Daniel Alcides Carrion http://es.wikipedia.org/wiki/Danie http://es.wikipedia.o rg/wiki/Daniel_Alcides_Car l_Alcides_Carri%C3%B3n ri%C3%B3n
Daniel Alcides Carrión Daniel Alcides Carrión
Nacimient 13 de agosto de 1857 o
Cerro de asco! asco! er"
oct#$re de 1885 1885 &8 &8 a'os( Fallecimie 5 de oct#$re de nto
Residenci
)i*a!! er" )i*a er"
a
Campo
+edicina
Alma máter
Conocido por
,ni-ersidad acional +aor de 0an +arcos 0er *rtir de la +edicina er#ana! en el est#dio de la en2er*edad conocida co*oVerruga peruana.
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Daniel Alcides Carrión García (* García (*Cerro Cerro de Pasco, Pasco, Perú Perú,, 13 de agosto de 1857 1857 - † Lima 5 de octubre de octubre de 1885 1885). ). E !a actua!idad, se !e cosidera como m"rtir de !a medicia #eruaa a! i$ectarse de sagre cotamiada co !a bacteria %artoe!!a baci!!i$ormis & baci!!i$ormis & cotraer !a a'ora coocida como Enfermedad de Carrión o Carrión o erruga #eruaa, #eruaa, a modo de estudiar su desarro!!o & eo!uci e e! i$ectado.
Biografía aie! +!cides Carri $ue u estudiate de medicia #eruao, 'io de! mdico & abogado ecuatoriao %a!tasar Carri orres orres & de su es#osa o!ores /arc0a aarro. + !a edad de !os 12 aos se tras!ad a !a ciudad de Lima e igres a! Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, Guadalupe, dode curs de 1872 a 1878, estudios de educaci secudaria & media co ca!i$icacioes e4ce!etes. a e6 a!ca6ado e! t0tu!o de bac'i!!er(es u cic!o de estudios aterior a !os estudios su#eriores), se matricu! e 1878, e !a acu!tad de edicia de !a iersidad acioa! a&or de 9a arcos, arcos , #ara cursar !a carrera de edicia :umaa (1-3) urate sus estudios mdicos, mai$est i;uietudes #or coocer ua e$ermedad caracter0stica de a!guos a!!es cetra!es #eruaos< deomiada =>erruga #eruaa=, L!eado #or su es#0ritu de iestigaci & u acioa!ismo cieti$ico, a! er ;ue cieti$icos c'i!eos desarro!!aba iestigacioes sobre !a erruga #eruaa (2), decide iocu!arse secrecioes e4tra0das de errugas de u #aciete, co e! $i de re#roducir !a erruga #eruaa +s0, e! ?7 de agosto de 1885 acudi a !a 9a!a de !as ercedes de! :os#ita! os de a&o de Lima, & !e so!icit a! octor Earisto C'"e6 ;ue !e 'iciera !a iocu!aci de sagre macerada de ua tumoraci errugosa de !a e$erma Carme Paredes. 1 + !os eitiú eitiú d0as siti !os #rimeros s0tomas s0tomas de !a iebre de !a @ro&a, ;ue cotiu co su eo!uci caracter0stica, ate !a agustia de sus #ro$esores & amigos. Carri escribi #ersoa!mete su 'istoria c!0ica 'asta e! ?A de se#tiembre, e ;ue agobiado #or !a $iebre & #or !a seera aemia, aemia,etr e de!irio ;uedado, a su so!icitud, sus com#aeros de seguir e! documeto c!0ico ;ue 'ab0a iiciado. Carri, $ue tras!adado a !a c!0ica $racesa $racesaMaison Maison de Santé, Santé , e! 2 de octubre recibi octubre recibi como medida de ú!timo recurso i&eccioes de "cido $ico edoeoso, etr e coma & $a!!eci
(5,A)'abiedo trascurrido cuareta d0as desde !a iocu!aci. +!ca6 a e4#resar e! deseo de ;ue !os estudios siguiera ade!ate, cosciete de 'aber cotribuido a! meor coocimieto de !a do!ecia ;ue 'o& !!ea su ombre.
http://$-s.sld.c#/re-istas/his/-ol_1_65/his1165.ht*
Daniel Alcides Alcides Carrión y su aporte al conocimiento clínico de la fiebre de la Oroya y verruga peruana 1 Introducción
Uno de los objetivos fundamentales de la historia de la medicina y quizás el más grato a los que nos dedicamos a ella, es el estudio del enfrentamiento enfr entamiento del hombre a las enfermedades, para su conocimiento y dominio, a través de los tiempos. Entre las enfermedades autóctonas de mérica que más atractivos ofrece, ninguna como la conocida con los nombres de sus dos grandes formas cl!nicas, fiebre de la "roya y verruga peruana, pues ella se originó, se ha mantenido en tierras de nuestro continente y ha dado oportunidad a ser estudiada con originalidad y brillantez tal por los médicos suramericanos, que la entidad y su agente etiológico llevan los nombres de dos de sus ilustres figuras# $aniel lcides %arrión y lberto &arton. El presente breve estudio lo dedicamos a destacar el aporte al conocimiento cl!nico de la enfermedad llevado a cabo de una manera conmovedoramente dramática por el estudiante de medicina peruano $aniel lcides %arrión, quien se inmoló para ello voluntariamente a la edad de '( a)os, al pedir y ser inoculado con la sangre de un botón verrucoso, para dar al mundo la más completa descripción de su sintomatolog!a, arrancada a los sufrimientos que le provocaba la forma grave de la enfermedad que lo llevó a la muerte. las puertas del **+ **+ aniversario de su entrada gloriosa a la inmortalidad de las ciencias, le ofrecemos este modesto homenaje cubano de recordación, de reconocimiento y de eterna admiración en nuestro rimer %ongreso -acional de istoria de la %iencia y la /écnica. La Enfermedad de Carrión
%onocida por los incas como sir0i, los conquistadores espa)oles le llamaron verrugas, berrugas o tumores sangrantes y posteriormente en sus estudios, los
médicos la denominaron verruga peruana, fiebre de la "roya, enfermedad de %arrión, fiebre grave de %arrión, anemia grave de %arrión y bartonellosis. 1eográficamente su endemicidad se e2tiende desde los ' 3 de latitud norte hasta los *4 3 de latitud sur, distancia apro2imada de * 5++ 0m, en general de menos de *6+ 0m de ancho y circunscrita a7n más a una banda estrecha entre 86+ y ' 6++ metros de altura sobre la vertiente occidental de 9os ndes en er7, Ecuador y %olombia. 9a enfermedad de %arrión*,' es una infección general e2clusivamente humana, endémica, no contagiosa, inoculable al hombre, trasmitida por phlebotomus y causada por la Bartonella bacilliformis. :u per!odo de incubación es apro2imadamente de tres semanas, aunque puede prolongarse hasta cinco. 9os s!ntomas iniciales son fiebre y dolores en los huesos, articulaciones y m7sculos . $espués del estad!o inicial, el paciente desarrolla en algunos d!as o meses una de las dos variedades t!picas y muy diferentes de la enfermedad# la fiebre de la "roya y la verruga peruana. 9a fiebre de la "roya es una variedad altamente letal, caracterizada cl!nicamente por fiebre, dolores musculares y óseos difusos y severos y anemia hemol!tica con pérdidas globulares diarias de *(+ +++ y a7n de 45+ +++ y en algunos casos, muy graves, puede alcanzar cifras inferiores a * millón de eritrocitos por mil!metro c7bico de sangre en cuatro o cinco d!as. ;uchos de los s!ntomas y signos son producidos por la hemólisis, rápidamente progresiva y a la anemia resultante. :on t!picas la hepatoesplenomegalia y la infección secundaria terminal por salmonella. 9a verruga peruana es una variedad crónica no letal que se desarrolla ya sea en personas que se han recuperado de la fiebre de la "roya o bien en casos sin evidencias cl!nicas previas de bartonellosis. :e caracteriza por la presencia de verrugas angiomatosas localizadas o generalizadas que var!an en dimensión y grado de superficialidad. ueden alcanzar el tama)o de un huevo de gallina y por su histolog!a aparecen con frecuencia de color rojo brillante. %omo manifestaciones cl!nicas generales presentan fiebre, dolores generalizados y malestar, aunque menos frecuente que en la fiebre de la "roya. 9a erupción dura de meses a dos a)os, con promedio de < a 5 meses. 9a infección da como resultado una respuesta inmunológica de diversos grados de resistencia a la enfermedad e infección posteriores. :e piensa que la fiebre de la "roya ocurre en el individuo totalmente susceptible, mientras que la verruga peruana, probablemente signifique un estado de inmunidad parcial.
En cuanto al control y al tratamiento de la enfermedad de %arrión, a partir de los a)os de la década de *=<+ el desarrollo de vacunas cesó cuando se hizo evidente que los antibióticos, como el cloranfenicol, penicilina y tetraciclinas, eran curativos y que el vector pod!a controlarse localmente por medio de $$/. Historia del conocimiento de la enfermedad de Carrión
9a verruga peruana era conocida por los incas, los que ten!an palabras para designarla y se le ha encontrado representada en figuras de cerámica >huacos? y los primeros espa)oles conquistadores y misioneros las padecieron, pero la fiebre de la "roya no se describió claramente hasta mediados del siglo @
[email protected] 9os relatos que han dejado los cronistas de Andias de las epidemias de verrugas que sufrieron los conquistadores, principalmente, en el valle ecuatoriano de %oaque, pueden considerarse, seg7n el notable anatomopatólogo peruano profesor edro Beiss,< como verdaderas descripciones cl!nicas en las que se hacen resaltar los s!ntomas más caracter!sticos de la enfermedad. En ellas aparecen, la fiebre, los edemas, las hemorragias, los dolores, como s!ntomas que caracterizan a la infección verrucosa y términos de la época como tullimientos, calenturas o hinchazones, son mencionados por edro %ieza de 9eón en La Crónica General del Perú, mberes, *66
en las cl!nicas y hospitales un gran n7mero de enfermos que les permitió observar muchos aspectos hasta entonces desconocidos de la infección. Junto a los casos habituales de verruga eruptiva, conocidos desde la conquista, se produc!an otros, casi siempre fatales, de una fiebre anemizante de e2traordinaria gravedad y a la que se dio el nombre de fiebre de la "roya. osteriormente se observó la forma eruptiva de la enfermedad en algunos de los sobrevivientes y también en individuos que no hab!an presentado la fiebre. 9as epidemias subsiguientes fueron muy similares y los focos de actividad endémica notables por su estabilidad durante a)os. /odo ello hizo evidente a los médicos peruanos, la unidad de las dos formas cl!nicas en una sola entidad nosológica, pero era necesaria su confirmación para que este concepto unicista fuera aceptado por los médicos de todos los pa!ses y es en *((6 que se produce dicha confirmación cuando el estudiante de medicina peruano $aniel lcides %arrión, que ven!a dedicado al estudio de la enfermedad para su tesis de grado y hab!a reunido algunas observaciones importantes, pide ser inoculado con sangre de un botón verrucoso para mejor conocer la marcha y la sintomatolog!a de la entidad y como consecuencia, muere producto de un cuadro fatal de fiebre de la "roya, para demostrar con su sacrificio, que las dos formas cl!nicas reconoc!an una misma causa y constitu!an una sola enfer medad. este inmortal aporte dedicaremos el acápite esencial del presente ensayo. %on posterioridad a %arrión el doctor 1arc!a Kosel se infectó accidentalmente con la sangre de un enfermo grave y desarrolló una forma febril benigna y muchos a)os más tarde el doctor ;a2im . Liecyns0i1odard, residente en el er7, se inoculó cultivos del agente etiológico y no adquirió la enfermedad. En *=+= el también médico peruano lberto 9. &arton observa por primera vez los microorganismos causantes de la enfermedad en el interior de eritrocitos en casos de fiebre de la "roya y los considera de naturaleza protozoaria. Este mismo investigador demostró que microorganismos parat!ficos otros coliformes cultivados en sangre no eran la causa de la enfermedad. ;uy importantes fueron los estudios realizados, cuatro a)os más tarde, sobre la histolog!a del botón verrucoso y de algunas formas intracelulares del germen por el profesor Emilio de Kocha 9ima y después por el profesor $avid ;ac0ehenie y si a esto agregamos la publicación en *(=( del libro de Enrique "driozola La maladie de Carrión considerado la mejor fuente escrita de observaciones cl!nicas, tenemos que aceptar que hasta la segunda década del presente siglo el mayor conocimiento sobre la enfermedad lo aportaron los médicos suramericanos.
En *=*4 la Universidad de arvard, EU, envió a er7 una comisión presidida por el eminente profesor Kichard earson :trong e integrada además, entre otros, por los no menos importantes bacteriólogos /ysser y :ellards, la que confirmó y amplió las observaciones de &arton y consideró que los microorganismos descubiertos por éste eran muy similares a los encontrados en especies animales, clasificados hoy como Grahamella tal"ae, Haemobartonella muris y canis y $"erythro#oon coccoides y en honor del bacteriólogo peruano les llamó Bartonella bacilliformis, nombre que conserva hasta el presente. 9as bartonellas son peque)as bacterias, gramnegativas, móviles y e2cesivamente polimorfas que constituyen la 7nica especie dentro del género &artonella y el 7nico microorganismo de significación médica humana en la actual familia &artonellaceae. En *='8 el bacteriólogo doctor /elémaco &attistini logró cultivar y aislar por primera vez las bartonellas e inocular la sangre proveniente de verrugas en monos. :trong y la %omisión arvard no encontraron las bartonellas en cortes histopatológicos de las verrugas y esto los llevó a dudar de la teor!a unicista de los médicos peruanos. 9a idea predominante en aquellos a)os era que la fiebre de la "roya constitu!a los per!odos iniciales de la verruga peruanas y que si el enfermo sobreviv!a a la pire2ia inicial muy grave, presentaba más tarde la erupción caracter!stica de verruga. :trong llevó a cabo entonces la siguiente e2perimentación# un voluntario que se prestó a ello fue inoculado con e2tractos de verruga y *5 d!as después presentó lesiones verrucosas t!picas sin traza alguna de pire2ia preliminar o de la anemia tan caracter!stica de la fiebre de la "roya. or esta e2periencia la %omisión arvard negó las conclusiones de %arrión y estableció que las dos tan diferentes formas cl!nicas respond!an a etiolog!as distintas, lo que fue aceptado por los principales centros médicos de la época. En *='5 ideyo -oguchi, eminente bacteriólogo e investigador japonés, trabajó en -eM Nor0 con muestras enviadas desde el er7, aisló microorganismos idénticos de muestras de sangre de personas con fiebre de la "roya y de verrugas e2tirpadas de pacientes con la forma eruptiva de la enfermedad. %on microorganismos cultivados de cualquiera de las dos fuentes pudo producir verrugas en monos y reaislar el microorganismo en cultivos puros provenientes de las lesiones de dichos animales. %on esta brillante aplicación de los principios de Loch actualizaba -oguchi el descubrimiento de %arrión. :u trabajo fue
confirmado repetidamente por numerosos investigadores y se impuso de nuevo la verdad de %arrión en el mundo de la ciencia. En busca de la forma de transmisión de la enfermedad los médicos peruanos hab!an estudiado las llamadas Gaguas verrucógenasG que la tradición popular asociaba con el origen de la entidad nosológica. 9a Hacultad de ;edicina de 9ima nombró a los doctores 9eón y de los K!os para estudiar si dichas aguas produc!an la enfermedad y el doctor 9eón se sometió a la prueba e2perimental de beber el agua y no sólo no presentó s!ntoma alguno, sino que para asombro de todos contrajo la enfermedad el doctor de los K!os que no hab!a ingerido dichas aguas. ero, no fue hasta *=*4, que /oMnsend, investigador norteamericano al servicio del gobierno peruano, asignó la transmisión de la enfermedad de %arrión a las titiras o moscas de los valles de endemicidad, a las que clasificó como Phlebotomus !errucarum y descartó además como posibles vectores las garrapatas, chinches y otros ectozoos ordinarios humanos. 9os estudios de /oMnsend recibidos con dudas por los médicos peruanos fueron confirmados en *='= por -oguchi, :hannon, /ilden y /ylerC en *=4* por &attistini y poco después por ;. erting y . errer. oy se acepta que en condiciones naturales la infección se transmite de hombre a hombre por picadura de Phlebotomus !errucarum en er7 y de Phlebotomus colombianum en %olombia, pero no han podido obtenerse e2perimentos más concluyentes y completos de transmisión debido a la dificultad de colonización de phlebotomus en el laboratorio y a la incompleta e2presión de la infección por Bartonella bacilliformis en animales de laboratorio a pesar de la lista de e2periencias que incluye# en monos, con triturados de botones verrucosos >Lolle, :eiffer, Jadassohn, :trong, ;ac0ehenie?, con cultivos puros >-oguchi, &attistini, ;árquez de %unha? y con sangre parasitada >&attistini?C se ha tratado de reproducir la fase hemática en monos normales >&attistini? y en monos esplenectomizados >;ayer y Li0uth? y se ha logrado obtener granulomas locales, con estructura muy semejante a la del botón verrucoso, en perros, conejos, cabras y burros >;ac0ehenie, rce y Kibeiro?. En la amplia bibliograf!a suramericana sobre el tema se destacan el ya citado libro de Enrique "driozola La maladie de Carrión >*(=(?, fuente riqu!sima de observaciones cl!nicasC la obra de edro Beiss Hacia una conce"ción de la !erruga "eruana >*='8?, en que se describe la enfermedad en relación con las lesiones anatomopatológicas y los cambios inmunológicos de las diversas fasesC la monograf!a de . urtado, J. ons y %. ;erino La anemia en la enfermedad de Carrión >*=4(?, en la que se define la anemia y se hace un amplio estudio de
su patogenia y la obra de conjunto de Ka7l Kebagliati %erruga "eruana >*=<+?, que con muchas ideas propias, re7ne todo lo que se hab!a escrito sobre la entidad hasta la fecha de su publicación. En la década de los a)os *=<+*=6+ con la introducción del $$/ como insecticida, se inicia la campa)a contra los vectores de la enfermedad con resultados muy satisfactorios, y en la siguiente década de *=6+*=5+ con el descubrimiento de la acción de la terapia antibiótica contra las enfermedades infecciosas, se aplicó con é2ito en la curación de la enfermedad, primero la penicilina en inyecciones y luego la streptimicina, el cloranfenicol y las tetracilinasC en nuestros d!as la enfermedad de %arrión es una entidad nosológica curable, evitable y circunscrita a su zona histórica de endemicidad.5*+ Aporte de Daniel Alcides Carrión al conocimiento clínico de la fiebre de la Oroya y verruga peruana
ijo natural del médico y abogado ecuatoriano doctor &altasar %arrión de /orres y de do)a $olores 1arc!a, nació $aniel lcides %arrión 1arc!a en la ciudad de %erro de asco, provincia de /arma, departamento de Jun!n, er7, el *' de agosto de *(68,** %omenzó sus estudios primarios en la escuela municipal de %erro de asco, pero la muerte accidental y trágica de su padre, al escapársele a éste un disparo de su propio revólver al montar en brioso caballo, lo dejó huérfano a la edad de ( a)os y lo hizo continuar sus estudios en la ciudad de /arma al cuidado de un familiar de su madre. los *< a)os de edad se trasladó a la ciudad de 9ima e ingresó en el %olegio -acional -uestra :e)ora de 1uadalupe, donde cursó de *(84 a *(8( la ense)anza secundaria y media con e2celente aprovechamiento. En posesión del t!tulo de bachiller, matriculó en *(8(, en la Hacultad de ;edicina de la Universidad ;ayor de :an ;arcos, 9ima, para cursar los estudios médicos, los que realizará con notable é2ito, pero no sin grandes sacrificios económicos y a los que se unirán a partir del siguiente a)o, las dificultades producidas por la 1uerra del ac!fico, entre %hile y er7, que durará hasta *((4.*' En parte de ella, actuará %arrión en el ejército de su pa!s como practicante de medicina, desempe)ándose con abnegación y patriotismo, sobre todo antes y durante la invasión de los chilenos a la ciudad de 9ima, donde participó en la batalla de ;iraflores, caracterizada por la desesperada resistencia de los peruanos a las fuerzas chilenas y en la cual %arrión tuvo que poner a prueba su e2periencia
ganada en los hospitales $os de ;ayo, :an &artolomé, la ;aison de :anté >ospital Hrancés? y en el 9azareto, pues se vio en la necesidad de asistir a centenares de heridos.*4 /erminada la guerra, triste y agotado, reanuda sus estudios en la Universidad de :an ;arcos de 9ima, y sus prácticas en el ospital $os de ;ayo, institución ésta donde va a tener la oportunidad de estudiar a numerosos enfermos, febrisitantes y anémicos, con las clásicas verrugas peruanas en diferentes per!odos evolutivos, en su mayor!a procedentes del Dalle de la "roya, los que, le reafirman en su interés por esta enfermedad endémica de su pa!s, la cual estudiaba desde casi dos a)os antes y decide escribir sobre dicha entidad como tema para su trabajo de tesis para optar por el grado de bachiller en medicina. %on el t!tulo de &"untes sobre la !erruga "eruana redactó %arrión una minuciosa monograf!a que comprende los siguientes acápites# sinonimiaC definiciónC etiolog!aC s!ntomasC primer per!odoC segundo per!odoC invasiónC doloresC fiebreC pulsoC orinaC tercer per!odoC erupciónC cuarto per!odoC diagnóstico y tratamiento. Ancluye además, como casu!stica, nueve historias cl!nicas. En este estudio %arrión demuestra que conoc!a en detalles la evolución de la entidad en sus cuatro per!odos y establec!a como unidad nosológica las dos fases de la enfermedadC la febril, con toda su sintomatolog!a y la eruptiva o de verruga. Daloró certeramente sus complicaciones, especialmente la anemia grave, y llama la atención su opinión concerniente al pronóstico. N puesto que admit!a en la enfermedad sus dos formas cl!nicas, de f iebre de la "roya y de verruga peruana, se dispuso demostrar su hipótesis, que era también la de muchos médicos peruanos, en su propia persona con la autoinoculación de la enfermedad. %on ese fin, cuenta el doctor 9eonardo Dillar, jefe de cl!nica, que en varias ocasiones %arrión trató de que le realizaran la inoculación en su servicio del ospital G$os de ;ayoG, aunque siempre hab!an podido hacerlo desistir de su empe)o, pero, el '8 de agosto de *((6, a las *+ de la ma)ana, se presentó en la sala -uestra :e)ora de las ;ercedes, perteneciente al servicio del doctor Dillar y trató de hacerse la autoinoculación alegando que Gsuceda lo que sucediere, no importa, quiero inocularmeG.*< El doctor Evaristo ;. %hávez para evitar que %arrión se hiciera un da)o involuntario tomó de manos del estudiante la lanceta y le practicó cuatro inoculaciones, dos en cada brazo, en el sitio com7n de la vacunación. $ichas inoculaciones se hicieron con la sangre inmediatamente e2tra!da por rasgadura de
un tumor verrucoso de color rojo, situado en la región superciliar derecha del paciente %armen aredes, ingresado en la cama -o.6. :eg7n el doctor Dillar este paciente Gdeb!a pro2imamente irse de alta a la calle O ... P que era joven de *< a)os de edad apro2imadamente, de buena constitución, e2ento de toda diátesis y que su verruga era discreta, de la que sólo ten!a dos en estado de atrofia, una en el carrillo e2terno y otra en la e2tremidad e2terna del arco superciliar derechoG. %uando ocurrió la inoculación estaban presentes el doctor Dillar y los alumnos de su servicio, interno Julián rce y e2terno José :ebastián Kodr!guez.*< $esde aquel mismo momento %arrión fue escribiendo una minuciosa historia cl!nica de su enfermedad. El propio '8 de agosto, después de la inoculación, escribir!a, G los '+ minutos comenzaron a manifestarse algunos s!ntomas locales, tales como una comezón bastante notable, seguida después de dolores pasajeros que desaparecieron a las ' horas siguientes. -o han habido s!ntomas de inflamación, todo ha desaparecido sin dejar vestigio alguno.G*6 %arrión continuó haciendo su vida normal hasta tres semanas más tarde, en que pasado el per!odo de incubación Qcon su e2periencia quedaba determinadoQ, comenzaron a aparecer los primeros s!ntomas. :obre ello anotó, Gasta el *8 de septiembre en la ma)ana, no he tenido absolutamente nadaC en la tarde de ese d!a he tenido un ligero malestar y dolor de la articulación tibio tarsiana izquierda, que me molestaba la marcha. $urante la noche he dormido perfectamente bienG.*6 $os d!as después, el *= de septiembre, se manifestaba el per!odo de estado de la enfermedad con todos sus s!ntomas# calambres fuertes, fiebre con escalofr!os, decaimiento, postración, dolores generalizados en la totalidad del cuerpo, que él va describiendo con brevedad y rigor cient!fico, as! como las caracter!sticas del pulso, las deposiciones y la orina. ermanece en su domicilio, la casa de su madrina, sin permitir que nadie lo acompa)e de noche. El '' de septiembre le aparece un tinte ictérico y petequias en la cara, poliuria, hematuria, cefalea intensa, signos y s!ntomas que van en aumento, con palidez considerable de la piel y la mucosa. 9a anemia hemol!tica hac!a su aparición para agravar el cuadro cl!nico. El '5 de septiembre su estado de postración es tal que escribe, G partir de hoy me observarán mis compa)eros pues por mi parte confieso me ser!a muy dif!cil hacerloG.*6 $esde entonces contin7an la historia cl!nica sus fieles condisc!pulos# %asimiro ;edina, Enrique ;estanza, Julián rce, ;ariano lcedan, ;anuel ;ontero y Kicardo ;iranda.
$esde la cama dicta sus s!ntomas y sigue el curso de la enfermedad. El '( escriben sus compa)eros, Gdmirable es en verdad la marcha tan rápida que en él ha seguido la anemia, que a partir de este d!a domina por completo el cuadro sintomáticoG.*6 $esde la noche del 4+, no obstante la protesta del enfermo, lo velan sus amigo. %uando se siente mejor habla de su familia y comenta, G:!, lo que tengo es fiebre de la "roya, aquella fiebre de que murió "rihuela, mejor es no pensar en esto, fumemos un cigarroG.*6 El ' de octubre dándose cuenta de su gravedad y valorando certeramente su cuadro cl!nico le dijo a sus compa)eros, Gasta hoy hab!a cre!do que me encontraba tan solo en la invasión de la verruga, como consecuencia de mi inoculación, es decir, en aquel per!odo anemizante que precede a la erupciónC pero ahora me encuentro firmemente persuadido de que estoy atacado de la fiebre de que murió nuestro amigo "rihuelaC he aqu! la prueba palpable de que la fiebre de la "roya y la verruga, reconocen el mismo origen, como una vez le o! decir al doctor lacoG.*6 N a los amigos que trataban de convencerlo de que estaba en un error les recalcó, G9es doy a ustedes las gracias por su deseo y siento decirles no conseguirán convencerme de que la enfermedad que hoy me acosa no sea la fiebre de la "royaG.*6 El < de octubre, con su aprobación, es trasladado a la ;aison de :anté >ospital Hrancés? y todav!a en su domicilio le dice al se)or Asaguirre, alumno del primer a)o de medicina que está a su lado, G7n no he muerto, amigo mio, ahora les toca a ustedes terminar la obra ya comenzada, siguiendo el camino que les he trazadoG.*6 Unos momentos después de su ingreso una junta médica formada por los doctores Dillar, Komero, Hlores y %hávez discutió el estado de su enfermedad y no obstante la opinión de la mayor!a en favor de la transfusión sangu!nea, para lo cual todo se hallaba preparado , un transfusor de "ré, que el doctor Dillar hab!a llevado y uno de sus compa)eros decidido a donar la sangre necesaria la indicación se pospuso para el pró2imo d!a, quedando el enfermo sometido al tratamiento siguiente# inyecciones intravenosas de ácido férrico y '+ cent!grados de albuminato de hierro cada ' horasC se continuaron las inhalaciones de o2!geno y las pulverizaciones de ácido férricoC como l!quido , agua gaseosa y como alimentación caldo y polvos de carne. Estas ser!an las 7ltimas indicaciones que se le prescribieron a %arrión, pues al d!a siguiente, 6 de octubre, entraba en coma, interrumpido en algunos momentos por quejidos entremezclados con palabras incomprensibles. :us compa)eros terminar!an ese mismo d!a su historia cl!nica con estas sentidas y hermosas palabras# G las **R de la noche lanzó su 7ltimo suspiro breve y profundo, que
fue para los que le rodeaban la se)al de que este mártir al abandonarnos iba a ocupar en lo infinito el sitio que el /odopoderoso tiene reservado para los que como él ejercen la mayor de las virtudes# la %aridadG.*6 El doctor 9uis . 9eón connotado tropicalista e historiador médico ecuatoriano, conocedor profundo de la enfermedad de %arrión, ha se)alado los siguientes factores que su juicio determinaron la muerte del estudiante peruano#
G*. que el organismo de él deb!a haber estado débil por los trabajos forzados a que hab!a sido objeto meses antes, con motivo de la invasión de las tropas chilenas a la ciudad de 9ima y las correspondientes privaciones alimenticias. '. que las cuatro inoculaciones practicadas en sus brazos con sangre e2tra!da de la verruga del paciente %armen aredes equival!an a centenares de picaduras, con condicionese normales, por mosquitos flebotomos infectados, lo cual acortó el per!odo de invasión y agravó la virulencia del proceso infeccioso. 4. que las defensas inmunológicas de %arrión eran escasas o nulas, factor muy importante que se observa en las zonas endémicas de la enfermedad. <. que esta enfermedad en los brotes epidémicos ha sido causante de una a lta mortalidad, como se registró en la &ah!a de %oaque, ;anab!, en el Dalle de la "roya y en el Dalle del 1uáitara en %olombia. 6. la falta de atención oportuna y a la carencia de entonces de una medicación espec!fica. 9a administración prolongada e ineficaz de sulfato de quinina, as! como también las inyecciones de ácido férrico, deb!an haber agravado la enfermedad del pacienteG.*5 Un a)o después de la desaparición f!sica de %arrión sus compa)eros, los que continuaron las anotaciones, publicaban en 9ima >*((5?, en un peque)o volumen sus &"untes sobre la !erruga "eruana y la historia cl!nica de su enfermedad llevada por él. Este libro, que constituye hoy un documento clásico de la historia de la medicina mundial, desconocido para la inmensa mayor!a de los médicos de mérica, deber!a ser, en ediciones actuales, lectura obligatoria de todos los estudiantes de medicina latinoamericanos. econocimiento de su aporte a la medicina
$esde el momento de su muerte $aniel lcides %arrión fue reconocido como mártir consciente de las ciencias médicas y la prensa de 9ima se hizo eco de la
trascendencia de su sacrificio en aras del conocimiento de una de las enfermedadees endémicas de más alta mortalidad en su pa!s. :u sepelio fue una sentida manifestación de dolor popular, pero sobre todo del estudiantado y de los médicos peruanos. En el cementerio levantaron sus voces conmovidas dos profesores notables de la Hacultad de ;edicina, los doctores ;acedo y lmenara y dejó escuchar sus palabras entrecortadas por el llanto el estudiante ;anuel A. 1aldo. El nombre de %arrión ha pasado a ser no sólo un s!mbolo de la nación peruana, sino también de la medicina latinoamericana y de la infectolog!a mundial, citado en todos los grandes libros de te2to de microbiolog!a, medicina tropical, medicina interna e historia de la medicina. En 9a abana, en el ;useo de istoria de las %iencias %arlos J. Hinlay, un hermoso busto nos recuerda a todos los cubanos este singular mártir, que ofrendó su vida para demostrar la unidad nosológica de la fiebre de la "roya y la verruga peruana y darnos una descripción cl!nica acabada de la enfermedad que lleva su nombre.
Enfermedad de Carrión La enfermedad de Carrión, fiebre de la Oroya o verruga peruana es ua e$ermedad i$ecciosa cu&o agete etio!gico es !a bacteria Bartonella bacilliformis. 9e debe su ombre a aie! +!cides Carri.1
HistoriaBeditar
:uaco de +cas'
umerosas re#resetacioes art0sticas e arci!!a (!!amadas = 'uacos=) de !a $ase crica de !a e$ermedad 'a sido ecotrados e &acimietos ar;ueo!gicos #erteecietes a 6oas edmicas. Los croistas es#ao!es & #eruao, etre e!!os e! Dca /arci!aso de !a >ega, describiero ua e$ermedad caracteri6ada #or errugas e !os #rimeros so!dados es#ao!es ;ue !!egaro e !a #oca de !a co;uista de! Dm#erio Dca, e Coa;ue, Ecuador . urate muc'o tiem#o, se #es ;ue !a e$ermedad era edmica so!o e Perú & ;ue te0a s!o ua $ase coocida como =erruga #eruaa=. ?
E 1875, u brote caracteri6ado #or $iebre & aemia iici su a#arici etre !os trabaadores, !a ma&or0a $or"eos, de !a costrucci de! tre etre Lima & La @ro&a,3 #resetado ua a!ta morta!idad. + esta e$ermedad se !e !!am =iebre de !a @ro&a=. 2 E agosto de 1885, aie! +!cides Carri, u estudiate de medicia #eruao, se iocu! co !a a&uda de! octor Earisto C'ae6, !a secreci tomada de ua erruga de !a #aciete Carme Paredes. es#us de 3 semaas desarro!! !os s0tomas c!"sicos de !a =$iebre de !a @ro&a=, #or !o ;ue se estab!eci u orige comú de !as dos e$ermedades. Carri !!e u diario co aotacioes deta!!adas de sus s0tomas 'asta !os ú!timos d0as de su e$ermedad e ;ue se agra su estado c!0ico & $a!!eci de !a e$ermedad e! 5 de octubre de 1885. Por su sacri$icio, $ue recoocido como m"rtir de !a medicia #eruaa & e su 'oor se ce!ebra e! 5 de octubre, como e! d0a de !a medicia #eruaa. E 1F5, +!berto %arto u microbi!ogo #eruao, se dedic a estudiar !a >erruga Peruaa e e! !aboratorio de! :os#ita! /ua da!u#e de! Ca!!ao. +! e4amiar #!acas co sagre de dos de sus #acietes, obser e !os eritrocitos estructuras ;ue semeaba baci!os, dado a coocer su 'a!!a6go ese ao. 5 E 1F, e u trabao #ub!icado e !a reista La Crónica Médica, deomi a estas estructuras =e!emetos edog!obu!ares= o =e!emetos G=. Posteriormete, e 113, u e;ui#o de !a Escue!a de edicia de !a iersidad de :arard iteresado e e! trabao de %arto, co$ormado #or !os mdicos estadouideses Hic'ard Pearso 9trog, Erest EdIard &66er, C'ar!es 'omas %rues & +dreI Jatso 9e!!ards, a! cua! se sum e! mdico #eruao Ku!io /astiaburú, se dirigi a Lima dode co$irm sus 'a!!a6gos A 7 & se !!am e 'oor a +!$redo %arto como Bartonella bacilliformis.
Agente etiológicoBeditar >ase Bartonella bacilliformis8
EpidemiologíaBeditar La e$ermedad de Carri so!o se ecuetra Perú, Ecuador & Co!ombia. Es edmica e a!guas "reas de Perú & es causada #or !a i$ecci de !a bacteria Bartonella bacilliformis & trasmitida #or mos;uitos 'embra de! gero Lutzomyia.1F
Síntomas y signos clínicos Beditar Los s0tomas c!0icos de bartoe!osis so #!eomr$icos & a!guos #acietes de "reas edmicas #uede ser asitom"ticos. Las dos #resetacioes c!"sicas so !a $ase aguda & !a $ase crica, corres#odiedo a !as dos c!u!as iadidas #or !a bacteria (eritrocitos & c!u!as edote!ia!es). Fase aguda: (enfermedad de Carrión) !os 'a!!a6gos m"s comues so $iebre (usua!mete o sosteida #ero co tem#eraturas o ma&ores a !os 3 C), #a!ide6, ma!estar geera!, 'e#atomega!ia, ictericia, !i$adeo#atia & es#!eomega!ia. Esta $ase es caracteri6ada #or aemia 'emo!0tica seera e imuosu#resi. La tasa d e morta!idad de #acietes ;ue o recibe tratamieto es de m"s de! 2FM & #uede !!egar a! FM si se asocia i$eccioes o#ortuistas #or eterobacterias como 9a!moe!!a s##.
erruga #eruaa
Fase crónica: (verruga peruana) es caracteri6ada #or ua $ase eru#tia, e e! cua! !os #acietes desarro!!a ua reacci cut"ea #roducida #or ua #ro!i$eraci de c!u!as edote!ia!es & se !e cooce como =erruga #eruaa=. e#ediedo de! tamao & !as caracter0sticas de !as !esioes, 'a& 3 ti#os< mi!iares (1-2 mm), odu!ares o subdrmicas & mi!iares (N 5 mm). Las !esioes mi!iares so !as m"s $recuetes. Los s0tomas m"s comues so sagrado de ! as errugas, $iebre, ma!estar, artra!gias, aore4ia, mia!gias, #a!ide6, !i$adeo#atia & 'e#ato-es#!eomega!ia.
DiagnósticoBeditar
$rotis
Para e! diagstico durate !a $ase aguda se usa e! $rotis de sa$re #eri$rica co tici de /iemsa, e! 'emocu!tio e +gar , imuob!ot, Dmuo$!uorescecia & PCH. Para !a $ase crica, e! diagstico es $udameta!mete c!0ico & e#idemio!gico #ero se usa cu!tios, co tici de Jart'i-9tarr& de !a bio#sia de !as errugas & #ruebas de imuob!ot.
TratamientoBeditar E! tratamieto de e!ecci #ara !a $ase aguda so !as Ouio!oas o C!ora$eico! #ara !os adu!tos & C!ora$eico! m"s beta !act"micos #ara ios. 11 Para !a $ase crica, Hi$am#icia o macr!idos so !a droga de e!ecci #ara adu!tos & ios.
Sinonimia.- Verruga de sangre.- Verruga blanda.- Verruga andícola (Dr. Salazar).- Verruga de Castilla, de zapo o de quinua.- Verruga mular. Definición.- La verruga es una pireia anemizante de !orma irregular, end"mica # n$ contagiosa% caracterizada principalmente por estar acompa&ada de dolores # contracciones musculares (calambres)% artralgias con in!arto # ostalgias m's o m"nos intensas% produce una erupci$n polimor!a% tiene una evoluci$n cíclica, de duraci$n en general larga, aunque variable, que no es in!luenciada por el tratamiento% es adem's susceptible de numerosas complicaciones. Etiología.- La acci$n del agente verrucoso es limitada al lugar de su nacimiento.La edad, seo, raza, etc., no tiene la menor in!luencia en la producci$n de la verruga% no obstante ar" saber que así como a# personas re!ractarias ' ella, a# tambi"n predisposiciones individuales que !avorecen en alto grado su desarrollo # ' las que vienen a agregarse, las !atigas, el estado de debilidad en que se encuentran algunas personas, sea por su propia constituci$n, sea por en!ermedades anteriores # por ltimo la !alta de aclimataci$n en las localidades en que reina la en!ermedad. *i an los animales escapan a los ataques de este mal% tal sucede a los del g"nero bovino, a los cerdos # mas que todo al ganado caballar% de aquí el nombre de verruga mular que se a dado a las mani!estaciones de la en!ermedad en dicos animales. Síntomas.- La evoluci$n de esta en!ermedad comprende cuatro períodos bien distintos que son+ eríodo de incubaci$n% / eríodo de invasi$n, subdividido en primer período prodr$mico # segundo período de invasi$n $ período de invasi$n propiamente dica% 0 eríodo de erupci$n # 1 eríodo de desecaci$n, regresi$n $ atro!ia, $ morti!icaci$n, segn sea la marca que siga el tumor verrucoso. Primer período.- Incubación.- 2s di!ícil, en el estado de nuestros conocimientos a este respecto, marcar con alguna precisi$n este primer período de la en!ermedad% pero si esto es verdadero, no lo es menos que tan lamentable incertidumbre desaparecer', cuando la pr'ctica de las inoculaciones etienda su es!era de acci$n a la docencia de que nos ocupamos. Sin embargo de todo, se puede adelantar en vista de algunas observaciones, que este período es
de 3 ' 04 $ 14 días. Segundo Período.- 5nvasi$n.- Como #a lo emos indicado, esta segunda etapa de la en!ermedad, comprende dos sub-períodos, que son+ rodr$mico.- Constituído por malestar, abatimiento, curbatura, laitud, bostezos # repugnancia a todo movimiento% agreg'ndose a veces a lo dico, los síntomas del embarazo g'strico% # / De invasi$n propiamente dica. 2sta es por lo general, gradual, marc'ndose por la acentuaci$n de los !en$menos #a se&alados como prodr$micos, mas los que pasamos a describir. Dolores.- Los dolores $seos # artr'lgicos, así como la raquialgía # los dolores contusivos en casi todo el cuerpo, son el !en$meno esencialmente revelador de la verruga, son tambi"n el signo m's característico # m's constante de la en!ermedad desde su principio. 2stos dolores por lo general son reumatoides # con eacerbaciones nocturnas% invaden las articulaciones una ' una comenzando ordinariamente por una de las rodillas $ por las peque&as articulaciones del pi" $ de la mano. Su intensidad # etensi$n son ordinariamente proporcionales al grado de violencia de la en!ermedad, a la ma#or $ menor duraci$n $ tiempo del brote # al clima en que se encuentra el individuo atacado, observ'ndose que en los lugares !ríos, los dolores son atroces. La raquialgia # las miosalgias, que vienen en segundo lugar entre las algias, son a veces tan intensas que dan lugar a rigidez de ciertos msculos, produci"ndose ent$nces torticolis, opist$tonos # contracturas mas $ menos permanentes de los miembros tanto superiores como in!eriores, que unidas a las artralgias que inmovilizan el 6uego de las articulaciones acen permanecer a los en!ermos en posiciones !orzadas. 7ucos de ellos no pueden soportar sin gritos no que6as la atrocidad de los dolores en los casos algo !uertes% cada eacerbaci$n de "stos, provoca asi mismo, nuevos # mu# vivos su!rimientos. 2iste tambi"n ce!alalgia en el ma#or nmero de casos. 8Los dolores anteceden, coinciden, o siguen a la !iebre9 Fiebre.- recisar la elevaci$n de la temperatura al principio, esto es, cuando ap"nas se mani!iestan los primeros !en$menos de reacci$n, es cosa bien di!ícil% primero, porque si se observa la en!ermedad en Lima, #a es tarde, puesto que los m's de los en!ermos no llegan a esta Capital, sino despu"s de aber permanecido mucos días # a veces meses, en los lugares donde an tomado la verruga% # segundo, porque an en estos ltimos, es todavía mu# arduo, #a porque se carece de medios, #a porque se toman por intermitentes $ #a en !in porque en mucas ocasiones, la en!ermedad no d' lugar a que se sospece siquiera su eistencia. 2s solo desde que comienzan a unirse los dolores artr'lgicos ' la !iebre por lo general irregular de la verruga que se puede apelar al term$metro # en este caso se nota tambi"n muca variedad en su tipo, an cuando la en!ermedad se presente sin complicaci$n alguna. :sí e
observado en mucos casos la !orma intermitente con sus variedades, pero por lo general, toma el tipo de la !orma "ctica, pues en los m's e tenido ocasi$n de notar lo siguiente+ desde las / . m. $ / . p.m., comenzaba un decaimiento # descomposici$n del cuerpo, seguía ' esto, escalo!ríos mas $ menos intensos # luego una !iebre ligera durando 6unto con los dolores que se despertaban instante por instante, asta las / . p. m. $ 1 . a. m. en que aparecía un sudor m's $ menos copioso, que aliviaba los dolores, suprimi"ndolos mucas veces completamente. 2n cuanto al grado de temperatura que alcanza la !iebre, podemos adelantar que oscila entre 0; # 14 cetígrados, sobrepasando pocas veces esta ci!ra. 2n caso de complicaciones, siendo estas mu# diversas, independientes unas de la en!ermedad # provocadas otras por el desarrollo del proceso en distintos $rganos, la !iebre toma tambi"n un tipo bastante variado. Pulso.- :umenta de !recuencia, proporcionalmente al grado de temperatura alcanzado por la !iebre% en mucos casos # especialmente al !in del período que nos ocupa, se presenta peque&o, blando # algo depresible. 2stos caracteres se acen m's apreciables, si la anemia que se mani!iesta en esta segunda etapa de la en!ermedad adquiere cierta intensidad. Orina.- La orina es de color subido, generalmente de reacci$n 'cida # de6a por el en!riamiento un dep$sito ro6izo m's o menos oscuro de uratos. 2n cuanto al an'lisis químico del líquido de que nos ocupamos, " aquí los resultados obtenidos por el Dr.
Dedicado desde algunos a&os al importante estudio de la orina en diversas en!ermedades ba6o el punto de vista clínico, me a llamado seriamente la atenci$n de los a!ectados de verrugas por la aparici$n de principios anormales de la m's alta importancia para la pr'ctica m"dica% no siendo mis es!uerzos est"riles, pues son coronados del me6or "ito. Las orinas analizadas an sido tanto de la pr'ctica civil, como tambi"n de los ospitales Santa :na, San =artolom" # Dos de 7a#o, donde an sido recogidas por los estudiantes de medicina, se&ores ?ataco, Carri$n # @ipalda% tomando las precauciones debidas para evitar toda causa de error. Los casos observados an sido en nmero de doce% obteniendo constantemente los mismos resultados, a saber, la presencia del indigo # de la glucosa en la parte líquida de la orina # el !os!ato de amoníaco magn"sico en los sedimentos. La presencia del indigo es variable% su proporci$n aumenta como crece la intensidad de los síntomas de la en!ermedad # disminu#e como decrecen "stos. La glucosa se a encontrado cuatro veces en proporciones alarmantes, simulando una pseudodiabetes sacarina% en otra n$, $ en mu# poca cantidad. 2n los sedimentos que se !orman despu"s de la e misi$n de la orina, se encuentra invariablemente el !os!ato amoniaco magn"sico% con esta di!erencia que la proporci$n es ma#or, en los sedimentos que se depositan poco despu"s de la emisi$n $ sea en orinas mu#
putresibles # mu# poco en las orinas que se descomponen con lentitud, pero en todos los casos no a !altado, siendo mu# reconocible por su !orma cristalina característica (couverclede cercueil) la cual no puede con!undirse con otras del mismo sistema. Ao# por o#, me limito solo a publicar estos resultados que no de6an de tener alguna importancia para el diagn$stico% sobre todo en una en!ermedad como "sta, tan oscura durante el período de incubaci$n% reserv'ndome para mas tarde dar a conocer en detalle mis observaciones, despu"s de ensancar mas el círculo de mis eperiencias # de aber compulsado los ltimos traba6os ecos en a!ecciones an'logas. asemos aora a ocuparnos de otros síntomas no menos importantes # que completan el cuadro sintom'tico característico del período de invasi$n propiamente dico. 2l agente verrucoso ataca indudablemente la sangre, puesto que la nutrici$n en los en!ermos atacados de este mal, se altera pro!undamente, asta producir la caqueia. 7ani!i"stase "sta por la anemia que se desarrolla m's o menos violentamente # con ma#or $ menor energía, segn los individuos. Desgraciadamente no conozco eperiencia alguna que d" a conocer la ci!ra a que asciende el total de gl$bulos ro6os destruídos por el #a mencionado agente. La piel toma una coloraci$n p'lida # terrosa, las mucosas # especialmente la palpebral # la gingibo-labial se decoloran, tomando el aspecto de la cera. 2l pulso presenta los car'cteres que #a emos indicado # a los que e olvidado agregar, que en ciertos individuos en lugar de ser !recuente, se nota por el contrario retardado. 2l coraz$n late d"bilmente, percibi"ndose, en la ma#oría de casos, en su base # en el primer tiempo, un soplo suave m's $ menos intenso. Los movimientos se acen languidecentes, sin !uerza ni precisi$n% la marca es vacilante. Aa# zumbidos de oídos, aturdimiento, deslumbramientos " insomnio. Su!usiones serosas suelen presentarse en mucas ocasiones, con ma#or o menor rapidez. 2l bazo en los mas, es considerablemente aumentado de volmen, desciende a veces asta la !osa iliaca izquierda (tal sucede en el en!ermo de la istoria * ;% es adem's duro # !'cil de limitar por la palpacin si no a# ascitis. 2l ígado se presenta tambi"n en mucos casos in!artado. La anemia se acenta m's # m's, a medida que la en!ermedad sigue su curso. ara terminar aremos notar, que en la mu6er sobrevienen en este período, trastornos menstruales. "ercer período.- Erupción.- La erupci$n comienza a presentarse en una "poca que se encuentra comprendida entre los /4 días siguientes al envenenamiento $ invasi$n, asta los seis # an oco meses posteriores. La erupci$n se muestra por los miembros, la cara, etc., etendi"ndose en seguida al resto del
cuerpo " invadiendo igualmente algunas mucosas. Durante este período los síntomas generales se aminoran considerablemente, sobre todo si la erupci$n es algo r'pida # completa. Solo la anemia puede persistir # aumentar, especialmente, cuando las emorragias que se suceden a la ruptura de los tumores verrucosos, se repiten con alguna !recuencia, cosa que es mu# comn. 82s constante la erupci$n9 Si, tanto como la de las otras !iebres eruptivas, constitu#endo por consiguiente el !en$meno mas característico, el sistema patognom$nico mas acabado de la en!ermedad. 2s adem's notable por su constancia, su duraci$n, su terminaci$n # en !in, por otras mucas particularidades que mencionaremos mas adelante. 2ntrando pues aora al estudio de los tumores verrucosos en todas sus !aces, diremos desde luego, que su !orma, desarrollo # sitio en que veri!ican su aparici$n, es de lo mas variado. ?a se presentan en la super!icie de la piel, #a ba6o de ella constitu#endo la !orma subcut'nea # correspondiendo ambas variedades, a lo que podemos llamar la erupción e#terna de la en!ermedad% tipo en el que tambi"n est' comprendida la que tiene lugar sobre la super!icie de las mucosas, tales como la bucal, nasal # $culo palpebral. Btras veces los tumores acen su aparici$n en las paredes u $rganos encerrados en las cavidades espl'nicas, articulares otras, como la orbitaria por e6emplo. Constitu#en entonces lo que se designa con el nombre de erupción interna, que es menos !recuente que la anterior # con la cual pueden coeistir. *o es menos variable como #a lo emos indicado la !orma # desarrollo que a!ecta el neoplasma verrucoso. Limítase en ciertas ocasiones a alcanzar el tama&o de una peque&a arve6a # terminar r'pidamente por desecasi$n # descamaci$n, sin de6ar vestigio alguno # sin comprometer los días del paciente% desarroll'ndose en otros casos asta adquirir el volmen de una naran6a $ m's, rompiendo # morti!icando la piel, ocasionando graves des$rdenes en los $rganos donde radican, morti!ic'ndose ellos mismos # produciendo en !in vastas eridas # abundantes emorr'gias, que acaban por producir tal estado de aniquilamiento del en!ermo, que la muerte se ace su terminaci$n necesaria. Delineada así a grandes rasgos la marca tan distinta seguida por las dos veriedades mas opuestas del tumor verrucoso, pasemos a describir con algunos detalles # en cuanto lo permitan nuestros mu# limitados conocimientos, la evoluci$n m's o menos regular que o!recen las dos !ormas m's comunes de erupci$n eterna. Comenzaremos por lo tanto por la que toma nacimiento en la super!icie de la piel. Aaremos notar antes que nada, que la erupci$n en esta primera !orma, se veri!ica por procesos sucesivos # que por consiguiente los dos ltimos períodos en que emos dividido la marca de la en!ermedad, se realizan re!undidos en uno solo. :sí pues mientras que en unos puntos principian ' aparecer los neoplasmas en otros donde erupcionaron primero, est' #a en vía de desecaci$n # descamaci$n. :l principio # en los sitios donde v' a tener la erupci$n, se presentan alguna veces peque&ísimas mancas ro6as # otras (es este el caso m's general) globulitos $ vesiculitas mu# diminutas, brillantes # enteramente seme6antes a lo que en atología se llama sudamina blanca% en ambos casos la piel es un sitio de comez$n bastante notable. oco a poco estas mancas o vesículas se trans!orman en papulitas de un color rosado mas o menos intenso, adquiriendo un tinte cada vez mas subido, asta llegar al ro6o, escarlata. Las pocas que llegan
a romperse, m's que por la distensi$n del epidermis, por la !ricciones $ rascaduras que se practica el en!ermo acosado por la comez$n, dan lugar a ligeras emorragias # toman en seguida un color ro6o oscuro o casi negro, debido en gran parte a la costra !ormada por la sangre desecada. :l cabo de algunos días, desaparecen, de6ando no una verdadera cicatriz, sino m's bien una mancita blanquecina escamosa, que a su vez dura mu# poco tiempo. Las que no se an desgarrado continan desarroll'ndose, asta alcanzar cuando mas el volmen de una arve6a, su color es entonces un ro6o de los m's intensos% son adem's por regla general, sesiles. 2l calor # el !río, in!lu#en notablemente en el volumen de estos tumores, así ba6o la acci$n del primero, aumentan de volmen, se llenan de sangre, toman un tinte mas # mas subido # llegan a veces a romperse por el mas ligero contacto, el !río al contrario lo ace disminuir de tama&o, los pone m's p'lidos # mas duros. n es!uerzo prolongado parece tambi"n aumentarlos de volumen, volvi"ndolos mas ro6os% presentan pues por lo que se v", algunos de los caracteres de los angionomas er"ctiles. :lgunas veces los en!ermos acusan dolores al nivel de los tumores, comparando sus su!rimientos a los que producirían pincazos de al!iler. asemos aora a la !orma sub-cut'nea. 2sta !orma no puede apreciarse en su principio sino por el tacto% así aciendo una presi$n m's o menos met$dica # con alguna !uerza en los lugares de elecci$n de esta especie de tumores, se siente rodar ba6o los dedos unos tumorcitos duros, renitentes, movibles, lisos, del tama&o de una arve6a $ de un garbanzo, sin aderencia con la piel, no produciendo alteraciones de ella, ni llamando para nada en esta "poca la atenci$n de los en!ermos% son adem's en su ma#oría indolentes # sin repercusi$n ganglionar. ueden permanecer en este estado asta la curaci$n completa de la en!ermedad, desapareciendo luego por reabsorci$n o atro!ia. Cuando la erupci$n es abundante, se observa entonces abotagamiento o tume!acci$n de la piel. ero no es ese el !in que se les espera a todos, si no que aumentando de volumen distienden, adelgazan e in!laman cr$nicamente la piel, dando lugar a comezones m's o menos !uertes, a aderencias # en !in a la aparici$n clara del tumor. Su evoluci$n es pues, mu# variable, pudiendo unos desaparecer por reabsorci$n # otros crecer incesantemente. Cuando la distensi$n es mu# grande, aparecen con claridad un tumor de consistencia # volumen variable, encerrado todavía por la piel ro6iza, viol'cea o negruzca # que una vez morti!icada, cede, produci"ndose la salida de una peque&a cantidad de sangre o pus, aunque generalmente es un pus sanguinolento% otras veces sin salida de estos líquidos, se presenta simplemente el tumor subcut'neo con una coloraci$n ro6iza al principio, como si !uera !ormado por #emas carnosas # que toman luego distintos aspectos asta el punto de presentarse a veces ba6o la !orma de una ulceraci$n de color gris sucio o negruzco con surcos # ealando un olor desagradable, debido a la s'nies que se derrama en su super!icie. La piel que rodea al tumor, es ro6a lustrosa, distendida # como etrangulando el tumor, a veces a tanto etremo, que se pediculiza # crece a la manera de un ongo. Btras veces el tumor se
reblandece antes de romper la piel # simula per!ectamente un abceso. 2l tumor sigue aumentando de volumen, sea que se pediculice o n$, asta adquirir dimensiones notables. 2l tama&o de estos tumores se alla comprendido entre el de una arve6a # el de una peque&a naran6a. 2n ocasiones varios tumores pr$imos per!oran la piel, #a simult'neamente o en "pocas distintas, !ormando por consiguiente etensos tumores ulcerados, que derraman una abundante cantidad de s'nies de olor en etremo desagradable. Los sitios de predilecci$n de esta clase de tumores, son+ las rodillas, los codos, las partes anterior interna # eterna de la pierna, la parte posterior de los maleolos # ecepcionalmente otras partes del cuerpo. Su duraci$n es indeterminada. : la larga las verrugas pueden por distensi$n no solo distender, ulcerar e in!lamar la piel, sino tambi"n gangrenarla dando lugar a emorragias graves. $uarto período.- La terminaci$n de la en!ermedad varía con la marca segida por el tumor. Diremos pues algunas palabras acerca de la manera como termina el neoplasma verrucoso en sus diversas !ormas. Cuando la erupci$n tiene lugar en la super!icie de la piel, el tumor alcanza cuando m's, como #a lo emos indicado, el tama&o de una arve6a. :dquirido este volumen permanecen algn tiempo en estado estacionario, para decrecer en seguida con suma lentitud, empleando a veces varios meses en desparecer completamente% su color se modi!ica al mismo tiempo, pasando de ro6o vivo que era, a un ro6o negruzco mu# pronunciado. Continuando la regresi$n o reabsorci$n, llegan al nivel de la piel donde #a no se mani!iestan sino por peque&as mancas negruzcas mu# parecidas a los lunares, que sucesivamente pasan al amarillento, decolor'ndose en seguida m's # m's asta que quedan reducidos a peque&os espacios blanquecinos, bien distintos del resto de la piel # recubiertos de escamas que no tardan en desaparecer sin de6ar se&al alguna. 2n cuanto a los tumores voluminosos que desgarran # morti!ican la piel motivando su ulceraci$n, diremos que generalmente son ennucleados por el Ciru6ano, siendo esta operaci$n algunas veces !'cil, por encontrarse el neoplasma sostenido tan solo por un estreco pedículo. La terminaci$n de la en!ermedad, est' en este caso, ligada a los des$rdenes producidos por el tumor, así como al estado general del individuo. Diagnóstico.- 2l diagn$stico de la en!ermedad en su principio es tan di!ícil de establecer, como !'cil de veri!icar en el período de erupci$n. ? en e!ecto, !recuentemente vemos a pr'cticos eperimentados tomar por un ataque de paludismo en sus variadas !ormas, o por un reumatismo articular, muscular $seo, lo que no es sino el primero $ segundo período de la Verruga eruana. Desde luego # como una de las principales di!icultades para acer el diagn$stico di!erencial entre esta en!ermedad # la malaria, ar" presente, que la distribuci$n geogr'!ica de la verruga me a dado a conocer que en la ma#or parte de los lugares donde ella eiste, domina tambi"n el paludismo, aciendo ambas en!ermedades sus ataques aislada o simult'neamente. 2n el estado actual de nuestros conocimientos, solo eiste en mi umilde concepto un solo dato seguro # !iel que pueda acernos sospecar la eistencia de la Verruga, antes de su
erupci$n, me re!iero al conocimiento del lugar $ lugares por donde a estado $ pasado el individuo en!ermo. Si pues observamos, !iebre, #a sea contínua, remitente $ intermitente, dolores articulares # musculares acompa&ados de calambres, en un individuo que viene de 7atucana por e6emplo podemos asegurar casi sin temor de equivocarnos, que es la verruga la que tenemos a la vista. Sin embargo, sensible me es decirlo, la sintomatología del período de incubaci$n de esta pireia indígena de nuestro suelo, es todavía mu# de!iciente para el pr'ctico que desea establecer su diagn$stico desde los primeros momentos, a !in de oponerle una terap"utica conveniente. 2stas oscuridades, estas incertidumbres, de6ar'n de eistir, esto# seguro, el día en que la pr'ctica de las inoculaciones se domicilie entre nosotros% inoculaciones que por otra parte nos ar'n conocer mucísimas otras particularidades importantísimas acerca de la naturaleza íntima de la patología del agente verrucoso. Patogenia.- La verruga a mi modo de ver, es una en!ermedad miasm'tica, probablemente parasitaria. La de!iciencia de estudios serios a este respecto, acen todavía dudar acerca de su naturaleza íntima% sin embargo, procurar" en cuanto me sea posible acer un ligero an'lisis de las diversas opiniones que eisten sobre este punto "ratamiento.- 2l tratamiento de la en!ermedad que venimos estudiando, abedece a las dos indicaciones principales siguientes+ Eavorecer la erupci$n% / Combatir por los medios m's activos la anemia que se mani!iesta en el segundo # tercer período de la dolencia. Bbedeciendo a la primera, se registra generalmente el agua del monte con cancaca $ sola, # la in!usi$n o cocimiento de la planta conocida en la sierra, con el nombre de &a de Fato. 2stas sustancias son casi los nicos medicamentos que toman los indígenas atacados de verruga. *uestros pr'cticos usan tambi"n la primera, asociada al vino em"tico. @espondiendo a la segunda, se ace uso de los preparados de !ierro, vino # buenos alimentos.
%artonelosis &Fiebre de la Oro'a o !erruga Peruana( )Enfermedad ocupacional 90,+9 )a Bartonella $acilli2or*is es #n parsito $acteriano intracel#lar 2ac#ltati-o de los eritrocitos h#*anos de las cl#las endoteliales. )a en2er*edad de Carri;n! err#ga er#ana son todos tr*inos ?#e descri$en las consec#encias patol;gicas de la in2ecci;n h#*ana por Bartonella $acilli2or*is. 1( A#n?#e las in2ecciones ?#e in-ol#cran especies de Bartonella! tales co*o Bartonella henselae Bartonella ?#intana! oc#rren en todo el *#ndo! la en2er*edad de Carri;n es end*ica "nica*ente en 0#da*rica. 1@( )as in2ecciones por B. $acilli2or*is son #n pro$le*a de sal#d en n#*erosas reas r#rales de 0#da*rica para los -iaeros ?#e -isitan esas regiones. 0e han reportado $rotes de $artonelosis en las regiones *onta'osas de er"! 9c#ador Colo*$ia. 1( )a )#to*ia -err#car#* es el principal -ector para la trans*isi;n de la $acteria al ser h#*ano la he*$ra del *os?#ito trans*ite el pat;geno d#rante s# ali*entaci;n noct#rna de sangre h#*ana. res#*i$le*ente el insecto se
ali*enta de sangre de #n indi-id#o in2ectado dise*ina el pat;geno por *edio de s# sali-a d#rante la sig#iente ingesta de sangre. )a $acteria no es contagiosa entre h#*anos. 1( resenta*os #n en2o?#e la$oral de la en2er*edad en tra$aadores ?#e realian desplaa*ientos contin#os a onas end*icas analia*os s#s posi$les consec#encias. ala$ras cla-es: Bartonelosis! en2er*edad de Carri;n! -err#ga per#ana! l#to*ia! $artonella! la$oral! onas end*icas
istoria )a $artonelosis conocida co*o en2er*edad de Carri;n o >err#ga er#ana constit#e #na ende*ia ancestral ?#e a2ecta a la po$laci;n de -alles interandinos alg#nas reas de sel-a alta. 9sta en2er*edad 2#e conocida por c#lt#ras precolo*$inas! tal co*o se ha podido deter*inar en alg#nos h#acos *onolitos de la poca. 1( 9n la con?#ista de A*rica las tropas espa'olas s#2rieron las E
)a en2er*edad de Carri;n constit#e #na en2er*edad end*ica en 0#da*rica s;lo se ha reportado en el er" Ancash! Caa*arca! )i*a! etc.(! 9c#ador )oa(! Colo*$ia ari'o( en Mailandia 0#dn se han descrito c#adros si*ilares. )a $artonelosis h#*ana re?#iere condiciones especiales para s# desarrollo presentaci;n en el er"! las reas -err#c;genas se dan en #na eLtensa rea entre los &N de latit#d norte 13N de latit#d s#r de la -ertiente occidental de los Andes se esti*a #na po$laci;n de 1OH8H!&3H ha$itantes ?#e residen en estas reas end*icas! las c#ales a$arcan #n rea de 1@@!@6H P* &.
Clsica*ente los nichos -err#c;genos se localian entre los 5 I 3!& *.s.n.*.! pero de$ido a ca*$ios ecol;gicos otras -aria$les epide*iol;gicas la en2er*edad se ha encontrado en reas de la costa sel-a. 7( Bacteriología
)a Bartonella $acilli2or*is es #na $acteria aer;$ica Qra* negati-a intracel#lar pleo*;r
)a $artonelosis en el h#*ano es trans*itida por la picad#ra de *os?#itos he*at;2agos del gnero )#to*ia )#to*ia -err#car#*! per#ensis! serrana! etc.(! conocida pop#lar*ente co*o EtitiraF o E*anta $lancaF. )a Bartonella $acilli2or*is se *#ltiplica rpida*ente en reser-orios h#*anos d#rante la 2ase ag#da de la en2er*edad per*anece d#rante periodos prolongados en las personas con-alecientes. o se ha de*ostrado la eListencia de reser-orios sil-estres! siendo el ho*$re en2er*o no tratado el "nico reser-orio conocido. &( )a )#to*ia -err#car#*! -ector principal de la -err#ga per#ana! es #na especie propia del er" se enc#entra en los -alles occidentales e interandinos de los Andes per#anos! ta*$in en las casas dor*itorios(! en los a*$ientes peri do*iciliarios en *enor cantidad en el ca*po a$ierto. Miene #n patr;n estacional! el c#al o$edece a las di2erentes condiciones cli*ticas de las onas a#*enta en n"*ero a partir del *es de *aro a #nio. )as )#to*ias reposan de dKa a partir de las H de la tarde en adelante salen a ali*entarse no se conoce el l#gar de crKa presentan c#atro estadKos lar-ares! la te*perat#ra ;pti*a R#ct"a entre los 16NC I &3NC el tie*po de -ida del *os?#ito es en pro*edio de 5 a H dKas. 3( ClKnica )a )#to*ia -err#car#* introd#ce el h#sped la Bartonella $acilli2or*is estos *icroorganis*os se localian principal*ente en los endotelios capilares lin2ticos Ecl#las de 0trongF( l#ego penetran acti-a*ente a los gl;$#los roos! residiendo dentro de ellos endoglo$#lares( ello esti*#la el siste*a retKc#lo endotelial! haciendo ?#e los lin2ocitos *acr;2agos prod#can #na intensa eritro2agocitosis del co*pleo he*atKeG$artonella! lo c#al p#ede lle-ar a #na se-era ane*ia de tipo he*olKtico eLtra-asc#lar. ,na -e ?#e #n paciente s#scepti$le es picado por el insecto trans*isor! este p#ede c#rsar sin sKnto*as o desarrollar di2erentes -ariados sKndro*es clKnicos. Clsica*ente se han descrito tres periodos: la 2ase ag#da ane*iante! le sig#e el perKodo deno*inado intercalar! #s#al*ente asinto*tico de d#raci;n -aria$le! l#ego de *eses a a'os! la 2ase er#pti-a o cr;nica *s conocida co*o -err#ga per#ana. 9st#dios recientes han de*ostrado ?#e los pacientes peditricos ad#ltos ;-enes son los *s a2ectados en relaci;n al seLo predo*ina el *asc#lino en
a*$as 2ases respecto al tie*po de en2er*edad! la *aorKa de los pacientes en 2ase ag#da presentan #n *enor tie*po de en2er*edad #n *aor tie*po los pacientes de 2ase er#pti-a. 9l perKodo de inc#$aci;n clsica*ente han sido considerados &1 dKas! pero seg"n n#estros est#dios! la *edia es de & *eses. 13( A( JA09 AQ,DA De inicio $r#sco o insidioso! d#ra aproLi*ada*ente c#atro se*anas. )os sKnto*as de la 2ase ag#da son di-ersos! destacando los de #n proceso in2eccioso general! tales co*o A )a 2ase cr;nica er#pti-a conocida co*o -err#ga per#ana es *# 2rec#ente a ni-el peditrico *#chos ni'os preescolares escolares de las onas end*icas presentan en cara! eLtre*idades s#periores e in2eriores di-ersas 2or*as de -err#gas. 1&(
)as 2or*as descritas son: +iliar pe?#e'as(! *#lar grandes( nod#lar s#$dr*icas( estas *#chas -eces c#ran solas en 3 a H *eses ocasional*ente se ha detectado en alg#nos pacientes 13%( con -err#ga per#ana! presencia de Bartonellas en sangre sin c#adro an*ico se-ero.
)os signos sKnto*as ?#e destacan son: sangrado de las -err#gas! palide le-e!
)a letalidad es eLcepcional en esta 2ase. )as lesiones er#pti-as se con2#nden con t#*ores c#tneos! tales co*o: gran#lo*a piognico! angio*atosis $acilar! -aricela! *ol#sco contagioso! sarco*a de kaposi! he*angio*a! t#*or de 0pit! <$rosarco*a! etc. 8( Histopatología
)a reacci;n histol;gica de la -err#ga per#ana se caracteria por la proli2eraci;n de cl#las endoteliales *onocitos *acr;2agos el n"*ero de *itosis es -aria$le! en alg#nos casos son n#*erosos estn asociados a atipias cel#lares! dando #na i*agen histol;gica si*ilar a #na neo2or*aci;n *aligna. @( Arias 0tella re-ela en est#dios patol;gicos intensa proli2eraci;n de capilares neo2or*ados *arcada hiperplasia endotelial dentro de estas cl#las eListen incl#siones de ocha )i*a de color roo o -iolceo! constit#Kdas por el citoplas*a de estas cl#las. 5( 9st#dios in*#nohisto?#K*icos realiados por ierard Arrese! con antic#erpos *onoclonales policlonales! han per*itido conocer *eor la co*posici;n cel#lar del -err#co*a asK la lesi;n er#pti-a est co*p#esta por dos po$laciones cel#lares: Cl#las endoteliales dendrocitos dr*icos! en estrecha interrelaci;n anat;*ica! #egan #n rol i*portante 2agocitario en las in2ecciones $acterianas co*o la -err#ga per#ana. H( )a presencia de estas po$laciones cel#lares sit"a a la -err#ga per#ana dentro del gr#po de las angio*atosis dendrocKticas. Diagnóstico
,no de los aspectos *s i*portantes en el diagn;stico de la en2er*edad es el antecedente epide*iol;gico si $ien desde hace -arias dcadas se sa$e ?#e la *aorKa de los pacientes ?#e desarrollan la 2ase ag#da son 2orneos! en los "lti*os a'os cada -e *s personas nati-as presentan esta 2ase esto es de partic#lar i*portancia en los re$rotes de la en2er*edad. 9n la 2ase ag#da de la $artonelosis el diagn;stico es $sica*ente a tra-s del 2rotis sang#Kneo! en el c#al se o$ser-a #n 1% de parasitis*o de los gl;$#los roos! ?#e *#estran 2or*as $acilares ;-enes(! cocoides -ieas( o coco$acilares. 9l he*ogra*a *#estra le#cocitosis con des-iaci;n i?#ierda! la gran *aorKa desarrollan ane*ia se-era cto.T &%( de carcter he*olKtico. Co*o resp#esta a la *aor destr#cci;n he*tica se da #na hiperplasia del teido eritropotico de la *d#la ;sea e-ent#al*ente de otros ;rganos! co*o el $ao. 9l he*oc#lti-o el *ieloc#lti-o en *edios especiales son "tiles para con
)a *ortalidad 2#e *s del 6 % en la era pre anti$i;tica act#al*ente la letalidad es de 8.8%! pero sig#e siendo #n pro$le*a de sal#d p"$lica. 9l trata*iento en la 2ase ag#da es *# e2ecti-o con anti$i;ticos co*o Cloran2enicol solo o co*$inado con penicilinas el #so de CiproRoLacino es de gran #tilidad. Clsica*ente en la 2ase er#pti-a se #s; para el trata*iento la 9strepto*icina! pero se ha de*ostrado ?#e la i2a*picina logra en #n *enor tie*po dis*in#ci;n desaparici;n de las -err#gas en los "lti*os a'os CiproRoLacino ta*$in se ha #sado con Lito. 13( Preención ! control
Clsica*ente! la principal "nica *edida de control ha sido la 2#*igaci;n con DDM! la c#al prod#o #na dis*in#ci;n i*portante de los casos! pero "lti*a*ente la en2er*edad se ha *antenido e incl#so han eListido re$rotes en alg#nas onas end*icas! pro$a$le*ente por resistencia al DDM. 1( Concl#siones 9s de i*periosa necesidad lla*ar la atenci;n en el *#ndo cientK
agente trans*isor es #n *os?#ito he*at;2ago he*$ra( del gnero )#to*ia! ?#e es cos*opolita d#rante la pri*era 2ase de in-asi;n sang#Knea! con ane*ia he*olKtica se-era! ha depresi;n de la in*#nidad en
Verruga peruana: Qué es y cómo se trata esde el !""# no se $ab%an reportado casos mortales de la enfermedad& sin embargo autoridades confirmaron la muerte de un 'o(en de )* años a causa de la +erruga ,eruana en C$iclayo• •
Es#ecia!ista recomieda o acam#ar des#us de !as 5 de !a tarde e 6oas rura!es. La #resecia de $iebre & aemia #uede idicar e! cotagio de! ma!.
9sta en2er*edad se asocia al ca*po! las picad#ras se dan al anochecer
Ciro aguia, i$ect!ogo
Desde el "##$ no se %abían reportado en el país casos mortales de la en&ermedad' si embargo !as autoridades de sa!ud de C'ic!a&o co$irmaro !a muerte de u oe de 1 aos a causa de !a erruga #eruaa o e$ermedad de Carri. Al respecto el reconocido m(dico in&ectólogo' Ciro )agui*a' e4#!ic e ;u cosiste !a e$ermedad. =La $ase ;ue mata es !a $ase aguda es decir, a uno le pica un
mos+uito ! despu(s de dos meses el paciente puede %acer febre' anemia' se complica ! &allece,.a preención es clae para eitar la picadura de mos+uito transmisor de la erruga< =Esta e$ermedad se asocia a! cam#o, !as #icaduras se da a! aoc'ecer #or !o ;ue se recomieda o #eroctar a #artir de !as 5 de !a tarde e 6oas agrestes=, sea!a aguia. /0isten 1onas end(micas ! de presencia del mos+uito !!amado =ata %!aca= como Piura, Caamarca, Cusco, +cas', & Lima, #or e!!o e! es#ecia!ista recomed !a a#!icaci de re#e!ete, e! uso de #o!os & #ata!oes de maga !arga & mos;uiteros #ara eitar e! cotagio. )agui*a en&ati1ó nueamente el medio ,rural, de la en&ermedad a! #recisar ;ue e! mos;uito ie e casas abadoadas & 'uecos de #iedras & "rbo!es.
.a presencia de febre ! anemia puede indicar el contagio del mal' #or e!!o aguia recomed acudir de imediato a u #uesto de sa!ud u 'os#ita! #ara e! tratamieto #reco6, !as #rimeras dos semaas so decisias.
http://*edicina.#2*.ed#/indeL.php/9n2er*edad_de_Carri%C3%B3n
Enf er medaddeCar r i ón T a mb i é nc o n o c i d ac o mol afiebr edel aOr oyaover r ugaper uana,e sun ae nf e r me da di n f e cc i o s a c aus adaporl abac t er i a:Bar t onel l abac i l l i f or mi syt r ans mi t i daporel géner oL ut z omy i a. Fuédes c r i t ai ni c i al ment eporDani el Car r i ón,es t u di ant edemedi c i naper ua no,q ui enp ad ec i óel mi s mol ae nf e r me da dyl ad es c r i b i óe nd et a l l eh as t as umu er t e( p orl ami s mac a us a )e n1 88 5,e s p ore l l oqu ea ho r al l e v as un omb r e .Nof u es i n oh as t a1 90 5q ueAl b er t oCa r t o n,u nmi c r ob i ó l o go per uanoi dent i fi cóel agent eet i ol ógi c odent r odel oser i t r oc i t os . L ae nf e r me da dh as i d oc o no c i d ad es d et i e mp osp r e i n c ai c o s ,e nd émi c aenPe r ú ,d on def u e i n i c i a l me nt ed es c r i t a ,p er ot a mb i é ns eh ai d en t i fi c ad oe nEc u ad oryCol o mb i a . L oss í n t oma ss onmu yv a r i a dos ,ya l g uno sdel o sp ac i e nt e sp ue dens eras i n t o má t i c os ,l a sd os pr es ent ac i onesc l ás i c ass onl af as eag ud ayl af as ec r ó ni c a,c or r es pondi endoal asdosc él ul as i nv adi dasporl abac t er i a( er i t r oc i t osenel c as oagudo,ycél ul asendot el i al esenel c as oc r ó ni c o) . F as eag ud a:Fi ebr e( nosos t eni dap er oma y ora39º C) ,pal i dez ,mal es t argener al ,hep at omeg al i a, i c t er i c i a,l i nf adenopat i ayes pl enomegal i a,anemi ahemol í t i c as ev er aei nmunos upr es i ón.Mor t al i dad s i nt r at ami ent o:4 0% a90% s i s eas oc i ani nf ec c i on esopor t u ni s t as .