INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD METZER
Silvia Fano Cassese
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
OBRAS DE DONALD MELTZER FRECUENTEMENTE CITADAS EN EL TEXTO*
1967 El proceso psicoanalítico, Buenos Aires, 1987 1973 Estados sexuales de la mente, México D.F., 2004 1975 et al., Exploración del autismo, Buenos Aires, 1984 1978 Desarrollo kleiniano, Buenos Aires, 1988 1984 Vida onírica. Una revisión de la teoría y la técnica psicoanalítica, Madrid, 1987 1986 et al. Metapsicología ampliada. Aplicaciones clínicas de las ideas de Bion, Buenos Aires, 1988 de la belleza. El papel 1988conflicto y Martha Harris,enLaelaprehensión del estético desarrollo, la violencia y el arte,
Buenos Aires, 1990 1992 Claustrum. Una investigación sobre los fenómenos claus trofóbicos, Buenos Aires, 3 997 1994 Sinceridad y otros trabajos. Obras escogidas de Donald Meltzer, Buenos Aires, 1997
*
Estas obras son citadas frecuentemente en el texto. Con el propósito de no distraer la lectura con la intercalación de datos bibliográficos, se señalan aquí sólo los títulos y ¡as fechas de publicación tanto de los srcinales ingleses como de las traducciones disponibles en español. En la bibliografía general se recoge la información completa
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
ÍNDICE Prólogo a la edición en español. .......
11
Introducción ....... .......
17
Prólogo a la edición en inglés ....... .
19
PARTE I: DE LA IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA AL. PROCESO PSICOANALÍTICO
Capítulo 1: Identificación proyectiva con objetos Internos. . . . . . . . . . . . . . . . .
25
A: Proyección e identificación proyectiva. . . .
25
B: Identificación proyectiva masiva. . . . . . .
28
C: Identificación proyectiva intrusiva con objetos; Pseudomadurez. . . . .
. . . .
. .
29
D: Identificación adhesiva; identificación proyectiva en la folie à deux....... ....
33
E: Identificación introyectiva . . . . . . . . .
36
Capítulo 2: El proceso psicoanalítico . . . . . . .
39
A: Proyección e identificación proyectiva.. . .
39
B: Las cinco fases del análisis . . . . . . . .
44
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
C: Recuperación del análisis, amo-análisis eltrabajoconlossueños. . . . . . . . . .
63
PARTE II: PERVERSIÓN, PSICOSIS Y VIDA ONÍRICA Capítulo 3: Estados sexuales de la mente. . . . .
69
A: Bases teóricas de la sexualidad y la perversión. .
69
B: Sexualidad infantil y sexualidad adulta . . . .
71
C:Terroryperversión. . . . . . . .
75
. . .
D: El objeto desmantelado, el objeto fetichista y el objetotransicional. . . . . . . . . . . . 79 Capítulo 4: Exploración del autismo. . . . . . . 83 A: Incapacidad de dimensionalidad.. . . . . . . 84 B: Mecanismos obsesivos primarios . . . . . . 91 C:Desmantelamiento. . . . . . . .
. . .
92
y del ambiente.. . . . . . . . . . . . .
94
D: Cualidades intrínsecas del niño autista psicosis infantiles de la temprana infancia: a diez años de Exploración del autismo . . . . .
E: “Las
Capítulo5:Vidaonírica. . . . . . . . . . . . A: La influencia de Bion en la teoría de Meltzer . . .
96 101 101
B: La crítica de Meltzer a la interpretación de los sueños de Freud . . . . . . . . . . . . . . . .
102
C: Las teorías de Klein y Bion . . . . . . . . . . . .
104
D: La teoría de los sueños como pensamiento inconsciente de Meltzer . . . . . . . . . . . . . . . .
106
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
PARTE III: LO SUBLIME Y LO OMINOSO Comentarios introductorios. . . . . . . . . . . . . 115 Capítulo 6: El conflicto estético y el interior enigmático. . . . . . . . . . . . . . . 119 A: El concepto de espacio interno . . . . . . . . . . 119 B: Conflicto estético . . . . . . . . . . . . . . . . . 120 C: Reciprocidad estética . . . . . . . . . . . . . . .
121
D: Tres aspectos importantes del conflicto estético . 122 Capítulo 7: El Claustrum: El mundo interno experimentado desde adentro . . . . . . . . . . . .
125
A: El terror inexpresable del claustrum y de lo ominoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
125
B: El Claustrum y los compartimientos del mundo interno. . . . . . . . . . . . . . . . . .
127
C: El mundo de la psicosis . . . . . . . . . . . . . .
135
D: Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138 Apéndice 1: ¡He sido hecho a su manera¡ Una entrevista con Donald Meltzer Catherine Mack Smith . . . . . . . . . .
141
Apéndice 2: Aprendiendo de la experiencia con Donald Meltzer Gina Ferrana Mori. . . . . . . . . . . .
Indice analítico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
153 163
PARTE I
DE LA IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA AL PROCESO PSICOANALÍTICO
CAPÍTULO 1 IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS A: PROYECCIÓN E IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA
Existe un término recurrente en el trabajo de Donald Meltzer: identificación proyectiva, Se encuentra tanto en esta forma (de acuerdo con la definición kleiniana), como en conjunción con otros términos cuando se trata de describir situaciones específicas, a veces patológicas. Antes de examinar el mecanismo de la identificación proyectiva con objetos internos, uno de los conceptos teóricos básicos de Meltzer, revisaré brevemente el concepto de proyección en el trabajo de Freud y el de identificación proyectiva en el de Melanie Klein y W. R. Bion. Muchos otros autores han discutido la identificación proyectiva; aquí me referiré sólo a aquellos cuyas ideas han influido en Meltzer y han sido desarrolladas en su trabajo. De acuerdo con la teoría clásica freudiana, la proyección es un mecanismo de defensa en el que una persona atribuye a otras, tendencias, deseos, que no reconoce en sí misma. En una carta de 1985 a Wilhelm Fliess, Freud5 considera la proyección como algo normal: “si algo nos esfuerza a apartarnos del srcen interno [de una experiencia] naturalmen5
Sigmund Freud (1895), “Manuscrito H. Paranoia”, en “Fragmentos de la correspondencia con Fliess”, SE, 1, p. 247; AE, I, p. 249
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
te recurrimos al srcen externo”. Pero también la considera como el mecanismo de defensa típico de la paranoia, en el cual la experiencia primaria es reprimida, proyectada en alguien más, sólo para regresar en forma de persecución, delirios y alucinaciones. Klein propuso el concepto de identificación proyectiva con referencia a la posición esquizoparanoide, que describió como la primera fase en la vida del bebé. Esta fase se caracteriza por la necesidad de eliminar la ansiedad y los impulsos destructivos a través del mecanismo de defensa de la escisión: las partes escindidas son proyectadas en un objeto, que queda entonces identificado con esas partes; por ejemplo, si el bebé ha proyectado sus impulsos destructivos en el pecho de la madre, pareciera que éste ha sido destruido y, en situaciones de ansiedad y frustración, relación de alimentación puede ser experimentada como lalaingestión de algo dañado. Para citar a Klein: “En la medida en que la
madre pasa a contener las partes malas del yo, no se la siente como un ser separado, sino corno el yo malo.”6 Este proceso es equilibrado por otro mecanismo de defensa: la introyección del objeto bueno. Una vez que el objeto bueno es internalizado, no sólo defiende de la ansiedad, sino que pone los cimientos del yo. Laelidentificación proyectiva si eshabique todo self es proyectado en elpuede objeto;sersinmasiva, embargo, tualmente Klein se refiere a partes proyectadas del self. Hanna Segal7 nota que en la visión kleiniana de la identificación proyectiva, no es necesariamente un impulso lo que se proyecta; partes del self o del cuerpo (por ejemplo, el pene o la boca del bebé) o productos corporales (heces, orina) pueden también ser proyectados, en la fantasía, en el 6
Melanie Klein, “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides”,p. 17. 7 H. Segal, Melanie Klein. 26
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
cuerpo de la madre, que queda entonces identificado con las partes proyectadas. Esto ocurre con el fin de evacuar partes no deseadas del self o para controlar al objeto, o dañar y poseerlo. Las partes buenas pueden también ser proyectadas en el objeto, en cuyo caso éste, idealizado y reintroyectado, se vuelve la base del narcisismo. En tanto que Klein hizo hincapié en los aspectos defensivos de la identificación proyectiva, Bion, como Betty Joseph (1987)8 demostró, añadió la dimensión de comunicación en la relación primaria madre-bebé. Según Bion, la identificación proyectiva no puede ser considerada simplemente como una fantasía concerniente a un objeto, sino que es vista como una operación destinada a comunicar algo a un objeto capaz de contener la fantasía. El objeto continente recibe y modifica la proyección, que puede ser regresada al individuo sin la ansiedad srcinal. Para Bion, la identificación proyectiva es considerada una manera de aprender acerca de las propias emociones a través de explorarlas en otros. El bebé proyecta (o evacúa) sus experiencias sensoriales y sus emociones primarias; después de ser transformadas por el pensamiento de la madre(función alfa) en emociones más tolerables, pueden ser usadas por él como elementos de experiencia (elementos alfa). En esta teoría, la identificación proyectiva juega un papel fundamental como la fuente de la formación de símbolos y pensamientos en el bebé (a través de la ensoñación [reverie] de la madre y la función alfa, que contiene y da sentido a las emociones). El mismo proceso es repetido en la relación analítica (a través de las proyecciones del paciente y la contratransferencia e interpretación del analista). Meltzer se refiere tanto a la definición de Klein como al concepto de Bion de identificaciónproyectiva, pero los desa8
Betty Joseph, “Identificación proyectiva: algunos aspectos clínicos”. 27
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
rrolla en varias direcciones. A lo largo de su obra se encuentran referencias a diferentes tipos de identificación proyectiva, empezando con laidentificación proyectiva masiva.
B: IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA MASIVA Esta es descrita por Meltzer como un mecanismo de defensa al que se acude con el fin de evitar la ansiedad de separación. Partes masivas del self son proyectadas en el objeto y de esta forma se confunden con él: borran las fronteras entre el objeto y el self, y permiten la negación de la separación Este concepto de identificación proyectiva masiva, al que Meltzer se refiere en sus primeros trabajos,9 es abandonado más tarde en favor de una descripción más cualitativa que cuantitativa. Meltzer no se interesa más por cuánto del yo es proyectado en otra persona, sino en qué parte la otra persona se dan la proyección y la identificación. Sus descripciones subsecuentes10 destacan las características del espacio interno específico en el que la intrusión y la confusión ocurre y conceden menos importancia a la identificación proyectiva masiva como la necesidad de retornar y fusionarse con el cuerpo de la madre. El interior del cuerpo de la madre se diferencia, en la teoría de Meltzer, en varios compartimientos, cada uno de los cuales puede volverse objeto de intrusión, con el riesgo de quedar atrapado claustrofóbicamente en ellos. Se discute este aspecto en la parte dedicada a la teoría del claustrum (Capítulo 7). 9
“La relación entre la masturbación anal y la identificación proyectiva”
(1965), recogido en Claustrum, pp. 11-28; véase también, El proceso spicoanalític o. 10
El proceso psicoanalítico: veinte años después, el marco del encuentro psi-
coanalítico y la recolección de la transferencia”, en Sinceridad… .; ver también,
Claustrum. 28
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
La especificació n sobre los diferentes espacios de intrusión no invalida, en mi opinión, el concepto de identificación proyectiva masiva, útil para definir la tendencia general (particularmente en pacientes psicóticos o fronterizos) de eliminar los límites entre el self y el objeto frente a la ansiedad de separación. En la contratransferencia, produce lo la sensación de ser invadido masivamente poresto el paciente, que puede ser más tarde analizado con el fin de definir el arca de intrusión. Esto nos lleva a otro aspecto de la identificación proyectiva: la intrusió n en objetos internos .
C: IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA INTRUSIVA CON OBJETOS INTERNOS; PSEUDOMADUREZ
La identificación proyectiva puede ser usada no sólo para proyectar en los objetos externos, sino también en los objetos internos. De acuerdo con Meltzer, esto es lo que ocurre cuando el niño explora el interior de su propio cuerpo mientras fantasea con la intrusión en el cuerpo de la madre. Meltzer se refiere a una fantasía inconsciente de introducirse en un objeto que se confunde con el self. En su trabajo sobre la identificación proyectiva con el objeto interno,11 Meltzer propone una relación entre la exploración anal del niño y la identificación proyectiva con el interior de la madre (los contenidos idealizados del recto). Sin embargo, como se verá más tarde, diferentes espacios pueden ser usados para la identificación proyectiva de partes del self. Con el fin de comprender el concepto de identificación proyectiva con un objeto interno, la ilustración que Meltzer elabora es muy esclarecedora. Al principio de la etapa anal
11
“La relación entre la masturbación anal...”, loc. cit. 29
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
el niño ha sido destetado, los mecanismos de escisión e idealización funcionan menos eficientemente; la madre exige más autonomía y control de esfínteres y el niño se siente amenazado, en la fantasía o la realidad, por el nacimiento de un nuevo hermanito y, en consecuencia, puede sentirse hostilizado y abandonado por la madre. El propio cuerpo del niño, así como el de la madre, se han vuelto expertos en contener partes malas, sucias y peligrosas. El pecho perdido se idealiza (como la fuente de alimentación y de todos los sentimientos buenos) y el niño fantasea su recuperación dentro de su propio cuerpo. Esto ocurre, de acuerdo con Meltzer, porque la masturbación anal es acompañada por la fantasía de penetrar el cuerpo de la madre, de robar los contenidos idealizados del recto, creando así una confusión ilusoria de identidad entre el interior del cuerpo del niño y el de la madre. Como dice el propio Meltzer, “se confunden las nal gas del bebé con las de la madre, y ambas son equiparadas a los pechos de esta última.”12
Esta identificación ilusoria con la madre interna borra la diferenciación entre el niño y el adulto, pues el niño ya no necesita separarse de la madre y en cierto sentido se vuelve la madre. Estos niños se comportan como adultos: se adaptan a los requerimientos externos y son con frecuencia niños modelo, pero su adaptación es superficial. Meltzer llama pseudomadurez a esta constelación de carácter, y surge de la identificación proyectiva con un objeto interno. El objetivo de este mecanismo de defensa es negar la separación y la dependencia del adulto a través de la confusión con el objeto idealizado. Así, estos niños crecen sin desarrollar una madurez emocional o individuación reales, sin enfrentar sus conflictos edípicos y sin separarse del objeto interno con el 12
Claustrum,p. 13. 30
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
que se identifican. Meltzer 13 ha comparado esta constela14 y con la personalidad ción con el “falso self” de Winnicott “como si” de Deutsch.15 La pseudomadurez se muestra, de hecho, muy similar al “falso self ” descrito por Winnicott;
sin embargo, en mi opinión, existen diferencias sustanciales y es importante tenerlas en mente en la relación terapéutica. En la teoría de Winnicott el “falso self” se construye a partir de la conformidad, con los requerimientos del ambiente. La función del “falso self” es defender y escon der el “self verdadero”. Ocurre entonces un proceso de escisión en el que el falso self puede organizarse en diferentes niveles, que van desde uno extremadamente patológico, en el que el falso self se convierte en el self verdadero, a un nivel más "normal”, en el que el falso sel f representa la actitud social delLaindividuo. Existen, además, entre estos dos. pseudomadurez, por su otros parte,niveles está íntimamente relacionada con el principio de la etapa anal, que usualmente coincide con los requerimientos de autonomía por parte del ambiente. Como hemos visto, el propósito de este mecanismo de defensa es negar la dependencia y la separación: la hostilidad y la ansiedad de separación producen que el niño se identifique con la madre interna idealizada. Así, en la base de la pseudomadurez encontramos confusión de identi-
dad entre el interior proyectiva del self y elintrusiva. interior de la madre, debido a la identificación En los niños, la personalidad pseudomadura se caracteriza por un comportamiento modelo con los adultos, tanto en la escuela como en la casa, donde desarrollan su potencial al 13 El 14
proceso psicoanalítico.
Donald Winnicott, “La distorsión del yo en términos de self verdadero y
falso" (1960) en Los procesos de maduración y el ambiente facilitador. Helen Deutsch, “Some Forms of Emotional Disturbance and th eir Relationships to Schizophrenia”. 15
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INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
máximo y muestran grandes habilidades verbales, además de una tendencia a sentirse superiores y mandones con los otros niños. Estas actitudes pueden colapsarse en situaciones de frustración o crítica; entonces, revelan una ansiedad y hostilidad intensas y muestran comportamientos sumamente violentos (como berrinches, crueldad hacia los animales, embarramiento fecal, acusaciones de maltrato por parte de los padres, etc., para citar sólo algunas de las reacciones registradas por Meltzer). En los adultos, la estructura de la personalidad pseudomadura permite la adaptación superficial y el éxito social, pero éstos, sin embargo, se acompañan de sentimientos de fraudulencia y gran soledad interna. Meltzer señala cómo estos rasgos de carácter típicos se reflejan en el análisis de los pacientes pseudomaduros. Estos tienden a establecer una transferencia positiva idealizada y una “pseudo -colaboración”, en la que el objetivo es ser aprobados y convertirse en pacientes modelo. Cuando esto no sucede, se mira al analista como inexperto o envidioso, o sádico, pues es incapaz de entender al paciente, y la transferencia se vuelve negativa o erótica. En la contratransferencia, el analista se puede sentir como el padre un niño (quienetc.) necesita ser admirado por su actituddeadulta, nomodelo ser criticado, y puede tomar fácilmente el papel de un padre (o analista) coludido con la idealización. En la experiencia de Meltzer, con este tipo de pacientes es mejor no interpretar muy pronto, sino trabajar en resolver la idealización del self y la falsa independencia denunciando el comportamiento pseudomaduro y ayudando al paciente a hacer uso de la proyección sobre el pecho analítico para aliviar la ansiedad. En sus sueños, estos pacientes con frecuencia representan la comida como heces idealizadas, situaciones idealizadas en el baño, situacionesintrusivaso masturbatorias... 32
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
En un trabajo posterior,16 Meltzer sugiere el uso de una terminología que integra las definiciones de Klein y Bion con las aportaciones propias. Cabe señalar que el término ‟‟identificación proyectiva masiva” ya no se usa . Es más, parecería que “identificación intrusiva” y el conce pto de “claustrum”, en conjunción, cubren el concepto de “iden tificación proyectiva con un objeto interno‟‟. Las definiciones de los términos utilizados por Meltzer, y de la manera en que se emplean en lo sucesivo en este libro, pueden resumirse en los siguientes puntos: Identificación proyectiva:es usada en el sentido de Bion, como una fantasía inconsciente con el propósito de comunicar. Se trata del mecanismo básico de aprendizaje por la
experiencia. Continente: interior del objeto que recibe y regresa la identificación proyectiva. Identificación intrusiva: es usada en el sentido kleiniano como mecanismo de defensa y fantasía omnipotente inconsciente. Consiste en el uso patológico de la identificación proyectiva para invadir el objeto externo (Klein) o el objeto interno (Meltzer). Claustrum:se refiere al interior del objeto penetrado por la identificación intrusiva. D: IDENTIFICACIÓN ADHESIVA; IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA EN LA FOLIE A DEUX
Para completar nuestra exploración acerca de la identificación proyectiva enla obra de Meltzer, es necesarioconsiderar 16
Metapsicología ampliada 33
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
dos aspectos más: el primero, la identificación adhesiva, se refiere a la incapacidad para usar el mecanismo de identificación proyectiva; el segundo, lafolien à deux, se refiere, al contrario, a las identificaciones proyectivas excesivas en las dos direcciones (de sujeto a objeto y viceversa). En su libro sobre el autismo17, Meltzer toma uno de los conceptos de Esther Bick18 y discute la identificación adhesiva. La considera como una falla de la identificación proyectiva debida a la incapacidad primaria de algunos niños para acudir a la función continente del objeto. Estos niños son incapaces de formar el concepto de espacio interno en el objeto. Se identifican entonces con un objeto que no tiene “interior” (un objeto tridimensional) y sólo se pueden identificar adhesivamente conlasufolie superficie Capítulo 4, SecciónenA).la En el caso de à deux,(ver el niño se proyecta madre, pero la madre también se proyecta en el niño; estas dobles identificaciones proyectivas tienden a coincidir y confundirse, así que se da una situación en la que no es posible distinguir lo que pertenece a uno o a otro. La identificación adhesiva y la folie à deux son dos características patológicas narcisistas de la identificación. No deben confundirse con lo que Meltzer la ha descrito, en sus primeros escritos, como identificación proyectiva masiva o con otras formas de identificación proyectiva referidas más arriba.
17 18
Exploración del autismo. Esther Bick, “La experiencia de la piel en las tempranas relaciones de objeto”. 34
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
TABLA 1: PROYECCION, IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA, IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
FREUD El srcen interno del impulso no es reconocido o no es tolerado.
KLEIN Partes escindidas del self.
BION Experiencias sensoriales y emociones “no digeridas”.
MELTZER Ansiedad de separación sentimientos de abandono y hostilidad hacia la madre (quien alimenta al padre y a los bebes internos).
Los impulsos son repri- Retorno de los impulsos midos y proyectados exter- reprimidos en forma de namente como defensa. persecución, delirios y alucinaciones
Proyectadas dentro de un El objeto es identificado con objeto externo para elimi- las partes escindidas (objeto nar partes del self. no separado sino partes del self).
Identificación proyectiva con un objeto externo con el fin de comunicar un estado mental.
Continencia, modificación y restitución (aprender hacerca de las emociones explorándolas en otros).
Identificación proyectiva Identificación delirante con con un objeto interno la madre interna. (madre interna) para negar la separación. Confusión de identidades. Masturbación anal acom- Pseudomadures. pañada por la fantasía de introducirse en el cuerpo de la madre para recuperar el pecho idealizado.
35
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
E: IDENTIFICACIÓN INTROYECTIVA Por identificación introyectiva, Meltzer19 se refiere a la introyección de una experiencia de relación de objeto que modifica las cualidades y capacidades de un objeto interno correspondiente. La introyección ocurre en el cierre de esta experiencia; esto es, cuando el objeto interno mismo se vuelve el modelo de las aspiraciones e identificaciones del self. La identificación introyectiva es posible sólo si el objeto es libre de “ir y venir”, como en la posición depresiva. Así
pues, la identificación introyectiva estará influida por la pérdida del objeto, más que por la necesidad de representar al objeto ausente en el pasado y en el futuro. En esta definición, Meltzer considerade que está más ycerca de la que ideadede Bion20 de la “suspensión la memoria el deseo”, la visión kleiniana de identificación introyectiva. Klein describió la identificación introyectiva como el mecanismo de defensa primario (junto con la escisión y la proyección) para sobrellevar la ansiedad destructiva y persecutoria a través de la introyección e identificación con el pecho bueno idealizado (después con un objeto completolo suficientemente bueno y fuerte para resistir los ataques destructivos). Meltzer cuestiona la visión de Klein acerca del papel, predominante de las buenas experienciasen la introyección.Siguiendo 21 sosel concepto de Bion de “aprender de la experiencia”, tiene que las experiencias de dolor mental (como el destete, el nacimiento de un hermano, la escena primaria, la muerte de un objeto querido) y su aceptación y asimilación, tam19
“Una nota sobre los procesos introyectivos” (1978), en
20
W. R. Bion, Atencióninterpretación e .
.
21 W.R. Bion, Aprendiendo de la experiencia
36
Sinceridad.
IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA CON OBJETOS INTERNOS
bién forman parte del proceso introyectivo y se vuelven parte del self. Más adelante (Capítulo 4) veremos cómo Meltzer desarrolla esta visión de identificación introyectiva en su teoría de dimensionalidad y cómo en Estados sexuales la mentela (ver Capítulo 3) discute la importancia, en la de adolescencia, de la identificación introyectiva con el objeto combinado.
37
CAPÍTULO 2 EL PROCESO PSICOANALÍTICO A: EL ESCENARIO DEL ENCUENTRO ANALÍTICO De acuerdo con Meltzer, el proceso psicoanalítico consiste en una secuencia de fases cuya evolución puede ser vista a través de las modificaciones de la transferencia. Estas fases se siguen unas a otras de acuerdo con una “historia natural”. Pueden ser percibidas y comprendidas cuando se lleva a cabo un estudio posterior del material clínico, más que durante las sesiones mismas. La secuencia de fases que emerge de la observación de la evolución de la transferencia puede ser comparada con el desarrollo de las primeras relaciones de objeto; es decir, que va de dependencia a la autonomía. Una secuencia puede ser observada, algunas veces, dentro de una sola sesión, durante una semana o un periodo más extenso. El analista ayuda a iniciar el proceso psicoanalítico y alienta la continuidad del proceso creando un encuadre en el que la transferencia puede encontrar maneras de expresarse. El encuadre debe contener algunos requerimientos con el fin de favorecer la expresión de la relación transferencial, como se esboza más abajo. La modulación de la ansiedad El encuadre debe permitir la modulación de la ansiedad. Esto significa que debe dar al paciente la posibilidad de expe-
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
rimentarlo repetidamente como un lugar en el que “la expre sión de sus procesos transferenciales no será satisfecha mediante la actividad contratransferencial, sino solamente mediante la actividad analítica”.22
En El proceso psicoanalítico, Meltzer establece una diferencia entre la modulación de la ansiedad (“modular” signifi ca regular, atenuar, ajustar, variar el tono o la intensidad, etc. y la modificación de la ansiedad que ocurre como resultado de la interpretación. En su artículo, “El proceso psicoanalítico:veinte años despues”, Meltzer revisa algunos aspectos teóricos, incluyendo
el concepto de la modificación de la ansiedad: considera esta modificación como una consecuencia de la evolución de la transferencia más que como una consecuencia de la interprenación. La interpretación se define, entonces, como uno de los factores que favorecen el desarrollo y la madurez, sólo mientras tome lugar dentro de la relación transferencial. Al principio, el paciente tiende a actuar en la transferencia y por esta razón las acciones y el comportamiento del analista son más importantes que la comunicación verbal. Una interpretación correcta tendrá menos impacto en el paciente (en el sentido de la modificación del comportamiento) que la capacidad del analista para contener y controlar la transferencia con una respuesta contratransferencial adecuada. La situación de transferencia y contratransferencial puede ser reconocida por el paciente y usada con el propósito de comprender en lugar de actuar. Así, el concepto de modulación de la ansiedad, como un proceso distinto del de modificación de la ansiedad, queda abandonado. La modificación de 1a ansiedad incluye ahora aquellos aspectos de la relación transferencial y contratransferencial que Meltzer incluyó dentro de la modulación de la 22
El proceso psicoanalítico p. 21. 40
EL PROCESO ANALÍTICO
ansiedad, y la interpretación se vuelve una función dentro de esta relación. En este trabajo posterior, Meltzer no desestima de ningún modo la importancia fundamental de la interpretación, pero sí pone énfasis en que es ineficaz en la ausencia de un contexto de relación. También hace hincapié en que la efectividad de la interpretación depende de su “riqueza, claridad y economía”.23 Reglas en el encuadre Aun cuando se considera que Meltzer es bastante flexible y poco convencional en comparación con los analistas ortodoxos, su larga experiencia lo ha llevado a distinguir entre las reglas esenciales, por una parte y los posibles “incumplimientos de la técnica”, por otra, los que cree que pueden ser
positivos mientras el analista sepa lo que está haciendo y por qué. De esta forma, la mayoría de las siguientes reglas tiene sus excepciones. El encuadre debe ser simple y estable, con el fin de minimizar la posibilidad de cualquier in fluencia externa. En “El proceso psicoanalítico: veinte años después” Meltzer sugiere que todas las sesiones de la semana deben tener lugar a la misma hora; sin embargo, el horario puede ser modificado, como excepción, por petición del paciente (a menos que durante la terapia esto haya demostrado tener un impacto negativo en los resultados). No aprueba el trabajo en casa, pues esto produce sentimientos de exclusión y curiosidad acerca de la vida privada del analista. Meltzer no cree en seleccionar a los pacientes, pues mantiene que es imposible predecir el resultado del análisis. 24 23
“El proceso psicoanalítico: veinte años después...”, loe. cit., p. 484.
24
La predictibilidad característica ciencia; Meltzer psicoanálisis un arte. VeresCresta Scacciatidey la Fano Cassese (1998) considera “Interviewalwith Donald Meltzer”, en Contrappunto, 22. 41
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
Después de la entrevista en la que se establecen las fechas de vacaciones, los honorarios (que pueden ser distintos depediendo de la situación económica del paciente) y demás, se establece la fecha para el inicio del análisis. En la primera sesión analítica, Meltzer comunica principios básicos del método analítico como la ventaja de usar el diván, la regla fundamental y la importancia de los sueños. También explica que los primeros tres meses de análisis deben ser considerados como una fase experimental, con el fin de determinar si se ha puesto en movimiento el proceso psicoanalítico. La característica más importante del encuadre consiste, sin embargo, en lo que Meltzer llama la actitud, psicoanalítica: el estado mental del analista y la atmósfera que el analista puede crear y mantener en el consultorio. La actitud psicoanalítica es la condición para poner en movimiento el proceso psicoanalítico. Examinemos ahora más de cerca este aspecto fundamental del encuadre. La actitud psicoanalítica Una vez que el encuadre ha sido establecido, la actitud del analista debe favorecer la recolección y la evolución de la transferencia. Las cualidades de la actitud psicoanalítica son esencialmente parentales. Entre éstas, Meltzer destaca la
amabilidad, la paciencia y la no intrusividad. La actitud psicoanalítica crea una atmósfera gracias a la cual las partes infantiles del self son atraídas y liberadas en el consultorio Estas partes aparecen, primero, en “forma de fragmentos d e acting in o acting out, de recuerdos y sueños”.25 Cuando esos fragmentos han sido recolectados y reconocidos como parte de la transferencia infantil el proceso psicoanalítico ha sido puesto en movimiento. La actitud psicoanalítica puede ser 25
"El proceso psicoanalítico:veinte años después...”, en Sinceridad., p. 488. 42
EL PROCESO ANALÍTICO
expresada en las siguientes palabras: “„Soy su analista, una figura externa; recibo sus proyecciones pero no estoy dominado por ellas; soy todavía capaz de comunicarle mis pensamientos‟”.26 En este encuadre, el analista debe favorecer una alianza con el nivel más maduro de la mente del paciente. Meltzer lo llama la parte “adulta” tanto en los niños como en los adultos porque es esta parte la que está identificada introyectivamente con los objetos internos adultos. Esta alianza es similar tanto en los adultos como en los niños. Meltzer utiliza la palabra “cooperación” cuando se
refiere a los adultos para subrayar la responsabilidad del paciente en la terapia, mientras que con los niños utiliza inicialmente la palabra “trabajo” porque la responsabilidad de la terapia es al principio de los padres y sólo más tarde del niño.27 El propósito del trabajo analítico es traer los procesos inconscientes a la conciencia de tal modo que el paciente pueda pensarlos y comunicarlos (pensamiento verbal) más que actuarlos. Esto significa que el analista puede contener los aspectos infantiles de la mente del paciente y comunicárselos a través de las interpretaciones y así contribuir a la capacidad para el insight. El propósito del análisis es que la parte adulta de la personalidad tenga más control sobre el órgano de la conciencia y sobre el comportamiento. Esto conduce no sólo a una mejor cooperación en la terapia sino, a largo plazo, desarrolla la capacidad para el autoanálisis. Para Meltzer, el análisis es un método que lleva al autoanálisis, es decir, a un modo de vida más responsable a través del insight. Además, en particular con respecto a los niños, el análisis promueve las propias tendencias del paciente hacia el desarrollo y pone en movimiento el impulso normal hacia la integración. 26 27
El proceso psicoanalítico, p. 146. Ibid., p. 116. 43
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
B: LAS CINCO FASES DEL ANÁLISIS Como hemos visto, el proceso psicoanalítico ocurre de acuerdo con la evolución de la transferencia, que Meltzer distingue en cinco fases: Fase1: La recolección y profundización de la transferencia La primera fase puede durar desde algunas semanas a algunos meses. Meltzer la considera como una etapa introductoria, en la cual se establece una muy privada y responsable alianza de trabajo con las partes maduras del self del paciente. Ya hemos visto como esto se hace posible gracias a encuadre y a la actitud psicoanalítica, que favorecen la expresión del material a interpretar. La primera fase del proceso psicoanalítico está subdividida en dos partes: la recolección y la profundización de la transferencia.
La recolección de la transferencia (interpretaciones exploratorias; La transferencia preformada; temperatura y distancia) Meltzer señala cómo los niños tienden a externalizar sus objetos internos y después a establecer una relación transferencial con ellos en el mundo exterior, de tal forma que los adultos (por lo tanto el analista) son experimentados como objetos sustitutos de su objeto interno. El objeto interno también se exterioriza cuando el niño está en acting out. En los niños, el análisis se facilita gracias a esta tendencia, mientras que en los adultos el carácter está más “cristalizado”, lo que produce que los patrones de transferencia con los objetos externos tiendan a ser más rígidos. Sin embargo, una porción bastante grande de la vida del adulto está, influida y “contaminada” por partes infantile s. Por estas razones, tanto en los niños como en los adultos, la primera fase del análi44
EL PROCESO ANALÍTICO
sis se caracteriza por el acting en la transferencia. A diferencia de otros objetos externos, sin embargo, el analista no responde actuando, sino recibiendo, comprendiendo y conteniendo (en el sentido de Bion) las identificaciones proyectivas. El paciente experimenta el hecho de que el analista no está dominado por la ansiedad y el dolor, atado a estas proyecciones que entonces son devueltas al paciente en una forma más tolerable. Este tipo de “entendimiento” de pa rte del analista con frecuencia precede a la interpretación verbal; da al paciente “el alivio de ser comprendido”. En esta
fase, Meltzer también sugiere el uso de interpretaciones "exploratorias”.
Con la experiencia de los años en su trabajo de analista y supervisor Meltzer perfeccionó su técnica y se preocupó por definir su método personal dentro del marco del método kleiniano. Estas contribuciones teóricas se acercan con frecuencia a los aspectos no verbales de la relación y abren nuevas áreas y dan más flexibilidad en comparación con el método psicoanalítico tradicional (Meltzer ha sido criticado por las escuelas oficiales de psicoanálisis por su heterodoxia). En su trabajo sobre temperatura y distancia,28 Meltzer muestra cómo, en su manera personal de trabajar, da más espacio a lo que llama “ingenuidad técnica”. Se traía de un
aspecto más creativo de la interpretación y de la situación analítica que consiste en compartir y expresar los pensamientos fluctuantes del analista con el paciente. El objetivo es “alentar el enriquecimiento del material para que los procesos intuitivos inconscientes de analista y paciente funcionen con mayor amplitud”.29 Cuando una interpretación adecuada (en el sentido metapsicológico clásico) no puede 28 Ver, “Dimensiones técnicas de la interpretación: la temperatura y la distanza” (1976), en Sinceridad. 29
Ib id., p. 371. 45
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
ser definida claramente en la mente del analista, sus meditaciones y pensamientos exploratorios durante la sesión pueden ser usados, según Meltzer, para formular interpretaciones generales exploratorias que faciliten la emergencia de material. De esta forma, Meltzer se siente menos constreñído en su trabajo analítico que aplicando el método kleiniano de manera estricta, el que, como subraya Meltzer, desde el principio interpreta todos los materiales sobre la base de la ansiedades tempranas. El uso exclusivo de este tipo de interpretación, piensa, puede alentar la pasividad y la dependencia. El timing de la interpretación también se considera un restricción de la comunicación espontánea, que puede reflejar una actitud de secreto y omnipotencia en el analista. Compartir los pensamientos exploratorios mientras se despliegan, sin deformar el proceso psicoanalítico y sin actuar la transferencia, no es tan fácil como parece. Es necesarjo, dice Meltzer, establecer la temperatura y la distancia correctas en la relación. La temperatura se refiere al lenguaje del pensamiento exploratorio, los aspectos emocionales que la voz del analista comunica a través del tono, ritmó volumen, etc. La modulación de estos elementos musicales de la voz crea la temperatura de la comunicación y la atmósfera emocional de la relación. La modulación de la distancia entre el analista y el paciente se obtiene con un uso variado del lenguaje, vocabulario y contenido, de acuerdo con la parte de la personalidad del paciente con la que el analista esté tratando de comunicarse (la parte adulta, la parte infantil, las partes escindidas). El diferente uso del lenguaje por parte del analista refleja las expresiones lingüísticas de las diferentes partes de self traídas a la transferencia por el paciente. El analista debe crear una situación en la que estos diferentes niveles de comunicación interactúen: el nivel infantil más profundo que usa la identificación proyectiva 46
EL PROCESO ANALÍTICO
para comunicar; el nivel verbal usado para la comunicación externa y el nivel poético que expresa el mundo interno propio. Creo que podemos relacionar ¡a idea de temperatura y distancia de Meltzer con lo que él ha definido como las cualidades parentales del analista. Sabemos la importancia de la modulación de la voz de la madre y su capacidad de estar presente, pero a la distancia correcta de acuerdo con la situación y su capacidad de darle al bebé seguridad y confianza en el objeto y en el self. Regresando a la recolección de la transferencia, en esta fase puede haber mejoras muy rápidas de los síntomas clínicos fuera de la situación analítica. Otro aspecto típico de esta fase es la transferencia preformada en la que los pacientes tienden a imponer un cierto papel al analista. Con los niños, es usualmente un maestro o un doctor, mientras que los adolescentes y adultos ven al analista de una manera estereotipada, como se muestra en las películas, novelas, etc. La transferencia preformada desaparece rápidamente si el analista se rehúsa a conformarse con el papel y se concentra en el material clínico.
La profundización de la transferencia (La ansiedad de separación y la identificación proyectiva maciva (confusión geográfica) Como ya hemos visto, cuando se describe la recolección de la transferencia, los procesos transferenciales tienden a expresarse en respuesta a un encuadre en el que la ansiedad del paciente se alivia a través de una actitud psicoanalítica de entendimiento. Esta situación se ve interrumpida por la primera separación (el fin de semana, vacaciones), lo que desata ansiedades profundas vinculadas a problemas infanntiles de separación-individuación. Las defensas iniciales frente a la experiencia de separación se muestran a través de 47
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
ataques: los niños, por ejemplo, pueden volverse destructivos, robar juguetes u objetos del consultorio, irse antes de que termine la sesión; los adultos tendrán toda una variedad de problemas concernientes al pago de las tarifas, tiempo de las sesiones, comunicación con el analista, etc. En estos casos, es necesario analizar la ansiedad subyacente y mantener un encuadre estrictamente riguroso. Sin embargo, el mecanismo de defensa principal en respuesta a los sentimientos de abandono es la identificación proyectiva masiva, que consiste en negar la separación haciendo borrosos los límites entre el self y el objeto en la transferencia, produciendo lo que Meltzer llama confusión geográfica. En situación es considerada como el comienzo propiamente del tratamiento, pues pone el proceso psicoanalítico en movimiento. Meltzer examina las siguientes motivaciones como base de la identificación proyectiva masiva:30
Incapacidad de tolerar la separación debido a una dependencia total del objeto externo para mantener la integración (por ejemplo, en el autismo); Necesidad de control omnipotente del objeto debido a un defecto en el proceso de escisión-idealización (que impide la distinguir 31 entre bien y mal); Envidia (encapacidad el sentidode kleiniano); Celos posesivos primarios. como pueden observarse en niño autistas o en niños con baja disposición al desarrollo, en quienes la tendencia a la identificación proyectiva masiva es el resultado de su deseo de regresar a dormir dentro de la madre, con el fin de poseerla;
Muchos de estos aspectos se desarrollan en trabajos posteriores, partícularmente en Estados sexuales de la mente., Exploración del autismoy Claustrum. 30
31
M. Klein, “Envidia y gratitud”. 48
EL PROCESO ANALÍTICO
Ausencia de confianza en el objeto, lo que produce la necesidad de introducirse en el objeto a partir del engaño (como en las perversiones o la paranoia) y puede llevar a una sensación de atrapamiento dentro delobjeto (claustrofobia) Exceso de ansiedad persecutoria (terror sin nombre de Biorn32). Algunas de las siguientes manifestaciones típicas de la identificación proyectiva masiva pueden ser observadas en el análisis con niños y también pueden ser aplicadas, mutatis mutandis, a los adultos:
Uso del cuerpo del analista como parte del self: Uso del cuarto de juego como el interior de un objeto (y del analista como un objeto parcial dentro del cuarto); Inversión de los papeles niño-adulto; Control omnipotente sobre el analista.
La descripción anterior de la identificación proyectiva masiva (como ha sido señalada en el Capítulo 1) fue revisada y reclamada por Meltzer en sus estudios sobre el claustrum. La idea general de la identificación proyectiva masiva fue abandonada; en su lugar se exploran modos más específicos de penetración en el objeto y confusión con él, así como las características del interior del objeto de identificación proyectiva. Base II: Confusión geográfica y diferenciación del self y del objeto (el “pecho-retrete”33). De acuedo con Meltzer, la resolución de la confusión entre self y objeto (confusión debida a la identificación proyectivi-
32 33
W.R. Bion, Volviendo a pensar. “Las traducciones argentinas han consagrado para la noción mehlzeriana
la locución aquí, sinenembargo, toilet breast, -inodoro”. “pecho -retrete” porque“pecho el uso general delAdoptamos vocablo “inodoro” español no justifica en modo alguno su empleo para denominar este fenómeno. (E.) 49
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
va masiva, típica de la Fase 1) y, por tanto, la posibilidad de contruir una identidad separada, es la línea divisoria que separa la psicosis del comportamiento normal, así como en un desarrollo posterior la resolución del conflicto edípico divide la imadurez de la madurez. En la segunda fase del proceso, el trabajo analítico se con-
centra principalmente en establecer “la diferenciación entre
el self y el objeto que surge de la investigación sistemática de la identificación proyectiva masiva, tal como se intensifica en la transferencia en relación con la separación”. 34
En esta fase Meltzer confirma las teorías de Klein y Bion De acuerdo con estas, la forma más primitiva de alivio del dolor mental, la ansiedad de persecución, las partes no deseadas del self, etc., es la evacuación en un objeto externo. Este en la transferencia, es llamado el “pecho -retrete”. Se establece en el curso de esta fase porque la situación analítica responde a la necesidad de un objeto externo que pueda contener el dolor psíquico y regresarlo en una forma tolerable para la introyección. El mecanismo de proyección-introyección presupone la existencia de un objeto separado en el cual proyectar. El pecho-retrete es un objeto necesario para la construcción de una identidad separada. No es un objeto amado; es un objeto parcial escindido porque el analista pasa a representar un “retrete”, en el cual el paciente evacúa todas, las partes malas-del-self (los niños tienden a usar el baño del analista en esta fase). Los aspectos buenos del self se introyectan a partir de objetos fuera del análisis (la madre amigos, maestros), pues el paciente es incapaz de reconocer aún la buena introyección que ocurre en la transferencia. El factor principal de esta fase, como ya hemos destacado, es el establecimiento de un objeto externo (en esta fase, un objeto parcial) que permit e el abandono de la identifi 34
El proceso psicoanalítico,p. 61. 50
EL PROCESO ANALÍTICO
cación proyectiva masiva la identidad separada puede ser tolerada, sólo a partir de la modulación de la ansiedad y es constituida a través, de la experiencia repetida, en la transferencia, del analista como un objeto separado capaz de contener las proyecciones de la ansiedad de separación. Este objeto separado, en la teoría de Meltzer, es el pecho-retrete (en ciertos aspectos, comparable con el concepto de holding de Winnicot y de continente de Bion). Fase III: Confusión de zonas (Escisión horizontal) En la fase precedente, la dependencia del pecho-retrete como objeto parcial se ha establecido y se puede proceder con el trabajo analítico. La parte central de la sesión, de la semana y del periodo están relativamente libres de la ansiedad de separación y, por lo tanto, de la identificación proyectiva masiva. Los temas edípicos emergen ahora y esta fase del análisis se encuentra “dominada por deseos y celos, antes que por los esfuerzos contra la vivencia de separación”.35 El conflicto edípico, a estas alturas, aparece en su forma pregenital: la necesidad de gratificación, excitación genital difusa y no diferenciación de las zonas erogenas y sus funciones. La sensualidad, de las varias zonas erógenas, incluyendo sus fun-
ciones y productos, da pie a la confusión, por lo que Meltzer habla de la confusión de zonas en esta fase. El pezón se iguala y se confunde con el pene y la lengua; lo mismo sucede entre vagina, boca y ano; entre heces, pene, bebé; entre orina, semen y saliva. La fantasía edípica, en la fase pregenital, es la conjugación polimorfa del objeto parcial entre los padres.
35
Ibid, pp. 64-65. 51
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
En esta fase, el pecho nutricio bueno como objeto parcial se diferencia de otras zonas. La belleza de este objeto parcial se idealiza y se desea su posesión exclusiva. La escisión horizontal, el mecanismo de defensa típico de esta fase, se centra en mantener, separadas las funciones del retrete -que se sitúan abajo- de las funciones nutricias -que se sitúan arriba, en el pecho, el pezón, los ojos, la boca y, por lo tanto, la mente.36 El trabajo del analista consiste en resistir la seducción edípica del paciente, ordenando las confusiones zonales e intepretando los procesos de escisión e idealización; todo esto mientras tolera la ansiedad y agresión del paciente. La organización narcisista se abandona gradualmente mientras el paciente comienza a depender del analista, no sólo para la proyección de las partes destructivas (la función retrete), sino también para la introyección de las partes buenas (pecho-nutricio). La escisión horizontal mantiene las dos funciones separadas; sin embargo, esta situación es un preludio de la posibilidad de integración en la siguiente fase: el umbral de la posición depresiva. Fase IV: El umbral de la posición depresiva (El impasse; hacia la integración)
Meltzer se refiere a la Fase IV como la latencia del análisis. Se alcanza después de dos-o tres años de trabajo con niños y cuatro o cinco con adultos. Probablemente Meltzer tenía en mente el tiempo requerido para alcanzar esta etapa a par36
Ver p. 58 de El proceso psicoanalítico para esta forma particular de
“escisión horizontal de la madre, que coloca las funciones del retrete abajo,
en conexió con las nalgas, mientras reserva la función alimenticia a la parte superior del cuerpo de la madre”. Como Meltzer señala (Apéndice J), las divisiones horizontales se refieren usualmente a los diferentes niveles de madurez del self.(Claustrum En este caso está poniendo las bases su teoría posterior de particular, los compartimientos dentro de lapara madre (cabeza-pecho y recto). 52
EL PROCESO ANALÍTICO
tir de su trabajo con pacientes seriamente trastornados. Esta es una etapa difícil en el análisis porque el paciente, habiendo resuelto los problemas concernientes a la confusión geográfica y de zonas, experimenta mejorías en las relaciones internas y externas y puede sentir, que la necesidad de analizarse ha disminuido. El material todavía muestra residuos de narcisismo, que son revelados a través de ataques a la confianza, y emerge una ansiedad depresiva en la relación (sentimientos de abandono). El analista se ve continuamente puesto a prueba y el método, la técnica y el papel analíticos se critican constantemente (por ejemplo, el paciente siente que el interés del analista es puramente profesional). El analista debe aclarar estos aspectos del encuadre, así como las modalidades de comportamiento y comunicación del paciente y su propio papel como psicoanalista responsable y no como padre omnipotente. En el artículo “Una técnica de interrupción en el impasse inlítico”37 Meltzer señala que en esta fase el paciente puede acudir a una resistencia específica que lleva al impasse. Esto puede observarse en la contradicción entre las peticiones verbales para terminar el análisis por un lado y, por otro, el comportamiento no consciente, tendiente a prolongar la dependencia analítica indefinidamente. Mientras niega la necesidad hacia el analista (todavía no introyectado como un objeto completo), al mismo tiempo el paciente depende proyectivamente de objetos parciales (el pecho-retrete, el pecho-nutricio). El paciente todavía usa la escisión y la idealización para mantenerse en una posición infantil, y, así evitar la ansiedad depresiva. Sólo la reunificación de los dos aspectos escindidos puede terminar el impasse. Como consecuencia de la unidad del objeto materno, la total disponi37
(1968), en Sinceridad. 53
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
bilidad del objeto no se da ya por sentada y el sacrificio y la carga del objeto que recibe el dolor mental a través de proyección es reconocido con gratitud. El objetivo de la técnica de interrupción del impasse analítico es “obligar a la s estructuras infantiles contando con, por lo menos, el consentimiento de la parte adulta, a retener el sufrimiento mental durante periodos más largos, sin expulsarlo, y dar cabida a los objetos dañados”. 38 Después de haber analizado las motivaciones del impasse con el paciente (después de por lo menos un año de impasse, con discusión de la evidencia clínica), Meltzer sugiere una reducción radical en la frecuencia de las sesiones (por un periodo de tiempo que puede durar de tres a quince meses), reanudando el trabajo analítico por completo cuando el analista esté convencido de que el impasse ha sido superado. Naturalmente, Meltzer es consciente de los peligros de esta técnica que debe ser empleada sólo en casos específicos. También señala la importancia de analizar la propia contratransferencia para evitar la identificación proyectiva con el paciente (por ejemplo, considerando el impasse como una amenaza a la autoestima del analista). El impasse descrito por Meltzer es, de hecho, una resistencia específica aceptar el dolor depresivo, que no puede ser superado en el encuadre usual y con las técnicas usuales. La técnica de interrupción da al paciente la posibilidad de experimentar el dolor de la pérdida del objeto en una situación protegida, con el fin de favorecer el paso a la posición depresiva; en palabras de Meltzer, “una privación cuantitativa sin con traparte cualitativa”.39
38 39
Ibid, p. 139. Ibid. 54
EL PROCESO ANALÍTICO
TABLA 2: EVOLUCIÓN, DEL OBJETO EN EL PROCESO PSICOANALÍTICO
55
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
Otro aspecto de esta fase es el complejo de Edipo genital. La escisión e idealización disminuyen de tal forma que la madre es vista como un objeto completo, el papel reparador y creativo del padre es reconocido y los padres son vistos como una pareja (objeto combinado). - El objetivo del desarrollo de esta fase es “el estableci miento de la confianza en la idoneidad de los objetos buenos, especialmente el pecho materno, para cumplir sus funciones de reparación y protección, al mismo tiempo que resistía los ataques de destrucción y reparación, desesperación y esperanza, dolor mental y alegría”. 40 Esto es posible gracias a la experiencia repetida de continencia del dolor mental, la destrucción-reparación a través del contacto con el pecho analítico: una experiencia rítmica (en el análisis de los niños pueden observarse los juegos rítmicos que imitar la experiencia con el pecho) desde la que nacen la gratitud el amor y la preocupación por el objeto. Fase V: El proceso de destete (Integración e introyección; interpretaciones inspiradas) En la Fase IV hemos visto la aceptación del hecho de que los objetos buenos pueden perdonar ataques y abandonos. En esta fase la posición depresiva se logra a través de la depen-
dencia introyectiva del pecho de la madre, por lo que uno puede perdonarse por los ataques a la confianza. El reconocimiento de la experiencia de la introyección en la transferencia da pie a ansiedades concernientes al fin del análisis e inicia el proceso de destete. Todo el material presenta temas 41 depresivos relacionados con la muerte del pecho. 40
41
El proceso psicoanalítico, p. 86. Para una discusión exhaustiva de los temas depresivos, ver Palacio Espasa
(La pratique psychothérapique avec l'enfnnt). ha descrito unade gran variedad de fantasías concernientes a la pérdida delÉlobjeto (fantasías soledad, separación 56
EL PROCESO ANALÍTICO
Esta fase se caracteriza por la lucha por la integración del self y por la independencia. Los varios niveles de personalídas se vuelven diferenciales, particularmente un nivel más maduro (obtenido a través de la identificación introyectiva) que es capaz de introspección, pensamiento analítico y responsabilidad. Esta situación impulsa la autonomía: por ejemplo, una interrupción de las sesiones (vacaciones, fin de semana) el paciente ya no la experimenta como abandono, sino como prueba de confianza y responsabilidad. Las relaciones internas y externas se experimentan con objetos completos y el analista, como una figura externa, se diferencia de las figuras que han sido proyectadas en la transferencia. Como hemos visto, existe una tendencia hacia la integración del self, esto es, la integración de las partes escindidas y proyectadas del self. Sin embargo, Meltzer apunta que ciertas partes deben mantenerse escindidas y nointegradas (las partes esquizofrénicas, por ejemplo). En esta fase, Meltzer utiliza una forma de interpretación , que llama “interpretación inspirada”. En su artículo “Inter pretación rutinaria e interpretación inspirada: su relación con proceso de destete en el análisis” ,42 distingue entre dos formas extremas de interpretación. En la interpretación de rutina "el analista escucha y observa la conducta de su paciente, la que toma la forma de una pauta o gestalt en su mente, a la que posteriormente aplica43 ciertos aspectos de su bagaje teórico en forma explicativa”. Este método, en su forma extrema, puede volverse pedagógico y tedioso por momentos y el papel del analista, por su parte, puede verse limitado a lo abandono, rechazo, exclusión, muerte, destrucción catastrófica), cada una de las cuales da pie a las diferentes patologías, que requieren tratamiento específi- co de acuerdo con el aspecto prevaleciente. 42 (1973) en Sinceridad, pp. 275-292. 43
Ibid., p. 277 57
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
que
Meltzer
llama el modelo Virgilio-conduciendo-a Dante: “ayudando al analizando a atravesar el territorio del desarrollo que nos es familiar por nuestra propia experiencia personal”.44 Por otro lado, el riesgo de la interpretación inspirada es la megalomanía de parte del analista, pues estas interpretaciones se basan mayormente en la intuición y no tienen significado explicativo. En la interpretación inspirada, el analista usa su propia contratransferencia e intuición para formar una alianza terapéutica con la parte adulta del paciente basada en la camaradería: “el analista, expuesto a las actividades del paciente, tiene una experiencia que es esencialmente personal y que luego utiliza, con la ayuda de su bagaje teórico, para explorar el significado de la relación que tiene lugar en esa habitación, en esos momentos”. 45 Este trabajo está ilustrado con material clínico en el que Meltzer muestra cómo usa sus imágenes personales y asociaciones en los sueños de un paciente. Meltzer señala que sus interpretaraciones “inspiradas” se basan en el material onírico del paciente y, por lo tanto, difieren del uso que Bion da al reverie y a la suspensión de la memoria y el deseo en la interpretación. Meltzer no cree que la interpretación inspirada pueda ser usada con todos los pacientes; tampoco la visualiza como una posibilidad hasta que el análisis está bien avanzado. El compromiso del analista y el abandono de la técnica usual de interpretación se discuten con especial referencia a la posición depresiva y al proceso de destete (y por lo tanto de separación). El analista se convierte en una persona real en lugar del objeto de las proyecciones; el paciente, por su parte, se encuentra libre de desarrollar una identidad separada, impulsada por la alianza terapéutica, que va “más allá
44 45
Ibid., p. 283. Ibid., p. 277. 58
EL PROCESO ANALÍTICO
de la terapia para la psicopatología del paciente, hacia eso desconocido, esa incógnita que es el desarrollo del carácter.46 La riqueza y creatividad de esta alianza, a un nivel adulto, se iguala con las cualidades de la pareja parental (como objeto combinado) y pueden ser introyectadas en el mundo interior del paciente, permitiendo el desarrollo posterior a través del autoanálisis.
46
Ibid. 289. 59
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
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EL PROCESO ANALÍTICO
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INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
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EL PROCESO ANALÍTICO
C: RECUPERACIÓN DEL ANÁLISIS, AUTO-ANÁLISIS Y EL TRABAJO CON LOS SUEÑOS
Como hemos visto al principio ele este capítulo, para Meltter el objetivo del análisis, considerado desde el punto de vista del proceso psicoanalítico, es desarrollar la capacidad para el auto-análisis. Esta capacidad es obtenida por la alianza con la parte adulta del paciente, la que, a través del insight y control de la conciencia y el comportamiento, lleva a un modo de vida más responsable. Hemos visto cómo, para llegar a esta etapa es necesario pasar por varias fases y resolver los conflictos característicos de cada fase de la relación terapéutica, para lograr finalmente la separación y la capacidad de En El procedo psicoanalítico, Meltzer consi-y deróintroyección. que se completaba el análisis con el reconocimiento resolución del proceso de destete. Más tarde,47 se dio cuenta que hacia el final del análisis, a pesar del resultado positivo desde el punto de vista de los síntomas patológicos y de la adaptación a la realidad externa, se mantenía un área de incertidumbre, tanto en el paciente como en el analista, sobre lo que pasaría después del tratamiento, El paciente sentía una especie de ansiedad indefinible por terminar el análisis, mientras Meltzer, en la contratransferencia, experimentaba dudas y preocupaciones acerca del futuro del paciente. Entonces estableció un periodo de seguimiento en el que el paciente podría escribirle acerca de su situación, contarle sueños y reportar sobre su trabajo auto-analítico. Además, programaba dos o tres consultas al año para la discusión de todos estos aspectos. Estas consultas, sin embargo, tendián a ser usadas por el paciente como continuación de las "La enfermedad psicótica en la temprana infancia. Diez años después de Exploración del autismo"(1984), en Metapsicología ampliada. 47
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INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
sesiones analíticas y, muy frecuentemente, terminaban en una petición de reanudar el tratamiento. Por esta razón Meltzer decidió basar el trabajo post-analítico sobre todo en los materiales obtenidos de los sueños y en la capacidad auto-analítica del paciente. De esta forma, la relación se convirtió en una relación d e supervisión (“supervisión de la relación de la persona con ella misma como paciente” 48), lo que hacía posible evadir las interpretaciones de transferencia y contratransferencia, las cuales se mantenían en la esfera personal. La aplicación de este método con los ex-pacientes, lo que Meltzer llama “recuperación de la enfermedad analítica”, llevó a dos form as distintas de terminar la relación analítica: el paciente comienza a “ir a la deriva”, lent a-
mente reduciendo las sesiones para finalmente interrumpir las (un signo, dice Meltzer, de que la intensidad de la transferencia y su efecto-halo han desaparecido) o se busca una nueva relación no-analítica (social o profesional). Subsecuentemente, Meltzer extendió el método de supervisión del auto análisis a analistas y colegas que no habían sido tratados por él, pero que sentían la necesidad de continuar su trabajo analítico. Este tipo de experiencia es muy importante para aquellos que trabajan en el área de psicoanálisis y psicoterapia, en la que es esencial mantenerse en contacto con el propio mundo interno, tanto en el ámbito personal como en la contratransferencia. A aquellos profesionales que a lo largo de la supervisión de sus pacientes piden un segundo análisis, Meltzer les ofreció una supervisión de su auto análisis. Durante las reuniones semanales se exploraban y discutían sin límites los sueños por el supervisado, mientras que Meltzer comentaba sólo acerca del sueño mismo, en términos de lo que revela acerca de la organización infantil del self y de las relaciones con el objeto interno. 48
Ibid., p. 202. 64
EL PROCESO ANALÍTICO
Aun cuando los profesionales que hacían “trabajo del sueño”
con Meltzer habían tenido buenos análisis en el pasado, se dio cuenta de que habían sido dejados con una sensación de pérdida del objeto49 o pérdida de la idealización de uno de los padres, acompañada por un sentimiento de insatisfacción de las expectativas. La recuperación de la enfermedad analítica se centra en la necesidad de restablecer la admiración y la confianza en el objeto (padre, analista) y en la capacidad del objeto de aceptarla y tolerarla. La recuperación de lo que Meltzer llama la “enfermedad analítica” puede a veces durar hasta dos años. Esto puede ser considerado como la sexta etapa del análisis.
49
En este trabajo (Vida onírica), Meltzer hace comentarios interesantes acerca
de experiencias analíticas como al término dos tratamientos (el primero fue interrumpido porpaciente el servicio militar de y elsus segundo por la muerte de Melanie Klein). 65
PARTE II PERVERSIÓN, PSICOSIS Y VIDA ONÍRICA
CAPÍTULO 3 ESTADOS SEXUALES DE LA MENTE A: BASES TEÓRICAS DE LA SEXUALIDAD Y LA PERVERSIÓN En la Parte I de este libro, hemos visto cómo en sus primetos trabajos 50 Meltzer pone los cimientos de sus teorías, en particular los conceptos de identificación proyectiva con un objeto interno, que más tarde desarrollará en Claustrum, y el proceso psicoanalítico como un paso natural de recapitulación de las fases de desarrollo. En el curso de este proceso Meltzer señala el papel de la ansiedad de separación 51 y la importancia de ordenar la confusión entre self y objeto, entre la realidad interna y la externa, y otros elementos (confusión geográfica), para el desarrollo normal. La incapacidad de resolver los problemas de esta fase, es decir, la incapacidad de establecer una identidad separada, lleva a patologías serias, como personalidad narcisista, estados fronterizos, psicosis y perversiones. Como hemos visto, Meltzer esta fase como una transición fundamental que considera divide la salud de la enfermedad mental. 50
"La relación de la masturbación anal...”, loc. cit.; El proceso psicoanalítico.
Quinodoz, en su excelente libro acerca de la ansiedad de separación ( La soledad domesticada), ha hecho hincapié en que ésta siempre se presenta a lo largo del análisis en distintas formas y cómo es modificada en el curso del proceso psicoanalítico. Cita la contribución de Meltzer a la conceptualización del proceso psicoanalítico como un “trabajar a través” de la ansiedad de separación. 51
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
Repasemos brevemente los pasos que llevan a salir de la confusión geográfica y establecer una identidad separada: 1. El objeto (madre, analista) es reconocido como objeto parcial capaz de recibir y contener los impulsos destructivos y el dolor mental (pecho-retrete). 2. El objeto (madre, analista) es reconocido no sólo como recipiente de las partes malas del self, sino como proveedor de cosas buenas que pueden ser introyectadas (pecho nutricio). Estos dos objetos parciales se mantienen separados por la escisión horizontal para salvar de la destrucción al pecho-nutricio idealizado. 3. La experiencia repetida en la relación de situaciones en las que el objetodestructivos mantiene sus a pesar de los ataques (y buenas a pesarcualidades, de sus propias ambigiiedades), permite el paso hacia la posición depresiva Las partes escindidas se integran de tal forma que tanto el objeto como el self se experimentan como objetos completos, con sus cualidades buenas y malas. He vuelto al concepto de escisión porque, como veremos, la idea de escisión horizontal (idealización de la belleza y las partes del objeto y el self ygradualmente el rechazo dehacia las partes malas ybuenas destructivas) se desarrolló las teorías del conflicto estético expuestas en La aprehensión de la belleza y en Claustrum. En los años anteriores, Meltzer escribió una serie de trabajos que consideró fundamentales para la construcción de sus teorías posteriores. Esto es particularmente claro en Estados sexuales de la mente. Este es un libro complejo en el que se discuten varios temas que pueden parecer no tener relación entre sí. El objetivo es redefinir y aclarar la diferencia entre la sexualidad infantil, la sexualidad adulta y la sexualidad patológica. Creo que, además de la 70
ETADOS SEXUALES DE LA MENTE
sexualidad, que da el título al libro, se encuentra un interesante leitmotif en la investigación más profunda acerca del papel de los procesos de escisión e identificación proyectiva en las relaciones de objeto y la formación del carácter. B: SEXUALIDAD INFANTIL Y SEXUALIDAD ADULTA La primera parte del libro contiene una revisión de las ideas de Freud. Meltzer lleva a cabo una comparación entre Tres ensayos de teoría sexual52 y las ideas de la sexualidad desarrolladas en sus trabajos posteriores. Antes de adentramos en la discusión de Meltzer sobre Freud, revisaremos la teoría de este último sobre el desarrollo psicosexual. De acuerdo Freud lo Sus erótico, o la pulsión son, sexual, activo desde elcon nacimiento. manifestaciones en está primer lugar, autoeróticas (relaciones anobjetales); después, narcisistas (identificación con, o sustitución de, un objeto en situaciones de ansiedad de separación), y, finalmente, aloeróticas (amor por el objeto externo). A lo largo del desarrollo normal, la sexualidad infantil, que en diferentes fases se identifica con las distintas zonas erógenas, converge en una sexualidad adulta y contribuye a la gratificación genital. En el desarrollo de la sexualidad en las laperversiones, un aspectopatológico de la sexualidad infantil seovuelve fuente predominante de gratificación sexual en el adulto (debido a la fijación o regresión). Freud define la sexualidad infantil como polimorfa por la primacía de las diferentes partes o zonas del cuerpo, de acuerdo con la fase de desarrollo; pero también se define como perversa porque lleva a la posibilidad de que la sexualidad se fije en una de estas
52
S. Freud (1905), Tres ensayos de teoría sexual,SE, VII; AE, VII. 71
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
zonas. Además, en la teoría de Freud, la orientación sexual del niño se considera srcinalmente bisexual, pues la diferencia entre varón y mujer no está todavía clara en la fase pregenital de elección de objeto. Aun cuando se reconoce completamente el rol de las fases psicosexuales en la formación del carácter y la importancia de la escena primaria y del conflicto edípico (conceptos ampliados en las teorías de Karl Abraham 53 y Melanie Klein),54 Meltzer difiere de Freud con respecto a la sexualidad adulta; sostiene que existe una clara distinción entre la sexualidad infantil y la sexualidad adulta. En este sentido, los conceptos de sexualidad polimorfa y perversa y de bisexualidad se replantean y diferencian en sus aspectos infantiles y adultos. Meltzer considera que la idea de sexualidad adulta es mucho más rica y creativa que el concepto de genitalidad de Freud. Para Meltzer, la sexualidad infantil no participa directamente (como en la teoría de Freud), sino de una forma secundaria, en el acto sexual adulto, porque ha sido sustancialmente modificada por el proceso de integra-cióne identificación proyectiva con el objeto combinado. De esta forma, la bisexualidad, introyectada en la forma de una relación recíproca entre la madre y el padre internos, refleja la integración de los roles masculino y femenino y la capacidad de identificarse con las necesidades y deseos de la pareja. Los aspectos polimorfos integrados enriquecen la relación con fantasías vinculadas al coito de los objetos internos (no sólo como jugueteo sexual pregenital, como en Freud). Estos dos aspectos de la sexualidad infantil deben ser distinguidos, de acuerdo con Meltzer, de la sexualidad perversa, la cual deriva de los impulsos destructivos y de la inca-
53
K. Abraham (1924), “Un breve estudio de la evolución de la libido consi -
derada a la luz de los trastornos mentales”. 54
M. Klein (1948) “El psicoanálisis de niños”. 72
ETADOS SEXUALES DE LA MENTE
pacidad de integración. Abordaremos este aspecto en los siguientes párrafos. Una de las fases más complejas en la transición de la sexualidad infantil a la adulta es la adolescencia, tipificada por una identidad confusa y fluctuante, inestabilidad emocional y comportamiento contradictorio que, según Meltzer, es el resultado de la escisión del self y los objetos en una “multitud de objetos parciales”.55 Al final de la latericia, las incertidumbres preedípicas concernientes a la diferenciación entre interno-externo, bueno-malo y femenino-masculino tienden a reaparecer. El subsiguiente estado de confusión lleva al adolescente a identificarse en grupos en los que las “distintas partes de sí mismo pueden ser externalizadas en los diversos miembros de la 'pandilla‟ grupo”. 56 El grupo adolescente representa un mundo diferente del mundo infantil de la latencia, que se caracteriza por su escisión rígida. En la transición de la latencia a la adultez, la función del grupo adolescente es modular la ansiedad que causa la entrada en el mundo adulto. Meltzer considera la adolescencia como una fase de desarrollo que lleva de la escisión del self en una multitud de objetos parciales a la integración. Esta incluye la introyección de la relación madre-padre a través de la identificación introyectiva con el objeto combinado (integración de la sexualidad femenina y masculina a una “bisexualidad adulta”, en la que los aspectos infantiles de la
sexualidad también han sido integrados).57 La sexualidad adulta, según Meltzer, no está enfocada a encontrar un individuo para hacer una pareja, como en la adolescencia (y, se podría agregar, como en la búsqueda narcisista de Don Gio55
Estados sexuales de la mente., p. 95.
56
Ibid., p. 126.
Ibid., cap. 8 y 9; “Psicopatología dell´adolescenza”, en Quaderni di psicoterapia infantile 2, 1978. 57
73
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
vanni, en tener encuentros sexuales con objetos parciales), sino en establecer una intimidad sexual. Se caracteriza por la tendencia a encontrar expresión a través de la idetificación proyectiva recíproca, empleada como una manera, de entendimiento y comunicación mutuos, de un modo no omnipotente. 58 En suma, expongamos las principales diferencias entre la sexualidad infantil y la adulta discutidas en el libro de Meltzer. De acuerdo con él, la sexualidad infantil se basa en una relación directa entre el yo y el ello. La necesidad del niño de resolver la ansiedad edípica, de mantener a los padres como objetos buenos y negar las partes destructivas del self, lleva a la imitación y a la identificación proyectiva con los padres. Entonces, los mecanismos predominantes en la sexualidad infantil usados para los impulsos libidinales y destructivos son, escisión-e-idealización e identificación proyectiva. En contraste con la sexualidad infantil (basada en la escisión-e-idealización y la identificación proyectiva) y con la sexualidad adolescente (con su escisión múltiple en objetos parciales), la sexualidad adulta se basa en la integración y la identificación introyectiva: introyección de los roles de los dos padres en el objeto combinado e identificación introyectiva con la unión sexual del objeto interno combinado. “La identificación introyectiva con el objeto combinado milita por una relación amorosa de tal intensidad y responsabilidad compartida por los hijos, que favorece la monogamia”.59
A través de la identificación introyectiva, el objeto combinado también toma la función del superyó-ideal. La identificación introyectiva siempre contiene un elemento de aspiración (superyó-ideal), de acuerdo con Meltzer, pero
58 59
Estados sexuales de la mente,p. 119. Ibid., p. 126. 74
ETADOS SEXUALES DE LA MENTE
también de ansiedad y dudas acerca del self que es lo que la distingue de la sexualidad infantil y de la adolescente.
C: TERROR Y PERVERSIÓN Abordaré ahora algunos de los capítulos de la segunda parte de Estados sexuales de la mente , particularmente la teoría de las perversiones. Para comenzar, sin embargo, debo referirme a la primera parte del libro, en la que Meltzer examina las teorías de Freud como un punto de partida y base para el desarrollo de sus ideas. Meltzer señala 60 cómo Freud parece haber previsto, de manera intuitiva, el concepto kleiniano de escisión, así como la propia idea de Meltzer de un espacio interno como espacio vital. En de esteloscapítulo, Meltzer enseña que en el caso del Hombre Lobos, Freud describió la fantasía infantil del interior de la madre como un lugar donde ocurre la cópula y cómo estas fantasías primarias estaban ligadas a la identificación con los aspectos femeninos y masculinos de la sexualidad. Otro aspecto importante de la teoría freudiana se refiere a la posibilidad de la coexistencia, en el inconsciente, de situaciones opuestas que el yo tiene dificultades para reconciliar. En estas situaciones, una de las dos fuerzas puede prevalecer (a través de la represión de la otra) o el yo puede permanecer dividido de tal forma que las partes aceptadas del self coexisten con las partes inconsistentes, excéntricas o perversas. Meltzer continúa mostrando cómo la descripción de Freud acerca de las fantasías sobre el espacio interno de la escena primaria, junto con la idea de un yo dividido, también están implícitas en los escritos freudianos sobre masoquismo, perversión y fetichismo.
60
Ibid., Cap. 6, “Aproximación clínica a las perversiones”. 75
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
Es precisamente con base en estos dos aspectos que Meltzer desarrolla, en la segunda parte del libro, su teoría de que las perversiones son el resultado de una escisión inadecuada También basa sus descubrimientos en una profundización del concepto kleiniano de la posición esquizoparanoide. En ésta, como la describe Klein, las primeras relaciones (particularmente con el pecho de la madre) se establecen con objeto parciales. Éstos son el resultado de una escisión del objeto entre el pecho de la madre (que contiene todo lo que es bueno y deseado) y el pecho persecutorio (que representa todo lo que el niño odia o teme y que, si no se integra más tarde con el pecho bueno, se convierte en un punto de fijación de la paranoia). Este proceso de escisión es una defensa primaria que tiende a favorecer la introyección y la identificación con el objeto ideal y mantiene alejados a los objetos persecutorios. En la ansiedad paranoide, los impulsos destructivos que han sido proyectados externamente (hacia la madre o sus bebés internos) vuelven para perseguir al niño a través de los procesos de identificación proyectiva. Meltzer describe una forma extrema de la ansiedad paranoide que define como terror 61 y que consiste en una ansiedad “cuya cualidad esencial, la parálisis, no deja vía de acción. No es posible huir del objeto del terror, pues se trata de objeto muertos, en la fantasía inconsciente”. 62 Los bebés internos de la madre no sólo son dañados, como en la ansiedad paranoide, sino que mueren a causa de los celos destructivos-posesivos de la rivalidad edípica y la intolerancia a la separación; “lo que más se teme es la re-proyección de los ataques asesinos hacia los bebés internos de la madre” (Alb erto Hahn, comunicación personal). En el proceso de desarrollo normal, el terror puede ser contenido por un objeto bueno. Más aún, la con61
Ibid., Cap. 14, “Terror, persecución y temor”.
62
Ibid., p. 173. 76
ETADOS SEXUALES DE LA MENTE
fianza en las capacidades reparatorias de los padres internos y unión sexual creativa, puede devolver la vida a los terroríficos objetos muertos, creando de esta forma la base para la dependencia en un objeto externo bueno, que entonces puede ser internalizado. Sin embargo, la dependencia en un objeto interno bueno puede fallar, ya sea por la fuerza de los ataques o porque el objeto bueno no está disponible, no se reconoce, o bien, por eventos traumáticos. El terror que se experimenta (parecido a la ansiedad catastrófica o el terror sin nombre de Bion) es la fuente de patologías serias, incluyendo una estructura de personalidad perversa. Cuando la relación de dependencia con el objeto interno bueno falla (lo que produce que no pueda ser internalizado como una parte buena del self), Meltzer sostiene que se establece una relación de dependencia con una parte mala del self con el fin de darse a sí mismo una ilusión de seguridad, frente la ausencia de un objeto externo o interno del cual depender. La parte tiránica persecutoria es temida, pero “el poder que ejerce sobre la parte sometida del self radica en el temor a perder la protección contra el terror ”.63 Meltzer ilustra su teoría con el caso de un paciente cuyas partes infantiles eran dominadas por una “parte -zorro” mala. El sometimiento de las partes buenas infantiles a las “partes malas” encuentra su expresión en las perversiones y en sus manifestaciones típicas, como ataques a la verdad, excitación sexual producida por la degradación del objeto o la transformación del dolor depresivo en masoquismo (a través de la identificación proyectiva con la víctima en las fantasías sádicas): “la esencia del impulso perverso consiste en alterar lo bueno para convertirlo en malo conservando la apariencia de 65 bueno”.64 Meltzer distingue diferentes niveles de perversión.
63
Ibid., p. 174.
64
Ibid., p. 214. Ibid., Cap. 18, “Revisión estructural de la teoría de las perversiones”.
65
77
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
La perversión adictiva, como una defensa contra el terror, se define como la esclavización de las partes buenas del self por las partes malas determinadas por la estructura interna. Esta modalidad genera una situación de falta de sinceridad, desesperación e impulsos suicidas que domina la vida de la persona. En la perversión habitual, la adaptación relativa al mundo externo es posible, por un grado menor de dependencia y pasividad como defensa contra el terror. En las perversiones criminales, la parte infantil buena se ha escindido y se ha proyectado en una persona del mundo externo (en los niños, puede ser un hermano o hermana) y la violencia toma el lugar del sado masoquismo. En suma, Meltzer considera que las perversiones están íntimamente relacionadas con el problema de la adicción. Define la adicción corno un tipo de organización narcisista en la que las partes infantiles buenas han “desviado su dependen cia de las figuras parentales y la han colocado en la parte ´mala´ del self, en un primer momento como una forma de refugio ante el sufrimiento depresivo en la posición esquizoparanode, pero más específicamente como una defensa ante la vivencia de terror en relación a los bebés del interior de la madre que han sido muertos por los celos posesivos, rivalidad edípica y temor al destete”. 66 Añade que “la vulnerabilidad de las
estructuras infantiles buenas a esta influencia [los impulsos malos, destructivos, malignos, satánicos] depende de la adecuación de la primaria escisión-e-idealización del self y el objeto. Cuando esta escisión es inadecuada, la parte destructiva tiene muy fácil acceso a las partes buenas para ejercer su influencia en los momentos de sufrimiento o tensión”. 67
Si la primaria escisión-e-idealización entre bien y mal ha sido adecuada, subsecuentemente, en la posición depresiva,
66 67
Ibid., p. 213. Ibid., p. 215. 78
ETADOS SEXUALES DE LA MENTE
partes “malas” pueden ser integradas en el objeto bueno, fuerte. Esta es la dirección que sigue el trabajo terapéutico.
D: EL OBJETO DESMANTELADO, EL OBJETO FETICHISTA Y EL OBJETO TRANSICIONAL.
Otro problema relacionado con la escisión y, más específicamente, con los objetos de perversiones sexuales, es el concepto formulado por Meltzer a pro pósito del “objeto desmantelado”.68 Primero observó el proceso de desmantelamiento en niños autistas y lo describió con más detalle en Exploración del autismo. El desmantelamiento es una forma de escisión en la que, con el fin de controlar al objeto, éste es desmontado en sus componentes más simples (que no pueden mantenerse juntos sensuales por el sentido común de Bion), despojado de emoción y degradado (el amor es rebajado a sensualidad). Estos aspectos “unisensuales” se seleccionan y usan en los objetos externos que son desmantelados con el fin de ser reconstruidos cuando así se desee. Sin embargo, esta reconstrucción resulta en un objeto des valorizado: “no vale la pena protegerlo de un ataque sádico posterior, realizado por las partes malas del self”.69 Este mecanismo surge del tipo específico de ansiedad que Meltzer ha definido como terror, que, como hemos visto, evita el establecimiento de una relación basada en la confianza y la dependencia del objeto bueno. Meltzer considera la elección de objeto de las perversiones sexuales y el fetichismo como objetos desmantelados más que como objetos parciales. Los aspectos desma ntela dos del objeto son reemplazables por objetos inanimad os, lo
68
Ibid., Cap. 15, “Los orígenes del juguete fetichista de las perversiones
sexuales . 69 Ibid., p. 179 . 79
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
que lleva a Meltzer a comparar el juguete fetichista con objeto transicional de Winnicott. Sabemos que el infante, en la fase de ansiedad de separación y soledad, puede desarrollar un apego hacia un objeto inanimado (objeto transicional) que, a causa de uno o más aspectos sensoriales (calor, suavidad, olor, etc.), es un recuerdo de la madre. De acuerdo con Meltzer, el objeto transicional se srcina en el mismo mecanismo de desmantelamiento del objeto en componentes sensoriales (tacto, sabor, olor etc.). La función del objeto transicional es ayudar al bebé en la transición entre realidad interna y externa. En Exploración del autismo, sin embargo, Meltzer apunta los peligros de una posible evolución patológica de este fenómeno, en el sentído de un apego perverso hacia el objeto transicional. Por ejemplo, una relación de objeto perturbada donde la madre impulsa a una separación excesiv a y acepta ser “reemplaza da” por el objeto transicional, favorecerá el retorno del na rcisismo y el uso perverso del objeto transicional como un juguete fetichista. Esto puede ocurrir por la ambigüedad del objeto transicional, que no representa ni un objeto completo ni un objeto parcial, sino sólo una “parte unisensual” del
objeto (o una multitud de objetos externos) desmantelado en sus aspectos sensoriales.70
70
Ver caso descrito Meltzer (listados sexuales del de laobjeto mente, en el que unelpaciente lleva apor cabo un desmantelamiento y Cap. de la 15) relación gustativa-olfatoria con el cuerpo de la madre. 80
ETADOS SEXUALES DE LA MENTE
TABLA 4: ESCISIÓN DEL SELF Y DEL OBJETO FREUD
División del yo
KLEIN
En la posición esquizoparanoide, la escisión entre objetos parciales para separar las partes buenas (idealizadas) de las partes malas (destructiva, persecutorias).
MELTZER
En las perversiones, la escisión inadecuada entre partes buenas y malas (sometimiento de la parte buena por la parte mala). En la adolescencia, escisión en una multitud de objetos parciales. En el autismo y el fetichismo, desmantelamiento del objeto en sus componentes sesoriales (en una forma específica de escisión).
81
INTRODUCCION A LA OBRA DE DONLAND MELTZER
82
CAPÍTULO 4 EXPLORACIÓN DEL AUTISMO En Exploración del autismo Meltzer distingue el autismo propiamente dicho de las restituciones amistas. Es decir, diferencia entre aquellos niños cuyo desarrollo ha sido interrumpido por el autismo como una condición patológica y aquellos que, habiendo reanudado su crecimiento, tienden a usar algunas de las “cualidades mentales” típicas del aut ismo como tal. En los niños autistas, estas cualidades mentales se entrelazan y se alternan d e tal forma que “a través del reconocimiento de las cualidades de la mente que son peculiares al estado y al funcionamiento de estos niños fuera del dominio del autismo propiamente dicho, podemos ver desplegadas separadamente varias tendencias que, cuando se ejercitan en conjunto, producen el estado autista”..71 Estas “restituciones” (quiz á también podrían ser llamados rasgos autistas) no están siempre relacionadas con la psicosis autista en niños, pero pueden ser encontradas en diferentes grados (por ejemplo, superficialidad de carácter como un grado de bidimensionalidad) no sólo en el post-autismo, sino también en los estados neuróticos, fronterizos o psicóticos en los adultos y, como hemos visto en el Capítulo 3, en las perversiones sexuales (en las que un aspecto del autismo —desmantelamiento — se usa para controlar al objeto).
71
Exploración del autismo, p. 23.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Las “cualidades mentales” típicas del autismo, identifica-
das y descritas por Meltzer (e ilustradas por los casos presentados por los co-autores del libro) son:
a) Incapacidad de dimensionalidad; b) Obsesiones primarias; c) Desmantelamiento.
A: INCAPACIDAD DE DIMENSIONALIDAD “Dimensión” es un término usado en geometría. Se dice qu e
un punto no tiene dimensión; la línea tiene una dimensión de largo; una superficie tiene dos dimensiones, de largo y de ancho; un sólido tiene tres dimensiones, largo, ancho y grosor. El espacio se experimenta como tridimensional. La geometría algebraica lleva a la concepción de espacios abstractos con más de tres dimensiones, basada en la idea de un continuum. Meltzer aplica los principios de dimensionalidad al funcionamiento mental, específicamente a la relación entre el self los objetos; aborda, asimismo, las dimensiones varias de las relaciones con los objetos, consideradas como procesos de desarrollo. Éstas son: la uni y la bidimensionalidad en el niño autista, quien carece de una concepción de espacio y, por lo tanto, no puede diferenciar entre el self y los otros; la tridimensionalidad, cuando la dimensión del espacio interno ha sido establecida (y sin la cual los procesos de identificación proyectiva y escisión-idealización no pueden ser logrados); la tetradimensionalidad, como un continuum hipotético que implica la posibilidad desarrolloen dedetalle. la persona en el tiempo. Examinemos estas de dimensiones 84
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
Unidimensionalidad Aquí, el centro del mundo es el self, desde el cual parte un sistema de líneas hacia los objetos a los que es atraído.
Estos objetos del mundo exterior se buscan o se evaden con base en impulsos neurofisiológicos o genéticos. El contacto con los objetos externos es fortuito y no contiene ningún impacto emocional. La gratificación y la fusión con el objeto se confunden. El mundo del autismo propiamente dicho es unidimensional en el sentido de que es “sustancialmente sin mente y que sólo consiste en una serie de eventos que no están disponibles para la memoria o el pensamiento”. 72
Bidimensionalidad Se trata de una forma de funcionamiento mental en la que el espacio interno no existe: sólo se experimentan las superficies de los objetos y del self. En las relaciones bidimensionales “la significación de los objetos se vivencia como inseparable de las 73 cualidades sensuales quepueden captarse de sus superficies”. 72 73
Ibid., p. 198. Ibid., p. 199. 85
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
En consecuencia, el self también se experimenta como una superficie carente de espacio interno. Los objetos o eventos no pueden ser aprehendidos y pensados, pues no existe el interior no existe una mente capaz de ensueño acerca del objeto, tampoco un lugar en el self para la fantasía, el pensamiento y la memoria. Los objetos son como un pedazo de papel, con sólo dos caras; se vuelven significativos a partir de las cualidades sensoriales de su superficie, con la que el niño autista tiende a identificarse de manera adhesiva. En su trabajo acerca de la identificación adhesiva,74 Meltzer da muchos ejemplos del comportamiento bidimensional en los niños autistas, quienes ignoran la existencia del espacio y sólo funcionan al entrar en contacto con superficies: se frotan contra muebles o personas para obtener una sensación (de olor, tacto, etc.); son incapaces de mantener objetos en sus bolsillos o en sus manos (“los objetos parecían pasar a través de ellos”); no escuchan (“como si las palabras pasaran a través de ellos”). Un niño típico dibujaría dos casas perfectamente superpuestas al frente y al reverso de la misma hoja de papel, “en la que se abría la puerta de entrada y al mismo tiempo se salía por la puerta trasera”.75 Los niños descritos en Exploración del autismo (especialmente Barry) parecen no tener concepción del espacio. Tienden a usar la imitación, o la mímica como Meltzer prefiere decir, para adherirse a las cualidades superficiales de sus objetos sin reconocerlos como objetos separados. La cualidad de la bidimensionalidad, observada en los niños autistas, llevó a Meltzer a formular el concepto de identificación adhesiva. Ésta es una forma de identificación narcisista primitiva relacionada con la bidimensionalidad, mientras que la identificación proyectiva es una forma de identificación narcisista relacionada con la tridimensionalidad. Es el resultado de
74
Identificación adhesiva” (1974), incluido en Sinceridad
75
Ibid., p. 338. 86
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
la falla de los niños amistas para formar el concepto de continente (falla primaria de la función continente). Esta situación difiere del concepto de Bick de falla de la función continente de la piel. Como Meltzer apunta, en los casos descritos por Bick76 (que, clínicamente, son muy parecidos a los niños bidimensionales en identificación adhesiva), es la madre la que fracasa en contener la ansiedad del niño (contención defectuosa). En el autismo la falla se srcina en la incapacidad del niño de formar el concepto de un espacio interno dentro del objeto: más que un “defecto en la función continente del obje to", es un defecto “en la concepción del objeto como un con 77 tinente; es decir, unaconcepción del mundo bidimensional”.
La bidimensionalidad y la identificación adhesiva (así como el concepto de contribuciones desmantelamiento, se estudia posteriormente) son las más que srcinales de Meltzer a la teoría de la psicosis infantil. Cuando se aborda la tridimensionalidad, Meltzer se refiere a la teoría de Klein de la identificación proyectiva y al concepto de Bion de continente. Sin embargo, en la descripción de la dimensión de espació interno, pone los cimientos para el desarrollo de las ideas relacionadas con el conflicto estético y el claustrum.
76 77
Op. cit. Meltzer, Exploración del autismo,p. 206. 87
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Tridimensionalidad Aquí el objeto adquiere la dimensión del espacio y éste se experimenta, por lo tanto, en su función continente. Hemos discutido los conceptos de bidimensionalidad y contacto sensorial con la superficie en niños amistas. Meltzer descri-
be cómo los niños post-autistas comenzaron a experimentar la superficie del objeto “como resistente a la penetración de
modo que los problemas emocionales ya no parecen consistir en estar meramente a uno u otro lado de un objeto fino como el papel”;78 la idea de orificios y espacios potenciales dentro del objeto y el self ha sido formada, así como el deseo de penetrar el objeto Una vez que existe la idea del espacio dentro del objeto, éste se vuelve tridimensional, así como ocurre con el self, a través de la identificación con el objeto. Ahora, el objeto puede ser experimentado como continente y “el sentimiento de ser ade cuadamente contenido es una precondición para la experiencia 79 Los movimientos de de ser un continente capaz de contener”. la fantasía tienen lugar desde el interior del self hacia el interior del objeto y viceversa. El proceso de identificación proyectiva (Klein) puede ser activado (partes del self escindidas, proyectadas e identificadas con el objeto). De esta manera el self y el objeto externopueden ser diferenciados.
Ilustración 3: Tridimensionalidad
78
Ibidp. 199.
79
Ibid., p. 200. 88
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
Tetradimensionalidad El problema de la dimensionalidad se relaciona no sólo con la experiencia del espacio, sino también con la del tiempo. Como hemos visto, la geometría algebraica, con el concepto decontinuum, concibe un espacio hipotético con más de tres dimen-
siones. El tiempo como la cuarta dimensión, aplicada a la personalidad, significa la posibilidad de desarrollos futuros de maduración. Esta posibilidad puede darse “solamente una vez que se ha montado la lucha contra el narcisismo y ha disminuido la omnipotencia que imponen la intrusión y el control sobre los objetos buenos en los mundos interno y externo”.80 Una vez que la posición depresiva se ha alcanzado, la identificación proyectiva puede ser reemplazada por el mecanismo de identificación introyectiva: un espacio interno en el que las cualidades de los objetos externos pueden ser recibidas; un espacio en el que el objeto es “libre de ir y venir porque la relación ha sido internalizada y la separación aceptada (renuncia al objeto). La identificación introyectiva, para Meltzer, incluye no solo la introyección de valores externos (superyó-ideal); también contempla la posibilidad de modificar los objetos internos propios, partiendo de la base de las capacidades personales y las aspiraciones: “este patrón de potencialidades altamente individuales debe ser el que dirige el interés y conforma la 81 admiración en su búsqueda de objetos a introyectar”.
80
Id.
81
Estados sexuales de la mente,p. 135. 89
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Dimensionalidad y tiempo La dimensión del tiempo como continuidad está ausente en las primeras tres dimensiones. Meltzer describe la relación con el tiempo en estas dimensiones. He seguido las definiciones de tiempo en la bidimensionalidad y la tridimensionalidad dadas por Meltzer en dos trabajos, 82 más que aquellas adoptadas en Exploración del autismo, en las que el tiempo circular parece estar ligado a la bidimensionalidad y el tiempo oscilatorio a la tridimensionalidad. Encuentro que las explicaciones que describo en los párrafos siguientes son más lógicas y convincentes (En febrero de 2002 Meltzer confirmó esta conclusión en comunicaciones verbales y escritas). Como hemos visto, la unidimensionalidad es atemporal los aspectos típicos en el mundo del autismo son la desmentalización y la suspensión temporal del tiempo. En la bidimensionalidad, la relación con el tiempo es oscilatoria, se mueve en la dirección de la superficie del objeto, atraída sólo por sus cualidades sensoriales superficiales y de regreso, como un péndulo, que va de ida y vuelta, pero que permanece siempre en el mismo lugar. Su cualidad es ser “inalterable”. En la tridimensionalidad el tiempo es circular. La adquisición de la concepción de espacio interno permite la dirección de los impulsos dentro y fuera del objeto, dando lugar a la noción de reversibilidad del tiempo. Éste puede ser visto como parte de un movimiento circular, que regresa al punto de partida. Hay un antes y un después y una vuelta a comenzar (como la noche y el día). Así es el mecanismo de la identificación proyectiva, en el que una emoción comienza en el niño, es puesta en la madre y es regresada a través del ensueño de la madre. Esta restitución pasa a través de un 82
“La identificación introyectivos” (1978)
adhesiva”
(1974); 90
una
nota
sobre
procesos
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
espacio de contención que le da significado y profundidad, lo que no ocurre en la bidimensionalidad. Es solo en la tetradimensionalidad que el tiempo puede ser experimentado como un continuum, como una línea proyectada al futuro. La identificación introyectiva pone en movimiento el desarrollo y la dirección de las potencialidades infinitas del individuo. El tiempo es un proceso lineal relacionado con la vida-espacio propios, con las aspiraciones y los logros futuros. B: MECANISMOS OBSESIVOS PRIMARIOS La repetición compulsiva típica del autismo contiene ciertos aspectos primarios que la distinguen del comportamiento compulsivo de la neurosis obsesiva. El objetivo de los mecanismos compulsivos, tanto en el autismo como en los estados obsesivos, es despojar de significado a las experiencias emocionales (a través de la separación y el control omnipotente). En la neurosis obsesiva, la compulsión a la repetición es un mecanismo secundario de defensa contra la ansiedad (edípica, persecutoria o depresiva): partes del self han sido escindidas y proyectadas excesivamente en otras personas, y deben mantenerse bajo control a través del control mismo de esas otras personas.83 En el autismo, los mecanismos obsesivos pueden ser observados en su forma primitiva (pues la proyección, como hemos visto, no puede ser usada por estos niños). La repetición compulsiva apunta a aislar al niño en un mundo sin tiempo a través de la repetición obsesiva de acciones que inutilizan la experiencia y la memoria o la capacidad de anticipación. Para este modo particular de funcionamiento del mecanismo obsesivo del autismo, Meltzer usa eltérmino “desmantelamiento”.
83
M. Klein, “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides”. 91
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
C: DESMANTELAMIENTO El mecanismo de desmantelamiento descrito por Meltzer es la suspensión de la atención y la ausencia temporal del funcionamiento mental (desmentalización). Esta suspensión surge a partir de la reducción del self y los objetos a segmentos de experiencia sensorial. Los sentidos se dispersan y no pueden mantenerse unidos por lo que Bion 84 ha definido como la capacidad que permite, en palabras de Meltzer, “aprehender los objetos de manera multifacética” 85 y darle sentido. “Estamos sugiriendo -señala Meltzer— la existencia de cierta capacidad para suspender la acción... que permite a los sentidos vagar, cada uno dirigido al objeto más atractivo del momento. Este esparcirse de los sentidos parece producir el desmantelamienro del self, como aparato mental, pero a la manera pasiva de caer en pedazos. 86 Por distintas causas, que examinaremos a continuación, los niños autistas tienden a desmantelar sus objetos y reducirlos a sus componentes sensoriales sencillos, con el fin de controlarlos. De manera similar los sentidos del niño se separan y se ligan con cualquier objeto que los estimula de manera momentánea, lo cual evita cualquier experiencia emocional o mental significativa (en el sentido de Bion). 87 La organización mental se derrumba, dice Meltzer, como una pared que se deshace lentamente porque los ladrillos no están sostenidos con argamasa. En esta metáfora, los ladrillos sueltos representan las diferentes experiencias sensoriales y la argamasa representa la atención (o el sentido común, la base Aprendiendo de la experiencia. Exploración del autismo,p. 26. 86 Id 84 85
87
La atención selectiva a las cualidades unisensuales de una multiplicidad de objetos externos. Ver Capítulo 3, sección C., en donde se abordan los conceptos de desmantelamiento, fetichismo y objeto transicional. 92
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
para la organización mental) que permite mantener unidas y dar sentido (pared) a las distintas experiencias. Meltzer utiliza otra metáfora para describir las consecuencias que el desmantelamiento tiene en los niños autistas: la de los perros de juguete (o pinocchios, en Italia) hechos de diferentes pedazos de madera unidos por hilos, que se levantan pero que cuando se suelta el mecanismo de control quedan colapsados en una pila sin forma y los hilos no pueden mantener unidas las diferentes partes. Hoxter, uno de los co-autores de Exploración del autismo, describe el objeto desmantelado: ...es un objeto que ha sido reducido a pequeñas porciones simplificadas, generalmente en relación la experiencia sensorial, más que disociadocon en segmentos función dedeuna experiencia emocional y potencialmente mental. Por ejemplo , el niño autista puede tener un objeto materno con un sabor determina do, otro con un olor, aspecto, soni do, etc. De manera similar va a tener un self que gusta, un self que ve, un self que oye, etcétera. Estos segmentos de objeto pueden entonces mantenerse separados y omnipotentemente controlados uno a uno. 88
Estos niños no pueden experimentar el pecho materno mino el elemento que mantiene unido al self desmantelado; en consecuencia, en la transferencia los terapeutas tienen dificultad (o imposibilidad) para contener o “mantener unido” al niño autista.
88
Exploración del autismo, p. 151. 93
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
D: CUALIDADES INTRÍNSECAS DEL NIÑO AUTISTA Y DEL AMBIENTE
Las cualidades mentales del autismo (dimensionalidad dañada, obsesión, desmantelamiento) son consideradas por Meltzer como intrínsecas en el niño. Una madre deprimida, desatenta y preocupada puede, en ocasiones, influir o modificar la situación; sin embargo, la falla del continente externo (y, por lo tanto, de la función de contención del self) se srcina en la disposición del niño. Desde el principio de sus vidas, estos niños tienen una intolerancia extrema a la separación y están, por lo tanto, expuestos a experiencias depresivas tempranas. Un alto grado de oralidad y sensualidad y su deseo de poseer el objeto materno “induce una fuerte tendencia a la fusión con el objeto”. 89 Meltzer da
muchos ejemplos de cómo esto puede ser observado en la sesión; por ejemplo, usando el cuerpo o las manos del terapeuta como una extensión del self o no distinguiendo si se está dentro o fuera del objeto (persona, habitación, etc.). La fusión, sin embargo, está destinada a fracasar porque, como hemos visto, sus objetos son bidimensionales, ricos en la superficie pero sin un espacio interno. No importa cuán desesperadamente el niño desee introducirse y poseer el objeto, éste siempre será experimentado como impenetrable; la identificación proyectiva es imposible y la relación con los objetos sólo puede ser buscada a través de la sensualidad promiscua (la que, como vimos en el Capítulo 3, sección C, contiene el riesgo de ser dirigida a objetos inanimados). Es como si estos niños se inclinaran a desear “la
posesión absoluta de un objeto no poseible, rico en cualidades de superficie pero carente de sustancia; un objeto fino como un papel, carente de interior. Esto produce un fraca89
Ibid., p. 30. 94
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
so primario de la función continente del objeto externo, y en consecuencia del concepto de un self continente”. 90 Los aspectos mentales, físicos y sensoriales del mundo externo se experimentan, sobre todo aquellos concernientes a los sentidos, como un “bombardeo” que el niño es incapaz de contener y retener (“apertura sensorial”). Esta incapacidad de retener la experiencia impide la formación de símbolos y, por lo tanto, el funcionamiento de la fantasía, del sueño, del juego, y de los procesos de aprendizaje. Entonces el objeto materno (o el analista) deberá ser usado “como una extensión del self para ejecutar las funciones del yo”.91 Las cualidades mentales típicas del autismo son consideradas por Meltzer, como hemos visto, intrínsecas al niño. En el propiamente dicho todasy no operan juntas para crearautismo una suspensión de la vida mental se considera que son causadas (sólo modificadas) por una falla del ambiente. El desarrollo post-autista, descrito como inmadurez o patología del carácter en niños con sólo una o algunas de las cualidades amistas definidas por Meltzer, depende de la interacción de las cualidades mentales particulares del niño (bidimensionalidad u obsesión, por ejemplo) con las figuras significativas del ambiente. Diez años después,92 Meltzer consideró estos aspectos de nueva cuenta, particularmente el impacto del mundo externo en la relación entre objetos primarios y psicosis infantil, a la luz de las teorías de Bion.
90
Ibid p.31.
91
Ibid “La p.33. enfermedad psicótica en la temprana infancia. Diez años después de Exploración del autismo”, en Metapsicología ampliada 92
95
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
E: LAS PSICOSIS INFANTILES DE LA TEMPRANA INFANCIA: A DIEZ AÑOS DE EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
En el trabajo sobre enfermedades psicóticas, 93 además de los desórdenes autistas y post-autistas, Meltzer describe tres psicosis no autistas de la niñez temprana. Hemos visto que en Exploración del autismo, las referencias teóricas de Meltzel son Klein, Bick y las ideas de reverle y continencia de Bion. Diez años después, su conocimiento más profundo del trabajo de Bion le permitió aplicar a la teoría de la psicosis otros conceptos bionianos. Por ejemplo, la cesura del nacimiento y las experiencias protomentales y sus representaciones simbólicas; también enriqueció sus propias ideas, posteriormente desarrolladas en la teoría del conflicto estético y del claustrum. El aspecto más interesante de la nueva clasificación de las psicosis de la niñez temprana radica en que los fenómenos clínicos que Meltzer describe están ligados a momentos específicos en la historia más temprana de la vida del niño (la vida en el vientre, el nacimiento, el primer impacto del mundo externo). Estos fenómenos emergieron de la observación y de una amplia experiencia de supervisión de casos de psicosis infantil (uno de los cuales fue tratado por el coautor del hincapié trabajo, Sabatini Scalmati94). Sin embargo, Meltzer hace en que la “historia” de la vida prenatal, el nacimiento y las primeras experiencias sensoriales es, necesariamente, una “conjetura imaginativa” más que una teoría.
Imagina esta historia como sigue: las primeras experiencias en el vientre de la madre son vagas y no coordinadas, el simbolismo es meramente auditivo y rítmico y los procesos del sueño son pacíficos. Hacia el final de la gestación, el vientre se experimenta como un claustrum, lo que produce molesId. 94 Id. 93
96
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
tias psicosomáticas y alucinaciones, de tal forma que se busca emerger para aliviar la tensión. El primer impacto con el mundo exterior es un bombardeo de los sentidos por una intensidad de los estímulos primarios y secundarios, incluyendo el estímulo estético. Las intensas emociones estéticas despertadas por los sentidos (sabor, olor, sonidos, colores de los objetos, etc.) también pueden ser “emocionalmente dolorosas porque su significado es oscuro”. 95 Si el estímulo intolerable encuentra un objeto continente, puede ser evacuado como elementos beta (en la forma de orina, heces o llanto) y regresadas en una forma simbólica (alfa) más tolerable. Con base en la observación y la supervisión clínica de niños psicóticos, Meltzer formula la hipótesis de que la psicosis de la niñez temprana es causada por obstáculos que surgen entre el nacimiento y el establecimiento del objeto continente-receptivo. Su clasificación de las psicosis de la niñez temprana está basada en problemas específicos que se presentan en diferentes momentos de este proceso. Como veremos, estos problemas pueden dividirse en tres categorías: la presencia o ausencia del objeto, la belleza del objeto y la capacidad del objeto para cumplir su junción continente. Examinemos la clasificación de las psicosis de la niñez temprana más de cerca. Autismo Con respecto a los estados amistas y post-autistas, Meltzer replantea la validez de las formulaciones contenidas enExploración del autismo. Sin embargo, en los años transcurridos, desarrolló nuevos aspectos de su teoría que ahora están integrados con las descripciones clínicas previas. En el trabajo que reseñamos hace hincapié en la importancia -en el autismo- del impacto de la belleza externa de la madre en el niño Se advertirá que Meltzer ya tiene en mente la idea del con95
Metapsicología ampliada, p. 141. 97
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
flicto estético. La presencia de un objeto que se experimenta como hermoso, pero impenetrable internamente (por las razones mencionadas más arriba, particularmente la perturbación de la dimensionalidad) lleva al abandono de la vida emocional y a la identificación adhesiva con una madre impenetrable y rechazante. Los aspectos importantes de esta formulación son la presencia de la madre más que su ausencia y su belleza, más que su falta de respuesta emocional. Falla en el ajuste postnatal La cesura del nacimiento (probablemente a causa de sufrimiento fetal producido por complicaciones en el último mes de embarazo) se experimenta como una expulsión del paraíso, un lugar donde el dolor no existía. Estos niños, por lo tanto, “son insensibles a la belleza del mundo exterior y experimentan su estímulo sensorial sólo como un bombardeo. Rechazan ese mundo y tratan únicamente de ser secuestrados otra vez, para volver a estar húmedos, inertes, y protegidos de la fuerza: de gravedad”.96 Tienden a acurrucarse pasivamente en sí mismos, ignorando sus demandas corporales y el uso de sus aparatos motores y sensoriales. En vista de que parecen no tener demandas y que no muestran ningún tipo de sufrimiento, sus madres se sienten aisladas emocionalmente de ellos. Falla primaria del desarrollo mental Estos casos parecen implicar “una falla materna real,
aunque en conjunción con ciertas cualidades del niño, que la predisponen”.97 Tanto en el embarazo como después del nacimiento, el niño no evoca ninguna fantasía, emoción o atención en la madre. Ella es como un contenedor rígido, incapaz de recibir las emociones del niño. Éste, entonces, no 96 97
Ib id., p. 144. Id. 98
EXPLORACIÓN DEL AUTISMO
puede usarla como continente y tiende, para el alivio de la madre a retraerse en la bidimensionalidad. Como resultado del comportamiento mecánico de la madre se elimina todo contacto emocional. El niño adquiere cierto grado de adaptación a esta situación: el desarrollo motor, el control de esfínteres y los hábitos de alimentación se desenvuelven normalmente, mientras que las funciones simbólicas que se srcinan de las emociones, como lenguaje, pensamiento y sueños, no se desarrollan. El resultado es un niño “computarizado” con una voz sin tono, cara inexpresiva, intereses característicos y tendencia a la alucinación. Psicosis de confusión geográfica El niño encuentra dentro de la madre un objeto continente emocionalmente vital y receptivo, pero que está frecuentemente ocupado con otros problemas. “El bebé enfrenta la
disparidad entre el grado en el que su madre es recíproca a su adoración de un objeto estético y la forma en que ella se escabulle rápidamente, como si rechazara sus comunicaciones más apasionadas del nivel vocal, fecal o urinario”.98 El niño debe penetrar en la madre de forma secreta, en la fantasía (identificación intrusiva) en un intento por restablecer e1 contacto, negar el rechazo y explicar la infidelidad. El resultado es un atrapamiento claustrofóbico en el espacio
98
Ibid., p. 145. Bettelheim (La fortaleza vacía) consideraba lo que llamaba el
"ambiente predecible” (madre predecible) como uno de los factores
fundamentales para el desarrollo normal del self. El niño, con sus características innatas, interactúa con la madre, quien también tiene su propias expectativas y respuestas. Sus ritmos personales, temperamentos y sensibilidades se encuentran para crear una adaptación recíproca. De esta interacción, el reciénquenacido aprende a de esperar ciertasacciones reacciones del ambiente y también las consecuencias sus propias pueden ser predecibles. 99
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
penetrado -cabeza-pecho, genitales o recto— y la confusión geográfica con el objeto (estos conceptos fueron desarrollados posteriormente en Claustrum). El atrapamiento en el mundo claustrofobia) crea resistencia a la educación y al desarrollo del lenguaje, produce actividades obsesivas y, en general, “oscilación constante de su estado anímico desde la persecución y la desconfianza respecto de la excitación erótica hasta la tranquila complacencia”.99
*** Las categorías diagnósticas descritas por Meltzer abren nuevos horizontes y enriquecen nuestro conocimiento de los orígenes 100
ysubrayar la naturaleza la psicosis infantil que susdehipótesis acerca de latemprana. importanciaDebemos del principio de la vida (en el vientre, en el nacimiento y las primeras reacciones al mundo externo) sitúan la formación de los mecanismos psicóticos, así como la ansiedad depresiva en una etapa extremadamente temprana. Estos mecanismos psicóticos, que Meltzer describe con gran detalle y profundidad y que ilustra con material clínico, son realmente reveladores para aquellos que trabajamos con niños psicóticos y hemos experimentado con frecuencia la presión y confusión que trae a la relación de transferencia y contratransferencia. Las “cualidades mentales” del niño autista, así como los aspectos típicos de otras psicosis infantiles que Meltzer ha identificado, representan una contribución teórica y clínica fundamental para comprender y dar terapia a estos niños.
99
Ibid., p. 146.
100
Para una clasificación más detallada de las patologías psicóticas y neuróti-
cas en la niñez, de acuerdo con Meltzer, ver Lussana (“La psicoanalisi infant de su base kleiniana”). 100
CAPÍTULO 5 VIDA ONÍRICA A: LA INFLUENCIA DE BION EN LA TEORÍA DE MELTZER Después de la publicación de Exploración delautismo, Meltzer comienza a referirse cada vez más frecuentemente a las teorías de Bion, particularmente a la teoría del pensamiento. En 1978, publicó Desarrollo kleiniano, una serie de conferencias acerca de las teorías de Freud, Klein y Bion, a quienes reconoció como las tres figuras principales que lo han influido (Freud en su primer acercamiento al psicoanálisis, Klein a través del análisis personal con ella y Bion por el impacto que tuvieron su personalidad y sus ideas). El objetivo de Desarrollo kleiniano, en el que Meltzer trata de integrar las tres construcciones teóricas, es muy personal, como explica en la introducción: “el desarrollo de un obje to combinado ´bajo cuya égida´ pudiera algún día intentar trabajar en forma creativa y con valentía”. 101 Es en esta perspectiva, me parece, que necesitamos pensar su trabajo en el periodo entre 1978 y 1986, y que puede ser considerado como una preparación para aquella fase de gran creatividad y srcinalidad que más tarde quedaría expresada en La aprehensión de la belleza y Claustrum. Por esta razón, los libros de este periodo como La comprensione della bellez-
101
Desarrollo kleiniano, Parte I, p. 2.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
za 102
y Metapsicol ogía ampliada , que contienen algunos ensayos fundamentales, tienden en ocasiones a una teorización excesiva en un esfuerzo para hacer consistentes varias hipótesis psicoanalíticas y filosóficas. Esto también es evidente en Vida onírica , en donde Meltzer aplica la teoría del pensamiento de Bion para explorar el mundo de los sueños y pone los cimientos de Metapsicología ampliada, : al modelo neurofisiológico de la mente propuesto por Freud, Meltzer agrega el modelo geográfico de Klein y el epistemológic o de Bion. Más tarde veremos que también agrega su propia. modelo de la mente basado en la dimensión estética. Esbozo ahora brevemente las principales ideas expuestas en Vida onírica. Menciono sólo algunas de las disquisiciones teóricas contenidas en él y destaco las ideas de Meltzer. Éstas son más fascinantes, en mi opinión, cuando hace a un lado la teoría y transmite, como en la tercera parte del libro, su propio método de exploración e interpretación de los sueños. También considero otros dos trabajos: “Los límites del lenguaje”103 y “Del símbolo”,104 que amplían e integran la teoría de los sueños de Meltzer. B: LA CRÍTICA DE MELTZER A LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS DE FREUD
Vida onírica comienza con la revisión de la teoría de los sueños de Freud. Meltzer critica: 1. El concepto del sueño como guardián del dormir. Este concepto, dice Meltzer, está basado en la hipótesis del dormir 102
Una serie de ensayos publicados en italiano, algunos de los cuales se pueden encontrar en Sinceridad. 103 104
“Los límites del lenguaje”, Metapsicología ampliada. “Del símbolo”, en Quaderni de psicoterapia infantile, 5102
VIDA ONÍRICA
como un proceso puramente fisiológico y, por lo tanto, en el modelo neurofisiológico de la mente. 2. El sueño como realización de deseos. De acuerdo con Meltzer, no es claro a qué se refiere Freud con “deseo” (¿intención, impulso, motivación, expectativa?); no sabemos si es algo temporalmente insatisfecho y, si así fuera, la razón por la que no puede ser satisfecho (¿conflicto, oposición, imposibilidad?); tampoco la manera en que quedaría satisfecho. Por lo tanto, Meltzer cree que “deseo” signifi ca para Freud “algo que contempla su cumplimiento sin
tener en cuenta los medios que se requieran para realizarlo”.105 En este sentido, no existiría una diferencia entre el soñar despierto y el sueño nocturno. 3. El concepto del contenido manifiesto o latente de los sueños. Según Meltzer, Freud cometió un error lógico en su búsqueda para demostrar que los sueños tienen un sentido. Confundió la oscuridad del significado de los sueños con la transposición del sentido escondido. Por lo tanto, Meltzer mantiene que el trabajo freudiano de los sueños está principalmente diseñado para “traducir”, para resol ver un enigma y descubrir los trucos usados por el soñante para escapar a la censura. 4. El censor de los sueños. No es el superyó elaborado posteriormente por Freud, sino, de acuerdo con Meltzer, un concepto (basado en la teoría neurofisiológica) creado para describir los excesos de estimulación que podrían interrumpir el sueño. Sin embargo, a pesar de que Meltzer no está de acuerdo con la teorización freudiana de los sueños, señala que en La interpretación de los sueños hay algunas reflexiones que contradicen la teoría. Estas pue den encont rarse e n muchas 105
Vida onírica, p. 10. 103
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
observaciones e ideas que llenan el libro de Freud (especial mente el Capítulo VI). Aquí Meltzer lee a Freud de la misma manera que en Estados sexuales de la mente: critica la construcción teórica freudiana, pero hace hincapié en la validez de las intuiciones de Freud y algunas de sus ideas fuera de la teoría. Por ejemplo, la distinción freudiana entre afectos e ideación es importante: para Freud, en los sueños, los afectos (emociones) tienen una intensidad y realidad no inferiores a las de la vida de vigilia; sin embargo, es sólo cuando se está despierto que estas emociones se enlazan con fragmentos de material ideacional y adquieren el estatus de experiencias mentales. Freud, dice Meltzer, no puede aceptar el sueño como una experiencia real, genéticamente precendente a los contenidos ideacionales, porque se mantiene apegado a la idea de que los sueños manipulan el material psíquico precedente (“restos diurnos”, experiencia s infantiles). Veremos ahora cómo Meltzer invierte este aspecto de la teoría de los sueños de Freud haciendo que la experiencia emocional preceda a la ideación, con el fin de considerar el sueño como una forma de pensamiento inconsciente. C: LAS TEORÍAS DE KLEIN Y BION Como Meltzer ha apuntado, si usamos el modelo neurofisológico de la mente contemplado por Freud, los sueños serán vistos como una actividad cerebral al servicio del dormir. Aun cuando Freud es reconocido por el descubrimiento de la importancia de los sueños como una fuente de información para entender la personalidad, los sueños para él no representan el mundo interno. Esta visión fue desarrollada posteriormente por Melanie Klein. Meltzer señala cómo Klein, al escuchar a los niños hablar acerca del inte104
VIDA ONÍRICA
rior de sus propios cuerpos y los de sus madres, elaboró un nuevo modelo de la mente que Meltzer llama “g eográfico”, en el que existen dos mundos: el externo y el interno. El mundo interno es un espacio vital en el que los objetos internos interactúan. Con este modelo, el sueño (como la fantasía inconsciente) muestra la vida interna (“vida onírica”) y la
transferencia no es sólo la repetición del pasado, sino la externalización del mundo interior presente. “La realidad psíquica podría concebirse de un modo concreto como un lugar donde se establecían relaciones y se generaba el significado de la vida para ser luego extendido al mundo exterior”.106 Es precisamente este mundo interno el que queda representado en los sueños, como en el juego de los niños. Meltzer apunta que estos significados, en Klein, se limitan al significado de las relaciones: entre partes escindidas del self, o de partes del self con objetos internos y externos. Meltzer continua y muestra cómo Bion desarrolló el aspecto epistemológico de la relación madre-hijo. La madre debe, inicialmente, llevar a cabo la junción del pensar para el hijo. A través de la función alfa, ella recibe, transforma, las experiencias sensoriales y las partes trastornadas que son evacuadas en ella (elementos beta) y las devuelve al niño. Esta función se internaliza permitiendo al infante, en ausencia de la madre, buscar el significado de las experiencias y desarrollar el pensamiento. En otras palabras, la madre se internaliza como un objeto “pensante”. En Aprendiendo de la experiencia, Bion sostiene que la función alfa transforma las impresiones sensoriales de la experiencia emocional en elementos alfa, que son la base para el pensamiento consciente y los sueños. Es, por lo tanto, la emoción lo que da significado a la experiencia. La transformación subsecuente de esta experiencia (tanto en el nivel verbal como en el onírico 106
Ibid., p. 42. 105
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
y en el arte), es hacia las representaciones del significado desarrollo de la experiencia emocional que debe ser pensado y comprendido. En la teoría de Bion, como Meltzer apunta, todo ocurre dentro de la relación madre-hijo, en la que el bebé “depende de la capacidad de reverie de la madre para poner en orden-sus vivencias caóticas”.107 Más tarde será ansiedad experimentada por la ausencia de la madre, lo que estimule la función alfa del niño, en la búsqueda por el significado de las experiencias emocionales (una búsqueda que se puede expresar en un sueño o pensamiento). Algunas veces, sin embargo, la función alfa se distorsiona o se revierte y el proceso falla, dando lugar a lo que Meltzer considera los procesos patológicos del sueño. En situaciones de frustración extrema o de dolor mental intolerable, la función alfa no será capaz de operar y llevar a cabo su tarea de transformar las emociones en imágenes oníricas con las que se construyen los pensamientos y significados. Esto resulta en representaciones distorsionadas del self, significados distorsionados del propio estado mental o de las experiencias emocionales del momento. Estas representaciones o pensamientos distorsionados se concentran en evadir el dolor mental y se manifiestan en forma de mentiras o alucinaciones.
D: LA TEORÍA MELTZERIANA DE LOS SUEÑOS COMO PENSAMIENTO INCONSCIENTE
De acuerdo con Meltzer, los tres modelos discutidos -el de Freud, el de Klein y el de Bion — no se excluyen entre sí, sino que forman una línea continua de desarrollo, partiendo del uso clínico de Freud de los sueños en psicoanálisis, a través 107
Ibid., p. 46. 106
VIDA ONÍRICA
de las representaciones kleinianas de la situación interna, hasta las concepciones de Bion y Meltzer de la vida onírica como una actividad creativa en busca de nuevos significados. Según Meltzer, el proceso onírico consiste en “p ensar en experiencias emocionales”; es un proceso de pensamien to inconsciente en el que los sueños son representaciones de significados. Con base en esta premisa, Meltzer añade su propia contribución teórica, investigando y definiendo los procesos de fantasía y pensamiento usados en la representación de los sueños, con el fin de expresar e intentar resolver los conflictos emocionales. En la teoría de Meltzer los sueños son como representaciones teatrales del mundo interno -en este sentido, son similares a las fantasías inconscientes de Klein- pero añade que el proceso onírico es como “ el teatro generador del significado”.108 La escena del sueño está representada a través de dos formas simbólicas: lenguaje interno e imagen visual, que interactúan para crear significados. Miremos más de cerca estos dos aspectos, así como su interacción en la formación simbólica. El lenguaje de los sueños El lenguaje de los sueños utiliza tanto una forma lingüística simbólica (lenguaje interno) como una forma plástica
simbólica (imagen). El lenguaje interno consiste principalmente en gestos y sonidos (canto y danza), de manera pa-recida al primer lenguaje instintivo infantil que precede el desarrollo verbal del lenguaje para la comunicación con el mundo exterior. Es un lenguaje que frecuentemente expresa experiencias preverbales, las mismas evocadas por el arte, que el lenguaje verbal no es siempre capaz de expresar. Más aún, el “lenguaje” de los sueños es también visual y, dice
108
Ibid., p. 102. 107
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Meltzer, a veces la imagen es mucho más efectiva que las palabras para expresar un significado (por ejemplo, las caricaturas políticas). Similares a los sueños son los “flashes” durante las sesio nes que interrumpen el intercambio verbal con imágenes visuales repentinas y vividas, aparentemente sin explicación, De acuerdo con Meltzer, si estas imágenes son tratadas de la misma manera que los sueños, proveen una buena comprensión acerca de la transferencia infantil que está ocurriendo en ese momento. Esto confirma que el proceso de transformación inconsciente de la experiencia emocional está siempre activo, aun cuando opera principalmente cuando los procesos mentales de las relaciones con el mundo exterior están neutralizados por el dormir. Si soñar es unaamanera de pensar, Meltzer, entonces tipo de lenguaje través del cual el dice pensamiento onírico esel expresado, necesita ser definido. Muchos lingüistas (incluyendo a Wittgenstein en sus primeros escritos) han mantenido la existencia de una división entre el mundo racional (pensamiento y lenguaje) y el mundo emocional-intuitivo, el cual no tiene significado desde el punto de vista epistemológico. En “Los límites del lenguaje”,109 sin embargo, Meltzer cita a Wittgenstein en su periodo tardío, cuando propuso que las palabras no sólo dicen, algo, sino que están ligadas a algo dentro de la persona, algo que da significado a esas palabras (que de otra, forma quedarían sin significado). Las palabras se vuelven importantes dentro de un contexto; su significado se da por la situación humana en la que son dichas. El problema en el análísis, dice Meltzer, es si es posible verbalizar experiencias que están relacionadas con el periodo de desarrollo preverbal. Aquí la contratransferencia se vuelve importante; la capacidad, en la situación analítica, de observar las propias reacciones emocio-
109
En Metapsicología ampliada. 108
VIDA ONÍRICA
nales e interpretar, a través del lenguaje, nuevas constelaciones y matices de la emotividad. Esto tendrá significado sólo denno de un contexto particular o encuadre en el que el “lenguaje confidencial” se crea entre el paciente y el analista. Meltzer habla de la “capacidad poética” del analista fundada en la habi lidad de verbalizar las propias emociones primitivas. En conclusión, el concepto de lenguaje se fortalece y diversifica, con el fin de incluir la multiplicidad de sus formas simbólicas. Formación simbólica La emotividad primaria, considerada como el centro de la experiencia significativa, requiere la transformación en una forma simbólica para ser capaz de ser pensada y comunicada. Está transformación ocurre a través de la posibilidad de formar lazos entre dos objetos o experiencias, cada una con un mundo de posibles significados, como si se creara algo nuevo. Meltzer utiliza la teoría del pensamiento de Bion 110 para explicar la formación simbólica. De acuerdo con el modelo de Bion, las impresiones sensoriales de la experiencia emocional (elementos beta) se organizan en elementos alfa, con los que los pensamientos pueden ser construidos. Los diferentes elementos alfa o “fragmentos de pensamiento potencial” pueden ser enlazados con el fin de descubrir el significado de la experiencia emocional . Los elementos alfa pueden ser organizados en lo que Bion llama una “estructura narrativa”, como la primera fase del pensamiento. Sucede
algo similar con los sueños, de acuerdo con Meltzer. Dos símbolos pueden ser organizados en una estructura narrativa. En los sueños muchas imágenes, sensaciones y otras cosas aparecen, cada una representando un mundo de posibles significados. El significado simbólico se da por la superposición (por analogía, relación recíproca, etc.) de uno o más de
110
“Una teoría del pensamiento”, en Volviendo a pensar. 109
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
estos elementos. Esta área superpuesta es un símbolo, cuyo significado intensifica y enriquece los dos elementos que comprenden (como, por ejemplo, la superposición de rojo y azul produce violeta y muchos otros tonos si se continúa superponiendo filtros). Así pues, el símbolo se forma a través de las relaciones recíprocas entre dos elementos que tienen muchos posibles significados que, en una conexión particularmente creativa, nos permiten percibir algo nuevo. En su trabajo sobre los símbolos, 111 Meltzer reporta el sueño de uno de sus pacientes. 112 Este sueño representa simbólicamente, a través de lenguaje y las imágenes, su comprensión inconsciente del significado del trabajo analítico; cuyo propósito es no eliminar el dolor, sino explorar de dónde viene. ...iba manejando por la ruta en su auto nuevo, con el que estaba muy contento, pero se asustó al ver a un hombre pelado [calvo] tirado en la banquina [cuneta]. Al acercarse vio, horrorizado, que al hombre parecía sobresalirle del pecho una rama de haya con hojas secas de otoño. Como el hombre parecía vivo, mi paciente saltó del auto para ir en su ayuda pensando en quitarle la rama del pecho, inmediatamente. Pero para su gran sorpresa, pese a mostrar signos de gran dolor, el hombre le impidió hacerlo diciendo: “No llame a la docto ra S. (una analista autora de un trabajo sobre estética que mí paciente había leído recientemente), primero debemos determinar de dónde provino la rama ”. 113
*** 111 112
“Del símbolo”, en Quaderni de psicoterapia infantile,5. Este sueño, que Meltzer citó en un seminario (“Del símbolo”), fue
posteriormente incluido en La aprehensión de la belleza en una versión ligeramente distinta (por ejemplo, en lugar de “parecía estar muerto”, escribe “parecía vivo”) en la que el sueño es usado para ilustrar la naturaleza
del dolor y la belleza. 113 Es de esta manera que el sueño es referido en La aprehensión de la belleza (pp. 8-9) [E.] 110
VIDA ONÍRICA
La teoría de los sueños de Meltzer está basada en la idea de que el pensamiento puede ser expresado no sólo a través de la verbalización y que la simbolización no está limitada a la traducción de imágenes visuales a lenguaje. En lugar de ello, existe una interacción creativa entre la vocalización en los sueños (forma lingüística simbólica) y las imágenes visuales (forma plástica simbólica), a través de la cual las dos formas simbólicas se engarzan una con otra para capturar significados. En la descripción de su concepción de los sueños como pensamiento inconsciente, Meltzer contempla un paralelo entre los sueños y la comunicación artística, comparando el lenguaje evocativo de la poesía, los componentes misteriosos de la pintura, los sonidos de la música y los gestos de la danza, con el lenguaje de los sueños. Es una teoría estética de la vida onírica en la que, para (relacionada Meltzer, la experiencia emocional es principalmente estética con la belleza, pero también con el dolor), y el arte, la fantasía y los sueños son formas de representar nuestra experiencia estética del mundo.
111
PARTE III
LO SUBLIME Y LO OMINOSO
COMENTARIOS INTRODUCTORIOS
En estos de doslasúltimos discuto los en desarrollos recientes teoríascapítulos de Donald Meltzer, particularmás los conceptos de Claustrum y de conflicto estético. Freud114 señaló que los psicoanalistas raramente se preocupan por la estética; por aquello que se siente hermoso, atractivo y sublime o por los sentimientos opuestos: repulsión, miedo, horror, lo que Freud define como ominoso. Estos aspectos de la naturaleza humana han sido explorados de manera brillante en el trabajo de Meltzer. Su aprehensión de la belleza) como lo perverso y maligno (en su descripción del Claustrum, con su atmósfera de horror, desarrollo de una teoría de espacio interno (un “espacio vital”): por una parte, un “interior enigmático” o un espa cio secreto de intimidad que deriva del conflicto estético, que es esencial para el desarrollo y es la fuente de la creatividad artística; por otra, el espacio interno aterrorizante del claustrum, que deriva de la identificación proyectiva intrusiva. 114
“Lo ominoso” (1919), SE., 17; AE, XVII.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Examino de manera separada estos dos aspectos del espacio interno y después analizo su relación, empezando con el interior enigmático como se describe en el conflicto estético. El término “conflicto estético” vincula el punto de vista
filosófico con el psicoanalítico. La estética es el área de la filosofía que estudia la teoría de la belleza y el arte. El conflicto, en el sentido utilizado por Meltzer, es “la lucha del
individuo entre la sensibilidad estética y las fuerzas de la incultura, el puritanismo, el cinismo y la perversidad”. 115
Existe una larga tradición filosófica en el estudio del significado de la belleza y la verdad, así como en la búsqueda de definiciones de la esencia de los objetos. El conflicto estético quede ser visto, en parte, como el desarrollo de estas teorías. En La aprehensión de la belleza, Meltzer cita un gran número de filósofos, desde Sócrates y Platón hastadel Kierkegaard. Antes de discutir las amplificaciones clínicas conflicto estético, me gustaría mencionar a un filósofo cuya descripción del espacio interno me resultó de gran ayuda para visualizar y comprender las ideas de Meltzer. Al hablar acerca del problema de la autenticiada, Heidegger116 utiliza la imagen de una jarra. Ésta puede ser descrita como un objeto con una base, con lados y una agarradera, es decir, la forma exterior de la jarra que todos reconocemos. Continúa embargo, la esencia la jarra radica en diciendo, su interiorsin “vacío”, el que espacio internode contenido ahí. El espacio interno que nosotros percibimos como un espacio vacío, no está realmente vacío. La física diría que la jarra contiene aire, pero esto no es su esencia. La esencia de su vacuidad está en su potencial para recibir, contener y ofrecer lo que está en su interior. La jarra es rica en contenido. El agua o vino que puede ofrecer evoca (aun cuando la jarra esté
115 116
La aprehensión de la belleza, p. 3. Heidegger, M. (1954) Saggi è dicorsi. 116
EL CONFLICTO ESTÉTICO Y EL INTERIOR ENIGMÁTICO
vacía) una imagen de lluvia, rocas o la fuente desde la que el agua surge o, en el caso del vino, la fruta de la tierra madurada por el sol. Heidegger dice que si pensamos auténticamente acerca de un objeto distante, no sólo lo represetamos externamente, sino que adquiridos, en nuestra memoria, todo lo que pertenece a la esencia del objeto (recuerdo). Esto crea una respuesta, un reflejo de uno mismo y del mundo exterior, lo que favorece una relación auténtida. La poesía nace de la recolección [Versammling] de recuerdos en el pensamiento, pues la esencia de la poesía es el pensamiento mismo. La poesía desvela lo escondido, los aspectos pocos familiares del mundo y los mantiene desconocidos, pues deben mantener su misterio. La descripción de Heidegger nos trae a la mente versos de “Oda a un ruiseñor” de Keats, un poeta al que Meltzer admira
profundamente y suele citar:
¡Ah, si bebiera un sorbo del vino que se enfría Mucho tiempo en el seno de la tierra y que guarda el sabor de praderas y de Flora, y de cantos y bailes provenzales, y del gozo soleado! ¡Su tuviera una copa con vino del Sur tibio…! 117
La teoría de elHeidegger me resultó mucha en ayuda para comprender conflicto estético, en lademedida que enfatiza la búsqueda de un significado escondido dentro del objeto. Es, por supuesto, un acercamiento filosófico y especulativo, mientras que el concepto de Meltzer del “interior misterioso” deriva de la experiencia clínica. Esta perspecti va, sin embargo, puede ser considerada “folosógica”, pues
desarrolla una teoría de las pasiones (belleza, verdad, violencia) y de la creatividad. 117
John Keats, Odas y sonetos. 117
CAPÍTULO 6 EL CONFLICTO ESTÉTICO Y EL INTERIOR ENIGMÁTICO A: EL CONCEPTO DE ESPACIO INTERNO Si examinamos el concepto de espacio interior desde el punto de vista del psicoanálisis clásico, se considera inicialmente como un espacio anatómico que se refiere a los genitales femeninos en particular. El Hombre de los Lobos de Freud, citado por Meltzer, 118 "desea estar de vuelta en el útero ”, no sólo volver a nacer. Como apunta Meltzer, Freud tenía la intuición que, para el niño, el interior del cuerpo de la madre es el lugar donde ocurre la cópula y da lugar a las fantasías sexuales femeninas y masculinas con las que el niño se identifica. Sin embargo, fue Melanie Klein quien demostró cómo las fantasías infantiles acerca del cuerpo de la madre, así como del suyo propio, crean un mundo interno. La teoría del espacio interno y del ensueño, creada por Bion, parece referirse más a un espacio mental interno en el que se contiene y da significado a las emociones del niño acerca de la relación madre-bebé. En el modelo de Bion, la ausencia de la madre (o la ausencia de un espacio para el ensueño) crea un estado de frustración y de dolor depresivo que estimula al bebé a representarla simbólicamente. Ésta es la base del pensa-
118
Estados sexuales de la mente.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
miento y el conocimiento. Meltzer, reconociendo su deuda hacia Bion y Klein, va más allá, pues su idea se basa en que la urgencia de desarrollo, conocimiento y creatividad surge no sólo de la representación del objeto ausente deseado, sino de la necesidad de descubrir el interior del objeto presente.
B: EL. CONFLICTO ESTÉTICO De acuerdo con Meltzer, desde el inicio de la vida, la presencia de una madre amorosa y el impacto de su belleza externa (particularmente sus pechos, cara y ojos mientras alimenta al bebé) estimulan el sentido estético del niño. Pero esta percepción contrasta con la de una madre enigmática cuyo humor, tono o expresión pueden cambiar misteriosamente. Este contraste causa incertidumbre y estimula el instinto epistemofílico y la imaginación creativa. Así se forma la imagen de un espacio dentro de la madre desde el que surgen no sólo la belleza y el placer; también despierta las sensaciones de dolor mental. La belleza se vuelve ambigua. Tolerar la incertidumbre de la belleza es un signo de madurez. Es con base en el conflicto estético que se forma el espacio secreto dentro del self; un espacio en el que uno puede retraerse de manera periódica para reintegrarse. Este espacio interno es la fuente desde la que los artistas obtienen su inspiración. Según Meltzer, el arte, la literatura y el análisis son testimonio de la influencia del conflicto estético a lo largo de la vida.119 La aprehensión de la belleza de la vida, de la ambigüedad y del dolor que forman parte de ella (la capacidad negativa de Keats) son el srcen de aquellos procesos estéti119
Estos aspectos de la teoría de Meltzer han sido explorados por muchos psicoanalistas y críticos literarios (por ej., Cohen y Hahn, 2000). 120
EL CONFLICTO ESTÉTICO Y EL INTERIOR ENIGMÁTICO
cos e imaginativos que el arte y el psicoanálisis comparten. Tanto el arte como el psicoanálisis, como ha destacado Meg Harris Williams,120 tratan con las emociones y pueden ser considerados como acercamientos distintos en la exploración del mundo mental interno, unidos por el impulso común hacia el autoconocimiento. C: RECIPROCIDAD ESTÉTICA Otro concepto importante es el de la reciprocidad estética que, en palabras de Meltzer, puede ser definido simplemente como “el amor a primera vista”121 de la madre y el bebé por igual. Un bebé recién nacido no es particularmente hermoso si consideramos suslocualidades Meltzer; sin embargo, sus padres ven como formales, un objetodice estético. No son las cualidades externas del bebé, sino algo más profundo, algo que tiene que ver con la “esencia de ser un bebé”, que lo hace “un objeto evocativo tan poderoso”. De a cuerdo con Meltzer, así como la madre con sus cualidades interiores (que el bebé experimenta en relación con su pecho, su cara, abrazo) produce un impacto estético en el niño, éste, con sus maravillosas cualidades interiores, produce un impacto similar sus padres.Marie Su potencial convertirseun en ser un Darwin,enRembrandt, Curie, (para o simplemente humano) pone en movimiento la imaginación de los padres, y el amor a primera vista de la madre hacia su bebé es la condición sin la cual el bebé no puede tolerar el conflicto estético. Cuando esto no ocurre, el bebé experimenta a su madre como incapaz de percibir sus cualidades interiores y sus potencialidades. La relación primaria se vuelve emocional-
120 121
The Chamber of Maiden Trought. The aprehensión de la belleza, p. 61. 121
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
mente trastornada y el niño puede experimentar patologías severas, como aquellas desarrolladas por Claudia en La aprehensión de la belleza o James en Exploración del autismo. Meltzer supone que el conflicto estético en análisis aparece en una etapa avanzada del proceso psicoanalítico. Los ejemplos que ha dado son bastante claros al respecto; ilustran, sin embargo, casos más severos. La pregunta que deseo plantear es: “¿Podemos percibir el conflicto estético como un potencial en nuestros pacientes?” Creo que es posible
muy temprano en la terapia y que puede ser una de las razones por las que elegimos aceptar a algunos pacientes y no a otros. También puede ser que experimentemos, en la contratransferencia, algo así como una “reciprocidad estética": la percepción deque la despiertan belleza interna delcuriosidad individuonos y de las potencialidades nuestra hacen verlas más profundamente y comprender el misterioso interio; es de lo que realmente se trata el psicoanálisis. Ocurre una situación diferente si vemos un destello del interior negativo como se describe en Claustrum.
D: TRES ASPECTOS IMPORTANTES DEL CONFLICTO ESTÉTICO Después de describir brevemente el concepto de conflicto estético pensado por Meltzer, quisiera señalar tres aspectos de esta teoría. El primero se refiere a las implicaciones filosóficas. La búnqueda de un significado se vuelve, inevitablemente, la búsqueda del sentido y la autenticidad de la vida. He comparado el punto de vista de Meltzer con el de Heidegger. Para los dos, la búsqueda de un significado real yace dentro del objeto y, en última instancia, en nosotros mismos si aceptamos que algunos de los aspectos del objeto permanecen desconocidos. 122
EL CONFLICTO ESTÉTICO Y EL INTERIOR ENIGMÁTICO
En segundo lugar, desde el punto de vista del desarrollo clínico, el concepto del conflicto estético revoluciona la teoría kleiniana del desarrollo, situando las ansiedades depresivas antes que la posición esquizoparanoide. También modifica el concepto de integración, que ahora se ve no sólo como la integración de objetos buenos y malos en el sentido kleiniano, sino que también incluye el concepto de integración del amor, el odio y el conocimiento de Bion. Desde el punto de vista de Klein, el objeto y el self se experimentan, en principio, como una división entre las partes buenas y malas, que eventualmente se integrarán en la posición depresiva. Esto da pie a la ansiedad depresiva relacionada con la pérdida del objeto bueno idealizado. La integración del objeto y el self se logra a través de la restauración de un objeto bueno real capaz de tolerar las partes agresivas. Desde el punto de vista de Meltzer, la ansiedad depresiva surge muy temprano debido al hecho de que, desde que aparece, el objeto se experimenta como un objeto complejo, hermoso y ambiguo al mismo tiempo. La escisión y otras defensas pueden ocurrir más tarde como una manera de evadir el conflicto estético. Éste reaparece en el umbral de la posición depresiva, cuando el individuo debe enfrentar, de nueva cuenta, la pérdida del objeto bueno idealizado e integrar los aspectos persecutorios del self y el objeto. La integración se consigue no sólo a través de la integración del amor y el odio, sino que también incluye el impulso de conocer el interior de nuestros objetos y de nosotros mismos. Este es un momento decisivo, una suerte de punto de inflexión, que con frecuencia produce un impasse en el análisis; superar este impasse lleva a la recuperación del objeto estético y la capacidad de percibir la belleza del mundo a pesar de sus aspectos misteriosos y aterrorizantes. En algunos casos severos, sin embargo, puede llevar a reacciones catastróficas e incluso al suicidio. 123
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Finalmente, la concepción de Meltzer acerca del conflicto estético ofrece una nueva contribución a la teoría de la creatividad. La escuela kleiniana ha interpretado el arte y la literatura como la sublimación de la posición depresiva, como la búsqueda de recrear el objeto perdido. Meltzer argumenta que perdido, en el proceso creativo, máslas queemociones un regresodela buscar el objeto el artista expresa conflicto estético. Estas emociones estimulan la búsqueda del conocimiento que, a través de la creatividad imaginativa, enrique cen y renuevan el objeto continuamente. En el capítulo siguiente veremos los aspectos negativos y patológicos vinculados a la búsqueda de conocimiento del objeto interno a través de la intrusión.
124
CAPÍTULO 7 EL CLAUSTRUM: EL MUNDO INTERNO EXPERIMENTADO DESDE ADENTRO A: EL TERROR INEXPRESABLE DEL CLAUSTRUM
Y DE LO OMINOSO Antes de enfrentar los fenómenos claustrofóbicos descritos en Claustrum, debo destacar lo difícil que es describirlos: están relacionados con experiencias primarias muy inquietantes. Meltzer nos advierte122 que la descripción de los pacientes cuyo sentido de la identidad se ha mantenido fijado en el mundo infantil interno del claustrum, puede parecer un cuento de hadas o un fruto de la imaginación del analista. Mantiene (y cita a Wittgenstein) que el mundo interno de estos pacientes no puede ser descrito en lenguaje convencional: se infiere a través de la intuición, la contratransferencia, los sueños y las fantasías infantiles. El lenguaje del arte, de la música y de la poesía son más apropiados, para expresarlo. El psicoanálisis mismo es considerado por Meltzer mis un arte que una ciencia, pues puede recurrir al lenguaje de los sueños y a la “reflexión intuitiva” que, sin embargo, deben ser “supervisados por modos de observación y pensamiento conscientes y científicos”.123 Creo que por las
122 123
Claustrum, cap. 5. Ibid., p. 75.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
mismas razones, Claustrum es considerado un libro difícil. Si deseamos penetrar el sentido de lo que está descrito en el libro y la construcción teórica de Meltzer, debemos entrar a la dimensión fantástica e imaginaria y estar preparados para re-experimentar esos niveles primitivos en nosotros mismos, esos niveles tan bien descritos por El Bosco en la cubierta del libro de Meltzer. Los sueños que tuve a lo largo de la lectura de la obra me ayudaron a capturar y comprender la vida del claustrum y su ominosa atmósfera. “Sentimientos ominosos” similares han sido descritos por
Freud y distinguidos de lo que es simplemente atemorizante.124 De acuerdo con Freud, lo ominoso [ Unheimlich] puede ser rastreado hacia atrás en las fuentes infantiles hasta aquello secretamente familiar que debe mantenerse oculto. Continúa diciendo que algunos eventos, objetos o personas despiertan una sensación ominosa, precisamente porque evocan una situación primaria que produce que lo que está escondido (reprimido) se repita. La mayoría de estos sentimientos regresan a “épocas en que el yo no se había deslindado aún neta mente del mundo exterior, ni del Otro”. 125 Esto puede ser visto en el tema del doble (muy empleado en la literatura y que Freud toma como ejemplo), en el que el desdoblamiento, la división o el intercambio del self y el sentimiento de que una persona “es coposeedora del saber, el sentir y el vivenciar de la otra”126 producen sensaciones ominosas. Me pregunto si estas sensaciones ocurren en la pseudomadurez, cuando las fronteras entre el self y el objeto están difusas. Freud menciona otras experiencias ominosas: repeticiones, premoniciones, deseos de muerte que se vuelven realidad y el temor al “mal de ojo”. Todas regresan a una fase d e
124 125
Freud, “Lo ominoso”, pp. 216 y ss. Ibid.,
126 Ibid.,
p. 236. p. 234.
126
EL CLAUTRUM
omnipotencia de pensamiento. El sentimiento ominoso también se refiere a sensaciones de incertidumbre acerca del objeto: “si algo es inanimado o inerte, y que la semejanza de
lo inerte con lo vivo llegue demasiado lejos ” . 127 La confusión geográfica, la incertidumbre acerca del objeto y la omnipotencia del pensamiento, son todos temas que aparecen en el trabajo de Meltzer, aunque desde un punto desvista distinto (por ejemplo, cuando Freud se refiere a la represión, ahora nos referiríamos a partes escindidas; algunas de las interpretaciones freudianas serían vistas hoy a otra luz). Sin embargo, la descripción freudiana de lo ominoso como una cosa alguna vez familiar y que se ha vuelto desconocida, parece explicar aquellos sentimientos ominosos que se despiertan en nosotros cuando toman contacto con el mundo interior del claustrum. Como Meltzer ha mostrado, esta visión distorsionada del mundo del claustrum es el resultado de la búsqueda de conocimiento a través de la identificación proyectiva intrusiva (recurriendo a la violencia, a lo furtivo y las artimañas), lo contrario a la búsqueda de conocimiento y belleza a través de la imaginación y la experiencia.
B: EL CLAUSTRUM Y LOS COMPARTIMIENTOS DEL MUNDO INTERNO
Volvamos ahora a la descripción de Meltzer de la vida en el claustrum. En la primera parte de Claustrum, Meltzer revisa su trabajo previo acerca de la identificación proyectiva con un objeto interno, del que surgió su teoría de los fenómenos claustrofóbicos. También discute la definición de Melanie Klein de la identificación proyectiva que, como
127
Ibid., p. 233. 127
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
hemos visto en el Capítulo 1, se refiere a la proyección de partes del self en un objeto externo que después se sienten como parte del objeto. Desde este punto de vista, la claustrofobia es vista como un atrapamiento dentro del objeto externo. Meltzer subraya que Klein, en sus escritos, también describió el proceso de internalización (objetos internalizados) pero no enlazó los dos conceptos (en el sentido de una posible invasión de objetos internalizados), considerando la identificación proyectiva y la internalización como complementarias. La identificación proyectiva con un objeto interno es uno de los conceptos básicos de Meltzer y desde él construye su teoría del claustrum. En un principio128 Meltzer lo describió como el resultado de la masturbación anal acompañada de fantasía inconsciente introducirse en el recto no la y así identificarse con eldeinterior de la madre. Más matertarde, en Claustrum, describió cómo todos los sentidos y los orificios pueden ser entradas potenciales para la intrusión en el cuerpo de la madre y cómo la intrusión a las diferentes partes (los tres compartimientos) del interior del cuerpo de la madre despierta distintas patologías claustrofóbicas. La compartimentación de la madre interna ya había sido sugerida, aunque no claramente definida, en El proceso psi-
coanalítico. quedeluna de las primeras experiencias, duranteRecordemos el transcurso proceso psicoanalítico, es la de la identificación proyectiva intrusiva como una negación de la identidad separada. Esto produce lo que Meltzer llama confusión geográfica (la ausencia de límites entre el self y el objeto). Más tarde, con la experiencia de un objeto externo real (pecho-retrete), en el que se evacúa la ansiedad y las partes persecutorias del self con el fin de restaurarlas, la identificación proyectiva masiva puede ser abandonada 128
“La relación de la masturbación anal...”, loc. ci t. 128
EL CLAUTRUM
Aparece un nuevo mecanismo de defensa por el cual el objeto se divide en la función sanitaria (situada en las nalgas) y las funciones nutricias (localizadas en el pecho, el pezón, la boca y los ojos, que juntos también representan la mente y su alimentación). La incapacidad de resolver e integrar esta configuración de relaciones objetales es la línea divisoria entre la psicosis y la salud mental. En sus trabajos tardíos, Meltzer destaca tanto el concepto de identificación proyectiva con el objeto interno como la compartimentación. Une estos dos conceptos en la idea de “espacio vital” como un espacio dentro del objeto y d entro de la madre interna.129 En Claustrum, el modelo geográfico de la mente se especifica comoexterno fundamentalmente en cuatro áreas: el mundo y el interiorsubdividido de los objetos externos el mundo interno y el interior de los objetos internos. A estas cuatro áreas, Meltzer añade un quinto espacio -el espacio delirante— que desde el punto de vista geográfico está situado en el “no lugar”.
Meltzer muestra cómo el interior de los objetos internos refleja las experiencias y fantasías concernientes al interior del cuerpo de la madre. En el transcurso del desarrollo normal, el interior del cuerpo de la madre se siente, en un principio, como un espacio vasto e indiferenciado, que contiene todas las formas de vida. Este espacio, entonces, se vuelve diferenciado en tres compartimientos no integrados: la cabeza-pecho, los genitales y el recto. Estos compartimientos internos de la madre son construcciones imaginativas formadas por analogía entre las funciones de la madre y lo que el bebé experimenta a través de sus propios orificios en 129
Ver Estados sexuales de la mente; el caso de Bar r y en Exploración del autismo, y Metapsicología ampliada
129
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
la relación madre-bebé. Por lo tanto, los ojos del niño son atraídos a los ojos de la madre, su boca al pezón, su oído a las palabras que vienen de su boca y todos estos juntos forman un compartimiento de experiencias y fantasías que pertenecen a la cabeza del bebé: la cabeza-pecho materna (mente). Los otros dos compartimentos se forman de la misma manera alrededor de los procesosexcretorios y las partes genitales eróticas. Estos tres compartimientos dentro de la madre deben mantenerse separados: los bebés internos en el compartimiento genital no deben recibir alimento de la cabeza-pecho, ni en forma de comida del pecho u ocupando la mente de la madre. Los excrementos en el recto no deben, de ninguna forma, contaminar el pecho o envenenar a los bebés en el compartimiento genital. Durante el proceso de maduración, los conflictos pertenecientes a cada compartimiento deben ser resueltos para conseguir la integración: sólo cuando los conflictos pregenitales en la cabeza-pecho y el recto se resuelven, la integración de éstos con el compartimiento genital se vuelve posible. Después de rastrear el proceso normal, Meltzer discute la patología y las distorsiones que surgen de estos compartimientos cuando están ocupados por partes intrusivas del self. Estos aspectos patológicos son el resultado de la identificación proyectiva intrusiva en la que, más que a través del intercambio de experiencias y fantasías, el conocimiento del interior del objet o externo se busca a partir de la “v iolencia, lo furtivo y las artim añas”, con la subyacente fantasía masturbatoria de penetrar el interior del objeto interno. Este se convierte en un espacio claustrofóbico en el que las partes infantiles del self quedan atrapadas. Cada compartimiento es experimentado desde sus aspectos negativos: de 130
EL CLAUTRUM
aquí surge que la riqueza contenida en la cabeza-pecho se transforme en un conocimiento omnipotente dominado por la envidia; el útero -imaginado en el desarrollo normal como un espacio interno que contiene bebés fertilizados por el pene del padre- se vuelve un espacio de dominación fálica y erotismo asociado con la contaminación y los bebés no deseados. Lo más patológico de todo es el mundo del recto, un espacio claustrofóbico en el que la vida es dominada por la degradación ética, la perversión, el crimen y la autoidealización. Los fenómenos claustrofóbicos varían de acuerdo al compartimiento en el que han ocurrido la intrusión y el atrapamiento. Examinemos las diferentes posibilidades expuestas en la teoría de Meltzer. La vida en la cabeza-pecho Desde el exterior, la cabeza-pecho materna es un objeto parpial. Su cualidad principal es la riqueza: primero es el pecho rico en alimento, que con el tiempo se integra con las otras cualidades de la madre en la relación madre-bebé y se convierte en la representación de la generosidad, receptividad y reciprocidad estética. La capacidad de reverie y comprensión de la madre la hace el lugar de todo el conocimiento, imaginación, formación de símbolos y creatividad artística. Visto desde adentro, a causa de la intrusión, cada una de estas cualidades se experimenta negativamente o, como Meltzer argumenta, se “vulgariza”. Por lo tanto, “ la generosidad se vuelve en quid pro quo, la receptividad se torna en adulación, la reciprocidad se vuelve complicidad; el entender, penetrar en los secretos; el saber se vuelve información; la formación de símbolos, metonimia; el arte se vuelve moda”. 130 La gente que vive en identificación intrusiva en la cabeza-pecho de su
130
Claustrum, p. 73. 131
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
objeto es incapaz de pensar o juzgar por sí misma; toma todo lo que puede de otros; se adapta a las ideas de los demás y a las modas, y cubre sus fallas emocionales con una capa de brillantez. Meltzer da los ejemplos del esteta, del “conoce dor”, del genio autodidacta, de la belleza profesional, aquellos que sólo valoran la riqueza y la fama, y muchos otros, Muy adentro, estas personas pueden darse cuenta de la inautenticidad de sus vidas: se sienten impostores, saben secretamente que han adquirido su estatus a través del fraude, pero están atrapados claustrofóbicamente en sus roles y son incapaces de comprender la diferencia entre su forma de vida y la de aquellos que se encuentran en un estatus social similar. Su búsqueda de conocimiento, dominada por la envidia más que porinmediata el aprendizaje la experiencia, se basa en lade satisfacción de ladesde omnisciencia adquirida a través la intrusión en el aparato mental del objeto interno. La descripción de aquellas personas que viven en la cabeza-pecho corresponde a la descripción de la pseudomadurez (ver Cap. 1, Sección C). A pesar de que se srcina en una fase pre-edípica muy temprana, la pseudomadurez puede ser mejor observada, de acuerdo con Meltzer, durante la latencia cuando las identificaciones de los niños tienden a conformarse con los valores externos y a adaptarse a los requerímientos de la escuela y la sociedad. Creo que la pseudomadurez, como fue descrita por primera vez por Meltzer, es un fenómeno común y es un punto de referencia extremadamente útil en nuestra práctica clínica. Aplica, por ejemplo, a los “adultos pequeños” quienes se presentan en nuestros consultorios con más y más frecuencia, presentando síntoma que implican una ansiedad profunda y una gran hostilidad detrás de su comportamiento de niños-modelo. Esta falsa autonomía precoz es causada, con frecuencia, por circuns132
EL CLAUTRUM
tancias externas que requieren que el niño crezca rápidamente (madres solteras, separaciones, hospitalización, etc.), así como la identificación con los conflictos matemos concernientes a las ansiedades de separación. También podemos plantear la hipótesis de que existe un lazo entre la pseudomadurez y la llamada adolescencia prolongada. En estos casos, la incapacidad del joven adulto de separarse de una situación de dependencia económica o cultural de su familia, puede tener sus raíces en las ansiedades de separación de la infancia, compensadas durante la latencia por una necesidad excesiva de conformar y ser aprobado, lo que persiste en etapas posteriores. Meltzer describe a los niños que fueron “dejados atrás” por el proceso de socialización de la adoles cencia: “algunos, por supuesto, están simplemente engan -
chados a un periodo de latencia más bien rígido y en el que reciben aprobación... parecen atravesar por la comunidad adolescente bajo un túnel, esperando que en el futuro salgan a la superficie, cuando se hayan establecido en la comunidad,
para retomar los pospuestos problemas de la sexualidad”. 131
En este sentido, la adolescencia puede ser considerada como otro momento decisivo en el proceso de individuación o para persistir en la pseudomadurez. La vida en el compartimiento genital Desde afuera, la genitalidad de los padres es vista como algo misterioso: el útero es un espacio en el que el padre, con su semen, fertiliza y alimenta a la madre y a sus bebés internos. Visto desde adentro, como resultado de la intrusión, la entrada del falo es un festival priápico que todos disfrutan voluptuosamente: el macho, quien se identifica con el falo idolatrado, la hembra, quien recibe y domina el falo y los
bebés internos; todos ellos son parte de la orgía. 131
lbid., p. 149
133
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
Los aspectos identificatorios principales de la intrusión en este espacio consisten en un fuerte comportamiento machista en el varón (quien, en la identificación proyectiva con el pene, es el pene) y en el comportamiento femenino de coquetería y seducción (para probar su poder sobre el pene) En los dos casos, la fantasía inconsciente es la de la irresistibilidad. El comportamiento sexual de los habitantes del compartimiento genital es similar al de la adolescencia, pero difiere en lo extremo del estado erótico de la mente. La patología claustrofóbica, consecuente con encontrarse atrapado en el espacio genital por la fantasía intrusiva, supo ne el temor al embarazo y el temor a la enfermedad (puesto que los objetivos de los habitantes de este compartimiento son el disfrute sexual y la „irresistibilidad‟), lo que puede
producir nivel dede ansiedad muy alto y síntomas como la obsesión, un dificultad concentración y desórdenes alimenticios y del sueño. La vida en el recto La vida en la cabeza-pecho o en el compartimiento genital produce un comportamiento inmaduro y rígido y una incapacidad de formar relaciones íntimas, pero permite una adaptación superficial a la realidad. La identificación intrusiva en el recto materno, por otro lado, da lugar a trastornos mentales muy graves. Desde afuera del objeto, este compartimiento es visto como contenedor de todos los desechos de los bebés internos y externos, pero, cuando se experimenta desde adentro, a través de la intrusión anal (que, como hemos visto, está relacionada con una valoración narcisista de las heces y la confusión ano-vagina, pene-heces), se con vierte en una región dominada por el pene fecal, un lugar de degradación ética, de sadismo, tiranía y sometimiento. El único valor es la supervivencia a cualquier costo, pues los
habitantes este compartimiento, aun cuando están atrapados en eldeclaustrum, viven en el temor de ser arrojados al 134
EL CLAUTRUM
“no lugar”. Recordemos (Capítulo 1, Sección C) cómo la
ansiedad de separación produce la intrusión en la madre (a través de lo furtivo y las artimañas) y la confusión entre el interior del objeto y el interior del self. El estado mental claustrofóbico producido por el atrapamiento en este compartimiento, es comparado por Meltzer a un campo de concentración, en el que los valores de verdad, confianza, lealtad y justicia no tienen significado. Los placeres radican en la perversión sexual, la adicción y la criminalidad. Junto con un aspecto de auto idealización y ambición, los intrusos en esta región pueden mostrar síntomas (psicosomatosis, insomnio, desesperanza, etc.) que revelan no tanto sentimientos de atrapamiento, sino las consecuencias emocionales de su perversidad o criminalidad. C: EL MUNDO DE LA PSICOSIS
En un trabajo sobre la psicosis, 132 Meltzer refiere el concepto kleiniano de mundos o espacios mentales diferentes. Distingue entre el mundo externo, el interior de los objetos externos, el mundo interno y el interior de los objetos internos; además, considera la confusión geográfica entre estos mundos como la base de la psicosis. Una persona, o parte de una persona, puede habitar diferentes mundos, dice Meltzer: por ejemplo, el presidente Schreber,133 cuyo mundo emocional interno fue destruido, pero no así su mundo externo. Los estados psicóticos son causados por la invasión del espacio del objeto interno a través de la identificación proyectiva
132
Quaderni di Psicoterapia
“Un approccio psicoanalítico alle psicosi”, en Infantile, 2. 133
S. Freud, “Sobre un caso de paranoia descr ito autobiográficamente" (1911
[1910]), SE, 12; AE, XII. 135
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
intrusiva. El paciente habita el interior del objeto (con sus cualidades particulares, sus peligros y gratificaciones), y de esta forma modifica su sentido de identidad, por lo que se confunde con las cualidades y capacidades del objeto que lusido penetrado (identificación adhesiva narcisista con el objeto externo en el que se ha producido la intrusión). El mundo interno fantaseado del objeto se confunde con el mundo interno del paciente. Esta identificación puede relacionarse con una parte psicótica de la personalidad y puede estar más o menos fijada. Más aún, el espacio o compartimiento en el que ocurre la identificación puede variar: por ejemplo, el espacio cabeza puede despertar delirios de omnisciencia, el espacio genital delirios de creatividad y el recto delirios de riqueza. Uno de los factores que puede desencadenar el surgimiento de la psicosis es la pérdida del objeto externo que apoya la parte sana de la personalidad. El grado de patología depende de las cualidades reales del objeto externo al cual los objetos internos están ligados en la identificación proyectiva por las partes psicóticas de la personalidad. Por ejemplo, una persona en identificación proyectiva con la cabeza de un objeto sano presentará síntomas clínicos distintos de aquella que está en identificación proyectiva con un objeto perdido en un sistema delirante. El problema de la psicosis se aborda nuevamente en Claustrum. Existen, de acuerdo con Meltzer, diferentes niveles de “claustrum”, que van desde la normalidad a la psicosis. En los niños pequeños, la identificación proyectiva con el interior del objeto, es considerada un fenómeno normal. En la mayoría de la gente, una parte infantil que habita en el claustrum puede influir la visión del mundo (manchándola con prejuicios, pesimismo, cinismo, etc.). En la neurosis, se confunden los niveles infantiles y adultos. Si la parte infantil continúa viviendo en identificación proyectiva con 136
EL CLAUTRUM
el objeto interno (por ejemplo, con la madre como objeto parcial), puede producir síntomas como hipocondría, claustrofobia/agorafobia o cambios de humor y comportamiento maniaco-depresivo causados por estar “dentro” o “fuera” del objeto interno.134 En el mundo claustrofóbico de los estados psicóticos y fronterizos, la personalidad identificada intrusivamente toma el control de la conciencia. Todo está dominado por el miedo claustrofóbico, por sentimientos de atrapamiento y por sensaciones de peligro y catástrofes inminentes. Como hemos visto, la supervivencia es posible (ver Sección C, supra), pero la única forma de escapar es recuperando el mundo de relaciones objétales y vínculos emocionales, o ser expulsado hacia el sistema delirante del “no lugar”, que es lo
que ocurre con la esquizofrenia. Meltzer plantea el problema de cómo el sistema delirante comienza a existir. En el mundo claustrofóbico, es imposible formar lazos emocionales porque el objeto ha sido penetrado por el engaño. Las emociones son la base para el desarrollo del pensamiento inconsciente, el que —a través de la función alfa— atribuye significado a las emociones y las experiencias. En el claustrum, las emociones no tienen significado, la formación autónoma de símbolos se bloquea y la persona puede sólo adherirse a símbolos recibidos. Esto puede ocurrir para la parte psicótica de la personalidad. En la esquizofrenia, la falla de la formación autónoma de símbolos y la incapacidad de siquiera usar símbolos recibidos, crea un sistema delirante de los desechos de un mundo emocionalmente desestructurado en el que no hay ningún espacio para refugiarse, sino sólo la expulsión del claustrum hacia el no lugar, el lugar del terror sin nombre. En la construcción del sistema delirante, se da una reversión de la función alfa en los 134
Márquez, H. y Rossetti, M., Lavorando con Meltzer: clínica del claustrum. 137
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
términos de Bion: la falla de la función alfa para transformar las experiencias emocionales en pensamientos que pueden ser usados para dar significado a esas y otras experiencias Meltzer compara la falla en la formación de símbolos -la reversión de la fundón alfa- a una flor que comienza a crecer pero, en lugar de florecer, en cierto momento decae y muere (ver Capítulo 5, Sección C). En las ideas de Meltzer sobre la psicosis existe una riqueza de descripción concerniente al mundo claustrofóbico y psicótico, una variedad de niveles, matices y fantasías que abren nuevos horizontes con respecto a la psiquiatría tradicional. D: CONCLUSIONES
En mis comentarios finales me gustaría destacar, con referencia a lo que se ha estudiado en los párrafos precedentes, lo que considero uno de los rasgos más srcinales e interesantes de la construcción teórica de Meltzer. Como hemos visto, la teoría de Meltzer del espacio interno como un “espacio vital” representa, más que una teoría clínica, una “filosofía” más vasta que incluye la visión del mundo
de la persona. En el modelo de Meltzer, la visión del individuo acerca del mundo está influida por la respuesta inicial al conflicto estético. Meltzer da los siguientes ejemplos: •
•
•
El bebé puede estar abrumado por el impacto estético del mundo externo y retraerse al autismo; Las dudas y sospechas acerca de las cualidades internas del objeto pueden causar que el individuo se retire del conflicto estético, que ataque la belleza del objeto y que mire el mundo con cinismo, perversidad e hipocresía; 138
EL CLAUTRUM •
El conflicto estético puede ser evitado a través de la identificacion proyectiva intrusiva. En este caso, el mundo es visto como un lugar claustrofóbico desde el interior del objeto.
En todas estas formas de mirar patológicamente el mundo, la evasión del conflicto estético es el resultado de una falla en la primaria relación madre —hijo: la falla de la reciprocidad estética. Estas visiones patológicas contrastan con una mirada más positiva y madura del mundo, en la que el conflicto estético se mantiene como un componente activo durante toda la vida. Como hemos visto, se siente como un espacio privado interno, que incluye la búsqueda de la belleza, así como la capacidad de tolerar su ambigüedad. Este espacio interno usualmente secreto y privado, con sus emociones internas inexpresables en el lenguaje convencional, puede manifestarse en las creaciones que el artista elabora a través del sufrimiento interior. El conocimiento del self y una visión del mundo que incluye tanto la belleza como la inevitable ambigüedad de la vida, puede ser obtenida en la creación artística, inspirada por los tormentos individuales del artista. Este es el objetivo con nuestros pacientes durante el proceso psicoanalítico. Por lo tanto, debemos aprender a observar la evolución de los procesos de identificación; cómo empiezan a tomar forma (particularmente con respecto a los aspectos patológicos como la identificación proyectiva intrusiva) y cómo ayudar a nuestros pacientes a salir de ellos. Meltzer ha señalado que normalmente el conflicto estético se revela sólo a través de dos categorías extremas de personas: aquellos pacientes que viven en un mundo de ideas delirantes los artistas, quienes permanecen en contacto con el conflicto estético, usándolo como una fuente de inspiración. 139
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE DONALD MELTZER
A las dos modalidades de revelación de espacios internos que se mencionan arriba, podemos añadir el modelo de la mente de Meltzer. Creo que una de sus contribuciones más significativas al psicoanálisis ha sido su investigación de algunas de las regiones inexploradas de las emociones humanas —lo sublime y lo maligno— y su posible integración a través de la aprehensión de la belleza que, en sus palabras, “contiene, en su naturaleza misma, la aprehensión de la posibilidad de su destrucción”. 135
135
La aprehensión de la belleza, p. 12 140
APÉNDICE 1 ¡HE SIDO HECHO A SU MANERA! UNA ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
CATHERINE MACK SMITH
Esta conversación tuvo lugar en la terraza de la finca toscaría del doctor Meltzer. El sol nos había dejado pacíficamente y se había escondido tras el verde brillante del bosque de castaños que enmarca la colina opuesta. La charla fue muy informal y reímos mucho. La continuamos más tarde, de manera intermitente, en su casa en Oxford, en el jardín, en la mesa de la cocina, cigarrillos y copa de vino en mano. Las dos casas están un tanto ajadas y él las mantiene con una gentil negligencia. Están situadas en colinas casi salvajes. C. Mack Smith (C.M.S.) Has dado muchas entrevistas últimamente con motivo de tu cumpleaños número setenta y cinco y el vigésimo quinto aniversario de El proceso psicoanalítico. Creo que los lectores del Journal of Melanie Klein and Object Relations disfrutarían escuchar acerca de ti y tu desarrollo, algo un poco más personal, aun cuando sé que te vas a resistir a cualquier intento mío de ponerte en el diván. Donald. Meltzer (D.M.) Inténtalo, veremos qué pasa. C.M.S. El niño pequeño que describes era duro y deportivo, no reflexivo y lector. Fuiste un niño feliz que amó y res-
CATHERINE MACK SMITH
petó a sus padres y fue amado por ellos y le dieron su confianza; el más pequeño de tres por siete años y el único varón. Tienes intereses y habilidades que podrían haberte llevado a algún otro campo, la ingeniería, por ejemplo, como tu padre, pero a los dieciséis conociste y te enamoraste del psicoanálisis. Esto parece un evento raro y extraordinario, inocente, de alguna forma. Otras personas se acercan al psicoanálisis a través de vías mucho más tortuosas y de rutas de motivación variadas. D.M. Era muy ingenuo y romántico. El hecho de que lo haya mantenido así, es una función del psicoanálisis. C.M.S. Viniste a Inglaterra con el corazón puesto en la idea de psicoanalizarte con Melanie Klein. ¿Tuviste la tentación de volver a los Estados Unidos cuando ella murió? D.M, No. Estaba muy cautivado con la calidad de la cultura y del lenguaje usado por las familias ordinarias de la cla.se media; además, el paisaje me sedujo. Yo venía de Missouri, recordarás. C. M.S. Es de algún modo sorprendente que una persona que disfruta la actividad física, montando, trabajando en el exterior, decida embarcarse en una carrera que la mantiene en una silla catorce horas al día y en un avión uno de cada dos fines de semana para cumplir con compromisos de enseñanza en Europa. D. M. Es sorprendente, sí, dado mi temperamento, pero creo que debes darte cuenta de que cualquier tipo de arte requiere esa dase de concentración y dedicación. Si hubiera sido un escultor en piedra, como alguna vez pensé en la infancia, tendría que hacer lo mismo, esculpiendo, esculpiendo. Estaría en un pequeño estudio en algún lugar, más o menos aislado del mundo de la competencia y el mercado, cosas para las que seguro no ten go el talento. C.M.S. ¿Pero eres un psicoanalista muy activo? 154
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
D.M. Bueno, diría que soy un psicoanalista musculoso. C. M.S. ¿Hablas mucho? D. M. Sí, hablo mucho; pero la doctora Klein también hablaba mucho. Creo que varios analistas hablan más de lo que reconocen, porque existen tantas cosas interesantes de las que se quiere hablar, no corno en una tiesta en la que virmalmente no existe nada interesante que discutir, a menos que obtengas la atención de todos los asistentes y comiences a hablar de algo que te interesa. En el consultorio uno habla del carácter del paciente y de su visión de! inundo; uno trata de comprender cómo está organizado y lo que significa. Más tarde, el proceso parece centrarse en aspectos particulares de la transferencia, ilustraciones de la psicopalogía del paciente. Su campo de atención se reduce. Es verdad que uno está lidiando siempre con el carácter, pero no en el lienzo tan amplio del análisis temprano, sino poniendo atención en el trabajo de las pinceladas del carácter y sus detalles. C. M.S. No creo que la idea débil de ayudar a la gente haya tenido mucha importancia para tí... D. M. Tengo que confesar que es cierto. Como médico, nunca me he sentido competido a detenerme en accidentes para prestar mis servicios. Supongo que es el otro lado de la moneda de ser alguien tan reacio a pedir ayuda, que espera que la naturaleza se ocupe de las cosas. Ser un miembro de la profesión médica nunca ha sido un elemento tan importante de mi propia imagen en el mundo, así como el hecho de ser psicoanalista. C.M.S. Pero cuando las personas vienen a análisis, esperan ayuda de naturaleza profunda para amar mejor u odiar mejor o crecer o “tener” sus sentimientos, para resolver problemas, y más,. Sin embargo.hace nadacreer. ocurre de la manera en que la transferencia preformada 155
CATHERINE MACK SMITH
D. M. No ocurre en modo alguno, por lo que puedo ver.. Me refiero a que uno no ofrece terapia a los pacientes, uno ofrece interés. Interés, cuidado y expresión honesta de las propias ideas y opiniones. Si esto tiene un efecto terapéutico en algunas personas, no lo puedo decir, excepto que la sinceridad no es un fenómeno muy frecuente en la vida diaria. No tengo ningún interés en estar en lo correcto, sino sólo en ser interesante. El analista es un observador y lo que descubre acerca del paciente se basa en la observación, no en las historias ni en las teorías. C. M.S. El papel de los ojos en la observación parecería impedido porque el paciente está recostado en el diván. D. M. Es mejor mirar al paciente si él no te está mirando. El tono de voz es lo más importante, la expresión de tus objetos internos, lo que compartes con el paciente. C. M.S. Esto me parece algo distinto de la contratransferencia. D. M. Se trata de un proceso inconsciente en el que se unen pasión y pensamiento. Bion es el primer filósofo que hace hincapié en las expresiones emocionales. Se comienza por observar las respuestas emocionales al mundo y por dedicarse a pensar. He descartado la idea de “comprender”
paciente, otros conceptos idealizados, obediencia,junto lealtadcon y convicción. No existen demandascomo para aquellos que están en psicoanálisis y lo que te queda es el sentimiento, la reflexión, la imaginación; convertirte en un miembro de la raza humana. Esto también me vuelve impopular con algunas personas. C.M.S. Tú haces a veces declaraciones “gnómicas” -quiero decir, sabias y concisas- pero que, al escucharlas por primera vez, desconciertan a la gente. Por ejemplo, “Predica con el ejemplo”. Esto quizá sea un viejo cliché, ¿pero, a qué te refieres? 156
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
D.M. Bueno, no es realmente paradójico, sólo parece serlo. Predicar con el ejemplo es una idea muy banal, podría aplicarse más o menos a lo que sea. Yo hago un esfuerzo por ser directo y decir lo que creo y creer lo que digo; así terminas predicando con el ejemplo. Es simplemente lo que pasa. Significa que lo que haces en el consultorio viene primero y lo que predicas es sólo un brote de lo que en realidad haces. Si no lo es, entonces claro, eres un fraude. C. M.S. Continuando desde este punto, me parece que no hay malicia en ti, nada del político. D.M. Estoy de acuerdo en que no hay malicia, pero soy sumamente astuto, en el sentido del zorro que descubre la rampa y la evita. C. M.S. ¿Como cuando no respondes a las preguntas? D. M. Tú dices que no las respondo. En verdad evito las
Hampas. Así, parece que no contesto las preguntas pero intento encontrar algo interesante que decir que se relacione con la pregunta sin realmente contestarla: "¿Todavía golpea a su mujer?” C.
M.S. Tú despiertas una gran ambivalencia en las personas. Parte de esta ambivalencia tiene que ver con la srcinalidad de tu tusresistencia ideas, peroa también con tus cualidades inquebran-a tables, conformarte, a hacer compromisos, suavizar tu opinión para no herir o producir conflicto. De hecho, disfrutas el conflicto y estás bastante abierto a el. El valor más importante para ti es pensar por ti mismo y pobre de aquel que intente manejarte o controlarte. D. M. Lo haces sonar demasiado bien. Es parte de lo que quiero decir cuando me refiero a mí como un psicoanalista musculoso: en cuanto a la formación de las opiniones sólo un cambio en la evidencia las hará oscilar; por eso, mi opinión tiende a ser bastante contundente. O sea, soy belicoso, lo he sido toda mi vida. Por otro lado, tengo un gran respeto por la 157
CATHERINE MACK SMITH
evidencia y todo lo que digo lo siento tentativo, pero sólo a partir de la evidencia, no de la lógica o de la teoría. C. M.S. ¿Qué es lo que cuenta como evidencia? D. M. Es una pregunta difícil. ¿Qué es la evidencia en el campo del psicoanálisis?... ¡Hubiera querido un aviso previo a esa pregunta! C. M.S. Si tomamos en cuenta los ataques feroces contra el psicoanálisis, ¿tienes alguna duda sobre el método, o sobre el hecho de haberle dedicado toda tu vida? D. M. Creo que soy un gran admirador de la capacidad negativa y, por lo tanto, tengo grandes dudas acerca del valor del psicoanálisis y de la manera en que he decidido pasar mi vida.. C. M.S. ¿Desearías haber hecho otra cosa? D. M. Si hubiera tenido talento musical, habría
preferido ser músico. La ciencia no me interesa mayormente y nunca lo ha hecho, aun cuando la respeto y disfruto el tipo de actividad mental que va con ella. C. M.S. ¿Las exploraciones psicoanalíticas, han satisfecho tu sed de conocimiento? Ser un psicoanalista no es una profesión para ti, creo; para decirlo mejor, es tu identidad, de la misma forma que si fueras un poeta. Ningún poeta
eres un analista. D. M. El psicoanálisis me ha dado una visión coherente del mundo. Creo que es lo mejor que puedes esperar y las dudas son parte de la coherencia. Lo que más envidio y admiro de la música es su maravilloso sistema de notación Ahora bien, las ciencias tienen una notación bastante buena, esa es la falta que atormenta a los psicoanalistas artísticos, .a quienes les gustaría que fuera más científico. Atormentaba dice: “Trabajo como poeta” o “Escribo poesía”. Tu
a Bion, claro, y lo hacía jugar con las pseudo matemáticas, a las que llamaba “dodgsonianas”. Creo que debe mos sacar 158
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
el mayor provecho del lenguaje que tenemos disponible y ser lo más poéticos y precisos que podamos; este es nuestro sistema de notación. No veo ninguna manera en que esto pueda mejorar, excepto haciéndolo más poético y más preciso. C.M.S. le has llamado a ti mismo fanático, lo que sugiere un entusiasmo excesivo e irracional, más que una persona concentrada y devota, lo que creo que en realidad eres. D. M. Sí, creo que el fanatismo es la contraparte agresiva del enamoramiento y siempre contiene la idea de que el objeto amado necesita ser gobernado y poseído; en este sentido, es parte de la tabla negativa, en términos de Bion. Enamorarse es muy distinto: produce devoción y un tipo de sumisión y disposición para seguir órdenes de tu objeto amado, ya sea una persona, un sistema o una idea, lo que sea. A lo que me refiero es a que el progreso de la pasión es realmente el propreso del peregrino; 136 re lleva consigo y requiere un tipo de rendición... Es atemorizante, claro.,. Pero el fanatismo es fundamentalmente político y agresivo, controlador y dominante. Me llamé a mí mismo fanático cuando no comprendía la diferencia; cuando creía que la pasión era una cuestión de intensidad, no de complejidad. Aquí fue cuando el sistema de notación de Bion, L, H, K, hizo tanta diferencia y me permitió escribir La aprehensión de la belleza. C. M.S. Tu pasión pública por el psicoanálisis es bien lonocida. ¿Cómo se relaciona, sin embargo, con tus pasiones privadas? D. M. Bueno..., esto está conectado con mi educación. Uno de sus valores era la caballerosidad y un caballero era, para su objeto amado, un servidor obediente; yo he sido 136
Alusión al libro decomo Johnun Bunyan, The Pilgrims que coincide la existencia peregrinaje sobre laProgress tierraque en el(1678-1684), que el hombre debe „progresar‟ con el propósito de llegar a la ciudad celestial. [E.] 159
CATHERINE MACK SMITH
obediente servidor del psicoanálisis. Es una actitud fundamental. C. M.S. ¿Amas a la gente tanto como al psicoanálisis? D. M. Con toda honestidad, hablar de amar a cualquier persona es cuestión de momento a momento, porque la gente es tan variable, tan impredecible. No es cierto que uno pueda amar a alguien consistentemente. Puedo amar la práctica constante del psicoanálisis. Como tú sabes, no amo especialmente a mis colegas... Creo que el amor sólo es posible con una persona de la que uno espera pacientemente que se vuelva de nuevo un objeto de amor. C. M.S. ¿O quizá, que tus capacidades de amar regresen? D. M. Hablo del Progreso del peregrino y, a la edad de 75 es improbable que mejoren las capacidades de amar... Creo que a lo más que puedes aspirar es a que estén mejor aprovechadas, tanto en el psicoanálisis como hiera de él. C. M.S. ¿Te refieres a que depende de que la otra persona se convierta en un objeto de amor? D. M. Sí, creo que eso es cierto. De eso es de lo que se trata la paciencia y la capacidad de perdonar, me parecer Surge un momento en que examinarse uno mismo no es de mucho provecho y lo que es útil es la paciencia y la capacidad de perdonar... Claro, a la otra persona no le gusta ser perdonada. C. M.S. ¿Tu carrera de psicoanalista te ha ayudado a comprenderte a ti mismo? D. M. La cuestión principal es que el trabajo con pacientes y el trabajo con relaciones íntimas es más o menos el mismo. Para mí, el énfasis en los dos es comprender la estructura y, a través de la contratransferencia, comprender mi propia estructura. Ahora bien, esto resulta en una actitud de no tomar las cosas tan a pecho, lo que puede ser 160
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
enfurecedor. Si alguien quiere lastimarte y no ve evidencia de que puedas ser herido fácilmente.... y en lugar de eso de obtiene paciencia e intentos de comprender, no siempre le gusta. Este énfasis en la estructura, contra la dinámica, es el sello de lo que llamo metapsicología ampliada y es típica del trabajo de la doctora Klein y, más tarde, del trabajo de Bion. Supone no sólo el concepto del conflicto entre amor y odio, sino el concepto de confusión. Esto es lo que hace infinitamente interesante el trabajo analítico: uno no se involucra en batallas de amor y odio, sino en los intentos de reconocer y comprender los estados de confusión. Para mí K es el problema. La idea de estar interesado en otras personas y en su funcionamiento mental, cómo funciona su mente, no es lo mismo que un interés relativamente superficial en sus experiencias, información o conocimiento y es esta orientación lo que lleva, en psicoanálisis, a sesiones tras sesiones fascinantes. C. M.S. Cuando hablo de amor, te apartas y hablas de interés. D. M. Sí. Es en lo «que parece haberse convertido mi desarrollo. Mis necesidades de otras personas se han limitado, mi sociabilidad ha disminuido, incluyendo el placer de departir con otras personas socialmente. Mi necesidad de aprobación se ha desvanecido, lo que me ha permitido ir por mi propio camino sin estar preocupado por alejar a la gente, lo que definitivamente he hecho. C. M.S. Algunas personas consideran que te estás aventurando, más que imponiendo nuevas ideas. D. M. Bueno, es cierto. Me estoy aventurando a través de K, lo que resulta en que me comporte de maneras que dan la impresión de frialdad e indiferencia o insensibilidad. Ahora creo que la verdad es que mis necesidades de otras personas, con el fin de sentirme seguro, han disminuido. Mi 161
CATHERINE MACK SMITH
seguridad viene más y más de fuentes internas, aparte de una o dos relaciones. C. M.S. Así que, a pesar de que vives solo, estás acompañado internamente. D. M. Sí. Y no sufro de soledad por esa razón. C. M.S. Vives muy modestamente, casi frugalmente, en tu casa. Cobras menos por tu trabajo que muchos de tus estudiantes.. D. M. Como tú sabes, nunca he creído que los analista tengan derecho a estar entre los profesionales ricos. Había un tiempo cuando creía, internamente, que los analistas debían hacer un voto de pobreza, lo que no necesariamente significa que tienes que ofrecer tus servicios a honorario» muy bajos, sino quecamino. debes ser cuidadoso conque la riqueza se atraviesa en tu Siempre asumí es fácil que dar dinero cuando tienes mucho. He descubierto que no es tan fácil: digo, puedes deshacerte del exceso, pero ser capaz de hacer algo útil de ese modo se vuelve muy difícil en nuestra cultura. La creación del Roland Harris Trust me ha dado mucho placer, pero también ha traído mucha decepción. Es muy difícil ser generoso con la gente sin que sientas que estás siendo condescendiente y sin que haya cierta verdad en ello. C. M.S. Muchos analistas sienten que son muy especiales y cobran de acuerdo con eso. D. M. O Creo que la ambición por el dinero es simplemente un pozo sin fondo, en el que puedes caer y tener mucha dificultad para salir. Por mucho tiempo mi pleito ha sido que el analista hace muy poco más que crear un encuadre en el que el proceso de transferencia pueda tener lugar, darle seguimiento, hacer esfuerzos por encontrar el lenguaje para describirlo. Si los psicoanalistas viven ostentosamente en la conformación de esta transferencia se degradan a sí mismos. 162
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
C.M.S.
Existen muchas personas que te consideran un casi-genio. ¿Qué piensas? D.M. Mi propio análisis me desilusionó con respecto a mi simpatía. Me volví una persona mucho menos amable y mucho más deprimida. No soy particularmente inteligente; ciertamente tampoco soy particularmente culto o educado. Mi fuerza como analista es mi amor por este trabajo y me arrojo a él con todo el corazón; estoy seguro, además, de que la mayoría de las veces lo hago muy, muy bien. C.M.S. Ciertamente, no has faltado a trabajar ni un día en treinta años... Pero no respondiste a la acusación de casigenio. D. M. La gente utiliza el término con ligereza. Es una función de la¿Tiene transferencia y la sobreestimación. C. M.S. futuro elidealizada psicoanálisis? D. M. Probablemente no estará lleno de honores, pero tampoco desaparecerá sin rastro, para usar las palabras de Bion. Es más cercano a lo que dijo acerca de cómo la comprensión y el interés en el psicoanálisis pasa a través de fases; inicialmente ridiculizado, después dado por sentado y después sus líderes acusados de plagio. C. M.S. Mirando hacia atrás en tu vida y tu trabajo, tomando el título de la canción, ¿lo has ha hecho “a tu manera”? D.
M. ¡No, no: lo he hecho a su manera!
Publicado por primera vez en el Journal of Melante Klein and Object Relations, 16 (1988). Catharine Mack Smith es psicoterapeuta y tutora de niños en el Oxford Tavistock ObservationCourse.
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APÉNDICE 2
APRENDIENDO DE LA EXPERIENCIA CON DONALD MELTZER GÍNA FERRARA MORÍ Hace veinte años Donald Meltzer ya era bien conocido en Italia. que el Instituto Milaneseyde Psicoanalisi lo invitaraAntes a dardeseminarios para miembros estudiantes de la Sociedad Psicoanalítica Italiana (SPI), ya había sido invitado a nuestro país en varias ocasiones por grupos de psicoterapeutas y psicoanalistas o por instituciones. En ese tiempo, nuestra Sociedad invitaba con frecuencia a analistas que representaban el área cultural y se habían formado dentro de la escuela kleiniana-bioniana con el fin de conocer más directamente las teorías y técnicas que estaban causando calurosas discusiones en nuestro ambiente psicoanalítico y determinando un gran número de cambios significativos en el contexto de un ya promisorio desarrollo de ideas. Los nueve seminarios a los que ahora me refiero tuvieron lugar en nuestro Instituto de noviembre de 1975 a marzo de 1977, y hieren organizados por L. Nissim Momigliano, F, Ciprandi y F. Gaburri del instituto de Milán, Con el deseo de adquirir más experiencia con niños en el consultorio, pregunté si podía presentar el caso de uno de mis pacientes (un niño) y hablar del difícil trabajo que estaba comenzando con él.
GINA FERRARA MORI
Han pasado más de veinte años; existe todavía un registro escrito de estos seminarios en elQuaderni di Psicoterapia Infantile,137 en el que las grabaciones fueron traducidas fielmente y transcritas junto con mi descripción exhaustiva acerca del caso clínico y el progreso del tratamiento analítico. Esas grabaciones fueron compiladas y traducidas por C. Brutti y R. Parlani, de Perugia. La memoria de esos seminarios, que está muy viva en mí, es también de naturaleza histórica: cuando encuentro a colegas que estuvieron presentes -analistas de mi generación, así como algunos más jóvenes desde una perspectiva analíticasolemos recordar momentos especiales. Al terminar los seminarios, mis contactos con el doctor Meltzer continuaron de varias formas. Además de mantener una relación meramente profesional, establecimos un contacto afectivo válido a pesar de la distancia geográfica y la falta de continuidad en nuestros encuentros. Este lazo se vio favorecido por la presencia de Martha Harris, quien trabajó con él frecuentemente y con quien también compartí momentos de trabajo intensos y enriquecedores. Escribí un texto en su memoria, “Una difficile attesa” [Una espera difícil] (1989) en
cooperación con Franco Mori. Tanto el doctor Meltzer como Martha Harris son conocidos por haber contribuido en gran medida al desarrollo del trabajo psicoanalítico clínico y por haber estimulado el entrenamiento de terapeutas orientados al psicoanálisis, así como analistas de niños y adultos. Quisiera expresar mi gratitud hacia ellos con algunos pensamientos y reflexiones acerca de los seminarios de Milán en particular. Aquellos seminarios se caracterizaron por el mismo método de trabajo que puede ser establecido en seminarios clínicos de grupo con un supervisor. Este método comienza en el 137
1979, Varios autores 154
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
trabajo clínico: lo que puede ser recogido de lo que ha tenido lugar en el consultorio, y se expande, en busca de significados y modelos de referencia, siempre poniendo atención al contexto de la relación analítica v contraponiendo continuamente la mente del analista con la del paciente. Se dio gran importancia al hecho de que nos encontrábamos en un contexto de investigación, dentro del taller psicoanalítico, con instrumentos disponibles, como el doctor Meltzer recordaba a los participantes, destacando que era el camino correcto para descubrir y redescubrir el conocimiento psicoanalítico. En otra ocasión el doctor Meltzer había hecho hincapié en la importancia de conocer a otras personas, hablar con los colegas, trabajar juntos la experiencia que uno había tenido en el consultorio: todo esto permite “pensar”. De
hecho, dijo que cuando él se encontraba en el consultorio, detrás del paciente en el diván, sentía que “estaba haciendo algo, no tanto pensando”.
Para aclarar esto, me gustaría citar un pasaje de la introducción de su libro El proceso psicoanalítico:138 “El hacer” de la tarea analítica y el “hablar” acerca de la misma
son dos funciones muy diferentes del análisis. El analista, al trabajar debe estar “sumergido” en el proceso analítico del mismo
modo que el músico en su instrumento, confiando en la virtuosidad de su mente en las profundidades. Debe “emerger” de esta absorción cuando descansa, entre pacientes, cuando habla con sus colegas y cuando escribe. Existen pocas dudas de que estas dos áreas de función deben interactuar si es que el analista individual y el psicoanálisis como totalidad han de desarrollarse. Nada puede ser más peligroso para este desarrollo que una disociación entre el “hacer” y el “hablar”, entre el
practicante y el teórico.
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GINA FERRARA MORI
Los participantes de los seminarios (cerca de treinta personas) eran principalmente miembros de la SP1 del Instituto de formación de Milán, así como estudiantes avanzados, profesores y gente de otros dos institutos milaneses. Todas estas personas estaban muy interesadas en el trabajo del doctor Meltzer con niños; de hecho, a través de estos seminarios fue posible revisar un área muy amplia e interesante del conocimiento psicoanalítico. En cada uno de los nueve seminarios, la asistencia fue regular; se convirtió, de hecho, en una experiencia única, que nos hizo sentir que pertenecíamos a un gran laboratono de la mente creado por el grupo mismo y que podía ser considerado como un lugar en el que podíamos analizar el conocimiento y las limitaciones de nuestro trabajo. El paciente que presenté era un niño de diez años, hijo único de una pareja de intelectuales que estaban en una crisis matrimonial, con teorías perversas con respecto al desarollo de su hijo. Éste se había vuelto trastornado, lento, raro e incómodo, con partes delirantes que pertenecían a su patología, y partes ingeniosas, brillantes y srcinales; tenía un talento musical real y, durante el análisis, era como un gran músico parecido a Beethoven: poderoso y con gran talento, pero sordo a mi tratamiento. Los eran detalles los planes del niño, como loslodeerasus padres, muyde complejos y problemáticos, como el progreso y los cambios en el proceso analítico. Las sesiones que presenté siempre despertaron gran curiosidad e interés; sorprendían al doctor Meltzer y a los asistentes, muchos de los cuales no tenían la experiencia de trabajo con niños. Al releer la transcripción de esos seminarios he pensado que podrían tener una connotación didáctica muy fuerte; en particular, uno podría pensar en recoger toda la información y los comentarios del doctor Meltzer que se refieren a la técnica y las características del análisis infantil. Esto puede 156
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
hacerse también con el fin de explotar su validez actual, para revisar si todavía son parte de nuestra manera de trabajar con niños. Al discutir estos temas que el doctor Meltzer sacó a la luz con mis colegas nos vimos con frecuencia sorprendidos por la manera en que los sentimos hoy; muy cercanos a nuestra manera de trabajar en el consultorio. Sabemos que los niños juegan y usan sus manos para manipular de distintas formas los objetos que mantienen en sus cajas. Cuando mi paciente en una de las sesiones construyó formas de piastüina a las que llamó “volcán”, “monstruo” y finalmente “tumba”, el doctor Meltzer contentó :
Aquellos que observan el material del juego de los niños, deben poner atención a lo siguiente: juego un patrón, niño hace una cosa, luego otrasiy elaun otra;sigue debemos hacer el la misma distinción que llevamos a cabo con los pacientes adultos cuando traen una serie de sueños y debemos comprender si desarrollan cierto tema paso por paso, si es simplemente una fantasía representada en distintas versiones o si son distintas fantasías a las que el pacient e renuncia por la angustia que pro ducen, haciendo que cambie de una a otra.
Durante otro seminario, mientras leía acerca de una sesión en la que “el niño estuvo poniendo difíciles acertijos", el
doctor Meltzer dijo: La primera vez que un niño propone un juego, debes aceptarlo; sin saber lo que es, debes jugar con él para recoger material y comprenderlo. Si propone el mismo juego varias veces, en cierto momento debes decir, „Basta de eso, ahora sabemos cuál es el juego que estamos jugando‟. Así que, e n términos de téc-
nica, mi consejo es que acepten estos juegos mientras sirvan al propósito de recolectar material y comprender la situación; 157
GINA FERRARA MORI
cuando el material se repite y no te ofrece nada nuevo, debes detener al niño.
En un seminario distinto, el doctor Meltzer pasó algún tiempo explicando su manera de leer la dependencia infantil de los padres, básico en la terapiaquienes infantil.los llevan a análisis; un elemento Los niños son extremadamente sensibles a la actitud de sus padres con respecto al análisis y al analista. Con frecuencia, por algún tipo de rivalidad o de ambivalencia inconsciente, los padres no cooperan con el análisis.
Es importante tratar esta situación con los niños. Si no se hace, se deja a un nivel inconsciente y el conflicto de lealtades que puede surgir suele interferir fuertemente con el análisis y causar muchas dificultades en la continuación del tratamiento. Esta situación suscita el problema de poner a los niños en contra de sus padres. Es claro, me parece, que la oposición de los padres al psicoanálisis está muy ligada con su oposición al crecimiento y evolución del niño. Estas partes de la realidad, sin embargo, deben ser tomadas en consideración, ya que tienen repercusiones en el análisis. A muchos analistas les parece difícil hacer esto . Es una característica de nuestra cultura, que los padres sientan que tienen el derecho de poseer a los niños como si fueran objetos. Con el fin de comprender esta situación, ligada a nuestro contexto cultural, es necesar io aclarar que los niños tienen rel aciones de transferencia cotí sus dos padres y con el analista. La relación de los niños con sus padres no está situada sólo en la realidad; también muestra algunas distors iones típicas de la trans ferencia. En particular, el amor de los niños por sus padres es un fenómeno de transfere ncia ligado con la riqueza y la tensión que el objeto interno permita. Es cierto que el análisis que ayuda a los niños a estructurar sus objetos internos también les ayuda 158
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
en la relación con sus padres. La bondad del objeto interno no deberá depender de la ignorancia del niño acerca de las faltas de sus padres; por el contrario, entre más firme sea el objeto interno, el niño será más capaz de aceptar y tolerar las fallas de los padres en la realidad externa. El analista nunca debe tener miedo de alejar a un niño de sus padres si cree que el análisis puede ayudarlo.
Este amplio comentario acerca de un tema fan delicado puede hacer que surjan reflexiones profundas a partir de los sentimientos de contratransferencia que cada terapeuta infantil siente hacia los padres de sus pacientes. Esto surge con frecuencia en el trabajo con niños, cuando se comienza a tratarlos dentro del marco psicoterapéutico. Otro proyecto que tenía en mente, con respecto al uso didáctico del material de estos seminarios, era obtener de la rica documentación acerca de las intervenciones del doctor Meltzer una especie de guía para todo lo que se presentó y comentó asociado al término “psicótico”, entre otros temas. De hedió, cada lectura de estos seminarios se vuelve un estímulo para muchas áreas de trabajo que, aun cuando ya han sido exploradas, necesitan más investigación. Sería deseable que esto se convirtiera en un objeto de reflexión y búsqueda de grupos de estudio interesados en estos temas. Desde aquellos seminarios mi entrenamiento se ha enriquecido y se ha vuelto más completo; ahora soy Psicoanalista de Formación para la Sociedad Psicoanalítica Italiana. He considerado toda esa experiencia (y, por fontina, la documentación acerca de ella) como una fuente preciosa, junto con mi entrenamiento y más tarde, en todas las ocasiones que trabajé con analistas experimentados, con supervisores y grupos seminarioshacia clínicos para analistas y analistasenorientados el trabajo con niñoseny formación adolescentes. 159
GINA FERRARA MORI
Creo que las capacidades nunca se adquieren de manera definitiva; necesitan considerarse, mejorarse y compararse continuamente. En mi intento por estudiar con más profundidad la técnica de la supervisión y la función del supervisor en la relación dual y en un grupo, creo que puedo describir el modelo de supervisión que el doctor Meltzer nos ofreció en aquellos seminarios. Fue un modelo muy apreciado que nos proveyó enseñanzas sumamente útiles. De hecho, en el modelo que surgió de aquella experincia destaca, en mi opinión, no sólo la capacidad de escuchar, el grupo, sino también las capacidades naturales del doctor Meltzer para mostrar cuáles se cree que son las funciones principales de un supervisor. Un maestro en una posición que no es pedagógica ni autoritaria; mejor dicho, una persona capaz de proveer conocimientos nuevos y de tolera el hecho de no saber, lo que favorece la libertad de reflexión y pensamiento (similar a la del analista en el consultorio), volviéndose un observador participante, poniendo atención constante al comportamiento del paciente, así como a la relación dinámica entre paciente y terapeuta. De esta forma, los terapeutas que presentan casos clínicos sienten que son libres de expresarse, ya que son realmente escuchados. La gente puede trabajar en conjunto para comprender y puede moverse de una situación clínica a una conceptualización teórica, en la forma deinvestigación psicoanalítica. Otra de las características sumamente apreciadas de los seminarios del doctor Meltzer fue la manera en que recibió y comprendió la interpretación del terapeuta sin olvidar la expresión -si era prudente- de sus puntos de vista y sus diferentes reflexiones sobre los hechos, como si pensara en voz alta. Recuerdo que en un seminario dije que el niño se había ido del consultorio con una sonrisa, que describí como “Su primera sonrisa”. También añadí que el niño n o 160
ENTREVISTA CON DONALD MELTZER
fue a la siguiente sesión y cómo, durante su ausencia, pensé mucho acerca de esa sonrisa. Cuando el doctor Meltzer preguntó “¿Qué sonrisa?”, comenzamos un diálogo él y yo,
mientras el grupo escuchaba. Repetí que había sido la primera y única sonrisa del niño, a la que respondí sonriendo. El doctor Meltzer me impulsó, creo, diciendo que había hecho un esfuerzo por comprender esa sonrisa. „„Sí -respondí-, especialmente cuando el niño no vino a la siguiente sesión; no podía comprender lo que la sonrisa había significado”. De nuevo el doctor Meltzer me pidió que me expresara: “¿Cómo se sintió acerca de esa sonrisa? ¿Pensaba en ella con gusto?”
le dije que la recordaba como una sonrisa de acuerdo, pero como una sonrisa triste. “¿ Triste para usted o triste por algo triste en el niño?”. Respondí que era por algo triste en el
niño, lo que me ponía triste a mí; sin embargo, pensé que sería una señal del inicio de algún tipo de cambio. Entonses el doctor Meltzer, después de recibir toda la contribución que podía darle acerca de la situación transferencial y después de notar que el resto del grupo estaba en silencio (no había preguntas), expresó una participación profunda y emocional; nos contó una historia. Lincoln se encontraba en una reunión durante la Primera Convención Constitucional de los Estados Unidos y había una pintura del sol en la pared atrás de él; en cierto momento se preguntó si el sol en la pintura salía o se ponía. Creo que pasa lo mismo cuando tienes contacto con la ansiedad depresiva de tu paciente por primera vez; esta capacidad de sufrir nos da cierta esperanza de una evolución positiva, pero nos hace temer a! mismo tiempo. Continuó hablando largo tiempo acerca de lo que él sabía y creía de aquellos momentos en la sesión cuando aparece una nueva configuración de las emociones; entonces, el grupo comenzó a intervenir con preguntas y comentarios. 161
GINA FERRARA MORI
Espero haber logrado, con lo que dije, representar la atmósfera de nuestros seminarios en Milán, que siempre experimenté en posteriores encuentros con el doctor Meltzer. Esta atmósfera, en mi opinión, es la única correcta para crear las premisas para la transmisión del psicoanálisis: se enlaza en el análisis personal como un factor esencial y determinante y se integra con el tipo de contribuciones fundamentaies que describo arriba, que van de acuerdo con la tradición establecida por el mismo Freud. En los muchos libros que ha escrito, el doctor Meltzer ha reelaborado sus conceptos, sus modelos de trabajo con pacientes, sus formulaciones acerca del desarrollo del pensamientó kleiniano, su conocimiento de Bion y mucho más. Los resultados de su trabajo son textos muy importantes que son leídos, revisados y comentados, de manera continua, cuando tienen lugar entrenamiento y discusiones entre estudiosos. Debemos tener en mente, sin embargo, que la lectura de un solo texto, sobre todo de naturaleza psicoanalítica, puede tener el riesgo de que el nuevo aprendizaje se vuelva frío y aislado. En sus seminarios y con sus palabras, el doctor Meltzer compartió con nosotros su riqueza de experiencias y pensamientos, dándoles vida y creando una atmósfera de calidez y sensibilidad en su escucha. Es de esta forma, creo, que los numerosos escritos de Freud y sus seguidores deberían ser transmitidos: favoreciendo la enseñanza oral. Publicado por primera vez en Contrappunto, 22 (1998). Gina Ferrara Mori es pediatra Psicoanalista de Formación para la Sociedad Psicoanalítica Italiana
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