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EL OTRO CRISTO DE LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD
A. BEENS BARTOLO H.
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EL OTRO CRISTO DE LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD © 2011 MINISTERIO ABEBAH
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INTRODUCCIÓN El año 1952 se publicó en español el libro titulado “El Otro Cristo Español”, 1 de Juan A. Mackay. Allí se sustenta que el Cristo que nació en Belén fue encarcelado en España, y en su lugar vino a América un Cristo que nació en Noráfrica, un Cristo criollo, un Cristo a quien se conoce en vida como un niño y en la muerte como cadáver. A este Cristo le han faltado los dos rasgos constituyentes de la religión cristiana: la experiencia espiritual interna y la expresión ética interna. 2 En otras palabras, los españoles (y con ellos la Iglesia Católica Romana) trajeron a América Latina un Cristo desfigurado. ¿Es posible que los movimientos cristianos contemporáneos también estén desfigurando a Cristo? Manuel Hurtado en su artículo “Nuevas cristologías: ayer y hoy. Algunas tareas de la cristología contemporánea” declara que las nuevas cristologías de hoy se centran en la reflexión de: Cristo y la liberación, Cristo y las culturas, y Cristo y las religiones, un Cristo sin monopolio ni exclusivismo. 3 Pero, ¿por qué no consideró la propuesta “Cristo y la prosperidad” de los movimientos neo-pentecostales? Quizá porque los exponentes del neo-pentecostalismo o de la teología de la prosperidad no publican libros cristológicos, y si lo hacen no es un esbozo doctrinal al que todos se sujeten. En la presente investigación se busca sustentar la desfiguración de Cristo por parte de los movimientos neo-pentecostales y los teólogos de la prosperidad, y para ello 1) se expondrá la importancia de una cristología bíblica, 2) se presentará algunas evidencias del otro Cristo de la prosperidad, y finalmente 3) se expondrá brevemente la vida y enseñanzas del Cristo de la Biblia. 1
Originalmente se publicó en inglés con el título “The Other Spanish Chirst”, el año 1933. Juan A. Mackay, El Otro Cristo Español (México: Casa Unida de Publicaciones, 1989), 11-12. 3 Manuel Hurtado, “Nuevas cristologías, ayer y hoy. Algunas tareas de la cristología contemporánea”, Selecciones de Teología 49/195 (Julio-Septiembre 2010): 181-185. 2
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IMPORTANCIA DE UNA CRISTOLOGÍA BÍBLICA
La cristología es la columna vertebral de la teología y la expresión cristiana. Podemos “tener opiniones distintas en lo que respecta a la antropología bíblica, la eclesiología/pneumatología y la escatología, pero no así en asuntos cristológicos”. 4 Porque Cristo no es “negociable”, Jesucristo es el centro del cristianismo. 5 Jacques Dupuis expresa claramente la centralidad de Cristo: La persona, la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo son tan centrales al misterio cristiano que a veces se ha dicho –entiéndase bien- que el “cristianismo es Cristo”… La teología cristiana, es en consecuencia, será esencialmente cristocéntrica. Esto no significa que la cristología agote toda la teología, sino que la dota de una clave necesaria de interpretación, constituyéndose así en principio hermenéutico de todo el edificio.6 Hans Küns en su libro “Cristianismo: Esencia e historia”, declara:
Sin Jesucristo no hay reunión de los escritos y comunidades neotestamentarios: él es la figura básica que da cohesión a todas las tradiciones (que sin embargo no son del todo heterogéneas). Sin Jesucristo no hay historia del cristianismo ni de las Iglesia cristianas: él es el motivo básico que las une más allá de todas las rupturas, que hace de lazo de unión de todas las épocas históricas (sin embargo no del todo distintas). El nombre Cristo Jesús, convertido en un nombre propio ya en el tiempo neotestamentario, es, por tanto, lo permanentemente válido, lo obligante continuo y lo en verdad irrenunciable en el cristianismo. 7
Norman Geiler y Ron Rhodes sostienen que una de las características de las sectas es la “visión distorsionada de Dios y de Jesús”. 8 Entonces, si un grupo religioso enseña
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Martín Ocaña, “Cristología neopentecostal: ¿Cristología del mercado total?”, Signos de Vida 40 (junio 2006): 13-14. 5 Ibid., 14. 6 Jacques Dupuis, Introducción a la cristología (Navarra: Editorial Verbo Divino, 1994), 7. 7 Hans Küns, El Cristianismo: Esencia e Historia (Madrid: Editorial Trotta, 2006), 41.
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de un Cristo distinto del que revelan las Escrituras, ¿se le debería considerar como una secta? El apóstol Pablo dijo: “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gal. 1:9). Y no puede existir el “evangelio” sin Cristo. Una distorsión de la vida y obra de Cristo debería ser considerado como “anatema” y “secta”. Con esta premisa analizaremos brevemente la cristología de los teólogos de la prosperidad.
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Norman L. Geisler y Ron Rhodes, Respuesta a las sectas: un manual popular sobre las interpretaciones erradas de las sectas (Editorial Patmos, 2004), 10.
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EL OTRO CRISTO DE LA PROSPERIDAD
Hay evidencia para declarar que el Cristo que predican los teólogos de la prosperidad difiere, en algunos aspectos, del Cristo de la Biblia. Haciéndole un promotor de la riqueza material y viviendo como tal.
Jesús Lozano declara que: La religión se encargó de “vendernos” Cristos pobres. Hollywood se encargó de presentarnos en las pantallas del cine y la TV a Cristos pobres, mugrientos con zapatos rotos y ropa vieja. Cristo no andaba con ropa vieja; andaba con una túnica rabínica que costaba mucho dinero.9 De manera semejante opina Avanzini: “Yo no sé de donde salen esas estúpidas tradiciones, pero una de las más estúpidas de todas es decir que Jesús y sus discípulos fueron pobres. No existe una Biblia en la que se puedan basar eso”.10 Respecto a su nacimiento, Rodolfo Font sostiene: Jesús no era pobre. Él nació en un pesebre porque cuando María estaba encinta llegaron a Belén y José la llevó al mesón, lo que en aquellos tiempos era como un hotel Hollyday Inn, que era el mejor sitio pero estaba lleno, y si tienes una mujer que está a punto de parir, tienes que meterla donde sea y por la metió en una cueva.11 Por otro lado, Carlos Jiménez dice: … cuando vinieron a visitarlo al pesebre dice que “Reyes de Oriente le trajeron mirra, incienso y oro”. La mirra y el incienso eran especies aromáticas con las cuales se ahorraba y se invertía dinero para no perderlo. No le trajeron un poquito, el oro no era poquita cosa. Los que le trajeron, le trajeron bastante; yo 9
Jesús Lozano, “Dios se glorifica cuando Ud. prospera”, La Luz 3/16 (1994): 7. Jhon Avanzini, “Was Jesus poor?” (vídeo). Citado por Hank Hanegraaff, Cristianismo en Crisis (Miami: UNILIT, 1993), 200. 11 Patricia Vargas, “La conciencia de hoy”, Periódico El Nuevo Día (Puerto Rico), 28 de febrero de 1998: 102. 10
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siempre digo que le trajeron suficiente oro; que Jesús hizo un viaje al exterior, se fue a Egipto y vivió algunos años y después regresó a su tierra. 12 Juan Capurro, respecto a las circunstancias del nacimiento de Jesús, enseñó: De no haber tenido dinero [José], probablemente hubieran buscado un hogar caritativo que se apiadase de ellos debido al estado de su joven esposa, quien estaba a punto de dar a luz en un día tan frío. Pero fue así. José fue a la hostería y no encontró lugar y tuvo que contentarse por la emergencia con el establo detrás del mesón. La pregunta es, ¿por qué si Dios es rico y si José no era tan pobre, Jesús nació en un establo de Belén? Esto sucedió así para decirnos en primer lugar que no importa el estado de nuestro corazón, no importa cuán inmundo se encuentre por el pecado, cuan bajo hayamos caído, Jesús está dispuesto a entrar en él así como estuvo dispuesto a nacer en un inmundo corral de Belén. 13 Respecto a la profesión de Jesús, Font declara “Él no era un carpintero sino un ebanista”.14 Con respecto a que Jesús tenía un tesorero para manejar el dinero que se disponía para realizar la obra, Carlos Jiménez dice: […] la Biblia dice… que Él tenía una casa en Capernaum de la cual salía y entraba; ahora para que ustedes se den cuenta de que Cristo no era tan pobre… les voy a hacer una pregunta, ¿cuántos son pobres aquí?... ¿cuántos de ustedes tienen un tesorero?... Pues ¡Jesús tenía uno! Y ¿qué pobre tiene un tesorero? Y el tesorero era un ladrón ¡y todavía sobraba! ¡Aleluya! ¡Qué pobre mantiene 12 familias! Pues Jesús los mantenía; ¿se dieron cuenta de que no era tan pobre?; y cuando no tenía dinero sabía dónde estaba, en la boca de un pez… 15 Respecto a la túnica de Jesús y el perfume derramado, Font dice: Cuando murió en la cruz del calvario, la Biblia dice que los soldados echaron a suertes por sus túnicas. Era de una sola costura, que en aquel entonces era ropa muy costosa. Jesús tenía muchas mujeres ricas que le servían de sus bienes. Fíjate que una señora derramó un perfume de alabastro puro a los pies de Cristo, que hoy
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Carlos Jiménez, “hombre próspero”, La Luz (Lima), 1997. Citado por Martín Ocaña, Los Banqueros de Dios: una aproximación evangélica a la teología de la prosperidad (Lima: Ediciones Puma, 2002), 102. 13 Juan Capurro, Las cinco dimensiones de la prosperidad (Lima: Agua Viva, 1994), 67-70. Citado por Martín Ocaña, Los Banqueros de Dios, 105. 14 Patricia Vargas, “La conciencia de hoy”, Periódico El Nuevo Día (Puerto Rico), 28 de febrero de 1998: 102. 15 Carlos Jiménez, “hombre próspero”, La Luz (Lima), 1997. Citado por Martín Ocaña, Los Banqueros de Dios, 102.
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tendría un costo de cinco a diez mil dólares. Jesús vino a enseñarles a los pobres a ser ricos.16 Marcelo Roldán, en su artículo “¿Era Jesús pobre?” declara sus razones para creer que Cristo era rico: -
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Jesús y sus padres, tuvieron de regalo oro, incienso y mirra. Dios les envió a otra nación de luna miel a José, María y Jesús. 17 Jesús tenía a los 30 años su propia y cómoda casa. Cuando Jesús dijo: “No tengo donde recostar la cabeza” se refería a su propósito en la tierra (pues no tenía un lugar no porque no pudiera, sino porque no vino a quedarse) o a un sistema de autoridad (no tenía donde recostarla porque nadie aceptaba su autoridad y no podía ejercerla, la iglesia no había nacido, los discípulos eran inmaduros). Por eso Jesús vivió como rico y ese debe ser nuestro estilo de vida. 18
Gloria Copeland, enseñó de Mr. 10:30: Usted da un dólar por amor al evangelio, y ya le pertenecen a Usted 100; usted da 10 dólares y a cambio recibe 1000 de regalo; usted da 1000 dólares y a cambio recibe 100.000… Done usted un avión, y recibirá cien veces más del valor de ese avión. Regale usted un coche, y obtendrá tantos coches que durante toda su vida no necesitará más. Abreviando. ¡Marcos 10:30 es un buen negocio!19 Ulf Ekman expone de 2 Cor. 8:9, expone: Él fue colgado desnudo en la cruz. Él fue totalmente despojado, no le quedaba nada; había dejado todo en todos los sentidos. Lo entregó todo, espíritu, alma y cuerpo, todo. Lo poco que le quedaba de ropa se lo quitaron; fue hecho realmente pobre en todos los sentidos, espiritualmente, en su alma, físicamente y materialmente. Él se hizo pobre, dice Pablo, para que vosotros por su pobreza fueseis enriquecidos.20
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Patricia Vargas, “La conciencia de hoy”, Periódico El Nuevo Día (Puerto Rico), 28 de febrero de 1998: 103. 17 Marcelo Roldán, “¿Era Jesús pobre?”, http://www.grupomacros.org/mensajes/maceloJesusPobreRico1.html (consultado el 17 de octubre de 2011). 18 Marcelo Roldán, “¿Era Jesús pobre?”, http://www.grupomacros.org/mensajes/maceloJesusPobreRico2.html (consultado el 17 de octubre de 2011). 19 Gloria Copeland, La voluntad de Dios es prosperidad (Texas: KCP Publicaciones, 1984), 46. Citado por Martín Ocaña, Los Banqueros de Dios, 75. 20 Ulf Ekman, Economía liberada: lo que la Biblia dice sobre la prosperidad económica (Barcelona: CLIE, 1993), 76.
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Jesús Lozano declaró que Cristo sanó a todos los que se acercaban a él: No hay un solo enfermo que viniera al Señor Jesús y Él le dijera: “Quédate así, enfermo, para la gloria de Dios” o “Sigue pobre, porque esa es mi voluntad”. ¡No! Todo el que vino a Él enfermo y creyó en Su palabra fue sanado, y todo el que vino en necesidad recibió lo que le faltaba.21 El Cristo de la Teología de la Prosperidad ha sido reducido a un “generador de riqueza material”,22 un Cristo que vivió en riquezas y que enseñó cómo lograr ese tipo de vida. Es verdad que aquí no se ha plasmado todo lo que opinan de Cristo ni ellos presentan su cristología de manera sistematizada. Sin embargo, es una muestra de la distorsión que hicieron del Señor. Por tanto, preguntémonos, ¿Jesús vivió en riquezas? ¿Qué enseñó de la prosperidad? ¿Favoreció o condenó a las riquezas? Estas preguntas serán respondidas en el siguiente punto.
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Jesús Lozano, “Dios se glorifica cuando Ud. prospera”, La Luz 3/16 (1994): 7. Martín Ocaña, “Cristología neopentecostal: ¿Cristología del mercado total?”: 18.
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VIDA Y ENSEÑANZAS DEL CRISTO DE LA BIBLIA
En esta sección se expondrá brevemente la vida y las enseñanzas de Jesús para ilustrar las diferencias con el Cristo de los teólogos de la prosperidad.
Vida de Jesús La vida y enseñanza de Cristo deben entenderse dentro del contexto económico, social y político de su tiempo. Galilea vivía bajo la explotación de las clases gobernantes, que acumulaban tierras y ejercían una enorme presión con sus impuestos. En Palestina, el rey Herodes el Grande (que gobernaba cuando Jesús nació) tenía un ingreso de 1000 talentos por concepto de impuestos.23 En el tiempo de Jesús, la economía de Palestina se basaba fundamentalmente en la agricultura. También contaba con la crianza de ganado, la pesca y la artesanía. Artesanos y agricultores se juntaban para vender sus productos en las plazas y, especialmente, en el Templo de Jerusalén, que se había transformado en un gran Centro Comercial. Aunque, Jerusalén era ya en la época de Jesús, un centro de mendicidad, y se enorgullecían de su pobreza.24 Henry Thompson, en su libro “Vida de Jesucristo”, dice acerca de Palestina:
El país, visto desde afuera, que contenía tantos habitantes y recursos, parecía próspero y pacífico, pero se oían ya los rugidos de la tempestad venidera [revolución de los judíos]. Esta calma engañosa continuó casi toda la vida de Jesús. Los 36 años de atroz violencia y crueldad de Herodes, si había humillado el espíritu del pueblo, también lo habían amargado contra él. 25
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Joachim Jeremías, Jerusalén en los tiempos de Jesús, estudio económico y social del mundo del Nuevo Testamento (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1977), 109. 24 Ibid., 136. 25 Henry Thompson, Historia sagrada: Vida de Jesucristo (Terrassa: Libros CLIE, 1985), 3: 30.
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La sociedad en Palestina estaba dividida en tres clases sociales: clase rica, clase media y clase pobre. La clase rica estaba conformada por el rey y los gobernantes, los grandes negociantes, terratenientes, recaudadores de impuestos y rentistas; 26 los herodianos (que eran partidarios del rey Herodes y se ubicaban en puestos gubernamentales de confianza);27 los saduceos (que por lo general eran ricos y tenían puestos de autoridad política);28
y la nobleza sacerdotal,29 por ejemplo, el sumo
sacerdote Anás en su casa tenía un espacioso patio (Jn. 18:15), una portera (Jn. 18:16) y criados. La clase media estaba conformada por fabricantes (alfareros, pescadores, tejedores), mesoneros, sacerdotes (que recibían de los sacrificios, primicias y diezmos), 30 y algunos escribas que recibían sueldo fijo del tesoro del templo. 31
Los fariseos
procedían principalmente de la clase media. 32 La clase pobre estaba conformada generalmente por “esclavos, mendigos, enfermos crónicos, desamparados”;33 sin embargo, los pobres se deben “distinguir entre los que ganaban su sustento con su trabajo (entre ellos esclavos y jornaleros [que difícilmente encontraban trabajo]) y los que vivían, en parte o totalmente, de ayudas recibidas”.34 En este último grupo, además de los mendigos y viudas, se encontraban los escribas “que tenían prohibido cobrar por su actividad”. 35 El Señor Jesús y sus discípulos estaban en este grupo, pues fueron apoyados por mujeres y “recibieron diversas ayudas monetarias durante sus viajes”. 36 Joachim Jeremías, en su libro “Jerusalén en Tiempos de Jesús”, dice de la pobreza de Cristo: La pobreza de Jesús: Procede de una familia pobre (en el sacrificio de purificación hace uso María de la concesión hecha a los pobres: ofrece dos 26
Jeremías, Jerusalén en los tiempos de Jesús, 113. Thompson, Vida de Jesucristo, 31. 28 Paul Benware, Comentario Bíblico Portavoz, Panorama del Nuevo Testamento (Grand Rapids: Editorial Portavoz, 1993), 33. 29 Jeremías, Jerusalén en tiempos de Jesús, 114. 30 Ibid., 124, 125. 31 Ibid., 134, 135. 32 Benware, Vida de Jesucristo,. 32. 33 Ibid. 34 Jeremías, Jerusalén en tiempos de Jesús, 129. 35 Ibid., 131. 36 Ibid., 133. 27
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tórtolas); su vida es tan pobre, que no tiene donde reclinar la cabeza; personalmente no lleva ningún dinero consigo… y acepta ayudas. 37 Ahora bien, la interrogante es ¿a qué clase social pertenecía Jesús? Algunos sostienen que era rico, otros dicen que pertenecía a la clase media, y la mayoría (de opinión conservadora) enseña que era pobre. Y haciendo una observación general de la vida de Jesús se puede decir que pasó su infancia y niñez en pobreza, su juventud en la clase media (gracias a la carpintería familiar y el oficio que desempeñaba), y desde el inicio de su ministerio hasta su muerte en pobreza (se supone que dejó la administración y beneficios de la carpintería a sus hermanos).
Enseñanzas de Jesús El Señor Jesús enseñó bastante respecto al dinero y la prosperidad y por cuestión de espacio aquí solamente se recurre a los siguientes: Tesoros en el cielo, servicio a dos señores, parábola del sembrador, el joven rico, la condenación a los cambistas, los mercaderes y los escribas, y respecto al futuro.
Tesoros en el cielo (Mt. 6:19-21; Lc.12:32-34) En el evangelio según San Mateo, Jesús expresa dos mandatos específicos: Mh\ qhsauri¿zete (“no atesoren”, v. 19) y qhsauri¿zete (“atesoren”, v. 20); ambos verbos
están en presente, activa, imperativo. En tal sentido, Jesús prohíbe tajantemente (porque los verbos están acompañados de la partícula negativa mh\, que expresa negación fuerte) la acumulación de tesoros terrenales y ordena con énfasis hacer tesoros en el cielo. Sin embargo, ¿en qué consisten específicamente esos mandatos? Las preguntas que deben hacerse las personas son: ¿Dónde voy acumular mis tesoros, en la tierra o el cielo? ¿Durarán mis tesoros? ¿Estarán seguros? Es claro que la acumulación en la tierra es perecedera e insegura. Jesús, con la frase “tesoros en la tierra”, se refiere “a cualquier bien que sea perecedero o que pueda perderse de una u otra forma”.38 En ese tiempo los que atentaban los tesoros eran las polillas, el óxido (orín) y
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Ibid., 136. Donald Carson, El sermón del monte, una exposición bíblica de Mateo 5 – 7 (Barcelona: Publicaciones Andamio, 1996), 99. 38
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los ladrones; y de manera similar, hoy se puede pensar en la inflación, devaluación o crisis económica. Jesús no prohíbe las posesiones, ni proveer para el futuro (ahorro) y menos disfrutar de las dádivas de la bondad de Dios. Los cuales son enseñados claramente por Jesús y las Escrituras. Entonces, ¿qué se prohíbe? John Stott responde a la pregunta de la siguiente manera: Jesús prohíbe “la acumulación egoísta de bienes; la vida extravagante y opulenta; la dureza de corazón que no siente la necesidad colosal de los desheredados del mundo; la fantasía insensata de que la vida de una persona consiste en la abundancia de los bienes que posee; y el materialismo que ata nuestros corazones a la tierra”.39 El mandato de hacer tesoros en el cielo es de carácter espiritual y con consecuencias eternas. Pero, ¿en qué consisten? John Stott lo describe de la siguiente manera: Estos tesoros parecen más bien referirse a cosas tales como: el desarrollo del carácter semejante al de Cristo…; el aumento de fe, esperanza y caridad…; crecimiento en el conocimiento de Cristo al que un día veremos cara a cara; el esfuerzo activo (mediante oración y testimonio) de presentar a otros a Cristo…; y el uso de nuestro dinero en causas cristianas, que es la única inversión cuyos dividendos son perdurables. 40 En consecuencia, los tesoros a acumular en los cielos consisten en: vivir al agrado de Dios, en santidad, fe y amor; cumpliendo fielmente las responsabilidades cristianas dentro y fuera de la congregación; así como invertir el dinero en la expansión del reino de Dios y la generosidad a los necesitados. El pasaje paralelo, Lucas 12:33-34, agrega dos mandatos más: Pwlh/sate (“vended”) y do/te (“dad”). Ambos verbos están en aoristo, activo, imperativo; expresando que los mandatos deben cumplirse con una acción puntual e inmediata. En tal sentido, los discípulos deben vender sus posesiones y dar a los pobres en caridad. Con esto no se enseña que los cristianos deben vender todas sus posesiones y vivir en pobreza, sino dar de ellas para ayudar a los necesitados y así hacer tesoros en el cielo.
39
John Stott, El Sermón del Monte, Contracultura Cristiana (Colombia: Certeza Unida, 1998),
179- 180. 40
Ibid., 181.
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Servicio a dos señores (Mt. 6:24) Jesús enseñó claramente que: “Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero” (BJ76). El término ou)deiììj
(“nadie”) es atribuible a todos los seres humanos; pues
absolutamente ningún hombre puede servir con integridad a dos patrones. El verbo infinitivo, activo douleu/ein (“servir”) proviene de douloj, que expresa servicio “en esclavitud”. El sustantivo kuri¿oij (“señores”) implica “soberanía”, ”amo”, “dueño”. Con estas observaciones se valora la traducción de la Biblia Lenguaje Sencillo: “Ningún esclavo puede trabajar para dos amos al mismo tiempo…”. La enseñanza de Jesús es que ningún ser humano puede servir con amor e integridad tanto a Dios como a las riquezas. Por el contexto qe%½ (“Dios”) y mamwn#= (“mamón” o “riqueza”) son los amos y a uno solamente (por ser antagónicos) se puede servir (douleu/ein, servicio en esclavitud). Entonces, el ser humano bien es esclavo de Dios o de las riquezas, a uno de los dos dará su devoción (adoración), amor y sacrificio. La palabra “mamón” (del griego mamwn#=), según Donald Carson, “originalmente significaba „algo en lo cual uno pone su confianza‟”. 41 “Es, por tanto, como una personificación de las riquezas, en las que el mundo pone su confianza y su seguridad”. 42 En consecuencia, el cristiano no debe poner su confianza en las riquezas sino en la fidelidad y provisión de Dios. Guillermo Hendriksen enseña del servicio a Dios: Si una persona ama a Dios, demostrará esto al dedicarse a él, poniéndolo todo – dinero, tiempo, talentos, etc. – a su disposición, sirviéndole. Por tanto, es claro que amar a Dios no es solamente un asunto de emociones sino de corazón, alma, mente y fuerzas (Mt. 22:37; Mr. 12:30). Amar a Dios requiere servicio y aun sacrificio (Mt. 10:37-39). Así descrito, es muy evidente que esta lealtad suprema, sacrificada y entusiasta no puede darse a las dos partes. El que rinde su lealtad se convierte en adorador y Aquel a quien se rinde llega a ser su Dios. Además, puesto que hay solamente un Dios verdadero, se sigue que el culto a Mammón es idolatría.43
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Donald Carson, El sermón del monte, 105. Matthew Henry, Comentario Bíblico de Matthew Henry (Terrassa: CLIE, 1999), 1091. 43 Guillermo Hendriksen, El evangelio según San Mateo (Grand Rapids: Libros Desafío, 1994), 364. 42
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Así pues, la confianza, el servicio y amor deben ser únicamente hacia Dios y no a las riquezas, ya que se convertiría en idolatría y la falta de confianza en Dios, que es el proveedor por excelencia. El cristiano debe depositar su fe únicamente en Dios y Él suplirá las necesidades.
Parábola del sembrador (Mt. 13:22; Mr. 4:18,19; Lc. 8:14) Jesús, estando a las orillas del mar, contó la parábola del sembrador a la multitud que había venido a escucharle (Mt. 13:1-15; Mr. 4:1-9; Lc. 8:4-8). Les dijo que una parte de las semillas, que el sembrador sembró, cayó en el camino pero las aves se la comieron; otra parte cayó por las piedras pero el sol los quemó; otra parte cayó entre las espinas, crecieron pero se ahogaron; y otra parte cayó en buena tierra y dio buenos frutos. Jesús estando con sus discípulos aparte (por solicitud de ellos) les explicó del significado de la parábola (Mt. 13:18-23; Mr. 4:11-20; Lc. 8:9-15). La semilla es la Palabra de Dios y la tierra donde cayeron son los corazones de los hombres. Por lo que, el crecimiento y la producción fueron afectados por la disposición y el estado de los corazones al recibir la Palabra de Dios. La semilla que cayó entre los espinos colabora con el tema de estudio. Jesús explica las razones del por qué no dio fruto: “… el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra…” (Mt.13:22); “… los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra…” (Mr. 4:19); “… son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida…” (Lc. 8:14). Se enseña que hay enemigos de la productividad cristiana: Los afanes de este siglo, el engaño de las riquezas, la codicia y los placeres de la vida. Los afanes de este siglo. El sustantivo
me/rimnai significa afán, preocupación, ansiedad, y tiene “idea de
distracción”;44 y el sustantivo ai¹w½noj significa edad, siglo, era o un tiempo indefinido, a veces (como en este caso) relacionado con el tiempo (con sus ideales y costumbres) en que se vive. En tal sentido, el cristiano debe evitar la preocupación (distrayéndose de la misión encomendada por Dios) de vivir bajo los ideales de hoy; pues en la postmodernidad el consumismo está influyendo en los cristianos. El engaño de las 44
James Strong, Nueva Concordancia Strong Exhaustiva, diccionario de palabras griegas (Miami: Editorial Caribe, 2003), 53.
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riquezas. Las riquezas (plou/tou) aquí es personificada, y con sus promesas de seguridad, ausencia de necesidades, satisfacciones y felicidad, engaña sutilmente (a)pa/th) a la gente (también a los cristianos). Aquí no se condena a las riquezas, sólo que no se debe caer en sus engaños; además, los hurtos, la inflación, devaluación o crisis económica pueden hacerlo desaparecer. Las codicias de otras cosas. La palabra codicia (así como deseo) es traducida del sustantivo e)piqumi¿ai, y el adjetivo loipa traducido por “otras cosas” significa “los restantes”; entonces, se refiere al deseo de tener las cosas no mencionadas hasta aquí, los cuales pueden ser buenos vestidos, buena casa, viajes, fama, etc. Los placeres de la vida. La palabra griega traducida por “placeres” es h(donw½n (de la raíz h(donv½) y Strong lo define como “deleite sensual; por implicación deseo”.45 Estos “placeres de la vida” no se refieren únicamente a placeres sexuales (porque en ese caso diría “placeres de la carne”), más parece hacer hincapié en lo que causa deleite a la vida, tales como:
diversiones,
comodidades,
viajes,
exhibiciones personales,
lujos,
reconocimiento de otros, deportes, borracheras, vicios sexuales, etc. Estos enemigos, que aquí se han tratado por separado con fines explicativos, son en sí un mismo esfuerzo o ataque que Satanás usa para afectar la productividad cristiana y ahogar la vida cristiana, distrayendo al creyente su esfuerzo de agradar a Dios y cumplir su misión en la tierra. Jesús y el joven rico (Mt. 19:16-30; Mr. 10:17-31; Lc. 18:18-30) Un joven rico le preguntó a Jesús: ¿Qué haré para tener la vida eterna? A lo que éste le respondió: no matarás, no hurtarás, no adulterarás, no dirás falso testimonio, honrarás a tu padre y tu madre, amarás a tu prójimo como a ti mismo (mencionado solamente en Mateo) y no defraudes (mencionado solamente en Lucas). Y el joven declaró que todos estos mandamientos ya los había cumplido; ¿alguna cosa más le faltaba? Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo. Y ven; sígueme” (Mt. 19:21 cf. Mr. 10:21; Lc.18:22).
45
Ibid., 37.
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La condición (ei) para que el joven rico pudiera lograr la perfección ( te/leioj significa “Perfecto, maduro, bien desarrollado, íntegro”46) es vender sus posesiones y darlo a los pobres. En los evangelios de Marcos y Lucas, Jesús dice que al joven rico le faltaba una cosa por hacer (en Marcos: eÀn se u(stereiÍ “uno a ti está faltando”; en Lucas: eÀti eÀn soi lei¿pei “todavía uno a ti está dejando atrás”; ambas traducciones son literales)
para heredar la vida eterna (lo mismo que para lograr la perfección). Jesús le da al rico tres mandatos: anda (no aparece en Lucas), vende y da. El primer mandato es “ir” (posiblemente a casa o donde estaban sus posesiones), en el griego uÀpage está en presente, activo, imperativo, implicando que vaya inmediatamente a cumplir con la orden (si lo desea). En el segundo y tercer mandato, “vende tus bienes” (en Mt.) o todo lo que tienes (en Mr. y Lc.) y “dalo a los pobres”, los verbos pw¯lhso/n (“vende”, de pw¯leo) y do\j (“dalo”, de di\dwmi) están en el aoristo, activo, imperativo; enfatizando una acción a
realizarse puntualmente o inmediatamente. Y por cumplir estos tres imperativos Jesús le promete “tendrás tesoros en el cielo”; el verbo eÀceij (“tendrás”, de eÃxw) está en futuro, activo, indicativo; significando que en el futuro ciertamente o realmente (por el modo indicativo) recibirá recompensas incomparables y eternas. Y finalmente, Jesús le da dos mandatos adicionales (si cumple los tres anteriores): ven ( deu=ro) y sígueme (a)kolou/qei), ambos en presente, activo, imperativo; y más aún, el seguirle (según Marcos) debe ser “tomando tu cruz”; que implica sufrimiento y sacrificio. Al oír, el rico, estos requerimientos para heredar la vida eterna se puso muy triste (peri¿lupoj, “muy triste, abrumadoramente penoso, sumamente doloroso”47) porque era muy rico (Mt. 19:22; Mr. 10:22; Lc. 18:23); su confianza estaba puesto en las riquezas, su corazón estaba esclavizado por la seguridad que le garantizaban sus bienes y no quiso confiar en Jesús y seguirle obedientemente. Por esta razón Jesús declaró que “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Mt. 19:23,24; Mr. 10:23,24; Lc. 18:24,25). La dificultad (“difícilmente”) no es sinónimo de imposibilidad; ya que los ricos se salvarán por la gracia de Dios; y éstos deben aprender a 46
Alfred Tuggy, Léxico Griego-Español del Nuevo Testamento (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2003), 929. 47 Swanson, Diccionario de Idiomas Bíblicos: Griego (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 1997), GGK4337
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no confiar en sus riquezas. Y los discípulos asombrados preguntaron: Entonces ¿quién podrá ser salvo? Pues para los judíos “había tres señales del favor de Dios: buena salud, muchos hijos y riquezas”;48 por ello, pensaban que el rico merecía entrar en el reino por ser favorecido por Dios; y Jesús rechaza esa idea. Pero tampoco enseña que para heredar la vida eterna las personas deben ser pobres o hacer “voto de pobreza” (aunque muchos buenos cristianos siguieron el consejo de Jesús, como Francisco de Asís); pues la salvación se logra por confiar plenamente en Jesucristo y seguirle obedientemente. Pedro, entonces, preguntó a Jesús: “He aquí, nosotros lo hemos dejado todo [en Lucas especifica que dejaron sus posesiones] y te hemos seguido. ¿Qué hay, pues, para nosotros? [Esta pregunta aparece solo en Mateo]” (Mt. 19:27; Mr. 10:28; Lc. 18:28). Y Jesús promete a los que dejaron casa, padres, esposas, hijos, hermanos, y tierras, por causa de su nombre, del evangelio y del reino de Dios: 1) Sentarlos sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel (Mt. 19:28), y esta recompensa se les dará cuando suceda la “regeneración” ( paliggenesi¿#, que significa “Renovación, renacimiento, nueva edad o era”49) en la Segunda Venida de Cristo. 2) Heredar la vida eterna (Mt. 19:29; Mr. 10:30; Lc. 18:30). El verbo klhronomh/sei está en futuro, activo indicativo, y expresa la idea de recibirá o tendrá
realmente parte en la vida eterna; y esto se entregará en el “siglo venidero”, en la eternidad (o futuro). 3) Recibirán cien veces más de lo que dejaron (Mt. 19:29; Mr. 10:30; Lc. 18:30 dice que recibirán mucho más); esta promesa se cumplirá en dos eventos: En el futuro recibirán cien veces más (Mt. 19:29), pues el verbo lh/myetai está en futuro, medio, indicativo; y alude a un recibimiento real para beneficio propio en el futuro (en la eternidad). En el presente recibirán cien veces más (Mr. 10:30 cf. Lc. 18:30), pues se específica que será “en este tiempo” (e)n t%½ kair%½ tou/t%; y kair%½ viene de kairoj que en estos textos significa “periodo o edad”50); y el verbo la/bv (“recibirán”) está en aoristo, activo, subjuntivo; enfatizando que la promesa será dada de manera puntual y probable. Además, según Marcos, juntamente con los beneficios prometidos, recibirán 48
Daniel Carro; José Poe; Rubén Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano Mateo (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 1997), 253. 49 Tuggy, Léxico Griego-Español, 714. 50 Swanson, Diccionario de Idiomas Bíblicos: Griego, GGK2789.
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“persecuciones” (meta\ “con” o acompañado de; diwgmw½n
“persecuciones, acosos,
opresiones”). La expresión “cien veces más” (e(katontaplasi¿ona) es un modismo y no debe ser entendida literalmente; porque es inaudito tener cien padres o madres a la vez o tener cien esposas, lo cual sería poligamia y pecado; por tanto, no equivale a un número exacto. Los bienes que se tenía (casa o tierras) serán bendecidos y muchos hermanos en la fe compartirán de sus ingresos (como en la iglesia primitiva, todo en común), además se contará con la numerosa familia cristiana en el mundo entero.
Condenación a los cambistas y mercaderes (Mt. 21: 12-13; Mr. 11:15-19; Lc. 19:45-48; Jn. 2:13-17) El Evangelio según san Juan registra la purificación del templo al comienzo del ministerio de Jesús, mientras que los Evangelios sinópticos la narran al final, durante la última semana de Pascua antes de la crucifixión. Esto sugiere que hubo dos purificaciones; además “las circunstancias históricas y el contexto literario de las dos purificaciones difieren tanto que resulta infructuoso intentar equipararlas”. 51 En la primera purificación, Jesús, “después de hacer un látigo de cuerdas, los echó a todos del templo, junto con las ovejas y los vacunos. Desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas”. En la segunda purificación “echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas”. Y en ambas ocasiones condenó el negocio hecho en el templo (no el negocio en sí, sino el lugar donde se hacía), diciendo: “Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (en Juan dice: no hagáis más de la casa de mi Padre casa de mercado). La expresión “cueva de ladrones” (sph/laion lvstw½n) significa “ligados juntos para robar”.52 Y ¿quiénes estaban ligados o unidos para robar? En este grupo se encuentran los mercaderes que vendían animales para los sacrificios, los que cambiaban dinero (para que los peregrinos pudieran pagar sus impuestos con la moneda apropiada) y
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John MacArthur, La Biblia de estudio MacArthur (Grand Rapids: Editorial Portavoz, 2004), 1429. Roberto Jamieson; A. Fausset; David Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia: El Nuevo Testamento (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, S/F), 165. 52
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los mismos líderes religiosos que demandaban y recibían un porcentaje de las ventas,53 especialmente los “poderosos sacerdotes saduceos que administraban el templo”. 54 Por esta razón los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matar a Jesús. El propósito verdadero del templo era para tener comunicación (lugar de oración) y comunión con Dios y no un mercado (que bien se podría hacer en otro lugar), que implica beneficiarse económicamente de la religión. Del mismo modo, en la actualidad los teólogos de la prosperidad están haciendo del centro de adoración a Dios un lugar de mercadeo de las promesas divinas.
Condenación a los escribas (Mr. 12:38-40) Los “escribas”, del griego grammateu/j, eran eruditos y expertos en la ley judía. 55 Jesús dijo de los escribas: “Estos, que devoran las casas de las viudas y como pretexto hacen largas oraciones, recibirán mayor condenación” (Mr. 12:40 RVA). El verbo katesqi¿ontej (de la raíz katesqi¿w) está en presente, activo, participio, y significa
“consumir, devorar, robar, explotar”,56 es una “extensión figurativa de posesión mediante apropiación deshonesta”.57 Los escribas ilícitamente se estaban apoderando de las propiedades o “hacienda” (BJ76) de las viudas pudientes. Y por la acción del tiempo presente y la voz activa se puede concluir que esta apropiación es constante y maquinada. Al respecto, Joachim Jeremías, dice que “difícilmente se puede pensar que los escribas cobrasen las consultas de forma indebida… más bien pudiera tratarse de los escribas parásitos que se aprovechaban de la hospitalidad de las personas económicamente modestas”.58 Estos “escribas parásitos” excusaban sus acciones con las largas oraciones que hacían. El sustantivo profa/sei significa “pretexto, motivo falso, excusa”.59 Se
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Alberto Platt, Verdadero Hombre, Verdadero Dios, Lucas (Puebla, México: Ediciones Las Américas, 1993), 2:95. 54 Craig Keener, Comentario del contexto cultural de la Biblia, Nuevo Testamento (Bielorrusia: Editorial Mundo Hispano, 2003), 96. 55 Tuggy, Léxico Griego-Español, 197. 56 Ibid., 518. 57 Swanson, Diccionario de Idiomas Bíblicos: Griego, GGK2983 58 Joachim Jeremías, Jerusalén en los tiempos de Jesús, 134. 59 Tuggy, Léxico Griego-Español, 832.
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aprovechaban de la benevolencia de las viudas a cambio de orar por ellas. Así como hoy en día, los teólogos de la prosperidad piden dinero (ofrendas, diezmos y primicias) para que oren a favor de las vidas, la salud y negocios, de los que depositan, con la promesa que Dios les contestará fielmente. Sin embargo, Dios castigará a los que se benefician con la religión y se aprovechan de las generosas ofrendas y las acciones benévolas de los hermanos en la fe. El verbo futuro, indicativo lh/myontai (“recibirán”), el adjetivo perisso/teron (“mayor”) y el sustantivo kri¿ma (“condenación” o “juicio”; Mr. 12:40), aseguran que los escribas recibirán ciertamente mayor condenación; otras traducciones dicen al respecto: “¡Con qué severidad serán juzgados!” (BL95), “Pero Dios los castigará más duro que a los demás” (BLS), “Estos tendrán un juicio muy severo” (N-C), “Esos tendrán una sentencia más rigurosa” (BJ76). Acerca del futuro (Lc. 17:26-30; 21:34-36) Jesús enseñó muchas cosas acerca del futuro, pero para el tema de estudio se considerará solamente dos advertencias, una en relación al tiempo en que ocurrirá la venida del Hijo del Hombre y otra respecto al estilo de vida que deben evitar sus discípulos. En Lucas 17:26-30 Jesús compara el tiempo de su segunda venida con el tiempo en que vivieron Noé y Lot. En el tiempo de Noé las personas “comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento”. Los verbos comían ( hÃsqion), bebían (eÃpinon) y casaban (e)ga/moun) están en imperfecto, activo, indicativo, y por la voz activa se entiende que los sujetos de la acción buscaban satisfacer sus deseos de alimentarse, de emborracharse y tener esposas; y el verbo se daban en casamiento ( e)gami¿zonto) está en imperfecto, pasivo, indicativo; por la voz pasiva eran dadas (o dados) en casamiento por sus padres y se entregaban con felicidad; y el tiempo imperfecto de los cuatro verbos, sugiere la idea que comían y seguían comiendo, bebían y seguían bebiendo, se casaban y seguían casándose, expresando insatisfacción y deseo de abastecerse de más. En el tiempo de Lot, en Sodoma, las personas comían (hÃsqion), bebían (eÃpinon), compraban (h)go/razon), vendían (e)pw¯loun), plantaban (e)fu/teuon) y edificaban (%©kodo/moun). Los seis verbos están en imperfecto, activo, indicativo; enfatizando una búsqueda constante por
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abastecerse de cosas que ya tenían, además vivían sin preocuparse por su vida espiritual. Y respecto de lo que Jesús advierte, Jamieson, Fausset y Brown dicen: “Aunque el mundo antediluviano y las ciudades de la llanura eran terriblemente malvados, no fué [sic] su maldad, sino su mundanalidad, su incredulidad e indiferencia en cuanto a lo futuro [sic], su falta de preparación, lo que aquí se presenta como advertencia”. 60 Así pues, en la actualidad (ya que vivimos en tiempos previos a la Segunda Venida del Señor) se observa a algunas personas (cristianas y no cristianas) envueltas en la mundanalidad, afanadas en todas sus ocupaciones y goces de la vida, con deseos de acumular más bienes para sí, despreocupados por el juicio divino que se aproxima, y con un desinterés para la consagración y santidad. En Lucas 21:34-36 Jesús advierte y ordena sobre cual no debe ser el estilo de vida de sus discípulos (antes de su segunda venida); pues específicamente dice: “Mirad por vosotros, que vuestros corazones no estén cargados de glotonería, de embriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y que aquel día venga sobre vosotros de repente como una trampa” (v. 34). El verbo “mirad” es traducido del griego prose/xete (cuya raíz es prose/xw), significa “estar alerta, tener cuidado, estar en guardia, ser precavido”,61 y está en presente, activo, imperativo; es un mandato constante que apela a la voluntad. ¿Quiénes deben estar alertas? El texto dice “vosotros” o “vosotros mismos”, la palabra griega (e(autoiÍj) es un pronombre posesivo. ¿Qué se debe tener cuidado? Se debe cuidar el “corazón” (kardi¿a), que mayormente “se usa como el centro de la vida emocional, espiritual y mental; el concepto de lo más íntimo del ser”. 62 ¿De qué cosas se le debe cuidar al corazón? Jesús especifica tres cosas de las que se debe estar en guardia: 1) Estar cargados de glotonería. El verbo barhqw½sin (de la raíz barew) significa “estar atribulado, estar cargado de preocupaciones, estar bajo presión”; 63 y “glotonería” es traducida de la palabra kraipa/lv (que aparece sólo en este texto en todo el N.T.) y significa, según Swanson, “embriaguez, conducta descontrolada cuando se está
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Jamieson, Fausset y Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia: El Nuevo Testamento, 161. 61 Swanson, Diccionario de Idiomas Bíblicos: Griego, GGK4668. 62 Tuggy, Léxico Griego-Español, 494. 63 Swanson, Diccionario de Idiomas Bíblicos: Griego, GGK976.
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ebrio”64 y para Tuggy significa “libertinaje, vicio”. 65 Entonces la advertencia no consiste en comer demasiado (glotonería).
Guillermo Hendriksen traduce la palabra como
disipación (que significa “relajamiento moral” 66), es decir, una indulgencia excesiva en los placeres67. Y en este tiempo, los cristianos están buscando la satisfacción de sus placeres, viviendo en libertinaje y vicios, que Jesús ordenó evitar. 2) Embriaguez; fue traducida de la palabra griega me/qv (que aparece tres veces en la N.T.: como embriaguez, Lc. 21:34; como borracheras, Ro. 13:13; Gal. 5:21) y significa “exceso de bebida”68 embriagante. 3) Preocupaciones de esta vida; la palabra meri¿mnaij significa “afán, preocupación, ansiedad, solicitud”69 y biwtikaiÍj significa algo “relativo a la vida diaria”.70 Muchos cristianos viven preocupados por el diario vivir, el cual los lleva a afanarse en acumular bienes (casas, propiedades, ahorros, etc.), que se convierte en el centro de sus vidas. Jesús enseñó acerca del futuro, previos a su segunda venida, pidiendo a sus discípulos evitar el estilo de vida imperante de aquel tiempo. Advirtió que los hombres amarán más los placeres de este mundo, desconfiarán en Dios, no se preocuparán por su futuro (luego de la muerte). Además pidió estar alertas contra las tendencias de relajamiento moral, la embriaguez y la preocupación excesiva por el diario vivir. En otras palabras, Jesús enseñó que en los últimos tiempos las personas buscarán la satisfacción obsesiva de todo tipo de deleites; esto incluye la búsqueda de prosperidad.
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Ibid., GGK3190. Tuggy, Léxico Griego-Español, 547. 66 Microsoft® Encarta® 2008. © 1993-2007 Microsoft Corporation. 67 Guillermo Hendriksen, El evangelio según San Lucas (Grand Rapids: Subcomisión de literatura cristiana, 1990), 4: 879. 68 Tuggy, Léxico Griego-Español, 601. 69 Ibid., 608. 70 Ibid., 167. 65
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CONCLUSIÓN
Así como Juan Mackay habló del Otro Cristo Español que nos llegó a América Latina también hoy se está predicando y enseñando de Otro Cristo de la Prosperidad. Un Cristo distorsionado, desfigurado, creado en la imaginación de personas que aman más al dinero que a Dios. Personas que no dudaron en traicionar a Jesús por más de 30 piezas de plata como cual Judas Iscariote. Este otro Cristo de la prosperidad está invadiendo las iglesias y hogares de personas ingenuas que en vez de escudriñar las Escrituras siguen ciegamente a líderes amantes de “mamón”. Este otro Cristo de la prosperidad es una clara evidencia de una expresión herética y sectaria. ¿Qué hacer frente a este otro Cristo? Es necesario enseñar una cristología bíblica y cómo vivió Jesús y cuáles fueron sus enseñanzas respecto a la prosperidad. Se debe señalar enfáticamente que Jesús vivió en pobreza y su ministerio ejerció bajo el auspicio de personas que confiaban en el establecimiento del Reino de Dios. Respecto a las enseñanzas de Cristo en relación a la prosperidad se puede decir: 1) Cristo enseñó respecto a la prosperidad que la verdadera felicidad no se halla en las pertenencias materiales o ausencia de problemas sino en las provisiones divinas y en la esperanza futura. Cristo ordenó la acumulación de tesoros en el cielo, que tienen carácter espiritual y beneficios eternos. Cristo enseñó la importancia de ayudar a los necesitados con las posiciones materiales. Además, enseñó que nadie puede servir a Dios y a las riquezas; y exhortó a no confiar en las riquezas sino en la fidelidad y provisión de Dios; si se busca su reino y justica Él suplirá todas las necesidades. 2) Jesús declaró a los ricos y los que gozan de posesiones materiales a no conformarse con su bienestar terrenal sino también deben buscar su bienestar eternal. Jesús no prohibió las posesiones, ni proveer para el futuro y menos disfrutar de las dádivas de la bondad de Dios. El mandato de hacer tesoros en el cielo es de carácter espiritual y con consecuencias eternas.
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3) Cristo no enseñó que los cristianos deben vender todas sus posesiones y vivir en pobreza, sino aprender a desprenderse de sus posesiones para ayudar a los necesitados. 4) Jesús reprendió la preocupación por la alimentación y el vestido no porque sean malos; el problema reside en que esas preocupaciones son producto de la ―falta de fe‖, que es incredulidad; y al preocuparse por las cosas terrenales se está desconfiando del Dios proveedor. Además, esta actitud es tomada por los que no conocen a Dios. 5) Jesús enseñó que hay cuatro enemigos de la productividad cristiana: Los afanes de este siglo, el engaño de las riquezas, la codicia y los placeres de la vida. 6) Jesús enseñó que los que alcanzaron la salvación, son sumamente prósperos porque tienen algo de valor incalculable, que es comparado humanamente con un tesoro o una perla. 7) Jesús sentenció que la vida del hombre no consiste solamente en la adquisición de abundantes bienes terrenales. Pues los hombres que se afanan en acumular riquezas no gozarán de ellas cuando mueran. 8) Cristo enseñó que las riquezas son engañosas, pueden motivar en el corazón el deseo de obtenerlas ilícitamente o costo del sufrimiento del prójimo; pueden dar felicidad, placer, comodidad, abundancia, lujos y todos los deseos materialistas y del corazón; pero luego desaparecen, ya sean por hurtos, malversación de fondos, malas transacciones o inversiones, derroches en placeres, inflación, devaluación del dinero y crisis económica; llegando las personas a un punto crítico, viviendo en la pobreza o extrema pobreza. 9) Jesús enfatizó que las riquezas enceguecen a las personas, el pensamiento materialista les absorbe y se vuelven insensibles a las necesidades de sus prójimos en pobreza, buscando egoístamente satisfacer sus deleites; así mismo, las riquezas dan sentido de seguridad y autosuficiencia, olvidándose de la necesidad de contar con Dios y prepararse para el futuro. 10) Jesús declaró que ―difícilmente‖ los ricos serán salvos (no que es imposible); pero, esto no significa que todos los pobres ya tienen entrada libre al cielo; porque la salvación se logra por confiar plenamente en Jesucristo y seguirle obedientemente. 11) Jesús profetizó que en los últimos tiempos la gente se afanará en buscar bienes materiales y no se preocuparán por asegurar su futuro delante de Dios; y advirtió no seguir ese estilo de vida. 12) Cristo enseñó que del dinero que se tiene, se debe separar para ayudar a los necesitados (que es una responsabilidad puntual de cada cristiano) y para la ofrenda a Dios, y éste último es prioridad como adoración. La ofrenda debe ser especial y sacrificada; no se debe dar abundancia para recibir recompensa o retribución multiplicada de Dios, sino como muestra de amor y gratitud por lo que Dios bendice día tras día. 13) Jesús condenó a los que le siguen esperando recibir algún bien material. 71
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Beens Bartolo, Enseñanzas de Cristo respecto a la prosperidad (Lima: JB Grafic, 2010), 91-94.
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Es verdad que en este trabajo no se ha abarcado toda la cristología de los teólogos de la prosperidad. Se ha enfocado solamente en declarar que ellos ven a un Cristo rico. Se declaró contundentemente que Jesús no vivió en riquezas ni abogó por su acumulación. Hablar de “El Otro Cristo de la Prosperidad” es tan amplio y con este trabajo se busca dar un primer paso de futuras investigaciones.
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