JOHN
SUMMERSON
El lenguaje clásico de la arquitectura De L.B. Alberti a Le Corbusier
ESTÉTICA Y COMPOSICIÓN Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Grado en Arquitectura - Curso 2011/2012 Sánchez Santos, Julio
A lo largo de la historia, han existido términos que han tenido una misión muy difícil: expresar el significado de ideales que han sido perseguidos durante mucho tiempo. El término "clasicismo" pertenece a esta categoría. John Summerson pretende realizar un recorrido por la historia de la arquitectura a partir de un acercamiento al clasicismo, entendido como una actitud y una constante durante el proceso evolutivo de la arquitectura. Según Summerson, existe una concepción bastante abstracta de lo clásico y, por ello, comienza explicando el nacimiento de los órdenes, elementos básicos de la gramática arquitectónica de la Antigüedad. En el primer capítulo, el autor afirma que Vitruvio veía en el dórico las proporciones, la fuerza y la elegancia del cuerpo del hombre. Sin embargo, compara el jónico con la esbeltez femenina y el corintio con la figura de una muchacha, concepción muy similar a la del jónico. Por otro lado, también habla del resto de órdenes y habla del carácter tenaz y fuerte del toscano, que se considera el primer orden clásico, y de que el orden compuesto era el elegido para demostrar lujo y opulencia. Así, Vitruvio fue el impulsor de esta personalización de los órdenes que ha llamado especialmente mi atención. Una vez hecha la introducción, Summerson comienza a analizar la gramática arquitectónica romana. Lejos de abandonar los órdenes al construir anfiteatros, basílicas y arcos de triunfo abovedados, los aplicaron del modo más explícito posible. Es decir, los romanos tomaron los órdenes y los casaron con complejos edificios, elevaron el lenguaje arquitectónico a un nuevo nivel. Me resultó interesante una parte de la charla en la que habla de los tipos de combinaciones posibles con los órdenes, combinaciones que son el resultado de un largo proceso iniciado por los romanos. Por otro lado, explica que cada vez que un orden aumenta el grado de su relieve, pasando de la pilastra a la media columna y de ésta a la columna de tres cuartos, el entablamento experimenta una ruptura. A continuación, habla de la existencia de una regla respecto a este hecho y es que no se puede jugar con las columnas y mantener invariable el entablamento, afirmando que los órdenes no se prenden con alfileres a la estructura de un edificio, sino que están integrados en ella. Un ejemplo que quiero destacar de la arquitectura romana es el Coliseo, y quiero destacarlo por el mero hecho de que me ayudó a entender que a partir de la arquitectura romana los
órdenes han ido combinándose e incluyéndose en muchas obras arquitectónicas, dándole un determinado carácter a cada edificio y formando parte de la originalidad y talento de cada arquitecto. Summerson comienza a demostrarnos con ejemplos la multitud de enfoques, expresiones y nuevas conquistas que se han generado a partir de la utilización de los órdenes clásicos y explica que el lenguaje clásico es una disciplina en la que, como he dicho antes, la sensibilidad personal tiene siempre cierta libertad de acción. Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que las reglas no constituyen una restricción y que suponen una acotación o un fundamento a partir del que podemos llevar a cabo y con claridad un trabajo creativo. Por otra parte, los romanos concedían mucha importancia al espaciado de las columnas, algo que captó mi interés. Además, establecieron cinco tipos fijos, basados en el diámetro de las columnas, que Vitruvio recoge en uno de sus libros. Summerson analiza esta clasificación y la compara con cierta terminología musical. Sin embargo, creo que la importancia del intercolumnio es inmensa y que este sistema permite que la arquitectura pueda llegar a entenderse como una partitura musical que posee silencios y diferentes tiempos. Aplicando esta teoría podemos afirmar, una vez más, que no existen dos partituras iguales y que cada una, al igual que los edificios, pretende expresar unas sensaciones diferentes. En la siguiente charla, el escritor analiza la gramática de algunos grandes innovadores del siglo XVI, comenzando por Donato Bramante. Por otro lado, podemos observar la utilización de los órdenes de una forma muy peculiar. Sin duda, el ejemplo que más me sorprendió fue una comparación que realiza Summerson entre el tempietto de San Pietro in Montorio (Roma) y la cúpula de la catedral de San Pablo (Londres), obra de Christopher Wren. Al observar una imágen de la cúpula pude comprobar el gran parecido que guarda con el tempietto. Sin embargo, la cúpula no es una copia del mismo a mayor escala, ya que Wren utilizó el doble de columnas y rellenó un intercolumnio de cada cuatro. De esta forma, volvemos a comprobar que el lenguaje clásico se mantiene presente en muchas obras arquitectónicas y que cada obra nueva va siendo una prolongación imaginativa, tal y como lo describe Summerson, de la anterior. Más tarde, hace un recorrido por la obra de Giulio Romano y nos explica la utilización almohadillado rústico. Además, nos presenta una de más revolucionarias del Alto Renacimiento: Miguel
Palladio y masiva del las figuras Ángel, que
orientó por nuevos derroteros la arquitectura clásica y cuya obra es de gran interés para mí. La capilla de los Medici es uno de los grandes ejemplos de la obra de Miguel Ángel. Aunque tiene elementos que están presentes en obras anteriores, éstos aparecen reformulados: se produce una ruptura de la línea curva del frontón, la moldura del arquitrabe se desliza hasta el interior del tímpano y apoya sus codos sobre la cornisa, etc. Sin duda, se trata de una versión muy personal de la teoría vitruviana y permite observar la utilización y adaptación de muchos elementos que pertenecen a la arquitectura clásica desde el punto de vista de un gran innovador. A través de la siguiente charla, Summerson describe el nacimiento del estilo barroco y la importancia del manierismo en dicho nacimiento. Para nuestro propósito, que es considerar la arquitectura como un lenguaje, el autor intenta determinar la forma que tuvo el manierismo de colorear y enriquecer su vocabulario. Si examinamos atentamente muchos de los edificios de esta corriente arquitectónica e intentamos describir su arquitectura en términos del Alto Renacimiento nos damos cuenta de la multitud de variaciones que existen respecto al lenguaje clásico, que continúa estando presente. Por otro lado, la iglesia de Val de Grâce es considerada una interpretación personal que cuenta con criterios clásicos propios, los criterios de Mansart, el arquitecto de esta iglesia. Sin lugar a dudas, no podemos negar la lenguaje arquitectónico a partir del clásico, similar pero con muchos toques personales.
evolución del una gramática
La quinta charla comienza explicando, desde mi punto de vista, el verdadero sentido de la utilización de los órdenes clásicos: uso de l c lásico de arquitectura ha lenguaje la implicado, en todas las épocas que ha a lcanzado gran e locuencia, una cierta fi losofía. No podemos usar amorosamente los órdenes a menos que los apreciemos y no podemos apreciar los sin estar convencidos de que encarnan a lgún principio abso luto de verdad o belleza." "El
El gran protagonista de esta charla es Laugier. La hipótesis fundamental de todos los teóricos de la arquitectura era que ésta se había originado cuando el hombre primitivo se construyó una cabaña. De la cabaña se pasó al templo y, más tarde, fueron llegando los otros órdenes. Sin embargo, Laugier reflexionó concretamente sobre la cabaña primitiva y la consideró el modelo sobre el que se había
imaginado todas las magnificencias de la arquitectura y Summerson explica la influencia que tuvieron sus palabras para otros arquitectos de la época. Con la última charla termina el análisis del lenguaje clásico de la arquitectura, y termina debido a que se produce una gran revolución arquitectónica y los hábitos arquitectónicos del mundo cambian completamente con la llegada del Movimiento Moderno. Como dice el autor, para describir la esencia de la arquitectura moderna debemos analizar los logros de innovadores concretos, su relación con la forma y el espacio y su manera de perturbar la teoría y la práctica arquitectónica. En primer lugar, analiza la obra de dos grandes de la primera generación de este movimiento: Peter Behrens y Auguste Perret. Un gran ejemplo de arquitectura moderna con rasgos clásicos es la fábrica de turbinas de la AEG de Behrens. Se trata de un edificio que ha sido diseñado siguiendo las líneas generales de un templo, pero con todos sus signos y símbolos estilísticos cambiados o eliminados. El pórtico del templo, por ejemplo, se ha contraído hasta quedar reducido a un gran ventanal bajo una especie de frontón para ajustarse a la estructura de la cubierta. En este edificio volvemos a observar una nueva interpretación del lenguaje clásico en términos de acero. En el caso de Auguste Perret sería en términos de hormigón armado, material que utiliza para la École des Beaux Arts, su obra maestra. Para finalizar cuenta con la presencia de otro de los grandes: Le Corbusier, la mente más inventiva de la arquitectura de nuestro tiempo y también, según palabras de Summerson y aunque no lo parezca, una de las más clásicas. En la primera charla, el escritor dice que la finalidad de la arquitectura clásica, desde su punto de vista, fue lograr una armonía entre las partes. Sin llegar a equivocarme, diría que éste fue uno de los principios que Le Corbusier tuvo en cuenta a la hora de inventar su gran sistema. Por último, se llega a la conclusión de que el Movimiento Moderno anuló al lenguaje clásico y que en la actualidad también ha muerto éste. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el lenguaje clásico promueve la armonía y la belleza en la arquitectura, creo que éste sigue y seguirá presente a lo largo de la historia de la misma.