EL INFORME ESCRITO El informe es un texto escrito sobre un tema específico . Se elabora para comunicar, habitualmente a un superior, hechos, ideas, teorías, investigaciones. Las ideas expuestas están fundamentadas en una investigación previa sobre el tema, para la cual el emisor consultó el material disponible en bibliotecas, museos, archivos, diarios, revistas. Según el tema del informe, pueden incluirse esquemas, mapas, cuadros estadísticos, reportajes y material gráfico como fotos y diapositivas. El tratamiento del tema sigue un plan lógico, claro y coherente de exposición. Este plan o esqueleto varía según la temática tratada pero, en general, la mayoría se estructura en tres partes: introducción, desarrollo y conclusiones. En la introducción se plantea el tema, los motivos que llevaron a estudiarlo, los métodos utilizados, la consulta bibliográfica, las entrevistas y observaciones realizadas, los límites de la investigación, la definición de términos importantes (sobre todo si son polisémicos o se les da diferente interpretación) y la hipótesis de la que se parte. La hipótesis da cuenta de lo que el autor supone antes de iniciar la investigación. En el transcurso de ésta, la hipótesis se verá confirmada (si las impresiones del autor son ciertas) o desechada (si los datos de la realidad indican algo diferente de los que el autor suponía). El desarrollo contiene el nudo del informe. Incluye la presentación y análisis de los datos investigados y se describe el objeto de estudio si es desconocido. Partiendo de los datos, se argumenta para demostrar lógicamente la cuestión planteada en la introducción, de modo que se refuerce o no la hipótesis inicial. Puede incluir mapas, estadísticas, citas de otros autores y razonamientos que se anticipen y rebatan objeciones posibles. Las conclusiones son un resumen del trabajo presentado y de su desarrollo lógico. Aquí se retoma la hipótesis y el autor consigna su opinión acerca de las futuras derivaciones del tema tratado, qué aspectos pueden modificarse y qué soluciones propone.
Cómo redactar un informe En la redacción de informes utilizaremos la lengua general y formal exclusivamente en su función informativa y será fundamental conocer profundamente el tema sobre el que vamos a escribir. Una vez que hemos elegido el tema del informe, debemos consultar bibliografía específica. Reuniremos libros, datos, recortes de periódico, entrevistas, material audiovisual, y todo lo que nos sirva para completar nuestros conocimientos y avalar nuestras conclusiones. Si estamos acostumbrados a consultar datos en bibliotecas o centros de investigación, a saber pedir (para que nos den lo que necesitamos) y buscar (para llegar al lugar adecuado y encontrar la información precisa), toda esta etapa será mucho más fácil y rápida. En la tarea de reunir el material y hacer el
fichado correspondiente, habremos comenzado a familiarizarnos con él, y será más sencillo determinar nuestro plan de exposición y recordar dónde está la información que necesitamos a medida que la vayamos requiriendo. Cuando hayamos reunido todo el material, realizaremos nuestro plan de exposición. Será nuestro mapa en la redacción del informe; lo que nos permitirá jerarquizar los diferentes aspectos de lo que queremos transmitir y disponerlos ordenadamente, sin olvidos ni repeticiones innecesarias. En el plan de exposición consignaremos las divisiones y subdivisiones del informe, el apoyo bibliográfico para cada una, aclaraciones que creamos importante incluir, tiempos o cantidad de espacio aproximados para cada fase del trabajo, y otros datos que nos faciliten la redacción de informe estructurándolo en introducción, desarrollo y conclusiones. También debemos tener en cuenta que cuando presentamos un informe por escrito, hay algunos requisitos formales básicos. En primer lugar el texto debe presentarse mecanografiado. Esto no sólo facilitará su lectura, sino que aumentará la calidad de su presentación. Trabajaremos sobre papel tamaño carta u oficio, blanco liso, mecanografiando sólo una cara de cada hoja a doble espacio. Si incluimos siglas o abreviaturas, colocaremos primero el nombre completo, al lado la abreviatura entre paréntesis y sólo en posteriores repeticiones podremos escribir directamente las siglas abreviadas. Por ejemplo: “La Organización de las Naciones Unidas (ONU), fue creada luego de la Segunda Guerra Mundial. Forman parte de la ONU los siguientes Estados miembros: …” Los cuadros, mapas o estadísticas podrán incluirse intercalados con el texto o en forma de Apéndice final. En ese caso, referiremos cada parte del texto a los documentos pertinentes por medio de llamadas numeradas. Al final del informe, citaremos la bibliografía consultada, con todos los datos técnicos. En caso de que hayamos dividido nuestro informe en capítulos o secciones, incluiremos un índice que permita la fácil localización de los temas por parte del lector. En ficha de documentación, que suele ser de tamaño mayor, se consigna en forma objetiva y mediante citas, resúmenes y/o síntesis, la información obtenida de los libros consultados. Las citas deben ser textuales, sin alterar los conceptos del autor, respetando el entrecomillado y citando autor, obra y página.
Redacción de un Informe La edición y redacción de textos es una tarea que al parecer es sencilla sin embargo si deseamos escribir o redactar un informe es necesario seguir determinadas pautas o reglas de la ortografía y gramática en general, en este artículo te enseñaremos cómo realizar un texto de forma correcta. Lo más importante de todo es manejar la información, que datos son más relevantes y en qué lugar se ubicarán, por esta razón es que aconsejamos que en el primer párrafo
se realice una introducción sobre el asunto para posteriormente en los siguientes poder comentar más detalladamente sobre el tema. Los párrafos son muy importantes, ya que cada párrafo debe contener entre cinco y siete líneas de texto, y deben comunicar un concepto o idea en general, cada párrafo también debe incluir dos frases o realizar un punto y seguido, para describir mejor los contenidos del texto. Siempre se necesita usar de algunos elementos gramaticales como son las comas, punto y seguido punto y aparte, punto y coma, subrayados, negritas, sangrías y otras más. Las reglas generales de redacción nos obligan a empezar cada párrafo con sangría, se debe dejar un espacio de aproximadamente cuarta oración de sangría y luego empezar la redacción en cada párrafo, la culminación del párrafo también tiene que dejar un espacio o sangría después del t exto. Por último nuestro texto necesita un tipo de alineación que generalmente se realiza justificado o alineado a la izquierda, ya que estas alineaciones son las más usadas, siendo el justificado el más “formal” y adecuado para informes, monografías, o trabajos prácticos. Recordemos los pasos básicos para escribir un texto: - Utilizar sangrías - Escribir párrafos de cinco o más líneas - Usar adecuadamente los signos de puntuación, como comas, puntos, etc. - Distribuir la información más relevante en los párrafos del texto - Uso de introducciones dentro de todo el texto según su importancia. Al exponer oralmente, nuestro objetivo es transmitir a un auditorio la información que poseemos o hemos estudiado. En el caso de la exposición de informes, comunicamos el objeto de nuestro estudio y nuestras conclusiones al respecto siguiendo un plan ordenado que permita a los oyentes interesarse en el tema y comprenderlo con claridad. Podemos comenzar relatando, en un lenguaje informativo pero ameno, el proceso de elección del tema, los aspectos de éste en los que nos hemos detenido más y por qué, cómo llegamos a plantearnos las hipótesis que presentamos y de qué manera condujimos la investigación. Luego desarrollamos el cuerpo del informe: el resultado de las investigaciones que hayamos realizado, los datos recolectados, el análisis que hagamos de ellos, nuestros argumentos a favor o en contra, etc. No debemos repetir los contenidos de memoria; se supone que estamos lo suficientemente familiarizados con el tema como para exponerlo de diferentes maneras, reemplazando expresiones o haciendo las acotaciones necesarias para asegurarnos de que el auditorio lo comprende totalmente (en general es más fácil hacer una aclaración mientras estamos exponiendo que expresarla mediante la escritura).
También podremos ayudarnos con una pequeña guía, que nos garantice no olvidarnos de nada importante e ir introduciendo los datos nuevos de un modo lógico y ordenado. Además podremos contar con soporte audiovisual, láminas, cuadros estadísticos, gráficos, que desplegaremos frente a nuestros oyentes mientras los describimos detalladamente. Finalmente expondremos nuestras conclusiones y, como en este caso tenemos un contacto directo con nuestros destinatarios, es posible que surjan dudas o preguntas que deberemos contestar con sencillez y claridad antes de dar por finalizada nuestra exposición.
La Superestructura, es la forma global como se organizan los componentes de un texto. En el caso de los textos instructivos la superestructura responde de acuerdo al tipo de escrito que se vaya a producir y más si se tiene en cuenta la gama existente: recetas de cocina, juegos callejeros, juegos de mesa o juegos de piso, manuales de manejo de aparatos, entre otros). Dentro de los textos narrativos la organización global se da de la siguiente manera: apertura, un conflicto, un cierre; en el caso de los textos informativos, esta organización sería: identificación del problema, posibles causas y propuesta de solución, así cada tipo de texto responde en su interior a una organización jerarquizada y particular que le permite ser coherente y objetivo.