LA SANGRE
Sergi Belbel
La sangre
Sergi Belbel Personajes: Personajes: MUJER HOMBRE NIÑA MUJER JOVEN CHICO CHICA NIÑA EXTRAVIADA HOMBRE POLICÍA MUJER POLICÍA HOMBRE TÍMIDO MARIDO JOVEN MENSAJERA AMANTE Tiempo: Ahora. Espacio: Un interior y tres exteriores, los cuales contrastan vivamente con el interior por su amplitud, su luz, sus olores, el aire, el sol, el viento y la placidez.
Nota importante: Hombre y Hombre tímido, Niña y Niña extraviada, y Mujer joven y Joven Mensajera tienen que ser interpretados por los mismos intérpretes (un actor y dos actrices) para mantener, en los tres casos, la ambigüedad de si se trata de un solo personaje que se disfraza o de dos personajes diferentes. Los actores que interpreten interpreten a estos estos personajes personajes (Hombre/H (Hombre/Hombre ombre tímido, tímido, Niña/Niñ Niña/Niña a extraviad extraviada, a, y Mujer joven/Joven mensajera) pueden tener un acento, o un color de piel, o un aspecto común que los diferencie del resto. Aunque no es necesario. El resto de personajes, excepto la Mujer, pueden ser interpretados, eventualmente, por un solo actor y una sola actriz: Actor: Chico, Hombre Policía y Marido; actriz: Chica, Mujer Policía y Amante.
ESCENA 1
Interior pequeño, oscuro, claustrofóbico. Un tiempo en silencio. De repente, ruido de una puerta que se abre, en un lateral. Débil haz de luz. Aparece, violentamente empujado por alguien, un cuerpo con los ojos vendados y las las mano manoss atad atadas as a la espa espald lda. a. Cae al suel suelo. o. La puer puerta ta se cierr ierra. a. Penumbra. Inmovilidad. Tras una larga pausa, empieza a moverse, muy levemente. Parece una mujer. Se oye una voz de hombre que proviene de la oscuridad del fondo. VOZ: Ya ha llegado. (Pausa.) Pausa.) ¿Me oye? La mujer se mueve débilmente. Largo silencio. VOZ: ¿Se encuentra bien? MUJER: ¿Dónde estoy? VOZ: No haga preguntas. MUJER: Me duele todo el cuerpo. VOZ: Pronto se se le pasará. MUJER: ¿Por qué me me han vendado vendado los ojos? VOZ: He dicho que no haga preguntas. MUJER: No puedo moverme. moverme. Me han atado muy muy fuerte. VOZ: No se preocupe. En seguida seguida la desataremos. desataremos. MUJER: Gracias. ( Pausa.) Pausa.) ¿Que no me preocupe? VOZ (después (después de una pausa): pausa): ¿No puede incorporarse? MUJER: Creo que sí. ( Pausa.) Pausa.) No. De un rincón oscuro, aparece una silueta que se acerca a la mujer. Es el hombre de la voz, de aspecto normal. Se agacha y le quita a la mujer la venda de los ojos. Se levanta. La mujer gira la cabeza e intenta mirarlo. MUJER: Las manos. HOMBRE: Todavía no. MUJER: ¿Nos conocemos? ( Pausa.) ( Pausa.)) Hay demasiada Pausa.) Que no haga preguntas. (Pausa. oscuridad. HOMBRE: ¿Quiere que encienda la luz? luz? Le dañará la vista. vista. MUJER: Me gustaría gustaría verle mejor la cara. HOMBRE: ¿Por qué? Es una cara cara como cualquier otra. No, No, no nos conocemos de nada. Es la primera vez que nos vemos. MUJER: Su voz.
HOMBRE: Como cualquier otra. Todas Todas las voces se parecen. MUJER: No. Puede que usted usted no se fije en ellas. (Pausa. ( Pausa.)) Me gustaría sentarme. HOMBRE: Un momento. El hombre vuelve al rincón. Desaparece en la oscuridad. Ella mira a ambos lados, asustada. Intenta incorporarse. No lo consigue. Le duele una pierna. De repente se detiene. Cree que está sola. MUJER: MUJER: ¿Eh? ( Pausa.) Pausa.) ¿Se ha ido? (Pausa. ( Pausa.)) Perdone que siga haciendo preguntas, pero... ¿se ha ido? (Pausa. ( Pausa.)) Mierda. (Pausa. (Pausa.)) Me parece que me he roto una pierna... que me han roto una pierna, sus hombres me han roto la pierna, ¿me oye? ¿Dónde está? ¡Eh, usted! ¡Vuelva! ¿No irá a dejarme aquí en este estado, no? ¡Eh! VOZ DEL HOMBRE (después (después de una pausa): pausa): ¿Por qué ha ha dicho "sus "sus hombres"? MUJER: Ah, ¿está aquí? Aparece el hombre desde la oscuridad con una silla. La deja en el centro de la habitación, en el lugar más iluminado. Se acerca a la mujer y le desata la cuerda de las muñecas. HOMBRE: Siéntese. La mujer se incorpora con esfuerzos. Se da friegas en la pierna. Va hacia la silla silla.. Se cae. cae. Vuelve Vuelve a incorp incorpora orarse rse como como puede. puede. Llega Llega hasta hasta la silla silla,, arrastrándose y cogiéndose la pierna con las manos. Se sienta. Se pone a llorar en silencio, a pesar de los esfuerzos que ha hecho hasta ahora por contenerse. HOMBRE: No llore. MUJER: Me duele. HOMBRE: No tiene tiene nada roto. MUJER: ¿Cómo lo sabe? Silencio. El hombre se le acerca. Se agacha delante de ella y le coge la pierna con delicadeza. La palpa. Ella está aterrorizada, pero no hace ningún gesto para deshacerse de él. HOMBRE: No tiene tiene nada roto. La mujer mira al hombre. Ahora sí puede verle la cara. Se asusta al verle el rostro descubierto. MUJER: ¿Me matarán? Silencio. Silencio. El hombre se levanta levanta y se queda inmóvil, inmóvil, mirando mirando a la mujer, sin decir nada. Ella lo mira a los ojos. Un tiempo así, mirándose los dos. Él introduce introduce la mano en el bolsillo interior interior de su chaqueta chaqueta y saca un teléfono teléfono móvil móvil.. Compru Comprueba eba si hay cober cobertur tura. a. Saca Saca un papeli papelito to de otro otro bolsil bolsillo. lo. Comprueba un número de teléfono. Marca. Alarga el teléfono a la mujer.
MUJER (al (al teléfono): teléfono): Soy yo. (Pausa.) Pausa.) Estoy bien... (Pausa. ( Pausa.)) No, no me han hecho nada. Todavía. (Pausa. (Pausa.)) ¿Lo sabe la policía? Ya. Sí. Claro. ( Pausa.) Pausa.) Paga lo que te pidan, por favor. (El (El hombre hace el gesto de quitarle el teléfono. Rápida:) Rápida: ) Intenta que el niño no se entere de nada. El hombre le coge el teléfono y cuelga. HOMBRE: Será difícil. ¿Qué edad tiene? MUJER: Nueve años. HOMBRE: Será difícil. ( Mira el reloj.) reloj.) Ya debe de haber salido la noticia en todas partes. (Pausa.) Pausa.) Nueve años. Ya no es un niño. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Cómo se llama? MUJER (angustiada (angustiada): ): ¿Por qué no no lleva la cara cara cubierta? cubierta? (Pausa. (Pausa.)) Tanto tiempo con los ojos vendados, vendados, tanta tanta oscuridad, oscuridad, tengo las pupilas pupilas dilatadas, dilatadas, ahora le veo muy bien la cara. Demasiado bien. (Pausa. ( Pausa.)) Preferiría no vérsela. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Por qué está conmig conmigo o todo todo el tiemp tiempo? o? (Pausa.) ¿Qué plaz plazo o han han exig exigid ido? o? ( Pausa.) ¿Cuánto Pausa.) ¿Qué Pausa.) ¿Cuánto dinero? (Pausa. (Pausa.)) Tal vez me he equivocado y no es usted quien manda. Quizá usted no es ningún jefe. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Es usted el jefe? HOMBRE: ¿Tiene hambre? MUJER: ¿Es usted usted quien tiene que que matarme? HOMBRE: ¿Sed? ¿Quiere ¿Quiere beber algo? MUJER: Ha querido que hablara con mi mi marido para que supiera que estoy estoy viva. (Pausa. ( Pausa.)) Que aún estoy viva. HOMBRE: Recibirá una visita. visita. MUJER: ¿El "cerebro" de todos ustedes? ustedes? HOMBRE: No tenemos cerebro. MUJER: Por supuesto que no, ja, ja. (Pausa. ( Pausa.)) Perdone. HOMBRE: Si estuviera en su lugar, yo comería comería antes. MUJER: MUJER: ¿Antes? ¿Antes? ( Pausa.) Pausa.) ¿Antes de qué? (Pausa. ( Pausa.)) ¿De qué? (Pausa. ( Pausa.)) De... recibir la visita? (Pausa. (Pausa.)) No tienen cerebro. (Pausa. ( Pausa.)) ¿De quién? (Pausa. ( Pausa.)) ¿Del... torturador? (Pausa.) Pausa.) Mi marido pagará, no tienen por qué torturarme. ( Pausa.) Pausa.) ¿O del ejecutor? (Pausa.) Pausa.) Pagará, no tienen por qué ejecut... ( Pausa.) Pausa.) ¿Por qué me ha desatado? (Pausa.) Pausa.) ¿Por qué cree que tendría que comer? ¿Acaso cree que tengo hambre? (Pausa.) Pausa.) ¿Es más fácil de soportar con el estómago lleno, tal vez? ( Pausa.) Pausa.) No debo hacer preguntas, ya lo sé. Encienda alguna luz, por favor. HOMBRE: Será mejor que no lo haga. haga. El calor. MUJER: ¿Cuánto tiempo van van a tenerme aquí encerrada? encerrada? HOMBRE: Hay fruta y algunas verduras. Todo Todo muy fácil de digerir. MUJER: Evidentemente, no tengo escapatoria. escapatoria. (El ( El hombre sonríe.) sonríe.) Áteme. Me dan ganas de abalanzarme sobre usted y clavarle las uñas en el cuello. Y sé que no me conviene hacerlo. HOMBRE: No. No le conviene. Lo sabe perfectamente. perfectamente. Por eso no lo hará.
MUJER: ¿Tan sensata le parezco? parezco? Nadie puede predecir cómo reaccionan reaccionan las personas en situación de peligro. Las más indefensas se vuelven a veces las más crueles. Aunque esa crueldad no lleve a ninguna parte, o precipite aún más su inevitable final. Tengo caca. HOMBRE: Allí. MUJER: Qué detalle, en en el rincón rincón más oscuro. oscuro. La mujer se levanta, indecisa. HOMBRE: HOMBRE: Soy más fuerte fuerte que usted. usted. Cualquier Cualquier agresión agresión que intente intente contra mí no será nada comparada con la que yo podría infligirle. MUJER (apreciando (apreciando irónicamente la terminología): terminología): Infligirme... La mujer se dirige, tambaleándose, al rincón oscuro. Apenas se la ve. Se baja los pantalones y las bragas. Se se sienta sobre una especie de letrina. Se oye una ventosidad, seguida del inevitable sonido de evacuación de excrementos no precisamente sólidos. MUJE MUJER: R: Supo Supong ngo o que que en esta estass situ situac acio ione nes, s, todo todo el mund mundo o reac reacci ciona ona como como yo. yo. Cagándose encima. (Pausa. ( Pausa.)) Qué peste. (Pausa. (Pausa.)) No hay ventanas ni ventilación alguna, cómo no. Quedará flotando un buen rato. La peste. Me alegro por usted. Afortunadamente, a nadie le resulta del todo molesto el olor de su propia mierda. Tan Tan repu repugn gnan ante te que que suel suele e ser ser para para los los demá demás, s, ¿ver ¿verda dad? d? ( Pausa. Pausa. Sonido Sonido de (Pausa.)) Casi se me escapa la risa, ja, ja. ( Pausa.) ventosidad.) ventosidad.) ¿Verdad? (Pausa. Pausa.) Si no fuera por el miedo que tengo. (Pausa. ( Pausa.)) La risa es fruto de la ridiculización, denota bajeza y va acompañada de insensibilidad y de distanciamiento. Bergson. Míreme a mí: tengo miedo, luego cago. Cago y sin embargo me río. ¿Soy una insensible? ¿Me he distanciado de mí misma? A la mierda Bergson. ( Pausa.) Pausa.) La mierda y la risa. (Pausa. (Pausa.)) El ser y la nada, ja ja ja. (Pausa. ( Pausa.)) Sartre. Otra buena mierda. La náusea de la nada. Si hubiera estado aquí, la náusea se le habría convertido en descomposición, pura diarrea cien por cien empírica, como la mía, se lo aseguro. (Suelta una risita. Más ruido de excrementos.) excrementos. ) Si mis alumnos pudieran verme así... Una profesora tan distinguida. (Ventosidad. ( Ventosidad.)) Ya sé de qué le conozco. Usted fue alumno mío en la Facultad. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Verdad que sí? (Pausa. ( Pausa.)) Hace tres... no, cuatro años. (Pausa. ( Pausa.)) Se sentaba siempre en la última fila. A la izquierda. Al lado de la ventana. Aula 39. (Pausa. ( Pausa.)) Sí, es usted. (Pausa. ( Pausa.)) Un día me hizo una pregunta en mita mitad d de la clase lase.. (Pausa.) Pausa.) Me acue acuerd rdo o muy muy bien bien del del hech hecho o pero pero no de la formulación exacta de la pregunta. Lo que sí recuerdo es que no se la contesté. (Pausa.) Pausa.) Algo Algo así así como como cuál cuál era era la natu natura ralez leza a de los. los... .. "lím "límitites es de una una mora morall comunitaria". Así lo dijo. (Pausa. ( Pausa.)) No sé por qué no le contesté. (Pausa. ( Pausa.)) O sí. (Pausa.) ( Pausa.)) Quizá por eso. No hay papel. Pausa.) No me caía nada bien. (Pausa. HOMBRE: No era yo. yo. MUJER: Papel, por por favor. favor. HOMBRE: Si no lo ve, no hay. MUJER: Lo cual quiere decir decir que tengo que ponerme ponerme las bragas sin sin limpiarme. ( Pausa.) Pausa. ) ¿No ha oído lo suelta que estoy? (Pausa. ( Pausa.)) Papel, por favor. (Pausa. ( Pausa.)) Vaya a buscar. HOMBRE: En unos minutos llegará alguien. No puedo salir hasta hasta que no esté aquí.
MUJER: MUJER: Supongo Supongo que "unos minutos" minutos" en esta situación situación pueden ser horas. (Pausa. ( Pausa.)) O días. HOMBRE: Unos minutos son unos minutos. minutos. MUJER: Muy bien. bien. Allá usted. La mujer, en el rincón, en penumbra, penumbra, se levanta levanta sin ponerse ponerse las bragas ni los los pant pantal alon ones es y se suje sujeta ta la cami camisa sa con con las las mano manos, s, por por enci encima ma del del ombligo. Busca algo con la mirada a derecha e izquierda. MUJER: Tampoco hay cisterna. HOMBRE: Traerán cubos cubos de agua. MUJER: ¿Quién? ¿El "alguien" ese ese que llegará en unos minutos? minutos? La mujer se acerca al centro, hacia la silla, y entra en el círculo de luz, con los pantalones y las bragas en los tobillos y sujetándose la camisa para que no le toque el culo. HOMBRE: ¿Qué hace? MUJER: Ya he acabado. Tengo Tengo el culo lleno de mierda. (Pausa. ( Pausa.)) Si le molesta, no mire. (Pausa.) Pausa.) A mí el olor no me molesta, molesta, ya se lo he dicho. Me da igual. ( Pausa.) Pausa. ) Si no hay papel, esperaré a que se me seque la mierda. Luego me la quitaré con las manos. (Pausa. (Pausa.)) Y haré bolitas. (Pausa. ( Pausa.)) Pelotitas. (Pausa. ( Pausa.)) Y las iré dejando por el suelo. A sus pies. (Pausa. ( Pausa.)) Usted es un hombre fuerte, cualquier agresión que inte intent nte e yo cont contra ra uste usted d no será será nada nada comp compar arada ada con con la que que uste usted d podr podría ía.. .... infligirme, ¿por qué me mira así? El hombre mete una mano en el bolsillo de su pantalón y saca un pañuelo. Se lo alarga. Ella lo coge, y, sin ningún pudor, se limpia el culo delante del hombre, el cual, incómodo, no sabe a dónde mirar. MUJER (mientras (mientras se va limpiando con toda parsimonia los restos de excrementos) : No me acuerdo de su nombre, pero aquella pregunta me dejó atónita. Sí, sí. Cuáles son... "los límites de una moral comunitaria", qué risa... Ah, me escuece. Siempre iba vestido de negro. Veo que ha cambiado de costumbre. Es bueno cambiar de costumbres, ¿sabe? ¡Oh, qué barbaridad, mire, la de mierda que llega a salir de un solo cuerpo! ¿Cuatro años o tres? ¿O ya son cinco? Usted no quería una respuesta filosóf filosófica ica.. Queria Queria una respue respuesta sta políti política. ca. Buscar Buscarme me las cosqui cosquilla llas. s. A todos todos los profesores les buscaba las cosquillas. No sólo usted, claro. Todos los de su... grupo. No quería una respuesta filosófica y no le contesté. Los razonamientos que ustedes utilizan siempre me han parecido inmaduros. Moral comunitaria, ja ja. La moral no es un conjunto de reglas establecidas por un individuo, y menos aún por un conjunto de fanáticos retrógradas, es una disposición del ánimo. Kierkegaard. Bueno, lo de fanáti fanáticos cos retróg retrógadas adas es mío. mío. ¿Se ¿Se acuerd acuerda a de Kierke Kierkegaa gaard? rd? Él detest detestaba aba una palabra: "nosotros". (Pausa. ( Pausa.)) Yo también la detesto. (Term ( Termina ina de limpiarse limpiarse.. Mira al hombre, que desvía la mirada. Mira el pañuelo.) pañuelo. ) Ha quedado precioso, con este estampado. (Pausa. (Pausa. Se le acerca y le tiende el pañuelo.) Muy amable. HOMBRE: Quédeselo. MUJER: No acepto acepto regalos de desconocidos. desconocidos.
HOMBRE: ¿No dice que me conoce? MUJER: No acepto regalos regalos de la gente que no no aprecio. HOMBRE: Tírelo al váter. váter. MUJER: Tírelo usted. Le lanza el pañuelo a la cara. Él se aparta con un gesto brusco y el pañuelo cae al suelo. Ella se pone las bragas y los pantalones. Se sienta en la silla. MUJER: Quiero agua. ( Pausa.) Pausa.) Tengo que beber agua, mucha agua. ( Pausa.) Pausa.) Lo mejor que que se pued puede e hace hacerr para para la diar diarre rea a es bebe beberr agua agua.. ( Pausa.) Antess me ha Pausa.) Ante preguntado si tenía sed. (Pausa. ( Pausa.)) Pues ahora sí, tengo sed. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Dónde está el agua? HOMBRE: La traerán. MUJER: En unos minutos, el "alguien" misterioso. misterioso. (Pausa. ( Pausa.)) Llámele por el móvil móvil y dígale que sea puntual. (Pausa. ( Pausa.)) ¿No lo va a hacer? Se abre la puerta. Haz de luz. Ella se gira y se levanta. Aparece una silueta en la puerta, recortada por la luz que proviene del otro lado. Es alguien muy bajo. Larga pausa. HOMBRE (a (a la silueta): silueta): Está muy nerviosa. MUJER: Estoy más serena que usted ( A A la silueta.) silueta.) ¿Por qué no entra? entra? Con lo bien que se está aquí dentro, con esta iluminación tan sugerente y este delicado perfume. (Pausa.) Pausa.) ¿Se va a quedar ahí todo el tiempo? La silueta avanza unos pasos. Es una niña de unos diez años. La mujer la mira, sorprendida. NIÑA: ¿Qué necesita? HOMBRE: Agua. Y papel higiénico. Por ahora, no quiere comer. comer. La niña se acerca y ve el pañuelo en el suelo. NIÑA: ¿Qué es eso? MUJER: El pañuelo del señor señor lleno de mierda mía. mía. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Quién eres, niña? NIÑA: ¿Perdone? La niña mira fijamente a la mujer. Ésta tiene une escalofrío. NIÑA (con ( con una serenidad aplastante): ¿Por qué me llama "niña"? MUJER: Porque... eres... eres... una... niña. niña. ( Al ( Al hombre:) hombre:) ¿Es ella quien tenía tenía que llegar? llegar? El hombre no responde. Silencio. Se agacha, recoge el pañuelo por un extremo, se tapa la nariz con los dedos de la otra mano y sale. Cierra la puerta. La niña se acerca a la mujer y con un gesto amabilísimo la sienta
en la silla. La mujer no sabe cómo reaccionar. La niña empieza a andar por la habitación con pasos rítmicos y lentos. Da una vuelta a la silla. MUJER: ¿Eres la hija de alguien de la... organización? organización? NIÑA: ¿La organización? MUJER: La organización... ( Pausa.) Pausa.) Bien entrenados desde pequeñitos. ¿Sabes por qué estoy aquí, hija? NIÑA: Cállese, se lo ruego. ruego. Me duele la cabeza. Y no no me llame "hija". (Pausa. ( Pausa.)) Yo no soy su hija. Pausa. La niña se sitúa detrás de la mujer y le pone, muy delicadamente, la mano encima de la cabeza. NIÑA: Puedo cantarle una canción. canción. (Pausa. (Pausa.)) Así se distraerá un poquito. Pausa. La mujer permanece muy quieta, expectante. La niña empieza a cantar una cancioncilla infantil, más bien tétrica.
NIÑA:
"De noche salen las brujas con sus escobas negras. Y van desde la tierra volando hasta la luna. Quiero ser una bruja, tralará, subida en una escoba, tralarí, quiero dejar la tierra, tralarà, tralarí, tralarí, a la luna quiero ir." Pausa. La mujer tiene la mirada perdida en el vacío. La niña quita la mano de su cabeza, da unos pasos y se coloca delante de ella.
NIÑA: Es una una canción canción idiota. ( Pausa.) Pausa.) Pero a mí me parece triste. triste. ( Pausa.) Pausa.) ¿A usted no le parece triste esta canción? MUJER: No lo sé. NIÑA: ¿La conocía? MUJER: No. NIÑA: Claro que no. Me la inventé yo. ( Pausa.) Pausa.) Yo me invento cosas. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Usted no se inventa nada? MUJER: No (Pausa.) Pausa.) Me gustaría. NIÑA: NIÑA: Lo más triste de la canción es cuando cuando dice... "quiero "quiero dejar la tierra, tralará". tralará". La chica de la canción es una desgraciada. ( Pausa.) Pausa.) No se encuentra bien, en la tierra. (Pausa.) Pausa.) Quizá tiene problemas. (Pausa. ( Pausa.)) Por eso dice que se quiere ir. ( Pausa.) Pausa.) A la luna, vaya sitio más tonto adonde ir, ¿no le parece?
MUJER: ¿Quién eres? NIÑA: NIÑA: Dice que se se quiere ir a la luna por decir decir algo. algo. ( Pausa.) Pausa. ) La luna es hermosa desde la tierra. Pero nada más. No hay aire, ni agua, ni fuego. Sólo un desierto de piedras. La luna es un sitio horrible. No podría vivir, la chica, en la luna. ( Pausa.) Pausa.) Supongo que al decir que quiere ir a la luna, lo que está diciendo en realidad es que tiene ganas de morirse. (Pausa. ( Pausa.)) ¿No? MUJER: ¿Cuántos años tienes? tienes? NIÑA: Doce. ( Pausa.) Pausa. ) Mentira. (Pausa.) Pausa.) Diez. (Pausa. (Pausa.)) Es que me gusta pensar que soy mayor. (Pausa. (Pausa.)) ¿Se ha creído que tenía doce? MUJER: No lo lo sé. Sí. NIÑA: NIÑA: Sé engañar. engañar. Me lo enseñó mi madre. madre. Si quieres ser algo en la vida, vida, tienes que saber engañar, me dijo. MUJER: ¿Quién es tu madre? madre? NIÑA: Está muerta. MUJER: ¿Y tu padre? NIÑA: También. (Pausa.) Pausa.) Los asesinaron. (Pausa. ( Pausa.)) El enemigo. (Pausa. ( Pausa.)) Delante de mí. (Pausa.) Pausa.) Hace cuatro años. (Pausa. ( Pausa.)) Todavía tengo pesadillas. MUJER: ¿El enemigo? NIÑA NIÑA:: Yo he mama mamado do el odio odio al enemi enemigo go desde desde que nací. nací. ( Pausa.) fácil Pausa.) No es fácil deshac deshacers erse e del odio cuand cuando o lo has mamado. mamado. ( Pausa.) Pausa.) Y crece con los años. (Pausa.) Pausa.) Y con todo el dolor que día tras día nos va provocando el enemigo. (Pausa.) Pausa.) Mi madre era muy lista. Me enseñaba cosas importantes. Engañar. Callar. Sentir. Se abre la puerta. Haz de luz. Aparece la silueta de una mujer joven. Lleva algunas bolsas y una caja. Se dirige a la niña, desde el umbral de la puerta. No le vemos la cara. La mujer se gira. La niña va hacia ella. NIÑA: Ahora ya está más más tranquila. ¿No ¿No le harás mucho daño, verdad? MUJER JOVEN: Sólo el imprescindible. Será mejor que te vayas. NIÑA: Me dijiste que podría quedarme. La mujer se levanta. MUJER JOVEN: Siéntese. MUJER: ¿Qué pasa? (Se sienta.) sienta.) ¿Qué van a hacerme? MUJER JOVEN (a ( a la niña): niña): Vete. NIÑA: No. Déjame ayudarte. MUJER JOVEN: JOVEN: No debes ver esto. NIÑA: Me prometiste que lo lo haríamos entre las las dos. MUJER JOVEN: JOVEN: Todavía eres demasiado pequeña.
NIÑA: No soy pequeña. ( A A la mujer.) mujer.) ¿Verdad ¿Verdad que no no soy pequeña? pequeña? ( A A la mujer joven.) joven. ) Se lo ha creído. Le he dicho que tenía doce años y se lo ha creído. ¿Verdad que sí? MUJER: Por favor... ¿qué... ¿qué... qué significa todo esto... ? ¿Quién ¿Quién es usted? MUJER JOVEN (a ( a la niña): niña): No te quedarás, quedarás, pero ayúdame a atarla. atarla. Luego te irás. La mujer se levanta y se acerca a la mujer joven, nerviosa. La mujer joven reacciona con rapidez, cierra la puerta, deja las bolsas y la caja, se acerca velozmente a la mujer y le asesta un puñetazo en la cara que la tumba al suelo. NIÑA (refieriéndose (refieriéndose al golpe): golpe): ¡Buena directa! La mujer yace en el suelo medio inconsciente. Le sangra la boca. MUJER JOVEN: JOVEN: Venga, ayúdame a sentarla sentarla en la silla. silla. La niña y la mujer joven cogen a la mujer y la arrastran hasta la silla. Cuando están sentándola, ésta vuelve en sí, reacciona violentamente y quiere deshacerse de ellas con gestos bruscos. La niña cae al suelo. La mujer joven da un puñetazo en el estómago a la mujer y la deja sin respiración durante unos instantes. La mujer se retuerce de dolor. La mujer joven va hacia la niña y la ayuda ayuda a incorporarse con delicadez. MUJER JOVEN: JOVEN: ¿Te has hecho daño? NIÑA: Sí. MUJER JOVEN: ¿Dónde te duele? NIÑA (mintiendo (mintiendo): ): Aquí, Aquí, en el pecho. Me parece parece que me ha roto una costilla. costilla. Ah... Ah... Sí... Me duele mucho... Ahhhhh.... MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Cálma Cálmate, te, cálmate cálmate.. Luego Luego te llevaré llevaré al hospital hospital,, que te hagan hagan una radiografía. NIÑA: ¿Mientras tanto, tanto, puedo quedarme? MUJER JOVEN: Está bien. La mujer joven va hacia a la mujer. La niña sonríe y hace un gesto de victoria, imperceptible, que la mujer joven no ve. Ésta coge a la mujer, que aún se retuerce de dolor, y la sienta en la silla. Coge las bolsas y la caja. Saca cuerdas, cinta adhesiva y toda clase de utensilios. La mujer lo ve. Está a punto de gritar, pero la mujer joven actúa rápidamente: introduce una bola metálica en la boca de la mujer y se la tapa con un trozo de cinta adhe adhesi siva va.. La muje mujerr empi empiez eza a a forc forcej ejea ear. r. La muje mujerr jove joven n la redu reduce ce y consigue atarla a la silla. La niña lo está mirando todo desde un rincón. NIÑA: ¿Qué le vas a hacer? MUJER JOVEN: Cortarle un dedo. La mujer reacciona violentamente, con espasmos y convulsiones. Quiere escaparse. Grita sordamente. Consigue caerse al suelo, siempre atada a la
silla. Intenta arrastrarse patéticamente por el suelo. Las lágrimas brotan abundantemente de sus ojos. La mujer joven y la niña la contemplan, impasibles. Finalmente, la mujer deja de moverse. Sólo llora. Súbitamente, se queda muy quieta y mira a la mujer joven, implorando clemencia. MUJER JOVEN: Obedezco órdenes. órdenes. (Pausa. (Pausa.)) Lo siento. La mujer joven coge la caja y se acerca a la mujer. Se agacha y empieza a sacar sacar objeto objetoss de la caja: caja: una mascar mascarilla illa con inhala inhalador dor,, desinf desinfect ectant antes, es, vend vendas as,, y, por por últi último mo,, una una pequ pequeñ eña a sier sierra ra eléc eléctr tric ica. a. La cone conect cta a a la corriente. La mujer vuelve a gritar y a moverse. La niña está excitada. NIÑA: Tenía tantas ganas de verlo... Por fin... fin... Por fin... fin... La mujer joven pone en marcha la sierra. Leve ruido agudo y persistente del motor. La mujer sufre un ataque de convulsiones histéricas. La mujer joven hace un gesto a la niña para que la ayude. La niña se agacha y coge a la mujer como puede. Con un gesto brusco de la cabeza y el cuerpo, la mujer aparta a la niña, que, esta vez sí, cae al suelo y se golpea la cabeza. La niña grita. MUJER JOVEN: ¡¿Quizá prefiere que le corte la mano entera?!... La mujer niega con la cabeza. Respira agitadamente. La niña se levanta, furiosa, con la cara colorada por el dolor y la rabia. NIÑA: ¡¡¡Ahora sí que me me ha hecho daño de verdad!!! verdad!!! La niña escupe sobre la mujer, se abalanza sobre la sierra eléctrica, la coge fuertemente y se acerca a la mujer. La mujer joven la detiene con un gesto rápido. Le quita la sierra. La mujer, todavía en el suelo atada a la silla y con la boca amordazada, es presa del pánico. La niña y la mujer joven discuten acaloradamente. NIÑA: ¿No lo puedo hacer hacer yo? MUJER JOVEN: No. NIÑA: Es que me me ha hecho daño. MUJER JOVEN: JOVEN: Es demasiado complicado. complicado. Hay que hacer hacer fuerza. NIÑA: ¿Qué te crees, crees, que yo yo no tengo? tengo? MUJER JOVEN: Sale mucha mucha sangre. sangre. NIÑA: ¿Y qué? MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Tú no puedes hacerlo, hacerlo, ¿no lo entiendes? entiendes? Cortar Cortar el hueso hueso no es nada fácil. La piel, ningún problema, pero el hueso es demasiado duro. Hay que insistir. Y tiene que ser un corte perfecto. Limpio. El dedo bien cortado. No a trocitos. Tú lo harías de cualquier manera. Ni siquiera sabrías como cortarle la hemorragia. ¿Te crees que sale una gotita de sangre al cortar un dedo? Chorros de sangre, niña, que no sabrías cómo parar. Además, tardarías horas en cortarle el dedo con esa torpeza tuya, con ese arrebato que te ha cogido de golpe, ese fervor que me da miedo, ese
impulso tan... tan... apasionado. No me gusta esta actitud tuya, ¿me oyes? Cuando he entrado, me has dicho que no le hiciera daño, ¿qué te ha pasado? Ahora en cambio, si fuera por ti, la destrozarías de arriba abajo como a un cerdo en una matanza, y todo... ¿por qué? NIÑA: No sé. MUJER JOVEN: Porque te ha hecho daño. Por un burdo sentimiento sentimiento de venganza. Mal. Muy mal, de verdad. No te hemos educado para que tengas este sentimiento. La venganza. Nada de lo que hacemos se debe a la venganza. Te lo hemos explicado mil veces. Pero tú parece que sigas sin escucharnos... NIÑA: No me riñas, por por favor. MUJER MUJER JOVEN: No puedes comporta comportarte rte así. Me decepcionas. decepcionas. Me decepcionas decepcionas a mí y nos nos dece decepc pcion ionas as a todos todos.. Tú tien tienes es que que sobr sobrev eviv ivir irno nos. s. Eres Eres el futu futuro. ro. En ti depositamos todas nuestras esperanzas. Y tienes que estar limpia. Tienes que ser blanca. Sin rencor, ningún rencor... NIÑA: ¿Y el odio? odio? MUJER JOVEN: El odio contra el opresor. No contra contra las personas. Mírala. Es una pobre muje mujerr inde indefe fens nsa. a. ¿Qué ¿Qué te ha hech hecho? o? Te ha empu empuja jado. do. Nada Nada más. más. Porq Porque ue se defendía. Tiene miedo y le da pánico el dolor. Es normal. NIÑA: Pero ella forma forma parte del enemigo. MUJER JOVEN: Ahora ya no. Ahora sólo es una mujer. mujer. Como tú y como yo. Pausa. La mujer, aún en el suelo, no da crédito a lo que oye. Por unos momentos, casi llega a creer que está viviendo una pesadilla. MUJER JOVEN: JOVEN: Además, has cometido cometido otra falta grave. grave. NIÑA: ¿Cuál? MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Me has mentido. mentido. La primera primera vez que te has caído caído no te hacía daño nada. Ni el pecho ni ninguna costilla. Me has engañado. NIÑA: NIÑA: Ha sido una mentira mentira... ... pequeña. pequeña... .. pequeñ pequeñita ita... ... Mamá siempre siempre decía. decía... .. Una Una pequeña mentira no hace ningún daño si produce un gran bien... Tenía tantas ganas de quedarme... MUJER MUJER JOVEN: ¿Un gran bien? bien? ¿Quedarte ¿Quedarte ha de producirte producirte un gran bien, pequeño pequeño monstruo morboso? Pausa tensa. A la mujer joven se le llenan los ojos de lágrimas. MUJER JOVEN: JOVEN: No puedo más... La mujer joven desconecta la sierra, se agacha en un rincón y rompe a llorar. La mujer está expectante. La niña se acerca llorosa a la mujer joven. MUJER MUJER JOVEN: Tantos Tantos años de lucha, de esperanzas esperanzas inútiles. inútiles... .. Y yo aquí, aquí, con esta mujer histérica y tú... tú... con esa especie de sadismo que te sale de dentro y que me asusta... No puedo más... Oh, ¿cómo acabará todo esto?... NIÑA: Perdóname, no volveré a hacerlo.
MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: ¿Qué ¿Qué sentido sentido tiene todo esto, esto, por dios? Oh... Oh... No deberí debería a haber haber consentido que... Vete. Vete. ¿Cómo se me ha podido ocurrir que te quedaras? Toda Todaví vía a eres eres una una cria criatu tura ra inma inmadu dura ra que que no enti entien ende de nada nada,, un cere cerebr bro o poco poco desarrollado. Has asimilado tan mal todo lo que te hemos enseñado... Se me cae el alma a los pies cuando lo pienso... Tengo tantas ganas de que crezcas y dejes de ser una insensata... NIÑA: No soy una insensata, te lo juro. juro. Sí, lo reconozco, le quería hacer hacer daño. Al principio me caía bien, tienes razón, es una pobre mujer que seguramen seguramente te no tiene la culpa culpa de ser como es, de pensar lo que piensa. Una víctima. Además, ya sabemos que el cerdo es su marido y no ella. Eso os he oído decir, ¿no? Lo que pasa es que... luego, cuando ha empezado a darme empujones y golpes... Sí, te he mentido, primero no me ha hecho daño. He fingido que sí para ablandarte, para que me dejaras asistir al... al... acto. Mi primera tortura. Es importante para mí. ¿No lo entiendes? Pero luego sí que me ha hecho daño, y he notado dentro de mí una especie de fuerza que quería salir, como un grito, sí, ganas de matarla... He visto el cuchillo... El ruidito que hacía... Ella ahí, sin entender nada... Mirándonos con esa mirada de desgraciada... Y... Sí, por unos momentos, me han entrado ganas de despedazarla... Pero estoy contenta de que me lo hayas impedido. ¡¡Reconozco mi error, pido perdón, impónme el castigo que merezco, por favor, castígame, necesito ser castigada, te lo ruego, te lo suplico a gritos, con lágrimas en los ojos, por favor, castíiiigameeeeee!!!!! Mentras ha ido hablando, la niña se ha puesto de rodillas con los brazos abiertos. Finalmente, se ha estirado en el suelo boca abajo con los brazos en cruz. MUJER JOVEN: Lo hará hará ella. La mujer joven mira a la mujer. Va hacia ella. Ésta reacciona con terror. La joven la incorpora. Le quita la mordaza y la bola de la boca. La mujer respira agitadamente. MUJER: No me haga daño, por favor... MUJER JOVEN: JOVEN: No, a usted después, después, después... Y no no le haré ningún daño, porque antes la sedaré. Ahora debo castigar a la niña. ¿No ha visto qué comportamiento? MUJER: Por favor, sáquenme de aquí... aquí... MUJER JOVEN: ¿Perdón? MUJER: Ya han hablado con mi mi marido, les dará dará el dinero... MUJER JOVEN: ¿Y qué? MUJER: ¿Eh? MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: ¿Qué ¿Qué le hace hace pensar pensar que sólo querem queremos os dinero? dinero? ( Pausa.) Pausa.) Y ahora propóngame un castigo para la niña. (Pausa. ( Pausa.)) El que usted quiera. Tiene todo el derecho a hacerlo, le iba a hacer una salvajada. MUJER: Usted también. MUJER JOVEN: Sí, pero por motivos legítimos, legítimos, no es lo mismo. MUJER: ¿Legítimos?
MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Ahora Ahora no nos vamos vamos a poner poner a discut discutir, ir, ¿no le parece parece?. ?. Tenemos Tenemos cuarenta horas por delante, ya tendremos tiempo de hacerlo. Lo que le pido ahora es que me diga cómo debo castigar a la niña. Se hará lo que usted ordene. MUJER: ¿Cuarenta horas? ¿Por qué dice dice cuarenta horas? horas? MUJE MUJER R JO JOVE VEN: N: Ah, Ah, pero ¿no ¿no se lo han conta contado? do? (Pausa. ( Pausa.)) El plazo. (Pausa. (Pausa.)) Le amputaremos una parte del cuerpo cada diez horas. Cuarenta horas, cuatro partes del cuerpo. Ya las hemos decidido. La primera, un dedo. La segunda, una oreja. La tercera, un pie. La cuarta, la cabeza. (Pausa. ( Pausa.)) És fácil sobrevivir a las tres primeras. La mujer quiere gritar, pero no le sale ni un solo sonido. Se le corta la respiración y acaba desmayándose. MUJER JOVEN (a ( a la niña): niña): Mira lo que has conseguido. NIÑA: ¿Y el castigo? castigo? MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Te lo tendré tendré que imponer imponer yo. Levántate. Levántate. ( La niña obedece.) obedece.) Acércate. castigo para ti? ti? (La niña se le acerca.) acerca.) ¿Cuál sería el peor castigo NIÑA: (Pausa. (Pausa. Mira a la mujer, desmayada.) desmayada. ) No volver volver a verla. (Pausa. (Pausa.)) No volver a verla antes de que muera. (Pausa. ( Pausa.)) No verla muerta. MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: No volver volverás ás a verla. verla. No la verás antes antes de que muera. muera. No la verás verás muerta. La niña llora. La mujer joven se dirige hacia la puerta y la abre. Lluz cegadora que entra de detrás de la puerta. La mujer joven indica con un gesto a la niña que salga. La niña empieza a caminar hacia la puerta, cabizbaja y lloriqueando. Cuando ya está en el umbral de la puerta, se gira y mira a la mujer, que yace aún inconsciente. NIÑA: El dedo. La oreja. El El pie. Y la cabeza. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Tampoco me los enseñarás? MUJER JOVEN: No. NIÑA: ¿Su sangre? MUJER JOVEN: Tampoco. NIÑA: Se derramará por el suelo. MUJER JOVEN: JOVEN: Se secará. secará. Desaparecerá. NIÑA: NIÑA: Se unirá a la de los los suyos. suyos. Se quedará quedará aquí dentro. dentro. (Pausa. ( Pausa.)) La sangre es una parte de nosotros. (Pausa. ( Pausa.)) Eso es lo que me habéis enseñado. ( Pausa.) Pausa.) La sangre de esta mujer se unirá a la de los suyos. ( Pausa.) Pausa.) Este suelo está lleno. ( Pausa.) Pausa. ) Una parte de todos ellos vive todavía aquí dentro. ( Pausa.) Pausa.) Tengo mucha hambre. MUJER JOVEN: JOVEN: Hay huevos en la nevera. Hazte Hazte una tortilla. NIÑA: ¿Cenarás con nosotros? nosotros? MUJER JOVEN: JOVEN: Me quedaré con ella. No me esperéis. esperéis. La niña cierra la puerta. Penumbra. La mujer joven se acerca a la mujer. Se agacha. La mira.
MUJER JOVEN: JOVEN: Intentaré no derramar derramar ni una sola gota. gota. Oscuro.
ESCENA 2
Un parque público. Un banco. Un chico y una chica, sentados, a distancia. Los dos están leyendo, libros o periódicos. CHICO: ¿Puedes decirme qué hora es, es, por favor? favor? CHICA: Las seis. CHICO: ¿Ya? Vaya, hace cinco cinco minutos eran las las cinco. CHICA: Hace cinco minutos minutos eran las cinco cinco cincuenta y cinco. cinco. CHICO: Sí, claro. Bueno, pues, si son son las seis, me tengo que ir. CHICA: Muy bien. CHICO: ¿Muy bien? CHICA: ¿Eh? CHICO: ¿Te parece bien? CHICA: ¿El qué? CHICO: Que me tenga que ir de aquí, ahora que me encuentro encuentro tan bien, ¿te parece bien? ¿Eh? CHICA: Lo siento, son las seis. (Vuelve ( Vuelve a leer.) leer.) CHICO: Gracias. ( Pausa.) Pausa. ) ¿Lo sientes, has dicho? CHICA: ¿Eh? CHICO: ¿Sientes que me vaya? Al decir "lo siento, siento, son las seis", ¿estás ¿estás queriendo decir que no quieres, que desearías que no me fuera? Sabes que si son las seis me tengo que ir porque te lo he dicho antes, pero ahora, cuando has vuelto a decir "son las seis", se te ha escapado ese "lo siento" que seguramente has dicho con retintín, quiero decir que tenía una primera lectura de "¡qué tío más pesado, que se largue de una vez!"; pero luego, cuando ese "lo siento son las seis" me ha vuelto a la cabeza, ¿sabes?, en el brevísimo instante de silencio que ha habido después de que yo te dijera "gracias", gracias que te he dicho con retintín, para devolvértelo, claro (el retintín)... pues en aquel breve silencio me he dicho: no señor, quizá no había retintín alguno, quizá esta chica es una pobre chica solitaria y no lo sabe y se cree que te suelta una indirecta al decirte "lo siento, son las seis", como diciéndote que te vayas al carajo, cuando en realidad, segunda y más profunda lectura, te está diciendo a gritos NO TE VAYAS; hace más de una hora que compartimos el banco los dos, sin atrevernos a pronunciar una sola palabra, sin cruzar una sola mirada, por miedo a lo que pueda pensar el uno del otro, la una del otro o la otra del uno, tu de mí yo de ti, de tu cara de pobre chica solitaria, de mi facha de pobre chico solitario; "lo siento, son las seis" me has dicho, claro, ahora me doy cuenta, ahora sé que que lo sient ientes es de verda erdad, d, me quie quiere ress un poqu poquitito, o, has has quer querid ido o deci decirm rme; e; te imaginabas sola en el banco, sin mí, y ya me añorabas un poco, ésta es tu verdad, pero mi verdad es que ya pasan algunos minutos de las seis y me tengo que ir porque tengo una cita -amorosa no, que lo sepas- y por eso me voy.
Pausa. El chico se levanta. Se queda quieto. Finalmente, da un paso. CHICA: ¡Espera! El chico se detiene. Se miran. CHICO: Creía que no no ibas a decir nada. CHICA: Te dejas esto. La chica señala un paquete que hay en el banco. Silencio. CHICO: No es mío. mío. CHICA: ¿Eh? Pausa. El chico se le acerca lentamente. CHICO: Una bona excusa excusa para retenerme, ¿eh? ¡Un ¡Un diez! CHICA: CHICA: Una bona excusa excusa para que yo te retuviera. retuviera. Irse dejándose dejándose algo. algo. Un truco muy visto. Cuando he llegado y me he sentado aquí ya estábais los dos. ( Pausa.) Pausa.) Tú y esto. CHICO: ¿Yo he llegado primero? No. Ya estabas cuando cuando me he sentado en el banco. CHICA: CHICA: Mentira. Mentira. Yo no he llegado llegado primero. primero. Tú estabas aquí cuando cuando yo me he sentado. sentado. Ya estabas, mentiroso. CHICO: ¿Ha sido porque yo estaba en el banco banco que te has sentado en el banco? CHICA: ¿Eh? CHICO: ¿Eres sorda o dices dices "eh" para evitar evitar decir la verdad? CHICA: Estás como una cabra. Anda, coge coge eso y vete al carajo. CHICO: No pienso coger algo algo que no es mío. mío. Hala, adiós, reprimida. reprimida. El chico desaparece. La chica mira en la dirección por dónde ha salido. Se le escapa un suspiro. Se pone a leer. Bosteza. De repente, mira el paquete con curiosidad. Un tiempo. Va a tocarlo cuando aparece repentinamente el chico, corriendo. CHICO: ¡¡¡NO LO TOQUES!!! TOQUES!!! CHICA: ¡¡¡Ah!!! CHICO: Te he asustado. asustado. CHICA: Ya me había parecido parecido que tenías cara de imbécil, imbécil, me había dicho "seguro "seguro que es un imbécil, como la mayoría", pero no, eres mucho más imbécil que la mayoría. CHICO: ¿Ibas a abrirlo? abrirlo? CHICA: Conque es tuyo, ¿eh? Mira, me me voy, ya tengo bastante. Ella se levanta.
CHICO: ¡No! No, espera. Perdóname Perdóname si te he asustado. asustado. Cuando me he ido, he pensado, que se joda, otra reprimida histérica como la mayoría; y nada más llegar a aquel pino, me he detenido y he pensado: "¿por qué eres tan malo, por qué esa manía tuya de juzgar contínuamente a la gente, de criticarla, si ni siquiera hace una hora que la conoces y no has entablado con ella una conversación de más de tres o cuatro monosílabos?" Y estaba reflexionando en ello, apoyado en el tronco del pino, mira, aquél, ¿lo ves?, y de repente se ha caído una piña y me ha dado en mitad de la cabeza. Mira qué chichón. Entonces, he tenido una revelación. Como Newton y la manzana. ¿O era una pera? Da igual, una piña seguro que no. Entonces, he mirado la piña en el suelo, a mis pies y me he dicho: "¡alto ahí!, ¿qué debe de haber dentro del paquetito ese que ella decía que era mío y que yo creía que era suyo?" Y he sentido dentro de mí un impulso poderoso de volver a verte y he vuelto corriendo y en ese preciso instante he visto que ibas a abrirlo y he pensado: "¡No!, vete a saber lo que hay dentro, la pobre chica solitaria solitaria reprimida reprimida e histérica histérica quizá corre peligro, voy a salvarla". Y entonces me ha salido el grito: ¡¡¡NO LO TOQUES!!! CHICA: ¡¡¡Ah!!! CHICO: Te he asustado. asustado. CHICA: Ya me había parecido parecido que tenías cara de imbécil, imbécil, me había dicho "seguro "seguro que es un imbécil, como la mayoría", pero no, eres mucho más imbécil que la mayoría. CHICO: ¿Ibas a abrirlo? abrirlo? CHICA: Conque es tuyo, ¿eh? Mira, me me voy, ya tengo bastante. Pausa. Se miran. CHICA: El anillo de Moebius. Moebius. CHICO: ¿Eh? CHICA: Qué? CHICO: ¿El anillo de quién? ¿Un anillo es lo que hay en el paquete? paquete? ¿Ibas a regalarle un anillo al tal...? ¿Es tu novio? ¿Moe...qué? ¿Moé Bius? ¿Es extranjero? CHICA: ¿Qué? CHIC CHICO: O: ¿Así ¿Así que él es tu novio? novio? ¿Me has tendido tendido una tramp trampa? a? Qué listas listas sois sois las mujeres. Tenderme una trampa vil, y ahora resulta que lo que hay ahí es una alianza para sellar su amor eterno con otra persona. Por eso me hace perder más de una hora aquí, y me hace llegar tarde a la cita, y me abre la cabeza con una piña, para decirme que es un anillo para otro, y encima extranjero, refinado, ¡seguro!, culto, listo, inteligentísimo... CHICA: ¿No sabes qué es el anillo de Moebius? Moebius? CHICO: ¿Es de oro? CHICA: CHICA: Un anillo, o una cinta que sólo tiene tiene una cara. cara. La representac representación ión tridimensiona tridimensionall del infinito. Pausa. CHICO: Qué bonito.
Pausa. CHICA: Me voy. La chica desaparece por el mismo lugar por donde lo ha hecho el chico. Éste se queda absorto mirando al infinito. Se sienta en el banco. Mira el paquete. Deja de mirarlo. Un tiempo de inmovilidad. Aparece la chica con una piña en la mano. CHICA: ¿Era verdad? CHICO: ¿Eh? CHICA: Lo de la piña... Me la la he encontrado al pie del pino. pino. La he cogido y la he mirado. mirado. Tiene una pequeña mancha de sangre. ¿Es sangre tuya? El chico se lleva la mano a la cabeza y se palpa el chichón. Se mira los dedos. Están ligeramente manchados de sangre. CHICA: Era verdad... CHICO: Sangre. CHICA: ¿Te duele? CHICO: No. Ni Ni siquiera lo noto. La chica mira al chico con ternura. Se sienta en el banco. Vuelve a quedar como al principio de la escena, con el paquete en medio Miran al vacío. De repente, los dos giran la cabeza y miran el paquete. Luego, se miran a los ojos. CHICO: Me muero de ganas de abrirlo. abrirlo. CHICA: Yo también. CHICO: Pero eso no no se hace. hace. Es feo. feo. CHICA: Mucho. Pausa. Pausa. El chico chico y la chica chica se quedan absortos. absortos. Aparece Aparece una niña, no muy bien vestida. Camina en dirección al banco, llorosa. NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: ¿Han visto a una mujer muy muy alta y vestida de negro? CHICO: ¿Eh? CHICA: No. ¿Por qué? NIÑA EXTRAVIADA: Me he perdido. CHICA: ¿Es tu madre? NIÑA NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: Mi tía. Hemos Hemos salido juntas juntas de compras. compras. Mamá no me dejaba ir. Prim Primer ero, o, porq porque ue en real realid idad ad no tene tenemo moss dine dinero ro para para comp comprar rar nada nada.. Nunc Nunca a compramos, sólo miramos. Pero mi tía siempre dice: ¡vamos de compras! y a mamá eso la pone enferma. Segundo, porque la tiíta es muy despistada. No es la primera vez que me pierdo cuando voy con ella. Yo vivo lejos de aquí. En un barrio de esos
horribles, donde la gente vive amontonada y encasillada. Y no sé qué debo hacer para volver a casa. CHICO: Lo siento mucho, niña. Busca a un guardia. CHICA: ¿Dónde has perdido perdido a tu tía? NIÑA EXTRAVIADA (al (al chico, casi simultáneamente): simultáneamente): ¿Qué hay en esa cajita? CHICO: ¿Eh? NIÑA EXTRAVIADA (a ( a la chica): chica): En la salida de los grandes almacenes. almacenes. Había un gentío gentío en la puerta... Uf. Un grupo de japoneses que entraban a comprar. Salíamos las dos juntas. Y de repente, miro a un lado: un japonés. Miro al otro lado: una japonesa. Ni rastro de la tiíta. CHICO: Nena, bonita... NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: Les estoy molestando, molestando, ¿verdad? ¿Qué ¿Qué estaban haciendo? Ah, Ah, ya. El hombre regala algo a la mujer. Como antes. ¿Se van a casar? ¿Es el anillo? CHICO: ¿Una mujer muy muy alta vestida de negro? ¿No es aquella? aquella? NIÑA EXTRAVIADA: No. Mi tía es más delgada. delgada. Y va vestida de negro negro, no de gris negro. ¿Y cuándo se van a casar? ¿Es el anillo? CHICO: Sí... De Moebius... Moebius... NIÑA EXTRAVIADA: ¿Qué? CHICA: No le hagas caso. caso. NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: Le sale sangre. CHICO: ¿Todavía? NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: No soporto la sangre. sangre. ¿Cómo se ha hecho eso? CHICO: CHICO: Un ladrón, ladrón, guapita, que me quería quería robar la cartera, un tío con cara de asesino asesino que me ha arreado arreado un golpe en la cabeza cabeza con la culata de la pistola... pistola... Este Este parque es peligrosísimo para los que pasean solos... Yo, en tu lugar, volvería a los grandes almacenes, si no quieres que te atrape el ladrón y te abra la cabeza o te raje de arriba abajo a ti también... NIÑA EXTRAVIADA (a ( a la chica): chica): ¿Es verdad? CHICA: No. CHICO: Además, seguro que la tiíta esa esa tan alta y tan negra que tienes tienes no se ha movido de la perfumería perfumería,, que está en la planta planta baja, y se está probando probando una por una todas las colonias, que es lo que hacen todos los que no tienen un puto duro. NIÑA NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: Le tendrían tendrían que curar la herida herida esa de la cabeza, cada vez dice dice más tonterías. CHICO: Sí. Hala, guapa, ve corriendo corriendo a llamar a la policía, policía, o a una ambulancia, antes de que me desmaye. NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: Uy, no, es que yo yo soy tonta. Eso Eso de hablar con la gente yo no no lo sé hacer. Y menos aún con la policía, o con los hospitales. No lo he hecho nunca. ¿Cómo se hace? ¿Por teléfono? ¿A qué número hay que llamar? ¿Qué hay que decir cuando cojan el auricular y digan "diga"? Me aturullaré. Ni siquiera sé cómo se
llama este sitio. Me pondré histérica, no me saldrán las palabras y colgaré. Y mientras tanto, usted, aquí, ¡hala!, sangrando a borbotones por la cabeza. Menuda ayuda, la que les puedo ofrecer yo... Ya se lo he dicho: es que soy tonta. Por cierto, ahora que lo pienso... ¿por qué no llaman ustedes? CHICO: ¿Eh? ¡¿A ¡¿A quién?! NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: A la policía, a la ambulancia. Usted. Usted. CHICA: ¿Yo? ¿Y por qué yo? NIÑA NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: O sea que tiene a su novio novio ahí, desangrándose desangrándose a la intemperie intemperie y resulta que usted está más pendiente del regalito que él le ha comprado que de su esta estado do de salu salud d físi físico co y ment mental al.. .... Porqu Porque e adem además ás de perd perder er la sang sangre re,, está está perd perdie iend ndo o el seso seso,, ¿no lo ve? ve? Claro laro que que en real realid idad ad las las dos dos cosas osas está están n relacionadas, la semana pasada nos lo explicó la profe de ciencias: la sangre lleva oxígeno a la cabeza, al cerebro; sin oxígeno, el cerebro no funciona: ahora a él le está saliendo todo el oxígeno de la cabeza por la herida esa, ¿verdad?, por lo tanto, cada minuto que pasa le funciona menos la cabeza. No es bueno que salga la sangre, nos vuelve locos. CHICO: Lo siento, no puedo puedo más, voy a abrir el paquete. NIÑA NIÑA EXTRAVIADA: EXTRAVIADA: He captado la indirecta. indirecta. Me voy. Quieren estar solos. solos. Es normal. normal. Supongo que dentro de unos pocos años, yo estaré en su lugar, en un banco como éste, con un hombre a mi lado que se me estará declarando y cuando se me acerque un niño del parque y me diga que se ha perdido, me importará un bledo y también querré se vaya al carajo. CHICA: Yo no quiero que te te vayas al carajo... carajo... NIÑA EXTRAVIADA: Falsa. ( Pausa.) Pausa.) Muchas gracias por su ayuda. La niña extraviada se va. La chica la mira alejarse. El chico abre el paquete con mucho cuidado. Mira fijamente fijamente lo que contiene. contiene. La chica chica mira al chico chico sin fijarse en lo que hay en el paquete. El chico se queda lívido, con los ojos muy abiertos y con un gesto brusco, cierra el paquete. CHICA: ¿Qué es? Silencio. Al chico le cuesta articular las palabras. Saca un papelito del interior del paquete. CHICO: Hay una una nota. ( Lee.) Lee.) "Llévenlo inmediatamente a la policía". CHICA: Pero, ¿qué es? CHICO (después (después de una pausa): pausa): Un dedo cortado. Pausa. La chica sonríe, incrédula. Coge el paquete. Lo abre. Lo mira. Se queda petrificada. Cierra el paquete. Lo vuelve a dejar donde estaba al principio. No sabe cómo reaccionar. Tiembla. Se levanta. Se le escapa una risita histérica que va convirtiéndose en llanto. Sale corriendo, llorando a lágrima viva. El chico no sabe qué hacer. Mira a derecha e izquierda. Sale en dirección contraria a la chica. Se detiene. Vuelve sobre sus pasos. Mira el paquete. Se rasca rasca la cabeza, cabeza, dubitativo, dubitativo, asustado. asustado. Siente una punzada punzada
en la cabeza. Deja de rascarse y se mira los dedos. Están llenos de sangre. Mira el paquete. Oscuro.
ESCENA 3
Terraza o patio de un edificio muy antiguo, sede de una comisaría de policía. Un pedazo de cielo por donde penetran los rayos de sol y una ligera brisa. Un hombre policía y una mujer policía, embarazada de ocho meses, toman el sol. En la mano, ambos llevan bocadillos envueltos en papel de aluminio. El de la mujer es enorme. enorme. HOMBRE POLICÍA: Ni una pizca de emoción en el comunicado comunicado de ayer noche. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Mantenía la serenidad. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: ¿Qué serenidad se puede puede mantener en esa situación? situación? MUJER POLICÍA: Así son los políticos. políticos. La imagen, por encima de todo. HOMBRE POLICÍA: Es su mujer. A la mierda la imagen. imagen. A la mierda la serenidad. MUJER POLICÍA: POLICÍA: La procesión debe de ir por dentro. HOMBRE POLICÍA: ¿Sí? MUJER POLICÍA: Supongo. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: ¿Tú crees que ha pagado? pagado? MUJER POLICÍA: No. HOMBRE POLICÍA: ¿Pagará? MUJER POLICÍA: Yo qué sé. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Yo sé que pagaría. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Ya has oído lo que ha dicho el vicepresidente. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Me da igual, aún así, pagaría... Pobre mujer... MUJER POLICÍA: POLICÍA: Lo peor es el el sufrimiento inútil. HOMBRE POLICÍA: ¿Qué quieres quieres decir? MUJER POLICÍA: La matarán. HOMBRE POLICÍA: No. Quieren Quieren dinero. MUJER POLICÍA: No sólo. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Dinero y presión presión para conseguir sus reivindicaciones. reivindicaciones. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Qué poca psicología psicología tienes. HOMBRE POLICÍA: ¿Psicología? MUJER POLICÍA: Quieren poder. poder. HOMBRE POLICÍA: ¿Qué? MUJER POLICÍA: POLICÍA: Poder. Y punto. Saben perfectamente perfectamente que nunca van a conseguir conseguir nada de lo que reivindican. Poder. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: ¿A qué te refieres? refieres?
MUJER POLICÍA: POLICÍA: Y saben saben cómo hacerlo. hacerlo. HOMBRE POLICÍA: Animales. MUJER POLICÍA: POLICÍA: O demasiado demasiado humanos. HOMBRE POLICÍA: ¿Qué? MUJER POLICÍA: Nada. Pausa. Desenvuelven los bocadillos. MUJER POLICÍA: POLICÍA: ¿De qué es el tuyo? tuyo? HOMBRE POLICÍA: Tortilla. MUJER POLICÍA: Qué suerte. HOMBRE POLICÍA: ¿Y el el tuyo? MUJER POLICÍA: Jamón dulce. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: No está mal. MUJER MUJER POLICÍA: POLICÍA: Sí. Está mal. Me gustaría gustaría que fuera de tortilla. tortilla. Me encanta encanta la tortilla. tortilla. Pero no puedo comer huevos. HOMBRE POLICÍA: ¿Por qué no? MUJER POLICÍA: POLICÍA: Me provocan provocan acidez. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: ¿Siempre, o ahora ahora que estás...? estás...? MUJER POLICÍA: POLICÍA: No, no. Ahora. Claro que desde desde hace un par de semanas casi todo me me provoca acidez. A veces, hasta el jamón dulce me provoca acidez. Pausa. Comen. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Debe de ser duro. MUJER POLICÍA: ¿El qué? HOMBRE POLICÍA: Lo del embarazo. MUJER POLICÍA: Depende. HOMBRE POLICÍA: ¿Es el el primero? primero? MUJER POLICÍA: POLICÍA: El tercero. ¿No ¿No lo sabías? sabías? ( Pausa.) Pausa.) Mira. (Mete ( Mete la mano en un bolsillo del pantalón, saca una cartera, busca en su interior y saca una fotografía. Se la enseña.) enseña.) La mayor y la pequeña. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Muy monas. ¿Ya ¿Ya sabes qué es? MUJER POLICÍA: Niño. HOMBRE POLICÍA: Qué bien. MUJER POLICÍA: ¿Por qué? HOMBRE POLICÍA: Dos niñas, y el tercero, tercero, un niño. Está bien, ¿no? MUJER POLICÍA: POLICÍA: Qué quieres que te diga. A mí, mí, tres niñas, me parecía parecía bien. En realidad a mí me da igual. En cambio, mi marido salta de alegría. Por fin un macho en la
familia, dice. Se le cae la baba. A mí, me da exactamente lo mismo. Mientras sea sano, como las niñas. Y sea feliz, qué más da un sexo que el otro, ¿no crees? HOMBRE POLICÍA: Sí, sí. MUJER MUJER POLICÍA: POLICÍA: Antes, Antes, no te digo que no, pero ahora... ¿qué ¿qué importa ahora ahora ser de un sexo o del otro? HOMBRE POLICÍA: Sí, sí. Y el próximo próximo siglo va a ser el siglo de la mujer... mujer... MUJER POLICÍA: ¿Qué? HOMEBRE POLICÍA: POLICÍA: E...e...eso dicen, ¿no? ¿no? MUJER MUJER POLICÍA: POLICÍA: Tampoco Tampoco hay que pasarse, pasarse, ¿eh?... ¿eh?... Anda, come y deja ya de decir decir chorradas, que se nos va a acabar la hora del patio... Pausa. Comen. Aparece un hombre tímido, con una vieja bolsa de plástico en la mano. mano. No va bien vestido. Avanza Avanza unos pasos. pasos. Los policías policías lo miran miran mientras comen. HOMBRE TÍMIDO: Buenas. MUJER POLICÍA (con ( con la boca llena): llena ): Hola. HOMBRE POLICÍA (con ( con la boca llena): llena): Hola. HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: No había nadie nadie en la puerta. MUJER POLICÍA (con ( con la boca llena): llena ): ¿Qué puerta? HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: La de la entrada. entrada. MUJER POLICÍA: ¿Cómo que no? HOMBRE TÍMIDO: No. MUJER POLICÍA: ¿Qué quiere? HOMBRE HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: He encontrado encontrado esto esto en el metro, con esta esta nota. ( El hombre tímido alarga un papelito a la Mujer policía.) policía. ) Hay un departamento de objetos perdidos en esta comisaría, ¿verdad? HOMBRE POLICÍA: Segunda planta. planta. MUJER POLICÍA (lee ( lee la nota): nota): "Llévenlo inmediatamente a la policía". No es para objetos perdidos. Es para la policía. Para nosotros. Démelo. HOMBRE TÍMIDO (le ( le da la bolsa a la Mujer policía): policía ): Bueno, Bueno, pues pues eso, eso, pues pues nada. nada. Gracias. Adiós. MUJER POLICÍA: Espere. ( Pausa.) Pausa.) ¿Sabe lo que que es? HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: No. No lo he abierto. abierto. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Quizá deberíamos pasarlo pasarlo por el detector de metales. MUJER POLICÍA ( palpando ( palpando la bolsa): bolsa): No creo que haya ningún ningún metal. HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: ¡¿No será una bomba, no?! no?! MUJER POLICÍA: ¿Una bomba? HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: Bueno, pues me voy.
MUJER MUJER POLICÍA: POLICÍA: Usted Usted no se mueve de aquí hasta que abramos abramos el paquete. paquete. ( Pausa.) Pausa. ) Puede que tengamos que tomarle declaración. HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: ¿Declaración? Imposible... Imposible... Yo... no dispongo de tiempo... tiempo... Oiga, yo... Mire, yo tengo prisa, mucha prisa. Mi mujer está... embarazada... no tanto como usted.... bueno, quiero decir como usted, pero de cuatro meses... Y he quedado con ella para ir al ginecólogo... Uh, ya casi es la hora... es que hoy nos van a decir si es niño o niña... ¿Sabe?, es su tercer embarazo, pero los otros dos los perdimos... Abortó... espontáneamente, quiero decir... Nos hace tanta ilusión esta criatura... Y yo... oh, voy a llegar tarde... Si lo llego a saber, me llevo la bolsa al ginecólogo y se la traigo después de la visita... visita... Porque después después sí que tengo tiempo, tengo toda la tarde libre... Quiero decir, que si quiere, no la abra, y dentro de dos horitas vuelvo a estar aquí, abre usted la bolsa delante de mí y me toman todas las declaraciones que deseen... deseen... Por favor... favor... En realidad, soy imbécil... imbécil... Eso me pasa por ser tan buen ciudadano... He visto que ponía "urgentemente" en la nota y por eso he venido primero primero aquí, incumpliendo incumpliendo mis deberes de padre. Mi mujer debe de estar estar ya en la consulta, seguro. Y debe de estar preocupadísima. La pobre se cree que ella tiene la culpa de los abortos y que yo ya estoy harto de todo este asunto de los embarazos embarazos,, y en este preciso preciso instante instante debe de estar estar pensando: pensando: "no va a venir, venir, me deja sola, me odia porque ya le he matado a dos de sus hijos"... hijos"... está tan nerviosa, nerviosa, la pobre... No podemos perder a este tercer hijo... Y hoy nos tienen que decir si la cosa va bien, y si es niño o niña. Yo... yo quiero niña y ella, niño. En realidad, nos da exact exactame amente nte lo mism mismo, o, pero pero si fuera fuera niña, niña, yo sería sería tan tan feliz feliz... ... Le...l Le...le.. e...le .le... ...le le pondríamos pondríamos María. Es un nombre nombre precioso, precioso, tan sencillo. sencillo. María. Si es niño, todavía todavía no lo hemos decidido. Se lo ruego, no tengo tiempo, soy un buen ciudadano, ¿me dejan que me vaya? Mire usted, devuélvame la bolsa, hagan ver que no he venido, olvídense de mí, y regreso en un par de horitas, que ya estaré más relajado y sabré si el feto está bien implantado y si es un macho o una María, y tendré para ustedes todo el tiempo tiempo que deseen, deseen, señores policías, policías, todo el tiempo tiempo del mundo, mundo, todo el del mundo, sí, todo, porque yo... yo... ( Se pone a llorar desconsoladamente.) Lo siento, lo siento mucho... HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: ¿No se encuentra bien? HOMBR HOMBRE E TÍMI TÍMIDO: DO: No, No, yo... yo... yo... yo... Es que hace hace ya un año y ocho ocho meses que busco busco trabajo... Estoy en el paro... Por eso digo que tengo todo el tiempo del mundo... Pero eso no es todo... A mi mujer se le acaba el contrato con la empresa en la que trabaja dentro de tres semanas, y ayer le dijeron que no se lo renovarían. Por el embarazo y la criatura. El mes que viene no podremos pagar el alquiler, y nos echarán del piso. ¿Qué futuro creen que le espera a mi hijita? ( Vuelve a llorar .) .) O a mi hijito. Perdonen, oh, qué vergüenza... MUJER POLICÍA: No se lo tome así, así, hombre... Hay que ser positivo... positivo... HOMBRE TÍMIDO (deja ( deja de llorar de golpe y mira fijamente fijamente a la mujer policía): policía): ¿Positivo? Para Para uste usted d debe debe de ser ser muy muy fáci fácil.l. Un suel sueldo do dign digno, o, un trab trabaj ajo o fijo fijo,, baja baja de maternidad, seguridad social, vacaciones pagadas... Seguro que a estas alturas ya le ha comprado al hijo que va a parir dentro de pocos días la ropita y la cunita, la bañerita y los juguetitos más bonitos y más caros; seguro que usted es de las que pagan reglamentariamente su hipoteca, y las facturas de la casa, y el seguro de vida y el plan de pensiones y eso la hace feliz; seguro que incluso le sobra dinero para comprarse el coche de sus sueños... Míreme a mí. No tengo nada. Nada. Sólo la ilusión de que un día, mi hija María, si tenemos la suerte de que llegue a nacer, crezca en un mundo diferente, en el que la felicidad no se mida por la cantidad de
facturas que puedes pagar ni las condiciones del contrato que acabas de firmar sino por los auténticos valores de tu personalidad, y así ella pueda vengarme. Yo soy una buena persona, mínimamente mínimamente inteligente inteligente,, sensible, sensible, educado, generoso generoso y mire adónde he ido a parar. parar. No me diga que tengo que ser positivo. positivo. Yo ahora no puedo ser positivo. Ahora no me lo pida. No me lo pida, por favor. ( Pausa.) Pausa.) Perdonen, yo no quería... HOMBRE POLICÍA (después (después de una pausa): pausa): Váyase. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Déjenos su teléfono. HOMBRE HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: 909.33.44. 909.33.44.55.87. 55.87. Buenos Buenos días. Y buen provecho. provecho. ¿Para cuándo le toca? MUJER POLICÍA: POLICÍA: Para dentro de quince días. HOMBRE TÍMIDO: TÍMIDO: Que tenga suerte. MUJER POLICÍA: Usted también. HOMBRE TÍMIDO: Gracias. El hombre tímido sale. Los policías lo miran. La mujer policía sonríe. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Pues sí que estamos buenos. buenos. HOMBRE HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Un poco más y me quita el hambre. hambre. Esta Esta gente me deprime. deprime. No puedo evitarlo. Hasta me cuesta mirarles a los ojos. Me pasa siempre igual. No sé qué decirles, decirles, cómo reaccionar, reaccionar, si darles darles dinero dinero o comprarles comprarles un bocadillo, bocadillo, o darles darles conversación. Al final, me quedo parado, mudo, no hago nada, no digo nada, hago ver que ni los he oído, y ellos se van y yo me quedo con la mierda esta de la mala conciencia el resto del día. (Pausa. ( Pausa. Refiriéndose a la bolsa:) bolsa :) Dame, la llevaré arriba. MUJER POLICÍA: Primero ábrela. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: No. Mejor Mejor que... MUJER POLICÍA: POLICÍA: Ábrela, que tengo curiosidad. curiosidad. El hombre policía da un bocado al bocadillo. Coge la bolsa. La abre. Saca un pequeño objeto envuelto en papel de aluminio. La mujer policía mira. El hombre policía desenvuelve el objeto. Lo mira. De pronto, se lo pasa a la mujer policía, va a un rincón y escupe los trozos de bocadillo. Tiene arca arcada das. s. La muje mujerr poli policí cía a mira mira atón atónitita a el pequ pequeñ eño o paqu paquet ete. e. Deja Deja el bocadillo. Coge lo que hay en el papel de aluminio. Es una oreja cortada. MUJER POLICÍA: POLICÍA: ¡Sal, corre, ve a buscarlo! buscarlo! El hombre policía sale corriendo. La mujer policía deja la oreja en el papel de aluminio. Se queda absorta. Adivina de quién es la oreja. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Mierda, mierda, mierda, mierda. El hombre policía vuelve a entrar, corriendo, sin aliento. Le sale sangre de la boca. A partir de ahora, los dos hablan muy de prisa, atropelladamente.
HOMBR HOMBRE E POLIC POLICÍA: ÍA: Lo hemos hemos perdid perdido. o. De todos todos modos, modos, ha dicho dicho que no lo había había abierto. MUJER POLICÍA: ¿Y qué? ¡Mierda! HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Voy a dar dar parte al comisario. MUJER POLICÍA: Espera. HOMBRE POLICÍA: Qué. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Ya sabes de quién es, es, ¿no? HOMBRE POLICÍA: Claro. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Mierda. Se nos va a llenar llenar toda la comisaría de periodistas, no soporto soporto a los periodistas, periodistas, nos querrán hacer hacer entrevis entrevistas, tas, morbosos, morbosos, desgraciados. desgraciados. Sólo pensando en el sensacionalismo de la noticia, los muy cerdos. Pero aquella mujer ya se ha quedado sin dedo y ahora sin oreja... mierda, mierda, mierda... Ah, me duele... HOMBRE POLICÍA: ¿Contracciones? MUJER POLICÍA: Acidez... (Lo ( Lo mira.) mira.) ¿Qué tienes en la boca? HOMBRE POLICÍA: ¿Qué tengo? tengo? MUJER POLICÍA: Sangre. HOMBRE POLICÍA (se ( se pasa la mano por los labios): labios): Me he mordido la lengua. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Tienes una hemorragia. HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: No me asustes. MUJER POLICÍA: Ponte un un pañuelo. HOMBRE POLICÍA: No tengo. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Toma, coge el el mío. Está limpio. limpio. HOMBR HOMBRE E POLIC POLICÍA: ÍA: Gracia Gracias. s. Oye... Oye... me voy a desmay desmayar. ar... .. Tienes Tienes que dar parte al comisario... MUJER MUJER POLICÍ POLICÍA: A: Estás Estás sangran sangrando do una barbari barbaridad. dad... .. Mierda Mierda,, y encima encima yo, con la acidez... Y aquella mujer...( Está a punto de echarse a llorar .) .) ...aquella pobre mujer desgraciada... HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: No noto la lengua. lengua. Me estoy mareando... mareando... MUJER POLICÍA: POLICÍA: Ven, te acompaño al lavabo. lavabo. HOMBRE POLICÍA: No puedo, se me nubla la vista, vista, no puedo dar ni un paso... Me Me voy a caer. MUJER MUJER POLICÍA: POLICÍA: Déjame Déjame a mí. Abre la boca. Así. Ahora Ahora ciérrala. Apriétate Apriétate la lengua bien fuerte. Buf, no te la has mordido, chico, prácticamente te la has arrancado. Fuerte, más fuerte. Así, no tengas miedo. No te muevas, quédate ahí. ¿Dónde está la oreja? (La (La coge.) coge.) Voy a avisar al comisario. Y de paso llamaré al servicio de urgencias. No te preocupes. Respira hondo, sin nervios. Seguro que no es nada. Ahora traigo el botiquín. Te haré un buen tapón hasta que llegue el médico. Luego, unos cuantos puntos, unos pocos días sin comer bocatas, y no habrá pasado nada,
ya lo verás. (Mira ( Mira la oreja.) oreja.) Ella, en cambio... ella ya está condenada, consuélate con eso. HOMBRE POLICÍA: Sí. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Ojalá estuviera estuviera muerta... muerta... HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: ¿Por qué lo dices? MUJER POLICÍA: POLICÍA: Para no tener tener que sufir. sufir. HOMBRE HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: Los encont encontrarem raremos. os. (La ( La mujer policía sonríe amargamente.) amargamente. ) Los encontrará encontrarán. n. (La mujer mujer policí policía a niega niega con la cabeza cabeza,, débilm débilment ente. e.)) Se me va la cabeza. El hombre policía se deja caer al suelo, débil. Tiene el pañuelo en la boca, el cual ya está completamente rojo. Se mira la mano. Está llena de sangre. La mujer policía va a salir, pero de repente se gira, impulsada por un pensamiento. MUJER POLICÍA: POLICÍA: ¿Te has creído creído la historia de aquel aquel hombre? HOMBRE POLICÍA: Sí. MUJER POLICÍA: POLICÍA: Aguanta. En seguida vuelvo. vuelvo. HOMBRE POLICÍA: Espera. MUJER POLICÍA: ¿Qué? HOMBRE POLICÍA: Llámale. Nueve cero nueve, nueve, treinta y tres, cuarenta cuarenta y cuatro, sesenta y seis. seis... .. no, cincue cincuenta nta y cinco. cinco... .. sí, sí, ochent ochenta.. a.... no... no... setent setenta.. a.... no... no... ochent ochenta.. a.... ochenta... ochenta... MUJER POLICÍA: ¿Ochenta y ocho? HOMBRE POLICÍA: POLICÍA: No. ¿Ochenta y... seis? MUJER POLICÍA: POLICÍA: ¿Ochenta y nueve? HOMBRE POLICÍA: ¿Ochenta y uno? MUJER POLICÍA: POLICÍA: Da igual. igual. Tranquilo. La mujer policía sale. El hombre policía mira al vacío. Está lleno de sangre. Pausa. HOMBRE POLICÍA: Condenada. Cierra los ojos. Oscuro.
ESCENA 4
Jardín de una casa lujosa. Césped. Aire transparente. Sol. Muy cerca, una piscina. Reflejos azules del agua. Una mujer en una tumbona, con gafas de sol, la amante. amante. Aparece Aparece sigilosam sigilosamente ente una mujer mujer vestida vestida con un uniforme uniforme rojo, la joven mensajera. Lleva un paquete en las manos. La mujer no la ve. Parec arece e dorm dormid ida a, o ausen usente te.. La mensaj nsajer era a entra ntra boqui oquiab abie iert rta, a, contemplando la casa y el jardín. Se acerca a la amante, que sigue sin reparar en ella. La mensajera se está un tiempo quieta, delante de la amante. Tose. La amante se sobresalta y la mira. AMANTE: ¿Quién es usted? ¿Cómo ¿Cómo ha entrado aquí? JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Por la puerta. Me Me ha abierto una chica. chica. AMANTE: ¿Por qué la ha dejado entrar? JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Para poder entregarle entregarle este paquete. paquete. AMANTE: ¿Por qué no se lo ha dado a ella? JOVEN JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Está a su nombre. nombre. Debo entregárse entregárselo lo en mano. Lo pone aquí, mire. AMANTE: ¿A mi nombre? No espero espero nada. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿Y yo yo qué quiere que le diga? diga? AMANTE: ¿Cómo ha burlado a la policía? JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿La policía? policía? ¿Qué policía? policía? AMANTE: La que está en la puerta. JOVEN MENSAJERA: No he visto a nadie. Como Como no vayan camuflados... La amante se levanta y desaparece un momento. La mensajera deja el paquete en la tumbona. La amante regresa. regresa. AMANTE: Debe de ser la hora del cambio cambio de turno... JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Firme este recibo, por favor. favor. AMANTE (mirando (mirando el paquete): paquete): ¿Qué es? JOVEN JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Nuestra Nuestra empresa empresa no acostumbra acostumbra a fisgonear el interior interior de los paquetes que se encarga de mandar. AMANTE: No, claro, pero... JOVEN MENSAJERA: Pero, ¿qué? AMANTE: Nada. (Firma. (Firma.)) Tenga. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: La copia, para usted. AMANTE: Gracias... En este momento, momento, no llevo nada... para... para... para...
JOVEN MENSAJERA: ¿Perdón? AMANTE: De propina, me refiero. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Tampoco aceptamos aceptamos propinas. AMANTE: Ah, muy bien. No es necesario necesario que la acompañe, ¿verdad? JOVEN MENSAJERA: No. ( Pausa. Va a salir, pero se detiene, a una cierta distancia. Se gira. Sonríe sensualmente. Mira a la amante.) amante.) Tiene una casa preciosa. AMANTE: Gracias. JOVEN MENSAJERA: Me encantaría tener una casa como como ésta. Siempre lo he deseado. deseado. Es la casa de mis sueños. AMANTE: Me alegro. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Tendría que casarme casarme con un multimillonario. multimillonario. Como usted. AMANTE: Yo no estoy casada. casada. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: Es hija de millonarios. millonarios. AMANTE: Tampoco. Oiga usted, ¿no ¿no le parece que...? JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿Entonces de qué trabaja para tener tener tanto dinero? (La (La amante la mira severamente.) Perdóneme. Suena un teléfono móvil que está sobre la tumbona. La amante se precipita al teléfono y lo coge. Mira a la mensajera. AMANTE: Adiós. JOVEN MENSAJERA: Adiós. La mensajera se dispone a salir. La amante responde al teléfono. La mensajera se detiene de espaldas a la amante y escucha la conversación, disimuladamente. AMANTE: ¿Diga? Ah, hola. Bien. ¿Cómo te encuentras? ¿Y el niño? Ya. ¿Dónde estás? (Mira en dirección a la calle.) calle.) Sí, sí, te estoy viendo. No, no quiero salir. Aparca el coche y entra. Te espero. Hasta ahora. Un beso. La amant amante e cuelga cuelga.. Pausa Pausa.. Se queda queda absort absorta a miran mirando do el paquet paquete. e. De repe repent nte, e, nota nota la pres presen enci cia a de la mens mensaje ajera ra detr detrás ás de ella ella.. Se gira gira bruscamente. AMANTE: ¿Por qué no se ha marchado? marchado? JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿Le ocurre ocurre algo? AMANTE: Haga el favor de salir inmediatamente inmediatamente de mi casa. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿No puedo ayudarla ayudarla en nada? AMANTE: Me gustaría poderle decir que sí. sí. Pero no. Adiós. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿Por qué hay policía policía en la puerta de su casa? AMANTE: ¿No me ha oído?
JOVEN JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿De dónde ha sacado sacado esta casa si no tiene marido, marido, ni es hija de ricos, ni ha podido comprarla con el dinero que gana? AMANTE: Ya están aquí los policías policías del siguiente turno. JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: No creo que me me detengan por hacer preguntas. preguntas. ¿Quién es usted? (Pausa.) ( Va a salir. Se detiene de nuevo y mira fijamente a la amante.) Pausa.) Ya me voy. (Va amante. ) Lo siento mucho. Yo sólo pretendía ayudarla. AMANTE: ¿Por qué cree que necesito ayuda? JOVEN MENSAJERA: Parece asustada. asustada. AMANTE: ¿Y usted?, ¿quién es usted? usted? JOVEN MENSAJERA: ¿Perdón? AMANTE (bajando (bajando la mirada): mirada): Exigiré que la interroguen. interroguen. JOVEN JOVEN MENSAJERA: MENSAJERA: ¿A mí? ¿Que me interroguen interroguen? ? ¿Por qué? Yo no he hecho nada. Sólo traerle este paquete. Jamás he tenido ningún problema con la empresa. Me he quedado... porque la veía... perdida, triste. Usted tiene un problema grave. Se le nota en la mirada... Y tiene ganas de contárselo a alguien... De quitárselo de encima para que desaparezca la angustia. Tiene ganas de hablar, de explotar, decir algo que está callando desde hace algún tiempo, ya no puede más... Eso es lo que he pensado al verla. Pero, claro... mírese usted y míreme a mí... Sus cabellos, su peinado, peinado, su vestido, su piel, su casa... casa... En cambio, cambio, yo... Bah, soy una ingenua... ingenua... Como si yo pudiera... servirle de... Discúlpeme. La mensajera sale. La amante se ha quedado mirándola. Tiene los ojos llorosos. Va a la tumbona. Se sienta. Mira el paquete. Lo coge. Lo sopesa. Lo mira por arriba arriba y por abajo. abajo. Desgarra el precinto con con las uñas. Saca un par de grapas. Involuntariamente, se clava una de las grapas en el dedo pulgar de la mano derecha. Débil exclamació de dolor. Se quita la grapa. Le sale sangre del dedo. Se lo mira. Lo introduce en la boca. Sigue abriendo el paquete mientras succiona la sangre del dedo. Abre el paquete. Saca una bolsa casi transparente que contiene una cosa blancuzca. Abre el plás plástitico co por por la part parte e supe superio riorr y cont contem empl pla a lo que que hay. hay. Se qued queda a comp comple leta tame ment nte e inmó inmóvi vill mira mirand ndo o el inte interi rior or de la bols bolsa a de plás plástitico co.. Súbitamente, la lanza sobre la tumbona, profiere un grito sordo y empieza a temblar, presa del pánico. Se queda de pie, inmóvil, aterrada, paralizada, a cierta distancia del paquete, sin poder apartar la vista de él. Pausa. Pausa. Aparec Aparece, e, por donde donde había había salido salido la mensa mensajera jera,, el marido marido.. Un hombre de mediana edad. Con traje. Sin corbata. Camina despacio. La amante no parece advertir su presencia. El marido se le acerca. Va a besarla en la boca, pero al ver su estado, se detiene y la contempla. MARIDO (con (con una voz apenas audible): audible): ¿Qué te pasa? La amante no dice nada. Sólo mira la bolsa. El marido mira en la dirección de la mirada de ella. Ve la caja abierta y la bolsa de plástico. Se acerca. Coge la bolsa. Quita el plástico. plástico. Dentro Dentro hay un pie cortado cortado por encima encima del
tobillo. Él lo coge. Se queda lívido. Se le acelera el corazón, salvajemente. Le cuesta respirar. Está a punto de sufrir una crisis nerviosa, pero cierra los ojos y empieza a respirar profundamente, en un gesto de dolor. Intenta mantener la calma, con grandes esfuerzos para controlarse. Finalmente, lo consig consigue. ue. Vuelve Vuelve a abrir abrir los ojos. ojos. Respir Respira a con norma normalida lidad. d. Se queda queda prácticamente impasible. Se sienta en la tumbona, sin soltar el pie, que coloca en su falda. Silencio. El marido empieza a hablar con una aparente serenidad, y la amante en estado de shock, ambos atropelladamente y muy deprisa. MARIDO: Acabo de pagar. AMANTE: Dios mío... MARIDO: La escolta está en la puerta. Ve Ve a llamarlos. AMANTE: No puedo. MARIDO: ¿Cómo ha llegado hasta aquí? AMANTE: Una chica... lo acaba acaba de traer... MARIDO: ¿Se ha ido? AMANTE: Sí. MARIDO: ¿La has dejado marcharse? marcharse? AMANTE: Sí. MARIDO: ¿Por qué? AMANTE: No lo había abierto. MARIDO: ¿Y no has has sospechado que podía ser...? AMANTE: No. ¿Por qué tenía que sospecharlo? sospecharlo? ¿Aquí? ¿En mi casa? MARIDO: Ve a llamarlos. AMANTE: No puedo. El marido deja el pie sobre el césped y se levanta. Va a salir. AMANTE: ¡No! No me dejes sola. sola. Con... eso. MARIDO: ¿"Eso"? AMANTE: Sí. MARIDO: ¿Qué tienes en la mano? AMANTE: ¿Qué mano? MARIDO: Sangre. La amante se mira la mano. Está roja de sangre. AMANTE: No es nada. MARIDO: Ahora vuelvo.
AMANTE: Que no te vayas, te he dicho. dicho. MARIDO: ¿Por qué? AMANTE: La matarán, ¿verdad? MARIDO: Te repito que acabo de pagar. AMANTE: No quieren dinero. MARIDO: Sí, quieren dinero. Ya lo tienen. Dentro Dentro de cinco o seis horas, ya habrá habrá pasado todo. AMANTE: Si quisieran dinero, no le harían daño. MARIDO: Esa gente no no razona igual que nosotros. AMANTE: Gracias a dios. MARIDO: ¿Qué? AMANTE: ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? tranquilo? MARIDO: No estoy estoy tranquilo. AMANTE: ¿No piensas en ella? MARIDO: Sí. AMANTE: Creo que me voy a desmayar. desmayar. MARIDO: Respira hondo. AMANTE: No puedo. No puedo moverme. moverme. MARIDO: Cálmate. AMANTE: ¡Llévate eso de ahí, ahí, por lo que más quieras! El marido va a coger el pie. Lo detiene la voz de la amante. AMANTE: ¿Cómo sabían quién era yo? MARIDO: No lo sé. AMANTE: ¿Por qué me lo han enviado a mí? MARIDO: No lo sé. AMANTE: Ha sido ella. MARIDO: ¿Qué? AMANTE: Ella. MARIDO: Entra en casa, casa, necesitas descansar. AMANTE: Lo sabía todo. Es más lista que tú y que yo y que nadie. ¿Y si todo es una farsa? MARIDO: Estás delirando. AMANTE: ¡Entonces, ¿por qué me han enviado enviado eso a mí?! MARIDO: "Eso" es es su pie. AMANTE: ¿Y si no es el suyo? suyo?
MARID MARIDO: O: ¿Acaso ¿Acaso crees crees que no reconoce reconocería ría el pie de mi mujer mujer? ? Llevo Llevo quince quince años años viéndolo cada día. AMANTE: ¿El mío también también lo reconocerías? (Pausa. ( Pausa.)) ¿De dónde has sacado el dinero? MARIDO: Ahora eso eso no importa. AMANTE: Sí que importa. MARIDO: No importa. AMANTE: Quiero morir. MARIDO: No es es verdad. AMANTE: No quiero que ella muera. MARIDO: Nadie lo quiere. AMANTE: ¿Nadie? (Lo (Lo mira fijamente.) fijamente. ) ¿Nadie? MARIDO: Nadie. AMANTE ( prácticamente prácticamente sin respirar, histéricamente histéricamente): ): Este pie tendría tendría que ser el tuyo, no el de tu mujer, tú eres el político, tú eres el personaje, tú eres quien debería ser mutilado, ella no ha hecho nada, nada, sólo ser tu mujer y mi desgracia, tú eres el corrupto y el hipócrita hijo de puta que nunca ha tenido problemas para pisotear a cualquiera que se te pusiera por delante si eso te daba poder, poder y más poder... la han secuestrado a ella porque no tenía escolta, ya le han cortado un dedo, una oreja y ahora el pie, dentro de unas cuantas horas le cortarán la cabeza y ya se habr habrán án embo embols lsad ado o el dine dinero ro que que has has ido ido a mend mendig igar ar a tus tus amig amigos os mafi mafios osos os empresarios de mierda, a saber qué te coño te van a pedir ahora éstos a cambio, se te ha acabado la vida. (Pausa. ( Pausa.)) Se nos ha acabado la vida. MARIDO: La vida seguirá igual igual le hagan lo que hagan a mi mujer. AMANTE: El cielo se está tapando. Está Está a punto de llover. MARIDO: Sabes muy bien que te necesito... AMANTE: No me toques. ( Pausa.) Pausa.) Ella es quien tiene ahora todo el poder, ¿no lo entiendes? Incluso sobre nosotros. MARIDO: Tienes que curarte esa herida, cada vez vez te sale más sangre. AMANTE: Si a mí me sale sangre sangre por un ridículo rasguño como éste, ¿cuánta ¿cuánta debe haber derramado ella? MARIDO: Cállate, por favor. favor. AMANTE: ¿Cuánta y por qué? ¿Por qué? ¡¡¿Por qué por qué por qué por qué por qué por qué por qué...POR QUÉ?!! MARIDO : Ven conmigo, apóyate apóyate en mi hombro... hombro... AMANTE: QUE NO ME TOQUES, ME DAS ASCO, ME DAS ASCO, TODA LA CULPA ES TUYA, MACHISTA DE MIERDA, INSENSIBLE DE MIERDA, CREÍAS QUE LO TENÍ TENÍAS AS TODO TODO,, ¿EH? ¿EH?,, TODO TODO,, UN CARG CARGO O IMPO IMPORT RTAN ANTE TE,, UNA UNA POSI POSICI CIÓN ÓN PRIVILEGIADA Y SEGURA A PESAR DE LOS ATAQUES DE LA OPOSICIÓN, CON UN BRILLANTÍSIMO FUTURO POR DELANTE, QUIÉN SABE SI DENTRO DE POCOS AÑOS HASTA PRESIDENTE Y TODO DE TU QUERIDÍSIMO PAÍS QUE EN EL FONDO DE TI MISMO TE LA SUDA, DINERO, DINERO, DINERO Y
MÁS DINERO SALIDO DE VETE A SABER DÓNDE, UNA MUJER COMO DEBE SER, CULTA, INTELIGENTE, UN HIJO PRECIOSO, NO SÉ CUÁNTAS CASAS, NO SÉ CUÁNTOS COCHES, UNA AMANTE SECRETA, NI DEMASIADO JOVEN NI DEMASIADO VIEJA, MÁS GUAPA QUE INTELIGENTE PARA COMPENSAR LO QUE LA MUJER OFICIAL NO PUEDE OFRECERTE, UNA AMANTE A LA CUAL TE PERMITES EL LUJO DE REGALAR A TRAVÉS DE NO SÉ QUÉ MIERDA DE SOCI SOCIED EDAD AD QUE QUE TIEN TIENES ES CON CON CUAT CUATRO RO MAFI MAFIOS OSOS OS MÁS MÁS UNA UNA PREC PRECIO IOSA SA MANSIÓ MANSIÓN N CON CON TODAS TODAS LAS COMODI COMODIDAD DADES, ES, QUE QUE NO HACE HACE PREGUN PREGUNTAS TAS,, PERO PERO AHOR AHORA A RESU RESULT LTA A QUE QUE NO ES TAN TAN SECR SECRET ETA A COMO COMO PENS PENSABA ABAS, S, PORQ PORQUE UE ACAB ACABA A DE RECI RECIBI BIR R EL PIE PIE DE LA MUJER UJER LEGA LEGAL L QUE QUE UNOS UNOS TERRORISTAS FANTASMAS LE ACABAN DE MUTILAR DESPUÉS DE HABER HECHO LO MISMO CON UN DEDO SUYO Y UNA OREJA SUYA, UNA AMANTE QUE QUE JAMÁ JAMÁS S HACE ACE PREG PREGUN UNTA TAS S PERO PERO QUE QUE AHOR AHORA A TIEN TIENE E GANA GANAS S DE HABLAR, DE EXPLOTAR, DE DECIR LO QUE HA ESTADO CALLANDO: TODA LA CULPA ES TUYA, POR SER QUIEN ERES, POR HABER HECHO LO QUE HAS HECHO, Y AHORA ME DAS ASCO, TU VIDA ES UNA MENTIRA, COMO ESA MONS MONSTR TRUO UOSA SA SERE SERENI NIDA DAD D TUYA, UYA, TU MUJE MUJER R CORT CORTAD ADA A A PEDA PEDAZO ZOS S DISEMINADA POR TODA LA CIUDAD, Y YO, TU AMANTE, DESTROZADA PARA SIEMPRE POR DENTRO, LA SANGRE DERRAMADA DE TU MUJER, QUE YA DEBE DE ESTAR MUERTA, SANGRE QUE POR SUERTE SOBREVIVIRÁ EN LAS VENAS DE TU HIJO, AUNQUE MEZCLADA CON LA TUYA, POR DESGRACIA, TU SANGRE PODRIDA, SI ES QUE ALGUNA VEZ HA CORRIDO SANGRE POR TUS VENAS, VENAS, POLÍTICO POLÍTICO DE MIERD MIERDA, A, A MÍ NO ME ENGAÑ ENGAÑAS, AS, NO HAY NINGÚ NINGÚN N TERRORISTA, NINGUNO, TODA LA CULPA ES TUYA. MARIDO: Tienes razón, deberíamos deberíamos entrar, está empezando empezando a llover. El marido se acerca a la amante y la coge. Ella se desprende bruscamente de él y le empuja. Él cae al suelo, muy cerca de dónde se halla el pie cortado. AMANTE: Todavía hay sangre suya en su pie. Aunque esté medio seca, es suya. (Pausa. Señala el pie con la cabeza.) cabeza.) Cómetelo. A lo mejor su sangre te purifica. (Pausa.) Pausa.) Hazme caso, aunque sólo sea una vez. La primera y última vez. ( Pausa.) Pausa. ) Cómetelo. La amante sale. El marido mira el pie y se abraza a él con todas sus fuerzas. Empieza a llover. El marido llora abrazado al pie de su mujer. Mira al cielo. Las gotas de lluvia resbalan por su cara y se mezclan con sus lágrimas. Baja la cabeza y mira al infinito. MARIDO: La cabeza. ( Pausa.) Pausa.) Mi cabeza. El marido deja el pie, se lleva las manos a la cara y se clava fuertemente las uñas en la parte superior de la mejilla. Se desgarra la cara con las uñas, fuertemente, de arriba abajo. La piel se le salta y empieza a sangrar abunda abundante ntemen mente. te. Sus ojos ojos ni siquer siquera a parpad parpadean ean.. Mira Mira el pie. pie. Con las manos manos ensangrent ensangrentadas adas lo coge. coge. Toca Toca la uña del dedo gordo. gordo. La zarandea hasta que se desprende de la carne. Mira al infinito. Abre la boca. Con un
gesto lento, se introduce la uña en la boca. Cierra los labios. Empieza a masticar. Oscuro.
ESCENA 5 y última.
Espacio cerrado de la primera escena. Penumbra. La mujer está sola, sentada en el centro, vestida sólo con una camisa arremangada. Le falta el dedo índice de la mano derecha, la oreja izquierda y el pie derecho. Tiene vendadas estas tres partes del cuerpo. Un vendaje muy bien realizado, pulcro. Ni una gota de sangre traspasa las vendas. La pierna del pie amputado reposa encima de una caja. Está descalza del otro pie. Tiene los ojos cerrados. cerrados. De repente, abre los ojos y mira delante de ella. Su rostro no expresa nada. Absolutamente nada. Se queda así, con la mirada fija, perdida en el infinito. Sus ojos se llenan de lágrimas que no llegan a deslizarse por sus mejillas. Permanece un tiempo completamente inmóvil, sin moverse ni pestañear. Luego, con un hilo de voz apenas audible, empieza a tararear la melodía de la canción que le cantó la niña. Se le entienden algunas palabras, hasta que acaba cantándola entera. MUJER: ...las brujas... brujas... escobas negras... negras... la tierra... la luna. Quiero ser una bruja, tralará, subida en una escoba, tralarí, quiero dejar la tierra, tral.larà, tralarí, tralarí, a la luna quiero ir. Se call calla. a. Perm Perman anec ece e un tiem tiempo po más más en sile silenc ncio. io. Se abre abre la puer puerta ta.. Resplandor. Ella no se gira. Sigue inmóvil con la mirada fija. Aparece el hombre con una enorme caja llena de herramientas. Cierra la puerta. Mira a la mujer. Se queda quieto, con la caja debajo del brazo, detrás de ella. HOMBRE: ¿Quiere alguna cosa? MUJER: Sólo faltan unos unos minutos, ¿verdad? HOMBRE: ¿Comida? MUJER: Sé que mi mi marido ha pagado. HOMBRE: ¿Algo de beber? MUJER: ¿Qué importa ahora si si tengo hambre o tengo sed? HOMBRE: ¿No desea nada? MUJER: Salir de aquí. HOMBRE: ¿Cómo sabe sabe que ha pagado? MUJER: Lo sé. HOMBRE: ¿Seguro que no quiere nada?
MUJER: Ya le he dicho lo que quiero. Pausa. El hombre va al rincón oscuro. Ella aún permanece inmóvil. Pero su respiración es cada vez más agitada y empieza a sudar. MUJER: MUJER: Sí. Quiero Quiero dos cosas cosas.. (El ( El hombre no responde. Aún está en el rincón oscuro.) oscuro. ) Deseo dos cosas. (Pausa. ( Pausa.)) Dos. (Pausa. (Pausa.)) Si me quedan pocos minutos, pueden concedérmelas. (Pausa. (Pausa.)) Porque me quedan pocos minutos, ¿no es así? ( Pausa.) Pausa.) ¿Cuántos, ¿Cuántos, exactamen exactamente? te? (Pausa.) ) Deben de haber pasado dos horas desde el Pausa. último calmante que me inyectó su... compañera... ¿O no es su compañera? Por cierto, ya se me ha pasado el efecto. Estos calmantes no sé de dónde los han sacado, no valen nada. Se oyen algunos ruidos desde el rincón rincón oscuro. El hombre hombre manipula manipula en la oscuridad las herramientas. Sonidos metálicos, golpes de las herramientas entre sí y contra el suelo. MUJER: MUJER: No haga tanto tanto ruido, por favor, favor, tengo el oído muy sensible. sensible. El de la oreja que aún tengo. Y el otro, todavía más. Aparece el hombre en el círculo de luz. Se acerca a la mujer. Ella gira la cabeza y lo mira a los ojos, con un gesto solemne. HOMBRE: ¿Qué es lo que quiere? MUJER: Primero un favor personal. personal. Tengo... una necesidad necesidad física. Tiene que ayudarme. ayudarme. No creo que tenga fuerzas para hacerlo yo sola. Apenas puedo moverme. ¿Me ayudará? HOMBRE: ¿A qué? MUJER: Me pica mucho. mucho. Necesito que me rasque muy fuerte. fuerte. HOMBRE: ¿Dónde? MUJER: ¿Lo hará? HOMBRE: Sí. MUJER: Gracias. HOMBRE: ¿Qué quiere que le rasque? MUJER: El pie. Él se agacha, le coge el pie y se lo rasca delicadamente. MUJER: MUJER: Lo hace muy muy bien. Pero hay un pequeño pequeño problema. problema. (Pausa. ( Pausa.)) No es éste el pie que me pica. El hombre deja de rascar. Mira a la mujer, que lo desafía con la mirada. Él no puede sostenérsela. Deja el pie y se levanta. HOMBRE: No se burle de mí. MUJER: No me burlo. Me pica pica mucho. Los dedos, dedos, la planta, el tobillo, el el empeine, el pie entero entero.. (Pausa.) Pausa. ) Lo únic único o que que he nota notado do al volv volver er en sí ha sido sido este este pic picor
insoportable. He mirado. No he visto el pie y aún así me pica. Y el dedo. Y la oreja. Eso me tranquiliza. Cuando me corten la cabeza, durante una milésima de segundo, mis ojos quizá verán mi cuerpo en otro sitio, pero yo todavía lo sentiré como parte de mí. En mi cabeza. La realidad es otra, pero me da igual. En la cabeza, todo sigue en su siti sitio. o. ¿Dón ¿Dónde de debe deben n de habe haberr tira tirado do mi pie? pie? ¿Dón ¿Dónde de debe debe de esta estar r pudriéndose? A mí me da exactamente lo mismo. Mi pie y mi dedo y mi oreja todavía están en mí. Físicamente. Se lo juro. Los siento. Los muevo. Me pican. Me cuesta incorporarme, pero voy a hacer un esfuerzo. Mire. La mujer se inclina hacia adelante, con esfuerzos. Alarga el brazo derecho hacia la pierna en alto y dirige la zona del dedo índice que no tiene al espacio vacío donde debería tener el pie. Mueve la mano de arriba abajo y de derecha a izquierda, rascando el aire. MUJER: Ah... Así, así, eso está mucho mejor... HOMBRE: Basta. MUJER: Qué delicia. HOMBRE: Basta, he dicho. dicho. MUJER: Le molesta que me rasque. rasque. ¿Por qué? HOMBRE: Se está burlando de mí. MUJER: MUJER: ¿Y qué, si fuera verdad? ¿Le da miedo? ¿Le ¿Le aterroriza aterroriza pensar que mi último pensamiento, el último de todos, que quizá seguiré teniendo incluso cuando ya me habrán separado la cabeza del cuerpo, será para ustedes? ¿Una burla de ustedes? (Pausa.) Pausa.) ¿Pre ¿Prefe feri rirí ría a que que me echa echara ra a llor llorar ar,, a supl suplic icar ar,, a pedi pedirr clem clemen enci cia, a, a recordarle que todavía soy joven y tengo un hijo aún pequeño y toda la vida por delante? (Pausa. (Pausa.)) ¿Eso es lo que preferiría oír de mí? HOMBRE: Tal vez vez sí. MUJER: ER: Muy bien. ien. Mír Míreme eme a los los ojos ojos.. ( Las Las lágr lágrim imas as empi empiez ezan an a resb resbal alar arle le abundantemente por las mejillas. Habla serenamente.) serenamente. ) No me maten. Todavía soy joven. Tengo un hijo, aún es pequeño. Tengo toda una vida por delante. Pido clemencia. Silencio. HOMBRE: No soy yo quien pueda pueda concedérsela. MUJER: Entonces, ¿quién? HOMBRE: Yo no. MUJER: Entonces, usted usted no es nadie. HOMBRE: Yo soy yo. yo. Y no no puedo... MUJER: Le admiro. HOMBRE: ¿Qué? MUJER: A usted y a su... compañera. compañera. Les admiro. No son nadie. HOMBRE: ¿Por qué lo dice? dice?
MUJER: Ejecutan órdenes. Sólo Sólo eso. Para el bien común. Para su bien común. El de su gente, su pequeño grupo, pequeño pero poderoso. Un grupo con sus propias reglas. Si éstas implican matar, da igual. Sea como sea, jamás se mata a nadie del grupo y nadie mata en realidad. realidad. Mata el grupo. grupo. Usted Usted sabe perfectam perfectamente ente que no es usted usted quien me mata. Usted no es nadie. Sólo su grupo es alguien. Acaba de decir "yo soy yo" y es mentira. No tiene yo. Usted no tiene yo. Sólo "nosotros". Nuestro territorio, nuestr nuestra a lucha, lucha, nuest nuestra ra casa, casa, nuestr nuestra a lengua lengua,, nuestr nuestra a cultu cultura, ra, nuestr nuestro o aspec aspecto, to, nuestro carácter... Nuestro, nuestro, nuestro... Pero, ¿quién es, dónde está, qué es "nosotros"? ¿Qué rostro tiene? ¿Cómo respira? ¿Cómo habla? ¿Cómo se mueve? ¿Qué piensa? ¿De qué color es su sangre? A mí esta palabra me resulta extraña. Terrible. De otro lugar. De otro tiempo. ( Pausa.) Pausa. ) Sé que para entrar en este lugar, me han hecho atravesar atravesar la máquina del tiempo. Lo que no sé es si la programaron programaron para ir a la prehistoria o si estoy en el siglo XXV. ( Pausa.) Pausa. ) ¿Por qué no dice nada? HOMBRE: No entiendo lo que dice. MUJER: Ahora el segundo deseo. deseo. HOMBRE: ¿Qué? MUJER: He dicho que quería dos cosas. La primera primera ya se la he dicho. La segunda... segunda... HOMBRE: ¿Qué? MUJER: Quiero ver a la niña. HOMBRE: No puede ser. ser. MUJER: Tengo que verla. verla. HOMBRE: Está castigada. MUJER: Es lo único que deseo. HOMBRE: ¿Por qué quiere verla? verla? MUJER: No lo sé, quiero quiero verla. HOMBRE: ¿Por qué? MUJER MUJER:: Le acabo acabo de decir decir que no lo sé. sé. (Pausa. ( Pausa.)) O puede que sí. (Pausa. ( Pausa.)) Quiero despedirme de ella. HOMBRE: Ya lo haré yo por usted. usted. MUJER: No es lo mismo. mismo. HOMBRE: ¿Por qué quiere despedirse de ella? MUJER: Quiero verla y punto, punto, necesito verla, necesito despedirme de ella. HOMBRE: ¿Por qué? MUJER: Deje de preguntarme "por qué", qué", me pone histérica, histérica, mis motivos debo debo de tener, del mismo modo que ustedes deben de tener los suyos para hacer lo que han hecho, hecho, y en ningún momento momento les he preguntado preguntado "por qué"; puedo entender que me secu secues estr tren en,, nece necesi sita tan n dine dinero, ro, nece necesi sita tan n ocup ocupar ar las las prim primer eras as pági página nass de los los periódicos, sentirse poderosos, tienen sus motivos, es una guerra para ustedes; ahora ya tienen el dinero que pedían y no van a cumplir su palabra, ya estoy muerta, lo sé, estoy muerta y no les he preguntado por qué lo han hecho, estoy muerta desde el momento en que me metieron en este agujero y no les he preguntado por
qué antes de matarme han tenido que cortarme a pedazos, no les he preguntado por qué no me pegaron un tiro en la sien en el primer momento, habría sido más fácil, ni sedantes, ni torturas, ni nervios, ni hemorragias, ni sufrimiento inútil, no les he preguntado por qué no cumplirán su palabra y qué es lo que realmente les mueve, no se lo he preguntado porque no soy imbécil; su lógica y la mía se encuentran en dos planos diferentes condenados a no encontrarse nunca, como dos líneas paralelas, sabemos que en el infinito se juntan, pero el infinito no se deja ver. Porque no existe. El universo es limitado, no tiene infinito, empezó y acabará. Por lo tanto, tanto, me import importa a una mierd mierda a que teóric teóricame amente nte no haya haya líneas líneas absolu absolutam tament ente e paralelas, me importa una mierda la teoría, lo único que sé es que yo no las veré nunca juntas. juntas. Aunque... Aunque... Basta. Haga el favor favor de decir decir a la niña que baje, y deje de preguntarme por preguntarme por qué quiero verla. Si se lo explicara, tampoco lo entendería. HOMBRE: Aún así, le exijo exijo que me lo explique. explique. MUJER: Muy bien: me me da miedo la muerte. muerte. Ya está. HOMBRE: ¿Eso qué tiene que ver con la niña? niña? MUJER: Yo tengo tengo un hijo. HOMBRE: ¿Y qué? MUJER: ¿Todavía no lo entiende? HOMBRE: No. Ella no tiene nada que ver con su hijo. No No se le parece en nada. MUJER: Claro que sí. sí. HOMBRE: ¿En qué? MUJER: La edad. La estatura. La mirada. La voz. Los Los gestos. La sonrisa. El lenguaje. La sangre. ¿Le parece poco? HOMBRE: La sangre, no. MUJER: ¿No? La mujer lo mira. Silencio. Se abre la puerta. Haz de luz muy débil. Aparece la silueta de la mujer joven. El hombre la mira. HOMBRE: ¿Lo traes? MUJER JOVEN: Sí. HOMBRE: ¿Ya lo has preparado? preparado? MUJER JOVEN: Sí. MUJER: ¿A qué se refieren? refieren? La mujer joven entra en el círculo de luz. Lleva una jeringuilla llena de líquid líquido. o. La mujer mujer la ve. Siente Siente un escalo escalofrí frío. o. Su corazó corazón n se aceler acelera. a. Tiembla y respira dificultosamente. MUJER: No, por favor. favor. MUJER JOVEN: No le dolerá. MUJER: Esperen un momento, momento, sólo un momento.
HOMBRE: Quiere ver a la niña. MUJER JOVEN: JOVEN: ¿La niña? Hace rato rato que ha salido. HOMBRE: ¿A dónde? MUJER JOVEN: JOVEN: Ha dicho que iba a jugar con unos amigos. MUJER: Jugar... HOMBRE: ¿Con qué qué amigos? amigos? MUJER JOVEN: No lo sé. HOMBRE: Ve a buscarla. MUJER JOVEN: ¿Para qué? HOMBRE: Para que pueda verla...antes. verla...antes. MUJER JOVEN: No. MUJER: Por favor, no quiero morir... HOMBRE: Cállese. MUJER JOVEN: JOVEN: Tengo que cumplir cumplir mi palabra. palabra. HOMBRE: ¿No puedes hacer una excepción? MUJER: ¡¡¡NO QUIERO QUIERO MORIR!!! MORIR!!! HOMBRE: ¡¡¡Que se se calle!!! calle!!! MUJER JOVEN: JOVEN: La castigué. Tengo Tengo que ser coherente. No puedo... MUJER: ¿Coherente? ¿Su palabra? ¡¡Su ¡¡Su palabra también fue que que me dejarían en libertad libertad si mi marido pagaba el rescate!! MUJER JOVEN: No ha ha pagado. MUJER: ¡¡¡Claro que ha pagado, pagado, sé perfectamente que que lo ha hecho!!! MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Estaba Estaba dispuesto dispuesto a hacerlo, pero se lo ha impedido impedido la cúpula de su partido. Qué raro es su marido. Prefiere no tener problemas con su cargo político a tenerlos con su conciencia. MUJER: ¿Dónde está el teléfono? teléfono? ¡¡¡Déjenme que vuelva vuelva a hablar con él!!! él!!! HOMBRE: Ya lo hizo en su momento. Si no le hizo caso entonces, ¿por ¿por qué iba a hacerlo ahora? MUJER MUJER:: Me están están mintie mintiendo ndo.. Claro Claro que ha pagado pagado.. Lo que pasa es que no pueden pueden soltarme. Me van a matar. Lo tenían todo planeado. Y les ha salido tal como querían. ¿Por qué no tienen el valor de admitirlo? MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Está Está bien, bien, ha pagado pagado.. ¿Se ¿Se sient siente e mejor? mejor? Puede Puede que su marid marido o la quiera, pero sólo un poquito, no ha soltado el dinero hasta el último minuto, el hijo de puta. Y ahora, acabemos de una vez. ( Al ( Al hombre.) hombre.) Cógela. MUJER: Aún no, por por lo que más quieran... MUJER JOVEN: JOVEN: ¿Por qué quiere alargar alargar todavía más este este sufrimiento? MUJER: Déjenme hablar sólo un un segundo con la niña... niña...
MUJER JOVEN (al ( al hombre.): hombre.): Que la cojas, cojas, te he dicho. El hombre coge a la mujer por detrás y la agarra fuertemente. Ella balbucea palabras incomprensibles y llora desconsoladamente. La mujer joven le coge el brazo izquierdo y le inyecta el líquido. Silencio. MUJER: ¿Ya está? Sile Silenc ncio io.. La muje mujerr empi empiez eza a a rela relaja jars rse. e. El homb hombre re y la muje mujerr jove joven n permanecen de pie, a una cierta distancia, esperando a que la mujer pierda el conocimiento y muera. La mujer mira fijamente a la mujer joven. MUJER (con (con una voz cada vez mas débil, haciendo esfuerzos sobrehumanos para no ¿Usted no tiene hijos? hijos? (Mira (Mira al hombre.) desfallecer y para seguir hablando:) hablando:) ¿Usted hombre. ) ¿Y usted? (Pausa. (Pausa. A la mujer joven:) joven: ) Yo tengo uno. Un niño. Ya es un hombrecito, casi tiene la misma edad que ella. ( Pausa.) Pausa.) Me duermo. (Pausa. ( Pausa.)) No tienen hijos, pero ella es como si fuera hija suya, ¿verdad? ¿Le dirán una cosa de mi parte? Por eso quería verla. (Pausa. ( Pausa.)) Por favor. (Pausa. ( Pausa.)) No puedo. puedo... .. ( Pausa.) Pausa.) Diganle que me gustaría... que me gustaría mucho que... ( Pausa.) Pausa.) Se me va la cabeza. (Pausa. ( Pausa.)) La misma misma estat estatura ura... ... ( Pausa.) Pausa.) La mism isma mirada rada.. (Pausa.) Pausa.) El mism mismo. o... .. leng lengua uaje je.. (Pausa.) gustar aría ía que que supi supier era. a... .. que que pudi pudier era. a... .. ( Pausa.) Líneass parale paralelas las.. Pausa.) Me gust Pausa.) Línea (Pausa.) ( Pausa.)) Pero la sangre... (Pausa. ( Pausa.)) A lo mejor... (Pausa. ( Pausa.)) Antes Pausa.) Quizás... (Pausa. de que se acabe todo... (Pausa. ( Pausa.)) La sangre... (Pausa. ( Pausa.)) No veo nada... (Pausa. ( Pausa.)) Nada... Muere. La mujer joven mira al hombre. Él se acerca a la mujer, le toma el pulso. Mira a la mujer joven y asiente asiente con la cabeza. Silencio. MUJER JOVEN: Es muy tarde. Hazlo Hazlo ya, voy a buscar a la niña. HOMBRE: ¿Cenamos aquí? MUJER JOVEN: JOVEN: No. Hay Hay reunión. HOMBRE: ¿Otra reunión? MUJER JOVEN: Sí. Silencio largo. La mujer joven mira el cadáver de la mujer. El hombre mira a la mujer joven y esboza una tímida sonrisa, amarga. HOMBRE: Te quiero. MUJER JOVEN: Yo también. también. La mujer joven se le acerca y le da un beso en los labios. HOMBRE (dulce (dulce): ): ¿Cuánto... cuántos cuántos días hace que no no follamos? MUJER JOVEN: JOVEN: Siempre piensas en lo lo mismo. Primero Primero acaba el trabajo. HOMBR HOMBRE: E: Lo acabaré acabaré,, pero, pero, ¿y qué?; qué?; luego luego iremos iremos a la reunión reunión,, y se hará hará tarde y después... MUJER JOVEN: Es importante.
HOMBRE: No digo que no sea importante. Pero también también lo somos tú y yo. MUJER JOVEN: No digas digas eso. HOMBRE: ¿Por qué no? MUJER JOVEN: Hay cosas bastante bastante más importantes que tú y que yo. yo. HOMBRE: Esto, ¿verdad? MUJER JOVEN: Sí. HOMBRE: No lo sé. No sé nada... nada... MUJER JOVEN: Es normal que estés así. A mí también me cuesta. cuesta. Pero ya está. Ya ha pasado todo. (Lo (Lo mira. Pausa.) Pausa.) Podemos irnos unos días, los dos solos. HOMBRE: ¿Y la niña? niña? MUJER JOVEN: Que se la quede alguien. Por un par de semanas, semanas, no le va a pasar nada. HOMBRE: ¿No nos echará de menos? MUJER JOVEN: Sí. Pero a ella también le sentará sentará bien cambiar de aires. HOMBRE: ¿Y si la dejamos con su abuela? MUJER JOVEN: ¿Querrá? HOMBRE: Claro que sí. MUJER JOVEN: JOVEN: Quiero decir la niña. HOMBRE: Si la convencemos... MUJER JOVEN: Se aburre tanto, en aquella casa tan grande grande y tan vieja. HOMBRE: HOMBRE: Pero está el perro, perro, y el jardín, y los hijos de los vecinos, vecinos, que se mueren mueren de ganas de jugar con ella. MUJER JOVEN: JOVEN: Si no les hace hace ni caso.... HOMBRE: Que sí. Le gusta hacerse rogar. rogar. Como a todos los críos. MUJER JOVEN: JOVEN: Tú ganas, la llamaré por teléfono, a ver qué opina. HOMBRE: Ya verás, pobre mujer, mujer, estará encantada encantada de quedársela unos días. MUJER JOVEN: JOVEN: Pero se cansará, cansará, está tan mayor. mayor. HOMBRE: Le llevaremos un regalo. regalo. Para compensar las molestias. MUJER JOVEN: JOVEN: Un buen vino. Nada Nada la hace más feliz. feliz. Pausa. Se miran. HOMBRE: Entonces, ¿qué? MUJER JOVEN: ¿Qué? HOMBRE: ¿Estás segura de que quieres que nos vayamos vayamos tú y yo solos, unos unos días? MUJER JOVEN: JOVEN: ¿No acabo acabo de decirte que que sí? HOMBRE: ¿Nos dejarán marchar? marchar? MUJER JOVEN: JOVEN: Todo ha salido como como estaba previsto. previsto. ¿Qué problema puede haber?
HOMBRE: ¿Nos darán dinero, esta esta noche? MUJER JOVEN: JOVEN: Sí. Y documentos. HOMBRE: Muy bien. MUJER JOVEN: JOVEN: Voy a buscar buscar a la niña. HOMBRE: Espera. (Pausa.) Pausa.) ¿A dónde podemos ir? MUJER JOVEN: JOVEN: No lo sé. ¿Dónde te gustaría? gustaría? HOMBRE: Al mar. MUJER JOVEN: Está bien. HOMBRE: ¿Y si saliéramos saliéramos esta misma noche, noche, después de la reunión? reunión? MUJER JOVEN: JOVEN: ¿No es demasiado precipitado? precipitado? HOMBRE: Ya conduzco yo. Tú Tú puedes dormir, si quieres. quieres. Iremos al sur. sur. Con un poco de suerte, llegaremos a la playa antes de que salga el sol. Te llevaré a un sitio bestial, paradisíaco. Aparcaré el coche frente al mar y te despertaré. Cuando abras los ojos, no te lo vas a creer. (Pausa. ( Pausa.)) Y no vas a poder resistirlo, y... MUJER JOVEN: JOVEN: ¿En qué estás pensando? pensando? HOMBRE: Ya lo sabes. El rumor rumor de las olas... la salida del sol... sol... el ruido de las gaviotas... gaviotas... la humedad de la arena... Tú y yo solos... MUJER JOVEN (sonriendo ( sonriendo): ): Eres... HOMBRE: ¿Qué? MUJER JOVEN: Nada. No hace falta ir tan lejos lejos para pegar un buen polvo. HOMBRE: Me hace ilusión. ilusión. ¿A ti no? MUJER MUJER JOVEN: JOVEN: Sí... Sí... Después de estos estos días. Sí, puede puede que tengas razón. razón. Un lugar paradisíaco. Pero todavía te queda... HOMBRE: No te preocupes. Es un momento. momento. Va, ve a buscar a la niña. Puedo yo solo. solo. La mujer joven vuelve a darle un beso. Sale. El hombre mira el cuerpo de la mujer. Se acerca. La coge por las piernas y la arrastra hasta el rincón oscuro. No los vemos. Se oyen sonidos metálicos, golpes. Es el hombre, que está cogiendo utensilios para cortarle la cabeza a la mujer. Conecta una sierra eléctrica. Se oye el ruido inconfundible del contacto de la sierra con la piel y los huesos del cuello. Provinentes del rincón oscuro, vemos salpicaduras de sangre. Luego, el hombre desconecta la sierra. HOMBRE (aún (aún en la oscuridad ): ): Mierda. Aparece el hombre en el círculo de luz. Tiene todo el cuerpo y las manos ensangrentadas y va dejando un rastro de sangre por donde pasa. Busca algo con la mirada para secarse. No encuentra nada. Va a la puerta y la abre.
HOMBR HOMBRE E (gritando): gritando): ¿Has ¿Has sal salid ido o ya? ya? (Pausa. ( Pausa.)) ¡Eh! (Pausa. (Pausa.)) Sale Sale much mucha a sang sangre, re, necesito un par o tres de mantas, o trapos, o... ( Pausa.) Pausa.) ¿Me oyes? Se espera un instante. Mira hacia el rincón. Un espeso charco de sangre surge de la oscuridad y avanza por el suelo lentamente hacia sus pies. HOMBRE: Mierda. Sale escaleras arriba. Silencio. La sangre sigue avanzando hacia el círculo de luz. Del rinc rincón ón oscu oscuro ro del del otro otro lado lado,, apar aparec ece e una una silu siluet eta a que que avan avanza za lentamente. Es la niña, que ha estado escondida allí todo el tiempo. Mira la sangre, muy impresionada. Hay ya un charco enorme, que, ahora sí, se detiene bajo el círculo de luz. La niña se acerca. Se agacha. Habla dirigiéndose a la sangre. NIÑA: NIÑA: No he ententido ententido qué qué querías querías decirme. decirme. (Pausa. ( Pausa.)) Les he engañado. Se creen que estoy en el parque, jugando con mis amigos. No me han visto entrar aquí. Tú tampoco. Estabas durmiendo. (Pausa. ( Pausa.)) Me ha gustado mucho cómo has cantado mi canción. La has cantado mejor que yo. ( Pausa.) Pausa.) No me ha gustado nada el ruido de la sierra, cuando te ha cortado la cabeza. He estado a punto de gritar. Me he mordido la mano, mira, para no gritar. Pero no me he hecho sangre. ( Pausa.) Pausa. ) Bueno, sí, un poquito nada más. ( Pausa.) Pausa.) Qué rabia me da que no hayas sabido que te estaba escuchando, me hubiera gustado mirarte y que me miraras, pero no podía salir de ahí, me habrían castigado más todavía. Y no me gustan los castigos. Tú tampoco me gustabas al principio, me hiciste daño, pero como te has aprendido mi canción... canción... y tenías tenías tantas ganas de verme verme y de hablarme.. hablarme.... ahora me gustas un poco. (Pausa. (Pausa.)) Te pido disculpas por lo del otro día. (Pausa. ( Pausa.)) Gracias. Sabía que me perdonarías. (Pausa. (Pausa. Con un dedo, delicadamente, toca la sangre. Se mira el dedo.) dedo. ) El mismo color. Espesa y caliente como la de mamá, cuando la mataron. Igual, igual. igual. (Se lleva el dedo a los labios. labios.) El mismo sabor. (Pausa. ( Pausa.)) Me dejó empapada. Se murió encima de mí y me dejó empapada. Las manos, el cuerpo, la cara, todo. Le dispararon directamente al corazón, o un poco más abajo, ahora no me acuerdo, y tuvo tiempo de entrar en mi habitación y echárseme encima para abrazarme. Decía cosas que no entendía. Yo sólo veía su sangre. Me tragué un buen trago. Grité tanto que estuve un mes entero sin poder hablar. ( Pausa.) Pausa.) No temas, no estás muerta. Como mamá. Como papá. No estás muerta. Estás aquí. Y aquí te quedarás para siempre. (Pausa. (Pausa.)) Son tan tontos... ¿Cómo quieren que no salga la sangre? Tendrían que haberlo hecho fuera de aquí. Muy lejos de aquí. ( Pausa.) Pausa.) O no hacerlo. (Pausa. (Pausa.)) Por cierto, ¿qué querías decirme? (Pausa. (Pausa.)) Decías algo de tu hijo, pero, ¿qué? (Pausa. (Pausa.)) Oh, estás aquí, pero no puedes hablar, qué rabia, te has llevado llevado tu último último pensamiento, pensamiento, que era para mí, y ya no me lo podrás podrás decir. decir. ( Pone una mano entera dentro del charco de sangre.) Qué calentita. (Pausa. (Pausa. Se mira la mano.) mano.) Me ha encantado conocerte, de verdad. ( Pausa.) Pausa.) Eres una enemiga, pero eres una enemiga diferente. (Pausa. ( Pausa.)) Me ha encantado tu voz. ( Pausa.) Pausa.) Y las cosas que decías, que no sé si he acabado de entender. ( Pausa.) Pausa.) Una enemiga amiga, ji ji
ji. (Pausa. (Pausa.)) No tengas miedo, no se lo diré a nadie, será un secreto entre tú y yo. Un pacto de sangre. (Se ( Se pone sangre de la mujer en la pequeña herida que tiene en la mano.) mano.) Ya está. (Pausa. ( Pausa.)) ¿Sabes una cosa? Me parece que uno de estos días que voy a estar en casa de la abuela, le pediré que salgamos a pasear. Ella es muy inoc inocen ente te,, siem siempre pre hace hace todo todo lo que que le pido. pido. Ante Antes, s, me habr habré é ente entera rado do de la dirección de tu casa. Nos acercaremos a ella. Diré a la abuela que en esa casa vive un niño que conozco. Llamaremos a la puerta. Preguntaremos por él a quien nos abra. Lo irán a buscar. Él aparecerá, me mirará y dirá que no me conoce de nada. (Pausa.) Pausa.) Pero da igual, él me habrá mirado y yo ya lo habré visto. Silencio. La niña introduce las dos manos dentro de la sangre. Cierra los ojos. Sonríe. Levanta la cabeza. Su rostro es el de una Virgen. Fin.