Los Origenes Del Islam . Juan Vernet

Los orígenes del islam. Juan vernet

Capítulo I: Los árabes

El islam es hoy una religión que, como el cristianismo, se extiende por toda la superficie de la Tierra sin distinción de razas ni naciones. Pero, a diferencia de otros credos, su expansión fue muy rápida y, un siglo después de la muerte de su Profeta, Mahoma. espués del primer siglo de existencia, la nue!a religión contin"o a!anzando con más lentitud y con otros misioneros, pero siempre de manera firme y segura. #gualmente se ha o$ser!ado%y refiriéndonos siempre al siglo #&'##%que los e(ércitos ára$es quedaron detenidos ante las grandes cordilleras, como el Taurus o el )áucaso, con que tropezaron en su a!ance. *in em$argo, y como ocurre a !eces en este tipo de afirmaciones, ninguna de ellas, por si sola, aplica el que alrededor del +-&/0 la expansión del islam perdiera fuerza y que los a!ances posteriores, por importantes que fueran, se realiza$an a un ritmo menor. Pero 1quiénes eran los ára$es antes de Mahoma2 Tres tipos de fuentes distintas nos dan noticia de ellos3 #4 los textos de los pue$los de la antig5edad cuyo dominio se extendió a lo largo de las fronteras de la Pen6nsula 7rá$iga 87siria, Persia, 9recia, :oma, Egipto...4 y tu!ieron relaciones incluso con 7$isinia; ##4 los hallazgos arqueológicos%ruinas inscripciones epigráficas%en la misma Pen6nsula, y ###4 los datos históricos que se encuentran en textos ára$es. ; al sur de este, pue$los del mundo clásico 87siria, ?a$ilonia, Egipto, 9recia, :oma, Persia4 chocaron con fuerza con la masa amorfa de los ára$es dispersos por la ?adiyat al% *am 8la estepa de siria4.*eg"n se acepte uno u otro limite septentrional de 7ra$ia, este territorio ocupa alrededor de -./00.000 @m cuadrados, con una

 po$lación de casi diez millones de ha$itantes que !i!en en un suelo que, es su mayor parte, es inhóspito, aunque no siempre lo fue; en el cuaternario el mar muerto ele!a$a el ni!el de sus aguas y los actuales desiertos del *ahara y el :u$ al% Aali 8-/0.000 @m cuadrados4 eran cruzados  por r6os perennes en tiempo relati!amente cercanos a nosotros. Esta zona B!ac6aC 8(ali4, es donde tu!o que refugiarse #$n *aud, el re%fundador de la actual dinast6a saudita. 7l iniciarse la sequ6a, quedaron en el interior del :u$ al% Aali lagos residuales en torno a los cuales se agruparon algunos animales y hom$res entre los aDos +00.000 y /.000 antes de nuestra era, mientras que otros escaparon hacia el norte y dieron origen a la in!asión del )reciente értil por  la primera oleada de pue$los semitas. 9racias a los a!ances en la domesticación de animales, los ára$es siguieron saliendo de la  pen6nsula, cuya área de culti!o disminu6a poco a poco y no $asta$a para alimentar a toda su  po$lación.

Capitulo II: Los árabes según sus fuentes antiguas


una transición oral.
dios fue el ios por antonomasia, designado en la mayor parte de las lenguas sem6ticas con la  pala$ra BallahC, 8el dios4, en ára$e. ára$e.
El so$erano más importante de esta dinast6a, Mundir ### 8/0%//4, mantu!o relaciones con los sud ára$es Fusuf u%IuJas F 7$raha, cola$oro con los persas en la $atalla de )allinicum8/+4, en que derrotaron a los $izantinos mandados por ?elisario, y protegió y auxilio la pol6tica de la tri$u de @inda dirigida a dominar el norte de la ara$ia central

Capitulo III: Mahoma


7l principio de su matrimonio se consagro a cuidar los negocios de su mu(er y es posi$le, pero no seguro, que realizara algunos !ia(es en el transcurso de los cuales podr6a ha$er llegado hasta siria, donde ha$r6a conocido a un mon(e, ?ahira, quien le ha$r6a dado a conocer el monote6smo. Pero su posterior !ocación religiosa puede explicarse sin la existencia de contactos con el mundo no ára$e. En esa época de$ió ser un pagano piadoso3 cre6a en genios, demonios y augurios;
 peregrinación. )omo es lógico, los coraixies no i$an a ceder el templo fácilmente, y Mahoma lo sa$6a. Para conseguirlo era necesario cam$iar de pol6tica, a fin de castigar a sus conciudadanos, y por su propia mano, con el tormento con que ios, reiteradamente, les ha$6a amenazado. a$6a que con!encer a los musulmanes de que su ideario tam$ién pod6a conseguirse con las armas, como el pacto de 7qa$a era puramente defensi!o, esperar un momento oportuno para  pasar al ataque.

Capitulo IV: El naimiento de un Estado

Para pasar del dicho al hecho, Mahoma empezó por reforzar su autoridad personal prescri$iendo que los creyentes de$6an o$edecer a ios y, por consiguiente, a su En!iado. Ouienes fueran reacios tendr6an por refugio el infierno, ya que el Profeta representa a ios y los ángeles son sus  protectores 7s6 las cosas, una patrulla musulmana facilito el inicio de las hostilidades3 en pleno mes sagrado de racha$ ataco a una cara!ana en Ia(la, mato a uno de los !ia(eros y regreso a Medina con importante $ot6n. El Profeta se sent6a cada !ez más seguro de su posición de ár$itro de la comunidad de Fatri$, que ahora ya empeza$a a llamarse Madinat al%Ia$i 8la ciudad del Profeta4, pero, conociendo las costum$res ára$es, tam$ién sa$6a que los coraixies intentar6an, más pronto o más tarde, !engarse de la afrenta sufrida en ?ard. Para ponerse a cu$ierto de posi$les sorpresas, Mahoma se alió con los $eduinos de los alrededores de la ciudad y pronto sus esp6as le anunciaron que un fuerte e(ército coraixi se ha$6a puesto en marcha. *imultáneamente aparecen gran cantidad de disposiciones que tienden a fortalecer el poder   pol6tico del Profeta3 para e!itar la confraternización de los musulmanes y sus con!ecinos de otras religiones, restringe 8 pero no proh6$e4 el consumo de !ino y de los (uegos de azar, con lo cual limita indirectamente la asistencia de los primeros a los lugares p"$licos en los cuales  pod6an o6r ha$ladur6as y cr6ticas contra su pol6tica; legisla contra la calumnia en general y en  particular, declarando as6 inocente a su esposa fa!orita, 7isa, de la acusación de adulterio que  pesa$a so$re ella. Teniendo ya controlada la situación interior, !ol!ió a reanudar los ataques contra los coraixies. Estos, instigados por los (ud6os% en especial los Aay$ar, donde se encontra$an refugiados algunos $anu nadir%, formaron una gran coalición y se dispusieron a poner fin a las andanzas de los musulmanes. :eunieron diez mil hom$res, de los cuales cuatro mil eran coraixies y a los que

se ha$6a unido la confederación de las tri$us !enidas a menos, a las que se llama$a aha$is, y grupos de Gtras etnias. Todos se pusieron en marcha hacia el norte, mandados por 7$u sufyan, y siguieron el mismo camino que en la campaDa de Hhud.
y suprimió el mes intercalar 8nasi4 del calendario musulman. Posi$lemente, sintiéndose ya enfermo, reci$ió la "ltima re!elación 7l regresar a Medina se dedicó a preparar una expedición hacia los confines siro $izantinos. 7un asistió a algunas ceremonias religiosas y en una de ellas se humillo ante todos los fieles  pidiendo perdón por las ofensas que hu$iera podido hacer. Hnos d6as después 8+ de ra$i # del aDo ++&R de (unio del Q-4 murió, !6ctima de la malaria, en $razos de 7isa.

Capítulo V: La evolui!n temátia en el Corán

emos apuntado más arri$a las dificultades en que se encuentran los tratadistas del )orán para esta$lecer una sucesión cronológica de las aleyas a lo largo de todo el proceso de re!elación. Gtro de los temas tratados desde muy pronto fue el de la existencia de profetas en!iados con anterioridad a Mahoma, y que conocemos a tra!és de los
y, de creer a los hadices, completamente feliz. Pero entre sus compatriotas 'i!ian tri$us matriarcales 8las menos4 y patriarcales; exist6a la monogamia (unto a la poligamia y se  practica$a el matriarcado, la prostitución y el matrimonio a plazo. Este "ltimo 8muta4 fue consentido por el Profeta, al menos durante sus campaDas largas, por e(emplo la de Aay$ar para que sus hom$res satisfacieran sus necesidades sexuales, e!itando la incontinencia con las mu(eres 8no musulmanas4 de los !encidos. 7 pesar de esta li$ertad sexual, el adulterio siguió existiendo. )omo hemos seDalado más arri$a, en Medina circularon rumores de que 7isa lo ha$6a cometido, y el mismo 7li aconse(o a Mahoma que se separara de ella y la sustituyera por otra mu(er; Bhay tantasC, le di(o. Este, tras un mes de indecisión, compareció en p"$lico censurando las calumnias que se difund6an acerca de su !ida pri!ada.
Capitulo VI: El te"to atual del Coran


ayuda$a a reconstruir las pala$ras, a pesar de que la figura de !arias letras se confund6a entre s6. Por e(emplo, un mismo signo representa$a la $, la t, la n, la y. )uando el profeta reci$6a una re!elación, en especial durante el periodo medini, llama$a a sus secretarios que lo escri$6a en pedazos de cuero, omoplatos de camello, y otros o$(etos. esde que el profeta ha$6a llegado a Medina ha$6a en!iado memoriones a lle!ar la $uena nue!a a distintas tri$us y es lógico que mientras estos estu!ieran ausentes siguiera reci$iendo la re!elación. Puede pensarse que Mahoma hacia lle!ar un registro puesto al d6a del texto. Mientras el profeta !i!ió el texto t exto pod6a aumentarse. Muerto el profeta, las fichas so$re las que esta$a escrita la re!elación podr6an perderse, cam$iar  de lugar o !er como se introduc6an i ntroduc6an otras en medio.
o$(eti!o era lograr la unidad en 7ra$ia, sometiendo a las tri$us re$eldes, y afirmar, con ello, la supremac6a del #slam. 7$u ?a@r, al !encer las resistencias locales e imponer el dominio del #slam en casi toda 7ra$ia, permitió iniciar la expansión por *iria y Palestina.
Capitulo VIII: La politia internaional de los dos umares

7$u $a@r y Hmar, asociados en !ida y en la muerte a la continuación de la o$ra del Profeta hasta el punto de que algunos musulmanes hagan al segundo 8umar4 transmisor de alg"n !ers6culo coránico que no figura$a en la !ulgata. Gtros le atri$uyen la presencia de la !oluntad di!ina, pues intuyo, antes de que fueran re!elados, el contenido de tres !ers6culos coránicos3 uno, el contenido cultual, y dos $astante duros 8la o$ligación del !elo y amenaza de repudio4 referente a las mu(eres. Hna tradición nos asegura que el profeta prometió a diez de sus compaDeros el para6so3 los cuatro primeros califas %7$u ?a@r, Hmar, Htman y 7li% a los que se aDaden Talha y La$ayr  8e(ecutados por 7li4 7$d 7$d al%:ahman, *ad $. a$i, 7$u H$ayda y por ultimo Layd. Teóricamente parece que estos fueron el senado de los primeros califas. Pero Hmar desconfia$a de todos ellos excepto de 7$u H$ayda. *om$ro para ellos altos cargos en los que ten6an pocos !6nculos con el pasado y tapo la $oca del resto con el $ot6n que cosecha$a de las conquistas. Es

decir, constituyo una asam$lea que consulta$a cuando le plac6a y hacia caso o no de sus conse(os cuando cre6a con!eniente. 7$u $a@r ha$6a go$ernado con el apoyo de los emigrados. Hmar dispuesto a conser!ar su independencia, apoyo la tradicional emigración de los yemen6es hacia siria. Hmar mando a este grupo a ocupar al%*aJad, ofreciéndole la cuarta parte de las tierras que conquistaran, los $ienes seDoriales, reales, imperiales y grandes latifundistas que encontraran a$andonados en su a!ance. Hnos aDos después ofreció a charir reconstruir la tri$u $achila a cam$io de que cediesen de nue!o al poder central las tierras en que se ha$6an asentado. El ám$ito geográfico en que se desen!ol!ió la acti!idad de Hmar fue mucho más amplio que el ocupado por los musulmanes durante la !ida del profeta. Hmar no pod6a pretender que las tropas situadas a miles de @ilómetros de la capital regresaran después de cada $atalla3 era necesario necesario que !i!ieran !i!ieran so$re so$re el terreno terreno acuartelánd acuartelándolas olas en lugares lugares determinado determinados, s, creando creando campamentos en que pudieran reagruparse. Hmar ha$6a esta$lecido dos nue!as ciudades frente a los confines de Persia3 ?asora y @ufa, atri$uyéndoles ar$itrariamente unas zonas a ocupar en territorio enemigo. Hmar no podia e(ercer su autoridad autoridad a distancia distancia y para solucionar solucionar este pro$lema pro$lema procuro procuro hacer  más transita$les los caminos que un6an Medina con el resto del mundo. Hn punto discutido en la pol6tica de Hmar son las decisiones que tomo respecto de los dimmies, cristianos, (ud6os y sa$eos. Esta pol6tica se $asar6a en un hadiz que pone en la $oca de Mahoma las siguientes pala$ras Vos religiones no pueden con!i!ir en 7ra$iaV. *in em$argo la expulsión de unos y otros no fue total. Hmar se opon6a a los castigos corporales en $ase a lo que el ha$6a o6do decir al profeta Vno torturareis a la gente porque dios torturara el d6a de la resurrecciónV. El principio fundamental de Hmar se $asó en un presupuesto fi(o, procedente de los tri$utos de sus s"$ditos no ára$es o no musulmanes más el décimo $eneficio de las tierras de regad6o. El proyecto de estado que crea$a d6a tras d6a Hmar se !io truncado por su asesinato. El califa con!oco al conse(o y con el apoyo de a$d al :ahman, Htman $ 7ffan fue nom$rado sucesor de Hmar. 7 Hmar Hmar se de$e ha$er esta$lecido el #slam como religión y como estado so$re $ases tan sólidas.

Capitulo I#: $tman b. affan

El asesinato del califa no pod6a significar un cam$io $rusco de pol6tica por una do$le razón3 en Medina, porque su sucesor esta$a identificado con ella; y en las fronteras porque estas se encontra$an muy le(os de la capital, se necesita$an !arias semanas para hacer llegar los mensa(es a los generales. )alifa Hthman lo dirigió !arias expediciones militares para aplastar la re$elión y !ol!er a capturar la Persia y sus estados !asallos.
En total, Htman go$ernó durante doce aDos.
Capitulo #: %lib . abi talib

7li pidió conse(os so$re que de$6a hacer con los go$ernadores. Hno de sus asesores le indico que de(ara tranquilo al go$ernador de amasco, que nom$rase a Nufa a Talha y para ?asora a 7l Lu$ayr, con lo que nadie se su$le!ar6a. Pero no lo hizo y sus compaDeros de oposición quedaron despechados y huyeron de la ciudad en cuanto pudieron.
El (efe de estos "ltimos era MuaJiya 8anterior go$ernador de amasco4.