UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLOGICAS.
Motivación Según García y Doménech (1997) En términos generales se puede afirmar que la motivación es la palanca que mueve toda la conducta, lo que nos nos permite lograr cambios tanto a nivel escolar como en la vida en general. Desde el punto de vista teórico la motivación se entiende como un conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y persistencia de la conducta. (Beltrán, 1993 citado por García y Doménech, 1997) Durante algunos años el centro de atención de las investigaciones sobre el aprendizaje estuvo dirigido prioritariamente a la vertiente cognitiva del mismo; sin embargo, en la actualidad existe una coincidencia generalizada en subrayar, una esencial interrelación entre lo cognitivo y lo motivacional. Si bien el querer puede orientarnos hacia la búsqueda de los procedimientos más favorables a nuestros propósitos; la falta de conocimiento sobre formas de proceder, sobre el cuándo y cómo, puede conducirnos a la apatía y al abandono. (Núñez, 2009) Según Bañuelos (1993) a motivación escolar es un proceso general por el cual se inicia y dirige una conducta hacia el logro de una meta. Este proceso involucra variables tanto cognitivas como afectivas: cognitivas, en cuanto a habilidades de pensamiento y conductas instrumentales para alcanzar las metas propuestas; afectivas, en tanto comprende elementos como la auto valoración, auto concepto, etc. Concretamente la motivación referida al ámbito de la educación y el aprendizaje, se denomina motivación académica, esta considera hoy en día como una de las principales preocupaciones de los docentes de diferentes escenarios educativos; en otras palabras, la insuficiente motivación de los alumnos, el escaso compromiso y esfuerzo que despliegan y su
desinterés, son dificultades en las que los docentes acuerdan a la hora de explicar el rendimiento deficiente. (Bonetto y Calderón, 2014)
Componentes básicos de la motivación académica
Partiendo de una definición clásica de la motivación, podemos considerarla tal como ya lo hemos mencionado un conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y persistencia de la conducta. Por tanto, el nivel de activación, la elección entre un conjunto de posibilidades de acción y el concentrar la atención y perseverar ante una tarea o actividad son los principales indicadores motivacionales. Sin embargo, la complejidad conceptual del término no está tanto en estos aspectos descriptivos como en delimitar y concretar precisamente ese conjunto de procesos que logran activar, dirigir y hacer persistir una conducta. La innovadora interrelación entre lo cognitivo y lo motivacional pone de relieve la importancia de determinados mecanismos que nos permiten ejercer un control consciente y deliberado sobre nuestra propia actividad -mecanismos metacognitivos-. De esta forma, entran en juego referencias inevitables tanto a los motivos personales, las intenciones y las metas individuales como a los posibles recursos y procedimientos cognitivos a desarrollar ante una determinada tarea de aprendizaje. (Núñez, 2009) Con los riesgos conocidos que toda simplificación conlleva, podemos sostener que el re ndimiento alcanzado por un individuo estará en función tanto de sus conocimientos y capacidades -ámbito cognitivo- como de otros factores que pueden englobarse genéricamente bajo el término de "motivación". Pintrich y de Groot (1990) citado por Alvarez, Nuñez y Hernández (1998) identifican en la motivación cuatro componentes; a saber: el valor que los alumnos dan a las metas, la percepción que tengan de sus competencias, las atribuciones causales que realicen y las reacciones
emocionales que surjan en torno a la tarea. A continuación, estudiaremos cada uno de estos aspectos. a) El primero tiene que ver con los motivos, propósitos o razones para implicarse en la realización de una actividad. Estos aspectos están englobados dentro de lo que es el componente motivacional de valor, ya que la mayor o menor importancia y relevancia que una persona le asigna a la realización de una actividad es lo que determina, en este caso, que la lleve a cabo o no. b) Una segunda dimensión de la motivación académica, denominada componente de expectativa, engloba las percepciones y creencias individuales sobre la capacidad para realizar una tarea. En este caso, tanto las autopercepciones y creencias sobre uno mismo (generales y
específicas) como las referidas a la propia capacidad y competencia se convierten en pilares fundamentales de la motivación académica. c) La dimensión afectiva y emocional que engloba los sentimientos, emociones y, en general, las reacciones afectivas que produce la realización de una actividad constituye otro de los pilares
fundamentales de la motivación que da sentido y significado a nuestras acciones y moviliza nuestra conducta hacia la consecución de metas emocionalmente deseables y adaptativas.
Asumiendo esta diferenciación de los tres componentes motivacionales mencionados, será sumamente difícil que los estudiantes se muestren motivados con los trabajos o tareas académicas cuando se consideran incapaces de abordarlos, o si creen que no está en su mano hacer gran cosa (componente de expectativa), si esa actividad no tiene ningún atractivo para él (componente de valor) o si le provoca ansiedad o aburrimiento (componente afectivo). Además, la implicación en una actividad dependerá de modo interactivo de estos tres componentes, requiere de un cierto equilibrio entre sus creencias de autoeficacia y sus expectativas de resultado, el interés personal y el valor asignado a la tarea, y las reacciones emocionales que nos provoca abordarla. Veamos estos tres componentes algo más detenidamente.
Motivación en el aula de clase
Según Stuardo (2010) La necesidad de profundizar en la motivación en la escuela comienza con la apreciación bastante generalizada en muchos profesores de que los alumnos poseen muy poco interés por aprender. Para Alonso Tapia y Montero (1999), citado por Stuardo (2010) la motivación en contexto escolar se refiere al interés de los estudiantes por lograr determinadas metas de aprendizaje y por qué estas metas resultan atractivas o aversivas. Los autores han clasificado las metas perseguidas por los estudiantes en cuatro categorías:
Metas relacionadas con la tarea: El estudiante busca experimentar que se ha aprendido
algo, experimentar la tarea como propia y no impuesta, experimentar la absorción de la tarea por su novedad.
Metas relacionadas con el yo: El estudiante busca experimentar que es mejor que otros,
no experimentar vergüenza, fracaso o humillación.
Metas relacionadas con la valoración social: El estudiante busca experimentar l a
aprobación de los adultos, la aprobación de sus compañeros.
Metas relacionadas con la consecución de recompensas externas : El estudiante busca
ganar dinero, conseguir un premio, obtener un regalo). Las metas descritas no son excluyentes y suelen manifestarse de forma simultánea.
Tomando en cuenta estas metas Stuardo (2010) propone un modelo basado en un principio racional de que la motivación dentro del aula escolar se desarrolla en el aula principalmente a través de la interacción pedagógica, que se diferencia de otras interacciones que acontecen en la escuela por su finalidad. La finalidad de la interacción pedagógica es la de enseñar algo a alguien.
El principio racional de este modelo es que para comprender la motivación en el aula hace falta analizar cuatro dimensiones de esta interacción pedagógica a lo menos, dimensiones que se han denominado
dimensión
psicológica,
dimensión
contextual,
dimensión
metodológica y dimensión comunicacional.
Tomando este modelo se propone que La motivación en el aula es la resultante de un proceso multidimensional, en la cual influyen en forma simultánea las dimensiones anteriormente mencionadas. Así mismo modelo explica como la conducta del individuo en un contexto específico puede ser explicada y explicada en relación a varios motivos tanto intrínsecos como extrínsecos cuya fuente puede estar dentro o fuera del aula.
El modelo propone que la dimensión comunicacional (cómo me expreso en el aula) y la dimensión metodológica (qué es lo que hago en el aula) está relacionado con la dimensión psicológica (qué es lo que
pienso, siento y necesito en el aula).
La influencia de la dimensión contextual es indirecta y se divide en dos. La dimensión contextual educativa (qué debo enseñar y hacer) llega al aula a través de la dimensión metodológica. La dimensión contextual
social
(la
cultura
y
la
sociedad)
llega
al
aula
através de la dimensión psicológica, en forma de estereotipos, percepciones representaciones y expectativas socialmente generadas.
Funciones del profesor en el mejoramiento de la motivación
Como ya lo hemos visto las dimensiones de la interacción pedagógica se encuentran profundamente entrelazas. Es así como Bonetto y Calderón (2014), señalan que los profesores influyen en la motivación y el aprendizaje de sus estudiantes a través de su planificación e instrucción, y, a su vez, la manera en que los estudiantes reaccionan provoca en los profesores modificaciones, que, ellos entienden, afectaran de mejor manera la motivación y el aprendizaje. Desde este punto de vista, el profesor debe plantearse un triple objetivo en su acción motivadora:
Suscitar interés
Dirigir y mantener el esfuerzo.
Lograr el objetivo de aprendizaje prefijado.
Para Navarrete (2009) Es necesario tomar en cuenta el estímulo de la motivación no solo al inicio, sino que esta debe mantenerse hasta el final y ser el punto de partida de nuevas motivaciones para nuevos procesos. Así mismo considera que es de más importante crear interés por la actividad que por el mensaje, para ello hay que apoyarse en los intereses de los alumnos y conectarlos con los objetivos de aprendizaje o con la actividad misma. Esta autora afirma que no se trata de motivar al estudiante sino de crear ambientes que les permitan motivarse a sí mismos.
Algunas pautas de intervención educativa
Las estrategias de intervención según Álvarez et al. (1998) Deben estar fijadas en torno a metas descritas en los apartados anteriores creando un equilibrio entre estas de manera que el estudiante pueda orientarse hacia aquellas que le parezcan más motivadoras. Una adecuada combinación de metas puede conllevar a la larga mayores éxitos académicos. (Aprendizaje y competencia, siguiendo a esta autora) Entre otras, se pueden citar las siguientes pautas de intervención que puede realizar el profesor:
Utilizar el aprendizaje cooperativo frente al competitivo: Los orígenes de la motivación están en
los procesos interpersonales. Así, si la interacción tiene lugar dentro de un contexto de aprendizaje competitivo, se producirán patrones de interacción que provocarán un sistema motivacional con las siguientes características: motivación extrínseca para ganar, bajas expectativas para todos (excepto para los más aptos), incentivo para aprender basado en un beneficio no mutuo sino personal, baja curiosidad por conocer, bajo interés continuado en el aprendizaje, falta de compromiso en el aprendizaje, baja persistencia en la tarea, etc. Por el contrario, si la interacción tiene lugar dentro de un contexto de aprendizaje cooperativo, provocará un sistema motivacional con las siguientes características: motivación intrínseca, altas expectativas de éxito, alto incentivo para aprender basado en el mutuo beneficio, gran curiosidad por el conocimiento, continuo interés por el aprendizaje, fuerte compromiso para aprender, gran persistencia en la tarea.
Asignar tareas variadas: Las tareas han de ser variadas y deben estar relacionadas con la vida, la
experiencia de los estudiantes o la realidad cotidiana, e incluir elementos novedosos, creativos, humorísticos, lúdicos, etc.
Entrenar al alumno en procesos estratégicos: Es necesario entrenar al alumno en las estrategias
adecuadas con el fin de que pueda poner en práctica sus capacidades con mayor competencia. La capacidad de autorregular el aprendizaje no es un rasgo o estilo de personalidad incontrolable; por lo que se puede mejorar mediante el entrenamiento y adquisición de las siguientes estrategias. Ej. estrategias de repetición (sirven para recordar una información), de organización y codificación, mantenimiento de la concentración, evitación la ansiedad y promover la percepción de autoeficacia.
Autocontrolar los avances: es preciso entrenarle para que
sea capaz de operativizar las
conductas que tienden hacia el objetivo a través de un sistema de registros que le permita controlar su actividad y reforzarse convenientemente. Así mismo esta autora propone
el mejoramiento del autoconcepto como una herramienta
relacionada con el mejoramiento en la planificación de metas realistas, regular y dominar la conducta, comprender y, por último, aceptar y cumplir las normas. Otra variable significativa que deber ser tomada en cuanta es la ansiedad esta tiene una influencia sobre el rend imiento académico es muy importante, porque una tasa de ansiedad por encima de los límites normales reduce la capacidad para procesar la información, sus efectos sobre determinados individuos dentro del aula de clase deberán ser detectados y tratado por los profesionales correspondientes en caso de presentar una gravedad que el docente no pueda manejar. MARCO CONTEXTUAL
Principales Causas de la deserción escolar en Honduras. La deserción escolar según, Leonor Sibrian (2013) en algunos casos implica un fracaso escolar, ya que el alumno que abandona sus estudios si no lo es por causas pasajeras (por ejemplo, un viaje o una enfermedad suya o familiar) difícilmente retomará sus estudios. En la mayoría de los casos, es justamente una historia de fracasos escolares lo que determina que el alumno se desmotive.
Falta de motivación Cuando no hay una verdadera calidad en la educación escolar, el alumno no le encuentra el sabor a la educación, ni le encuentra el sentido de la asistencia a ese lugar, se vuelve tedioso, aburrido y monótono; hay una relación fría entre maestro y alumno. No hay una motivación de parte del maestro para que el alumno aprenda, no hay una preparación en el sentido de entender que él es un profesional de la educación y que de él depende muchísimo el nivel educativo que ese niño vaya a conseguir o no vaya a hacerlo. Dificultades de Aprendizaje en los niños ¿por qué su hijo no aprende?
(Rocío Vilca, 2014) Para un niño que le cuesta aprender puede ser una mala experiencia asistir a la escuela. Son diferentes los motivos por los cuales un escolar no aprende fácilmente. La distracción, hiperactividad, dislexia y déficit de atención son los factores principales que dificultan el aprendizaje en un pequeño. La lentitud para escribir copiando desde la pizarra y entregar tareas, la falta de comprensión para las asignaciones dentro del aula de clase y el renegar para ir al centro escolar, son actitudes que debe prestar mucha atención porque seguramente su hijo estaría teniendo problemas. Los profesionales aconsejan que desde el nucleo del hogar los padres deben de mostrar apoyo y motivación a sus hijos. Muchas veces la falta de atención en casa se ve reflejada dentro del aula. La alimentación y la supervisión de las horas del sueño también juegan un papel importante. “Un niño que no desayuna y no duerme bien no rinde en clase”, expresa la profesional. Permitirles que lleven objetos que no pertenecen a la clase, como jueguetes, también es otro factor que impide la atención para aprender. Dedicarles tiempo, la comunicación, el asistir a eventos escolares y afecto serán d e mucho estímulo para su hijo. Asimismo tomarle la importancia a los reportes semanales del niño, le ayudará para saber el estado en el que se encuentra rindiendo en clases. El proporcionarles los materiales necesarios es otra recomendación para que el escolar no tenga ningún obstáculo al momento de realizar las actividades en el instituto. Muchas veces la falta de atención por parte de los padres influye en el comportamiento de los pequeños
escolares.
Esto en cuanto a los reportes escolares semanales, supervisión de tareas, horas de sueño y alimentación. Si su hijo tiene grandes retos para aprender, la experta recomienda hacer una entrevista con el docente y el padre de familia, en la cual se desc ribirá al alumno, con el fin de que haya un compromiso entre ambas partes, para mejorar en el aprendizaje y desarrollo de las actividades del niño en la escuela. Algunos consejos que expresa la profesional es implementar música
y
usar
objetos
que
puedan
despertar
el
interés
en
ellos.
“El acompañamiento de los padres es crucial para que el niño muestre interés para aprender en la escuela”.
(Gladys Coello, 2014) Tips para recordar: 1. Alimentación. Es importante darle al niño un desayuno y merienda saludable; varios niños están acostumbrados a irse a la escuela sin desayunar, lo cual impide la concentración en clase. 2. Horas de sueño. Si su hijo no duerme las horas necesarias, por estar jugando o viendo televisión, no rendirá en clase. 3. Supervisión. Es importante prestar atención a los reportes escolares y al desarrollo de las tareas en casa. 4. Motivación. Brindarle estímulos con amor y comunicación es la mejor motivación para un escolar en proceso de aprendizaje.
Bibliografía
Álvarez, Luis; Núñez, Carlos; Hernández, Jesús (1998) Componente de la motivación: Evaluación e intervención académica. Universidad de Oviedo. Bañuelos, Ana (1993) Motivación escolar. Estudio de variables afectivas. Perfiles Educativos, núm. 60, abril-junio, 1993 Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación México. Bonetto, Vanesa A; Calderón, Luciana (2014) La importancia de atender a la motivación en el aula. Universidad Nacional de Río Cuarto/CONICET. Río Cuarto, Argentina. García, Francisco y Doménech, Fernando (1997) Motivación, aprendizaje y rendimiento escolar, Revista electónica de motivación y emoción, volumen: 1 número: 0 Universidad Jaume I de Castellón. Navarrete, Belén (2009) La motivación en el aula: Funciones del profesor para mejorar la motivación en el aprendizaje. Revista Digital: Innovación y experiencia educativa. ISSN 1988-6047.
Núñez, José Carlos (2009) Motivación, aprendizaje y rendimiento académico. Actas do X Congresso Internacional Galego-Português de Psicopedagogia. Braga: Universidade do Minho, 2009. ISBN- 978-972-8746-71-1 Sibrian, Leonor Rosalina (2013, 24 de Abril) Principales causas de la deserción escolar en Honduras. [Blogspot.com] Recuperado de: http://blogdesercionescolarenhonduras.blogspot.com/2013/04/principales-causas-dela-desercion.html Stuardo, Miguel (2010) Tesis Motivación en el aula: un modelo explicativo-descriptivo para profesores. Universidad de la Frontera, Facultad de Educación y Humanidades departamento de lenguas, literatura y comunicación, licenciatura en educación.
Vilca, Rocío (2014, 20 de Julio) ¿por qué sus hijos no aprenden? [Elheraldo.hn] de: http://www.elheraldo.hn/vida/730991-220/por-qu%C3%A9-su-hijo-no-aprende