Expansión colonial en Asia El caso británico: Gran Bretaña inició la colonización gracias a su desarrollo industrial y su dominio de los mares. Para Adam Smith, el colonialismo resolvería la pobreza: los pobres emigrarían y la demanda de productos manufacturados se elevaría. El caso más representativo de colonización en Asia fue la India. Los ingleses aplicaron dos sistemas de colonización en India:
Colonia de explotación: Controlada explotación: Controlada por el gobierno británico, como Calcuta, Madrás y Bombay. Estados Feudales: Regidos Feudales: Regidos por soberanos indios; contaban con un consejero británico.
En 1842, los ingleses dominan Hon Kong; en 1878, Chipre y en 1882, compran acciones del canal de Suez y así controlan los accesos a su principal colonia. La expansión francesa: Durante el siglo XIX e inicios del XX, Francia se convirtió en el segundo imperio de la época. Hasta 1870 carecía de una política colonial, pero partir de su derrota en la guerra con Prusia se interesó en las colonias como lugares de producción y abastecimiento. La expansión colonial francesa en Asia se inició en Hanói y Saigón, buscaron encontrar una ruta de comercialización con China, y a la que enfrentaron por el control del imperio Anam (1884), dominaron los reinos de Camboya y Laos y en 1887 se constituyó la Unión Indochina (en dominio francés hasta 1945). El imperialismo japonés: En 1868, un golpe de Estado acabó con la era feudal de Japón y consolidó a la dinastía Meiji en el poder. Mutsuhito reorganizó Japón: transformó a los d aimyō en gobernadores, dividió las regiones en prefecturas e implementó una serie de reformas como la libertad de prensa, enseñanza obligatoria y prohibición del opio. En 1889, promulgó una Constitución que convirtió a Japón en monarquía constitucional. Las acciones para fortalecer la expansión imperialista nipona fueron: ocupación de las islas Kuriles y Formosa; posesión de la mitad de la isla Sajalín, del reino de Corea y Manchuria, creación del estado de Manchuoko y sobranía del último emperador chino Pu Yi (1934). La China imperial: China alcanzó su esplendor en el siglo XVIII con el emperador Qialong, quien la consideraba el único país civilizado del mundo y veía a los británicos como inferiores. Cuando China rompió relaciones comerciales con los ingleses, estos estos ya dominaban las técnicas de fabricación del té chino y la seda y la Compañía de las Indias Orientales empezó a producirlos. De 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 se llevaron a cabo las guerras del opio. La derrota china la obligó a negociar tratados, abrir sus puertas al comercio exterior y ceder el territorio de Hong Kong a Gran Bretaña. Esto alteró el orden social y político produciéndose el levantamiento de los bóxers (1900-1901). En la guerra franco-china (1884-1885), Francia se apoderó de las regiones de Anam y Tonkin, que pasaron a integrar la Indochina francesa.
Expansión colonial en África África no fue colonizada sino hasta fines del siglo XIX gracias a las investigaciones de científicos y expedicionarios que llamaron la atención de los gobiernos. Expansión Inglesa: Inglesa: A fines del siglo XVII, Inglaterra se interesó en Egipto con el objetivo de destinarlo a la producción de algodón. Francia, ya había ocupado esta zona, que se convirtió en punto de disputa. Un siglo antes, Sudáfrica había sido colonizada por los bóers, pero en 1806, estos abandonan el cabo y se trasladan al norte en busca de oro y diamantes. Se produjo la guerra de los bóers, dos conflictos (1880-1881 y 1899-1902) que terminaron con la extinción de repúblicas independientes bóers de Transvaal o República Sudafricana (1852) y el Estado Libre de Orange (1854) en manos de ingleses. Expansión Francesa: La primera conquista francesa en África fue la provincia de Argelia, seguida de las provincias de Túnez y Marruecos. La ocupación implicaba: instalar puestos militares, desarmar la población indígena, crear poblados e imponer tributos. El trato era discriminatorio: el Código del Indigenismo (1885) estipulaba las imposiciones. En 1920, la administración mejoró. Aumentaron la red ferroviaria y las carreteras, así como la agricultura. El reparto de África: En 1914, África estaba repartida entre los grandes imperios colonialistas europeos. Algunas características del reparto de África son:
Ocupación inicial: Desde inicial: Desde la costa se penetra al interior, para alcanzar la costa opuesta y conseguir mayor control territorial. Ocupación lenta: lenta: No se buscan colonias sino factorías y así, poder extraer materias primas. Penetración por los ríos: Interés británico de llegar al punto de origen del Nilo (Egipto). Zonas estratégicas: Egipto y Nilo fueron elementos claves para la ocupación de África utilizados por Inglaterra y también por Francia.
La conferencia de Berlín: Los Berlín: Los países europeos convinieron celebrar una conferencia con el fin de resolver los problemas que planteaba la expansión en África. El rey belga, Leopoldo II, convenció a Francia y Alemania que para preservar intereses de ambos países debían asegurar el libre comercio en África. Bélgica recibió el valle del Congo. Sólo dos países africanos, Etiopía y Liberia conservaron el derecho a preservar su independencia. Respecto al reparto del territorio restante se acordó:
Libre navegación por los ríos Níger y Congo, facilidades en el acceso y explotación del interior continente. No bastaba el control de la costa para acreditar la posesión de un territorio, sino que era necesaria su ocupación.