La Pedofilia. Un Trastorno de la Sociedad Moderna
El libre albedrío, diferencia al ser humano de las demás especies que habitan la tierra, cada uno de nosotros tenemos la posibilidad de elegir qué camino tomar ante una encrucijada o tenemos la facilidad de decidir qué hacer y de qué forma actuar. En este proceso de relaciones socio culturales, los individuos afloran y, ponen en práctica un conjunto de valores y normas morales para guiar su conducta, ante cualquiera de los caminos que se le presentan en un momento determinado, y en el caso de contar con valores bien cimentados, inequívocamente la persona seleccionará la opción que moral y socialmente es aceptable, es decir, aquella que no contravenga las normas establecidas por la generalidad. En este sentido, la fortaleza de estos valores depende del buen desarrollo, físico, emocional y mental de cada individuo, que en prima facie los obtiene dentro del seno de la familia, lo que permite afirmar en contraposición, que si una persona tiene como base ase
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distorsiones, más an, cuando en su desarrollo ha sido objeto de algn tipo de abuso, físico, psicológico, y sobre todo de naturaleza se!ual. "o anterior guarda relación, con lo e!presado por #igueroa $%&&'( que afirma )* que la práctica regular y sistematizada de la actividad recreativa y deportiva ofrece mucha ventajas en la conservación físico, mental, emocional y fisiológica de la persona*, porque hace del individuo una persona con disposición positiva para enfrentar los problemas dela vida, contribuyendo a mejorar el ambiente emocional y de de relación en la familia y en la comunidad+. $p. (. Es por ello, que la realización del presente ensayo, tiene un interés especial sobre las consecuencias que generan los abusos se!uales, sobre todo en la etapa de desarr desarroll ollo, o, es decir decir en la ni-ez ni-ez yo yo adole adolesc scenc encia, ia, pues pues debid debido o a estos estos episodios de abusos el agente abusado puede llegar a adoptar conductas distor distorsio sionad nadas as en su adulte adultez, z, ya que, que, una una perso persona na que enfren enfrenta ta estas estas situacione situaciones, s, tiene un aprendizaje aprendizaje de actitudes actitudes negativas negativas hacia el se!o. /e acuer acuerdo do a esto, esto, estos estos indivi individuo duos s los visual visualiza izamos mos como como solita solitario rios, s, con con bastante dificultad para establecer relaciones sociales y se!uales $adulto0
adulto( dentro del patrón catalogado como normal, son inmaduros e inseguros, siendo todas estas particularidades que los encaminan a establecer relaciones adulto0ni-o con más facilidad, tanto en lo social como en lo se!ual, como necesidades humanas que ameritan ser satisfechas, lo cual puede llevar a estos individuos a lograr dicha satisfacción de manera distorsionada, siendo que en el caso de la satisfacción se!ual retorcida adulto0ni-o, la psiquiatría la ha catalogado como una parafilia o conducta se!ual desviada, clasificándola como pedofilia, definida por 1avalcanti y otros $233'( como una patología referida a la actividad se!ual con ni-os y pre pberes, pudiendo esta alteración aparecer al comienzo de la vida se!ual del individuo, o luego de haber tenido una vida se!ual operativa, tendiendo a un curso clínico de tipo crónico donde, )*muchos de ellos terminan en prisión debido a la repercusión legal+.$p. 44(
"as personas
catalogadas como pedófilas, en su mayoría buscan establecer acercamiento físico con ni-os y ni-as con un objetivo, orientado al abusos se!ual, siendo que este acercamiento inicialmente lo realizan de forma cuidadosa, manipulando para no causar alarma, mostrándose cari-osos, comprensivos, atentos, para obtener la atención de su víctima, poco a poco escala el nivel de confianza y busca el estar a solas con el ni-o o ni-a. 5or otro lado, de acuerdo a la casuística clínica, el pedófilo en sus víctimas busca la satisfacción de una serie de necesidades emotivas, entre ellas, la circunstancia desviada de ser casi la nica forma de e!citación se!ual y, el control que ejerce sobre su afectado que lo hace sentirse poderoso, en consecuencia, eleva su autoestima, lo que solo puede lograr si es con un ni-o o ni-a, pues de ser adulto no tendría esa facilidad de manipulación. Es posible pensar, que estos contactos ayudan al pedófilo a superar sus propios traumas, al repetir situaciones vividas por ellos, pero esta vez teniendo el control, con una posición de dominio del suceso que le da la sensación de superioridad al manejar a la víctima a su antojo. En cuanto al tipo de conducta que puede presentar un pedófilo frente al ni-o abusado, va desde las muy pasivas hasta las agresivas o violentas, es así, que podemos encontrar individuos que se entretienen desnudando al ni-o, satisfaciendo
sus fantasías al mirarlo y e!hibiéndose ante él, otro ejemplo de esta conducta pasiva que no puede ignorarse, es aquel que acta a través de internet por redes sociales. E!isten otros más activos, que llegan al contacto físico con el ni-o o ni-a, al acariciarlo y que este a su vez lo acaricien, y sin llegar al acto carnal en sí, acuden a una masturbación frente al ni-o. 1uando hablamos de conductas más osadas o agresivas, me refiero a aquellos pedófilos que consuman el acto carnal o violación propiamente dicha, pudiendo usar la violencia para alcanzarlo, lo cual es acompa-ado de amenazas para que la víctima no lo delate, o en su defecto a través de la atención o manipulación alcanzan la lealtad y silencio de su víctima. 6eneralmente,
la persona que padece este tipo de parafilia, ubica a su
víctima dentro de un círculo de relaciones de alta confianza, por ejemplo padres, padrastros, familiares cercanos, vecinos, allegados, entre otros, y cuando el sujeto activo es un profesor, se enfoca en sus alumnos de mayor amistad. 7al como lo e!pone 8aiz $%&22(, )* estos delitos no ocurren por regla general de manera casual, en las calles, la gran mayoría de los delitos, se!uales sucede en el entorno familiar, o en los pró!imos a este*+ $p.2'%(. Es en relación a esto ltimo, puedo afirmar que generalmente el pedófilo que materializa este tipo de abusos es conocido de la víctima, es decir, está dentro del entorno del ni-o o ni-a abusada. Estos abusos que genera la conducta desplegada por el pedófilo, en casi todas las sociedades son reprochados, los Estado han implementado un conjunto de normas jurídicas tendentes a castigarlos de manera contundente, ya que está en la obligación de proteger los bienes jurídicos identificados como derechos propios de los seres humanos, en este caso en particular se protege la libertad se!ual de la persona, que en el caso de la pedofilia incluye víctimas especialmente vulnerables, se debe brindar una protección más e!tensa o integral, tal como lo refieren 5iva y 5into $%&2'( )*por tratarse de menores o adolescentes, se hace necesario ampliar ese bien jurídico y se debe incluir la protección a la moral, el decoro en las buenas costumbres, y el derecho a la integridad física de ni-o, ni-a o adolescente*+ $p.9%'(. 1omo 5rofesional del /erecho y parte del sistema de administración de justicia, estoy directamente rodeada
de distintas situaciones y eventos que guardan relación con este tipo de parafilia, pudiendo constatar que una parte importante de sus graves consecuencias, afectan al entorno familiar que impotentemente arrastran secuelas psicológicas irreparables, junto a su pariente afectado, sumado al reproche o se-alamiento social del cual son objeto.
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