Descripción: Jean Baudrillard Postestructuralismo Posmodernidad Hiperrealidad
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Jean Baudrillard
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Baudrillard a Sociedade Do Consumo
Descripción: Part of the series: The Body, in Theory: Histories of Cultural Materialism. The body constructed by theory and through social and cultural practices has provided the departure point for studies t...
Jean Baudrillard - simulacre si simulareFull description
Todo parte del intercambio imposible. Lo incierto del mundo es que no tiene equivalente en lugar algunos y que no se puede canjear por nada. La incertidumbre del pensamiento es que no se pue…Full description
Jean Baudrillard: La sociedad de consumo. Alcira Bixio (tr.) (tr.) Luis Enrique Alonso (prol.) Madrid: Siglo XXI !""#.
La sociedad de consumo ($#%") es el segundo li&ro de Baudrillard. 'orma unto a El sistema de los o&etos o& etos ($#*) + ,r-tica , r-tica de la econom-a pol-tica del signo ($#%!) una trilog-a dedicada a inestigar el capital + el consumo desde la /ptica del estructuralismo. 0ando un paso m1s all1 de Marx el alo alorr de ca cam& m&io io el alo alorr del del o&et &eto o en cua cuanto nto signo igno se impo impone ne de2nitiamente a su alor de uso. 3etomando a 4e&len el alor del o&eto no tiene nada que er con el sueto + sus usos sino que estri&a en atestiguar la posici/n de su propietario en la escala social. El o&eto entra a 5ormar parte parte de un comple compleo o c/digo c/digo cu+o cu+o o&eti o&etio o es manten mantener er intoca intoca&les &les las di5erencias sociales. ,uando el sueto consume no est1 sa2s5aciendo una necesidad sino usando signos o meor siendo usado por ellos: atrapado en un lengu lenguae ae o en un c/ c/di digo go cu+o cu+o 5unc 5uncion ionam amien iento to desco descono noce ce.E .Ell ee del del capitalismo 6a pasado de la producci/n al consumo. 7ras la crisis del !# se 6i8o 6i8o eid eiden ente te que que era 5und 5undam amen enta tall no s/lo s/lo prod produc ucir ir la merca mercanc nc-a -a sino sino tam&i9n 5a&ricar las necesidades la demanda. La simulaci/n colectia de las necesidades 6ace que la producci/n masia sea s/lo el intil intento de recuperar lo real. La sociedad de consumo es en de2nitia un mito un modo del ;pensamiento m1gico<. ,reemos en adquirir li&remente o&etos que necesitamos + en el 5ondo no 6acemos sino perpetuar un c/digo totalitario productor de di5erencias sociales.
La con2an8a de Marx en que el progreso tecnol/gico el desarrollo de las 5uer8as productias llea&a dentro de s- la semilla del cam&io social 6a desaparecido. El aance tecnol/gico es una carrera sin sentido en un mundo sin re5erencias. ;0ios 6a muerto Marx 6a muerto el 6om&re 6a muerto la econom-a econom-a 6a muerto muerto s/lo prealece prealece el caos de la apariencias< apariencias< (prol. (prol. p. L). La esencia del progreso econ/mico es autodestructia. La utop-a marxista se &asa en una antropolog-a ingenua: todos los indiiduos son iguales tienen las mismas necesidades &1sicas + se reali8an mediante el tra&ao. Estos mitos del comunismo son desmontados por Baudrillard en su siguiente li&ro: El espeo de la producci/n ($#%=).
>,u1l >,u1l es la sali salida da ento entonc nces es?? @ingu @inguna na para para Baud Baudri rilla llard rd para paradig digma ma del del pensamiento ni6ilista postmoderno. 7odo lo que podemos 6acer es ;iir el consumo como una especie de seductora en5ermedad terminal< (prol. p. LIII) cele&rar el apocalipsis de lo real.
La o&ra posterior de Baudrillard a&andona el 1m&ito de la sociolog-a concreta + se uele m1s po9tica + a5or-stica. Es su modo de inestigar el ;crimen per5ecto< el compleo 5en/meno de la muerte de lo real.
A grandes rasgos puede decirse que La sociedad de consumo com&ina como otros li&ros de Baudrillard una argumentaci/n 5arragosa con intuiciones &rillantes + an1lisis asom&rosos de lo cotidiano. 0eteng1monos un poco estas r15agas de lu8 que podemos encontrar a lo largo del li&ro:
$. El consumo generali8ado de im1genes datos e in5ormaci/n que nos 6ace creer que estamos meor in5ormados + m1s cerca de la realidad que nunca en la 6istoria sire exactamente para lo contrario:
La pr1ctica de los signos siempre es am&ialente siempre cumple la 5unci/n de conurar el do&le sentido del t9rmino: de 6acer surgir para capturar mediante signos (las 5uer8as lo real la 5elicidad etc.) + de eocar algo para negarlo + reprimirlo. Sa&emos que el pensamiento m1gico con sus mitos apunta a conurar el cam&io + la 6istoria. En cierto modo el consumo generali8ado de im1genes de datos de in5ormaciones tam&i9n apunta a conurar lo real en los signos de lo real a conurar la 6istoria en los signos del cam&io etc. (p. $)
!. La sociedad de consumo no se caracteri8a s/lo por la proli5eraci/n + acumulaci/n de o&etos sino tam&i9n por su destrucci/n sistem1tica. Esta es la lectura c-nica que Baudrillard 6ace de uno de los rituales m1s sangrientos de nuestra ciili8aci/n los accidentes de tr12co.
el autom/il es sin duda uno de los 5ocos priilegiados del despil5arro cotidiano + a largo pla8o priado + colectio. @o s/lo por su alor de uso sistem1ticamente reducido por su coe2ciente de prestigio + de estilo de ida sistem1ticamente re5or8ado por las sumas desmesuradas que se inierten en 9l tam&i9n lo es + m1s pro5undamente por el espectacular sacri2cio colectio de c6apas de mec1nica + de idas 6umanas que representa el Accidente: gigantesco 6appening el m1s &ello de la sociedad de consumo mediante el cual se da en la destrucci/n ritual de materia + de ida la prue&a de su supera&undancia (prue&a inersa pero muc6o m1s e2ca8 para la pro5unda imaginaci/n que la prue&a directa por acumulaci/n). Cara ser la sociedad de consumo tiene necesidad de sus o&etos o m1s precisamente tiene necesidad de destruirlos. El uso de los
o&etos s/lo llea a su p9rdida lenta. El alor creado es muc6o m1s intenso cuando se produce su p9rdida iolenta. (p. =D)
=. ,uando empie8a a 6a&larse del ;derec6o< a la igualdad a la salud al espacio al tiempo li&re es cuando podemos estar seguros de que +a no 6a+ de eso para todos.
Se 6a&la muc6o del derec6o a la salud del derec6o al espacio del derec6o a la &elle8a del derec6o a las acaciones del derec6o al sa&er del derec6o a la cultura. a medida que emergen esos nueos derec6os nacen simult1neamente los ministerios: de Salud de 0eportes + 3ecreaci/n >por qu9 no de la Belle8a + el Aire Curo? 7odo esto que parece reFear un progreso indiidual + colectio general que supondr-a sancionar el derec6o a la instituci/n tiene un sentido am&iguo + puede leerse en cierto modo en el sentido inerso: s/lo 6a+ derec6o al espacio a partir del momento en que +a no 6a+ espacio para todos + a partir del momento en que el espacio + el silencio son priilegio de algunos a expensas de los otros. (p. D$)
. La sociedad de consumo alardea de ser la sociedad m1s li&re de las que 6an existido pero en realidad el consumo es s/lo un simulacro de li&ertad.
El consumidor ie sus conductas distintias como li&ertad como aspiraci/n como elecci/n + no como imposiciones de di5erenciaci/n ni como o&ediencia a un c/digo () no ie la presi/n estructural que 6ace que las posiciones se intercam&ien + el orden de las di5erencias se perpete.(p. D)
D. El pro&lema de la econom-a es que teori8a pensando en una sociedad + un indiiduo racionales. Sin em&argo no es el consumo el que est1 sometido a la producci/n como ser-a de esperar sino que es el ansia de di5erenciaci/n de distinci/n el que somete a todas las dem1s aria&les incluida la producci/n.
A partir de cierto um&ral de sociali8aci/n ur&ana de competencia en la escala social + de taGe oH psicol/gico la aspiraci/n es irreersi&le e ilimitada + crece siguiendo el ritmo de una sociodi5erenciaci/n acelerada de una interrelatiidad generali8ada. 0e a6- los pro&lemas espec-2cos inculados con esta din1mica di5erencial del consumo. Si las aspiraciones 5ueran consecutias de la productiidad si estuieran su&ordinadas a ella no 6a&r-a pro&lemas. Cero en realidad las aspiraciones constitu+en por
tener su propia l/gica que es una l/gica de la di5erencia una aria&le incontrola&le es decir que no son una aria&le m1s del c1lculo econ/mico una aria&le sociocultural de situaci/n o de contexto sino que son una aria&le estructural decisia que ordena todas las dem1s. (p. D*)
. La meor met15ora de la sociedad de consumo es la 6isteria.
El mundo de los o&etos + de las necesidades ser1 as- el de una 6isteria generali8ada. 0el mismo modo que en la conersi/n todos los /rganos + todas las 5unciones del cuerpo llegan a ser un gigantesco paradigma que declina el s-ntoma en el consumo los o&etos se conierten en un asto paradigma donde se declina otro lenguae donde 6a&la otra cosa. podr-a decirse que esta eanescencia que esta moilidad continua que 6ace imposi&le de2nir una especi2cidad o&etia de la necesidad Kcomo es imposi&le de2nir en la 6isteria una especi2cidad o&etia del mal por la sencilla ra8/n de que no existeK que esta 6uida de un signi2cante al otro no es m1s que la realidad super2cial de un deseo que es insacia&le porque se &asa en la 5alta + que este deseo por siempre insolu&le es lo que aparece representado localmente en los o&etos + las necesidades sucesias. (p. %#)
%. >ui9n puede asumir el papel del sueto del cam&io 6ist/rico de protagonista del cam&io social dentro de la sociedad de consumo?
La explotaci/n que se eerce a tra9s del desposeimiento (de la 5uer8a de tra&ao) por a5ectar un sector productio el del tra&ao social resulta (a partir de cierto um&ral) solidaria. Llea a una conciencia de clase (relatia). La posesi/n de o&etos + de &ienes de consumo en cam&io es indiidualista antisolidaria des6istori8ante. En cuanto productor + por la existencia misma de la diisi/n del tra&ao el tra&aador postula a los dem1s: la explotaci/n es la de todos. En cuanto consumidor el 6om&re se uele solitario o celular o como muc6o gregario (la teleisi/n en 5amilia el p&lico del estadio o del cine etc.). Las estructuras de consumo son a la e8 mu+ Fuidas + cerradas. >Codemos acaso imaginar una coalici/n de automoilistas contra el pago del peae en las autopistas? >n cuestionamiento colectio de la teleisi/n? (p. #$)
*. El pro&lema del arte en ;la era de la reproducti&ilidad t9cnica<.
Multiplicar las o&ras no implica en s- mismo ninguna ulgari8aci/n ni p9rdida de calidad: lo que ocurre es que las o&ras as- multiplicadas en su condici/n de o&etos en serie se uelen e5ectiamente 6omog9neas unto con las medias + los sillones de ard-n + adquieren su sentido en relaci/n con ellos. a no se oponen en cuanto o&ra + sustancia de sentido en cuanto signi2caci/n a&ierta a los dem1s o&etos 2nitosN 6an llegado a ser en s- mismas o&etos 2nitos + entran en la panoplia la constelaci/n de accesorios a tra9s de los cuales se de2ne la posici/n sociocultural del ciudadano medio. Esto en el meor de los casos suponiendo que todos tuieran realmente acceso a ellos. (p. $!=)
#. >,/mo los medios de comunicaci/n 6acen desaparecer lo real?
tanto m1s se impone esta erdad de la teleisi/n o de la radio que es: todo mensae tiene ante todo la 5unci/n de remitir a otro mensae 4ietnam a la pu&licidad 9sta a las in5ormaciones generales etc. pues su +uxtaposici/n sistem1tica es el modo discursio del medio su mensae su sentido () La erdad de los medios de masas es pues la siguiente: cumplen la 5unci/n de neutrali8ar el car1cter iido nico de acontecimiento del mundo para sustituirlo por un unierso mltiple de medios 6omog9neos en su calidad de tales que se signi2can rec-procamente + donde cada uno remite a los otros. Oasta el punto de que cada uno llega a ser el contenido rec-proco de los dem1s + 9ste es el mensae totalitario de una sociedad de consumo. (pp. $D + ss.)
$". La li&eraci/n sexual no es un pro&lema de li&ertad sino de control + renta&ilidad.
El cuerpo 6ace ender. La &elle8a 6ace ender. El erotismo 6ace ender. esta no es la menor de las ra8ones que en ltima instancia orientan todo el proceso 6ist/rico de li&eraci/n del cuerpo. Aqu- 6a+ cuerpos como en la 5uer8a la&oral cuerpos que de&en ser li&erados emancipados para poder ser explotados racionalmente con 2nes productios. () Es necesario que el indiiduo se tome a s- mismo como o&eto como el m1s &ello de los o&etos como el m1s precioso material de intercam&io para que pueda instituirse en el niel del cuerpo deconstruido de la sexualidad deconstruida un proceso econ/mico de renta&ilidad. (p. $)
$$. El tiempo de ocio el tiempo li&re opuesto al tiempo de tra&ao es una distinci/n meramente 5ormal. Oo+ d-a +a es imposi&le perder el tiempo matar el tiempo.
Las le+es del sistema (de producci/n) no se toman acaciones sino que reproducen continuamente + en todas partes en las carreteras en las pla+as en los clu&es el tiempo como 5uer8a productia. El aparente desdo&lamiento en tiempo de tra&ao + tiempo de ocio en el que este ltimo inaugura la es5era trascendente de la li&ertad es un mito. () En el orden del c1lculo + del capital en cierto modo se da precisamente lo inerso: o&etiados por 9l manipulados por 9l como alor de intercam&io nosotros nos 6emos trans5ormado en el excremento del dinero nosotros nos 6emos conertido en el excremento del tiempo.(p. $#$P$#!)
$!. La sociedad de consumo esconde su naturale8a totalitaria &ao el dis5ra8 del ;todo est1 a tu sericio;.
El m1s insigni2cante a&/n de tocador se o5rece como el 5ruto de la reFexi/n de todo un concilio de expertos inclinados durante meses so&re el terciopelo de tu piel. (p. $##)
$=. La 5unci/n del Estado del Bienestar es conurar el cam&io 6ist/rico.
Seguridad Social seguros protecci/n de la in5ancia de la ee8 su&sidio por desempleo. Esta caridad &urocr1tica estos mecanismos de solidaridad colectia Ktodos ellos adem1s conquistas socialesK 5uncionan as- a tra9s de la operaci/n ideol/gica de redistri&uci/n como mecanismos de control social. Es como si se sacri2cara cierta parte de la plusal-a para preserar la otra es decir el sistema glo&al de poder se sostiene en irtud de esta ideolog-a de la muni2cencia cu+o &ene2cio se oculta detr1s de la d1dia. Se matan dos p1aros de un tiro: el asalariado est1 contento de reci&ir &ao pretexto de don o de prestaci/n gratuita una parte de lo que +a se le 6a despoado anteriormente. (p. !"")
$. El cuestionamiento de la idea de tolerancia que tanto uego 6a dado a Slao QiReG tam&i9n est1 presente en este antiguo texto de Baudrillard.
El pro&lema de la tolerancia (li&eralismo laxismo permissie societ+ etc.) se plantea de la misma manera. El 6ec6o de que los que antes eran enemigos mortales 6o+ se 6a&len de que las ideolog-as m1s 5ero8mente opuestas dialoguen de que se instale una suerte de coexistencia pac-2ca en todos los nieles + de que las costum&res se relaen no signi2ca en modo alguno un progreso 6umanitario en las relaciones 6umanas una ma+or comprensi/n de los pro&lemas ni ninguna de esas pamplinas. 7odo eso signi2ca sencillamente que al pasar a ser nada m1s que material de intercam&io + de consumo las ideolog-as las opiniones en un sentido o en el opuesto las irtudes + los icios son equialentes en el uego de los signos.(p. !$#)