nsas hechas co n <:> 1 propio terreno, lo c¡t1c les daba un a protecc ió n suplem e nta ri a. El cast illo de Sao ne, e n lo qu e hoy es Siria, es tá ubica do e n un promontorio rocoso ele fo rm a tri a ngul ar, prot<:>giclo e n dos ele sus la dos por las esca rpad uras d el te rre no y en el te rcero por un foso co rtado <:> n la roca, el e 200 m e tros de anchura. Tie ne un a to rre d el lwme naj<:> c uadrad a a l m odo europeo, pero ta mbi én a lbeq:>;a a lguna ele las primeras torres circulares co nstruidas por los c ruzados. El la m oso Kra k des C:h e\ a l ie rs, co nstruid o po r lo.-; Hospitalarios a pa rtir ele 11 42, es la fo rta leza m ~ts im ponente. Está situ ada sobre la cim a de un m onte, protegido e n tres lados por la esca rpad a pendiente de l terreno. D e ntro ele un patio inte rio r. cuva mura ll a f'stá pro tq;icl a por un glac is g i,e;a ntesco, se e ncuentra la to rre el<:> hom ena je, com puesta por tr<:>s torres agrupadas. Ha v otro patio ex terior ence rrado por una mura ll a rt" matada po r mataca nes okns ivos y co n torres c ilíndricas situ ada s a int <:> nalos regulares. La pu e rta principal da acceso a una característica «e ntrada e n recodo», tomad a de las fo rtificac iones urba nas mu sulm a nas y qu e co nsiste en un cam ino e n pend if' nte co n quiebros, e nce rrado e ntre pa red es, d iseñ aclo d e form a que res tring iese los mm·imie ntos y di\·icliese las fu e rzas clt" un a taqu e e nemigo. El Kra k fu e atacado y sitiado sin éx ito doce veces; pero e n la d ec imote rce ra, e n 1271 , suc umbió a nte los mu sulm a nes, en cuyas manos ha pe rmanec id o d esd e e ntonces el m ejor monum e nto a la des tru c tivid ad y a la c rea tiv id ad de los c ruzados.l antes sie rvo podía escapar a las obligaciones feud a les y asce nder en la jerarquía soc ial. Cada vez era más difici l m ante ner a tados los siervos a la tierra: en 1100 aún eran la clasr llltm(·ricamen te mavor, pero los que escapaba n a las c iud ades lo hacían en núm ero sufi ciente para crear escasez de mano de obra en el cam po. En la Europa feudal la única f'uent e ele riqueza era la propiedad ele la tierra, que en aquella época carec ía de valor ele mercado v no serv ía, a l modo el e la actualidad, co mo base del crédito. Cuando la ascendente clase mercantil emp ieza a e jercer dem anda ele luga res para const ruir, dando por vez prinHTa un ,·ala r comerc ial a los terrenos urbanos, no había a l principio ninguna formula para trans!C rir la propiedad de los sel'1o res feudales o de la I gles ia. Surgieron tensiones entre las antiguas y las nuevas clases. La Igles ia, cuya autoridad lega l sec ul a r parecía ;unenaza cb ,. para la que eran moralmente inacep tables muchos aspectos del comercio, fu e la que ofi-ec·ió mayor resistencia al cambio. Las nue,·as clases medias, que veía n en la lgks ia un obstáculo a la libertad de comerc io, se desli garon de ell a, creando com un as o negoc iando distintos grados de autogobierno, uniéndose muchos aristóc ratas y terratenientes ihil icl acl de es tablecer e m presas come rcia les. La tígid a est ra tificación del feudalismo, apcl\·a da sob re cód igos éticos basados en la virtud cristian a y en los valores caballerescos, empezó a dar paso a una soc ieclacl en la que el éx iLo com ercial era lo único importante. Los co mnciantes, tra ta nd o de asegura r su propia supervivencia , esLablec ieron ~ob ie rnos loca les, impu siero n tríbuLos ~sob re todo para el sos ten imiento de las murallas de la ciudad , ele las (jUe dependía la seguridad- , mantenía n la paz, controlaba n la entrada a la ciud ad y negociaban los derechos de paso por los ca mpos para salvaguardar la s ,·ías comerciales. Las ciudades empezaro n a crea r unas con otras asociac iones ele comerc io. surgiendo la Li ~a Lombard a y la Liga H a nseática. Dentro de cada ciudad aparecían gremios para protege r el comercio mediante el co ntrol de la ca lida d de las mercancías y la fijación de prec ios, especialmente de los a li mentos, de los que dependía la supervivencia. Sin embargo, los artistas y artesanos dedicados a la co nstru cción crearon sus gremios más lentamenté que en el co mercio o en la manufactura, debido al predominio, entre los siglos
rmmb:mdo, ><: cst.tl);l. d~"-'rwll.uodo en >ll htg.or oli~.trquia rlif.-rerue. Si se estaban ganando algunas liiX' rWrl<"s, otra.< '\1' pt"nlían, ya doqu~r lo\ «nuevos pn:ndpc»> dd mnndo c<1 pitalista a~Í<.'"ndcn a l po.•Jn· y empÍt'1.an a tk>minar .-o la vid" política. _\Ji~ol!ts !\ laqui"vdo r!469-l:;:!7; ~conoxió !"<;nÍpulos urigiuU cierto t"t"\"uelo, y d nomhre del autor se hiw sinúnirno del de vileza En 1~ ln~l~tnra Tudor, CU}O> dirigente' t•f"¡lfl t;Ul GHente; de eo;crltp ll los como los que propm:n~ l>;~. ~l .. quiavclo, no hal>ía liht-rurl tic cuho ni de cxpn:siUn. ni siqllier.o dt• prn,._rn~lllo, l"QnlO <:n d caoo de Tomás ~loro tj<:cutado en lJ:G por tt'"ll<'r opinione• in~drni~ihl~~. r¡ue <:ribió Ultii• ~1.) 16) , d<"'iCTÍpt"ión de <.lll p;tís irnagimtriv en la qur r~tablrria mn gran lujo de detalk "' pumo de \'ista sobre una >O(;Ícdad hum,um idr> de las obr~s d~ S~ n A~>Stin cr:.t divina, para la rual l:o vi da terrenal no e1<1. rn:is que una ¡m:par.tdón Peroaldism inuirlaoon lianzadel hornbrccnladivinidad, yrrf-arrl im~rr'i<;ensupr"Q[liO mundo, ;e hiwe,idcntcqu..: la vida S<"llln: la tinra, lejos de carecer de importancia, ruen:cía una ~ria atcno.:ión y ~x igía !iu m<"joralnÍcnto. Quiás la ¡x.>brcza y la opresión no fu~n e~aados plttstahlrrid os si no que fuese poo;iblc altCI·.trlos. Qniz;Ís l.t mbién la mism~ libcrud rnor01.l qu~ permitió el surgirniettlo de tira11os r~rente< de prinópios, permitiría quequicrtcsftt'oponíau a la tiranía amhicionaran un mundo en que aq uel la nocxisticsc -y cu d que la justicia de las instirucione< huma nas se rcflcj;osc en el urden de sus dudarles y sus edilicios . JI l'oincrpe y Ut()/Jia ,;un aspeum diferentes del mi~rno fenómeno, punto,~ de 1ista Qpue~tos que continúan existiendo en d pcnsamiemo r.umJXicoo drla r;ociedad ~ va ri as imitac io nes. La gran influencia de Palladio e n el diseño a rquitectónico reside principalme nte en la pub! icac ión de> sus famosos 1 quattro Libri dell' Architettura. Fue impreso e.n todos los países europeos a partir de 1570 y co ntribuyó e n gra n m edida a h acer pública su preocupación por las forma s y las proporciones clásicas. Como sabiam e nte incluía dibujos d e sus propios edificios, contribuyó ta mbién a d a rse publicid ad. Con -11-ecuencia , los edificiós de Palladio co n menos pre te nsiones so n tambié n los que alca nza n un ma yor éx ito arqu itectón ico. Alba t'í il de ofi cio, entendía a la perfección las propiedades de los materiales, y aunque en todos los edificios es to aparece en mayor o nwnor medida, es a m enudo en los más pequeños e n los que se muestra co n mayor simplicidad y más directamente su maestría en el color y e n la textwa, y en la util ización drl humilde lad rill o y del estuco. · Otro aspecto de s 11 trabajo se pued e ver en las dos igles ias ve necianas de San G iorg io :-.t aggio re (1565 ) y en ll Rede ntore (1577 ) . Las dos tienen planta de basílica pero con un lTU{Cro co n cúpula, lo que le da al extremo orie ntal un aspecto de cruz griega. El tratamiento del alzado occidental refuerza e n los dos casos la forma de basílica que rsrondc detrás, con pil as tras ele una sola a ltura e n los extremos de las naves laterales y columnas gigantes adosadas de doble a ltura en la nave, que reflejan las a lturas respectivas dr los spac ios. Estos <<órde nes g igantes» son una ca rac te risti ca que distingue a y arios d e los ma\ores ed ificios ele Pa ll adio y evoca n un se ntimiento el e e norme grandeza . . La ~ran segurid ad y confianza de la arquitectu ra itali ana durante el siglo XV I marca un llir rte contraste con la cr isis que estaba sufriendo el Papado. El basarse cada vez más los lil 6sofos en la razón y no en el dogma hi zo a mu chos aparta rse de las formas tradic ionales de la le, proclucié nclose una casi universal des ilu sión sobre la corrupció n de murhas de las prácticas ele la 1gles ia. En 15 17, el sacerdote a lemán Martín Lutero ( 1483 I :J·'Í-lÍ ' . quien ensei1aba que la Biblia, no la Iglesia, habría de ser la suprem a autoridad rristia na, publicó sus <tante. y el sur, católico, orig inando cuatro destru ctivas guerras ele libertad religiosa ' dr rmancipac ión· políti ca: dentro ele Alemania. entre H olanda v España, entre losu crr;1ción. dilicilmente podía haber sido de otra forma- y el rasgo más cr iti cado de este rn rmr rd ili rio es el. hecho de que la vi ión de la cúpu la. ce ntro de todo el diseno, es e rl ex terior, q urda obstaculizada por la ex trema longitud y a ltura de la nave. Pero el ediíici causa un a ~ran impres ión; no sólo su tamaño, sino también su riqueza decorativa le an un adrcuado aire de solemnidad y grandeza. La cú pula de Bramante hubiera sido uizás de baja al'tura y rebajada, como la de su Tempietto, pero la de Miguel Angel es .J.lta Y se rkva hac ia d cielo, co n una altura de unos 140 metros en su parte superior, a yada en cuatro pilares gigantes y zunchada interiormente por cadenas de tracción para lllljetar su empuje. Lógicamente, el altar mayor, con su precioso baldaquino diseñado por ini, situado sobre la supuesta tumba de San Pedro, exactamente en el centro de la superficie de la cúpula, es el loco simbólico de toda la compos ición. 1M principaks aliados del Papa en Europa eran los R eyes Católicos, cabezas del peri• más p deroso dd siglo X V I. Carlos V (1519-56) se convirtió en emperador del lmperi Rom ano en 1520 y gobernó en Espana, Sicilia, Nápoles, Cerdeña, Austria,
5c:món ¡;andidatosmbargo . el Lllli co arq u it<-ctu i11glés qu e .se p uede co mp eñode \O. -¡:>1.\e.'<'rá -¡;>av-a ~\enheim
utiliza do p a r~1 ed ifi c ios d e m a d e ra en E11ropa desd e ap roximad a m e nt e d sig lo :\\.1. pe ro ll evado a hora a 1111 g rado de pe rfecc ión 1al que lo m a ntuYo e n uso fiTc uent e has ta la act ua li dad. En luga r de la estru c tura indcpend iente de sig los a n teri ort's su rge un sistema e n e 1 qu e se ut i1iza ba la es tru ct ura ro mo ¡xtrtc integra l el e los muros, pi sos o elementos de cubierta, con\-erticlos en un di;di·agm;l por medio d e un reves t i m ie n Lo ele madera . La nota ble eco nom ía ele m a d era pcnnitic"¡ Lt posibilidad de co nstru cc ió n ele casas baratas y a lta ca lidad pa ra todas las c;t tcgnrÍ;ts d t> la esca la soc ial. De !tecito, la socied a d del sig lo :\1:\, a pesar ele la prosperid ad y a pesar de la n·nJlur ión, seguía siend o terriblem ente desigual; la ex pl o tac ión por pa rte d e la a ri stocracia St' había convertido en ex plota c ión por parte d e la burguesía y, los t'sclavos nt'g ros de Américt. los ca mpesinos de Europa Y los obrnos indu stri a les componían en tod as pa rtes una ma yo ría so m etid a, cu yos d erec hos era n ig no ra d os. Con la ex pa nsió n d el capitali smo industrial. apoyado por las tt'orías de los economi stas liberal es Aclam Smith y David Ri ca rdo, empeo ró la situación d e los más pobres, en vez d e m ejo ra r, y en las obras d e Thom as :VIalthu s st' predecía de form a fa tali sta la in ev ita bilidad d t' una masiva muerte por hambre. l.a antigua relac ión pe rso na l t' ntre pa tró n v empleado se había ro to v las t\411lvo óe maaevo.lo.tit't:~s de ac:ce5o, c.om\:>il"'t~tios en un&~ ~odevosa imaljen del f¡,.¡tu'{oa
Yeiada ó.e. Roma(\0GO)~~
>, 239, 240 Casa del Fascio (Casa del Popolo), Como, 229, 230 Casa Giuliana, Como, 230 Casa Glessner, 198 <>, 239, 240 casa <>, 258 ltorff, J. 1., 192, 193 Halles Centrales, París, 192, /93 Ham Common, Londres, 245 Ha mpstead, suburbio-ja rdín , 236 J ahrhunderthall e, Breslau, 210 , 211 H a nga res de Orly, 201 , 203 .Jea nneret, C harl es-Edourd (1.e Hardwick, 180, 181 Corbusier), 224, 127 H a rl ech, castillo, 85, 86 .J efferson, Thomas, 169, 17 1 H a rlow, 250 J ohn son, Philip, 232 , 253 , 254 H a tfiel House, 128, 129 J ones; li'iigo, 129, 130, 140, 159 Haussmann, Barón, 187, 188, 216 J uvarra, Vilippo, 127, 128 H awksmoor, Nicholas, 156, 158, 173 K ahn , Louis, 255, 257 Hemse, iglesia, 76, 77 H ennebique, Francois, 20 1, 202, K edl es ton, 164 K en t, William, 153, 156, 157 2 16 Key nes, J. M., 228 Herl a nd , Hugh , 88 Kenwood , 164 H ermanos Asan, 150 H errera, .Juan de, 118, 120 Kitim a t, Canadá, 248 High and Over, Amersham, 228 Knol e, 128 High Leve! bridge, Newcastl e, 175, Kra k des Chevaliers, 55, 56, 85 178 Kroll , Lu cien, 260, 261 Hill House, Hel ensburgh, 204 Hittorf, J . 1. , 192, 193 Hjorthagen, Estocolmo, 239 L'Art Nouveau, París, 204 Hoeck van H olland, apartamen tos La borator ios :viédicos Richard s, Filadel fi a, 255, 257 para trabajadores, 224 Ladovsky, N ichol ai, 2 19 Hoffman, J oscf, 207 , 209 La ke Shore Drive (n° 860 ), ChicaHoprekstad , iglesia, 76 go, 242 Horse Guards, Londres, 156, !57 Lamella, viviendas, 239, 240 Horta, Victor, 20 1, 205>, 220, ,245, ,247 Villers, Cottúets, .ca.stillo, 110 Viollet.le-Duc, Eugéne-Emmanuel, 173, 174, 192 Virginia univiliidad, 169 Visconti, ]...udovici y Lefuel , 187 Vitruvio, 97 , 102, 110, 112, 139 •• viviendas, s. XVI , 11 5, 122, 124; s. XV II , 129, 132; S. XVIII, /47, 150, 156, 159, /60; s. X IX, 18 1, / 83, /84 , 189, /9/ , /98, 199; S. XX, 20 1,202,208,212, 213 ,214,227, 234, 236, 239, 240) 245, 246, 249, 25 1, 258 Viviendas Langham, Ham Common, Londres, 245 Viviendas Sea Ranch , 260 viviendas suburbanas, Inglaterra, 191, 234.,.. ribió como «uno de los libros más im. portantes so e e1 tern-a .. , ~m logro espléndid de dimensione pctvsReclanas» y Alvin Boy ~' Presid e de la Architectuml Association) como Kuna mtroducción al em:a inmensamente útil... ontemplada a tr:avés de los .ojos de un dibujan te excepcional">-> ), el li.qr.o ha sido ya traducido apenr do año después de la primera dición, a num id-ioma ' los cuales están el italiano, al mán, holandé y ja ' nés. Bill Ri b ro e a guitJ 'c to y tr baja como ucl>anista para el mumCipt d ondres, poseyendo además exper'encia docente con alumnos y arquítectos británicos y norteamericano . La dición e pa~hla ha sido revisada por Pedro . ava cué Pal'acio, catedrático de Hi toria del Arte d€ la E uela de Arquitectl!.lra de Madrid. 
