E. Mira y López ^-fc -1 ' ^-^
(RM.K.) Manual Psicometría y Pskodíagnóstico PAIDOS
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO (P. M. K.)
BIBLIOTECA DE PSICOMETRIA Y PSICODIAGNOSTICO Dirigida por Jaime Bernstein
E. M I R A Y L Ó P E Z
SERIE MAYOR 1 —Geseli, A. y Amatruda, C.: Diagnóstico del desarrollo normal y anormal del niño. 2 —Rorschach, H.: Psicodiagnóstico. 3 — Raven, J. C.: Test de matrices progresivas. Escala General. Equipo individual. 3b — Raven, J. C.: Test de matrices progresivas. Escala General. Equipo colectivo. 3c — Raven, J. C.: Test de matrices progresivas. Escala Especial. Equipo individual. Forma cuaderno. 3d — Raven, J. C.: Test de matrices progresivas. Escala especial. Forma tablero. 3e — Raven, J. C.: Test de matrices progresivas. Escala Especial. Equipo colectivo. Forma cuaderno. 4 — Goodenough, F. L.: Test de inteligencia infantil por medio del dibujo de la figura humana. Equipo completo. 5 — Murray, H. A.: Test de apercepción temática (TAT). Equipo completo. 6-Klopfer, B. y Kelly, D.: Técnica del psicodiagnóstico de Rorschach. 7 — Bender, L.: Test guestáltico visomotor. 8 — Ames, L. B. y otros: El Rorschach infantil. 9 — Bell, J. E.: Técnicas proyectivas. Exploración de la dinámica de la personalidad. 10 —Mira y López, E.: Psicodiagnóstico miokinético. Equipo completo. 11 — Spearman, Ch.: Las habilidades del hombre. 12-Bellak, L. y Bellak, S. S.: Test de apercepción infantil con figuras animales (CAT-A). Equipo completo. 12b-Bellak, L. y Bellak, S. S.: Test de apercepción infantil. Suplemento (CAT-S). Equipo completo. 12c- Bellak, L. y Bellak, S. S.: Test de apercepción infantil con figuras humanas (CAT-H). Equipo completo. 13 — Rapaport, D.: Test de diagnóstico psicológico.
14 — Rosenzweig, S.: Test de frustración (PFT) para jóvenes y adultos. Equipo completo. 14b — Rosenzweig, S.: Test de frustración (PFT) para escolares. Equipo completo. 15 — Anstey, E.: Test de dóminos. Equipo individual. 15b —Anstey, E.: Test de dóminos. Equipo colectivo. 16 — Cattell, R. B.: Test de inteligencia no cultural. Escalas 1, 2 y 3. 18 — Aberastury, A.: El juego de construir casas. 19 — Phillipson, H.: Test de relaciones objétales. Equipo completo. 20—Symonds, P. M.: Test de cuadros para adolescentes (PST). Equipo completo. 21-Rabin, A. I. y Haworth, M. R.: Técnicas proyectivas para niños. 22 —Garrett, H. E.: Estadística en psicología y educación. 23 — Abt, E. L. y Bellak, L.: Psicología proyectiva. 24 — Klopfer, B. y Davidson, H. H.: Manual introductorio a la técnica del Rorschach. 25 —Rogers, C. R.: Inventario de adaptación personal. Equipo completo. 26 — Small, L.: Manual para la localización y clasificación del test de Rorschach. 27 — Hammer, E. F.: Los tests proyectivos gráficos. 28 — Cortada de Kohan, N.: Manual para la construcción de tests objetivos de rendimiento. 29 —Oñativia, O. V.: Rorschach táctil. 30 — Usandivaras, R. J. y otros: Test de las bolitas. 31 —Baruk, H. y otros: El test tzedek. 32-Hildreth, G. H. y otros: Test Metropolitan de madurez para el aprendizaje. 33 — Albou, P.: Los cuestionarios psicológicos. 34 —Lüscher, M.: Test de los colores. Equipo completo. 36 — Nunnally, J. C.: Introducción a la medición psicológica. (Continúa en pág. 11 ¡ \)
VOLUMEN 10
SERIE MAYOR
PSICODIAGMTICO MIOKIITICO (P. M. K.) MANUAL Prólogo de
JAIME BERNSTEIN ex Profesor de Técnicas Proyectivas en las Universidades de Buenos Aires y del Litoral.
EDITORIAL PAIDOS BUENOS AIRES
Título del original francés LE PSYCHODIAGNOSTIC MYOKINETJQUE
Editado por CENTRE DE PSYCHOLOCIE APPLIQUÉE 15, rué Henri Heine París
ÍNDICE Copyright de la edición francesa Tous droits de traduction et de reproduction, reserves pour tous pays. by Centre de Psychologie Appliquée
Traducción castellana de la segunda edición francesa por ALICE MIRA GALLAND
Supervisión de la edición castellana por EMILIO MIRA Y LÓPEZ
6a. reimpresión, 197''
© Copyright de todas las ediciones en castellano EDITORIAL PAIDOS S.A.I.C.F.
HISTORIA DEL "P.M.K." por JAIME BERNSTEIN
7
PRESENTACIÓN
13
Capítulo I. — EL PSICODIAGNOSTICO MIOKINÉTICO (P.M.K.) Caracterización Antecedentes y fundamentos teóricos El principio de la Miokinesis El principio técnico del P.M.K El principio de la disociación miokinética Confirmaciones recientes de la teoría motriz de la conciencia
15 15 15 19 20 20 20
Capítulo II. — MATERIAL Y TÉCNICA DE APLICACIÓN A. Material de prueba .' B. Técnica de aplicación
23 23 25
Capítulo III. — DATOS E INTERPRETACIONES DE CADA TRAZADO . . . . A. Datos de los lineogramas B. Datos de los zig-zags C. Datos de las escaleras D. Datos de los círculos E. Datos de las cadenas F. Datos de las paralelas G. Datos de las Ues H. Coherencia intrapsíquica
33 34 39 44 45 46 49 51 52
Capítulo IV. — APRECIACIÓN DE LA INTELIGENCIA
55
Capítulo V. — RESULTADOS NORMALES Y PATOLÓGICOS A. Características de la personalidad observables en el P.M.K B. Características de los grupos normales C. Características anormales evidenciadas por el P.M.K D. Aplicaciones del P.M.K. en Psicología Social
57 57 58 71 85
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 IMPRESO EN LA ARGENTINA La reproducción total o parcial de este manual, en cualquier forma que sea, idéntica o modificada, escrita a máquina, por el sistema "maltigraph", mimeógrafo, impreso, etc., no autorizada por los editores, viola los derechos reservados. Cualquier utilización debe ser previamente solicitada.
Capítulo VI. — ALGUNOS COEFICIENTES DE CONFIABILIDAD Y VALIDEZ
DEL P.M.K
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Bibliografía y Referencias
<)~>
Apéndice
103
HISTORIA DEL "P.M.K." ÍNDICE DE CUADROS
CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO
I.
- - Adultos normales. Ambos sexos
60
II. (1) —Agresividad. Sexo masculino. Desvío primario sagital de los lineogramas, zig-zags, cadenas, paralelas y ues II. (2) —Agresividad. Sexo femenino. Desvío primario sagital de los lineogramas, zig-zags, cadenas, paralelas y ues II. ( 3 ) — E n e r g í a y tono vital. Sexo masculino. Desvío primario vertical de los lineogramas, escaleras, círculos, cadenas y ues II. (4)—Energía y tono vital. Sexo femenino. Desvío primario vertical de los lineogramas, escaleras, círculos, cadenas y ues II. (5) —Intro y extratensión. Ambos sexos. Desvío primario horizontal de los lineogramas II. (6) —Emotividad. Sexo masculino. Desvío secundario de los lineogramas, círculos, U vertical y U sagital II. (7) —Emotividad. Sexo femenino. Desvío secundario de los lineogramas, círculos, U vertical y U sagital II. (8)—Excitabilidad e inhibición. Sexo masculino. Longitud lineal de los lineogramas y de los zig-zags II. (9)—Excitabilidad e inhibición. Sexo femenino. Longitud lineal de los lineogramas y de los zig-zags
CUADRO
III.
— Niños uruguayos de 10 años. Ambos sexos
CUADRO
IV.
—Adolescencia brasileña (16 a 20 años). Sexo masculino
CUADRO
V.
—Estudiantes adolescentes uruguayos sexos
CUADRO
VI.
61 62 63 64 65 66 67
•4'
68 69 72
.. 74
(12 a 18 años). Ambos 75
—Indios Kaingangs (Brasil)
76
CUADRO VII.
— Homicidas
78
CUADRO VIII.
— Constelación familiar
86
CUADRO
IX.
— Choferes
CUADRO
X.
CUADRO
XI.
CUADRO XII.
— Coeficientes de confiabilidad
88 en adolescentes
— Intercorrelación del desvío primario en adolescentes
91 .. .. 92
— Coeficientes de confiabilidad en las diversas partes del P.M.K.
Son pocos, poquísimos, los tests que construidos en castellano o en portugués han logrado alcanzar alguna difusión, pero nunca más allá del área geográfica o idiomática de origen. Hay sólo una excepción: el Psicodiagnóstico Miokinético de Emilio Mira y López — único test, en efecto, elaborado en lengua romance y geográficamente en Sud América, que se ha impuesto dentro y fuera del ámbito del castellano, portugués y catalán (los tres idiomas básicos de su creador), conquistando circulación internacional como instrumento de diagnóstico caracterológico, psiquiátrico y psicotécnico y de investigación psicológica. Y se ha ubicado no como una herramienta más entre las 10.000 que aproximadamente suma el repertorio psicométrico contemporáneo, sino en primerísima fila, no lejos de los contados (Rorschach, TAT, Jung) que la ciencia y la práctica psicológicas han seleccionado como llaves maestras del psicodiagnóstico. Tan excepcional trayectoria de un test sudamericano tiene su historia: su curriculum de trabajo tenaz y continuado de concepción y gestación.
93
Hallándose en Barcelona, hace ya unos veinte años, Mira encaró el problema de la selección psicotécnica de pilotos de aviación. Necesitaba un medio de detectar en los aspirantes el grado de capacidad individual para orientarse en el espacio sin control visual, e inventó un instrumento para medir la sensibilidad laberíntica: el "axiestereómetro", primera versión del P.M.K. (1936). Tres años después, trabajando en Inglaterra, Mira prosigue sus investigaciones en el Mundsley Hospital de Londres y realiza un avance decisivo en el proceso de la construcción del P.M.K. como test psicológico. De una parte el axiestereómetro se simplifica personalmente y se convierte en una prueba lápiz-papel; de otra, se complica fundamentalmente y deja de ser un mero recurso de exploración estereognóstica, o de la estructura miopsíquica (coordinaciones psicomotrices vinculadas con las satisfacciones vitales básicas), convirtiéndose en un instrumento de exploración de las "tendencias de reacción dominantes" destinado a determinar el "esqueleto caracterológico" del individuo psicópata en tres coordenadas esenciales de la personalidad: intro-extraversión, auto-heteroagresión, depresión-elación.
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PSICODIAGNÓSTICO
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Ese mismo año, la Revista de Neuropsiquiatría de Lima, ofrece la primera publicación de Mira en castellano sobre un aspecto del P.M.K.: "La prueba del zigzag en neuropsiquiatría". No obstante, su primera presentación oficial la recibe el P.M.K. en inglés: lo presenta Mira el 10 de octubre de 1939, en Londres, en la sección psiquiátrica de la Royal Society of Medicine: "The M.P.D. A New Device for Detecting the Conative Trends of Personality". De inmediato (1940), se inicia el período sudamericano del test. Mira pasa a la Argentina y el P.M.K. entra en su período de gestación en castellano. En este recinto idiomático, y durante un lustro, el P.M.K. se va elaborando, ampliando y perfeccionando por la labor personal de Mira, que ya lo extiende al campo normal y lo difunde desde revistas especializadas de Buenos Aires (Revista de Neurología, Revista de Psiquiatría y Neurología) y de Rosario (Revista de Medicina Legal y Jurisprudencia). En 1941, algunos investigadores de Chile le dedican un estudio, pero hasta 1942 —año en que empieza a generalizarse su denominación en sigla—, el "P.M.K." es obra exclusiva de creación y de difusión de Mira. Su autor acaso presiente ya entonces el bien distinto futuro que habría de tener el P.M.K., y tal vez su contraste con la situación por esos años, le hace decir en 1943: "hasta la fecha ha sido bien poco lo publicado respecto al mismo".1 Sin embargo, ese mismo año es de espaldarazo. Simultáneamente con aquellas palabras, el P. M. K. ingresa en la literatura científica del centro mismo del trabajo psicométrico contemporáneo: dos revistas especializadas de los EE. UU. publican en noviembre de 1943 sendos trabajos sobre el P. M. K. con la firma de autores norteamericanos: de John L. Simón sobre "The Myokinetic Psychodiagnosis of Dr. Emilio Mira y López" (The American Journal of Psychiatry), y de una personalidad de la envergadura de David Wechsler, "Mira Myokinetic Test in Cases of Depressión" (New York Society for Clinical Psychiatric). A partir de 1944, Mira amplía las utilizaciones del P. M. K. y le brinda ancha base literaria, dándole sucesiva cabida en los libros de psicología aplicada que por esos años publica en Buenos Aires: Psiquiatría en la guerra (1944), Temas actuales de psicología normal y patológica (obra colectiva, 1945), Manual de Psicología Jurídica (1945), Psiquiatría (1946), Manual de Orientación Profesional (1947). Hacia esos últimos años, la investigación y la difusión del P. M. K. reciben una valiosa y creciente contribución de otros psicólogos. En 1946 y 1947, algunos investigadores del Uruguay, centrados en torno al Laboratorio de Psicopedagogía Sebastián Morey Otero, dirigido por María C. Grompone. en Montevideo, publican sus trabajos en el Boletín de e?e instituto. El año 1948 es asimismo para el P. M. K. de importante expansión geográfica e idiomática: hacia esta fecha son ya más de 20 los investigadores y estudiosos que en diversos países se ocupan del P. M. K.; y en cinco libros de psicometría y psicodiagnóstico, que se editan por entonces, 1
Manual de Psiquiatría. Buenos Aires, El Ateneo, 1* edic., 1943, pág. 80.
MIOKINETICO
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tres en los EE. UU. (J. E. Bell, S. Ross y E. A. Spiegel), uno en Inglaterra (D. Mackinnon y H. Henle) y uno en Francia (G. Palmade) 2, el P. M. K. ocupa ya su lugar. Al año siguiente de esa introducción en ese idioma 3. Uno de los autores, Ombredanne, señala: "Está fuera de toda duda que el test miokinético es una prueba rica en promesas"; y el otro, Pichot, se pronuncia categóricamente: "Las condiciones rigurosamente estandarizadas de su empleo y de su interpretación le confieren un valor cierto". Contemporáneamente, y en forma ininterrumpida hasta hoy, el P. M.K. es intensamente estudiado y divulgado por un número cada vez mayor de psicólogos del Brasil, gran parte de ellos agrupados en torno al I. S. O. P. (Instituto de Selec.ao e Orientagao Profissional) de la Fundación Getulio Vargas, que bajo la dirección de Mira mismo funciona en Río de Janeiro. Desde Río el trabajo con el P. M. K. se expande hacia los principales centros científicos brasileños: San Pablo y Recife (1948), Mina Gerais (1950), Bahía (1951), y Bello Horizonte (1956). De esta suerte, el portugués pasa a la cabeza en la producción de la bibliografía monográfica dedicada al P. M. K. que sucesivamente va introduciéndose en diversas revistas especializadas: Psyké, Revista Brasileira de Estudos Pedagógicos, ambas de Río (1947); Revista de Neurobiología, de Recife (1948); y desde 1949 —año de su aparición— los Arquivos Brasileiros de Psicotécnica, dirigida por Alfredo de Oliveira Pereira, absorben gran parte de los estudios del I. S. O. P. y de investigadores de otros países. El balance final de 1949 acredita al P. M. K. exposiciones en más de diez libros y de quince revistas, así como en actas, archivos y comunicaciones de numerosos congresos científicos. Ese año y el siguiente son, asimismo, los de aparición en castellano de los dos primeros libros enteramente consagrados al P. M. K. En 1949, José A. Bustamante, autor cubano de nombradía, especializado en este test, publica en La Habana el libro El P. M. K. del Pro/. Mira y López; y en 1950, el psiquiatra argentino César G. Coronel, tras diez años de experiencia con el P. M. K., publica en Buenos Aires El Psicodiagnóstico Miokinético. Su teoría y su práctica. Sin embargo —hecho curioso— hasta 1951, impuesto ya internacionalmente y difundido por entonces en más de 30 revistas especializadas de América y de Europa 4, y con sus libros propios, el P. M. K. carecía aún 2
J. E. Bell: Projective Techniques. Ed. Longmans, New York, 1948 (Edición castellana, Buenos Aires, Paidós, 1956) ; S. Ross: Psychology of Personality, Mc-Graws Hill, New York, 1948; E. A. Spiegel: Progress in Netirology and Psychiatry, Gruñe & Stratton, 1948, vol. III; D. Mackinnon y M. Henle: Experimental Studies on Psychodinamics, Harvard University Press, Massachussetts, 1948; G. Palmade: La Psychotechnique, Presses Universitaires de France, París, 1948. 3 Ombredanne, A: Diagnostic du caractére, Presses Universitaires de Franco, París, 1949; P. Pichot: Les tests mentaux en psychiatrie, Presses Universitaires de France, París, 1949. * Trátase de publicaciones periódicas de neurología, psicología, psicotécnica, psiquiatría, pedagogía, jurisprudencia y medicina, de América y de Europa. Entre otras, de los países siguientes: Argentina: Revista de Neurología, Revista Index de
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del "Manual" del propio autor. Paradojalmente en la historia del P. M. K. es el francés el que por vez primera da el esperado Manual de Mira; lo presenta en ese año una institución editorial especializada de la importancia del "Centre de Psychologie Appliquée". El Manual impulsó aún más el proceso de progresiva incrementación en el trabajo de estudio y difusión del P. M. K. por diversos países. Año a año el marco geográfico de sus investigadores y de su literatura fue ganando nuevos países: entre otros, Ecuador, España y Venezuela, en 1951; BoÜvia, Italia, Portugal y Finlandia en 1953. Al presente, son ya más de 100 los autores 5 que en 21 países —11 americanos, 8 europeos, 2 asiáNeuropsiquiatría, Revista de Neuropsiquiatría, Revista Latino Americana de Psiquiatría, Revista de Psiquiatría y Criminología, Semana Médica, todas ellas de Buenos Aires, y Revista de Medicina Legal y Jurisprudencia, de Rosario. Brasil: Arquivos Brasileiros de Psicotécnica, Revista Brasileira de estudos pedagógicos, Psyké, Jornal Brasileiro de Psicotécnica, todas de Río de Janeiro: Revista de Museum Paulista y Revista de Psicología normal y patológica, de San Pablo: Revista de Faculdade de Direito, de Mina Gerais; Revista de Neurohiología, de Recife, Ecuador: Revista de la Facultad de Ciencias Médicas, Archivo de Criminología y Neuropsiquiatría, de Quito. Uruguay: Boletín del Laboratorio de Psicopedagogía Morey Otero y Anales del Instituto de Neurología, ambas de Montevideo. Otros países de América: Revista de Psiquiatría, Neurología y Medicina Legal de Santiago; Revista policlínica de Caracas; Revista de Neuropsiquiatría, de Lima; Archivos Bolivianos de Medicina, de Sucre; Criminalia, de México; The American Journal of Psychiatry. de E. U. De Europa: Revista de Psicología general y aplicada, de Madrid; Anais Portugueses de Psiquiatría, 0 Médico, de Lisboa: Buüclin de Psychologie, de París; Revista Ospedale Psichiatrico de Napoli y Lavoro Neuropsichiatrico. 5 Daremos una idea más precisa, aunque inevitablemente incompleta, del proceso de incesante y creciente incorporación de investigadores que, a partir de Mira, contribuyeron con publicaciones a la literatura del P.M.K., citándolas en serie cronológica, por países y autores en orden alfabético: 1039: E. Mira, 1941 - Chile: E. Brucher. G. Ortiz González. 1943 - EE. ÜU.: J. L. Simón, D. Wechsler. 1944 - Bolivia: Martínez Zambrano; Uruguay: J. Galeano. 1945-Brasil: A. Arruda; EE. UU.: H. Viets. 1946-Argentina: R. Melgar; Cuba: J. A. Bustamante. 1947 - Uruguay: M. C. Grompone, E. Migliano, R. Miles, J. A. Pereira, D. S. Piacensa. 1948-Brasil: C. Mi' randa Menezes. V. Vaz, C. R. Alves, A. Barradas Barata, J. Lucena, I. Mathías, 1. E. Nelsohn, M. Rebortella, O. L. B. Salles, P. Silva Dantas, A. Silveira, S. Vizzotto; EE. UU.: J. E. Bell, S. Ross, E. A. Spiegel; Inglaterra: M. Henle, D. Mackinson; Vianda: G. Palmade: México: G. López González. 1949 - Brasil: H. Klanfer, A. Lanihu, M. Macedo Ribeiro, A. G. de Mira, A. Oliveira Pereira: Francia: A. Ombredanne, I'. Pichot. 1950 -Brasil: J. Abreu Paiva, M. Amaral, P. Barahona, P. P. Bessa, E. lliirges Carneiro, Z. Gamundi; Uruguay: A. Guerra; Argentina: C. Coronel. 1951 - Bras//: L. G. Anderson, B. Starec, S. Schwarzstein: Chile: J. Speriza Zaninovich; Ecuador: G. L. Ríofrio; España: J. S. Pertejo; EE. UU.: H. H. Anderson; Venezuela: E. H. 1 bañe/ Petersen. 7952 - Brasil: T. Aviles, V. R. Bartoli, N. F. Josetti. ¡953 - Bolivia: I!. D. Medina Eguía; Brasil: E. De Lima, G. Mattos; Ecuador: A. Cuevas Tamares, G. Montesino; Finlandia: T. Takkala; Francia: M. Bernard, Siom, M. Sirot; Italia: '.•".. Buondonnq, E. Zara; Portugal: F. S. Pimentel Neves, A. Sotto Mayor Regó. 1954 írfteiitina: P. Horas, E. Ossola de Horas. Brasil: E. Barra, B. Cavalcanti, E. Faría \lvim, A. Ginsberg, E. Mello Ribeiro, J. S. Pontual, I. Sá Carvalho. 1955 - Brasil: G. Sandoval de Andrade, J. Shaltiel. Venezuela: A. B. Larez. 1956-Brasil: }. A. Amor¡n, M. V. Machado Vieira, A. Minicucci, J. Navas. 1957 - Brasil: I. Andradoz Ruiz, J. F. Cavaliere, N. Osorio Duarte, G. F. Quíntela; Italia: M .T. Zoli, L. Ronchi, G. Ferrara Mori...
PSICODIAGNOSTICO
MIOKINETICO
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ticos— han publicado alrededor de 130 trabajos en sus respectivos idiomas. (Véase la bibliografía al final del Manual). En los últimos años, el P. M. K. es tema regular de los congresos de la especialidadc, instrumento de investigación de diversos factores 7 y tipos 8, materia de análisis de correlación con otros tests 9, y, en fin, tópico ya obligado en todo libro dedicado a la psicometría y al psicodiagnóstico. Debe ser, pues, motivo de íntima complacencia Dará el Dr. Mira, maestro de la psiquiatría y figura de prestigio mundial, haber sido el primer psicólogo que trabajando desde nuestra lengua y desde Sudamérica ha logrado situar su test junto a los más importantes de la psicometría contemporánea, y haber dado asimismo esa satisfacción a la psicología de habla castellana y portuguesa. Parejo sentimiento cabe en sus colaboradores del I. S. O. P., en los psicólogos del Instituto Sebastián Morey Otero y en los investigadores independientes, brasileños, uruguayos, argentinos y cubanos que han participado en la obtención de ese test de prestigio internacional. La editorial en lengua castellana tenía, pues, una doble deuda: de gratitud con el Dr. Miru y los investigadores de P. M. K., que teniendo ya en camino la segunda edición de su manual francés y la primera del inglés —con sello estadounidense— faltaba, en cambio, indebidamente, en su idioma materno; y, en fin, una deuda de colaboración, con los psicólogos profesionales y estudiantes, privados hasta ahora de esa obra básica para su conocimiento y aplicación. La intervención del Dr. Mira y la buena disposición del Director de edición del Centre de Psychologie Appli6 Fue presentado, entre otros: al IX Congreso Sudamericano de Medicina (1946), IV Congreso Brasileño de Psiquiatría, Neurología y Medicina Legal (San Pablo, 1948), I 9 Conferencia Panamericana de Criminología (1948), IX Conferencia de Psicotécnicos (Berna. 1949), IIP Jornada Brasileña de Puericultura y Pediatría (1949), IV Congreso Brasileño de Psiquiatría y Congreso Internacional de Psiquiatría, París, ambos celebrados en 1950; Jornadas Psiquiátricas de Córdoba (1952), Congreso Internacional de Psicotécnica, París (1953), IIP Congreso Latino Americano de Salud Mental (San Pablo, 1954), ler. Congreso Argentino de Psicología, TucuTián (1954). Seminario Latino Americano de Psicotécnica (1955)... 7 En relación con diversos factores: peligrosidad, Buenos Aires (1941, 1942, 1945); inteligencia, Montevideo (1947); fatiga, Río de Janeiro 1949); emoción, Río de Janeiro (1949); agresividad, Río de Janeiro (1949)... 8 Se lo ha investigado en diversos tipos y grupos de sujetos. Señalaremos algunos: delincuentes (Chile, 1941; Río de Janeiro y México 1948; San Pablo 1955), depresión, New York (1943), adolescentes normales (Buenos Aires, 1945; Río de Janeiro, 1956), niños de 10 a 12 años, Montevideo (1946), estudiantes (Montevideo, 1917). somatotipos (San Pablo, 1948), fumadores de maconha (Recife, 1948), psicosis (San Pablo, 1948), aviadores (Río de Janeiro, 1950), indios Barorós (Río de Janeiro, 1949), indios Kaingangs (San Pablo, 1959), indios Guaraunos (Venezuela, 1954), choferes (1951), univitelinos (San Pablo, 1950), esquizofrénicos (1953), oligofrénicos (1954), ciegos (1955)... 9 Se lo viene estudiando en sus correlaciones principales con otros tests y técnicas de examen de la personalidad: Rorschach (San Pablo, 1948; Río de Janeiro, 1957), Rosenzweig (Río de Janeiro, 1949), análisis grafológico (Río de Janeiro, 1949 y 1956), tipología de Sheldon (Río de Janeiro, 1949), T.A.T y Koch (Río de Janeiro, 1957) ...
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E. MIRA Y LÓPEZ
quée, Mme. Claude Joublin, permitió, en grato acuerdo, traerlo al castellano casi simultáneamente —si no antes— con la segunda edición francesa, de cuyos originales fue traducido. La versión fue realizada por Alice Galland de Mira, con la autoridad que le da Su calidad de investigadora del P. M. K. No obstante, más que una traducción, es ésta una edición directa. El autor quiso tomarse el empeño de supervisar desde Río las pruebas de imprenta de esta edición. Por todo ello, al ofrecerla deseamos expresar al Dr. Mira nuestro reconocimiento, así como nuestra confianza de que este Manual habrá de promover nuevas investigaciones, nuevos aportes y una mayor difusión del P. M. K., que tiene ya veinte años de curriculum, pero que —joven, en rigor— ciertamente no han de ser nada más que los iniciales de una historia larga abierta al futuro. Y a nosotros —discúlpese esta referencia personal de pequeña crónica de un hecho ocurrido 15 años atrás— nos cabe la satisfacción de hacer la edición de este test que tanto nos impresionó cuando tuvimos el primer contacto con él, en una administración que, como aprendiz y sujeto experimental, nos hiciera el Dr. Mira con motivo de una demostración que' en mayo de 1941 dedicó a quienes por entonces integrábamos el cuerpo técnico del Instituto Sigmund Freud de Buenos Aires.
Buenos Aires, 1957
J. B.
PRESENTACIÓN
En el curso de la evolución humana, el lenguaje verbal —que inicialmente parecía destinado a facilitar la comunicación de las ideas y sentimientos— se ha ido convirtiendo cada vez más en un cómodo instrumento para simularlos o disimularlos. Desde el principio de nuestros trabajos de psicología experimental tuvimos prevención para toda técnica que exigiese el uso de la palabra como recurso esencial para la exploración y diagnóstico de cualquier función o estado anímico. Precisamente por la facilidad con que se dice lo que no se siente o se deja de decir lo que en el fondo más se siente, es por lo que cualquier exploración psicoanalítica consume años en lograr lo que podría ser obtenido en minutos si el sujeto careciese enteramente de control o censura en sus expresiones verbales. Desgraciadamente, las pruebas motrices —incluyendo las denominadas pruebas de trabajo o Arbeitsproben— así como los tests situativos y realistas, tampoco ofrecen garantías suficientes contra el fraude o el disimulo, pues cualquier individuo inteligente es capaz de captar su sentido y organizarse una respuesta artificial. Precisaba, pues, asociar o combinar las ventajas de las pruebas "proyectivas" y las pruebas de "expresión activa e involuntaria" para hallar una base más sólida, desde la que pudiésemos lanzarnos con cierta seguridad a la investigación de los rasgos típicos de cualquier personalidad humana. Creemos haber encontrado esa deseada combinación, colocando a los sujetos en una situación experimental en la que no solamente no puedan percibir la finalidad que con la investigación se persigue, sino que tampoco sean capaces de controlar el rendimiento o la respuesta, pues ésta es obtenida en condiciones técnicas que excluyen el control voluntario y permiten sea expresiva de las tendencias naturales ancladas en una de las zonas más profundas del psiquismo: la miopsique. Se trata, pues, de establecer el diagnóstico psíquico a través de las peculiaridades de ciertos movimientos realizados por el sujeto; de ahí el título que hemos dado a nuestra técnica: Psicodiagnóstico miokinético (P. M. K.) o sea: diagnóstico psicológico oor medio de los movimientos musculares.
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E. MIRA Y LÓPEZ
Durante 15 años hemos podido obtener preciosas colaboraciones y deseamos agradecer públicamente a quienes más nos las han prestado: los profesores Ch. Myers, Mapother, Aubrey Lewis, Maclay y Slater (de Londres), H. Piéron y P. Pichot (París), A. Ombredanne (Bruselas), los doctores R. Melgar y C. Coronel (Buenos Aires), M. Carbonell de Grompone y J Galeano (Montevideo), A. Oliveira Pereira, Cinira Miranda Menezes y Tito Aviléz (Río de Janeiro), y last but not least, mi esposa, Alice Mira, que ha tomado a su cargo todo el trabajo de recolección, clasificación y revisión del material que constituye el presente texto.
CAPITULO I EL PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO (P. M.K.)
Prof. E. MIRA Y LÓPEZ Río de Janeiro.
Caracterización
Se trata de una prueba o reactivo mental, de expresión gráfica, que se propone detectar lo que se puede llamar la "fórmula actitudinal" del individuo con ella examinado, o, si se quiere usar un término más expresivo pero menos exacto, "su esqueleto psíquico", o sea: sus tendencias fundamentales de reacción, constituyentes de sus peculiaridades temperamentales y caracteriales. Storch ha dado el nombre de "miopsique" al conjunto de dispositivos que aseguran la adaptación psicomotriz (instintiva) al ambiente. Tales dispositivos permanecen latentes o invisibles mientras discurre la actividad mental en la zona "conativa" de su ciclo (o sea, en la fase que lleva del deseo a la decisión), pero pueden, no obstante, ser evidenciados mediante el examen del tono postural. Esto es precisamente lo que se propone realizar el test miokinético, mediante la ejecución de diversos tipos de movimientos en los diversos planos del espacio. Su fundamentación teórica se encuentra en la denominada teoría motriz de la conciencia, de acuerdo con la cual toda intención o propósito de reacción se acompaña de una modificación del tono postural, que propende a favorecer los movimientos destinados a la obtención del objetivo y a inhibir los movimientos contrarios. Antecedentes y fundamentos teóricos Hacia el año 1828 el marqués de Chevreul reprodujo una experiencia de Gall para demostrar que el simple pensamiento de un movimiento era suficiente para crearlo en realidad: daba a los sujetos una plomada (un pequeño cilindro de plomo atado a un cordón fino) y les pedía que la inmovilizasen, manteniendo el brazo extendido horizontalmente y presionando la extremidad distal del cordón entre el índice y el pulgar. Cuando el peso estaba quieto les invitaba a cerrar los ojos e imaginarse cualquier movimiento lineal, en diversas direcciones (rectilínea, oblicua, circular, etc.), pero esforzándose al propio tiempo en mantener inmóvil el brazo y los dedos
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para que permaneciese quieta la plomada. Pues bien: al cabo de pocos segundos ésta empezaba a oscilar, y por la dirección e intensidad de sus desplazamientos podía siempre inferirse el tipo de movimiento que el sujeto se estaba imaginando. Algunos decenios después se puso de moda en los salones el juego consistente en descubrir un objeto que había sido previamente escondido por cualquier circunstante. Este debía dar su mano a otro, que actuaría como si fuese un "médium" y trataría de localizarlo. Casi siempre el juego terminaba con el hallazgo del objeto y la explicación era simple: quien lo había escondido no podía suprimir una contracción de su mano cuando el supuesto médium se acercaba al lugar de la ocultación y de esta manera lo guiaba y orientaba involuntariamente en su búsqueda. A fines del siglo pasado los estudios fisiognómicos que habían sido mucho antes iniciados por Lavater volvieron al palenque, con mejor sistematización, al propio tiempo que sé concretaban los primeros ensayos grafológicos. Aquéllos y éstos obedecían al mismo principio: la -sustancia se manifiesta en la forma y la vida se expresa en el movimiento. Ya en nuestro siglo, el cinema ha permitido demostrar cómo es posible seguir y comprender el curso de los más diversos procesos discursivos y emocionales de un ser humano a base de la simple observación de su pantomima (nos referimos sobre todo a los films que se toman sin que el individuo se dé cuenta que está siendo filmado; durante un interrogatorio, por ejemplo). Casi simultáneamente, la teoría motriz de la conciencia, lanzada por William James y ampliada por M. F. Washburn, Jacobson y G. Madinier, es aceptada por un número creciente de psicólogos y empiezan a surgir tests para estudiar las características personales por medio de su expresión motriz. (Para una exposición clara y precisa de la teoría motriz de la conciencia puede consultarse la monografía de Nina Bull: The attitude theory of emolían. Nervous and Mental Dis Monographs. New York. 1951.) Harriman, en su nuevo Diccionario Psicológico (v. bibliogr.) define la teoría motriz de la conciencia como siendo aquella según la cual la conciencia es una función derivada de la actividad muscular más o menas implícita. (El original inglés se expresa así: "consciousness (awareness) is the result of more or less impiicit muscular activity and a psychic (not-physiological function".) Por su parte Washburn, en su libro Movement and Mental Imagery escribió: "todos los casos de la llamada imaginación kinestética son en realidad casos de sensación motriz de excitación periférica, resultante de la ejecución leve de movimiento". Y más tarde agregó: "la representación de un movimiento no existe aparte de las sensaciones resultantes del mismo". L. V. Max sometió a esa teoría a una comprobación experimental, obteniendo fotografías de corrientes de acción en la musculatura periférica de sujetos sordos, mientras dormían calma y tranquilamente, cuando eran sometidos a estimulación externa y cuando soñaban. Los resultados obtenidos demostraron que el tránsito de la vigilia al reposo era acompañado de una disminución progresiva de esas corrientes, indicando así la progresiva dis-
minución o inhibición de la respuesta motriz (hecho que se comprobó también en los sujetos dotados de audición normal). En 1930 Jacobson publicó trabajos en los que demostraba la enorme importancia que las variaciones del tono muscular tienen en la determinación del curso de los procesos intelectivos, afectivos y conativos (voluntarios). He aquí la traducción de algunas de sus conclusiones: "la contracción específica de los músculos es no solamente concomitante de ciertas actividades mentales, sino que resulta ser esencial para su ocurrencia, porque la imaginación de un determinado acto no puede lograrse si los músculos que lo realizarían se encuentran completamente relajados". "Si amplificamos 80 veces las fotos del brazo de un sujeto que piensa tenerlo inmóvil pero que imagina moverlo, nos daremos cuenta de que realmente el brazo presenta oscilaciones de una amplitud variable entre 0,07 y 0,32 milímetros". En 1931 Allport y Vernon publicaron su excelente libro de estudio de los movimientos expresivos (ver bibliogr.) en el que con una sólida y amplia base experimental y estadística demuestran que las pruebas o tests psicomolores son tan constantes y tan válidos en sus resultados como los tests de inteligencia. Señalan igualmente, en esa obra, que es posible emprender el estudio científico del valor expresivo de los gestos gráficos usando simples líneas o figuras geométricas sencillas. Finalmente afirman que "existe una evidente correspondencia (congruencia sería la traducción literal) entre los movimientos expresivos y las actitules, los rasgos y los valores y demás disposiciones de la personalidad interna". En 1931, J. Downey presentó una serie de pruebas gráficas, psicomotrices, que alcanzó extraordinario éxito. Su libro Will and Temperament Tests y sus ideas se han visto después rápidamente olvidados, bajo el impacto de los llamados tests proyectivos; pero autores de tal prestigio como Thurstone y Eisenck opinan que tal olvido es injusto. He aquí, por ejemplo, lo que Thurstone ha escrito sobre este asunto: "La mayor parte de los psicólogos considera probablemente que el primer trabajo de June Downey se halla superado y constituía una falsa pista. Creo que tuvo una idea exacta al estudiar el temperamento por métodos experimentales en vez de hacerlo por cuestionarios. Sería probablemente provechoso retomar esa dirección, si bien acaso no fuera preciso utilizar como recurso de investigación solamente la escritura (Discurso presidencial. Asociation Americana de Psicología. Sección de Evaluación y Medida. Detroit. Setiembre 9 de 1947). Previamente nos había llamado la atención el efecto terapéutico obtenido en numerosos casos de neurosis mediante la gimnástica médica asociada a ejercicios de relajación; asimismo nos había sorprendido favorablemente el éxito de la denominada terapéutica ocupacional (que obtiene mediante el movimiento muscular un cambio en las actitudes y tensiones kinéticas que han sido fijadas por el conflicto mórbido). De este modo estábamos preparados para adherirnos a la teoría motriz de la conciencia, y por ello ya en 1933 empezamos a usar tests fílmicos y tests situacionales en la exploración de la personalidad, mientras tratábamos de encontrar algún recurso más sencillo para poder estudiar sus tensiones, a través de la expresión motriz.
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En 1936 construimos un aparato \at que llamamos "axiestereómetro") para investigar la memoria muscular de los candidatos a piloto en la aviación republicana española. Nos sorprendió ver que los errores que tales candidatos realizaban al ser sometidos a examen no se distribuían de acuerdo con la curva de probabilidad normal sino que se acumulaban en determinados puntos, correspondientes a determinadas direcciones del espacio, de suerte que al ser representados gráficamente —en forma de "estereogramas"— daban lugar a figuras o perfiles originales y peculiares de cada individuo. Se necesitaba, por tanto, admitir la existencia de un factor responsable por la desviación sistemática de los errores personales en determinadas direcciones o vectores (lo que equivale a decir que los sujetos tendían a infraestimar el movimiento realizado en determinadas direcciones y a superestimar el ejecutado en otras). Este factor, por exclusión analítica, fue identificado como siendo la diferencia de tonus postural preexistente en los diversos grupos musculares que eran puestos a trabajar durante la prueba. O sea: la actitud muscular (fórmula de las tensiones posturales) con que cada sujeto enfrentaba la prueba interfería con su deseo de exactitud y le llevaba a errar, cuando creía estar realizando movimientos de igual amplitud. No fue entonces difícil obtener correlaciones altamente significativas entre el tipo caracterial de cada individuo y el tipo de sus estereogramas (o sea, entre sus actitudes dominantes de reacción y la modalidad de sus errores en el test .axiestereométrico). De esta suerte, conocidas las actitudes mentales básicas podíamos predecir el sentido de las desviaciones a ser observadas en el test y viceversa. En 1939 emprendimos en el Maudsley Hospital, de Londres, un plan de investigación que había sido previamente aprobado por el profesor Henri Piéron: se trataba de ver si las desviaciones sistemáticas que habíamos denotado en la apreciación kinestética del espacio, en relación con los diversos tipos de carácter, podían ser confirmadas en grupos de enfermos mentales, que sufriendo de síndromes psiquiátricos bien delimitados puediesen ofrecer, de un modo exagerado e indiscutible, los rasgos actitudinales que habíamos puesto en relación con los diversos tipos de desvío en la prueba (agresividad o autoagresividad, depresión o elación, extraversión o autismo, etc.). Al propio tiempo intentábamos obtener una técnica que permitiese prescindir del uso del axiestereómetro y que fuese compatible con la conducta de los enfermos mentales, siempre desconfiados ante cualquier situación experimental. Es así como se desarrolló el test miokinético, cuya primera presentación —teórica y práctica— fue hecha a la Rojal Society of Medicine de Londres, en octubre de 1939, apareciendo publicada en sus Proceedings de febrero de 1940 ("Psych. Section"), He aquí lo que entonces comunicamos, como síntesis de nuestro trabajo: Las intenciones individuales, esto es, los propósitos, se acompañan de ir.-tensiones, esto es, de tensiones musculares. Los grupos de músculos que han de realizar fundamentalmente los actos proyectados se hipertienden, es
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decir, se preparan de antemano a su contracción con el consiguiente aumento de su tono, mientras que los antagonistas, o sea, aquellos cuya acción se opondría a la realización intencional, se relajan, distienden y disminuyen consiguientemente su tono. Si se desea que un individuo se sienta en buena disposición para una acción agresiva o combativa, será necesario que se le haga tomar una actitud o postura capaz de favorecer la ejecución de los movimientos de ese tipo, y he aquí la razón por la cual en todas las épocas y culturas los jefes militares han insistido tanto en lograr de sus soldados la "postura marcial", en la que existe un aumento del tono postural de los músculos extensores. Razón análoga explica los éxitos de la fisiognomía, la quirología y la grafología, así como constituye la base del arte expresionista y, sobre todo, del cinema mudo y de la pantomima. La teoría de James-Lange no es, pues, tan disparatada como parece a primera vista. De otra parte, como ya se ha indicado, el éxito de las terapias ocupacionales y convulsivantes se podría explicar porque en las primeras la ejecución de nuevos movimientos destruye las pautas o clisés ya estratificados y rígidos que, por así decirlo, plasman y encronizan el conflicto mental. De otra parte, el denominado síndrome de Fenichel (cansancio, astenia alternante con manifestaciones espasmódicas, algias musculares, etc.), demuestra la perfecta coexistencia de los síntomas de situación conflictiva en el plano mental y en el plano fisiomotor. El principio de la Miokinesis El espacio psicológico no es neutro. Todo movimiento adquiere en él, además de su efecto mecánico, una significación particular, de acuerdo con s'i dirección vectorial (por ejemplo, en la cultura occidental, los movimientos rn la dirección de izquierda a derecha, de abajo hacia arriba o de dent í o hacia afuera (con respecto al cuerpo de quien los ejecuta) adquieren una !<;nalidad "progresiva", en tanto que los efectuados en las respectivas direc, 'ones inversas parecen tener una significación regresiva. De otra parte, loda actividad mental considerada desde un punto de vista objetivo es una sucesión de actos que se desarrollan sobré plataformas actitudinales previamente formadas; así, cada cambio de conducta implica también un cambio de las tensiones musculares y altera su fórmula de equilibrio. Por tanto: el desequilibrio psíquico y el desequilibrio miokinético 'son dos aspectos exiremos de un mismo proceso individual y por consiguiente es posible hacer inferencias recíprocas a partir de cualquiera de ellos. Las perturbaciones de ' .s tensiones psíquicas se expresan en el dominio de los movimientos musculares, pudiendo ser evidenciadas siempre que se consiga eliminar la acción correctora —momentánea y voluntaria— del sujeto.
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El principio técnico del P. M. K. Deriva del precedente y puede formularse así: "si invitamos a un individuo a realizar pequeños movimientos oscilatorios en las direcciones fundamentales del espacio, sin permitirle controlar la extensión y la dirección, por la vista, se observarán desvíos sistemáticos en tales movimientos, en relación con el grupo muscular predominante. Este grupo, a su vez, nos indicará el propósito de acción dominante en el sujeto, en el plano del espacio considerado". Si el sujeto tiene una actitud dominante de huida o replegamiento, habrá hipertendido los músculos que aseguran la obtención de ese propósito y de esta suerte tales músculos (flexores o adductores) le harán desviarse correspondientemente cuando sean puestos en juego alternativo con sus opuestos (que aseguran el ataque y la expansión).
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pág. 196) : "Existe una evidencia experimental indiscutible, que confirma la asociación existente entre la idea o imagen de un movimiento y su ejecución en mínima escala". Es lo que se llama tendencia ideomotriz, variable según los sujetos: en algunos casos esa tendencia es tan fuerte, que los movimientos son visibles a simple vista, mientras que en otros casos es preciso disponer de un dispositivo amplificador para evidenciarlos. De otra parte, en su libro acerca de la psicología del pensamiento (Psychology of Thinking, McGraw Hill, 1952), el prof. W. E. Vinacke concluye (pág. 358): "De otra parte, una base experimental sustancial y una interpretación coherente confirman la teoría motriz (del pensamiento). Esta liga los procesos mentales a actividades somáticas implícitas, con el cerebro sirviendo como mero centro selector e integrador. Series de movimientos musculares mínimas (estriados y lisos), contracciones e impulsos kinestésicos organizados en el sistema nervioso central son considerados como la base del pensamiento". *
El principio de la disociación miokinética Este principio se ha derivado especialmente de las observaciones de Werner Wolff acerca de la expresión facial, los gestos y los movimientos comparados de las dos mitades corporales. Varios autores han confirmado que cada uno de nosotros tiene una mitad corporal dominante (generalmente es la derecha, que corresponde al hemisferio cerebral izquierdo, en el que también se encuentran los principales centros del lenguaje oral). Esta mitad dominante (derecha en los diestros e izquierda en los zurdos) es más evolucionada pero también más inestable, precisamente por hallarse más directamente sometida a las fluctuaciones tensionales de la conciencia individual. En cambio la mitad dominada, submisiva, olvidada y apenas evolucionada, permanece casi igual desde la infancia hasta la vejez. Las expresiones motrices del lado o mitad dominante manifiestan las actitudes y propósitos actuales y caracteriales, en tanto las del lado dominado expresan perfectamente los propósitos y actitudes instintivos, temperamentales, subconscientes y hasta cierto punto permanentes, pero latentes en el sujeto (W. Wolff propuso por ello dar el calificativo de "inconsciente" a la hemicara menos variable). Así se explica que los trazados correspondientes a los niños, los débiles mentales y los salvajes tiendan a ser más simétricos (en espejo) que los obtenidos en adultos, intelectuales y cultos.
Confirmaciones recientes de la teoría motriz de la conciencia Ya hemos indicado que además de los autores clásicos, Nina Bull y Eisenck se han ocupado recientemente, con trabajos experimentales, de la teoría motriz. El segundo de estos autores describe (Dimensions oj Personality,
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La bastardilla es nuestra.
CAPITULO II MATERIAL Y TÉCNICA DE APLICACIÓN A. a)
Material de prueba
Cuaderno de prueba
La prueba requiere un cuaderno de 6 páginas, numeradas, donde se hallan impresos los diferentes tipos de trazados que deberán ser ejecutados. (Véase el cuaderno anexo.) El orden de los trazados es el siguiente: página
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Lineogramas Zig-zags Escaleras y círculos Cadenas Paralelas egocífugas y Ues verticales Paralelas egocípetas y Ues sagitales.
El tamaño y la disposición de estos trazados obedecen a un modelo patrón previamente establecido. El papel debe ser suficientemente grueso para evitar los surcos y los desgarramientos. Cada hoja deberá ser impresa de un solo lado para permitir el uso de la página en blanco en caso de que sea necesario repetir algún trazado. b)
Mesa
Para la aplicación del test es necesario una mesa especial cuya tabla horizontal se encuentre a la altura umbilical del sujeto sentado, para que pueda mover libremente los brazos sin el riesgo de tocar la mesa. Dicha mesa deberá tener las dimensiones siguientes: 72 cms. de altura, 57 cms. de largo por 45 cms. de ancho. La tabla horizontal debe poder colocarse fácilmente en posición vertical para poder ejecutar las partes de la prueba que así la requieren. En el centro de esta tabla debe encajarse un vidrio de 28 cms. por 33 cms. con 3 ó 4 mms. de altura. Sobre esta superficie
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totalmente lisa se coloca el cuaderno de la prueba, que se fija por pinzas especialmente adheridas a la mesa. (V. Fig. 1 de las Ilustraciones del Manual.} Si no se dispone de una mesa especial, se puede utilizar una tabla pesada y bien lisa que tenga por lo menos 32 cms. por 40 cms., que se coloca sobre una mesa suficientemente baja para que los codos se mantengan por encima. Esta tabla debe articularse sobre otra igual para permitr su colocación en posición vertical y mantenerse firmemente. El cuaderno será fijado con chinches. (V. Fig. 2.) Recomendamos calurosamente el uso de la mesa especial. Sin embargo, para realizar pesquisas que exigen constantes desplazamientos para el examinador, las tablas portátiles resultan más prácticas.
Se precisa para tomar el tiempo de ejecución de los trazados. La duración de la prueba es variable; es importante que la toma de tiempo se haga discretamente para no enervar al sujeto.
c)
i)
Silla
Una silla sin brazos laterales y con respaldo recto es suficiente. El sujeto se sentará bien en ella, pero no ha de recostarse negligentemente en su respaldo sino mantenerse bien erecto, principalmente durante la ejecución de los trazados. d)
Lápices
Precisa tener por lo menos 2 lápices Faber N° 2, de la misma longitud y debidamente afilados. El examinador tendrá a su disposición otros 2 lápices, de color (preferentemente rojo), sea para marcar la extremidad del trazo final, sea para entregar al sujeto cuando se prevea que su trazado va a pasar por encima de otro hecho con lápiz negro. e)
Pantalla
Se precisa una pantalla, de cartón resistente, de color uniforme y claro (gris o verde, preferentemente) capaz de ser interpuesta entre los ojos del sujeto y el cuaderno del test, con el fin de privarle de la visión de éste. Esa pantalla habrá de ser mantenida en posición vertical u oblicua de acuerdo con el tipo y plano de los trazados, de modo que no llegue nunca a contactar con el lápiz o parte alguna del cuerpo del sujeto. Recientemente se usa un dispositivo aislante, de tipo mecánico, que evita la molestia de tener que mantener manualmente la pantalla. f)
Cartones cobertores
Se precisan dos cartones rectangulares para cubrir los trazados a medida que son terminados por el sujeto. Uno de ellos ha de tener las siguientes medidas: 20 por 29 cms y el otro: 7 por 22 cms. El color de los mismos ha de ser gris, con bordes reforzados para que puedan ser fijados por las pinzas sin estropearse (cuando la tablilla se pone en posición vertical).
g)
Chinches o pinzas metálicas
Cuando no se cuenta con otro dispositivo ad hoc, es necesario fijar el cuaderno del test mediante chinches o pinzas metálicas. (En las mesas especiales eso no es necesario, pues el cuaderno se encaja en la tablilla.) h)
Cronómetro
Una regla graduada en milímetros y un limbo
Regla y limbo graduados se necesitan para tomar las 79 medidas fundamentales del test. Existen en el mercado reglas con limbo incluido, lo que facilita su manejo para el trabajo.
B.
Técnica de aplicación
1. INSTRUCCIONES PRELIMINARES El test ha de ser realizado en un ambiente tranquilo. Hay que evitar que el sujeto pueda tener algún indicio (directo o indirecto) de los trazados que está haciendo o hizo. Cualquier incidente que venga a desviar su atención durante la ejecución determinará la repetición del trazado que estaba en curso de realización. Es preciso que el sujeto esté bien sentado, frente a una mesa suficientemente baja como para que queden los codos sobre ella. (V. Fig. 3.) La distancia del cuerpo a la mesa será la habitual para la escritura, pero la posición ha de ser erecta y no curvada; el busto ha de mantenerse paralelo al eje longitudinal y las piernas no han de estar cruzadas. El sujeto anotará sobre la página de cubierta los datos pedidos: nombre, edad, situación familiar, grado de instrucción y, sobre todo, si se considera diestro o zurdo. Hecho esto, se colocará ante él la primera hoja del test y se le dará un lápiz, indicándole que ha de tomarlo por la parte media y mantenerlo en posición vertical, o sea, perpendicular al papel, durante la ejecución de los trazados. Estos habrán de ser ejecutados manteniendo el brazo en el aire y no apoyando parte alguna (codo, muñeca, etc.) sobre el papel. De esta suerte el brazo, formando un ángulo variable de 45° a 809 con el antebrazo, se deslizará en el aire, paralelamente a la mesa, con el fin de hacer más libremente los movimientos. La inclinación del eje del brazo sobre el del tórax será también aproximadamente de 45° a 60°. Algunas personas tienden a mover nada más que la muñeca; precisa insistir para lograr que los movimientos sean hechos tomando como charnela
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el codo. Si durante los trazados se cambia la posición, será preciso anotar el hecho, advertir al sujeto en la primera pausa y, eventualmente, repetir el trazado. La mano que no trabaja deberá permanecer apoyada sobre el muslo correspondiente, con el fin de evitar que sirva de punto de referencia al sujeto. La prueba se realiza en dos sesiones: en la primera se obtienen los trazados hasta las cadenas sagitales (inclusive) y en la segunda se inician las cadenas verticales y se continúa hasta el fin del cuaderno. El intervalo ideal entre estas dos sesiones es de una semana, pero excepcionalmente puede disminuirse hasta 24 horas, cuando exista urgencia en los resultados. En todo caso, empero, es conveniente repetir la prueba más tarde (un mes después, por ejemplo) para controlar la constancia de sus datos. Al hacerlo así también seguiremos la práctica de dividirla en dos sesiones con una semana de intervalo entre ellas. A medida que el sujeto realiza los trazados, éstos serán tapados con los cartones de cobertura, a fin de anular la posibilidad de verlos y de orientarse para tratar de corregir los trazados siguientes. El técnico que obtiene la prueba permanecerá sentado a la derecha del sujeto, teniendo a su lado una mesita o una silla en donde estará el material que utiliza. La pantalla (si no se utiliza el dispositivo mecánico, que se fija automáticamente) será mantenida con la mano izquierda, mientras que la derecha tendrá el lápiz rojo. Los cartones y lápices estarán a mano. En algunos trazados (el zigzag, por ejemplo) el examinador se mantendrá de pie, frente al sujeto que ejecuta el test. Cuando se termine la prueba el examinador hará en la última página del cuaderno las anotaciones correspondientes a las observaciones recogidas durante su ejecución (actitud del sujeto, comentarios, movimientos no requeridos, etc.).
2.
TÉCNICA DE LA ADMINISTRACIÓN PROPIAMENTE
DICHA
Una vez acomodado el sujeto en posición y antes de iniciar la ejecución de los trazados conviene conseguir que adopte una actitud favorable para su trabajo. Las explicaciones preliminares se adaptarán a su inteligencia, cultura y estado de ánimo, pero siempre hay que evitar decirle que va a realizar una prueba de personalidad. Lo más corriente y conveniente es afirmar que va a hacer una prueba para ver la precisión y la seguridad de sus movimientos. Se procurará en todo caso evitar que la prueba adquiera un aspecto solemne o misterioso, pues el individuo se inquietaría o alteraría excesivamente. A continuación se le darán las instrucciones concretas para la realización de cada trazado.
a)
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Obtención de los lineogramas (v. Fig. 4). Instrucciones verbales: "Tome el lápiz con su mano derecha y recuhra.esta línea (se indica el modelo horizontal derecho) de un extremo a otro, haririido u n g i mientos de ida y vuelta, sin pararse ni levantar el lápi/ drl papel, inclusive cuando le sea colocada una pantalla para impedirle ver el trazado. Continúe realizando ese movimiento hasta que le indique que pare".
Algunas personas no comprenden esa explicación; otras la objetan o comentan. Para las primeras es posible tomar una hoja de papel auxiliar y demostrarles lo que se les pide, aprovechando esto para hacerles notar la posición correcta con que han de sujetar el lápiz y realizar sus movimientos. Una vez el examinador satisfecho de que sus instrucciones han sido comprendidas y que el sujeto se encuentra en correcta posición, le da la orden de empezar, y cuando el sujeto está a punto de finalizar su tercer movimiento completo de vaivén sobre la línea marcada, le interpone suavemente la pantalla repitiéndole: "Continúe el movimiento, de memoria, hasta que le diga basta". Cuando se han obtenido así 10 trazados de ida y\vuelta (sin el control visual) se le dejará empezar el movimiento siguiente y se le dará la indicación de detenerse, marcando en seguida con el lápiz rojo las extremidades del último trazado realizado. Es de suma importancia hacerlo así, pues de lo contrario nos exponemos a no poder más tarde —por la superposición de los trazados— reconocer cuál fue la última línea trazada por el sujeto incurriendo así en error en la mensuración. Son convenientes dos precauciones: evítese que el sujeto realice los trazados con los ojos cerrados (a lo que algunos propenden cuando se les interpone la pantalla), e inicíese la prueba con la mano izquierda cuando el examinando es zurdo. Una vez obtenidos los lineogramas horizontales derechos, se pasa a obtener el trazado de los lineogramas sagitales derechos, no sin antes de retirar la pantalla haber cubierto el trazado de aquéllos con el cartón correspondiente. Este, por lo demás, se colocará de modo que no quede excesivamente próximo de la línea sobre la que el sujeto va a moverse ahora, pues de lo contrario éste se inhibirá cuando se le ponga la pantalla y hará trazos más pequeños por temor a tropezar con dicho cartón. De todas suertes, esos cartones de cobertura serán siempre retirados al interponer la pantalla, pues a veces las desviaciones del sujeto son tan grandes que llegan a contactar con ellos si no se toma esta precaución. Del propio modo como se ha procedido para la obtención de los lineogramas horizontales y sagitales derechos se obtendrán ahora los izquierdos. Una vez terminada la obtención de esos 4 trazados se colocará la tablilla con el cuaderno en posición vertical para obtener los lineogramas verticales
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derecho e izquierdo. Precisará ahora asegurarse de que el individuo mantiene su codo suficientemente elevado (separado aproximadamente 60° de su cuerpo). La figura 4 muestra el orden de obtención de los trazados. b)
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Obtención de los zig-zags (v. Fig. 5).
En este protocolo se encuentran 4 dibujos de zig-zags. Los dos centrales sirven de modelo para realizar los movimientos llamados "egocífugos", de separación de las manos del cuerpo, mientras los dos zig-zags más alejados y separados (que se encuentran en la parte distal de la página) sirven para iniciar los movimientos de retorno (flexión) al cuerpo llamados "egocípetos". Este protocolo es el único en el que se van a obtener trazados simultáneos, con ambas manos. Se empieza por obtener el doble zig-zag egocífugo, en el que el sujeto va a ir separando cada vez más sus manos y brazos del cuerpo, dirigiéndolos hacia adelante en el plano sagital (en el vector Yo-Mundo exterior). Para esto se le han dado previamente dos lápices que tomará uno con cada mano, siempre asegurándolos por su parte media y colocándolos perpendicularmente sobre el inicio de las líneas del zig-zag modelo. Entonces se le dice: "Ahora va a mover al mismo tiempo los dos lápices y los pasará por encima de estas líneas en zig-zag, continuando después hacia de-' lante, el mismo movimiento, separando y juntando las manos, como si tocase el acordeón, procurando hacer el mismo trazado del modelo sobre el papel blanco, o sea, procurando que el dibujo sea de igual dimensión y dirección que el modelo, inclusive cuando lo continúe haciendo sin ver, por haberle sido interpuesta la pantalla". La tendencia natural del sujeto es la de ir bajando los codos para buscar instintivamente en ellos un punto de apoyo; por esto precisa renovar la instrucción y advertirle el peligro de que a medida que avanza en sus movimientos puede ocurrir que tropiece con el antebrazo en el borde de la mesa, a menos que tenga la precaución de mantenerse todo el tiempo en la altura inicial. Igualmente se le advertirá para que no propenda a convertir los movimientos especulares di-1 /¡u-/ag bimanual en movimientos homónimos (lo que no daría un zig-zag simétrico I . Cuando se trata de sujetos poco inteligentes o muy distraídos, es conveniente asegurarse de que han comprendido bien la forma del trazado, pues a veces propenden a hacer bucles en vez de zig-zags (trazando lazos en vez de ángulos) y conviene evitarlo ya que podría dar lugar a confusión con la llamada "reversión esquizofrénica" (que es producida por la presencia de contraimpulsos durante la ejecución de los ángulos). La pantalla es interpuesta cuando el sujeto, además de haber recubierto las líneas-modelo, ha ejecutado 3 movimientos completos en zig-zag. La prueba se interrumpe cuando el sujeto pasa la línea de demarcación con sus dos lápices. En esta parte de la prueba el examinador estará de pie, frente al sujeto. Una vez obtenidos los zig-zags egocífugos, se ocultarán con el cartón de
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cubierta apropiado, que será el pequeño, si el sujeto no se ha desviado sensiblemente, o el grande, en caso contrario (v. Figs. 6 y 7). En seguida se procede a obtener el zig-zag egocípeto (del exterior hacia el cuerpo del sujeto: vector Mundo exterior-Yo) y que corresponde a los modelos que se encuentran en las partes supero-externas de la página. Para esto se invita al sujeto a repetir sus movimientos, de retorno, con las mismas instrucciones. Desde que se interrumpe la visión se quita el cartón de cobertura, para que no venga a tropezar con el lápiz del sujeto durante sus trazados. Si se ha producido una fuerte desviación axial en los zig-zags egocífugos, será conveniente cambiar los lápices negros por lápices de color, para obtener los zig-zags de retorno, pues de este modo, en la eventualidad de cruzarse las líneas, no se producirá la confusión entre ellas. (V. Fig. 25.) c)
Obtención de las escaleras y círculos (v. Fig. 8).
Una vez girada la página, doblado el cuaderno y fijado nuevamente a la tablilla, ésta será colocada en posición vertical, de manera que el dibujo modelo para la obtención de la escalera superior (de mano derecha) se encuentre a la izquierda del sujeto y el círculo a su derecha. He aquí ahora las instrucciones: "Haga el favor de recubrir los escalones dibujados aquí y continuar dibujando la escalera correspondiente, sobre el papel blanco, conservando iguales sus dimensiones. En un cierto momento le avisaré para que invierta la dirección y trace la escalera de descenso, con escalones del mismo tamaño, dibujándolos sobre la mitad derecha de la página". Es preciso a veces hacer el gesto característico de la inversión del trazado, para asegurarse de que el sujeto comprendió bien la instrucción y que si falla su ejecución es por falta de capacidad de configuración motora. Además se vigilará que durante toda esta prueba su brazo guarde la inclinación correcta respecto al tronco (aproximadamente 60°). Cuando el examinado está casi en la mitad de la página, se le invita a descender con su trazado, tal como ya se le había indicado, y cuando alcanza la misma altura de la que partió o está a punto de salirse del borde derecho de la página, se le indica que pare. Antes de retirar la pantalla se colocará el cartón de cobertura correspondiente. A continuación se pasa a obtener el trazado de la circunferencia (cuyo modelo está en la parte superior derecha). Para ello se pide al sujeto que cubra constantemente la línea circunferencial, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj y procurando no detenerse ni salirse de la línea, inclusive cuando se le ha interpuesto la pantalla (lo que se hace cuando ha completado 3 vueltas). Una vez que ha dado 10 vueltas sin ver, se le pide que pare, y se pasa a marcar con el lápiz rojo la última circunferencia, pues ésta es la que sirve para la mensuración.
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Una vez terminada la prueba con la mano derecha, se invierte la página (extendiendo el cartón de cobertura df n.odo que también tape el trazado circunferencial que acaba de ser realizado) y se procede a obtener los mismos trazados con la mano izquierda, utilizando los modelos correspondientes (Fig. 9). Terminada la obtención de la escalera izquierda, se ocultará también ese trazado usando el gran cartón de cobertura en posición oblicua (Fig. 10). Se obtendrá entonces el trazado circunferencial (moviéndose la mano en sentido inverso al de las agujas del reloj) teniendo siempre cuidado de sustraer el cartón de cobertura cuando se ha interpuesto la pantalla. d)
Obtención de las cadenas (v. Fig. 11).
En la cuarta página del cuaderno se encuentran los modelos para el trazado de las cadenas. Para terminar la primera parte de la prueba basta obtener los trazados de las llamadas cadenas "sagitales" (correspondientes ai plano horizontal), dejando, para iniciar la otra mitad de la prueba, la obtención de las cadenas "verticales" (así llamadas por ser obtenidas estando el papel en pie, o sea. levantado verticalmente). Las cadenas sagitales se inician en la dirección Yo-Mundo (egocífuga), tomando como partida los modelos que están en el centro y en la parte inferior; después se obtienen las cadenas egocípetas (partiendo de los modelos situados en el centro). He aquí las instrucciones: "Tome este lápiz como siempre, por la parte media, manteniéndolo bien perpendicular sobre el papel y repase bien estas 3 circunferencias secantes, que forman el comienzo de una cadena que usted continuará hasta que le diga basta. Fíjese bien que después de completar cada circunferencia ha de levantar el lápiz levemente sobre el papel antes de iniciar el trazado de la siguiente". A continuación el sujeto empezará el trazado de la cadena egocííuga con su mano derecha, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj y repasando o cubriendo las circunferencias-modelo para continuar sin pausa, hacia adelante (en dirección sagital) ; cuando haya realizado 3 anillos le será interpuesta la pantalla y se le pedirá que se pare cuando está llegando a la línea central de la página. En seguida repasará en dirección egocípeta los modelos de las cadenas que se encuentran a esa altura, cerca de los bordes del papel, y continuará haciendo las circunferencias (cada vez irás próximo del cuerpo) hasta que le será pedido parar, cuando se halle a la altura o nivel del cual inició sin pausa el trazado egocífugo. La Fig. 11 señala claramente el orden y dirección (v. flechas) de los 4 trazados, siendo los 2 últimos los obtenidos, con idénticas instrucciones, por la mano izquierda, que ahora se moverá en sentido inverso al de las agujas del reloj. Cada vez que el sujeto termine un trazado y antes de levantar la pantalla, se cubrirá éste con el cartón correspondiente, para evitar que lo vea y pueda impresionarse o querer corregirse.
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Si se ha producido un fuerte desvío axial, se le dará, para el trazado siguiente, un lápiz de otro color, para poder distinguir bien los anillos pertenecientes a cada trazado (v. Fig. 11). Algunos sujetos quedan detenidos en el mismo lugar, a pesar de creer que están avanzando o retrocediendo; en casos tales el examinador ha de contar mentalmente el número de circunferencias que trazan superpuestas y anotarlo después al lado, cuando se terminó el trazado (Fig. 11). Es claro que si el sujeto muda la dirección (invierte el sentido) del trazado, es conveniente advertírselo, y si reincide, habrá de anotarse el hecho. La segunda parte de la prueba se inicia con la obtención de los trazados de las cadenas verticales, siguiendo las mismas instrucciones y usando como modelo las cadenas laterales (con las que se hizo el último trazado de la primera parte). La tablilla estará en posición vertical y el orden de los trazados puede verse en la Fig. 11. Se torna ahora un poco más difícil cubrir los trazados. Para ello se usa el cartón de cobertura mayor en la mitad inferior de la página (trazados sagitales) y se cubre la cadena vertical derecha ascendente con el cartón pequeño (v. Fig. 12). Cuando el sujeto ha realizado la cadena vertical descendente derecha, se tapa igualmente con el mismo cartón. Una vez realizada la cadena vertical ascendente izquierda, el cartón de cobertura se desplaza hacia ese lado para cubrir el trazado antes que el sujeto haga la cadena vertical izquierda descendente (Fig. 13). De esta manera se obtienen los 4 trazados sin que puedan ser vistos por su autor. e)
Obtención de las Paralelas y las Ves (Figs. 14 y 15).
La quinta página del test contiene los mpdelos para los trazados de las paralelas egocífugas (plano sagital) y las Ues verticales. En la página siguiente se encuentran los modelos de las paralelas egocípetas y de las Ues sagitales. Los trazados serán obtenidos en ese orden, que además se halla bien señalado en las Figs. 14 y 15. He aquí las instrucciones: "Repase con el lápiz de su mano derecha estas dos líneas paralelas y continúe trazando otras paralelas a ellas, de igual extensión y a igual distancia, procurando no salir de los márgenes, de modo que esta área quede dividida en sectores iguales". Cuando el sujeto haya trazado 3 paralelas solo, bajo el control visual, se interpondrá, como siempre, la pantalla y se continuará la prueba hasta que llegue a la extremidad de los márgenes o se salga del borde de la página. Se cubrirá su trazado con el cartón grande y se obtendrá el trazado homólogo con la mano izquierda. En algunos casos el sujeto, al recorrer el trayecto de retorno y avance en el aire, flexiona tanto su antebrazo que inicia el trazado ulterior por detrás (en vez de por delante) del precedente. Otras veces propende a orientarse en el aire descomponiendo su movimiento en 2 partes: retorno y avance; tanto en un caso como en otro habrá de ser anotado el hecho y además,
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en el primero, se numerarán los trazados por orden de ejecución (y no de posición) (v. Fig. 44). Finalmente se levanta la tablilla y se invita al examinando a seguir el contorno de la U, yendo y viniendo sobre ella, sin levantar el lápiz. Cuando ha repasado así 3 veces completas el modelo (3 idas y 3 vueltas) tendrá que continuar la tarea trazando otros 10 movimientos completos (de ida y vuelta) con la pantalla interpuesta. El examinador marcará en seguida con lápiz rojo el último trazado de la U. Las explicaciones para la última (6*) página son las mismas que para la que acabamos de describir y todos sus trazados son obtenidos con la tablilla en posición horizontal. Terminada la prueba es conveniente preguntar al sujeto si tiene alguna observación o comentario respecto a la misma que le parezóa oportuno hacer para facilitar su interpretación. Tales comentarios serán cuidadosamente anotados por el examinador y constituyen parte de los datos cualitativos que con frecuencia completan o rectifican los meramente cuantitativos de los trazados.
CAPITULO III DATOS E INTERPRETACIONES DE CADA TRAZADO Los datos son de dos clases: gráficos (inscritos en el test por la mano del examinando) y verbomotores extrínsecos (gestos, actitudes y comentarios del sujeto durante o después de la ejecución de los trazados). También podemos considerar como datos las cifras expresivas del tiempo consumido en la realización de las diversas partes del examen; en general ese tiempo corresponde bastante íntimamente al llamado "tiempo psíquico", siempre que el individuo no haya sido previamente instruido para adoptar una velocidad o un determinado ritmo de movimientos y, por tanto, se lo haya dejado en libertad para hacerlos como le sea más cómodo. Es claro, no obstante, que cuando se trata de sujetos excesivamente lentos o rápidos será necesario advertirlos sin coaccionarlos, para que se ajusten a los límites razonables de tiempo de ejecución. Vamos a ocuparnos principalmente de los datos gráficos, que son los que nunca faltan y constituyen la base de la interpretación. Tales datos se hallan constituidos por los trazados realizados por el sujeto y podemos, a su vez, clasificarlos en dos tipos: cuantitativos (mensurables) y cualitativos (apreciables globalmente). De un modo general podemos decir que las diferencias entre las medidas de las dos manos sirven para indicar el grado de cohesión o coherencia intrapsíquica, o sea, el grado de correpondencia entre las actitudes reaceionales profundas, permanentes, constitucionales (subconscientes) y las adquiridas, transitorias, aparentes (conscientes) actuales. Las primeras, ligadas al temperamento, se manifiestan preferentemente en la mano menos educada y menos sometida al control voluntario (habitualmente es la mano izquierda), en tanto que las segundas, ligadas al carácter, se manifiestan mejor en la mano dominante y mejor controlada por el sujeto (generalmente, la derecha). En la prueba del zig-zag, que es ejecutada simultáneamente con las dos manos, puede verse hasta qué punto el sujeto llega a compensar su grado de incoherencia o sea: hasta qué punto los trazados de una mano son influidos por la fórmula tensional de la otra mano. Los datos a considerar en el cuaderno del P.M.K. se distribuyen de] siguiente modo:
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A. B. C. D. E. F. G. H.
A.
Datos de los lineogramas Datos del zigzag Datos de las escaleras Datos de los círculos Datos de las cadenas Datos de las paralelas Datos de las Ues Coherencia intrapsíquica
Datos de los lineogramas
Se toman 3 medidas fundamentales: 1. Longitud de las líneas (L) 2. Desvío primario (D.P.) 3. Desvío secundario (D.S) 1. a)
LONGITUD LINEAL
Determinación
Se obtiene la longitud lineal tomando la extensión de la 13? línea trazada por el sujeto (que es la 10^ trazada sin ver) cuyas extremidades han sido previamente marcadas con el lápiz de color. La comparación entre esa longitud y la de la línea modelo (40 mms.) nos indicará si el examinando tiende a aumentar, a disminuir o a mantener el tamaño o extensión de sus movimientos cuando se ve privado de la vista. b)
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Esas cifras muestran que los adolescentes del sexo masculino se muestran menos inhibidos que sus compañeras. Pero éstas, a su vez, tienen menos diferencias entre sus dos manos, lo que parece indicar que presentan, en este aspecto, mayor coherencia intrapsíquica que aquéllos. Sin embargo, precisa señalar que cualquier dato o interpretación de esta prueba solamente adquiere valor cuando se repite en las diversas fases de la misma. Así, es frecuente que algunos individuos se sientan inicialmente inhibidos, pero que en seguida se impongan y compensen, pasando a exhibir tamaños o longitudes lineales normales. Por esto antes de lanzarse a cualquier interpretación aislada es necesario observar las diferentes hojas y trazados del cuaderno, pues así será fácil sorprender sus características rnás evidentes y constantes. Cuando existe gran fluctuación entre los datos de las diversas partes, será preciso deducir que nos enfrentamos con una personalidad inestable, o que lo ha realizado con actitudes cambiantes y, por tanto, lo prudente, será repetirlo en otra ocasión antes de lanzarnos a juicios interpretativos. Una disminución o un aumento bruscos e intensos de los trazados, es decir, un carácter "saltativo" de los mismos, es producto casi siempre de la existencia de disritmia, que puede llegar a ser patológica (epileptoide o paroxística), debiendo, entre tanto, para su diagnóstico, coincidir con la existencia de los demás signos propios de ese trastorno (y que serán considerados más adelanté). 2.
DESVÍO PRIMARIO (D. P.)
La desviación primaria o desvío primario es el dato más significativo de los lineogramas, pues nos da la dirección y la intensidad del desequilibrio tensional en los grupos musculares (agonistas y antagonistas), involucrados en los 3 tipos de movimientos ejecutados en el test (correspondientes a los 3 planos fundamentales del espacio).
Interpretación a)
La disminución de la longitud lineal más allá de los límites normales se observa en los estados de inhibición, en tanto que el aumento en igual proporción se da en los estados de excitación. Para poder saber si esa disminución o ese aumento son o no todavía normales, precisará comparar las cifras obtenidas con las correspondientes en la escala "T" del grupo cuyas características coincidan con las propias del sujeto o más se asemejen a ellas. En general sabemos que se observa una tendencia a disminuir la longitud lineal (por la prudencia natural del sujeto al verse privado de la vista). Un grupo de 300 adolescentes uruguayos, de ambos sexos, proporcionaron estos promedios: Varones: mano izquierda 38 mms.; mano derecha 36 mms. Mujeres: mano izquierda 32 mms.; mano derecha 32 mms.
Determinación (Fig. 16). El desvío primario se mide del siguiente modo:
I 9 Se traza una perpendicular desde el centro de la última línea (13^, indicada por tener sus extremos marcados con lápiz de color) a la línea modelo (o su prolongación, si es preciso). 21? Se mide la distancia existente entre el centro de esta línea modelo y la proyección en ella determinada. El desvío será positivo (afectado con el signo + ) si se dirige: 1. 2. 3. 4.
Hacia Hacia Hacia Hacia
la derecha, en el lineograma horizontal de la mano derecha. la izquierda, en el lineograma horizontal de la mano izquierda. adelante, en los lineogramas sagitales de las dos manos. arriba, en los lineogramas verticales de las dos manos.
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El desvío será considerado negativo (afectado con el signo —) si el movimiento se ha desviado (v. Fig. 17):
agresividad aumentada. Si el D.P. es negativo o nulo en ambas manos, indica una tendencia hacia la autoagresividad que puede conducir a ideas de suicidio (psíquico o individual, esto es: anulador de las posibilidades de expansión o anulador de la propia vida). Hay asimismo casos en los que la agresividad es oscilante y se expresa por variaciones en la dirección de los trazados, de suerte que no hay un sentido predominante en los desvíos.
1. 2. 3. 4. b)
Hacia Hacia Hacia Hacia
la izquierda, en el lineograma horizontal de la mano derecha. la derecha, en el lineograma horizontal de la mano izquierda. atrás, en los lineogramas sagitales de ambas manos. abajo, en los lineogramas verticales de ambas manos.
Interpretación
El desvío primario mide, pues, en milímetros el valor del desequilibrio tensional entre los músculos que aseguran cada trazado. Si esos músculos tienen igual tensión no existirá desvío y su valor será 0. Si un grupo domina a otro, se producirá el desvío en la dirección del movimiento ejecutado por el grupo dominante y con un valor proporcional a la intensidad de ese dominio tensional. Las relaciones entre los desvíos primarios (D. P.) de cada mano y la comparación de los desvíos primarios homólogos, en ambas manos, nos darán una idea de las actitudes fundamentales de la personalidad, en función de la fórmula tensional así evidenciada. 1. Desvío primario de los lineogramas horizontales. Cuando se dirige hacia los bordes de la página (hacia la derecha en el l.h. derecho y hacia la izquierda en el l.h. izquierdo) señala un predominio de la extraténsión —con dominio tensional de los músculos abductores. Viceversa, si el D.P. se dirige hacia el centro de la página (a la izquierda en el l.h.d. y a la derecha en el l.h.i.), señala un predomino de la intratensión— con dominio tensional de los adductores (v. Fig. 17). Cuando el D.P. es negativo en el lineograma izquierdo y positivo en el lineograma derecho, indica que el sujeto es naturalmente intratensivo pero se esfuerza en tornarse extratensivo. Inversamente, si el D.P. es positivo en el l.i. y negativo en el l.d. nos indica que el sujeto es naturalmente extratenso, pero se halla actualmente intratenso. 2. Desvío primario de los lineogramas sagitales. Nos suministra datos referentes a la agresividad del sujeto: cuando se dirige hacia adelante, o sea, hacia el centro de la hoja, indica un predominio de los músculos extensores y corresponde a una actitud de heteroagresividad (agresividad dirigida hacia el exterior), y lleva entonces signo positivo. Viceversa: si el D.P. sagital recula, se dirige hacia el borde inferior de la página, corresponde al dominio de los músculos flexores, indica un predominio de la autoagresividad (agresividad dirigida contra sí mismo) y lleva signo negativo (v. Fig. 17). Si existe un D.P. sagital izquierdo fuertemente positivo, pero el D.P. sagital derecho es normal (levemente positivo) o inclusive negativo, ello indica que el sujeto, consciente de su fondo agresivo, lo reprime intensamente. Inversamente: si el D.P.s.i. es poco acentuado o negativo y el D.P.s.d. se presenta como intensamente positivo, ello significa que el sujeto está "fuera de sus casillas" y se presenta actualmente en estado de hetero-
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3. Desvío primario de los lineogramas verticales. Da indicaciones acerca del llamado tono psicomotor. Si éste es débil, el sujeto no puede compensar la acción de la gravedad, a no ser que acelere la ejecución de sus movimientos en el plano vertical para terminarlos antes que esa acción se haga sentir. De esta suerte, si observamos sus trazados verticales veremos que van cayendo progresivamente y nos da una desviación primaria negativa (Fig. 17). Cuando el D. P. vertical izquierdo es normal o positivo y el derecho se presenta francamente negativo, hemos de suponer que genética o constitucionalmente el sujeto se encuentra bien dotado de tono psicomotor. pero está circunstancialmente fatigado o deprimido. Si, al contrario, la D. P. vertical izquierda es negativa y la derecha positiva, ello indica una reacción compensadora, transitoria, en un sujeto con tono psicomotor habitualmente débil. Es claro, no obstante, que el juicio interpretativo no se basará solamente en las indicaciones de un solo trazado, sino en las derivadas de la media ponderada de todos los trazados homólogos. c)
Casos especiales
1. Normalmente, cuando el sujeto empieza a separarse de la línea modelo persiste en su desvío y tiende a aumentarlo, salvo que se corrija espontáneamente en el curso de la prueba, de modo que su intensidad en el 4" movimiento, por ejemplo, es mayor que en el último. Esto ocurre casi siempre en sujetos inseguros, inestables, dubitativos, que no tienen una estructura caracterial definida. En el caso de que ocurra en varios trazados ha de ser anotado, pues sirve para definir un dato cualitativo, no mensurable y a pesar de ello importante. 2. Hay ocasiones en las que el sujeto pierde el eje de su movimiento y en vez de mantenerse paralelamente a la línea modelo empieza en sus trazados a formar un ángulo con ella. Cuanto más se acentúa esta desviación axial mayor significado adquiere, desde el punto de vista patológico. Es preciso por ello medir ese ángulo, y si es superior a 15° será necesario trazar una paralela a la línea más desviada, midiendo, a partir de ella, los desvíos primario y secundario (Fig. 18). Si el desvío axial se produce apenas en 2 ó 3 movimientos y se corrige espontáneamente en seguida, puede ser atribuido a una distracción momentánea del sujeto. Los desvíos axiales pronunciados en los lineogramas horizontal y sagital izquierdos indican una disposición tempera-
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mental esquizotímica y predisposición a la desorientación; tales desvíos son más frecuentes en los niños y en los esquizofrénicos, 3. En sujetos hiperemotivos es frecuente registrar un temblor inicial que desaparece rápidamente con la continuidad de la prueba. Si persiste en todo su decurso, podrá pensarse en el temblor hereditario, a no ser que su trazado indique un estado de intoxicación (alcohol, tabaco, etc.), o una enfermedad seria del sistema nervioso (Parkinson, tabes, etc.). 4. Una presión excesiva del lápiz sobre el papel puede ser debida al deseo del sujeto de conseguir un surco para guiarse en sus trazos cuando se sienta privado de la vista, pero también puede derivar de la existencia de un fuerte egotismo y agresividad. Inversamente, un trazado demasiado leve indica un temor intenso ante la prueba o la existencia de un temperamento fino y sensible (en tal caso la levedad del trazo será mayor en la mano no dominante).
D.P. observados en los trazados cuyos ejes de movimiento son perpendiculares. Por ejemplo: si aceptamos que es negativo un D.S. observado hacia dentro en el lineograma vertical derecho y su valor es grande, habremos de mostrarnos circunspectos al interpretar como siendo indicador de extratensión el desvío primario horizontal observado, en ese caso, con un signo positivo. En cambio, si aquel D.S. vertical hubiese sido dirigido hacia fuera (y por tanto coincidente con el sentido del desvío primario horizontal) nos mostraríamos mucho más seguros en la interpretación de éste.
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3. a)
Determinación
DESVÍO SECUNDARIO (D. S.)
(Fig. 19)
Se obtiene la medida del desvío secundario midiendo la distancia que existe entre el centro de la última línea trazada por el sujeto (marcada con el lápiz de color) y la proyección de ese centro sobre la línea modelo. Esta medida expresa el desplazamiento involuntario de la mano en sentido perpendicular al eje de su movimiento principal en el trazado. Tal medida ha de ser tomada en los 6 lineogramas, calculándose en seguida su media aritmética correspondiente a cada mano, para así obtener una idea del grado de emotividad del sujeto (es claro que la apreciación definitiva será hecha con el cálculo del promedio de las restantes desviaciones secundarias del test). Tito Aviléz, en recientes investigaciones, ha querido demostrar que el sentido (direccional)) de la D.S. no es indiferente y que en un próximo futuro se podrá y se deberá dar un signo a su medida, lo mismo que se hace ahora para el D. P. (v. cita bibl. N"? 6). b)
Interpretación
La emotividad constitucional se expresa por el promedio de las D.S. de la mano izquierda y su control por el de la mano derecha (si ésta es la mano dominante, pues en los zurdos la interpretación es la inversa). Así cuando la D.S. en la mano derecha dominante (consciente, actual) es mayor que en la izquierda (temperamental, dominada), habremos de suponer que el sujeto se encuentra transitoriamente en estado de más emotividad que el que le es habitual. El mayor D.S. es generalmente observado en los lineogramas verticales izquierdos. Si se da un sentido positivo o negativo a los D.S. de cada mano, se tiene una posibilidad de aumentar o disminuir el crédito a los datos de los
c)
Casos especiales
En algunos casos, el lápiz del sujeto, que se ha desplazado de la línea modelo, vuelve a ella y por una especie de compensación la cruza y se desvía hacia el lado opuesto. Entonces habrá que medir el D.S. sobre el lado de su mayor valor. De todos modos no se ha de interpretar esto como regla rígida, pues la inspección del trazado puede llevar a una modificación del criterio y lo cierto es que el hecho de esa autocompensación tiene más significado que el número de milímetros que en definitiva tenga el D.S., ya que indica un sujeto con poderosos recursos autocompensadores si bien un poco "frío" emocionalmente hablando (v. Figs. 20-a y 20-b). En otras ocasiones el sujeto realiza un brusco movimiento o sacudida al fin del trazado que así aumenta notablemente el valor de su D.S. Si tal hecho no se repite en otros trazados (lo que haría sospechar que el sujeto es un disrítmico o epiléptico potencial), lo prudente será tomar como valor del D.S. el promedio de los que resultan con o sin la inclusión del trazo anormal (v. Fig. 20-c). También puede ocurrir que el D.S. no tenga paralelismo con la línea modelo y en tal caso el criterio será igual al ya enunciado para los casos de desvío axial en los lineogramas: para medir entonces tanto el D.P. como el D.S. se trazará una paralela al eje de torsión (v. Fig. 18).
B.
Datos de los zig-zags
El zigzag sirve para señalarnos no solamente la fineza y precisión de movimientos, el grado de coherencia intrapsíquica y el equilibrio tensional de la agresividad del sujeto, sino que además nos proporciona numerosos datos en relación con su actitud respecto al mundo exterior. Por esto juzgamos que constituye la parte más significativa de la prueba, a pesar de que al principio creíamos que ese título cabía a los lineogramas. Sus medidas son tomadas en la franja de 10 cms. que está señalada cerca del centro de la página correspondiente. Además de ellas el zigzag proporciona importantes datos cualitativos, pero éstos serán obtenidos de su consideración conjunta o global, o sea, no limitada a los datos incluidos en la franja de mensuración.
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Las medidas fundamentales que han de ser tomadas en el zig-zag son las siguientes:
zigzag, el grupo homicida se aproximó más al de adultos normales que el de los indios. Dada, pues, la situación ante el test, el desvío primario positivo indica un potencial de seguridad y agresividad muy intenso.
1. Desvío primario (D.P.) 2. Desvío secundario (D.S.) 3. Dimensiones angulares (Ang.) 4. Desvío axial (D.A.) 1. a)
DESVÍO PRIMARIO
Determinación (Fig. 22)
La desviación primaria expresa la diferencia entre los trazados egocífugo y egocípeto de cada mano; así, pues, tendremos dos D.P., uno correspondiente a la mano derecha y otro a la izquierda. Para tomar cualquiera de ellos es preciso contar primero el número de ángulos (por sus vértices exteriores) de los dos trazados (egocífugo y egocípeto) en el interior de la franja; si ese número es igual en los dos lados, el desvío primario es igual a 0. Si, como ocurre generalmente, es mayor en uno que en otro, se toma el trazado en que es mayor y siguiendo en la dirección natural del trazado se cuenta un número de ángulos igual al que existe en el lado en que hay menos; se marca entonces el vértice externo del último ángulo así contado y se mide la distancia en milímetros que existe entre este punto y la línea de franja hacia la cual se dirige el zig-zag. Esa distancia nos dará el valor del D. P. y será de signo positivo cuando exprese un predominio de las tensiones egocífugas (músculos extensores) o sea: que existen menos ángulos en el movimiento de separación que en el de aproximación de las manos al cuerpo; en cambio, su signo será negativo cuando existen menos ángulos en el movimiento de retorno que en el de ida (el sujeto propende a replegarse con más facilidad que a avanzar).
2. a)
LONGITUD LINEAL
Determinación (Fig. 23)
Se miden la línea más corta y la más larga de cada zigzag (en el sector de la franja). Se toman las medidas a partir de los vértices de los ángulos que se encuentran en su interior; la diferencia entre ambas longitudes nos dará la fluctuación lineal (expresiva de la regularidad y constancia del movimiento). b)
Interpretación
Los lados del ángulo modelo tienen 10 mms. cada uno, pero cada sujeto tiende a aumentar o a disminuir esa longitud. En el primer caso, si el aumento se observa también en otros trazados, indica una tendencia a la excitación, en tanto que la disminución indica la tendencia a la inhibición. La fluctuación lineal nos señala los márgenes de variación de ambos estados y se considera anormal cuando ultrapasa los 16 mm. Viceversa, si es igual o inferior a 4 mm., nos señala un sujeto que posee una personalidad sumamente controlada en sus aspectos afectivo y práxico (individuos de élite). Si el aumento de las longitudes es constante y progresivo, se interpreta como indicador de ansiedad; si la disminución es también constante/ y progresiva, indica constricción angustiosa. 3. a)
b)
41
DIMENSIONES DE LOS ÁNGULOS
Determinación (Fig. 24)
Interpretación
Como los movimientos del zig-zag son todos realizados en el plano sagital, nos proporcionan (lo mismo que los lineogramas sagitales) principalmente' datos acerca de la agresividad. La mayoría de los sujetos, al verse sin control visual y con un lápiz en cada mano, se inhiben levemente y avanzan con prudencia, razón por la que el desvío primario normal es levemente negativo en los grupos de individuos civilizados y adultos (lo que no ocurre, como sabemos, con el D. P. de los lineogramas sagitales). Un trabajo de comparación y correlación hecho en 3 grupos de sujetos: adultos brasileños, homicidas convictos e indios kaigangs (salvajes) indicó que la agresividad del grupo 'de homicidas era más próxima (y a veces hasta mayor) a la del grupo de indios que a la del grupo de adultos normales; pero, en cambio, cuando se consideró apenas el resultado del
También se obtienen 3 medidas sobre los ángulos del zig-zag: el ángulo máximo, el ángulo mínimo y la fluctuación angular (diferencia entre ambos). Se miden siempre solamente los ángulos situados en el interior de la franja y cuyos vértices se encuentran dirigidos hacia afuera. Si se trata de ángulos curvos, se miden como si no lo fuesen (tomando apenas sus extremos). b)
Interpretación
El aumento constante de la abertura angular (el ángulo modelo es de 30°) indica un predominio del grupo muscular que dirige el movimiento, en tanto que la disminución indica el predominio del grupo antagonista. La regularidad o la irregularidad de los valores angulares tiene la misma
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interpretación que la correspondiente a los valores de la longitud lineal y sirve para apreciar el grado de tranquilidad y control o de nerviosismo. Si la fluctuación angular es muy grande, indica un sujeto impulsivo e inestable, capaz de tener pequeñas (o grandes) explosiones en su conducta. c)
Casos especiales
A menudo, cuando domina la actitud de flexión sobre la de extensión, el sujeto pierde su impulso a medida que se aproxima al fin de la línea y cuando va a invertir el movimiento (para constituir el vértice del ángulo) sufre un contraimpulso que le hace retornar sobre ella (constituyendo un ángulo nulo) o inclusive cruzarla haciendo una especie de lazada, antes de avanzar en la dirección debida. Este fenómeno es llamado "reversión piáxica" y su significado es tanto más patológico cuanto más frecuentemente ocurre, a menos que se observe en sujetos de escasa edad (niños) o cultura (débiles mentales). Si el movimiento reversivo es rectilíneo y coincide con torsión axial, dando lugar a pérdida de configuración, su significado esquizopráxico (patológico) es nítido. (Fig. 24) Precisa no obstante considerar que cuando domina demasiado la flexión o la extensión sobre su antagonista, hay una tendencia a que este dominio se exprese f oreciendo la reversión cuando el movimiento del zig-zag se ejerce en la dirección contraria. Así, por ejemplo, en individuos agresivos y obstinados no es rara la presencia de reversiones en el zig-zag egocípeto, en tanto que en sujetos tímidos y miedosos pueden aparecer solamente en el egocífugo; en los esquizofrénicos se producen en ambas direcciones. En personas apenas escrupulosas y prudentes pueden presentarse solamente hacia el final de los trazados (producidos por el temor a salirse de la página). En sujetos adolescentes la reversión adquiere menos valor patológico, pues es sabido que en esta fase vital es normal la existencia de una esquizoidia transitoria, producida por la lucha entre las tendencias contradictorias, que se oponen a la unidad y síntesis de la conducta. Por esto mismo, el comportamiento de los adolescentes es variable, inestable, hasta cierto punto impredictible, como los cambios bruscos de su humor. En todo caso, en el 80 % de los casos en que aparecen las reversiones práxicas, se observan también alteraciones y "saltos" de la conducta cuando se la considera desde los puntos de vista clínico y social. Se ha convenido, para el trabajo estadístico, que todo ángulo reversible toma el valor de —5° y todo ángulo nulo es contado como 0°, pero resulta obvio que la significación de ambos tipos de ángulo ultrapasa su peso estadístico, de suerte que la interpretación de ellos ha de darse más e;i función de sus aspectos cualitativos. Para considerar un ángulo como nulo bastará que sus lados se superpongan en más de un tercio de su trayecto, (v. Fig. 24).
4. a)
43
DESVÍO AXIAL
Determinación (Fig. 25)
Se mide el ángulo que forma la línea en zig-zag trazada por el sujeto con la que correspondería si se prolongase la línea modelo. Esta desviación es dada por el ángulo formado por una recta sagital, paralela al eje del modelo, que pasa por el centro de la primera línea trazada en el interior de la franja y, de otra parte, una línea recta que une ese punto con el punto medio de la última línea trazada por el sujeto en la extremidad opuesta (límite) de la franja. b)
Interpretación
Cuando los trazados de los zig-zags son total o casi totalmente rectos (siguen los respectivos ejes de las líneas modelo) nos encontramos ante personalidades bien equilibradas y constituidas, pues lo corriente es que se observe una desviación de los mismos, especialmente en los trazados egocífugos; si esta desviación axial sobrepasa los 15° indica una falta de compensación de las tensiones musculares, tanto mayor cuanto mayor sea su valor angular. En los sujetos introtensos se observa una tendencia a cerrar sus zigzags, llegando a veces a cruzarlos o a tropezarse por lo menos sus dos lápices. Viceversa, en los sujetos extratensos los sig-zags propenden a salirse o a acercarse a los bordes de la página. c)
Caí os especiales
En algunas ocasiones se produce una torsión axial, de suerte que el sujeto une o varias veces pierde por completo su eje de movimiento y cambia la dirección- de su zig-zag. Si esta torsión axial es intensa y se repite, conduce a una alteración grave de su forma y es signo de un factor patológico de la psicomotricidad. Cuando se acompaña de numerosas reversiones y exagerada fluctuación lineal y angular, señala la existencia de procesos' neurológicos o psicóticos graves. No obstante, tanto un desvío axial como una leve torsión axial pueden resultar de inmadurez práxica, de una distracción momentánea, de una alteración de origen laberíntico o de una crisis pitiática (histérica) ; por ello la interpretación solamente podrá darse teniendo en cuenta el resto de los datos del test. En casos de psicosis demenciales es posible que la disgregación de los trazados sea tan grande que resulte imposible la mensuración de esta parte de la prueba. 5. OBSERVACIONES La mayor parte de sujetos reducen inicialmente la extensión del trazado y la abertura angular al sentirse sin la ayuda de la vista, pero vuelven al tamaño del modelo (o inclusive lo ultrapasan) a medida que toman
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E. MIRA Y LÓPEZ
confianza y prosiguen el trazado. El zig-zag demuestra fácilmente la mano dominante (pues no solamente ejerce más presión sino que acostumbra ser la que avanza con mayor seguridad y arrastra a la otra). Cuando los trazos son finos en la mano temperamental y gruesos en la mano caracterial, indican que el sujeto hace un esfuerzo por mostrarse más firme y duro de lo que realmente es. Si ocurre lo contrario, indican que el sujeto intenta aparecer más suave y fino de lo que en el fondo es. De otra parte, el zig-zag señala claramente la disritmia (en sus diversos grados) por la brusquedad con que se alteran en su decurso los tamaños lineales, las aberturas angulares y la velocidad de los movimientos. Junto con el trazado siguiente (la escalera) proporciona asimismo datos valiosos acerca del desarrollo y madurez intelectual del sujeto (v. en el capítulo IV los resultados del trabajo de la Sra. C. de Grompone).
C.
Datos de las escaleras
El objetivo fundamental de esta parte del test es la comprobación de los datos referentes al plano vertical (en donde se mide la intensidad del tono psicomotor y se induce de ella el grado de equilibrio, depresión o elación vital el sujeto), pero asimismo proporciona datos acerca del nivel intelectual del examinado y, tomando en cuenta los datos cualitativos, también permite inferir algunas particularidades acerca de su tipo de personalidad. Como dato cuantitativo solamente se aprecia el desvío primario. 1. a)
DESVÍO PRIMARIO
Determinación (Fig. 27)
Se procede de un modo hasta cierto punto semejante al usado para la medida del D. P. en el zig-zag. 1. Se traza una horizontal que pasa por la extremidad superior del tercer ángulo recto (escalón) dibujado o repasado bajo el control visual, en movimiento ascendente, y se extiende hacia dicha línea hasta cortar el trazado descendente. 2. A partir de esa línea se cuenta el número de vértices externos, en el tramo ascendente, y de vértices internos, en el descendente. 3. Sobre el lado en que hay más se cuentan los vértices del otro. 4. Se traza la proyección del vértice así determinado sobre la horizontal hacia la que se dirige la escalera, o sea, la horizontal que pasa por el punto más elevado, cuando predominan los vértices del lado ascendente y la que pasa por la base, si predominan los del lado descendente. La distancia que existe entre ambos puntos mide la desviación primaria. Para homogeneizar todos los resultados se ha convenido que la escalera debería ser medida sobre una franja de 10 cms., y como en muchos
PSICODIAGNÓSTICO MIOKINETICO
45
casos su altura es menor, es preciso, una vez obtenido el valor del D. P., referirlo proporcionalmente (mediante una simple regla de 3) a ese patrón de 100 mms. Cuando el trazado se transforma, total o parcialmente, en forma parecida a una greca, cada escalón, o sea, cada conjunto de dos movimientos, será contado, a pesar de todo. El signo del D.P. es positivo cuando predomina el movimiento de ascenso y por tanto el sujeto traza más escalones en la subida que en el descenso. Es negativo en el caso contrario (menos escalones en el lado descendente). b)
Interpretación
El D.P. positivo nos indica una buena tensión psicomotriz, en tanto el D.P. negativo señala un déficit de la misma (depresión), pues el sujeto no consigue vencer enteramente la acción de la gravedad y asciende lentamente con su brazo, en tanto lo deja caer en el descenso. Algunos individuos, con leve depresión, consiguen disimularla mediante el recurso de acelerar la velocidad de los movimientos en el ascenso y retardarla o normalizarla en el descenso; tal conducta habrá de ser anotada por el examinador para no dar lugar a un error interpretativo. La escalera típica de la hipertensión motriz (elación) es la de la figura 28, en tanto la propia de los estados de hipotensión motriz (depresión) está representada en la Fig. 29. Cuando la configuración del trazado hecho por el sujeto es uniforme y reproduce fielmente la pauta, produciendo una escalera equilibrada, ello es señal de que existe un buen nivel intelectual. Los sujetos con déficit de inteligencia (sea por falta de desarrollo, sea por transitoria ofuscación) no consiguen conservar la forma original del modelo y tienden a transformarla en zig-zag, greca, o propenden a desorientarse al invertir el movimiento y descienden sobre la misma línea de ascenso. Como ejemplos de tales insuficiencias pueden verse los trazados de las figuras 30 y 31. Si la alteración mental es más grave, puede llegar a perderse totalmente la pauta configuracional y la escalera se deshace, sustituida por una serie de líneas irregulares. En cambio, las personas obsesivas, escrupulosas y con gran control crítico intelectual, acostumbran realizar trazados perfectos (pues el hecho de ser "neutro" el plano vertical les favorece el control de sus trazados, ya que en ellos no entran en juego los músculos ofensodefensivos de la extensión y flexión braquial). D.
Datos de los Círculos
En los círculos precisamos obtener siempre: 1. 2.
Desvío primario. Desvío secundario.
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E. MIRA Y LÓPEZ
1. a)
Interpretación
Lo mismo que los trazados de la escalera, los trazados circunferenciales del círculo se realizan en el plano vertical y sirven para indicarnos el grado de la tensión psicomotriz. Si se observa caída en los trazados (D.P. negativo) es frecuente que también propendan a dirigirse hacia dentro (depresión con introtensión) ; viceversa, cuando los trazados ascienden, también propenden a dirigirse hacía fuera (borde de la página) a no ser que la fuerza elativa (hipertensión motriz) sea tan grande que los haga subir verticalmente. En los estados ansiosos, de incontinencia emocional e impaciencia, se observa el progresivo aumento del diámetro de las circunferencias trazadas por el sujeto; en los estados de angustia, inhibición y constricción se observa, por el contrario, una disminución progresiva de los diámetros circunferenciales. En los sujetos esquizotímicos y en los disrítmicos difícilmente se presentan circunferencias bien trazadas, siendo sustituidas por polígonos.
a)
DESVÍO SECUNDARIO
Determinación (Fig. 33)
El D.S. es la distancia horizontal que separa el centro del círculo modelo y la proyección de la décima circunferencia trazada por el sujeto sin control visual. b)
1. DESVÍO PRIMARIO a)
E. Datos de las cadenas Se estudian separadamente 4 grupos de cadenas: La cadena sagital egocífuga y la cadena sagital egocípeta derechas. La cadena sagital egocífuga y la cadena sagital egocípeta izquierdas. Las dos cadenas verticales, ascendente y descendente, derechas. Las dos cadenas verticales, ascendente y descendente, izquierdas.
Determinación (Fig. 35)
El cálculo del D.P. se hace por un procedimiento semejante al ya descrito para los zig-zags y las escaleras: 1. Se determina una franja transversal por dos horizontales que cortan las cadenas de ida y de vuelta. La primera de esas líneas pasa por el extremo del tercer anillo trazado bajo control visual en el trayecto de ida (egocífugo o ascendente) y la otra por el tercer anillo trazado bajo control visual en el trayecto de retorno (egocípeto o descendente). 2. Dentro de la franja así delimitada se cuentan los anillos de las dos cadenas, incluyendo en caso de duda todo anillo cuyo centro esté dentro de la franja. Si el número es igual en ambos lados, el D.P. será nulo. 3. Cuando hay más anillos en una de las cadenas, se cuentan en ella los de la otra. 4. Se marca sobre el borde distal del anillo así determinado un punto central y se mide la distancia que separa este punto de la horizontal hacia la que se dirige la cadena. Esta distancia se refiere entonces, proporcionalmente, a una franja teórica de 10 cms. y así obtenemos el valor del D.P. El D.P. en las cadenas sagitales será positivo cuando domine la tendencia egocífuga (movimiento de extensión facilitado y por tanto menos anillos en la ida que en la vuelta) y negativo en caso contrario. Será positivo en las cadenas verticales cuando domine el movimiento ascendente (menos anillos en la subida que en la bajada) y negativo en el caso inverso (depresión). b)
Interpretación
El D.S. expresa aquí también el grado de pulsividad involuntaria o sea de emotividad del sujeto. Es muy exagerado en las personas histéricas.
1. 2. 3. 4.
47
1. Desvío primario. 2. Desvío axial.
Determinación (Fig. 32)
2.
MIOKINETICO
Para cada uno de estos grupos se toman las siguientes medidas:
DESVÍO PRIMARIO
El D.P. es la distancia vertical que separa el centro del círculo modelo y la proyección (sobre su eje) del centro de la décima circunferencia trazada por el sujeto sin control visual. Será positivo si este centro está más elevado que el del modelo y negativo en caso contrario. b)
PSICODIAGNÓSTICO
Interpretación
Las cadenas sagitales constituyen una variante para la comprobación de los datos de los lineogramas sagitales y el zigzag. Permiten apreciar mejor que ninguna otra parte del test las características de la agresividad del sujeto, pues a los datos cuantitativos se unen ahora los cualitativos, ya que al tener que colocar su mano en el aire, siquiera sea por escaso tiempo, entre cada dos trazados circunferenciales, el sujeto pierde su apoyo puntiforme sobre el papel y exterioriza o expresa mejor la tensión dominante. Así, es frecuente que cuando se trata de un individuo agresivo se "rompa" la cadena egocífuga y se "apelotone" la egocípeta, ocurriendo lo inverso en el caso de ser un sujeto autoagresivo o excesivamente miedoso. Si la cadena egocífuga es normal pero la egocípeta aparece apelotonada, podemos inferir que se trata de un sujeto obstinado. En los sujetos disrítmicos
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E. MIRA Y LÓPEZ
se observan rupturas y apelotonamientos, con variaciones bruscas de forma y tamaño de los anillos en la misma cadena. Las cadenas verticales sirven para comprobar los datos de los lineogramas verticales, la escalera y el círculo. En casos de intensa depresión, la cadena de ascenso se apelotona y se inclina oblicuamente; en casos dé intensa elación, por el contrario, se rompe. Casos especiales
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
b)
49
Interpretación
El desvío axial de las cadenas tiene la misma significación que el de los zig-zags. En las personas neuróticas se observan con frecuencia desvíos axiales súbitos, esto es, que no se inician con el principio del trazado sino que sobrevienen en su decurso, desviando el eje del movimiento. También pueden presentarse torsiones axiales —principalmente en procesos psicóticos de tipo esquizofrénico, o en casos de regresión o de intensa inmadurez práxica (nivel motor inferior a 7 años).
Además de los datos referidos pueden a veces apreciarse los siguientes: 1. Grado de cerrazón de los anillos. — Hay sujetos que no terminan de cerrar sus circunferencias, dejando así abiertos los anillos de la cadena; otros, en cambio, dan más de una vuelta y los cierran en exceso; parece que los primeros propenden a ser más negligentes, descuidados o impacientes y los segundos más cautos, desconfiados y reservados (Fig. 36). 2. Relación entre la dimensión inicial y la final de los anuías. — En correspondencia con lo ya indicado para trazados anteriores, el aumento progresivo del diámetro de los anillos se observa en los estados de exitación, incontinencia y ansiedad; su disminución progresiva aparece en cambio en los estados de inhibición, angustia y constricción. I Fig. 37.) 3. Cambios bruscos del tamaño de los anillos. — Se observan en los sujetos explosivos, disrítmicos o epileptoides (Fig. 38). 4. Forma de los anillos. — Estos pueden ser bien curvos, como el modelo, o adquirir forma angulosa y poligonal. Tales cambios aparecen sobre todo en la mano temperamental o sea la menos controlada por la conciencia; si existe una blandura casi sensual en el trazado curvo, podemos inferir que el temperamento es cicloide o ciclotímico; si existe dureza y angulosidad, inferiremos que el temperamento tiene predominio esquizotímico. (Fig. 39.)
2. a)
DESVÍO AXIAL
Determinación (Fig. 40) Hay que medir cada cadena por separado, del siguiente modo:
1. Se marca el punto central del primer anillo que se encuentra en el interior de la franja, en el sentido en que se dirige la cadena. 2. A partir de ese punto se traza una perpendicular a la línea horizontal más distante. 3. En seguida se marca el centro del último anillo incluido en la franja. 4. Se unen los dos centros así determinados, mediante una línea recta. .">. Se mide el ángulo que la línea anterior forma con la perpendicular; el valor angular así obtenido expresa el desvío axial.
F.
Datos de las paralelas
Se obtienen las siguientes medidas: 1. Desvío primario. 2. Desvío axial. 3. Longitud y fluctuación lineal.
1. a)
DESVÍO PRIMARIO
Determinación (Figs. 42 y 43)
El D.P. se mide mediante la comparación de las paralelas trazadas por cada mano en sus movimientos de ida (egocífugos) y de vuelta (egocípetos). La mensuración se realiza así: 1. Se trazan en cada serie dos paralelas para determinar la franja de mensuración: la primera pasa sobre la quinta línea trazada por el sujeto con ayuda de la vista (la tercera después de las líneas modelo) y la segunda a 10 cm. de distancia de ésta. 2. Se cuentan las líneas trazadas por el sujeto en la franja egocífuga y en la franja egocípeta. 3. Sobre el trazado que contiene mayor número de líneas se cuenta el equivalente del que tiene menos. (Cualquier línea que tenga por lo menos una mitad dentro de la franja es contada.) 4. Se marca un punto en el centro de la última paralela así determinada y se mide la distancia perpendicular que media entre ese punto y el límite de la franja hacia la cual se dirige el trazado. Esa distancia es el D.P. expresado en milímetros e indica la diferencia tensional entre los músculos flexores y extensores durante los movimientos realizados. Será de signo positivo si hay predominio tensional de los extensores (y por consiguiente, menos líneas en el trazado egocífugo) y negativo en el caso inverso (predominio de los flexores y menos líneas en el movimiento de retorno). Si por haberse salido el sujeto de los márgenes del papel
la franja no pudiese tener 10 cms., será preciso realizar el ajuste proporcional a esta anchura (como en el caso de la escalera y las cadenas). b)
2.
Determinación (Figs. 42 y 43)
Interpretación
Es más o menos idéntica a la de los D.S. de los trazados hechos en el plano sagital, pero teniendo en cuenta que el sujeto trabaja con márgenes laterales, su significado es mayor. Los individuos extratensos y con actitud afectuosa hacia el ambiente propenden a mostrar un desvío axial hacia el exterior (bordes laterales) de la hoja. Lo contrario ocurre en los sujetos introtensos, desconfiados o circunstancialmente preocupados. En casos de torsión axial es prácticamente imposible dar valor al desvío axial, pero el significado patológico de la torsión hace, por lo demás, innecesario este dato. 3. a)
Interpretación
Si los valores de longitud o extensión se encuentran aumentados, denotan que el individuo está excitado (o es excitable, en el caso de aparecer solamente aumentados en la mano dominante). Si se hallan disminuidos, indican lo contrario (inhibición). Si el aumento es paulatino y constante en todos los trazados, indica un estado de ansiedad, impaciencia e incontinencia; si existe disminución progresiva y constante, señala angustia, constricción y bloqueo. Si hay mudanzas inmediatas e intensas del tamaño lineal, ha de sospecharse una disritmia o una pulsividad esquizopráxica (propia de los sujetos esquizoides o esquizofrénicos).
DESVÍO AXIAL
El D.A. mide la desviación de la mano del sujeto hacia la izquierda o hacia la derecha durante la ejecución de los trazados. He aquí cómo se obtiene su valor en grados: 1. Se toma el centro de la primera línea incluida en la franja, en el sentido direccional de las paralelas. 2. A partir de ese punto central se traza una perpendicular a la extremidad distal de la franja. 3. Se determina el centro de la última paralela incluida (distalmente) en la franja. 4. Se unen esos dos centros mediante una línea y se mide el valor del ángulo formado por esta línea con la perpendicular. b)
51
valores determina la fluctuación lineal (que habrá de ser comparada con la correspondiente de los zig-zags). b)
Interpretación
"La D.P. de las paralelas tiene casi idéntica significación que la del zigzag, o sea, que es levemente negativa en los sujetos cultos normales y se torna positiva en las personas agresivas. Más importante que su valor es observar el modo cómo el sujeto realiza los dos trazados (egocífugo y egocipeto). Precisa anotar si los hace con regularidad, a pequeños saltos, con paradas o inclusive reculando, pues sujetos que tienen el mismo D.P. pueden haberlo conseguido con secuencias de movimientos bien diversas.
a)
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
E. MIRA Y LÓPEZ
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LONGITUD LINEAL
Determinación (Figs. 42 y 43)
Precisa tomar las longitudes de las líneas máxima y mínima en los trazados egocípeto y egocífugo de ambas manos. La diferencia entre esos
4.
CASOS ESPECIALES
1. En algunos sujetos se observa en las paralelas un fenómeno equivalente al de la reversión que fue señalada en el zig-zag: debido a la existencia de contraimpulsos (por aumento del tono postural en la musculatura antagonista) la mano recula en vez de avanzar después de terminar una paralela y traza la siguiente por detrás, o cortando la anterior (en forma de cruz). Cuando coinciden reversiones y cruces en cantidad apreciable hay que inferir la existencia de una dificultad o imposibilidad en lograr una síntesis unitaria de ¡a conducta (lo que lleva inexorablemente a la ruptura del equilibrio psíquico y, por ende, al síndrome esquizofrénico). (V. Fig. 44.) 2. Cuando se observan diversos cambios en el desvío axial, dirigiéndose una veces las líneas hacia la izquierda y otras hacia la derecha (de suerte que al unir los centros de las paralelas se obtiene una línea sinuosa o zigzagueante) hemos de suponer que el sujeto se encuentra desorientado en su movimiento de avance o retorno y tiene dificultad en establecer un plan de acción prospectiva, razón por la que su conducta será también oscilante e insegura. Según cuál sea la mano en que el trastorno es más pronunciado, daremos a ese rasgo una interpretación más permanente o transitoria. (V. Fig. 45.)
G.
Datos de las Ues
Tanto para las Ues verticales como para las sagitales se toman 2 medidas: 1. El desvío primario. 2. El desvío secundario.
53
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO E. MIRA Y LÓPEZ
52 1. a)
Determinación
DESVÍO PRIMARIO
(Fig. 46)
El desvío primario se mide por la distancia perpendicular que separa el centro de la base (horizontal) de la U modelo y el de la última (13*) U trazada por el sujeto. Su valor será positivo si el sujeto ha ascendido durante sus trazados y por lo tanto el centro de su última U está más elevado que el del modelo. Y será negativo en caso contrario. b)
Interpretación
El D.P. de las Ues verticales comprueba el grado de tono psicomotor (que ya fue señalado por los lineogramas verticales, la escalera, el círculo y las cadenas verticales) en tanto que en las Ues sagitales indican el grado y la dirección dominante de la agresividad (que también ya habían sido indicados por el D.P. de los lineogramas sagitales, los zig-zags, las cadenas sagitales y las paralelas). Es preciso gran prudencia en la interpretación del D.P. de las Ues sagitales, pues a veces el sujeto modifica su actitud en ellas al percibir que constituyen el final del test (de esta suerte puede liberar una falsa agresividad, cuando en realidad apenas muestra una descarga de la tensión acumulada durante la prueba). 2.
DESVÍO SECUNDARIO
Determinación (Fig. 47) El D.S. es la distancia horizontal que separa el centro de la base de la U modelo (o su proyección) y el de la base de la última U trazada por el sujeto, sin control visual.
donde más se acentúan las diferencias entre ambas manos. Este hecho ha sido ulteriormente confirmado por un estudio similar efectuado sobre un grupo de adultos. Por esto se aconseja calcular la coherencia intrapsíquica tomando por base los desvíos primarios de los diversos kinetogramas. 3. Teniendo en cuenta la diferente significación de los D.P. en los 3 planos espaciales, sería conveniente analizar las coherencias "parciales" para comprender mejor el psicodinamismo de cada individuo. La coherencia intrapsíquica global sería el promedio de esas 3 coherencias parciales. 4. He aquí el criterio propuesto por el Prof. Alfredo de Oliveira Pereira para obtener esos valores, en espera de que ulteriores investigaciones permitan obtener una fórmula más completa: a) Se obtienen los 3 coeficientes de coherencia psíquica parcial (introextratensión, auto-heteroagresividad, depresión-elación) empleando la fórmula de correlación ordinal de Spearman. b) Se obtiene el promedio de los valores de los 3 coeficientes para así dar el valor del coeficiente de C.I. global. He aquí ilustrado con un ejemplo, el procedimiento para obtener el coeficiente de coherencia intrapsíquica sobre el plano sagital (correspondiente a la agresividad potencial y actual) en un adolescente :
a)
b)
Interpretación (Fig. 47) Como los demás desvíos secundarios, éste expresa el grado de emotividad o pulsividad involuntaria del sujeto.
Desvíos pirimarios m. der. m. iz.
Medidas
12 Lineogramas . — 7 Zig-zags Cadenas . . . . 14 7 Paralelas . . . . Ues 15
16
— 7 17 — 6 19
Diferencias d
Rang'0
3 4,5 2 4,5 1
3 5 2 4 1
0 0,5 0 0,5 0
ordinales d2
0,25
0,25 = 0,50
H.
Coherencia intrapsíquica
Criterio de evaluación de la coherencia intrapsíquica en el P.M.K. 1. Se considera como coherencia intrapsíquica el grado de cohesión existente entre los diversos sectores dinámicos que integran la personalidad en sus dos planos (consciente y subconsciente) y se expresa por la correlación entre los trazos homónimos de la mano izquierda (constitucional o temperamental) y la mano derecha (caracterial y fenotípica). 2. Los estudios estadísticos realizados en el I.S.O.P., de la Fundación Getulio Vargas (Río de Janeiro, Brasil), con un grupo de 177 jóvenes de edad comprendida entre 16 y 21 años, ha demostrado que es en las desviaciones primarias (y especialmente en las D. P. del plano vertical)
2
1
62d n(n2-l)
120
= .975
Otro criterio para apreciar la coherencia intrapsíquica sería el de estudiar, en trazados simultáneos, hasta qué punto cada mano es influenciada en sus desvíos por la acción de su congénere (o sea, hasta qué punto disminuyen las asimetrías en los trazados simultáneos).
CAPITULO IV APRECIACIÓN DE LA INTELIGENCIA El P.M.K. es fundamentalmente una prueba caracterial, para el estudio de las actitudes de reacción de la personalidad, pero permite también apreciar el grado del desarrollo intelectual, basándose en la finura de los trazos y la regularidad y perfección de ejecución de las configuraciones y pautas kinéticas complejas (zigzag, escalera), pues un sujeto que no haya alcanzado un cierto nivel intelectual no es capaz de configurar y orientarse en el espacio no visual. La Profesora María Carbonell de Grompone, directora del Instituto de Psicología Pedagógica de Montevideo, ha demostrado que existen 7 características de los trazados que permiten hacer una apreciación de un déficit de la inteligencia del sujeto. Helas aquí: Signo 1: El zigzag es homólogo en vez de simétrico. El sujeto no se da cuenta del eje de simetría y realiza el mismo movimiento con las dos manos (Fig. 48). Signo 2: Los ángulos son muy irregulares por falta de control en la extensión de sus lados (Fig. 49). Signo 3: Cambios en la dirección del zig-zag, que así se torna serpenteante (Fig. 50). Signo 4: Alteraciones de la escalera: a) Pérdida de la forma (Fig. 51). b) Sustitución de los ángulos rectos por agudos (Fig. 52). c) Tendencia a anular los ángulos en el movimiento descendente (Fig. 53). d) Irregularidad del aspecto (toda especie de ángulos) (Fig. 54). e) Ángulos rectos hechos en zig-zag (Fig. 55). Signo 5: Escalera asimétrica (Fig. 56). Signo 6: Desorientación en el sentido del trazado de la escalera (Fig. 57). Signo 7: Desviación axial en la U sagital (Fig. 58).
56
E. MIRA Y LÓPEZ
Datos estadísticos Las correlaciones entre los datos de insuficiencia intelectual en el P.M.K. que se acaban de transcribir (cuando son iguales o superiores a tres) y las baterías de inteligencia empleadas en 100 sujetos, fueron las siguientes : Entre signos de inteligencia en el P.M.K. y batería de int. espacial r.=.64
CAPITULO V
Entre signos de inteligencia en el P.M.K. y batería de int. abstracta r.=.55 Entre signos de inteligencia en el P.M.K. y batería de int. verbal r.=.42 Entre signos de inteligencia en el P.M.K. y el promedio de resultados en las baterías espacial y abstracta r.=.73
RESULTADOS NORMALES Y PATOLÓGICOS A.
Características de la personalidad observables en el P.M.K.
a) Actitudes de reacción permanentes, constitucionales, genotípicas, expresadas por los trazados de la mano no dominante (la izquierda, excepto en los zurdos). b) Actitudes de reacción transitorias, aparentes, fenotípicas, expresadas por los trazados de la mano dominante (la derecha, excepto en los zurdos). c) Grado dé cohesión o coherencia intrapsíquica, expresado por la identidad o similitud especular de los trazados correspondientes de las dos manos. d) Valor y sentido de la agresividad, expresado por la media ponderada de los valores de la desviación primaria en los trazados hechos en el plano sagital. e) Grado de depresión o de excitación (elación) expresado por la media ponderada de los desvíos primarios de los trazados hechos en el plano vertical. f) Grado de intro o extratensión, expresado por los desvíos primarios de los trazados hechos en el plano horizontal y confirmado por el sentido de las desviaciones axiales del zig-zag, las cadenas y las paralelas. g) Grado de emotividad constitucional, expresado por los desvíos secundarios de los trazados de la mano izquierda (o derecha en los zurdos) ; grado de control emocional actual, expresado por los desvíos secundarios de la mano derecha (excepto en los zurdos). h) Tendencia a la impaciencia ansiosa o a la constricción angustiante. i) Tendencia a la excitación, a la inhibición o a la inestabilidad. j ) Grado de constancia o rigidez reaccional, o sea, grado de fijación de las actitudes (denotado por el valor de variación en las medidas homologas de cada manó). k) Grado de desarrollo intelectual (v. cap. IV). 1) Indicaciones de situaciones conflictivas (exagerada introtensión en la mano dominante, cambios de orientación en el decurso de los trazados de las cadenas, etc.). m) Indicaciones de alteraciones patológicas en la personalidad (serán descritas más adelante).
58
E. MIRA Y LÓPEZ PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
B.
Características de los grupos normales
Podemos diferenciar cuatro grupos normales acerca de los cuales poseemos datos padronizados: 1. 2. 3. 4. 1.
Adultos de cultura y personalidad normales. Adultos de "élite", es decir, de personalidad superior. Adolescentes. Niños.
CARACTERÍSTICAS MIOKINÉTICAS DE LOS ADULTOS NORMALES
Un grupo de 200 adultos normales, de ambos sexos, sometido voluntariamente al test P.M.K. en el I.S.O.P, de la Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro, proporcionó los datos que se encuentran resumidos en el cuadro I (pág. 60). OBSERVACIONES a)
Sobre la longitud lineal
La muestra presenta en ambos sexos un predominio de la longitud lineal de la mano izquierda sobre la mano derecha y esa longitud, en ambas manos, es superior en el sexo femenino. Los trazados del sexo masculino en ambas manos no alcanzan la longitud de los modelos (40 mm.), mientras que los del sexo femenino la superan en la mano izquierda y la alcanzan con la mano derecha. Las longitudes lineales máxima y mínima en los zig-zags de ambas manos son prácticamente iguales en ambos sexos, si bien aquí también los trazados del sexo femenino se revelan levemente superiores, lo que indicaría una predisposición constitucional a la excitación relativamente más desarrollada en las mujeres que en los hombres. b)
Sobre el desvío primario
1. La agresividad, indicada por el desvío primario sagital, es positiva en ambos sexos, con leve predominio de los valores medios de la mano derecha. La agresividad se muestra principalmente en las cadenas sagitales, en las Ues y en los lineogramas. Las diferencias de promedio de las Ues son significativas al 5 % de probabilidad. El resto de medidas, de menor valor significativo, señala leve superioridad en el grupo femenino: Hombres Mano izquierda Mano derecha
+5,4 +7,8
Mujeres Mano izquierda Mano derecha
+7,8 +9,0
2. En el plano vertical, los desvíos primarios son generalmente negativos, lo que caracteriza —desde el punto de vista tensional— una población deprimida.
59
Según los datos de la muestra, esa depresión es menos acentuada constitucionalmente en el hombre. Los promedios en las 5 medidas (lineogramas, escaleras, círculos, cadenas y Ues) son los siguientes: Hombres Mano izquierda . . . . Mano derecha
—14,8 —20,2
Mujeres Mano izquierda . . . . Mano derecha
—18,8 —19,8
3. El desvío primario en el plano horizontal de los lineogramas indica mayor introtensión en las mujeres: Hombres Mano izquierda Mano derecha c)
2 1
Mujeres Mano izquierda . . Mano derecha . . .
Sobre el desvío secundario
El desvío secundario tomado sobre los lineogramas, círculos y Ues (verticales y sagitales) es, en general, superior en las mujeres, especialmente en la mano izquierda. Esto constituiría una prueba estadística de la mayor emotividad (e instintividad) de las mujeres. Las diferencias son más significativas en la U sagital. Hombres Mano izquierda Mano derecha
12,7 12,5
Mujeres Mano izquierda Mano derecha
17,25 12,00
Los cuadros II 1 a II 9 muestran los promedios obtenidos para esta muestra por el Prof. Oliveira Pereira, pero precisa señalar que: 1. Cada grupo de sujetos tiene que tener una escala propia y por tanto esos promedios son solamente válidos para adultos brasileños normales, habitantes de ambos sexos, de la población de Río de Janeiro. 2. Cada "tetrón" representa un límite superior que comprende todos los valores enteros y fraccionarios mayores que los del tetrón inmediatamente inferior. 3. Los grados o "notas" no han de ser redondeados para su conversión a la escala de tetronaje. 4. La escala reproducida a continuación sirve tanto para delimitar la zona normal como los valores de la zona anormal (que empiezan por encima y por debajo de los tetrones +4 y —4).
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
Cuadro I — ADULTOS NORMALES Grupo de 200 sujetos normales, de ambos sexos, examinados en el P. M. K. en el Instituto de Orientación y Selección Profesional de Río de Janeiro. Los datos característicos de este grupo se resumen en el cuadro siguiente.
Cuadro II (1)
SEXO FEMENINO
SEXO MASCULINO
AGRESIVIDAD
Mano izquierd. Mano derecha Mano izquierd. Mano derecha
MEDIDAS
Prom.
a
Prom.
39
8,5
+2 +12
13,2
38 +1 + 16
CT
Prom.
a
Prom.
Desvío primario sagital de los lineogramas, zig-zags, .. paralelas y Ues
a
Lineogramas: Longitud lineal 1 Horizontal D.P. -'Sagital /Vertical Desvío secundario
61
—6 z
10
15,6
15,8 —12 4,8 10
6,3 12,7
13
42 —4
+ 13
14,9
£
5,2
11
6,7 40 20,5 + 2 16,4 + 19 10,6 —8 6 10
3,7
17,5 10,3 12,4 5,3
Zigzagues: Movimiento egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desviación axial Movimiento egocipeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Desvío primario
17 8 55° 24° 7° 17 9 54" 23° 8° y
4,1 2,8 19,7 16.2 5,1 4.1 3,2
19,1 18,5 6,9 22,6
17 9 46° 24° 6° 17 9 51° 26° 6° —7
4,3 2,8 15,0 14,0
4,7 4,3 2,9 18.5 15,0 4,1
22,9
19 9 46° 21° 8°
5,7 3,5 15,9
19 10 45° 19°
5,1
6°
—3
14,2 6,1
4,1 18,1 13.6 4,4 31,2
Paralelas
+59
+55
+61 +55
+84 +76 +69 +61
+78 +73
+51
+85 +79 +73 +67
+53 + 46 +38 +31
+57 +52 +47
6,5
+47
+50 +44
19 11 42° 22° 7° —2
6,9 4.8 15,9 15,1 6.0 30,8
+43 +39 +35 +32
+38 +33 +27 +21
+61 +56
+28
+16 + 10
+38 +32 +26 +20
+23
+24
47,7
—32
46,7 —21
52,2
25
51,0
—33 8
44,2
—37 9
40.5 —35 12 9,3
41,9 —36 12,8 11
40,7 10,9
8,6
12° 13° 12° 14° +14 2
3,1 9,1
11° 12°
3.2 12° 12,4 10° 23.7 + 17 24,1 —8
10.0 9,4
10° 8°
10° 11,3 10° 9,8 24,6 + 11 26,3 —29
10° 9°
10,5 9,9
11° 9° 59,4 + 13 49,2 —24
11,0 10,9 58,7 51,7
11,2
8,6
10,2 11,0
Paralelas: Movimiento egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Movimiento egocipeto Longitud máxima Longitud mínima Desvío primario Desvío axial prom. Ues: {Sagital n p U r ' - (Vertical P. Q \ Sagital U-S> ] Vertical
Cadenas
4 16,1 13,7
Cadenas: Movimiento egocífugo P. . \ Sagital U A ' - ) Vertical Movimiento egocipeto P . ( Sagital /Vertical n p (Sagital U '^- \ Vertical
ZigZags
6,6
-30
50 37
17,2 7,2
51 35
10,9 7,3
53 35
52 37 —7 14°
9,9
50 36 —6 15°
10,5 7,3 33,4 10,9
53 37 —6 12
+15 Y 17
16
7,5 30,2
9,2
21,2 +19 24,1 —12 15 12,7 16 12,4
18,2 +18 19,6 —6 23 13,6 14,5 23
50 35
9,3 7,6
10,2 49 7,5 36 29,5 —11 8,2 16°
8,3 7,2 29,1 10,5
11,7 6,5
13,8 + 26 20.3 —6 17,0 14 15,2 13
13,4 17,5 12.4 6,8
MANO DERECHA
Lineogramas
19
Círculos: Desvío primario Desvío secundario
MANO IZQUIERDA
10 42° 22° 8°
Escaleras: Desvío primario
SEXO MASCULINO
+20 +16
+4 —1
Cadenas
Paralelas +94 +86 +78
Tipa
+91 +85
+9
+42 +39 +36 +32
+42 +36 +30 +24
+66 +60 +54 +48
+61 +53
+41
+8 +7 +6 +5
+36
+55 +51 +46 +42
+ 16 +8 +1
+36 +31 +26 +20
+4 +3 +2 +1
+29 +26 +23 +19
+ 19 +13 +7 +2
+42 +35 +29 +23
+27 +19 +11 +2
+37 +33 +28 +24
+17 +14 + 11
-3 —7 —11
+18 +15 + 12
+18 + 16 +14
—4 —7 —10
+20 +17 +14
—2 —6 —10
+21 +19 +17
+8 +2 —4 —10
—15 —22 —30 —37
+10 +5 —1 —6
—1 —2 —3 -^
+13 +10 +6 +3
—13 —18 —24 —30
+ 11 +5 2 —8
—14 —23 —31 —39
+14 +10 +5 +1
—45 —52 —60 —67
—11 —17 —22 —27
—5 —6 —7 —S
0 —4 —7 —10
—36 -41 —47 53
—14 —20 —26 —33
—48 —56 —65 —73
—4 —8 —13 —17
—75 —83 —90 —98
—32 —38 —43 —48
—9 —10 —11
—13 —17 —20 —23
—58 —64 —70 —76
—39 —81 —15 —90 —01 —98 —57 —106
—22 —27 —31 —36
+50 +44
+8 +4 0 —4
—13 —18 —24 —30
—8 —11 —15 —19
—35 —41 —52
—16 —22 —28 —33
—23 —27 —31 —35
—58 —64 —69 —75
—39 —45 —51 —57
—47
Lineo- Ziggramas Zags
+65 +59 +53 +47
—10
7
TETRO N
+55 +52 +49 +45
+14 +12 + 10
—4
Ues
+68 +62
+ 12 +H + 10
—12
+79 +72
+69
+44
+74 +69 +65 +60
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
62
PSICODIAGNOSTICO
E. MIRA Y LÓPEZ
Cuadro II (2)
Cuadro II (3)
AGRESIVIDAD
ENERGÍA Y TONO VITAL
Desvío primario sagital de los lineogramas, zig-zags, cadenas, paralelas y Ues
Desvío primario vertical de los lineogramas, escaleras, círculos, cadenas y Ues
SEXO FEMENINO
Lineo- Ziggramas Zacs +62 +58
+54 +50 1
+91 +83 +75
+67
Cade- Paranas lelas
+189 + 174 + 160 + 145
+46 +42 +38 +34
+59
+ 130
+52 +44
+115
+29 +25 +21 + 17
+28 +20 + 13 +5
+70 +56
+15 + 13 + 11
+1 —3 —7
+ 18 +11
+36
+9
u
+5 +1
—19 —26
3
—8 —12 —16 —20 —24 —28 —32 —36
—34 —42 —50
—58 —65 -73 —81 —89 —97
+ 100 +85
+41 +26
+4 —4
+83 +75 +68
+60
—63 —78 —93 —108
+59 +55 +52 +49
+35
+60 +52 +44 +37
+32
+4
+28 +25
+3
+29 +27 +24 +22
+29 +21 + 13 +6
+21 +20
+ 18 + 16
—95
+67
+37 +34 +32
—6 —10
—87
+90 +83 +75
+40
—2
—43 —50 —58 —65
+50 +47 +45 +42
+7 +6 +5
+24 + 16 +9 +1
—13
+ 12 + 11 + 10 +9
MANO IZQUIERDA
Lineo- Ziggramas Zags
+8
+45 +42 +38
—123 —72 —138 —80 —152 —167
TETRON Tipa
+53 +46 +38 +31
—19 —21 —34 —28 -48 —36
SEXO MASCULINO MANO DERECHA
M A N O IZQUIERDA
'
63
MIOKINETICO
+ 15 + 11 +8 +4 +1
—2
—6 —9 —13 —16 —19 —23
+2 +1
+20
+ 19 + 18
+2 —2 —6
Cadenas
Paralelas
T~p«
+ 189 + 174 + 160 i +145
+76 +69 +62 +55.
+66 +63 +60 +56
+ 130 + 116 + 101 +86 +72 +57 +42 +28
+47 +40 +33 +25 + 18 + 11 +4 —4
7 +20 + 13 —11 +6
—15
+53 +49 +46 +43 +39 +36 +33 +29 +28 +26 +24
—1 2 —3 —4
+ 16
—10
—2
+ 14 + 11 +9
—17 —25 —33
—17 —46
—18 —26 —33 —40
—5 —6 —7 —8
+6 +4 +1 —2
—41 —48 —56
—60 —75 —90 —104
—47 —55 —62 —69
+6 +3 1
—9 —10 —11
—4 —7
—71
—119 —134 —148
—77 —84 —91 —98
—4 —8 —11 —14
—12
—64
—79 —9 —87 —12 -94
—31
—163
+23 + 19 + 16
+ 13 +9
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
Lineo- Escagramas leras
MANO DERECHA
Circu- Cadeios nas
Ues
TETRON
+41 + 113 + 100 +37 + 101 +89 +89 +78 +34 +30 +77 +66
+74 +68 +62 +56
+65 +59 +53 +47
+ 10 +9
+65 +54
+50 +44 +38 +32
+41 +35 +29 +23
+8 +7 +6 +5
+26 +20 + 14 +8
+ 17 + 11 +5 —1
+4 +3 +2 +1
—4 7 —10
ZONA MEDIA
+26 +22 + 18 + 14
+ 10 +6
+55 +44 +33
+42 +30
+22
+18
+ 11
+6
+2
—6
—2
—18
0 —11 —22
—4
—6 —8
—24 —30 —36
—27 —33 —39
+5 +2
—10 —14 —18 —22
—42 —54 —66 —78
—44 —55 —66 —77
—4 —10 —16 —22
—26 —90 —88 —30 —102 —99 —34 —114 —110 —38 —125 —121
—23 —34 —40 —46
—42 —46 —49 —53
—58 —61 —70
—137 —149 —161 —173
—132 —144 —155 —166
^
—52
—13 —19 —25
—31 —37
+ 12
+11
—i —2 —3 -4 —5 —6
—43 —49
—7
—55
—8
—61 —67 —73
—9 —10 jj —12
—79
Lineo- Escagramas leras
Circu- Cadeios nas
+33 + 108 +29 +96 +25 +85 +22 +73
+74 +64
+18 + 14 +10 +7
+61 +50 +38 +26
+44 +34 +24 + 14
+3 —5
+15 +3 —9
—8
—20
—10 —12
—26
J
—14
—16 —19 —23
—32 —38
+85
+32
+45 +38 +31
+27 +22 +17
+25
+ 13
+4
+ 18
7
+12
+8 +3
—27
+5 —1
—2 —7
—32 —37 —42
_,. —8 —11
—10 —12 —14
+54
IY
—15 —21 —28
—31 —90 —88 —34 —102 —98 —38 —114 —108 —42 —125 —118
—41 —47 —54 —oí
—46
—67 —74 —80 —87
—27
—55 —67 —79
—137 —128 —149 —138 —53 —160 —148 —57 —172 —159 —4,9
+47
+71 +64 +58 +51
—47 —57 —67 —78
—44
Ues
—34
+42 +37
—17 22 97 —32 —37 —41 —46
—51 —56 —61 —66 —71
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
64
65
PSICODIAGNOSTICO MIOKINÉTICO
E. MIRA Y LÓPEZ
Cuadro II (4)
Cuadro II (5)
ENERGÍA Y TONO VITAL
INTRO Y EXTRATENSION
Desvío primario vertical de los lineogramas, escaleras, círculos,
Desvío primario horizontal de los lineogramas
cadenas y Ues
SEXO MASCULINO
SEXO FEMENINO Mano izquierda Lineo- Esca- Círcugramas leras los +29 + 136 +26 +123 +24 +110
. +21
+96
Cadenas
+91 +119 +80 +106 +70 +94
+59
+82
MANO IZQUIERDA
Mano derecha TT or .
+55 +50 +45 +40
TETRON
+ 12 + 11 + 10
+9
Lineo- Esca- Círcugramas leras los +29 +128
+26 +115 +23 +103 +20 +90
+47 +42 +38 +33
+79 +67 +54 +41
—12
+;
+5 —5 —16 —26
+28 +15 +2 —11
+ 12 +7 +3 2
—6 —8 —10
—19 —25 —31
—31 —36 —41
—18 —24 —30
—4
—38 —51 —63 —76
—46 —56 —67 —77
—37 —50 —63 —76
—10
—2 3 —4
—11 —14 —17 —20
—15 —19 —24
—31 —36 —42 -47
—5 —6 —7 —8
—24 —89 —87 —89 —27 —102 —97 —102 —30 —114 —107 —115 —33 —127 —117 —127
—28 —32 —37 -41
—52 —57 —62 —67
—9 —10 —11
—36 —140 —128 —39 —153 —138 —42 —165 —148 —45 —178 —158
—45 —50 —54 —59
+83 +70 +57 +44
+49 +38 +28 +17
+69 +57 +45 +33
+35 +30 +24 +19
+8 +7 +6 +5
+17 +14 + 11 —8
+64 +52 +39
+8 +5 +2 0
+31 + 18 +5 —8
+7 -4 —14 —25
+20 +8
+4 +3 +2 +1
+4 +1 2
+26 +13
—17
+14 +9 +4
-5
—2 —3
—14 —21 —28
—30 —35 —40
—23 —29 —35
—3 —6 —9
—34 -37 —60 —73
—45 —56 -«6 —77
—41 —54 —66 —78
—11 —16 —21 —26
—1
1 —16 —86 —87 —91 —19 —99 —98 —103 —22 —112 —108 —115 —24 —125 —119 —127
—140 —152 —164 —177
-A
+75 +66 +56
+131 +118 +105 +92
+45 +35 +25 +15
+18 +16 +13 +10
—H
+86
Cadenas
J
ZONA MEDIA
+77
+29 +25 +20 +16
—6
—8 —11 —14
—27 —30 —32 —35
—138 —152 —165 —178
—129 —140 —150 —161
—12
—140 —153 —166 —179
MANO DERECHA
MANO IZQUIERDA
MANO DERECHA
Lineogramas
TETR.
Lineogramas
Lineogramas
TETR.
Lineogramas
+42 +38 +35 +32
+ 12
+39 +36 +33
+9
+30
+58 +52 +47 +42
+ 12
+ 11 + 10
+ 10 +9
+55 +50 +46 +41
+8
+26 +23 +20 + 17
+37 +32 +27 +22
+8 +7 +6 +5
+37 +33 +28 +24
+14 + 11 +7 +4
+17 + 11 +6 +1
+4 +3 +2 +1
+20 +15 +11 +6
+3 +1 —1
—1 —4 —7
2
+28 +25 +22 + 19 + 15 + 12 +9 +5
+4 +2 0
+7
+6 +5 +4 +3 +2 +1 ZONA MEDIA
+11
ZONA MEDIA
—8 j
—6
SEXO FEMENINO
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
—8 —11
—2 3 —4
—12
—9 —14 —19 —25
—15 —18 —21 —24
_5 —6 —7 —8
—15 —18 —21 —24
—28 —31 —34 —38
o, —10 —11
—28 —31 —34 —37
—5
—1
—12
—5 —9
J
+4 +2 0
—4
—2 —7 —11 —16
—30 —35 ^10 —45
_5 —6 7 —8
—20 —24 —29 —33
—50 —55 —60 —66
—9 —10 —11
—2 —3
—12
—37 —42 —46 —51
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
66
E. MIRA Y LÓPEZ
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
Cuadro II (6)
Cuadro II (7) EMOTIVIDAD
EMOTIVIDAD Desvío secundario de los lineogramas, círculos, U vertical y U sagital
Desvío secundario de los lineogramas, círculos, U vertical y U sagital SEXO FEMENINO
SEXO MASCULINO
TETRON
U sagital
24 23 22 21
34
32 30 27
53 50 47 44
55 52 49 46
+11 +10 +9
20 18 17 16
25 23 21 19
41 38 35 32
42 39 36 33
15 14 12 11
17 14 12 10
28 25 22 19
30 27 23 20
9
18 16 14
19 17 15
4 2 0
13 10 7 4
14 11 7 4
—2^ —3 —4
,
1 0
1 0 — —
—5 —6 —7 —8
—.
—9 —10 —11
10.6 10 9.4 9 8 6 5 4
3 2 0
8 7
6
—
— —
_j_
—
—
. —
MANO IZQUIERDA
MANO DERECHA
MANO IZQUIERDA
U LineoCírculos vertical gramas
—
U U Lineo- Círculos vertical sagital gramas
50
65 61 57
74 70 66 61
+11
+10 +9
29 28 26
69
41 38 34
42 39 35 32
23 22 20 19
38 34 31 28
53 50 46 42
57 53 49 44
18 16 14 11
31 27 23 20
29 25 22 18
17 16 14 13
25 22 18 15
38 34 31 27
10.7 10 9.4
10 9 8
18 16 14
17 15 13
11.8 11 10.3
14 12 10
9 7
7 4
6 5
2 0
12 9 5 2
12 8 5 1
10 8 7 5
0 — —•
—
0 —• —• ~ —. — — ~
—. —• — ~
+8 +7 +6 +5
20 19 18 17
28 25 23 21
45
+4 +3 +2 +1
15 14 13 11
—12
U Sagital
25
23 22
MEDIA
LineoU Círculos gramas Vertical
47 44 41
60 56 52
ZONA
MANO DERECHA
56 52 49 46
37 35 32 30
+12
67
26 24
4 2 1 0 — — —
— •
49
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
TETRON
fl2
LineoU U gramas Círculos Vertical Sagital 26 25 23
22
44 41 38 36
33 32 30 28
51 48 45 42
+8 +7 +6 +5
21 19 18 17
33 30 27 25
27 25 23 22
39 36 33 30
40 36 32 27
+4 +3 +2 +1
15 14 13 11
22 19 16 14
20 18 16 15
26 23 20 17
25 23 21
25 23 21
ZONA MEDIA
10.7 10 9.3
12 11 10
14 13 12
16 14 12
9 6 2 0
19 15 12 8
19 15 10 6
—2 —3
8 6 3 0
11 10 8 6
11 8 5 2
4 2 1 0
_ — —. —•
4 0 — —
2 0 — —
—7 —8
5 3 1 0
0 — — —
. — — —•
, — — —
— —. —
—9 —10 —11 —12
— — —
—1
—4
—5 —6
9 7 6 5 3 2 1 0
— — —
— — —
— — —.
_ — — —
_ — — — i
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
68
E. MIRA Y LÓPEZ
PSICODIAGNÓSTICO MIOKIMÉTICO
Cuadro II (8)
Cuadro II (9)
EXCITABILIDAD
EXCITABILIDAD E INHIBICIÓN
E INHIBICIÓN
Longitud lineal de los lineogramas y de los zig-zags
Longitud lineal de los lineogramas y de los zig-zags
SEXO MASCULINO
SEXO FEMENINO MANO IZQUIERDA
MANO DERECHA
MANO IZQUIERDA TETRON
Lineogramas
Zig-Zag máximo
Zig-Zag mínimo
65 62 60
29 28
+ 12
MANO DERECHA
Zig-Zag máximo
Zig-Zag mínimo
Lineogramas
Zig-Zag máximo
Zig-Zag mínimo
57 55 54 52
30 29 28 27
17.8 17.0 16.3 15.6
62 60
59 57
37 35 34 32
22 21 20 19
+ 12 +11 +10 +9
51 47 46
26 25 23 22
14.8 14.1 13.4 12.7
55 54 52 50
31 29 28 26
18 17 16 15
+8 +7 +6 +5
58
27 26
56 54 52 50
25 24 23 22
15.4 14.6 13.8 13.0
+8 +7 +6 +5
48 45 43 41
21 20 19 18
12.2 11.4 10.6
+4 +3 +2 +1
44 43 41 40
21 20 19 18
11.9 11.2 10.5 9.7
49 47 45 44
25 23 22 20
14 13 12 11
40 39 38
17.5 17 16.5
9.4 9 8.6
ZONA MEDIA
39 38 37
17.5 17 16.5
9.4 9 8.6
43 42 41
19.7 19 18.3
10.5 10 9.5
37 35 33 30
16 15 14 13
8.2 7.4 6.6 5.8
2 —3
36 35 33 32
16 15 14 13
8.3 7.5 6.8 6.1
40 39 37 35
18 16 15 13
9 8 7 6
28
22
9
5.0 4.2 3.4 2,6
—5
24
12 11 10
—7 —8
30 29 27 25
12 11 9 8
5.4 4.6 3.9 3.2
34 32 30 29
12 10 9 7
5 4 3 2
20
8 7 6
1.8
—9 —10 —11 —12
24 22 21 19
7 6 5 4
2.4 1.7 1.0 0.2
27 25 24 22
6 4 3 1
1 0
18
16 13
5
9.8
' 1.0
0.2 0.0
+ 11 + 10
+9
|
—4
—6
TETRON
Lineogramas
18.6 17.8 17.0 16.2
26
69
49
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaussiana.
— —
Lineogramas
Zig-Zag máximo
51 50
40
25
38 36 35
24 23 22
46 45
33 31 29 28
21 19 18 17
+4 +3 +2 +1
44 43 42 41
26 24 22 21
16 15 13 12
ZONA MEDIA
40.5 40 39.5
20 19 18
11.6 11 10.4
39 38 37 36
17 16 14 12
10 9
35 34 33
10 9
32.5
5
5 4 3 1
—1
—2
3
-4 —5 —6 7
—8 —9 —10 —11 —12
49 48 47 46.5
32 31 30 29
7
3 2 0 —
Zig-Zag mínimo
7
6
0 —
Observación: Las líneas horizontales delimitan las seis zonas de distribución gaus-
70
E. MIRA Y LÓPEZ
2, CARACTERÍSTICAS DEL GRUPO DE ADULTOS SUPERIORES (DE "ÉLITE") (Fig. 59) Es evidente que dada la frecuencia de las llamadas "personalidades psicopáticas" es un poco aventurado emplear sin discriminación el "hombre de la calle" para obtener medidas que sirvan de patrón o de tipo al concepto de normalidad o equilibrio psíquico. Por esto, cuando empecé mis investigaciones, el Prof. Aubrey Lewis me ayudó a constituir un pequeño grupo de control formado por personas que —por sus antecedentes y su conducta— ofrecían garantías aparentemente suficientes para evitar la presencia de taras genotípicas intensas o de fuertes anomalías caracteriales. Los resultados obtenidos en Londres con ese grupo me convencieron del valor del P.M.K. pues obtuvimos en él una regularidad de trazados y una pequenez de desvíos que nos confirmaron en la hipótesis de que en un grupo no seleccionado se incluyen varios psicópatas no diagnosticados, pero que, con la prueba, es posible descubrirlos a posteriori. Ulteriormente realicé otra experiencia del mismo tipo, recogiendo los trazados miokinéticos de 18 personalidades masculinas y 11 femeninas que por todos los datos (genéticos, sociales, clínicos, etc.) pueden ser consideradas como supernormales, no tanto por su inteligencia corno por su serenidad, ecuanimidad y armonía en su conducta. He aquí, en resumen, las diferencias (significativas) que separan ese grupo de los adultos no seleccionados, o sea, tomados al azar: a) Menos diferencia entre las longitudes y formas de los trazados y los modelos respectivos. b) Menor valor de los desvíos primarios y secundarios (en ambas manos). c) Ausencia total de desvíos axiales. d) Valores superiores en los coeficientes de coherencia y constancia. 3.
CARACTERÍSTICAS DEL P.M.K. EN LA INFANCIA
No estamos todavía en condiciones de dar medidas patronizadas para los resultados del P.M.K. en los diversos grupos de edad infantil, con excepción de los obtenidos en un grupo de 100 niños uruguayos de 10 años, que figuran en el cuadro III. He aquí, no obstante, algunos datos derivados de nuestra experiencia personal: a) Una gran parte de los signos que son registrados como propios de casos patológicos en la adultez, se encuentran, inclusive, exagerados en los trazados infantiles. Esto confirma los puntos de vista jacksoniano y freudiano en lo que hace referencia a la regresión de las funciones mentales en las psicosis. b) Existe muy escasa diferencia entre los trazados de una y otra mano en los niños que todavía no han aprendido a escribir. Esta homogeneidad confirma la idea de que la disociación funcional de las dos mitades corporales es un fenómeno evolutivo, que obedece principalmente a la presión del ambiente cultural.
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
71
c) El defecto de integración de las configuraciones complejas y la desviación axial en el plano sagital son típicas en los trazados infantiles. La última aparece porque, al verse privados de la vista, los niños no pueden compensar su tendencia natural a mover la mano ( y por ende el lápiz) en el eje (oblicuo) correspondiente al plano de semiflexión en que el antebrazo se halla situado respecto al brazo. Por la misma razón se explica la tendencia infantil a inclinar la cabeza para escribir y a girar el papel hasta orientarlo en una posición perpendicular a dicho eje. d) La similitud de algunos kinetogramas infantiles con otros de adultos patológicos es tan grande, que en ausencia de otros datos puede llegar a ser muy difícil su diferenciación. Los primeros, no obstante, se reconocen por la mayor imprecisión y disritmia en los movimientos elementales (trazos rectilíneos simples), en tanto que en los segundos predomina la alteración en la coordinación o síntesis de movimientos (o en otros términos: las alteraciones intrínsecas o intracinéticas predominan en los niños; las asociativas, configurativas o intercinéticas, en el adulto.) 4.
CARACTERÍSTICAS DEL P.M.K. EN LOS ADOLESCENTES
En los adolescentes (v. los cuadros IV y V y la Fig. 60) se encuentra una mezcla de trazos o caracteres infantiles (en regresión) y adultos (en formación). Los trazados se muestran inestables desde el punto de vista del tono psicomotor. La problemática del yo ocasiona con frecuencia actitudes de introtensión, mientras que en las paralelas se observan desvíos axiales o secundarios que indican impaciencia y necesidad de contacto afectivo (los trazados propenden a salirse no solamente de los márgenes sino de los propios bordes del papel). Los valores de la heteroagresividad son mayores que en los grupos de adultos, siendo asimismo frecuentes en el plano sagital los contraimpulsos, es decir, movimientos de dirección opuesta al que se está tratando de realizar, lo que indica un cierto grado de esquizopraxia. De un modo general los trazados proporcionan la imagen de una personalidad que se encuentra en plena crisis formativa y por tanto ofrece aspectos contradictorios. C. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
Características anormales evidenciadas por el P.M.K.
Características de las personalidades primitivas (salvajes). Características de las personalidades homicidas. Características de las personalidades psicopáticas. Características del P.M.K. en la constelación esquizofrénica. Características del P.M.K. en la constelación ciclofrénica Características del P.M.K. en la constelación disrítmica (epiléptica). Características del P.M.K. en los cuadros deficitarios, congénitos (oligofrenias) o adquiridos (demencias) o. Características del P.M.K. en las psicosis orgánicas. 9. Características del P.M.K. en los síndromes neurológicos.
E. MIRA Y LÓPEZ
72
PSICODIAGNÓSTICO MIOKINETICO
1.
Cuadro III
CARACTERÍSTICAS DEL P.M.K. EN LAS PERSONALIDADES PRIMITIVAS (SALVAJES)
NIÑOS URUGUAYOS DE 10 AÑOS
(V. cuadro VI, referencias 39, 47, 75 y Fig. 61.)
(Obtenido en el Laboratorio Psicopedagógico "Morey Otero", de Montevideo. Publicado por la Dra. María Carbonell de Grompone y sus colaboradores, en el Boletín, año 1947) SEXO FEMENINO
SEXO MASCULINO
MEDIDAS
Mano izquierda Mano derecha Mano izquierda Prom.
a
Prom.
a
Prom.
a
Mano derecha Prom.
a
Lineogramas: , - 1 1 Horizontal Longitud l o . , lineal ^( Sagital lineal Vertical /Horizontal n D •"•"-. < Sagital Positivo ) Vertical n c
U • o.
/Horizontal /c " l
negativo
'Vertical \ Horizontal i Vertical /Horizontal D.S. ^Sagital [ Vertical Zig-Zags:' Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío primario Número de zig-zags
D.P. media
28,40 31,65 33,65 14,44 19,99 14,71 10,75 6,12 14,54 +1,02 —0,58 9,31 12,65 12,70
5,45 7,85 28,95 8,65 10,45 30,90 8,35 10,60 31,30 8,72 10,30 14,76 10,63 24,61 14,65 6,67 12,01 9,36 9,77 11,00 10,20 2,16 5,59 6,75 13,65 10,53 11,20 15,76 +5,02 16,64 19,12 —3,38 14,32 6,27 7,95 8,75 9,75 10,65 10,75 7,20 11,15 9,05
20,86 5.56 65,10 0,03 —7,10 14.20
5,96 2,88 20,65 21,01 81,50 6,12
23,92 7,23 53,30 4,44 —9,10 15,04
6,76 3,08 17,20 17,10 31,30 5,64
+1,10
15,60
—0,49
16,68
10,91 16,10 —7,65 16,95
6,81 9,63 11,85 14,78 15,80 —5,45 10,75 14,35
31,65 30,20 32,05 13,96 21,15 15,46 13,80 9,50 11,04 +3,26 —0,18 9,34 10,42 12,88
8,30 10,00 12,10 2.20 10,47 10,47 6,10 3,85 8,67 17,36 15,68 7,14 8,40 9,81
27,60 33,30 32,05 13.82 22,00 11,29 11,24 8,00 13,59 +3,58 —2,34 9,55 9,91 12,52
8,35 8,95 10,00 8,86 11,00 7,62 7,96 6.00 8,34 15,84 15,84 5,94 7,50 10,08
D p ( Positivo . ' , < Negativo sa tal S' » Media /Positivo D p ativo vprtiralíi Ne vertical -\r Si. ' Media ( Sagital n o D S ' - ) Vertical
• 24,05 15,35 +26,4 18,25 29,23 —15,10 20,60 24.45
17,55 10,50 24,6 9,70 21,35 33,90 17.75 18,50 1
Hemos podido obtener trazados miokinéticos de indios Bororós, Kaingangs y Carajás (Brasil Central), así como de negros de diversas tribus del África Septentrional, pudiendo resumir del siguiente modo las características que han resultado ser comunes a estos tipos de personalidad primitiva: a) Tendencia a los movimientos "sincréticos", sin análisis de formas, lo que da un predominio de trazos curvos en las configuraciones complejas y especialmente en el zig-zag, las escaleras y las Ues. b) Déficit general de ejecución en dichas configuraciones (Fig. 61). c) Coherencia intrapsíquica elevada (trazados especulares, simétricos, principalmente evidentes en las escaleras). d) Mayor tono psicomotor (temperamental y actual). e) Tendencia a la constricción inhibitoria (miedo) tan pronto como surge una dificultad o algo inesperado (en muchos casos se llega a interrumpir el trazado). f) Valores de fluctuación lineal mayores que en los grupos civilizados.
2.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONALIDADES HOMICIDAS
(Véase el cuadro VII y consúltense las referencias 5, 10, 18, 22, 36, 57, 58, 62, 66, 74).
14,65
4,98
14,92
5,85
7,64 11,79 14,50 9,50
12,08 10,67 —8,45 16,00
8,46 10,44 15.45 10.40
10,95 11.43 —3,75 12,00
7,47 9,07 14,00 9,40
30,70 19,20 9,75 12,20 +8,80 24,00 17,10 11,85 23,30 23,90 —7,33 64,20 21,65 15,05 22,75 17,15
17,20 15,10 +0,40 17,85 25,15 —11,60 23,90 23,95
13,65 11,30 19,70 10,95 19,25 26,80 16,40 19,45
20,40 14,00 + 12,90 19,70 29,10 —12,90 20.40 22.40
15,00 11,40 20,00 13,70 23,35 34,10 16,30 16,70
Escaleras: Desvío primario Círculos: / Positivo D.P. < Negativo ' Media Desvío secundario Ues:
73
El estudio de las personalidades homicidas ha sido hecho fundamentalmente en un grupo de asesinos reincidentes que cumple pena en las penitenciarías de Río de Janeiro y Bahía. He aquí las características más significativas de ese grupo: a)
Dominio de la excitación sobre la inhibición (aumento significativo de los tamaños lineales ya iniciado bajo el control visual y continuado o exagerado al suprimirse éste). b) Tono psicomotor constitucional normal o elevado. c) Tendencia a la extratensión. d) Elevado valor de la agresividad constitucional no corregido, antes bien, exagerado, en la agresividad actual. El análisis estadístico ha mostrado diferencias altamente significativas entre las medias ponderadas de los desvíos primarios sagitales de ese grupo (formado por 40 asesinos) y otro de adultos (74).
ADOLESCENTES BRASILEÑOS DE SEXO MASCULINO (De 16 a 20 años)
Cuadro V
(Cálculos realizados por Alfredo de Oliveira Pereira sobre 177 cadetes de la Escuela Preparatoria de Aeronáutica)
ESTUDIANTES ADOLESCENTES URUGUAYOS
MEDIDAS DEL P.M.K.
(600 casos de 12 a 18 años)
DESVIO PADRÓN
MEDIA Mano izquierda
Mano derecha
12,5
31,0 —3 + 18
Mano izquierda
Mano derecha
(Obtenido en el Laboratorio "Morey Otero", de Montevideo, en 1947)
Lineogramas; Longitud lineal i Horizontal D.P. < Sagital 1 Vertical Promedio D.S. Coherencia intrapsíquica
SEXO MASCULINO
5
+19 —6 11,2
9 10,0
6,4 16,0 12,8 11,4
4,2
5,6 13,3 13,1 15,1 4,8
16,9
39
Zig-Zags: Movimiento egocífugo Longitud lineal máxima Longitud lineal mínima Fluctuación lineal Ángulo máximo Ángulo mínimo Fluctuación angular Desvío axial Movimiento egocípeto Longitud lineal máxima Longitud lineal mínima Fluctuación lineal Ángulo máximo Ángulo mínimo Fluctuación angular Desvío axial Desvío primario
15 7
8 54 23 32 7 15 7 8 58 25 34 7 —7
15 7 8 46 23 23 8 15 7 7 50 24 26 8
3,6 2,4 3,5
3,7 2,7 2,3
18,3 16,8 14,4
15,0 14,5 10,3
5,7
6,7
3,7 2,7 2,3
3,7 2,9 2,3
17,5 17,0 14,8
16,0 15,5 10,7
5
5,5
4,6
22,0
23,3
—
—
—
—7 11
11,9 11,1
13,0
Escaleras: Desvío primario
Círculos: Desvío primario Desvío secundario
—
Movimiento egocífugo Longitud lineal máxima Longitud lineal mínima Movimiento egocípeto Longitud lineal máxima Longitud lineal mínima Desvío primario Desvío axial
8,5
52 37
50 35
9,5 7,2
9,0 7,7
53 37 +2 12
50 35 +6 13
9,6 7,7
8,4 7,9
27,0
8,6
26,8 10,8
+22
+23 —6 17 17
17,7 24,2 15,7 13,8
18,1 25,6 14,3 14,0
Ues: n p
J Sagital
J_' . r , \ i? . -. 1 Vertical
„ \ Sagital "•*• \ Vertical
MEDIDAS
—8
21 18
Mano izquierda m
a
SEXO FEMENINO
Mano derecha m
a
Mano izquierda m
a
Mano derecha
m
a
Lineogramas: Longitud lineal / Horizontal D.P. < Sagital ( Vertical Desvío secundario
35,40 + 1,58 +19,50 +0,13 9,82
7,85 33,70 16,00 +0,90 13,60 ' +22,50 15,50 —3,00 4,53 8,89
7,15 14,08 14,20 14,40 4,56
33,05 +4,22 +18,10 —0,90 9,98
7,70 15,20 12,81 14,08 5,67
32,40 + 1,58 +20,10 —7,60 9,10
7,15 13,36 13,80 15,30 4,80
17,56 5,37 71,90 5,55 +1,00 9,55
5,01 2,51 23,10 23,60 27,90 6,33
18,98 7,05 56,40 11,00 —1,30 9,79
5,73 3,05 19,00 17,50 27,30 6,33
17,19 5,33 73,00 7,00 —1,10 9,79
5,16 2,42 21.20 19,50 27,70 6.60
17,09 6,62 61,70 18,20 —2,60 9,67
4,74 2,50 18,60 13,70 28,00 6,54
3,50
15,00
3,20
14,70
8,20
18,40
4,40
16,00
—1,20 11,00
14,20 8,35
—2,00 11,25
13,50 7,65
—2,40 13,80
16.60 8,85
—3,60 11,55
14,90 9,35
+ 17,90 +6,30
24,00 22,70
+23,40 +5,90
24,00 24,00
+21,40 +10,70
25,40 24,60
+23,20 +13,70
23,60 23,80
+8.00 13,30
32,10 8,40
+17,70 13,15
33,10 8,60
+1,70 13,60
31,20 8,30
+11,90 15,90
31,70 9,85
+14,41 +8,50 21,00 15,90
19,80 19,50 13,10 12,50
+ 15,60 +2,40 14,85 12,85
22,60 24,40 11,65 12,00
+12,90 + 1,20 16,45 15,70
18,20 22,40 13,15 12,25
+11,50 + 1,80 13,95 16,20
20,00 22,90 11,10 12,85
Sig-Zags: Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío primario Desvío secundario
Escaleras: Desvío primario
Círculos: Desvío primario Desvío secundario
Cadenas: D.P.
—6 12
Paralelas:
n
75
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
Cuadro IV
] ^agital / V ertical
Paralelas: Desvío primario Desvío axial
Ues: t ' ( ( g /
Ua D
Sagital Vertical Sagital Vertical
PSICODIAGNOSTICO MIOKINETICO
Cuadro Vi INDIOS Muestra de, 25 indios Kaingangs del puesto indígena de Irai (Brasil). Datos obtenidos por el Pro}. Baldas, de la Escuela de Sociología de San Pablo (47) MANO IZQUIERDA
MEDIDA?
MANO DERECHA
Desvío Padrón
Media
Desvío Padrón
12,75 17,28 13,08
10,8 21,9 16,0 19,4 12,6 13,8 10,3
36,60 +10,96 +20,60 —6,24 14,46 13,44 13j,20
9,7 17,5 13,9 15,2 10,6 14,4 11,7
24,67 13,44
5,0 13,3
28,82 13,75
6,0 3,2
28,17 8,00
5,8 5,0
34,20 .8,87
4,8 2,4
.... —2,62
34,8
—3,21
35,3
—25,20
33,4
—7,80
30,1
+2,32 13,60
18,8
+4,56 14,60
17,9
Media
laneogramas: Longitud lineal ¡Horizontal Sagital Vertical i Horizontal D.S. < Sagital / Vertical
36,96 +1,17 +16,20 +1,24
Zig-zags: Movimiento egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Movimiento egocípeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Desvío primario
Escaleras: Desvío primario
Círculos: Desvío primario Desvío secundario
7,9
7,6
Cadenas: Movimiento egocífugo . \ Sagital U Al ) Vertical Movimiento egocípeto . \ Sagital "• A- j Vertical Í Sagital U ' *• \ Vertical
.... ....
....
+6,77 +11,00
17,7 26,9
.... +15,58 +16,73
Paralelas: D A \ Eg°cí,fugas ' ' ) Egocipetas Desvío primario
.... —3,54
42,3.
+0,95
29,1
+ 12,40 +0,64 15,56 23,76
18,7 30,4 12,8 14,7
+21,56 —1,08 14,80 14,56
18,0 26,9 10,4 15,4
Ues: _ _ U r - " U
c ü
- -
Sagital Vertical Sagital Vertical
25,2 26,5
77
Véanse, por ejemplo, los resultados en bruto: Mano izquierda de los normales (D.P. de los trazados sagitales: 13,46.—5,96. 4.95.—15,36. 12,04) = 1,82 Mano izquierda de los asesinos (D.P. de los trazados sagitales: 17,83.—0,67.—24.46 11.21,28) = 14,77 Mano derecha de los normales (ídem: 14,07.—3,04. 10,96.—16.82.5) = 1,90 Mano derecha de los asesinos (ídem: 20,30.—2.52 24,28. 6,97. 21,13) = 14,07 3.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONALIDADES PSICOPÁTICAS (Fig. 62)
Los P.M.K. de las personalidades psicopáticas se caracterizan por los siguientes rasgos: a) Bajos valores de los coeficientes de constancia y coherencia. b) Aumento del promedio de los desvíos primarios de los kinetogramas. c) Imprecisión e inestabilidad en los movimientos de la mano temperamental. d) Exageración en la amplitud de los desvíos secundarios y axiales. e) Presencia de signos correspondientes a las constelaciones ciclotímica o esquizotímica. f) Con frecuencia, temblor al principio o en el decurso de los trazados, especialmente en la mano temperamental. g) Fluctuaciones lineares aumentadas, principalmente en la mano temperamental. 4.
EL P.M.K. EN LA CONSTELACIÓN ESQUIZOFRÉNICA
Diversos autores han estudiado los trazados obtenidos aplicando el P.M.K. en sujetos con trastornos correspondientes al círculo o constelación de las esquizofrenias (v. las referencias: 21, 32, 43, 59, 83, y 87 y las figuras 63 a 67). Entre tales sujetos podemos diferenciar, para finalidades expositivas, los siguientes casos: a) Formas reactivas (de naturaleza psicogenética). b) Brotes iniciales. c) Procesos temporalmente inactivos (por remisión espontánea o terapéutica) . d) Formas terminales, con destrucción y regresión de la personalidad (demencia esquizofrénica) o mejor, "estupidez" (Verblodung de Kraepelin). Antes de enumerar los rasgos diferenciales en el P.M.K. se hace necesario resaltar las características comunes, es decir, los signos anormales que
Cuadro VII HOMICIDAS
PSICODIAGNÓSTICO MIOKINÉTICO
Muestra de 40 homicidas, 32 de la Penitenciaría de Río de Janeiro y 8 de la Penitenciaría de Bahía (74) MANO IZQUIERDA
MEDIDAS
MANO DERECHA Desvío Padrón
Media
Desvío Padrón
40,80 +0,80 + 17,83 —10,71 9,68 14,08 12,70
12,3 13,7 12,7 12,7 5,9 10,9 10,6
41,40 —8,05 +20,30 —13,37 8,38 14,50 11,83
10,1 14,0 12,3 18,6
20,92 8,82 43,35 8,72 5,72
7,7 4,9 14,5 15,3 11,1
22,97 11,80 36,40 11,07 1,81
8,2 5,4 13,1 13,5 10,6
20,77 9,60 46,85 15,55 7,17 —0,67
6,3 4,0 17,9 15,1 11,3 31,9
23,10 11,80 40,70 14,62 4,30 —2,52
8,0 4,5 16,6 15.9 11,2 34,6
—18,87
40,5
—23,67
28,8
—1,13 14,49
20,3 10,4
—8,38 14,51
18,7 8,6
Media
Lineogiamas: Longitud lineal 1 Horizontal D. P. < Sagital / Vertical Horizontal Vertical Sagital Zig-zags: Movimiertn egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Movimiento egocípeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Desvío primario Escaleras: Desvío primario Círculos: Desvío primario Desvío secundario
Í
Cadenas: Movimiento
4,5 9,6 6,4
Movimiento egocípeto Sagital - Vertical Sagital n p "• F' Vertical
n . U A
+24,96 —1,71
24,4 30,1
+24,28 —20,94
24,6 25,6
D. A \Eg0"'fugo | Egocípeto Desvío primario
13,78 13,70 +11,00
8,4 9,3 35,0
14,23 11,08 +6,97
11,8 8,8 38,8
Ues: r> p V ' n „ U S - '
+21,28 —4,39 22,03 25,79
22,8 28,3 20,6 20,5
+21,13 —18,72 18,62 20,89
17,7 30,6 13,4 15,0
Paralelas:
J Sagital \ Vertical i Sagital j Vertical
se presentan indistintamente en los diversos tipos de síndrome esquizofrénico a condición de que éste se encuentre bien diagnosticado clínicamente: 1) Desorientación y torsión axiales, principalmente en los lineogramas sagitales y en los zig-zags. 2) Contraimpulsos e interceptaciones (evidenciados por la tendencia a revertir o a invertir la secuencia de los movimientos, dando lugar a las reversiones y a las cruces esquizopráxicas). 3) Desintegración, por lo menos parcial, de las configuraciones complejas. 4) Irregularidad pulsional, que da a los trazados un aspecto disrítmico, con paradas y explosiones bruscas o "saltatorias". 5) Disociación o falta de sincronismo en los movimientos simultáneos, produciendo la impresión de haber sido hechos de un modo independiente o disociado (en el zigzag). A tales signos puede acrecentarse una impresión cualitativa y global de pastosidad y una falta de continuidad o ausencia de estilo, es decir, un proteísmo que corresponde a la falta de unidad que existe en la síntesis personal. Veamos ahora cuáles son las particularidades de combinación de esos signos en los 4 casos que hemos diferenciado: a)
Formas reactivas
Así designamos las motivadas por situaciones conflictivas capaces de provocar el síndrome esquizofrénico sin alterar fundamentalmente la arquitectura de la personalidad. El P.M.K. muestra más alteraciones en la mano mejor controlada y además pequeña desorientación axial en relación con los signos de introtensión y negativismo activo (aumento de las reversiones en la fase final del zigzag). b)
egocifugo
D A \ Sagital U A ' - \ Vertical
79
Brotes iniciales
En ellos se observa casi constantemente el cuadro que designamos con el calificativo de "enfoque paranoide" y se caracteriza por la convergencia de las desviaciones directas de los Lineogramas de la mano dominante hacia el centro. Asimismo se denota la existencia de abundantes reversiones, torcedura axial en lineogramas sagitales, torsión y pérdida inicial de forma en los zig-zags, gran irregularidad en las cadenas sagitales, cruzamientos en las paralelas y terceduras y desvíos en las Ues sagitales, especialmente en los trazados egocífugos (casi siempre hechos oblicuamente, como ocurre en los niños). En cambio, las configuraciones complejas realizadas bajo control visual se conservan aceptablemente (tanto en su dimensión como en su forma). A medida que el proceso avanza e invade las capas profundas de la personalidad, produciendo en ella los tabicamentos, interceptaciones y rigideces características del estado esquizofrénico, la praxia no controlada visualmente pierde su unidad, se desorganiza, las alteraciones se nivelan
PSICODIAGNÓSTICO MIOKINÉTICO E. MIRA. Y LÓPEZ
80
en ambas manos: las cadenas se deshacen, la escalera se desmorona o disgrega y el zigzag se transforma en una serie de convulsos y desordenados trazados, apelotonados en algunos lugares y sueltos en otros. Si tales alteraciones son bilaterales y precoces, el pronóstico es sombrío, pues corresponde al de una forma esquizocárica o catastrofal (no raras veces ligada a criptoencefalitis mortales). Si no hay antecedentes genéticos y los trazados adquieren ese aspecto de organicidad irreversible, será preciso sospechar que existe un factor complicante (sífilis, toxemia, disendocrinia) y agravante del proceso en sí. c)
Procesos temporalmente inactivos Cuando bajo los efectos del tratamiento o de la simple pero efectiva vis medicatrix Naturae el brote fue dominado y se restablece aparentemente la normalidad, la personalidad se rehace y correspondientemente desaparecen en el P.M.K. los signos esquizopráxicos, principalmente en la mano dominante. Pero la persistencia latente del proceso podrá ser denotada por la perduración de algunos de sus signos típicos en la mano dominada o temperamental. Principalmente las reversiones en el zigzag egocífugo y los cruzamientos en la paralela egocífuga son casi'siempre rebeldes a desaparecer. d)
Formas terminales En ellas la alteración de los trazados se observa inclusive en los realizados bajo el control visual pero sin pauta subyacente. La "disolución" de las formas o configuraciones en las escaleras y cadenas es casi completa, en ambos manos. Inclusive la propia continuidad en el eje trazado de los lineogramas aparece perdida o comprometida, en algunos casos antiguos. La aplicación de los modernos métodos de tratamiento (químicos y eléctricos) permite acelerar el curso de los brotes procesales y lleva a la desaparición rápida de los síntomas, lo que permite así comprobar en menos plazo el paralelismo existente entre su regresión clínica y su regresión en el test miokinético. Pero, de otra parte, el hecho de su persistencia en la mano temperamental da un criterio para decidir la prolongación del tratamiento y evitar con más probabilidad la aparición de recidivas o brotes ulteriores. (Véanse a este respecto los trabajos de los Dres. César Coronel y Ramón Melgar en la bibliografía.) 5.
EL P.M.K. EN LA CONSTELACIÓN CICLOFRÉNICA (v. FigS. 68 a 71)
(y la referencia de D. Wechsler). Trabajando en el Maudsley Hospital de Londres, con un reducido número de casos en los que el diagnóstico clínico de psicosis maníacodepresiva no dejaba lugar a dudas (tanto por la pureza del síndrome como por los antecedentes genotípicos) tuve ocasión de convencerme de que las alteraciones más importantes se observaban en los trazados realizados en el plano vertical, en estrecha correspondencia con las variaciones de intensidad de
81
los síntomas observados en la denominada "escalera diatésica" de E. Kretschmer (que, como es sabido, oscila entre la elación y la depresión, la alegría y la tristeza, el sentimiento de omnisciencia y omnipotencia y el de anulación e invalidación del yo). Así, el aumento en el tono de los sentimientos "vitales" (Schneider) se acmopaña de desvíos primarios positivo eyagerados en los kinetogramas verticales, y viceversa, su disminución es concomitante con la exageración de los D.P. negativos correspondientes. Lo mismo que para las esquizofrenias, ha sido posible diferenciar en las ciclofrenias algunas formas clínicas que tienen su correspondencia en determinados cuadros miokinéticos. Helas aquí: a) Depresiones asténicas simples. b) Depresiones distímicas. c) Pseudodepresiones ansiosas ("Anxiety states"). d) Depresiones psicógenas (reaccionales o situativas). e) Elaciones maníacas puras (de base endógena). f) Excitaciones de tipo maníaco sintomáticas. a)
Depresiones asténicas
Se observa en ellas la caída de los lineogramas verticales, la precipitación de los escalones de la escalera, en el tramo descendente, el apelotonamiento de la cadena ascendente, el descenso casi vertical del círculo y la U vertical, sin otras alteraciones en los trazados. b)
Depresiones distímicas
En éstas —incluibles en el clásico cuadro de la lipemanía o "melancolía"— hay algo más que depresión: hay compresión, de la personalidad, que pasa a sentir rabia de sí misma y alimentar deseos autoagresivos. Correspondientemente, el cuadro del P.M.K. registra, además de las oscilaciones negativas en el plano vertical, la existencia de profunda introtensión y de cargas agresivas oscilantes o simplemente negativas. Por otro lado, no es raro que exista inestabilidad de los tamaños lineales, con tendencia a su aumento en el decurso de la prueba (ansiedad potencial). c)
Pseudodepresiones ansiosas
La última característica descrita en la sintomatología miokinética de las distimias es predominante en este tipo que denominamos como pseudodepresiones ansiosas, porque en realidad los signos corresponden más a un estado de incontinencia por falta de control cortical, con bruscos cambios de inhibición y excitación. Casi siempre se trata de cuadros en los que hay un elemento tóxico o un factor exógeno, de agudo influjo (puede ser, es claro, de naturaleza psíquica), pero que coloca al sujeto en estado no solamente de alarma como de pérdida de su habitual autodominio, oscilando entre el miedo y la desesperación, sin estar en realidad triste ni deprimido.
82
E. MIRA Y LÓPEZ PSICODIAGNOSTICO MIOKINÉTICO
En los trazados miokinéticos encontramos en tales casos una tendencia a la aceleración y extensión del curso de los movimientos, que ocasiona el constante aumento de su tamaño lineal en el curso de todas las pruebas. Parece como si existiese un fenómeno autoinductivo y el sujeto fuese "calentándose" con la ejecución de sus trazados (fenómeno que ya en 1942 designamos con el calificativo de "heating" y es típico de la impaciencia ansiosa). Pero a pesar de esto se conservan la dirección axial y el correcto perfil de las configuraciones complejas. Por su parte, los desvíos secundarios (principalmente en la mano dominante) aparecen exagerados y turbulentos, a semejanza de lo que se observa en algunos casos de oligofrenia o inmadurez (pero entonces es explicable por un déficit permanente del control cortical). El diagnóstico diferencial es, no obstante, fácil, pues en las pseudodepresiones ansiosas se observan una finura de trazos, una regularidad de los movimientos elementales y una precisión reproductiva de las configuraciones complejas que, en cambio, se hallan ausentes en los oligofrénicos. d)
Depresiones psicógenas y reactivas Es propio de este tipo la localización de ¡os signos de hipotensión en la mano dominante, o por lo menos el hecho de que en ella se acusan con la máxima intensidad. Inclusive puede ocurrir que en la mano temperamental se encuentre una inversión de los daros, si se trata de persona que hal>itualmente exhibe un temperamento hipomaníaco. En todo caso, es frecuente que en esa mano dominante aparezcan también signos de intensa inl retensión (reveladores del conflicto psíquico que provoca la depresión I . e)
Elaciones maníacas puras (de base endógena) Cada día se hace más rara la observación ¿d estados maníacos puros, en los que el factor endógeno sea aparente por la regularidad cíclica y la ausencia de otros factores complicantes. En tales ocasiones el trazado del P.M.K. muestra las características de la excitación (grandes tamaños lineales), el exceso de tensión motriz (salen por encima del papel fácilmente, los íineogramas verticales, los círculos, cadenas verticales y Ues) así como un aumento reaccional de la extratensión (desvío primario positivo del lineograma horizontal en la mano dominante) y de la heteroagresividad. Tales alteraciones se acusan casi igualmente en ambos lados, de suerte que las distancias intrapsíquicas se acortan y la coherencia psíquica aumenta. f)
Excitaciones de tipo maníaco, sintomáticas Más frecuente es la ocurrencia de síndromes maníacos en los que la excitación, la fuga de ideas y la hipercinesia se presentan concomitantemente con otros signos anormales, dando a entender que se trata de un cuadro de simple revestimiento, bajo el cual evoluciona un proceso deletéreo, más grave (psicosis exógena de Bonhoeffer. Parálisis general, alucinosis al-
83
cohólica, etc.). Entonces el P.M.K. denota simultáneamente la superposición de los síntomas motores correspondientes a esos dos elementos patógenos y permite una diferenciación de la patogenia y la patoplastia. Así, por ejemplo, en el cuadro maníaco con que habitualmente se inician las formas expansivas de la P.G. llama en seguida la atención la presencia de fenómenos de disrupción y desagregación de la forma del zigzag o de la escalera, la presencia de temblor en la mano dominante, la pérdida precoz de la regularidad de las cadenas, etc., al mismo tiempo que se comprueban los signos propios del síndrome maníaco. 6.
EL P.M.K. EN LA CONSTELACIÓN DISRÍTMICA (EPILEPTOIDE)
(v. Figs. 72 y 73) Es hoy sabido que las alteraciones disrítmicas e ictafines derivan de diversos factores, entre los que cabe señalar la predisposición genética y la existencias de insultos infecciosos o traumáticos en los períodos iniciales de la vida. Tales alteraciones pueden o no llegar a su fase paroxística, produciendo, en caso afirmativo, el cuadro convulsivo propio de la epilepsia. Se admite, empero, que para cada epiléptico con crisis comiciales típicas existen los disrítmicos, que pertenecen a esa constelación, sin por ello llegar a sufrir oficialmente el morbus sacer. Hay así todo un continuum de formas intermedias entre la disritmia leve y la paroxística; el P.M.K. representa un test de la máxima sensibilidad para su diagnóstico y para seguir su evolución bajo el influjo de los diversos tratamientos, ya que es mucho más fácil, rápido y menos costoso de obtener que el EEG. Poseemos una estadística de coincidencias entre los diagnósticos del P.M.K. y el EEG que alcanza una magnitud superior al 90 % de los casos (que suman más de un centenar). Veamos cuáles son los trazos característicos de la disritmia patológica en el P.M.K., advirtiendo de antemano que ellos se presentan preferentemente en el zigzag, la escalera y las paralelas: a) Falta de regularidad en los trazados del zigzag por exceso de fluctuación lineal y angular, sobre todo por las variaciones bruscas e inmediatas de esos valores (la denominada "fluctuación inmediata" es la máxima diferencia de tamaño observable entre dos trazados consecutivos, en una misma secuencia o parte de la prueba). A veces, principalmente en el zigzag, se observan pequeñas sacudidas musculares que determinan la aparición de "puntas" enteramente idénticas a los "spikes" del EEG. ictafin. b) Falta de regularidad debida a una lentificación o inclusive detención del trazado, que puede tornarse iterativo, repitiéndose sobre sí mismo, en vez de avanzar (en zig-zag, paralelas y cadenas) hasta retomar su ritmo instantes después. c) Pérdida de la regularidad del trazado de las paralelas, debido no solamente a las diferencias de separación entre ellas, sino a diferencias de su extensión y del ritmo de su ejecución, no siendo rara la tendencia a la presentación de sub-ritmos. La combinación de esos tres signos da a los trazados un aspecto irre-
84
E. MIRA Y LÓPEZ
guiar, y también disrítmico, como si estuviesen realizados de un modo explosivo, con bruscas aceleraciones y frenadas. Es excepcional —si no hay elementos de esquizotimia constitucional— que los trazados epileptoides exhiban verdaderas reversiones; en cambio ds frecuente que se produzca una desorientación dn el momento de invertir el trazado de la escalera (o sea: al pasar del ascenso al descenso). Parece como si la inversión de la pauta configuracional, que obliga a transferir el esquema kinético hacia el otro hemiespacio, desencadenase un trastorno platiotopokinético, de suerte que son bastantes los epilépticos inteligentes que fallan en este momento de la prueba y revierten la escalera sobre el mismo hemiespacio, o modifican su forma y la convierten en franja (dentada, como almena de castillo) o inclusive en zigzag descendente. 7.
EL P.M.K. EN LOS CASOS DE DÉFICIT MENTAL CONGÉNITO (OLIGOFRENIAS) o ADQUIRIDO (DEMENCIAS), (v. Figs. 74 y 75)
El signo típico y constante del P.M.K. en estos casos es la pobreza en la reproducción de las configuraciones complejas (zig-zags, escalera, cadenas y Ues, pero principalmente las dos primeras). La falta de claridad intelectual priva a los sujetos de la posibilidad de comprensión de tales configuraciones en ausencia de su presencia visual, y por ello en cuanto se les coloca la pantalla se desorientan, y desorganizan el trazado, perdiendo la forma de los movimientos que venían ejecutando. No es raro que en los casos de oligofrenia se mezclen los movimientos rectos con otros curvilíneos y que se presenten también, en las formas graves, las desorientaciones axiales y hasta las torsiones axiales o lineales que son propias de los cuadros lesiónales del neuroeje. Nada tiene ello de extraño, puesto que en tales casos •generalmente preexistió o coexiste un factor encefalopático. La ausencia de los signos miokinéticos en casos en los que el síndrome clínico denota intensa obtusión o estupidez intelectual ha de hacer sospechar que ésta no se debe a una falta de inteligencia y sí a factores emocionales, conativos o quizás a factores somáticos extrínsecos (sensoriales, somáticos, neurológicos, etcétera). 8.
EL P.M.K. EN LAS PSICOSIS ORGÁNICAS (Fig. 76)
Se encuentran aquí trazados confusos, en los que coexisten síntomas práxicos correspondientes a los procesos defensivos (inflamatorios, productivos) y a las lesiones o procesos regresivos, irreversibles (demenciales). La fenomenología miokinética es consiguientemente confusa y mudable, pero siempre impresiona por su aspecto de "organicidad", es decir, por la imposibilidad de modificarla mediante artificios psicológicos. Existen casos en los que resulta inclusive totalmente imposible la realización de la prueba, pues falta al sujeto la capacidad de comprensión de las instrucciones o la perseverancia en su cumplimiento, por ser objeto de violentas y contradictorias pulsiones o impulsos. Un hecho interesante a señalar es la elevada can-
PSICODIAGNOSTICO
MIOKINETICO
85
tidad de reversiones que se observan, intercaladas con los demás signos de "decorticación" y con el predominio de trazados de excitación. 9.
EL P.M.K. EN LAS NEUROPATÍAS
No poseemos trazados sistemáticos de los diversos morbos neurológicos. Los trazados obtenidos en casos de tabes dorsal y de enfermedad de Parkinson, así como los resultados en una familia afecta de amiotrofia progresiva, demuestran no obstante la posibilidad de que el P. M. K. sea mejor utilizado en el diagnóstico neurológico. Junto con Galeano publicamos en 1946 una comunicación sobre este tema (v. bibliografía) que fue discutido en el primer Congreso Sudamericano de Neurocirugía. El uso del P. M. K. serviría sobre todo a los neurólogos poco avezados para evitarles errores de diagnóstico con síndromes histéricos, ya que en éstos es fácil obtener una modificación sustancial del trazado haciendo uso de cualquier recurso sugestivo. D.
Aplicaciones del P.M.K. en Psicología Social
Entre las numerosas aplicaciones del P. M. K. han de incluirse las que ofrece el campo de la psicología social para el estudio de las características grupales. Como ejemplo adjuntamos los resultados obtenidos con su apliMEDIDAS
Desvíos primarios a) Verticales b) Sagitales Desvíos secundarios
VALOR DE "F" Altamente signif. Intragr. Intergr.
M. Iz. M. D.
M. D.
M. D. M. Iz.
M. Iz. - M. D.
Desvíos axiales LONGITUD LINEAL
M. Iz. M. Iz. - M. D.
Signif. Intergr.
M. Iz.
M. Iz. - M. D.
M. Iz. — Mano izquierda M. D. = Mano derecha
cación al estudio de la constelación familiar y al estudio de la tipología de los conductores de automóvil público (300 casos). Los lectores interesados pueden consultar los trabajos originales en las referencias 77 y 92 de la bibliografía adjunta. El análisis de variancia de los resultados obtenidos en los miembros de 20 familias (v. Cuadro VIII) ha dado valores altamente significativos de "F" para diversas variancias intra e intergrupales correspondientes a las medidas cuya distribución damos en el cuadro de arriba. En cuanto a los resultados prácticos de la aplicación del P.M.K. en la selección de los conductores de automóviles públicos, han sido excelentes en Chile y en Brasil (v. Cuadro IX) y parecen muy prometedores en París (95).
Cuadro VIII
CONSTELACIÓN FAMILIAR (Continuación)
CONSTELACIÓN FAMILIAR (Muestra de 20 familias de Río de Janeiro [77] J
(Muestra de 20 familias de Río de Janeiro [77]) MANO IZQUIERDA
MEDIDAS
Padres Vladres Hijos
MANO
DESVIO PADRÓN
MEDIA
MEDIDAS
Hijas Padres Madres Hijos
Hijas 7,2 10,8 11,5 10,2
Lineogramas: Longitud lineal 1 Horizontal D.P. ] Sagital f Vertical Promedio D. S. Zig-zags: Movimiento egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Movimiento egocípeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Desvío primario Escaleras: Desvío primario Círculos: Desvío primario Desvío secundario Cadenas: Movimiento egocífugo ( Sagital U A - ' ( Vertical Movimiento egocípeto J Sagital n . U A ' " i Vertical \ Sagital n p U V ' ' \ Vertical Paralelas: Longitud* egocífuga máxima 1 egocípeta Longitud^ egocífuga mínima ) egocípeta Desvío primario Media desvío axial Ues: } Sagital n p U ' *• } Vertical \ Sagital n c U 3 " ' / Vertical
40,4 41,2 38,8 40,1 —5,3 —1,9 +1,6 -5,2 +9,5 +12,7 +13,3 +16,2 -9,2 —3,6 —6,4 —1,7
9,7 16,2 13,2 42,2
5,9
12,2 15,9 6,0 12,7 4,1
10,6
11,2
12,7
12,8
8,1 8,2 12,8 15,8 4,7
17,9 8,7 51,7 15,5 7,0
18,9 9,5 44,1 18,0 7,1
17,8 8,3 55,0 21,6 6,6
18,2 8,5 51,8 16,1 9,1
3,5 2,1 17,1 17,0 3,9
4,4 3,0 15,2 14,0 5,5
4,3 3,1 11,9 15,4 4,9
4,5 3,0 18,3 10,9 7,1
17,9 9,5 51,1 23,6 7,1 —12,1
19,5 10,2 46,0 15,9 6,5 —3,1
17,3 9,1 58,4 27,5 7,8 —5,1
19,2 9,9 54,9 19,6 8,0 —4,5
4,1 1,6 16,4 14,6 4,1 27,5
4,8 3,5 17,7 13,3 4,5 26,7
4,5 2,7 15,5 18,7 3,0 22,2
4.6 3,6 18,5 15,1 6,1 19,3
3,4
22,0
21,2
31,2
14,4 8,2
14,1 11,7
16,3 9,2
13,0 7,7
14,5 14,9
8,8 9,2
11,9 9,6
10,8 10,0
6,9 6,3
13,0 10,8 11,1 16,9 17,0 13,4 14,3 14,7 +26,3 +25,5 +18,1 +15,3 0,5 —2,9 —1,2 —10,7
11,9 10,7 27,2 27,2
9,7 11,7 29,0 7,7
8,1 9,9 19,0 27,7
10,7 8,5 27,1 27,4
47,5 51,5 54,6 53,2 34,4 34,8 37,3 36,9 —8,5 +10,5 14,2 13,9
10,9 7,6 6.3 7,3 41,9 10,3
11,8 11,7 4,9 6,8 29,9 7,8
6,4 5,3 7,1 2,9 26,4 8,5
8,7 9,2 7,0 9,9 33,7 5.6
+9,9 +20,0 +10,8 + 19,0 —1,1 —4,2 —13,7 —2,2 16,6 17,0 16,0 26,5 17,0 14,8 17,3 26,5
17,3 19,1 14,9 11,0
22,4 17,4 15,1 19,8
21,9 23,6 10,1 7,3
20,6 21,3 18,8 10,9
+4,2 +11,2
+22,3 + 17,9
—6,0 —11,4 —12,0 —12,3 19,2 12,5 14,5 11,7
12,1 13,5
52,2 49,8 37,4 36,6 +3,0 16,2
15,1 11,3
50,6 51,3 33,9 36,1 +0,2
12,1
16,8 11,1
26,8
MEDIA Padres [Madres Hijos
DERECHA DESVIO PADRÓN
Hijas Padres Madres Hijos
Hijas
Lineogramas: Longitud lineal 1 Horizontal D. P. -' Sagital / Vertical Promedio D. S. Zig-zags: Movimiento egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Molimiento egocípeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Dovío axhl Desvío primario Escaleras: Desvío primario Círculos: Desvío primario Desvío secundario Cadenas: Movimiento egocífugo r, ,, \ Sascital D. P. ,. ~ . , 1 Vertical Movimiento egocípeto . \ Sagital r, 1). A. ,, - . , i Vertical ( Sagital n p U r ' ' 1 Vertical Paralelas: Longitud t egocífuga máxima / egocípeta Longitud \ ( egocífuga , f mínima / egocípeta Desvío primario Media desvío axial TJes: j Sagital n p "' r' i Vertical ) Sagital n o ' 3/ Vertical V
'
38,1 38,0 35,6 +0,7 + 1,3 +2,2 + 12,9 + 17,0 +20,3 + 15,2 —10,4 —10,6 —11,3 —6,3 10,3 10,4 8,8 9,6 39,3
—0,4
8,9 16,1 3,9
8,5 16,6 10,7 14,2 4,8
7,7 12,1 8,1 11,8 2,3
6,5 10,8 8,9 11,3 3,0
19,1 10,1 42,6 16,5 4,2
20,0 10,5 40,7 18,0 7,8
18,0 8,6 46,3 22,4 7,3
19,6 10,5 43,8 14,5 7,5
3,5 2,2 12,7 15,1 4,7
6,0 3,7 14,5 12,2 6,4
4,1 2,5 8,9 10,7 5,3
3,6 3,8 14,6 13,6 6,1
18,5 10,3 45,6 ¿•>,¿* '°
20,2 11,9 40,4 18,5 8,4 —1,7
16,8 9,8 54,8 26,9 6,3 —9,9
20,5 10,8 51,1 23,5 8,8 —6,7
4,2 2,5 17,6 13,0 4,3 24,5
6,5 4,6 13,7 14,8 6,1 25,1
2,5 2,0 9,9 11,5 2,9 23,1
5,1 3,2 17,6 15,7 5,5 23,1
7,8
+6,0 +10,1
+8,4
21,2
26,7
20,6
14,2
10,1 6,7
13,2 10,3
16,8 8,4
10,0 6,9
8,8 12,0
9.2 7,6
10,6 10,3
6,7 16,4
4,9 11,4
15,2 10.4 17,1 11,2 14,7 9,7 11,2 9,1 +23,5 + 17,2 + 14,4 + 19,7 —10,5 +6,1 —18,1 —3,2
11,8 6.5
10,5 11,9 26,4 24,2
8,5 4,9 27,1 27,0
9,9 6,9 19,8 29,7
11,1 9.6 5,8 6,4 25,8 6,8
5,0 7,1 5,5 5,8 21,5 6,4
6,6 8,2 35,6 8,4
15,4 18,0 17,4 15,4
14,9 20,2 6,2 12,0
16,5 25,7 13,4 11,1
6>1
UAl-ll
6,5 10,6
lu
14,4 —11,9 —14,1 —10,0 16.2 8,6 12,5 11,0 \
12.3 12.3
51,8 52,0 35,9 36,8 + 1,0 16,3
16,1 14,0
49,0 48,6 33,1 34,6 +2,1
13,5
13,2 17,8
47,2 44,5 49,8 50.8 31,7 30,9 34,4 34,3 —2,2 + 16,7 16,9 15,4
+15,3 +22,5 + 19.1 +21,7 —14,5 —6,1 —15,5 —14,1 18,3 18,9 8,7 11,7 15,8 14,8 15,8 13,7
24,3
26,6 11.7
15,1 9,0 8,4 3-1,3 10,3 11.9 17,5 7,1
11,0
6,8 14,3
CHUJKfcKtiíi MANO
Cuadro IX — CHOFERES
MEDIDAS
(De la tesis doctoral del Dr. J. Scperiza Zaninovich [92]) MANO
MEDIDAS
Grupo A m
a
Grupo B m
a
m
a
Grupo D m
a
Grupo E m
ir
Lineogramas: , Horizontal Longitud j Sagital lineal ) Vertical \ Promedio / Horizontal D. P. \ Sagital ( Vertical Horizontal Sagital Vertical Zig-zags: Movimiento egocífugc Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Movimiento egocípeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Desvío primario Escaleras: Desvío primario Círculos: Desvío primario Desvío secundario Cadenas: D. A. Sagital egocíf. Vertical D. A. Sagital egocíp. Vertical ( Sagital n D U F ' ' ¿Vertical Paralelas: Movimiento egocífug Desvío axial Longitud máxima Longitud mínima Movimiento egocípeto Desvío axial Longitud máxima Longitud mínima Desvío primario TJes: Sagital D p Vertical Sagital n o U S - - Vertical
{
7,6 37,8 12,0 37,8 11,2 34,3 10,2 36.8 7,2 38,5 12,3 38,9 10,0 38,6 9,1 38,8 11,2 41,7 10,4 36,6 8,0 38,3 11,8 39,5 1,7 —0,8 14,6 —2,0 16,5 —3,6 9,2 12,8 10,7 14,6 10,8 11,1 15,4 —7,0 13,4 —1,1 11,5 —4,0 9,0 4,8 7,7 5,2 7,1 5,7 7,2 12,1 10,7 9,5 5,0 11,6 7,1 8,2 4,4 9,0 5,8 8,5 5,5 10,0
38,2
38,1 39,5 38,6 —0,7 12,5 —1,6 7,3
19,4 7,6 12,1 5,0 44,8 14,7 20,8 10,2 2,1 7,8 18,1 9,4 39,4 16,4 —3,0 6,81
7,8 5,8 13,8 11,2 11,3 28,10
42,7 17,5
11,0 7,3 15,1 8,5
23,2 12,3 40,8 20,4
0,7
7,5
2,2
20,4 11,1
9.1 7,0 10,0 9,5
20,7
19,4 8,2 12,4 6,5 38,8 11,3 20,9 8,6 3,8 5,8
21,1
18,4 8,8 10,3 4,9 36,2 10,2 18,1 9,1 —1,2 7,8 5,50 19,80
10,7
35,8 16,4 -4,0 10,7 —5,6 1,61 22,10 11,60 37,0
13,8
—5,9 21,2 —7,6 22,6 —5,2 —6,3 13,5 —7,7 0,2 11,8 —0,4 —4,5 0,1 0,07 8,5 15,5 —2,6
6,35 51,9 34,8 5,0
9,5 -10,1 12,9 —0,2
18,2 —2,0 22,0 -4,8 17,8 1,0 17,5 —0,5 24,2 —6,8 16,2 —6,8 6,7 21,5 8,9 18,1 24,7 17,0 24,0 15,3 27,6 —6,6 23,2 —2,7 15,0 17,0 42,4 15,6 31,4 7,0
20,0
18,3 —1,3 15,5 11,2 49,9 10,5 10,2 34,1 7,7 31,2 5,3 22,4
9,5 51,2 34,5 8,6
18,0 21,2 50,9 13,8 33,8 8,2
12,0
48,9
32,9
11,5 12,1 12,3 6,2 8,1 —2,5 15,4 —1,2 17,0 -^1,4 12,8 —2,0 8,4 —4,0 -1,5 0,5 0,2 9,9 ^-0,06 12,2
8,3 38,9 9,6 38,1 9,6 41,1 9,2 39,3 13,0 2,6 11,8 13,2 14,0 —*,Q 8,5 4,3 9,4 5,6 4,8 9,2
11,2 4,8 12,0 9,2 7,2
17,2 8,7 46,1 23,2 1,9
11,0 8,8 8,6 9,5 14,0 11,5 8,0 4,4 4,8
4,6 4,7 3,0 12,2 9,2 6,0
5,0 7,7 15,5 3,5 5,6 8,1 9,2 42,1 13,7 9,5 9,8 19,8 8,0 7,7 —0,7 27,20 8,30 23,6
21,7 —9,8 24,1 —4,3
12;3
13,5 —7,9 9,8 —2,1
12,6 —7,4 12,5 2,7
12,2 8,7
4,8 18,8 —4,9 17,2 16,2 —4,9 17,2 4,8 19,0 2,7 18,4 13,2 2,7 18,4 13,2 18,5 21,0 17,2 24,6 17,5 22,2 -7,10 24,8 —9,8
19,7 19,7 18,0 18,0 22,5 26,4
22,2 10,0 7,8 16,4 11,0 7,2 27,5
16,0 52,7 36,4
18,2 12,3 6,7
13,3 48,4 33,2
0,1 17,0 —0,3 54,1 12,3 52,0 37,2 7,3 36,0 5,3 28,0 1,3
13,0 10,8 15,0 —6,3 9,0 —3,3 13,2 —3,1
Grupo A m
IZQUIERDA Grupo C
(Continuación)
13,8 13,3 16,7 —0,5 12,0 -1,2 11,3 1,9
13,7 9,2 7,3 17,8 9,5 8,4 26,9 9,2 11,2 12,1 11,2
Grupo B
a
m
11,2
35,7
ff
DERECHA
Grupo C
Grupo D
Grupo E
m
a
m
a
m
a
12,8
38,6
9,6 12,0 10,2 11,1 13,0 11,2
38,7 37,4 40,8 38,9 2,9
10,4 7,6 8,2 8,7
Lineogramas:
¡
Horizontal Sagital Vertical Promedio í Horizontal D. P. < Sagital ' Vertical Horizontal Sagital Vertical Zig-zags: Movimiento egocífugo Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Movimiento egocípeto Longitud máxima Longitud mínima Ángulo máximo Ángulo mínimo Desvío axial Desvío primario Escaleras: Desvío primario Círculos: Desvío primario Desvío secundario Cadenas: D. A. ( Sagital pgocíf. | Vertical D. A. i Sagital egocíp. j Vertical ( Sagital n p U r ' - / Vertical Paralelas: Movimiento egocífugo Desvío axial Longitud máxima Longitud mínima Movimiento egocípeto Desvío axial Longitud máxima Longitud mínima Desvío primario TJes: n p j Sagital - 1 ' / Vertical \ Sagital n ,, U. 5. "l( -ir Verticali
{
Grupo Grupo Grupo Grupo
A: B: C: D:
37,6 40,8 41,2 39,9 3,2 14,8
—8,0 6,6 11,1 7,4 20,9 11,6 38,1 18,3 1,9
11,7 37,2 10,5 40,7 11,1 37,9 13,6 2,8 14,4 16,3 14,1 -11,5
4,6 8,1 4,8
7,5 8.4 7,1
5,8 6,5 12,3 10,5 8,4
20,7 10,4 34,0 19,7
2,5
8,1 37,5 8,2 39,8 9,4 41,6 8,6 39,6 3,7 9,2 8,9 16,1 8,1 —8,7 7,2 5,5 5,3 10,8 4,8 8,1 8,9 3,5 9,8 9,6 6,7
22,9 12,5 35,7 14,1
1,7
13,0 12,4
41.0 42,4 12,8 40,7 15,2 3,5 13,0 14,8 14,0 —11,6 4,6 8,1 7,5 11,1 5,2 10,1 11,0
6,0 9,5 8,0 8,0
9,1 4,8 6,6 6,4
15,1 -16,5 5,7 8,6 6,5
14,8 9,0 10,5 3,7 5,6 4,0
25,1 7,8 15,7 9,1 34,8 9,0 17,5 8,0 2,0 7,5
18,5 8,3 42,4 22,9 2,4
5,0 3,3 9,6 7,7 6,3
20,4 11,9
21'9 9,3 20,7 5'4 23'3 7'6 6,5 12,4 6'2 14'4 8'0 14'3 36,0 12,2 34,0 33'5 7'4 31'9 8'8 16,3 10,1 18,0 15'9 9'0 12'1 9'0 —0,2 10,0 —2,6 6'5 — 1'7 6'7 — 1'8 7,32 22,20 8,35 25'35 2'60 28'30 13'09
7'5 17'3 6'5 10'3 7'9 27'8 lO'l 19'8 7 2 +0'5 2850 7'75
6'0 4'1 10'5 9'0 7'5 19'40
-11,2
17,5 —8,3
22'0 -9'6
26'2 —9'7 25,1 —9'2
10'4
-14,7 —5,6
12,3 -15,3 10,7 —3,3
12'5 — 13'7 10,2 —7'3
10'7 — 17'2 10'2 -16'6 10'2 —6'5 8'2 —3'6
121 8'1
10'2 10'2 3'4 3'4 19'6 -13'1
151 151 13'2 13'2 22'7 24'5
15'3 33'5
18'8 11'3 7'9
7'2 l'l 1'7 l'l 9'1 9'9
16'0 0'6 16'7 0'6 16'0 1'2 15'0 1'2 24'2 20'0 24'8 -18'0
21'5 22'8
16'5 10'8
24'4
6'5
32'3
18'2 25'5 16'0 54'3 6'6 38'5
14'2 10'7 5'8
14'1
8'9 49'0
16'3 9'5
34'2 7'7
14'1 0'4 13'0 52'4 8'1 36'0 24'7 16'0
29'0
0'9 45'3 34'5 5'4
16'2 8'0 6'5 28'3
13'0 8'4 lO'O — 13'0 8'2 — 5'9 7'2 — 3'3
13'7 13'9 13'5 -16'8 9'4 — 1'8 9'5 — 1'9
13'3 16'0 17'7 -10'2 10'2 —2'3 12'8 0'7
8'9 13'6 7'0 7'2
18,8 7,9 14'5 18.8 —0,1 15'0 18,7 1,0 20'5 17,4 —0,5 11'5 14.38 22,0 16,3 24'0 -13,4 25,2 -11,6 25'2
4,9 3,6 —1,8 2,2
18,6 48,9 33,8
20,8 11,1
5,2
18,8 11,3 8.8
49.3 34.3 9,7
8,9
29,4
19,7 49,4 33,7 0,2 47.4 32,7 15,4
14,2 13,8 15'0 -12.8 15,8 — 9'9 —4,1 9.5 -2'8 —2,05 9,8 —2'5
8'0 6'0 24'7
46'4
17'2 17'2 12"0 12'0
8'0
47'4
200 choferes sin selección psicotécnica. 50 buenos choferes anteriormente seleccionados. 50 malos choferes ya castigados por infracciones graves. 25 choferes del grupo A y 25 del grupo B con instrucción secundaria incompleta. Grupo E: 9 choferes del grupo B y 41 del grupo A con instrucción secundaria completa.
CAPITULO VI ALGUNOS COEFICIENTES DE CONFIABILIDAD Y VALIDEZ DEL P. M. K. Cuadro X Algunos coeficientes de conjiabilidad del P.M.K. obtenidos en adolescentes uruguayos (Rej. 61 y 72 - Fig. 77) M E D I D A S
Valor de r
Con un intervalo mínimo de 7 días: Desvío primario del zig-zags con ambas manos Desvíos primarios verticales de mano derecha Desvíos primarios sagitales de ambas manos Longitud lineal con las dos manos Desvíos primarios de los lineogramas y cadenas sagitales de mano izquierda Desvíos primarios de los lineogramas y Ues sagitales de la mano izquierda Desvíos primarios de los lineogramas y círculos mano izquierda . .. Ángulos negativos del zig-zags e Índex de neurosis en el cuestionario Bernreuter Coherencia intrapsíquica (9 dedos de las dos manos)
0,62 0,66 0,71 0,71 0,52 0,60 0,53
0,71 0,55
Con un intervalo superior a un año: Plano vertical: Lineogramas mano izquierda Lineogramas mano derecha Escalera mano izquierda Escalera mano derecha Círculos mano izquierda Ues mano izquierda Ues mano derecha
0,76 0,52 0,23 0,28 0,52 0,36 0,42
Plano sagital: Lineogramas mano izquierda Lineogramas mano derecha Zig-zags mano izquierda Zig-zags mano derecha Paralelas mano izquierda Paralelas mano derecha Ues mano izquierda Ues mano derecha
0,57 0,41 0,34 0,60 0,47 0,37 0,65 0,65
Plano horizontal: Lineogramas mano izquierda Lineogramas mano derecha
0,20 0,21
Cuadro XI ¡ntercorrelacion.es del D.P.
to
(Desvío primario) obtenidas por el Profesor Oliveira Pereira sobre 177 adolescentes brasileños. Coeficientes tetracóricos multiplicados por 1.000)
MEDIDAS
MANO
Lineograma horizontal
Izquierda Derecha
1 2
—266
Lineograma sagital
Izquierda Derecha
3 4
Lineograma vertical
Izquierda Derecha
Zig-zags
7
8
000 030
995
—
599 185
104 289
075 —031
—021 —080
052 194
020 255
005 380
025 065
060 —070
038 —340
—074 —208
088 202
088 146
467 210
000 —049
—039 —125
047 216
365 040
050 —150
035 030
—29 —146
035 300
232 —220
110 143
—780 —448
—133 362
5
6
176 —458
374
—
—257 —215
049 021
145 —035
—220 061
832 215
—215 126
065 005
096 —173
097 —002
13 14
005 —010
038 —106
Izquierda Derecha
15 16
163 034
Izquierda Derecha
17 18
383 —071
2
3
4
356 286
214 420
834
—
5 6
110 —108
052 —036
064 —087
Izquierda Derecha
7 8
—114 —131
—099 —252
Escalera
Izquierda Derecha
9 10
031 036
Círculos
Izquierda Derecha
11 12
Paralelas
Izquierda Derecha
Ues verticales Ues sagitales
1
•
r ow N
135 115
Cuadro XII Coeficientes de confiabilidad en las diversas partes del P.M.K. obtenidas por M. Takkala sobre 231 sujetos (Ref. 98). *
MANO
MANO
MEDIDAS
MEDIDAS
Izq.
Der.
Desvío primario vertical: Lineogramas Escalera , Círculo Ues
45 58 43 49
27 49 39 55
Desvío primario sagital Lineogramas Zig-zags Cadenas * Ues
32 16 57 47
32 13 43 54
Desvío primario horizontal:
Longitud lineal: Lineograma horizontal Lineograma vertical Lineograma sagital Zig-zags egocípetos Zig-zags egocípetos
46
22
46 39 50 52 52
44 35 11 47 56
Desvío secundario (sin dirección) : Lineograma vertical Lineograma horizontal . Lineograma sagital Círculos verticales Ues verticales Ues sagitales
Izq.
Der.
27 17 28 37 42
07 45 14 10 26
ft
o z o. o o o
Desvío secundario (con dirección) : Lineograma vertical Lineograma horizontal Lineograma sagital
o
E5 37 31 38
28 28 31
37 44 58 24
45 40 49 46
Desvío axial : Zig-zags egocífugos . .
En su trabajo, Marti Takkala utiliza la palabra "ornamentos" por cadenas.
OJ
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E. MIRA Y LÓPEZ
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AMPLIACIÓN GRÁFICA PARA ESTA EDICIÓN 104. ADRADOS Ruiz, ISABEL. "Os chefes através do Psicodiagnóstico Miocinético e do Test de Rorschach". En: Arguivos Brasileiros de Psicotécnica. Río de Janeiro, 1957, vol. 13. 105. ANDERSON, HAROLD H. y ANDERSON, GLADYS L., "Mira Myokinetic Psychodiagnosis". En: An Introduction to Projective Techniques. Ed. Prentice Hall Inc., New York, 1951, págs. 532-534. 106. ARRODA, ELSO y OSORIO DUARTE, NELSON. "Um novo modelo de mesa para o Psicodiagnóstico Miocinético". En: Arquivos Brasileiros de Psicotécnica. Río de Janeiro, 1957, vol. 1-3. 107. BARRA, ELZA. "O Psicodiagnóstico do Prof. Mira y López". Presentado al II Congreso Latino Americano de Salud Mental, San Pablo, 1954. 108. BESSA, PEDRO PARAFITA. "A fidedignidade do Psicodiagnóstico Miocinético". En: Revista de Faculdade de Direito". Octubre, 1945, año VI, págs. 232 a 241. 109. CAVALIERE, JOSÉ FICUEREDO. "Bases para o estudo do Tempo no P.M.K.". En: Arquivos Brasileiros do Psicotécnica. Río de Janeiro, 1957, vol. 1-3. 110. DE LIMA, ESTACIO y MATTOS, GICELE. "Investigagóes sobre a influencia do estado puerperal". Estudio de 30 casos a través del (1) examen médico, (2) Rorschach y (3) el P.M.K. En: Aspectos Médicos-Legais do infanticidio no Brasil, febrero, 1953, Cap. III, págs. 119-306. 111. FARIA ALVIM, ERMENGARDA y CAVALCANTI, BEATRIZ. "O valor prognóstico do fermagen Haddock hobo para selegáo de candidatos". En: Arquivos Brasileiros do Psicotécnica. Río de Janeiro, junio, 1954, año VI, n. 2. 112. FERRARA MORÍ, GINA; RONCHI, LUCÍA y ZOLI, MARÍA TERESA. "Studo sul controllo visivo nel reattivo miocinetico di Mira y López". En: Publicazioni dell'Instituto Nazionale di Ottica, Serie II, N. 750, Arcetri, Florencia, y en: Atti della Fondazione Giorgio Ronchi, Florencia, enero-febrero, 1957, año XII, N9 1, págs. 70-83. 113. GINSBERC, ARRÍELA. "Contribugoes para um estudo psicológico sobre ladrees habituáis". 1* parte. En: Revista de Psicología Normal e Patológica. San Pablo. Enero-marzo, 1955. Año I, N' 1, págs. 60-79. 114. LAREZ, BELARMINO A. "Los indios guaraunos através del psicodiagnostico miocinetico del Prof. Mira y López". En: Arquivos Brasileiros de Psicotécnica. Río de Janeiro. Marzo, 1955, año VII, N' 1, págs. 29-40. 115. MAIORANO, A. "Ricerche sul test psicodiagnostico di Mira y López". En: Lavoro neuro-psichiatrico. 1951, vol. 8, N9 3.
PSICODIAGNÓSTICO MIOKINÉTTCO
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116. MINICUCCI, AGOSTINHO. "Ambivalencia, o adolescente, a grafología e o Psicodiagnóstico Miocinético". En: Arquivos Brasileiros de Psicotécnica. Río de Janeiro, Setiembre, 1956, año VIII, N' 3. 117. MIRANDA MENEZES, CINIRA. "O Psicodiagnóstico Miocinético aplicado a indios Kaiugangs". En: Revista do Musen Paulista. San Pablo, 1953, N9 7. 118. MIRA, ALICE GALLAND DE. "Distribuigao dos Traeos patológicos no P.M.K. numa amostra randómica". En: Arquivos Brasileiros do Psicotécnica. Río de Janeiro, 1957, vol. 1-3. 119. MIRA, ALICE GALLAND DE, y MIRA Y LÓPEZ, EMILIO. "Curso sobre fundamentos e Técnica do Psicodiagnóstico Miocinético". En: 30 guías con ilustraciones, publicadas por la División de Enseñanza de la Fundación Getulio Vargas. Río de Janeiro, 1957. Av. 13 de maio 23. 120. MIRA Y LÓPEZ, EMILIO. "Curso sobre o P.M.K.: Técnica, aplicacáo, mesuragáo e interpretagáo". En: Guías publicadas por la Fundación Getulio Vargas. Río de Janeiro, 1955. Av. 13 de Maio 23. 121. MIRA Y LÓPEZ, EMILIO. "Estudio especial del Psicodiagnóstico Miokinético y sus aplicaciones en la clínica psiquiátrica". En: Psiquiatría. Ed. El Ateneo, Buenos Aires, 1955, 4» edición, t. III. 122. NAVA, JOSÉ. "Vocabulario do Psicodiagnóstico de Mira y López". Editado por el Gabinete de Psicotécnica del Departamento Estadual de Tránsito. Bello Horizonte, 1956. 123. OSSOLA DE HORAS, ELENA. "El Psicodiagnóstico Miokinético de Mira y López y el Psicodiagnóstico de Rorschach aplicado a 24 niños y adolescentes con problemas de conducta". En: Actas del Primer Congreso Argentino de Psicología. Tucumán, 1955, vol. 1. 124. QUÍNTELA, GLORIA FERNANDINA. "Testes de personalidades e apreciacáo dos resultados". (Correlagáo entre o P.M.K. o T.A.T., o Rorschach e o Test de Koch.) En: Arquivos Brasileiros de Psicotécnica. Río de Janeho, 1957, vol. 13. 125. SANDOVAL DE ANDRADE, GERARDO. "Primeiras tentativas de aplicagáo do P.M.K. em cegos". Comunicación al Primer Seminario Latino-Americano de Psicotécnica. En: Arquivos Brasileiros de Psicotécnica. Río de Janeiro, diciembre, 1955. Año 7, N9 4. 126. SHALTIEL, JEHUDITH. "Estudo psicológico de un caso de Distrofia Muscular Progressiva". En: Jornal Brasileiro de Psiquiatría. Río de Janeiro, 1955. Vol. 4, N9 1, págs. 11-12. 127. SILVEIRA, ANÍBAL. "L'agressivité manifesté, déguisée et latente, evaluée par le psychodiagnostic myokinétique (P.M.K.) de Mira y López". 128. ZARA, E. y BUONDONNO, E. "Aplicazione e considerazione sul test miocinetico di Mira y López". En: Rivista Ospedale Psichiatrico, Nápoli, julio-setiembre de 1953, vol. 21, N9 3, págs. 201-223.
BIBLIOTECA DE PSICOMETRIA Y PSICODIAGNOSTICO (Continuación de pág. 2¡ 37 — Departamento de Trabajo de los Estados Unidos de América: Guía para el desarrollo de tests. 1. Metodología. 38 — Departamento de Trabajo de los Estados Unidos de América: Guia •para el desarrollo de tests. 2. Derivación de las normas y diseños experimentales ilustrativos. 39-Jedrysek, W. Klapper, Z., Pope, L. y Wortis, J*: Test de evaluación psicológica y educacional del preescolar. Equipo completo. 40-Di Leo, J. H.: El dibujo y el diagnóstico psicológico del niño normal y anormal de 1 a 6 años. 42 —Ames, L. B. y otros: El Rorschach de 10 a 16 años. 43 — Guilford, J. P.: La naturaleza de la inteligencia humana.
44 — Orlando, I.: La interpretación dinámica en el Rorschach. 45 - Lauster, U. y Lauster, P.": ¿Su hijo está maduro para la escuela? 46 —Di Leo, J. H.: Los dibvjos de lot niños como ayuda diagnóstica. 47-Burns, R. C. y Kauíman, H. S.: Los dibujos fonéticos de la familia como técnica psicodiagnóstica. 48-Bellak, L. y Bellak, S. S.: Test de apercepción para edades avanzadas (SAT). Equipo completo. 49-Harris, D. B.: Revisión del test del dibujo de Goodenough. Equipo completo. 50-AIlport, G. W. y Allport, F. H.: Test de dominio-sometimiento. (Escala D-S). Equipo completo.
SERIE MENOR 2 — Stern, E.: Tests proyectivos de inversión y de completamiento de relatos. 3-Schachter, M. y Klopfer, B.: Introducción al psicodiagnóstico de Rorschach. 9 —Gayral, L. y otros: Test de perso-
nalidad para la clínica psicológica. 10 —Stern, E. y otro: La observación y los tests en psicología clínica. 11-Wrenn, C. G.: Inventario de hábitos de estudio. Equipo completo. 13 — Fischer, H.: Estadística aplicada a la psicología.
E. Mira y López
Instrumento diagnóstico de aplicación en la clínica psicológica y psiquiátrica, en la orientación vocacional, selección de personal y la investigación. Figura junto a los más importantes instrumentos de la batería psicodiagnóstica contemporánea. Trátase de un test de expresión gráfica, tipo lápiz-papel, de fácil administración, para niños, adolescentes y adultos, económico en tiempo (una hora de administración y corrección) y de evaluación objetiva. Brinda el esquema caracterológico de las actitudes reaccionales permanentes y actuales del sujeto en tres coordenadas básicas de la conducta: introversión-extraversión, autoagresión-heteroagresión y depresión-elación. La crítica autorizada considera que "las condiciones rigurosamente estandarizadas de su empleo y de su interpretación le confieren un valor cierto" (Pichot). Más de 100 investigadores de 21 países han producido una bibliografía sobre el P. M. K. que certifica su difusión e interés. Otras obras conexas del fondo Paidós: H. Rorschach: Psicod¡agnóstico, H. A. Murray: Test de apercepción temática (T.A.T), H. Phillipson. Test de relaciones objétales, L. Bellak y S. S. Bellak: Test de apercepción infantil (CAT-A, CAT-S y CAT-H), M. Lüscher: Test de los colores, D. Rapaport: Tests de diagnóstico psicológico, L. Bender: Test guestáltico visomotor, E. F. Hammer: ¿os tests proyectivos gráficos, J. E. Bell: Técnicasproyectivas, L. E. Abt y L. Bellak: Psicología proyectiva.
(RM.K.) Manual Psicometría y Psicodiagnóstico RAIDOS