Colegio Nueva Aurora de Chile Departamento de Lenguaje y Comunicación Docente: Cindy Lefián Díaz
GUÍA DE APRENDIZAJE “CUENTO FANTÁSTICO” 8º BÁSICO Nombre: …………………………………………………… ………………………………………………………C!r"o:………… …C!r"o:………… Fe#$%:………… OBJETI&O: OBJETI&O: Com're()er *% e"+r!#+!r% )e* #!e(+o ,%(+-"+.#o
A instancias de la Literatura, un cuento es una narración que presenta una serie de hechos ficticios o fantásticos, que se caracteriza por su brevedad, brevedad, sencillez argumental y en materia de presentación de personajes y que generalmente tiene como misión entretener entretener o enseñar didácticamente didácticamente algunas cuestiones, especialmente especialmente al público infantil, el cual, al percibir la estructura del cuento se entregará más cómodamente al aprendizaje en cuestión !or su parte, el cuento fantástico respeta las mencionadas condiciones del cuento, es decir, nos propone el relato, la narración de eventos cotidianos, aunque, en un determinado determinado momento del relato se sucederá un hecho fantástico, que escapa a la comprensión comprensión de la realidad y que tornará al mencionado cuento en una historia fantástica "in embargo, y a pesar de esa irrealidad que en cierto momento se plantea sigue presente el efecto de la realidad, marcado habitualmente por el conte#to, que hace que de todas maneras el lector le halle una lógica a aquello que está descubriendo $eneralmente $eneralmente aquello que marcará la fantas%a de la historia consiste en un hecho que no puede ser e#plicado por la ciencia, por la razón y entonces se erige en algo sumamente misterioso y jamás e#perimentado &ambi'n, e inevitablemente de la mano de este hecho de no poder e#plicar naturalmente una cuestión, es que aparecerá el desconcierto y la incertidumbre en el lector (#isten una serie de condiciones que reúne este tipo de narración que lo distingue del resto y permiten identificarlo como tal, como ser) el marco en el cual acontece la historia es verdadero, verdadero, se combinan sucesos y elementos veros%miles como inveros%miles, tal es el caso de la aparición en escena de un genio contenido en una lámpara que le propone al protagonista de la historia que pida tres deseos que le serán concedidos concedidos de inmediato* acto seguido, el protagonista los pide y se le concede pasar de un momento a otro de la pobreza a la riqueza + la ambigedad tambi'n es una condición que dice presente en el cuento fantástico ya que admitirá una pluralidad de interpretaciones interpretaciones + respecto de las partes componentes de este tipo de cuento se cuentan) acontecimiento inicial -parte que consiste en la presentación de personajes que son ubicados en espacio y tiempo., nudo -momento en que se presenta el desequilibrio respecto de la historia del comienzo y se produce una transformación transformación en cuanto a
ello. y desenlace -se caracteriza por no resolver el conflicto sino que aún más, genera otro que aumenta la duda de todo lo relatado "uelen apelar a un final abierto.
Ingredientes de la materia fantástica
(l cuento fantástico utiliza como punto de partida los misterios que plantean el hombre y su mundo y que no han tenido una e#plicación clara y certera) el tiempo, el espacio, los sueños, las dimensiones, la muerte (l autor del cuento fantástico elige uno de esos misterios como tema pero sin intención de resolverlo, sino que, vali'ndose de la ausencia de respuestas y de su imaginación, logra la incertidumbre (s por eso que, partiendo de elementos reales y cotidianos / a veces en forma gradual y otras abruptamente0 anula la realidad y nos traslada al ámbito de lo misterioso y de lo ine#plicable !roviene de la vacilación entre una e#plicación natural o una sobrenatural (l escritor busca que el lector se pregunte acerca de la factibilidad de los sucesos* por eso elabora un relato veros%mil, al que añade elementos e#traños 1ste es el medio de producir la perplejidad y el suspenso, fuente de curiosidad, desazón y, a veces, miedo para el lector Tratamiento de la materia fantástica
"on prácticamente innumerables los medios de que se valen los autores de narraciones fantásticas una vez que han entrado en el proceso mental por el cual liberan su imaginación 2nvaden tiempo, espacio, personajes o situaciones y, en ocasiones, todo a la vez 3uando el personaje es presa de las fuerzas sobrenaturales, si es un ser humano puede sufrir, entre otros, el fenómeno de la metamorfosis* si es cualquier elemento de la realidad /animales, objetos, muerte, esp%ritu0 se animiza y adquiere caracter%sticas propias del hombre "i la invasión de lo fantástico se produce por medio del tiempo y del espacio, se producen traslados a los otros tiempos 0ya del pasado como al futuro0 anacronismos parciales, retrocesos en la propia historia, detención del tiempo, desajustes entre el tiempo cronológico y el tiempo interior, multiplicación en el tiempo, ruptura de las leyes f%sicas, transmutación de mundos 4tro tema predilecto de los autores de cuentos fantásticos es la interrelación entre el sueño y la realidad) sueño dentro de otro sueño, conciencia de que se está soñando, sueños comunes a varias personas* en todos los casos, con un elemento que, luego en la vigilia, deja un rastro) por ejemplo, un objeto material presente en el sueño y presente en la vigilia Definición
(l cuento fantástico es aquel que, por la suma de elementos reales y de elementos e#traños e ine#plicables, hace vacilar entre una e#plicación natural o una sobrenatural y deja al lector sumido en la incertidumbre
5e) &h'ophile $autier La cafetera
2 (l año pasado me invitaron, junto a dos de mis compañeros de trabajo, Arrigo 3ohic y !edrino 6orgnioli, a pasar unos d%as en un lugar remoto de 7ormand%a (l tiempo que, cuando nos pusimos en marcha, promet%a ser e#celente, cambió de repente, y cayó tanta lluvia, que los tortuosos caminos por los que avanzábamos eran como el lecho de un torrente 7os hundimos en el cieno hasta las rodillas, una capa espesa de tierra resbaladiza se pegó a la suela de nuestras botas, y su peso aminoró de tal modo nuestros pasos, que llegamos a nuestro lugar de destino una hora despu's de la puesta del sol (stábamos agotados* as% es que nuestro anfitrión, al comprobar los esfuerzos que hac%amos para reprimir los bostezos y mantener los ojos abiertos, una vez que hubimos cenado, mandó que nos condujeran a cada uno a nuestra habitación La m%a era muy amplia* sent%, al entrar en ella, como un estremecimiento febril, porque me pareció que entraba en un mundo nuevo 8ealmente, uno pod%a creerse en tiempos de la 8egencia, viendo los dinteles de 6oucher que representaban las cuatro (staciones, los muebles de estilo rococó del peor gusto, y los marcos de los espejos torpemente tallados 7ada estaba desordenado (l tocador cubierto de estuches de peines, de borlas para los polvos, parec%a haber sido utilizado la v%spera 5os o tres vestidos de colores tornasolados, un abanico sembrado de lentejuelas de plata alfombraban el entarimado bien encerado y, ante mi gran asombro, una tabaquera de concha, abierta sobre la chimenea, estaba llena de tabaco todav%a fresco 7o advert% estas cosas hasta despu's de que el criado, tras dejar la palmatoria en la mesa de noche, me hubo deseado felices sueños y, lo confieso, empec' a temblar como una hoja 9e desnud' rápidamente, me acost' y, para acabar con aquellos estúpidos temores, pronto cerr' los ojos volvi'ndome hacia el lado de la pared !ero me fue imposible permanecer en esa postura) la cama se agitaba como una ola y mis párpados y mis ojos se negaban obstinadamente a cerrarse 7o tuve más remedio que volverme y mirar (l fuego que ard%a en la chimenea lanzaba reflejos rojizos a la estancia, de modo que se pod%a sin dificultad contemplar los personajes de los tapices y las figuras de los retratos borrosos colgados de la pared (ran los antepasados de nuestro anfitrión, caballeros con armaduras de hierro, consejeros con peluca, y bellas damas de rostro maquillado y cabellos empolvados de blanco, que llevaban una rosa en la mano 5e repente el fuego cobró un e#traño grado de actividad* un resplandor macilento iluminó la habitación, y vi claramente que lo que hab%a tomado por simples pinturas se hac%a realidad* porque las pupilas de aquellos seres enmarcados se mov%an, brillaban de forma singular* sus labios se abr%an y se cerraban como labios de personas que hablaran, pero yo no o%a sino el tic0tac del reloj de pared y el
silbido del viento otoñal :n terror invencible se apoderó de m%, se me erizaron los cabellos, los dientes me castañeteaban tan fuertemente que pens' que se me iban a romper, y un sudor fr%o inundó todo mi cuerpo (l reloj dio las once La vibración del último toque retumbó durante un instante interminable y, cuando hubo cesado completamente ;4h, no< 7o me atrevo a decir lo que ocurrió, nadie me creer%a y me tomar%an por loco Las velas se encendieron solas* el fuelle, sin que ningún ser visible lo pusiera en movimiento, empezó a soplar el fuego, carraspeando como un viejo asmático, mientras las tenazas remov%an los tizones y la paleta levantaba las cenizas 5espu's, una cafetera se tiró desde una mesa en la que estaba posada, y se dirigió, renqueando, hacia la lumbre, donde se instaló entre los tizones :nos instantes más tarde, las butacas empezaron a ponerse en movimiento y, agitando sus retorcidas patas de forma sorprendente, fueron a colocarse alrededor de la chimenea 22 7o sab%a qu' pensar de lo que ve%a* pero lo que me quedaba por ver era todav%a más e#traordinario :no de los retratos, el más antiguo de todos, el de un gordo mofletudo de barba gris, que se parec%a, hasta el punto de confundirse a la idea que siempre me hab%a hecho del viejo sir =ohn >alstaff, sacó, gesticulando, la cabeza de su marco y, despu's de grandes esfuerzos, habiendo logrado pasar sus hombros y su rechoncho vientre por entre los estrechos márgenes de la orla saltó pesadamente al suelo &odav%a no hab%a recobrado el aliento cuando sacó del bolsillo de su jubón una llave incre%blemente pequeña) sopló dentro para asegurarse de que el agujero estaba bien limpio, y la aplicó a todos los marcos, unos tras otros + todos los marcos se ensancharon para dejar pasar fácilmente a las figuras que encerraban !equeños y sonrosados abates, nobles ancianas, secas y amarillas, magistrados de gesto grave, embutidos en enormes trajes negros, petimetres con medias de seda, calzón de lana y la punta de la espada en alto todos esos personajes presentaban un espectáculo tan e#traño que, a pesar de mi espanto, no pude evitar que me diera la risa Los dignos personajes se sentaron* la cafetera saltó ágilmente a la mesa &omaron el caf' en tazas del =apón, blancas y azules, que acudieron espontáneamente procedentes de la superficie de un escritorio, cada una provista de un terrón de azúcar y de una cucharita de plata :na vez tomado el caf', tazas, cafetera y cucharas desaparecieron a la vez, y empezó la conversación, realmente la más curiosa que jamás hab%a o%do porque ninguno de los e#traños conversadores miraba al otro al hablar) todos ten%an los ojos fijos en el reloj de p'ndulo +o tampoco pod%a desviar la mirada de 'l, ni evitar seguir la aguja, que avanzaba hacia medianoche a imperceptibles pasos !or fin, sonaron las doce* una voz, cuyo timbre era e#actamente el del reloj, se dejó o%r y dijo) 0(s la hora, bailemos (l grupo entero se levantó Las butacas retrocedieron solas* entonces, cada
caballero cogió la mano de una dama, y la misma voz dijo) 0;?amos, señores de la orquesta, empiecen< @e olvidado decir que el motivo de los tapices era) en uno, un concierto italiano y, en el otro, una cacer%a de ciervos donde varios criados tocaban el cuerno Los monteros y los músicos que, hasta entonces, no hab%an hecho gesto alguno, inclinaron la cabeza en señal de adhesión (l maestro levantó la batuta, y una armon%a viva y bailable surgió de los dos e#tremos de la sala !rimero bailaron el minu' !ero las rápidas notas de la partitura ejecutada por los músicos armonizaban mal con las graves reverencias) además, cada pareja de bailarines, al cabo de unos minutos, se puso a hacer piruetas como una peonza Los vestidos de seda de las mujeres, arrugados en aquel torbellino danzante, emit%an sonidos de especial naturaleza* era como el ruido de alas de un vuelo de palomos (l aire que se introduc%a por debajo los inflaba prodigiosamente, de modo que parec%an campanas en movimiento (l arco de los virtuosos pasaba tan rápidamente por las cuerdas, que sal%an chispas el'ctricas Los dedos de los flautistas se alzaban y bajaban como si hubieran sido de azogue* las mejillas de los monteros estaban hinchadas como balones, y todo ello formaba un torrente de notas y trinos tan apresurados y escalas ascendentes y descendentes tan embrolladas, tan inconcebibles, que ni los propios demonios hubieran podido seguir dos minutos semejante compás 5aba pena ver los esfuerzos de aquellos bailarines por seguir el ritmo "altaban, hac%an cabriolas, zalamer%as, agitados pasos de danza y trenzados de tres pies de altura, con tal %mpetu que el sudor, que les ca%a por la frente hasta los ojos, les desdibujaba los bigotes y el maquillaje !ero por mucho que hicieran, la orquesta siempre se les adelantaba tres o cuatro notas (l reloj dio la una* se detuvieron ?i algo que se me hab%a escapado) una mujer que no bailaba (staba sentada en una butaca a un lado de la chimenea, y no parec%a en lo más m%nimo tomar parte en lo que pasaba a su alrededor =amás, ni siquiera en sueños, nada tan perfecto se hab%a presentado a mis ojos* una piel de resplandeciente blancura, el cabello de un rubio ceniciento, largas pestañas y unos ojos azules, tan claros y tan transparentes, que a trav's de ellos ve%a su alma tan n%tidamente como un guijarro en el fondo de un arroyo + sent% que, si alguna vez llegaba a amar a alguien, ser%a a ella "alt' precipitadamente de la cama, donde hasta entonces no hab%a podido moverme, y me dirig% hacia ella, llevado por algo que actuaba sobre m% sin que pudiera darme cuenta* y me encontr' a sus pies, con una de sus manos entre las m%as, charlando como si la conociera desde hac%a veinte años !ero, por un e#traño prodigio, mientras le hablaba, segu%a con una ligera oscilación de cabeza la música que no hab%a cesado de sonar* y, aunque estuviera en el colmo de la dicha conversando con tan bella persona, los pies me ard%an de deseos de bailar con ella "in embargo no me atrev%a a propon'rselo Al parecer, comprendió lo que yo quer%a, porque, levantando hacia la esfera del reloj la mano que le quedaba libre, dijo) 03uando la aguja avance hasta ah%, ya veremos, mi querido &h'odore 7o s' cómo ocurrió pero no me sorprendió en absoluto o%r que me llamaba por mi nombre, y continuamos charlando !or fin, sonó la hora indicada, la voz con timbre de plata vibró otra vez en la habitación y dijo)
0ngela, puedes bailar con el caballero, si te apetece, pero ya sabes lo que pasará 07o importa 0respondió ngela en tono enojado + me rodeó el cuello con su brazo de marfil 0!restissimo< 0gritó la voz + empezamos a bailar un vals (l seno de la muchacha tocaba mi pecho, su aterciopelada mejilla rozaba la m%a, y su suave aliento acariciaba mi boca (n toda mi vida hab%a e#perimentado una emoción semejante* mis nervios vibraban como resortes de acero, la sangre me corr%a por las arterias como un torrente de lava, y o%a latir mi corazón como si tuviera un reloj en los o%dos "in embargo aquel estado no era terrible en absoluto (staba inundado de una inefable dicha y hubiera querido seguir siempre as%, y, cosa e#traordinaria, aunque la orquesta hubiera triplicado su velocidad, no necesitábamos hacer esfuerzo alguno para seguirla Los asistentes, maravillados de nuestra agilidad, gritaban entusiasmados, y aplaud%an con todas sus fuerzas, aunque no emit%an ningún sonido ngela, que hasta entonces hab%a bailado el vals con una energ%a y una perfección sorprendentes, de repente pareció cansarse* me pesaba en el hombro como si las piernas le flaquearan* sus piececitos que, un minuto antes, tocaban ligeramente el suelo se alzaban muy lentamente, como si estuvieran cargados con una masa de plomo 0ngela, estás cansada 0le dije0* descansemos 09e gustar%a 0contestó enjugándose la frente con su pañuelo0 !ero mientras bailábamos el vals, todos se han sentado* sólo queda una butaca y somos dos 0;Bu' importa, ángel m%o< &e sentar' en mis rodillas 222 "in hacer la menor objeción, ngela se sentó, me rodeó con sus brazos como si de un chal blanco se tratara y escondió la cabeza en mi pecho para calentarse un poco, porque se hab%a quedado fr%a como el mármol 7o s' cuánto tiempo permanecimos en esa posición, porque todos mis sentidos estaban absortos en la contemplación de aquella misteriosa y fantástica criatura @ab%a perdido la noción de la hora y del lugar* el mundo real ya no e#ist%a para m%, y todos los lazos que me acaban a 'l se hab%an roto* mi alma, libre de su prisión de fango, nadaba en el vac%o y el infinito* comprend%a lo que ningún hombre puede comprender, pues los pensamientos de ngela se me revelaban sin que ella tuviera necesidad de hablar "u alma brillaba en su cuerpo como una lámpara de alabastro, y los rayos que sal%an de su pecho atravesaban el m%o de parte a parte 3antó la alondra y un pálido resplandor se vislumbró tras las cortinas (n cuanto ngela lo vio, se levantó precipitadamente, me hizo un gesto de despedida y, despu's de dar unos pasos, lanzó un grito y se desplomó !resa de espanto, me precipit' a levantarla La sangre se me hiela sólo de pensarlo) no encontr' sino la cafetera rota en mil pedazos Ante aquella visión, convencido de que hab%a sido el juguete de alguna ilusión diabólica, se apoderó de m% tal pánico, que me desvanec% 2? 3uando recobr' el conocimiento, me encontraba en la cama* Arrigo 3ohic y !edrino 6orgnioli estaban de pie a la cabecera (n cuanto abr% los ojos, Arrigo e#clamó) 0;6ueno, menos mal< Llevo casi una hora frotándote las sienes con agua de 3olonia CBu' diablos has hecho esta nocheD !or la mañana, al ver que no bajabas, entr' en
tu habitación, y te encontr', cuan largo eres, tirado en el suelo, vestido de cuello duro y levita, abrazando un trozo de porcelana rota como si de una joven y bella muchacha se tratara
0;!ues claro< (s el traje de boda de mi abuelo 0dijo el otro levantando uno de los faldones de seda forrado en tono rosa y estampado en tonos verdes0 (stos son los botones de estrás y de filigrana de los que tanto presum%a &h'odore lo habrá encontrado en algún rincón y se lo habrá puesto para divertirse !ero Ccuál ha sido la causa de tu malD (so está bien para una damisela de blancos hombros* se le afloja el cors', se le quitan los collares, el chal) una buena ocasión para hacer remilgos 07o ha sido más que un desmayo* soy muy propenso 0respond% secamente 9e levant' y me despoj' de mi rid%cula vestimenta Luego fuimos a almorzar 9is tres compañeros comieron mucho y bebieron todav%a más* yo casi no com%, pues el recuerdo de lo que hab%a pasado me distra%a de forma e#traña (l almuerzo terminó, pero como llov%a a cántaros, no se pod%a salir* cada uno se entretuvo, pues, como pudo 6orgnioli tamborileó marchas guerreras en los cristales* Arrigo y el anfitrión jugaron una partida de damas* yo saqu' de mi álbum una hoja de pergamino y me puse a dibujar Las l%neas casi imperceptibles trazadas por mi lápiz, sin que hubiera pensado en ello en absoluto, comenzaron a diseñar con la más maravillosa e#actitud la cafetera que hab%a jugado un papel tan importante en las escenas de la noche 0(s sorprendente cómo esta cabeza se parece a mi hermana ngela 0dijo el anfitrión, que hab%a terminado su partida y me ve%a trabajar por encima del hombro (n efecto, lo que antes me hab%a parecido una cafetera era realmente el perfil dulce y melancólico de ngela 0;!or todos los santos del para%so< C(stá muerta o vivaD 0e#clam' con un cierto temblor en la voz, como si mi vida dependiera de su respuesta 09urió hace dos años, de una pleures%a, despu's de un baile 0;Ay< 0respond% dolorosamente +, conteniendo una lágrima que estaba a punto de caer, guard' el papel en el álbum ;Acababa de comprender que para m% ya no era posible la felicidad en la tierra<