© Universidad de La Sabana, 2001 Primera edición Octava reimpresión, 2010 401.4 V199 El valor de la palabra en la expresión y la comunicación / Bogdan Piotrowski... [et. ál.]. _ _ Bogotá, D. C.: Universidad de La Sabana, 2001. xx, 260 p. ISBN 958-12-0197-1 Incluye bibliografía en cada capítulo e índice. 1. FILOSOFÍA DEL LENGUAJE. 2. COMUNICACIÓN. 3. PENSAMIENTO – SIGLO XX. 4. ORALIDAD. 5. COMPREN SIÓN DE LECTURA. 6. PROCESO CREATIVO DE ESCRI TURA. 7. MAPA CONCEPTUAL. 8. ARGUMENTACIÓN. I. Piotrowski, Bogdan. II. Visbal, Ricardo. III. Méndez, Pablo Fer mín. IV. Quimbaya, Edilberto. V. Ospina, María Lelis. VI. Montes, Mónica. VII. Villarreal, Marlene Sofía. Editor:
Bogdan Piotrowski
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ÍNDICE
Nota del editor: Bogdan Piotrowski Prefacio: Jaime Sanín Echeverri Exordio: Jaime Bernal Leongómez EL VALOR DE LA PALABRA: UNAS ANOTACIONES
DESDE LA FILOSOFÍA DEL LENGUAJE
VII
XIII
XVII
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Bogdan Piotrowski Nota liminar Apuntes sobre la lengua y el lenguaje Reflexiones acerca de la filosofía del lenguaje Panorama histórico de la filosofía del lenguaje El lenguaje y el pensamiento Verdad y lenguaje Notas finales Bibliografía LA META DE LA COMUNICACIÓN
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Ricardo Visbal La comunicación en el siglo XX El lenguaje de la comunicación El código lingüístico La comunicación, innata al hombre La interactividad: meta de la comunicación Bibliografía III
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67
69
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75
EL PROCESO DE PENSAR: EL HOMBRE ANTE EL DESAFÍO DE RATIFICAR SU IDENTIDAD
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Pablo Fermín Méndez Alimentarnos de realidad El proceso de pensar Grados de conocimiento Yo pienso, tú piensas... Bibliografía ABRAPALABRA: CONSIDERACIONES
EN TORNO A LA ORALIDAD Y
SU PRESENCIA EN LA ESCRITURA
85
93
96
107
113
117
Edilberto Quimbaya La palabra: aliento vital Arte oratoria hecha letra:
voces del pasado para siempre Sinfonía viva: lenguaje, memoria, conciencia,
conocimiento y ética Hacia una conciencia teórico-práctica Nuestro Nobel y la ortografía Anexos Bibliografía MACROESTRUCTURA Y MAPA CONCEPTUAL:
ESTRATEGIAS DE REVISIÓN EN
LA COMPRENSIÓN LECTORA
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142
158
164
167
María Lelis Ospina ¿Qué es la lectura? La macroestructura
170
174
IV
El mapa conceptual Bibliografía
183
190
LOS SENTIDOS DE LA ESCRITURA:
DESDE LOS ITINERARIOS HACIA
LOS COMPROMISOS DEL ESCRITOR
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Mónica Montes Escribir: ¿para quién? Exigencias del ejercicio de escribir Itinerarios de la escritura Perspectivas creativas de la escritura Bibliografía LA ARGUMENTACIÓN
195
200
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215
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Marlene Sofía Villarreal Los orígenes de la argumentación:
implicaciones éticas y su relación con la verdad Alcances de la argumentación Algunas estrategias argumentativas Apéndice pedagógico:
el ensayo argumentativo Bibliografía
V
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230
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255
259
NOTA DEL EDITOR
E
l libro que tiene el lector en sus manos es fruto del desem peño universitario, ya de varios años, del equipo de profe sores que integra el Departamento de Lengua y Literatura del Instituto de Humanidades de la Universidad de La Sabana. A todos nosotros los que constituimos el cuerpo académico de una casa de estudios, especialmente en las universidades, nos corresponde compartir múltiples actividades de nuestro quehacer. Dedicamos mucho tiempo a la docencia y a todas las labores que ésta implica: el estudio y la preparación de clases, el trabajo formal con nuestros estudiantes, la asesoría acadé mica que les estamos prestando continuamente, la prepara ción y la evaluación de los exámenes, etc., pero están también los ratos que compartimos conjuntamente, que son tan signi ficativos en el desarrollo del currículo oculto. Todos, de alguna manera, colaboramos en las tareas académico-administrativas, tan decisivas en la organización de una institución y, ¿por qué no reconocerlo?, muchas veces apremiantes. No menos importante es la actuación de nuestros profesores en nume rosas actividades fuera de las aulas y del campus de nuestra Universidad: participación activa en coloquios, seminarios y congresos nacionales e internacionales, en membrecías de ciertas instituciones y organizaciones, en eventos culturales de todo tipo y en muchas otras actividades que nos corres ponden y que sobra enumerar. No podemos decir que alguien que no se identifica con el estudio y que no vive la necesidad de estudiar es un ver dadero profesor universitario. En la academia, la entrega a la investigación, en sus diferentes manifestaciones metodológi VII
cas, constituye la verdadera vocación y misión del profesor. Desde luego, es necesario saber entrelazar la investigación en la práctica con todas las actividades enumeradas anteriormente. En nuestro Departamento de Lengua y Literatura, todos los integrantes procuramos irnos acercando a este ideal universitario. Estas ideas probablemente ya han aproximado al lector a la justificación de la publicación del presente texto. Ésta es la respuesta, materializada en unas cuantas páginas, a nuestros retos cotidianos. Entregamos un libro que permite reflexionar sobre el tema de la lengua, la expresión, la comunicación y las disciplinas científicas que las tienen como su objeto de cono cimiento. En la actualidad se habla mucho de la crisis de los valores. Observamos también la decadencia del buen hablar y el desprestigio de la palabra como tal. Por esta razón es per fectamente comprensible que hayamos optado por un enfo que que se apoya en los fundamentos axiológicos que facilitan la comprensión de la lengua, su uso y su papel en la cultura. Desde hace algunos años hemos percibido la falta de este tipo de publicaciones. Nuestro equipo de trabajo discu tió durante semestres enteros acerca de los contenidos que deberían tratarse y sobre la secuencia de su distribución, así como sobre el enfoque que debería dárseles. Hubo muchas propuestas, todas válidas y bien argumentadas. Llegamos a la conclusión de que, de todas maneras, todas las temáticas se complementaban y de que su lectura se podría variar, según la expectativa individual de los lectores. Finalmente, opta mos por la versión que les presentamos, advirtiendo sobre las otras posibilidades de su composición. La obra se inicia con consideraciones filosóficas sobre el lenguaje y apreciaciones acerca de las teorías de la comunicación y otras concernienVIII
tes al fenómeno del pensamiento. Luego se pasa a la parte pragmática donde se exponen temas de oralidad y escritura, elaboración de un texto y, especialmente, conceptualización de sus contenidos. El texto termina con un despliegue de los diferentes acercamientos posibles a la argumentación. El primer capítulo, que es de mi autoría, “El valor de la palabra: unas anotaciones desde la filosofía del lenguaje”, introduce al lector en la reflexión acerca de qué es la pala bra, qué es la lengua y cómo funcionan las dos. Se alude a las múltiples temáticas de las que se ocupa la filosofía del lenguaje y se presentan diferentes aspectos, escuelas filosó ficas y enfoques que han venido siendo elaborados durante su historia. No podían faltar, en este texto, algunas refe rencias a los temas tan discutidos como lo son el origen del lenguaje o la relación del lenguaje con el pensamiento. Era imprescindible detenerse también en el concepto de verdad y su papel en los procesos del lenguaje, del pensamiento y del conocimiento. Ricardo Visbal S. presenta en el segundo capítulo, ti tulado “La meta de la comunicación”, sus consideraciones sobre los distintos tipos de comunicación y sobre la posición privilegiada y preponderante del ejercicio del lenguaje en la comunicación verbal. Muy representativos resultan ser sus ejemplos con los que ilustra la historia de la comunicación en el siglo XX. Igualmente, en este artículo quedan incluidos los temas del lenguaje de la comunicación y de los códigos lin güísticos. El autor cierra su exposición con la reiteración de que la comunicación es un rasgo antropológico relevante e innato, que debe conducir a los hombres a la interactividad, como meta de la comunicación.
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La compleja temática del pensamiento se refleja en el capítulo “El proceso de pensar: el hombre ante el desafío de ratificar su identidad”. Además de intentar definir qué es el pensamiento y efectuar las consideraciones sobre su relación con el funcionamiento de las distintas partes de nuestro ce rebro, su autor, Pablo Méndez V., se detiene en los procesos de sensación, percepción, atención y memoria y en su papel en la interpretación de la realidad. Expone, igualmente, los diferentes tipos de pensamiento y grados de conocimiento. Es de destacar la posición antropológica que asume, con un fuerte énfasis axiológico, en las interpretaciones de todos los procesos del pensamiento. Los temas referentes a la comunicación verbal, oral y escrita los trata, en “Abrapalabra: consideraciones en torno a la oralidad y su presencia en la escritura”, Edilberto Quimbaya G. El autor despliega sus consideraciones sobre la palabra y la letra, así como acerca de sus historias, en función del papel edu cativo que aquéllas han desempeñado en la humanidad. Hasta los aspectos más difíciles y considerados tediosos, como por ejemplo, la retórica, la oratoria o la ortografía, los ilustra con numerosos ejemplos convincentes y creativos, inspirados en la tradición cultural y literaria —a menudo colombianas— y que facilitan la comprensión de las ideas presentadas. María Lelis Ospina formula interesantes ideas en su ar tículo “Macroestructura y mapa conceptual: estrategias de revisión en la comprensión lectora”. Después de haber anali zado qué es la lectura y de referir sus distintas competencias, la autora pasa a considerar las estrategias en el proceso de la lectura. Sus temas centrales: la macroestructura y el mapa conceptual, los trata desde un punto de vista teórico, pero también los esclarece con ejemplos, facilitando la comprenX
sión de las definiciones, pero sobre todo su manejo práctico, lo cual permite comprender e interpretar adecuadamente y con solvencia intelectual hasta los textos de mayor complejidad. El siguiente capítulo lo escribió Mónica Montes B. En “Los sentidos de la escritura: desde los itinerarios hacia los com promisos del escritor” la autora reflexiona sobre la escritura en cuanto un acto que, además de lograr la comunicación con los demás, le permite crecer a quien asume el desafío de escribir. Sus comentarios sobre las exigencias y los itinerarios de la es critura rompen con el mito de la dificultad de elaborar un texto. La autora insiste en el dominio de las competencias que debería poseer cada persona que escribe y a la que ella llama “escritor”. Con mucho acierto puntualiza los distintos procesos y las dife rentes etapas de la elaboración de un texto. Al final, destaca la importancia de la creatividad en todo acto de escribir. Y, para finalizar, Marlene Sofía Villarreal elaboró “La argumentación”. Larga y emocionante es la historia de la ar gumentación. En el texto se alude a algunos de los numerosos ejemplos relacionados con este tema. El objetivo del texto es desplegar los distintos aspectos de la argumentación, como la intencionalidad, la persuasión, el convencimiento, etc. La re lación entre éstos repercute en la interpretación, en los juicios expresados, puesto que el sentido común puede diferenciarse de la realidad científica o de la verdad de hecho. Dentro de la presentación de las estrategias argumentativas, la autora indica aquéllas por analogía, por el modelo, por el ejemplo y las de causa-efecto. En apéndice pedagógico se orienta sobre la redacción de un ensayo argumentativo. Como se puede observar, cada capítulo de este libro fue elaborado por un autor diferente, pero hay que reconocer que en cada uno de estos textos, de cierto modo, se refleja XI
la experiencia y el conocimiento de todos, puesto que cada página fue sometida a largas y constructivas discusiones du rante los seminarios de profesores del Departamento. Por lo general, las conclusiones fueron aprobadas a satisfacción de todos y contribuyeron a la consolidación de nuestro equipo de trabajo y, naturalmente, del texto en sí. De ningún modo se pensó en elaborar un texto guía, un manual o una cartilla para una asignatura. En el caso de que se despierte el interés de los lectores por alguno de los aspec tos específicos aquí tratados, cada capítulo está respaldado por una bibliografía actualizada, resultado de la investigación, que en algunos momentos sugiere incluso algunas interpre taciones nuevas, pero que contiene también una invitación a ésta. Consideramos que el libro puede orientar a los estudian tes de cualquier carrera en su empeño en mejorar sus cono cimientos y habilidades de la expresión, tanto oral, cuanto es crita. Pero también nos parece útil para cualquier profesional o persona interesada en instruirse más en estos aspectos, a menudo menospreciados y, no obstante, tan importantes. En suma, son páginas que pueden ser leídas en diferentes niveles, de acuerdo con la intencionalidad de los lectores. Bogdan Piotrowski
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EL VALOR DE LA PALABRA: UNAS ANOTACIONES DESDE LA FILOSOFÍA DEL LENGUAJE Bogdan Piotrowski
El valor de la palabra: unas anotaciones desde la filosofía del lenguaje
L
a palabra es el lugar de nuestro pensamiento y del conoci miento del mundo en que vivimos. La palabra nos permite desplegar la imaginación, evocar el pasado y soñar nuestro fu turo. La palabra despierta nuestra conciencia. Pero, la palabra no se limita a nuestra vida interior sino también o si se prefie re sobre todo nos facilita la comunicación con los demás. Nos permite disfrutar de la experiencia, con frecuencia acumulada, durante largo tiempo, a lo largo de generaciones enteras o hasta de milenios. Nos conviene detenernos un momento en medio de las actividades aceleradas de todos los días y reflexionar sobre el papel del Verbo en nuestra existencia.
Nota liminar
C
omencemos nuestras consideraciones con la aceptación de una idea clave para este trabajo: que la palabra nunca es neutral. El solo hecho de que centremos nuestra atención, o la de aquéllos a quienes nos dirigimos, en algo, demuestra que este algo lo hemos seleccionado entre una multitud de otros fenómenos y que se encuentra, en consecuencia, en una po sición privilegiada, por ser apreciado y valorado. Los aspectos axiológicos nos acompañan permanentemente en todas nues tras actividades y, por ende, también en la expresión o la comu nicación con los demás. Esté de acuerdo o no sobre el desarrollo de algún tema o de los diferentes aspectos de una conversación, el hombre pondera y, al emitir su juicio o simplemente al encau zar el diálogo, se ciñe a lo que le interesa. Si hablamos sobre un acontecimiento del día, lo destacamos sobre los demás, por ser más llamativo, más trascendente o de mayor impacto social (por cierto, las razones de su importancia pueden ser muy variadas), 3
Bogdan Piotrowski
pero siempre estamos ejerciendo una escala de valoración, a fa vor o en contra. El hecho de enterarnos, de admitir el mensaje en tanto información, ya lo hace significativo y, en consecuen cia, apreciable. Lo desconocido lo seguimos ignorando. Estas circunstancias se repiten consciente o inconscientemente en el transcurso de cada día, a lo largo de nuestras vidas. La palabra puede ser valorativa por sí sola y con las demás. Es diferente decir: mi “perrito” o mi“perrazo”, mi“perro peque ñín” o mi “perro grandote”, aunque hablemos del mismo perro. Un diminutivo destaca unos aspectos y un aumentativo otros. Además, de acuerdo con las circunstancias, los matices pueden variar. La valoración se refleja en la forma neutral de los adjeti vos “pequeño” o “grande”, pero también a través de los sufijos que ejercen en este caso una función semántica portentosa. Su expresión cambia según el contexto de la realidad representada. Pero también puede variar según el lugar que se le asigne en la disposición sintáctica, como en este sencillo ejemplo: “buena per sona” o “persona buena”, en el que, naturalmente, el primer juego semántico resulta mucho más significativo. Pero también es dis tinto “hacer uno de persona”, cuando alguien despliega su poder o se jacta sin tener méritos. Vemos, entonces, que los conjuntos fraseológicos inciden decididamente en el significado de la palabra e implican valoraciones distintas. Otro tipo de valoración de la palabra se refleja en la forma y en el nivel de la emisión o la recepción del mensaje. Es distinto el anuncio de un locutor de noticias de televisión, a la aclaración académica de un profesor universitario, y aun el comentario que podemos escuchar en la calle, aunque todos se refieran a lo mismo. De distinto modo se expresan un estudiante y un analfabe to, aunque sean de la misma edad. Una niña no siempre imita el modo de expresarse de su mamá. ¿A qué se debe esta heteroge 4
LA META DE LA COMUNICACIÓN Ricardo Visbal
La meta de la comunicación
L
a comunicación es inherente al hombre, pero, a la vez, a la sociedad. Mediante ella buscamos una buena convivencia y relaciones adecuadas entre los seres humanos, pero ésta mu chas veces se trunca por diversos motivos, como divergencias, errores en la transmisión de un mensaje, prejuicios sociales e in capacidad de las personas para expresarse, entre muchas otras. Debemos pensar por qué la comunicación es tan impor tante en el mundo de hoy. Si observamos cualquier librería, ve mos en los estantes textos de autosuperación, de aceptación personal, sobre el éxito, y aunque sean de diversos temas, títulos y misiones, siempre tienen en cuenta la comunicación como un factor indispensable para el desarrollo de la condición del hom bre, tanto si son de índole administrativa o empresarial como de talante religioso. Los autores de estos libros insisten sobre la importancia de expresarnos bien al dirigirnos a otras personas e indican una serie de pasos para superar la timidez, el miedo de enfrentarse a un público, y dan reglas para decir correctamente un discurso, pero olvidan verdaderamente el inicio de toda relación humana: la comunicación. La comunicación se relaciona directamente con la lengua, el habla, el lenguaje, pero, a la vez, con la capacidad de expresar nos con facilidad. Pero no nos hemos puesto a analizar de dónde surge este factor tan importante para el hombre. Para el filósofo Julián Marías1, la comunicación viene de la convivencia del ser humano en la sociedad; sin ésta no serían posibles el desarrollo ni la capacidad expresiva ni el manejo del idioma; en este caso, del idioma español. 1
Marías, Julián: “La realidad histórica y social del uso lingüístico”, en Obras Completas, Revista de Occidente, Madrid, 1970, pág. 24.
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Ricardo Visbal
Este pensador considera la lengua castellana como una gran heredera del pasado, que evoluciona de acuerdo con la época histórica en la que se desarrolle, con el contexto social y geográfico y hasta según la misma convivencia con nuestros seres más cercanos. Para él, estos rasgos son imprescindibles en el desarrollo de una forma de hablar, escribir y expresarse en cada región, tanto de España como de América. Para Marías, algunas palabras, ciertos giros lingüísticos, la forma de expresarnos, varían de generación en generación, pero él insiste en la vigencia de la lengua, en especial en su fuerza, su vigor y su permanencia a través de los siglos, aunque el castella no del Siglo de Oro sea diferente al de hoy. Pero si el código lingüístico es nuestro medio para tener una comunicación eficaz, no debemos olvidar que no sólo nos expresamos por este medio. También la comunicación no verbal es importante en el desarrollo de la convivencia del hombre. Tal vez un gesto de desagrado en un restaurante, al ver un alimen to poco apetitoso, es más directo y más eficaz que la simple explicación al mesero o dueño del restaurante sobre nuestras apetencias alimenticias. Característica del hombre es la gesticulación, y ello lo vemos todos los días. No solamente en la vida cotidiana. Hay espectáculos relacionados con este medio; en especial, la mími ca, la danza, la música y el cine mudo. En ellos vemos cómo el lenguaje sin palabras es también efectivo. Así, se pueden dar miles de ejemplos sobre la comunica ción no verbal, como el alfabeto braille para los ciegos, el len guaje de los sordomudos, los semáforos, las cebras, el policía de tránsito dirigiendo los vehículos en una vía... entre otros; pero uno muy atrayente es el director de orquesta, quien solamente con una batuta y su batida es capaz de transmitir a los músicos 56
EL PROCESO DE PENSAR:
EL HOMBRE ANTE EL DESAFÍO DE
RATIFICAR SU IDENTIDAD
Pablo Fermín Méndez
El proceso de pensar: el hombre ante el desafío de ratificar su identidad
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a importancia del pensamiento en nuestra vida ordinaria es cosa aceptada por todos. Pero la plena conciencia de este proceso, ante nuestra condición humana, no es asunto de fre cuente reflexión. La esencia del hombre está justificada en ser como es, y en su voluntad orientada a fortalecer las caracte rísticas que lo identifican de los demás seres. Pensar es uno de los aspectos más relevantes que lo ponen en contacto con sus semejantes y, en general, con la realidad. Dónde, cómo, por qué y para qué se realiza el pensamien to son asuntos de gran importancia en el proceso de ser huma no. Particularmente, es uno de los temas de mayor relevancia dentro de la vida universitaria y de la academia. Es, en la prácti ca, urgente para el docente que verifica un programa, preparado con rigor metódico, que no es aprehendido por sus estudian tes. Es asunto igualmente importante para el estudiante, quien debe enterarse de cómo opera su mente durante las muchas horas que invertirá estudiando, tantas veces sin los resultados esperados. El proceso del pensamiento implica una serie de interac ciones físicas, emocionales, espirituales y mentales que no se simplifican en la acumulación de información enciclopédica, ni en la simple evocación de imágenes mentales obtenidas de la memoria. Pensar tampoco es el estricto seguimiento de instruc ciones obtenidas en procesos de socialización. El ejercicio de pensar es otra cosa. Es algo mucho más complicado. ¿Cómo puede el investigador ofrecer información
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Existen numerosas teorías respecto a la naturaleza del pensamiento: Harvey Richard Schiffman cita a Wenzl en La percepción sensorial, Noriega Editores, México, 1997 pág. 97 “el pensamiento consiste en la comprensión y elaboración de significados, relaciones y conexiones de sentido. Son actos de pensamientos individuales, la comparación, la abstracción y la combinación de contenidos de conciencia. Hay pensamiento como proceso, como actividad, hay pensamiento como contenido objetivo significativo”.
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