Deja a los muertos en en paz ( ( Laβ Laβ die Toten Ruhn Ruhn)) es un relato de vampiros del escritor alemán Ernst Raupach (o bien de Ludwig von Tieck , depende de la antología). Fue publicado en 1823, y es allí donde surge la primera confusión. a traducción al ingl!s se tituló Wake not the Dead (las (las traducciones al espa"ol suelen llamarse No llamarse No despertéis a los muertos muertos), ), publicada en la Romances of the Northern Nations Nations## con el nombre de antología de cuentos Popular Tales and Romances ud$ig %on &iec' como autor.
o cierto es ue la mayoría de los eruditos atribuyen este notable cuento de vampiros a Ernst Raupach. Deja a los muertos en en paz es, es, posiblemente, el mejor relato de vampiros del romanticismo alemán, con algunos gui"os dedicados casi eclusi*amente al lector alemán, y ue nosotros, ue no somos alemanes y despreciamos los gui"os, re*elaremos oportunamente. oportunamente.
+l nombre del cuento ( Laβ die Toten Ruhn) Ruhn) es un fragmento de un poema clásico del romanticismo, y de las colecciones vampíricas posteriores. ertenece al poeta al poeta -ottfried ugust ugust /0rger, /0rg er, y a su s u poema poe ma Leonore Leonore,, cuya trama lo con*ierte en uno de los primeros poemas alemanes de vampiros. uí tenemos un tópico clásico, absorbido directamente de las leyendas de vampiros +l retorno de la tumba, pero de un modo afín al romanticismo# es decir# es el amor (un amor macabro, eso si) uien retorna una enamorada ue *uel*e de la tumba. es, en rigor a la *erdad, un relato ue sólo resulta imprescindible para los Deja a los muertos en en paz es, amantes de la literatura gótica, especialmente del romanticismo. e todos modos, creo ue eercitamos una estricta usticia al incluirlo en nuestra biblioteca. nuestra biblioteca.
ea a los muertos en pa4. Laβ die Toten Ruhn# Ruhn# +rnst 5aupac6 (178918:2) ;alter suspiraba dolorosamente por el fallecimiento de su amada esposa /runilda. +ra medianoc6e y estaba unto a su tumba, en la 6ora en ue el espíritu ue brama en las tempestades lan4a sus malditas legiones de monstruos.
ormirás eternamente? 6í estaba ;alter, acostado sobre la tumba. +ra medianoc6e, cuando un 6ec6icero de las monta"as entró al cementerio para recoger las 6ierbas ue sólo crecen en las tumbas y ue están dotadas de un terrible poder. or u!, infeli4, te atormentas así? @o debes lamentarte por los muertos, pues tu tambi!n morirás algAn día. l llorar por ellos no los deas descansar.
9+l amor es la fuer4a más grande ue 6ay en el uni*erso y yo amaba a la ue auí está pudri!ndose. Buisiera ue regresara conmigo. 9le respondió ;alter con pena y necedad. 9>=rees ue *a a despertar con tus lamentos? >@o *e4 ue perturbas su calma? 9C%ete, anciano, tu no conoces el amorD Ciensas ue el tiempo no degrada los cuerpos? &u amor se con*ertiría en odio. 9ntes se caerían las estrellas del cielo. o re*entaría mis mAsculos y mis 6uesos si ella resucitara# amás podría odiarla. 9Gablas con el cora4ón caliente y la cabe4a 6ir*iendo. @o uiero desafiarte a de*ol*!rtela pronto te darías cuenta de ue no miento 9dio el anciano. 9>5esucitarla? 9-ritó ;alter, arroándose a los pues del mago9 Ga4 considerado lo ue te die? 9e pregunto el anciano. 9=ómo podría odiar lo ue más 6e amado? 9aulló ;alter con desesperación. 9+stá bien. uesto ue así lo uieres, CseaD CretrocedeD +l 6ec6icero dibuó un círculo alrededor de la tumba y una tempestad se desató. l4ó los bra4os al cielo y comen4ó a gritar frases en una lengua ue no era 6umana. os bA6os comen4aron a *olar de los árboles. as estrellas se ocultaron detrás de las nubes. a lápida ue cubría la tumba comen4ó a mo*erse y se abrió paso 6acia la superficie. +n el 6oyo, el anciano tiró *arias 6ierbas mientras seguía murmurando con los oos en blanco. Hn *iento rápido y 6elado salió del sepulcro al mismo tiempo ue cientos de gusanos escalaban la tierra. e pronto las nubes se apartaron y la luna ba"ó la sepultura *acía.
;alter saltó sobre el caballo y, tomando a su amada, galopó en dirección a las monta"as solitarias, donde tenía un castillo oculto. 6í 6abía *i*ido con /runilda. <ólo el *ieo criado los *io llegar. Fue amena4ado de inmediato por el patrón, uien le ordenó guardar silencio. 9uí estaremos bien 9dio /runilda 96asta ue mis oos puedan *er la lu4 nue*amente. Iientras residían en el castillo, los pocos criados ignoraban por completo ue su antigua ama 6ubiera resucitado. <ólo el *ieo sir*iente sabía la *erdad y era el ue les lle*aba agua y la comida. os primeros siete días *i*ieron a la lu4 de las *elas, con todas las cortinas cerradas# los siguientes siete se abrieron las *entanas más altas, de modo ue sólo entraba la tenue claridad del amanecer o del anoc6ecer. ;alter nunca se apartaba de su uerida /runilda. @o obstante, sentía un escalofrío ue le impedía tocarla y no sabía por u!, pero tan grande era su amor ue no le importaba. +staba seguro de ue esto era meor ue el pasado. =ómo podría yo, ue 6e regresado de la muerte, para estar contigo, ser tu amante mientras tienes una sucia muer ue se 6ace llamar tu esposa? ;alter 6abía enlouecido y estaba dispuesto a todo. Hn día, arrebatado por la pasión, abandonó el castillo y cabalgó con furia por entre los bosues y las monta"as 6asta ue llegó a su casa, donde su esposa <$an6ilde lo recibió con cari"os y palabras bellas, al igual ue sus 6ios. ero nada pudo calmarlo ni reprimir su cólera. +puso a su esposa ue lo meor era ue se separaran para ue cada uien pensara las cosas con calma y *ieran si realmente se uerían o no. <$an6ilde, llena de comprensión, le dio ue estaba bien. l otro día, ;alter 6abía conseguido el acta de separación ue decía ue ella debería regresar a casa de sus padres. os ni"os se uedarían en el castillo. +ntonces <$an6ilde le dio 9@o me digas ;alter, ue 6as osado untar a los *i*os con los muertos? C+so causaría tu destrucciónD ;alter recordó ue lo mismo le 6abía sentenciado el 6ec6icero, pero no lo tomó en cuenta. Gi4o redecorar el palacio al gusto de la nue*a due"a. a resucitada ingresó por segunda *e4 a su mansión como esposa. ;alter les dio a todos los criados del palacio ue era una nue*a no*ia ue 6abía traído de tierras leanas, pero los 6abitantes del castillo *eían el etra"o parecido ue 6abía entre la se"ora y su antigua ama /runilda.
+n otro tiempo el castillo estu*o poblado de alegría, pero a6ora sus moradores tenían la cara demacrada por el temor# se estremecían cada *e4 ue se cru4aban con /runilda. Iuc6os criados cayeron enfermos y murieron. uellos ue la *eían a los oos se con*ertían en escla*os de sus capric6os. a mayoría intentó 6uir del castillo. <ólo algunos eran conser*ados con *ida, los ancianos. os poderes ue el 6ec6icero 6abía dado a /runilda con el alimento 6umano 6abían recompuesto su cuerpo corrupto. <ólo una bebida mágica podía conser*arla con *ida, una opción maldita sangre 6umana, bebida aAn caliente de *enas ó*enes. a deseaba comen4ar a beber esa sangre, la de ;alter, pero tenía ue esperar 6asta ue fuera la noc6e de luna llena. Hna tarde, repleta de ansiedad, *agaba por el bosue y se encontró con un peue"o ni"o de cac6etes rosados. o atrao 6acia ella con caricias y regalos y lo lle*ó a una estancia apartada de la *ista 6umana para succionar la sangre de su pec6o. espu!s de esa indigna acción, ya nadie estu*o a sal*o de sus ataues. &odo 6umano ue se acercaba a ella era narcoti4ado con la fragancia de su aliento. @i"os, ó*enes y doncellas se marc6itaban como flores. os padres resentían horror ante auella plaga ue 6acía estragos en la *ida de sus 6ios. ronto empe4aron a circular rumores. or u! lamentarse tanto? CJ ya estás 6arto de mí? 9le decía la 6ermosa muer con los oos inyectados de odio. ;alter era un escla*o. erdonó las ofensas de su esposa y le pidió disculpas. ronto *ol*ían a *i*ir en la locura del amor de la muerte. =on todo, sólo uedaba !l para saciar la sed de auella bestia infernal. as criadas eran demasiado *ieas y su sangre no ser*ía. /runilda lo sabía y no le importaba, pues pensaba ue al morir ;alter, conuistaría a otros 6ombres e irían a nue*os pueblos en bAsueda de sangre o*en. +n las noc6es, cuando dormía profundamente narcoti4ado, ella ad6ería los colmillos a su pec6o. ;alter resentía la falta de sangre y salía a dar largos paseos por la monta"a buscando reponer su salud. tribuía su debilidad a la falta de alimentación# nada sospec6aba. Hn día estaba tumbado a la sombra de un árbol y un raro páaro pasó *olando, deando caer una raí4 seca, rosácea, a sus pies. &enía un aroma delicioso e irresistible. a masticó y sintió ue su boca se llenaba de 6iel amarga, entonces arroó leos la raí4 ue pudo 6aberlo sal*ado del 6ec6i4o en el ue lo sumía su esposa. +sa misma tarde, ;alter regresó al castillo. +l mágico perfume de /runilda no surtió efecto alguno
sobre el 6ombre y por primera *e4 en muc6os meses durmió un sue"o natural. =omen4ó a sentir un agudo dolor en el pec6o, abrió los oos y *io la imagen más 6orrible y aterradora de su *ida los labios de /runilda succionando la sangre caliente ue salía de su pec6o. -ritó con horror y /runilda se apartó con la sangre escurri!ndole por la boca. 9CemonioD >sí es como me amas? 9rugió ;alter. 9&e amo como aman los muertos 9respondió con frialdad la muer. 9Bue esperabas? 9CIalditaD 9gritó y ec6ó a correr fuera del cuarto mientras se maldecía. l amanecer, ;alter despertó en los bra4os de /runilda. Hna larga cabellera negra en*ol*ía su cuerpo, la fragancia de su aliento lo condenaba al estupor. +nseguida se ol*idó de todo y se dedicó al placer con la muerta en *ida. =uando el efecto del 6ec6i4o pasó, el terror era die4 *eces más fuerte. =omo era de día, /runilda dormía. +l 6ombre se refugió en las monta"as, leos de la vampira. Cero era en *anoD =uando despertó, estaba en bra4os de /runilda, comprendiendo ue así seria para siempre. =omprendes a6ora cuán importante era mi ad*ertencia de dear a los muertos descansar? 9le dio el anciano. 9>or u! no impusiste ante mis oos todos los 6orrores ue iban a suceder, todos los asesinatos y la maldad ue estaban desencadenando? 9preguntó ;alter, sollo4ando. 9>+s ue acaso escuc6abas algo ue no fuera tu propia *o4, tu pasión desmedida? 9+s *erdad. ero a6ora te pido, por lo ue más uieras, ue me ayudes 9suplicaba ;alter agoni4ando. 9/ien, te *oy a decir lo ue debes 6acer. +s terrible. <ólo en las noc6es de luna llena duerme un vampiro el sue"o 6umano. +n ese momento pierde todos sus poderes y esa noc6e... Cdeberás matarlaD o 6arás con una afilada estaca ue yo mismo te dar!. 5enunciarás para siempre a ella, urando al cielo no *ol*er a in*ocar su recuerdo ni mencionar su nombre o, de lo contrario, la maldición se repetirá, >esta claro? 9preguntó el anciano 6ablando con autoridad. 9o 6ar!, noble 6ec6icero, 6ar! todo lo ue tA me digas para librarme de ese monstruo, pero >cuando será luna llena? 9Faltan 1: días. 9CJ6, imposibleD
caminando al castillo en medio de la noc6e. &odas las puertas del palacio se abrían sin necesidad de tocarlas, tal era la magia del 6ec6icero. legaron al aposento de /runilda. ormía, bella, 6ermosa, con un sue"o ligero. >Bui!n podría pensar ue auella adorable criatura era un pa*oroso vampiro? ;alter tenía los oos llenos de amor. e*antó la estaca sobre su cabe4a y, asestando un golpe tremendo, la 6undió en el pec6o de la vampira 6asta atra*esarla por completo, mientras le gritaba 9C&e condeno para siempreD /runilda alcan4ó a abrir los oos y decirle a ;alter. 9=onmigo te condenas. +l 6ombre colocó su mano sobre el pec6o de la muer pronunciando el uramento ue le 6abía dic6o el anciano 9Kamás e*ocar! tu amor, amás pronunciar! tu nombre... te condeno. 9Iuy bien 9le dio el 6ec6icero 9todo 6a terminado. 6ora debemos de*ol*erla a donde pertenece y de donde no debió 6aber salido. @unca ol*ides tu uramento. @o *ol*erás a *erme amás 9y diciendo esto, desapareció de impro*iso ante los oos del 6ombre. a espantosa difunta estaba otra *e4 en su tumba, pero su imagen perseguía a ;alter sin descanso, con*irtiendo su *ida en un eterno combate. a muerta le decía todo el tiempo 9>erturbaste mi sue"o eterno para asesinarme? ;alter siempre debía responderle L&e condeno para siempreL. ero la imagen no se iba y auel uramento estaba todo el tiempo sobre sus labios. %i*ía afligido por el miedo de despertar un día y *erse en bra4os de la vampira. demás de esto, las imágenes de las *íctimas de /runilda se le aparecían gritándole 9C=onmigo te condenasD +l castillo de ;alter estaba desierto y en ruinas, como si la guerra y la peste 6ubieran pasado por a6í. +n medio de su soledad, uiso pedir perdón a <$an6ilde y regresar con ella, pero la bella dama sabía ue sus 6ios 6abían muerto y lo despreciaba con rencor. sí, ;alter solo como un perro, *agaba día y noc6e por los alrededores del castillo. Hna ma"ana *io pasar a *arios inetes cabalgando. la cabe4a iba una bella muer montada en un caballo negro y detrás de ella *enían con alegría damas y caballeros. ;alter los llamó y, despu!s de saludarlos con agrado, los in*ito a comer al castillo. ceptaron gustosos. arecía ue la *ida 6abía regresado al palacio. &odo era Abilo y go4o. ;alter insistió en ue se uedaran con !l una semana# ya 6abía contratado un nue*o e!rcito de criados ue cuidaban todos los capric6os de cada in*itado, e igualmente no dudaron en decirle ue sí. ;alter sentía tanta confian4a por la muer del caballo negro, ue le 6abía contado su historia y la de /runilda. +lla lo consoló con toda clase de palabras y frases de afecto. sí transcurrieron los días, 6asta ue le pidió a la etra"a ue se casara con !l. +lla accedió de inmediato y siete días despu!s celebró la boda con una gran fiesta, ue duró cuatro días con sus noc6es. +l castillo se *io en*uelto en un sal*ae desenfreno de alco6ol y luuria. arecía ue el demonio mismo asistía a auella celebración. ;alter conduo a su muer al cuarto. =uando la recostó sobre la cama, ella transformó sus bra4os en una gigantesca serpiente ue con sus siete anillos en*ol*ió el cuerpo del pobre 6ombre triturándole los 6uesos, al tiempo ue comen4aba el fuego en la 6abitación. ronto uedó en llamas, la torre del castillo se desmoronó sepultando bao sus escombros al agoni4ante ;alter y, cuando estaba a punto de morir, una *o4 atronadora gritó !Deja a los muertos en paz! Ernst Raupach (178918:2)