LAS NUEVAS HERMENÉUTICAS DE LA LECTURA BÍBLICA Una mirada exegética Un ejercicio de hermenéutica bíblica sobre el bautismo
JOSÉ SEVERINO CROATTO ALTERNATIVAS Revista de análisis y e!le"i#n te$l#%i&a NUEVAS HERMENEUTICAS BIBLICAS A'O ( ) N **)*+ *, Int$d-&&i#n El exégeta es un operador de textos. ¿Cómo trabaja el exégeta bíblico con un texto como el de la Biblia, que tiene tantas mediaciones y tantos condicionamientos? espués de diecinue!e siglos de lectura "tradicional" #tanto literal como alegórica$, los numerosos métodos exegéticos, aportados sucesi!amente por la ciencia bíblica al uníson unísonoo con los descu descubri brimie miento ntoss epigr% epigr%&ic &icos os y litera literario rioss del antig antiguo uo 'róxim 'róximoo (rien (riente, te, )an )an cambia cambiado do radicalmente el )ori*onte de la lectura bíblica. En lugar de estar sometida a una )erencia anterior #la tradición$, esta lectura se desplegó )acia adelante, buscando nue!os sentidos. En lugar de "imponer" al texto un signi&icado +condicionado por la pre+comprensión del lector #concepciones &ilosó&icas, teológicas, experiencia, etc.$+ se pasó a su an%lisis, para descubrir su propio sentido, de&inido por los códigos que ese mismo texto establece, y por el contexto de su producción. e&inido el sentido por un uso correcto del propio texto y por su ubicación en un tiempo y en un lugar determinado de la )istoria de srael o de la primera comunidad cristiana, la tarea parecía terminada. - con &recuencia, de )ec)o, la exégesis +&ascinada +&ascinada por sus propios logros, a !eces deslumbrantes+ deslumbrantes+ se quedó encerrada en este )ori*onte. 'arecía que se )abía logrado lo m%ximo. n nue!o impulso &ue dado a la exégesis crítica con el aporte de la semiótica, sea en la dirección propiamente estructuralista #/reimas, Bart)es$ o en la retórica #estructuras mani&iestas del texto$. espués de casi treinta a0os de aceptación y continua reno!ación de los accesos al texto bíblico desde la semiótica, los mejores aportes se sit1an en el campo de la "retórica" estructural, que )a permitido retomar reno!adamente textos que parecían agotados por los métodos críticos cl%sicos . Este an%lisis, no obstante, importante como es, no da cuenta de la diacronía de la producción del sentido de los textos bíblicos, y de por sí no in!ita a entrar en ellos de &orma !i!encial. +, Caa&te.sti&as de la e"/%esis latin$a0ei&ana 2a adopción de todos estos métodos en 3mérica 2atina dependió m%s que nada de la capacidad de los propios exégetas. Como por lo general eran capacitados en Europa y 4erusalén #católicos$ o Estados nidos #protestantes$ traían consigo una buena "garantía". 2a resistencia a la exégesis crítica +aparte de que ésta mani&estaba di!ersos grados de asimilación y apro!ec)amiento seg1n los %mbitos+ se locali*aba #y a1n se locali*a$ en bolsones &undamentalistas &undamentalistas o super&icialmente super&icialmente "tradicionalistas" "tradicionalistas" +,* 'ero )ubo algo nue!o en la exégesis latinoamericana. 3l no quedar la Biblia reducida al momento cultural, por un lado, o al manejo de los especialistas, por el otro, sino ser el texto de la re&lexión de la &e en las comu comuni nida dade dess cris cristitian anas as #de #de base base,, espe especi cial alme ment nte$ e$,, se &ue &ue abrie abriend ndoo una una puer puerta ta nue! nue!aa de acce acceso so al sentido5mensaje de la Biblia. 6al es la perspecti!a )ermenéutica que se &ue abriendo paso en todos los %mbitos, con gran aceptación en las bases, pero con ciertos prejuicios en algunos ni!eles superiores, en los que, por lo dem%s, algunas !eces ni los métodos )istórico+críticos )abían penetrado, o eran explícitamente rec)a*ados . 2a aproximación )ermenéutica al texto bíblico no deja de lado los métodos )istórico+críticos, al contrario los exige, pero modi&ica la dirección de la lectura. Esta, en lugar de ser desde otros textos o libros #conocimiento enciclopédico$, se )ace desde la !ida. Con ello cambian muc)as cosas. En lo exegético, que nos ata0e aquí, signi&ica que el texto no tiene un sentido cerrado y de&initi!o sino que est% abierto, m%s aun, que tiene un exceso o "reser!a de sentido" que es posible explorar porque se lo busca desde las nue!as situaciones de la !ida.
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+,+ El otro aporte, también desarrollado a la sombra de la 6eología de la 2iberación como la )ermenéutica, es el an%lisis socio+político de los textos bíblicos. Esa es la línea de base del Comentario Bíblico Ecuménico, línea que )a recibido una atención particular en el contexto brasile0o #la "exégesis de los cuatro lados" $ pero que se )a extendido como un aporte signi&icati!o para la lectura de la Biblia desde la !ida misma . 2a exégesis socio+analítica trata de de!ol!er el texto a su propio contexto de producción, no a la manera de la crítica )istórica o de la crítica de los géneros y &ormas #que !uel!en al texto$, sino para recuperar las &ormaciones sociales, los con&lictos, las luc)as ideológicas, los sectores de poder y las instancias económicas que est%n en juego en la sociedad donde )an surgido los textos, lo que permite comprender mejor el mensaje de éstos, tanto el originario como el )ermenéutico que reproduce el lector de )oy. =ueremos se0alar también que el método socioanalítico, que para el lector redibuja a la sociedad desde adentro del texto, necesita de la crítica )istórica +que, como obser!amos, es un método distinto+ para poder completar desde a&uera la imagen de la sociedad productora del texto. +,1 el conjunto de métodos #)istórico+críticos, semióticos, socioanalíticos, )ermenéuticos$ se generan in&initas posibilidades de "entrada" en el texto bíblico. Es !erdad que las lecturas "!itales", que !an al texto desde la realidad concreta donde se experimenta la &e, son las que #con$mue!en a las comunidades cristianas. 'ero podemos )acer en 3mérica 2atina una constatación muy llamati!a, a saber, que los exégetas #al menos un buen n1mero de ellos$ )an entendido que el trabajo de in!estigación, con sus debidas mediaciones, es un aporte necesario para aquella lectura desde las bases. ¿'or qué? 'or la sencilla ra*ón de que, al descubrir la pro&unda pertinencia del mensaje bíblico, surge el an)elo de pro&undi*ar su alcance para la !ida. e a)í que, a partir del trabajo con la Biblia en las comunidades, salen los que después )acen el Curso ntensi!o de Biblia #CB$ +seis meses de estudio continuado #con unas >@ )oras de clases presenciales$+. 2os que terminan este curso !uel!en a sus comunidades reno!ados y entusiasmados< algunos de ellos &orman nue!os centros de estudio bíblico, y otros pueden seguir un ni!el superior de pro&undi*ación. e esta manera, el conocimiento bíblico se multiplica. En la otra dirección, los biblistas latinoamericanos comprometidos con estos cursos )acen el descenso desde el ni!el de in!estigación académica, relacionada a su !e* con su propia praxis pastoral o educati!a, )asta el plano de las necesidades de conocimiento de las bases. 2as mediaciones para ello son cuatro, en este momentoA los cursos intensi!os ya mencionados, la re!ista :B23, el Comentario Bíblico #en curso desde )ace a0os, y toda!ía muy incompleto, y de )ec)o mayormente brasile0o$ y la producción de materiales exegéticos independientes por parte de los distintos colegas. :especto de esto 1ltimo, )ace dos décadas no se podía contar con aportes sustanciales a la exégesis que tu!ieran su origen en 3mérica 2atina. oy la situación es distinta. ay obras de en!ergadura, sea sobre temas, o #lo que creemos m%s importante$ sobre libros especí&icos de la Biblia, sin mencionar lo que !a siendo editado en el Comentario aludido. Estos aportes circulan también, muc)as !eces a tra!és de traducciones al inglés o al alem%n, por el resto del 6ercer Dundo o por los países noratl%nticos. 7on numerosos los casos, a su !e*, de tesis )ec)as en estos 1ltimos países sobre el pensamiento, la exégesis o la )ermenéutica de tal o cual trabajador bíblico latinoamericano. ¿'or qué es esto así? 'orque la "manera" latinoamericana de )acer exégesis tiene que ser casi necesariamente "descubridora", por la originalidad de la posición del exégeta, que le permite +gracias también a su preparación académica+ poner en sintonía el texto bíblico con la realidad de nuestros pueblos, que est%n experimentando tantas situaciones que ya experimentara el pueblo de srael o la comunidad cristiana originaria. n ejemplo de esto es la recuperación de los !alores auténticos de la apocalíptica, !aciada de contenido por una interpretación &undamentalista de sesgo predestinacionista. Como &undamentalista, no entiende de lenguajes simbólicos< como predestinacionista, cree que los sucesos anunciados en las "re!elaciones" se re&ieren a una )istoria realmente predeterminada, incluyendo la presente. El exégeta serio se da cuenta de que tales textos surgieron de grupos )umanos en situación de su&rimiento, desintegración cultural y religiosa, persecución y
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resistencia a los imperios de turno. Esa "situación retórica" de los textos apocalípticos es la misma que !i!en muc)as comunidades contempor%neas, a las que el mensaje de esperan*a de los apocalipsis les resulta atinente y !i!o. 2a interpretación, por lo tanto, no pasa por una descripción de sucesos actuales sino por una apropiación del mensaje que cada apocalipsis #ninguno es igual al otro$ dirige a una situación especial. 'odrían multiplicarse los ejemplos de exégesis latinoamericana original, surgida del doble )ec)o de la locali*ación social del sujeto que la )ace y del estudio serio del texto mismo con el recurso a los métodos de la exégesis cientí&ica usados en perspecti!a )ermenéutica o eisegética. 1, Una 2$2-esta e"e%/ti&a3 Hacia una teología alternativa del bautismo
na exégesis de los lugares bíblicos que tratan del bautismo nos interesa desde cualquier %ngulo que se mire. 6odos los comentarios destacan tales pasajes. 'ero es !erdad también que se presta una mayor atención a la especulación teológica re&erente al bautismo, o sea, a los pasajes de la literatura epistolar #:m F, +< Col , +G< 6t G, >+H< ' G, +< $ o al suceso de 'entecostés como "bautismo en el Espíritu 7anto" #c) $. Este, a su !e*, es contrapuesto al "bautismo en agua" de 4uan el Bautista #c) , $, como, por lo dem%s, lo destaca el mismo 4uan, de acuerdo con los relatos e!angélicos #Dt G, < Dc , I< 4n , GG$. El bautismo de 4es1s en el 4ord%n es tratado generalmente, en la exégesis y en la teología, como un episodio "jesu%nico" con pocas conexiones eclesiales. Ello es m%s !isible en la catequesis y en la liturgia misma. El nue!o "Catecismo de la glesia Católica", promulgado por 4uan 'ablo el de octubre de JJ #Constitución apostólica Kidei epositum$ dedica tres bre!es incisos al bautismo de 4es1s #;Ls G+, que en realidad se reducen a uno solo, >, de cinco líneas$. 7u contenido, por otra parte, es tan pobre que sólo relaciona el )ec)o con el Espíritu de /n , y destaca la actitud )umilde de 4es1s de aceptar un bautismo que era destinado a los pecadores, para "cumplir toda justicia" #Dt G,$. ¿Es eso todo lo que se puede decir del bautismo de 4es1s? En el rito del bautismo, por otra parte, se usan los pasajes de la "misión" a las naciones #Dt I,F+@$ y5o el de ;icodemo #4n G,+$. El primero es un texto desapro!ec)ado y mal empleado #!er m%s abajo, en G.$ y des!iado a una intención misionera< el segundo es una pro&unda interpretación del suceso bautismal como renacimiento. 'ero el bautismo de 4es1s no es mencionado para nada, y por eso el de los cristianos queda desconectado de su modelo significador. 3)ora bien, )ay dos aspectos del bautismo, en su &orma y comprensión tradicionales #liturgia, catequesis, teología$, que no se corresponden con el dato bíblico. no se re&iere a la "&undación" del bautismo, y el otro al uso de la &órmula trinitaria de Dt I,J. ntentemos una mirada exegética a los textos bíblicos relati!os al bautismo desde su contexto de producción y desde su "reser!a de sentido", !ista desde la !ida cristiana misma. ic)o de otro modo, si partimos de las nue!as experiencias eclesiales, iluminadas tantas !eces por la 'alabra, ¿no podremos retomar exegéticamente la teología del bautismo para !alorar aspectos bíblicos desestimados por otras preocupaciones? 1,* ¿Cuál es el "acontecimiento fundante" del bautismo cristiano? El bautismo, desde el punto de !ista de la expresión de la experiencia religiosa, es un rito. Como tal, es una mani&estación simbólica gestual de algo que "sucede" en el plano luminoso, m%s all% de los gestos mismos. 'or otra parte, seg1n nos ense0a la &enomenología de la religión, todo rito necesita tarde o temprano ser "signi&icado" por un suceso originario, &undador y generador de sentido, que lo legitima #en el orden social$, lo )ace !%lido #en su e&icacia sacramental$ y perdurable en el tiempo. 'ara cada rito )ay un mito, dic)o de &orma simple. El relato &undante puede re&erirse también a un )ec)o )istórico. ( al menos nuclearmente )istórico, puesto que la "re+ signi&icación", que se explora )ermenéuticamente a partir de los acontecimientos, se expresa necesariamente
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mediante símbolos y representaciones que modi&ican tales acontecimientos. En la modificación, precisamente, est% la expresión de su "reser!a de sentido". 1,*,* 'ues bien, si nos re&erimos a los dos sacramentos esenciales de nuestra &e cristiana, constatamos que la eucaristía tiene su )ierós lógos o palabra5relato &undante en el acontecimiento de la #1ltima$ cena pascual de 4es1s. ;osotros )acemos lo que )i*o 4es1s. "mitamos" sus gestos y repetimos sus palabras. Expresado de otra manera, reactuamos aquel suceso que, por otra parte, los autores de los e!angelios dise0an desde la praxis lit1rgica de sus propias comunidades. ;o podemos imaginar una eucaristía #o santa cena$ en la que no se recuerde #leyendo el texto y repitiendo sus gestos$ lo que 4es1s )i*o en aquella noc)e. 'ero ¿qué pasa con el bautismo? ¿=ué suceso arquetípico lo "crea", lo carga de sentido, lo ontologi*a?. 3 !eces se piensa en el primer pentecostés de la comunidad cristiana originaria #c) $. 6al re&erencia est% bien, pero es incompleta, ya que cierra el círculo en el interior de la experiencia cristiana< de esta manera, empero, uno no se remonta al mismo 4es1s. En la teología del bautismo se recuerdan di!ersos pasajes de la Escritura, como el texto de :m F. Esta interpretación de 'ablo es importante, por cuanto explica el simbolismo del bautismo como "sumersión" en el agua #en la muerte$, paso para renacer en Cristo resucitado. Es un pasaje densamente querigm%tico, pero no jugaría, de usarse en el rito, el papel de "palabra &undante" que explica lo que se ")ace" gestualmente. ¿Cu%l sería, entonces, el texto o relato &undacional del bautismo? 1,*,+ 3)ora bien, el !erdadero y arquetípico )ierós lógos del rito del bautismo es, en realidad, el bautismo del mismo 4es1s en el 4ord%n. En nuestro rito del bautismo no se )omologa la !enida del Espíritu 7anto en &orma de &uego #pentecostés$, ya que de )ec)o ning1n gesto la "imita". 2a palabra del relato, en e&ecto, es la que debe "intencionar" el gesto del rito. En este caso +cuando se interpreta el bautismo desde c) + destaca la continuidad entre el "bautismo" de los apóstoles y el de todo cristiano en cuanto al don del Espíritu 7anto. ;o )ay empero en el rito ning1n gesto simbólico que lo exprese. El rito, de por sí, no apunta al suceso del primer pentecostés. :esultadoA )ay algo &enomenológicamente inconsecuente, pero )ay, sobre todo, una ausencia, que sería la de la recitación del acontecimiento del bautismo de 4es1s. Es !erdad que los relatos e!angélicos son extremadamente escuetos #lo que demanda una explicación exegética$. 'ero son lo su&icientemente claros desde el punto de !ista querigm%tico. - esto nos lle!a a la otra dimensión, m%s rele!ante, que es la de la teología o signi&icación de la "memoria" del bautismo de 4es1s en el 4ord%n. 7i en la liturgia del bautismo record%ramos el bautismo de 4es1s como "modelo" de nuestro propio bautismo, nuestra mirada se !ol!ería precisamente )acia ese acontecimiento como nudo de signi&icaciones que se prolongan en la comprensión de nuestro propio bautismo. 1,*,+,* 'ues bien, ¿qué dice la exégesis recibida, y por tanto la catequesis, sobre el bautismo de 4es1s? 7e pueden escuc)ar muc)as !ocesA en su bautismo, 4es1s es declarado "Desías", el ijo de ios obediente #Dt G, +H$, el 7ier!o su&riente de saías, etc. ;o caben dudas de que, en los relatos e!angélicos, los tres momentosA $ del bautismo de 4es1s con agua, $ del posarse sobre él el Espíritu 7anto, y G$ de la !o* teo&%nica, est%n encadenados entre sí, aunque bien distinguidos uno de otro. 'ero el tercero es el decisi!o, el que constituye la "proclamación" de la nue!a identidad de ese 4es1s que ya )a recibido el Espíritu, "después" de ser bauti*ado en el 4ord%n. El don del Espíritu &orma parte de la misma teo&anía que la !o* del cielo, ya que todo sucede a partir de una "apertura de los cielos". 2a secuencia es destacada en la &rase de in&initi!o de 2c G,+A "sucedió que... bauti*ado 4es1s y estando en oración, Mse abrióM el cielo N lit: el abrir-se de los cielosO y MdescendióM el Espíritu 7anto... y Msucedió una !o*M desde el cielo...".
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3)ora bien, ¿qué proclama esta !o* del cielo? 1,*,+,+ En Dc y Dt, la !o* recita el inicio del poema de s >,+HA P61 eres mi )ijo amado< en ti me )e complacidoQ #Dc ,b$ . Cuando se cita el íncipit N encabezamientoO de un texto importante como éste, es todo el texto el que es recordado por el autor. e modo que, para entender la proclamación sobre 4es1s a partir de s >,, )ay que leer todo el pasaje de >,+H, si no todo el éutero+saías, que est% en la misma línea. 'ues bien, la &igura representada en s >,+H es la de alguien que proclama la sal!ación, el proyecto sal!í&ico #mispat$ de -a)!e) y que por eso es llamado "lu* de las naciones" #!.Fb$, o sea portador de lu* a los judeos dispersos entre las naciones. En el contexto de las preocupaciones misioneras de la primera iglesia cristiana, textos isaianos como éste son reinterpretados respecto de la misión e!angeli*adora )acia los gentiles. 7e trata ya de relecturas. e cualquier manera, predomina en ellas el elemento "e!angeli*ador" que tiene que !er con la palabra m%s que con acciones. 7e proclama la sal!ación #que ios reali*a$. 'or tanto, la &igura que es denotada en la teo&anía bautismal de 4es1s es la de un pro&eta, el proclamador de un mensaje, mientras que en saías es el mismo srael cauti!o el que, al experimentar la liberación, debe proclamarla a las comunidades de la di%spora #c&. >I,@$. En los dos casos, empero, destaca la &unción de proclamar buenas nue!as a otros. En resumen, el "ijo" de la teo&anía #post$ bautismal sobre 4es1s, es el "sier!o" de s >,+H, una &igura "anunciadora" de la sal!ación de ios. Esto apunta por lo tanto a la misión de 4es1s como dador de buenas nuevas . 1,*,+,1 El otro rasgo que se destaca en el pasaje isaiano es la posesión del Espíritu #")e puesto mi Espíritu sobre él", >,b$. ¿'or qué no aparece en la cita de los e!angelios? 'or tres ra*onesA a$ porque, como se se0aló, citar el comien*o de un pasaje es traerlo entero, ya que el lector lo conoce< b$ la recepción del Espíritu por 4es1s acaba de ser indicada, y la conexión es clara para el destinatario< c$ la cita tan escueta concentra la atención sobre 4es1s como ")ijo", que es un desarrollo ulterior que se separa de su &uente pro&ética. En saías el espíritu de -a)!e) est% destinado a reposar tanto sobre el rey ideal &uturo #,$, como sobre srael personi&icado en el "7ier!o" #>,$ o su linaje #>>,G, c&. !.$, y especialmente sobre el pro&eta proclamador de la liberación #F,$. En todos los casos, el Espíritu es una "&uer*a" creadora, que capacita para algo. 'or ello, el 4es1s que recibe el Espíritu 7anto "sobre" él, es capacitado para una misión de anuncio sal!í&ico. 2os sinópticos son un%nimes en presentar a un 4es1s que, luego de su bautismo y de recibir el Espíritu 7anto, se pone a proclamar la buena nue!a, a ense0ar y a curar #!er, para comen*ar, Dc ,>+. +. Gss$. 1,*,+,4 3)ora bien, ¿cu%l es el modelo que est% detr%s de estas acti!idades de 4es1s? 8l no tiene poder político ni gobierna como un rey #RDesías, en el caso$, tampoco ense0a por )aber estudiado la 6or% como los rabinos #los e!angelios callan absolutamente esta cuestión$ sino porque tiene el poder del Espíritu. 'ero ¿qué &iguras, en el 3ntiguo 6estamento, est%n ligadas tanto a la proclamación pro&ética como a la sanación sino Elías y Eliseo, quienes, por lo dem%s, también pasan el 4ord%n y se comunican el Espíritu en ese marco geogr%&ico? 9er los episodios de : . 7eg1n los sinópticos #de una manera concentrada, !er 2c H$, los milagros de curación y multiplicación del alimento que )acen Elías y Eliseo se con!ierten en prototipos de otros tantos que )ace 4es1s. En resumenA el contexto del 4ord%n, el don del Espíritu, la acti!idad proclamadora y sanadora de 4es1s que sigue inmediatamente, todo )ace pensar que los sinópticos quieren presentar a 4es1s consagrado desde su bautismo como "pro&eta" al modo de Elías5Eliseo . El bautismo de 4es1s no es, por lo tanto, una consagración mesi%nica sino pro&ética. 1,*,+,( 3)ora bien, si nuestro bautismo se modelara de acuerdo con el de 4es1s +y si esto lo record%ramos en el rito lit1rgico con la lectura del relato de su bautismo en el 4ord%n+ tendríamos una nue!a comprensión del
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bautismo, una manera de entenderlo muc)o m%s comprometida. Esto !a m%s lejos que interpretar el bautismo como el sacramento que borra el pecado original, lo que, dic)o sea de paso, no tiene equi!alente en el bautismo de 4es1s. ;i aparece en la "palabra intencionante" del rito bautismal mismo. ay que tener en cuenta, sin duda, la ense0an*a muy primiti!a de que el bautismo es para "la remisión de los pecados" #c) ,GIa$, pero aquí el perdón de los pecados es subsecuente a una "con!ersión" #!.GIa$ < se trata, entonces, de pecados personales. Esta nue!a manera de interpretar los textos bíblicos sobre el bautismo de 4es1s se genera en las preocupaciones que surgen de nuestra realidad, a la que la exégesis latinoamericana se )a )ec)o particularmente sensible. - esta realidad que !i!imos reclama que busquemos en las &uentes bíblicas un mensaje pertinente de liberación. 'or otra parte, se incorpora en esta lectura el redescubrimiento, relati!amente reciente en la teología, de la dimensión pro&ética de la &e en relación con el testimonio concreto en la !ida cristiana. 2o pro&ético no es, como ense0aba la teología tradicional, un monopolio del magisterio de la glesia, ni es simplemente el cumplimiento en 4es1s de anuncios contenidos en los libros pro&éticos. -a estamos lejos de todo ello. - es justamente la lectura que estamos )aciendo de los relatos sinópticos del bautismo de 4es1s en el 4ord%n la que permite retomar con nue!as posibilidades la teología "pro&ética" contenida, pero no explicitada, en el bautismo de todo cristiano. Esta exégesis alternati!a se con!ierte también en la exigencia de una liturgia alternati!a del bautismo, en el sentido de que se reclama un cambio en la &orma de reali*arlo y en su explicación en la catequesis. 1,+ ¿Qué significa ser bautiados "en el nombre del !adre del Hijo # del $s%íritu &anto"? 7i, como parte de la catequesis bautismal, se preguntara a los bauti*andos, e incluso al mismo sacerdote que bauti*a, qué signi&ica esta &órmula pronunciada en el rito en el momento de sumergir en el agua o de ec)ar ésta sobre la cabe*a, se recibiría la siguiente respuestaA el sacerdote bauti*a en nombre de las tres personas de la 6rinidad, o sea, con una autoridad di!ina. El ministro aparece de esta manera como comisionado por dic)as personas di!inas para con&erir un rito sagrado, importante, solemne. na encuesta con di!ersas personas católicas y protestantes, a1n entre estudiantes a!an*ados de teología y sacerdotes5pastores, me lo )a con&irmado. 1,+,* 2a &rase "en el nombre del 'adre, del ijo y del Espíritu 7anto" est% tomada directamente de Dt I,J, en que 4es1s da a los apóstoles el encargo de lle!ar su mensaje y su ense0an*a a todas las naciones. 'arecería que tal encargo !a acompa0ado de una "autori*ación" de lo alto. 'ero para ello el griego debería decir "en tô onómati toû Patrós ...", que signi&ica que se )ace una acción in!ocando, para legitimarla, el nombre de una persona. ;ada de esto, sin embargo, resulta del texto de Dt I,J, cuya traducción exacta esA "...instruid a todas las naciones, bauti*%ndolas al nombre # eis to ónoma ...$ del 'adre, y del ijo y del Espíritu 7anto, ense0%ndoles...". 2a preposición griega eis con acusati!o indica mo!imiento )acia, entrar en. e modo que las tres personas de la 6rinidad son el término adonde se llega #son receptoras en cierto modo$ y de ninguna manera una instancia jer%rquica que se in!oca como algo exterior. 2a )ermosa expresión "ser bauti*ados al #lit. Mser sumergidos dentro delM$ nombre" de las tres personas di!inas signi&ica que el cristiano es metido dentro de la !ida di!ina< que entra en comunión con las tres personas< que recibe una nue!a identidad a partir de tal incorporación. 7e est% interpretando por la palabra, y una palabra correcta, lo que se )ace como gesto #"sumergir en"$. Dientras que en la comprensión tradicional del texto, a todas luces equi!ocada, el gesto de sumergir queda sin "palabra intencionante", lo que, por cierto, es &enomenológicamente anormal.
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1,+,+ Esta relación con la !ida trinitaria es descuidada en la catequesis. El mismo "Catecismo de la glesia Católica" no la explora< m%s bien, si de incorporación se )abla, es de una incorporación al Disterio de Cristo #c&. ;S H$ o a la glesia, Cuerpo de Cristo #;Ss FH. HG. HJ$, realidad &undamental sin duda. 7i de la 6rinidad se )abla en relación con el bautismo, es sólo para se0alar que se la in!oca #;S HI$ . 'ero Dt I,J no alude a una in!ocación de la 6rinidad #el texto )abría dic)o epí tô onómati $. Denos a1n, a la autoridad del ministro que bauti*a por delegación o bajo la autoridad comisionada por la 6rinidad, cosa que no tiene muc)o sentido. En un rito tan importante por su propio simbolismo, rito en cuyo n1cleo )ay una gran economía de gestos y de palabras, no !iene al caso el reclamo de la autoridad del ministro o&iciante. 'or otro lado, y lo que es m%s serio, en el momento culminante del rito se des!ía totalmente la atención a algo externo, a la &igura de quien o&icia y a sus &acultades ministeriales, dejando el gesto de sumergir en el agua sin su hierós lógos correspondiente. Este des!ío del sentido es sumamente gra!e. 'ero es una "posesión pací&ica" incomprensible en la )istoria de la catequesis, de la teología sacramental y )asta de la exégesis. ;os quedamos a)ora en el %rea de la exégesis. 1,+,1 Con!iene )acer una exploración textual en el ;ue!o 6estamento sobre el uso de las partículas con el !erbo baptízô #"sumergir5meter dentro5bauti*ar"$. =ue quede claro desde el principio que la acepción originaria es la de "sumergir", especialmente en el agua. n repaso de los pasajes neotestamentarios arroja el siguiente resultado, muy demostrati!o por ciertoA a$ Cuando se quiere expresar la idea de una asociación, consagración o entrega a una persona, se emplea in!ariablemente el !erbo con la preposición eis T el acusati!o de la persona, o eis T to ónoma en acusati!o T el nombre propio correspondiente en geniti!o #!er los ejemplos que siguen$. 3)ora bien, ésa es la &órmula de Dt I,J. Esta "sumersión en5dentro de" una persona expresa justamente una compre)ensión pro&unda del bautismo como incorporación en el %mbito de la 6rinidad, en Dt I,J, o en la persona de Cristo seg1n tantos textos paulinos, que no se tienen en cuenta en la exégesis de la &órmula bautismal, que es idéntica. e aquí algunos ejemplosA En :m F, G se0ala 'ablo que, por el bautismo5sumersión eis Jristón #")acia5)acia adentro de Cristo"$, nos )emos sumergido también en su muerte #de nue!o, con eis, ")acia adentro"$. 7er sumergidos en Cristo es igual a ser enterrados en la muerte #lo dice el !.>$. 6al identi&icación con Cristo )ace que también resucitemos con él #!.$. Elocuente es la imagen de /a G,H. ¿'or qué somos )ijos de ios por medio de la &e en Cristo? 'orque al ser bauti*ados5sumergidos en Cristo # eis Jristón$ nos )emos re!estido de Cristo. 7i prestamos atención a la imagen, 'ablo est% diciendo que Cristo es el !estido que nos ponemos al ser bauti*ados, mejor a1n, que nos metemos dentro del !estido de Cristo. Cambiamos de identidad, somos trans&ormados. 'ensemos lo mismo respecto de Dt I,J para medir el alcance de la &órmula trinitaria allí empleada. Esta indicación de nue!a pertenencia, expresada por la &órmula "ser bauti*ados a5sumergidos en" #con eis T el acusati!o de persona$ aparece dos !eces seguidas en Co ,G., cuando 'ablo critica la &ormación de partidos o grupos de pertenencia que di!iden a los corintiosA "¿3caso &uisteis bauti*ados al nombre de 'ablo?" #!.G$< "para que nadie diga que &uisteis bauti*ados a mi nombre" #!.$. ;o se trata de reclamar el nombre de 'ablo como autoridad sino de ser adscriptos a su nombre, o de &ormar parte de él, es decir, de su &orma de pensar y actuar. Esta manera de expresar la signi&icación del bautismo &ue empleada, probablemente antes que por Dt, por el mismo 2c en c) I, F y J, , dos relatos de bautismo #el del ministro de la reina de Etiopía y el de E&$.
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b$ 7i se )abla de la in!ocación del nombre de Cristo como mani&estación de la &e en él, se dice "ser bauti*ado sobre5respecto del nombre de" # epi tô onómati ...$, como en c) ,GI, cuando 'edro responde a la gente sobre qué )acer y les diceA Pque sea bautizado cada uno de vosotros en lit. !sobre!" el nombre epi tô onómati" de Jesucristo para la remisión de vuestros pecados... Q "En el nombre de 4esucristo" equi!ale a "in!ocando su nombre", o sea, atestiguando la &e en él. Esto, en e&ecto, genera una identidad distinti!a a la que da el bautismo de 4uan, por ejemplo. 3dem%s, se trata de la in!ocación de un nombre especial, sal!í&ico, capa* de remitir los pecados. 2a &órmula remite claramente a la cita de 4l G,b que )ace el mismo 'edro en el discurso de pentecostés, seg1n 2c #c) ,, "y suceder% que todo el que in!ocare el nombre N epi#al$s%tai to ónoma ...O del 7e0or se sal!ar%"$. no puede in!ocar el nombre del 7e0or #R 4esucristo en la relectura neotestamentaria$, o también otro puede in!ocar ese nombre sobre quien ser% bauti*ado, como en c) @,>I, cuando 'edro ordena bauti*ar a la &amilia de Cornelio "en el nombre de #en tU onómati toV$ 4esucristo"A "les ordenó ser bauti*ados en el nombre # en tô onómati $ de 4es1s el Cristo". 3quí es e!idente, por el contexto, que no se reclama la autoridad de 4esucristo para el bautismo sino que se de&ine el bautismo como una in!ocación #incorporación$ a 4esucristo, para distinguirlo de otros bautismos. Coincide con el texto de ,GI, ya aludido. c$ :especto del nombre, sin el !erbo "sumergir5bauti*ar", cuando se re&iere a una causa, se usa la preposición en T el dati!o. 3sí, de esta manera expresa 'ablo la justi&icación por Cristo y el Espíritu 7anto en Co F, A ... &uisteis justi&icados en el nombre de # en t& onómatito' R por medio del$ 7e0or 4esucristo y en el Espíritu #en t&pn$umati $ de nuestro ios. ( también con la preposición dia T el geniti!o de la persona. C&. c) @, >G, donde 'edro atestigua que, en el plan de ios mani&estado por los pro&etas, la remisión de los pecados debía acontecer "por su nombre # dia to' onómatos $" #R de 4es1s$. 2a preposición dia indica un instrumento o una mediación, "a tra!és de". 1,+,4 :esulta claro, por tanto, que la &órmula "bauti*ar en el nombre del 'adre, del ijo y del Espíritu 7anto" puede ser entendida de tres manerasA $ Como apelación a la autoridad de la 6rinidad que comisiona al ministro a bauti*ar. nterpretación &alsa, injusti&icable en el uso del griego del ;ue!o 6estamento y causa de un des!ío perjudicial del sentido de la "palabra del rito". $ Como una in!ocación de la 6rinidad sobre el bauti*ando. ;o es el caso de Dt I,J, donde no est% presente la &órmula que podría indicarlo, como en los pasajes que se re&ieren al nombre de Cristo citados en G..G, bajo b$. G$ Como término )acia el cual se orienta la acción. En Dt I,J se trata justamente de un mo!imiento ")acia" las tres di!inas personas. =uien se bauti*a es sumergido dentro de la !ida di!ina. 7e establece una nue!a pertenencia, en&ati*ada adem%s por la mención de la palabra "nombre" y no sólo de los nombres propios di&erentesA "al nombre del 'adre, del ijo y del Espíritu 7anto". En ninguno de los casos )emos encontrado que "en el nombre de" signi&icara un recurso o apelación a alguien como autoridad legitimadora de un acto. - sin embargo, es la interpretación, explícita o sobreentendida, de la &órmula pronunciada en la liturgia del bautismo.
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=uisimos, con este estudio de algunos aspectos bíblicos del rito bautismal, llamar la atención sobre el aporte bíblico #en la línea marcada en el par%gra&o $ a dos temas teológicos y catequéticos que, !istos desde los reclamos de nuestras comunidades cristianas, ayudan a re!alorar el bautismoA $ como una continuación del "modelo" del bautismo de 4es1s en el 4ord%n, cuando &ue consagrado a la misión pro&ética de "anunciar" y "sanar", en la tradición de Elías #par%gra&o $, re!estido del Espíritu y proclamado "ijo" como el 7ier!o deuteroisaiano #2WW$< $ como una inserción en la !ida di!ina, no sólo la de Cristo mismo #textos paulinos m%s conocidos, c&. G..G, bajo a$, sino también la de las tres personas de la 6rinidad seg1n su propia mani&estación #texto de Dt I,J con la &órmula bautismal "intencionante" del rito$ #par%gra&o G$.6enemos así un caso de exégesis bíblica alternati!a para una liturgia bautismal también alternati!a. El sentido comunitario de la pertenencia cristiana, tan destacado por las Comunidades Eclesiales de Base, y exigido en el orden de la praxis de la &e, reciben así un re&uer*o en el modelo di!ino de la 6rinidad, y nada menos que desde el bautismo, ese rito de iniciación y de "pasaje" que nos consagra +a)ora lo sabemos mejor+ a una &unción "pro&ética" de anuncio y sanación #léase )oy, de toda atención al prójimo$. acer exégesis en una perspecti!a )ermenéutica, escuc)ando las preguntas que la !ida suscita, lle!a a explorar rique*as insospec)adas en los textos bíblicos.