2. Analice la configuración histórica del concepto de obra de arte, y explique por qué hoy puede afirmarse que el arte se encuentra en “estado gaseoso”. Trabaje a partir de Jiménez y Michaud.
Como dijimos en el punto anterior, actualmente al haber una desmaterializacion de la obra estamos invadidos en la cotidianidad por la obra artística, o mas bien el por el concepto de obra. Lo de estado gaseoso es una metáfora que se refiere a que estamos rodeados, como si estuviéramos en una nube que nos cubre de obras. Es muy difícil determinar cuándo se habla de una obra de arte.
Jimenez punto 3
El concepto de belleza a lo largo del tiempo fue sufriendo varias modificaciones en cuanto a su significado. En un principio, en el mundo griego antiguo se asociaba el término “bello” a la idea de perfección tanto sensible como espiritual. Luego, los sofistas se limitaron solamente a una dimensión sensible, en donde lo bello es considerado lo que produce placer por medio de los sentidos nobles (vista y oídos). Platón deja de lado el subjetivismo de los sofistas, para centrarse en una concepción de carácter objetivo de lo bello. Esta concepción se sitúa en un plano suprasensible de las Ideas-Formas, que es donde según él, la Belleza reside en todo su esplendor. La autonomía del principio estético queda desplazada por la subordinación de belleza, respecto a la Verdad y al Bien. Además, establece que “la escala de la belleza” está relacionada con el esfuerzo del sabio y del filósofo para lograr el conocimiento de la verdad y la práctica. Se puede decir entonces que la idea de perfección sensible se vio desplazada por estos tres valores: Verdad, Bien y Belleza. El carácter metafísico de lo bello quedó establecido principalmente por la filosofía platónica, entonces la Belleza significaba “el esplendor de la bondad divina” durante el periodo del Renacimiento. Con Aristóteles, se llega a la idea de la autonomía de la belleza y el arte en relación a la verdad, en este caso el artista busca en su obra lo verosímil. Se busca una
articulación específica y autónoma de los “elementos de verdad” de dicha obra de arte. Se produce una autonomía de lo bello frente a la esfera moral, donde lo bello queda como aquello que posee un valor intrínseco y a su vez proporciona placer. En otras palabras, se busca delimitar lo bello en relación a lo bueno, en donde los elementos de moralidad se integran a la esfera de la belleza. De esta manera se aproxima a la teoría Kantiana del interés estético. Descartes y Aristóteles establecen una concepción en la que lo bello resulta subordinado a lo verdadero, dicha subordinación prepara el camino hacia la autonomía de la Estética. A fines del siglo XVII, en el marco ideológico del Neoclasicismo, lo bello alcanza una fundamentación naturista. Durante la Ilustración descansa sobre el concepto de naturaleza humana, cuyas partes principales son la razón y la libertad. La autonomía de la Estética como disciplina es fundamental para la reformulación de lo bello como un principio antropológico o cualidad de la naturaleza humana. Ahora lo bello se convierte en finalidad, en un objeto teórico de la nueva disciplina, citando a Baumgerten “el fin de la estética es la perfección del conocimiento sensitivo en cuanto y tal”, y dicha perfección no es otra cosa que la belleza. Con el desarrollo del idealismo en la filosofía, la definición hegeliana de lo bello como manifestación sensible de la idea, nos ubica muy próximo a la escala estética de Platón, quien indica que lo bello nos permite remontarnos desde lo sensible al mundo de las esencias. Con la diferencia que ahora la belleza ha alcanzado una autonomía plena respecto a la verdad y a la virtud, y en el espacio de las artes. Jiménez establece en su texto que se llevó a cabo un descredito de la belleza a lo largo del siglo XX, ya que se vio afectada por la crisis del espiritualismo metafísico y del academicismo en las artes. Dicha afirmación se ve relacionada con la que realiza Michaud (“el mundo es bello, menos en los museos y centros de arte”) porque establece que en esos espacios la experiencia artística terminó en una abstracción casi irreconocible de lo que quedo del arte en estado gaseoso.
OTRA RESPUESTA 3. Siguiendo a Jiménez examine las principales transformaciones que ha sufrido el concepto de belleza a lo largo del tiempo y reflexione acerca del vínculo entre
este concepto y lo que Michaud llama “los tiempos del triunfo de la estética” para referirse a la actualidad.
Desde el mundo griego antiguo, en donde lo bello supone una idea de perfección tanto sensible como espiritual, pasando por el pensamiento platónico, que planteó, primeramente, que “lo bello es lo que produce placer por medio de la vista y el oído” (espacio suprasensible de las Ideas-Formas), nos remontamos de la belleza sensible a una belleza inteligible, y de esta, a la Belleza en sí. Aquí alcanzamos el grado más alto de conocimiento, porque se encuentra el contacto con la verdad. Más adelante, Aristóteles planteó que el artista no busca la verdad en su obra (como si hace el filósofo o el científico), sino lo verosímil. Luego, la retórica agregó que la belleza es algo inherente a la virtud, es decir, lo que siendo bueno produce placer en cuanto es bueno. A fines del siglo XVII, lo bello alcanza una fundamentación naturalista. En el marco del entramado ideológico del Neoclasicismo: “verdad y belleza, razón y naturaleza”, son expresiones diferentes de las mismas cosas. En la Ilustración, la presión combinada de la nueva fundamentación antropológica y racionalista del conocimiento, junto con la creciente autonomía e importancia de las artes, produce como resultado una concepción de la belleza como transgresión de los límites de la razón, como manifestación ideal de todo lo inefable que sale al encuentro de la “naturaleza humana”. Ya en el siglo XX, se entra en una crisis del concepto de belleza. El giro es tan espectacular que buena parte de las reflexiones teóricas de este siglo en el campo de la estética mostrarán su confianza o rechazo a seguir utilizando un concepto tan fuertemente impregnado de espiritualismo metafísico. El desarrollo de las vanguardias artísticas se hará sobre la base del rechazo de la belleza como norma estética. Podemos hablar de “agotamiento histórico” de la belleza como concepto y como valor estético como incluso de su muerte. Esto está relacionado con el texto de Michaud, en el cual el arte ha pasado de ser esa pieza única a estar en todos los objetos cotidianos. Entendiendo por obra de arte, aquellos objetos preciosos y raros, antes investidos de un aura, de una aureola, de la cualidad mágica de ser centros de producción de experiencias estéticas únicas, elevadas y refinadas; tanta belleza y, junto con ella, un tal triunfo de la estética se cultivan, se difunden, se consumen y se celebran en un mundo cada vez más carentes de obras de arte. Todo esto de la mano de la industria cultural.
Punto 4