La Privatización en El Salvador El neoliberalismo en El Salvador les dio la oportunidad y la excusa a los l os presidentes de los 90·s privatizar algunas entidades públicas como: como: INCAFE, INAZUCAR, el Hotel Presidente, el Banco Central de Reserva esas fueron las primera en adoptar el papel de empresa privada.
Verónica Idalia Vásquez Pérez
Índice Pág. Introducción««««««««««««««««««««««««««««««««3 Objetivos«««««««««««««««««««««««««««««««««...4
¿Qué
y
Generales««««««««««««««««««««««««««...«.4
y
Específicos«««««««««««««««««««««««««««...4
es privatización?..................................................................................................5
¿Cómo ¿Qué
se privatiza?...................................................................................................5-7
sectores están privatizadas el país?...............................................................7-9
Tabla de empresas privatizadas««««««««««««««««««««««..8 La privatización en El Salvador ante el proceso de globalización«««««..9-10 Rendimiento y calidad««««««««««««««««««««««««««...10 Conclusión««««««««««««««««««««««««««««««««.11
Introducción A continuación conoceremos que la privatización es el cambio o proceso cuando una empresa gubernamental traspasa a ser una empresa privada y comprender el por qué de esa situación ya que a veces es necesario pero otras no, así como también saber cuál es la influencia del neoliberalismo y la globalización y cuanto afecta al pueblo salvadoreño.
Objetivos generales y
Conocer y analizar sobre el proceso la privatización en el país.
y
Aprender, desde cuando se viene dando la privatización en El Salvador.
Objetivos específicos y
Distinguir
y comprender las palabras globalización privatización y neoliberalismo.
y
Examinar las causas de la privatización el país.
y
Estudiar las ven tajas y desventajas de la privatización.
¿Qué es privatización? Es un proceso jurídico-económico mediante el cual las actividades empresariales son transferidas del sector público al sector privado, es decir, traspasadas o tomadas ya sea desde el Estado o la comunidad hacia agentes económicos privados. Es uno de los pilares de la libre empresa, existiendo empresas que libremente otorguen a clientes cualquier servicio que haya dado anteriormente el Estado, ahora bajo la libre empresa y competencia para evitar monopolios e intervención estatal a favor de sectores económicos sin restricción comercial del Estado ni servicios estatales obligatorios los ingresos privados deben ser resultado de la inversión privada, es decir son los ciudadanos y no el Estado quienes contratan servicios privados en un sistema privatizado. Este proceso permite a los actores no-gubernamentales intervenir en la financiación y producción de bienes prestación de servicios. Así mismo la privatización introduce cambios en las funciones y responsabilidades públicas y privadas. No necesariamente se limita a la venta de empresas públicas. La privatización fundamentalmente es desmontar el Estado y dejar en manos de agentes privados y del mercado lo que anteriormente había sido administrado por el Estado.
¿Cómo se privatiza? La acción por la que un bien público pasa a ser controlado por empresas privadas. En el ámbito empresarial, se produce cuando el estado vende una empresa pública. Es desde ese momento cuando el Estado deja de ejercer el control directo sobre esa empresa vendida, de forma que no tiene ni gastos de mantenimiento ni beneficios, pues este deber lo suplen los accionistas o dueños de la empresa. El estado sólo controla la actividad y recibe beneficios según lo estipulado a través de los impuestos y el marco jurídico. La primera fase para la privatización de una empresa es la preparación de la venta, aún cuando la presión de la situación puede considerarse como uno de los factores más importantes que incide en la celeridad con la que se trata de vender la empresa también existen elementos de política determinantes para la preparación de la venta. La reestructuración es un paso previo a la privatización, en algunos casos la reestructuración es absolutamente necesaria para promover la competencia o facilitar la venta, pero la reestructuración tiene riesgos y plantea problemas importantes. En primer lugar, puede resultar una operación que consuma demasiado tiempo, dando lugar a que se pierda la oportunidad de privatizar. En segundo lugar, puede demandar recursos importantes de los cuales carece el estado. En tercer lugar, puede ocurrir que
la reestructuración disminuya el número de potenciales interesados si ella no coincide con los programas de inversión que estos últimos tienen. Por estas razones es posible concluir que la reestructuración de las empresas públicas como paso previo a su privatización sólo debe ejecutarse cuando se cumple alguna de las tres siguientes condiciones. a. Cuando se requiere para permitir o promover la competencia b. Cuando es absolutamente necesaria para hacer posible la venta c. Cuando el estado tiene claras ventajas comparativas para el sector privado para adelantar la reestructuración de que se trate. Reestructurar por estas razones, tales como la posibilidad de mejorar el precio de venta final de la empresa, implica suponer que el Estado tiene mayor capacidad de agregar valor que el sector privado, esta es una actividad de la cual precisamente se está retirando el estado. En este sentido cabe decir que las mismas razones que conllevan a la privatización, deben conllevar a dejar que sea del sector privado la tarea de la reestructuración de las empresas a privatizar. La segunda fase de la privatización es el método de venta, hasta ahora se han experimentado una amplia gama de esquemas o modalidades de privatización y se sigue innovando en este campo. Por lo que no existe un patrón fijo, obviamente la modalidad de privatización ha estado en alto grado determinada por el tipo de empresa o actividad que se privatiza, pero en general, la fórmula que ha predominado es la de la búsqueda de un inversionista estratégico al cual se le vende un porcentaje de acciones con el control de la empresa. Otro porcentaje de las acciones, que suele estar entre el 4% y el 20%, se le vende a los trabajadores de la empresa privatizada y el resto lo lleva el gobierno al mercado de capitales. Este ha sido el esquema utilizado en la venta de empresas de telecomunicaciones, eléctricas y muchas otras. Podríamos decir que este ha sido el esquema predominante en las grandes empresas. El objetivo de conseguir un inversionista estratégico para las grandes empresas que se privatizan ha predominado claramente sobre otros objetivos de política como el desarrollo del mercado de capitales. En la venta del bloque accionario al inversionista estratégico ha predominado ampliamente la licitación pública. Ello a contribuido de manera notable a darle transparencia a los procesos de privatización, lo que a su vez ha contribuido a darle a ésta viabilidad política. En este sentido es digno destacar que, siendo la privatización un proceso en el cual están involucradas continuas y cuantiosas operaciones mercantiles, no se
ha convertido dicho proceso -como se pronostico en algunos casos- en un centro de escándalos o de corrupción en ningún país de América Latina. Luego de haber desarrollado el esquema sobre el método de venta se procede con el tercer paso, el criterio de selección de los compradores, al igual que con el método de venta no ha existido un único método ni siquiera en el interior de cada país para seleccionar los compradores finales de las empresas públicas a privatizar. Sin embargo, es posible apreciar un hecho y una tendencia dominante: a. El precio ofertado ha sido el elemento más importante para la selección de nuevos inversionistas. b. El precio ofertado tiende a ser el único elemento para decidir la selección del nuevo propietario. En numerosos casos de privatización en América Latina, el precio ofertado por los inversionistas interesados ha tenido una ponderación alta o dominante en la selección final; pero ese no ha sido el único elemento. Se le ha dado alguna ponderación también a los planes de inversión de los competidores. Sin embargo, en los casos de privatización más reciente, el programa de inversión mínimo lo defiende el gobierno y se convierte este en una exigencia igual para todos los inversionistas. Estos, habiendo sido ya precalificados, compiten estrictamente sobre la base del precio ofertado.
¿Qué sectores están privatizados el país? Los problemas vinculados con las políticas de ajuste estructural promovidas en el país por las instituciones financieras internacionales, en particular los procesos de privatización. El incremento de los niveles de sub-empleo, desempleo, el incremento de los servicios básicos y la canasta básica familiar, fuga de capital, inmigraciones masivas, etc.
Los sectores privatizados en El Salvador son: energía eléctrica, telecomunicaciones y pensiones. Las instituciones privatizadas hasta hoy son: ANTEL, CEL, AFP. En el caso de las telecomunicaciones, los trabajadores en un principio se opusieron muy fuertemente a la privatización, el procesos duro 3 años y los trabajadores al no tener más remedio presentaron una propuesta conjunta que no fue tomada en cuenta, y fue aprobada en la Asamblea Legislativa la propuesta de privatización del gobierno, que afectaba a los trabajadores, especialmente a los sindicalizados, fueron despedidos todos los que pertenecían a cualquiera de las 4 organizaciones existentes dentro de la
institución, así como los que hacia 1, 2 ó 3 años habían dejado los cargos. Se presentaron demandas, denuncias internacionales, nacionales, pero los trabajadores nunca fueron reinstalados en sus puestos de trabajo, todos ellos se encuentran algunos en el sector informal, otros desempleados porque debido a que pertenecían a sindicatos no les contratan en ninguna otra empresa.
La crisis del sistema nacional de salud salvadoreño ha sido histórica llegando a límites negativos en la década de los años 80 por motivos 1.
De
que el presupuesto de la nación se asignaba prioritariamente al ministerio de defensa y se descuidaba los rubros sociales en detrimento de la mayoría de la población salvadoreña dado la situación de guerra civil.
2. Así mismo es la década del surgimiento con agresividad de las políticas neoliberales a nivel mundial, no siendo nuestro país la excepción ya que con el primer gobierno del partido ARENA (1989-1994) inician dichos programas de neoliberalismo/privatización en forma generalizada como una visión gubernamental oficial. El sistema de salud aparte de tener una crisis tangencial en el periodo de la post guerra, se profundiza seriamente en la década de los años 90, lo cual se exterioriza con la problemática del instituto salvadoreño del seguro social (1994); Año en que en el área latinoamericana se implementan los programas de ajuste estructural impuestos por los organismos financieros internacionales, y que marcaron el rumbo a seguir en cuanto a la administración de los servicios públicos y entre ellos el sector salud. El instituto salvadoreño del seguro social y el sistema nacional de salud se han visto seriamente amenazados en los últimos años y se puede afirmar que ya están afectados por el fenómeno privatizador. El gobierno de El Salvador ha realizado intentos serios de privatizar el ISSS en 1999 pretendió concesionar dos hospitales del ISSS ( H. Roma y H Amatepec). A partir de marzo de 2000, las autoridades gubernamentales del ministerio de salud y del ISSS, se han dedicado a ejecutar practicas y acomodamientos que les permita introducir la privatización en el sector salud y para ello utilizan múltiples estrategias: mismos que se han visto propagandizadas con las intenciones de crear un ambiente favorable para "mejorar el servicio de salud a los ciudadanos". Podemos entonces afirmar que la finalidad de privatización siempre se vislumbra en las acciones de los gobiernos del partido ARENA, que no cesan en su lucha por instaurar modernización con neoliberalismo y privatización haciendo uso de cualquier figuras y modalidad (ejemplo son las llamadas concesiones de servicios que no son más que el rostro encubierto de la privatización.) La
privatización en El Salvador ante el proceso de globalización
Por último, la privatización debe ser vista en el marco de las transformaciones globales de la naturaleza del Estado porque, en definitiva lo que se propugna es un papel diferente del Estado que se adecue al nuevo modelo de acumulación y desarrollo el cual incluye como uno de sus elementos principales la globalización y transnacionalización de la economía. Con el proceso de globalización, cuya base se fundamenta en el libre comercio, no proteccionismo a la empresas y sobre todo una mayor competitividad empresarial, ha obligado al gobierno actual crear las bases
necesarias para incorporarse a tal fenómeno económico internacional, por lo que se está viviendo una etapa de transición, cuyo objetivo primordial es la privatización de las principales instituciones estatales, partiendo de la creencia que "el Estado es mal administrador", con lo cual se pretende una eficiencia en el servicio público; un ejemplo típico en la presente coyuntura, lo constituye la privatización de las Compañías Distribuidoras de Energía Eléctrica, ANTEL y lo que últimamente está en "boca de todos los salvadoreños" la privatización del sistema ahorro de pensiones. El proceso de privatización pese a las polémicas que ha provocado entre los diferentes sectores políticos, sociales y económicos del país, es un hecho palpable en la realidad nacional, siendo la venta de las compañías distribuidoras de energía eléctrica a inversionistas extranjeros, un paso importante dado en el proceso de privatización, quienes pagaron una fabulosa suma por dichas compañías. Pero que ha sucedido posterior a la venta? En la actualidad, bajo el marco legal de la "Ley General de Electricidad", elaborado por la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SI GET), establece aumentos tarifarios periódicamente, lo cual ha creado un impacto en el ámbito socialeconómico de la población en general, considerando que este aumento en los precio de energía eléctrica, repercute directamente en la economía nacional, en donde se ha pronosticado un alza del 1% al 2% de los índices inflacionarios. Rendimiento
y calidad
Los propulsores de la privatización suelen afirmar que las firmas privadas proporcionan servicios con mayor eficacia y calidad y que prestan más atención a las necesidades de los clientes. A veces sí y a veces no. Antes de ser vendida por segunda vez en 2002, la compañía privada del agua de Bulgaria solía cobrar de más a sus clientes, cortaba los servicios al azar y no respondía a las quejas. Entre 2000 y 2001, las empresas privatizadas de electricidad de El Salvador tuvieron 44.000 apagones y recibieron medio millón de quejas de sus clientes. Entre los clientes del principal distribuidor de electricidad del país, uno de cada tres había presentado una queja.
Conclusión La privatización hasta un cierto punto es mala cuando de ayudar al país se trata pero los pasados presidentes no vieron la conveniencia del país sino que la de ellos, también es necesario conocer el estado de nuestro país.