La administración según Weihrich y Koontz indican que la administración es un arte. Se trata de conocimientos prácticos. Consiste en hacer las cosas de acuerdo con el contexto de la situación. La administración como práctica es un arte, el conocimiento organizado en que sustenta la práctica se puede denominar ciencia. En este contexto ciencia y arte no son mutuamente mutuamente excluyentes sino complementarios La administración entonces posee un enfoque científico el cual ambos autores explican que requiere primero de conceptos claros: imágenes mentales de cualquier cosa que forman por generalizaciones a partir de aspectos particulares. Estas palabras y términos deben ser exactos, pertinentes pertinentes a lo que se está analizando informativos, tanto para el científico como para el profesional. A partir de esta base, el método científico influye en la determinación de hechos a través de la observación. Después de clasificarlos y analizarlos, los científicos buscan relaciones causales
Sabemos que existen demasiados libros sobre especialistas en la administración y como tal cada uno tendrá una definición diferente de lo que significa dicha palabra Evidentemente ha venido cambiando el concepto de la administración con el corred de los años. Claro que no me refiero en un principio a la administración de empresas en particular. Tampoco de una manera especial a la administración del gobierno. gobierno. No es el manejo de los bienes o de los intereses materiales o económicos lo que ha de preocuparnos al tratar los problemas administrativos. administrativos. “Le damos a la administración un significado mucho más amplio. Por lo que la
administración es el nombre de un fenómeno socia l” que como sabemos tiene importancia para los científicos y filósofos de la convivencia humana
La administración es una ciencia Esta es una afirmación que esperamos demostrar. Se trata según Guzmán de la administración como ciencia de la dirección social. Este autor hace primero el énfasis en evitar confusiones. Pues afirma que no se refiere a la 1
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administración de personal, la administración de negocios. Ni siquiera la administración pública, ya que en todos los casos se atiende perfectamente al uso y aprovechamiento de los bienes del Estado o loa organización y funcionamiento de los servicios en favor de la colectividad. Ninguna de estas administraciones pues es una ciencia. Sin embargo y como el autor explica a lo largo de un capítulo en todas las anteriores está presente la verdadera ciencia de la administración, en cuanto en ellas se lleve a cabo una dirección social que quiera ser una dirección eficaz. Reconoce a su vez lo mucho que se ha discutido acerca de si la administración es o no una ciencia y se hace la pregunta ¿Cómo es posible discutir seriamente si los que discuten no se ponen de acuerdo sobre lo que entienden por administración y discrepan acerca de lo que es “la ciencia”? Concordamos entonces que tampoco es fácil entenderse si nos dejamos llevar por prejuicios en lugar de analizar serena y objetivamente los hechos. Continuamente escuchamos que la administración no es más que una profesión o una técnica resultando todo tan difuso y contradictorio. Si pretendiéramos encontrar una definición de ciencia que dejase satisfechos a todos los científicos perderíamos “lastimosamente el tiempo” La ciencia no es un concepto unívoco 1. “El conocimiento cierto de las cosas por sus causas” parecía una definición definitivamente lograda; pero los que exigieron distinguir el conocimiento científico de la investigación filosófica reclamaron la diferencia entre causas próximas y causas remotas. Entonces comienza a definir de forma distinta a la ciencia primero Como “Cuerpo de doctrina metódicamente formado y ordenado, capaz de construir una rama particular del saber humano” luego menciona otra definición; “Un sistema de conocimientos ciertos y probables basados en
principios, sistemáticamente ordenados y agrupados doctrinariamente, es decir, un sentido demostrativo” y luego pasa a otra definición más limitada que sería que la ciencia es el conocimiento científico de las relaciones constantes que guarda “ el hacer” como en el caso del arte o de la técnica strictu sensu entre sí los fenómenos de la experiencia” y por último una que 1
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llama la atención de todos “ Es el conocimiento empiriológico,
sistemáticamente organizado” Explica la razón por la qué decidió añadir estas definiciones. Se debe a que no hay una sino múltiples ciencias, de diferentes clases y diversos tipos. Ciencias filosóficas, naturales, culturales, del espíritu, del ser y del deber ser, abstractas, concretas, especulativas o teóricas y prácticas, puras o “a priori” y empíricas “a posteriori”, generales y particulares, fundamentales y subordinadas, reales y eidéticas, fenomenológicas, etc. Guzmán entonces explica que podría darse una definición diferente para cada una de las clases de ciencias mencionadas ¿Una ciencia práctica?
El conocimiento especulativo dirige la acción. En las ciencias prácticas interviene la inteligencia del ser humano cuyo interés máximo es el dirigir los actos y las obras del hombre hacia lo que debe ser. Aunque además de la inteligencia interviene la voluntad, porque como se dijo, la inteligencia conoce para dirigir la acción. Ahora bien, la inteligencia conoce para proponer un objeto como bien a la voluntad, la cual actúa para realizarlo Una vez revisado lo anterior entonces La administración es una ciencia práctica por que la inteligencia interviene con el propósito de encauzar o dirigir la acción del hombre. Esta acción consiste principalmente en dirigir a otros hombres. El dirigir es una manifestación de la conducta ¿Una ciencia normativa?
La administración opera adecuando medios afines, como la política o el derecho. Es un saber de regulación no de demostración o de constatación. Opera, actúa, por lo consiguiente, estableciendo reglas o normas o preceptos. Si su finalidad específica es la eficacia de la dirección social, su objetivo inmediato o su razón de ser consistirá en indicar cómo, conforme a qué reglas o normas debe proceder o actuar el dirigente para conseguir que su dirección tenga la eficiencia deseada. Existen personas que como nuestro autor lo afirma, que tal vez por ignorancia de conocimiento de la epistemología, niegan a la administración la
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categoría de ciencia, argumentando que no tiene principios propios ni ha descubierto leyes de validez universal. Habría que argumentar en que se basa la ciencia normativa, la inteligencia conoce en función de la causa final, guiando o dirigiendo la acción a través del para qué de las cosas. Las ciencias normativas a diferencia de las ciencias especulativas, la inteligencia no se dedica a descubrir los principios del ser, ni procede a explicar ni a demostrar las verdades secundarias en función de tales principios. En la administración de empresas existe un aspecto muy interesante que se refiere al conjunto de reglas que se enseñan a los ejecutivos o al personal operativo para hacer las cosas de una manera más útil o productiva. Ahora bien, esto efectivamente tal y como Gómez lo señala no es ciencia sino más bien un arte o una técnica en sentido estricto. Y la razón de lo anterior es que la administración de cosas tiene como finali dad la realización, “la hechura de un objeto” que queda fuera del ser del hombre, no la orientación de la conducta dirigente. La técnica comprende los medios, sistemas o procedimientos que se aplican sobre el hombre mismo y sobre su actuación en la vida. Las técnicas complementan y auxilian a las ciencias. De la misma manera, existen técnicas administrativas que sirven y auxilian a la ciencia ¿Una ciencia del deber ser? La administración es una ciencia del deber ser. Ella regula la conducta de los dirigentes . Da normas para prientar su acción y encauza su conducta haca una finalidad concreta
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