Steve Giddins
cómo construir su repertorio de aperturas en ajedrez
EDITORIAL LA CASA DEL AJEDREZ
© Steve Giddins © Editorial La Casa del Ajedrez Calle San Marcos, 41 Teléfono 91 521 2008 Fax 91 531 3880 Madrid 28004 Email:
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Título original: How to build your chess opening repertoire Gambit Publications, 2003. Dirección Editorial: Andrés Tijman Marcus Consejero Editorial: Daniel Elguezábal Varela Traducción: Antonio Gude Diseño de portada: Claudia Tijman l.S.B.N.:(10) l.S.B.N.:(13) Depósito Legal:
84-934786-8-7 978-84-934786-8-1 M. 43.973-2006
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Sumario Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Las claves para jugar con éxito la apertura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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2 ¿Es la variedad la salsa de la vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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3 Estilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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4 ¿Rutas principales o caminos secundarios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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5 Órdenes de jugadas y transposiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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6 Uso y abuso de ordenadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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7 Universalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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8 Infidelidad y divorcio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 04 9
Análisis del repertorio de algunos jugadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1 8
indice de jugadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 42
indice de aperturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 44 .
Introducción Aperturas: no podemos vivir con ellas, ni sin ellas
Las aperturas son un área del juego con la que los jugadores suelen mantener una relación de amor-odio. Por una parte, casi todos los jugadores serios tienen un gran interés en la fase inicial de la partida. Invertimos una importante proporción del tiempo que le dedicamos al estudio del ajedrez a las aperturas, y una proporción igualmente grande del dinero que invertimos en libros de ajedrez está destinada a li bros sobre aperturas. Aunque muchos de nosotros podamos decir que lamentamos el enorme papel que juega la teoría de aperturas en el ajedrez actual, los hechos tienden a desmentir esto. El fracaso del ajedrez Fischer (random chess, o ajedrez al azar) en suscitar interés en la mayoría de los jugadores de ajedrez, da fe del hecho de que, por mucho que nos lo digamos, lo cierto es que muy pocos tenemos un verdadero deseo de escapar del vasto edificio que constituye la moderna teoría de aperturas. Por otra parte, sin embargo, casi todos estamos seguros de que las aperturas son las culpables de la mayoría de nuestras derrotas, y de que seríamos mucho más fuertes "si conociésemos bien las aperturas". Recordemos las veces que hemos oído quejarse a compañeros de equipo y amigos, tras haber perdido una partida. ¿Con cuánta frecuencia les hemos oído decir: "Bueno, perdí porque jugué mal un final de torres", o "Si pudiese jugar mejor las estructuras de peones bloqueados", o algo parecido? Si sus compañeros de club y amigos son parecidos a los míos, la respuesta será "apenas nunca". En lugar de eso, lo que casi siempre oímos es algo de este estilo: "Conocía la apertura mejor que yo", o bien "Es esa apertura. Tengo que dejar de jugarla. Siempre pierdo con ella". La verdad del asunto es que la gran mayoría de los jugadores, por debajo del nivel de maestro, emplea una cantidad desproporcionada de tiempo en estudiar aperturas, y sin embargo consigue muy pocos beneficios concretos a cambio. Hay numerosas razones para que así sea: cambiar de aperturas con demasiada frecuencia, excesiva concentración en aprender variantes de memoria (en detrimento de la comprensión de las posiciones), demasiada predisposición a creer en la autoridad ajedrecística, en lugar de utilizar nuestro propio entendimiento, etc. Por encima de todo, muy pocos jugadores entienden cómo deben estudiar aperturas, y cómo deben formar su propio repertorio de aperturas. Los resultados negativos se extienden sobre todo nuestro 4
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
111q(o.
Porque dedicamos mucho tiempo a las aperturas, descuidamos otras áreas del Además, cuando perdemos una partida, a menudo culpamos a la apertura, drridimos estudiar alguna otra y seguimos empleando más tiempo en aperturas, ig1 111111ndo el hecho de que la verdadera razón por la que perdimos la partida en cues111'111 l'uc porque ¡jugamos mal el final! 1-:1 objetivo de este libro es tratar de ayudar a los lectores a rectificar este penoso 1·�111do de cosas, a fin de facilitar que sus estudios de aperturas sean encauzados de l111111a eficiente y efectiva. Con esfuerzos bien orientados, no es tan dificil disponer 1k un repertorio de aperturas fiable y efectivo, en mucho menos tiempo del que la 1 1 1 1 1yo ría de nosotros nonnalmente dedica a las aperturas. Tener un repertorio, por �upucsto, no nos evitará perder partidas, ni tampoco nos garantizará que nunca �uldrcmos de la apertura con una mala posición. Sin embargo, reducirá el número de wccs en que estas cosas le pasan, y también le ayudará a concentrar la atención so h1 l' la verdadera causa de sus derrotas, que, en la práctica, rara vez son imputables a In npertura. Algo que el libro no pretende hacer es recomendar ningún repertorio 1·spccífico de aperturas, y menos aún asegurarle que ganará contra cualquier defensa 1·11 menos de veinte jugadas. Hay numerosos autores que ofrecen tales curas mila11. rnsas, si eso es lo que está usted buscando. Lo que he tratado de hacer en el libro es uyudarle a decidir por sí mismo qué aperturas debe jugar, pero al hacerlo, he de hnl ido un amplio número de sistemas específicos de apertura, y mis opiniones sobre 1·l las resultan evidentes en el texto. Tiene usted derecho a preguntarse qué es lo que me cualifica para aconsejarle a 11slcd sobre esta materia. Admitiré libremente que en lo que respecta a mi carrera u jcdrecística, no tengo ni idea de cómo enfocar el problema de las aperturas. Hasta 1 1>93 (cuando rondaba los treinta años, y tenía un Elo de 2250), contaba con un ll'pcrtorio sumamente flojo. En realidad, casi no tenía repertorio, porque picoteaba y l'llmbiaba de aperturas virtualmente cada mes. Lo que sí tenía era un conocimiento l(cnérico bastante bueno de montones de aperturas, sobre todo porque fui bendecido rnn una excelente memoria. Sin embargo, no había una sola apertura que hubiese ¡ugado más de un puñado de veces, o de la que pudiese pretender tener un cono rimiento real. Inevitablemente, cada vez que perdía una partida, dejaba a un lado la upcrtura, tomaba nota mental de no volver a jugar aquella variante, y tiraba la planilla al cubo de la basura. Mis primeros pasos en la dirección correcta los di cuando comencé a vivir y tra bajar en Moscú, a fines de 1 992, y por primera vez entré en contacto con un l'Xperimentado entrenador de ajedrez. Aún recuerdo mi incomodidad cuando me pidió que le indicase por escrito mi repertorio completo de aperturas, incluidas las lineas que jugaba contra cada defensa principal de las negras, etc., y me vi obligado 11 confesar que, salvo en uno o dos casos, ¡ sencillamente no podía decirlo! Tomaba la decisión ante el tablero, al recordar cierta línea que acababa de ver en alguna revista. Tras abrir los ojos de par en par durante un minuto o dos, me dio una fuerte dosis de la frase "cualquier escolar ruso sabe más que eso", y empezamos un serio 111q(o.
INTRODUCCIÓN
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trabajo de aperturas por primera vez en mi vida. Bajo su guía, pronto comencé a de· sarrollar un repertorio adecuado y coherente, y un par de años después podio disponer de toda una serie de líneas que había estudiado, jugado y analizado lo bas· tante como para haber desarrollado al menos un razonable entendimiento de lo que estaba haciendo. No hay que decir que mi confianza aumentó y mis resultados me· joraron en consecuencia. Por supuesto, no muchos jugadores tienen la oportunidad de consultar a un expe· rimentado entrenador de ajedrez de la era soviética. Mi objetivo en este libro es tratar, al menos, de cubrir parcialmente el hueco, comunicándoles a mis lectores al gunas de las cosas que he aprendido acerca de la preparación de aperturas, y permi tirles así que desarrollen un repertorio equilibrado y efectivo, con un mínimo de esfuerzo. Todos disfrutamos más del ajedrez cuando ganamos, y aunque contar con un decente repertorio de aperturas no es, en sí, una garantía absoluta de éxito, sí es un buen paso en la dirección adecuada.
Agradecimientos
Debo agradecerle a Graham Burgess su asesoramiento editorial, así como la no che en que nos bebimos unas copas en Gausdal, donde surgió la idea de este libro. Muchos jugadores, inadvertidamente o no, han aportado valiosas reflexiones acerca de su propio enfoque de las aperturas, y sus contribuciones les son acreditadas en el lugar específico del texto. Pero de lejos mi mayor deuda la he contraído con el MI lgor Belov, mi entrenador de ajedrez cuando vivía en Moscú, y el hombre que me enseñó la diferencia entre ser un jugador de ajedrez serio y un jugador que trabaja seriamente en ajedrez. Por último, el libro está dedicado a mis amigos Dave, Roger y el desaparecido John. Sin sus generosos estímulos a un entusiasta del club de ajedrez local, este libro nunca habría encontrado a su autor.
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COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Las claves para jugar con éxito la apertura The Slav (La Eslava), el GM Sadler enumeraba tres elemen l'lnve para tener éxito en el juego de
l 11 Nll libro �l11tthcw
,,,�
11¡11Tl11ra:
1)
( 'onocer
los objetivos de la aper-
111111:
2) Conocer el valor de los órdenes de 111p11das;
Entender las posiciones típicas. este excelente consejo, con el que ··�toy de acuerdo al 1 00%, están com ¡111·ndidas buen número de cosas que me 1111staría comentar en detalle. .1)
h1
lo primero que hay que tomar nota que la memorización de líneas de 11pcrtura no se menciona en absoluto. A dllcrencia de lo que uno piensa, para ju11.11r con éxito la apertura, la memoriza nón de variantes es un factor relativa1ncnte pequeño. Es mucho más impor l1111te entender los temas posicionales y túcticos de la apertura, y apreciar lo que debemos buscar en una posición dada. Es 11 lgo así como el popular proverbio, tan mencionado por las organizaciones hu manitarias: "Dale a un hombre un pes cado y lo alimentarás por un día. En séñale a pescar y lo alimentarás para siempre". Las aperturas de ajedrez son nlgo parecido. Enséñale a un j ugador una serie de jugadas de apertura y le permi tirás jugar bien una posición concreta. Enséñale por qué son buenas las jugadas y le permitirás jugar bien muchas posi1 >e
1·�
ciones. El jugador que depende por com pleto de su memoria, con poco entendi miento real de las ideas subyacentes en las jugadas, se encontrará completamente perdido tan pronto como su oponente se desvíe "del libro", o se llegue al final de la línea memorizada. Por el contrario, el jugador que entiende la apertura podrá descubrir el mejor movimiento o, al me nos, una jugada razonable, aunque ignore por completo lo que el Gran Maestro Anonovich recomienda en su último li bro de aperturas. La siguiente partida es una excelente ilustración del valor que tiene entender una apertura, antes que el mero aprendi zaje de memoria de diversas líneas. Tam bién demuestra que incluso al más alto nivel, entender es más importante que el simple conocimiento. Lautier - Short Pamplona 1 999/2000 l.d4 e6 2.i\LJO i\LJf6 3.c4 d5 4.i\LJ c3 J.e7 5.i.g5 h6 6.i.h4 0-0 7.e3 b6 s.J.d3 J.b7 9.0-0 .lLJbd7 t o.i.g3 c5 l l .tt'e2 i\LJe4 12.cxd5 exd5 13.l:� adl
Ver el diagrama siguiente Esta posición se ha producido en buen número de ocasiones antes de esta par tida, y se considera que la jugada 1 3 de
LAS CLAVES PARA JUGAR CON ÉXITO LA APERTURA
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las blancas es potencialmente la más peligrosa. El fallecido G.M. ruso Alexei Vyzhmanavin había jugado varias veces 1 3 .l'!ad 1 , con excelentes resultados. Lo gró, por ejemplo, una buena ventaja en dos ocasiones, después de los movimien tos 1 3 ... tll df6 14.dxc5 tll xc3 1 5 .bxc3 ixc5 1 6.tll d4.
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Otro movimiento que se ensayó fue 1 3 ... tll x g3, pero después de la variante 1 4.hxg3 a6 1 5 .dxc5 bxc5 1 6.ib l tll b6 l 7.a4 ! , los peones colgantes negros re sultaron un compromiso demasiado se rio en la partida Kramnik - Yusupov, Dortmund 1 998. Short, sin embargo, optó por una nue va jugada para las negras: 13 ...Y« cS! Para nuestros fines, sus comentarios en New in Chess (2000/ 1 , pág. 35) re sultan mucho más significativos que la jugada en sí: "Aunque había visto la par tida Kramnik - Yusupov, la había olvida do. Mi memoria es como un colador. Normalmente, trato de trabajar sobre principios generales. Si no puedo enten der por qué situar mis piezas en ciertas casillas, no hay nada qué hacer". Así, 8
¿cómo funcionó la aplicación de Short de principios generales a su elección de esta jugada? Bueno, es evidente que la oposición de la torre "di" y la dama ne gra en "d8" es molesta para las negras. Como hemos visto por los ejemplos an teriores de Vyzhmanavin, después de los movimientos 1 3 . . . tll df6 14.dxc5, la cla vada del peón "d5 " significa que las ne gras deben cambiar en "c3 " antes de re· tomar. Resolver la tensión central, con 1 3 ... cxd4, es, obviamente, poco atracti vo, de modo que Short llegó a la idea de apartar sencillamente su dama de la co· lumna "d". En este aspecto, el hecho de que las blancas hayan situado su torre dama (y no su torre rey) en "di", con· tribuye a la idea de Short, pues de haber sido a la inversa, ahora las blancas po· drían responder a 1 3 . . .Y«c8 con 1 4.l'!acl. Otro factor que favorece l 3 ...Y«c8 es que, una vez que el caballo deje "d7", la dama podrá desplazarse a la casilla "e6", un puesto típico para la dama negra en posiciones con peones colgantes en "d5" y "c5 ". La jugada de Short ejerció un inme diato efecto, porque Lautier pensó duran te mucho tiempo y no consiguió encon trar un plan efectivo. Eventualmente, se decantó por lo que sigue: 14.i.bl Short señaló que si las blancas juga sen a lo Vyzhmanavin, con la captura 14.dxc5, las negras podrían seguir con 1 4 ... tll xc3 1 5 .bxc3, y ahora es posible 1 5 ... tll x c5. Las negras tienen la opción de continuar luego con ... tll e4 y . . .if6, con excelente juego. 14 ... c!lidf6 15.Y« c2 La batería sobre la diagonal "b l -h7" no es muy efectiva aquí, porque no pa-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
1 1·1·1· que las negras puedan correr el pe1 1µ.1 1 1 de recibir mate. l� J!e8 16.i.e5 YlYe6 17.dxc5 bxc5 I stá claro que las negras han resuelto ''"� problemas de desarrollo muy bien y 1111 l icnen aquí ninguna dificultad. En 1 1·11lidad, Short pronto se sintió lo bas111111 c confiado como para rechazar una p1 11pucsta de tablas en este punto, y lue1'" consiguió ganar una partida impre •11 1 11111nte. !\ mi modo de ver, éste es un ejemplo 1 1·1il mente magnífico acerca del valor de 1·11l cnder la apertura que uno mismo ha ··lq.ddo, en lugar de aprender variantes d1· memoria. Gracias a sus muchos años 1 k 111gar, con negras, el Gambito de Da1 1 111 Rehusado, Short pudo, ante el table '"· l'ncontrar una respuesta efectiva a una l1111·a que había causado significativas 1 1 111lcstias a las negras. Sus palabras, en 1 11 nota a la 1 3ª jugada negra, son espe ' 111l mente notables.
juego con l .d4. Contra el Gambito de Dama Rehusado, le han impresionado un par de partidas en las que ha visto mover la Variante del Cambio con lt:Jge2, y ha decidido que le gustaría jugar esta línea. En consecuencia, ha pasado varias se manas estudiando la posición resultante de l .d4 d5 2.c4 e6 3 . lt:'ic3 lt:'i f6 4.cxd5 exd5 5 .i.g5 ie7 6.e3 0-0 7.iJ.d3 lt:'ibd7 8. lt:'ige2 c6 9.Wfc2 l':!:e8 1 O.O-O lt:'if8 l l .f3
Orden en el caos
Cuando haya estudiado usted las par tidas clásicas Botvinnik - Keres, Cam peonato de la URSS (Moscú) 1 952, y Kasparov - Short, Londres 1 993, Cam peonato Mundial ( 1 5ª), estará listo para destrozar a cualquier adversario que le plantee el Gambito de Dama, con una poderosa avalancha de peones, a base de e4-e5-f4-f5, etc. Se fija entonces en la línea l .d4 lt:'if6
..
·
l ·: I segundo de los tres elementos de '-l11d lcr es conocer el valor de los órdenes di" jugadas. Esto es tan importante que le 111 11sagraré un capítulo completo más 1111l-lante. Por ahora bastará con decir que '' le permite a su oponente trucos para 1 ksviarse a otra línea de la que usted no �11hc nada, entonces su conocimiento de 1 11 npcrtura que ha planteado no es real1 1 11·11te bueno. Al preparar sus aperturas, por tanto, debe tener en cuenta las suti l1· 111s del orden de jugadas y transposicio111·s. l 'orno ejemplo, supongamos que us l1•d ha comenzado de cero su repertorio 1k nperturas, y que ha decidido abrir el '
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2.c4 e6. Tras alguna consideración, de cide que le gusta la forma en que Kas parov gana con la línea 3 . lt:'if3 b6 4.a3, de modo que decide evitar la Nimzo india, jugando 3 . lt:'if3 . Como usted es un tipo meticuloso, tampoco se olvida de preparar algo contra la Defensa Bogo india, 3 ...iJ.b4+.
LAS CLAVES PARA JUGAR CON ÉXITO LA APERTURA
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Por fin, llega el gran día, y usted em puja el peón "d" en una partida de tor neo. El encuentro empieza con l .d4 tll f6 2.c4 e6 3 .lll f3 , pero ahora el granuja de su rival no responde 3 ... b6, ni 3 . . .ib4+, sino 3 ... d5. De pronto, la terrible verdad se cierne sobre el tablero. Si entra en un Gambito de Dama con 4.tll c 3, no podrá alcanzar su amada Variante del Cambio con lll ge2, porque su caballo se encuen tra ya en "f3". Podría jugar 4.g3, traspo niendo a una Catalana, pero esta apertura nunca la ha estudiado, y algunas líneas resultan bastante complicadas, sobre to do aquellas en que las negras toman en "c4" y tratan de aferrarse al peón, algo que dificilmente le tentaría jugar sin pre paración. Así pues, la única alternativa es la ultratierna 4.e3, con lo que toda pre tensión de ventaja de apertura se evapora de inmediato, que no es, en modo algu no, lo que tenía usted pensado cuando analizó las demoledoras victorias de Kas parov con la India de Dama. En pocas palabras, el orden de juga das le ha dejado K.O. Al decidirse por sus opciones de apertura, se olvidó de comprobar si algunas eran incompatibles con otras, y ahora ha pagado el precio por ello. ¡No permita que eso suceda! Espero que, una vez que haya leído el capítulo 5, estará usted de vuelta respecto a todo tru co que pueda estar en el aire, relacionado con el orden de jugadas. Típico, sólo típico
El tercer elemento es entender las po siciones típicas. Esto es algo que supone ir más allá del simple estudio de apertu ras, y aprender a jugar los tipos de medio 10
juego y de final que se derivan de la aper tura que usted ha elegido. Esta es pro bablemente el área principal en la que caen los jugadores con un nivel de juego por debajo del de maestro. Es relativa mente fácil entender los principales as pectos de una apertura, dominar los posi bles órdenes de jugadas y memorizar al gunas líneas clave. Pero es bastante más dificil desarrollar una buena compren sión de las posiciones de medio juego y finales típicos. Como primer ejemplo de la importan cia que tiene entender realmente posicio nes típicas, le pido que considere la po sición siguiente.
Kramnik - Timman Belgrado 1 995
La posición es fácilmente reconocibl como característica de un Gambito d Dama Rehusado, Variante del Cambio Muchos fuertes jugadores saben bien qu el plan principal de la blancas en es estructura es el llamado ataque de 1 minorías, en el que el peón "b" se avanz a "b4" y "b5" con idea de capturar eq "c6" y dejar a las negras con un peón re� trasado. En la posición del diagrama, las
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
hlnncas, por supuesto, jugaron 1 6.b5, ¿o 1111'1 Lo cierto es que no. Kramnik hizo ... lt1.hxaS! y escribió: "Una decisión típica, puesto que 1 6.b5 c5 no ofrece a las blancas todo 111 que querrían". Este es un ejemplo de \'t•rdadera comprensión de posiciones llpicas. La clave radica en que, después 1k l 6.b5 c5, las blancas pueden aislar el pl·ún "d" negro, con l 7.dxc5. Sin em hnrgo, uno de los aspectos más sutiles de lns posiciones con peón "d" aislado es que no son tan buenas para las blancas l'uando su peón "b" se encuentra en "b5". 1 1 1 razón es que han debilitado sus ca �1 l l a s "c3 " y "c4", que las negras con frecuencia pueden explotar para su con1 rujuego. Por ejemplo: un caballo puede llegar a "c4", apoyado por su peón de "d5", o bien las negras pueden situar sus l orres en la columna "c" y presionar des de ella la posición blanca. Otra clave es que las blancas tienen debilidades en sus rnsillas negras del flanco de dama, en purticular "b4", gracias al hecho de que no disponen de alfil de casillas negras, y que el peón negro de "a5" controla "b4". l Jna incursión de la dama negra a "b4" podría resultar muy molesta para las blancas, sobre todo si la torre dama blanca ha dejado la columna "a", con el resultado de que un cambio en "b4" dejaría el peón "a" desprotegido. Por todas estas razones, Kramnik cam hió de planes. 1 6 JhaS Ahora Kramnik reveló la clave de su plan alternativo. 1 7.c!l\d2 ..
La intención es apoderarse de las ca sillas "c5" y "b6", mediante lt:ib3-a5 y �Ja4. Esto nos permite ver que las blan-
cas han invertido por completo la ten dencia de los acontecimientos en el flan co de dama. En lugar de que las blancas queden débiles en casillas negras, como hubiera sido el caso después de 1 6.b5, ahora amenazan con establecer un firme control de esas casillas negras en campo enemigo. Unas j ugadas después, tras ha ber alterado la coordinación de las piezas negras con sus amenazas en el flanco de dama, Kramnik de nuevo cambió de plan, efectuó una ruptura en el centro con el avance e4 y pronto logró un ata que ganador. El ejemplo siguiente muestra una po co conocida sutileza en una posición ti pica con peón "d" aislado.
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Stanec - Beliavsky Graz 1 996
A diferencia de muchas posiciones con peón "d" aislado, en las que las blancas tratan de convertir su ventaja espacial en iniciativa en el flanco de rey, aquí han jugado sobre todo en el flanco de dama. Sin embargo, un plan así rara vez está justificado, a menos que las ne gras hayan debilitado de algún modo su
LAS CLAVES PARA JUGAR CON ÉXITO LA APERTURA
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estructura en dicho flanco. Aquí no es el caso, y las esperanzas de las blancas de berían relacionarse con la posibilidad de igualar mediante una oportuna ruptura en "d5 ". No obstante, Beliavsky impidió la realización de ese plan con una magnífi ca secuencia. 18 ....lc6! 19 .lxc6 bxc6! La última jugada es la que muestra la idea clave. A primera vista, parece ab surdo asumir un débil peón aislado en una columna abierta. En realidad, sin embargo, el peón de "c6" es mucho me nos débil de lo que aparenta, y son mu cho más vulnerables los peones blancos de "d4" y "b2". Por otro lado, el peón de "c6" asegura que las negras no puedan nunca desprenderse de su peón "d" ais lado con el avance a "d5" . Esta trans formación estructural es una idea cono cida en posiciones con peón "d" aislado, aunque no se menciona en muchos libros sobre el tema (con las notables excepcio nes de Winning Pawn Structures, de Alexander Baburin, y Understanding Pawn Play in Chess, de Drazen Ma rovic) . El primer ejemplo de alto nivel que yo conozca se produjo en la partida Lasker - Capablanca, La Habana 1 92 1 , Campeonato Mundial ( 1 O"), aunque en tal partida, todo el valor didáctico de la idea negra se perdió en pocos movimien tos, cuando las blancas cambiaron piezas en "d5", permitiendo así a las negras des prenderse de su nuevo peón aislado, con ... cxd5. En la presente partida, el peón de "c6" sobrevive a largo plazo, y Beliavsky nos da una demostración de libro acerca de las ventajas de la estructura negra. 20. c!De4 :S:d7 21.a5?! Esto debilita el peón "a" y desvía el 12
caballo negro adonde, de todos modm quería ir. 21... c!Dcs 22.Wa4 c!De7 8
2 a
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Este caballo ocupa una posición idea en "e7", defendiendo el peón de "c6" : preparándose para un ulterior salto "f5", atacando la debilidad de "d4". E resto de la partida no entra en el tema de presente libro, así que sólo incluiré la jugadas que faltan sin comentarios. 23. c!Dgs :S:d5 24.c!LJ O Wd6 25.h3 E: b: 26. :S:d2 Wb4 27.Wxb4 :S:xb4 28. :S:c2 ti 29.a6 @n 30.E: el h5 31.h4 :S:d6 32.g c!Df5 33.© g2 © e7 34. :S:ecl © d7 35. :S:a c!Dxd4 36. c!Dxd4 :S:dxd4 37. :S:a5 :S:d: 38.E: a3 e5 39. :S:fJ :S:b6 40. :S:a3 © e' 41.© fJ E: db5 42.E: a2 :S:b3+ 43.© e: :S:6b4 Y las blancas se rindieron. Estos dos ejemplos ilustran aspecto sutiles de estructuras de peones típica! Si juega usted aperturas que conduzcan estructuras de este tipo (como, por ejem plo, el Gambito de Dama, tanto con blan cas como con negras), sus resultados me jorarán mucho si consigue familiarizars con planes típicos e ideas posicionale
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
romo los que hemos comentado. La profundidad de algunos Grandes M aestros en la comprensión de posicio11cs típicas de medio juego y final, a par l i r de sus aperturas favoritas, es increí ble. En este aspecto, recuerdo una his loria que contaba Alexander Kotov, a propósito del Excampeón Mundial Mijail Botvinnik.
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Botvinnik - Matulovic Palma de Mallorca 1 967
Esta fue la posición aplazada. En su clásico Piense como un Gran Maestro, Kotov cuenta lo siguiente: "Durante la interrupción del juego, Botvinnik nos dijo a Smyslov y a mí: 'La posición está fácilmente ganada para las blancas. En el momento oportuno, hay un sacrificio de caballo decisivo, en "g6" o "h5 ". He analizado finales similares mientras me preparaba para mi match con Tal"'. Cuando la partida se reanudó, Botvinnik consiguió anotarse el punto entero, gra cias a un sacrificio en "g6": 43.© tl .ic8 44.lll g3 .id7 45..ie2 Yl!l a4 46.© f2 .ie8 47.lll xg6! lll xd5 O bien 47 ... tlixg6 48.tlixf5 , o aun
47 . . . 'i!;>xg6 48.llixh5 . 48. lll xhS .!lide7 49.Yl!lg7+, y las negras se rindieron. Esta es una perfecta ilustración de la profundidad de preparación de los Gran des Maestros. El final anterior se produjo en una Benoni, una de las aperturas fa voritas de Tal. Está claro que, cuando se preparaba para enfrentarse a Tal, en sus matches por el título mundial de 1 960 y 1 96 1 , el estudio de Botvinnik de la Be noni fue más allá del simple análisis de las secuencias de apertura. Por el con trario, analizó medios juegos y finales característicos de la Benoni, y también había trabajado sobre los métodos típicos de juego en tales posiciones. Un pequeño ejemplo de ese conocimiento lo demos tró en su partida con Matulovic. Ahora bien, ¿cómo podemos desarro llar un conocimiento así? Bueno, en primer lugar, no memorizando variantes, pues no hay aprendizaje de memoria suficiente para encontrar jugadas como la de Kramnik, 1 6.bxa5, ni la de Beliav sky, l 9 . . . bxc6, no digamos ya el plan del final en la partida de Botvinnik contra Matulovic. La mayoría de los libros so bre aperturas no enseña estas cosas. Es cierto que actualmente hay muchas mo nografias sobre aperturas, con un capítu lo introductorio en el que se habla de los temas posicionales que confluyen en la apertura, con las características ventajas e inconvenientes de la misma, pero son un breve esbozo y, por lo general, apenas arañan la superficie del objeto. Por el contrario, el método principal para ad quirir tal conocimiento radica en estudiar partidas bien comentadas, por jugadores especializados en las aperturas que a us-
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ted le interesan. Me gustaría ofrecerle un ejemplo del mismo trabajo que yo llevé a cabo dentro de estas líneas. Desde que comencé a preparar un re pertorio de aperturas consistente e iden tificable, mi defensa contra l .e4 ha sido la Francesa y, más concretamente, la Va riante Winawer, 1 .e4 e6 2.d4 d5 3. � c3 i.b4 4.es es s.a3 Axc3+ 6.bxc3 � e7
En esta apertura las negras incurren en algunos riesgos posicionales. Sitúan sus peones centrales en casillas blancas, y luego prescinden de su alfil de casillas negras, quedándose, por tanto, con las casillas oscuras seriamente debilitadas. A cambio, sin embargo, doblan peones blancos e inducen a su rival a bloquear parcialmente la posición con e5, quitán dole así buena parte de su efectividad a la pareja de alfiles. En el medio juego re sultante, la batalla estratégica normal mente evoluciona en tomo a las tenta tivas de las blancas por abrir la posición y, de modo especial, por activar su alfil de casillas negras en la diagonal "a3-IB". Las negras, entretanto, generalmente lu chan por mantener cerrada la posición, a menudo jugando ... c4, y tratando de pre14
sionar sobre la debilitada estructura blan ca de peones. En tomo a 1994, tras haber perdido un par de feas partidas, con negras, en esta posición, concluí que necesitaba mejorar mi comprensión de estos medios juegos típicos de la Variante Winawer. Para ello, decidí analizar algunas partidas ju gadas por los principales especialistas en la variante, Botvinnik y Uhlmann. Este último, en particular, no jugaba práctica mente otra cosa que la Francesa, durante una carrera de cuarenta años. Por suerte, acababa de publicar un libro con sus me jores partidas en la Defensa Francesa, bajo el modesto título Ein Leben lang Franzosisch. . . richtig gespielt! (La Fran cesa para toda una vida... ¡correctamente jugada!). Existe una traducción inglesa del libro ( Winning With the French). Na turalmente, consulté este libro como base de mi trabajo, y una de las partidas que estudié detenidamente fue su famosa vic toria sobre Bobby Fischer. Fischer - Uhlmann Buenos Aires 1 960 7.� 0 i.d7 8.a4 °flYaS 9. °flYd2 � bc6 toi.d3 c4 l li.e2 f6 12.Aa3 � g6 13.0-0 0-0-0 14.i.d6 � ce7 1 5. � h4 g de8 16.� xg6 hxg6 1 7.exf6 gxf6 1 8.h3 � f5 t9.i.h2 gs 20.r4 � d6 21.Ao
Ver el diagrama siguiente Aquí tenemos una típica lucha Wi nawer. Las negras han jugado ... c4, en rocando largo con relativa seguridad, y han roto el centro blanco con ... f6. Con su masa central de peones y el caballo magníficamente situado en "d6", las ne-
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gras tienen buenas perspectivas, si con siguen impedir que los alfiles blancos se activen. Esto, sin embargo, parece dificil, ya que frenar, por ejemplo, al alfil de ca sillas negras, se diría que es misión im posible, pues resultará tremendamente activo tanto después de ... gxf4, como de fxg5.
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Está claro que nos encontramos en un momento crítico de la partida, y Uhl mann está a la altura de la ocasión, con una jugada que todo adepto de la Fran cesa debería recordar: 21...g4!! Con este maravilloso sacrificio posi cional de peón, Uhlmann subraya el tema principal del juego negro en estas po siciones Winawer: primero hay que do mar los alfiles blancos. Las blancas no pueden tomar de alfil, debido a que, tras 22 . . . tll e4, su flanco de dama se vendría abajo. Por consiguiente, están obligadas a tomar de peón. 22.hxg4 f5! Ver el diagrama siguiente La clave. Las negras fijan el peón de "f4", condenado así al alfil de h2 a una "
"
inactividad monástica. Aunque las blan cas cuentan ahora con un peón pasado y protegido en "g5 ", está claro que el peón no va a ninguna parte, careciendo del apoyo de las piezas blancas.
La posición de las blancas es totalmen te pasiva, y sólo pueden esperar a que las negras refuercen el control y se dispon gan a realizar el asalto final. 23.gS � e7 24.i.g3 i.e8 25.YlYe3 � e4 26.i.xe4 dxe4
g
h
No, por supuesto, el grave error po sicional 26 ... fxe4??, que estropearía todo el juego precedente de las negras, al per mitir al rival liberar su alfil, con 27.fS.
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27.Wfl g eh7 28. fübl �dS 29.�el g hl 30.�xhl e3+ 31. Wgl g xbl+ 32. Wxhl e2 33.g bs ixbS 34.axbS �xbS 35.gel a5 36,g xe2 a4 37,g xe6 a3 38.g6 �d7 39.g es b6 40.ih4 a2 41.g el �g7 42.g al �xg6 Las blancas se rindieron. Se trata de un magnífico ejemplo acer ca de uno de los objetivos estratégicos más importantes de las negras en la Wi nawer: dominar la pareja de alfiles blan cos. Otro tema típico de la Winawer, sobre el que encontré algún material muy instructivo, es el sacrificio posicional de calidad. El siguiente ejemplo de Botvi nnik es un clásico. 8
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e
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Tolush - Botvinnik Campeonato de la URSS, Moscú 1 945
Aquí las blancas han conseguido in crustar su alfil de casillas negras en el campo enemigo, pero entretanto las ne gras han capturado el peón "a" de su rival y tienen una falange potencialmente peligrosa en el flanco de dama. Botvi nnik elimina ahora la pieza más peligro sa de las blancas, con un sacrificio temá tico de calidad. 2 1 ...g xd6! 22.exd6 ic6 16
Por la calidad, las negras cuentan ya con un peón extra, y el peón de "d6" de be caer tarde o temprano. Además, la na turaleza bloqueada de la posición signi fica que las torres blancas no dispondrán de columnas abiertas por las que pene trar, mientras que las piezas negras (so bre todo el caballo) tendrán una mayor actividad. Por último, las negras cuentan con el plan de largo alcance de avanzar sus peones en el flanco de dama, o bien el plan alternativo de jugar . . f6 y ... e5, y poner en marcha su masa central de peo nes. Las blancas, por otra parte, carecen de plan. La partida prosiguió así: 23.h3 Wd7 24.g et �h4 La única pieza activa de las blancas es la dama, de modo que Botvinnik trata de cambiarla. Si las blancas acceden, las ne gras quedarán con las manos totalmente libres. 25.�es �f6 26.�g3 g h4! Esto impide E:e3-f3. 21.g e3 g r4 Las negras tienen un total control de la posición, y ahora planean ...%!i'h4 para forzar el cambio de damas, seguido de . . . b4, ganando fácilmente. .
La posición que sigue es otro ins tructivo ejemplo del sacrificio posicional de calidad, por parte de las negras. Esta . vez con temas algo diferentes. Ver el diagrama siguiente Una vez más, podemos ver aquí mu chos de los rasgos de un medio juego Winawer. En este caso, sin embargo, el alfil blanco de casillas claras es el más activo, mientras que su colega de "el" ofrece una imagen penosa, encerrado por los peones inmóviles de su bando. Geller
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se ocupó del alfil de casillas blancas con lrario ofreciendo un sacrificio de calidad.
Byvshev - Geller Campeonato de la URSS, Moscú 1 952 34.. J�ef7! 35.J.xf5 l:hfS Como en la partida Tolush - Botvi nnik, el principal factor que justifica el sacrificio de las negras es la naturaleza bloqueada de la posición, lo que priva a las torres blancas de actividad. Un factor adicional esta vez es la debilidad de las casillas claras en la posición blanca. Una vez más, las blancas poco pueden hacer y, pese a sus esfuerzos, pronto quedaron en una posición perdida. 36.J.aJ i. f7 37.gefl 'tvxa4 38.J.e7 � c6 39.g6 � xe7 40.gxf7+ © xf7 41.g el 'tvc6 42.g g2 g6
Ver el diagrama siguiente Las negras tienen un peón por la calidad, un férreo control de las casillas blancas y la familiar falange de peones en el flanco de dama. Ahora preparan la ruptura ... b5-b4 y ganaron cómodamente la partida.
Espero que vea usted cómo estudiar estos y otros ejemplos hace salir a la superficie los ternas posicionales subya centes en la estructura de medio juego. Al efectuar este trabajo, pude aprender mucho acerca de cómo tratar estas po siciones, y mis resultados con la Wina wer mejoraron sustancialmente. Si desea usted mejorar su juego en su apertura fa vorita, éste es el tipo de trabajo que de bería realizar. Identifique a algunos ju gadores destacados especializados en esa apertura y estudie sus mejores partidas, preferiblemente con sus propios comen tarios y análisis. Cuando se encuentre con algún momento interesante o instruc tivo, tome nota de la posición y de las ju gadas clave, enfatizando de manera espe cial en las ideas y temas que justifican la jugada efectuada. Al así hacerlo, irá re forzando gradualmente su comprensión de las posiciones típicas a las que suele llegarse en su apertura, sus planes e ideas característicos, motivos tácticos, etc. Un conocimiento así no se queda nunca des fasado, y su valor no se ve reducido a una posición concreta. Si sigue trabajan do de este modo con sus sistemas de apertura, pronto descubrirá que sus resul-
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tados mejorarán de forma notable y, de paso, su nivel en el medio juego y el fi nal se beneficiará igualmente. Todas las aperturas son correctas
Antes de dejar el tema de jugar con éxito la apertura, hay un punto que me gustaría aclarar, a modo de suplemento de los tres principios de Sadler. Se trata de lo siguiente: es un error pensar que una apertura es objetivamente mejor que otra. A primera vista, esta afirmación puede parecer radical, pero está refren dada por la mayoría de los Grandes Maestros. Consideremos, por ejemplo, el siguiente diálogo entre el entrevistador, GM Bachar Kouatly, y Kasparov, en un GM Video Production de 1 99 1 , acerca del match final Kasparov - Karpov: Kouatly: "En una ocasión dijo usted que la Defensa Grünfeld es l 00% co rrecta" (asentimiento enfático de Kas parov). "Así pues, ¿por qué jugó también la Defensa India de Rey en este match?". Kasparov: "Creo que todas las aper turas son 1 00% correctas, es decir, todas las aperturas normales. Se trata de una cuestión de humor o de tu preparación específica". La cuestión planteada por Kouatly puede parecer ingenua, por supuesto, pe ro la respuesta obtenida es sumamente valiosa. Contrariamente, a lo que muchos jugadores creen, no hay una base objeti-
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va para pensar que la Siciliana es mejor que la Francesa, o la Nimzoindia mejor que la Eslava, etc. En realidad, todas las líneas principales de aperturas normales son perfectamente correctas, y no hay una razón de peso para preferir una aper tura u otra. La teoría de aperturas es, en gran parte, cuestión de moda, y las líneas van y vienen, son populares o quedan arrinconadas por razones subjetivas. Lo que importa es el grado de comodidad que uno sienta en determinada apertura, y lo bien que la conozcamos, en el más amplio sentido de conocer y entender. De esto resulta que debemos ser muy minuciosos al cambiar de aperturas, sólo porque cierta variante parece desagrada ble o porque un GM ha perdido una par tida con ella. Todas las apertura son co rrectas y todas las aperturas tienen sus variantes críticas. Si usted renuncia a se guir jugando una apertura cada vez que se encuentre con un problema, nunca lle gará a tener un repertorio decente. Si está usted jugando una prestigiosa línea prin cipal, es esencial entender que no puede haber errores sustanciales en esa línea. En consecuencia, cuando se enfrente a un problema en una determinada varian te, necesita estudiar la línea en cuestión para encontrar una mejora. El cambio a una nueva apertura sólo le reportará nue vos problemas, además de privarle de la oportunidad de utilizar su experiencia y comprensión de su apertura previa. Este es un tema al que volveremos con mayor detalle en el capítulo 8.
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¿Es la variedad la salsa de la vida?
A 1 enfocar la cuestión de las aperturas, un jugador tiene, esencialmente, dos prin l'.ipales opciones: bien atenerse a una res tringida selección de aperturas, o bien j ugar una amplia variedad de sistemas. Ambos enfoques tienen sus pros y sus contras. Jugar contra las piezas
A lo largo de los años, la mayoría de los maestros ha tendido a contar con un repertorio de aperturas relativamente re ducido. Eligen un conjunto de líneas pa ra las blancas, y para las negras cuentan con una defensa principal contra l .e4 y otra contra l .d4. Con sólo unas contadas excepciones, normalmente se atienen a estas líneas contra viento y marea. Este enfoque tiene la ventaja clave de que el jugador tiene numerosas oportunidades para elaborar su conocimiento y com prensión de las líneas que juega. No hay nada como la experiencia práctica ante el tablero para desarrollar la compren sión propia de una apertura, o de un cier to tipo de medio juego o estructura de final. Como vimos en el primer capítulo, tener una profunda comprensión de las posiciones típicas de medio juego y final a que la apertura conduce es uno de los aspectos más importantes para jugar con éxito la apertura. Al dedicar todos nuestros esfuerzos a un pequeño
grupo de aperturas, tenemos la posibili dad de adquirir la necesaria experiencia con ellas. Ya hemos citado el ejemplo de Wol fgang Uhlmann, quien mostró una devo ción casi religiosa por la Defensa Fran cesa a todo lo largo de su carrera. Otro GM no soviético destacado de los años cincuenta y sesenta fue Svetozar Gligo ric. Aunque no tenía una fijación tan monomaníaca como Uhlmann, también Gligoric era un jugador con un reducido repertorio de aperturas. Contra l .e4 so lía responder con una Ruy López Cerra da, aunque ocasionalmente planteaba la Siciliana, en especial en sus años jó venes. Contra l .d4 se mantuvo fiel a la Defensa India de Rey durante toda su carrera, convirtiendo esta defensa en un arma formidable que le reportó abun dantes puntos. Con blancas, tenía un en foque similar, abriendo con l .d4 en la gran mayoría de sus partidas, aunque disponiendo de toda una serie de líneas favoritas, de las que rara vez se desvia ba. Como ejemplo de que el enfoque de Gligoric puede reportarle buenos divi dendos, me gustaría examinar brevemen te su tratamiento de una línea concreta, a saber, la Variante del Cambio de la Grünfeld. Gligoric era un firme creyente en esta línea, como mejor réplica para las blancas. En el libro con sus partidas
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selectas, Iplay against the pieces, escri bió sobre este tema: "Mi inclinación por la Variante del Cambio ha durado más de un cuarto de siglo. Tal vez inclina ción ni siquiera sea la palabra correcta, más bien, me parece, se debe a una cues tión de principios. Pues si las negras ofrecen a su oponente la posibilidad de apoderarse del centro, las blancas están obligadas a recoger el guante, sin tener en cuenta el rápido desarrollo de las ne gras y su contrajuego en el flanco de dama". La siguiente partida es un caracterís tico ejemplo de la experiencia de Gligo ric con su línea favorita. Gligoric - Tukmakov URSS - Yugoslavia, Odesa 1 975 1.d4 c!LJ f6 2.c4 g6 3. c!ü c3 d5 4.cxd5 c!ü xd5 5.e4 c!ü xc3 6.bxc3 .Ag7 7.J. c4 Aunque la teoría vigente se concentra en las líneas con 7.c!üf3, como la jugada más peligrosa de las blancas, la textual se consideraba virtualmente obligada hasta los ochenta, y siempre fue la línea preferida por Gligoric. 7... c5 En una de las primeras experiencias de Gligoric en la Variante del Cambio se produjo una vigorosa demolición de la línea con ... b6: 7 . . . 0-0 8.c!üe2 b6 9.0-0 ib7 1 O.f3 c5 l l .ie3 cxd4 l 2.cxd4 c!üc6 1 3 .�c l e6?! 14.d5 ! exd5 1 5 .ixd5 c!üa5 1 6.lLif4 �c8 1 7.�xc8 'Wxc8 1 8.id4 ixd4+ 1 9.'Wxd4 lLic6 20.'Wb2 lLie7 2 1 .�c l 'Wb8 22.lLie6 ixd5? (a 22 ... fxe6, 23 .ixe6+ fü7 24.'Wf6 'Wffl 25.�c7, ganando) 23 .'Wg7++, Gligoric - Pach man, Buenos Aires 1 955. 8. .!iJe2 .liJc6 9.J.e3 0-0 10.0-0 20
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10 c!LJ aS En sus notas del libro antes mencio nado, Gligoric señala una divertida pa radoja. En el Interzonal de Leningrado ( 1 973 ), había perdido dos partidas, con blancas, en la Variante del Cambio de la Grünfeld, contra Smejkal y Tukmakov. A continuación, Smejkal había repetido la Grünfeld contra él, esta vez emplean do la línea jugada por Tukmakov en Le ningrado. Armado con una mejora para las blancas, Gligoric ganó en el siguien te estilo demoledor: 1 0 ...'Wc7 1 1 .�c l �d8 1 2.'Wd2 'Wa5 1 3 .füd l b6 1 4.ih6 ia6 1 5 .ixa6 ixh6?! 1 6.Wxh6 'Wxa6 1 7.lLif4 cxd4? 1 8.�d3 ! 'Wb5 1 9.�h3 'We5 20.'Wxh7+
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tt.i.d3 cxd4 12.cxd4 b6 13.� kt La primera señal de que Gligoric ha bía preparado una mejora. En la partida antes mencionada con Smejkal, en la que las negras prefirieron la inmediata 1 l . . b6, había adoptado el plan Wd2 y ih6. Aquí tiene in mente una idea dis tinta. 13. ..e6 .
A 1 3 ...i.b7 se contestaría 1 4.d5 . 14.eS! Esta excelente jugada es la clave del nuevo plan de Gligoric. Aunque parece feo entregar la casilla "d5" y renunciar a la posibilidad de crear un peón pasado con el avance d4-d5, los méritos de la jugada superan sus inconvenientes. El alfil negro de "g7", normalmente el or gullo de la posición Grünfeld, pierde su efectividad de golpe. Por otro lado, se abre la diagonal del alfil de "d3 " hacia el rey enemigo, y las blancas piensan se guir con lt:Jf4 y Wg4, con preparativos de un peligroso ataque contra el enro que. Por otra parte, el caballo negro de "a5" tiene que realizar un largo recorri do para llegar a la casilla "d5". En otra partida jugada en el mismo evento,
Gligoric planteó la misma idea estratégi ca, venciendo a Vaganian en otra va riante de la Defensa Grünfeld: 7 . . . 0-0 8.lt:Je2 Wd7 9.0-0 b6 1 0.Wd3 i.b7 l 1 .e5 ! lt:Jc6 1 2. lt:Jf4 e6 1 3 .Wh3 lt:Ja5 1 4.i.e2 c5 1 5 .ie3 cxd4 l 6.cxd4 füd8 1 7.!!ad1 We7 1 8 .Wg3 E:ac8 1 9.h4!, con fuerte iniciativa. Gligoric - Vaganian, URSS Yugoslavia, Odesa 1 975. Las blancas ganaron en 56 jugadas. La partida que nos ocupa continuó así: 14...i.b7 1 5. � f4! Y!!e7 16. Y!!g4 � c6 17.h4 � b4 18.Ac4 b5 19.i.b3 h5 20. Y!!g3 Es mejor 20.Wh3 ! , para seguir con g4. 20... '3fc8 2t.i.d2! '3xcl ?! 22. '3xcl
En este punto, las negras cometieron un grave error: 22 ... '3c8?? Sin embargo, incluso después de la mejor, 22 ... lt:Jd5 23.lt:Jd3 ! , las blancas habrían logrado ventaja. 23. '3xc8+ i.xc8 24.Wc3, y las negras se rindieron. Las blancas ganan pieza. Gligoric venció claramente el debate teórico y se
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vengó de su derrota precedente en la va riante. La lección a extraer de estas partidas es que el jugador que se mantiene fiel a una determinada apertura, está capacita do para desarrollar una comprensión mucho más profunda de sus sistemas que alguien que juega muchas líneas di ferentes. Sin embargo, para aplicar el enfoque de Gligoric, necesita usted ser el tipo de jugador con una gran con fianza en sí mismo y fe en sus propias evaluaciones. En efecto, está usted di ciendo: "Creo que esta línea es la mejor forma de jugar contra esta apertura, y no me preocupa que nadie sepa que la jue go, ni qué líneas preparadas puedan es tar esperándome. Sencillamente, voy a jugar mi línea y dejar que se estrellen contra un muro". La fe de Gligoric en la corrección de la Variante del Cambio de la Grünfeld está clara, a partir del título de su libro. Ciertamente, Yo juego con tra las piezas, o dicho en otras palabras: "Juego contra la posición del tablero, no contra el hombre". En el ajedrez contemporáneo, hay po cos jugadores de primera fila que sigan el enfoque de Gligoric. Karpov es uno de los que lo hacen, practicando una pe queña variedad de aperturas ( l .d4 con blancas; Caro-Kann y Nimzo/India de Dama, con negras). La principal razón de por qué tiene tan pocos seguidores entre la elite de hoy, es que la creciente utilización de las bases de datos, hace mucho más fácil detectar los puntos dé biles en el repertorio de un jugador, y esto tiende a estimular la política de una mayor diversidad. Además, las bases de datos también permiten que la tarea de dominar una nueva apertura sea más 22
rápida y fácil que en el pasado. En este respecto, quizá no sea una coincidencia que Karpov sea notorio, entre los Gran des Maestros de elite, por su fobia a los ordenadores. No obstante, hay algunos notables ejemplos de jugadores que han tenido una fe casi mística en la corrección de sus líneas favoritas, y dificilmente se han apartado de ellas. El caso más evi dente es el del G.M. ruso Evgeni Svesh nikov, cuyo repertorio es bien conocido: 4 ... e5 en la Siciliana (con negras), 2.c3 contra la Siciliana, etc. Ha escrito ex tensamente sobre estas variantes e in cluso propuso una teoría que trata de demostrar el principio de que 2.c3 es la mejor jugada contra la Siciliana. Otro G.M. que sigue los pasos de Gligoric es el joven ruso Alexei Alexan drov. Me fijé en sus partidas desde me diada la década de los noventa, porque una de las líneas que juega era mi pre ferida contra la Variante Merano. l.d4 d5 2.c4 c6 3. tüf3 tüf6 4. tüc3 e6 5.e3 tübd7 6.i.d3 dxc4 7.i.xc4 b5 La jugada habitual ahora es 8.i.d3. Sin embargo, a mí me interesaba 8.i.e2
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Esta jugada fue empleada con éxito por Matthew Sadler, a comienzos de los noventa, y es también la favorita de mi entrenador ruso. Tras una breve racha de popularidad, 8.i.e2 pasó de moda, a raíz de la partida entre Seirawan y Kramnik, Olimpiada de Manila 1 992. Después de 8 ... a6 9.e4 b4 1 O.es bxc3 1 l .exf6, V. Kramnik evi tó la aparente locura l l . ..cxb2 1 2.fxg7 bxa l =Wf 1 3 .gxh8=Wf, favorable a las blancas, debido a la posición más segura de su rey y prefirió la sencilla l l ... lll xf6 (que si bien fue catalogada de novedad por muchos comentaristas, lo cierto es que ya había sido jugada antes, en 1 949, pero fue su utilización por parte de Kramnik lo que le dio su popularidad) l 2.bxc3 .id6.
Ahora Seirawan ensayó 1 3 .0-0 0-0 14.c4?! c5, y pronto quedó peor. Par tidas subsiguientes se concentraron en 1 3 .lll d2 y 1 3 .0-0 0-0 1 4 . .igS, pero las blancas no lograron conseguir nada. En consecuencia, muchos Grandes Maestros dejaron de jugar 8.i.e2, pero Alexandrov fue uno de los que siguieron planteando su línea favorita. Después de
cierto número de tentativas por demos trar algo para las blancas, tras 1 3 .Wi'a4, su perseverancia por fin rindió sus fru tos. Al enfrentarse a Bareev, en el Mun dial FIDE por K.O., en Nueva Delhi 2000, Alexandrov llegó al punto sin re tomo. Tras perder la primera partida del minimatch, estaba obligado a ganar con blancas. Bareev es un especialista de la Semi-Eslava, y no era dificil predecir que la posición resultante de 1 2 ...id6 se produciría en el tablero. En este punto, sin embargo, Alexandrov planteó la fuerte novedad 1 3 .c4 ! , que inmediata mente creó problemas a las negras. La diferencia con la partida Seirawan Kramnik, es que ahora puede contestar se a 1 3 . . . cS con 14.dxc5 Wfa5+ (o bien 14 ...ixcS 1 5 .Wfxd8+ ©xd8 1 6.lll e S, con una clara ventaja) 1 5 .id2 Wfxc5 1 6.0-0 0-0 1 7.i.e3 Wfc7 1 8.cS ! , con ventaja). La tentativa de explotar el rey no enrocado de las blancas, con 1 3 . . . .ib4+, falla por 14 ..id2 ixd2+ 1 5.Wfxd2 lll e4 1 6.Wi'e3 Wfa5+ 1 7. �fl ! , y las blancas de nuevo están mejor. Bareev prefirió 1 3 ... 0-0, pero después de 1 4.cS .ic7 1 5 .0-0, las blancas lograron cierta superioridad, gra cias a su ventaja espacial y al alfil malo de "c8". Lamentablemente, Alexandrov cometió más tarde un fatal error, con el que se esfumó su ventaja, y acabó per diendo. Pero había demostrado teórica mente el valor de su idea y, en el mo mento de escribir estas líneas, ningún jugador de elite se ha permitido repetir la línea que comienza con 8 ... a6. El propio Bareev escribió que la pró xima vez que necesitase unas tablas contra 8 ..ie2 jugaría 8 . .b4. Sin embar go, incluso en este caso, Alexandrov ha demostrado repetidamente que las blan-
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.
23
cas pueden tratar de exprimir la posi ción, gracias al peón negro, potencial mente débil, de "b4". En la partida si guiente, presencié cómo lo hacía contra la GM femenina Nino Khurtsidze. Alexandrov - Khurtsidze Bad Worishofen 200 1 8... b4 9. lll a4 .ib7 9 . . .i.e7 1 0.0-0 0-0 l l .a3 (o bien l l .'1Wc2 i.b7 1 2.a3 bxa3?! 1 3 .b3 ! ) 1 l . . .bxa3? ! 1 2.b3 ! i.b7 1 3 .Wc2, y ahora hay dos ejemplos que ilustran el argu mento del comentario a la jugada 1 1 . a) 1 3 ...\Wa5 14.lll d2 füc8 1 5 .if3 ia6 1 6 .lll c4 ixc4 1 7.bxc4 l':í:ab8 1 8.c5. Las negras no han conseguido realizar la ruptura ... c5 y siguen con un peón débil en "c6", Alexandrov - Svirin, Smolensk 1 997. b) 1 3 ... c5 14.dxc5 ie4 1 5 .\Wc3 \Wc7 l 6 ..ixa3 lll g4 1 7 .g3 ll:ldf6 1 8.i.b2 ÍJ.b7 l 9.b4, y las blancas tienen, sencillamen te, un fuerte peón de ventaja. Alexan drov - Illescas, Batumi (Campeonato de Europa por equipos) 1 999. 10.0-0 .ie7
1 1.a3 a5 La natural l l ... bxa3?! es un error, de bido a 1 2.b3 ! , y las negras tienen pro blemas para efectuar la ruptura ... c5 sin permitir a las blancas un cambio favo rable de alfiles negros. Esta idea se planteó en las dos partidas de Alexan drov citadas en la nota precedente. 1 2.Wc2 0-0 13,g dl es 14.lll xcS lll xc5 1 5.dxcS Y!lc7 16.axb4 axb4 17.gxa8 Esta es la primera desviación de dos partidas anteriores de Alexandrov, en las que había optado por 1 7 .id2, aun que en ambos casos logró ganar de for ma muy parecida a la presente partida: 1 7 ...\Wxc5 1 8 .\Wxc5 ixc5 1 9 .lll e5 ÍJ.e7 20.f3
f
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h
20 ... füal (20 . . . füc8 2 l .l':í:xa8 l':í:xa8 22.cj;if2 l':í:a2 23.lll d3 h6 24.l':í:b l lll d5 25 .e4 lll c3 26.ÍJ.xc3 bxc3 27.bxc3 ÍJ.a6 28.l':í:b8+ cj;ih7 29.l':í:a8 f5 30.e5 ÍJ.c4 3 l .l':í:xa2 .ba2 32.'it>e3 g5 33 .'it>d4 cj;ig6 34.lll cs f4 35 .ÍJ.d3+ cj;ig7 36.c4, 1 -0, Alexandrov - Kuporosov, Moscú 1 995) 2 1 .füal l':í:d8 22.lll d3 b3 23.l':í:a7 l':í:d7 24.cj¡if2 lll d5 25.l':í:a5 lll c7 26.'it>el l':í:d8 27.e4 ÍJ.a6 28.lll c5 ixe2 29.cj¡ixe2 i.f6 30.lll d3 ÍJ.d4 3 l .l':í:a3 l':í:b8 32.i.f4 e5 24
COMO CONSTRUI R SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
nixe5 i.xe5 34.lll xe5 lll b5 35 .:B:a5 f6 .\6.lll d 7, y las negras abandonaron, Ale xandrov - S. Pedersen, Minsk 1 994. t 7 Jba8 18. lli el YlYxc5 19.WxcS .ixc5 ..
A primera vista, es dificil de creer que las negras puedan tener muchos problemas para sostener su posición, pe ro en realidad, el peón de "b4" se pierde en muy poco tiempo. 20. lli d3 .if8 2 1 .i.d2 b3 22.f3 lli d5 23. lli cl El peón es ya indefendible, y Alexan drov consiguió ganar, a pesar de una de cidida resistencia. Lo más sorprendente de los ejemplos anteriores, después de 8 ... b4, es el gran parecido en la forma en que Alexandrov ganó las tres partidas. Su estrategia fue la misma en los tres casos, a saber, for zar la transición a un final en el que el peón negro avanzado de "b4" resultase una debilidad. Aunque las negras pudie sen resistir en un final del tipo a que an tes se ha llegado, está claro que no es fá cil, y defender una posición así contra un jugador que tiene mucha experiencia en finales de ese tipo todavía lo es más. Ningún oponente de Alexandrov, en las
partidas anteriores, puede calificarse de flojo y, sin embargo, ninguno fue capaz de sostener el final contra él. No estoy sugiriendo, por ahora, que la línea 8.i.e2 sea una especie de refu tación de la Merano, ni tampoco que sea una ruta segura hacia la ventaja blanca. Lo que sí estoy diciendo es que estas partidas constituyen una buena ilustra ción de las ventajas que tiene atenerse a nuestras variantes predilectas, y pulirlas y refinarlas a la luz de la propia expe riencia. En lugar de cambiar continua mente el propio sistema de apertura, precipitándose a seguir la última moda entre los Grandes Maestros de elite, en la práctica puede resultar mucho más efectivo dedicar nuestro tiempo a mejo rar nuestro conocimiento de una deter minada variante, aunque no conduzca a una ventaja "teórica" . Cualesquiera que sean los méritos objetivos de la línea en cuestión, a muchos oponentes les resul tará dificil defenderse contra un jugador que ha practicado la posición en nume rosas ocasiones, y en la que, por tanto, ha acumulado una valiosa experiencia. Fidelidad a los propios principios
Los ejemplos anteriores han demos trado las ventajas del enfoque de un re pertorio restringido, pero también tiene varios inconvenientes. En primer lugar, el peligro de caer en la preparación del oponente es mucho mayor y, como an tes se ha señalado, la pública difusión de las bases de datos ha incrementado el riesgo. Sin embargo, aunque ésta debe ser una legítima preocupación a nivel de maestro, me parece que para el jugador
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medio de club o de competiciones por equipos, tal peligro es relativamente re moto y no debería sobreestimarse. En los campeonatos locales o torneos de fin de semana, rara vez puede saberse con quién debemos jugar, e incluso aunque lo supiéramos, muy pocos oponentes potenciales tienen partidas suyas en las bases de datos. Como consecuencia, hay una probabilidad mucho menor de caer en una preparación específica a nivel de aficionado medio, mientras que las ven tajas de plantear una apertura que ya he mos jugado muchas veces y entendemos bien, seguramente tendrían un mayor peso en la balanza. El segundo inconveniente de un re pertorio limitado es más sutil, y guarda relación con el propio desarrollo del ju gador. Existe el peligro de que un juga dor que se limita a emplear sólo unas cuantas líneas de apertura, tenga un jue go demasiado restringido. Es curioso que al mencionar los principios esencia les de su escuela, Mark Dvoretsky men cione "un rechazo de la concentración del jugador en una sola apertura, típica, lamentablemente, de nuestro tiempo". Me parece que el riesgo es especial mente grande para los jugadores jóve nes, cuyo estilo y educación ajedrecís tica no están plenamente desarrollados. También constituye un problema serio cuando la apertura en cuestión conduce a posiciones de un tipo muy concreto. Un ejemplo es la Francesa Winawer examinada en el primer capítulo. Los tipos de posiciones alcanzadas no se pa recen a las de ninguna otra apertura, lo que significa que uno puede desarrollar una buena comprensión de esa particular estructura, sin que tal conocimiento le 26
resulte útil en otras pos1c10nes. Por el contrario, si el jugador se especializa en una apertura que deriva en posiciones con peón "d" aislado, por ejemplo, las lecciones que puede aprender en tal aper tura le resultarán válidas para muchas otras aperturas, aunque sean distintas, pero que conducen a estructuras con peón "d" aislado. Otro ejemplo de apertura que produ ce medios juegos y posiciones de final únicos es la Variante del Dragón, en la Defensa Siciliana. Esta línea ha sido muy popular, durante varias décadas, en el Reino Unido, con el G.M. Chris Ward como su principal paladín. Sin embargo, el tipo de medio juego que resulta de esta variante, sobre todo las líneas del Ataque Yugoslavo, no se parece mucho a los de ninguna otra apertura. Esto tie ne la gran ventaja práctica de que es re lativamente fácil obtener una buena comprensión del pequeño grupo de po siciones típicas, pero también puede li mitar el desarrollo general del jugador. En este sentido, recuerdo un interesante comentario del número uno de Escocia, Jonathan Rowson, cuando declaró que tenía la tendencia a sobreestimar la fuer za del sacrificio de calidad, y que eso probablemente fuese la consecuencia de haber jugado muchas partidas con la Dragón en sus días jóvenes. No hay duda de que a nivel de Gran Maestro el péndulo se ha inclinado, de forma acusada, hacia la política de dis poner de un amplio repertorio. Si retro cedemos a la década de los setenta, e in cluso antes, rara vez los Grandes Maes tros de primera fila adoptaban una am plia variedad de aperturas. Probable mente, el primer jugador del máximo ni-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
vel que sí lo hizo fuese Jan Timman, quien siempre ha dispuesto de una co losal amplitud de repertorio, tanto con blancas como con negras. Hasta que la utilización de las bases de datos se ha generalizado (más o menos, durante la pasada década), Timman puede que fue se el único ejemplo, pero ahora la ma yoría de los jugadores de elite suele te ner un repertorio muy flexible. En el ca pítulo 6 consideraremos con mayor de talle el impacto de los ordenadores en la preparación de aperturas. Por ahora, me gustaría enfatizar en que la razón princi pal por la que los Grandes Maestros tien den a la variedad es el temor a la prepa ración de sus oponentes, que se ha vuel to mucho más fácil gracias a las bases de datos. Por las razones antes comenta das, esta consideración es mucho menos importante a nivel de club. A modo de conclusión, quisiera decir que cada jugador debe tomar su propia decisión acerca de cómo enfocar el re pertorio, pero me gustaría resaltar los si guientes aspectos:
dores de este nivel, es la falta de com prensión de las posiciones típicas del medio j uego y de los finales derivados de la apertura. Este conocimiento se me jora concentrándose en un número de aperturas relativamente limitado, y tra bajando continuamente para mej orar el propio conocimiento y experiencia en las mismas. 2) Dicho esto, un enfoque así re quiere una cierta fuerza de carácter y confianza en la propia evaluación. Si es usted el tipo de jugador fácilmente in fluenciable por las opiniones de otra gente, entonces le costará más ceñirse a una apertura, aunque, en general, trate de hacerlo. 3) Para juveniles y otros jugadores con ambición de mejorar su juego sus tancialmente, es probable que sea prefe rible adoptar un repertorio más amplio, a fin de mejorar la comprensión posi cional en todos los aspectos. Al concen trarse sólo en un par de aperturas, pue den conseguir mejores resultados y un ascenso más rápido a corto plazo, pero a menudo a costa de una estrecha perspec tiva ajedrecística. Esto, a su vez, puede convertirse luego en una barrera, cuando descubran que la falta de suficiente cul tura ajedrecística entorpece su progreso.
1) Estoy plenamente convencido de que, a nivel de club y de torneos de fin de semana, el jugador obtendrá normal mente mejores resultados ateniéndose a \!!!.p ...re ertorio reducid�. Esto·se -debe ·a· que la mayor debilidad de muchos juga-
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Estilo
Otro factor que amenaza la percepción de muchos jugadores acerca de la elec ción de aperturas es adecuarlas al estilo. Está generalmente aceptado que debe rían elegirse aquellas aperturas que me jor convengan al propio estilo, y desde luego no cuestionaría esta afirmación. Sin embargo, me parece que ha dado lu gar a cierto grado de confusión y malen tendidos y, por consiguiente, propongo que lo examinemos con mayor detalle. ¿Quién soy?
Lo primero que hay que decir es que, a fin de elegir aperturas que encajen en el propio estilo, necesita usted saber cuál es su estilo. Esto no es tan fácil de saber como parece. Si sus partidas nun ca han sido estudiadas por un entrenador o un jugador fuerte, puede estar usted albergando algunas curiosas ilusiones o interpretaciones acerca de su estilo en ajedrez. Es extremadamente difícil ser objetivo acerca del propio juego, y la percepción de muchos jugadores sobre su propio estilo está más cerca de cómo les gustaría que fuese, que de cómo es realmente. Mi propio caso es típico. Antes de mi experiencia rusa, siempre me había con siderado, sobre todo, un jugador posi cional, cuya fuerza radicaba en mi com28
prensión posicional y en la técnica de fi nales, y cuya principal debilidad eran las carencias tácticas. Una de las cosas que pronto se puso de manifiesto, cuando mi entrenador diseccionó mis partidas, fue que el cuadro de mi juego estaba seria mente desenfocado. En realidad, mis mejores resultados en partidas individua les eran casi siempre consecuencia del oportunismo táctico, normalmente tras haber sido superado en el plano posi cional. Aunque había ganado muchas partidas posicionales "lentas", normal mente en estas partidas se habían pro ducido posiciones en las que había visto el plan apropiado en otras partidas, y es taba en mejores condiciones que mi oponente de tumo, que no era lo bastan te fuerte para impedir que aplicase tal plan. Siempre que me enfrentaba a un problema posicional con el que no esta ba familiarizado, contra un fuerte juga dor, normalmente mostraba una total carencia de ideas acerca de cómo jugar la posición. Y en cuanto a mi técnica de finales ... Las razones de todo esto no son di fíciles de discernir. La primera es que empecé a interesarme seriamente por el ajedrez en tomo a 1 973-74. Era la época en que Anatoli Karpov arrasaba. Natu ralmente, Karpov se convirtió en mi pri mer héroe ajedrecístico, y ha seguido siendo uno de mis favoritos hasta el día
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de hoy. En mi subconsciente, era el ju No hay estilo sin fuerza l(ndor en que yo quería convertirme, y de juego necí creyendo que mi estilo de juego l' ra similar al suyo. Otro aspecto a tener en cuenta es que Otro héroe temprano era Ulf Ander el estilo de juego tiene tanto más sig sson, cuya legendaria capacidad para nificado cuanto más fuerte sea el ju l'Xlraer victorias de finales aparentemen gador. Al nivel de un jugador de club tí te equilibrados ejerció una significativa pico, las diferencias de estilo no son tan 111 1luencia sobre mi juego en mis afios grandes como mucha gente imagina. In de juvenil. Por entonces buscaba mu cluso al más alto nivel, una gran pro l·hos cambios tempranos de damas, y lo porción de partidas se decide por omi l'ierto es que gané numerosos finales. siones tácticas, tanto en el medio juego l ·:n realidad, a los 1 5 afios, probable como en el final. Es inevitable, por con mente tenía una buena técnica de fina siguiente, que sea igualmente cierto (y les, en torno a los 2000 Elo. El proble en mayor proporción aún), cuanto más ma fue que mientras otros aspectos de flojos sean los jugadores. En conse mi juego pude mejorarlos a continua cuencia, los jugadores a nivel de aficio ción, mi técnica de finales quedó estan nado, no deberían obsesionarse mucho cada. Cuando tenía 30 afios, y el titulo con las diferencias en el estilo de juego. de Maestro FIDE, el aspecto técnico de Es mucho más importante elegir aper mi juego estaba por debajo de otros as turas que a usted le gusten y con las que pectos. se sienta cómodo que preocuparse por si 1 � La conclusión a extraer es que debe una línea determinada encaja o no en mos ser muy minuciosos a la hora de "su estilo". evaluar nuestro estilo. En primer lugar, debe usted tratar de analizar debidamen La apertura es un siervo, te sus partidas, de manera especial las no un amo derrotas, que con frecuencia le dirán más acerca de sus puntos fuertes y dé Una vez que ha decidido cuál es su hiles que sus victorias. En segundo lu estilo, puede comenzar a pensar acerca de aperturas concretas. Como la mayo gar, si es posible, trate de que un en ría de los autores, dividiré a los juga trenador experimentado o, al menos, un dores en "estrategas" y "tácticos", y lo fuerte jugador eche un vistazo a una se mismo haré con las aperturas. Inicial lección representativa de sus partidas mente, tendremos un esquema de este ( ¡ no sólo las buenas !), y pregúntele qué tipo: piensa acerca de sus puntos fuertes y débiles. Desde luego, siempre que le re Aperturas para jugadores sulte posible, trate de conseguir una se posicionales: gunda, una tercera y hasta una cuarta opinión. Cuántas más opiniones diferen Blancas: l .d4, l .c4, l .li:i f3 . tes y objetivas obtenga, más precisa será la evaluación acerca de su estilo. Negras contra 1.e4: Defensa France\ . - ( ; \ -.. -·( _;{ ¡"( ¡:. � Á !> - C'.'··· r> .-.... 1_i' " . ESTILO 29 / / ' � \ , ' '\'.�,;�_ .. '
I'
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sa, Defensa Caro-Kann o Defensa Pe trov. Negras contra 1 .d4: Gambito de Da ma Rehusado, Gambito de Dama Acep tado, Defensa Nimzoindia o Defensa In dia de Dama.
22.@e2 tfg4+ 23.@ d2 tfxdl+ 24.@ xdl � xd3 25. We2 � e5 26.f3 g es 27.b3 � g4+ 28.@d2 � e3 29.i.b2 � g2 30.b3 J.c5 31. � h2 J.f2 32.c4 dxc4 33.bxc4 b5 Las blancas se rindieron.
Aperturas parajugadores tácticos: Blancas: l .e4. Negras contra 1.e4: Defensa Sicilia na, Defensa Pire, Defensa Moderna o Defensa Alekhine. Negras contra 1.d4: Defensa India de Rey, Defensa Grünfeld, Defensa In dobenoni, o Gambito Benko, etc.
En realidad, lo mismo que sería enga ñoso describir a J. R. Capablanca como un jugador "posicional", y a A. Alekhi ne como un jugador "táctico", la clasi ficación de aperturas anterior puede ser igualmente engañosa. Vamos a conside rar, por ejemplo, las dos partidas si guientes.
a
b
e
d
e
Ver el diagrama siguiente
30
h
1.e4 e5 2.f4 d5 3.exd5 e4 4.d3 � f6 5.dxe4 � xe4 6.� f3 J.c5 7.tfe2 J.f5 8.� c3 tfe7 9.i.e3 � xc3 IO.i.xc5 � xe2 1 1.i.xe7 � xf4 1 2.i.a3 � d7 13.i.b5 0-0-0 14.0-0
1.e4 e5 2. � f3 � f6 3. � xe5 d6 4. � f3 � xe4 5.d4 d5 6.i.d3 J.e7 7.0-0 � c6 s.g el J.g4 9.c3 f5 10.Yfb3 0-0 1 1 .i.f4 J.xf3 1 2.gxf3 � g5 13.@ g2 Yfd7 14.tfc2 � e6 1 5.i. cl J.d6 16. � d2 g ae8 17. � fl
..•
g
Alexander - Bürger Margate 1 93 7
Lasker - Pills bury San Petersburgo 1 895-96
17 � exd4! 1 8.tfdl � xf3! 20.@ xf3 f4
f
g xel 1 9.tfxel 2 1 .Yfdl � e5+
COMO CONSTRUI R SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
14 ... lll xdS 1 5.c!ll gS .ig6 16.lll xti .ixti 1 7.�xti g hg8 1 8.g el h6 1 9.c4 lll 5f6 20.ia4 c6 2 1 ..i c2 cbb8 22.gee7 g ge8 23.ifS g xe7 24ixe7 lll e5 25.g xg7 " dl+ 26.cbf2 g d2+ 27.cb el lll xc4 2K.ixf6
Las negras se rindieron. En la primera partida, Pillsbury elige Defensa Petrov, conocida por su ca rácter "tablífero", y procede a desman lclar al entonces Campeón del Mundo, 1 .asker. En el segundo ejemplo, la feroz arma de ataque que es el Gambito de Rey de riva, en sólo 1 5 jugadas, a un final, en el que las blancas tienen los dos alfiles y una fuerte iniciativa. la
La clave es que la mayoría de las uperturas no es tan unidimensional co rno la gente suele creer. A fines del siglo X I X y comienzos del XX, la Defensa l'etrov era ampliamente utilizada por jugadores como Marshall y Pillsbury, considerados ambos enérgicos jugado res de ataque. Aunque actualmente la línea se juega a nivel de supertomeos, por jugadores que aspiran a tablas con negras, no hay razón alguna por la que no deba ser planteada por jugadores ambiciosos, especialmente a niveles me nos exigentes. Realmente, en la Defensa Petrov, sólo hay una variante de carácter "tablífera", a saber, cuando las blancas juegan 5.Wfe2. Pero aun en este caso, la desaparición de las damas no garantiza necesariamente que deban estrecharse las manos, como demuestra el hecho de que un Gran Maestro del calibre de Jan Timman perdió tal posición, jugando con blancas, en una importante partida de torneo.
Timman - Karpov Tilburg 1 980 t.e4 es 2. lll o lll f6 3. lll xe5 d6 4.c!ll o lll xe4 5.°tYe2 Be7 6.d3 lll f6 7 ..igS Bxe2+ 8.ixe2 .ie7 9.lll c3 c6 10.0-0-0 lll a6 1 1 lll d4 .!ll c7 12g del lll e6 13. lll xe6 ixe6 Está claro que las negras no tienen problemas en este momento, pero esa no es razón para aceptar las tablas. La po sición, por supuesto, debe ser tablas con un juego correcto por ambas partes, pero lo mismo podría decirse de la posición inicial. En este caso, ninguno de los ju gadores estaba dispuesto a proponer ta blas, y la partida prosiguió de la siguien te manera: 14.f4 d5 1 5..iO cbd8
Preparando la activación de su torre rey. No es posible hacer, por supuesto, 1 5 ... 0-0-0??, que perdería en el acto, por 1 6.f5 . 16. lll e2 g es 17. c!ll gJ g 6 18. lll e2 id7 19.c4 dxc4 20.dxc4 lll g8 2 1 . lll c3?! Hasta ahora, sus maniobras no les han reportado nada a las blancas, pero a partir de aquí, el primer jugador empie-
ESTILO
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za a obtener la peor parte del juego. Este movimiento es el origen de sus dificul tades, porque permite que su alfil dama quede fuera de juego. Lo correcto era cambiar antes en "e7", y sólo entonces llevar el caballo a "c3 " . 21.. .f6 2 2..ih4 .id6 23Jhe8+ © xe8 24. � e2 .ie6! Esta bonita jugada provoca un sig nificativo debilitamiento en la posición del rey blanco. 25.b3 .if5! Ahora ... ia3+ es una amenaza, y el rey blanco cae bajo el fuego cruzado de los dos alfiles negros. 26.© b2 E: d8 27.i.fl?
Un error táctico, en posición engaño sa. Lo más acertado era 27.ie l , pero las negras seguirían estando mejor. 27...i.xf4! 28.g4 .ie5+ 29.© ct .ie6 30.i.xa7?! E: a8 31 .i.d4 E:xa2 32.E: el © fT 33 .i.xe5 fxe5 34.h3 � f6 35. � c3 E: h2 36.g5 � d7 Las blancas se rindieron, pues pier den otro peón, sin compensación algu na. Aunque esta partida dificilmente ocu pará un lugar en la futura edición de las partidas selectas de Timman, el hecho 32
de que un jugador que entonces se en contraba en la elite mundial pueda per der esta posición tan fácilmente, es una clara ilustración de que una posición igualada no es lo mismo que una posi ción de tablas. La clave acerca de todo esto es que muchas aperturas importantes son lo bastante flexibles como para ser prac ticadas por j ugadores de estilo diferente, según el gusto y la capacidad del juga dor en cuestión. La Apertura Inglesa ( 1 .c4), por ejemplo, está etiquetada au tomáticamente como "posicional" y, sin embargo, ha sido empleada regular mente por jugadores de estilo tan vigo roso como Tal y Kasparov. Si las blan cas buscan un tranquilo juego posicio nal, con menos dependencia de varian tes concretas, pueden seguir con movi mientos como g3, ig2, lll c 3, e3, lll ge2, 0-0, b3, ib2, etc. Por otra parte, el ju gador que busca una inmediata lucha cuerpo a cuerpo puede plantear un desa rrollo más agresivo, a base de lll c 3, lll f3 y un temprano d4 (ó e4), por ejemplo. Lo mismo puede decirse de cualquier línea principal de apertura. En la De fensa Caro-Kann, por ejemplo, después de l .e4 c6 2.d4 d5 3 .lll c3 dxe4 4.lll xe4, el jugador que busca una lucha más aventurera que la ofrecida por 4 . . .ifS 6 4 ... lll d7, puede optar por la línea 4 . . . lll f6 5 .lll xf6+ gxf6. Ver el diagrama siguiente Esta variante tuvo un brote de po pularidad en las décadas de 1 970 y 1 980, pero nunca ha gozado de plena confianza y quedó pasada de moda. Sin embargo, en su momento había
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
sido empleada con éxito por jugadores creativos como Larsen y Bronstein. El maestro y entrenador ruso Konstantino polsky, jugó con enonne éxito la línea durante muchos años, tanto ante el ta blero como en ajedrez por correspon dencia. Veamos, por ejemplo, su demo lición de uno de los mejores jugadores soviéticos de la primera mitad de siglo pasado:
Levenfish - Konstantinopolsky Leningrado 1 947 6. � f3 La posición después de 6.ic4 :!'i:g8 7.�f3 se produjo, por transposición, en la partida Sokolsky - Konstantinopols ky, Campeonato de la URSS (Moscú) 1 950, pero después de 7 . . .if5 8.if4 e6 9.0-0 id6 1 0.ixd6 1Mfxd6 l l .�h4 ig6 1 2.f4 f5 1 3 .c3 tll d7 14.a4 0-0-0 1 5 .a5 4Jf6 1 6.a6 b6 1 7.Wb3 ih5 ! 1 8.g3 c5 ! , el llaneo de rey blanco se vino abajo. 6 .i.g4 7 ..ie2 1Mf c7
su rey será vulnerable en ese sector del tablero. En la partida Abroshin - Kons tantinopolsky, Campeonato de la URSS por correspondencia, 1 952-55, las blan cas prefirieron enrocar corto.
La partida continuó así: 8.ie3 tll d7 9.c4 e6 1 0.Wa4 :!'i:g8 l 1 .h3 ih5 1 2.0-0 id6 1 3 .b4 if4 1 4 .Wb3 o-o-o 1 5 .a4 f5, con una posición aguda, típica de esta variante, que las negras ganaron tras considerables complicaciones. 8...� d7 9.1Mfa4 e6 10.id2 g gs 1 1 .0-0-0 .ifS! 12.g del g g4!
.•
Ver el diagrama siguiente 8.c3 Levenfish planea enrocar largo, pero ESTILO
El comienzo de un original y bien 33
calculado plan de ataque, que implica situar la torre en una peligrosa posición central. 13.h3 ge4 14.Yfb3 0-0-0 1 5.i.e3 c5! 1 6.c!LJ d2 A l 6.i.d3, seguiría l 6 ... l"1xe3 1 7 .l"1xe3 ixd3 1 8.l"1xd3 c4. Después de la tex tual, las negras ejecutan un sacrificio de calidad para destruir la posición del rey enemigo. 16 ... cxd4! 1 7.c!LJ xe4 i.xe4 18.i.d2 Tras de l 8.ixd4 lt:Jc5 l 9.ixc5 'Wxc5, no hay defensa contra un jaque letal en la diagonal "h6-c l ". 18 ...c!LJ cS 19.tyb4 c!LJ d3+ 20.i.xd3 i.xb4 21.g xe4 dxc3 22.i.xc3 gxd3 23, g xb4 g xc3+ Las blancas se rindieron.
h2", de modo que tiene sentido situarlo en "g7", donde puede defender la algo debilitada posición de su rey. 10.gel 0-0 1 1 .i.e3 g es 12.Y*' cl c!LJ tll 13.c3
El propio Konstantinopolsky demos tró, al menos en forma de prototipo, que la mejor respuesta a la línea de las ne gras era fianchettar el alfil rey por parte de las blancas. Esto tiene el efecto de obstaculizar el contrajuego negro sobre la columna "g", y además el alfil puede ejercer una útil presión a lo largo de la gran diagonal (en conjunción con un avance de peón b4-b5, por ejemplo), en caso de que las negras enroquen largo. Este plan es, en buena medida, el res ponsable del declive en popularidad de 5 ... gxf6.
Ahora, en lugar de la fea jugada de Flohr, 1 3 ... e5?, Konstantinopolsky recomendó 1 3 ...ixf3 1 4.i.xf3 f5, con perspectivas razonables para las negras. Las blancas pueden pretender una pequeña ventaja, con su pareja de alfiles y una formación de peones más compacta, pero probablemente no superior a la de cualquier otra apertura.
Konstantinopolsky - Flohr Campeonato de la URSS (Moscú) 1 945 1.e4 c6 2. c!LJ O d5 3.c!LJ c3 dxe4 4.c!LJ xe4 c!LJ f6 5. c!LJ xf6+ gxf6 6.g3 i.g4 7.i.g2 e6 8.d4 c!LJ d7 9.0-0 i.g7 Con el peón blanco en "g3 ", el alfil tiene poco que hacer en la diagonal "b834
Hasta una apertura como la Siciliana ofrece un gran campo para toda una va riedad de enfoques. Si lo que usted quie re es juego con sangre y fuego, puede elegir una línea como la Najdorf. Pero aquellos que prefieren una vida más tranquila, pueden optar por otras líneas como el Dragón Acelerado, que tiende a líneas menos violentas y forzadas, en las que la comprensión posicional es impor tante. Otra variante de la Siciliana en que la comprensión posicional es más importante que el conocimiento de va-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
riantes tácticas concretas es la llamada Variante Kalashnikov, tal vez mejor descrita como "hija de la Variante Sveshnikov" : l .e4 c5 2.lll f3 lll c6 3 .d4 rxd4 4.lll xd4 e5 5 .lll b5 d6.
En esta variante, la temprana fijación de los peones centrales negros en "e5" y "d6" impide cualquier ruptura temprana 1·11 "e5", como suele suceder en otras lineas de la Siciliana, en que las negras 1 11egan . . . e6 (en lugar de . . . e5). A su vez, 1·sto tiene el efecto de ralentizar el ritmo del juego, y hacerlo más posicional. Si h11sca usted una muestra representativa de partidas en esta línea, encontrará po ros ejemplos de partidas rápidas deci didas en menos de 25 movimientos. Es lo es cierto, sobre todo, en la línea prin r i pal, en la que las blancas dominan la rnsilla "d5" con 6.c4. El juego subsi �11iente evoluciona en tomo a las tenta1 1 vas de cada bando por desarrollar sus piezas satisfactoriamente, y (sobre todo, l'll el caso de las negras) por efectuar rnmbios de piezas estratégicamente de �eables. Así, una idea clave para las ne11rns es retrasar el desarrollo de su ca hnllo rey, a fin de jugar ...ie7 y ...ig5, '
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cambiando su alfil malo y eliminando, de paso, el principal defensor de las de bilitadas casillas oscuras en campo blan co. Puede encontrar algunos ejemplos acerca de la evolución del juego (tras 6.c4) en el capítulo final del libro, cuando echamos un vistazo más dete nido al repertorio de aperturas de Svesh nikov. De esos ejemplos quedará claro que esta variante concreta es mucho me nos táctica y violenta que la mayoría de variantes de la Siciliana. A modo de conclusión, no debe usted asumir que una cierta apertura sólo es conveniente para un determinado estilo de juego. Si le gusta una apertura, jué guela y no se preocupe si algún libro la descarta, calificándola como sólo reco mendable para jugadores "posicionales" o jugadores "tácticos", sin temor a que no encaje usted en dicho estilo. Es un maderero y su posición es buena
t( He mencionado antes que en mi ju ventud tenía cierta inclinación por me dios j uegos sin damas. Al jugar a un temprano cambio de damas, uno no está buscando una significativa ventaja en la apertura, sino que más bien trata de ob tener una posición en la que espera sen tirse más cómodo que su oponente. Si es usted un jugador que disfruta con los fi nales, hay un número de líneas que deri van en un temprano cambio de damas, y tiene cierto sentido elaborar un reper torio en tomo a ellas. Con las piezas blancas, la mayoría de las variantes en cuestión surge en aper turas cerradas. A continuación, echare-
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mos un vistazo a algunos ejemplos, con cierto detenimiento. Contra la Defensa India de Rey, hay varias formas de que las blancas cam bien peones en "e5", siendo la principal la siguiente: 1.d4 liJ f6 2.c4 g6 3. liJ c3 i.g7 4.e4 d6 liJ 5. f3 0-0 6i.e2 es 7.dxe5 dxe5 8.YlYxd8 :Sxd8 9.i.gS
después de 1 4.c;tie2 tlic7 1 5 .i.b3 i.e6 1 6.:B:hd l ixb3 1 7.axb3 tlie6 1 8.i.e3 tli d4+?! 1 9.i.xd4! exd4 20.'it>d3 .
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Esta línea la jugó con éxito Ulf An dersson en los años setenta. 9...:S e8 La respuesta natural. 10.liJ dS También es posible 1 O.O-O-O. 10 liJ xdS 1 1 .cxdS c6 12.i.c4 Andersson ganó varias partidas im presionantes desde esta posición, siendo un ejemplo característico la que vere mos a continuación.
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El peón pasado de "d4" es más una debilidad que una fuerza, y todas las piezas blancas están mejor situadas que sus contrapartes negras. Andersson acti vó su mayoría en el flanco de rey, con f4 y e5, y acabó ganando. 14.liJ d2 liJ b6?! La línea crítica pasa por 14 ... tlic5. 1 5.i.b3 .ie6 16.@ e2 .if8 17.:S hcl .id6 18.i.xe6 :S xe6 1 9..ie3
..•
Andersson R. Byrne Sao Paulo 1 979 -
1 2...cxdS 13.i.xdS liJ d7 1 3 ... tlia6 también condujo a una ins tructiva ventaja blanca, en la partida An dersson - Biyiasas, Hastings 1 979-80, 36
Para los no iniciados, esta posición
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
puede
parecer de tablas muertas, pero en 1 1·11l idad, las blancas tienen varias pe q11c11as ventajas: rey más centralizado, , 1111trol de la columna abierta "c", alfil 1111 poco mejor, torre negra mal situada 1•11 "c6", etc. Puede que no parezca gran rnsa, pero resultan ser demasiado para l
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2.lg4! Una espléndida jugada, típica de es tns posiciones. La amenaza es aislar ar t i licialmente el peón de "e5", con el nvance g4-g5. Las blancas dispondrían l'ntonces del plan h4-h5, abriendo la co lumna "h" para la penetración de su to ITC. Las negras pueden impedirlo con el nvance ... f6, pero la amenaza de minar el peón de "e5" pende siempre sobre su cabeza. 23 ...f6 24.E: b3 i.c7 25.a4 E: e7 26.aS �c8 27.tlJ c4 i.d8 28.E: bS E: c7 29.b3 a6 .10.E:dS E: d7 31.gS! Véase la nota anterior. 3 1 ...E: xdS 32.exdS fxgS 33. @d3 g4 34.© e4 ie7 35. tlJ xeS i.b4 36. tlJ xg4 .bas 37. @es @e7 38.ics+ @n 39.d6
39 tlJ b6 40.ixb6 ixb6 41.@ds id8 42. tlJ eS+ Las negras se rindieron. La mejor defensa negra contra esta línea puede que sea 9 ... c6 (impidiendo el salto 4Jd5) l 0.4Jxe5 l'!e8 1 1 .0-0-0! llJa6! , y la teoría considera que la po sición está igualada. Incluso aquí las blancas pueden tratar de jugar 1 2 .�d6, aunque no deberían conseguir nada ante una defensa precisa. .•.
Hay otras formas de alcanzar un final similar contra la Defensa India de Rey, como 6.i.e3, en lugar de 6.ie2. Esta línea la jugó con éxito Larsen hace mu chos años. Contra la respuesta más natu ral, 6 ... e5, la idea de las blancas es, sen cillamente, simplificar con 7 .dxe5 dxe5 8.Wxd8 l'!xd8, y ahora 9.4Jd5. Una vez más, esto no les ofrece objetivamente nada concreto a las blancas contra la mejor defensa, pero conduce al tipo de posición técnica que estamos buscando, y en la que muchos jugadores de la De fensa India de Rey se sienten incó modos. Los interesados en esta línea de berían reproducir la partida Larsen Hübner, lnterzonal de Leningrado 1 973, en la que las blancas ganaron de forma instructiva. Otra apertura que ofrece a las blancas la posibilidad de encaminar el juego por cauces tranquilos, es la línea principal de la Defensa India de Dama: 1.d4 tiJ f6 2.c4 e6 3.tlJ f3 b6 4.g3 i.b7 i s. g2 i.e7 6.0-0 0-0 7. tlJ c3 tlJ e4 Ahora, en lugar de la jugada más ha bitual, 8.Wc2, las blancas pueden forzar algunas simplificaciones, con: 8.tlJ xe4 ixe4 9. tlJ el ixg2 10. tlJ xg2
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con peones colgantes en "c5" y "d5", y en esta simplificada posición, los peoneN colgantes son un problema. El plan sub siguiente de las blancas será presionar sobre los peones, y tratar de forzar el avance de uno de ellos, cuando el dúo puede romperse con un oportuno b3 (si las blancas han jugado ... c4), o e3 (si han jugado . . . d4).
Esta posición tampoco es tan fácil pa ra las negras como parece. 10...dS De otro modo, las blancas pueden apoderarse por completo del centro con l l .e4. 1 1 .Y!Ya4 La ligera vulnerabilidad de las ca sillas blancas en el flanco de dama, sig nifica ahora que lo más recomendable tal vez sea el cambio de damas. t t ...Y!Yes O bien l I ...Y!Yd7, que resulta similar. 1 2.Y!Yxe8 füe8 Ahora sigue un nuevo cambio de peones. 13.cxdS exd5 Ver el diagrama siguiente Aunque la posición pueda parecer inocua para las negras, la práctica sugie re que las blancas tienen buenas posibi lidades de asumir la iniciativa. La es tructura de peones en el flanco de dama obligará a las negras a jugar ... c5, pues de otro modo el peón "c" quedará retra sado. Una vez que hagan ... c5, tras un cambio de peones, las negras quedarán 38
Los resultados prácticos de las blan cas desde esta posición han sido muy buenos, lo que sugiere que aunque las blancas no ganen, pueden hacerles la vi da muy dificil a las negras durante mu cho tiempo, con muy pocas posibili dades de arriesgarse a perder. Un ejem plo característico a alto nivel es la parti da Petrosian - Botvinnik, Campeonato Mundial (Moscú) 1 963 (3ª), en la que el cambio de damas se produjo en la casilla "d7" y no en "e8": l l . ..c5 l 2 ..ie3 Y!Yd7 l 3 .Y!Yxd7 tl'ixd7 l 4.cxd5 exd5 1 5 . tLi f4 tLi f6 l 6.dxc5 bxc5 1 7 .l:!ac l d4 l 8.i.d2 a5 1 9.tl'id3 tl'id7 Ver el diagrama siguiente Las blancas han conseguido su dis posición óptima de piezas, y ahora la te-
COMO CONSTRUIR S U REPERTORIO DE APERTURAS E N AJEDREZ
1111'1 l 1ca 20.e3 ! dxe3 2 1 ..ixe3 consolidó "" ventaja. Tras una tenaz defensa, que ¡111 1longó la lucha hasta la jugada 86, l l1 1l v innik consiguió salvar medio pun1 1 1 . pero es dificil ver que el bando ne �· ' "· en esta variante, ejerza atracción �1 1hre nadie que no sea masoquista.
A las dos variantes anteriores se llega uhriendo con l .d4, pero la siguiente linea Anti-Grünfeld, sólo es posible para quienes abren con 1 .tll f3 ó l .c4. l . �t3 � f6 2.c4 g6 3. � c3 d5 4.cxd5 �hd5 En esta posición, las blancas tienen vnrias formas instructivas de evitar la 1 >efensa Grünfeld propiamente dicha. l)uienes busquen un medio juego más ugudo, deben investigar 5.Wb3 ó 5 .Wa4+ l o incluso 4.Wa4+, en el tumo anterior), pero a quienes les guste "cortar madera", disponen de la alternativa... �.e4 � xc3 6.dxc3 Wxdl+ Las negras no tienen buena forma de evitar el cambio de damas. Después de l1 �d7, 7 . .ic4 fuerza la torpe 7 ... e6, ya que la natural 7 . . . ÍJ.g7? pierde inmedia lumente, por 8 ..ixf7+. En la partida An dersson - Kouatly, Olimpiada de Malta ...
1 980, las negras ensayaron la artificial 6 ...Wd6?!, pero perdieron rápidamente, después de 7.Wb3 ! .ig7 8 ..ie3 0-0 9.Eld l Wc6 1 0.ÍJ.c4 lll a6?
Una vez más, las blancas esperan conseguir una pequeña ventaja en esta tranquila posición. Su rey tiene un buen puesto centralizado en "c2", y pueden
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situar sus alfiles de forma más activa que sus rivales, con ic4 y if4, o bien ie3. Las negras, por otra parte, deben encontrar la forma de activar sus pro pios alfiles y conectar las torres a tiem po para luchar por la columna "d". Por encima de todo, la batalla psicológica favorece a las blancas, ya que han con seguido obligar a su oponente a entrar en una tranquila posición de final, que normalmente no atrae a la mayoría de los jugadores Gri.infeld. De nuevo, Andersson es aquí uno de los máximos gurúes de esta línea. La si guiente partida muestra un juego modé lico por parte de las blancas. Andersson - Franco Buenos Aires 1 979 7 ... f6! Generalmente considerado lo mejor. En cambio, 7 . . . c5?! 8.i.e3 b6 9.a4 tt'ic6 1 O.i.b5 ! id? 1 1 . @c2 i.g7 12.E:hd 1 a6 1 3 .i.c4 i.g4 1 4.h3 ixf3 1 5.gxf3 0-0 1 6.f4! E:a7 1 7.e5, dio clara ventaja a las blancas (Andersson - Tempone, Buenos Aires 1 979), mientras que 7 . . . tt'id7 8.i.c4 i.g7 9.E:e l c6 I O.@c2 0-0 1 1 .i.e3 h6 1 2 .a4 a5 1 3 .e5 e6 1 4.E:ad l E:e8 1 5 .i.d4 b6 l 6.i.e3 if8 1 7 .ie2 g5 1 8 .g4 i.g7 1 9.h4 tt'ixe5 20.tt'ixe5 ixe5 2 1 .hxg5 hxg5 22.if3 ib7 23 .ixg5 ig7 24.ie3 E:a6 25 .ie2 E:aa8 26.ixb6, con ventaja decisiva, Romanishin - Grigorian, Cam peonato de la URSS, Moscú 1 976. 8.i.e3 es 9.lü d2! .le6 Un tema clave de esta posición es que las blancas tratan de impedir que las negras cambien alfiles de casillas oscu ras, con ...ic5, lo que les permitiría de sembarazarse de su alfil inactivo. Así, a 40
9 . . . tt'id7 se contestaría con 1 0.tt'ib3 ! , im· pidiendo ...ic5 .
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10.i.c4 .lxc4 1 1 .lü xc4 lü d7 12.b4! Impidiendo de nuevo . . .ic5. 1 2...lü b6?! Algo mejor era hacer 12 ... 0-0-0, con sólo una pequefia ventaja de las blancas. 13. .!ü aS! Atando a las negras a la defensa del peón de "b7". 13 0-0-0+ 14.@ c2 lte7 1 4 ... h5 !, con idea de . . .ih6, era más coherente con los objetivos negros 15.a3 fS? •..
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
l �sta jugada debilita el peón de "e5", 111 que Andersson explota de inmediato. lh .i xb6! axb6 17. � c4 Ahora las blancas tienen una clara Vl'lllaja, con la mejor pieza ligera, un 1 1hjetivo en "e5 ", y la posibilidad de 1 1 1111per en la columna "a" . Como siem pre, el Gran Maestro sueco materializa �11 superioridad en impecable estilo. 1 7 i.f6 1 8a4 i.g7 19J� bel g he8 20.bS! 1'4 21.aS bxa5 22. gxaS b6 23. g a7 .if6 14, geal g e6 25.g l a6 gde8 26.� b3 id8 2U� a8+ � d7 2s.g a2 .if6 29.g d2+ .J.i c7 30.g a7 ges 31.g ds � es 32.h3 iJJe 7 33.� b2 �e8 34. � d3 .ig7 35.c4 i r6 36.cS bxc5 37.� xcS g e7 38.g a6 i h8 39.� c4 .ig7 40.f3 g bs 41. � e6 i r6 42.g c6 Las negras se rindieron. .
...
Así, por lo que antecede podemos ver que los jugadores que, con blancas, se l'llntentan con buscar una pequefia ini l' iativa en medios juegos sin damas, tie nen un número de líneas en las que pue den conseguir el tipo de posición que huscan. También en otras variantes, la voluntad de entrar en un final más o me nos igualado, antes que tratar de obtener una objetiva ventaja de apertura, hace que el trabajo de confeccionar el propio repertorio de aperturas sea más fácil. Me recuerda a algo que Petrosian escribió ncerca de su trabajo con Isaak Boles lavsky, segundo de aquél durante los nños sesenta. Boleslavsky era un teórico de primera fila, mientras que el enfoque de Petrosian hacia las aperturas siempre había sido mucho más relajado, pues con su soberbia intuición y profunda comprensión posicional, estaba habitua do a tratar la apertura con cierta lige-
reza, y normalmente no pretendía lograr una ventaja teórica en la fase inicial. Escribió que, al analizar con Boleslavs ky, siempre que sugería una jugada rela tivamente tierna o de segunda fila, Bo leslavsky ni siquiera se dignaba refu tarla, sino que le decía: "Para jugar así no se necesita preparación". Aunque las palabras de Boleslavsky eran claramente críticas, creo que para muchos jugadores por debajo del nivel de maestro, disponer de un repertorio con una necesidad mínima de prepararse puede resultar algo muy atractivo. Debe recordarse que, a pesar de sus inconve nientes, el enfoque de Petrosian resultó ser lo bastante bueno como para arre batarle el título mundial a Botvinnik, uno de los jugadores mejor preparados de la historia. Hemos visto antes el tran quilo enfoque de Petrosian contra la India de Dama, en la tercera partida de su match. Dos partidas después, su jue go tuvo una apariencia igualmente tierna contra la Grünfeld: l .d4 � f6 2.c4 g6 3 .tt:lc3 d5 4.tt:lf3 ig7 5 .e3 0-0 6.ie2 dxc4 7.ixc4 c5 8.d5 e6 9.dxe6 �xd l + I O.c;t>xd l ixe6 1 l .ixe6 fxe6
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No hay duda de que, durante su pre paración para el match, Boleslavsky descartó esta posición como indigna de ser preparada, pero eso no le impidió a Petrosian ganar un final de libro de texto. Un ejemplo similar lo tenemos en la partida Andersson - Xie Jun, Belgrado 2000, que se inició así: 1 .liJf3 ltJ f6 2.c4 g6 3 .g3 Íi..g7 4.Íi..g2 0-0 5 .0-0 d5 6.cxd5 ltJxd5 7.ltJc3 ltJc6 8.d4 ltJb6 9.e3 j:!e8. Pretender sellar ventaja con blancas en esta línea ha puesto a prueba el ingenio de muchos Grandes Maestros de primera fila. Incluso Karpov, que la ha jugado con blancas contra Kasparov, ha sido in capaz de conseguir nada positivo. Debi do a esto, la atención ha pasado a líneas en las que las blancas evitan la captura en "d5", y permiten a las negras jugar . . . dxc4. Sin embargo, si es usted un ju gador como Ulf Andersson, no necesita pasarse semanas investigando las posi bles sutilezas de estas posiciones, y tra tando de descubrir la forma de exprimir alguna ventaja para las blancas. En lugar de ello, puede pasar a un final igualado con 1 0.b3 e5 l 1 .ltJxe5 ltJxe5 1 2.dxe5 \Wxdl 1 3 .füd l ixe5 14.Íi..b2 c6, recha zar todas las propuestas de tablas de su oponente, y pulverizarlo, como en este caso, en 83 jugadas. Andersson, por supuesto, es un caso extremo de jugador sobresaliente en me dios juegos sin damas, que juega magní ficamente. Recuerdo haber oído en una ocasión su actitud hacia partidas amis tosas, en una de sus participaciones en el torneo de Hastings (varias veces, a fines de los setenta). Como de costum bre en tales torneos, los jugadores a menudo se divertían jugando al atarde42
cer Blitz en el bar. En el caso de Ander sson, sin embargo, a menudo retiraba las damas del tablero (y, a veces, también las torres) ¡antes de comenzar el juego! No hay que decir que era invencible en tales partidas. Hasta aquí hemos visto el enfoque desde el punto de vista de las blancas. Naturalmente, es mucho más fácil crear estas posiciones sin damas con las pie zas blancas, en parte porque las blancas tienen la primera jugada y pueden dictar el ritmo de la partida más fácilmente que las negras. Además, los jugadores con negras en general tienen menos aversión a las tablas y, por tanto, son más proclives a cambiar damas en una fase temprana, en la creencia (a menú do, errónea) de que eso les asegura la igualdad. No obstante, los jugadores que se contentan con un medio juego sin damas, tienen una opción muy evidente contra 1 .e4 y, dada su actual popula ridad, no puedo prescindir de comen tarla con algunas breves notas. Me re fiero, por supuesto, a la hoy famosa De fensa Berlinesa, con la que Kramnik consiguió embotar la salida l .e4 de Kas parov en su match por el Campeonato Mundial (Londres 2000): l .e4 e5 2.ltJf3 ltJc6 3 .Íi..b5 ltJ f6 4.0-0 ltJxe4 5 .d4 ltJd6 6.ixc6 dxc6 7.dxe5 ltJf5 8.\Wxd8+ \t>xd8 Ver el diagrama siguiente Creo que esta línea es una buena op ción práctica para un jugador que tiene poca inclinación a dedicar mucho tiem po al estudio de las aperturas, y que dis fruta jugando finales y posiciones técni cas. Pese al hecho de que se ha hecho
COMO CONSTRUI R SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
1 11uy popular al nivel de G.M., es una lí nea que puede ser jugada a niveles me nos elevados con una preparación relati vamente pequeña, porque casi todas las l íneas implicadas no son forzadas y de penden mucho más de la comprensión que del conocimiento de secuencias tác ticas concretas. Además, las negras tie nen muchas maneras de jugar, lo que hace que la preparación específica de las hlancas resulte bastante dificil. Después, por ejemplo, de la jugada principal, 9.tt:Jc3, las negras tienen, al menos, cin co respuestas jugables: 9 ... 'it>e8, 9 .. h6, 9 ...id7, 9 . tt:Je7 y 9 .a5, todas las cua les tienen un valor equivalente, aunque son en esencia distintas. .
.
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Sin la menor intención de escribir un análisis sobre la línea, vale la pena subrayar sus principales consideracio nes. Como en la Variante del Cambio de la Ruy López, las negras han permitido que les doblasen peones en el flanco de dama, pero cuentan con la pareja de al files. Un factor adicional es que han per dido el derecho a enrocar. Aunque la au sencia de damas signifique que es poco probable que caigan víctimas de un ata-
que de mate, el principal inconveniente es que tendrán dificultades para incor porar al juego sus dos torres. De modo que uno se preguntaría: ¿no han conseguido las blancas una versión superior de la Ruy López (Variante del Cambio)? Después de todo, tienen la misma estructura que en dicha variante, y además han cambiado damas (lo que normalmente favorece a las blancas), y el rey negro está mal situado. La res puesta es que, a diferencia de la Ruy Ló pezJVariante del Cambio, aquí el peón blanco "e" ha sido forzado a avanzar a "e5" . Este factor, en apariencia insigni ficante, marca toda la diferencia, porque ese hecho permite que las piezas meno res negras dispongan de dos excelentes casillas en "d5" y "f5" y porque, ade más, el peón blanco de "e5" obstruye al único alfil de su bando. Ciertamente, uno de los principales objetivos estraté gicos de las negras en esta línea es cam biar el alfil de "IB" por el caballo blanco de "c3 ", produciendo así una posición con alfiles de distinto color. Al ame nazar . . . a4 o ... c4, las blancas normal mente son inducidas a situar sus peones del flanco de dama en casillas de su co lor, donde son vulnerables al alfil negro, que puede atacarlos por "f5". Por el contrario, el alfil blanco normalmente es incapaz de atacar los peones negros, de bido a que la estructura central de peo nes (en "e5" y "f4") obstruye el camino a su alfil. Otro tema importante de la línea es la tentativa de las blancas de movilizar su mayoría del flanco de rey, con f4 y f5. Las negras, a su vez, deben luchar con tra esto, tratando de disponer un blo queo, con jugadas como . . . h5. A menu-
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do, las blancas avanzarán g4 para expul sar a un caballo negro de "f5", pero en tal caso, deben mantenerse alerta ante el contragolpe . . . h5, que puede minar la fa lange de peones de su flanco de rey. Existen numerosas partidas de Gran des Maestros, jugadas recientemente con esta línea, de modo que no hay escasez de material de estudio, para jugadores interesados en profundizar. Además de Kramnik y el desaparecido Tony Miles, otro jugador especialista en la línea es Alexandrov, de quien hemos estudiado algunas partidas (con blancas) en la Semi-Eslava. Si está usted interesado en la Defensa Berlinesa, le recomiendo que estudie las partidas de estos jugadores, que le enseñarán mucho. Naturalmente, las blancas no están obligadas a respon der a l . ..e5 con la Ruy López y, desde luego, a nivel de club, las partidas abier tas sin la Ruy López son muy populares. No obstante, con la posible excepción de la Escocesa, ninguna de las demás aperturas plantea una amenaza formi dable a un jugador bien preparado, de modo que si se siente usted cómodo con
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la Berlinesa, está en el buen camino pa ra crear un repertorio muy sólido y fia ble contra l .e4. Lo que me he propuesto conseguir con lo que antecede es darle un ejemplo de cómo el propio repertorio de aper turas puede ser formado en tomo a una preferencia estilística. Así, un jugador cuyo estilo tienda hacia el final y el jue go técnico, puede elaborar un repertorio de aperturas en tomo a esto, eligiendo diversas líneas que producen medios juegos sin damas, del tipo que el j uga dor puede disfrutar. Debido a que estas líneas, por su propia naturaleza, no son forzadas, su teoría no cambiará radical mente con el tiempo, lo que le permitirá mantener actualizados sus conocimien tos teóricos. Naturalmente, no siempre puede conseguirse el tipo de posición que uno quiere, ni siquiera con blancas, pero tener un repertorio basado en tomo a las líneas antes consideradas le permi tirá conseguir sus esquemas preferidos en una buena proporción de sus parti das.
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
4
¿Rutas principales o caminos secundarios?
1 lira
decisión importante que debe to marse al formar el propio repertorio, es �¡ concentrarse en las líneas principales de aperturas populares, o tratar de eludir In teoría empleando líneas marginales, poco conocidas. Cada enfoque tiene sus ventajas, aunque yo tengo una clara opi n ión de lo que es mejor para ciertos ti pos de jugadores. Siguiendo las rutas marginales
Para muchos jugadores de club existe In tentación de evitar las líneas teóricas principales, y jugar en cambio aperturas marginales. Esto tiene el gran mérito de l'Vitar el conocimiento teórico del opo nente, dejándolo así abandonado a sus propios recursos. Por otro lado, muchas de las líneas que vernos a nivel de club son gambitos, que conducen al tipo de juego emocio nante que muchos jugadores encuentran nlractivo. No hay duda de que un enfoque así puede resultar efectivo, incluso a nivel de maestro. Ciertamente, el enfoque an t iteórico ha sido muy popular en Ingla lerra durante los pasados 20-30 años, con buen número de jugadores ingleses que han construido su repertorio a base de líneas marginales. Uno de los pri meros en hacerlo fue el desaparecido Tony Miles, quien, tras emplear amplia-
mente la Siciliana Dragón a comienzos de su carrera, abandonó la defensa en favor de otras rutas menos conocidas. Tony tuvo grandes éxitos con ese enfo que, culminando en una victoria sobre Karpov (en Skara 1 980), jugando l .e4 a6 2.d4 b5, con negras. Una de las primeras aperturas favoritas de Tony era l .d4 e6 2.c4 b6 (o bien l .c4 b6). Esto fue retornado por otros jugadores ingle ses, y pasó a conocerse corno Defensa Inglesa. La siguiente partida es un buen ejemplo de la efectividad de esta defen sa en manos de Miles, contra oponentes desprevenidos. Farago Miles Hastings 1 976-77 -
1.d4 b6 2.c4 i.b7 3.� c3 e6 4.e4 i.b4 s.'llYc2 'llYh4! Por entonces, estas jugadas creaban sensación, pero pronto se convirtieron en una idea temática en esta apertura. 6.i.d3 fS
Ver el diagrama siguiente 7.g3? Ya un grave error. Las blancas de bían haber probado la más aventurera 7.tt'lf3 .ixc3+ 8.'Wxc3 'Wg4 9.0-0 fxe4 1 0.tt'le5, aunque quizá sea comprensible que Farago no estuviese muy contento
¿RUTAS PRINCIPALES O CAMINOS SECUNDARIOS?
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por tener que moverse en aguas turbias en fase tan temprana de la partida.
7 ..."b5 s..te2 "ti 9.f3 fxe4 10.fxe4 tll f6 1 1 .d5 Las blancas se están encontrando ya con tremendas dificultades para mante ner la integridad de su centro, y el sutil juego de Miles pronto hará que se de rrumbe. 1 1 ...0-0 1 2. tll f3 "g6! 13.id3 "h5! 14.0-0 tll a6 1 5.a3 ixc3 16.bxc3 tll c5 1 7.Ae3 tll xd3 18.Wxd3 exd5 19.exd5 tll xd5 20.cxd5 g xf3 21.g xo Wxf3
El que fuera orgulloso centro ha sido 46
reducido a escombros, y las blancas tie nen un peón menos y un rey expuesto. Sólo consiguieron luchar durante unas cuantas jugadas más. Miles ganó muchas partidas de este tipo en la década de los setenta, antes de que sus oponentes se hubiesen prepara do para jugar contra la Defensa Inglesa. Gradualmente, sin embargo, las blancas descubrieron formas más sutiles, y me nos cooperadoras, de desarrollarse, y la línea comenzó a recoger menos víctimas drásticas. No obstante, sigue siendo ju gable al día de hoy, contando con Jon Speelman uno de sus más fieles adeptos. Si está interesado en este sistema, la lí nea más crítica probablemente sea l .d4 e6 2.c4 b6 3 .e4 ib7 4.id3. Ahora, la continuación más aguda y temática para las negras es 4 ... f5, que conduce a fan tásticas complicaciones, después de la respuesta 5 .exf5 ixg2 6.Wh5+ g6 7.fxg6 ig7 8.gxh7+ ©f8 9.it:)e2! tll f6 1 0 .Wh4 ixh l
Esto se jugó por primera vez en la partida Browne - Miles, Tilburg 1 978. Las blancas han sacrificado toda una to rre, pero continuarán con ig5, tll f4,
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1·t c . ,
con un feroz ataque. Se han rea l i 1ado muchas tentativas para justificar In posición negra, pero es dificil reco111cndar 4 . . .f5 si no es a los jugadores más osados. Las negras podrían optar, Ncncillamente, por 4 ... lll c6 5 .lll e2 (o � 4lf3) 5 ... lll b4, y las negras pueden q uedarse con la pareja de alfiles y bus rnr una posición restringida, pero sólida, tras .. CiJe7, ... 0-0, ... d6, etc. Un ejemplo reciente lo tenemos en la partida Lam precht - Speelman, Bundesliga 200 1 102, que continuó así: 5.lll f3 lll b4 6.d5 !? �lxd3+ 7.Wfxd3 ib4+ 8.id2 ixd2+ 1l.CiJbxd2 lll e 7 1 0.0-0 0-0 1 1 .füe l lll g6 l 2.Wfc3 Wfe7 1 3 .lll fl c6 1 4.dxc6 dxc6 1 5 .CiJg3 füd8 1 6.�ad l c5, con posición igualada. .
ha pasado a ser una de las principales aperturas de la competición. Tiene mu chos méritos evidentes. Por un lado, im pide la defensa normal del oponente con tra el peón dama, a la vez que impone apertura. Luego, se caracteriza por una gran flexibilidad en el juego de la posi ción blanca. Contra 2 ... ltJe4, por ejem plo, el blanco puede elegir entre 3 .if4, 3 .ih4, e incluso la extravagante 3 .h4, con la que Hodgson se anotó numerosas victorias. Contra respuestas más tran quilas, como 2 . . .d5, las blancas también disponen de distintas estrategias. La idea original era capturar en "f6", do blando los peones negros. En años más recientes, sin embargo, Hodgson y otros jugadores Trompowsky han preferido un desarrollo sencillo, con 3 .e3. Nótese que las blancas mantienen abierta la op ción de jugar c4 en algún momento, lo que significa que las negras deben tener cuidado para no permitir una trans posición favorable al Gambito de Dama.
Otro jugador inglés que ha hecho una gran carrera a base de aperturas mar ginales es Julian Hodgson. Su arma prin cipal, durante muchos años, ha sido la Apertura Trompowsky, l .d4 ltJf6 2.ig5. Ver el diagrama siguiente Jugándola con suma sencillez, Julian ha convertido esta apertura en un arma temible en el ajedrez británico, tarito que
Otra ventaja potencial de la Trom powsky es que puede jugarse también contra l . . . d5, aunque es convicción ge neral que, en este caso, la línea tiene
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menos mordiente. Una línea típica es l .d4 d5 2.ig5 h6 3 .ih4 c6 4.e3 �b6 5 .�c l if5, para seguir con ... e6, . . . tt:ld7, ... tt:lgf6, etc. Las negras tienen aquí un juego cómodo, aunque las posibilidades no pasan de ser igualadas. A nivel de club, podemos ver nume rosos ejemplos de juego de gambito. Aperturas como el Gambito Blackrnar Diemer, el Contragambito Albin, el Gambito Letón, etc., se juegan regular mente en torneos de club y campeonatos por equipos, mientras que rara vez se ven en competiciones magistrales. Hay una razón muy simple para que así sea, por supuesto -por interesante y dificil que resulte combatir estas aperturas ante el tablero-. Lo cierto es que estas aper turas no son realmente correctas, y po cos Grandes Maestros están dispuestos a arriesgarse planteándolas. No obstante, habría mucho que decir a favor de plan tear estos sistemas en niveles más bajos de juego, sobre todo si disfruta usted con agudas líneas de ataque. A muchos jugadores les resulta incómodo defen derse contra un oponente que está pre parado para sacrificar material a cambio de posibilidades especulativas de ata que. En tales posiciones, el costo de un solo error es mucho más alto que en aperturas tranquilas. Si usted comete un error en un medio juego típico de la Apertura Réti, puede caer en una ligera desventaja posicional, pero si comete un error similar en el tipo de salvajes posi ciones tácticas que a menudo se produ cen en los gambitos, es muy probable que acabe recibiendo mate, o perdiendo una considerable cantidad de material. Una de las cosas que debe tenerse presente al plantear gambitos es que no 48
siempre es necesario quemar las naves en busca de un K.O. instantáneo. Muy a menudo es posible jugar de manera más contenida, tratando de lograr compensa ciones a largo plazo, en forma de acti vidad de piezas. Un ejemplo es el llama do Gambito von Hennig-Schara, que se produce así: 1.d4 dS 2.c4 e6 3.� c3 c5 4.cxdS cxd4 Esta última jugada caracteriza el Gambito von Hennig-Schara, diferen ciándolo de la Defensa Tarrasch normal (4 . . . exd5). La línea principal es ésta: 5.ti'a4+ Ad7 6.ti'xd4 exdS 7.ti'xdS � c6 8. � f3 � f6 9.ti°dl i.cS 10.e3 ti'e7 l l .i.e2 En este punto, la jugada normal de las negras es 1 1 ... 0-0-0, seguido de . . . g4. Sin embargo, la columna abierta "c" significa que el rey negro no estará muy seguro en el flanco de dama, y las blan cas podrán abrir nuevas líneas, devol viendo el peón con b4. Las negras, no obstante, disponen de un camino menos explorado y que su pone menos riesgo: 1 1 ...0-0 1 2.0-0 g fd8
Las blancas tienen dificultades para
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1•111·unlrar un lugar cómodo para su da1 1 111. y su desarrollo en el flanco de dama �·· Ita retrasado. Las negras tienen planes 1 1 11110 . . . i::l ac8, seguido de . . . tt:Je5, bus ' 1111do el cambio del caballo que protege 11l 1cy blanco. Si las blancas cambian en "1·'i", retomar ...Wxe5 seguramente pro �1 1rnrá un debilitamiento en el enroque, rn11 g3, después de lo cual las negras dispondrán de jugadas como ...ig4 y \Mfh5, etc. Otra idea para las negras, en l11�ar de ... tt:Je5, es . . . a6, seguido de J!l.a7-b8, tratando de crear amenazas �ohre la diagonal "b8-h2". Mientras que lns negras no tienen plena compensación por el peón de menos, sí cuentan con ulguna iniciativa, y la posición blanca probablemente sea menos fácil de jugar 1111le el tablero, sobre todo con un con lrnl rápido de tiempo. Es interesante ob servar que Fritz, un juez, por lo general, 1·xlremadamente materialista de las po siciones, sólo evalúa aquí la ventaja hlanca como menos de medio peón. Ya he aludido al hecho de que el ma problema con tales aperturas mar ginales, sobre todo cuando se trata de gambitos, es que objetivamente no son plenamente correctas. Esto es algo que debemos reconocer y aceptar. Si fuera posible obtener una activa posición de ataque sin riesgo, todo el mundo jugaría usí. Sin embargo, hay que entender que para conseguir buenas posibilidades de ataque, sobre todo con negras, hay que correr riesgos. Si no le gusta hacerlo, debería jugar cosas mucho más sólidas. Otro problema con el que nos encon tramos al jugar aperturas marginales, es que normalmente escasean los libros fiables acerca de tales sistemas. Dado yor
que estas líneas de juego rara vez son sometidas a prueba en la alta compe tición, lo que abunda son los analistas pésimos que plasman sus ideas en libros de aperturas de ínfima calidad, a menu do basándose en partidas que van desde remotos matches del siglo XIX hasta partidas de Blitz en Internet. Pocos Grandes Maestros fuertes escribirían un libro sobre un gambito desacreditado y probablemente incorrecto, de modo que las monografias sobre tales líneas están escritas por jugadores más flojos, que suelen ser ellos mismos practicantes en tusiastas de la apertura, y carecen de la necesaria objetividad. En su libro Se crets of Practica/ Chess, John Nunn in cluye dos espléndidos ejemplos de los peligros de tales libros, aun cuando sean escritos por Grandes Maestros. Recuer do un pequeño caso de mi juventud, re lativo a la Apertura Ponziani. Después de las jugadas características l .e4 e5 2.tbf3 tbc6 3 .c3, las negras tienen buen número de defensas satis factorias, pero una de las más agudas y ambiciosas es el Gambito Leonhardt, 3 ... d5 4.Wa4 tt:Jf6. Con esta jugada, las negras sacrifican el peón de "e5" por un rápido desarrollo. A mediados de la década de los setenta, se publicó un li bro que abogaba por la Apertura Ponzia ni para las blancas, y yo, junto con un amigo de mi club, decidimos estudiarla. Mi amigo había jugado la apertura en el pasado, pero el Gambito Leonhardt le había hecho perder la fe en la apertura. Naturalmente, estábamos ansiosos por ver qué recomendaba el autor para las blancas. Indicaba la línea 5 .tbxe5 id6 6.tbxc6 bxc6 7.d3 0-0 8.ie2 i::le8 9.ig5
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9 . . . h6 I O ..ixf6 %Vxf6 l l .%Vxc6 .ie6. To do esto había sido j ugado en una partida por correspondencia de alto nivel, que siguió con 1 2.it)d2 %Vg5, y las negras tienen compensación por el material. Sin embargo, el autor recomendaba para las blancas la jugada "evidente" 1 2.0-0 (ver diagrama), afirmando que, una vez que el rey blanco ha salido del centro, está claro que las negras tienen compen sación insuficiente por sus dos peones.
Incluso en aquellos tiempos en que Fritz no existía, a mi amigo y a mí no nos llevó mucho tiempo descubrir la réplica 1 2 ....ig4! , después de lo cual las blancas pueden cabalmente rendirse, pues la tentativa de cosechar alguna ma dera por la dama, con 1 3 .Wxe8+ !!xe8 1 4 ..ixg4, falla, por 1 4 ...Wf4. El problema final de jugar aperturas marginales tiene que ver con el desarro llo del jugador. Si tiene usted la ambi ción de convertirse en un j ugador de fuerza de maestro, es probable que lle gue un momento en que su repertorio de aperturas resulte un factor que interfiera con su desarrollo. Jugar aperturas mar50
ginales o no teóricas puede dar muy buenos resultados contra jugadores flo jos, pero una vez que comience a en frentarse a Maestros Internacionales y Grandes Maestros de forma regular, ya no podrá contar con tener éxito con los mismos sistemas de apertura. Por su puesto, llegado ese momento puede co menzar a j ugar aperturas más respe tables, pero si ha pasado la mayor parte de sus años de formación evitando tales líneas, resulta que comenzará el nuevo proceso con cierto retraso respecto a otros jugadores que han estado practi cando las principales líneas teóricas du rante la mayor parte de sus carreras. Mencioné, al comienzo de este capí tulo, que la utilización de aperturas rela tivamente marginales ha sido una carac terística de la escuela inglesa en los últimos 25 años. Un ejemplo de cómo tal enfoque puede potencialmente vol verse contra el jugador, a medida que éste se hace más fuerte, lo tenemos en el G.M. Joe Gallagher. Jugador siempre agresivo y valiente, Gallagher ha jugado el Gambito de Rey desde sus días de juvenil, y recogió con él numerosas ca belleras, incluso cuando se enfrentaba a Grandes Maestros. También es autor de un excelente libro sobre esa apertura. Sin embargo, en los últimos años, el Gambito de Rey se ha jugado, al más al to nivel, por j ugadores como Moroze vich, Short y otros. En consecuencia, ha sido seriamente puesto a prueba contra la mejor oposición del mundo y, en oca siones, esas pruebas han conducido a su destrucción. El siguiente es un brutal ejemplo de lo que un G.M. moderno de primera fila puede hacerle al Gambito de Rey.
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Fedorov - Sbirov Polanica Zdroj 2000 l .c4 es 2.f4 exf4 3. ll'l o g5 4.h4 g4 !'i. lll e5 d6 6. lll xg4 ll'l f6 7. ll'l fl g g8 8.d4 i h6 9.ll'l c3 ll'l c6 10.ll'l dS ll'l xd5 1 1.exdS
Fedorov ha alcanzado esta posición en, al menos, dos ocasiones anteriores, y en ambas partidas las negras jugaron aquí 1 1 . ..lll e 7, y las blancas lograron buen juego. Shirov, sin embargo, ideó un brillante sacrificio de pieza: l 1 ...We7+! 1 2.i.e2 ll'l b4! 13.c4 .ifS! 14.Wa4+ 'it>f8 1 5.Wxb4 ges
Las negras tienen ya un ataque demo ledor. La partida finalizó así: 16.Wd2 g xg2 1 7.'it>n gg3 18.Wd l .ie4 19,g b2 f5 20.ll'l xe4 fxe4 2 1.i. g4 e3 22.i.O Wg7 23.g hl g g2 Las blancas se rindieron. Esta y otras partidas han demostrado que el Gambito de Rey, aunque es mejor que su anterior reputación, es extrema damente arriesgado a nivel magistral, sobre todo ante oponentes que están bien preparados contra él. En estas cir cunstancias, es muy dificil para un Gran Maestro profesional seguir empleando la apertura como su arma principal. La realidad es que un Gran Maestro que abra el juego con l .e4 necesita jugar, contra una fuerte oposición, las líneas principales de la Ruy López, como arma principal, si espera conseguir ventaja, con blancas. Sin embargo, para un juga dor que nunca ha planteado la Ruy Ló pez en su carrera, es muy dificil asimilar la apertura a partir de cero. Este dilema se percibe en el juego de varios gambiteadores de rey, con fuerza de G.M. Antes del desastre precedente, Alexei Fedorov se había anotado un buen número de victorias con el Gam bito de Rey, en cuyo proceso su Elo superó los 2660. Una vez que comenzó a participar en torneos de elite, sin em bargo, partidas como la anterior pronto deterioraron su confianza y su rating, perdiendo más de 1 00 puntos Elo. En el momento de escribir estas líneas, parece haber abandonado el Gambito de Rey, en favor de la Apertura de Alfil, pero aunque esta última sin duda es una elec ción más segura, es dificil que produzca la menor impresión en los jugadores de l . ..e5.
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En años recientes, Joe Gallagher tam bién ha sufrido algunos problemas con tra 1 ... e5. En una partida crucial de últi ma ronda, en el Hastings Challengers de hace unos años, con blancas, contra lgor Rautsis, era reticente a practicar el Gam bito de Rey contra un fuerte oponente que sin duda se había preparado bien. Por el contrario, con la victoria del tor neo a la vista y una plaza en el torneo principal del año siguiente, eludió el Gambito de Rey, en favor de la Aper tura Cuatro Caballos, sólo para caer en una mala posición y, eventualmente, acabar perdiendo. En otros casos, ha descartado 1 .e4 al enfrentarse a un fuer te oponente que podría responder 1 ... e5. El ejemplo más reciente ha sido contra Mark Hebden, en Hastings 200 1 /02. En esa ocasión, abrió 1 .d4, y se encontró luchando contra la Defensa India de Rey, su defensa favorita. Tampoco en tonces logró ventaja de apertura, ha ciendo tablas en un partida tranquila. Está claro que Gallagher nunca ha te nido éxito en reemplazar al Gambito de Rey, y el agujero consiguiente de su re pertorio sigue dándole problemas contra fuertes rivales. El propio Hebden es otro ejemplo del mismo fenómeno. Su repertorio actual será examinado en mayor detalle en el capítulo 9, pero comenzó su carrera ju gando l .e4 con blancas. Sus dos prin cipales armas eran el Gambito de Rey, y la variante 2.f4 contra la Siciliana. Cier tamente, fue Hebden quien le enseñó el Gambito de Rey a Gallagher (¡en lugar de pagarle una vieja deuda de juego, de cidió "venderle" a Gallagher sus cono cimientos del Gambito de Rey !). Asiduo de los abiertos de fin de semana, donde 52
vencer a los jugadores flojos es la clave del éxito, las líneas poco conocidas, pe ro agresivas de Hebden eran perfectas. Sin embargo, a medida que fue adqui riendo fuerza y sus líneas iban expo niéndose a una oposición más dura y, con frecuencia, profesional, comenzaron a reportarle frutos más escasos. El des cubrimiento de la defensa 1 .e4 c5 2.f4 d5 3.exd5 lll f6!, le quitó mucho veneno a la Siciliana-f4, y, por otro lado, Heb den comenzó a perder fe en el Gambito de Rey, tras algunos feos reveses contra oposición bien pertrechada teóricamen te. La respuesta de Mark al problema fue remodelar por completo su reperto rio, pasándose a 1 .d4 a fines de los ochenta. Aunque el cambio tuvo mucho éxito, está claro que proceder a una mo dificación tan fundamental del propio repertorio no es algo particularmente de seable. Desde luego, en una reciente conversación conmigo, Mark reveló que había estado entrenando a juveniles, y que su enfoque de las aperturas consistía en animar a sus alumnos a estudiar las principales líneas de apertura, antes que confiar en los trucos de las aperturas marginales, para machacar a oponentes flojos. Transitando por la autopista
Todo esto nos lleva al enfoque alter nativo. La mayor ventaja de practicar las líneas teóricas principales es que puedes estar tranquilo de que la apertura que estás j ugando es esencialmente correcta, y que no es probable que sea refutada. Por supuesto, hay diferentes líneas que se ponen de moda y dejan de estarlo, a nivel de Gran Maestro, y si discutes de
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ll'oría de aperturas con un fuerte jugador profesional, a menudo le oirás comen111rios del tipo: "Tal y tal línea están ac tualmente bajo presión", o bien "Nadie 1 11cga hoy esta línea". El proceso que �11cle producirse es el siguiente: en de lcrminada partida, las blancas, digamos, 111troducen una nueva idea en la apertura y logran ventaja. Si en los torneos in mediatos las negras no encuentran una mejora, la línea quedará arrinconada, y los mejores Grandes Maestros tratarán de evitarla. Sin embargo, estos períodos normalmente sólo durarán un tiempo re lativamente corto hasta que se encuentre la supuesta mejora, momento en que la línea recupera la popularidad. Casi no hay casos en que una línea respetable de apertura haya sido refutada, ni es pre visible que esto vaya a suceder en el fu l uro. Las líneas de que hablamos, por definición, se basan en principios co rrectos de apertura, y para que fuesen re IUtadas se requeriría un replanteamiento absoluto de esos principios. Otro beneficio del enfoque basado en líneas principales es que siempre puede contarse con partidas de Grandes Maes tros disponibles para estudiar la apertura en profundidad. Por otro lado, el hecho de que una apertura se juegue exten samente al máximo nivel, significa que lo que se ha escrito acerca de ella debe ser mucho más fiable que las partidas y análisis publicados de otras líneas. Un tercer mérito de jugar líneas prin cipales es que muchas de ellas ofrecen una gran flexibilidad. Esto puede ser muy útil si una determinada variante está siendo sometida a presión. Tome mos como ejemplo la Ruy López Cerra da, Defensa Chigorin, cuya posición básica se alcanza después de l .e4 e5
2.lll f3 lll c 6 3 .i.b5 a6 4.i.a4 lll f6 5 .0-0 i.e7 6.l'!e l b5 7.i.b3 d6 8.c3 0-0 9.h3 lll a5 I O.i.c2 c5 l l .d4 Vf!c7 1 2. lll bd2
En este punto, las negras tienen al menos cinco jugadas posibles: 1 2 . . . l'!d8, 12 . . .cxd4, 1 2 ... lll c6, 1 2 . . ..td7 y 1 2 ....tb7, etc. De éstas, las líneas más activas es tán relacionadas con la apertura de la co lumna "c", es decir, 12 . . .cxd4 1 3 .cxd4. Ahora, una vez más, las negras disponen de varias opciones plausibles: 1 3 ... .td7, 1 3 . . . lll c6, 1 3 ....tb7, 1 3 . . . l'!d8, etc. Estas líneas son claramente similares, aunque algo diferentes. Conducen a posiciones que tienen los mismos factores estra tégicos y tácticos. Si juega una de estas líneas con negras, y luego surge algún problema teórico, siempre puede optar por una de las líneas alternativas, evitan do así la secuencia específica que le preocupa, pero con la ventaja de encon trarse en el mismo tipo de posición, donde le resultará valiosa su experiencia anterior y su comprensión de la estruc tura. Ciertamente, si decide adoptar una línea como ésta, debería tratar de estu diar las características de la estructura, sin preocuparse demasiado acerca de secuencias concretas. Otro comentario
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que Mark Hebden hizo durante nuestra conversación fue precisamente que él trataba de que sus alumnos estudiasen estructuras, y no líneas específicas. Esa misma flexibilidad existe en otras aperturas. Si tomamos la India de Rey como otro ejemplo: l .d4 tli f6 2.c4 g6 3 .llic3 iJ.g7 4.e4 d6 5.llif3 0-0 6.iJ.e2 e5 7.0-0
Supongamos que usted tiene el hábito de jugar la línea con 7 ... llibd7. Sin em bargo, una determinada respuesta blanca está creando problemas en la variante, así que decide evitarla. En lugar de tener que abandonar la India de Rey y pasar a otra apertura absolutamente distinta, puede explorar una de las alternativas, como 7 ... llia6 o 7 ... exd4, ambas juga bles y líneas teóricamente asentadas. En todos los casos, alcanzará posiciones si milares como con 7 . . . llibd7, de modo que no está desperdiciando sus conoci mientos de la Defensa India de Rey en general. El principal inconveniente de jugar líneas principales es que tiende a pro liferar la teoría en tomo a ellas. Esto puede ser un problema si la línea es muy aguda, como la Siciliana Najdorf, por54
que, sencillamente, no se puede j ugar la línea con seguridad sin estudiar las com plicaciones, y sin recordar variantes con· cretas. Si siente usted aversión por este tipo de estudio, o no confia demasiado en su memoria, hará bien en evitar tales líneas. Sin embargo, eso no significa que no pueda jugar las principales líneas de apertura, sino sólo que debe elegir aquellas que requieren menos conoci· mientos concretos y que se basan más en la comprensión posicional. Las líneas de la Ruy López Cerrada a que antes nos hemos referido son un ejemplo, y pueden jugarse con la memorización de pocas o ninguna línea(s) específica(s). El otro aspecto en que el volumen teórico de las líneas principales puede ser un problema, es que debemos supo ner que nuestros oponentes saben lo que están haciendo en tales líneas y pueden prepararse más fácilmente. Sin embar go, esto es algo que tenemos, sencilla mente, que aceptar. Como sucede con la vida, en general, no hay en ajedrez nada que se parezca al buffet libre, y todo tie ne un precio. A cambio de disponer de un repertorio de aperturas sólido y fia ble, bien comprobado a nivel de G.M., y en el que podemos contar con mucho material de estudio, debemos aceptar el corolario de que nuestros rivales tam bién pueden acceder al mismo material, y desarrollar, con los mismos medios que nosotros, un extenso conocimiento de la apertura. Si lo que usted quiere es una apertura de la que sólo usted lo co nozca todo, necesita inventar algo que, virtualmente, nunca antes haya sido ju gado. Hágalo, si le resulta posible, pero recuerde el precio que eso lleva acarrea do: ¡ sea lo que sea que haya descubier to, es muy probable que sea incorrecto !
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cativa de análisis no verificados o senci llamente erróneos. 4) Las líneas principales de apertura son objetivamente más correctas y, en general, ofrecen una mayor elección de variantes, dentro de una misma apertura. Los libros sobre estas aperturas suelen ser obra de analistas más fuertes y pro fesionales. 5) En general, y a pesar de los riesgos que supone invertir demasiado tiempo en el estudio de aperturas, creo que los jugadores jóvenes y ambiciosos debe rían prepararse para plantear líneas prin cipales ya en las primeras etapas de su carrera. No tiene sentido perder los años de formación en aperturas dudosas o incorrectas, que uno se verá obligado a lanzar por la borda tan pronto como em piece a enfrentarse regularmente con una fuerte oposición.
Conclusiones
1) Las aperturas marginales son ge neralmente marginales por una razón: que no son tan buenas como las varian les principales de apertura. Si decide us led jugar líneas inusuales, debe entender esto y aceptar los riesgos que conlleva. 2) Jugar aperturas marginales proba blemente resulte más efectivo contra ad versarios flojos, puesto que puede elu dir sus conocimientos teóricos, dejándo los solos, con sus propios recursos, en una fase temprana de la partida. Sin em bargo, cuando se enfrente a jugadores más fuertes, un enfoque así puede actuar como un bumerán. 3) Tenga cuidado con los libros sobre aperturas inusuales. Con demasiada fre cuencia están escritos por autores no fiables, y contienen una cantidad signifil J ·Y- ::l
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Ó rdenes de jugadas y transposiciones
Prestar una minuciosa atención a los ór denes de jugadas y a los trucos por in versión de movimientos, es una parte esencial en la formación de un reper torio de aperturas eficiente. Hemos visto en el capítulo 1 cómo un jugador que no resuelve todas las posibilidades del or den de jugadas puede quedar cazado. Sin embargo, el orden de jugadas no es sólo un obstáculo potencial del que de bamos recelar. También puede utilizarse a nuestro favor. El uso inteligente del orden de jugadas a menudo nos permite evitar variantes especialmente peligro sas y restringir, de paso, las opciones de nuestro rival. Una historia del Campeonato Mundial
El ejemplo citado en el capítulo 1 guardaba relación con la secuencia l .d4 tt:lf6 2.c4 e6 3.tt:lf3 d5. A modo de ejem plo de cómo los campeones mundiales enfocan los temas del orden de jugadas, y de cómo evolucionan los repertorios con el tiempo, nos detendremos en los matches por el título mundial, entre Kas parov y Karpov, de los años ochenta y, más concretamente, en el repertorio de Kasparov, con blancas, en tales matches. Al comienzo de su primer match, en 1 984, la principal apertura de Kasparov 56
era l .d4, movimiento que pasó a cons tituir su arma principal desde que alcan zó el nivel de G.M., a fines de los seten ta. Contra 1 ...tt:lf6 2.c4 e6, su continua ción favorita era 3.tt:lf3, evitando la Defensa Nimzoindia. Si las negras plan teaban entonces la Defensa India de Dama, 3 ... b6, Kasparov respondía 4.a3. Esta última jugada, popularizada por Pe trosian, había sido transformada por Kasparov en un arma temible. En el match de 1 984, Kasparov siguió con su política habitual de no permitir la Nim zoindia, y los contendientes disputaron una larga serie de partidas con la India de Dama. Además de 4.a3, Kasparov también hizo 4.g3 en muchas de aque llas partidas, algo que sólo había jugado en contadas ocasiones y que había pre parado especialmente para el match. Co mo es bien sabido, fue el match mara toniano que no debía tener un número limitado de partidas, y fue en la partida nº 32, antes de que Kasparov se anotase su primera victoria. En la partida se planteó su variante favorita 4.a3, contra la India de Dama. La reacción de Karpov a esto fue in mediata. En sus cinco partidas siguien tes, con negras, respondió a 3.tt:lf3 con 3 ... d5 , trasponiendo al Gambito de Da ma. En todas estas partidas se jugó la Variante Tartakower, 4.tt:lc3 fi.e7 5 .fi.g5 h6 6.fi.h4 0-0 7.e3 b6.
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para las negras, y muchos jugadores pre fieren evitar la línea. Karpov siguió la tendencia: 3 .ib4 Ahora Kasparov reveló el otro aspec to de su preparación: 4.c!LJ f3 ••.
Esta línea, una vieja favorita de Kar pov , demostró ser muy sólida, y el cam peón logró hacer tablas en las cinco par1 idas. Al final, Kasparov dejó de jugar l .d4 y, en sus tres últimas partidas con hlancas, se pasó a l .e4, ganando la 48ª partida y última, antes de que el presi dente de la FIDE, Florencio Campoma ncs, llegase a Moscú y tomase su impo ¡mlar decisión de cancelar el match. Menos de un año después, los dos contrincantes volvieron a enfrentarse. l ·: stá claro que Kasparov había estado lrabajando en resolver el problema. El resultado de su trabajo pudo verse en la primera partida del match. Kasparov - Karpov Campeonato Mundial (Moscú) 1 985 ( 18)
l .d4 lLi f6 2.c4 e6 3.lLi c3(!) Esta jugada fue la primera pista del nuevo enfoque de Kasparov. Si las ne gras tratan de entrar ahora en el Gam bito de Dama, las blancas pueden jugar la Variante del Cambio, con lLige2, tal y como se bosquejó en el capítulo 1 . Esto se considera, en general, algo peligroso
Esta j ugada se consideraba inocua desde mucho tiempo atrás, y Kasparov nunca la había planteado. Las negras tie nen ahora varias opciones: 4 ... b6 tras pone a una línea de la Defensa India de Dama, pero en la que las negras han comprometido ya su alfil rey. Aunque jugable, esta línea se hace muy aguda después de 5 . .ig5, y en la India de Da ma normal, muchos jugadores prefieren 4 . . . .ib7, para responder a 5 ..ig5 con 5 ... .ie7. El orden de jugadas de Kasparov ha privado a las negras de esta op ción. De modo similar, 4 . . . d5, la Defen sa Ragozin, es menos sólida que el Gam bito de Dama estándar pues, una vez más, las blancas clavan el caballo negro con .ig5. La Defensa Ragozin es una lí nea aguda y bastante arriesgada y, cierta mente, no encaja en el estilo de Karpov. En lugar de eso, optó por dar a la posi-
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
57
ción el carácter de una Nimzoindia. 4...c5 5.g3 Una vez más, Kasparov hace un inte ligente uso del orden de jugadas, para restringir las opciones de su oponente. Ahora ha pasado al llamado Sistema Romanishin contra la Nimzoindia, que normalmente surge con el orden de jugadas l .d4 lll f6 2.c4 e6 3 .lll c3 i.b4 4.g3 . Ahora 4 ... c5 5 .lll f3 revertiría a la partida K-K que estamos comentando. Sin embargo, en el orden de jugadas normal del Sistema Romanishin, las ne gras no están obligadas a responder con 4 . . . c5. En lugar de eso, disponen de otras opciones, siendo la más importante 4 ... 0-0 5.i.g2 d5 6.lll f3 dxc4 7.0-0 lll c6, que se considera la respuesta más sólida para las negras, puesto que en esta es tructura tipo Catalana, el caballo blanco no está situado idealmente en "c3", para recuperar el peón de "c4". Con su inte ligente orden de jugadas, Kasparov ha evitado esta línea, esperando a que las negras efectuasen el avance . . . c5, antes de jugar g3 . 5... lD e4 6.Wd3 Wa5 7.Wxe4 .ixc3+ 8.i.d2 .ixd2+ 9. lD xd2 Wb6?! 10.dxcS! Wxb2 1 1.� bl Wc3 1 2.Wd3! Wxd3 13.cxd3 En este final, las blancas tienen una clara ventaja, y Kasparov acabó ga nando. Kasparov jugó 4.lll f3 en cinco partidas más del match, y Karpov nunca logró encontrar un método igualador fia ble. Al final, decidió regresar al Gambi to de Dama, pero con un truco estándar para evitar las peligrosas líneas de la Variante del Cambio (con lll ge2): l .d4 d5 2.c4 e6 3 .lll c3 i.e7(!). 58
Con su tercera jugada, una idea ori ginal de Geller, las negras buscan un Gambito de Dama normal, sin permitir que las blancas jueguen la Variante del Cambio con lll ge2. Después de 4.cxd5 exd5, las blancas no pueden seguir con 5.i.g5, y deben desarrollar sus piezas de algún modo. 5.i.f4 conduce a una po sición diferente de las líneas con .ig5 y lll ge2. Este duelo teórico prosiguió en el tercer match K-K, jugado (en 1 986) en Londres y Leningrado. Karpov comenzó defendiendo la Nimzoindia con 4.lll f3 , pero tras salvar una posición perdida en la segunda partida, y ser vapuleado en la cuarta, de nuevo regresó al Gambito de Dama con 3 ...ie7, que resultó muy só lido y, gradualmente, Kasparov pasó a jugar más a menudo l .e4. El proceso se prolongó durante su match siguiente (Sevilla 1 987), pero Kasparov seguía afirmándose en su conclusión de que l .e4 era el camino para crearle más di ficultades a Karpov. Cuando disputaron su último match, en Nueva York y Lyon ( 1 990), Kasparov hizo l .e4 en 1 1 de sus 1 2 partidas con blancas, jugando sólo
COMO CONSTRUI R SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
1 11 1 n en la última partida, cuando ya h11hl11 conservado el título y unas tablas li· hnstaban para sellar la victoria en el 1 1 111lrh. Así, podemos ver por esta historia , 1'11110 los jugadores de elite utilizan el 1 11tll'n de jugadas y las transposiciones p11111 evitar ciertas líneas que no les gus11111 y para recortar opciones de apertura 11 fü oponente. Es algo que todo jugador p11L'de hacer, por medio de la utilización 1111cligente de su repertorio de aperturas.
club y equipos, y parece puntuar muy bien en la práctica. En consecuencia, muchos jugadores prefieren evitar el Benko, lo que puede hacerse sin prescindir de l .d4. Las blan cas tienen la opción de jugar: 1.d4 li::i f6 2.� f3 c5 3.d5 b5 4.i.g5
Transacción de opciones
Al planear el propio repertorio de 11perturas, es vital entender cómo afecta , nda jugada al abanico de opciones del 1 11gador. Ya hemos visto algunos ejem plos en la Nimzoindia e India de Dama. 1 '11semos ahora a otras aperturas. Después de l .d4 li::i f6, la continuación 111ás frecuente es 2.c4. Una de las de knsas más activas de las negras es el < iambito Benko, 2 . . . c5 3 .d5 b5. Con este �aerificio posicional a largo plazo, las negras tratan de presionar sobre las co l 11mnas "a" y "b". Aunque en los pasa dos 30 años el Gambito Benko se ha sometido a una intensa prueba a todos los niveles, no hay una ruta clara hacia ventaja significativa de las blancas. En muchas posiciones, las blancas pueden lograr una ventaja teórica, pero incluso l'll tales casos es muy dificil poder ex plotarla ante un juego preciso. Por otro lado, debido a sus activas piezas y a un plan claro, la posición negra es más fácil de jugar ante el tablero, sobre todo en partidas rápidas o con control acelerado. Por estas razones, el Benko ha seguido siendo popular, sobre todo a nivel de
Esta línea ganó popularidad en 1 980, cuando el seis veces campeón de EEUU, Walter Browne, derrotó con ella a Korchnoi, en Wijk aan Zee, en una dra mática partida de última ronda. Las blan cas buscan una estructura diferente del Benko normal. Puesto que no han juga do c4, las negras no están amenazando abrir la columna "b". Por otro lado, las blancas pueden jugar c3, atenuando el efecto del alfil negro sobre la gran dia gonal. Otro elemento clave en la estra tegia blanca es el avance de minado a4, después del cual, la respuesta . . .b4 per mitirá a las blancas situar un caballo en la fuerte casilla "c4". Las negras disponen de varias juga das plausibles tras 4 . .ig5, entre ellas 4 . . . d6, 4 ... li::i e4, 4 ...Wb6 y 4 ... .ib7. Los siguientes ejemplos ilustran el tipo de posiciones que buscan las blancas.
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
59
Mijalevski - Knoppert Amberes 1 999
Sakaev - Andreev San Petersburgo 1 996
1.d4 � f6 2.� o c5 3.d5 b5 4.i.g5 d6 5.i.xf6 exf6 6.e4 a6 7.a4 b4 8.i.d3 Ae7 9. � bd2 0-0 10.� c4 a5 1 1. � fd2 :Ses 12.0-0 � d7 13.� e3
1.d4 � f6 2. � o c5 3.d5 b5 4.i.g5 �6 5.i.xf6 �xf6 6.c3 �b6 7.e4 g6 8. � bd2 .ig7 9.a4 b4 10. � c4 � 7 1 1.�c2 d6 12.i.d3 0-0 13.0-0 bxc3 14.bxc3 �c7 15.� e3 .ia6 16.i.xa6 � xa6 17.� c4
13 ...� b6 14.i.b5 .id7 15.i.xd7 �xd7 16. � dc4 � xc4 1 7. � xc4
Las blancas están mejor. Kasparov - Miles Basilea 1 986 (3ª) 1.d4 � f6 2.� o c5 3.d5 b5 4..ig5 � e4 5.i.h4 �a5+ 6.� bd2
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Es evidente que el primer jugador tie ne clara superioridad, debido a su ex celente caballo contra el alfil malo ene migo. 60
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
ll ... ib7
7.a4 ixd5 8.axb5 YNc7 U� a4 �b7 10.c4 � xd2 1 1.cxd5 � xfl 12.'f9d3 116 13.e4 � d7 14.YNxfl h6 1 5.YNe2 g5 1 6.ig3 ig7 17.e5 0-0 18.h4
Las blancas tienen un fuerte ataque. Aunque no podría decir que este sis lema les garantiza a las blancas la ven laja, desde luego puntúa muy bien en la práctica, y muchos jugadores Benko prefieren evitarlo. Si no le gusta jugar, wn blancas, las posiciones característi rns del Gambito Benko propiamente dicho, ésta podría ser una buena opción. Sin embargo, si decide jugar este sis lema, debe entender que el orden de ju gadas con 2.�f3 concede numerosas opciones. Ya hemos visto que, para em pezar, pierde usted la posibilidad de entrar en los sistemas del cambio en el Gambito de Dama, con � ge2. Aunque esté dispuesto a entrar en la Variante del Cambio con ltJf3, no puede realmente hacerlo con 2.lLif3, porque el temprano desarrollo de su caballo por "f3" conce de a las negras opciones extra de desa rrollar su alfil dama. Más concretamen te, después de l .d4 ltJf6 2.ltJf3 d5 3.c4
3 . . .e6 4.ltJc3 lie7 5.cxd5 exd5 6.!ig5, pueden j ugar 6 ... c6!
Ahora, 7 .e3 .if5 es bueno para las ne gras, mientras que en caso de 7.Vfíc2 g6 ! , también pueden seguir con ...if5. Tras 8.e3 if5 9.id3 ixd3 1 0.V!íxd3 liJbd7, las negras tienen una cómoda igualdad. Así, al hacer 2.ltJf3, práctica mente renuncia a la posibilidad de jugar con garantías el Gambito de Dama, Va riante del Cambio. Por otra parte, también puede restrin gir sus opciones contra la Defensa India de Rey. El orden normal de jugadas en la India de Rey es l .d4 ltJf6 2.c4 g6 3 .lLic3 /J.g7 4.e4 d6. De esta forma, las blancas tienen numerosas opciones. Pue den plantear las líneas principales con 5.lLif3, el Ataque Siimisch (con 5.f3), el Ataque de los Cuatro Peones (5.f4), el Sistema Averbaj (con 5 .!ie2 y 6./J.g5), o líneas menos conocidas, con 5.ltJge2 ó 5 .h3 . Sin embargo, después de 1 .d4 lLif6 2.ltJf3 , las blancas quedan privadas de todas esas opciones, menos las que se derivan de 5.lLif3. El Gambito de Dama Aceptado es otra apertura en la que, con 2.tll f3, las
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
61
blancas ceden algunas opciones. Des pués del orden normal de movimientos, l .d4 d5 2.c4 dxc4, las blancas, además de 3.liJf3, cuentan con las importantes alternativas 3 .e3 y 3.e4. Esta última, so bre todo, sigue siendo una de las répli cas más peligrosas de las blancas. Sin embargo, si se juega el orden l .d4 liJf6 2.liJf3, necesita contar con otro sistema contra el Gambito de Dama Aceptado, en caso de que su rival haga 2 ... d5 3 .c4 dxc4. Otra apertura en la que se han pro ducido interesantes acontecimientos en el orden de jugadas, es la Variante Sveshnikov de la Defensa Siciliana. La posición característica de la Sveshnikov se alcanza después de las jugadas l .e4 c5 2.liJf3 ltJc6 3.d4 cxd4 4.ltJxd4 liJf6 5.ltJc3 e5 (aunque hasta aquí, se la llama Variante Pelikan) 6.liJdb5 d6 7 .ig5 a6 8.ltJa3 b5 8
.l. �.i.
4
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A costa de ceder la casilla "d5", las negras utilizan su mayoría de peones en el centro para apoderarse de importantes casillas centrales, además de desviar el caballo blanco a la casilla "a3", con ga nancia de tiempo. Las posiciones resul62
tantes son muy dinámicas (en especial si las blancas cambian ahora en "f6", con 9.ixf6 gxf6), están profundamente ana· !izadas y podríamos decir que se en· cuentran entre las más interesantes en lu práctica contemporánea de aperturas. Debido a la alta reputación teórica de la Variante Sveshnikov, muchos jugado res prefieren desviarse antes. Una form11 de hacerlo es jugando 7.ltJd5, pero 111 más popular de evitarla (junto con di· versas líneas de la Siciliana, a dispo· sición de las negras) es l .e4 c5 2.liJfJ ltJc6 3 .ib5. A diferencia del sistema afin, l .e4 c5 2.liJf3 d6 3 .ib5+, que tie· ne la reputación de ser muy tedioso y normalmente una señal de que las blan· cas sólo aspiran a tablas, contra 2 ... ltJc6, la jugada 3 .ib5 (apodada, en los sesen· ta, "la Española sesgada" por un desta cado jugador inglés por corresponden cia), tiene un pedigrí considerablemente superior. Las blancas disponen de gran variedad de continuaciones, siendo habi tual un temprano cambio en "c6", se guido de d3. La estructura de peones es tal que la pareja de alfiles negros no se activará fácilmente, mientras que las blancas a menudo pueden abrir líneas en el flanco de rey con f4. En este orden de movimientos, 3 .ib5 es favorita de mu chos jugadores de elite, incluidos Kas parov y Adams. Evgeni Sveshnikov, por su parte, también tuvo algo que decir al respecto, ¡cuando afirmó que 3 .ib5 es la única tentativa de las blancas por lo grar ventaja! Aunque pocos jugadores irán tan le jos en su alabanza de 3 .ib5, es cierto que la línea se ha convertido en una mo lestia para el jugador Sveshnikov, ya
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
i¡11c conduce a posiciones más tranquilas y menos dinámicas que la Variante Svcshnikov. A fin de evitar 3 .ib5 (y 11lgunas otras posibilidad de las blancas, 1·11 el orden estándar de la Pelikan), por 1·011siguiente, algunos jugadores han co111cnzado a adoptar un orden de movi111icntos alternativo: l .e4 c5 2.lll f3 e6 l . d4 cxd4 4.lll xd4 lll f6 5.lll c 3 lll c 6
Al jugar 2 . . . e6 en lugar de 2 . . . lll c6, lus negras han conseguido evitar la va riante 3 .ib5. La posición a que se ha l legado en el diagrama es la llamada Si ciliana Cuatro Caballos. Sin embargo, después de la continuación principal, 6.lll db5, la Cuatro Caballos propiamen te dicha sigue con 6 ...ib4. En lugar de esto, los jugadores Sveshnikov prosi guen con 6 ... d6, y después de 7 .if4 e5 K.ig5 a6 9.lll a3 b5, han llegado a su va riante preferida, tras la inversión de un tiempo adicional por parte de cada ban do (.if4-g5 de las blancas, y ... e6-e5 de las negras). Como de costumbre, sin embargo, tal cambio en el orden de jugadas tiene tam bién sus inconvenientes. Aunque se les han escamoteado a las blancas las op-
ciones 7.lll d5 y 3 .ib5, el orden de juga das de la Cuatro Caballos les concede a las blancas otras opciones con las que no contarían en el orden normal de la Pelikan. La principal entre ellas es 6.lll xc6 bxc6 7.e5 lll d5 8.lll e4
En los últimos aflos, esta posición ha pasado a ser uno de los principales ca ballos de batalla en la alta competición, con Kasparov defendiendo el lado blanco. Después de muchas tentativas con 8 ... f5 y 8 ...Wfc7, la tendencia actual se decanta por 8 . . . ib7, que se ha visto en escena en dos enfrentamientos entre Kasparov y Grischuk, así como en va rias partidas de Lékó con negras. Así pues, los jugadores Sveshnikov tienen dos opciones. Pueden optar por el orden normal de jugadas (con 2 ... lll c6), en cuyo caso tendrán que estar prepara dos contra 3 ..ib5, o bien pueden em plear el orden de la Cuatro Caballos. En este último caso, deben estar preparados para la línea 6.lll x c6. En última instan cia, se trata de una cuestión de gustos, aunque personalmente tiendo a no temer en exceso 3 .ib5.
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
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Haciendo de la necesidad virtud
Aunque las consideraciones acerca del orden de movimientos pueden, a ve ces, restringir nuestras opciones, tam bién pueden usarse en beneficio propio, para evitar variantes concretas que nos preocupan. La Defensa Indobenoni es un buen ejemplo. Después de l .d4 lt:Jf6 2.c4 c5 3.d5 e6 4.llic3 exd5 5 .cxd5 d6 6.e4 g6, llegamos a la posición del si guiente diagrama.
Tras su adopción por parte de M. Tal, con la que obtuvo numerosos éxitos en los años sesenta, la Defensa Indobenoni se convirtió en una de las réplicas más populares a l .d4, incluso con el espalda razo de ser empleada con éxito en un match por el Campeonato Mundial entre Spassky y Fischer en Reykjavik 1 972, (3ª partida). Sin embargo, desde comienzos de los ochenta, ha pasado a ser una especie ca si en extinción a nivel de G.M., en gran parte debido a la temible Variante Tai manov, que se produce tras 7.f4 i.g7 8.i.b5+. 64
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g
h
Este problemático jaque es conocido desde hace muchos años, pero no se con sideraba peligroso tras 8 ... llifd7. Eso era así porque las blancas retiraban de in mediato su alfil a la casilla "d3 ". Sin embargo, en los ochenta las blancas co menzaron a adoptar una estrategia dife rente, que se inicia con 9.a4! En cierto sentido, se trata de una jugada de espera de calidad. Las blancas saben que quie ren jugar de todos modos a4, de modo que lo realizan ya y reservan las opcio nes del alfil, pues aunque puede retirarse a "d3", también puede ir a "e2" (o "c4", o incluso "fl "), buscando una transposi ción al Ataque de los Cuatro Peones en la Defensa India de Rey, con un tiempo extra, si las negras regresan con su ca ballo a "f6". Por otro lado, las blancas pueden responder a ... a6 tomando en "d7", ahorrando un tiempo para un in mediato ataque en el ala de rey. Un ejemplo particularmente salvaje de esta estrategia se vio en la partida Kasparov Nunn en la Olimpiada de Lucerna de 1 982: 9 . . . llia6 1 0.llif3 llib4 1 1 .0-0 a6 12.i.xd7+! i.xd7 1 3 .f5 ! 0-0 14.i.g5 f6 1 5 .i.f4 gxf5 1 6.i.xd6 ixa4 1 7.l"í:xa4
COMO CONSTRU IR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
1 7 . Wxd6 1 8 .tt:lh4 fxe4 1 9.tt:\f5 Wd7 .�O.tt:\xe4 @h8 2 1 .lll x c5, y las negras se rindieron. .
.
No es éste el lugar para un detallado análisis de la variante, pero baste con decir que, a pesar de 20 años de deno dados esfuerzos, nadie ha sido capaz de descubrir una línea en la que los mejores < i randes Maestros confíen. Sin embargo, en lugar de abandonar la Defensa In dobenoni, muchos de sus practicantes han concebido un truco para emplear un orden de jugadas que pueda eludir dicha l ínea. Después de los movimientos l .d4 liJf6 2.c4, en lugar de 2 ... c5, puede ju garse 2 . . .e6. Si las blancas persisten en ] .tt:\c3, entonces admiten su "derrota" teórica y optan por la Defensa Nimzo india (con 3 . . .ib4), pero si las blancas jugasen 3 .tt:lf3 ó 3 .g3, entonces conti nuarían con 3 ... c5, revirtiendo a la Be noni, una vez privadas las blancas de la posibilidad de plantear el sistema f4 y 1b5+. Esta es la forma en que juegan la lndobenoni hoy la mayoría de sus es pecialistas, como Psajis, De Firmian y Emms.
Este nuevo plan (con el alfil en "d3" y no en "e2") resultó muy eficiente para las blancas. La defensa adicional del peón "e4" limita el contrajuego negro, y la jugada h3 deja al alfil de "c8" sin una buena casilla, lo que acentúa el carácter restringido de su posición. Aunque los resultados de las blancas no han sido tan buenos como en la línea f4 y ib5+, la variante es lo bastante buena como para hacer que muchos jugadores Benoni es tén buscando la forma de eludirla. La solución llegó gracias a otra suti leza en el orden de jugadas. En lugar de 7 ... /i.g7, las negras pueden jugar 7 ... a6.
Si continuamos con la historia del desarrollo teórico de la Benoni, y nos adentramos en los años noventa, encon tramos otro ejemplo de sutileza en el orden de jugadas, saliendo al rescate de las negras. Al no poder emplear el sis tema f4, los jugadores blancos se vieron obligados a buscar la forma de sellar ventaja, con su caballo desarrollado por "f3". Después de algunos años, idearon el siguiente sistema: l .d4 tt:lf6 2.c4 e6 3.tt:lf3 c5 4.d5 exd5 5 .cxd5 d6 6.lll c3 g6 7.e4 ig7 8.h3 0-0 9.i.d3 ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
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Ahora la reacción natural es 8.a4, después de lo cual las negras juegan 8 . . . ig4. Con este orden de jugadas, se han anticipado a la proyectada h3 (con viene tomar nota de que era preciso ju gar 7 ... a6, pues si 7 ...ig4 de inmediato, entonces 8.Wla4+ ll:Jbd7 9.ll:Jd2, con ventaja). Si ahora 9.ie2, las negras han evitado el plan id3, y después de 9 ...hf3, los resultados de la práctica sugieren que las negras están bien. La alternativa más aguda 9.Wlb3 también es posible, pero las complicaciones deriva das de 9 ...ixf3 1 0.Wlxb7 están conside radas aceptables para las negras. La otra respuesta de las blancas a 7 ... a6 es 8.h3, pero entonces las negras pueden expansionarse en el flanco de dama, con 8 . . . b5. En el sistema h3+id3, las negras no podrían lograr este avance tan fácilmente, porque las blancas siem pre responderían a ...a6 con a4. Sin em bargo, el sutil orden de jugadas de las negras ha impedido aquí que las blancas lo hagan y, de nuevo, las negras parecen estar bien. Por último, debería señalar que tam bién las blancas disponen del modo de anticiparse a este plan. En lugar de 7.e4, pueden jugar 7.h3, tratando de obligar a su rival a entrar en la línea que buscan. Las negras, sin embargo, pueden explo tar que el peón "e" se encuentra en su casilla inicial para jugar 7 . . . a6 8.a4 Wle7! y, una vez más, han impedido que las blancas alcancen el esquema planea do. Todas las líneas anteriores pueden verse, por ejemplo, en las partidas de John Emms. La Defensa Indobenoni no es la única apertura cuya dudosa reputación puede mejorarse con alguna sutileza en el or66
den de jugadas. Otro ejemplo lo tene· mos en la Defensa Holandesa, Variante Stonewall. Después de los éxitos de Botvinnik en los años treinta, la aperturn entró en un largo período de estanca miento, siendo Larsen uno de los conta dos Grandes Maestros que la practicaba. Sin embargo, durante los ochenta, la variante experimentó un considerable aumento de popularidad en una nueva generación de jugadores, entre los que se contaban Short, Yusupov, Agdestein y otros. El joven Kramnik también la planteó con considerable éxito. La base de la nueva popularidad fue un distinto desarrollo del alfil rey negro. Compárense las dos posiciones siguien tes: 1.d4 fS 2.c4 e6 3. � f3 ll:J f6 4.g3 d5 S.i.g2 c6 6.0-0 IJ..e7
7 6
4 2 a
b
e
d
e
1
g
h
1.d4 fS 2.c4 e6 3. ll:J f3 � f6 4.g3 dS S.i.g2 c6 6.0-0 id6
Ver el diagrama siguiente La primera variante es la que emplea ba Botvinnik, con el alfil en "e7". Sin embargo, esta formación cayó en desu so, sobre todo porque las blancas dis-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
ponían del plan (inventado por el propio l lotvinnik) 7.b3 y 8 ..ia3, cambiando al li lcs de casillas negras. En la interpreta l' iún moderna, el alfil se sitúa en "d6", donde no sólo es más activo, sino que lambién permite responder a 7.b3 con l . �e7 ! , impidiendo el inmediato cam hio de alfiles. Las blancas pueden forzar l'I cambio, pero sólo a cierto precio. O hien juegan 8.a4, en cuyo caso entregan In casilla "b4" a las negras, o bien K .ib2, 9.YBc l , y luego l O.ia3, perdien do un tiempo. Su tercera opción de cam hiar alfiles es 8.if4, pero en este caso el rnmbio se logra a costa de debilitar la formación de peones del enroque blan1:0, después de 8 ....ixf4 9.exf4. La prác tica sugiere que, con un juego preciso, las negras pueden conseguir la igualdad en los tres casos. . .
.
7 6
4
a
b
e
d
e
g
h
Sin embargo, si usted desea jugar la Variante Stonewall moderna con negras, es importante entender que sólo puede alcanzar la posición con alguna colabo ración de las blancas. La Stonewall no es especialmente recomendable si las blancas no han desarrollado su caballo rey por "f3". Si siguen pudiendo desa-
rrollarlo por "h3", disponen de un nú mero extra de opciones. En tal caso, el caballo está bien situado para llegar a "d3", mientras que el otro caballo blan co puede jugar por "d.2" y "f3". Además de estas opciones de situar sus caballos en posiciones óptimas, con el caballo en "h3" las blancas disponen de la opción de cambiar alfiles en "f4", retomando de caballo, evitando así el debilitamiento que surgía tras gxf4. Podría pensarse entonces que las blancas simplemente deben atenerse a jugar su caballo por "h3 ", en el momen to en que las negras hayan jugado . . . f5 y . . . e6. Sin embargo, esto sería ignorar otra sutileza. Aunque el caballo en "h3" es bueno contra la Stonewall, es mucho peor en líneas en las que las negras si túan su peón en "d6", porque entonces es mucho más fácil para las negras orga nizar la ruptura . . . e5, cuando el caballo parecería inútil en "h3" . Aunque el ca ballo fuese a "f4" antes de que eso su ceda, sería atacado cuando las negras realizasen el avance ...e5, y es improba ble que en tal caso encontrara una buena casilla (sobre todo, si las negras pre ceden ... e5 de ...c6, protegiendo la casi lla "d5"). Así pues, podemos concluir por lo que precede, que la Holandesa Clásica implica algún trabajo de fantasía en la preparación del orden de jugadas. En realidad, hay un tiempo de juego de es pera, pues las blancas no quieren mover su caballo rey hasta que las negras comprometan la posición de su peón "d", mientras que las negras no quieren mostrar dónde situarán su peón "d" hasta que las blancas no hayan desarro llado su caballo rey. El resultado de este
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
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juego de tanteo puede verse a continua ción. Después de l .d4 f5, las blancas no saben qué línea jugarán las negras, pero sí saben que quieren situar en todo caso su alfil en "g2" (estamos asumiendo que las blancas planean jugar las líneas con g3, incluso contra la Variante Lenin grado). De modo que se preserva la má xima flexibilidad con 2.g3 tt:'l f6 3 .ig2 e6. Ahora las blancas saben, al menos, que las negras no van a jugar la Lenin grado, pero siguen sin saber si van a ju gar la Stonewall o las líneas con . . . d6. Como las blancas quieren mantener en cartera las opciones tt:'lf3 o tt:'l h3, su res puesta natural aquí es 4.c4, aunque eso les concede a las negras la opción adi cional 4 ...ib4+. Asumiendo que las ne gras apunten a una Stonewall moderna, la jugada evidente es 4 . . . d5, pero eso permite 5.tt:'lh3. Por otra parte, 4 ...ie7 evita compro meter el peón "d", pero ahora las negras ya no pueden jugar la Stonewall mo derna, con ... id6. La única forma de mantener todas las opciones abiertas es 4 ... c6, cuando es el tumo de las blancas de encontrar una jugada no definitoria. Pueden hacerlo tanto con 5.tt'ld2 como con 5 .°Wc2, aunque ninguna de ellas es ideal si las negras prosiguen con 5 . . .d6. El resultado de este juego de adivinan zas es que las negras no han sido capa ces de plantear la Stonewall moderna, pero han conseguido obligar a las blan cas a plantear un esquema que no es óp timo para las líneas con ... d6, en el que las blancas generalmente preferirían te ner su caballo dama en "c3" y su dama en "dl ". En la cuarta jugada, hay otra forma 68
para las negras de entrar en una Stonc wall: con 4 ...ie7 (ver el diagrama siguiente) aceptan jugar la Stonewall Botvinnik, con su alfil en "e7", en lugar de en "d6" .
Sin embargo, con un inteligente em pleo del orden de jugadas, pueden se guir evitando la maniobra b3+i.a3, que es una de las líneas más fuertes de las blancas contra el esquema Botvinnik. Así, después de 5.tt:'lf3 0-0 6.0-0, las ne gras retrasan el avance . . . d5, en favor de 6 ... c6. Ahora, si las blancas juegan 7.tt:'lc3, las negras responden 7 ... d5, y el plan de cambiar alfiles en "a3" ya no está disponible para las blancas. Si, en lugar de ello, las blancas persisten en ese plan, con 7.b3, sigue 7 . . . a5 8.ia3 ixa3 9.tt:'lxa3 'We7 1 O.tt:'lc2 d6 ! Ver el diagrama siguiente Las negras podrán ahora forzar un rápido . . .e5, con buenas perspectivas. Este orden de jugadas ha sido empleado en muchas ocasiones por el MI inglés Robert Bellin, un conocido experto en la Defensa Holandesa. Estos ejemplos demuestran cómo pue-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
il1·11 utilizarse las sutilezas en el orden de 11111vimientos de forma positiva, a fin de q11r el jugador pueda alcanzar una posi ' 11'111 de apertura determinada, sin permi111 una contravariante.
a
b
e
d
e
g
h
Compatibilidades
Otro aspecto de los órdenes de juga y transposiciones es preparar apertu1 11s que guarden una correlación natural. 1 In ejemplo típico es la Defensa Caro1\ ann contra l .e4 y la Defensa Eslava rnntra l .d4. Al jugar estos dos sistemas, 11110 puede responder a la Apertura ln ¡.:lcsa ( l .c4) con 1 . . . c6. Ahora, tanto des pués de 2.e4 como de 2.d4, las negras pueden responder 2 ... d5 y trasponer a una línea que forma parte integrante de su repertorio. Es cierto que las blancas pueden insistir en una posición pura de la Inglesa, con 2.li:lf3 d5 3 .g3, por ejem plo, pero tales líneas son relativamente poco agresivas y, con el orden de juga das l . ..c6, las negras pueden recortar considerablemente el número de líneas 4ue tienen que preparar. Hay otro par de aperturas que guar dan coherencia entre sí: la Defensa das
Francesa y la Holandesa Clásica. Esto permite a las negras responder a l .d4 con l . . .e6, evitando así (después de l . . . f5) las peligrosas segundas jugadas alternativas de las blancas, como 2 ..ig5, 2.li:lc3 y 2.e4 (hay que observar, sin em bargo, que esta opción no es válida para el jugador que se propone plantear la Variante Leningrado, puesto que ... e6 no forma parte integral de esa línea). Por la misma razón, la Francesa también encaja bien con el complejo Nimzo india - India de Dama, puesto que al ha cer l .d4 e6, puede evitarse la Trom powsky, lo que resulta muy útil sobre todo si juega usted en Inglaterra, ¡donde la Trompowsky es increíblemente popu lar! Por supuesto, alguien podría decir que la Trompowsky no es tan temible, de modo que no hay especial motivo pa ra evitarla, pero por otra parte, ¿por qué molestarse en tener que aprender algo contra ella, cuando puede evitarla sin perder sus propias opciones? Dentro del complejo Fianchetto de Rey, hay un evidente parecido entre las Defensas Pire/Moderna y Defensa India de Rey. En realidad, estas líneas tam bién aportan otro ejemplo de cómo pue de usarse el orden de jugadas para evitar cierta variante peligrosa. En el momento de escribir este libro, uno de los siste mas más peligrosos de las blancas con tra la Defensa Pire es: 1 .e4 d6 2.d4 li:lf6 3 .li:lc3 g6 4.ig5. Ver el diagrama siguiente La fuerza de la línea deriva del hecho de que combina varios planes. Las blan cas pueden continuar con Wfd2 y ih6, como en las líneas con ie3, pero tam bién pueden jugar un temprano avance
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
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e5, en cuyo caso la posición del alfil en "g5" sirve para crear amenazas en la diagonal "h4-d8". Después de 4 ... ig7 5.1.Wd2, c6 6.f4 b5 7.id3 0-0 8.lll f3 ig4 9.0-0, las negras tienen grandes proble mas para igualar, mientras que el plan alternativo de expulsar al alfil con 5 ... lll bd7 6.0-0-0 h6 7.if4 g5 8.ie3 lll g4 9.h4, deja la estructura de peones negros en el flanco de rey muy vulne rable. Las negras han puntuado muy mal en estas dos líneas.
Está claro que la mayor parte del pro blema de las negras en esta línea radica en el hecho de que el caballo de "f6" es vulnerable al avance e5. Esto nos lleva a pensar que las negras tal vez harían bien en optar por el orden de jugadas de la Defensa Moderna, y el análisis parece sostener este punto de vista. Después de l .e4 g6 2.d4 ig7 3 .lll c 3 d6 4.ig5, el alfil no ataca nada, y el avance e5 no atacará un caballo en "f6". En su no table libro Pire Alert, Alburt y Chemin aportan dos líneas ilustrativas, que co mienzan con 4 ... lll d7 5 .1.Wd2, una de las cuales demuestra lo inocuo del avance e5, cuando las negras no han jugado ... lll f6: 5 ... a6 6.f4 b5 7.e5, y ahora la 70
respuesta temática 7 ... f6 ! concede buen juego a las negras después de 8.exn1 lll gxf6 9.id3 c5 .
Posiblemente sea más simple la di· recta 5 . . . c5 6.d5 tll g f6. Ahora que el peón "d" blanco se ha visto obligado 11 avanzar, es mucho más dificil para laM blancas jugar e5, de modo que las ne gras pueden situar su caballo en "f6" sin mayores preocupaciones. Después de 7.f4 a6 8.a4 �6 9.�a2 h6 1 0.ih4 1.Wb4 (ver diagrama), las negras obtuvieron una buena posición, en la partida entre Kmic y Jansa, Sombor 1 976.
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Podemos concluir, por tanto, que el de jugadas de la Defensa Moder1111 parece una buena idea para las ne111 ns, si sospechan que su oponente pue1k optar por el sistema ig5. Sin em linrgo, como sabemos por lo que antece1k, debemos considerar si las negras es11\11 renunciando a opciones con este or1k11 de movimientos, en lugar del nor111111 de la Defensa Pire. No están cedien1111 gran cosa, puesto que en muchas lí lll'US, un oportuno ... lt:\f6 revertirá al te1 1 itorio de la Pire. Sin embargo, el orden 1ll· jugadas de la Moderna sí les concede 111ós opciones a las blancas. En primer lugar, pueden jugar líneas con c3, di lll'i les de conseguir en la Pire, a causa 1lcl temprano ataque al peón blanco de "c4 " . Sin embargo, las líneas con c3 no �on terriblemente peligrosas, de modo que esto no debería ser un problema. Mucho más significativo es el hecho de que en el orden de jugadas de la De li:nsa Moderna, las blancas disponen de 111 opción 3 .c4, dándo al juego un ca nleter de peón dama. Aquí es donde se plantea el tema de la compatibilidad. Si lus negras están felices de jugar la India de Rey, entonces no hay por qué temer In jugada 3.c4 contra la Defensa Mo derna. Esto significa, al mismo tiempo, que pueden preservar un máximo de fle1 1 1 den
xibilidad, porque pueden emplear tanto el orden de jugadas de la Pire, como de la Moderna, contra l .e4, según las pre ferencias de su oponente. Sin embargo, si las negras no tienen la Defensa India de Rey en su repertorio, y no quieren ju gar una de las líneas de la Defensa Mo derna pura contra 3 .c4, entonces tienen un problema. En efecto, eso significa que sólo pueden jugar el orden de juga das de la Defensa Moderna contra l .e4, si están seguras de que su oponente no jugará 3 .c4. Un jugador que hace preci samente eso es el G.M. Mijail Gurevich. Conclusiones
1) El orden de jugadas es vital para una buena preparación de aperturas, y nunca debería ser ignorado. 2) Con el inteligente uso del orden de jugadas, seremos capaces con frecuencia de restringir las opciones del oponente. Esto puede significar que nos ahorremos tiempo de estudio, y también que evite mos alguna línea peligrosa. 3) Siempre que sea posible, es con veniente elegir aperturas que encajen en tre sí, a fin de preservar el máximo de flexibilidad con órdenes de jugadas y transposiciones.
ÓRDENES DE JUGADAS Y TRANSPOSICIONES
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Uso y abuso de los ordenadores
El papel cada vez mayor de los ordena dores en ajedrez es, sin la menor duda, el avance más significativo de nuestro juego en los últimos quince años, y en muchos aspectos ha revolucionado la partida de ajedrez. El uso de programas para bases de datos, como, por ejemplo, ChessBase y Chess Assistant, se ha convertido en algo estándar, no sólo a nivel de Gran Maestro, sino incluso entre muchos ju gadores de club. Además, los programas de juego han mejorado con tanta rapidez que cualquier jugador medio puede aho ra ir a la tienda y comprarse, por un precio muy módico, un programa lo bas tante fuerte como para que probable mente nunca pueda ganarle una sola par tida. Por último, está Internet, que ha ace lerado la transmisión de la información hasta tal punto, que la mayoría de los grandes torneos de ajedrez pueden se guirse en directo. Mientras que estos desarrollos tienen sus aspectos positivos, también hay un número de aspectos insidiosos en el que los ordenadores han incorporado nuevos problemas al juego. En este capítulo, examinaremos con más detalle el impacto de los ordena dores, y cómo pueden emplearse de la forma más efectiva en la preparación de aperturas. 72
No hay dónde esconderse
Aunque una base de datos como la d1• ChessBase tiene la función de búsqued11 de modelos de medio juego y finales, 1'" en el campo de las aperturas donde ejcr ce su mayor impacto, como puede co111 probarse por buen número de aspectos. En primer lugar, la existencia de u1111 enorme colección de partidas de torneo, significa que el repertorio de apertum de un jugador es ahora un secreto a vo ces, a una dimensión mucho mayor q111• en el pasado. Antes de la aparición d1· las bases de datos, sólo un pequeño nir· mero de las partidas magistrales que Nt' disputaban veía la luz del día. Sólo loN mejores partidas eran publicadas en re vistas o columnas de periódico, mientrnN que el resto quedaba confinado a loN boletines de torneo o sencillamente no se publicaba. A las partidas que se en· contraban en los boletines, normalmente sólo accedían los Grandes Maestros pro fesionales, que debían hacer un serio es fuerzo por mantenerse al día en los úl· timos acontecimientos teóricos. PocoH podían permitirse suscribirse a todas laH publicaciones relevantes, de modo que los Grandes Maestros se limitaban a vi· sitar de forma ocasional la librería máH importante de su país. En el Reino Unido, durante los sesenta y setenta, es to significaba viajar a Londres un día y
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
rnitar la casa de Bob Wade en el sur de 111 ciudad, ¡para rogarle que te permitie -1· consultar su biblioteca durante unas huras! Quienes vivían en el interior no disponían de esa posibilidad, y ni si1¡11 icra sabían que existiese. La situación hoy día no podría ser 111ús opuesta. Las partidas de virtual mente todos los torneos significativos se 1·11cuentran ahora disponibles sin cargo, 11 través de Internet. En muchos casos, l11s partidas pueden obtenerse a las po rns horas de haberse jugado, y en mu d10s eventos prestigiosos, pueden se v.uirse en vivo por Internet. Además, hny publicaciones específicas, como t 'hessBase Magazine y los anuarios de .V1·w in Chess que aportan análisis deta llados de miles de partidas al año, ade1nás de informes de aperturas, estadísti1·11s de las variantes de apertura con ma yor éxito, etc. El resultado es que cual quier jugador que participe en abiertos internacionales o fuertes torneos nacio nales, puede encontrar muchas de sus partidas en bases de datos. Como ejem plo, la megabase 200 1 de ChessBase rontiene 1 20 partidas mías, a pesar de que soy un simple aficionado, que ape nas juega 2 ó 3 torneos abiertos al afio. La consecuencia de esto es que un ¡ugador ya no puede permitirse tener la l(Unas en su repertorio de aperturas, por que cualquier oponente potencial, arma do con una base de datos, podrá detectar esos problemas en minutos. En años an teriores, un jugador que perdía una par tida en cierta variante, podía contar con el hecho de que la partida no se publi caría, de modo que no la conocerían sus futuros rivales. Esto significaba que po dría defenderse jugando la misma aper-
tura, incluso sin haber encontrado una mejora convincente, sobre todo si la variante en cuestión no era la línea prin cipal, y por tanto improbable que se re pitiese por alguien que estuviese al co rriente. En la actualidad, sólo un loco correría ese riesgo, dada la amplia dis ponibilidad de información. ¡ Una mej ora, sólo un punto!
El lado azaroso de lo anterior es que mientras que días atrás una nueva juga da fuerte podía cazar varias víctimas antes de que fuese conocida, ahora es bastante remoto que suceda. El siguiente relato de comienzos de los setenta es un ejemplo típico de lo que podía suceder, en la era pre-ordenadores, a aficionados no recelosos, cuando se enfrentaban a una oposición profesional. La historia comienza con la partida Uhlmann - Smyslov, Hastings 1 972/73: l .c4 e5 2.lll c3 lt:lc6 3.lt:lf3 lt:l f6 4.g3 �b4 5 .�g2 0-0 6.0-0 e4 7.lt:lg5 �xc3 8.bxc3 �e8 9.f3 exf3 1 0.lll xf3 d5 l l .cxd5 .
Smyslov había ganado previamente con 1 1 ...tt:lxd5, pero aquí Uhlmann in trodujo la fuerte innovación 1 2.e4!, que inmediatamente crea dificultades a las negras. El peón no puede tomarse, debi do a 1 3 .tll g5 y 14.Wi'h5, de modo que Smyslov se vio forzado a permitir que las blancas construyesen un poderoso centro de peones. El resultado fue una típica partida magistral de Uhlmann, en la que barrió del tablero al Excampeón mundial: 1 2 ... tll b6 1 3 .d4 .ig4 1 4.h3 .ih5 1 5 .e5 tt:ld5 1 6 .i.d2 Wi'd7 1 7.g4 i.g6 l 8.tt:lg5 tt:la5 l 9.h4 h6 20.h5 hxg5 2 l .hxg6 fxg6 22.Wi'f3 (22.Wa4!) 22 . . .c6 23.i.xg5 tt:lc4 24.Wh3 We6 25.l!f2 fü8 26.i.f3 tt:l xc3 27.l!afl füf3 28.Wxf3 tt:lb5 29.©g2 tt:lxd4 30.Wf8+, y las ne gras se rindieron. Unos 1 8 meses más tarde, en la Olim piada de Niza de 1 974, un desconocido aficionado de Mónaco repitió el juego, con blancas, en esta variante, contra el G.M. rumano Ciocaltea. Lamentable mente, para el jugador blanco, en el pe ríodo transcurrido entre ambas partidas, Smyslov había encontrado un fuerte an tídoto para las negras, pero a pesar de haber despachado a dos Grandes Maes tros, las partidas no habían sido publi cadas en ninguna revista de ajedrez. El bien preparado Ciocaltea, por supuesto, sí lo conocía todo, lo que hizo que la partida en cuestión fuese una especie de malentendido. Ciocaltea planteó la me jora, 1 1 ...Wxd5 ! Ver el diagrama siguiente En la partida fuente, las blancas ha bían continuado con 1 2. tt:ld4, pero per dieron rápidamente después de l 2 ... \Wh5 74
1 3 .tt:lxc6 bxc6 14.e3 .ig4 1 5 .Wa4 Y1u11 1 6.l!b l .ie2 1 7.l!e l ? ( 1 7.fü4!) 1 7 . . . �\11� 1 8.h3 Wf5 1 9.füe2 Wxb l 20.'\Wxy� Wxc l + 2 l .©h2 l!d8, Sigurjonsson Smyslov, Reykjavik 1 974.
El rival de Ciocaltea prefirió 1 2.d4, pero no le sirvió de mucho: 12 ... '\Wh� 1 3 .gb l Wa5 ( 1 3 ... tt:le4 también resulh\ favorable a las negras en la partida enlrtl Ribli y Vasiukov, Camagüey, Memori11I Capablanca, 1 974) 1 4.e4 tt:lxe4 1 5.tt:lc� l!xe5 1 6.dxe5 Wc5+ 1 7.@h l tt:\t2 t 1 8 .gxf2 Wxf2 1 9.i.xc6 .ig4! 20.°IWg l Wxg l + 2 1 .©xg l bxc6, y las negras que· daron con un mejor final, y acabaron g11nando, Tasic - Ciocaltea, Olimpiada de Niza 1 974. Debemos sentir lástima por Tasic, porque hoy en día una mejora como l 1 ...Wxd5 recorrería el mundo en poceN horas. En realidad, la fuerza de la jugado es tal que toda la variante quedó bajo sospecha durante casi 1 5 años, hasta que Kasparov sorprendió a lvanchuk con 111 nueva idea 1 l .d4! (en lugar de 1 1 .cxdS ) y ganó con autoridad: 1 1 .. .tll e4 1 2.Wc2 dxc4 (es más seguro 1 2 . . ..if5, con ven taja mínima de las blancas) 1 3 .l!b l f5 .
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14.g4! Wfe7 1 5.gxf5 tt:ld6 1 6.tt:lg5! 'fllxe2 17 .id5+ ©h8 l 8.Wfxe2 !:!xe2 l 1>.if4 tt:ld8 20.ixd6 cxd6 2 1 .!:!be l nxe l 22.!:!xe l id7 23 .!:!e7 ic6 24.f6, y lus negras se rindieron, Kasparov lvanchuk, Campeonato de la URSS 1 Moscú) 1 988. Exceso de información
Aunque las bases de datos para orde nadores permiten un manejo más efi dente de la información, lo que redunda en beneficio del aficionado -que dis pone de un tiempo limitado para invertir en la preparación de aperturas-, también plantean el problema del exceso de in formación. El increíble número de parti das que ahora se encuentra disponible en las bases de datos significa que inclu so el profesional que se dedica por com pleto al ajedrez tiene dificultades para controlar todo ese flujo de información. La megabase 200 1 de ChessBase a que antes me he referido contiene un millón y medio de partidas. La revista virtual de Internet, 'The Week in Chess' (TWIC), permite descargar gratis más
de 500 partidas semanales y, en épocas de calendario apretado, hasta 2.000 o más. Esto significa que hacer un uso apropiado del propio tiempo depende de observar algunas reglas básicas. En primer lugar, no debería usted tratar de memorizar las numerosas parti das nuevas que se juegan en sus aper turas favoritas. No sólo es imposible hacerlo, sino que ni siquiera es bene ficioso, como ya he repetido a lo largo de este libro. Lo que realmente cuenta no es el conocimiento específico, sino entender. Si se pasa usted horas reco rriendo las miles de partidas nuevas que se juegan cada semana, está simple mente malgastando la mayor parte de su tiempo. En segundo lugar, debe ser conscien te de la calidad de las partidas que re produce. Uno de los peores aspectos de las bases de datos actuales es que suelen contener demasiadas partidas de torneos flojos. Hay pocas de esas partidas -si es que hay alguna- que merezcan ser es tudiadas, porque es improbable que le enseñen algo. Si desea investigar una apertura, limítese a estudiar las partidas de alta calidad entre Grandes Maestros, y filtre las restantes. Esto me lleva a la siguiente sección. Mentir con la estadística
Una de las características de las bases de datos de ajedrez, que puede ser muy útil bien empleada, es la función de estadística e informe de aperturas. Con pulsar un solo botón, puede usted ob tener un cuadro de la línea de apertura que analiza, su grado de éxito en la práctica, los resultados concretos obte-
USO Y ABUSO DE LOS ORDENADORES
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nidos en las diversas subvariantes, etc. Esto puede aportar una enorme cantidad de información útil. Sabemos, por ejemplo, que, en gene ral, la ventaja de la primera jugada debe garantizar a las blancas posibilidades de obtener una pequeña ventaja. Estadísti camente, las blancas tienden a anotarse el 52-55% de la puntuación, y las negras en torno al 45-48%. Esto, en sí, es valiosa información, cuando se trata de evaluar una apertura. Si una defensa ne gra puntúa por debajo del 45%, esa cifra tiende a sugerir que es una defensa in ferior. Igualmente, una apertura con blancas que puntúe por debajo del 50% merece que se desconfie de ella. Tales estadísticas, por supuesto, sólo constitu yen una primera referencia general y, desde luego, no deben considerarse co mo una "prueba" de los méritos de la apertura, pero sí aportan, como digo, una primera orientación. Aunque una variante sea objetivamente satisfactoria, un porcentaje por debajo del promedio podría indicar que la posición es rela tivamente dificil de jugar en la práctica, y esto es algo que. el potencial usuario de la línea debería saber. Sin embargo, al examinar los resul tados producidos por un análisis esta dístico de la propia base de datos, hay pocas cosas que uno debe retener. En primer lugar, como cualquier estadístico puede decirle, siempre hay que tener en cuenta el tipo de muestra. El hecho de que cierta línea de apertura haya pun tuado el l 00% puede sonar muy emo cionante, pero si resulta que la base sólo contiene tres partidas con la línea, una de las cuales resulta estar duplicada, en tonces el resultado carece de significa ción estadística. 76
En segundo lugar, la calidad de 111partidas resulta crucial. Es éste un caNo en el que es aplicable el viejo principio informático GIGO, garbage in, garba�r out (basura dentro, basura fuera). Si Nll base de datos contiene un gran número de partidas de jugadores muy flojos, CN te material distorsionará por fuerza lnM estadísticas que quiera obtener. Hac� poco me encontré con un ejemplo ti pico, mientras examinaba la varianlt' l .e4 e6 2.d4 d5 3 .tll c 3 dxe4 4.tt:lxe4 ÍJ.e7.
La Variante Rubinstein de la Fran cesa, caracterizada por 3 ... dxe4, quedó bastante arrinconada desde fines del siglo XIX, cuando Tarrasch la calificó de "abandono del centro". Sólo en los últimos cinco años, o algo así, se ha vuelto a poner de moda a nivel de G.M., cuando varios jugadores de elite han comprendido que su solidez había sido subestimada. Casi toda la atención re ciente se ha dirigido hacia las variantes derivadas de 4... tt:ld7 ó 4 . . . ÍJ.d7, pero me parece que vale la pena echar un vistazo a la textual. A diferencia de 4 . . . tt:ld7, las negras proyectan retomar en "f6" de
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nlfil. Por ejemplo, después de las juga das 5 .lll f3 tll f6 6.tll xf6+ ixf6 7.id3 c5 X.dxc5,
para las blancas probablemente sea 5.lll f3 tll f6 6.i.d3 tlixe4 7.ixe4 tll d7 8.�e2.
7 6
4
2 g
h
tanto 8 . . . tll d 7, como 8 ...�c7 y 8 . . .�a5+, parecen perfectamente satisfactorias pa ra las negras. Si las negras pretenden retomar en "f6" de alfil, tiene sentido jugar inme diatamente 4 ...ie7, sin definir la po sición del caballo dama por "d7", puesto que en algunas líneas el caballo puede desarrollarse más activamente por "c6". La línea 4 ...ie7 fue recomendada, hace casi medio siglo, por Cecil Purdy, el gran autor y pedagogo australiano, y sus escritos sobre el tema han sido recogidos recientemente y publicados en forma de libro (si bien bajo el desafor tunado título Action Chess). Examinando las diversas líneas, me parecía que las tentativas más peligrosas para las blancas eran las que trataban de preservar la opción del enroque largo. Esto es algo que 4 ...ie7 hace relativa mente dificil, puesto que si las blancas cambian en "f6", la presión resultante sobre el peón "d4" puede impedirles jugar �e2. El mejor orden de jugadas
Con este orden de movimientos, las blancas preparan ie3, reservándose la posibilidad (aunque no es obligatoria) de enrocar largo. Por otro lado, la juga da tiene una clave táctica, de la que vol veremos a hablar. Cuando busqué esta posición en la base de datos, me sorprendió comprobar la estadística. De un total de 38 partidas, las negras ganaron 6, empataron 1 4 y perdieron nada menos que 1 8. El corto número de victorias de las negras era de esperar, puesto que la línea es relati vamente tranquila y sólida, en lugar de ser un intento de apoderarse de la ini ciativa. Sin embargo, el amplio número de derrotas no es lo que uno esperaría de una línea cuyo mérito principal radica, precisamente, en su solidez. Sería fácil aceptar las estadísticas, tal y como se nos muestran, y descartar la línea por sus malos resultados para las negras. Pe ro hubiera sido un grave error. Exa minando con mayor detenimiento las partidas, descubrí que en 1 1 de las 1 8
USO Y ABUSO DE LOS ORDENADORES
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partidas que habían perdido, las negras habían caído en la trampa elemental 8 ... tll f6 ?? 9.hb7! ixb7 1 0.Wi'b5+, con lo que las blancas ganan un peón y destruyen el flanco de dama del adver sario. Esta pequeña celada es la clave táctica de la 8ª jugada blanca de que ha blamos. Si reajustamos estas 1 1 partidas, las estadísticas demuestran exactamente lo que podríamos esperar, a saber, un por centaje de las negras ligeramente por debajo del 50%, con un significativo número de tablas y escasas derrotas. Un ejemplo típico de juego sólido, por parte de las negras, lo tenemos en la partida entre McKay y Clarke, Campeonato Británico (Morecambe) 1 975, que conti nuó así: 8 . . . c5 9.ie3 lll f6 1 0.id3 Wi'c7 1 1 .0-0-0 a6 1 2.dxc5 ixc5 1 3 .ig5 ie7 14.tll e5 tll d5 1 5 .ixe7 Wi'xe7.
Tablas. El veterano MI británico Pe ter Clarke era un practicante regular de la línea ...ie7, en los años sesenta y se tenta (aunque normalmente la precedía de 4 . . . tll d 7, y sólo entonces jugaba 5 . . ..ie7; como se ha observado antes, considero este orden de jugadas menos 78
preciso que la inmediata 4 ...ie7). En tanto que ingenioso y duro defensor, cu yas ambiciones con negras contra un fuerte rival rara vez excedían las tablas, estaba idealmente mentalizado para la Francesa Rubinstein, y su competencia ajedrecística lo convertía en un hueso muy duro de roer. Este fenómeno de las estadísticas de la base de datos, distorsionado por el elevado número de partidas disputadas por jugadores flojos, puede verse en casi cualquier apertura, sobre todo en aque llas que encierran alguna trampa. Es algo que comprendí al escribir mi libro anterior, 1 01 Chess opening traps ( 1 0 1 trampas de apertura en ajedrez). Era realmente asombroso las víctimas que una misma trampa podía cobrarse. He aquí un ejemplo, en la Siciliana Pelikan: l .e4 c5 2.tll f3 lll c6 3 .d4 cxd4 4.lll xd4 tll f6 5 .lll c 3 e5 6.lll db5 d6 7 .tll d5 lll xd5 8.exd5 lll e 7 9.c4 (ó 9.c3).
Hasta mi relativamente pequeña base de datos contiene no menos de 27 ejem plos en que las negras pierden material al jugar en este momento 9 ... a6??, de bido a 10.Wi'a4!
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Cantidad y calidad
La enseftanza de la sección preceden te es que, al utilizar una base de datos para investigar una línea de apertura, debemos prestar una minuciosa atención a la calidad de las partidas que la base contiene. Aunque Internet ha permitido disponer de las partidas de la alta com petición con mayor facilidad que en el pasado, también incluye numerosas par tidas de torneos muy flojos que se abren paso hacia las bases de datos. Si pensamos acerca del problema con sentido lógico, una base de datos nor malmente se utiliza para dos fines muy diferentes. El primero es buscar las par tidas de posibles adversarios durante un torneo, a fin de indagar en el tipo de j u gador y qué aperturas utiliza. En este sentido, no importa que la base de datos contenga un vasto número de partidas de jugadores flojos. La cantidad lo es todo. El segundo uso principal de la base es la búsqueda de líneas de apertura. En este sentido, sin embargo, no se requiere realmente una gran base de datos, llena de partidas de torneos irrelevantes de aficionados. La mayoría de tales parti das no suele tener importancia teórica, los resultados no son fiables, y la am plitud de la base sólo sirve para ver los árboles pero no el bosque. En su lugar, la base ideal para la investigación de aperturas debe ser reducida y compren der sólo partidas de torneos de Grandes Maestros, preferiblemente comentadas por los protagonistas. La solución a este dilema es mante ner dos bases de datos separadas, una para cada propósito. Para buscar las par-
tidas de un posible oponente en un tor neo, la base de datos idónea debe ser lo más amplia posible, con independencia de la calidad de las partidas. Sin embar go, a efectos de búsqueda de aperturas, lo ideal, como hemos dicho, es crear una base con partidas de Grandes Maestros comentadas. Un buen punto de partida podría ser el CD-ROM con toda la co lección de partidas de lnformator, tal vez complementado con las partidas co mentadas de ChessBase Magazine. Con esta segunda base dispondrá usted de una fuente de información fiable para el estudio de aperturas, mientras que la pri mera, con la más amplia colección de partidas posible, le permitirá descubrir las partidas jugadas por oponentes po tenciales. Innovaciones de silicio
En este capítulo nos hemos concen trado, hasta aquí, en bases de datos, pero en la última década, los programas de juego también han comenzado a ejercer un impacto decisivo en la preparación de aperturas. Como cabe esperar, es so bre todo el caso cuando se trata de va riantes tácticas, en las que el ordenador sobresale. En Secrets of Practica/ Chess, John Nunn cita un ejemplo en el que una variante de la Siciliana fue re futada directamente por un sacrificio de pieza descubierto por un programa de ordenador. Un ejemplo más reciente tu vo como víctima de una mejora de si licio nada menos que a un Kramnik. Anand - Karpov, Francfort (rápida) 1 999, comenzó así: l .e4 e5 2.lll f3 lll f6 3 .lll xe5 d6 4.lll f3 lll xe4 5 .d4 d5 6 ..id3 lll c6 7.0-0 ie7 8.c4 lll b4 9.cxd5 lll xd3
USO Y ABUSO DE LOS ORDENADORES
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I O.%!/xd3 %!/xd5 1 1 .E:e l i.f5 1 2.g4 i.g6 1 3 .ltJc3 ltJxc3 1 4.%!/xc3 iif8 1 5 .i.f4 c6.
Anand jugó ahora 1 6.E:e3 y pronto obtuvo una posición ganadora, sólo para perder por culpa de un espantoso error. Entrevistado por ChessBase Magazine, contó cómo había regresado a su hotel con su entrenador Ubilava y comenzado a mirar la partida. Al llegar a la posición del diagrama, "Ubi" le preguntó acerca del sacrificio en "e7", que durante la partida le había parecido confuso a Anand. Sólo por curiosidad, sometieron la posición al dictamen de Fritz, y en pocos segundos, el programa evaluó la posición como "ganadora para las blancas" . Examinándola ante el tablero, Anand pronto comprendió lo que había omitido durante su partida con Karpov, y concluyó que el sacrificio ganaba fácilmente. Sin embargo, convencido de que nadie volvería a repetir la línea contra él, no volvió a pensar más en la posición. Dos días después, sin embargo, Kram nik propuso repetir toda la línea, espe rando, obviamente, 1 6.E:e3, contra lo que había preparado una mejora. Anand 80
se destapó con 1 6.�xe7 ! ! , y Kramnik se sumió en profunda reflexión, con expre sión horrorizada. En el tablero vecino, Kasparov y Karpov apenas podían con centrarse sobre su propia partida, pue� no paraban de mirar, interesados por lo que estaba sucediendo. Kasparov, que nunca podría ser un gran jugador de póker, miraba a la pantalla del monitor y luego a Karpov, sacudiendo la cabeza, asombrado. Todos comprendieron que las negras estaban totalmente perdidas. Kramnik jugó 1 6 ... ©xe7 l 7.%!/b4+ ©d8 1 8.%!/xb7 E:c8. 8
a
b
e
d
e
g
Ahora Anand jugó 1 9.i.g5+!, la clave crucial, omitida durante la partida con Karpov. Las negras están obligadas a abrir la séptima fila para la dama ene miga. Después de l 9 ... f6 20.%!/xg7 fxg5 2 1 .%!/xh8+ iic7 22.%!/e5+ %!/xe5 23 .dxe5, las negras quedaron irremediablemente perdidas y pronto se rindieron. Ejemplos como éste demuestran que la progresiva fuerza de los programas de juego es un factor cada vez más impor tante en la preparación de agudas va riantes tácticas. Actualmente, la mayoría de los jugadores profesionales prepara
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
�11s líneas de apertura con ayuda de un ordenador, pero podemos imaginar que l'slo se volverá más habitual a niveles 1 1 1as bajos y en futuro no lejano. Como ronsecuencia, muchas agudas líneas de �ambito, que se basan en el factor sor presa y quizá en un elemento de faroleo, lnl vez lleguen a ser más presionadas. 1 �sto ha ocurrido ya en el ajedrez postal, donde está claro que los ordenadores son generalmente utilizados, cualesquie ra que sean las reglas de las competi t:iones postales o lo que puedan estipu lar al respecto.
Rivales de entrenamiento
Para el jugador normal, los progra mas de ordenador pueden ser extrema damente útiles como sparrings, o rivales de entrenamiento. Una de las principales técnicas en los métodos de entrenamien to soviéticos era jugar partidas especia les de entrenamiento, ya fuese para pro bar un sistema de apertura o para desa rrollar ciertas técnicas de medio juego y final. Botvinnik era especialmente fa moso por utilizar partidas de entrena miento como parte integral de su prepa ración, disputando partidas secretas con tra oponentes como Ragozin, Averbaj, Flohr, Furman y otros. La manida anéc dota acerca de fumar se refiere a sus partidas de entrenamiento con Ragozin. Muchos jugadores modernos también recurren a partidas de entrenamiento co mo parte de su preparación. Por ejem plo, en una ocasión me contaron parte de la preparación del Gran Maestro Yu supov para su match de Candidatos con lvanchuk, en 1 99 1 . Yusupov decidió, antes del match, que con blancas jugaría
4.e3 contra la prevista Defensa Nimzo india de su adversario, algo que rara vez había jugado antes. Al trabajar con su entrenador, Mark Dvoretsky, ambos de sarrollaron el conocimiento y compren sión de Yusupov de estas líneas. Como base de su trabajo utilizaron no una en ciclopedia de aperturas, sino una colec ción de partidas de un Gran Maestro especializado en 4.e3 . El jugador en cuestión era Gligoric, y el libro que usaron fue el antes mencionado Yo jue go contra las piezas, que contiene un buen número de partidas en las que Gli goric lleva blancas contra la Nimzo india. En cada partida, primero anotaban la partida y las notas, y analizaban los momentos clave. Entonces jugaron una serie de partidas de 1 5 minutos con la variante, alternando colores. Al cambiar de colores todo el tiempo, Yusupov pu do adquirir una visión más objetiva de las posiciones, puesto que las veía tanto desde el punto de vista de las blancas como de las negras. Después de cada cuatro partidas, se paraban a analizar los principales aspectos de interés de las partidas jugadas, antes de jugar algunas más. Finalmente, comprobaban las par tidas que habían disputado con los úl timos estudios teóricos sobre la línea, para asegurarse de que no se les había escapado nada significativo. Al haber fi nalizado una variante, pasaban a la si guiente partida del libro, y repetían el proceso. Los resultados de este trabajo fueron claros en el match. De cuatro partidas jugadas con 4.e3 de la Nimzoindia, Yusupov ganó 2 e hizo tablas en otras 2. Sus victorias estuvieron muy bien juga das, una de ellas brillantemente, y tam bién omitió una continuación ganadora
USO Y ABUSO DE LOS ORDENADORES
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en una de las partidas tablas. Desmin tiendo a los críticos que daban a Ivan chuk claro favorito en el match, Yusu pov acabó ganando por 6-4. El jugador medio no tiene acceso normalmente a un entrenador con fuerza de maestro, pero esta técnica de jugar partidas de entrenamiento para asimilar una apertura puede emplearse con un programa como Fritz. Comenzando la partida desde una posición de apertura predeterminada, puede obtenerse una valiosa experiencia práctica, que puede incrementar el entendimiento de la aper tura y conducir a mejores resultados. El ordenador también puede ayudar en el análisis de las partidas de entrenamiento disputadas, aunque su utilidad es ge neralmente mayor en posiciones tácti cas. Conclusiones
1) Las bases de datos para ordenador han revolucionado, a casi todos los nive-
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les de j uego, la preparación de aperturas. 2) La información es ahora ampliu mente disponible, mucho más que en el pasado, y los ordenadores permiten unn preparación de aperturas más rápida y fácil que antes. 3) Por otra parte, el exceso de infor mación puede convertirse en un proble ma significativo. Aunque los ordenado· res pueden contener una gran cantidad de información, mucha de ella sea de baja calidad, lo que plantea sus propios problemas. 4) Mantener bases de datos separadas para la preparación de partidas y la in vestigación de aperturas. 5) A medida que el empleo del orde nador se generaliza, las líneas tácticas arriesgadas se vuelven más vulnerables a la refutación. 6) Utilice su ordenador como un contrincante de entrenamiento, si no tie ne acceso a un entrenador o a un con trincante habitual.
COMO CONSTRUI R SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
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Universalidades
l Jn
enfoque particular hacia el repertorio aperturas es la utilización de sistemas universales, es decir, aperturas que pue dan emplearse tanto con blancas como rnn negras, o contra cualquier jugada de upertura del oponente. El uso de tales sistemas puede permitirle a un jugador reducir considerablemente la cantidad
Los sistemas con colores invertidos
Un aspecto particular del enfoque uni versal de aperturas es el uso de aperturas con colores invertidos. Esto supone to mar una defensa negra y tratar de jugar la con blancas, con un tiempo extra. Un ejemplo es el Ataque Indio de Rey, en el que las blancas abren con las jugadas estándar de la Defensa India del Rey ( 1 .lll f3 , 2.g3, 3 .ig2, 4.0-0, etc.). De mo do similar, el adepto a la Defensa Ho landesa puede abrir con l .f4, esperando que, tras l . ..d5 ó l . . .tll f6 , pueda conse guir una posición similar a su línea fa vorita de la Defensa Holandesa, con un tiempo extra. En la Apertura Inglesa, la respuesta l ...e5 (a l .c4) produce una Defensa Siciliana invertida, en la que las
blancas tienen un tiempo extra. Si usted siente una fuerte inclinación por alguno de estos sistemas con negras, entonces existe la tentación natural a tratar de emplearlo con blancas. Al así hacerlo, es probable que alcance una posición de las que le gustan y entiende, y de ese modo puede ahorrarse tener que aprender un montón de teoría sobre otras aperturas. Estos aspectos prácticos son perfectamente válidos y pueden, por sí mismos, constituir razón suficiente para adoptar el enfoque de las aperturas con colores invertidos. Sin embargo, hay una razón más fundamental por que podemos desear emplear una apertura invertida, a saber, la creencia de que de bería dar una ventaja objetiva. Si la De fensa India de Rey es igualadora para las negras, entonces ¿no debería derivar se alguna ventaja del hecho de que se disponga de un tiempo extra? De modo similar, si la Defensa Siciliana es la me jor defensa contra l .e4 (y muchos creen que así es), entonces ¿por qué no que darían mejor las blancas, cuando la jue gan con un tiempo extra? Por sorprendente que parezca, la prác tica no respalda esta teoría. Aperturas como el Ataque Indio de Rey y la Si ciliana invertida/Inglesa no se conside ran al máximo nivel como una forma seria de lograr ventaja de apertura. Alex Yermolinsky citó un interesante ejemplo
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de otra reacción de G.M. sobre este tema. Yerminator estaba presente cuan do alguien le preguntó al G.M. ruso Malaniuk acerca de la Defensa Holan desa, Variante Leningrado. Malaniuk es el mayor experto mundial en la variante, y la ha jugado con gran éxito contra oponentes de todos los niveles. Se le preguntó por qué no jugaba l .f4, con blancas, con idea de responder a 1 .. .d5 ó 1 . ..l0f6 con un esquema similar (2.ltJf3, 3 .g3, etc.), tratando de plantear su va riante favorita con una jugada extra. Malaniuk respondió: "Esa jugada extra no me hace daño". Hay diversas razones para que así sea. En primer lugar, a nivel puramente filosófico, el argumento simplista "la Defensa Siciliana iguala con negras, así que debe darme ventaja si la juego con un tiempo extra", no resiste una valo ración profunda. Recuerdo que hace mu chos años leí un curioso libro, titulado My Chess Adventures, de C. W. War burton. El autor era un jugador veterano y organizador, del norte de Inglaterra, que se hizo particularmente fuerte en el juego por correspondencia. Educado en el juego de Lasker y otros jugadores clá sicos, Warburton se mantuvo toda su vi da como ferviente seguidor de las virtu des clásicas del siglo XIX. Siempre ha cía l .e4 con blancas, y siempre respon día a l .e4 con 1 ... e5, con negras. Juraba que la Ruy López era la mejor apertura para las blancas, y que defenderse con la Ruy López era la mejor defensa para las negras, siempre y cuando, por supuesto, se evitase el error posicional 3 . . . a6, op tando, en su lugar, por 3 ... ltJf6 y 4 ... d6, a lo Lasker. Desde las altas cumbres de la teoría del siglo XXI, es fácil des84
preciar una opinión así, pero Warburto11 mantuvo sus principios a flote en numc rosas partidas brillantes por correspon· dencia, durante los años cincuenta y se· senta, contra fuertes oponentes. Sin embargo, que uno pueda considc· rar la excentricidad de Warburton, noH permite un buen argumento para quieneN argumentan que la Inglesa debería sc1· buena para las blancas, porque es unn Defensa Siciliana con una jugada en el bolsillo. Su respuesta fue coger este argumento por la cola. Muchos años de práctica magistral han demostrado que l . . .e5 es una respuesta perfectamente buena a 1 .c4, y les asegura a las negras la igualdad. ¿Cuán peor puede ser la po sición negra, argumentaba, en la De fensa Siciliana, cuando después de 1 .e4 c5, las blancas tienen una Inglesa inver tida con un tiempo extra? La verdad, por supuesto, no se des prende de ninguno de estos argumentos. Las negras no están claramente peor después de 1 .e4 c5, pero tampoco las blancas están mucho mej or después de l .c4 e5. La principal razón práctica es que las aperturas blancas y negras gene ralmente tienen distintos objetivos, y cuando se apartan de su hábitat natural, a menudo poseen problemas para adap tarse al nuevo entorno. Así, las blancas, que tienen la primera jugada, general mente tratan de desarrollar alguna ini ciativa y obtener lo que solemos llamar "ventaja de apertura". Las líneas de apertura que eligen se adaptan a ese fin. Las negras, por su parte, son conscientes de que comienzan la partida con una li gera desventaja, y que su principal ob jetivo es neutralizar la iniciativa blanca. Su juego, por tanto, tiende a orientarse
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ese sentido, y no en el de procurar hacerse con la iniciativa. El efecto de estas aperturas invertidas puede verse comparando las siguientes secuencias de líneas principales: l.e4 c5 2.� f3 d6 3.d4 cxd4 4. � xd4 �f6 5.� c3 g6 6..ie3 .ig7 7.f3 0-0 H.�d2 � c6 9..ic4 .id7 10.0-0-0 � c8 t l..ib3 � es en
l .c4 e5 2.g3 � f6 3..ig2 d5 4.cxd5 � xd5 5.� c3 � b6 6.� f3 � c6 7.0-0 ie7 8.d3 0-0 9.a3 .ie6
En el primer ejemplo, tenemos la Defensa Siciliana, Variante del Dragón
estándar, y en el segundo, una línea de la Apertura Inglesa, conocida como Dra gón invertido. Comparando ambas po siciones, que constituyen la línea princi pal de cada apertura, no podemos sino sorprendemos por la diferencia del es quema adoptado por los jugadores "anti Dragón" (es decir, blancas en el primer ejemplo, y negras en el segundo). En la primera secuencia, las blancas, buscan do la ventaja que justifique la primera jugada, han adoptado un esquema muy agresivo, enrocando largo y preparando un ataque a la bayoneta en el flanco de rey, con g4 y h4. En el segundo ejem plo, sin embargo, las negras han reac cionado al mismo esquema Dragón adoptando un desarrollo más restringi do, con enroque corto e intención de ju gar en el centro. En esta línea, la ulterior ... f6 de las negras, suele jugarse sim plemente para proteger el peón de "e5", y no con intención de apoyar una ava lancha de peones ( . . . g5). En resumen, el carácter de las dos posiciones es com pletamente distinto, y la teoría considera que, en ambas, las blancas obtienen la normal iniciativa de apertura. Este ejemplo contiene la principal ra zón práctica de por qué adoptar apertu ras con colores invertidos no reporta habitualmente ninguna ventaja. Se debe a que los jugadores tienden a jugar la posición con mucha menos ambición con negras, que cuando se ven confron tados a la misma con blancas. Si las negras tuvieran que defender la línea del Dragón invertido adoptando el mismo esquema, ....ie6 y ...'?;!Td7, que las blan cas emplean para luchar contra el Dra gón propiamente dicho, el tiempo extra de las blancas resultaría ciertamente
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significativo, pero contra una formación menos ambiciosa, las blancas no pueden conseguir demasiado. De modo similar, no hay nada que impida combatir al Dragón con .ie2, .ie3, 0-0, etc., una línea de juego ciertamente respetable. Sin embargo, rara vez se encuentra a nivel de G.M., porque no está conside rada lo bastante agresiva como para lu char por una ventaja significativa, y la mayoría de los jugadores aspiran a esa ventaja para las blancas. Aprendí esta lección en mi juventud, tras jugar las variantes que siguen: 1.d4 dS 2.e4 e6 3.c!ü e3 eS 4.exdS exdS s. c!ü f3 c!ü e6 6.g3 c!ü f6 7..ig2 .ie7 8.0-0 0-0
a
b
e
f
g
h
1.d4 c!ü f6 2.e4 es 3.e3 g6 4. c!ü f3 .ig7 S. c!ü e3 0-0 6..ie2 exd4 7.exd4 dS 8.0-0 c!ü e6
Ver el diagrama siguiente La primera variante es la línea prin cipal de la Defensa Tarrasch contra el Gambito de Dama, que era la favorita de algunos compañeros de club y mía. Co mo tenía predilección por la Tarrasch ( ¡ las locuras de juventud son, a veces, 86
difíciles de explicar!), y reticente a jugar con blancas el Gambito Benko, llega mos a la idea de jugar la segunda se· cuencia con blancas, alcanzando una po sición de la Defensa Tarrasch con un tiempo de ventaja. La línea tenía el mé rito añadido de que también podía con seguirse contra una Grünfeld, a través de la secuencia l .d4 ll:)f6 2.c4 g6 3 .l0c3 d5 4.l0f3 .ig7 5 .e3 0-0 6 ..ie2 c5 7.0-0 cxd4 8.exd4 l0c6.
Varios miembros de mi club jugaron con entusiasmo la línea en los años se tenta, y una vez descubrimos que el me jor jugador de un club vecino también era un adicto a la misma, así que, bro meando, la bautizamos como la Va riante "centro de Kent", por la región de Inglaterra en que todos vivíamos. Regresaré al diagrama anterior, pero por el momento sólo añadiré una obser vación. Mis amigos y yo descubrimos que cuando jugábamos la Tarrasch pro piamente dicha, con negras (diagrama de la izquierda), nuestros oponentes casi siempre hacían 9 ..ig5 ó 9.dxc5. Con blancas, en la Variante "Kent Central", si continuábamos con 9.�e l , nos encon-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
l rábamos con que pocos oponentes res pondían 9 . .i.g4 ó 9 . . dxc4, prefiriendo la mayoría 9 ..i.f5, una línea más tran quila, conocida en la Defensa Tarrasch propiamente dicha, pero rara vez jugada. Estaba claro que cuando se enfrentaban a la posición Tarrasch con colores inver tidos, muchos jugadores adoptaban un enfoque menos ambicioso que el que hubieran adoptado jugando, con blan cas, contra la Defensa Tarrasch propia mente dicha. .
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La información es poder
Además de los aspectos prácticos an tes reseñados, hay otra razón, más ob jetiva, que explica por qué las aperturas con negras rara vez son tan efectivas como cabría esperar, cuando se las plan tea con colores invertidos y un tiempo de más. La razón es, en las profundas palabras del Gran Maestro Suba, que "la información de las negras siempre es una jugada mayor". Aunque la primera jugada confiera una cierta iniciativa a las blancas, también significa que las blancas están definiendo sus intenciones un poco más que su rival. Cada jugada es, en cierta forma, un compromiso, y cada vez que las negras tienen que efectuar su jugada, tienen la ventaja de que las blancas han realizado ya una ju gada más, revelando así sus cartas en mayor medida. Como ejemplo inicial y muy básico, detengámonos en la jugada de apertura l .e4. Sin que las negras hayan realizado un solo movimiento, ya saben cosas acerca de la forma que podría tomar la partida. Saben, por ejemplo, que las blancas atacarán con mayor probabili-
dad en el flanco de rey que en el de dama. Por supuesto, un ataque en el flanco de dama no puede ser descartado, pero si es eso lo que las blancas preten den, entonces lo lógico es que abrieran el juego con l .d4 ó l .c4. Una vez que han jugado l .e4, resulta ya más dificil desplegar la iniciativa en el flanco de dama. De modo similar, las negras sa ben que no es muy probable que las blancas sigan con c4, pues eso dejaría un agujero en "d4". En tercer lugar, sa ben que dificilmente pueden llegar a tener problemas en la gran diagonal "h l a8", puesto que las blancas la han obstruido con su peón de "e4", y tam bién es improbable que fianchetten su alfil rey con efectos importantes. Asu mamos que las negras responden l . ..e5 y las blancas prosiguen con 2.lll f3 . Una vez más, las negras ya se han enterado de algo. Saben que un rápido ataque en la columna "f' no es ahora probable, puesto que el peón "f' ha sido bloquea do. Podóan tratar de explotar esto de inmediato, jugando 2 ... f5, algo que prác ticamente no podrían hacer con otros movimientos de las blancas. Después de 2 ... lll c6 3 .i.b5, las negras saben que un rápido ataque a "f7" es menos probable que antes, ya que la ulterior ic4 de las blancas significaría la pérdida de un tiempo. Esto, a su vez, significa que las negras pueden más tarde realizar una jugada como ... lll f6 sin tener que preo cuparse por las consecuencias de lll g5 o ht7+, etc. Por otra parte, las negras también saben que su peón de "e5" se convertirá, durante las próximas juga das, en el principal objetivo de su opo nente, y que esto influirá en la forma en que se desarrollen.
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Este es un ejemplo muy básico acerca de cómo funciona la información de la partida, pero el mismo fenómeno existe en todas las aperturas, y supondría un largo camino explicar por qué una de fensa negra no siempre encaja bien cuando se convierte en apertura blanca con una jugada extra. Larsen dio en una ocasión un ejemplo práctico al respecto. En un momento de su juventud quedó encandilado con la Variante Najdorf de la Siciliana, l .e4 c5 2.lll f3 d6 3 .d4 cxd4 4.lll xd4 lll f6 5 .4:lc3 a6. Tanto le gustaba la apertura que comenzó a practicarla, con blancas, de esta forma: 1 .c4 e5 2.d3 4:lf6 3.a3 "esperando 3 ... d5 4.cxd5 4:lxd5 5.4:lf3 4:lc6 6.e4, la querida va riante, con un tiempo extra". Lamenta blemente, después de algunos éxitos en sus tiempos de juvenil, pronto compren dió que "entre los maestros, no puedes convencer a nadie de que juegue 3 ... d5". Al margen del humor subyacente, sin embargo, hay un aspecto serio de la cuestión, que ilustra muy bien la senten cia de Suba. En la Variante Najdorf pro piamente dicha, las negras sólo juegan 5 . . . a6 después de que las blancas hayan abierto el centro con 3 .d4. A fin de obtener la Variante Najdorf con colores invertidos, sin embargo, las blancas deben comprometerse con el avance a3 antes de que las negras hayan jugado . . .d5. Armadas con el conocimiento de que las blancas están ahora bien pre paradas para responder a 3 . . . d5, las ne gras pueden sencillamente evitar ese avance, dejando a las blancas con una jugada de peón que no sirve de gran co sa en otras estructuras. Mis compañeros de club y yo nos en contramos con un problema similar en 88
nuestra querida Variante de Kent Cc11 tral, antes comentada. En la posición d1•I siguiente diagrama, teníamos que dcl'I dir cuál era la mejor forma de emplcnr el tiempo extra de las blancas.
Si asumimos que, en la posición del diagrama, juegan negras (como sería el caso en la Tarrasch propiamente dicha), los dos planes principales son éstos: a) 9 . .i.g4, probablemente el plan más habitual. Trata de clarificar la po sición en el centro, debido a la amenaza ...ixf3. La respuesta normal de las blan cas sería 1 0.cxd5, seguido de h3, y lue go !%e l , ifl , etc. b) Un plan alternativo para las negras sería 9 . . dxc4, con idea de I O.ixc4 4:la5. Ahora, el alfil debe retirarse bien a e2, permitiendo 1 l .. .ie6 (y controlando así la importante casilla "d5"), o bien a "b3", en cuyo caso las negras lo captu ran y se aseguran la pareja de alfiles. Las blancas pueden reaccionar cediendo la pareja de alfiles, o respondiendo con el agresivo gambito 1 O.d5 4:la5 1 1 .if4, con cierta iniciativa por el peón. Aunque otras jugadas también son posibles, éstos son los dos planes princi.
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COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
pules.
Pasando ahora a la posición de la Kent Central, podemos extraer 1· 1ertas conclusiones. En primer lugar, si �11piéramos que las negras quieren adop lur el plan ...ig4, podríamos impedirlo ron 9.h3. O también podríamos jugar '1.íle l , con idea de responder a 9 . . .ig4 rnn 1 0.cxd5 lüxd5 l l .h3 ie6 12.ifl , y lns blancas tienen una posición de la línea Tarrasch principal, con un tiempo extra, pues l%e l es una jugada útil en es ta posición. Por otra parte, si supiéramos que las negras piensan jugar 9 ... dxc4, seguido de 1 0 ... lüa5, entonces sería in teresante 9.a3, para permitir que el alfil se retire a la casilla "a2". V uriante
El problema de las blancas, sin em bargo, es que tienen que jugar, de modo que antes deben comprometerse. Si hacen 9.a3, están informando a su contrario de que están preparadas para responder a 9 . . . dxc4, así que no cabe esperar que las negras sean tan ingenuas como para jugar así. En su lugar, se guramente optarían por 9 ...ig4, en cuyo caso la jugada a3 tiene poco valor para las blancas. Lo mismo puede decirse de 9.h3, para impedir 9 ...ig4, pues en tonces las negras podrían optar por 9...dxc4, haciendo inefectivo el avance 9.h3 . Después de varios experimentos, mis compañeros y yo decidimos que la mejor jugada aquí era 9.l%e l . Como hemos visto, da buen resultado contra 9 . . .ig4, mientras que contra el plan 9 . . . dxc4, pretendíamos seguir la línea de gambito 1 0.d5. Hay otra línea en la que l%e l a menudo resulta útil, presionando sobre el peón de "e7", convertido en re trasado tras el avance I O.d5 . Sin embar go, tal y como antes se ha dicho, nos encontramos con pocos rivales que qui-
sieran entrar en cualquiera de estas va riantes. La mayoría de ellos respondía a 9.l%e l con 9 ...ie6 ó 9 ....if5, en cuyo ca so es mucho más dificil demostrar el va lor de la torre en "e l ". Ciertamente, con tra 9 ...if5, incluso puede resultar un factor negativo, ya que en algunas posi ciones, ... lüb4 amenaza un doble de ca ballo en "c2". Remedios universales
Avanzando, tras el tema de las apertu ras con colores invertidos, llegamos aho ra al de los sistemas universales, es de cir, líneas de apertura que puedan em plearse indistintamente contra cualquier defensa del rival. Aquí me ocuparé sólo de sistemas que se aplican únicamente a un bando, antes que a aperturas que pue dan ser utilizadas con cualquier color. La gran ventaja de jugar una línea que pueda emplearse contra cualquier respuesta, es que reduce sustancialmente la cantidad de terreno a cubrir en la pre paración de aperturas. Hay varias aper turas blancas que cumplen esta condi ción, pero, curiosamente, ninguna de ellas comienza con l .e4. Los principales ejemplos son la Apertura Inglesa (con 2.g3), los sistemas Colle/Torre/Londres y la Apertura Veresov. La primera de ellas, la Apertura In glesa, se ha vuelto muy popular en añ.os recientes, sobre todo gracias al apoyo de Tony Kosten con su libro The Dynamic English. A primera vista, se nos perdo nará por pensar que describir l .c4 y 2.g3 como una apertura "dinámica" sea un caso de debate semántico, pero en reali dad Kosten aporta muy buenos argumen tos en defensa de sus variantes. Lo que nos permite que la apertura se califique
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de sistema universal, es el uso de 2.g3 , como j ugada casi invariable por parte de las blancas, antes que alternativas como 2.lll c3 ó 2.lll f3 . No hay muchas res puestas normales de las negras a l .c4 que no puedan responderse satisfactoria mente con 2.g3, y evitar un temprano lll c3 también permite a las blancas elu dir varias defensas, como las siguientes: 1.c4 es 2. � c3 � f6 3. � f3 � c6 4.g3 .ib4
y. . . 1.c4 � f6 2.� c3 e s 3. � f3 e6 4.g3 b6 S.i.g2 .ib7
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La primera línea es un sistema popu lar, después de l .. .e5, y se ha ensayado más de una vez en los matches Kaspa rov-Karpov. El plan ...ib4, seguido de . .i.xc3, ha resultado ser muy sólido pa ra las negras durante muchos años. En el orden de jugadas de Kosten, sin embar go, las negras no pueden conseguirlo, porque las blancas no definen tan pronto la posición de sus caballos. Así, después de l .c4 e5 2.g3 lll f6 3 .ig2 lll c6 4.�c3 i.b4, las blancas pueden responder con la inmediata 5 .lll d5 , evitando un cambio en "c3 " . A diferencia del primer dia grama de esta página, el caballo rey aún no se ha desarrollado, lo que les permite a las blancas seguir con e3 y lll e 2. Esto parece lo bastante bueno como para se llar una pequeña ventaja. .
La posición del último diagrama es la popular variante del erizo. Las negras planean responder al avance d4 con un cambio, y disponer una barrera de peo nes en la sexta fila, con ... d6, ... a6, ...ie7, ... 0-0, . . . lll bd7, etc. Este flexible esquema contiene en germen las semi llas de un venenoso contraataque, caso de que las blancas se excedan en el avance de sus peones del flanco de rey (me permito remitir a quienes no estén convencidos de los indiscutibles méritos del erizo a la partida Vaganian - Gi ddins, Amberes 1 996). Una vez más, sin embargo, el orden de jugadas de Kosten impide a las negras formar el esquema erizo, debido a que el temprano fianche tto blanco interfiere con la jugada ...b6 de las negras. Por ejemplo: 1 .c4 lll f6 2.g3 c5 3 .i.g2 e6 4.llif3, y ahora, si las negras persisten en tratar de jugar el eri zo, entonces caen en dificultades sobre las diagonales "hl -a8" y "a4-e8": 4 ... b6?
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� .tt'le5 d5 6.tt'lc3 ib7 7.Wi'a4+ !
8 . . . i.d6 9.if4 0-0 1 0.llic3 :B:e8 1 1 .lli xc6 bxc6 1 2.i.xd6 Wi'xd6 1 3 .:B:c l h5 ! 1 4.Wi'd2 h4 1 5 .Wi'g5? h3 1 6.ih l Wi'b4 1 7.Wi'd2 :B:b8 1 8.b3 llig4 ! 1 9.Wi'f4 :B:b7.
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Por supuesto, hay muchas formas satisfactorias para las negras de respon der a 2.g3, pese al hecho de que les haya privado de algunas opciones. Mi opción favorita es la continuación l .c4 tlif6 2.g3 c6 3 .ig2 d5.
Mi utilización de esta línea fue inspi rada al presenciar la partida S. Webb Petrosian, Hastings 1 977-78, en la que el Excampeón Mundial destruyó a su sólido oponente, un M.I. inglés, en poco menos de dos horas: 4.cxd5?! cxd5 5.tlif3 llic6 6.0-0?! e5 7.d4 e4 8.llie5
a
b
e
d
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h
20.llixe4 (desesperación; a 20.e3, sigue 20 ...Wi'e7 ! , con idea de . . . g5) 20 ...dxe4 2 1 .ixe4 i.d7 22.:B:c5 :Sb5 ! 23 .ixc6 füc5 24.ixd7 Wi'b7! 25.f3 Wi'xd7 26.dxc5 llie3, y las blancas se rindieron. ¡Sigo recordando la expresión traumática de Webb, mientras se paseaba por la sala de juego, después de la partida! Las blancas, por supuesto, pueden jugar mucho mejor de lo que lo hizo Webb. Kosten recomienda el interesante sacrificio de peón 4.tlif3. Aunque soy escéptico en cuanto a los verdaderos méritos de la posición blanca después de 4 ... dxc4, no hay duda de que, en una partida ante el tablero, las blancas tienen buenas posibilidades prácticas. Tras ha ber intentado 4 ... g6 algunas veces, sin resultados satisfactorios, ahora preferiría 4 . . .ig4. Kosten describe esta línea co mo muy peligrosa para las negras, y es realmente cierto que las negras deben andarse con pies de plomo. A su reco mendación 5 .lli e5, es un error 5 ...ih5?!,
UNIVERSALIDADES
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debido a 6.cxd5 cxd5? (es más seguro 6 ... tll x d5, pero la posición sigue siendo algo mejor para las blancas) 7.Wa4+ tll bd7 8.tll c3 e6 9.g4 ig6 10.h4, y las negras tienen problemas.
7 6
esto, respondiendo a 5 .tll e 5 con 5 . . ..ie61
;• , •. • -·-· 6 . . .... . � 5 � ··� • 4 .8• • � 3� • • o 2 8 0 0 8 0.i.� lü%+ -� �: 7
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Kosten considera ahora I O ....id6 y 1 0 ...ic2 (aunque esta última se refuta con l l .tll x f7 !), pero no menciona una tercera opción de las negras, 1 0 . . . b5 !?, que se había jugado ya en la partida Konstantinopolsky - Goglidze, Lenin grado 1 936. Esta espectacular partida continuó así: l I .lll xb5 ! ( l 1 .Wxb5 per mite a las negras jugar l l . ..:B:b8 1 2 .Wc6 :B:b6 1 3 .Wa4 :B:b4, etc.) l I . . . tll xe5 1 2.tll c7+ rtie7 1 3 .lll xa8 Wxa8 1 4.h5 tll exg4 1 5 .hxg6 fxg6 1 6.d4, y las blancas ganaron calidad. Tras nuevas complicaciones, lograron imponerse de este modo: 1 6 ... @f7 1 7.i.f4 i.e7 1 8.:B:c l lll h 5 1 9 .id2 Wb8 20.ih3 lll h f6 2 1 .Wb3 lll x f2! 22.rtixf2 tll e4+ 23 .rtig2 tll xd2 24.Wxb8 :B:xb8 25.:gc6 if6 26.ixe6+ rtie7 27.b3 ixd4 28.:B:d l ie3?! 29.ixd5 i.g5 30.e3, y las negras se rindieron. Las negras, sin embargo, podían haber mejorado considerablemente todo 92
h
Aunque Kosten no la menciona, ésta fue la jugada recomendada como mejor por Konstantinopolsky por el tiempo de la partida citada, y también la recomien da NC0 1 • Aunque parece antinatural, evita la exposición del alfil al ataque g4, y las negras siempre pueden desarrollar su flanco de rey con . . . g6 y . . .i.g7. NCO, por ejemplo, indica ahora 6.cxd5 .ixd5 7.tll f3 c5 8.tll c 3 ic6, y las negras están perfectamente. Otro grupo de aperturas que las blan cas pueden emplear con relativa impuni dad contra casi cualquier defensa, es el complejo del peón dama que comprende los sistemas Colle, Torre y Londres. To dos ellos se caracterizan por las jugadas l .d4 y 2.tll f3, produciéndose la ramifi cación principal en la tercera jugada: 3.e3 en el Sistema Colle, 3 ..if4 en el Sistema Londres, y 3 . .ig5 en el Ataque Torre. Todos estos planteos han disfru tado de una gran popularidad de nivel de club, en el Reino Unido, porque son sólidos, fáciles de aprender y porque les 1 . Nunn Chess Openings, Openings. N.d.T.
o
Batsford Chess
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
p1·nniten a las blancas evitar feas sor p1 L'sas teóricas. En general, estas líneas 110 buscan conseguir una ventaja signifi1 ntiva de la apertura, sino que procuran 1 1 11sladar el peso de la lucha al medio 1 11cgo. Las dos primeras no han sido po1111lares, a nivel magistral, desde princi pios del siglo XX, pero el Ataque Torre disfrutó periódicamente de prestigio a los más altos niveles, siendo practicado por jugadores como Petrosian, Miles, Yusupov y otros. Como veremos en el rnpítulo 9, en años recientes, el G.M. in1dés Mark Hebden ha convertido el Ata que Torre en un arma temible. El problema con que muchos juga dores se encuentran en las líneas ante riores, es que tienden a ser muy lentas y posicionales, lo que no es del gusto de todos. El jugador de club, al que le gus taría tener una apertura universal y fácil de aprender, pero que encuentra los alfi les fianchettados y la estructura de peo nes centrales c3-d4-e3 demasiado tedio sos, dispone de un par de otras opcio nes. Ambas comienzan con l .d4 tll f6 (o l ... d5) 2.tll c 3. Ahora, la mayoría de los jugadores continuaría con 2 . . . d5,
(o bien 2 ... tll f6 , si la jugada inicial fue l . .. d5), después de lo cual las blancas tienen dos opciones. Los gambiteadores pueden intentar 3 .e4, el famoso Gambito Blackmar-Die mer. A menos que las negras quieran trasponer a una Francesa Clásica, con 3 ... e6, están virtualmente obligadas a capturar el peón. Después de 3 ... dxe4 (también sirve 3 ... lll xe4), las blancas prosiguen en estilo de gambito, con 4.f3. El Gambito Blackmar-Diemer es una línea que siempre ha tenido estatus de culto, tanto ante el tablero como en el ajedrez por correspondencia, siendo el tema monográfico no sólo de libros, si no también de torneos temáticos, pági nas Web y grupos de debate. Dada la abundancia del material disponible, no lo cubriré aquí en detalle, salvo para decir que el Blackmar-Diemer es similar a muchos gambitos, es decir, que no son correctos al l 00%, pero extremadamen te peligrosos en manos de un jugador de ataque imaginativo y bien pertrechado teóricamente. Además, el hecho de que las blancas puedan conseguir la posición clave contra el 90% de los oponentes, es una significativa ventaja sobre muchos otros gambitos, que requieren la colabo ración de las negras. La alternativa al Gambito Blackmar Diemer, después de l .d4 tll f6 2.tll c3 d5, es 3.ig5, el Sistema Veresov, que dis frutó de un breve brote de popularidad en el Reino Unido a mediados de la década de los setenta, a raíz de un largo artículo del M.I. Robert Bellin, publica do en la revista 'Chess'. Lamentable mente, pronto fue superado por su pa riente, la Apertura Trompowsky, pero me parece que el Veresov tiene sus pro pios méritos, y merece una mirada más
UNIVERSALIDADES
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detenida. La principal amenaza estraté gica de las blancas es capturar en "f6", doblando los peones negros, y luego se guir con e3, id3, W/f3, tll ge2, etc. Las blancas, a menudo pueden enrocar largo y lanzar un ataque a la bayoneta en el flanco de rey. Probablemente, la defensa más correcta y popular sea 3 ... tll bd7, preservando la integridad de la estruc tura de peones negros. Las blancas tie nen entonces varios planes. Por ejem plo: 4.f3, con idea de avanzar en el cen tro con e4, es la línea más aguda, pero posicionalmente algo torpe y no es, real mente recomendable. La línea preferida por el propio Veresov era 4.tll f3 , segui do de e3, id3, 0-0 y, eventualmente, e4. Tony Miles jugó buen número de par tidas con esta variante, en los años ochenta, con buenos resultados. Sin embargo, para quienes deseen alejarse de los caminos trillados, existe la curiosa 4.f4!?, una jugada realmente extraña, idea de A. M. Stewart, varias veces campeón británico por correspon dencia. La idea es obtener una forma ción Stonewall, con su alfil tradicional mente malo desarrollado por fuera de la cadena de peones. Después de 4 ... e6, la patente de Stewart es un movimiento de feo aspecto, 5 .a3. Ver el diagrama siguiente La clave es impedir que las negras jueguen ...ib4, seguido de captura en "c3" . Aunque tal maniobra entregaría la pareja de alfiles a las blancas, las estruc turas Stonewall tienden a favorecer a los caballos, y la eliminación del blanco de "c3 " -un importante defensor de la ca silla "e4"- compensaría sobradamente la entrega de la pareja de alfiles. 94
Después de 5.a3, la continuación de las blancas probablemente sería e3, id3, y luego tll f3 o Wff3. Aunque la 4ª y 5ª jugadas blancas parecen algo artifi ciales, Stewart ha ganado numerosas partidas con ellas, muchas de ellas con tra fuertes postalistas, de modo que el plan no debe subestimarse. En conjunto, creo que el Sistema Veresov (con o sin el plan de Stewart) es una buena opción para el jugador de club, que busca una apertura fácil de aprender y que le per mita eludir la preparación teórica de su oponente de turno. Es más correcto que el Blackmar-Diemer, pero más agudo que los Sistemas Colle-Londres, y tam bién lo bastante flexible como para per mitir diferentes interpretaciones. Como último ejemplo de una aper tura "universal" que merezca cierta con sideración, me gustaría detenerme bre vemente en la Sokolsky, 1 .b4. A dife rencia de las líneas antes examinadas, la Sokolsky suele relegarse rotundamente a la sección de aperturas que se archivan en la papelera, pero creo que eso está injustificado. Si se maneja correctamen te, no es muy distinta de muchos siste mas de la Inglesa o la Réti. El propio
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l<éti, solía jugar 1 .tll f3 tll f6 2.c4 g6 3 .b4 ( incluida su famosa victoria sobre Capa hlanca, de Nueva York 1 924), mientras que Smyslov a menudo ha jugado un sistema emparentado, 1 .tll f3 tll f6 2.g3 !(6 3.b4. Mis sospechas de que 1 .b4 podría ser algo más que una boutade de Basman, comenzaron cuando al leer, en In espléndida biblioteca del Max Euwe l ºenter de Amsterdam, algunas viejas re vistas soviéticas de los ai"\os cincuenta y sesenta, me encontré con una espléndida victoria del propio Sokolsky, en un Cam peonato por Correspondencia. Sokolsky Andreev Campeonato de la URSS Correspondencia, 1 960-6 1 -
t .b4 e6 2 .i.b2 .lü f6 3.b5 d5 4.e3 id6 � .lü f3 0-0 6.c4 c5 7.ie2 .lü bd7 8.0-0 b6 9.a4 ih7 to.as dxc4?! n . .lü a3 �c8 1 2. .lü xc4 ib8 .
A continuación, encontré otras parti das de Sokolsky con esta apertura, y pronto comprendí que hay mucho más de lo que yo había visto. En lugar de ser una apertura tramposa, basada en trucos tácticos, la Sokolsky tiene una sólida base posicional. Como en muchas líneas de la Inglesa y la Réti, la estrategia bá sica de las blancas consiste en lograr una rápida ventaja de espacio en el ala de dama. Sin embargo, a diferencia de aquellos sistemas, el alfil de "fl " normal mente se desarrolla por "e2" (y no por "g2"), puesto que desde "e2" defiende su peón de "b5" y apoya el avance c4. En muchas líneas, las blancas alcanzan una estructura similar a una Francesa invertida. He aquí algunos ejemplos de cómo puede evolucionar el juego. Sokolsky Samarian Campeonato Mundial por Correspondencia. Semifinal 1 958-60 -
l .b4 e5 2.i.b2 d6 3.c4 f5 4.e3 .lü f6 5. .lü f3 ie7 6.d4 e4 7. .lü fd2 d5 8.b5 c6 9.a4 0-0 10.Y!lb3 ie6 1 1. .lü c3 .lü bd7 12.ie2
a
b
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Ahora las blancas tomaron una exce lente decisión posicional. 13.d3 Y!le7 14.e4! Las blancas obtuvieron una clara ven taja, y Sokolsky consiguió plasmar una obra maestra posicional.
Las blancas tienen ventaja.
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Sokolsky - Anichenko Campeonato de Bielorrusia 1 959 1.b4 e5 2 .i.b2 Axb4 3.Axe5 En esta variante del cambio, las espe ranzas de las blancas guardan relación con su mayoría central de peones y las columnas semiabiertas "b" y "c". Su re traso en desarrollo significa que deberán tener cuidado en la primera fase del jue go, pero si pueden emerger de la apertu ra sin sufrimiento, entonces a menudo obtienen mejores opciones a largo plazo. 3 .!l:i f6 4.c4 0-0 5.e3 .!l:i c6 6.Ab2 d5 7.cxd5 .!l:i xd5 8. .!l:i f3 Ag4 9.i.e2 ges 10.0-0 •.•
Como se demuestra ahora, este gam bito contiene mucha diversión para las blancas, pero posiblemente es incorrec to. Las blancas debieran decantarse por 3 .b5, seguido de e3, c4, ltJ D , d4, etc. 3 .i.xb4 4.i.c4 .!l:i c6 5.f4 exf4!? 6 .!l:i h3 .!l:i ge7?! 7. .!l:i xf4 .!l:i a5 .•
a
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f
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•
h
Los factores mencionados en la nota precedente dieron a las blancas base pa ra esperar una ligera ventaja a la larga. Sokolsky - Strugach Campeonato de Bielorrusia 1 958 1 .b4 e5 2.i.b2 f6
Ver el diagrama siguiente La línea más ambiciosa, pero relati vamente rara en la práctica. 3.e4?! 96
a
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8.i.xf6!? gf8 9..!l:i h5!? .!l:i xc4 10 . .!l:i xg7+ cj;n 1 1.0-0 © g8 12.WlhS! g xf6 13.gxf6 .!l:i g6 14.gxg6! hxg6 15.W/xg6 cj; hs?
La defensa crítica era la variante 1 5 . . . ltJe5 ! 1 6.Wlg3 �h7! 16. .!Li eS! Wle7 17 .!l:i f6 Las negras se rindieron. •
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Sokolsky - Pelts Minsk 1 96 1
¿Están bien las negras?
l .h4
� f6 2.i.b2 g6 3.c4 .ig7 4.e3 d6 !'i.d4 0-0 6. � f3 � bd7 7.i.e2 �e8 8. � c3
1·�
9.a4 El comienzo de un interesante plan de juego. También es factible la sencilla
11.0-0. 9 . . .c6
10.aS Y!lc7 1 1.bS a6 12.b6! Y!ld8 1 3.dS c5 14.Y!lb3 Ahora que las blancas han bloqueado el flanco de dama rival, piensan enrocar en ese sector y atacar al rey negro. 14 ... h6 15.h3 � h7 16.g4 f5?! 17.gxfS 1:xf5 18.0-0-0
1
Hasta aquí hemos considerado aper turas universales sólo desde el punto de vista de las blancas. No debe sorprender que adoptar una apertura universal des de el punto de vista de las negras, sea bastante más dificil, puesto que la pri mera jugada les concede a las blancas mucha más capacidad de maniobra. No obstante, las negras tienen cierto núme ro de posibilidades. La más popular es el complejo Pire/Moderna, que comen taré en la siguiente sección. Otra opción para las negras, que aquí considerare mos, es la respuesta l . . . lt:lc6 contra cual quier jugada inicial. No es inoportuno afirmar que para muchos jugadores de los ochenta y noventa, l . . . lt:lc6 fue uno de los grandes secretos descubiertos de la teoría de aperturas. Dificilmente la ju gaba nadie, a pesar de que con ella Tony Miles hubiese aterrorizado el circuito de Grandes Maestros durante años. La si guiente masacre ilustra la dimensión de los daños que Tony podía hacer con ella. Gerusel - Miles Porz 1 982
Las blancas tienen una clara ventaja. Incluso con estos pocos ejemplos, es tá claro que la Apertura Sokolsky es una apertura perfectamente correcta, con mucho terreno para la creatividad y mu chas posibilidades de obtener posiciones interesantes y originales. Si a eso le aña dimos el factor sorpresa, vale la pena pensar en ella, si lo que el lector desea es evitar los conocimientos teóricos de sus oponentes y, en buena medida, dic tar el curso de la partida.
1.d4 � c6 2.d5 � e5 3.f4 � g6 4.e4 e6 5.� f3?! exd5 6.exd5 .ic5 La decisión blanca de tratar la aper tura como una Alekhine de la mano iz quierda resulta ya sospechosa, pues su rey no puede enrocar corto. 1 Alusión a una serie de artículos monográficos
Black is O.K. (Las negras están bien), que el GM húngaro
sobre aperturas, bajo el título genérico
András Adorján publicó, en varias revistas impor tantes, en la década de los ochenta.
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4
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7.tfd3 d6 8.Ae2 lli f6 9. lli c3 0-0 to ..i.d2 Las blancas se disponen finalmente a evacuar su rey del centro, pero Miles consigue impedirlo. to .. lli g4! 1 1. lli dl g es .
La posición de las blancas es un de sastre. Al no ver ninguna forma de com pletar su desarrollo, se lanzan ahora a un juego desesperado, y la retribución no se hará esperar. 12.h3 lli f6 13.g4 lli e4 14.g h2 lli h4 15. lli gS lli xgS 16.fxgS tfe7 17.'ilYg3 Miles consigue ganar ahora material de forma lo suficientemente vistosa co mo para que merezca este diagrama. 98
17 . . ..i.g l ! Personalmente, y o me sentiría tan in cómodo que me rendiría aquí mismo, pero Gerusel siguió algunas jugadas. 18.g fl .i.xf2+ 19.'ilYxfl YlYe4 20. lli e3 'ilYhl+ 21.An lti f3+ 22.
d1 lli xgS Las blancas se rindieron.
Recuerdo haber sufrido yo mismo, con blancas, una derrota igual de drás tica, en un torneo de Blitz, en Moscú, contra el M.l. Nikolai Vlasov, otro de voto de l ... lLic6. No puedo recordar el desarrollo exacto del juego, pero sé que comenzó con l .d4 lLic6 2.c4 e5 3 .d5 lLice7 4.e4 lLig6 5.lLic3 ic5, y finalizó no muchas jugadas después: cuando "al go" aparcó en la casilla "g4" y "f2" se vino abajo. La idea básica de este sistema es ju gar 1 . . .lLic6 y 2 ... e5. Así, las líneas típi cas son l .e4 llic6 2.d4 e5 y l .d4 lLic6 2.c4 e5. Conviene observar que en la primera línea, Nimzovich solía preferir 2 ... d5, pero esto conduce a un tipo de partida muy diferente, y no disfruta ac tualmente de muy buena reputación teó rica. Por el contrario, las posiciones des-
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pués de 2 ...e5 parecen perfectamente buenas para las negras. Después de l .e4 ti:lc6 2.d4 e5, puede que la mejor opción para las blancas sea trasponer a una Escocesa, con 3 .lt:lf3. En la pasada dé cada, la Escocesa se ha convertido en una seria alternativa a la Ruy López, in cluso al más alto nivel. No obstante, no hay razón por la que las negras no pue dan igualar, siempre y cuando estén bien preparadas, y la posibilidad de trasponer a una Escocesa no debería preocuparle al jugador de I . . .lt:lc6. Es irónico que la respuesta más crí tica a l .e4 lt:lc6 probablemente sea 2.ltlf3. Las negras, por supuesto, pueden jugar ahora 2 . . . e5, trasponiendo a las líneas principales de 1 .e4 e5 (con algu nas opciones blancas eliminadas, como, por ejemplo, el Gambito de Rey, el Gambito Vienés, etc.), pero el jugador que elige l ... lt:lc6 trata de evitar las prin cipales líneas teóricas y querrá una al ternativa independiente. Hay tres posibi lidades. La preferencia de Nimzovich era para 2 . . . e6, que después de 3 .d4 d5 traspone a un tipo inusual de Defensa Francesa. Aunque la línea parece ser jugable, no puedo recomendarla, pues la posición del caballo negro en "c6" obstruye la ruptura temática de la Francesa, . . . c5. Segunda opción: 2 ... d5, que traspone a una variante de la Defensa Escandina va. Esta variante es favorita del mencio nado M.I. Vlasov, que ha publicado un extenso análisis de las líneas derivadas de 3.exd5 Wxd5 4.lt:lc3 Wa5 5.�b5 �d7 6.0-0 0-0-0. Estas líneas son extremadamente agudas, y aunque es dificil confiar por completo en la posición negra, es pro-
bable que resulte efectiva en manos de un jugador bien preparado. Para quienes buscan una lucha táctica, con numerosas oportunidades de hacerse con la inicia tiva con negras, podrían recomendársele estas líneas para un estudio más pro fundo.
Sin embargo, la opción más popular es 2 . . . d6. Esta era la línea preferida por Tony Miles, y con la que ganó numero sas partidas. Sin embargo, encontró su Waterloo en 1 995, en la siguiente par tida: Illescas - Miles Linares (Zonal) 1 995 l.e4 � c6 2. � f.3 d6 3.d4 � f6 4.� c3 .ig4 s..ie3! Este es el comienzo del plan más pre ciso de las blancas. Hasta esta partida, la teoría recomendaba 5 .�b5 como lo más fuerte, pero Miles demostró, en buen número de partidas, que la posición ne gra era satisfactoria después de 5 ... a6 6 ..ixc6+ bxc6, Ligterink - Miles, Wijk aan Zee 1 984, como ejemplo más drás tico. s... e6 6.h3 .ihS 7.dS!
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18.exdS! .ixd3 1 9.Wxd3 g d8 20.� dl g6 21.d6 .ih6+ 22.© bt Wb8 23.&ci e4 b5 24.&ci f6+ © f8 25.dxe7+ © xe7 26. &ci d7! bxa4 27.&ci fS+ gxf5 28.Wa3+ © e6 29.gxfS+ © xrs 30.WO+
Lo más preciso, impidiendo . . . d5. 7...&ci e7 8.i.bS+! Poniendo el dedo en la llaga, ante la ausencia del alfil dama de su flanco. 8 ... c6 9.dxc6 bxc6 10.i. a4 Y!!c7 1 1.We2 &ci d7 12.g4 i.g6 13.0-0-0 Las blancas tienen clara ventaja, con más espacio, mejor desarrollo y rey más seguro. Las blancas acabaron ganando con espectaculares sacrificios. 13 es 14.Wc4 g es 15. � h4 &ci b6 16.i.xb6 axb6 17.g d3! d5 1 7 . . . b5 pierde, por 1 8.tt:lxb5 cxb5 l 9.Wxb5+ &cic6 20.&cixg6 hxg6 2 l .l'!c3 .
Las negras se rindieron. Después de esta demoledora derrota, el entusiasmo de Miles por 2 ... d6 se desvaneció rápidamente. Tras algunos experimentos sin éxito, con 5 . . . a6 (para impedir el jaque en "b5"), pasó a res ponder a 2.&cif3 con 2 ... e5. Los jugado res que deseen seguir empleando 2 . . . d6 necesitan encontrar aquí alguna mejora. El propio Illescas sugirió 9 ... &cixc6, con sólo una pequeña ventaja para las blan cas. Otra posibilidad es 7 . . . exd5 8.exd5 &cie5, momento en que la línea crucial debe ser 9.g4 .ig6 1 0.&cid2, con idea de expulsar el caballo negro mediante f4. Sin embargo, tras 1 0 ...We7 I l ..ig2 h5 ! 1 2.g5 &cih7 1 3 .0-0 .if5, la posición re sultó confusa en la partida entre De la Riva y Spraggett, Santiago 1 995.
•.•
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Las blancas ganaron esta partida, pe ro no debido a la apertura. Es otra senda dentro de 2 ... d6, que sus practicantes pueden explorar más detenidamente. 1 00
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Ceguera de colores
El sistema universal que deseo co mentar es el más universal de todos, que puede ser practicado con ambos colores, así como, virtualmente, contra cualquier esquema de apertura. Me refiero al complejo India de Rey/Pire/Moderna. Estas defensas se caracterizan por un fianchetto en el flanco de rey, con juga das como ... g6, ...ig7, ... d6, ... l0f6, etc., o sus equivalentes con blancas. La falta de un temprano contacto central es lo que hace que estos sistemas sean tan universales, porque significa que hay pocas posibilidades de que un violento contacto pueda sacar al jugador de su esquema preferido. Con negras, la decisión en cuanto al principal orden de jugadas, contra l .e4, es si jugar la Defensa Moderna ( l ... g6) o la Pire ( 1 .. .d6 2.d4 i0f6 3 .l0c3 g6). Como antes se ha dicho, la decisión depende, sobre todo, de cómo pretendan jugar las negras contra un esquema con c4. Si las negras están felices de jugar una India de Rey propiamente dicha, pueden hacer l . . .g6. Así, después de l .e4 g6 2.d4 ig7 3.c4 d6 4.l0c3,
la jugada 4 ... l0 f6 traspone a la India de Rey. Pero las negras disponen de otras opciones relacionadas con diferir la sali da ... l0 f6, como 4 ... l0c6, 4 ... l0d7 y 4 . . . e5. Sin embargo, en el momento de escribir estas líneas, ninguna de estas opciones parece muy buena desde una perspectiva teórica, aunque algunos fer vientes adeptos de la Moderna, como Azmajparashvili, sigan jugándolas. Si las negras no quieren entrar en es tas líneas, deben optar por el orden de jugadas de la Pire, realizando sólo el fianchetto de rey una vez que las blan cas hayan bloqueado su peón "e" con l0c3. A la vista de esto, puede llegarse a la conclusión de que no hay una defensa universal con negras, puesto que tras l .d4 d6, las blancas no están obligadas a jugar 2.e4, sino que pueden preferir 2.c4 ó 2.l0f3. Ahora 2 . . . g6 permitiría a las blancas obligar a las negras a entrar en las líneas que desean evitar (por ejem plo: 2.l0f3 g6 3.c4). Sin embargo, en años recientes ha evolucionado un re pertorio alternativo, basado en 2.c4 e5 y 2.l0f3 ig4. 1.d4 d6 2.c4 e5
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l .d4 d6 2. tt:i o J.g4
Un paso importante en el desarrollo de este repertorio fue comprender, en el caso del último diagrama de la página anterior, que las negras no tienen que te mer el final que se produce tras los cam bios en "e5" y "d8". A diferencia de la Defensa Berlinesa, que comentamos en el capítulo 3, aquí el rey negro encontra rá un puesto seguro en "c7" (tras el avance ... c6), y su desarrollo es cómodo. En la práctica, las negras disponen de un saludable porcentaje positivo, en las posiciones derivadas de 3.dxe5 dxe5 4.Wl'xd8+ 'i!?xd8, y aun reconociendo que en la mayoría de las partidas las negras son defendidas por el jugador más fuer te, lo cierto es que las posibilidades de las negras son equivalentes, como míni mo. Dado que el avance 3 .d5 tampoco re porta nada (las negras pueden desa rrollarse de varias formas, siendo la más sencilla 3 ... f5, seguido de 4 ... tll f6), la principal tentativa de las blancas, a par tir del diagrama mencionado, es 3 .tll f3 . El juego sigue entonces 3 ...e4 4.tll g5 f5, 1 02
que, una vez más, ha resultado muy ro busto en la práctica. Ambos bandos dis ponen de mucha flexibilidad en cuanto a la forma de desarrollar sus piezas, pero el plan básico de las negras general mente es . . . tll f6 , . . .Íi..e 7, ... 0-0, ... c6, . . . tll a6-c7, etc. También pueden realizar el avance ... c5, tratando de inducir la respuesta d5, que les daría la casilla "e5" para sus piezas. Las posiciones re sultantes ofrecen buenas perspectivas a las negras. En el diagrama de esta página, las negras responderán a 3 .e4 con 3 ... tll f6 4.tll c 3 e6, seguido de ...ie7, . . . 0-0 y ...d5. Su intención es buscar una estruc tura de peones tipo Francesa, pero con su alfil de casillas blancas desarrollado por fuera de la cadena. Los resultados de las negras en esta variante han sido muy respetables. Un plan más crítico para las blancas es 3 .c4, pero aquí deben tener en cuenta el cambio ... ixf3, que daña su estructura de peones. Mickey Adams es un jugador de elite que ha de fendido estas líneas con éxito, con las piezas negras. En general, el repertorio l . . .d6 parece ofrecer muchas interesan tes posibil idades a las negras, a la vez que sus líneas han sido menos explo radas que otras variantes principales. Con blancas, también hay elección en cuanto al orden de jugadas. El Ataque Indio de Rey normalmente comienza con l .tll f3 , seguido de 2.g3, 3 .Íi..g2, etc. Sin embargo, las blancas también pue den empezar con l .g3, que ofrece algo más de flexibilidad y campo para ideas originales. El G.M. inglés David Nor wood es un ejemplo de jugador que emplea 1 .g3 y 1 ...g6 exclusivamente.
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Problemas universales
En los apartados anteriores hemos discutido las ventajas de un enfoque de apertura universal: menos estudio, la po sibilidad de alcanzar posiciones y es tructuras con las que uno está familia rizado, etc. Para el jugador aficionado, sobre todo, estos beneficios son consi derables. Sin embargo, hay una gran desventaja en un enfoque así, a saber, la limitación de la propia comprensión a un reducido grupo de posiciones. He mos comentado el mismo problema en el capítulo 2, en el contexto de con centrarse en un repertorio de aperturas muy reducido. Emplear un sistema uni versal es realmente sólo una aplicación más extrema de la misma política, por lo que surgen los mismos inconvenientes. Si usted juega exclusivamente l .g3 con blancas y l .. .g6 con negras, su expe riencia práctica se verá reducida a un conjunto de posiciones muy restringido, y a la larga eso no será bueno para su
desarrollo general en cuanto a entendi miento ajedrecístico. En consecuencia, jugadores jóvenes y ambiciosos deben pensárselo seriamente antes de adoptar un enfoque de ese tipo. Aunque sin duda puede reportarle resultados prácticos, también puede convertirse, como hemos dicho, en un factor restrictivo en su de sarrollo como jugador. Conclusiones
1) Los sistemas universales pueden ahorrarle a un jugador gran cantidad de tiempo y preparación, al reducir el nú mero de distintas aperturas que necesita estudiar. 2) Jugar con blancas aperturas "ne gras", con un tiempo extra, rara vez ofrece una ventaja significativa, a pesar del tiempo de ventaja. 3) El principal inconveniente de los sistemas universales es que un jugador restringe el abanico de posiciones y es tructuras que juega, lo que a su vez li mitará su desarrollo como jugador.
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Infidelidad y divorcio
Hasta aquí, hemos considerado temas relativos a la formación de un repertorio de aperturas. Quisiera comentar ahora situaciones en las que un jugador se des vía de su repertorio normal, tanto si se trata de una partida ocasional, como de un cambio más permanente en su reper torio. "No j ugué mi variante habitual porque ... "
La primera situación a considerar es la desviación temporal del propio re pertorio, en una partida específica. Esto puede basarse en buen número de razo nes, que pueden resultar positivas o ne gativas. Una de las razones más frecuentes para apartarse del propio repertorio es el deseo de evitar la posible preparación del oponente. Puede ser por temor a que el oponente haya preparado una línea concreta para la partida en cuestión, o quizá porque conoce su juego y le ha visto plantear antes su línea preferida. Tal vez haya jugado usted previamente la línea contra el mismo rival y, por tanto, cree que ha podido preparar algún antídoto. Por otro lado, tal vez usted te ma, en general, los conocimientos teóri cos de determinado oponente, por cono cerlo de otros torneos y haber visto que juega sus líneas muy bien, o porque us1 04
ted sabe que siempre juega una línea que le resulta particularmente desagra dable contra su apertura favorita. Por una o varias de estas razones, decide us ted apartarse de su línea normal y juega algo que él no esperará. Hasta cierto punto, el grado de éxito que pueda usted esperar de una decisión así depende de la amplitud de su reper torio. Si el que tiene es muy reducido y no conoce gran cosa acerca de aperturas que no sean las que juega regularmente, le resultará dificil adaptarse a jugar algo nuevo. Por otro lado, si está habituado a jugar una amplia variedad de sistemas, es más fácil eludir una línea, sin por ello acabar haciendo algo completamente desconocido. En general, y dado que creo que la mayoría de los jugadores aficionados debiera limitarse a un repertorio relati vamente restringido, creo también que normalmente es un error dejar a un lado las líneas habituales sólo por miedo a la preparación de un oponente. Esta creen cia la comparte, por ejemplo, el Gran Maestro Igor Yermolinsky, quien, en su libro El camino hacia el progreso en ajedrez, dijo al respecto: " ... ningún ju gador debería abandonar sus aperturas por temor a la preparación superior de un oponente. A menudo veo que mis alumnos entran en líneas inferiores por que 'Oh, no quería jugar una línea nor-
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mal, porque se la he visto jugar varias veces .. .' Por revelar un pequeño secreto, ¡yo estudio líneas teóricas con la espe ranza de que mis oponentes quieran evi tarlas! Nada hace más feliz a un G.M. que el hecho de que su inexperto opo nente decide ser 'creativo' desde las pri meras jugadas. No cometa ese error. Si cree que sus aperturas son buenas, jué guelas contra cualquiera, ¡sobre todo contra los Grandes Maestros !". Yo mismo he caído en la trampa que Yermolinsky describe, con resultados desastrosos. En el Campeonato Británi co de 1 990, perdí de mala manera contra Dave Coleman, en la línea l .e4 e6 2.d4 d5 3 .tll c3 .ib4 4.e5 c5 5.a3 ixc3+ 6.bxc3 tll e7 7.1Mlg4 1Mfc7 8 ..id3. Esta aguda jugada, poco conocida por enton ces, era la favorita de mi rival, mientras que yo nunca me había encontrado con ella. La respuesta menos aguda es 8 ... c4, pero la amarga experiencia me había en señ.ado (y sigue ensefiándome) que esta jugada casi siempre es un error en la Winawer, de modo que me embarqué en complicaciones: 8 ... cxd4 9.tll e2 tll bc6 t o.1Mlxg7 l'!g8 l 1 .1Mfh6! ?
Esta última jugada, e n lugar de l a evi dente 1 l .1Mfxh7, me resultó una absoluta sorpresa. A continuación descubrí que le había sido concedido un doble signo de admiración por nada menos que Uhl mann, una autoridad en la variante. La idea de las blancas es tomar el peón de "h7" con el alfil, obligando a la torre negra a tomar una importante decisión. Cogido por sorpresa, jugué pasivamen te, caí en una posición muy dificil y aca bé perdiendo. Aunque desagradable, una derrota así es perdonable hasta cierto punto. Caer en una variante muy aguda poco conoci da, ante alguien que ha hecho de ella su especialidad, es algo que puede suceder le a cualquiera (al menos en la era prein formática). Lo que no es perdonable, sin embargo, es la secuela. A pesar de haber analizado la línea y de preparar algunas mejoras, cuando me encontré con el mismo oponente, unos meses después, en el Challengers de Hastings, me falló la confianza de repetir la misma aper tura. En su lugar, tomé la decisión re pentina de jugar otra cosa, y elegí l .. .e5. Lo único que conseguí fue salir de Gua temala para entrar en Guatepeor, pues mi adversario planteó una aguda línea del Gambito Güring, 1 .e4 e5 2.tll f3 tll c6 3.d4 exd4 4.c3 , otra de sus variantes favoritas. Conociendo de ella aún menos de lo que conocía acerca de 8 ..id3 en la Winawer, pronto perdí los pedales y fui derrotado en 25 jugadas. Es bonito poder decir -aunque sea por una vez- que aprendemos de nues tros errores. Al menos, sí aprendí del siguiente episodio, ocurrido durante el Gausdal Troll Masters de 1 994. Me en contré, con negras, ante el G.M. sueco y
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experto teórico, Thomas el asesino Emst: 1 .e4 e6 2.d4 d5 3 .tll c3 ib4 4.e5 c5 5 .a3 ixc3+ 6.bxc3 tll e7 7.'1Wg4 0-0 8.id3 f5 9.exf6 :B:xf6 I O.ig5 fü7 I l .Wh5 g6 1 2.'IWd l tll bc6 1 3 .tt.Jn '1Wa5 14 ..id2 c4 1 5 ..ie2 tll f5 .
Hasta aquí, estábamos siguiendo mi preparación para esta partida, pero en esta posición, en lugar de 16.0-0, Emst realizó una jugada nueva, 16.h4, el tipo de enfoque directo que podría esperarse de su apodo pugilístico. Tras debida re flexión, decidí seguir la receta clásica de responder a un ataque de flanco con una reacción central, y seguí con 16 . . .id7 1 7 .h5 e5, pero después de l 8.hxg6 hxg6 1 9.dxe5 :B:e8 20.g4 tll g7 2 1 .tll g5 ! , no pude justificar la pérdida de material. Pese a algunos esfuerzos desesperados por lanzar un golpe adecuado, terminé cayendo a la lona tras 2 1 .. .!!fe7 22.tll h 7 :B:xe5 23.tll f6+ \t>t7 24.tll x e8 .ixg4 25.f3 tll f5 26.tll d6+ \t>g8 27.tll xf5 ixn 28.tl:ig3 ixh l 29.tll xh l '1Wd8 30.©f2 :B:f5+ 3 1 .©g2, y en este momento me rendí. En el post-mortem, comenzamos a analizar la respuesta alternativa l 6 ... tll d6. 1 06
Después de 1 7.tll g5 :B:g7 1 8 .h5 h6, Emst declaró que el sacrificio de pieza, tras l 9.hxg6, les daba a las blancas un ata que ganador.
Yo era escéptico, pero tras haber recibido mate varias veces en el análisis, pronto me rendí y me fui al bar, para enterrar mis penas en la increíblemente cara cerveza noruega. Sin embargo, esta vez me encontraba en mi "período ruso", y en lugar de abandonar toda la apertura, como perde dora (¡ que probablemente habría sido mi reacción unos años antes !), me pasé al gunas frías tardes de Moscú estudiando más de cerca toda la línea l 6.h4. Pronto llegué a la conclusión de que el sa crificio de pieza propuesto por Emst era incorrecto, y que l 6 . . . tll d6 era una bue na respuesta a su novedad. Por suerte para mí, unos cuatro meses después, en el siguiente torneo de Gaus dal, el sorteo de la primera ronda produ jo el emparejamiento Emst - Giddins. En lugar de hacer lo que hubiera hecho en mis "malos viejos tiempos", improvi sar una nueva defensa contra l .e4, de cidí someter a prueba el farol de Emst.
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Para mí estaba claro que no jugaría el sacrificio de pieza, pero aun así, quería ver qué haría en su lugar. Después de sólo un par de minutos de juego, había mos llegado a la posición después de 1 6.h4, y yo hice 1 6 ... tlid6. Para sor presa mía, tras apenas unos minutos de reflexión, Emst movió su caballo con confianza, l 7.tlig5, y siguió l 7 ... l'!g7 1 8.h5 h6 1 9 .hxg6. Sin embargo, después de la nueva serie de jugadas l 9 ... hxg5 20.i.d3 cxd3 2 1 .'\1ffh5 �f8 22.Wfxg5 �e8, el asesino comenzó a consumir in gentes cantidades de tiempo, pues com prendió que su ataque no estaba tenien do éxito.
Después de 23 .l'!h8+ �d7 24.l'!h7 tlie8 25 .Wfh6 l'!e7 26.g7 llixg7 27.l'!xg7 dxc2 28.l'!c l Wfxa3 29.l'!xc2 b6, quedó claro que las negras habían logrado re fugiarse en las cuerdas, y que los mejo res golpes de las blancas habían sido rechazados, e incluso pude consolidar mi posición con pieza de ventaja. Un triunfo de la preparación, ciertamente, pero también un triunfo de la fe en la propia apertura, a pesar de haber sufrido una fea derrota.
Como comentario final a este episo dio, debo seflalar que el maravilloso trabajo Franzosisch Winawer (tomo 1), de Kindermann y Dirr, publicado en 200 1 , menciona l 6.h4 como una intere sante jugada no ensayada. Obviamente, mis devaneos por la jungla ¡no habían llegado a las bases de datos ! Hasta cier to punto, sin embargo, la significación teórica de la línea no es tan grande, puesto que 1 4 . . . Wfc7! se considera ac tualmente superior a 14 . . .c4. Jugando al resultadismo
Otra razón (léase "excusa") que los jugadores tienen para apartarse de su re pertorio normal es que están delibera damente jugando a cierto resultado, y quieren elegir una apertura apropiada para ello. Un jugador necesita, por ejem plo, ganar con negras, a fin de ganar un torneo o conseguir una norma para tí tulo. Preocupado porque su oponente pueda jugar a tablas, abandona su De fensa Francesa normal, temiendo la Va riante del Cambio y, en su lugar, opta por la Siciliana, que nunca ha jugado antes. O bien, está el caso de un jugador de ataque, normalmente agresivo, que sólo necesita tablas en una determinada partida. En lugar de jugar fiel a su estilo, adopta algún tipo de esquema tranquilo, esperando así evitar el riesgo. En ambos casos, el resultado puede fácilmente ser un desastre. Incluso a nivel de G.M., hay muchos ejemplos clásicos de jugadores que caen en esta trampa. Uno de los casos más dramáticos de los últimos tiempos se produjo en el Interzonal de Manila. Al entrar en la última ronda, Mijail Gure-
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vich tenía +3 , a un punto de la cabeza. Tras haber liderado la mayor parte del torneo, su Buchholz era tan bueno que unas tablas, con blancas, con Short en la ronda final, permitirían al G.M. ruso ac ceder al ciclo de Candidatos. Short, por otra parte, tenía un mal coeficiente de desempate, y necesitaba ganar para en trar en el Candidatos. La partida se ini ció así: M. Gurevich - Short Interzonal de Manila 1 990 1.d4 e6 2.e4? El signo de interrogación no se debe a mi reverencia por la Defensa Francesa, sino que refleja una mala decisión psi cológica por parte de Gurevich quien, en tanto que asentado jugador de peón da ma y cuyos conocimientos teóricos eran (y siguen siendo) uno de sus puntos fuertes, debía haber jugado en toda cir cunstancia 2.c4, optando por una línea principal, cualquiera que fuese la aper tura elegida por Short. Como sólo nece sita tablas, sucumbe a la tentación de confiar en exceso en sus posibilidades, y busca una Francesa del Cambio. Su po sición nunca se recobrará. 2 ... dS 3.exdS exdS 4.c!Li f3 i.g4 5.h3 i.hS 6.i.e2 Ad6 7. lLi eS!? Otra jugada que probablemente no habría efectuado en circunstancias nor males. Aunque objetivamente las negras no tienen más que una absoluta igual dad, la iniciativa psicológica está ya de su parte. 7 ...i.xe2 8.ti°xe2 c!Li e7 9.0-0 0-0 10.i.f4 g es 1 1.ti' g4 i.xeS 12.i.xeS lLi g6 13..ig3 c!Li d7 14. c!Li d2 c!Li f6 15.ti°f3 c6 1 6.ti°b3 ti°b6 1 7.ti°xb6 axb6 1 08
a
b
e
d
e
g
h
El final les ofrece una ligera ventaja a las negras. Aunque el alfil blanco no puede calificarse de "malo" en el sen tido convencional, es menos efectivo que el caballo negro, a pesar de que la posición está relativamente abierta. Ade más, la columna semiabierta "a" signi fica que las blancas tendrán que preocu parse continuamente por un posible avance . . .b5-b4, rompiendo en la colum na "a". Aunque la posición blanca es, objetivamente, defendible, la duradera presión de las negras significa que, en la práctica, es muy dificil de jugar, y un desmoralizado Gurevich va siendo poco a poco expulsado del tablero. Las juga das siguientes deben haber sido una agonía para él. 1 8.a3 lLi e4 19. c!Li xe4 g xe4 20.füdl bS 2 1 .© fl f6 22.f3 g e6 23. gel © f7 24.g xe6 © xe6 25.g el+ © d7 26.© e2 hS 27.© d3 h4 28..ih2 c!Li e7 29.i.f4 lLi f5 30..id2 b6 3i. ge2 es 32..ie3 b4 33.axb4 c4+ 34.© c3 c!Li d6 35.gel g 34 36.© d2 gxb4 37.g al g xb2 38.g a7+ © e6 39.g xg7 bS 40.i.f2 b4 41.© cl c3 42..ixh4 c!Li rs Las blancas se rindieron.
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El infortunio de Gurevich tuvo nota bles consecuencias para el mundo del ajedrez. Short se clasificó para el ciclo de Candidatos, lo ganó y luego participó en el cisma con la FIDE, que acabó tra duciéndose en la situación caótica actual respecto al Campeonato del Mundo. Si Gurevich hubiese ganado, ¡tal vez se guiríamos teniendo un sólido ciclo por el Campeonato Mundial! El desaparecido Gran Maestro sovié tico Lev Polugaievsky aportó algún instructivo consejo acerca de cómo tra tar la apertura en una partida decisiva. Una vez más, el escenario es la última ronda de un Torneo Interzonal, en esta ocasión el de Petrópolis (Brasil), en 1 973. A fin de tener alguna opción de pasar al Candidatos, Polugaievsky tenía que ganar a Portisch con blancas. El hombre nos relata ahora la historia de la discusión con su segundo (Bagirov), y su eventual decisión: Primero tuve que decidir la cuestión de si debía jugar lo que normalmente juego, o bien si debía tratar de sorpren der a mi oponente con mi elección de apertura. . . Comenzamos a considerar abrir con J.e4. En su favor, además del factor sorpresa, estaba el hecho de que después de l.e4, Portisch se siente mu cho menos confiado. . . "Pero s i se plantea una Ruy López, ¿entonces qué hago? ", pregunté dudan do. "¡Juega la Italiana!" "Pero nunca la hejugado, ni siquiera cuando era niño " ... "¡ Tanto mejor! Portisch sólo juega la variante con . . . ic. ". Entonces Bagirov me mostró una in nidad de variantes muy antiguas, que fi
habían sido seleccionadas, teniendo en cuenta las partidas de Portisch. Estaba dispuesto a decidirme, cuan do de pronto pensé: ¡esa no es fonna de jugar! No es la forma de planificar una batalla decisiva. Después de todo, si no conseguía lograr ventaja de la apertura, nunca me perdonaría por haber traicio nado "mi suerte " en ajedrez, y eso ine vitablemente se haría sentir durante la partida. (Grandmaster Preparation, p. 1 94). Polugaievsky abrió finalmente el juego con I .lt:if3, se aseguró ventaja de apertura, y consiguió ganar una exce lente partida técnica, en su mejor estilo. Sobre este mismo tema, recuerdo un interesante diálogo con mi entrenador, cuando me encontraba en Moscú. Al afrontar una partida que, si ganaba con negras, me permitiría entrar en los pre mios del torneo, cometí el clásico error de jugar un dudoso gambito, que no ha bía jugado nunca antes. Salí de la aper tura con una mala posición, y tuve suer te de hacer tablas. De vuelta en Moscú, Igor me preguntó acerca de mi elección de apertura, y le expliqué mi razona miento. "Ah", respondió. "De modo que, en otras palabras, piensas que será más fácil vencer a alguien a partir de una mala posición de la que no sabes nada, que a partir de otra decente que has jugado en innumerables ocasiones" . (Entonces añadió aquello de "cualquier niño ruso está mejor preparado", etc., como probablemente usted ya se imagi naba). Hay otro factor que hace que sea pe ligroso cambiar de aperturas en el úl timo instante, y en una partida crucial. Ya he repetido a lo largo del libro lo
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importante que resulta entender las es tructuras típicas del medio juego a que conduce determinada apertura, y que ése es el factor decisivo para jugar con éxito una apertura. Si emplea usted una aper tura que rara vez ha jugado antes, re sulta casi inevitable que acabe en una posición con la que no está familiari zado. Aunque su posición sea objetiva mente mejor, su falta de familiaridad con la estructura probablemente le im pedirá jugarla correctamente. Este fe nómeno queda bien ilustrado en la dé cima y última partida del match de Can didatos Short - Karpov, jugado en Li nares 1 992. Al entrar en esta partida decisiva, Karpov iba perdiendo por 5-4, de modo que necesitaba ganar, con negras, para salvar el match y pasar al desempate. Para cualquier jugador es dificil ganar con negras ante un oponente del máxi mo nivel, pero para Karpov aún lo era más, por cuanto su repertorio normal de aperturas no es idóneo para esa tarea. Karpov siempre ha creído en jugar, con negras, a una sólida igualdad, antes que emprender nada muy ambicioso. Sus respuestas normales a l .e4 eran l .. .c6 y l . ..e5. Sin embargo, en el match con Short, estas líneas no le habían repor tado más que problemas, y de cuatro partidas (dos con cada una de ellas) apenas había sumado medio punto en total. Enfrentado a una situación en la que debía ganar a todo trance, no es sor prendente que eligiese la Siciliana, a pe sar de que sólo había jugado esta aper tura en unas cuantas ocasiones, a co mienzos de su carrera, y en tales casos contra una oposición considerablemente más débil. 1 10
Sbort - Karpov Linares, Semifinal Candidatos 1 997 ( l O" partida) l.e4 c5 2. � f3! El signo de admiración no es por los méritos objetivos de la segunda jugada blanca, sino porque se trata de una ex celente decisión psicológica. Aunque sólo necesitaba tablas, Short debe haber sentido la fuerte tentación de jugar una línea tranquila, como 2.c3. Sin embargo, en ese momento de su carrera, Short rara vez había jugado tales líneas desde su juventud y, por el contrario, solía plantear las líneas principales de la Siciliana (por cierto que con gran éxito). En lugar de inhibirse, Short evita el error que Gurevich había cometido con tra él y se atiene a su enfoque habitual. 2 ... � c6 3.d4 cxd4 4.� xd4 � f6 5.� c3 d6 6.i.g5 e6 7.YlYd2 ie7 8.0-0-0 0-0 9. � b3 a6 IO.i.xf6 gxf6 1 1.b4 c.t> bS 1 2.g4 b5 13.g5 b4 La primera jugada nueva. Antes se solía jugar l 3 ... l3g8. 14.� a4 � g8 15.f4 � b8 16.© bt ifB 17.ie2
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Si examinamos de forma objetiva la posición, Karpov ha obtenido todo lo que razonablemente podía desear. En una situación en la que es imperativo ganar con negras, ha alcanzado una posición desequilibrada y extremada mente aguda, en la que las posibilidades de las negras son razonables. Sin embar go, el problema a que se enfrenta es que aunque la posición sea buena para las negras, es de un tipo que rara vez había jugado Karpov en su carrera, y en la que debe haberse sentido como pez. .. fuera del agua. El efecto de esto se hace sentir en su jugada siguiente. 17...e5?! Este avance refleja la falta de expe riencia de Karpov en el lado negro de la Siciliana, y la jugada causó verdadero estupor entre los Grandes Maestros que rondaban por la sala de prensa. En par ticular, el excitable Lj ubojevic se des quició, y exclamaba continuamente: "Karpov entenderá de ajedrez, ¡pero no entiende la Defensa Siciliana!". La críti ca de Ljubojevic puede que sea exce siva, pero no hay duda de que 1 7 ... e5 es una jugada lastimosa, pues deja a las blancas claramente mejor. Short reco mendó luego l 7 ..."We7. 18.f5 fxg5 19.hxg5 �xg5 No es mejor 1 9 ..."Wxg5, por 20."Wd5. 20.°fYe3 °fYf6 Después de la partida, Karpov sugirió 20 ...h6, pero Short respondería con 2 1 ..ic4 "Wf6 22.lll b6 lll e 7 23.lll a5 . Está claro por ésta y similares variantes, que la jugada 1 7 de las negras permite ac tivarse mucho a las piezas menores blancas, mientras que, en esta posición, el peón extra no tiene importancia. 21.� b6 � e7
Aquí, Short recuperó el peón con 22.lll x c8?, pero la inmediata 22 ..ixa6! hubiera sido virtualmente ganadora para las blancas. Tras un nuevo error de Short, las negras lograron un importante contrajuego y sólo acabaron cayendo en unos dramáticos apuros de tiempo. Esta tensa y dramática partida ilustra dos cosas. En primer lugar, el problema que afronta un jugador cuando opta por una apertura con la que no está fami liarizado. Por buena que sea su prepara ción específica y por razonablemente buena que sea, objetivamente, la posi ción que consiga, es muy probable que se encuentre jugando una posición y una estructura en las que tiene poca o nin guna experiencia. En tal caso, hasta un gran jugador como Karpov puede en contrar dificil desenvolverse bien en la posición. Lo segundo que ilustra esta partida es la recompensa que puede ob tenerse de ser valiente cuando sólo se necesitan tablas, y atenerse a las líneas normales propias, asumiendo una posi ción aguda, si es el caso. El juego de Short en esta partida es un excelente ejemplo positivo.
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Tramitando el divorcio
Hasta aquí, en el presente capítulo, hemos comentado la momentánea des viación del propio repertorio de aper turas en una determinada partida. Ahora quisiera considerar la decisión funda mental de cambiar el propio repertorio sobre una base permanente, y abandonar una determinada apertura o variante para siempre. Como habrá apreciado el lector por los capítulos precedentes, en general soy hostil a la idea de cambiar el propio re pertorio de aperturas de forma radical. Como en muchos otros aspectos de la vida, el divorcio puede ser un asunto en gorroso y costoso y, en mi opinión, rara vez está justificado en el terreno de las aperturas de ajedrez. La causa principal de mi hostilidad es el impacto que cam biar de aperturas ejerce sobre la propia comprensión de la apertura. Y a he enfatizado repetidamente en este libro en que la comprensión de las posiciones típicas es el factor más im portante para un tratamiento eficiente de las aperturas. Tal comprensión se deri va, en primer lugar, es un producto de la experiencia, y debe ser elaborada con los años de práctica, jugando y analizan do la apertura. De esto se deduce que al cambiar por completo de aperturas, se está abandonando toda la experiencia y comprensión adquiridas en determinada línea y, por tanto, empezando, en cierto modo, de cero. En la gran mayoría de los casos, el cambio de aperturas actúa como un bumerán. Conozco a un jugador inglés que es un ejemplo particularmente drástico de los efectos de un constante cambio de 1 12
aperturas. El jugador en cuestión, con unos 2000 Elo, era amigo mío en los noventa. En los ocho años que estuvi mos jugando torneos juntos, su reperto rio de aperturas, con blancas, cambió en cinco ocasiones. Comenzó jugando l .e4 (Apertura de Alfil y la Siciliana 2.f4). Tras un par de torneos en los que sus resultados con estas aperturas fueron ne gativos, se pasó al Sistema Colle. Un año después, decidió que era una aper tura demasiado tranquila y que el cami no hacia la victoria pasaba por l .e4, sólo que esta vez se centró en líneas prin cipales de la Siciliana. Después de seis meses de estudiar a diario, hasta las 4 de la mañana, Cómo vencer a la Defensa Siciliana, participó en un abierto inter nacional, en el que sumó O de 3, con blancas, en la Siciliana, y decidió que debería jugar, en cambio, el Ataque To rre ( l .d4, 2.tLlf3, 3 .i.g5). Un par de años más tarde, llegó a la conclusión de que la clave del éxito pasaba por la Apertura Inglesa con 2.g3. No es sorprendente que en ese período puntuase en tomo al 30% con blancas, y eso gracias a su tenacidad en defender causas perdidas. Con todo, en el mismo período, con ne gras nunca varió de apertura: la France sa contra l .e4, y la Eslava contra l .d4, y su puntuación con negras ¡ se cifró en tomo al 70%! La moraleja de esta his toria no podría ser más clara. A nivel mucho más alto, el G.M. ruso Dreev experimentó una penosa pesadi lla, a mediados de los noventa. Durante la mayor parte de su carrera adulta, A. Dreev fue un fiel practicante de la Defensa Francesa, jugando líneas con 3 .tLlc3 tLlf6, y 3.tLld2 c5 4.exd5 Wi'xd5. En general, sus resultados eran brillan-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
tes. Pero en tomo a 1 997 se volvió insatisfecho con la Francesa (en particu lar porque la variante 4 ...Wxd5 de la Tarrasch estaba siendo sometida a una intensa presión teórica) y comenzó a buscar otra defensa contra l .e4. Al prin cipio, eligió la Siciliana Clásica, pero estaba muy claro que se sentía fuera de su elemento en tales posiciones. Algu nos ejemplos confirmarán esto.
Las negras tienen calidad menos sin adecuada compensación y Dreev perdió el final.
Adams - Dreev Linares 1 997 1.e4 eS 2.� t3 � e6 3.d4 exd4 4. � xd4 � f6 S. � e3 d6 6.g3 g6 7.i.g2 i.g7?! Una significativa imprecisión. Lo correcto es 7 . . �xd4. .
Anand - Dreev Linares 1 997 1.e4 eS 2.� t3 � e6 3.d4 exd4 4. � xd4 � f6 S. � e3 d6 6.i.gS e6 7.'11Md2 a6 8.0-0-0 i.d7 9.0 h6 10.i.e3 We7 l l .g4 � es 1 2.h4 bS 13.i.e2?! g6 14.gS hxgS lS.hxgS g xhl 16.g xhl � hS 17.© bl � g3 1 8.g h7 Hasta aquí, Dreev ha jugado bien y tiene una posición satisfactoria, pero ahora su falta de experiencia en posicio nes de la Siciliana se volverá contra él. En lugar de 1 8 . . lt:lxe2, que ofrece po sibilidades equilibradas, comete dos graves errores en rápida sucesión, y pierde en sólo ocho jugadas más. .
8.� xe6 bxe6 9.eS dxeS 10.§°xd8+! ©xd8 l l.i.xe6 g bs 12.i.e3 g xb2?
Después de este nuevo error, su po sición se vuelve crítica. 13.0-0-0+ © e7 14 ..ibS! Ver el diagrama siguiente 14 gb4 1S.a3 g xbS 16. � xbS+ © b7 17. � xa7 .•.
Ver el diagrama siguiente 18 ... � e4? 1 9..ixe4 Yl!lxe4 20.b3 Wfl+? 2 1 .© b2 aS 22.g hs a4 23.� dxbS! i.xbS 24. � xbS axb3 2S. � xd6+ © d7 26. � fS+ Las negras se rindieron.
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Las negras tienen ya problemas. Ju gando con mucho ímpetu, Svidler aplas ta rápidamente a su rival. 8...exd4 9.� xd4 Ag6 10.Ag2 e6 1 1.0-0 Ae7 1 2.f4 h6 13.fS i. h7 14.eS! � 6d7 1 5.gS ! ! 0-0 16.g6! fxg6 17. � e6 'efes 1 8. � xf8 Axes+ 19.cj;i h l Axf8 20.fxg6 Axg6 21 ixh6! !
7 6
Svidler - Dreev Campeonato de Rusia, Elistá 1 997 1.e4 d5 Después de su horrible experiencia de Linares con la Siciliana (pues además de las partidas anteriores, también per dió con Judit Polgár), Dreev decidió en sayar otra cosa, pero, tratándose de un jugador de su estilo, este movimiento parece un signo de desesperación. 2.exd5 � f6 3. � t3 � xd5 4.d4 Ag4 5.h3 i.hS 6.e4 � b6 7. � e3 e5 8.g4
a
b
e
d
e
f
g
h
La posición negra está totalmente perdida. Mágnífico juego de Svidler, pe ro las negras difícilmente parecían estar movidas por un G.M. de primera fila mundial. Después de estos y otros desastres similares, Dreev adoptó finalmente la Caro-Kann, con 4 . . .i.f5 . Esta apertura resultó ser el tipo de defensa sólida y correcta que convenía a su estilo técni co, y pronto recuperó sus buenos resul tados contra l .e4, algo que conserva hasta el día de hoy. No obstante, sus experiencias durante el período en que comenzó a cambiar sus aperturas consti tuyen una saludable lección. Si algo así le sucede a un Gran Maestro, puede su cedemos a cualquiera de nosotros. Así pues, ¿hay circunstancias que jus-
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COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
tifiquen un cambio de repertorio? A pe sar de mis prevenciones anteriores, creo que desde luego las hay, aunque son ca sos relativamente raros. En esencia, se trata de dos situaciones principales. La ley de Bagirov
La primera situación se produce cuando nuestra confianza en una aper tura ha sido tan seriamente minada, que está ejerciendo un efecto negativo sobre nuestro juego. En la introducción, des cribí la forma en que solía culpar a la apertura de todos mis derrotas, antes de comenzar a estudiar debidamente aje drez y desarrollar un repertorio cohesio nado. Al no tener un repertorio adecua do y jugar constantemente líneas que eran objetivamente dudosas y de las que conocía muy poco, eso ejercía un efecto muy negativo sobre mi estado psicoló gico durante la partida. Siempre que caía en una mala posición, tenía una fuerte tendencia a hundirme psicológicamente, diciéndome a mí mismo cosas como "Mierda, qué sentido tiene tratar de de fender esta estúpida posición. ¡Todo es culpa de la apertura!". Una sensación así hace que resulte muy dificil motivarse para oponer una defensa eficaz en malas posiciones, y es curioso que rara vez ha ya conseguido hacerlo. Algo que com prendí cuando empecé a jugar aperturas más fundadas, fue que me resultaba mu cho más fácil asumir malas posiciones. Si la apertura no me salía del todo bien, al menos mi actitud era radicalmente distinta: "Esta posición no es culpa de la apertura. Soy yo que quien ha jugado mal, y ahora soy yo quien debe resolver el problema" . La consecuencia fue que
comencé a defenderme con mucha más tenacidad que antes. Esta experiencia me recordó la his toria de un jugador profesional de snooker. 1 Años atrás, un Campeón del Mundo describió el efecto psicológico que tuvo en su juego el hecho de romper el taco. Como la mayoría de jugadores de snooker, había usado el mismo taco a todo lo largo de su carrera profesional, hasta que se le rompió, y sin posibilidad de ser reparado el mismo día. El nuevo taco, de tecnología sumamente sofistica da, de dos piezas, era objetivamente me jor que el otro (que tenía 30 años), ligeramente combado de una sola pieza, que había utilizado toda su vida, y sin embargo, no pudo adaptarse por com pleto al nuevo y su juego se resintió no tablemente. Cuando se le preguntó cuál era la diferencia entre los dos tacos, res pondió: "Si fallo una bola fácil con mi viejo taco, sé que fue un error mío; si fa llo una ahora, es culpa del taco". Tales problemas psicológicos son una de las razones por las que puede estar justificado el cambio de su repertorio de aperturas. Si sufre usted tantas derrotas que acaba perdiendo la confianza en la apertura, las asociaciones negativas po drían llegar a obsesionarle siempre que juegue la línea, y en este caso, la única solución podría ser abandonar, pura y simplemente, la apertura en cuestión. En este sentido, en 200 1 tuve una intere sante conversación con el G.M. letón 1 Modalidad de billar sumamente popular en el
Reino Unido. Es similar al pool, o billar america no, con troneras, pero, entre otras diferencias (co mo la puntuación, según el color de la bola em bolsada),
la mesa tiene mayores dimensiones.
N.d.T.
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lgor Rausis. Me dijo que el desapareci do G.M. Bagirov, quien se convirtió en ciudadano letón en sus últimos años, y vivía en Riga, solía decir que si pierdes tres partidas seguidas con la misma apertura, deberías dejarla, aunque sea tu apertura favorita, debido a las emocio nes negativas asociadas con las derrotas repetidas. A riesgo de provocar las iras de mi editor, tengo que decir que per sonalmente me resulta dificil creer que un hombre que durante toda su vida ju gó, con virtuosismo, la Defensa Alekhi ne, nunca haya perdido tres partidas consecutivas con ella. Hablando en se rio, el concepto de Bagirov está bien fundado: si su confianza en una apertura se deteriora irremediablemente (¡ya pierda usted o no tres partidas consecu tivas con ella!), a veces lo mejor puede ser arrinconarla, aunque sólo sea de for ma temporal. Refutaciones
La otra circunstancia principal que justifica un cambio de apertura es que la línea que usted juega se encuentre re futada. En tal caso, no tiene otra elec ción que abandonar la línea y optar por alguna otra, sobre todo teniendo en cuenta la velocidad con que ahora viaja la información. Si se atiene usted a la vieja línea, en la esperanza de que nin guno de sus oponentes se haya enterado de la refutación, está incurriendo en un riesgo considerable, y cada vez lo será más, debido a la creciente utilización de las bases de datos para ordenadores. Dicho esto, el riesgo de que una línea quede refutada o etiquetada como im practicable es muy pequeño, a menos 1 16
que esté usted jugando líneas dudosas o marginales. Si juega algún tipo de aper tura seria y sus líneas principales, en la práctica nunca será refutada. Puede que se produzcan acontecimientos teóricos que parecen poner la línea en cuarenta na, pero, tal y como hemos comentado, antes o después se encontrarán mejoras que rehabiliten la línea. Entretanto, pue de usted eludir el problema variando su orden de jugadas, o bien adoptando una línea ligeramente distinta dentro de la misma apertura. No es muy probable que una refutación temporal le obligue a abandonar por completo su repertorio. Esquivando el tema
El último comentario nos lleva al te ma preciso de cómo cambiar su reper torio, cuando está convencido de que debe hacerlo. El principal consejo aquí es tratar de evitar los cambios demasia do radicales. Como ya he comentado antes, en el tema de jugar líneas princi pales y no secundarias, el gran mérito de las líneas principales de apertura más respetables es que ofrecen flexibilidad, y esto puede ser de gran utilidad si necesita enmendar su repertorio. Si su Siciliana Dragón está siendo sometida a una fuerte presión teórica y siente usted la necesidad de cambiarla, tal vez no tenga por qué abandonar por completo la Siciliana. En su lugar, tal vez pueda optar por el Dragón Acelerado, que le permitirá obtener posiciones similares a las que está acostumbrado, pero evitan do la variante concreta que actualmente le preocupa. De modo similar, puede us ted perder la confianza en jugar 4 .. ti:Jd7 en la Caro-Kann, pero entonces tal vc1
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.
pueda estudiar las líneas derivadas de 4 ...if5 . Un cambio así le permite ex plotar sus conocimientos y experiencia en posiciones Caro-Kann, y las diversas alternativas de las blancas en su segunda y tercera jugada, mientras que abando nar toda la apertura, por ejemplo, por la Defensa Pire, implicaría un nuevo paisa je de líneas y estructuras. Conclusiones
1) En general, supone un alto riesgo cambiar todo el propio repertorio de aperturas en una sola partida. Puede ser tentador hacerlo para evitar una cierta variante, o para explotar una laguna que se ha detectado en la preparación del rival, pero el riesgo que lleva implícito jugar un tipo de posición con la que no estamos familiarizados supera normal mente a las posibles ventajas. A menos que esté usted convencido de que existe una gran posibil idad de cazar a su rival en una variante que conduce casi por fuerza a una posición perdida, es muy probable que hiciese usted bien en ate nerse a sus líneas de juego habituales. 2) El consejo anterior es especial mente importante en casos en que nece sita cierto resultado (por ejemplo, tablas para ganar un torneo o conseguir una norma). Muchas partidas se han perdido
por jugadores que sólo necesitaban ta blas, y que se dejaron tentar por jugar a este resultado desde la misma apertura. La mejor forma de asegurarse medio punto es obtener una amplia ventaja, o incluso decisiva, y luego proponer ta blas desde una posición de fuerza. Es más fácil que consiga este objetivo ju gando algo que conoce y entiende que algo con lo que no está familiarizado. 3) Recuerde las palabras de Belov: es más fácil ganar a partir de una posición igualada, que usted ya ha jugado antes, que de otra mala de la que no sabe nada. 4) Tenga mucho cuidado acerca de cambios radicales de repertorio. Debe tener presente que todas las aperturas tienen sus propios problemas, y que abandonar a su apertura habitual, porque se ha encontrado con una línea que no le gusta, es una decisión muy delicada. El trabajo que supone aprender y dominar toda una nueva apertura es mucho ma yor que el que se necesita para mejorar la comprensión y el juego de las líneas que ya se conocen. 5) Si realmente siente la necesidad de modificar su repertorio, considere la po sibilidad de retocar variantes y órdenes de jugadas, que le permitan evitar aque lla línea que no le gusta, sin por ello te ner que proceder a un cambio de re pertorio.
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Análisis del repertorio de algunos j ugadores
Este último capítulo está dedicado a examinar el repertorio de aperturas de algunos Grandes Maestros, desde Fis cher y Kasparov en adelante. La idea es ver cómo un Gran Maestro de primera fila trata los diversos temas que hemos estado comentando en el libro. Además, esto le permitirá extraer de algunos ejemplos e ideas para modelar su propio repertorio. En verdad, una forma efecti va de crear el propio repertorio es senci llamente imitar al de un gran jugador, cu yo estilo sienta como afin al suyo. Al se guir las partidas del jugador, puede us ted regularmente incorporar información fresca acerca de las líneas que le inte resan, y podrá observar cómo evolucio na su repertorio de cuando en cuando. Bobby Fischer
Blancas: 1.e4. Ruy López, líneas principales de la Siciliana Abierta, 3 .lll c 3 contra la Fran cesa, etc. Negras, 1 .e4: Siciliana Najdorf. Negras, 1.d4: India de Rey, ocasionalmente Defen sa Grünfeld.
El rasgo sobresaliente del repertorio de Fischer es que era bastante restrin gido. Como antes se ha comentado, esto 1 18
era cierto para la mayoría de jugadores de su generación, pero Fischer quizá estaba más concentrado que muchos de sus contemporáneos. Otro aspecto que ya he comentado en este libro es que los jugadores con repertorio reducido tien den a ser del tipo de los que creen fir memente en la corrección de sus propias ideas, y suelen ser defensores a ultranza. Fischer era ciertamente ese tipo de ca rácter obstinado, y su repertorio así lo señala. Aparte de unas cuantas partidas con I .lt:lf3 en su juventud, y un número igualmente corto de partidas en las que abrió con l .b3 y l .c4, entre 1 970 y 1 972, apenas inició el juego con otro movimiento que no fuese l .e4, jugada descrita en su libro Mis 60 partidas memorables como best by test (está comprobado que es la mejor). Como casi todos los jugadores de l .e4 al má ximo nivel, la principal variante de la Ruy López era su arma básica, y contra 1 . . .c5 la Variante Abierta de la Siciliana. Una variante favorita de Fischer, des de sus días más jóvenes, era el Ataque Sozin (6 . .ic4), que j ugaba casi exclu sivamente contra la Clásica ( l .e4 c5 2.lt:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.lt:lxd4 lt:lf6 5 .lt:lc3 lt:lc6 6 ..ic4) y la Najdorf ( l .e4 c5 2.lt:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.lt:lxd4 lll f6 5 .lt:lc3 a6 6 ..ic4). La siguiente partida es carac terística de la forma en que Fischer ju gaba la variante:
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Fischer - Rubinetti Interzonal Palma de Mallorca 1 970
así: 8 ... b4?! 9.lll a4 lll xe4 1 O.O-O g6 l l .f5 ! gxf5 1 2.lll x f5 E:g8 1 3 .id5 E:a7, y ahora l 4.ie3 ! habría dado a las blancas un fuerte ataque. 8...i.b7 9J:lel � bd7 10.i.g5 h6 1 1.i. h4 � c5?
1.e4 c5 2. � f3 d6 3.d4 cxd4 4. � xd4 � f6 5.� c3 a6 La partida Fischer - Olafsson, Inter zonal de Estocolmo 1 962, constituye un ejemplo del tratamiento de la misma línea contra la Siciliana Clásica: 5 ... lll c6 6.ic4 e6 7 ..ib3 .ie7 8.f4 0-0 9.ie3 lll xd4 1 o ..ixd4 b5 1 l .e5 dxe5 l 2.fxe5 lll d7 1 3 .0-0 b4 14.lll e4 .ib7 1 5 .lll d6 .ixd6 l 6.exd6 Wg5 1 7.We2 .id5 1 8.l'"fad l ixb3 1 9.axb3 e5 20.Wb5 a5 2 1 .Wxd7 exd4 22.Wf5 Wxf5 23 .E:xf5 füd8 24.l:l:xd4, y las blancas ganaron el final. 6.i.c4 e6 7.i.b3 Unas de las primeras victorias de Fischer con esta línea siguió así: 7.0-0 id7? 8 . .ib3 ie7 9 ..ie3 0-0 1 0.f4 Wc7 l l .g4! 'it>h8 1 2.g5 lll g8 1 3 . f5 e5 1 4.lll d5 Wd8 1 5 .lll f3, con abrumadora ventaja de las blancas, Fischer - Witte, Open de EEUU 1 957.
1 2.i.d5! exd5 13.exd5+ © d7 14.b4 � a4 15. � xa4 bxa4 16.c4 © c8 1 7.ftxa4 ftd7 18.ftb3 g5 19.i.g3 � h5 20.c5! dxc5 21.bxc5 ftxd5? 22.� e8+ © d7 23.fta4+ ic6 24.� xc6
7...b5 8.0-0 En la famosa partida Fischer - Tal, Candidatos 1 959, se jugó 8.f4, y siguió
Contra la Defensa Francesa, Fischer normalmente jugaba 3 .lll c 3, y contra la Winawer, prefería las líneas basadas en la continuación posicional a4 ( l .e4 e6 2.d4 d5 3 .lll c 3 i.b4 4.e5 c5 5 .a3 ixc3+ 6.bxc3 lll e7 7.a4). En Mis 60 partidas memorables, declaró que dudaba de la corrección de la Winawer, pero admitía también que sus resultados contra ella ' no eran muy estimulantes. En realidad, no fue sino hasta la partida inicial de su match con Larsen, en 1 97 1 , cuando Fis cher produjo una demostración realmente convincente contra la Winawer. En su juventud había tenido problemas simi-
g
h
Las negras se rindieron.
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lares contra la Caro-Kann, aunque se desvanecieron después de que abandonó la Variante Dos Caballos ( 1 .e4 c6 2.tt:lc3 d5 3.tt:lf3). Otro sistema favorito de Fischer, por el que mantuvo una fuerte inclinación durante toda su carrera, fue el Ataque Indio de Rey. En su juventud, antes de decidir que l .e4 era la mejor jugada, abría con frecuencia l .tt:lf3, 2.g3, etc. Aunque pronto abandonó esta apertura, siguió utilizando ocasionalmente el Ata que Indio de Rey, en posiciones en las que las negras se comprometían con la jugada ... e6, por ejemplo, 2.d3 contra la Francesa, y 3 .d3 contra l .e4 c5 2.tt:lf3 e6. Un ejemplo típico es el que sigue a continuación: Fischer - Panno Buenos Aires 1 970 l.e4 c5 Un ejemplo muy celebrado de la De fensa Francesa fue la partida que enfren tó a Fischer y Miagmarsuren, en el In terzonal de Sousse 1 970: l ... e6 2.d3 d5 3.tt:ld2 tt:lf6 4.g3 c5 5.ig2 tt:lc6 6.tt:lgf3 ie7 7.0-0 0-0 8.e5 tt:ld7 9.l:!e l b5 1 0.tt:lfl b4 l 1 .h4 a5 1 2.if4 a4 1 3 .a3 ! bxa3 1 4.bxa3 tt:la5 1 5 .tt:le3 ia6 1 6.ih3 d4 1 7.tt:lfl tt:lb6 l 8.tt:lg5 tt:ld5 l 9.id2 ixg5 20.ixg5 W/d7 2 1 .Wfh5 füc8 22.tt:ld2 ltJc3.
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En la partida Fischer - Ivkov, Santa Mónica 1 966, las negras eligieron un esquema diferente: 4 . . . d5 5.tt:lbd2 id6 6.ig2 tt:lge7 7.0-0 0-0 8.tt:lh4! b6?! 9.f4 dxe4 1 O.dxe4 ia6 1 1 .!!e 1 c4 l 2.c3 tt:la5 1 3 .e5 ic5+ 1 4.\t>h l tt:ld5 1 5 .tt:le4 ib7 1 6.Wfh5 tt:le7 1 7.g4! ixe4 1 8.ixe4 g6 l 9.Wfh6 tt:ld5 20.f5 !!e8 2 l .fxg6 fxg6 22.tt:lxg6! , con ventaja decisiva. 5.i.g2 ig7 6.0-0 tt:l ge7 7.� el d6 8.c3 0-0 9.d4 cxd4 10.cxd4 d5 1 l.e5 id7 12. ltJ c3 �c8 13.if4 � a5 14.�cl b5 15.b3 b4 16.� e2 ib5 17.tfd2 � ac6 18.g4!
Ver el diagrama siguiente 23.if6! We8 24.tt:le4 g6 25 .W/g5 tt:lxe4 26.l:!xe4 c4 27.h5 cxd3 28.!!h4 !!a7 29.ig2 dxc2 30.Wfh6 WIB 3 1 .Wfxh7+!, y las negras se rindieron. 2.ttJ f3 e6 3.d3 tt:l c6 4.g3 g6 1 20
g
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
18 ...as 19. � g3 9b6 20.h4 � b8 2t .i.h6 � d7 22.9g5 � hcl 23.:S xcl i.xh6 24.9xh6 :S c8 25.:S xc8+ � xc8 26.hS 9d8? 27. � gS � f8
28.i.e4! 9e7 29.� xh7! � xh7 30.bxg6 fxg6 31.i.xg6 � gS 32.� bS � f3+ 33.© g2 � b4+ 34.© g3 � xg6 35. � f6+! © ti 36.9b7+
Las negras se rindieron. Con negras, Fischer exhibía idéntica fe en sus líneas preferidas, planteando con fervor casi religioso la Variante Najdorf y la Defensa India de Rey. El empleo de la Defensa Grünfeld estaba particularmente dirigido contra Spassky en sus primeros encuentros, y probable mente se derivó del hecho de que el úl timo solía adoptar la Variante Siimisch contra la India de Rey ( l .d4 tll f6 2.c4 g6 3 .tll c3 i.g7 4.e4 d6 5 .f3). En el transcurso de su carrera Fischer perdió cierto número de partidas contra la Variante Samisch y, en general, pare cía sentirse incómodo cuando se enfren taba a dicha variante. Sin embargo, tam bién perdió sus dos partidas de la Defensa Grünfeld contra Spassky (aun-
que ninguna de las derrotas puede impu tarse a la apertura) y es significativo que cuando llegó el match de 1 972 contra el mismo oponente, Fischer adoptase la Defensa Nimzoindia, la Defensa Semi Tarrasch y la Defensa Benoni Moderna contra l .d4 de Spassky. Los Campeones Mundiales suelen ejercer, naturalmente, un gran impacto en las tendencias de las aperturas, y Fischer no era una excepción. Fue bajo su inspiración por lo que la Variante Najdorf apareció en el mapa magistral, y ya era la más popular de todas las variantes de la Siciliana cuando Kaspa rov decidió recoger el testigo. Otra fa vorita de Fischer, la Variante del Cam bio en la Ruy López ( l .e4 e5 2.tll f3 tll c6 3 .i.b5 a6 4.i.xc6 dxc6), ha conser vado buena parte de su popularidad hasta la fecha. Rara vez había sido ju gada desde los tiempos de Lasker, hasta que Fischer la reintrodujo en la Olim piada de La Habana, en 1 966 (siendo la especial contribución de Fischer 5.0-0, en lugar de 5.d4 y 5 .tll c3 , las jugadas preferidas de Lasker). Gari Kasparov
Blancas: 1.e4, 1 .d4, 1.c4. Negras, 1.e4: Siciliana Najdorf. Negras, 1.d4: Grünfeld, junto con ocasionales Nim zoindias y Gambito de Dama (Aceptado y Rehusado).
Kasparov es, sin duda, el jugador me jor preparado que el mundo haya visto jamás, y la profundidad de su prepara ción ha tenido como consecuencia una
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clara elevación en la preparación teóri ca a todos los niveles. Lo que me pare ce más interesante acerca del repertorio de Kasparov es que combina los dos principales enfoques que hemos comen tado en el capítulo 2. Con blancas, tien de a disponer de un repertorio muy am plio, utilizando regularmente las tres principales jugadas iniciales, en busca de ventaja de apertura. Con negras, sin embargo, su repertorio tiende a ser mucho más restringido, limitándose, por ejemplo, a la Variante Najdorf contra l .e4. Creo que esto refleja el hecho de que Kasparov juega casi todo su ajedrez en supertomeos, y rara vez se enfrenta a jugadores que estén a más de una cate goría de su nivel. En consecuencia, pre fiere confiar en esta aguda y ambiciosa apertura, antes que picotear en otras. Con blancas, sin embargo, todo el tiem po está buscando explotar el elemento sorpresa, y eso significa, generalmente, estar preparado para variar continua mente los propios sistemas de apertura. Quizá el aspecto más interesante del repertorio de Kasparov, en los últimos años, haya sido sus defensas con negras, contra l .d4. Hasta 1 997, la India de Rey había sido su defensa favorita desde su juventud (excepto durante el período 1 983-1 987), con la Grünfeld y el Gam bito de Dama Rehusado como alterna tivas. Sin embargo, después de varias derrotas en la India de Rey frente a Kramnik, en particular en la línea lla mada del ataque a la bayoneta ( l .d4 tl'i f6 2.c4 g 6 3 .tl'ic3 ig7 4.e4 d 6 5 . tl'i f3 0-0 6.ie2 e5 7.0-0 tlic6 8.d5 tl'ie7 9.b4), ha abandonado la apertura de una vez por todas, como han hecho, por cierto, mu chos practicantes de la India de Rey 1 22
(Polgár, Shirov, Gelfand, Van Wely, etc.) A partir de 1 997, hasta su match por el Campeonato Mundial con Kram nik, en 2000, optó regularmente por la Grünfeld, pero tras perder la segunda partida del match, comenzó a coquetear con otras aperturas, sobre todo el Gam bito de Dama Aceptado, la Nimzoindia y la Eslava (4 ... a6). A la hora de escribir este libro, sigue variando su enfoque contra l .d4, pero parece haber decidido que la Grünfeld no es lo bastante sólida contra los principales miembros de la que él llama generación Pepsi. Contra l .e4, la confianza de Kaspa rov en la Variante Najdorf ha sido casi total, desde que en sus primeros años de carrera abandonó la Caro-Kann. Sin em bargo, en una o dos ocasiones ha de mostrado lo psicológicamente efectivo que puede ser un cambio circunstancial como, por ejemplo, cuando sorprendió a Anand con el Dragón durante su match de 1 995. En el momento de escribir el libro, ha comenzado a emplear la Si ciliana Sveshnikov más regularmente, sorprendiendo con esta variante a Shi rov en la última ronda de Linares 2002, anotándose así otra victoria contundente ante su cliente principal. La más asombrosa cualidad del re pertorio de Kasparov es su capacidad para producir innovaciones que no son meras mejoras sobre lo anterior, sino que arrasan por completo la teoría exis tente. Hay muchos ejemplos de esto en sus partidas, siendo un caso notable la línea l .e4 e5 2.tl'i f3 tl'i c6 3 ..ib5 a6 4.ia4 tl'if6 5 .0-0 tlixe4 6.d4 b5 7.ib3 d5 8.dxe5 ie6 9.tl'ibd2 tl'i c5 1 0.c3 d4 l l .tl'ig5 dxc3 1 2.tlixe6 fxe6 1 3 .bxc3 Wfd3.
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Esta jugada se ha considerado satis factoria para las negras desde su primera aparición, en la partida Karpov - Korch noi, Baguio City (Campeonato Mundial) 1 978 ( 1 O"). Sin embargo, cuando Anand tuvo el atrevimiento de plantear esta misma línea en la 1 O" partida de su match de 1 995, Kasparov replicó con l 5 .i.c2 ! Wfxc3 l 6.cilb3 !, sacrificando una torre por el ataque. La idea en sí no era del todo nueva, pues 1 4.i.c2 ya ha bía sido sugerida por Tal, en sus co mentarios a la partida Karpov - Korch noi. Sin embargo, nadie la había j ugado ni analizado seriamente, hasta que Kas parov la planteó en el tablero y le de mostró a Anand que gana de manera prácticamente forzada. Nadie, desde en tonces, ha vuelto a jugar l l ... dxc3 al máximo nivel. Además de refutar líneas completas de apertura, Kasparov también es res ponsable por haber devuelto la populari dad a aperturas descartadas a nivel de Gran Maestro. Una de ellas es la Apertura Escocesa, que empleó, por pri mera vez, contra Karpov en la 1 4ª par tida de su match de Nueva York/Lyon
1 990. Gracias al espaldarazo de Kas parov, la Apertura Escocea se ha puesto de moda desde entonces, y ahora riva liza con la Ruy López como principal opción de las blancas, después de l .e4 e5 . Otra línea de la que Kasparov es casi el único responsable de que se haya convertido en un arma importante es 4.Wfc2 contra la Defensa Nimzoindia. Al margen de algunas partidas de Seira wan, ningún G.M. de elite la considera ba realmente utilizable para conseguir ventaja, hasta que Kasparov comenzó a emplearla a fines de los ochenta. Pronto se volvió la respuesta más popular a la Defensa Nimzoindia, y sigue siéndolo hoy día. Uno de los puntos clave de Kasparov en el resurgir de la línea fue la variante l .d4 cilf6 2.c4 e6 3 .cil c3 i.b4 4.Wfc2 d5 5 .cxd5 exd5 6.i.g5 h6 7.i.h4 c5.
Hasta que Kasparov se puso manos a la obra, esta línea estaba considerada muy buena para las negras, desde la partida Keres - Botvinnik, Campeonato absoluto de la URSS (Leningrado Moscú) 1 94 1 , que finalizó en una famo-
ANÁLISIS DEL REPERTORIO DE ALGUNOS JUGADORES
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sa debacle de las blancas: 8.0-0-0? ixc3 9.W/xc3 g5 I O.ig3 cxd4 l 1 .W/xd4 tl:ic6 1 2.W/a4 if5 1 3 .e3 :ges (está claro que el rey blanco está cazado en un fuego cru zado letal) 1 4.id3 W/d7 1 5 .
Un año después, en Linares, Spassky trató de mejorar, con 8 ... tl:ic6, pero no lo hizo mejor: 9.e3 g5 1 O ..ig3 tl:ie4 l 1 .tl:if3 W!f6 1 2 .ib5 tl:ixc3 1 3 .hc6+ bxc6. a
b
e
d
e
f
g
h
1 7.e4 tl:ixe4 1 8.
1 4.a3 g4 1 5.ie5 tl:ie4+ 1 6.axb4 W/f5 1 7.ixh8 gxf3 1 8.:gg l W/g4? 1 9.W/dl tl:ig5 20.W/d4 tl:ie4 2 1 .W/e5+ .ie6 22.W/f4 W/g6 23 .Wfxf3 f6 24.W/f4
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
El ataque a ultranza sobre el caballo clavado de "c3" era la base de la nueva idea de Short. En su primera aparición, en la 5ª partida, la idea le reportó unas cómodas tablas, pero cuando Short co metió la imprudencia de repetir la línea cuatro partidas después, cayó en otra ex hibición del poderío analítico de Kaspa rov, en forma de l l .li:Je2 ! if5 1 2 .ie5 ! 0-0 1 3 .li:Jd4 ig6? (NCO indica la línea 1 3 ... li:Jxc3 1 4.li:Jxf5 li:Je4+ 1 5 . ©d l li:Jc6 1 6.id6, con ligera ventaja blanca) 14.li:Jb3 li:lxc3 1 5 .ixc3 ! , y las blancas quedaron mucho mejor y acabaron ga nando. Anatoli Karpov
Blancas: 1.d4 Negras, 1.e4: Caro-Kann, con 4 ... li:Jd7. Negras, 1.d4: Nimzoindia e India de Dama.
Karpov es un ejemplo destacado de jugador con un repertorio restringido. Además, su enfoque es diferente del de Fischer y Kasparov, quienes tienden a
creer en un contrajuego activo por parte de las negras. Karpov está mucho más cerca del enfoque clásico "jugar a ganar con blancas, a tablas con negras", y a lo largo de su carrera se ha concentrado en una sólida igualdad con las piezas negras. Contra l .d4, ha jugado casi ex clusivamente la Nimzoindia y la India de Dama desde su años jóvenes, de las que sólo ocasionalmente se ha desviado por la Variante Tartakower del Gambito de Dama Rehusado ( l .d4 d5 2.c4 e6 3 .li:Jc3 li:Jf6 4.li:Jf3 ie7 5 .ig5 h6 6.ih4 0-0 7 .e3 b6). Durante la mayor parte de sus años de disputa del Campeonato Mundial, generalmente respondía a l .e4 con l ... e5, jugando en principio, contra la Apertura Ruy López, la Variante Bre yer ( 1 .e4 e5 2.li:Jf3 li:Jc6 3 .ib5 a6 4.ia4 li:Jf6 5 .0-0 ie7 6.�e l b5 7.ib3 d6 8.c3 0-0 9.h3 li:Jb8), y luego pasándose a la Variante Zaitsev ( l .e4 e5 2.li:Jf3 li:lc6 3 .ib5 a6 4.ia4 li:Jf6 5 .0-0 ie7 6.�e l b5 7.ib3 d6 8.c3 0-0 9.h3 ib7 1 0.d4 �e8). Sin embargo, hacia finales de los ochenta, comenzó a plantear regular mente la Caro-Kann, Variante 4 ... li:Jd7, y se ha convertido en su defensa casi ex clusiva contra l .e4. Incluso ha jugado muchas partidas con la variante de as pecto antiguo l .e4 c6 2.d4 d5 3 .li:Jc3 dxe4 4.li:Jxe4 li:Jd7 5 .id3 li:Jgf6 6.li:Jg5 e6 7.li:J 1 f3 id6 8.°We2 h6 9.li:Je4 li:J xe4 1 0.'Wxe4 'Wc7 l l .°Wg4 ©IB, que no pa rece muy karpoviana, pero que se ha convertido en su favorita. Ver el diagrama siguiente Con blancas, Karpov ha jugado ex clusivamente l .d4 en los pasados quince años. Sin embargo, es interesante obser-
ANÁLISIS DEL REPERTORIO DE ALGUNOS JUGADORES
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var que, hasta sus matches por el Cam peonato Mundial con Kasparov, a me diados de los ochenta, siempre había si do un jugador de l .e4.
Al examinar algunos duelos de aper tura en los matches K-K (capítulo 5), sei\alé que Kasparov había comenzado aquella serie de matches sobre todo co mo jugador de l .d4, pero que al final comenzó a emplear l .e4 como arma principal. Durante el mismo período, Karpov experimentó el proceso inverso: tras haber comenzado con l .e4, se pasó a l .d4 cuando vio que no podía con seguir ventaja contra la Siciliana de Kasparov. Como Karpov siempre había creído en la India de Dama con negras, también con blancas prefirió jugar esa apertura, antes que permitir la Nimzo india. Desde luego, si hay una apertura que Karpov haya hecho suya a lo largo de los ai\os, es la India de Dama, en la que su profunda y sutil comprensión po sicional le ha reportado numerosos pun tos con ambos colores. Precisamente porque casi siempre ha respondido a l .d4 ¿¿j f6 2.c4 e6 con 3.¿¿jf.3, encontrará pocos ejemplos del Gambito de Dama 1 26
Rehusado (Variante del Cambio) en sus partidas con blancas. Como antes hemos observado, la Variante del Cambio no da buen resultado con el caballo rey de sarrollado por "f.3", y en su lugar, en el Gambito de Dama Rehusado, Karpov normalmente juega la línea principal. Karpov siempre ha exhibido una in tuición excepcional para los matices de la Defensa India de Dama. En sus primeros ai\os, normalmente, con negras jugaba las líneas principales con ...ib7, pero en ai\os recientes las populares lí neas con ...ia6 se convirtieron en su ca ballo de batalla, a ambos lados del ta blero. El siguiente es un reciente ejem plo de la habilidad de Karpov en esta variante. Karpov - Adianto Biel 2000 l.c4 � f6 2.d4 e6 3. � f3 b6 4.g3 .ia6 5.b3 .ib4+ 6..id2 .ie7 7..ig2 c6 8..ic3 d5 9.� e5 � fd7 10. � xd7 � xd7 1 1 . � d2 0-0 12.0-0
a
b
e
d
e
g
Esta posición se ha producido mu chas veces en las dos últimas décadas.
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
12 ...g cs La partida Karpov - Ehlvest, Bali 2000, tomó el interesante curso que sigue: 1 2 ... ll:if6 1 3 .e4 b5 1 4.�e l dxe4 1 5 .'Wc2 �c8 1 6.�adl ll:id5 ! 1 7 ..ixe4! ll:ixc3 1 8.'Wxc3 .if6 1 9.c5 ! ? ixd4 20.'Wc2 f5 2 1 ..ig2.
Las blancas tienen compensación por el peón, como el mal alfil negro de "a6" y los peones débiles de "c6" y "e6". Tras algunos errores de su oponente, Karpov consiguió imponerse. 13.e4 dxc4 La vieja línea principal, con 1 3 ... c5, ha sido escenario de innumerables par tidas de Karpov. En una reciente ganó con suma facilidad: 14.exd5 exd5 1 5 .dxc5 dxc4 1 6.c6 cxb3 1 7.�e l b2 1 8 ..ixb2 ll:ic5 1 9.'Wg4? (una mala inno vación; eran mejores 1 9.ll:ib3 y 1 9 ..ia3) l 9 ....if6 20 ..ixf6 'Wxf6 2 l .ll:ie4? (pierde un peón a cambio de nada, pero las ame nazas ... ll:id3 y ....ib5 eran ya dificiles de contestar) 2 1 ...'Wxc6 22.ll:ixc5 'Wxc5, y las negras tienen, simplemente, un sa no peón de ventaja, Van der Sterren Karpov, Wijk aan Zee 1 998. 14.bxc4 b5 15.g el bxc4 16.Yfc2 c5?!
Esta impaciente ruptura central con cede a las blancas un fuerte peón pasado en la columna "d". Era mejor l 7 ...V!Jc7, que reportó la igualdad a las negras en la partida Karpov - Kasparov, Campeo nato Mundial (Londres/Leningrado) 1 986 (2 1 º). 17.d5 exd5 1 8.exd5 .i.f6 19.g adl /l) b6 20..i.xf6 Yfxf6 21.a4 g fd8 22./l) e4 Vfg6 23.d6 g bs 24.Yfc3 J.b7 25.a5 /l) a4 26.V!ia3 /l) b2!? 27.Yfxb2 J.xe4
28.WxbS! Aunque las blancas sólo quedan con torre y alfil por la dama contraria, el
ANÁLISIS DEL REPERTORIO DE ALGUNOS JUGADORES
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peón "d" pasado resulta decisivo. 28..Jhb8 29.g xe4 f5 30Jhc4 g d8 31.d7 Wfa6 32.g xc5 Wfe2 33.g ccl �f7 34..id5+ � f6 35.g el Wi'd3 36.gedl Wfe2 37.i.c6 g6 38.g el Wfd2 39.gcdl Wc2 40.g d6+ �f7 41.ges Las negras se rindieron. Vladimir Kramnik
Blancas: l.d4, t.ttJ f3 Negras, 1 .e4: Ruy López (Berlinesa), Petrov, Sici liana Sveshnikov, Siciliana Clásica Negras, l.d4: Nimzoindia, Gambito de Dama Re husado, Semi-Eslava
Lo que sorprende inmediatamente del repertorio de Kramnik, en relación con los repertorios que hemos visto hasta ahora, es su variedad, sobre todo con ne gras. En este aspecto, Kramnik es típico de la actual generación de Supergrandes Maestros, que tienden a emplear mayor número de aperturas que sus predece sores. En realidad, el repertorio de Kramnik incluso es menos variado que el de algunos otros, una de las razones por las que lo he incluido, pues si tratá semos de examinar el repertorio de Anand, por ejemplo, tendríamos que pa sar revista a la mitad de las líneas prin cipales de apertura. Con blancas, Kramnik ha oscilado entre l .d4 y l .ttJf3. En el momento de escribir, tiende a decantarse por l .d4, como cuando, en 1 99 1 -92, irrumpió en la escena al mayor nivel, pero durante ciertos años ( 1 993-97) jugó casi exclusi vamente I .tll f3 . Tendía a usar esta ju gada sobre todo como herramienta de 128
transposiciones, revirtiendo a menudo a aperturas de peón dama, como el Gam bito de Dama Rehusado, la Defensa India de Rey, etc., pero evitando, al mismo tiempo, algunas otras, como la Defensa Benoni, el Gambito Benko, la Defensa Grünfeld (aunque, a veces, en traba de buen grado en líneas regulares de la Grünfeld), etc. Una de las líneas con las que Kramnik se anotó muchos puntos es el sistema anti-Nimzoindia l .tll f3 tll f6 2.c4 e6 3 .tll c3 .ib4 4.Wc2. Esta línea guardia un parecido superfi cial con 4.Wc2 de la Nimzoindia, pero con la importante diferencia de que las blancas aún no han movido su peón "d". Esto significa que mantienen la opción d3, con el control de la casilla "e4", que a menudo es la base de un contrajuego negro en la Nimzoindia, y es mucho más difícil para las negras encontrar el necesario contrajuego que les compense la entrega de la pareja de alfiles. Al gunas partidas de Kramnik en esta línea ilustran bien el tema. Kramnik - Ehlvest Viena 1 996 t. ttJ f3 ttJ f6 2.c4 e6 3.ttJ c3 .ib4 4.Wc2 4.Wfb3 es similar. Aunque en "b3" la dama no siempre está tan bien situada como en "c2", la jugada tiene el mérito de forzar el avance 4 ... c5 de las negras, un movimiento que podrían diferir o in cluso descartar. Kramnik ha realizado ambas jugadas de dama. Por ejemplo: 4.Wfb3 c5 5 .g3 tll c6 6.ig2 0-0 7.0-0 d6 8.d3 h6 9.e3 e5 1 0.a3 .ia5 l 1 .tll d2 We7?! 1 2 .tll d5 tll xd5 l 3.cxd5 .ixd2 1 4 ..ixd2 tll b8 1 5 .d4 tll d7?! 1 6.dxcS tll xe5 l 7.f4 ± tll d 7.
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO D E APERTURAS EN AJEDREZ
7 6
4
3 2 g
h
1 8.e4 b6 1 9.füe l .ia6 20 ..ic3 e4 2 1 .'l&d l lll c5 22.\&g4 f6 23 .e5 .ic8 24.\&h4 ll:ld3 25 .exf6 \&c7 26.h3! gxf6 27.ixf6! lll xe l 28.E:xe l \&f7 29 ..ic3 Wfg6 30.E:e7 E:f7 3 1 .E:e8+ l:Wl 32.ie4, y las negras se rindieron, Kramnik Hracek, Berlín 1 996. 4 0-0 Contra 4 ...c5, Kramnik introdujo un prometedor sacrificio de peón: 5 .a3 ia5 6.g3 lll c6 7.ig2 ixc3 8.\&xc3 Wfa5 9.b4!? Después de 9 ...cxb4 1 0.axb4 'l&xb4 l l .Wfxb4 lll xb4 1 2 .lll d4 d5 1 3 ..ia3 lll c6 14.lll b 5, quedó con amplia compensación en la partida Kramnik Romanishin, Belgrado 1 993, y acabó ganando. 5.a3 .Axc3 6.\&xc3 c5 7.b4 b6 8.g3 lll c6 8 .. .ib7 9 ..ig2 traspone a la partida Kramnik - Illescas, Dos Hermanas 1 997, en la que las negras prefirieron el desarrollo más natural del caballo por "d7", pero después de 9 ... d6 1 0.0-0 lll bd7 1 l ..ib2 Wíe7 1 2.d3 füc8 1 3.b5 a6 14.a4 axb5 1 5 .axb5 \&IB 1 6.e4, las blancas quedaron algo mejor. 9..i.g2 .Ab7 10.0-0 d6 1 1 ..Ab2 e5 1 2.e3 l!ic8 13.d3 g es? 14.b5! lll e7 •••
.
Kramnik inició ahora unas complica ciones tácticas favorables, con l 5 .lll x e5, pero incluso con la sencilla 1 5 .e4, se guido de 1 6.lll d2, las blancas habrían conseguido una clara ventaja. l .lll f3 es extremadamente flexible, pero el temprano desarrollo del caballo por "f3" recorta ciertas opciones. Cuan do Kramnik llegó a la elite, solía utilizar el Ataque Samisch contra la Defensa India de Rey, con cuyo sistema ganó muchas partidas excelentes. Sin embar go, cuando decidió comenzar a jugar i .ll:J f3 , se vio obligado a buscar otra arma contra Ja Defensa India de Rey. Tras un par de años de éxito con el Sis tema Petrosian ( l .d4 lll f6 2.c4 g6 3 .lll c3 .ig7 4.e4 d6 5 .lll f3 0-0 6 ..ie2 e5 7 .d5), incluidas dos victorias sobre Kasparov, adoptó la popular Variante a la bayoneta antes mencionada, con el mismo grado de éxito. Como hemos comentado ya, esta línea es la responsable de un rápido declive en la popularidad de la India de Rey al más alto nivel. El amplio espectro de aperturas con negras contrasta con el enfoque de al guien como Kasparov. Mientras que es-
ANÁLISIS DEL REPERTORIO DE ALGUNOS JUGADORES
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te último suele ser predecible en sus op ciones con negras (al menos, hasta hace poco), pero más variado con blancas, Kramnik es más bien lo contrario, apos tando por una mayor variedad de sis temas con las piezas negras. Creo que esto puede explicarse por la diferencia de estilo entre él y Kasparov. Éste es, en gran medida, un maximalista, que tiende a jugar con el objetivo de obtener una amplia ventaja con blancas. Por esta razón, continuamente está buscando nue vos caminos, y por eso ha variado mu cho sus aperturas con blancas. Kramnik, por el contrario, es bastante menos agre sivo y sobresale en la explotación de pe queñas ventajas posicionales. En conse cuencia, puede y es capaz de jugar una menor variedad de aperturas con blan cas, sabiendo que aunque no podrá ase gurarse grandes ventajas en la mayor parte de los casos, sí puede confiar en, al menos, lograr alguna pequeña venta ja, con la que normalmente se contenta. Con negras, por otra parte, con el tiempo ha mostrado una tendencia a pa sar de aperturas agudas a variantes mu cho más sólidas. Contra l .e4, por ejem plo, jugó a principios de los noventa la Siciliana Clásica, y luego pasó a la ultraaguda Sveshnikov ( l .e4 c5 2.lll f3 lll c6 3 .d4 cxd4 4.lll xd4 ll:\f6 5 .lll c3 e5 6.lll db5 d6 7.i.g5 a6 8.lll a3 b5). Sin em bargo, durante los cinco últimos años, junto con otros miembros del circuito de supertomeos, ha comenzado a jugar mu cho menos agudo con negras, apuntando sólo a una sólida igualdad. En este sen tido, ha jugado de forma pródiga la Petrov y, más recientemente, la Variante Berlinesa, comentada en el capítulo 3 . También ha mostrado una similar 1 30
flexibilidad con negras, contra 1 .d4. En los primeros años noventa, normalmente se atenía a la Semi-Eslava ( 1 .d4 d5 2.c4 c6 3 .lll f3 ll:\f6 4.lll c 3 e6), favorita de toda una generación de ex soviéticos, como Shirov, Ivanchuk, Dreev, M. Gu revich, etc. Sin embargo, como esta apertura ha sido analizada hasta la exte nuación, Kramnik fue dejando de jugar la, sustituyéndola por la Nimzoindia y el Gambito de Dama Rehusado, además de otras alternativas ocasionales. Es nota ble, sin embargo, que con su sólido y correcto estilo clásico, no haya sido ten tado por aperturas como la India de Rey o la Grünfeld, y se haya limitado a ven cer a tales sistemas con blancas. Michael Adams
Blancas: 1.e4 Negras, 1.e4: l . . . e5, Ataque Marshall, etc. Negras, 1.d4: Nimzoindia e India de Dama.
Michael Adams es el último de los Grandes Maestros cuyo repertorio examinaremos aquí. Su estilo siempre ha sido muy reminiscente de la escuela Capablanca/Smyslov/Karpov, en cuanto que se basa sobre todo en un soberbio instinto natural en cuanto a dónde situar sus piezas. En general, Adams rehúye las aperturas hiperagudas, y normal mente se conforma con una pequeña ventaja con blancas, y jugar esencial mente a igualar con las piezas negras. Esta tendencia se ha hecho aún más acu sada con el tiempo y, puesto que en los últimos años su carrera se ha concen trado en supertomeos, en los que los super
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
grandes maestros de elite tratan de ganar con blancas y hacer tablas con negras. Con blancas, Adams siempre ha sido jugador de l .e4, aparte de unos cuantos experimentos con la Trompowsky. En el momento en que escribo estas páginas suele jugar líneas principales de apertu ra, como la Ruy López contra l ...e5, y variantes abiertas contra l . . . c5. Sin em bargo, hasta hace poco era notable por su relativa reticencia a entrar en debates teóricos, en particular en la Siciliana. A tal fin, ha jugado diversas variantes mar ginales contra la Siciliana, incluida la Cerrada, 2.c3, y l .e4 c5 2.llif3 d6 3 .i.c4. Aunque ganó muchas partidas con este enfoque (incluso contra Grandes Maestros de primera fila), durante los dos últimos afios ha estado alejándose de esas líneas no críticas, a favor de las líneas principales de la Siciliana abierta. Con negras, el repertorio de Adams caracteriza, sobre todo, por su so l idez. Después de haber practicado la < 'aro-Kann en su juventud, comenzó ¡tradualmente a jugar I ... e5 con más fre cuencia, hasta que la convirtió en su única respuesta a l .e4. Resulta intere snnte observar que ahora juega el Ata ll Ue Marshall como su principal defensa, lo que, en principio, podría contradecir a sus deseos de solidez con negras. Sin l'mbargo, y contrariamente a su temible reputación, el Marshall ha sido tan ex ll'nsamente analizado al máximo nivel, que está considerado por los jugadores 1 1 11\s destacados como un arma para li,tualar. Hay muchas líneas que condu1·e11 a tablas forzadas, y el problema de lns blancas radica no en hacer tablas, si1111 e n cómo obtener alguna ventaja. Al 1 1 1 vel de los supertomeos en que Adams
participa, el Marshall es una opc10n ideal, pero a niveles más bajos, la pre sencia de numerosas líneas de tablas pa ra las blancas puede hacer que no re sulte atractivo para jugadores que aun con blancas aspiran a ganar contra opo nentes más flojos. Es un tema sobre el que volveremos, al examinar el reper torio del G .M. inglés Mark Hebden. La solución habitual de Adams, al enfren tarse a enemigos inferiores, es pasar a las líneas Moller - Arkangelsk ( I .e4 e5 2.llif3 .!lic6 3 ..ib5 a6 4 ..ia4 llif6 5.0-0, y ahora, 5 . . . b5 6 ..ib3 .ic5 ó 5 ... llic5). El siguiente es un bonito ejemplo. Quillan - Adams Campeonato Británico por equipos 1 995-96 1.e4 e5 2.lll f3 lll c6 3.i.bS a6 4.i.a4 lll f6 5.0-0 b5 6.i.b3 .icS 7.c3 d6
se
a
b
e
e
g
h
8.d4 .ib6 9.Ags 9.i.e3 .ig4 I O.dxe5 llixe5 I I .ixb6 ixf3 1 2.gxf3 cxb6 1 3 .f4 .!lic4 1 4.e5 dxe5 15 ..ixc4 bxc4 1 6.fxe5 .!lie4, con posición confusa, Wahls - Adams, Bun desliga 1 994-95, y las negras eventual mente ganaron.
ANÁLISIS DEL REPERTORIO DE ALGUNOS JUGADORES
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Otro desastre para las blancas fue 9.h3 ib7 1 0.:ge l 0-0 l I .ie3 lll a5 1 2.ic2 lll c4 1 3 .ic l d5 1 4.b3? dxe4 1 5 .lll xe5 lll xe5 1 6.dxe5 lll d7 1 7.if4 '?Nh4 1 8.g3 '?Nxh3 1 9.ixe4 ixe4 20.:gxe4 lll c5 2 l .:ge2 :gad8, y las blan cas se rindieron, Morovic - Adams, Santiago 1 997 (6ª). 9...h6 to.i. h4 gS 1 1 .Ag3 0-0 12.dxeS?! O 1 2.lll bd2 exd4 1 3 .cxd4 lll xd4 1 4.lll xd4 ixd4 1 5 .lll f3 ib6 1 6 .'?Nc2 lll h 5 1 7.id5 lll xg3 l 8.hxg3 :gb8 1 9.e5 ilg7 20.:gad 1 , con compensación, J. Polgár - Adams, Dos Hermanas 1 995. 1 2...li:) xeS 13..ixeS dxeS 14.�xd8 :!:bd8 15. li:) xeS ilg7!!
bito Benko. Fue un período de su ca rrera en la que participaba en torneos abiertos y torneos cerrados relativamen te flojos, en los que ganar con negras era más bien una prioridad. Una vez que comenzó a pasar a torneos más fuertes y se encontró con Grandes Maestros de elite, su Benko empezó a resentirse y pronto lo abandonó. Recuerdo personal mente haber presenciado dos derrotas particularmente duras: Bareev - Adams, Hastings 1 99 1 -92, y Timoshchenko Adams, Londres (Lloyds Bank) 1 992. Con el complejo Ninzoindia/India de Dama, sin embargo, Adams ha tenido mucho éxito y, como en el caso de Kar pov, está claro que estos sistemas clási cos, sólidos en esencia, convienen per fectamente a su estilo. Mij ail Gurevich
Blancas: l.d4, l.c4 Negras, l.e4: Francesa, Pire. Negras, l.d4: Semi-Eslava, ocasionalmente Defen sa Holandesa, Variante Leningrado.
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16.a4 :S e8 17. li:) d3 i.b7! 18.eS li:) g4 19.axbS i.e4! 20..ic4 :S ad8! 21.h3 .ixd3 22..ixd3 li:) xf2 23 ..ic4 axbS 24..ixbS :S xeS 2S.li:) a3 :Sd2 26.li:) c4 :S xbS 27. li:) xb6 li:) xh3+ 28.gxh3 :Sbxb2!
Las blancas se rindieron. Contra 1 .d4, Adams ha jugado la Nimzoindia virtualmente en toda su ca rrera. La única excepción significativa fue un breve período, a comienzos de los noventa, cuando empleaba el Gam1 32
Hasta aquí, con la excepción del inactivo Fischer, todos los jugadores cu yo repertorio hemos examinado son Grandes Maestros de primerísima fila, cuyo ajedrez se practica casi exclusiva mente en supertorneos. Gurevich, ex es trella soviética, ahora residente en Bél gica, se encuentra en una posición algo diferente. Aunque extremadamente fuer te, no es un integrante del círculo mági co que tiende a monopolizar las invita ciones a los torneos cerrados del más al to nivel. En lugar de ello, juega la ma-
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
yoría de sus partidas en torneos abiertos, lo que significa que sus prioridades son algo diferentes. En lugar de enfrentarse continuamente a jugadores de su fuerza, Gurevich juega muchas partidas contra jugadores más flojos, y la naturaleza de los torneos abiertos es tal que resulta a menudo necesario tener que ganar, con independencia del color. El clásico en foque "ganar con blancas, tablas con ne gras", pocas veces basta para tener éxito en los abiertos. Al enfrentarse a este problema, mu chos jugadores adoptan sistemas muy agudos, tratando de apurar las perspec tivas de victoria, buscando un desequili brio táctico de las posiciones. Gurevich, sin embargo, es un sobresaliente ejem plo de cómo un estilo técnico y preciso puede resultar igualmente efectivo, y su enfoque se refleja en su repertorio de aperturas. En esencia, se trata de un ju gador muy correcto, que confia en supe rar a sus oponentes de tumo en posi ciones estratégicamente dificiles y lar gos finales, en lugar de incurrir en ries gos indebidos para crear posiciones agu das. La efectividad de su enfoque, en las manos apropiadas, puede verse por sus resultados: en los últimos cinco años, más o menos, ha ganado innumerables nbiertos por toda Europa, y en 200 1 to tal izó un fischeresco ¡9 de 9! en el < 'ampeonato de Bélgica. Con blancas, Gurevich abre normal mente con 1 .d4 ó 1 .c4. Desde mi punto de vista, tiende a utilizar la segunda ju ¡.r.nda contra oponentes más flojos, pro hnblemente debido a su flexibilidad y a lns numerosas opciones que contiene respecto al orden de jugadas hace más li\cil inducir a tales oponentes a entrar l'll territorio desconocido. No obstante,
Gurevich no es el tipo de jugador que descarta los debates teóricos, pues desde hace mucho se ha forjado la reputación de ser uno de los Grandes Maestros más eruditos, y, desde luego, es un experto mundial en muchas de sus líneas favori tas, como 4.'Wc2 contra la Nimzoindia, y 5.if4 en el Gambito de Dama Rehusa do. La última, en particular, es una línea con la que Gurevich ha ganado innume rables partidas, y enriquecido considera blemente la teoría. Por ejemplo, después de l .d4 d5 2.c4 e6 3 .lll c3 tll f6 4.lll f3 ie7 5 .if4 0-0 6.e3 c5 7.dxc5 ixc5 8.a3 lll c6 9.'Wc2 'Wa5, fue Gurevich quien patentó la variante que comienza con 1 0.0-0-0.
Gurevich planteó por primera vez esta jugada en 1 988, en dos partidas del Campeonato de la URSS. El efecto de sorpresa puede verse en la forma en que Andrei Sokolov, rival de Karpov en el ciclo de Candidatos del año anterior, se vino abajo al enfrentarse a la nueva idea: I O . . dxc4 1 t .ixc4 :li..e7 1 2.g4 b5? (la teoría actual recomienda 1 2 . . . e5 , co rno igualadora) 1 3 .ixb5 ib7 14.lll d2 lll b4 1 5 .axb4 ixb4 1 6.lll c4 'Wa l + .
ANÁLISIS DEL REPERTORIO D E ALGUNOS JUGADORES
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1 7.'it>d2 ixc3+ 1 8.'it>e2 W/a2 1 9.E:a l , y las negras se rindieron, M. Gurevich A. Sokolov, Campeonato de la URSS (Moscú) 1 988. Pese a su éxito inicial con 1 O.O-O-O, Gurevich rara vez la ha vuelto a jugar desde entonces, optando normalmente por la tranquila línea 9 ..ie2. Tras un cambio de peones en "c4", esta línea conduce a posiciones con estructura simétrica, en las que las blancas tienen una pequeña ventaja, basada en su más activo alfil dama. Puede que no parezca gran cosa, pero en la práctica a menudo resulta ser el tipo de pequeña ventaja que un técnico soberbio como Gurevich puede explotar al máximo. Otra forma de jugar la posición es 9.E:c 1 , seguido de un cambio en "d5", dejando a las negras con un peón "d" aislado. Un ejemplo típico es 9.E:c 1 ie7 1 0.cxd5 lll xd5 l 1 .ll'lxd5 exd5 l 2 ..id3 .if6 1 3 .0-0 .ie6 ( 1 3 ...ixb2 14.ixh7+ es mejor para las blancas) l 4.b4 a6, y ahora la maniobra temática 1 5 .E:c5 ! dejó a las blancas con una pequeña, pero duradera ventaja, M. Gurevich - Peelen, Campeonato de Ho landa por equipos 1 998.
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Contra 1 .e4, el repertorio de Gure vich con negras está formado por la Francesa y la Pire y, también con este color, tiende a emplear más a menudo la Pire cuando se enfrenta a oponentes más débiles. Esto tiene sentido, puesto que el complejo Pire/Moderna permite mucha flexibi lidad y es más dificil de preparar secuencias específicas contra el mismo, y por otro lado permite evitar grandes simplificaciones en la primera fase de la partida. No obstante, la principal defen sa de Gurevich es la Francesa, y aquí sus opciones constituyen un excelente ejemplo de cómo puede disponerse de variedad en el propio repertorio sin que eso suponga utilizar diversas aperturas. Como casi todos los mejores exponentes de la Francesa en nuestros días, Gure vich responde a l .e4 e6 2.d4 d5 3 .lll c3 con 3 . . . lll f6 , en lugar de la Winawer. Después de 4.ig5, casi siempre sigue con 4 ...dxe4 5.lll xe4, pero aquí hay varias opciones para las negras, y Gu revich juega todas ellas. Su elección más frecuente es 5 ...ie7 6 ..ixf6 ixf6, pero también responde con la captura más aguda, 6 ...gxf6, así como con la alternativa en la quinta jugada 5 . . . lll bd7. De modo similar, contra la Tarrasch (3 .ll'ld2), normalmente se aparta tanto de la aguda 3 ... lll f6 como de la jugada de moda, 3 . . .ie7, prefiriendo posiciones con peón "d" aislado, después de 3 . . . c5 4.exd5 exd5. Sin embargo, también aquí adopta distintos sistemas, oscilando, tras 5.lll g f3, entre 5 . . . lll f6 y 5 . . . a6. Ambas líneas conducen normalmente a estruc turas con un peón "d" aislado para las negras, pero hay pequeñas diferencias entre ellas, lo que hace que resulte di ficil para las blancas una preparación
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específica, permitiéndole, en cambio, a Gurevich hacer uso de su vasta expe riencia y comprensión de la estructura genérica. Contra l .d4, Gurevich se atiene con fidelidad a la Defensa Semi-Eslava, pero en ocasiones se aventura en el te rreno de la Defensa Holandesa, variante Leningrado. Esta última es una excelen te elección contra oponentes teórica mente inferiores, pero es notable que Gurevich la plantee también, con mode ración, contra Grandes Maestros. La Defensa Semi-Eslava es un sistema que ha sido analizado con enorme profun didad, y en el que hay abundantes órde nes de jugadas y esquemas alternativos. Sin embargo, la mayoría de las opciones está del lado negro, lo que significa que a menudo el jugador que conduce las blancas tiene que conocer bastante más que su oponente. Al inclinarse por sus propias preferencias, las negras pueden reducir el abanico de líneas que necesi tan preparar, lo que hace de la Semi Eslava una buena elección práctica. Gu revich forma parte de una generación de jugadores soviéticos educados en esta apertura, y sus vastos conocimientos y experiencia hacen que en sus manos re sulte un arma temible. Evgeni Sveshnikov
Blancas: 1 .e4: 2.c3 contra la Defensa Siciliana, Gambito Evans, Variante del Avance en la Francesa, etc. Negras, 1 .e4: Siciliana 4 ... e5 Negras, 1.d4: Semi-Eslava.
Sveshnikov probablemente sea un ca so contemporáneo único -o el mayor de Gran Maestro con una fe absoluta mente fanática en la corrección de sus propias ideas sobre aperturas. A lo largo de su carrera, se ha mantenido fiel a virtualmente los mismos sistemas, y si gue manteniendo sus creencias, tanto en el juego práctico como en los debates teóricos. Cualquiera que j uegue contra Sveshnikov puede estar seguro, al 99%, de la posición que se producirá en el tablero después de unas diez jugadas, pero también puede estar seguro de que esa misma posición ha estado en el ta blero de Sveshnikov, en su casa, durante incontables horas, en los pasados 30 años. El tema que predomina en todos los sistemas de apertura de Sveshnikov es su fe en el valor del centro de peones. Así, siempre abre con l .e4, y está firme mente convencido de que cualquier res puesta que le permita continuar con 2.d4 debe concederles alguna ventaja a las blancas. Sobre esta base, la Francesa, la Pire, la Caro-Kann, etc., son descartadas a efectos de igualar en el concepto de Sveshnikov. Efectivamente, eso deja a l .. .e5 y l .. .c5 como únicas respuestas correctas. Su adopción de 2 .c3 contra la Siciliana es una evidencia de su fe en el centro de doble peón, mientras que jugar la Siciliana abierta significaría renunciar a la creación de ese centro (e4+d4). Es interesante observar que en años recien tes ha comenzado a experimentar tam bién con 2.f4 contra la Defensa Siciliana (debido, sobre todo, a la cantidad de análisis que se han consagrado a la va riante 2.c3 ), pero incluso aquí nunca deja escapar la ocasión de formar un
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gran centro de peones. Después de 2.f4 tt:lc6 3.tt:lf3 g6, por ejemplo, siempre prosigue con 4.c3, y no con 4 ..ib5, pre ferido por muchos practicantes de la De fensa Siciliana 2.f4. Esta concepción también la aplica con negras. A lo largo de su carrera, Sveshnikov ha creído en el valor de la mayoría central de peones negros en la Siciliana abierta, y siempre ha practica do líneas que implican el temprano avance . . . e5. En estos sistemas, las negras utilizan rápidamente su mayoría central a fin de asegurarse el control de casillas clave como "d4" y "f4", a fin de suprimir todo intento de las blancas de realizar un avance en el centro a base de f4 y e5. Inicialmente, Sveshnikov centró su atención en la muy aguda Variante Pelikan ( l .e4 c5 2.tt:lf3 tt:lc6 3.d4 cxd4 4.lll xd4 lll f6 5 .lll c3 e5), y su contri bución a esta línea fue tan grande, que ahora se llama a todo el complejo Va riante Sveshnikov. Sin embargo, durante los ochenta, él mismo pasó a adoptar la línea alternativa l .e4 c5 2.tt:lf3 tt:lc6 3 .d4 cxd4 4.tt:lxd4 e5. Aunque durante muchos años se conocía a este sistema como Variante Lowenthal, la interpreta ción de Sveshnikov era radicalmente nueva, por cuanto a 5.tt:lb5 respondía 5 . . . d6 (y no 5 ... a6, característico de la Lowenthal propiamente dicha). La simi litud de esta nueva línea (que se ha bau tizado con el estúpido nombre de Va riante Kalashnikov) con la Variante Sveshnikov es evidente, puesto que las negras utilizan su peón "e" para ganar influencia en el centro, a costa de ceder la casilla "d5". En la Kalashnikov, sin embargo, el hecho de que el caballo rey negro aún no se haya desarrollado, im1 36
pide a las blancas clavarlo con i.g5. Por otro lado, las blancas disponen de la opción extra de controlar definitivamen te la casilla "d5" con 6.c4, que conduce a un juego más lento y, en general, me nos agudo que el de la Variante Svesh nikov. Sveshnikov tiene una fe ciega en la corrección de sus ideas en estas líneas de juego, y ha llegado a declarar que después de l .e4 c5 2.lll f3 tt:lc6, la única posibilidad de las blancas de lograr ven taja pasa por 3 .i.b5. Aunque ha atraído algunos seguidores (curiosamente, su antigua favorita, la Variante Sveshnikov sigue siendo popular incluso al más alto nivel), no hay nadie que pueda compa rársele con sus propios resultados. Se gún mi base de datos, con negras ha conseguido casi el 70% de la puntuación en la Variante Kalashnikov. El siguiente ejemplo temático es característico de su estilo. Smagin - Sveshnikov Moscú 1 992 1.e4 cS 2. tt:l f3 tt:l c6 3.d4 cxd4 4. c!Li xd4 es s.c!Li bS d6 6.c4 Contra 6.c!LJ l c3 a6 7.tt:la3 b5 8.tt:ld5, Sveshnikov normalmente prefiere hacer 8 . . . tt:lce7. Por ejemplo: 9.c4 tt:lxd5 1 0.'1Wxd5 .ie6 l l .'1Wb7 tt:lf6 1 2.cxb5 :B:b8 1 3 .\Wxa6 d5, con compensación, Bolo gan - Sveshnikov, Riga 1 995. 6...J.e7 7. c!Li lc3 7 ..id3 .ie6 8.0-0 :B:c8 9.b3 tt:lf6 1 0.i.b2 0-0 1 1 .tt:l l c3 a6 1 2.tt:la3 tt:le8 1 3 .tt:ld5 i.g5 14.lll c2 tt:le7 1 5.tt:lce3 lll xd5 1 6.cxd5 i.d7, con equilibrio, Tiviakov - Sveshnikov, Podolsk 1 993. 7...a6 8. c!Li a3 .ie6
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9.tll c2 Si 9.ie2, puede continuar de la siguiente manera: 9 ... tll d4 1 0.tll c2 tll xe2 I I .Wi'xe2 tll f6 1 2 .0-0 l'!c8 1 3 .tll e3 0-0 1 4.l'!d l ? ! Wi'c7 1 5 .b3 b5 1 6 .tll ed5 tll xd5 1 7 .tll xd5 ixd5 1 8.cxd5 Wi'c2 1 9.Wg4?? f5 20.exf5 h5 2 1 .Wi'f3 e4 22.Wxh5 l'!xf5, y aquí, las blancas se rindieron, Ulibin Sveshnikov, Campeonato de la URSS por equipos (Naberezhnie Cheiny) 1 988. Otra alternativa es hacer 9.tll d5 l'!c8 I O.i.e3 .ig5 l I .ib6 Wi'd7 1 2.ie2 i.d8 1 3 . 0-0 tll ge7 1 4 ..ie3 0-0 1 5.c5 tll d4 1 6.ixd4 exd4 1 7.cxd6 Wxd6 1 8 .tll c4 Wi'c5 1 9.b4 Wa7 20.tll cb6 l'!c6 2 1 .tll xe7+ i.xe7 22.tll d5 ixd5 23.exd5 l'!c3, y las negras están mejor, 011 - Sveshnikov, Helsinki 1 992. 9....igS Una idea estratégica estándar en estas posiciones. Las negras cambian su alfil malo y debilitan las casillas oscuras del campo blanco. I O.tll e3 tll ge7 1 1 ..ie2 tll d4 12.0-0 0-0 13..id3 i! c8 14.i.d2 g6 15.b3 fS 16. tll xfS tll exfS 17.exfS gxfS 1 8.i.xgS WxgS 19.f4 Wg7 20.Wi'd2
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20... bS! 21.i! ael bxc4 22..i xc4 i.xc4 23.bxc4 i! xc4 ... y las negras acabaron ganando.
Contra l .d4, Sveshnikov es otro de los jugadores ex soviéticos que han practicado toda su vida la Semi-Eslava. Sin embargo, suele preferir variantes que no están tan de moda como las practicadas por otros pioneros de la apertura. En la Variante Merano, por ejemplo, después de l .d4 d5 2.c4 c6 3 .tll f3 tll f6 4.tll c3 e6 5.e3 tll bd7 6 ..id3 dxc4 7.ixc4 b5 8 . .id3, las jugadas más populares son 8 ... a6 y 8 ...i.b7. Sveshni kov, sin embargo, ha preferido normal mente 8 . . . b4, una línea que no disfruta de gran reputación. Una vez más, sin embargo, es fiel a sus propias ideas, y ha tenido éxito al defenderlas en el ta blero, como, por ejemplo, en las parti das que a continuación mencionamos. Dreev - Sveshnikov Campeonato de Rusia por equipos (Podolsk) 1 992 1.d4 dS 2.c4 e6 3. tll t3 tll f6 4. tll c3 c6 S.e3 tll bd7 6..id3 dxc4 7.i.xc4 bS
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8.i.d3 b4
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16 g gs! 17.gJ g gs! 18.Wxh7 gd5! 19.bJ ic5 20.i.b2
9. .lli e4 c5 En años más recientes, Sveshnikov ha preferido 9 . . . llixe4. Por ejemplo: 1 0.ixe4 Wb6 l l .Wfa4 ib7 1 2 .llid2 gkg 1 3 .a3 ( 1 3 .llic4 Wa6 1 4.Wxa6 ixa6 1 5 ..id3 c5 1 6.llid6+ .ixd6 1 7 ..ixa6 :!'!c7, con posición igualada, Baikov - Svesh nikov, Campeonato de Rusia, Elistá, 200 1 ) 1 3 . . . c5 ! ? l4.dxc5 ixc5 1 5.axb4 ixb4 1 6.0-0 :!'!c7 ! l 7.ixb7? ! Wxb7 1 8 .llib3 0-0 1 9.:!'!d l :!'!b8, con ventaja de las negras, Yakovich - Sveshnikov, Ere van 1 996. 10. .lli xf6+ gxf6!? 1 1 .0-0 NCO sugiere tanto l l .ie4 corno 1 l .e4. La primera de ellas no tuvo éxito en la partida entre Lugovoi y Sveshni kov, Novgorod 1 995, después de las ju gadas l l .ie4 :!'!b8 12.0-0 f5 1 3 ..ic6 Wc7 1 4.d5 ig7 1 5 .e4 fxe4 1 6.llig5 0-0 1 7.ixd7 ixd7 1 8.llixe4 c4 !, y la pareja de alfiles y la mayoría negra del flanco de dama resultaron más importantes que las posibilidades de las blancas en el flanco de rey. 1 1 ...cxd4 12 ..lli xd4 Wb6 13.a4 a5 14.i.bS i.b7 1 5.Wh5?! gd8 16.g dl 1 38
Las blancas perdieron por tiempo. Su rey sufre una cacería tras 29 . . .Wh l + 30.cj;1f2 Wg2+ 3 1 .cj;¡e l Wg l + 32.@e2 .ia6+ 33.@0 Wh l + 34.cj;¡g4 We4+ 35 .@h3 .�.fl +. Un aspecto interesante del uso de la Defensa Semi-Eslava por parte de Sveshnikov es el orden de jugadas. Salvo algunas excepciones, Sveshnikov se ha decantado normalmente por el or den l .d4 d5 2.c4 e6 3 .llic3 c6. Después de 4.llif3, las negras disponen de la op ción adicional 4 ... dxc4 (4 . . . ll:if6 caracte riza a la Defensa Semi-Eslava), llevando a la complicada y muy interesante Va riante Abraharns/Noteboorn, cuya línea principal es ésta: 5 .e3 ib4 6.a4 b5 7.id2 ib7 8.axb5 .ixc3 9.ixc3 cxb5 1 0.b3 a5 l l .bxc4 b4 1 2.ib2 ll:if6. Sin embargo, el inconveniente que tiene el orden de jugadas de Sveshnikov es que las blancas pueden plantear el agudo Gambito Marshall, con 4.e4. Después de
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4 . . . dxe4 5 .lll xe4 ib4+ 6.i.d2 Wxd4 7.ixb4 Wxe4+ 8.ie2, la práctica su giere que las blancas tienen buena com pensación. Por esta razón, muchos adep tos de la Defensa Semi-Eslava (incluido Mijail Gurevich) prefieren entrar en la apertura a través del orden de la Defensa Eslava: l .d4 d5 2.c4 c6 3 . tt:l f3 tt:lf6 4.lll c3 e6. Esto permite a las blancas la opción de la Variante del Cambio, con 4.cxd5 (ó 3 .cxd5), pero aunque esta variante es más bien tediosa si las ne gras juegan a ganar, desde luego no es tan peligrosa para su causa como el Gambito Marshall. Mark Hebden
éxito de Inglaterra en torneos de fin de semana, y su repertorio está perfecta mente acoplado a las necesidades de ta les eventos. La mayor fuerza de Mark es su ca pacidad para exprimir al máximo líneas poco conocidas y aparentemente ino cuas, haciéndolas mucho más temibles de lo que parecen. En su juventud, así lo hizo con la variante 2.f4 de la Siciliana (ahora conocida como Ataque Grand Prix), que durante mucho tiempo estaba considerada una variante tranquila e inofensiva. Cuando se pasó a 1 .d4, a fi nes de los ochenta, comenzó a practicar la línea l .d4 lll f6 2.lll f3 g6 3 .lll c3 d5 4.if4.
Blancas: 1 .d4, Ataque Barry, Ataque Torre. Negras, 1.e4: 1 . . . e5, Ruy López Cerrada, etc. Negras, 1.d4: India de Rey.
El último jugador cuyo repertorio examinaremos es el G.M. inglés Mark Hebden. Mark juega virtualmente todo su ajedrez en torneos abiertos, y en particular en suizos de fin de semana y en Inglaterra. Al comentar antes el re pertorio de Mijail Gurevich, mencioné que el éxito en los abiertos a menudo depende de la habilidad que el jugador tenga para conseguir muchos puntos contra adversarios más débiles, sin tener en cuenta el color. Esto es más cierto aún en torneos de fin de semana (de cinco o seis rondas), donde un jugador rara vez puede permitirse más que ceder unas tablas, si aspira a conseguir el pri mer puesto. En los últimos veinte años, Hebden ha sido el jugador con mayor
Este sistema hacía décadas que era conocido (Capablanca, por ejemplo, venció con él a Yates, en Nueva York 1 924), pero se jugaba normalmente de forma tranquila, como el Sistema Lon dres. La nueva concepción de Mark su ponía interpretar la línea con mucha más agresividad, a menudo enrocando largo y lanzando un ataque a la bayoneta en el flanco de rey, si las negras se desarro llaban lentamente. Por ejemplo: 4 . . .i.g7
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5 .e3 0-0 6.ie2 (Capablanca jugó la más lenta 6.h3) 6 . . . b6!? 7.lll e5 ! ib7 8.h4! A lo largo de los años, Mark ha refinado este esquema, conocido como Ataque Barry, hasta el punto de que con él ha recogido numerosas cabelleras de Gran des Maestros, con una doble victoria ante John Nunn en dos torneos de Has tings consecutivos.
4
Hebden - N uno Hastings 1 996-97 t .d4 c!LJ f6 2. c!LJ o g6 3. c!LJ c3 d5 4.Af4 Ag7 5.e3 0-0 6.Ae2 c5
La más lenta 6 ... b6 permite a las blancas iniciar un fuerte ataque en el flanco de rey, con 7.lll e5 ib7 8.h4, del que la partida Hebden - Likavsky, Ca ppelle la Grande 1 992, constituye un ejemplo brutal: 8 ... lll fd 7 9.h5 c!LJxe5 1 0 ..ixe5 ixe5 1 l .dxe5 c5 1 2 .Wd2 e6 1 3 .hxg6 fxg6 14 ..ig4 :!':!e8 1 5 .f4 Wd7 1 6.0-0-0 lll c6? 1 7. lll e4, y las negras se rindieron. 7.c!LJ es Esta jugada fue la mejora de Hebden sobre la vieja 7.dxc5, en cuyo caso 7 ... lll b d7! es una buena réplica. 7... c!LJ c6 Al año siguiente, J. Nunn ensayó 7 . . . cxd4, pero perdió en una lucha tác tica, después de 8.exd4 lll fd7 9.lll f3 tli f6 10.lll e5 tli fd7 l l .tlif3 tli f6 12.Wd2 .ig4 1 3 .lll e5 .ixe2 1 4.Wxe2 lll h 5?! 15 ..ie3 tlic6 1 6.0-0-0 :!':!c8 1 7.f4 lll f6 l 8.g4 Wa5 l 9.a3 tlixe5 20.fxe5 füc3? 2 1 .exf6 füc8 22.©b l ! :!':!xc2? 23 .:!':!d2 ! , y las negras se rindieron, Hebden - Nunn, Hastings 1 997-98. 8.0-0 cxd4 9.exd4 1 40
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9 Wb6 En la partida Hebden - Fardon, Isla de Man 1 999, las negras prefirieron 9 ... Wa5, pero después de 1 0.Wd2 :!':!d8 l l .a3 a6 l 2 ..if3 .if5 1 3 .füe1 Wb6 1 4.lll a4 Wa7 1 5 .lll xc6 bxc6 1 6.c3 :!':!e8 1 7.h3 tlid7 1 8 .g4 ie6 1 9 ..ig2 Wb7 20.b4 a5 2 1 .lll c 5, las blancas dominan la situación. 1 0.c!LJ xc6 bxc6 1 1. c!LJ a4 Wa5 1 2.c3 c!LJ d7 13.b4 Wd8 14.Wd2 es 15..ih6 Axh6 16.Wxh6 �fo8 1 7.g fel gb8 18.dxeS gxe5 19.Wd2 a5 20..iO axb4 21.cxb4 Wf6 22.g xeS c!LJ xeS 23.gel © g7 24.c!LJ cS El control que las blancas ejercen so bre las casillas negras y el peón "a" pasado les concede una clara ventaja. Otro sistema "casero" que le ha re portado grandes éxitos a Hebden ha sido su personal versión del Ataque Torre, después de l .d4 lll f6 2.lll f3 e6 3 ..ig5 c5. La continuación habitual ahora es 4.e3, pero tras la aguda réplica 4 . . .Wb6, las blancas están obligadas a elegir entre la poco atractiva 5 .Wc l y el especula tivo sacrificio de peón 5.lll bd2. Ningu na de estas líneas conviene al estilo de ..•
COMO CONSTRUIR SU REPERTORIO DE APERTURAS EN AJEDREZ
Mark, por lo que prefiere 4.c3, para res ponder a 4 . . .Wb6 con 5.llibd2 ! , cuando es muy arriesgado tomar en "b2", mien tras que 4 . . . cxd4 5.cxd4 Wb6 puede con testarse con la más natural 6.Wc2. Aun así, el Ataque Torre dificilmente puede considerarse la más temible de las aper turas, pero Hebden ha demostrado que contiene una inesperada dosis de ve neno. Un elemento clave en el repertorio de Mark es su inteligente utilización del orden de jugadas. Cada posible escena rio y orden de jugadas lo tiene cuidado samente elaborado, y resulta casi impo sible cazarlo en la apertura. Puesto que siempre responde a l .d4 tli f6 con 2.llif3, puede evitar el Benko, plantean do la línea que hemos comentado en el capítulo 5 ( l .d4 llif6 2.llit3 c5 3 .d5 b5 4.ig5), mientras que contra 2 . . . c5 3 .d5 e6, con lo que las negras buscan una Benoni Moderna, dispone de la opción 4.tlic3, que plantea otra posición acerca de la cual la teoría moderna apenas se pronuncia, pero que Hebden ha jugado y analizado extensamente. Con negras, Hebden plantea muchos menos sistemas de preparación casera, ateniéndose por lo general a las líneas
principales, después de l . . .e5 y en la India de Rey. Sin embargo, también con negras es notable su utilización del or den de jugadas, para mantener a sus oponentes en equilibrio inestable. En la línea principal de la Ruy López, Hebden comenzó su carrera como asiduo prac ticante del Ataque Marshall (l .e4 e5 2.llif3 llic6 3 .ib5 a6 4.ia4 tli f6 5.0-0 ie7 6.:B:e l b5 7.ib3 0-0 8.c3 d5), pero en años recientes se ha decantado por líneas normales de la Defensa Cerrada. Sin embargo, sigue empleando el orden de jugadas que lleva al Marshall, 7 ... 0-0, forzando así a sus oponentes a conside rar si están preparados o no para permi tir el gambito. Muchos jugadores eluden el Gambito Marshall con 8.a4 (u otras jugadas, como 8.d4, 8.h3, 8.d3, etc.), pero, en general, estas líneas probable mente ofrezcan a las blancas menor ventaja ante un rival bien preparado que las líneas principales de la Ruy López. Así, con la finta del Marshall, Hebden consigue a menudo que sus adversarios de tumo se aparten de 8.c3, y el hecho de que ocasionalmente se aventure en el Marshall significa que los oponentes que no están bien preparados para afron tarlo no pueden arriesgarse a permitirlo.
ANÁLISIS DEL REPERTORIO DE ALGUNOS JUGADORES
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Índice de jugadores Cuando el segundo jugador aparece en negrita, significa que ese jugador llevaba las piezas blancas. De no ser así, es el primero quien conducía las blancas. ADAMS - Dreev 1 1 3 ; Quillan 1 3 1 ADIANTO - Karpov 1 26 ALEXANDER - Bürger 30 ALEXANDROV - Jurtsidze 24 ANAND - Dreev 1 1 3 ANDERSSON - Byme, R. 36; Franco 40 ANDREEV, K. - Sakaev 60 ANDREEV, N. - Sokolsky 95 ANICHENKO - Sokolsky 96 BELIAVSKY - Stanec 1 1 BIVSHEV - Geller 1 7 BOTVINNIK - Matulovic 1 3 ; Tolush 1 6 BÜRGER - Alexander 30 BYRNE, R. - Andersson 36 DREEV - Adams 1 1 3 ; Anand 1 1 3 ; Sveshnikov 1 37; Svidler 1 1 4 EHL VEST - Kramnik 1 28 FARAGO - Miles 45 FEDOROV - Shirov 5 1 FISCHER - Panno 1 20; Rubinetti 1 1 9; Uhlmann 14 FLOHR - Konstantinopolsky 34 FRANCO - Andersson 40 GELLER - Bivshev 1 7 GERUSEL - Miles 97 GLIGORIC - Tukmakov 20 GUREVICH, M. - Short 1 08 HEBDEN - Nunn 1 40 ILLESCAS - Miles 99 KARPOV - Adianto 1 26; Kasparov 57; Short 1 1 0; Timman 3 1 KASPAROV - Karpov 57; Miles 60 KHURTSIDZE - Alexandrov 24 KNOPPERT - Mijalevski, V. 60 1 42
ÍNDICE DE JUGADORES
KONSTANTINOPOLSKY - Flohr 3 4; Levenfish 3 3 KRAMNIK - Ehlvest 1 28 ; Timman 1 0 LASKER, Enm. - Pillsbury 30 LAUTIER - Short 7 LEVEN FISH - Konstantinopolsky 3 3 MATULOVIC - Botvinnik 1 3 MIJALEVSKI, V. - Knoppert 60 MILES Farago 4 5 ; Gerusel 9 7 ; Illescas 99 ; Kasparov 60 NUNN - Hebden 1 40 PANNO Fischer 1 20 PELTS Sokolsky 97 PILLSBURY - Lasker, Enm. 30 QUILLAN - Adams 1 3 1 RUBINETTI - Fischer 1 1 9 SAKAEV - Andreev, K. 60 SAMARIAN Sokolsky 95 SHIROV - Fedorov 5 1 SHORT - Gurevich, M. 1 08 ; Karpov 1 1 O ; Lautier 7 SMAGIN - Sveshnikov 1 36 SOKOLSKY - Andreev, N . 95 ; Anichenko 96 ; Pelts 9 7 ; Samarian 95 ; Strugach 96 STANEC - Beliavsky 1 1 STRUGACH - Sokolsky 96 SVESHNIKOV Dreev 1 3 7 ; Smagin 1 36 SVIDLER - Dreev 1 1 4 TIMMAN - Karpov 3 1 ; Kramnik 1 O TOLUSH - Botvinnik 1 6 TUKMAKOV - Gligoric 20 UHLMANN - Fischer 1 4 -
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Todos los jugadores de ajedrez que han superado el nivel de principiante necesitan u n repertorio de aperturas. Sin embargo, hay muchos tipos de repertorio y docenas de a perturas entre las que elegir. Cuando trata n de elegir su repertorio, los jugadores de todos los ni veles se enfrentan a una tarea básica : deben seleccionar a perturas que encajen en su estilo y q u e puedan jugar con confia nza . Crearse u n repertorio de a perturas no tend ría q u e req uerir u n trabajo de estudio y memorización excesivo. En este libro, el primero en afrontar estos temas, el autor ofrece una g u ía orientadora sobre cuestiones como : Jugar o no l íneas principales, aperturas marginales o sistemas u n iversales Cómo evitar ciertos órdenes de jugadas Cómo uti lizar los ordenadores Si es o no conveniente, y cuando, ca mbiar de repertorio
El l i bro se completa con u n a i nvestigación acerca del papel de los modelos y u n detenido examen del repertorio de algunos de los más destacados Grandes M aestros .
Steve Giddins es u n maestro FIDE i ng lés q u e participa de forma reg u l a r en torneos internaciona les y q u e col abora frecuentemente con la British Chess Magazine.
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