tu •. d,lllfan t;tI1l0 1" ,-. "b '''''ro 'l.', ' . (e . 1 prOll1:l ImIOn;¡ lO. ~l, r" ("OnSI( cr.l1n ol;¡ (011 ImparCIalidad ' ~;l I ' I . m~~ IInltrpretar ~1I espiritu 110 rahe d 11" ~ 'Icm fl ,Hie1 ti " . 11,1 le 'lile l11e~re más re qUC' a~ en umnas eo;pn::CI:1li";l~ de 111105 ~l1ti\cmit:l~ extran't'ros' N U ~I~" pl~C~, n~pan>~ en 11<;11 romo It,mbmcl1to la hi~t"I~;' d~ iI~ "thr(~l!i la! tomo e!I()~ la ~ IIelll'", ••. , 'J ron "a ~-I \"C'dad Ic • , ,~ I Ir,rn~b~ di' ~m ;ul'{'f<:l,io, 110 d cu ' s" ' (. (lile ,u 11'(' " I' ~11 o .IInelHC \1l'<;prcc larse si llo l.ITlI ~I" n, ~prO\~r ~.In(' en 1.1 ~"n,('nicnle mcdida, Ill¡¡S alll ig,, ¡¡s u;uliri(ll 1e , !laqoo " Les , de 1m h¡:lnco l '.,..~s 1 t JIIITllcro < e sus .p;l{ri ;1Tras um{> -' e' ~ .. ___ ,~s e n p,I'.ad de 'p , s, ,1 ' un,l ~ara\';lIIa ~l::, IlI~II1.1d'"• ,.". . - J.q., •• ,.1 ' .' . ' p:m , e ::>""dÓ 1YII"I'lIC le t"" " ~. ' , ,_o, );1 l."P;tCIO en 'tbundan ' "(,"uar d Tll"do tle \ ida de su~ aIH ,Cla para, ••. ron· ' ,J.I~.'( os ra~tore~ y servir , ~r"" TII:1)OtL'S de ar uerdo <:0'" . " . a .... I a~ U.l( I<:TOne<; de \11 rar (; . 10$ ... J wrrle e..x{raordiflari;l de lino ti ' 1 , l' . . .1, . raCla~ a e sus (escen~ (etJt~, la t('rerro grne. ufi....rlrTlljvrr't 'ti FS'I ' _ ' ~ " _1,',0 (ontlllu;lmlo ',lIi s ' u l ' 1"1(-<; '111 TIIOrl;lf-e rO/1 1, hl" • U ~I ema (e \Ida de pas, '''Ill'rl'(j~ iú" e é .1 po. :Klon del lugar hasl;t que, 110 se s
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LOS HEBREOS IinúKulos larttC en :l. continu'Iri"" de los pems: pcqueilo fué su país e insignifTc;J.lllc el p.,pcl (llIC ¡,~ tocó JeKmpeilat en el I!'añn mURdia' donde GlSI nunca hicier"n de conquistadores, Mas fué designio del d estino quc por ' '101 \l'or de circunstancias (1I1;¡~ GlIIS;l~.wn de Liól an,iIi,i~. c¡('rfin,U! ".10" los otros pueblos un influjo m:!s profundo que ninguna olr:t nar1,m d el Asi;l. En cierto modo llegaron a ser, tanlo por el (ristbn"Ol" romo por el islam. ti fundamento más importante dc las IIICC~, 1'01' de pronlo, ya se di~til1guen lO!! hebreo! por el hecho dc t¡lIf poseen SU! crónica, ('seritas desde é})O("as en qlle la nl:l)'Or I'ar~(' ll,1<' 1:15 nacione, hoy (:"l1a~ nI) ('()t1(K";;l1l todavía el arle de b (,,(nll ,' de manero que 110 se ¡HIeden atrcvcr a 11c\:lr 511 hi
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1.\ IIU\I '\111\0]
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Im!'\' posible que el pueblo lU\·il-sc que perma~lecer tanto li.cmpo el! el desierto árab<: hasta 'lue. muena ya la pnmera generaCión de dura cerviz un pueblo totalmente educado en e~tas COStumbres supi~ iIl5Ial:.rsc con[onne a 1'11:1$ en el p;¡ls de .'1m ma )ol"cs .. Pl'rO t!t.>O;.Il;ra. ciada mente no se realil.ó esta aspiración del gran patriota. ('.argado de años murió I\ l oisó en la frontera del país que h;¡h~a venido buscando y cuando su sucesor penetró en él, le faltó a,utondad y ernpuj~ para IIc\'"r a cabo en un todo el pro)'~to ~el 1~.lslado~. ,N? se pro. siguió la conqui~la hasta donde debí,1 llc\;\r.se1a, se dlvld~eron lOo laureles y dCs.<:ansaron sobre ellos antes de tiempo. Las tribus m;\~ poderosas se arrebataron primero la mejor parle del pals, de SUerte que sus hermanos menores aP':n~s, en~nturon ,dónde est~bleee~ y hasta una tribu tul'O que {h"ldlrse , Ademas. mue'has pC<¡lIell~! naciones se quedaron en el país conservando Isr~el en su SCIlO a l~ que eran sus enemigos jurados, ~ ,en consecu,encJa le fa!taba al pa¡~, por dentro y por fuer;¡, la l"it;¡bdld:Jd (Jl~c solo SIlS tlnlltCS, natllr;¡IC\ le podían g-.uantil.ar. ¿Qu~ otra cosa pocha ~cs~har de com¡cnw~ lan " I,t~ ""riodos de años " inCiertos dque no" dieron Ineomp V~ sino esos r1' os, "nan¡ os ufl tregua ,1 P ueblo invasor? Los estrategas ImprovISa . apremio, no pasaron de ser caudillos de im;urslOnes. vleton~a':1' cuando, finalmente, se institll\,{J la IJI0I13f
""bt~ ~<10
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I'IRA UN\ FU.OS.,";A OE LA
lll'iTORIA
DI' LA H UMANIDAD}
filé deva'la~I(J, la~ fortificad?nes de la capital desmanteladas y Judá fué ronduClda a una esdantud tan vergoll70sa en Rabilonia como era la de Israel e n Media. Por lo lamo, comiderándolo como Estado, pex-os puehlos podr;ln hacer en la hiswria una figura más desgracia, d. (lile kle, coo la excepcibn de dos de sus reyes, ¿Cu;ll fué la cama? Cn.'O (Iue la continuación de nuestra narra. ción la adara por sI sola, Un país de conslil!lrión tan deficiente por den 1ro y por fuera 110 podía florecer en esle lugar del mundo en nin¡:-Un;l lonlta, Si hien lh\'id lk",j 'u. incursiones h;¡'la el f:ufratcs obteniendo como tinico resu1tacld excitar una potencia superior contra sus sucesores, ¿acaso pudo dar con esto a su país la consistencia c/uc le faltaha: hatl:¡nd~~e, .;lIlel11;\': 1;) s('de del ,e'ohierno en el extre, mo sur del rClllo?,SII hIJO IIHrodlllO, luego, mujeres extranjeras, comtTc;Ío r opuleneta en un país clue como la federación suiza sólo plltdC alimenla~ a pastores y a~ricllltores y, de hecho, los tenia que 3Jimem:H c:n 11IImrro mil\' Hendo, Adem;h, como (kjó el comel'do r tI! su maro parte en manos de los e
3i5
[HERDER)
pital slIcumhiCTOIl de una manera lan horripilante que l'I mi~mo vencedor filantrúpiro 110 pudo menos que dok~~e ,de ellu, Aho r " los judlos rueron di~pcnados por lodas la pronll(.laS ud Imperio Romano y jU~lamente eSta 5 ' r.;iÓn SClia,la l'I romien,,, de Un i' 1 enero humano que cuesta lma~lIla que pm s ubieran camal' (esde os e~ , , y" que I1Ull f '~tin lUero o~) UII lIIehlo de ~:,bidlllü IMlliti", ~Iro en el arte de la gllcm, mucho len o r ~n hu cirntias y utes el! lodo el lranscJlroo de hi,HI'IFi .. , Poco antes del ocaso del [.staclo jud¡o había nacido en m seno el cristianismo, el cual al principio, lejos de scpanrsc del judaísmo, incorporó sus libros s.1~rados y $Obre todo conriaha en la misi¡'¡11 divina de su 1\I(.'$ías, Por medio del rrislioniswo, pues, IIcv') rpn 1.., lj,brQl dí! 19' jl"liOl ? m,no~ de IO"a<¡ la) naciQyl'l \Ill.e ahrv;olflll hJ r crisliana, y por Jo tanto mnU}eron para bien, para Illal , 5egIín se los entendía y ufilitaba, en todas la~ é!>oca~ cnstlanas, Su d~no ha sido benHiw por cuanto la ley de MOisés hace de la doctrma fIel único Dios creador del cielo y de la tierra el [umJamel1to de tOtb riloron:1 y reliRión, hablando,de ~Ie l)i
o.
376
la mam:ttla , la s,'rpicntcJ (Has lIel (Iilmio t'l )111110 , df)~
(j(JS
h -arol 1,,<;
hi~lnri;¡dot'es
de la hUl11anid:ld
tl~(,ll de ,todoS lo, p~!chlps ,I¡- la lieua al pucblo e Di o5 y a a I'
l~lr;J e~l'lic"110 lOl1r{:nn(' ~ U~I~ \'0/ hebrea; todo el sistema de hom!.Ir('$. llena \ sol se \ IOlenttl ~olo 1'¡U;1 sahar el 501 de Josué ) la edad dd mundo Scgllll la cTOnol(')::ia b,hl ir:l (lile nunca lU'O la intención IIc ¡Jocrminal C'>t(>~ \'alore. ron prl'(isión científica, 1>l.is de tillO de ~>'I gramIl" de 1,1 hUlll
:-se
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[IIFRIlFR]
[If)r"s
l'AltA UN"
FILO<;Clrí¡\
01' (...\ III STOlt lA DE L\ III "IANI[)AIl]
nadones menos cultas de Europa se hicieron escl.avas volulltarias de la usura de los judiO!!. Las o racion con lelras d e cambio . bien no 50n sus in"entores, o las r
...
par;~ su raracter nadon:11 y m ntTa el rual luchó ya Moisés a bflIlO p:Hlllln. En ulla palabra, ~ un t)llehlo que de¡:eDcOO etf'1tI tducaóón )(Ir ue nune : durez d na civilización
"'~T!,;!" iñd¡;p;rn;;hju;;p ~~:::::::~:~:;';~" ¡mlrumeoIO. ~~' l0' l" l~ No m,l""''''''.."." ' ti,aRóJ;;J;;'d; cabe dud;¡r. ~I~.
11(<1 l.Tcci< a en ~II ro io suelo, (}!Ir lo clla! no c"ohrrionó asta . r!el honor, de la li bertad. Eo I:u ciencias a que ~ ded icaron SIlS hom res m.1 al 05, siempre se disting uieron mis bien por la fidelida d óI los IlIincipios ) el orden que no por una fecunda lih('rt.1d del espíritu ; por o tról parte, las virtudes pa· triólicóls 110 pudieron dcsarfol1ar'IC casi nunca óI causa de las situa· dones que atta\~aba n. El pueblo de Dios al que a ~u hOTa el mismo 01:10 donó una (l.1tria, h,tce miles tle aflos, casi dcsd e su origen es una planta parásita que \ ive sobre los lronC05 de o tras nacio nes; un pUl:blo de ;'SltltO'i nq:ocialltes ra~i en toda \:¡ li('rra. (1"1' a pesa r de tanta opresión no aspira nunca II ho nor y a la propia morada y no conoce la nmt;ll¡.;ia de la patria.
q.ue Iilla república de usureros tan inteligentes apartó a ";lri~s n~: Clones europeas d é. apl'O\-echar el comercio ~r su propi~ trabajo, porqllt' é<; ta~!i(' cre¡;UI ¡jem;I ~lado noble, para t'JCrn'r UI1 oficio jUlli.., y apremler de los tesorer05 del Sacro TmllCrio Romaoo esta induuri¡ ingeniosa y suti l, como los espartanos no habían querido aprender la agricultura de sm helotes. SI alguien escribiera la historia de los judlos en todos los paises donde viven dispersos, 61a resulta rla Uo monumento opcetacular de la humanidad igua lmente notable COmo fenómeno natural y político; porclue ningllll pueblo de la tierra se ha difundido como éste, y nin¡.:uno ~ ha conservarlo e n lodos los rli. mas con su, Cl1racterlstie;ls y su ac!Í"idad como él. Pero no ~c le ocurra a nadie sacar de ahí uml conclusión sU[>eu. ticiosa acerca de una revolución que ate pueblo tenga que desenC"o\. denar en liempos venideros para loda.'! las naciones del mundo. ~ revolución (IUt: le tocó producir, probablemente \'3 <;c h;na nrodu(j¡lu y para otra más no se encuenlr:1Il indicios ni en el pueblo mismo ni en la analogfa de la historia. La supervivencia de los judíos se ellóplica no Illenos llatllralmt' llIe {llIe la de los br:lhmanes. I>cnal , gitanos. Por lo demás, nadie querrá negar sus grandes cualidadt"5 a un pueblo que fué tan efil:Íelllc rt'Ylrle en manos del dt"5li no y rup~ notables predisposiciono .se mUOl ran a todo lo largo de m historia. Ingenioso, ¡ututo y laborioso, supo sostenerse aU11 bajo la ellótreol~ opresión de otros pueblos y en un doierto como el de Arahia pm más de cuarenta años. Ni le falló el valor en la guerra, COliJO lo tic· muestran los tiempos de Daúd y de los ma rabeol, pero ,obre lollo el fin terrihle de su Estado. En Sil paj~ era ('n otrm liempos IIn pueblo diligente y trabajador que como 105 japo neses sabía aprovechar sus montañas estériles por medio de riegos artificiales ha~la 1:1 cumbre y alimentar inncible nlhnero de h:lhil a'lIl'< 1'1 1 un e
178
típico
IV
l--ENICIA y CARTAGO I)e muy Olra manera se hicieron bcnemcrilOS de la htlmani,bd 10\ Irlli,ifO'. IIl\ ell!;ITOn IIIlU de lo<> in~lrlllllentos m:1s IIIlIJlcs del mundo, ~, \' 1;\ llÍ~lori~. CII('lIta ~ 'I C;\~ lI a! invenci{m jUnio a las orillas del río Belfl. (',(.linO "idan a oril l:ls dd mar, (ueron n:l:\'egantcs desde liempos inmemoria les; ya Scmlr:lmis hilO construir su flota por lO!'! ICllicios. De embarcaciones pcquefla ~ fueron pas.1ndo paulatinamente I !l;¡rcos "e gran eslor... aprendieron a navegar gu iá ndose por I:u t'lt rella~. '-"'1)('tÍalmente pur I~ con~te l :lr i ó n ,le la O~a, v siendo a lacad05, tll\·i('rol1 rl"e aprender al fin t¡noblen la guerra naval. Sus nava lurenon lodo el l\lcdilerr:inco h;ISla más hallá de Gibrahar y hasta b Gran Bre t;uia, y desde el Mar Rojo es probable qlle dieran la '·!)Clta ~I Arr ica más de una ,·el.. I:.n 1000 eslO no procedieron romo ~ui\tJdores sino como cOlllcrfialltCS y rolonÍ7.adores. Con el trá~ l'i idioma y mercanda, ar¡ís!icu 'in<;lIlaum enlre
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P_\R.\ I 'NA F"1I.Q'iOI
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1\ tll"TORI\ UI"·\ II UMA""'''D]
{HERDER]
en Tartcsos, Espa ii~ . el n'lcbrc cmpo rio d c su comeróo con tres Continentes. r(lr muchO'! o pocos (Iue fuescll los cooo< illlient~ que tran~lllitierOIl a los europeo!. el $010 regalo Ile las I[(fin dd ¡lhL1i40 q.yr hicieron a Grecia eqyi\·alía por todw lo:¡ demás, ¿V cómo llegó este pueblo a desplegar una arte\anía t:m meri. toria? ¿Fué acaso tina tribu afortunada del pa's de origtn de la huma. nidad, dotada con igual larguC1::I de cualidades psíq uicas ~ físic,,!? Todo menos t.'5to. Según todos los testimonios que po!eemo, sobre 105 fenicios, eran originalmente un pueblo aborrecido. lal \'C7 un grupo de 1TOF:lodil:t5 o gitanos d es plazados de su tierra. Los cncon. lr'.lmos primero a orillas d el Mar Rojo en cu)'os d('Siertos se ali men. ta ba n mi ~rablcmente. T odal ía <. UOIndo p habian emigrado al 'Ie..!i t[rdoeo. conservaron durante largo tiempo sus costumbre~ inhu. manas, ~u religión cruel y hasta sus moradas eo las rocas dc C;!.oa~n. Cualquiera COlloce las descripciones de los antiguos habita ni'." ean~. n~, y no hay en ello exageración. como lo demuestra no sobmt'nte la desaipcir'ln :lIdloga de Joh de los trogloditas ;\ral)('<;', ~ino t~nl. bién 10$ restos dc "bárbara idolatrla que hast:.. en G.1ttago sc con. servaron por lugo tiempo, Tampoco las cosfumbr~ de 105 na ... e. gante! fenicios mcrecicron las alabanzas de naciones extr.,njer¡u: eran saqueadores, ladrones. l'oluptuo!lOS y perfid05, d e domlc fid ..... lid:ld y buena fe pímicas llegaron a ser prm'crbiales como c~tigma de d eshonra, Penurias y órcunstancias fueron Glsi siempre 1:'15 que hicieron de los hombr~ lo que fu eron. En los d esiertos del l\I~r Rojo donde los fenicios vivieron probablemcllte de la peRa, e l h:unllrc los hizo marinos expertos; habiendo lIcg:lI.1o en esta condición al ~fl
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danos.
m~la)"os.
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1 el -\tl", \e ('<>1"0;1 form and o la c:lli<,lad (Iue sería el (ondo del 1\lcdil('rt;,Itl~. \ 1..~ pl;I);t~ ~ J.Ia~ t'm er~l(,I(> 1I IcIHamellle de las agua, como ItUl·tt.", futllr()5} elUd.IIIM l-ellll!eras. la cl d~lino habia 11I.,·r. ..,.,.1" 1" 1J.1\(',r"Iü IIc- la utllllr.. luropea. \i los tre<; ( ~)ntjnentc~ hlJbic~n C!.t:lllo uni,los Ctl un .. IIJ.l5:1 compacta, 1.. 1 vez la cuhur.! habti,1 Ilqr:ttlo.a lHTOp:' laH poco romo a I;IS esttpas t,;ltaT;u y ;11 inl{'rinr tic ,H nra, ti !"><;_ por otro« caminos y mucho m:!s Irnt,onwnl{'. , o ' r;¡C"I~;t 1\ áneo hubo cn la drrra 111 Ftnici,t I un:! 'Imri lIa 01l1a un ~)a ' una duilvl dI' Ljlrt;tg'l, \ (:c I;t IHillll·t.1 tle l', I;, § cualTO cmtai 101110 su rornirnm tuda la cultura tIc. Europ:l. ~o filé menos ;Ifortunatla la situación de fenicia tierra adentro. TolIJ d ~<;i~. J:: rant!c y pn"~pcra, e'IJha a sus c<; paldas {"on sm mer. C1nci~~. C 1~l\':lIto5 y el ¡r;í{ico (olJwrci,,! por ticrra que mucho :tlltes había 11I~ttlUldo. Oe esta manera, 110 5010 apro\'echaroll el trabajo ajeno, .i no tam bié n la abundancia d~ talentCtS flue la n a tllralc~a "ablJ tkn;,madn sobre ('<;1(' Omti ll r ncc lno¡ prolongad
"te_
JSI
380
,
[IIERUER]
[11"
la decadencia del trabajo y bs induurias de pahes y regiones en. tenu li no surgla otra ciudad cercana que dC$e1l1pc~~ra su papd También en este punto fué ;I[ortunada ~a costa 1~llIcla: por su sj. tuación es insustituible para ti comercIo del ASia. Cuando N. _ bucodonosor asediaba Sidó!I, surgió Tiro; al ~ ~rra$ada ésta por Alejandro, f1orr~ció Alejandria; considerada la reglón en conjllll!O el comercio no resó allí en niTlP'1Il momento. T¡nuhien Cartago ~ bendició por la destrucción de la antigua y próspera Tiro. si bien las consecuencias de 5U surgimiento no hahlan de ser tan pro\'e<:hosas para Europa como lo habla sido el ffi;1! antiguo tráfico f.enido; por']uc esta época habla p pasado por entonces. La constllllciftp _ interna de los [ _. cbe considerarse como . a~ nirneras ( ..:( transiciones de la lPQnarQu a asl tic¡ a IIna nf/t,'t"ie de r~PÚbIjQ ,.. ,~t4¡fI"' inercantil. El poder dopódco de los reyes era cl~bil y nunca alen. ... ¡.,( " taron aspiraciones de conquista. En Tiro se llegó durante un ~\)'t tiempo a un ¡;::ohierno (le sufe¡¡u, fomlll de gobienm que en CartaRO ro l'-" W¡' fue tomando cuerpo: asl, pues. son ambos Estallos los primeros t,.(n{; til ejemplos de la historia universal de grandes repúblicas mercanta y 505 colonias el primer modelo de un dominio m:h diplomático y más provechoso que el de un Nahueodonosor }' un Cambises; fu~ un gran paso hacia adelante para la cultura humana. Siempre ha sido asl que el comercio estimulase la industria: el mar puso limita a las aspirnciones de los coDC¡uisladores, los cuales, (lui~ieral1 o no, se collvirtieron de oprC50res rapaces en pacifistas sosegados. l.a depclldencia mutua y. espeda[mente, la fuerm de bu armas in· ferior con que contó siempre el advenedi:w que llegaba a lejanas costas, fueron la primera base de relaciones más jmtas entre las n~· ciones, Mucho deberlaH a,'ergon~arse lo~ curo~ por el compor· tamiento insensato qlle demostraron en tiempo! tan poslcriol'C'l y equipados de armas tanto más poderosas al descubrir las dos India!. si lo consideran a la luz de la prudencia de a(luelJos anti~uos fr· nicios, Los europeO! se dediCllron a hacer esc1a\'os, a pret-ficar .d Evangelio y a extennillar a los indígenas; los fcnicios no conqulS' taron propiamente nada; en cambio, plant;\Ton culti\'05, fUllIbron colonia! y despertaron la laboriosidad de 105 puehlos I'jut', a
.,
c.arta o cnlOlamente un inrJu'o 1«11 lIen<,'.i(o wbre os )t,eb os de EUJ'o ):,OIno lo h I'fnl o y a caUSa e ello fueron evidentemente 105 cambios que se operado en la época, la situación y estado de cosas. Siendo un~
382
\~
1'\fI,\ 1 , \ FlLo'Ori\ Ol. L\ 111 510RI" OE 1" lit
"""ID.\V]
culouia ~Ie Tilo, I~ hahL, coq;,du buen trabaju echar raleN en el Utica fcpna, y lelliendo que luchar espada en mallO por 5 \1 IIherior ~p"llsi~11 en la COSla, re tomó e! ~usto a la postura del cOlu/uis. ~r, S, con C3tO ohul\"o una /x'ISICló n de apariencias más bl illa!ltes J prrfectaS
se:
La 5itllaC~Ón y constitución d e Cartago explican ampliamente "la dureta. En lugar de centros comerciales al C3tilo fenicio que k'I (llrttian inseguros, construyeron fortalezas y pretelldlan 'aprolf'(h~~lose ~e su situación. gcogdfica más favorable. a~rgll~rse el ~mlo d c I,IS ,costas cual $1 todas rila, fueran africanas. Mas como Ul1tron IIIIC CJI'Cular este plan rmr medio de b;irb:uos 511hyugad05 ~ pueb[,)~ Dl('rcellarios, chocando continuamente con naciones 'q", '~IIII ~ deJ'~fI)n I I b:l .. • ( iLlt _. ' ra ar ~mo ,ruarO'!. no pudo este conflicto sus' h. m,,~ ~~I: d err,lmanHCnto d c S.l ll ~rc ... hOStilidad ac(!rrima. La .~1 SIClli:1. )-. .particularmente Sirarusa fueron oprimidu a me. ~""!) \' al . ' , " prinCIpiO, mu, HlI"sta menle, pUC5 las acometieron sola..... nlr IXlr rau~a de Ulla "lianla con J crjes. Contra el pueb'o gr'(go ~~rCf'c1J rom,. clímpliceo; IdrharO<\ de un bárbaro y se ~ostr~ on -fIln<. de S('m • , S,' , , " 1~'la\m;i~del Cpllle pape.. ('. 1110, IIlmera Agrigellto Sagunto en . ' .' "~qu ' l ' lila pro\'lnCla pmspera de Italia fueron ;Jrrasadas rio)" d cal as pm ellos; m:is a\ín: en la sola Skilia fueron derramados e 1.1ngre que no l'alia todo el comercio despótico de CarUl;:o.
38J
[IIERnF.R]
Por mois que Afi<16tete~ el~ie su Con
Lejos de mi, el (Iuerer rebaj:lr uno solo de los mérilos a qu~ pueda h1lhe15e hccho acrec(lor cu;tlquiera tlt- los 1Ioule5 (ana!!:int~ Q1Ie h1l1 .... ,: t~mhi{·n e~e F.~lado. aunquc bas~¡]o sohre el de"l'rcriahlr {und:lmellto de la r~J):lcid:ld. produjo :llm:l~ )!:rande~ )" fOlllLnl{, gr1lU IlIhnero de :lrtcs )" oficios. De 1m gucrreros "k:l1l1Ú lama in· mortal p~rtilllbrmente la f~milia de los 1'.a l{a" Cl"a ;Imhiti'm se' agram\;lba a medida (lile b cnvidia de los H1I1lI1OS tntlah:l de "'H.U· r~cer su estrdl:l. Sin emb:lrgo, h:l~ta el espirÍlu de heroicidad de 1M ca\"I~¡::¡nC'ies :ldolece de cierla urutalilbd en comp~r;tcj,;n eon I:t cual uu GeJón, un Timole6n )' IIU Escipión, con muehos otr01, p"reccn cmu" hnmure< lihfe~ hcule a ,ien"~. R.irbaro 1010'· (·110(1";\· roo de aquellos hermanos que en aras de una injusta fij1lción . IIr líll1ile~ territoriale, a f;l\'or de Sil p:lLria se dejaron sepultal ,on \1([;, En casos m;ís difíciles, ante todo 'lIando Cl":l ;lsedi1lda la milma Cartago. su \·a1cnt1:l se tll:lnifesl1lua principalmente en !lna e"a~l)(" ración salvaje. 1\f1l' n" por esto deja de ser cierro que Anihal fut'. en la alta escuela del arte de 1;1 gllerm, e l m:lCSlro consumado ,11sus enell1igo~ jur:l{los, los romanos, los CU:lles apremlil'ron (If l-I dmlO conquistar d mundo. Asimismo florecieron en C;UI:lgtl !tI11.1; las :lrtes y oficiO!; que plldicr:ln servir de algnna manera al com("T{IO. la ingenierí:l naval, l:l guerra naval yel lncro. si bien es \Tul,ul <¡ut· pronto fueron ~uperados en la guerra IJa\'al por los r0111:1I1O'· L:t - - d . '-"'.1" 1 . ·:lnas prlllclpal 11l u~tn¡¡ SU""IUI:lfla que a3 TlI-1 es Ilcrr~' a 1Tll. . "Ifl"· _ - rué la agTlcll - 1tura, 1a Cll:l 111 ('\·aron a 11 11"1• dI" Cleron :l su comercIO, - como - rlIente (e 1 gan:lnClas. Pcro vada perfcrción téClllca rica . d ("· b"·lIcinlamente, por .culpa de la ~arl>~rie ~Ie 10< romanos, ~f)(lo\ 1<1: I¡b·ros de los cal"l~gllleses se perdteron al Ig\l:ll (lile su n;tClbn. ., que conocemos sólo por testimonios de sus enemigos y IIn;15 I)OCJ
r,
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UI \S P,l.R.\ UNA I'I1.O'iOFiA PE l. \ III<-rO'" ..
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U~IANI!).\O
,.1I¡lIa< 'lIlC apcn:lS si 1105 indican I~ situaciún geográfica de la ])1¡\tU;1 y cétcure reina de I~ mares. .. I 1 ~'1 IInpOrra~Cla pnllcipal de :anago pilTa la historia universal I~f. pOf dC'i~T:lCla. su relaciÓn con Roma; la loba destinada a soJIIctcr~c la tlcrra ent~r;¡. tuvo que ejercitarse primero en la luch1l eMtr,! un ChaGl1 afncano hasta d:lrlc una muerte ignominiosa.
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v LOS EGIPCIOS PaS3ffios ahora a tratar de un país: el Egipto, que por su antiKÜedad, sus art~ y su constitución pol/tica representa un enigm:l dd mL~ndo anl1guo, por I? cual ejercitó ampliamente el espíritu de C0I1Jcturas de los lll\'cstlgadores. Lrn test.imonios má~ auténticos q~ d~ él posee~os SOIl sus monumentos antiguos, aquellas enormes plr.imules, obeliscos y catacumbas, las ruinas de canales, ciudades, wlunmas y ten~plo.5 que con StlS inscripciones jeroglíflicas son toda. ,il hoy la ~dmlraCi{JIl del viajer~, las maravillas del mundo antiguo. ¡Quf multItud de manO!; labonosas, que arte y constitución, pero !Ohfe rodo, qué mentalidad original se supone para excavar esas peti~~.o ~cllmubr.las unas so bre olTas, no solamente reproducir y nt:1llplr CIenos ammales, sino haSl:l d1lrles sepultura como a objetos \JgfJtlOS, tr:lllSformar un desierto de rOC:lS en morada de Jos difllnto, y PCrl"':tU:lr el espíritu sarenlOlal del Egipto de tantas lIlaJlC"r.h en 1,1 p.wdra C';cuJpid
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[HERD ER]
([1)E¡\.S rARA UN¡\.
FILOSOfíA
OE lA !IISTORIA DE LA IIUMANrD,\U]
itrias familias, rUtld3da en su 1l1:I)or parte so bre ideas reJigiU!3S. habl3 que pensar en ninguna idealización, la CU3/, si no se inspira en Ulnlldos rcales, uo pas1I R ;;;10 de caverna jnmel19. De ahí qlle su estilo arquitectónico sc indinase aUlla maje5lad apla.~ tan te. Sus estalUas H'prcscllIab:lIl momi;u: de :Jhi (IUf;' uniesen la poskión encogida de m3nos y-pies, (¡IIC por sí misma ravorecía la dUldción de la obra. Pata SQ5Icuer runas)' hacer compartimientos 1)3E-selll~lll~r;!s se necesitan columnas' y mIDO el arte i![qujlCcrÓ njco dt los l lOS artla de las cue\'a le -. r otra arte no omi.D.íll:an, cumo nosotros, el 3rco de medio 11Jj.Illl;I, ~ iñdespepghle:;, In roln mm s o ~l su lugar una estatua colosaJ. El J'Oierto que los rodeaba y que, segÚn sus ideas religiosas, era el rtino de los muertos, hada q ue también sus estatuas fu esen momias cuya expre<;ión artística no era la acción sino el etemo reposo. Menos aíln, según creo, deben extraíiamos las pir3mid~ y oheJiKos de los egipcios. En uxbs la.~ partl!$ del mundo, hasta etl Haití, 5( {(lnstTUyen pirámides sobre los sepulcros. De por si no son tanto un signo de la inmortalidad del alma. cuanto Ulla conmemoración po-cnne. Evidentemente se originaron en los monumentos megalíticos consistentt.'S en \In primiti\'o amontonamiento ele piedras que dtsde tiempos prehistóricos se 1.'SliJauall en varias naciones; el montón de piedras evoluciona naturalmente hacia la pirámide para su m~\"Or consistencia. Ahora bien: no hay ningím moti\'o más connatural para el arte humano 'lile la memoria de un dirunto vener3ble: 01311(10. pues. el arte se apoderó de aquella cmtumbre arcaica. el dOlrllen, destinado acaso prjmiti\'ameme s(ílo ~! sah'ar el cadáver llr 1". ;Itlimall's necróf;tgos, se fué tr.msformamlo naturalmente en llna pir;ímide u obelisco ejecutado con mayor o menor despliegue Ilr ,me csculu"rico y ar'lllitectónico. 1::1 hecho de fi lie los cgiIX ios fU\'Q:n 5uperiorL"i a otnx pueblo, en la CO nstrucción de tales monumcntos licne la misma C:tUS3 (Iue el otro de flue SIIS templos y '~!:o, IImba. fuc'cn m~~ resistcnte, a 13 acci6n del tiempo: poseían l',e.-Iras en abundancia. ya que el Egipto ell su 11l3yor parte consiste (1) I'<~IS: tamhién les sohraba m.1lln de obra, ya (I UC era poco el tr~b~ln que I~ costaba el ('u[ti,·o de las tierras de su país fC("lImlo \ !leu\.1melHC pohlado. puesto que el Nilo se encargaba de fertili;;10.. Ad~·I~¡;\5. lo~ anliguo~ cgipci~s vivían con gran rrugal.idad. ~ I.H) L'ell mantener a mlles y llllles dc hombres que tuhaJaron dUI.11IIC
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~h" ~I" punlO hahl;m~ m:;, U(""""""",,, "" o~ro lugar.
J8i
rlDr\~ 1'\11..\ l'lA l'lllXOríA IIE L\ IIISTORIA OE I.A HUMANII'\!)1
[n r.: 11. 1) r.: 11.]
bOlO! cscriturísticos a lo que, seg
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una muy i i t qm.'rer entender por 51 mismo '",~~~ ¡Ic mil m¡tI1cra, ) marador el )Illlrnrioo; . 1 '111' r01l10 SI o fuct;m dc un I ,. definido. El [R'P'O lluJlasódel . ,' 1 , 19u1Ó . .. Siend . a- lit ancla . en o 'lIlC . la cieno .. se refierc, 1"'"1''' 0 . .111110 en la IllterpretaClilll de los jerogICfrco5 y eJ dc t
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[1111 I~ 1'.-111 \
[HERDER]
temer quc estas ideas infantiles se nos hayan pcnlido para ~icm En coruttllCncia , no cabe supo ner una religión y óend •1 1~IP.rt'. • .,,' 11 ll':¡ ,upcnor~ a las que hemos encontrado hasta ahora eu vario<; pUel I . Ue la remota antigüedad y seguimos encontrando tooavia ahor.. l])o¡ a lg unas naciones del Asia oriental. Si a esto sc agrega que, eo en parcce probable, nO pocO! de los conocimientos egipcios lueron ~o ventados fuera de su pais, habiéndose limi tado a ediric;u Mnnul:u y premis;u reciuidas de afueTa adapt¡ímlolas a la, nee:~ dades del lugar, 5U inmad ure~ en tod .. s estas deud'IS se huía 3.Ú~ ~ ás patente. Tal ve7 q-a bte el oriJten de SIIS l:lr1l:0\ I'~i"r<">\ clin;\. UC05 y cronológkos; de sus relatos de bis y Osiri,. I-Iorus, Tiftm ' otros, sujelos a tan ,'ariadas interpretaciones; de :.hí también buen! parte de sus muchas leyendas sagradas. L:u ideas fundame ntales ti su religión se encuentran lamuién en \"arios paIses de la parte al~ del Asia; sólo que aquí l~t:l n I'e\estidas de jeroglifi(01l'" eUlhlma nd a con la historia natu ral de su tierra }' e l carácter de l p urulo. Los ~asgos fundamentales de ~ u Constituritlll pollrica 5C enLUentran por Igual en otro~ pueblos (Iue alcanzaron el mismo nil'C! de CUltura, sólo que aquf en el hermoso I·alle del Nilo IIn pueblo aislado 105 perfeccionó y los aplicaba a 511 manera ' . DiríLiJmente el Egipto hubiera alcanzado lallla fama de sabidurla si no hubieran a)'ud:Jdo a ello $U situación geogrMicá más (ereana a nosotfflS, las ruinas de sus antiguos monumentos y, sobre tooo, las leyendas de 11)'\ gril"g05. Tal estado de cosas determina también '11Ié rangt> le ron",. ponde en la asamblea de los pueblos. I'oca~ naciones tom;uon su origen del Egipto o fueron edm;adas por él; de primera, no !ot de otra qlle la de los fenicios, y de [as segundas los judíos) lo< griegos. Hasta qué plintO Sil influencia h;l p lIeg;ulo al in tt;rior ,Id Africa. no se s:J IJC ron sq: lIrid~rl. ¡Pobre Egipto. r<'lm!) h ;l ~ cam biall,,! Laborioso, pacicnte y trabajador en otros tiempos, se hilO lIIisenhk 'Y perezoso a fu erza de una d~{'SIJCradón milenaria. A llIla onkll de sus faraon es hitaba y tej ia, transportaba pil'flras y cxplot:lha ca nteras, promovJa indu5trias y culti\'aba el suelo. ~ f ::msame nt e.\C dejaba encerrar y dist ribuir por las diversas obras, erol fecundo 1 educaba a sus hijos en la pobrela, huía de Jos extranjeros ) gOJab~ de su país aisl:ldo. Desde (lile éite abrió sus pucrt:l~ o. IlIrjor dicho. d~e que Cambises las rramJlICÓ a la fuCTl.a , rué por miles de aljos 1:1 presa de 105 pueblos que se sucedieron unos :J o tros. I ·rr~~~. gt"i~O$, romanos, bil:mtinos. árabes, fatimitas, curdIX, 1ll.1 IIlelU('''' y turcos se tu r naro n para oprimirlo )' todavía ~hor;. es 1111 tri,tr e mporio de inctlrsioncs de hordas árabes y crueldades tuTl:as.
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1.:Is suposiciones a H It rHp«ltJ .., rxpol1dr.ll1
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Olro lugar.
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D"- l.\ III 'ITORL\ 1lI: L·\ H. '11 ~"IU 1"1
VI OTR \S I[)F \S SOBRE 1./\ FII.O
Desde el tufl"i\tes hasla e l.... Nilo, de Pen;épolis has ta C;Jrtago, I!tmll'i atral{'<;" do o tra gran eta pa de in st illlrion ~ )' acontecimientO!! hum~J1O'i: tletellg;ímonos un poco p:lra echa r una mirada retrosl.lCC· tin JI IIX rC'!oult;l
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rlO[A~ rAkA l !'1A FILOSOFIA DE I,A IIISTOJl. I.... DE LA. H UM AN IDA D]
(Oda gus; le eran propias. Las costumbres d ~ los ma.yores ~Uetrahan profundamente y scrvlan al pueblo de sublime 1II~lclo, Sln'anos de muestra la mentalidad judla por ser la más conOCida a causa de 'Us librO! y ejcmplos, Ya ot,U\·ieran cn_ el ~ís de SI~S ~ntepa ,? dos, ya viviesen en medio de nacIOnes t'!xtrauas, siempre Siguieron siendo lo que erom y son reconocibles hasta en la moda con otros puehlos a lo ];ugo de varias generaciono, Ocurre lo mismo en todos los pueblos de la Anligüedad, lO!! egipcim, chinos, :\rabes, hin~lu?, etc.: CUanto mas se aislaran y, a menudo, cuanto más fueran opflmldos, 1;11110 mú se afirmaba su car:kter l)('Culiar de suerte que si c:oII.la una de N la! na, ciones hubiera permanecido en su lugar, ¡xxlrfa cOIIsiderarst' la tierra como un jardín bot:\nico donde cada planta humana nacional florece collfomle a su propia especialidad y na.turaleza o Ilol1(k, COmo en un jardín loológico, cada especie animal vive y obra de ¡¡cuerdo con sm instirH05 }' su c:¡deter. Mas como los hombres no son plantas enraizadas fijam ente, pu· dieron y a veces debieron cambiar de lugar, sea por deMst¡ {'~, h¡un· bre, terremotos, guerras u "otr;\!¡ causas, para habitar en otril región más o menos tlistinta. Entooees, aunque consen,.,ron sus a llli~ua l costumbres con una persistencia 'jlle casi se a5emejaba a[ in ~tinto d~ [os anima[o, y dominaron las IllleVas montañas, rlos y riud~l[es con los nombres de su pal~ de origen 10 mismo que sus inSliUlciones, sin embargo, tamaño cambio del clima y del suelo no perm itia una perenne uniformidad. El pueblo trasplantado proced ;ó, en am~ cuencia. a estructurar su nlle,'O Estado ;1 su manera. Se rOTllII""l fa !Ir Ideas del pa~ de origen y la nUCl·a patria, y esta modalillad se 1.IJm~ casi siempre no~imiento de pueblO\ nuevos, Asi se eSHlh1c:ner~n Jos fenicios en el Mediterraneo habiendo sido alejadO\ d e l Mat Rn Jfi: asf querla 1\I0i~ constituir el útado israelita; así ocurrió (011 \-:lri,,, pueblos asiáticos, porque casi todas las naciones d el Inundo han tUl l· 'grado tarde o temprano, por tiempo m:\s o menos prolonp;;¡tlo. ,]X'm por lo menos \lI1a ,'el. tchasc de ,'cr que mllch? depcnd[~ aquI lId tiempo en que se producía la migración, las ClfeullStanCI:l$ qu(' IJ causaban. la extensión {Id itinerario, la cultura que llevaba el pl.leu lo inmigrante consigo, las st'1Ilejanza, y contrariedades que le ~~1ian ;JI paso en su nueva patria, etc, De ah! que también en el LO).'IO de pur· blos no melClados con otros, el dlculo resulte tan complejo par;1 ti hi5toriador que se necesita un espíritu lihre de todo pr~ju~(~O pa: no desorlentane, Donde m as rácilmenu: 5e pierde la obJetl\ Idad cuando 11110 ama con predilección a alguna raza determin;tda ([el· preciando todo cuanto no sea COlno dl:l , El historiador d e 1.1 huOlt' nidad debe ser tan imparcial}' poseer un juicio tan dcsap:Hionat Ol como el llIi~mo Cre:ulnr dI' 1lI1e
cardo, el mrrino )' el perelOSO tal110 como el e1d.lnte: in\estiga con m1s ahinco allí d o nde rn:\s puede aprender, Ahora bien: la natu rak'~ dió a los hombrC$ ¡oda la tierra por morada hacil'ndo bTOt;! r en la misma ~odo ~uanto pudn gennil1Jr scgílll el lu~ar, el tiempo v las tncrgías dl~polllblcs. Todo lo que pudo ser, ~, }' todo lo que puede IIrgn a 5er, 5i ~'O es ho y, será m;lli:lIla, Lugo es el año d e la 11
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¡lUr... ~ I'.\I/...\ llNA FII.(N:)liA OE LA HlSTORI" uF.
[IIERIlI'R]
succde con los brahmanes e israel itas, a (Iuiencs su solo espíritu ri. lUal los separa elernamente de todos los otros pueblos de la tierra. Así resistió el Egipto por largo tiempo a t~~ mezcla con OIros pUe. blos, y cu~nto costó exterminar a. J~~ feTllcl~ sólo porq.ue era un pueblo arraigado en esle lugar. SI Clr~ hubiera con~uldo .f~lIdar un Imperio como Vao, Knshna o MOisés. ese 1 ~lpen{) segulTla vi. viendo toda\'!a ann(lue llIutih... lo en lodos sus miembros. Así i
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menos leocdljcoS. No se me I cuálHo odio suscita es~e lIolllbt~ de teocdtico al que se atribuyen .I~s más. ~Ie los.male~ que pmás a~h. gieron a la humanidad, ni es mI IntenClOn salir cn de[ensa de mn· gun o de sus abusos: l>ero fuerza es reconocer . , que esta forma . . dI" o'eTllo rué no sblo adecuada .aJa iRhlA"" f e Duestra C1!p<:qe, SinO ~n~ién neces.1ria; dc o"tra manera no se hubiera difUl~dido tart ~m. pUamente ni mcnos se hubiera (Ortscrvado por tauto .tlempo. Rcmó desde el Egipto hasta la China y en casi todos lo:s paiSes del mll~do, siendo Grecia el primer pals que separó paulatmamente Sil .I~g lsl~. ción de la religión. V puesto que 101.1:<. rdigiú~ tiene una ef,n~nfla política tanto mayor, cuanto mayor sea el numer.o de ~us. o~Jeto~. dio~ y héroes ron todas sus ha7.añas, que tengan ral.gambre Imltgerta, vemos que cada una de las naciones anyguas y a,:algadas .an:'0lda~oll huta su rosmogonla y mitología al pals que hahlt
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Jfl!MANIOAIl]
a la tierra. \ uestros templos se derrumhan, el tabernáculo y las ta. bIas de l., ley ya no existen. el mismo idioma. "ín("ulo perenne entre los hOlllln('<, queda anticu:l(lo ¿y podrá haber una cOlls!ÍlllcilÍn hu. mJlla. una imlitud,;n lclig:ima o I)<)]ítica 'Iue dure CI(Tnamentc. 110 lenicndo otros pilares en que "IJOyar'i(: fuera de aquéllos tan perecederos? Si así fuera, se pondrla freno' al (orrer de los tiempos, y el globo terráquC? cn \"Cl de gira.r, qlledarb convenido en una mas.;¡ inerte II!~pend,d3 sobre tln abIsmo. ¿Cu,lIes serian nUt"itroi sentimientos si eH nucstros días \'iéramos.al rey Salomón sacrificar ell una sola ficstn sus \"eintidós mil hlleyn ) tiento \"eillte mil ovejas o si 3sistiéra!1loS a la \"i~ita de la reirta de Saba mn convites}' adivinan1as? IQut opinión nos formarlamos de la sabidu ría egipcia si el buey Apis \ el galO y el macho cabrio sagrado~ nos fueran propuestos a la \'ene. r;¡cióu eu fastuosos templos? Otro tanto ocurre con las costumbr cs lkgmd,,".tes de lo~ brahmanes, la SI\!lCrstic~~~ ~e ~o;-~r~~a hue!;,:1. uroganm.J!e los Jud1os, cl.org~Ho DcobC 1 " A ro y tooo nlanto haya de instituciones humanas que ~ fund:m en ideas cuya 3ntigüedad pasa de los tres mil alíos. Aun concediendo que la doc. lrillJ de Zoroastro fué un ensayo meritorio de explicar el mil! del mUlldo }' estimul" r a sus secuaccs a todas las obras de la Ju~ ¿qué puedc .ignilicar semejant\" leodicea :lhor". no ya a nuestros ojos. sino IIi siquiera a los de un mahometano? Aun admitiendo que la transmigradtm de la~ almas que enseriaban los brahmanes tiene su mérito romo sueiJo ¡nfamil de la imaginación humana para cuidar de las 3!mas inmortales dentro del mundo visible ligando a esta ilusión bien IIIlend'JIl:ld3 mnceptos TI!orali¡:mtes. ¿qué se hilO de esta ("recnda convertida en ley sagrllda irracional con sus miles de apéndices en formJ de costumbres y prescripciones? La tradición es de por ,1 un" n(cfente in~titllcjs:jn !lalma! e iAfliK]lcusah!c parjl vuestra esp"eje; ~as. un. IJDmtO mmo l'I"cIAQ
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\'" I ~ ~ÚD'"
LIBRO
DÉCIMO TERCERO
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O" el pesar del viajero que del>e abandonar un paf! sin haber pvdido cOl1ocerlo en la medida de sus deseos. me marcho de Asia. IQué poco es lo que sabemos de ella, y cu~n tardías e inseguras son ¡as fuentes que nos proporcionan lo poco que sabemosl Del Asia oriell!al poseemos inrormaciÓIl reciente sólo cn . forma de divisiones políticas y religiosas, a la "ez que la polémica de los sabios europeos rreú lal conlu~i{JIl que extcfl'
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,
¡IIFJlDEJl]
pia~nente djdl~ se rué separando de la poesia. 1~ erod~to ,iajó por variOS paises Juntando con laudable aunque Inranl¡l curiosidad todo cuanto .\·e~a y ola. ~ historiadore, JX?~{eriores d: Ins gricg,,~, aunque se Ilmltaoan propl:uncnte a su p;m, proporClOn .. roll t::lm. b.én informaci{,n de alguna! otras nacion~ ron la, cuahos la suy" mantenla rela(ioncs. De e.
1
SITUACION GEOGRAF ICA y POBLACION DE. GRECIA
La triple Grecia de que hablamos, es en su mal·or parte tina costa de innumerablC'li bahías rodeada por el mar, o mejor dicho, un conjunto de islas. EsI;\ ~illlad¡¡ en 1111 punlO de la tierra donde no sólo le llegaban colonizadores procedelllcs de diversas regiona de la tierra, si no también génuenes de cuhura. 1.<'1 situación g,cográfica y el carácler del ¡mehlo de,arrol1a
¡IIl F-"S I'AII \. IN \ llLo<.Ol íA
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LA I-II S I"OR IA DE LA H U~lANIV!\.Dl
iqtns r-I pueblo que fueron y p
110
son ahora ni ,·oh-eráll a ser
~rn~$. Aho
d:ltos. recogidos en su ma )orí:l por la laboriosid:ld de . alemanes, son poco menos I¡ue ex h aU5l1\0$. I !n Pllchlo cn/"err;uln en 'u~ rlOlIl('rn~, (lile' I\C lej~ de Ia~ COSo t1! del nt~1" entre ~onta¡¡~s, que f('cihc sus luces de 1111 $010 lu¡;r.tr y In fija por le)C'I ,"amonbles tanto m;\~ pronlO cu:mto m;\s tcm~ pr.'oo le hapn Ileg;ulo. una nación asl con-SeT\'ará earn/"Ierlslicas pe. 1Iliarcs en gran nt'nncro )' por_ mucho tiempo, pero semejante ~nelll:tlidad limitada está lejos de proporcionarle esa pro,·«hosa 1001'Iitud de mira~ y ,·enalilidad (Iue 5,',10 se adquiere en medio de ul'l~ ~ctiva cOlnpetencia 0011 otras naciOllC<;. Sirv;¡n de ejemplos e l q;iplo con 1(Xlos 10$ paí~~ asi;\ticos. Si la ruena que modeló la lierra hubiera dado una forma rlistinla a sus montañas y mares, si ~I de'l,ino que fijó sus limil~ a cada pueblo les hubiera dado otro ori~o quc el de las monlailas asiátiC3.'l, si el Asia oriental hubiera rtcibido en época, más tempranas un comercio marítimo y UII Me· dilcTTáneo que, de hecho, no posee en su conformación actual. Iodo el Ilroct':lO Ile ch'ililación hubiera sido otro. Tal como estaban las ('ffla~, nla elOlud6n se orientó hada el oeste porque no h" lIaba r(l~ibili dades de expamión hacia Oriente. • )(A"::' ConshlepO!I0.41 hi~loria de las islas y los estrechos en cualquier parle lid mundo. ha!!arcmo~ que loo¡ habjtap'M de laltt,Was rorO&' 1 r iones coo;ler.l~ . . tie ti abitallles d e tierra adcn. 1'" f()~ JTO en la me< ida que su colonizadón fué acerla a. el cido de SIU .J _e ..... ~(Ii,·id~des ;lJl:iliz:.do y múltiple. y la silllación mundial fa,·orable a ,....0.1".. ~ ~u ~rdó n poHliea, En las rq!;iones continentalcs, a pesar de todas lat rualidadcs inn:uas y la.~ hahilidades adquiridas, el pastor ~lIía 'lI!ndo pa~lOr. el ca1ador cazador, v hasta el agricuhor y el arti5la I'\I~h~1I adherill05 al suelo como plantas. Comp:lrese Inp:laterra con Al~manja: 105 ingleses son f!;crmanos y hasta los tiempos modernos fueron l~ alemanes quienes re~tli7a ron los trahajos preparatorios m~~ ímponantes que los in~k"!ic,¡ hahrían de apro\'echar a conti· nuad/m. l\I!I~ como su condicilín de isla imprimí'" desde épOdU le· janas a b~ !I/"Ii,·idadeo; de Inglaterr.l un c~rácter mundial, encontró "te e
mar"
J99
[HERDER]
RaÍ$es~'. C..omll!lense las descripciolle<; de la, i~las ri la"'-SOCledad y de las islas Tonga; a pesar de su di~tancia de Lodo e~ mundo habitado, llegaron a ser, llasta en su vistosidad y opulencia una especie de Grecia. Hasta en ciertas islas dispersas del ITIa; abierto encontraron los primeros viajeros una mansedumbre y ser. vicialidad que en muchas naciones dd Continente se busf"a ba en vano. Por dOl¡uier vemos, pues, la gTan ley de la naturaleza hllman~ que donde se combinan armónicamente el trahajo con el reposo, la sociabilidad con la distancia, la laboriosidad voluntaria y el dis. frute de sus productos, alU se fomenta un ciclo [¡ue favorece por igual a los habitantes como a todos los que efilran en cont'Kto con ellos. Nada es tan perjtldicial a la salud humana como los tras. tomos de la circul:u;i6n. Tales trastornos se hacen inevitables en los Estados despóricos con una constitución a la antigua, de donde, si no son aniquilados r~pidamente, van agonizando e n muerte lenra. Dondc, en f"ambio, por las condiciones del ambienle los E~tarlos se mantienen pequeños y sus habitantes en una actividad sana como se la proporciona una vida en parte terrestre y en parte marftim3, alJj sólo hacen falta algunas cricunstandas fa,'orables para que Ile. guen a ser un pueblo culto y célebre. AsI fué, por no drar otr~ ejemplos. I~a, la primera nación entre I~ mi5mo~ gri!!.~ gue produjo II na l~i~IRei{m que hahh d o [@TI!ir 'le mQdelo E!!..ra !2.das la:; repúblicas de l ierra íir¡;W" y de éstas las más célebres eran paIses costcros, No sin causa colOGlrOn los poelas d e los :mti¡¡;lIQ5 IUS mansiones de bienaventurados en las islas: serfa probablemente porque rué alH don\!e encontrnron los puehlos JIl,\S lihres }' relice\. Si aplicamos todo esto a Grecia lcuánto no se habill {te tlistinf!:uir su población de los habitantes montañesesl Tracia estaba ,cpar;ub por un pcqueiio C'Strerho del A~ia menor, y ('<¡te pilis fértil y pani:l (1(· muchas nadones comunicaba con Grecia por medio de un archipié. lago de islas a lo largo de su COSla occideutal. Se diría 'lile el Helesponto fué abierto y el Mar Egeo intercalado con sus islas ~úlo rnn el fin tle que hubicse necesiJad y fac ilidild a la ,·el. de fr~l1(lllear el paso dando lugar a una continua migración y circulaciful en la Grecia con sm numerosas bah las. Oc ahí que desde los tiempos m,i, remotos encontremos a los innumerahles pueblos de esta~ costa< como potencias navales: cretenses, pelasgos, Ir,.cios, rodenses, frigio<. chipriotas, miksios, carios, lesbianos, rocenSL"S, samios, e..paflano<. naxiellSt."S, erórÍLos y aginctos se turna han y:l al1le~ de los ¡iempos 111' , Compát~"'" al t~J>Nto, a 1"" malay"" y 1"" habitanl"" de la. ¡sI .. a_.at,ic;I, oon 1"" del Continente; ha.ta ~ •.,fieí""I" oon.íde-.-ar d Ja f'Ón 31 lado
400
III)I''''S I'ARA l'N \ FILOSOFíA UE L¡\ IIl STOR1A DE LA H Ui\lANIDAO]
¡erje'! en el .domin io d e. lo§ maTl"S " y mucho antes tOllavia abun. daban alll plralas: miomas y avCntureros, de suerte apenas si h'lbia al~íJl puebl? gTJeg~ que 110 !tulliese cmigrado más de una "el. Desde los pnmeros tlcmpos todo cs aquí movimiento, desde las coso la!' de! Asia menor Ilasta Italia, Sicilia y Francia; ningl'tn pueblo europeo ha ("olon~7ado una regilín dc! mundo m:\s hermosa n i m;is JrllrJi~ que 105. grrcgus, y ~ cst~ lo que se quiere expresar al habla r del hermoso duna de Crena. &. Jan scílo se tratara de cómoda" mornbs fértiles en '-alles de abundante riego o deltas de ríos dcsbor. dantes ¡cminlOs dimas m,ís (avorahles no se hallarían en los otro . 1.os cuales, no obsfante, nUllca produjeron a un' Ires Contmentes, pueblo ("omo el gnegol~. I'ero e~ el GIS() tpte ell ningün otro lugar drl mundo se encuentran Hna serie de costas que estén situadas en una región t
mcrOl~ los plllucnx pobladores .de G~ecia. Fueron los pelasgos, ad.
\'enedJws que a pesar de la dIstanCIa se sabían he'r manos de 105 pueblos del olro lado ud mar, ~ sea,. del Asia Menor. No ha)' por 'Jut ,enu l~crar aquí tod~~ l,,~ m!.2;rnnonCll de 1m pueblos que, ora ¡".r frac.ta, ora por el fl elesponto y las islns, llegaron y, protegidos por /.as sierras ~eJ norte, ~e expandieron paulatinamente sobre toda r.rena. U~a tnbu surooia a la otra; una desplazaha a la otra. Los helenos tr~JI:ro n a los pelasgos una lJUI;"'a ci,'ilizad{m y con el liem. m huoo mklJlias griegas que ,·oh'ierolJ ;¡ las costas del Asia MCllor. Ik gr.ln \'alor fu~ para los griegos tener tan cerca de ellos tan her. JIIIH,l( I)('nin~u!a del gran Continelllc, donde la mayor parte de los [l.tJeb~o< lJO solo eran tic b misma r,,'a, sino de allti¡::-ua cultura". ~n 1010 Sl~ Icng~a recibió de ahí su originalidad y un idad que nlln. ~3, lr Imhr~.l vellIdo de !t"hene integrado de una mezcla de mllltiples t;hnm:JI, SIllO '1ue .Ia naci{¡n mis,!!a se beneficiaba del nivel moral I e sus pu~bJos ,'eCUIOS erlll'ando a/ poco tiempo con ellos en Imilti. Il.les relaCIOnes de gucrra )' [te paz. Asin Menor es la madre de Grc. ~;~ )~3nto ~r. sus, colonias. COmo por los rasgos principales de su I I ,tila clll/llan6n: Gren
~,.,~~. C""'m~"I. d" C,../oTis ~/,O('ll. ¡lO N. CO"'",e,,/. Soco C"lli"g 13 , II·"''"'R. IJ~"'al"m¡:~1I a"l ri"cr Rá,~ "nrh l.n",r.le 1'" ",' . 1, 11. n .. " . ... . • e ong'"'' ",n<'"c<>r"",. comm~"t"l. Soco COI/I·"g. 1764.
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resado es posible ¡!L'Sco1l{x;er d allo rlorcdmicnto dd IUlpcrio Tr,. yano, aun en C\lanto a l:u artes y d oplendor que desplcg6. Tam_ bién los frigios ~n un pu~blo ~e ~em.or.m.a civilización cuya religión y leyendas tuvIeron un mn\IJo mdlSCutlble ~bre la m;\~ antigua mitologfa griega. Más tarde florecieron los canos, que se llamaban a si mismos hermanos de 105 lidios y milesios y descendlan del nlis_ mo tronco que los pel:u~os y lelegenses; se dedicaron pronto a la navegación, que en aquel entonces no era otra cosa que piraterb. mientras los lidios, un pueblo de cultura más elevada, compartieron con los fenicios la patcrnidad de las monedas acuñadas como nledio del comercio. A ninguno de estos pueblos, al igual de los mil ~ io~ y tracios. les faltó una temprana civilización, y con una coloni1.aciÓn favorable hubieran podido llegar a ser gt"iegos. La primera sede de las mUSóU helénicas estum al noreste del pals, mirando hacia Tracia. De Tracia vino Orreo, que trajo pri. mero una forma humana de vivir a los pelasgos salvajes e introdujo los rilos religiosos que hablan de adquirir vigencia tan difundida y prolongada. Los primeros montes de l.as musas fu~n los de Te. salia: el Olimpo, Helicón, Parnaso y Plndo; aqul, dice el más emi· nente investigador tle la historia griega '. se formaron la~ primeril~ sociedades civilizada~; la lira y 13 citara fueron inventadas a(lul. 'f aqul recibió su forma primitl\'a 1000 cuanto ,?ás tarde inf,:,rm{) el esplrilu griego_ En Tesalia y Beocia, que en l!emp05.~tetlores no se distinguieron en maneta alguna por s~ cultura esplrl.tual, no . ha r fuente, rlo. colina ni bosque quc no hublcsc alcafi1.ado mmortalidad por la poe5la. Por aqul bajarol' 1:\$ aguas del r~eo. aquí. estuvo. b amena Tcmpe, aCluí Apolo aparentaba sus O\'ela~ y aqtll lamblt'l alzaron los gigantes sus montañas. Al pie del Helicón aprendió 10davla Heslodo sus leyendas de boca de las musas; en una palabra: aqul nació primero la cultura griega. naci~nal ~omo fué I:¡mbitn de aqul desde donde las tribus hclémcas dl(undleron 105 c1iaICc to~ principales de un idioma griego más puro. . En tan diycnas costas e islas y con el cona de los \lempos era inevitable que en el transcurso de las migraciones y a\'entunu se originara una serie de otras leycndas que también arraig:lTon en la esfera de la cultura griega por obra de los poetas. Casi cad~ una de las tribus célebres llevaba comigo a sus antepasados y deldatlC'i nacionales a la pequeña región que iba a ocupar. y esta di\·.enid~11 que significarla una confusión impoo;ible de desenmarañar SI tuvlé· ramos que considerar la mitología griega como una serie de d?8fl\;I~ religiO!Os. fué justamentc 10 que llevó la vida propia y pccullar M las tribus a integrar la mentalidad nacion~l: Só~o d,e g:érm cncs raíces tan diversos pudo florecer ese herml»lSlmO prdm qu<: con
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tiempo iba a producir h:ula en ;a legislación Crutos tan variados. .En un terriloflo de mliltiples di,·isiones. tal tribu vivía al am!?3rO df ~i1 \·alle. I~I mra prOttgllla por ~u~ ll,.;las o islas, y paulatin;UIlCl1Ie n~ció ~e 105 pn;'longados esfu~IOS juveniles de tribus dispersas y ,tinos 1Il.~e~ ndlc~tcs, I~ grandiosa y libre mentalidad de la musa griega. r>;lIIgun SCJlO~ Ulll\'crsal de vida y muerte les había impuesto su cultura con el látIgo;. :1 1 ~n de la Jira en los ritos sagrados, enlre jutgm y danzas, con CIenCIas y artes in\'entadas por ellos mismos l', .sobre lodo, por el tralo y fre~ucnte COntacto entre ellos y con otTOS pueblos, acep~aron de-su libre voluntad moralidad y leyes, 110 I()(];¡S a la ,"ez. 51110 hoy ulla tfitm y mañana otra, -"'K1'1I1 la re/1:11'111 del país. Así, pUC$, aun su lIlal1er¡t de IIt'gar a la cultura fué la de un pueblo de helenos y de hornhres libres. Indudablemente contribuyeron también a a ta evolución las colonias fenicias en Tebas y las egipcias en el Álicl1, pero afortunadamente ninguno de estos pueblos 1.labra fo""?ado la ~ala de la nación griega ni su mentalidad .,lenguaJe. Su on~n raCial, su estilo de vida y 511 musa nacional p'~n'aron a los grlC&05 de ser un pueblo egipcio-cananco.
Il EL IDIOMA, LA MITOLOG(A y EL ARTE POíTICO DE GRECIA
P~mos a tratar de asuntos que hace ya miles de alios eranlu ~~hc,as d~ los hombres cultos y. según espero, siempre lo serán. El 1I11O~a griegO es el más culto del mundo, la mitologla griega la m¡h rIca y hermosa de la tierra y el arte poético de los gricg05 t.al \~:url más perfecto .de. su género .rons~derjndolo dentro de su época ., g¡~ d~ .su flOrecImIentO. ¿QUién dló a estas tribus en otros tiem. fl?S prlmlll\'as tal lenguaje. tal poesla y sabidurla eidética? El ge1111) de .Ia natur:lleza, su pab, 511 estilo de vida, su época y su carácItr raCial. COm.l.a ICllgua grieg¡¡ partió de wmienfOs primili"05: pero ('"'¡ lOS X ICTlzos conteníall ya en gcnuen lo que ella podía y debla ser. . n~ra. una ch,lpuccría de jeroglíficos ni una serie de ladridos mo~I ;lhlcos como las lenguas de m~s aJl~ de las montafias mong6~as. Órganos fonéticos m;1s fJexilJles y delicados produjeron entre IU fuebl 05 del CJucaso una modulación más suave que pronto halló b",or ma gracias al sentido mmical pUeslO al sen'ido de la socia. II(at!. Con m' . . , d'" SU:!V I( a Ig¡¡ronsc la, palabras rítmicam"I"·,I( ('naro , a}or 'ú - nse os sonl os; cua l melodioso torrente .esonaba el rall_
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lar del lenguaje y entrelazadas sus imágenes con armonía cnca llla. dora, elevábase a la rítmica bt;:lleza de la darl1.a. F\lé ésta 1.. ~tnc,i~ del carneler sin igual de la Ic".!tUl griega. n~. aherrojada p~)f It:)~ im_ placables que no tenian cabida e? e5t~ hiJa de la rnuSlca y de la danza, inspirada en d can 10. ennqueClda por. las gcstas de la .hl~. loria que gracias al libre y elocuente tralO ~lal de muchas tn b u, y colonias iba tomando cuerpo cual fonna Vll' lcn te de la madre n¡¡. turaleza. No cupo en suerte tamaña fortuna a los pue!>los nórdicO\ de Europa. lmpue5lu 5U~ costumbres por leyes eXlranas y l~na religión sin a rmo n las mUSicales, acabó ~r enmudecer lamblén su lengua. Por lo que a) .. ' K:. re{r ere, no cabe duda de q.ue perdió mudlo de su f1ClCibr .dad ¡n lima, de su Ira~do ".1:í,S pr«lso en la flexión de 1:'15 palabr.l y aún má!l de aquel SOnido ""'lente que le fué propio bajo otro! ciclos. Tiempm huhg en que ~ra hermana d, lIna misma ungre [on la de los helenos, y cuán dlUi!Qte de cll¡ es ho~ su figura . Ningún idioma más all~ del C::ao~es p?see la (le. xibili ad y el suave cantar del idioma griego, nlnguo dlíllecto ara· meo de este lado del tufrates llamaba suya semcjante bellc1.a en (Ill ~_~a. su fonna antigua. Sólo la len na r i . · menle con la . . . ad,~l e eJla el len ua'c mil día de las $. ~s¡ como 110 vo!,'cr:i a !"err' I1rse a e It constelación de circunstan[IílS que favorec le~on la. cul· tura griega, y d genero humano no puede voh-er a su mra~ cla ni r t$Ca tar del rei no de los mu rrios a un Orfeo, un l\Iu\CO y un 1.1I11J, ni a un Homero o uo Hesíodo con todo lo que implicaban, asi lampO(" seria posible la génesis de ~n idioma gri~o en nuestros tiempos, 111 siquiera en liU mismas reglones que lo vieron nacer. . . La mitologla griega le compone de Ieyenda.s procedentes de di' .enas regiones que convergieron allí, de creenCIas ,-",pulares ..mura· ciones de l;u tribus sobre sus patriarcas, o tambié n de rnmcr~ cn!ayos de intelige ncias despiertas para explicar las mara"illas dd mundo y dar forma a la sociedad humana '. ~or adultelad,..,~: 1(" cient" y nada auténticos que sean nuestr05 h~mn os del. antll!;UO 'Or(eo, no dejan de ser imitaciones de aquella "lVa adoraCIón) rrlebración dc la na turaleza que cultiv
a.
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. ,.IJlon•.. my "/ltn_' ' . d nlluiJ 1 Hn~E, n, !Otl,ibw d , .. " .. ". n'o",,,, In . f.n''''~ lamm ph1Si, i,; de o.igine d e.. ", i.. f~b,,¡arum ¡IOmnie.. rum; de ThtDgon,,' " iltJiodo COtldi/a, elc. I GlOkCl, Abbi/dl.ngt" de, ni/k .. de.. runi..-',~" Rrich .. , t. T.
(1,.r.A~ J'.~R_\ 1 X\ FII..O'iOri \ DI: L\ III~ToRI, OE L\ 11\ ""1"IOAD) ~ hi70 1<1 lu itologia griega cuando, libr;lndosc del lastre del m ero
~bhrcr¡o de los ~iml)os: I)a~raba r;íbulas de los dioses como el) loS cantares homér!~1 1 ambléll en las cosmogonl ..s se redujeron (on ti ticmpo las \lep~ ,. tlllr;ls Icwnd:l1, y cn su lu~ar se cctebraron ('Otl cánticos a los héroes .y pa.tr.iarcas ,humanos a quienes ligaron Intimaml'l1te a los per¡onaJcs dn IllUS. lor fortuna, los antiguos l1a. mdora de la u~ogon la habi
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I"' ~ \~ ron Sil roesia, tales KJn 105 méritrn; qlle hacen de Ho mero d un iro de su género ~ n la hi~toria de la humanidad)' d igno de 1;1 eoron de la inmortalidad si es qu~ puede haber algo inmortal en C'ita. • lIerra, N~ccsari~mente, e l erecto que Homero W\'O $Obre los griegos hubo de ser otro que el que pueda tener sobre nosot ros, que le premiamO!l tan a menudo ron_ una admiración fria y forzall,l {uando 111> fOn a hierto dcsprerio. No a ~i los gr icgo~. Para dios ramab a ('11 una leng ua l'iva, libre aun de todo cuanto en tiempos ~terior~ se iba a lla mar d ialecto. Les cantó las gestas de los a nt rpasad(X con patrio tismo y e n oontra de los extranjeros, nombr:indolcs al mismo tiempo cstirpe.., tribus, ronstituciolle! y regiolle! que en parte tenran ¡une 105 ojos como de Sil propiedad, en parte COmo recuenlo y motÍl'o de orgullo de linaje. De esta manera. lIornero fu é para ellm e n más de un ~entido un mensajero de Jos di~. d e la glOl'ia nacional y una fu ente inagotable de los m :\s dh'crSO\ aspectos dc la ~abidllria nacional. Los poetas posteriores siguieron ~ U 5 p;I ~OS: 105 alllores {le las Ira1!;et.lias tomaron de él la ~ f:lbulal. las alegorbs did:lrlira~, los cjemplos y las sClltcncias. C:lda fl1n· dador de IIn nucvo géllcro arlíuico 1.0mb su obra ~rtí~lita romo modelo de la pT{Jpi~ , de ~tlerte (Itle Homero no lardó en ronverti l~t en la bandera dd ¡¡;1I~tq helénico y, para inteligcncias poco eI"ta· da!, si mp!cmc llIe en Ilorma de loda sa hiduria humana. Su inrtm'lI da a!call7ó lamhicn ~ los poetas romano~ y si n él un huhitlJ h~biclo ninguna ' i"ÓI/f1. EIl m:l yor medida aún rolltribu)ú a s.l(~r de su barbarie a lO!! !Hlel'OS pueblos de Europa: m:Í5 u e UII jOl·tn recibió de él su cultura y tanto el Ira bajador romo el imc1e
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"Uf rC('f'f!:i6 ~II obra. ~i,gnifica un dOn tic la' ,,, ,,,. .. ., 1 10;1 quc Illngllll olro IlUchlo rile.. e ('Illllar 'cll.tre sm ,Iori'u '" ,n., . ' . Nin"",,·, /'O' .. nonent~llil'oC un l-1_umero; en . IIl11gun 11IIt"hlo eurOI""'" '6 . . ....... "IMreel a tlcmpo dura.'lIc ~~ d~ su Jmeolud elllollÍgiGI, un poela como él. Ni "qlnera~ fué.para nlS CSCIl(:C5CS lo (1'" 11 omero para los . " . . puyos. \ ., c-. 11 ro§a~ fIoOr .11'111,1$ IIInena 'Iue el ,k'1tino 1"" " 1 { e j.lm.ls un .\CgUlluO omero (lile n05 1c,·c lan arrih"• ro mo Sil 1¡ermano 1 ~I~O. Sirndo. la mitol~ia ' ........... .. 1 , .~ .I,~ ,. mUSu-a e pnntn dc partida de la culrUT:I grlql;:l,. no puede ('...:¡ranar que la afirilÍn a ('!Itas arles fu ese un flISgu flommanl~ de su cad, t('(. {lile ~ mantienc aun e CKriros ¡le índole CIentífica y llXla~ SIIS imt ituóOl _ p n sus . . ' ....... ara IlUC
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tunada. Ahora bien: asi como seria ulla nccesidad querer Yoht'r a la fuerza a esa edad juvenil ligera de cascos COII la ridkula pre· tensión de bailar como anciano en rueda de mozos, así seri.!. de injusto que este anciano lomara a mal a I~ gente. j~\':n que !ie
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\RA t "A l'1I.0W~I'" 1)[ L\
HISTURI.\
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"' L\S BELL.\S ARTES EN GREC IA Un puehlo de esta melltalid~¡J tu\"o qne e1r\'~rse naturalmente en IOd:u la~ aflCS de la \illa-de io necC\ario a lo bello y ameno; los p-iegos lo lop:r,llon a la pe rfttdón en todus 105 órdenes tic su mundo. Su rrligilm exigía im,igrllcs y lempl()~; sus constitudOIlC'l poli· tiras re
",,1':,
/ ' I\"I"OI~I 'lA"''', Cnd,. ,I~r K"IUI, l. l. ClIp. 1: 11 .. Btricllli¡:'''''J: ,,,,d ~:,~.~:,,~~ ,1.. ¡,lbt" ¡" de" d("Ud'm. Srll,iflt" der Cior/i"g .~
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[HEJ. DEit
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Mas romo ~nlr~ los griegos los dioso eran conocidos por lo, cantares y poemas donde vhían en figur.l5 de inigualada bclle/~ nada más natural que las arto plásticas, hijas desde u,u pril1cil)¡~ del arte poético. cr~ieran al WII de aquellO! .I)(,l'5OI13j e5 sobrehu. manos que la madre les cantaba al oido. El an.! la IlI\"O que apren. der la milOlogla de los dioses de boca del poeta ron lo cual asimi_ laba también la conccpción de aquél; asl se explica que el arte más antiguo no se detuviera ante hu expresiones más horripilant~ cuando éstas se hallaban en el canto del poeta '. Con d correr Ud tiempo prevalecieron concepciones más estética.! porque el arte: poético c\'olucionaha en este sentido y rué as! como Homero IItgó a ser el padre de un nI(: mis bello d e 105 griegos IlOf ser el autor de una poes!a m :1.s hermos;!o Inspiró a Fidias aquella idea elevada que encarnó cn la estatua de Júpiter, abriendo ("ua el cortejo de todas la~ otras o bras de este escultor de 105 di oses. Según los Rradfls de parentesco eTlIre los dimes qu e establcdan las narradon('~ d e In'l poclll!, 5U5 es( uhur
l'o\R.\
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111 ~101l. I A D~:
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~lo\ SIl)\l)]
. taéml~1' ha demO\lrad" ~il1 tkjar IlIgar a dlltla~ I odlC'l son bs $c'(ac ;¡mente calculadas en qu e se apo)a el ideal de belleza A esta rqtla pudieron ~n.ducir ,{miGlIl1ellle I,u ideas .d c l~ ~t;JS Y los fines d el cllho rcll~IOs(). El que (Iuler.t produnr una ut',-a Grecia en esta tuas mi to l(jgi<.as, deberá inculcar a un pueblo ~ 5upentiriones poético .. mito¡¡~ilas 1011 todo lo que esto ¡m . liCll y con toda la ~implicidad I... tmal de aqudla é¡xICa. I'em bte hn ia mejor en dajar a t r.wés d e Grecia contnnplando sU! Icmplos. lIS putas)' bosques s...gradO'i,)J(~fho lo cu:l1 opta d por abandon;¡r ~ejante proyCflO p<>r habcrse persuadido de (ltlC no seria d esea., ble ~i'luiera un arte de la ¡'J(lole .Id I':"ril;::o par,¡ un pueblo (lliC se halla rompletam ente al margen d e una r eligión de esta. clase, es decir. de una sll pcrstici,ín tan iutema 'lile acababa por llenar cada ciudad, cada poblado )" GI(b ril\cón con su presencia s:lgra,l:¡ y tradicional. :!. 1 "d:!'. 1.1~ I'JXlIX'" a\ ~ril~a'. e~ped;,lm e n te la~ qu e se rdie .. ten a los pa!riarra~ de la propia tJibll O linaje, forman parte de estC mmpkjo; también ellos recib ieron 511 (orma d el alma del poeta r \'ivlan en call1arl'S d e ~e.s ta ...algunos d c cI.I.05 ill111ortalcs. Al ,rear . bl narraha 1'1 poeta 5U lu ~ton a para rcgo
1cgo,
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1 C.A\lrn. klá,,~u .~(/
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411
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[11lf\S l'ARA llNA I ILO~l FíA IlE 1 ,\ Hl nOR IA PE lA H\ \lANIO\I>]
["'ROER}
sobre 10$ pliegueS' de los vestidos de los dioses, o encima de los tro. nos y ahill'M. o iu\'ef"'\ilmcnte los monumentos recordato¡ i05 de It)~ difuntos en las plar.as públicou y 1;'13 estatuas y columnas sobre las tumbas. Si agrqr-tm05 hls incontabl~ obnu de arte que cran lIe. vadas a 105 templo~ ('11 calidarl de YOI05 y acción dc ¡;tracias por pane de familias, tribU.'! o penonas particulares y las cual~ a mcnudo eran adornada~ con motivos de hi~toria de la tribu y sus hér~ conforme 3 la costumbre tradicional, i:lJué otro pueblo puede glOri3ne de haber poseído un unico motivo como éste que propulsara tan el'uber:mte variedad de bellas artes? Nada son, en su compa. ración, nuestras salas con los retrotos de antcpasados oh'idado,; toda Gr«ia estaba repleta de las le)'endas y cantares y sagrarios de IUS dioso y héroes. Todo se Kuiaha por la idea grandiosa de que los dioses eran una especie de hombro superiores emparent.ldos con los griegos, y los héroes dioses inferiores; esta concepción, a IU ve7., rué obra de los poetas. Entre tal~ moth'os de gloria nacional y familiar ql1e promovieron las artes, ha y que contar también los juegos oHmpicos; eran instituciones y al mismo ticmpo fiestas conmClllor~Iivas de SU! héroes, es decir, una costumhre que {a\'orecía por Igual el CUllo religioso. la! artes, y particularmente la poesía. No s(~lo porque Jos jóvene5. con frecllencia. desnudos, se ejercitaban e~ di\'~na! lu· cha! y competencias sirviendo al ar,i!la de modelos \'n'os, SIIlO que también los ejercicios les proporcionaban un ... bellela fisica digna. de ser modelada y 511S victorias juvenilC'5 conservaban ,i\"o~ en su espíritu los recucnlos d e la ¡;\:Ioria de linajes, antepasados. y héron. Por Píndaro y la historia sabemos cu~n alto fu é el aprecIO en q\~C se tenlan esta~ victorias en toda Grecia y qué dura 1;1 COmlletCll( la por Ju corona!. Toda la ciudad del \enctllor se honraba en ti; dioses y hl:roes del pasado se incorporaban a su linaje. 1:.11 ello \t' basa la jerarqula de los v;¡;lores estahlecida en las odas de Pinduo, que consideraba tales \'ictoria, como ohras de artc superimc
pW,cnientc d e la religión o leyendas de tribu J::¡ hadan sup; no pocis \'CCI!S eran ellos mismos los sumos sacerdotes. Desde los 1" r· rntrOS tictl1l)(\.~, el adorno dc sus pal:lrios se distinguia por joras del rtt ofrecida§ por sus compatriOlas héroes y amigos. Con todo no ~ mcnOS cicrto. que. fu eron precisamente las constitucione, dernocr.ItiCllS que se Iban introdUCIendo paulatinamente en toda la Gre. cia, I~s que dieron mayor c\pansi(111 a 1:15 artes. 1.n una comunidad pOlltiCll de esta ímlolc le m:cesitahan cdifirios públicos para la Jlllllblea llel pueblo, para el tesOlI'l Pllblico ) r);ITa lo! depones y di~mioncs comunes, lo
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comun idad que I el bien co alma de los t.\laclo. Iwli'nÍ(o\ ;~I 'I"e.• in dUlb, aJul!c \'inckelman donde glo. rifica la liJ.¡cnall de las repúblicas griegas como e siglo de oro de las ann. El e~plendor y la granele10! no estaban allí distribuidos romo cn los tiempos modcrnos, sino que coincidlan ron las COS:l! que rcalmente interesaban el bicn~lar d e la repu blica. ¡'erides. luld¡!;:mdu :11 pL1chlo al despertar 111101 conciencia (le la propia glo· 11,1. him m.ís por la~ hella~ artes ,le lo que diez re)!!! atenienses 1~"¡ríall h,lhcr hecho. T odo ('llanto construia se inspiraba en las ~JntlC! lineas del gUSto pOjllll,lr por cstar dedicado a los dioses y Il I'0li~ eterna. Pocas ciudallCi e ¡~Ias griegas habrían construido IJI" edilicios y patrocinado tales ohras de arte, si no hubieran sido !:lIados libres ('. imlelx:ndielltt'<¡ '¡IIC 1rat:lhal1 de superane !llul\1a. "1r~l! C el1 ce.lcbndad .. Como :ll!cm ;is 1.'11 las rcpilblica5 democráticas ti Jde (l0hl1(o 1l1.'Ce<;llaba ('1 :'1poyo ¡Iel pueblo, nada mejor (lile el "'l'k11llot de I;¡~ f,hr;l ~ pHhlica~ qul.' a fllen~1 de atraer la bendición .Ie I~ di~ protcctOTl.'5, llamaba la atención del pucblo y daba pln a murha gente. . (;'111 nlo ti" ,(' quinc "C'Rar 'lile semej.mte 5untllosi,bd int. l,h~~b~ lamhiél1 con\('cucntia~ que suelcn disimularse. El rigor con 'I"~ loo; ate nien ~es oprimfan a los \encidos, y hasta a sus propias ,·l',nl~~ • •h. 1>1.( ·1· I err,l ' . . "1 . ~ ) glll'n;l~ e n (lile sc '·CLan lllel1tos IIlcesante. rn~mc lo~ F..$I;((If)~ griegos, los pesados sen 'ici05 que hasta los ciuda. '~r~ 1I:I11all {lllC ]lrl.~l"r al J::uado y muchas otras cosas por el '~lrlo no ha . . ~.' ,cen t1c1 ,.'sta(, (l griego preCI5.1men te un edén; pero por I 'lile trora a 1,15 artes, hasta estas molestias les sen'jan de objctivo. .l." lempln'i 1de 1Jos dioses sallan ser rcsl>Ctados hasta 110r los ene. "•. ~,,,. ,. 'n ., ~ 1" 1 "11' ,. flMndabOl una suene menos propicia, los Icmplo~ ~\11 'x I)f}t los encmlgo! . • sur¡::lan con re<1o bl a d o esplendor de sus
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El saqueo de lO! penas dió lugar a una ¡\t~nas de belIeu superior a la alllerior y en casi todM las guerras \'ictoriosas pan dd botlo que ~rteoecla al Estado, se adjudicaba a algunas de I e arle5. Aun en tiempos de decadencia ya d l!5pccho de todas las tJC\.;¡al laciones por parte de los romanos, Atenas mantu\'O el I!5plendo'lde su fama por $U$ estatuas y ct.Iificios, pOTl¡ue varios empcr;ulornT reyes, héroes y acaudalados particulares se empeiiaban en conscrva' y ~mbellccer una ciudad que ~econ~lan COIDO I.a Meca del g\lSt~ r("[mado. Ad vemos que t3mbu~ n baJO el ImperiO Macedóllico la, artes d~ los griegos no 5~ e~tinguen sino que ~migran. También en paises I~janos los reyes griegos segulan siendo griegos amantes de Jas artes helénicas. Alcj:mdro y sus SUCe50rt."S ediHcaron m:lgnUiu, ciudades eo África y ruia; también Roma y OITOS pueblos apren. dieron de los griegos cuando habla pasado la época del [Joreci. miento de las arles en su propia patria. En todas partes del mundo fué uno solo el arte y la arquitectura griega. 4. Finalmente también el clima contribuyó a fomentar 1M be. Jlas artes de los griegos, no tanto por la ticlleza de los habitant"que depende más de la raza que de la región, cuanto por su situa. ción geográfica y riquetas del suelo Ca"orables a la obtención de las materias primas de las obras de artes y a su "entajosa colocación ~n el paisaje. El suelo les brindaba las mejores clases de m.innol. encabeladas I>or el pórrido; el m~r[iJ, los minerales y cllantos elementos nccesitasen p~r~ las obTlls, se los proporcionaba el comercio ~n cuyo centro S~ hallaban situados. En cierto modo, el trinco com~rcial se había adelantado al nacimiento de las artC5, poniin. dolos en posesión de objetos preciosos procedentes del Asia Menor, Fenicia y otras partes, cuando todavla no eran peritos en su fabri. cación. Sus predisposiciones artl5ticas fu~ron estimuladas desde 1m primeros tiempos, ante todo porque la proximidad del Asia menor y SIlS colonias d~ la Magna Grecia despertaron el gusto de la opn, lencia y del biencstar que no po
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~. rnt"nlatidad impir:ld:l y ,)red,;1 que t'ara", " " <' . ., TI(~ to.- as ;15 ,,!.Iras estilicas de Jos ~ncgus. E~tc espllilu no puede aprcnderse :1 [uen;1 de mCTlU reglas y p.rec~P!OS; pero se manificsta en $11 obs~n;lción ,({in el const:lllle eJerCICIO pudo no obstallle su or'" " ,. • .' 1 n puramente. ...... ial. ('\'0 IInm"lr a ser UII "[Ino de anenní~ T , O "" ".-. ' • 'n. , lIIulCIl (' ' "11' " umo de Jos artIstas gnegos cs l>or Sil cslilo Ull auténtico ~riqto' pod ",.-arlo en .talo " cmos r-- . á' (ual l a~pCt.to, ,X'ro el conJ' unto ""','"" coo (e arte hdéruco sc¡;ul r Slenc o para nosotros siempre inalcanzable' la de ese gelllO ha Jlasado. . -'OCa
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IV 1.,.\ rrLQSOI: IA ¡\fORAL y I'OLfTJCA EN GRECIA
UII "costumbres' de los cran tan dir~"n," .-~ ~... ~~ como sus tnd gri-os bUI • reglones y maneras e VIda lo crall po' ,_ '" , '. ' ' ' 3 ( n'ersos gT3( os de , , JII (U tura y a_~ penpecla5 históricas qu, h-b' , _" d " an locae en suerte I r.wa una e ellas. Los arcadios y los atenienses 1 ' . . t los GI 'b' . os JOlllOS y eplro 1~,. ~par n~ y SI arHas eran t:ln desell1cjalltes por sus tiem 1"'". ~!lUaCIÓ n y esulo de vid~1 que me faltan colores para pintar d~ I~ ellO'! un. cuadro engauOV) el cual. (Iueriendo reproentar el ronJunto, e5tafla ar~ado por rasgos más contradictorios (lIe los cleI frtt3to ("Ie rarr:l ~ia pi"tl) de aqucl I" c nlO a'('nien~{' 1 A~I¡ ~'Ctb, otro recur$() 9ue seguir el procC$O genera', de 'I!JI~~~I~~~ C ~as r;o-;tumbres gnegas y la manera COmO éstas influ)eTOn JI! nlnlhtuclÓn política. en
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rri~~~ todos Jos pucbl.os de la tierra , asf también entr~ los .)~ morales tll\leron COIllO ori¡;:en prindpaJm e nt ~ la ¡fli,;' Kln \. SigUIero n ,)()r - , a v a tira nte mucho tlen1po • _" ", I~ 11:105OS (1" " , . . LU'I n os tr~\' ~ de d!\eNQS llliHerios alcanzaron éTV'w"" d" n. n 3(11\'!( ad iIpollt' I .- -~"' ~ l"fIf~rrió , , ,.ca. 0$ s.agradO$ der~ch05 d~ hospitalidad y d, nar('u,l~dola ' . " , "renn~ . ('n las rurns ." y I InmlllHua( en os Jugares ~a""';¡dos l . ". ,a '"I'oluntatio d ' 0$ ca!~lgos que persegufan, aun al homidda IlI1tdidún d~ l llTante gener;.clOues y Ill:h generaciones lIe\'ando la ~I\ 1110<; ~ • a ~ngr~ que clamaba \'enganza sobre el "ars entero ,Xplatonos y '"0')". . , o rn~llIo Ja t I 11"I.llonos. a ,·oz de los or;l{(llos, el jura. R al o. el valor s,'grildo del hogar, de los tem plos y ser ul . •
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eros, ~tc" cran conviccione1 e insLÍtuciones en boga con la finalidad de civiliz;!:t a un pueblo primiti\'o y conducir a hombres St'rni-1;tI. vajes paulatinamente al humanismo '. lbsla ro":,pa~ar ~ los R',ie~ con otra! naciones para COD\'enterse de que estas lI1~tltuclones {u~f()n dortunadas ~n su cometido, porque es un hecho I~megable qu~ no sólo condujeron a los griegos a l;u puertas de la (¡losaBa y cultur;¡ polftica, sino que los introdujeron hasta muy ad~n,tro d~ su sagrario. , an wlo el or:lculo de DeUoo;: ¡de cuánta IItlhdad DO rué p;H~ Grecial Su \'0:': di\'ina señaló a más de un tirano y malhechor augu, rándole una suene adversa; y también salvó a muchos desgraciados. acon~jó a los de$Orientados, dió el respaldo de la autoridad divina a muthas empresas pro\,tthos;u, di" fama a m~~ de \Ina, obra tle arte o musa y consagró scntentias morales y máxnnas polftlcas, I.os toscos venas de ese oráculo surtieron más efecto que los m:b ele gantes poemas de poetas pmteriores, Su ,ma,yor influj,o pr(l\'cn!a de que daba autoridad a los Estados y a la ¡lITlsprUdenCla, de la supre· ma corte, 105 Anfi(tioll~, elevando sus veredictOS, en clena manm a la categorla de leyes religiosas, Lo que en siglos posteriore, se pr~ puso como úniw recurso para una pn pere~ne en Europa, un tr¡. bunal de Anfictiones', )a lo Icnlan los gnegos, y colocado bltn cerca del trollo del dios de la sabiduría y de la verdad que 10 habla d~ santiricllT con su autoridad, Juntamente con la ,religión de?en, en~merarse en C'\le 111g~r todas las coslUmbres naCidas de las mslltUClOnCS de los antcpa!J\Ios y que conservaban su memoria para la f>?Stcri\.lad, ponlue. ejercieron un influjo constante sobre la formaCIón, éuC'.l de los ~n~"" AsI, por ejemplo, los ''arios jueg~ p(¡bli~ dieron a I,a ~1,:,caCló" griega una orientación muy peculiar, ha~u=ndo de I,os e¡ernnos ,1..., COl factor principal de aquélla y propomendo \;'1$ \'Irludes ohlellnb. a la admiración de toda la natión, Jamás ramo alguno lIe\'ó fruto.. mis bellos que el pequeño ramo de olivo, bure! o abeto que (Or()o naba a los vencedores, A los jÓl'encs infundió bcJleza, salud y \'1\0lI ' cidad; dió a sus miembros agilidad, justas proporcion.cs, y biencsla~: encmdió en 1m almas las primeras chispas de la ambiCión ,de glona 'f celebridad póstuma e imprimió en su mente, cual forma mde,ICble. la aspiración de empeñar su vida por el bien público d~ su Ciudad "1 IU nación, Pero como fruto más precioso despertó en sus a,hn~s la afición al trato ron hombre! y amist.ades viriles, que conslltllye uno de 101 distinth'01 del mundo hcléniw, En Grecia no rué la mujer el único prcmio al que aspiraba el joven en su lucha con I,a ,. ~_I' !. que un r~Tls \'id~; la ro:!! hcrmO$:I He 1ella no pueue pn.,uuClr mas • lI.:n.¡" f), prim"rum GrdU;de I~g"m/dt.,.,um inJtj,,,IiJ 4d mow m "'~~ ,u~,,,rl¡,.,,,,,, in "/"" dcnd~mk 1, 1, p, 207,
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ti 5t1 ~ión goce fuera el fin adecuado de toda la virtud varonil. El seltO femenino, por hermosos tille sean los dccl1
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~{'!. por ~ on 11 • la 0111.15 y, fina menu:, ..um:J¡t ~~'~. ~l1llgual g~tas comunes, la Ims1a y las glorias naao~Nll1glln déspota los unla por mcdio dc olros artificios 9 occe-
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[It I'RDERJ lidades, porqu~ también SlU ~Iigros comunes se .alvaron con f luna durant~ largo tiempo. Lo d~ósil'D era, por lo tamo, lo Or_ eada tribu quisi~ra b~ber d~ la fu~me d~ la culrura y cuáles tlue: yuelos deseaba desviar d~ ~lIa para sw pagos_ Cada cual lo ~~o_ conrorm~ a sus nC1:csidades y, sobre todo, de acuerdo con la me 110 lidad de algunos hombres notables que les enviaba la naturakla. la educadora._ Ya ~ntre los r¡ryes de GrC1:ia hubo di gnos descendielll de I~ _antIguos héroes desaparecidos, qu~ se hicieron en su éro:: tan utlles a su, pueblos mediante una buena legislación como SI mayor~ lo hablan sido por su gloriosa valentla frellle al cnem il!:ll F~lera de los primeros colonizadores se distingue entre los reyes 10: glSlad~res esJ>CC.ialmeni~ a ~I.!.!;o) que IUpo lonnar a sus creren~ aguerl"ldos, habitantes de una ula. montañosa, con espiritu bélico más tarde lué ~I modelo en que le irupiró LicurgO. }o' ué ~l prim~~ .que tuvo a raya a los piratas y dió seguridad a la navegación tn el Mar ~geo. rué el primero que estableció ciert:u normas moralCl en Grttla en ~ I mar y en lierra firme. La historia de AU:nas. Sira_ cusa y otros r~ inos demuestra que no I~ Caltaron émulos e ntre los reyes. Con todo, el hech9 de qu~ la mayor parte de 105 reinIX m~nárquiC05 gri;gm u: mm' irli~n eA replíhlkas dió ma}~ll . RUle ála rnl UClón de 13.:1 leyes éwO-pol!tiras lo cual significa Ulla de las revoluciones m ás memorables de la historia universal. Sólo {ue posible en Grecia donde gran número de puehlos diH:rsos ha. b.{~ sabido ~nservar la memoria de su origen y su tribu tambi~ll oaJo d gobierno de sus reyes. Cada pueblo se consideraba a sí mi~. mo romo un Estado independiente con d derecho de comtituine poHticamente como StlS antepasados emigrad05. ISo hubo ningnD~ crib'l griega....qyc abandonasc !.u.Jibertad en man"8-ik !lila diD jUlÍa ~editaria de reyes. Verdad es que con este as UIll O no $C cond u{a .que el nUel'Q gobierno fuera mejor; en lugar de Jos reyes reinaban casi en todas partes los m,i$ nobles y poder05os. de mall era r¡ue en Algunas cÍtldada los d isturbios fueron mayores y la opre5ión de:! pueblo insoportable; pero la suerle otaba echad •• , los hombres ha· bían llegado a la mayo rla de edad y Rprendieron a pensar por pro· pia cuenta en su constitución polJtica. Fué así romoJa época ¡Ir /{ v t4\ b as r )t'.bli ca~ ri constiru ' d rime cia la cm'lnri\ ción de es (ritu hu ano en un a tan , ital como lo l'5 ti lA. o. ~1l0 e los homhre, por el homhre. T as bs den'iariones ) r, ..... al"\"fh pasos e n biso de las (ormas gu bernamentales de G rC1:ia deben COIIt;ideranc como <:J.!.!.ayos de la ju\·entud. que wlo aprende a (Ut... t.1 de golpear COII la c:;ábÚ., conlra la pared. EH IIHlchas tribm y colonias asf libertadas se distinguieron hombres sabios, tu tores del pueblo, que medit .. ba n sohre los m,.I~ que arectaban su tribu y los cOlwenielltcs remedios a b;.se de la Constiturión. la ~ 1cyeJ y costumorE"li. N,ltura!nll'lIl<' los más d(' e11""
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{lllr\~ I'AR' l ·N¡\. nl (l~o r¡ .o\ Il[ 1 \ Hl"lUIU¡\. nE LA }1l'''IANIOAO}
hombrC'i r.ilbJi{()5. jdes del pucblo. consejcros de 105 reyes y ~: rn pof(IU'e sólo dc esla ~riSlocracia potHa ir radiar la eultura Jl\1 t~ a ~Jlle luego imbu irla al pueblo. También Licurgo. Dracól'l 11 po~:~n descc ndían de I~ más lIoh)~ linajes de su ciudad y eran, ,. arle, ellO§ mismos miembro<; del gobierno. ln $U tiempo. Jos ~ Fancs de [a :lristoc:;r"da r el dl,,;conlCnto del pueblo hablan al· .om'do la cílspide. pur lo cu;¡1 las . rdorm:l$ constitucionales por clnr. . lloS propugnadas hallaron tan e1HIISlasta acogIda. Inmorta l o; el ~ito de O; IOS hombres que apoyados e n la confianu del pueblo dndeñaron para si y Ins 511)'0)' el m,unlo supremo dedicando lodos lIS <",hIerros y todos sus conoci mielHos de los hombrcs y del orden I litifO al bien común, es dC1:ir, ,,1 Estado por el Estado. Sus pri. rorros intentos no conllituycll ni con mucho los más sublimes y ~tJlIOS ejemplos de una constitución humana; pero tampoco era kili su ]lrelen~ión. No fueron idead05 sino pata el lugar de su lplicación concreta Y tambi('; n allí tuvieron que "comodarse en muo ellos aspectos Y contra su "oluntad a las costumbres de la tribu y 'lH dd«tos a rraigados. L icurgo 1\1\'0 en esto más libertad que SoIón; pero retrocediÓ a époc:u pasadas y estructuró un Estado como Ji el mundo pudiese permanecer eternamente en la edad hero ica \ tn una infancia primitiva. Promulgaba sus leyes sin aguardar e l rleflo qu~ producirían y sin duda hubiera sido una gra n pena para su c
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al~nicn 5CI;
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J [mr"S I'''R'' US" FUOloOri\ ., .. 1\ IlIHORLA N LA
Dc ahl el accnto en extremo conmo,'edor que se alh jerte en la propia ,'Ol de estos legisladores cn sus años postreros; Cl~i sicrn, pre es una "Ol de ramento, Si llegaban a ,'iejos, h3blan sohre\ivitlo a su época: tal la VOl de Moisés y también de Solón en los ro<:o,; frllgmentos que poseemos de este úhimo, Más aún: si exreptu~mo, las meras máximas morales, Cilsi todas las conJideradoncs de lo,; labios de Grecia tienen un dejo de tristeza, Veían lo incierto del tleSlino y la suerte humana, limitados )a por las leyes de la na tu, raleza y miserablemente turbados por el propio proceder d~ I~ hombres, Se lamentaron de la fugacidad de la vida humana y ~u juventud florida, y en cambio se extendieron sobre la vcjel., a me, nudo pobre y enferma y siempre débil y despreciada, Se quejaron de la buena mcrte dc los dcs,'crgoll1.ados y los padecimientos de 10\ buenos; mas no dejaron de infundir a SlI.'l compatriotas con manw, dumbre conmovedora el aprecio por los ,'enlatle ros remedios como iOn la prudencia y el sentido común, la modera~ión de I~s p,a\ion~ y el Cilllado cumplimiento del deber, la conronha y la ~ldclL,I ,t(1 al amigo, la constancia y el "alor indomable, la rC"erenCla ante loo¡ dioses y el amor a la patria, Hasta en los reslOs que se con~nan de la comedia griega de las éPOCM posteriores se encuentra c<;te tono quejumbroso dc SlLa,'c hum:uli5mo', Por lo tanto, a pesar de todas 13 \ malas y, a "cces, ~pantM.u consecuencias que to\'O alguno que otro Estado griego par:. los he, lotet, pclasgo~, 1:'5 cololllaS, los extranjeros y enemip;O!!, no ~(' purde desconocer la elevada noble1l de l espiritu de comunidad que im, bula en su época a lo! lacedemonios, atenienses y teban()~ )', en cierta medida, a IOdos 10$ EstadO!! grieg()~, Verdad C5 que, asi (Olno no es fruto de una determinada legislaci{'1I de un solo humhre, tall1' poco innuyll en tod rnl los miembros de la nación de la mi sm~ In:," neTa y al mismo tiempo; l>ero existió de "erdad entre .I~ gTl~n<, romo lu demuestran fehaci r ntemente hasta sus guerras i1lJusta, Ila, cidas de la en\'idia, r la m:ls despiadada opresi"n que ejl:rrieron asl como los m,is pérfidos traidores de ,sus \'irllld~ cimlad~na~.. t.I epitario de :H¡ucllos espartanos (IUC dLeron su ,.da cn LIs 1 CL' mópil,u: "Oh, vi¡¡jero, di a los espartanos quc, obedientes d e ,us I~'.t'.. , aqul yacemos"; ser:! para siempre el principio de la ";rtul! pohll O m:h sublime, S
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ell orden a su felicidad y libertad. Sem~jante ~ el r~SO de la Comtiruri.ín de Al e"a" bien qlle ésta se un fin 1:\ 1 i·
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que hullO jamás en el IIlllndo I 1 ni Roma ni Babilonia y muc"? menos Menfis, Jerusalén, l)eldn y Iknarés pueden entrar Ctl competencia con ella en lo que se refiere I t5te punto, Ahora bien : comokl patriotismo y las Iu.t I son los dos >olos alrededor de 105 cual i oda la a .nonl e a lUmaOldadl Atenas y Esparta serán siempre las dos palestras d~ lchelslma memoria donde el arte político de los homb," ~ ejercít" t'1~ los dl:. ,~. Sil a]('~re juventud. La ma yorra de los dnn~s E.slados gnegos no IUfleron tn~5 que $~ir los paros de estos dos grandes modelos hasta el punto de que a algunos tle ellos que 'luL"nan ir;c por nlros Gll"inos, 11';'1 fu é impuesta la Con ~ti lu c ión ate, nieme o espartana por los ,'enredores, Por lo dem:!s, la filosofla de la historia 110 fija su atención tanto en 10 que durante tan corto b~ ha)'a SIdo Tealilado en !"Stas d e)!; ciudades por débiles manos IlUman ~s, lIWllto en lo ílue se s i~uc de los principios de sus constituciones p.lra toda la humanid,ul. A pcsar de todos los errores los nombres de Licurgo y Salón, j\fjlcla,tcs y Temístodc.o;, Aristidcs: CiFo;io, Epaminonda" I'clú pid,ls,' A g~i leo, Agis, Clcómcnes, Oión, Tlmolcón y otros serán celebrados con gloria inmortal, y (ltras hombrC'i no menos notables como A1ciblades, Canón, Pausa. n,~. \ L¡~antlro ser.l n ,ituperados romo destructores del C'iplritu de sol ¡dar id ~ d griego como tr;¡idore~ a la patria, Hasta la modesta 'mlld de Sócrates no hubiera podido florecer h.uta do nde 10 hizo 'L11O al amparo de Aten :l~, dondc algunos de sus disclpulos la 111" \"to~:l ~ran altura; por
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donaba, queda en pie que el pueblo ateniense OCupa a este r pecto un lugar único en la historia en que ni siquiera el pueb~ romano puede rivalizar con él. Elegir o condenar a un jefe tn~ litar, decidir sobre guerra o paz, vida y muerte y cualquier llegOCi~ público del Es tad o, no era, por cierto, anmlo para conriar a Un turb'a excitada; mas era tal el aHe que se empleaba en la eXI}()sici6~ de estos negocios que hasta la turba excitada comenzó a compren. der, adquiriendo con ello esa modalidad liberal, política y discuti. dora que no se encuentra en ningún pueblo del Asia. De esta manera, la elocuencia dirigida al pueblo, alcanzó un nivel que nUnca tuvo fuera de Grecia y Roma, ni podrá tenerlo mientras la retóriu popular no forme parte de la illlilrueción general. Indiscutiblemente se trata de una causa noble, aunque en Atenas el {in justificaba los medios en lo que a esto se refiere, Lo mismo ocurrió con el teatro ateniense; olreda representaciones populares, pero adecuadas al nivel elevado del p\leblo, a saber, piezas con pretensiones cultu. tales y literarias, Este teatro no sobrevivió a la ciudad de Atenas; el conjunto de fábulas ClIidadosamente escogidas con el fin de in. fluir en las pasiones y tendencias del pueblo, no se encuentra ya en la mezcolanza de ralas y constituciones posteriores, No debe, pUts, edine la cultura moral de 105 i a Iicando a su hislOria l/tica, sus ora ores y poetas ramáticos a mel: I a e un sLste a e ICO a tra ue en nln uno e os casos concretos I ona 05 a scrVL o de lila seme'anlc SI '. La hlstona demuesna -que los griegos ueron en todo momento, para bien y paTa mal, lo -que pudi('ron ser en virtud de su situación espiritual. Sus orador!,:, nos revelan cómo veían ellos las faCÓOIle.~ y panidos confornH: al fin polltico que cada lino 5C prolx)flía, Los autores de pie7as lea· trales introdudan los personajes que les ofrecia la histori;t tal como deseaban prcsentarlos de acuerdo con su profcsicín a éslO~ y no otros espectadores. Las conclusiones que de ahí se quieran sacar acerca de la moralidad o inmoralidad de todo el pueblo, carcren de fundamento. Con todo, nadie pondd en duda que algunas ciuda· des griegas fucron en ciertos momcntos y dentro de su esfera, el pueblo más h:ibil, versátil e ilustrado del mundo antiguo, De b! fila~ de los atenienses salieron estrategas, oradores, sofistas, juect"', polltioos y artistas según la educación, inclinación, elección, destino o azar, y no era raro que las cualidades mlls bellas)' sobresalientes .se encontraran juntas en un solo griego.
{fI)E"~ .. ARA IJN" F!I ,OSOFí" In: LA II1S10RIA Uf. 1, ,\ m ' MA:\"mAO]
v ACtIVIDADES CIENTn-ICAS EN GRECIA A ~ingún. pu~~lo del munúo se hace justióa juzgándolo a la luz de un Ideal ClcntlrlCO que le era totalmente ajeno. Tal sucedió con los gTiegos,y mu~hos pucblos isi,iticos a los (jue se ha colmado de elogiOS y VI~~pcrtOs por igual injustos. Así, por ejemplo, los griegos ~ndaban leJlslmos de una dogmática especulativa sobre Dios y el alma humana, Lo qu~ .al resp:cto dijeron o escribieron algunos de ellos, no pasó de oplllLOnes pnvadas y libres q\le emitían sus filósofos fundándose. en los ritos religiosos que observab'an en su pa[s y cuando ~o se lo.nnpedla algt'm p¡¡rtido politico, Frente a las facciones polCucas, el IIltelecto humano ha tenido !jue luchar por sus fueros en Grecia ~o m~smo que en todas partes del mundo, logrando finalmente su vlctona, La filoson~ griega partió de ]¡¡ mitología y las antiguas teogoll¡a~,' es cosa digna de verse cuálllo supo decir ele ese orden de cosas ti, a¡:udo inger~io de esta nación. Las Ubulas sobre el origen de los di oses, la contIenda de los elementos, el odio y amor mutuos de los ;('re~. fueron desarrollados por sus diversas escuelas en direcciones lan tliferentn y varias que uno ~e siente tentado a decir !jue llegaron a do~dc ,nosotros cuando explicamos la cosmología sin recurrir a las (le.nclas naturales. Más aún: en cierto sentido hablan llegado m:h ICJos por cua.llto su ~e:lle .golaba de mayor llbertad y 110 estaba ntrechada por cIertas lllpoteslS preconcebidas !jlle habla que proI~ar rosr.ua lo qlle costa~e. IlaSla los guarismo_~ de "¡tágoras y OlTOS r¡]~los SQn \ma tentatl\'a muy adelantada de reducir un concepto I~rectamente d~ro ~d alma humana a una magnitud exacta y connllarlo c~m las CIenCias naWrales, ]\fas como éstas, lo mismo que las ~atemá~lCas, est~ban por entooces en paíiales, la tentativa llegó ano de trempo. Sm embargo, tanto ese sistema como los de algunos otros filósofos griegos arrancan IIIICSlra admiración porque cada uno de ellos estaba profumbmente meditado desde su pmllo de vista y ~ de gran alcance., AI~unos suponcn verdades y observaciones que ti provecho de la ClcnCla no se h
, Vta.., a nle In"""IO la inlrod"cción eo la traducción de Cmi." de ~ di!ICIII'SO:'l do: Lisia,. !sócrat"" y Olro. con,e'Hari'ta. '1uc '1"í,;eron ¡uI~ar a Grro' a bue de sU! or:lllol'O r !,oe!>'!,
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IU1[¡\~ 1",\R¡\ U:-';¡\ TI! OSOríA IW LA ItISTORI¡\ DF LA 11I'\I¡\NIOMl}
[HEROER)
nozcamos las opiniones de los rilÓSO(05 m:b ava nzados sólo por r e_ lalos y fragmentos incompletos y no de sus escritos en conjunto' pero alln más de lamentar qu~ nos g uste tan lJOCO aprender lenguaje de su tiempo, en lugar de lo cual queremos hacerlos ha _ blar de acuerdo con nueslra m~nta1idad , Cada nació n expr~1 en ~U1i conceplos gencralcs su modo de ,'er pec:uliar; y romo la m asofia griega arrancó de poesías y alegorlas, éstiU dieron también a SUi abstracciones un c;¡rácter propio que para ellos 00 era oscuro, T am_ poco las alegorlas de Plató n son mero adorno: sus im;;gencs $0 11 como sentencias clásicas del pasado, superior d esarrollo d e las an_ tiguas lradióones poétic:lj, El esplritu irwestigador de los griegos se inclinaba preferente_ mente a la antropologla y filosofía moral porque su época)' cOIUli. lUción los llevaban anle todo por ese c;lInino, La historia natural, la física y las matem:\ticas no estaban toJavJa suficientemente desilTrO_ liadas ni contaban con los instrumentos para nuestros mooernO$ d es. cubrimientos. En cambio, todo se refería a la naturaleza y CO:l(Um. bres dcl ho mbre. Eso fué lo que daba el tono en la poesla gri~, su hitoriografía y su Con'titll<-ión politira; tudo ciudadano nl!('C· sitaba conocer a sus conciudadan05 y administrar cargos publicas .. los que no había modo de sustraerse. La~ pasiones y energia~ d~ 105 hombres se desenvolvían en aquel entonces con ma yo r libertad. sin exceptuar al filósofo entregado al ocio d e la contemplación; el rasgo dominante de toda ahn¡¡ griega (011 ,L~pir"ciones elevatl:ls er;. la t~lI · dencia a gob'ernar a hombres o d escmpciíarse como miembro activo de la sociedad. No es extmijo, pues, que también la filosafi:. del I)(:n· sador abstracto h¡¡lIara su objetivo en la lIloral o el Est~do, (omo ~I' puede ver en Pitágoras, Platón y hasta Aristóteles. No era su profc. sión civil cOfutituir Est~dos; nunca desempeñó Pit :\gora~ el pa pel de un Li cu r~o, Solón, ni si(luicra el de un arconte O cualquier 00" autoridad, y la mayor parte de su filosana hlé pura espttulación r~· yana en la superstición. Pero su esCllela prOllujo ho mbres que h~· blan de ejercer enorme innuencia sobre los Estados de la Magn~ Grecia y si el d estino hubiera concedido una duración m:\s prolon· gada al cenáculo dc sus discipul05, éste tal vez hubiera Ileg:tdo a ser una fuerza propulsora, si no la m;\s eficiente. por lo meno<; una .Ir las mas acrisoladas para la reforma dd mundo', Mas lamhién esta tent;TlÍ\'a de un ho mbre, que se habla a.Ie,~n· lado con mucho a su época, rué prenatura, L.'u prÓ5 peraS ciudades sibaritas de la Magna Creria con 5 US timllos no si mpatilab:m COl I tales guardianes de la moralidad, y los pitagóricos perecieron ase· sinados.
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lo que a ellos se refiere, y con(onne a su propia mod~ta expresión Sócrates no fué m:is que la partera que ayudó a dar a hn la propi~ pcrsonillidad espiritual de cada uno de ell05; de ahl que, estos hijOs le hayan lalido tan dcsemejantn. 1.0 que hay de $Obres~heotc en lo. escritos de dios proviene mallifiestamente de su pr~pla ffi31ltt;¡ de pensar, y el más bello agradecimiento que podlan bnndar ;1 su que. rido maestro fué el de hacer llegar ha$l:t nosotros su retralO moral Ciertamente hubiera sido muy deseable que el esplritu SOcr1ti(~ penetrase de ahl en adelante toda la I~islación ,Y constit ución po. 1ltiGl de Grttiil; pero la historia de Gr~la ,es tesllgo de que no Ocu. rrió asl. Su vida coincidió con la culminaCión de la cultura atenia¡. ~. pero también con el aciago momenlo en que los Estados se COmo batían con mayor salia. Ambas 110 pod[~n tener otras .consecuencias que periodos de infortunio y decadenCia de costumbres que poco después causaron el ocaso de la libertad de los hel.enos. No pudo salvarlos la !abidurla wcrática dcmMiado pura y delicada para dtti· dir el destino de los pueblO!. El estadista y militar Jeno{ollle dohi· be los defectos coll5titucionalC!l de la po\fliea, mas no ru~ capu d~ rdormarlos. Platón creó una republica ideal que no halló 5U reali· 7.aciÓn en ninguna parte y menos que na.ua. en la corte de I~ i onilio. En una palabra, la filosoffa de S6cratC!l ~Irvl? cn mayor meduJa a la humanidad que a Grecia, y en esto reside andudablemente una de sus glorias m~s excebM. " Completamente distin,lo fué el espintu tle_ Anstótelcs, lal \~l el m~s agudo, firme y ándo de cuantos empunaron, la plun.la. 51,1 filosofla es mb una mosoUa de escuela que de la Vida comun, es· pecialmente en los escritos que de él se con5Cn:a~l y por el uso que se lo dió; pero en tanto mayor grado se bene(¡uó con ello la pun Tazón y la ciencia, de manera que en este campo ~ el m~n~rca d~ todos los tiempos. Que los escolásticos se hayan serVido ca~1 siempre de su metaUsica, es ciertamenle culpa de ellos y no de Ansu?teles, ~ .in embargo, también su metafisica contribuyó en una med,lda ca~1 increlble al perfeccionamiento de la razón hll~ana. proporcionando a naciones b3rbaras un instrumento que pnmero transformó lO! oscuros sueños de la fantasla y la mdición en sofismM hMta .qut lutgo se destruyeron a si mismas. Pero sus mej.orcs escr~tOS, la 1~ls!O" ria natural, la fbica, la ética y la moral, poJ(t1ca, poética y relOllra esperan todavla multiples aplicaciones. Lamentablemente se per' dieron sus obras historiogrMicas y también su historia nalllr~l l' poseemos sólo en ,ext~ctO!l. 1)cro quicn qt~icra negar a I?s gf1~ el esplrilu de la (:lcnCla pura, que lea a AmtótcJcs y E.uclldes, CW lOres que en su género nunca han sido superados; porque t~o:'b,~ fué el mérito de Platón y Aristóteles haber despertado la a(¡cIÓ~ . las cicncias II
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[wr.AS rM'A V~, FII.osoriA Uf LA IIISTIJII.IA UF. l.A 1I1l)I\NlIIAO]
ndiendo su influjo de esta mancra sobre todos los tiempos. Va-
t~te de sus discípulos fomentaron la a5tronomla, la botanica, la IlO'I tolllía
Y otras ciencias, pues el mismO Aristóteles echó con su sola
~~Jria natural los cimientos de un edificio que seguirán comtruIS do los siglos, Fué en Grccia donde se pusieron los fundamentos
)~ra toda conciencia cientlfica como también para toda cstética. ~aciada!lIe!ltc el ~c.stlno nos conservó bien poco dc los escri~os d sUS más IIlSlgllCS s:tOI05, Lo quc nos queda es excclente; lo mejor
" \'ez ~ ha" Ix:rdido. " t"o se pretelldera" quc yo Irale en d el3 I le d e Ias d"IVen:n CienCIa!, "" IH n,atem;iticas, la medicina, las ¿¡encias naturales y las bellas artes, wlo nombrar algunas. en que los griegos ya descubriendo ya :ccent:indol:u sin'ierOll de base a todos los tiempos IXlSteriores. (;m.1 ~bida es que ni el Asia ni el Egipto nos legaron ¡¡Igun arte o doctrina propiamente cicnlUic,u; cst.o lo debemos .exclu!ivament~ al 1'S1,lritu agudo y ordenador de Jos gncgos. Ahora bien: como es SIempre una forma determinada de conocimiento la que causa precisamente el aumento o.el p~rreccionamiento de la ciencia en tiempos fulU ros. debe wncluirse que debemos a los griegos la casi totalidad dt lo< fum!;tmClllos dc tOllas nucslras ciencias. Cuantas m:!s sean In "Ir:l~ ~j~n:,s que ellos se apmpi:,ran. mejor para nosolTos; basta que b~ mpioen ordenar y progresar hasta su conocimiento daro y disliniO. La dhenidad de acucias desempeiiaba en esto el mismo pal>C! ((ue las muchas repúblicas cn $U vida política, a saber, el esfuerzo IOlm'm a la \'Cl. que la emulación de las 'tendencias. Sin esta diversificación griega ni siquiera sus óencias habrJan progresado en la m~dida en que Jo hicieron. Lu escuelas jónita, itálica y ateniense f'llalnn, 110 obstante su idioma comí"" separadas por mares y tie~; cada una pudo «har raíces en Sil propio suelo y luego, traspbllladas o inoculadas, lle\'ar frutos tanto más hermosos. Ninguno de I()§ antiguos saliios estu,'o a sueldo del Estado y ni siquiera recibb e'ilipendim de sus alumn~, Pensaba por cuenta propia y por ~mor a 1:1 riencia o la gluria y celehridad. No instrula a nijil)!;, sino a jól'cnes y hombres, a menudo hombres que desempeñaban los mú impoflanlcs car~os públicos. En aquella época no estaba todavla de mo..b escribir libros para el carnaval de una feria con mercancia >t:u.In-ciel1lifica, En cambio. sc meditaba lanlO más larga y profundal11cmc, gr.!cias a quc el tilósofo de vida frugal no necesitaba de mucho par;1 su sostén en el f:l\orabJe clima de Grecia, pudiendo enUtJ:Jr~ a la C'lp<'Culación libre de preocupaciones, M.H lamhién hay que hacer justicia a la monarqula. Ninguno ole 1"0; llamad,»! F..5lados indel>cndiemcs de Grecia hubiera prestado el ~I''') o a ,\¡ÍlI';Ie1es para ~u historia nalural que le pudo propor· '~"Iur su real di'\.lípulo,) mell," aLLO I~s (icnrb~ que exigí,in mucho '''·''LI~' () ¡(r;ondl" ,1;~I'{'¡"Ii()~ (1.11110. IXlr l'il'luplo, !a~ ILI;II('lm\titól~,
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ilDf.loS PARA US\ Fll-OXId" 0." LA 1I1STORIJI. II[ I.A '1UM"¡';1PAO]
la ;utronomla, etcétera. hubieran hecho lo! pr~rew5 que hicino n en Alejandrla. sin la ayuda de los PlOlomeos. A sus imlituciones Ile_ hemos un J-:udides, Eratóstcncs, Apolonio I' e~gl~co, un ¡'!olomeo y 011"05, hombres lodos tilos que echaron los ClIlHcntos de I~, deo_ cias tobre los que descansa ahora no solamente todo el cdirici{) cientlfico sino, en cierto modo, todo el orden de nueMro mUII_ do actual. Por lo unto, tuvo también 5U utilidad que jUnio COII la~ repúblicas se acabasen lO! tiempos de la oratoria y filosona popular ¡viegas. tstas ya hablan dado sus frutos, pero el ~p¡rilu hu. mano nttcsitaba ademas otros génnencs del al ma helémca para las ciencias. Gustosamente le perdonamos a la Alejandrfa egipcia la inferioridad de sm poetas " en Sil lugar tuvo buenos ob5ervadorrs y malcmalicos. Los poelas naccn; 1 observ' res ueden hilcerse ;¡; (lIern de di'igend a y cjerrj¡io. La filoso[ia griega ha preparado el terreno especialmente en tres disciplina~ que diflcilmenle podfan encontrar un medio m;b propicio para 5U desarrollo: el lenguaje, el art~ }' la historia. El idioma griego habla alcanzado tal "ersalilid<'ld, rique7.3 y bellem con los esfuerzos de lo~ poeta~, retóricos y rilósofos, que este instrumento Ham6 la atención tol'la"Ia en época, I~teriores. cu;wdo 110 hallaha aplicación en ocasiones tan brillantes de 1<'1 vida pública. De ahl la perfección de los gnm:\ticos que en parle eran ,'erdadeTos filósofos.. Por desgracia. se nos perdieron las obras de la mayor parte de estm autores. Pero esta pérdida lal vel se compense con Otf;" obras más importantes que se ronsen'aron, y además no ~ perdió el cf«to de su trabajo, porque el estudio de la lengua latina como en geneni toda filoso(Ja d el lenguaje se inició con el estudio del idioma griego. DIga~ lo mismo del estudio de los dialectos del Cercano Orien· te, porq\lc las lenguas hehreil. :\rabe y otras se a'p ~endiero~ a onlcuar y clasificar únicamente a basc tlel t"Studio del I{hOlna grlqt"o Dr la misma manera, no 51' ha pensado nunTa en ulla filosoUa l1c1 arte fuera de Grecia, donde gracias a IIn afortunado instinto lIatural }' al hábito de un gllStO retinado y seguro, los mismos pocta~ y ;nti~tJ~ ejerdan ulla estética antes de que los analizadores cstableóe,en ~u~ reglu. Fué así cómo t'S(imulada por la enonne emulación en ep0r<" yas, piezas dram;\ticas )' oratoria públir.a tuYO que formaT"5l' necC'a· r¡amente con el tiempo una crltka <¡ue deja muy atds a la nuestra. Verdad es que son muy pocO! y tard los los fragmentos q\le de .f'lla hall llegado hasta nosotros, con excepción de los e:writ~ dc. Am t: ttldl; pero lo poco que har. basta )' sobra para ~Iar ~esllmOI1l(J d.: sublime agU(h~l.;11 de los crlucos de arte en Grecia. FJIlalmentC. la I Iosoria de la historia tiene su patria principalmentc en Grcria por la sencilla ralÓn de que 105 griegos SOIl lO! "micos que poseen una
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IIt:'·Nr, Dt en,jo .na,,1i Plolom'¡torum in opuJ€. Mlld .• l. l. p. 76
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I historia propiamente dicha. Los orientalC!l tienen ublas genealógi. cas o f:ibulas; los pueblos nórdicos Ie)endas, otras nacionC!l Canlare<¡. n pueblo griego formó de Jclel~da5, pnlí'ID, ~ JWr3rpelca~, en, el trall~tu!v) lid l(elJlL~. d ~rU'r¡"" ¡¡"egro tle una narraCIón ,¡ue vive cn tOíJa, S\!, PiUla.. 1 ambLén en esto le precedió ¡¡¡-antiguo arte poético, ya que una Ubula no es m:is amena de narrar que una epo l~)'a rderida por aquellos al tistas. La distrihu. ción de .Ios ~emas ell varias rapsodias dio pie a divisiones an:llo¡fon tn b htSIOlla. y el largo fTel(~melro no tardó en reaparecer como tofIOr.t prO\a histórica. De esta manera, lTerodot!) fué el sucesor dt' Homero. Y los hjstor~~rafos (>?Steriore. de las repl'lblieas re{]ej:IrOr, I:D SU5 .relat?S el es~t~II.U retórteo (~e. aquéllas. l'uesto que la hi~t(). riogr.lha grIega se III1C~Ó COII Tu(¡(hdes y J enofonte en Alen:tS y olOS autor~ erall ,,?I.Itlcos y estrategas, la historia escrita por e1lo~ tu'"O que ser pragm;¡t,,:a en el fondo por más que no la hicicscn tal tn la fornLa. Los discursos pllblicos, las alusiones a los asuntos de inlem u3('ional, la r¡:;prcsentaciOn al vh'o de las CQS;U y sus mOli,·os intimOS dieron a estas obras un car~cter tal que no es aventurado ~firmar que sin las repúblius griegas no habría hiSloriografla prag. rn~lica en el mundo. A mcdida (lile eo tiempex posteriorC5 se des. ,rrolluon el arte politiro y el tic la F;uerra, se perfeccionó t<\mbién florlritu pragm:hico de la hislOl ia hasta que, finalmente, Polibio hiro de ella poco me~os que ulla ócncia bélica y política. Modclo~ de est~ Indole proporCIOnaron a crhiros pmteriorcs un amplio campo ~r, llU OI!SCr~'aCLOnes , y a buen 5C¡!;uro que Dionisio W\'O oportu. nidad de ejercItarse en estC arte más que ning¡'lIl chino, judlo )' has. ti rOlllano. Si~nd~ .a~I tlue h~I!amos a 10<; gri
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~n cuenta la inmorlalidad de detenninadas obras hu"?,m:lS de arte y ciencia. El fanatismo destructor arrasó con la m~Jestad de las
Propilcos de Atenas, con todos los templos de los dioses, aquellos magnlfiros palacios, murallas, monumentos colosales, estatua" aClle. ductos, carreteras y altares que la Antigüedad creó para la eternidad; siendo asl ¿unas pocas hojas del esfuerzo y pensamiento de 10'1 ho m. bres deblan salvarse de la tormenta? Admirémonos, m~b bien. de que nos haya quedado tanto que ta.' vez sea .m:l.s de lo que .supimos apro"echar como es debido. C.onSlderem05 ~hor~ en conJu.nlo lo que hasta ahora tratamos por separado: la IlIStona de Grecia, pictórica de filoso(fa en cada uno de sus capitulO!.
VI HISTORIA DE LOS CAMBIOS DE LOS ESTADOS GRIEGOS Por múltiples y entrelazados que sean los cambios operados. en d trarlscurso de la historia de Grecia, todos ellos pueden rruuclTSe a unos pocos puntos capitales que obedecen evidentemente a ley" naturales, como se ,'erá a continuación. 1. En la historia de todas las regiones marl timas y terrotres similares se encuentra, 10 mismo que en estos tres se<:tores tic tieru firme con sus islas y penlnsulas, que numerosas tribus y rolonias emigran por mar y tierra una y ~Ira ,el.. se ra~iran }' ~e dt... p~aun mutuamente. Sólo que d mOVimiento rnlgratoTlo revISu6 aqul ma· yor intensidad a causa de la proximidad de l~s montaiía~ .septen· trionales dens.amente poblada! y del gran Contmel1!e de A~la, :1 la vez que un conjunlo de circunstancbs que refier~n l~! leyenda.'. mantuvo vi,·o el espíritu de avelltur
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be pur J:¡ hi~lOría natural. asl COl1l0 por ti botánica y la 7.0010J0!ía, una misma semilla no !lo.rcce eternamente en el mismo 5uelo. ~je"lr:n (Iue.. tr.I'Iplantada a IIcm!,u. da frutos de rali(!ad superior. 3. Los dll'erSO! Estados se transformaron paulatinamente de pt'Iuetí:u monarquías en ari51~aria5, y ~lgunos d~ ellos en demo(flIcia~. Ambas formas de gql>lemo corrIeron pcligro muy a menudo de recaer en el despotismo de un solo dictador, pero en las dctIJOCfaci:u este peligro era m,l.s frecuente aún. También estu es IIn proctW natural en la in(allcia de las imtiluciones humanas. Los potentados de la tribu se creen COII el derecho de sustraerse a la voluntad del rey, y como el pueblo 110 puede conducirse a si mismo, ellos acaban por tomar las riendas. Según cu:\les fueran el si!tcma tronómioo. el esplritu )' 1.. COllnitudón. el Imehlo aceptaba a estos ~anles o lu~haba hasta haber ronscguido participaci6n en el ~bierno. Lo pnmero fué el caso de Esparta: lo segundo el de Atenas; cn ambos eran las cau.sas di"er5a5 circunstanci.u y las cons, lilucionn de las dos ciu~ades_ Mientras en Esputa se vigilaban ~tenlllmenle unos a olros para que ninguno retuviese todo el po_ der en (alidad de tirano, en Aten:u más de IIna vez se a!rala al pueblo ron halap;os a IIlla liranía que si no lo era de nombrl', al menos lo era de h~ho_ Las dos ci}luades con lodo lo que salió de tllu son lan evidentes productos de su situación, época, constitución y circunstancias como cualquier produ.elo de la naturaleza IlUdieu. serlo. 4. Donde convivan muchas repúblicas rivales por negocios, frontera! y otros intereses comunes, pero mucho más a(m por el "píritll p;ucrrcro y la ambiciÓn y ,'anagloria, 110 lardar;! en apar(ttf materia de ('onOictm. Los primeros ser:\n los más poderosos. tllli('fl~, hl"R". tratan de atraer a sus filas a ru:mtos sea posible hasta oblmer b supt-riorillad numtlrica. f"e fué el caso de las larp;as ~\tMr.l~ durante los afios mor.os de los Estados griegos, en particul:tr~ tmre E.~rarta, Atenas y. Ill~~ tarde, Tebas_ J.,.'S guerras fueron de r"rcm3 durr7a y llIucha~ veces rnleles, como lo serán siempre Jos r·."lliC\')i béliOO5 en que participa hasta el l'¡JlÍmo ciudadano y ~uencro. L1S nús vcces se originaban por menudencias o pUllIiIlos tI~ honra. como suele suceder con la~ riñas entre mozalbetes, y lo 'l'lt pueda parecer cosa peregrina, sin .erlo no obstante, es el hecho ~I\ que d Estado vencedor, t:spcti,~lll1ente F.sparta, se empcliasc '''II1]>I{' 1'11 impOIlt:r m Irgi,lad"ll ) COlIstiUllión al ,encido cu,,1 '~t;iCter indeleble de su derrota. Se (''
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[HERDER]
bélico que desde todos los tiempos diri!!;ió el curso de la hi~IOti~, También los griegt» sabian lo que .son las nCCC!!;idades del ytad . las fuent~ de- su poder y su rique.al, y más de una vez tTatarOl1 ~' apoderane de ellas por la rucrza bruta. Tambien ellos sablan le que significa el equilib.rio de ~U;T7.as entre las repúblic~ y da~ wciales las conrederaclooC$ o[¡clal~ y secrelas, los ardldcs de la guerra.'cl ganar de mano al advenario, la traición, y otras COSa, por el estilo. Lm hombres m;h. upertOll de Roma y del mundo moderno aprfndieron, pues, de los gr~egos en .10 que a asulll05 de la. guenO!; J polllia se refiere, porque SI la t&:mea de l:a guerra cambia de Tl\(). dalidad con las arma .. la época y la situación mundial, siempre S«~ uno solo el espíritu del hombre que inventa, encubre sm CStnta_ gemas, ataca, avanza, se deliende y retira, descubre el I~do naco del enemigo, usa y abusa t.Ie talO cual manera de las ventaps obtenillu. 6. Las guerras contra los pe~'lS ,igniriCln la priulera gran incisión en la historia de Grecia. Estallaron a causa de las colo'nial del Asia, que no hablan podido resistir a la elCpansión ~Ie los con· quistadores orientales y trataban, aros~umbradas a la It~rtad, de saClldir el yugo en la primera oportunlda~l: Que los ale~~ense, 1"" enviasen \'einte naves de gueITa en su aUXIlio, fue una
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• En el lranscuno
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TaCilm ~tre d¡"enos purblol .. nte rnp«to,
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\~ I'AR \ U'o/\ . · IL()<'()I'IA DE LA IIISTORIA DE LA HI MA"
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ti interior lid Asi~, cu~ndo apenas lograb,lIl mantener b !llano sobf1' FgipW a costa ~e I~Kelltl'S esfuenos. ti mar aa el ali;"lo de r.rtd~, como .10 h;,hm dicho ya el or:kulo de DeUos en uo K'llIido 1K"'~mcnte IllIeT50. 1 í rrm loo; per~as derrotado<; lkjaron junto con 5U botín y su IJIIOlllinia un;1 herencia para 1m. ¡ucnienscs, una chispa qll~ hahía de: crrc:eT hasta ser una lIanfd desullada a de\'orar todo el edificio de \J coII1I;wci¡'m !J()I,ÍI~r.1 {I(' (;rrcia. FUI'ron I:t gloria v la riOIlI'7a. el ~tn,ln~ ,. la cnlll,ha. b~cI'emente. 1t)(la la presunción y petulancia '1 01r ~ll:llIeron a ~I,U gucrras: En Alenas romenló la época de Pe¡i(It<, b m;1. Imll:HH~ ~ue pm:',~ 11;"a \i\'ido un EsI;"lo Un pe' quri'lo. Y de ella se Ofl~IIlÓ no me",~ naturalmellle la inCortunada (UtIT:t ¡[~I. l'e1oponcso, la .doble K~erra espul
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[HERDER} [mEAS I'''II.A UNA f'LO'lOFfA DE LA HISTORIA DE LA HUMANmAl)l
de dirigir sus annas y falanges el mat:cdonio, regente y COmandante supremo de Grecia, sino mlltra a<¡uella opulellta ~onanplla careomida por dentro desde hada más ~e un siglo? ~I J~ve.n. héroe pte. sentó batalla por tres vec~, y el ASia Menor, Sma. fer~lcla, el Egipto Libia Persia y la India fueron suyos. No se IlIIblera detenido ha'sta lI~ar al océano de no haberle ~bJigado S.lIS macedonios. m!J; prudentes que él, a emprender I~ retlra~a: AsI como tanta ~uene no era un milagro, no fué un desullo envIdiOSO el 9ue en Jhbdoni~ puso fin a sus hazalias. Grandiosa fué, sin duda, la I?ea de gobernar el mundo desde Babilonia, un mundo que se extendla desd e el Indo hasta Libia y más allá de Grecia hasta el mar del 1caro. l\lagnffico el pensamiento de hacer de ~ta parte del mundo u.na segunda. Gre. cia por su idioma, SIIS costumbres, art~, comerCio y colomas, ., fundar otra Atenas en Bactra, Susa y AleJandrla. Mas he aqul qUe el triunfador muere en la flor de su vida y con él se van a la tumb~ todas las esperamas de un mundo n~~e1énico. Si interr?g~~amos al destino sobre el por qué de sus designiOS, nos res~n~efla: Poco importa que la r~idencia de Alejandro esté en Babilonia o Pella y que en Banra se hable en griego o en persa; pero el hombre que quiera llevar a cabo su empresa, ~pa m~era rsc y ~o cargue la mano hasta morine de un hartazgo. Alepndro lo IlIzo y con ~I murió su Imperio. No es extrailO (Jue f,!e.ra su propio \'erd~¡;:?, anter bien debe maravillarnos que haya vIvido hasta t:uando VIViÓ quien hada tiempo estaba har~o. ~e su r,ropia. dicha. . 9. Ahora el Imperiu se dlVlthó, mejor dicho, se (~esI1l 10 e.omo una gigantesca pompa de jabón. ¿Y cu,ándo no ~ucedló lo miSmo en circl1rutancia~ parecidas? El Impcno de Alepnd~ no esta~ unificado a(1O bajo ningllO aspet:to, pues apenas hab~a llegado ~ serlo en la concepción del mismo venc:edor. Las colomas Ct.m~lad.a! por él aqu( y allá no pod(an, tan recientes como eran, SUI)sI~t lr Sin un protector como él, ni mucho menos hacer Crente a lod~ II."! Pueblos a los que habían sido impuestas a la fuerza. Habu'ndo " h,"' muerto Alejandro prácticamente Sin erUlcros, no ca b'la otra .suce' sión sino la de las aves de rapiJia que primero ]e habían a\'ndado ~n 8US t:onquistas y luego. muerto el jefe, se lan~aron sobre _el holln " parte. l' rlinero . se empCIl~ruLl ' . en , Para asegurarse cada cual la mejor sacarse los ojos mutuamente hasta que ea d a lino encolltr~' .ql LlI{I' d q ue defendía como un botín de guerra. Ningúll Estado IIltc¡::-r~ ~ " " " -'le'' . la• natu por tan enormes y ráp,das conq uistas corrl" 6 mqor 5th. raleza de los diverSO!¡ pueblos y regiones pronto \\lcI\'e a entrar en • ""ddlhcuhun sus dcrechOll de suerte que s6' o a Ia supenon a (e, dr .....iPO'a sobre' los pueblos b;irb:uos se puede atribuir que lll11chos ",. -.. . . . 'ÓIl ant" I~ países conquistados no \'olvlcscn a su antigua constllUCI .. , " "11' leI P de lo que lo hidel'on. I'ersia. B;octra )' lo~ paises l~l:IS a '~{ dellO\!(eH tes Cueron [os primeros, poTllllC se hallaban dcbaslado ICJn~
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Ira del Imperio para $Ost('nerse contra los pue¡'los montafieses ae origen persa. Si los Se/éllcidas, como lo quería Alejandro, hubieran C::lablecido su morada en Habilonia o en la propia Se/euda, tal \'ez, estando m,¡~ ~I este. hubieran COIi~ervado su JlO<:uu.c. r~nt~. Los reyes de I:érgamo y Egipto emulaban por colct:donar hlhhot('cas. competenCia ésta que aprovech6 y perjudicó por igual a I~s ~ulu.ras let.ras. Se (.ulcr.cionauan libros y se los adulteraba; (ualqu~er IIIcemllO destruía entoncCl¡ para siempre lodo UII mundo de antIguo saber. Se ve que el destino procedió en esto como en todilS las (Osas, a.bandol1ándolas al obrar de los hombres, net:io o prUtkllle, pero slcmpre crmfurme a ~us instintos naturales. Si el ~hio llora la ptlnlida de un libro de la Antigüedad ¿cuántas otras nxa~ ~1O '.1;lbda (¡ignas de ser lloradas. que todas se siguen dcJ ~urso 1I1enfable del destino? La historia de los sucesores de Ale. ¡anuro e;, muy digna de ser 1II(,'flitalh, no sólo por contener las cau. u~ de ~lLJcho de lo (1"10 se perdici ) conservó, sino también como l;'~le_ ejemplo d~ re~nos que se fundan sobre la rapitia tanto de ¡ alIC~ tolllo de CienCIas, artcs y culturas ajenas. 11. No hace falta dcmo>;trar que en lal estado de cosas, Grecia n.o pudo rl'clIperar jamás su antiguo brillo; hada mucho que el 11::tI11)() de su florecimiemo había pasado. Verdad ~ que algunos ~"I)(:rllanl . .I I I . es \alll{ osos .se es Ol7aroll por apoyar la causa de la Ji . ,:nad ~~ lO!; griq~os; pero eran esfuerl.Os aparentCs por una liuertad ~llIrllu. por un cuerpo sin alma. Alenas nunca (es(¡ en la ('11. '''m'nei' " '. . . . un} (!\'m,zaClón de sus blenhcr.hores, y t;onto las aUClj ,~ 111" bl c;itcdr I C"I 1" " " . as {e I oso la y CIenCias se conservaron en esta sede de
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la cultura geoeral de Europa mientTaS era posihle; pero ~iem . PIe . aherna b an periodos de bonan~a con Ia~ uevaslarlones. LUlre I pequeños Estados no había concordia, ni los principios p~ra Ü"! conservaci6n, si bien se unieron en la aliama de F.tolia v reIJO"a, ~u la federación de Acaya. Ni la prudeneia de Filopón~(;llns l~i {~n honradez de Arato pudieron devolver a Grecia sus épocas antigua ~ Así romo el sol en su O0lW en\"udtn en los n'mmlo$ del hOl"i10111'· adquiere ulla apariencia m;\.s grande y romántica, asf sucCtliú con política de Grecia en este momento de su historia. L
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l'" ""TO' . lA OE
toA HUM." 'lOAnl
fri.les yaren ~us hermos~~ }' grandes rui?as dC"3.lifadas por terremo. lO>, \·,~I(~n("l ~ más tocla\la por el fa natismo de los hOlllbres ' . Me. lal1o.·,llcos resuen,1Il los l:tmentos de la ninCa r~rténope; Ceres de Sinha '·3 en busca de sus templos, mas no encuentra ya su dorado jndin.
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v¡~ies
de
Spon, Stuarl,
Ch~nd]fi,
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Rini....,l.
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VII CONSlDERACIONES GENERALES SOBRE LA IUSTORJA m: GRECIA Hemos considerado diw'rsos aSI,ectos d".. 1-'" 11','" OT1a ' d e esta In. ' ., ItrCSante reglon ponl~te.;JI~na <1 la filosofía de la hiStoria un dato que mere; llamarse ull1eo en su género elllTe todos los pueblos del mundo. No solamente I~'que los.,.., 01 ieg~ qn···· ~~ L-... .. ron I'b l res 1Ie loda . I naCIones extraiias }' su cultura too ell moda (e .,' , ó . . a a permaneno pro· lH~ ). :tut numa, sIno t;tmhlén Imq'" 000-1 d e m,lIlera tan Luyeron . tnmp l tIa los penodos de su evolución des 1 l · . ·t·, I I ' '1 . (e os comienzos más pn · mI nos lMta a CUSPI( e, como 11Inglln otro pueblo de 1, 1', ' la<; nacio nes de 1 • . ,1 liS ona . , os paises cOnonentaks se detuvieron en I .. nlfrOS grados de la chilización perpetuándola antes de tiemos p;~ c",tumbres eternas en contra de su u-"'ollo Ilrft"l Y ,.. I ....u na ,POI ura, o U('TOIl. \IClnna (e alguna conquista antes de tenninar el ciclo de la t\OIUCIÓ'.l, quedando segada la plama antes de estar en flot· Gre·· rn f:17!~o, apuró el c:tliz h
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J 1',\Jl,\ ¡ ' S ,\ FII.OSO~¡A DE 1 ,\ llI ~ rOJllA DF L.\ H U M'\~LD'\Dl
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la flor y la mtlerte. Ustima grande que la historia de C . culpa de una inicua l."OStumbre no se haya eo;tudiado n' .recla J"IOf . ' I ren10la te con e , mismo cmpclio que la romana. De todos mod . lIlen. . ,e a hora en , Ipr .. consls a ,gunos pUEIlOS d e vista. que seOS,llht. f rea e¡ludioso de esta imponante a¡xmaciólI p3ra la hisfori3 o rc;elJ ~I . . . fundalll elllal U11I\"er, En es 'e d or en rep .ito, allle t...._ uo,"e' gran pnnclplO ' a, 1. Todo
cuanto en el reino de la vida ' e aca h cJfcunstancias a as (e nac on, alldad, lJi:~ P...2.: Y lugar , ~caece cfectlyamente; Crecla ; . brinda para ello los ejemplos m3s abundantes y hermosos. 111\ En la naturaleza flsica no contamos nunca con UII n, 1 o""en'amos ~ "as eres cuya causalidad hallamos siempre i"u~1 . · ·Inmuta bl e y regu l nmenle e rCCtlva, aro ' Siendo asl: ¿el reino de la" vida hu mana con sus ca~r>Ods de fuerzas, cambios y pasione¡ habría de capar a esta seTle e leyes n3turales? Traslad3d a los chin Grecia, y jamás hubiera existido la Grecia que nosotros (:onoc~ ~ llevad a nuestros helenos a donde Darlo conduJ'o a lo, ••,.,,_ "'. '" ,. '-, ~,JlI (all. t .os, y ver I~ que 110 formadn allí ninguna Esparta ni Alenal. Mlrali a GrecIa ahora: ya no encontráis alll a los antiguos helenO'! vec~ ni. I~ tierra. que ,habitaban, Si no hablaran un resto de '5: anug.uo IdIOma, SI no Viéramos las relicluias de su espíritu, ms nl~. sus CIUdades o por ,lo menos. sus ríos y montañas, se tennin~ria por snponer que la antIgua Grecia fué una fábula como una isla de Ca. Iipso o de Alcinoo. Así como ~os griegos de hoy llegaron a scr lo quc ron ahora a fuerza del tiempo transcurrido dentro de IIna serie dad~ de causas y ereclos, así también los antiguos helenos, así trOlh naCión del mundo, ~ la historia del género humano no es mál ti lila )Ura historia natural de la~ fuerzas 'ones e 1Il5lmtO'l humanos en fUlla m gar y del tiempo. Tan señcimr'-COIIIO 6 l.'Ste prll1ClplO, fan ilustrativo y (uil ~ cuando se aplica a la hi.storia de los pueblos. Todo histori"Jor ~. t~rá.de acuer~o conmigo en que una admiración estéril y un apn:n· d.lZaJe memor,lsta no mCfCcen el nombre de hutoriografía. I'ul", Siendo esto aSI, cada uno de sus fenómenos rcq\liefe toda la agmll'la de que C!I capaz el inleleClO discursh'O, lo mismo (lue un (cnbrn,'¡'" n31ufal. Al relatar la historia procurará la mayor veracidad, \ al ~ptar y jU~lf
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. le ellcOnLrará fller:t de 1.1 historia natural y las mate· d¡fi(lt¡llen ... ~ li(~\· ~cuCldo con esta filo~fi:t, nos guardaremos ;mte tooo cón f)C :,J;¡t!o de puc tifar <;obre los i~~torj3 'U>V">llipn,ln rn<'I(l1l ,. 1 ,. ji! • 11('5 oCuhas de :t 'un :tll (es(onoc iIIltl1{l~ o peor !Oda"ía, in uertci:ts m;\gicas de demonios invisibles ~)re nadie se atre\'erla siquiera a mencionar uat;\lIdo$C de (tifO no ,. ·r· . , _ ,\ lOS Il"tturales. r.1 w (estmo II!:tDllcsta SUS . IIHCUClOlle$ poro 1f1~ ,lnn ' . {Onl('(e " modo en ue acontece' r lo tanto, el mttrur ~ ( e la historia desaITo ará (!Itas intenciones sólo a raiz de lo prr': xisle de I'enl:,d y se manifiesta en toda su extensión. ¿Por qué :~bo griegos il!l.SlTados en el ~ulldo? Porque existia~ y b~jo las '[{un'lanóas remantcs no pcx]¡all ser olra cosa que griegos Ilustra~ ¿ror qu.é invadió AI~jandro J;¡ India? ~orque era Alejandro, d hijo de Fihl>O. que en vIsta de los preparallvos bech
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FII..()'iOI íA DE LA \lISTORIA DF I .A HIMA'IOAlJl
Bactra. tsta es la historia de todas ¡as mUSol' que ellos nos legar Homero antab'a, pero no para nosotros; poseemos sus obras por;n. llegaron hasta nosotros y por esto podanas aprender de ~1. Si guna circunstancia de los tiempos hubiera iml~ido que con~i: ramos sus obras como lantas otra, exttlentes ~(It .. én qucrria fletl" cuentas al destino Y,5U5 planes ?cuhos al ~er lu causas naturales ~ las cuales estO! cscrllOS se hubieran perdIdo? rascm05 revista:' I escritos que se conscrvaron y perdieron. a las obras de arte cxistellt: y d'oapilTccid¡u juntamente con los testimonios sobre 5U conscrv¡tdón o destrucción; ¿quién se atreve a seFíalar el criterio conforme al cual el destino las conservó o en cada caJO? La' obra· de Olros escri tos en
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para la historia unh'ers..ll; a usi las naciones y en un hombre como ha llegado a estudiar \lila por \lila las divcr.l
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en In C9nstituye un esfuerzo máximo en 5U punto culminante dcspu6 del cu~1 ya no hay más que ¡m'''''c¡o,''~ o t{'ntatha~ IX)(O kHces de superarlo. Cuando enmu· dtc:it; la \'01. Je Ilomero. ya no era concebible un segundo Homero m su género: aquél había arreb.1tado la corona de la epopeya y qllien Jegula tras él tenia que contentarse con algunos laurelt'S aislacIo\. En consecuencia, los :mtores griegos de las tragedi;u optaron pllr otra carrera: coml:ln. ~l decir de E~I"¡lo, de la mCS3 de Ho· mero, pero aderezando un col1\ite diferellle para Sil propia época. Pero también su agosto P:lSÓ; los tcm;u de la tragedia se ¡¡gotaron 00 quedando a los sucesores de los poela~ más excehos otra cosa que rtpetirlos en \'ersiones de q.1idad inferior, puesto que el m;\ximo de belleza fonnal de la tragedia griega ),a estaba dado en aquellos mo' delos. Euripides con toda su prf'(K'upación moral ya no _fué UII Sófocles, por no hablar de la posihilidad de 'IlllCr¡¡r la c<;encia del arle ele este último. De :lhí que Aristófanes. más perpka/. eligiese otro géenero 1i'er~rio. Asi ~lIcedilo en todos los géllero\ del arte grieltO y asl ser" siempre en todas los pueblO'i. Más alm: la seguridad dd ~usto es.ético de los griegos y 1:\ \'aricd;l(1 de formas en que se m~nirc<;t¡'. ~ del.J.c precisamente a {Iue clIO'). en sus mejores épocas. con,prcndierun esta ley de la nalUl,dela y no trataron inlHilmente de superar lo imupcrablc. Creado el omnipotente Júpiter por "idia_•• 110 hubo lugar para otro 111:I)'or: pero sí tl"'O c¡¡hida la rea· Ji/,\( it)n del ideal que repre~ent¡¡ba e n las figuras de otros diOl.C'l. y I~ ¡un\Ccueni"Ía fué
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[JPt:.'S PAIlA UNA FI~FíA DE LA mttOJUA PI': LA HUMANIOAPj
[HE.PEk]
nos cortedad si la mitologla de Ilomero viviera para siempre en 1 almas de los hombres, si los dioses relllanm eternamente o la val de DemÓ$tenes tronara IX'r t~os los siglO!, etcé.tera. ~oda plall~~ en la naturaleza debe milcchllane: pero marchl1ada dLSenlina &llS semillas reno\'ando de C1ita manerA la creación vh'ientc. Sha1r.t3peare no fué IIn Só(odes, Mihetl ningitn ¡Iomero ni Bolil1gbro1r.e un Pericles: pero fueron en 511 g~nero y en su lugar lo quc aqu~IIO$ en el suyo. Cada cual lrate de ser en $U lugar lo <¡Ut las circuru,. tancias le permiten: 010 es lo que debe ser, y otra rosa no es ~i. ble para ~l. 4. La salud y duración de un Estado no de_ pende del punto culminante de IU cultura, sino de un equilibrio sabiamente dirigido o fOro tuitamente hallado de la efect iv idad de IUI ellergla! vitales. Cuanto más profundamente esui 5U tendencia vital, tanto mayor es IU cowsistcncia y duración. ¿Con qu~ factor rontaron aquellos alltiguos cOllstituyentes de Estados? Ni con la inene ociosidad ni con un extremo aClivismo. sino con el perfecto orden y la justa distribución de las l'nergías nunca adormecidas y siemprc renovadas. El principio de estos u· bias era aut~ntica sabiduría humana aprendida de la nalUraleu. Cada vez (¡ue un Eltado alcanza~ la cumbre de su e\'olución, aunque fuera bajo el gobierno del personaje más excelso y con el pretolo más brillante, al punto se vela en peligro de perecer y "oh'la iI tU fonna anterior sillo por la intervención afortunada de algtlJl rodero Tal fu~ la silUación terriblemente extrema de Grecia en su luch~ colura los persas; tales los desesperados eduenos finales que 1I~"l' ron Atenas, Esparta y Tebas, una contra la otra, acarreandu a !ocla la Grecia la pérdida de su libertad. De la misma mancra, A1cj;m· dro coloc(l con sus brillantes "ictnrias todo el edifirio de su Uu· do al borde del abismo; Alejandro murió, el E.slatlo se Jlro:ipiroi y se hizo trizas. 1~1. historia de Atenas demuestra a cu;í1cs peligros la expusieron A1ribiades y I'erieles, si bien 110 es mcnm Ikr!O que tales momentos históricos, si Icrnlinan presta y fclillnellte, oucen efectos extraordinarios y pueden Inovilizar (uerzas inrreibl~ Todo el esplendor de Grecia es dcbido a la mühiple aniddacl ,.le muchos Estados y energías "ita les: en cambio, todu cuanto W\·o. de duradero y sano en su gusto arth¡ico y sus conslituciones po!f ucas es fruto de un Ctluilibrio sabiamente dirigido y al mismo ~¡~I)O fortuitamentc hallado de sus telldená:u. La sucrte de sus II1S tllu , dones fué en ca~a caso tanl.o Ol¡IS durad~a ~ ~obte, cuanto :~: grande el humanwno, es decir, 1" r:17ón y IlIS!JC!3: en (P~ ~pb;!!l Aql~í ~ nos ofrcce ancho camilO para considerarío,,!" sobre la constilUción de Grecia rara determinar '1l1é "alor 1';10. IJ
,',Jad Je sus ciudadallOS y de toda la humanidad han tenido ," e l. .. , prematuro a'·elltu. ill\enros e IIlStlluClOl1('
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LIBRO
Dr:CfMOClJARTO
a la cO<;ta de donde tomó "~ u origen la ruina muN (hasacerr:nllOS Icces espantosa de la ~ayor parte de los Estados considera()<;
110'1 1I;.\la ahora. Una alta marea de destruccion, muerte y exter. minio re precipitó deWe Roma sobre los Estados de la Magna Grecia, ","'r.. la mi'lIla r:reda propiamerue dicha, , sobre lodos los reinos 'IIH' hahían oacido de las ruinas ,Iel ImfH:rio Ile Alejandro. Roma nn'ili 01rta~o. Corimo, Jerusalén r muchas otras ciudades flore. dmn"<; ¡le] mundo griego y asiálico, como liió también un triste fin ~ 1011.1 (ultu ra del mediodía que estuviese al alcalice de sus arma~, f
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4-15
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[tflr~~ 1'\11-' l'S~
[HERDER1
AllIigiiedad, {ruto dI" saquC05 y robos, sino también porque por curiosa transformación, la lengua latina habla de sen-ir de I~na trumento para aprender el uso de todos ~ t!"§Oros dI" la Ami;!:'" dad. Todavía aoora la estudiamos desde la infancia como vehfc Ir de clásica erudición y justamente a nosotros, todo menos que r~ o 1105 l)Or el esp!ritu y la mentalidad, nos tOCÓ en suerte apl't:lld:; anles del destructor de mundO!i romanos que de las COStumbres m~ humanas de otros pueblos 105 principios para la felicidad de nUCltrO: F..stados. Mario y Sila, César y Octavio son \iejos conocidos nutsIros antes de entrar en contacto con la sabiduría de un Sócrdt(S o las costumbres de nuestt?5 maror~,
1 LOS ETRUSCOS Y LOS LATINOS Ya l)Or su ~itllaóón geogr:lfica, la I>cnínsul:t avanzada de Italil invitaba a gran número de diversos pueblos advcncúizos a esta· blecer alH sm moradas. Comunicada por su parte superior ron ti COlllinellle que se extiende dc<;.de España y Calia a tr:l\'r¡ de 111m hasta el M:u Negro, emporio y dC5\'io de I
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rnoo;orí" or
loA lI1'iTOII-IA UF LA 111-"''<10,\01
pierden en la IlCnlH11br.a de ,h! .1~rehi~loria. Oc la~ que habitab.an I norte. unas eran de onkell Ih.'IIl:O, otras procedlal1 ~Ie la Calla; e Js al ~ur \ inall los au
L IJTM~'H. ¡·lrllr. Regal, ("11m ol>."n·al. Rum,a ....li tI 1'
rlor."I, t,2', 1761.
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[11l[A~ rAItA
ción hicieron un "ercladero arte desde tiempos muy lejanos. d _ - y 1a~ col ' nam1o 1a rfUta -Ita ,-lana por c1 rOIllC'roo onHU. Fr;ln °ml tros en la forlificación de las dudadC5 y la arquitectura. n,"a~ ·~O t más antiguo que el mismo dónco de los ~ (ama su 1I0mbrC' de e os Iml aCI n e IiIngun modelo ()o¡. tmnjero. Eran aficionados a 'as nrreras de rarrtX. el aflc dra~:' lim. la música y I .. mbién la poesla. y como lo demuC$trnn sus 111 • numentos se apropiaron en gran medida de la mitología de pelas.e;os. Las ruinas y CSl:ombros Que nos (Unsct\'aron casi sólo tumbas, e,'idendan que habían salido de los unniellZO'\ m '\5 rlltla~ mentari05 y supieron consenar su C5tilo personal en tiem!~ P'O't;. riores. no obstante el contac~o co~ ouos pueblos, incluso el grieg'J. Poseí:ln IT,llmenle un propIo !:SlIlo de 3rl(", (lile ron~ef\aron al igu3l quc ~us Libul3s religiosas hasta más allá de la ptrdida de su libertad '. T;lIl1bién en 10
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idioma etrusco p3rcce ser una mezcolanza de du'euu Por lo l:tllto, ;1 de tan distintos ciernen· ~ua ' toJ [lO le (ué I n quc I 1l10IltJÍÍ(''IeS atm,'iesen Italia de parle tr 'lO !)('mlilia semt:j.lIlte uniformidad de un solo reino e idio~.:::a'¡:t l1a rionalcs. qut! SO/l los únicos fundamentos firllles para l' rultur;1 nacional clur3dera. También en épocas posteriores ;'~ la tnisma It.. Ji3 siempre el pa ls que m ;1s dolores de cabeu e&.;IÓ 1"", T,¡matlOS, r no bien SIl dominio se hubo 3cabado, volvió el I is al Mtado de 1ll¡'lltiple dhi ~ i¡m que le cs, al parecer, connatural. ~ di, ("r~ificaciól1 de SIIS prol"incia~ por sierras)' COSt3S, asi COIDO el nrkt("r radal tan distinto de Sil! di\'enos habitantes. hacia na tul L"St3 clili,ión, pues 10d;I\'la ho)', cuando el poder polflico S(: em· ;na eTl unificarlo lodo y rentralil .. r el gobierno. Italia sigue siendo ti pars m'¡s diddi<1o lle EUT(lpa . También los etru5C()S se vieron prontO asediados por ,'arios pueblos, y puesIQ que su canlcler era mil ~I de una nación mercante (IUe el de un Estado guerrero, hasta un arte béliro tan a\':ln~ado como el SU)'O tuvo por fin que rendirse • b siempre renovados at.lqucs de naciones más salvajes, Pero ditron . pues, sus ciudadC5 en el norte de Italia, que fueron con· '1uilu(l;¡~ por 10'\ galos. vi~ndose reducidos a la Etruria propia· 1IIt'JI'~ dirha. " m¡\~ tarde SUJ coloni;'5 en la Campania pasarOIl a lo! umnitas. Siendo un pueblo mercante y amante de las artes, pront .... hubieron de 5uCllmbir :l los embate de los pueblos más pri. mui""" porque tan (O las 3rles como el comercio implican cierta npulmfia .Ie la cual 110 se \'ieron libres SUJ colonias SiW3das en las ht't'"""~~ rostas ilalian3S, Finalrncllle les cayeron encima los roma""', de los r uale<; se hallab31l por dC'igrada demasiado cerca y mntu 'luiel1cs no podían sostenerse indefinidamente ni su cultura ni 111 Infrnciím de Estados. a pesar de toda la gloriosa resistencia que 1('\ opUlicrOIl. f.stotban ya \111 tanto debilitados por la ci,'ilización fU~1M11J Roma era totla\'l;¡ un puehlu robusto y 3gucrrido, y no les ~l'lol rd ... gran CO~l su fetl eració n ra. que los romanos supieron ,11\"I~rl()~ comb;niélldolos uno por UIlO. Todavla asl lcs costÓ un IrAhaJo lIe muchos 311os, dado que Jos g310s haclan frecuentes incur•.... nM rl1 FtruTia por el bdo opue'lo. Filialmente, el pueblo, ,IrTelII·ado !)Or dos ad,enarios poderosos, se rindió al que procedía (!)nlorllle a un plan más metódico de sometimiento; los romanos. O"\dc (Iue Tarquino el Soberbio h3bia hallado asilo en Etruria. y ,l""le 1.1 mene Idil de ¡'orscn .. . rOllsirlerab311 a rste pab romo a \11 ' « ino m:!.'; peligroso. Una humillaciÓn como la que habla su·
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[1111:0\5 rARA UN A FII_OSOfIA 01; 1...1.
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frido por parte lIe Ponena, Roma no la perdon6 nunca. ". de esl
manera era cosa muy natural que un pueblo d«adentc flt~ ~a cido por uno primith·o. uno mercante por uno guerrero, y • o 'ó n r-· cuCfaCI
d C5umda " . Id u" de Estados por \lila CHI! a ·lslatlu perfec
mente uniCicada. Quien hubiese querido ~itat que Roma arns::; a Otros. debla destruirla a tiempo a ella; y como el bueno de p ~na no hizo lal. su propio pab rué al final ,-¡clima del enem~l . al que habla perdonado. ~ CirCUlUtancias d e tiempo y lugar c:xplican que tampoco en i "tilo arlblico los etruscos se ha yan pueslo nunca a la "ltora d: Jos gricp. Sus fábulas poéticas no eran m;ls que la, fábula gri~ m :h antigua y menOll ágil. a la que, no obstante, 5Uplcron infundir admirablemente vida y movimiCfHO. Los lemas de su ane PUttt que ~ redudan a unas pocas festividades rdigios3s o dvic;" de b. que no poseemos suficicntes dal05 detallados. Conocem.." a .eoIlt pueblo caJi solamcnte por m$ ccmenteri05, tumbas r (;t]avtUl. Mientras duraba su libertad, no llegaron a vivir una época culmi. nante como 10 fué la flor de las artes griegas a raíz de l:t ,'iCtoria $ODre los penas, y la situaciun interna del pals y de la penltt\ulJ no brindaba ()(;aSiÓII para un auge ma )'Or de la vida <; IIItU1';t ] ) l'l't, ritual qU6 pudict"ll darlo semejante celebridad. Debemos. por CM siguiente, considerarlos como fruto prematuro al que le tocó elt suerte madurar e n un rincón del hueno donde por falta dc heniRIlU calor solar no pudo ilcanzar tanta dulzura wmo los otrM Inlt(~ del miurio árbol. Otra t!poca habla rcscno-ado el d estino a I~~ lilx-ra' del Amo para dar (rutos de mayor madurez y henn OS ura,
Por el momento, las orillas pantanosas del Tiber eT;lIl l:n que estaban desLÍnadas a ser el punto de partida de un inrlujo (1Uf' debla' .barcar tro Continemes, para lo cual eireunstalll "', Inn punlo anlenom hablan dispuesto el terreno aun antes de bluf' d.ción de Roma. Fué allí donde, 5I'gÚn las amigu:u le)endaJ, 1)) blan desembarcado E\"3ndro, y hasta el mi.5mo Ilé rcu ks COI1 \'" helenm; aqul en el centro de Italia estaba la ciudad d e l'a laulI'~ el reino de los latinos con Alba Langa. aquí b sede d e \l n~ Irm prana civili7.ación hasta el punto d e que hubo quicn supu>o b r~" tenci2 de una Roma anterior a la que conocemos por {'lilt~ lIoml'I!. creyendo encontrar las ruinas dc una ciudad lII¡ís rerl("lI t~ .. ",1< las de otra más antigua. Esta hip"tesi~ carece de fll n,I¡lIl1~tl~\ siendo Roma probablemente una colonia de Alba Lon p:a fUT! l : . por dos caudillos afortunados y a\'enturCfOS; de olTa lUan ,p, 11'" ,,' ex plica que hulJicsen elegido esta regi6n, Ve~nl(" ahora fOil '1, elementos d entro de si y a su alrededor contaba Roma pal,I ('1;" citarse dcsde un principio en la lucha y la rapi,ia, a¡x:nas u destetada d e las ubres de la loba,
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HrnoRI
A DI!: LA IIU\rA NIOA[)]
Roma estaba cercada de pcíluelios p", bl ..,.0 0$, " nuose pronto a 1lit.rlar nu ) a por su 50SIén sin . 'd ' o por su fOlsma ex isten cia. CoOOCI os 5011 los collfllct05 de los primer " . os tcmpos COn 101 , d llicn50, crus UmlllenM'S, antcmnatos s.abir,. .' . ' ' ' ' ' ' ' camerlllenscs fi. de"aws, 'CJenllanos, etcétera, que con\'inieror, 1_.0 1 ,',' ' , (...,...e 1 apenas COIISIHu,da J: 1:1 (lUf1a(, en ra lllp·t tle _ e prlnerp,o _ ,obre b fron tera de muchas ~acinr~es ~uyn~~ ,I~ml ' lIc'l"e ~!luado .,. n ns;u, y labltuaron . , b' 11 • tl11{() a 1os JC es mi llares como al 5Cllado I Y al pueblo a instilu ir cl desfile con ocas"ó os .•a a er~ (é~ u!lcs) r .• I " ue una U1euTSr6n de ~plUa a ortunaua que se denom inaba Triunro El ' lumbre Iúm3da de los etruscos si,..-ió d" g' '1' ~ triunfo, C(I5. . , ' . . . an a I((ente pm gu' rr.u t m~lI,T5lones a un .E.~lado pohre y escaso d " , .. mente ('t:lJf,có el pacifico Numa un tcmpl J e te~tIOr!OS, In,utll. ~r;I nada sincicron los d~ rrollteri7~ a ano y a, ~,osa Fldes; mSUlu)'era, Estas instituciones padfh tas s y bSUS • f~U\'t(bdcs que Numa, porque Roma, acostumbrada 'a la no ~ reviVieron al mi~mo ~ñ(tS de ,'ictorias ininterrumpidas bajo el rnpn ~ a /ueTla ~e treinta n<) crda que hubiese mejor manera de re~d~':( o I( e su I~ru,ner rey, I~ de orrcccrle botín de gu"'" Do.' ' 1 cu 10 a ]upller que , " ", ., pareCl( o este le¡o( l I . te ",llamó nuevamente el espíritu bél' ~ , '$ ~(.or Justo, . l ICO, Y .a...y!IO I-fnsUllQ se v'ó p t11lue to en una guerra con la misma Alb Lo I JI.'ó uga, la m;tdre de RomJ, J)o;mantc1ó sus fortificacioncs Roma' , n .... 1a mlllOa . manera vencieron Yélse C\ a los albalTenses a n)Io" los sa binos v fina lmente I y sus sucesores a los fide, nnpf!'Jltlcr la ludia' contra 1 a tcw. as las ciudadt.'S lati nas has ta . os ctruscos T od o -l ib' \liUo _i Roma huhiera est , . ,,~ o no \11 Icrd ¡ure, a< o en otro lugar o al ' . !()!O la hllhiera suprimido ;¡ t¡cm JO Ahn ' glln v~cmo pode. fh,¡ndn Sil carokter de ciud dr ' I . . rOl, e l! C-" ml>lo, apro,'e. , a I alma se Imrmso oom o ca""la '-- (e 1 1a (on l~ cuolin de las ciudades ' """ 1'1('10' se melcló , o, r "b '~as y no tardó t'" absorllcrlas por " ,,' n os sa mas haSla po r b )ptnltllu de los clruscos I ' r m, su ) uga rlos; 'u !ripIe [runlera, lasta Wllleterlos y entró en posesión de "a~ (Iue rewll()oITr qu . de !lna talla lal como I~ estas prunerns operaciones requerlan lIIcro de dloo;. Dcjando de 1_ Ique Icnfa ~oma, en particular el pri. ·Im {leer quc esle 110 b f ,ll (J l., ('0110(1(1 01 1C)'enda, no CUCSla muo Irmcllle fll~ 111 re IICS(' amamanlado por una loba' e\' iden. '-h' 1111 a"Clltllrero allda1 \- r " ' ".. al) 1 ;¡11lhi~n , ' ' , a lente e IITtcJlge nte, d e lo <1'" \' as primeras le}p''S e . t'l ' 11m" P ' o c e d i ó ' 10$ I lIC10ncs que promulg6 fll"ll'a \1IJ(l h pnra a SU;¡,,,/ar ;¡lglIlI~S, clara selia l d e que 110 cn ,; el "plrilll hcr~ico :kn~ r¡UI~~1 dllt,lha las lC)es. Cu~n primirho ~ )41 eI,Ir ... , " ~ pllmcros romanos en general lo demucst JI ',1 liSIO' la d e pt:rso ' , ra IUt", :-'Iudo S<:6'0Ia' I ' n;¡J e~ , co mo Ilo ra cio Code~, JUlliv 1""I Ui""" ete F é Y e eomport;lnllenlo d e mujeres como Tulia qUe "" rCres ¡ up." ' por ]O.I:Ulto, !lila suene para este Euado rafJa~ esen eonCI"ar la \'alenda brutal con la prudencia . da nblr~
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polltiC4l Y ambas con una patriótica gencr05id;IC~. 5u~rte {lié qUe a Rómulo le suttdiera un Numa, a bte un Tuho y un Anco, v 111 btO!'l, nue\·amente. hombres como Tarquina, Servio, a qUiCll sÓlo sus meritos personales hicieron a\'anzar de esclavo a rey. Suerte fué, finalmente. que re}es de cualidades lan. distintas . ~obcrllascn por largos ~rlodos, teniendo cada un~ d. tiempo su{~clenle pan dar consistencia y duración a 511 contnbucló~ al espín tu romano. Cuando después eUlró en escena un T ..rqUlno dC5\·crgon7.
11 LAS INSTITUCiONES ROMANAS EN ORDEN A L.\ ESTRUCTURACIÓN DE UN F_IiTADO IMPERIALISTA y GUERRERO Rómlllo hi~o un censo de la I)()blad(ín y la dividió en gremio<. curias y centurias: computó 1:ls tierras y las distribuyó entre ~I culto religioso, el Estado y el pueh[o. Dividió al último ell patr!' cios y plebeyO!; de los primeros integró el senado y ele\'ó los ,~rg~' públicos más importantes a la c:llegorla de titos pgrados. Se ms lI ' , Monlnqu;.,. C11 '" hnmOlO e!C'rito: SIIT ,,, «TdndellT ~t .", ¡" d;('tJd~"," des Rorna;,u llega tui a ta dlUn ,le lI1\a I\0\'~1a politica. Anl"-"
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[1I>1"'\S PARA USA FTlO<;(HIA Uf' LA m'ITORIA UF. 1 .\ 1H'!'olANIDAO]
lUyó una on.len de caballerOs que en epoca.s posteriores habla d~ formar Ulla especie de cJ:l'iC media entre el senado , el pueblo, f,sI1S ¡'¡ltim:l~ da~ sociales eSlab,1Il lig:ld:ls adem:h por la relación entre p.1tronO! y dientes, De 10< etruscos tomó R6mulo el haz de ]os Hctores con fa.scios, hacha, temihle símbolo del supremo poder de mando (IUe en adelante tQl.Ia autoridad superior IIc'"":lria a la nbe'701. de sus funciones con la debida gr.ltluaci6n de rango, Excluyó a 105 Ilioses ajenm para asegurar a Roma Sil propio dios protector; in,tilU)'ó a los augurcs ) otros odculos p:lra entrelazar la religión popular Inlirn:tmcnte <:00 los ¡1~ltnlU'l tic la guerra y del Estado. tJetrrminIÍ las relariones jl1ridica~ entre marido y mujer. padres e hij05. (OJlSliLU~Ó la ciudad. cdcbrli triunfos )' fué finalmente ascsinado y pruitcriormenlc :ldor;ltlo como UIl dios. He aqui en ra~gos S(l1dJt~ d eje alrededor dd cual j!;irar:ln luego los arontecimien10l de la historia de Roma, Si más adclalHe aumenta d n(lmero de ebscs sociales, rombi:mdo éstas ·de modalida(f y oponiéndose unas ~ olras; si se originan san~ricntos connictos sobre la preponderan, cía y los privilCfCios dI' cla~cs }' gremios: si la creciente deuda de lo! plebeyos y la opresión l>or parte de los ricos producen disturbios " dan pie a dh'e~ proycctos para mejoras sociales por medic. dt tribunos, repartición de tierras y una jurisprudencia ejercida por la orden de los caballeros; si 1m conflictO! :lcerca de la ¡urisdicóón riel senado. los patricio~ y 1m plclJcyos rc\·isten talcs o cuales matices haSla que :lmb:l~ clases socialc:s acaban I>or fusionarse, no podemos vcr en todo esto más que peripecias inevitables en una ma(/uinaria "iviellle, toscamente enj!;ranada cual habla de ser el [mdo romano denlro de los IllUl"Q! de la ciudad, Lo mismo ocurre rC"peclo de la muitipliracióll de los cargos públicos a medi, ,b que rred;,t1 el número de la población. las victorias obtenidas. kl\ paiscs conquistados y la~ necesidades del "Estado, y también reza Il;!r~ el Ina\nr o menor número de triunros (Iue se cOlJecdlan. 1'0\ JII~~. 100; ~:l~tos dc represenrarion y lujo, la patria potestad y los prililegios del $CXO ma~lIlino ~('g"'n las di\'en:l~ épocas. coslunlbrC1 y mcnt:llidad. Todo esto no son más que matices de la J n1!!tU;¡ (;ormitUl ifin " la (lile Rórnuln, ~i hien no fué Sil im'cntor, ~'po dar tal solidez ) colISi~tcnci:t quc hasta la época de los cmpc' r~l'or('S \ ~1I11 hu\- mismo (Oll~tilU\l·lI la base tk Constitud(m (le Rom", Todo 5(' redllce a rllalro iniciales: S. P. Q. R." pal:lbr~, m~/l:I(;" quc suh)'l'garon r de\'aslaroH el mundo y acarrearon. por 1111. a la misma Roma su dc<;graciado fin. ScrJ conveniente destacar ~1(1I11t)<, pUlllos prillcipale; d(' la C.omtitllc1Ón romana de lo~ cuales l~ Suerte corrida por Roma ~e deri'-a como el árbol de sus raices: 1. Desde un principio, tanto el senado ca, , ~a,,,. pop"t"VJ"e rO!nl",,~: .. t O<:D3<'10 y el pueblo de Roma.
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mo el pueblo de Roma fueron guerreros: .• " e s. de sus miembros m:\s encumbrados h:l~la 10$ últimos, si- la necesidad lo pedla, ROma ru~ ti n E s t a d o g u e r r e ro. Aunque el senado cjeTe/a (uncion ~eliberati\'as, ~alil...on ~e sus filas patricias jef~ milil"r~ } emh~ pdores: también el Ciudadano acomodado tenía I.jue pr~tar $Cf vicio en d ejérciLO de"dc la edad de diecisiete hasta la de (1I3rCnta ' !Seis. alios, y aun 111lsta' los cincuenta. Quien no hahla participad¿ o.~tlv~m cntc en alguna ~ucITa, TI? era digno de dNcmpeii;u c~(~ pubhc()5: de ahl el sentido poHuco de los romanos en call1paiia su espíritu guerrero en la polhica. Sus consejos rldilx:rati\'Os lr:ua~ ban de asuntos que conodan a fondo)' SlU rtsolurion~ se COO\-o. lfan en hechos. Un embajador romano inspi raha rcspelO a los reyes, porque sahia al mismo tiempo l:onducir ejércilo~ y deddir tan~o ~n el senado romo ~n la b.1taJla subr~ la suene de reinos y ~a(;lonC!. Las (;t~nturia5 privilegiadas no se iTltegr.fhan de la ma\a IIlcuha de la plebe: eran hombres acaudalados y experl{)
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~lIn.tllo. IUIT;wdo con la. mismas fomo con UII capital de botin, :ortuna y honor. A.í se e'plica el interés que se tomaban los ro31105 por otros pueblos a los que se imponian como aliados, pro~tOI~ o ;lrhitro~,. a lo cllal no los ilnpul.aba, a huen seguro, su ¡ibnnopia: S."S .a!l:lll1as eraTl u~a. lutela; su consejo, una ordeo; 11 arbitraje SU.~llIfIGlha el wm~llIIlIento o la guerra. Nunca hubo ~rbia tan inllli\Cricorde ni )>etulancia más dC'Slergonlada en la unposió6n de ~II voluntad 'Iue la demonrada por 105 romanos; (man (Iue el mundo se habia hecho para ellos y por eso aClbaron por hau'rlo m}". ~. El soldado rOlllano participaba en los bonoles l la recompen sa que se tributaban ~ los jefes militares. En In~ primeros ticmpos del fer· I"OT chico romano no se pagaba sueldo por ~I sen'ido militar; más I~rilr \C P;I¡':-" (011 mudll P·II'luCfbd. Peru c\Jn ]¡¡s conquistas y I~I mejoras obtenidas por los tribunos para las clases bajas. ("reneron el sueldo. 1,1 recompensa y la partieiparÍón en el botín, I:.ra rou rorriente que los agro! de los veneidos fuesen repartidos enlre 101 ",111:1(105 Y sabido es que los conrliClQ
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[IIEII. UER
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habla separado a los patricios de los plebe)·os, el éJcito ) el \'alo
en la guerra pasaron a ser para lodas las da~~ sociall:$ ('1 calTlin~
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que conduela a los puestos honorificos, las riquez:ls y el poder I)Q. IItico, hasta el punto de que, en épocas posteriores, los amO'i omni, potentes dI' R oma, l\fario y Si la. hablan salido del pueblo, y al fin los individuos m:!! 'depravados alcanzaban In supremas digl1idada, Esto ha sido, sin lugar a dudas, la pndicióli de Roma, asl como en los comienzos dc la repílblica el or¡.;ullo patricio habla sido su &Ostén h:uta que paulatinamente la soberbia opresora de 1m nobles \'ino a rer la causa de todas las perturbaciones intemas posterioto, De5de el principio, la dilicuhad de. ~al!ar el jllSlo et1uilihrio. e'll;e el senado )' rI IlPchlo, entre ¡><1tflCI0$ y plebeyos, habl¡1 Sido la manzana de la discordia 1'11 la comlimción de Roma, hasta (Iue las comtanto f1uclllacioncs de prepondenncia, )'3 de un lado }a dd otro, arnbaron finalmente con el Estado mismo. 5. La mayor parte de las tan sonadas vir. tudes romanas 11 0 tiene otra explicación que l a constitución rigurosa e intolerante de su E s t a d o; 1a5 primeras se desllloronaron apenas huho d('Sapare· ciclo la segunda. Los cónmlC1 OCuparon el lugar de 105 re)cs y se velan poco menos que ron.3dOli por los ejemplO'l antiguo<; a hacer gala de un ánimo m :b que real, de un temple r()m~no. Tfl\b~ In autoridades, C1ipc<"ialmcnle 10'1 censorCOli, panit-ip~ball de este C"iJli. ritu, Cau!a admiración la estricta imparcialidad. la gellerosillad desi nteresada, la "ida austera y trabajadora que Ilenoan h~ ant igmH romanos desde b madrugada y aú n antes de rayar del alba hasta muy entrada la noche. Tal vez no ha)'a otro Estado en el mundo que hap Ht'j(ado tan lejos en la se r ied~ll en los n~oóo5 r la se,·eridad en los debe:res dvicos como Roma, en la cual tstaba el cenlTo de toda~ las actividades, La nobleza de sus linajes que se distin, gulan gloriosamente por nombres panonlmicos, el constante peligro que acechaba dC5Cle ¡Ihlera y la continua lu(ha entre nob1c~ l I!lc be}'os por dentro: lu~o el vlncll10 entre ambos por la rrlanón de patronos y dientes, el permanente con tacto penonal cntn' t~ en los mercadm, rnsas y templos polllitos. la juri~liccióll rninu(I()J.-¡mcnte ,li\"Ídid" entre los pri\ilegio<; del sen¡ul/) y los tlrrcd"J\ del pueblo; Sil estrecha vida familiar, la educación de la jU\'entud orientada en sen tido polítito de!;de la primera infa nóa, todo die tonjunto de factores contribuía a hattr del pueblo romano el primero y más orgulloso del mundo, Su aha noblela no er;!. 1'0111/1 en otros pueblos, una nobleza ociosa de terratenientts o mems.prucreadores de algú n nombre antiguo; vivla en estas primeras e5l1r~ un orgulloso esplritu ramiliar, chico y romano en el eU:l1 la palr~~ c ncolltraha su m:b seguro S05lén; y este esplritu se h ereda~)a. ~ padres a hijos y niet~ con ininterrumpida efcctividad e 11I\111J,1
[UlF~S rARA UNA YII.osorIA DE 1 A "'STORtA D~ I_A I\ t\l \SIIIAlll
i6n ron un mismo e inmut,lolc Estado. Tengo por cierto que
"~en I~ momentOS m¡ís aciagos lIiugún romano habría podido COI\' 11 !Jir la itlea tk UlI colap!><1 "'C Roma: todo~ a ... tu¡IOan al <;(:I"\irio de ': ciudad como si los dioses le hubieren conccdido el don tic la • mortalidad, l ellos. los romanos, fucscn los ill$uulllcntos de los rli0sC5 '" para dar rea 1'I(:H 1 1 a esta promesa, Sólo cuando la excesiva fortuna ron\'irtió la valelllí¡t de los romanO!i en altanerla y pre· SlInóÓIl, ya l:.5cipi6n rccitó aquellos \'eTSO! de I lomero a la vista dc la nlina de Carl:lgo, que 1,.. ticillaban lambi~n a su patria el dCJtino de Troya. 6, La m anera COIllO en Roma la religión se entrelazaha con el Esta do , cont r ibuyó e n todo lent id H a S il grandeta r"lvica y guerrera. Uabiendo estado desde los romiel11os de 1:1 ciudad y e n los tiempos nIis heroicos ,le la rcpúbliLl en InaJlos de las ramilias más cons· picuas y de 10'1 m isOlO'! jefes políticos y militares, de manera que ni ~., emperadores deo;deiianlll esta di~l1idad, se sah'ó ell sm ritos dc lo que puede llamarse la peste de las religiones estatales, el dnprccio, 1'11 lo cual era ayudada act ivamente por el senado. 1'0' libio. el t'lCfX'rto estadista, atrihufa p:lrte de las virtudes romanas, npcrialmellle Stl lealtad y veracidad insObornables, a la religión Illle ,:\1 lIam.. !>a ~upentici611. }o.u ert't.LU, ha~ta 1m IJOSuero) tiem pos dt su dex.ldencia gtmn!aron los romanOs tal ridelidad a eo;ta suren' tición que alguno<¡ de s u~ gt'neralcs mh belicosos harían correr la ,'OL de que estaban en tralo Intimo con 10$ diose" segurm de que ron IU a}'uda no s{llo tendrlan poder sobre lO!! án imos del pueblo T del ejhcito, sino también &obre la mi5r1la fort ml" y el alar. No habla acto politiw ni bélico (Iue 110 C'itu\·iese ligado a 1;1 religión que le confería caT<Ícter sagrado. POI' CSto la~ estirpes de noble prosapia lucharon contra los plehe)'m por la posCOIiión de la~ digni. dadt-s rdigiO~:l~ como sus privill'~ios m¡\s sagrados. F~to se suele atribUIr &Olamellte a su sagacidad politka, ya 'lue los auspicios y Vll· tirinill', ingenioso rraude de aparicncias religiosas, les permitía di· rlgir el lUNO tle lo~ ~contC(:imienIOs; pero aunque no quiero negar b e~in('nda u(' t:lles abu'iO!, no es verd..d que todo se iba en esto, l;¡ religi6n de los dioscs de Roma, religión de sus mayores, en se· ~lIn crccncia gcnenli7ada el pilu de la prosperidad nacional, la Iltcntla de sus prililegios ¡¡nle otrO!! pueblos }' el .fllnctil sanclorum de ,IU F.stado \'mico en el mundo. AsI como al principio no intro· lIuJCnm Ilue,.-os dioses en IU propio país, aunque siempre respetaron 1,,'1 UIn<;cs de países aje nos, asl l alllbi~n deseaban que se conservara II\~$ tarde el culto a SU5 antiguos dim;cs que habla sido caracterls· tl~~ de la ROlna p .. imili\a. Cual(luier cambio en este punto sig. nlhaba conmover los cimienlOS del Estado, por lo cual el senado y d p'ucolo se fl'lena1'01l sicmpre el ill,f miliulfllü cn el onlenamiellto
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[Hf.RDER]
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de los ritos sagrados, haciendo impmible lodo :mlOlinanllcnlo $ubterfugio de ulla asta sacerdotal aparte. t.. relil!:ión de los 10 roanº, en un', religiólI del ¡nado)' de la guerra que, ~i no 1°rresen'ó de guerras injustas, al menO! les daba una apariencia justicia someliéndol:u al visto bueno (le leH dios(3 sin excluir I ut protección, mediante rilm de reciales y auspicios. Pero ell éroca postcriol'C;," (10O gran denuedo, luvieron que Ikgar muy lejos en lodas las r;lIoas ¡Ir esta ciell(ia. l\fas no residía todo el poder de los romanos en !Js annas, el orden de batalla y el campamento, sino m:\s bien en el intr~pido esplrilu guerrero de sus jefes militares y el largo CIII~t namiento de los soldados quc sahia n soportar hambre, sOO y O1ul· tiples peligros, .rervirse de 5UJ anoas como de sus propios nJicmbrD'l y sostener un ataque de lanzas para husc.u con la corla ~p:ldJ romana e! corazón de! enemigo eTl medio de la falange. Esta (OrtJ
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HUMANU'),\D]
ana ('Onducida COII "alelllla romana es la (ll1e conquistó
es ,. Il !o ' La fonna de llevar la guerra de os romanos era m"s --"'ba menos ue ,. 1o que d errota 1Ja, b us· , IplU, ¡ · que derensi \'a. a~"'lla ' Se ·<-SI''3. 'empre el camino más b re,e a 1 (JI~"I a " VIctOria y 1a g lOrla. rOl '
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~J1 los inamovibles principiO! de J¡¡ república a los que tU\'O NU. ll ca ceder hasta ur renu . , completa dcrror'a .~CL ClvmL~O, Y p.or esto la WIl_ de tHh2Jh' cuapo a la nunr:t ~(I." .lo" ___ . lIunea hacer lil. parcs CA la Ilcsgracia, ~tl. . . ~ue la ,)az reportara mayores vcnt¡ljas que , un 1 1 . . ,' \' ictoria, Sino aguantar a pie lfme y rc\In a . . ., ' 1 I la [CSI,'CIICla al ¡'nemlgo avoreCllO ti o 11 ! ., .' l. . la suerte; Illhltrar~e 'la o cara por er' a, como si sólo unl en . . .e Ir;oL :H;¡ tle prflteJ{cr 1I lo~ oprimidos \ gah asta (IUC. llegue e l momento de n) r ,1,'ad05 " . . mandar ¡ti a l iado, Opflllllf ;¡ 101 r~otegldol y 'unfar como vencedor sobre amigos yene!T' " 1 1a lIl50ellCla ' l ' romoaoa miJO" f';,a~,' semepn1~. m:hllnas (c .' o li 5C prefiere, de una prudelllc magnanimidad .do~ada de la flr· IMU de una roca, convirtió UII mundo en provll1c,as romanas, y lo harb siempre si volvieran liempos similares oon un pueblo snnrjantc. Dirijamos IIUCStrOS pa~ a los campos en~angrent¡¡dos que alr:ncW eslC ;¡mo de! mundo y veamos al mi.mo tiempo 'luto btrcncia legó a la postendad. (1
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lIa5"il'~c fillallllcllte, lodocl ml1ndo:
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111
LAS CONQUISTAS DE LOS ROMANOS Cllando Roma emprendió su carrera triunfal, Italia ataba l!ena de multitud de pequ('!i~ pueblos, (ada uno de los cuales 'i\'1a ~lm sus propias leyes y carácter nacional .con una c.ivilila. rión m;¡~ o menos avall1.ada, pero todos ellos a(IIVO!, labonosO! )' fecundo<;. Ca\I.~a admiración la multitud de hombres que cada une de t'Slos pequeños Est:ldo~, hasta en las abruptas regiones montaikus, pudieron oponer a los romanos, hombres todos ellos que .re hablan s\lstellt;¡do y se sustcntaban. EII manera alguna se reducía la (Í\'ilil¡¡c.ión de Italia a la ¡ola Etn!tia: toclo pequeño pueblo. '~cJuso los mislllos gal05, tenían en ella su parte, Las. tierras ~ ~ul. tI"aban; artes primitiv3J, t i comercio y la cstrategla .re ejeroa!: a b manera que la época 10 permitía. A ningún pueblo le falt¡¡bar;
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[HFROER)
leyes, buenas aunque pocas, inclusi,'c la regla natural del c'lu'rb . I entre varias naciones. Impulsado! unal veces por la nccesid¡¡d , TIO por la sobl!:rbia, y fnorecid05 por dh'cnas circunstancias, los' °'1'11 nos llevaron contra ellos guerras sangrientas y diUciles d rOIll~. " " , llranl cmeo S1g os. Todo el Testo del mundo que sometieron, no les e tan durOli esfuenO! como estas pequeñas regiones con Sin pu ~Ió y tribw que muy poco lograron subyugar. lY [u:ll fué el resu~ 01 de tanto trabajo~ Destnlcción y muene. No cuento aqul los h do bres que de ambos lados ~ mataron y con cuya desaparición ,...... o~. " , . ....'eele· ron naCiones Cilleras como os etruscos y samnttas; la mayor de<;gra . era J.. di50lución de sus comunidades y la devas13ción de sus ciu:1 des qtlC se inrlig/a al P.1r~ porque el electo afeClarla aun a la ~ remota posteridad. Tanto si estos pueblos eran tr:uladados a ~ o UI5 pobro restos contados como "aliados", como cuando tt ~ tratados como súbditos o hana colonias: nunca recu ...... rab~~ an " "U ' ·'·IU pr'stmo vIgor. na ,'el unCIdos al yugo de Roma tenlanr que derra. mar su sangre durante siglos por Roma, sea en calidad de aliada. súbditos, y no para bien y gloria suya, sino de Roma. Una ve~ caidos en la esfera de Roma. por amplias <¡ue (lte~en las lihcrtadt\ que a talo cual de eIJos 5e concediese, por fin acabaron todos bu," cando sólo en Roma fortuna, renombre, justicia l rique1.as. de IDI' nera que la gran ciudad había hecho desaparecer en pocos sigl", toda actividad cultural de Italia. Tarde o temprano, las lcyc, de Roma r~an en todas partes, las costumbres romanas se hidtton costumbres italianas y su docabellado objeth'o de domina r el mun. do entero atrajo a todos estos pueblos a alinearse alrededor suyo para finalmente perecer rn medio de la opulencia roman:l. Al fin ya no habla remrdio contra esta trndencia, de nada 5in ieron 1" negativas, rotricoones y prohibicionrs. Una H'l desviado ('1 cuno natural de las cosas, no hay arbitrio ni leyes humanas para am" glarlas. El pulpo de Roma chupó la sangre, enervó y despobló) Italia hasta tal punto qur, finalmente, se tuvo que recurrir a bir baTOS sa.lv~jes. para darle nuevos hombres, nueva5 leyes, cOSlllmbro y nueva Vitalidad. Mas con esto no se recuperó lo que hal>ia ¡>(r~' ~o¡ Alba y Cameria, la prósptt3. Ve}"es y la mayor parte de 11\ Ciudades etruKas, latinaJ, samnitas y apúlicas haoiall desaparecido: ninguna de las pobres colonias implantadas sobre su ceniu pudo revocar su antiguo esplendor, su densa poblaci6n, su la boriosid;ld a.rtlstica, IlIS leyes y costumbres. 1..0 mismo ocurri6 con loda~ 1
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r,l.lt\
INA
tllOSOf!\ m:
L" IlI'iTORI\ IU: 1.\ 111\1"'<;10.\11]
¡ero. pues tll misma patria había caido contigo ~n la tumba, ¡t,P~ J::Ilró el hecho de que la óudad escapase a la deslrucciÓn. El que el domini" lomano infligió en c,ta parte del mundo a d 'cncils y artes. la cuhnra dd país y de los hombrt5, es incal· !J!, ~Ie. Guerras y procuradores rOI1l:IIlOS acabaron con la bctla Si· r~~.1 din:rsas dcvastacionn y, sobrc tOOO, la 'Mndad de Roma, (lla~naTon la herm"",a .Halia tlcl sur. \mlXK paise¡ no lueron, al J.rfU1,lta cosa oue tierras distribuidas )' ca~as de campo de los ro1111,nos acaudala" dos, y por fOllslgulente, "" o b"Jetos prer"d en os d e sus :COones. Ya en tiempos de c'raw el ;\Ia)or. b. misma suene ha· bI alc.ul1ado a [lruria, tan floreciente en OIrOS tiempos, a saber, ; drsicrto fértil h;¡hitado por cscJa\'os y explotado por romano!. u" qut ona ra;iólI hermas.1 del n:-unrlo hay cu)'o denino fucra otro 1na l'¡:Z que los romanos habian pu ~{O el pie en su frontera] Cuando Roma hubo sometido a Italia, comenzaron sus con· nidO! con C,1T1ago y, si no me equivoco. de una manera tal que tl más decidido romanófilo no podrá menos que 3\'ergonzarsc de dio. L:I manera como apoyaron a los mamertinos para obtener una bm en Sicilia. (01110 .~e ~r()deraroll de Cerdelia y Córcega en el 1,"10 momento en que Cartago se ,'eia apremiada por sus pueblos \Jttlitn: la manera, finalmenle. como ti muy sabio senado deliberó 'u h~bi~
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[!Uf"~ P"II.A I NA FlUJ'oOFíA !lE 1-" IlISTOR I" DI' LA lIuMANlnAul
[HEItDEIt]
nunca trató de atr.u·es;lr los Alpe!, te critica por ello, no atcllta I calidad de 1M tropas con que contabM y en qué C!!la(lt, dc~ ~ encontrarse después de las terribles batallas del ill\ierllO en el n ¡,¡ y centro de Italia. Tus enemigos critican la faha de djsciplinaO~t tus lropas. mientrds en realidad es un milagro que pudicras rn t tener unidos a esos viles mercenarios tanto tiempo, teniellllo ano ceder finalmente a su voluntad al ilegar a la Campania,
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. ..... la suerte wrrida por Roda~, Chipre y Crel:t, )' finalmente . _. 'b , oda Gr«i:t, ha de ser un;¡ cap uc tn utos }" un campo (e S;UtU~ 1 dar brillo a lo~ triunfo<¡; romanos. En UIlO de ellos l'$ Jle,'ado P'~,,·'"O "y Je l\1:tce
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[IIEROEII.}
Mayor 'ánim:l aun. 5i cabe. me dan las naciones arruinadu dtl Occidente en España, Galia y h:uta doude llegaran las legione!! r manas. Los países subyugados de Oriente eran casi todos flore!! ; marchitas: aquí en cambio fu eron dañadas poco ante! de Su no r, (l·• • miento, de manera que tic al~unos apenas se consen"ó su rua y propia mentalidad. Esp.lña era, antes del advenimiento de los romanos, un pais bien constituido, en su mayor p:lrte Urtil ) feliz. Su IOmer. cio re\'e,tÍl cierta importancia y también la ci\'ilinción de alguna, de las naciones allí radicadas no era CO'Ia de..preriable. romo lo dc. muestran no solamente los (U~~et:lnos, qlle. habian .mantenido pm. longado contacto con los felllclos y carlaglOese!, SIIlO también los celtíberos 'lile habitaban la parte central. La valerosa Numancia resistió a lo, romanos más que ningun otro lugar del mundo, Por 'Veinte añOli soportó la guerra, derrotando un ejército TI'lmano ITal otro, para defenderse finalmente contra todo el arte militar de un Escipión con una valentía cuyo dcsanroso fin caus:t horror. ¿Y qué buscaban los in'Vasores aquí en el interior dd pals, en naciones que nunca 105 habían pronx:adu y apenas oído su nombre? Mimu d( oro y plata. ú...e.aila fué para ellos, lo que América hoy para España: .un lUgar de pillaje. Y asi saquearon Lueulo, Galba y otros, fahando a la buena fe y a la palahra dada: el mismo senlldo (ledaró ill\:\liIlM dos tratados de paz quc sus generales apremiados habían (onlcrt:tdo con los numantinos, a (¡uiene! entregó cruelmente C'ilOS mismos jefn militares, siendo vencido también en nobleza y generosidad por Nu· mancia para ron cstm infelice!. Ahora Escipión se dirige con todo su poder contra Numancia, encierra la ciudad y hace (ortar el hr:tlO derecho a cuatmeicllI
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t'SA YILo<,()yiA nE: t.\ III~OIlIA
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nl1le diez alios le costó a César increibles trabajos y el empeño Dtl odas las facultades de su alma. grande. Aunque de ;inimo más ~tl'! que romano alguno, no pudo torcer su destino romano y fué ob' etO del triste elogio de que sin (ontar I~ gUCtT3.S civiles, habf.a le;¡¡Jo en dllcucnt¡1 hat,r!l;r\ (¡tIIlp;¡1c\, t1.lblcudo III.-tado a uo InI· ¡;eón ciento no'"enta , -dos mil hombre! en diversos encuentros, 1m ,b de eltos galos. ¿Dbnde Cit:\n ahora los numerosos vivaces y va· ~ntcs pueblos de cste gran p..1b? ¿l)(Índe 511 espíritu y magnanimiI d su numero y (uerza cuando siglos despu6 fueron asaltados por 13 bIas sah':¡jes que se los dilidiall entre si como a esclavos romaHasta el nombre de este pueblo, uno de los principales dc la tierra. se extinguió; su rcligióf\ tan peculiar, su cu~tu~a )' su idioma
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IV LA DECADENCIA DE
RO~fA
La ley dd lalión es un orden cremo de h na'llnlep A5f '''!nO no puede oprimine UI1 platillo de la balanza sin que se
h-antc: al otro, asl lampoco se altera ningun equilibrio polllico y SC' comete ningl'm crimen de lesa 1l\lmanidad conculcando los ,1O'TC(hos de los pueblos ~in pagarlo en la misma moneda, causando I~ IIIC(hda sobn::colmada una caida tanto mas terrible. Si hay una ],tlloria que prueba esta verdad natural, es la romana. Conviene, ron todo, ensanchar las miras y no tornar una caU53 parcial por la ,-Iecuada de 1" ruina romana. Si los romanos nunca hubieran visto 11\ CO!.!U de Asia y 'Grecia }' no hubieran procedido con otros paises m.u pobres a SIl mdncra, sin duda ~1I calda hubiera sido igualmente mt\"II;¡ble aUll(lue en otro momento histórico y rodeada de otras 1lICUlUtandas. El gennen de la (orrup,ción estaba ya dentro dOl la Ilf)
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[m r A~ I'AR \ UNA FII .O'Orl \ Tlf I.A III ~TORI A Df LA H UMAN IDAO]
[IIEROER]
planta, el gusano corrola sus ralc~ y su medula; y ru~ asl COmq también este árbol gigantesco tuvo finalmente que derrumbarse. l. En el seno (le la Constitución de Roma hahla un:1 ('<¡d~it>n un factor hlbrido que, de no ser remediado a tiempo, había d~ causar su ruina tarde temprano; rué l a ro i s ro a r ga n i .ta. ciÓn del i;.\,dO , los limites in ' usto s e Incierto\ entre el senado, la or en e s él pueblp . Naturalmente no u posl e que R6mulo, al hacer estM divisiones, pudiera prever todas las peripecias fUlUras de la ciudad; 1M creó de acuerdo con las circull5tancias de su tiempo 1 las nect5idad~ del momento; no bien caml . 'o n óta5, el mismO Rómulo halló la muerte a mallO! de quienes juzgaban excesiva la autoridad ele que gozaba. Ninguno de 5US sucesores tuvo ánimo ni sintió la ntte5idad de completar la obra; «haron el peso de la propia personalidad en la balanza para mantener a raya el partido de la oposición y gobernar a lO! dO! en un Estado primitivo )' rodeado de múltiples peligros. Scrvio hizo un censo de la pobladtln y puso el peso del gobierno en manos de los ricos. Bajo los pri· meros cónsules, los peligros externos arreciaron demasiado pau pensar en reformas; también eran demasiado gr.lnd~. fuertes y meritorias las personalidades entre los patricios para no ganan
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(.6.1r; mas )a era t¡¡rde y las puñaladas que acabaron con su vida adei;! nl;uon ~ tooa
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t!c:s.1StrOS3.-' para el mundo !C conservaba en una corporación que en una serie de «'gentes desiguales. aún: como el !Cnado 'y el pueblo esluviesen casi' siempre envueltos en una guerra intes·
tina y solapada, el primero de los d O!! se veía continuamente en la necesidad de ¡ucgurar la tran'luilidad inteTOa dando trabajo fuera dd país IIII ~S \' ttes a un hombre ambiciO$() y pttturhadof, OlTas "«es a una turba de ~\'enlUreros, tic manera que esta constante I r"~ ión contribula también en buena parte a 1Ina incesante des· tnl(rión del mundo. Pero tambi ~ n para $11 propia supervivencia Ilt{'CSilaba el «,nado a menudo no 5t~ lo victorias y rumores de talcs, ,ino también grandes peligrO!. Todo patricio ambicioso que deseabapllane la voluntad del ¡meh!o, precisaba ofrecer presentes, juegos plih1iros, y conquista r renombre y Iriunfos, tooo lo cual sólo laguerra podl3 proporcion~rJe. Nada mejor que el inquie to gobierno de una gran ciudad con sus mt",lti ples divisiono y reparticiones para perturbar el mundo y conservarlo perturbado por muchos si~ I 05. Ningun Estado ordenado y en paz consigo mislIlO hubiera dado al mundo tan horrible (,;pCí't;\culo, aunque m;ls no fuera, por su propio bienestar. Pero una cosa es hacer conquistas, y otra cOllrervarla5, ve ncer en el campo de batalla y aprovechar la "ictoria en pro\'echo del Estado. Esto ulli mo nunca supo hacerlo Roma a causa de su organil.ación in· terna, y aun lo primero, la co n ~vació n de las conquistas, sólo IlUdo lograrlo con lII t'dim lotalmente o pu C~ t05 a la constitución de la ciudad. Ya los pl'imenl5 reyes cOmlui!tadores se "ieron obligados a incorporar algu nas ciudades y pueblos den tro de los muros d eRoma para dar rohusto. raices y tronco a la incipiente planta que iba a tener ramas tan gigantescas. En consecuencia, la población creció en rorma pavorosa. M;\s tarde, la ciudad adoptó el sistema de ~[iamas, y los aliados salían a campaña con los romanos; par· tieip~ban en SU! \ kto rias y con<¡uisl~s y eran roma nos aunque no (netan habitanles dc Roma, ni ciudadan05 romanos. Pronto esta· lIal'fln violento. ronfliCIOS sobre si "chía concederse el Jcret.ho de (iuII~d~lI¡a a los ;¡liadfJ~, e:dgt.:nria ineludible que brotaba na t ural· mC" t~ de la mi,ma imloJc cid ~SUIlIO, y (Iue dió origen a la f.riOlera J!Ul'tra eÍ\·jl (lile tostt"J a f¡ ~li;¡ trescien tos mil j6\enes y puso a
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(IIEaDEaJ
Roma al borde del abislIlo, habiendo tcnido quc armar hasta a esclavos libertos. Fu~ una guerra entre la cabeza .,. los mientb 1111 y no podla tener otro rtsultado sino que de ahi en adelante r~, miembros debJan pertenecer a la cabeza informe que era ROm1)0, 'Toda llalia se habla com'ertido en Roma, la cual crecía 'ieml ~, m ,\! sembrando la confusión por el mundo. No quiero d('tellcr~e aquí en el dC50rden <¡ue esta romanit.1riÓn produjo en la arlul ~ nislración de la justicia de tod,15 la, ciuda(lcs italianas; s610 t1C\c1 apuntar los males que a !>'1rlir de ahora ,'inieron convergiendo e~ Roma dode los cualro conrin~ de la derTa. Si p ante, loda cb~ de elemento, se amontonaban en la ciudad.,. el crilerio de sclección en las labias del censo era lan amplio que se llegó a tener Un cónsul que no era ciudadano romano, ¿qué seria ahora cuando tod.t II
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I
[IOLH rAR" l'NA FILOSOFÍA DE L4. IfInOR IA DE L4. IIUMANIDAD]
,. Ma5 no había en Roma 50J~m ' ' .. ente un sehado y un pue bJ 0, Sino también es , . . cavos,y.u IIlimero ,ereCla a Illedlda qu, 'o -b" 5 romanos se ~t!uella an (e mundo, Por medio' ,. " t e ese a.os labrab:m , Sil! (',Ien~s "gros .('11 la. ha, Slrilia, (':rcch" c,", . una muhl_. L . . . ¡<,; era, , , I'SC aux COlr'tUUI.J. su nquela dOllló¡f' IlId (r , . '. IGl, R Y e comerao con . ,., tillO! wmo I.un JI 11 ~1I acllC'ltr:lIlllclHO e . . , e . ra en oma 1I11,)()flalHe "lllln que Ja~ta un ,ltOl! 110 se 'ncl'gon ~I I I • nlllf!tO que hab/;ll1 '>.1.ado I~ ~. la l e ',~mpcliar. J laefa . I"~ 11 que e amo trataba fra I . , It1"lM mrllt,(' a srer.o y ROIIIUlo pudo promul ar la le' r,dre podl~ ,lIl'r ha~la tres .eles a su h" g ,.,' ,de que un , . IJoen calra(' de siervo. " os t "ollllnadOf('S dd ' 1m ese :nos (e lIIund " ,1 tlCTra ' o pro\'elllan de los (u.,lrn (011 ,.mes (e y er~n Irat·l I "' ., 311\'" , Imn,lll1t:rrtos. \. fll1l10 aninnJcs"• • (OS , oon , . andura po, '''' .., ,. . , ' n O'i I espladadO aumentaron de setenta ' y cuatro ,
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lo .., , tu l~
d Cl:)&rumbTClI.y ," '!mll de ,·¡d.. de los romlnos pUle l IkrU
"'fU" .. lUrte 1;0. hlslOn;,o del lujo tnlre el puebto y' los nobib,.
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n,
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[IIEROt:Il]
sino t!n lodo cuanto le pcnenl"Cía '. Uno no t..Ia cn."t.lito a su, ojos al ker las descripciones de loda5 ~ta.!I C<»as, los precios qut! se pagaban por objelos de valor de procedencia extranjera, y junto con el despilfarro el ellmulo de deudas de los grant..les romanos que t!n los ultimO! tiempos eran libtttos y escla,·os. Semejant~ lawlo no pudo menos qut! acarrear la mis oprimente miseria, y lo que es mas, era en si mismo una inmensa pobrua cultural. i\qudlos rlos de oro qut! durante siglos convergieron en Roma, tuvieron por fin que agotarse, y como todo el comercio de los romanos los colocaba en notable desvt!ntaja por cuanto adquirlan lujo y lo pagaban a precio de oro, nada tiene de extraño que la sola India les sustrajese cada año una suma fabulosa. Los agros quedaron )"ermos y cubiertos de maleza; ya no se Comentaba la agricultura como lo habían hecho los antiguos romanos y sus cnn. temporáneos cn Italia; los artistas dedicaron sus esfuenos a lo superfluo y no a lo util; 1m objeti,"os eran un fantástico lujo y eso. plendor en arcos de triunfo, baiios, sepulcros, teatros y anfiteatros, etcélera, construcciones monumentales que sólo po
eKdl05 antiguo<. b, ookcrlo"e-o
[\llt .M
I'ARA l 'N ,\ FILOSOFI,\ DE LA IlJSTQRIA VI( I \ IIPMANIIMO)
e ausaron su perdici6n. Ahora el mundo no puede prestarle Olfa qlluda. que la de acelerar su muertc. Llegan los b:lrbaros, gigantes ~l nortC de Europa,\ a quiel~C$ los cnefv:ldos romanº", les parecen al105; de\"Ulan a Roma e Inyectan nuevas fuen:u a la agotada tll "-1 e y be' lIalia. demostracl·0 11 terrlu nlgna a Ia ,,(!t, de que toda per~ón en la nat~ral~_IIe\·a en si misma su casti~o y destrucción. ,.\1 lujo de los onentales dc~os agradectt que hbrara al mundo JII;tl prolllalllcnte lIe un cad.n·er {IIl C, lIe otra maner:l, a fuena de fictoriu en otras partes del mundo, también hubiera entrado en pUtrefacción, pero no de modo tan npido y espantoso. 5. Ahora debería resumir todo lo dicho y demostrar cómo en ,·irtud del gran orden de la naturaleza y sin contar el lujo, b plebe, c1tenadoylosesclavos. el foJa c.aplrilll guerrero de Roma tenia QJ"u;: causa¡ liJl Al/- ))rOpiA DetenClOn y volver ( Q P l n prg~i1' enu;;-.iW la. espada que tanta, rc(u h",IJI" desenvainado e nlra ciudades nacio . ctl! tes. Pero la hil",n~ pr~OIla a VOCf':S esta verda{! sin (lue h~~ fa ta subrayarla. con mi pluma. Las le-giones que hambrientas de tanto pillaje ya no encontraban qué saquear, viendo en cambio el fin de su ¡¡:Ioria ('n las fronteras persas y germanas, ¿qu~ otra cosa podían hacer sino voh·er a Roma y dar muerte a su propia madre? Este horrible npectáculo comenzó ya en tiempos de Mario y Sila; las legiones que \·enlan de regreso apo}"ando a su jefe militar supremo opa1l1das por él, iban a vcngarle de sus c()!IIrarios poBticos en la "!lima patria, y Roma se inundó de sangrt!. Y el esl>CCl:iculo seguía 1 Irnés dc los siglos. Cuando César y Pompeyo llevaron sus ejércitm UIIO contra el otro en el país donde en Otros tiempos habían untado las musas y Apolo apacentado Sus ovt!jas, peleando romanos cootn romanos, decidieron lejos de la p:lIria la suerte de 61a. Lo ml\mo suced ió con ocasión de un inhumano arreglo oCrecido por 1111 uiull\"iro de Módena que, de acuerdo COll una lina establecida. ~trt'J:ó a la ffiUCrle a Irescientos senadores y dos mil caballeros al tlnlierro y la muerte, y por exacción obtu\"o, hasta de las mujeres, dO\('icntos mil [;lIentos S3C<1dos en Stl mayor parle de Roma. Otro !~nto ocurrió dC"ipués de la batalla de Filipos donde murió BrUlO, y ~ntcs de la guerra contra el segundo Pompe)"o, hijo más noble de un ~r¡m p:uire; lo mismo después de la batalla de AClio, etcétera. Par;1 nada sirvió que el débil Y [rud Augusto hiciese el papel del loon.dadoso ) p
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prt: ~l j~ f~ militar supremo, y los qu~ 5~ olvidaron de su ofie' fueron llamados al on!en por el ejércilo de manera lenible. t~IO ~ntTOnizaba y ¡uesinaba a 105 emperadores haSla que por fin " I~ f comandante de la guardia imperial se impuso como prim~r rnini 1:1"0, convirtiendo al senado en miserable reunión de tllere.. Pront el senado CSt\lvo integrado sólo por soldados que, con el tiemr: debilitaron hasta el punto de que no servían para la guerra p"lr:!. 5enadorCll. El Im perio se deo;intcgró; (;6;are
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v CARÁCTER, CIENCI¡\ S y ARTES DE LOS ROMANOS Después de lo dil;ho es un deber de justida nombrar y hOIl.r!l r también a las alm3! nobles que en el
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I'ARA I No\ III.OC;U"¡", lit· 1 \
11I ~1()1l 1 '" lit I \ 11 1 \1 \-';1O\1l1
)ab:1I1 su pania, fl'::.ti/amlo l'll ,11 rorta \id;1 h"olia, filie Ij(-·
a~1I ca,i al extrr-lIlo limite do.: I.I~ fuerlas hUlIlanac;. Sj~ .. ientln ~ orden cronológicol d,eheria ala~;lr como lo r~d~man sus mé~itos a J unio Bruto y .PophC(l,I:l,. ;\luclO.. Sc~\'ola y Con?lanO, Va.lena. y Veturia, los treSGe'HOS ]
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47)
(IIERDER]
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túl Pero C6ar era más que esto: era César. El trollO má~ roc brado del lIlundo se quiso adornar con su nombre. tOj:II;i se hub~lIn. engalanado también con 5U gnndeza de ánimo, vi,'iricallo dU . . bo' d' .' mI.e,mm por e " esp ntu Il( a oso, vIvaz y comprenSl\'O de n t(> César! Un Mas ya se aha en su contra el puñal de su amigo Urutn, N fué en Filipos y Sardes, oh noble Bruto, donde primero se te , o ·6 . d' p,. r~o tu gemo e. mal; mucho antes se te habla aparecido bajo la figura de tu patrIa a la que, dotado de un alma nds sensible qu IUS despiadados antepaladlX, te sacrificaste en ara, de t~ 5agrad~ derechos de la humanidad y de la amistad, Como te fahaba el f':5píri tu de un César y la bajeza plebeya de un Sil:l, nn pudiste aprovechar lO!! (rUlOS de tu forzado delito y te viste obligado a aban. donar una Roma que habla dejado de serlo por los fun estn~ desig_ nios de un Antonio y un Octavio, El primero de elll» puso tOlI" el esplendor de Roma a los pies de una ramer" f'fIipda: el segundo dominó más tarde al mundo agonizante desde la aleoba de una Li,'ia con la serenidad de un santurrón, Nada te Ijuedó sino IU propia espada, renlrso tri~le pero Il ttes;uio par,t UI1 destino ruInan., desa fortunado. ¿Cuál es el origen de tamaña grandeza de c.uácter de II)~ TI). manos? Su educación, muchas "eces el nombre de la perso na y IU linaje, sus ocupaeioncs, la ooncurrencia del semillo, del pueblo y de todos los pueblos e n el centro del ~obierno del mundo; finalmente ¡as necesidades fe lices y d~graciadas a la \el (Itle se pl:ulIcarOIl a I~ romanos. De ahl que eue carácter se contagiara a lodo lo re. l~oonado . con la grandeu romana, no sólo a las estirpes no bles, 51no tambIén al pueblo, y tanto a los hombres como a las mujeres, Las hij:u de Escipión y de Catón, la esposa de Bruto, 1.. madre y h,e",?ana de I?s Cracos no 5upieron obrar sino como dign,ls de su ImaJe; más aun: era frecllent e que nobles romanas :,wcntajasen a los hombres en prud en~ia y dignidad. As! rué Terencia llI,ís he· roica, que Cicerón, Veturia de mayor nobleza de alma que Coriolano, Pa,ulllla de m~)'o~ for~alela que Séneca, etcétera. En ning ún harem oriental, en IlIngul1 gmeceo de los hclenos era posible, 110 o l:Ktante todas las buenas disposidolll'S de la natur:aleLa, que Iloredescll viro tudes femeninas COIIIO 1;15 que presenta la "ida pública y famili3r de los romanos; sólo que en tiempos decadentes les corresponden vidos femeninos que cau~a n horror a qu ien 10'1 mira, Ya e tl tiempo del sometimiento de Jos pueblos Iatin~, ciento setenla espo'a~ romanas se pusie-ron de acuerdo para envenenar a 511~ m:,ridos rC'iI)C(' tivos. y descubieno el complot tomaron etla, lJli~mas el vcnen o preparado muriendo como h ~ roes, El poder y las fechorlaJ de b s Illujeres bajo los eml>cr;ulores son indeMTiptibles. L1 luz más pre· clara contr,tsta con las m~s Q5C1LI";H som hras. Cerca están Un,l 1Il~'
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11I.O\OFÍA lit. LA 1II\1·0\l:IA lit
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a Li\ ia y ulla fidelisima Antonia·l)rllso, una Plancina y una dnJ,tT ina-Germ:ullco, , ' '" esa,.lila y \lila O · . una l' cta"la .\Cftp , •
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Si quertmos apreciar la contribu,cirin rom~na a ,las cienci,as~ de-
mos partir de su carácter y no Jx'
l~ 'dad y belle~a del i
I :~ de legi~13dores y dominado res del mUlldo; en todo, fiel rer' I~ del espírit u romano, Como 105 romanos entraron tarde en r: taCltl con los g riegos, fonll:tda p 511 olhura latina, etrusca y
;.opia desde hada tiem po, ad COmD también su carácler y 5U Euado, prtndieron también tardiamente a embellecer 5 U elocuencia na· :PI:l1 mediante el a!'le retórico de los hdenm. Por lo tanto, h:II'e· ""'" c:tW omiso de SIIS pr¡mcro~ ejercicio<¡ dram:íticos y poétir~, que ¡n,li~lI¡jblcmente contribu}eron en gra n medida a la evolución de tr:ltar ahora de lo alcanló entre ellos man, la. rCI6rje ' '_ y
" es poco I 'Iue el destino hizo llegar h as ta ",oIOtTOS: pues qniem:.., por culpa de su afá n de conquistas. nos rol,,¡.m t3nt05 tKri tos de Olros pueblos. IlIvieron que abandonar en ,"H~ t.le un porvcnir dcstruClOr los frutos de 511 propio espíritu, l." no hablar p de los antiguos anales de sus sacerdotes y las eparn tle Ennio y Nevio, o el ensayo de Fabio Pictor; ¿dónde están 13' narrnriones de C.incio, G.1tÓn, I.ibón, Postumio, Pisón, C.asio, \nti¡l:Itcr, Aselio, Celio, Lucinio, etcétcra? ¿D6nde la aUlOb'iograHa .1, tmilio tK;HlTO, Rutilio Rufo, Lutacio Catulo, Sila, Augusto, .\tril);l, Tiberio, Agripina·(;erm~niro, Claudio y Trajano? Y no ,1L~amn~ de otros illnumemblC'l libro~ historicos sobre los hombres m,i\ im['l<)rtan tl'S en los tiempos m:b trascendentes de Roma, como l1"tfl'nlio. Atim, Si~ena, LUlado, Tuberún, Luccyo, Balbo, Bruto. l¡¡ún, Valerio i\ lesala, Cremlltio Cordo. Domicio Corbulo, Clllvio Rufo ~ I()~ muchos escritos perdidos ele Cnrnelio Nepote, Salllslio. tllio, 1 TOj:::n, ¡' li nio y lanlOS OITOS, llago figour SIlS nombres en "!(' lu)!:,tr par.• refutar a algulto~ modernos que se suponen a si IIII'nIOS muy por encima de Jos romanos, y les pregunto: ¿cuál de 1.., ll~dol1C'5 modernas ha tenido entre ms gobernantes, jefes milil.!~ y hombres de negocios de primera linea tantos y tan grandes ¡",toriadores como ('Stos romanos que algunos prefieren llamar con tlllO llI t..re de b:lrbarus, y esto en medio de cambios tan profundos "nt~, h:tni¡a~ propias de e~los ho mbres? A jU1gar por Jos pocos !"~Clll~ )' mUl'Stras que posecmos de un Cornclio Nepo te, un
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[HERDER]
César y un Li\'io, etcétera, la historia romana no hada gala, e!i v dad, de tanta S1'aci~ y dulce bclle1.a (omo la griega, pero ,¡ en ca!!r· bio úe mucha dignidad romana y, en Sa]ustio, Tácito y OlrO\, :; gran pn,dencia )' sabidurla filOSÓfica y poHtica. Donde se aCOll1el grande! emprCli~S, cs grande tamhién el estilo que las describe (,,:: 10 era el C5plritu que las supo idear: sólo en la oclavitud cnmud~ la VOl: de Roma. cm110 10 demucstra su historia posterior. Por 1If1. gracia. la ntaror parte de las ohras de los hi5toriadores romanos d los tiempos de la libertad v 5emi-lihC'rtad se ha ~dido "')tal ll1t'11I t pérdida instlstiwlble. porque tale! hombre\ vi"ieron sólo una \";' y una sola ,'ez escribieron Sil propia hi,toria. 1 La hi~toriogTafla romana tenfa )()r hermana la retórica madre comun a Ica e arle militar r lo que v,,nos (e os romanos más conspICuos no 0;610 posclan conocimicoI"" en estas ciencias ~ino que también C\Cribieron obras re!pecti\·ll'l. E, injusto que se critique tan a menudo a los historiadores gri~fI'I l romanos por me7Clar con frecuencia discUBm po!ilicos o 1)('lim¡ m su reblO. niril!'iémlrnc too
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te de la filosofia griega, ya que de las teorías de algunas C$('uelas ¡ur brialllos más que el \nomure si no [uera por los extractos que lI
nO! de él, proeOlados con la ern"icliable hrillante./; que le era
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elocuencia $upcra los truenus de Dcmóstene! no Slílo en y c:laridad filosófica, sino también en urbanidad y OIuténtiro tr1otismo" Ca~i fué sólo c!I quien Jeo."ohió a [uropa 1:1 lengua lJ' po' a en toda 5\1 purela, in~truménto que, 110 obstante alguno. abu· uo aportó iudiscutiblcmente apreeldb!cs \eIHaj:u al espiritu huma· ~ ~nsa, pues, en pa1, \~nún de tantas r tan arduas eruprcsa§ y ;~ tanro hubiste de soportar por ell
1.2 poes I a de los romanos fué una {lor exótica que siguió fIortfienuo herm05amente en el Lario, adquiriendo aqul y allá un mh fino mati,. }' colorido; pero no pudo prooucir una nueva se· IPllla propia. Ya los etruscos con sus poemas saliáricos, funerarios I "1' juegos fC5CCnfticos, atel;lniCO$ }' e~énicos, hablan preparado a ~ .. rud." ~\lerrer05 romanos p¡¡ra el arte 1~lirO: con la conquista de TarCflto y otras ciudades de la Magna Grecia ~ cOO(luistaron umbi~n a poetas griegos que lrawron de dar mayor deganda al p;mitim dialecto de sus tlUe\'05 ,unos mediante las musas del idioII\J p;tirgo. Conocemos los méritos de los primeros l>oelas romano<; ~~o por algullos versos y rragmentO<;, pero causa admiración la t'~n nntidad de comedias y tragedias {Iue de ellos ~ nombran, no ~,'., de lo<; tiempos anligu05, sino también de los mejores. Los siglos ),.'H~~on sus huellas y me indino a creer que, en comparación con h KTI~. no será lan sensible Sil pérdida. pudiéndose suponer que !1'1 Imle imirarían tema5 griegos y aun sus costumbres. Demasiado ["1(1i'"e era el pueblo romano a las buronadas del género burlesco, :' I'~m~mimu, 105 juegos del circo y luchas de gladiadorf!$ para I ~r oulo y alma con que entender el teaITO griego. La musa cs· "nlea hlbia sido introducida en calidad de esda"a entre los roma. ~". r ~"nat llegó a ser otra eo<;a; no por CitO cs menos lamentable ¡ prnlula de ]¡¡s dento treinta pielas de Plauto, las ciento ocho de Terencio que se hundieron en un nauEragio, :uf romo ,·'IIONI:!' de [nnio, alma de rina sensibilidad, especialmente en Sil "'D..", v 11>'> porlll~S (Il l' l ' ('.011 SI).o" .('renflO . Icnl 1rl;ullffl. ~ ,'ltlr,,~_ 11 (~JlresiólI de César, medio Menandro. Gracias, pues, a Cice-
;"I!It'dIl.'
• 1 (,,,,, ",t h ¿. r d >te cue (lmhn' . n,uchu '"eo;n mat Int""pre'ado Mmnl.EYO" t'iM ...,::.,...' (1n([11C. "'11~a. t757. '~o1.) olo'a IObre.alien'e no 'lI6to attrCI ete roma"". """ umb,tn .obre loda ,ti Muoria oontempod~a"
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I""'~ PAliA IlNA FIt!lSOf'l" Uf 1-" "'';TORI \ u.~ tA HUMANIDAD)
[IIEROER] rón por habernos conSttVado a Lucrecio, roela d~ alma rOl1la gracias a Augusto que por ohra de su Virgilio Marón nos hizo l~a, , a medio Ilamero en Ln Fn~lda. Gr:u:i:u lalllhiCn a Cornlll n t&tr nos legó a.lgun:15 de. l:ls primeras lentati~as de su aventajado d~IUf pulo P cnlO; y gnelas, fmalmente, taolblén a "OSOIrOS, oh mOn~' que por aprender latfn nos guardásteis a Tercncio, Horaeio y do, y ante todo a Virgilio, tenido por roeta ortodoxo. Los"' . . • IlIn" laur~les ~nmaculados en la corona de Augusto se deben a SIl amor d las CienCiaS y musas. t
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Más esperanzado dirijo la mirada de los poetas romanos :lo filÓsof os; algunos de ellos eran ambas cosas a la vez, a filósofos de alma y corazón, En Roma no se im'entaron s isl~~' pero se los ponla en pdctica introduciéndolos en el dereroo 1" constitución y la vida real. Nunca un poeta didáelico escribirá ~~ m ayor brlo ni fuerzas que Lucreci2, que erela en su doctrina; nun!) la Academia de Plalón ha sido renovada de manera m:\s anlt'lU qtlC en los hermOSO!i diálogos de Cicerón. La no tilla ocupó un imponaOle sector d e ' regubndo lievenmenle los actos humanos, los escritos de ~neo. las eximias metliladon~ de J\farro Allrelio, las nltlas dI' !piclc,n, etdlera, se conservó una solidez práctica y una belleza que p3rtn mani(iestameOle (rulo de la labor de varias escudas. A (uern lit ejercicios y penurias en diversas dUTa.' circunstancias lemporalcs lId Estado romano, los :inimos de los hombro se fortalecían y acerabn, Buscaban Uf! sostén y usaban las especulaciones griegas no coml') IIn ocioso adorno, sino como anna y C5(mlo. La liIosoUa ~1Oi<-;¡ In operado grandes cosas en el espíritu y los cofillOnes rOffiomes, y ('\,., no en orden a la conquista del mundo sino a fa,'o( de la ju~tici¡ \ C
ub:
:Finalmentt', la historia de la erudici{,n romana !" para nosotros, los actuales, ruina de ruinas, por ('uanto nm blu" tanto la mayor parte de la literatura respectiva como tamhién ~U' fuentes_ ¡Cu:into trabajo se nos hubiera aho"",do cuánta IUl yectado sobre toda la Antigíicdad si hubieran llegado hasl;l n~l";: los escritos de Varrón o los des mil libros en los que ClIpig:.b:J. ~'I"II~ Verdad es que un Aristóteles hubiera hecho muy otra selcccJUIl '1 Plillio del mundo de conocimientos con (,ue COlltaban I~ ronJ~II'~ , (2'" mas asl y lodo, su libro es un tCSClro que, no omtanle la 'jI;"0
y
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r. . .
determinadas disciplita:ls, atesligua t;11110 la laboriosidad como e l
:~Pl¡ roman¡¡ del compirador. Tal. ~ I~mbiéll I~ historia de la ju. 1111'
rudencia de este pueblo: es la histOria de un Ingenio muy agudo
'-" ~rlO, que en Il1nguna . " una gran dI!( ,.." ,raCl,1Il a traua.J0 parle, fuerol dc'1 Irn¡JCrio Romano, pOo.l~1 e)erutarse de esta manera y por tant"
'ernpo continuado. De lo que tiempos posteriores hayan hecho v
t~Jdido a esta labor, son inocentes los jurisperitos de la antigua ~l1rnl, En una palabra. por imllCrfCCt;1 qUt: pareu;¡ la lileratllr:, m-
mlna en cni tod~ los géneros rre~He a la griega, no rué !lblo fruto de las circunstanCias lemporalcs SinO también mérito de la misma natur¡¡lcza romana que durante miles de afios fueran ellos los orgulioP legisladores de todas las naciones. Las part~ siguiemo de la I'r<"ICnte obra lo dcmostrar.ln, cuando veamos surgir de la, celIila~ de Roma "~a nueva Roma de muy distima figura pero llena dt espíritu conqUIStador.
Por ultimo, me toca hablar de I¡¡s artes de 10 5 ro!Iunos en las cuales se mostraron en su tiempo y para la pllsteIKI¡td ~mos del mundo que contaban con los materiales y m allO de DhD de todos los pueblos subyugados. Desde un principio se dis,in~uicTOn I)()r la. inclinación a celebrar la grandeza de sus vietori:u ('In slmbolos de gloria, la magnificencia d~ su ciudad con monuIIIt11t05 dc eterno esplendor, pensando desde muy temprano en nada mtnos que en la inmortalidad de su orgullosa existencia. Los temrl," que construyeron Rómulo y Numa, las plazas destinadas a las ,,~mbleal I)()pulan~s, er~n ya manifest;ldones de grandes victori:ls y U~;¡ podrTOSa democraCIa, hasta que poco después Anco y Tarquin.. ('th.lron los chllicnlm de :ult!rlla e~t ru ctur:t que el1 1m t',ltim05 Ilf'")lOS p.uaba ya lo gigallle.KO r:tyando en lo inconlllensurable. El ,,' IIru~o n:!irleó los mur~ de Roma de piedra labrada: para ase. 11IrlIT d abastecimiento de agua y la limpiela de la ciudad, hizo "Ifflltuir ese enorme acueducto cuyas ruinas connituycn todavía ~'U .d~ Ia~ mara,illa~ del mundo. La Roma moderna no fué capaz "'lU'CT~ de despejar sus escombros y no dig-.tmos de mantenerlo en 11'"cionamiento. Un idéntico esplritu se manifiesta en sus galerfas, ;11\ ~eml',l~, sus tribunales y ese gigantesco circo, erigido sólo para p~ ,hnn'¡'n del p"eblo, y cuyas nlinas arrancan todavla admiración. 1,:7 ~I~ \-Ja nalllaron 105 reles, en particular el soberbio Tarquino, 1(X cónmles y ediles, m;\s tarde 10$ conquistadores del mundo ' IIIa"flrn, m,15 que nadie Julio Cesar, y finalmente los emnrra_ d"11-; 1) r, . e esta manera se acumularon poco a poco los arco<; y las
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del mundo. Casi se nubla la vista al no "er más que las fuinas (1(': algunos de estos monumentos y el alma no halla h~enas para captar con la imaginación el enonne proyecto con sus glg:mtCSCils forma,. solidez y suntuosidad cual lo habia ideado el artista. Pero cubra~ aún mayor conciencia de nuot.ra ¡xqueliez al recordar los fines que estQ5 edificios ClIitaban . destinados y al hacernos. presente e~ bullicio de la vida que palpitaba entre sus muros, y flualmente el pueblo al que eran consagrados y In ¡xnonas particulares que se los dedicaban. En esos instantes, el alma siente que hubo en el mundo ulla sola Roma, obra de un genio que alentaba d~e el anfiteatro de madera de Curio hilllta el Coliseo de Vespasiano. dt'$(le el templo de Júpiter Stator hasta el panteón de Agl"ipa o el t('fllplo de la Pat, desde el primer arco de triunfo de un estratega vinoriOSo hasta los arcos de victoria y obeliscos de un Augusto, Tila, Trajano, Se"l'ero y otrO!;, induso cada una de las ruinas de monumelllos de. dicados a su vida pública y privada. F..He genio no fué, lo reconozco. el esplritu de la libertad de los pueblos y de la filantropla. El que se represente el inmenso trabajo de los ooreros que deblan acarrear los bloques de m:ínnol y ; iOOra, a menudo de lejanos pabes. y los tenia n que edificar en calidad de esclavos vencidos; quien piense en los gastos que semejantes monstruos del arte imponían al sudor "! la 5
Excuden t alii sPiTantia molliw aera; Credo equidem; vivos duce"t de marmora vultw: Orabun' caUJas meliUJ, coe/ique mea/us
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[Wr.A5
yA
RA UNA FILOSOylA VE LA IIISTOltlA I)t~ L.\
IIl'IA!'OID\U}
J)eJcribellt radio el sllrgtlllia sidera dicent: Imperw "olmlos, Uoma1le, memelllQ: T 11 It"ere t> l" Hae tibi enmt artes, pacuque Imponere marem, I'llfure sub,U11$ el debe/lare Sil/JerbO!. (Otros, sin dudll, sabr1n imprimir al bronc~ fundido Ma yor sl/avidad, y eswlpir en mármol In Vida dti alma, Más t10wente Slt lengua conduce en el fuero fas c/JUSIU. Mejor será su compds midiendo las vías celestts, y u fU aCierto mayor que anuncia de los asIros ti curso. TI¡ em"ero, Roma'lO, gobiema, reinando, a fos pueblos; Sta'n istas Iw arles: /la·ar la·poz a la tierra, e/anellda parll los wmisos, "j Il los $ooerbios la ruinll.) GU~w,3mel1IC penlol1:nlamm a ¡IX rolllanos ~~las las artes helé·
.
quC eJlO§ dC5pl'ecian a pt."'!
VI
coxsmERACIONES GENERALES SOBRE EL DESTINO DE ROMA Y SU HISTORIA Es muy vieja la discusión de la mosarla polltica S?bre si fue la .,lfUlia () la fortuna la que contri huyó en mayoT medida a la gran· ,Irl~ de Roma. Plutarco y con él \'ari05 escritores romanos y grieg
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[UERDER)
elegido. Los m:15 de 105 roman05 atribuyé.ronlo. IOdo a su va1cnu¡, mientras que los filósofos de épocas posteriores Idearon un ~lIpUest plan de descomun31 prCl'isión, el cual dooe el primer dla habtl~ snvido de piedra fund:unent~1 p~n el poderlo .rom~no h35ta lIegtr a su punto culminante. La hIstOria pone en eVlden~l~ que ninguno de C5O$ sistemu explicativos puede pretender exclUSIvIdad, peto que combinados todos ellos con justeza, aciertan con la verdad. Valentll suerte y prudencia tenlan que mancomunarse para realiu.r lo qu; desde tos tiempos de Rómlllo (ué realizado, y en efecto, vemos a t'ltlS tres diosas en Intima alianu. en favor de Roma deWe el primer dll. Sla la manera de lO, 8Rtif'1.I0I ¡¡¡llenlmO' llamar lnrtnna Q Qal!!ral~ torlo el engranaje de C3"5U y dee·os xivO!, entonces tanto el ''a10l'" .(: ~N ~mo la crueldad despiadada, la prudenci3 como la astucia de los O romanos, fonuan parte de esta fortuna que todo lo gobierna. Se.ne. jante modo de ver siempre será inadecuado mientras se quiera :urj, buirlo todo a una sola de las propiedades enumeradas, olvidaDl!o 11 pensar en las excelenciu de los rom3n05 sus derectos y vici05, al apre· ciar el carácter intrlnseco de sus acciones, las circunstancias concomi· tantC
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un mental preguntarse al)!:una "Cl qué hubiera sido de Roma en circunstancias distint;u: por ejemplo. si hu· biera estado situada en olra parte del mundo, si al principio hnhicra ,ido trasladada a Veyes, si Breno hubiera ocllp.ldo el Capitolio, ,i 'Alejandro hubi~ra hecho la guerra a I1alia, si Anlbal hubiera (l(U· pado la ciudad o si hubiera seguido el cornejo que él dió a AnLloco_ Asimismo se puede pre,r:untar cómo hllbi~ra )l:obern,ulo un CA:,r ('n fugar de Augusto, un Gennánico cn vez de Tiberio, qué eslad? ~If msas le hubiera producido en el mundo sin la aparición del ("tlJtl~ · nismo, etcétera. Cada UIIO de estos planteamientm nos condure a lal conatenación de circunstancias que, al fin, se aprende a consid.wu-:Roma a Ji! manen oriental, como a un ser viviente que sOlo balo ~IJ' ~ntrns ciwlDstanqas pudo un dia surgir del Tiha como ~ma ,Isil el ~ar, aprender a lidiar con todos los pueblos de su espacIo VItal: :t subyugarlos, luego, y a exterminarlos, y a hallar finalmente en SI misma 105 limites de su )!:Ioria y el germell de su putrefacción, ~Id 1l.1K" dectivamente pereció. Para esta manera d nsid . dorlr;l tiesa a :ubitrarieda lID sentido, au~n la historia. n dla, como en todo en men remos naturales, ~ casualjdad. todo o nada es arbitrario. ToQo fenómeno hiltóri~ ft
Mida máS COñiT;rj;; a ..Cía V;hJíiSto~ia que suponer, aunque fUCTa en una !liSloria tan sangrienta como la ""fumana, ufSccreto plan de L&!)rprjdenua, como por cjemplo, q\le Roma hubIese alcalIZado tal mbre del poder espccialmellle para que produjera oradores y poetas; ifundier::l el derecho romano y la Irn~\la latina h::l(t;l. lo~ limites de s Imperio y preparara tOO05 los nmin05 para que se introdujese la igión cristiana, Cualquiera l
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miJma Roma. También el hermoso idioma griego rué despojado po, aquélla de su pUTO esplendor y tantos dialectos de Otros tantO$ pUe_ blos, que a ellos. y a nosotros (ueran mucho más p~o"echOSOs que Un laún vulgar y decadente, se perdieron co~ _excep;:,~n de ~nos ~ rellos insignificantes, En cuanto a la religión Cristiana, finalmente, por más que respeto los ~n~ficios que apo~tó al g.é~c~o humano. disto mucho de creer que siqUIera una sola piedra mlhana de la ano tigua Roma se hubiese colocado por su causa, No fué para dl~ que Rómulo. fuml? la ciudad, ni fué p.:¡ra favorecerla que Po~~, yo y Craw IIlvadu~ron la Judea. )" mucho Illenos todas las IIlSI¡. lUciones TOman.u en Europa y Asia tenlan el nn de allanarle 10\ CoIminos. Roma recibió la rdigión cristiana no de otra manera que , . desechada del mundo orien. el culto de lsis y tal. Digo más:
como por Romano, y , unioc. ninguno 5ac6 , , de semejante matrimonio, Su f~lé u~ bastardo romano
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Hl' ''''''ID,~D]
!Ural que los "encedmcs de tantas naciones civilizadas no apren. $iquier:l hu apariencias de IIn humanismo que aprovecharo n 'Illtnudo para engaiía'r a los pueblos. J Ya 110 quedaría olra ~UIKJsici6n sino que la Providencia Imb'iC'ielegido al .Estado romano y la lengua btilla para formar un puente t Ir3\'6 del cual los tes%s de la i\lIIigücdad pudiesen llegar hasta II OSOlros, No ]>(Klrfa haocrse csrOAido ningún puente peor que é
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