Índice I. FOBAPROA El fraude más grande del siglo A. Orígenes y Consecuencias del FOBAPROA B. Volvamos a cada punto detalladamente I. FOBAPROA El fraude más grande del siglo Lic. Arturo Salcido Beltrán Expresidente del Colegio Nacional de Economistas.
El Fobapr Fobaproa oa es el triunfo triunfo más grande grande de la corrup corrupció ción n oficia oficiall y privad privada a en México. Nunca, ningún gobierno, ningún acto representó mayor corrupción, ni causó daño tan grande a México y al pueblo de México. Anal Analiz izar ar el Foba Fobapr proa oa,, no pued puede e hace hacers rse e de mane manera ra aisl aislad ada, a, sólo sólo como como organismo de corrupción y de despojo al pueblo. No; el Fobaproa es un paso, el más importante, dentro de la estrategia del FMI, de los afanes de dominio norteamericanos y de sus auxiliares mexicanos, políticos y empresarios que han consumado un tremendo acto de rapiña; uno de los más grandes en la historia del mundo. Los Salinas, los Serra Puche, Blanco, Mancera, Ortiz y otros funcionarios, se han coludido para consumar esta gran maniobra, que les quita a los mexicanos el mínimo bienestar alcanzado lentamente durante 50 años, y regresa al pueblo a niveles de miseria. El Fobapr Fobaproa oa se inscri inscribe be en la estra estrateg tegia ia marca marcado do por el Tratad Tratado o de Libre Libre Comercio, que fue negociado con sumisión por los representantes mexicanos y se inscribe en el proceso global de dominación que los Estados Unidos y sus grandes empresas le están imponiendo al mundo. Lejos de aprovechar las ventajas del TLC, este se ha utilizado para hundir la economía nacional. La más importante contribución para la comprensión del capitalismo mundial, se da en torno al desarrollo de la competencia. Mientras más grande sea la competencia, menor será la ganancia. El triunfo del socialismo obligó a los empresarios de todo el mundo a elevar los salarios y las prestaciones, con ello se desarrolló más la competencia. Fue necesario que los industriales invirtieran cada vez más para obtener menos ganancias relativas. El mundo capitalista se hizo posible sólo sobre la base de elevar más y más los salarios y las prestaciones. Pero, los líderes del campo socialista, burócratas comodinos, perdieron el rumbo y gran parte del socialismo se derrumbó. Al caer la URSS, la burguesía mundial gritó mil veces su júbilo y desde entonces los salarios reales y las prestaciones se caen en todo el mundo porque disminuyó la competencia entre sistemas.
Para la burguesía mundial ha sido muy fácil ponerse de acuerdo (Grupo de los 7) en disminuir la competencia entre las potencias, y a la vez, frenar el desarrollo de los países débiles. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, instrumentos del poderío norteamericano se dieron a la tarea de frenar el desarrollo de las economías débiles. Fue una tarea lenta, difícil, laboriosa, tenaz; se llevaron a muchos jóvenes estudiantes a prepararse en economía a los Estados Unidos. Allí los convencieron de la necesidad de que todos tuvieran la “oportunidad de elegir”. Les enseñaron cómo debe funcionar una sociedad basada en el dólar. Les explicaron que ellos podrían llegar a ser dirigentes de sus países y de que, si lo lograban, contarían con el apoyo norteamericano. Muchos lo creyeron. Regresaron a México considerando anticuado, absurdo y torpe, a quién no entendiera las bondades del mercado libre y el capitalismo salvaje. No vieron, no pudieron ver, las diferencias entre un país pobre, sin dólares, y un país rico que imprime los dólares. Regresan a México como Zombies. Son modernos, tienen una instrucción que es del FMI; tienen un fetiche, el dólar; su mayor aspiración está en lograr una felicitación pública de las autoridades financieras del FMI, del Banco Mundial y de Wall Street. No pueden entender que cuando dejen de pertenecer al gobierno mexicano, a Estados Unidos sólo le interesan por la cantidad de dólares que hayan saqueado. Esto ha ocurrido en México especialmente en los últimos 15 años. El gobierno antipopular y entreguista de Miguel De la Madrid, se vio superado por la inteligencia globalizadora de la corrupción de Carlos Salinas. Lamentablemente, la actual administración se ha prestado a este juego neoliberal. A. Orígenes y Consecuencias del FOBAPROA El Fobaproa tiene origen en cuatro tipos de deudores bancarios básicos: 1. Los compradores de viviendas, mínimo. 2. Pequeños y medianos empresarios, de escasa importancia. 3. Favorecidos del sexenio anterior que recibieron empresas del Estado, la gran parte de la cartera vencida, a través de NAFIN. 4. Favorecidos del sistema bancario que compraron empresas con dinero de los ahorradores, otra gran tajada. B. Volvamos a cada punto detalladamente 1. Los bancos no han pasado al Fobaproa la cartera vencida de viviendas, sobre todo las de mayor precio, porque es la parte más jugosa; es en donde más se puede recuperar. Con las devaluaciones, a pesar de que el mercado de vivienda está deprimido, es el sector de más tangible recuperación. Es decir, el adeudo de viviendas no figura en el Fobaproa. Los que debemos una vivienda no seremos favorecidos en ninguna forma por el Fobaproa; tarde o temprano pagaremos al precio que nos impongan o perderemos la vivienda. 2. Los pequeños y medianos empresarios nunca han tenido crédito en México, excepto mínimos porcentajes. Algunos miembros de este grupo que hayan recibido créditos de BNCI o de NAFIN, pudieron beneficiarse negociando sus deudas. Tampoco constituye una parte significativa del
Fobaproa. Ahora sabemos que hasta BANOBRAS prestó dinero para saquear al país. 3. El filón principal, está en la gran cantidad de empresas que el gobierno Salinista regaló a sus cuates mediante operaciones simuladas. Las compraventas falsas se simularon a través de NAFIN, que normalmente usó bancos cómplices. A pesar de que la operación era simulada, se cubrieron las formas y se llenaron documentos que de inmediato quedaron en papel incobrable. Ahí esta la principal cartera vencida: Telmex, Siderúrgica, Petroquímica, Gaseras, Carreteras, Satélites, Aerolíneas, Ferrocarriles, Puertos, Televisoras, y mucho más sirvió para enriquecer a Salinas y Asociados, pero no lo cubrieron oportunamente. Por eso inventaron el gran robo de diciembre y como ni siquiera así les alcanzó para pagar lo defraudado, inventaron el Fobaproa, para que el gobierno “comprara” y borrara la cartera vencida. El despojo de diciembre tuvo como principal propósito ocultar que las arcas estaban vacías cuando Salinas dejó la Presidencia. Todo el cuento de los Tesobonos les permitió justificar un saqueo de casi 40,000.00 millones de dólares. Pero no les alcanzó. 4. Los banqueros, patriotas y sacrificados, que también recibieron los bancos como regalo, a pesar de que estaban muy bien recompensados por el sistema, vieron la oportunidad de volver a cobrar y se acomodaron a la nueva situación, para declarar en cartera vencida todas las empresas que los banqueros compraron sin dinero, o manipulando el dinero de los ahorradores. Aquí está otra jugosa parte del Fobaproa. Cualquier aludido que lea esto, o cualquier cómplice gritará: “Esto es una calumnia”; “que lo comprueben”; “que lo demuestren”, etc., y al mismo tiempo, ante el reclamo nacional que exige información, los más grandes pillos de la historia nacional se rasgan las vestiduras y alegan respeto al secreto bancario. Aquí los pillos demandan que se les compruebe el delito bajo juramento de no ver las pruebas. El ardid del secreto bancario sólo favorece a los pillos, a los traidores, a los enemigos del pueblo y de la Nación. El secreto bancario, truco burgués, protege a los pillos, de embargos y de impuestos. Pero no es un secreto imposible de relevar ni lesionaría a nadie en condiciones normales. ¿Por qué un secreto bancario para quien compró sin dinero? ¿Por qué un secreto bancario para quienes despojan al país? ¿La Constitución de la República anuncia en algún lado el secreto bancario? ¿El supuesto secreto está por encima del interés nacional? ¿Legaliza la Constitución la traición a la Patria? ¿Cuál es la legalidad que invocan los mercenarios? Los obligados a demostrar la legalidad de sus operaciones son quienes actuaron y actúan a espaldas del pueblo y exigen secreto de sus latrocinios. Algunos miembros del PRD han asumido una actitud patriótica y valiente. Sin embargo, se dice que hay dentro de este partido quienes negocian posiciones. • • •
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Estamos anhelantes de que esto no sea cierto. El daño causado al pueblo y a la Nación con estas acciones es tan grande, que ningún precio político alcanzaría para cubrirla; ni la Presidencia de la República podría ser recibida en pago con dignidad. Esperemos que el PRD actúe a favor de México. Legalizar el Fobaproa, aceptar que pase a deuda pública, es darle la espalda al pueblo y convertirse en cómplice de los peores traidores. No legalizarlo trae riesgos. Muchos riesgos. Desestabilizaría la economía, desataría la especulación y la fuga de capitales mal habidos. Se derrumbaría la bolsa. Pero vale la pena el riesgo. A cambio de todo eso, resultaría que la Nación sigue siendo dueña de la Banca, del Petróleo, de la Petroquímica, de las Carreteras, de los Puertos, de la Siderurgia, y de los Ferrocarriles; resurgiría la economía mixta y se acabaría el trabajo esclavo. Todavía mejor, todos los traidores, los falsos banqueros, los falsos compradores de la industria paraestatal, todos los cómplices tendrían que huir lejos, y ya sin ellos, libre de bandidos de cuello blanco, México podría ser una Nación libre, digna, humanista, que mirara de frente el porvenir. De cualquier manera los grupos que dominan la economía nacional, los que nunca se llenan, están especulando ahora y derrumbando más al peso y los salarios. ¿Hasta cuánto llegará el dólar para que el actual grupo acepte que su política fracasa? ¿En donde aprendieron que un país saqueado, con devaluaciones constantes, sin inversión, con alto costo del dinero y para colmo con impuestos crecientes, puede crecer? ¿Podemos creer que sólo sean ingenuos?
Fondo Bancario de Protección al Ahorro El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue un fondo de contingencia creado en 1990 por el gobierno mexicano para enfrentar posibles problemas financieros extraordinarios. En diciembre de 1998 fue sustituido por el IPAB, Instituto para la Protección al Ahorro Bancario. Con el antecedente de sucesivas crisis económicas que, entre otros efectos, llevaba a la falta de liquidez del sistema bancario, en 1990 se crea el Fobaproa. Ante posibles crisis financieras que propiciaran la insolvencia de los Bancos por el incumplimiento de los deudores con la banca y el retiro masivo de depósitos, el Fobaproa serviría para asumir las carteras vencidas y capitalizar a las instituciones financieras. En los años siguientes el Fobaproa, su concepción, implementación y el quienes fueron los principales beneficiarios del mismo se convirtieron en uno de los temas más polémicos de la política mexicana, debido al endeudamiento estatal a largo plazo que conlleva. Antecedentes En septiembre de 1982, se dio la conjunción de tres factores interrelacionados graves: 1.
La devaluación del peso (de 12 a 22 pesos por dólar).
2.
La insuficiencia de las reservas internacionales para hacer frente a la demanda de dólares.
3.
La cancelación de créditos a México por parte de la banca internacional para subsidiar la cartera vencida del sistema financiero nacional.
Ante esa situación el Presidente José López Portillo decretó la expropiación de las instituciones bancarias y el control generalizado del tipo de cambio. El gobierno federal desembolsó tres billones de pesos para adquirir las instituciones de crédito comerciales y privadas, cuya deuda ascendía a 25,000 millones de dólares. En 1983 se
crea el Fideicomiso de Cobertura de Riesgo Cambiario (Ficorca). En medio de la recesión económica derivada de la crisis de 1982, el gobierno de Miguel de la Madrid obtuvo un préstamo del exterior para financiar el déficit fiscal, la deuda externa y la actividad productiva. Comenzó la privatización de empresas paraestatales. Luego de la nacionalización de los bancos, se desarrolló en México una banca paralela mediante casas de bolsa, arrendadoras financieras, aseguradoras y sociedades de inversión cuyos dueños adquirirían posteriormente los bancos durante la reprivatización. Para atraer capitales, el sistema financiero nacional elevó las tasas de interés para los inversionistas en la bolsa a costa de la deuda pública interna y de que la inversión se convirtiera en especulativa. En 1987, la crisis en la Bolsa de Valores de Nueva York provocó el desplome del sistema bursátil nacional y la devaluación del peso frente al dólar. Esto se conoció como el Crack de la Bolsa Mexicana de Valores. Aplicación del Fobaproa A finales de 1994 se detonó la crisis económica más grave de la historia contemporánea mexicana. La crisis provocó que las tasas de interés se dispararan causando el sobreendeudamiento de las empresas y familias ante los bancos y el cese de pagos por parte de los deudores. Una eventual quiebra de los bancos habría hecho imposible el acceso a créditos y los ahorradores no habrían podido disponer de sus depósitos, lo que habría colapsado la infraestructura productiva. Un sistema con ese riesgo se convierte en poco confiable, dando lugar a un pánico que lleva a la fuga de más capitales y a que las empresas no puedan cumplir obligaciones, lo que agrava aún más la crisis económica. Ante ese peligro, el Gobierno Federal aplicó el Fobaproa para absorber las deudas ante los bancos, capitalizar el sistema financiero y garantizar el dinero de los ahorradores. Los pasivos del Fobaproa ascendieron
a 552.000 millones de dólares por concepto de cartera vencida que canjeó por pagarés ante el Banco de México. Dicho monto equivale al 40% del PIB de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos para 1998 y el doble de la deuda pública interna. Mientras culminaban las operaciones para que el Fobaproa absorbiera la cartera vencida a los bancos, en Enero de 1995 el gobierno federal creó el Programa de Capitalización Temporal (Procapte), un instrumento alternativo para sanear el sistema financiero con el acceso rápido y en mayor volumen a capital extranjero y recuperar la solvencia de los bancos. Adicionalmente, la administración de Ernesto Zedillo propuso a los deudores de la banca reestructurar sus deudas por medio de unidades de inversión (Udis). Según la propia reglamentación del Fobaproa, la adquisición de deudas por parte del fideicomiso se realizó a condición de que los accionistas de las instituciones de crédito inyectaran recursos frescos. A consecuencia de la crisis de 1994-1995, muchas empresas se vieron imposibilitadas para pagar sus deudas, por lo que para reestructurar las mismas, en 1996 se creó la Unidad Coordinadora para el Acuerdo Bancario Empresarial (Ucabe), que funcionó con recursos fiscales a instancias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Acorde con datos de la propia dependencia, el Ucabe sirvió de aval para el rescate bancario y benefició a 54 empresas por un monto de 9.700 millones de dólares. Programa de Capitalización y Compra de Cartera Resultó el programa más dañino para las finanzas públicas del Gobierno Mexicano durante la operación de rescate bancario. Gracias a éste, el Fobaproa compró a los bancos todo tipo de chatarra financiera, es decir, créditos incobrables que se tradujeron en un fuerte incremento en el costo fiscal del rescate y en cambio redujeron las pérdidas de bancos, accionistas o grandes deudores que podían pagar sus créditos pero los transfirieron al Fobaproa. (Extraído del libro "El Saqueo a los Mexicanos. Entender el rescate bancario para impedir otro Fobaproa", de Jorge Francisco Moncada y Mario Alberto Di Constanzo). El Programa de Capitalización y Compra de Cartera (PCCC) fue el programa instrumentado por el Fobaproa que sirvió para inducir a las instituciones a efectuar aportaciones de capital cuando su situación financiera, aunque solvente, presentaba un deterioro importante en sus activos y ponía en riesgo su viabilidad. Mediante el PCCC, las instituciones transfirieron al Fobaproa los derechos para que éste recibiera el cobro sobre ciertos créditos, a cambio de
un instrumento de pago a cargo del Fobaproa con garantía del Gobierno Federal. Por su parte, las instituciones de crédito se comprometieron a aportar, en términos generales, 1 peso de capital por cada 2 pesos de derechos de cobro cedidos al Fobaproa. Los instrumentos de pago emitidos por el Fobaproa tienen una vida de 10 años y sus vencimientos ocurrirán entre septiembre de 2005 y diciembre de 2006, devengan intereses capitalizables trimestralmente, y son prepagables. En términos generales, las obligaciones en moneda nacional devengan la tasa de interés Cetes, y las notas documentadas en moneda extranjera la tasa de interés LIBOR. El Fobaproa se convierte en deuda pública En marzo de 1998, la administración del Presidente Ernesto Zedillo envió al Legislativo un paquete de cuatro iniciativas para crear un marco legal que redujera las posibilidades de una nueva crisis bancaria, así como para crear mecanismos más eficientes de supervisión a las actividades crediticias y facilitar la capitalización de los bancos. Por tanto, con el objetivo de exigir mayor disciplina en la administración del sistema bancario, el Ejecutivo propuso la creación del Fondo de Garantía de Depósito (Fogade), instancia que protegería el dinero de pequeños y medianos ahorradores e involucraría al Poder Legislativo en la tarea de supervisar los bancos. Asimismo, propuso la instauración de la Comisión para la Recuperación de Bienes, cuya función consistiría en recuperar, administrar y enajenar bienes y derechos que el Fobaproa y el Fondo de Apoyo al Mercado de Valores (Fameval) adquirieran como resultado de la crisis. La propuesta que causó mayor controversia y que orilló al Congreso a ordenar una auditoría al Fobaproa fue la de convertir en deuda pública los pasivos de dichos fondos que sirvieron para asistir a los bancos, cuyo monto ascendió a 552.000 millones de pesos. Las iniciativas fueron: 1. Decreto que aboga la Ley Orgánica del Banco Nacional de Comercio Exterior, Sociedad Nacional de Crédito, Institución de Banca de Desarrollo. 2. Decreto que reforma la Ley del Banco de México 3. Decreto por el que se adiciona la Ley del Banco de México; se expide la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y se reforman las leyes para Regular las Agrupaciones Financieras, de Instituciones de
Crédito, General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, del Mercado de Valores, y de Sociedades de Inversión 4. Decreto por el que se expiden la Ley Federal del Fondo de Garantía de Depósitos y la Ley de la Comisión de Recuperación de Bienes, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes del Banco de México, de Instituciones de Crédito, del Mercado de Valores, para Regular las Agrupaciones Financieras y General de Deuda Pública. Nace el IPAB La promulgación de la Ley de Protección al Ahorro Bancario o LPAB en diciembre de 1998 por el Congreso mexicano, dispuso la creación del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, IPAB, como un intento de lanzar un "nuevo sistema de protección al ahorro bancario" Esta ley ordenó al IPAB la asunción de las operaciones instrumentadas por el Fobaproa de conformidad con el articulado transitorio de la LPAB. La LPAB señala que el Instituto no es causahabiente universal del Fobaproa. Esto significa que el IPAB nace con una personalidad jurídica propia y con mandatos y facultades establecidas en la ley que lo rige. Argumentos a favor del Fobaproa El argumento principal de los defensores del Fobaproa, es que los costos totales de no haber rescatado a la banca hubieran sido mayores debido al pánico que se pudo haber generado en los mercados financieros; profundizando la crisis iniciada en diciembre de 1994. Organismos similares a nivel internacional España cuenta también con un fondo de contigencia.