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Un mundo de hormigas / P.J. Folgarait, A.G. Farji-Brener ; dir. de la colección de D. Golombek. Article Source: OAI
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N M U N D O D E H O R M IG A S
por P ATRICIA J . F O L G A R A I T Centro de Estudios Estudios e Investiga I nvestigaciones ciones Universidad Nacional Naci onal de Quilmes Buenos Aires
A L E J A N D R O G . FA R J I- B R E N E R Laboratorio ECOTONO, CRUB Universidad Nacional Nac ional del Comahue, Comahue, Bariloche
con ilustraciones de O CTAVIO A . B RUZZONE
Colección Colección “ Ciencia Ciencia que ladra …” Dirigida por D IEGO G O L O M B E K
Siglo veintiuno editores Argentina
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N M U N D O D E H O R M IG A S
por P ATRICIA J . F O L G A R A I T Centro de Estudios Estudios e Investiga I nvestigaciones ciones Universidad Nacional Naci onal de Quilmes Buenos Aires
A L E J A N D R O G . FA R J I- B R E N E R Laboratorio ECOTONO, CRUB Universidad Nacional Nac ional del Comahue, Comahue, Bariloche
con ilustraciones de O CTAVIO A . B RUZZONE
Colección Colección “ Ciencia Ciencia que ladra …” Dirigida por D IEGO G O L O M B E K
Siglo veintiuno editores Argentina
Siglo veintiuno editores Argentina s.a. TUCUMÁN 1621 7º N (C1050AAG), BUENOS AIRES, REPÚBLICA ARGENTINA
ESTE LIB R O (y e sta sta co c o le cci cc ió n )
Siglo veintiuno veintiuno edito editores, res, s.a. de c.v. c.v. CERRO DEL AGUA 248, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310, MÉXICO, D. F.
R. Sáenz Peña 180, (B1876BXD) Bernal, Pcia. de Buenos Aires, República Argentina
Tiene un tamaño pequeño, es firme, rojiza y un poco dura. Barre el suelo, hace montones y colinas de arena, construye amplios caminos y fabrica su casa. Tiene la peor mordida; si muerde el pie, el efecto y la hinchazón se extienden hasta la ingle; si muerde la mano, hasta la axila. Traducción de una descri descri pción azteca, azteca, en en l a H istori a gene general ral de la s cosas de la N uev a Esp añ a,
FRAY B E RN RN A RD RD I N O
DE
SAHAGUN , 1590.
Portada d e Claudio Puglia Puglia 1a edición argentina, 000 ejemplares © 2005 © 2005 2005,, Siglo XXI Edito res Argentin Argentin a S.A. S.A. ISBN: 987-1105 Impreso en en el mes de de 2005 2005 Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina – Made in Argentina
Están entre nosotros. Son muchísimas, demasiadas, comen de todo, son trabajadoras y ordenadas, pioneras de la liberación femenina, hacen la guerra (y la paz), y hasta han sido interpretadas nada menos que por Woody Allen. Son las hor migas, migas, aquell aquell as que recordamos tiernamente ahor rando para el invierno mientras la cigarra cantaba con alegría, o no tan tiernamente asadas debajo de una lupa. Son, en cierta forma, dueñas del mundo, y este libro viene en su rescate y a
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ponerlas en el lugar que les corresponde. Si se las pusiera a todas juntas en la balanza, las hormigas pesarían tanto como la totalidad de la población humana, así que nada de faltarles el respeto por su tamaño. Dicen que a los investigadores de las hormigas se los reconoce porque usan las medias por encima de los pantalones. L os aut autor ores es de es este li bro son dos destacados destacados cientí ficos fi cos argenargentinos apasionados por las hormiguitas, viajeras o no, y las estudian en el campo y en el laboratorio. Aquí nos cuentan todo l o que siempre siempre qui simos imo s sabe saberr (y bastant bastantee de lo que nun ca imaginamos) sobre distintos tipos de hormigas, sus comidas, sus amigos y enemigos, sus sociedades y su importancia en los ecosistemas. Casi nada. Esta Esta colec col ección ción de divul gación gación científica cientí fica está está escrit escrit a por investigadores que creen que ya es hora de asomar la cabeza por fuera del labor atori o y cont ar las maravil maravil las, las, grandeza grandezass y miserias de la profesión. Porque de eso se trata: de contar, de compartir un saber que, si sigue encerrado, puede volverse inútil. Cienci a que ladra…no ladr a…no muerde, m uerde, sól sóloo da señal señales es de que cabalga. D iego iego G olombek
A grade grade cim ien tos
Queremos agradecer la oportunidad de poder plasmar en páginas lo que significa para los autores el estudio de las hormigas. Pusimos mucho esfuerzo y horas de trabajo en su realización, y nos divertimos mucho también en el transcurso de la escritura. Agradecemos a las numerosas personas que cruzaron y transcurren por nuestras vidas, nos estimularon a su divulgación, y nos permitieron, de un modo indirecto, a llevar adelante este proyecto, permitiendo que hoy sepamos más sobre obr e horm igas, igas, ll evemos evemos adelante nuestras investi investi gacio gacio-nes y sigamos manteniendo el entusiasmo por el conocimiento. En particular, agradecemos a Diego Golombek y Alejandra Folgarait por las lecturas y comentari os reali reali zados. zados. Por úl ti mo, queremos mencionar que las ilus ilu straciones tr aciones de O. Bruzzone Br uzzone son basadas basadas,, en su su gran mam ayoría, en ilustraciones de textos diversos.
P.F. / A .F.B. .F.B.
A cer ce rca d e los aut au to res Patricia J . Folgarait
pfolgarait@ unq.edu.ar
Licenciada en Biología (UBA) y Doctora en Biología (Ph. D. de la Universidad versidad de Utah, EE. E E. UU .), es es actualment actualmentee investi investiga gadora dora del CONICET y profesora de la Universidad Nacional de Quilmes. Comenzó su carrera docente universitaria en 1984 y sus primeras investigaciones en ecología de comunid comun idades ades en 1994. Se ha especiali especiali zado en mutuali mutu alissmos ent entre re hormi hor migas gas y plantas pl antas,, en defensas defensas anti-herbívor anti -herbívor os, os, y en l a ecolo ecología gía de las int eraccioeracciones ent entre re animales ani males —especialm especialmente ente inse i nsectos—y ctos—y plantas, plan tas, mayorit ariamente ariament e en ambientes tropicales y subtropicales de la Argentina, Perú y Costa Rica. Actualmente trabaja con hormigas plaga y sus efectos sobre el suelo y su biodiversidad, con el control biológico de hormigas por medio de parasitoides, y con el impacto de la actividad agrícola en el desarrollo de hormigas plaga. Tiene varias publicaciones científicas en estos temas y sus principales fuentes de financiamiento para los proyectos científicos son int ernacion ernacionales ales.. En el año 2000 ganó el premio Sil ver ver Jubil Jubil ee Award por su trayectoria de trabajo con los tacurúes (hormigueros) de los campos agrícolas de Corrientes y por ser el mejor proyecto de investigación presentado y financiado por la International Foundation for Science de Suecia.
A le lejandro G. Farji-Brener
alefarji@ cr crub.uncoma.edu.ar
L icenciado icenciado en Bi ología (UB A), M aster aster en Ecología (UL A, Venezue Venezuela) la) y Doctor en Biología (UBA), es actualmente investigador del CONICET y docente docente del Centro Region Regional al Univers Un iversitit ario B ariloche aril oche de la Un iversidad iversidad Nacional del Comahue. Desde 1985 trabaja en interacciones insectoplant a y ecología de hor miga mi gass, especialmente especialmente hormi ho rmi gas gas cortadoras de ho jas. H a trabaj t rabajado ado en l os bosques semi semiári áridos dos del Chaco y l a Patagoni a en Argentina, sabanas de Venezuela y bosques tropicales de Costa Rica y Panamá. Panamá. Tiene alrededor de 25 publ icaciones icacio nes en revistas cient científíficas, icas, y ha sido ganador de varios subsidios de diversas instituciones científicas cas. En 1999 fue ganador ganador (j unto con varios mi embros del l aboratori aboratori o donde trabaja, trabaja, Ecotono) Ecotono) del premio B unge & Born al mejor grupo de investigación en Ciencias del Ambiente del país.
Octavio Augusto Bruzzone (ilustraciones)
Índice
Li cenciado en Biol ogía (U BA). A ctualmente como becario de CO investiga bajo la dirección de P. Folgarait los parasitoides de las hormigas de fuego para su tesis de doctorado. Realizó nueve exposiciones de arte colectivas y tres individuales. Participó de la muestra de ilustración científica en el IV Congreso Argentino de Entomología. NICET
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 1 Historia natural de las hormigas: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 2 Orientación: es bueno saber dónde se vive . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 3 Los patriarcas de la agricultura: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 4 Mutualismos en hormigas: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 5 Plagas y Hormigas: Cara y seca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 6 Hormigas invasoras: dónde, porqué y cómo . . . . . . . . . . .
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Capítulo 7 Rarezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Bibliografía comentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Introducción
“…Si a lgun a v ez exi stió u na raza d e seres ext rañ os y ob sesivo s, estos son los estudi osos de las ho rmi gas, los mi rmecólogos. Recop i l an do l as an é cdo ta s de estos fa náti cos, yo h e trat ado de m ostrar cómo el in teré s in ocente de un n iño col ector de horm igas puede expan di rse, y como consecuenci a, su predi lecci ón por la fau na m uy pequeñ a abarcar la i nmensa diversidad de la vida…”
Erich Hoy, The Earth dw ellers, 1996
¿Por qué hay un mundo de hormigas? O dicho de otra forma, ¿por qué el mundo es de las hormigas? Cuando el ser humano dormía en cuevas y merodeaba buscando alimento sin conocer los beneficios de la agricultura y del manejo de las poblaciones animales, muchos grupos de hormigas ya vivían en sofisticadas casas reguladas térmicamente, poseían una estructur a social compleja, y cult ivaban hongos o “cuidaban” otros insectos para obtener de ellos su alimentación. Es que hormigas hay muchas, y desde hace mucho. Además de las conocidas negras y rojas, las hay grandes y chicas, las que pican y las que no pican y las molestas o simpáticas. La manera más sencilla que uti li zamos para hablar sobre
C ap ítulo 2
O r ie n t a c ió n : e s b u e n o s a b e r d ó n d e s e v iv e Para volver a su nid o Las hormi gas no dan vueltas M iran , hu elen, cruzan cercas Y a síencuent ran su cam in o. Porqu e ori entarse, le digo Es cuesti ón de estar al erta.
La orientación es un viaje de ida (y vuelta)
Es muy fácil perderse. Cuando uno vive en un sitio fijo, desde donde sale y adonde tiene que volver, orientarse para no aparecer en la casa del vecino o a kilómetros de distancia es un proceso complicado. Nosotros los humanos nos guiamos principalmente con la vista, que es nuestro sentido más desarrollado. De esta forma recordamos cosas, árboles, o negocios que nos permitan localizar nuestro destino y luego regresar a casa. Para los hombres que viven en la ciudad, la existencia de cuadras y veredas ayuda a memorizar el camino de ida y vuelta. A veces memorizamos las distancias, sin tener puntos de referencia (234 pasos a la izquierda y 23 a la derecha). Y t ambién, cuando estamos perdidos, le pr eguntamos a otro humano que anda por ahí cosas como “¿Sabe usted dónde se encuentra la Casa de Gobierno de la Argentina?”. Las hor migas hacen l o mismo: algunas usan pri ncipalmente su vista, otras utilizan más otros sentidos, otras siguen
C ap ítulo 3
Lo s p a t r ia r c a s d e la a g r ic u lt u r a : la s h o r m ig a s c o r t a d o r as d e h o ja s
Pese a que cultivan hongos para su alimentación desde mucho antes de que los humanos descubrieran las ventajas de la agricultura, las hormigas cortadoras de hojas son paradójicamente más conocidas por ser plagas de cultivos que por ser las autoras intelectuales de la idea. ¿Envidia? ¿Desconocimiento? En este capítulo vamos a intentar equilibrar esa aparente “ mala fama” de las hormigas cort adoras. Para eso, no sólo vamos a comentar cómo su capacidad de cortar hojas afecta los sistemas modificados por el hombre, sino que enfatizaremos su función en los procesos ecológicos de los ambientes natur ales. Presentemos, primero, a los protagonistas. H i s t o r ia n a t u r a l d e l as h o r m i g a s cortadoras de hojas: ¿Quiénes son, d e d ó n d e v ie n e n y d ó n d e es t á n ? ¿Cuántas veces h e segui do con curiosidad e intri ga, a la di sciplinada h ormiga para saber su d estin o? (Y m edit ar sobre el m ío).
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se transforma en un solo parche, homogéneo y apetecible para desbastar. Pese a esto, no todas las especies de cortadoras son consideradas plagas ni responden igual a las modificaciones realizadas por el hombre. Muchas especies poseen un alto valor para la conservación, actuando como indicadores de buena calidad ambiental.
C ap ítulo 4
M u t u a lis m o s e n h or m ig a s : y o t e ay u d o a v o s y v o s m e ay u d a s a m í
Por refu gio, com id a y abrigo cuida la h ormiga a la planta, y asíno va ga a su s an cha s pasand o cal or, ham bre o fr ío.
En el capítulo anterior tratamos de mostrar que la actividad de las hormigas cortadoras de hojas, presuntamente “malas” para los sistemas modificados por el ser humano, son import antes para el funcionamiento de l os ecosistemas naturales. En este capítulo seguiremos tratando de reivindicar a estos insectos, con la aspiración de que los lectores –a paso de hormiga– puedan plantearse mirarlas con otros ojos. Aquí les presentamos a las hormigas que, en vez de comerse a las plantas, las ayudan.
L as m il y u n a m a n e ra d e d e f e n d e r s e en la vida vegetal
No sólo las conocidas espinas, las estructuras leñosas, la alta densidad de pelos o la dureza de las hojas son características que pueden funcionar como defensas contra los her-
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bívoros. La mayoría de las plantas producen sustancias químicas de defensa, que actúan disminuyendo la supervivencia o interrumpiendo la acción enzimática digestiva del herbívoro. Pero esto no es todo. En 1874, el natur alista Thomas Belt propuso que algunas hormigas, en vez de comerse a las plantas, las podían proteger de los herbívoros. Sin embargo, la comunidad científica no estaba preparada para aceptar semejante concepto en ese momento. Recién en 1966 se reali zó un experi mento que determi nó l a aceptación formal de esta idea. Dani el Janzen, un ecólogo tropical, excluyó experimentalmente a las presuntas hormigas protectoras (Pseudomyrmex) de las plantas donde vivían ( Acacia ). Tiempo después, éstas plantas presentaron mayor herbivorí a y mortalidad que plantas con hormi gas. Por lo tanto, la presencia de estos insectos de alguna forma beneficiaba a las plantas en donde vivían. ¿Por qué las hormigas harían semejantes favores a las plantas?
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manentes o temporales, consisten en expansiones de pecíolos, espinas, u hojas en forma de pequeñas bolsas o cámaras (Fig. 4). También los tallos huecos ofrecen sit ios potenciales para vivir. Estas hormigas ingresan a estas estr ucturas haciendo pequeños orificios, y generalmente no abandonan a la planta ni siquiera para buscar alimento. Pero, si no abandonan la planta y no se la comen, ¿de qué se alimentan?
¿U n e jé r c it o d e h o r m ig a s p a ra d e f e n d e r a u n a p l an t a ?
Para comprender porqué las hormi gas harían semejantes “favores” a las plantas en vez de comérselas, primero hay que definir mutualismo. El mutualismo es un t ipo de interacción entre especies distintas en la que ambas o todas las especies que interactúan se benefician. Yo te ayudo a vos, y vos me ayudas a mí. En el caso del mutualismo entre plantas y hor migas, ellas se ofrecen “ servicios” mutuos de disti nta índole, los cuales generalmente pueden agruparse en servicios de vivienda, alimento o defensa. En las zonas tropi cales, y a veces en las zonas templadas, es fácil encontrar plantas que albergan hormigas en su interi or. L as “casas” ofr ecidas por las plantas, que pueden ser per-
Figura 4 Tallos y h ojas de un a planta (M elastom ataceae ) qu e h osp ed a ho rm igas. La b ase d e las h ojas se en cue ntra e nsan chada y e s u tilizada po r diferentes g rup os de ho rm igas com o vivien da. S e pu ed en ob servar los orificios de en trada, realizado s p or las horm igas.
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atmósfera saturada de dióxido de carbono, sustancia fundamental para que la planta fabrique su propio alimento mediante la fotosíntesis. Se cree que este mutualismo, en el cual la planta provee la vivienda y las hormigas proveen alimento h acia la planta, ocurre con mayor frecuencia en selvas con suelos pobres, donde los nutri entes como el nitrógeno son una moneda escasa. C o n c l u s io n e s : n u e v am e n t e v i v ir y d e ja r v i v i r
Figura 8 N ido de horm igas tipo “jardín co lgan te” . Elnido co nstruido con tierra y restos veg etales se ubica entre ram as de árboles. D elm ism o e m ergen pe qu eñ as plantas produc to de lacarreo de sem illas p or parte de las h orm igas que allí habitan.
toman los nutrientes de la lluvia (como hacen los claveles del aire). En algunos casos, algunas epífitas presentan otras adaptaciones para albergar hormigas. Tal es el caso de Dischi- , una planta de Malasia que tiene hojas formando dia major bolsas, las cuales son usadas como vivienda por las hormigas del género P h i l i d r i s. El nitrógeno de los desechos orgánicos depositados por las hormigas dentro de estas bolsas es utilizado por las raíces de la misma planta, las cuales crecen hacia el interior de dichas estructuras. Pero esto no es todo. El “ aliento” de las hormigas también es aprovechado por l a planta. Las hor migas, al estar dentro de las bolsas, forman una
Si algún lector llegó a esta hoja despierto, ya debiera estar sorprendido por los beneficios que pueden ofrecer las hormigas a otr os organismos, incluyendo al hombr e. Y, también, de los beneficios que ell as pueden obtener de estas interacciones. Estos servicios no son ni más ni menos que el producto de la selección natur al a lo l argo de muchisimas generaciones de plantas, homópteros y hormigas relacionándose entre sí. Sin embargo, la mayoría de estas interacciones se encuentran en ambientes tropicales y subtropicales donde la destrucción de estos hábitats ocurre a tasas alarmantes y donde se estima que se extinguen 70 especies por día. ¿Cuántas de estas interacciones quedarán sin descubrir en la medida de que el hombr e siga destruyendo el pr oducto de mill ones de años de evolución biológica que existe sobre nuestro planeta?
C ap ítulo 5
P la g a s y H o r m ig a s : C a r a y s e ca
C a ra : L as h o r m ig a s c o m o c o n t r o l b io l ó g i c o
A principios de 1900, los entomólogos europeos reconocieron el papel beneficioso de ciertas hormigas en la supervivencia de los bosques cuando éstos eran atacados repentinamente por larvas de mariposas comedoras de hojas. De hecho, el alemán Karl Goswald quería diseminar hormigas por los bosques para usarlas como control biológico en vez de utilizar insecticidas. Para la misma época los chinos ya se habían dado cuenta de algo curi oso. M ientr as en ciertas áreas no se podía cultivar cereales debido a la presencia de un devastador gusano, en áreas cercanas, los cultivos de naranjos prosperaban muy bien. La clave era que los naranjos atr aían a ciertas hormigas, las cuales se comían a los gusanos y permitían que prosperaran sus frutales. El control biológico, o sea la utilización de un enemigo natural para combati r a una plaga, es evidentemente una idea antigua y uno de los métodos actuales más prometedores frente a los efectos secundarios negativos de los insecticidas. Si bien el control biológico de insectos está siendo estudiado desde hace varias décadas, existen muy pocos estudios realizados con hormigas como controladores de plagas. Esto es realmente sorprendente, considerando que una colonia de hormigas
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te directa e in directa, hace que estas mosquitas posean un potencial muy grande como controles biológicos.
C ap ítulo 6
H o r m ig a s in v a s o r a s : d ó n de , p o rq u é y c ó m o
C o n c l u s io n e s : C o n t r ó l at e o s e rá s c o n t r o l ad a
Por un lado hemos discutido el valor de las hormigas como reguladoras de plagas, un papel reconocido desde el siglo pasado pero que ha sido aún muy poco explotado. Por el otro, también les cont amos que las hormigas pueden ser reguladas por otros insectos cuando ellas se convierten en plagas. Nuestro mensaje es que las diversas interacciones existentes en la naturaleza pueden ser una herramienta mas útil para el ser humano y menos dañina para el ambiente en comparación con los clásicos métodos de control de plagas.
Son horm igas in vasoras Van y vi enen sin pudor N o conocen de fronteras Cuando ll egan h ay problemas Si no están b aj o con tro l .
H o r m i g a s i n v a s o r a s : ¿r a r ez a s en un mundo globalizado?
L os invasores no necesariamente tienen que ser marcianos. Si consideramos invasor a un organismo cuando está en un ambiente en el que había estado antes, muchas plantas y animales también pueden ser catalogados como invasores. Las hormigas, literalmente, no se quedan atr ás. Muchas especies de hormigas han viajado cruzando grandes extensiones de mar y tierra, la mayoría de las veces con ayuda humana, hacia “nuevos horizontes” para colonizar ambientes que no conocían. Como ya hemos mencionado varias veces en este libro, el ser humano tiene impactos muy importantes sobre el ambiente y, por ende, también sobre las hormigas. Al gunas actividades
C ap ítulo 7
Rarezas
Las hormigas también son protagonistas de lo que nosotros podríamos considerar “rarezas”. Estrategias para atacar y para defenderse, adaptaciones para resolver li mit aciones ambientales, y diversas formas de conseguir alimentos son algunas de las “rarezas” que vamos a describir en este capítulo. Si hasta ahora el lector se sorprendió de ciertas interacciones y conductas descriptas en los capítulos anteriores, que se prepare para lo que viene…. L a s h o r m ig a s e s c l a v i za d o r a s : n o e s t am o s s o l o s L os peores enemi gos de un a h ormi ga son o tra s hor m igas, asícom o los peores enemigos del hom bre son ot ros hom bres.
A UGUSTE FOREL , 1874
L as hormigas y los seres humanos nos parecemos más de lo que el común de la gente supone. Existen algunas especies de hormigas cuyo comportamiento de depredar sobre
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la fase móvil de la colonia depende de la producción de larvas y del agotamiento del alimento del área. Durant e esta fase, las hormigas pueden avanzar en columnas conducidas por un grupo de hormigas exploradoras o bien pueden avanzar en masa, en una aparente y temible desorganización. Las nuevas colonias se forman a partir de fragmentos de la colonia madre, cuando se separan las únicas 6 o 7 “princesas” acompañadas cada una de una l egión de hormigas. Los machos, únicos individuos alados del nido, también abandonan su colonia original para fecundar princesas de reinos le janos, evit ando así el famoso efecto “ mejor no te cases con tu prima”.
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las hormigas del genero Oecophylla. Estas hormigas son de color verde, inusual para este tipo de insectos, lo cual podría ayudarlas a “camuflarse” entre las hojas por donde habitualmente transitan. Su extraña manera de construir nidos requiere de la cooperación de los individuos adultos e inmaduros de la colonia. Las larvas, por medio de sus glándulas salivales, son
H o r m i g a s t e je d o r a s : aú n i n a d v e r t id a s p o r la in d u s t r i a d e l a s e d a
Au nqu e la la rva se enoja, pu es ella p one la seda, hay que un ir hoja con hoja con u na sustancia que pega.
P.A. FOLRJI , 2000 DC
Existe unos pocos grupo de hormigas que han desarroll ado la habil idad de “ tejer” sus nidos con las hojas de los arboles, las cuales mantienen unidas por la seda que ellas producen (Fig. 11). Esta habil idad l es ha permit ido desarrol lar inmensas colonias en el dosel de los árboles y de esta forma no encontrarse limitadas por el espacio para la construcción de sus nidos. Entre estas hormigas, el grupo más avanzado habita en las selvas de Africa, Asia y Oceanía, y corresponde a
Figura 11 N ido de ho jas co nstruido po r las h orm igas tejed oras, qu ien es aprovec han la se da em itida por las larvas para unir las hojas entre sí.
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H o r m ig a s q u e v ia ja n s o b r e h o r m ig a s : ¿g u a r d a es p a ld a s o p e r e zo s a s ? “El burri to del teniente ll eva carga y no la siente” A . cephalotes, hormi ga-jinete
Si uno observa con atención una fila de hormigas cortadoras llevando hojas hacia el nido, podrá percatarse que, montadas sobre ciertos fragmentos, van otras pequeñas hormigas de la misma especie (Fig. 13). Siguiendo la fila, uno pueFigura 12 H orm igas “barriles” colgan do de ltech o d e una cám ara dentro de su nido sub terráne o. Sus abdóm enes exp and ido s están llen os de líqu ido qu e será aprovech ado p or la colonia.
de Australia buscaban ávidamente a las hormigas “barriles” y las consumían como si fueran caramelos. En una colonia de 15.000 individuos, el 10% puede estar constituido por las hormigas “barriles”. Pero como si esto fuera poco, estas hormigas obesas que apenas pueden moverse, se encajan en las entradas de los nidos para bloquear las entradas y protegerlo de intrusos. Y mientras cuidan el nido, sus compañeras chupan su contenido cantando “vos sos un gordo bueno, alegre y divertido, sos una hormiga simpaticón”6. 6
Canción popular argentina, no contemporánea.
Figura 13 H orm iga cortado ra llevando u n fragm ento de ho ja con una peq ueña horm iga de su m ism a colonia en actitud de de fen sa (m an díbu las abiertas y ceño fruncido).
B ibliografía com entada
1. Divulgación
Erich Hoyt, 1997, The Earth Dwellers. Adventures in the land of ants, Touchtone Ed. NY, USA, 319 pp.
Es uno de los mejores li bros existentes de divul gación cientí fica sobre hormigas. Escrito por un periodista científico que decidió vivir “en carne propia” la experiencia de los estudiosos de hormigas, se internó con ell os en l a selva, y vivió experiencias que cuenta en forma muy entretenida y con gran rigor científico.
Thomas Belt, 1985, The Naturalist in Nicaragua. The Univ. of Chicago Press, Chicago, USA, 403 pp.
Un libro que relata las historias de un naturalista e ingeniero de minas inglés que por trabajo pasa varios años de su vida en la selva nicaragüense. Gracias a su asombrosa capacidad de observación y de “teorización” su libro relata fascinantes historias sobre la vida de los animales y sus interacciones con las plantas y el ambiente, prestando particular i nterés a las hormigas. Es un l ibro cuya primer edición fue publi cada en 1874 y fue considerado en ese momento por Charles Darwin como uno de los mejores diarios sobre historia natural.