Prólogo Jakob Jak ob von Uexküll Uexkül l
El presente librito no se adjudica la pretensión de servir como hilo conductor hacia una nueva ciencia. Contiene, más bien, lo que podría llamarse la descripción de un paseo por mundos desconocidos. Estos mundos no son solamente desconocidos, sino también invisibles; más aún: muchos zoólogos zoólogos y fisiólogos le niegan todo fundamento a su existencia. al afirmación, que parecerá extravagante a todo conocedor de estos mundos, puede entenderse al considerar considera r que el acceso a estos mundos no se ofrece a cualquiera, sino que ciertas convicciones se prestan a que la puerta que les hace de entrada quede tapiada de tal forma que no pueda filtrarse ni siquiera un solo rayo de luz de entre todo el esplendor que se extiende sobre esos mundos. Quien pretenda aferrarse a la convicción de que todos los seres vivos son solo máquinas debe abandonar toda esperanza de atisbar alguna vez sus mundos circundantes. 33
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Andanzas por los mundos cir circundantes cundantes
Quien, por otro lado, no haya prestado juramento a la teoría mecanicista de los seres vivos, puede considerar lo siguiente. odos nuestros objetos obje tos de uso cotidiano y nuestras nuestr as máquinas no son más que instrumentos del ser humano. Es sabido que hay instrumentos del hacer –las llamadas herramientas de trabajo, entre las cuales se cuentan todas las grandes máquinas que sirven en nuestras fábricas al procesamiento de productos naturales, así como los ferrocarriles, automóviles y aeronaves–. Pero también hay instrumentos del percibir, que podrían llamarse herramientas perceptuales , tales como el telescopio, los anteojos, micrófonos, radios, etc. Se desprende entonces que un animal no sería otra cosa que una selección apropiada de herramientas de trabajo y herramientas perceptuales combinadas en un todo mediante un sistema de comando, el cual, pese a seguir siendo una máquina, sería todavía adecuado para ejercer la función vital de un animal. Este es efectivamente el punto de vista de todos los teóricos mecanicistas, más allá de que en sus comparaciones piensen más en mecanismos rígidos o en dinamismos plásticos. Los animales quedan así rubricados como objetos. Al hacerlo, se olvida que desde el principio había sido escamoteada la cuestión principal, a saber: el sujeto que se vale de aquellos instrumentos, por cuyo intermedio percibe y obra. Mediante la construcción imposible de un conjunto herramienta de trabajo-herramienta perceptual no solo se encastran los órganos sensoriales y motrices de los animales como partes mecánicas (sin tener en cuenta su percibir y obrar), obrar ), sino que se ha llegado a mecanizar a los seres humanos. Según los behavio-
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Prólogo
En cambio, quien aún sostenga que nuestros órganos sensoriasensori ales sirven a nuestro percibir y nuestros órganos de movimiento a nuestro obrar no verá en los animales un mero ensamble mecánico, sino que descubrirá también al maquinista que que se encuentra instalado en los órganos tal como nosotros mismos lo estamos en nuestro cuerpo. En tal caso, empero, ya no abordará a los animales como meros objetos, sino como sujetos cuya actividad esencial consiste en percibir y obrar obrar.. Así queda abierta la puerta que conduce a los mundos circundantes, puesto que todo lo que un sujeto percibe se torna su mundo perceptual , y todo su obrar se vuelve su mundo efectual . Mundo perceptual y mundo efectual conforman juntos una unidad cerrada: el mundo circundante . Los mundos circundantes, que son tan múltiples como los mismos animales, ofrecen a cada aficionado de la naturaleza nuevas tierras de una riqueza y hermosura tales que bien vale la pena recorrerlos, aun cuando no se ofrezcan a nuestros ojos físicos, sino tan solo a los espirituales. No hay mejor modo de comenzar tal paseo que durante un día soleado en un prado en flor, atravesado por el zumbido de los escarabajos y el aleteo de las mariposas. Ahora, imaginaremos en torno a cada uno de los animales que habitan el prado una burbuja de jabón que representa su mundo circundante y contiene todos los signos accesibles al sujeto. No bien nosotros mismos ingresemoss a una burbuja semejante, el entorno desplegado ante ingresemo el sujeto se transmutará por completo. Muchas características del colorido prado desaparecen por completo, otros pierden su relación mutua, y se tejen nuevas conexiones. Un nuevo mundo mundo
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Andanzas por los mundos cir circundantes cundantes
autores se han distribuido las tareas de redactar el e l texto (Uexküll) y proporcionar material gráfico (Kriszat). enemos la esperanza de que, con este relato de viajes, estemos este mos dando un paso decisivo hacia adelante y convencer a muchos lectores de que realmente hay mundos circundantes, y de que aquí se abre un nuevo e infinito campo para la investigación. Asimismo, este libro pretende dar testimonio del espíritu de colaboración científica que reina en el Instituto de Estudios Ambientales de Hamburgo. Hamburgo.1 Expresamos nuestro especial especia l agradecimiento al Dr. Dr. K. Lorenz, quien contribuyó en gran forma a nuestro trabajo al enviar imágenes que explican sus ricos experimentos con cornejas y estúrnidos. El Prof. Prof. Eggers ha tenido la amabilidad de enviarnos un exhaustivo informe sobre sus experimentos con mariposas nocturnas. El reconocido acuarelista Franz Huth dibujó para nosotros la ilustración de las habitaciones, y el roble. Las ilustraciones 42 y 55 fueron realizadas por T. v. Uexküll. A todos ellos expresamos nuestro profundo agradecimiento. Hamburgo, Diciembre de 1933