16 de mayo de 2015 • Número 92 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada
T EMA DEL M ES
EL
NEUTLE
Y OTR OTRO OS FE FERME RMENT NTADO ADOS S
2
16 de mayo de 2015
a d a n r o J a L
/ a d i c o m r A o t r e b o R :
Suplemento informativo de La Jornada 16 de mayo de 2015 • Número 92 • Año VIII
COMITÉ EDITORIAL
Armando Bartra Coordinador
JORNALER@S
Luciano Concheiro Subcoordinador
En mi pueblo la vida era pura violencia. Vine aquí y pura violencia viví.
E
Enrique Pérez S. Lourdes E. Rudiño Hernán García Crespo CONSEJO EDITORIAL Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuellar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal. Publicidad Rosibel Cueto Flores Cel. 55 2775 8010 Tel. (55) 2978 4735 publicidadjornadadelcampo@g
[email protected] mail.com Diseño Hernán García Crespo
Trabajadora migrante del Valle de San Quintín
n el número anterior me preguntaba si también los jornaleros del Valle de San Quintín defienden territorios. Y me respondía que sí, que los sembradores y cosechadores de Baja California defienden el territorio de sus cuerpos. Trabajar 14 horas diarias, de sol a sol, cosechando a destajo jitomate, pepino o fresa; dormir en galerones insalubres; carecer de servicios médicos; si eres mujer, sufrir el acoso sexual de los capataces… y todo por un salario de cien o 120 pesos diarios, es una ag resión a tu cuerpo y una ofensa a tu dignidad. Decía entonces que el de los trabajadores del campo es un cuerpo invadido, humillado, envilecido… Los agrotóxicos contaminan tierras y aguas pero envenenan también a los que tienen que aplicarlos y si la agricultura intensiva atenta contra la vida de plantas y animales, atenta también contra el organismo de los que en ella laboran. Defender a la vida es defender en primer lugar la vida de las personas. La madre naturaleza empieza en nuestros cuerpos. ¿Dónde termina el aire y empieza el ave? ¿Dónde termina el agua y empieza el pez? ¿Dónde termina el surco y empieza el labrador? ¿Dónde termina el entorno y empieza nuestro cuerpo? La línea es borrosa porque entorno y cuerpo son un continuum apenas interrumpido por la piel. Por eso defender la tierra es defendernos defendernos a nosotros mismos. En el mes reciente los jornaleros bajacalifornianos han seguido luchando, de modo que hoy ampliaré lo dicho en el pasado editorial.
La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Me-
dios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 53556702. Prohibida Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo número 04-2008-121817381700-107. n o i t u l o v e R n a c i x e M e h t f o y r o t s i h e h t : o c i x e M t p e w S t a h l T d a n n i o i t W a e n r h t e T n I A / D 2 4 A 9 T 1 R 0 1 O 9 P 1
Con sus diez mil hectáreas de riego, el Valle de San Quintín no es la zona de agricultura intensiva más importante del noroeste de México, pues en Sinaloa hay diez veces más tierras regadas. Pero San Quintín está a sólo 300 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, país al que va destinada la mayor parte de las cosechas, y los valles costeros sinaloenses se localizan cinco veces más lejos. Y es también por su ubicación que el emporio agrícola bajacaliforniano tiene una gran población fija de jornaleros provenientes de otros estados. Pues debido a las largas distancias se les dificulta regresar a sus lugares de origen. Un oaxaqueño de la sierra, por ejemplo, que quiera regresar a su pueblo, invertirá en ello 60 horas en autobús. Eso si el transporte no se descompone en el camino. A principios del p asado siglo la región estaba concesionada a colonos ingleses, que se fueron a resultas de la Revolución de 1910, y no fue sino hasta los años 30’s de la pasada centuria que llegaron algunas familias estadounidenses. En 1945 se abre el primer pozo profundo en el Valle de San Quintín y desde principios de los 60’s la extensión de tierras irrigadas se expande casi 20 por ciento cada
y Campesinos (CIOAC) trató de organizar la resistencia y formar sindicatos, pero la presión de los empresarios y el gobierno impidieron que se consolidaran. Posteriormente, en 19961997 hubo un paro agrícola porque los patrones les adeudaban tres semanas de salarios.
Y los cachanillas cachanillas se rebelaron. rebelaron. El martes 17 de marzo, de 2015, a las tres de la madrugada, gritando “¡En lucha por la dignificación O T O de los jornaleros!” y “¡El pueblo unido jamás F será vencido!”, miles de hombres y mujeres agrupados en la Alianza de Organizaciones, año, hasta 1985 en que se rebasa la capaciNacional, Estatal y Municipal por la Justidad de recarga de los mantos freáticos. cia Social salieron de los campamentos y los pueblos y ocuparon la carretera TraspeninDurante el boom, decenas de miles de jorsular. A lo largo de los 134 kilómetros del naleros son llevados a la despoblada región valle establecieron campamentos y retenes desde el densamente poblado centro del con troncos y llantas a las que prendieron país. Llegan de Oaxaca, Guerrero, Verafuego. Se dice que en el paro, que duró 26 cruz, Michoacán… y son mixtecos, zapotehoras, participaron 30 mil trabajadores. cos, triquis, nahuas y purépechas. Algunos llegan solos, pero la gran mayoría arriban Exigen derechos laborales, libertad de asoa los campos llevados por los “enganchaciación y sobre todo un aumento salarial. dores” que prometen, seducen y acarrean En vez de los cien o 120 pesos diarios que a los potenciales jornaleros, en una suerte reciben demandan 300, monto que conforde outsourcing ancestral que operaba desme avanzaban las negociaciones redujeron de el siglo XIX y aun antes, por el que los a 200. Una cifra perfectamente alcanzable empresarios agrícolas se hacen de mano pues algunos ranchos ya la están pagando. de obra sin tener que negociar directamen- Pero ni así. Los patrones ofrecieron 150, en te con ella y sin asumir responsabilidades. un aumento ridículo que las Centrales pro Algunos son migrantes circulare s, llamados patronales se apresuraron a aceptar. “golondrinas” que hacen la ruta costera: Nayarit, Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja Hay en San Quintín unos 200 ranchos agrícoCalifornia Sur y de regreso. Otros van a un las, aunque 12 grandes empresas, por medio de solo lugar y tienden a quedarse ahí. De esta por contrato, concentran casi toda manera en menos de 40 años se establecen agricultura la producción. Aumentar los salarios no los iba en San Quintín alredor de 50 mil trabajadoa arruinar. Pero el problema no es sólo de dineres, cifra que en temporada de cosecha los ro sino de control. Y ceder demasiado ante la estacionales hacen llegar a 80 mil. Alianza establ establecería ecería un mal precedente precedente.. En el Valle de San Quintín se trabaja duro y se vive mal. Jornada s de 12 y hasta 14 horas diarias bajo un sol inclemente y, por lo general, pagadas a destajo. Sin derecho a descanso semanal y menos a vacaciones. Manejo de agrotóxicos sin medidas de seguridad. Trabajo infantil. Malos tratos de los capataces que en el caso de las mujeres se asocian con agresiones sexuales. Vivienda precaria que al principio era “galleras”: “galleras”: galerones con techo de lámina en los que dormían hacinados, y que, conforme la gente se quedaba a vivir, fueron dejando su lugar a las “cuarterías”, que son viviendas colectivas en las que se comparten los servicios, y también a habitaciones unifamiliares. Los campamentos se extienden a lo largo del valle, al borde de 137 kilómetros de la carretera Transpeninsular. Un largo, estrecho, interminable poblado con calles de tierra y casa s de tabicón. Un pueblo multiétnico en el que cada grupo trata de mantener su costumbre, pero que con el tiempo ha ido amalgamando una nueva identidad: los “cachanillas”, por referencia a las casas de bajareque, es decir varas y barro, en que vivían inicialmente siguiendo el modelo de los desaparecidos pobladores ancestrales, y que se hacían precisamente con la madera de un arbusto llamado cachanilla. Carecen de servicios de salud adecuados y naturalmente no tienen sindicatos dignos de ese nombre. Lo que si hay son “contratos de protección” con los que las pro patronales Confederación Nacional de Trabajadores (CTM), Confederación Nacional Campesina (CNC) y la Confederación Revolucionaria de Obreros de México (CROM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) pretenden mantener controlados a los jornaleros. En los 80’s del pasado siglo una organización democrática y combativa, la Central Independiente de Obreros Agrícolas
La lucha siguió, ya sin paro, durante las semanas siguientes. La Alianza buscó negociar con el gobierno, con magros resultados, pero encontró solidaridad entre obreros y campesinos organizados. Pero lo más importante es que la insurrección de Baja California sacó a la luz la hasta entonces poco visible situación de los jornaleros del campo: alrededor de dos millones y medio de personas que en unos 15 estados de la República ponen sus brazos al servicio de la agricultura, en particular de la empresarial, y que viven y trabajan en condiciones precarias. Y frente a la situación de la generalidad, a los cachanillas del Valle de San Quintín no les va tan mal, pues ser residentes y convivir en poblados les ha permitido organizarse, cosa que no ocurre con la mayoría de los demás asalariados del campo.
Salvando las diferencias, el 17 de marzo de 2015 fue para los jornaleros agrícolas lo que el primero de enero de 1994 fue para los indígenas. En los dos casos un estallido de rebeldía visibilizó situaciones situaciones lacerantes a las que la opinión pública estaba ajena y en los dos casos esto se logró no con denuncias victimizantes sino con acciones de rebeldía y de dignidad. Un mes y medio después del paro, el primero de mayo pasado, los del Valle de San Quintín estuvieron en la marcha conmemorativa que año tras año realizan las organizaciones combativas de los trabajadores. Ahí, en el Zócalo de la ciudad de México, Fidel Sánchez y Bonifacio Martínez Cruz, portavoces de la Alianza llamaron a la unidad “¡Ni una lucha aislada más!”. “Es necesario construir una fuerza que pueda tumbar a esta pinche sistema de gobierno”, concluyó Bonifacio.
:
Lizeth Sevilla García y Alejandro Macías Macías, del Centro Universitario del Sur, Universidad de Guadalajara, fueron coeditores de este número del suplemento.
BUZÓN DEL CAMPO Te invitamos a que nos envíes tus opiniones, comentarios y dudas a
jorna jo rnada dadel delca campo mpo@g @gmai mail.l.co com m
twitter.com/jornadadelcampo facebook.com/La facebook.com /La Jornada del Campo issuu.com/la_jornada_del_campo
HOMENAJE AL PULQUE*
CANCIONERO PULQUERO Los Pulques de Apan Chava Flores Se inauguró en la colonia Pensil la pulquería de Osofronio el mayor. Los Pulques de Apan se llama el cubil y hubo banderas a todo color. Con vil fuchina pintó el aserrín con que adornara banquetas y salón. Dio de regalos platos y jarros con enchiladas que hicieron ahí; harto confe, globos y cohetes, y hasta una banda que nos tocaba así. Ricos curados de tuna y melón, de avena, piña, de fresa y limón; su carbonato pa’l tlachicotón; jarro caliente, tarrito o “camión”. Pa’ las mujeres, “Entrada especial”, servicio en l’obra, por si es asté albañil; cuando cerramos, pos le toreamos; para sus estas prestamos barril. Los Pulques de Apan, los que solapan los cuetes diarios de toda la Pensil
Jicote aguamielero aguamielero Cri-Crí La reina de las abejas estaba en el panal, y le dijeron regia majestad: Alguien le quiere hablar. Cortado entró el Jicote, humilde de condición, pero ilusionado de pedir, pedirle su corazón. Parece, parece que no sabe, no sabe con quién habla igualado bigotón. ¡Soy la reina, la reina por bonita! y un jicote aguamielero no cuadra con mi amor. Silencio quedó el jicote con tanta humillación, a la orgullosa reina del panal así le contestó: Leí que éramos iguales asegún la Constución, la sociedad sin clases la creí, pero ya vio que no. Y el Jicote aguamielero, con bigotes de aguacero, rezumbando regresó a su maguey; sin rubores en la frente porque ulmadamente a la sombra de las pencas es el Rey. La reina de las abejas estaba libando miel, y una de sus obreras le gritó: Ahí está de nuevo aquél. Mandando cerrar la puerta la reina se le negó porque su afán es que se ha de casar con un emperador. Parece, parece que no sabe, no sabe con quién trata ese prieto barrigón. ¡Soy la reina, la reina por bonita! y un jicote aguamielero no cuadra con mi amor.
Entre las disntas denominaciones del pulque se encuentran: pulmón, tlachique, tlachicotón, pulmonil, baba, baba dry, Babilonia, babero, tlamapa, nectarífero, néctar, vigorón, caldo de oso, caldo de zopilote, consomé de bigote y tónico Bayer .
Fruncido quedó el Jicote, arqueándose de dolor, y en su pesar cantando el infeliz así se despidió: Adiós reinecita hermosa, ¡ay!, que me trató tan mal. Pero asegún las leyes del país aquí todos son igual.
¡Oh! pulque de ley que no lo bauza el río, aquí es puro pulque judío producto que da el maguey. Versos tradicionales mexicanos
Y el jicote aguamielero, con bigotes de aguacero, rezumbando regresó a su maguey; sin rubores en la frente porque ulmadamente a la sombra de las pencas es el Rey.
Aunque sea un’ ‘ora a pata, nunca está lejos la pulcata. Refrán mexicano
La pulquera Óscar Chávez Pensando en que me querías, me pasaba yo los días rasguñando la pared, al empo en que despertaba, la tristeza me agobiaba y volvía yo a beber buscando en otras mujeres, en el vino, en los placeres, un consuelo a mi dolor. Allá donde me dormía de mi pecho renacía un consuelo embriagador. Al santo señor de Chalma yo le pido con el alma que te deje de querer porque esta vida que llevo si no fuera porque bebo no la habría de merecer. Recuerda aquella madrugada que en la pila colorada con otro hombre te encontré, sen que ya no eras mía luego allá en la pulquería solito me consolé. Chaparra, yo te maldigo pues cuando vivías conmigo me juraste buen amor mas nunca me comprendites no supites lo que hicites sólo fui tu diversión. Al n la vereda andamos, si algún día nos encontramos para no habrá perdón ingrata mujer perjura le robaste la ternura a mi pobre corazón.
El aguamielero Miguel Aceves Mejía ¡El aguamiel! Ahí viene el aguamielero por el Cerro de La Cruz viene a vender su aguamiel antes que la primera luz, viene a vender su aguamiel Antes que la primera luz ¡El aguamiel! Ahí viene el aguamielero con sus cántaros cargaos del aguamiel que es la madre de los pulques bien curaos, del aguamiel que es la madre de los pulques bien curaos ¡El aguamiel! Desde las primeras casas el sereno desvelao le pide su aguamielita que es buena para el pulmón, le pide su aguamielita que es buena para el pulmón
¡El aguamiel! Ya se va el aguamielero pues su aguamiel ya vendió, ahora va por su aguamiel que su amor le promeó, ahora va por su aguamiel que su amor le promeó ¡El aguamiel!
El Mezote Con mi ranchera a mi lado y mi buen bajo tocando a la sombra de un buen árbol puros corridos cantando. ¡Ay! pulque, no seas ingrato; ¡Ay!, por mi dios, no me abandones, que cuando me siento triste, tú la alegría me repones. Cuando me esté muriendo y me echen la bendición, que me la eche un pulquero, muy colorado y panzón. La misa que a mí me digan, será en un gran nacal, que la oigan los tlachiqueros, pa’ que no les vaya mal. La caja que a mí me hagan, será de puro mezote, y las ores que me lleven, serán de purito quiote. En acocotes con pulque prenderán mis cuatro ceras; en jícaras el incienso, como un muerto de a deveras. Han de ser puros borrachos, los que vayan a velarme; y en lugar de estar rezando, no se olviden de brindarme. Cuatro pulqueros cargando, me llevarán al panteón: y en el camino tomando, pulque curado de limón. Mi sepultura la harán en medio de un magueyal, y de capilla pondrán, un hermoso nacal. El pápalo y queso fresco; los rábanos y el aguacate, los guajitos, el queso, gran banquete pa’ mis cuates. Ya con ésta me despido, yo ya les vine a cantar; y por úlmo les pido, que me sirvan de tomar.
El pulquero que lo enende, más agua que pulque vende. Refrán mexicano Esta es la canción del pulque, hoy se las voy a cantar; anoche yo la compuse al salir del nacal. Un tlachiquero me dijo -apréndete nuestras leyes: el pulque es para los hombres y el agua para los bu eyes. De Canción del pulque Vayan entrando, vayan bebiendo, vayan pagando, vayan saliendo. Letrero colocado en las pulquerías a principios de siglo XX, a consecuencia de una disposición de la autoridad que prohibía a los bebedores permanecer en las pulquerías, según cuenta Antonio García Cubas Vayan entrando, vayan pidiendo, vayan libando, vayan pagando, vayan volviendo. Otra versión del letrero anterior consignada por Jesús Efrén Araujo ¡Vengan dos “catrinas” blancas! ¡Salen tres del juerte y viejo! ¡Vengan dos “chivas” di avena! ¡Salen tres “tornillos” nuevos! De El jicarero, de Arturo R. Pueblita
Padrenuestro pulquero Padre nuestro que estás en las pencas, claricado sea tu jugo, y hágase un nacal, aquí en la erra como en el cielo. Pulque rico del maguey dánoslo hoy, y cúranos nuestras crudas, así como nosotros curamos las de nuestros amigos; no nos dejes caer en la prisión, y eternamente líbranos del mal mezcal, amén. Composición popular mexicana No iré a rezar al templo, porque estoy cojo; iré a la pulquería, aunque sea poquito a poco. Canción tradicional mexicana Échale agua, cielo viejo, pa’ que nazcan magueyitos; no le hace que nazcan ciegos, con que nazcan borrachitos; ya viene el estado seco, hay que echar otros traguitos. De Los paseos de Santa Anita, canción tradicional mexicana Que el n del mundo se acerca, dicen todos a pora; para no senr el susto, vamos todos a la pulquería. Canción tradicional mexicana Si se trata de un almuerzo no falta esta devoción, cecina y salsa con queso, barbacoa y tlachicotón. Del Corrido del maguey No hay de piña, todo es blanco. Refrán mexicano Ya está dicho y es pa’ pulque, el que falte lo compramos y el que sobre nos lo echamos. Refrán mexicano Con “tornillos” y “catrinas” pase a desquitar la meada, pues esta pared chorreada no la limpian las golondrinas. Letrero de pulquería *Textos tomados de: http://is.gd/tggvsP y http://is.gd/ASAY2V