HISTORIA DE UNA PROFESIÓN DE ALBERTO ARNAUT
En el primer capítulo del libro el autor plantea como en un inicio el magisterio era una profesión libre, debido a que solo se daba licencia a las instituciones que quisieran tener a su cargo la instrucción elemental. Cuando los liberales llegan al poder promovieron mayor injerencia del Estado en la instrucción instrucción primaria, los ayuntamientos ayuntamientos consolidan su su facultad para autorizar el ejercicio de la docencia. Entre 1885 y 1910 los objetivos de las escuelas normales eran: formar maestros y autorizar el ejercicio de la docencia, formar un grupo distinto, pero con el mismo rango de otros grupos profesionistas y liberar la profesión docente (de agentes extraños que ejercían la profesión). Los normalistas recibieron mejores sueldos y puestos, que los maestros sin título, pero menores que otros profesionistas ubicados ubicados en los puestos puestos más altos del del ramo educativo. Con lo anterior, se empieza a hablar la necesidad de exigir un título para ejercer la profesión de docente, otorgándosele a la Escuela Escuela Normal para Profesores la facultad facultad de autorizar el ejercicio ejercicio de la docencia. Sin embargo sus egresados eran insuficientes y preferían quedarse en la Ciudad de México y las normales de provincia contrarrestan esta situación. Durante la revolución los maestros marcaron su influencia en los discursos y programas de los revolucionarios, sus diversas formas de vincularse fueron como docentes, militares, escribanos y publicistas. Los maestros del norte se incorporaron a las filas revolucionarias desde antes y durante el periodo armado, y los del centro y sur del país hasta después del triunfo de la Revolución. Como consecuencia del gasto guerrillero los maestros padecieron la suspensión o retrasos en el pago de sus salarios, mientras los normalistas pretendían formar un grupo distinto de profesionistas pero con un status semejante al de los universitarios. La normal se diferenciaba de la universidad, en cuanto a su función nacional, ya que tenía que difundir la lengua nacional, la historia patria y los valores cívicos, es decir, difundir la formación básica de los mexicanos; la segunda, tenía que contribuir a forjar el alma nacional mediante la investigación y la reflexión filosófica sobre la realidad. El título de profesor de educación primaria se declaró equivalente al de los estudios secundarios o preparatorianos. En 1921 se estableció la Secretaría de Educación Pública (SEP) con jurisdicción en todo el país, con lo cual renace la política centralizadora de la enseñanza primaria, pero persiste la resistencia local. Se establecen un gran número de escuelas rurales y se da preferencia a maestros que conocieran las localidades. En 1922 la SEP funda la primera primera normal rural como parte de la política. política. Los maestros rurales rurales tenían como función: incorporar a los campesinos e indígenas en la vida nacional, organizar a la comunidad para mejorar su higiene, formas de producción, comercialización de sus productos, sus sistemas de comunicación y transporte. En 1934 el artículo tercero de la constitución había modificado el aspecto laico a una educación socialista, la cual se mostro combativa con la iglesia, padres de familia y autoridades locales. Durante el gobierno Cardenista el magisterio termina por erigirse como una profesión de Estado, gracias a la acción educativa de la SEP y el control logrado sobre el sistema escolar, pero también se ve permeado por el sindicalismo. Posteriormente en 1943 con el nombramiento de Jaime Torres Bodet como secretario de Educación emprende una política con 2 objetivos: 1) Imprimir a la educación pública una orientación ideológica moderada mediante la supresión de la educación socialista. Se incorpora al profesorado a una campaña
alfabetizadora, a la que se definió como empresa de carácter nacional, por encima de las facciones políticosindicales. 2) Normalizar la relación política y laboral de la SEP con los maestros y con su representación sindical. Además se expide un nuevo Reglamento de Escalafón que reorganiza y redistribuye las áreas de influencia del sindicato y la secretaría en sus distintas dependencias administrativas y regionales. Se reinstalan los puestos intermedios de la Secretaría a varios de los profesores que habían sido desplazados durante la educación socialista. También los planes y programas de enseñanza primaria rural y urbana moderan sus contenidos ideológicos y avanzan hacia la uniformidad. Los cambios afectan especialmente el trabajo de los maestros rurales, quienes reducen drásticamente las actividades extraescolares que los vinculan con las comunidades. Anteriormente el papel del maestro había cobrado gran importancia debido a que fueron los primeros y casi los únicos agentes gubernamentales que tuvieron contacto con los campesinos y los habitantes de las aldeas, rancherías, pueblos y ciudades pequeñas. Ellos contribuyeron a abrir caminos, establecer oficinas de correo, organizar a los campesinos y jornaleros como también gestionar la intervención de los organismos encargados del control de la propiedad y tenencia de la tierra. Con lo anterior la SEP reorienta el trabajo pasando del acento sociopolítico y le da énfasis a los contenidos clásicos de la educación, como la lectoescritura, el cálculo e historia cívica. Una demanda de los maestros que se cumple en los cuarentas es la inamovibilidad, se logra la basificación pero se enfrentan a que una gran parte carecía de titulo, por lo que, en 1944 se funda el Insituto Federal de Capacitación del Magisterio que se pretendía que, en 6 años regularizara la condición profesional mediante 2 agencias: la Escuela por Correspondencia y la Escuela Oral. Estas desplazan a las misiones culturales en el cumplimiento de las funciones de capacitación y mejoramiento profesional del magisterio federal y centraliza los cursos intensivos para los maestros sin título de las escuelas normales rurales y la Escuela Nacional de Maestros. Lo anterior produce una mayor homogeneidad del profesorado de educación primaria. Otro logro de los maestros en esta época es que pierda peso el lugar de adcripción y la formación personal en beneficio de la zona sociodemográfica en la que laboran, lo mismo que la antigüedad en el servicio y el grado escolar educativo en el que prestan sus servicios. Esto logra la integración de los maestros locales en la SEP mejorando sus condiciones de trabajo, prestaciones y los sueldos. Al constituirse el SNTE se diversifican las demandad niveladoras se homologa a los maestros rurales y urbanos de distintas formas: titulan a los maestros sin título, basifica a los sin base, escalafona a los sin escalafón y permite que los títulos expedidos del IFCM tenga el mismo valor y escalafón que las otras escuelas normales. Sus actividades de la IFCM se prolongarán más allá del sexenio con el argumento que continuará mientras haya un m aestro sin título. Las escuelas secundarias antes consideradas como una escuela vocacional pasa a ser considerada como colegio del pueblo y no como colegios preparatorios para las instituciones superiores y se convierten en una opción de movilidad ascendente de los maestros primarios en servicio. Por otra parte la demanda de federalizar la enseñanza primaria y normal respondía a la unidad de mejorar el servicio y los sueldos pero, el SNTE lo observaba como una manera de expandir su membrecía, por lo que, todo lo contralado por la SEP ahora lo controlaría a la par el SNTE interviniendo en el reclutamiento, los cambios de adscripción y la movilidad escalafonaria, queriendo aumentar su influencia en la formación de maestros. En 1947 se expide un reglamento de escalafón (1947) que ratifica como máxima autoridad a la Comisión Nacional Mixta de Escalafón (CNME), integrada por 2 representantes de la Secretaría, dos del SNTE y un Presidente arbitro nombrado de común acuerdo.
Entre 1944 y 1947 se aumentan los sueldos a los maestros federales y mejoran algunas prestaciones laborales. Se recupera parcialmente pero no como el de los años treintas y posteriormente cae durante un tiempo prolongado. De 1955 a 1958 el SNTE apoya emplazamientos a huelga de los maestros de aproximadamente 17 entidades a fin de obtener aumentos salariales y otras prestaciones. La rebelión magisterial capitalina se convierte en un problema político de primer orden en el país. A mediados de la época se realiza una Junta Nacional de Educación en donde se realiza una crítica a la organización del sistema de formación de profesores; había siete instituciones para formar maestros: escuelas normales, de educadoras, primarias, superiores, de especialización, de educación física, de educación musical y el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio. Sobre las instituciones antes mencionadas llevan a pensar que las normales decían formar profesionistas cuyo rendimiento estaba a “varios años de distancia” de las necesidades sociales.
Los maestros de primaria se dividían en rurales y urbanos, por lo que, consideraban inconveniente proporcionarles una misma preparación profesional, como se venía haciendo en los 40´s con la homologación. Se comienza entonces una fase diferente en donde los maestros posprimarios requieren de una especialización lineal y sistematizada que puede ser conveniente en escuelas profesionales de ciclos superiores. Esto ocasiona que haya fuga de maestros hacia otros campos de trabajo y las escuelas normales son tomadas como escuelas de “tránsito” para después estudiar alguna otra profesión remunerara más. Los alumnos normalistas encontraban algunas prestaciones como el internado, vestido, becas y la ventaja de que los requisitos de admisión eran mínimos y ninguno de carácter profesional. Esto causa una crisis en la SEP y posteriormente 1958 a 1970 con el presidente Adolfo López Mateos se establece un escalafón más atractivo, se generan las jubilaciones para alentar a los maestros en servicio, se crean más escuelas lo que permite la movibilidad del ámbito rural al urbano y transversal con puestos más altos pasando de maestro a director a esto se le conoce como la época de oro del magisterio. Los nuevos maestros eran cada vez más urbanos pero debían trabajar las zonas rurales debido a la ampliación de la cobertura En 1973 la Asamblea Nacional de Educación Normal logró que los egresados de las normales salieran con el título de maestro en educación primaria y, al mismo tiempo, con el certificado de estudios de bachillerato. Los maestros recibían su primera plaza en el medio rural, pero tan pronto como podían, dejaban la comunidad y se trasladaban al pueblo, a la ciudad o a la capital del Estado (lo cual continúa hoy día). En cuanto a los maestros de secundaria estos una parte era de formación docente y otra de varias profesiones. En este sentido la ENSM debía atender la demanda de educadores para este nivel, pero la saturación provocó el abatimiento de su nivel académico, deterioro e insuficiencia de su infraestructura. Como consecuencia se multiplicaron y expandieron las normales superiores en el país. La SEP y el SNTE buscaban dar a la profesión docente el mismo rango que el resto de las carreras universitarias, por lo que se creó un programa de licenciatura en preescolar y primaria para el magisterio en servicio, dichos cursos estaban a cargo de la Dirección General de Enseñanza Normal (DGEN). Es en el periodo de gobierno de Miguel de la Madrid donde se eleva al rango de licenciatura todos los tipos y especialidades de la educación normal, estableciendo el bachillerato como antecedente obligatorio para la educación normal. La SEP y el SNTE muestran diferentes perspectivas pues el primero menciona que es un bachillerato general el antecedente mientras que el otro dice que
tendrá un carácter pedagógico. Lo que es cierto es que poner el bachillerato como antecedente genera desaliento para ingresar, por lo que, contratan gente que no tiene el perfil. Durante el periodo de 1988 a1994 aparece Carrera Magisterial que es un sistema de estímulos para los maestros en servicio que tiene como propósito elevar la calidad educativa mediante el reconocimiento y apoyo a los docentes. La participación es de forma voluntaria y se evalúan conforme a lineamientos. Comentario: Creo que el propósito fundamental del libro es plantear la difusa identidad que tiene la profesión de maestro, que desde inicios se podría decir que era ejercida sin lineamientos, no tenia claridad de los contenidos, habilidades y características. Además que agregaré que paso de manos de particulares al Estado, este último es quien le dio tintes políticos y le sirvió para luchas importantes en el País. Desde aquellas que involucraron cambios radicales como la Revolución y pequeñas que contribuyeron al mejoramiento de las zonas rurales, por lo que, el profesor tenía que cumplir con varios papeles lo cual lo convirtió en un actor importante de gestión y cercanía afectiva a la gente campesina. Cabe mencionar que la profesión de Profesor que aún en nuestros días se encuentra desvalorizada se debe a diversos factores como es el hecho de que no fuera considerada una profesión, no contaba con un perfil de ingreso definido, no requería de ciertas habilidades, podía ejercerse sin título y aún en nuestros días alberga a muchos otros profesionistas. En lo personal yo no soy de formación profesora y si bien como mencioné muchas profesiones siguen considerando un campo laboral fértil la docencia, pero el ser docente implica muchas cuestiones debido a que es un actor de cambio. Por otro quiero mencionar que los respaldos que se buscaron mediante el sindicato se ha vuelto en un enemigo, pues este en muchas ocasiones tiene mayor injerencia que la misma Secretaria de Educación Pública. Además que es esta organización donde más se permean los intereses políticos por el numero de agremiados.
BIBLIOGRAFÍA Arnaut, A. (1996). Historia de una profesión. Secretaria de Educación Pública. México D.F.