El Teatro Quechua El origen del teatro en Perú se remonta a un hecho que presento de manera espontánea una nueva forma de expresarse. Hace miles de años un cazador anónimo de manera natural colgó a sus espaldas la piel de un auquénido y empezó a imitar los movimientos de dicho animal. Así se empezaron a presentar hechos parecidos pero con el tiempo se implementaron elementos como la música, el teatro y la danza generando una evolución. Finalmente, luego de constituirse como algo frecuente, nuevas ideas surgieron para aportar a estas presentaciones y un ejemplo de esto es el hecho de que empezaron a usar mascaras m ascaras para cubrirse el rostro. Dicha utilería que en un momento fue esculpida en oro y esta esculpido el rostro de sus caciques y reyes r eyes difuntos dejo tener carácter reverencial. *Teatro en el Imperio:
Tuvo un papel importante tanto en lo político como en lo social. Éste transmitía t ransmitía y alababa los mitos del imperio Incaico, así, dichas obras se representaban en los días festivos, en lugares públicos y siempre bajo el sol ya que le daba un aire más alegre. Otro hecho que se puede destacar es que cuando las plagas y hambrunas los atacaban se disfrazaban y hacían escenificaciones con la esperanza de que esos dioses los perdonaran y así conseguir resultados positivos de estas “desdichas” de la naturaleza. Cada desempeño se dividían en: 1. Wanca (drama): Se ocupaba de la temática histórica y oficial. 2. Araguay (comedia): Daba cabida a hechos pasados porque tenían prohibido referirse a personas que estaban vivas. *Técnica:
Los actores de aquella época efectuaban sus obras frente a un bosquecillo artificial llamado MALKI. De esta manera, el escenario se fue desarrollando en la medida que se iba integrando al teatro, danza, música, el monólogo, y luego el diálogo, logrando una formación mas compleja y dinámica Los coros llamados HARAWIKUS o AEDAS cantaban las hazañas de sus emperadores y en oportunidades predeterminaban predeterminaban el acto o se internaban en ella dialogando con los personajes Los dramas Quechua: Con la llegada de los españoles el teatro incaico fue interrumpida, ya que a estos no les gustaban las representaciones indígenas. indígenas. Aún se desconoce y se discute sobre los autores de dichas obras, una de ellas es Ollantay. Obras importantes: 1. Caudillo del Ollantaytambo 2. EL pobre más rico 3. Tragedia del Fin de Atahualpa 4. Usca Paúcar 5. EL hijo pródigo *Drama Quechua en la época Republicana: La importancia del drama quechua se aprecia verdaderamente en la época republicana y después de la Guerra del Pacífico. Llegando a su plenitud en el siglo XX. Este desarrollo a favor se debió en gran medida a Alberto Giesecke, quien promovió numerosas representaciones que fueron presentadas a través de sus estudiantes. Desde la época de la ilustración los peruanos, que tenían una educación de corrientes ideológicas modernas, se preocuparon de sacar al pueblo indígena de la desgracia tanto en lo económico como en lo moral, siguiendo las pautas de la idiosincrasia local. Hacia 1900, el cusco era principalmente el lugar de residencia de los terratenientes más acomodados del departamento y de algunos comerciantes que se dedicaban a la importación y exportación de lana, caucho, té, café, donde la producción y precios aumentaron rápidamente desde los últimos años del siglo XIX.
Literatura incaica o prehispánica
Los incas no tenían más sistema de escritura que los quipus, hilos de diversos colores anudados de diversas formas. Y a pesar de que el sistema era suficiente para llevar concienzudamente la inmensa contabilidad del imperio, no parece que haya sido para expresar las ideas más abstractas. Lo que se conserva de la literatura incaica es, por lo tanto, de tradición oral. Y los textos que se han conservado, existen por lo que copiaban los españoles de los indígenas. Lo más importante en literatura incaica, aparte de algunos poemas de gran belleza, es una obra de teatro llamada Ollantay , cuya estructura dramática es una muestra del arraigo que este tipo de obras tuvo entre los incas. No han quedado entonces textos literarios escritos de los incas. Han subsistido algunas tradiciones orales y algunas transcripciones realizadas por los conquistadores españoles. La poesía incaica o quechua tenía como temas las plantas, las flores, los animales, debido a sus actividades agrícolas y se se acompañaban con música y baile. El poeta oficial de la corte era el amauta y el poeta popular se denominaba haravec. El wawaki era entonado en las fiestas de la luna por coros juveniles. El yaraví era poesía lírica de tema amatorio. El hahuay era un lamento. El triunfo era un canto al trabajo o a la victoria. El huaino tenía carácter erótico. El aymoray era una poesía de inspiración rural. La poesía de los incas se concentró en aspectos religiosos y profanos. Por la parte religiosa, los poemas estaban dedicados a sus dioses mayores: Pachacamac y Viracocha (Wiracocha). En el
aspecto profano tocaban temas casi siempre liricos: El amor, la belleza, el heroísmo….
Como dato curioso se tiene que los incas desarrollaron el teatro, rama que no poseyeron otras culturas. El teatro incaico consistía en espectáculos dialogados acompañados, danza y pantomima. El Ollantay es el drama mas famoso que nos legaron los incas y fue descubierto en 1837. Aunque se ha discutido su origen y su autoría, pues se habla de un ollantay de elaboración indígena y de un ollantay mestizo, el redactor del manuscrito mas conocido de este drama es el cura cuzqueño Antonio Valdés cuya autoría es difícil de sostener si se tiene e cuenta que hay un manuscrito anterior de 1835. El Ollantay es una historia de amores prohibidos entre el jefe rebelde y CusiCoyllor. Tras muchas circunstancias la historia termina con un final feliz, que muestra a un nuevo y más tolerante Inca Túpac Yupanqui quien perdona a los amantes. L a obra compuesta en octosílabos quechuas, tiene tres actos. Literatura y religión
Los incas creían que si el espacio horizontal estaba dividido en dos partes, cada una de ellas subdividida en otras dos, el mundo aparecía compuesto por t res planos: Hana pacha (el mundo de arriba), Kay pacha (el mundo de aquí), y Ucu pacho o Urin Pacha (el mundo de abajo). La palabra pacha significa a la vez: tiempo y espacio. Pachamama es reconocida como la divinidad de la tierra (madre tierra), productora de alimentos e a veces identificada como una niña pequeña. Pachamama vive bajo la tierra y en el interior de las montañas. Wiraqocha es la única divinidad ubicada en el mundo de arriba y es la divinidad más importante.
Wiraqocha es una divinidad claramente celeste y con características solares. En los mitos que venían de Cuzco, Wiraqocha dividió el mundo en cuatro partes: Chinchaysuyu (al oeste), Collasuyu (al este), Antisuyu (al norte) y Cuntisuyu (al sur). Después, ordenó salir a los hombres de las cuevas, de las fuentes, del subsuelo en las regiones del Chinchaysuyu y Collasuyu. Luego, Wiraqocha seguía el camino del sol, perdiéndose en el océano y quedaba después en el cielo. La interacción entre Wiraqocha y Pachamama resolvía en buena cuenta la dualidad cielo-tierra y Kay pancha era la resultante de esa vinculación. A causa de la dualidad cielo-tierra, tenía que haber una forma de comunicación entre ambos planos del mundo. Entre las formas de comunicación las más conocidas eran el rayo y el arco iris y la serpiente. También el Inca era un punto de comunicación entre los planos del mundo porque era el hijo del sol. También, había sacerdotes que hicieron rituales para comunicar entre los dioses y los humanos. Poesía e historia entre los Incas
La literatura peruana vivió ausente del alma del Incario y de la cultura indígena en todo el primer siglo republicano. Las historias literarias peruanas comenzaban sus exégesis con los autores españoles del siglo XVI. Riva Agüero, en el primer panorama literario del Perú, que escribió en 1905, se ocupó, únicamente, de la literatura republicana. Desdeñó a los poetas coloniales y olvidó por completo la poesía indígena, aunque, dado su genio sincrético, reconoció, desde entonces, que el tipo literario nacional se integraba en el Perú, donde existió una gran cultura, por el aporte español y por el indígena. Idéntico planteamiento ofreció la Literatura peruana de Ventura García Calderón, publicada en 1915, que se iniciaba con la exégesis de Garcilaso, Diego Mexia de Fernán Gil y Amarilis. Fue el viaje de Riva Agüero al Cuzco, en 1912, el que determinó un vuelco fundamental. En sus Paisajes peruanos, Riva Agüero, el limeño de casta hispánica, reinvindicó, por primera vez, en nuestra cultura, el aporte fundamental de lo incaico en la historia y del paisaje andino en la literatura. Le siguió entusiasta la generación Colónida, con More yValdelomar. More, llevado de su genio polémico y siguiendo el ejemplo gonzalespradesco, disminuyó a Lima y a la costa y erigió un andinismo dogmático y excluyente. Valdelomar, que trabajó como secretario de Riva Agüero, se familiarizó con los temas incaicos y publicó Los hijos del sol . Desde entonces las historias literarias comenzaron a estudiar y a calar el aporte indígena. Se refirió al proceso literario que significó la prosificación de los antiguos cantares incaicos en las críticas castellanas, semejante al que se realizó en el medioevo europeo con los cantares de gesta. Dijo que, para estudiar los testimonios poéticos e históricos de los Incas, era necesario ahondar en el conocimiento de las crónicas de la Conquista, en sus diversas etapas; de las crónicas conventuales: de los extirpadores de idolatrías y principalmente, los Vocabularios quechuas, que son verdaderos inventarios de esa cultura y poesía fosilizada. Entre las crónicas destacó, como las más representativas del transplante poético incaico, la Suma y Narración de los Incas de Betanzos, transcripción de un cantar del apogeo incaico sobre Pachacútec. La obra de Cieza, rica en veneros etnológicos, la de Sarmiento de Gamboa que podía considerarse como una Iliada incaica, la Relación del indio Santa Cruz Pachacuti, con sus elementos poéticos y maravillosos, guardados por los bardos collaguas, y la crónica bilingüe de Huamán Poma de Ayala, con sus tesoros
folklóricos y su actitud mordaz y sarcástica que lo alinea en una posición contraria a la épica y a sus impulsos heroicos, y su burlesca descripción de incas y españoles. Se ocupó enseguida, de los mitos incaicos y de su carácter sonriente y optimista, en los que no predominan el terror, la angustia ni las sombrías catástrofes de otros pueblos primitivos de América. Dijo que no podía hablarse estrictamente de "géneros" en la literatura incaica, por lo general indiferenciada y en la que lo característico era el taqui , una mezcla de canto, de danza, de música y expansión báquica de los impulsos vitales. Todas las formas de la cultura incaica, el himno religioso, el canto épico, la lírica, la representación dramática estuvieron asociados a la danza y a la música y tuvieron un carácter mágico, religioso y propiciatorio. En todos ellos predominaba el aspecto ritual de " sacrificio, agüeros y hechicerías". Habló del haravi como la forma característica de la lírica incaica, de su carácter agrícola de su asociación a la flauta, su recitado incitante y su carácter, ya alegre, ya triste, que deviene melancólico únicamente después de la Conquista y se transforma en el yaraví. Dijo que la poesía oral se desarrolló principalmente por la casta militar y guerrera determinando las formas ya examinadas por él en anteriores ocasiones, el haylli...los cantares históricos que comenzaban con el sacramental ñaupa pacha, los cantos de lashuaccapucuc o endechaderas y la famosa ceremonia del Purucaya con sus cantos roncos, sus vestidos desgarrados y cubiertos de ceniza y su tamboril melancólico. Dijo que los compositores de los cantares épicos eran los Hayllicunis y no los amautas, que es un adjetivo que significa "cuerdo o sabio". Habló de la historia encargada a los pacariscap villac y a los hucaripuni . Examinó enseguida las diversas formas dramáticas, el cuento, la fábula y la sátira incanistas, que se manifestó en los cuentos, consejas y fábulas. Debió haber una serie de bufones o graciosos –ayachucos, misquisimiyoc – truhanes que desvanecían el hieratismo de la clase superior y cuya expresión más característica después de la conquista es el indio Huamán Poma. Terminó diciendo que la poesía incaica fue esencialmente aristocrática, cultivada por funcionarios oficiales y que el pueblo sólo tuvo el papel coral de repetir el estribillo y seguir acompasadamente, los movimientos o las palabras del corifeo o taquieta hucario. La poesía incaica fue realista y pragmática. Los himnos pedían el pan, el maíz, la juventud, la salud, el triunfo. La historia tuvo un carácter docente y moralizador. Otra nota primordial es la tendencia panteísta y bucólica, manifestada en el amor a las cumbres y a los cerros a y la intervención de los elementos agrícolas en los mitos. El ají, el pimiento, la quinua son personajes mitológicos incaicos. Otras notas características son la "gravedad y ternura", señalada por Riva Agüero y el tradicionalismo de los Incas. Del Incario provienen en el espíritu clásico y equitativo de los peruanos, su odio del exceso y la violencia, su señorío y su humanidad. Del Incario podrían provenir las normas capitales del espíritu literario peruano, del que dijo Diez Canedo que " el Perú guarda nostalgias de Corte, sabe historias del pasado, tiene la gracia de contar y en sus cuentos hay sangre, sensualidad y humor jocundo".
Atau Wallpaj p´uchukakuyninpa wankan "Tragedia del fin de Atau Wallpa". Esta obra "anónima" ha sido recuperada supuestamente por Jesús Lara (poeta y estudioso de quechua boliviano) en realidad parece presentar muchos retoques realizados por su "descubridor". Presentamos el testo en quechua y a su lado la traducción en castellano. Fuente: http://runasimiwillana.blogspot.com/
Atau Wallpa Sinchij munasqaykuna Wamra ñust´akunallay nánaj llakiypimin sunquy ukhuymin llajllapayasqa yuyaymin chinkasqanña. Uj llakiytamin pacarini. Imarayku kunan tuta muspayniypi yananchani llaki phutillatatajmi musquyniypiri rikuni Inti mayllij Taitanchijta yana q´ushñipi pakasqata, llapa jananpachatari llapa urqukunatawanri puka puka raurasqajta pillkukunaj qhasqunta jina. Wañuyñachari sispallaña. Ichapas Inti, killa, mayllij taitanchijkunapas chinkarichiwasunña. Anau, sinchij munakusqay Qhora chinpuy Anau waylluqusqay Quyllur tika Wamra ñust´akunallay llakiypunimari kanchij, llakiy, phutiyman paqarinchij, Kausayninchij jinañachu.
Atau Wallpa Adorables y tiernas princesas mías, mi corazón se hunde en hondas pena, una extraña ansiedad de mi ser devora, la razón me abandona. He amanecido acongojado. Por qué será que dos noches seguidas el mismo sueño infausto ha venido ha turbarme. Ambas veces he visto al sol, purificador padre nuestro, oculto en denso y oscuro humo, y toda la extensión del cielo y las montañas todas ardiendo con el mismo rojo que hay en el pecho de los pillkus. Quizás la muerte estará cerca, Quizás el sol y la luna, nuestros depuradores padres, de su presencia nos apartarán. Ay mi adorable Qhora Chinpu, Ay mi dilecta Qoyllur T´ika, tiernas princesas mías, nos anega la pena, amanecemos a la angustia. Así se toma nuestra vida.
Qhora Apu Sinchij munasqay sapan apu Atau Wallpa Inkallay, niwayku ari astawanchus
Qhora Chinpu Amado y único señor, Atau Wallpa, Inca mío, dinos, pues, si en tu sueño
muspayniykipi rukurqanki, yanancharkanki Chayta. Atau Wallpa Anau, sinchij munakusqay Qhora Chinpu anau, wayllukusqay Quyllur t´ika Wamra ñust´akunallay uj wak´a yanatan thapiawan, isqay kutipiñan layqawan, muspayniypi rikuchiwan uj yuyay p´itiytapuni, mana rikuy atinata mana rimariy atinata Cheqapunichari kanman auqa q´illay runakuna jallp´anchijman jamunanku wasinchijta wankurqayaj, qhapaj kayniyta apakapuj. Qhora Chinpu, ñust´allay.
repetido en dos noches viste algo más. Atau Wallpa Ay, mi adorable Qhora Chinpu Ay, mi dilecta Quyllur t´ika, tiernas princesas mías, me ha dado una wak´a un negro augurio, dos veces ya me ha embrujado me ha mostrado en mis sueños una escena increible, difícil de ser admitida, imposible de ser narrada. Tal vez sea evidente que Hombres vestidos de agresivo hierro han de venir a nuestra tierra a demoler nuestras viviendas, a arrebatarme mi dominio, Qhora Chinpu, princesa mía.