo de hoy. Pero no tiene por qué ser así, y en este capítulo daré algunas ideas acerca de cómo relajarse y sentirse en paz consigo mismo, tanto si se está observando una apreciable escena pastoral como trabajando en una oficina atestada de gente. Al final de este capítulo encontrará el lector un ejercicio práctico destinado a ayudarle a encontrar el relajamiento; le mostrará cómo alcanzar la calma y serenidad, cualesquiera que sean las circunstancias que le rodeen. La calma lo logra

l:Ioy en día la gente quiere abrirse paso demasiado arduamente, se acicatea con demasiada dureza. Todos se impulsan frenéticamente en su lucha por ganar dinero, para alcanzar la belleza o para vencer sus sentimientos de inferioridad. Demasiado a menudo el fin no justifica los medios; es innegable que la riqueza material no puede compensar la pérdida de la salud. 37

38

EL PODER OCULTO DEL RELAJAMIENTO

Vemos a diario demasiado gente manifiestamente angustiada, acicateada. Otros parecen sosegados, pero no son más que maestros en el arte del disimulo. ¿Qué precio se ha de pagar por el éxito material? ¿Vale lo que la hipertensión? ¿Merece el sacrificio de la salud propia? Hoy en día hay millones de personas que padecen de alta presión arterial, enfermedad más corriente que el resfrío. Rara es la persona que esté calmada. En una forma u otra, la hipertensión aqueja probablemente a más personas y es más destructora que todas las enfermedades que nos tienen desvelados al preocuparnos por ellas, tales como el cáncer y las dolencias cardíacas. Pero, de igual modo que la tensión puede enfermarnos, el relajamiento puede hacer que nos sintamos bien. Las autoridades médicas han citado el relajamiento como un auxiliar para quienes padecen de dolencias cardíacas. Han recetado el relajamiento como alivio, e incluso como medio de curar, para las personas con ocupaciones que les imponen grandes presiones y que tienen trastornos cardíacos. Quienes investigan en el campo de la medicina psicosomática han demostrado la estrecha relación que existe entre la salud emocional y la salud física. Sin embargo, al escribir este libro no estoy interesado 'primordialmente en las enfermedades físicas. Quiero, fundamentalmente, enseñarle al lector a ser bueno consigo mismo, a cambiar la imagen que tiene de sí mismo y a gozar más de la vida. Y, en este capítulo, quiero que aprenda cómo relajarse. ¿Por qué no empieza en este mismo momento? Si está sentado en un sillón, agitando nerviosamente los pies y con el ceño fruncido, relájese, sosiéguese, deje de preocuparse mientras le cuento una anécdota de un hombre al que conozco de hace muchos años. Se dedica a los negocios y ha ganado una fortuna. Ha ganado millones, y ahorrado una buena parte de ellos. Pero, le he visto centenares de veces, nunca parece sosegado. Relajémonos en el cine de la mente y contemplemos la escena que en e~a se. desarrolla para que la veamos. Veámosla pues, con nuestros propIOS OJos. Nuestro hombre acaba de llegar a casa viniendo del trabajo, y no ha hecho más que entrar en el comedor. El mobiliario es de rica caoba; una larga mesa y seis sillas, pero ni tan siquiera las ve. Se sienta a la mesa, pero, sintiéndose inquieto, se levanta y va de un lado a otro del comedor. Absorto en sus pensamientos, tropieza con la mesa y casi de-

39


rriba una silla. Su esposa se sienta; la saluda con breve "hola", y tamborilea la mesa hasta que un sirviente trae la comida. Traga los alimentos tan aprisa como puede, como si sus manos fuesen dos palas que los vertiesen en un agujero. . Terminada la cena, se levanta rápidamente y entra en la estancia. Es una pieza decorativa, con un largo y hermoso diván, y sillones tapizad~ de terciopelo, totalmente alfombrada y con hermosos cuadros".Se. deja caer en un sillón, tomando un periódico casi en un mismo mO~ImIento. Hojea unas pocas páginas, echa una mirada a los encabe~amIentos, lo tira al suelo y toma un cigarro. Le corta la punta con los dientes, lo enciende, suelta un par de bocanadas de humo, y lo deja en el cenicero. No puede encontrarse a sí mismo. Pero, de repente, se lev~nta, va hasta el aparato de televisión y lo prende. Cuando aparece la Imagen, lo apaga lleno de impaciencia. En dos zancadas va hasta el ropero del vestíbulo, toma el sombrero y el abrigo, y sale a dar una vuelta. Este hombre ha hecho esto centenares de veces. Le conozco y le he visto hacerlo. Con todos sus éxitos, no ha aprendido a relajarse. Es una dínamo cargada de tensión, que lleva al hogar los espasmos de su preocupación en la oficina. No tiene problemas económicos; su casa es el sueño de un decorador de interiores. Es dueño de dos automóviles, sus sirvientes cumplen todas sus órdenes ... pero no sabe relajarse. Y no sólo esto, sino que hasta se ha olvidado de quien es. Su empuje en busca del éxito y el prestigio le ha hecho dedicar todo su tiempo a alcanzar el éxito material y, en el proceso de hacer dinero, se ha deshecho asimismo. Supongamos que le llevamos a la pantalla de n~estra .mente, para que un amigo pueda hacerle unas. preguntas. Este a~~go qUIere ayudarle a que se relaje y pueda ser él mismo. La conversacion se desarrolla de esta manera: ¿Quién eres? Sabes muy bien quien soy. Soy el señor X. ¿Yeso es todo lo que eres? ¿S610 un nombre? . ¿Estás loco? Soy el director de la Sociedad An6nima N. Soy el Jefe de toda la industria. Amigo: Sí ya lo sé' pero eres un fracaso en una industria mucho más importante; en la industria de tu propia persona, en la industria más grande del mundo. Se te ha olvidado quién eres. No eres más que activo y pasivo. .. El: i Y qué! ¿Crees que no lo sé? Amigo: No me entiendes' estoy hablando de otras responsabilidades, no de un negocio. Hablo de tu condici6n de ser humano. No tienes dignidad, comprensi6n ni simpatía para contigo mismo. establecido la investigaci6n para mejorar el producto de tu negocio, pero ¿qué hay

Amigo: El: Amigo: El:

H:u

40

EL PODER OCULTO DEL RELAJAMIENTO en cuant? a mejorar tu producto personal, mejorarte a tí mismo? ¿Es que el ~mero lo es todo? ¿O no tiene también importancia orientarse a sí mIs~o? ¿Por qué no tienes algo de compasión para ti mismo, para la nnagen que te has formado de ti? Procúrale el relajamiento que necesita, ¿Qué te parecería aceptarte a ti mismo tal como eres en lugar de querer siempre ser más que los Jones? El: Me tengo en muy buen concepto. Yo, ... Amigo: No;. no es cierto. Te complace tu propia imagen de hombre de negOCIOS, pero no. co~o persona.. Cuando no estás trabajando no sabes qué hacer de u .mlsmo. No qUIeras ser más que los Jones; limítate a estar a tu pr0I;lla altura. Encuéntrate a ti mismo; entonces podrás sen~arte tran~UII? y sosegado, descubrir quién eres y trabajar para mejorarte a tí mismo.

Muy bien; quizá tal como lo hemos 'contemplado en el cine de nuestr~ mente, e.ste ~migo haya ayudado a mi viejo conocido. Quizá su consejo le haya inspirado, le haya puesto en el camino que va al relajamiento. Pero ¿qué hay en cuanto a ayudarse a sí mismo? ¿Puede el lector ayudarse a sí mismo a relajarse? Me parece oirle decir: "Pero este hombre tiene una situaci6n y dinero, nuentras que yo no tengo nada de esto". Esto no importa. También el lector puede relajarse, si hace todo cuanto puede para ello y luego se acepta a sí mismo de manera realista tal como es, con todas sus limitaciones. i Ya basta de estar castigándose i ~be tener compasi6n de sí mismo! Debe ver sus puntos fuertes lo ~o que ,su,s puntos débiles. Véase tal como es; un ser humano con cua~dades unzcas y persona~es. ReMjes~ con la imagen de sí mismo y, al relajarse, los demás se relajarán con el y le apreciarán cada vez más. Al atacar un.prob~ema, hay que hacer todo lo mejor que se pueda; realmente lo mejor. SI se alcanza la meta, tanto mejor. Si no se la alcanza, y se ha hecho ya todo lo posible, hay que dirigirse a sí mismo un pequeño consejo de sentido común: ya no cabe hacer más. Después de ello, sálgase a dar un paseo, a una sesi6n de cine, o entréguese al sueño. En u~a palabra; hay que olvidarse, que abandonar toda responsabilidad conSCIente por el resultado.

i

Es sorprendente la forma ~ que, a menudo, la respuesta por lo que ~ ha estado luchando acude, sm saber de donde, mientras se está hacíendo alguna labor doméstica o pensando en algo totalmente distinto. . ~laro es~ que toda persona inteligenté deberá señalarse metas, reumr InfOrmaCI?~, ordenar los materiales y trabajar con afán y eficiencia. No le estoy diciendo al lector que la magia habrá de acudir en su ayuda. Pero cuando ya se ha llegado al límite y todo sigue no estando en la forma en que lo quisiéramos, hay que tomar las cosas con calma' hay que aprender a relajarse y a tratarse a sí mismo exactamente cual siendo


41

un ser humano que ha sido puesto en este planeta para que goce la vida. Para que funcione como amiga, la imaginaci6n necesita innegablemente que, de vez en cuando, se le de un descanso. Lo pasado, pasado

"Y les sean perdonados sus pecados" (San Marcos IV; 12). "Padre, perd6nalos, porque no saben lo que hacen" (San Lucas XXIII; 34). Estas citas de la Biblia nos señalan la gran importancia del perd6n, para consigo mismo, igual que para los demás. No es posible relajarse y estar en paz consigo mismo si se van cargando ~empre y por! todas partes malquerencias. Si el trabajo del lector fuese descargar de un cami6n pesadas cajas de naranjas y llevarlas a un supermercado ¿no se sentiría agobiado si, en lugar de ello, hubiese de tomar sobre sus hombros una de estas cajas y llevarla cargando de un lado a otro todo el santo día? ¿Podría relajarse? Claro está que no. Pues bien, tampoco es posible relajarse y andar cargando malquerencias todo el santo día, de un lado a otro. Las dos cosas no se avienen. Son muchos los errores que se han formulado acerca del perd6n; y una de las causas de que el valor terapéutico del perd6n no haya sido plenamente reconocido es que el verdadero perd6n es por demás raro. Se nos ha dicho que somos "buenos" si perdonamos, pero raras veces se nos ha hecho ver que el acto de perdonar puede sosegamos, puede
42


deuda, no porque hayamos hecho que la otra persona pagase durante largo tiempo el mal que nos hizo, sino porque hemos llegado a ver que la deuda en sí no es válida. El verdadero perdón llega solamente cuando somos capaces de ver que no hay ni hubo, nada que hubiésemos de perdonar. Ante todo, no hubiésemos tenido que condenar a la otra persona. Pero el punto principal es que, si se quiere lograr el sosiego, gozar de paz del espíritu, hay que aprender a enterrar las malquerencias; se ha de llegar a ser alguien que sabe perdonar, alguien inclinado al amor y no alodio. Dicho con palabras del gran autor francés La Rochefoucauld: "Se perdona en el mismo grado en que se ama".

El secreto de vivir consigo mismo Por nuestra condición de seres humanos, vivimos con otras personas o cerca de ellas, y tenemos que aprender a vivir en armonía con las mismas. Tenemos que aprender a ceder, a dar y tomar, a figurar en primer término y a saber cederlo, graciosamente. Aprender a vivir con personas y máquinas, con costumbres siempre cambiantes y bajo la amenaza de una guerra nuclear, no tiene nada de fácil. Pero el secreto más importante de todo este aprendizaje está en aprender a vivir consigo mismo. Quien pueda aprender a hacerlo, logrará seguir adelante en alguna forma, suceda lo que suceda a su alrededor. Y será capaz de relajarse. En su ensayo "La Confianza en Sí Mismo", Ralph Waldo Ernerson escribió: "En la educación de todo hombre hay una época en la que llega al convencimiento de que la envidia es ignorancia, que la imitación es suicidio, y que, para bien o para mal, tiene que tomarse a sí mismo como la parte que le ha correspondido; que aunque todo el universo rebosa bienes, no habrá ni un solo grano de nutritivo maíz que llegue hasta él, sino es por medio del trabajo que haya puesto en el trabajo de tierra que le ha sido dado para que lo trabajase. El poder en él encerrado es de una naturaleza nueva, y nadie más que él sabe lo que puede hacer, y ni él mismo lo sabe sino hasta después de haberlo intentado ... confía en sí mismo: todos los corazones vibran bajo este férreo acorde". Todavía hoy podemos aprender mucho gracias al mensaje de este autor. En el curso de los veinte o treinta años últimos hemos hecho descubrimientos científicos que hacen tambalear la imaginación. Técnicamente, somos una gente asombrosa. La inteligencia de nuestra mente parece no conocer límites cuando lucha con problemas mecánicos ¿No nos hemos maravillado alguna vez por los logros astronáuticos alcanzados


43

en Cabo Cañaveral? Se que yo mismo a veces me quedo atónito ante los rascacielos de Nueva York que veo a diario. De vez en cuando, me maravillo al verlos tan bien hechos de acero y hormigón, tan perfectamente planeados que nunca se ha sabido de ninguno que se derrumbara o se abriera en dos. Y, sin embargo, no hemos aprendido a vivir con los demás seres humanos y a relajarnos. Además, hoy en día la mayoría de las personas no pueden estar a solas ni tan siquiera por un breve período de tiempo, y encontrarlo tolerable. No es por casualidad que una radioemisora de Nueva York les dijera a sus oyentes que nunca habían sido los únicos en sintonizar sus programas, puesto que los directores del programa creían que esta sería una afirmación consoladora para muchas personas. En su muy conocida obra The Lonely Crowd, David Riesman hace hincapié en el. temor del hombre moderno a estar a solas" .. , ¿Qué es lo que empuja a menudo al hombre, que durante el turno de día ha estado rodeado de personas y problemas, a que en el tumo de noche busque la misma compañia. Quizá sea, en parte, el temor a la soledad ..." " ... Cuando les pregunté a unos jóvenes, al entrevistarles, cómo se sentirían si, por algún motivo, la radio hubiese de estar cerrada, bastantes de ellos se asustaron ante semejante perspectiva ... Un veterano de la campaña del Pacífico, que había pasado dos años en Corea, me dijo que una vez había estado en un lugar de veraneo de Wisconsin, en el que, por espacio de dos semanas, no hubo radio. Dijo que no pudo soportarlo; que ni en el ejército, en el que no pudo oír más que la radio de la Red de las Fuerzas Armadas, sintióse tan mal. Al parecer, si no oye el ruido de la radio, la gente tiene la impresión de que sus propios receptores están muertos. Y la verdad es que han estado utilizando el ruido de los demás para ahogar el ruido del propio ego". He conocido a muchas personas para las que un día, o tan siquiera unas pocas horas, a solas constituye una verdadera tortura. Recuerdo especialmente a una. Era un buen vendedor, un tipo alegre y dicharachero, que podía vender cualquier cosa a cualquier persona, pero que nunca se vendió a sí mismo. Tenía la mirada siempre puesta en los negocios. Iba a jugar golf, pero no encontraba en ello goce alguno; iba tan solo en pos de tratos de negocios con sus compañeros de juego. Jamás encontraba sosiego ni relajamiento, y temía quedarse a solas; hacía lo indecible para evitar la soledad, aunque ello le significase tener que invitar a cenar 9 a tomar unos tragos a otras personas, o bien tener que estarles distrayendo con un inacabable repertorio de anécdotas.


Este pobre hombre murió, de un ataque cardíaco, a los cuarenta y tantos años, y dudo mucho que en toda su vida hubiese gozado jamás de una buena conversación sincera consigo mismo. Estoy seguro de que a muchos de mis lectores les resulta por demás difícil estar a solas. Al primer asomo de calma y silencio, les entra pánico y corren apresuradamente a prender la radio o la televisión, para que les calme el tronar de las herraduras de los caballos cuando los "buenos" persiguen a los "malos" a través de las praderas del Oeste que, en la actualidad, ya conocemos palmo a palmo. He aquí un lejano llamado de los tiempos de Henry David Thoreau. En su obra Walden escribió que: " ... Iba a los bosques porque deseaba vivir sin prisas, enfrentarse solamente a los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ellos tenían por enseñarme y para que, cuando me llegase la hora de la muerte, no hubiese de descubrir que no había vivido". No abogo por la soledad como una forma de vida, pero hay veces en que el estar a solas es bueno. . . si se hace en pequeñas dosis. Después se puede volver, ya sosegados, junto a quienes nos rodean, para darles lo mejor que llevamos dentro. Pero, como forma de vida, la soledad es una evasión que nos derrota. Sin embargo, se ha de tener la capacidad de encontrar que la compañía de sí mismo, a solas o con los demás, resulta distraida. Se ha de tener la capacidad de relajarse, a solas o en compañía. Todo el arte del relajamiento está en aceptarse a sí mismo, en ser parte de los semejantes en las relaciones de dar y recibir, respetándoles como seres humanos que tienen faltas, y respetándose a sí mismo. Al aprender a vivir consigo mismo, la clave final tiene que ser la salud de la imagen que nos formemos de nosotros mismos. Si nos vernos en forma realista, otorgándonos a nosotros mismos el respeto que merecemos, formando mentalmente la imagen de nuestros éxitos y de nuestros sentimientos amables, conservando la fe en nosotros mismos a pesar de nuestras faltas, perdonándonos nuestros propios errores, entonces cada uno de nosotros habrá encontrado el secreto de vivir consigo mismo sin temor alguno. Cómo relajarse en el trabajo

La gente tiene que ganar dinero para vivir; por lo tanto, sus temores más reales giran a menudo alrededor de su empleo. Puesto que el temor y la tensión son hermanos gemelos, nada tiene de sorprendente oir a m~chas l?e~nas lamentarse de que no les es posible encontrar relajamiento m sosiego en su trabajo.


45

Un individuo que llevó a cabo docenas de misiones de bombardeo sobre Alemania mientras fue piloto de la Fuerza Aérea durante la segunda guerra ~un~ial, revelóme, reserv~damente, que en su rutinario empleo de oficina siente una gran angustla. En la obra The Split-Leuel Trap, escrita por el doctor Richard E. Gordon, Katherine K. Gordon y Max Gunther, se contienen algunos interesantes casos reales de problemas emocionales de varias personas, muchos de los cuales giran en torno de sus vocaciones. Un individuo regresó de la segunda guerra mundial para ocupar de nuevo un lucrativo empleo de vendedor. Con su esposa y tres hijos mudóse a un departamento más amplio y más caro, y lo amuebló con muebles comprados a crédito. Poco después, cuando la empresa en la que trabajaba unióse a otra organización, desapareció su empleo. Se le dijo que podía dejar el trabajo, o bien aceptar' otro empleo con paga inferior en el departamento de ventas de la empresa principal. Aceptó el empleo. Su impulso para alcanzar el éxito era muy poderoso. Empujado por verdaderos apremios económicos, acicateóse despiadamente a sí mismo; pagó sus deudas y llegó a vendedor estrella. Cuando le fue ofrecido un puesto ejecutivo de poca importancia, no estaba preparado para el mismo, pero creyó que no podía negarse a aceptarlo. En aquel entonces había comprado una casa en un barrio suburbano, junto con una nueva partida de mobiliario y aparatos, así como un automóvil nuevo. Comenzó por darse aires de confianza que correspondieran a su nueva categorla. Su esposa, deseosa de ser aceptada socialmente en la comunidad,. dio costosas fiestas en su hogar e ingresó en el Club Campestre. Nuestro hombre no podía sosegarse. "El afán de ir mejorando había acabado por dominarle, y todo cuanto no contribuyese a alcanzar esta meta era para él motivo de irritación. Un día de aventuras con un muchacho (su hijo), una tarde tranquila a la sombra de un árbol, un buen libro, una sinfonía, son cosas que pierden su magia cuando la mente está demasiado preocupada por los afanes materiales ... El relajamiento se produce en las ~tividades bien realizadas que no guardan relación alguna con peligros, castigos, temores ni tensiones." Acabó teniendo una úlcera gástrica. Comenzó a sentirse demasiado sujeto a un empleo en una sola empresa, debido a que, en verdad, lo tenía apostado todo a una sola carta. Desconocía otras actividades económicas a las que pudiese acudir si le fallase el empleo. Fue sintiéndose cada vez más en tensión mientras ocupaba su puesto.

46


Por último, comenz6 a vislumbrar que la diversidad podría mejorar su situación. Comenzó a charlar con otras personas acerca de posibilidades de empleo en otras empresas. Descubrió que en éstas había empleos en los que podría encajar muy bien. Esto disminuyó el temor al fracaso que sentía respecto al puesto que ocupaba, y puso en marcha una serie de mejoras dinámicas en su vida personal y en la de su familia. Este estudio, que tiene profundas implicaciones psicológicas, brinda u?a s~~ere~;la muy práctica acerca de cómo relajarse en el trabajo: la dzv~rsttzcaczon. Cuando se es tan independiente como se pueda, respecto al Jefe y a la empresa, no hay en realidad necesidad de sentir temor alguno. Este es un mundo siempre cambiante y lleno de incertidumbre y, cuantas más sean las posibles fuentes de ingresos que se tengan, tanto más objetivamente cabe permitirse el relajamiento. Hace unos días, tome un taxi y entré en conversación con su conductor. Me dijo que sólo llevaba dos meses en este trabajo; durante años había sido dueño, junto ~on otra p;rsona, de una carnicería sita en el Bronx. Durante largo tiempo hablan ganado muy buen dinero, pero los nuevos supermercados que habían ido estableciéndose estaban restándoles beneficios a su antes floreciente negocio; no habían previsto este acontecimiento y, durante meses, sintiéronse muy decaidos. Por último, siendo hombre de recursos, se puso a conducir un taxi durante parte de la jornada, y con ello ganaba bastante ~uen dinero. Contando ya con esta segunda fuente de ingresos, no se sentía preocupado por la mala temporada de su carnicería. Procúrese no llevar malquerencias al trabajo. No se esté resentido contra el compañero que gana más ni se odie al patrón porque puede dar órdenes. La mejor forma que conozco de relajarse en el trabajo consiste en hacer lo mejor que se pueda y sepa todos los días, y permitir que esto sea fuente de satisfacción. Quizá algún día sea posible conseguir un empleo mejor, pero, en el entretanto, hay que sentirse orgulloso de la labor diaria, y verse a sí mismo tal como se es: alguien que hace todo cuanto sabe y puede y a quien este conocimiento le da el derecho de relajarse. Se puede ayudar a los demás a que alivien su tensión

.La mayor satisfacción del relajamiento consiste en que es contagioso. 9wen está en paz consigo mismo puede difundir en otros su propio soSIego y relajamiento, y también la dicha. El relajamiento es la primera fase de la dicha. . C?nozco a un individuo asombroso, con una gran riqueza interior. Su mirada es serena y amistosa, y tiene una cálida sonrisa para todas las


47

personas que conoce. Ayuda a los demás a que alivien su tensión, en forma mucho mejor que las drogas tranquilizadoras, puesto que rebosa paz y amor. Todas las semanas va a cierto hospital para visitar a los pacientes, muchos de los cuales se encuentran en estado de tensión por lo incierto de su futuro. Se sienta junto a ellos por espacio de 20 o 30 minutos, presta oídos a sus preocupaciones y calma sus temores. Son para él unos desconocidos. Y, sin embargo, va a levantarse el ánimo. No espera premio ni recompensa. Esta es su manera de ser; gusta de sentarse con otros y conversar, de mostrarse cordial y compartir preocupaciones ajenas. Muchas veces ha pintado el día con brillantes colores para algún ser humano doliente. i Cuán maravilloso sería si su serenidad y sosiego pudieran propagarse como una enfermedad infecciosa, impregnando el mundo con su bondad! No hay que acicatearse

Hace unos pocos años un amigo me dijo: -Me gusta mi trabajo, quiero a mi familia, llevo una buena vida y puedo llegar a mi hogar y descansar en él. Creo que soy afo~do. Pero cuando subo a mi automóvil y salgo a la carretera, camino a la ciudad, siento que se apodera una gran tensión de todo mi ser y tardo unas pocas horas en poder sacudirme esta sensación de tensión. -Pues no conduzcas ningún automóvil -le dije reaccionando inmediatamente-. No tienes por qué hacerlo. Para ir a tu trabajo puedes tomar el tren. Si no te sientes relajado cuando conduces esto está causándote daño. Siguió mi consejo y hoy su vida es más sosegada. No es que quiera ocuparme ahora de la conducción de automóviles; esto es algo que a unas personas las pone en tensión ya otras las relaja. De lo que quiero hablar es de cómo evitar el acicateo a sí mismo al seguir el camino trazado. Son demasiadas las personas que se obligan a hacer cosas, debido a que tienen la impresión de que otros esperan que las hagan. La mayoría de los adultos conducen aut6movil, y por ello mi amigo, un hombre de éxito en muchos aspectos, sentía que tenía que conducir el suyo, aunque le fuese algo odioso. No es posible relajarse y obligarse a un mismo tiempo; son dos cosas que no ligan. Aunque en la vida haya unas cosas que estamos obligados a hacer, a menudo podemos ejercer un libre albedrío que no aprovecha-

48


mas. Como individuos, tenemos que escoger la clase de vida que es buena para nosotros.


49

Sueña al que ama los sueños; olvida toda aflicción

y en la nada absoluta del sueño encuentra reparación. Lionel Jhnson

Hay un límite a lo que se puede hacer Por desdicha, a menudo cada uno de nosotros es su peor enemigo. Muchas personas no hacen más que afanarse y afanarse, acicateándose a sí mismos mucho más duramente de lo que lo haría incluso un patrón tan duro como Scrooge.* Posiblemente busquen justificar su forma de vida, afirmando que intentan ganar dinero o que la vida les procure algo, pero lo que realmente están haciendo es sólo destruirse a sí mismos. A menudo también estan socavando lo que ellos consideran han de ser sus o~jetivos. Además, están desdibujando el contorno de la imagen de sí

mismos.

Para relajarse es preciso conocer cuáles son los límites propios, saber cuándo es hora de abandonar el trabajo y distraerse un poco. Si las obligaciones son por demás exigentes, se ha de saber cuándo debe buscarse una liberación y la forma de encontrarla. Hemos de comprender que cada uno de' nosotros no es más que un ser humano, no toda una organización ni todo un ejército, y que hay un límite a lo que cada quien puede hacer. Nadie espere de sí mismo la realización de imposibles. Algunas veces hay personas a las que las circunstancias las obligan a rebosar su propio límite de acción, cuando menos por un tiempo, poniéndoles en tensión y creándoles resentimientos. En ocasiones como éstas, lo mejor es estallar, dejar que la cólera salga al exterior como el agua que se derrama de una presa. Guardarla encerrada dentro de sí, no hace más que intoxicar todo el sistema y que resulte imposible todo relajamiento. . Es posible atraer el sueño El sueño constituye nuestro momento de mayor relajamiento, la ocasión en que olvidamos todos nuestros problemas, perdonamos a todos los que creemos nos han hecho daño y aceptamos todas nuestras limitaciones. • Alusi6n al personaje de la obra de Charles Dickens A. Christmass Carol (que en «:&pañol ha aparecido con distintos títulos: Una Canci6n Navideña, Cuento de Navld~d, etc.) de ?aturaleza tan mezquina y de corazón tan duro en la explotaci6n de quien e~taba bajo sus 6rdenes que, en los paises de lengua Inglesa, su apellido se ha convertido en símbolo de falta de misericordia, como Shylok lo es de avaricia, (N. del T.)

Sí, el sueño nos aportará alivio. Nos refrescará, nos dará vigor para la exigente jornada que nos espera. Pero, para la mayoría de nosotros, es algo distinto 10 que nos preocupa. Es un reto, algo que hemos de llevar a cabo. Millones de norteamericanos se acuestan cada noche balbuciendo lúgubremente para sí: "'Dormir! ¿Vaya dormir?". Es como una orden, y no da resultado. E1stas personas pasan la noche revolviéndose y agitándose, torturándose con pensamientos llenos de malquerencias. Dormir es relajarse, para luego relajarse algo más, hasta que cuerpo y alma van sintiéndose apaciblemente invadidos por sucesivas oleadas de somnolencia que van envolviendo acariciadoramente todo el ser, hasta que se está en paz y se pierde toda noción. El insomnio de hoy en día señala una vez más la magnitud de nuestro verdadero problema: nuestra incapacidad para relajarnos. La falta de sueño es uno de los síntomas más corrientes de trastorno emocional. En realidad, la mejor forma de quedarse dormido es dejar de preocuparse por dormir. Temerosas de que acabarán por enfermar si no gozan de su parte de horas de sueño, muchas personas permanecen en vela durante la noche, sin que les sea posible conciliar el sueño debido a sus propios temores. Sin embargo, en experimentos de laboratorio ha habido personas que han permanecido sin dormir casi cien horas consecutivas sin que sufriesen efectos perjudiciales permanentes. Claro está que experimentaron dificultad para concentrarse y se irritaban fácilmente, pero sólo 12 horas de un buen sueño devolvían otra vez a la normalidad a la persona privada de dormir. Por lo tanto, nuestro temor de no dormir las horas suficientes carece de fundamento. Enfocamos la cuestión del sueño exactamente tal como atacamos otros problemas: con prisas, a empujones, amontonándonos y queriendo hacer demasiadas cosas. Cuán fácil resulta verdaderamente domir, nos lo ponen de manifiesto las costumbres que en ello siguen otras culturas. Por ejemplo: los maoríes de Nueva Zelanda duermen acuclillados sobre los talones, con una esterilla anudada en torno al cuello para resguardarse de la lluvia; los japoneses usan como almohada un tarugo de madera. IY hay quien dice que no puede dormir en un cómodo y buen colchón con una almohada blandísima! Vívase la jornada con todo ánimo, haciendo todo lo posible por alcanzar las metas señaladas y vivir en armonía con los semejantes, acep-

50


tándose en forma realista a sí mismo, y no habrá necesidad de preocuparse por el sueño. Ya vendrá. En primer lugar hágase el trabajo propio; esto habrá de ocupar unas ocho horas. Luego hay que descansar y gozar, relegando los problemas del trabajo donde les corresponde: a la oficina o la fábrica. Esto deberá tomar otras ocho horas aproximadamente. Entonces se estará a punto para dormir, sin necesidad de que nadie haga observar que se está haciendo tarde. Eso se sabrá sin necesidad de advertencia alguna. Sentimos un cansancio más bien agradable, y nos acostamos, relajándonos durante un rato con nuestros pensamientos, para acabar durmiéndonos sin que nos percatemos de ello. Al despertar por la mañana, nos sentimos como renovados, rebosando energías y a punto para la jornada que va a empezar. La imagen de sí mismo y el relajamiento

. Para ser dichoso hay que relajarse, y considero que este punto es de tanta importancia que le he dedicado dos capítulos. Vea el lector el Capítulo 14, en el que encontrará algunas ideas más que le ayudarán a encontrar su sosiego. Las sugerencias que ya llevo hechas en este capítulo pueden ser vitales para el bienestar propio. No sólo pueden ayudar a alcanzar una vida más larga, sino también a hacer que .los años sean más gozosos. No las señalo por simple corazonada; son conceptos que he ido formando en mis sesenta y tantos años de experiencia y errores. Son fruto de toda una vida de contemplación y, en algunos casos, el lector podrá sacar provecho de los errores por mí cometidos. Le ayudarán a vivir más serenamente y, cuando el lector se sienta en estado de tensión, sé que la lectura repetida de las ideas contenidas en este capítulo habrá de serie útil. Repito una vez más que la idea fundamental es la salud de la imagen de sí mismo. No puede ser de otro modo, puesto que es esta imagen que cada quien tiene de sí mismo lo que lleva al éxito o al fracaso y 10 que dispara el funcionamiento del mecanismo automático propio. El lector encontrará que este tema se repite una y otra vez en estas páginas, debido a que es fundamental para su dicha. Nunca alcanzaré a escribir demasiado acerca del mismo y, en todo caso, no llegaré a darle la estimación que merece, debido a que esta cualidad interior es uno de los grandes bienes de esta vida. Quien trabaje incansablemente para cambiar este concepto de sí mismo, viéndose con tolerancia cada vez mayor, creyendo en sí mismo con más y más convencimiento, encontrará el estado de relajamiento que anda buscando.


51

Ejercicio práctico número 2: Consejos que ayudan a relajarse

Para hacer este ejercicio es necesario hallarse,· una vez más en un lugar tranquilo y callado en el que sea posible concentrarse en los propios pensamientos, que pueden ser instrumentos asombrosamente efectivos. En el último capítulo intenté que el lector se familiarizase con uno de nuestros más grandes aliados en potencia: la imaginaci6n propia. Una vez más utilizaremos el fantástico poder creador de imágenes mentales para que nos ayude a resolver nuestros problemas. Este ejercicio ayuda mucho cuando se está en estado de tensión. Póngasele en práctica ahora, pero repítasele también en cualquier momento en que los nervios estén alterados, y se sientan ganas de gritar o descargar la irritación en algún amigo. Basta con sentarse en el cine de la mente e imaginar un paisaje físico que resulte apaciguador• Si el lector es de las personas que gustan de ir a la playa y sentarse a la orilla del mar contemplando la extensión aparentemente infinita de las resplandecientes aguas, vaya allí ... Relájese mentalmente en este ambiente que tanto le gusta. Capte la belleza total de este escenario, en todos sus detalles, sienta el sol bañando su piel, escuche las olas rompiendo en la playa, huela la refrescante brisa marina. Vea el claro azul del cielo sobre su cabeza y escuche las felices risas de unos niños jugando en la arena. Síéntase parte del plan de la naturaleza. Si esta escena de playa le proporciona sosiego, reprodúzcala una y otra vez, sintiendo que se encuentra allí, relajado y sin ninguna preocupación. Siga imaginándolo así hasta que se sienta penetrado por los rayos del sol y que éstos expulsen todo pensamiento sombrío. Vea todos los detalles; haga acudir de nuevo esta sensación de dicha. Se asombrará de cuán aprisa este empleo positivo de la imaginación puede ayudarle a encontrar la paz de la mente. Como es natural, utilizo esta escena de playa a guisa de ejemplo. Es posible que el lector no encuentre en la playa sosiego alguno. Debe, pues, imaginar un medio ambiente que le guste a él, que le proporcione una sensación de contento. U na vez se sienta con menos tensión, concentre el pensamiento en dos de los principales obstáculos que le impiden sosegarse. 1. Acéptense las limitaciones propias. Cada quien debe comprender que no es más que un ser humano, y que puede alcanzar sólo lo que le es dable hacer como tal. Hay que decirse a sí mismo que ya debe poner fin al estar acicateándose como un esclavo; que tiene que aminorar el

52


paso. Quien se descubra a sí mismo agitándose y revolviéndose a un paso frenético, debe decirse que ha de detenerse. Debe preguntarse a sí mismo qué es lo que quiere lograr. ¿Es preferible acuciarse hasta sufrir un ataque cardíaco o bien relajarse sabiendo que se está sujeto a las limitaciones humanas? Hay que dirigirse a sí mismo esta pregunta una y otra vez, porque está cargada de sentido común. 2. Aprender el poder curativo del perdón. Hay que imponerse a sí mismo un hasta aquí en conservar malquerencias y resentimientos .,. contra los demás y contra sí mismo. Esta carga de resentimiento no es tolerable; no se puede tener paz espiritual mientras se sienten odios. Compasión y amor son hermanos del relajamiento. Si se desea la calma interior, hágase todo lo posible para ser más caritativo y hacer a un lado las malquerencias. Volvamos ahora a la fuente propia interior de energías, sintiéndose más sosegado que antes. Hay que contemplar una vez más esa pantalla de cine propia y personal, viendo el drama que pusimos en escena en un lugar anterior de este capítulo. Veamos de nuevo en nuestra mente ese hombre acuciado por las prisas, que no puede llegar a relajarse ni en su propio hogar, que ni tan siquiera puede gozar su cena, que no llega ni tan siquiera a sentarse sin levantarse de un salto para caminar, agitado, de un lado a otro. Es muy importante que el lector vea claramente a ese hombre, con la preocupaci6n frunciéndole el ceño, las manos cerradas apretadamente como puños, lo envarado de sus movimientos. Debe darle vida en la propia mente, tal como lo ve, basándose en la descripci6n verbal que de él he dado. Haga el lector que su cámara produzca un acercamiento que le ayude, puesto que no solamente tiene que pensar en ese hombre, sino que tiene que verle mentalmente. Porque, una vez lo logre, el lector hará todo cuanto esté en su poder para evitar ser un fracaso personal tal como el que está viendo, Hay que enfocar la atenci6n en esta imagen mental, debido a que es la imagen de la desdicha: nuestro enemigo. Pasemos ahora a otra imagen, una visualizaci6n de lo que estoy persiguiendo, una representaci6n del propio lector en sus esfuerzos para cambiar la imagen que tiene de sí mismo y mejorar su vida. Piénsese en una persona de la que el corazón nos dice que es dichosa. Llévese esta imagen a la pantalla de la mente propia; véasele tan claramente como sea posible. Una vez más enfoquemos nuestra atenci6n en su rostro, poniendo de manifiesto cada uno de sus detalles: la mirada serena, la sonrisa cálida, los músculos faciales relajados. . Imaginémosle, mentalmente, atendiendo sus actividades, y observemos


53

la fácil confianza con que le vemos desempeñando sus funciones. Sintamos su actitud respecto a las situaciones-problema y también su filosofía de la vida. Formémonos una visión de sus relaciones con otras personas, y notemos con qué aire de amistad nos estrecha la mano y nos escucha mientras le hablamos. Véamosle una y otra vez en la pantalla de nuestra mente, ya que esta es una película que no hemos de dejarnos perder; es la representación de la felicidad; este es el tipo de imagen que se ha de tener grabada en la mente mientras se está trabajando y reajustando la imagen que cada quien tiene de sí mismo. Es la imagen que habrá de hacernos personas sosegadas, que avanzan con calma y serenidad por el camino de la dicha. Esta es la forma en que todos queremos vernos, no s610 en el espejo material, sino también, con mayor profundidad, en el espejo de la mente. Cuando nos vemos de esta manera, disparamos el mecanismo del éxito que llevamos dentro, y avanzamos hacia el triunfo. Debo aclarar bien un punto: no es posible verse a sí mismo exactamente como este ser dichoso al que se quiere emular. Todos somos diferentes. Lo que quiero que el lector capte bien, es la calidad de dicha, el rostro de felicidad, la identidad con ésta. Si el lector sigue practicando estos ejercicios, comprendiendo cada vez más el fantástico poder que encierra su propia imagen de sí mismo, cambiará la que tenga ya formada. La imagen de sí mismo será más dichosa, y el lector estará ya en camino de ser una persona feliz. Se sentirá sereno, sabiendo que no puede dañarse a sí mismo. Deseo para mis lectores un gran don: la aptitud para relajars~. Quien puede relajarse en este turbulento mundo que nos rodea es alguien afortunado ... y es posible ser afortunado. A medlta que vaya leyendo este libro, asimilando los conceptos que en él se contienen y practicándolos en el escenario de su mente, el lector descubrirá que puede alcanzar una serenidad de espíritu que jamas soñ6 que fuese posible.

¿POR QUE NO SER DE LOS TRIUNFADORES?

4 ¿Por qué no ser de los triunfadores?

Deje ,el lector el escenario de la vida y dispóngase a la lucha, porque se tratara de una verdadera lucha. El lector es uno entre muchos y es ' muy fácil perderse en el tumulto. ;rome el lector el. espejo y aplíquese el maquillaje. Pero, ante todo, ¿cual es el papel que intenta desempeñar? ¿El de payaso ... o el villano? ¿El éxito ... o el fracaso? -Toda mi vida me he visto a mi mismo como un fracasado-e- quizá me conteste el lector. Eso no. impor;a.. Se puede triunfar. .. cuando realmente se quiere hacerlo y SI se está dispuesto a trabajar arduamente para lograrlo. -Pero ya no soy ningún jovenzuelo -me dice el lector-o Ya no tengo 21 ni 31 años. He rebasado ya la flor de la vida. Es difícil cambiar cuando se tiene mi edad. Es cierto que cambiar puede hacerse algo más difícil cuando se tienen más años, pero lo importante es que todavía se puede cambiar. Raras veces el cam!no .del éxito es liso y placentero. Albert Einstein, el gran hombre de ciencia, fue tomado, en realidad, como un alumno mediocre por alguno de sus maestros de la escuela elemental. El eminente sabio francés Louis Pasteur fu! considerado un fracasado por espacio de muchos años. El gran actor de cine Clark Gable fue en una época tomador de tie~po con un sueldo de 95 d6lares al mes ;, más tarde, trabajé de mecá~co en un garage ', Lilian Roth tuvo que abrirse paso durante muchos anos por entre la niebla del alcoholismo, para reconquistar un lugar este~r. Tomás Edison pasó tan difícilmente por la escuela que su padre temió que fuese tonto. Para ninguna de estas personas el reconocimiento hubo de llegar pronto ..• y tampoco habrá de llegarle pronto al lector. Probablemente tenga que fijarse metas propias más modestas; tiene que ser realista. Pocos hombres de ciencia alcanzan la talla de un Einstein' contados actores tienen el atractivo de un Gable. ' H~y que fijarse. metas ?,zonables pero que, al mismo tiempo, no se subestime el potencial propIO. Hay que verse a sí mismo tal como se fue durante los mejores momentos propios. 54

55

Porque, aunque se haya frasasado en las cosas las más de las veces durante la vida, se puede triunfar ... si se procede a cambiar la imagen que se tenga formada de si mismo. Hay que verse como un triunfador Avance el lector hacia el frente del escenario de su vida, y eche una mirada al público. No preste atención a si éste está aplaudiéndole enloquecido o arrojándole tomates. Recuerde que ha contado un buen papel, el mejor que jamás haya tenido, y entonces triunfará. Quizá se sienta muy nervioso ante las candilejas; que eso no le preocupe. Un poco de energía nerviosa no le hará daño alguno ni le echará a perder su actuación, si acepta aquélla como algo natural y no deja que le domine. Quizá al comienzo pierda sus entradas. . . probablemente esto es lo que habrá de ocurrirle. No se puede ser perfecto, y la perfección jamás se alcanza; y quien se ha acostumbrado á pasar la vida sentado entre el público viendo como otros resplandecían, tiene que acostumbrarse a esta nueva imagen de sí mismo. Hay que amoldarse a ella poco a poco. Pero lo que hay que recordar es lo siguiente: se puede cambiar y es posible alcanzar el éxito. Al estar sentado, entre bastidores, a oscuras y a solas consigo mismo, hay que verse a sí mismo cual siendo la clase de persona que se desea ser, y hay que tomar la decisión de convertirse en esa clase de persona. No hay que querer alcanzar la luna ... no se deje de ser realista. Quien no pase los examenes de matemáticas de la escuela secundaria probablemente no llegue jamás a ser un buen físico. Pero hay que verse a sí mismo tal como se ha sido en los momentos más brillantes, por fugaces que éstos hayan sido, y volver a captar la impresión de lo que se puede ser en la vida y de lo que se puede hacer. Todos llevamos en nosotros mismos la materia prima. Hay pues que cavar para sacar el tesoro oculto, y no se ha de sentir temor de mostrárselo a si mismo ni de mostrarlo al mundo. Signüicado del éxito

. El éxito significa cosas distintas para cada quien. Para algunos, éxito SIgnifica dinero. Para otros, un buen matrimonio y una vida conyugal feliz equivalen al éxito. Algunas personas se sienten en camino al éxito solamente cuando se encuentran entregadas al sentido creador de la obra artística. Conozco a una persona que siente el cálido resplandor del éxito cuando logra cerrar un inteligente trato de negocios; no por el dinero,

56

¿POR QUE NO SER DE LOS TRIUNFADORES

sino por la sensación de que su táctica ha salido triunfante, de que ha logrado una victoria en el campo de batalla de los negocios. Planea sus tratos con la misma imaginación e idéntico cuidado por los detalles que el general Eisenhower ponía al planear el día de la invansión de Normandía. Cuando sus manejos han resultado efectivos, esta persona siente el gozo, la embriaguez del éxito. Otro conocido mío piensa que los negocios son algo vulgar y lleno de codicia, un aspecto ruin de la vida, con el que hay que cargar. Tiene la sensación del éxito cuando está haciendo algo con las manos, en su casa de campo: pintándola, enyesándola o construyendo un foso para hacer barbacoas. El éxito es algo personal, por lo que cada quien tiene que definírselo para sí. Hay que preguntarse qué es lo que se quiere lograr, qué es lo que nos hará sentirnos más con vida, más gozosos. Hay que olvidar lo que los demás querrían que pensáramos ... se ha de pensar por cuenta propia. Cada quien es un ser humano único, sin nadie igual en toda la tierra, y sólo uno mismo puede saber cuál es el significado que para él tiene e! éxito. Apúntese directamente al blanco

Una vez se ha procedido a la propia definición del éxito, se han dado ya los primeros torpes y vacilantes pasos. No es una senda fácil la que queda por recorrer; no hay camino directo, sin señales de tránsito que estorben ni rótulos que indiquen "EXITO a 50 Km." Se ha de ser el propio oficial navegante y se ha de llevar la brújula en la mente. Pero se tiene a favor e! "instinto del éxito" que llevamos dentro. Todos los animales tienen este instinto que les ayuda a enfrentarse con éxito con todo lo que les rodea, garantizándoles la supervivencia. Y el instinto del éxito que e! hombre lleva dentro de sí está mucho más desarrollado que e! de los animales. Dios bendijo al hombre dotándole con todo cuanto es menester para lograr e! éxito. Los animales no escogen sus metas (reproducción, autoconservación y consecución del alimento) ; todas ellas son instintivas. El hombre tiene, además, el poder de laímaginación creadora, un poder que los animales no poseen. Más que una simple criatura, es un creador. Valiéndose de la aptitud imaginativa de su mente, puede establecer sus propias metas. Puede ser el amo a bordo de su propio barco; puede elegir entre ir a Europa o hacer rumbo a los Mares del Sur. Puede escoger su propio blanco, apuntar directamente hacia él, y orientar sus energías para acertar la diana.

~POR QUE NO SER DE LOS TRIUNFADORES?

57

Además, e! hombre puede fiar en el maravilloso mecanismo de! éxito que lleva dentro de sí, para que éste actúe en su favor, una vez e! escenario esté a punto para ello. Se tiene este maravilloso ]1ecanismo ajustado para que sirva de ayuda; sólo hay que ponerlo en movimiento en sentido positivo. Ante todo, hay que escoger las metas propias, pero hay que estar seguro de que son propias. Son en demasía las personas que se engañan a sí mismas y, en realidad, apuntan a lo que lo que creen que otras personas quieren verles lograr. No son el amo a bordo de su nave. Son fogoneros esclavos que arrojan el carbón a los siempre voraces hogares y, aunque estén paleándolo furiosamente, con el sudor empapándoles la espalda, el barco que empujan hacia adelante no es el suyo. Aunque alcancen el éxito, fracasarán, pues son mano de obra esclava. Pero, una vez que se ha sondeado la mente y el corazón propias, y se sabe lo que se anhela, entonces se está ya en e! verdadero camino del éxito. Se es alguien libre, una criatura única a los ojos de Dios y, al despertar por la mañana, se cuenta ya con una meta. Se está"'en camino hacia un día de éxitos. Recuérdese: ante todo, hay que escoger metas que sonpropías. En segundo lugar, hay que estar seguro de que se es realista, basándose en los talentos propios y en el mundo en que se vive. En tercer lugar, hay que ver las metas con los ojos de la imaginación y valerse de la imaginación creadora para que nos oriente hasta alcanzarlas. Todos tenemos iguales derechos

En las bolsas de valores, los mercaderes compran y venden acciones de las sociedades anónimas de negocios. Cuando unas acciones se están vendiendo a 100 dólares cada una y el bolsista cree que sólo valen 50, puede dejar de vender. Tiene la impresión de que las acciones están sobrevaluadas; ve que los demás también habrán de verlo así. Abriga la esperanza de que, si deja de vender, podrá lograr un .beneficio si el precio del mercado baja. Pero son demasiadas las personas que, al venderse, subestiman su precio y no sacan de ello provecho alguno. Antes al contrario; pierden hasta la camisa; tratan con desdén sus propias aspiraciones, menospreciándose a sí mismos y haciendo que un cáncer les roa el alma. En este punto hemos llegado a un concepto fundamental. Al leer este capítulo, e! lector lo ha estado analizando cuidadosamente hasta llegar aquí. Se ha definido lo que el éxito es para él, ha pensado en las metas que verdaderamente quiere alcanzar y que le resultan razonables;

58

¿ POR QUE NO SER DE LOS TRIUNFADORES

hasta ha imagi~ado. Ull~~ pocas ma~eras de proceder y se las ha representado en la imagmacion. Pero, si se vende a poco precio, fracasará. Son millones las personas que, en su interior, sienten que nacieron para fracasados. Aunque se les brindase el éxito en bandeja de plata encontrarían la manera de fracasar. No sienten que tengan derecho al éxito; el éxito sería criminal. En sus mentes hay surcos y más surcos de campos recién arados que sólo aguardan la siembra. Pero la cosecha es un fracaso. ¿Ha pr~~ado jamás el lector de cultivar alimento? Es algo divertido y son muchísimas las pe~onas a las que les ha dado ánimos. Pero, cuando se han plantado semIllas de lechuga ¿es posible obtener espárragos? i Claro que n?! Pero, por la misma razón, cuando se plantan semillas de fracaso ¿como cabe esperar que habrá de conseguirse el éxito? Hay 'p~es que sembrar de nuevo en la mente, poniendo en ella semiHas de éxito, semillas que lleven la marca de "voluntad de triunfar". H~y que ~rcatarse de que todos tenemos iguales derechos que cualqUIer semejante nuestro, por más triunfante que veamos a cualquiera de ellos, La gex:xt,e. tiene maneras muy ingeniosas de fracasar, maneras que resultan difíciles de aceptar. Conozco a un individuo que heredó unas cas~s de. alquiler cuyo valor ascendía quizá a medio millón de dólares. Bajo la Impresión de que era un ser inútil, no las atendió dejó de cobrar los alquileres y, al cabo de pocos años, obtuvo por tales edificios 75,000 dólares. Por fortuna, se percató de que estaba poseído por la voluntad del fracaso, y se enmendó antes de que echara a perder toda su buena suerte. Un paciente mío se sentía muy a su gusto siendo un fracasado desd~ el punto de vista económico, pero cometió el error de ganar mucho diner~. Inm~diatament~ comenzó ~ experimentar angustia. Volvióse hipocondnaco; SIempre temía que habla gente dispuesta a despojarle de su dinero. Visitó médicos, contrató un seguro, estuvo preocupándose en todo momento ... pero inútilmente. En realidad prefería el fracaso al éxito. Una mujer acudió a mi consultorio para solicitar una intervención de cit;tgía plástica en la nariz. Esta no tenía nada de malo; hubiese sido un cx:men hacerle una operación, y me negué a intervenir. Sólo intentaba, lllconscientemente, destruirse a sí misma. M.e parece que mucha de la gente que fracasa ve el éxito y el dinero cual Sl~ndo una sola y misma cosa. Este es un grave error. Una persona ~n éxito puede no tener ni un solo centavo en el banco. La verdadera nque~ se encuentra en el corazón del hombre. Puede ir acompañada del dinero ... o quizá no.

¿pOR QUE NO SER DE LOS TRIUNFADORES?

59

Pero algo que comparten todas las personas con éxito es la creencia de que merecen ser dichosos, que la dicha les pertenece por derecho de nacimiento, que el sol se levanta a diario para dejar paso a un día de vida colmada de éxito.

El gran actor del cine Clark Gable era de esta clase de personas. Todos le hemos visto en películas en las que desempeñaba el primer papel. Era el vivo retrato del hombre alegre, animado, que goza de la vida. Antes de que llegara a hacerse famoso, Gable vivió ya de esta manera. Nunca tuvo temor a intentar algo nuevo; gozaba con las nuevas aventuras. Fue aguador en una mina y tomador de tiempo en una fábrica de productos de acero. Después de la primera Guerra Mundial, trabajó parte de la jornada en una tienda de sastrería. Cuando tenía unos veinte años fue mecánico de un garage y, más adelante, trabajó largas jornadas como aprendiz ayudante de perforador en campos petralíferos, Hizo un intento de representar con una compañía de cómicos de la legua, y pasó dos años interviniendo en funciones dadas en un entoldado, ganando diez dólares a la semana. Más tarde trabajó de leñador. Estos años no fueron de fracaso orientados hacia triunfos fabulosos, ya que Gable fue un hombre de éxito incluso durante ellos, Para él el éxito y la vida dinámica eran una misma cosa; por eso, aun siendo económicamente pobre, Gable tuvo éxito. Para Harlow Curtice, ex presidente de la General Motors, el éxito ha girado principalmente en torno de un poderoso impulso en el terreno económico. Nacido en el medio rural, Curtice poseía muy poco más que su diploma de enseñanza secundaria cuando, en 1914, consiguió un empleo de tenedor de libros en una empresa subsidiaria que, en parte, era propiedad de la General Motors. A los treinta y cinco años era presidente de esa compañía filial. Curtice no tenía más que cuarenta años cuando fue nombrado director general de la muy apreciada división Buick de la General Motors. Curtice ha gustado siempre de la acción. Funcionario ejecutivo lleno de dinamismo, presionó siempre a favor de los diseños más atrevidos para los nuevos modelos, revisó los conductos de venta de los automóviles Buick, y recorrió todos los Estados Unidos para visitar a los distribuidores, inyectándoles nueva fe en el producto que estaban vendiendo.

60


En el espacio de cuatro años, en plena crisis de los años treintas cuadruplicó las ventas de automóviles Buick, situando su división como la segunda en producir dinero en la organización de la General Motors. El éxito de Curtice le valió un sueldo de unos 750,000 dólares al año, pero fue mayor de lo que indica esta enorme remuneración. Gozaba señalándose metas, para sí y para sus subordinados; gozaba venciendo los obstáculos que iban surgiendo y creóse el hábito de triunfar. Charles All~n es alguien que se abrió paso espléndidamente en el mundo de las finanzas, Al salir de la escuela alas quince años ocupó un empleo de mensajero en Wall Street para' a los diecinueve ~brir su propia oficina de inversiones. " , . p.o~. inc:eíble q~e parezca, para cuando no había cumplido aún los vemnseis anos, habla ya ganado y perdido cerca de un millón de dólares. .El éxito de Allen se basó en la fe que tenía puesta en sus propias aptitudes para evaluar los títulos y valores' esta confianza en sí mismo l~ a.yudó a invert~r grandes s~mas de diner~. Capaz de tomar decisiones rápidamente, sabía hacerse oir cuando lo que estaba en juego eran millones de d6lares. Allen nunca dejó que un fracaso momentáneo le derrumbase. Al comienzo no tenía dinero ni relaciones, y ganó una fortuna, sólo para caer cuando el desplome de la bolsa de valores. En esos lúgubres días, algunos hombres de negocios se suicidaron, pero él no se dejó abatir. Levantando de nuevo su negocio hizo que su empresa bancaria fuese otra vez rica e influyente. Althea Gibson, la estrella negra del tenis, escribió una obra intitulada l. Alway~ Wanted to Be Somebody, en la que expuso su concepto ~el éXItO: "SIempre quise ser alguien". Supongo que es por eso que SIempre anduve escapándome del hogar cuando era chiquilla, aunque esto me costara algunas tremendas palizas. Por eso es que me dediqué enseguida a.l te~s, y ,seguí e~tregada a él, aunque, en aquel entonces, era yo el diablillo. mas salvaje que jamás se haya visto, y que lo que más me gustaba distaba mucho de ser lo que la gente del tenis quería que hiciese. " ... Estaba también decidida a que yo había de ser alg,nen ••• aunque me costase la vida". " L~ v~luntad de triunfar de Alt?ea era tan poderosa que llegó a ser algu~en ; uno d~ los nombres mas famosos de entre las tenistas, por espacio de buen numero de años. Romain Gary, el gran novelista francés, sentía que su éxito sería la recompensa para su madre, a la que adoraba; ella le había proporcio-


6t

nado ternura y devoción. Sentía Gary que, por medio de su arte, le estaba dando a su madre algo que él quería darle. En Promesses de tAube, Gary escribió: "Sabía que las ambiciones artísticas de mi madre nunca se habían cumplido, y que estaba soñando en que yo hiciese una carrera que ella nunca llegó a conocer para sí ... "Estaba decidido a hacer todo cuanto pudiese para que ella, fuese,. por procuración (por así decirlo), por medio de mis realizaciones, una artista famosa y aplaudida: sólo era cuestión de escoger el terreno adecuado; y, tras haber titubeado durante mucho tiempo entre la pintura, la escena, el canto y la danza, después de más de un fracaso desalentador, fuimos llevados por último a la literatura, que siempre ha sido el último refugio de este mundo para los que no saben donde descansar la soñadora cabeza". Para la mayoría de la gente de hoy, el nombre de Houdini eS sinónimo de "mago" y la verdadera esencia de la magia. Su historia es ilustradora, puesto que fue un autodidacta que trabajó muy duro en su. oficio, conservando la fe en sí mismo aun en medio de la derrota. Houdini fue relativamente desconocido durante muchos años, trabajando en circos, cervecerías y en el vaudeville. Siguió, empero, practicando incansablemente sus hazañas de magia. Su familia le era adversa, el mundo no le reconocía, pero él siguió adelante, mejorando su maestría, hasta que, por fin, alcanzó la fama como mago. Para algunas personas el baseball significa triunfo, y el jardinero central Piersall ha sido un jugador de éxito durante muchos años. Piersall, antaño jugador joven muy apreciado de los Medias Rojas. de Bastan, derrumbóse debido a una tensión emocional. Esto le sucedió cuando la mirada del público estaba fija en él (los jugadores de las: Ligas Mayores de baseball son siempre noticia de primera plana para los diarios estadounidenses) y posiblemente hubiese abandonado el deporte, para evitarse molestias personales. Pero Jimmy era un espíritu luchador, y regresó para jugar por más de diez años en la Liga Americana, convertido en blanco para quienes asisten a los partidos de pelota decididos a hostigar a los jugadores y, en 1961, hasta llegó a promediar.~2~ en bateo para l~ Indios de C.leveland. El éxito no siempre llega fácilmente. A veces, tnunfar en la VIda reclama una buena cantidad de buen valor a la antigua.

Para triunfar hay que tener fe en sí mismo Antaño, Ralph Waldo Emerson escribió que: "la confianza en sí mismo es el primer secreto para el éxito", y esto es, innegablemente,.

62

¿POR QUE NO SER DE LOS TRIUNfADORES

cierto. Pero algunas personas relacionan el éxito con la "suerte". Los triunfadores, dicen, son los que tienen "suerte". No creo en la "suerte", y pienso que éste es un concepto peligroso, pues cuando alguien cree que es "desafortunado" es muy probable que renuncie a muchas cosas de esta vida. Es cierto que hay días que parecen darse mejor que otros, en los que las cosas resultan más a nuestro gusto, pero, a la larga, hasta estos factores también desaparecen. Con demasiada frecuencia la persona que cree en la "suerte" espera que alguien le ayude, en lugar de tener confianza en sí mismo para tomar la iniciativa. - Ya he tratado algunos de los ingredientes del éxito, pero hay una máxima fundamental: Para triunfar hay que tener fe en sí mismo. Las personas que han tenido éxito, de las que he hablado en este capítulo, son muy diferentes en sus distintas concepciones de triunfos, en sus campos de actividad, y en sus puntos fuertes y débiles, pero todas ellas tienen algo que les es común: la fe en sí mismos. En algunas de estas personas, esta fe estuvo luchando a brazo partido con el instinto del fracaso, y tuvieron que esforzarse para triunfar, pero esta fe en sí mismos formaba parte de su personalidad. En este mundo no hay nada que se necesite para vivir con éxito que no esté a nuestro alcance. , Según Edmund Burke, el gran estadista británico d~ siglo xvm: "Las cosas que no son factibles no son deseables. En el mundo no hay nada realmente beneficioso que no esté al alcance de una comprensión informada y de una acción bien orientada". Sí, pero con un ttsi": si se tiene fe en sí mismo, si se cree ser la clase de persona que merece el éxito y la dicha. Pero no hay muchos de nosotros que vivamos a la altura de nuestro potencial. En un artículo intitulado "Man's Potential and His Performance" (que se publicó en la revista dominical del N ew York Times del 24 de noviembre de 1957), el Dr. ]oseph W. Still escribe: "Las gráficas que aquí reproducimos se basan en la observación del comportamiento físico e intelectual, recopiladas en el transcurso-de nueve años dedicados a investigaciones gerontol6gicas, al estudio de la vejez. Indican el potencial del hombre y la mujer normales y establecen su comparación con la actuación habitual. Cada una de estas gráficas contiene una curva "superior", de éxito, y una curva inferior, de "fracaso". Creo que no más del cinco por ciento de la población sigue la curva superior. Los demás fracasan por falta de motivaci6n y de comprensi6n de sus aptitudes.


63

"Á

"Veamos, primero, la gráfica del crecimiento físico. Nadie pondrá en duda que la curva de "fracaso" es la representación del desarrollo físico de mucha, gente de hoy. Casi no hacen ningún ejercicio físico. Beben, comen y fuman demasiado. Su buen estado físico decae rápidamente después de los treinta y pocos años. "Pasemos ahora a la gráfica del desarrollo psicológico, También en ella tenemos una curva de "fracaso" que define el desarrollo intelectual de demasiadas personas de hoy. Son en demasía la gente que llegan a su punto culminante de curiosidad y de crecimiento intelectuales mientras están en la escuela secundaria o superior, o al comienzo de su vida de adultos, y después dejan de crecer y comienzan a decaer". ¿Por qué este tan bien informado observador encuentra una curva de "fracaso" en lugar de una de "éxito"? Algo anda mal cuando son tantas las personas que llegan a su punto culminante intelectual tan temprano. La vida debería ser un proceso de desarrollo ininterrumpido, hasta llegar a la muerte. La respuesta es que somos demasiados los de entre nosotros que. no tenemos fe en nosotros mismos. Vemos partidos de baseball por la televisión, cuando lo mejor sería que lo jugásemos nosotros mismos. Vemos en la televisión series sentimentales, en lugar de vivir plenamente. nuestra vida. N51S hemos convertido en espectadores en lugar de ser actores y, de esta iftanera, hemos perdido la fe en nuestros poderes creadores. Nos. estamos convirtiendo en seres pasivos que ven desfilar la vida delante de ellos. Para ser triunfador en la vida es necesario recobrar la fe en sí mismo. Hay que señalarse metas dignas del propio ser, y creer en su valor, , por insignificantes que estas metas puedan parecer a otras personas. Nadt., es perfecto Re.ordemos el antiguo adagio: La constancia todo lo vence. Creo que la t>rimera vez que oí estas palabras fue siendo aún niño, en una escuela pública, y jamás he oído otras que encierren una verdad mayor. Todos podernos aprender también de ellas. Quien crea que debe triunfar en todas las ocasiones será un fracasado, puesto que nadie es perfecto. El ama de casa que cree que su hogar tiene que estar perfectamente limpio será desgraciada toda su vida. Las casas no son tubos de ensayo esterilizados, Nadie puede hacerlas antisépticas. El escolar que cree que debería lograr la mejor calificación en todas las asignaturas, no puede triunfar. La vida no es exactamente perfecta.

64-


Aunque su dominio de cada una de las asignaturas sea excelente, tarde o temprano tendrá un maestro que rara vez conceda a los alumnos la mejor calificación. La persona que cree que nunca debe dejar, traslucir s~s emocio~es no hace más que construir un muro en torno a S1. No está siendo alguien noble ni perfecto; está encarcelando su propio mecanismo del éxito. La mujer que cree que todos sus rasgos habrían de ser clásicamente perfectos está degradando sus cualidades humanas, convirtiéndose en un muñeco. El velador nocturno que se menosprecia a sí mismo todos los días de su vida porque no es médico, está traicionando sus cualidades positivas. Volvamos otra vez a nuestro viejo proverbio. Son muchas las personas que no tienen éxito porque ni tan siquiera intentan nada. Temen el fracaso; tienen que ser perfectos incluso la primera vez que intenten algo. Si este perfeccionismo es verdaderamente extremado, no intentarán nada nuevo ... porque podrían no triunfar la primera vez. El perfeccionamiento es enemigo del éxito. Errar es muy humano

No es posible triunfar en nada, a menos que nos tratemos a nosotros mismos como seres humanos. Y el ser humano comete errores. Errar es algo muy humano; quien sea verdaderamente perfecto no tendrá amigos. Nadie podrá sosegar ni descansar a su lado. Todos los pequeñuelos que aprenden a andar vacilan y caen. ¿Les tachamos, acaso, de fracasados? Claro está que no. Vemos, fácilmente, que hay veces en que andar es algo difícil para ellos y esperamos que, probando y cayendo, irán progresando. Pero suponga el lector que ha de hacer algo que para él, con su nivel actual de madurez, presenta el mismo grado de dificultad. Supongamos que quien me está leyendo es un ama de casa y que su esposo acude al hogar junto con su jefe al que ha invitado a cenar, y que la esposa nunca se ha encontrado en una situaci6n semejante. Está más nerviosa que nunca y cuenta un chascarrillo que no le sale y, sintiéndose molesta, hace una pregunta que resulta embarazosa y falta de tacto. Ha errado. ¿Es por ello alguien fracasado? Claro está que no. Es un ser humano que se ha enfrentado a una situaci6n, que le ha puesto a prueba, y ha tropezado. ¿Por qué no habrá de tener para consigo misma la compasi6n que siente por el niño que intenta algo nuevo?


65

Olvide el fracaso y procure hacer todo cuanto pueda para que el resto de la velada resulte placentero. Hasta es posible que les resulte más agradable al patr6n - y al esposo- debido a que vean que es más humana. La mujer no sabe cuáles son los problemas de ellos. Tal como lo escribiera antaño el gran poeta inglés John Dryden, Al desdichado, el triunfo se lo dará mejor, más que un ejército, su ánimo y valor.

Del mismo modo que el ama de casa quiere desempeñar con éxito sus funciones, también el joven recién casado quiere demostrarse a sí mismo que es el sostén del hogar. El hijito s610 tiene dos meses, es su primogénito y nuestro hombre nunca ha sentido un afán tan intenso de ser el sostén de su familia recién ha crecido. Pero, junto con este afán siente algo a lo que no está acostumbrado: el apremio. ' Lleva dieciocho meses siendo agente productor de seguros y no le ha ido mal corno principiante, pero los apremios cambian un poco su personalidad. Siente más angustia cuando trata con un cliente, su actitud tiende más a forzar la operación; piensa más en su propia necesidad de dinero que en la que el cliente tiene del seguro. Se culpa a sí mismo por haber echado a perder algunas ventas que tuviese que haber logrado, y pronto se ve a sí mismo corno un fracasado. ¿Lo es? I De ningún modo! Está pasando por un período de reajuste y está momentáneamente trastornado. Su único error verdadero es que no acepta sus errores. . Los problemas constituyen una gran parte de la vida y, para vivir con éxito, se ha de vivir con ellos. Los apremios, errores, tensiones y falsos juicios son también parte de la vida, de la suerte de todo ser human~. Alguna vez todos nos sentirnos inferiores a las exigencias que se nos imponen. Publio Sirio, el romano, escribi6 una vez: "Si quieres llegar a lo más alto, comienza en lo más bajo", y éste no es mal consejo. Quien no guste de sí mismo ¿ a quién habrá de agradar?

-- al lector algunas ideas que pueden ayuEn este capítulo le he dado darle a que haga de sí mismo un triunfador. Si práctica arduamente el ejercicio que señalo a continuaci6n, estoy seguro que también él lo en.. centrará útil. A la larga, el factor determinante es la imagen de sí mismo que cada quien se ha formado. El éxito y el fracaso avanzan junto con lo adecuado de la imagen que cada quien se forma de sí mismo. En el Ca-

66


pítulo 1 describí un tipo de vendedor que no logra vender bien: la imagen que tiene de sí mismo es demasiado débil. Puede cambiar ... y también puede hacerlo el lector. Puede cambiar la imagen de sí mismo y tener más éxito en la vida, si ve la verdad acerca de su propio ser, si emplea la imaginación para verse a sí mismo tal como estuvo en su mejor momento y, por medio de la imaginación, se proyecta a sí mismo desempeñando nuevos papeles que queden dentro de los límites de su capacidad física y emocional. Si sabe relajarse y aceptar sus propias debilidades, si puede sentir compasión por sí mismo como un ser humano a solas en el universo, siendo algo infinitamente pequeño en el esquema de las cosas, podrá ver lo bueno que lleva encerrado en sí mismo, y dejará de torturarse con lo que es negativo. Porque esta concepción imaginaria de sí mismo, en la que se ve un fracasado, es lo que le hace fracasar. y es la imagen generosa, amante y altruista, de sí mismo lo que hace que la persona sea fundamentalmente dichosa y triunfante. Esto no implica idealizarse a sí mismo. Todos estamos luchando en un mundo que rebosa problemas y hacemos, sencillamente, todo cuanto podemos para vivir todos los días dando algo. Todos tenemos defectos y procuramos vencerlos; unas veces lo logramos y otras no. La mayoría de nosotros tenemos amigos y enemigos. Si alguien ha de ser nuestro amigo, este alguien hemos de ser nosotros mismos. Si alguien no gusta de sí mismo ¿a quién habrá de agradar? y quien sea amigo de sí mismo, si la imagen que se ha formado de su propio ser tiene sentido, si sabe lo que quiere y tiene puesta la mirada en metas realistas, en cuanto utilice la imaginación para que oriente sus esfuerzos logrará el triunfo. Ejercicio práctico número 3: Cómo alcanzar el éxito

En este ejercicio vaya sugerirle al lector maneras concretas de alcanzar las metas que se señale para su vida. 1. Aliente su propio mecanismo del éxito haciendo a un lado todos los pensamientos negativos y de "fracasó"; en lugar de ello, tiene que verse a sí mismo como un triunfador. Reviva, en su mente, toda experiencia dichosa que pueda llevar a la mente consciente. No se .entregue a vagos pensamientos positivos; hay que ver mentalmente los momentos de triunfo que se hayan tenido. Hay que verlos en "technicolor"; hay que revivirIos otra vez en la mente. Hay que levantarse por encima de


67

toda imagen de fracaso; en lugar de ello, hay que imaginar la forma en que se vencerán los obstáculos. 2. Señálese metas definidas y realistas. Después que el lector haya determinado qué es lo que quiere, debe representarse mentalmente los pasos que habrá de dar para alcanzar su objetivo. No deje que los fracasos pretéritos le desalienten. Si las metas que se haya señalado están dentro de lo que es su potencial, tendrán sentido. El mecanismo del éxito necesita metas para ponerse a funcionar y también para hacerlo con la máxima eficiencia. 3. Comprenda sus derechos. Muchas personas piensan de acuerdo con la norma siguiente: "Llevo ocupando este aburrido empleo desde hace doce años y no merezco otro mejor". O bien: "Todo lo que hago en mi tiempo libre es ver la televisión, pero es que, sencillamente, creo que no tengo adonde ir". Para quien piense de esta manera, la dificultad radica en que no tiene de sí mismo un concepto bastante elevado; no cree que goza de los mismos derechos que las personas que triunfan. A decir verdad, a menudo la diferencia entre el éxito y el fracaso es el convencimiento propio de lo que se tiene merecido. Hay que decirse a sí mismo que se es alguien que merece el éxito. Piense el lector en las personas a las que ve como triunfadores, y dígase a sí mismo que tiene los mismos derechos que ellos tienen. Siga fijando la mente en este concepto hasta que sienta la verdad que, expresada en otras palabras, forma parte de la gran Declaración de Independencia de los Estados U nidos: que cada uno de nosotros tiene derecho a las cosas buenas de la vida. 4. Tenga te en sí mismo. Si el lector cree que tiene demasiados defectos, que ha cometido demasiados errores en su vida, recuerde que nadie es perfecto. Alcanzar el éxito sin enfrentarse a problema alguno es una cosa; alcanzarlo venciendo el fracaso y alzándose por encima de él es una victoria mucho más grande, porque con esta acción mejora la imagen que tiene de sí mismo y la talla del respeto que siente por sí mismo. Dígase una y otra vez que"sus fracasos pertenecen al pasado; que, a partir de este mismo instante, habrá de triunfar.

5

y SE PUEDE REGIR EL DESTINO

69

Importancia del hábito

los hábitos pueden dominarse y se puede regir el destino

Hay un viejo dicho que dice que todos somos "animales de costumbres" y creo que esta es una gran verdad. En la forma de llevar nuestra vida todos tendemos a seguir ciertos patrones de hábitos. Hay hábitos que vienen determinados por la cultura. En una sociedad dada, estos hábitos los comparten casi todas las personas que forman parte de la sociedad. Por ejemplo, si el lector vive en los Estados V nidos, puedo predecir que, cuando se levante por la mañana, una de las primeras cosas que hará será limpiarse los dientes. La mayoría de los norteamericanos tienen este hábito, y es bueno que lo tengan. El aliento huele mejor, los dientes están más sanos y se siente la boca más fresca. Algunos hábitos son más personales. Vn amigo mío, con el que de vez en cuando debatimos alguna cuestión filosófica, invariablemente hace cierto ademán, empuñando su pipa, cuando asienta alguna afirmación. Ha estado haciéndolo así desde que alcanzo a recordarle. Si los hábitos son sanos, se tiene que ser dichoso. Si no lo son, ha de hacerse todo lo posible para cambiarlos; de esta manera la vida será más plena y más vivaz. Algunas personas dicen que "no es posible enseñarle tretas nuevas al perro viejo". No lo creo en modo alguno. Se puede cambiar; sólo que es más difícil, puesto que primero hay que destruir unos patrones negativos de hábitos que han sido parte de la persona durante muchos años. Al escribir este capítulo busco ayudar al lector a que consolide sus hábitos buenos y a que sustituya los malos con otros que habrán de' hacer su vida más dichosa y con más éxito. La palabra "hábito" tiene, para muchas personas, un sentido negativo. En esta era de materialismo y pérdida de la visión moral y espiritual, con dramaturgos y literatos que escriben acerca de seres viles y personajes destructivos, sin que ya se considere que la gente buena sea interesante, oímos hablar del "hábito de la bebida", del "hábito de fumar", del "hábito de los estupefacientes". Pero los hábitos pueden ser buenos, incluso inspiradores, y todo el arte de la vida consiste en vencer los malos hábitos y alzarse por encima de ellos hasta alcanzar otros que logren una vida mejor. 68

Los hábitos gobiernan la vida y es necesario hacer que funcionen en el mundo. A guisa de ejemplo elemental, al levantarnos por la mañana de un día de trabajo nos lavamos los dientes, nos aseamos, nos vestimos, nos abrochamos la ropa y tomamos alguna clase de desayuno. Si no hubiésemos adquirido estos y otros hábitos socialmente aceptables, no se nos toleraría dentro de la comunidad. Sin la ayuda de los hábitos veríamos nuestras actividades diarias reducidas a un simple paseo. Estaríamos en conflicto con nosotros mismos acerca de las funciones más sencillas. Necesitaríamos todas las veinticuatro horas del día para hacer la labor de una jornada, y no tendríamos tiempo para dormir. ¿Es mi lectora una ama de casa? ¿Dónde estaría si se le hubiese olvidado cómo prepararle el desayuno al esposo, cómo hacer las camas y cómo lavar los platos? ¿Es mi lector dependiente vendedor de una tienda? ¿Dónde estaría sin sus hábitos de vestir decentemente, de atender cortésmente a los clientes, de saberse bien el precio de las mercancías? Por útiles que sean algunos hábitos, otros pueden ser destructivos. La persona que a diario se fuma tres cajetillas de cigarrillos ha adquirido un hábito que es enemigo implacable suyo. Cómo se adquieren los hábitos

Al crecer, el niño aprende, de sus padres y más tarde de sus amigos, ciertas maneras de hacer las cosas. Muy pronto estas acciones y estos instrumentos del pensar pasan a formar parte de sJl ser: se vuelven automáticos. Los repite una y otra vez, durante meses y años, y quizá todo el resto de su vida. Estos patrones de hábitos están imperando no sólo en las acciones, tales como las de atarse los zapatos o conducir un automóvil; nuestras reacciones emocionales y nuestros sentimientos también dependen de ciertos patrones de hábitos. Podemos adquirir el buena hábito de pensar acerca de nosotros mismos viéndonos como ciudadanos dignos y constructivos, ,.~ .c tienen metas para todos y cada uno de los días de su vida. O podemos vernos como unos fracasados, como alguien que no vale nada, y esta forma de pensar es también un hábito. En T he Road to Emotional M aturity, * el doctor David Abrahamsen escribe:

* Esta misma editorial tiene publicada la traducción española. de esta obra con el título El camino Hacia la Madurez Emocional. (N. del E.)

70

LOS HABITaS PUEDEN DOMINARSE

"De hecho, todos nuestros hábitos expresan algo básico en nosotros, puesto que ellos reflejan nuestros sentimientos inconscientes. Esta es la razón de que no pensemos cómo comemos, hablamos o caminamos, o el modo en que practicamos nuestra rutina diaria. "Los sencillos experimentos realizados por Pavlov en perros dieron la primera prueba de que los hábitos eran el resultado de respuestas condicionadas previamente a estímulos dados, y que estos hábitos continúan aun cuando la situación no permanezca exactamente igual. "Para probar esta teoría, Pavlov ofreció un pedazo de carne a un perro y, al mismo tiempo, hizo sonar una campana. A la vista de la carne, principiaron a segregar saliva las glándulas salivales del perro. Cada vez que Pavlov repetía la operación, el perro reaccionaba de la misma manera. Más tarde ya no le ofrecían el pedazo de carne, haciendo solamente 9ue sonara la campana. Las glándulas salivales del perro segregaban saliva, a causa de que su reacción había llegado a ser automanca y espontánea y era inconsciente. Pasó mucho tiempo antes de que esta pauta de acción repetida pudiera ser disociada de los factores originales que la habían creado. "y vemos por lo tanto que, aunque aceptamos que nuestros hábitos s~n una parte. ~efinida de nosotros mismos que siempre fue así, en reahdad los adquiríamos a medida que fuimos creciendo ... " De igual manera que se condicionó a los perros de Pavlov, lo mismo ocurre con las personas. Cabe aceptarse a sí mismo como ganador o perdedor; cua~qUlera de estas formas de pensar es una pauta de hábitos que puede Impulsamos Con gran fuerza hacia la vida, o que puede hacer que nos encerremos en nuestra propia concha. . Cono~c~ a una joven con grandes dotes de pianista que ha adquindo el hábito de creer que es incompetente. Una amiga me contó el ca~ de cóm~ ésta muchacha, siendo más joven, tocaba brillantemente el plano, haciendo notar sus grandes aptitudes. Sin embargo, si cometía un solo error, su madre la regañaba. Hoy día se censura a sí misma si comete el más leve error, poniéndole a su gran talento una camisa de fuerza. Su hábito negativo de perfeccionismo extremado ha truncado una carrera que tenía todas las posibilidades imaginables. ~í pues, durante nuestra infancia vamos adquiriendo hábitos que persisten durante largo tiempo. Pero se les puede cambiar y en este ' capítulo, mostraré la forma de hacerlo. 1Basta de beber! 1Comience a vivir!

La bebida es un hábito auto destructivo. No me refiero a la costumbre de tomar un trago o dos después del trabajo para disminuir las pre-


71

siones de la jornada; no veo nada malo en la bebida tomada con moderación. Me refiero al hábito de acudir a la botella ante cualquier crisis, y de engullir un trago tras otrc en un frenético esfuerzo por escapar de la vida. Esto es lo que se conoce como "alcoholismo". A menudo la gente cree, equivocadamente, que los alcohólicos son personas dichos~s, y los ven com~ el "bo~achito feliz" que han tenido ocasión de admirar en alguna película. Sin embargo, la verdad es que, cuando el consumo de alcohol se ha convertido en un hábito que el individuo ya no puede combatir, ha pasado a ser una enfermedad terrible. La película "Days of Wine and Roses", que presenta los sufrimientos de un matrimonio de alcohólicos es una imagen clásica de las trágicas consecuencias del alcoholismo. El atractivo del alcohol está en que, bajo su influencia, se puede escapar de un mundo de problemas exteriores e interiores, para sumirse en un mundo de sueños ... por un rato. Unas pocas copas, y se puede olvidar todo lo que se refiere al impuesto sobre la renta, las multas por haberse estacionado mal y la última discusión con la suegra. Unos pocos tragos más, y hasta es posible olvidarse de lo inferior que se siente uno en su empleo. Otros pocos más, y aunque la propia bomba atómica estallase ante nuestras narices, seguiríamos sonriendo estúpidamente. Sin embargo, para quien está realmente en apuros, este alivio no es más que pasajero. Al día siguiente siente la cabgza como si unos carpinteros la hubiesen estado golpeando con sus martillos. Esta "fuga" de la realidad no ha aportado gozo alguno. A la larga, el beber mucho embota los sentidos y echa a perder la constitución física de cualquiera. La gente que ha adquirido el hábito de la bebida lo ha hecho, generalmente, para escapar a algo más que a unas presiones reales; están huyendo de un concepto negativo de sí mismos, de un sentimiento de inferioridad que les obsesiona. El hábito de la bebida es nocivo, y quien bebe demasiado ha de ver claramente esta verdad y ha de poner en obra todo cuanto pueda para cambiar su forma de proceder. Sin embargo, antes de que se pueda destruir un hábito, se ha de reconocer que el mismo existe. Alcohólicos Anónimos, la organización que ha ayudado a muchas personas a deshacerse del hábito de la bebida, pide a sus socios que comiencen sus charlas a los grupos afirmando: "Soy un alcohólico". Este reconocimiento tiene mucha importancia, puesto que muchos alcohólicos insisten en engañarse a sí mismos, diciéndose que no son alcohólicos sino solamente "gente que bebe en sociedad". En su obra The Lite Extension Foundation, Cuide to Better Health, el Dr. Harry J. Johnson dice: "Un estudio que sienta autoridad en la

72


materia, que hurgó en la historia de más de 5,000 familias y que abarcó de tres a cinco generaciones, dio una vez como resultado la conclusión de que la bebida tomada con moderación no acorta la duraci6n de la vida.ni tan_siquiera un solo día.. Sin embargo, tampoco la alarga. Sólo qUIero senalar estos hechos, debido a que son muchas las mentiras que circulan a prop6sito de la bebida. Todas las pruebas que existen respaldan el beneficio en potencia que se puede sacar de un trago que otro tomado de tarde en tarde." No hay que temerle a un trago tomado de vez en cuando. Existe todo un mun?o de diferencia entre quien puede presentarse de buena fe c0t,n? alguien que bebe en acontecimientos sociales y el verdadero

alcohólico,

.P~ro si, en re~lidad~ ~e ha adquirido el hábito de la bebida, hay que ~ecldlrse a destruirlo. Mas adelante de este capítulo le daré al lector los

l~t~mentos que ayudan a poner un alto a la bebida y a comenzar

a

VIVIr.

La mente ayuda a conservarse delgado

, Otro azote corriente entre los norteamericanos es el comer en demasia. Herman~ gemela de este hábito es la obesidad, el estado de sobrepeso que ob~ga a muchos a someterse a dietas esporádicas, de las que salen c?n mas hamb~e que nunca, para abrirse paso con el tenedor y el cuc~llo en su camino de regreso al peso que tenían antes de someterse a la dieta. Los autores de comedias encuentran muy buen material humorístico en b~rla~ de las personas obesas, pero esto no tiene, en verdad nada de divertido. ' Se~n el Dr. Johnson: "La longevidad yel exceso de peso no marchan dandose la mano. El exceso de peso quizá sea el peligro mayor para la salud que encontramos en el siglo xx. Es como una peste. Hay pruebas abrumadoras de que, por cada diez por ciento de aumento en el sob~~peso, la mortalidad aumenta en un 20 por ciento. El sobrepeso no se deja ver en las tablas de mortalidad como una de ,las cau~as de muerte. Pero yo creo, y lo mismo sucede con la mayona de .mIS col~gas médicos, que es directa e indirectamente responsable de m~ mcap~Cldades e índísposícíones que cualquier enfermedad. Las dolencias cardiacas, de los nnones, las apoplejías y las diabetes se roducen con dos. veces y media más de frecuencia p "'"' entre las pe!'SOnas cuyo ~ es supenor en un 25 por ciento al normal, que entre las de la misma edad cuyo peso es el correcto.


73

"En más de nueve de cada diez casos, el exceso de peso se debe nada más que al comer en demasía. Sólo raras veces es resultado de algún trastorno orgánico". Este no es un cuadro muy bonito y cabe muy bien preguntarse: ¿Por qué come tanto la gente? ¿Por qué no saben cuándo han de ponerse un alto? La respuesta es, sencillamente, que el comer se ha convertido para ellos en un hábito; un hábito que les proporciona satisfacciones momentáneas y al que, por lo tanto, no tienen ganas de renunciar. Las personas que viven plenamente no comen demasiado. Se alimentan con metas meritorias y con actividades excitantes. Se nutren con relaciones por las que dan algo a otras personas, y con el sentimiento de que cada día es una nueva aventura. Saben relajarse consigo mismos y duermen el sueño de la gente dichosa, y sólo necesitan comer una cantidad normal de alimentos. Para quien come demasiado y está pasado- de peso, este hábito de comer con exceso es resultado de un pesar emocional, consciente u oculto. El exceso en el comer es la compensación por lo que se siente que se está perdiendo, o que se perdió o echó de menos en algún momento de la vida. Se intenta calmar todas las frustraciones con alimento, y esto no puede alcanzarse jamás. Siga el lector mis páginas y le daré algunos consejos acerca de cómo la mente le ayudará a conservarse delgado. ¡ No hay que fumar demasiado 1

Fumar es un hábito que se ha apoderado de muchas personas que se pasan un día tras otros echando humo de cigarrillos, pipas y cigarros. Por lo que yo se, el fumar cigarrillos es el más común de estos hábitos y se han hecho estudios que intentan relacionar el consumo de cigarrillos con el cáncer, las afecciones cardíacas y otras graves enfermedades. Por sorprendente que parezca, estos estudios no han desarraigado este hábito en todos los Estados Unidos. No creo que ni tan siquiera le hayan hecho mella. La American Cancer Society y el Servicio de Salubridad Pública han publicado sendas estadísticas que parecen demostrar que sí existe cierta relación entre el consumo de cigarrillos y ciertas enfermedades. Los estudios publicados por la revista Reader's Digest también han dado a entender que existe un lazo entre el consumo de cigarrillos y el cáncer pulmonar. Un estudio hecho por la American Cancer Society, acerca del hábito de fumar de 180,000 varones de edades entre los 50 y 70 años, puso al

74


descubierto un espantoso índice de muertes por trastornos coronarios entre los fumadores; algo así como el 70 por ciento más elevado que el índice correspondiente a los que no fuman. The Reader's Digest es una revista muy leída, con una circulación de más de 23,000,000 de ejemplares en el momento en que estoy escribiendo, pero parece ser que sus descubrimientos han pasado desapercibidos. Muchas personas necesitan fumar; cuando fuman cigarrillos alivian sus tensiones. Creo que el fumar cigarrillos ayuda también, artificialmente, a que muchas personas tengan un mejor concepto de sí mismas. La incesante repetición de los anuncios comerciales de cigarrillos difundidos por la televisión ha surtido el efecto deseado: una dama que echa pizpiretamente bocanadas de humo de un cigarrillo puede identificarse a sí misma con la sonriente rubia, de pie junto a una cascada, con el cabello ondulado al soplo de la brisa; cualquier joven que suelte humo vigorosamente puede creerse hermano del musculoso individuo de 1.85 metros de estatura que mostraba toda su dentadura en el "corto" de 50 segundos. Aparte del peligro de incurrir en un hábito que puede ser nocivo para la salud, ésta no es en modo alguno una manera de dar más vigor a la imagen de sí mismo, debido a que es algo artificial y, en la mayoría de casos, algo contrario a la realidad. La imagen de sí mismo debe estar hecha de piedra y mortero, no de humo que se aleja flotando en el aire: No creo que fumar alguno que otro cigarrillo pueda hacer daño físico a nadie; pero cuando se convierte en hábito y, para existir, la persona tiene que fumarse dos cajetillas al día, entonces puede ser peligroso, si es que hemos de dar fe a los informes médicos. ¿Cómo dejar de fumar? En How To Stop Killing Yourself, el Dr. Peter J. Steincrohn escribe: "He aquí una treta útil para el inveterado fumador de cigarrillos. Reconozca que, para la mayoría de nosotros, fumar es un acto reflejo. La mejor manera de poner fin a un hábito consiste en sustituirlo con otro. Tenga siempre a mano unos caramelos. Siempre que sienta el afán de fumar, tome un caramelo en lugar de un cigarrillo. El tomarlo en la mano, quitarle la envoltura, ponérselo en la boca y chuparlo (y no digamos ya el ligero aumento de azúcar en la sangre que de ello se deriva) constituyen una serie de reflejos equivalentes a tomar la cajetilla, sacar un cigarrillo, encenderlo y fumar. Pruébelo, Esta es una manera agradable de engañar a los propios reflejos. Y da resultado". No hay que matarse trabajando

Quien ha llegado a su plenitud tiene buenos hábitos de trabajo. En su calidad de componente de la comunidad cada quien puede hacer a

7!)


menudo su mayor contribución para l~ dem~ por conducto de su propio trabajo. La persona que no trabaja se SIente, a, menudo, como u,n arásíto; probablemente se tenga en muy poco a SI mismo, y las mas p , . , ' ., de las veces, los demás confirmarán esta oplmo~. , Pero hay personas que, habitualment~, trabajan en d~. Pasan largas horas en su oficina y, cuando la Jornada de trabajo ha llegado a su fin regresan al hogar cargando un portafolio lleno de papeles ~ara poder ~guir trabajando en su casa. El trabajo no es parte de su Vida;

su vida es trabajo.

.

Esta es una carga demasiado pesada para. un SImple ~r humano. Para vivir bien, el hombre debe trabajar, relaJars~ y dormir. De~ d~ dicar tiempo y atención a este triple programa cotldla~o. El trabajo, Sl~ distracción alguna, acaba, a la larga, por no hacer bien alguno y POSIblemente conduzca a un precoz ataque cardíaco. ¿Por qué la gente trabaja en demasía? En primer lugar, porque son esclavos de la idea de un gran éxito material. En segundo lugar, porque, por medio de un trabajo arduo e incesante, pueden escapar a los problemas que tienen consigo mismos y con otras personas. . En The Magic of Balanced Living, John Tebbel escnbe: "Corriendo como una poderosa corriente, por debajo de todo lo que se ha dicho del trabajo y ~a salud está la ~entira del. "éxito" que domina la vida de los norteamencanos. La mayona de ellos tienen que luchar con ella y mejor harían si reconociesen al enemigo lo más pronto . posible, si es que no quieren verse derrotados por é l . . "Es tanto una mentira como un enemigo. No es un tnunfador qUIen haya ganado montones de dinero y no haya tenido tiempo ni buena salud para disfrutarlo. La historia está rebosando "t~unfadores" esclavos de una sola idea que persiguieron la meta del éxito, la alcanzaron pocos años antes o después de cumplir los cincuenta, y murieron de .u~ ataque cardíaco o sucumbieron debido. a alguna ~tra enfermed~d ongInada por las preocupaciones, la angustia y la tensión, C~aro esta que ~ muy posible triunfar y gozar de salud, pero el porcentaje de estadoumdenses que han alcanzado esta meta es muy reducido". Recuerde el lector esto: Si el éxito signific()., para él, éxito material y logros profesionales reúna en sí más poder. Véase a, sí m,ismo como un triunfador, salga a la liza y alcance sus ~tas. Pero trabajar en demasía, acicatearse demasiado, para acabar arruinándose la salud y rebasar las

propias limitaciones, esto es estupidez.

.

Algunas personas se aceptan a sí mismas sólo cuando están ~ba Jando. Fuera del trabajo se sienten perdidas; no saben como relacionarse con el mundo de la gente, a no ser por medio del trabajo. Al trabajar

76


en demasía, satisfacen la necesidad de demostrar que son seres humanos con un ~al.or. Al obrar así, pueden destruir su salud. La tragedia está en que SI tienen un valor como personas, y ni tan siquiera se han enterado de ello. Quien trabaje en demasía debe decirse a sí mismo que no se vive más q~e una ve~ y que, e~ l~ vida, hay algo más que el trabajo. Vívase cada día como SI fuese el último, Hay que decidirse a hacer frente a los pr~blemas que nos .a:ejan de nuestro verdadero ego y nos lanzan al trabajo. Hay que defllli: de ~uevo los conceptos que se tienen del éxito, d~sarrollando. a un mismo tiempo todas las cualidades emocionales propIas y las aptitudes para el trabajo. Vista cada quien como él cree que vale

La manera de vestir es otro de los hábitos de mayor importancia. Aun.q~~ no es forzoso que el hábito hace al monje, la gente suele basar

~s JU1~IOS -algunas veces injustos-- en la apariencia personal. Quien

v~te bien presenta al mundo una imagen positiva de sí mismo; Hoy en día es m~cha la gente que presta demasiada atención a la ropa haciendo

caso OmISO de cuaIi~ades espi~:uales que nos dan mayor pe~nalidad. De t~os modos, quien es desalinado en su vestir ha adquirido un hábito negativo. Está partiendo con mal pie. . No se necesita mucho para vestir arregladamente y quien por cestu~br.e, lo hace descuidadamente debe preguntarse el por qué se tiene a SI mismo en tan poca estima, ya que esto es lo que debe pensar. Cuando nos tenemos en la más alta estima, tal como debemos hacerlo nos tomamos la molestia de vestir cual creemos que valemos. ' Se puede cambiar de hábitos

~ora voy.a ir al grano y decirle al lector cómo puede cambiar sus

hábitos, En p:xmer lugar, tiene que creer que esto es algo posible. . En un articulo del número de octubre de 1957 de la revista Science Dzgest, se da cuenta de un experimento en el que la mitad de un grupo

de 57 estudiantes de escuela superior, dados a roerse las uñas se curaron ~e este hábito, o presentaron una notable mejoría, en menos de un ano.

~l difunto Dr. Knight Dunlap dedicó muchos años al estudio de los hábitos y ayudó a muchas personas a que dejaran el de roerse las uñas o chuparse el pulgar. . Alcohólicos Anónimos ha ayudado a un gran número de almas dolientes a romper con un hábito que les destrozaba la vida. La oficina


77

del Servicio de Salubridad de los Estados U nidos en Lexington, Kentucky ha ayudado incluso a dolientes del terrible hábito de los estupefacientes a que recobrasen su amor propio y se dominaran para vencer tal hábito. Seguramente cada uno de mis lectores conoce alguna persona que ha logrado salirse de un foso de negativismo y se ha formado nuevas y triunfantes maneras de pensar. Se puede cambiar de hábitos. No es tan fácil como hacer rodar un madero, pero puede hacerse, si realmente se tiene la voluntad de hacerlo. Los hábitos negativos se interponen entre nosotros y nuestra dicha. ¿Por qué no cancelarlos? ¿Por qué estar dando siempre vueltas a un mismo círculo, cuando esto no nos lleva a parte alguna? Si mi lector come demasiado, bebe en exceso o si tiene otros malos hábitos que le aquejan, y quiere cambiarlos, he aquí lo que debe hacer: 1. Ha de creer en que puede cambiar su hábito pernicioso. Debe tener fe en su capacidad para dominarse y para llevar a cabo cambios positivos en su manera de ser fundamental. 2. Hade comprender tan bien las consecuencias físicas de estos hábitos que deberá sentirse dispuesto a pasar privaciones momentáneas, incluso a sufrir por ello. Así ha de ser de intenso su deseo de cambiar. Debe enfrentarse a la realidad de que su exceso de peso impone un esfuerzo a sus órganos vitales, que el alcohol socava sus tejidos, que el trabajar con exceso puede llevarle a una muerte prematura, etc., 3. Ha de encontrar algo que le satisfaga, que le de ánimo durante el pasajera período de dolor por el que habrá de pasar mientras esté privándose de un puntal que le ha sostenido durante largo tiempo. Una afición tal como la fotografía, la jardinería o tocar el piano podrá ayudarle a prescindir, digamos, de fumar demasiado. 4. Ha de descubrir los problemas fundamentales que le impulsen a sus excesos. ¿Cuál es su frustración? ¿Se subestima a sí mismo? ¿Por qué es tan enemigo de sí mismo? 5. Ha de luchar a brazo partido con estos problemas. Debe reordenar su manera de pensar, debe aceptar sus fracasos y descubrir de nuevo sus triunfos. 6. Ha de dirigirse hacia un conjunto positivo de hábitos, que le hagan encontrar una mejor retribución en su vida. Debe señalarse nuevas metas: conseguir la sensación del éxito en actividades constructivas que saquen al exterior su capacidad y su entusiasmo. Si tiene fe en el poder de estos conceptos y se dedica a aplicarlos, puede cambiar cualquier conjunto de hábitos negativos. Podrá hacer a un lado la botella de licor que produce más sinsabores que satisfacciones.

78


o la porción más de tarta de zarzamoras que, en realidad, nunca llega a consolar por las privaciones pretéritas. Relea una vez más mis sugerencias y, cuando le falle la voluntad, reléalas una y otra vez. Le darán resultado si tiene fe y paciencia, y si está dispuesto a poner de su parte todo cuanto pueda para lograr los resultados que anhela. Se puede cambiar de hábitos y llevar una vida mejor si se deja de confiar en milagros y se adquiere el hábito de comprender que se ha de poner el esfuerzo propio para alcanzar los resultados que se anhelan. El más importante de todos los hábitos

Es posible adquirir nuevos hábitos que habrán de mejorar la imagen que la persona se ha formado de sí misma. El niño descubre que sus padres se cepillan los dientes por la mañana, y les imita hasta que esto se vuelve para él una segunda naturalez~. También aprende a atarse los cordones de los zapatos antes de salir para la escuela. Muy pronto lleva a cabo estas funciones automáticamente, y puede pensar en su problema de química o del curso de física, mientras se cepilla los dientes. .. Cuando es ya mayor, puede tomar su desayuno, atarse los zapatos y pensar en las obligaciones de su empleo, todo a un mismo tiempo, sin tener que esforzarse, porque sus hábitos son sanos. . Si estos sencillos hábitos físicos ayudan a la persona, ¿cuanto más valioso no es crearse otros más importantes? Los padres pueden enseñar al hijo a que deje de pelear con sus hermanos o a que respete a su hermana. Dentro de la familia, el inicio de los buenos hábitos tiene lugar cuan?o los padres le enseñan ,al niño que no está a solas en la vida y que tiene que respetar no 8610 sus propios deseos, sino también los de los demás. -/- El niño que está creciendo debe tener como su bien más preciado una forma habitual de pensar, que le haga sentir el respeto y la dignidad de sí mismo. La escuela crea en los niños determinados hábitos (en aritmética, geografía, lenguaje, historia) y los mismos son magníficos, pero, lo que es más importante, ya en edad temprana tiene que haber un curso que les enseñe el respeto ... de sí .mismos y de los demás. Deben aprender hábitos positivos en cuanto a la manera de pensar: cómo sentirse triunfantes, cómo respetar a las otras personas, cómo sentir compasión por sus semejantes. Los niños exploradores que ayudan a los ancianos a cruzar la calle han adquirido hábitos amistosos orientados hacia los demás. Si ponen


79

el corazón en lo que hacen, obtie~en .su recompensa, n? en dinero, ue no lo es todo, sino en respeto de SI mismos y en el sentido de companerismo por las demás personas. , . El individuo no nace dotado de valentía. Cuando SIenta .re~pe~o. y compasión por los demás, entonces luchará por ellos contra la injusticia, y esto constituye la base del valor. Cuando en el Sur de los .Estados Unidos un blanco sale en defensa de un maltratado negro, no le Importa la amenaza de la violencia física. La compasión, la caridad, el respeto de sí mismo ... cu~ndo se pu:~e llegar a experimentar estos sentimientos, entonces se SIente también agrado por la propia manera de ser. . El hábito de sacar provecho de los errores cometidos, de lograr un sentido propio de orientación es ~l que nos sitúa ~n el camino acertado. Impulsarse hacia las metas propIas, avanzar hacia el~a~ a pesar ~e. ~os obstáculos es un comienzo de hábito ... ya que todo hábito es repetición. Uno de los hábitos de mayor importancia que se ha de adqui?r, es el de aceptarse a sí mismo por lo que se es, en lugar de andar obligandose a ser lo que no se es, que constituye uno de los hábit?s peores. del mundo de hoy. Aceptarse a sí mismo tal como se es pro~orclOna confíanza mientras que esforzarse en querer ser como el vecino produce ~na constante sensación de tensión. Es un hábito terriblemente destructivo, que destruye la imagen que el individuo tiene de sí mismo. Cuando se comprende esto, se tiene la percepción. de que la preocupación es un hábito nocivo, de igual m~do que la dic.ha es una b~ena cualidad. La dicha es el resplandor habitual de emoción que se siente gracias a las anticipaciones positivas. .. El resentimiento es un hábito vicioso, puesto que es repetítivo. La cólera lleva consigo el temor a la venganza, q~e. produce más.enojo. y sentimientos de incertidumbre. .. un círculo VICIOSO que no tiene fin, No es remunerador. El resentimiento herirá a la persona que sea víctima del mismo, pero infligirá un daño aún mayor a quien es presa del odio. Si se han adquirido hábitos negativos (tales como los de preocuparse, de tener resentimientos y temores, y el de temblar ante el futu~o) es muy importante que se vea claramente la forma en que ~tos hábitos corroen la imagen que se tiene de sí mismo. Cuando es posible verse a sí mismo tal como realmente se es, entonces se puede poner manos a la obra para cambiar los hábitos que destruyen la dignidad de la imagen

de sí mismo. ¿Qué clase de persona quiere ser el lector? Proyecte en la p~talla de su mente la imagen de las brujas de Macbeth, parloteando mientras

80


revuelven el caldero puesto en la hoguera. Mi lector es el público y, por ende, puede .verlas claramente. ¿Quiere tener los mismos rasgos de maldad y de astuta doblez que ellas? ¿O preferirá mejor tener la nobleza del Rey Arturo, el de la Tabla Redonda? De cada quien depende la persona que realmente quiere ser. Se puede ser bruja o caballero de resplandeciente armadura. Se puede ser el Dr. Jekyll o Mr. Hyde," Con el bien y el mal coexistiendo en una misma persona, pero se será innegablemente más afortunado si se adquieren hábitos emocionales de la clase que lleva a la felicidad. En última instancia, el hábito representa el empleo, positivo o negativo, de la imaginación. Si el empleo que se dé a la imaginación es un aliado, entonc:s se asegura ~l bienestar propio. La imaginación es propia y cuando se SIente que se tiene los derechos de un ser humano valioso se la puede utilizar para que procure los patrones emocionales que ha~ brán de hacer que la vida sea un goce. Ejercicio práctico número 4 ~ Convertir el hábito en un amigo

Los hábitos propios pueden ser nuestros amigos o nuestros enemigos; p?~~en ayud~r o herir. Las energías propias han de aplicarse a la adquisición de hábitos constructivos, que conduzcan a actividades felices. He aquí tres hábitos vencedores: 1. Practicar los ejercicios de este libro. Este es un hábito maravilloso que hay que adquirir. Estos ejercicios tienen un propósito definido: ayu?ar a que se ,ten~ una mejor opinión de sí mismo y a relajarse con una unagen, de SI mismo que ha de gustar. Tengo la confianza de que le ayudaran al lector, pero solamente si éste adquiere el hábito de hacer estos ejercicios periódicamente, tal como se lava las manos o se peina el cabelIo. Debe comprender que tienen exactamente la misma importancia; seguramente para él tiene tanto significado la imagen de sí mismo como pueda tenerlo su aseo y aspecto personales. . 2. Comprender 1:z importancia de la mente propia. Es un poder que Impone respeto. Las Ideas que pongo de relieve en este libro: formación de imágen~ mentales, concepto de sí mismo y del mundo, actitudes respecto al éxito, la dicha y las personas, son todo ello producto de la mente. Consisten en pensamientos e imágenes, vagos por cuanto no se puede verlos.

* El autor se refiere aquí al protagonista de la novela de Robert Louis Stevenson The Strange Case of Dr. ]ekyll and Mr. Hyde (El Extraño Caso del Dr. ]ekyl1 y Mr: Hyde) en el que presenta el desdoblamiento de la personalidad ,fel protagonista que en el curso del día es el bondadoso médico ]ekyl1 y por la noche una especie de vampiro, encarnación del mal, que se presenta a sí mismo como Mr. Hyde. (N. del T.)


81

P or lo tanto cabe decirse a sí mismo: "No es más que una imagen , de mi mente. ¿Qué importancia puede tener? No puedo tocar 1a y SI' sólo verla. Quizá, en realidad, no importe". No hay que caer en esta trampa. Las imágenes que produce la mente n fundamentales para la talla propia como ser humano. A menudo la :pacidad para pr~ducir y mantener ,u?a sola ima?,en mental puede tener más importancia que alcanzar el exrto momentaneo y todos sus complementos materialistas. Los conceptos, las imágenes mentales, son, más que. nada, nosotros. mismos. Hay que estar repitiéndose una y otra vez cuán Importantes son los productos de la mente. 3. Percatarse del poder de la imagen de sí mismo. Este es otro ele-o mento intangible, pero su poder también es real. Se triunfa o fr,aca~, se asciende o se cae, según cual sea la imagen que se tenga de SI mismo. El lector, por su propio bien, no debe olvidarlo. . Abandónese el hábito de racionalizar las propIas derrotas para después encerrarse en un caparazón de resentimiento, ante el olvido que el mundo comete al no reconocemos. Ante todo, hay que reconocer lo que se tiene de bueno en sí mismo. Hay que repetirse una y otra vez cuanto pode; tiene la imagen de sí mismo, y adquirir el hábito de esforzarse por .meJorar el concepto y la imagen que cada quien se ha formado de 51 mismo, y la que ésta es su gran riqueza oculta. Veamos un caso por demás notable, el del difunto Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy. La política no es una calIe de un solo sentido y en el curso de su carrera, Kennedy tropezó con obstáculos y se negó a c~der ante ellos. ¿Cuál f~e su gran secr~to~ Eviden~emente, el gran vigor de la imagen que se habla formado. de SI 111lSm~. Quien tuvo ocasión de ver al Presidente Kennedy pronunciando un dISCUrsO, seguramente sintió el sosiego de ese gran hombre, cómo se sentía pisando terreno firme, incluso frente a las cámaras de televisión. Sólo el hombre que se ve a sí mismo favorablemente puede sentirse tan a sus anchas cuando la mirada de millones de personas está fija en él y ponen atención a cada una de sus palabras, algunas veces estando en juego los destinos del mundo. Como un testimonio más del fantástico poder de ia mente, creadora de imágenes, piense el lector en esto: Meses y meses después de la muerte del Presidente Kennedy, el lector todavía puede, mientras lee este libro, crearse en la mente la imagen de aquel gran hombre. Aunque está ya muerto, puede verle todavía vivo y lleno de ánimo. Así pues, con~ndo con rollos de películas documentales que nos refresquen la memona, el

82


Presidente Kennedy no habrá de morir nunca en la pantalla de nuestra mente. ¿P?r ,qué, pues, no aplica: .en provecho propio este mismo poder de crear lmagenes, mentales? Utilice el lector estos impresionantes efectos, . , para verse a SI mismo en SUS mas grandes momentos de éxito, realzánd,ose en l~gar de rebajarse a sí mismo. No deje que el éxito muera; mantengalo ViVO en la pantalla de su n.ente. Siga reproduciendo en ella las imágenes de sus victorias en la vida, enfocando tercamente sus imágenes de éxito hasta que las mismas pasen a formar parte de su personalidad y que lo que pudo haber sido se convierta en lo que es.

6 Side reglas para una

vida feliz "Hay en la dicha un punto principal: que el que es feliz sepa y se juzgue que lo es", escribió Samuel Taylor Coleridge, el gran poeta inglés. Quien sea dichoso sabrá que lo es. Lo sentirá en sus propios huesos; encontrará emoción en lo que otros no encuentran más que aburrimiento. Todo el mundo tiene este derecho: saber lo que se siente al ser dichoso. Este derecho no es necesario conquistarlo. Se ha nacido teniéndolo. La gran Declaración de Independencia de los Estados Unidos afirma este derecho. Escrita, en su mayor parte, por Thomas Jefferson, este documento afirma que: "Tenemos estas verdades cual siendo manifiestas por sí mismas: que todos los hombres fueron creados iguales, que su Creador les ha dotado con ciertos Derechos inalienables y que en éstos figuran: la Vida, la Libertad y la Búsqueda de la Felicidad ..." Pero ¿cuántas personas verdaderamente felices conoce e11ector? Responda a esta pregunta con toda honradez. Utilice los dedos de las manos para contarlas: a menos que conozca a personas muy fuera de 10 corriente, sus diez dedos habrán de bastarle. Se vive sólo una vez

Siempre que pienso en las muchas personas desdichadas de este mundo me siento asombrado. Seguramente Dios no se propuso que pasáramos nuestros días en la aflicción; la vida es demasiado corta para esto. En nuestra condición de seres humanos somos las criaturas de Dios con más amor propio. Hemos de ser felices. Se vive sólo una vez: recuérdelo bien el lector cuando se sienta abatido. Saque el mejor partido posible de sus días; dedique sus energías a conseguir la dicha para sí y para los demás. En lugar de quedarse sentado, entregado a la melancolía, ideando maneras de perder el tiempo, busque comprender el gran valor de éste. ¿Alguien que estuviese en sus cabales tiraría el dinero? ~aro que no. Entonces ¿por qué tirar el tiempo, que también es precioso? El tiempo es uno de nuestros tesoros más preciados. Ya Alfred Lord Tennyson escribió hace muchos años. 83

84·

SIETE REGLAS PARA UNA VIDA FELIZ

. . . El tiempo corre veloz hacia adelante y al poco rato enmudecen nuestros labios

Estas son palabras dirigidas al ser inteligente. No se pierda el tiempo, dejando que la vida pase ante nosotros.

SIETt REGLAS PARA UNA VIDA FELIZ

85

También se ha de procurar vivir cada día como si fuese el último. Cuando tenemos por verdadero este modo de ver, se hacen a un lado las irritaciones sin importancia que, por lo general, nos incomodan. Es orprendente cuán calmante es el efecto que puede aportar este pensas h miento. Dejamos de preocupamos por las mue as pequenas cosas que, sumadas unas con otras, destruyen la dicha. Porque ¿a santo de qué hay que preocuparse por naderías el último día que se está en este mundo? N

Vívase cada día como si fuese el último )t

Conozco muchas personas que viven para el futuro. Siempre están ahorrando para "los días malos" o siempre están arrinconando dinero "para que pueda retirarme a tomar el sol", o bien se matan trabajando "para tener alguien que me cuide cuando sea viejo". La previsión es una cualidad magnífica; no soñaría, tan siquiera, en censurarla. Los planes son una diversión y, a menudo, son inteligentes. Pero ... Muchas de estas personas hacen planes para el futuro a costa del presente. Esto no tiene sentido. La vida es incierta; no hay garantía, y la persona que sacrifica el presente por un futuro que quizá no llegue jamás puede estar sacrificando su dicha. Si se puede vivir plenamente cada día y tender, además, los cimientos de un futuro dichoso, muy bien. Pero si el lector hubiese de sacrificar los goces de hoy, me permito decirle: "¡No lo haga!" Hablo basándome en más de sesenta años de experiencias en este mundo, algunas de ellas bastante tristes. Y las historias más tristes que conozco son las de personas que vivieron para "el mañana" y murieron antes de que pudiesen alcanzarlo; o bien que ahorraron para unos "años llenos de sol", sólo para ver cómo gastos imprevistos e inesperados les dejaban sin los ahorros de toda la vida; o que trabajaron con tal exceso toda la vida que llegaron a los "años de oro" con abundancia de dinero, pero con la salud quebrantada. Para vivir dichoso, en el presente y el futuro: 1. Vívase cada día tan plenamente como sea posible. 2. Señálense metas para cada día. No importa que algunas personas las consideren baladíes; si tienen verdadero sentido para quien se las señala, esto es todo lo que cuenta. 3. Hay que decirse a sí mismo que se tiene derecho a ser dichoso; no hay que dejar que los demás nos inquieten con su forma negativa de pensar. 4. Apártense, a diario, cierto número de horas para relajarse; háganse las cosas que proporcionan serenidad de espíritu y que liberan de los problemas prácticos de la vida. 5. Hay que aceptarse a sí mismo tal como se es; con todos los puntos buenos y débiles. ¡No se intente ser alguien diferente!

La dicha es un estado mental

Tener dinero es algo muy bonito, pero, en última instancia, la ~icha no se puede comprar. Sin embargo, sí cabe hacer que el pensamiento nos lleve a un estado de felicidad. Quien se tiene en buena estima y opina de sí mismo que merece .ser dichoso decidirá crear dicha en todos los lugares por donde vaya. QUIen , dichoso encontrará felicidad por todo el mundo. Gazara' con quiera ser cada bocado del desayuno, encontrará refrescante la ducha de por la mañana, se sentirá satisfecho con la sencilla rutina de vestirse. Cuando salga a la calle para dirigirse al trabajo, se sentirá dichoso al ver a sus semejantes, porque son sus hermanos. No son perfectos (¿quién lo es?) y si algunos no le corresponden, comprende que es que pueden. tener problemas que les afligen. Les dará lo mejor de sí que le sea posible y, si no logra una respuesta inmediata, no le importará. El hecho de dar le hace sentirse feliz. Si llueve, irá a comprar un paraguas y encontrará gozo en la sencilla acción de abrirlo y cerrarlo, sabiendo apreciar su funcionamiento mecánico con la sencillez del niño que se divierte con un juguete. Es mucho 10 bueno que contiene este imperfecto mundo nuestro ..• si se quiere verlo con ojos que busquen el contento. . ¿Ha tenido alguna vez el lector ante sí el breve poema de Robert Louis Stevenson "Pensamiento Feliz"? El mundo tantos bienes rebosa, que es seguro que dichoso como un rey debiera estar cada uno

Se puede ser "dichoso como un rey", pero ante todo, hay que pensar en serlo. Hay que desembarazarse de los sentimientos negativos que son enemigos de la satisfacción: del temor, la inquietud y el resen~miento. Si se está infectado por estas enfermedades fantasmas, no es posible sentirse bien ni tan siquiera saber lo que significa ser dichoso. . ¿Quién intentaría vivir con una horda de mosquitos que invadi~ su casa? Dudo que alguien 10 hiciese. Lo más probable sería que los rociara

86


con insecticida o les declarase la guerra con tiras atrapamoscas, o quizá que buscase incluso el apoyo de un exterminador. Pero los pensamientos negativos son infinitamente más peligrosos. No se puede coexistir con ellos, porque no nos permiten "vivir y dejar vivir". Hay que desarraigarlas y tumbar los rodrigones que los sostienen; hay que destruirlos antes de que ellos nos destruyan. La Alemania nazi fue una amenaza para el mundo y su derrota de la Segunda Guerra Mundial era esencial; lo mismo ocurre con los pensamientos negativos: son aniquiladores de la serenidad del espíritu. Se puede ser dichoso si de veras se quiere serlo

Fundamentalmente la actitud para consigo mismo es lo que determina si se es dichoso o infortunado. Quien se vea a sí mismo como un ser débil y un fracasado será desdichado. Quien se vea a sí mismo como un ser satisfactorio será dichoso. Se puede ser dichoso. . . si esto es lo que se quiere para sí mismo. Una actitud mental positiva, respaldada con las poderosas imágenes creadas en la mente, habrá de aportar todo el éxito y la dicha que se deseen. Esta actitud positiva implica un sentimiento de fe, un impulso a la caridad y una buena dosis de sentido común, coronado todo ello por la plenitud de la potencia de los procesos imaginativos propios. Estas son las cualidades que habrán de llevar hacia la dicha, siempre que la imagen que el individuo tenga de sí mismo sea suficientemente sana para que le aporte gozo en sus días. Los conceptos acerca de sí mismo y de los demás son poderosos; a veces se hace difícil comprender cuan poderosos llegan a ser. En The Power 01 Your Subconscious Mind, el Dr. ]osephMurphy habla de un individuo que quería ser dichoso. "Hace algunos años estuve como una semana en casa de un agricultor de Connemarra, en la costa occidental de Irlanda. Se le veía siempre cantando y silbando, y rebosaba buen humor. Le pregunté por el secreto de su dicha y su respuesta fue: "Es hábito mío el ser dichoso. Cada mañana, cuando despierto, y cada noche, antes de acostarme, bendigo a mi familia, los cultivos y el ganado, y doy gracias a Dios por tan maravillosa cosecha". El Dr. Murphy descubrió también que otras personas anhelaban, verdaderamente, la desdicha. "En Inglaterra conocí a una mujer que tenía reumatismo desde hacia muchos años. Se daba unas palmadas en las rodillas y decía: "Hoy mi reumatismo está malo. No podré salir: Me hace desdichada.


87

"Esta apreciable dama de edad ya avanzada. era objeto de muchas t dones por parte de su hijo, su hija y sus vecinos. La verdad es que a en s'ta su reumatismo. Gozal.a con su «desdicha», tal como ella lo nece 1 d' h " llamaba. En realidad esta mujer no quería ser IC osa. . Señala que: "Hay un punto muy cierto en cuanto a ser dichoso. ,Hay desear sinceramente serlo. Hay personas que han estado decaídas, que . . .• b abatidas y desdichadas durante tanto .tl~mpo que, s~ ~Iguna noncía uemaravillosa gozosa, les diese la felicidad, se sentman realmente como na" . "Se h an a~ostumb? do la mujer que me dijo: "Está mal ser tan dlc~osa. tanto a las viejas pautas mentales que no se SIenten a gusto siendo felices. Anhelan su antiguo estado abatido y desdichado". El hábito del contento

En el capítulo anterior le hablé al lect0,r ?e la imp~~ancia que. para la vida tiene el hábito. La dicha es un hábito; un hábito m~r~vilIoso. Esta es la clase de hábito que debe hacerse el intento de adquirir, Nunca conocí al agricultor de que habla el Dr. Murphy, pero, probablemente, no es persona adinerada (pocos agricultores lo son) y probablemente también cuente con sus quebraderos de cabeza. Lo probable es que no sea muy diferente ?e la mayoría ?e no~otros, pero ha adquirido el hábito de alcanzar la pIcha. Canta y silba n;tlentras otros se inquietan por sus dificultades y se lamentan ante cualquier persona que se muestre dispuesta a prestarles oídos. . Todos tenemos dificultades. Los problemas son parte de la VIda. Siempre nos acompañan " y SI. no son por una cosa, son por otra" . Pero hay que preguntarse: ¿Corro a ence~arme en ~ co~cha de aflicción y resentimiento cuando surge alguna dificultad, o sIgo sIlban~o mientras busco una solución? ¿Me siento y me entrego a la melancolía, sintiendo compasión por mi mismo o recuerdo otros momentos mejores y hago planes para un futuro de éxitos? . .. La mente es un instrumento dotado de este poder. Es posible utilizar la mente para remoldear los pe.nsamient~, dominar !a im~ginación, ~ pulsarse a sí mismo por el cammo del éxito, para aSI. relajarse .y sentirse dichoso. Es posible hacer que el contento sea la esencia de la VIda. Hay que reir para alejar las penas

Debe adquirirse el hábito de reír; ~~a~iados de n~t~os hemos olvidado cómo reírnos. A medida que el individuo va envejeciendo, hay veces que se olvida de que al~ vez haya reído. Es algo que pertenece a su infancia y que ya no puecfe recordar.

88


¿Ha visto alguna vez el lector un niñito dichoso? Gatea por el suelo, atrapa un juguete y se lo lleva a la boca, luego lo deja caer y gorjea encantado. Cuando ríe, abre toda la boca con una expresión de pura alegría irreprimida. En el niño no hay nada que sea espontáneo sólo a medias. Mira a su madre y todo su rostro es la imagen de la risa. Si ella responde a su buen estado de ánimo, suelta un grito de felicidad, palmotea y gatea extasiado por el piso hasta que otro objeto, fuente de nuevos goces, atrae su mirada. Por nuestra condición de adultos, nuestras necesidades son mucho más complicadas que las del niñito. Cuando éste necesita alimento, su madre acude con un biberón. Cuando el adulto necesita algo, las más de las veces tiene que armarse de más paciencia hasta que alcance la satisfacción, y entonces tiene que aceptar una transacción o incluso la derrota en lugar de lo que realmente anhelaba. La vida del adulto es, por lo general, exigente y, a veces, está llena de frustración. De todos modos, reir es dejar que la alegría burbujee al exterior. Todos sentimos a veces alegría y, cuando eso ocurre, debemos sacar el mejor partido de ella, compartiéndola con otros, dándole un espíritu y una totalidad que la hagan durar más. Aprendamos de nuevo a reir... con niñitos dichosos. Habrá veces en que, cuando nos sintamos decaídos por algo que haya sido para nosotros una derrota, pensaremos en algún éxito pretérito o en algo divertido que le sucedió a otra persona. Echemos, sin temor, la cabeza hacia atrás y riamos, con toda el alma y de todo corazón, y comprobaremos que esto nos hace sentirnos mucho mejor. El tesoro de las cualidades positivas

Sin embargo, no es fácil reir cuando se siente desagrado por sí mismo. Quien se tiene en poca estima siente ganas de llorar y no de reir. Por eso es menester, ante todo, formarse a sí mismo. Y no de manera artificial. Esto no serviría absolutamente de nada. No cabe engañarse a sí mismo, y no le aconsejo al lector que pierda la noción de la realidad. Pero sí podrá irse formando si dirige una mirada fija y penetrante a sus buenas cualidades. Todo el mundo las tiene. No importa quien sea el individuo las cualidades están en él. Es cierto que pueden estar ocultas, pero hay' que sacarlas al.exterior y mostrárselas a sí mismo y al mundo, para que se pueda sentir orgullo por el propio ser y reir una vez más. Durante mis muchos años de cirujano plástico y de ser humano he conocido a muchísimas personas que ocultaban sus mejores cualidades:


89

hombres humanos, de corazón compasivo, que se sentían obligados a llevar una máscara de estoicismo que les separaba del mundo, para demostrar que eran muy varoniles; mujeres tan avergonzadas por una leve deformidad facial que nunca osaron mostrar su fundamental generosidad; personas tan obsesionadas por su frustracción profesional que tenían en muy poco todas sus demás actividades creadoras. _ Si las cualidades positivas son un tesoro oculto, hay que empunar el pico y la pala y desenterrarlas. Hay que mostrárselas a sí mismo, para poder así apreciarse, y luego se estará a punto para tomar el tesoro y llevarlo consigo por el camino a la dicha. Ayudando a los demás se consigue la dicha

En Success Through a Positive Mental Attitude: Napoleón Hill y W. Clement Stone han escrito que "Uno de los caminos más seguros para encontrar la felicidad para usted mismo se subordina ~ sus ener~as para que lo sea alguien más. La felicidad es aun ;osa e.luslva y tr~n51to ria, y si usted se dispone a buscarla, la encontrara eva51va: Pero 51 tra~ de provocar felicidad sobre alguien más, entonces ella viene a usted . Esta es una verdad fundamental. Todos somos hermanos y hermanas, pero con demasiada frecuencia no nos percatamos de ello y, en nuestras mentes nos apartamos unos de otros o dedicamos nuestras energías a una lucha armada, en la que buscamos contrarrestamos las maniobras unos de otros, generalmente para conseguir bienes materiales que nunca nos darán el sentido de alegría que podemos encontrar en la bondad humana. Quien ayuda a los demás se ayuda a sí mismo. Experimenta la sensación de estar relacionado con los demás, y los demás son su mundo. Siente que es útil, que es una persona con un significado, un miembro que aporta su contribución a la sociedad. Además, si las personas que reciben su ayuda la aprecian (y la mayoría de las personas agradecen la bondad), siente dentro de sí el calor de la reacción de los favorecidos y su interacción social puede ser amistosa. Se siente más a gusto en el mundo de las personas y experimenta menos necesidad de retirarse dentro de su concha interior, que será como una muerte en vida. Para ser dichosos hay que aprender el arte de dar y tomar, que es la sangre vital de la vida civilizada. La persona que sólo sabe "tomar" nunca puede ser dichosa. El hombre cuya vida consiste solamente e~ el frenesí de hacer dinero, de aferrarse a él como si en ello le fuese la Vida; • Esta misma. editorial tiene publicada la traducci6n española de esta obra con el titulo El Esito a Través de una Actitud Mental Positiva. (N. del E.)

90


o la mujer que acepta regalos ajenos, como si fuese un falderillo mimado, no podrán jamas ser dichosos desempeñando esta clase de papeles. Se ha de conocer la alegria de dar, la emoción que nos hace temblar hasta lo más recóndito cuando hacemos feliz a alguien; se ha de conocer el verdadero significado del contento. La dicha es contagiosa

No puedo recordar cuáles fueron exactamente sus palabras, pero un amigo, mayor que yo, me dijo, cuando ya estaba aún creciendo, algo así como: "Cuando estés con personas de mente negativa, no dejes que sus ideas se apoderen de tí". Este fue un buen consejo y he procurado seguirlo, porque lo~ pensamientos negativos son mortíferos: son tan contagiosos y desalentadores como cualquiera de las pestes bubónicas que jamás hayan infestado población alguna. Hace unos pocos meses iba yo caminando por la calle, no lejos de mi consultorio, en el centro de Nueva York. Un conocido casual se detuvo a saludarme. -Hola -le contesté- ¿Cómo está? -Pues, no muy bien. Cumplí los sesenta el mes pasado y, ya lo sabe usted; los años comienzan a dejarse sentir y hacen pensar cuanto tiempo nos queda aún de vida. -Pues yo me siento muy bien -le dije-o Gozo conmigo mismo y no me preocupa nada de eso. Y tengo más de los sesenta. ¿Se ha enterado usted de...? -me preguntó-. ¡Qué desgracia! Cáncer. Y sólo tenía cincuenta y cuatro años. Le di el pésame y le rogué que lo transmitiese a la viuda del difunto. . -Esta bien -me dij

91

se es dichoso se está en posibilidad de esparcir la dicha por doquiera que se vaya. Se es portador de belleza y amor, y se puede hacer este don a los demás. La risa es contagiosa cuando es verdadera. Puede propagarse como un fuego desatado (incluso en una lúgubre conversación que gire en torno del aniquilamiento nuclear) borrando la preocupación de la mente de las personas y conservando bien lubricados los pensamientos propios, a punto para una acción positiva. La dicha serena y tranquila también es contagiosa. Cuando alguien le proporciona a otra persona una parte de la provisión de dicha que guarda en su gran almacén de satisfacción, hace que esta otra persona se sienta contenta de vivir. Su compasión convierte el sufrimiento en aceptación, y la inhibición en expresión de sentimientos. Convierte la aflicción en alegria, y el odio en amor. Las calles ya no se ven sucias y llenas de papeles tirados; se ven como eficientes instrumentos de transporte en una civilización en pleno funcionamiento. Los campos ya. no parecen inanimados; cobran un verde suave con el latir del crecimiento de la hierba, regada con la gran fuerza natural de Dios: la lluvia. Hay que someter el pensamiento propio a una operación

Cuando tenía yo veinte y pocos años y estudiaba para llegar a ser cirujano plástico, aprendí a efectuar una operación que mejoraba la apariencia de las personas. Aprendí a manejar instrumentos nasales, delicadas herramientas que se utilizan dentro de la fosa nasal, sobre una superficie por demás reducida, para quitar un saliente de la nariz o para enderezar una nariz ganchuda; todo ello hecho interiormente para evitar cualquier cicatriz externa. Al eliminar cicatrices y unir sus bordes, aprendí a hacerlo con todo cuidado, con unos fórceps delicadísimos que sostienen los bordes de la piel mientras, utilizando una aguja curva de suturar muy fina, se le une con puntadas tan diminutas como el grueso de un pelo de crin. Aprendí a reunir estos bordes de la piel con toda precisión, para evitar otras cicatrices futuras. Pero también el lector puede llevar a cabo una operación. . . en sus pensamientos. No hay que reirse, puesto que ésta es una operación de enorme importancia. El paciente, el lector mismo, puede vivir o morir emocionalmente. No se necesita de instrumentos quirúrgicos, y sí, solamente, la voluntad de hacerse dichoso a sí mismo. No habrá de extirpar ningún tejido cicatricial y sí solamente pensamientos negativos. Deberá hacer el intento de extirpar de su mente la

92


preocupación, el temor, el resentimiento, para sustituirlos con pensamientos que le procuren contento. Al final de este capítulo, el lector encontrará orientación que hará que esta operación de la dicha sea todo un éxito. Actividades que proporcionan dicha

La mente puede actuar en bien de la dicha; las actividades pueden también aportar diversión. El ex-Presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower, estando bajo los apremios y presiones propios de su cargo de Primer Jefe Ejecutivo de la nación, utilizaba el golf como medio para relajarse. El difunto Presidente John F. Kennedy, y otros más de su famoso clan, jugaban a un remedo del futbol americano y eran decididos partidarios del buen estado físico. El gran Sir Winston Churchill, de la Gran Bretaña, pintaba a menudo paisajes del natural para poder contar así con unas pocas horas de goce en medio de los días de lucha. La famosa artista Grandma Mases, que vivió hasta los ciento un años, adoptó la pintura como afición sosegadora, cuando frisaba ya los ochenta años. Hugh Downs, toda una personalidad de la televisión, dedica gran parte de su tiempo libre trabajando para una asociación para el mejoramiento de la salud nacional. Bob Hope encontró satisfacciones viajando por todo el mundo para divertir a las tropas estadounidenses, durante la Segunda Guerra Mundial. Si se escogen las actividades en las que se encuentra un goce, y no se las lleva a cabo sólo para conquistar la aprobación de otras personas, se obtiene de ellas diversión y alegría. Nadie puede decirle a otra persona lo que tiene que hacer; cada quien sabe lo que realmente le produce satisfacción. Cómo puso manos a la obra un político

Un viejo amigo mío me contó este caso, que creo muy instructivo. Se refiere a un político profesional y cómo pasó de la desdicha a la felicidad. Este hombre había dedicado su vida a la política como representante retribuido de uno de los principales partidos políticos. Hablaba de política todos los días de la semana y estaba entregado a su tarea las veinticuatro horas del día. Para su esposa y sus hijos era un desconocido; atendía


93

a sus necesidades materiales, pero no les prestaba atención alguna. Para ayudarse a mantener su tensió? fumaba y bebía en exceso, pero se las . componía para mantenerse activo, Hubo un año en que cayó sobre él una racha de calamidades, Su hijo mayor comenzó a salir con un alborotador y destruc~or grupo de muchachos de menos de veinte años, y volvíase cada vez ma~ como ellos. Su esposa había estado desde hacía años alejándose paulatinamente de él' insistió en que tuviesen dormitorios separados. Por último, este hom, de cincuenta y pocos años tuvo un ataque car d'laca. bre Estuvo de suerte. Recobróse y el ataque que le hiciera bordear la muerte fue una bendición oculta. Por primera vez percatóse del sentido del don de la vida. Comprendió que la vida encerraba más cosas que el trabajar en demasía: que tenía una familia una esposa y un cuerpo que sería bondadoso con él si lo trataba bien. Este hombre obstinado, que antes se enorgullecía de lo práctico que era comenzó a reformar su vida. No le fue fácil, puesto que había dejado durante tan largo tiempo que las cosas llegaran muy lejos. Comenzó a pasar tiempo junto a su esposa y sus hijos; dio algo de sí para hacer~os dichosos. Trabajó treinta y cinco o cuarenta horas por semana, lo mejor que pudo. Luego, reconociendo la fugacidad de la vida humana, regresaba a casa a aflojar su tensión. El choque de la proximidad de la muerte le hizo esforzarse en lograr una vida dichosa día tras día. Comprendiendo su afán de vivir, su familia correspondióle y, por primera vez, captó la dulce dicha de una vida dedicada a los seres queridos. Ahora contaba con familia, sosiego, aficiones, buen sueño y ausencia de tensión. Su esposa y él volvieron a sentirse más juntos y su rebelde hijo recibió el beneficio de su orientación. Nuestro hombre emprendió el camino de la dicha. Siete reglas para vivir feliz

Es posible hacer más dichosa y rica la vida propia. Estoy seguro de que estas ideas habrán de ayudar a ello. 1. Adquiérase el hábito' de la dicha. Hay que sonreir por dentro y hacer que este sentimiento llegue a ser parte del propio ser. Hay que crearse un mundo dichoso para sí mismo; ver siempre hacia adelante. Aunque algunas nubes oscurezcan los rayos del sol, siempre hay algo por lo que sentirse bien. 2. Declárese la guerra a los sentimientos negativos. No hay que dejarse roer por inquietudes faltas de realidad. Cuando los pensamie.ntos sombríos invaden la mente, hay que combatirlos. Hay que preguntarse

94


por qué teniendo todos los derechos a ser dichoso, se han de pasar las horas de vela luchando contra el temor, la inquietud y el odio. Hay que ganar la guerra contra estos insidiosos azotes del siglo xx. 3. Dése nuevo vigor a la imagen de sí mismo. Hay que verse a sí mismo tal como se fue en los mejores momentos, y concederse algo de estima a sí mismo. Hay que ver mentalmente los momentos dichosos y el orgullo que se sintiera de sí mismo en tales ocasiones. Hay que imaginar experiencias futuras que sean gozosas; atribuirse el mérito por lo que se es. j Ya basta de darse de cabezadas contra la pared! 4. Apréndase a reir. Los adultos a veces sonríen o contienen la risa, pero no son muchos los que verdaderamente se ríen. Me refiero a una buena risa cascabelera, que proporcione una sensación de liberación y sosiego. La risa, cuando es verdadera, es purificadora. Forma parte de nuestro mecanismo del éxito, que nos lanza a nuevas victorias de la vida. Quien no haya reído desde que tenía diez o catorce años, regrese a la escuela de su mente y vuelva a aprender algo que jamás debió haber olvidado. 5. Desentiérrense los propios tesoros ocultos. No se permita que los talentos y recursos propios vayan muriendo dentro del ser' déseles una oportunidad de que se enfrenten a la prueba de la vida. ' . 6: Ay~dese a los demás. Dar al.semejante puede ser una de las expenencias mas remuneradoras de la VIda. No hay que ser cínico; se ha de comprender que muchas personas que parecen desagradables u hostiles se ocultan tras una fachada que creen que les protege de los demás. Quien dé al prójimo se asombrará de la respuesta agradecida y apreciadora de este. Algunas personas que parecen ser las más duras son en realidad, blan~a~ y vulnera?les. Cuando se da sin ningún pensami~nto de lucro o codicia, se expenmenta la sensación de ser grande. 7. Búsquense actividades que puedan contribuir a la dicha. 'Golf tenis, esquí acuático? ¿Pintar, cantar, coser? Es algo que no puedoC. deci; al lector. Este habrá de decírselo a sí mismo. Pero la vida activa es vida dichosa, si se hace lo que ~ bueno para sí mismo.

7 C6mo borrar cicatrices emocionales

He sido cirujano plástico por espacio de más de veinticinco años y sé exactamente todo cuanto hay que saber de las cicatrices físicas. A algunas personas le afectan intensamente, causándoles ansiedad, haciéndolas sentirse temerosas incluso cuando se ven en el espejo, siendo motivo de que se alejen de las funciones sociales y que se encierren en sí mismas, como eremitas, en una concha de dolor. Por fortuna, a menudo las cicatrices físicas pueden borrarse. Estoy agradecido a que mis manos hayan tenido el poder de desvanecer los crueles efectos de choques automovilísticos y otros accidentes destructores y que, al obrar así, haya devuelto la serenidad de espíritu a muchas personas. Me considero afortunado al ser capaz de prestar servicio a los demás; esto me hace sentirme bien. Me siento dichoso cuando algún paciente sale de mi consultorio, todo sonrisas, después que mi intervención ha corregido alguna cicatriz facial que era causa de malestar y aflicción interior. Hace diez o quince años vino a consultarme una joven actriz. Era una joven espléndida y muy amable, pero estaba afligida por una cicatriz que tenía junto a la nariz, una de tantas consecuencias de las estadísticas de fin de semana que podemos leer en los diarios durante todo el año. -No se aflija -le dije-o He visto muchas aún peores que esta. Quedará usted muy bien. Mis palabras no sirvieron de nada. La joven sigui6 llorando; era una persona de espíritu muy abierto y todo su cuerpo se doblaba bajo la enormidad de su pena. . -Tome -le dije tendiéndole un espejo-. No es para tanto ¿no le parece? Y la próxima vez que me vea estará usted como nueva. Limit6se a inclinar la cabeza y no pronunci6 una palabra. Su rostro era para ella su fortuna; significaba una carrera espléndida, conocer a un hombre y casarse. La operé ese mismo día. Cuando, a fines de semana, volvi6 a mi consultorio, le quité los apósitos y, cuando se vi6 la cara, corri6 hacia mi y me besó la mejilla. Su rostro resplandecía y sus tacones repiqueteaban 95

96

COMO BORRAR CICATRICES EMOCIONALES

animados cuando salió para dirigirse a la calle, a enfrentarse a la vida con renovadas esperanzas. Sí, las cicatrices físicas pueden borrarse. Las cicatrices emocionales son dolorosas

Pero ¿qué diremos de las cicatrices emocionales? No se las puede ver, pero pueden ser indefinidamente dolorosas. No se las puede tocar, pero pueden hacer que el estómago se contraiga y que el corazón palpite. No hay ninguna manifestación exterior de ellas, pero pueden ser causa de desvanecimientos, náuseas, insomnio, ataques cardíacos e indigestión. Son más profundas que las cicatrices físicas, y más difíciles de eliminar que éstas. Crean un círculo vicioso de sentimientos negativos que nunca llega a su fin, hasta que se toma la decisión de sanar tal herida. Pero, cuando se está decidido a hacerlo, hay que disponerse a eliminar la cicatriz emocional. Supongamos que el lector es un hombre que frisa en los 30 años. Ha ocupado tres o cuatro empleos, que no le gustaron y, al cabo de un año poco más o menos, ha renunciado a cada uno de ellos y se ha puesto a buscar campos más ubérrimos. Sin embargo, su búsqueda le ha llevado las más de las veces a tierras estériles, hasta que un día descubrió el empleo. Fue contratado como subdirector de personal en las oficinas de una gran empresa editorial. El director que le contrató mostróse exceptico respecto a su experiencia, pero tuvo la impresión de que mi lector sería capaz de producir lo que el empleo requería. El sueldo era bueno y las perspectivas de ascenso prometedoras. Sin embargo, había una falla. La mayor parte de la experiencia de mi lector la había adquirido trabajando como escribiente en distintos bancos. Necesitaba de tres a cuatro meses para ajustarse a sus nuevas obligaciones. Si el jefe quisiera mostrarse benevolente durante dicho período de tiempo, mi lector tenía confianza en que lograría estar a la altura del puesto y que, entonces, su futuro sería color de rosa. El director, persona impaciente, temoroso por la falta de experiencia de su nuevo empleado, le tuvo la vista puesta encima desde el momento en que empezó a trabajar. Mi lector cometía errores. Y como el director se los censurase, aumentó su nerviosismo y le hizo cometer gran número de desatinos. Un día, el director le llamó para decirle que lo sentía mucho, pero que no resultaba adecuado para el empleo. A partir de entonces, mi lector se ha sentido fracasado. En su interior ha arraigado una cicatriz emocional. Alberga un resentimiento. Odia al


97

director pensando que, si éste hubiese tenido paciencia, él hubiera podido ajustarse a tan magnífica oportunidad. Ha jurado que si alguien le pide un favor, no importa que se trate de un préstamo de cincuenta centavos o de ayudar a empujar un automóvil, se negará a hacerlo. Hasta se ha dicho a sí mismo que debe cobrarse semejante daño. Si no puede cobrárselo al director, lo cargará a la cuenta de su hermana, del cartero, o quizá del gato. Respirando hostilidad, hace gala de su cicatriz emocional ante el mundo, y éste, reaccionando con resentimiento, establece una corriente opuesta de pesadilla que parece no habrá de acabar nunca. ¿Cómo curar esta cicatriz emocional? Esta persona ha sido tratada injustamente ¿no es así? ¿Cuál es la respuesta? Lo que tengo que decirle es esto: ha sido tratado vilmente y, puesto que este empleo tenía para él mucha importancia, es natural que sienta algo de resentimiento. Sería comprensible que, después de haber recibido tal noticia se sintiese amargado y a punto de estallar durante unos pocos días. Quizá hasta fuese deseable, porque a menudo es mejor descargar los malos humores que dejar que el odio nos roa. Pero no habrá de dejar que la cicatriz del resentimiento se apodere de él y domine constantemente sus pensamientos. La vida tiene cosas buenas, y hay otros caminos para seguirlos, otros empleos, otros campos. La sociedad guarda para él un lugar, si se siente dispuesto a salir al encuentro del mismo. Perdone al director. Quien sabe qué problemas le hacen sentirse inseguro, por lo que no le fue posible brindar una buena oportunidad. Necesitó valor para contratar a alguien falto de experiencia en la especialidad. Cuando mi lector cometió errores, es posible que el director temiera la responsabilidad que pudieran representar para él. Mi lector debe perdonarle porque también él es un ser humano y no siempre es justo. Elimine la cicatriz emocional y aplíquese una vez más a alcanzar metas positivas. Recobre su perspectiva anterior; engrase la vieja máquina y entre de nuevo en la danza. Nuestras cicatrices pueden parecer arañazos a los demás

A menudo nuestras aflicciones pueden parecernos abrumadoras, peores que las de nuestros semejantes. A los demás, nuestra cicatriz puede parecerles un simple arañazo. Hay quien puede estar malhumorado después de haber perdido un empleo determinado, mientras que otra persona 10 echará en olvido en 24 horas y se abrirá paso por una vida de éxitos. Habrá jovencita que esté toda la vida disgustada porque un pretendiente se cas6 con otra; una

98


muchacha distinta quizá compre un vestido nuevo, salga de paseo con alguna amigo y conozca a otro hombre que sea mejor para ella.. Quien tiene la impresión de que goza del derecho a ser dichoso no deja que los infortunios le abatan. Se abrirá camino entre la derrota hasta alcanzar una vida más risueña. Reajustará sus objetivos, orientará de nuevo su brújula, pondrá una vez más la nave en su derrotero, y buscará futuras victorias. En The Power 01 Your Subconscious Mind, el doctor Joseph Murphy escribe: "Quien realmente desee la paz del espíritu y la calma interior, la conseguirá. Por más injustamente que haya sido tratado, o por injusto que haya sido el jefe, o por más ruín y bribón que alguien haya demostrado ser, todo esto no le hará mella alguna cuando acuda a sus facultades mentales y espirituales. Sabe lo que quiere, y se negará decididamente a dejar que los ladrones (pensamientos) de odio, enojo, hostilidad y mala voluntad le despojen de la paz, la armonía, la salud y la dicha. En cuanto identifique inmediatamente sus pensamientos con el objetivo que se haya señalado en la vida, dejarán de trastornarle las personas, las circunstancias, las noticias y los acontecimientos ...". En una palabra, reconocerá que su cicatriz es sólo un arañazo. Lo lavará con jabón, le aplicará yodo a una curita y seguirá adelante en su afán de vivir con entusiasmo. Somos más resistentes que Io que creemos

Algunas personas creen que la vida les ha dado demasiados "golpes duros" y que estas luchas habrán de cobrar inevitablemente algún diezmo. Pero no es así. El cuerpo humano es un mecanismo maravilloso, como también lo es la mente humana. El ser humano es verdaderamente elástico. Tiene el bote de una pelota de goma, el impulso de un motor de retropropulsión. Es resistente, y puede aguantar mucho, a menos que escoja destruir estas cualidades que lleva dentro de sí. Franklin D. Roosevelt fue atacado por la poliomelitis, pero no dejó que esta enfermedad le abatiese. Habiendo quedado paralítico, no pudo caminar durante la mayor parte de su vida de adulto, pero, aun sin poder servirse de las piernas, asumió las tremendas responsabilidades de quien es Presidente de los Estados Unidos. Helen Keller nació totalmente sorda y ciega, pero era una persona de espíritu inquebrantable e hizo una gran aportación al mundo como escritora, conferenciante y como un ser humano lleno de ánimo que dio mucho de sí y que no perdió el tiempo llorando unos males, que hubiesen


99

hecho que la mayoría de las demás personas pasaran su vida derramando lágrimas. Esta asombrosa mujer obtuvo su título cum laude en el Radcliffe College y pasó la vida ayudando a otros seres que, al igual que ella, eran ciegos y sordos. Escribió artículos y libros, y ha viajado por todo el mundo haciendo labor para organizaciones tales como la Fundación Norteamericana para Ciegos. También Walt Disney pasó tiempos malos. En 1931 sufrió un colapso nervioso. Aun siendo un artísta consumado, no sabía, en esta época de su vida, aceptar totalmente su genio. Su perfeccionismo le llevó a esperar demasiado de sí mismo, y padeció de insomnios. No podía tolerar imperfecciones en lo que producía. Al aconsejarle el médico de los estudios que dejase el trabajo por una temporada, Disney no permitió que esta dolencia momentánea le abatiese. De ello sacó una lección: aprendió a relajarse, y siguió su gran carrera de caricaturista y productor de películas. La actriz Fanny Bryce también tuvo que soportar un golpe duro y levantarse de nuevo. En Fabulous Fanny, Norman Katkov cuenta la forma en que "Baby Snooks" quedó abatida por su divorcio, en 1927. "Le ví salir del cuarto --escribió Fanny muchos años después--, y no creía lo que estaba sucediendo. No creía que hubiésemos terminado, ni creía tampoco que jamás volvería a ver a Nick como esposo mío. El abogado salió para arreglar la cuestión del cuarto del hotel, y comprendí que ese día estaba tan enamorado de Nick como la primera vez que le ví. "Esperaba que Nick detuviese el divorcio. Incluso cuando el ahogado vino para acompañarme al juzgado, pensé que encontraría a Nick al pie de la escalinata, dispuesto a desistir. Creía que le encontraría a la puerta del juzgado para poner fin al divorcio. Creía que estaría en la sala del tribunal para decirle al juez: "Olvidelo, señor juez; mi esposa y yo cometimos un error. Estamos enamorados. No queremos divorciamos." "Pero no compareció. Todo lo que recuerdo es que el día era espléndido. Yo me sentía como en otro mundo. Era cual si estuviese observándome a mi misma, allí, de pie en la sala del tribunal. No oí las palabras di de mi abogado. No oí lo que dijo el Juez. Todo lo que se es que-me eron un fajo de papeles para que los firmase, que los firmé, y que me dieron una copia". Fanny se repuso de su dolor para llegar a ser una gran ac~ de la radio y el cine durante muchos años. Todas estas personas resistieron; y todos podemos hacerlo. Hemos de percatamos de las fuerzas positivas que llevamos dentro, para ponerlas

100


en uso, aumentando la fé en nosotros mismos como seres humanos en desarrollo que no se abaten bajo unos pocos "golpes desafortunados". Cómo ayudé a que un vendedor venciese sus temores

Hace como un año vino a verme un vendedor de seguros. Había leído Psycho-Cybernetics." e hizo el recorrido desde DalIas, Texas, por varios

motivos, uno de los cuales era que quería tratar conmigo un problema. Sentóse !rente a mí en la estancia y, con la afligida mirada fija en la alfombra mientras hablaba, me habló de su temor a pronunciar discursos en reuniones de vendedores de seguros en Texas. Era un buen vendedor, uno de los productores más destacados de su compañía. Pero, cuando se levantaba para dirigir la palabra a sus colegas vendedores, sentía pánico, balbuceaba unas pocas palabras y se sentaba avergonzado de sí mismo. Este terror era tan grande que hasta temía desmayarse. Algu~as veces llevaba a su esposa a estas reuniones y le afligía que ella fue~ testigo de su degradación. Se imaginaba que quienes estaban en el público hablaban de él y le ridiculizaban. . ~enía ante mí a ese hombre de edad mediana, buena apariencia e mtelIgente: S~ perso?a ten~a un aura de honradez y decencia y, mientras fumaba mi CIgarro, mtente pensar en algo que yo pudiera decirle y que le procurase tranquilidad y consuelo. ~Es extraño -le dije- que usted, un vendedor que tiene que impreSI?na~ a las otras personas, se encuentre afligido por una dolencia imagmana, -No tiene nada de imaginaria -me contest6--. Me siento asustado. -Es algo imaginario. Es usted un orador. Habla usted bien. Sin embargo, algo le sucede cuando se levanta para dirigir la palabra a un grupo de vendedores de su ramo. Permítame que le cuente algo de mí mismo y luego le diré lo que anda mal en usted. "Toda ~a, cuestión del temor puede traducirse en muchas pautas de conducta ndícula que nos hacen aparecer muy por debajo de lo que realmente somos. "Recuerdo cuando era estudiante de medicina y asistía a un curso de patología en ~ue el catedrático me llamaba para que contestase sus preguntas. Invanablemente, me sentía igual que usted. Cuando veía las ca~as de otros ochenta alumnos con la mirada fija en mí, sentía que el ~edo me atenaceaba. Presa del pánico, no sabía pensar. Me sentaba sin contestar las preguntas, sintiéndome derrotado, puesto que inmedia-

. * De: esta obra se ha publicado una traducción española con el titulo Psico. Clbernltaca a cargo de nuestra editorial. (N. del E.)


101

tamente después era capaz de reordenar mis pensamientos y dar con las respuestas que había dejado de dar. "En los examenes escritos no tenía que estar frente a los demás alumnos. Miraba por el microscopio y ponía por escrito lo que veía. Muy sereno, obtuve la mejor calificación en mi examen escrito, pero, debido al examen oral, temía perder el curso, con lo que no llegaría a ser médico. Era como un mal nadador que tiene que llegar a la playa o ahogarse: para sobrevivir tenía que vencer mi problema. Llegado el momento del examen oral me dije que, cuando me llamasen, me imaginaría que estaba mirando unas preparaciones en el microscopio y que esto me daría mayor confianza. También, me dije que tenía derecho a cometer algunos errores, y que éstos no habían de avergonzarme. "La vez siguiente me levanté y contesté las preguntas. En una ocasión, al titubear, me dije a mí mismo que sólo era un ser humano, y así recobré el dominio de mí mismo. Aprobé el curso con todos los honores. "Pasé por las mismas angustias que usted, aunque de manera diferente, pero por el mismo motivo. Temía cometer un error y este miedo me hacía perder por un momento el dominio de mi facultad de pensar racionalmente, por lo que no daba con la respuesta. "Amigo mío, esto debe ser para usted una lección, puesto que su dificultad está en que tiene miedo a cometer un error en presencia de sus colegas vendedores. Tiene usted una cicatriz emocional, ya que este temor le tiene obsesionado. "Recuerde, empero, que también sus colegas han cometido errores. y recuerde también que usted ha tenido éxitos. La próxima vez que se levante usted para hablar, piense en la forma en que se sentía la última vez que vendió un seguro grande. Esto le dará confianza en sí mismo y borrará la cicatriz. "Se comienza a vivir no tanto por el miedo a cometer un error, sino al vencer este miedo. Comenzamos a vivir cuando nos alzamos por encima de nuestras fallas". El vendedor volvió a su hogar de Texas. Desde su regreso ha podido hablar en forma efectiva ante grupos de vendedores de seguros. Sus objetivos siguen siendo elevados, pero ya no se siente avergonzado cuando no es perfecto. Su cicatriz emocional se ha desvanecido. Las cicatrices emocionales pueden borrarse; las dos sugerencias que siguen pueden ayudar a ello: 1. No se intente ser alguien distinto. 2. No se tenga miedo a cometer un error.

102


Cómo vencer el abatimiento

Hay veces en que nos sentimos abatidos. No importa de quién se trate, de vez en cuando toda persona está de mal humor y sus pensamientos son sombríos. Se odia a sí mismo por todos los pecados de obra y omisión que ha cometido; es difícil de contentar y, cuando se mira en el espejo, no le agrada lo que ve. Muchas causas de abatimiento arrancan de un desajuste interior del ego. Para quien se acepte fundamentalmente a sí mismo, este humor abatido no le habrá de durar mucho. El abatimiento será crónico sólo en el caso de que no acierte a hacer las paces consigo mismo. He aquí cómo vencer el abatimiento.

1. Acéptese el estado de ánimo propio; no hay que culparse por ello. 2. Abandónense las malquerencias contra los demás; recuérdese que también ellos tienen sus problemas. 3. Véanse los propios éxitos pretéritos, y recóbrense las buenas impresiones acerca de sí mismo. Sentirse abatido de vez en cuando no resulta difícil de soportar, cuando se sabe que se podrá encontrar muy pronto el camino que lleve otra vez a un sol resplandeciente.

La fe en sí mismo evita heridas La vida es como un juego de fútbol americano. ?cupamos el puesto de quarterback y, a veces, ordenamos jugadas equivocadas. Enviamos al fullback (o vamos personalmente) adelante a un metro de la línea de toque, sólo para tropezar contra u~a murall~ de tacIeadores, sin lograr avance alguno, sin obtener más resultado que unas. cu.antas escoria~iones. No se permita en modo alguno que estas esconaciones se conviertan en cicatrices permanentes que nos amarguen la vida y que no nos dejen ver sus bellos momentos. . Los psicólogos nos dicen que hay personas "propensas a los accidentes". Cu~ndo reciben un empellón, lo más seguro es que salgan gravemente lesionadas. Otros pueden llevar el balón y, cuando les derriban se levantan llenos de ánimo para lanzarse otra vez a la brega, prestos a un nuevo intento. Creen en sí mismos y, por lo tanto, no es fácil herirles. Hay días ~n que todo anda mal. El despertador no sonó y llegamos tarde al trabajo; nos sorprende un aguacero sin que llevemos paragüas;


103

la esposa está malhumorada y el pequeñín llora. El automóvil necesita una reparación y no sabemos cómo encajarla en el presupuesto; alguien ha hecho un comentario levemente sarcástico y le contestamos a gritos, como si hubiese prendido fuego a nuestra casa. Quien tiene fe en sí mismo cuenta con algo que le sosten~rá cu~ndo surjan causas de irritación. Hay que ser bondadoso consIgo mismo, verse a sí mismo como alguien de valer. En lugar de estar pulsando continuamente la cuerda de las propias debilidades, han de verse los puntos fuertes propios e imaginarse a sí mismo en los mejores momentos. Hay que verse a sí mismo en el mejor aspecto propio y tener fe en los impulsos positivos. Haciéndolo así, se lograrán buenos resultados todos los días. Incluso lograremos marcar puntos extra y no nos sacarán del campo en una camilla. Las viejas cicatrices emocionales pueden hacerse a un lado

Quizá el lector diga: "Pero es que ya no soy ningún joven de veinte años. Tengo ya sesenta, y la vida para mí no ha sido fácil. ¿Cómo puedo desprenderme de viejas cicatrices emocionales que ya han encallecido con el transcurso de los años". No es fácil. Todos deseamos un paraíso terrenal, vivir en una isla de la Polinesia contemplando al rebrillar del océano azul, con cocos que caigan de las palmeras para damos el sustento. A menudo nos negamos a renunciar a este sueño y, caídos en la desilusión, nos encerramos en caparazones de resentimiento, viendo la vida como algo lleno de desengaños y renunciaciones, Pero es posible desprenderse de las cicatrices emocionales. ¿Es mi lectora una mujer casada, amargada con el marido porque éste nunca alcanzó a ganar dinero bastante para proporcionarle los bienes materiales que ella apetecía? ¿O quien me lee es un soltero solitario, disgustado todavía con la muchacha que rechazó sus proposiciones matrimoniales hace ya casi treinta años? ¿O es una mujer divorciada rebosante aún de malquerencias contra quien fuera su esposo y echándole la culpa de todos los pesares que ella siente? . ¿O es un hombre de edad ya mediana, un oficinista que se siente avergonzado de no haber ascendido jamás a otros peldaños más altos del éxito profesional? Si quien me lee se encuentra en cualquiera de estos casos, o si le acosan otras dolencias emocionales diferentes, es ya hora de que borre estas:

104


cicatrices y se enfrente de nuevo a la vida. Puede hacerlo, si abandona todo r?senti~iento Y,. al igual que e! polluelo recién nacido que sale del cascaron, dirige la VIsta a un mundo nuevo que es e! único que le es dable conseguir. La llave del arsenal quirúrgico para lograrlo es e! perd6n. Perdón para los demás: No son más que humanos

. Hay q~e perdonar ~ los de~ás, y s~ ha de hacer no s6lo por su bien, s:no aSI mismo por el ble.n propIO. QUIen no obre así sentirá en su intenor naus~abu.ndos rese~tlmlentos, que le destruirán por dentro. Las clca~nces mat;nales no sie~~re son negativas. En algunas sociedades, constituyen senales de prestigio. Algunos indígenas de Af . . nca se d esfiiguran 1a nariz y la adornan con anillos; entonces se consideran hermosos. . 1 Los mulatos ' b de Estados Unidos solían hacer gala de citea tri nces facia es como SIm 010 de bravura. Pero !as cicatrices ~mocio?ales duelen siempre. Cuando se guarda un agravio contra alguien quizá lastimemos sus sentimientos pero nos causaremos mayor daño a nosotros mismos. ' Cuando alguien nos ha hecho algú n daño, real o imazi . es muy . ., o·nano, natural una pnmera reacción de ira Quizá debiéramos . . . . ' expresar1e a hIZO el sentimíento que nos ha causado su act quien, nos lo o. E n t onces podnan d arse pasos para enmendar la situaci6n. Si el- mal no tiene estar rumiándolo durante semanas, me. , remedio, d ses, o anos no servira e nada. Lo único que ocurrirá será q 1 . - 1 r ue a Ira dane e estomago y se acabe teniendo una úlcera gástrica. Recuérdese también que la otra persona es un ser h umano, igua . 1 que todos nosotros, y que son muy pocas las personas que puede d . . , pisaron . ai n eClr que Jamas un ca llo lo ajeno. . Así pues hay que perdonar ... y olvidar. Lo más probable es que al fID de cuentas, no haya nada que perdonar. ' No se mantengan malquerencias contra sí mismo

Lo ~ue es más importante de todo es perdonarse así mism N de se d h . , . . o. o puer •IC oso m tener éxito quien mantenga alguna malqu erenCla . con, tra SI mismo. B6rrense , las cicatrices emocionales propias Con el bálsamo de la bondad. Aplíquesele suavemente en el punto que duele Q . h . por el temor que siempre tuvo . auien a bst emid o del e matri matnmomo, 1 s se aya li cados 1 ' . o comp azos románticos, sea su propio médico bondadoso y reconozca esta


105

limitaci6n. Quien por su propia incapacidad para canalizar su poder acometedor se ha mantenido distanciado de toda realizaci6n profesional, aplíquese e! tranquilizador bálsamo de! pensamiento amable a esta herida, frotándolo suavemente hasta que ya no le duela. Quien en alguna ocasi6n hiri6 profundamente con alguno de sus estallidos a un amigo muy querido, sea bondadoso consigo mismo y perd6nese e! haber sido humano. He aquí cuatro "remedios milagrosos" para las cicatrices emocionales; han sido útiles a otras personas y también lo serán para quien me lee: 1. Aceptar las limitaciones propias. Nadie es perfecto; todos tenemos defectos. Si distendemos una liga de goma más allá de sus límites, acabará por romperse. 2. Olvidar los propios errores. Todos hemos hecho cosas que quisiéramos deshacer, pero ya es imposible. Basta, pues, de torturarse culpándose a sí mismo. 3. Perdonar a los demás. Son tan falibles como nosotros. No son dioses ni tampoco son máquinas; son s610 seres humanos. 4. Verse a sí mismo como se fue en los mejores momentos. Hay que verse a sí mismo en las situaciones que fueron verdaderamente gozosas, en que las cosas parecían encontrar e! lugar adecuado y en que el mundo propio era e! deseado. Recuérdese como fueron sentidos aquellos momentos, cáptese de nuevo aquella buena impresión, vuélvase a vivirla y a verla con todos sus brillantes colores, y no se sienta temor alguno de afirmarse en esta espléndida sensaci6n, aunque su primer efecto sea como un choque. Manténgase vívidas estas imágenes en la mente; rechácense .las imágenes de "fracaso" y la sensaci6n de vacío en e! estémago que las acompaña. Hay que alimentar e! mecanismo del éxito que todos llevamos dentro. Estos conceptos que realzan la propia imagen de sí mismo pueden curar las cicatrices emocionales propias. Una vez se ha comenzado a vivir mejor consigo mismo, remediando los daños del pasado, se está a punto para avanzar hacia el logro de éxitos propios que sean reales, y hacia el cultivo de hábitos constructivos que llevarán a la dicha.

8

AL LEVANTARSE EL TELON NO SE NECESITA MASCARA

107

La máscara que todos llevamos

Al levantarse el tel6n no se necesita máscara

Invito al lector a que se relaje en la sala de espectáculos de su mente y que observe el drama en el que está tomando parte: Se trata de un baile de disfraces en casa de un amigo. Hay risas y conversaciones animadas. Todo el mundo lleva una careta; ni tan siquiera es posible reconocer al anfitrión, aunque su cara es bien conocida. U na rubia, cubierto el rostro con un antifaz color de rosa, saluda al lector y éste corresponde al saludo. Es una mujer alta y esbelta que el lector ha conocido en algún lugar, pero ¿quién es? Un individuo con atuendo de vaquero del Oeste y antifaz negro la toma del brazo y la lleva hasta una improvisada pista de baile, un espacio que se ha despejado apartando el diván y el aparato de televisión. No es ni Tom Mix ni el Llanero Solitario pero ¿quién será? Todo resulta muy confuso, pero es un juego en el que mi lector se divierte. Toma un poco de ponche ("¿qué es lo que habrá en esta ponchera?") y se une a un grupo de sonrientes personas. Por el momento no hay nadie que se tome la vida en serio. Simbólicamente, esta escena es una representación fiel de la vida, puesto que la mayoría de las personas llevan una máscara casi todos los días de su vida. No es posible verla, pero ahí está. Las máscaras de la vida real son trágicas, aunque los disfraces sean divertidos. Sirven para un fin insidioso: ocultar el verdadero ego, que sentimos que es inaceptable, a los ojos de un mundo amenazador. Muchas personas viven su pequeño baile de disfraces hasta el día en que mueren, poniendo la cara que creen les ha de proteger contra la crítica ajena. Mantienen su verdadero ego encerrado dentro de sí, cual si fuese algún tenebroso secreto que los horrorizase. Otras personas viven hasta una edad ya muy madura, sin que nadie llegue a saber realmente cómo son. Sus máscaras les alejan del imperfecto y caótico dar y tomar que es la vida. 106

¿Son necesarias las máscaras? Hace muchos siglos, nuestros primeros antepasados fueron salvajes. Cuando dos de ellos, escrutando la tierra en busca de alimento, se encontraban cara a cara en campo descubierto, hacían rechinar los dientes, echaban los labios hacia afuera en actitud de reto y se miraban , amenazadoramente uno a otro hasta llegar a las manos. Despues de la pelea, el vencido sentía temor y quizá llorase amargamente, mientras del rostro del vencedor se borraba la ira que era reemplazada por la risa del triunfo. Cuando volvían a encontrarse, en el futuro, el apaleado se veía atemorizado, mientras el vencedor ostentaba en su rostro una expresión de confianza. En esta nuestra sociedad civilizada, también somos vencedores y vencidos, pero el cuadro es más risueño. La mayoría de nosotros conocemos tanto el sabor del éxito como el del fracaso, y nuestros días encierran altibajos. De niños somos iguales al hombre primitivo, iguales a nuestros antepasados. Si un niño de tres años se cae y se despelleja las rodillas estallará en un llanto de dolor. Si una niña de cinco años recibe un bonito regalo de cumpleaños, quizá exprese su satisfacción con gritos y batiendo palmas. La mayoría de los niños expresan franca y abiertamente lo que sienten. Al terminar la infancia, en la adolescencia y siendo ya adultos, aprendemos a llevar máscara, a ocultar nuestros sentimientos más concretos, o a modificarlos. Esto forma parte de nuestro proceso civilizador: si queremos vivir en una sociedad que pueda perdurar, no podemos atacarnos unos a otros físicamente. A veces tenemos que poner rienda a nuestras emociones y a las acciones que de ellas se derivan. Tenemos que pensar en algo más que en nuestro propio bienestár; nuestros semejantes también cuentan. En determinadas situaciones, debemos disimular nuestros sentimientos, o bien debemos modificarlos. Aunque, por ejemplo, no nos guste nuestro patrón, necesitamos el dinero que nos proporciona nuestro empleo para mantenernos y dar el sustento a la esposa y los hijos y, para poder sobrevivir, hemos de ocultar nuestro desagrado. Lo malo está, empero, en que muchas personas llevan máscara cuan-. do no habrían de llevarla. Esto es una exageración de la civilización y lleva a inhibiciones, confusiones y debilitamiento de la imagen que la. persona tiene de sí misma. Llevamos demasiadas máscaras.

108


El hombre débil ll~va una máscara de estoicismo que le protege contra las heridas o su exagerada susceptibilidad. La mujer vanidosa lleva una máscara de indiferencia que oculta su deseo de agradar. El hombre que siente que ha fracasado como sostén del hogar puede llevar la máscara del jactancioso, fastidiando a los demás con sus reiatos uc éxitos imagil\'o:rio1>. La mujer que quiere casarse finge que es lo último que le pasaría por la mente. Estas son sólo una pocas de las máscaras que llevamos. Algunas veces nos protegen contra uJ10 o dos comentarios malévolos, pero también nos aislan del contacto de millones de personas que aprecian la honradez fundamental, rasgo que está haciéndose cada vez más raro. No nos dejemos asustar por la perfección

Algunas personas se encierran en una concha defensiva debido a la evaluación superficial que hacen de los demás. Las personas demasiado enmascaradas les engañan. La mayoría de las personas que parecen perfectas asustan a los de. más. Su aplomo es absoluto, su apariencia es impecable y ocultan sus emociones sin la menor falla. Puesto que parecen ser casi inhumanamente perfectas, crean sentimientos de inferioridad en los demás, que, al compararse con ellas, creen que no valen nada. j No hay que dejarse asustar por esta ficción! Hay que reconocerla en lo que verdaderamente es: un intento defensivo por parte de la otra persona para disimular su fragilidad humana. Cuando veamos una perfección constante en otra persona, no hemos de sentimos nunca llevados a imitarla. Quien puede ser él mismo, con todas sus debilidades humanas, sale mejor librado que el que, para poder soportar las tensiones de la vida moderna, necesita ocultarse tras una máscara. Se puede ser veraz

No siempre es fácil mostrarse tal como se es, debido a que entonces las propias debilidades serían una puerta abierta a los ataques y, viendo las cosas en forma realista, en todas partes hay bravucones que buscan ensalzar su propio ego a costa de los demás. Hay algunas situaciones en las que mostrarse tal como verdaderamente se es, sin máscara alguna, no resulta una acción inteligente. Para


109

quien sea enemigo de los convencionalismos, su conducta sin inhibiciones puede costarIe el empleo; también puede encontrarse en situaciones muy embarazosas en las ocasiones regidas por un rígido control de la sociedad. Es innegable que todos tendremos suficiente sentido común para reprimir un estallido de alegres ca(cajadas durante la parte más solemne de una boda, aunque la emoción que nos impulse sea por demás benevolente. Sin embargo, son en demasía las personas que ocultan su verdadero modo de ser cuando tal ocultación no es para nada necesaria. Esto es algo así como encerrarse uno mismo en la cárcel por algún delito que ni tan siquiera se ha cometido. Algunas personas temen que, si se nmestran veraces y sinceras, se verán criticadas por ser "diferentes". Esto me parece que es una censura mal aplicada, puesto que todos nosotros somos diferentes, y hemos de sentimos agradecidos de que cada uno sea distinto. Esto da cierta importancia a nuestra vida; importancia que no tendría si no fuésemos más que robots. Sin embargo, hay algunos de entre nosotros que prefieren jugar a la segura y viven como robots, para evitar así cualquier pasible crítica o censura. Esto constituye un sacrificio terrible. La crítica puede clavamos su aguijón, pero, cuando se tiene algo de fe en sí mismo, se la puede soportar y, si algún jactancioso nos molesta, estaremos en posibilidad de ponerlo en el lugar que le corresponde. Se puede ser uno mismo y hay qtle serlo; la vida brinda muchas oportunidades sin castigo ni ostracismo social. Algunas veces hasta puede lograrse alguna recompensa, gracias a la franqueza y a mostrarse -r único. En muchos campos de actividad (y los espectáculos constituyen una de ellas) hay gran demanda de personas cuya actuación sea de gran calidad y, por lo tanto, diferente. La persona más atrayente de una fiesta es, a menudo, alguien cuyos comentarios son interesantes, porque son muy propios. Muchos jefes ejecutivos de negocios logran ascender los peldaños del éxito no limitándose a conformarse, sino porque han estado dispuestos a apostar a favor de la originalidad de sus ideas creadoras. Echemos una mirada penetrante al temor a ser diferente, y descubriremos que gran parte de este miedo carece de fundamento. El conformismo exagerado puede cobrar un fuerte diezmo: puede producir dicha. En el artículo de Arny Selwyn intitulado "Must Your Child Conform" publicado en el número de abril de 1957 de la revista Parents' Magazine se analizan los efectos que produce en los niños el disimulo exagerado:

110


"Ultimamente, psicólogos y sociólogos han examinado muy de cerca las relaciones sociales de los niños. Su investigación demuestra que los niños que encajan sin asperezas en el grupo, y acomodan sus actividades para que casen con las de sus amigos, suelen ser los más populares y admirados. Algunos de estos niños se sienten dichosos y seguros, y su compatibilidad con los demás es para ellos signo de un sano desarrollo. Pero algunos niños .que, exteriormente, parecen ser lo mismo, están torturados por la angustI~ y ~or profundos problemas emocionales. Por ejemplo, Joe es, a los diez an~~ el muchacho más popular de la clase. Es el primero que los otros nmos escogen para un equipo, una comisión o para que encabece la clase en cualquier juego. "Quisiéramos que nuestro hijo gozase de tanta popularidad como Joe, y encajase tan sin tropiezos Con su grupo. Pero una serie de tests psicológicos pusieron al descub!erto que Joe es un muchachito con graves problemas, rebosante de angustia y de temor al fracaso. Se ve a sí ~ismo como incapaz para habérselas con la vida. No sabe por qué se SIente de.esta manera, pero cree que, por alguna razón, es por su propia culpa. TIene marcados sentimientos de agresión y hostilidad que no se atreve exp~esar .. Es, primordialmente, para disimular esta ira y esta culpabilidad mtenor por lo que se muestra amistoso y se conforma de acuerdo con lo que los demás niños esperan de éI." , A ~enudo. la popularidad no puede compensar el daño que se causa a SI mismo qw~n exagera al enmascarar su modo de ser. Además, cuando se d.esempena este papel, se puede terminar perdiendo la noción de la propia manera de ser.

.a.

Los buenos amigos nos aceptarán por lo que somos

¿H~ oído el lector contar alguna vez el cuento del que describía a un arrugo suyo? "Siempre está sonriendo, siempre está dispuesto a ayudar. Le conozco desde hace quince años y, ni una sola vez le he visto ' perder los estribos y ni tan siquiera mostrarse irritable". "A lo que su interlocutor comentó prudentemente' "- Parece ser un santo, pero ¿es un amigo?" . Todo buen amigo nos aceptará por 10 que verdaderamente somos, no por la. máscara que oculte nuestro verdadero ser. En la festividad de Halloween, * los jóvenes se unen en banda de *.En la fiesta de Halloween que, en los Estadas Unidos, se celebra la víspera Dla de Todos los Santos, los j6venes se reúnen en bandas y alumbrándose con mternas hechas con calabazas cortadas y vaciadas para que ten~ aspecto de caras grotescas o fantasmales, recorren las calles disfrazados y enmascarados, no síende nada raro que cometan algunas tropelías. (N. del T.) d

r el


111

amigos, hacen máscaras y se preparan para un día de diversión y de llamar a todas las puertas. Máscaras y Halloween significan alegría. Sin embargo, para los adultos que han olvidado estas festivas ocasiones, las máscaras significan tragedia. Señalan amistades hechas de papel y no de granito. Significan ocultarse; no, dar. Quien sienta que ha de ocultarle su verdadera personalidad a un amigo, entonces uno de los dos no es buen amigo. Todo amigo verdadero nos aceptará por lo que realmente somos, con nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades, nuestros errores y nuestras victorias. El voto hecho en el matrimonio, "para bien y para mal", liga a dos personas amigas que, idealmente, van a conocerse en todos los estados de ánimo y situaciones que harán imposible todo disfraz, y que se aceptan uno a otra haciendo caso omiso de las imperfecciones. Todo buen amigo ha de ser así. Los amigos se conocen uno a otro sin máscara, y son leales a los intereses uno de otro. C&no una maestra de escuela sintióse llevada a la libertad

Hace cinco o diez años acudió a mi consultorio una maestra de escuela. Su rostro la hacía desdichada. Ninguno de sus rasgos le agradaba. Encontraba su nariz demasiado larga, su barbilla poco pronunciada, sus orejas salientes ... o así lo creía. La miré. Jamás la había visto y sentí que mi apreciación era totalmente objetiva. Vi que era una mujer no mal parecida y que la dificultad radicaba en la poca estima en que se tenía a sí misma. Mejoré su aspecto con unos ligeros toques de cirugía plástica, mucho menos de lo que ella creía necesitar; a medida que fui conociéndola, observé que sus modales eran extremadamente reservados. Rara vez dejaba traslucir en su rostro la menor emoción. -Esto es todo 10 que puede hacer por usted como cirujano plástico -le dije. . Pareció molesta, pero su tono de voz fue perfectamente modulada mientras se examinaba a sí misma en el espejo. -No ha cambiado usted mucho mi cara -dijo acusadoramente. -Era muy poco 10 que necesitaba usted -le dije, decidido a ser totalmente franco con ella-o Lo he hecho y ahora no hay en su cara nada que esté mal. El defecto está en la forma en que usted se sirve de ella ... como de una máscara para ocultar sus sentimientos. Pareció dolida; inclinó la cabeza. -Hago 10 que puedo -me contestó. -Estoy seguro de que es así -repuse-; pero, dígame ¿no se domina usted demasiado como maestra?

112


Sintiendo que yo era sincero en mis deseos de ayudarle, la maestra fue abandonando poco a poco su posición de defensa y me contó las penalidades de su vida. Odiaba la enseñanza, puesto que pensaba que había de ser un ejemplo de perfección para sus alumnos. Cada día iba a la escuela encerrada e.n ~u máscara, hecha un modelo de perfección, ocultando todos sus senurruentos menos los que creía que eran los "correcto~'. Siempre. había sido persona muy reservada; ahora, después de tres anos de dedicarse a la enseñanza, sentía dentro de sí una tensión insoportable. Desconociendo cuál era su dificultad hubo de atribuirla a sus rasgos faciales. ' Concluyó su relato y después estalló en llanto. ~Los ~iños s: ríen de mí -dijo entre sollozos. De repente calló, se sano. ~a nanz y pusos~ muy.erguida en su asiento, mirándome con prevencion, Como SI hubiese dejado escapar un horrible secreto. -Eso está mejor -le dije, sonriendo--. El llanto me demuestra que es usted humana, que tiene sentimientos. Poco a poco fue sosegándose y me devolvió la sonrisa. -:-Los niños se ríen de usted -le dije- porque sienten que está usted SIempre representand?,. siemp,re ~n guardia. Es natural que, como maestro, tenga usted dominio de SI rrusma. Tiene que verse usted competente y madura. Pero ... no tiene por qué ser perfecta. Una buena maestra 'puede v~rse alocada de vez en cuando, y sus alumnos seguirán, respetandola, SI es fundamentalmente buena ... Les gustará justamente ~r ser humana. IQuítese la máscara! Se sentirá más er: paz consig~ misma, y hasta quizá goce dedicándose a la enseñanza. Sentía~ ~ejor cuando salió de mi consultorio, decidida a ser una persona mas libre. Unos meses después me envió una carta diciéndome que su cara ya no la preocupaba, que se sentía más sosegada. Sentía que era una maestra más humana y que, si bien su trabajo le ocasionaba alguna qu~ ~tra angustia, confiaba en que, con el tiempo, su salón de clases dejaría de ser una cárcel para ella. Abramos la puerta a la verdadera imagen de nosotros mismos

, 9ue este caso brinde. una lección que sirva de ayuda. La imagen de 51 mismo no puede ser VIgorosa más que cuando se abre la puerta para dar entrada a los sentimientos humanos ... y también a las fallas humanas. De no .hacerlo así, se sigue llevando una máscara, como el delincuente que quiere entrar a un banco a robar. . Dando por supuesto que mi lector no es un asaltante de bancos, no tiene necesidad de máscara alguna, al menos. fundamentalmente. Sus


113

sentimientos no son tan horrendos como para que tenga necesidad de estar inhibiéndolos constantemente. Si cree que lo son, lo que necesita enmienda es su manera de pensar y no los sentimientos. Quien entierra profundamente dentro de sí sus propios sentimientos no puede tener una imagen exacta de sí mismo, debido a que no puede saber cómo es él mismo exactamente. Sólo puede saber lo que está fingiendo ser. ¿Es usted alguien que, cuando está en una fiesta y expone una idea que le es muy querida, deja de hablar o cambia el tema de su conversación si ve que sus interlocutores fruncen el ceño? En este caso, ha de desarrollar la fuerza de sus propias convicciones y dejar de buscar la aprobación o el reconocimiento ajenos. De no hacerlo así acabará por ahogar su propia expresión y ocultándose tras una máscara, aplastando con ello su ego creador. Son muchas las personas que, siendo niños, les era impuesto silencio por sus mayores y que, por ello, han acabado por tener la impresión de que no son importantes. Siempre se sientan en la última fila, pensando' que son unos fracasados y sufriendo un profundamente arraigado sentimiento de inferioridad. Si esta definición se ajusta al modo de ser del lector, lo mejor que puede hacer es enterrar el pasado y deshacerse de sus ligaduras. Ha de ser un buen padre para sí mismo; rompa las cadenas de la cautela exagerada y abra la puerta a una imagen de sí mismo que tenga espacio para dilatarse. El secreto de la personalidad

Mucho se ha escrito acerca de la "personalidad", voz que el Diccionario de Webster define diciendo que es: "la cualidad o estado de ser personal o de ser una persona". Algunos escritores nos dicen que, para tener personalidad, hay que ser dinámico, o aprender algunas habilidades sociales, o bien se ha de hablar de las experiencias interesantes que se hayan tenido. No estoy contra de nada de eso, pero tengo la impresión de que su manera de enfocar la cuestión es superficial. Para tener "personalidad", para tener "la cualidad de ser una persona" se ha de ser.capaz de arrancarse la máscara y de ser uno mismo, no alguien que desempeña un papel en una comedia que no ha escrito y que ni tan siquiera ha ayudado a crear. El gran secreto de la personalidad es que hay que aprender a arrojar la máscara lejos de sí y ser uno mismo.

114


Para ello pueden servir de ayuda los conceptos que siguen: 1. No se tenga temor a ser diferente. Quienes se burlan de alguien, por su condición de único, no merecen que se les preste atención; las mentes creadoras más grandes y los dirigentes más prácticos no temen ser diferentes; si tuvieran este temor no hubiesen alcanzado el nivel de éxito que lograron. 2. Piérdase el temor a la "gente perfecta". No son perfectos; sólo están desempeñando un papel. No hay que compararse desfavorablemente a sí mismo con esos "parangones de perfección". 3. Procúrese ser más espontáneo. Hay que aprender a soltarse un poco: Cuand~ se ~~ya de hablar, no se prepare por anticipado lo que se habra de decir ; déjese que las palabras fluyan libremente. A la mayoría de las personas les disgusta oir conversaciones ya "enlatadas"; no con. fía? en ta~es palabras. Recuérdese esto: si decimos algo que suene a tontena, n~dIe va a pegarnos un tiro por esta causa. Seguiremos, pues, estando VIVOS, y no será esa la última vez que seremos imperfectos ... o al menos así lo esperamos. . 4. Hay que confiar en sí mismo. La persona madura se acepta a sí mismo y no busca la aprobación de los demás. El narrador de chascarrillos que escruta un rostro tras otro, para descubrir una sonrisa mientras va haciendo su relato, probablemente lo acabará sin tener público alguno. A las personas les gusta que las distraigan, pero les desagrada verse forzadas a responder. Quien vea sus propias acciones con mirada bondadosa será capaz de expresarse libremente. 5. S~fó~uense los pensamientos de autocritica. Quien está continuame~te cntI~ando~ a. sí mismo acaba por aplastar sus impulsos de valor. QUIen se ~Ice a s~ mIs~o: "Estoy haciendo una tontería", o bien "quizá soy,demasIado afirmativo", o "no hubiese tenido que hablar tan aprisa" esta destruyendo su verdadera personalidad y se ve obligado a cubrirse apres~radamente el rostro con una máscara, pues se siente rayano a la histeria, j Hay que declarar la guerra a los pensamientos de autocrítica I i Basta ya de estar atormentándose a sí mismo! . 6. Arr~jese el manto de la dignidad. Son en demasía las personas que creen. que tienen que mostrarse muy dignos, que no es correcto mostrar entusiasmo. ~st? es ~i?ículo. La persona ya en plenitud ha de ser capaz de expresar I~dIgnacI~n y, aun más, los sentimientos positivos tales como amor y entusIaSm? SI ,~n amigo. nos hace .un favor, no debe creerse que es vergonzoso decirle: Eso ha SIdo maravIlloso de tu parte, Juan". Y,si la esposa se ve bella, no basta con hacer un leve gesto de asentimiento con la cabeza. Hay que. abrazarla y. decirle que se ve espléndida. Entonces se goza de la maravIllosa sensación de que se puede hacer dichosos a


115

los demás, y ellos querrán estar junto a nosotros. Repitamos una vez más unas frases de advertencia: En algunas situaciones se hace preciso inhibirse. Cuando se trabaja en un nuevo empleo o con un nuevo jefe, en un ambiente muy convencional, lo producente puede ser mostrarse cauto. Pero no se exagera esta cautela. E, incluso en una situación así, puede haber más de una libertad en la que se puede pensar. Ejercicio práctico número 5: Ser uno mismo

Volvamos a uno de los maravillosos instrumentos que tenemos a nuestra disposición: la imaginación propia. Siéntese el lector en un lugar en el que pueda concentrarse en la tarea de desenmascararse a sí mismo y de ser él mismo, sin disfraces ni fingimientos. Sosiegue sus pensamientos, arroje de sí las preocupaciones y limítese a relajarse. A continuación, reclame a su imaginación que le proyecte en el futuro. Señálese una meta, cuya realización habría de hacerle dichoso, y vaya imaginando los pasos que habrá de dar. Represéntese mentalmente las situaciones en las que se verá envuelto, y véalas con todos sus detalles. Al ir avanzando hacia su meta, logrará adelantos bien definidos y, sin embargo, habrá veces en las que tropiece y caiga de bruces. He aquí el punto principal de este ejercicio: A medida que estas escenas vayan desarrollándose en su mente, acepte de igual modo los errores y sus formas de triunfar. Para ser realista respecto a sí mismo, se ha de tener la capacidad de ser uno mismo sin máscara alguna, se ha de estar dispuesto a examinar y aceptar las [allas propias. Inútil es decir que el objetivo es el mejoramiento de sí mismo, y no alentar los errores. Pero siempre se ha de tener una base que dé sostén cuando las cosas anden mal. Si no se cuenta con este sostén, entonces se ha de llevar una máscara. Veamos un ejemplo. Se trata de alguien que intenta algo nuevo. Es una viuda cuyo marido murió hace dos años. Desde la muerte del marido se ha encerrado en sí misma, sintiéndose triste y sola. Ahora siente el deseo de recibir algunas personas en su casa; las ha invitado a que acudan. Es una experiencia nueva; su marido solía ayudarla como coanfitrión, y esto la hace sentirse angustiada. Teme que pueda obligar a sus invitados a hablar en forma ridícula o, quizá, que al contar algo se le olvide servir el ponche. Es muy posible que así suceda. He aquí el punto principal: Si así ocurre, pero de todos modos sigue aceptándose tal cual es, cuenta con un sostén y no tiene nada que temer. No tiene necesidad de llevar máscara alguna.

116


Esto es sólo un ejemplo de lo que quiero dar a entender. C ~~~ I t~ra, cada ,u.no de nosotros tiene sus propios sueños, sus propias situacienes específicas, sus propios problemas. Hay qU? proy~ctar la meta propia en el santuario de la mente y avanzar hacia aquella paso. ,a paso. Luego , a medid a que se va Imagman" , do este avance, veanse y sientanse las molestias que le '. bíé h ' son propias; pero ., protam . len . .ay que verse a SI mismo aceptando la falt a d e pe rfeccion pia, y viviendo Con ella, y concediéndose comprensión cuando sea necesano. Este ejer?icio ayudará al lector a ser él mismo, porque, si puede vivir con sus propios errores, nunca necesitará ocultarse tras una máscara.

9 El sexo y la imagen de sí mismo

Se habla mucho del sexo, tanto en público como en privado. Cuando yo era muchacho, se le consideraba un tema tabú, pero hoy casi todo mundo habla de él. En los tiempos anteriores a Freud, la gente se ruborizaba al oir nombrar esta palabra "pecaminosa"; hoy en día es un vocablo que está de moda. En cierta forma esto resulta sano, ya que es dañino ocultar en las tinieblas algo que tiene verdadera importancia. Y, sin embargo, aun siendo tanta la bulla, son muchas las personas que hablan del sexo con ignorancia supina. Todos nos hemos detenido frente a un puesto de periódicos y hemos echado una mirada a un sinfín de cubiertas de revistas con exhuberantes mu jeres que procuran tentamos; a contracubiertas de libros en las que se ven hombros musculosos atacando a muchachas semidesnudas y muy curvilíneas; a encabezados de periódicos que, en grandes titulares, hablan de agresión sexual. ¿Es que el sexo no es más que esto? ¿Es que no está representado más que por una mujer con 95 centímetros de perímetro del pecho y unas piernas perfectas? ¿Es solamente un hombre de un metro ochenta centímetros, con abultados músculos? Recuérdese el viejo proverbio: no es posible juzgar un libro por sus tapas. Pues bien, lo mismo ocurre con el sexo; el hombre que no alcanza a medir un metro sesenta centímetros puede consolarse, lo mismo que la mujer que es algo más alta o más gorda que lo que señalan los cánones de belleza. Porque el sexo no es solamente algo físico. No se puede entrar a un bazar a comprarlo, ni tampoco es posible pedirlo, ya envasado, en el supermercado. El sexo es algo espiritual, algo que se lleva en el coraz6n y en el alma. La imagen sexual creada en Hollywood

¿De dónde arrancan pues las dificultades? ¿Cuando se convirtió el sexo en una mercancía? No soy sociólogo ni especialista en el sexo, por lo que no me es posible dar una respuesta concreta. Pero, probablemente, el desarrollo de la industria del cine tiene algo que ver con ello. A medida que la popularidad de las películas fue con117

118

EL SEXO Y LA IMAGEN DE SI MISMO

virtiéndose en una institución nacional, la gente comenzó a adorar a héroes y heroínas, apuestos o hermosas, encamados en los actores y actrices de Hollywood, y estas "estrellas" convirtiéronse en símbolo de deseab~lidad:, Siend~ un medio de comunicación visual, las películas hacen ~ncaple en la Imagen, y el aspecto físico llegó a adquirir una importanCIa soberana. Al formar la im~gen de sí mismos, los muchachos y jovencitas adoles-

~entes procuraban ajustarse al modelo que les brindaban los reyes y reinas Im~r~ntes en el CIne, pero a menudo, esta imitación era solamente su-

perficial y ~ueca, al igual <:tue muchas de las películas faltas de realidad que ?an salido de los estudios, y también, con demasiada frecuencia hoy ~n día, personas ya mayores que antaño fueron adolescentes modelan la I~age~ sexual ~e sí mismas de acuerdo con los conceptos que han aprendido viendo películas de Hollywood. . ~ero el atractivo ~~xual es mucho más que algo físico. La buena apafl~~cla es algo magnífico, pero es secundario respecto a la sustancia espiritual y a la madurez emocional. El muchacho feo que bailó con la joven bonita

El lector ?ebe creerme, pues estoy diciéndole la verdad. Pero debe hacer algo mas que esto: ha de verla en su imaginaci6n. Vuelva al cine de la mente. Ocupe su butaca, coma algunas palomitas de maíz si así lo dese~, y, goce con la representación que voy a darle. El tema es real, no es mngun melodrama ajeno a la realidad. ' Se está celebran~~ un baile escolar en el amplio gimnasio. La orquesta de catorce muSICOS está tocando, y la pista de baile se encuentra ~~estada. L~ muc~achos se han puesto su mejor traje, corbata y camisa anca', Las JovencIt:as llevan bonitos vestidos, rojos, azules y negros; se han peínado ~uy bien y calzan zapato de tacón alto. Hay risas y conversaciones, rnientras todos gozan, o procuran fingir que se divierten. ro A los lados del salón. hay muchos jóvenes y jovencitas que forman g pos. Tres muchachas Integran un sonriente corrillo y cerca de ell ~e encuentran seis jóvenes que se dan aires sofisticad~ y confiados ~ Joven alto.y apuesto se separa de este último grupo, se dirige discretamente hacia .una de las muchachas, una atractiva pelirroja de vestido verde, y le pide el siguiente baile. -~o siento, Jim, pero los tengo todos comprometidos. El Joven agacha l~ cabeza, .balbucea algo y;Jegresa a su grupo. . .-Soy una calamidad -dice con sorna-c-- ~Por qué se me ocurrió mvítarla a ella? ¿Quién se ha creído que es?


119

Los otros muchachos hacen bromas a sus costillas. Luego uno de ellos, no tan guapo, bastante más bajo y muy flaco dice: -Voy a pedirle que baile conmigo. - j Bah! -dice el muchacho alto y apuesto--. No querrá bailar contigo, ni que se lo pidas de rodillas. El muchacho bajo sonríe agradablemente, se dirige hacia la jovencita, ésta asiente con la cabeza y se dirige a la pista a bailar. Más tarde hay un intermedio y, mientras la orquesta goza de un descanso, Harriet y su amiga Geraldine toman un ponche en la mesa de los refrescos. Harriet dice: -¿Sabes, Jeri? no pude dejar de oir a los muchachos hace un momento, cuando le hacían bromas a Jim. Está apenado porque lo rechazaste. -¿Jim? ¿Quién se ha creído que es? ¡Vaya tonto presumido! Sí es guapo, pero es demasiado atrevido y dominante. Se cree que es un don del cielo para las mujeres. Podrá engañar a otras muchachas, pero no a mí. Es cierto que Steve es bajito, pero me gusta. Tiene un maravilloso sentido del humor y se limita a ser él mismo; no intenta impresionarme ni ser alguien diferente. Es amable y considerado, y no piensa que me hace un favor cuando me pide un baile. La representación ha terminado. Aprendamos de ella. ¿ Es el sexo algo superficial? Hay que aprender que el atractivo sexual no está constituído por el buen aspecto físico. Tampoco lo constituyen los atavíos "fascinantes". Ni tampoco los modales suaves. Si el mecanismo del éxito funciona en bien propio, si se siente que todos los humanos son hennanos, y que se forma parte de la hnmanidad; si se está dispuesto a rectificar cuando se ha cometido un error, si no se teme amar a alguien, entonces se ha dado un gran paso. Quien se preocupa por los demás, quien es capaz de sentir compasión, cuenta con unas cualidades que contribuyen a darle atractivo sexual. Quien tiene el sentido de la dirección y es capaz de comprender las necesidades ajenas, quien tiene confianza en sí mismo y se acepta tal como es, cuenta también con otras tantas cualidades que elevarán su atractivo sexual. Estas cualidades son fundamentales para atraer a la mujer, lo mismo que al hombre. En mi relato, Jeri escogió a Steve, prefiriéndolo a Jim, debido a que era una persona bien definida que le gustaba. Los rasgos negativos del carácter de Jim le despojaban de su atractivo físico. Por otra parte, Steve era caritativo.

120


Por "caritativo" no me refiero a alguien que hace generosas aportaciones económicas al Ropero Comunal o a la Cruz Roja. La persona caritativa es alguien que simpatiza con los demás y comprende cuál es su propio papel en el mundo, puesto que sabe que recibirá de acuerdo con lo que dé. El atractivo de Steve era su personalidad extrovertida que se daba a los demás. Jim era narcisista, no tenía sentimientos más que para sí mismo y creía que esto era suficiente. Aunque no se percate de ello, la mujer, tanto si tiene 18 como 60 años, busca en el hombre esta consideración. Uno de los motivos por el que los diarios están llenos de casos de estrellas femeninas de Hollywood que se separan de musculosos jóvenes es que lo que la mujer descubre, demasiado a menudo, que lo único que tiene tal individuo son los músculos. Cuanto más haya madurado la mujer, tanto más dispuesta estará a inclinarse hacia el hombre provisto de acusadas cualidades emocionales. Siempre que la mujer no sea extremadamente fea, el hombre sensible también se sentirá inclinado hacia ella, si la mujer ha madurado emocionalmente. Por ser joven, quizá el hombre se sienta atraído principalmente por las cualidades físicas, pero, cuando quiere casarse y establecerse, busca, si es inteligente, una mujer que tenga corazón. A menudo, hombres famosos escogen casarse con mujeres normales y corrientes que son personas consideradas y con las que será agradable vivir. Esto no quiere decir que la mujer hermosa no valga nada. Las mujeres bellas van percatándose cada vez más de que se necesita algo más que la belleza. Pero algunas mujeres hermosas están echadas a perder. Acostumbradas a recibir y no dar, algunas de ellas esperan que les sirvan el mundo en bandeja de plata. Esto no las lleva más que a fracasos sentimentales y, cuando van entrando en años y la belleza física se desvanece, sienten que lo han perdido todo. De todos modos, el aspecto físico existe en la cuestión sexual, y una fea deformidad es causa de sufrimiento. La literatura está llena de narraciones de personas deformadas que tienen un fin trágico. Tenemos el clásico caso del "El Jorobado de Nuestra Señora de París" y la lamentable historia de Toulouse-Lautrec,* que creía que solo una mujer pública

* El pintor y lit6grafo francés Henri de Toulouse-Lautrec sufrió de adolescente la frac~ura de ambas piernas, en dos sucesivas caídas, y por habérsele atrofiado ambas extremIdades qued6 convertido en una especie de enano grotesco, objeto de burlas y_sarcasmos en el ambiente de bohemia y cafés conciertos en los que pasó los breves anos de adulto que llegó a vivir y de los que sacó inspiraci6n para la. mayor parte d~ su obra pict6rica y litográfica. Muri6 antes de cumplir treinta y siete años habIendo pasado los últimos de ellos. en un asilo. (N. del T.) ,


121

podría tolerarle. En estos casos la apariencia personal tiene un profundo significado. . Los millones y millones de dólares que las mujeres gastan cada ano en afeites y peinados es algo que tambi~n tiene signifi~ado. N? e~ qU,e estén simplemente tirando el dinero. Cmdar. de la propIa apanen.cIa flsica es una actitud sana. Sin embargo, la mujer procede de forma insana cuando su aspecto personal se convierte para ella en algo de ~rimerísima importancia y hace caso omiso de la existencia de otras cuahdades más profundas. Cuando se pone una peluca, la mujer puede estar ocultándose la imagen de sí misma. De todos modos las mujeres gustan de ver hombres apuestos y los hombres de ver mujeres bonitas. La verdadera fealdad puede ser algo que borre el atractivo sexual. N

La "muchacha más fea de los Estados Unidos"

Esto me recuerda un caso. Hace unos veinte años, una revista decidió que, en lugar de buscar la joven más hermosa de los Estados Unidos, ~elebraría ~n concurso para escoger la muchacha más fea de todo el paIs. Sus motIVOS no eran crueles; se pensaba que quizá cabría transformar esta muchacha en ~na joven físicamente deseable. Al poner en marcha este concurso, la re~lsta haría algo positivo. Se le proporcionaría a la vencedora una oportumdad de mejorar. La revista viose inundada de fotografías recibidas de por todo el país y los redactores escogieron a la "ganadora": una joven de rasgos defectuosos, mal cuidada y peor vestida. Se le pagó el viaje a Nueva York y se la puso en manos de especialistas. Se me llamó para que le enderezase la nariz y diese un nuevo contorno a su barbilla; un peinador mejoró su cabello, modistos de primera clase cortaron para ella vestidos nuevos y le diseñaron sombreros, y otros técnicos más cumplieron con su respectiva misión. Y, de la noche a la mañana, convirti6se en algo asombroso. Como remate de este fabuloso cuento de la Cenicienta, esta joven se casaba unos pocos meses más tarde. Hace unos pocos años supe de ella. Si no recuerdo mal, tiene cinco' o seis hijos y creo que ya es abuela. El cambio de su aspecto físico dio significado a su vida. Esto me pone a pensar. Supongamos que no hubiese sido la elegida. ¿Qué hubiese sido de ella? ¿Se habría casado? No 10 sé, pero lo dudo mucho. Seguramente su aspecto mejorado le dio mayores oportunidades.

122


Antes del concurso era una joven retraída. Después, fue capaz de dar algo de sí a los demás y conoció al que había de ser su marido. Este es un caso de éxito que debe constituir una lección para las personas cuyo aspecto físico les hace retraerse. Es muy cierto que la joven de mi caso recibió ayuda en proporciones extraordinarias, pero, aun sin esta ayuda es posible mejorar el aspecto propio cuando éste es deficiente, si se está dispuesto a poner manos a la obra. y el buen aspecto físico, junto con otros aspectos más del mecanismo del éxito (comprensión, compasión, sentido de la dirección, caridad, y estima y aceptación de sí mismo), habrán de mejorar la imagen que cada quien se haya formado de sí mismo y sus posibilidades de llegar a un buen ajuste sexual. La verdad acerca del sexo De todos modos, hoy en día las personas se muestran muy conscientes de su aspecto; casi todo el mundo saca el mejor partido posible de sus dones físicos naturales. En especial, la mayoría de las mujeres se arreglan con gusto, visten y se acicalan bien. , p?~ lo tanto, si a r<:sar de tanta charla jactanciosa existen hoy en día dlÍlcultades en cuestiones del sexo, y es. innegable que las hay, esto se debe al hecho de que muchas personas creen que se trata de algo puramente físico. La verdad cierta acerca del sexo es algo esplendoroso que sólo llegan a conocer unos pocos afortunados. Muchos estudios realizados ponen al descubierto que gran parte de los alumnos de las escuelas superiores de los Estados Unidos tienen sentimientos de inferioridad, y que el concepto que tienen de sí mismos ~guramente está afectado en gran parte por el sexo, ya que se trata de Jovenes que tienen alrededor de veinte años. . Esta es también una época de matrimonios con dificultades y divorCIOS frecuentes. Además, son muchas las personas que temen demasiado al matrim~:>nio par~ aventurarse a una empresa tan "traumática", y que pasan la VIda cambiando constantemente de pareja, entablando relaciones puramente superficiales, yendo de un lugar de veraneo a otro y de un salón de baile a otro. Para el joven de 25 años, este tráfago social resulta algo:splénd.ido, pero ~a no le resulta tan apropiado cuando llega a los 45 anos y Siguen gustandole las relaciones profundas y fundamentales. ~os estudios que se han hecho acerca del ajuste sexual en el matrimomo han puesto al descubierto las dificultades que existen. En uno de estos estudios, sólo una cantidad ligeramente mayor a la mitad de las personas entrevistadas creían haber logrado un buen ajuste sexual desde


123

el comienzo del matrimonio, y un doce por ciento creían no haberlo logrado nunca, incluso después de llevar hasta veinte años de casados. En un estudio de mil matrimonios, se descubrió que dos de cada cinco personas se encontraban sexualmente desajustadas. En otro estudio, casi la mitad de los casados a los que se entrevistó indicaron el desajuste sexual cual siendo la dificultad principal en su unión conyugal. El caso de Marylin Monroe, uno de los grandes "símbolos sexuales" de este siglo, fue especialmente trágico. Con toda su belleza, creía que le faltaba algo y se sentía espiritualmente sola. Aun siendo tan esplendente, el concepto en que se tenía a sí misma era negativo. Por lo que yo sé, no ha quedado concluyentemente demostrado que se suicidara, pero, si lo hizo, se debió a que creía que tenía muy poco valor como persona. En una ocasión, encontré a Marylin Monroe en la Costa del Pacífico, cuando estaba casada con Arthur Miller. También volví a verla en el restaurante de Sardi de Nueva York, una vez que cenamos formando parte de un mismo grupo. Me dije a mí mismo que era una mujer interesante, llena de vida e inteligente. Las opiniones por ella expresadas eran sinceras y serias. Me pareció encantadora. Pero, por lo visto, la imagen que se había formado de sí misma era débil y el parecer de los demás no logró cambiar este criterio. Resulta irónico que la publicidad cinematográfica crease, para que la viesen millones de personas, la gran imagen de Marylin Monroe, una de las más famosas representaciones del sexo en nuestra época, y que, sin embargo, se olvidase la imagen que ella se había forjado de sí misma. Hoy, muerta ya como una heroína de tragedia, algunas gentes le llevan ramos de flores, igual que hacían algunas veces cuando vivía y parecía pesar sobre ella la carga de una culpa personal que arrancaba de una infancia desdichada. Cuando la imagen que se tiene de sí mismo es pobre, no resulta fácil vivir consigo mismo. Por eso, otros le confirieron una talla que, por lo visto, ella misma fue incapaz de atribuirse. Esto me recuerda algo que me sucedió hace unos pocos meses. Mi enfermera me dijo que había una mujer que quería verme. Había leído mis libros, conocía a un amigo mío y quería contarme sus pesares. No soy psiquiatra, pero dije que, con mucho gusto la escucharía si con ello la ayudaba a tranquilizar su espíritu. En su pueblo natal había sido violada por un soldado, cuando sólo tema nueve años y, más tarde, a los diez, su propio padre le hizo insinuaciones sexuales. Pareció aliviada tras haberme contado estas sórdidas

124


experiencias de la infancia y, al comprender que, de todos modos, no la rechazaba. Tenía ante mí una mujer de edad mediana, de aspecto agradable, inteligente y sensible, pero de todos modos alcanzaba yo a captar que no se apreciaba a sí misma en lo que realmente valía. Esta mancha del pasado seguía infectándole el alma y no acertaba a ver adecuadamente las magníficas cualidades que en verdad poseía. Dudo mucho de que se sintiera emocionalmente digna de gozar plenamente la experiencia sexual con su esposo. El atractivo sexual, cuando es verdadero, consiste en acentuar lo positivo y eliminar lo negativo. Es vencer los instintos de fracaso y confiar en el propio mecanismo del éxito. El temor, la ira y la incertidumbre son sentimientos que hacen que las personas se alejen de los demás, para encerrarse en un mundo de vacuidad. Para alcanzar el verdadero atractivo sexual, hay que vencer estos sentimientos negativos y vivir de manera dinámica y positiva. El acto sexual en sí es algo más que un acto físico. Implica la verdadera participación y el darse sin reservas entre dos personas. Masculinidad y Femineidad

,Hoy en día se habla mucho de "masculinidad" y "femineidad". ¿Como ha de ser el hombre y cómo ha de ser la mujer? Tengo la impresión de que éste es otro tema muy poco comprendido. ~~y hom?res y ho~bres, así como hay mujeres y mujeres. Todos son UnICoS. DIOS los cre? a todos para que cada uno fuese un ser distinto, y no para que estuviesen gobernados por reglas rígidamente prescritas. En est.a época tan borrascosa, encontramos otro aspecto engañador. ¿Es que SI vemos en un anuncio comercial de la televisión a un joven aIt~, v.elIudo y apuesto, de aspecto vigoroso y atlético, es más "masculino ,dIgamos, que Albert Schweitzer, que se ha dedicado a la humanidad? Es curioso, pero habrá personas que dirán que si lo es. Se inclinarán una vez más a favor de la imagen física, y se olvidarán del corazón que da y de la mente que nos hace ser lo que somos. S?n los Schweitzers de este mundo quienes dan de sí mismos a sus semejantes y estos son, a mi parecer, el verdadero hombre. No se cuan alto '! ~usculoso sea el Doctor Schweitzer, quizá sea físicamente fuerte o quizá no lo sea, pero es todo un hombre. En Women in Wonderland, Dorothy Dohen expone las investigaciones. que la ~iólog~ ~argaret Mead ha hecho acerca de hombres y mujeres de tribus pnmmvas, Estudió las costumbres de las tribus Arapesh,


12!>

Mundugumor y Tchabuli. "Entre los Arapechs, encontró que ambos sexos eran cariñosos, respondían bien, eran faltos de agresividad y "maternales", pues tanto hombres como mujeres se entregaban al cuidado de los niños; entre los Mundugumor, tanto hombres como mujeres son agresivos, rudos y violentos; entre los Tchambuli, los sexos tienen señalados papeles marcadamente distintos, acompañados de notables diferencias de temperamento, pero estos invierten los conceptos propios de Occidente acerca de lo que es naturalmente masculino y femenino; la supervisión de la vida económica está a cargo de la mujer, y los hombres se dedican al arte y las ceremonias. "La investigación de Margaret Mead parece demostrar, de una vez por todas, que la biología no es el factor determinante, y que lo que explica las personalidades diferentes de hombres y mujeres es la cultura". Esta es la conclusión de la autora. Así pues, vemos que las distintas sociedades tienen normas diferentes para el hombre o la mujer. En nuestra sociedad, dominada como se encuentra por los medios publicitarios y el cine, el ideal masculino es el joven fuerte y musculoso, de resplandeciente dentadura, y el ideal femenino es la rubia curvilínea y exuberante, de piernas perfectas y modales cautivadores. No me siento inclinado a semejante tontería. Para mí, el hombre es, biológicamente, un hombre, y la mujer, es, biológicamente, una mujer; y las características físicas cuidan de sí mismas. Busco la persona. Busco cualidades tales como la comprensión, la actitud para relacionarse y el respeto de sí mismo. Si un hombre trata a los demás seres humanos con la compasión que tendría por un hermano querido, digo que es un hombre bueno. Si se relaciona con los demás de manera sencilla y sincera, digo que es un hombre bueno. Si tiene respeto de sí mismo, si la imagen que se ha formado de sí mismo es positiva, es un hombre verdaderamente completo. A la mujer la juzgo de acuerdo con estas mismas normas. Permítame el lector que le diga: No se inquiete por ser "masculino" o "femenino", insista solamente en ser él mismo, en vivir tan creadora y dichosamente como pueda, y en gozar el dinámico dar y tomar que los une a nuestros hermanos y hermanas humanos. No hay por qué ser un superhombre

Sin duda alguna muchos de mis lectores habrán visto la película "Period of Adjustment" adaptación de la obra teatral de Tennesse Williams. Uno de los personajes principales de esta comedia es un joven

126


que cree que tiene que ser un "superhombre". Resultado de ello es que contrae las fiebres, es llevado al hospital y, una vez casado tiene toda clase de peleas con su mujer, debido a que tiene que seguir demostrando cuan grande y fuerte es. Este tipo lo encontramos por todas partes. Son muchos los hombres de hoy que creen que han de ser todopoderosos, inmunes al dolor y estoicos. Reprimen todos sus sentimientos de bondad, aplastan a los demás para demostrar que son muy hombres, y hacen que la vida (que Dios sabe que ya es bastante difícil de por sí) resulte algo más dura para las demás personas. Y se atormentan a sí mismos si no son tan valientes como el detective privado que han visto en la televisión o el vaquero al que admiraron en la película de Hollywood. Si quien lee.este libro se siente de esta manera, permítame, por favor, ayudarle a relajarse y a gozar de la vida. Es por demás sencillo. No ha de hacer más que recordar que antaño fue un muchachito que lloraba cuan.do se despellejaba las rodillas. Recuerde que es un hombre y que no tiene que estar probándoselo a sí mismo continuamente, ni en el aspecto sexual ni en ningún otro aspecto. Deje ya de querer ser un superhombre. Esto le hará sentirse mucho mejor.


127

uno. Por medio de la función sexual que Dios les ha concedido, tienen la aptitud de producir hijos que son fruto de su propia satisfacción. Si estos casados se aceptan uno a otra tal como son, sin buscarse defectos, y si quieren ser dichosos y que su matrimonio sea un éxito, el sexo no constituirá problema alguno. No necesitarán de esfuerzos ni consejos, ni de estudios doctos. El matrimonio se encuentra en dificultades cuando los casados no saben darse uno a otro. El matrimonio es una relación social compleja, que implica funciones y responsabilidades sin número, en especial cuando hay hijos. Cuando se producen disensiones, puede rodar rápidamente cuesta abajo. El hogar dividido contra sí mismo tendrá muchas dificultades para subsistir. Si dos personas se preocupan realmente una de otra y están dispuestas a olvidar sus agravios después de cualquier disputa, entonces el matrimonio puede acercarles uno a otra y al resto de la raza humana. El amor es el ingrediente fundamental de todo buen matrimonio. Cuando los hijos han crecido y se van, las parejas cuyo matrimonio ha sido dichoso no tienen por qué entristecerse, puesto que todavía siguen teniendo un sentimiento afectuoso el uno para el otro.

La belleza es cuestión de sentimiento

Ya la mujer le .digo que sea ella misma. No tiene por qué parecerse a la Lana ,!,u.rner m a Sophia Loren; no está obligada a teneruna silueta perfecta, m tiene por qué actuar sofisticada ni falsamente. ~i es pu~cra y saca el mayor partido posible de sus rasgos físicos; si es ~r:cera, Si ha~e :uanto puede para atender sus responsabilidades, se abnra paso. Y Sl Siente compasión fraternal por los demás éstos se lo agradecerán y la amarán. ' Recuérdese esta verdad absoluta: Quien se siente hermosa es hermosa, y nadie puede despojarla de ello a menos que haga renuncia al poder de sus propios sentimientos dichosos. Sexo y matrimonio El sex~ es una sencilla función animal y, sin embargo, puede ser la mas profunda entre dos personas. En el matrimonio, ayuda a umr a dos personas que han decidido ligar sus destinos. Si dos personas son capaces de darse una a otra, están en posibilidad, una vez dentro de la sociedad conyugal, de darse mayor fuerza una a otra y de alentarse recíprocamente en los talentos y recursos de cada en~rega

Quien ama es alguien

Todos queremos ser importantes; supongo que el deseo de ser alguien es universal. Pero para ello no es necesario ser millonario, ni verse elegido para un cargo público, ni hay que ser una belleza, ni estar cargado de músculos, ni tan siquiera se ha de ser un héroe bélico. Quien ama es alguien. Quien se preocupa por los demás y hace todo cuanto puede para ser un miembro de la sociedad que contribuye al bien de la misma; quien logra que su bondad brille por encima de los errores y debilidades ajenas, incluso de alguna hipocresía pasajera, es alguien, y los demás le tributarán reconocimiento por algo que se está volviendo cada vez demasiado raro en este mundo. Tal como lo escribiera hace muchos años el gran poeta. inglés Spencer: Amor es señor de verdad y lealtad.

Algún día la gente dejará de hablar del sexo y volverá a hablar del amor.

128

9 u ien


da ensalza la imagen de sí mismo

Porque amor implica dar, practicar las cualidad~s ~u~ lle~an al éxito e inhibir las que nutren el fracaso. Dar a los demas sm Idealizarlos nos ayuda a aceptarnos en lo que somos, es lo que señala la verdadera dimensión de la imagen de sí mismo. Implica tender la mano a los demás y vivir plenamente. Esto ha sido bellamente expresado por el psicólogo Erich Fromm, en su obra T he Art of Loving. "La clase más fundamental de amor, que sirve de base a todos sus tipos, es el amor fraternal. Con esta expresión quiero dar a entender el sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento para cualquier otro ser humano; el deseo de favorecer su vida. Esta es la clase de amor del que habla la Biblia cuando dice: "Ama a tu prójimo como a tí mismo". Amor fraternal es amor para todos los seres humanos; se caracteriza por su falta de exclusividad. Si he desarrollado mi capacidad de amar, entonces no puedo dejar de querer a mis hermanos. En el amor fraternal se contiene la experiencia de unión con todos los demás hombres; de solaridad humana. El amor fraternal se basa en la experiencia de que todos somos uno. Las diferencias de talento, inteligencia y saber son desdeñables en comparación con la identidad de esencia humana que es común a todos los hombres. Para sentir esta identidad, se hace necesario penetrar desde la periferia hasta el núcleo. Si me percato principalmente de lo externo de otra persona, percibo, más que nada, las diferencias que nos separan. Si penetro hasta lo más profundo, me percato de nuestra identidad, del hecho de nuestra hermandad ..." Es esta cualidad del amor fraternal lo que nos permite comunicarnos plenamente con las personas de nuestro mundo. Sin esta capacidad, nos sentiríamos aparte y temerosos, y nos veríamos obligados ya fuese a apartamos de la vida o a deformar su verdadero valor. La imagen que cada quien tiene de sí mismo puede mejorar con la identificación con el próXimo, y con la compasión por sus necesidades, puesto que esto nos ayuda a aceptar nuestros propios problemas y apreciar nuestras propias virtudes. Somos cuidadores de nuestros hermanos. Dios así lo dispuso. Con demasiada frecuencia nos olvidamos de ello y nos enzarzamos en la lucha de perros y gatos que es la civilización moderna; pero, en realidad, cuando amamos a los demás estamos más próximos a nosotros mismos y a una imagen sana de nuestro propio ser. En el matrimonio, el sexo debe representar el punto más alto de la entrega espiritual y física. Idealmente, dos personas se entregan una a


129

otra, tal como 10 quiso la naturaleza, asegurando así la propagación de la especie, la continuidad de la vida. Son muy pocas las personas que se relacionan de esta manera. Un elevado porcentaje de la población no se casa, y muchos matrimonios terminan en dificultades o divorciados. La amistad profunda no es Cosa corriente. Quien no haya logrado una sensación de proximidad con el sexo contrario no crea que ello está fuera de su alcance. Puede lozrarlo o , con esfuerzo, si cambia la imagen que tiene de sí mismo. Quien se considere a sí mismo como sin valor alguno tiene que ver nuevas verdades acerca de sí mismo. Si no lo hace así, nunca saldrá al encuentro de los demás. Considera que es más seguro encerrarse en una concha de inhibiciones, tal como lo hiciera la "muchacha más fea de Estados Unidos", antes de cambiar físicamente. Para cada uno de nosotros hay hermosas verdades, que descubriremos si nos deshipnotizamos de estos conceptos negativos que tenemos profundamente arraigados. Démonos una oportunidad. Vease cada quien bajo su mejor aspecto, esfuérceseen desarrollar sus capacidades más constructivas, imagine los triunfos que aun tiene por delante, y trabaje para convertir en realidad esas imágenes mentales. Hay que relajarse viendo una imagen de sí mismo que sea motivo de orgullo, y salir en pos del éxito y la dicha. Repítanse los ejercicios prác~cos que figuran al final de muchos capítulos de este libro, y sígase trabajando. a base de ellos. Hágase incluso más: piénsese en estas ideas, comprendiendo la forma en que es posible hacer un mundo dichoso y de éxito para el ego que apetecemos tener. Quien está en paz con la imagen de sí mismo, está en posibilidad de ayudar a los demás y cuenta con una excelente posibilidad de consumar, en su matrimonio, una profunda relación sexual que tendrá verdadero significado.

10 La aceptación de las propias

LA ACEPTACION DE LAS PROPIAS DEBILIDADES DA FORTALEZA

131

de esta cárcel y llegar al exterior uniéndose en una u otra forma a los demás hombres, al mundo ajeno, acabaría por volverse loco". Sí, el hombre tiene necesidades y terrores. Pero la debilidad no tiene nada de horrible ni es para nada una maldición, si se la acepta.

debilidades da fortaleza ¿ Qué esperamos de nosotros mismos?

La caridad comienza en sí mismo. No se puede ser compasivo para los demás y, al mismo tiempo, ser cruel consigo mismo. Quien es así no siente una compasión totalmente verdadera; cuando de a los demás algo que no pueda darse a sí mismo sentirá envidia. Es algo así como el pobre desposeído que encuentra diez dólares tirados en la calle y los da a un amigo en dificultades. ¿Cómo podría no echarse en cara su generoso don? Sin embargo, muchos de nosotros somos crueles para con nosotros mismos. Nos censuramos y condenamos. Cuando tomamos parte en una discusión, no nos gusta lo que decimos. Al mirarnos en el espejo no nos gusta lo que vemos. Cuando examinamos nuestra vida nos sentimos insatisfechos por lo que hemos realizado. Nos decimos que somos débiles, y nos odiamos por ello. La verdad es que todos somos débiles. Y esto no es algo tan terrible. Edmund Waller, poeta inglés del siglo XVIII, escribió: "La debilidad hace más fuerte al más sabio", y sus palabras siguen siendo verdad hoy en día. No somos superhombres, ni tampoco autómatas. No somos dioses, ni tampoco máquinas. Todos somos seres humanos y retoños de padres que fueron también seres humanos. Todos somos productos del error y criaturas del mismo. Puesto que vivimos en una época borrascosa, todos tenemos momentos de congoja. Dicho con palabras de Erich Fromm (The Art of Loving): "El hombre está dotado de razón; es un ser vivo consciente de sí mismo' tiene conciencia de sí mismo, de sus semejantes, de su pasado y de las posibilidade.s de.su futuro. Esta conciencia de sí mismo como entidad aparte, la ~onclencl~, del breve lapso de su vida, del hecho de que ha nacido sin mte~v~nclOn de su voluntad y de que morirá contra su voluntad; de que n:onra antes de los seres a los que ama, o éstos antes que él; la concienCIa de su calidad de ser solo y aparte, de su indefensión ante las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, todo esto hace que su existencia separada y desunida sea una cárcel insoportable. Si no pudiera liberarse 130

Las dificultades comienzan cuando alguien se odia a sí mismo debido a sus debilidades. Es este odio a sí mismo es lo que destruye interiormente al ser y le infringe la derrota antes de que pueda salir a la lid. Lo que espera de sí mismo es injusto. .' Cuando somos dueños de un automóvil ¿nos satisface que corra sin tropiezos a 80 kilómetros por hora durante 500 kilómetros, o esperamos que se desprenda del suelo y eche a volar? Si tenemos un perro ¿nos hace dichosos que el animal sea cariñoso y fiel, o le echamos en cara el que no sepa hablar? Claro está que estas preguntas son ridículas, pero sí nos indican lo absurdo de cuanto esperamos de nosotros mismos. Recordemos esto: cuanto más nos aceptemos a nosotros mismos tal como somos, con nuestras debilidades, tanto más capacitados estaremos para funcionar a pesar de las tensiones y exigencias de la vida civilizada. Todos hemos oído contar los "divertidos" casos de pacientes internados en manicomios que se creen ser Napoleón. i Pobres almas dolientes! No supieron aceptar los errores y fracasos que forman parte de su vida .y~ empujados por la desdicha de la aversión en que se tenían, han de VIVIr en un mundo de ficción en el que son todopoderosos, como Napoleón. Esperaban tanto de sí mismos que destruyeron su sentido de la realidad y los lazos que lesJlnían al mundo que les rodeaba. Si mi lector es un gran aficionado al baseball reconocerá la verdad inherente a los ejemplos que le doy a continuación. ¿Cuántas veces ha habido equipos de Ligas Mayores que han contratado jugadorespagándoles enormes sumas de dinero sólo para verles fracasar, probablemente abatidos por la presión de las grandes esperanzas que otros habían cifrado en lo que ellos harían, mientras que otros jugadores, que nunca fueron alabados, han ido avanzando calladamente, abriéndose paso en las Ligas Menores, aprendiendo su oficio para acabar llegando a los primeros lugares de la Liga Mayor? Claro está que, para elevamos a las alturas, hemos de apartar el techo que nos limita, pero no dejemos de fincar firmemente los pies en el suelo para no caer demasiado abajo.

132


El "tipo rudo" La mayoría de los hombres de Estados Unidos esperan de sí mismos el ser rudos y estoicos. Si quedan por debajo de determinadas normas superficiales de "rudeza" se condenan a sí mismos y se encierran en conchas de temor y resentimiento. Esto puede ser llevado a extremos fantásticos. Conozco hombres, seres humanos decentes y con talento, que en el curso de su vida han logrado cosas maravillosas, a los que les asusta la más leve sugerencia de que no son "tipos rudos". ¿No es esto una tontería? Y, sin embargo, esta idea del "tipo rudo" ha echado raíces entre hombres de nuestra cultura. No me extrañaría que algunos hombres que se han suicidado hayan incurrido en este horrendo acto llevados por el odio a sí mismos, consecuencia de su incapacidad para aceptar las debilidades que les eran propias, debilidades normales que comparten la mayoría de los seres humanos. Conozco hombres que, durante la Segunda Guerra Mundial, veían la lucha armada no como un deber ineludible, sino como una oportunidad plancentera de demostrar su valentía. No eran santos ni dejaban de ver los peligros reales de caer muertos o quedar lisiados. El deseo de .probarse a sí mismos, y de demostrar al mundo, que eran "rudos" era tan vehemente que todas las demás consideraciones era como si no existieran. El número del 3 de agosto de 1963 de la T. V. Cuide contiene un interesant,e artícu~o de Maurice Zolotow, "Skitch Henderson" que habla de este celebre director de orquesta de la atracción Tonight de la televisión. '~... Sus p~dres. formaban uno de esos matrimonios que se apagan, y terminó en divorcio cuando él era muy pequeño. Luego su madre murió ... "Estaba anormalmente flaco y era un niño excesivamente sensible Físicamente era cobarde. . • . "Constantemente era apalizado y ridiculizado. Su identidad masculina estuvo tan ~menazada que, cuando creció, estaba arriesgando continuamente la VIda para demostrar que no le tenía miedo a la muerte' era corredor del equipo oficial de la fábrica Mercedes-Benz, participaba en las carreras de slalom en las pendientes más empinadas de Sugarbush, Vermont, y durante la Segunda Guerra Mundial ingresó en la Fuerza Aérea del Ejército. "Piloteó aviones Lightning P-38 de las 15a., 9a. y 4a. divisiones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en el Pacífico. Todavía conserva el grado de mayor de la reserva de aviación. Cada vez que se presenta


133

a prestar su servicio anual, pilotea un aparato de retropropulsióin . " T"lene 1a ,. eJase d e valor desesperado que nadie relaciona normalmente con un mUSlCO. "En realidad, no quería ser músico; pero ésta fue la única form que tuvo de crear algo real para sí mismo". a Este caso es muy instructivo. En él vemos a Skitch Henderson un hombre encantador, con talento y de gran éxito en su especialidad' h om b re d e una ,senslibi111idad. extraordinaria y, sin embargo, también ' un él parece ha~er caldo en el mito norteamericano del "tipo rudo", arriesgando la VIda para ponerse a prueba a sí mismo. Son millones los norteamericanos embarcados en esta nave con un amo al estilo del capitán Bly," que les vigila como si fuesen 'esclavos Habrá quien piense que este afán es meritorio, pero no puede llevar más que a una alta tensión arterial y a tener una imagen destrozada de sí mismo.
. * El ~u.tor se refie.re aqu~, aunque equivocando la grafía del apellido por confusión fonética, al Capitán Bligh, que llegó a almirante y que, siendo capitán de la fragata "Bounty" fue abandonado a la deriva en un bote junto con dieciocho tripulantes que le fueron fieles, tras haberse amotinado la tripulación por el mal trato que infligía a la gente bajo su mando. Diecinueve años más tarde y siendo capitán general y gobernador de Nueva Gales del Sur (Australia), se rebeló contra él la tropa, que lo depuso y lo encarceló por no soportar la forma dura y despótica en que ejercía su autoridad. (N. del T.) * Esta misma editorial tiene publicada la traducci6n española de esta obra con el título El camino Hacia la Madurez Emocional. (N. del E.)

134


dairios. En el camino hacia la madurez emocional se puede utilizar el conocimiento de las características masculinas y femeninas, de modo que beneficien el desarrollo emocional ... "Por lo general, a medida que crecemos se nos enseña a calificar determinados rasgos personales como masculinos o femeninos. Por ejemplo, se supone que el hombre es duro y falto de emotividad, y que la mujer debe ser tierna y comprensiva. Cuando pequeños, se espera que el muchacho quiera salir a jugar fútbol con los demás muchachos en toda ocasión; de la niña se espera que se siente en la casa a jugar con las muñecas. Si, como sucede en muchos casos, el muchacho prefiere sentarse a leer en la casa o escuchar música, o hace algún quehacer doméstico, se le llama "niñita", para significar que tiene características femeninas. Si la niña prefiere jugar pelota se le considera una "muchacha hombruna". De igual manera, se espera del hombre que sea independiente, y de la mujer que sea dependiente, que no quiera seguir una carrera. El hombre debe ser dominante y la mujer debe ser sumisa; él serio y ella coqueta: él lógico, ella intuitiva. Vemos cómo .principia a gestarse un conflicto cuando hombres y mujeres no coinciden con el esquema de los rasgos totalmente masculinos o exclusivamente femeninos, a sabiendas de que tal esquema se separa de ellos. "¿Qué sanen realidad masculinidad y femineidad? Nos preguntamos esto porque ya hemos descrito cuáles son los caracteres que, en general, se considera pertenecen a uno u otro sexo. Femineidad, digamos, significa que una persona prefiere una finalidad pasiva a una activa ... Masculinidad, digamos, significa que la persona prefiere una finalidad activa a una pasiva". Nadie tiene que ser "rudo" en todo momento ¿Es que se es más hombre cuando se habla de lado, como un ganster de la época de la prohibición? ¿Es que se es menos hombre cuando se llora bajo el golpe de una tragedia terrible? Claro está que no. Utilicemos el sentido común y aceptemos nuestras debilidades tal como aceptamos nuestros puntos fuertes.

LA ACEPTAClON DE LAS PROPIAS DEBILIDADES DA FORTALEZA

135

En mi calidad de cirujano plástico he conocido muchas mujeres hermosas, que creían ser feas debido a que el más leve defecto les era inaceptable. Las ha habido a docenas que me han pedido que las operase para quitarles deformidades que no existían, y yo me he negado a hacerlo, puesto que sería contrario a la ética aceptar dinero por no hacer nada. Las mujeres no se avergüenzan de sentir miedo ni de dar expresión al mismo en sus acciones. No ven nada de malo en llorar de vez en cuando. Muchas son seres manifiestamente nerviosos, y lo reconocen sin dificultad ninguna. Para ellas "debilidad" es equivalente imperfección física. En The Challenge of Being a Woman, Helen Sherman y Marjorie Coe hacen hincapié en las presiones que la sociedad impone a la mujer moderna norteamericana: "... En un número reciente de una popular revista femenina, más de la mitad de las fotografías de mujeres nos las presentaban solamente como algo decorativo, sin ni tan siquiera la más leve sugerencia de que jamás hagan trabajo alguno; sólo cinco de ellas parecían tener más de 45 años, mientras que el 20 por ciento, dedicadas manifiestamente al trabajo, aparecían indebidamente hermoseadas". Tengo la impresión de que esta meta de perfección física va más allá de su propio ego para alcanzar a todo cuanto las rodea. " ... El hogar típico norteamericano ya no se ve como una litografía de Currier e Ives" llena de niños y adultos que pasan agradablemente el tiempo todos juntos. En lugar de ello parece más bien un anuncio compuesto para las últimas novedades en mobjliario, aparatos domésticos, papel tapiz y grandes alfombras, con la familia raras veces reunida, debido a que uno y otro de ellos está en algún otro lugar empeñado en lograr algo". Enfrentémonos a la verdad: No todas las mujeres pueden verse como Elizabeth Taylor y este hecho no es motivo bastante para tener sentimientos de inferioridad. La mujer que crea debe tenerlos está invitando ala derrota y alentando la destrucción de la imagen de sí misma. La mujer debe procurar conseguir una perspectiva más plena de la vida, desarrollando sus recursos espirituales y creadores, fijándose metas para todos sus días. Y, lo que es más importante, ha de dejar de culparse porque no es la "mujer perfecta" que ni tan siquiera existe.

La "mujer perfecta" Todos cometemos errores

Las mujeres norteamericanas luchan con un problema obsesionante de una clase distinta. Son demasiadas las de entre ellas que tienen que alcanzar cierta clase de perfección física ... o se consideran sin valor alguno. Esta es la otra cara de la misma moneda, y es igualmente ridícula.

Cualquier fórmula para una vida feliz que recete el 100 por ciento de esto o aquelIoestá condenada al fracaso antes de que se la aplique,

* Lit6grafos estadounidenses cuyos grabados que representan escenas y acontecimientos de los Estados Unidos a mediados y fines del siglo pasado son tenidos en muy alta estima. (N. del T.)

136


puesto que, por nuestra condición de seres humanos, no podemos estar a la altura de semejantes reglas inflexibles sin experimentar un exceso de tensión. Todos cometemcs errores y tenemos que enfrentarnos a esta comprensión, sin bombardearnos con odio contra nosotros mismos. En las líneas de montaje de automóviles de las fábricas de Detroit se necesita la perfección. Una falla en su mecánica puede ser causa de que se produzca un vehículo que no se pueda conducir con seguridad. Los se.res humanos no pueden vivir con tal perfección, ni tampoco es necesano que lo hagan. Somos capaces de funcionar muy bien a pesar de nuestros defectos. Según la Biblia: "Mi fuerza se perfecciona en la debilidad". Nótese la expresión: "se perfecciona". Nada de tolerar la debilidad sino el reconocimiento del papel que la debilidad desempeña en fomenta; la propia.fortaleza. Todos hemos cometido errores en el pasado y también incurriremos e~ .otros más e.n el futuro. De vez en cuando nos entregaremos a pensamientes negauvas; cuando las perspectivas sean sombrías sentiremos odio y envidia. • ' Quien sea vendedor empleará algunas veces,una forma equivocada de proceder al intentar cerrar una venta. La madre no. siempre vestirá al: pequeñín en forma adecuada para la temperat~ra reinante, y la criatarita contraerá un resfriado. El estudiante aprobará las asignaturas de lengua nacional e historia, pero obtendrá una baja calificación en física. El asesor en materia de inversiones dará, alguna vez que otra un parecer desacertado a algún cliente. ' Los errores forman parte de la vida: no siempre es posible evitarlos. ¿ Qué gana el que se castiga a sí mismo por sus errores?

La tragedia es que son muchas las personas que, por espacio de días semanas y. hasta por toda la vida, se subestiman a sí mismas por los errr:. res cometidos. ~i Si no ?ubie~ invertido ese dinero en esos terrenos ... ! -dicen. O blen-:-: i SI hubiese estado un poco más at-ento, el accidente no hubiese ocurndo ... !

.Al representar una u otra vez en sus mentes los fracasos que han tenido, no hacen más que estar recordándose a sí mismos lo tontos o incompetentes que fueron. Se castigan a sí mismos sin remordimiento alguno, con una condena incesante que no sirve para ningún fin positivo.

LA ACEPTAClON DE LAS PROPIAS DEBILIDADES DA FORTALEZA

137

Esta autocrítica no sólo les hace sentirse desdichados, sino que les impone también tensiones nerviosas que les harán incurrir en nuevos errores, estableciéndose así un círculo vicioso que no termina nunca. Algunas mujeres no dejan jamás de pensar en alguna imperfección física. Insisten en pensar en ella como si fuese lo único verdaderamente real en el mundo. Si su busto no tiene la medida que señalan los cánones o si su nariz es levemente aguileña, su resentimiento no conoce límites. Se castigan a sí mismas como si ellas fuesen de culpar por esta supuesta calamidad. ¿Qué ganan con esto? Nada. ¿Qué pierden? El sereno poder de una sana imagen de sí mismas. i Basta ya de castigarse a sí mismo! Hay que ser bondadoso para consigo mismo

Hasta las personas que han alcanzado los mayores éxitos tienensus limitaciones. Richard Nixon, ex vicepresidente de los Estados Unidos, jugó al fútbol en el poco afamado equipo del Whittier College. Su puesto era de tac1eador pero, como no era muy pesado, no figuraba más que como jugador de reserva. Rara vez llegaba a tomar parte en un juego pero, de todos modos, faltó a muy pocas sesiones de práctica y en la mayoría de las temporadas de ese deporte estuvo alentando desde la banca a sus compañeros de equipo. La forma en que' Nixon aceptaba sus propias limitaciones le conquistó la admiración del preparador del equipo de fútbol y le ayudó a levantar la moral del equipo. Todos los hombres pasan por momentos difíciles. En la obra Always the Young Strangers, el gran poeta y prosista norteamericano Carl Sandburg cuenta: "Mis horas más amargas y solitarias las tuve al pasar de mis años de muchacho a ser joven ya crecido. Recuerdo un invierno en el que me vino a menudo el pensamiento de que quizá lo mejor sería salirme de todo ... "Después de este invierno, las horas amargas y solitarias siguieron llegando a veces, pero había ido avanzando lentamente hasta ver que la vida no había sido fácil para todos los mejores hombres y mujeres que yo había conocido en toda mi vida y, en especial, para los verdaderamente grandes, acerca de los cuales había leído; que la vida tiene a menudo sus horas amargas y de soledad y que, cuando se crece y se logra un nuevo vigor del cuerpo y la mente, es por medio de la lucha". La vida es, en verdad, una amarga lucha y puede sobrevivir felizmente sólo quien es bondadoso para consigo mismo. El éxito es un pro-

LA ACEPTACION DE LAS PROPIAS DEBILIDADES DA FORTALEZA 138


c.eso en el, q~e se van venciendo los defectos propios y se avanza por una tierra desértica hasta alcanzar un oasis de verdor. ~efiriéndose a Tomás Edison escribió que: "Quizá fuese tímido y ~etraldo, pero, una.vez comenzaba a hablar de alguna idea o de un invento que ~e. hubiese tomado muy a pecho, podía volverse sorprendentemente lúcido y elocuente". (Matthew Josephson Edison}, . Un caso clásico ~~ un hombre que fue bondadoso respecto a sus propIas fallas y que, ab.nendose paso por entre ellas, elevóse a grandes alturas es. e.l del .gran Presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln. En Lioing Lincoln, los recopiladores Paul M. Angle y Earl Schenck Miers hacen el relato de los debates políticos entre Lincoln y Douglas. "Los votantes veían a ~os hombres tan diferentes como sea posible serlo. Aunque Douglas media poco más de un metro cincuenta y cinco de estatura sus.ancho~,hombros, su macizo pecho y su voz profunda y musical daba~ la Im~reslO~ de fuerza y robustez. Lincoln, flaco, huesudo y torpe, sobresalía treinta centímetros por encima de su rival. Cuando comenzaba a hablar su voz era chillona y nasal, pero, a medida que iba entregándose con más ardor al discurso que hacía, el tono agudo disminuía y su~ palabras llegaban a los límites más alejados de una multitud de miles de personas ... , "El cinco de enero de 1859, la Asamblea General de Illinois confirmo el resultado de las elecciones de otoño, que enviaban de nuevo al S~nado de los Estados Unidos a Stephen A. Douglas. Para ese entonces Lincol~ había ya dejado atrás su derrota y había vuelto al ejercicio de la a~ogacla, en p~rte para recuperar el tiempo que había perdido en los seis meses antenores y, en parte, para alejar de la mente el recuerdo de su fracaso ..• "Pero Lincoln ya no podía dedicarse exclusivamente a la abogacía. Sus ~ebates con Douglas habían sido publicados en todo el país. Menos de set.B meses antes, el nombre de Abraham Lincoln rara vez había sido mencionado f~era del Estado de Illinois; ahora lo conocían millones de personas. ~legabanl~ ~artas de desconocidos, pidiéndole sus puntos de vista en ?uestIones pohtIcas; otros pedían discursos. A pesar de la derrota, se habla co~vertldo en un hombre prominente en toda la nación". H~ aqui a un hombre maravilloso, cuya fuerza interior resplandecía a traves de sus defectos porque aceptó sus debilidades y se concentró en la labor que tenía entre manos, porque creyó en sí mismo porque pudo ser bondadoso consigo mismo. ' Fue. un s~r. humano, tal como todos nosotros: su deificación como personaje político era cosa del futuro. Lo que él pudo hacer basándose en el concepto que tenía de sí mismo, podemos hacerlo todos a base de la

139

evaluación que hagamos de nosotros mismos. No todos ~d~mos llegar a ser presidente, pero sí podemos ser seres humanos con éxito.

La aceptación de las debilidades propias dará mayor vigor a la imagen de sí mismo

Quien reconozca sus propias debilidades dará mayo~ vi.gor a.!a imagen que tenga de sí mismo. Al dejar de censurarse, hara hincaple en los factores positivos de su personalidad; buscará en sí mismo las cosas que le gusten, y las encontrará. Los consejos que siguen serán útiles para este fin. 1. Conocer las limitaciones propias. Todos tenemos puntos físicos y mentales de ruptura. Varían en cada persona; algunos pueden sostener erguidos unas formas de presión, pero se doblegarán bajo otras tensiones. Hay que dejar de censurarse a sí mismo por ser "débil" y, en lugar de ello, contraer el hábito de reconocer las limitaciones propias. 2. Honrar las limitaciones propias. Una vez se conocen los puntos propios de ruptura, tal conocimiento debe utilizarse en auxilio de sí mismo. No hay que obligarse a rebasar los límites propios, sólo para demostrarles a los demás que se es valiente. Tomar decisiones por cuenta propia exige valor, aunque gente falta de sensibilidad pueda burlarse de quien las tome. 3. "Rudeza". El hombre no debe pensar que ha de ser un héroe supermasculino. La mayoría de los personajes de este tipo son criaturas ficticias, producto de la ardiente imaginación de los escritores. En la Vida real, el hombre tiene fallas lo mismo que puntos fuertes. Hay veces en que las dificultades se amontonan y, presa de la desesperación, el hombre quisiera llorar. Es una tontería pensar que el hombre no debe llorar; hay que liberarse de tan estúpida creencia. 4. "Perfecci6n". La mujer tiene otros atributos más valiosos que la imagen física que puede ver en el espejo. Debe desprenderse de este pensamiento superficial que deja cicatrices en la imagen que tiene de sí misma. No puede permitirse estas cicatrices. 5. Ser siempre fiel a sí mismo. A ninguno de nosotros nos agrada el amigo que nos sonríe cuando somos ricos y desaparece cuando hemos perdido nuestra fortuna. Lo mismo sucede con nosotros mismos. Quien admire su propia fuerza y odie sus debilidades no está siendo leal consigo mismo. La imagen que se haya formado de sí mismo no tendrá fijeza alguna; jamás será dichoso. Hay que aceptarse a sí mismo cuando, al llegar a un fondo rocoso, se cuenta con una base para crecer.

140

TAL EZA PIA S DEB ILID ADE S DA FOR LA ACE PTA CIO N DE LAS PRO

11

Ver hac ia un futu ro bril lan te

ncia: no hay que resignarse a la Aquí procede formular una adverte debilidad. ptar las propias debilidades y en La verdadera fuerza radica en ace del fracaso hasta alcanzar el éxito. procurar, luego, alzarse por encima ades propias, no quiero dar a enCuando hablo de aceptar las debilid inadecuaciones permanentes y auto tender que haya que resignarse a inducidas. s se rebajan a sí mismas y sienPuesto que la mayoría de las persona nas lante, existe el peligro -le que algu ~en temor de mar cha r hacia ade iro adm no quiero decir. En modo algu inte rpre ten erróneamente lo que an llor que Calamidad de esta vida, a Fulano Calamidad ni a Zutana o. arad cosas que la vida les ha dep como ~ag~alenas por la~ horribles ayudar a quien me lea a que .La flD~hdad de est~ libro ~ ~sitiva; lo que me es preciso señalar mo, por mejore la Imagen que tiene de SI mis ades propias, la persona se acepta ilid deb las ptar ace cIa;a~ente que, al han total, Con el activo y pasivo que le ~ SI mis ma como un ser h~mano pro s ione itac lim las de conciencia SI~O legados. Cuando se. tI~ne plena a cada día, aceptándose y elevándose pias, se ?ac en planes opnmístas par de r la plenitud del propio potencial P?r enc ima de ellos hasta alcanza y as darl olvi s pué des propias, par a VIgor. Hay que reconocer las fallas de ceso pro del tro día, todo ello den a~~ar hacia las metas de cad a VIVIr. los temores del mañ ana , ya que no . Olvídense los fracasos de ayer y y así hoy y logremos algo meritorio ... existen, Pensemos en el día de seremos fuertes.

pia C6mo tener individualidad pro en una era de conFormismo

s ha bautizado nuestra época llaUn gran número de críticos sociale , afirmando que el hombre moderno mándola "la era del conformismo", técnica y de otro orden que quedan aterrorizado por las fuerzas de la r la seguridad imitando al vecino. fuera de su dominio, intenta alcanza par a alcanzar una sensación de tran Sacrifica su identidad individual, s sere ás dem los s de ser uno con todo quilidad gracias a su sentimiento humanos. stro y articulista Max Lerner, En America As a Civilization, el mae es son par te inherente a tod a vida escribe que : "Los estereotipos cultural con la vida de masas. Siempre ha de grupo, y se hacen más marcados ique llevan una vida informe y atom habido personas que no piensan y ía nom Estados Unidos es que la eco zada. Lo que ha sucedido en los meritoria la uniformidad, de made producción en serie ha considerado a dades de más mercancías (aunque ner a que este país produce más uni s culturas ... veces de menos modelos) que otra a el modo de vivir norteameri"Los verdaderos peligros que encierr ni tan siquiera en la uniformización, cano no están tanto en la máquina, como los hay en el conformismo ..." es algo perteneciente al pasado? ¿Es que el "recio individualismo" , que el Had o lleva de un lado a otro ¿Somos en el día de hoy muñecos decidiendo nuestros destinos? no, si . . . la imagen que hayamos La respuesta a ambas preguntas es: la libertad que hace del hombre formado de nosotros mismos nos deja la creación más elevada de Dios. ajena, inhibiendo así su~ ac~ y Qui en se esclavice a la opini6n ón que no tiene verdadera consideraci pensamientos propios, 10 hace por consigo mismo. rle aprobaci6n, debido a que no Otr as personas tienen que prodiga actu ar continuamente en la forma confía en sí mismo; a que tiene que que hab rá de hacerlo, debido a que que él cree que los demás esperan . no tiene fe en sus propias normas

141

142

COMO TENER INDIVIDUALIDAD PROPIA

El espíritu pionero

Algunos sociólogos atacan el tema del "conformismo" desde un punto de vista histórico. Ven ~ma rela~ión entre el norteamericano exuberante, optimista y extrovertido d.el sIglo XIX y la existencia de tierras sin explotar en el Oeste, que bnnd~ba a 1?S espíritus inquietos un lugar al que dirigirse. ~n aquellos .d~as -dIcen-, el hombre experimentaba una sensación ~e hbertad a! VIVIr su propia vida. Si las presiones le hacían retraerse o SI sus c~~~aneros le tachaban de fracasado, siempre podía hacer su hatillo y dlTIgI~ a alguna región menos poblada en la que podía hacer fortuna casi de la noche a la mañana. . Los pioneros, que vivían en un ambiente de muerte súbita y súbita nqueza, eran individualistas. " . Hablando de los primeros rancheros, Theodore Roosevelt escribió: Sin .em~argo, no era sólo lo mucho que resultaba atractivo en su vida ~vaJe, libre y temeraria, sino que también los hombres tenían en sí mismos algo muy bueno. Eran francos, osados y confiados en sí mismos hasta un grado muy elevado. No temían al hombre, a las bestias ni a los elementos". ~a vida salvaje tenía también aspectos negativos: cuando el interés propIO ~o .conoc!~ ~mitaciones ~rrasaba con todo y la gente burlábase de los COdIgOS CIVIhzados.y la VIolencia segaba vidas despiadadamente. . ~e. todos modos, los pIOneros eran gente animosa que vivía unos días
Hablando en términos geográficos, al terminar el siglo XIX la frontera llegó a su fin, pero muchas regiones estaban escasamente pobladas.

. * En los Estados Unidos se denominó frontera la zona o región que fue paulatmamente av~~~nd? señalando los límites de los territorios colonizados a los que iba llegando la civilizacién, (N. del T.)

:EN UNA ERA DE CONFORMISMO

143

En el curso de este siglo ha habido personas que han emigrado a estos bolsones de oportunidad, hasta llenarlos. El Estado de Texas, que en el año 1900 tenía una población de poco más de 3 millones de habitantes, se jactaba en 1960 de tener más de 9 millones. California, cuya población era en 1900 de aproximadamente medio millón de habitantes, registraba en 1960 una población superi~r a 15 millones y medi.o. ~ espacios libres han quedado cada vez mas ocupados y la gente ínsatisfecha no ha contado con una tierra de oportunidad tan desnuda como la que antes tenían. Desde hace mucho tiempo, los ferrocarriles han unido entre sí las grandes ciudades y las aldeas n:ás remota.s. Los aviones ~Ian reducid~ todavía más las distancias, apreciadas en tiempo, y la radio y la televisión han invadido los pequeños centros de población más remotos, llevándoles valores de las grandes ciudades. Si las presiones de la civilización nos resultan hoy enojosas, ya no hay ninguna manera fácil de librarse de ellas, al menos en un país tan densamente poblado como los Estados Unidos. Pero esto no ha de ser causa ni de la más leve desesperación. Esto no tiene que ser forzosamente el fin de la frontera de cada quien; no hay ne.cesi~ad de restringir los horizontes propios. Todos tenemos en nuestro mtenor poderes cap~~es de empequeñecer cualquiera de los fenómenos que acabo. de descnbIr. Quizá estos poderes estén sólo latentes, esperando ser debIdamente cultivados. He aquí al?o ,importante a recordar cuan?o ~os sintamos abatid~: Pensar, crear imágenes mentales, acerca de sz mumo y del mundo cucundante; he aquí la gran arma secreta. Quien lea este capítulo con toda atención estará comenzando a reunir municiones que habrán de darle fortaleza para llegar a ser alguien con individualidad propia en esta mecanizada era. Si es esto lo que quiere, lo puede lograr. "No ser menos que el vecino"

En realidad vivir en la sociedad moderna es muy sencillo si sabemos cómo hacerlo. En determinados aspectos tenemos que ajustamos a las reglas del grupo. Si queremos ser aceptados como miembros dignos de la civilización no tenemos otra alternativa. Al mismo tiempo, hay otros aspectos en los que estamos en libertad de expresar la individualidad fundamental que nos distingue de los demás. .' U no de los grandes errores de la vida moderna es !a estimaCIón.Y la aplicación exagerada de los aspectos que hemos mencionado en pnmer

144


lugar. Son demasiadas las personas que compran el automóvil de último modelo porque así lo hicieron sus vecinos, o que se mudan a una casa de de:~rminado estilo por la misma razón, fenómeno que conocemos como no querer ser menos que el vecino". ~n la p~pular ?bra, }'h~ Status Seekers de Vanee Packard, hay un p.~saJe muy ilustrativo: MIentras asistía como espectador a la convencion de cor;structores de casas de toda la nación, celebrada en Chicago en 1958, 01 a uno de los oradores principales, un asesor en materia de mercados, que explicaba que él y sus ayudantes habían llevado a cabo 411 "entrevistas afondo", en ocho ciudades, para descubrir lo que la gente busca cuando com~ra casa. Dijo que, en muchos casos, los camprad~~es de casas de mediados de este siglo quieren adquirir un símbolo ~el eXI~o, y exp'uso con todo detalle estrategias destinadas a darle un atractivo snob a las casas ofrecidas en venta. "Muchos otros expertos en la venta de casas han mencionado el ."t a r~c tivo s?o b" .cual si siendo una gran arma secreta. Una estrategia, dijo, consls;e en lt.Ic~Ulr al~~as frases en francés en el anuncio de ventas. El frances, explico, es el idioma del snob. Ya más avanzado el año comenzamos a ver en los diarios anuncios salpicados de francés puestos por creadores de nuevos barrios residenciales". . Quien sigue un confo~ismo exagerado de este orden no puede ser dIcho~, p~esto que no VIve para nada su propia vida. Está viviendo una ~zda atena y, por ende, no es él mismo más que en parte. . SIn embargo, "conformismo" no es obligadamente una palabra nega~va; puede ser positiva. Las civilizaciones perduran debido a que los CIUdadanos .ob~ervan cie~ cantidad de conformismo positivo. En la BIblia leemos: Somos miembros unos de otros" Por confor~mo, en su sentido útil, no me refiero a ser igual que otra perso~a, SInO al hecho de aceptar el compartir con otras personas ~:ravillas del mundo, si convenimos en que este proceso tiene sus Este es un conformismo fructífero, una píldora de vitaminas que nos da sustento. En .su verdadero sentido, conformismo significa ayudarnos unos a otr~, SIn llegar a molestarnos unos a otros ni a ser una molestia para m~mo. • . .Este es un concepto activo, que tiene sus raíces en el vivificante sentimiento de amar al prójimo y de sentir compasión por los semejantes. E~ una prenda de amor fraternal, por la que damos algo de nosotros nusmos, en lugar de permanecer sentados esperando que alguien nos haga un don.

EN UNA ERA DE CONFORMISMO

145

Tenemos que aceptar ciertas reglas

Al vivir entre las gente y en un espacio vital dividido en cortIpartimientos, tenemos que seguir c.iertas reglas establecidas para el bien común. Tenemos que respetar los bienes ajenos, y conducir el automóvil en forma segura para todos; no porque estemos airados con el vecino hemos de prender fuego a su casa. En el trabajo nos vemos obligados, a menudo, a vigilar nuestros pasos. Si el jefe es persona envidiosa y tiene un Ford viejo ya de cinco años, podría resultar peligroso llegar al trabajo conduciendo un Cadillac flamante. Siguiendo esta misma línea de razonamiento, es posible que la fiesta de Navidad de la oficina nos cueste el empleo, si llevamos a ella a la esposa ataviada con un espléndido vestido de 85 dólares, cuando la esposa del jefe va vestida con mucha más sencillez. "Ganarse la vida" no significa más que esto: el hombre de la familia, el que gana el sustento, está obteniendo el dinero que asegura la existencia de su familia y, en este terreno, hay que ser muy cauteloso. Para quien trabaja en una gran empresa, el ajustarse a ciertas reglas puede ser esencial si no quiere perder su empleo. La mujer que trabaja puede tropezar también con presiones parecidas, lo mismo que muchas madres dedicadas a actividades cívicas. Sin embargo, hay para muchos de nosotros vastos campos de libertad en los que no hacemos nada para explotarlos. Damos cada día ocho horas al trabajo, pero esto nos deja otras ocho horas para descansar y ocho más en las que podemos dormir. En el contrato de trabajo no hay nada que diga que hemos de dormir con la misma clase de almohada que utiliza el jefe o que hayamos de fumar la misma marca de cigarrillos que a él le gustan. En el contrato no hay nada que diga que no podamos comprar un aparato de clima artificial porque la esposa del jefe los odia. El conformismo termina al salir del trabajo para ir a casa, y es posible contrabalancear este conformismo desarrollando los pensamientos y recursos propios cuando se está lejos del trabajo. El futuro de la esposa y los hijos podemos planearlo a nuestra manera. Podemos relacionarnos con nuestros amigos también a nuestra manera. Podemos hacernos nuestros propios pensamientos y trabajar en nuestras aficiones y, una vez en el hogar, cada quien es rey y su esposa la reina. Dentro de la comunidad en que se vive, el conformismo activo para los proyectos en los que se cree, el espíritu de amor fraternal que entregamos a estas empresas, constituyen el tipo de conformismo positivo al que antes me he referido; un conformismo que puede desarrollar la

146


personalidad propia, por conductos sanos, si se tiene el valor de sustentar las convicciones propias. También en estas actividades es posible que cada quien exprese su calidad de único, cuando tome parte en las causas del grupo. Es posible ser uno mismo

Así pues cada quien tiene, en realidad, amplios campos en los que expresar su propia y única personalidad, y en los que ser él mismo. Son demasiados los adultos que dejan de sacar provecho de estas oportunidades para formarse y, en lugar de ello, prefieren sumergirse en el rebaño. Hace poco, Allen Funt, creador de "Candid Camera" dijo (T. V. Cuide, "ABen Funt's Candid Kids", 22 de junio de 1963:) "Los niños son una preciosidad ... j Son tan originales, tan independientes! Son todo lo que quisiéramos que fuesen los adultos. Pero éstos tienen mente de rebaño, jamás dejan el conformismo y están constantemente sujetos a la presión del grupo. Avanzan en la dirección equivocada. Se alejan del individualismo para ir hacia el rebaño". En "Candid Camera", Funt pone en contraste dos recortes de película. En el primero se ve a un hombre que sube por una escalera mecánica que funciona en sentido descendente. Al cabo de poco, le sigue otro adulto hasta ,que, sin vacilación alguna, todo un grupo de adultos está queriendo subir por la escalera descendente. El segundo recorte de película da un ejemplo de la mayor individualidad de los niños. "Un niño se trepa encima de una gran caja vacía. La examina cuidadosamente y decide que es una fortaleza. Se mete en ella y rechaza a tiros al enemigo. Otro niño se acerca a la caja. Decide que es una casa, se mete en ella y juega a las personas mayores. Un tercer niño ve la misma caja, decide que es un deslizador con ruedas, y lo hace resbalar alegremente cuesta abajo ..•" ¿Por qué no recapturar la individualidad propia, que es un derecho innato? Después de haber cumplido con las obligaciones para con la comunidad ¿por qué no hemos de hacernos la misma justicia y explorar los caminos propios para la autoformaci6n personal? Hace unos pocos años fui a pasar un día en la playa. Era un día de sol, con el cielo muy azul, y gocé del lugar hablando con mis amigos y viendo la gente brincando en la rompiente de las olas. Cerca de mí, un matrimonio joven tendía en la arena una manta para su hijita. La madre bajó la criaturita al suelo, y la pequeña ech6 a andar, vacilante, . con sus aún inseguras piernas.


147

Con expresi6n muy seria avanz6 con su paso inseguro hasta llegar junto a una familia sentada en sendas sillas de lona y, con gran sorpresa mía, asi6 una silla pequeñita y la arrastró hasta donde estaban sus divertidos padres; luego dio media vuelta y, con asombrosa exactitud, volvi6 a llevarla al lugar de donde la había tomado. Trep6se en ella (con grandes dificultades), se sentó regaladamente, y con seria tranquilidad dedicóse a contemplar el mundo. Este ánimo espontáneo, individual y decidido de la niña me hizo reír con ganas. Era muy ella misma, al revés de muchos adultos que pasan la vida procurando hacer lo que creen que los demás esperan que hagan. Siendo adultos, tenemos que respetar los bienes ajenos más que los respeta esta niña, pero también podemos aprender de ella' una lección del arte de cultivar nuestra propia personalidad, que debe brotar fresca de nuestro ser interior. Cada quien debe cultivar su propia individualidad

En lo más profundo, no hay dos personas que sean exactamente iguales, y es obligación de cada quien cultivar su propia individualidad. En nuestra época hay demasiadas personas calcadas unas con otras; hay que ser originales. . Esto no quiere decir que se tenga que ser un excént~co. En modo alguno quiero dar a entender que el lector tenga que deJ~rse cr;cer la barba, o dar conferencias en un parque trepado en una caja vacia. Dwight Eisenhower es muy él mismo y, ~r ello, es de~ agra~~ de la gente. Es un' hombre sencillo y sin pretensiones, Como Jefe militar, se hizo notable por su modestia. . En My Friend Ike, Marty Snyder, que fuera su subordinado en el ejército, relata la visita que Eisenhower hizo a su restaurante, después de la Segunda Guerra Mundial: "Cuando el general Eisenhower regresó de Europa, vino a mi restaurante a cenar. Sentados a la misma mesa, le dije cuánto megustaria verle llegar a presidente y le dije que hablaba de ello con mucha gente. "Riose y me dijo: "-Mira Marty; soy soldado yeso es todo lo que quiero ser. "-Gene~al -le dije-, yo jamás quise ser soldado, pero me llam~ron a filas. Supongo que también pueden llamarle a usted para preadente, si así ha de ser. "Estoy seguro que no será -me cantest6" . Ike se limitaba a ser él mismo.

148


EN UNA ERA DE CONFORM.SMO

149

~

Hay que pensar por cuenta propia

La mente es uno de los bienes más preciados que poseemos; jamás hemos de cederla por abandono. Se ha de pensar por cuenta propia y no lo que creemos que los demás quieren que pensemos. Según John Stuart MilI, famoso filósofo y ensayista inglés del siglo XIX: "Si toda la humanidad menos uno, fuese de una misma opinión y un solo hombre fuese de la opinión contraria, la humanidad no tendría más justificación si hiciera callar a este hombre, la justificación que tendría esta persona, si, teniendo poder para ello, impusiera silencio a la humanidad". ~~ pensamientos interiores son, en especial propios de cada quien. Al VIVir en una ciudad civilizada, haya veces limitaciones impuestas a la acción, pero nunca al pensamiento interior. "Mi mente es para mi un reino" escribió Sir Edward Dyer, poeta inglés del siglo XVI. Hagamos de nuestro pensamiento un reino y no una cárcel. Demos a los pensamientos la misma libertad que a las aves que vuelan por el espacio; no los censuremos ni critiquemos ni nos odiemos a nosotros mismos, si no siempre van a dar a la bolsa de la opinión de la mayoría, tal como la conocemos.

trate de alguien realmente bueno, debido a que tiene intereses propIOS que cuidar y problemas interiores que pueden estar royéndole. Sólo uno mismo puede brindarse la aceptación que necesita y fortificarse con el "ánimo" que se ha de tener para conservar la identidad propia entre una muchedumbre. 3. No se deje intimidar. Casi todas las personas son decentes, si se les da oportunidad correcta para serlo. De todas maneras, hay veces en que personas temerosas descubren tácticas carentes de escrúpulos que les dan categoría. Unos explotan la tendencia de la gente a sentirse inferiores, y dominan a la multitud con su palabra y con la amenaza de poner en ridículo a sus competidores en potencia. Apréndase a resistir los I~sultos y.a sostener el propio derecho a expresar los sentimientos y creencías propIas. Recuérdese que, en lo más profundo de su ser el intimida' , dor esta temeroso, y que sus ataques son un disfraz defensivo. 4. Reviva en su imaginaci6n los éxitos pretéritos. Hay días en que no nos sentimos tan bien como otros, o en los que no nos llevamos tan bien con un grupo determinado de gente. Podemos sentimos como alguien forastero. i No hay que dejarse abatir por ello! Esto nos sucede a todos de vez en cuando. Es posible restablecer la confianza en sí mismo reviviendo en la imaginación momentos más dichosos en los que se expenmentó una sensación de mayor libertad y de vida 'más intensa. Si las ~ágenes mentales no acuden al primer llamado, debe seguirse invocandolas. El esfuerzo resulta remunerador.

.

Apréndase a conservar la identidad propia entre la multitud

. ~l~~as p~rsonas tienen ~gor interior suficiente para sentir su propia individualidad cuando estan a solas, pero abandonan esta identidad cuando se encuentran entre una multitud de gente. . (Es así mi. lector? ¿Cuando en una reunión social expresa una opinión y alguien se ríe de la misma, guarda silencio y se encierra en una co~cha? Si así lo hace, digiera las ideas que doy a continuación como SI fueran un manjar exquisito. Le proporcionarán una clase diferente de energía, el poder de conservar su propia identidad individual entre una multitud de gente. 1. Reconozca su derecho a diferir. Estamos en una democracia y todos tenemos este derecho, aunque muchas personas no lo ejerzan. Ya basta de jugar a "seguir al cabecilla". Cuando se está en desacuerdo con la mayoría! se puede ser objeto de crítica por parte de algunas perso~as, ~ero quien es ya maduro no se inhibe cuando otros fruncen el ceno, ro se vende por unas pocas sonrisas de aprobación. .2. Concédase su propia aprobaci6n. Cada quien tiene que ser su mejor amigo. No siempre es posible contar con otra persona, aunque

Gente que se aferró a sus armas ••• y vencieron

La vida no tiene senderos bordeados de rosas que lleven hasta una puerta marcada con un rótulo que reza: EXITO. Es más bien una lucha con altibajos, con imprecisas graduaciones de realización. Allá.en ~l su.r d~ los Estados U~d~, el excampeón de peso pesado Joe Louis conoció días de negra misena cuando era niño. El gran político Al Smith luchó esforzadamente para salir de las zahurdas hasta alcanzar riqueza y honores. Sa~chel1 Paige, el notable lanzador negro del juego de baseball, vio su grandeza oscurecida durante muchos años mientras dicho deporte fue campo vedado para la gente de color. Siendo aún niño, el bien dotado Jackie Gleason conoci6 la pobreza, y otra refulgente estrella de la televisión, Dick Van Dyke, tuvo antaño días en los que no poseía casi ni un centavo. Otros han luchado para ascender hasta alcanzar brillantes situaciones y han conservado su individualidad en este proceso de ascenso.

150


Un hombre con suficiente valor para sostenerse solo es el protagonista de la película "High Noon". El sheriff de aldea, abandonado por sus amigos, tiene que hacer frente por sí solo a toda la banda de asesinos que regresa a la población. Asustado, domina sus temores y somete a los foragidos. Este caso es fruto de la ficción. pero, de todos modos, ajustado a lo que es la vida. ¿Ha habido alguien que se haya sostenido mejor frente a las críticas que Harry Truman? Lo dudo mucho. Negóse a ser clasificado dentro de un tipo; fue leal a sus convicciones e hizo caso omiso de quienes le criticaban. Los diarios pusieron en duda su capacidad y hubo incluso políticos que dudaron de él, pero él mantuvo la fe en sí mismo. En The Man From Missouri, Alfred Steinberg da cuenta de una entrevista entre Truman y Winston Churchill: "Churchill: La última vez que le vi a usted estaba yo sentado al otro lado de la mesa de conferencias en Potsdam, señor Presidente. "Truman hizo un ademán de asentimiento. "El tono de Churchill cambié. "-Tengo que confesarle, señor, que entonces le tuve a usted en muy poco. Detestaba verle ocupar el lugar de Franklin Roosevelt. "La ancha sonrisa de Truman desvaneci6se. "-Le juzgué a usted mal -prosigui6 Churchill después de una interminable pausa-o Desde aquella vez, usted, más que ningún otro hombre ha salvado la civilizaci6n occidental.

La primera apreciación que Churchill hizo de Truman fue la que hacía la mayoría de la gente. Según Steinberg: "Por más impulso que llevaran sus acciones o por más inflexible que fuese su entrega a principios fundamentales, muchos políticos no llegaron a tomar a Truman en serio. Algunos no podían aceptar el hecho de que fuese Presidente ..• "Y cuando la nación quedó confusa por la muerte de Franklin Roosevelt, ocurrida el 12 de abril de 1945, gran parte de este choque emocional fue atribuido al hecho de pensar en quien había tomado su sucesión. Sin embargo, estando aún vivo Harry Truman, los historiadores están de acuerdo en que se le ha de clasificar entre los más destacados de los presidentes de los Estados Unidos". El "recio individualismo" de Truman jamás pasó por prueba más dura que en su victoria para el cargo de presidente conseguida frente a Thomas Dewey. Descartado por los especialistas en encuestas y por la prensa de toda la nación siguió insistiendo en que vencería en la elección como primer mandatario del país. En los primeros resultados aparecía después de Dewey y los grandes titulares de los periódicos llegaron incluso a anunciar la victoria de este último. Pero Truman fue a acostarse


151

tranquilamente y ni tan siquiera se sorprendió cuando al despertar se enteró de que había vencido. El conformismo exagerado deforma la imagen de sí mismo

En la Biblia, encontramos afirmaciones de que: "Somos miembros unos de otros", y que: "Si una casa está dividida contra sí misma, esta casa no puede perdurar". Estos sabios comentarios nos dicen porqué cierta medida fundamental de conformismo constituye un requisito previo para la continuidad de la vida civilizada tal como la conocemos. Sin embargo, el conformismo exagerado, que forma una parte demasiado grande de la vida moderna, es algo totalmente distinto. Es el sacrificio de la identidad individual cuando este abandono no sirve para ningún fin meritorio. Quien incurre en conformismo exagerado deforma la imagen que tiene de sí mismo. Ya no sabe, realmente, en modo alguno, quién es él mismo, puesto que está siempre procurando agradar a los demás. Al buscar constantemente la aprobación ajena, cuando no se la necesita, inclinándose y haciendo reverencias para aliviar la propia angustia, se deforman las cualidades únicas que hacen de cada uno de nosotros un ser con individualidad propia. Para ser dichoso se han de tener campos en los que quepa expresar la cualidad de único que todos tenemos, sin miedo a ningún peligro real. Estos campos existen, si no los expulsamos de nosotros. Quien los descubre encuentra en ellos una parte de sí mismo que le hace sentirse más completo. Entonces su imagen de sí mismo se levantará sobre una base más sólida, y el individuo será más dichoso.

12 Cómo Funcionar con éxito bajo presión

COMO FUNCIONAR CON EXITO BAJO PRESION

153

de agosto de 1963 a favor de los derechos civiles fue un acto lleno de dignidad y que ve hacia el futuro. Las terroríficas armas que hoy poseemos pueden verse, si se es optimista, como elementos disuasorios de futuras guerras mundiales, porque tales holocaustos son inimaginables. De todos modos, las presiones existen. Negarlo sería como ocultar la cabeza en la arena, tal como los avestruces, para defenderse contra el temor. La vida es una serie de crisis

Es probable que el mundo no haya visto época alguna de tanta presión como nuestros días. La posibilidad de la destrucción en masa nos acompaña en todos los instantes; tenemos que aprender a vivir con los peligros muy reales del siglo XX. Antes se denominaba a los BaIcanes "el barril de pólvora de Europa" y un incidente ocurrido en aquella región desencadenó la explosión que prendió la Primera Guerra Mundial. . Hoy en día el mundo entero es un "barril de pólvora" y una terrorífica explosión podría matar a millones de seres humanos en cuestión de minutos. El espectro de las bombas atómicas y de hidrógeno pende sobre nuestras cabezas; cada día nos trae una nueva crisis diplomática que nos afecta. Además de todos estos terrores dimanantes de la tecnología, vivimos en una era de torbellino, con cambios en la moral, derrumbe de la familia y movimientos de inquietud social, a medida que los pueblos pisoteados de por todo el mundo van afirmando sus derechos. Hace poco un connotado físico nuclear afirmó que hoy nos encontramos en un período de cambios técnicos y sociales extremadamente rápidos, un período casi sin precedentes en los anales de la historia. El número del 24 de septiembre de 1963 del Look Magazine publicaba un artículo en el que se esbozaban las tensiones de hoy. "Cada uno de nosotros tiene que tomar difíciles decisiones morales. Estamos siendo testigos de la muerte de la antigua moral. En nuestro mundo de masas de gente, en la era de los viajes por retropropulsión, de energía nuclear y de familias hechas pedazos, las circunstancias están cambiando tan rápidamente que el hilo orientador moral ya establecido nos ha sido arrebatado de las manos. ("Morality, U.S.A.", de J. Robert Moskin). Algunas novedades contemporáneas tienen también posibilidades positivas. La energía nuclear puede utilizarse constructivamente, como fuente de energía eléctrica que aporte mayores comodidades a la gente. La lucha para poner fin a la discriminación racial y de color es muy noble cuando se la lleva a cabo sin violencias, y la manifestación del 28 152

Aparte de los problemas globales, la vida es una serie de crisis, capitales o de poca importancia. La madre con niños pequeños estará en determinado momento sosegada viendo sana toda su familia, sólo para descubrir, una hora más tarde, que el pequeñín tiene una alarmante temperatura de 40 grado~. El jefe y sostén de la familia puede ver puesto súbitam,ente en ~li gro un empleo seguro en una empresa próspera, cuando esta conviene en amalgamarse con otra, con una perspectiva de supresión de empleos para rebajar los gastos de operación. El jubilado, que vive de una pequeña pensión de retiro, puede ver disminuido su poder adquisitivo a medida que aumenta el .costo de la vida. Con su ingreso fijo habrá de estar preocupándose casi constantemente por el dinero. No importa quién se sea, lo normal es que cada semana aporte nuevos problemas. Para vivir dichoso hay que aceptarlos como parte de la realidad y disponer las energías para habérselas con ellos. No es posible cerrarles la puerta o nega~ a verlos; quien lo h~ce así, está apartándose de la realidad para sumirse en una muerte en VIda. No cabe esperar que se les resolverá en forma permanente ~ara "~ivir ?ichoso para siempre jamás". Esta es una forma de pensamiento mfa~tIlmente omnipotente; es querer la continuación de la época del cochecillo para niños. Hay que enfrentarse a la vida. Cada día hay que levantarse de la cama, cargar de nuevo las baterías con un nutritivo desayuno, y lanzarse a una jornada Hena de escollos lo mismo que de prom~s,. de dolor, lo mismo que de abundancia. Hay que señalarse las metas d.Ianas co? v~or, y seguir trabajando con ahínco hasta alcanzar su máxima realización. ¿ Cuál es el índice propio de tolerancia a la presión?

He aquí una pregunta fundamental: ¿Cuánta es la presi6n que puede tolerar cada quien? ¿Cuál es el punto propio y personal de ruptura?


154

Esta es una pregunta sutil que no tiene una respuesta categórica. La capacidad de funcionamiento propia de cada quien no puede me-

dirse como se mide el tiempo. Varía con las condiciones interiores, físicas y mentales. Sin embargo, hay una cosa que es segura. Son muchas las personas que se quiebran bajo las tensiones de la vida moderna. Nuestros atestados asilos mentales atestiguan esta afirmación. Muchas otras personas más avanzan con paso vacilante, funcionan marginalmente, y sintiéndose vagamente trastornadas por lo que sucede en tomo a sí y dentro de sí, sin que por ello abandonen sus malos hábitos en el comer, beber y fumar, y confiando en demasía en las medicinas. ¿Y qué diremos de quienes triunfan? ¿Cómo atacan las situaciones cargadas de tensión? Dicho en pocas palabras: son capaces de alzarse por encima de la crisis, relajándose cualquiera que sea la situación exterior. Su fe en sí mismos, el vigor de la imagen que tienen de sí mismos es el blindaje impenetrable que les protege con los acontecimientos perturbadores. El secreto de la victoria

Su gran secreto es éste: su capacidad para permanecer serenos los demás se sienten hostigados y confusos. Son capaces de sen1l~ seguros cualesquiera que sean las presiones; la imagen de sí mismos resiste los embates. En YOUT Thougts Can Change YOUT Lite, Donald Curtís relata la serenidad de Bing Crosby en una situación de emergencia: "Hace muchos años, cuando era actor principiante en la radio de Hollywood, fui llamado para desempeñar un pequeño papel en una atracción de la que Bing Crosby era la estrella invitada. Mostróse sosegado y dueño de sí mismo hasta el momento de entrar en el aire. Sin e~bargo, todos los demás, sentíamos una tensión que iba creciendo mientras esperábamos que el productor diese la señal de que estábamos en el aire. "El productor levantó el brazo para dar la señal. Entonces, con sólo diez segundos antes de comenzar nuestro número, a Bing Crosby se le cayeron de las manos las hojas del libreto. Mientras actores, empleados de la ag~ncia, tramoyistas y músicos se lanzaban a gatas a recoger las leves páginas del libreto, Bing inclinóse despreocupadamente, recogió la. huidiza página del comienzo, echóse el sombrero para atrás y entr6 Justamente cuando le correspondía. Esa noche tuvo una actuaci6n fantástica sin la menor falla". c~ando


155

Todos hemos de ser también capaces de adaptamos a los cambios de circunstancias. Hay veces en que, para triunfar, se ha de cambiar de planes. En The Road to Successiul Living, Louis Binstock cuenta una divertida anécdota del célebre pintor norteamericano James McNeill Whistler: "En 1854 Whistler era cadete de West Point, para seguir la carrera de las armas. Una tarde, en la clase de química, el profesor le pidió que explicase' el silicio. Whistler levantóse y comenzó: "-El silicio es un gas ... "-Ya basta -le dijo el instructor. "Pocas semanas después, el cadete Whistler era dado de baja de la Academia. "Años más tarde, cuando era ya muy famoso como pintor, le gustaba comentar: "-Si el silicio hubiese sido un gas, yo habría sido general".

El caso de mi primer paciente

En el curso de mis sesenta y tantos años de vida, me ha tocado también mi parte de crisis. Una de ellas fue el punto decisivode mi vida. Cuando regresé de mis estudios de postgraduado en Berlín, Viena, París, Roma y Londres, abrí un consultorio en la parte baja de la Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York. En aquel entonces eran muy contadas las personas, incluso médicos, que conociesen la cirugía plástica, de manera que el entrar en esta profesión en embrión aceptaba un verdadero riesgo. Con mis limitados fondos amueblé lo mejor que pude cinco grandes piezas. Luego puse un rótulo en la puerta y aguardé la llegada de mi primer paciente. En Europa, durante mis estudios de preparación, había operado con éxito a muchos pacientes y, a pesar de lo nuevo de mi especialidad me imaginaba que, de la noche a la mañana, lograría un verdadero éxito. Creía que mis servicios contarían con una demanda inmediata. Aguardé. Por la mañana no hubo una sola llamada telef6nica ...ni una sola. Ya al caer la tarde, tomé con toda calma un refrigerio, pero me sentía impaciente. Comencé a fijar la mirada en el teléfono, abrigando la esperanza de que así 10 haría entrar en acci6n; pero no podía obligarle a sonar. Luego, ya al finalizar la jornada, son6 el teléfono y yo me lancé a contestar. -¿Qué tal te va? -pregunt6 la voz de mi madre. -Muy bien -contesté, sintiendo que mi ánimo rodaba por los

suelos. En toda la primera semana no hubo una sola llamada telef6nica, menos hacia el final de cada jornada, cuando mi madre llamaba para

156


preguntarme qué tal me iba. Por más que quería a mi madre, su voz fue convirtiéndose cada vez más para mí en presagio de derrota. Las cosas siguieron así por espacio de tres semanas. Mi consultorio estaba tan silencioso como el depósito judicial de cadáveres y el teléfono cobraba aires de extravagancia; un objeto que despertaba mis resentimientos. Poco a poco comenzó a desvanecerse la confianza que tenía en mí mismo y principié a sentirme nervioso y acongojado. Por primera vez en mi vida supe lo que era el pánico. ¿Cuál era mi temor? Para cubrir los gastos del mes había de ganar, al menos, 500 dólares en el primero de ellos, incluyendo un pequeño giro de dinero que quería enviar a mi madre para mostrarle el éxito que estaba logrando. No tenía reserva alguna de efectivo para que me sacara a flote más que por un período de un mes. A! principio de la cuarta semana comenzó a obsesionarme el temor de que sería un fracasado, que todos mis años de preparación resultarían ser tiempo, dinero y energías perdidos en vano. Al cabo de otra semana tendría que cerrar mi consultorio, a menos que consiguiera un paciente. En la pantalla de mi mente veía a 10 vivo los reproches y reprimendas de mi madre, mis parientes, y mis amigos, todos los cuales me habían aconsejado que me dedicase a la medicina general, o que me preparase para una especialidad más conocida, en la que tendría un futuro mejor asegurado. Esta fue mi primera gran crisis. No sabía qué hacer, Hundido en mi sillón tenía la mirada fija en la ventana. Al otro lado de la calle estaban levantando un edificio y me quedé viendo un trabajador que subía del cuarto al quinto piso en un montacargas atestado de ladrillos. Este trabajo parecía peligroso y, en aquellos tiempos anteriores a los sindicatos, su salario probablemente fuese muy mezquino, pero, por un momento, deseé poder tirar a la basura todos mis estudios médicos y cambiarme por él, sólo para poder sentir de esta manera la tranquilidad que da un salario seguro. Allí seguí tristemente sentado, aguardando ... aguardando. De repente el teléfono hizo sonar su estridente campanilla. A! tomarlo me dije, sombríamente, entre mí: "Es mamá". Pero no lo era. Era un médico, un amigo de la infancia. Por mi familia se había enterado de mi especialidad y tenía un paciente para mí. Quería saber cuándo podría traérmelo. Aunque me sentía desesperadamente pendiente de este caso, reuní todo mi valor y adopté un tono profesional. -Un momento --contesté-. Déjame ver mi libro de citas. Contemplé las blancas páginas por espacio de unos treinta segundos y luego dije:


157

-Tengo tiempo para ti en este mismo instante. Ven para acá enseguida. Me afeité a toda prisa, me puse una chaqueta blanca y aguardé a mi primer paciente. Me obligué a permanecer en calma, olvidándome de mi apremiante necesidad y recordando mi habilidad quirúrgica, viendo lo que podría hacer por un paciente. Pensé que no llegaría jamás, y comenzaba ya a tamborilear los brazos de mi sillón cuando, por último, sonó el timbre de la puerta. Ahí estaban el médico y un joven con la nariz muy hundida, recuerdo de un accidente de la infancia. Era vendedor de zapatos, tenía veinte y pocos años y se sentía desanimado por su aspecto y le preocupaba la dificultad que experimentaba para respirar debidamente. Mi pánico se había totalmente desvanecido. Todo lo que sentía en aquel momento era interés profesional por ayudar al joven. Exploré su nariz teniéndole sentado en mi sillón de exámenes; vi muy pronto que podía llevar a cabo una operación con todo éxito y luego convinimC3 en mis honorarios. Mi crisis había terminado. En alguna forma había salvado el mes más duro de mi vida y sobrevivido a mi angustia. Mi segundo caso no tardó en llegar, y muy pronto era ya un cirujano plástico perfectamente establecido. Cómo ayudé a que una actriz venciera el pánico escénico

Hace unos pocos años estaba yo en California a punto de emprender el vuelo hacia Europa cruzando por encima del Polo Norte. Me dirigí entre bastidores para ver a la estrella de una revista musical que estaba por estrenarse en Los Angeles, una actriz muy conocida. Estaba sintiendo la opresión de la noche de estreno. Era presa del pánico, tenía la impresión de que no podría actuar y estaba segura de que iba a fallarle la voz. Me dijo que a duras penas podía mover los pies por lo paralizada que se sentía. -¿Qué anda mal? -le pregunté. , -De repente se ha apoderado de mí esta sensación de pánico. Por lo general me siento algo nerviosa antes de entrar en escena, pero esto es diferente. -¿Qué es tan diferente? -No lo sé, doctor. Temo que va a fallarme la voz. -¿Sabe usted su papel? - j Naturalmente! -¿Sabe usted sus canciones?

158


-Sí. -Entonces ¿qué le pasa? -No lo sé. Se ha apoderado de mí el temor de que no podré llegar a las notas agudas de mis canciones. Estábamos en su camerino, lleno de hermosos vestidos, con una gran mesa tocador y su espejo al lado, y jarrones atestados de flores enviadas por sus admiradores. Una doncella iba y venía preparando los cambios de ropa. La actriz miróse al espejo, comenzó a cantar y súbitamente calló. -Prosiga -le dije. -No puedo. Es que no puedo -dijo estallando en sollozos. ¿Qué podía hacer para ayudarle? me preguntaba a mí mismo. No tenía tranquilizante alguno para darle, y no había tiempo para mandar a buscar nada. -No se preocupe -le dije-o Usted es una verdadera profesional y vencerá este ataque de nervios. Justamente en mi maletín tengo lo exactamente adecuado para usted. Es un nuevo medicamento de efectos inmediatos. Diciéndome a mi mismo que esta mentira inocente era necesaria, saqué de mi maletín negro una jeringa esterilizada, quebré la punta de una pequeña ampolleta de vidrio que contenía agua destilada y llené la jeringa. Le di la inyección a la actriz y le prometí que surtiría efectos inmediatos. -Siéntese -le dije- y sosiéguese. . Cuando uno~ mo~entos más tarde el traspunte asomó la cabeza para avisarla que se dispusiera a entrar en escena, la actriz estaba ya calmada. - j Qué maravillosa medicina me ha dado! i Quisiera besarle por este favor ! - y lo hizo-. Me siento maravillosamente, doctor ¡Le estoy tan agradecida! Salió a escena y tuvo una actuación maravillosa. Más tarde, en la cena para celebrar el estreno, me acerqué a su mesa. . -Ya debe usted saber que ésta ha sido una de sus mejores actuaciones,

-Gracias a usted- me contestó. -~~; gracias a us~ed., Usted lo ha hecho y no yo. ¿Sabe usted que la medicina que le aplique era solamente agua destilada? Púsose pálida y después soltó una carcajada. Desde entonces ha habido veces que se ha sentido nerviosa, pero jamás histérica, porque siempre se ha acordado de la noche en que, con sólo una ayuda imaginaria, supo sobreponerse a una crisis y conquistó el aplauso del público y la crítica.


159

Hoy en día sigue siendo uno de los grandes talentos en el ram d las variedades. o e Hay que fijarse metas

Para funcionar con éxito en .circunstancias que pongan a prueba, hay que concentrarse en metas realizables por las que se sienta entusiasmo Estas metas sirven de propulsores para mantenerse en marcha cuando las cosas se ponen difíciles, y eliminan los pensamientos encontrados que destruyen la serenidad. Supongamos, por ejemplo, que en un juego de fútbol americano uno de los equipos ha de poner la pelota en juego a tres yardas de la línea de toque de su adversario en el primero de los cuatro intentos que le corresponde para avanzar. En los tres primeros de dichos intentos hacen todo ~o posible para llegar a la línea de toque, pero el equipo oponente tiene Jugadores más musculosos y muy decididos, y no les deja adelantar ni un solo palmo de terreno. Para ganar el juego, el equipo atacante necesita marcar este toque; los puntos que le procuraría el goal de campo no le bastarían. En vista de la fiera resistencia del adversario en situación tan apurada podrían sentirse inclinados a desistir. Si en realidad no les importara, lo abandonarían. Lo único que les da una oportunidad de lograr los puntos que significan la victoria es la intensidad con que buscan cruzar la línea de toque, el afán que tienen en conseguir estos puntos más. Con esta meta firmemente fija en la mente, los once jugadores calculan todas las maneras posibles para poder cruzar la línea. Aunque no logren el triunfo, tendrán la satisfacción de saber que han hecho todo cuanto les ha sido posible. La vida es como el fútbol; hay que fijarse las metas a alcanzar. Se ha de poner en juego el mecanismo del éxito. . Cuando estaba yo en el potro del tormento, esperando mi primer cliente, el factor que me ayudó fue éste: sabía lo que quería. La .actriz, paralizada por el temor en la noche de estreno, compartía este acicate para obrar con éxito. Puesto que su objetivo estaba bien claro, no necesitó más que un poco de apoyo para alcanzar un triunfo. En 10 Days to a Great Neto Lite, William Edwards hace hincapié en la importancia que tiene el fijarse metas. He aquí su relato: "Una de las compañías más emprendedoras de los Estados Unidos, la primera en su ramo, exige de todos sus 50 vicepresidentes que pongan por escrito cuáles son sus metas específicas, a plazo corto, intermedio y largo. Esto hace que l~s cosas se mantengan en movimiento, y que todos piensen en lo que tienen por delante. Espolea la imaginación para que enfoquen

160


un futuro efectivo. Planta la "simiente de la imagen" de las cosas por venir. Esto ha hecho que la compañía triunfe avasalIadoramente". U na vez se sabe lo que se quiere, se ha logrado ya el primer paso, y se cuenta con la seguridad que da este primer logro. La pregunta que le sigue es: ¿Cuán intenso es el deseo de alcanzar estas metas? Hay que creer en las metas propias

Cuanto más firmemente se cree en las metas propias, tanto mejor es el resultado que se logra. Cuando la decisión está debida y netamente canalizada, se puede avanzar en forma acometedora y obrar, al mismo tiempo, con calma. El General Douglas MacArthur tenía esta creencia. "Desde el día de su confiado mensaje de despedida a los filipinos (j Volveré l) no puede discernirse ni una sola desviación en el plan de MacArthur, caracterizado por un solo propósito. Toda acción de guerra en Nueva Guinea, todos las incursiones aéreas sobre Rabaul o todos los ataques de las lanchas PT contra las barcazas joponesas en el Mar de Bismarck no fueron más que preliminares para la reconquista de las Filipinas". (MacArthur 1941~ 1951, de Charles A. Willoughby y John Chamberlain). Quizá el lector no haya de llegar nunca a general y ni tan siquiera a soldado de primera (i Dios lo quiera!), pero puede creer con igual fervor en sus propios objetivos, y éstos no son menos nobles. El mecánico de automóviles que se preocupa cuando un desconocido lleva al taller un vehículo que funciona mal, y procura hacer un trabajo limpio y completo, es un hombre bueno. La fe que pone en lo que está haciendo le ayuda a conservar la calma y a capear las crisis. Invóquense los triunfos pretéritos

Esto ya lo ha encontrado antes el lector en este libro, pero no haré jamás demasiado hincapié en ello: Se ayuda a sí mismo quien revive en su mente sus momentos mejores, invocando la visión de los detalles de situaciones que para él fueron felices y de éxito. Al enfocar la atención en estas imágenes logra paz durante momentos de tensión y con ello contribuye a la formación de la imagen de sí mismo. . Mientras estaba yo aguardando la llegada de mi primer paciente y parecía como si nadie conociese el número de mi teléfono tuve que batallar para conservar la confianza en mí mismo. Mi mejor arma era mi propia imagen operando sin la menor falla durante mis días de estudios y preparación, y estuve saturando mi mente con esta imagen mental hasta que alcancé mi objetivo.


161

No sé decir lo que había en la mente de la actriz pero, una vez le hube prestado mi ayuda, estoy seguro que el recuerdo de otros momentos anteriores suyos de estrellato la ayudaron a salir a escena y a ofrecer una gran actuación. Quizá el lector piense: "Pero es que yo no he tenido jamás un éxito escénico ... ni nada que se le parezca." Sí, pero no va a tener que actuar en el escenario ante millares de personas. Sólo va a actuar en el escenario de su mente, una y otra vez, hasta que sea capaz de hacer cobrar realidad a la imagen más triunfante que haya evocado. No es necesario que sea una actriz o un médico. No tiene que ser más que él mismo, funcionando con sentido de la realidad en los posibles campos propios, en los que es competente, sacando fondos de su banco de experiencia, el banco que paga verdaderos intereses. No se tema estar nervioso

Habrá veces en que, quienquiera que seamos, se apodera de nosotros el nerviosismo. ¿Qué hacer en este caso? Aceptarlo, sencillamente, y seguir adelante hasta recobrar la seguridad en sí mismo. El nerviosismo no tiene nada de terrible, a menos que se crea que sí lo tiene. Quien se sienta nervioso recuerde que no está solo a este respecto. Según el doctor Peter P. Steincrohn (How to Master Your Fears): "El mundo está enfermo de miedo. La mejor manera de combatir el miedo es reconocerlo, y luego enfrentarse a él. Para todos nosotros, todos y cada uno de nosotros (exceptuando los imbéciles) el primer paso consiste en reconocer que estamos asustados. Esto traerá de por sí algo de alivio". El actor cómico Paul Lynde ha hecho una gran carrera gracias al nerviosismo. La revista T. V. Cuide informa: "Sin duda alguna es el único actor que jamás haya pagado muy buen dinero a un agente de prensa para que escribiese de él: "Paul [era conocido] como una de las peores madejas de nervios del mundo teatral, tanto al estar actuando como en su vida privada. Incluso ahora, después de dos años de psicoterapia, dice: "Si jamás llegara a perder totalmente mi nerviosismo estaría medio muerto de espanto." ("Paul Lynde's Traumatic Success", 13 de julio de 1963). No estoy diciendo al lector que, si contrajera el baile de San Vito, Perry Como habría de contratarle para su programa de la televisión, tal como contrató a Paul Lynde y, en modo alguno, tampoco le estoy

162

COMO FUNCIONAF. CON EXITO BAJO PRESION

aconsejando que se induzca al nerviosismo. Pero, si sus nervios están de punta y no puede evitar que se le note ¿qllé importa? Este es mi punto principal; que no se culpe a sí mismo. El poder propio ante las crisis

Una vez que se han señalado metas en las que se cree, y se han llevado a la mente imágenes triunfantes del pasado, preparándose para aceptar las debilidades humanas propias, se sentirá el poder propio frente a las crisis. Se sentirá la capacidad de enfrentarse a las situaciones a medida que éstas vayan surgiendo. Todos tenemos dentro de nosotros poderes que habrán de ayudarnos cuando nos enfrentemos a emergencias. Una vez se ha tomado francamente la decisión de alcanzar el éxito, y una vez se han señalado con exactitud las metas propias, se está en situación de movilizar estas .fuerzas. En ese momento, el mecanismo del éxito propio de la persona está. a punto para llevarle a marchar hacía adelante. En cuanto se le han dado objetivos claramente definidos, en forma, fundamentalmente, de imágenes mentales, se ha puesto en actividad este servomecanismo automático. Funcionará para nuestro bienestar y, las situaciones difíciles no destruirán la eficiencia de este poder maravilloso que todos llevamos dentro. No hemos de dejar que las crisis nos abatan; es posible vencer los temores propios y enfrentarse al mundo con sentido de la realidad. Ejercicio práctico Núm. 6: vivir con crisis

Este ejercicio ayudará al lector a salvar más de una crisis, con angustia siempre menor, si lo pone en práctica. El lector ya está enterado del procedirriientc; se instala en un lugar tan silencioso como puede encontrar y procede a relajarse lo más que pueda. Una vez más ha de entrar en el salón de cine de su mente y revolver su montón de películas; películas de la vida real, hechas con los acontecimientos de su vida. Busque entre ellas una historia de "horror", un caso Frankenstein por lo que llegó a alarmarle, y véala, Es una escena de crisis, de una de las muchas pequeñas crisis que han cruzado por su vida, pero que le hizo reaccionar exageradamente y fuera de toda proporción con la realidad, haciendo que un monstruo de terror, al estilo Frankenstein, se irritase.


163

Quizá la escena reproduzca aquella vez en que el marido dijo que estaría de regreso a casa antes de media noche y mi lectora le estuvo esperando hasta las dos de la madrugada con la mente llena de fantasías horrendas. O quizá reproduzca aquella vez que mi lector disputó con su esposa por el café y, justo antes de salir para la oficina, ella le gritó que regresaría a casa de su madre y que no quería volver a verle nunca jamás. y él dirigióse al trabajo con la mente atormentada por horrendas posibilidades, a pesar de que sabía que su esp<>8<1. sólo había tenido un arranque de mal talante. O quizá reviva aquella vez que el jefe le miró escrutadoramente después que había cometido un error, fijándole un plazo perentorio para su siguiente trabajo. Cuando su mente quedó obsesionada por el temor de que iban a despedirle. Lleve de nuevo la imagen de esta pequeña crisis a la p~ntalla de su mente y sienta otra vez el terror Clue sintió entonces. Siéntalo- Recuerde sus pensamientos morbosos y su temor, tal como lo sintiera entonces. Recuerde las espantosas posibilidades que cruzaron por su mente a medida que iba imaginando todas las cosas desagradables que podían sucederle. Reaccione a estas imágenes mentales tal como reaccionó en aquella ocasión, sintiéndolas tan profundamente que, con ellas, reaparezcan los síntomas físicos que sintió en aquellos momentos: el latir desordenado del corazón, la palidez, las náuseas, cualesquiera síntomas que fuesen, si es que los hubo. No tiene nada de agradable volver a vivir esa reacción exagerada ante una pequeña crisis, pero resulta muy útil. ¿Por qué? Porque llueve veces de cada diez los temores propios, incluso los experimentados en un momento de verdadero problema, no están ni remotamente justificados. Las imágenes mentales negativas fueron el peor enemigo, A continuación invoque de nuevo lo que realmente ocurrió. Sienta una vez más el alivio que experimentó al ver que no había sucedido lo peor, cuando comprendió que su propia imaginación había sido su peor enemigo. Sienta este alivio. Relájese, tal como al despertar de una pesadilla, comprendiendo que no era nada real, que ya está a salvo. Comprenda que esta sensación de vida o muerte se basa muy poco en la realidad, que todos nosotros nos enfrentamos a problemas y crisis y que el principal culpable fueron las imagenes negativas que se formó. Siga el lector prácticando este ejercicio una y otra vez Y producirá dentro de sí cambios que le asombrarán. Reviva a diario 1lI1a situación diferente, sienta el pánico de la reacción exagerada, y luego el alivio

164

COMO FUNCIONAR CON EXITO BAJO PRESIüN

consiguiente cuando la realidad pone al descubierto la obra negativa de la imaginación propia. Cuanto más practique este ejercicio, tanto mejor comprenderá que la crisis radica en la mente, que forma parte de la inadecuada imagen que tiene de sí mismo. Cuando se enfrente a situaciones que normalmente le acobardan, ponga en tela de juicio la validez de su angustiada respuesta y reproduzca en la pantalla de su mente acontecimientos pretéritos ante los cuales reaccionó en forma exagerada. Esto le ayudará a enfocar el presente, procurándole calma y aumentando su capacidad para funcionar en forma efectiva. A medida que vaya madurando, sustituyendo las imágenes negativas con otras de situaciones halagüeñas, fijándose metas dignas, vigorizando la imagen que tiene de sí mismo, podrá el lector atacar situaciones difíciles de manera mucho más competente. . Para que le ayuden a salvar crisis grandes y pequeñas, llame el lector en su ayuda a estas dos viejas amigas: 1. La verdad. La verdad es que raras veces nos vemos implicados en situaciones de "vida o muerte"; la comprensión de esta verdad puede mantenemos serenos cuando ocurriría todo lo contrario si nuestro aspecto positivo quedase minado por la angustia. 2. La imaginación. El hombre cuenta Con la bendici6n de esta facultad, pero, con demasiada frecuencia, la utiliza negativamente. Quien reine en su propia mente dominará sus temores.

13 Ganar amigos puede ser fácil

Hace unos cuatro siglos, el gran sabio inglés Francis Bacon, al escribir acerca de la amistad comentaba que: "Dobla las alegrías y rebaja los pesares a la mitad". Cientos de años después, el poeta inglés S. T. Coleridge escribi6 que: "La amistad es un árbol que da abrigo." La amistad sigue siendo hoy en día igualmente importante, y quizá hasta resulte más vital debido a la tensión con la que vivimos. No estoy hablando de la camaradería de los "días buenos", sino del respaldo mutuo, "en las duras y las maduras" que constituye la sustancia de las buenas relaciones humanas. La persona que goza de amistades sinceras es más rica que el que tiene millones o hasta miles de millones, pues no hay cantidad alguna de dinero que pueda cambiar esta posesión. Quizá esto suene a frase hecha, pero es una verdad innegable. El dinero puede acabarse. Claro está que también pueden acabarse los buenos amigos, puesto que pueden morir; pero quien tiene capacidad para la amistad siempre podrá encontrar nuevos amigos. Además, la pérdida de un buen amigo puede ser sólo física; si era un amigo verdaderamente querido, le llevaremos siempre en el coraz6n. Se cuenta que, una ve.z, Will Rogers hizo el siguiente comentario: "Nunca conocí a un hombre que no me agradase." Esta afirmación sentimental proviene de un hombre cuyo carácter sencillo y generoso le conquistó el aprecio de toda una nación, Llega al corazón de todos, porque rebosaba amistad. La vida la encontramos en nuestros semejantes

La vida es algo más que el latir del corazón, o la capacidad de respirar, comer, ver y tocar. La vida del individuo gira en torno de la calidad de sus relaciones con otras personas. La vida la constituyen nuestros semejantes, y no tanto lo que ellos hagan por nosotros, como 10 que nosotros hagamos por ellos y lo que nos demos unos a otros. Al apreciar los rasgos propios del ser humano bien ajustado, los psicólogos atribuyen gran valor a la capacidad de proyectarse hacia el 165

166

GANAR AMIGOS PUEDE SER FAClL

exterior o de relacionarse con otras personas. Quien no puede llevarse bien con los demás se encuentra en una grave desventaja vocacional; son muchos los caminos que tiene cerrados. Al vivir en una cárcel que él mismo ha levantado, encierra sus sentimientos e incinera sus recursos. Su alma no puede elevarse: cuando cambia su estado de ánimo no hace más que mudarse de Alcatraz a Sing Sing.* No puede vivir con sus semejantes y, sin embargo, es incapaz de vivir feliz sin ellos. Si se encierra en una "torre de marfil" experimenta una sensación de privación que ya no le es posible negar. Si se mezcla con la multitud, se siente inhibido y sus relaciones no le dan satisfacción. Algunas personas se sienten más solas cuando se encuentran rodeadas de gente. Esto es comprensible; todos nos sentimos más en contacto cuando estamos en co~pañía de un amigo de confianza, con el que podemos ser nosotros mismos, que cuando estamos en una reunión numerosa en la que sentimos que debemos llevar puesta una máscara. Quien es capaz de crearse verdaderas amistades es un hombre dichoso. Aunque no gane mucho dinero, está satisfecho al cosechar la retribución de unas amables relaciones humanas. La palabra "amistad" es una de las más cálidas que tiene cualquier idioma. El arte de ganar amigos

Nu~stra biblioteca rebosa libros que tratan del arte de la amistad. Estos li~ros c~ntienen sugerencias que son bastante útiles, conceptos que pueden inducirnos a que nos convirtamos en personas más consideradas y más dispuestas a la aceptación. En ~u pop~lar obra How To Win Friends and Influence People, Dale ~a.rne~Ie, deb~damente autorizado, cita unas palabras de Henry Ford : SI existe algun secreto del éxito, el mismo radica en la capacidad de captar el punto de vista del interlocutor y ver las cosas desde su ángulo lo mismo que del propio". El ~ropio ~arnegie afirma: "Se pueden lograr más amigos en dos meses: tn~eresandose en los demás, que los que se pueden lograr en dos anos itüentando que los demás se interesen por nosotros". ~n P.ersonality and Successful Living, James A. Magner enfoca esta cuestión de manera parecida: "Llegamos a tolerar, comprender y amar

* Estos dos nombres corresponden a dos grandes establecimientos penales para que en elIos cumplan condena los delincuentes sentenciados. El primer d 11 Alcatraz, se encuent~a e~ el islote del mismo nombre, en la bahía de Sa: Fr:n~i:¿ e,n el Est~do de Cahforrua, y el segundo en el Estado de Nueva York, a orillas del no Hudson; El .autor no~bra .dos establecimientos tan distantes entre sí sólo para dar mayor énfasis a su afirmación, (N. del T.)

GANAR AMIGOS PUEDE SER FACIL

167

a las personas, no esperamos que ellas nos sirvan, y mucho menos dándoles oportunidad de mostrar sus defectos, sino siendo nosotros mismos quien asuma el papel activo, y dando a los demás motivos positivos para que nos toleren y nos quieran. No hay nada que gane tantos amigos como la preocupación altruista por parte nuestra. Nada nos hace tan merecedores de amistad como el formarnos a nosotros mismos, el desarrollar nuestros recursos y nuestra personalidad, por medio de un programa que nos haga ser amigos y útiles para los demás". Estas son ideas positivas. Los autores conocen a las personas y las sugerencias que nos brindan son de gran valor. Pero, fundamentalmente, la capacidad propia para entablar amistades sinceras y duraderas depende del vigor de la imagen que se tenga de sí mismo. Quien guste de sí mismo agradará a los demás

Se puede aprender a ser más considerado. Esta es una cualidad magnífica. Es posible salirse del camino propio para ser útil a los demás. Esto ayudará. Hay otros gestos constructivos más que pueden hacerse para ganar amigos. Cabe dominar cierta variedad de habilidades sociales; es posible compartir voluntariamente los bienes materiales propios. Pero el núcleo de la capacidad. propia para la amistad radica en lo que cada quien piensa de sí mismo. Por lo general, si alguien gusta de sí mismo, los demás compartirán de este sentimiento. Quien se desprecie a sí mismo encontrará que los demás también le desprecian. Cuando hablo de gustarse a sí mismo, no me refiero a la forma narcista de infantil autoadmiración, en la que el amor del individuo se centra en sí mismo, excluyendo a los demás. No es posible encontrar verdadero agrado de sí mismo, a menos que se sienta agrado por el prójimo. Sin embargo, lo más probable es que quien se subestime a sí mismo hará una apreciación semejante de las demás personas. "Sin confianza no hay amistad", escribió el filósofo griego Epicuro, Es una gran verdad, y la confianza tiene su comienzo en la actitud respecto a sí mismo. ¿Porqué ser tímido?

Por lo general, a la persona tímida le resulta difícil entablar amistades. Al inhibir, por temor, su libre expresión, limita sus contactos con otras personas.

168


Es conmovedora la descripción que Martin Tolchin hace en "The Roots of Shyness" (New York Times Magazine, del 19 de Junio de 1960) : "Es un niño callado, demasiado callado y con demasiado buen comportamiento. Carece del "fuego interior" que el difunto WilIiam Bryon Mowery creía que tienen o deberían tener todos los niños. En lugar de ello permanece siempre pensativo a un lado, incapaz de sumergirse en los empellones y agitación que son tan del gusto de los muchachos cuando están con otros. "Abandonado a sus propios medios quizá llegue a vencer su timidez, o aprenda a vivir con ella. O quizá abandone todo esfuerzo para establecer contactos con el resto del mundo. "La experiencia puede ser humillante. La timidez puede interponerse entre el hombre y la mujer que necesita. Puede socavar su utilidad para la sociedad al impedirle conseguir el empleo para el que reúne todas las cualidades. Puede colocar a una persona inteligente y cumplida en el lugar de un mendigo social al que se le arrojan migajas de conversación y funciones que no puede esquivar". Por desdicha, en este mundo hay muchas personas tímidas. La vida puede enseñar, pero también puede asustar a las personas, llevándolas a encerrarse en una concha. Quien es tímido puede aprender a ser más emprendedor. Se trata principalmente, una vez más, de desvanecer la falsa verdad del concepto que tiene de sí mismo, puesto que la timidez es un procedimiento para ocultarse de los demás. Es posible salir de la propia concha

i Qué pena dan las tortugas! Algunas de ellas viven hasta una edad muy avanzada, pero pasan toda la vida metidas en una concha. Y no pueden remediarlo. En cambio, la persona tímida, es más afortunada puesto que puede hacer algo al respecto. Puede llegar a una mejor apreciación de sus buenas cualidades, puede recordar momentos en que se sintió orgulloso de sí mismo y verlos de nuevo con los ojos de la imaginación; puede aprender a vivir con sus debilidades. Puede reajustar en forma verdadera y positiva la imagen que tiene de sí mismo. Una vez se sienta mejor respecto a sí mismo, no estará ya demasiado asustado para salir de su concha. ¿Ha visto el lector alguna vez el nacimiento de un polluelo? ¿Cómo se resquebraja el cascarón y luego cómo sale el polluelo asomando al mundo por vez primera?


169

La persona tímida puede ser igual que el polluelo y salir del cascarón a la plena luz del día, a un mundo más brillante que nunca supo que existiese; al mundo de la amistad, el mejor de todos los que hay. Sin embargo, antes de estar a punto para la verdadera amistad se ha de tener el valor de romper el cascarón y salir de él. Significado de la amistad

Permítaseme una advertencia: en estos días hay muchas amistades que son políticas y carecen de sinceridad. Algunas personas explotan la "amistad" para sacarle provecho en la que es su ocupación, y escogen y contraen amistades con prontitud y sin poner en ello verdadero sentimiento. Van en busca de amigos tal como irían a la compra de un automóvil, en busca de alguna ganga, calculando por adelantado qué amigo habrá de ayudarles ha mejorar en su carrera. En cuanto logran algún ascenso y pasan a una nueva categoría social, entonces, sin sentir nada por ellos, hacen a un lado a los viejos amigos y se lanzan a la búsqueda de nuevas alianzas que, probablemente, hayan de ser más remuneradoras en dinero, ya sea en el presente o en el futuro. Estas personas no establecen ninguna diferencia fundamental entre una persona y otra, sino que proceden a su elección después de un cuidadoso estudio de las ventajas económicas que pueda reportarle. Otras personas escogen amigos y, en sus intentos para hacer que los demás crean que gozan de popularidad, se esfuerzan en consolidar estas "amistades". Su razonamiento es que, si los demás les ven siempre en compañía de esta o aquella persona, en una aparente relación de amistad, se les considerará cual siendo socialmente aceptables. Interpretan esto como si fuese un éxito, aunque, en realidad, no lo es. Lo cierto es que en cuanto pueda referirse a compasión, las personas a las que utilizan para adquirir prestigio social no les importan para nada. Antes al contrario, se sirven de ellos con la misma despreocupación que se siente al lavar platos o darle cera al automóvil de la familia. Su única preocupación es que su aliado sea una mercancía superficialmente aceptable, una persona con bastante categoría dentro de la comunidad para que realce su propio prestigio social. Es evidente que estas formas de "amistad" no encierran ningún verdadero valor. Estas alianzas egoístas no tienen nada de hermoso ni ennoblecedor, y yo me refiero a un tipo de relación totalmente distinta, una relación cuyo principal ingrediente no es el provecho, sino el amor fraternal. Esta franca y generosa clase de amistad es una de las cosas más preciosas de la vida, y espero poder ayudar al lector a que logre esta cálida relación fraternal.

170


Lograr que los demás busquen nuestra compañía

Quien es verdaderamente agradable para los demás no necesita para nada ir en busca de amigos; no sólo los demás buscarán su compañía, sino que también solicitarán ansiosos su amistad. Pongamos una vez más a funcionar nuestro aparato imaginativo. Sentémonos, pongámonos cómodos en un lugar tranquilo, y relajémonos en la sala de espectáculos de nuestra mente. Escena 1: Un hombre va a una fiesta; llama tímidamente a la puerta, sintiéndose intranquilo porque no conocerá a muchos de los presentes. Ted ha sido invitado por Cara, a la que sólo conoce superficialmente, porque ella acude a la biblioteca en la que él trabaja. Ted tiene ya 35 años, lleva casi diez trabajando como bibliotecario y se siente solo. Es recibido por la anfitriona y luego entra calladamente en la estancia llena de gente que conversa y ríe. -Hola- le dice una joven acercándosele sonriente. Ted le devuelve el saludo, pensando nerviosamente de qué podrá hablarle. -¿Cómo se llama usted? Ted hace su propia presentación, obligándose a preguntarle a la joven cómo se llama y sintiendo que todo él se ha convertido en dedos, porque no sabe qué hacer de sus manos. -¿A qué se dedica usted? -Ya tenemos aquí otra vez la consabida pregunta -piensa Ted, gruñendo interiormente-o Tendré que decirle que no soy más que un bibliotecario. Inclina los hombros y, al contestar, esquiva la mirada de la joven. (No cabe duda que es candidato seguro al fracaso. La cualidad fundamental de este hombre es el odio a sí mismo que embrolla toda su inteligencia y su potencial para la expresión creadora. Antes de que pueda estar a punto para la cálida generosidad que constituye la amistad, tiene que vigorizar la imagen que se ha formado de sí mismo). Escena 2: Estamos en la misma fiesta, media hora más tarde. Llega John y saluda a la anfitriona. También John es bibliotecario. Se trata de una reunión de gentes de un mismo clan. También John tiene treinta y tantos años, es soltero, y ha cifrado grandes esperanzas en la velada. Está ansioso por conocer a Cora, socialmente, y por verla cuando lleva un bonito vestido. Quizá puedan bailar, conversar, flirtear y quizá hasta pueda acompañarla a su casa. -Está usted muy hermosa- le dice sinceramente a la anfitriona al saludarla.


171

John sonrie al verla sonrojarse, y después estrecha la mano de Peter y Frank, a los que conoce del trabajo. Los dos están encantados de verle y le presentan a otras personas. -¿A qué se dedica usted?- pregunta una de las concurrentes haciendo tintinear el hielo del vaso que tiene en la mano. -Soy bibliotecario -contesta John mirando con curiosidad, pero con sonrisa amistosa, a su interlocutor-o Siempre me han gustado los buenos libros. ¿Y usted a qué se dedica? En la fiesta encuentra a algunas personas con las que es interesante conversar, y goza del intercambio de ideas, y también del refrigerio y las bebidas. Los demás se le acercan para charlar con él, gozando de su fácil trato y de su falta de pretensiones y arrogancia. A media noche acompaña a Cora a su casa. (Los demás buscan a este hombre, debido a que la imagen que se ha formado de sí mismo es sana. Se ve a sí mismo como una persona agradable y, por lo tanto, no tiene que sentirse exageradamente consciente de sí mismo ni que excusarse. Gustando de sí mismo; sin que sea narcisista, es capaz de apreciar a los demás, y éstos captan este sentimiento y se hacinan a su alrededor, como las abejas en torno de la miel.

La imagen de sí mismo puede hacer agradable a la persona Estas representaciones ideadas pueden significar una lecci6n: Una imagen sana de sí mismo puede hacer a la persona agradable a los demás. Todas las personas ansían una buena compañía. Quizá disfracen este deseo porque temen verse rechazados; pero esta necesidad la sienten muy profundamente. Es una necesidad fundamental, casi tan esencial como la necesidad de calmar el hambre con alimento. Si alguna vez el lector sabe de algún incendio cercano, observe la gente de la calIe. Vaya con ellos cuando corran hacia el lugar del siniestro, para observar c6mo llegan las bombas haciendo sonar la campana y c6mo los bomberos se lanzan a combatir el fuego con sus mangueras. Vea c6mo la gente se apiña, hablando animadamente unos con otros mientras observan a los bomberos que apagan las llamas. Lo más probable es que, si es observador, capte que más que interesados en el incendio todos los presentes lo están en aprovechar esta oportunidad de conversar con otras personas, aunque se trate de totalmente desconocidos. Cualquier situaci6n de emergencia brinda a la gente esta oportunidad de agruparse con otras muchas personas, de sentirse en alguna forma más plenos, más completos.

172


Si la imagen que el lector tiene de sí mismo le da el vigor necesario para ser una persona considerada, nunca se sentirá sediento de compañía. Hacer que los demás se sientan a gusto i Amistad, misterioso cemento del alma! i Dulzura de la vida y lazo de la sociedad!

-Robert Blair

Quien se da a sí mismo la paz del espíritu, puede dar tranquilidad a los demás, endulzando su vida ,; consolidando la cordialidad que, en potencia, nevan en el alma. Puede ayudarles a llevar una vida sosegada, aunque animada. Si los demás sienten que les acepta tal como son, sin necesidad alguna de ficción, saldrán de sus conchas y pondrán al descubierto cualidades verdaderas y maravillosas que, por lo general, ocultan a los demás porque temen que éstos les sean hostiles. Francis Bacon escribió hace mucho tiempo: " ... Uno de los frutos principales de la amistad es la calma, y descargar todo lo que llena e hincha el corazón ... ". Quien inspira confianza ve cómo los demás le confían sus temores y culpas más terribles, con lo que alivia sus pesares y les da más energías para canalizarlas hacia conductos positivos. Quien sabe aceptar a los demás puede procurarles una sensación de relajamiento que pocas otras personas pueden procurarles. j Cuán afortunado se siente quien puede ayudar a hacer más agradable la vida, aunque sólo sea a dos o tres amigos a los que quiera entrañablemente! Los amigos pueden hacernos más grandes

Muchas personas pasan la vida en una inútil búsqueda entre lo que a ellos les parece ser una selva. Alguna vez que otra llegan, por entre la maleza, hasta dar con un tesoro enterrado que corren a llevar al banco antes de que otros animales de presa puedan clavar en él sus garras. Pero su vida consiste principalmente en aventuras en las que se devoran entre sí. Están rodeados de competidores y escogen "sus amigos" con fines estratégicos. En "Understanding Fear In Ourselves and Others, Bonaro W. Overstreet escribe: "A veces conocemos personas que viven hasta llegar a la ancianidad sin alcanzar identificación alguna que les lleve más allá de sí mismos. Pueden llegar a entablar cierto número de relaciones manifiestas, pueden ocupar empleos, casarse, criar hijos y asociarse a clubes.


173

Sin embargo, en realidad jamás llegan a identificarse :on nadie. Sólo pueden servirse de la gente, aferrarse a la gente, dommar a la gente. Pueden manifestar amor y, si el marco es adecuado, hasta amor a la humanidad. Pero las personas siguen siendo para ellos medios para un fin. Nunca afirman a nadie como real por derecho propio". Esto es patético debido a que los verdaderos amigos pueden enriquecer mucho la vida. En el calor de esta vivificante acción recíproca cabe descubrir en sí mismo cualidades que nunca se sospecharon. Se puede llegar a ser alguien más grande por medio de amistades g~nero~~. La amistad impone exigencias; hay que tomar en consideración las necesidades de los amigos lo mismo que las propias. Dicho con las palabras de Emerson: "La amistad debe estar rodeada de ceremonias y respetos y no aplastada en los rincones. La amistad exige más tiempo del que pueden disponer por lo general los pobres hombres atareados". No hay pues que concentrarse tanto en las necesidade.s ~ateriale~ propias, de manera que la amistad quede sofocada en un nncon. ¿Que bienes materiales hay más valiosos que un buen amigo? Concedam~ tiempo a nuestras amistades y nos veremos recompensados con maravillosos dividendos. Cuando se es persona de mente abierta, capaz de apreciar a toda clase de gente; son muchas las recompensas que se pueden lograr al ensanchar las amistades. En el número de febrero de 1960 del Reader's Digest ("Have You Made Any New Friends Lately"), Vanee Packard escribe: "Algunas personas afirman que, cuando entablamos amistades somos más dichosos si nos limitamos a las de "nuestra propia clase". La persona que lleva anteojeras de esta clase nunca gozará del encanto que tiene el con1:a;r como compañeros a individuos de tanto colorido y a menudo muy VIvídamente articulados tales como los buscadores de almejas, los criadores de pavos, los detectives de hotel, los leñadores, los marinos o los restauradores de antigüedades. Nunca conocerá el entusiasmo que produce el descubrimiento de alguien interesante en un lugar aparentemente improbable ... "Otra recompensa que se obtiene al ensanchar las amistades es la nueva visión que adquirimos de personas que ven las cosas bajo perspectivas diferentes. Un buen día hice un largo recorrido en taxi por Bastan, con un jovial chofer ya entrado en años. Habíamos estado charlando de diversos temas' cuando, súbitamente, exclamó: "He logrado la dicha suprema. Estoy contento de hacer lo que hago. He aprendido a no pelearme con mi ambiente. Soy dichoso de ser quien soy".

174


Cinco reglas para ganar amigos

Aplique el lector los conceptos que siguen y nunca le faltarán amigos. 1. Sea amigo para consigo mismo. Si no lo es, no tiene posibilidad de serlo para los demás. Quien se rebaja a sí mismo puede seguir admirando a otras personas, pero su respeto estará manchado por la envidia. Los demás captarán la impureza de esa amistad y no responderán en forma positiva a la misma. Podrán sentir lástima por los problemas que les expongamos, pero la compasión no es una base sólida para la amistad. 2. Salga al encuentro de los demás. Este es el paso que sigue. Cuando esté en compañía de un conocido casual y esté en vena de conversar, exprésese prescindiendo de inhibiciones, tal como resulte adecuado para la situación. No se diga que está haciendo el tonto si gasta una broma, ni se vea inseguro si se siente nervioso y quiere resultar agradable a su interlocutor. Busque las cualidades positivas de éste y procure sacarlas a la luz; vigile cualquier pensamiento de crítica exagerada para arrojarlo lejos de sí, puesto que esta clase de pensamientos son enemigos de la amistad. 3. Imagínese que es la otra persona. Esta imagen mental le será muy útil si procura imaginarse a la otra persona en el conjunto de la situación de su vida, con tanta precisión como pueda reconstruirla. Podrá sentir las necesidades del otro y procurará atenderlas en todo cuanto esté dentro de sus posibilidades y de las dimensiones de la relación recíproca. También podrá comprender mejor las respuestas de la otra persona. Si ésta es alguien quisquilloso en determinadas cuestiones, podrá evitar cualquier herida a su susceptibilidad. Si el lector se siente propenso a la generosidad, podrá hacer un intento de ayudar al amigo a que perfile mejor la imagen de sí mismo. Si se trata de un amigo valioso, éste,se sentirá agradecido por esta bondad y, a su vez, dará algo de sí, segun su manera de hacerlo. 4. Acepte la individualidad de la otra persona. Las personas son diferentes, en especial cuando se muestran tal como son. No se intente alterar este hecho. No hay que confundirse con la otra persona, sino aceptarla tal cual es y, si es alguien que tiene un valor real, también él nos habrá de estimar tal como somos. Comete un error grave quien intenta obligar a otra persona a que se ajuste a las ideas propias preconcebidas. Cuando se recurre a estas tácticas dominantes, lo más probable es ganarse un enemigo y no un amigo. S. Procure atender las necesidades ajenas. Con demasiada frecuencia este mundo es un lugar implacable en el que la gente piensa en sus propias necesidades ... y después deja de pensar. Quien se salga de su


175

camino para mostrarse considerado, será un amigó valioso. Son muchos los que hablan a personas; les gusta dar conferencias y que el otro se limite sólo a escuchar. No se haga jamás esto a un amigo; háblese con él. Ejercicio práctico Núm. 7: La imagen de sí mismo en compañía

Acabo de brindarle al lector algunos de los consejos más sabios que jamás haya leído acerca de cómo ganar amigos y, si aplica estos conceptos de manera efectiva, sus relaciones tendrán una nueva vivacidad que le sorprenderá. Su imagen de sí mismo constituye el factor primordial. Cuan~o se está en compañía, la sensación de sí mismo influye en lo que se plensa respecto a los demás y en la conducta que se observa con ellos. Esto es inevitable. Quien sienta que no tiene fundamentalmente valor alguno puede estar deformando su pensamiento, lo que le llevará a comportarse en alguno de los modos siguientes: 1. Se encerrará en una concha defensiva (para defenderse a sí mismo contra sí mismo) inhibiendo cualquier acción espontánea y viendo con desconfianza la espontaneidad de los demás. 2. Abundará en pensamientos exageradamente dados a la crítica respecto a los demás, para realzar así su propio y débil ego, pero destruyendo cualquier posibilidad de establecer relaciones amistosas. 3. Se volverá inconteniblemente hablador, en un esfuerzo frenético para demostrar que no es alguien sin mérito alguno (acusación que él mismo será quien la haya formulado) . .4. Se mostrará constantemente dado a competencias, en un permanente intento de derribar a los demás para situarse por encima de

ellos. Estoy seguro de que el lector conoce a personas que se comportan en; alguna de estas formas, y hacen que sea difícil tener relaciones de amistad con ellas. Es posible que el propio lector confíe en uno o más de estos mecanismos defensivos. Si así 10 hace, ya es hora de que fortalezca la imagen que se ha formado de sí mismo cuando está en compañía, para que sus relaciones resulten más naturales, sin restarles nada a los demás. . el Cuando esté descansando en silencio, ponga el lector en práctica ejercido siguiente: . . . Digase a sí mismo que ha Sido hecho a unagen de Dios y que El le dio forma para que amase al prójimo y viviese en paz con él. Que fue

GANAR AMIGOS PUEDE SER FAClL 176

GANAR AMIGOS PUEDE SER FAClL

hecho para ser cálido y humano, y que estas cualidades se encuentran en algún lugar dentro de él, aunque no se pongan de manifiesto extenormente. Recuerde la sencillez de sus amistades de la infancia. Represente en la pantalla de su mente, y lo mejor que pueda, con todos sus detalles bien vívidos, cosas que hizo con sus amigos de la infancia; los bienes y sentimientos que compartieron. Reviva los momentos predilectos de sus primeras amistades, imaginando los acontecimientos. Encuentre de nuevo en sí mismo la sensación de que puede ser espontáneo y vivaz, que puede arrojar de sus hombros las cargas que impone una civilización exagerada. Concéntrese en los sentimientos de amor que ha sentido para otras personas en el curso de su vida. Olvide el odio y las desilusiones. Comience de nuevo y traiga otra vez a su memoria los sentimientos de gratitud que tuvo por algo nuevo que para él hizo su madre, o por un gesto de consideración que tuvo su padre. Recoja el cálido resplandor de los días de cumpleaños, ya pretéritos, cuando todos le mimaban, y piense también en las confidencias que compartió con amigos entrañables. Si la vida ha sido dura para él, concéntrese en el recuerdo de los casos aislados en que sintió verdadera gratitud hacia otras personas. Mantenga vivos sus sentimientos de amor tal como mantendría una fogata que hubiese de darle calor, puesto que aquéllos son la flor y nata, el champaña de la imagen que se ha formado de sí mismo. Si no se tiene en el alma esta sensación activa de amor, la vida es incompleta. Rechace de su mente las cicatrices emocionales. Todos las tenemos, pero quien insiste en revivírlas está minando sus posibilidades de éxito en el mundo de la gente. Quien pasa el tiempo cultivando malquerencias, no puede pensar mucho bien de sí mismo sin faltar a la realidad. Acepte sus imperfecciones. Si espera demasiado de sí mismo, la imagen que se haya formado de su propia personalidad en compañía será la de un ser débil. Siempre estará mirando por encima del hombro para ver si alguien ha notado tal o cual falta o error suyo. Además, espenvá que los demás se ajusten a las imposibles normas por él fijadas, y los demás sentirán que es alguien inaceptable. Una vez nos hemos aceptado tal como somos, nos resulta fácil dar una amistad callada a Jos demás, y logramos una de las experiencias más maravillosas de la vida. Quizá algunos de mis lectores hayan tenido muy contados amigos en el transcurso de su vida y por ello creen que no pueden despertar afecto. Esto no es la verdad; la dificultad radica en que no han sido justos consigo mismos. Todos y cada uno de nosotros tenemos algo digno de aprecio, sólo que hay que ponerlo exteriormente de manifiesto.

177

El orgullo de sí mismo y la propensión a la ~tad hacia l~ demás es algo que cada quien debe poner al descubierto s10 ayuda ajena. Por difícil que sea, es algo que sólo puede hacer .uno m~mo. Repase el lector una y otra vez el material de este ejerciCIo práctico y ayudese a sí mismo a alcanzar una mayor estatura en el mundo de la gente.

14 Cómo encontrar la paz del espíritu

EN UN MUNDO CONVULSO

179

En el Capítulo 3 formulé algunos consejos acerca de cómo relajarse pero el tema tiene una importancia tan apremiante en el mundo de hoy' sometido a tan altas presiones, que voy a dedicar también este capítul~ a ese punto tan vital.

en un mundo convulso La serenidad puede aprenderse

Quizá cuando despierta por la mañana, el lector abre la puerta de su casa y se agacha para recoger la botella de la leche y el diario. . Quizá guarda la botella de leche en el refrigerador, lo cierra, se SIenta en la silIa de la cocina y despliega el diario. Los titulares, con sus gr~~des let;as neg~as,. l~ hablan de: armas nucleares, amenazas diplomaticas, cnmenes individuales y abusos del gobierno. ~~e aquí una prueba positiva -dirá el lector-o Es imposible el relajamiento en un mundo así. Hay demasiadas convulsiones en todas partes y está yéndosenos de las manos. ,p'ero, se equivoca. Puede relajarse. Puede crear para sE la paz del espiritu, aunque los demás se retuerzan de angustia. La tensión no es nada nuevo. A lo largo de la historia el mundo ha vivido muchas épocas convulsas. La lucha ha formado 'siempre parte del tejido de la civilización, desde las guerras grecorromanas de la antigüedad, pasand? por la amarga ~evolución Francesa hasta llegar a las. guerras m~n~Iales. del presente SIglo. La Revolución Industrial prodUJO un cambIo inquietante, No ha habido en la historia de los Estados Unid?S período ~ás inqui~tante y más falto de sentido que el correspondIe~~e a mediados del SIglo XIX, cuando su gran guerra civil obligó ~ sus hiJos.a matarse unos a otros. Algunos soldados tuvieron que matar mcluso arrugos personales de días más apacibles. No, la tensión y las cat~trofes no son enfermedades únicas, propias solamente del hombre del SIglo XX. Siempre ha habido crisis difíciles que han nublado la parte más brillante de la vida. Se puede aprender a vivir con estas presiones, y hasta a salir vencedor del crisol ~e ~a vida. La vi~a no es digna de vivirse si no se puede alcanzar un sentímíento de seremdad. Es necesario quedarse a solas con la propia alma e impregnarse de suave calma. Tal como lo dijera el gran filósofo griego Platón: "Ninguno de los asuntos del mundo es merecedor de gran angustia". 178

Ante todo, es necesario Creer que un estado de serenidad interior constituye una meta alcanzable. Esto puede no ser tan fácil como pare~e; quien está acostumbrado a tener en tomo de sí gente acosada, agitada y que anda a empellones, puede llegar a creer que la calma es un estado inalcanzable. Los principales diarios y revistas de los Estados Unidos publican artículos en los que se describe el torbellino interior de los jóvenes de hoy, lo explosivo de sus tensiones. Nuestros sociólogos más respetados nos hablan de la angustia anormal que impregna la vida de los tiempos modernos. Filósofos, psiquiatras y dirigentes religiosos convienen en que, hoy en día, la gente vive sin calma espiritual, llenos de emociones contrapuestas y turbados por el resentimiento. Millones de personas hacen de la angustia su tortura. Indecisos y temerosos no saben aceptar sus sentimientos ni sus fallas. Se les hace difícil decidirse acerca de nada, y se sienten culpables por lo que ellos consideran como fracasos de su vida. Actúan demasiado impulsivamente, o bien sienten temor a emprender la menor acción. Para ellos la angustia se convierte en una forma de vida. Su mente está llena de fobias y obsesiones, en lugar de estarlo de sentimientos de éxito y de confianza. Conozco personas que jamás han gozado una semana de verdadera paz desde hace años. ¿Constituye todo esto más pruebas de que la serenidad está fuera de nuestro alcance? No, no lo son. He hecho mención de estos sórdidos estados por demostrarle una vez más al lector que, si siente angustia, no es él solo en sentirla. Hoy en día, hay circunstancias que alientan la angustia. Por lo tanto, en la lucha para lograr la serenidad, debe comenzarse por aceptar tales angustias, aunque sin culparse por las mismas. Cuanto más segura sea esta aceptación, tanto mejor se logra la paz consigo mismo, con las propias debilidades, y tanto más alcanzable es la meta de la serenidad. El lector debe creerme: puede alcanzar esta serenidad. Este capítulo está lleno de sugerencias que le ayudarán a alcanzar esta meta.

180

COMO ENCONTRAR LA PAZ DEL ESPIRITU

Tranquilizadores para el espíritu

Ante todo, hay que encaminarse hacia actividades que procu~e~ contento y satisfacción. Ciertos rituales o aficiones sirven de "tranquilizadores del espíritu" para algunas personas, mientras que a otras sólo habrán de aburrirlas. Una señora anciana, amiga de mi familia, que murió hace ya varios años, me dijo que cuando se sentía desosegada leía la Biblia. Esto le calmaba los nervios. Se sentaba en su mecedora y leía. Un amigo mío, médico, que llegaba a casa cargado de tensión por las presiones del ejercicio de la profesión, encontraba la calma tocando el piano. Interpretaba, principalmente, trozos de Chopin y Gershwin. Muchas veces he ido a su departamento, he encendido un cigarro y me he relajado junto con él, mientras sus ágiles manos revoloteaban encima del teclado. -No sé lo que es -me dijo en una ocasión-, pero, cuando toco el piano, me relajo y olvido las presiones que me impone la vida. Gozo con ello. Dejo de afligirme por los pacientes llenos de dolor y olvido a los que padecen enfermedades incurables. Quizá esto esté mal por mi parte. -No -le dije-. Tienes que descansar y olvidar tus casos más lamentables, o no serías un buen médico ni estarías en posibilidad de ayudar a las personas a las que puedes procurarles mejoría. El piano te devuelve la calma. Acepta este don. Todos tenernos, potencialmente, algo que nos levanta el ánimo. Hay que descubrir lo que es, y luego sacar partido del bien que nos hace. Se pueden dominar las preocupaciones

¿Es mi lector esclavo de las preocupaciones? Si lo es, pregúntese a

sí mismo: ¿Creo en la esclavitud? Esto no es ninguna broma. Si la mente pasa de un pensamiento de aflicción a otro, se encuentra verdaderamente encadenada. No se es un ser libre. - j Pero es que son tantas las cosas por las que preocuparse! --dirá el lector. No tiene porqué desmenuzarme sus problemas; le concedo la verdad de tal afirmación. Pero ésta es una forma negativa de utilizar el maravilloso poder de su mente. En H ow to Relax in a Busy W orld, Floyd y Eve Corbin escriben:


181

"Quien haya adquirido el hábito de invitar la presencia de pensamientos negativos (celos, envidia, resentimientos y lástima por sí mismo), véalos como intrusos en su mente. Aquí encaja el viejo adagio chino: "No puedes impedir que las aves del aire vuelen por encima de tu cabeza, pero es necesario que no les dejes que aniden en tu cabello". "Hay que enfrentarse a las dificultades y definirlas. Reunir conocimientos acerca de ellas en toda fuente adecuada. Hay que confiarle los pesares a Dios. Hágase todo lo posible por remediar la situación que los cause. No se contamine con ellos a los seres queridos ni a los amigos". Este es un buen consejo. Los pesares son uno de los azotes más destructores para la humanidad; si se apoderan de la mente hacen que los días resulten desdichados e intolerables las noches. Aunque se sea víctima del peor de los infortunios, éste no será tan malo como una mente apesadumbrada. Una vez, el famoso filósofo Soren Kierkegaard escribió: "Ningún Gran Inquisidor tiene preparados tormentos tan horribles como la angustia, y ningún espía conoce manera alguna para atacar más arteramente al hombre al que vigila, escogiendo el instante en que esté más indefenso; no conoce mejor medio que la angustia para tender trampas en las que su víctima quede prendida y atrapada, ni hay juez, por agudo que sea, que sepa interrogar y examinar el reo mejor a como lo hace la angustia, que nunca le deja escapar ..." Las ideas que siguen ayudarán al lector a dominar sus preocupaciones: 1. Saque a la luz sus temores. Hable de ellos a los amigos, sin ocultar detalles que puedan ser objeto de mofa. Cuanto más hable de ellos, tanto menos graves le irán pareciendo, y más pronto habrá de olvidarlos. 2. Busque soluciones a sus problemas. Cuando se siente que se ha hecho todo lo posible para resolver un problema, aunque no se haya encontrado una respuesta clara y definida para el mismo, se logra un mejor estado de ánimo y se tiene mayor inclinación a concederse el privilegio del relajamiento. 3. Gufe su pensamiento hacia conductos constructivos. Una vez se ha hecho todo lo posible para aliviar algún pesar, pensar en el mismo no hará más que empeorarlo. Hay que utilizar la imaginación en forma más positiva, reproduciendo en' ella situaciones más felices, o bien emprender actividades que hayan de procurar placer. Cómo descubrir las reacciones exageradas

Todos tenemos nuestro talón de Aquiles, algún punto en el que nos sentimos vulnerables. Hay personas que sienten un intenso temor a via-

182


jar en aeroplano, y que se sienten perfectamente a sus anchas sentados detrás del volante del automóvil de la familia. Otros sienten exactamente lo contrario. Algunas personas no sienten temor a los aviones ni a los automóviles, pero se sienten mal si han de cruzar a pie calles muy transitadas. Las reacciones exageradas, si no se las contiene, pueden minar la tranquilidad del espíritu. Pueden alejar el pensamiento de los conductos adecuados a las circunstancias reales, y deformarlos dándole contornos que no guardan relación alguna con la realidad. El Doctor Peter J. Steincrohn cuenta un caso de reacción exagerada (How to Master Your Fears): "Era el año 1929. Mr. Smith valía un millón de dólares justo antes del "Martes Negro" del derrumbe de la bolsa. Un mes después no tenía más que cien dólares. ¿Qué hizo? La mayoría de nosotros hemos leído de los muchos de estos Smiths que se arrojan por la ventana de un hotel. Pero el hombre común y corriente decía: "¡ Vaya ocurrencia la de matarse teniendo cien dólares en el bolsilla! Yo podría quedarme sin un centavo a nombre mío y nadie podría arrojarme por una ventana". Estas son los que nos gusta llamar reacciones normales y anormales ante una situación difícil". ¿Cómo es posible determinar cuáles son las reacciones exageradas, para impedir que alteren nuestra serenidad y nos suman en situaciones difíciles? La mejor manera que yo conozco de hacerlo consiste en hablar de la situación con dos o tres amigos de confianza, explicándoles, al mismo tiempo, las reacciones que se han experimentado. En la mayor parte de los casos, estos amigos sabrán ver sin duda alguna la realidad objetiva mucho mejor que la persona afectada y estarán en posibilidad de ayudarle a volver a la normalidad, planeando un nuevo día de vida plena. Aplácese la respuesta Algunas veces no es posible ayudarse a sí mismo, y entonces nos sentimos inundados por una oleada de ira que amenaza destruir la serenidad que tanto nos hemos esforzado por conservar. En tales momentos hay que aplazar la respuesta, retenerla, y contar hasta doce (toda una docena). Supongamos por ejemplo el caso de una persona que vive con un presupuesto muy apretado. Cualquier gasto imprevisto que surja pone en. peligro su sensación de seguridad económica. En estas cuestiones reacciona con exageración, de manera que cualquier molestia de este orden le turba más de lo que en realidad corresponde.


183

Se encuentra sentado tranquilamente en su sillón preferido, fumando su pipa y. digiriendo una sabrosa cena. Hasta los titulares del periódico le han resultado agradables, pues le prometen economías en el impuesto sobre la renta, y ningún anuncio comercial viene a interrumpir la agradable música que deja oir la radio. El hijito de diez años ha llevado hoy a casa una excelente tarjeta de calificaciones. El buen señor está sentado y deja vagar la imaginación por campos de risueñas imágenes mentales. En ese momento la esposa le dice que el linóleum de la cocina está gastado y que la imagen de la televisión está confusa. El hombre se siente irritado al pensar en estos gastos, pero no llega a perder la serenidad. Luego, la esposa le recuerda que aún no han pagado la cuenta de 180 dólares que se le debe al dentista. En este momento empieza a acumularse el enojo y ya no puede contenerlo. Este es el instante preciso en el que ha de comenzar a contar lentamente: "Uno ... dos ... tres ... " Cuando haya llegado a doce, todavía seguirá enojado, pero su ira estará más atenuada y el hombre tendrá más posibilidades de controlar sus actos. Esta demora puede impedir que se dé salida a una destructividad explosiva. Se está en posibilidad de recobrar el dominio de las facultades de raciocinio y de canalizar de nuevo las energías propias de manera más positiva. Nuestro hombre podrá volver a gozar de su pipa viviendo mentalmente los acontecimientos más agradables que se producirán después de pagadas las facturas. Un cuarto agradable en la mente

¿Tenía el lector cuando era niño un cuarto al que iba cuando se sentía disgustado con el resto del mundo? Quizá fuese un cuarto amueblado cómodamente, con sillones de blando tapizado, gruesa alfombra y conteniendo los que eran sus más preciados tesoros. Esto es lo que necesita cada uno de nosotros: un cuarto tranquilo y sereno en su propia mente, un lugar de reposo donde poder retirarse a curar las propias heridas cuando las tensiones del mundo se hacen insoportables. En el encierro de este apacible cuarto de la mente, podremos recobrarnos del rápido paso que impone la vida, cobrar nuevos alimentos para el nuevo día que ha de venir. En este pequeño compartimiento mental es posible ponerse en paz consigo mismo, aceptar las propias inseguridades, revivir mentalmente los recuerdos más queridos, señalar metas para el presente, imaginar un futuro lleno de vida, fe y esperanza, y libre de resentimientos y aflicciones.


184

Tal como lo ha hecho a medida que ha ido leyendo este libro, el lector puede montar un escenario en el que le sea posible representar, imaginariamente, dramas de la vida real, de la clase que habrá de ayudarle a la creación de una imagen de sí mismo suficientemente vigorosa para que le permita llevar una vida buena. Tomar una vacación diaria

Siendo yo muchacho, conocí adultos que trabajan 60, a 70 y hasta 80 horas a la semana; esto era algo muy corriente en aquella época. ~oy en ~ía, la mayoría de las personas trabajan 35 o 40 horas y tienen libre el sabado. Gozan cada año de unas vacaciones de cuando menos 2 semanas. Aún así, hay muchas personas que hoy en día sienten tensiones deb!?o a las presiones bajo las. que se sienten. La verdad es que la duracion de la semana de trabajo parece tener un significado limitado en relación con la propia capacidad para relajarse. Lo importante es que se tome una vacaci6n con un designio, y que se la tome todos lo~ ~ías. No de vez en cuando, siso todos los días hay que emprender a diano un vuelo por el espacio de libertad que podemos damos en el sereno cuarto de la mente. .• Las aves h~n sido siempre símbolo de libertad y los poetas han envíado su capacidad de levantarse por encima de los límites de la existencia terrena mientras flotan por el espacio. . ~n ~te sereno cuarto de la mente propia, la escala infinita de la imaginación puede procuramos esta sensación de libertad. Es posible escapar momentáneamente de los grilletes de la civilización reafirmar ~s propias convicciones y volver de nuevo a la realidad co~ renovado Vigor. . Podemos tomamos esta maravillosa vacación si la propia imaginacíón amiga nuestra, si la imagen que tengamos de nosotros mismos es .suflclentemente saludable para permitimos este lujo. El lector debe apilar estos poderosos instrumentos mientras lea este libro, y también cuando lo relea. Entonces estará en posibilidad de tomarse a diario una vacación maravillosa con todos los gastos pagados.

c:s.

dPertenece el lector a "mañana- en comandita?

Estos instrumentos para el relajamiento no han de servir en modo alguno d~ pretexto para la pereza. Idealmente, han de liberamos para que funcionemos con mayor eficiencia. • El autor titula este subcapitulo Do You B.'ora, lo Mañ4f14 Uralimil.d? en el que aparece la palabra española Mañana seguida de una designaci6n cualificativa


185

¿Qué es "Mañana en Comandita"? Mañana significa el día que seguirá al de hoy, y "Mañana en Comandita" es una organización que deja las cosas sin hacer, hasta el día de mañana. Es la organización más grande del mundo y cuenta con más afiliados que cualquier religión, filosofía política u organización industrial. Para sumarse a ella hay que ser fiel a una falla muy atrayente: la tendencia a dejar las cosas para mañana, Son millares las personas que, durante toda su vida, siguen servilmente este plan de fracasos. Las universidades no dan ningún curso de esta materia, puesto que se la aprende instintivamente y no lleva a ningún adelanto. Esto no quiere decir que no debamos creer en el arte del descanso, que es algo totalmente distinto a dejar las cosas para mañana. La gente ociosa es la que goza de menos descanso, puesto que ésta es la recompensa al trabajo, y nutre el cuerpo y la mente para que atiendan las necesidades del mañana. Tal como lo dijera Thoreau: "Aprovecha un verdadero descanso quien tiene tiempo para mejorar el estado del alma". El hombre que deja las cosas para mañana no tiene tiempo para mejorar nada, y esto significa inutilidad y vacío. "Mañana en Comandita" sigue una filosofía negativa de fracaso, puesto que nadie ha visto jamás el mañana. Nos entregamos a pensamientos provocados por el deseo, cuando creemos que el mañana habrá de aportamos un estado de cosas libre de perturbaciones. De todos modos, podemos hacer planes constructivos para el mañana, buscando maneras de mejoramos en lugar de atamos a técnicas y procedimientos que harán que pasemos el tiempo flotando en un vacío. Por lo tanto, hemos de luchar a diario para no pertenecer a "Mañana en Comandita". Tenemos que desprendemos de la opresiva garra del temor, el odio y la preocupación que nos hacen socios fundadores que haraganean y dicen: "Bien; ya arreglaremos esto mañana". Tenemos que presentar nuestra dimisión en "Mañana en Comandita". A diario hay que decirse: "Mañana haré algo mejor que esto. Mañana mejoraré y procuraré ser más sincero con los demás y conmigo mismo". Pero, lo que es aún más importante: hay que olvidar totalmente el mañana. Hay que mejorarse hoy, en ese instante. "unlímíted" que puede tener dos sentidos: "sin límites", o bien "sociedad de responen contraposici6n a la sociedad an6nima que, en Inglaterra, .., dmgna pomendo como último componente de la razón .ocial la palabra "Limited". Hemos creídc que con la expresi6n "Mañana en Comandita" expresábamos con butante exactitud en castellano la idea que el autor desea sugerir con las palabras por él empleadas, (N. del T.) . sab~dad i1~tada"


186

No se tema al "escapismo"

Algunas personas fruncen el ceño al oir la palabra "escapismo", Es como si estuvieran diciendo: "¡ Enfréntate a ello ahora! ¡ Escapar es cobardía !" Para vivir una, vida dichosa hay que luchar a brazo partido con la realidad; cualquier otra cosa es evasión y un mal uso de las propias energías creadoras. Pero comete un error fatal quien crea que ésta es una labor para hacerla veinticuatro horas al día. Quien tome esto en serio, estará siempre cargado de tensión. Se está en posibilidad de atacar los problemas con más fuerza cuando se es capaz de relajarse y de revigorizarse a sí mismo con un sueño reparador. Hay veces en que "escapar de todo eso" puede ser de gran ayuda para la persona más ocupada y de mayor éxito. No se tenga miedo a "escapar" y no se considere que hacerlo es una pérdida de tiempo. En modo alguno estoy exponiendo aquí mecanismos de escape nocivos y altamente destructivos. Le estoy recomendando al lector escapes sanos y positivos de las presiones, que le llevan al interior del apacible cuarto de su mente, a la saludable calma del cambio, al embriagador atractivo de los viajes, a la suavizadora caricia de la música. Estos y otros dispositivos escapistas refrescan el alma y, si se les emplea adecuadamente, no causan daño alguno. Proporcionan el alimento que nos pone a punto para funcionar de manera más efectiva en este mundo nuestro que gira tan rápidamente. La calma del campo En 1798, el gran poeta inglés Williams Wordsworth escribió estas bellas frases. ce••• y de nuevo oigo Esas aguas, bajando de montañosas fuentes Con suave murmullo sobre la tierra. Una vez más Contemplo los empinados y alterosos riscos Que, en salvaje y cerrado lugar, inspiran Pensamientos de encierro más profundo, y ligan El paisaje con la calma de los cielos".

Con ellas cantaba el efecto calmante de la Naturaleza, el solaz que ésta puede dar al turbado ser humano. Cantan el consuelo que cabe encontrar en la vastitud de la Naturaleza. En aquella época, la industrialización, en plena expansión, había abierto brechas en nuestro campo, pero éste sigue contando con la bendición de grandes extensiones de belleza natural, para que las gocemos.


187

Estar unido a la Naturaleza tiene algo que nos cura, y conozco a muchas personas que el viernes por la noche se dirigen cansados y tensos al campo, y regresan a la ciudad el domingo por la noche con el alma satisfecha y la mirada brillante, dispuestos para una semana más de trabajo productivo. Aunque es cierto que no siempre podemos salir al campo cuando tenemos esta sensación de encierro, sí podemos penetrar en la calma de la mente y revivir en ella las glorias de la Naturaleza que hemos admirado. Estas amables imágenes pueden ayudarnos a que nos relajemos. Cambiar lo que nos rodea

A veces un cambio en el ritmo puede hacernos bien, y éste es el porqué muchas personas gustan de viajar. Imágenes nuevas, de lugares conocidos o desconocidos, nos dan nuevo vigor al espíritu, del mismo modo que el saborear un nuevo platillo delicioso da satisfacción al paladar. A veces el viajar puede ayudarnos a resolver problemas. Supongamos que hemos de tomar. una decisión. Estamos pesando los pros y los contras, pero, cuanto más pensamos, tanto más cansados nos sentimos y más alejados estamos de una conclusión definida que cuando comenzamos a buscarla. En este momento, si nos obligamos a pensar, no haremos más que perjudicamos. Es necesario escapar del problema por un tiempo; se necesita del relajamiento antes de que la muerte pueda ponerse de nuevo al trabajo. Una excursión de fin de semana en automóvil, unos pocos días en un ambiente nuevo, con vistas interesantes para contemplarlas y sin ninguna responsabilidad apremiante constituye la receta que puede volver a ponemos en forma y podamos tomar una buena decisión unos pocos días después.

El bálsamo ealmante de la música Otro tranquilizador del espíritu es la música. Es fácil conseguir buena música, y sus efectos son beneficiosos, a pesar de que muchas personas no sacan todo el provecho posible de este arte adorable. La palabra "música" es tan sin6nima de cualidades de dulzura que, en una ocasi6n, Shakespeare censur6 por escrito al "hombre que no tiene música en el alma". Los psic61ogos han notado hace poco los efectos calmantes de la música. Estudios hechos en empresas industriales han puesto al descubierto que la miísica aumenta la eficiencia y el contento del personal

188


trabajador. Estudios de personas con perturbaciones mentales han atribuido a la música el mérito de ejercer en ellas un efecto tranquilizador. Hoy en día son muchos los restaurantes en los que se oye una música tranquilizante, en sordina, para que los clientes encuentren más agradables sus comidas, y hasta en algunos ascensores de rascacielos se oyen agradables melodías para hacer más serenos el recorrido ascendente y descendente de los hacinados habitantes de la ciudad. Uno de los más grandes compositores del mundo de todos los tiempos, Ludwig van Beethoven, estaba sordo cuando escribió algunas de sus obras maestras, pero su amor por la música era tan grande que podía sentir y escuchar las notas en su mente. Todo lo que nosotros tenemos que hacer para oír buena música es dar vuelta al mando de la radio y buscarla, sintonizando varias estaciones, o bien poner unos cuantos discos en el tocadiscos. No hay que ser demasiado perezoso en cuanto a procurarse una hora de beatitud cuando se hace necesario. Cómo encontrar la calma interior

"Pero lo que quiero, ante todo (en realidad es un fin para esos otros deseos), es estar en paz conmigo mismo. Quiero una mirada única, una pureza de intención, un núcleo central para mi vida que me permita desempeñar estas obligaciones y actividades tan bien como me sea posible. En realidad quiero (empleando el lenguaje de los santos) vivir "en estado de gracia" tanto tiempo como me sea posible. No estoy empleando esta expresión en un sentido estrictamente teológico.' Por "estado de gracia" quiero dar a entender una armonía interior, esencialmente espiritual, que pueda traducirse en armonía exterior". Estas bellas frases las he tomado de Gilt From T he Sea, de Anne Morrow Lindbergh, y significan la comprensión de la autora respecto a un concepto fundamental para la búsqueda de la dicha que puede emprender cualquier individuo: la "armonía interior" que tanto significa. En Peace 01 Mind. JDshua Loth Liebman expresa ideas similares: "Lenta y laboriosamente he aprendido que la paz del espíritu puede transformar una cabaña en espaciosa mansión rural; el afán que se siente puede hacer que un magnífico parque sea encarceladora cáscara de nuez". La búsqueda de esta paz imperturbada es constante y universal. Sondeemos profundamente en las enseñanzas de Buda, Maim6nides y Kempis y descubriremos que sus diferentes doctrinas se basan en los Cimientos de una amplia serenidad espiritual. Analicemos las plegarias


189-

de la humanidad afligida y oprimida de todos los credos, en todas las épocas, y sus ruegos se reducen al c~mún denomina?or, .imposible de disminuir, del pan nuestro de cada día y de la paz ínteríor. La gente mayor no reza por vanas bagatelas. Cuando hacen ascender su voz y el corazón en este valle de lágrimas piden fortaleza, valor y comprensión". En su párrafo tan lleno de verdadera compasión, Liebman hace hincapié en la importancia de la "paz interior", una meta digna para la vida de cualquier hombre. El que alcanza esta cualidad ha descubierto la llave de la vida. ¿Cómo encontrar esta calma interior? Esto corresponde a cada quien y a la imagen que tenga de sí mismo. Quien se odie a sí mismo sentirá el pensamiento zumbándole en la mente con la velocidad de los automóviles de carreras y experimentará dificultad para llegar, tan siquiera, a saber qué es lo que está pensando. Habrá de engañarse a sí mismo y a alejarse de sí, y este correr continuo no da descanso. Quien se acepte a sí mismo tal como es, con todas sus fragilidades. humanas, se habrá adentrado ya en el camino a la serenidad y a la dicha. Quien se vea a sí mismo bajo una luz favorable, si la imagen que tenga de sí mismo es agradable, si este concepto visual de sí mismo no pue
190


Puede aprender a ver nuevas verdades acerca de sí mismo, borrando las antiguas falsedades que ha estado tomando por verdades. Lleva dentro de sí algo bueno; todos tenemos algo bueno que no alcanzamos a percibir. Nunca me cansaré de repetirlo, ni lo haré demasiado a menudo, así de sólidamente arraigados están los sentimientos de inferioridad de muchas personas. Hace poco cayó bajo mis ojos un párrafo muy conmovedor de You Are Neoer Alone, de Lowell Russell Ditzen: "En la infancia adquirimos, en primer lugar, la sensación de "estar solos". Llegamos al mundo indefensos y dependiendo de los demás, y el ajuste al nuevo medio ambiente y las experiencias son inacabables, tan penetrantes en los años posteriores como en la juventud. Y no muy a menudo podemos tender la mano por encima de estos años para ayudar a los que sólo están comenzando su recorrido de la vida. "Marguerite Bro cuenta de una hija, lejos del hogar, que le escribe a. su madre: "Mamita, me siento muy sola. Muy dentro de mí me siento terriblemente joven y asustada; así me siento de indefensa e insegura de mí misma". Estas palabras podría escribirlas lo mismo' una persona de ochenta años que de ocho. Son muchas las personas que se sienten así: solitarias, asustadas e indefensas. La paz del espíritu parece muy remota. Pero no lo es. Al leer este capítulo y al releerlo, a medida que el lector va recorriendo las páginas de este libro y pone en práctica sus ejercicios una y otra vez, a medida que va comprendiendo mejor sus responsabilidades para consigo, va viéndose paulatinamente a sí mismo con más exactitud, y con más bondad. Vigorizará la imagen que tiene de sí mismo y, con ello, habrá de encontrar la calma.

15 Cualquier edad es buena para vivir con plenitud

A los sesenta y cinco años, o poco después de esta edad, son muchos los hombres que abandonan su vida de trabajo. Algunos 10 hacen voluntariamente, acariciando un sueño esplendente, y ajeno a la realidad, en el que se ven viviendo los años que les restan en una tierra de sol brillante, recostados a la sombra de un cocotero. Otros se ven obligados, debido a las reglas que impone la sociedad, a abandonar su empleo que a menudo representa su contacto más dinámico con la vida. "Retirarse" es, para muchos, un concepto negativo: es lo contrapuesto a vivir. Es una de las peores palabras del diccionario. Después del retiro, son muchos los hombres que se derrumban rápidamente. La sensación de que ya no son miembros productivos de la sociedad les hace sentir también que ya no son seres humanos con algún valor. La inactividad les aburre y tienen la impresión de que ya no cuentan para nada. La imagen que tienen de sí mismos es negativa: la de nulidades carentes de importancia y de utilidad. Muchos incluso mueren al cabo de pocos años de haberse retirado. Retiro de la vida

El retiro del empleo daña gravemente la estima en que muchos hombres se tienen a sí mismos; el retiro de la vida y de empresas dinámicas literalmente les mata. i Cuán horrible es pasarse los últimos años de vida sentado en un banco del parque esperando la muerte! i Cuán terrible es temer a la muerte! La persona que ha vivido a gusto, gozando de todos los días, acepta la muerte como parte del plan que Dios estableció para la vida. Quien se retire de su trabajo alrededor de los 65 años debe, ante todo, buscar otras actividades que sustituyan a aquél. Debe hacer planes para llenar el vacío de sus días, de manera que éstos sigan siendo productivos. Si tiene en sí mismo recursos creadores o, si los adquiere, sus 191

192

CUALQUIER EDAD ES BUENA PARA VIVIR CON PLENITUD

días de retiro serán años de cosecha, dedicados a las cosas que siempre quiso hacer pero para las que nunca tuvo tiempo. Porque el hombre de 65 años puede todavía crecer en terrenos. que nunca llegó a explorar. Siempre hay nuevos mundos que conq~lstar, nueva vida que experimentar, nuevas formas de entregarse a la VIda y al prójimo. Por lo tanto, quien tenga que retirarse, debe hacer planes para ~llo. No indolentemente ni con pesimismo, sino con mirada resplandeciente. Debe decidir seguir viviendo, puesto que la vida no es solamente para los jóvenes de edad, sino para quien es joven de corazón. "Retirarse" es lo opuesto a vivir

Quien se "retira" abandona la vida en lugar de lanzarse a una época de continuo crecimiento. Jamás hay que abandonar. Vea el lector mi propio ejemplo. He sido toda mi vida cirujano lástico pero como tengo va más de 60 años, sé que tarde o temprano P . ~ deberé " dejar el ejercicio de mi profesión. Por eso, hace ya 15 anos, empecé a tomarme en serio mi afición a escribir. Quizá sea ya viejo como cirujano, pero sólo tengo 15 años como esc~tor en ejer~icio. Escogí la obra literaria como una nuev~ forma de Vida p~ra mi qu~ me evite los aspectos pocos sanos del retiro. Cuando trabajo en ~n libro, me siento joven y lleno de entusiasmo, y doy cuanto de mejor tengo en mí, procurando siempre mejorar. Me siento tan joven como me sentía cuando era un muchacho de 15 años que jugaba al baseball eón los amigos o procuraba aprender más cosas del mundo. Cada persona es un individuo único, dotado de intereses y ~ale~tos especiales. Algunos de los más ancianos pueden hacerse colecclO~s~S de estampillas de correos o de libros; otros pueden gozar con la jardinería o el estudio de la Naturaleza; otros más pueden ingresar en clubes sociales o pintar acuarelas. Cada quien sabe cuáles son sus recursos latentes; busque, pues, el oro y arroje lejos de sí los productos de desecho. Conozco una persona, un veterinario que trabajaba como inspector de carnes para el gobierno, que se vio obligado a retirarse después de estar casi cuarenta años ocupando su empleo. En lugar de lamentarse, sumóse a un grupo de debates, tomó parte activa en el mismo, conquistó popularidad como miembro valioso del grupo y, en la actualidad, modera sus intervenciones. No habiendo sido jamás con anterioridad orador público, vive ahora con pleno dinamismo un mundo que nunca había formado parte de su vida. Otro hombre, que empez6 a trabajar siendo un pobre chiquillo de 14 años y que pas61a vida trabajando en el comercio al por mayor de


193

productos alimenticios en el que amasó una fortuna, encontróse obligado al retiro.,a los 65 años. Nunca ~abía .tenido. ti~mpo para conseguir una educación formal; ya hombre neo, nr tan siquiera sabía lo que era un punto y aparte, y en toda su vida no había llegado a leer una docena de libros. Estos últimos años los ha pasado siendo "escolar" consiguiendo la educación que antes no había encontrado. '

No hay que retirarse de la verdadera imagen de sí mismo

Quien se retira lo hace también respecto a la verdadera imagen de sí mismo. Destruye esta imagen que ha estado construyendo durante toda su vida; se encierra en un campo de concentración, haciendo de sí mismo un prisionero con menos privilegio que nadie. Hace trizas la imagen de sí mismo más aprisa que lo que George Washington tardó en derribar el cerezo. Se encierra a sí mismo dentro de un cerco de alambre de espino, se hace víctima de brutales carceleros y sofoca su fuerza vital en una cámara de gas. No acude ninguna policía secreta e~ mitad de la noche para infligirle esta indignidad; se la impone él mismo,

¿Cómo se puede ser consecuente consigo mismo y con los demás cuando se obra de esta manera? Espero que, con este libro, ayudaré al lector a que mejore la imagen. de sí mismo y a que nivele sus fuerzas creadoras, para que pueda sacar más partido de la vida. Lo que yo hice puede hacerlo el lector. Tengo más de 60 años, pero, cuando escribo, soy joven. Cuando me siento en el salón de cine de mi mente y me veo al espejo, tengo la impresión de que la imagen de mí mismo está llena de juventud. Unos días me dedico a la cirujía plástica, otros escribo. Pero cualesquiera que sean los sinsabores que puedan encontrarse al escribir, cada día tiene una meta, algo que vemos acercarse. Por eso, a mi edad, aplico un bálsamo revitalizador al rostro de la imagen de mí mismo, bálsamo que ha sido preparado en la fábrica de mi deseo y mi voluntad en este terreno. Y, he aquí que se ha producido un milagro. He hecho retroceder el tiempo. Tengo más de 60 años, pero todos los días siento el entusiasmo de un muchacho de 15 que tiene aún por delante muchos días resplandecientes. Y esto es muy real, puesto que mis días resplandecen y los; vivo cual si hubiese descubierto la fuente de juventud. Tengo un secreto, y me siento dichoso al compartirlo con mis lectores. Y, si yo puedo, también ellos pueden hacerlo.

194-


Somos tan jóvenes como nos sentimos

Supongamos que mi lector tiene 65 años, por lo que ha llegado a una edad mediana, aunque sigue todavía en la flor de la vida; tiene ante sí nuevos horizontes yel futuro es suyo. -¿Cómo? -dirá el lector-o Quizá no me ha oído usted bien. Le he dicho que tengo 65 años y no 35. Le he oído muy bien. Tiene 65 años y se cree viejo; así lo creen también muchas otras personas, pero, en realidad, no lo es. Estoy embarcado en la misma nave que mi lector y, corno le he dicho, soy joven. Por la mañana despierto y veo brillar el sol. En mi mundo, el cielo es azul, los pájaros cantan y la gente vive. Tomo un vigorizador desayuno, y no lo engullo con la mente puesta en otras cosas. Verdaderamente lo como; gozo con él y hago planes para una jornada constructiva llena de vida. También mi lector puede ser joven, sin que me importe cuál sea su edad en años. Hay personas que son ya viejos a los 21 años, porque la imagen que tienen de sí mismos se ha agotado. Y hay personas que a los 80 años siguen siendo jóvenes de espíritu. Al decir esto acuden a mi mente Bernard Baruch y Winston Churchill. No hay que vivir como dicen los libros. Cada quien debe escribir su propio libro de la vida. A menudo, con el pensamiento nos empujamos a la ancianidad. Quien espera haberse convertido en anciano a determinada edad, está preparándose para imágenes que no serán sino metas negativas. Al ir disminuyendo las actividades tanto físicas como mentales, perdemos al mismo tiempo la flexibilidad de las articulaciones, así como la fuerza vital de la mente y el espíritu. Cuando se observa este tipo de actitud, lo natural es que se envejezca. Pero, hoy en día, la persona de 65 años es sólo de edad mediana. Los adelantos logrados en la medicina aumentan la vida probable, y enfermedades que hoy son temidas como fatales serán curables el día de mañana. Además, el aumento de protección que brinda el seguro social hace posible que las personas ancianas vivan más cómodamente durante muchos años. Así pues, si mi lector tiene 65 años, goce de su edad mediana y, si tiene 75, goce de la vejez. Tome parte en la vida y siéntase jóven cualquiera que sea su edad. Dé de sí a la vida, y la vida se lo devolverá y le hará sentir que la vida es algo muy bueno. Como es natural, todo tiene sus límites. Inútil es decir que, cuando se tienen 65 años, no se juega al basketball, ni se corre un kilómetro a todo correr. Pero, al mismo tiempo, hacer ejercicio adecuadamente es


195

bueno en todas las épocas de la vida. ¿Por qué hemos de dejar de caminar o de nadar? Para sentirse joven toda la vida hay que mantener una mente fecunda y un cuerpo útil. Vivir más: esto es la buena receta

Quien ha contraído la gripe posiblemente llame al médico que le recetará alguna medicina para acelerar la recuperación. Me gusta repetir mi receta para las personas en edad de retiro, que sufren de la enfermedad de apatía y letargia: Vivir más. Toda la cuestión de vivir está en recordar que para quien se siente dichoso cada día representa el conjunto de toda una vida entera. Todos los días deben tener un comienzo, un mediodía y un final, y el conjunto tiene que ser armonioso. Quienes Son dichosos esperan la llegada de cada día con fe y esperanza para alcanzar las metas que se han fijado. Cada día debe tener metas relacionadas con la vida y la sociedad en la que vivimos; por sen.. cillas que sean, no dejan de ser fundamentales. Para la mujer, esta meta puede ser hornear un pastel, mientras que el hombre puede tener quizá como objetivo dar un paseo en bicicleta por el parque. No hemos de reírnos de estas metas, porque, si estas personas ponen el corazón en lo que están haciendo, sus actividades tienen importancia. Para el hombre, su bicicleta es símbolo de vida. Cuando goza su paseo por el parque está encaminándose emocionalmente a algún lugar. Quien permanece inmóvil, puede caerse. Cuando no hace nada, cuando está aburrida, es cuando la persona muere por dentro. ¿Ha visto el lector la película "Marty"? Es un relato magnífico y realista que nos muestra gente que son viejos porque se pasan la vida sentados sin saber qué hacer con el tiempo. Retirarse de la vida es un acto criminal, puesto que es algo autoimpuesto. Quien se aleja de sus metas diarias se convierte en un traidor a sí mismo, que niega la fuerza vital que Dios le ha dado. La edad no es, para nada, excusa ni pretexto. Quien se retira de la vida se aleja de la realidad y el respeto que debe tenerse, cancela la imagen que tiene de sí mismo, se aísla voluntariamente en un campo de concentración interior. Encarcela su alma. Algunos de mis lectores probablemente piensen que el dinero representa la solución, pero experimentos hechos acerca del problema de la longevidad han indicado que no es así. Investigadores que han entrevistado a más de mil personas de cincuenta y más años han encontrado que el dinero no constituye un factor clave para la dicha de los ancianos.

196


Resulta que un industrial retirado con una renta de seis cifras, y otro hombre cuyo retiro está sostenido con su pensión del seguro social tenían problemas idénticos. Los investigadores encontraron que la preparación, la vitalidad, el interés por el mundo contemporáneo, el trabajo, y la capacidad de encontrar azrado en la relación con los demás, son las cosas que hacen dichosas a esta gente. En una palabra, estos versados observadores encontraron que eran dichosos los que salían al encuentro de la vida. ü

El director que se retiró de la vida

Hace unos pocos meses almorcé con el director de una revista para hombres que me habló de otro director de revista al que conocía, y al que habían obligado a retirarse de su empleo por la edad a que había llegado. Organizaron en su honor una fiesta de despedida a la que acudieron los. altos cargos de la empresa. Hubo comida en abundancia, incluso champaña. Todos los inundaron de elogios y después ... el retiro. Durante años sus colegas habían admirado su dinámica dedicación a los detalles y la inteligente flexibilidad de su mente. Su capacidad productiva había ido creciendo con los años y seguía en aumento cuando, por su edad, se le obligó a retirarse. Un día después de la fiesta sentíase como un zapato viejo, al que han tirado a la basura después de años de servicio. Hoy está enfermo, mentalmente enfermo, debido a que sus facultades creadoras están muriendo dentro de él al serles negada su expresión creativa. Este ha sido su premio después de 35 años de trabajo leal para su empresa. i Cuánto mejor no hubiese sido dejarle seguir en el empleo que adoraba en lugar de obligarle a retirarse! Algunas empresas más comprensivas dejan que el retiro sea optativo, y yo me descubro ante ellas. El médico que descubrió la juventud

Otro hombre, un cirujano, estuvo trabajando en un hospital de Nueva York hasta los 65 años, en cuyo momento se le pidió que tomase el retiro. Le conozco bien y, durante un tiempo, le vi decaído y malhumorado. Esto no era propio de él; era de la clase. de persona que agrada a los demás y yo estaba acostumbrado a verle con la sonrisa en los labios. Pero, por primera vez en muchos años, la imagen que tenía de sí mismo había experimentado un retroceso. Tenía la impresión de no ser ya útil.


197

Hombre de muchos recursos, consiguió un puesto de conferenciante en una universidad. Hoyes catedrático de la Facultad de Medicina y da estimulantes clases de historia y antecedentes de la medicina y también de métodos de cirugía. Ha recobrado la sensación de juventud y se le ve lleno de vida entre sus alumnos. Vivir plenamente toda la vida

Por cuanto la gente ilustrada se ha percatado de los trastornos qu«; puede crear el retiro obligatorio del trabajo, se está dedicando hoy mayor atención a este problema. Algunas empresas dejan que el retiro sea optativo. En Live Better After Fifty, Ray Giles afirma que: "Las autoridades de salubridad pública, los principales geriatras y demás personas especialmente interesadas en los problemas de la vejez, se manifiestan contra el retiro obligatorio a los 65 años ... "En conferencias nacionales acerca de los problemas de la vejez, se oyen censuras explicitas contra las políticas duras e inflexibles de retiro. Se señala también el despilfarro económico que ello representa para la nación. " "Las estadísticas demuestran que, en muchas ocupaciones, la gente de más edad sobrepasa corrientemente en producción a empleados más jóvenes. También demuestran que cabe confiar más en estos empleados de más edad; que son los que sufren menos accidentes, y que faltan menos a menudo al trabajo ... Quien pueda escoger libremente no ha de dejar que la edad le impida seguir en su trabajo. Por otra parte, si el retiro es voluntario y la persona siente que podrá vivir con más plenitud si deja el empleo, entonces retírese y haga todo aquello para lo que nunca tuvo tiempo. Lo que hay que recordar es que, en última instancia, sólo el propio individuo es quien puede decidir lo que ha de serIe mejor. Pero tanto si el retiro es obligatorio, como si se prefiere el retiro, hay que recordar una vez más que: es necesario, ante todo, prepararse para. nuevas formas de vida. En Ways and Means to Successlul Retirement, Colby Forrest bosqueja muchas sugerencias útiles para actividades a desarrollar cuando llega el retiro. En las bibliotecas públicas pueden recomendar también otras obras que brindan ideas para enriquecer los años de retiro. En casi todas las poblaciones de los Estados Unidos existen organizaciones que brindan actividades destinadas a los ancianos. Entre estas organizaciones hay: centros comunales, la YMCA y casas de retiro.

198


Todas ellas tienen mucho que ofrecer. ¿Por qué pues no sacar provecho de estas instituciones? Hay organismos particulares de trabajo social que ayudan a los ancianos en sus problemas individuales, cualquiera que sea el carácter de éstos. Lo mismo harán los dirigentes religiosos de la iglesia o sinagoga del barrio. Estas personaspueden ayudar a que quien se ha retirado se forme una nueva y alentadora vida. Pero el instrumento principal para ello es la imagen que se tenga de sí mismo, y la decisión de mantenerla brillante y resplandeciente. Quien tiene verdadero amor propio y siente que todavía es joven y que sigue teniendo algún atractivo, creará muy dentro de sí ideas con espíritu y metas que seguirán impulsándole. Cuando despierte por la mañana, se sentirá con ánimos para gustar más de la vida y se sentirá joven por mientras viva. Será ejemplo vivo de lo que Dios se propuso cuando creó la raza humana. En Live Better After Fifty, hay un caso divertido: "En enero de 1953, Henry Bailey Little echó una mirada retrosprectiva a sus 55 años de presidente de la Institución de Ahorros de Newburyport y sus alrededores, y llegó a una conclusión de importancia. Cuando el consejo de administración le pidió que siguiera en el cargo durante otro año más, rechazó la oferta. Dijo que había llegado el momento de que su puesto fuese ocupado por otro homber más joven. Por ello fue nombrado nuevo jefe de la institución William Black. "Hasta aquí el caso no parece tener ninguna emoción. En realidad, fue una noticia de interés debido a que, al retirarse, Mr. Little tenía 102 años y el "hombre más joven" que escogieron para que ocupase su lugar tenía 83". Quizá la moraleja de esta historia sea: la vida comienza a los 83. Y es muy posible que sea cierto. No hay que dejarse engañar por las películas cuyos protagonistas, hombres y mujeres, son físicamente jóvenes y apuestos, ni por los anuncios comerciales de la televisión que nos presentan gente joven sin la más leve arruga en la frente. No son las únicas gentes de importancia que nos rodean. Todas y cada uno de nosotros, aunque tengamos más años, contamos tanto como ellos, y Dios, en Su bondad, nos croo a todos y cada uno de nosotros. El vino no es bueno sino hasta que se ha añejado; con el paso de los años mejora. Lo mismo puede ocurrir con los seres humanos. Los jóvenes podrán correr sin esfuerzo en las canchas de tenis y dar weltas toda la noche por la pista de baile sin cansarse. Podrán ascender montañas y cruzar mares a nado. Pero a menudo les falta la comprensión


199

que sólo se adquiere por medio de la experiencia de muchos años de vida. Incurren en trágicas equivocaciones, producto de su inexperiencia y a menudo, les faltan compasión y sabiduría. , La persona de más edad ha tenido muchos éxitos y muchos fracasos. Así tiene que ser, puesto que ninguna vida es perfecta. No hay que insistir en los fracasos; es mejor volver a revivir los momentos que nos dieron orgullo. Hay que verse a sí mismo en los mejores momentos y admirar la propia imagen. Quien lo haga así nunca se encogerá ante la vida. Esta no encerrará para él ningún terror. Vivirá plenamente toda su vida, y cada uno de sus días tan bien como sepa y, una vez transcurrida la jornada, se acostará apaciblemente para entregarse a sueños agradables. Vivirá plenamente después de los 65 años y por mientras viva, teniendo metas y amigos, sin tener que compadecerse a sí mismo, sin resentimientos y sin pesares. Quien ame la vida, no se retirará jamás de ella por mientras aliente.

16 La docena diaria: Doce caminos hacia una nueva imagen de sí mismo

El lector ha recorrido ya la mayor parte del libro, y abrigo la esperanz~ de que lo haya encontrado agradable y que se haya mejorado g~acl~~ a su lectura y a la aplicación de los principios que he señalado.

SI utiliza con fé estos conceptos, estará en posibilidad de cambiar la imagen de sí mismo y su capacidad para lograr una vida plena. En este capítulo voy a resumir todas las armas por demás importantes que el lector tiene a su disposición; su "docena diaria". , No son más que Y,alabras ~ue bosquejan conceptos, pero reúnen en SI la fuerza de un canon de artillería, Con una diferencia: no destruirán fortalezas, sino que guiarán sencillamente al lector hacia una vida buena. 1. La verdad. Los griegos tenían un proverbio: "De los dioses nos viene el af~ri~o "conócete a ti mismo". Pero muy a menudo la "verdad" acerca de SI mismo es falsa. La mayoría de las personas tienden a subestimar sus capacidades, su valor como seres humanos, su activo. Al insistir e? sus fracasos, al hacer caso omiso de los éxitos, están azotándose emocionalmente con intensidad casi sádica. ¿La verdad acerca de sí mismo es real, o se trata de un concepto extraño divorciado de la realidad y que destruye a la persona desde adentro? Hay que aprender a verse a sí mismo tal como se es, verdaderamente, en los mejores momentos. . 2: imaginación. i Cuán maravilloso instrumento puede ser la lmagmaclo~, y, la mayoría de la gente no la cultiva! "El gran instru~en:o del bien moral es la imaginación", escribió el gran poeta romántico 1Dgle~ Percy Bysshe Shelley. Joubert afirmaba que: "La imaginación es los OJOS del alma". Los campos abandonados no producen cosechas prolíficas ~ una imaginación descuidada no nos llevará a los verdes pastos de una VIda abundante. Hay que aprender a utilizar las representaciones mental~ p~ra que nos abran el camino a un futuro mejor. Hay que ve~se a s~ mismo d~sempeñando los papeles y en las situaciones que mayor satisfacción produjeron; hay que seguir imaginándose a sí mismo, una y otra vez, ~n estos momentos de éxito, hasta que la imagen de los mismos borre las l~ág~nes de .fracaso. Hay que hacer que la imaginación propia sea un arrugo inapreciable, en lugar de que sea un cúmulo de temores.

0,

200

HACIA UNA NUEVA IMAGEN DE SI MISMO

201

3. El relajamiento. La vida es breve y quien la malgasta entregándose a la aflicción está desperdiciando este precioso don que Dios nos ha hecho. Benjamín Franklin dijo: "Es más grande el que sabe tomar un descanso que el que puede tomar ciudades". Esto es muy cierto; tomar ciudades implica disponer de superioridad en artillería, mientras que tomar un descanso implica una profunda capacidad espiritual. Hay que perdonar a los demás, puesto que el perdón apacigua los sentimientos y trae paz al espíritu. También hay que perdonar porque nadie es perfecto; cuando se conserva una malquerencia contra alguien, durante años, es posible que se le esté culpando por un acto desconsiderado que podemos haber cometido debido a nuestra propia imperfección. Hay que aceptar a los demás con todos sus defectos humanos y ser considerado consigo mismo, puesto que somos falibles. Hay que aceptar las propias fallas y dirigirse al logro de metas dignas. Y también perdonarse a sí mismo. 4. La sensación de triunfo. Esta sensación puede mover montañas para quien cree que es una buena persona que merece el éxito y la dicha. No soy ningún adivino, no tengo ninguna bola de cristal ni tampoco creo en la quiromancia, pero puedo prever victorias para la persona que tiene el sentimiento del triunfo, la imagen de sí mismo desempeñando papeles de gran éxito. Tal como lo dijera Emerson: "La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito", y cuando esta confianza en sí mismo cristaliza en una imagen de triunfo lleva en sí un gran vigor. El ánimo con que se emprendan los proyectos, la sensación respecto al ego que actúa en el mundo de la realidad, casi determinan por adelantado los resultados de los esfuerzos propios. Una vez forma parte de la personalidad fundamental, esta fe en sí mismo hace salvar crisis y, aunque a veces pueda verse momentáneamente quebrantada, volverá a revivir después de la aflicción de cualquier catástrofe. Por mientras se siga manteniendo la llama de este sentimiento, se es rico. Se nutre el mecanismo automático del éxito y éste continúa en actividad. 5. Los buenos hábitos. "El hombre adquiere una cualidad particular, si actúa constantemente de una manera determinada", escribió Aristóteles. Los hábitos, sumados y consolidados en un todo, constituyen la personalidad. Si están orientados de manera positiva, se es alguien que avanza hacia el éxito. Si son perniciosos, se va en pos del fracaso. El gran poeta romano Ovidio creía que: "Los hábitos se transforman en carácter". Muchas personas creen que no es posible cambiar de hábitos; esto no es cierto. Se pueden descartar hábitos malos y adquirirlos buenos, si se está dispuesto a trabajar arduamente para tal cambio. Repase el lector

202

LA DOCENA DIARIA: DOCE CAMINOS

el Capítulo 5 de esta obra para hacer un análisis profundo de este tema tan vital, y para que. aprenda a poner en tela de juicio hábitos que parecen formar parte de su ser y que, sin embargo, le son nocivos. 6. La dicha como objetivo. Las personas tienen metas diferentes. Unas de éstas son fundamentales y otras menores. Por ejemplo: se puede tener como meta fundamental el ser un buen maestro de escuela y, como meta menor, la de poner en orden el álbum de fotografías cuando se pueda disponer de unas pocas horas. Las metas fundamentales de las personas varían en cuanto cada quién tiene una individualidad total. Algunos dedican toda su vida a afligirse, a nutrir malquerencias o a una limpieza obsesionante. ¿Por qué no dedicarlos a la dicha? Piénsese en los sentimientos que procuran la felicidad, en las habilidades, los éxitos, las relaciones con los demás, los conceptos de sí mismo y las realizaciones materiales. Luego, búsquese materializarlos, teniendo siempre presente lo siguiente: hay que tener la sensación de que se tiene derecho a ser feliz; de no ser así, estaremos, consciente o inconscientemente, poniendo obstáculos que cierren el camino propio. Insístase en dar algo de sí mismo; esto es lo correcto, es nuestro legado natural. No hay que despojarse de este sentimiento. Las personas logran la dicha de diferentes maneras. El gran orador romano Cicerón creía que: "La vida dichosa consiste en la tranquilidad de espíritu", mientras que el poeta satírico romano Juvenal escribía.que: "Juzgamos dichosos a quienes, por la experiencia de la vida, han aprendido a sobrellevar sus males sin que les venzan". Hay pues que encontrar la dicha propia y no deben seguirse recetas ajenas. 7. El desenmascaramiento. ¿Hay alguien que lleve una venda en los ojos cuando guía su automóvil a 90 kilometros por hora por alguna de nuestras autopistas? Claro está que no. Sin embargo, es posible recorrer la vida llevando una máscara destinada a ocultar los verdaderos sentimientos propios. Esto equivale a llevar una venda en los ojos ya que, quien se oculta de los demás, se ciega a sí mismo por lo que respecta a sus cualidades en potencia como persona. Este grado de ocultamiento es totalmente innecesario; demuestra que quien incurre en él se ve a sí mismo como una persona indeseable; un ser débil o un monstruo de Dios sabe qué especie. La verdad que sustenta acerca de sí mismo es falsa. Cuando se aprende a verse a sí mismo con ojos bondadosos, ya no se tiene necesidad de máscara alguna. 8. La compasión. Esta es una cualidad que diferencia al ser humano de la bestia o que, cuando menos, debería diferenciarle. Quien, en el fondo de su corazón, abriga sentimientos de bondad para los demás se eleva a sus momentos más maravillosos como ser humano. Posiblemente,

HACIA UNA NUEVA IMAGEN DE SI MISMO

203

a cambio de este sentimiento fraternal se logre la gratitud ajena, pero la verdadera recompensa está en el cálido sentimiento que se experimenta para los demás y para consigo mismo. "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (San Mateo). Este amor al prójimo hace abrigar sentimientos de bondad para consigo mismo, para la propia capacidad como ser humano digno. La comida sabe mejor, se duerme mejor y se trabaja mejor cuando se puede sentir verdadera compasión. Tal como lo dijera Beecher: "La compasión curará más pecados que la condenación". 9. La aceptacián de las propias debilidades. ¿Cómo nos sentiríamos si habitáramos en un departamento de la sexta planta de un edificio que no tuviera piso? Naturalmente, nos sentiríamos inseguros. Con las personas sucede lo mismo. Se puede ser fuerte sano y tener éxito, pero la vida no brinda garantía alguna y, a veces todo anda mal durante algún tiempo. La imagen que se tenga de sí mismo será un sostén si es vigorosa, pero, a medida que aumenten las tribulaciones, acabaremos por sentirnos cansados y débiles. En este caso la pregunta es: ¿aceptamos nuestras debilidades pasajeras de manera humana, o nos culpamos a nosotros mismos por ellas, sintiéndonos totalmente fracasados? Esta es una pregunta clave. Quien se rechaza a sí mismo cuando se siente débil, no tiene piso alguno bajo sus pies y nunca puede sentirse seguro. Su vigor no es real. No es amigo de sí mismo más que en los buenos tiempos, y la imagen que se ha formado de sí mismo es de papel. Sólo cuando se aceptan las debilidades y el vigor propios, es cuando el ser humano tiene la posibilidad de alcanzar toda su talla. ' 10. Vivir con los propios errores. "El hombre que no comete errores, generalmente no hace nada". Estas son palabras del obispo W. C. Magee, y nunca he sabido de otras que encierren una verdad más grande. Quien anhela la dicha tiene que sobreponerse a la tendencia perfeccionista que decreta que jámas se debe errar. Esta actitud hace la vida imposible; cuando se la 'tiene cabe refugiarse lleno de miedo en una concha producto de la propia imaginación, temeroso de hacer intento alguno. Si Babe Ruth se hubiese condenado a sí mismo cada vez que no acertaba la pelota, hubiese destruido la confianza que tenía en su capacidad de acertar batazos de vuelta entera. Basta ya de destruirse a sí mismo con críticas y censuras. Hay que aprender a reírse un poco de sí mismo cuando se incurre en algún error. Para quien no le sea molestia ser bateador en el juego de la vida, podrá aprender a dar batazos de vuelta entera. 11. Ser uno mismo. En una ocasión, JoOO Stuart Mill escribió que: "Todas las cosas buenas que existen son fruto de la originalidad. "Esta es una sentencia que hay que recordar cuando se crea que la vida ha de

204

LA DOCENA DIARIA: DOCE CAMINOS

vivirse siguiendo recetas ajenas. La vida tiene verdadero significado sólo para quien es él mismo. . ' Basta ya, pues, de basar la personalidad propia en la sonnsa,o ~n el ceño fruncido de las otras personas y es hora ya de concederse a SI mismo la sonrisa de aprobación que se necesita. Refuércese la in:age~ ~~e se tenga de sí mismo, y las censuras y críticas ajenas resbala;an SI? Jamas penetrar debajo de la piel. Hagamos caso omiso de qUlene~ intenten intimidarnos para que nos sometamos a su voluntad, comprendiendo que esto lo hacen como resultado de su propia debilidad. Sólo se alcanza el verdadero éxito cuando la vida propia se vive tal como se ha des?ado. 12. No retirarse jamás. Las civilizaciones antiguas establecieron medios para medir el tiempo. Siglos, décadas, años, meses, ~manas, días, horas, minutos y segundos. Algunas personas creen que estos instrumentos estadísticos nos dicen si somos "jóvenes aviejas", pero esto no es verdad. Quien llene sus días con actividades que despierten su entusiasmo será joven, aunque haya cumplido los 100 años. Cuando todo aburre se es viejo, aunque sólo se tengan 18 años. . Al acercanos a los 65 años, edad que desde hace mucho tiempo la sociedad ha señalado cual siendo la "edad de retiro", podemos vernos obligados a retirarnos de la vida de trabajo. Se est~ o n~ obliga~o a ello, sígase llevando una vida útil e interesante. Tanto SI se tienen hiJOS como si se carece de ellos, lo oportuno es prepararse algún interés antes del retiro, por si se estuviese obligado a aceptarlo. La éJ>0C3: para crecer y mejorar en un campo d~ actividad se da cua~~~ nos re?ramos.?e .otro. No hay que sumirse Jamás en un estado artificial de hibernación mnecesaria; esto no hace más que debilitar la imagen que se tenga de sí mismo. Aquí tiene, pues, el lector, su "docena diaria". No se ~~estre esc~p tico respecto a estos puntos, ya que ellos le ayudarán a VIVIr una VIda mejor. Cuando las cosas anden mal y se sienta abatido, lea este capít~I1o. Reléalo una y otra vez y, con ello, dará más vigor a la imagen que tiene de sí mismo. Una vez se sienta mejor respecto a sí mismo, verá el mundo con cristales de otro color. Le parecerá que es un mundo mejor y él también parecerá mejor a los ojos del mundo.

17 Consejos al lector

Al comienzo de este libro hablamos de entrar en el salón de cine de nuestra mente para crear allí la clase de imágenes que, con esfuerzo e inteligencia, hacen positivo el concepto de sí mismo y del mundo circundante. Se puede cambiar ... pero se ha de estar dispuesto a esforzarse para lograr el cambio. Tal como lo escribiera Theodore Roosevelt: "Nunca se ha establecido y nunca se establecerá ley alguna que le permita triunfar al hombre, a no ser por medio del ejercicio de las cualidades que siempre han sido requisitos previos para el éxito: las cualidades de trabajo arduo, inteligencia ardua, y voluntad indomeñable". Así pues, hay que entregarse arduamente a la labor, en el poderoso mundo de las imágenes mentales, y mejorarse a sí mismo en el mundo de la realidad. Hay que hacer un mundo nuevo y mejorar para sí mismo. y ahora volvamos una vez más a la sala de espectáculos de la mente, para relajarnos mientras le presento al lector un relato fascinante acerca de él mismo. Al lector le corresponde el papel principal

¿Ha leído el lector alguna vez en la Biblia: "Médico, sánate a ti, mismo"? El único ser que puede mejorar a cada quien es él mismo; cada quien es su propio médico y de aquí que el lector sea el personaje central de este drama y también el empresario, director, primer actor y encargado de la utilería. Va a tener puesta sobre sí la mirada de todos los espectadores. Este es para él un papel nuevo, debido a que siempre ha ocultado sus talentos en una alacena de temor, a que ha enterrado sus recursos bajo un montón de vergüenzas. Siempre se ha tenido a sí mismo en tan poco que ha llevado una máscara de indiferencia por todos los lugares a los que ha ido, de manera que los demás no pudiesen ver sus "horrendos» sentimientos. Siempre se ha imaginado que habrían de ocurrirle las peores catástrofes, y se ha mostrado excesivamente cauteloso en cuanto a 205

206

CONSEJOS AL LECTOR

CONSEJOS AL LECTOR

207

aceptar riesgos en la vida. Se ha enterrado a sí mismo en hábitos negativos y ha experimentado resentimiento hacia quienes parecían estar gozando de la vida. Pero ahora ya ha' cambiado. En estos momentos es un ser nuevo. Al trabajar lleno de fe poniendo en práctica los ejercicios recomendados en este libro, ha cambiando un mecanismo de importancia suma: su facultad, para crear imágenes mentales. Se ve a sí mismo de manera diferente. Las imágenes de su mente se han vuelto más agradables, e incluso hay momentos en que resplandecen. No son ajenas a la realidad; tal como el lector ha cambiado la imagen de sí mismo que llevaba en la mente, haciendo para ello destacar sus cualidades para el éxito, también ha hecho que los efectos de este nuevo ego suyo se dejaran sentir paulatinamente en situaciones de la vida real. La verdad es que ha cambiado.

preparación es seguro que se producirá el fracaso". Pero el lector no tiene que preocuparse por e! fracaso: él es ya todo un éxito. Ha preparado su pensamiento para las labores a las que habrá de enfrentarse. Ve, respecto a sí mismo, nuevas verdades que le darán un primer pape! como individuo, que le infundirán valor para permanecer en escena y ser él mismo. Porque este drama no es ninguna ficción; el lector está desempeñando e! papel que le corresponde y lo hará durante largo tiempo. Este nuevo papel habrá de procurarle la dicha y, si así lo quiere, también, dinero. Contraerá amistades duraderas, porque será buen amigo de sí mismo, de una manera sana, pudiendo así dar algo a los demás.

Arriba el telón

El libreto de este drama es una obra maestra; no hay otro calificativo para el mismo. Su épica iguala la de cualquier narración de Horatio Alger," mientras e! lector va ascendiendo del fracaso al éxito. Este recorrido no habrá de hacerlo siguiendo una línea absolutamente recta; nadie lo logra. Es obligado que exista algún fracaso, incluso en la vida más dichosa. Nadie es omnipotente; la vida no es un cuento de hadas. El éxito no es un camino de sentido único. El lector comprende ya esto de una manera realista, y tal comprensión habrá de ayudarle. Estando ya preparado para alguno que otro fracaso, éstos no habrán de destruir su moral. Quizá el desencanto le haga sentirse decaído de vez en cuando, pero jamás volverá a sentirse sumido en e! abatimiento, puesto que contará con armas con las que abrirse paso, y también con la idea de saber cuándo habrá de utilizarlas. Este es un libro creador. El lector está creando e! estado de espíritu más valioso del mundo: la dicha.

Se levanta el telón y el lector está en escena, convertido en el centro de la atención de todos. Hubo una época en que esto le hubiese aterrorizado, en la que hubiese salido corriendo a buscar dónde refugiarse. Sin duda alguna, se siente un poco nervioso, pero lo acepta humanamente y no se censura a sí mismo por ello. No inhibe sus propios actos por el hecho de que esté siendo observado. Sigue siendo él mismo y no dirige la mirada hacia el público buscando quien le tranquilice. Se aprueba a sí . mismo y esto basta. Antaño, e! gran poeta romano Horacio escribió: la adversidad surte e! efecto de poner de manifiesto talentos que, en circunstancias prósperas, hubiesen permanecido aletargados". Como es natural, mi lector ha conocido en e! curso de su vida días de adversidad, pero estos malos momentos han contribuido a su pleno desarrollo como persona. Uno de los resultados es que siente compasión por el prójimo, y comprende las dificultades tal como ahora las ve. Su capacidad de sentir compasión hace de él un ser humano en su plenitud. Si la vida le hubiese echado a perder, habría permanecido siempre rico y al abrigo, se le habría embotado el sentido de la identificación con los demás. El público ve frente a sí un ser humano en pleno crecimiento, cuya sana imagen de sí mismo le permite gozar de la vida.

El lector ha corregido el libreto

Toda una vida por vivir

Los días de! lector son ahora aventuras de exploración de sí mismo y del mundo que le rodea. Su mundo es un lugar resplandeciente y feliz; el lector gusta de sí mismo y cuenta con buenos amigos. Trabaja unas ochos horas al día y goza con ello; descansa unas otras ocho horas al día

He aquí el éxito

Hace muchos siglos, el famoso filósofo chino Confucio dijo: "En todas las cosas, el éxito depende de la preparación previa, y sin esta

• Horatio Alger, escritor norteamericano del siglo XIX autor de libros morales para niños y adolescentes, cuyos protagonistas, tras mil vicisitudes y aventuras, llegan a la dicha y al wto como premio a SUB virtudes. (N. del T.)

208

CONSEJOS AL LECTOR

y las disfruta; duerme unas ocho horas al día entregado a un sueño sin agitaciones. Cuando cierra los ojos se pierde para este mundo. No tiene todo cuanto quiere; seria ridículo esperar algo semejante. El lector ya no es ningún niño que ha de lograr todos los juguetes que ve; es una persona adulta dotada de una comprensión ya madura de las imperfecciones de la vida. Lo importante es esto: ahora cuenta ya con lo que realmente necesita. Gusta de sí mismo; puede sentirse a sus anchas con sus pensamientos y sus amigos; tiene metas, metas muy suyas; avanza hacia su propio éxito y es dichoso. Toda su actitud respecto a la vida ha cambiado; ya no está a la defensiva buscando la manera de ocultarse de enemigos en potencia. Ha pasado a la ofensiva. Sale al encuentro de la vida con seguridad, preparado para el éxito y dispuesto a aceptar el fracaso. Se siente indestructible, puesto que no habrá de destruirse a sí mismo. Cada día puede rebosar goces

Cada día tiene su significado. El lector ya no se queda sentado pen", sando cómo habrá de matar el tiempo. Si algo le preocupa es que cada día tiene sólo 24 horas-y es mucho lo que tiene que vivir. Es joven, como el niño que combate el sueño porque no quiere dormirse, porque no quiere perderse toda la diversión que podría lograr si permaneciese en vela. Toda actividad proporciona gozo. Cada comida da satisfacción, cada encuentro personal es dinámico, cada árbol es hermoso y cada meta da inspiración. Se quiere compartir la alegría propia con los demás, y se experimenta una sensación maravillosa cuando se logra dar nuevo resplandor a la vida de un semejante. Este aprecia tal compasión del lector y, cuando éste se encuentre abatido, procurará tenderle una mano amiga. Este es un drama que levanta el ánimo, y todo él es realista. Los cínicos podrán criticarlo tachándolo de exageradamente optimista, pero una vigorosa imagen de sí mismo puede hacer todo esto para el lector. ¿Por qué la realidad ha de ser mezquina e impregnada de miseria? La realidad puede ser también hermosa. Así puede hacerla la fe del lector.

La vida del lector está en sus manos No siempre es posible sentirse fuerte, pero no es delito alguno sentirse débil. Hay varias formas de debilidad y una de ellas nos dobla. Por des-

CONSEJOS AL LECTOR

209

dicha la otra nos quiebra. Cuando el lector se sienta débil, se "doblará" para pasar luego a la reafirmación de su propia fortaleza. . Quien se siente fuerte vive dinámicamente. Más que nunca se necesitan amigos para poder darles algo de .~. Este senti~iento d~, dar all?o a los demás es necesario, como prolongacIOn de la propIa sensación de dicha rebosante. Si no es posible encontrar personas a las que darle. algo, se experimenta cierta frustración en la expresión de este sentimIento de felicidad plena. " "No haya altercado entre mí y ti ... porque somos hermanos . . ' (Génesis XIII; 8). Hasta la presencia propia es un preml? pa~a ~os amigos, una afirmación del sentimiento fraternal de esta CIta bíblica. Para ell?s nuest~a compañía es un tónico, puesto que no buscamos ~batirle~ ro competir con ellos, sino que les aceptamos y les hacemos sentlr:>e rr;ejor respecto a sí mismos. Les hablamos como individuos y no como SI fuesem~ ~aestros y ellos fuesen los discípulos; sentimos compasión por sus afliCCIOnes y entusiasmo por sus buenas cualidades. Cada quien es dueño de su destino

El mundo no ha cambiando mucho. Todavía se sigue hablando de guerras atómicas y son todavía muchas .laspe~onas que se dejan l1~var por falsos dioses. Pero el lector ha cambiado y el, a su vez, ha cambiado su mundo. Ya no se siente desvalido. Siente que es el dueño de sus destinos. Cuando lee el diario de la mañana y los encabezados son acongojantes, no le domina la agitación. Si algo puede hacer para mejorar la situación (una carta que pueda escribir, a una re~mión de la comunidad a la que pueda asistir) habrá veces en que dec~~a hacerlo..Pero, u~ ve~ haya hecho cuanto esté en su poder como ~cclon constructiva, se olvidará de la cuestión. No perderá el tiempo afligiéndose; ya no cree en torturarse a sí mismo. De esta manera el lector vuelve a vivir una vida dichosa, señalando sus propias metas y alcanzando ~us ~r?pios éxit~. . Estos se le van haciendo mas faciles a medida que logra este sentimiento de triunfo. Es como el lanzador suplente de un equipo de las Ligas Mayores que ha dejado la banca para gana~ un juego tras otro. La confianza en sí mismo va con él mientras revive mentalmente sus éxitOS. pretéritos y, cuando el director del equipo busca en la ~anca alguien a quien las presiones no le afecten para nada, sabe a quien ha de r

escoger.

CONSEJOS AL LECTOR

Sin embargo, el lector no \':S un lanzador substituto. Está en el juego sin interrupción; no es un actor ocasionaL Sus talentos están. equilibrados y el relato de su vida puede servir de inspiración a cualquiera. Su drama es un éxito arrollador y, al bajar el telón, el público estalla en incontenible aplauso. El lector se retira entre bastidores, pero el público sigue aplaudiendo esperando que salga a saludar. Reverencia final

Vuelve ahora el lector al escenario a hacer su reverencia al público. Ha sido el primer actor de este drama, y también el autor y director, puesto que ha sido él mismo quien ha reconstruido su vida. Ha sido también el ayudante entre bastidores, el auxiliar de producción, el encargado de la utilería. Ha sido él quien ha hecho el verdadero trabajo. Ha trabajado arduamente en los ejercicios prácticos, ha leído y releído los capítulos que han tenido para él un significado especial, y ha dedicado sus energías a mejorarse. Merece pues que se le reconozca todo el mérito del mundo. El público sigue aplaudiendo. La mayoría de los públicos son agradecidos y devuelven bien por bien. Aplauden entusiasmados haciendo que el lector se sienta inundado por oleadas de amor, en respuesta a su magnífico esfuerzo triunfante. El cambio no es fácil. Exige trabajo. El lector ha trabajado y ha cambiado. Ha vencido el escepticismo de sus conocidos y su propia tendencia a subestimarse. Es alguien más grande, y esto constituye de por sí una producción. Reconociéndolo así, el público sigue aplaudiendo hasta que el lector sale a saludar otra vez. Esta ha sido la victoria más grande de su vida. Se siente dichoso con la imagen que se ha formado de sí mismo y no necesita ocultarse tras una obra de defensa. Permítame felicitarle por ello. y aquí me separo de mi lector con un último deseo: que, en los años veriideros, siga viéndose a sí mismo como la persona de valer que realmente es. Si así lo hace será siempre dichoso.

Este libro se terminó de imprimir a los 30 días del mes de noviembre de 1971 en "Talleres Offset Vilar", S. A., Zarco Núm. 233, México 3, D. F. Constando la edición de 1,000 ejemplares.

Maxwell Maltz - Psicologia Del Poder de La Imagen de Si Mismo (1)

Recommend Documents