UNIVERSIDAD DEL VALLE DE GUATEMALA CURSO: FILOSOFÍA PRIMER CICLO 2009 LIC. JOSÉ ÁNGEL ROSALES MATUS
Josué Rendón Estrada Carné: 08168 14 de abril de 2009
ENSAYO “La preocupación por la apariencia”
Según El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) la esperanza de vida de un guatemalteco es setenta años. Es decir que una persona que vive en Guatemala vivirá en promedio setenta años. En esos años crecerá, trabajará, conocerá a mas personas y podrá procrear una familia. Entonces, un individuo guatemalteco tiene solamente setenta años para formar y aprovechar su vida. Por principios biológicos, sabemos que un humano vivirá solamente una vez; es decir solo una vez nacerá, crecerá, se reproducirá y finalmente morirá. La edad de la Tierra ascienda a millones de años. El tiempo que los humanos hemos estado aquí es muy grande. Si se compara la cantidad de años que vive una persona, 70 años, con la edad de la Tierra o de la humanidad, concluiríamos que realmente una persona vive una exagerada y mínima cantidad de tiempo en esta Tierra. Por sentido común sabemos que si algo dura poco tiempo, hay que estar atentos y ser detallistas para no perdérselo. Sucede lo mismo con cosas que comúnmente pasan a nuestro alrededor. Por ejemplo, la celebración de Navidad. Sucede una vez al año y por consiguiente hay que aprovechar ese único día. Al no hacerlo, se tendrá que aguardar un año mas para tener otra vez esa oportunidad. El proceso de vida y crecimiento de una persona es muy interesante. Primero viene la infancia, luego la pubertad, seguido por la juventud, continuado por la adultez y finalmente la vejez. Mientras mas avanza una persona en este proceso de vida mas independiente se volverá. Mas decisiones tendrá que tomar por si solo. Cada decisión produce una acción. Muchas veces favorable y otras veces no. En la vida hay cosas que vale la pena vivir y otra que no. Muchas veces una persona, al decidir algo, se auto impone situaciones cuyos frutos son tristeza, incomodidad o sufrimiento. Si la vida es corta, hay que decidir vivir situaciones favorables y así tener un estilo de vida favorable. Existen muchos factores que obligan a una persona a tomar decisiones. Mientras mas pequeño en edad sea la persona, es muy probable que sus decisiones sean impuestas en un 80% por sus padres, tutor u otras personas adultas. Cuando la persona crece y se sitúa en la etapa de la pubertad sus decisiones son una mezcla entre lo que el padre u tutor impone y lo que la misma persona razone y elija. Cuando la persona se sitúa en la juventud, empieza a tener una mayor independencia y sus decisiones serán tomadas por si mismo. Y por supuesto, dichas decisiones se verán influenciadas por factores externos y del día a día; entre las que podemos mencionar: las relaciones, la las creencias y la moda.
Actualmente existen modas y estilos de vida que las empresas y la publicidad venden. Abarcan desde vestimenta, configuración corporal, comidas, lugares o entretenimiento. Es común escuchar frases como “eso está de moda” o “eso ya pasó de moda”. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la moda es: “seguir la que se estila, o adoptar los usos y costumbres del país o pueblo donde se reside”. Estar “a la moda” es hacer lo que alguien me dice. Es irónico que muchas personas jóvenes o adultas, que se supone toman decisiones por si mismo, deja que una empresa o marca decida por el. Es impresionante saber de personas que se afanan por vestirse como la moda dicta. Vemos individuos gastarse todo su dinero para satisfacer esa supuesta necesidad, la cual ha sido adquirida como un mal hábito. Y muchas veces, cuando estas personas no logran estar a la moda, se deprimen o se predisponen a que otros los rechacen. Tristemente, muchas personas viven en sociedades donde hay que estar a la moda para poder “encajar”. Y esa es la razón por la que existe tal afán y preocupación por tener dicho estilo. Podemos ver que “estar a la moda” es un asunto cultural. Puede ser que para ciertos nativos de las Amazonas estar a la moda es usar cierto tipo de taparrabos, y no usar cierta marca o estilo que la publicidad impone. Por otra lado, vemos que “estar a la moda” es un asunto totalmente relacionado con el mercadeo y el dinero. No es de extrañarse que las tendencias de la moda cambien en pocos meses o incluso semanas. La razón es porque las personas afanadas con encajar en la moda cambien totalmente su vestimenta, cuerpo, entretenimiento o lugares que frecuentan. Al ejecutar dicha acción habrá una gasto de dinero, la cual pudo ser invertido en cosas mas importantes. Por ejemplo, ejemplo, ¿no es extraño que hay personas que tienen lo último en ropa, ropa, accesorios o automóviles, pero sus casa son un completo desastre? Analizando a fondo la situación, nos damos cuenta que estar a la moda sirve para satisfacer un área específica de la persona: la apariencia física. Regresando a lo que se expuso al principio de este escrito, podremos relacionar ambas proposiciones. ¿Será que vale la pena afanarse por la apariencia física en una vida que es tan corta? Es preferible invertir fuerzas, dinero y tiempo en cosas que realmente valen la pena, como. Pero no hay que irse al extremo. No estoy diciendo que es malo el tratar de verse bien o de tener cosas modernas, lo que estoy tratando de decir es que nuestro mundo no puede girar alrededor de eso. Hay personas que le gusta estar a la moda por gusto propio y que para estarlo no se afanan o preocupan. Hay personas que le gusta cuidar su apariencia física por salud o por respeto al ambiente. Considero que eso está bastante correcto. En conclusión, debemos saber que la vida es muy corta y que hay que aprovecharla. Todas las decisiones que tomemos nos llevarán a una situación de vida. No es conveniente vivir afanado por una apariencia física con tal de encajar o “estar a la moda”. Si la persona va a cuidar su apariencia física, es recomendable que lo haga por una razón como la salud o el respeto al ambiente.