En el Paris Paris de los alios alios se sese senta nta Mom6, un mucha hach cho o jud judio io de 13 alio alios s se ha hac ce amigo d el tend ero
ara rab be
apar ap arien iencia cias s
de la call lle e Azul. Per o
sie si empr pre e
son so n en enga galio lios sas:
las la s
el Sr.
Ibra Ib rahi him m, el te tend nder ero, o, no no es es arab arabe, e, la call calle Azu zull no e es s azul y el much muchach acho o pu puede ede no ser judio. Eric-Emm Eric-E mmanue anuell
Schmitt Sch mitt (196 (1960) 0) es es e ell autor
d e teatro fran franc ces mas repr repr esen esentad tado o en Fr Fran anc cia tranje ero. y en el extranj
Sus obra obras s se han han es esttre re--
nado nad o en ma mas d e 30 pa paiise ses s. Este br brev eve e r ela latto, gran ex exit ito o teatral
en Fra Franc ncia ia,,
es el seg egundo undo
d e la Trilo Trilogi gia a de 10 Invis Invisib ible le.. vado
al cin ine e
con
Ha si sid do ll lle e-
actores
como
Omar
Sharif e Isabe Isabelle Adja djani ni.. «En un mom ome ent nto o en el qu que e el mund mundo o sufre mas q ue ue nu nun nca a cau aus sa d e lo los s fanatis fanatismos de tod o ti p po o y en e ell que la r eli lig gio ion n se co con nviert rte e en motivo mo tivo de conqui onquis sta ta,,
he aqui un magnifico
es p pec ecta tacu culo lo en form forma a d e cu cue ent nto o qu que e r econcilia al hom hom br e consigo mismo. EI te tex xto d e Eric-Emmanue Eric-Emmanuel
Schm Sc hmitt es de
una un a se sencill ncille ez y una una hu hum manidad conmo onmove vedo do-r as. Hace r eir eir , llorar , en fin: es es pr prod odig igio ios so. o.» » -
Paris Mat ch
«Una na v vision ision noble noble y co con nciliad iliadora ora d e la humanidad nid ad.. Pa Para ra r ecomenda ecomendar r a todo todos aq aqu uello llos s qu que e cr een een que que el Islam es es un una a r eligion histeric histerica. a.» » -
Le Point
Disei Dis eiio io de la port portad ada: Micha Michael el Ilustraci6n:: Ilustraci6n Sara Sa ra Swan
New Ne wman
Toda das s
las
noc no ches
Simon
tiene
el
mismo su sue efio fio.. Una muj uje er eni nig gmati tic ca se 10 inte interp rpr r etara:
es la r eenca carn rna a-
cion d el tio d e Milal ilal'e 'e pa pa,, misti tic co
tibetano
odi diab aba a a muert rte e Par ara a
d el
£ 1 se sen n o r Ibrahim
y la lass f l ares d e l Caran Cara n
el ce celle b br r e
sig iglo lo
XI,
que qu e
a s su u so br brin ino o.
pod er salir d el cicio d e las
l'ee 'eencarna ncarnac cio ion nes su h historia istoria
Sim imo on d e b be e con ta tatt"
ado dos s ho hom m b btt'es id ent ntiif ican-
dos do se con ellos basta el pun punto d e mezclar sus id entidad es es confundan nfundan..
Pero Pe ro,,
y qu que e sus yos se id ond e
em p piieza
el
suef io io y d ond e la r eali lid d ad? Schm Sc hmitt (196 960 0) es
Eri ric c-Emmanu mmanue el
cl a aut utor or d e teatr tro o fr anee ees s 'cnt ntad ado o "0,
en Francia
Sus ob obr r as
mas r e pr e-
y e en n el ex extran tran j je e-
se ha han
estr enado
en
rmlls d e 30 pa rm paiises.
Este br ev eve re rellato,
gt'an exito teatral
en Fra ran ncia ia,,
es e1
pll'imero d e l p la a Trilo Trilogl gla a d e 1 0 I In nvisib iblle, «Un texto que nos eleva va,,
que qu e no nos s
c;ondu onduc ce mas aHa d e las cum br es
d el
I I"imala malay ya, al ala as ci cim mas d el pensamicnto human ano o,
el bien, elmal lmal,,
t'r l e eII mundo mundo,, como encont ntra rar r
com co mo se ser r nuestt' tt'O O
r :lIlll lliino en elmun lmundo do» ». -
Radi Ra dio o Ft'anc nce e
I
Si es estte LibroIe h LibroIe haa i mer esad o y d esea esea qu quee I e m maamenga gamo moss in info form rm ado ado de n de nu uest estr r as as pu b bllicac aciione ones, s, escr f f banos banos i i nd ici cin nd onos onos qu quee t emas son d e su int nteer es ( Ast Astr r ologia ologia, Aur oayud oayud a, a, Ciencias Oc ul ulr r as, A Ar r tes tes Ma Marc rciiales, Naamr ismo N mo,, Esp spiirit ritu ual aliid ad , Tr adi diccion ...) ...) y g usro rossarn rneme eme I e c co om p pllac aceremo eremoss.
Collec Co eccci6n O b beelisc isco o Na Nar r r r ativ ativa EL SENOR SENOR
IBR AHI HIM M
Y L AS AS FLO FLOR R ES
DEL
CoR AN
E ricric- Emm Emmanue anue L L S chmitt
1" ed ed ici icion: mayo d e 200 003 3 3" e di diccion: se se pti ptieembr e d e 2 00 004 4 Tim imllo or iginal: Monsieur I brahim brahim et lesf leurs d u C oran oran Alex Arrese Tr adu ducc cciion: Alex Maq uetac etacio ion n: Marta Ro R ovi vira ra ae L L N ewm wma an Disef Di sef io io d e po por r tad a: M ichae
by E diti ditio ons Albi lbin n Mi Micchel © 2 001 by (R ese eser vad vad os os tod os os los d er echos os)) © 200 003 3 by Edi dicciones Ob Obeelisco co,, S.L (R ese ser r vado vadoss los d er ech echos par a la pres pre sente edi diccion)
Ed ir ir a: Edi dicciones Ob Obeelisco S.L .L.. Per e IV IV,, 78 7 8 (E (Edi di£ £ Pedr o IV) 4" pl plaanta 5" pu pueert rtaa. 0800 005 5 Bar cel celona-E a-Ess pana Te!!. 9 3 309 85 2 5 - F Te Fax ax 93 93 3 09 85 23 Casstill Ca llo, o, 540 -1414 Bu Bueenos Air es (Ar genti gent ina na)) Tel y F Fax ax 54 541 1 1477 4771 14382 E-mail il:: o b beelisco co@e @edic diciionesob obeelisco sco..com ISB N N:: 84 84--7720 720--988988-X X De p pos osit ito o Lega egall: BB-3 33.501-2 3.501-20 004
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A
los tre trece ce mos rom rompf pf mi cerdito cerdito y me fui de putas putas.. Mi ce cerd rdit ito o er eraa una huc hucha ha de porceela porc lana na vid vidri riad ada, a, co color lor vomito vomito,, co con n
una ranura ranura que dejaba dejaba meter las mone monedas das per pero o que
no las dejaba sa salir. Mi padre la habfa escogido, escogido, esa huchaa de sentido huch sentido lin linico ico,, por porque que se corr corresp espondf ondfaa con su vision vision de la vida: vida: el dinero dinero est estaa para guar guar-darlo, no para gastarselo. gastarselo. Habfa doscie doscientos ntos franc francos os en las tripas d el cerdito. cerdito. Cuatro meses de trabajo. trabajo. Una manana, manana, ant antes es de marchar marcharme me al ins instit tituuto,, mi padre to padre me dijo: dijo: -Moises,, -Moises
no 1 0 entien entiendo do ... Falta dine dinero ro ... A
partir de ahora, vas a apumar en el cuaderno de la cocina cocina rod rodo o 1 0 que que vayas gastand gastando o al hace hacerr la compra.
o sea, que no
bastaba con que me echaran la
- ~Tienes dieciseis anos, tu?
bronca en el instituto igual que en casa, no bas-
- Ya te digo. Desde esta manana.
taba con lavar la ropa, estudiar, hacer la comida,
Subimos. No me 1 0 podia creer: tenia veinti-
encargarme de las compras; no bastaba con vivir
d6s anos, era toda una vieja y era toda para mi.
solo en un enorme piso negro, vacio y sin amor;
Me explic6 c6mo habia que lavarse, y despues
con ser el esclavo, mas que el hijo, de un aboga-
c6mo se hacia el amor ...
do sin pleitos y sin mujer . iEncima, ahora, resul-
yo ya 1 0 sabia, pero la deje
Evidentemente,
taba que era tambien un ladr6n! Pues ya que era
hablar, para que se sintiera mas a gusto, yade-
sospechoso de robar, decidi hacerlo de verdad.
mas porque me molaba su voz, asi como un
Total, que en las tripas d el cerdito habia dos-
poco mosqueada,
como un poco tristona. Todo
francos era 1 0 que
el tiempo que pase con ella, estuve a punto de
costaba una chica de la calle Paraiso. Era el pre-
desmayarme. AI final, me acarici6 la cabeza, con
cio de hacerse hombre.
dulzura, y me dijo:
cientos francos. Doscientos
Las primeras me pidieron el carne de identi-
- Tendras que volver y traerme un regalito.
dad . A pesar de mi voz, a pesar de mi peso (esta-
Eso casi me fastidi6 toda la alegria: me habia
ba gordo como un saco de golosinas), no se aca-
olvidado del regalito. Ya esd, ya era todo un
baban de creer que tuviera los dieciseis mos que
hombre.
les declaraba. Debia de ser que me habian ido
muslos de una rnujer. Apenas si me aguantaba
viendo pasar y crecer, durante todos esos mos,
de pie de 1 0 que me temblaban
enganchado a mi bolsa de malla llena de verduras.
habian comenzado
AI fondo de la calle, debajo de un porche,
Habia
recibido
el bautizo
entre los
las piernas y ya
los problemas:
se me habia
olvidado el famoso regalito.
guapa
Volvi a casa corriendo, entre como una exha-
como ella sola. Le ensene mi dinero. Me sonri6.
laci6n en mi cuano, mire a mi alrededor para ver
habia una chica nueva. Era rechonchita,
que era 1 0 mejor que Ie podia regalar, y me fui
arabe de una calle judia. Sin duda porque sonre-
volando a la calle Paraiso. La chica seguia debajo
ia mucho
del porche. Le regale mi osito de peluche.
daba la sensacion de ser ajeno a la agitacion corriente
y hablaba poco. Sin duda porque
de los mortales,
sin moverse jamas,
como una rama que se hubiera injertado en el Fue mas
0
menos en esa misma epoca cuan-
do conod al senor Ibrahim.
taburete, sin recoger jamas su puesto delante de nadie, y desapareciendo qui en sabe donde entre
£1 senor Ibrahim siempre habia sido viejo. Segun recuerdan unanimemente
todos los de la
la medianoche y las ocho de la manana. Pues eso, que todos los dias yo hada la com-
calle Azul y la calle Faubourg- Poissoniere, siem-
pra y las comidas. Solo compraba
pre se Ie habia visto sentado
en su tienda de
a comprarlas cada dia no era para que estllvier an
des de las ocho de la manana hasta
frescas, no, sino porque mi padre solo me daba
comestibles,
la medianoche,
encorvado
como un arbotante
entre la caja y los productos de limpieza, con un pie en la calle y el otro debajo de las cajas de
latas. Si iba
dinero para los gastos de un dia, iY,ademas, eran mas faciles de cocinar! Cuando
empece a robarle a mi padre para
cerillas, con una bata gris sobre su camisa blan-
castigarle por haber sospechado de mi, tambien
ca, con dientes de marfil bajo su bigote reseco,
empece a robarle al senor Ibrahim. Me daba un
y con sus ojos tonG pistacho,
verde
poco de vergiienza pero, para luchar contra esa
y marron, mas claros que su piel morena mote-
vergiienza, en el momento de pagar pensaba con
ada de sabiduria.
todas mis fuerzas: jPero si no es mds que un drabe!
entre
Porque al senor Ibrahim, segun el decir general, se Ie consideraba
todo un sabio. Sin duda
porque hada al menos cuarenta anos que era el
Cada d{a miraba fijamente al senor Ibrahim a los ojos y eso me daba mas valor. jPero si no es mds que un drabe!
-Yo no soy arabe, Mom6, soy d el Crecient Ferril.
,I list 1111
t
si me Ida el pensamiento,
I IIII'
( I . la aIle si no es arabe?
A l'a l ',Mom6,
~sabr i a tambien que Ie sisaba cosas? AI dia siguiente no Ie robe ninguna lata, per o
q uiere decir «abierro d esd e las
I· Ia manana hasta la medianoche, incluso
I II liP
d nlllingos», en la tiend a de comestibles. h
Ie pregunte:
iba la conver saci6n.
1\.,(
-~Que es el Creciente Ferril? Confieso que me ha bia pasado toda la noche al senor Ibrahim sentado sobre
el cuerno d e un cr uasan de oro y volando en un
I: I I
!.11 1IO S
I "
va desde Anatolia hasta Persia, Mom6. El dia siguiente, al sacar el monedero,
,) 11,1 .1 i l l
anad i:
q ue ha br iamos
1I11
Im ber sido por q ue nos encontr amo s
-iol1. Han corrad o la calle. Se rueda una
-Ya se que te llamas Moises. Justamente por
I' I Ilib .
mos, Ie pregunte:
"()do
par a que resulte menos
AI dia siguiente, mientras contaba los centi-
con
( :1':111 buUicio en la calle Azul. Han parado la I II 111 :1
ImpreslOnante.
0 d os
Bar dot.
AI dia siguiente fue el quien anadi6:
.
tardado un ano
"1 bar coda una conversaci6n de una hora
I\, jl',itl'
- No me llamo Mom6, sino Moises.
eso te llamo Mom6,
£ 1 , porque era viejo, y yo,
lata d e conser vas.
1 1 1 1 :1
(:1"0
-Es el nombre que se Ie da a una regi6n que
tiempo.
Una Frase por d ia.
'r a joven. Y, un d ia si y otro no, Ie roba-
1'1111111 '
cielo estrellado.
.
:Ih '.
I
\':11(011es, ~por que di cen qu e usted es el
la calle, grogui. JEIsenor Ibrahim me Ida el pen-
imaginandome
,
No soy ara be, Mom6, soy musulman.
Recogi las cosas que habia comprado y sali a
samiento! Entonces,
I
d que mas Ie da? Moises es judio,
I
1 0 que tiene sexo en la calle Azul, la
ill· P:l pillon y F aubour g-Poissonier e
lll,
jOlla
I\ IId Ol
esta revo-
10. Las mujeres quieren comprobar si la sta tan bien como dicen. Los hombres
£l senor Ibrahim y Lasflores del Co r dn
han dejado de pensar: la capacidad de discurrir
char de su despiste para escamotearle
se les ha quedado enganchada
latas. iQue rollo! Se ha vuelto a sentar detras de
en la cremallera
algunas
de la bragueta. jHa venido Brigitte Bardot! jLa
su caja registradora. Le den los ojos al contem-
Bardot en carne y hueso!
plar a la Bardot por encima de sus jabones y sus
Yo, me asomo a la ventana.
La miro y me
pinzas de la r opa. Nunca antes 10 he visto as!.
recuerda a la gata de los vecinos del cuarto, una
-2 Usted esta casado, sefior Ibrahim?
preciosa gatita a la que Ie encanta estirarse al sol
-Si, claro que estoy casado.
en el balc6n y que da la sensaci6n de que s6lo
No esti acostumbrado
vive, respira y parpadea para provocar admiraci6n. Pensandolo bien, descubro tambien que se
a que Ie hagan pre-
guntas. En ese preciso instante podda haber jur ad o
parece realmente alas putas de la calle Paraiso,
que el senor I brahim no era tan viejo como cr eia
sin darme cuenta de que, de hecho, son las putas
to do el mundo.
de la calle Paraiso las que se disfrazan de Brigitte
-iA ver, senor I brahim! Imaginese que esta
Bardot para llamar la atenci6n de los clientes.
en un barco, con su mujer y Brigitte Bardot. El
Y entonces,
para gran estupor mio, me doy
barco se hunde. 2Que decide hacer usted?
cuenta de que el sefior Ibrahim ha salido hasta
-Apuesto
el umbral de su puerta.
Nunca he visto unos ojos reirse tanto como
Es la primera
vez, al
que mi mujer sabe nad ar.
menos desde que yo existo, que se ha levantado
aquellos. Se reian a mandibula batiente, 10 s ojos
de su taburete.
d el senor Ibrahim,
Despues
de observar
al animalito
pavonearse delante de las dmaras,
Bardot
pienso en la
un ruido de mil
demonios. De
repente,
zafarrancho
guapa rubia que ya es duefia de mi osito, y deci-
sefior I brahim
do bajar a la tienda d el sefior Ibrahim y aprove-
entra en el colmado.
16
armaban
de combate,
el
se pone firme: Brigitte Bardot
Eric-Emmanuel
Schmitt
El senor Ibrahim
-Buenos <:lias.~ Me puede dar una botella de agua, por favl:>r?
flores del Cordn
Ese dia fue euando nos hieimos amigos. Es verdad que, a partir de aquel dia, habria
-Por supu.esto, senorita.
podido ir a pillarlas a otra parte, las latas, pero el
Y entonees, sueede 10 inimaginable:
el senor
Ibrahim, en persona, se levanta para ir a busearIe una botella. de agua en la seeei6n eorrespondiente, y se la,trae. -Muehas
y !as
senor Ibrahim me hizo jurarle una eosa: -Mom6,
si quieres seguir robando, yen a ro-
barlas a mi tienda. Y despues,
graeias. ~Que Ie debo?
senor Ibrahim
durante
los dias siguientes,
me explie6 eantidad
el
de trucos
-Cuarenta. franeos, senorita.
para saearle pasta a mi padre sin que se diera
Da un respingo, la Bardot. Yo tambien. Una
euenta: ponerle pan de la noehe anterior
0
de
botella de agtu eostaba dos franeos, en aquella
dos dias antes pasandoselo por el homo antes; ir
epoea, no euarenta.
anadiendo
- No sabia que el agua era tan eseasa aqui. - No
es el agua 1 0 que eseasea, senorita, son
las verdaderas estrellas.
aehieoria paulatinamente
en el cafe;
reutilizar las bolsitas de te; prolongarle
su vino
Be aujola is de todos los dias mezelandolo
con
vino de tres franeos; pero la mayor pasada, la
Se 1 0 dijo eon tanto eneanto, con una sonri-
idea mas genial, la que demostraba
que el senor
sa tan irresistible, que Brigitte Bardot se sonroj6
Ibrahim
levemente, Ie dio los euarenta franeos y se fue.
pena, fue la de sustituirle las terrinas de foie-gras
No me 10 podia creer. - jOstras, -Hombre,
Senor Ibrahim, Mom6,
era rado un experto en jeringar a la
por otras de pate para perros. que morro tiene!
de alguna forma tengo
Graeias a la intervenei6n se habia produeido
del senor Ibrahim,
una fisura en el mundo
que reeuperar el dinero de todas las latas que me
los adultos, no presentaba
ehorizas.
uniforme
de
ya el mismo muro
contra el que yo me daba de eabeza-
zos, sino que una mana se me tendia a traves de
Mortunadamente,
una rendija.
naron los musculos de fuerza.
Habia vuelto a ahorrar doscientos francos.
los alaridos de la puta me lle-
Se me acerco, titubeante
con sus tacones
Iba a poder demostrarme otra vez que era todo
altos. Le devolvi el bolso. Ella, encantada, se 1 0
un hombre.
apreto contra su opulento pecho que tan bien
Calle Paraiso. Caminaba
derecho hacia el
porche donde se ponia la nueva propietaria de mi osito. Le lleve una concha que me habian regalado, una concha de verdad, que me habian traido del mar, del mar de verdad.
sabia gemir. -Gracias, pequenin. ~Que puedo hacer por ti? ~Quieres que te regale un servicio? Era un vejestorio. Tenia por 10 menos treinta anos. Pero, tal y como me habia dicho el
La chica me brindo una sonrisa.
senor Ibrahim, a una mujer nunca se la puede
En ese mismo momenta salieron de los arcos
contrariar.
un hombre que corda como una rata y una
-Vale.
puta, dewis de el, que 1 0 perseguia y gritaba:
Subimos a su habitacion. La duena de ml
- jLadron! jMi bolso! jCojan a ese ladron!
ositq tenia cara de estar indignada de que su cole-
Sin pensarmelo ni un momento,
estire la
ga Ie hubiera quitado su cliente, yo. Cuando
se dio de
pasamos por delante de ella, me soplo en el oido:
morros unos metros mas para alIa. Me lance
-Vente manana. Yotambien te 1 0 hare gratis.
sobre el.
Pero no me espere al dia siguiente ...
pierna
hacia delante.
El ladron
me miro, vio que yo no era mas
Entre el senor Ibrahim y las putas, la vida
que un cdo, sonrio, a punto de pegarme un
con mi padre se me hada cada vez mas cuesta
palizon. Pero como la chica se lanzo a la calle
arriba. Habia cogido la costumbre de hacer una
gritando como loca, se puso de pie y se piro.
cosa espantosa y mareante: dedicarme a compa-
Elladron
rar. Cuando estaba con mi padre, siempre tenia
frio. Con el senor Ibrahim y las putas, se estaba mas calentito, habia mas claridad. Contemplaba y profunda.
la biblioteca hereditaria, alta
la quintaesencia
cacion absoluta ... -Perdona, papa.
Todos esos libros que se supone
que contienen
El trabajo: esa era la gran palabra, la justifi-
-jMenos mal que tu hermano Popol no era asi! Popol era la otra forma de decir que yo era
de la mente
un cero a la izquierda. Mi padre, cuando yo
humana, el inventario de las leyes, la sutileza
hada algo mal, siempre me restregaba por la
de la filosofia, los miraba
cara la imagen de mi hermano mayor, Popol.
en la oscuridad
(Moises, cierra las contraventanas,
que la luz se
«En el colegio, Popol era muy aplicado. A Popol
y despues con-
Ie encantaban las matematicas y no ensuciaba
templaba a mi padre leyendo en su siIlon, ais-
nunca la banera. Popol no hada pis fuera de la
lado en el drculo de luz de la lampara de pie
taza. A Popol Ie gustaba mucho leer los libros
que, a modo de conciencia amarilla, flotaba
que Ie gustan a Papa.»
come las encuadernaciones),
por
encima
de sus paginas.
Se mantenia
En el fondo no estuvo tan mal que mi madre
enclaustrado entre los muros de su ciencia. Me
se marchara con Popol, poco despues de haber
prestaba la atencion que se Ie puede prestar a
nacido yo. Bastante esfuerzo costaba ya pelear
un
perro (de hecho, detestaba a los perros),
pero sin tan siquiera sentir la tentacion tirarme hada
un
un
hueso de sus conocimientos.
de
Si yo
poco de ruido ...
-Dy, perdon. -Moises, dIlate. Estoy leyendo. Yo trabajo, sabes...
contra
un
recuerdo como para tener que convi-
vir con una perfeccion andante como Popol. Eso habria superado todas mis fuerzas. -Papa, ~tucrees que Popol me habria querido? Mi padre se me queda mirando,
0 mas
intentando descifrarme, con espanto. - jPero que casas preguntas!
bien
El senor Ibrahim
Esa fue la respuesta que recibi: iPero que
Yo habia aprendido a mirar a la gente a traves de los ojos de mi padre. Con desconfianza, con desprecio ... El hablar con el tendero arabe, aunque no fuera arabe (ya que «arabe quiere decir que la tienda de ultramarinos
esra abierta de
noche, y los domingos»), el hacerles favores alas putas, esas eran las dos cosas que yo ocultaba en un cajon secreto de mi mente, ya que, oficialmente, esas cosas no formaban parte de mi vida. -2Por que no sondes pregunto
nunca, Momo? -me
Eso me sento como un punetazo,
y tambien este local. Pero a fin de
mes, siempre me queda muy poco, sabes. Y me sonreia aun mas, como para burlarse
de mL -Mire
usted, senor Ibrahim,
cuando
digo
que eso es cosa de ricos, el sonreir, quiero decir que es una cosa de Ia gente feliz. -Pues ese es justamente
tu error . Es el sonre-
ir 1 0 que Ie hace a uno sentirse feliz. -iY un huevo! -Pruebalo. -jQue y un huevo, Ie estoy diciendo!
el senor Ibrahim. esa pre-
gunta, como una patada para la que yo no esta-
-Pero tu eres un chico bien educado,
es cosa d e ri cos, senor Ibrahim. Yo
no me 1 0 puedo permitir. Pues justo para darme la vara, sonrio.
2no,
Momo? - jQue
ba preparado. -Sonreir
-Pero estos billetes me sirven para pagar las mercandas
cosas preguntas!
y Lasflores del Cordn
remed io! A base de tortas.
-Ser bien educado esta bien. Pero ser amable es mejor. Intenta sonreir y veras. Bueno, la verdad es que, despues de todo,
-20 sea que tu crees que yo soy r ico?
pidiendomelo
asi tan amable el senor Ibrahim,
-Pero si usted siempre tiene la caja llena de
que me pasa alguna que otra lata de chucrut con
billetes. No conozco a nadie que tenga tal canti-
guarnicion
calidad superior asi como quien no
dad de billetes delante de sus nar i ces todo el dia.
quiere Ia cosa, pues vale la pena probarlo ...
EI senor Ibrahim
AI dia siguiente,
me compono
como un
enfermo
total al que Ie hubier a picado
d urante
la n och e:
vo y so nriend o
flores del Cordn
iQue borrachera! Nada se me resiste ya. EI
algo
sefior Ibrahim me ha dado el arma perfecta. Me
a to d o el
dedico a ametrallar a todo el mundo con mi son-
mundo. - No,
y las
risa. Ya no se me trata como a una cucaracha. Sefio, 1 0 siento, no he comprendido
este ejercicio de mates.
De vuelta del instituto,
voy corriendo
a la
calle Paraiso y me dirijo ala puta mas guapa, una
Y jzas! Sonrisa.
negra enorme que siempre me ha rechazado:
-jNo he sabido hacerlo!
-jQue
hay!
-Vale, Moises, te 10 vuelvo a explicar.
·, as. j Z
Sonnsa. .
Lo nunca visto. Sin broncas, sin r egafiinas.
-2Subimos?
Nada.
- 2T u tienes dieciseis afios?
En el comedor ...
- jPues claro que tengo dieciseis afios, desde
-2Me puede poner un poco mas de crema de castafias?
hace tiempo! jZas! Sonrisa.
jZas! Sonrisa.
Y subimos.
-Si, y con queso blanco ...
Y despues, mientras
me estoy vistiendo,
Ie
Y me la dan.
cuento que soy periodista, que estoy escribiendo
En la clase de gimnasia, reconozco que se me
un gran libro sobre las prostitutas ...
han olvidado las zapatillas de depone.
Y jzas! Sonrisa .
jZas! Sonrisa.
... que necesito que me cuente algo de su
-Profe, es que se estaban secando todavia ... EI prof e se de y me da una palmadita hombro.
en el
vida, si a ella no Ie impona. -2Es verdad, eso de que eres periodista? jZas! Sonrisa.
Eric-Emmanuel
E l senor Ibrahim y las f lores del Coran
Schmitt
-Sf . Bueno, soy estudiante de periodismo ...
-Acercate -me dice.
Me cuenta cosas. Me fijo en como Ie palpi-
Siento que mi sonrisa estci ganando.
tan suavemente los pechos a medida que se va animando mujer Una
a hablar. No me 1 0 puedo creer. Una
me esta hablando, mujer . Sonrisa.
hablando
Ella
sigue
conmigo. hablando.
Sonrisa. Ella sigue hablando. Por la tarde, cuando mi padre vuelve a casa, Ie ayudo a quitarse el abrigo como de costumbre y me planto d el ante de el, a plena luz, para ase~urarme de que me ve bien.
iToma
ya! Una nueva vfctima. Me acerco a el. ~Es q ue me quer r a dar un beso?"Una vez me conto que a Popol Ie gustaba mucho dade besos, que er a un mimoson.
~Serfa que Popol habfa descubier-
to el truco de la sonrisa desde que nacio? 0, si no, que a m i madre
Ie habia dado tiempo
a ensenarselo, a Popol. Estoy cer c a de mi padr e, contra su hombro. Veo como Ie parpadean
las pestanas. Yo sigo
sonriendo y casi se me rompe la boca.
-La cena esta lista.
-Vamos a tener que ponerte un aparato. No
jZas! Sonrisa. Me mir a sorprend ido.
me habfa dado cuenta de que tienes los dientes
Sigo sonr iendole.
hacia d elante.
agotador,
despues
La ver d ad es que resulta de todo un dfa, pero yo,
aguanto. -Oye, tu has hecho alguna tr astada. Ahora sf que me d esaparece la sonrisa. Pero,no desesper o.
Esa noche fue cuando cogi la costumbre de ir aver al senor Ibrahim por la noche, una vez que mi padre se habia acostado. -Es culpa mia. Si yo fuera como Popol, a mi padre Ie serfa mas facil quererme.
En el postre, vuelvo a intentado.
-~Y tu que sabes? Popol ya no estci aquf .
jZas! Sonrisa.
-~Y que?
Me observa incomodo.
-Pues que quizas el no aguantaba a tu padre.
La seman a siguiente, el senor Ibrahim
-2Usted cree?
me
-Se ha ido. Ahi tienes la prueba.
envi6 a ver a un amigo suyo, el dentista de la calle
El senor Ibrahim me dio sus monedas ama-
Papillon. Desde luego, el senor Ibrahim era un
rillas para que las colocara en cartuchos. Eso me
hombre con influencias. AI dia siguiente me dijo: -Mom6, sonrie menos,
ayudaba a calmarme un poco. -2Usted 10 conoci6, a Popol? Senor Ibrahim,
que ya esra bien.
jQue no, que es bromaL .. Mi amigo me ha ase-
2conoci6 usted a Popol? 2Que Ie parecia a usted
gurado que no te hace f alta un aparato para los
Popol?
dientes.
Dio un golpe seco a la caja, como para evitar que hablara. -Momo,
tes suyos. mira 10que te digo: te prefiero cien
veces, mil veces, antes que a Popol. -,
·Ah '
Se inclin6 hacia mi, con esos ojillos sonrien-
-Imaginate
en la calle Paraiso, con todo ese
hierro en la boca. 2A cual crees que Ie podrias seguir haciendo creer que tienes dieciseis anos?
S 1't 0
Eso me puso bastante
contento,
pero no
Ahi
si que
me meti6
un
gol,
el senor
quise que se me viera. Cerre los punos yense-
Ibrahim. De repente, fui yo el que Ie pidi6 algu-
ne un poco los dientes.
nas monedas, para reponerme del impacto.
A la familia hay que
defenderla.
-Pero,
-A ver, eh, que no Ie permito que hable mal de mi hermano.
2Que tenia usted en contra de
Popol? -Era muy majo, Popol, muy majo. Pero, si me 10 permites, yo prefiero a Mom6. Fui todo un caballero y se 10 perdone.
2c6mo sabe usted
todo eso, senor
Ibrahim? -Pero si yo no se nada. Yo s610 se 10 que pone en mi Coran. Segui haciendo algunos cartuchos de monedas. -Mom6,
esra muy bien ir a ver a las profesio-
nales. Las primeras veces, siempre hay que ir con
E l senor Ibrahi m y la s f lor e s d e l C o r dn profesionales, con mujeres que conozcan bien su
AI dia siguiente, el senor Ibr ahim
me llevo
profesion. Mas ad elante, cuando comp1iques 1as
a Paris, al Paris precioso, a ese Par i s de las fotos,
cosas, cuando metas sentimientos de por medio,
d e 10s turistas. Estuvimos paseando por 1a orilla
podras contentarte con 1asaficionadas.
del Sena. iQue de cur vas ese rio!
Me senti mejor.
-Mira Momo, al Sena Ie encantan 10s puentes.
-~ Usted va, a veces, a 1a calle Paraiso?
Es como una mu jer a la que Ie chiflan 1aspulseras.
-E1 Paraiso es de entrada 1ibre.
Des pues fuimos a caminar por 10s jardines
- jVenga ya, no se pase, senor Ibrahim! No me va usted a decir que, a su edad , sigue yendo. -~Por
que? ~Es que est
a 10s
menores d e edad?
pollez.
Des pues
Honore,
por la calle Faubour g-Saint-
d onde habia cantidad de tiend as con de marcas:
Lanvin,
Hermes,
~que tal si nos damos un paseo jun-
Saint
Laurent, Car din ... Era raro, ver todas esas tiend as enormes y vad as, comparadas
tos? - jAnda!,
no!.
nom bres
Ahi me di cuenta que habia dicho una gili-
-Momo,
d e 10s Cam pos EHseos, entr e 10s teatr o s y el gui-
d e ultramarinos
con 1atienda
d el senor Ibr ahim, q ue no ocu-
paba mas q ue un cuar to de bano, pero en la q ue ~pero es que usted sale a andar
a veces?
no se paraba nunca, y en la que se podia encontrar, apilados desde el suelo hasta el techo, estan-
- jToma ya! Qtra gilipollez.
teria tras estanteria, en tres altur a s y cuatro filas,
Pero ahora, anadi una gran sonrisa.
todos 10s ar tlcu10s de primera, segunda ... y has-
0sea, 10que
ta de tercera necesidad.
quier o decir es que como siem-
pre 10he vista aqui, sentado en ese ta burete ... Pero daba igua1, estaba mas contento unas castanuelas.
- jQue que
pasada, senor Ibr ahim! Hay que ver
q ue pobres estan 10s escaparates de 10s r icos. No tienen nad a d entro.
EI s enor Ibrahim y las flores del Coran
-Eso es ellujo, Momo: nada en el escaparate, nada en la tienda, todo en el precio. Acabamos en los jard ines secretos del Palais-
par el senar Ibrahim porque, la verdad sea dicha, siempre me han decepcionado los diccionarios.
«Sufismo: corrient e mistica del Islam, nacida
Royal donde el senor Ibrahim me compro un
en el s iglo
zumo de limon natural y volvio a recuperar su
la religion interior .»
inmovilidad natural sobre uno de los taburetes del bar, mientras se tomaba su Suze de anis a sorbitos lentos.
-Pero si tu vives en Par is, Momo. - No, yo vivo en la calle Azul.
al legalismo, se enfoca en
jClaro, como siempre! Los diccionar ios solo explican bien las palabras que ya se conocen. Bueno,
-Seguro que mola vivir en Paris.
V I I I . Opuesta
par 10 menos compr endi
sufismo no era una enfermedad,
que el
10 cual me
tranquiliz6 un poco. Era una forma de pensar, aunque tambien haya formas de pensar que sean
Lo observaba saboreando su Suze sabor anis. -Yo pensaba que los musulmanes no bebian alcohol.
-Si, pero yo soy sufi.
como enfermedades, tal y como solia d ecir el senor Ibrahim. Entonces me lance a1laber into de intentar comprender todas las pa1abras de la definicion. De todo aquello se deduda que el
Claro, yo, ante eso, me di cuenta que estaba
senor Ibrahim, con su chupito de anis, creia en
siendo indiscreto, que el senor Ibrahim no me
Dios al estilo musulman, pero de una forma ile-
queria hablar de su enfermedad.
gal tipo contrabando porque estaba «opuesta al
Despues de
todo, tenia todo el derecho del mundo a no
legalismo», y para eso si que tuve que hilar fino,
hacerlo. Asi que me calle hasta que regresamos a
porque si ellegalismo es el «interes por respetar
nuestra calle Azul. Por la noche, cogi el diccionario Larousse de mi padre. Debia de estar realmente preocupado
minuciosamente
las leyes», como dedan
10s
senores del diccionario ... eso queria decir, en resumen,
cosas en pnnClplO dece pcionantes,
El senor Ibrahim
y las
flores del Coran
como que el senor I brahim no era homado,
-Por 10que veo, te estashaciendo un hombr e.
o sea que yo estaba frecuentando a alguien que
-Yo no veia que tenia que ver una cosa con
no era 'frecuentable'. Pero, al mismo tiempo, si
la otra. De hecho, hasta en un momenta me lle-
r espetar la ley era ser un abogado, como mi
gue a preguntar si alguien no Ie habria chivad o
padre, con ese tinte gris suyo y con tanta triste-
que yo visitaba alas chicas de la calle Paraiso.
za en casa, entonces yo preferia estar en contra
Pero entonces anadi6:
d el legalismo y d el lado del senor Ibrahim. Y . d espues los del diccionario decian tambien q ue el sufismo 10 habian creado dos pibes de hace mucho,
al-Halladj y al-Bhazali, que con esos
nombres tenian pinta de estar viviendo en las buhardillas
de casa, al fondo del patio (por
supuesto, en la calle Azul), y des pues tambien ponian que eso era una religi6n interior, y eso si, el senor
Ibrahim,
discreto,
10 era
total.
Comparado con todos los judios de la calle, era discreto. Durante la cena no me pude aguantar sin preguntarle a mi padre, que se estaba zampando un ragu de cordero, marca Royal Canin. -Oye, Papa, ~tu crees en Dios? -Se me qued6 mirando y, despues, me dijo despacio:
- No, jamas he conseguido creer en Dios . -~Nunca 10 has conseguido? 2Por que? ~Es que hay que esforzarse? Contemp16 la penumbra
del piso que Ie
rodeaba. -2Para creer que todo esto tiene un sentido? Pues s 1. Hay que hacer esfuerzos tremendos. -Pero Papa, somos judios, nosotros, 0 sea, ni yyo. - 5 1 .
-~Y eso de ser judios no tiene nada que ver con Dios? -Para mi , ya no tiene nada que ver. Ser judio es simplemente
tener memoria.
Tener mala
memona. En ese momenta
tenia realmente cara d e
necesitar varias aspmnas. Quiza porque habia
-
Er ic-Emmanuel
Sc hmitt
hablado, 10 cual no era para nada su costumbre. Se levanto y se fue directamente
a la cama.
Unos dias despues volvio a casa mas palido que de costumbre.
Empece a sentirme cul pable
y me dije que, a fuer z a de hacer l e zampar mier da, seguramente
Ie habia fastidiado la salud.
Se sento y me h izo una sena1 de que quer ia decirme algo. Pem tardo mas de diez minutos en conseguirlo. -Me han echado, Moises. Ya no quieren que vuelva al gabinete donde trabajo. La ver dad es que, a mi, no me extrano demasiado que nad i e tuviera ganas de traba jar con mi padre, porque es que deprimia hasta a 10 s presos. Pem, al mismo tiempo, nunca se me habia ocur ri do que un a bogado podia dejar de ser abogado. - Voy a tener que empezar a buscar trabajo. En otra parte. Nos vamos a tener que apretar el cinturon,
hi jo mio.
Se fue ala cama. Era evidente que no Ie interesa ba sa ber que pensaba yo a1 respecto. Ba je a 1atienda d el senor Ibrahim, que sonreia mientras mastica ba cacahuetes.
E L s enor I br ahim
y Las flores de L Cordn
-~Usted como se 10 monta
para ser f eliz,
senor Ibrahim? -Se 10que contiene mi Coran. -Pues un dia se 10 voy a tener que chor izar, su Coran, aunque eso no 10haga nunca un judio. -iBah! Y para ti, Momo,
~que q uiere d ecir
eso de ser judio? -Pues ni idea. Para mi pad r e q uiere decir estar deprimido todo el santo dia. Para mi... no es mas que una cosa que me impide ser otra cosa. E1 senor Ibrahim me ofr ecio un cacahuete. - No tienes buenos zapatos, Momo. Manana vamos a ir a comprarte zapatos. -S{, pem ... -E1 hombre se pasa 1avida en dos sitios solamente: en su cama y en sus zapatos. - No tengo pasta, senor Ibrahim. -Pues
te 10 s compro
yo. Te 10 s regalo.
Momo, solo tienes un par de pies y hay que cuidarlos. Si unos zapatos te hacen rozadura, pues hay que cambiarlos,
iporque 10s pies no te 10s
vas a poder cambiar nunca!
El senorIbrahim y las flaresdel Cordn
Eric-Emmanuel Schmit t AI d ia siguiente, encontr e
a1 regresar del instituto,
·" iE so, ad 10S.
una nota en el suelo d e 1a entrada
oscur a de nuestr o
piso. No se por que pero,
nad a mas ver 1aescr itur a de mi padr e, el cor azon se me puso a 1atir en tod as d irecciones:
P.S .: Sobre La mesa te he dejado todo e L dinero que m e quedaba. Aqui tienes La Lis ta de Laspersonas a Lasque tienes que inf or m ar d e mi partida. Ellas se ocupardn d e ti.
Moise s: Perdoname. M e ma rcho. S o y nulo como
A continuacion
pad r e . Popol. ..
habia una 1ista d e cuatr o
a pellid o s que yo no conoda. Y ahi se acaba ba tod o. Seguro que me habia querid o lanzar otra frasecita sobr e Po po1, d el ti po «con Po pol, 10 ha bria conseguido, per o contigo, no»; 0 tambien «Popo1 si q u e me daba 1as f uerzas y 1aenergia para ser un padr e, pero tu no». 0sea, cualq u ier mier da d e esas que Ie habia dad o ver glienza escribir . De todas f or mas, me da ba perfectamente cuenta de sus intenciones. Muchas gracias.
Pero yo ya ha bia tornado mi decision. Habia que seguir como si nada. De ninguna
manera iba a admitir que me
habian a bandonado. Abandonad o
dos veces: una
vez por mi madr e, cuand o nad; y otr a en la adolescencia, por mi padr e. Si eso se llegaba a saber, nunca nadie me q a ria una opor tunid ad .
~Que
tenia yo de tan terrible? ~Pero que es 10que tenia yo que hada imposible q u e nadie me quisiera?
Quizd nos volvamos a ver un dfa , mds ade!ant e, cuando seasaduLto . Cuand o yo sient a menos vergflenzay t U me h ayasperdonado . Adios.
Mi decision era irrevocable: simular ia la presencia de mi padre. Les haria creer a todos que aun vivia alii, que cornia alIi, que seguia compartiendo conmigo sus largas tardes de aburrimiento. 41
Eric-Emmanuel Schmitt
EI senor Ibrahim
- - - - - - - - . . . . : . : . . . . . . : : : : . - . : . . : . . . : . . : . .
Ademas, no espere ni un segundo mas: me baje a la tienda de ultramarinos. -Senor
Ibr ahim,
Branca, Momo.
No habia realmente donde escoger dado que ese
bamos enamorados
de Miriam, la hija del por-
tero, la cual, a pesar de sus trece alios, habia Toma, tengo una
botellita de muestra. -Gracias,
!as flores d el Coran
centro de ensenanza no era mixto. Todos esra-
mi padre tiene problemas
de digestion. ~Que Ie doy? -Fernet
y
comprendido
rapidamente
que era la reina de
trescientos puberes sedientos. Me dedique a cor-
me subo ahora mismo para hacer
que se la tome.
tejarla con ardor de naufrago. jZas! Sonrisa.
Con el dineto que me habia dejado tenia pa-
Tenia que demostrarme a mi mismo que se me
ra aguantar un meso Aprendi a imitar su firma
podia querer. Tenia que hacerselo saber al mundo
para rellenar los correos necesarios, para contes-
entero antes de que los demas se enteraran de que
tar al Instituto.
hasta mis padres, las unicas personas con la obli-
Yo seguia cocinando
para dos.
Cada noche colocaba sus cubiertos enfrente de mi y, al final de la cena, simplemente
tiraba su
parte por el fregadero.
de enfrente, me sentaba en su sillon, con su jer sey, s us zapatos, con harina en el pelo e intentaprecioso
Coran,
completamente
nuevo, que me habia regalado el senor Ibrahim porque yo Ie habia rogado que me diera uno. En el i nstituto
AI senor Ibrahim
habian preferido huir. Ie iba contando
mi con-
quista de Miriam y e I me escuchaba con la son-
AIgunas noches a la semana, para los vecinos
ba leer un
gacion de mantenerme,
m e dije qu e no ten ia un
segundo que perder: era necesario enamorarme.
risita del que conoce el final de la historia, aunque yo hacia como si no me diera cuenta. -~Y que tal va tu padre? Ya no 1 0 he vuelto a ver, por las mananas ... -Es que tiene mucho trabajo y tiene que salir muy temprano,
con su nuevo curro ...
-~Ah, si ? ~Yno se enfada porque estes leyendo el Caran?
-Es que 1 0 hago a escondidas, de todas for mas ... y adem as no comprend o · 1
1" '..
gran cosa.
li bra. Se habla con alguien. Yo no creo en los li bras.
mismo
en cambio,
senor Ibrahim,
me esta diciendo
usted
todo el tiempo
que
sa be 1 0 que ...
bonito todo
Moma, tengo ganas de ver el mar . Podriamos ir ~Tevienes conmigo?
senor
No me 1 0 merezco. El senor Ibrahim me sonria. -La belleza, Moma,
esta por todas partes.
AlIa d o nde dirijas la mir ad a. Eso esta escr ito en
Despues estuvimos paseand o al bor de d el mar . -Sabes, Moma,
al hombre a quien Dios no
Ie ha r e velado la vid a directamente,
- jAhi va! ~De verdad ?
no sera un
libro el que se la revele.
-Si tu padre esta de acuerdo, natur almente.
Yo Ie hablaba de Miriam. Le hablaba de ella
-Estar a de acuerdo.
tanto
-~Estas segura?
padre.
- jQue
cohorte de pretend ientes,
Ie digo yo que estara de acuerdo,
hombre! Cuando
esto,
mi Coran.
-Si, que yo se 1 0 que pone en mi Coran ... a Nor mandia.
demasiado
Ibrahim, se pasa d e bonito. Esto no es para mt
-Cuando se q uiere apr e nder algo, no se coge un
-Pera
-Es
mas cuanto Des pues
queria evitar hablar d e mi
de haberme
admitido
en su
Miriam habia em pe-
zado a rechazarme como candidato no valido. entramos en el vestibulo del Gran
Hotel de Cabourg, eso fue demasiado para
mi:
-Eso
da igual -deda
el senor I brahim.
El
amor que sientes por ella, eso no te 10 quita
me eche a llorar. Estuve llorando dos horas, tr es
nadie.
horas. No conseguia recuperar el aliento.
r echace, no p uede cambiarlo. Lo unico es que
El senor Ibrahim me miraba llorar y espera ba pacientemente
a que yo pudiera hablar . Por
fin, consegui articular algo:
Te pertenece.
Incluso
aunque ella 1 0
no se apravecha de el. Lo q ue tu des, Moma, e~ tuyo para siempre. jLo que te guardes, esta per-~ dido para siempre!_
Eric- E m manuel
Schmitt
-Pero usted tiene una mujer, ~no?
-Los
musulmanes
igual
que
los judios,
- S f .
Momo.
-~Y porque no ha venido aqui con ella?
hijo aDios
Me senalo el mar con el dedo.
Ese trocito de piel que nos falta, eso es la marca
-Aqui
de Abraham. Para hacer la circuncisi6n,
el mar es realmente
ingles. Verde y
Es el sacrificio de Abraham:tendio
su
y Ie dijo que podia quedar se con el.
el pad r e
gris. No son los color es normales d el agua. Se
debe sujetar a'su hijo, y el pad re ofrece su pro-
d irf a que se Ie ha pegado el acento.
pio dolor en recuer do d el sacr if icio d e Abraham.
- No
me ha contestado
a 1 0 de su mu jer,
senor Ibrahim. ~Y su mujer ? -Momo, Cada primero
el s enor
en levantar se.
na, olfateaba
sus ejercicios
Ibrahim
era el
Se acer c aba a la venta-
la luz y hada sus ejer cicios f fsi-
cos, lentamente
-cad a manana, f fsicos. Tenia
toda su vida,
una
increfble y yo, desde la almohada,
me esta ba
cluso los cristianos cantidad
habian
tenido
dando e in-
en comun
de gran des hombres antes de dar s e de
tortas. Aunque eso no er a asunto mio , me hada sentir bien. AI regresar de nuestro
viaje a Nor mandia,
f lexibilid ad
cuando entre en el piso negro y vado, no es que
con los ojos
me sintier a distinto, no, pero si que vefa que el
entreabiertos,
vefa aun
y desenfadado
que debio de ser , hace mucho
al hom bre
alargad o
tiempo.
mundo podia ser distinto. Me di cuenta de que podia
abrir las ventanas,
de que las paredes
podian estar mas claras. Me di cuenta de que no
Mi gran sorpresa fue descubrir un d ia, en el cuarto de bano, que el senor Ibrahim •
el senor I br ahim
cuenta de que los judios, los musulmanes
no r e sponder es una respuesta.
manana,
Con
•
• I
Clr cunClSlOn. -~ Usted tambien, senor I brahim?
tenia la
tenia la obligacion de conservar todos aquellos muebles bonito,
que olfan al pasado,
no un pasado
no, un pasado viejo, el rancio, ese q ue
apesta a bayeta vieja.
Se me acab6 el dinero. Empece a vender los libros, por 10tes, a 10s 1ibreros de 10s muelles d el
Una manana,
1a po1ida llam6 a 1a puerta.
Grita ban como en las peliculas:
Sena que el senor Ibrahim me habia hecho des-
- jAb ran la puerta! jPo1ida!
cubrir con nuestros paseos. Cada vez q ue vendia
Yo me di je: Ya esta, se ha acabado, he men-
un libro, me sentia mas libre.
tido d emasiado, me van a d etener .
Had a ya tr es meses que mi padr e ha bia desaparecido.
Yo seguia dand o
el pego, cocina ba
Me puse un batin y abri tod os 10s cerro jos. Tenian una pinta mucho menos mala d e 10 q ue yo
me
me habia imaginad o. Incluso me pid ier o n con ed u-
cad a vez menos por el. Mis relacio-
caci6n si podian entrar . La ver da d es q ue yo tam bien
nes con Mir iam i ban d e mal en peor , pero me
pr ef eria vestir me antes de q u e me llevaran a la circd .
para d os y, curiosamente, pr eguntaba
proporcionaban
el senor Ibr a him
un buenisimo
tema d e conver -
saci6n, por 1a noche, con el senor Ibr ahim. Algunas noches me d aban pinchazos
mana y me di jo con ama bi1id ad: en el
coraz6n. Era porq ue pensaba en Popol. Ahor a q ue mi padre ya no estaba, me hu bier a d o mucho
conocer lo,
ahora 10 aguantaria
gusta-
de mi nu1idad.
acostaba
pensando
mundo,
habia un hermano
10 conoceria.
q ue d ad e
una mala
noticia. Se ha muerto su pad re. Asi d e repente, no se 10 q u e me sorpr endi6
mejor porque ya
tratar a d e usted. Sea 10 q ue f uere, 1a noticia me
Con
frecuencia
me
que, en a1guna parte d el
que me era desconocido
mio , tenemos
mas, si la muerte d e mi pad re 0 que el poli me
Seguro
nadie me 10 restr e garia por 1as narices como 1a antitesis
-Hijo
que
a Popol.
mucho
En el sa16n d e casa, el ins pector me cogi6 1a
guapo y perfecto
y que, quiza, un dia
sent6 d e golpe en el sillan. -Se ha tir ad o d e bajo d e un tren, cer ca d e Marsella. Tambien,
jq ue cosa mas cur iosa! jIrse hasta
Mar sella par a hacer eso! Porque trenes, 10s hay por todas
partes.
En Par is tantos
como
en
Marsella, 0 mas aun. Decididamente, garia a comprender
nunca lle-
a mi padre.
-Ahora
Ie voy a tener que pedir algo delica-
do. Haria falta que reconociera el cuerpo.
- Todo indica que su padre estaba desesperado y que ha puesto fin a sus dias voluntariamente. Un padre que se suicida. Desde luego eso no
Pues eso hizo las veces de una sefial de alarma. Me puse a berrear como si hubieran apretado el bot6n adecuado. Los polidas se revolucionaron a
me iba a ayudar a sentirme mejor. Al final me
mi alrededor, buscando el interruptor .
pregunto si no habria preferido un padre que me
no tuvieron suerte porque, el interruptor , er a yo,
abandonara.
Al menos asi me 10 habria podido comprender
y yo ya no podia parar. El sefior Ibrahim fue maravilloso. Al oir mis
imaginar corroido por el remordimiento. Los polidas paredan
S610 que
mi silen-
gritos, subi6 y rapidamente
comprendi6
la situa-
cio. Miraban la biblioteca vada, el piso siniestro
ci6n, y dijo que iria el, a Marsella, a reconocer
en el que se encontraban
cuerpo. Los polidas, al principio, no se fiaban de
diciendo, para s1, que,
uf, en un os minutos ya se podrian ir.
el
el porque tenia toda la pinta de un moro, pero
-~A quien tenemos que avisar , hijo mio?
yo me puse otra vez a berrear y entonces acepta-
Ahi si que tuve una reacci6n apropiada. Me
ron 10 que les proponia el sefior Ibrahim.
levante y fui a buscar la lista de cuatro apellidos
Despues d el entierro, Ie pregunte:
que me habia dejado mi padre al marcharse. El
-~Cuanto
inspector se la meti6 en el bolsillo. -Haremos
que la asistente social se encargue
de esas gestiones. Y entonces se me acerc6, con o jos de cordero a medio morir, y ahi si que me dio la sensaci6n de que me iba a jugar una mala pasada.
hace que usted habia comprendi-
do 10 de mi padre, sefior Ibrahim? -Desde
Caubourg.
Pero, ~sabes una cosa,
Mom6? No tienes que estar resentido contra tu padre. -~Ah, no? ~Y c6mo se hace eso? Un padre que me amarga la vida, que me abandona y que
El senor Ibrahim y las flores del Cordn se suicida, menudo
ejemplo de confianza para
r a , me daba pinceles. Una tarde, despues de abrir
toda una vida. ~Y encima ahora r esulta que no
todas las ventanas para que se marchara el olar a
tengo que estar resentido?
pintura acrilica, entr6 una mujer en el piso. No se
- Tu padre no tenia
un ejemplo
a seguir .
por que pero ante su apuro, su actitud vacilante,
Perdi6 a sus padres muy joven por que los cogie-
su forma de no atreverse a pasar entre las escale-
r on los nazis y mu r ieron
ras y de evitar las manchas d el suelo, comprend i
en los campos d e con-
centraci6n. Tu padre nunca consigui6 r eponer se de haberse librad o d e tod o "eso. Quiza se cul pa biliza ba de estar vivo, el. No es casualid ad q ue haya aca bad o d eba jo de un tren.
inmediatamente
de quien se trata ba.
Pero aparente estar muy ocupado con mi tra bajo. Finalmente, carraspe6 ligeramente.
- ~Ah, s i? ~Y por q ue?
Pingi quedarme sorprendido:
-A sus padres se los llevaron en un tr en hacia
-~Busca a alguien?
la muerte. Y q uizas el, tu pad re, llevaba toda la
-Busco a Moises -dijo mi madre.
vid a buscand o su tren ... Si no tenia f uerzas para
Resultaba curioso 1 0 que Ie costaba pronun-
vivir, no era por tu cul pa, Mom6, sino por to d o 10
q ue pas6
0
no pas6 antes d e q ue tu llegaras.
Y despues el senor Ibrahim
me meti6 unos
billetes en el bolsillo.
Me permito ellu jo de pitorrearme
de ella.
-~ Y q ui en Ie busca? -Soy su madre.
- Toma, vete a la calle Paraiso. Es que las chicas se estan preguntando
ciar ese nombre, como si se Ie atragantar a.
q u e talllevas ese libro
sobre ellas ... Em pece a cambiarlo todo en e l piso d e la calle Azul. EI senor Ibrahim me daba b otes de pintu-
Pobre mujer, me da Iastima. Esra hecha un flan. Debe de haber tragado mucho para venir hasta aquL Me mira con intensidad, intentando descifrar mis miedo.
rasgos.
Tiene
mied o,
mucho
Eric-Emmanuel Schmitt
- Y tu, 2quien eres?
-Moises
- 2 Y o ?
se ha ido, senor a. Estaba hasta las
nar i ces de estar aqui. No tiene buenos recuer do s.
Me entran ganas d e desternillarme.
jA quien
se Ie ocurre ponerse en tal estado, sobre todo d espues de tr ece anos!
-2Ah, no? Dy, no se yo si se 1 0 esta creyendo. No parece muy convencida. Igual, despues de todo, no
-Pues la gente me llama Momo.
es tan petarda.
La cara se Ie agrieta.
-2Y cuand o va a volver?
En tonG de bmma anado:
- No 1 0 se. Cuando se marcho dijo que q ue-
-Es un diminutivo
d e Mohammed .
ria encontrar a su hermano.
Se pone mas palida que mi pintura del zocalo.
-2Su hermano?
-jAh! 2T u no eres Moises?
-51, Moises tiene un hermano.
- jQue
va!
Par a
nada, senora.
Yo soy
Mohammed. Vuelve a tragar saliva. En el fondo,
·Ah ' s1.' t
Tiene cara de estar completamente no se
siente descontenta. -Pem
-,
2aqU1no vive un chico q ue s e llama
Moises?
descon-
certad a. 51, su hermano Popol. -2Popol? - jS1, senora, S 1 ! Su hermano mayor .
Me entran ganas de contestar l e: Y yo que se,
Me pregunto si es que me esta tomando por
usted es su madre, usted es q uien tend r ia que
retr a sado mental. 0, si no, 2 es q u e se 1 0 ha cr e-
saberlo. Pem en el ultimo momento, me aguan-
ido de verdad que soy Mohammed?
to porque la pobre mujer tiene pinta de estar a
-Pem
si yo no he tenido
punto de que Ie fallen las pier nas. En cambio, Ie
tes de Moises.
cuento una mentirijilla que resulta mas comoda.
Popol, yo.
No he tenido
ningun nunca
hijo anningun
El senor Ibrahim
y las
flares del Cord n
Ahora soy yo el que se empieza a sentir mal.
casa. Nunca he querido al padre de Moises,
Y ella se da cuenta, y Ie entra tal titubeo que
pera S I que estaba dispuesta a querer a Moi-
se cobija en un sill6n, y yo hago 10mismo por
ses. S610 que conOel a otro hombre.
ml parte.
padre ...
Nos miramos
en silencio,
con el olor acido de la pintura
asfixiandonos
Tu
-~C6mo dice?
acrilica que
-Qui era decir su padr e, el de Moises, me
se nos mete en las narices. Ella me estudia
dijo: «Vetey dejame a Moises. Si no ... » Asi que
y no se Ie escapa ni un solo movimiento
me fui. Preferi rehacer mi vida, una vida en Ia
de
pestanas.
que hay felicid ad.
-Dime una cosa, Mom6 ...
-Segura que es mejor .
-Mohammed.
Baja Ia mirada.
-Dime una cosa, Mohammed,
~vasa volver
a ver a Moises?
Se acerca a m£. Siento que Ie gustaria darme un beso, pera hago como que no compr end o.
-Puede.
En tono suplicante, me pregunta:
He dicho eso en un tono d esenfadado, y ni
-~Se 10diras a Moises?
yo mismo me acabo de creer que me pueda salir
-Puede.
un tono tan d esenfadado.
Esa misma tarde fui aver al senor Ibrahim
Ella me escruta el
fondo de los o jos, per a me puede espulgar cuanto quier a, q ue no me va a arrancar ni una pala bra. Estoy segura de mi mismo. -Si un dia vuelves a ver a Moises, dile q ue yo era muy joven cuando
me case con su
pad r e, que s610 me case con el para irme de
y, en plan d e brama, Ie dije: -A ver, ~cuando piensa usted adoptar me, senor Ibrahim? Y el, tambien riendose, me dijo: - jPues a partir de manana mismo si quieres, mi q uer ido Mom6!
Eric-Emmanuel Schmitt
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
Tuvimos que pelear . En el mundo oficial, ese de 10s tampones, funcionarios
de las autorizaciones,
de 10s
que se ponen agresivos cuando se
les despierta, nadie queria ocuparse de nosotros. Pero no habia nada que pudiera
desanimar
al
senor Ibrahim.
soy yo. -2 No poddamos
ir mas bien en alfombra
voladora? -Coge un cataIogo y escoge un coche. -Vale, papa.
-El no ya 10 tenemos en el bolsillo, Momo. El si es 10 que nos queda por conseguir. Mi madre, con la ayuda de la asistente social,
Es una pasada como se pueden tener , con las mismas
palabras,
sentimientos
tan
distintos .
Cuando yo Ie llamaba «papa» al senor Ibrahim,
habia acabado par aceptar 10s tramites del senor
el corazon me sonreia, me sentia pletorico,
Ibrahim.
porvenir centelleaba.
-2Y su mujer , senor Ibrahim? 2Ella esta de acuerdo de verdad? -Mi
mujer
pais hace
mucho tiempo. Yo hago 10 que quiero. Pero si tienes ganas, este verano nos vamos a verla. El dia que 10 conseguimos, que nos dieron el papelito, el famoso papel que declaraba que, a partir de aquel momento, yo era hijo de quien yo habia escogido, el senor Ibrahim decidio que nos teniamos que comprar un coche para celebrarlo. -Vamos
a viajar, Momo.
nos iremos juntos al Creciente
Fuimos al concesionario. -Quiero
regreso a nuestro
Y este verano, Ferti!, te ense-
el
comprar este modelo. Es mi hijo el
que 10 ha escogido. Por 10 que se refiere al senor Ibrahim,
era
peor que yo en cuestion de vocabulario. Deda «mi hijo» en todas las frases, como si acabara de inventar la paternidad. El vendedor empezo a ensalzar las caractedsticas del motor. - No se moleste en venderme el articulo. Le digo que 10 quiero comprar . - 2Tiene el carne?
EI senor
En ese momenta el senor Ibrahim saca de su cartera de tafilete un documento
que debia
datar, como minima, de la epoca de los egipcios. El vendedor examina ese papiro con espanto, primero porque la mayoria de las letras esta ban borradas y, despues, porque estaba en una lengua que no conoda.
-Vale. Entonces Ie proponemos que 1 0 pague en varias mensualidades. Por ejemplo, aplazado
Ie digo que quiero comprar
un
coche, es porque puedo. Pago al contado. Se molesta mucho, el senor Ibrahim. Desde luego, aquel vendedor no paraba de meter la pata. un cheq ue
de... - jYa esta bien, hombre! Le estoy diciend o que Ie pago al contado. Con dinero. Con dinero de ver dad.
dentro de bolsas de plastico. El vendedor casi se ahoga. -Pero
pero es que
do ... no
no se puede
nadie paga en liqui.
'
?
-2Pero que pasa? 2Es que esto no es dmero.
Yo si que he aceptado todos estos billetes en mi
-Bueno. Vamos a hacerlo as!. Se 1 0 tendremos listo en quince dias. -2Quince dias? Pero eso no puede ser: jEn
a tres anos, tendria que ...
extiendanos
unos preciosos fajos de billetes viejos ordenados
que hemos venido a un sitio serio?
-Pues estcibien claro, ~no?
entonces
flores del Cordn
caja. Pues 2por que usted no? Morna, 2tu crees
-~Es un permiso de conducir, esto?
-Pues
y las
Y puso los fajos de billetes sobre la mesa,
-Por supuesto.
-Cuando
Ibrahim
q uince dias estare muerto! Dos dias mas tarde nos hicieron entrega d el coche, delante de la tienda de comestibles ... iE - I si que sabia montcirselo bien, el senor I brahim! Cuando se subia al coche, se puso a tocar delicadamente todos los mandos con sus dedos f inos y largos, y despues se seca la frente. Estaba medio verde. -Es que ya no se, Morna. -2Pero aprendia a conducir?
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
-Sf , hace tiempo, con mi amigo Abdulahh.
-Bueno,
pues no se ponga usted nervioso,
senor Ibrahim.
Pero ...
Ai final el senor Ibrahim decidi6 que fuera-
-~Pero que? -Pues que entonces 10s coches no eran as!.
mos juntos a clases de conducir.
Le costaba hasta respirar , al senor Ibrahim.
tenia la edad, oficialmente era el el que aprendia
-Oiga,
y mientras, yo, me quedaba sentado en el asien-
senor Ibrahim,
~no sera que
10s
Como yo no
coches con 10s que usted aprendi6 estaban tira-
to de atras sin perder ripio de las instrucciones
dos por caballos?
d el profesor de la autoescuela. Nad a mas acabar
- No, Mom6, por burros. Burros.
la clase, sadbamos
nuestro coche y yo me ponla
- Y ese car n e de conducir d el otro dia, ~que
al volante. Condudamos
de noche por Pad s,
para evitar el trafico.
era? -Mmm ... Abdulahh
una
vieja carta
de mi a migo
en la que me contaba que tal habia
Cada vez se me daba mejor . Finalmente
lleg6 el verano y nos lanzamos
a la carretera.
ido la cosecha. - jPues ahora si que la hemos cagao!
Hicimos
miles de ki16metros. Atravesamos
-Tu 10 has dicho, Mom6.
toda Europa por el sur , con las ventanillas abier-
-Yen
tas. fbamos al Oriente Medio. Era increible des-
quillo,
ese Coran de usted, ~no hay algun tru-
como de costumbre,
que nos de una
cubrir 10 interesante
que se volvia el universo
nada mas empezar a viajar con el senor Ibrahim.
soluci6n? -~Tu que crees, Mom6? El Cor an no e s un
Como yo iba crispado al volante y me concentraba en la car retera, el me iba describiendo
los
es piritu, pero no para esta chatarra. jYademas,
paisajes, el cielo, las nubes,
sus
en el C or a n, via jan en camello!
habitantes.
manual
de mednica.
Sirve para las cosas d el
los pueblos,
La labia del senor Ibrahim,
con su
El sen or Ibrahim
y
las flores d e l C o rd n
voz fragi1 como el papel de fumar, can su pizca
sitio a otro. Pero nosotros no nos dedicamos a la
d e acento, sus imagenes, sus exclamaciones, sus
geometria. Nosotros viajamos. Buscame camini-
expresiones de asombro sucedidas de una pi car -
tos bien bonitos que me ensenen todo 10 gue _
dia d e 10 mas d iaba1ica, todo eso es, para mi, el
haya que ver .
camino q u e va d e Paris a Estambul. Europa no 1a vi, 1a escuche.
-Se Ie nota que no es usted el que conduce, senor Ibrahim.
- jAhi va, Morna! Estamos en zona d e ricas. Mira: hay pa peleras.
-Mira, Morna, si no quier es ver nad a, pues te coges un avian, como todo el mundo.
-~y q ue pasa con 1as pa peleras?
-~Aqui son pobres, senor Ibrahim?
-Cuand o
-5i, estamos en Albania .
.
q uieras sa ber si estas en un sitio d e
r icas 0 d e pobres, mira 1as papeleras. Si no ves ni
-~Yahl?
basura ni papeleras, es q ue son muy ricos. Si ves
-Para el coche. ~Notas el olor? Hud e
a feli-
papeleras y no hay basura, es q ue son ricos. Si
cid ad. Estamos en Grecia. La genre esta quieta.
ves basura a11ad o d e 1as pa peleras, es que no so~
5e toman su tiempo para vernos pasar. Respiran.
ni r icas ni po bres: es q ue es tur istico.
Yes, Morna, yo habre traba jado mucho toda la
Si ves
basura y no hay pa peleras, es q ue son pobres.
vida, pero he trabajado
Y si 1a gente vive entr e 1a basura, es q u e son
todo el tiempo del mundo.
muy, muy pobres. Aqui , estos son ricas.
numeros 0 ver desfi1ar dientes, no. Ir despacio,
- jPues claro, estamos en Suiza! -Oye, auto pista
por 1a autopista no. Autopista
no, M orna ,
despacio, tomandome No busc a ba hacer
ese es el secreta de la f elicidad . ~Que quieres por 1,!-
q uiere d ecir: pase d e
lar g o, q ue no hay nada q ue ver . Es para 10s idio- ....
-
tas q ue q uieren ir 10 mas r apido posib1e d e un
hacer de mayor? - Ni
idea, senor Ibrahim.
Bueno sl , qmero
tr a bajar en importacian-exportacian. - ~1mportacian-exportacian?
El senor Ibrahim y !as flores del Cordn
si que Ie habia marcado
Ahora
un tanto.
~no? Porque a ti, claro, los pies no te huelen
la palabra magica: importa-
nunca, ~no? Un lugar de oracion que huela a
AI senor Ibrahim se Ie llenaba
hombre, que se haya construido para el hombre,
la boca. Eran palabras serias y al mismo tiempo
con hombres dentro, ~eso te da asco? iMenudo
unas palabras que 1 0 trasladaban
senorito parisino estas hecho tu! Ami, ese perfu-
Habia encontrado cion-exportacion.
aventureras,
a uno a viajes, a barcos, a paquetes, a gran des
me a zapatos me da seguridad. Me recuerda que
cifras de negocio,
no valgo mas que mi vecino. Me hu elo, nos huelo.
unas palabras
como Ias silabas que las formaban:
tan pesadas «jimporta-
cion-exportacion!»
A partir de Estambul, el senor Ibrahim hablo
-Le presento a mi hijo, Morna, que el dia de manana se dedicara a la importacion-exportacion. ]ugabamos
mogollon.
Me hacia entrar e~
tempI os religiosos con los ojos tap ados con qn trapo para que yo adivinara, par el olor, de gUt r eligion se trataba.. . • .
-Dentro
de poco vamos a llegar al mar de
doude yo soy. Cada dia queria que viajaramos un poco mas despacio.
Habia
que
saborearlo
todo.
Tenia
-~ydonde esra ese mar de donde es usted,
-Si, es San Antonio.
senor Ibrahim? Ensenemelo
-Aqui huele a incienso. Es ortodoxo.
-jAy!
-Si senor, es Santa Sofia. huele a pies. Esto es musulman.
menos. Se emocionaba.
miedo, tambien.
-Aqui huele a cirio. Esto es catolico.
-Aqui
iAh, ya me siento mejor!
No
me
en el mapa.
atosigues
con
los mapas,
Morna. jAqui no estamos en el instituto! j]o,
vaya pestazo! -~Como? jPero si es la Mezquita Azul! 0 sea que un sitio que huela al cuerpo no te parece bien,
Nos paramos en un pueblo de montana. -Estoy feliz, Morna. Estas conmigo y se 1 0 que pone en mi Coran. Ahora te quiero llevar a bailar. -~A bailar, senor Ibrahim?
El senor Ibr ahim y !as floresd el C ordn
-Es
absolutamente
del hombre
necesario.
«El corazan
es como un aye prisionera
jaula del cuerpo».
Cuando
en la
bailas, e l corazan
canta como un pajaro que anhela fundirse con Dios. Ven, vamos al tekk e.
convierten en unas antorchas que se consumen en u n gran fuego. Pr uebalo, Morna. Sigueme. Yel senor I brahim y yo nos pusimos a gir ar . Durante
los pr imer o s giros pense: So y f e liz
con el sefior I br ahim. Despues, pe nse:
-~AI que?
la
no I e
tengo rencor a mi padre por haberse marchad o. A I
final, incluso llegue a pensar: Despues de tod o , mi madre no tenia mucho donde escogercuando ...
- jVaya discoteca mas rar a ! -exclame al atravesar el umbra!.
-~Que tal, Mor n a, has sentido cosas bonitas?
-iSi, era increi ble! Me estaba vaciand o de
-Un t ekk e no es una discoteca, es un monasterio. Morna, pon ahi los zapatos.
od io. Si los tam bores no hu bieran parado, q uiza me habria ocu pad o d el caso de mi madr e. Ha
Y ahi f ue donde vi, por primera vez, a hom-
molad o mazo r e zar asi, senor I br ahim,
aunque
bres haciendo el giro d er viche. Los derviches lle-
habria preferid o rezar con las za patillas puestas.
vaban
Cuanto
unas grandes
tunicas
palid as,
pesadas,
amplias. AI resonar de un tambor, los monjes se convirtieron
en peonzas.
-jVes, Morna! Giran sobr e si mismos, giran
mas pesado se vuelve el cuerpo,
mas
ligera se vuelve la mente. A partir de ese dia nos empezamos
a parar
con frecuencia para bailar en tekkes que conoda
en tomo a su corazan, que es ellugar de la pre-
el senor I brahim.
sencia de Dios. Es como una oracian.
tenta ba
A veces el no giraba, se con-
con tomarse
un te y fruncir los o jos,
-~A eso Ie llama una or a cian usted?
per o yo gira ba como un p oseso. No, de hecho,
-Pues claro, Morna. Pierden tod a referencia
giraba para estar un poco menos poseso de mi
terrenal, ese lastre al que llamamos equilibrio, y se
rabia.
Por la noche, en las plazas de los pueblos,
tienes que mirar con aire de decir: «No he cono-
intentaba
hablar un poco con las chicas. Me
cido a nadie mas guapa que tU». Para un hom-
esforzaba
a tope pero no daba muy buenos
bre corriente, quiero decir un hombre como tu
resultados,
mientras que el senor Ibr ahim,
sin
y como yo, no un Alain Delon ni un Marlon
hacer otra cosa que beber su Suze sabor anis con
Brando,
una sonrisa, con su aspecto dulce y tranquilo,
a1
encuentres a una mUJer.
cabo de una hora, tenia siempre mogollon
de
gente a su alrededor.
no, pues tu belleza es la que tu Ie
Esrabamos mirando como se escondia el sol entre las montanas
- Te mueves demasiado,
Momo.
Si qUleres
tener amigos, no hay que moverse.
y el cielo se ponia violeta.
Papa se quedo mirando
fijamente
a la estr ella
vespertlna.
-Senor Ibrahim, 2usted cree que soy guapo?
-Momo,
nos han puesto delante una esca-
-Eres muy guapo, Momo.
lera para que podamos
-No, no quiero decir eso. 2Usted cree que yo
primero
fue mineral,
seria bastante guapo para gustarles alas chicas ...
animal.
De eso, del animal, no consigue olvi-
sin tener que pagar ?
darse y tiende con frecuencia
-iDentro
de unos anos seean ellas las que
pagaean por ti! -Pues
mercad o esta bien tranquilo.
a convertirse
e1otra vez. Y despues se ha convertido
Fe. 2Te imaginas el camino
en
en hom-
de raciocinio,
de
que has recorrido
desde que eras polvo hasta hoy? Y mas adelan-
-Logico, Momo. 2No te das cuenta de como mirando
EI hombre
despues vegetal, despues
bre dotado de conocimiento,
desde luego ... 10 que es ahora ... el
10 haces? Te 1as quedas
escaparnos.
fijo como
te, cuando hombre,
hayas superado
tu condicion
de
te convertieas en angel. Ya habeas aca-
diciendo: «Fijaos 10 guapo que soy». Y claro, no
bado con la tierra. Cuando
1es q u eda mas remed i o que echarse a rdr . Las
presentimiento.
bailas, te entra ese
Eric-Emmanuel
Schmitt
E l sen or Ibrahim
-Pss, puede. Yo, de todas formas, no me
y
las f l ores d e l Cordn
Pr i mero pase por una sala larga en donde varias
acuerdo de nada. ~Usted se acuerda, senor Ibra-
mujeres, en cuclillas, estaban sollozando. Y des-
him, de cuand o fue una planta?
pues me llevaron ante el senor Ibrahim.
-Anda,
pues ~q ue te crees q u e hago cuando
Estaba tendido, lleno de heridas, d e morato-
me paso horas enteras sin moverme sentado en
nes, de sangre. El coche se habia dad o u n t rasta
mi taburete, en la tienda?
zo contra una pared . Pareda estar muy debil.
Y despues lleg6 el famoso dia en el que el
Me tire sobre el y reabri6 los ojos y s onri6.
senor Ibahim me anunci6 que ibamos a llegar al
-Mom6, aqui se acaba el viaje.
mar donde habia nacido y a encontr a rnos
- jQue
con
su amigo Abdulahh.
Estaba muy emocionado,
como un jovenzuelo,
y primero
queria ir solo,
de avanzadilla, y me pidi6 que Ie esperara d eba jo de un olivo. contra el arbol.
-Si , yo ya estoy llegando. Todos los brazos
d el rio se lanzan al mismo mar. El mar unico.
al senor
Ibrahim
hasta media
noche.
y contra mi voluntad,
me
eche a llorar . -Mom6,
Cuando me desper te, el dia ya se habia esfu-
eso no me alegra.
-Es que temo por usted, senor I br ahim. -Pero yo no tengo miedo, Mom6. Yo se 1 0 que pone en mi Coran.
Fui caminando
hasta el pueblo siguiente. AI
llegar a la plaza, las gentes se abalanzaron
mi. Yo no comprendia hablaban muy
donde usted naci6!
En ese momento,
Era la hora de la siesta y me quede dormido
mado. Espere
no, que no hemos llegado al mar
sobre
haber dicho, porque me record6 demasiad os bue-
su idioma pero ellos me
nos momentos y me puse a llorar con mas fuerza.
animadamente
bien.
Me
Eso, justamente, fue una f r a se que no deberia
ll evaron
y paredan hasta
conocerme un
caser6n.
-Mom6,
esr as llorando por ti mismo, no por
mi. Yo he tenido buena vida. He llegado a ma-yor.
Eric-Emmanuel
S chmit t
E I senor Ibrahim y las f l ores d e l Cordn
He tenido una mujer, que mur io hace ya mucho
de la alquimia, la danza q ue transforma el cobre
tiempo, pero a la que sigo q ueriendo igual. He
en oro. Citaba can frecuencia a Rumi y deda:
tenido a mi amigo Abdulahh, al que saludad.s de mi parte. Mi pequefia tienda d e comestibles iba bien. La calle Azul es una calle bonita, aunque no sea azul. Y despues apareciste tU. Para complacer lo,
me trague todas las lagri-
Mejorate. Lo que vive, hazlo morir: esoes tu cuer po.
Se puso contento. Fue como si Ie doliera menos. jZas!: sonrisa No
f iloso fal. Pero el cobre sf.
mas, hice un esfuerzo y jzas!: sonrisa.
- jChiton!
E l oro no necesit a d e ninguna piedra
Lo que estd muert o , dale vida: eso es tu corazon.
te p reocupes.
Yo no
me
muero, Momo. Me voy a reunir can el Inmenso. Toma ya.
Lo que estd presente, ocultalo: eso es el mundo de aquf abajo. Lo que estd ausent e , hazlo venir: es el
Me quede un ratito. Su amigo Abdulah y yo
mund o de la vida futura.
hablamos mucho de papa. Tambien estuvimos
Lo que existe , destruyelo: es la pasion.
mucho rata hacienda el giro.
LO que no existe,genir alo: es fa intencion.
EI sefior Abd u lah era como el senor Ibrahim, pero un senor Ibrahim apergaminado,
Ileno de
palabras nada corrientes, de poemas aprendidos
Y desde entonces, incluso hay en dia, cuando las
de memoria,
cosas no van bien, hago el giro.
un senor
Ibrahim
que hubiera
pasado mas tiempo leyendo que hacienda sonar
Giro una mana hacia el cielo, y giro. Giro
la caja registradara. A !as horas que pasabamos
una mana hacia la tierra y giro. EI cielo gira par
girando en el tekke, a eso el 1 0 Ilamaba la danza
encima de mi. La tierr a gira par debajo de mi.
Eric- Emmanuel
Schmitt
Yo ya no soy yo mismo sino uno de esos atomos
importaci6n-exportaci6n.
que giran alrededor del vado que 10 es todo.
asi, de golpe, al senor Ibrahim,
Como deda el senor Ibrahim:
Mi madre, de vez en cuando, viene a verme.
110tiene una forma de pensar muy profunda.»
Dios», como deda
dedo. Me «encomende el senor Ibrahim
hablaba de los vagabundos:
para impresio-
narlo un poco.
«Tienes la inteligencia en el tobillo y tu tobi-
Regrese haciendo
S610 se 10habia dicho
Me llama Mohamed, para que yo no me enfade, a
y me pregunta por Moises. Yo la pongo al'dia.
cuando
Hace poco Ie anuncie
mendigue y dormi
encontrado
a su hermano
que Moises habia Popol y que los dos
en la calle, y eso tambien fue un bonito regalo.
se habian ido de viaje y que, a mi parecer, no se
No queria gastarme los billetes que' me habia
les volveria a ver en mucho tiempo y que quiza
metido en el bolsillo el senor Ibrahim, al abrazarme, justo antes de marcharme.
ni valia ya la pena volver a hablar del tema. Ella reflexion6 profundamente
AI volver a Paris, descubri que el senor Ibrahim 10 habia previsto todo. Me habia emancipado. Por 10 tanto, yo era libre y el heredero de su dinero, de su tienda de ultramarinos y de su Coran.
(siempre se anda con
cui dado conmigo) y, despues, susurr6 amablemente: -Despues
de todo, quiza no este tan malla
cosa. Hay infancias de las que hay que salir,
El notario me entreg6 el sobre gris, d el que saque con cui dado el viejo libro. Por fin iba a averiguar 10 que ponia en su Coran.
infancias de las que hay que curarse. Le dije que la psicologia no era mi especial i dad, que la mia eran los ultramarinos.
En su Coran habia dos flores secas y una carta de su amigo Abdulah.
-Me
gustaria mucho
invitarte
a cenar una
noche, Mohamed. A mi marido tambien Ie gus-
Ahora, soy Mom6, y toda la gente de la calle me conoce. AI final no acabe metiendome
I
en
taria conocerte. -~De que trabaja su marido?
El senor Ibr a him y las flores d e l Cor an
-Profesor de ingles.
pone tan contenta
-~Y usted?
tengo buen sentid o d el humor.
-Ah, y en la cena, ~que idioma se va a ha blar? jNo, que es broma! Vale, de acuerdo. Se Ie puso un color todo rosado de alegr ia d e que yo hubiera
aceptado.
No, en serio, es
dab a gusto verle la cara de f elicidad,
como si Ie hubiera acabado de instalar el agua cornente. -Entonces, -Que
~va en serio? ~Vendras a cenar ?
s f, que s f.
Desde luego, es un poco raro que dos profesores de ensef ianza publica r e ciban a Mohamed , el tend ero.
discreta-
mente si no me molesta. Yo Ie digo que no, que
-Profesora de espafiol.
verdad ,
que me pregunta
Per o , bueno, ~por que no? No soy
racista.
Pues eso, que ahora ya hemos tornado la costumbre de que todos los lunes voy a su casa, con mi mujer y mis hijos. Como son carifiosos, mis hijos, la Haman a buela, a la sefio de espafiol. jY hay que verla! Se Ie cae la baba. A veces se
Y eso, ahora soy Mom6,
el de la tienda d e
comestibles de la calle Azul, la calle Azul que no es azul. Tod os me conocen como el ar abe d el bar rio. Ar a be quiere decir que el colmado est