Los Jataka: etapas de Buda en la vía de las transmigraciones* Sylvain Lévi En el momento del triunfo t riunfo decisivo, cuando desde las alturas del cielo hasta las profundidades de los aismos el universo aplaudía la derrota suprema del demonio, Buda salud! al ala naciente con un himno entusiasta: "e nacimientos en nacimientos, en el ciclo de las e#istencias, yo he corrido, sin pa$ ni tregua, uscando a %uien hace la casa& '(ué sufrimiento nacer y renacer de nuevo, siempre) acedor de la casa, 'te he visto) '+a no me hars nueva casa) 'e %uerado todas las vigas, he destruido hasta el techo de la casa) -ada altera ya mi ra$on& '-o ms deseos) '.odos a la nada) Este canto de victoria are a Buda la /ltima etapa de carrera& 0oseedor de las verdades sulimes, a partir de este momento va a revelarlas al mundo y a propagar la Buena Ley, antes de apagarse en la eatitud del -irvana& 0ero al llegar al final, seguro de una con%uista %ue ya no puede escaprsele, escaprsele, vuelve su mirada con legítimo orgullo para medir la ruta recorrida y los ostculos superados& -o s!lo evoca en su memoria las seducciones del palacio paterno en 1apilavastu, 1apilavastu, multiplicadas por un afecto in%uieto, %ue no perdía la esperan$a de desmentir predicciones predicciones demasiado claras y de retener al 2oven príncipe en su trono hereditario3 no s!lo vuelve a ver los cuatro encuentros decisivos %ue mostraron a un vie2o, un enfermo, un muerto y un mon2e y %ue le revelaron su vocacion ineluctale y su huida fuera del harem sumido en el sue4o en donde aandonaa a su 2oven esposa y a un ni4o recién nacido, y su vagar en usca de un maestro %ue pudiera ense4arle la salvacion, y sus largas mortificaciones mortificaciones estériles, y el é#tasis lierador en el %ue haía descuierto el camino& Su vision lo llevaa mas le2os, a la perspectiva infinita del pasado& En las tinielas de la noche final, repentinamente iluminado por el esplendor de la verdad asoluta 5la Bodhi5, en su primera vigilia haía conocido las e#istencias pasadas& Los siglos transcurridos, transcurridos, miles de miles, se haían aierto delante de él3 asistía en una especie de estupor, a la prodigiosa gestaci!n %ue prepara a un Buda&
.odos los seres, lo saemos 678, son los herederos y los continuadores de su propio karman3 la suma total de nuestros destinos anteriores se condensa en nuestra vida presente y aumentada por este nuevo factor, ésta formar tamién nuestras e#istencias por venir& El Budismo, como las otras religiones de la 9ndia, admite sin discusion este dogma fundamental& Ense4a tamién, por otra parte, %ue el yo es un ilusi!n, un error3 la f!rmula esencial, repetida y desarrollada desarrollada hasta el cansancio, declara %ue nada de lo %ue e#iste tiene personalidad& personalidad& La serie de los fen!menos se desarrolla como una suerte de transmision mecnica, mecnica, %ue no de2a lugar al 2uego de la persona& La personalidad aparente no es ms %ue una cominacion pasa2era de elementos destinada fatalmente a disolverse& prop!sito de esto, se ha acusado a menudo al Budismo de contradiccion contradiccion interna3 sus adversarios hind/es y sus críticos occidentales le reprochan negar la personalidad y admitir, sin emargo, la retriucion& -o %uiero entrar a%uí en el detalle de una controversia espinosa, espinosa, complicada a/n ms por los refinamientos refinamientos de una escolstica inagotale 6;8& .ampoco intento constituirme en el aogado o el campe!n del Budismo& Buda podría sencillamente sencillamente conformarse con responder %ue simplemente ha %uerido instituir una regla moral de vida para alcan$ar la supresi!n del dolor, y %ue no ha pretendido construir un sistema completo de filosofía& 0or otra parte, la contradiccion contradiccion %ue se se4ala tiene ms %ue ver con las concepciones propias de los críticos %ue con el fondo de la doctrina& Buda no e#ige tanto al individuo %ue traa2e por el ien3 cuanto menos personal sea el acto, mayor ser el mérito& La idea del -irvana, a la %ue tiende toda la doctrina lo e#presa claramente& claramente& El santo %ue se ha lierado de todas las pasiones, de todos los deseos, no espera una recompensa por ello3 los dioses, %ue s!lo son superiores a los homres por la aundancia aundancia misma de sus goces, estarían mal calificados para retriuir a saios %ue han despreciado esos goces& El /nico fruto l!gicamente digno de seme2ante mérito es la e#tincion& El acto reali$ado sin un o2etivo interesado es, si se puede decir así, neutrali$ado3 no desprende una fuer$a %ue pueda provocar un nuevo agrupamiento de los elementos, una ve$ disociados por la muerte& Buda podía go$ar de esta eatitud desde hacía mucho tiempo3 no necesitaa imponerse una larga espera&
=Le faltaa por a%uel entonces alguna de las condiciones necesarias> Buda mismo nos responde: '-o) ?racias a la omnisciencia %ue acompa4a naturalmente a la Bodhi, conocía el secreto de sus antiguas e#istencias3 e#istencias3 y se puso a contarles a sus discípulos sus m/ltiples nacimientos& Estas historias, %ue no tienen e%uivalente en ninguna literatura, son designadas, entre los udistas, con el nomre técnico de 2ataka& La palara 2ataka es una formacion secundaria secundaria derivada de la palara 2ata, participio de la raí$ veral 2an, %ue significa @nacerA& Sin ausar de la gramtica comparada, se puede recordar %ue este vero aparece sin profundas alteraciones en nuestras lenguas clsicas3 sin ser un gran erudito, se puede conocer 6gi8gno6mai8, gen6os8 en griego, 6co8gna6tus8 y 6a8gna6tus8 en latín& Jata significa @nacidoA, 2ataka, @historia de nacimientoA& Los 2ataka son e#clusivamente el relato de los nacimientos nacimientos de Buda& Sin emargo, Buda no conoce solamente sus propios nacimientos3 conoce tamién los nacimientos pasados de todas las criaturas y, llegado el caso, los cuenta& Estos relatos forman una clase especial %ue lleva el nomre de avadana3 la palara significa, literalmente, literalmente, @una accion de rillo & Jataka y avadana reunidos reunidos constituyen entonces, en episodios episodios aislados, una historia general de los seres antes de la época de Buda& aré a%uí a un
lado, hasta donde sea posile, los avadana %ue ampliarían e#cesivamente el círculo de mis oservaciones y %ue merecen un estudio aparte, puesto %ue nos halan sore la sociedad %ue gravita alrededor alrededor de Buda3 me limitaré a los 2ataka %ue tienen a Buda como figura central3 y si no siempre tiene en ellos el primer papel, siempre tiene el ms ello& E#isten 2ataka en todas las lenguas %ue el Budismo ha empleado: en snscrito, en prcrito, en pali3 el irmano, el siamés, el chino y el tietano conservan, adems, una gran cantidad %ue ya no tenemos en su redaccion original& original& Los encontramos en todo tipo de oras, intercalados a manera de episodios o de ilustraciones3 el
e#acta, sin el testimonio de los documentos artísticos& Susiste a/n en el 9ndostn, al sur de llahaad, un monumento en ruinas %ue se puede fechar, sin vacilaciones, alrededor del a4o ;GG antes de la era cristiana: el stupa de Bharhut, %ue consiste esencialmente en un hemisferio de tierra y de ladrillos rodeado por una especie de empali$ada de piedra3 los pilares y los travesa4os de esta empali$ada estn decorados con a2orrelieves tomados de la leyenda udista3 no estn destinados solamente a emellecer el santuario, sino %ue forman parte de él& El fiel %ue venía a visitar el stupa comen$aa por rodearlo, a fin de demostrarle su respeto3 durante este rito amulatorio, las imgenes piadosas %ue se ofrecían a su vista lo ayudaan a santificar su pensamiento y alimentaan su devocion& Las escenas representadas son en su mayoría 2ataka3 el original arte de los escultores ha saido e#presar y condensar tan ien en cada medallon todos los episodios sucesivos de la misma historia %ue éstos han podido ser reconocidos, en gran parte, desde el primer e#amen& 0or lo dems, los mismos artistas han procurado ms de una ve$ graar en sus a2orrelieves el tema representado: 9simigo52ataka3 da52ataka3 Bidala52ataka, etc& Las esculturas de Barhut nos presentan la eclosion de este arte3 éste reproduce sin ninguna duda formas y procedimientos aplicados anteriormente a la madera, y cuyos e2emplares estn irrevocalemente desaparecidos desde hace mucho tiempo& Esto es, por cierto, lo %ue es digno de míA& Su decision est tomada3 su eleccion est hecha& "ipankara, por su omnisciencia de Buda, ha conocido el voto así formulado3 lo confirma y predice a su adorador %ue alg/n día ser Buda a2o el nomre de ?autama: @'sí, llegado a la otra orilla, ha$ llegar a los otros3 lierado, liera3 consolado, consuela3 después de alcan$ar el -irvana completo, ha$ %ue otros lo alcancen)A 6
La preparacion de un gran homre, y Buda es el ?ran omre por e#celencia 6
como ésta, aundante en persona2es y en incidentes, pero enteramente agrupada alrededor de un héroe /nico %ue la domina, la penetra y la ilumina& El genio hind/ haía sentido por instinto la fraternidad de los seres y la solidaridad del universo3 Buda se la e#plic! en imgenes& + como el demonio lo desafiaa a producir testigos para proar su caridad, él se conform! con responder: @-o tengo a%uí un testigo vivo& 0ero no %uiero contar los actos de caridad de todos mis nacimientos3 pido solamente a la .ierra, la .ierra grande y s!lida 5aun%ue no sea un ser vivo5 %ue dé testimonio de las limosnas siete veces céntuples %ue ofrecí en mi /ltima e#istencia, cuando era HishvantaraA& + sacando su mano derecha de dea2o de su manto, la e#tendi! hacia la .ierra y di2o: "igo %ue en mi /ltima e#istencia, cuando yo era Hishvantara, di limosnas siete veces céntuples& =Eres mi t estigo o no> + la ?ran .ierra, con cien rugidos, con mil rugidos, con cien mil rugidos, di2o: Soy tu testigo& + el e2ército de
.raduccion del francés de Hera aksman -otas 7& Cf& La transmigration des Tmes dans les croyances hindoues, conferencias en el
La vida de Buda na interpretaci!n* ?ad2in <& -agao
Shakyamuni Buda, fundador de una de las tres grandes religiones del mundo, ha sido desde un principio la figura dominante de la tradicion %ue él inspir!& En los países asiticos se conoce y se estudia e#tensamente su vida& Es, de hecho, fascinante considerar %ué clase de vida vivi! un homre tan e#traordinario como Shakyamuni& "esde tiempos muy remotos la literatura ha descrito la vida de Buda con suma elegancia, adornndola con una variedad de episodios instructivos& un%ue sin turulencias ni conflictos, su vida fue, sin emargo, e#tremadamente austera y radicalmente distinta de la de un homre cual%uiera& Las iografías de Buda son interesantes, no s!lo por%ue ilustran a%uellos elementos peculiares %ue hacen del Budismo lo %ue es, sino tamién por%ue contienen las semillas de las ideas doctrinarias %ue alcan$aron su completo desarrollo en generaciones posteriores& Si se comparan las iografías, por e2emplo, de Buda y de Cristo, e#isten muchos puntos de diferencia& 0ara mencionar dos o tres, Cristo fue el hi2o de un carpintero, y muri! en la cru$ con s!lo treinta y tres a4os de edad& La duracion de su prédica fue tal ve$ un a4o, ciertamente no ms de tres& Shakyamuni, en camio, naci! en el ms alto nivel social, como heredero de una familia real& dems vivi! una larga vida de IG a4os, %ue termin! con una nota de pa$ y autoreali$acion& La duracion de la prédica de Shakyamuni fue de cuarenta y cinco a4os y muchos reyes de su época se convirtieron en ardientes seguidores de él y de sus ense4an$as& 0or lo tanto, la muerte de Buda no se vio rodeada por la tragedia de opresion política %ue marca la pena capital %ue sufri! Cristo& Las diferencias entre las vidas de estos dos homres me parecen corresponder a las diferencias en el carcter de las religiones %ue amos fundaron& BiografXas de Shakyamuni, el Saio de los Shakyas& E#isten numerosos te#tos por estudiosos modernos sore la vida de Shakyamuni, en 2aponés y en lenguas occidentales, pero cuando yo halo de las @iografías de BudaA, mi fuente principal es la coleccion de las escrituras udistas sore este tema %ue desde el pasado han llegado a nosotros& Estas iografías contenidas en las escrituras, %ue estn hoy día a nuestra disposicion, fueron de hecho recopiladas cientos de a4os después de la muerte de Shakyamuni La actitud literaria en la 9ndia de a%uella época no es como la de hoy, cuando las iografías son escritas en forma inmediata3 resulta %ue, hace unos dos mil %uinientos a4os, aun los discípulos directos de Buda no escriieron la iografía de su maestro& Sin emargo, muchos de los acontecimientos y logros de la vida de Shakyamuni fueron transmitidos a cada una de las generaciones siguientes3 se memori$aan las ense4an$as y reglas monsticas %ue se e#traían de ellos y éstas a su ve$ eran transmitidas a2o la forma de te#tos Sutra o Hinaya, y es en este material %ue encontramos informacion fragmentaria acerca de los sucesos %ue ocurrieron en la vida de Buda&
de la vida de Buda3 a la 9ntroducci!n a los Jatakas en 0ali, %ue es, de hecho, una iografía de Buda3 al Buddhacharita de shvaghosha, %ue es un poema de e#tension épica, y a otros te#tos& La deificacion de Buda estaa en su apogeo en la época en %ue surgi! esta literatura, por lo %ue en estos te#tos se e#presan profusas alaan$as de Buda, y ellos estn llenos de escenas milagrosas narradas en el lengua2e ms hermoso& un%ue estos relatos nos dan algunos indicios de la estructura sica de la vida de Buda, hay en ellos mucho material %ue no puede ser considerado hist!rico& Los estudiosos se esfuer$an por separar los hechos hist!ricos de la ficcion, pero es una tarea difícil& Con todo, si se tiene presente %ue esta literatura iogrfica refle2a la concepcion de Buda %ue tenían los udistas de la época en %uc fue compuesta, los te#tos llegan a ser tan interesantes como los hechos hist!ricos reales 6%ue nunca podrn ser completamente conocidos8 acerca de la vida de Buda Creo %ue deemos considerar esto como una oportunidad de estalecer el pensamiento udista durante ese primer periodo y encontrar en él los inicios de las doctrinas %ue florecieron mucho después& 0or lo tanto, la iografía de Buda, %ue %uiero tomar en cuenta en este traa2o, se concentrar en las concepciones %ue prevalecían acerca de Buda y del Budismo en la época de la creacion de esas iografías, ms ien %ue en los hechos hist!ricos de la vida de Buda& Shakyamuni Buddha fue hi2o del 2efe de una comunidad %ue vivía en la ladera sur del monte imalaya& Se cas! y tuvo un hi2o& andon! el hogar 6proalemente a los ;M a4os de edad8 para ir en /s%ueda de la verdad religiosa y, alrededor de los DF a4os, encontr! la iluminacion y se convirti! en el Buda& Hia2! mucho, predicando a todo lo largo de la planicie del ?anges, ad%uiriendo a muchos discípulos y adeptos en el trayecto&
étnicos& "e hecho, parece haer haido me$cla de puelos mediterrneos 6del occidente8, australoides 6del sur8 e incluso mongoloides 6del norte8& 0arece %ue tal cosa tuvo lugar en especial en el noroeste de 9ndia& -o se sae a ciencia cierta %ué lugar darle al clan de los Shakyas entre todos estos grupos étnicos& lgunos estudiosos consideran %ue eran de origen mongol& En la literatura se les llama los descendientes de 9kshvaku, es decir, hi2os del sol& Lo me2or es interpretar esto como una afirmacion de %ue los Shakyas eran de origen ario, pero era normal en esa época, entre las familias goernantes, hacer remontar sus genealogías hasta el legendario rey 9kshvaku, hi2o de
mucho %ue avan$aran en sus prcticas ascéticas, se esfor$aan por alcan$ar la meta ms alta %ue ellos conocían: el estado de rhat& Era impensale %ue pudieran convertirse en iguales de su maestro Shakyamuni& Sin emargo, con el inicio del Budismo -acimiento y 2uventud como príncipe& Se dice %ue una multitud de milagros rode! el nacimiento de Shakyamuni& La reina
Shakyamuni& l estirar A sita responde: @El príncipe ha nacido con las treinta y dos marcas de uen auspicio&A sita era tamién un adivino %ue leía las características físicas, y reconoci! esas marcas como las treinta y dos características distintivas %ue se decían visiles en el cuerpo de un Buda&
En la parte alta de su cae$a haía una e#crecencia, la ushnisa3 su caello crecía en cerrados ri$os %ue se enroscaan hacia la derecha 6pradaksinavartakesa83 entre las ce2as haía un círculo de vello lanco llamado urna3 entre los dedos, una memrana de piel 62alavanaddha8, etc& Se pueden ver en las esculturas udistas los intentos por representar el mayor n/mero posile de estas treinta y dos laksanas& E#isten adems en Buda ochenta marcas adicionales %ue son ms sutiles& Estas treinta y dos marcas mayores, y las ochenta menores, tamién se encuentran en un Chakravartin, un rey santo %ue @hace girar la ruedaA de la verdad y es capa$ de someter toda la tierra& El eremita sita e#plica su reaccion: @Este ni4o est dotado de las treinta y dos marcas y por eso, si se %ueda en su hogar, proalemente llegar a ser un Chakravartin3 pero, si renuncia a la vida de familia, ineludilemente llegar a ser un Buda& +a sea %ue llegue a ser un Buda o un Chakravartin, la aparicion de una persona así en el mundo es un acontecimiento e#tremadamente raro& +o he alcan$ado ya una avan$ada edad y ser imposile para mí vivir lo suficiente como para verlo& 0or eso estoy llorando&A Este tipo de relatos revelan claramente la manera en %ue pensaan los udistas de esa época& Los autores de estas iografias estalecían una dicotomía entre rey y Buda& (uerían crear la impresion de %ue el mundo de la iluminacion de un Buda era incluso ms nole %ue el de un rey secular con asoluta autoridad %ue ha con%uistado el mundo& En ve$ de descartar estos relatos de milagros y pron!sticos s!lo por%ue carecen de crediilidad hist!rica, tenemos a%uí un e2emplo de c!mo nos permiten descurir las emociones y afirmaciones de los udistas %ue vivían en la 9ndia poco antes y poco después de la época de Cristo& Rtros diversos relatos acompa4an la 2uventud de Shakyamuni& En uno& 2usto después de su nacimiento, el ni4o es llevado& en su primera peregrinacion, al templo de la deidad local, pero cuando llegan allí, es la deidad %uien desciende de su altar para rendirle homena2e a Shakyamuni&
paterno era un ostculo en su deseo de renunciar al mundo y seguir el camino de la religion& .omando en cuenta una serie de elementos relacionados con la vida de familia de Shakyamuni, parece %ue el nacimiento de ahula tuvo lugar astante tiempo después del casamiento de la pare2a& Como su consorte, adems de +ashodhara, otros nomres, incluyendo el de ?opi, son mencionados& ?opi podría ser el nomre de otra esposa o podría ser simplemente otro nomre de +ashodhara& La /s%ueda de diversion fuera de Las Cuatro 0uertas& ntes de %ue Shakyamuni renunciara a su hogar, un suceso importante se destaca en las iografías: el relato acerca de @la /s%ueda de diversion fuera de las cuatro puertasA& Esto se refiere a la salida fuera de las cuatro puertas de 1apilavastu en usca de diversion& En la actualidad, los estudiosos generalmente concuerdan en cuanto a la uicacion de la antigua ciudad de 1apilavastu& ace ms de ;G a4os via2é a ese lugar para inspeccionarlo& En sus dimensiones era una ciudad pe%ue4a, de unos FGG metros por un kil!metro& (uedan vestigios, un f oso, y uno puede imaginar la uicacion de cada una de las cuatro puertas fuera de las cuales el príncipe usc! diversion& n día, cuando el príncipe estaa de2ando la puerta del este, se encontr! con un anciano caminando al lado del camino& somrado ante la vista de la edad avan$ada, le pregunt! a su palafrenero Chandaka: @=(ué clase de persona es ésa> Su espalda est encorvada, su rostro est lleno de arrugas, su caello est completamente lanco y casi no puede caminar& =(uién es ese homre tan feo>A Chandaka respondi!: @Es un anciano&A Cuando Shakyamuni pregunt!: @=(ué clase de persona termina pareciéndose a él>A, Chandaka e#plic!: @.odas las personas se vuelven así& 0uedes ser 2oven ahora, pero alg/n día te parecers a élA& l oír esas palaras, Shakyamuni se torn! pensativo e inmediatamente dio la vuelta y regres! a su palacio& Rtro día, cuando salían por la puerta del sur, se encontraron con un homre enfermo& l ver por ve$ primera a una persona %ue padecía el deilitamiento de la enfermedad, volvi! a preguntar: @=(ué clase de persona es ésa>A Chandaka respondi!: @Es una persona enferma& Eres 2oven y sano, pero alg/n día sin duda te enfermars&A + otra ve$, al salir por la puerta del oeste, vieron un funeral& l ver al muerto en su ata/d, rodeado por un grupo de personas %ue lloraan dando fuertes gritos, mientras se dirigían hacia el límite de un campo, Shakyamuni pregunt!: @=(ué era eso>A Chandaka contest!: @lguien ha muerto ahí& . / tamién morirs alg/n día&A 0arece increíle %ue Shakyamuni nada supiera de la ve2e$, la enfermedad o la muerte antes de aprenderlo de su cochero& (ui$ estos relatos son dados de esta manera para mostrar la gradual profundi$acion por parte de Shakyamuni en las realidades humanas de la ve2e$, la enfermedad y, en especial, la muerte& "e hecho el rey, por el temor %ue tenía, haía decidido encerrar al príncipe en la torre de un palacio con mu2eres %ue lo atendieran, pero accedi! al deseo de su hi2o de salir de la ciudad, pensando %ue tal cosa podría disipar su triste$a& Sin emargo, al mismo tiempo el rey haía dado !rdenes de %ue se %uitara del camino cual%uier cosa %ue no fuera visualmente atractiva, a fin de %ue el príncipe no pudiera tener la menor duda acerca del mundo& El hecho de %ue el anciano y el enfermo aparecieran delante del príncipe, a pesar de las precauciones, ocurri! por%ue los dioses intencionalmente los evocaron para %ue aparecieran& Los servidores fueron reprendidos por lo %ue ocurri!, de modo %ue los dioses hicieron %ue la escena del funeral fuera visile s!lo para el príncipe& Las e#plicaciones dadas por el palafrenero acerca de la realidad del enve2ecimiento, de la enfermedad y de la muerte tamién fueron inspiradas por instigacion de los dioses, ya %ue a todos les haía estado prohiido halarle de esas cosas& La cuarta ve$, cuando estaa de2ando la puerta norte en usca de diversion, el príncipe encontr! un shramana: un uscador de la verdad, %ue, después de aandonar a su familia, se retira al os%ue y sigue su camino religioso como un mendigo& E7 nomre shramana frecuentemente es mencionado con el de rahman 6o rahmana8 en snscrito 6generalmente rahmin en inglés8, %ue designa a los miemros de la clase ms alta en el sistema social de 9ndia& Esto indica %ue los shramanas, considerados casi como los iguales de los rahmanes, eran sumamente respetados& El shramana %ue Buda encontr!, tamién haía sido evocado por los dioses, para ien del príncipe& La forma de caminar del shramana revelaa una actitud de
serenidad y calma y su rostro refle2aa una mente lire de preocupaciones, ennolecida por una profunda introspeccion& Shakyamuni fue profundamente conmovido por lo %ue vio& Como de costumre, pregunt! a su palafrenero Chandaka %uién era ese homre, y esta ve$ el mismo se le acerc! para interrogarlo& partir de esta e#periencia, Shakyamuni se sinti! ms y ms seguro del camino %ue él mismo deía seguir& Ese día, en %ue encontro al shramana y tom! conocimiento de tan nole forma de vida, e#periment! una felicidad verdadera, como si una alegría secreta en su interior huiese finalmente salido a la lu$& Kuera de este relato referente a @la /s%ueda de diversion fuera de las cuatro puertasA, se han transmitido otros sucesos acerca de la vida de Shakyamuni antes de su renunciamiento, todos los cuales tienen %ue ver con el proceso gradual %ue lo llev! a la decision de aandonar el hogar y convertirse en asceta& Estos relatos tamién se refieren a los o2etos de su preocupacion, %ue no son otra cosa %ue las preocupaciones centrales del Budismo 5los aspectos ineludiles de la vida: la ve2e$, la enfermedad y la muerte5, es decir, el prolema de la vida misma& El renunciamiento al mundo& Shakyamuni se fue de su hogar& En la 9ndia tradicional haía un sistema estalecido %ue dividía la vida de cada persona en cuatro etapas 6ashrama8& En la cuarta etapa, reservada para los /ltimos a4os de la vida, el individuo deia aandonar a su familia y convertirse en una persona errante, sin hogar, %ue ia en usca de la verdad& un%ue esto representa un ideal ms %ue una realidad social dominante, la idea del renunciamiento era familiar para los indios& Shakyamuni fue algo e#cepcional en cuanto cort! en forma total los la$os %ue lo unían a su familia, su trono y nacion& partir de ese momento él llev! realmente la vida de un mon2e errante sin hogar, durmiendo a2o los roles con una piedra por almohada, y alimentndose /nicamente de las limosnas %ue reciía de otros& La palara hikshu, %ue frecuentemente es aplicada a los mon2es udistas 6hikshuni para las mu2eres8, originalmente implicaa a alguien %ue no tenía un lugar para vivir ni medios para ganar dinero3 alguien %ue vivía de los alimentos %ue mendigaa& En una palara, un mendigo& <s adelante el sentido de renunciar al propio hogar se refería al aandono de éste para entrar en un monasterio en el %ue uno vivía y practicaa la disciplina religiosa& 0ero en esta primera época, los hikshu eran personas verdaderamente sin hogar& Este dee haer sido un camio drstico para Shakyamuni, %ue hasta entonces haía llevado una vida tan e#traordinariamente rodeada de lu2o& Shakyamuni finalmente decidi! aandonar a su familia y convertirse en un uscador de la verdad, pero en la noche en %ue estaa a punto de irse furtivamente del palacio, sinti! deseos de ara$ar a ahula, su /nico hi2o& Sin emargo, al ver a su esposa +ashodhara %ue dormía 2unto al ni4o y temiendo despertarla, aandon! la idea y decidi! irse de inmediato, teniendo cuidado de no hacer ruido& El rey Shuddhodana, en su gran temor de %ue su hi2o Siddhartha aandonara hogar y familia para dedicarse a la vida santa, haía hecho rodear el palacio con centinelas para impedirle la salida& Saiendo esto, Shakyamuni haía hecho %ue su f iel servidor Chandaka tuviese listo un magnífico caallo lanco llamado 1anthaka, con el %ue reali$aría su huida& %uí las iografías nos dicen %ue, en vista de %ue el ruido de los cascos de 1anthaka podía despertar a los centinelas, cuatro devas 6dioses8, a2aron del cielo, sosteniendo cada uno los cascos del caallo antes de %ue tocaran el suelo, de manera %ue no se oyera el menor ruido cuando el caallo saltara por encima de la muralla de la ciudad& La escena se reproduce frecuentemente en esculturas indias& En el recién construido Salon "orado de Shitenno2i, en Rsaka, hay tamién un mural de -akamura ?akuryo, %ue muestra a Shakyamuni montado en 1anthaka, con Chandaka corriendo a su lado, y si uno oserva atentamente hay, a2o los cascos del caallo, las manos lancas de los dioses suavemente pintadas& na ve$ %ue huo aandonado la ciudad, Shakyamuni se despo2! de sus 2oyas, de su corona y de sus costosos vestidos, se cort! el caello y dio todas estas cosas a Chandaka, a %uien orden! volver a 1apilavastu& Shakyamuni, después de su renunciamiento, emprendi! su camino solitario& Saiendo %ue proalemente sería perseguido, cru$! primero el río Lohini y luego se dirigi! al sudeste, para llegar finalmente al reino de
no se pregunta c!mo recorri! Shakyamuni, en esta primera etapa de su via2e, la distancia entre 1apilavastu y a2agriha& ace unos treinta a4os hice el intento de andar el mismo camino, con la esperan$a de encontrar la ruta %ue él sigui!& En la actualidad carecemos de informacion acerca del camino %ue tom!, por%ue inevitalemente encontr! los imponentes ríos ?anges y ?andaki, pero nada se sae acerca de donde y c!mo los cru$!& Cuando yo atravesé el río ?anges a ordo de un transordador a vapor de QGG toneladas, el via2e dur! una hora& 0ara evitar los lugares poco profundos y los ancos de arena, fue una travesía en diagonal, %ue implic! un gran desvío río aa2o& El ?andaki no es tan ancho, pero no de2a de ser un río muy grande con fuerte olea2e& 0ara llegar a
convertirnos en seres lires y e#altados, incluso un dolor relativamente simple como un dolor de muelas nos saca de %uicio& =C!mo entonces someternos a la tortura %ue implica estar acostado sore un lecho de clavos tan picudos %ue nos harían sangrar> 0ero viviendo en una época en %ue se creía %ue el ascetismo era la llave para la lieracion, era natural %ue Shakyamuni ensayara tamién este camino, aun%ue él proalemente hacía algo inusual al dedicarse al ascetismo al punto de poner en riesgo su vida& Kinalmente, sin emargo, se dio cuenta de la futilidad del ascetismo y decidi! aandonarlo& Esto fue considerado como una apostasía por a%uellos %ue lo rodeaan y, por ser los ascetas tan respetados, el de2arlos invitaa al desprecio 0ero Shakyamuni con toda sinceridad uscaa el camino hacia la verdadera iluminacion y así, descuriendo la verdad acerca del ascetismo él, valientemente, renunci! al mismo& Enseguida se dirigi! a la riera del río -airan2ana, cerca del @os%ue de los ascetasA y se a4! en él& Los indios rutinariamente se a4an, varias veces al día, en alguna laguna o en un río y hay en ello un sentido religioso& En contraste, hay una prctica tradicional de acuerdo con la cual los ascetas se curen el cuerpo de lodo con la intencion de no lavarlo 2ams& sí, el a4o de Shakyamuni simoli$a el recha$o al credo del ascetismo& "espués de terminar su a4o y de suir a la playa del río, recii! un poco de sopa de arro$ cocido en leche de manos de Su2ata, una ni4a de la aldea& "e hecho Su2ata haía estado haciendo ofrendas diarias a un rol, grande y vie2o, del lugar, con la esperan$a de %ue se le cumpliera un deseo, y se llen! de alegría al encontrar a un demacrado asceta sentado al pie de ese rol, pues lo tom! por el espíritu del rol& Entonces ella corri! a su casa y con cuidado prepar! una sopa de arro$ para él, como una ofrenda& La sopa de arro$ es e#tremadamente nutritiva y, después de comerla Shakyamuni se sinti! recuperado física y mentalmente& Confrontaci!n con
la lieracion de éste& En estos frescos vemos a sus guerreros, feos y con rostros innoles, confrontando a Shakyamuni con espadas, lan$as y otras armas, listos para atacarlo& En las iografías de Buda varían las descripciones del e2ército de
%uí las iografías de Buda relatan %ue en ese momentc todas las acciones de sus vidas anteriores se volvieron para él claras como el cristal, pudo conocer con su @o2o divinoA la condicion espiritual de todos los seres conscientes y, sore todo, percii! la cadena de doce causas conocida como pratitya5samutpada o surgimiento en dependencia& Esta f!rmula del surgimiento en dependencia es algo complicada, pero para nuestros fines, asta decir solamente %ue es una e#plicacion de la condicion humana de confusion& El concepto de surgimiento en dependencia es e#clusivo del Budismo& <s %ue un principio central de la doctrina udista, es su punto de vista filos!fico fundamental& enuencia para dedicarse a la prédica& La completa reali$acion del camino, la iluminacion de Buda, tuvo lugar alrededor de sus DF a4os de edad& Si su renuncia al mundo se coloca a la edad de ;M a4os, entonces su prctica religiosa dee haer durado seis a4os& Siguieron entonces F a4os de sermones %ue propagaan el "harma hasta %ue @entr! en el -irvanaA a los IG a4os de edad& 0ero Shakyamuni no comen$! de inmediato a difundir el mensa2e de su reali$acion& La literatura relata un episodio %ue antecedi! a su decision de predicar el "harma, en el %ue duda y aun recha$a la idea de predicar& Este suceso, com/n en todas sus iografías, tiene la mayor significancia& "espués de llegar a la iluminacion, Shakyamuni, ahora convertido en un Buddha 6iluminado8, se %ued! un tiempo en el mismo lugar 6se dice generalmente %ue fueron cinco o siete semanas8& efle#ion! sore el proceso %ue lo llev! a su lieracion espiritual y se dio tiempo para saorear profundamente la felicidad del "harma %ue haía reali$ado& En una ocasion, la emocion lo emarg!, contemplando el rol de la Bodhi con renovados sentimientos de gratitud por el rol %ue lo haía coi2ado del frío y del calor& En otra, durante una tormenta fría %ue dur! una semana, se dice %ue fue protegido por
sumergidos en el agua, algunos han alcan$ado la superficie del agua, y algunos se yerguen por encima del agua con hermosas flores& Confi! en %ue, cuanclo él e#pusiera el "harma, las personas inteligentes lo comprenderían y aceptarían& echa esta oservacion, Buda proclam! su decision de predicar con el verso %ue sigue: 'Rh Brahma) La puerta %ue lleva a la amrosía ha sido aierta ahora (uien tenga oídos dee venir a escruchar con la fe ms pura& La palara amrosía, amrita en snscrito, significa @%ue no muere, inmortal, eternoA& + es así como comen$! la prédica de Buda& 0ropagando el "harma& ntes de empe$ar a predicar, Buda consider! a %uién le dirigiría su primer sermon& ecordando cun inteligentes eran sus maestros rada 1alama y draka amaputra, penso %ue seria apropiado e#poner el "harma a ellos primero& 0ero se enter! por medio de su vision sorenatural %ue amos haían fallecido recientemente, uno hacía una semana, y el otro 2usto el día anterior& "ecidi! entonces halarles a los cinco hikshus& Seis a4os antes, su padre, el rey, preocupado por la suerte de su hi2o, les haía pedido a estos cinco mon2es errantes %ue acompa4aran a Buda& 0osteriormente ellos haían acompa4ado a Buda en sus prcticas, mientras reali$aa sus austeridades en el os%ue de los ascetas, pero cuando Shakyamuni aandon! el ascetismo, pensaron %ue se haía degradado a sí mismo y lo de2aron para continuar practicando por su cuenta& la larga se estalecieron en el 0ar%ue de las ?acelas 6mrigadava8, llamado así por las numerosas gacelas %ue vivían en la cercanía3 ha sido identificado como el Sarnath de la actualidad, una $ona %ue se uica en un suurio al norte de Haranasi 6Benares8& 0ara predicarles a estos hikshus, Shakyamuni se encamin! solo hacia el 0ar%ue de las ?acelas& 0artiendo de Bodhgaya, lugar en %ue alcan$! su iluminacion, su ida hasta el 0ar%ue de las ?acelas tom! %ui$ ms de die$ días& -o considerando ya a Shakyamuni como un verdadero mendicante, los cinco hikshus haían decidido entre ellos no saludarlo ni darle la ienvenida si lo veían de nuevo& 0ero al verlo, cuando se les acercaa, se sintieron tan conmovidos por su dignidad %ue corrieron a saludarlo y tra2eron agua para lavarle los pies& Shakyamuni les manifest! %ue haía alcan$ado la iluminacion y haía llegado a ser un Buddha 6Buda, iluminado83 entonces empe$! su primer sermon& Este se conoce como @la primera puesta en movimiento de la rueda del "harmaA& La metfora de la rueda es originariamente política, pues se refiere al ideal de un emperador con%uistador del mundo %ue manda sus carros de guerra, @haciendo girar sus ruedasA, para unificar al mundo& "e la misma manera, Buda, como maestro de toda la humanidad, hace girar la @ruedaA del "harma, dando inicio al gran acontecimiento de la e#posicion de la Herdad& El contenido de este primer sermon est recopilado en un pe%ue4o te#to titulado Sutra de la 0uesta en
a4os de prédica, gracias a su mencion a lo largo de todo el Canon& e seleccionado solamente uno o dos incidentes de entre ellos para presentarlos a%uí& Buda, el Henerado en el
su visita convenci! a su hi2o ahula y a su hermano menor -anda, %ue estaa por contraer matrimonio, para %ue se unieran a la orden& Las circunstancias en las cuales -anda tom! su decision, constituyen el tema de un poema épico de shvaghosha titulado @Saundara5nandaA& La escena en %ue ahula encuentra @l %ue todo el mundo veneraA est ellamente representada en un medallon de la escultura de maravati, en el %ue se muestra a ahula con cerca de die$ a4os de edad& Considerando éste y otros datos relevantes, lo ms proale es %ue el regreso de Buda a su hogar haya tenido lugar entre dos y seis a4os después de su iluminacion& La muerte de Buda& El -irvana& Las iografías vuelven a ser relativamente detalladas en relacion al /ltimo via2e de Buda, antes de su muerte& Buda ya contaa con IG a4os de edad& "e2ando a2agriha, volvi! sore sus pasos en el camino %ue tom! por primera ve$ cuando aandon! a su familia y se dirigi! al noroeste& acia el final de su recorrido, un discípulo recién convertido, el herrero Cunda, invit! a Buda y a sus acompa4antes a comer& Entre los alimentos %ue les sirvi! haía algo de carne de puerco 6u hongos8 %ue le produ2eron terriles dolores de est!mago a Buda, pero a pesar de ello continu! su via2e& El ayudante personal de Buda, su primo nanda, de unos DG a4os menos %ue él, permaneci! a su lado durante sus /ltimos ;F a4os de vida& dems de su funcion de atender al maestro, nanda era @%uel %ue ms ha oídoA, pues, al estar siempre al lado de Buda, escuchaa todos los sermones %ue dirigía a una amplia diversidad de p/licos& Estaa con Buda en su /ltimo via2e a 1ushinagara& En camino otra ve$ al día siguiente de la comida %ue le ofreci! Cunda, Buda tuvo mucho dolor y proalemente diarrea& Kinalmente le di2o a nanda %ue estaa cansado y %uería reposar& nanda le e#tendi! una manta al lado del camino y en ella se recost! Buda& =C!mo no podría uno sentirse conmovido por esta escena de Buda, en la avan$ada edad de IG a4os y deilitado por la enfermedad, el maestro de miles de discípulos, yaciendo al lado del camino en ve$ de uscar un lugar para recuperarse a2o el techo de alg/n discípulo o creyente> Esto demuestra cun estricta era la actitud de Buda en su adherencia a la vida errante y sin hogar %ue haía elegido& Sintiendo sed le pidi! a nanda %ue le tra2era agua& Cerca de allí haía un río, pero unos minutos antes lo haía cru$ado una caravana de caallos y ueyes y sus aguas estaan turias& nanda le di2o %ue el agua estaa sucia y sugiri! %ue caminasen hasta el siguiente riachuelo& 0ero Buda le orden! tres veces ms %ue le tra2era agua del río, y cuando nanda se acerc! por fin al río, encontr! %ue el agua estaa totalmente transparente& Esto se e#plica como otro de los milagros reali$ados por los poderes sorenaturales de Buda& Buda sigui! su camino y, for$ando a su cuerpo enfermo, lleg! finalmente al puelo de 1ushinagara& llí, entre dos roles shala, le di2o a nanda %ue le preparara una cama& Cuando la cama estuvo lista, Buda se acost! sore su lado derecho, apoyando un pie sore el otro, su cae$a en direccion del norte y su cara mirando al oeste& En esta postura, %ue se llama @la posicion de -irvanaA, muri! Buda& Los roles shala crecen derechos y altos, y producen una madera dura %ue se usa para la construccion& Cuando los te#tos dicen %ue la cama fue preparada entre @un par de roles shalaA no saemos si esto se refiere a s!lo dos roles a cada lado de Buda o, seg/n las traducciones al chino de este pasa2e, a un par de roles en cada una de las cuatro direcciones rodeando a Shakyamuni %ue yacía, o sea un total de ocho& En Japon, todas las pinturas de la escena del -irvana muestran esta /ltima disposicion incluyendo a una multitud de dioses, discípulos y animales lamentndose por la muerte de Buda&
mantened vuestra diligencia en la /s%ueda del camino& Estas fueron sus /ltimas palaras& Luego repiti! una serie de los trances %ue se producen en la meditacion y finalmente muri! mientras estaa en samadhi& nanda y los otros prepararon el cuerpo para la cremacion& 0arece %ue en esa época la cremacion estaa reservada s!lo para los 2efes de estado& Le pusieron fuego al ata/d, pero no pudo arder& El discípulo de mayor edad,
na vida tran%uila y nole& e resumido los puntos fundamentales de la iografía de Shakyamuni Buda& "entro de la tradicion e#iste una lista de 7; ! 7 hechos %ue han sido considerados un resumen apropiado de su vida& En el Budismo chino normalmente son ocho, conocidos como @los ocho aspectos mediante los cuales se reali$! el CaminoA& La ennumeracion es diferente en los distintos te#tos& En uno de ellos, el primer hecho es el llamado @descenso del cieloA& ntes de su nacimiento en este mundo, Buda residía en el cielo .ushita3 cuando lleg! el momento en %ue deía renacer en la tierra, él consider! en %ué país y dentro de cul grupo étnico deía nacer, decidiendose finalmente por la 9ndia y por el clan de los Shakya& Ba2! entonces del cielo en forma de un elefante lanco& El segundo hecho fue su concepcion& La reina
En la escultura 9ndia se han encontrado numerosas piedras aisladas en las %ue se han graado ocho escenas de la vida de Buda& 0osilemente se empleaan estas piedras como ayuda para ense4ar la vida de Buda& El grupo de episodios allí representados es un poco distinto a los anteriormente descritos, pero el tercero, el se#to, el séptimo y el octavo siempre estn presentes& Son: el nacimiento %ue tuvo lugar en Lumini 6uicado actualmente cerca de la frontera de -epal, en el lugar %ue ahora se conoce como Lummindei83 la iluminacion en Buddhagaya 6llamada ahora Bodhgaya83 el primer sermon en
Buda, 2efe de la comunidad de mon2es ndré Bareau
El nomre de Buda evoca a un saio de la 9ndia antigua, fundador de una religion %ue haría de convertirse poco a poco en una de las ms importantes del mundo, un asceta, apacile y dulce, %ue pasaa la mayor parte de su tiempo sumido en profundas meditaciones, en suma, un contemplativo y no ciertamente un homre de accion& 0or lo dems, sus fieles no tardaron en hacer de él una especie de dios y lo representaron ms tarde, por medio de la escultura y la pintura, a2o el aspecto de un ser sorehumano, inm!vil, calmo, sonriendo vagamente, con sus pesados prpados entreaiertos para proteger me2or su sue4o, separndolo del mundo, casi siempre sentado, y algunas veces incluso acostado& .al es el Buda representado por su iconografía y parcialmente por su leyenda& Esto corresponde tamién a ciertas virtudes %ue él no ha cesado de recomendar a sus discípulos y %ue él mismo practic!: la ondad, la compasion, la caridad, la paciencia, el desapego, la concentracion mental, la %uietud, para alcan$ar por fin la
serenidad imperturale %ue es la esencia del -irvana, de la meta %ue él designaa como la Lieracion 6vimukti8 definitiva de la transmigracion 6samsara8 y de la desgracia 6duhkha8 de e#istir& Esta concepcion de Buda ignora o descuida un aspecto completamente distinto de su personalidad y de su "octrina de salvacion, un aspecto muy diferente, casi opuesto, del precedente, pero muy importante& En efecto, el muy largo y difícil Camino 6marga8 %ue lleva a la Lieracion no puede ser recorrido sin utili$ar la decision, el esfuer$o, la energía indispensales para someterse constantemente, sin el menor desfallecimiento, al renunciamiento, a la ascesis necesaria y para luchar sin cesar contra las tentaciones, las pasiones y los vicios %ue asedian literalmente al pensamiento y %ue encadenan al ser a las vidas sucesivas y, por consiguiente, a los sufrimientos morales y físicos %ue uno soporta en ellas& 0ara emprender este duro y largo comate y proseguirlo hasta la victoria final de -irvana, para seguir a lo largo de todo el Camino de Lieracion, es indispensale renunciar a todos los placeres %ue usca el homre com/n y %ue son al mismo tiempo trampas y la$os& Es necesario aandonar su casa, su familia, su oficio, su casta y convertirse en un asceta errante y mendicante %ue vive /nicamente de limosnas reciidas de personas encontradas en su camino& Es necesario vivir como Buda y seguir la ruta %ue lo llev!, después de numerosos a4os de esfuer$os incesantes, a la serenidad suprema del -irvana& Si se acepta la tradicion, el fortunado haría decidido primero go$ar plenamente y él solo de la @felicidad de la LieracionA 6vimuktisukha8 otenida por medio del "espertar 6Bodhi8, pues 2u$gaa in/til ense4ar su método lierador a los otros homres, deido a la incapacidad de éstos de comprenderlo y ponerlo en prctica& i$o falta, se dice, la intervencion del gran dios Brahma en persona y su insistente ruego en favor de los pores humanos para %ue Buda, modificando su anterior decision, consintiera en aceptar la pesada tarea de guiar a los homres por el Camino de la Lieracion& Esto lo llev! muy pronto a asumir una nueva funcion %ue haría de ocupar la parte ms grande de sus actividades y de sus preocupaciones durante los muchos a4os %ue le %uedaan a/n por vivir, alrededor de medio siglo seg/n la tradicion, proalemente treinta o cuarenta a4os en realidad& Se trata de la muy asorente funcion de 2efe de la Comunidad 6Samgha8 formada por a%uellos de sus discípulos %ue haían elegido la vida ascética siguiendo su e2emplo& Esto ia a mantenerlo muy ale2ado del calmo retiro con el %ue haía so4ado inicialmente y en el cual haría podido continuar e#perimentando la eatitud de -irvana en este mundo hasta el fin de su /ltima e#istencia& "el difícil, fatigoso y hasta decepcionante e2ercicio de esta funcion, los c!digos disciplinarios del Hinayapitaka son un testimonio completamente convincente, tanto por su enorme volumen como por la gran diversidad de su contenido& Los te#tos canonicos concuerdan en situar la fundacion de esta Comunidad en la $ona norte de Benares, ms precisamente en el par%ue llamado
0or lo pronto, el grupo de mon2es se dividi! en varios grupos, cada uno de los cuales no comprendía sino un n/mero reducido de miemros %ue proseguían 2untos su vida errante y mendicante& En cada aldea %ue atravesaan, en efecto, s!lo algunos hiksu podían reciir limosnas consistentes en comida en cantidad suficiente, tomadas de los magros e#cedentes alimenticios de %ue disponían los campesinos, por muy grande %ue fuera la voluntad de generosidad de estos /ltimos: se trataa de un simple prolema material de aritmética elemental& Los puelos, las ciudades podían ciertamente aastecer a grupos ms importantes, pero aglomeraciones tales eran a/n muy raras y por lo dems poco poladas en la 9ndia durante la época en %ue Buda vivía 5en el siglo H antes de nuestra era5, sore todo en la cuenca media del ?anges en la %ue él circulaa con sus discípulos& El segundo prolema es consecuencia del primero: los mon2es %ue pertenecían a la mayor parte de esos grupos, es decir, todos a%uellos %ue no permanecían estrechamente unidos alrededor del fortunado, estaan por este hecho privados de su e2emplo constante y de su direccion incesante& 0odían pues producirse gradualmente entre ellos divergencias respecto de la "octrina y el modo de vida& na dificultad de otra clase se deriv! del n/mero creciente de mon2es y tamién sin duda de su division en grupos separados& Se compruea %ue en el Budismo, como en otros casos, @el hito no hace al mon2eA, y %ue se introdu2eron poco a poco en la Samgha personas %ue demostraron después ser compa4eros indeseales& lgunos tenían sin duda una vocacion sincera, pero eran incapaces de dominar sus malas inclinaciones: el egoísmo, la codicia, el orgullo, la irritailidad, los celos, la maldad, etcétera, lo %ue perturaa las uenas relaciones y la %uietud necesarias a los hiksu para avan$ar 2untos por el Camino de la Lieracion& Rtros eran astutos, hip!critas, mendigos profesionales y pere$osos, %ue no se haían hecho mon2es sino con la esperan$a de vivir sin hacer nada aprovechndose de la generosidad de los laicos, respetuosos de su apariencia de hiksu& Es por esto %ue Buda fué llevado muy pronto a hacer del con2unto de sus discípulos %ue mantenían la vida ascética, una sola y /nica Comunidad 6Samgha8, sometida a una sola y /nica autoridad: la suya, y a imponer a todos sus miemros una estricta disciplina 6Hinaya8& "icho de otro modo, a%uél cuya /nica tarea era en principio ense4ar su "octrina a todos los %ue %uisieran escucharlo, mostrarles el Camino %ue lleva a la Lieracion, fue oligado a transformarse en el 2efe de un grupo de hiksu cada ve$ ms numeroso y a asumir todas las oligaciones inherentes a esta funcion&
las narraciones destinadas a e#plicar en %ué circunstancias precisas y por %ué ra$ones cada una de estas reglas fue decretada por el fortunado o modificada por él& Sea como sea, se puede admitir %ue Buda fue realmente el autor de las decisiones %ue son comunes a los diferentes c!digos, lo cual nos lleva a admirarlo tanto por su papel de 2efe de la Comunidad y de legislador, como por a%uél, mucho ms conocido, de descuridor de su "octrina de Lieracion y de predicador de ésta& Los principios en los cuales reposa esta ora considerale merecen detener nuestra atencion& 0rimero, este c!digo de disciplina no ha surgido de un golpe, en el e#celente orden l!gico en el %ue nos ha sido transmitido, de la meditacion solitaria del fortunado, %uien lo haría revelado completo, cierto día, a sus discípulos reunidos, ordenndoles oservar escrupulosamente a partir de ese momento todos sus artículos& -o, el c!digo se constituy! poco a poco en lugares muy diferentes a medida %ue las circunstancias particulares hacían aparecer un nuevo prolema, importante o no, y oligaan a resolverlo sin tardar3 en consecuencia, se form! gradualmente, en el desorden completo en %ue el a$ar hacía surgir estos casos muy diversos& En suma, el c!digo monstico es un voluminoso compendio de 2urisprudencia, constitutido progresivamente por aplicacion del famoso metodo de ensayos y errores, como lo demuestran sus muy numerosos artículos en los %ue el fortunado, después de haer enunciado una regla, la modifica una o muchas veces para tomar en cuenta el nuevo caso y adaptarlo de la me2or manera a las necesidades del Samgha& S!lo ms tarde fue estalecido seg/n el orden l!gico en %ue nos fue transmitido& La organi$acion general de la Comunidad tampoco se fundaa en la autoridad /nica, aparentemente monr%uica, de Buda, sino en principios de alguna manera democrticos& En un famoso sermon, el fortunado hace un paralelo entre el funcionamiento del Samgha y el de la rep/lica aristocratica de los Hr2i, %ue vivían al norte del ?anges en la region de la actual ciudad de 0atna y célere por su prosperidad& fin de %ue la Comunidad monstica contin/e e#istiendo preservando las uenas relaciones necesarias para el progreso de cada uno de sus miemros en el Camino de la Lieracion, es asolutamente necesario %ue todos los mon2es sean iguales y e2er$an los mismos derechos durante las numerosas y variadas discusiones en las %ue el Samgha dee tomar una decision colectiva sore cual%uier cuestion& 0or supuesto, como en toda sociedad humana, las competencias y los talentos de cada uno entran tamién en consideracion& La saiduría, la e#periencia y la elocuencia tienen en estas discusiones su papel haitual, pero cada hiksu es lire en su decision, %ue e#presa por medio de un voto llevado a cao con unos palillos 6salaka8, después de %ue una mocion 624apti8 ha sido propuesta a la asamlea& dems, para 2u$gar las faltas de %ue son acusados ciertos mon2es, s!lo se toma en cuenta el comportamiento de los culpales, o sea sus acciones corporales o vocales, pero de ninguna manera sus intenciones y sus dems pensamientos, por lo menos si éstas no han tenido consecuencias, como lo veremos ms adelante& En suma, no se 2u$ga ms %ue lo %ue podía per2udicar a otros hiksu o a la Comunidad como grupo& Esta moral del comportamiento es, pues, muy diferente de la %ue ense4a la "octrina 6"harma8, en la cual los actos mentales son los %ue engendran el fen!meno de la maduracion 6vipaka8 de los actos 6karman8, luego su retriucion automtica en funcion de su valor moral, modificando el flu2o mental suconsciente y dirigiéndolo ineludilemente hacia su sancion& En los innumerales relatos de los Hinayapitaka en %ue el fortunado e#amina los m/ltiples casos de faltas graves o leves %ue le son presentados por sus discípulos, y en los %ue él en cada caso toma una decision %ue tiene, a partir de ese momento, valor de regla monstica, Buda aparece siempre como un 2efe de comunidad perfecto& La serenidad inconmovile %ue ad%uiri! en el momento de su "espertar 6Bodhi8, en %ue alcan$! el -irvana en este mundo, le permite permanecer por completo due4o de sí mismo en todas circunstancias3 no pierde 2ams su calma ni e#presa su desaproacion frente a los culpales, por graves %ue sean sus faltas, sino llamndolos homres necios, homres e#traviadosA 6mogha purusa8& E2erce pues su autoridad con firme$a, pero sin la ms inínima tra$a de violencia y adecuando e#actamente la sancion a la gravedad de la falta cometida& 0or lo tanto, los castigos e#cluyen cual%uier menoscao de la integridad física de los culpales: golpes, mutilaciones, ataduras, prision y, con ms ra$on, la pena de muerte& Los culpales no se e#ponen ms %ue a la confesion de sus malas acciones, la restitucion de los o2etos indeidamente otenidos y, para los criminales, se les separa
temporalmente de las actividades de la Comunidad o se les e#pulsa definitivamente de ella& La sorehumana saiduría del fortunado le permite en forma natural encontrar en cada caso y rpidamente la me2or solucion para el prolema %ue se le plantee& .odos estos relatos tienen una estructura seme2ante, lo %ue demuestra ien su carcter artificial, deido a la necesidad de uicar el origen de cada regla a2o la autoridad suprema de Buda, pero revelan, sin emargo, rasgos muy interesantes de la vida y del funcionamiento de la Comunidad primitiva& n mon2e, o un grupo de mon2es, comete una mala accion %ue irrita o escandali$a a los laicos del lugar& Wstos enseguida e#presan su indignacion, declarando %ue los discípulos de Buda se comportan como vulgares laicos, soreentendiendo con esto %ue son falsos ascetas y %ue no merecen, pues, ni las limosnas %ue se les da ni el respeto %ue se les testimonia& dems, este 2uicio no concierne s!lo al o a los hiksu efectivamente culpales, sino %ue se e#tiende a todos los mon2es udistas, ya %ue esos laicos ceden sin tituear un instante a la tendencia universalmente propagada de generali$ar& Estas murmuraciones in%uietantes son escuchadas por uenos mon2es %ue se apresuran a informar del incidente a Buda, %uien hace comparecer enseguida al culpale ante él y lo interroga acerca de la realidad de los hechos, la %ue es inmediatamente reconocida3 de esta manera, se evita %ue el relato se compli%ue in/tilmente& El fortunado reprende entonces al mal discípulo, luego dicta una nueva regla %ue prohie a partir de ese momento cometer la falta en cuestion y define por /ltimo el castigo %ue ser aplicado a los hiksu %ue se comporten de esa manera& Cae preguntar por %ué siempre son los laicos los %ue compruean las faltas cometidas y los %ue se indignan por ellas& El carcter artificial de este elemento constante en los relatos salta a la vista y les %uita, pues, su crediilidad& Lo cierto es %ue esto tiene por o2eto recordar a los hiksu, en toda ocasion, un hecho capital para la sorevivencia de la Comunidad, y por consiguiente del Budismo, a saer, %ue la e#istencia material de los mon2es dependía enteramente de la generosidad de los laicos& En efecto, los ascetas udistas no deían entregarse a ninguna actividad %ue les permitiera procurarse, directa o indirectamente, alimento, vestido, alo2amiento y medicamentos %ue les eran indispensales para susistir3 no deían entregarse a ning/n traa2o tal como la agricultura, la artesanía, el comercio, el servicio de los príncipes o de los particulares, etc& Esta prohiicion tenía por o2eto la lucha efica$ contra el deseo, la codicia de ienes materiales producidos por estas diversas actividades y, por consiguiente, la prctica constante del renunciamiento %ue es una de las condiciones necesarias para el ingreso en el Camino de la Lieracion& Los mon2es udistas eran esencialmente @mendigosA 6hiksu8, tenían %ue vivir e#clusivamente de las limosnas 6pinda8 %ue %uisieran darles los laicos, y por lo tanto dependían totalmente de éstos para su susistencia& 0or eso las e#presiones de indignacion pronunciadas, en cada relato, por los testigos laicos de faltas cometidas por algunos mon2es y %ue generali$aan en e#tremo su 2uicio a todos los discípulos del fortunado, representaan una seria amena$a para la Comunidad& l recordrselas constantemente en esa ocasion, se %uería hacer tomar conciencia a los hiksu tentados de conducirse mal, del grave peligro %ue corrían y del %ue hacían correr a todo la Samgha& La necesidad de mantener una uena imagen de este /ltimo en las personas %ue llevaan una vida laica era una ra$on tan importante para astenerse de toda falta como la de tener %ue conservar las uenas relaciones en el seno de la Comunidad& La contraparte de esto est dada por los relatos, tamién muy numerosos, pero generalmente mucho ms cortos, en %ue los actos cometidos por algunos hiksu son faltas en e#tremo veniales o ni si%uiera son verdaderamente faltas& En estos casos los laicos no intervienen por no haer encontrado nada %ue pudiera causar su reproacion& La mayor parte de las reglas son complementadas con diversas y a veces numerosas modalidades %ue se presentan de hecho, como otras tantas reglas secundarias %ue Buda haría enunciado para poder adaptar las principales a circunstancias en las %ue la aplicacion de éstas causaa ciertas dificultades& En síntesis, dos clases de casos muy diferentes se presentan, ya sea %ue las circunstancias en cuestion sean completamente e#teriores a la personalidad del mon2e cuya accion hace necesaria una modificacion tal, o, por el contrario, %ue esta /ltima sea deida enteramente a su conducta& .omemos algunos e2emplos para aclarar esto: aiendo nacido el Budismo en la cuenca media del ?anges, en una vasta planicie sometida a un clima tropical, las reglas %ue conciernen a la vestimenta de los mon2es, 5telas
delgadas de algodon, pies descal$os, etcétera5, no fueron adecuadas ya para los hiksu %ue irían ms tarde a difundir la "octrina en las regiones monta4osas, frías y de suelo escaroso3 fue necesario, pues, permitirles a a%uellos misioneros usar telas ms gruesas de lana y sandalias& e a%uí un e2emplo para ilustrar la primera clase de casos de adaptacion, a%uella %ue no re%uería ms %ue un poco de sentido com/n, cualidad de la %ue ciertamente Buda y sus me2ores discípulos no carecían& 0ara e#plicar la segunda clase, veamos el caso del roo, falta en e#tremo grave y %ue lleva a la e#pulsion definitiva de la Comunidad& El caso es muy sencillo cuando el culpale, saiendo ien %ue el o2eto deseado no le pertenecía, decide apropiarse de él, lo toma y se lo lleva& Sin emargo, todas estas condiciones no siempre se re/nen y esto oliga a modificar el 2uicio de ese acto reproale& Supongamos de antemano %ue las dos primeras premisas se cumplieran y %ue el ladron tuviera escr/pulos o se viera impedido, por alguna causa a2ena a él mismo, humana o de otra índole, de llevar a su completa reali$acion el acto %ue haía decidido hacer& Su responsailidad ser 2u$gada nula si ese ostculo se presenta antes de %ue él haya hecho un solo gesto en direccion al o2eto deseado, por%ue entonces su accion ser puramente mental& Si ien esto torna impuro su pensamiento, él no puede ser ni 2u$gado ni castigado por la Comunidad, puesto %ue no ha menoscaado en nada el uen funcionamiento de la Samgha ni la reputacion de éste& Su responsailidad aumenta gradualmente si da un paso en direccion al o2eto, si e#tiende la mano hacia él, si coloca la mano sore él, y finalmente ser total si lo despla$a por poco %ue sea& En esta /ltima fase, el roo es considerado como cometido y el culpale deer entonces ser e#pulsado de la Comunidad& Supongamos ahora %ue el o2eto en cuestion sea tomado y llevado efectivamente, pero %ue las dos primeras condiciones no se cumplieran& El mon2e en falta puede e%uivocarse de uena fe y creer %ue el o2eto le pertenece o %ue haía sido aandonado y por lo tanto %ue él podía tomarlo& 0uede tamién llevrselo sin darse cuenta, por inadvertencia& En estos dos casos su responsailidad se reduce notalemente, pero no se anula, y esto puede tamién cominarse con el grado de reali$acion del roo %ue acaamos de e#aminar& Kinalmente, y esto es muy importante, el c!digo monstico reconoce, al lado de estos casos de responsailidad disminuida, otros en los %ue tal responsailidad es 2u$gada como enteramente nula& E#isten así mon2es %ue han actuado en un estado de locura pasa2era o definitiva, con deficiencia mental grave o por reaccion a un violenta dolor, o a2o una presion a la %ue no pueden escapar, o durante su sue4o, por e2emplo, a2o el efecto de sue4os er!ticos& simismo, son considerados sin responsailidad si ignoraan la regla %ue han transgredido y no son tampoco castigados si esa regla a/n no haía sido dictada3 ms precisamente, si es su accion reproale la %ue impulsa al fortunado a dictar una regla& En camio, el mon2e %ue oliga a otro a cometer una falta sin llevarla a cao él mismo, se tendr por culpale en la medida en %ue el otro hiksu esté sometido a su autoridad o a su influencia& Su responsailidad est efectivamente comprometida por las palaras o los gestos con los cuales ha ordenado o aconse2ado el acto en cuestion a su compa4ero& Los mon2es enfermos podían naturalmente verse eneficiados con cierta atenuacion de la disciplina& sí, les estaa permitido tomar, para uso medicinal, alimentos tales coma la miel, la mante%uilla, el aceite, la mela$a, %ue eran, para sus compa4eros sanos, golosinas incompatiles con el ascetismo& En caso de enfermedad grave, se les dispensaa de ir a participar en las m/ltiples reuniones en las cuales la Comunidad discutía y decidía sus asuntos propios o llevaa a cao ciertos ritos& "eían ser ayudados y en caso de necesidad servidos o incluso aseados por los otros mon2es, oligacion de la cual el mismo fortunado haría dado e2emplo lavando con sus propias manos a un hiksu enfermo, %ue yacía entre sus e#crementos y haía sido aandonado por sus compa4eros as%ueados& "esde su origen, el Budismo mostro una gran fle#iilidad para adaptarse a las ms diversas circunstancias, haciendo uso de un s!lido sentido com/n fundado en su saiduría y sin traicionar los grandes principios de su "octrina comen$ando por su moral&
tanto en su organi$acion como en su género de vida, en el curso de los treinta a cincuenta a4os %ue transcurrieron entre el "espertar y el 0arinirvana& En un principio, la Comunidad monstica no estaa formada sino por un pe%ue4o grupo de discípulos %ue acompa4aan fielmente a Buda en su incesante deamular por la cuenca media del ?anges y %ue llevaan la misma e#istencia ascética %ue él, escuchaan su prédica y se e2ercitaan en la prctica de las meditaciones %ue él les ense4aa& simismo, los discípulos se alimentaan /nicamente de algunos víveres %ue eran otenidos cada ma4ana al mendigar entre los laicos3 estaan vestidos solamente con harapos recogidos en el polvo, %ue ellos lavaan, te4ían de color ocre y cosían3 no tenían ms arigo para dormir durante la noche %ue el folla2e de los roles al pie de los cuales se acostaan& 0ara unirse a su grupo astaa la simple aceptacion del fortunado, y nada los distinguía a unos de otros salvo su antiguedad en el seno de su pe%ue4o grupo& "urante la estacion de las lluvias 6varsa8 permanecían 2untos en modestas cho$as construidas por ellos mismos& 0ara llevar esta vida simple y austera ninguno podía poseer nada propio, e#cepto algunos o2etos estrictamente indispensales: tres mantos 6tri civara8, una ropa interior 6antarvasa8, una especie de toga 6uttarasanga8, y una manta 6Samghati8, así como una escudilla o ol 6patra8 destinada a reciir las limosnas de comida 6pinda8& Este renunciamiento a cual%uier otro ien material se sumaa a la astinencia total de toda clase de actividad se#ual, con el fin de luchar me2or contra una de las ms poderosas formas del deseo, uno de los ms grandes peligros a los %ue el homre est e#puesto, seg/n las concepciones udistas& La e#periencia condu2o muy pronto a Buda a tomar cada ve$ ms precauciones antes de admitir en el grupo de sus discípulos a homres %ue pudieran perturar luego la vida de la Comunidad de una manera u otra3 por consiguiente, sometía a cada candidato a un interrogatorio cada ve$ ms largo en el %ue las preguntas teman por o2eto evitar un riesgo preciso& "e esta manera fueron mantenidos fuera de la Samgha los homres %ue no se haían despo2ado previamente de todas sus responsailidades sociales, %ue %uerían aandonar sin recursos a padres vie2os, a hi2os pe%ue4os o a esposas, o %ue eran esclavos no emancipados, personas al servicio del rey& .amién se recha$aa a a%uellos %ue estuvieran afectados por enfermedades graves o contagiosas, o por diversos tipos de invalide$, ya %ue esto haría oligado a los otros mon2es a cuidarlos o a servirlos en ve$ de dedicarse a su progreso en la ruta %ue lleva al -irvana& 0or cierto, el ingreso en el grupo de ascetas udistas estaa prohiido a los mendigos profesionales, a los homres uscados por la policía o %ue estaan endeudados, así como a otras clases de personas malintencionadas o dudosas& Los candidatos %ue haían respondido de manera satisfactoria a este interrogatorio y %ue eran por consiguiente admitidos en la Comunidad monstica deían luego ser instruidos en la "octrina 6"harma8 y en la "isciplina 6Hinaya8 por los mon2es de ms edad, durante un tiempo astante largo, antes de poder participar con pleno derecho de las reuniones en las %ue se discutían los asuntos del Samgha& Estos novicios 6sramanera8 eran confiados a los uenos cuidados de dos de sus mayores, actuando uno como censor 6upadhyaya8 y el otro como maestro 6acarya8& Cuando estos /ltimos 2u$gaan %ue sus esfuer$os haían sido coronados por el é#ito, proponían a la Comunidad %ue se volviera a reunir para interrogar nuevamente a estos 2!venes mon2es y para acogerlos por fin en el grupo de los hiksu con participacion completa, confiriéndoles la ordenacion mayor 6upasampada8, literalmente @logro completo, reali$acionA& Seg/n la tradicion, la orden de las mon2as 6hiksuni8 fue fundada muy proalemente por el fortunado astante tiempo después de la de los mon2es& Este retraso permiti! a la organi$acion de esta segunda parte de la Samgha disfrutar desde el inicio de las me2oras sucesivas %ue haían sido introducidas hasta ese momento en la organi$acion de la orden de los mon2es& Esto, sin emargo, plante! nuevos prolemas al con2unto de la Comunidad, pues fue necesario evitar con todo cuidado %ue las relaciones inevitales entre los hiksu y las hiksuni pudiesen llevar a unos y otras a %uerantar la regla fundamental de castidad asoluta& Kue tamién necesario proteger efica$mente a estas mu2eres contra diversos peligros, ya %ue ellas se encontraan privadas de sus defensores naturales 6padres, esposos o hermanos8 después de haer de2ado la vida laica& Surgieron entonces nuevas y numerosas reglas especiales dictadas por Buda a medida %ue las circunstancias particulares hacían aparecer la necesidad de ellas& Las relaciones entre las mon2as y los mon2es fueron fundadas sore el principio de %ue las primeras
siempre estarían suordinadas a los segundos, fuera para su instruccion, la direccion de sus propios asuntos e incluso para las manifestaciones de respeto& Lamentalemente todas estas medidas de precauci!n no astaron para descartar completamente las amena$as %ue pesaan sore las uenas relaciones y el uen funcionamiento de la Samgha en su con2unto& 9ncluso los verdaderos hiksu, confirmados por su ordenacion mayor 6upasampada8 después de muchos meses, y aun a4os de noviciado, no todos eran santos ascetas progresando en el Camino de la Lieracion sin dar un solo mal paso& Es cierto %ue esto ni el fortunado ni sus me2ores discípulos de épocas posteriores lo pretendieron 2ams, como lo pruean a contrario todas las innumerales predicciones 6vyakarana8 atriuidas a Buda sore el porvenir del Budismo y %ue son de hecho invenciones de muy diversas épocas& .odas anuncian, en efecto, la decadencia, luego la desaparicion de la "octrina y de la Comunidad, siendo siempre la causa, no la maldad de los enemigos e#ternos, sino ms ien las transgresiones de la "isciplina monstica 6Hinaya8 por parte de los mon2es, transgresiones %ue con el paso del t iempo llegaan a ser cada ve$ ms numerosas y graves& 0or desgracia, la historia da enteramente la ra$on a estas tristes predicciones, puesto %ue, si el Budismo desapareci! de la 9ndia donde haía nacido y sufri! crisis muy graves en China, en Ceiln y en otros lugares en el curso de los siglos, fue efectivamente como consecuencia directa del la#ismo de sus propios hiksu en diferentes épocas y en diversos países& scetas austeros, saios y l/cidos, los autores de estas pretendidas predicciones anali$aan muy acertadamente las tempestades %ue soplaan sore la Comunidad en su region y en su tiempo, y saían muy ien reconocer sus causas& Esta lucha contra el rela2amiento de la disciplina preocupaa mucho al fortunado, %uien utili$! para esto diferentes medios, no contentndose con 2u$gar y condenar a los mon2es culpales& ecomend! así a sus discípulos vigilarse y amonestarse mutuamente, y confesarse a menudo entre ellos en diversas circunstancias& .al cosa tuvo lugar especialmente cada %uincena, durante la ceremonia del upavasatha o uposadha, es decir, en las noches de luna llena y de luna nueva, cuando la Comunidad se reunía para predicar la "octrina ante los laicos& Se trataa entonces, para los udistas, de luchar contra la competencia de las otras sectas %ue seguían esta costumre desde mucho tiempo atrs& hora ien, antes de esta prédica los hiksu se reunían le2os de la presencia de los laicos y uno de ellos recitaa la larga lista de las principales reglas de la "isciplina, en n/mero de doscientas o trescientas seg/n las escuelas, ordenndoles a sus compa4eros %ue huieran transgredido una u otra %ue lo revelaran& "e hecho, los culpales ya tenían %ue haerse confesado antes, cada uno con otro mon2e, y a%uellos %ue haían cometido faltas graves se astenían de participar en la reunion, de tal manera %ue ésta no comprendía ms %ue ascetas puros de toda falta& El venerale encargado de recitar la lista de reglas podía entonces declarar %ue la Comunidad así reducida estaa pura y podía, por tanto, presentarse ante los laicos para asistir al sermon vespertino& Los indios, en efecto, siempre fueron muy sensiles a la pure$a ritual, %ue estaa estrechamente ligada con la limpie$a física, pero los udistas, %ue no creían para nada en el valor de los ritos, 2ugaan con la palara dndole a la idea de pure$a un significado /nicamente moral, de ahí la confesion previa de los mon2es& Rtra confesion tenía lugar al finali$ar el retiro de la estacion de las lluvias 6varsa8, y en ese momento cada hiksu le pedía a los dems %ue le se4alaran %ué faltas haía podido cometer contra ellos durante su larga convivencia, %ue e#asperara ms o menos los caracteres& Sin emargo, el comportamiento de los malos mon2es no fue lo /nico, ni si%uiera, sin duda, el principal elemento perturador de la vida de la Samgha& Rtro ms disimulado y por lo tanto ms peligroso, por%ue era e#terior al campo de la autoridad de Buda, condu2o poco a poco a un deilitamiento de la austeridad impuesta a los mon2es y a las mon2as& Se trata de la influencia de los fieles laicos 6upasaka y upasika8, %ue se comin! con las transformaciones políticas, sociales y econ!micas importantes de las %ue la cuenca del ?anges fue escenario en el curso del siglo H antes de nuestra era y %ue continuaron después durante mucho tiempo& La unificacion política progresiva, la urani$acion y el desarrollo paralelo de una clase de comerciantes, y de ahí el enri%uecimiento astante rpido de ésta y de otras categorías de ciudadanos, comen$ando por los príncipes, contriuy! a dar a los laicos, y sore todo a a%uellos %ue haían ad%uirido cierto poder econ!mico o político, una influencia creciente %ue se e2erci! sore la Comunidad monstica del Budismo& Esta /ltima no pudo protegerse completamente de una accion tal como haría sido deseale, y dei! entrar en componendas con ella, evolucionando en el sentido de un
deilitamiento progresivo de la regla disciplinaria concerniente al modo de vida de los ascetas udistas& La mayor parte de las personas %ue llevaan la vida secular, de hecho no asorían de la prédica de Buda ms %ue los elementos de su "octrina %ue les permitían alcan$ar las metas %ue se proponían en este mundo, es decir, la satisfaccion de los m/ltiples deseos naturales propios de la gente com/n, la salud, la comodidad, la tran%uilidad, los hi2os, el prestigio, etc& Ellos esperaan otener satisfaccion gracias a la maduracion 6vipaka8 de sus uenas acciones, 6kusala "harma8 y muy particularmente de los generosos donativos 6dana8 %ue hacían al fortunado y a sus hiksu, considerados como @campos de méritosA 6punya5ksetra8 eminentemente fértiles& Las limosnas de alimento %ue daan cotidianamente a los ascetas udistas, los otros donativos %ue les hacían ocasionalmente, y las muestras de profundo respeto %ue les dirigían en todo momento eran, a sus o2os, especies de inversiones espirituales de e#celente rendimiento, %ue deían asegurarles la dicha en este mundo y ms a/n en el otro, en sus futuras vidas& Este rendimiento estaa en relacion, por una parte, con las elevadas virtudes practicadas por los ascetas, con sus logros espirituales otenidos al avan$ar por el Camino a la Lieracion y, por otra parte, con la importancia de las uenas acciones llevadas a cao por los laicos en favor de estos santos discípulos de Buda, y particularmente, con la cantidad y la calidad de sus limosnas& 0or un lado, pues, esto los impulsaa a mostrarse respetuosos y generosos s!lo con los mon2es de conducta irreprochale, lo %ue e#plica su irritacion ante las ms leves transgresiones de la "isciplina por los hiksu, ya %ue en ellas veían una in2usta e intolerale a2a del valor de sus acciones, en el sentido financiero de la palara, aun%ue se tratara de hecho de una cuestion religiosa y hasta semimgica& 0or otro lado, se veían precisados a dar a esos mismos mon2es o2etos materiales cuya cantidad, calidad y a veces tamién naturale$a, no estaa de acuerdo e#actamente con las reglas estrictas de la "isciplina monstica ni con el renunciamiento y el ascetismo impuesto a los hiksu& E#istía ahí una contradiccion %ue a los laicos les importaa muy poco y de la %ue sin duda no eran si%uiera conscientes, pero %ue plante! a menudo serios prolemas a Buda y a sus discípulos& echa$ar una donacion era privar al donante de los méritos 6punya8 producidos por su uena accion y, por consiguiente, de los eneficios %ue él esperaa otener de ella ms tarde, en esta vida o en otra& Era, pues, faltar a la ondad y a la compasion, virtudes %ue el fortunado tanto enalteciera y cuya prctica constante era preconi$ada como un medio muy efica$ para luchar contra las pasiones opuestas, el egoísmo y la maldad& Era tamién decepcionar al generoso laico, desagradarlo y correr el riesgo de hacer nacer en él un resentimiento, incluso el odio y la c!lera y, por lo tanto, de hacerle producir así deméritos 6apunya8 %ue fructificarían en el futuro en crueles castigos& dems, este resentimiento podía llegar a ser peligroso para los hiksu si el laico en cuestion era un comerciante o un príncipe, %ue go$aa de una influencia social no despreciale por su ri%ue$a o su poder& Lastimado en su orgullo y decepcionado en su e#pectativa, podía entonces proclamar su desprecio y su c!lera y desacreditar a la Samgha udista frente al círculo grande de sus clientes o s/ditos, acusando a los mon2es de haerle manifestado un desprecio in2ustificado e incompatile con sus posiciones recíprocas& cusados por él de ser falsos ascetas, los hiksu corrían entonces el riesgo de ver a numerosos laicos ale2arse de ellos y renunciar a darles las limosnas %ue les eran indispensales& Kue así como Buda comen$! a permitir poco a poco a sus discípulos %ue aceptaran donativos %ue al principio les haian sido de alguna manera prohiidos& + al hacer esto, suavi$! un poco el rigor del ascetismo %ue les haía impuesto a sus hiksu en los primeros a4os de e#istencia del Samgha, ascetismo %ue se refería especialmente a los tres principales tipos de o2etos materiales de los cuales no podían prescindir los mon2es: la comida, las vestimentas y la haitacion& En ve$ de contentarse con algunos pu4ados de alimentos recogidos al mendigar cada ma4ana, de puerta en puerta, en las aldeas o en los puelos, los hiksu pudieron aceptar las invitaciones a comer ofrecidas por laicos ricos& Wstos los reciían en sus casas, individualmente o en grupos ms o menos numerosos, testimonindoles mucho respeto y, sore todo, ofreciéndoles una comida tan aundante y suculenta como pudiera ofrecer el due4o de casa, %ue se empe4aa en servirlos con su propia mano& Los mon2es entre tanto deían velar cuidadosamente para no caer entonces en los la$os de la glotonería, comer muy moderadamente y muy limpiamente,
después de asegurarse ien de %ue esta comida no contuviera alimentos prohiidos por la regla disciplinaria& En particular tenían %ue estar seguros de %ue los animales cuya carne les era presentada no haían sido matados especialmente para darles a ellos de comer, sin lo cual harían compartido la responsailidad de su matan$a, y %uerantado así el primero de los cinco mandamientos morales del Budismo, %ue prohie matar a cual%uier ser vivo, y se harían e#puesto entonces a un castigo severo& Los piadosos laicos se sentían conmovidos a veces al ver el mal estado de las ropas llevadas por los ascetas udistas, hechas de harapos recogidos en los montones de asura o en los osarios y cosidos entre sí& Sore todo después de la estacion de las lluvias, estas vestimentas se encontraan muy estropeadas por la gran humedad clida, y en consecuencia enmohecidas y rasgadas&
impermanencia 6anityata"harma8& dems, durante la vida de Buda, /nicamente la omnisciencia atriuida a éste por la devocion de sus fieles podía prever el desarrollo y el prodigioso florecimiento del arte udista en un futuro a/n le2ano, pues sus discípulos directos eran completamente incapaces de tener la menor idea sore ello& Los hiksu reaccionaron de manera diferente a los camios progresivos aportados por el fortunado a la "isciplina primitiva& La gran mayoría de éstos se someti! a ellos d!cilmente 5seg/n parece5 por%ue eran muy sensiles a la autoridad de Buda, sentían por él un profundo respeto y tenían una confian$a plena en su saiduría considerada sorehumana& "esde luego, no dudaan en aprovechar, cuando la ocasion se presentaa, las nuevas facilidades %ue les eran ofrecidas por esas atenuaciones de la regla, pero tenían cuidado de conducirse siempre correctamente y dignamente, oservando escrupulosamente la "isciplina dictada por su venerado