Programa ¡ Hola, buenos días, mi señor y mi amigo! Quiero comenzar el día contigo y bendecirte por lo bueno que conmigo eres: me diste un camino estupendo en la vida, me entregaste un ideal para alcanzar, me has rodeado del afecto de tantos seres, a los que amo y me aman. Por favor, Señor, continúa a mi lado también hoy. Quiero sentir tu fuerza y ver siempre tu luz. Quiero contagiarme de tu alegría, para animar al hombre en la comprensión de las maneras que enseño. Quiero tratarlos a todos con bondad y justicia. Quiero hacerles sentir tu amor. Tu compañía me dará el gozo del deber cumplido. ¡ Hola, buenos días, mi señor y mi amigo! (Anthony de Mello)
1.- Pase de la escolta. 2.- Himno Nacional. 3.- Oración al Maestro. 4.- Charla alusiva a cargo del Presidente de la Promoción. 5.- Intervención musical a cargo de la banda de la 7ª división. 6.- Baile: “El Pescado” Exporto Brasil. 7.- Poema a cargo de la alumna del 3º “I” 8.- Entrega de un ramo de flores a la Srta. Margarita Sánchez Vidaurre. 9.- Intervención musical a cargo de la banda de la 7ª división. 10.- Baile: “El Gavilán” Alumnas del primer año. 11.- Poema a cargo de la alumna del 4º “J”. 12.- Baile: “Yo Quiero Bailar” Axe Bahía. 13.- Entrega de presentes a los profesores del tercero “C”. 14.- Baile: “Mueve la Pompa”. 15.- Intervención musical a cargo de la banda de la 7ª división. 16.- Grupo: “Sensación Juvenil” de Mochumí. 17.- Danza a cargo del Prof. Eduardo Muñoz. 18.- Baila mi cumbia por los alumnos del tercer año. 19.- Marinera: “Así baila mi Trujillanita” 20.- Himno al colegio.
06 d e Ju lio
Feliz Día Maestro
Responsables: í Promoción: “Juan Pablo II” 2005 í Educador: César Manuel Chapoñán Damián
[email protected]
Agradecimiento: í Dirección y Subdirección í Alumnos
Institución Educativa:
“Juan Manuel Iturregui” - Lambayeque -
Lectura “LA ESCUELA” La escuela como factor político y social José Antonio Encinas
U
na escuela no puede vivir bajo un régimen de catecismo político, donde las pocas actividades de un pueblo se reducen a una permanente loa al poder. La escuela deflagra a sus propósitos y se convierte en una institución colocada a merced de los caprichos del político ignorante y servil. Si la escuela es un laboratorio donde se analiza la conciencia humana; si lleva una fuerza ideológica; si es un jalón en el camino del progreso espiritual del hombre, necesita de la máxima libertad tanto político como académica. La escuela, así considerada, es un factor político de indiscutible importancia, cuya fuerza descansa en los ideales que persigue y en le maestro que los alienta. Pretender que la escuela viva al margen de la política y prohibir que el maestro sea un político es quitar a la escuela el impulso ideológico y todo el valor social. La escuela, en virtud de un acto esencialmente político, debe ir hacia el pueblo, confundirse con sus necesidades y con sus aspiraciones. Si la escuela se dedica simplemente a enseñar a leer o escribir, desempeña una función meramente administrativa, pero si la escuela interviene como elemento de primer orden en la vida social de un pueblo, dejando escuchar su voz, modificando la vida en determinado sentido, teniendo derecho a intervenir en ciertas actividades que beneficien y garanticen un bien común, entonces la escuela es un centro de agitación social y por consiguiente un elemento político.
Negar a la escuela o al maestro esta función ciudadana es circunscribir el acto político a la muy limitada tarea de censurar a un gobierno o a la sumarse a las mayorías. El hecho grave está en que permaneciendo la escuela ajena a estas agitaciones partidarias, se le cree culpable de intervenir en política, cuando pretender dar una nueva orientación ideológica, arrancando a las nuevas generaciones de una serie de perjuicio de orden religioso, económico, político y social. En este caso la escuela sufre una verdadera presión inquisitorial y no tiene otro camino que abandonar su acción social para sumarse a la serie de instituciones burocráticas que han momificado el espíritu de un pueblo…”
( Tomado de Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú; pp. 64 70)
Pensamientos “Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno un gran deseo de aprender” ( Arturo Graf) “El porvenir está en manos del maestro de escuela” (Víctor Hugo)
MI SEÑORITA BLANCA Iván Rodríguez Chávez Rector Universidad Ricardo Palma
A varias décadas de haber dejado las aulas escolares, mirando retrospectivamente, asoma a mi mente y a mi corazón la figura de una de mis maestras en la escuela primaria provinciana. Alta, delgada, joven, recién egresada de la Escuela Normal, se hizo cargo del tercero. En su quehacer diario implantó un nuevo estilo de trabajo, con concursos y actividad variada e intensa. Para todo el salón la señorita Blanca Miranda era distinta. Con ella, el aula respiraba una atmósfera de afecto, de buen ánimo, de confianza, de estudio sin tensiones. El castigo físico fue remplazado por el estímulo; la severidad por la sonrisa; el grito por la caricia. Durante ese año no hubo más reclusos. Sin preferencias discriminatorias protegió maternalmente a los más necesitados sin regatear su calidez para todos. Ese año era su primer año. Para nosotros, un nuevo mundo que nos llegó por suerte como un sueño. Un año después dejé la escuela y salí de la ciudad, pero estoy seguro que mi señorita Blanca siguió por el resto de su carrera como su primer año en aquel tercero en el que fui su alumno.
