1.2.4.- La psicología como ciencia humana y social Entrar dentro del campo de la filosofía de las ciencias sociales equivale a tropezar con la polémica. No hay consenso en las llamadas ciencias del espíritu, culturales, humanas o sociales, acerca de la fundamentación de su quehacer. Desde la aparición de las diversas disciplinas que se acogen al sobrenombre del espíritu, humanas o sociales (historia, psicología, sociología, economía, derecho, pedagogía...), se ha desatado la polémica sobre su estatuto de cientificidad. Para Freud (1993), las ciencias humanas son las disciplinas que tienen por objeto investigar las diversas actividades humanas, en tanto que implican relaciones de los hombres entre sí y de los hombres con las cosas, así como las obras, instituciones y relaciones que de ello resultan. Para Foucault (1998), las ciencias humanas surgen con la invención del hombre, invención tan reciente como casual en la arqueología del saber. Bajo esta consideración dirá acerca del objeto de las ciencias humanas que: Es ese ser vivo que, desde el interior de la vida a la cual pertenece por completo y por la cual está atravesado todo su ser, constituye representaciones gracias a las cuales vive y a partir de las cuales posee esta extraña capacidad de poder representarse precisamente la vida. Por su parte, Habermas intenta ofrecer fundamentación teorética a la posibilidad de pensar las ciencias sociales desde una teoría comunicativa, diferenciando tres posturas en lo que a las teorías generativas de la sociedad se refiere. Dice: A las teorías generativas de la sociedad que de algún modo presuponen un sujeto trascendental, voy a llamarlas teorías de la constitución de la sociedad; aquellas, que a la base del proceso de generación ponen estructuras sin sujeto, las llamaré teorías sistémicas de la sociedad; y aquellas, finalmente, que suponen sistemas de reglas abstractos para la generación de relaciones intersubjetivas en las que también los propios sujetos se forman, las llamaré teorías de la sociedad planteadas en términos de comunicación.
De esta manera relación, intersubjetividad, sujeto y lenguaje aparecen en el corazón mismo de las posibilidades de existencia de las ciencias humanas y sociales, ya sea que las ciencias humanas sean fundadas por las ciencias sociales o viceversa como plantea Freud. La psicología pensada como ciencia social y humana siempre ha estado expuesta, como en un banquillo de acusados, dada la indefinición en la que siempre ha transitado en lo referente a si su pertenencia ha de pensarse en las ciencias naturales o en las ciencias del espíritu. Husserl, Foucault, Bachelard y otros han propuesto un férreo rechazo hacia el psicologismo y hacia el sociologismo. Particularmente Husserl, en palabras de Lyotard (1989), se muestra contrario a la asimilación del sujeto de conocimiento y el sujeto psicológico, porque a su juicio se establece un relativismo en el proceso de conocimiento.