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Introduccion Introducción del editor FRANCISCO GIL VILLEGAS M.*
La publicación en 1904/ 1905 de los ensayos de Max Weber sobre “La 1904/1905 ética protestante y el espíritu del capitalismo” en el Arcliiv Archiv ƒiir für Sozialwissenschaƒt und Sozialpolitilc, Sozialpolitik, la revista académica de ciencias sociales más prestigiada en Alemania durante el primer tercio del siglo XX, xx, provocó de inmediato una fructífera polémica entre historiadores, sociólogos, teólogos, economistas y filósofos, misma que, a casi un siglo de distancia, parece mantenerse viva a juzgar por la gran cantidad de artíarticulos y libros que todavía genera la célebre, pero también frecuentemente mal entendida, tesis de Max Weber sobre la relación entre el protestantismo y el capitalismo. Pocas tesis en la historia de las ciencias sociales han sido tan discutidas, fructíferas, actuales y longevas como las de Max Weber sobre la relación entre la ética protestante y el “espíritu” del capitalismo, pero también pocas han sido tan mal entendidas y mal interpretadas, lo cual explica parcialmente por qué que cada década la polémica resurge con renovados bríos al grado de que podríamos afirmar, afirmar, sin temor a exagerar, que en el caso de la mencionada tesis weberiana nos encontramos ante algo así como “la guerra académica de los cien años”. Conviene, sin emconsiderar cómo se gestó y qué significado ha tenido bargo, antes de Considerar esta controversia académica centenaria y transmilenaria, hacer una serie de importantes aclaraciones preliminares con la finalidad de que esta edición crítica sea de utilidad a los lectores hispanoparlantes mediante una serie de advertencias encaminadas a evitar, desde la primera página de la nueva edición, algunos de los más frecuentes errores que la mala lectura, o 0 incluso la falta de lectura, de esta importante obra ha generado a lo largo de casi un siglo. * Profesor e investigador de El Colegio de México.
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l' Max Weber, Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva trad d I ' _ , , , . e Ose Medina Echavarria Echavarría et al., México, FCE, 1964, especialmente pp 945_1O42 9451042 . _ e lose
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que las ideas constituyan una especie de factor condicionante y genético de las transformaciones de la “infraestructura económica”. económica". En más de un sentido Weber se consideraba a sí mismo mucho más inclinado del lado de la “interpretación materialista de la historia”, historia", aunque ciertamente no de corte marxista, que del lado de una visión “idealista” de la historia? historia,2 lo cual también fue explícitamente señalado por él en las últimas líneas de sus ensayos publicados en 19o4/1905: 1904/1905: Aquí hemos intentado retrotraer hasta sus motivos originales el hecho y el modo de la influencia del protestantismo ascético en un punto único, si bien importante; pero también debería mostrarse el modo en que la ascéti-
ca protestante ha sido a su vez influida influida en su nacimiento y Configuración configuración por la totalidad de las condiciones sociales y culturales, especialmente por las económicas [insbesondere auch der ölconornischen] ökonomischen] [p. 250] 5. La investigación sobre “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” fue explícitamente concebida y diseñada por Weber como una investigación focalizada y parcial, a la que deberían seguir y complementar otras investigaciones que pusieran el énfasis en esas condiciones sociales y económicas que también influyeron en el proceso del desarrollo del capitalismo moderno. Los presupuestos metodológicos para el enfoque parcial y el uso de los tipos ideales del “espíritu del capitalismo” y de la “ética protestante” fueron proporcionados por el propitalismo" pio Weber en su ensayo sobre “La objetividad cognoscitiva en las ciencias sociales y la política social”, social", contemporáneo de la publicación de los ensayos de la ética protestante? Weber mismo se ocupó de dar su propia versión “materialista” del desarrollo del capitalismo moderno a
2 Paul Honigsheim menciona a este respecto la airada protesta de Max Weber ante el intento de uno de sus admiradores, Hans Delbiück, Delbrück, por difundir la llamada “teoría calvinismo-capitalismo" nismo-capitalismo” en la dirección de una interpretación “idealista” de la historia de corte antimarxista. Según Honigsheim, Weber declaró en señal de protesta: “Debo defenderme contra eso, porque yo soy mucho más materialista de lo que cree Delbrück” (“Ich muss mich dagegen wehren; Wehren; ich bin viel materialistischer als Delbrück glaubt”); glaubt"); véase Paul Honigsheim, “Max Weber in Heidelberg”, en René König y Iohannes Winckelmann (eds.), Max Weber zum Gedächtnis, Gedzïchtnis, za 2* edición de la reproducción del número conmemorativo dedicado a Max Weber en 1963 de la Kölner Zeitschriƒtƒiir Zeitschríƒtƒiir Soziologie Soziologíe und Sozialpsychologie, Francfort, Westdeutscher Verlag, 1985, p. 202. 3 Max Weber, “La 'objetividad' cognoscitiva de la ciencia social y de la política social metodología sociológica, trad.de Iosé Luis Etcheverry, Buenos Ai(19o4)”, en Ensayos de metodologia res, Amorrortu, 1973, pp. 39-101. 11
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1. Max Weber jamás afirmó que el protestantismo fuera la causa genética del capitalismo, ni mucho menos que la Reforma protestante precediera cronológicamente al desarrollo del capitalismo moderno. La ÍGSÍS df-3 ¿C Wfibfir Wfibfif CS GS mucho I`I1UCh0 más compleja, sofisticada sofisticada y a la vez restringida que la de esa simplificación simplificación tan absurda, popularmente atribuida al gran sociólogo SOCiÓl0g0 de Heidelberg por parte de quienes leyeron mal su trabajo, o incluso ni siquiera lo leyeron pero repitieron, y hasta “1~efuta_ “1~¢futa_ ron”, ron", lo que suponían que Weber había escrito. 2. En Economía y sociedad, Max Weber ubica explícitamente los orígenes estructurales del capitalismo moderno en la baja Edad Media 1 es decir mucho antes de la aparición de la Reforma protestante, y en sii su célebre obra sobre el protestantismo simplemente considera que una variante específica específica de éste, la concepción de racionalismo de dominio del mundo del ascetismo intramundano del calvinismo, tuvo una importante influencia y “afinidad “afinidad electiva”, no con el capitalismo en general, sino con el espíritu del capitalismo, es decir, con una manera específica de concebir la ética de trabajo en la vida cotidiana cífica Cotidiana de la ja actividad económica capitalista. El impacto de la ética del ascetismo intramundano del calvinismo sobre el desarrollo del capitalismo mode;-no moderno es ¿Sí así Í1"1dì1'€C1ï0, HO GS causal genético, porque la dinámica del desarrollo del i11<ïir€Ct0, 110 es capitalismo moderno viene de mucho antes de la aparición de la Reforma protestante. No obstante, la “ética protestante" protestante” tuvo un importante Occidental a partir del impacto en el desarrollo histórico del capitalismo occidental siglo xvii, XVII, pues fungió como una especie de guardagujas que nqodifieó modificó la trayectoria de la dinámica de intereses materiales en la que ya venía “encarrilado" el desarrollo del capitalismo moderno. “encarrilado” 3. Al escribir sus ensayos sobre la ética protestante, protestantg, Max Weber no tenía como propósito refutar a Marx, ni sustituir, según nos lo 10 advierte advieftg explícitamente en el último párrafo de sus ensayos, “una interpretación causal, unilateralmente materialista de la cultura y de la historia por otra espiritualista igualmente unilateral. Ambas son igualmente posibles Pero con ambas se haría el mismo flaco flaco servicio a la verdad histórica si se pretendiera con ellas no iniciar la investigación, sino darla por concluida" cluida” (pp. 250-251). 4. Las investigaciones de Max Weber no representan una imagen inversa y refleja del “materialismo histórico”, histórico", en el sentido de que su intención sea proponer una “interpretación idealista de la historia” en la
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Max Web€f› Weber, Economia) Economíay SOCÍEI-Ífïd, sociedad, op. op. cit., cit., especialmente especialmente pp pp. 945-1042 945- 1042. 4'* Max
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Caso caso el capitalismo victorioso no necesita ya de este apoyo religioso, uesto que descansa en fundamentos mecánicos [...] y la idea 'deber ppuesto _ _ del “deber _ _ profesional' ronda por nuestra vida como un fantasma de ideas religiosas ya pasadas” pasadas" (p. 248). 248), _ _ _ 8. En suma: Weber jamás se propuso, propuS0, según Sflgun la injusta .ee ignorante psicologicalde crítica de H. M. Robertson en 1933, “una determinación psicológica de acontecimientos económicos”,5 sino que, por p01' el Cl contrario, COHÍFHTÍO, siempre Siempre insistió especialmente en el texto de 192o sistió, 1920 que sirve de introducción general a sus tres volúmenes de Ensayos sobre sociología de la religión, religion, en que ,
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esta investigación ha de tener en cuenta muy principalmente las condiciones económicas, reconociendo la importancia fundamental de la economía' pero tampoco deberá ignorar la relación causal inversa; pues el raciomía; nalismo económico economico depende en su origen tanto de la técnica tecnica y el derecho derec o racionales como de la capacidad y aptitud de los hombres para determinados tipos de conducta práctica racional [p. 13]. Tampoco pretendió ofrecer una explicación exhaustiva, ni siquiera de las actitudes religiosas discutidas en sus ensayos sobre el protestantismo, sino que por el contrario insistió en la necesidad de complementar esa investigación con otros estudios que abordaran, entre otras cosas, la manera como el ascetismo protestante fue a su vez influenciado influenciado por la totalidad de las condiciones sociales, “especialmente económicas" económicas” (p. 250)250). THmP0C0 Tampoco pretendió Weber que sus ensayos sobre el protestantismo propusieran una teoría comprensiva de la génesis y desarrollo del capitalismo moderno, rn0Cl€r1¬.0, pues su Objetivo objetivo en éstos, como bien lo hiciera notar Richard Tawney, Tavyney, no estaba en el ámbito de la historia económica, sino en el de la relación de la religión “con cuestiones sociales”. sociales". Esa es la razón por la cual, . ` nómicas del si Weber no se refiere refiere en esos ensayos a las consecuencias eco económicas del d
. . › ' '' ' ` o e descubrimiento de America, América, Oo a la gran depreciación, o al surgimient surgimiento de
5 H. M. Robertson, Aspects of the Rise of Economic Individualism, Cambridge, Cambridge University Press, Press 1933, I933 p. xii. El jesuita Iames James Broderick pulverizó el libro de Robertson al año siguiente de su aparición, como también lo haría Talcott Parsons, pero esto forma parte de la polémica de la tesis weberiana que analizaremos con cop mayor mayìprjzietailse detalle , _ _ . , , ' 51,1 _' en una proxima Mora s of thee Iesuits: e próxima publicacion. publicación. Vease Véase Iames Broderick, The Economic Morals An Answer to Dr. H. M. Robertson, Londres, Oxford University Press, 1934, Y Talcott THICOÍÍ 193,4, y Parsons “H. M. Robertson on Max Weber and his School", journal ÍOWWZ ofPolitieal °fP0lifíCfll Economy, ECOfl0my, Parsons, voi 43, 43 71935 pp 688-696, 688-696 reimpreso en Peter Hamilton (ed.), (Ed-),M11X Wfbfff Critical Cflflfïal AsAS' vol. 1935, pp. Max Weber: sessments, vol. vol, III, Iii, Londres, Routledege, 1991, pp. PP- 6o-67. 60-67-
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partir de la baja Edad Media en Economia Economía y sociedad, especialmente especialmente, pero no exclusivamente, en el capítulo sobre “La ciudad”.'* l 6. El título de los célebres ensayos de Weber no es “Protestantismo delimitado: “La y capitalismo” sino algo mucho más específico y bien delimitado; ética protestante y el espíritu del capitalismo”, donde además de que no se trata de alguna influencia de causalidad genética de la una sobre el otro, sino de una relación mucho más abierta y flexible de meras “afini“afinidades electivas”, electivas", la tesis ha padecido la mala fortuna de que frecuentemente no se toma en serio la explícita intención weberiana de estudiar, en todo caso, la influencia de una “ética” sobre un “espíritu”, entendido este último como una conce ción de ét` Sodre unb šspmtu concepción ética de trabajo para laJ elitendld-O vida cotidiana del capitalismo Es declfr el ob' 'Ica 6 trël alo Para 'll Vida COHcapitalismo. decir, objetivo de la investigación J _ , jetivo de la investigacion de de estos estos ensayos es, según las propias palabras de Max Weber, rastrear “la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de una 'mentalidad económica' n fll"O
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que no los considerara importantes. Obviamente que fueron parteaguas históricos; obviamente que tuvieron un profundo impacto, no tan sólo en la organización económica, sino también en el pensamiento económico. Sin embargo, el problema inmediato de Weber en sus ensayos sobre el protestantismo era otro.6 otro”
Por ello, Tawney invita a quienes deseen evaluar a Weber como historiador económico en todos esos aspectos, y no como sociólogo de la religión, que mejor consulten su Historia económica general en vez de querer extraer una visión forzada que no estaba planteada en los propósitos y objetivos metodológicos de sus ensayos sobre el protestantismof protestantismo.7 9. Más sorprendente será para muchos descubrir, mediante esta edición crítica, que Max Weber jamás escribió O 0 publicó un libro intitulado “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, sino que sus tesis al respecto aparecieron, primero en 1904 y 1905, como sendos artículos académicos en la revista especializada, editada por el triunvirato de Edgar Iaffé, Werner Sombart y el propio Max Weber, del Archiv Archivfiir fiir Sozialwissenschaƒt und Sozialpolitik, Sozialwissenschaft Sozialpolitilc, para después ser incluidos en 1920, de manera corregida y aumentada, en el primer volumen de sus Gesammelte Auƒsãtze Aufsätze zur Religionssoziologie (Recopilación de ensayos sobre religión).3 De tal manera que Weber jamás conoció un sociología de la religión).8 libro como tal con el título de sus célebres ensayos, el cual se configuró configuró por primera vez 10 años después de su muerte y no en una edición alemana, sino en la traducción al inglés de Talcott Parsons. En efecto, el libro de Max Weber que tanta influencia influencia tendría en diversos ámbitos de los mundos angloparlante, hispanohablante y francófono, está basado en un modelo que, con sus virtudes y defectos, confeccionó Talcott Parsons en su traducción al inglés de 1930.9 Una de las razones del éxito de la traducción de Parsons reside en haber incluido la “Introduc-
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Richard Henry Tawney, Religion and the Rise of Capitalism, Harmondsworth, I-Iarmondsworth, Pen-
guin Books, 1938, p. x. 7 Véase Max Weber, Historia económica general, trad. de Manuel Sánchez Sarto, México, PCE, FCE, 1946. S8 Hay una excelente traducción castellana de esta obra: Max Weber, Ensayos sobre sociología de la religión, 3 vols., trad. de Iosé Almaraz, Iulio Carabaña y Iorge Jorge Vigil, Madrid, Taurus, 1983-1987. Los textos correspondientes a los ensayos de "la “la ética protestante" 1, pp. 23-167. pueden encontrarse en el vol. I, Ethíc and the Spirit of Capitalism, Capitalísm, trad. de Talcott 9 Véase Max Weber, The Protestant Ethic Parsons con prólogo de R. H. Tawney, Londres, George Allen 8L & Unwin, 1930, 292 pp.
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ción” general de Max Weber a los tres volúmenes de sus ensayos sobre ción" sociología de la religión, misma que ha sido considerada tanto el último texto redactado por Weber en 1920 antes de morir, como la “clave” fundamental para entender los principales objetivos de su fragmentada obra.” Este mérito queda sin embargo opacado, porque tal “Introducción” no es a “La ética protestante”, protestante", sino a los tres volúmenes de sus ensayos sobre sociología de la religión, con lo cual los malentendidos interpretativos tendieron a incrementarse en lugar de reducirse, pues la “Introducción” es un texto de 1920 y la primera versión de sus ensayos 1904/1905. es de 1904/ 1905. La primera traducción castellana no hace ninguna aclaración pertinente a este respectO,“ respecto,“ probablemente porque se basa en la edición alemana que en 1934 decidió seguir el modelo de la edición de Parsons y publicar las primeras 206 páginas del primer volumen de los Gesammelte Aufsiítze Aufsiitze zur Religionssoziologie, en un sobretiro que constituye el primer “libro” que en alemán ya lleva por título Die protestantische Ethik Ethilc und der Geist des Kapitalismus.“ Kapitalismus.” io. La otra gran omisión que se presta a confusiones y malentendidos por la manera en que tradicionalmente se ha editado y transmitido el texto de los ensayos de Max Weber, reside en que prácticamente nunca se menciona que hay dos versiones distintas de tal texto: la publicada en forma de artículos de revista en dos números diferentes (vol. 20, núm. 1, pp. 1-54; y vol. 21, núm. 1, pp. 1-110) del Archivfiir yvol. Archivƒìir Sozialwissenschaft und Sozialpolitilc wissenschaƒt Sozialpolitik en noviembre de 1904 y junio de 1905, respectivamente, y la considerablemente aumentada, con extensas nomodificaciones significativas significativas en el cuerpo del texto, tas de pie de página y modificaciones publicada en las primeras páginas de la Gesammelte Aufsiítze Aufsätze zur Religionssoziologie. Esta segunda versión es la tradicional y masivamente difundida, y la única a la que se tuvo acceso en inglés o en castellano durante todo el siglo xx. En nuestra edición crítica presentamos las variantes al texto original de 1904/ 1904/1905 1905 mediante el recurso de poner entre corchetes las adiciones y variantes agregadas o modificadas modificadas por Weber en el texto de 1920. Aunque el propio Weber advierte que las modificaciones de 1920 se hicieron mediante extensas notas de pie de modificaciones 1° Véase Benjamin Nelson, “Max Weber's 'Author's 'Autl'ior's Introduction': Intr0ducti0n': A Master Clue to his Main Aims (19zo)”, (192o)”, en Sociological Inquiry, vol. 44, núm. 4, 1973, pp. 269-278. 269-278, “ Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, trad. de Luis Legaz Lacambra, Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado, 1955, 251 pp. 12 'Z Véase Max Weber, Die protestantische protestantísche Ethilc Ethik und der Geist des Kapitalismus (Son-
derdruck aus den Gesammelte Auƒsiítze Aufsiitze zur Religionsoziologie, I. 1. Band, S. 1-206), Tubinga, Mohr-Siebeck, 1934, 206 pp.
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la preeminencia financiera financiera de la ciudad católica de Amberes, no fue por-
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el investigador Friedrich H H. Tenbruck de la Universidad d de T Tubin b'975a , ' C demostro demostró que un término Weberiano tan fundamental ccomo u luligël 1 dgl ,. om desencantamiento del mundo” (die Entzauberung der Welt) no O ÍC 8e “desencantamiento no ap are., ce en la versión de 1904/1905, a pesar de que Weber lo mencionapcailï: Ce en la Verslon de 1904/1905› 21 pesar de que Weber lo menciona cuatro veces en el cuerpo del texto de 1920 sin indicar que ees un agre ado d _ s un agrega 0 ° posterior, 1 4 Las diferencias de las dos versiones son pues algo más posterior.” másgque ue un mero aagregado re ado de ex lica ` f explicaciones en notas de pie de página Ílies 8 8 p ciones en notas de pie de pagina, pues como bien hace notar recientemente I-Iartmnt Hartmut Lehmann Lehmann, l p 7
al cambiar alg unas p alabras ala b ras, om't' ' ' otras y agregar algunos parrafos, ,› omitir Weber modificó considerablemente cog 'd ¡bl l el 11 ton lr Otras Y agregar ' ' ' algunos Paffaf0S› Wfiber nsi era emente e tonoO de exposicion exposicion en la versión - ' rrevisada `version evisada _ M' 2 de 1920. Mientras que en la primera versión de 1904/1905 Weber da 13 1920 ientras version 1a im impresión de estar realizando un interesante experimente experimento eiemífieo eiemffico , en la Se _ . » 1 _ šunda gunda Vefslon Versión de 1919/1920 1919/ 1920 €SCU<11'1flm0S escuchamos por el contrario el tono de una consa ' como si'~ presentara el resultado final de ue s escribe __autoridad _ _ _ _88 rada › pP ues naa investigacion contra la cual ya no puede presentarse mayor objeción 15 un
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Weber, Wfibfir, La ética etica protestante., rotestante op cit'r nota 1 p 20 A pesar de t fi Wb P . , ' Op'' C1 '*" nota l›› P-- 20-- A pesar de esta esaaafirmación, rmación, Weber e er sí Si I"fl0dÍfiCÓ, Y mucho, el contenido de ' ' m0d1fiC0d sus primeros _I d articulos de 1904/1905, pues en la version fundam sión dee 1920 introduciría conce tos tdssfs pues en la veru lìlnmeros articulos de 1904/1905' M _ en ÍÍHÍBS, como el del “ desencantamiento d H __ _ P _ U HIHCHIHICS, del mUI1d0”, ' - en quiere pleno Sentido sentido ' mufl O ' Cuya CuYa_ comprensión C_0_mPf@nS10n sólo 501° ad adqulfffe PlCf10 en el el contexto contexto de de la la vvasta asta sociologia de la religión religion que emprendió a partir de 1913, ,_, 1, [4 ._ ._ Vease Friedrich F rie d ric h H. I-I. Tenbr Ten b ruck, k “D “ Das Werk Max Webers ..,., Kolner ..__ _ Zeitschrfitƒiir Sozíologie - Zemchriftfür ziologie und Sozialpsychologíe Sozial s ch l ' › vol ul 27 l 1975 as Werk Max Kolner p. 667667. LasWebers cuatro 1menciones menciones dela nocion S0del P y 0 Ogle' V0 '- 27), 19751, P1-HS cuatro de la noción del “desencantamiento del mundo” mundo" (die Entzauberung E ` , la eli ' minacion '` '' '' de cir, eliminacion "tZ'1”be"“”8' der def Welt) Wfflt) ›, es es de decir la magia como medio de salvación salvacion, ` ' , a P arecen localizadas ' , ._ en Max Weber, La etica r0tes_ tante..., trad tante trad.- de Legaz Le g a z L Lacambra o _ ctt., ' _, pp._ 118, 18camadas MaxEnWeber, P, pmtexé acam b ra,, op. 141, 190 en y 193. la notaLa demm pie cillarecen _ número 20, 20 ' en la Página página 118 118,› Weber se relfi refiere 11 I 141' 190 '' Y 193'En1a ›› notasobre de Pl@“La de manera ambigua a un articulo ética ere dpp ii HUFHCFO , _ económica m un d 0_'É para manera amblgua a un articulo sobre La _ enca '' explicar el proceso de desencantamie ero _ d_de las_ _ religiones del mundo” desencantamiento, 11110, indica neeión eetab ppero no in ica ni laa fecha (1916) de aparición del artículo ni que tal noción t b › a ausenensa yos. Para te en la primera versión de sus ensayos Para una una traducción traducción castellana t ll d es ' a a ausen, cas e ana dee tan tan importante texto › vease véase Max Weber, Ensayos sobre sociologia ' ›' de la religión .- _soczologia vol I1 trad d _ › , . e Almara AlmarazZ y Carabana, op. cit., pp. 193-221 193-22z_ Y 15
15 Hflffmufl-€hmann,Max Hartmut Lehmann , Max Webers Webers “Prote “Prof tr t'' hit RLlPrecht, 1996, P. 104me E RuPrecht, esS an amm
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dos textos mediante el recurso de los corchetes.” De esta manera el lector podrá juzgar ahora, por si sí mismo, la importancia relativa de las variantes entre las dos versiones. 11. No obstante, quizá no está fuera de lugar resumir aquí brevemente otras diferencias sustanciales entre las dos versiones de La ética protestante, además de la ya mencionada aparición hasta la versión de 1920 del término “desencantamiento del mundo": por un lado, la función de las “recompensas psicológicas” psicológicas" justificatorias justificatorias frente al problema de la predestinación calvinista está mucho más fuertemente subrayada en la segunda versión (véase por ejemplo, la extensa nota de pie núm. 11 en la p. 50); en 1920 Weber intensifica intensifica la discusión en torno a la predisposición de la tolerancia política en las regiones protestantes, pero pone gran énfasis en que no hay correlación necesaria entre tolerancia y capitalismo (final de la nota de pie núm. 111, p. 162; éste es el único caso donde Weber suprimió un extenso párrafo de la primera versión para sustituirlo por otro muy diferente, en buena medida acicateado por la polémica contra Rachfahl en torno a la cuestión de la tolerancia; véase mi nota crítica a la p. 162 y la traducción, dentro de la tancia; misma, del párrafo suprimido); en 1920 la exposición de Benjamin Franklin como “tipo ideal” representativo del espíritu del capitalismo se encuentra mucho más matizada que en la primera versión (véanse los corchetes en la p. 41 y en la nota de pie núm. 4 de la misma página): la discusión lingüística sobre las formas de vocación (Beruf) está considerablemente aumentada en la segunda versión (véanse todos los corchetes a la extensa nota núm. 1 que atraviesa de la p. 77 a la 8o);” 8o);'7 hay en la segunda versión una extensa elaboración sobre el tipo de ética que inspiraba el renacentista León Battista Alberti en respuesta a la posición crítica desarrollada por Sombart en su libro sobre El burgués de 1913 (nota núm. 11, pp. 46-51); y la extensa cita de Iohn John Wesley en torno al ineluctable proceso de secularización capitalista en el mundo moderno, no aparece en la primera versión (véanse las pp. 239-240 y la nota núm. 95 en la p. 239). Hay además muchas variaciones semánti“° l° Véase Max Weber, Die protestantische Ethilc Ethik und der “Geist” des Kapitalismus. Textausgabe auf aufder Veränderungen aus der der Grundlage der ersten Fassung von 11904 904 //1905 1905 mit Veriínderungen zweiten Fassung von 1920, edición y estudio introductorio de Klaus Lichtblau y Iohannes Johannes Weiíš, Bodenheim, Beltz-Athenäum, 1996, 203 + xxxv pp. Weifš, ”17 Lo cual constituye uno de los principales referentes para la erudita investigación que al respecto presenta un investigador japonés. Véase T. I-Ianyu, Hanyu, “Max Webers Quellenbehandlung in der “Protestantischen 'Protestantischen Ethik'; Der Berufsbegriff", Berufsbegriff ", Archives Européennes E uropéennes de Sociologie, vol. 35, núm 4, 1994, pp. 72-101.
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ágina, dejando prácticamente intacto el cuerpo del texto página, texto,”13 desde 11975
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pítulo de “Sociología de la religión” incluido en Economia Economía y sociedad, y capitulo final de la Historia económica general, intitulado “Desarrollo el capítulo de la ideologia ideología capitalista”.2° Como complemento a esta misma edición, Winckelmann compiló un segundo volumen en el que reproduce los artículos de los primeros críticos alemanes a la tesis de Weber sobre el protestantismo, asi así como las cuatro extensas respuestas de Weber a ellos, incluido el célebre “Antikritisches Schlusswort”, mismo que podría traducirse libremente como “Mi palabra final contra los críticos”.21 1904/ 1905 En 1993, Lichtblau y Weiíš publicaron la primera versión de 1904/1905 sin la “Introducción” general de 1920 y mandaron todas las variantes y modificaciones modificaciones del texto de 1920 a un apéndice.” Este formato fue el que sirvió de base para que en 2001 apareciera una traducción castellana a cargo de Joaquín Ioaquin Abellán, quien sigue asi el modelo de edición de Lichtblau y Weifš.” Weiiš.” De tal manera que las posibilidades de editar los célebres ensayos de Weber sobre el protestantismo en forma de libro son múltiples, y tan adecuados o arbitrarios como el seleccionado por Parsons en 1930 para el primer modelo. Mediante la combinación de varios de estos criterios de trabajo, la edición que aquí ofrecemos de los célebres ensayos de Weber sobre el protestantismo cuenta con las siguientes características caracteristicas e innovaciones: a) El público hispanoparlante tendrá acceso a las dos versiones (la de 1904/ 1905 y la revisada de 1920) de La ética protestante y el espiritu 1904/1905 protestantey espíritu del capitalismo y no solamente a la versión revisada de 1920 como ocurría hasta antes de 2001 en todas las traducciones al español, desde la de Legaz Lacambra en 1955 hasta la de Alamaraz y Carabaña en 1984, pasando por la de Hernández Chávez en 1979. No fue sino hasta 2001 cuando la traducción de Joaquin Abellán permitió tener acceso al público hispanoparlante a la primera versión de 1904/1905 1904/ 1905 de los artícuarticulos de Weber sobre la ética protestante. No obstante, a diferencia de esa edición, en la nuestra presentamos el texto más conocido y difundido
monacal y el ascetismo intramundano protestante en la segunda versión. Podríamos señalar muchas más variantes, pero las mencionadas son quizá las más importantes. 12. 11. La manera de configurar el texto de La ética protestante y el espíritu del capitalismo ha sido así muy diverso, aun cuando el “modelo” Parsons, basado en la reproducción de las primeras 206 páginas del primer volumen de los Gesammelte Anƒsiitze Aufsatze zur Religionssoziologie, Relígionssoziologie, siga siendo el más popular y difundido.” No obstante, hay otras formas de hacer la edición. Por ejemplo, las más recientes ediciones francesa y estadunidense agregan a los dos ensayos originales y a la “Introducción” general de 1920 el texto de “Las sectas protestantes y el espíritu del capitalismo” redactado por Weber en 1906, después de su viaje a los Estados Unidos, mismo que corresponde a las páginas 207-236 en el primer volumen de los Ensayos sobre sociología de la religión.” En la República Federal de Alemania la edición más difundida y usada por más de tres décadas, entre 1965 y 1996, fue la editada por Johannes Iohannes Winckelmann , la cual está configurada por la “Introducción” general de 1920, los dos ensayos de 1904/1905 modificados modificados para la edición de 1920, el ensayo sobre las sectas protestantes de 19`o6, varias secciones del ca” Las dos traducciones castellanas más difundidas siguen el aquí denominado modelo Parsons, es decir la traducción de las primeras 206 páginas del primer volumen de los Gesammelte Aufsätze zur Religionssoziologie, Relígionssoziologie, sin indicar que la “Introducción” no es al texto de La ética protestante, sino a todo el conjunto de los tres volúmenes de ensayos. Véase Max Weber, La ética protestante..., trad. de Luis Legaz Lacambra, op. cit., Madrid, Revista de Derecho Privado, 1955; Barcelona, Peninsula, Península, 1969; México, Colofón, 1998; y la traducción de José Chávez Martínez, Martinez, México, Premia, 1979, y México, Ediciones CoIoaquín Abellán se basa en la traducción de la primeyoacán, 1994. La reciente edición de Joaquin ra versión de los ensayos de 1904/1905 sobre la ética protestante y envia a un apéndice las variantes introducidas en la segunda versión de 1920. No obstante, dado lo reciente de esta edición, todavia todavía no tiene una difusión comparable a la que tuvieron las traducciones más antiguas. Véase Max Weber, La ética protestante y el “espíritu” “espiritu” del capitalismo, trad., estudio preliminar y glosario de Joaquín Joaquin Abellán, Madrid, Alianza Editorial, 2001. 1° Véase Max Weber, L” L' éthique protestante et l'espirit du capitalisme, traducción, estu19 dio introductorio y notas de Isabelle Kalinowski, Paris, Flammarion, zooo; 2000; y Max Weber, The Protestant Ethíc Ethic and the Spirit of Capitalism, trad. de Talcott Parsons, con estudio introductorio y notas de Randall Collins (con la traducción de Gerth y Mills del ensayo Capitalism”, pp. xlii-lxxiv), Los Ángeles, Angeles, Roxbury, “The Protestant Sects and the Spirit of Capitalism", 1998. Hay dos traducciones al castellano del ensayo de Weber de 1906 sobre las sectas contemporanea, vol. ii, protestantes: la primera en Max Weber, Ensayos de sociología contemporánea, 11, trad. de Mireia Bofill, Ensayo; Bofill, México, Artemisa, 1986, pp. 54-81, y la segunda en Max Weber, Ensayos sobre sociología de la religión, vol. 1,I, trad. de José Almaraz y Iulio Julio Carabaña, Madrid, Taurus, 1983, pp. 169-192.
2” Max Weber, Die protestantisclie protestantische Ethik 1.i. Eine Aufsatzsammlung, Iohannes Aufsàitzsarnmlung, ed. de Johannes Winckelmann, Hamburgo, Siebenstern, 1981; véase también Max Weber, Historia económica general, trad. de Manuel Sánchez Sarto, op. cit., pp. 364-380. Ethik ii. Il. Kritiken and und Antikritiken, Antikritíken, comp. de 21 Max Weber, Die protestantische Bthilc
Johannes Winckelmann, Hamburgo, Siebenstern, 1981 ¿Z Max Weber, Die protestantische Ethik..., Ethík..., editada por Lichtblau y Weiíš, Weiiš, op. cit., 22 pp. 158-203, como apéndice donde en 448 adiciones (Zasãtze) se incluyen todas las modificaciones y variantes que Weber introdujo en su versión final dificaciones final de 1920 frente a la original de 1904/1905.
23 Véase Max Weber, La ética protestante y el “espíritu” "espíritu" del capitalismo, trad. de Joaquín Abellán, Madrid, Alianza Editorial, 2001.
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¡___ ' ' - de Webe Weberr de 1920 me-diante mediante un sistema de corchetes para indicar los agregados y modificaciones modificaciones de 1920 sobre la versión original, al mismo tiempo que en las notas explicativas hacemos las aclaraciones pertinentes con respecto al significado de los cambios más importantes realiza realizados P0I`_\lV@b€i' por Weber para para su su segunda segunda y y “definitiva” versión. La La presente presente “Indefinitiva version. Introduccion troducción critica crítica" ayudara ayudará también al lector a comparar con relativa facilidâd facilidad las modificaciones y agregados hechos por Weber en 1920 a su ÉCXÍO textoU I dee 1904/ 1904/1905. 1905. Las razones por las que, por ejemplo, en la primera version versión no aparece un término tan fundamental como el del “desencantamiento del mundo" (die Entzaaberung Entzauberung der Welt) se apuntan en las notas explicativas. También se aclara ahí por qué en la primera ver versión Weber parece conducir un interesante experimento científico científico, mien mienir 'f ya escribe - como una autoridad . ' tras as que en la segunda version versión consagrada que no esta está dispuesta a admitir mayores objeciones. b) Además, esta edición combina la modalidad de editar las dos versiones con otros textos complementarios seleccionados por Johannes Iohannes Winckelmann para su edición clásica de Die protestantische Eth ik i1, mis Ethik misma que ha sido el formato de edición con la que han trabajado durante décadas, desde 1968, generaciones enteras de estudiantes y académicos alema ' ya ha sido ' ' - f recientes alemanes. Según más J .nes . Segun mencionado, las ediciones mas de La etica ética protestante, tanto al inglés como al francés francés, incluyen el texto capitalismo" (1906), impn-33impresde “Las Eas sectas protestantes y el espíritu del capitalismo” cindible para entender el argumento de Weber sobre el tema, pero no incluyen los otros textos que aparecen en la selección de Winckelmann y que en esta edición pudieron aprovecharse en virtud de que, en su mayoría, ya estaban traducidos para el FCE, o bien por Juan mayoria, Iuan Roura Parella p ara ,el ' ' de sociologia › de la religion - - , incluida . _ para el caso' caso de la seccion sección sociología religión en Economíay S0C1€d¢1d, sociedad, 0 o por por José Iosé Ferrater Ferrater Mora Mora para para el el caso caso de de la la sección sección EC0"0m1¢1y “Estado y hierocracia” incluida en esa misma obra obra, o por Manuel Sánchez Sarto para el caso de la última sección de la Historia económica general, el primer libro de Max Weber que se tradujo al castellano. c) Las cuatro respuestas de Max Weber a sus primeros críticos entre 19o7 1907 y 19110 1910 se presentan aquí por primera vez traducidas al español, con un eestudio ' el contexto en el que fue redactada cada una stu io que ubica de ellas. Estas respuestas tienen una importancia fundamental no sólo para entender mejor los ensayos sobre la ética protestante, sino que incluso permiten iluminar propósitos más amplios de una supuesta iincluso “problemática central" en la obra global de Max Weber. La última y más problematica central extensa respuesta Íxtffnsa YCSPWSÍH de de Weber, Wfiber, que que hemos hemos traducido traducido libremente libremente como como “Mi palabra final a mis críticos” (1910), es probablemente M1 Palabfa final 3 mïs CYIUCOS” (1910), CS probablemente el el texto texto más más Ii
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chos cuestionamientos que le harían a su famosa tesis a lo largo del si0 siquiera glo xx, sin que muchos de esos críticos posteriores supieran, o imaginaran, por desconocer la existencia de estos textos, que Weber ya textos,.que les había respondido de antemano a casi todas sus objeciones. De esta manera, la extensa respuesta ejemplifica ejemplifica la conclusión de la primera academica etapa de lo que ya habíamos bautizado desde 2001 “La guerra académica de los cien años”. No obstante, también la primera respuesta a Rachfahl delimita con especial precisión los objetivos que Weber se habia había planteado en su proyecto original de investigación, al cual veía como algo incompleto y que necesariamente debería complementarse con un unesestudio más amplio sobre los orígenes del sistema económico del capitalismo en general, y no nada más sobre el factor motivacional en la formación de la mentalidad capitalista moderna. Por otro lado, Wilhelm Hennis y Guy Oakes, dos connotados especialistas en la obra de Weber, han señalado que las respuestas de Weber a sus primeros críticos son fundamentales para entender correctamente el argumento de su tesis sobre el protestantismo y evitar, de esta manera, algunos de los más típicos malos entendidos y simplificaciosimplificaciónes en los que han caído sus detractores a lo largo de varias décadas. decadas. contribucion de Así, mientras que Oakes subraya la importancia de “la contribución esas repuestas para clarificar el problema central de La ética protestante y la formulación más precisa de su tesis principal en contraste con el encuadramiento más informal y frecuentemente metafórico en los en19o4/19o5”,24 Hennis cree por su parte que “estas estas respuestas sayos de 19o4/1905”,24 anos como los debieron de haber sido consideradas en los últimos 75 años más importantes textos suplementarios a la 'tesis' de Weber sobre el protestantismo".Z5 Para Hennis, todavía no se hace justicia a la imporprotestantism0”.25 2'* Guy Oakes, “Four Questions Concerning The Protestant Ethic", Ethíc", Telos, Tel0S. A Qiiarterly QWTFWZJ' Journal Journal of of Critical critical Thought, Thought, núm. núm. 81, 81, otoño otoño de de 1989, 1<,›89› p.P- 91, 91, nota How 17. 1725 Wilhelm Hennis, Max Webers Fragestelliing. Fragestellung. Studien Studíen zar zur biographie des Werks, Werks¬ _ - - ' mas ' ' l an t$3 Tubmgaj 1987, p. p. 14. 14. Para Para una una exposición exposicion del interesantetp Tubinga, Mghr, Mohr, 1987, más detallada detallada del interesante plantea, . , › ' 0 es asi como de nuestras criticas y reservas al mismo, véase vease nuestro nues r estumiento de Hennis, así
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importante y significativo de toda la selección que Winckelmann recopiló para el volumen complementario, Die protestantische Ethilc Ethik ii, en donde se incluyen las primeras críticas criticas de contemporáneos alemanes de Weber como Felix Rachfahl y Karl Fischer, así como las respuestas o “Palabra final” final" (Schlafšwort), (5ChlHfšW0Tf)› es CS de Weber a ellos. La última respuesta, 0 la más importante porque en buena medida resume la primera década decada de la polémica que generaron los artículos sobre la ética protestante a partir de de su su publicación publicación en en 1904 1904 y y 1905, 1905, y y se se adelanta adelanta aa responder responder mumm partir
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tancia crucial que revisten esas respuestas para la correcta interpretación del texto sobre la ética protestante. En todo caso, ambos autores coinciden en que el acicate de tener que responder a críticos de corto entendimiento como Fischer, o pretenciosos y de mala intención como Rachfahl, Max Weber se vio forzado a formular y articular de manera más precisa y rigurosa algunas proposiciones de sus ensayos originales, las cuales ciertamente se prestaban a una posible interpretación reduccionista. En cambio, en las respuestas a sus críticos, que culminan con la “palabra final” final" de 1910, “Weber clarifica tanto la intención como la problemática que apuntalan sus dos ensayos originales y también descarta diversos errores que él atribuye a sus críticos”.26 críticos".2° La necesidad de traducir al castellano todas esas respuestas, y no solamente la última y más importante, como lo hicimos en nuestra primera edición de 2003, queda así plenamente justificada justificada pues nos permite describir la presente edición como una considerablemente aumentada y mejorada. d) La presente edición revisa y corrige los errores más notables de la traducción de Legaz Lacambra e indica, en notas críticas, las razones por las cuales debieron corregirse algunos términos. Se trata pues de una traducción revisada y aumentada con notas críticas, mismas que también fueron a su vez considerablemente aumentadas y corregidas para esta edición conmemorativa del 75 aniversario de la fundación del Fondo de Cultura Económica. e) Nuestra edición todavía sigue adelantándose a la proyectada en Gesamtaasgabe (edición integral de las obras Alemania dentro de la Gesamtausgabe completas de Max Weber), la cual incluirá las variantes entre las dos versiones de La ética protestante, así como las notas críticas explicativas pertinentes. El proyecto de publicar en Alemania esa edición crítica “definitiva” “definitiva” en 2005, al cumplirse el primer centenario de la publicación de la primera versión de los ensayos de Weber sobre el protestantismo, no pudo concretarse porque el investigador a quien se había encargado dicho proyecto fue incapaz de llevarlo a cabo. Todavía no hay fecha programada para su aparición, y tampoco se ha hecho público quién se hará responsable de concretar la edición de una obra que ya ha cambiado tres veces de editor: en efecto, el prospecto original de la GesamtausGesamtaasgabe de 1981 mencionaba a Johannes Winckelmann como responsable dio “Importancia de las cuatro respuestas de Max Weber a sus primeros críticos” que
aparece como ultimo último anexo, al final de la presente edición, antes de la bibliografia bibliografía cronológica. 26 1° Guy Oakes, op. cit., p. 82.
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de la edicion edición proyectada para 1987; al fallecer Winckelmann en 1985, la responsabilidad se transfirió al profesor Hartmut Lehmann del Instituto Max Planck en Gotinga; al no poder cumplir éste con el proyecto encomendado se pensó en ofrecérselo al profesor Dirk Ki-isler Käsler de la Universidad de Marburgo, quien declinó por sus reservas y críticas a la política editorial de la Gesamtaasgabe; Gesamtausgabe; y para finales de la primera década xxi será Wolfgang Schluchter quien se hará cargo de esa edidel siglo XXI ción esperada en todo el mundo, especialmente porque Stephen Kalberg en los Estados Unidos, Grossein en Francia y yo tuvimos que hacer nuestras respectivas ediciones críticas en inglés, francés y español imaginándonos cómo sería la edición “definitiva” “definitiva" alemana, tomando para ello como modelo a las ediciones de otras obras ya publicadas en la Max Weber Gesamtansgabe. Gesamtausgabe. De cualquier modo, en nuestra primera edición de 2003 2o03 tomé muy en cuenta las observaciones y puntos de vista preliminares de Lehmann sobre un proyecto de edición que finalmente finalmente no apareció.” Entretanto, en los Estados Unidos y en Francia aparecieron las respectivas ediciones críticas de Kalberg (2002) y Grossein (2004) (la primera un poco antes que la nuestra; la segunda un año después), mismas que fueron elaboradas de manera simultánea e independiente a la que preparamos y enviamos desde 2002 al PCE. FCE. Al igual que para el caso del público hispanoparlantefg hispanoparlante@ en los Estados Unidos y Francia hubo desde finales finales del siglo xx urgentes señalamientos sobre la imperiosa necesidad de hacer nuevas traducciones y ediciones críticas para superar las limitaciones de las hechas por Parsons en los Estados Unidos (1930) y Jacques Iacques Chavy (1964) en Francia.” f) La presente edición, corregida y aumentada, tiene importantes diferencias con la primera de 2003: además de traducir las otras tres respuestas de Weber a Fischer y Rachfahl que completan “Mi palabra final a mis críticos” traducida para la primera edición, se ofrece como epílogo el estudio “Importancia de las cuatro respuestas de Max Weber a sus primeros críticos” a fin de ubicar el contexto en el que fueron redactadas esas respuestas, así como discutir la decisiva influencia que les atri27 C Cf Hartmut Lehmann, Max Webers “Protestantische Ethilc'Í Ethik'Í Beiträge Beítriige ans aus der Sicht
eine: Historilcers, Historikers, Gotinga, Vandenhoeck 8a & Ruprecht, 1996. eines 2** C 28 Cf Francisco Gil Villegas, “A propósito de las obras completas de Max Weber”, Weber", en Diálogos, El Colegio de México, vol. 18, núm. 107, septiembre-octubre de 1982, pp. 65-70. 2” Jean Iean Pierre Grossein, “Peut-on lire en Français L'Étiqiie L'Étique protestante et l'espirit l”espirit da du 2° capitalisme?”, Archives Eiiropéennes Européennes de Sociologie, vol. xi, x1., núm. 1, 1999, pp. 125-147, y Peter Ghosh, “Some Problems with Talcott Parsons' version of 'The “The Protestant Ethic'”, Ethic'", Archives Eiiropéennes Européennes de Sociologie, vol. xxxv, núm. 1, 1994, pp. 104-123.
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corregidas y ampliadas considerablemente, así como también se ha actualizado y ampliado la bibliografía bibliografia cronológica con las aportaciones mas importantes de 2000 a 2008; la traducción de algunos términos ha sido modificada, modificada, especialmente por lo que se refiere refiere al muy emblemático stahlhartes Gehiiuse Gehaase para el que en 2003 decidimos utilizar, por razonesvde nes” de uso y convencionalismo, la versión parsoniana de “jaula de hiepro rro , pero que para la presente edición hemos preferido la traducción literalmìnte iteralmïnte fiel fiel y apegada al original alemán de un “caparazón duro como el acero ,_ por las razones expuestas en las extensas notas a las páginas (cn 11631”ita) negrita) 4 Y y 248, pero también tambien y especialmente por la decisiva im(C11 portancia que el término termino vveberiano Weberiano de Gehãuse Gehäuse tuvo para el nacimiento de la filosofía existencialista de Karl Jaspers, filosofia Iaspers, y que, por muchas razomZO_ nes, puede suponerse que Weber la compartía en virtud de la enorme nes. influencia influencia que ejerció Nietzsche sobre ambos. Finalmente hemos ampliado nuestra presentación introductoria y agregado índices analítico gnalítigo y onomástico, onomastico, obedeciendo así a las constructivas sugerencias que recibió, quizá en inmerecidas y elogiosas reseñas críticas, nuestra primera bio, .quiza edición edicion de esta obra. t._ Planteadas Påaqteadas estas advertencias y descritas las principales características icas dee laa nueva edición edicion aquí aqui ofrecida, procedemos a presentar el tema central del argumento de Weber sobre el protestantismo, protestantismo así como la âïïïïófiìfildïrlgaïnãflrïišpešle discusion de las fuentes que mas más influyeron influyeron en la genesis génesis de sus celecélebres ensayos.
tes del protestantismo y la mentalidad económica del capitalismo, pues tal asociación ya había sido explícitamente señalada desde 1870, entre otros, por predecesores tan ilustres como Wilhelm Dilthey,5° por lo que el planteamiento de tal cuestión en los ensayos de Weber de 1904/ 1904 /1905 1905 consistía simplemente en discutir y tratar de explicar una asociación que se consideraba evidente en el mundo cultural alemán a principios del siglo xx.” De cualquier modo, Weber hará notar que su objetivo al discutir la influencia del calvinismo sobre la formación de la ética del protestantismo ascético intramundano, no consiste tanto en apegarse a una estricta interpretación literal del dogma de Calvino, sino más bien en la
EL ARGUMENTO DE “LA Erica ÉTICA PROTESTANTE” PROTESTANTE" FUENTES DE WEBER Y sus i-¬UENTEs
äïïäïïïïìi isfïäïïiìïzïfi?i,iï,1§;ïi i ì§:ii@ïïï,iï,2z,f“°S 2?:°S diri dela rde en
_, _I _ _ . _ U pretacion del sentido de la predestinacion calvinista y de la división division del mundo entre elegidos y condenados condujo a un ascetismo intramundano ;ï>Lfl1r<Íå-1(])0Ã11«Íl)ScfìIt(i:Sšno iptramuridang) de de racionalismo racionalismo de de dominio dominio del del lidad económicg ideïïifiéìiifámcìtdcal Ílrabƒllo acordf con una mentaen 1902 , de un “es piritu `erlmn”o) acunadï) Sombart ' '` C 'erlmn”O) acunadé Por Werner _ capitalista . Las mediaciones y conexiones entre creencias religiosas y manifestaciones económicas son numerosas y desde luego que Weber jamás pretendió, ni mucho menos,
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3” En efecto, Dilthey había señalado desde sus primeras obras (1870) una influencia 5° recíproca entre el protestantismo y el capitalismo al discutir el papel de las sectas protestantes, aunque sólo fuera de pasada, en el contexto biográfico de la formación pietista del teólogo protestante Friedrich Schleiermacher (1768-1834); véase W. Dilthey, Leben Grand des Textes der 1. Auflage Aaflage von 1870 and Schleiermachers. Auf Grund und der Ziisatze Zusätze aus dem Redel-cer, vol. 13 de los Gesammelte Schriƒten, Gotinga, VanNachlass, edición de Martin Redeker, 8-c Ruprecht, 1970, pp. 209-217. “La vida de Schleiermacher" Schleiermacher” de Dilthey no fue denhoeck & traducida por Eugenio Ímaz ni por nadie de su equipo encargado de traducir io 10 tomos de las obras de Dilthey para el PCE. FCE. No obstante, hay un breve capítulo sobre Schleiermacher, incluido por Dilthey en 1905 en su “Historia juvenil de Hegel", traducido por Ímaz en W. Dilthey, Hegely el idealismo, México, FCE, 1944, pp. 307-358. 5'5* Otro autor que abordó el tema de las relaciones entre capitalismo y protestantismo desde 1892 y que Max Weber tomó muy en cuenta al momento de redactar en 1904 sus ensayos, aunque sólo fuera porque era su colega en Heidelberg, fue el historiador Eberhard Gothein, quien en su Wirtschaftsgeschichte Wirtschaƒtsgeschichte des Schvvarzvvalds Schwarzwalds (“Historia (“I-Iistoria económiNegra”), Estrasburgo, Trubner, 1892, especialmente las pp. 673-714, pone ca de la Selva Negr-a"), un fuerte énfasis en la importancia de la diáspora calvinista, después de la Masacre de san Bartolomé en 1572, como semillero del desarrollo de la economía capitalista en diversas partes del mundo. Hay un reconocimiento expreso por parte de Weber a la obra de Gothein en el cuerpo del texto original (p. 31): “Tiene razón Gothein cuando califica a la diáspora calvinista como el 'vivero de la economía capitalista”. Pero Weber también menciona explícitamente a diversos escritores del siglo xix, especialmente ingleses, que también ya habían señalado la relación entre las creencias religiosas y la industrialización o 0 el John Keats, H. T. Buckle, I. J. E. T. Rogers, William progreso económico: Matthew Arnold, Iohn Petty, Carlyle, Manley, Temple, Wiskemann, Macaulay, Ashley, Doyle, Bernstein y Cunningham, pero también aparecen por ahí Heine, Hermann Levy y hasta alguna referencia espiritu de las leyes de Montesquieu (véase especialmente la nota de pie 95 en la en El espíritu página 239; la referencia a Montesquieu en la página 34 y la observación en la nota de pie 22 de la página 33 donde, después de mencionar a Keats y Buckle, Weber concluye: núm. zz 'novedad' afirmar aquí esta conexión sobre la que ya diser“Por tanto, no constituye una “novedad” taron Laveleye, Matthew Arnold y otros; lo raro es la duda totalmente infundada sobre ella que hay que proceder a explicar").
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ser el primero en descubrir una conexión significativa entre las varian-
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aye la interpretación de Wilhelm Hennis; las notas criticas buye críticas han sido
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un u n antagonismo entre estas dos formas unilaterales de representarse . las cosas, cosas sino, sino en todo caso, caso para una complementariedad de interrelación de vista c ión recíproca entre los distintos aspectos que no debe perder , _ sociologo de Heiun pluralismo metodológico como el que trabajaba el sociólogo delberg A partir de 1904, 1904 para Weber no puede ser satisfactoria una delberg. ex licación puramente motivacional ni una puramente institucional de explicación los losi) procesos sociales, es decir, ni una explicación en términos de la “su“Superestructura” perestructura" ni una exclusivamente en términos de la “base” “base 0 o la “infrainfraestructura”, estructura” entre otras cosas porque ambas quedan subsumidas en un enfoque teórico-conceptual que se encuentra más allá de las alternativas codificadas en las categorías del “materialismo” o del “idealismo”, Al mismo tiempo, La ética protestante constituye un estudio estudiyo sobre la cuestión de cómo las ideas pueden llegar a tener una “eficacia” “eficacia históhistorica. La constelación de intereses sociales puede apropiarse de las ideas id€aS para realizar sus propios objetivos, pero esta apropiación tiene que encontrar apoyo en las ideas mismas. En el caso historico histórico abordado por los ensayos de La ética protestante, el ascetismo intramundano del cal. . ' ' ' ' del apoyó a los 1nt€r€S€S intereses CCOHOITUCQS económicos del vinismo de los siglos xvi y xvii apoyo desarrollo capitalista mediante la combinación de las ideas de la predestinación y la eliminación de las señales externas de la condenacion, condenación, y - las ideas ' en este sentido constituyeron la base del modo de ““conducc onducción de vida” vida" 0 o Lebensƒiihrang Lebensfzllhrung de la modernidad, lo 10 cual Cual desemboca, d€S€1'1¬-b0C21, a8 su vez, tanto en el teorema de las “afinidades “afinidades electivas” electivas" como medio mfådio para relacionar, en términos sumamente flexibles abiertos, a lasdi las ideas con flexibles y abiertols, .eaâ cpn . . '' a e as la dinámica dinamica de los intereses, como en la cuestión cuestion de laa paradoja para -oj de las “consecuencias no buscadas” buscadas" de la dinámica de la acción social, lo cual plantea la necesidad insoslayable de tener que combinar el método de ïldmqtodo ìie la .» icacomprension interpretativa interna, 0 o Verstehen, con el e dee laa explicaexp comprensión ción causal externa 0 Erlclären. Erklären. La interrelación entre las ideas calvinistas, la formación de la ética ' ' ` `ns iró al economica que inspiró L ,p del ascetismo intramundano y la mentalidad económica al ` mereco_nstr-uirse también tarrå ien fi _ me_, desarrollo del capitalismo moderno puede reconstruirse diante la siguiente exposición exposicion basada en una aplicación aplicacion de la definición e nicitån "sociología" que Max Weber proporciona en la primera página pagina dee de “sociología” Economía y sociedad: “Sociología es la ciencia que busca comprender, comprender', Economia interpretándola 7 la acción social, social ' para de esta manera explicarla explicarlo causalinterpretándola, _ mente en su desarrollo y efectos”.” Sigamos el primer paso ,de de la definición, ción el de comprensión hermenéutica 0 o Verstehen, aplicándolo aP11C1=U'1d010 aH los 105 )
32 Max Weber, Economia y sociedad, op. cit., p. 5. 27
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manera como las ideas de Calvino fueron transmitidas e interpretadas, çodsiempre no siempre fielmente, por las comunidades calvinistas del siglo xvii. Todo con el proposito propósito de explicar la forma en que esas interpreta-o 0 esto con ciones ' historica, ' ' ' tuvieron una eficacia eficacia histórica, _ tuvi . I eron pnp primero de manera directa en su ' ' del llamado ff“espíritu › - ,, y asociación con laa formación capitalismo”, dasociacion I cåan ormacion espiritu del capitalismo, es p ues, ya Ddee manera indirecta, ' ' - ddespués, en el desarrollo del capitalismo moderno a partir del siglo XVII, xvii, con lo que quedaba pendiente la investigaorno abpartir cion re como ' ' ' ' ciónId so sobre cómo ese calvinismo ascético ascetico intramundano fue influido y mo eado, a su vez, por las condiciones históricas materiales, especialmoldeado, mente las economicas. económicas. ' de Weber sobre sociologia » de la reli. estaa manera, los estudios sociología _ I _De est gión se centran en los conceptos de “visión del mundo” y especialmengion “conducción ` ' de vida” ' ” (Lebensfiihrung); -. el - - _ de 1te de1 “con ducâlon de Vldël (L€l7€?'lSfUl'l†'Wlg), el desarrollo desarrollo distintivo distintivo de tura occi ` ental en la modernidad ' › la cultura occidental términos _ a cu es interpretado en terminos de una interrelacion interrelación reciproca recíproca entre visiones del mundo mundo, constelaciones de inte intereses y modos de conducción de vida. En el caso específico de sus ensaética protestante, Weber encontró que aunque el sistema yos sobre La etica económic ' ' - - › en el espiritu › - del aseconómico originó espíritu _ .o del capitalismo moderno no se origino cetismo intramundano del calvinismo calvinismo, el modo moderno de orienta orientación ”conducción ' ' de vida vida”, ' ”, o Lebensƒuhrnng, Lebensführung, " síf se vio - configurado en d y “co fiduccion si su y, por base U desarrollo esafffï 0 por E01" ese 65@ espíritu €SP11”1'fU Y, por ello, ello, se se interesó intereso en en estudiar estudiar la la base pe de la motivacion motivación ascética del modo de conducción de vida burgués en laa modernidad, a fin de delimitar, de una manera mucho más precisa y rigurosa que Sombart, las características de esa mentalidad denominada originalmente . por el él I ' ' capitalismo". ° n_ Es decir, . _ jginalmente piâr como ““espiritu espiritu del capitalismo Weber se ' esa mentalidad ' / . interesó estudiar “época din 1 ereso_ en 1- estp iar moderna, que en la “epoca heroica del capitalismo" XVIII fue imponiéndose sobre la menta-e capita Ismo del siglo xvi al xviii lidad del tradicionalismo económico. La nueva mentalidad tuvo su más lildad clarad expresión caraex ' históri- ,. 1 p re" sion en los sectores sociales que eran los portadores historicos del e _ asc ' ' ascetismo etisimo intramundano derivado de la Reforma protestante en sus v variantes ' ' ' . . ariantes del el calvinismo, el pietismo, el metodismo, el puritanismo y las diversas sectas bautistas. En este sentido, los ensayos sobre La ética protestante no constituyen una abstracción teórica con posibilidades de extrapolación a cualquier cual o parte del mundo donde se encuentren protestantes, _ quier .éépoca poca-o sino una investigación sinol išivestigäcion rigurosamente acotada a un periodo histórico en el e mun mundo occidental ` ental situado ' 0 occi entre el siglo xvi y el siglo xviii. Tampoco representa este estudio un intento de “refutación” del materialishistórico, entre otras cosas porque en su marco conceptual no hay mo _ h' ' ' 1S'E01'1C0, cabida para la contraposición entre “materialismo” e “idealismo” ni para
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ensayos sobre La etica ética protestante: ¿cómo interpretaba el mundo el tipo ideal-del ideal del calvinista puritano del siglo xvii? XVII? Respuesta: Dios es un ser omnisciente que ya sabe de antemano quiénes en este omnipotente y ornnisciente mundo se salvaran salvarán y quiénes están condenados a ser reos del fuego etern eterno; n o ; no podemos saber con certeza si- estamos dentro de los predestinados a la salvación, pero sí podemos minimizar las señales externas que nos identificarian qui; identificarían como predestinados a la condenación. Debemos trabajar ra ajar en este mundo tanto para aliviar la angustia de nuestra posible condena como para que los frutos de nuestro trabajo sirvan de ofrenda Señor. No podemos tener ningún tipo de contacto para glorificar al Senor. místico con Dios porque él es todo pureza y nosotros somos inmunmistico dos, dos; tampoco podemos buscar la salvación mediante rituales mágicos ppmo como el de la Eucaristia, Eucaristía, ni componendas de contador por partida doblee-de de nuestros pecados y su absolución mediante sacramentos, a semejanza de como resuelve magicamente mágicamente tal problema el catolicismo. De ahí ah' ` ' ' derivada ' - de la predestinota definitoria de la doctrina _ , I la primera nacion nación calvinista orientada hacia el ascetismo ascetismo. Pero éste es “intramundano” (í1'H'l€?”W€lfiCl1€), (innerweltiche), porque reclama una acción dentro del mundo y ClHH0“ no un rechazo 0 o una huida frente a él. Nuestra conducta debe ser la de tr ` mucho, ahorrar nuestras ganancias - y no gagtarlag trabajar abajar_mucho, gastarlas gn en bl@-nes bienes suntuarios ooien en lujos, porque eso podría ser una señal inequívoca de listar estar predestinados a la perdicion. perdición. En todo caso, nuestros ahorros deben invertirse en, en obras que sirvan sin/an para honrar y enaltecer la gloria del Sen Señor. enor. Hasta aqui aquí el primer paso de la comprensión hermenéutica de la mentalidad del tipo ideal del calvinista puritano del siglo xvii. XVII. La cosmovisión religiosa del ascetismo intramundano de la teoría de la predestinación calvinista incide en la formación de una ética de trabajo esencialmente afín con la mentalidad económica del capitalismo. definición de sociología dada por Max Weber Ahora bien, la ya citada definición nos dice pos diiìe que una vez desarrollado el paso de la Verstehen, es decir el de haber “comprendido”, daber comprendido, interpretandolo, interpretándolo, el sentido de la accion acción social, debemos proceder al paso de la Erkloiren Erklären 0 o explicación causal del dese eìpios pfroceder arrollo arro acción ' ' social. ' Segundo paso. paso:. la consecuencia - de I 0 y eefectos ectos de esa accion esa etica ética de trabajo esencialmente afin afín al espíritu del capitalismo reside en que, de manera no intencionada, genera una acumulación de capital, misma que si llega a tener importantes dimensiones influirá de manera ãiisiria decisiva ec isiva en el -desarrollo desarrollo de la dinamica dinámica ' ' - que ya traiga consigo el desarrollo del capitalismo. El calvinista puritano no se propuso consciente y deliberadamente esta consecuencia económica, pero de todas manegeneró. Por eso se produce aquí una paradoja de las consecuencias ras la genero. .
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no buscadas, en donde resulta imprescindible separar, por un lado, la Comprensión comprensión de las intenciones buscadas, de las consecuencias y efectos buscados por el otro. Explicación causal 0 o Erlcliiren: Erklãren: el dogma de la no buscados, afin predestinación religiosa del calvinismo generó una ética de trabajo afín al espíritu del capitalismo lo cual incidió, de manera no buscada, en una acumulación de capital que, a su vez, modificó modificó la dinámica de intereses del desarrollo del capitalismo. Regresemos ahora, por un momento, al paso de la Vestehen meVestehenmediante un experimento contrafáctico: ¿qué sucedería si se pudiera interrogar a un calvinista puritano del siglo xvii xvil sobre el significado significado de su acción social y se le hiciera notar que su acción ha generado una importante acumulación de capital que a su vez tuvo serias repercusiones sobre el desarrollo del sistema económico? Lo más seguro es que replicaría algo así como: yo no sé de qué me habla, pues simplemente he trabajado mucho para glorificar al Señor, y si he obtenido buenas ganancias eso se debe a que el Serificar ñor me ha favorecido, con lo cual he eliminado, por lo menos, la seguridad de estar predestinado a ser un reo del fuego eterno; la plena seguridad de mi salvación no la puedo tener, pero sí puedo eliminar, con mi trabajo, las señales externas de ser un condenado. La explicación causal, sin embargo, debe dar cuenta de que, independientemente de sus propósitos deliberados .inspirados inspirados por una uåa motivación religiosa, el calvinista puritano del siglo XVII ha actuado actua 0 con una ética de trabajo acorde con el espíritu del capitalismo moderquetiene no, y esto a su vez ha generado una acumulación de capital que tiene “encarrilado un decisivo impacto sobre la trayectoria en la que venía “encarrilado” el desarrollo del capitalismo proveniente desde la baja Edad Media, Media. es CS decir, mucho antes de la aparición de la Reforma protestante en el si-
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Recurrir a la metáfora de la “trayectoria por la que venía venia encarrilado el capitalismo” capitalismo" es intencional, pues apela expresamente a una metámetarelaciop entre fora usada por el propio Max Weber para dar cuenta de la relación 1919,.tIa metalos intereses materiales y las ideas. Aunque redactada en 1919, tal metámodificaciones de 1920 a la segunda versión version de .La fora influyó en las modificaciones La version tradicioética protestante misma que es, de cualquier modo, la versión nalmente transmitida y más difundida. Teniendo en cuenta el procedimiento de la etapa de la explicación causal, o Erlcliiren, de la Erklaren, del sentido ,de acción social del protestantismo “en su desarrollo y en sus efectos”, efectos , re-
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quienes creían que propuso una simplista explicación de causalidad genética del protestantismo sobre el capitalismo. Ahora bien, Max Weber pudo llegar a esta compleja y sofisticada sofisticada interpretación de las relaciones entre el protestantismo y el capitalismo, tan sólo después de incorporar su muy delimitado interés de 1904/1905 en el contexto mucho más amplio del sentido de la racionalidad en la modernidad en general. De cualquier modo, muchas fuentes que influyeron en la tesis Weberiana weberiana de 1904/1905 se encontraban enmarcadas por la problemática del posible sentido de la modernidad y Max Weber extraería extraeria las consecuencias de las mismas en los 15 años que van de 1905 a 1920. Entre esas fuentes de inspiración se encuentran, desde luego, las tesis sobre la modernidad y el dinero que Georg Simmel ya había adelantado desde 19oo 1900 en su Filosofía del dinero,54 dinero,“ los dos tomos del monumental estudio sobre el “capitalismo moderno” que Werner Sombart publicara en 1902,35 1902,” y sobre todo las ideas que el teólogo protestante Ernst Troeltsch compartió con Weber de 1903 a 1913, no sólo porque eran colegas en la misma universidad sino también porque durante años compartieron en calidad de vecinos una inmensa casona, a orillas del río Neckar, en la Ziegelhäuser Landstrasse 17 de la ciudad de Heidelberg. Complementan el quinteto de influencias fundamentales en la redacción de los ensayos Weberianos sobre el protestantismo otros dos colegas de Weber en Heidelberg: el jurista Georg Iellinek, quien en 1895 publicara su polémica tesis sobre La Declaración de los Derechos del Hombrey Hombre y del Cindadanofó Ciudadanofié en la que sostiene que esa declaración debe
dinámica de los intereses.”
Ésta Esta es una proposición teórica general que Weber desprendió de su análisis sociológico comparado de las “grandes religiones del mundo". No obstante, ayuda a entender la manera en que veía do”. veia el complejo problema de las relaciones entre el protestantismo ascético calvinista y la ética de trabajo del capitalismo moderno, al momento de preparar en 1920 la segunda versión de sus ensayos. En cuanto fenómeno ideológico, al adquirir eficacia eficacia histórica el protestantismo ascético generó consecuencias paradójicas: por un lado, del principio de la predestinación se derivó no un fatalismo pasivo, sino una religiosidad activa y práctica, esencialmente afín afin a la ética de trabajo del capitalismo moderno; y, por otro lado, la consecuencia no buscada de generar una importante acumulación de capital modificó, modificó, a partir del siglo XVII, la trayectoria por la que ya venía encarrilada la dinámica del capitalismo moderno. En este sentido puede decirse que “la imagen del mundo", mundo”, configurada por ideas religiosas calvinistas, desempeñó la función del guardagujas que modificó la trayectoria de la vía sobre la que venía encarrilado el desarrollo histórico del capitalismo moderno, impulsado éste, fundamentalmente, por intereses materiales. Basado en esta metáfora, Weber muy bien pudo haber intitulado sus ensayos “La función del protestantismo ascético como guardagujas en la trayectoria del desarrollo de la mentalidad del capitalismo moderno” moderno" a fin fin de evitar los malentendidos de
34 ” Georg Simmel, Filosofia Filosofía del dinero, trad. de Ramón Garcia Cotarelo, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, Politicos, 1976. Probablemente es en la distinción entre “forma” y “vida” del capitalismo donde más perceptible es la influencia de esta obra de Simmel en los ensayos de Weber sobre el protestantismo, pero también lo es en el tema de la dialéctica de los medios que se pervierten en fines en si mismos, en cuanto destino fatídico de la
modernidad. Véase al respecto Francisco Gil Villegas M., Los profetas y el Mesías, México, Pcia-El Colegio de México, 1996, especialmente las pp. 156-157 y 22o-222. 220-222. *S Werner Sombart, Der rnoderne 55 moderne Kapitalismus, 2 vols., Leipzig-Munich, Duncker und I-lumblot, 1902. No hay traducción castellana de estos dos volúmenes, aunque si de un tercero, publicado en 1927 y que por consiguiente ya no influyó influyó en la obra de Weber. Véase Werner Sombart, El apogeo del capitalismo, 2 tomos, trad. de Iosé Urbano Guerrero, México, FCE, 1946.
”33 Max Weber, “Die Wirtschaftsethik der Weltreligionen (Einleitung) (1919)”, (1919)", en Gesamrnelte Aafsätze Gesammelte Auƒsätze zar zur Religionssoziologie, Religionssoziologíe, vol. 1,I, Tubinga, Mohr, 1978, p. 252. Una traducción alterna puede encontrarse en Max Weber, Ensayos sobre sociologia sociología de la religión, vol. I,i, op. cit., p. 204: “Son los intereses, materiales e ideales, no las ideas, quienes dominan inmediatamente la acción de los hombres. Pero las 'imágenes del mundo' creadas por las 'ideas' “ideas” han determinado, con gran frecuencia, como guardagujas, los raíles en los que la acción se ve empujada por la dinámica de los intereses". El “guardagujas” es el empleado ferroviario que tiene a su cargo, en los cambios de vía, el manejo de las agujas para que cada tren marche por la vía que le corresponde.
5° Véase Georg Iellinek, La Declaración de los Derechos del Hombre y del C indadano. Ciudadano.
Estudio de historia constitucional moderna, trad. de Adolfo Posada, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1908, actualmente reimpreso, junto con otros textos de la polémica desatada en Francia por la provocadora tesis del jurista de Heidelberg, en G. Iellinek, E. Boutmy, E. Doumergue y A. Posada, Origenes Orígenes de la Declaración de los Derechos del
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construida en los párrafos anteriores, podemos aclarar ahora mucho mejor su significado significado mediante el siguiente párrafo redactado por Weber en 1919: _,
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Los intereses materiales e ideales, y no las ideas, dominan directamente la acción de los hombres. Pero muy a menudo las “imágenes “imagenes del mundo” mundo" (Weltbilder), creadas por las “ideas”, han determinado como guardagujas (Weichensteller) los rieles sobre los que la acción viene impulsada por la
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mucho más a la Reforma protestante que al pensamiento de la Ilustraciónf” Ilustración;37 y la publicación en 1902 de la principal obra de Heinrich Rickert, Los limites límites de la construcción de conceptos en las ciencias natnralesfg naturalesfg de la cual Weber extraería extraeria los fundamentos para su propia metodología neokantiana aplicada al ámbito de la sociología. Así, la metodología de los “tipos ideales”, ideales", de la “relación a valores” (wertbeziehang) (wertbeziehung) y del sentido mismo de la relatividad de la “objetividad” cognoscitiva en las ciencias socialesfg CÍCHCÍHS S0CÍ2l€S,” derivan en buena medida de Rickert, aun cuando el término mismo del “tipo ideal” no fuera acuñado por Rickert en 1902, sino por Georg Iellinek en 1900.4” 1900.40 En cuanto a este último, Weber misIesús G. Amuchastegui, Madrid, Editora Nacional, Hombrey del Ciudadano, edición de Jesús 1984, especialmente las pp. 225-260 para el texto de Iellinek. La traducción de Posada se basa en la segunda edición de 1903 e incluye muchas de las réplicas que elaboró Iellinek contra sus COHÍYH SUS detractores ¿CU-HCÍOFGS franceses; f1"2I'1C€S€S; la la primera primera edición edición de de Die Die Erklåirung Erklärung der der Menschen Menschen 'und und Bnrgerrechte fue publicada en Leipzig por la editorial Duncker & Humblot, en 1895, y Burgerrechte Men and traducida al inglés por Max Farrand: G. Iellinek, The Declaration of the Rights of ofMen of Citizens, Nueva York, Henry I-Ioll Of Holl & Co., 1901; un año después, en 1902, fue traducido el texto el ÍCXÍO de de Iellinek lellinek al al francés. francés. Max Max Weber Weber se se sintió sintió en en 1896 1896 fuertemente fuertemente atraído atraído por por la la tesis de Iellinek y desarrolló un paralelismo al estudiar las relaciones con el protestantismo, no de la Declaración de los Derechos del Hombre, sino del “espíritu del capitalismo”. La primera vez que Weber expuso los avances de su tesis en público fue en el seminario Iellinek en 1896, pero una enfermedad nerviosa lo obligó a no poder redactarla sino de lellinek hasta la segunda mitad de 1903. Véase Guenther Roth, “lellinek and Weber”, Weber", en R. Bendix y G. Roth, Scholarship and Partisanship: Essays on Max Weber, Berkeley, University of
California Press, 1971, pp. 308-310. 57 Puede encontrarse un estudio que analiza buena parte de las consecuencias que la tesis de Iellinek tiene para la interpretación del desarrollo del pensamiento político politico moderno en. F. Gil Villegas M., “De los monarcómacos a la Declaración de los Derechos del Hombre, pasando por la teoría teoria de la soberanía", en Fernando Serrano Migallón (coord.), Homenaje a Rafael Segovia, México, El Colegio de México-FCE-Conacyt, 1998, pp. 507531507"5313” Heinrich Rickert, Die Grenzen der naturwissenschaftlichen 3* naturwissenschaƒtlichen Begriƒƒsbildang, Begriffsbildung, Tubinga, Mohr, 1902. No hay traducción castellana de esta voluminosa obra, pero puede encontrarse un breve resumen, esquemático y muy incompleto, en una obra posterior de
Rickert que ha gozado de mayor difusión: I-I. l-I. Rickert, Ciencia cultural y ciencia natural (1920), trad. de Manuel Garcia Morente, Madrid, Espasa-Calpe, Colección Austral, 1943. En 1921 Heinrich Rickert dedicó a la memoria del recién fallecido Max Weber la cuarta edición de su obra, orgulloso de que hubiera servido de cantera para una parte de la metodología todologia de Weber. ”39 Véase sobre todo Max Weber, “La 'objetividad' cognoscitiva en la ciencia social y la política social” social" (1904), en Ensayos de metodologia metodología sociológica, Buenos Aires, Amorrortu, 1973› PP- 59-10139401197a› 4” Georg Iellinek, Teoria *° Teoría general del Estado (1900), trad. de Fernando de los Ríos, Buenos Aires, Albatros, 1981, pp. 25-30
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mo le rendiría homenaje al afirmar, afirmar, en el discurso ante su tumba en 1911, que Iellinek había “rastreado las influencias religiosas en la génesis de los 'Derechos del Hombre', lo cual me estimuló a investigar el impacto de la religión en ámbitos donde normalmente no se considera apropiado buscar”.41 buscar".'“ No obstante, la única referencia a ese seminal estudio de Georg Iellinek en la primera edición de 1905 y que proporcionainfluencia en la gestación de ba un claro reconocimiento a su decisiva influencia los ensayos sobre la ética protestante, fue suprimido por Max Weber en la segunda versión de 1920 y sustituido por otro en donde se embarcó en la discusión de la falta de relación entre el capitalismo y la tolerancia a raíz de su polémica con Rachfahl. Tal supresión es lamentable” porque los ensayos de Weber fueron básicamente conocidos y traducidos por cerca de un siglo en su segunda y más amplia versión, con lo cual la mayoría mayoria de sus lectores no supo de esta pista clave para ubicar su génesis. Por otro lado, debe hacerse notar que éste fue el único párrafo extenso de la primera versión que Weber suprimió en la segunda versión. Conviene terminar esta sección mediante una descripción un poco más detallada de las tres principales influencias mencionadas en la obra Weberiana sobre el protestantismo, es decir, las de Simmel, Sombart y, weberiana sobre todo, Troeltsch, ya que éste fue quien condicionó la lectura de las principales fuentes secundarias mediante las cuales Weber construyó configuró sociológicamente la cosmovisu interpretación de cómo se configuró sión del protestantismo ascético intramundano del calvinismo. La influencia influencia del capítulo v1 Filosofia del dinero de Simmel vi de la Filosofía fue explícitamente reconocida por Weber en el texto de sus ensayos sobre el protestantismo.” Es muy interesante la referencia explícita al último capítulo de esa obra porque en él Simmel desarrolló su dialécti-
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'“41 Max Weber, “Gedenkrede auf Georg Iellinek am 21. 3. 1991”, 1991", en René König y Johannes Gedächtnis, op. cit., cít., p. 15. Iohannes Winckelmann (eds.), Max Weber zum Gediichtnis, 42 El pasaje suprimido se encuentra reproducido dentro de mi nota critica “Z crítica a la nota 111 de la página 162 (en negrita): empieza con la referencia a “Roger Wil1iams"y Wíl1iams"y termina con el reconocimiento al estudio de Iellinek: Iellínek: “Agradezco personalmente a este escrito el puritanismo”. Puede encontrarse más inforincentivo para renovar mi ocupación con el puritanismo". mación de la importancia del estudio de Iellinek en la génesis de los ensayos sobre el protestantismo, tanto de Weber como de Troeltsch, en Friedemann Voigt, “Vorbilder und Gegenbilder. Zur Konzeptualisierung der Kulturbedeutung der Religion bei Gothein, Sombart, Simmel, Iellinek, Weber und Troeltsch”, en Wolfgang Schluchter y Friedrich Wilhelm Graf (eds.), Aslcetischer Asketischer Protestantisrnos Protestantismos and und der “Geist” des modernen Kapitalisrnas, Tubinga, Mohr, 2005, pp. lismus, pp, 155-184. 43 ” Véase la nota de pie núm. 5 en la página 42, donde Weber habla de “las brillantes capítulo)". imágenes que se encuentran en la Philosophie des Geldes de Simmel (último capítul0)". 33
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forma y la “vida” vida de un proceso, asi ca entre la “forma” así como su percepcion percepción de cómo la tragedia de la cultura de la modernidad deriva, en buena medi-' da, de la transfiguración transfiguración de los medios instrumentales que acaban por pervertirse en fines fines en si mismos, y que con ello generan opresivas estructuras para los individuos a los que los medios debían, en principio, servir pero que acabaron por oprimir. El ejemplo de Simmel para expresar esta condición trágica de la modernidad es el dinero dinero, pero Weber utilizaría el mismo esquema para estudiar otro medio instrupronto utilizaria mental pervertido en fin represor: el de la burocracia@ burocracia.” Los dos elementos de la dialéctica simrneliana, simmeliana, es decir, la posible discordançia discordancia entre la forma y la “vida” vida de un proceso, y el de los medios instrumentales “forma” pervertidos en fines fines represores, enajenantes y deshumanizadores, son reproducidos por Weber hacia el final de sus ensayos sobre el protestantismo, cuando se refiere refiere a la “jaula de hierro” hierro" del capitalismo moderno que funciona ya mecanicamente mecánicamente y sin la motivación religiosa, 0 o cuando se refiere refiere a cómo “la ola de petrificación petrificación mecanizada” en la que la estructura formal del capitalismo tardío se desenvuelve, ya sin la vida y el alma que originalmente le dieron forma, da lugar a esos “últimos hombres" hombres” de esta fase del desarrollo cultural (Kulturentwicklung) (Kalturentwicklung) a los que “en verdad” podría describirse mediante el siguiente diagnóstico en verdad podria diagnostico procedente de Nietzsche, filósofo filósofo al que Simmel dedicara, por otra parte, Lino uno de sus mejores estudios críticos: “Especialistas sin espíritu, hedonistas sin corazón: estas nulidades imaginan haber ascendido a una nueva fase de la humanidad ` ' ' alcanzada anteriormente” jamás jamas (p. 249). Todas estas reflexiones culturalistas tienen una detallada exposición en el capítulo vi VI de la Filosofía del dinero de Simmel Simmel, aun cuando Weber haya criticado después, no en el cuerpo de los ensayos sobre el protestantismo donde Simmel es elogiado, sino en la “Introducción” general de 1920, el analisis análisis simmeliano del capitalismo por identificar demasiage do dineraria” con el “capitalismo”, o estrechamente la “economía economia dineraria capitalismo', lo cual perjudico, perjudicó, segun según Weber, los ejemplos que el propio Simmel presentó en su “exposición objetiva”(nota objetiva"(nota de pie núm. 1, p. 5). 4'* '“ Para una exposición de la dialéctica entre la “vida”, el “alma” y las “formas” “formas”, así como el sentido de los medios pervertidos en fines fines como diagnóstico de la tragedia de la cultu-
Por otro lado, en la biografía de su marido, Marianne Weber relata empezo a leer después despues que uno de los primeros libros que Max Weber empezó del colapso nervioso que lo mantuvo inutilizado durante por lo menos Filosofia del dinero de Simmel, obra que tres años, fue precisamente la Filosofia por ese solo hecho lo marcó profundamente, independientemente de que concluyera su lectura poco antes de empezar la redacción de sus primeros ensayos sobre el protestantismo.” Todavía más importante, como estímulo inmediato para la redacTodavia ción de los primeros ensayos de Weber sobre el protestantismo, fue la moderne Kaaparición en 1902 de los dos primeros volúmenes de Der rnoderne pitalismus, monumental obra en la que, entre otras cosas, Werner Sombart acuñó el término del “espíritu del capitalismo” capitalismo" que tanta influencia tendría en Weber. En su gran obra, Sombart se propuso rastrear los oríorigenes del desarrollo del capitalismo desde la antigüedad hasta el capita(spiitlcapitalismas) del siglo xx. Al definir definir lo que es un lismo tardío (spätkapitalismus) “sistema económico”, Sombart nos dice que es “una forma determinada de ordenación de la actividad económica, donde hay una organización particular de la vida económica, dentro de la cual predomina una mentalidad específica, y se aplica un tipo particular de técnica”.“"6 técnica".'*° En otras palabras, en todo sistema económico hay tres aspectos fundamentales: una forma de organización, una técnica y una actitud mental que Sombart denomina “espíritu económico” (Wirtschaƒtsgeist (Wirtschaftsgeist 0 o Wirtschaƒtsgesinnung). Aunque Sombart dedica muchas páginas al análisis de cada uno de estos aspectos, su principal aportación se localiza en el factor del espíritu económico: “Constituye una aportación fundamental de esta obra sostener que en diferentes épocas han prevalecido diferentes actitudes hacia la actividad económica, y que ha sido el espíritu econóeconomico el que se ha dado a sí mismo una forma adecuada, para configurar configurar así la organización económica”.47 económica".'” Al delimitar más concretamente su análisis para el caso del capitaSombart sostiene que su forma de organización se fundamenta lismo, Sombart en un sistema de iniciativa e intercambio privados, donde hay propietarios de los medios de producción y asalariados que se relacionan por medio del mercado; hay también un “espíritu” o mentalidad, dominada por los principios de la adquisición, competencia y calculabilidad; y una
ra Cl@ de la la müdflfflidâfì, modernidad, VÉHSE véase F. F, Gil Gil Villfigfis Villegas M-, M., “El “El fundamento fundamento filosófico filosófico de de la la teoría teoría de de la la 1`3 modernidad en Simmel", Estadios Estudios Sociológicos, El Colegio de México, vol. xv, núm. 43, enero-abril de 1997, pp. 3--46. 3-46. Para la influencia de Simmel en Weber en lo referente al
Biografía de Max Weber, trad. de María Antonia Neira Bi45 Véase Marianne Weber, Biografia gorra, con introducción y notas de Guenther Roth y Harry Zohri, Zohn, México, MéXÍC0› FCE, FCB 1995, 1995»
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diagnóstico de la modernidad como un problema de medios instrumentales transfiguratransfiguradiagnostico dos en fines, fines, puede consultarse asimismo F. Gil Villegas M. M., “Max Weber y Georg Simmel”, en Sociológica, Socíológíca, UAM Azcapotzalco, vol. I,1, núm. 1, primavera de 1986 1986, pp pp. 73-79 73-79.
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pp. PP- 263 263 yY 324. 324-
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4° Werner Werner Sombart, Sombart, Der Der rnoderne modems Kapitalismus, Kapiralismus. op. op. cit., mr., vol. vol. 1,I, pp. pp. 21-22. 21-2246 ” Ibid., p. 25 47 35
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técnica revolucionaria capaz de emancipar al hombre moderno de las limitaciones que le impone el mundo orgánico. El espíritu del capitalismo (lcapitalistischer (kapitalistischer Geist) incluye además dos elementos: el de la adquisición incesante y desenfrenada y el de la racionalidad calculadora del espíritu burgués que influye en todo el proceso racionalista de Occidente, y no nada más en el ámbito económicofig económico.” Un aspecto de la obra de Sombart de 1902 que prácticamente nunca se menciona es que ahí se lanzó un desafío explícito para que “alguien” hiciera en el futuro una investigación “histórica concreta” que demostrara efectiva y detalladamente la posible relación entre la religión calvinista, más aún, en su versión puritana y cuáquera, por un lado, y el desarrollo del “espíritu del capitalismo” por el otro. El expreso reto aparece al inicio de la tercera sección del primer volumen de la magnus opus de Sombart intitulada Die Genesis des lcapitalistischen rnagnus kapitalistischen Geistes/*9 donde después de afirmar Geistesfg afirmar primero que “puede sostenerse con toda seguridad que la concepción especificamente específicamente capitalista del uso del dinero tiene ya una encarnación madura en las palabras de Calvino: 'Quis dubitat pecuniam vacuam inutile esse?'”,5° esse?' ”,5° y pasar después a re“Quis chazar los intentos para relacionar factores como la raza y el clima con la génesis del espíritu capitalista, desemboca sin embargo en la siguiente consideración:
huellas del desarrollo capitalista en cualquier país de Europa, siempre se ve obligado a aceptar los mismos hechos: la diáspora calvinista fue al mismo tiempo el vivero de la economía capitalista; los españoles decían por ello, con amarga resignación, que la herejía fomenta el espíritu del comercio” comercio" (Gothein, Wirtschaftsgeschichte Wirtschaƒtsgeschichte des Schwarzwaldes, I,1, 674). Pero quien vaya contra esta manera de explicar las cosas [...] y considere que el sistema religioso protestante es más bien efecto y no causa del moderno espíritu capitalista, será muy difícil convencerlo del error de su interpretación, a menos que sea con ayuda de una comprobación empírica, en un contexto histórico concreto, al cual siempre podamos acudir en la medida en que también nosotros queramos adquirir información confiable y satisfactoria sobre el surgimiento del capitalismo moderno.51 moderno.”
María Pilar Lorenzo y Miguel Paredes, Madrid, Alianza Editorial, 1977, especialmente los
¿Podría dudarse todavía de que éste sea el reto de un guante arrojado al suelo? Todo indica que Weber lo interpretó precisamente así al momento de iniciar la redacción de sus ensayos en 1903, después de que Brentano evadiera hacer una reseña de la obra de Sombart para el AƒÉS, AfSS, obligando a Weber, en su función de redactor de esa revista, a realizar tal faena hasta que, por una paradoja de las consecuencias no buscadas, acabó por convertirse ésta en su obra más emblemática. Resulta muy sintomático que Weber haga referencia exactamente a las mismas citas de Gothein y Simmel usadas por Sombart (EP, p. 31, notas 17 y 18). Pero lo que también es cierto es que Weber precisó y delimitó su investigación de una manera mucho más rigurosa que Sombart, dado que capitalista” por todos lados, de una éste acabó por encontrar el “espíritu capitalista" manera inaceptable para su colega de Heidelberg; por ejemplo en el simple hecho de que Erasmo dijera alguna vez “Pecuniae obediunt omnia”, o que el maestro cantor y zapatero de Nuremberg, Hans Sachs, entonara el verso según el cual “el dinero es en la tierra el dios terreno”, o 0 en la cita textual en español, y sin traducción al alemán, que Sombart toma de una carta de Cristóbal Colón, cuando le solicitaba a la reina Isabel dinero para sus carabelas: “El oro es excellentissimo, con el se hace tesoro y con el tesoro quien lo tiene, hace cuanto quiere en el
capítulos 9 y 13. También puede consultarse el excelente estudio elaborado por el investigador escocés Gordon Marshall, En busca del espiritu espíritu del capitalismo. Ensayo sobre la tesis de Max Weber acerca de la ética protestante, trad. de Eduardo L. Suárez, México,
Sl51 Ibid., pp. 380-381. La cita entrecomillada de la obra de Gothein, Historia económica de la Selva Negra (1892), aparece en una nota de pie en la página 381, y nosotros la in-
Insuficiente me parece también una fundamentación de la esencia del capitalismo moderno en la pertenencia a determinadas comunidades religiosas. Que el protestantismo, especialmente en sus manifestaciones del calvinismo y el cuaquerismo, ha estimulado de manera esencial el desarrollo del capitalismo, es un hecho tan conocido que se toma como algo que ya no requeriría de mayor fundamentación:'“Quien quiera seguir las *B *S Sombart desarrolló más ampliamente este punto en Der Burgeois, Burgeoís, obra publicada en 1913 a la que Weber presentaría una fuerte crítica critica en las notas de pie de su versión modificada en 1920 de sus ensayos sobre el protestantsimo. Véase Werner Sombart, El modificada burgués. Contribución a la historia espiritual del hombre económico moderno, trad. trad, de
FCE, 1986, p. 68. 4° 49 Werner Sombart, Der moderne Kapitalismus, op. cit., vol. I, 1, pp. 378-397, especialmente las pp. 380-381 (los párrafos de esta sección decisiva de la primera edición de 1902, donde Sombart lanzó su desafío, fueron suprimidos en las ediciones posteriores a 1916). 5° Ibid., p. 379: “¿Quién “¿ Quién duda que el dinero improductivo [0 [o no usado] es inútil?”
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crustamos enla en la cita textual para darle mayor continuidad al argumento desarrollado por S0mbart._ Sombart: Por otro lado, éste es precisamente el párrafo que Sombart suprimió en ediciones posteriores de Der moderne Kapitalismus, probablemente porque ya no le pareció que Weber hubiera aceptado el desafío para elaborar el estudio que, todavía en 1902, Sombart pensaba era irrealizable.
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mundo y llega que echa las animas al paraiso”.52 De tal modo que si Sombart hubiera conocido la letrilla satírica de Quevedo, “Poderoso caballero es don Dinero”, con toda seguridad también la hubiera citado como máxima expresión del espiritu espíritu capitalista moderno en la España del siglo xvii, XVII, pues él incluso indica expresamente que ese espíritu se desarrolla a partir del siglo xiv, XIV, “cuando comienza la auri sacra ƒaines ƒames de nueva cuenta su avasallador camino por Italia”.53 En cambio, Max Weber expresamente rechazó que la auri sacra fames (“maldita hambre de oro”, Eneida, 3, 56) fuera el sello distintivo del espíritu del capitalismo (EP, pp. 47-51) porque el afán desmedidopor desmedido por el dinero se encuentra en todo tiempo y todo lugar, incluidas “las épocas precapitalistas”, y, por lo tanto, “no es ahí sin duda donde radica la distinción entre el espíritu capitalista y el precapitalista” (EP, p. 49). Por otro lado, Sombart reconoce muy elogiosamente el “tratamiento magistral” que Simmel acababa de darle a la cuestión del dinero [Filosofía del dinero, 1900], en el sentido de ser en su “reciente obra” [Filosofia fin más alto” y promover así, me“la elevación del medio absoluto al fin diante un creciente proceso de abstracción en las formas humanas de cosificación, sino tamintercambio, no sólo un creciente proceso de cosificación, bién la posibilidad de desarrollar la economía capitalista a una velocidad, intensidad y alcances desconocidos antes de la modernidad.” En este sentido, el análisis de Simmel es reconocido expresamente por Sombart como un magistral estudio del espíritu capitalista, antes de que ese término fuera acuñado. Otro tanto hace Max Weber desde la primera versión de sus ensayos sobre la ética protestante, cuando señala que “los razonamientos de Sombart” sobre el espíritu capitalista “se enlazan en esto con las brillantes imágenes que se encuentran en la Philosophie des Geldes de Simmel [último capítul0]” capítulo]” (EP, p. 42, nota de pie núm. 5). Ahora bien, el “espíritu del capitalismo” se convierte así en la noción decisiva de toda la obra de Sombart, pues es en términos de ella que todo lo demás debe explicarse. Fue Sombart, y no Weber, quien adoptó la posición opuesta a la de Marx en el sentido de que las condi-
ciones económicas mismas son una creación de un espíritu, el cual, una vez que surge, desarrolla sus propias leyes internas y determina la actividad económica. A diferencia de Weber, Sombart no ve en este “espíritu” tan sólo a un elemento más que interactúa en un complejo proceso de interacciones recíprocas, sino que para él la acción del “espíritu del capitalismo” capitalismo" es determinante. Por ello, uno de los primeros críticos estadunidenses de Sombart pudo concluir que su perspectiva “desemboca en un determinismo tan pleno y rígido como el de Marx”, Marx", aun cuando sea de signo opuesto.” En este sentido, la obra de Sombart fungió más bien como un catalizador negativo en Weber, pues aunque éste adoptó el término del “espíritu del capitalismo” acuñado por Sombart desde 1902, modificó modificó sustancialmente su interpretación y se manifestó abiertamente contra Sombart, especialmente a partir de la publicación en 1913 de El burgués. La “unilateralidad" “unilateralidad” de la explicación causal de Sombart, iniciada con la publicación de Der moderne Kapitalisrnus, Kapitalismus, ha sido señalada también por Mitzman:
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Para 1902 Sombart ya no veía la causalidad histórica en términos de procesos económicos, sino en términos de un “espíritu” que genera y sostiene esos procesos. Y de la misma manera en que previamente había evaluado la civilización en términos de la cultura material producida por los procesos económicos, ahora se inclinaba a evaluarla en términos de la vida espiritual creada por la mentalidad capitalista o Geist.56
De cualquier modo, las críticas y diferencias de Weber frente a Sombart se acentuarían conforme el segundo publicaba más y más “complementos” a su tesis original sobre el espíritu del capitalismo. Así, Weber estaba totalmente en desacuerdo con la tesis de Sombart en el sentido de que fueron los postulados éticos judíos y su posición de marginalidad social los que se encuentran en la base de la mentalidad capitalista moderna, pues para Weber el protestantismo ascético calvinista de los siglos xvi XVI y xvii XVII tiene, en todo caso, una mayor “afinidad “afinidad electiva" con tal mentalidad.” Weber también rechaza la “adquisición electiva” "adquisición l
SZ Werner Sombart, Der moderne Kapitalismus, op. cit., vol. 1,I, pp. 383-384. La cita de la 52 carta de Colón la reproduce Sombart asi, así, sin ningún acento y con un “excellentissimo” “excellentissimo" que parece más italiano que castellano, pero es que ésta esta la toma a su vez de una versión en
francés de una obra de Alexander von Humboldt: Examen critique de ll'histoire 'histoire de la Géographie du nouveau continent, vol. 2 (1837), p. 40. 53 Ibid., p. 383. 5'54* Ibid., pp. 382-383.
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55 Talcott Parsons, “Capitalism in Recent German Literature: Sombart and Weber 1”, 1", journal of Political Economy, vol. 36, diciembre de 1928, p. 659, reproducido en Peter lournal Hamilton (ed.), Max Weber: Critical Assessrnents, Assessments, vol. iii, III, Londres, Routledge, 1991, p. 42. 5'* Arthur Mitzman, Sociology and Estrangernent. 56 Estrangement. Three Sociologists of Imperial Germany, za 2” ed., New Brunswick, Transaction Books, 1987, pp. 188-189. Wirtschaftsleben, Leipzig, Duncker 8c & Hum57 Werner Sombart, Die Iuden und das Wirtschaƒtsleben,
blot, 1911. Siguiendo a Lujo Brentano, Weber criticó esta obra de Sombart desde la pri-
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incesante y desenfrenada” como un componente esencial del espíritu del capitalismo moderno, pues tal tendencia se ha dado en todas las etapas históricas y por lo tanto no es distintiva de la modernidad. Por otro lado, 108 los Glfimcntos elementos del espíritu del capitalismo según Sombart Sombart, consti consti121010, tuidos por el aventurerismo y la racionalidad calculadora, son colntradiccontradic'ruidos torios entre la conslïonos entre sí SÍ para Para Weber, Wfibfir, y Y por por lo lo tanto tanto resultan resultan inútiles inútiles para para la cons trucción de tipos ideales.” Tampoco le parecen convincentes a Weber las explicaciones de Sombart en el sentido de que la guerra guerra, o el lu'o lujo y la tendencia femenina al consumo suntuario suntuario, ayuden mucho a la lcolri comprensión de la génesis y el desarrollo del capitalismo moderno moderno.” 59 Sombart fue importante así“ por acunar acuñar término espíritu S bla ft fije ' ” ' , . del Caoip asi el termino de cc“el el_ espiritu y por servir de catalizador negativo para la obra de Webdel capitalismo” pi a ismo ylpor er, pero no por ' f _ ber, por- eel contenido otorgó» al termino, término, concreto que otorgo ni. por su metodología, ni por el uso que hizo del mismo. En cambio, la interacHf1<Íif0<å0l9/gli, cio ' f . ción de Weber con el teólogo evangélico Ernst Troeltsch en Heidelberfl 6 te eìr ctšn teologo evangelico berg, partir de 1897, marcó su interés en el estudio de problemas reli, a ' ' f . _ 8 Pal”, 11' C 1 97, marco su interes en el estudio de problemas religiosos, asi así como la manera de interpretar los principales textos y autores teológicos de la época. A diferencia de Sombart, Sombart con quien WeWe ber ber- siempre tuvo rivalidades y desavenencias, Troeltsch fue uno de sus ami gos mas _ amigos más cercanos entre 1897 y 1914, su vecino en la casona a orillas ' mera nota de la versión modificada modificada en 1920 de sus ensayos sobre el protestant` protestantismo ((véase _ _3 3 ismo vease la p. zo). discusión mas más detallada de los múltiples prejuicios y debilidades de la 20). Para una discusion tesis de Sombart sobre los judíos judíos, véase Jeffrey Herf Herf, Reactionary Modernism Modernism. T Technology, h l . . . ' ' - ec "O 083' ' ' Reich, , ' culture, Politics in W Weimar and the the Third Third Reich, Cambridge, CUP, 1984, 1984, capitulo capítulo 6. 58 A and Polit ics tn eimar and Cambridge, CUP, 6_ 5* A este respecto son particularmente pertinentes las observaciones de Gordon Marshall, En busca del espiritu espíritu del capitalismo capitalismo, op op. cit cit., capítulo 111 III. 59 Werner Sombart, Lujoy capitalismo (1912), Madrid, Somba t L ` ' ' ll trad. de Luis -l Isábal, › . Revista de Occidente 1 28 (har ' _“l0)' C¿_1lf'1fal15m0 (1912), trad. de Luis Isabal, Madrid, Revista de Occidente, 1928 (hay 1979). Véase I 1 9 y reimpresión mpresion en en Alianza Alianza Editorial, Editorial, 1979). Vease especialmente especialmente el el capitu 0 4, donde Sombart llega al extremo de sostener que el lujo de tener una casa chica capítulo fom - _ que . con una amante fomentó el desarrollo los caprichos de Pompadour a dar erli t'o -el desarrollo del del capitalismo; capitalismo, que los caprichos de Madame Madame Fompadour mismo así' como tambien también contribuyó María .. contribuyo _ , Maria , Antonieta . (if ayudaron _ on Í aal m ismo proceso, asi última 'grande cocotte' que dominó la corte de Francia”' Francia"; 0o bien la siguiente porque “fue ue la ultima grande cocotte expresión del manejo manejo de de fuentes fuentes aa las las que que recurre recurre Sombart: Sombart: “Fuente “Fuente de de inapreciable inapreciable valor valor EXPYCSIOH del araBarry ` t del - para el conoc` conocimiento temprano las cuentas åu uelìïlllflflrlllfe) dzâl desarrollo desarrolllo del del capitalismo capitalismo temprano son son las cuentas de de Madame Madame du Barry que han llegado completas nuestras manos manos” (p. (p. 121). 121). A A Weber Weber todo todo este esto 1@ le I fl g comp etas aa nuestras parecía social. El volumen comparecia una manera de desvirtuar la seriedad de la investigación social plementario sobre la guerra como promotora del espíritu capitalista capitalista, publicado en el mismo año de aparición de Der Burgeois Burgeois, tampoco ayudó a que Weber mod`fi modificara su opi' ., › i cara su opinión. nion. Werner Sombart, Krieg K ` und und Kapitalismus. Kapitalismus. ' ' Studien - zur zur Entwtclclungsgeschichte Entwicklungsgeschichte . des I rieg Studien des modernen Kapitalismus, vol. 2, Leipzig Leipzig, Duncker & Humblot Humblot, 191 1913. (El vol volumen 1 dde este . , 7 ' um ” Estudios sobre el desarrollo histórico del capitalismo moderlio" fill 1 C168 tos “Estudios moderno" lo co constituye el ya . _ _ _ _ ns 1 uye e ya citado Lujo y capitalismo, publicado en 1912.) ›
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intercambios y discusiones, al grado de que en algunos aspectos fungió fungio OI'l'1O mentor l'1'l€I'llÍOI` y Y a 3. veces VCCCS como COITIO asesor HSCSOI €Xp€I`ÍO €I'1 cuestiones CUCSÍIOHCS reliI`€l1~ a VCCCS 3. veces Ccomo experto en ~ sas. 60 gi0sas.6° gm El intercambio entre “los dos expertos” desde luego que no HO era Cra unilateral: si Troeltsch marcó a Weber, probablemente la marca de Web r en Troeltsch fue todavía más profunda, pues a la larga el problema ber dí la relativización sociológica llevaría al teólogo a abandonar la teolode ' refugiarse f iarse en filosofía en Berlín yy comprometerse, gía, en una una cátedra cátedra de de filosofía en Berlín comprometerse, gm, le ug una elevada l vada “ética “ética de de responsabilidad”, responsabilidad”, en en cuestiones cuestiones políticas políticas mediante mefóaldlieráliïtïelí tanto durante la primera Guerra Mundial como durante los primeros años áfñrós de la República de Weimar@ De cualquier modo, fue el propio pr0pi.0 Troeltsch quien dejó el mejor testimonio sobre la influencia influencia que recibió de Weber durante sus años de estrecha convivencia en Heidelberg, pues ues además de calificarla de un “hechizo” inevitable, menciona que en Pel intercambio ' bio intelectual Weber fue hasta ¡su maestro de marxismo! el mterclliléqle puesto que le mostró las potencialidades del esquema “infraestructura / ï)tLi1;Íl(és(fructura" superestructura” para el estudio de las cuestiones religiosas.” En efecto, según Troeltsch: Fue en esa época cuando caí cai bajo el hechizo de la avasalladora personalidad de Max Weber, quien conocía bien todas esas maravillas que para mí apeestaban despuntando. Ahí quedé cautivado por la teoría marxista de nas estabari las infraestructuras y las superestructuras, a la que no consideraba simple-
mente correcta, sino que contenía una manera de interrogar que ya no nO
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6° Friedrich Wilhelm Graf, “Friendship between Experts: Notes onWVg/eberdajlid Weber and H _. _ Y Troeltsch”,, en Wolfgang I. Mommsen y Iürgen Troeltsch Iurgen Osterhammel (eds.), (eds ) Max Weber 2 61” and Im his 15 Contemporaries, Unwin Hyman, 1989, 1939» pp. PP- 215-233. 215-235_-j _ 3 fl61 Troeltsch se refugió en una cátedra de filosofía filosofia de la Universidad de Berlín Berlin en eâi 1915 porque ya no podía seguir ocupando la de teología en Heidelberg. Sus ensayos y discuriscurl' ` s con motivo de la primera Guerra Mundial pueden encontrarse recopilados recopilados sos políticos Sos E._ 1"l`1(ó)eltsch Troeltsch, Geist und Westeuropa Westeuropa.' Gesammelte kulturphilosophische en: llio r , Deutscher Geíst _ . .. t Aufzätze fs Auƒzätze und Reden, ed. Friedrich von Hugel, Hügel, Tublngéh Tubinga, Mflhfl Mohr, 19?-_51925. LOS Los Ief_153Y°S1Y;\af ensayos y cartas obre la revolución espartaquista de 1918 y los primeros anos epusobre años de vida politica política en laa República de Weimar se encuentran recopilados en E. Troeltsch, Spektaltor-Erieše. Spektator-Brieƒe. Auƒsiitze . - › ' ri Weltpolitilc 1918/1922, int1'0 introducción úber die deutsche Revolution und die Weltpolitik UCCIOH deff Friedrich
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Meinecke y edición de Friedrich von Hügel, Hügfil, Tubinga, TUbÍI1gä› Mohr, M0h1'› 1924. 1924_ Aufsätze zur Geistesgeschichte und Religionssoziologie. Religíonssoziologie. Gesammel'“Z52 Ernst Troeltsch, Aufsiitze
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Schriften, vol. iv, ed. Hans Baron, Tubinga, Mohr, 1925, 1925› p. P- 11. 11te Schriƒten,
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podía ser evadida, aun cuando ciertamente cada caso debía ser examinado individualmente. El modo de interrogar que aprendí fue el de h t qué' hasta
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as a que
grado estan están condicionados sociológicamente el origen origen,7 desarrollo desarrollo,1 cambio
y peripecias del cristianismo en la modernidad, y hasta qué punto éste
opera, 0Pe1`a› en en sí SÍ mismo, 111181110, como C0m0 un un principio principio sociológico sociológico formativo. formativo Éstos Éstos son son problemas extraordinariamente complicados frente a los cuales práctica prácticamente no existía ningún estudio preparatorio. Y, sin embargo, ya 110 no era
posible pensar en un mero enfoque de historia de la doctrina, doctrina o de historia de_ las ideas ara estudiar el ' ' ' ideas, para cristianismo una vez que la problematica problemática soI _ _ cristianismo una vez que la sociologica ciológica habia había sido captada.55 captada.” 3
La relación de Weber con Troeltsch en lo referente a los estudios del protestantismo llegaría a ser tan estrecha que durante much mucho t' tiem_ _ 0 iempo, y en muy diversos medios, la tesis weberiana fue conocida como la PO, tesis “Weber-Troeltsch”. Los dos la defendieron defendieron, con variantes y modad
lidades, ante por razones nunca 1ÍdHd€S, ante diversos diversos grupos grupos académicos. académicos Así, Así por razones que q Y mo 3han d d › ue nunca han quedado del todo claras, pero que muy probablemente se deben a la inse qäfidïdo delwdã C1afaS›,P€1'0 que muy probablemente se deben a la inseguridad su tesis teólo8 _ que ¿ju/6 Weber e er sentía sentia para para discutir discutir su tesis ante ante algunos algunos teólogos que asistirían a un congreso de historiadores, en abril de 1906 deasistirian clinó una invitación para defender su tesis en el Noveno Congreso de Historiadores Alemanes en Stuttgart 1; Stuttgart, y en su lugar asistió su p portavoz Troeltsch, uie ' J _ Or “VOZ quien presentó una deslumbrante conferencia, posteriormeme Gong idn presento iàina deslumbrante conferencia, posteriormente corregida y aumentada, para publicarse con el título de “El ' ' . n_fi d d 18 3- Y 3Um_@1'11ïH 2, para publicarse con el titulo de rc El sigsignificado moderno".6'* Ei ca 0 del e protestantismo para la aparición del mundo moderno”64 stahistoriadores exitosa conf ' desató - y fructífera f . . , entre ` Esta conferencia discusión los ìyãncia desato' una amplia discusion los alemanes luteranismo ha, historiadores _ . manes con con respecto respecto al al papel papel que que el el luteranismo había jugado en la historia piatjugâido hfistoria alemana. Entre las reseñas de la época, tanto al texto ex o de e esa conferencia con ` como a otro trabajo - de Troeltsch intitulado . _ “I 1 _ _ _ erencia “Iglesia y cristiandad protestante en la modernidad", se repitió insis- N g esia modernidad” tentemente ue “l d ” l , que “los dos expertos”, Weber y Troeltsch, habían desarronado su Oriqinal os os expertos , habian llado su original perspectiva sobre el protestantismo ascético intrae . , . . mund g 1'3P@Clï1V.& Sobre el protestantismo ascetico intramundano en un intercambio mutuo de fructíferas conversacionesfs P ano conversaciones '55 Para arai1910, en su polémica ` contra - Rachfahl, , haber ` 9 i0,ensu po l'emica contra Felix Felix Rachfahl, Weber Weber negaría negaria haber 63 Ibidem. Ibídem. *55
6'64* Ernst Ernst Troeltsch, TTOEÍÍSCÍI, El El protestantismo protestantismo y y el el mundo mundo moderno moderno (1911), (1911) trad. t el de d Eugenio E ' , ra . e ugenio Imaz, México, FCE, 1951, 1951. 65 Reseñas de la época citadas en Friedrich W' Wilhelm Graf, ““The German Theological 55 lh l G Sources and Protestant Church Politics” Politics", en Hartinu{l:IL1ehi5iÍáhnT§l1f3Gerll11anlïhïloãlcïl Hartmut Lehmann y Guenther Roth (eds.), Webers Ethíc. Origins Origins, Evid Evidence, Contexts, Cambridge University Weber`s Protestant Ethic. uan -er ot . C S' ' Press, 1987, Pp' 32-33. ence, C ontexts, Cambridge, Cambridge, Cambridge University Press, 1987, pp. 32-33.
42 42.
d su tesis desarrollado tesis en en asociación asociación con con Troeltsch,“ Troeltsch,55 aun aun CUHHd0 cuando ¿Sa ésa U0 no desarrolla' O su ' ` ' ifestada a finales de 1905, C11&11dO Webef le era todavía la opinión manifestada a finales de 1905, cuando Weber le em t-ollfma lll Opllndm rëanr hacerle notar notar cómo escribió al historiador Georg von von Below Below para para hacerle cómo “la “la escnblo al hlstglïla 'gr déxgfrìeltsch uede ser rastreada en muchos asexcelente contribución de Troeltsch puede ser rastreada en muchos asexcïlìnál éstlffrlblblcdcénnuestras convšrsaciones y y aa mis mis ensayos ensayos (quizá pectos al estímulo de nuestras conversaciones pee , › f ' l uier modo,(quizá él es incluso mas de lo que el esta consciente), pero de cua q incluso más de lo que él está consciente), pero de cualquier modo, él es
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el experto en teología”.57 el exgerïódtlïl éïgóoláaclolaboración TrO€l'ESC1'1 durante la En todo caso, la colaboración entre Weber y Troeltsch ' n década d ' ada del del siglo siglo fue fue tan tan estrecha estrecha que muy difícil difícil enconenconprimera que resulta resulta muy Pnmela ec - d f d sus a ortaciones al estudio del protestantrar diferencias dee fon fondo en sus aportaciones al estudio del protestanotenlj iupde Troeltsch que Se interesa más en tismo, fuera del enfoque teológico de Troeltsch que se interesa más en tismol mera del en 0'qlle eo Pãitras que ue aa Weber las cuestiones dogmáticas, mientras Weber le le interesaban interesaban más más los los las Cuestlollel creélncias religiosas.” Tamp0C0 GS efectos efelctoì socialesdogmatélìesfaririufas srp)cia1i€éSnqäÍeì1 que generan primero las que creencias aprovechó religiosas.” plenamente Tampoco el fruto es del del de todo claro quién fue el primero que aprovechó plenamente el fruto de to Cra salsl conversaciones, conversaciones, pues sus 9intensas pues antes antes de de que que Weber Weber publicara publicara la la priprisus mversión en - ' de sus ensayos en n 11904 o Troeltsch mera Troeltsch se se le le habia había adelantado adelantado mera sus contribución ensfybs eión9soAbre los “moralistas desde Version 1903, endeuna sobre los “moralistas ingleses” ingleses” para para desde 1903, en'u3a Coll H' uìlonde analiza el desarrollo una enciclopedia de teología, donde analiza el desarrollo del del protestanprotestanïiïìšnïiclïlgljfïrrel la predestinación fue funtismo en Inglaterra,, tee; en élgdúe el que la la doctrina doctrina de de la predestinación fue fundamental tanto para-la para la gešocjìri devoción šïjgjlqâa religiosa cgïlìg como ¡IS/-' para fomentar un fuer=;fr2;cf0(1:1;1›Íf11fl11§11%)ìfi1e11cIÍtfi1;3(1;r te impulso comercial.” artículo puede verse de como precursor comeiìcia .f Dicho iqe a su a aricifìân impresa) la tesis Webe(por lo menos en lo referente a su aparición impresa) de la tesis Weberiana,1 porque ahí Troeltsch ya utilizá)expresamente i('l)a(-ïakpórfãïgÍ1lÍ?TÍolštÉïI1nya utiliza expresamente los. términos .de die . . protestantische Ethik Ethilc (p. 380) y der protestantische Geist der puritanisI.
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°° Max Weber, “Antikritisches Antikritisches Schlusswort Izuìrn zum 'Geist' Éìiìt der delrølíìpcleì Kapitalismus” lund Amiïritiken (1910), en ' Die protestantische protestantisc e Ethilc i ii. 11. Kritiken und Antilcritilcen,¬ (6 d.) , Die Iohannes Winckelmann (ed.), p› 150. 150¡_ _ ,, Hamburgo, Siebenstern, 1981, p. Carta citada citada en en Friedrich Friedrich Wilhelm Wilhelm Graf, Graf, “The The German German Theological Theological Sources...”, Sources..., '61 57 Carta op. cit., p. 33. I _ , . 68 Véase el final de la nota de pie en la página pagina 20 del texto ICXÍO aquí aqul editado, edltado' donde Webšr Weber ' l llas diferencias entre él y Troeltsch en virtud de que mientras el segunf-lO SC fila señala segundo “se fija Íšllïelpílìnente me interesa interesa sobre sobre todo religiórli: principalmente en en la la doctrina, doctrina, aa mi mí me todo el el efecto efecto práctico práctico de de la la religión". 6'55-' Weber cita en la primera versión de La ética protestante el articulo tsC , artículo åtle de "šroe Troeltsch; , › ' _ ,dlt toauíeitao:vease veanse véanse las 1101118 notas Clde @ Pl@ pie num' núm. 87' 87, P' p. 148' 148, Y y núm. num- 6, p. E101? 109, del ltscljf texto en aquí 1(áReaZenzykloP¿z'die editado: “véase _, , « ' _ e también el artículo sobre los 'moralistas ingleses' de E. Troeltsch en la Realenzylclopädie mmblen el amculo los (Enciclope molíallstalilnšlelesl le ia1 Y teología 3” für Protest. Theol. u.soble ia dee la0 Iglesia gdef delProtestante) primer artículo de ƒiir Kirche (Enciclopedia y rlïz la “ción teología protestante), 3*' edf', edf', es decir, la correspondiente a 1903, un 2110 le laÍ 2?; re roducido pósmmameme año antes de aparición del primer artículo de Weber sobre el protestantismo. Este importante artículo fue reproducido póstumamente ._ Weber sobre el pmtestannsmøv Este lmportanlle hmcu d) R E l'1 iiïnssoziologie _ Gesammelte en Ernst Troeltsch, Auƒsiitze zur Geistesgeschichte und Religionssoziologie. Gesammelte . _ ' u I'line able carácter precursor8 en Ernst Troeltsch, Aufmtze Zur Gelstesgesc lll “blre ssu S¢h†1_ften, 429. Mas esteso Schriƒten, vol. vol. Iv, Iv, op. op. cit., cit., pp. pp. 374 374-429. Más deta detalles sobre innegable carácter precursor
de la tesis weberiana Págmas en negritas negmas 109 (nota 6) yY 148 14 Weberiana en mis notas críticas a las páginas (nota 87) del texto aquí editado. 43
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” 'Eranos`-Das Glanzstück im Heidelberger Mythenkranz?”, Mythenkranz?", en 7° Hubert Treiber, “Der 'Eranos'-Das W ` ' Wilhelm ' Wolfgang Graf (eds.), und 0 lfgang Schluchter y Friedrich (eds ) Aslcetischer Asketischer Protestantismus Protestantis d _ . mus un 'Ge'is r' d d ernen Kapitalzsmus. ` ` der “Geist' des modernen Kapitalismus. Max Weber Weber und und Ernst Ernst Troeltsch, Troeltsch, Tubinga, Tubinga, Mohr, Mohr, es mo Max 2oo5, p. 133. 2005, 71 Friedrich Wilhelm Graf, “Friendship between Experts...” Experts_..”, oop.. cif cif., p. 223. , p ., p. 223. 72 72 Max Weber, r“Las 'Las sectas protestantes y el espíritu del capitalismo”, en Ensayos sobre sociología dela de la religión, op. cit., nota 1, i, p. 169. La gran obra de Troeltsch a la que se refiere fi que Gruppen, se re ere Webe r en esta nota es E. Troeltsch, Die ` Soziallehren ' Weber der christlichen Kirchen und
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d La .etica f› - protestante, ._ ›, evisada -. protestante, Weber comu-_ final en 192° de La eticaeee final 3a 13 la version version rrevisada _ el pmteS_ protes_ _ -eiei - igezeoeeeeieeee nnuar sus eeeeeee ensayOS sobre S0 bre el ' que su preyeeee Pf0YeC to que su _ inicial _ para Cristianismo primitivo _ _ ' ' ` nica lmeee ee_ , cOnbbree el cristianism0 Primitivo había . na investigacion S0 COU una u ta ntism0_ con ' da obra de 1912» en Vlrtu tantismo investlgåcion so eeeee eeee ee lelee Y ee virtud ' ,f d de de . Troeltsc h en su su Yaa cita Sido elee reallzadodpprtTrt)aÍ1ttS:fn lìiren la bien lei, cuestión, dHd0 ara dado que nocontinuar qUe era teologol eeleeee fl no 110 po Pe ria râ T tan '_ '. que ereeeeeeedieíeáetratar ' I` ya Y9flue el eltsch como justificante ppara no tificante no continua remite a la obra de Troe1tsch,com.0 Dluslmente planeado (véase la nota nota ¡emite a la obra de ro ., .e. elmente pjaneado (véase la e
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lle, Pero ee eee)-' ll' de de que Weber siempre le hubiera más alla de la la Pøsibilidad posi ii Pere - mee e e la gran obra de Troeltsch Troeltsc h de 1912, en parte Parte Porpor' _ dado el visto brfene y asesorias historia bueno ea le eeee encías , as en ' económica ' ica en historia econom / ' has sugerencias y asesori que incluyo n1UC muchas sugej” eeerse en de un sentido en que esta _incluyø d' econocerse en más mas ' de un sen_tido en ff n p0 la Y del esteejeïdeãeieeeqøeee profundamente dependiente de dei propio r<›i>1°' Weber We ber yY este
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en lo referente a SU dependiente de Troe ltsch, Y en mucho _ mayor Weber es directamente _ 135 breves referenC1&S de las las _ ee eieeeeemenee eeeeeeen a sim simple Weber Ple vista en las breves referencias de medida de lo qu@ e _ »74 que Pareee par ._ › L 'tica rotestarzte rotestante »74 . _ notas de Pre pie de peeme pagina de Lea eriticeás e ,Í-cšs que ue Weber Presenta presenta frente e3 le la me ln11011213 125 reservas en 1 q En efecto, las Y c eee ee Reeeel eee beeieememe las _ hl son basicamentö ' ' las _ _, Or arte de Ritsc ' ' del tan terpretacion del luteranismo luteranismo ,p0I` P Pa P bm desarrolla desarrollado0 en 0 bras que se remontan _ b mismas que Troeltsch ya ha ia
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castellana, pero si _ Wron' T bin a, Mehr' Mflhff 1912' No hay tra ›duccion TUb1nga› Ch rches 2 vols., mid- de Ohve 1 W on, Londres, The Social Sšcial Teaching' Teaching of Of ree the Christian Churches, e 2 V018., trad. de O ive Y George .t ...", G orge Allen & Unwin, 19311931' e_! _ E ___", 0op.. cit., Gif-› p. P- 222222' C” 7?' Friedrich Wilhelm Graf, Friendship between Exper xper sS P 74 7* Ibidem. Ibidem_
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ara rela ` l os con chen Ethik (398) ppara relacionarlos con la la transformación transformación politica, política, ecoecocionar nómica y comercial que experimentó Inglaterra entre los siglos xvii XVIII, y en especial por el papel que desempeñaron en ese proceso lasY ssectas ` ' ' cuáqueros ec t as protestantes, principalmente cuaqueros y bautistas ((pp. 398-400). 8 PP~39 -400)Más aún, Troeltsch también describe cómo “el espíritu protestante de 1 , _ _ ,, , _, _ laa ética uró “u etica puritana” puritana confi configuró un riguroso modo de vida” con enormes g n riguroso modo de vida” con enormes repercusiones para “el ordenamiento ddee la propiedad y la propiedad y la la política política cocomercial” en Inglaterra desde el si lo siglo XVII (p. 398). Pero todo lo hace g xvii (p. 398). Pero todo eso eso lo hace ` mayor ddesarrollo esarrollo y queda esbozado de manera tan es ue 'ti que sin esquemática q ma ca que hay un amplio margen para suponer que, por lo menos en ese artículo d _ _ dee 1903, Troeltsch sim simplemente absorbido de p lemente expuso expuso ideas ideas que que había había absorbido de a parentemente las sus pláticas con Weber, pues éste aparentemente tenía más las tenia mejor mejor y y más desarrolladas esarrolladas desde 1902, a partir de su propósito propósito de de relacionarlas relacionarlas con con lo que ll amo “el " del capitalismo”, " ”, término ' ` Sombart clave que no q ueSo m b art llamó el espíritu espiritu capitalismo termino aparece en el artículo de Troeltsch. La influencia y el respeto recíprocos eentre Troeltsch ` ' n t re T roe l tsch y Weber fue de tal intensidad que los expertos más especializados en dicha relación se han visto obligados a reconocer que “hoy en día resulta especialmente difícil” difícil" determinar a quién " corresquien corresponde la prioridad en la manera de abordar la relación entre la ética éti ca protestante y sus efectos económicos indirectos, por lo que lo mejor es ver esa relación en términos de una fructífera colaboración interdisciplinaria. 70 De cualquier modo, según Graf, la aportación de Troeltsch plinaria_7° “presenta notables semejanzas con el tema y la concepción del problema” que Weber publicaría un año después des pués en en sus sus ensayos ensayos sobre sobre el el proprotestantismo.71 testantismo.” Weber siempre consideró que Troeltsch trabajaba en la misma dirección que él, y así, en la última versión de su ensayo sobre las sectas p protestantes rote s t antes en Norteamérica podía decir con “gran satisfacción” que su distinción sociológica entre “sectas” e “iglesias” había sido adoptada y tratada con tal “profundidad” por Troeltsch en su obra de 1912, Die Soziallehrerz Soziallehren der christlicherz christlichen Kirchen, que ya no necesitaba dedicarle más espacio a las distinciones conceptuales.” Por otro lado, en la nota
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al siglo XIX. Weber desarrolla en La ética protestante la tesis según la cual el luteranismo retiene demasiados elementos medievales y una actitud pasiva frente al poder político constituido, lo cual no lo hace un factor esencialmente afin afín a la modernidad. En cambio, el ascetismo intramundano del calvinismo es activo y afín al proceso modernizador y por ello representa la corriente protestante en la que Weber decide centrar su atención. Como Ritschl defendía una supuesta tendencia a la mayor actividad del luteranismo en cuanto factor modernizador, Weber procede a criticarlo en diversas instancias de sus ensayos, apoyándose para ello en la alternativa interpretativa de Schneckenburger, cuya lectura lectura. le fuera explícitamente sugerida por Troeltsch como contrapeso a Ritschl, de acuerdo con el profundo conocimiento que el asesor teológico de Weber tenía de ambos, en su calidad de discípulo rebelde Ritschl.” Weber también siguió la interpretación de Schneckenburde Ritschl_75 ger en el sentido de que el luteranismo representa una forma deficiente deficiente de religiosidad protestante, por estar mucho más cercano a la conducta tradicionalista católica que a la actividad ética de los calvinistas. De cualquier modo, Graf considera que la recomendación por parte de Troeltsch de la lectura de Schneckenburger acabó por convertirse en la fuente teologica teológica más importante para la redacción de los ensayos de Weber sobre el protestantismo.” Independientemente de las correspondencias y similitudes en cuanto a las fuentes teológicas, no deja de ser interesante detectar que tanto Weber como Troeltsch reconocerían con el tiempo que en realidad el detonador común para que ambos desarrollaran sus respectivos estudios sobre el protestantismo lo constituyó el ya citado estudio de su colega en Heidelberg, Georg Iellinek, sobre los orígenes de la Declaración de los Derechos del Hombre publicado en 1895.77 En cada una de las décadas que van de 1905 a la fecha es posible encontrar así diversos autores enfrascados en la polémica de la relación 75 Véase el desarrollo mucho más extenso que a este respecto presenta Friedrich Wilhelm Graf en “The German Theological Sources...”, Sources.__", op. cit., cit. pp. 34-46. 34-46 7° 76 Ibid., p. 34: “La fuente teológica más importante para La ética protestante proviene del teólogo de Berna, Matthias Schneckenburger, Vergleichende Darstellung des lutherischen und reformierten Lehrbegriffs, Stuttgart, 1855”. Véase la referencia de Weber 3H esta obra, especialmente en la nota de pie núm. 16 de la página 92 del texto aqui aquí editado núm 36; 36- el recomm77 Para el caso del reconocimiento de Weber véase supra nota de pie núm. nocimiento de Troeltsch es de la misma época y se encuentra en una nota que escribió esbribió en 1911 a petición expresa de la hija de Iellinek Jellinek para la publicación de unos ensayos póstumos del gran jurista de Heidelberg. Referencia citada en Friedrich Wilhelm Graf, Graf “Friendship between Experts...”, Experts_..”, op. cit., nota de pie núm. 52, pp. pp_ 231-231 231-232_ Y
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con el el capitalismo, ca italismo, especialmente es ecialmente por or la la posición osición del C 1 protestantismo P rotestantismo con que Max Weber adoptó al respecto. Si se evalúa un texto por su capacidad de generar reacciones, ya sean positivas, negativas, constructivas, olémicas, entonces La ética protestante rotestante y el espíritu es íritu del fructiferas ructíferas o0 polémicas, capitalismo de Max Weber puede ser considerada como la obra en cien'cias sociales más importante y de mayor influencia de todo el siglo XXÍ8 XX.” Aun cuando pocos historiadores del presente adoptarían sin reservas su reconstrucción histórica del desarrollo del capitalismo en el siglo xvII, XVII, Weber todavía tiene entre los historiadores a distinguidos seguidores, como el antiguo Master del Balliol College de la Universidad de Oxford, Christopher Hill, quien tomó muy en serio la tesis Weberiana weberiana sobre el protestantismo para incorporarla en sus sofisticados análisis sobre la revolución puritana inglesa del siglo XVII.” Pero esto ya forma parte de la historia de la centenaria polémica que generaron los ensayos de Max Weber sobre el protestantismo, y como la descripción y discucritica pormenorizada de esta “guerra académica de los cien años" sión crítica debe realizarse en una investigación mucho más extensa, que pronto publicaremos como volumen independiente y complementario a la presente edición, preferimos remitir por lo pronto al lector interesado a las reseñas ya existentes sobre este tema8° tema” a fin de presentar aquí, y
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Cf Daniel Bell, “Afterwordz “Afterword: 1996”, en The Cultural Contradictions 7**7* CJ”. Contradictíons of Capitalism: Twentieth Anniversary Edition, Nueva York, Basic Books, 1996, I996, p. 287, donde Bell considera a La ética protestantey el espiritu espíritu del capitalismo como “probablemente la obra so-
ciológica más importante del siglo xx”. xx". 7” Hill, quien fuera discípulo de otro célebre historiador de Balliol, Richard Henry Tawney, presentó su posición teórica más explícita con respecto a Weber en un ensayo de homenaje a su maestro. Véase Christopher Hill, “Protestantism and the Rise of Capitalism", Capitalism”, en F. I. Fisher (ed.), (ed_), Essays in the Economic and Social History of Tudor and Stuart England in Honour I-Ionour of R. R_ H. Tawney, Cambridge, Cambridge University Press, 1961, pp. 15-39. 15-59. No obstante, la tesis weberiana es puesta a prueba con mayor evidencia documental en Christopher Hill, Society and Puritanism in Pre-Revolutionary Pre-Revolutíonary England, Londres, Secker Sc & Warburg, 1964. Para dos registros recientes que ven en Christopher Hill a un historiador que se vale de la tesis weberiana en sus investigaciones históricas, véase Calvinism", en Hartmut Lehmann y Philip Benedict, “The Historiography of Continental Calvinism”, Guenther Roth (eds.), (eds_), Webers Protestant Protestan! Ethic, Ethíc, op. cit., p. 3 17, i7, y Alaistar Hamilton, “Max Weber's Protestant Ethic Capitalisrn”, en Stephen Turner (ed.), The CamEthíc and the Spirit of oƒCapitalism", bridge Companion to Weber, Cambridge, Cambridge University Press, zooo, p. 161, donde se afirma: afirma: “Weber still has a distinguished and influential follower in Christopher Hill”. Hill". 8° 3° A lo largo del siglo xx aparecieron diversas reseñas de la polémica generada por la tesis de Weber sobre el protestantismo. Algunas son incompletas, otras injustas y en todo caso ninguna cubre el siglo completo con el detalle que actualmente exige el debate teórico e histórico sobre este tema. Tal deficiencia intentaremos subsanarla mediante una extensa investigación que publicaremos próximamente. Por lo pronto, basten las si47
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para terminar esta introducción editorial, una evaluación general de euál cuál es ,la la situación de esa polémica en los inicios del siglo XXI, xxi, así como cual cuál es su probable futuro para los próximos añ03_ años. La La polémica polemica centenaria. centenaria- En En efecto, @f€C'E0, la la polémica polémica en en torno torno aa la la célebre célebre tesis tesis weberiana Se se ha ha P1`01011gäd0, prolongado, prácticamente prácticamente de de manera manera no no interru interrumpim 1Weberiana ' da, a lo largo de Ioo ioo años hasta acabar por adoptar la modalidad de ¡E13 una 100 años. Si tuviéramos que construir un “tipo guerra académica de los ioo ideal” sobre cóm » . , _ _ _ cómo y por que qué' han surgido múltiples críticas simplifio yfipor las multiples criticas simplificadoras y reduccionistas de la tesis Weberiana weberiana,› seguramente tendr' tendríamos ramos representación. que proceder por aproximaciones a la siguiente representación Frente ' - f de _ a la desesperante d€SeSP@1`31'1lï€ impresión Impresion de que que aparentemente aparentemente' no no hay hay avance ni progreso en la discusión centenaria sobre el tema, porque generalmente se presentan como “novedosos y originales” argumento argumentos que _ s que ya fueron ampliamente debatidos, y en ocasiones incluso Ya fueron amphamente deb-2fÍd0S, y en ocasiones incluso refutados refutados de de manera exP resa expresa por ` Max es _ _ p or el propio propio Max Weber, Weber, lo lo cierto cierto es que que esta esta circunscircuns-
tancia constituye, en en sí sí misma misma, un un elemento elemento importante importante para para ente entender tanfïla COU-SÍIÍUYG, , _ ' n d er por que qué en cada decada década desde hace un siglo se ha renovado “la llama " en torno a la tesis Individual ,.influyente perpetua” dee la polemica polémica individual mas más P eretuad p sociales: un bisoño e ignorante ““crítien toda la historia de las ciencias sociales' 't' _ cri ico”1líee co” lee suplerficialmente superficialmente el texto Weberiano con el prejuicio de que ahí sea rmaaalgo ' de causalidad ' f- se afirma así como genética, g_oasícomo “ una tesis genetica, determinista y monofactorial del del “protestantismo” como la la causa causa que que originó originó el el “capi “capim0H0f2C†ï0I`1&l protestantismo” como talismo”, Y y en su esfuerz esfuerzo por confirmar confirmar su su prejuicio prejuicio se salta salta todas todas las las 1ï21ÍS1”fl0”, - - - se _ 0 por notas y advertencias de Weber dirigidas precisamente en contra d de se. _ __ _ _ e semejante interpretación. interpretacion. Sin informarse siquiera medianamente sobre lo que ya se discutió discutio desde hace un siglo sobre el tema, o molestarse molegtarge en guientes referencias bibliográficas en torno a la polémiea polémica eenteneria centenaria de ja la tesis Weberiana weberiana sobre el protestantismo' protestantismo:. Ephraim Fischoff Fischoff,, “Th “The PProtestant Ethíc and the Spirit of Capit t E h' . _ te1¡em¿ The History of a Comroversynì and SPII-"iåof Capitalismz Controversy”, Social Reìearåísvìptxltlic Research, vol. xi, 1944, pp.the 53-77; Robert W. Green (ed.), Protestantism Protestantism and and Capitalism Capitalism. The The Weber Weber Thesis and Its Critics, Olšjertw Boston, GFCCII (6d.), Theáis9rÍildpIIifs5(3Í_?f]', Heath Heath andii c Company,, 1959;- Iohannes Winckelmann - ' (ed.), Max Weber. Die Í"protestantis'CS' °“°“' Che Ethíï H_ ììïïkïì âïã9ÄI(;1_';can_rfìS Wïnckffllmflflfl (Cd-li Max Weber. Die protestantische EthikMII: Kritiken Munich yy Hamburgo, Hamburgo, Siebenstern, Siebenstern, 1968; 1968; Vieeme Vicente Gonzalo t M und Antikritiken, n i riti en, Munich Gonzalo Massot, y su sombra. religión y el ' 2550 , Max ax Weber l/-Veberysu sombra. La La polémica polémica sobre sobre la la religióny el capitalismo, capitalismo, Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano Latinoamericano, 1986' 1986; Gordon Marshall Marshall, E En bbusca ddel2 espí-' l n una E esplritu del capitalismo capitalismo, trad trad. de Eduardo LL. Suáréz Suárez, México México, FCE FCE, 1986; Hartmut Lehmann y ' ' › › . 86; Hartmut Lehmann Guenther Rth Gueth Roth (eds.), d.,W Webers' Protestant Ethíc. - Origins, -. Evidence, .19 Contexts, Cambridge,Y Cambridge Camrbrirïlšfi University Press, 1987; S3P-rërlsflílant Friedhelm Bmw. Guttandin, Origins,Einführung lïvldencei in Comexts' die Cambridge' Erhík” Maxlïniviiffsiì vvebeml') Preïer O 1a;jê9 7\›/Vflfid elm Guttandin, Einfuhrung in die “Protestantische “Protestantische Ethik” Max Webers, Opladen, Westdeutscher Verlag, 1998; Alastair Hamilton, “Max , ' _p n' est eutschel' Vfiflâgi 1993; Alastair Hamilton, “Max Weber's Protestant Ethic Ethíc and the Spirit of Capitalism” Capitalism", en Stephen Turn Turner, Th The C CamWebers bridge Companion to Weber Weber,› Cambrid Cambridge, Cambridge ' University 'I - Press, Press, zooo, zooo,en pp. 151-171 151-171. E am3€, Cambridge University pp. 48
it 135 respuestas de Weber a sus primeros críticos, le consultar le` resulta resulta Consu ar las respuestas _ , de Weber a susff primeros ' ' ' críticos, ” ' ter..in,eSiSt¡b1e" la tentacion de elaborar su propia critica a la tesis in“irresistible” la tentación de elaborar su “propia crítica” a la tesis interetada de manera reduccionista pretada de esa esa manera reduccionista y y monocausal› monocausal, Y y COU con C110 ello 1neV1ta` inevitapr f ae en los mismos errores de críticos anteriores, en 6 C blemente cae en los mismos errores de críticos anteriores, PCFO pero P01' por . 10 lo ii-ïral con una torpeza y una ignorancia acrecentadas sobre lo ya general con una torpeza y una ignorancia acrecentadas sobre lo ya disdislto en eutido y resue _ _, _ , cutido resuelto en el el pasado. pasado. proposicion de sociología sociologia Quizá este diagnóstico vale como una proposición
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del conocimiento para explicar la verdadera naturaleza del “avance” del conocimiento en las ciencias sociales.” Afortunadamente ese tipo de crítiças Aron, críticas no no han han sido sido las las únicas, únicas, y y otras otras aportaciones aportaciones como como las las de de Aron, 1-11uchter, Mommsen entre muchas muchas otras, otras, nos 1105 demuestran dfimufïsfffln Schluchter, Mommsen y y Tenbruck Tenbruck,' entre SC' 0 sl uede haber, haber - después después de de todo, todo ' un un esperanzador esperanzador avance avance para, el el _ . cómo sí' puede para comresopdel critiprogreso del conocimiento en las ciencias sociales. Este estilo de críticas permite dar una explicación más amplia de las razones por las .cuacuaEalgïnermite 1 es la 1 a polémica en torno torno aa la la tesis tesis Weberiana weberiana sobre sobre el protestantismo protestantismo les po lémica en _ el 1 ug viva viva y y ha ha trascendido trascendido ya ya su su primer primer centenario. centenario. sigue S g Las disputas en torno a un texto no son siempre meras expresioes d nes dee necedad necedad, sino que también fungen como una especie _de vitaminna para mantener su ara mantener , su longevidad longevidad discursiva discursiva.' Si Si la la tesis tesis weberiana Weberiana se se adad:ifiera ya como una verdad indiscutible e incuestionable, pronto sería mitiera seria considerada una pieza de museo, cuando CUHHÓO no U0 una simple SÍmP1e perogrullada. Pefogfunafìa' sólo Las periódicas actas de defunción sobre la validez de la misma tan sãlo _ . ., . O_ han servido, en cambio, Cambio, para que una nueva generación generacion de investigadoinvestiga res vuelva a revivir la polémica cada década, con mayor decada, incluso inclusoicon may0_f ímpetu lmpetu ' tensidad que antes e intensidad antes.- El complicado origen editorial del clasico clásico texto in Weberiano, con sus dos diferentes versiones, las relativamente desconocidas respuestas de Weber a sus primeros críticos, el complemento del ensayo sobre las sectas del cual hay también por lo menos trììs tres versio. . ' '' uar a con a finalmente, la complicada relación relacion que que. guarda g D nes distintas, y, finalmente, con la totalidad de los escritos maduros de Weber sobre el capitalismo, la ra' alidad y la religión, religión › han constituido a su vez material ,,altamente cionalidad cion inflamable para mantener bien alimentada “la llama perpetua” perpetua de la po. , f ' ranlémica centenaria. Agréguese granAgreguese a esto que prácticamente practicamente todas las lasegtivas des figuras figuras de las ciencias sociales del siglo xx tomaron sus respectivas respl academica centenaria, y al a aporposiciones en las trincheras de la guerra académica ' ' na ocasión la olétar sus propias y valiosas colaboraciones en más mas de una ocasión lafPpoléy, mica se encendió entre terceras partes donde la tesis Weberiana weberiana fungió ungio 81 Véase Imre Lakatos y Alan Musgrave (€dS.), Cfififiífm and the fhf Growth GYOWÚZ of 0fK"0Wledå'f› (eds.), Criticism Knowledge, Cambridge, Cambridge University Press, 1970. 197049
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que el el éxito éxito de de la la tesis tesis Weberiana weberiana reside reside en en que que proviene proviene de de un und'E€XÍO 'E€X'C0 lisémico, suficientemente ambiguo como para que todo el mundi). polisémico, mun Q 611* 62PO 11' lo que ue quiera uiera encontrar y después se ponga a debatir al infiuemre ahí in 1CL-lemrebarelellóì ïlito sobre ello. Pafte Parte, pero pero sólo sólo parte, parte, de de las las razones razones para para explicar eXp11C-HF laH mw Sgdad 'dad de la tesis Weberiana weberiana podría podria efectivamente encontrarse por lmigevl b' ' ha diversos mecanismos para mantener el rigor en lmlgevl 611 ahh ahll pero tam ul? Ibi? t` lid Yd d inter retativa controlada intersubjetivamenla lectura Y la 0 O le WI lvl 3a tra enpel avance detectado en la calidad de las te. Y la ruebalse encuen te' ruebalseencuen artir de la década de los años setenta, y C16 de lHS 128 apor-melones a emdnfs aulfido auïido de la última década donde las nuevas trade dliversas dlyersas paldleâ Païileâ Ce snfzríticas m 'ticas del texto clásico ásí así como de otros texducclones Yte 1613?;Scfaiiocidos Íuccellïïïsalntìsltidgìïã conocidos ' han contribuido a elevar el nivel del os
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difundir interpretaciones más .complejas idebate (el:›:1C1ï1éWy('yì aírdifiiiïdir complejas yY cohere1i'1(1íéSív1H0 C0h€1'€n'f@S› no global de6 Maiï sólo de la tesis sobre la ética protestante, sino de la obra globa Hi Weber. Constatado este avance, aún queda en pie la pregunta sobre ctãi cui? es el futuro que le espera a la tesis Weberiana weberiana y al debate en entorno torno 2a €e Ha para los próximos años. anos.
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ya como mero punto de partida o pretexto para esas otras batallas colaterales. La participación de teóricos interesados, como traductores, donde sobresale el caso de Parsons, ha inoculado también sus células combativas en estado latente al traducir determinadas metáforas como la de la “jaula de hierro”, hierro", las cuales adquieren vida propia y, varios años después de haber sido acuñadas, se convierten en fuente de conflicto para nuevas batallas, no solamente de carácter filológico filológico sino también teórico. El texto de Weber puede leerse lo mismo como un ejercicio de comprensión hermenéutica, basado en el recurso de las afinidades afinidades electivas, que como una hipótesis causal donde no siempre se ha tenido en cuenta que la relación estipulada no va del protestantismo al capitalismo, sino en todo caso de una determinada ética a una determinada mentalidad o espiritu. espíritu. La tentación de extrapolar su validez a casos no considerados en la específica específica delimitación espacio temporal dada por el propio Weber, y llevarla a Japón y China, a los mormones del siglo xx, a los trabajadores de la industria automotriz de Detroit, a los menonitas de Canadá e incluso a los zoroastrianos de Irán o los vikingos del siglo X, ha sido también otra fuente de errores y polémicas hasta cierto punto fuera de foco. No entender que la tesis de Weber se basa en la paradoja de las consecuencias no buscadas para amplios sectores sociales, y no en el intento- de dar una adecuada representación del dogma teológico de Calvino o Baxter, ha sido otra de las fuentes de error interpretativo y polémicas sin sentido. Por otro lado, la verosimilitud de la tesis para explicar muchos aspectos de la historia de los Estados Unidos ha mantenido su atractivo y utilidad para muchos historiadores de esta área, aun cuando también extrapolen su validez más allá de los parámetros estipulados por el propio Weber. Por último, la sugerente tesis del desencantamiento del mundo, el pesimista diagnóstico del futuro de la cultura de la modernidad, la crítica nietszcheana a los especialistas sin espíritu y hedonistas sin corazón, la posibilidad de que, efectivamente, sea la preocupación antropológico-existencial por el tipo de hombre que tendrá que vivir en las condiciones de un capitalismo globalizado y deshumanizado lo que oriente la problemática central de Weber, así como la sugerente versión de la relación que guardan entre sí las ideas con los intereses en el proceso de explicación del cambio social, con la posibilidad de que Weber se sitúe más allá del dualismo materialismo-idealismo, han contribuido también con su buen suministro de inflamable combustible a mantener viva la polémica centenaria. De ser esto así, algún cínico podría replicar
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Quo Vadimus? En zooi el sociólogo británico David Chalcraft decåa parti 13 con plena razón que La ética protestante ha sido el punto dí. dí_p21,Í1 12 para muchos temas contemporáneos contemporaneos de la sociologia de la 12 ff lãlfïlï 1%1fít› _ sociología del desarrollo, la sociologia economica, la socioƒlo-gia sociologia el tra] ral bajo y la sociología de las organizaciones, asicomo del analisis cq ctj tura significado de la modernidad y la condicion posmodern2,P0f1P posmoderna, POT É) q_U@ del significado filue muy probablemente seguirá siéndolo en los años por venir. La polerriiåïa po emlåìã centenaria en torno a ella, especialmente de las últimìis últimgs decadaS› decadas, ha S1 0 intensa pero no estéril, pues si bien la expectativa de refutar de manemariera definitiva definitiva a la supuesta “auténtica” tesis Weberiana weberiana se antoja ahora 811012 Ilullusa y cada vez más carente de sentido, también es cierto gue que buena parte part@ de estas discusiones han ayudado a corregir y clarificar clarificar imp_01jt211_'1'C@S 1mP_0ffa1_1teS HS' as' pectos y malos entendidos a que se presta la lectura del polisemico texto clásico de Max Weber.” )I _ m&S la 'E6519 ÍCSIS Es probable también que ahora que se discute mucho m2S Weberiana dentro del contexto más amplio de la obra global-global- (jue que le dei dai weberiana sentido, que se percibe con claridad cómo la preocupacion inicial por 6 quedar.sub_ord1n2=1Cl0 tema del capitalismo en la primera versión pasó a quedarlsubgrdlnfldo dentro del más ambicioso tema del proceso de la racionalización y que
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82 “Z David I. l- Chalcraft, "Introduction" “Introduction” a The Protestant Ethic Ethíc Debate. Max Webers Replies to his Critics, 1907-1910, P- 219°7'19io, Liverpool, Liverpool University Press, 200l› 2001,1151 S1
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La ética protestante .U * y el espíritu del capitalismo* capitalismo
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hay un claro complemento estructural institucional para explicar los orígenes del capitalismo moderno en obras tanto previas como posteriores a la primera versión de la tesis sobre la ética protestante, es muy probable, decíamos, que la específica específica y delimitada función de ésta dentro del más amplio corpus Weberiano permitirá entender más claramente sus auténticos propósitos más allá de la cuestión estéril de intentar determinar, por ejemplo, si se trata de una tesis idealista O o materialista. Es probable también que la comunidad sociológica internacional continuará asignándole un lugar primordial a la EP, no nada más porque se haya convertido en un estudio clásico y modélico de la explicación sociológica, avalado por más de ioo años de tradición, ni porque sea partíparticularmente preciso con respecto al desarrollo histórico del protestantismo, sino más bien por lo que este texto ejemplar ha permitido hacer y proyectar a los investigadores de muy diversas áreas de las ciencias sociales. El texto Weberiano weberiano ha sido un pilar fundamental de lo que C. Wright Mills denominó alguna vez “la imaginación sociológica”, y ha sido su capacidad para inspirar nuevas áreas de investigación acorde con la “relación de valores” valores" de cada época, no su exactitud y verosimilitud última, lo que ha hecho del mismo un texto tanto fundacional como actual y vigente de las ciencias sociales contemporáneas. Por ello ha sido su flexibilidad flexibilidad y no tanto su supuesta irrefutabilidad lo que lo ha mantenido vivo, y lo proyecta como un clásico vigente en el horizonte de los años por venir.
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NOTA BENE: Los números arábigos al margen corresponden al número NoTA de página de la edición original. El símbolo // dentro del texto indica cambio de página. Los asteriscos remiten a las notas críticas de Francisco Gil Villegas que se encuentran al final final de la traducción.
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