in texto psicoanalitico por entero dedicado al dibujo infantil es un aconte)imiento poco comtin. Mucho más si, como es el caso, no se limita a emitir :onsideraciones tecnicas,, si se adentra resueltamente en las cuestiones el cuerpo y sus tiempos lOgicos, funciOn del semejante, adquisicion de la identidad sexual a traves del complejo de Edipo y otros aspectos que se Ovestigan analizando lo figural como una estructura especifica e irreductible. Todo ello respaldado en una discusiOn y puesta al dia de las concepciones actuales sobre la nifiez tal como se desprenden del estatuto que se >torgue al dibujo. A su vez, esta puesta al dia alcanza los procedimientos de lectura y de cifrado, que se despliegan minuciosamente. Esta ida y iuelta entre los presupuestos epistemolOgicos y metodolOgicos y los pormeCores del trabajo clinico constituye uno de los aspectos más destacados de esta obra y es tambien uno de los que determinan su interes no solo para el ) sicoanalista y el psicologo clinico sino para el estudioso del desarrollo, el pedagogo y otros especialistas interesados en la infancia y en la adolescencia. Un estudio de diversos destinos psicopatolOgicos tal como se detectan
N I SI- 0DE L
tindamentales de la constituciOn subjetiva: historia de la estructuraciOn
C
)37 tal como pueden ser abordados terapeuticamente a traves del dibujo
ocupa los Ultimos capitulos, reposicionando asi el valor de aquel para el iagnOstico diferencial.
y
Marisa Rodulfo, psicoanalista de larga trayectoria, es coordinadora docen-
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EL Ni&O DEL DIBUJO ESTUDIO PSICOANAUTICO DEL GRAFISMO Y SUS FUNCIONES EN LA CONSTRUCCION TEMPRANA DEL CUERPO
e del Programa de ActualizaciOn de Postgrado en Psicoanalisis con Nitios y Adolescentes y profesora asociada de Clinica de Nirios y Adolescentes de la Universidad de Buenos Aires. Estudici pintura con el maestro Demetrio rruchUa, lo cual incide en la estetica .que subyace a este texto. Ha publicado La clinica del nino y su interior y, en coautoria con Ricardo Rodulfo, Clinica psicoanalitica con ninas y adolescentes y Pagar de mcis
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ISBN 978-950-12-4164-8 10164
)www.paidos.ccm www.paidosargentina.com.ar
MARISA RODULFO
9 789501 241648
)PAIDoS PSICaLOGiA PROFUNDA
%llp PAIDOS PSICOLOGiA PROFUNDA
EL NI&O DEL DIBUJO
Cubierta: Gustavo Macri
155.4 CDD
Rodulfo, Marisa El nino del dibujo : estudio psicoanalitico del grafismo y sus funciones en Ia construccibn temprana del cuerpo.- 1' ed. 6' reimp.- Buenos Aires : Paidbs, 2008. 232 p. ; 22x14 cm.- (Psicologia profunda)
ISBN 978-950-12-4164-8 1. Psicologia Infantil 2. Grafismo Infantil-Estudios I. Titulo
INDICE
1° edici6n, 1992 6° reimpresidn, 2008
Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizaciOn escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduction partial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos Ia reprografia y el tratamiento inforrnatico.
C de todas las ediciones, Editorial Faith:6 SAICF, Defensa 599, Buenos Aires e-mail:
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Queda hecho el deposit° quo previene la Ley 11.723 Impreso en Argentina - Printed in Argentina
Impreso en Grafica MPS, Santiago del Estero 338, Lanus, en diciembre de 2008 Tirada: 1500 ejemplares
ISBN 978-950-12-4164-8
Prologo de Maria Lucila Pelento Introduccion 1 A la btisqueda de lo figural en psicoanalisis A. Del lado de La interpretation de los suerios
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A la btisqueda de lo figural en psicoanalisis B. Recorridos posfreudianos 3. A la busqueda de lo figural en psicoanalisis C. Una perspectiva escritural
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4. Metodologia del desciframiento
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5. La formaciOn de la subjetividad y sus tiempos. Su reconstruction mediante el dibujo
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6. Introduccion al diagnOstico a traves de la escritura grafica
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7. El trabajo de los dibujos en una tura psicoanalItica 8. Los agujeros del cuerpo y su dibujo
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Bibliografia
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Es ya un lugar comun el que un autor tenga mucho que y muchos a quienes agradecer en el curso de la escritura de un libro, lo cual da lugar a una enumeracion en el fondo bastante problematica en cuanto a la justicia de sus alcances. Mi caso no constituye una excepcion, y llegado mi turno debo articular una serie. En primer lugar, a todos aquellos ninos y adolescentes cuya produccion ha permitido no solo poblar figuralmente este texto sino pensar las ideas que en el expongo. A Ricardo Rodulfo con quien sostuvimos largos dialogos a traves de todo mi trabajo y por su colaboracion en la escritura final. El Dr. Raul Mejia, padrino de mi tesis de doctorado, me brindo su estimulo v comprension cada vez que ello se hizo necesario. Mi colega Clara Roitman de. Maldaysky, quien me proporciono el placer de discutir conmigo algunos aspectos del texto. Por su parte, mis chicos Santiago, Ursula, Luciana y Georgina que me acompanaron solidariamente a traves del considerable tiempo que insume escribir. Por Ultimo a Laura Pound quien realize) el tipeado final.
A Ricardo, cornpariero infatigable
PROLOGO
El trabajo de investigacion que presenta Marisa Rodulfo sobre "el nifio del dibujo" cumple acabadamente con aquellas dos condiciones que J. Culler considera esenciales en todo debate critic° cientifico: el de estimular y no adormercer, el de trabajar y esclarecer ideas en vez de dejar al lector sumido en la frustracion o en la perplejidad. Estos dos efectos se sostienen con holgura a lo largo de este texto, texto cuya primera operacion apunta —como seliala la autora— "a respetar el hecho de la figurabilidad, tomando partido por la autonomia del grafismo frente a la subordinacion a lo verbal". Si el respeto por la figurabilidad lo desprende de una lectura cuidadosa del fenomeno onirico comparado por Freud con un sistema de escritura, la toma de partido por la autonomia del grafismo definido como una "escena de escritura" lleva a la autora a una bilsqueda de lo figural en textos de autores posfreudianos, busqueda que le permite constatar que aun los autores que mayor espacio le otorgan al grafismo y a sus operaciones constructivas, "niegan" sin embargo "su autonomia semiotica". Ese recorrido critico de textos expuestos en el segundo capitulo posee una particular fuerza: por la multiplicidad de autores y obras que revisa (M. Klein, S. Morgestern, D. Winnicott, A. Aberastury, F. Tosquelles, F. Dolto, D. Vasse, Sami-Ali); por la capacidad para convertir autores con cuyas ideas se esti familiarizado en lecturas nuevas; por la agudeza que 11
revela al serialar sus deslices textuales y marcar el momento en que caen presos del prejuicio que Derrida bautizO como prejuicio fonocentrico; por el cuidado que pone al plantear que serialar ese prejuicio no implica caer en el prejuicio opuesto, es decir en un grafocentrismo; por el reconocimiento de ese salto entre lo clinico y lo teorico —salto serialado por Pontalis—, que llevo a analistas, de verdad notables, a darle en su hater —no en su decir— un lugar al grafismo, trabajando dicho material en conexion asociativa consigo mismo o con otros tipos de production. Esta extensa exposition la provee de herramientas para definir en el tercer capitulo al dibujo como "suplemento originario". El termino "suplemento", acullado en una larga tradition filosofica; utilizado por Rousseau para definir a la escritura; desmontado en sus significados necesarios, esenciales y contradictorios por Derrida; .retomado por este Ultimo para cualificar el tipo de logica que preside la relacion entre el habla y la escritura; articulado con la notion de original por Sarah Kofman para caracterizar la obra de arte, es reclamado por la autora —con lucidez— para el dibujo. Production esta que, segUn seriala, al igual que la obra de arte, no guarda con la fantasia una relacion de expresividad, ni con la palabra una relacion de dependencia. No se nos escapan las dificultades que tuvo que enfrentar en esta parte del texto —ni tampoco a las que nos enfrenta— al cuestionar concepciones sumamente arraigadas como la de la funcion expresiva del dibujo, o la idea de que este traduce una fantasia preexistente, o la de su ligamen forzoso y convalidador con la palabra y por ella. Sin embargo, su persuasiva y fina argumentation le permite combatir estos modos de aproximacion al dibujo, proponiendo su propia perspectiva escritural. Invita, en ese sentido, al lector a acompanarla en las puntualizaciones que plantea con respecto a los "reduccionismos" a que el dibujo suele estar sometido, a saber: a tecnicas de exploration que desnaturalizan la regla fundamental al requerir del nino que dibuje determinados objetos; o al contexto; o a lo escuchado en las entrevistas con los padres o a las aso-
ciaciones verbales o a una simbolica establecida o a lo transferential. La autora no titubea en atribuir estos reduccionismos, que como doxas incuestionables circulan en la practica, a resistencias del analista o a falta de formation. Sus hipOtesis se ponen en juego en el capitulo cuarto. Entiendo que, en nuestra disciplina, poner en juego hip& tesis esta esencialmente ligado a procedimientos de lectura. En este texto, a procedimientos de desciframientos de lo figural, retomando y desarrollando, como ya se serialo, "principios basicos de desciframiento establecidos por Freud en La interpretation de los sueflos". De alli que esa "puesta en visibilidad" --que por otra parte ya Paul Klee habia senalado como basica en el dominio del arte— sea reclamada por la autora para el dibujo del nirio, analizando con cuidado sus condiciones, su base, sus invariantes formales y sus transformaciones, este analisis no deja de lado ni la puesta en color ni la puesta en escena y en idea, tal como se puede observar en el material clinico que presenta. Ahora bien, el respeto por los dibujos como textos, la necesidad de darles un lugar diferenciado en el campo de la escritura, su comercio asociativo con otros trazos o con lo efectuado en otras areas como las del juego, la palabra, el modelado, etc., y la construction de conceptos en el ambito de lo figural se ponen en acto y se evidencian con rigor en los desarrollos que la autora realiza en los Ultimos tres capitulos. Capitulos cuyo itinerario conduce a repensar problemas capitales como el de la reconstruction a trayes del dibujo de "la formaciOn de la subjetividad y de sus tiempos" o el del procesamiento de los dibujos en aquellos movimientos de apertura en los que estos surgen o en el servo de la cura. Entre estos desarrollos conceptuales, suscita un particular interes el tratamiento que Marisa Rodulfo realiza sobre esos primeros choques que —al decir de Kandinsky— hacen que "la base quede fecundada", base que al mismo tiempo el nifio encuentra al crearla. Primeros choques que llevan, como sabemos, a la production del
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garabato o mamarracho. El termino magma, que tanto poder de convocatoria tuvo en autores como Castoriadis o Tosquelles, es retomado con notable acierto "para reflexionar y seguir el itinerario de ese tiempo inaugural" que lleva a la constitution de la categoria de cuerpo y a sus diferentes tiempos. Esa reflexion que transita por terrenos metapsicologicos y psicopatologicos espinosos, como el de la construction temprana del aparato psiquico o el de las perturbaciones severas de la infancia y de la adolescencia, le permite articular su propia concepciOn con la de otros autores. Describe entonces esos trazos sin argumento, primera revelaciOn de las sensaciones arcaicas del nifio como energia pulsional (Freud), como primera inscription del ser sentido (F. Tustin), como primera figuration de lo informe (D. Winnicott), o siguiendo a P. Aulagnier, como escritura pictografica. El material clinico que con generosidad presenta, asi como la lectura que de el realiza apoyada en la esclarecedora conceptualization de R. Rodulfo, permite quele lector recorra las transformaciones primeras de ese cuerpo transmutado en trazo. Y este recorrido es en verdad iluminador por la sutileza con la que describe los movimientos de transformation de los trazos, las operaciones que implican, las categorizaciones a las que dan lugar. Este trabajo de graficar, tan ligado en una de sus inflexiones al modo de gerundio que introdujo Winnicott, conduce luego a la autora —en el sexto capitulo-- a presentar sus ideas con respecto al uso, con fines diagnOsticos, que se le puede dar al material grafico que el nifio consultante, en ocasiones, produce. Las estipulaciones que efectlia con respecto al diagnOstico diferencial en la infancia, a su principal objetivo centrado en las posibles vicisitudes del trabajo de subjetivacion, a sus alcances, a su aprehension a traves del graficar y de la puesta en sintagma de este con otras producciones, asi como sus referencias a un modo de lectura, basado no solo en los efectos de sentido sino primordialmente en los elementos formales, abre un panorama verdaderamente en riqu eced or.
En el septimo capitulo, y a traves del analisis del material grafico que una nina produjo en una Ease de su tratamiento, presenta las vicisitudes, las transformaciones, las elaboraciones y los puntos de resistencia que el trabajo de dibujar permite descifrar. El termino "trabajo", con la resonancia fuerte que tiene en nuestra disciplina, permite captar la importancia que la autora le confiere a este tipo de inscription del deseo y a su correspondiente forma de desciframiento. Esta permite apreciar en el mismo material grafico —y entre otros muchos elementos— aquellos que bien designo como invariables y variables. La clinica del vacio que ocupa y preocupa a Lantos analistas en la actualidad tiene tambien un lugar en el ultimo capitulo de este texto. Clinica del vacio o de la nadificacion que, como pone la autora en evidencia, no es solarnente patrimonio de la clinica de adultos. Este "hacerse cargo" de la positividad de lo negativo al que la autora convoca esta presente en la conduction que realiza del analisis de Nadine, asi como en el examen meduloso de sus diferentes actos de escritura. El sorprendente movimiento de simbolizacion que la autora detecta en el orden de lo tanatico tal vez explique el doble sentimiento que la interruption que ese analisis produce. Por un lado, enorme inquietud por no saber si la nina podra o no transformar, como sefiala Berenstein, su destino en signification. Por otro lado, el sentimiento de que ella ya adquirio, como lo atestigua la escritura de su nombre, un derecho a poder pensar y pensarse. Antes de dejar al lector en compafiia de esta valiosa obra, deseo realizar algunas puntualizaciones. En primer lugar, consignar que asi como en el dominio del arte el grafismo tuvo que librar su propia batalla para ubicarse en un pie de igualdad con la pintura tambien en este texto se libra una batalla para que la production grafica pueda ser reconocida como otra de las posibles vias de acceso para el descubrimiento del inconsciente del nirio, junto con sus formas canOnicas, el juego y la palabra. En segundo lugar, deseo sefialar que esta autora comparte con otros autores
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—entre ellos D. Garcia Reinoso-- la election del eje de la escritura para cuestionar la primacia del logos. Pero su originalidad consiste en haberlo transformado en perspectiva para introducirse en la textura del dibujo y en el "trabajo" que este opera. De alli que encuentre en su composition —en sus omisiones, en sus inversiones, en sus desplazamientos, en sus condensaciones, como en sus conexiones asociativas— ese "otro" dialecto para descifrar el movimiento del deseo. En tercer lugar, esa exhortation que esta presente en el texto "a frecuentar los dibujos", "a hacer el ojo", a descifrarlos "con rigor metodologico," implica tambien la idea de frecuentar textos no psicoanaliticos pero de enorme importancia para familiarizarnos con los dibujos. Basta recordar esa pequena joya escrita por Kandinsky, "Punt° y linea sobre el piano", para palpar el enorme enriquecimiento que este tipo de lectura puede aportar. Estoy segura de que, en las objeciones que pueda suscitar, en los puntos de convergencia que logre despertar, en las enserianzas que pueda promover, este texto reafirmara su fuerza. Maria Lucila Pelento
"Si reflexionamos en que los medios de representation de los suefios, son principalmente imagenes visuales y no palabras, veremos que es más apropiado comparar los suenos con un sistema de escritura que con un lenguaje." Freud, Sigmund "El multiple interes del psicoanalisis" "La puntuacion es el mejor ejemplo de una marca no fonetica en el interior de la escritura." Derrida, Jacques De la gramatologia
INTRODUCCION
Inventariar la historia de mi interes por los graficos es tambien reconstruir la propia historia de mis intereses. No hace mucho tiempo pude percatarme que dicho interes hallaba su fuente en dos grandes pasiones: el psicoanalisis y la pintura. Durante muchos atios, a la par que iniciaba mi formaciOn como psicoanalista, presenciaba dos veces por semana las clases que para ese entonces impartia el maestro Demetrio Urruchtia. Esta experiencia me permitio entrar en contacto con gran cantidad de materiales que, uno tras otro, iban exponiendo pliblicamente los alumnos y escuchar a la vez el analisis del maestro, que no se limitaba a una evaluacion de las calidades especificamente pictoricas ni a proporcionar puntos de vista exclusivamente tecnicos sino que además tocaba distintas facetas de la personalidad del que exponia, puestas en juego en la obra. Por ese entonces, mi experiencia analitica se hallaba inserta en tres instituciones destinadas a la a tencion de ninos y adolescentes. Eran dias en los que el psicoanalisis destinado a la infancia en la Argentina se hallaba bajo la franca hegemonia de las ideas de Melanie Klein, donde el juego ocupaba una posicion central y muchisimo mas importante que la del dibujo u otros modos de lo figural. Es decir que en la practica con ninos y en el interes por su produccion grafica vinieron a confluir aquellas dos 19
pasiones determinantes hasta que llego el tiempo de intentar un mayor procesamiento teorico de todo ese caudal de impresiones visuales, de formas, de colores, que entre tanto se habian ido decantando en mi experiencia. En los tiltimos allos este tema fue ocupando cada vez más espacio, dando lugar a sucesivos seminarios sobre lo figural en la Universidad de Buenos Aires que fueron, considerados retrospectivamente, la condition de posibilidad de este libro, cuyo germen constituy6 mi tesis de doctorado, convertida en su primer borrador. Paralelamente, esta practica se vio entrecruzada con un rico bagaje de textos psicoanaliticos concernientes a diversos problemas sobre lo figural, desde La interpretation de los suerios de Freud hasta recientes y notables contribuciones de Donald Winnicott, Sarah Kofman, Francisco Tosquelles, Francoise Dolto y Sami-Ali, juntamente con Jacques Derrida en el piano filosofico y epistemologico general. Al respecto cabe decir que este libro se sitiia tambien en relation con cierta carencia relativa: no obstante las paginas esenciales sobre el tema que me ocupa, como las que han escrito los autores arriba mencionados, es comparativamente escaso el caudal textual explicitamente consagrado al dibujo del nino desde el punto de vista psicoanalitico. A subsanar esta carencia se consagran las paginas que siguen.
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1. A LA BUSQUEDA DE LO FIGURAL EN PSICOANALISIS
A. DEL LADO DE LA INTERPRETACION DE LOS SUEN OS
No es un hecho fortuito para las tesis que vamos a sostener que el advenimiento de una concepcion de la imagen, en terminos de escritura, se halla estrechamente enlazado a los origenes del psicoanalisis. De modo que, en rigor, el destino de este en su emergencia historica se liga indisolublemente a aquella nueva concepcion. En efecto, el libro capital del psicoanalisis en tanto acta de nacimiento oficial, punto de partida teorico y encrucijada de torte epistemologico, es decir, La interpretation de los suet-los, entre las muchas cosas nuevas que descubre y establece, reserva uno de los lugares centrales a una conceptualizacion enteramente revolucionaria de la imagen onirica. Y nada de lo que Freud afirma sobre el sueno se podria sostener de no apoyarse en la notion fundamental de una escritura de lo que se ofrece como fenomeno visual, apartandose radicalmente de las teorias psicologicas del siglo XIX sobre la imagen. Todo esto se hate particularmente claro en el capitulo initial, dedicado a examinar lo que se daba en considerar como literatura cientifica sobre el sonar y el suelio. Lo que el recorrido de Freud pone de relieve es la tendencia repetitiva, con escasisimas excepciones, a pensar las imagenes oniricas como una expresion desordenadamente contingente o, en el mejor de los casos, mecanicamente determi21
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nada de procesos somaticos en su esencia y en su curso de accion. Esas imagenes son comparadas a notas pulsadas al azar en un teclado por una mano a ciegas, o a un caleidoscopio sin más rigores que los de ciertas constricciones fisiologicas. De manera que Freud, para poder defender su idea princeps del sueno como un fenomeno en sentido psiquico propio, debio sobre la marcha descubrir una nueva forma de abordar la imagen. Para llegar a este), en principio tome) el rodeo de las concepciones a la vez mas magicas, mas antiguas y más populares sobre el sueno, remontandose a esa gran tradicion de lectura que a tray& .de el procuraba escrutar el porvenir. Freud iniciaba asi lo que habria de constituirse en una tradicion en psicoanalisis, la del interes por los recortes, por los fenomenos marginales habitualmente desechados en los estrados cientificos oficiales. Asi, se detiene inaugurando este camino en lo que denomina la interpretacion simbolica de los procesos oniricos, aquella que toma el contenido de cada sueno en su totalidad y procura sustituirlo por otro contenido comprensible y analo-
go en ciertos aspectos.' Más interesante para. los propOsitos freudianos es el segundo metodo que distingue, aquel que considera al sueno como una escritura cifrada y lo descompone artaliticarnente, remitiendo cada sign visual a un codigo de claves fijas. Para un investigador entrenado en las proposiciones de la Fisica mecanicista esta descomposiciOn debio de resultar más atrayente que la propensiOn a un vago analogismo de la primera concepciOn, proporcionandole ciertos estimulos para lo que luego sena el trabajo capital de la practica psicoanalitica: desarmar textos.
Una variante interesante de este metodo de descifrado, que de alguna manera tiende a corregir su caracter mecanico, se expone en un capitulo del escrito de Artemidoro Daldiano, que sobre la interpretaci6n de los suetios es el
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tratado más antiguo que nos llega.
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Tal variante consiste no solo en atender el contenido del sueno, sino tambien la personalidad y circunstancias del sujeto de manera que el mismo elemento tendra para el rico, el casado, el orador, diferente significacion que para el pobre, el soltero o el comerciante.
Esto ya se aproxima más al psicoanalisis, o por lo menos es facil descubrir alli algunas Fuentes de la inspiraciOn freudiana. Lo esencial de este procedimiento es que la labor de interpretacion no recae sobre la totalidad del sueno sino separadamente sobre cada uno de los componentes de su contenido, como si el sueno fuera un conglomerado en el que cada fragmento exigiera una especial determi-
nacion. No obstante, Freud establece una diferencia con respecto a su propia concepciOn de esta produccion en imagenes; dice: "un objeto onirico significa aquello cuyo recuerdo se despierta en el interpretador". Ademas de tener en cuenta la realidad de cada sujeto que produce el sueno, esta realidad va a ser procesada en forma exclusiva
por quien la interpreta, no requiriendosele asociaciones a la persona que sueria. Siglos de diferencia historica de por medio, Freud no va a suponer tanto saber en el interpretador ni tanta transparencia en el sofiante; a expensas del reflujo de lo religioso, la materia entre tanto se ha vuelto
mas opaca, y por eso mismo los caminos de la lectura seran mas arduos. Otra pista se la proporciona, y que Freud lo cite expresamente no es casual, el celebre sueno de Alejandro interpretado por Aristandro. Simplemente habra que cambiar el acento: el punt() ya no sera la anticipacion de un futuro acontecimiento como subrayar el deseo previo de conquista del sonante, que Aristandro a su manera interpreta muy biers. "Tuya es Tiro" se convierte en el grito de victoria y devuelve a Alejandro la imagen de su deseo, instandolo de algun modo a asumirlo y a atacar. Entre tanto, una operacion silenciosa pero decisiva, y 23
que Freud habra de tomar muy en cu2nta, es la que anuda la imagen onirica del satiro en un complejo periplo que ira a parar a una formulation verbal sin conexion directa alguna con hechos sensoriales o fisiologicos, pero componiendo, en cambio, una singular trabazon de escrituras donde lo visual y lo verbal pueden alternativamente enlazarse, sustituirse, resignificarse. Pero para constituirse esta :nueva conception de lo imaginario onirico no ha de bastar con un simple recurso formal a pensar la imagen como letra,. remisible a un cOdigo conocido. La escritura sera, en cambio, escritura del deseo inconsciente, y por eso escritura inconsciente en lo fundamental. Siguiendo a Derrida, es valid° hablar de una mutation en la escena donde la escritura tiene lugar en la otra escena de la escritura.2 Un suetio como el de la "Monografia botanica" da cuenta de ello.3 El poco de imagen en que este sue° consiste remite, a traves de un complejo circuito asociativo, a la vigorosa imagen del desgarramiento del libro como puesta en escena nuclear del deseo como deseo de transgredir, que llevara al futuro teorico a desgarrar por vias mas metaforicas tantos textos que sus innovaciones se precipitaran en el olvido o en el estatuto de lo superado. Por otra parte, en tanto escritura de un deseo inconsciente que no se aprehende directamente sino en el curso de multiples trasposiciones y deformaciones, el suetio aparece como una production, fruto de un trabajo del psiquismo, y de ninguna manera como una simple expresion o traduccion. Sobre estas bases asi establecidas para el suefio hay que considerar la problematica que nos ocupa, la del grafismo infantil. Sostengo que al situarnos frente a cualquier escritura en imagenes (tratese del grafismo, del modelado o incluso de aquello que en el juego mismo concierne a lo imaginario visual) debemos, ante todo, ser consecuentes con los procedimientos metodologicos construidos en los comienzos del psicoanalisis, justamente a proposito de un fen& meno como el del suerio que solo devino "via regia" para
acceder al inconsciente cuando se lo pudo imaginar como una escritura en imagenes. Si subrayo esto es porque con asombro podemos constatar cuan facilmente el analista depone esta rigurosidad metodologica o mantiene con ella una relation de inconsecuencia toda vez que examina el dibujo de algun pequeno paciente. "Se puede decir que el arte y el suefio son dos dialectos diferentes pero no opuestos." 4 Diferencias aparte, dibujo y suefio se anudan en un elemento cormin que es la consideracion por la figurabilidad, nombre que Freud da, con las vacilaciones de quien se esta apartando de una tradition teorica prejuiciosa, a lo figural como region autonoma de escritura, con sus espesores y particularidades irreductibles. Consideration por la figurabilidad es tanto como decir lo que la imagen tiene de irreductible a otra escritura que no sea ella misma, lo que no se puede decir sino a trayes de su propia diferencia, lo que no es traducible sin el resto decisivo de sus propios trazos. Es lo que tambien con mucha agudeza destaca Sarah Kofman al referirse a lo "intraducible al lenguaje de la razon". 5 La razon, aqui, no es una abstraction metahistorica; es la razon occidental asentada en la doble vertiente de la primacia de la conciencia y del logocentrismo de la metafisica. Frente a este centralismo despOtico de la razon como razon verbal, Derrida habra de reivindicar la diseminacion de las escrituras depuestas de una jerarquizacion a priori. Si somos, entonces, consecuentes, la consideration que del grafismo hagamos sera identica al examen de un suefio: no veremos alli una cosa signo analOgico de otra en lo real y habremos de pensar en cambio en un enigma figural. Por ese camino, resistiendo a la tentacion del sentido inmediato, se hace posible la interpretation de un dibujo siguiendo las pautas ya clasicas desde la interpretacion de los suefios. En consecuencia, rechazaremos el procedimiento globalizante para operar por descomposicion de los elementos figurales; para ello debemos quebrar la seducciOn que toda "unidad" ejerce como "producto aca-
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bado" pleno de sentido. Todo esto parece obvio, pero con demasiada frecuencia no es tenido en cuenta y se recurre sistematicamente a leer el dibujo por la via de sus globalidades más convencionales. Doblegada esta resistencia epistemologica del analista, podra medirse solo entonces en su trabajo de desciframiento con el hecho de que la resistencia al desciframiento forma parte intrinseca del cifrado, tal cual lo descubrio Freud para el caso de los suenos y de las formaciones sintomaticas. No debemos simplificar tampoco, por la apelacion a una simbolica preinstituida, la densidad y la sobredeterminacion de los procesos psiquicos inconscientes investigados. Nuestra referencia no es al deposit° sedimentado de una simbolica aplicable inmediatamente. Nuestra referencia es a un trabajo del inconsciente, a un trabajo de escritura del deseo en composiciOn con la censura de la resistencia que ese deseo despierta, y cuya mutua transaction guia la mano del que dibuja. Un paso mas nos hace entrar en la cuestion de la imagen visual concebida no literal sino pictograficamente. Toda introduction psicoanalitica a la problematica del grafismo debe empezar por alli, desprendiendo el concepto de pictograma al cual expresamente acude Freud y desple&Idol° en todas sus consecuencias teorico-clinicas. Si reflexionamos en que los medios de representation en los suenos son principalmente imagenes visuales y no palabras, veremos tambien que es más apropiado comparar los suenos con un sistema de escritura que con un lenguaje* De hecho, la interpretation de los suenos es en todo analoga al desciframiento de una antigua escritura pictogrifica, como los jeroglfficos egipcios. En los dos casos hay ciertos elementos que no estan destinados a ser interpretados (o lefdos), pero que estan solamente marcados para servir de determinantes, es decir, para establecer el significado de algtin otro elemento. La ambiguedad de los diferentes aspectos del sueno encuentra un paralelo en otros antiguos sistemas de escritura. Iambi& se da aquf la omision de relaciones variadas que, en los dos casos, deben ser provistas por el contexto. 6 * La bastardilla me pertenece.
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Medimos en este fragmento capital, que "El retorno a Freud" curiosamente dejo de lado cuanto se pierde en la reduction logocentrica del inconsciente y, asimismo, cuando más ricos y matizados son los modelos freudianos precisamente por su pluralidad y su dispersion conflictiva. Segiin Ducrot y Todorov7 el lugar historic° de la pictografia ha sido muy discutido. Su relation con el lenguaje verbal es problematica, ya que no existen palabras precisas y unicas que puedan referirse a un determinado dibujo u objeto. Los pictogramas no son imagenes mimeticas ni unidades distintas de una escritura fonetica, no pueden reducirse a unidades lingaisticas, ya que la pictografia es un sistema semiotic° autonomo y no existe razon alguna para reducir un sistema semiotic° a otro. Freud nos enseila a leer dicha pictografia sustituyendo cada uno de esos signos por un pensamiento del suetio, pues cada elemento por separado lleva en si una idea. Un camino equivocado seria leer estos signos seglin su valor en el sistema corriente. De la misma manera que el psicoanalisis opera con las palabras descomponiendolas en fragmentos, rompiendo su significado establecido, volviendolas a reagrupar luego, debe operar con la escritura en imagenes. Por ejemplo, si en el material de un nino aparece dibujada una figura femenina adulta, de lo primero que hay que cuidarse es de una remision automatica y rutinaria que inevitablemente lleva a no ver alli otra cosa que a la madre. Para ello, procederemos recurriendo a las asociaciones del nifio, sin reprimirlas por una compulsion a la simbolica de turno. Esto, a su vez, requiere sortear simultaneamente otro obstaculo, cuando el analista solo legitima como asociaciones las manifestaciones verbales del pequefio. Es en este punto donde verdaderamente se pone a prueba la conviction del analista en la pluralidad y en la autonomia regional de los sistemas semioticos, si efectivamente puede descubrir una asociacion a un dibujo en otro dibujo, o en un modelado o en 27
una escena de juego o en el relato de un sueno. La reduction del sueno a su relato, en la que Freud nunca incurrio, ha sido en cambio piedra de toque en los planteos estructuralistas contemporaneos. En general, el analista se refugia con excesiva facilidad en las palabras por hallarse engafiosamente a sus anchas entre ellas, en una ilusion de transparencia muy peligrosa para el curso de una investigation. Sobre todo, teniendo en cuenta que la operation propiamente psicoanalitica sobre las palabras es poner en cuestion sus valores linguisticos de sentido y de unidad, yendo en busca de lo que hay más de cosa en ellas. De cosa del inconsciente que no es cosa de la linguistica. En este punto toma su validez un concepto como el de "lingilisteria", propuesto por Lacan 8 para designar un trabajo de extraction y de transposition que el psicoanalisis hace con algunos materiales de aquella disciplina. Una de esas trasposiciones y extracciones es precisamente el concepto de significante en psicoanalisis, que se vuelve a perder cuando se lo reduce a significante fonocentrico y nada más. 9 En ese caso se pierde la posibilidad de descubrir el valor significante en la repetition de un determinado trazo a trayes de una serie de dibujos en el material de un paciente, repetition de la que no hay que esperar una reduplication paralela en el piano de las manifestaciones verbales de ese mismo paciente a propOsito de esa secuencia gr6fica. En todo caso, atendiendo a las particularidades clinicas ofrecidas por un paciente nitio que, no debemos olvidarlo, esta en vias de constitution (lo cual impregna y cualifica incluso las particularidades patologicas que pudiera tener) predominara alternativamente una u otra semiotica. Esto hace al estilo de una subjetividaci. El metodo de analisis empleado por Freud al invitar al paciente a recostarse en estado de relajacion y sin que yea a la persona que lo escucha (como bien dice Dolto) es un descubrimiento atribuible a su genialidad; este metodo suprime los estimulos sensoriales y, al neutralizarlos, promueve un estado de regresion a las posiciones más arcai28
cas asumidas por el ser humano: en este estado transcurre el analisis de un paciente adulto neurotic°. Esta disposiciOn de lo corporal, valida para alguien que suponemos ya constituido, es impracticable para el caso de pacientes pequetios en cuyo equilibrio narcisista interviene activamente ailn la presencia apuntaladora del Otro en el campo visual. Por consiguiente, ese elemento de intermediation que es el divan en tanto soporte de un espacio transitional creado con fines terapeuticos es sustituido en el caso del nino por una pluralidad de elementos que se le ofrecen para poner en marcha y hacer posible su trabajo psiquico en las sesiones. La hoja de papel, en particular, estara alli donde el divan ailn no puede estar, en tanto espacio especifico abierto al trazo e inaugurado por que prolonga la mano del pequetio. NOTAS 1. Freud, Sigmund: La interpretacicin de los suefios, caps. II y III, 0. C., Madrid, Biblioteca Nueva, 1948, tomo I. 2. Derrida, Jacques: "Freud et la Scene de Vdscriture", en L' kriture et la difference, Paris, Ed. du Seuil, 1967. 3. Freud, Sigmund: La interpretacien de los suefios, ob. cit., cap. III. 4. Freud, Sigmund: "El multiple interes del psicoanalisis", ob. cit., tomo 11. 5. Kofman, Sarah: El nacimiento del arte - Una interpretation de la estitica freudiana, Madrid, Siglo XXI, 1973. 6. Freud, Sigmund: "El multiple interes del psicoanalisis. El interes filologico", ob. cit., tomo II. 7. Ducrot, D y Todorov, T.: Diccionario enciclopedico de las ciencias del lenguaje, Mexico, Siglo XXI, 1974. 8. Lacan, Jacques: "Seminario Encore", Biblioteca Freudiana de Rosario, 1973. 9. Rodulfo, Ricardo: "Sobre una cuestiOn preliminar a los usos del significante en los nifios con problemas del desarrollo", Diarios clinicos, III, Ed. Diarios Clinicos, 1990.
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2. A LA BUSQUEDA DE LO FIGURAL EN PSICOANALISIS
B. RECORRIDOS POSFREUDIANOS
Para acceder al inconsciente del nifio debemos considerar la estructuracion peculiar de su aparato psiquico. Confundir inconsciente con aparato psiquico ha sido uno de los errores mas pertinaces de la practica psicoanalitica. Ha llevado a decir que si el objeto del psicoanalisis es el inconsciente no habria por que molestarse en tomar nota de las diferencias entre el nitio y el adulto, a menos que en nombre de esas diferencias se negara la existencia misma de un psicoanalisis con ninos. Cualquiera de estas dos opciones supone una simplificacion al rehusar la consideration de las vicisitudes que sufre el concepto de inconsciente en la medida en que se lo articula con los diferentes momentos en la constitution y evolution del aparato psiquico que lo tiene como cualidad central. Mas grave atan es que este reduccionismo retrotrae la cuestion a un estado anterior al de la formulaciOn de la segunda topica por Freud; justamente alli separa cuidadosamente el concepto de inconsciente del de aparato psiquico y sus instancias. El descubrimiento freudiano de la asociacion libre en su forma elocutiva, que constituye el corazon de la regla fundamental, hubo de ser reformulado al aproximarnos al pequeiio paciente, precisamente en razors de que el apa0
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rato psiquico no es un sistema atempuici y, segun cuando lo abordemos, exige variaciones de procedimiento. Hubo que reencontrar las cadenas asociativas a tray& de los distintos materiales de los que se puede valer un ya que, asi como se lo ha definido "perverso polimorfo" en lo pulsional, tambien es mucho más polimorfo en sus medios de expresion y la primacia del lenguaje verbal no esta en el asentada como suele serlo una vez dejada atras la adolescencia. Asi hicieron su entrada en el psicoanalisis pequetios juguetes, hojas, lapices, pasta de moldear y todos aquellos objetos que sirvieran al propOsito de la asociacion libre al ser transformados en juegos, dibujos, modelados, relatos, etc. El objetivo de este capitulo es recorrer criticamente los destinos del graficar y de su conceptualization, para lo cual hemos de rozar solo tangencialmente algunas de las cuestiones relativas al juego. Por supuesto, hemos ante todo de considerar la introduccion del juego por Melanie Klein a la manera de una via regia, introduction que devino pregnante y cuyo estatuto metapsicologico ha atravesado muchas peripecias y muchas esperas para ser medianamente esclarecido. Melanie Klein, desde el comienzo, da por sentada la diferencia entre un sujeto en vias de estructuracion y otro con una estructuracion ya consolidada. Sostiene que justamente estas diferencias la Ilevaron a acceder de una manera distinta a las asociaciones del nino, a fin de resolver la dificultad. Para ella, las caracteristicas especiales de la psicologia infantil be han suministrado las bases de la tecnica de juego. Dice al respecto: El nifio expresa sus fantasias, sus deseos y sus experiencias de un modo simbolico por medio de juegos y juguetes. Al hacerlo utiliza los mismos modos de expresion arcaicos, filogeneticos, el mismo lenguaje que nos es familiar en los suenos y solo comprendemos totalmente ese lenguaje si nos acercamos a el como Freud nos ha ensenado a acercarnos al lenguaje de los suenos. El simbolismo es solo una parte de dicho lenguaje.
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Si deseamos comprender correctamente el juego del nitro en relaci6n con su conducta durante una hora de analisis, debemos no solo desentrafiar el significado de cada simbolo por separado, por clams que ellos sean, sino tener en cuenta todos los mecanismos y formas de representation usados en el trabajo onfrico, sin perder de vista jamas la relaciOn de cada factor con la situation total. El analisis de ninos muestra repetidamente los diferentes significados que pueden tener un simple juguete o un fragmento de juego y solo comprendemos su significado si conocemos su conexion adicional y la situation analftica global en la que se ha producido.
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Puesta en la necesidad, entonces, de inventar un espacio en el que el psicoanalisis de un nitro sea posible sin prestarle demasiadas palabras (que era la reserva de Freud al respecto), Melanie Klein descubre la via del juego, lo cual dara a este una iluminacion inedita con respecto a concepciones previas sobre el, su naturaleza y sus funciones. Es a tray& del juego que ella circunscribe y "sobre todo" legitima ese nuevo espacio. Debemos destacar el valor historico de los desarrollos kleinianos, ya que esta autora puede procesar las teorizaciones freudianas y las suyas propias, tornandolas no solo validas sino eficaces para el universo infantil. Asimismo, es preciso destacar como super6 el riesgo de considerar la no condition de adulto como un feriameno deficitario en lo que al psicoanalisis se refiere al descubrir, con el juego, una nueva posibilidad. No obstante, los desarrollos que eso mismo posibilito nos permiten ahora las siguientes puntualizaciones: la legitimation de la introducciOn del juego como un eje para esta ampliaciOn del psicoanalisis se realiza mediante una ecuacion que postula su equivalencia a la asociacion libre. En el mismo texto citado, unas paginas más adelante, como al pasar, conflicto con esa ecuacion Klein escribe algo que entra expresamente formulada, al decir que "la Ultima parte del tratamiento de Egon fue casi exclusivamente mediante 'asociaciones libres' ". 2 La tesis implicita es que el juego y la asociacion libre no son tan equivalentes, pues hay una
asociacion libre mds verdadera que ninguna: la asociacion verbal. El obstaculo epistemologico que aqui produce un efecto de resistencia a una nueva conceptualizacion es otra equivalencia, pero más arraigada en el inconsciente, entre asociaciOn libre y asociacion verbal, y como veremos ciertamente no solo en Melanie Klein. Ailos despues, en pleno predominio de un modelo lingiiistico para la teorizacion psicoanalitica, muchos autores van a equiparar analogamente, y sin preocuparse por demostrarlo, el juego al lenguaje. "El juego es un lenguaje" se volvera una muletilla corriente cada vez que de psicoanalisis de ninos se trate. En verdad, una consideration menos apresurada y una apreciacion más fina de los hechos nos lleva a pensar que una cosa es considerar el jugar, el graficar, el modelar como otros tantos modos de la asociacion libre y otra muy distinta su reducciOn al lenguaje. Claro que esta operation ideologica era inevitable una vez que detectamos en calidad de obstaculo epistemologico la reduction previamente sefialada de asociacion libre a asociaciOn verbal. Pero todo esto conduce a avasallar demasiadas diferencias. El lenguaje verbal se sostiene en la doble articulation y en la oposici6n entre lengua y habla, categorias estas a las que aquellas otras practicas no se pliegan. 3 Por su parte, los elementos de escritura de un gra fismo tienen su propio espesor, que no guarda una correlation biunivoca con los elementos discretos del lenguaje; los actos mismos del juego, sus operaciones espaciales, sus mimicas no tienen puentes lineales ni una configuration en armonia preestablecida con la de aquel; el volumen, la tercera dimension caracteristica del modelado, los hundimientos de la forma en las vicisitudes del relieve, nos plantean interrogantes continuos que de ninguna manera se saldan con una mera reduction a lo verbal. Es decir, ninguna de estas semiosis es traducible por entero a lo verbal y por eso mismo no puede ser entendida en sus especificidades más recOnditas valiendose de aqua como referente privilegiado.
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Estamos demasiado acostumbrados a un abuso de denotation y connotation en lo que al termino lenguaje se refiere, que por una via distinta nos puede recordar las concepciones miticas vigentes hasta el renacimiento de una naturaleza hablante. Al lenguaje en si mismo, con respecto a su consideration cientifica, esta extension desenfrenada no hace sino perjudicarlo, como nos perjudica, a nosotros psicoanalistas, pues si creemos que todo es lenguaje y todo es escucha acabamos por perder todo rigor al no saber ya cudnto hay y que hay que escuchar. 5 Y cuanto y que es necesario descifrar a traves de otros medios. No solo le sucedio esto a Melanie Klein. Tomemos el caso de Sophie Morgenstern: ha sido, a la vez que una de las grandes pioneras en el trabajo psicoanalitico con nitios, la primera en utilizar el dibujo como aproximacion al inconsci en te.6 Jacques R., de nueve arios, habia dejado de hablar a su padre hacia ya un ario y medio, y desde cuatro meses atras no pronunciaba palabra alguna en el moment() en que se produce el encuentro. Ante todo, este nino preferia dibujar: de modo que sena el qUien empujes esta practica• al primer plano Pero claro esta, de nada serviria sin un analista sensible que acompariase la experiencia y la convirtiese en descubrimiento de una nueva via. Morgenstern, tras comprobar que este era el linico medio de expresion lo acepto y se dedicO a intensificarlo a lo largo de todo el tratamiento. El trabajo sostenido a traves del grafismo permitio establecer el origen de la neurosis, asi tambien como comprender la signification del mutismo, todo lo cual permitio al nino la recuperation del habla. Morgenstern, por otra parte, no redujo el acontecimiento a una tecnica ocasional. En su texto "El simbolismo y el valor psicoanalitico de los dibujos infantiles" sostiene: Es sobre todo en el dibujo donde el nino expresa más facilmente sus quejas reprimidas, sus agravios y sus odios. El dibujo brota más directamente del inconsciente y consigue asi esconder a su 34
autor su verdadero contenido... No comprendiendo el sentido de sus dibujos y teniendo el mayor interes en no revelarlo, el nino se ciente inclinado mas bien a rehusar que a ayudarnos a descifrar el simbolismo en sus creaciones. Con un trabajo analitico se consigue, sin embargo, reconstruir, gracias a esos dibujos en apariencia caoticos y dispares, una narration grkfica que conduce al origen de estas producciones, al traumatismo afectivo y a los sentimientos reivindicadores que los inspiraron 7.
Hablar de narration grdfica en una epoca en la que la semiotica de la imagen atin esperaba su hora de florecimiento es llevar el asunto teoricamente lejos. La umbilicacion del grafismo al inconsciente que ella seriala apunta a un posible anclaje metapsicologico de aqua en la representacion-cosa freudiana. Sin embargo, Morgenstern, al igual que Klein y por las mismas razones —es decir la ecuacion que "sinonimiza" asociacion libre con asociacion verbal—, no encuentra la convalidaciOn de su metodo en la cura del nino, cosa sorprendente, ya que es esta la "prueba de realidad" decisiva. En cambio, necesita de una prueba suplementaria. "Desde el momento en que Jacques habla... repase con el todos los dibujos pidiendole su interpretation... de esta manera obtuve una confirmation muy clara...". 8 (Morgenstern no toma en cuenta lo que bien sabe y ha serialado en cuanto a la relation de desfiguracion y ocultamiento que la palabra suele entablar con el dibujo.) He aqui otra muestra flagrante del peso del fonocentrismo occidental que impone a Morgenstern una sumision postrera e innecesaria a lo verbal. Aun un observador no psicoanalitico podria argiiir que la validez del trabajo sobre el grafismo aqui se soporta bien en los resultados terapeuticos, tanto más cuanto que la misma autora se encarga de hacer constar que pudo llegar, dibujos mediante, a desandar el camino de las formaciones patologicas y alcanzar asi el corazon mismo de la problematica del pequetio, es decir que no se trata de "terapia de porre", no se trata de resultados contingentes o puramente sugestivos que no nos diesen information etiopatogenica 35
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alguna. De manera que puede decirse que esa convalidaciOn verbal Ultima es por lo menos superflua —a lo sumo aceptable como una más entre otras .y no la hegemOnica— y muy ilustrativa de cierta creencia fuertemente arraigada en nuestras concepciones: en efecto, Morgenstern se refiere expresamente a la claridad de lo verbal, lo cual es un tributo al viejo mitema, profundamente ajeno al psicoanalisis, de la transparencia reciproca entre lenguaje y pensamiento. Tenemos que denunciar como de orden prejuicioso el hecho de otorgarle al lenguaje una mayor claridad que la del dibujo, la del juego o la de cualquier manifestation simbolica. Por supuesto, esto no implica invertir el error y fabular una mayor claridad originaria del dibujo respecto a lo verbal. Sera en funcion de la dinarnica del conflicto inconsciente y de las necesidades de la censura que una u otra alternativa tacticamente devendran más claras o mas oscuras. Hay que esperar a Winnicott para encontrar una postura teorica y clinica menos respetuosa de los prestigios metafisicos del habla. Por una parte, introduce una oposiciOn conceptual entre juego y jugar-jugando, que retroactivamente esclarece el tratamiento del terra en manos de Melanie Klein. En ella, dice Winnicott, se trata ante todo de un uso tecnico y de una reflexion sobre el contenido del juego, que adernas es considerado fundamentalmente como una defensa frente a la ansiedad. Para el psicoanalista ingles esto no tiene por que ser falso, pero en todo caso es secundario a una funcion mucho más amplia y originaria del jugar en tanto manifestacion espontaneamente creativa del inconsciente del nino, manifestation dedicada a la fabrication de objetos asi como del espacio transitional. Se trata más de una capacidad que de una reaction defensiva. Se trata pues de la capacidad del nino para crear, imaginar, idear, producir, originar un objeto... cuando Melanie Klein se ocupa del juego, se refiere al uso de este... esto no es una critica a esta autora... es apenas un
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comentario sobre la posibilidad de que en la teoria total de la personalidad, el psicoanalista haya estado muy ocupado utilizando el contenido del juego como para observar al nino que juega y para escribir del juego como una cosa en si misma. 9
Esta promotion de un concepto nuevo, el de "jugar", no se circunscribe al campo del nino; Winnicott la extiende al trabajo en los adultos. Es decir, que en vez de reducir el juego al lenguaje, destaca lo que hay de hadico en este. En su opinion, ...debemos esperar que el jugar resulte tan evidente en los analisis de adultos como en el caso de nuestro trabajo con chicos, ello se manifiesta en las inflexiones de voz, en la election de las palabras y por cierto placer en el sentido del humor. 10
Observemos, de paso, que esta enumeration de elementos es irreductible a una conception que haga del lenguaje el centro de gravedad en lo teorico y en lo clinico. Por otra parte, lleva de hecho este acento puesto más sobre el jugar que sobre el juego al terreno de la grafica infantil con su invencion del, juego del garabatOs, hecha posible justamente por la atencion mayor qque ue el autor presta a la actividad, al hater, por sobre los problemas de contenido y de sentido. No podemos estar de acuerdo con la declarada "carencia de originalidad" que Winnicott 11 asigna a su invencion. Entre otras cosas, porque se apuntala en lo más esencial del dibujo: la fuerza elemental del trazo que libera la mano, indiferente en principio a todo problema de sentido. La secuencia de garabatos que propone al nino tiene justamente un valor muy especifico en cuanto es una secuencia de garabatos y no solamente una secuencia de garabatos. Efectivamente, el garabatear en secuencia abre la posibilidad de un desmontaje progresivo de la trama del proceso secundario. Estos garabatos permit en que ...se manifiesten rasgos de la personalidad y aptitudes evidentes que acaso no se habian revelado aun en el seno del hogar... El tra-
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bajo sostenido sobre el garabato permite ademas el acceso a la fantasia y al suefio del nino.12
dicha practica— si bien otorga un lugar importante en la clinica a los dibujos y destaca el merito de los trabajos de Morgenstern al respecto, sigue en principio restringiendo el lugar del grafismo a "aquellos casos en que hay una inhibition del juego muy intensa", en los que si considera que su utilidad en el tratamiento puede ser muy grande. Pero sin embargo es frecuente, nos dice, que
Incidentalmente, Winnicott nos previene del error fonocentrista, buscando para el desciframiento de estos garabatos la supuesta claridad en los dichos de los padres recolectados durante las entrevistas, erigiendo asi a lo verbal en garante de la verdad, en garantia de la validez del trabajo hecho. Si dedico tanto espacio y pongo tanto enfasis en descubrir las manifestaciones del prejuicio fonocentrico incluso alli en sus reverberaciones aparentemente mas minimas y casuales, es por sus efectos no solo en los puntos gruesos de las declaraciones teoricas globales, cuanto en sutiles y muy escuetos efectos de resistencia al nivel de las pequefias investigaciones, de las investigaciones de detalle, de los pequetios inventarios a la manera de los de Psicopatologia de la vida cotidiana, que son los que en definitiva hacen progresar la teoria. Asi, hay que buscar en el lastre residual de dicho fonocentrismo la razOn de una cierta carencia y de un retraso singular en el analisis pormenorizado y sistematico de los elementos que hacen un dibujo, en el examen minucioso del trazo en sus composiciones y descomposiciones y en llevar más a fondo la discusion sobre el estatuto metapsicologico no solo del dibujo, sino del dibujar. En la historia de esta situation tiene tambien un peso relativo el que al fonocentrismo se le afiade, como su pareja complementaria, un cierto ludocentrismo en la practica del analisis con ninos. En la coalition, en las basculaciones alternativas y en los juegos de poder entre ambos extremos, el dibujo tendio a no hallar su lugar propio y el respeto debido a la importancia de sus funciones. Una referencia al respecto resulta esclarecedora: examinando la evolution de sus posiciones con referencia al grafismo en la rica obra de Arminda Aberastury —quien fuera doblemente pionera al pertenecer al primer grupo de psicoanalistas en la Argentina y a la vez introducir la practica con ninos tanto como la production textual sobre
Esta "variedad prodigiosa" bajo cuyo signo la autora se coloca, abre, en principio, el carnino a una semi6tica mas polimorfa y más descentrada, donde el dibujo ya no tendria por que ser un recurso auxiliar a utilizar solo cuando el juego o la asociacion verbal desfallecen. Que una psicoanalista de tamarla experiencia en el trabajo con ninos y de tanta finura clinica como Arminda Aberastury tropiece con estas dificultades para it encon•trando a la production grafica una position más autonoma, más suplementaria, virando de su destino inicial de complemento de otras producciones, es todo un indite del peso de una tradiciOn reduccionista en psicoanalisis en lo
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...empleando la tecnica del juego, el nitio dibuje poco pienso que esto se debe a que aplicando la tecnica de juego los ninos expresan sus conflictos con la actividad liidica y salvo en casos especiales no necesitan otro medio de expresion. 13
En un momento ulterior de su desarrollo teOrico, donde ya se insinuaba un cierto desborde de su postura inicial, en cuanto a lo canonicamente kleiniano, Aberastury repiensa este lugar un tanto subsidiario del dibujo, tomando ahora como eje la funciOn del relato. El referente no es ya Klein sino Barthes: Hay, en primer lugar, una variedad prodigiosa de generos ellos mismos distribuidos entre sustancias diferentes como si toda la materia le fuera buena al hombre para confiarle sus relatos: el relato puede ser soportado por el lenguaje articulado, oral o escrito, por la imagen, fija o movil, por el gesto y por la combination ordenada de todas las sustancias. 14
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que al dibujo se refiere, ora priorizando lo lingUistico, ora lo ludico, pero siempre —e innecesariamente por lo demas— a expensas de su especificidad y de su valor como escritura diferencial. No es extrano entonces, la relativa rareza de textos en la misma direction que este, el que escribo dedicado integramente al grafico y al graficar, y no solo desde el punto de vista tecnico, sino proponiendose un abanico tematico que abarque desde diferentes destinos psicopatologicos hasta las espinosas cuestiones de la metapsicologia. Al moment° presente, la desproporciOn textual es abrumadora; si descontamos bellisimos y muy importantes fragmentos, es muy poco el espacio consagrado a la grafica infantil en comparacion con el que se dedica en psicoanalisis a lo verbal y al juego. Sobre todo si tomamos en cuenta la elevada proportion de ninos que espontaneamente instauran el dibujo como eje de su production durante el tratamiento. Una de estas investigaciones sobre el dibujo infantil constituye un solo, pero a la vez valiosisimo, capitulo del libro de Francisco Tosquelles sobre el nitro retrasado. is La importancia de este trabajo, que fue presentado en el ario 1958, radica en que realiza un estudio sobre los distintos momentos de la estructuracion subjetiva a partir de la "situation regresiva de reeducation terapeutica analitica". Dicho de otra manera, Tosquelles se interesa en niveles mucho más abarcativos que los tecnicos, abriendo el camino para una consideration del graficar como medio de escritura del cuerpo, a la vez que como medio de lectura para el psicoanalista que debe evaluar no solo el estado psiquico de ese determinado nino en lo que se refiere a una problematica puntual (verbigracia, determinado conflicto edipico, etc.), sino el grado de desarrollo alcanzado en la conformation del aparato psiquico, más alla o más aca de tal o cual contenido inconsciente. Tosquelles diferencia ocho tiempos en la constitution temprana, legibles a traves de la construction grafica:
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1. El primer cuerpo vivenciado como una sucesiOn de vacios y llenos que se traduce en forma de circulos. 2. Dentro de la pluralidad de circulos prevalece el circulo solo o los dos circulos aproximados. 3. Los dibujos de dos circulos unidos en forma de pesas es una caracterlstica de esta etapa. 4. El circulo se alarga, tomando a menudo forma de triangulo o trapecio. Se plantean los primeros problemas de internalization y externalization objetal. 5. Etapa muscular. Integration de manos y piemas. Conquista del espacio y reorganization del espacio interior. 6. Aparece la casa en primer lugar como cuadrado o rectangulo, diferenciado como propio externalizado. 7. La casa se ordena en las propias divisiones interiores que se dan en habitaciones, puertas o ventanas. 8. La casa se va poblando de los padres. En primer lugar, cuando se los expulsa del cuadrado en forma de sol o de lona nos encontramos ya con un yo constituido, frente a los problemas del Edipo y de la &atria. I'oder comenzar a precisar los distintos momentos de estructuracion subjetiva a traves de la grafica infantil se constituyo para mi en una pieza de enorme valor que ayuclo a dirigir mis investigaciones, transformando asi al grafismo en un eje capital para el diagnostic° diferencial. Poder constatar el trabajo simbolico en el que cada nino se halla abocado se vuelve material insoslayable para lo que en otro lugar he denominado los movimientos de apertura en psicoanalisis, 16, 17 y y se transforma, en el curso de la cura psicoanalitica, en un elemento de valor indiscutido ya que nos permite constatar en forma objetiva el pasaje del nino de un tiempo logic° a otro, en el seno de la transferencia. Otro autor insoslayable en lo que respecta a este tema es Francoise Dolto, quien siguiendo los pasos de su maestra Sophie Morgenstern, ofrecia para aproximarse al inconsciente del nino papel, lapices de colores y pasta de modelar. Esta psicoanalista nos dice al respecto que "los dibu41
jos... son los medios espontAneos de expresion en la mayor parte de los ninos... A veces esto que cuentan carece de relation logica... con lo que el adulto creia estar viendo". Pero lo sorprendente —dice-- es que se le ...impuso como una evidencia que las instancias de la teorla freudiana del aparato psiquico, ello, yo y superyci, son localizables en cualquier composition libre, ya sea grafica (dibujo), plastica (modelado), etc. Estas producciones del nino son autenticos fantasmas representados desde los que se pueden descifrar las estructuras del inconsciente. Tan solo son descifrables como tales por las verbalizaciones del Wino* quien antropomorfiza, da vida a las diferentes partes de sus dibujos en cuanto se pone a hablar de ellos con el analista. No otra es la particularidad del analisis con nitios; aquello que en los adultos se descifra a partir de las asociaciones de ideas a traves de un suetio que han relatado... en los ninos puede ilustrarse por lo que dicen acerca de sus grafismos y composiciones plasticas, soportes de sus fantasmas y fabulaciones en su relacicin de transferencia.18
He de destacar el adelanto que significa en la investigation de este tema y en lo inherente al trabajo especifico en la tura psicoanalitica el procesar el grafismo infantil como un "autentico fantasma representado". Conferirle al grafismo tal poder encarnador, que hace al paso de un fantasma, a la condiciOn de fantasma representado, otorga nuevos titulos a lo que el nino traza en alguna parte, pizarra u hoja de papel. Sin embargo, nuevamente se repite y aun se agudiza la contradiccion a la hora de la teorizacion ultima. Quien tuvo la oportunidad de compartir un tiempo de trabajo con Dolto podria notar la abundancia de ocurrencias que la sola presencia de un dibujo disparaba. No obstante, recce en ese curioso efecto de subordinacion a la asociacion verbal. Observemos que nada habria que objetar si se limitase a hablar sobre la importancia que, efectivamente tienen en innumerables situaciones clinicas las asociaciones verbales que un nino proporciona sobre un dibujo que acaba de hacer o esta realizando. El punto estriba en decir que tan * La bastardilla me pertenece.
solo las asociaciones verbales nos daran el verdadero desciframiento. Una y otra vez ese tan solo retorna sin ser cuestionado en los más distintos autores. Podriamos decir que funciona de un modo demasiado egosintonico y que ya es hora de interrogarlo como un neurotico se interroga sobre un sintoma. Por suerte, los mejores analistas a este respecto han dicho una cosa y hecho otra muy diferente. La misma Dolto nos cuenta que en determinados momentos, cuando un chico ha hablado de algo, de "un malo", por ejemplo, ella le solicita que dibuje sobre eso que acaba de decir, o sea, procura descifrar algo verbalizado proveyendose de figuraciones, que es exactamente lo contrario de lo que luego oficialmente estatuye en el piano teorico. Quiza sea necesario, a riesgo de redundancia, insistir en que no es la inversion de un imperialismo lo que buscamos, pasando asi de un "logo" a un "grafocentrismo". Lo que hace falta reivindicar es un "campo de dispersiones" (Foucault) donde hablar, jugar, graficar, modelar y otras manifestaciones simbolicas coexisten en una trama polimorfa y conflictiva, a la manera de escrituras que no reconocen centro alguno en una de ellas de los que las restantes funcionarian como derivados, como subordinaciones o como complementos ilustrativos. Otra conceptualization que merece mayor atencion es que las tres instancias psiquicas diferenciadas por Freud estarian invariablemente presentes a condiciOn de ser descifradas, en "toda production grafica o plastica", 19 lo cual excede los limites de este trabajo y por lo demas requiere ser puesto a prueba a fin de verificarlo. De verificarse, implicaria un nuevo aporte a la articulation Ultima entre el dibujo del nino y la composiciOn del aparato psiquico. For ultimo, caben destacar las precisiones que aporta a la estructuracion temprana de la imagen inconsciente del cuerpo tal como pueden ser apresadas en el modelado y en el dibujo hecho por el nino en plena regresion transferential. La transferencia opera aqui como un factor mutativo en la naturaleza de lo que el nino esta en condiciones de realizar graficamente.
Al mismo tiempo, Dolto subraya que hay algo mas que lo que "se ve" en un dibujo, ya que esta imagen inconsciente del cuerpo debe ser descifrada en una lectura de aquel. No se trata de una manifestation directamente observable, lo cual confiere a aquella realization grafica el espesor y la dignidad de un sueflo. La misma oscilacion entre un reconocimiento constructivo del grafismo y su importancia como una de las escrituras del inconsciente y una negation de su autonomia semiatica en beneficio de la palabra, enc.ontramos en Denis Vasse. En un texto aparecido en 1974, El ombligo y la voz20 —y muy caracteristico del momento de mayor aproximacion o, mejor dicho, fascinacion del psicoanalisis hacia los escribe en una modelos del estructuralismo introduction sugestivamente titulada ".Como leer?" a proposito del problema del dibujo infantil y de su use analitico en la tura: La escritura traiciona siempre algo del inconsciente que ella revela y oculta... lleva impresa al igual que la voz la marca particular del sujeto... Toda escucha verdadera enfrenta la incomprension o la aparente insignificancia de la production grafica ... del analizado por el analista.
Aqui se habla en primer termino de una "verdadera escritura" y de una verdadera escritura del inconsciente, caracterizada por esa dinamica descubierta por Freud en la que se anudan revelacion y ocultamiento simultaneamente. Pero en el mismo parrafo se remite esa escritura a una escucha que debera justificarla en su significancia, pues, para colmo es una escucha "verdadera" y, como tal, capaz de trocar un dibujo insignificante en material significante. El contrasentido de "escuchar" un dibujo no parece molestar a Vasse, aunque en si mismo no es más atinado que si se hablase de mirar una sinfonia o tocar una palabra proferida. Es que los diversos espacios semioticos son legitimables e intrincados si lo pulsional ha podido realizar su entramado, pero no confundibles sin el peligro de un apla-
namiento. Y no basta con apelar en este punto recurriendo al expediente de que se trataria de una met6fora, ya que si lo fuera, el verdadero problema estribaria en su literalizaciOn. Y si algo nos ensena el psicoanalisis es a dudar mucho de que una metafora se acote en sus funcionamientos figurados como tales. Una y otra vez llegamos a la conclusion de que esta centralization en la escucha y la palabra opera como un obstaculo epistemologico mayusculo en el psicoanalisis, sobre todo de aquel que denominamos de extension o de frontera, y que por lo mismo no se ye ayudado gran cosa por prejuicios logocentricos que pesan sobre la investigacion. Cuanto más inexplorado es un campo, más dispuesto hay que estar a conceptualizaciones nuevas y menos ha de servir una referencia devenida rutinaria a "las orejas del que escucha" 22 y a la necesidad de que "se abran". Otros canales del analista deberan ser abiertos y estar irrestrictamente disponibles a la emergencia de las representaciones inconscientes que justamente por ser tales no tienen por que adquirir ropajes verbales. Para descubrir, por ejemplo, el sentido del juego del carretel, Freud tuvo que abrir bien los ojos. Es elocuente al respecto el trucaje que, como at pasar, ha sufrido un concepto nodal de la situation analitica, el de la atencion flotante: donde se decia a tencion, Lacan mediante se pasa a decir "escucha" e incluso e! mismo Denis Vasse dice "escucha flotante". 23 Pero no es ningun progreso estrechar el polimorfismo implicito en "atencion" a un codigo exciusivamente auditivo. Pues demasiada escucha puede volvernos ciegos. Para no creer que se trata de una aseveracion casual, vale la pena constatar que esta fluctuation se mantiene y se repite mas adelante en el texto. Dice Vasse: "Estos dos tipos de escritura van a estar presentes a la par en los capitulos clinicos". Y a continuation: "Es en el campo de la palabra y del lenguaje que se encuentran psicoanalizado y analista"*24. *La bastardilla me pertenece.
Es por esta inconsecuencia en sostener un estatuto te6rico no fonocentrico para la escritura que una de las tareas que intento realizar a tray& de este texto es que cada sistema semiotico encuentre sus especificidades, sus divergencias y convergencias con los otros, sin que constituyan una masa homogeneizada cuyo unico fruto es el empobrecimiento en lo conceptual, y en lo especificamente clinico reducir el margen de maniobra del analista para la conducciOn de la cura de sus pequeilos pacientes. Es justo entonces, y coherente con mi intention, cerrar esta section citando a uno de los pocos autores que ha podido sostener teoricamente una conception del grafismo tan original en sus aportaciones_com ajena a la fascinaciOn por la palabra. Me refiero Sami-Ali a su obra capiitulo entero, "El tal El espacio imaginario, donde un espacio de la fantasia", se instituye en una reflexion de una posibilidad inedita sobre el graficar. Esto no es incidental teniendo en cuenta que Sami-Ali parte de .una ecuacion primitiva para la subjetividad entre espacio y cuerpo, donde toda conquista, toda modulation nueva en el registro del primero no puede realizarse sino por medio del segundo. Asi considerada, la produccion grafica estara sujeta a esta misma constriction fundamental que nada debe a un campo verbal supuesto depositario de una verdad Ultima. Por eso mismo, no es de extrariar que Sarni-Ali sea de los poquisimos psicoanalistas que se detienen a reflexionar sobre ese espacio tan singular y tan ingenuamente dado por sentado una vez que se lo ha adquirido que es la hoja de papel: derecha e izquierda, arriba y abajo en esa hOja repetiran en sus trasposiciones vicisitudes más arcaicas del cuerpo en el espacio, pero con no menos valor constituyente. Por otra parte, Sami-Ali procede a un fino inventario, que en si mismo tiene adem6s valor de diagnOstico diferencial, de diversas modalidades del grafismo, distinguiendo cuatro variantes perfectamente oponibles:
tido estrictamente rreudiano de La interpretaciOn de los suerios. Lo que Sami-Ali es capaz no solo de destacar sino de llevar mas lejos es el enfasis en el cuerpo propio en tanto "mediador y vehiculo de dicha realizacion". 25
B. Una posibilidad del dibujo que constituye uno de los descubrimientos más interesantes de este autor, en si misma es una jerarquizacion de la produccion grafica al develarnos complejidades insospechadas en ella; me refiero a la negatividad en lo figural, a aquellos dibujos en donde lo esencial reside en lo que se omite, en el vacio que los articula. Por ejemplo, una nina de once afios cuya consulta es requerida por un sintoma fobico dibuja un pinguino que me sirve sobre todo para registrar la ausencia de la colonia de pingiiinos, siendo este un animal tan absolutamente gregario que su presencia individual en los hechos es rara y puramente accidental. Este hallazgo del vacio de la producci6n grafica me lleva a entrever el grado de fobia a la soledad, velado al diseminarse en rasgos de caracter en la nina. C. "El espacio de la hoja en blanco es susceptible de funcionar, por otra parte, como un espejo que refleja la imagen misma del sujeto lo cual, claro esta, debe el analista descubrir en cada caso, localizando con respecto a que producciones del nitio les corresponde esta conceptualization." 26
D. "El espacio en donde se desarrolla la actividad grafica puede confundirse, ademas, con la espacialidad del cuerpo propio." 22
A. El dibujo como clasica realization del deseo en el sen-
Asi Sami-Ali sehala materiales en donde no hay soluciOn de continuidad entre lo que esta en la hoja y la mano y el cuerpo que se dibuja y que se supondria simbolicamente separado de ellos 28 lo que habla en ese punto de un trastorno narcisista, pero adernas apunta a una funcion del
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grafismo que en capitulos sucesivos procurare desarrollar con mayor amplitud. Me refiero a la funcion privilegiada de diagnostic° diferencial que esta escritura adquiere en muchos casos.
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25. Sami-Ali: El espacio imaginario, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. 26. Idem. 27. Idem. 28. Tustin, Frances: Estados autisticos en los nirios, Buenos Aires, Paidos, 1987.
NOTAS 1. Klein, Melanie: El psicondlisis de nirlos,, Buenos Aires, Paidds, 1964. 2. Idem. 3. Eco, Umberto y otros: Andlisis de las imdgenes-comunicaciones, Buenos Aires, Tiempo Contemporaneo, 1968. 4. Stern, Daniel: El mundo interpersonal del infante, Buenos Aires, Paidos, 1991, cap. 3. 5. Foucault, Michel: Las palabras y las cosas, Mexico, Siglo XXI. 6. Morgenstern, Sophie: "Un caso de mutismo psicOgeno", traducido de la Revue Franoise de Psychanalyse, aro 1, n2 3, Rev. de Psicoandlisis, V, n2 3, Buenos Aires 1947. 7. : "El simbolismo y el valor psicoanalitico de los dibujos infantiles", traducido de la Revue Francaise de Psychanalyse, tomo XI, NQ 1; Rev. de Psicoandlisis, V. n2 3, Buenos Aires, 1947. : "Un caso de mutismo psicOgeno", art. cit. 9. Winnicott, Donald: Realidad y juego, Buenos Aires, Gedisa, 1969. 10. Idem. 11. Winnicott, Donald: Clinics psicoanalitica infantil, Buenos Aires, Paidos, 1977. 12. Idem. 13. Aberastury, Arminda: Teoria y tecnica del psicoandlisis de nirios, Buenos Aires, Paid6s, 1962. 14. Barthes, Roland: "Introduction al analisis estructural de los relatos", citado como epigrafe por A. Aberastury en los dibujos infantiles como relato. Aportaciones al psicoandlisis de nirios, Buenos Aires, Paidos, 1973. 15. Tosquelles, Francisco: "ContribuciOn a la investigation de tecnicas de education de los retrasados mentales graves", El rnaternaje terapeutico con deficientes mentales profundos, Barcelona, Ed. Nova Terra, 1973. 16. Rodulfo, Marisa: "Movimientos de apertura", Diarios clinicos, Arlo I, VI, Buenos Aires, 1990. 17. Piera Aulagnier: El aprendiz de historiador y el maestro brujo, Buenos Aires, Amorrortu, 1986. 18. Dolto, Francoise: La imagen inconsciente del cuerpo, Barcelona, Paidos, 1986. 19. Dolto, Francoise: El juego del deseo, Mexico, Siglo XXI, 1983. 20. Vasse, Denis: El ombligo y la voz, Buenos Aires, Amorrortu, 1977. 21. Idem. 22. Idem. 23. Idem. 24. Idem.
8.
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3. A LA BUSQUEDA DE LO FIGURAL EN PSICOANALISIS
C. UNA PERSPECTIVA ESCRITURAL
Existe una tradicion ya clasica en psicoanalisis, donde un dibujo o un fragmento clinico desempefian una funcion ilustrativa. De hecho, esa tradicion es más antigua que el psicoanalisis y, en ese sentido, podemos decir que no solo es preanalitica sino no-analitica, en tanto el psicoanalisis en lo más nuevo que ha aportado introdujo elementos para refutarla. Por otra parte, hemos de subrayar que es prisionera de una ideologia estetica de la expresion cuyas limitaciones ya se han demostrado abundantemente y cuyos aportes hace tiempo se extinguieron. En este sentido, el dibujo sera el ejemplo de lo ya expuesto; lo que dibuje un chico confirrnara entonces, por ejemplo, algo del discurso de los padres o de su propio decir. La primera direccion lleva a transformar el an6lisis con chicos en una reduplicacion donde el material del nitio doblaria lo que sus padres dicen, de manera que los nifios que estan presentes son los propios padres con su mito individual. Esta perspectiva (la del dibujo como expresiOn), que no deja de aportar elementos, es la de la produccion figurativa como complement° ilustrativo del lenguaje verbal. Sin embargo, segian sosteniamos anteriormente, el enfasis debe recaer en los grafismos en tanto suplementos fie producciOn, en la misma direcciOn que la asociaciOn verbal, el 50
suefio o la obra de arte. Suplemento porque el nifio esta afiadiendo algo en una relacion de "difiriencia" (Derrida)1 algo nuevo que ni otros actos suyos ni el mito familiar tenian preestablecido. zQue vinculo establecemos entre la historia de un nino y su produccion grafica? Hemos visto que el recuerdo infantil, construcciOn de fantasias, no era la representacion en imagenes de una realidad preexistente sino una construccion sustitutiva que suple la falta de sentido de la experiencia vivida, por lo tanto un suplemento originario, el Unico texto constitutivo del pasado como tal. La obra de artet _ztraduce recuerdos-fantasias o puede ser tambien un retorno perfectamente original de lo reprimido un sucedaneo de la merrioria, una esrpecie de memoria teatralizada mas que representada y, por tanto, tambien ella suplemento perfectamente original, texto que no traduce el texto de la fantasia, sino que permitiria, por el contrario, que la fantasia se estructure alli y se consti tuya despues?... ...Freud no estabiece, por lo tanto, entre la fantasia y la obra de arte una relacion de expresividad, en el sentido logic° tradicional del signo: no introduce ninguna disimetria en el tratamiento de la fantasia y de la obra de arte. 2
Y no es casual que citemos tan extensamente a Sarah Kofman cuyo recurso al concepto de intertextualidad es tan sostenido, puesto que pensamos justamente que el tratamiento psicoanalitico del dibujo infantil necesita en primer Lugar e "imperiosamente" una intertextualidad creativa que lo saque de un aislamiento que es precondici6n de aplanamiento teorico y del reduccionismo tecnico al cual se ye entregado. Repensar el dibujo infantil exige entonces ponerlo en debate con la pintura, con la escultura, con el arte en general, con las nuevas corrientes esteticas a fin de devolverle la jerarquia de una escritura. Por eso es tan fecundo pensarlo segtin el concepto de suplemento originario. Concepto que reclamamos para el dibujo, es decir que comparta el estatuto que ya ha sido convalidado para otras producciones.
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Si bien es cierto que la grafica lleva consigo elementos del pasado, la fantasmatica que alli emerge es reconstruible a posteriori. No se trata de una fantasia preexistente que encuentra su vehiculizacion a traves del grafismo, sino porque existio tal production se nos hizo posible, solo en ese instante, acceder a tal material. Es más, podremos ver más adelante como ciertos dibujos son una tentativa de curacion con respecto a la historia y la prehistoria, en lugar de resultar una sujeciOn estatica a ellas. En este sentido, el dibujo no es una ilustracion de un estado de cosas sino que se puede asistir, a traves de la escritura en imagenes, a la genesis, al desarrollo e incluso a la modificaciOn de un estado de cosas, genesis por otra parte variable y complicada. Generalmente, este tema ofrece obstaculos para ser comprendido entre los psicoanalistas. Si bien es cierto que la conception del dibujo como expresion de otra cosa ya hecha en otra parte no carece de valor ni de frutos, no es menos cierto que se trata de un reduccionismo, cuyo sintoma es la dificultad que demasiado habitualmente experimenta el analista para mantenerse en el piano del dibujo como production efectiva, sin irse prematuramente de alli evadiendose hacia el contexto, buscando que este le proporcione los elementos para su tecnica interpretativa. El trazo, en la medida que puede posibilitar la emergencia de lo reprimido, comparte las molestias que otras veces suscitan en el analista los suefios de los pacientes. Lo que ocurre frecuentemente con estas producciones es que, a diferencia de la palabra, la elaboration secundaria no acude siempre presurosa a cuidar las apariencias, y el efecto sorpresa en que quedan atrapados paciente y analista es el "no entender". El "comprencrer"- a un paciente adulto, porque habla "como" nosotros y muchas veces "para" nosotros, nos lleva a desoir en las situaciones en que esto no ocurre, con demasiada frecuencia y muy especialmente, la emergencia del inconsciente en la practica con ninos o en el campo de la psicosis. 52
Habra que considerar, entonces, multiples tentativas de reduction de lo figural que puedan operar sucesiva o simult6neamente, y que en su conjunto funcionan como una resistencia del analista. Reduction del dibujo a tecnica de exploration. Se lo verifica con mucha frecuencia tanto en el psicoanalisis en instituciones como en la practica privada, y parece responder a una doble depreciaci6n: la del nino como sujeto y la del dibujo como escritura. Consiste en introducir en la rutina de las primeras entrevistas, que el nino dibuje determinadas cosas, pedido que a veces se pliega al protocolo de ciertos tests, por ejemplo, H.T.P., La familia kinetica, El dibujo de la figura humana e, incluso, en un franco double bind, la consigna del "dibujo libre". Esto Ultimo es notoriamente aporistico puesto que "retroactivamente" subraya la falta de asociacion libre introducida por el analista en todo lo restante, asimilando este "dibujo libre" al "dia libre" en los tours, que justamente se organizan como una resistencia a pasear.3.4 Procediendo asi, el analista degrada el grafismo en su estatuto de estructura inconscientemente determinada, al provocar su disyuncion de la regla fundamental y connotarlo para el nino como algo que se espera de el, volviendo indecidible la emergencia espontanea del graficar. Más grave es que esto se haga en nombre del psicoanalisis, pues, claro esta, la situation variaria si se tratara de alguien que operase como psicologo experto en tecnicas psicometricas o proyectivas. Subyace a este procedimiento tan contrario a la atendon flotante, la desvalorizacion del dibujo en contraposition a la idealization de la palabra, reduciendo asociacion libre a asociacion verbal. El analista no trepida entonces en usar el dibujo como una "tecnica auxiliar" a falta de "verdaderas asociaciones", mientras que el mismo analista no le propondria al paciente adulto que le hablara de una casa, de un arbol y de una persona. 53
Debe diferenciarse esta tecnica del procedimiento introducido por Dolto en el desarrollo de un analisis, con, sistente en pedir al nino que dibuje algo que en el curso de sus asociaciones haya designado sin poder desplegarlo \ en todas sus dimensiones imaginarias. Aqui, el pedido del analista es subsecuente a una cadena asociativa efectiva que necesita de su ayuda para escapar mas man a la represi6n, y el pedido no proviene del imaginario del analista ni de una tecnica estandarizada, sino que toma como referencia el del nino. Por ejemplo, pedirle "dibujame un malo" cuando el pequelio paciente ha dicho algo de un malo cuyos contornos no alcanza a precisar. Pero el malo surgio como material del nino, no como a priori del analista. Reduccion al contexto. Tambien sumamente frecuente, huye de interrogar el _dibujo como texto, por la coartada del contexici," que no se toma como un material eventual que como tal habria de estar sometido a toda la mediacion por los procesos primarios del pequefio, sino como una especie de real inapelable, que garantiza, sin tomarse mayores molestias, el significado del dibujo. El contexto en tanto problematica, exigencia de trabajo para el psiquismo del nino, se convierte en temdtica Tunica del dibujo en cuestion. Entonces, si el pequefio esta por ser sometido a una intervencion quirtargica esto se transparentara en el cuerpo que haya dibujado; si ha sido abandonado o especialmente maltratado por alguno de sus progenitores, eso explicar6, sin más rodeos, las caracteristicas formates de la figura adulta masculina o femenina que haya podido hacer. Semejante_procedimiento tiene la doble propiedad de aplastar la especificidad del graficar como escritura y a la vez de trivializar eFcontexto, eximre-naii-se de un trabajo serio de desciframiento para perseguir las complejas relaciones que se establecen entre contexto y texto, que de ningun modo pueden reducirse a la Unica .de ilustracion.
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Reduccion a to ya escuchado en las entrevistas con los padres. Responde al más arcaico modelo de la teoria de la expresion. Se renuncia de antemano a delarse sorprender por los _dibujos del nino y a la posibilidad de encontrar entre ellos algiTh elemento nuevo. En cambio, lo unico que se le pide a estos dibujos es que ratifiquen lo preexistente. La preexistencia es lo que han dicho los padres en las primeras entrevistas. Se supone asi la autonomia subjetiva con que el nino cuenta, por más inmaduro o aun por más enfermo que se encuentre, por el mero hecho de constituirse en "difiriencia". En relacion con la generaciOn anterior, lo distinto aparece en un momento que marca la separacion y deja una huella, traza de cuerpo, y en ese espaciamiento aparece el diferir y eso significa la represion del deseo. 5 En el limite, la valoracion que el analista hace del dibujo es sintornatica con respecto a la concepcion del nino con que se maneja, y de hecho tambien nos dice algo de una insuficiente elaboracion en su propio analisis con respecto a su complejo de Edipo. ReducciOn a las asociaciones verbales del nino. Con respecto a las reducciones anteriores parece introducir un progreso, pues al menos toma mas en consideracion la dimension intrapsiquica. Pero, en definitiva, arrastra el mismo lastre ideologic° que los otros y, en lo que concierne al tema que nos ocupa, la mejoria es muy relativa. Simplemente se desdobla al nino, instalando en uno de sus sectores (el de lo verbal) las garantias de sentido que en los procedimientos anteriores se localizaban afuera del pequeno. La disyuncion simplemente se ha interiorizado, sin afectar el terror y, a la vez, la desvalorizacion ante el dibujo como texto. Si "el nino no dice nada" sobre su dibujo, el analista da por sentado que el a su vez no podra pensar ni decir nada sobre esa escritura en imagenes. Lo que sucede es que no puede resolverse a pensar en terminos de escritura en imagenes, prisionero como esti de una concepcion logocentrica de la escritura. 55
A lo largo de su texto, Derrida define a Occidente como una cultura que ha privilegiado el lenguaje hablado por sobre el escrito, donde este Ultimo sena una mera reproduction del primero, de lo cual este autor desprende, tras una larga serie de recorridos que analizan la metafisica occidental, que la raiz ideolOgica que sustenta esta afirmacion "que podria llamarse fonocentrica" concibe "un interior donde reside el pensamiento y un exterior donde estaria situada la escritura.... No solo Rousseau piensa que la palabra es el alma. Saussure tambien lo piensa". 6 Ademas de los deficit cronicos en la formation del analista que determinan esta impotencia, cabe pensar en la propia represion de las producciones imaginarias y en el excesivo apego a las trampas de la elaboraciOn secundaria que, justamente (vease el capit-ulo de Freud al respeECOT, apoya principalmente en lo verbal.: Sigue, no obstante, resultandome curioso que hoy en dia se continue apelando a las "garantias" de las asociaciones verbales, cuando como ya citaramos oportunamente, Jacques R., el pequelio pionero "silencioso" del psicoanalisis logro, en 1927, conducido por su analista 8, realizar la primera tura psicoanalitica que transito exclusivamente a tray& de los graficos producidos, cadenas asociativas dentro de cada grafico y aquellaS que, atravesando cual invisibles hilos, unian los fantasmas que la mano esparcia en diferentes hojas y a lo largo de distintas sesiones. El encuentro de un pequeno y mudo dibujante con la genialidad de una analista como Sophie Morgenstern permilli!) hallar por vez primera esta via de acceso al inconsciente que posibilitO finalmente el quiebre del mutismo psicogeno.
sospechar, sea esta simbolica una especie de claves fijas que varian de acuerdo con el marco teorico que tenga el analista (otrora pechos y penes hasta falos, y castration actualmente), sea esta simbolica un reificar abusivamente como verdadera cualquier homonimia significante (si el niflo ha dicho "papa", el descifrador ya se siente con derecho a postular al papa). En cualquier caso, una decodificacion sumaria reemplaza el trabajo de analisis. Aqui quisiera marcar una clara diferencia con mi estudio a tray& del grafismo del trabajo psiquico al cual esta abocado el nifio. En mis investigaciones de los tiltimos atios un punto que he considerado de fundamental importancia a delimitar en "los movimientos de apertura" 9. 10 es en que trabajo psiquico se halla el pequetio sujeto que es objeto de la consulta. Coincido con Silvia Bleichmar 11 cuando sostiene que "los tiempos miticos no son construcclones sino movimientos reales del sujeto psiquico... tal vez no podamos tocarlos ni verlos pero si podemos conocer su peso especifico, su densidad, su combinatoria". Esta serie de caracteres, que en su articulation permiten la puntuacion de estos movimientos, involucra distintos procesos que el nifio dibuja en tanto determinan no un contenido puntual con una signification univoca, sino la forma misma y las condiciones de escritura de su producciOn figural, en el limite: el hecho mismo de la existencia o no de dicha producciOn.
Reduccion a una simbolica establecida. Este parece un tema ampliamente superado en el campo psicoanalitico y, aunque a_ veces pueda ser efectivamente cierto que "un paraguas_sea un pene", la interpretacion simbolica atraviesa mas a los analistas que lo que ellos mismos pueden
ReducciOn a lo transferential. No menos frecuente que las anteriores, de hecho funciona como un caso particular de la interpretation por el contexto, en este caso estrechado a la situation analitica a la cual se refiere todo cuanto el paciente haga o deje de hacer en la hoja de papel. Uno de los mayores problemas de esta conception es que al convertir la_transferencia en "significado'' de todos los dibujos oscurece el"trabajo" en transferencia- que el nitio esta haciendo en la sesion con sus trazos. Cuando Lorena (figura 37) hace una bruja tomando como modelo evidente la figura de este personaje de un tapiz que adorna
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el consultorio, lo esencial no es apurar las cosas y presentar una interpretation donde la analista sea la bruja sino observar el aprovechamiento de un elemento que es extension del cuerpo del analista como resto diurno para ventilar los conflictos de la nina con la imago femenina; lo esencial es destacar la elaboraciOn a la que se entrega lo figural apuntalado en el hecho de la transferencia, en lugar de considerarlo como mera expresion de una transferencia preestablecida. Adem6s, las interpretaciones y otras intervenciones del analista en el curso de una sesiOn van incidiendo y aportando a los dibujos que• alli se hagan; van "haciendo" esos dibujos junto con la mano del nino, pero no necesariamente explican el sigriificado que esas producciones resultan tener. La relation transferential la pienso asi, en terminos de un e-spacTop oieticial. donde lo figural, entre otras practicas, tiene su cabida. no como el destinatario de la production ni mucho menos como su Unica fuente de sentido. Esta multiplicidad de reducciones que a veces coexisten converges en un punto decisivo que es el de su contribucion a generar la resistencia del analista a pensar lo figural en encadenamiento asociativo. Emparian y condicionan la mirada del analista y su capacidad de observation. Pues cabe subrayar, contra una tendencia contemporanea, que el analista no se define solo por la escucha como por ninguna otra sensorialidad excluyente: tendria que bastarnos tener en cuenta la Tina observation que Freud hace del juego del carretel para vetarnos la reduction de la multiplicidad de dispositivos a traves de los cuales un analista opera a la sola categoria de la escucha, para colmo tomada en su literalidad más trivial. En lo que hace a nuestro terra, el analista_debe desarrollar una mirada capaz de aprehender lo_ figural en su especificidad, "hacer el ojo" como puede decirse en terminos pictoricos, frecuentar los dibujos, sumergirse en ellos, empezar a respetarlos como textos, familiarizarse con sus particularidades y no echarles una ojeada y pedir socorro a las asociaciones verbales.
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De esta manera, se configura una de las más serias deficiencias en la formation de psicoanalistas que trabajan con nifios. Es comtin encontrar en las supervisiones colegas preocupados porque sus pacientes "no dicen nada", al mismo tiempo que traen una abultada pila de dibujos que no parecen valorizar adecuadamente. Por un estricto efecto de resistencia, la "ceguera" del analista se traspone y se proyecta en "mudez" adjudicada al paciente. Encontramos al analista en la misma situation de incomodidad en relation con los elementos especificamente figurales del sueno de su paciente o aUn de la alucinacion y del delirio. Hay que subrayar esto por cuanto, lamentablemente, atenta contra una posible eficacia y contra una mayor eficacia posible en el trabajo interpretativo. Querer reducir esos elementos especificamente figurales a lo verbal es como pretender narrar sin resto un cuadro de Goya o de Picasso. Los elementos figurales solo pueden penetrarse con criterios conceptuales formados en lo figural. Mi primera operation ha de ser respetar el hecho de la figuralidad, tomar partido por la autonomia semiatica del grafismo frente a la subordination de este Ultimo a lo verbal. No hay que confundir este respeto por la especificidad de lo figural con una especie de fascination por lo imaginario. Hacerlo le perrnitio a Freud el acceso y use del fen& meno del suelio. Freud no reduce lo visual ni a la imagen ni a las palabras; en lugar de eso, utiliza ambas como un rodeo, como un puente para llegar a la region casi inasible y fragil de la imagen onirica. Puede verse al respecto como Freud procura explicar cada una de las propiedades estrictamente graficas de los trazos del suetio en su funcion estructurante: la intensidad sensorial, el color, la claridad, las metamorfosis, el montaje de la secuencia, etc., etc., en un inventario minucioso de las puntuaciones figurales del suetio, puntuaciones en absoluto verbales y a menudo afectadas por la elaboracion secundaria es algo que a Freud le merece la mayor atenciOn y para su elucidation 59
no se concede la facilidad de trucar to visual por lo verbal, de lo que tanto hemos abusado con posterioridad. Por otra parte, cuando Freud hace metapsicologia desde el capitulo VII en adelanteu (sin contar las producciones ineditas, como la Carta 52 a Flies y el "Proyecto de una psicologia para neurologos") a lo figural se le reserva siempre un lugar a la vez privilegiado y especifico (lo cual, por supuesto, no implica tinico), que viene a culminar en el concepto de representacionTcosa;en el cual es una espeiiter pares. Cie ciTe prioriess— Por otra parte, en terminos contemporaneos, es esteril la contraposiciOn entre la imagen y la palabra, y resulta más abarcativo, más riguroso y más capaz de responder a las complejidades de la clinica considerar las .especificidades de lo figural y de lo verbal, siguiendo a Derrida, como elementos diferenciales en un campo de escritura hetero-__ gene° y polimorfo, donde los trazos y las puntuaciones de lo figural pertenecen por legitimo derecho a la archiescritura, tanto como los trazos y puntuaciones de la escritura fonetica. No son menos escritura, ni una escritura de segundo orden, ni son un "imaginario" que solo un "simb-oTiab" lingUistico podria explicar. Lo figural piensa por su_. propia cuenta como lo atestiguan, a lo largo del tiempo, la pintura, el montaje cinematografico, la sintaxis de las mascaras en las comunidades primitivas.13 Vale la pena recordar como en su libro La via de las mascaras, Levi-Strauss investiga y elucida el campo simiotico que estas constituyen en una comunidad o en un grupo de varias, y ello mediante un estudio de sus propiedades formales, sin invocar en modo alguno lo verbal como Ultima ratio. Esto se verifica, entre otras cosas, por como el libro incorpora a su textualidad reproducciones de una serie de mascaras y estatuas que son absolutamente irremplazables en el; su ausencia tornaria ininteligible lo que se dice alli en tern-linos de escritura lingiiistica. Asi como sostenemos que no se puede reducir el grafismo a su caracter expresivo, decimos que la hoja no es un elemento tactic°, no es un dato de la realidad a disposition 60
del nino, tampoco el pizarron ni la mesa donde a veces modela con plastilina; no los tiene en su inventario sin antes inventarlos en un encuentro creador. La hoja en blanco lo es retroactivamente a la primera escena de figuration que se empieza a balbucear; antes era un pedazo de cualquier cosa. Es una ilusion del observador presuponer una hoja alli: el bebe no ye tal cosa ni tampoco un nino sumido en ciertas patologias graves. Asi como al arrojar el carretel el nino inventa un espacio "alla" que antes no existia, posicionandose en un "aqui" relativo al primero, asi como inaugura un exterior recien estrenado, su mano decide un espacio de escritura en el soporte que un proceso industrial elaboro con un poco de celulosa. NOTAS 1. Derrida, Jacques: De la gramatologia, Madrid, Siglo XXI, 1971. 2. Kofman, Sarah: El nacimiento del arte - Una interpretation de la estetica freudiana, Madrid, Siglo XXI, 1973. 3. Tosquelles, Francisco: El maternaje terapeutico con deficientes mentales profundos, Barcelona, Ed. Nova Terra, 1973, cap. VI "Los Paseos". 4. Rodulfo, Ricardo: "El concepto de pasear en psicoanalisis. Un grupo de transformaciones", en Pagar de mos, Buenos Aires, Nueva Vision, 1986. 5. Garcia Reinoso, Diego: "Fractura y apertura (sobre el problema de la escritura en el inconsciente)", Diarios Clinicos 11, Buenos Aires, 1990. 6. Derrida, Jacques, ob. cit. 7. Freud, Sigmund: La interpretation de los suerios, tomo I. Edit. Biblioteca Nueva, 1948. 8. Morgenstern, Sophie: "Un caso de mutismo psiccigeno", Revista APA, NQ 3, Buenos Aires, 1948. 9. Rodulfo, Ricardo: El nino y el significante, Buenos Aires, 1991, 2da. ed. Rodulfo, Ricardo y Marisa: Clinica psicoanalitica con nirios y adolescentes: una introduccidn, Buenos Aires, Ed. Lugar, 1986. 10. Rodulfo, Marisa: "Movimientos de Apertura", revista Diarios Clinicos, Ano I, Vol. I, 1990. 11. Bleichmar, Silvia: Los origenes del sujeto psiquico, Buenos Aires, Amorrortu, 1986. 12. Freud, Sigmund: Carta 52 a Flies. "Proyecto para una psicologia para neurologos", tomo III, Madrid, Edit. Biblioteca Nueva, 1948. 13. Levi-Strauss C.: La via de las Mascaras, Mexico, Siglo XXI, 1981.
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4. METODOLOGIA DEL DESCIFRAMIENTO
Se hace ineludible ahora, como parte del recorrido que vengo siguiendo, desglosar con cierta minuciosidad los procedimientos de lectura de lo figural que a lo largo del trabajo clinico he ido desarrollando, ya que difieren de los mas o menos clasicos en psicoanalisis. Siendo asi, se justifica una aproximacion a la "microfisica" de estos procedimientos que, por otra parte, retorrian y procuran desarroliar principios basicos de desciframientos establecidos por Freud en La interpretacidn de los suerios. Se trata, entonces, de echar una mirada al taller donde el analista trabaja y donde se fragua lo que luego aparecera como interpretaciones ya constituidas. La primera aclaracion concierne al concepto mismo de lo figural. Lo figural no se reduce aqui al regimen de lo figurativo, de la misma manera que el concepto de escritura en que nos apoyamos no se reduce al de escritura fonetica. En cambio, lo figuralapunta al trabajo_del trazo y a las condiciones de la puesta en visibilidad. Por lo tanto, el mamarracho no esta considerado como un mas aca del sentido, como algo previo a lo figural ni como algo previo al dibujo propiamente dicho. Al contrario, en la base misma de toda figuracion opera su potencial de continua desfiguracion y de continua transfiguracion, hasta el punto que podriamos decir que el arte del analista_ estriba en detectar lo que de mamarracho insiste en cada dibujo, el fondo de mamarracho del cual ha salido y que el ojo
analitico devela en sus operaciones de descomposicion de la unidad plastica del dibujo como contenido manifiesto. La experiencia de lo que nos suele suceder como analistas obliga a insistir en la necesidad, en la dificultad de apartarse de los significados convencionales que lo visual impone con tanta fuerza. En este punto, podriamos decir que el movimiento del analisis no se puede llevar a cabo, o solo con fuertes limitaciones, a menos que el analista, siguiendo un recorrido contrapuesto al de los teOricos de la Gestalt, no se deshaga de la "buena forma" y su terrible eficacia imaginaria, que suele limitar el analisis a desplaza-/ mientos del contenido manifiesto mas que a su desmontaje. Ante todo, entonces, nos interesaran las condiciones de instalacion que presiden el ingreso del nifio a la hoja de papel, y que habitualmente pasan desapercibidas al que- dar recubiertas o reprimidas por las configuraciones acabadas que capturan al observador en posicion no analitica., Trataremos de determinar, por consiguiente, la manera en que el nifio se aproxima y entra en ese nuevo espacio. zQue relaciones establece con la hoja como espacio y como la usa? zQueda, por ejemplo, el nifio cenido a una pseudocupacion de todas las hojas que encuentra a mano sin poder verdaderamente dibujar, como quien firma papeles en blanco dejando a un otro el poder de una escritura efectiva? Conocemos este ritmo hipomaniaco en muchos pacientes nifios, y es interesante que, contra lo que se podria pensar, no se trata de que mamarracheen, lo que implicaria una verdadera ocupacion del territorio de la hoja: descargan sobre ellas elementos diversos, desde la tinta del marcador a plasticola, sin que esos elementos pasen de cosa a trazo, y eso aun cuando realicen dibujos efectivos desde el punto de vista estrictamente observacional.1. 2 Pero el analista aqui puede objetar que un dibujo no necesariamente es un material, asi como establece una diferencia entre asociaciones verbales y enunciados del llamado "pensamiento operativo" destinados no a producir sino a colmar un
vacio de subjetividad. Nos cuidaremos entonces de la tentacion de equiparar automaticamente dibujos (asi tambien como dichos o juegos) a material. De hecho, tanta superabundancia puede muy Bien ser indicativa de una impotencia para la escritura en tanto material inconsciente. Por eso, en estos casos, opto por acotar la cantidad de lo que se ofrece a la voracidad del nitio: unas pocas hojas y no más, no todas las hojas y más y más. Contrastan con este despliegue maniaco de horror vacui las operaciones del nino que puede, en cambio, aposentarse en un espacio de trazo. 3 Sea hoja, pizarron, mesa de trabajo, niiio al que a veces una hoja le alcanza para una sesion y at más, cuando la retoma en la sesion siguiente o en algun momento de su analisis, es decir, la asocia, la significa, libre de la compulsion de Ilenar lo que no se puede Ilenar, o de evacuar y expulsar pretendidamente fuera de si un malestar que siempre retorna. El producto puede parecer el mismo en uno u otro caso fuera de la situacion transferencial. Es esta la que nos da la posibilidad de calibrar diferencias tan esenciales, aun cuando sobre el papel, desde el punto de vista del conte-
nido manifiesto, se perciban representaciones analogas: hojas de papel cubiertas de dibujos en uno u otro caso. zSe comporta el nitio repetitivamente como si el espacio disponible fuera de hecho mucho menor, ocupando minimas porciones de el? El hilo de la repeticion nos orienta aqui, prescindiendo momentaneamente de lo que el nifio haga y del sitio donde lo emplace, al hecho de una ocupaciOn siempre reducida en relacion con un potencial posible. En otros casos, en cambio, sistematicamente lo que el nifio realiza desborda el espacio efectivo de la hoja: muchos elementos quedan seccionados en su aparicion, no
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caben alli, nunca caben todos alli. 0 es siempre determinado elemento el que no termina de insertarse por entero. Las piernas de la figura humana, la copa del arbol, etc. Esto es mas singular todavia cuando habria cabido de haber dispuesto el nitio la hoja en otro sentido del que insistentemente utiliza si quiere conservar las mismas dimensiones o reducir esta Ultima para conservar la posicion de la hoja. Asimismo, escisiones del yo no siernpre detectables en otras manifestaciones del nifio afectan el modo de ocupacion del espacio de la hoja de una manera distinta de las anteriores: como en el caso de la estructuracion de ejes divergentes que separan el piano de la hoja proponiendo agrupaciones que parecen realizadas por distintas perso-
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Hay elementos que no tienen modo de aparecer en el dibujo final, cuya significacion solo puede evaluar la
Mariana: Una reina sentada (figura 1) Esta esperando al rey, vino de otro castillo. Este es un bichito. Analista: zPodes contar algo del bichito? Mariana: Quiere subir ahi para saludar a la reina y el rey. Le trae granitos de lluvia, granitos de maiz. Analista: z El bichito es el que le trae la comida a los reyes? Mariana: Si, les trae la comida, los puntitos violetas son los granitos de maiz. Estan solos... estan esperando a otra reina y a otro rey. Van a venir manana. Van a venir pajaritos para saludarlos. Analista: iTodos reyes y reinas? zNo hay otra gente? Mariana: Son todos reyes y reinas.
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nas, o bien descomponiendo ese espacio siempre en la misma dicotomia rigida de lo superior y de lo inferior; arriba y abajo se desarrollan escenas que no parecen guardar ninguna correspondencia entre si.
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atencion flotante del analista en el transcurso del trabajo del paciente. Tal el caso de la orientacion predominantemente centrituga o centripeta de los trazos, en tanto posible indicador de derroteros libidinales prevalentemente objetables o prevalentemente vueltos hacia el propio cuerpo. Otro aspecto importante en el punteo que el analista hace de los modos de espaciamiento de lo figural concierne a las transforrnaciones en las mismas regiones de la hoja a lo largo de una secuencia. Lo examinaremos a traves de los dibujos de Mariana, nina que, abandonada al nacer, permanecio durante un mes sin padres y sin nombre. Adoptada luego, es llevada a la consulta por primera vez a los tres atios por padecer un mutismo selectivo que impedia su insercion en el mundo extrafamiliar. Lo primero que nos llama la atencion en estos graficos que hemos escogido es la distribuciOn de los elementos en la hoja, donde siempre se establece una polarizacion entre lo terrestre y lo celeste. Esta polarizacion deja una enorme franja intermedia que la nina puebla con una serie de transformaciones.
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No hay personas. Este es un pais de reyes. No hay personas, si animales.
Mariana: La nena esta en el campo. Hay flares y una vaca, los pajaritos son muy grandes (figura 5).
Mariana: (Hate una figura humana, figura 2). Analista: zQue tiene en la cabeza? Mariana: Monitos. Es mi mama y esta pescando en el campo, (cambia los colores del sol). El sol se puso de muchos colores, asi se hace de noche y de dia. La senora quiere que se haga de noche y de dia para que se haga todo lindo. Analista: zY eso que dibujaste ahora? Mariana: Son lunas. Analista: zPara que tantas lunas? Mariana: Para que se vayan sobre la cabeza... para agan-ar la luna... y no se puede... Analista: zAgarrar la luna no se puede? Mariana: Es algo que no se puede.
Recapitulando estas transformaciones se observa un trabajo de la nina por suturar una disyuncion al parecer excesiva que entre otras cosas pueda volver un espacio habitable por personas. A esa altura del problema surge la figura del bichito a cargo de una tarea maytiscula para su pequenez: dar de corner a los reyes, ocuparse de sus vientres, dar el ser a los padres. Esta preocupacion por el dar de comer continua (figura 3) con tantos frutos fuera de la copa, llevando al analista inevitablemente a preguntarse si la nina se debate en torno a la problematica de un vientre estetil que deberia ella volver fecundo. El riesgo que corre es que en este impase se esterilice su cabeza en cuanto engendradora de pensamientos y movimientos propios. En el mismo dibujo, otro paso de sustitucion hace aparecer pajaros donde habia puntos y lunas, y una escalera refuerza la necesidad de mediation, preparando el camino para un nuevo y vigoroso despliegue (figura 4). Aqui la escalera ha crecido hasta convertirse en una torre con frutos en su interior; un gato, un pajaro. Uno de los arboles aim esta rodeado de los antiguos puntos-frutos, solo que ahora tambien los muestra en su interior. Lo más importante: de la cabeza de la nina brota una secuencia de pajaros que configura una verdadera escalera at cielo literalizada por trazos verticales rectilineos. En el extremo superior, estos pajaros se vuelven lunas, pero la figura siguiente (figura 5) en su retroaction confirma lo que podia parecer aun presuntivo al observar estos pajaros, que es su caracter de letras, su transition a la escritura fonetica. Nuevamente emanando de la cabeza de la nina, tanto que su forma originaria ya esta en el trazo de los cabellos, los pajaros se despliegan ahora como gigantescas letras, o mejor dicho como la letra fundamental del verdadero nombre de pila de la nina donde M y N tienen una
Mariana: Hice la tierra (figura 3) y pajaros muy chiquitos. Dibujo nubes para que los pajaros se tapen (hace un avian). Este es el avian. El avian que no se puede equivocar. Es un avian de guerra, poderoso... Analista: Para que no se equivoque ha de ser de guerra • y poderoso. Mariana: Si, para que no se equivoque: Mariana: (Dibuja un drbol con frutos fuera del mismo). Analista (Hago notar que es una figura que se reitera): Frutos fuera de la copa. Mariana: Son para que los coma el senor. Va a subir al arbol para corner las uvas. Le voy a hacer una escalera, si no no puede subir. Va a encontrar tantas uvas, tanta hambre tiene el senor. Mariana: La nena esta paseando. Hay un arbol con frutitas. El gato esta en la casa y los pajaritos vuelan en el cielo (figura 4).
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posicion de preeminencia. Los miniisculos puntitos comestibles, destinados a rellenar el vientre de los grandes, se han convertido en pensamientos alados de la nina que ritman el proceso de la cura y la superacion de sus trastornos para ocupar espAcios no familiares. Pero observemos, para concluir, que lo que nos ha per.mitido seguir el itinerario y las vicisitudes de esta cadena asociativa ha sido atenernos tenazmente a un punto de metodo riguroso:, cen irse a las repeticiones y transforrnaciones siempre la misina; de los dibujos de la, pequena sin perder de vista nunca ese elemento. El estudio de los suenos y ciertas notables anticipaciones de Freud, como la M de la oreja de los lobos en la "Historia de una neurosis infantil", tendrian que volver redundante mi insistencia en un elemento formal decisivo, si no hiciera necesaria esta redundancia tanto descuido de lo formal que el analisis del dibujo infantil sufriera por abusos de lectura en el plano de contenidos y de simbologia más o menos psicoanaliticos. Decisiva es justamente la consideracion cuidadosa de ciertas invariantes formales caracteristicas en muchas secuencias graficas, donde no importa cual sea la dramatica manifiesta del relato en cuestion. El analista cuidadoso detecta trazos que insisten en cierta configuracion material reconocible. Tomemos en consideracion la siguiente secuencia (de la cual es autor un piiber de 12 afios).
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Es distinto, por ejerni_-)1(), a prop6sito del drbol referirlo analogicamente a simbolo fAlico, procediendo con una metodologia que comporta más rodeos pero tambien pro-
El resultado final puede parecer el mismo y el simbologista se ahorro molestias tales como it rotando la hoja cuartos de vuelta; pero su corto circuito al significado en muchas otras ocasiones lo Ilevara a errores y a desciframientos estereotipados del material. Ademas, se privara siempre del recurs() de obtener cierta confirmacion de una hipotesis apoyada en invariantes objetivables y claramente transmisibles. Es interesante, por otra parte, como esta invariante formal se asocia a un hecho clinico fuertemente sugestivo. Este nino, desde el inicio de la pubertad padece estados corporales de perdida del eje vertical que lo obligan a recostarse, interrumpiendo cualquier actividad que este desarrollando de una manera tan desconcertante que ha obligado a conjeturar y a descartar etiologias organicas diversas. La perdida de la ereccion en el ha devenido, entonces, un sfntoma central cuyo sub texto falico aquella invariante formal revela. Los colores, las luminosidades, las gradaciones en las intensidades cromaticas constituyen otros de los elementos a desbrozar psicoanaliticamente, dado que en ciertas ocasiones es a traves de ellos como se descubre algo esencial. Pero aqui tambien nos cuidaremos de la simplificaciOn consistente en adjudicarle a determinado color determinado significado. Una vez más, en lugar de esto se trata de rastrear fre-
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tege de una desmesura de lo imaginario, hacer notar la invariante formal de las dos esferas simetricas que aun rotando la hoja se mantienen, separadas por una masa mas alargada en posicion centrica.
5. LA FORMACION DE LA SUBJETIVIDAD Y SUS TIEMPOS. SU RECONSTRUCCION MEDIANTE EL DIBUJO
cuencias. En un nino, que ademas es obeso, los tinicos elementos coloreados en sus dibujos son los comestibles. Esto se combina con invariantes formales que asimilan el cuerpo humano descabezado a una parrilla donde se asa came o a una mesa donde se apoyen alimentos.
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No nos ha de extraflar que en la practica clinica se multiplique este genero de materiales donde se combinan y se superponendistintas variables:cromaticas, formales, espal cual es mucho mas frecuente que la existencia de una sola de estas regularidades. Tampoco se trata de limitarse a una inversion y excluir toda referencia al contenido tematico. De hecho, ocupa su lugar en el interior de esta serie que estoy proponiendo y en no pocas secuencias de production graficas. El hilo del contenido argumental, al repetirse en diferentes inflexiones, nos guia con tanto derecho como cualquier otro elemento discernible, tal el caso de la bruja en los dibujos de Lorena (cap. VII) que, por otra parte, es el elemento más intensamente coloreado. Nuevamente la trabazon de distintos aspectos puestos en juego en la composition del material grafico se impone como lo mas usual, lo cual no puede extratiamos pues es tambien lo más congruente con las propiedades polifoni! cas de la escritura inconsciente.
En sus recientes Estudios clinicos, Ricardo Rodulfo I conceptualiza tres puntos de inflexion en la estructura de la subjetividad, puntos de inflexion que gravitan en relation con tres espacios fundamentales, que el autor designa como lugares de aposentamiento para dicha subjetividad, respectivamente: • • •
cuerpo materno espejo hoja de papel (designaciOn convencional, tan valida como la de cualquiera de sus numerosos equivalentes, el pizarron, por ejemplo, o la mesa de trabajo donde el nitio arma escenas de juego, escribe escenas de juego, podriamos decir).
1. Tustin, Frances: Estados autisticos en los nirios, Buenos Aires, Paidos, 1987. 2. Material de Hernán, vease el capitulo VI de este libro. 3. Rodulfo, Ricardo: Seminario Estudios clinicos, Buenos Aires, Tekne, 1989.
En cada uno de estos lugares de aposentamiento hay que considerar la interaction compleja y reciproca de los registros de lo Real, lo SimbOlico y lo Imaginario, propuesta por Lacan. Por otra parte, estos lugares no estan dados, no le son prefabricados generosamente al nifio: en realidad, este debe construirlos con los materiales de su constitution biologica sumados a los materiales ofrecidos por el mito familiar a traves de las funciones materna, paterna, fraterna, etc. La paradoja es que al erigir estos lugares para ariidar va produciendo simultaneamente su propia corporeidad en tanto que subjetiva.
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NOTAS
La aparente sucesion temporal simple en que se presentan dichos lugares no debe engailarnos, pues de hecho coexisten como en el modelo geo.logico de Freud de las "capas de lava", retroactuan los unos sobre los otros y se transmiten sus realizaciones. y sus desmayos. La conquista de cada uno de estos lugares de aposentamiento es una hazaiia de la subjetividad, cotidiana e imperceptible las más de las veces, pero colosal en sus efectos: el despliegue de estos tres modos de la espacialidad es . necesario para que haya un pleno orden humano. Si nos hemos detenido en la evocation de esta teorizaciOn, que a su vez retoma elementos basicos de la metapsicologia de Piera Aulagnier, 2 se debe a la medida en que permite acotar y amojonar el salto, el acceso, mas aun, la fabrication de la hoja de papel a traves del protodibujar, del mamarrachear. El esquema de los lugares de aposentamiento permite subrayar, destacar, el valor estructural de lo que de otro modo puede pasar como un anodino o anecdotico hecho de crecimiento. Otras veces, la fascinaciOn por los dibujos en si mismos, su variedad y colorido, por las particularidades de su composition, vela la trascendencia de esa operacion simbolica crucial que es la construction de un espacio en tanto hoja, pizarron, tela o lo que fuere. La cria humana, desde el momento de su nacimiento, ha de atravesar multiples peripecias para constituirse —a traves de procesos en principio abiertos, inacabados— en sujeto apuntalado en el organismo, pero irreductible a el. Recorrido laberintico, entramado por marchas y contramarchas, escandido por detenciones, tanto como por saltos pronosticables pero impredecibles en su direction ultima. Recorrido no atravesado jamas linealmente ni de una vez para siempre y, ante todo, diferente siempre, nunca identico a otro. Recorrido en fin, emprendido siempre una vez más, cada ocasion en que el nifio se arroja y es arrojado a una nueva aventura. Asi, las primeras palabras... los primeros pasos... cada vez peldanos de una empresa continuamente reabierta.
Y tambien, un dia, primeros dibujos, apertura al papel. Se constata una diferencia cualitativa importante con todo lo anterior. Estas primerisimas producciones gr6ficas, figurales, al tiempo que inician una profunda inflexion en la subjetividad sin precedentes, nos permiten, al retomar en un nuevo ambito viejas problematicas ya liquidadas o al menos medianamente atravesadas en otras instancias, algo que podemos asimilar a obtener verdaderas "fotografias"... de momentos preteritos, de combates apenas extinguidos, que se actualizan ante el papel aun vacio o atin por constituir y un abanico de colores. Espacio blanco que se poblar6 de marcas, trazos, archiescrituras... letra, en fin, bajo las apariencias del mamarracho en desorden. zHecho simple del crecimiento? Antes bien, resonante acontecimiento vital; he aqui la pulsion encarnada en lo que antes de su paso era una simple "caja de pinturitas". Doble juego, deciamos, del crear y del re-crear, como si empezando algo nuevo recomenzara desde un hipotetico cero la constitution de su ser-en-el-mundo. zQue se juega entonces para el niiio en la experiencia de dar a luz sus primeros balbuceos de trazo? Para reflexionar y seguir el complejo itinerario de este tiempo inaugural para el psicoanalisis hemos tornado prestado no solo un termino sino un modelo a la geologia, siguiendo a Tosquelles 3 (sin olvidar el concepto del ello en Freud). Se trata del magma. 4 Recordemos sucintamente, sus caracteres esenciales: "Masa roja fundida, de grado liquido, que contiene en si misma de una manera radicalmente inestable elementos en estado solido y gaseoso. Infraestructura de la corteza terrestre, corresponde a lo originario de lo cual, en formaciones sucesivas, se va desprendiendo el resto, a traves de pequenas y grandes catastrofes". En nuestro modelo, el magma corresponde a las sensaciones más arcaicas que desembocan en la representation grafica. Tratase de formaciones figurales min no figurativas, compuestas por trazos que en su futura geometrizacion se
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volveran lineas y circulos, masas que tienden al Ovalo, vacias a veces, llenadas otras, pero siempre sin verdadera diferenciacion interna. Estrictamente, estas producciones sin argumento son cuerpo transpuesto y sirven para darnos una idea de las primerisimas vivencias del recien nacido. Por supuesto, estos trazados tormentosos estan aian lejos de constituirse en una imagen del cuerpo reconocible por el niiio como tal, es decir, hechos de especularidad. En cambio, les corresponde bien el concepto de lo informe (Winnicott)s, masas y trazos de los cuales se desprenden, en una cinetica salvaje, fragmentos en curso de diferenciacion. Otra reflexion que valoriza estos mamarrachos iniciales es la que hace Francoise Dolto,6quien los conceptualiza como las primeras y mas precoces representaciones plasticas del sentimiento del vivir. Vale la pena subrayarlo, dado que en el use comun el termino "garabato" o "mamarracho" es algo cargado de ambivalencia. Pareceria tratarse de desperdicios sin sentido, de cosas que no vale la pena guardar y que una ojeada ligera desecha, a la espera de detenerse en "verdaderos" dibujos. Pero he aqui nada menos que el logro narcisista más fundamental que pueda concebirse; el sentimiento de vivir, respira a traves de ellos y de su desordenada expansion. Son "continuidad existencial" (Winnicott) en trazo, vida que se apodera de lo que gracias a ella funcionara como hoja de papel para representarse. En su Ultimo libro, la psicoanalista inglesa Frances Tustin 7 reconstruye, a partir de su sostenida experiencia con nitios afectados por patologias graves, que en los comienzos de lo que ella designa como el "propio-ser-sentido", este es vivenciado como maraiia de fluidos y de gases, hecho que la autora fundamenta en que un medio acuoso es el originario de la especie, a lo cual se agrega que los primeros alimentos extrauterinos, asi como las primeras excreciones, tambien responden a las categorias de lo liquido y de lo gaseoso. Teniendo esto en cuenta, Tustin sostiene como hipatesis que "cabe esperar que las sensaciones aso-
ciadas a flotar en un elemento liquido se prolonguen hasta convertirse en parte de la imagen corporal inicial". En mi opinion, el analisis minucioso del grafismo infantil, especialmente el centrado en los primeros tiempos de toma de posesion de la hoja a traves de un profuso trabajo de trazos, confirma estas ideas de la psicoanalista inglesa. Formas difusamente fetales, incluidas y como suspendidas en masas irregulares y mucho más grandes, formas cuyas variaciones y amontonamientos evocan los de las nubes, se vuelven legibles en una perspectiva psicoanalitica siempre que esta les conceda tanta atencion como toda la atencion que en su momento Freud dedicara a esas pequenas y aparentemente anarquicas variaciones en los dichos y comportamientos cotidianos. Si todo se desarrolla razonablemente bien en la historia de la constitucion subjetiva del nifio, este magma de sensaciones es sepultado por la represion originaria. Pero hay que aclarar enseguida que este sepultamiento no es una disoluciOn. Forma un verdadero basamento que responde justamente por la continuidad existencial. El entretejido de este basamento dibuja una red de marcas diferenciales que componen lo más arcaico de la corporeidad, fijaciones de lo pulsional que Piera Aulagnier ha conceptualizado como pictogramas. Precisamente los dibujos más tempranos nos ofrecen la oportunidad de aprehenderlos, de reconstruir su presencia silenciosa, a traves de los garabatos en su permanente dispersion dinamica. Esto nos ayuda a su vez a perseguir el hilo de este tejido pictogramatico laberintico y opaco al sentido a traves de posteriores dibujos ya más evolucionados, asi como a traves de modelados, de fantasias y de suenos... Alternativamente, en los pacientes afectados por patologias de suma gravedad, la permanencia en esos estados en los que predomina la condicion de lo liquido y de lo gaseoso, y sobre todo el fracaso del trabajo de metaforizacion que los desliteralice, trae como consecuencia la prodUccion de acciones delirantes, tales como el trepar sin fin, el aletear, el andar exclusivamente en puntas de pie, etc. 8
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Proponemos entonces considerar el mamarracho en su plenitud que caracteristicamente ocupa y desborda el - marco de la hoja, como una representation grafica del magma que Freud fue el primero en categorizar como ello. Establecida su condition de escritura pictogramatica, lo cual le da una dimension topica en la metapsicologia psicoanalitica, y establecida su movilidad polimorfica, lo cual refiere a la dimension dinamica en esa misma metapsicologia, hay que subrayar ahora que este garabatomagma no es solo masa sino primordialmente energla, "reservorio" (Freud), sustrato de toda circulation y transformacion energetica ulterior. Esto completa su ubicacion en la mencionada metapsicologia. Ese trazo desbocado que arroja la mano del nino a la ( hoja no solamente entonces ocupa espacio y configura lugares de conflicto sino que es simultaneamente energia pulsional esculpida en los mas diversos montajes, carne trazada. . — Iremos puntuando algunas de sus posibles escansiones a traves de distintos materiales clinicos. Esta production (figura 6) fue realizada por un nirio de cinco arios en regresion transferential, lo cual da como resultado el a floramiento de un trazo muy primitivo en su conception. Lo que emerge es una tipica formation arcaica sin diferenciacion alguna establecida, sin relato en el piano de lo grafico ni en el piano de lo verbal, con la Unica propiedad de la continuidad que se presenta como informe, indiferente y ajena al estar al servicio de algtin contenido determinado. Podemos decir que la oposicion clasica forma/contenido se desvanece o, mejor aim, que no esta en operaciones, funcionando solamente la de la continuidad. Por supuesto, esta es una continuidad en movimiento y con una policromia que en el c6digo visual traspone masas de sensaciones pertenecientes a otros codigos, como el tactil, el auditivo, etc. Primeras simbolizaciones corporales de lo caluroso, de lo htimedo, del ruido, del silencio, sensaciones que a la vez envuelven y penetran al nirio.
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Cabe destacar asimismo el vigor del trazo, el goce en el puro trazo, que lleva a su paroxismo el desencadenamiento de lo energetic°, ligado en este material concreto al levantamiento de una represion, con el consiguiente ahorro y posibilidad de liberaciOn de lo pulsional que Freud conceptualize en su estudio sobre el chiste. Las figuras 7 y 8 corresponden a los primeros balbu_ceos sobre la hoja de dos nitios muy pequenos. Ademas de las caracteristicas apuntadas para la figura 6, y que la repeticion confirma, podemos afiadir la presencia de trazos breves, discontinuos y de mayor grosor, que perfilan la presencia de lo solid° en ese magma difusamente fluido y gaseoso. Observese asimismo en la figura 8 como algunos de estos trazos discontinuos tienden a espiralarse, pero sin que esa tendencia lleve aim a lo circular, lo cual cobra importancia a la Luz de lo que expondremos a continuation. El mamarracho-magma sufre una primera transformacion (figura 9) en el sentido de cierta articulation diferencial: presencia repetitiva en el marco de una envoltura general, de trazos que se aproximan a la redondez y a lo oval; insinuando a traves de movimientos en espiral primeros cierres de una masa sobre si misma como corpuscular. Recordemos que, al respecto, seglin Francoise Dolto, la primera forma de representaciOn de procesos intelectuales en curso aparece en los grafismos como una Linea enroscada sobre si misma, prolongando el trazo en espiral. Pondremos a prueba esta afirmacion a lo largo de la secuencia grAfica de Flavia, tomandola como una hipotesis de trabajo, para volver inteligibles estas producciones. Si procedemos asi, constatamos la repetida insistencia de un movimiento espiralado, con especial nitidez en el margen derecho de la hoja. El espontaneo crecimiento de estos trazos se adelanta a la capacidad del yo del niiio para reconocerse como su autor, confiriendoles asi el sello de una unification bajo la
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hegemonia de un significante que se los apropia. En cambio, pasado el momento de la ejec-uciOn, el nino aim no se ye en ellos, no hay reconocimiento especular, devolviendolos a su dimension fundante. Por otra parte, aunque atine ya a nombrarse como autor de sus dibujos, no puede sostener en el tiempo la continuidad de una significacion, asignandole otras cualesquiera que las declaradas en el tiempo de la ejecucion. No se trata de un mero deficit o de una insuficiencia. Es que esta en juego una dimension más fundamental que la del sentido. Se trata, en cambio, de estabilizar, en el itinerario-de mil repeticiones, primordialmente una continuidad y enseguida la continuidad de las primeras formas. En este texto grafico, retroactivamente a las figuras que siguen, es posible reconocer la primera emergencia de una nueva estructura subjetivamente fundamental: la del tubo. El primer efecto manifiesto en la hoja, concomitante con los esbozos de entubamiento, es la desaparicion del magma como tal (figuras 10 y 11). De hecho, esta desaparicion es solo fenomenica. En realidad el magma se va disolviendo en las diferenciaciones que a la vez sustenta y lo reprimen. Y proliferan redondeamientos de diferentes tamarios que podemos leer como tubos en un corte transversal. Subrayemos el desplazamiento estructural: se pasa de la superficie ininterrumpida, que hasta ahora constituia la primera aprehension pictogramatica del cuerpo, al cuerpotubo que efectila una primera discontinuidad en el magma, se propaga en los grafos como primera forma definida, discreta, que reproduce la funcion de continuidad en esa forma y en la compleja intrincacion de continente-contenido que inaugura. El cuerpo-tubo es el campo especifico del cuerpo visceral. Debo apresurarme a aclarar que este continente-contenido no se halla articulado todavia a las categorfas del par interno/externo. El concepto valid° para pensar esta relaciOn es el de la reversibilidad, tan radicalmente absoluta que resulta ininteligible en una logica del proceso secundario. 80
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Figura 69
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Asi un nitio latente, en analisis, dibuja en el pizarron cuerpos con boca y sin ano, boca de la cual parte un tubo descendente que a la mitad del pecho desprende, como por un desvio, otro tubo que retorna a aquella. De la misma manera y por la misma reversibilidad, que Freud fue el primero en descubrir, el contenido del tubo puede ser a la vez continente. Justamente es esta reversibilidad la que hate imposible sostener, más que por muy breves anticipaciones, la diferenciaciOn entre interno y externo. Es lo que, en otras palabras, Sarni-Ali 9 ha denominado "inclusiones reciprocas", "modalidad espacial especifica del inconsciente". Por otra parte, a estos primeros entubamientos les espera una larga historia, puesto que en este primer nivel de plasmacion grafica estan aun muy lejos de articularse a lo especular. Hara falta un trabajo de alargamiento del tubo para que esta articulation se consume. Lo que he inferido a traves del grafismo infantil a lo largo de mi trabajo sostenido con pequelios pacientes, en relation con el momento del cuerpo-tubo, es corroborado por las inferencias de psicoanalistas como Frances Tustin en el analisis de los materiales de pacientes autistas,10 Ricardo Rodulfo en sus tesis sobre el jugar 11 y David Rosenfeld,12 entre otros, al estudiar los estados de regresion en pacientes adultos, en los que su cuerpo era sentido como un sistema de tubos. Si nos detenemos en el delirio del presidente Schreber;) los nervios de su cuerpo tambien constituyen un verda-" dero sistema de calierias o tubos por donde circulan fluff dos. Nos dice: "El alma humana esta contenida en los nen-. vios del cuerpo... en tanto los hombres se componen de nervios y cuerpo, Dios es solo nervios. El nUmero de los nervios divinos no es como el de los nervios humanos, limitado, sino infinito y eterno. Los nervios divinos poseen todas las propiedades de los humanos pero en grado enormemente más intenso..." 13 Este aspecto del delirio de Schreber, que podriamos sintetizar como cuerpo-nervios, tiene que ver con la restitution delirante de este segundo
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Figura 70.
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La hoja se le rompiO en tres lugares durante la realization del dibujo.
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aspecto central en la constitution del cuerpo: el cuerpotubo o cuerpo visceral. Frances Tustin, quien tematiza sobre este moment() de la constitution subjetiva denominandolo "cuerpo como sistema de carierias", vincula el interes de los nifios por el lavabo, especialmente el escurrirse del agua por el call() de desagiie y su paso por la rejilla del resumidero, con este momento de la constitution subjetiva. En el proceso de cura del nifio autista, cuando deja de sentir su cuerpo como constituido por gases y por fluidos y empieza a preocuparse por las cafierias, cita el caso de su paciente Antonio, quien "cierta vezi que Se lavaba un pie pregunto: 'zQue hay en mi pie?', 1o. que parecio una inferencia logica de que tambien el pie pudiera tener canerias... ".14 Tustin sostiene que la "imagen del cuerpo como sistema de canerias es más elemental que la del cuerpo entero contenido por la piel".is A partir de las figuras 12 y 13, asistimos a un doble proceso: los restos del magma, desprendidos en diferentes trazos, empiezan a significar determinadas segmentaciones del cuerpo, al mismo tiempo que el tubo experimenta una elongation fundamental, puesta bajo el signo de un gran ideal: la bipedestacion~ Una ovalacion con un apendice caudal constituye ahora los primeros esbozos de cabeza con cuerpo. Los extendidos trazos que todo lo envolvian —en algunos de los dibujos anteriores— se transforman ahora, por_cortes, dislocaciones, plegamientos y redistribuciones en el espacio, en trazos, piernas, torsos. Por lo demas, es visible en el texto la implantation de lo especular, que reorganiza la espacialidad de la hoja en un sentido vertical correlativo a la primacia de la bipedestacion. Observemos que esa aspiration a la bipedestacion delata el peso que ahora tiene la imago del semejante y, por lo tanto, lo escOpico. La bipedestacion entra por los ojos. Es este uno de los grandes hitos en el "irse a vivir" a su 82
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cuerpop_o_rparte_del_nao___Y aun doblemente, si tomamos en cuenta que a la par del trazo se despliega en algunos de los materiales la dimension del relato. Si lo queremos, la figura 12 testimonia ese "irse a vivir" de una manera cautivante por como nos permite sorprender el misterio de un momento de la subjetivacion: la primera figura de la izquierda, en efecto, muestra un circulo parcialmente sobrepuesto a otro, como si fuese una figura bicefala. Pero el mismo texto admite una lectura menos estatica y más cinematografica. De este modo, podemos imaginarizar el trayecto de la segunda masa redondeada entrando a alojarse en la primera, metafora de un psiquismo naciente que asume la propiedad de lo que antes solo anatomicamente era una cabeza y su propia cabeza. Este primer esbozo del cuerpo propio es lo que permite al sujeto representar un atisbo de diferenciacion entre grande y pequeno, relativo al tamatio de las figuras, que como producto de lo precario de tal diferenciacion estan unidas por los brazos constituyendo un solo cuerpo. En el siguiente grafismo (figura 13) hemos de puntualizar que, en relation con el magma, la parte representada por el circulo tiende a hacerse más pequena, pasando a destacarse mas las lineas que enmarcan ya en forma nitida un cuerpo. Las rayas de la primera figura se transforman en brazos, claramente especificados, piernas que no se hallan aun separadas del tronco, es decir, la unidad piernas-tronco estrictamente constituye un tubo, pero en este caso atravesado ya por lo especular, dominio este en el cual no se ha instaurado radicalmente la diferenciaciOn entre interno/externo. En el relato que hace el niflo, se insiste en el aspect() de esta no diferenciacion: Sebastian: Tiene patas largas porque es grande, y una cabeza y ojos y pelo. Decime, zpor que se los tape? Ese "zpor que se los tape?" es una construction de pen83
samiento producida aim en el espacio de inclusiones reciprocas. Al interrogarme sobre sus propios pensamientos, el nitio considera su reversibilidad, La causa de sus pensamientos no es "interne a si mismo. La interioridad aun no funciona como categoria separada de la exterioridad. Es un ejemplo de tubo: el_contenido de sus pensamientos esta en el continente materno de la transferencia. Otro aspecto emergente en este grafico es el contenido corporal, evidenciado en el coloreado del tronco con color verde, tendiente a establecer una cierta envoltura muscular que empieza ya a cubrir lo visceral. A diferencial del magma, aqui nuestro pequerio artista tiene una intention explicita al iniciar su tarea: hacer un nene; tramite que una vez logrado le produce satisfaction y agrega que sus extremidades son largas, porque es "grande" (observamos alli en pleno funcionamiento el ideal). En este punto del transit° subjetivo, el nirio esta pudiendo "asir" la imagen inconsciente de su cuerpo. Ya no se "olvida" de que el dibujo le pertenece, ni tampoco olvida lo que realiza, pero aim nos cuenta que sigue "abrochado" al Otro: el ".por que se los tape?" es una frase ejemplar al respecto. En el analisis de otra grafica (figura 14) notamos en la construction del cuerpo una diferenciacion mayor que Ia precedente: aparece la cabeza, en la que emergen por primera vez los rasgos. El tronco se diferencia de las piernas, iniciandose Ia caida en la represion originaria del cuerp6=tubo. Con la presencia de los pies se completan más aim las extremidades inferiores. No obstante, debemos puntualizar que comparte con las figuras anteriores el_predominto de_lo_especular, especificado en la grafica a traves de la reduplication de los soles que enmarcan la superficie de la hoja en el Angulo superior y en el inferior. Otro aspecto central de este grafico es el que corresponde a la preeminencia del proceso de proyeccion. Las rayas con las cuales la nina comienza a colorear el cuerpo 84
rebalsan su superficie y pasan a invadir el resto de la hoja. El observador corriente podra imputar esto a la inhabilidad del nirio para realizar su trabajo; más de un maestro amante de la prolijidad podra corregirlo, porque "se salio" del espacio conventional. Sin embargo, los psicoanalistas conocemos muy Bien esta "operation" a traves de la cual un sujeto en construccion se sale de si para poblar otro espacio-fuera, que de esa manera, por primera vez, queda inaugurado, y la denominamos proyeccion sensorial primaria En esta grafica, las rayas cumplen por condensation dos funciones: por un lado, sirven a los fines de la unificacion, lo que Ricardo Rodulfo denomina "la construction de una superficie continua".16 Por otro lado, estas mismas rayas, que desbordaron los limites corporales, sirven a los fines de representar el movimiento desiderativo, movimiento que ya se hacia presente en el magma. Van cobrando secuencialmente mayor diferenciacion, pero a la vez mantienen intacta su energia. Mis investigaciones sobre la constitution subjetiva temprana en coalescencia con la grafica infantil me han permitido corroborar que estructuralmente, como tiempo logic°, el_ c_uerpontub_o precede a_ la imagen del cuerpo entero contenido por la piel, para el cual Didier Anzieu acutio la expresion yo-piel.17 La imagen del cuerpo-tubo, deciamos, donde ya se dispone de las categorias de continente y de contenido, debe pues diferenciarse cuidadosamente del yo-piel, en el cual el cuerpo entero con una envoltura implica el funcionamiento de la oposicion fundamental yo/no yo. Este cuerpo entero se recorta como un objeto, entre otros, que tiene formas, figuras identificables y a la vez un nombre propio (Tustin). En las figuras siguientes podemos observar la creation de ese espacio interior/exterior. El dibujo (figura 15) se transforma, ahora si correspondiendo a la clara discrimination yoica "lo escupo-lo 85
trago", planteada por Freud en su texto sobre la denegaciOn. El pequerio, para constituirse saludablemente, debera como regla expulsar lo malo, proyectandolo, e introyectar lo bueno. Esta operation que se empieza a avizorar en las figuras anteriores se especifica mAs aim en este grafico. Las rayas del dibujo anterior se han transformado en los cuadrados que brotan de las cabezas como proyecciones de su propio cuerpo, primer esbozo de lo que va a constituir en dibujos ulteriores el espacio privilegiado de la casa. Estas producciones, junto con las de otros ninos, (-Heron sentido para mi a la afirrnacion de Francisco Tosquelles,18 en su bello capitulo acerca de la grafica infantil, cuando nos dice que a pesar de la aparente independencia de la casa y los distintos elementos del paisaje, estos no dejan en ningun momento de formar parte del cuerpo proyectado hacia el espacio exterior. Observemos que otros elementos proyectivos pueblan el dibujo, se reinsertan, resignificandose fragmentos del magma, pequerios guijarros, esbozo de camino, rudimentario piso por el que transitan estos comparieros de aventura:
Notemos que nieto y abuela, diferenciados en su elocucion, no lo estan aun en la grafica, diferenciacion a la que nuestra pequeria dibujante arribara, seguramente despues de recorrer algunas otras vicisitudes. En los dibujos siguientes (figuras 16 y 17), la casa aparece francamente como imagen desprendida del propio cuerpo y a la vez diferenciada. La espacialidad que se inaugura es otra, ya que en los grafismos anteriores el espacio hegemonico era el de inclusiones reciprocas, mientras que en estos aparece claramente constituido el espacio exterior. El cuerpo, luego de diseminarse a traves de las figuras anteriores, ha pasado a ocupar otro espacio. Esto que acon-
tete en el grafismo corresponde a un proceso central en la estructuracion subjetiva que es inherente a la separation del Otro primordial. Las ruedas de la casa marcan la humanization del objeto y, a la vez, la proyeccion del factor dinamico, ya que son el equivalente de las piernas. Estos graficos constituyen una transformation del magma inicial: encontramos en ellos los mismos elementos de los cuales parte nuestra pequeria investigadora, pero ahora agrupados, desplazados, transformados y recompuestos en un "todo" distinto. Los elementos corpusculares iniciales dan Lugar al cuerpo por yuxtaposicion de zonas redondeadas; las lineas se organizan en distintas superficies, dando soporte al mismo cuerpo y a la casa. El analisis que realiza Frances Tustin en relation con la emergencia_de_la cruz en el momento en que los pequelios pacientes abandonan la envoltura autista y experimentan la sensation primera de su cuerpo erecto es un buen punto de partida para precisar uno de los aspectos presentes a ser descifrado en los trazados de las ventanas con que los ninos pueblan sus primeras representaciones de la casa. Lo pulsional parece una varita magica que va tocando los cuerpos y transformando cada una de sus partes en una zona erogena. El movimientodesiderativo es el que le da cuerpo al sujeto, en el estricto sentido psicoanalitico del terrnino. El pequefio, a traves de este transit° subjetivo, logra acceder a esa corporeidad erogena. Hemos de puntualizar que este grafismo no esta uniformemente hecho pulsion: observemos que lo pulsional en estos dibujos recae sobre la cara devenida rostro, no asi en las manos que aun permanecen como punos. Enfoquemos ahora nuestra lente a la superficie del rostro. Los ojos no solo "yen" sino que por ariadidura de lo escopico "miran", invistiendo un objeto exterior virtual. Papel activo en esta mirada juegan las arqueadas cejas y las vigorosas pestarias, todo un verdadero dispositivo
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Flavia: La abuelita y el nietito con gorros de cocinero.
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montado en la comunicacion con el mundo. "Ventanas bien abiertas", autenticos chorros de libido objetal. Lo olfatorio encuentra tambien su posicion de privilegio en el rostro; no puede menos por el rol que el olfato tiene en la cotidianidad actual de la pequeria dibujante y que se remonta a los primeros momentos de su vida. Orificios tambien abiertos al mundo que le permitieron contactor muy tempranos con los objetos primordiales en forma conjunta con los otros canales que le dieran cuerpo. Las rueditas de la serie, verdadera energia, carga, factor dinamico, pura deseancia, enmarcan ahora la boca, lo cual nos habla de su papel central en el tramite de subjetivacion. Y, en otro sentido, ponen en evidencia el logrado tramite de intrincacion pulsional, de la verdadera ligazon de zonas erogenas. Los gorros y las chimeneas se hallan configurados con analog° trazado. Ello pone de relieve la localizacion imaginaria del proceso de pensamiento. El pensar es para el nino caracteristico de la cabeza, esta anclado en esa localizaciOn corporal; de alli, el tipico humo que emerge de la chimenea tiene que ver en la grafica infantil con la produccion del pensar; el pensar en tanto funcion, en tanto matriz que posibilita todo ulterior pensamiento, y es asi como ese mismo humo, trazo vital, constituye lo que podemos denominar protoletra, es decir, la base, la infraestructura de la cual han de advenir luego las letras, ya en una diferenciacion ulterior: pasaje de la escritura grafica a la escritura fonetica. Lo que win no aparece discriminado en las figuras es la asimetria ligada a la diferenciacion sexual. Estas no han asumido todavia la oposicion masculino/femenino. En cuanto a la relacion imagen de base-imagen dinamica, podemos deducir que existe una muy bien lograda condensacion e interpenetration de ellas, teniendo un lugar equivalente en el dibujo los componentes ligados a ambos niveles de la imagen inconsciente del cuerpo. Pasemos ahora al analisis de la figura 18. Dibuja en primer lugar una nina, un edificio de departamentos de varios pisos, una chimenea con gran humo, una serial de 88
transit° con el signo que en el codigo respectivo denota la prohibicion de estacionar. Esta sepal, por su forma y posiciOn, ocupa el lugar habitualmente concedido al arbol en los dibujos de esta epoca. La importancia de este grafico radica en mostrarnos a un sujeto en el trance de asumir la posicion edipica en toda su plenitud y con todas sus consecuencias. La clave nos la proporciona la funcion de la serial de transito, ya que al ser interrogada, la nina la define como "prohibido estacionar". Prohibido estacionar que en la organizacion espacial de la grafica se emplazara, decisivamente, entre el "cuerpo de la casa" y el "cuerpo de la pequeria". Se prohibe a la nina seguir estacionada junto al edifido, situaciOn que puede ser comparada con la de Michelle, cuyos graficos veremos más adelante, quien, a diferencia de Flavia, por la misma epoca permanece incluida y eclipsada en el cuerpo materno, vale decir, excesivamente estacionada en el. Examinemos ahora la consecuencia subjetiva de que se acepte este "prohibido estacionar". En primer termino, se marca de un modo inequivoco la diferenciacion sexual, abandonando la simetria naciente que no distingue a la nina del varon. Elementos como la forma de la cabellera, los tres morios, el vestido, etc., significan, de un modo claro, este proceso de diferenciacion. Caracteristico de este momento es que la identificacion se pone al servicio de esta nueva simbolizacion. Con este dibujo tenemos un bello ejemplo de trabajo ps'iquico que la nina esta realizando. El humo, adern6s de irse vigorizando más y mas en relacion con la serie anterior, apunta a un nuevo personaje colocado arriba a la derecha, que es el sol y, por otra parte, su movimiento se reduplica, lo cual marca el punto de identificacion en la cabellera de la nina. La pequeria no se confunde con la casa, pero encontramos en su cuerpo elementos que extrae de ella. El humo se ha transformado en posesion de la nina, metamorfoseado en cabellera femenina de esplendor falico. 89
Irnportante es enfatizar en este punto la diferencia entre la identification especular donde uno es otro no aceptado como exterior y la identification emergente de la relacion con el objeto que c2racteriza el momento edipico. Correlativamente se puebla el interior del cuerpo de la nina con zonas de alta intensidad de color, que debemos trabajar —al igual que Freud lo hace con los suefios— como indicadores de la intensidad libidinal con que la pequefia inviste en este moment() estas zonas erogenas: manos y genitales. Si dirigimos nuestra atencion a la casa, convertida ahora en un edificio de departamentos con clara delimitacion de los pisos que lo compone.n y el trazado de lo que la nina define como "ladrillos", observaremos que el cuerpo del edificio es correlativo y simultaneo a. la posesion del propio. Cada uno de ellos avanza en su diferenciacion especifica. La larga chimenea reproduce, invertida y en un desplazamiento de la parte inferior a la superior de la hoja, la protuberancia falica de la falda. Este pasaje hacia arriba puede pensarse como una evidencia del desarrollo de sublimaciones, es decir, que lo falico inviste el pensamientos preparando el camino para la valorization de nuevas realizaciones intelectuales o simbolicas. El aceptar la prohibition tiene su coronamiento en que la nina ocupe ahora un lugar absolutamente central en la hoja: es la protagonista indiscutible del dibujo, lo cual nuevamente contrasta con esa primera realization de Michelle, en donde se invisibiliza, dejando a la madre en primer piano. Es decir que el "prohibido estacionar" ha operado como un factor eminente de individuation, tramite indispensable para que un sujeto pueda. "jugar" la conflictiva edipica en todos sus matices y: contradicciones. Un dibujo posterior nos ofrece datos .complementarios de lo que venimos exponiendo. En esta figura 19 el clasito triangulo del complejo de Edipo se visualiza sin ocultamientos... •
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Flavia: La mama esta arriba, la nena en la escalera, en el piso, el papa. Notese como la censura opera cuidando que la forrnulacion no sea, por ejemplo, el papa y la nena. En el hecho de la organization del grafico, padre e hija estan muy proximos, emparejados, al tiempo que la nina se situa al pie de la misma escalera en la que la madre ocupa los peldatios superiores. En "la misma escalera" podemos reconocer el itinerario de la identification: el carkter complejo del Edipo, su forma doble en tanto positivo y negativo, amen de los equilibramientos permanentes e inestables entre el deseo y la censura que se manifiestan en el enorme corazon que vincula a madre e hija, contrapesando la cercania de esta al papa. La madre ha sido enviada lejos, pero en un honroso puesto de preminencia al estar en la parte superior de la hoja. Por otra parte, un examen rmis atento nos la muestra en los aires, no terminada de apoyar en los peldailos: podria caerse de alli. Conviene subrayar atin como se verifica el pasaje del ser al tener. En la estructura misma del grafico, la forma de la nil-la no se confunde con la del padre. Para "tenerlo", ella mantiene una conexion con la madre (el largo hilo) y reproduce algunos de sus rasgos. "Ser" como la mama para cumplir el deseo edipico en relaciOn con el papa. Lo informe del mamarracho, que fue nuestro punto de partida, se ha metamorfoseado en triangularizacion sexuada.
NOTAS 1. Rodulfo, Ricardo: Seminario Estudios clinicos, Buenos Aires, Tekne y Ed. C.E.P., 1989. 2. Aulagnier, Piera: La violencia de la interpretation, Buenos Aires, Amorrortu, 1977. 3. Tosquelles, Francisco: "Contribution a la investigation de tecnicas
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de education de los retrasados mentales graves", en Maternaje terapEutico con deficientes mentales profundos, cap. VII, Barcelona, Ed. Terra Nova, 1973. 4. Freud, Sigmund: El yo y el elk, 0. C., Madrid, Biblioteca Nueva, 1948. 5. Winnicott, Donald: Realidad y juego, Buenos Aires, Gedisa, 1969. 6. Dolto, Francoise: "Personologia e imagen inconsciente del cuerpo". El cuerpo del deseo, Mexico, Siglo XXI, 1985. 7. Tustin, Frances: Barreras autistas en pacientes neurdticos, Buenos Aires, Amorrortu, 1989. 8. Jerusalinsky, Alfredo: Psicoandlisis del autismo, Buenos Aires, Nueva Vision, 1987. 9. Sarni-Ali: Cuerpo real-cuerpo imagihario, Buenos Aires, Paidos, 1979. 10. Tustin, Frances: ob. cit. 11. Rodulfo, Ricardo: El nino y el significante, Buenos Aires, Paidos, 1989. 12. Rosenfeld, David: "Trastornos en la piel y el esquema corporal. IdentificaciOn proyectiva y el cuento infantil 'Piel de Asno'",Rev. de Psicoandlisis, APA, 1975, NQ 2. 13. Freud, Sigmund: "Observaciones psicoanaliticas sobre un caso de paranoia autobiograficamente descripta," Madrid, Biblioteca Nueva, 1948, tomo II. 14. Tustin, Frances: ob. cit. 15. Tustin, Frances: ob. cit. 16. Rodulfo, Ricardo: El nino y el significante, ob cit. 17. Anzieu, Didier: "Le Moi Peau' , Nouvelle Revue de Psychanalyse, rtg 9, Paris, 1974. 18. Tosquelles, Francisco: ob. cit.
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6. INTRODUCCION AL DIAGNOSTICO A TRAVES DE LA ESCRITURA GRAFICA
El recorrido hecho hasta aqui nos ha permitido detectar tiempo y vicisitudes decisivos en la constitution de la subjetividad. Emprenderemos ahora, a modo de variante, un camino en otra direction. En la clinica psicoanalitica con nifios y adolescentes cada vez más se me ha impuesto como insoslayable en el diagnostic° diferencial el material gr6fico producido por los consultantes. A traves del dibujo, lo primero que procuro precisar es —retomando una pregunta de cuya fecundidad hemos dado cuenta en un libro anterior-1 en que trabajo anda el nino o el adolescente que tenemos frente a nosotros. Establecer esta cuestion es de hecho inseparable de evaluar si en este trabajo de realization simbolica y de construction del aparato psiquico ese nino o adolescente se encuentra detenido en su desarrollo, silenciado por la inhibition, estereotipado por el sintoma, vuelto hacia atras en una descomposicion regrediente que lo desmantela (Meltzer) o si lo esta cumpliendo saludablemente, es decir, conflictivamente, pero sin los impases enumerados. Es necesario ante todo subrayar una diferencia de principio con los procedimientos a traves de los cuales las tecnicas proyectivas en sus diversas inflexiones utilizan las producciones figurales. Para empezar, mi propuesta toma distancia y se caracteriza por una prudencia metodologica con respecto a la obsesion por el significado que constrifie dichas tecnicas. En cambio, mi prioridad se dirige más 93
bien a determinar en que y como concierne al autor lo que plasma en una hoja durante las primeras entrevistas nosticas, durante lo que he denominado mas especificamente, siguiendo a Piera Aulagnier,2,3 movimientos de apertura. Para ello, es menester detectar, junto al que de lo que inconscientemente el nifio plantea, el como lo hace, vale decir, de que recursos dispone o que recursos puede movilizar para desplegar la problematica, que atraviesa o los sufrirnientos que lo afligen. Al estudiar los gr6ficos realizados por los ninos desde el momento initial hasta el final de sus. tratamientos psicoanaliticos fue grande mi sorpresa al comprobar en muchos de ellos que los elementos esenciales al planteo y la resolucion de lo que los traia a la consulta se encontraba desde el comienzo, incluso ya en su primer dibujo, enmaraflados las más de las veces, al punto que fue preciso una ardua tarea de desciframiento. Mi comprobacion remitia pues, punto por punto, a la que en su momento realize) Freud para el caso de la funcion del primer suerio de un paciente adulto en analisis, que contiene de una manera extremadamente condensada la totalidad de los elementos que la cura habra de identificar, reposicionar y ora intensificar, ora disminuir en su aspecto economic°. Por supuesto, tal descubrimiento es retroactivo. Es importante puntualizar que aqui no basta con apelar al significado o a los significados que indudablemente puedan extraerse con mayor o menor acierto de la composicion, ya que el peso del asunto recae sobre los elementos materiales, formales del dibujo. Son ellos los que hacen la maraiia en cuestion y son ellos los que el analista tendra que constatar si se repiten en otras producciones, ya en multiples descondensaciones a lo largo de un tratamiento. La pasion por fijar significados debe legitimarse a traves de un trabajo del analista sobre las formas concretas que asume lo figural en un caso dado y no asignando un sentido hipotetico y despreocupandose de ellas. Un fino diagnostico diferencial en la infancia es de importancia decisiva en cuanto a las oportunidades de 94
intervention favorables en el desarrollo ulterior del sujeto. En la infancia y en la adolescencia operamos sobre un aparato psiquico en proceso de estructuracion antes de que alcance la relativa estabilizacion del adulto. Por eso, se impone como requisito fundamental poder precisar si el nirio o el adolescente por el cual nos solicitan esta atravesando una crisis vital, saludable y, por lo tanto, pasajera correspondiente a un trabajo psiquico concomitante, o si se trata de un problema ya estabilizado a la manera de una neurosis, o en los casos mils graves aun si se trata de una detenciOn de todo proceso de desarrollo saludable y una errancia en acciones estereotipadas, como en el caso del autismo, o si se trata de un trastorno en la estructuracion subjetiva que enmarafia al niflo en una trama aberrante sin poder desligar su cuerpo del materno, como en la psicosis simbiOtica. Si bien solo al final del analisis nos encontramos con "la posibilidad de leer el primer dibujo en funcion del esclarecimiento progresivo de las formas que lo constituyen, a partir de las cadenas significantes que se articularon en el tiempo y en el espacio de la cura" 4, en el momento de las primeras consultas debemos precisar con claridad los limites del problema planteado, inventariando sus tendencias. Estos conocimientos preliminares nos permitir6n formular las recomendaciones terapeuticas que en algunos casos pueden consistir justamente en no emprender proceso terapeutico alguno con el nifio, simplemente por considerarlo innecesario en ese momento, y si la propuesta concierne a la initiation de un tratamiento, "es tambien igualmente central que el analista pueda realizar un autodiagnostic° acerca de su capacidad de investir y preservar una relaciOn transferencial con ese paciente singular que nos consulta y su familia".5 A lo largo de todos estos trabajos el estudio de como el niflo, y en algunos casos el adolescente, se presenta a si mismo a traves de sus dibujos reviste una importancia no pocas veces decisiva que recompensa los esfuerzos del desciframiento a traves de 95
las orientaciones que ese dibujo nos imparte, acortando en su composicion sincronica lo que en el campo de lo verbal se da con mayores rodeos, y brindando asi al analista una suerte de mapa de aspectos basicos del inconsciente del sujeto en cuestion. Presentare ahora algunos materiales que permiten examinar los estrechos vinculos entre diagnostico diferencial y liendo a la pregunta de como sepresenta grafismo, resan_lci un nino _a la consu Esta pregunta, que en sus transformaciones se reitera a lo largo del capitulo, constituye la forma de aproximacion psicoanalitica a los primeros materiales producidos por aquel. Debemos enfatizar que no es nuestra presuncion en estos contactos iniciales la adquisicion de un supuesto saberlo "todo" acerca del sujeto que consulta, solo un recorrido ulterior —en general mss biers extenso— perrnitira poner estos graficos en sintagma con otros materiales producidos por el paciente en su analisis, y desde alli desencadenar efectos de sentido o proporcionarnos un sentido nuevo por su correlacion con el resto. Nadie duda de que esta es la tarea que todo analisis no soslayard. Pero para determinar, incluso, la necesidad o no de un analisis, se debe establecer un diagnostico inicial. No un diagnostico clasificatorio, en donde lo primordial sean etiquetas nosograficas, sino, como ya dijimos anteriormente, un diagnostico centrado en el trabajo de subjetivacion que se esta desarrollando y en sus eventuales detenciones o regresiones. Considero que un analisis minucioso del dibujo constituye un material de un valor comparable al que en el campo de la medicina ha cobrado en los tiltimos afios el diagnostico por imagenes. Más aim, no lo estoy diciendo de una manera analogica sino que lo planteo como un capitulo muy especifico de aquel diagnostico por imagenes. En el analisis de las figuras que utilizo he hecho especial hincapie en estos aspectos del diagnostico diferencial, privilegiando de manera deliberada aquellos analisis en 96
los cuales los graficos ocupan un lugar preponderante, lo cual no sucede en todos los tratamientos. Lo hago de esta manera, a fin de insistir en subrayar un hecho que considero largamente descuidado o valorado solo a veces o a medias, cual es el lugar relevante que pueden tener los dibujos en una aprehension diagnostica psicoanalitica. Por supuesto que no pretendo entronizar la via de lo figural como unico medio posible de situar la problematica de un nino, ni mucho menos como unico medio de penetrar en su inconsciente. Los materiales aqui analizados tampoco pretenden agotar el campo de la nosografia psicoanalitica, limitandose, en cambio, a inventariar presentaciones relativamente tipicas. Compongo con ellos un esbozo de paradigms para poder aislar y conceptualizar los distintos trazos que nos aproximan a las primeras hipotesis de un diagnostico diferencial en psicoanalisis, que luego, a su vez, deberan de ponerse en cada caso en particular en relacion sintagmatica con el resto del material y con la historia del sujeto por el cual nos consultan. Presentamos ahora el primero y el ultimo dibujo de una paciente, coincidentes con el principio y con el fin de su tratamiento. Michelle, una nina de cinco afios, es traida a la consulta por presentar dificultades que comprometen toda su vida social. Michelle: Soy timida... Siempre tengo miedos... Concurre a clase con dificultad, no habla ni juega con sus companeros. Durante los recreos —como asiste al mismo establecimiento escolar que su madre-- permanece literalmente "pegada" a ella. No inicia juegos, tampoco responde a las preguntas que se le formulan. A pesar de su edad, el conflicto fobico tiene larga data. Se ha consolidado y constituido una neurosis fobica que resulta muy limitativa para la pequena y angustia a su familia. 97
zComo se presenta esta nina? Veamoslo en la primera y en una de las ultimas sesiones de su tratamiento analitico (figuras 20 y 21). Michelle: Esta senora va de compras. (De pronto, serialando el dibujo femenino que acaba de realizar dice:) Y aqui esta la nena. Analista: zDonde esti la nena? Michelle: Es esta (seflalando a la senora). Es esta que aparecio y que antes estaba detr6s de la mama. AcA atras, escondida. Ahora apareciO.
que su edad lo permite de la position femenina. Al respecto la nina nos dice: Michelle: Es una nena que va a la plaza. (Ella no podia salir a ningtin espacio extra familiar. Antes, la plaza le estaba vedada). Va a la plaza con su papa. Esta en el dia de su cumpleanos y su papa le va a hacer un regalo. Analista: zVos viste lo que dibujaste alli? (Sefialdndole en el centro de la pollera.) Michelle: i,En el delantal de la nena? Analista: to parece que hay dibujado alli dentro? Michelle (Se rk y dice:) Un bebe.
Analicemos esta primera situation. La madre se troca en la nena, como en esas narraciones oniricas donde una persona se muda en otra. Pero es por Canto esta madre quien domina el primer piano. En terminos de la nina y de la relation que mantiene con sus imagos es como si nos dijera: mi madre es la causa de mi aparicion diferida. Se la encuentra eclipsada en un dentro-detras. Esta relativa invisibilidad que sella la situation del primer dibujo la encontramos en el Ultimo transformada por completo: ahora una nina enorme se posesiona del lugar protagonico. El cambio de position subjetivo queda representado en los caracteres formales de la composition grafica. Correlativamente, una serie de elementos que estan como telon de fondo en el primer() ahora pueblan el cuerpo de la nina devenida protagonista, arrastre al primer piano que vale como efecto de retorno de lo reprimido. Puede leerse en el texto una inflexion nueva en el proceso de identification que el transit° por el analisis le ha posibilitado. El trabajo del trazo sobre la pollera nos indica una rica trama imaginaria involucrando, la zona genital. Ese corazon-Utero espacialmente en position central es harto elocuente con respecto al atravesamiento del Edipo a que se halla abocada hacia el fin de su analisis. Corazontiter° florecido de resultas de la fecundation simbolica paterna, indite de una creciente asuncion en el nivel en
En contraste con el primer dibujo, hay un desplazamiento del rostro a la pollera desde el punto de vista del trabajo sobre los detalles y desde el punto de vista del lugar donde anida el elemento de signification mas fulgurante en lo inherente al cumplimiento del deseo inconsciente. El tamafio de la figura humana por si solo mide la magnitud del vuelco subjetivo realizado, si comparamos lo tan pequena que vino —pequenez que la colocaba en el limite de lo visible— y lo grande que se va. Esta diferencia de magnitud en el tamafio designa no un mero hecho de crecimiento psicofisico relativo al propio crecimiento. Autonomizandose en su emergencia, es el deseo propio de la nina , crecimiento que equivale a una modification importante en el peso de la represion. Por eso mismo, los frutos emigraron del arbol a la nena, rodeando el corazOntiter°, de lo cual puede inferirse que el arbol representaba a la imago paterna. Como lo puntualizara Lacan 6 para el caso de Hans, la nina deja de estar desaparecida en el cuerpo materno y en exclusiva referencia a el. No es menos interesante hacer notar la asociacion que se produce en el piano estrictamente figural: para el que se halle familiarizado con estas cuestiones del dibujo, dice lo esencial por sus propios y solos medios. Vale la pena consignar otro detalle de interes para el tema de la asociacion
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de dibujo a dibujo, independiente de los circuitos verbales: el 'Ajar() que pende sobre la cabeza de la madre omnipresente en la figura 20 se transformo con el correr de las sesiones en un avian de Air-France, rasgo singular siendo la madre de la paciente de nacionalidad francesa y no habiendo elaborado aim, a pesar de sus largos atios de radicacion en la Argentina, su separacion del lugar de origen. Ese pajaro transformado en avian se halla entre la figura femenina y el sol, sol que desde Freud, el psicoanalisis ha descubierto como representacion habitual de la figura paterna. Por el contrario, en la figura que cierra la historia, este sol se halla contiguo a la cabeza de la nina, sin interposiciones. El pajaro, por su parte, se encuentra del otro lado, terciando, pero sin interrumpir el vinculo de la nina con el sol. Por ultimo, cabe constatar lo abierto del espacio en el trabajo final en oposicion al camino que en la figura 20 sale de la casa, cerrado con demasiada prontitud, sin conducir a parte alguna. Mientras Michelle se posiciona en el modo del eclipsamiento, el camino elegido por Lorena (figura 22) es otro, y se lo podria categorizar en el orden del desdoblamiento. El impulso a la aparicion irrefrenable en la perra que se abalanza hacia el espectador se contrapesa en la figura de la nina "oficial" que tira hacia atras diciendo "vamos". Es como si dijeramos que se prefigura un posible futuro eclipsamiento, ya plenamente realizado en el caso de Michelle. El animal pulsional, por ahora presente, podria llegar a desaparecer si los avatares de la represion lo perrnitiesen. Por el momenta, el dibujo de la nina la presenta en un estado de conflicto mas agudo que el de su antecesora. Si el analisis toma en cuenta este modo de aparicion, la direccion de la cura deberia tender a que la nina pudiera acornpariar sin temor, pero con su propia regulacion, el movimiento del animal que ahora trata, en cambio, de sujetar a toda costa.
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Armando es un nifio de diez atios afectado por un trastorno del desarrollo de origen genetico que da por resultado un grado de debilidad mental con dificultades marcadas en la motricidad gruesa y fina de orden neurologico. Su aparicion es de a dos (figuras 23, 24 y 25) en el mas puro estilo especular. Todos los elementos se hallan duplicados. Su figura humana nos habla de la persistencia de una identificacion animal y aun vegetal: cuerpos con alas en lugar de brazos, con orejas que en rigor son de otra especie; relacion de tronco a cabeza equivalente a la que se da entre el tronco y la copa de un arbol. A esto se agrega la no simbolizacion de la castraciOn primaria 7 que hace que lo masculino y lo femenino no encuentren trazo para la representacion de sus diferencias. El mismo tronco-cuerpo aun vesical-cloacal es usado indistintamente, lo cual no sucede en los materiales anteriores de las nii1 - as, claramente sexuados. Es este un indice de mucha importancia pues nos habla de que aim en el sujeto esta pendiente la asuncion subjetiva del Edipo, lo cual es bien diferente de la sintomatologia que emerge por impases producidos en el curso del Edipo. zQue podemos, entonces, deducir? Basicamente, que Armando padece de un trastorno narcisista de consideracion. Asi como en la imagen el nino viene de a dos, en las escrituras con que acompatia y enmarca sus dibujos reproduce con insistencia este mismo orden dual. Las dos escuelas a las que los ninos se encuentran entrando nos hacen pensar en el motivo dominante de consulta, vinculado a deficiencias en el aprendizaje. Una hipotesis de trabajo plausible es que la escalera que va del nino a la escuela nos habla de una fantasia de curacion al articular una mediacion en lo disyunto que, en el momento de la consulta, caracteriza los vinculos y la posicion del nifio con la escolaridad. Armando: Me hago el tonto, no se por que me hago el tonto. Yo no quiero ser tonto.
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Signado por sus procedimientos de especularizacion inmediata, Armando ya tiene mis orejas, elementos de prestigio para el. Este pequeno incidente transferential ilustra sobre lo umbilicado que esta y lo predispuesto a indiscriminarse, apoderandose parasitariamente de rasgos del cuerpo materno sin atinar a una toma de•distancia como sujeto de diferencias. •
den6 inmediatamente despues de haber ienido un hijo, fruto del incesto con su hermano, hijo que muere despues del pa rto. La paciente ha deambulado la mayor parte de su vida de una institution a otra, ya que su padre se hallaba en la cartel y la madre no podia hacerse cargo de los hijos. Pudo establecerse despues de un tiempo que el verdadero motivo de la reclusion del padre era debido a la violation de una de sus hijas, quedando indeterminado de cual de ellas se trataba. De su primera hospitalization, Olga habia sido retirada por el hermano en cuestion, siendo el mismo hermano quien la hace reingresar al agravarse el estado de la joven. El recorrido que, por su parte, hace la breve secuencia grafica nos habla independientemente de una patologia no solo grave, sino en consonancia con la position de objeto pasivo de goce que parece dominar y repetirse a lo largo de la vida de la paciente. Estos dibujos evocan inmediatamente el concepto de desmantelamiento. El trazo temblequeante, rodeado de vacio y circunvalando un cuerpo que es como un desierto pulsional, testimonia la gravedad de ese desmantelamiento. Desierto de rasgo unario, podriamos decir. Ausencia de lo humano en esa apariencia humana, al faltar la consistencia de lo pictogramatico libidinizando lo oral, lo escopico, lo invocante, lo olfatorio y poblando de esta manera lo que, de no ser asi, subsiste como mero vacio contorneado. Lo sinuoso y debil de la linea cuando ya se ha descartado fehacientemente patologia neurologica, realza el fracaso en la construction de un lugar para vivir y, por contraste, anticipa la ardua tarea que espera al analista que apueste alli no al retorno de lo reprimido sino a un efecto de escritura, al nacimientode un trazo que inscriba como por primera vez un poco de subjetividact, –
Olga es una adolescente de quince afios que fue internada por segunda vez en un hospital neuropsiquiatrico, epoca de la cual datan sus graficos (figuras 26, 27 y 28). La crisis responsable de esta internacion se desenca-
Hernán (figura 29) tiene cinco atios. En la primera entrevista, su padre, que es medico, habla de el más en terminos de un cuadro nosografico que de un nitio. La descripcion parece encaminarse a la de un sindrome de Len-
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Los ninos afectados por un trastorno del desarrollo suscitan en los adultos que los rodean y en ellos mismos —como sosteniamos en un trabajo anterior -,8 dada su propia identification con el ideal, una intensification de fantasias de muerte y tienden a homologar al debil, en su limitation organicamente condicionada, con el "tonto" culturalmente segregado, tal cual en su moment() lo serialo Maud Mannoni 9 . La debilidad es una cuesti6n de grado; la tonteria, en cambio, se mueve en un regimen implacablemente binario y sin matices. Algo de esto se refleja en la simultaneidad casa-escuela del primer grafico: aun en su hogar, el nitio estara resignificado por el juicio negativo que sobre el emana desde la escuela diferencial. Sera entonces un nifio diferente en su casa como diferencial es la escuela, y asi seguiran las cosas a menos que el analisis pueda construir una escalera que lo lleve a un lugar tinto. Armando: Marisa, to dibuje unas orejas grandotas porque me escuchas todo el tiempo (figura 24). En la sesion siguiente (figura 25) prosigue el nifio: Armando: zViste que orejas grandes tengo?
nox, epilepsia de los primeros anos de vida cuyo pronostico en algunos casos sigue siendo reservado. Este "diagnostico" nunca habia sido puesto a prueba consultando a un especialista idoneo y la interconsulta, pedida por mi, no confirmo el veredicto paterno, estableciendo en cambio la existencia de una epilepsia mioclonica perfectamente controlable con medicaciOn adecuada. Cabe ariadir que esta patologia no reviste gravedad ni afecta por si misma la evolucion intelectual. Por otra parte, lo lapidario de aquel diagnostic° familiar se agrava por la clausura del secreto. Los padres declaran no haber hablado con nadie de la existencia de las convulsiones y ausencias, con nadie, ni siquiera con el propio nifio. "El medico es mi esposo, no queremos que nadie lo compadezca", nos dice la madre. Hernán sepresenta como un nitio de mirada perdida, tiene lenguaje pero no lo usa para comunicarse y su sintaxis no responde a un codigo compartido. No contesta ni parece escuchar preguntas, no atiende consignas, gatea por el consultorio, babea. Esto, en 'la primera reunion; en la segunda, entra con sus padres en. Una actitud forzada, como si se hubiera portado mal y debiera rectificarse a costa de parecer un pequefio robot. "Hay que dibujar", repite estereotipadamente. Este "hay que" de inmediato nos advierte que es el supery6 bajo su impersonalidad mas despotica quien preside la situacion, y no es tanto que el nifio tome el lapiz cuanto que aquel superyo vuelto lapiz lo toma y lo obliga a dibujar. No se trata, entonces, de jugar con lo figural; es una conminacion a representar: "dibuja, nirio, dibuja". En este dibujo por encargo, coercitivo, no queda resto alguno para que la espontaneidad del nirio se manifieste. Hay entonces dibujo, puede haber incluso muchos de ellos, pero la verdadera funcion del dibujar esta ausente. A prop6sito de la figura 29 enumera: Herndn: Un sol Unas escaleras. 104
Unas cintas. Más cintas. La tapa de las cintas. Un televisor. La pileta de natacion. A diferencia de lo que sucede con los graficos de Olga en donde —aun con la debilidad de ese trazo encerrado en un vacio, algo de la figura humana subsiste, asi sea reducida a un contorno fragil—, en Hernán no hay huellas de figura humana y si en su lugar un agrupamiento notoriamente bizarro, hecho de fragmentos de posibles situaciones y no de elementos o detalles de una situacion. El nifio se limita a acentuar lo que le parece importante, descuidando por completo las diferencias entre las cosas que dibuja: de este modo soles, escaleras, televisores quedan nivelados como integrantes de un conjunto cuyos principios narrativos o significantes quedan sin definirse. Recuerda lo que Frances Tustin conceptualiza como "ecuaciones simbolicas", donde los objetos quedan igualados como si se tratase de lo mismo, repudiandose sus diferencias. A partir de esto es posible inferir un grave agujero en la unificacion primordial que el nino restituye como puede, por acumulacion de elementos heteroclitos, remendando asi una superficie amenazada de disolucion. 10 El principio de clasificacion es una referencia autoerotica, acentuada patologicamente, no un proceso de pensamiento. De lo cual resulta que lo que esta junto forma un conjunto, por una especie de ley elemental de yuxtaposicion, donde la primacia de lo metonimico es evidente. Siguiendo este hilo, entrevemos que esta disposicion bizarra de objetos restituye partes del cuerpo perdidas para la unificacion narcisista exitosa. Entonces el televisor puede leerse como metonimia de una mirada libidinal ausente en los ojos del nirio; del mismo modo, la cinta reproduce lo tactil en su continuidad fallida; la escalera menta las piernas, lo motor, un cuerpo en accion que las acciones del nifio en la realidad no aciertan a hacer comparecer. 105
.• El sol, por su parte, es pensable como metonimia de arcaicos pictogramas de calidez que son parte integrante de la subjetivaciOn de la piel en la constitucion temp.rana. Cosas en pedazos, que evocan pedazos de un cuerpo esparcido y dislocado que no encuentran su unidad fuera de significantes del superyeY.aplastantes, pedazos de cuerpo sin otra inscripcion que la de estar metidos en diversos objetos (recordernoS aqui el concepto de identificaciOn proyectiva de Melanie Klein).. ..• • En esta enumeracion, el peqUefio de hecho enuncia pedazos y funciones de su cuerpo que, carentes de una subjetivacion y una unificacion que les de sentido, pasan a constituir verdaderos "objetos sensacion".n La enumeraciOn restafia algo de un magma gravemente dallacio y notoriamente empobrecido en su discontinuidad; en los trazos de objetos sin sujeto, retorna la problematica de una carne abandonada por los movimientos pulsionales, los imicos que podrian humanizarla. Aldo, un adolescente de dieciocho afios, nos hace penetrar en una fantasm6tica aterrorizante, que intenta elaborar en el curso de sus producciones. (figuras 30, 31, 32). Mundo confusional, de fragmentos, trozos, con elementos maquinicos y figuras animalescas, con formas restitutivas de la ausencia de unificacian subjetivante. Tanto la composicion del grafismo como la forma peculiar que adopta la superficie de la hoja, fragmentada y desintegrada, son testimonio del estado de aniquilacion (" psiquica inicial del paciente. La cabeza no logra estar unida al cuerpo y se disyunta. La Unica figura entera que puede hacer no es la propia sino la de una mujer, para el ,caso, la de su analista. Es de notar que la imago femenina es habitualmente terrorifica o monstruosa para el, que suele llamarrne "cara de sapo" o imaginarizar lo femenino bajo la forma de un peligroso tiburon. Ademas, su realizacion grzifica no logra mantener para el cuerpo el mismo nivel de integracion ni calidades figurales equivalences a las que consigue para el rostro. El otro personaje que nos
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ofrece es el de Clemente, significativamente un ser afectado de cierta mutilacion, al menos desde el punto de vista de lo humano, al faltarle nada menos que los brazos y las ma nos. No obstante, debemos puntualizar la presencia de algunos elementos representativos de la pulsion de vida: el rnovimiento de las aguas, las dos figuras hombre-monigote escalando, la representacion solar como una flor y otras flores en distintos lugares del dibujo. La desintegracion es a la vez tan caracteristica en estos cuadros como el constituir parte del cuerpo de Otro, de alli la presencia sistematica de enchufes y figuras acopladas. La serie n1, n2, n... es correlativa al estar literalmente "enchufado" al Otro, a cuyo goce quedan entregados: este aspecto se hace m6s evidente aim en la figura 32, de lo que para el paciente constituye una escena originaria, que tiene el sello más de un acoplamiento maquinico con engranajes insertos en otros engranajes, que de erotismo propiarnente humano. Contrariamente a Olga —cuya representacion, deciamos, evoca la desolacion de un vacio— se advierte, a pesar de la gravedad, que existe aqui una diferencia que debemos retener: es un mundo acaso m6s delirante, pero notoriamente rn6s poblado. Y aqui y all& entre los engranajes de maquinarias que suponen desubjetivaciones, despuntan algunos elementos genuinarnente vivientes, como las flores, a los que el analista en el curso del tratamiento no debera perder de vista. Mzis aim, es importante su deteccion en el primer diagnostic° diferencial. Recordemos al respecto la importancia de poder precisar desde el inicio los aspectos rn6s inerciales y tanjticos, diferenciandolos a su vez de aquellos ligados a Eros (P. Aulagnier). El primer dibujo que realiza Nadine, de nueve inaugura lo que en el curso de su analisis constituir6 toda una serie (figura 33). El mismo encarna una forma tipica de representacion: colores brillantes, flores, corazones, frutos. Acompafia todo este proceso una suerte de ejecucion 107
rapida y mecanica que trasluce un ritmo maniaco, en el cual la cantidad esta siempre por encima de la cualidad de lo producido. El pato, al que la nifia denominO Donald, mantiene una diferencia muy importante con el original que le sirve de modelo, puesto que se presenta singularmente mutilado, sin brazos ni manos y apenas un esbozo de pies. En el centro del cuerpo se encuentra un orificio que hace las veces de un agujero, alli donde supondriamos las alas. Pero lo que más sorprende es la composition de la cabeza hecha de dos superposiciones que se dejan desdoblar facilmente, y de caracteristicas marcadamente disimiles. Evocamos el modelo de las capas geologicas de Freud, donde la ultima procura remediar, a su manera, las deficiencias de la anterior. Si trazamos una linea virtual que separe en dos la cabeza, cornprobaremos que la parte inferior que manifiestamente representa el pico se ofrece a una segunda lectura (vease la figura 33 A), como el rostro completo de un animalito pequerio y hasta dulce por cierto desvalimiento, que denota lo temprano del tiempo a que remite, tiempo de los ositos de felpa, de los primeros objetos transicionales. La parte superior de la cabeza (vease la figura 33 B) se halla enteramente bajo la gravitation de una mirada hipertrofica, vigilante, lo cual no debe hacernos descuidar lo significativo de un tubo que horada y, de hecho, agujerea la cabeza de esta segunda forrnaciOn. Cafieria que no debe asimilarse a un verdadero orificio libidinal. A diferencia de Michelle, Nadine no esta eclipsada; tampoco opone una instancia yoica obediente al superyo, a un movimiento inequivocamente pulsional como lo hace Lorena, ni se duplica en una invariable especularidad, como monOtonamente lo reitera Armando. La disyuncion de la cabeza con respecto al cuerpo, como en Aldo, no es su particularidad especifica. Se diria, en cambio, que estratifica una cierta escision, estratificacion muy diferente del splitting que describio Bion. Tras una primera apariencia de dibujo "idilico", a poco 108
de interrogarnos desde esa hoja, inscribe en nosotros una preocupaciOn que es a la vez pregunta por el futuro. zrodra tal vez el psicoanalisis ayudar a cicatrizar agujeros y construir superficies alli donde la vida no pudo en su momento ofrecer oportunidades para hacerlo? Aventura particular, recorrido singular, producciones de autenticos fantasmas desde los que hemos podido descifrar algunos aspectos inherentes a cada una de esas diferencias que es un nino. Lejos de constituir una mera ocupacion paralela que permita una asociacion facil, el dibujo infantil es ese asociar mismo. Esta constituye una de las particularidades del analisis con nirios: aquello que en los adultos descifraremos principalmente a partir de la asociacion verbal y que desde los primeros contactos orientard la cura, aqui se leery en el itinerario de los graficos, modelados, juegos, suerios y verbalizaciones. No procesar alguno de estos privilegiados canales ha de resultar irremisiblemente en un obstaculo que podra acarrear no solo imprecisiones sino perdidas de tiempo que en los arios de la infancia resultan, las más de las veces, irrecuperables. NOTAS 1. Rodulfo, Marisa y Ricardo: Clinica psicoanalitica en nifios y adolescentes, Buenos Aires, Ed. Lugar, 1986. 2. Rodulfo, Marisa: "Movimientos de apertura", en Diarios Arlo 1, Vol. I, 1990. 3. Aulagnier, Piera: El aprendiz de historiador y el maestro brujo, Buenos Aires, Amorrortu, 1986. 4. Vasse, Denis: El ombligo y la voz, Buenos Aires, Amorrortu, 1977. 5. Aulagnier, Piera: Ob. cit. 6. Lacan, Jacques: "Seminario de las relaciones de objeto y las estructuras freudianas", Ficha de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. 7. Dolto, Francoise: La imagen inconsciente del cuerpo, Buenos Aires, Paid6s, 1986. 8. Rodulfo, Marisa y Ricardo: "Yo... Vivir aqui", en Pagar de mds, Buenos Aires, Nueva Vision, 1987. 9. Mannoni, Maud: El nino retardado y su madre, Madrid, Ed. Fax, 1971. 10. Rodulfo, Ricardo: El nino y el sigmficante, Buenos Aires, Paid6s, 1989. 11. Tustin, Frances: Barreras autistas en pacientes neuroticos, Buenos Aires, Amorrortu, 1989.
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7. EL TRABAJO DE LOS DIBUJOS EN UNA CUI: i'(=', ICOANALITICA
Lorena es una nina de ocho afios. Tiene dos hermanos afectados por un trastorno del desarrollo. Desde pequefia ocupO el lugar de "muriequita-princesita". En los ultimos meses antes de la consulta emerge una patologia psicosomatica que preocupa tanto a sus padres como al pediatra: aumenta 5 kg de peso en un breve lapso, siendo por otra parte muy elevada su presion arterial. Otro de los motivos de consulta lo constituye la evitacion acentuada de todo contacto corporal con el padre, que es vivida por el como rechazo. Es solitaria, presentando dificultades para relacionarse con pares ajenos al grupo familiar. Es inteligente, creativa y trabajadora en sus sesiones pero a la vez defensiva frente a su deseo, por lo tanto, tambien resistente al tratamiento. Analizaremos una secuencia del mismo a traves de algunos de sus graficos. En su primera sesion, Lorena se dirige al pizarron y realiza un dibujo al que denomina "una perrita". Lo hace con placer y su realizacion le ocupa toda la sesion. Lo primero que aparece es el contraste entre el gran dibujo de la perra (la perraza) —para el que utiliza gran parte de un pizarron de pared— y la denominacion que ella da a su producto: la perrita. Entre la gran perra que ella efectivamente ha dibujado y la perrita, tal como la denomina, existe un hiato. Esta denominacion pone distancia con la potencia que efectivamente emergio en el grafismo; aleja y disminuye de esta 110
manera la imagen de la gran perra. En el historial del Hombre de las ratas, Freud 1, en una nota al pie de pagina, estudia este tipo de tratamiento de las palabras que se colocan "para sustituir otras más energicas e importances, que de esta manera quedan encubiertas por la censura". Entre la gran perra dibujada por la nina y la perrita opera un funcionamiento similar al que Freud descubre para caracterizar la vaguedad de ciertas formas elocutivas. La discordancia entre el producto y su denominacion nos habla del alejamiento que media entre la primera representacion y la segunda. En el pasaje de la primera a la segunda algo queda presente en caracter de disminuido. Al concluir el trabajo, Lorena agrega: "Es la perrita de mi mama." Aca volvemos a encontrar otro efecto de censura, ya que de esta manera ella continua siendo objeto de la madre. No es una perra autonoma sino la perrita de mama. La nina pegada a la madre, en relacion de pertenencia a ella, sin poder hacer el pasaje al padre. A la sesion siguiente, la nina retoma su grafico anterior, no ya en la superficie del pizarron que ha sido borrado sino directamente sobre la hoja. En este grafico (figura 34) se producen algunas transformaciones que operan sobre un fondo de invariancia constituido por la perra, que dialoga con la nina. Lorena: Es una perrita muy grande... Esta mirando algo que no sabe que es. La nena le dice "Vamos" y la perrita, "Luau, guauauuau, guau, guauauau". La secuencia en que realiza este grafico es la siguiente: 1) la perra, a la que le pone en primer termino un mono en el medio de la cabeza; 2) la nena, en la parte posterior del grafico; 3) el paisaje; 4) el collar y la soguita; 5) los dialogos. 111
Este "Vamos" no es el movimiento centrifugo de alcanzar algo deseado; es un movimiento centripeto, hacia atras. La perra, dice la nina, ha visto algo que desea, pero entonces ella se instala en la retirada de lo que la atrae. Es como si en el momento de investir un objeto, algo que quiere alcanzar en un movimiento de deseancia, en lugar de adelantar la mano, la retirase. Se lo puede teorizar como el ello, representado por la gran perra, cuya mirada es capturada por algo pulsionalmente catectizado, y el yo representado por la nena. Hay una desproporcion evidente entre ambas figuras. Ademas, existe una funcion superyoica a cargo de la escritura que ordena "Vamos" hacia atras: es la evitacion de lo deseado a tray& del mandato. La prohibicion esta determinada por un punto critico en la estructuracion subjetiva: la cuerda que media entre ella y la perra es muy debil, se puede cortar en cualquier momento, es decir, que el articulador entre el cuerpo empujado por el movimiento desiderativo y su mismo cuerpo en su dimension unificado, de estabilizacion narcisistica, es de una consistencia precaria: no puede resistir sin romperse los embates de lo pulsional. En terrninos de Dolto, la integraciOn entre la imagen de base y la imagen dinamica es insuficiente, lo cual aparece en la conciencia como temor frente al deseo. El movimiento centripeto de retroceso ante el procura conservar la unificacion amenazada: si deja a la perrita en su impulso hacia adelante, la soga se corta y entonces el cuerpo se fragmenta, surgiendo angustia ante la perdida de la imagen de base. Por esta razon, el objeto deviene fobigeno; seguir a su deseo es estallar. Algo ocurre en esta sesion; desde que llega cruza las piernas y dice varias veces "Tengo ganas de ir al bane. "Hay uno cerca", le contesto, pero ella replica: "No, me aguanto", y transcurre la sesion de esta manera, apretando las piernas, saltando, se "aguanta lase ganas". zQue pasa con esas ganas que se aguantan? Al resistirlas, se invierte la direccion del movimiento desiderativo; en lugar de
Observemos el efecto de la represion funcionando sobre el dibujo anterior: el ello-perrita que lleva a la nena a un lugar donde ella no quiere ir es transformado aqui en objeto inanimado, estatico, de madera. Notemos que el mismo auto en una calesita esta privado de su caracteristica fundamental, que es la movilidad propia. Auto y conejo estan atornillados al piso. En cambio, lo que si puede moverse son la calesita y la hamaca, en una relacion de exterioridad a la nina, no como un movimiento de deseancia autonomo. No obstante, a diferencia de la figura anterior, en donde la nena debia acarrear a la gran perra, en esta al transformar la perra de grande y deseante en inmovil animalito de madera, la nina puede asumir en su propia
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investir un objeto externo, retiene ei impulso convirtiendolo en autoerotico. Asi se asegura la indemnidad de la imagen de base, a la vez que procura una satisfaccion que lo pulsional no deja de seguir exigiendo, pero a la que la represion afiade ahora un matiz de displacer. La figura 35 mantiene una continuidad con la anterior, aunque los graficos no pertenezcan a la misma sesion. La continuidad esta dada por la secuencia que establece el elemento pasto con su marcada intensidad del mismo color. Observemos que en ambos dibujos la superficie del pasto adquiere caracteristicas relevantes. De acuerdo con lo sostenido por Freud en La interpretaclan de los suefios,2 la intensificacion de un element() por condensacion y desplazamiento nos conduce a otro. Contrasta el espacio ocupado en ambos graficos por el pasto y la brillantez de su color, con la diminuta nina. La potencia desiderativa queda desplazada de la nina a la perra y al pasto, agregando que, por otra parte, en la figura de la plaza no hay una perrita de verdad sino un animalito de madera. Lorena: Es un conejito; un autito; una calesita; una nena en la hamaca; un tobogan.
representation (nina en la hamaca) el movimiento de su propio cuerpo al hamacarse, pero hemos de serialar que lo hace con el alto costo de mantener constante la contracarga (animal inmovilizado) que garantice la efectividad del proceso represivo. Nuevamente en esta grafica aparece la nina desdoblada, esta vez en el dibujo deI conejo de madera y el suyo propio. Estas dos imagenes vuelven a representar dos aspectos que se hallan en conflicto, o para ser mas precisos, dos instancias en conflicto: el yo representado por la nina en la hamaca, y el ello, por el conejito de madera. Pasemos ahora al analisis de la figura 36. Esta se organiza a partir del garabato, recurso clinico que, apoyado en la asociacion libre, permite la emergencia de lo informe, como ya lo planteo Winnicott. En un moment° resistencial en que se hallaba el tratamiento de esta nina, el garabato en secuencias posibilito la ernergencia del deseo inconsciente. Lorena: Serrucho o cocodrilo (1).
En el capitulo VI de La interpretation de los sueflos, el creador del psicoanalisis nos enseria acerca de la presencia de las relaciones logicas en la imagen plastica. Segtin Freud la "o" corresponde a la "y" inconsciente, lo que constituye la presencia de relaciones inclusivas y no de exclusion; tanto serrucho como cocodrilo se abren como cadenas asociativas sin anularse entre si. Lorena: Un globo a rayas Como en los cumpleafios (2). Analista: Dentro de poco festejas el tuyo. Lorena: Un mono (3). Lorena: Una nube (4).
Lorena: Una manzana, el gusano para comerla (6). Lorena: Medio corazon (7). Analista: i,Medio? agarrO el cocodrilo? Lorena: Y ahora quiere agarrar el otro. En la television estan dando una serie, "La Vengadora" , y el otro dia querian matarla a La Vengadora, entonces la tiraban a la pileta y en la pileta habia cocodrilos para matarla. Los cocodrilos la iban a corner. Lorena: Una cara, una nena (8). Analista: Parece que el gusano la va a corner. Lorena: Te voy a explicar. Hay gusanos malos y hay gusanos buenos. Hay gusanos que solo comen la manzana, pero a la nena no le comen la cara. Una cosa es corner la nena y otra comer la manzana.
Vemos aflorar en esta secuencia fantasmas orales sadicos: el cocodrilo que come a La Vengadora, y fantasmas orales incorporativos: "El gusanito que come a la manzana". En el "a la nena no le comen la cara" vemos emerger en forma de denegaciOn la angustia ligada a una castracion oral no establecida. Lorena: Un sombrero de cumplearios, parece un sombrero de piratas (9). Analista: A veces a los piratas les falta un ojo o una pi erna
La nena-pirata toma las insignias masculinas para posicionarse, como si transformase la escena de la mujer devorada en un pirata mutilado. Esta identification insiste a lo largo de todo el material: la nina puesta en posiciOn masculina enmascara el conflicto edipico con su padre. Pero, adernas, en esto de ser la nena-pirata se efectiviza un castigo: queda mordida y con pata de palo.
Lorena: Un corazon cortado por el serrucho (5). Lorena: Una canoa, una nena. La nena se va en la canoa (10).
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Lorena: La Z del Zorro (11). Analista: Al Zorro no se le puede ver la cara y esta cerca de la nena del cumpleatios. Vos a veces queres desaparecer, ser invisible para los demas. Lorena: En mi cumplearios, cuando apago las velitas, todo el mundo me mira y a mi me pone muy nerviosa. Despues de la interpretation acerca de la invisibilidad del Zorro y de la nina, Lorena gira IA hoja en 180" y realiza otro dibujo.
Lorena: Una canoa mas grande que se esta cayendo. La nena dice, "zQue pasa?" y el nene le dice, "Nada, nada". Es para que no se asuste, pero.... el bote se esta hundiendo (12). Si volvemos a rotar la hoja, y la dejamos en su posicion inicial, esta Ultima figura dela. canoa se convierte en una cabeza cuyo .contorno esta enmarcado por el cabello y cuyo rostro esta ausente: "la nina invisible"; en el centro vemos una escena primaria entre nenes (12 bis).
Lorena: (Uniendo ahora margen superior e inferior de la hoja, volviendola a rotar, esta vez en 90", dibuja unas olas) La ola, las olas hacen rulos (13) (el papa tiene una cabellera muy rizada). En el verano, con mi papa nos divertfamos mucho, nos ibamos a lo hondo... y alli estaban las toninas, y yo le preguntaba a papa: "Papa, zes un tiburon?" Analista: Dijiste: Papa es un tiburon. Lorena: Es un triangulo (14). Lorena: Una raqueta de tenis y una pelota (15). Analista: Al tenis jugas con to papa. Si se mira la hoja derecho se ve un a escena oficial, y 116
si se mira al reves se halla la escena reprimida: anodina en la primera posiciOn, la canoa se transforma en un elemento marcado por el deseo incestuoso en la segunda. Freud nos ensefia que a una inversion corresponde otra inversion equivalente a nivel de los pensamientos inconscientes. La escena oficial es una canoa inmovil y toda la excitation, la conmocion desiderativa, se juega en la escena invertida. Aparece esta escena como metafora del encuentro sexual con el padre. Por otro lado, por desplazamiento, surge la raqueta como metonimia del padre ya que ambos juegan tenis juntos. Agreguemos un elemento mas: "El mundo del reves" es el juego favorito de la nina. El relies pesa mucho, y en el reves pasa mucho. La nena en el dibujo pregunta: "zQue pasa?" y el nene le contesta: "Nada, nada". El papa suele decirle: "Sos mi princesita". Y la nena le contesta: "Nada, nada, no me molestes." Entonces a la pregunta de por que se hace invisible a los ojos deberemos de responder que la clave esta en el centro mismo de la nena invisible: escena incestuosa que para atravesar la censura, debe: a) rotar la hoja; b) transformarse en una escena entre nenes, y solo alli; c) emerge el verdadero protagonista de la situation, el padre de Lorena, y la pregunta que la nina le dirige, susceptible de ambigUedad segiln los efectos de puntuacion: "Papa, zes un tiburon?" Se trata de un fastasma de encuentro sexual co el padre, manifestation del Edipo positivo mediatizada a trayes de conexiones metaforicas y metonimicas, las cuales hay que rastrear para localizar la escena. Notemos que en esta grafi ca nuevamente aparece la nena desdoblada como nina pirata y como nina invisible. Como contraposition de la mujer devorada por el cocodrilo-serrucho, que visualiza la fantasia de liberarse de la madre, ella es la nena pirata, por medio de la cual 117
(aca observamos, por condensaciOn, una figura mixta) se queda en las insignias del padre. En la nena invisible, se juega una linea identificatoria femenina: ya no quiere ser el padre sino tenerlo, pero esto es sometido al proceso represivo ya. que en el momento de apagar las velitas, al ponerse en contacto con su deseo el hecho de ser visible se le vuelve más intolerable. Para concluir el analisis de este dibujo hemos de puntualizar otros de sus aspectos: en este. garabato existen multiples elementos de cuerda, de unificacion a traves de la mediaciOn. Cumpliendo la cuerda —en el contexto del garabato— la conexion asociativa que, por otra parte, se reproduce a traves de las asociaciones verbales. Observemos la diferencia con los materiales de pacientes afectados por patologia grave (Hernan y Aldo) en donde solo hay yuxtaposicion de elementos. Justamente, en una impresion apresurada pareceria que en este grafico existen pedazos, fragmentos de cosas; sin embargo, vemos que ellos se hallan en conexion asociativa con otros elementos y tambien con otros materiales previos, y aun con ulteriores momentos del analisis. Los elementos no dejan de tocarse, se enlazan en el dibujo y en el rela to, lo que revela la preocupacion de Lorena por la union, y el trabajo mismo del analisis produciendo sus efectos. El siguiente dibujo (figura 37) emerge al tomar Lorena un elemento transferencial, copiando un tapiz del consultorio. El tapiz aparece aqui como resto diurno. Aparentemente, transcurre la sesion sin que haya material de trabajo analitico. Sin embargo, esta bruja que por primera vez aparece, y en calidad de buena, se va transformando a lo largo de las sesiones en una imago femenina malefica, omnipotente y a la vez ridicula. Compondre el fragmento anterior en paradigma con una sesion de un mes despues: Lorena: Un sueno. Estoy en la casa de la bruja y pienso que me convierto en sapo. No esta mi mama. Si esta mi mama, la reviento. 118
Anaiista: L: A ini
revent,i 111,1111,1 110, CI
tll mamzi? 1 - (2% . 1C11tcl
A: ,Por que, tu mama puede y vos no? L: Porque ella tiene mas poderes. A: Como una bruja. L: No, la bruja tiene mas poderes, mi mama es más grande que yo. (Rie porque estoy tomando algunas notas sin mirar lo que escribo, me imita escribiendo ella sin mirar.) L: zQue dice aca? (En letra muy pequeila ha escrito "la mama", enseguida lo tacha.) A: Eso es lo que no podes hacer, tachar a la mama. L: (Me formula un pedido) Escribi mi nombre asi, chiquito. (Lo hago y ella lo lee como si hubiera escrito el nombre y apellido de soltera de la mama.) A: No escribi el nombre de tu mama. (Lo lee y se da cuenta de que es su propio nombre, segUn lo habia solicitado.) En el transcurso de la sesion dibuja (figura 38) y pregunta: L: ,Que hay que hacer en la granja? (Pretendiendo titular su produccion "La granja" comete un acto fallido, lo que escribe es "La bruja". Se lo hago notar y lo discute, enojandose.) A: Escribiste "La bruja". 119
L: No, escribi "La granja", voy a hacer una bruja.. una bruja tonta. (Al intentarlo, borra muchas veces.) A: Parece que te cuesta hacer una bruja tonta.
* Humpty Dumpty esta sentado en la pared / Humpty Dumpty tiene una gran caida / todos los caballos del Rey / y todos los caballeros del Rey / no pueden volverlo a juntar.
Examinemos más de cerca lo que se plantea en la figura 38. El punto mas destacado es que la hoja se rompe literalmente. No le basta con tachar, se concretiza alli un agujero. El temor en este pasaje de la madre al padre es que estalle algo en ella. A traves de "Humpty Dumpty" se dice a si misma: "zVes lo que te va a pasar si no aguantas tus ganas? Vas a reventar como el huevito o te vas a romper como la hoja." En la confrontation narcisistica con la madre, no puede quedar reunificada en torno al eje del Edipo positivo. Todo ocurre como si dijera: "Es mejor permanecer atada a una mujer que dar el salto a lo paterno porque ninguna figura masculina puede juntarme: 'Ni todos los caballos del Rey, ni todos los caballeros del Rey'." El huevito es una imagen de base que se despedaza ante la emergencia del deseo. La bruja encerrando a los animales representa la instancia superyoica que ata, pero tambien liga, evita la discminacion que aparejaria responder a lo pulsional; la cuerda antes debil se transforma aqui en la empalizada con que se cercan los impulsos del ello.. El animal pasa entonces, de atado y tironeando, a una condici6n más pasiva en calidad de encerrado. De un dibujo a otro se consolida la evitacion del deseo. Observese aqui lo que la distincion de Dolto entre imagen de base e imagen dinamica permite reconocer.3 La cuerda es endeble en la medida en que hay un empuje pulsional; se hace, en cambio, más sOlida y consistente cuando hay una renuncia a la actividad. Es decir, que la tension del deseo se constituye para la nina en una amenaza para el mantenimiento de su unification especular. Por otra parte, respecto de la figura 38 aun debemos agregar lo siguiente: Lorena envuelve al cerdo en un circulo donde leemos las siguientes palabras: "cerdo", "brujo", y se nota tambien una figura humana de caracter masculino bajo la cual escribe "mellizas". El contexto asociativo del analisis —que aqui no puedo incluir por razones de etica profesional— conduce a pensar que a traves del
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(Ella persiste hasta que hace un agujero en la hoja.) A: La reventaste a la bruja, en su lugar hay un agujero. L: La mate, ta, ta... tan... la revente, bruja boluda! A: Entonces, podes. L: Porque no era tan boluda. (Empieza ahora a cantar muy bajito en ingles. Reconozco la cancion "Humpty Dumpty"): Humpty Dumpty sits on a wall Humpty Dumpty has a great fall all the King's horses and all the King's men cannot put Humpty Dumpty together again.* A: LVes, nenita, lo que trees que va a pasar si te enfrentas a la bruja? (Le recuerdo que a Humpty Dumpty ni los caballos ni los caballeros lo pudieron juntar.) Se pone a dibujar el huevito (figura 39) mostrando como se lo puede volver a arreglar. Igual que en una historieta narra paso a paso la secuencia de la caida y el intento de restauracion. L: Mira, si armamos el huevito, to pegamos, el huevito queda armado y ya no pasa nada.
"mellizas" emerge la confrontacion con la madre en un sesgo muy particular, puesto que si son mellizas, el adulto, dejando de ser tal, no le permite diferenciarse. Cierta falla de peso en la funcion paterna esta puesta de relieve en los caballos y caballeros que en vano se esfuerzan por reparar el huevo despedazado, y confirmada por otros materiales como la formulacion "soy padre de varones" dicha por el suyo. Entre una mama-melliza y un papa poco disponible, se despliegan las formaciones sintomaticas de Lorena. En el momento en el que las chicas tienen que rivalizar con la madre para triunfar sobre ella en el piano fantasmatico, ante "la par" y "el ausente", Lorena emprende el camino regresivo de la evitacion de la confrontacion y la eliminacion de la agresividad. La consecuencia es una regresion oral: es "la cerda", "la chancha". Esta "chancha" encerrada designa a la nina misma presa de su boca. Distintos autores han puntualizado la frecuencia con que un aumento brusco de peso en la etapa prepuberal es efecto de una imposibilidad de atravesar y resolver la conflictiva edipica, saliendo de alli con un cuerpo capaz de hacerse cargo del inminente rebrote pulsional. La acentuacion del hocico en el chancho indica el desplazamiento regresivo de lo fano° a lo oral. Bettelheim nos recuerda como el cuento de Blancanieves tematiza este conflicto estructural que debe atravesar la femeneidad, en el pasaje de la nina a la asuncion de un cuerpo que empieza a perfilarse como de mujer.4 En las mellizas a las que se refiere Lorena, esta presente la dimension de ser la madre, pero en el transit° del narcisismo al Edipo la nina debera pasar de esta posicion a la de tener las insignias de mujer, cosa muy distinta de ser melliza; precisamente alli, en este punto .de inflexion surge el conflicto fabico. Al igual que los enanitos del cuento, el padre no alcanza a representar una instancia con la fuerza suficiente para liberar a la nina de la sujecion a la madre. Falta aqui el cazador que diga: "La nina no es tuya, no
la podras devorar ni destruir", asegurandole a la pequefia que en este transit° va a quedar entera. Una sola figura masculina garantiza la no fragmentacion, en tanto que en "Humpty Dumpty" una multiplicidad de ellas no conseguira resolverla. En la figura 40 se ve una casa; en la planta baja estan ella y su madre, simultaneamente en el primer piso se vuelve a representar. Hay un dialogo: "Yo me voy a estudiar" —dice la nina, a lo que la mama le contesta: "Bueno, hija". A partir de la oposicion arriba/abajo que organiza todo el material podemos diferenciar varios aspectos. Para empezar, la propia nina se localiza por sobre su madre, dimension nueva que se ariade a la de "mellizas" cuyas huellas persisten en la escena de la planta baja. Tambien aqui hay un cambio: la madre va a la zaga de la hija y los lugares se invierten: no es quien le ordena ir a estudiar sino que acepta pasivamente la iniciativa de la nina. En el piso de arriba aparece el movimiento: "La nena saltando a la soga". Pero es un movimiento atado, los Brazos son la soga sin soluciOn de continuidad, es decir, es un espacio de inclusiones reciprocas. Para conservar su imagen de base, el animalito pulsional debe seguir contenido a fin de mantener el equilibrio narcisista. Por otra parte, se introduce otro elemento nuevo en la escenificacion que es nada menos que la pared entre nina y madre, o sea un elemento que posibilita la disyuncion. Debemos pensar esta pared —que en el dibujo esta reforzada— como una funcion separadora, gracias a la cual la nina dispone ahora de otro lugar al cual ir: "El piso de arriba". Si tenemos en cuenta que ademas la soga enmarca la cabeza, es licito interpretar la situacion en el sentido de un "me voy a vivir arriba, a mi cabeza". Desde el punto de vista psicoanalitico lo positivo reside aqui en poder tomar un camino propio (ni para la madre ni para el padre lo intelectual es un campo libidinalmente investido), pero cabe un reparo, ya que es un tanto dificil trazar aqui el limite entre una salida sublima-
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toria y la represiOn, con la evitacion consiguiente del deseo. Es decir, no podemos estar seguros de que el desarrollo intelectual no tome un sesgo dirigido al alejamiento de la sexualidad. Es comian encontrar en pacientes mujeres una disociacion marcada que contrapone, por ejemplo, la identidad profesional a la de ama de casa. En este momento de la estructuracion subjetiva de la nina no esta definido el camino que tomara, que depende en definitiva de la dinamica de las series complernentarias en el porvenir. Una posibilidad es que lo intelectual se constituya en una via de retorno a lo sexual, promoviendo en ella una imagen femenina diferente, pero tambien es una alternativa a tener en cuenta que sea usado para mantener la disociacion con el cuerpo en tanto deseante. En la medida que irse a vivir al "piso de arriba" ofrece un refugio tentador, un lugar desde el cual no tema caerse como Humpty Dumpty, puede llegar a constituirse en una evitacion de lo pulsional sumamente dificil de modificar. Empleando la expresion de Lacan, Lorena se halla en un punto de cruce, de cambiavia. Entre otras cosas, es esto lo que da su importancia al psicoanalisis con nitios, al otorgar la ocasion de que este incida de un modo decisivo como un factor desencadenante muy, especifico para la orientacion futura de un conflicto. En el grafico siguiente (figura 41) aparecen por primera vez personajes masculinos de un modo relevante, asociados a la destreza motriz. En el dibujo se esboza una nueva forma de acercamiento al padre, menos conflictiva en la medida en que soslaya la sexualidad femenina: competir con el varon, asimilarse a el en capacidades fisicas. Es de sefialar que esta nina tiene habitualmente un aspect° desalifiado mas concordante con lo que se acepta socialmente en un varoncito de esa edad, sin ninguna acentuacion de la coqueteria que suelen exhibir las latentes. No es que trate de ser un varon sino de parecerlo como un modo de no encarar el complejo de Edipo en su dimen-
sign positiva. La solucion que proporciona la escena que dibuja es nuevamente el desplazamiento, pero ahora de lo falico a lo muscular. Las proezas que alli se realizan no necesitan de la categoria de la diferencia genital. Por otro lado, hay tres varones y en cambio tanto la madre como la bruja estan ausentes. La soga de la figura 34 a su vez se transforma en los barrotes de una jaula donde un animal vuelve a encerrarse en el piso de abajo, mientras que en el piso de arriba se ve a una parejita de nitios en movimiento. Pero es un movimiento condicionado por un imperativo, el varon esta diciendo: "Voy a empezar, atensem". Lapsus con respecto al "atencion" que la nina se proponia escribir. Este "atensem" intensifica la consigna superyoica más velada en el "vamos" de la figura 34. Nuevamente encontramos a la nina en un punto de "cambiavia" representado por la oscilacion: Atensem/ atencion. De un lado, la inmovilizacion; de otro, el investimiento del pensamiento del cual la atencion es signo y que puede ofrecer a lo pulsional una via de sublimacion en lugar de la clausura en la represion. Las asociaciones verbales son: "Este es un circo y aca hacemos magia... la magia en mi cumpleatios me hacia invisible en los besos" (describiendo lo que .realizaba el mago en su fiesta). En el momento de la plenitud del encuentro corporal ocurre lo contrario: la desaparicion. Ahora bien, la nina nos dice que en el instante de los besos, del encuentro intensificado de los cuerpos, el suyo se sustrae y de un modo radical, a tray& de la anulacion de lo escopico. Pero este tambien es el momento en el que el material alcanza su nivel. En efecto, ya no se trata del animalito mOvilmente restringido, ni de la orina, ni de la comida. El beso coloca al conflicto en el nivel de la diferencia sexual y de la aceptacion de su posicion femenina. Pero esto es lo que no puede tramitar sin que se suscite la amenaza de un estallido, como el que la figura de Humpty Dumpty tan elocuente-
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mente ilustra. 5 Lo que la nina se plantea concierne a las alternativas de refugiarse en lo intelectual o desarrollarlo sin refugiarse en ello. Recordemos, esta es una nina esquiva a las manifestaciones de caririo que le ofrece y le demanda su padre. El psicoanalisis interviene en este conflicto y quiza pueda cambiar su direction, pero sin garantia de que asi ocurra; dependera entre otras cosas de que esa flecha que —segUn Dolto— en tantos dibujos infantiles designa la dinamica por excelencia del deseo, deje de atemorizar en su intensidad pulsional al narcisismo de la nina, de modo que esta llegue a poder alojarse en la "perrita" que abriera la serie. NOTAS 1. Freud, Sigmund: "Analisis de un caso de neurosis obsesiva", O.C., Madrid, Biblioteca Nueva, 1968, t. II. 2. Freud, Sigmund: La interpretation de los suerios, cap. VI, O.C., ob. cit., t. I. 3. Dolto, Francoise: La imagen inconsciente del cuerpo, Buenos Aires, Paidos, 1986. 4. Bettelheim, Bruno: Psicoandlisis de los cuentos de hadas, Barcelona, Grijalbo, 1978. 5. Rodulfo Ricardo: "De las fobias universales a la funcion universal de las fobias", Rev. de Esc. Arg. de Psicoterapia, V, XV, 1988.
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8. LOS AGUJEROS DEL CUERPO Y SU DIBUJO
El tema del agujero en psicoanalisis aparece en forma recurrente en los más diversos autores, sobre todo en aquellos que han investigado la constitution temprana del aparato psiquico y/o trabajado con nirios afectados por patologia grave. Para situar momentos importantes en este recorrido podemos recordar el concepto de depresion psicotica en Winnicott, el de forclusion en Lacan, el de forclusiones locales en Nasio, la diferencia entre orificio y agujero en Tustin, el mismo concepto de pictograma de rechazo en Piera Aulagnier, la referencia de Rosine y Robert Lefort en cuanto a la vital importancia de que en un principio el cuerpo del nirio no sea agujereado, la correlation entre zonas de destruction corporal y zonas de destruction en el mito familiar propuesta por Gisela Pankow y la nueva articulacion de diversos conceptos en torno al eje de la depresion psicotica a fin de revisar la nosografia de la psicopatologia temprana en Ricardo Rodulfo. En los ninos afectados por estos procesos de agujereamiento patogeno se pone de relieve aquello que puede pasar desapercibido, por ejemplo, en el curso del analisis de un paciente neurotic°. zQue es entonces eso que se pone de relieve? zQue pasa a primer piano? zQue se transforma en insoslayable? Nada menos que el cuerpo, el cuerpo en estas patologias, cuyo prototipo negativo maxim° lo constituye el autism°. 127
El cuerpo, ese cuerpo que en realidad no esta disponible para el nino. En los primeros tiempos de su constituciOni (cuando el objeto y la zona constituyen la zona-objeto) si se produce una perdida, por sus magnitudes y por el momento en que ella ocurre trae aparejada no solo una perdida de objeto sino una perdida de sujeto,2 perdida de sujeto a la que denominamos agujero en el cuerpo. Lo que en la conceptualizacion de Piera Aulagnier constituiria una inscription pictogramatica de rechazo.3 En esos tiempos primordiales, el objeto es concebido como generado por la zona, y la zona, a su vez, por el objeto. Con su concepto de espacio de inclusiones reciprocas Sami-Ali nos ha proporciOnado una referencia fundamental para orientarnos en este tipo de espacialidad originaria, donde todavia no funcionan ninguno de los pares opuestos que iran paso a paso constituyendo el aparato psiquico.4 En terminos de P. Aulagnier: El displacer originado en la ausencia del objeto o en su inadecuaci6n, por exceso o por defecto, se presentara como ausencia, exceso o defecto de la zona misma, en este sentido, el objeto malo es indisociable de la zona mala... este objeto-zona complementario es la representaciOn primordial mediante la cual la psique pone en escena toda experiencia de encuentro entre ella y el mundo. Ella es la protorrepresentacion de lo que se observara como fuente de la actividad fantaseada de lo primario, es decir, fantasia originaria de una escena primaria. La imagen del objetozona complementaria es el pictograma de fusion; de no recibir un aporte sensorial continuo, la psique afronta dificultades para no alucinar la informaci6n de que carece. 5
una mutilation en la simbolizacion del cuerpo. Entonces, segim sea el caso, podremos decir que una boca deja de corner, o que no cesa de hacerlo, que una boca deja de sonar, etc. En esa superficie continua del cuerpo, algo ha sido inscripto en su negatividad. Lo interesante del aporte del concepto de pictograma de rechazo es que permite pensar de una manera más sutil la diferencia entre inscription positiva (pictograma de fusion) y una inscription negativa, sin considerar a esta como una mera falta de inscripciOn, tal cual ya en su momento lo indicara Bettelheim. Es muy distinto conceptualizar algo en terminos de ausencia (a-estructura, agujero como simple hueco), que hacerse cargo de la positividad de lo negativo: por ejemplo, la existencia de una desligadura que trae como consecuencia el desmantelamiento de una zona erogena. Insistamos entonces, a fin de afianzar un cierto inventario y acceder a categorias muy extrarlas para el sentido comun: el agujero es. Su positividad se despliega en que constituye o bien una perdida de zona o bien una perdida de la actividad ligada a ella y, por consiguiente, una perdida de cuerpo. He aqui que en este momento deberemos detenernos para hacer dos salvedades:
En la represion originaria fija, lo que queda fijado es el cuerpo. Antes que haya fijacion a una zona tiene que haber fijacion de zonas. De este modo, lo que para el observador ingenuo o conductista se reduciria a una perdida del pecho, por ejemplo, para el nifio implicado en esta situation, junto con ese pecho se le va la boca, lo cual, como indican Rosine y Robert Lefort, no hay que confundir con una castration simbolica, por cuanto produce de hecho
1. No toda perdida de cuerpo alcanza las dimensiones que tiene en el autismo, patologia que hemos elegido justamente por ser la más radical, masiva y global, sino que encontramos esa perdida de cuerpo diseminada en una amplia gama de problern6ticas, por ejemplo de tipo adictivo en la llamada patologia psicosomatica. En los cuadros depresivos o en ciertos problemas de aprendizaje, en la patologia psicatica, etc. 2. Tampoco debemos confundir la perdida de cuerpo con el concepto de conversion. El retorno de lo reprimido y la transformation de la angustia en sintoma corporal conversivo es de naturaleza distinta. He de aclarar que aqui contrapongo, fundamentalmente por una cuestion
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diclactica (pero sin dejarnos de interrogar por los puntos de entrecruz,amiento), conversion/agujero corporal.
de este proceso en jeroglificos corporales." 8 Es decir, se dibuja cuerpo si se produce una inscripcion erotica positiva, pero se dibuja agujero si el desencuentro entre la madre y el nifio, que en ese momento se experimenta como el desencuentro entre el nirio y otra parte de si, produce una inscripcion tanatica negativa. Si el agujero es, zpor que no podriamos sorprenderlo en ciertos dibujos, asi como en ciertos dichos? Es lo que haremos a continuacion.
La primera es el retorno de una inscripciOn positiva reprimida, retorno que produce un nuevo efecto de escritura corporal por desplazamiento y por condensacion. Recordemos todo el trabajo de representacion, de mimesis, de la paciente descrita por Freud durante el desarrollo del ataque histerico, resultando este una verdadera reproduccion, en la escena de lo corporal, de la otra escena, tambien corporal, pero reprimida: la del coito. Opongamos a esta paciente la pequeria Laurie de Bettelheim: su respuesta particular a la voz humana es apartar el rostro de la fuente sonora. 6 Debemos puntualizar un aspecto más en relacion con el titulo de este capitulo: cuando hablamos de agujeros en el cuerpo partimos, entre otros conceptos, de la diferenciacion fundamental entre agujero y orificio, de la misma manera como Sami-Ali 7 plantea que la cria humana adviene al mundo con cara que, despues de los avatares de la subjetivacion, quedara transformada en rostro. Hemos de puntualizar que las cavidades con que el pequetio ingresa al mundo son transformadas en orificios de circulacion, tanto de lo sustancial como de lo sutil, al convertirse en zonas erogenas. Distinguiremos ahora otro de los caracteres del agujero: es una inscripcion negativa no erdgena, es decir, tan& tica, de ahi mi recelo a utilizar el termino autoerotismo para acciones tan desprovistas de lo erotic° como son el rocking y el aleteo, por ejemplo, pero no he de detenerme ahora en la consideracion de este aspecto que requiere una investigacion aparte. El encuentro entre las necesidades del nirio y la funcion materna o de la madre suficientemente buena (Winnicott) produce la escritura de lo corporal, literalmente hablando: su dibujo, el dibujo del cuerpo del nilio que, a la vez, en un momento ulterior, producira el dibujo del mundo. "Tanto la alegria como el dolor seran metamorfoseados a tray&
Veamos ahora como pone algo de esto mismo en juego una nina de nueve afios a traves de sus dibujos. Nadine, signada por perdidas tempranas y presa de un universo delirante padece desde siempre de obesidad y asma; tambien desde muy chica evidencia alteraciones importantes en su proceso de pensamiento y en su afectividad. Le resulta imposible relacionarse con pares, interesarse por cuestiones escolares y aprender, sostener la atencion. En realidad, le resulta dificil interesarse efectivamente por cosa alguna a excepcion de pelear y culpar a los
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Marcelo, de cuarenta arios, describe un agujero en su cuerpo del siguiente modo: "Mi cabeza parece como la de los otros, pero no tengo algo redondo arriba, como una esfera en la que las cosas se queden, sino que esta rebanada arriba. Tengo un agujero y, como tengo un agujero, nada puede quedar alli... por un extremo del tubo las cosas entran, y por otro extremo las cosas salen, nada puede quedar y ese agujero hace que mi mente sea finita como un papel y entonces todo yo soy asi, como una lamina finita de papel, sin consistencia alguna". (Claro que el que esta descripcio.n emerja tan fluidamente es ya un logro y presupone un intenso trabajo analitico bajo transferencia. Antes de llegar a esto, el paciente habitualmente no puede pensar, ni verbalizar, ni graficar nada semejante, limitandose, por lo general, a sensaciones difusas de malestar, panic° o vacio o, de una manera más elaborada, a padecer sensaciones corporales de tipo alucinatorio.)
dernas en largas elucubraciones en torno a "verdaderos complots" urdidos en su contra. Un tema que gravita y preocupa en el momento de la consulta es el del suicidio. La idea suicida vuelve una y otra vez, acecha en los pensamientos y en los afectos de la nina, amenazando convertirse en impulso. "Me quiero morir", manifiesta: "Cuando este sola me tirare por la ventana, me voy a morir y a nadie le va a importar". Esta ventana, que para ella tiene todo de agujero y nada de orificio, parece ser la via más peligrosamente facilitada. Esta frase suena en el contexto de la sesiones rn6s como una conviccion delirante que como una demanda invertida. La eleccion de este caso como paradigma creo que se halla multiplemente determinada. En primer lugar, diremos que Nadine me sorprendio con una espontanea capacidad para plasmar en lo figural, dando asi cuerpo a fantasmas habitualmente inaprehensibles en el plano imaginario en torno a sus vivencias tanaticas. Es cosa distinta escuchar algo de esto en un relato verbal que encontrarlo presentificado en un dibujo, como es bien diferente oir hablar de una sensation de vacio que tropezar con ella bajo la forma de un agujero literal en la hoja de papel. En la medida en que los fenomenos patologicos que tienen que ver con el vacio y otras formas de trabajo de lo negativo no suelen encontrar facilmente el camino de lo figural, la eleccion del material de Nadine se me impuso necesariamente. Encontre concretizado en sus producciones lo que generalmente tenemos que contentarnos con leer en textos psicoanaliticos como hipOtesis que se afanan por reconstruir trabajosamente tiempos primordiales de la estructuraciOn subjetiva, como por ejemplo las referencias que ha hecho Frances Tustin al cuerpo como un sistema de canerias o entubamientos. 9 Quiza tambien en mi eleccion pese el intento de elaborar un material tan complejo y dificil, o tal vez el intento por elaborar la perdida de un trabajo que habia resultado desde sus inicios penoso pero fertil.
En la primera entrevista Nadine dibuja en el pizarron un pato al que llama Donald. En la figura 42 realizada sobre papel agrega pequeriisimos pies, arbol, flores, corazones, sol. (Ya hemos tratado en el capitulo VI aspecto de este material fundamentalmente encaminados a precisar cuestiones que entrarien el diagnostic° diferencial.) La composition del pato, analizada (figuras 42 a 45) segian el metodo y los principios que vengo exponiendo, permite descubrir en su unidad manifiesta una figura mixta. La cabeza puede desglosarse en dos cabezas superpuestas y contrapuestas en sus caracteristicas. En efecto, considerado en si mismo, el pico resulta legible como la segunda cabeza en el tono de un osito de felpa, cuyo aire de suavidad y desvalimiento contrasta violentamente con la mirada reconcentrada y horadante de los ojos propiamente dichos del pato. Conviene aclarar que la paciente habia incorporado al material del consultorio un osito de felpa que trajo de su casa y dejO alli. Nunca lo usaba para jugar, pero generalmente al llegar hacia algo con el, que servia para subrayarme la presencia de este animalito como objeto que nos acompanaba y como objeto que podia representar determinados aspectos de la nina. Pense esta incorporation en cierto modo ritualizada como una forma de datacion. Es como si la nina dijera: "Esto que me hace sentir tan mal me sucedio en la epoca en que los chicos usamos ositos de felpa". Esto que le sucedie) es precisamente lo que en otro lugar del dibujo y en otras de sus manifestaciones se patentiza como agujero en la cabeza, agujero del cual se hace cargo la cabeza superior, la cabeza del pato. Todo esto en un primer encuentro presidido por una frase desafiante de Nadine: "Ni piense que yo voy a trabajar con usted. No voy a decir nada". Lo cual vale la pena considerar como un intento de volver egosintonicos el agujero y la imposibilidad de trabajo simbolico que de el resulte. Esta frase es congruente en su querulancia con el matiz
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paranoide en la mirada del pato (y en la personalidad misma del pato Donald, que es su referente). La nina no puede realizar —por la imposibilidad psiquica resultante de los datios en su aparato de pensamiento— un gorro apoyado en la cabeza, que nos hablaria de una buena funcion de envoltura, de superficie protectora. En cambio, tal y como el dibujo esta ejecutado, la cinta horada, perfora la cabeza, generando un hueco en su interior, en lo que deberia ser el tejido de continuidad de sus pensamientos, de su mundo fantasmatico. Vale decir, que esta no es una cafieria contenedora de representaciones sino un tubo hueco que las anonada o, por lo menos, las interfiere, las desagrega. Tanto es asi, tanto se intensifican estos agujereamientos en el aparato psiquico, que en ciertos dibujos de la misma serie el tubo se triplica, ramificandose en una cafieria que atraviesa la base del pico del animal, otra que corre a la altura de los ojos y una tercera que corresponde a la cabeza proFiamente dicha (figura 44). No son las Unicas mutilaciones. A diferencia de su modelo este pato Donald de la nina, en principio (figura del pizarron), no trae manos ni piernas. Los instrumentos basicos de su movilidad estan cercenados, sean las manos para inventar objetos, sean las piernas para inventar caminos. Mi reconstruccion de la historia del caso me lleva aqui a contextualizar estas ausencias con las primeras manifestaciones de psicosis paranoide de su madre, que ocurrieron cuando Nadine era recien nacida, por lo tanto cuando aim le faltaba mucho para dibujarse en su propio cuerpo manos y piernas. A raiz de esta grave enfermedad desencadenada en el puerperio, la madre habia sido internada varias veces, generandose asi una repetida serie de separaciones traumaticas para la nina. Podemos asociar tanta inmovilidad en el cuerpo a la hipervigilancia contenida en la mirada del pato, como asimismo a las actitudes caracteristicas de control en el cornportamiento habitual de la nina. Por ejemplo, era capaz, al llegar al consultorio, de detectar con justeza el olor de algo
que efectivamente habia estado alli horas antes, pero que en modo alguno se caracterizaba por lo acusado de su aroma. Solo una nina forzada a convertirse en todo ojos podia percibir esta huella. Este "todo ojos" desborda lo visual propiamente dicho y debe entenderse metafOricamente, haciendose presente, como es tipico en patologias graves, en una sensibilidad olfatoria exagerada.io Todo esto, como es de esperar, llevo mucho tiempo de trabajo descubrirlo. Algunos elementos, como la ausencia de miembros, la cualidad de la mirada del pato, la carieria interior resaltaron para mi desde el principio. En cambio, la doble composicion que habia de la cabeza una singular figura mixta llevo más tiempo de analisis sacar a luz. Durante ese lapso, el osito estaba alli como juguete ausente, incluido en el pico como si su estatuto fuera ser lo que un pico devora, cabeza en el pico, cabeza presa del pico. Fui pensando asi esta cabeza del osito como cabeza enteramente aplastada y devorada bajo el peso de la otra, la cabeza vigilante de la mirada suspicaz, que impedia el desarrollo de la afectividad y tipos de vinculo objetal sugeridos en la figura del osito de felpa que por sus necesidades un nirio convoca a su lado. No nos puede ser indiferente, ademas, una cabeza-objeto de un pico-zona en una nina obesa y con una madre psicotica en tiempos de la lactancia. Poco a poco fui comprendiendo como esta cabeza en el pico condensaba magistralmente lo que P. Aulagnier conceptualizO en tanto rasgo central del pictograma: una confunciOn indecidible de zona y de objeto.
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Este objeto-zona complementario es la representacian primordial mediante la cual la psique pone en escena toda experiencia de encuentro entre ella y el mundo... pero el desgarramiento violento entre zona y objeto es un conflicto mortal e interminable... en estos momentos el objeto malo es indisociable de la zona mala y todo argano de placer puede mutilarse para anular el displacer. II
Y todavia esta el nombre, Nadine, como parafrasis de
la nada de la pulsion de muerte, del anonadamiento que amenaza con llevar a esta nina al pasaje al acto autodestructivo más radical... Cabe aun considerar el elemento de la mutilation en las piernas desde otro angulo, desde otra perspectiva. Ya hicimos referencia a que, cuando sobrevino la primera crisis psicotica de la madre, era la nina demasiado pequefia todavia para caminar. En estas condiciones, para un bebe, las primeras piernas son las del Otro primordial que lo lleva y que lo trae, que lo alza y que lo mece, que lo pasea y que lo sostiene, abriendo dia tras dia multiplicidad de caminos para el. El poco de piernas del pato en sus primeras figuraciones dice tambien, pensado de esta manera, de la soledad de Nadine (y Soledad fue sugestivamente el primer nombre literario que se me ocurrio para hablar del caso), Nadine no tiene quien la acomparie, lo que en su arrogante querulancia procura disimular. Las patas del animal pudieron it creciendole a lo largo de varios dibujos (figs. 43, 44 y 45) que implicaron muchos meses de trabajo justamente al abordarse analiticamente esta deficiencia central en su historia, lo cual supuso laborar en el plano de la reconstruction:
Aunque la nina no lo menciona es significativa por la comunidad inconsciente la historia de Donald: es un patito que demuestra una dificultad muy seria para advenir a la vida extrauterina. Se encapricha: no quiere salir, se niega a nacer. Todos los hermanitos a su tiempo van rompiendo el cascarOn como era de esperarse, menos el, que permanece como atrincherado dentro del huevo, sin hacer caso de las insistencias de la madre para que deponga su actitud. Cansada al fin, esta se va y lo abandona. Nunca más Donald se reencontrara con su familia, creciendo asi como un huerfano radical.
Por esta epoca, el Unico juego que Nadine era capaz de desarrollar era uno de naturaleza muy regresiva. Dentro de la pequeila superficie del consultorio esta nina corpulenta y de diez arios en ese entonces, jugaba a las escondidas tal cual lo hacen los deambuladores como parte de todo un trabajo de desprendimiento del cuerpo materno. Oculta pretendidamente tras unas cortinas de voile, yo debia buscarla y no encontrarla durante cierto tiempo, formulando, segtin prescription de la paciente, esa tipica clase de comentarios de los que tanto gustan los nitios pequefios cuando por primera vez juegan a estos juegos: "zDonde esta la nena? No puedo encontrarla. iAca esta la nena!", etc., etc. En realidad, la nina que aparecia en estos momentos no era la amenazante y querulante, capaz de organizar motines en la escuela tanto como de violencias literales en su casa. Lo que en cambio el juego hacia surgir tenia mas que ver con la que se acompatiaria —para mitigar sus soledades— de un osito de felpa como el que descubrimos en el pico de su pato Donald. Pero habia algo como desproporcionado, casi caricaturesco en este juego al no conseguir Nadine desplegar medios para el más acordes a su edad actual y a lo voluminoso de su figura, lo cual, pensandolo, no me resulto una impresion anecdotica de poca importancia sino una perception contratransferencial de la severa dificultad de la nina para efectivamente poder desplegar un fort, una dimension de lejos, una dimension de no visibilidad; todo lo cual, claro esta, no siendo el sujeto humano un carretel, requiere de piernas funcionando en toda su plenitud simbolica y simboligena. Tal vez para ella, este esconderse verdaderamente, como tan bien saben hacerlo los ninos, se acercaba demasiado al anonadamiento, a la desaparicion, a tirarse por el balcon y morir. Pasarem os ahora a una nueva serie (hacer series era una de las caracteristicas del trabajo de Nadine; estas series en general podrian coincidir temporalmente, en cuanto a su emergencia, y luego desplegarse cada una a su
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Analista: Cuando pasaron estas cosas eras tan chiquita que todavia no hablabas. Tenfas piernas y brazos pero todavia no los podias usar.
propio ritmo a lo largo de periodos prolongados del analisis. Constituian asi verdaderos nucleos o motivos tematicos destinados tanto a poner de relieve uno u otro aspecto de su problematica inconsciente como a su tentativa de curacion12) la que podemos denominar "Las casas y la nina de dos cabezas" (figuras 46,47 y 48). En principio, reencontramos en esta serie un elemento de repeticion fundamental: como ya vimos a proposito de la doble composicion de la cabeza en el pato Donald, presencia de una escision, donde una forma se despliega a la manera de excrecencia o tumoracion en contiguidad metonimica, pero sin articulacion lograda a un conjunto. Pieza, entonces, que no encaja, suplemento dispuesto de manera tal que denuncia cierto fracaso para armar algo que funcione bajo el estatuto de una unificacion razonablemente exitosa, unificacion todo lo imaginaria que se quiera, pero absolutamente necesaria para una aprehension no dariada del cuerpo propio. Este suplemento, en todos los casos, esta pegado lateralmente al techo de la casa. Un observador inadvertido podria en primera instancia confundirlo con una suerte de extrafia y desmesurada chimenea si la nina no se hubiera encargado de dibujar en otra parte la verdadera. Como tiene un ventanuco, parece más ajustado pensarlo como un segundo techo, no tanto sobretecho, y que por lo demas se despliegue sin sosten alguno. Es_ tinaaiitectura imposible_la de esta pesada estructura pendiencoyada sobre el vacio. Desde el punto de vista deFEOnjunto se la ye como una deformidad que podria suprimirse en aras de una mayor belleza del resto de la casa, una casa, ademas, donde, a diferencia de paredes y techo, las aberturas estan en blanco, sin coloracion y sin decoraciOn. Es decir, en calidad de agujeros, y no de orificios de circulacion y de intercambio. Ni manijas, ni fallebas, ni cortinas, nada subjetiva a estos orificios anonadados. Desde otro punto de vista, asociando estas excrecencias a la tuberia horadante en la cabeza del pato, su forma es pensable a su vez como la de monstruosas carierias,
muchas veces tampoco ellas coloreadas. Malformaciones del techo, agujeros en la cabeza. A la serie viene a ariadirse no ya una casa sino una nina, una nina con la cara en blanco, una nina con rudimentos de brazos y con lo que se ye de las piernas tambien en blanco. Pero adernas una nina bicefala. Lo que tenia que ser el mono ha adquirido un tamario desmesurado y dos formas simetricas gigantescas, en relacion con el rostro, amenazan con oprimir la cabeza, y de hecho rompiendola al penetrar invasivamente por alguno de sus bordes. La conforrnacion de carieria de esta nueva excrecencia, de este suplemento que tendria que embellecer, y de hecho afea y deforma, es tambien evidente. Su ubicacion permite pensarla simultaneamente —como se ye nunca debemos abandonar la perspectiva de la figura mixta en nuestras consideraciones sobre el dibujo— como descomunales orejas, hipertrofia de lo auditivo en todo congruente con otras hipertrofias sensoriales de esta nina ya descritas, asi como con su comportamiento en las sesiones, donde hacia gala de mucha sensibilidad auditiva enteramente puesta al servicio de un control rigido y de naturaleza persecutoria, y no al servicio de sublimaciones. No son las tinicas opresiones que amenazan esta cabeza. Encima de ella, en efecto, casi tocandola, pende otra extrafia y descolorida forma, una sobrecabeza, que
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II
III
Forma Sombrero
Robot
Animalito Yelp
* Agradezco a la Lic. Graciela Litvak el esclarecimiento de este detalle.
por lo general estas nirias estan insustentadas, repitiendo en su imposibilidad de apoyo firme lo que ha venido sucediendo en otras series con los gorros y los sombreros que no alcanzan a apoyarse sobre las cabezas, y como sucedia asimismo con el pato Donald, tan deficientemente sustentado en sus propios pies. Lo más interesante de esta serie radica en una doble transformation. Por una parte, la nina inmovil despues de duplicarse (figura 52) desaparece. Nadine. Anonadamiento. La Ultima lamina de la serie (figura 54) muestra un impresionante y desolado espacio en blanco en el lugar donde antes estaban las ninas y otros elementos anexos. Curiosamente, pero es otra forma de indicar los desencuentros, los desfases, las escansiones, ahora hay un vigoroso suelo sobre el cual apoyarse, pero nadie —Nadine— para hacer use de el. El cuerpo de la nina se ha invisibilizado, se ha volatilizado. Pero no es lo mismo que irse más alla, irse a otro escenario. Esta negativamente; en el mismo lugar no esta que antes estaba. En el mismo lugar, no hay creation de nuevo espacio sino destruction del cuerpo de la nina en el mismo espacio de siempre. Nadine no difiere su presencia, como la diferia el nino del carretel aqui y alla; desaparece su presencia, como si la Unica forma que conociera de diferir fuera desaparecer. En este dibujo, el suicidio ha sido consumado y el silencio elocuente del espacio vacio, cuando se lo pone en serie con los anteriores, constituye una manera poco frecuente y original de hacer aparecer en el sitio de un cuerpo el pictograma de rechazo en su definition más formal. Por otra parte, al elemento superior ominoso y omnipendiente se le anade un suplemento que avanza en direction a las profundidades del inconsciente. A partir de la figura 51 Nadine empieza a hacer "la basura". zQue es la basura?, manchon informe, su espacio designa no un dibujo sino una operation: la que hate la paciente al lirnpiar alli el pincel durante su tarea. Tan distinta en su contenido, aspecto y position de la nina, sin embargo sufre el mismo avatar del destino, que es
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participa en tanto grafismo del sombrero, de la cabeza animalesca o de una cabeza robotica. Pero si uno le pusiera los mismos elementos punteados que tenia el pico del pato, veria reaparecer el osito de felpa. En todo caso, como transformaciones. Como sombrero no cumple su funcion, pues queda un agujero entre el y la cabeza en la que deberia estar apoyado. Su naturaleza masculina, si lo consideramos estrictamente en terminos de sombrero, nos recuerda la identification de la nina con el personaje del pato Donald, lo cual remitiria a una bisexualidad aim no castrada en Nadine. Cabe ariadir que los caracteres sobre la cabeza se podrian leer como "Anabetan" que en hebreo no tiene significado, pero si lo tienen las tres primeras letras "Ana", que —y una vez más a traves de la escision— quieren decir "por favor", serial de fuerte suplica.* Vale la pena serialar la repetition en distinta escala de elementos que penden sobre una cabeza o sobre el techo de una casa; por lo general nubes de gran tamario, que teoricamente podrian estar dibujadas en cualquier otro lugar de la hoja, pues hay mucho espacio a su disposition, pero que, caracteristicamente, eligen estar sobre el personaje ce! ral del dibujo en cuestion, sea casa o sea nina. A veces tienen ojos que hacen recordar a los penetrantes e inquisidores del pato Donald. Este procedimiento, que hemos identificado más arriba coma de secuencia espacial, nos abre paso a una tercera serie, la de las "Nirias rubias e inmoviles" .(figuras 49 a 54), serie que expondremos a traves de sus laminas. Como ya dijimos, sobre cada una de estas nirias penden o pesan cosas. Nubes al principio, nubes con ojos despues, guirnaldas de corazones, flores, etc. Por lo demas, este procedimiento tiende a reduplicarse en otros lugares de la hoja, de forma que cada element() en un plano medio o bajo tenga algtin tipo de formation encima. Ademgs de inmoviles,
la desaparicion casi al mismo tiempo que la de la figura humana. En el ultimo dibujo de la serie (figura 54) se la recorta pero con hoja y todo, y ya no esti más. En un procej dimiento mas comim, un nino cualquiera habria limpiado l el pincel y constituido asi un manchon fuera de la hoja, en una espacialidad heterogenea a ella. Lo cual habria evitado, entre otras cosas, el expediente de mutilar la hoja cuando se quiere exteriorizar la basura. Nuevamente, aqui no hay afuera, como no sea tirando pedazos de precioso espacio simbolico por el balcon. zQue significa esto? Conocemos lo que la nina designa desdefiosamente, y esto no es anodino, como "la basura".13 Es una transformacion en clave melancolica de lo que en otro capitulo situamos como el magma, el mamarracho, el garabato, esa region y, sobre todo, esa energia que Freud nombro como el "ello" y Winnicott desarrollo como "16 informe". Pura superficie, pUra continuidad sin forma, pura policromia del trazo liberado a su propio goce de trazo, funciona como el suplemento de todos los suplementos, lo diferencial de todas las difericiones, el sinsentido que es como la reserva de todo efecto de sentido posible. Pero para Nadine es solo la "basura" como en una exasperacion de una categorizaciOn anal, despreciada, de lo informe. Por lo cual, en lugar de tenerlo en otro lugar, pero tenerlo, conservarlo, lo recorta y lo tira. Como la nina, to informe ya no tiene su lugar. En rigor, para funcionar I bien, lo informe y lo figurativo debian conservarse en espacialidades distintas, tal cual lo hace espont6neamente el chico cormin. Entre esas dos espacialidades distintas, la ! del lugar para limpiar el pincel y la dell lugar . para pintar ---; con el pincel funcionan, a modo. de transiciones, innumerabies formas de lo informe: particiones y diseminacioneS de garabatos que insensiblemente se van convirtiendo y se van alojando en cuerpos, casas, soles, nubes, Tetras. Pero Nadine no sabe que "la basura" de lo informe jamas debe tirarse a la basura. Pero tampoco los nii-los —esa reserva de sentido de toda civilizacion posible— deben ser tirados por el balcon.
No puede extratiarnos que con tal presion a desaparecer Nadine tratara de restituirse ala desesperada, a traves de ataques bulimicos de tal ferocidad —pues la bulimia no hacia sino constatarle su vacio antes que colmarlo— que me vi obligada a ponerle limites muy estrictos en todo lo atinente a corner durante las sesiones, pues pude largamente comprobar que estos ataques las desvirtuaban como tales, interfiriendo seriamente el trabajo analitico. Tuve que hacer lo mismo en cuanto a la regulacion del material disponible, para que la nina no consumiese hojas de papel y otros elementos de una manera desaforada, hipomaniaca, en lugar de usarlos como material o como espacios y soportes para la produccion de material. En cambio, cuando Nadine se alegraba y festejaba el llenado de cien hojas a poco de comenzado su psicoanalisis no hacia otra cosa sino numerar algo tan incuantificable para ella como la magnitud de su vacio, de su ser de basura. Limites parecidos tuve que tratar de poner a distintas emergencias de su voracidad sin fondo: multiplicacion intensiva y prepotente de timbrazos al llegar, exigencias canibalisticas en cuanto a disponer de mi persona que solian manifestarse en llegar a cualquier hora antes de hora, etc. Compartiendo con Tustin 14 la conviccion de que en pacientes de tamana gravedad es preciso delimitar con mucho rigor lo primario y lo secundario en lo que se refiere a modos del vinculo, tipos de comportamiento, use de los objetos, me vi llevada a diferenciar siempre con mucho cuidado todo lo que concierne al trabajo de desciframiento del texto del paciente, del establecimiento de condiciones de protecciOn y de prohibiciones indispensables para constituir y.proteger un_espacio__en el_que tal trabajpfuera posible y soportable. A Nadine no se le permitia cualquier cosa, ni romper elementos a su antojo, ni invadir en el tiempo y en el espacio, ni disponer para un goce profundamente adhesivo y tanatico del cuerpo. de la analista (tocandola, pegandole, etc.). Asi como hubo prohibicion del canibalismo en el sentido mas literal, tambien hubo
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que formular prohibiciones del canibalismo en sentidos más desbordados meta foricamente. La serie de los vampiros (figuras 55 a 59) es inaugurada con "El castillo de Dracula y el vampiro" en un momento en que el trabajo del analisis estaba centrado en la ternatica del canibalismo: devorar y ser devorado y constituir el alimento para que los muertos sigan vivos: matar a otro para no morir. La organizacion de la vida cotidiana de la nina no dejaba de estar profundamente marcada por esta situaclan inconsciente. Por ejemplo, Nadine se sentia obligada a pasar los fines de semana con su madre desde una posicion que no era la de una hija que necesita la compatiia de su madre y desea estar con ella sino la de quien se ofrece al Otro primordial como para mitigar, supuestamente, el mal estado psiquico de este. De la misma manera .y por las mismas razones se prestaba en otros momentos a intervenciones invasoras de la madre, sin disponer nunca de la posibilidad del "no". Siendo esto asi, la emergencia de• to vampirico ofrecia las figuras de lo imaginario más adecuadas para dar cuenta de una escena originaria signada por el odio, la destniccion, el consumirse mutuamente, siendole imposible o muy dificil a la paciente entrever la posibilidad de otro tipo de vinculo entre los seres humanos. Nadine tenia que ratificar en forma constante esta teoria sexual primitiva que no dejaba otras opciones que el sometimiento al vampirismo del Otro o la identificacion para asumirlo activamente, transformandose ella misma en un personaje absorbente, despotic° y cruel. El campo de la transferencia se volvio frecuentemente un lugar de revelacion y de intento de actuacion de estos aspectos patologicos de la nina. Asi como Nadine tenia la absoluta certeza de que la analista debia odiarla, burlarse secretamente de ella, despreciarla como a un ser monstruoso e inferior, por otra parte, solia pasar al ataque en una posicion odiante activa. En una de las nada infrecuentes ocasiones en que inicio la sesion con demandas de una imperiosidad inaceptable, su respuesta a mi puesta de
limites se intensifico más de lo habitual. Entre) en una crisis agresiva e impulsiva de grandes proporciones: primero trate) de escaparse del consultorio. Al impedirselo, empezo a gritar y a desparramar golpes, rompiendo todo lo que estaba a su alcance. Respondi conteniendola firmemente, tratando de que no me pegara, lo que consegui. Entonces se cubriO la cabeza con el saco permaneciendo de esa manera bastante tiempo. Cada vez que yo intentaba hablarle, volvia a gritar. Viendo que esto se repetia acudi a la escritura, buscando reestablecer otro tipo de comunicacion entre ambas y la posibilidad de interpretar. Despues de una escena tan violenta, ademas, y de una violencia fisica mucho mayor que el descontrol corriente que puede tener un nino, la letra escrita parecia ofrecer una mediacion que el acceso maniaco habia barrido completamente mientras se desencadeno. Entonces be pase por debajo del saco un papelito en el que habia escrito una interpretacion. En la interpretacion le hablaba de una escena originaria violenta y devoradora entre dos vampiros que, en su furor redoblado, podrian llegar a matarse uno al otro, al no poder detener lo destructivo de su impulsividad. Analista: Vos crees que somos dos vampiros y que una tiene que chupar y matar a la otra. Es una idea tuya. Con gran sorpresa de mi parte la nina atin tapada dejo de gritar y tome) un papel en el que dibujo una mujer y una nina, ambas vampiros y con el corazon dividido (figura 56), cuyo aspecto era en todo congruente con el tetrico castillo (figura 55) que abria la serie. Es interesante consignar una vez más el enfasis en la escision. Asi como el corazon de cada una esta partido en dos, el dibujo entero se enmarca en un espacio dividido, tabicado, pero tan firmemente adheridas cada una de las partes a la otra como aquel extratio paratecho al techo (figuras 46 y 47). El torso de la madre vampiro exhibe el tipo de formacion que ya describimos a proposito de los motios gigantes (figura 48).
Cuando terming de dibujar, le volvi a escribir lo que pensaba. Analista: Es una idea tuya la de pensar que solo podemos ser vampiros. Las cosas pueden ser de otra manera y las personas distintas unas de otras. A lo cual Nadine respondio, siempre tapada, con un nuevo dibujo (figura 57): la mujer vampiro y la nena. El espacio que enmarca las figuras sigue siendo un espacio dividido, pero esta vez dos rasgos importantes rornpen la simetria: el corazon de la nina no esta partido y su rostro recobra el matiz tierno que por primera vez habiamos descubierto en el osito de felpa. En mi opinion es esencial, para situar la funcion de estos dibujos en la conduccion de la cura, no limitarse a considerar las dos figuras en el marco de una relacion intersubjetiva. Pienso que es fundamental considerarlas como si fueran fotografias de la estructura intrapsiquica de la nina, dos aspectos de ella entonces, entre los cuales alterna. Si bien la respuesta a mi interpretacion es favorable y en ese sentido promisoria al hacer aparecer una nina no vampira, no se debe olvidar la fuerza de la compulsion a la repeticion, ni el hecho de que el osito de felpa fuera un aspecto de ella que hubo que leer en filigrana y discontinuo en su aparicion, mientras que la preeminencia de lo terrorifico, de lo agujereado y de lo anonadante es, desgraciadamente, muy Clara. No habra de extranarnos entonces la reaparicion en algunas sesiones posteriores de "la nina vampiro" (figura 59) con un corazon partido por partida doble, en una nueva manifestacion de la predileccion de. Nadine por segundas formas un tanto bizarras, y metonimicamente contiguas. La parte central del cuerpo tambien repite la configuracion de los moilos que oprimian la. cabeza. Analista: No siempre la hija de una vampiro es una . vampira. Las hijas no siempre son como las madres.
Nadine (con gran dolor responde): Voy a poder librarme de mi mama solocuando este mue_r_ta. Analista: Cuando este muerta, Nadine: Cuando este muerta mi mama. Analista: Vos antes decias que to ibas a matar. Nadine: Si. Analista: Ademas, no es necesario que alguien este muerto para que deje de estar. Prosiguiendo el rastreo de los distintos elementos graficos en sus transformaciones —a partir del dibujo del sombrio castillo que abre la serie (figura 55)— volvemos a encontrar una nueva variacion del tubo que ahueca la cabeza del pato Donald, cuyo poder destructivo se encarna ahora en la fisonomia de un rayo, fuego destructor que cae del cielo y anonada aquello con lo que entra en contacto. Asimismo, la primera figura (figura 58) del vampiro que sigue a continuacion retrabaja en un amplio despliegue las formas del mono-oprimecabeza de la figura 48, al que ya hicimos referencia, asi como la excrecencia adyacente al techo de las casas en figuras 46 y 47. Habra que recordar que en las versiones miticas correspondientes es un rasgo central del vampiro, rasgo que proporciona incluso una suerte de criterio clinico para reconocerlo: su inscripcion negativa en el espejo. El vampiro en el espejo aparece como la Ultima nina no dibujada por Nadine en la serie de las nirias rubias (figura 54). La invisibilidad es tambien una de las notas relevantes en la serie que sigue y que denomine la de "Los laberintos invertidos". Parafraseaba la nina en esta serie un juego grafico muy tipico que suele aparecer en las revistas infantiles, donde dos personajes estan disyuntos y deben reencontrarse. El reencuentro o la llegada a la meta implica atravesar un espacio de fuerte carga mitica: el laberinto a veces geometric°, a veces tomando por su cuenta el disefio de un garaba to. El atractivo universal de este juego, asi como la aparicion tambien universal de esta ternatica en los mitos, puede esclarecerse en parte desde los aportes del
psicoanalisis si reflexionamos que, para_el nino muy pequerio, todo camino tiene inicialmente, antes de ser recorrido y dominado, algo del orden del laberinto, como se pone de manifiesto cada vez que un nino deambulador llora porque no encuentra el camino de retorno a su madre, para desconcierto del adulto, quien viendo que solo unos pocos metros lo separan, no acierta a entender que, desde el punto de vista de la constitucion subjetiva mas temprana, un camino en el espacio no es una evidencia. empirica. incontestable: es una adquisicion fragil en su trazado, que puede perderse a cada instante. Y entonces ya no se sabe como volver. Por eso el mitema del nino que se pierde en el bosque, en una encrucijada de caminos, es un motivo tan frecuente en los cuentos populares. Con respecto a Nadine —que adopto la narrativa del encuentro entre dos personajes y la forma del mamarracho para el camino—, la serie de los laberintos invertidos (figuras 60 y 61) permitiO investigar y trabajar interpretativamente un nucleo duro de su patologia: el fracaso de la funciOn materna y la tentativa de la curacion a su vez patogena, de ella resultante. Como es habitual en un sesgo depresivo, el deficit en la funcion se carga en la cuenta de la responsabilidad del nino, que es quien debe aportar la solucion. Lo que era responsabilidad del adulto se convierte en responsabilidad del chico. Nadine lo encaraba de la siguiente manera: siempre era el personaje pequefio, el hijo, el que tenia que emprender la biasqueda de la madre. Tal tarea me la encargaba siempre a mi, yo debia unir a lapiz el hijo a la madre, rehaciendo los vericuetos y los meandros del laberinto. Por eso mismo —y en un todo acorde con mi posicion teorica respecto de la multiplicidad de las escrituras en desmedro del habitual logocentrismo— emprendi un recorrido interpretativo sobre un doble eje semiotico: construia mis intervenciones a la vez grafica y verbalmente. Transgrediendo la consigna que me daba Nadine, iniciaba el recorrido a la inversa partiendo de la figura materna. Al mismo tiempo le decia:
Analista: Es una mision imposible la que el más chiquito busque al grande (o) En general es el más grande el que busca al más pequefio (o) Que la tortuguita chiquita busque a la grande es algo que no se puede hacer. La elecciOn de las tortugas, con su lentitud que alarga cualquier recorrido, la presencia de la indicacion "cien kilometros" como indicador de la distancia a atravesar, siendo cien uno de los numeros retoricos para designar lo mucho y hasta lo infinito, testimoniaban lo imposible en la mente de Nadine del encuentro fusional creativo y bajo las insignias de la pulsion de vida entre una madre y un hijo. Una vez más se identificaba con el agresor procurando colocar a la analista en la posicion del pequeno que ha Perdido a su madre. Sesiones despues —serie de laberintos invisibles (figuras 62 y 63)— la dimension de negatividad tanatica como dando su sello a la pareja madre-hijo se escribio aim mejor, desde el punto de vista del afloramiento de lo inconsciente. Ahora, entre los dos personajes disyuntos solo se abre el blanco de la hoja, el vacio, ya que Nadine recurria al expediente de trazarel laberinto con un lapiz blanco. Esto Ultimo es muy importante y merece detenerse un momento. No es lo mismo que si la nina se limitara a no dibujar. Ella se toma el trabajo de hacer los trazos, solo que estos son trazos de lo negativo, trazos que delinean un anticamino. Probablemente por efectos del curso de las interpretaciones y de las reconstrucciones que yo le aportaba, se produjo asimismo una regresion valiosa para el esclarecimiento de la situacion: el personaje del hijo se hizo aun más pequefio y sin piernas, un personaje fetal, un huevo. Y no obstante, siendo un huevo, debia salir a la bUsqueda de su gallina. El fracaso de la funcion materna y la inversion de las responsabilidades respectivas de la madre y del hijo se radicalizaba aim más, como si Nadine quisiera poner en escena lo
imposible de su mision en una verdadera demostracion por el absurd°. Todo esto se descubrio en una inflexion del curso del material de Nadine. Por primera vez el lugar del impulso suicida o agresivo es destituido por una elaboraciOn kidica. Se trata ahora de una carrera (figuras 64 y 65). Es decir que los dos personajes no estan tan desesperanzadamente alejados el uno del otro como en el caso de los laberintos ni tampoco trabados en un cuerpo a cuerpo demential y destructivo, como en las actuaciones transferenciales que relate y en sus fantasmas vampiricos. Ahora estan lado a lado compitiendo en una carrera, pero no sin reglas. En el juego, pero en el juego, se pueden perder vidas. Pero, claro esta, esto supone una transposicion incipiente pero estructuralmente valiosa del piano del cuerpo como espacio donde se realizan las cosas al piano de la hoja de papel o cualquier otro lugar pasible de trazos. No sin reglas. Pero la construcciOn de estas reglas Dello su tiempo y mucho trabajo de analisis (figuras 66 a 69). Como era de esperarse dada la patologia de la nina, faltaban por completo al principio. No se podia jugar, pues Nadine campeaba en la arbitrariedad rn6s absoluta. Tuve que negarme a intervenir si no se respetaba un reglamento. Lo cual llevO a establecer un reglamento, y a dar un rodeo para establecer a su vez el reglamento para escribir uno. A su propia manera, este reglamento para escribir uno, funcionaba como una tentativa de curacion a la escena originaria tan destructiva y, en el mejor de los casos, sadomasoquista de Nadine porque se escribio entre las dos, en una alternancia cooperativa donde cada una estipulaba una regla de juego. Cuando esta ley estaba escrita y a partir del pr6ximo juego —para evitar arbitrariedades— valia para las dos, ninguna mandaba sino que ambas podriamos realizar lo que habiamos establecido por escrito y tampoco lo podiamos cambiar antojadizamente. Habiamos logrado, por una vez, salir del laberinto de la negatividad. Lo más importante no era, como en una vision simplista se podria inmediata-
mente decir, someterse a un codigo en posiciOn de terceridad: lo mas importante era que lo habfamos escrito juntas. Cabe acotar otro hecho interesante. Al comenzar con este intento de hacer camino, su escritura fonetica era desastrosa. Despues del trabajo sobre estos caminos, es decir, de inventarle a ella un camino donde poder transitar en separacion diferencial, observe que la Ultima hoja del reglamento era muy distinta de la primera, pues habian desaparecido los errores ortograficos. Al mismo tiempo, en su escolaridad, se producen dos modificaciones. La relacion con sus pares dejo de estar limitada exclusivamente a las peleas y tambien se redujo su beligerancia respecto de la maestra, lo cual permitio por primera vez que diera un paso en direccion a investir el aprendizaje. En este momento del trabajo, Nadine encuentra cierta manera de ver a la madre sin tener que soportar su violencia, sobre todo en lo inherente a poder no estar —por pri mera vez— abierta a todos sus reclamos. La diferencia a la que el analisis la encaminaba es a la de poder establecer "Te quiero, pero no quiero escuchar tus peleas," "Te puedo matar simbolicamente, no hace falta que to mueras, ni que se me vaya la vida propia en ello." "Puedo no estar disponible para vos." Alli donde otro paciente menos perturbado (Gustavo)" puede poner un cartel que dice cerrado, en una situacion mucho más dificil para ella Nadine puede decir: "Estoy cerrada a escuchar la pelea, a enredarme con la misma". For ese tiempo y a proposito de un material hice referencia al cuento de Caperucita Roja. Nadine: zQue le pasa a Caperucita Roja?, no conozco el cuento. que cuentos conoces? Analista: Nadine: zCuentos? zVos decis los dibujitos? (por los dibujos animados).
Analista: No, un cuento se cuenta. Nadine: No conozco cuentos. Analista: Vos decis que nunca escuchaste un cuento. Es decir, nunca nadie estuvo en posicion de contarle ,)j cuentos, y debemos puntualizar que, a proposito de dibujar caminos,el cuento es uno_de ellos, desde lo metaforico a lo Tiene como funcionTa- inauguracion de un espacio de fantasia y/o el procesamiento de las propias fantasias infantiles tornandolas habitables para el nino. De otra manera, el cuento pasa a sere un - elemento absolutamente indispensable para el, es su alimento tambien. El que en este caso nunca hubiera habido ni cuento ni cuentista coincide con la captura en el discurso psicotizante del portavoz. Inmersa en el, Nadine no podia habitar ni participar en las problematicas de las nirias proximas a la pubertad. No podia "abrir la puerta para it a jugar". Las mejorias de Nadine empezaron a hacer evidentes funcionamientos patolOgicos familiares antes opacados por las actuaciones de la nina y por el lugar que ocupaba. Al dejar de ubicarse en el lugar de la basura y del agujero, estos aspectos quedaron en flotacion, desequilibrando la homeostasis de su familia. Por ese tiempo, Nadine en sesion jugaba con su analista a las claves secretas, es decir, Ultima torsion que la llevaba ahora a diseriar un espacio intimo compartido, un lenguaje entre dos que era un indice en sus albores de una nueva posibilidad de relacionarse, reparando asi los agujeros dejados por tantos cuentos no contados, por tantos caminos no construidos. En este momento, la repeticion retornO bajo la forma de una interrupcion compulsiva del analisis decidida por los adultos. Ello se llevo a cabo con gran dolor de ambas y con todos mis interrogantes reintensificados en torno del futuro pospuberal de la nina. Cuando se entero de la interrupcion, y in mayor tiempo para tramitarla, Nadine hizo un Ultimo dibujo a modo de despedida (figura 70). En el, una figura que representa a la analista saluda patiuelo en mano. No es un 152
saludo cualquiera, es el Ultimo adios. En efecto, la nina se hace a si misma muerta en la tumba, sobre la que se lee el ario en curso y sus iniciales. Esta despedida es reduplicada por un comentario que pone en boca de otra figura, la del padre: "iPor fin se muria!" En correspondencia con que ahora Nadine yace en su ultima morada, dibuja una casa tachada. Ademas, corazones multiples partidos, una carta entre la tumba y la analista. Esto en la superficie de una hoja a su vez y otra vez partida en dos, en el extremo derecho inferior y desgarrada en los extremos izquierdo y derecho superiores. En este ultimo aparece el agujero, esta vez en forma de corte transversal, el coche funebre y las nubes de siempre. Hay otros signos de identidad dispersos, como una estrella judia y concomitantemente al impacto traumatic° de la mutilacion repetida, la composiciOn del conjunto presenta una espacialidad confusa, con un grado muy laxo de organizacion. Pero no sin que Nadine en este su postrer trabajo logre una inflexion diferente, en cuanto a la figuracion de lo negativo. Estrictamente, desde el punto de vista del grafismo, hace aqui un Ultimo progreso en la simbolizacion de lo tanatico silo medimos en referencia a la serie que culminaba en la figura 54 de la nina concretamente ausente por no dibujada. Aqui, al menos, al cuerpo ausente se le ariaden marcas primordiales, incluso desde el punto de vista filogenetico del trabajo de la simbolizacion: una tumba, algunas letras, las huellas de su cuerpo bajo la forma de su nombre propio. El trabajo del dibujo muestra asi la extension de sus alcances. No se limita, como a veces se ha pensado, a una multiplicidad de variaciones de lo imaginario siempre en el mismo nivel de lo imaginario. Produce en su misma marcha un recorrido que, hasta en las dimensiones de contenido más tanatico, no deja de exhibir pasos heterogeneos en la escritura de lo corporal, desde el agujero literal en la trama del papel, hasta la metafora de la tumba. El nino del dibujo no habita un solo espacio.
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