Universidad Autónoma De Coahuila. Facultad de Derecho.
Victimología. Lic. Ricardo Valentín Ríos Badillo.
Trabajo final. - “El suicidio en los adolescentes.”
- Alumno: Michell López Zavala.
- Semestre: 3° - Sección: “A”
FECHA DE ENTREGA: 10/11/2017
Introducción.
Hablamos de suicidio cuando una persona se quita la vida por voluntad propia y de parasuicidio cuando una persona realiza un acto autolesivo, es decir se ocasiona un daño sin causarse la muerte, o cuando expresa su deseo de quitarse la vida. Por lo general es consecuencia de desesperación, derivada o atribuible a una enfermedad física, enfermedad mental, como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, el trastorno límite de la personalidad, el alcoholismo o abuso de sustancias. A menudo influyen en él diversos factores estresantes como dificultades financieras o problemas en las relaciones interpersonales.
El suicidio ocupa un lugar entre las primeras 10 causas de muerte en las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud. Se considera que cada día se suicidan en el mundo al menos 1 110 personas y lo intentan cientos de miles, independientemente de la geografía, cultura, etnia, religión, posición socioeconómica, etc. Cualquier sujeto puede, en determinado momento de su existencia, sentir que la vida no tiene sentido por diversas causas.
El suicidio entre los adolescentes ha tenido un aumento dramático recientemente. Cada año miles de adolescentes se suicidan. El suicidio es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 a 29 años, y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años. Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas de sí mismos, presión para lograr éxito, incertidumbre financiera y otros miedos mientras van creciendo. Para algunos adolescentes el divorcio, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos. Para algunos adolescentes, el suicidio aparenta ser una solución a sus problemas y al estrés. La tragedia de la muerte de un joven debido a desesperanza o frustración abrumadoras resulta devastadora para la familia, los amigos y la comunidad. Padres, hermanos, compañeros, maestros y vecinos podrían quedarse con la duda si pudieran haber hecho algo para impedir que ese joven decidiera suicidarse.
Justificación.
Esta investigación tiene como objetivo principal determinar el porqué de la situación actual donde muchos niños y adolescentes están cometiendo suicidio como una opción para la solución de sus problemas. Analizaremos las causas y síntomas que estas personas pueden traer consigo al estar atravesando por un momento difícil donde consideran el morir como la mejor salida a ellos. Esto puede ser de gran ayuda e importancia para la prevención de dicha acción. Si bien, aprender más acerca de los factores que podrían llevar un adolescente al suicidio podría ayudar a prevenir más tragedias. Aunque no siempre se puede impedir, siempre es buena idea informarse y tomar medidas para ayudar a un adolescente con problemas.
Planteamiento del problema.
A ntecedentes his tóri cos .
Se conoce la existencia de este fenómeno desde tiempos inmemoriales. Por ejemplo, en la llamada historia sagrada se recogen varios casos de suicidios, el del Rey David es el primer caso que se registra (herida por su propia espada), además el de Judas Iscariote (ahorcadura) y Sansón (se tapió junto con los filisteos). También en la historia de la Grecia clásica nos encontramos con suicidios, como los casos de Demóstenes y Sócrates. En Roma tenemos suicidios famosos, como los de Marco Antonio y Cleopatra (se dice que por amor). Séneca (se cortó las venas) y Nerón también murieron “por propia mano”.
Generalidades. El suicidio y el parasuicidio, son las dos formas más representativas de esta conducta, aunque no las únicas. Desgraciadamente existen muchos textos que sólo tienen en cuenta estos dos aspectos, los que, por demás son los más graves,
y no otros que detectándolos y tomándolos en consideración de forma oportuna, evitarían que ambas ocurrieran. El espectro completo del comportamiento suicida está conformado por la ideación de autodestrucción en sus diferentes grados: las amenazas, el gesto, el intento y el hecho consumado. La ideación suicida abarca un amplio campo de pensamiento que puede adquirir las siguientes formas de presentación: o o o
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El deseo de morir ("La vida no merece la pena vivirla"). La representación suicida ("Me he imaginado que me ahorcaba"). La idea de autodestrucción sin planeamiento de la acción ("Me voy a matar", y al preguntarle cómo lo va a llevar a efecto, responde: "No sé cómo, pero lo voy a hacer"). La idea suicida con un plan indeterminado ("Me voy a matar de cualquier forma, con pastillas, tirándome delante de un carro, quemándome"). La idea suicida con una adecuada planificación ("He pensado ahorcarme en el baño, mientras mis padres duermen"). Se le conoce también como plan suicida.
Todas estas manifestaciones de la ideación de autodestrucción deben ser exploradas, pues la comunicación y el diálogo abierto sobre el tema no incrementa el riesgo de desencadenar el acto, como erróneamente se considera y es una valiosa oportunidad para iniciar su prevención.
C aus as y motivación. No es nada fácil sistematizar las causas que motivan al suicidio. Arnaldo Pangrazzi, revisando notas de despedida dejadas por suicidas señala las siguientes motivaciones: -
La percepción de ser una carga para los demás. El sentido de desintegración personal: cuando la vida no tiene sentido. La convicción de que no hay otra salida: todas las puertas están cerradas.
Actualmente se estudia el suicidio dentro del modelo bio-psico-social. Desde un punto de vista sociológico: Todavía se siguen estudiando las teorías sociológicas de Emil Durkheim, expuestas en su obra fundamental Le Suicide (1897) donde establece relaciones entre el individuo y la sociedad. Para Durkheim el conjunto de relaciones viene en cuatro situaciones que provocan cuatro tipos de suicidio:
A. El suicidio egoísta estaría causado por la falta de integración del individuo en los grupos sociales (familiares, religiosos, laborales, políticos), haciendo un culto excesivo por sí mismo, aislándose de todo grupo y finalmente queda solo. B. El suicidio altruista estaría provocado por excesiva integración al grupo (caso opuesto al anterior). Son las personas que mueren por un ideal de su grupo como las personas que hacen huelga de hambre por una causa social hasta que mueren. C. El suicidio anómico, consecuencia de un colapso de las reglas sociales en la que el individuo carece de toda referencia y de toda protección, hasta sentirse perdido. Sus ideales, sus modelos, sus objetivos han desaparecido y el decide desaparecer con ellos. D. El suicidio fatalista, vendría causado por una excesiva regulación impuesta al individuo por parte de la sociedad (esclavitud), donde el suicidio sería un escape al sufrimiento y falta de libertad.
Hipótesis.
A cerca del s uicidio en los adolescentes . Los motivos detrás del suicidio o intento de suicidio en un adolescente pueden ser complejos. Aunque el suicidio es relativamente raro entre niños, la cantidad de suicidios e intentos de suicidio aumenta significativamente durante la adolescencia. Las cantidades de suicidios varían entre niños y niñas. Las niñas piensan en e intentan suicidarse dos veces más que los niños y tienden en intentar suicidarse por medio de una sobredosis de drogas o cortándose. En cambio, los niños fallecen por suicidio cuatro veces más que las niñas, tal vez porque tienden a usar métodos más letales, como armas, colgándose o saltando desde alturas. El ser adolescente, puede sentirse como estar atrapado en esa área gris entre la niñez y la edad adulta. La adolescencia puede ser una época de increíbles posibilidades, pero también puede ser un periodo de estrés y preocupación. Los adolescentes se sienten presionados para adaptarse socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con responsabilidad.
La adolescencia también es una época de identidad sexual y relaciones sociales y existe la necesidad de independencia que a menudo está en conflicto con las reglas y expectativas que otras personas establecen. Los jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más altos de pensar en el suicidio. Los adolescentes quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus padres, mudanzas, un padre que se va de casa o por cambios financieros) y aquellos quienes son víctimas de intimidación corren mayores riesgos de pensar en el suicidio.
S íntomas de las tendenc ias s uicidas en los adoles centes . Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión. Las siguientes señales pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio:
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Cambios en los hábitos de dormir y de comer. Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales. Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa. Uso de drogas o de bebidas alcohólicas. Abandono fuera de lo común en su apariencia personal. Cambios pronunciados en su personalidad. Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar. Quejas frecuentes de síntomas físicos, tales como: los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven. Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones. Poca tolerancia de los elogios o los premios.
Un adolescente que está contemplando el suicidio también puede:
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Quejarse de ser una persona mala o de sentirse abominable. Lanzar indirectas como: no les seguiré siendo un problema, nada me importa, para qué molestarse o no te veré otra vez. Poner en orden sus asuntos, por ejemplo: regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc. Ponerse muy contento después de un período de depresión. Tener síntomas de sicosis (alucinaciones o pensamientos extraños).
Estadísticas. Tas a de s uicidio en México.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el suicidio como un problema grave de salud pública, cada año, a nivel mundial, aproximadamente 800 000 personas se quitan la vida. Para el año 2015 se colocó al suicidio como la segunda causa de defunción en el grupo de 15 a 29 años. o
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En 2015 se registraron 6 285 suicidios, esto representa una tasa de 5.2 fallecidos por cada 100 mil habitantes. Por sexo, la tasa de suicidio es de 8.5 por cada 100 mil hombres y de 2.0 por cada 100 mil mujeres. Las entidades federativas que tuvieron mayores tasas de suicidio, por cada 100 000 habitantes, fueron Chihuahua (11.4), Aguascalientes (9.9), Campeche (9.1) y Quintana Roo (9.1).
Características de los fallecidos:
Las muertes por lesiones auto infligidas son más comunes en hombres que en mujeres, del total de los fallecidos por esta causa, 80.1% eran hombres y 19.9% mujeres. Algunos estudios señalan que los grupos en los extremos de la vida presentan mayor riesgo de suicidio, en México se suele concentrar en edades jóvenes, ya que resalta que cuatro de cada 10 (41.3%) tenían de 15 a 29 años; así mismo, llama la atención que 3.7% tenían de 10 a 14 años. Al observar la edad según el sexo del fallecido, destaca que las mujeres se concentran más en edades jóvenes que los hombres, ya que seis de cada 10 fallecidas por lesiones auto infligidas (57.4%) eran menores de 30 años, situación que presentaron 42.0% de los hombres. En particular destaca la diferencia que existe entre hombres y mujeres que tenían de 15 a 19 años, pues del total de mujeres fallecidas, 21.8% estuvo dentro de este grupo de edad, en tanto que, en los hombres, 11.4% presentó tal característica.
“La adolescencia y los primeros años de la adultez son etapas que implican grandes cambios físicos y emocionales. En algunos casos, los jóvenes pueden
llegar a sentir malestar emocional ante las diversas situaciones y factores estresantes que se les presentan, por ejemplo, ante los procesos normales de maduración, la influencia de las hormonas sexuales y a los conflictos con los padres”. En 2015 ocurrieron 2 599 fallecimientos por lesiones auto infligidas de jóvenes de 15 a 29 años, lo que representa una tasa de 8.2 suicidios por cada 100 000 jóvenes de este grupo de edad (mayor a la nacional). Por sexo, las tasas de suicidio de este grupo poblacional son de 12.6 en hombres y 3.9 en mujeres (por cada 100 000).
Conclusión.
En la actualidad el aumento de suicidios en los adolescentes se ha hecho evidente. Anteriormente analizamos las causas por las cuales puede surgir dicha acción, por lo cual me enfocare en hablar sobre lo que puede sentir la persona que sufre este problema. En primer lugar, empezare hablando de la muerte desde un punto de vista psicológico. Sigmund Freud afirmaba que en el humano había un impulso que tendía a la muerte, y otro hacia la vida, que esté lleva la muerte consigo en su inconsciente, como parte de su biología. Freud consideraba la muerte como un problema muy íntimo y personal. Ahora bien, hablemos del temor a la vida. William James decía que era un “temor al universo”, es el miedo de la infancia, el temor a surgir en el universo, a realizar la propia individualidad independiente, la propia vida y experiencias. Ante esto, Rank afirmó: “El adulto puede sentir temor a la muerte, y el niño tiene miedo a la vida misma.” Viendo estos dos puntos, el suicidio es el resultado de un terrible sufrimiento emocional interno. Se podría decir que dentro de todos hay un impulso a morir, sin embargo, en realidad nadie quiere morir y los que mueren por suicidio tampoco lo hubieran querido, si es que ellos hubieran encontrado otra salida en su mente a su sufrimiento. Nunca se debería clasificar un suicidio en términos de “cobardía” o “valentía”, en referencia al acto en sí . Decir, por otro lado, que la persona fallecida “era egoísta” es quizás una gran injusticia, sería invalidar su vida por ese final tan trágico. No solemos culpar de “egoísta” a quien murió por otras circunstancias.
Los factores conocidos asociados al suicidio son muy variados, así como las causas que se dan en cada caso. Por ello, se habla de que no hay un suicidio, sino suicidios. Cada caso, a pesar de compartir ese final tan trágico y doloroso, proviene de historias y circunstancias personales y sociales muy diferentes entre sí, de vivencias que las hace únicas, como a las personas. La muerte por suicidio, repentina y trágica, produce siempre sorpresa, incredulidad y un estado de shock a las personas próximas. Estas circunstancias iniciales, tan inesperadas y emocionalmente desbordantes, añaden dificultades a los supervivientes que sienten ya desde el primer momento la culpa, la vergüenza y la ira. El impacto inicial de vivir de cerca una muerte por suicidio deja una cicatriz que es para siempre.
Ahora hablemos sobre las estadísticas de suicidio que existen en México. Como anteriormente se dijo se ha colocado al suicidio como la segunda causa de defunción en los jóvenes, se suele concentrar en edades de 15 a 29 años, resaltando a cuatro de cada 10 (41.3%); así mismo, llama la atención que 3.7% tenían de 10 a 14 años. Este fenómeno tiene raíces diversas que surgen desde etapas históricas y de identidad, las cuales en más de una ocasión terminan por convertirse en un tema tabú. En México no existen políticas públicas mínimas para atender esta problemática, y mucho menos una adecuada atención de salud mental que proporcione el apoyo necesario. Pero esto no significa que la culpa sea del Gobierno, este es un fenómeno social que debe atenderse de manera intersectorial, tal como lo hacen muchos países en el mundo.
Para terminar, quisiera mencionar algunas cosas que podemos hacer en caso de ser cercano a un adolescente o persona de cualquier edad, a la cual veamos que atraviesa una situación difícil o bien que presenta los síntomas ya hablados antes en esta investigación. Muchos adolescentes quienes logran o intentan suicidarse dan algún tipo de advertencia a seres queridos de antemano. Por lo tanto, es importante que los padres, hermanos, amigos o maestros conozcan las señales de advertencia de manera que los adolescentes con tendencias al suicidio puedan obtener la ayuda que necesitan. Algunos adultos piensan que los jóvenes que dicen que se van a lastimar o a matar "lo dicen sólo para llamar la atención". Es importante darse cuenta de que, si se ignoran a los adolescentes que “llaman la atención ”, podría aumentar la posibilidad de que sí se lastimen. Hay que considerar las señales de advertencia como serias y no como formas de "llamar la atención" que se puedan ignorar.
Es esencial observar bien a un adolescente retraído y con depresión. Comprender la depresión en adolescentes es muy importante ya que puede parecer diferente a las creencias comunes acerca de la depresión. Por ejemplo, puede presentarse como tener problemas con amigos, con las calificaciones, el dormir demasiado o nada, o estar de mal humor e irritable en vez de llorar o bien sufrir de tristeza crónica. Es importante tratar de mantener abierta la comunicación y expresar su preocupación, su apoyo y su amor hacia la persona. Algunas personas prefieren no preguntar a los adolescentes si han pensado suicidarse o lastimarse pues temen que, al preguntar, sembrarán la idea del suicidio en sus pensamientos. En realidad, es buena idea preguntar, aunque sea difícil. Algunas veces ayuda a que el adolescente sienta que hay alguien que se preocupa por él y ha notado el cambio repentino en sus acciones o vida diaria. Hay que recordar que aprender más acerca de los factores que podrían llevar un adolescente al suicidio podría ayudar a prevenir más tragedias.
“Solo el suicida piensa que puede salir por puertas que sólo en la pared están pintadas.”
- Vladimir Holan.
“Nadie sabe con seguridad el impacto que tiene sobre la vida de los demás. A menudo no tenemos ni idea. Y, aun así, hacemos las cosas exactamente igual.” “O quizá quería que alguien me señalase con el dedo y me dijese: Hannah, ¿estás pensando en matarte? Por favor, no lo hagas, Hannah. Por favor. “
- Jay Asher. (13 Reasons Why)