La industria del fútbol José Woldenberg
Uno acude al estadio o se asoma a la tele- autor por el fútbol y su conocimiento del la multiplicación de los torneos internacio visión para ver un juego, jue go, un espectáculo. espectácu lo. universo universo conceptual de la economía. nales hadado pie a una institución trasna El mercado del fútbol, antaño, daba da ba la cional que es el árbitro, regulador y máxima Para emocionarse con aquellos a los que máxim a hemos decidido seguir, en quienes deposi- impresión de un rosario de mercados loca- autoridad de la actividad: la todopoderosa todopoderosa tamos nuestra nuestr a confianza, en ocasiones a rere- les, cuyos jugadores “recibían pagas modes- FIFA. Ese laberinto ha producido concengañadientes. gañadien tes. Se trata trat a de un recreo recreo de las acti- tas”, eran conocidos fundamentalmente por tración de vendedores (los grandes equipos) vidades cotidianas cotidia nas que genera nerviosismo sus conciudadanos, tenían patrocinadores patrocinadores y también de compradores (las empresas gracias a un fenómeno de identificación pequeños y sus seguidores eran los vecinos televisivas más poderosas). Y el fútbol no que me resulta difícil explicar. explicar. Una activiac tivi- que decidían apoyarlos acudiendo al esta- deja dej a de producir, dicen los economistas, “ex dad lúdica a la que concurren miles y en dio. Hoy, sin embargo, la situación es muy ternalidades”: incremento en la venta de televisión des- aparatos de televisión y de suscripciones a la ocasiones ocasiones millones, gracias a su reproduc- distinta. El radio primero y la televisión ción a través de las otrora pantallas chicas. pués multiplicaron su impacto, y en el pre- televisión por cable, “mayor “mayor afluencia aflue ncia abares El fútbol es un juego, una fórmula de sente es imposible disociar un negocio del y restaurantes”, venta de de artículos deportisocialización y aprendizaje, un entreteni- otro. Murayama nos informa de las fuen- vos, viajes de aficionados, aficiona dos, y súmele sú mele usted. miento, una u na pasión pasión que construye identidaidentid a- tes de ingresos ingresos de los 20 principales equipos Un fenómeno dign o de ser estudiado. des, un deporte que atrae multitud es, pero y los números agregados resultan expresi- Eso hace Murayama. Con flexibilidad, e sin duda, también, un gran negocio. Su ex- vos: sólo el 22 por ciento de sus ingresos imagino también, tam bién, dependiendo de la accepansión gracias a eso que llamamos llam amos globa proviene de la taquilla; los derechos de te- sibilidad a las fuentes, presenta informalización y a la red universal de medios de levisión representan el 37 por ciento y la ción de las ligas europeas y/o la mexicana, comercializac ión el 41 por ciento. Pero hay ejemplifica con un caso de endeudamiencomunicación ha hecho de de él algo mucho comercialización más vasto vasto que una u na simple competencia en- fluctuaciones importantes: mientras el Ju to inglés, con una fórmula idiot idiotaa de captatre equipos rivales: rivales: es una indust in dustria ria que vale ventus de Italia It alia recibe el 61 por ciento cien to de ción de impuestos española, o con la baja la pena conocer y entender. Sobre todo sus ingresos por derechos de televisión, el asistencia asiste ncia a los los estadios en México. Porque comprender su lógica —como actividad Hamburger Hambu rger de Alemania Alem ania sólo recoge recoge el 18 al final lo que pretende pre tende es ofrecer ofrecer un mural mura l empresarial— y las fórmulas fórmulas de su regula- por ciento. ciento. C omo bien lo asienta el autor: general para la comprensión del fenómeción o no. “Si el fútbol es un buen negocio para la te- no, ilustrando con estampas específica específicass la Eso nos ofrece Ciro Murayama en su levisión, la televisión se ha convertido en naturaleza, el significado y la complejidad libro La economía del fú tb ol que que por su- el principal negocio del fútbol”. de los problemas. puesto es útil para conocer la mecánic a de Por supuesto, el “factor “factor trabajo” trabaj o” está preMe detendré solamente en cuatro pefuncionamiento de dicho deporte, pero que sente, aunque se trate de una labor espe- queñas estampas, que quizá deban ser leídas también podría ser utilizado por los profeprofe- cializada, sui géneris, donde destacan un pu- como botanas que eventualmente pueden sores sores de economía econom ía para ilustrar los eslaboeslabo- ñado de jugadores talentosos. Estos últimos abrir el apetito del lector. nes que conforman cualq uier otra rama de resultan más que bien pagados; no obstante 1. Las califica cali ficador doras as y las apuestas. Sabeproducción o servicios. El texto da cuenta “su vida laboral es es muy c orta. or ta..... y no exenexen- mos que el proceso de interdependencia “no cada vez mayor de las economías ha llevadel “fútbol como actividad económica”, econó mica”, de ta de riesgos”. Sus salarios —dice CM — “no su relación con los medios de comunica- guardan relación con el resto del merca- do al fortalecimiento de empresas “reputación, del mercado laboral que genera y al do de trabajo”. Y como cualquier cualq uier actividad das” que siguen, evalúan y dictam inan sofinal, incluso, de las no pocas prácticas ile- económica, el fútbol también requiere in- bre los riesgos que corren las inversiones en gales gales que lo han acompañado y ensombre- fraestructura (estadios, campos de entrena- los distintos países. Sus nombres son conocido. Es un libro claro, armónico, bien es- miento), fórmulas de financiamiento, regu- cidos, aunqu e desconozcamos desconozcamos cabalmente crito, plagado de ejemplos elocuentes, y que laciones (deportivas, mercantiles, laborales), la forma en que funcionan: Goldman Sachs, conjuga de manera virtuosa el gusto del genera obligaciones fiscales, fiscales, y por la vía de UBS, Pricewaterhouse Coopers o J. P Mor
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gan. Su voz es potente y ponen a temblar a tratos c on las televisoras. Y, como se sabe, Sólo una probadita. En2 010 Cristiano Ro más de un gobierno, por no hablar de los el que tiene más saliva traga más pinole. naldo ganaba 11.3 millones de libras esterNo resulta casual entonces que mientras en linas, Zlatan Ibram ov icl0. 4, Lionel Messi inversionistas. Pues bien, estas apreciadas calificado- el campeonato 2010 2011 el Real Madrid 9.1 y d último de los cincuenta, Alessan ras internacionales se pusieron a hacer pre- y el Barcelona obtuvieron ingresos por 140 dro Del Piero, 4.1. Hay una competencia visione s estadísticas sobre el Cam pe onato millones de euros cada uno, el Atlético de voraz po r los mejores fútbo listas que ha Mu nd ial de Fútbol 20 10 . Establecieron sus M adrid sólo cobró 47, el Sev illa 32 y el po- desencadenado una espiral a la alza que so varia bles, recu pe raron el hist or ial de los bre R ayo Vallecano solamente catorce. No lamente puede compararse con lo que suequipos, afinaron sus corrdaciones, y escul- es casual entonces que las asimetrías se re- cede en los deportes profesionales de Estapieron, cada una, un modelito. Goldman produzcan año con año en el torneo español. dos Unidos. Murayama contrasta esa situación con El mercado de piernas est án poderoso Sachs, u b s y Pricewaterhouse dieron como favorito a Brasil y J. P. M orga n a Inglaterra. lo que sucede con las ligas de fútbol ame- y rentable que en los últimos años se ha Sólo reconstruir esa aventura nos debe- ricano, béisbol y basquetbol de Estados producido un fenómeno novedoso: los fonría alertar sobre las superche rías que ven- Unidos, en las que existe “un sentido que dos de inversión de fútbolistas. Sus “carden tan estimadas empresas. Sobra decir busca primar la competencia deportiva y tas” ya no pertenecen a un determinado que el Mundial lo ganó España y que el la distribución de ingresos para todos los equipo sino a sociedades de inversores que otro finalista fue Holanda. Porque, como clubes”. Esas ligas no sólo negocian como los maneja n como preciosas mercancías. recuerda Murayam a, “nadie puede prede- un tod o con las empresas televisivas, sino En contraposición, en nuestro país, no cir con precisión lo que ocurrirá en un te- que incluso inventaron mecanismos pa- existe una agrupación de fútbolistas que rreno de juego ”. ¿Y en la economía? ra que sean los equipos más débiles los pri- les permita negociar de manera colegiada sus condicione s de trabajo con los dueños 2. Fútbol y televisión. Ciro Murayamameros que puedan optar por los jugadores de los equipos. A diferencia d élo que sunos informa que las ligas de fútbol italian a, universitarios destacados. francesa, inglesa y aleman a nego cian como En nuestro país {snifi, nos dice Mura- cede, por ejemplo, en España o Italia, dontales (es decir, en conjunto) los contratos yama , “no sólo no hay una negociación co- de existen sindicatos, en nuestro país el con la o las televisoras. Las fórmulas de re- mún de los derechos de trasm isión ... sino intento por form arlo no sólo fúe descabeparto de los dividendos entre los clubes son que incluso las propias empresas mediáti- zado, sino que sus promotores fúeron desdiferentes, pero en todos los casos se tien- cas son las dueñas de los clubes”. Re sulta- pedidos, y ello a pesar de que la Ley Federal de a un cierto equilibrio que redunda en do: torneos en los que cada du b se rasca con del Trabajo desde 1970 contiene un capítorne os más o menos competidos, gracias a sus propia s uñas, incluso si son mancos. tulo sobre el deporte profesional en el que 3. Sueldosy cond icione s de trabajo. Aso-se reconoce a los jugadores como trabajaun financ iamiento televisivo medianamente equitativo. marse a la lista de los 50 jugadores mejor dores con derechos. El consuelo del tonto: Por el contrario, en España son los clu- pagados del m undo da vértigo. No se lo re- no es la única actividad en la que la ley es bes (en singular) los q ue negocian sus con- comiendo a nadie y menos a los envidiosos. papel mojado.
LA E C O N O M ÍA C IR O M U R A Y A M A
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Ciro Murayama
RESEÑAS Y NOTAS | 85
4. La. excepción Ferguson. El libro contiene tam bién un capítulo sobre el mercado de entrenadores. Hay una espectacular
movilidad entre ellos que sin duda está m arcada por las redituables ganancias que arroja cada transferencia. Se trata de un empleo rentable, pero volátil, incie rto, con alta
rotación. Pues bien, en ese contexto Ivíu rayarnah aceun senti do homenaj e a qui en fuera entrenad or del Ivíanchester United, Sir Alex Ferguson. Transcribo sólo algunos de sus párrafos: Ferguson fue entrenador del mismo equipo 26 años. Ganó “dos títulos de la
FIFA -fé r
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Charnpions... dos Supercopas de Europa... una Copa Intercontinental... un M undial de C lub es... trece ligas ing lesas... cinco Copas de Inglaterra ... diez Corn rnun ity S h ield s... tres ligas escocesas... cuatro copas escocesas y una copa de liga escocesa'. “O riginario del barrio obrero de Glasgow, encontró un emp leo — escribe con nostalgia Murayarna— como los que eran frecuentes en las viejas industrias de la edad dorada del capitalismo... estable, con remuneraciones adecuadas y en ascenso... Estaba ahí antes de que existiera la ho y célebre com petición Premier, antes de la televisión digital y de la retrasmisión al mundo entero de los partidos de la liga inglesa, estaba ahí en la époc a de la crisis del fútbol británico marcad a por la violencia de los hooligans. Y de todo ello salió airoso, adaptándose y adap tando a su e quip o ... Entendió la globalización y trató de conducirla a sus intereses antes de Zambullirse en ella sin ru m bo ... Incorporó a jugadores provenientes de una docena de países... (Por cierto que una de las reglas infranqu eables de sir ¿Alex pa ra tod o jug ador que llegaba al M anU era el dominio del idiom a inglés: una po lítica básica de integración labora l). Pero el hech o de m irar a jugadores más allá de las islas británicas no implicó el descuido d éla ca nter a... Sindicalista, laborista, ho mb re de tra ba jo... construyó con perseverancia, honestidad y con frecuen cia con el mal carácter de un obrero la grand eza del actual fútbol inglés". En Fin, si uste d está intere sado en acercarse tam bién a los fenómenos anómalos o ilegales del fútbol, Murayarna ofrece un últim o cap ítulo sobre “goleadas sospechosas", “com pra venta de votos en la FIFA", “alteración de pasap ortes", “evasión de im puestos" y otras lindezas que acompañan al fútbol como suce de en otras actividades económicas. U n libro para observarlos cimientos que sostienen a los encuentros que nos emocionan y desesperan, a los camp eonatos qu e seguimos con ilusión o desaliento, y a los equipos y jugadores que aplaudimos y/o silbamos. XI
Ciro Murayama La. cc& wmi a ¿A f s i i v í Cal y Arana, México, 201 4,167 pp.
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