VICENS bolsillo APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE ESPAÑA J. Vicens Vives
editorial vicens-vives
Autor: Vicens Vives, Jaime ©1997, Editorial Vicens-Vives, Vicens-Vives, S.A. Colección: Vicens Vicens bolsillo, !S"#: 97$$%&11%1'7
J. Vicens Vives #ace en (erona el de )unio de 191*. +uere en on el $ de )unio de 19*. /isc0ulo de Antonio de la 2orre 2orre de 3ere 3e re "osc4 (imera en la 5acultad de 5iloso60a etras de la niversidad de "arcelona. icenciado en 19&*. /octorado en la niversidad de "arcelona en 19&. 2esis doctoral: 85erran !! i la ciutat de "arcelona. /ed0case a la ensean;a desde 19& <8!nstitut Escola de "arcelona=. >osiciones ara catedr?tico de !nstituto en 19&%. Catedr?tico de @istoria +oderna de la niversidad de araBo;a <19%7= de la de "arcelona <19%$=. +iembro de la eal Academia de "uenas etras de "arcelona corresondiente de otras del eDtran)ero. Entre sus actividades cient06icas 6iBuró, en rimer luBar, la dirección del 8Centro de Estudios @istóricos !nternacionales de esta ltima niversidad, Fue ublica las revistas 8!ndice @istórico Esaol
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A GUISA DE PRÓLOGO En la primera edición de esta obra, cuyo prólogo escribimos es cribimos en octubre de 1952, señalábamos sus orígenes en las reuniones que por aquel a quel entonces se celebraban cada lunes en el Seminario de Historia de la ni!ersidad de "arcelona# El grupo no era muy numeroso$ una docena de amigos, colaboradores en las tareas uni!ersitarias y licenciados de nue!o año que no %abían perdido ni !ocación ni entusiasmo a lo largo de la árida cuesta de los programas en !igor# &as c%arlas, que en general !ersaban sobre orientación metodológica, resultaban en e'tremo sugesti!as, por el entusiasmo de los concurrentes y la absoluta libertad de discusión que era norma en ellas# &os temas su(etos a debate se desplegaban en in)inidad de matices$ desde el comentario al candente artículo del *ltimo n*mero de una re!ista española o e'tran(era, %asta las más )inas especulaciones sobre una apreciación general de +aspers o oynbee, entonces en boga# -esde luego centraba a menudo nuestra atención la problemática de la Historia de España, ya que .ramos los primeros en lamentar la decadencia a que %abían precipitado tales estudios, despu.s de la guerra de los res /ños, tanto la rigide0 de los !ie(os moldes eruditos como las alegres intuiciones ideológicas de quienes no querían quebrarse la cabe0a en el duro bataca0o con los arc%i!os# /l calor de tales reuniones, llegu. a pensar que qui0á sería interesante estructurar en unas cuantas páginas las líneas esenciales de la %istoria española# ero no con el propósito de dar a lu0 una nue!a síntesis del pasado peninsular, sino de presentar presentar una problemática general del mismo para que sobre ella pudieran traba(ar mis amigos y colaboradores y todos aquellos que sentían de !erdad el empeño de calar en el ser %istórico %ispano# ientras maduraba esta idea, la amistosa presión de un amigo, Santiago 3adal, me %i0o concretarla en )orma de colaboración a un diccionario que se preparaba ba(o su dirección# Habíamos con!enido que, pre!iamente, se publicaría en )orma de op*sculo# Salió a los escaparates y tu!o un .'ito inesperado, )ulgurante# Ello desencantó a los editores del citado diccionario, quienes declinaron incluirlo en .l# &o digo por pura re)erencia bibliográ)ica, y (usti)icar la omisión de la nota que aparecía en la contraportada de la primera edición de este libro# -ebo atribuir ese .'ito de librería a que por !e0 primera despu.s de quince años año s el p*blico %allaba una lectura %istórica imparcial# is ase!eraciones, basadas en un concreto y desapasionado análisis de los sucesos 4una monogra)ía se resumía, a !eces, en un ad(eti!o4, )ueron presentadas como simples %ipótesis de traba(o, destinadas a %allar su per)ección en )uturas in!estigaciones o a ser a!entadas a !entadas por ellas# or esta causa, bautic. la obra con un título absolutamente modesto$ sólo intentaba apro'imarme6 a la !erdadera Historia de España# 7 ello sin retórica ni grandilocuencia, con un es)uer0o artesano de perse!erancia y per)eccionamiento# i /8:;/<;=3 pedía ser reeditada# e lo requerían requerían con especial insistencia %ispanistas alemanes y norteamericanos, en cuyos países el libro %abía caído en gracia# ero una /8:;/<;=3 necesita tiempo para salir por segunda !e0 a la calle# Hay que !er lo que acaece en un lapso determinado$ cuál es el progreso de las in!estigaciones, cuáles las grandes obras de síntesis y las tendencias de las escuelas, cuáles las posiciones de)initi!as# Era prudente, pues, aguardar algunos años, tanto más cuanto desde %acía poco tiempo la ciencia %istórica española salía de sus ensueños de retórica grande0a con una triple tendencia$ la re!itali0ación de la escuela escue la )ilológico>institucionalista? el brusco
)lorecimiento en el país del m.todo económico>social preconi0ado por los /nnales parisinos? y la e'tinción, menos rápida de lo pre!isto, del ideologismo de postguerra# 3os )alta añadir a estas corrientes las aportaciones, a !eces !ec es capitales, de los %istoriadores e'tran(eros que se %an ocupado de España, y las no menos contundentes interpretaciones de dos de los astros intelectuales de la España peregrina# or lo tanto, los siete años que separan la segunda de la primera salida de mi /8:;/<;=3 podrán ser considerados capitales c apitales en el curso de la %istoriogra)ía %ispánica del siglo ::# En primer lugar, por la índole de las publicaciones que %an !isto la lu0 durante este tiempo# @iguran entre ellas tres %istorias generales Aen.nde0 idal, Baldea!ellano, Solde!ilaC, dos interpretaciones dramáticas del pasado peninsular Asocial y regional? y además, cantidad notable de monogra)ías, libros y artículos de re!ista, cuyo contenido es, en general, muy superior al de los dos decenios precedentes# &a consideración de este material induce a creer 4y .ste es el segundo punto4 pun to4 que nos %allamos en una bisagra que podría caracteri0arse, de un lado, por la liquidación de una serie de posiciones anacrónicas Aen general, las de la escuela erudita y )ilológica nacionalista castellanaC? y de otro, por el nacimiento de un nue!o concepto de %istoriar, %istoriar, abierto a la !ida real, %ec%o de sangre %umana e incompatible con los grandes temas abstractos y la píldora política e ideológica que en!enenó la %istoriogra)ía %ispánica# &a di)usión cada día creciente de los nue!os m.todos au'iliares 4demográ)ico, económico, sociológico, estadístico4 permiten creer que muy pronto se impondrá una ley en la )ronda capric%osa e ininteligible de la sel!a %istórica española, y que la claridad y la medida barrerán de ella el )olla(e romántico y el oscurantismo barroco# En otras palabras, que q ue permaneceremos )ieles a nosotros mismos y no re%uiremos re%uiremos comprender la !i!encia del pasado e!adi.ndonos %acia 0onas de pura especulación %istórico>meta)ísica# En la e!olución de esta dinámica %istoriográ)ica, la escuela barcelonesa %a ocupado durante los siete *ltimos años una posición de !anguardia# -esde ese mismo mes de enero de 195D en que saliera la primera edición de este libro, sus miembros %emos bregado sin descanso# /ños .picos, en los que desde las páginas de ;ndice Histórico Español y Estudios de Historia oderna %emos luc%ado para pa ra abrir nue!os %ori0ontes a nuestra ciencia y librarla de todo )etic%ismo? en los que %emos abordado temas in.ditos en nuestra %istoriogra)ía y presentado, sin %iel, )acetas antes amargas o sistemáticamente eludidas# En nuestro a!ance %emos encontrado no escasas colaboraciones, gente que marc%aba ya antes en nuestra misma dirección o compañeros que se nos %an agregado en el camino? pero tambi.n %emos tenido que librar algunas escaramu0as 4intelectuales, se entiende4# Bictoriosos Bictoriosos o !encidos, no guardamos ning*n resquemor a nadie# 3uestra mano está siempre tendida a todos los %istoriadores de buena !oluntad, procedan de cualquier campo, grupo o escuela# Sólo sentimos e'cluir de este círculo a los que descienden a la palestra con odios políticos y lan0an sus dardos parapetados en cómodos e inmerecidos reductos o)iciales# Espero que %aya quedado (usti)icada mi decisión de no reeditar esta obra %asta el presente# or otro lado, a%ora, despu.s del desbordamiento de la *ltima d.cada, nos %allamos en un instante de cierta serenidad# &as aguas parecen remansarse# uedo, pues, proceder al empeño y empu(ar mi /8:;/<;=3 %acia su segunda salida, que deseo tan )eli0 tomo la primera# ero antes de darle el signo de partida, debo poner al lector en
guardia sobre el mecanismo metodológico que la preside# 3o tengo más remedio remedio que enseñar mi carnet de identidad como pro)esional de la %istoria, y para ello nada me(or que repetir algunos párra)os del prólogo de 1952, que %e modi)icado en los lugares que me %a parecido necesario# odos sabemos 4escribía entonces4 la reacción acaecida entre nosotros? %ará cosa de unos treinta años, respecto al m.todo narrati!o que pre!alecía como norma de cátedra y, sobre todo, como línea )undamental del que%acer %istórico# -esde entonces, la %istoriogra)ía española %a buscado una nue!a orientación metodológica, bien sea entroncándose con las corrientes aparecidas en el e'tran(ero, bien sea intentando una propia con)ormación del estudio del pasado# Estas tendencias no %an a%ogado, sin embargo, la dedicación al !ie(o sistema narrati!o, del cual subsisten toda!ía en nuestro país numerosos partidarios# Su e'istencia se ra0ona por la imposibilidad en que nos %allamos de prescindir del más !ie(o de los m.todos %istoriográ)icos# "asta contemplar las e'tensas lagunas de la %istoria %ispánica para darse cuenta de que a*n es preciso sacri)icarse y mantener un sistema de traba(o que, si s i ya periclitó en sus )ines, constituye un elemento imprescindible para llenar aqu.llas# &o .pico que pedimos a los narradores de %istoria es puntualidad erudita y conocimiento de los nue!os m.todos para sacar pro!ec%o 4secundario o principal4 de su labor# labor# En todo caso, sepan que %oy por %oy %o y toda!ía es *til publicar un buen corpus documental sobre cualquier cuestión de %istoria e'terna e' terna o interna# He aquí dos cali)icati!os que %emos escrito a propósito# /cusado el m.todo narrati!o de super)icial 4(amás llegaba a conclusión que )uera de alguna monta4, se le sustituyó en la metodología del país por lo que se dio en llamar, llamar, no sabemos e'actamente la causa, %istoria interna# @ueron aqu.llos los tiempos de in!asión de nuestra ciencia por los procedimientos germánicos# El ídolo de nuestros maestros era "ern%eim# Se desconocían e'actamente los resultados de tal m.todo, pero todos se rendían ante el el empaque casi mítico del nombre# % la %istoria internaF -esde luego, su di)usión aportó grandes !enta(as$ se puso coto a la impro!isación romántica, romántica, se e'igió una imparcial crítica de las )uentes, se %i0o imprescindible una amplia aportación arc%i!ística# odo ello, bien llegado y bien recibido# ero por el simultáneo desarrollo de los estudios de %istoria del -erec%o, la nue!a e'periencia metodológica desembocó en una )ría y est.ril %istoria de las instituciones# oco a poco )ue ol!idándose el )actor %umano, que es la base de toda %istoriogra)ía? diose importancia al arma0ón despreciando el contenido, al poste de conducción de energía en lugar del )luido del que aqu.l sólo sir!e de inerme soporte# Se puso el poste 4la institución4 %acia aquí o %acia allá, de ese lado o del otro# ales ales cambios llenaron de letra impresa concien0udas monogra)ías y dieron lugar a )ormidables pol.micas eruditas# Hoy es triste contemplar el resultado alcan0ado# /penas se sostiene ni una sola de las tesis )ormuladas por los grandes maestros institucionalistas de principios de siglo# Este !irus penetró pro)undamente en el campo de nuestro medie!alismo, en el que causó serios estragos estrago s al empare(arse con otro no menos peligroso$ pe ligroso$ el puro )ilologismo, el mito del documento# or esta pro)unda ra0ón el actual medie!alismo español se %alla metido en el calle(ón sin salida en que se discuten las palabras y no los %ombres# En general, se %a ol!idado que toda palabra es un eco del pasado y que no re)le(a en absoluto la nue!a realidad !ital que intenta de)inir# de)inir# 7, 7, tambi.n, que toda institución, por el simple %ec%o de enca(ar en una tensión !ital o reproducir un equilibrio de )uer0as, nace, si no muerta, por lo menos estática# Guienes le in)ormarán de su contenido !ital serán los
%ombres que en ella luc%arán por reali0ar sus ambiciones# El transcurso del tiempo agra!a el problema, pues el cuerpo institucional o de)orma la realidad del ambiente social o se ale(a cada !e0 más de e'presar el !erdadero carácter de .ste# rescindamos del caso en que se con!ierte en mito, pues entonces, como realidad ob(eti!ada6, pierde su lugar en el seno de la %istoria de las instituciones para %allarlo en el de las ideas# En consecuencia, si la %istoria de las instituciones nos indica apro'imadamente la línea por donde circulan las energías biológicas 4lo que comporta, sin duda, un considerable progreso sobre la consabida sucesión de monarcas y batallas4, no detenta en absoluto la cla!e del secreto de la Historia# 3i los reglamentos, ni los pri!ilegios, ni las leyes, ni las constituciones, nos acercan a la realidad %umana# Son )órmulas que ele!an límites, pero nada más que límites# &a e'presión de la !ida se %alla en la aplicación del derec%o, de la ley, del decreto, del reglamento? en la )orma cómo los %ombres tergi!ersan la !oluntad ordenadora del Estado, de una corporación o de una oligarquía# 3o en la institución considerada en sí misma, sino en el %er!or %umano que se agita en su seno# ara apre%enderlo %istóricamente es preciso prescindir del capara0ón legislati!o, ir directamente a la colecti!idad %umana que representa, con sus apetencias, sus pequeños orgullos y sus pro)undos resentimientos, que de todo %ay en la !iña del Señor# or esta causa, no me %e cansado de preconi0ar un cambio radical de orientación en la elección de las )uentes de los estudios %istóricos? en lugar de las grandes colecciones legislati!as, los %umildes arc%i!os en donde la ley c%oca con la !ida$ protocolos notariales, )ondos consulares y mercantiles, arc%i!os de policía, decisiones de los tribunales de (usticia, etc# ero el %ec%o de que %oy no nos acaben de gustar ni el m.todo )ilológico ni el de la %istoria de las instituciones, no signi)ica que los pospongamos al más brillante, pero muc%o menos e)ica0, de la titulada %istoria de la cultura#
materialismo por unilateral, el positi!ismo por esquemático, el ideologismo por )rí!olo# ;ntentamos captar la realidad !i!a del pasado y, en primer lugar, lugar, los intereses y las pasiones del %ombre com*n6# &a e'periencia de estos *ltimas años, comprobada en la producción %istoriográ)ica española y e'tran(era, nos induce a rati)icarnos en nuestro postulado# ero para abarcar la !ida es preciso de)inir un m.todo apropiado# /nte la de un indi!iduo, basta conocer los principios )undamentales del nue!o sistema biográ)ico$ el tiempo presente Ala coyunturaC abismándose en el %ombre %o mbre y .ste reaccionando )rente al espacio y el ambiente generacional, seg*n sus posibilidades psicológicas# psicológicas # ero la di)icultad se acrece acrece cuando tratamos de medir el pasado del %ombre com*n# &a !ida colecti!a no puede desci)rarse si no recurrimos, como primer instrumento, al m.todo estadístico# En la %istoria, la estadística no es la mera acumulación de ci)ras? es el arte de aplicar porcenta(es y constantes promedios y coe)icientes# Sir!e para de)inir claramente el n*mero de !eces que los %ombres reinciden en los mismos actos, aunque sin implicar que estos %ombres condenen, qui0á, las cosas que reali0an# Sir!e para establecer las 0onas de mayor a)luencia de sucesos# Sir!e, sobre todo, para ci)rar los intereses materiales y espirituales de la %umanidad# 7 esto es lo que pesa en %istoria# 3o me duele, pues, repetir, repetir, que es esencial para determinar !alores, rique0as y mentalidades6 y que q ue sin recurrir a .l, a tra!.s de minuciosos análisis de precios, salarios, inclinaciones políticas y tendencias culturales, es imposible comprender nada6# 3ada, bien entendido# ;magin.monos que estudiamos un período, per íodo, un reinado o un país# Es de escasísima importancia que nos )i(emos en un aparatoso apa ratoso %ec%o militar o político# -os derrotas sucesi!as en los campos de batalla de .ste siglo no %an mermado el peso de /lemania en el concierto europeo# or de)inición, ning*n cuerpo institucional re!ela el rumbo de la %istoria$ gloriosos nombres %an amparado sucesi!os momentos de esplendor y decadencia# En cuanto a la medida ideológica, se puede incurrir en gra!ísimo error al a)irmar que cinco, die0 o !einte intelectuales, sea cual sea su talla mental, representan un reinado, una sociedad o una generación# 3i !einte en el siglo :B;;;, ni mil en nuestra centuria# oda clase intelectual sólo se representa a sí misma en cuanto a producción literaria Acuando un intelectual act*a en política o toma el tran!ía el caso es distinto, pues se mide en )unción de su nue!a actitudC# En consecuencia, es preciso determinar los intereses que aqu.l sir!e en su ocupación especí)ica, los cuales son, en primer t.rmino, de tipo %umano$ intereses directos, !inculados al empleo y el cargo? intereses de los clanes de que )orma parte? presión material y moral de quienes depende? comple(os psicológicos, como rutina, miedo, ambición, en!idia? intereses de tipo espiritual concreto, etc# or tanto, al tratar de establecer una %istoria ideológica generacional no se puede incurrir en el de)ecto de generali0ar y decir al al pensaba utano, tal pensaban todos6# &a %istoria de las ideas es muc%o más capilar, y para abarcarla es preciso e'tender la in!estigación e ir a la consulta de arc%i!os neutrales, o sea aquellos que re)le(en ingenuamente la pluralidad mental6 de nuestros antepasados# Esto nos conduce, de nue!o, al m.todo estadístico# Sin su empleo e mpleo el %istoriador se %alla pri!ado del me(or *til de traba(o, como el gobernante no puede prescindir de las ci)ras que le suministran los ser!icios de estadística# Si aun conociendo la realidad !i!a de un país es imprescindible sumergirse en el mar de datos de los anuarios para percartarse de lo que (amás se s e da en la pluma p luma de los intelectuales, es decir, decir, la posibilidad de medir el pulso e'acto de aqu.l a tra!.s de ci)ras de población, producción, rique0a, cultura, sanidad, traba(o, etc.tera, de muc%a mayor utilidad será plantear de nue!o estas ci)ras en
el caso del e'amen de las sociedades que )ueron# &a ciencia %istórica, y en particular la española, a!an0aría a grandes, pasos si tu!iera re%ec%a la estadística del pasado# arc%amos ya )eli0mente por este camino, pero la mies es muc%a y pocos los que pueden traba(ar en ella# /l re%acer la con)iguración de su propia %istoria, utili0ando los nue!os m.todos acabados de mencionar, el %istoriador español %a de contribuir con su aplicación a per)ilar la metodología del )uturo, sobre la que %oy contin*a debati.ndose en los medios más progresi!os del e'tran(ero# El problema a resol!er es el de la integración de los procedimientos demográ)icos, sociales, económicos y psicológicos 4apoyados en la estadística4 en un todo capa0 de ser denominado m.todo de las ciencias del %ombre6# Su resolución tiene un doble aspecto$ el epistemológico 4sobre el que es me(or reser!ar la palabra a los )ilóso)os4 y el propiamente erudito# 7 en este *ltimo caso sí que nos es dable opinar# opinar# ero no recurriendo, como es com*n com* n entre los escolásticos castellanos actuales, a la meta)ísica del ser o del e!ento, sino al simple y modesto traba(o de e'ploración, e)ectuado sobre material arc%i!ístico directo# &as di)icultades !encidas en esta labor de buena ley contribuyen a %acer a)lorar unas e'periencias, de momento limitadas, pero que, con el tiempo, acaban soldándose en una )órmula más general# -urante los *ltimos años .ste %a sido el sistema de cooperación más !alioso que %emos prestado a nuestros colegas e'tran(eros y el que más %emos agradecido de ellos# /ntes de dar por )inali0ado este ya dilatado prólogo, debo e'presar mi intranquilidad ante una posible reacción del lector# lector# Gui0ás .ste e'trañe, en e)ecto, que mi /8:;/<;=3 no tome parte en la pol.mica que %oy di!ide a los %istoriadores %ispanos, y a los %ispanistas en general, mostrándose unos partidarios de las tesis de /m.rico
Los !i"e!os o#$%&o!es Iuinientos mil aos antes de nosotros siBlo m?s, siBlo menos unos Bruos de itecantroienses dieron su l?ceme a la 3en0nsula 4is?nica 4is? nica se establecieron en ella. #o eran los rimeros 4om0nidas Fue divaBaban or el laneta. A buen seBuro, los Fue ueden considerarse como tales los llamados australoitecienses, Fue aarecieron 4acia el 7**.*** no se ale)aron muc40simo de su luBar de oriBen, en el A6rica austral. a 3en0nsula sólo conoció, ues, la seBunda oleada de 4umanidad, muc4o m?s evolucionada Fue la rimera osiblemente recriada en la ;ona ecuatorial en el e)ano >riente. os mencionados itec?ntroos el nombre no resulta mu 6avorecido, or cierto 4ab0an avan;ado 4acia >ccidente, lleBando con el 4ombre 4o mbre de +auer 4asta Alemania occidental con el Atl?ntroo 4asta ArBelia. 2odo 2odo ello es evidentemente rovisional continBente, orFue con dos 4alla;Bos no uede escribirse la 4istoria de los **.*** aos Fue duró el er0odo de 4eBemon0a itecantroiense sobre la 2ierra. 3ero tenemos otros datos, Hstos dimanantes del material l0tico Fue nos 4an conservado los luBares en dónde ermanecieron. 3or ellos sabemos Fue los obres diseminados Bruos de los rimeros 4isanos de)aron 4uellas de su eDistencia en varias artes de la 3en0nsula, Fue viv0an atosiBados or la luc4a contra 6ieras oderosas, Fue se de6end0an como od0an con el 6ueBo, Fue atacaban si les era osible con bastones arro)adi;os, Fue avan;aban av an;aban recolectando 6rutos ra0ces Fue no se ale)aban en demas0a de los luBares donde se 4allaban 6ilones de s0leD. Ka Fue estos seres, de dHbil inteliBencia, 4ab0an arendido a desbastar Broseramente esa dura piedra dura piedra a construir unos tiles en 6orma de 8tallas 8lascas. !mroiamente se les 4a denominado durante muc4o tiemo armas
3or esta causa los re4istoriadores 4an decidido abrir un nuevo er0odo arFueolóBico llamar 3aleol0tico medio al laso en Fue redominó este 4om0nida. os neandertalenses lleBar0an a la 3en0nsula or el 3irineo r?cticamente la ocuar0an toda. Es curioso el 4ec4o de Fue los restos óseos se 4aan encontrado en la l0nea relitoral mediterr?nea, desde "aolas a (ibraltar, en los romontorios atl?nticos ortuBueses, mientras Fue los acimientos l0ticos abundan en las cercan0as c ercan0as de +adrid en la desembocadura del 2a)o. Ello indica, una ve; m?s, Fue no 4a concordancia todav0a entre los 4alla;Bos arFueolóBicos la realidad 4umana cultural de la Hoca. K a 6e Fue ser0a interesante establecerla, orFue el ca;ador neandertaloide 4i;o la rimera s0ntesis tHcnica, reduciendo las tallas las lascas a un comle)o artesano en Fue redominaban los tiles eFueos: esecialmente, untas raederas. A esa tHcnica se la denomina musteriense. >tro nombre raro. An se loBró avan;ar un aso m?s: el neandertaloide arendió a su)etar una de esas iedras a un bastón endurecido. @ab0a emleado cerca de cien mil aos en obtener este enorme roBreso tHcnicoL los mismos Fue necesitó ara orBani;ar un rudimentario culto 6unerario. El ritmo de la 4istoria se aceleró, como odemos ver, notablemente. Con cuatrocientos mil aos or la oa nuestra narración no uede ser m?s r?ida asamos a4ora a saludar la entrada en la 3en0nsula de nuestros directos antecesores: antecesores : las bandas de ca;adores evolucionados evoluc ionados del Homo del Homo sapiens. sapiens. Es osible Fue se reali;ara a artir del ao %*.***, 6ec4a muc4o m?s aseFuible. a lleBada de la verdadera 4umanidad, de cr?neo bien desarrollado caracter0sticas anatómicas idHnticas a las nuestras, dio luBar a una din?mica social muc4o m?s interesante. os eriBordienses cromaonenses
re4istoriadores. Sin duda alBuna, el 4ec4o 4ec4 o caital del 3aleol0tico suerior es el establecimiento de los maBdalenienses nórdicos en el Sistema Cant?brico, desde #avarra a Asturias. Al otro lado de los 3irineos, se eDtend0an or la cuenca del (arona 4asta los altos valles de su a6luente el /ordoa. Este Bruo 4umano, culturalmente mu comacto, 6ue Bran innovador. Se les atribuen los roBresos tHcnicos a Fue 4emos 4ec4o alusión incluso el arco. K a ellos corresonde el mHrito de 4aber desarrollado el arte arietal. Mste es 6ruto de una sociedad a )erarFui;ada eseciali;ada la ca;a suele ser 6ruct06era con las nuevas armas un Bruo uede ermitirse la osibilidad de no traba)ar ara dedicarse a r?cticas m?Bicas roiciar a sus comaeros una buena eDedición. An 4o constitue un interroBante ara cuantos nos acercamos a contemlarlo sin revenciones. na reali;ación comleta e insosec4ada, Fue tiene como eDonentes suremos las inturas ruestres de u66iBnac, ascauD 5ont de (aume, en 5rancia, Altamira Castillo, en la 3en0nsula. A esta rovincia art0stica suele llam?rsele 6rancocant?brica. EDaminando EDa minando su situación BeoBr?6ica, m?s cabr0a rebauti;arla con el nombre de aFuitanocant?brica. os elementos sueltos en otras artes de 5rancia Esaa no ueden alterar esta a6irmación. 2al es lo Fue loBraron conFuistar ara la cultura los ueblos maBdalenienses. Es l?stima Fue su aortación art0stica no udiera ser acumulativa. Con ellos asó su 6ibra estHtica las inturas ruestres 6ueron decaendo, 4asta desaarecer en 6ormas esFuem?ticas. Sólo en la reBión relitoral mediterr?nea, en Hoca todav0a inseBura, ero osiblemente osterior al maBdaleniense nórdico o sea 4acia 4ac ia los aos 7*** a &*** a. de J.C., se desarrolla una rHlica de la Bran intura animal0stica aFuitanocant?brica. Hlica eDresionista, viva;, en la Fue la 6iBura 4umana adFuiere el ael de rotaBonista, en Fue se da testimonio de una eDistencia de una sociedad. 3osiblemente derivado del arte maBdaleniense de ascauD, ese nuevo estilo a4incar0a 6uertemente entre las tribus eriBordienses del >riente eninsular las caracteri;ar0a car acteri;ar0a desde Catalua a Andaluc0a, a lo larBo del corredor relitoral mediterr?neo. /os rovincias: la aFuitanocant?brica la rovincia mediterr?nea. Mstas son las dos nociones Fue emie;an a surBir en aFuellos nebulos0simos aos corresondientes al 3aleol0tico. Sin m?s trascendencia Fue eDlicar las osibilidades de relación de unos veinticinco mil a cincuenta mil seres Fue, como ci6ra m?Dima, deb0an oblar or aFuel entonces el territorio de la 3en0nsula.
Co$oni'%&o!es e inv%so!es a cultura de los Brandes ueblos ca;adores del 3aleol0tico suerior en >ccidente decae desde el sHtimo milenio a. de J.C. al com?s de las ro6undas alteraciones clim?ticas. En la 3en0nsula asistimos a Hste mismo roceso. +uc4os luBares del a0s se deserti;an ierden arte de su oblación. Sólo las costas cos tas alBunas ;onas montaosas o6recen osibilidades de eDistencia a una 6auna menor a sus diseminados erseBuidores. En los 3irineos 4abitan unos Bruos de montaeses Fue adoran cantos intados los a;ilienses, mientras Fue a lo larBo del litoral cant?brico atl?ntico 4allamos establecida una oblación de comedores de mariscos los asturienses. En el andHn mediterr?neo, sobre todo en el
"a)o Ebro Almer0a, erviven tribus con un instrumental microl0tico. Con Hl dan ca;a a ciervos )abal0es. Su nombre es mu discutido: se les llamó casienses riente la caitalidad mundial durante cuatro milenios. /e aFuellas tierras saldr?n las innovaciones materiales tHcnicas ccidente. os ueblos de la 3en0nsula 4is?nica Fuedar?n entonces lenamente incororados a la civili;ación nacida en el oriente del +editerr?neo. Es osible datar las rimeras in6iltraciones del nuevo BHnero de vida en la 3en0nsula alrededor del ao &*** a. de J.C. En e6ecto, los arFueóloBos 4an descubierto restos de Bruos de 4ombres Fue viv0an en cuevas o c4o;as de rama)e, conoc0an el astoreo una aBricultura mu rudimentaria. a racticaban con a;adas alos untiaBudos. Estos neol0ticos antiBuos ertenec0an al mismo tio 4umano Fue redominaba en el litoral mediterr?neo desde los eriBordienses. #inBuna invasión a reBistrar muc4o menos rocedente de N6rica del #orte, Fue en aFuel aF uel momento est? tan atrasada como los ueblos eninsulares resecto al desarrollo desarro llo de la cultura en el 3róDimo >riente. Esto 4ace sosec4ar Fue las rimeras re6ormas neol0ticas se transmitir0an de modo mu lento, a travHs del +editerr?neo e incluso de Euroa
El imacto de la tercera oleada oriental sobre la 3en0nsula Fui;? relacionada con la 4eBemon0a cretense en el EBeo rovocó un 6lorecimiento cultural inaudito. os misioneros de los meBalitos las Brandes catedrales de aFuella Hoca no sólo enseaban la labran;a el arte de obtener el cobre, sino una reliBión de altos valores morales, residida or el culto a los muertos, disensadores disensador es de toda 6ertilidad, al 6ueBo al rao, Fue uri6ican consaBran. levaron su buena nueva 4asta 3ortuBal (alicia, Fue en este momento adFuieren su rimera lenitud culturalL m?s all? lleBaron a "retaa, Cornualles e !rlanda. En todas estas reBiones triun6aron los meBalitos, en sus varias 6ormas: seulcro de corredor de cula, dólmenes, Baler0as cistas. "a)o la in6luencia de la cultura meBal0tica, el sur de Esaa alcan;a su rimera edad de oro. na serie de oderosos )e6es, establecidos en os +illares en las ricas reBiones aBrarias de Carmona, AnteFuera, Sevilla @uelva, Bobiernan un ueblo activo diliBente, diestro en las m?s varias actividades artesanas. En su seno nace el vaso camani6orme, imitación de las 6inas cestas Fue te)0an los camesinos del valle del (uadalFuivir. @a Fuien Fuiere relacionar la eDansión de este vaso con la de un ueblo braFuicH6alo, lleBado de Asia +enor. Es mu osible Fue no sea necesario acetar una 4iótesis Fue comlica enormemente el cuadro cultural 4is?nico del neol0tico 6inal. /e la misma Andaluc0a o del litoral mediterr?neo odr0a artir un Bruo de artesanos nómadas, al Fue lueBo se 4alla en todas las encruci)adas estratHBicas del comercio internacional de la Hoca: en Catalua en Alsacia, en el "a)o in en +oravia, en Sa)onia el "a)o Elba. a eDansión del vaso camani6orme corresonde a la otencia cultural suscitada en Andaluc0a or la conversión al meBalitismo. >tra ;ona Fue los meBal0ticos conFuistaron es la irenaica. (ruos de astores mesocH6alos, le)anos recursores de los actuales vascos, coloni;an la cordillera desde el 3a0s Vasco Vasco a Catalua. As0 se dibu)a una nueva n ueva ?rea cultural, un ?rea de transición entre el enBuadoc el valle del Ebro, Fue en muc4os asectos recuerda el ?mbito aFuitanocant?brico del arte ruestre las suervivencias a;ilienses. /esuHs de esta Hoca de 6ulBor meBal0tico, los ueblos eninsulares decaen aulatinamente. En 3ortuBal, Andaluc0a, la costa mediterr?nea los 3irineos, ara no 4ablar de la +eseta la orla cant?brica, se observa un ba)ón cultural. /e Hl se saldr? con la introducción de la metalurBia del "ronce or un ueblo Fue se estableció en la misma reBión de Almer0a entre el 19** el 1** a. de J.C., Fue desde all0 6ue irradiando las nuevas tHcnicas del bronce una serie de tios art0sticos, bHlicos culturales 4acia el evante, Centro 3oniente. Es osible Fue no sea un ueblo en movimiento, sino Fue, como de costumbre, se trate de Bruos de coloni;adores en sistema de 6actor0a. En todo caso, su ael civili;ador es el mismo. os arFueóloBos 4an bauti;ado esta cultura con el nombre de El ArBar. ArBar. >tra ve; no 4an tenido acierto. Con los arB?ricos el roblema de la 3en0nsula alcan;a entidad mediterr?nea. os Estados del 3róDimo >riente necesitan estao ara 6abricar sus armas sus tiles, el estao sólo se encuentra en el m?s le)ano >ccidente o bien en las etaas 4is?nicas. Ello conducir? a los 6enicios a 4acer acto de resencia en la vida de 2ars4is4, un a0s rico en lanta, minerales ob)etos eDóticos. 2ars4is4 es la versión b0blica de 2artessos, 2artessos, la rica caital de Andaluc0a. En sus costas, concretamente en C?di;, se a6incar?n los 6enicios a comien;os a del rimer milenio a. de J.C. K desde aFuel momento iniciar?n una serie de 6ructuosas relaciones mercantiles, culturales, Fue tuvieron Bran reercusión en los uertos
del oriente del +editerr?neo. En todos ellos se 4ablaba de los 6abulosos tesoros de >ccidente. Sucesores en cierto modo de los cretenses, los 4elenos decidieron reetir la aventura mar0tima de los nicos. nicos. K a directamente desde Asia +enor o desde sus colonias en !talia, +aBna (recia 3roven;a, dieron su salto a Esaa ccidente BrieBo en !beria. +ientras 6enicios 4elenos otencian la riFue;a de los ueblos asentados en el litoral mediterr?neo, desde Catalua a Andaluc0a, Fue conocen con el nombre BenHrico de iberos, en el interior de la 3en0nsula 4a acaecido un 4ec4o a no dudar imortante. El ueblo celta 4a enetrado or los 3irineos <9**-'* a. de J.C.= desuHs de ocuar buena arte de la 3en0nsula, osiblemente 4asta el 2a)o el Jcar, di6unde en ella la metalurBia del 4ierro, Fue 4a conocido en su atria danubiana. Esta invasión tuvo inmediatas reercusiones en orden a alBunos 6actores materiales culturales. Adem?s, en determinados luBares imuso una casta Buerrera sobre un ueblo de aBricultores, mientras en otros se 6usionaba con los ind0Benas. Sobre todo ello estamos mu mal in6ormados lo estaremos siemre, orFue los celtas introdu)eron la incineración de los cad?veres los iberos adotaron esta r?ctica. K los muertos no odr?n 4ablar )am?s. a linBO0stica la arFueoloB0a alicadas al caso son man;anas de discordia, uesto Fue en los celtas un Bruo de autores 4alla los recedentes del Bermanismo en la 3en0nsula con todo lo Fue suone en relación con los visiBodos su monarFu0a unitaria, mientras Fue otros ven en los iberos del Sur del Este la eDresión m?s adecuada de la 6utura idiosincrasia 4is?nica. #ada menos convincente. 2ales iberos tales celtas 6ueron Bruos mu comle)os, a los cuales no uede alicarse ninBn canon sicolóBico muc4o menos cuando sólo son intuitivos Benerali;adores
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as eriecias de la seBunda Buerra nica, en la Fue se dirimió el dominio del +editerr?neo occidental entre oma CartaBo ctavio AuBusto, 6ue, m?s Fue una Buerra, una dilatada oeración de olic0a. En el transcurso de siete siBlos de dominio, la resencia de los conFuistadores coloni;adores romanos lleBó 4asta los ltimos con6ines del a0s se tradu)o en 4ec4os tanBibles: renovación, construcción embellecimiento de ciudadesL aertura de v0as de comunicaciónL arovec4amiento del suelo aBr0colaL eDlotación de minas. El entronFue de la econom0a 4is?nica con el Bran comercio mediterr?neo de la Hoca metales, vinos, aceites, cereales 4i;o osible el 6inanciamiento de esa ol0tica de obras blicas. 3ero debe tenerse en cuenta Fue los m?s bene6iciados or esa actividad 6ueron los Brandes caitalistas romanos. En las rovincias 4is?nicas el 6lorecimiento económico de los siBlos ! !! revirtió en rovec4o de los antiBuos )e6es tribales, convertidos en oderosos roietarios al amaro de la leBislación de oma, de los 6uncionarios 6u ncionarios eDtran)eros, Fue alicaron sus eculios a la adFuisición de 6incas rsticas en la eri6eria 4is?nica, sobre todo en el valle del (uadalFuivir. Este 4ec4o, con)uBando 6actores BeoBr?6icos tHcnicos con la tradición tartesia la conveniencia romana, dio oriBen a una de las estructuras
económicas sociales b?sica en la 4istoria de Esaa: el lati6undismo aBrario. En la Hoca de su lenitud, este sistema se combinó con la r?ctica del traba)o esclavista el desarrollo del sistema de obreros )ornaleros, con aro estacional. As0 se 6ormó aulatinamente una clase social rivileBiada, la de los seniores los seniores,, Fue desde sus osesiones urbanas o desde sus 6undos villas rsticas dominaban el mecanismo de la sociedad 4is?nica colonial. En sus manos se 4allaba la riFue;a del a0s: no sólo las eDlotaciones aBr0colas, sino la articiación en las emresas mineras termales en las asociaciones de eDortación de aceite cereales. "a)o este ncleo de aristócratas, Fue la evolución 4istórica 6ue reduciendo en nmero aumentando en otencia a artir del siBlo !!, viv0a una nutrida masa de aBricultores astoresL sin duda la orción de 4umanidad m?s considerable del a0s. Casi nadie se 4a reocuado or su situación social BHnero de vida. ABricultores sometidos a la esclavitud en alBunas reBiones de Andaluc0a, costa mediterr?nea valle del EbroL camesinos semilibres en las villas de los Brandes roietarios de la +esetaL astores en (alicia el litoral cant?bricoL unos seis millones de seres sobre los cuales se e)ercita oco a oco la resión de la urbe róDima, de la colonia reciHn instalada. /e la ciudad acetar?n la administración, el roBreso tHcnico muc4o m?s di60cilmente la nueva lenBua las reliBiones orientalesL en cambio, rec4a;ar?n siemre el sistema )ur0dico Fue les encadena a sus seores, a sea como esclavos semilibres, rimero, a sea como colonos en la ltima 6ase imerial. a oosición oo sición entre el camo la ciudad es una constante en la din?mica de @isania. Ello eDlica Fue alBunas tribus astoriles mantuvieran saudamente una libertad Fue con6undieron co n6undieron m?s de una ve; con el bandida)e. /e 4ec4o, alBunos ueblos del #orte )am?s inBresaron en el dentado mecanismo ol0tico burocr?tico establecido or oma. (ente brav0a e indómita, se incrustaron incrus taron m?s Fue 6ueron acetados en la comunidad 4is?nica. Entre estos dos mundos tan estrec4amente 6undidos tan escasamente solidarios 4 solidarios 4 seniores, seniores, de un lado, %umiliores, %umiliores, de otro 4a Fue intercalar el constituido or el elemento urbano roio, al Fue cabe atribuir, en de6initiva, el HDito de la coloni;ación de Esaa or oma. as ciudades 4is?nicas cubrieron con relativa 4olBura la BeoBra60a eninsular, sin ser ni eDcesivamente numerosas ni en eDtremo brillantes, cumlieron su ael de vHrtebras de la cultura mediterr?nea en la 3en0nsula. Sucesivamente 6ueron incororadas al sistema )ur0dico de oma, 4asta Fue en 21 recibieron de Caracalla los lenos derec4os de ciudadan0a. Ello vinculaba a sus 4abitantes a una idea imerial, no a un sentimiento de 4isani;ación. 2odo les 4ablaba de oma: el curial enriFuecido, el 6uncionario, el edaBoBo... @isania se rovinciali;a 4ondamente en los siBlos ! !!, este 6enómeno se debe eDclusivamente a la actitud mental de los ciudadanos. a aortación romana directa a travHs de las colonias oco numerosas mal distribuidas en el esacio en el tiemo 6ue tan escasa, Fue no es osible tenerla en cuenta como 6actor de alto bordo al 4ablar de la romani;ación de @isania. /e esas ciudades, la maor0a con ra0ces en las culturas almeriense, arB?rica o ibHrica, artieron los )óvenes 4isanos atra0dos or el deslumbrador 6oco romano. AlBuno loBró en la rbe m?Dima ceir los laureles de la 6ama en la ol0tica o en las letras. 3ero los ilustres nombres de los SHneca, +arcial, ucano, Iuintiliano, unidos a los de 2ra)ano Adriano, sólo reresentan la esuma Fue aer como 4o cubre reiterados anónimos 6racasos. (racias a la 6ortuna de los rimeros a los reveses de los ltimos, 6ue 6or)?ndose en ese elemento urbano la noción de una conciencia comn vinculada a la idea de oma. As0 aareció la mentalidad de los %ispani o %ispani o 4isano-romanosL m?s Fue una clase social, como retendieron determinados 4istoriadores institucionalistas de la escuela Berm?nica,
una mentalidad cabe reetirlo, orFue es imortante urbana eri6Hrica. Estas mismas ciudades 6ueron otros tantos semilleros donde creció 6ructi6icó la alabra evanBHlica. ecibida a mediados del siBlo ! en la 6ac4ada 6a c4ada mediterr?nea <robable misión de San 3ablo=, la doctrina de Cristo 6ue roserando en ese medio urbano conFuistado a or el oder la cultura de oma, ero vac0o de un ideal m0stico suerior, Fue no od0a ser colmado or el suer6icial escHtico aarato de los cultos imeriales. Como en el resto de >ccidente, la di6usión del Cristianismo c4ocó en @isania con el tradicionalismo de la reliBiosidad camesina, sólo con aBotadora lentitud Banó la batalla a los ritos aBanos. 3ero las ciudades acabaron imoniHndose al camo la eri6eria al centro, de modo Fue a 6inales de la seBunda centuria los cristianos 4isanos o6rec0an al Seor el mismo ramillete de m?rtires or la 6e Fue las iBlesias orientales. /e este modo el Cristianismo, introducido con el lat0n la secuela cultural mediterr?nea, comletó la obra de romani;ación. En ciertos casos, como en los ueblos ind0Benas del #orte, se uede resumir Fue sólo a travHs del nuevo ideal ide al reliBioso Fuedar0a asentado en el a0s el es0ritu de oma. En alBunos casos notables la evanBeli;ación sólo 6ructi6icó a bien entrada la Edad +edia. El Cristianismo Fue irradió or @isania en estos rimeros siBlos ten0a, resecto al !merio romano, una actitud mu otra Fue la adotada desuHs del Edicto de +il?n de &1&. @ab0a crecido en lena luc4a contra toda reliBión de Estado , sobre todo, contra el culto imerial. 3or esta causa no 6ue un elemento aBlutinador de @isania alrededor de oma, sino un 6actor de disidencia en el seno de la sociedad urbana de los des4eredados. Esta comrobación nos obliBa a revisar Bran arte de las ideas corrientes sobre el ael uni6icador desemeado or oma en @isania. #i los emeradores, ni el Senado, ni los cub0culos administrativos romanos, tuvieron )am?s una visión articularista de los roblemas 4is?nicos, ni 6omentaron ninBuna tendencia tend encia en tal sentido. Ellos la )uventud durada 4is?nica sólo sintieron la Brande;a la unidad de la rbe sus dominios universales. 3ero en el transcurso de su Bestión, necesariamente imulsaron una serie de resortes Fue 4ab0an de contribuir a desarrollar un cierto sentido comunitario entre los obladores de @isania. #o odemos re6erirnos re6 erirnos al culto imerial un culto celebrado or la escHtica burBues0a de neBocios del siBlo !, ni tamoco a la administración rovincial Fue estaba en manos de romanos m?s audó a searar Fue a unir. as 6uer;as 6 uer;as uni6icadoras vinieron de los tHcnicos e inBenieros de comunicaciones, de los urbanistas escultores, de los maestros 6uncionarios Fue 6ue mandando oma, Fue se tradu)eron en bellas ciudades, er6ectas cal;adas, uentes viaductos, en un cierto sentido de la administración. 2odo 2odo ello, reetimos, al marBen del mundo camesino, ara el cual muc4as de las cosas Fue se le enseaban eran letra muerta: como el derec4o el idioma
4istoria Fue no eDlica ni )usti6ica nada como esa intil reorBani;ación administrativa ba(o la imerial de rinciios del siBlo !V en la Fue se institue la diócesis de @isania, ba(o la re6ectura de las (alias, sino de la eFue0sima e6emHrides. e6e mHrides. Como, or e)emlo, el cambio mental Fue llevó a los obisos cristianos de @isania a establecer la orBani;ación eclesi?stica a imaBen de la romanaL a embeberse, ues, del es0ritu estatal, )er?rFuico cultural de omaL , en 6in, a acetar el 4ec4o consumado de la cristiani;ación del !merio la rotección o6icial. As0 la !Blesia cru;ó a 6inales del siBlo !V las orillas Fue antes la 4ab0an searado del !merio, convirtiHndose en el reducto esencial de las ideas de autoridad universalismo imuestas or o r oma en los a0ses mediterr?neos. A travHs de esta conceción del mundo, de la directa eDeriencia de los obisos
E$ ei(onis"o visi(o&o En %*9 se reBistró la invasión de los ueblos Berm?nicos or los asos occidentales de los 3irineos, siBuiendo la eterna ruta de las Brandes aortaciones raciales de Euroa a @isania. #i el caso era nuevo, ni imortante el nmero de los invasores. 3ero siendo relativamente ocos se bene6iciaron de un 6actor decisivo: 6ormaban bandas militares, ante las cuales los rovinciales 4is?nicos, desmontado el caara;ón de6ensivo romano en las 6ronteras del in, se 4allaron inermes. /e aFu0 la 6acilidad eDtensión de las raias de v?ndalos, suevos alanos, la sensación de esanto Fue cua)ó en las imresiones de los contemor?neos, el derrotismo Beneral desuHs de la dura eDeriencia recibida de los 6rancos 4ac0a aenas dos Beneraciones. Sólo se eseraba la salvación de omaL ero Hsta eDerimentaba idHnticos auros su6r0a iBuales 4orrores. oma no era a m?s Fue un mito. /el ese)ismo romano sacó artido otro ueblo Berm?nico ara establecer su 4eBemon0a en la 3en0nsula en el transcurso de los siBlos V V!: los visiBodos. EDiste la imresión, desde lueBo errónea, de Fue la @isania visiBoda se inicia en %1', cuando Atal6o condu)o su 4ueste 4asta "arcelona estableció all0 una e60mera caitalidad. /e 4ec4o, los visiBodos actuaron desde 2olosa de 5rancia como un e)Hrcito 86ederado al servicio de oma, Bracias al cual 6ue osible arrinconar a los suevos en (alicia eDulsar a los v?ndalos de +urcia Andaluc0a. 3ero su rincial camo de actividad 6ue el sur de 5rancia, rico con)unto aBr0cola, sobre el Fue Eurico <%-%$%= loBró eDtender su autoridad. Simult?neamente, los )e6es visiBodos, bien como auDiliares del !merio, bien en rovec4o roio, 6ueron adue?ndose de imortantes reductos en la +eseta. a eri6eria mediterr?nea, vinculada todav0a al mundo imerial leB0timo, el de oma, rimero, el de Constantinola, en seBuida, se mostró muc4o m?s reacia a esa sulantación de oderes. En consecuencia, cuando los visiBodos 6ueron eDulsados de la (alia or los 6rancos, desuHs de la derrota de VouBlH <'*7= buscaron re6uBio tras la cortina irenaica, establecieron su caitalidad, desuHs de alBunas vacilaciones <"arcelona, Sevilla=, no a en las ricas cultivadas reBiones del litoral tarraconense, cartaBinense o bHtico, sino en el cora;ón de la 3en0nsula, en 2oledo. 3or ve; rimera la +eseta se convert0a en centro ol0tico eninsular. Este 4ec4o aumentó las diverBencias eDistentes entre los oc4enta mil o cien mil Bodos Fue ocuaban la altilanicie interior del a0s
costa mediterr?nea, desde la Setimania a la "Htica, buena arte de ellos se libraron de la amena;a b?rbara Bracias al aoo armado del !merio de >riente se reincororaron al )ueBo de la econom0a la cultura mediterr?neas. /esde CartaBena 4asta el AlBarbe, este eda;o de la @isania liberada la Esaa bi;antina de los manuales reconstituó reco nstituó sus 6uer;as rearó la Bran countura 4istórica del desFuite 4isano sobre los invasores visiBodos. /esFuite en absoluto abso luto militar, sino de vitalidad de cultura. a ltima Bran tentativa asimiladora de los Berm?nicos la reali;ó eoviBildo <'$'$=. /e 4ec4o, este monarca 4ab0a a sido cautivado or la mentalidad 4is?nica, resondiendo al roceso reBistrado en las dos ltimas Beneraciones entre la aristocracia Boda, mediante el cual sus miembros 4ab0an de)ado de ser )e6es de bandas militares ara convertirse en ricos 4acendados territoriales, m?s o menos emarentados con los terratenientes 4isanos. eoviBildo 6ue el rimer soberano Berm?nico Fue revistió las insiBnias de la reale;a, al estilo romano, el rimero Fue consideró sus dominios ba)o el risma de un leBado imerial. Sus camaas eliminaron los reductos r eductos BalleBos en Fue se 4ab0an mantenido alBunos )e6es suevos con t0tulos de reale;a , asimismo, obliBaron a los c?ntabros vascones a reconocer la soberan0a visiBoda. 2ambiHn eoviBildo se rouso someter a la Esaa meridional vinculada al !merio bi;antino. 3ero si las oeraciones militares le rocuraron el valle del (uadalFuivir, en cambio no udo atraerse el 6avor de sus nuevos sbditos. na oleada de insurrección levantó a los 4isanos en '$, tanto m?s Brave cuanto al 6rente de la misma se uso el roio 4i)o de eoviBildo, @ermeneBildo. a rebelión 6ue so6ocada desuHs de no ocas eriecias. @ermeneBildo caó sacri6icado, m?rtir de una luc4a or la 6e, , desde lueBo, or lo Fue reresentaba esta 6e como a6irmación de un es0ritu una cultura. Esta tremenda eDeriencia resultó de6initiva. @ermeneBildo es a)usticiado en '$'L al ao siBuiente muere su adreL en '$7, ecaredo, su sucesor, se convierte al catolicismoL en '$9, el cambio de doBma del Estado visiBodo, 4asta entonces arriano, es celebrado blicamente en el !!! Concilio toledano. En cuatro aos la sublevación sub levación de los 4isanos, so6ocada or las armas, triun6a en la misma conciencia de la minor0a diriBente Berm?nica. En adelante, este clan comuesto or unas doscientas 6amilias de la Corte unos die; mil individuos de ambos seDos distribuidos or el resto del a0s se convertir? en una oliBarFu0a casi cerrada. /etentar? el oder suremo, el mando del e)Hrcito, los carBos sueriores de la administración rovincial. 3ero el a0s ser? llevado adelante or los 4isanos. Estos son los Fue in6orman la leBislación, la esiritualidad el relativo eslendor económico de la monarFu0a visiBoda durante el siBlo V!!, cuas uertas abrieron San eandro San !sidoro, los dos BiBantes de la intelectualidad 4isana meridional. (racias a los 4isanos, la ltima etaa del dominio Bodo en la 3en0nsula adFuiere un marcado tinte unitario, cuo recuerdo erdurar? en alBunos Bruos diseminados desuHs de la 6?cil demoledora o6ensiva isl?mica del siBlo V!!!. 3or esta causa, si el eiBonismo visiBótico eninsular sobrevivió a su roia incaacidad, ello se debió al anc4o aoo social Fue le brindaron los 4isanos, sinBularmente la !Blesia la aristocracia lati6undista. a vinculación de los mutuos intereses ues la 6usión de sanBres 6ue siemre mu di60cil esó Bravemente sobre la suerte de las clases in6eriores de la sociedad, de modo esecial en el camo, donde sobrevivieron la esclavitud el colonato. K ello a esar del desarrollo de los la;os de deendencia ersonal roios de la mentalidad Berm?nica. Este roceso 6ue aralelo a la 6avorable actitud adotada or la monarFu0a resecto a las inmunidades Fue se concedieron a determinados sectores de la oblación nobles, iBlesias, monasterios. 2odo 2odo ello, al
lado del sentimiento de inseBuridad social 6omentado al socaire de las invasiones, rearó un ambiente re6eudal, bastante similar al de la 5rancia merovinBia. a ruina del municiio 4isanorromano, reludiada antes de la invasión b?rbara, se consuma en este er0odo como consecuencia de la debilitación de la econom0a monetaria el aulatino cese de las actividades mercantiles, cuos nicos est0mulos se recoBen en alBn uerto de la costa meridional mediterr?nea. Se eDtinBue, ues, ues , la clase urbana Fue 4ab0a vertebrado la @isania romana. Sus elementos caen ba)o la deendencia de los nobles visiBodos o de los seores 4isanos. 3ara ello sólo se abre una uerta de escae: la !Blesia, el nico cuero realmente libre de la Hoca. /esde los monasterios o las sedes eiscoales, los eclesi?sticos emrenden su muda tena; labor de re4acer un mundo cuas Blorias erciben, ero Fue sólo interretan Broseramente. Son ellos, en todo caso, los Fue dan la 6orma leBal de6initiva al Estado visiBodo Bracias a la obra de uni6icación leBislativa iniciada or C4indasvinto terminada or su 4i)o ecesvinto en '%. El &iber El &iber ;udiciorum tiene ;udiciorum tiene el valor de una voluntad de suervivencia romana en un mundo Fue le es absolutamente eDtrao e imermeable. 3ero la !Blesia reFuiere tal instrumento como medio de acción entre el ueblo de los 4isanos la oliBarFu0a Boda. Entre una otros no 4a 4abido m?s contactos Fue los de dueo a siervo. A esar de ello, la aristocracia visiBoda, reotente bien instalada en el a0s, de)ar? tan ro6unda 4uella Fue incluso sus nombres de ila ser?n imitados. Sobre esta base de ersonal triun6o sicolóBico se erBuir? la noble;a altomedieval. 3ero las relaciones del oder son mu distintas a las Fue derivan solamente del HDtasis social. Entre la monarFu0a visiBótica los 4isanos 4a abismos insondables. 3ara colmarlos, ara tender un uente, all0 est? la !Blesia. eresentante cali6icada del ueblo ante el trono del trono ante el ueblo, se inserta en el aarato del Estado como intermediaria leB0tima entre el re re sus sbditos. As0 la monarFu0a admite la autoridad leBislativa de los Concilios de 2oledo. 3ero en este movimiento la !Blesia ierde buena arte de su autonom0a esencial como la libre elección del eiscoado deriva der iva 4acia una actitud con6ormista. Iui;? sea Hsta la rincial causa de la ruina de la monarFu0a visiBoda. En todo caso, la eDeriencia no se ec4ó en saco roto. Al cabo del tiemo resurBir0a, como reivindicación 4istórica, el dato visiBodo de la unidad católica del Estado. Edi6icio 6r?Bil, la reale;a visiBoda no udo suerar sus roias contradicciones económicas, sociales, Htnicas, reliBiosas tan ronto tuvo Fue en6rentarse con el menor riesBo eDterior. En 711 se vino aba)o, sin ena ni Bloria. a oliBarFu0a Boda caituló en muc4as artesL restos de la antiBua administración se salvaron en el #orte c?ntabro. En cuanto a la masa visiBoda establecida en Castilla, 6ue trasladada al cabo de un siBlo 4acia (alicia. AFu0 se eDtinBuió ac06icamente en el seno del 6uturo ueblo Balaico-ortuBuHs.
E$ )!i*n+o &e$ Is$%"is"o
En 711, desuHs de unos tanteos reliminares, se desató sobre la 3en0nsula la oleada musulmana. El !slam, Fue se 4ab0a ido adueando de las ;onas costeras meridionales del +editerr?neo 4asta establecerse en la antiBua +auritania <+arruecos=, intentó la emresa de so)u;Bar el reino 4isanovisiBodo con escasas 6uer;as con6usos roósitos. El 4ec4o de Fue triun6ara r?idamente en ella tras la a6ortunada batalla librada en las orillas del (uadalete se eDlica no sólo or una maor caacitación tHcnica militar, sino or el derrumbamiento de la 6r?Bil estructura ol0tica e institucional de la sociedad Boda. !ncaa; de reali;ar la misión de cora;a Fue se 4ab0a atribuido la noble;a militar Berm?nica, el Estado visiBodo se deslomó ante el simult?neo desbordamiento de las masas 4isanas. Carecemos de detalles autHnticos ara imaBinarnos lo Fue acaeció durante la subversión 4isana de 711 a 71', en los cinco cr0ticos aos Fue libraron el a0s, como 6ruta madura, a los Benerales del Cali6ato de /amasco, 2ariP +u;a. 3ero nos arece mu osible Fue la Beneralidad del ueblo 4isano se ronunciara contra el dominio e)ercido or las clases diriBentes Bodas Fue incluso se asistiera a sublevaciones contra la noble;a los terratenientes. El cantonalismo 4isano resurBió u)ante desuHs de la cat?stro6e visiBoda, alBunas ciudades ciertos caudillos acetaron Bustosos un rHBimen de autonom0a local ba)o el rotectorado musulm?n como el caso de 2eodomiro, en +urcia. /e esta ro6unda trans6ormación social surBió la Esaa musulmana. #o una Esaa eDtraa a sus tradiciones, adversaria merecedora de destrucción, como 6ue )u;Bada a artir del siBlo G!!, sino una Esaa en e n no menor Brado autHntica Fue las visiBoda. os elementos ?rabes, sirios bereberes Fue 6ormaron en los rimeros e)Hrcitos conFuistadores riente ec4ó las bases de un nuevo Estado, Fue deb0a erdurar durante dos siBlos medio con er0odos de reotente eslendor otros de oscuro declive. 5rente a las bandas de astores Fue se 4ab0an mantenido irreductibles en las montaas cant?bricas 6enómeno inevitable a tradicional, el Estado de Abderra4m?n ! Fuiso reresentar la nica osible Esaa. A tal 6in sus sucesores debieron comrimir las libertades Fue dis6rutaban los 4isanos Fue no 4ab0an Fuerido ab)urar la 6e católica, desreciando las venta)as Fue entraaba tal acto. Se les llamaba mo0árabes, mo0árabes, en contraosición a los reneBados o muladíes. muladíes. (ente en su maor arte residente en las ciudades, estos derelictos de la antiBua burBues0a del artesanado de la Hoca romana se 4ab0an mantenido adictos a sus creencias. 5irmemente estructurados or la !Blesia visiBoda, cuos rinciales )erarcas 4abitaban el a0s conFuistado or los musulmanes, los mo;?rabes se mostraron resistentes a toda tentativa asimiladora. !ncluso desuHs de la batalla librada alrededor de la 4ere)0a adocionista <6inales del siBlo V!!!= cuo 6inal siBni6icó la rutura de la deendencia eclesi?stica de los asturianos resecto de la )erarFu0a visiBoda, el mo;arabismo se mantuvo en4iesto llevó al martirio a muc4os elementos de las ciudades
andalu;as ba)o el emir +o4amed ! <$'-$=, o bien estimuló rebeliones como las de 2oledo, en el ao $'&. En estas circunstancias, el mo;arabismo de)ó de ser una distinción doBm?tica ara trans6ormarse en una disidencia, Fue incluso a6ectó a los Bruos de reneBados ind0Benas. a eDresión ol0tica de este concierto de voluntades se locali;a en la rebelión de >mar ben @a6sn, un reneBado de estire Boda, en las montaas de onda <$99-917=, en el triun6o del indiBenismo en araBo;a, 2oledo, +Hrida alBunas otras ciudades de la Esaa +usulmana. El mo;arabismo es, ues, un 6actor Fue no debe descuidarse al areciar la vida 4istórica esaola durante los tres rimeros siBlos de la dominación musulmana. Al socaire de Buerras sucesos ol0ticos varios, reresenta una manera de entender el sustrato esiritual de la sociedad del Emirato , adem?s, de abarcar la roblem?tica de las relaciones entre musulmanes cristianos. Su lenBua, sus ritos reliBiosos, su arte, su cultura, su oes0a, se di6undieron alcan;aron con maor o menor intensidad Asturias, eón, Castilla, 3ortuBal, AraBón e incluso Catalua. A veces los mo;?rabes cru;aron en masa la 6rontera Fue searaba el !slam de la Cristiandad establecieron sus comunidades, al amaro de los e)Hrcitos astures, en las tierras conFuistadas or Hstos, en curso de reoblación. 5ueron esecialmente imortantes las emiBraciones de 6inales del siBlo !G, desuHs Fue Al6onso !!! el +aBno llevó los l0mites de su Estado 4asta orillas del /uero. !maBinHmonos el ael tHcnico desemeado or estos Bruos sociales en medio de la b?rbara sociedad de los astores Buerreros c?ntabros. c?n tabros. El es0ritu mo;?rabe debió in6luir en la trans6ormación trans6or mación del reino astur en la ambiciosa tradicionalista monarFu0a leonesa. 3ero tamoco debemos eDaBerar el imacto del mo;arabismo a6irmar Fue incluso los emires la administración cordobesa 4ablaban en su articular dialecto. a tesis contraria arece a4ora muc4o m?s sólida. 2res siBlos desuHs de la conFuista, el mundo mo;ar?biBo estaba or comleto arabi;ado sólo de ve; en cuando los mo;?rabes cordobeses se acordaban de su rocedencia Bótica. !ncluso los artesanos Fue asaron al #orte ten0an una idea vaBa e inconcreta de lo Fue reresentaban, sus triun6os tHcnicos no ueden reutarse en ninBn modo como c omo un sello esiritual, como testimonio del es0ritu de romanidad o visiBotismo entre los cristianos. En cambio, en las mismas tres centurias el !slam 4ab0a loBrado un triun6o sensacional: la conversión a la doctrina de +a4oma de los camesinos eninsulares al sur del /uero de los 3irineos. Mste es un 6enómeno del Fue no uede dudarse sobre el cual cu al va a Birar la 6utura roblem?tica 4is?nica, eme;ando or la reoblación, la econFuista las sucesivas inasimilaciones de los moriscos. @isania, a mediados del siBlo G, es un a0s de maor0a musulmana. +ientras Al Andalus se reara ara vivir una etaa de sinBular eslendor, en el #orte cristiano las 4ondas tensas ra0ces emie;an a dar ac4aarrados ero robustos tallos
E$ $e(i)i"is"o %s)*! , $% in)!*sin +!%nc% en Es%% /esuHs de la invasión musulmana Fuedó rota la continuidad ol0tica del Estado visiBótico destruido el arma;ón económico, )ur0dico esiritual de aFuella sociedad. #ada uede eserarse a de d e ellaL ertenece a un nuevo camo, Fue acabar? acabar ? de deslindar la conversión de los camesinos al !slamismo. Entonces nacen las Esaas en su lural unidad. Alineados desde (alicia a Catalua, en el me)or de los casos simles islotes testimonio ante la marea musulmana, los ncleos cristianos emie;an su carrera 4istórica. #o debemos imaBin?rnoslos emuando las armas ar mas en tono 4eroico. Es me)or verlos con la
ótica de los emires de Al Andalus: bandas indomables, Fue amena;aban desde las montaas las ciudades las cosec4as, las l0neas de comunicaciones las retaBuardias de los e)Hrcitos. 3or una arado)a 4istórica, astures c?ntabros, Fue siemre 4ab0an sido los Bruos m?s reacios a inBresar en la comunidad eninsular, se eriBieron en continuadores de la tradición 4is?nica. Es osible Fue contribueran a este cambio alBunos Bruos de Buerreros del e)Hrcito del re odriBo, Fuienes, re6uBiados en Asturias, acaudillaron el innato sentimiento de indeendencia de los montaeses dieron a la luc4a contra los emires de Andaluc0a un cierto sentido de rescate del reino erdido en el (uadalete. /esde el siBlo G!! as0 se 4a comlacido en resentarlos, aun eDaBerando los detalles, la tradición. Sin embarBo, las acciones Buerreras reBistradas a lo larBo del siBlo V!!! m?s tuvieron el car?cter de las antiBuas emresas de los montaeses contra las leBiones romanas o las 4uestes Bodas, Fue no el de cualFuier ideal de reconFuista. Con todo, 4a un 4ec4o imortante. os astures o Fui;?, los administradores eclesi?sticos 4isanos all0 re6uBiados reivindicaron cierto rinciio mon?rFuico, aunFue su valor ol0tico 6ue r?cticamente nulo durante casi dos siBlos, 4i;o osible la conservación de un elemento decisivo ara sus ulteriores 6ines: el leBitimismo. "ien se ec4ó de ver cuando las rimeras debilidades ol0ticas del mundo musulm?n ermitieron a ese 3rinciado emitir alBunos destellos de Bloria, a en tiemos de Al6onso ! <7&9-7'7=, a en los de Al6onso !! <791-$%=. Cubriendo las tierras de (alicia Asturias desde los altos uertos de los +ontes de eón Sistema cant?brico, ermitieron el desarrollo de un eFueo viril mundo cultural, residido or alBunos eclesi?sticos. Mstos 6ueron los Fue reararon la rutura del cordón umbilical Fue an vinculaba el ideal astur al mo;arabismo. En este orden de ideas, la batalla del adocionismo, a Fue a nos 4emos re6erido, el establecimiento del culto al aóstol SantiaBo en Comostela or Al6onso !!, sealan 4itos decisivos, aunFue no sea necesario sacar de Fuicio las cosas resentar la 6iBura de SantiaBo como un anti-+a4oma. /esde mediados del siBlo !G, el leBitimismo astur, en la luma de los escribas Fue con6eccionaban los documentos, anunció el ael de 4eredero del mundo visiBodo, en articular de la idea unitaria de @isania ba)o una sola monarFu0a. /e $'* a 9**, durante los reinados de >rdoo ! Al6onso !!! el +aBno, tal ideoloB0a 4i;o, evidentemente, sensibles roBresos. Sin embarBo, el ael Fue se 4ab0an atribuido los rees astures 6rente al !slam era desconocido or los montaeses Fue 4ab0an 4ec4o 6rente con el mismo HDito a los e)Hrcitos musulmanes en los 3irineos. /esde #avarra 4asta el rBel, en Catalua, comunidades 4isanas se 4ab0an mantenido libres del dominio isl?mico. 3ero en este 6rente irenaico se reBistró la resencia de un elemento Fue a6ectó la l0nea de su 6uturo 4istórico: los 6rancos. 3or una serie de a6ortunadas circunstancias, recaó sobre las esaldas de este ueblo Berm?nico, durante el siBlo V!!!, la emresa de oner coto a la eDansión ?rabe en el >ccidente de Euroa <7&, victoria de 3oitiers= de orBani;ar las ltimas reminiscencias del mundo romano en una 6ac4ada imerial, roectada sostenida or la !Blesia romana <$**, !merio carolinBio=. Como rosecución de la rimera tarea, alimentada or los Bobernadores de AFuitania, los Buerreros 6rancos acudieron en aoo de los eDilados 4isanos a 6in de restablecerlos en sus osesiones transirenaicas. Estos roósitos, Fue 4allaron cordial eco en la misma ersona de CarlomaBno, tend0an a derruir la 6rontera musulmana mediante la conFuista de araBo;a, imortante reducto mo;?rabe. 3ero al 6racasar este Bran roecto <77$=, 6ue reciso inclinarse 4acia soluciones t?cticas inmediatas. As0 se rocedió a la conFuista sistem?tica de Catalua. AunFue los 6rancos no udieron asar m?s adelante, su intervención en el antiBuo
territorio visiBodo tuvo amlias reercusiones. /e un lado, acreció el es0ritu articularista navarro, el cual desembocó a mediados del siBlo !G en la creación de una monarFu0a roia, la de !iBo Arista. /e otro, CarlomaBno incororó a su !merio los condados catalanes surBidos en el curso de sus camaas entre 7$'-$*1, los cuales 6ueron enBlobados en un cuero ol0tico mal de6inido, denominado +arca @is?nica. En ella convivieron, sobre una oblación ind0Bena mu removida a causa de las Buerras, nobles 6rancos con eDiliados visiBodos emiBrados 4is?nicos. as condiciones de6ensivas de la +arca, Fue en los 3irineos roteB0a a Euroa contra los osibles retornos del oder musulm?n, la trans6ormaron en un reducto militar de rimer orden, en el cual la naciente orBani;ación 6eudal euroea tuvo camo rivileBiado de eDansión. a coloni;ación aBr0cola del a0s, la recia estructuración del vasalla)e, la di6usión cultural de los monasterios del sur de 5rancia la misma deendencia ol0tica de Hsta a oma, crearon en Catalua una sociedad distinta de la de los bravos montaeses astures, de los Brandes otentados musulmanes o de los ensimismados mo;?rabes. 3ese al establecimiento de una dinast0a condal roia en "arcelona, or obra obr a de Qi6redo el Velloso Velloso <$7%-$9$=, Hl mismo descendiente de Carcasona Carc asona
C%$i+%$is"o , $eonesis"o A comien;os del siBlo G el !slam alcan;a en la 3en0nsula su cenit ol0tico, económico cultural. a introducción de las nuevas tHcnicas aBr0colas ersas nabateas, la me)ora desarrollo del sistema de reBad0os, convirtieron el valle del (uadalFuivir, la deresión del (enil las 4oas de la costa mediterr?nea, de +?laBa a 2ortosa, en admirables verBeles, cultivados or una creciente oblación de esclavos siervos, 6atal deBeneración del rimitivismo iBualitario democr?tico del desierto. En las ciudades, sobre todo en Córdoba, Sevilla, +?laBa, la actividad de los artesanos, en el te)ido de la seda, en la metalurBia en la cer?mica, resond0a a las crecientes demandas de la sociedad 6eudal euroea. Almer0a era uno de los uertos m?s ricos de >ccidente, llave del contacto mercantil entre Al Andalus el cali6ato de "aBdad. Caital de este mundo, Córdoba irradiaba roseridad eleBancia. Circulaba el oro con ro6usión, las monedas musulmanas, saltando las 6ronteras del mundo cristiano, sealaban 4asta dónde lleBaba la in6luencia eDacta del !slam esaol. 5ue esta riFue;a la Fue sirvió de base ara la reorBani;ación del oder0o musulm?n en Esaa, Fue llevó a cabo Abderra4m?n !!! <91-91=, 6undador del Cali6ato de Córdoba <99=. A 6in de domear ara siemre el searatismo rovincial el es0ritu de rebeld0a de los elementos incon6ormistas, Abderra4m?n imlantó un rHBimen unitario, ausiciado or su 6lamante autoridad en materia reliBiosa , sobre todo, or el aumento de los e6ectivos de sus e)Hrcitos. a suerioridad económica militar del Cali6ato ermitió a Abderra4m?n !!! eDtender su in6luencia 4asta +arruecos rec4a;ar 4acia el #orte a los e)Hrcitos de eón #avarra. /urante su reinado el de su s u sucesor Al4?Fuem !! <91-97=, Al Andalus 6ue, sin disuta, el Estado m?s oderoso de Euroa. Sus destellos deslumbraban a las b?rbaras cortes de Euroa. 3ero el Estado militar instituido or Abderra4m?n !!! lleBó demasiado tarde ara eliminar o reducir a los reinos cristianos de la 6rontera setentrional. /esde Al6onso !!!, el
reino astur 4ab0a lleBado a las riberas del /uero. Su 4i)o >rdoo !! abandonó los valles montaeses estableció su residencia en la altilanicie, en eón <91%=, en el luBar de con6luencia de las rutas 4acia (alicia Asturias las comarcas 6ronteri;as del /uero del Ebro. /esde este centro, los rees leoneses udieron 4acer 6rente a las acometidas de los e)Hrcitos cali6ales, en una sostenida luc4a, de suerte varia, esmaltada or alBunos notables 4ec4os de armas ar mas ccidente de Euroa, iba a inauBurarse en Esaa una Hoca de ro6undas trans6ormaciones sociales, ol0ticas culturales.
E$ !e)o!no &e E*!o%. E$ n%v%!!is"o , e$ es/!i)* &e C%s)i$$% Suerada la calamitosa centuria Fue ostenta el nombre de 8SiBlo de @ierroL Euroa renace de las ruinas causadas or las seBundas invasiones b?rbaras ccidente. /entro de este vasto roceso de renovación cultural, Fue dar? luBar al om?nico, #avarra se sita como luBar rivileBiado, no sólo ara ara recibirlo, sino ara transmitirlo al resto de la Esaa cristiana. 3or all0, en e6ecto, asaban las rutas de ereBrinación comercio Fue un0an la Cristiandad occidental con la Cristiandad 4is?nica. /e aFu0 el sorrendente cambio ol0tico reBistrado en el breve esacio de una Beneración, Fue culminó, durante el reinado de Sanc4o !!! el +aor <1***-1*&'=, dando #avarra la rimac0a entre los Estados cristianos de la econFuista. na a6ortunada a6 ortunada intervención en los asuntos leoneses, le 4i;o dueo de Castilla, mientras Fue muc4os condados irenaicos acetaban su soberan0a reconoc0an su reale;a. a Bloria de Sanc4o el +aor lleBó incluso a Catalua, en un momento en Fue Hsta eme;aba a recuerarse del c4oFue contra Alman;or de la rutura de 4ec4o con 5rancia. Es la Hoca del obiso >liba, cuando cristali;a de6initivamente la conciencia catalana de 6ormar una ersonalidad aarte. na Beneración m?s tarde, el conde barcelonHs amón "erenBuer ! el Vie)o <1*&'-1*7=, de6inir?, con el 6amoso CódiBo de los satges, satges, el car?cter )ur0dico social eculiar del a0s. El navarrismo es0ritu 4is?nico montaHs, doblado de euroe0smo 6ue llevado a la +eseta or un a6ortunado )ueBo sucesorio, se vinculó a Castilla con el 4i)o de Sanc4o el +aor, 5ernando <1*&'-1*'=. Mste eliminó a eón en su calidad de reino 4eBemónico de la altilanicie duriense dio a Castilla el rimer lano en la ol0tica 4is?nica. @e aFu0 un momento trascendental en el devenir eninsular. Aarece a4ora realmente Castilla en la 4istoria. El ueblo castellano, de sanBre vasca c?ntabra, se con6orma en una sociedad abierta, din?mica, arriesBada, como lo es toda estructura social en una 6rontera Fue avan;a. 3ueblo de astores camesinos, Fue conducen sus rebaos 4asta m?s all? del /uero
sus rimeras emresas, las cuales no 6ueron de oca monta, demostrando el sentido eDlosivo eDansionista de muc4as ?Binas de la 4istoria castellana. Coincidiendo con la disBreBación del Cali6ato cordobHs la aarición del cantonalismo musulm?n
L%s inv%siones %+!ic%n%s , $% &i+*sin &e$ i&e%$ &e C!*'%&%
Con el advenimiento del siBlo G!! acaece el deslieBue de la contrao6ensiva musulmana en la 3en0nsula. @ec4o de larBu0simo alcance, a Fue, a consecuencia del mismo, se desarrollar? el es0ritu de Cru;ada, Fue imbue desde entonces el ideal castellano lo trans6orma en 6uer;a 8divina, se consolidar? la situación ol0tica de las Esaas, de6inida or la resencia de los 2res einos: 3ortuBal, Castilla la Corona de AraBón. El curso revisible de los acontecimientos desuHs de la torna de 2oledo r?ida eliminación del dominio ol0tico del !slam en Esaa, inteBración de musulmanes cristianos, restauración de la monarFu0a Boda en el reino de Castilla 6ue interrumido bruscamente or la invasión de los almor?vides. Eran Er an Hstos 6an?ticos Buerreros del d el Sa4ara Fue, desuHs de 4aberse adueado de +arruecos, acudieron a Esaa, en de6ensa de los reinos de 2ai6a. /esde 1*$ lantearon la luc4a contra los cristianos con una intolerancia rimaria e intransiBente Fue )am?s 4ab0a estado rendida rend ida a la bandera cali6al. Sus sucesores en la alestra 4is?nica, los almo4ades
contrarrestar las asiraciones de 5ederico "arbarro)a de Alemania. 3ero el !merio roclamado en eón en 11&' !merio de nuevo cuo 6ue 6lor de un d0a, uesto Fue se 4allaba en 0ntima contradicción con la lóBica de los 4ec4os, sobre todo con la debilidad estructural castellanaL de a40 Fue Castilla no udiera resistir el violento tirón indeendentista de eón 3ortuBal. a realidad del momento se eDresa me)or en el tratado concertado or Al6onso V!! con amón "erenBuer !V de "arcelona <2udilHn, 11'1=, 6i)ando los l0mites de las 6uturas ;onas de reconFuista eninsular. a liFuidación del ideal neoBótico su sustitución or el de Cru;ada tiene su re6le)o en dos 6enómenos Fue acaecen en la seBunda mitad del siBlo G!. no de ellos es la colaboración de los distintos reinos eninsulares en emresas comunes
P$*!%$is"o 0is1nico e I"e!io i!en%ico /el tronco comn navarro surBió, al morir Sanc4o !!! el +aor, la monarFu0a araBonesa. Era una monarFu0a, cierto es, con mu escasas retensiones obre oco oblado territorioL ero Fue desde los d0as de su s u 6undador amiro ! <1*&'-1*&=, <1*&'-1* &=, tuvo la virilidad irenaica resondió a un 6ondo ind0Bena remot0simo, aenas alterado or la cultura romana. eanudando antiFu0simas lees Beo4istóricas, este ueblo de astores eme;ó el ataFue contra los reductos 6orti6icados Fue de6end0an el acceso de sus rebaos a la llanura subirenaica. a emresa resultó dur0sima, tanto m?s cuanto los musulmanes de la deresión del Ebro 6ueron re6or;ados, oortunamente, or los almor?vides. "arbastro, (raus +on;ón caeron en oder de los araBoneses durante el reinado de Sanc4o am0re;L ero @uesca resistió 4asta 1*9, en cua 6ec4a se aoderó de ella 3edro !. Sólo durante el reinado de su sucesor, Al6onso ! el "atallador <11*%-11&%=, 6ue caa; AraBón de contar con auDiliares oderosos ara sus roósitos: nobles 6ranceses irenaicos, caballeros de las órdenes +ilitares de 3alestina. Con tales re6uer;os udo eDuBnar araBo;a <111$= de6ender su conFuista con la victoria de Cutanda <11*=. Ella abrió a los araBoneses las 6Hrtiles veBas del Jalón del Jiloca. /e un solo Bole Fuedaba constituido en sus l0neas Benerales el AraBón 4istórico. Era mu escasa la viabilidad ol0tica de un Estado enca)ado en la deresión ibHrica. Castilla acec4aba 4ac0a tiemo la rica resa ;araBo;ana <5ernando !, Al6onso V!=, al morir sin sucesión Al6onso el "atallador, el re Al6onso V!! lanteó en seBuida sus retensiones. 5ue a araBo;a, all0 se 4i;o reconocer sus derec4os <11&'=. Sin embarBo, esta actitud resultó contraroducente, ues ec4ó a los araBoneses en bra;os de los catalanes, con los cuales manten0an buenas relaciones 6ronteri;as. En 11&7, el conde amón "erenBuer !V de "arcelona contra)o matrimonio con la in6anta doa 3etronila, 4i)a de amiro !!, emuó las riendas del oder en calidad de r0ncie de AraBón. El asunto
castellano 6ue resuelto con la retirada de araBo;a de las troas de Al6onso V!! la restación del vasalla)e de la reale;a araBonesa araBones a a la castellana or la arte occidental del titulado 8reino de araBo;a. 5ue, ues, la decisión catalana la Fue contribuó al nacimiento de la Corona de AraBón no una suuesta tendencialidad araBonesa a ocuar la 6ac4ada mar0tima de su cuenca. Acostumbrados los condes barceloneses a la coeDistencia de varias soberan0as en el a0s catal?n
claro al casarse con /ulce de 3roven;a oonerse al eDansionismo de los condesde condes de &enguadoc. El mismo soberano auntó sus deseos sobre las 2olosa en aFuel condado el &enguadoc. "aleares, Fue 6ueron conFuistadas, aunFue or breve tiemo, con el auDilio de una 6lota isana. Su 4i)o, el a citado amón "erenBuer !V, !V, ersistió en estas mismas tendencias: la 6lota catalana auDilió a Al6onso V!! en la emresa emres a Fue este monarca diriBió contra Almer0a <11%7=L en el sur de 5rancia, numerosos seores lenBuadocianos reconocieron la soberan0a de "arcelona. Esta eDansión lleBó a su aoBeo en Hoca de Al6onso !! de AraBón <11119=, Fuien volvió a recoBer la 4erencia roven;al estuvo en trance de crear un reino irenaico Fue enBlobase las cuencas del Ebro del (arona. os incidentes de esta din?mica centuria trans6ormaron la mentalidad catalana. El ueblo 6eudal, camesino rom?nico de otros tiemos, de)ó aso a una sociedad brillante, eDansiva, coloni;adora mercantil. Con la avara arsimonia Fue caracteri;a su 4istoria, los catalanes acaudalaron enormes reservas morales materiales, Fue les ermitieron en el siBlo G!!! escalar, de un salto, el rimer lano ol0tico en el +editerr?neo.
E2%nsin "i$i)%! en $% Pen/ns*$% , e$ Me&i)e!!1neo El 4undimiento de la resistencia almo4ade en la batalla de las #avas de 2olosa <11= ante el es6uer;o con)unto de castellanos, araBoneses navarros, inauBuró un siBlo de Brandes conFuistas cristianas en territorio musulm?n. a suremac0a militar de los a0ses del norte de la 3en0nsula se 4i;o tanto m?s dica; cuanto, 6inalmente, Fuedaron aBlutinados ba)o un mando comn sus rinciales ncleos: Castilla eón, reunidos reu nidos de nuevo or 5ernando !!! en 1&*, Catalua AraBón, en la 6orma Fue Fuedó a indicada. os rimeros en ocuar la ribera meridional mar0tima 6ueron 6uero n los ortuBueses <2avira, 1&$=L ero corresondió el maor rovec4o r ovec4o del deslome del oder almo4ade a los castellanos, caste llanos, Fuienes se aduearon de Andaluc0a
usiera las mercanc0as roducto de la artesan0a a rtesan0a la aBricultura andalu;a al alcance de los mercados euroeos. Sea cual sea el 6actor rincial entre los citados, la evidencia 4istórica comrueba el 4undimiento sensacional de la econom0a andalu;a durante la Beneración Fue siBuió a la conFuista. En cambio, la ocuación de Valencia se reali;ó de 6orma mu distinta. AunFue tambiHn 4ubo reartos de tierra, Hstos tan sólo bene6iciaron a los nobles en alBunas reBiones montaosas róDimas a AraBón, recisamente aFuellas or donde transitaban los rebaos irenaicos circulaban las caravanas laneras 4acia el +editerr?neo. El resto del a0s 6ue reoblado or caballeros catalanes, los cuales se establecieron en las ciudades villas cerca de los redios Fue les 4ab0an sido otorBados Braciosamente or Jaime !, o bien or aBricultores de la misma lenBua, oriundos en buena arte de Hrida, Fue se adecuaron mu ronto al sistema de cultivo de la 4uerta roio de los musulmanes. Esta Es ta Bente llevó consiBo el es0ritu democr?tico de las comunidades aBrarias de Catalua #ueva, establecidas seBn liberales cartas de reoblación, la monarFu0a contribuó a robustecerlo consiBnando amlios 6ueros a los neovalencianos dando al a0s el mismo sistema de Bobierno autónomo revaleciente en las relaciones entre AraBón Catalua. Este ?Bil mecanismo social ol0tico 6avoreció el desarrollo de la reBión rescatada de los musulmanes, tanto m?s cuanto, en este caso, los moriscos continuaron traba)ando a lacer la marina catalana 6ue caa; de movili;ar los bienes roducidos or los aBricultores el artesanado valencianos. Esta eDeriencia de coloni;ación en Bran escala no era la nica a la Fue se libraban los catalanes: simult?neamente, las "aleares, conFuistadas or Jaime ! en 19, se ve0an a6ectadas or una ol0tica social económica del mismo siBno, aunFue en este caso la masa de obladores rovino del Amurd?n la Costa "rava catalana. a Ciudad de +allorca <4o 3alma= se convirtió mu ronto en un emorio mar0timo de rimer orden. a dirección mar0tima revaleciente en la Corona de AraBón a artir de este momento no radica en suuestas inclinaciones de la monarFu0a 6rente a un continentalismo rec4a;ado or la eDansión castellana 4acia +urcia. /esbaratado el imulso lenBuadociano desuHs de la batalla de +uret <11&=, en la Fue ereció el adre de Jaime !, 3edro !! el Católico, los catalanes sacaron enorme venta)a de aFuel cataclismo Fue cerraba una eDuberante civili;ación una mu imortante ruta de comercio. +uc4o oro albiBense debió re6uBiarse entonces en Catalua, 4uendo de la ersecución de los cru;ados 6ranceses. K este oro, caendo roiciamente sobre las enerB0as acumuladas or Bente del 3rinciado, 6ue la alanca sobre la Fue saltaron los mercaderes barceloneses 4acia el Bran tr?6ico de las esecias con el 3róDimo >riente: Ale)andr0a, odas, Constantinola. Sus monarcas tuvieron Fue leBarse a este 0metu colectivo, sometiHndose a emresas muc4o m?s a;arosas Fue la FuisFuillosa disuta 6ronteri;a con Castilla or +urcia. El tratado de Corbeil <1'9=, 6irmado entre uis !G Jaime ! seala Fue la dinast0a acata el emu)e mediterr?neo nacional. Si 5rancia erd0a su soberan0a sobre los condados catalanes, la monarFu0a de la Casa de "arcelona asaba la eson)a sobre el ambicioso e inmediato asado de eDansión lenBuadociana. El sucesor de Jaime !, 3edro el (rande <17-1$'=, se vio reciitado a una BiBantesca luc4a contra los dos rimeros oderes de la Hoca: el 3aado 5rancia, ara reivindicar los derec4os de su esosa sobre Sicilia, doblados, desde lueBo, or los reFuerimientos e instancias de los mercaderes catalanes. Sicilia caó en oder del re de AraBón en 1$, desuHs de una serie de oeraciones navales Fue revelaron la otencialidad de la 6lota catalana en el +editerr?neo occidental. 3ero lo m?s sorrendente so rrendente
de esta atrevida emresa 6ue la resuesta Fue 6ueron caaces de dar los catalanes a la invasión de los cru;ados 6ranceses. Esta ve; no se reitió lo de +uretL or el contrario, las 4uestes eDtran)eras 6ueron rec4a;adas con Braves Hrdidas <1$'=. /e todas 6ormas, el eliBro en Fue se vio envuelta la monarFu0a tuvo consecuencias ol0ticas sociales ro6und0simas. As0 3edro el (rande se vio obliBado a conceder rivileBios a la noble;a araBonesa < ri!ilegio ri!ilegio Jeneral = catalana a la burBues0a de este a0s. /e aFu0 la consolidación de un clima eculiar de libertad, re6le)ado re6 le)ado sobre todo a travHs de las Cortes. 3ero no debemos enBaarnos eDcesivamente sobre este articular. ibertad, s0, ero ara las clases aristocr?ticas del camo de la ciudad. os camesinos, en cambio, caeron or este mismo 4ec4o en un eliBroso rHBimen de servidumbre, Fue andando el tiemo 4ab0a de rovocar una vidriosa situación aBraria en Catalua.
E$ 1ice "e&iev%$ En las cinco dHcadas Fue cabalBan entre los siBlos G!!! G!V los ueblos de Esaa vivieron el er0odo culminante de su 4istoria medieval en tHrminos m?s modernos, alcan;aron la 6ase dorada del atriciado urbano. Ciertamente no uede 4ablarse de un er0odo de a;L ero tamoco de Braves comlicaciones bHlicas. a Corona de AraBón continuó emeada en su ol0tica de eDansión mediterr?neaL Castilla se situó viBilante en el Estrec4o de (ibraltar, al ob)eto de evitar un nuevo asalto de la morisma en el a0s. Sus emresas, muc4o menos brillantes b rillantes Fue las de AraBón Catalua, 6ueron tan tenaces costosas como aFuHllas. En el +editerr?neo, Jaime !! de AraBón <1$7-1&7= 6irmó la a; con sus adversarios, el 3aado 5rancia, rimero en ABnani <19'= lueBo en Caltabellota <1&*=. a base del arreBlo 6ue reconocer la soberan0a de la Corona de AraBón sobre las islas de CórceBa Cerdea el trono de Sicilia en la ersona del 4ermano de aFuel monarca, 5ederico. a conFuista de Cerdea se retrasó 4asta 1&7, con ella se inicia la osesión de la estratHBica ruta de las !slas <"aleares, Cerdea, Sicilia= or arte de los catalanoaraBoneses. Entre una otra luc4a, el mundo asistió a las roe;as de los almoB?vares en el !merio bi;antino, al Fue de6endieron contra las rimeras aBresiones de los otomanos <1&*-1&*'=, a su establecimiento como seores de los ilustres ducados de Atenas #eoatria <1&11-1&$$=, Fue as0 se convirtieron en reta;os del 6eudalismo catal?n en el mismo solar de las Brandes Bestas de la AntiBOedad cl?sica. Este momento 4eroico de la Corona de AraBón corresonde a una intensi6icación de su ol0tica eninsular. Jaime !! racticó como ninBn otro re de la Casa de "arcelona "ar celona un claro intervencionismo 4is?nico, ora audando a los monarcas de Castilla
or catalanes, ortuBueses , sobre todo, or Benoveses. A estos ltimos ltimos se les deb0a, en realidad, la aertura del Estrec4o Bracias a la actuación del almirante ac4ar0as, en tiemo de Al6onso G. as troas castellanas, desuHs de reiterad0simos es6uer;os, se aduearon de 2ari6a AlBeciras. (ibraltar 6ue tomada erdida. En 6in, no n o 4ubo descanso 4asta el HDito obtenido or Al6onso G! a orillas del Salado en 1&%*. Esta batalla clausura la Hoca de las invasiones en Esaa, iniciadas or los almo4ades dos siBlos medio antes. 2al es la realidad suer6icial de los 4ec4os. Su intimidad estructural es muc4o m?s interesante reveladora. En rimer0simo luBar, los ueblos 4is?nicos aarecen 6atiBados or el Bran es6uer;o militar reoblador reali;ado en la rimera mitad del siBlo G!!!. a misma Beneración Fue tomó Sevilla +allorca tuvo Fue encarBarse de oblar Andaluc0a, las "aleares el reino de Valencia. 3or desBracia, las ci6ras 6allanL ero se comrende 6?cilmente el retroceso Fue eDerimentó la 3en0nsula cuando, 4acia 17*, desuHs de la eDulsión de los moriscos andaluces de la reducción 4uida de sus conBHneres valencianos, 6ue reciso Fue el a0s marc4ara con menos 4ombres menos caacitados. El roblema se resolvió ocuando unos las roiedades los o6icios me)ores, de)ando de)and o otros los camos lares, siemre Fue los seores consintieran en ello. Esta convulsión demoBr?6ica alteró el ser de la sociedad castellana: 6eudali;ó la +eseta #orte, vació de 4umanidad las tierras de Castilla la Vie)a, dio reotencia a los caballeros en los conce)os castellanos armó de codicia a los nobles a6incados en Andaluc0a. En la Corona de AraBón, 6ue Catalua Fuien m?s su6rió las consecuencias de la r?ida coloni;ación de las tierras del Sur. Sus 4ombres lleBaron a establecerse 4asta en +urcia, a esar de ser ciudad castellana. Si a ello aadimos la reoblación de las "aleares las emresas bHlicas en el +editerr?neo, comrenderemos tambiHn el cansancio Fue revelan las acciones catalanas desuHs de la Beneración de los 4i)os de 3edro el (rande. 3ero a di6erencia de Castilla, en Catalua el eso del atriciado urbano era tan considerable cons iderable Fue salvó el bac4e del con6usionismo social creado or el desla;amiento de oblaciones. "arcelona, 3eri?n, Valencia 3alma de +allorca, centran las nuevas articulaciones sociales. 3ero no debe olvidarse ni la re6eudali;ación del camo, con la constitución de la aes0a de remensa, en Catalua, de los 6or?neos, en +allorca, ni tamoco la tensión creada or la noble;a Fue se 4a bene6iciado, como en Castilla, de la distribución de tierras. os caminos de la vida económica 6ueron tambiHn mu distintos en la Corona de AraBón Castilla. a Buerra contra 5rancia suscitó en Catalua la Bran industria teDtil lanera, con una roducción destinada a satis6acer los nuevos mercados eninsulares , sobre todo, la venta en Cerdea, Sicilia A6rica del #orte. A los aos aad0an los catalanes el comercio de las esecies la eDortación de 4ierro labrado, corales cueros. 2odo ello aumentó la roducción contrarrestó las tendencias in6lacionistas rovocadas or la demanda de bienes de consumo. En cambio, la evolución económica castellana 6ue comletamente distinta. a 6alta de toda actividad industrial, la eDistencia de un mercado ineDtinBuible de ob)etos de lu)o, las necesidades del erario blico, reciitaron a Castilla en el c0rculo in6ernal de la in6lación, la alteración monetaria el dH6icit ermanente de la balan;a comercial. Esto obliBó a la monarFu0a ese a las medidas de rotección decretadas or Al6onso G a admitir la resencia de neBociantes eDtran)eros en las rinciales ciudades a comensar la salida de moneda orBani;ando el comercio de la lana. Msta 6ue la Bran solución: establecer la 6iscalidad de la monarFu0a sobre los rebaos tras4umantes, Fue los Brandes vac0os de 4umanidad en ambas mesetas 4icieron, nutridos, en el mismo momento en Fue 5landes e !talia se convert0an en Brandes comradores de lana. As0 nació la esta la esta,, rear?ndose de esta manera la dram?tica arali;ación de la
aBricultura castellana. El tr?6ico lanero 4i;o mu ronto la 6ortuna de "urBos, convirtió la 6lota cant?brica en un instrumento del oder0o mar0timo castellano estimuló el nacimiento de industrias teDtiles Fue, de no 4aber sido a4oBadas or los intereses de la noble;a, es mu osible Fue 4ubieran dado luBar a un 6lorecimiento económico caital en los siBlos GV GV!. 3ero ara 6inanciar las necesidades de la monarFu0a, incaa; de su)etarse a sus inBresos, los rees de Castilla tuvieron Fue acudir a la bolsa de los )ud0os. En !talia 5rancia 4ac0a dos siBlos Fue los 4ebreos 4ab0an sido eliminados del mercado de dineroL en Catalua, uno. En tales a0ses las oeraciones de crHdito 4ab0an sido absorbidas or los banFueros. En Castilla, en cambio, los )ud0os continuaron revaleciendo, r evaleciendo, de acuerdo con la escasa madure; caitalista de su econom0a. ees, nobles, órdenes +ilitares, comunidades eclesi?sticas, conce)os, tuvieron Fue caer ba)o las leoninas condiciones de los 4ebreos. #o uede censur?rseles Fue las imusieran, or las di6icultades de la erceción de los tributos Fue se les con6iaban la mala 6e de unos otros en el aBo de lo estiulado. ueda necesaria en la ol0tica económica del momento, los )ud0os ricos se atra)eron el odio de los obisos los aristócratas, Fuienes, adem?s, lo comunicaron a las simles Bentes de las ciudades contra las laboriosas comunidades )ud0as. "astar0a una crisis económica ro6unda, ara Fue el resentimiento acumulado durante Beneraciones Bener aciones estallara en 6orma irrearable. Esta di6erenciación asional de las sociedades urbanas nada tiene Fue ver con la armon0a Fue en este momento eDistió entre los intelectuales musulmanes, )ud0os cristianos en los rinciales centros culturales. Es un tóico re6erirse a la labor de la escuela de traductores de 2oledo, sobre todo en Hoca H oca de Al6onso GL or ella asa un viaducto de la cultura occidental. 3ero a de)a de ser tóico, ara entrar en olHmica viva e 4iriente, saber 4asta dónde lleBó el imacto de la mentalidad )ud0a musulmana en el seno de la cristiana. a teor0a de la trile morada del castellano del siBlo G!V arece con6ormar una estructura esiritual Fue sólo se dio en casos mu eseciales. 3ero creemos Fue no uede neBarse Fue las in6luencias 6ueron ro6und0simas, Fue el me)or nivel cultural de los )ud0os el suerior 4ori;onte tHcnico de mudH)ares moriscos acabaron 4aciendo mella en resortes elementales de la sociedad cristiana. As0 se lanteó el m?s delicado roblema Fue su6rió Castilla 4asta comien;os del siBlo GV!!: el de la asimilación o eDtraamiento de las minor0as con6esionales.
Co"ien'o &e $%s &isensiones 0is1nic%s 2an ronto se 4ubo loBrado la victoria sobre el !slam con la nica eDceción del reino de (ranada, Fue mantuvo durante dos siBlos un anticuado cuanto eliBroso encono en la in6raestructura esiritual de Castilla, se eDtendió sobre el suelo eninsular el roblema de las reivindicaciones de la noble;a 6rente a la monarFu0a. Este 6enómeno, Beneral en la Euroa de los siBlos G!V GV, GV, corresond0a a la necesidad de la aristocracia, ar istocracia, 6eudal o seorial, de situarse en un reonderante lano ol0tico Fue consolidara su venta)osa situación económica. En todas las naciones del occidente de Euroa, los monarcas 4allaron en la burBues0a un oderoso aoo ara contrarrestar los desiBnios 4eBemónicos de la noble;a, no sin Fue aFuHl revirtiera, en ltimo eDtremo, en rovec4o de Fuienes lo restaban, En cualFuier caso, la burBues0a sirvió de d e elemento amortiBuador del c4oFue entre la aristocracia la reale;a. 2al es el re6le)o euroeo Fue se advierte en los sucesos de la Corona de AraBón. En la +eseta, la escasa densidad de la clase burBuesa revelada desde los tiemos de Al6onso G! determinó Fue el c4oFue entre los dos oderes
antaBónicos alcan;ara dimensiones catastró6icas. 3rescindiendo de la de6ensa del Estrec4o, a Fue a 4emos 4ec4o re6erencia, el te)ido 4istórico castellano desde la muerte de 5ernando !!! 4asta el advenimiento de los ees Católicos est? urdido a base de una sórdida luc4a de intereses ersonales. +edirlo es darse cuenta de ese considerable vaivHn en la 4istoria de Castilla, en la Fue a los er0odos de maor eDaltación creadora suceden etaas de ro6undo malestar, de ine6icacia social, de devorador desasosieBo. /urante el reinado de 5ernando !!! en los rimeros aos de Al6onso G, Castilla 4ab0a conocido una Hoca de lenitudL en ella lo Fue imresiona no son las conFuistas militares, sino la amlia receción de las corrientes euroeas el Bótico, Fue levanta las catedrales de eón, "urBos 2oledoL la niversidad, Fue se instala en 3alencia Salamanca el es0ritu de comrensión tolerancia intelectual resecto de lo antiBuo lo moderno, de lo musulm?n lo cristiano. Esto ermitió a Castilla desemear el mismo ael de transmisor de conocimientos Fue en el siBlo s iBlo G 4ab0a corresondido a Catalua cuando (erberto de Aurillac, el 6uturo Silvestre !!, arendió matem?ticas en el monasterio de ioll. 3ero en esta centuria la misión Fue cuo a Castilla, a travHs de la escuela de traductores de 2oledo, 6ue muc4o m?s amlia tuvo consecuencias maores ara el 6uturo de la Sociedad >ccidental, a la Fue inectó un c4orro renovador de ciencia 6iloso60a 4elHnicas. 3ero la resión de las circunstancias sociales económicas 4i;o decaer tan brillantes comien;os. Al a0s no le 6altaban, ciertamente, ni ambiciones ni ideales ni Brandes 4ori;ontes. Al6onso G revivió la eseran;a imerial, aunFue vinculada a4ora a la corona alemana, Fue retendió en los d0as del Bran !nterreBno, cuando el Sacro !merio om?nico ac0a inerte detr?s de las 4uellas de)adas or los Stau6en. 3edro el Cruel Juan ! reverdecieron las asiraciones 4eBemónicas sobre los dem?s reinos eninsulares: el rimero en6rent?ndose con AraBónL el seBundo, con 3ortuBal. 3ero todo ello se 4i;o tanto m?s inestable cuando maor 6ue el arresto con Fue batallaron or sus reivindicaciones ol0ticas económicas los nobles castellanos. En este camo de luc4a social 6ue decisiva la terrible countura de +ontiel, Fue 4ab0an resaBiado dos Beneraciones de con6usas minor0as din?sticas, ambiciosos in6antes de sanBre real, eDacerbados r0ncies de la !Blesia violent0simas reacciones reBias, seBuidas or un corte)o de no menos dr?sticas deuraciones. En +ontiel Fuedó sacri6icado el ltimo diFue Fue searaba a la noble;a del oder. a rama bastarda de los 2rast?maras, 6undada or EnriFue !! <1&9=, matador de 3edro !, emrendió enosamente su camino claudicando ante los aristócratas Fue 4ab0an aoado el movimiento revolucionario, a los Fue aseBuró, con la lenitud de sus rivileBios nuevos donativos territoriales, eDtensas venta)as 6inancieras. #o 6ue la menor de ellas la consolidación del rHBimen de la +esta, la oderosa orBani;ación de la tras4umancia esaola, Fue enriFueció al Estado con el roducto de los tributos del Banado los derec4os de aduanas , adem?s, dobló las 6ortunas de los nobles andaluces eDtremeos. a aarición del esectro del 4ambre , desde mediados del siBlo G!V, los devastadores estraBos de la 3este #eBra, en sucesivas oleadas <1&%$, 1&, 1&71, 1&7'=, contribueron a desFuiciar los brillantes comien;os de la recueración económica castellana de la Hoca de 3edro el Cruel. Sobre esta countura Blobal descansa la reotencia de los 8Brandes de Castilla, e)e esencial de las 6uturas erturbaciones del a0s. Entre los temas auntados, cabe aadir otros dos caaces de m?s 4ondo desarrollo.
/e un lado, el est0mulo mediterr?neo, Fue lleBa a Castilla a travHs de los Benoveses el comercio sevillano, al Fue se resonde con las rimeras naveBaciones castellanas en el are 3ostrum 3ostrum la tentativa de 3edro el Cruel de aseBurar un uerto tro, el rimer traslante de instituciones catalanas a la +eseta, racticado or EnriFue !!, Fuien durante su eDilio en la Corona de AraBón 4ab0a tenido ocasión de 6amiliari;arse con ellas. 3ortuBal la Corona de AraBón se en6rentaron con idHnticos roblemasL ero udieron resolverlos en 6orma 6or ma mu distinta. Aarte las diverBencias de sus traectorias económicas resecto de la castellana, ambos a0ses conocieron un incitante roBrama de eDansión mar0tima, Fue 6acilitó una solución menos r0Bida de las reivindicaciones aristocr?ticas. En 3ortuBal 6ueron resolutorias tanto la reacción nacional ante el ataFue castellano de 1&$', 6renado en Al)ubarrota, como la conversión de isboa en etaa re6erente del comercio entre el +editerr?neo el Atl?ntico. Atl?ntico. ueBo vino la ol0tica de eDansión nortea6ricana
mercantil Fue lleva a los naveBantes barceloneses mallorFuines desde el mar de A;ov 4asta las costas del SeneBal, o bien 4asta las laas de !nBlaterra 5landes. "arcelona tiene cónsules en los rinciales uertos del +editerr?neo en los Brandes emorios del Atl?ntico. Sicilia, Cerdea el centro de "erber0a son sus 6eudos, aunFue no cabe olvidar Fue los mercaderes catalanes comiten con los de Venecia Venecia (Hnova en el tr?6ico de esecias desde Ale)andr0a a 2olosa de enBuadoc en el de roductos mediterr?neos desde #?oles a "ru)as. @asta 1%* ocuar?n el e l seBundo luBar en esta ciudad, centro del comercio nórdico, uno de los rimeros en Ale)andr0a, llave de los mercados del e)ano >riente. a oleada de roseridad Fue invade la Corona de AraBón, ues Valencia araBo;a se bene6ician asimismo del acicate con Fue Catalua +allorca estimulan las emresas comunes, se traduce en la consolidación del rHBimen de oliBarFu0as urbanas en el Bobierno de los cada ve; m?s oderosos municiios. >liBarFu0as abiertas, en las Fue se admiten, )unto a los rimitivos atricios, a los comerciantes enriFuecidos a ese nuevo Bruo social constituido or los banFueros. En su seno se enBendra oco a oco el ideal 8actista, Fue constituir? una de las m?s Benuinas aortaciones del atriciado urbano de Catalua a la ol0tica del Cuatrocientos. /e momento, Bracias al oder0o económico burBuHs, la monarFu0a catalanoaraBonesa udo u do 4acer doblar la cervi; a la noble;a de AraBón, erBuida sobre el 3rivileBio (eneral otorBado or 3edro el (rande en los momentos de auro de la Buerra contra 5rancia el 3aado. a aristocracia araBonesa 6ue su)etada en la batalla de Eila <1&%$=, reducida a los )ustos limites Fue eDiB0an su resonsabilidad militar sus 6ranFue;as ol0ticas. 3ese a la liberalidad de la dinast0a, la noble;a catalanoaraBonesa no cesó de decaer desde 6inales del siBlo s iBlo G!V. G!V. A eDceción de unos cuantos Brandes maBnates maBna tes irenaicos
L% c!isis &e$ si($o XV
a alabra crisis sinteti;a la evolución 4istórica esaola durante el Cuatrocientos. 2amoco a4ora se trata de un 6enómeno eculiar de los ueblos eninsulares, uesto Fue los dem?s a0ses de la Sociedad >ccidental son resas del mismo desasosieBo. Con el ocaso de los valores culturales del +edioevo el orto de un nuevo roceso esiritual art0stico el enacimiento se con)uBa a lo larBo de la centuria una etaa de abatimiento económico. Sus ra0ces se 4allan en el siBlo s iBlo G!V: G!V: declive de la aBricultura, aBricu ltura, retirada de caitales del neBocio ultramarino, Buerras Fue asolan reBiones económicas caitales , sobre todo, desencadenamiento de la 3este #eBra <1&%$=, a;ote Fue a no abandonar? a Euroa descarBar? sobre ella duros Boles 4asta el siBlo GV!!. a este la mortalidad, seBuidas or el abandono de los cultivos las industrias, enla;aron con la miseria el 4ambre en el c0rculo in6ernal de la desoblación la in6lación. Estos 6actores aBudi;aron las contradicciones sociales entre camesinos seores, artesanos atricios, nobles monarcas, esecialmente en los ltimos decenios del siBlo G!V, G!V, cuando los recios recios se derrumbaron, se arali;ó la actividad mercantil e industrial las clases sueriores 6ueron acusadas or las in6eriores de oresión desBobierno. 5landes, !talia, 5rancia e !nBlaterra acusaron el Bole desde 1&$*. K otro tanto ocurrió en los ueblos de Esaa. a rimera reacción violenta de las masas 6ue desviada contra los )ud0os. El movimiento anti4ebraico se 4ab0a iniciado a mediados del siBlo G!V como descarBa sentimental económica. 3ero los oBromos de 1&91 tuvieron un desarrollo Brav0simo. Comen;aron en Sevilla siBuieron or Andaluc0a la +anc4a, donde las ersecuciones 6ueron Benerales. Saltó lueBo a las ciudades m?s róseras del comercio de la lana <2oledo, +adrid, "urBos, oBroo= 6inalmente se abatió sobre la 6ac4ada mediterr?nea de la Corona de AraBón, donde 6ueron saFueados los barrios barr ios )ud0os de "arcelona, Valencia 3alma de +allorcaL ara citar tan sólo las urbes rimordiales. Este movimiento rovocó la escisión entre la comunidad cristiana la mosaica, los mutuos, inevitables eliBrosos recelos, , sobre todo, la 6ormación de una minor0a indecisa: la de los )ud0os Fue entre 1&91 1%1' se convirtieron al cristianismo. lamados con!ersos, con!ersos, in6luentes or sus relaciones 6inancieras su restiBio intelectual, estos neocatólicos, en nmero de unos cien mil, acaararon mu ronto el odio de los cristianos vie)os. o deb0an no sólo a las relaciones Fue seBu0an manteniendo con los 4ebreos, sino tambiHn a sus di6icultades en adatarse al cuadro mental de las actividades cotidianas, desde la comida a la indumentaria. +u ronto se les acusó de 4ere)es se les llamó )udai;antes marranos. a animadversión la manten0an los Brandes, los caballeros los eclesi?sticos, en Beneral las caas aristocr?ticas, cua vanidad les on0a siemre en arieto la bolsa. 3ero los 2rast?maras roteBieron a los conversos, tanto en Castilla como en AraBón, orFue eran una 6uente imrescindible de recursos en momentos aurados un enBrana)e administrativo del Fue no era 6?cil rescindir. a situación en Catalua 6ue m?s 6avorable ara los conversos, or el 4ec4o de Fue el rHstamo dinerario recaera en banFueros e instituciones bancarias solventes. )am?s 4ubo en este a0s un movimiento Fue reclamara una inFuisición anti)udai;ante, como 6ue el caso en Castilla desde mediados del siBlo GV. GV. a contracción económica tuvo reercusiones inmediatas en el asecto social. as m?s simles 6ueron las Fue se desencadenaron en Castilla, donde la noble;a asiró a detentar el oder aseBurar, de este modo, su BiBantesca 6ortuna
las aduanas mar0timas terrestres, los servicios monta;Bos, etc.=. Con tan sublime asiración la aristocracia reciitó a Castilla en el caos de cuatro Buerras civiles, la ltima en eDtremo violenta. En cambio, en Catalua el deslieBue del con6licto 6ue m?s aulatino abarcó a todas las clases sociales: los camesinos mostraron su inFuietud desde 1&9', las clases ba)as urbanas desde 1%&', el atriciado la noble;a en Hoca similar. Ello rodu)o tres movimientos subversivos simult?neos: de los remensas contra sus seores, de los Bremios artesanos contra los atricios, de Hstos los nobles contra la monarFu0a autoritaria. Al6onso el +aBn?nimo aoó la causa de los aeses de los menestrales en Catalua <ero no la de los 6or?neos en +allorca=, de modo Fue en 1%'' imuso soluciones realmente democr?ticas a las asiraciones del ueblo. 3ero ello rovocó una reacción condiBna en las clases rivileBiadas Fue derivó, al amaro de las circunstancias, en el levantamiento contra Juan !! de AraBón en 1%1 1%. Al socaire de esta subversión social, se lantea el roblema de la orBani;ación de los ueblos eninsulares. Entre unos otros se anudaron entonces tantas relaciones Fue era imosible su subsistencia en la 6orma ol0tica consaBrada en el siBlo G!!. +aBnates castellanos araBoneses cru;an la 6rontera se instalan en el cora;ón de los roblemas ol0ticos de los vecinosL buFues vi;ca0nos andaluces constituen c onstituen el eFuio liBero de la naveBación catalana mallorFuina en este er0odoL ante las arremetidas de uis G! en el osellón en 1%7& son los barceloneses los rimeros Fue se ilusionan con las lan;as castellanas Fue su r0ncie 4eredero odr? traer de SeBovia. a monarFu0a del enacimiento se est? Bestando en la 3en0nsula Best?ndose con siBno castellano no or videncia m0stica, sino or el simle emirismo de su demoBra60a en auBe, de la libertad de acción Fue reivindica su reale;a, de los recursos Fue, a esar de la contracción, continan roorcion?ndole los rebaos tras4umantes tras4 umantes de la +esta. a unión de las coronas de los distintos reinos eninsulares en una sola cabe;a ven0a recedida or una tradición 4istórica unas relaciones de orden ol0tico, a veces amistosas, otras antaBónicas. obusteció la rimera el ideal 4umanista, Fue resucitó, no a la Esaa visiBótica, tal como la 4ab0an concebido el leBitimismo astur o el ensamiento cancilleresco leonHs, sino la anterior @isania romana, con su rHBimen de dos Brandes entidades rovinciales la Esaa citerior la Esaa ulterior Fue se amoldaban a moldaban a la situación territorial leBada or la luc4a contra los musulmanes. Esta conceción 6ue articularmente cara al 4umanismo catal?n, al cardenal +arBarit, or e)emlo, mientras Fue en Castilla se notaba el 6enómeno de endosarse el nombre de Esaa, terBiversando la tradicional idea de mancomunidad 4is?nica medieval aroi?ndose el vocabulario surBido en los medios mercantiles del eDtran)ero <rimero en Avión lueBo en 5landes=. as relaciones din?sticas reararon el advenimiento de la unidad mon?rFuica de la monarc%ia %ispana desde el momento Fue 4icieron 6actible el establecimiento de una misma 6amilia, la de los 2rast?maras, en los tronos reales de Castilla AraBón. a muerte de +art0n el @umano, el ltimo re de la estire condal barcelonesa en la Corona de AraBón, condu)o, amliando la l0nea de la teor0a actista catalana, al Comromiso de Case, del Fue surBió la desiBnación de 5ernando !, nieto de EnriFue !!, como nuevo monarca araBonHs <1%1=. Esta 6ue ara Castilla una countura a6ortunada, ues udo arovec4ar la riFue;a 6abulosa concentrada en manos de la rama menor de los 2rast?maras rden de SantiaBo, dinero de la +esta= ara atraerse a las 6acciones Fue en Valencia araBo;a se 4ab0an levantado contra contr a Jaime de rBel. K no tanto contra este retendiente, sino, sobre todo, contra la incaacidad incaac idad de la burBues0a de "arcelona de 4allar una 6órmula Fue la reconciliara con la aristocracia irenaica Fue diese a la Corona de
AraBón una solución concreta al dilema ol0tico lanteado: o bien actismo, 4asta las ltimas consecuencias de una reblica aristocr?ticaL o bien, el autoritarismo reBio, con el inevitable corte)o de re6ormas sociales, ol0ticas administrativas. El establecimiento de una misma dinast0a en Castilla AraBón 6ue un 6actor no desreciable en el camino de la nidad de la monarFu0a de las Esaas, a esar de Fue debamos desterrar la idea rom?ntica de Fue los soberanos de una otra de las dos ramas no descansaron 4asta loBrar tal roósito. Al contrario, nunca 6ue el nombre de AraBón tan odiado or los nobles castellanos como en Hoca de Juan !! de CastillaL ni tamoco ninBn castellano como Al6onso el +aBn?nimo condenó desreció tanto las intriBas de su a0s. 3ero 4ubo un Bruo Fue, sin doctrina ni roBrama, 6ue marc4ando en os de la unidad: el de Juan !! de AraBón, re de #avarra Bran maBnate castellano. Situado entre la esada de uis G! de 5rancia el muro de la evolución catalana, no vio otro recurso de salvación Fue aoarse en el auDilio castellano. 2al 6ue el #orte, raBm?tico, Fue alimentó el roecto matrimonial entre su 4i)o 5ernando la rincesa castellana cas tellana doa !sabel. Ese roecto troe;ó con considerables di6icultades. /esde mediados de siBlo la Buerra civil causaba estraBos en los reinos eninsulares. En 3ortuBal 6ue un simle eisodio, Fue liFuidó la acción de Al6arrobeira. 3ero en Castilla #avarra se convirtió en mal endHmico, en continuada acción de bander0a, Fue oco a oco consumió los recursos de ambos a0ses. a reotente noble;a castellana escindióse en dos artidos en el reinado de Juan !! <1%*-1%'%=, al calor de las contrauestas ambiciones de los in6antes de AraBón del condestable don Alvaro de una, Fuien intuó la e6icacia de una monarFu0a autoritaria, ero no suo sacri6icar sus s us roios intereses al ideal Fue retendió servir. a derrota del bando araBonHs en >lmedo <1%%'= consolidó las osiciones de sus rivales, al librarles los resortes del oder los cuantiosos bienes materiales Fue ose0an en el a0s. /e aFu0 un constante motivo de susicacias recelos, de intriBas Boles de mano, Fue no modi6icó la e)ecución de don Alvaro <1%'=. A los vie)os re)uicios de Bruos bander0as se aadió, desde este instante, el terror moral rovocado or la 6atal suerte del 6avorito, , en consecuencia, el deseo de buscar Barant0as ara librarse de an?loBo destino. En este ambiente eme;ó a reinar EnriFue !V <1%'%-1%7%=, cuos roectos de re6orma restauración del a0s, verdaderamente revolucionarios, en cuanto socavaban el oder de la Brande;a, c4ocaron con su roio temeramento, sentimental, tolerante en eDceso 6leDible. El roBrama de la Corte, Fue los conversos aoaban con dinero, levantó contra EnriFue !V a todos los Brandes, los cuales olvidaron sus bander0as ara concertarse en una acción mancomunada Fue aseBurara sus intereses: a saber, la osesión de tierras, mercedes )uros. El re 6ue deuesto en Avila <1%%=, en su luBar al;ado su 4ermanastro Al6onso. 3ero la resión oular, amliamente mani6estada en Castilla, los inevitables recelos entre los caudillos del movimiento aristocr?tico, aBrietaron el bloFue revolucionario. a desaarición del retendiente ermitió una aarente reconciliación Beneral en la entrevista de 2oros de (uisando <1%$=. 3ese a la 6órmula all0 concertada los rebeldes reconoc0an el Bobierno de EnriFue !V siemre Fue Hste admitiera la sucesión en el trono de su roio )e6e
armas se encarBó de resolver la dram?tica oción. El HDito del matrimonio araBonHs ven0a condicionado or la deseserada situación en Fue se encontraba el re Juan !!. Su 4ermano redecesor en el trono, Al6onso el +aBn?nimo <1%1%-1%'$=, 4ab0a 4ec4o Bran 6iBura en el +editerr?neo, dando a la causa ol0tica catalanoaraBonesa el siBno din?mico e imerialista de su estire castellana. EDerimentóse entonces la e6icacia de la colaboración entre los dos m?s imortantes ueblos eninsulares
desmembración de la Corona araBonesa sin la comlicada astuta actividad dilom?tica del monarca. Juan !! uso en )ueBo el oder0o de !nBlaterra, "retaa, "orBoa #?oles, cuando lo consideró insu6iciente, el de Castilla. a sumisión de "arcelona en 1%7, salvando los rinciios teóricos del al;amiento revolucionario, indica el HDito del roBrama ant06rancHs de Juan !!. a ltima ba;a del )ueBo se discutió sobre el taete castellano. EnriFue !V, !V, eterno enamorado de la a;, 4ab0a mantenido di60cilmente el 6iel de la balan;a entre la Brande;a castellana, entre AraBón 5rancia, entre su 4i)a su 4ermana. A su muerte, estalló la inevitable contienda. Encendióse una Buerra de sucesión en la Fue no sólo lanteóse un roblema )ur0dico el de los derec4os de las rincesas Juana e !sabel, resectivamente, sino el m?s vasto de FuH ael e)ercer0a Castilla en la orBani;ación eninsular en la ol0tica internacional. 5rancia 3ortuBal aoaron a doa JuanaL J uanaL AraBón sus aliados <#?oles, "orBoa, !nBlaterra= a doa !sabel. a e6ica; )uventud de 5ernando de AraBón, el sentido re6ormista de la intervención araBonesa catalana en Castilla, el auDilio militar de los eDerimentados tHcnicos mediterr?neos, dieron la victoria al artido isabelino. esuelta la rincial 6uente de sus diverBencias ol0ticas la dulicidad de in6luencias de los 2rast?maras en el a0s, Castilla udo ser orBani;ada ara desemear su ael medular en el seno de la sociedad 4is?nica.
L% o!&en%cin 0is1nic% o! $os Re,es C%)$icos 2erminó la Buerra civil castellana en 1%79. A rinciios del mismo ao 4ab0a muerto Juan !! de AraBón. Su 4i)o 5ernando su nuera !sabel, los llamados ees Católicos <1%791'*%=, inician desde entonces el Bobierno mancomunado de las coronas de AraBón Castilla ba)o una misma dinast0a. #i nada m?s, ni nada menos. Es intil oner ad)etivos rom?nticos a un 4ec4o de tanto relieve. Vista desde el eDtran)ero la antiBua @isania ra
ali?ndose con los rees de 5rancia, ora con6abul?ndose contra ellos con la Santa Sede los otentados italianos, loBró rescatar de la rama bastarda bas tarda araBonesa el reino de #?oles, bastión oriental de la eDansión mediterr?nea catalanoaraBonesa catalanoaraBo nesa <1'*%=. En este )ueBo 6ue decisiva la aarición del e)Hrcito castellano en los teatros de Buerra del continente, en los Fue deb0a seorear durante siBlo medio. El roblema italiano condu)o, oco desuHs, a una countura tal, Fue al e Católico le 6ue osible intervenir en #avarra ara reivindicar este a0s ara Castilla <1'1=. Este nuevo aso remac4ó la seBuridad 4is?nica en los 3irineos, eliminando un terreno roicio ara las maniobras 6rancesas. Sin embarBo, #avarra no erdió su rHBimen rivativoL r ivativoL su incororación a la corona castellana se 4i;o, or eDceción, con la misma modalidad autonómica Fue 4ab0a residido la ol0tica inteBradora de los Brandes monarcas de la Casa de "arcelona. a atracción de la ol0tica mediterr?nea de la Corona catalanoaraBonesa lanteó ala Castilla el roblema de Euroa en sentido diametralmente ouesto al Fue 4ab0a residido su evolución medieval, o sea en contra de los intereses de 5rancia, su 6iel aliada desde los tiemos de EnriFue !! 2rast?mara. os ees Católicos concertaron una activa alian;a con los duFues de "orBoa a travHs de ellos con el !merio alem?n. En de6initiva, con la Casa de Austria, Fue en la cabe;a de +aDimiliano detentaba entonces ducado corona imerial. Este actoL reado de Braves auBurios, no constitu0a en la ol0tica de aFuellos monarcas m?s Fue uno de los 4ilos maestros de su trama dilom?ticaL los otros se aoaban en !nBlaterra 3ortuBal. Como 4emos auntado al re6erirnos a la incororación de #avarra a la Corona castellana, la monarFu0a de los ees Católicos o6reció, en rinciio, a todos los ueblos eninsulares idHnticas oortunidades en el seno s eno de la nueva ordenación 4is?nica. Es reciso decir Fue el ortavo; de esta es ta ol0tica 6ue don 5ernando, !sabel se sintió 6iel al sentido inteBracionista de la monarFu0a castellana, como se demostró en la su)eción de (alicia a comien;os del reinado. Su esoso racticó el dualismo administrativo 6icio, cua )urisdicción 6ue nica ara Esaa, o bien la di6usión en Castilla de alBunas instituciones mercantiles Bremiales catalanas, como sucedió en la 6undación de los consulados de "urBos "ilbao. A esar de esta acción, 6ue di60cil vencer las resistencias tradicionales Fue delimitaban las es6eras de in6luencia de las resectivas Coronas. As0 4ubo una ol0tica oce?nica vinculada a Castilla una ol0tica nortea6ricana circunscrita a Catalua-AraBón. AunFue la Corte emleara indistintamente 4ombres recursos castellanos araBoneses ara alcan;ar sus 6ines, el descubrimiento des cubrimiento de AmHrica <1%9= 6ue concebido como una emresa de la Corona castellana, como un monoolio Fue Hsta 4abr? de de6ender a ultran;a en 6avor de sus sbditos. na interretación m?s )usta usual del roblema la dio 5ernando el Católico durante su reBencia, no sólo en el caso de AmHrica, sino tambiHn en el de A6rica +enor. Si la conFuista de >r?n, ArBel 2r0oli <1'*9-1'11= se desarrolló ba)o los ausicios araBoneses, ello no 6ue obst?culo ara la intervención de nutridos e6ectivos militares movili;ados or el cardenal Cisneros en su calidad de ar;obiso de 2oledo. a resencia de Castilla en las emresas mediterr?neas revela Fue este a0s udo
arovec4ar en Brado m?Dimo las oortunidades o6recidas or los ees Católicos. /esde el rimer momento adFuirió el luBar reonderante en la +onarFu0a 4is?nica, no sólo or su territorio oblación, sino or la decadencia coet?nea de Catalua, todav0a convaleciente de la obstinada 6uria revolucionaria en Fue 4ab0a disiado sus recursos. Valencia, rica, rósera culta, 4abr0a odido ocuar el luBar de mando e)ercido 4asta entonces or el 3rinciado en la 6ac4ada mediterr?nea eninsular, ero se limitó a servir de uerta 4is?nica del enacimiento a vaciar su Benerosa bolsa en los siemre eD4austos co6res del erario real. 3or otra arte, mu ronto se rindió a los e6luvios de la cultura castellana, en su reco; acatamiento de lo Fue 4ab0a de ser la realidad 4is?nica en los siBlos GV!! GV!!!. Esta situación de base inclinó a los ees Católicos a centrar su actuación en Castilla, tanto m?s cuanto aFu0 6altaban los araetos leBales Fue en la Corona de AraBón #avarra 6renaban los deseos dese os de la monarFu0a. @e aFu0 una tendencia Fue tuvo incalculables consecuencias, a Fue comen;aron a alicarse en todos los territorios de Esaa soluciones ol0ticas a roblemas Fue sólo a6ectaban al reino castellano o Fue sólo en Castilla 4ab0an alcan;ado virulencia. no de ellos, el de la subsistencia de las comunidades )ud0as, , a su lado, el de la in6iltración de los conversos en los orBanismos directivos del a0s, rovocó el establecimiento de la !nFuisición en los rimeros aos del Bobierno de los ees Católicos , m?s adelante, el decreto de eDulsión de los 4ebreos de la +onarFu0a 4is?nica <1%9=. a rimera Bran deuración esaola rocuró la unidad de 6e en torno a la !Blesia católica, enBrandecida or tres siBlos de dirección esiritual militar de la econFuistaL ero eliminó de la vida social a los nicos Bruos Fue 4abr0an odido recoBer en Castilla el imulso del rimer caitalismoL socavó la roseridad de muc4os municiios, movili;ó una cantidad enorme de riFue;as, Bran arte de las cuales se alicaron al 6inanciamiento de la ol0tica eDterior de los ees Católicos otra se disió en manos de la aristocracia de los 6uncionarios encarBados de la incautación de los bienes de 4uidos eDulsos. a oleada de esanto Fue levantaron estas medidas reercutir0a en un 6uturo róDimo en la mentalidad castellana, tan ronto ec4aran ra0ces las catacumbas de )udai;antes critoconversos a6luera a la escena blica, con el sentido de la 4onra, la necesidad de leBitimar la sanBre. os mismos rinciios de r0Bida viBilancia e insalvable intransiBencia se alicaron a la oblación morisca de antiBuo cuo o a los mudH)ares de reciente incororación. /urante unos aos no se acudió al emleo de medidas dr?sticas. 3ero en 1'* se decidió eliminar toda disidencia con6esional, los musulmanes Branadinos, a la ar Fue los de Castilla, de)aron de eDistir como minor0a ileBal. Se ordenó Fue se convirtieran al cristianismo o se marc4aran del a0s. #i FuH decir tiene Fue se convirtieron en masa, con el inevitable resultado de crear un ncleo inasimilable ronto a toda acción subversiva. En con)unto, Fuedaron en toda la +onarFu0a trescientos mil moriscos, de los cuales la mitad en la Corona de AraBón. o;amos en este momento el 6ondo de la ol0tica social de los ees Católicos. El liberalismo de Fue dio ruebas don 5ernando en la resolución del leito de los remensas catalanes mediante la Sentencia arbitral de (uadalue <1%$=, 6or;ada 4asta cierto unto or una sanBrienta sublevación camesina, cames ina, 6ue una molHcula erdida en el ocHano de medidas 6iloaristocr?ticas roias de este reinado en e n Castilla. A esar del aliento Fue la reale;a rocuró insu6lar en las clases medias, la noble;a castellana continuó incólume en sus rivileBiadas osiciones ol0ticas territoriales. /esde lueBo, tuvo Fue renunciar a las eDoliaciones cometidas en el atrimonio real desde 1%, ero en cambio recibió absoluta seBuridad or las anteriores
a su anto)o los asuntos del a0s, a su 6iera indeendencia cantonal, a sus reductos de las >rdenes +ilitares. 3ero tras la 6ac4ada del autoritarismo mon?rFuico, tras la aarente sumisión ol0tica a la Corona de la noble;a, Hsta se irBuió, desde sus encomiendas, seor0os lati6undios, como Bran dominadora del a0s, robustecida or continuas concesiones de Brande;a, reartos de tierras
L% Mon%!3*/% 0is1nic% &e $os H%#s#*!(o /urante tres Beneraciones las simboli;adas or Carlos !, 5elie !! 5elie !!!, la +onarFu0a 4is?nica siBuió en la estela leBada or los ees Católicos. En ello in6luó tanto el sentido de Brande;a de las reali;aciones internacionales de Hstos en Euroa AmHrica como el arma;ón burocr?tico Fue constitueron ara el Bobierno la administración de )usticia en sus osesiones. #adie dudó en aFuella Hoca de Fue el sistema de unidad din?stica, con amlias autonom0as reBionales, era el me)or de los reB0menes osibles ara Esaa, ni nadie uso cortaisas co rtaisas al ael reonderante e)ercido or Castilla en la ol0tica, la econom0a la cultura 4is?nicas. +ientras AraBón conoc0a un er0odo de roseridad relativa, Catalua Valencia Valencia veBetaban en un aislacionismo alBn tanto sombr0o, sólo erturbado or Brav0simos roblemas, como el de la amena;a turca, caaces de desertar antiBuos 4eroicos es6uer;os. a continua lenta in6iltración de elementos del
+ediod0a 6rancHs iba trans6ormando, or otra arte, los rasBos del 3rinciado, en donde 6omentaban la aBricultura en la costa el bandolerismo en el interior. EnerB0as disersas en minsculas luc4as, sin ninBuna asiración colectiva. El ideal 4is?nico se con6unde en esta Hoca con el Fue reresenta Castilla, e)e de la monarFu0a. El trasieBo de la imortancia Beool0tica del +editerr?neo al Atl?ntico acabó de robustecer esa misión. 3ese a las de6iciencias del sistema aBrario, Fue reciita el a0s a Brandes 4ambres le obliBa a comrar triBo del esacio b?lticoL ese al escaso rendimiento de la industria, cuos roductos no ueden cometir en calidad ni en recio con los de 5rancia, 5landes e !taliaL ese a la incometencia 6inanciera de la Corte, abocada de continuo a la bancarrotaL ese a todo ello, Castilla est? en ie, en luc4a contra una Euroa Fue se debate ante las sucesivas arremetidas de la marea rotestante. Cierto Fue en los momentos cr0ticos de la luc4a cuenta con la inección de los metales reciosos americanosL ello es decisivo, como se demostrar? en 1'7', en el momento de colasarse los aBos de la 6eria de +edina del Camo sobrevenir la bancarrota del comercio lanero castellano. 3ero AmHrica es tambiHn una constante sanBr0a: ara all0 arten Bentes emrendedoras, Fue no son reemla;adas en la madre atria. En con)unto, la tarea castellana es obsesionante. 3ara reali;ar su misión va odando cuantos elementos Benerosos brotan en su seno: el ideal burBuHs, en la Buerra de las ComunidadesL las ramas erasmista renacentista, en la tena; contienda ara mantener la ortodoDia. Este duro sacri6icio 4alla su comensación en los ro6undos 4alla;Bos esirituales reali;ados en el seno de una !Blesia Fue e6ecta la s0ntesis entre el boante eslendor de la dinast0a, d inast0a, el colectivismo democrati;ante del ueblo. 2eóloBos 2eóloBos misioneros, m0sticos ascetas, esmaltan la Hoca de oro de la vida eclesi?stica esaola. El desrecio ro6undo de lo terreno, el ideal de misión ecumHnica de Esaa, entierran de6initivamente cualFuier roBrama de recueración económica de Castilla. Si los banFueros Benoveses acaaran aca aran los bene6icios de la eDlotación de las minas americanas a mericanas los armadores de la misma rocedencia el suministro de las 6lotasL si los mercaderes italianos, 6lamencos 6ranceses se aoderan, tras las 6erias de +edina del Camo los embarFues de Sevilla C?di;, del neBocio colonial, la +onarFu0a, le)os de reaccionar, va en;ar;?ndose cada ve; m?s en un eliBroso con6usionismo 6inanciero, Fue, at?ndola al carro caitalista de allende los 3irineos, lo 4ace rimero indisensable, lueBo ruinoso 6inalmente estHril. El atriarcalismo estatista de 5elie !! aBotó las osibilidades económicas de Castilla en un mercantilismo de v0a estrec4a, cuos nicos re6le)os en el a0s se 4allan en el relativo auBe de alBunas aer0as rovinciales, en el desbordante oresivo eslendor de Sevilla en las mun06icas construcciones de alBunos 4idalBos andaluces eDtremeos enriFuecidos or las encomiendas americanas. 3ero no 4allamos ninBn caital invertido en el a0s, a sea en la boni6icación del suelo aBr0cola, a, sea en la constitución de sociedades mercantiles ara la eDlotación del mundo oce?nico, incluso en la trata de esclavos, de)ada en manos de ortuBueses o 6ranceses. Esta incomrensión del mundo caitalista de)ó a Castilla desarmada ante Euroa. @e aFu0 un unto clave en la roblem?tica actual de la 4istoria de Esaa. K ello necesita aclararse ro6undi;ando no sólo en el mecanismo del neBocio euroeo colonial, sino tambiHn buceando en la mentalidad castellana de la Hoca de 5elie !!. Si la burBues0a en Castilla es un 6enómeno transitorio, lo es m?s todav0a si se la considera en su sector industrial. A esar de vivir amaradas or el monoolio, las industrias de SeBovia, Cuenca, 2oledo, Córdoba Sevilla S evilla )am?s tuvieron un arranFue arr anFue roio. K a la menor contrariedad roducida or una crisis c0clica o el desencadenamiento desenc adenamiento de un nuevo emu)e in6lacionista,
se derrumbaron, 6altas de caitales, tHcnicos reservas de materia rima. /esde 1'9* las aer0as seder0as castellanas se arali;an arali;an los obreros, desedidos, van v an a la Corte a nutrir la leBión de ediBOeos o eones. En de6initiva, los Fue oseen el dinero aristócratas, 4idalBos andaluces eDtremeos, 6uncionarios retirados lo etri6ican en construcciones temlos, alacios, monasterios o lo sacrali;an en obras de arte. ar te. 3ero ninBuno cede a la tentación industrial o simlemente mercantil. /etr?s de esta mentalidad se dibu)a no a la soberbia castellana, sino el emeo de 4onra, Fue en este caso es distintiva resecto al suuesto ideal )ud0o de la usura de la Banancia il0cita. K con ello resurBe el tema del cristiano nuevo, Fue llena tantas ?Binas de la 4istoria 0ntima castellana de los siBlos GV! GV!!. Sólo m?s tarde Castilla comrobar0a Fue la riFue;a de un a0s es la base de toda ol0tica eDterior a6ortunadaL Fue una econom0a sana comensa co mensa mil batallas erdidas. Carlos !, monarca ecumHnico, educado en el ambiente mercantil de 5landes, udo 4aber diriBido la +onarFu0a 4is?nica en otro sentido < as0 lo intentó al liberali;ar el comercio americano en 1'9=L ero sus ambiciones le convirtieron en un 6or;ado deredador de la riFue;a castellana. as Buerras contra 5rancisco ! de 5rancia revelaron la otencialidad de sus recursos, establecieron la 4eBemon0a esaola en !talia tras la batalla de 3av0a <1''= e iluminaron el continente con el eslendor de la coronación ces?rea de "olonia <1'9=. 3ero ni loBraron avasallar a 5rancia, ni atemori;ar a los rotestantes alemanes, ni 6renar a los turcos osmanl0es, ni incluso detener la arroBancia de los berberiscos en las costas mediterr?neas. Carlos ! 4i;o su roia ol0tica, muc4as veces vinculada al sentido 4eroico de lo borBoón al liberalismo erasmista , or tanto, incomrensible ara las altas es6eras esaolas. 3ero de esta Bran salida de Castilla a Euroa del bra;o del emerador, aFuHlla reBresó a sus lares con una acentuada 6ranco6obia, un odio concentrado contra la 4eterodoDia un desrecio masculo resecto a la erversa deslumbrante sociedad euroea. a arremetida calvinista un credo, un doBma, una mentalidad tan absoluta como los católicos 4alló a Castilla en lena reacción esiritual. (racias a un r0Bido encuadre del a0s ba)o 5elie !! <1''-1'9$=, 6ue osible convertirlo en centro de la resistencia ortodoDa en toda Euroa, con un ael a menudo diverBente de las roias miras del 3onti6icado. Castilla se cerró a las in6luencias del eDterior, escruulosamente 6iscali;adas or la !nFuisición los tribunales administrativosL incluso se ro4ibió a los 4isanos 4isan os estudiar en las niversidades eDtran)eras, salvo "olonia. Mse 6ue el vira)e de 1'7, la imermeabili;ación de Esaa. /e este modo se eDtinBuió el comromiso intentado or la intelectualidad de las dos Beneraciones anteriores, en las Fue la de6ensa de la ure;a de la 6e, la inFuebrantable ortodoDia, no 4ab0an vedado 6ecund0simas incursiones en el camo del 4umanismo occidental onBamos or e)emlo Cisneros, Vives, Vitoria. a unidad reliBiosa llenó en aFuel entonces los 4uecos del luralismo ol0tico, atentes en la obra de los ees Católicos. Al carBar el eso de la de6ensa católica sobre las esaldas de la +onarFu0a 4isana desde +alta 4asta el mar del #orte, Hsta er6eccionó los rudimentarios ensaos de centrali;ación concebidos or los ees Católicos Carlos !. El instrumento de este roceso 6ueron los Conse)os, reunidos r eunidos ermanentemente en una corte 6i)a, +adrid, Fue Fu e alcan;ó su ranBo de caital 4istórica a 6ines del siBlo GV!. El nombre no 4ace aFu0 la cosa, ni incluso teniendo en cuenta la eDcelente situación Beo60sica madrilea. o imortante es el sistema: la olisinodia, concierto de aristócratas letrados, de burócratas emleados de todo ranBo, Fue 5elie !! uso al servicio de su corona. na oleada de ael se di6undió
desde todo el a0s, lleBando en marea creciente al seno de los distintos Conse)os, aBotando la caacidad de los resortes administrativos, aturdiendo incluso al rimer burócrata del Estado, el escruuloso monarca reinante. 3ero Hste retuvo a los Conse)os en su uo, de modo Fue sus orientaciones ol0ticas sólo 6ueron retrasadas, ero no terBiversadas, or la administración. a alta esBrima ideolóBica Fuedó reducida a un escueto ncleo de colaboradores del 3rudente: liberali;ante, todav0a, con Antonio 3Hre;L intransiBente en absoluto desuHs de la crisis de 1'$*, del eliBroso rumbo de los acontecimientos eDteriores, de la atente demostración del mal 6uncionamiento de la econom0a aBraria castellana desde la Bran 4ambre de 1'$. K con todo, el dinamismo la 6e del ueblo castellano ermitieron a la +onarFu0a vivir 4oras de eu6oria universal: los turcos, contenidos en el +editerr?neo desuHs de la victoria de eanto <1'71=L el reino ortuBuHs, incluido en la Corona 4is?nica en 1'$1, con Hl el inmenso mundo colonial a6ricano e 0ndico la tierra de las eseciasL los 3a0ses "a)os, en revuelta, desde 1', contenidos una otra ve; dentro del murallón de6ensivo esaolL 5rancia, cuidadosamente viBilada en sus amena;adores vaivenes reliBiosos, vuelta al redil de la ortodoDia or la ceuda atención del 3rudente. Sólo !nBlaterra en auDilio inBlHs, la de6ectuosa rearación económica naval, la bancarrota 6inanciera el esectro de la miseria acibaró los HDitos de la Hispania la Hispania agna. agna. /el desastre de la !nvencible <1'$$= deendieron muc4as aventuras del 6uturo róDimo le)ano: la imosibilidad de reducir a los neerlandeses, la recueración de 5rancia como Bran otencia euroea, la a insoslaable searación de 3ortuBal. +uerto el Bran monarca, Fue imuso a sus reinos un ritmo tan aBotador, sin resultados r?cticos concretos, el edi6icio de la +onarFu0a 4is?nica no se deslomó bruscamente orFue un vivo deseo dese o de a; se adueó de >ccidente desuHs des uHs de aFuel aBitado er0odo de luc4as <1'9$, a; con c on 5ranciaL 1*%, con !nBlaterraL 1*9, con #eerlandia=. #ee rlandia=. 5ue una countura roicia ara recti6icar errores, modi6icar sistemas. 3ero los Conse)os seBu0an 6uncionando con su 4abitual tradición burocr?tica, ellos imusieron, en de6initiva, al incaa; 5elie !!! <1'9$-11=, sombra a del rimitivo tronco biolóBico de Austrias, "orBoas 2rast?maras, el rHBimen de los validos. Se inauBuró con el nuevo siBlo la reeminencia ol0tica de los Brandes lati6undistas andaluces, Bente Be nte dadivosa, in6atuada, arbitrista e incauta. El duFue de erma, risionero de la omniotente ol0sinodia administrativa, toleró la corrución de la burocracia, el enFuistamiento en el Bobierno de los comradores de carBos blicos. +al de la Hoca en Euroa, ero Fue en la Corte madrilea alcan;ó ?ices eDtremos. En estas circunstancias el aarato del Estado se limitó a veBetar, considerando venerable toda institución ae)a eDcelente cualFuier arbitrio Fue ermitiera mantener intacto el eslendor bdico de la +onarFu0a. #adie uede ue de sorrenderse, ues, de la dr?stica medida Fue uso 6in a la diversidad reliBiosa de las Esaas. os moriscos valencianos andaluces, a su remolFue los de AraBón Castilla, en nmero de trescientos mil, 6ueron eDulsados desde 1*9. Se eliminó de esta manera cualFuier eliBro Fue udiera roceder del litoral mediterr?neo como el eDerimentado or la Beneración 6iliina durante la Brav0sima crisis de la sublevación s ublevación de las Alu)arras, en 1'$. Se loBró, adem?s, una comleta unidad reliBiosa, remate de una luc4a Fue 4ab0a eme;ado seis siBlos antes en cuos 6ines comulBaban todos los esaoles de la Hoca. K ello, en rimer luBar, orFue, como en el caso de los )ud0os conversos, a la sociedad de los cristianos vie)os le 4ab0a 6altado mordiente ara asimilar a la 8nación de cristianos nuevos de moros, estrec4amente solidaria tradicionalista, aun aeBada al mundo musulm?n eDterior, 6uesen los berberiscos arBelinos o los turcos otomanos. a nica
medida Fue od0a resolver aFuel roblema era la eDulsión. K as0 6ue decretado. El eDtraamiento de los moriscos 6ue un neBocio ruinoso, llevado a cabo sin la rearación Fue eDiB0a el delicado roblema de sustituir s ustituir a aFuella mano de obra aBr0cola, Fue detentaba adem?s el tr?6ico de mercanc0as, Bran arte del rHstamo la obliBación de 4acer 6rente a los intereses Fue Bravaban sus 6incas. AlBunos ro4ombres se bene6iciaron con el trasieBo de bienes, roiedades arrendamientosL ero el a0s erdió un nuevo c4orro de enerB0a en el mismo momento, en Fue deber0a 4acer 6rente a la enorme crisis económica, social ol0tica del siBlo GV!!.
E$ v*e$co 0is1nico , $% 3*ie#!% &e $% o$/)ic% &e $os A*s)!i%s En el decenio auroral del siBlo GV!! se vislumbran en el seno de la +onarFu0a 4is?nica s0ntomas de Brav0sima crisis. a actividad económica retrocede en todas artes, incluso en el comercio con AmHrica, 4asta entonces tan rósero. as ciudades se desueblan los telares enmudecenL sólo +adrid se aBiBanta con la inmiBración de 0caros miserables. El 4ambre viene del Sur la este del #orte, ambos enloFuecen a una 4umanidad 4arto castiBada or los imlacables a;otes del destino. En las letras enmudece el reosado verbo 4umanista la aarición del Iui)ote seala el desBarro de la conciencia del escritor entre la realidad del resente la retórica del asado. Ante aFuel desastre, el Bobierno recurre a la Brave medida de la devaluación monetaria, racticada a eDensas del a0s. Con ella se inicia un siBlo de aventura 6inanciera Fue acabar? con el colaso de 1$*. Ante ese 4ori;onte los coart0cies en la emresa 4is?nica de Castilla emie;an a reBuntarse 4asta dónde 4an ido si es osible continuar. os ortuBueses viven a la eDectativa, a Fue, en de6initiva, se 4an enFuistado en los uestos de mando del !merio en AmHrica en los luBares de rovec4o económico en +adridL ero les duele la Hrdida de la !nsulindia. En Catalua se sale del amodorramiento del siBlo GV! con un a0s dividido or el bandolerismo, Fue no 4alla en la Corte ninBn alivio a livio a sus reocuaciones. Se susurra Fue el re es 8castellano, Fue va a oner 8orden en la tierra destruendo su Bobierno actista, Fue de Castilla vendr?n en adelante obisos abades, virrees militares, ara so)u;Bar el a0s rearar una eDlosión oular Fue )usti6iFue su conFuista. Andaluc0a, AraBón, la costa cant?brica (alicia, lanBuidecen. os ueblos 4is?nicos entran en el er0odo de contracción del siBlo GV!! con una elemental intuición esimista: la misma de 5elie !!! sus validos. @a Fue cerrar 6ilas aBuardar tiemos me)ores. En 11 toma el oder de Esaa una nueva Beneración: la de 5elie !V <111'= el conde-duFue de >livares. SiBue en la rivan;a la Brande;a lati6undista andalu;a, con uno de sus mas caracter0sticos reresentantes. 3ero el nuevo valido, 4ombre eu6órico vital, dio un rumbo distinto a la ol0tica de la monarFu0aL sustituó el esimismo 6araónico del duFue de erma or un dinamismo imerialista, como si 6uera caa; de desviar el inevitable rumbo de los acontecimientos. a rimera medida consistió en su)etar los orBanismos burocr?ticos a su omniotente voluntadL los Conse)os, deurados atemori;ados, se le sometieron incondicionalmente. Con ello se 6rustró el eFuilibrio administrativo ideado or los ees Católicos ara con)uBar el autoritarismo real con el interHs de los cueros rivileBiados. Este imortante aso en la centrali;ación del oder en una sola mano 6ue seBuido or otro no menos decisivo: el de 6or;ar a los territorios
autónomos de la +onarFu0a a marc4ar a com?s de la ol0tica desleBada or el Bobierno de Castilla. 3uede discutirse esta ol0tica del conde-duFue en cuanto su rincial obliBación consist0a en re4acer la econom0a de Castilla, ordenar la 4acienda del Estado salvar el !merio americano del desastre. En luBar de meterse en los incómodos con6lictos euroeos, donde le aBuardaba la otencialidad de 5rancia @olanda, >livares deb0a restaar las rimeras 4eridas causadas en el mar Caribe or los neerlandeses oner oner las !ndias en ie de Buerra. 3or el contrario, con el oro reunido en reunido en Andaluc0a ara racticar esta sana ol0tica, costeó las oeraciones militares de la Buerra de los 2reinta Aos. Su resultado 6ue liFuidar en Euroa el 6uturo del !merio americano. "ien se vio en 1$, a ra0; del desastre naval de +atan;as livares, Fuien sólo les o6rec0a articiar en las resonsabilidades, mas no en los bene6icios de las 6uturas FuimHricas emresas, se araetaran, recelosos, tras los sólidos muros de la leBislación autonómica 6ernandina. a Buerra de nervios entre el oder central los territorios eri6Hricos 4abr0a Fui;? derivado 4acia un comromiso m?s o menos satis6actorio ara los deseos de ambas artes, si la intervención de 5rancia, en la Buerra de los 2reinta Aos su declaración de Buerra a Esaa <1&'= no 4ubiesen abierto r?idamente la brec4a de la desunión ol0tica 4is?nica. En 3ar0s 4allaron los descontentos catalanes ortuBueses el aoo eDterior Fue necesitaban ara declararse en abierta rebeld0a contra su monarca. Esta escisión, de marcado car?cter tradicionalista en Catalua, donde an erviv0a la teor0a de Bobierno accionado, 6ue recedida or dos 6enómenos Fue es reciso considerar ara 6ormarse idea del comle)o mental de aFuella countura, no es el desarrollo de la roaBanda austracista, 6omentada en +adrid or el oro del conde-duFue de >livaresL al mismo borde de la ruina, su trometeo 6urioso clamaba or la universalidad de la +onarFu0a 4is?nica, rubricada or un in6antil altanerismo subversivo. >tro es la inFuietud Beneral entre los camesinos de toda Esaa, Fue en Catalua rovocó movimientos de violenta deseseración a causa de los inevitables c4oFues con las troas mercenarias , sobre todo, a causa de la eliBros0sima actitud del Bobierno central, disuesto a Fue estallara el olvor0n
con la eseran;a de recoBer el oder absoluto una ve; el a0s 4ubiese saltado en mil eda;os. Esta ol0tica suicida condu)o a la revuelta armada en el camo catal?n desde 6inales de 1&9 a la 6ero; eDlosión del descontento camesino en la )ornada barcelonesa del Corus C4risti de 1%*. 3ero todav0a se 4abr0a odido limitar so6ocar la asión oular, si el conde-duFue de >livares no 4ubiera decidido arovec4ar el momento ara reali;ar su roBrama en Catalua, si 5rancia, a la eDectativa eDec tativa de lo Fue ocurr0a, no se 4ubiera rouesto arovec4ar a 6ondo 6o ndo aFuella countura. /e este modo reverdeció reverdec ió en el 3rinciado la luc4a Fue a lo 4ab0a dividido en el Cuatrocientos entre las resiones castellanas las ambiciones 6rancesas. K, a com?s de la misma, dando un nuevo tirón a la cuarteada unidad de la +onarFu0a 4is?nica, 3ortuBal declaróse en rebeld0a eliBió su roio soberano en el seno de la 6amilia de los "raBan;a <1%*=. /esuHs de veintidós aos de )actanciosa omniotencia, el conde-duFue de >livares 6ue eDonerado de la rivan;a ante el 6atal desenlace de su eDeriencia ol0tica <1%=. +ientras en los camos de batalla de Euroa el e)Hrcito esaol, mal eFuiado, iba de)ando a )irones las Blorias de su bandera <ocroi, 1%&L ens, 1%$L as /unas, 1'$=, en la 3en0nsula, 3ortuBal loBraba consolidar su indeendencia <1$= Catalua obten0a el reconocimiento de sus libertades eculiares <1'&=L En resumen, Castilla, aBotada, ca0a en un siniestro esimismo, Catalua, or reacción al roBrama del conde-duFueL se a6erraba deseseradamente a un orden leBal Fue ara ella siBni6icaba, de un ladoL una seBuridad ol0ticaL ero, a la ve;, el anFuilosamiento dentro de una estructura económica eco nómica social a ericlitada. o m?s Brave del caso 6ue Fue el e l triun6o de Catalua la Hrdida de 3ortuBal imresionaron tan vivamente a la Corte a sus órBanos, Fue durante el reinado de Carlos !! la doctrina o6icial 6ue resetar a 6ondo los rivileBios de los territorios de los individuos incluso de los 8benemHritos encomenderos americanos. a mericanos. El neo6oralismo coincidió, aradó)icamente, con el desarrollo en la eri6eria eri6er ia de vivos intereses económicos de reiteradas eticiones de re6ormismo de la administración de la +onarFu0a. a e6ervescencia catalana, no colmada or los me;Fuinos resultados de la actuación Bubernamental, Fue ara el a0s 4ab0an reresentado la Hrdida del osellón arte de la Cerdaa or el tratado de a; de los 3irineos <1'9=, aoó en 19 el rimer Bole de Estado Fue en la Edad +oderna artió de la eri6eria de la 3en0nsula ara re6ormar la administración la ol0tica de la +onarFu0a: el de Juan JosH de Austria. 3ero, ni las circunstancias ni los ersona)es ermitieron recoBer aFuel deseo de renovación, Fue se esterili;ó en un 6r0volo mesianismo. Esaa, )uBuete en la ol0tica internacional de los e)Hrcitos en la vida económica de los mercaderes mercader es de uis G!V, G!V, se convirtió en resa 6?cil ara la absorbente ambición de Versalles. Versalles. En la contradan;a de aces Buerras Bue rras Fue caracteri;a el reinado de Carlos !! <1'-17**=, culminó la incaacidad de la burocracia austracista ara dar a la monarFu0a una relativa e6iciencia militar o bien una recaria ero arovec4able a;. Sucesivamente se 6ueron desBranando osesiones: el Artois, el 5ranco Condado, las Brandes la;as Fue de6end0an la 6rontera de 5landes. 3ero lo m?s Brave no 6ueron estos reveses, sino la absoluta Hrdida de restiBio. 2odos od0an a Esaa, no sólo en el camo de batalla, sino en las actividades económicas, ca0das tan ba)o Fue la +onarFu0a se 4ab0a convertido en mera colonia de las Brandes otencias euroeas. Ka en estos sucesos se advirtió Fue el aarato estatal estaba mu or deba)o de las osibilidades del a0s, aunFue cien aos de 6rivolidad 6r ivolidad Bubernamental 4ubiesen eDtendido la corrución el eBo0smo en las distintas clases sociales. En esta nueva estela de
su6rimientos, a Catalua le corresondió la eor arte, a Fue 6ue el rincial teatro de oeraciones en las Buerras libradas contra 5rancia. 3ero en esta ocasión no se Fuebrantó su 6idelidad mon?rFuicaL antes bien, acetó Bustosamente su resonsabilidad 4is?nica, en el ara de un o6icioso amor a la dinast0a reinante, esec06icamente centrado en la ersonalidad del doliente Carlos !!. Ante la imotencia de Esaa ara mantener sus osesiones territoriales en Euroa osesiones clave, como 5landes el +ilanesado, Euroa decidió d ecidió roceder a una desmembración de la +onarFu0a esaola. !ba en ello su seBuridad , claro est?, la satis6acción de muc4as ambiciones 4istóricas. 5avoreció los roectos de las cortes euroeas la 6alta de sucesión de Carlos !!: 5rancia Austria aetec0an ara s0 la 6abulosa 4erenciaL !nBlaterra @olanda deseaban evitar una alastante 4eBemon0a continental en manos de cualFuiera de aFuellas otencias. as intriBas se anudaron alrededor del lec4o de Carlos !!, 4asta Fue Hste, 6rustradas alBunas soluciones Fue arec0an satis6actorias la candidatura de 5ernando JosH de "aviera, se inclinó 4acia los desiBnios del artido 6rancHs. El deseo de mantener la unidad de la +onarFu0a 4isana en el mundo 6ue el eso decisivo en la oción de la Corte. Como 4eredero de Carlos !! se sealó, ues, a 5elie de An)ou, Fuien, de momento, 6ue acetado or el a0s sin ninBuna oosición. as rencillas internacionales lan;aron a Esaa a una larBa Buerra de sucesión: os adversarios de los "orbones emlearon todos los recursos ara debilitarlos, entre ellos el 6omento del arraiBado tradicionalismo ol0tico en la Corona de AraBón. Es necesario decir Fue, or rudencia o conveniencia, 5elie V se resentó ante los catalanes como celoso amante de sus libertades. a obra de las Cortes de 17*1-17* las rimeras Fue tuvieron conclusión desde las de 1'99 no 6ue vana, tanto en la consolidación de los 6ueros del a0s como en abrirle las uertas del 6uturo mediante el reconocimiento de su derec4o a comerciar con AmHrica. 3ero las di6icultades creadas or la Buerra 6omentaron el es0ritu leBitimista de unos catalanes el deseo de desFuite de otros desFuite de la situación creada en 1*. A ello se me;claron las eternas inFuietudes sociales entre los camesinos los artesanos. En 17*', una a6ortunada con)ura, rearada or !nBlaterra, libró a los austracistas la ciudad de "arcelona, Fue Fuedó convertida en caital 4is?nica del retendiente. Esta ve; los catalanes luc4aron obstinadamente obs tinadamente ara de6ender su criterio luralista en la ordenación de la +onarFu0a esaola, aun sin darse cuenta de Fue era recisamente el sistema Fue 4ab0a residido la aBon0a de los ltimos Austrias Fue sin un amlio marBen de re6ormas de las lees 6ueros tradicionales no era osible endere;ar el a0s. uc4aron contra la corriente 4istórica esto suele aBarse caro. En todo caso, caso , ni la actitud de Catalua 6ue un?nime, ni el Bobierno establecido or el Arc4iduFue en "arcelona demostró 4allarse a la altura de la tarea Fue le incumb0a en una 6utura Esaa. 3or el contrario, eretu?ronse los vicios de6ectos de la administración anterior, 4aciendo imosible la orBani;ación sistem?tica de los recursos de la Corona de AraBón. Sin la auda eDtran)era, aFuel Bobierno 4abr0a entrado en colaso en cuestión de meses. 3ero los catalanes Fue seBu0an al Arc4iduFue cre0an de buena 6e, estaban or ello bien convencidos de Fue de6end0an la verdadera causa de Esaa no tan sólo un uado de rivileBios. Castilla, alBn tanto recalcitrante rimero ante la resencia de un "orbón de ministros 6ranceses en +adrid, acabó abra;ando con entusiasmo la causa de 5elie V. V. os altos cueros de la Corte la administración contribueron a este cambio, ero el imulso
6ue de base mu oular. En una de esas sacudidas ineDlicables de su 4istoria, se convirtió en el m?s 6irme untal de la dinast0a borbónica. Sobre todo cuando uis G!V se vio obliBado a mendiBar la a; ante la victoriosa coalición enemiBa. Es osible Fue en ese cambio in6luera la acción de una e6ica; roaBanda, diriBida no sólo contra el Arc4iduFue, sino contra los catalanes, a Fuienes se atribu0an tenebrosos roósitos de avasallamiento de Castilla. En s0ntesis, el e)ercito 6rancocastellano se imuso al anBloaustrocatalan en "ri4ueBa <171*=. Cuatro aos m?s tarde, "arcelona se rend0a a las troas de 5elie V Esaa Fuedaba llana como la alma de la mano ara alicar una ol0tica ob)etiva realista <171%=. 3ero a la m0stica del 6oralismo sucedió la m0stica de la centrali;ación a todo trance, no sólo administrativa, sino incluso mental. K en esta emresa 6racasar0an tambiHn la dinast0a borbónica sus colaboradores.
E$ !e+o!"is"o #o!#nico /urante un siBlo, de 17** a 1$*$, la nueva dinast0a borbónica llevó a cabo una serie de 4ondas re6ormas. nas ven0an imuestas or la liFuidación del rHBimen austricistaL 4ubo otras Fue resondieron al arbitrismo ministerial estimulado or el e)emlo euroeo en la Hoca del /esotismo !lustradoL las m?s tendieron a resolver acuciantes roblemas domHsticos suscitados or la recueración de la vitalidad esaola, vista en el aumento de oblación en el auBe de las actividades comerciales manu6actureras. manu6 actureras. En con)unto, el re6ormismo borbónico tuvo HDito en cuanto re4i;o la otencialidad de Esaa en Euroa AmHricaL ero encau;ó el Estado or las v0as de un r0Bido racionalismo, contrario al sentido 4istórico de lo 4isano. 3or otra arte, sus mismas re6ormas contribueron a suscitar nuevos roblemas: el de la burBues0a eri6Hrica, deseosa de eDansionismo mercantil, el del camesinado interno, ?vido de tierras ara el cultivo. na 8nueva lanta ec4ó or la borda del asado el rHBimen de rivileBios 6ueros de la Corona de AraBónL ero, en cambio, se conservaron conse rvaron en el 3a0s 3 a0s Vasco Vasco #avarra, adetos a la causa de 5elie V <17**-17%=, Fue or tal causa 6ueron denominados 3rovincias EDentas. Catalua Fuedó convertida en camo de eDerimentos administrativos uni6icados: cait?n Beneral, audiencia, intendente, correBidores, todo al ob)eto de Fue el a0s aBara el e)Hrcito de ocuación encarBado de viBilar el cobro del imuesto nico o cadastro. a trans6ormación 6ue tan violenta Fue durante Fuince aos estuvo al borde de la ruina. 3ero lueBo resultó Fue el desescombro de rivileBios 6ueros le bene6ició insosec4adamente, no sólo orFue obliBó a los catalanes a mirar 4acia el orvenir, sino orFue les brindó las mismas osibilidades Fue a Castilla Cas tilla en el seno de la comn monarFu0a. En este er0odo aunFue en realidad rovenBa de 1$* se di6unde el cali6icativo de laborioso Fue, durante siBlo medio, 6ue tóico de ritual al re6erirse a los catalanes. K, en e6ecto, se desarrolló entonces la cuarta Bran etaa de coloni;ación aBr0cola del a0s, cuo s0mbolo 6ue el viedo cuo resultado, el aBuardiente, suscitó un activo comercio internacional, bene6icioso ara todas las oblaciones de la costa , sinBularmente, ara la marina catalana, Fue en ocos decenios dec enios renovó a)ados laureles. En cuanto cuan to a la industria, lo decisivo 6ue la introducción de las manu6acturas alBodoneras, 6inanciadas or los caitales sobrantes de la eDlotación aBr0cola el auBe mercantil, Estos siBnos de revolución industrial, estimulados or la resencia de entidades rectoras, como la Junta de Comercio de Catalua, se di6unden or toda la eri6eria eninsular: Valencia, +?laBa, C?di;, a Corua, Santander, "ilbao, resurBen vivamente. @acia 17* las reBiones del
litoral sueran a las del interior en oblación, recursos nivel de vida. El cambio de centro de Bravedad económico es un 4ec4o inevitable, su in6luencia eDlica la medida decretada or Carlos !!! <17'9-17$$= <17'9-17 $$= en 177$, Fuebrantando el monoolio andalu; sobre el comercio americano liberali;?ndolo entre varios uertos esaoles americanos. En un decenio deculicaron las eDortaciones una riada de dinero ermitió nuevas inversiones industriales el lu)o de una ol0tica eDterior indeendiente, basada en una e6ica; 6lota de Buerra. Este roceso de inteBración social entre los distintos ueblos de Esaa, en el Fue los catalanes tomaron arte decisiva mediante una trile eDansión demoBr?6ica, comercial 6abril, 6ue de muc4a maor en)undia Fue cualFuier medida leBislativa ideada desde la Hoca de 5elie !!. Sin embarBo, la Corte erseveró en su emeo de no ver las cosas m?s Fue a travHs de una administración en eDtremo celosa de sus derec4os de sus rebendas, tambiHn de los intereses de la aristocracia de Andaluc0a EDtremadura, Fue continuaba detentando el oder o sus aledaos a travHs de los cueros administrativos de sus rami6icaciones en los orBanismos de Estado: manu6acturas reales, coma0as rivileBiadas, "anco de San Carlos, etc# Sólo etc# Sólo ba)o Carlos !!!, entre 177* 17$$, a todos los esaoles se les dieron, or 6in, idHnticas osibilidades. 3ero con la lamentable obliBación de tener Fue renunciar a 4ermosas arcelas de su ersonalidad en aras de un sacrosanto uni6ormismo estatal. Contra esa esiritualidad aristocr?tica, suer6icial 4elada, el ueblo reaccionó diversamente seBn las reBiones: en Beneral, rocuró catar lo m?s vivo, Fue diriBió en 6ormas 6olPlóricasL ero, ante la imosibilidad de 6or;ar la barrera Fue searaba los dos mundos, dio a lu; el casticismo 4is?nico. /e mediados del siBlo GV!!! es el triun6o de la corriente oular Fue, artiendo del vac0o de la Hoca de los ltimos Austrias, crea el marc4amo de la Esaa Esa a costumbrista: los toros, en rimer luBar, , , en torno, el 6lamenFuismo, la Bitaner0a el ma)ismo. 5rente a este movimiento, en las alturas se desarrolla la olHmica del ensamiento 6rancHs. a 6iloso60a de la !lustración introdu)o en Esaa el conceto de la necesidad de una re6orma educativa social del a0s Fue le usiera al nivel alcan;ado or otras naciones en el asecto económico, cient06ico tHcnicoL tambiHn, el es0ritu de cr0tica resecto al leBado reliBioso de >ccidente concretado en la obra de la !Blesia católica. Estas ideas 6ueron di6undidas or cuatro Beneraciones de intelectuales Fue se resentan resectivamente or los nombres de 5ei)oo, 5lóre;, Camomanes Jovellanos acetadas oco a oco or una minor0a de aristócratas, 4idalBos, clHriBos, intelectuales estudiantes universitarios. os ncleos di6usos del nuevo ensamiento se centraron en las Sociedades de AmiBos del 3a0s, orBani;adas desde el Bobierno <177%= a imaBen de la Sociedad VasconBada, Fue se 6undó en 17'. a burBues0a aenas resondió a este movimiento, orFue en realidad an no eDist0a en Esaa como tal clase social. os ministros Fue Bobernaron en esta Hoca, rocedentes de la noble;a o la clase media acomodada oriundos en su maor arte de la eri6eria lavide en Sierra +orenaL roectos de desvinculación de los maora;Bos de desamorti;ación eclesi?stica. na de ellas 6ue ta)ante: el 6in de los
rivileBios de la tras4umancia encarnados en la oderosa oderosa orBani;ación astoril, la +esta. Cabe calibrar ese cambio de rumbo teniendo en cuenta la mentalidad económica revaleciente en Castilla desde el siBlo G!!. 3ero, sin embarBo, esa ol0tica no alcan;ó las ra0ces del roblema, cua solución eDiB0a unos recursos económicos una buena voluntad mu ale)ados de la osibilidades esaolas de la Hoca: la de los arrendamientos rsticos a corto la;o, la de las comunidades aBrarias emobrecidas or los abusos seoriales an ersistentes, la de los lati6undios bald0os las 8manos muertas. En Castilla no 6altaba tierra ara el e)Hrcito de 1'*.*** mendiBos Fue ululaban or el a0s. 3ero los obst?culos 6ueron insuerables e incluso las re6ormas rouestas or Jovellanos en su ;n)orme su ;n)orme sobre la ley /graria no /graria no asaron de ser un testimonio de revisor atriotismo. #adie desconoc0a Fue se viv0a sobre viv0a sobre un un volc?n o or lo menos sobre la osibilidad de un Brave estallido de descontento oular. En 17' se 4ab0a decretado la libertad del comercio de cereales medida mu atinada ara rovocar el roBreso de la aBricultura, ero no ara aseBurar el abastecimiento de las urbes. Al ao siBuiente, una cosec4a corta, incidiendo sobre el recio de los cereales, levantó a las masas urbanas en +adrid varias ciudades de Castilla AraBón. El movimiento, canali;ado en la caital contra la rivan;a del marFuHs de EsFuilac4e <17=, reveló la Bravedad del roblema de la tierra motivó la rimera le de re6orma aBraria Fue F ue conoce la 4istoria de Andaluc0a EDtremadura. 3ero la di6icil0sima eriecia de su alicación 6racaso 6inal <17-179&= 4a Fuedado oculta tras el diversionismo de los ministros ilustrados de Carlos !!!, Fuienes 4icieron recaer la cula de la aBitación oular en la Coma0a de Jess. Esta 6ue eDulsada de Esaa AmHrica en 177, surimida lueBo or la Santa Sede al socaire de una camaa orBani;ada or los Bobiernos borbónicos de Esaa, 5rancia e !talia. Con ello no se loBró aci6icar el a0s, ero s0 terminar a 6avor de los intereses de la +onarFu0a la luc4a de Hsta contra el 3aado en de6ensa de sus reBal0as: o sea, la sumisión de la !Blesia a los intereses del Estado. K el rimer eldao estribaba en Banar la batalla de la instrucción instruc ción blica, eliminando de niversidades coleBios a los )esuitas Fue detentaban la ensean;a en ellos. a olari;ación de Bran arte de los an4elos re6ormistas ba)o la HBida de Carlos !!! 4a convertido a este monarca en el aradiBma del /esotismo !lustrado en Esaa. Su misma ersonalidad revela la amlitud de ob)etivos rouestos la timide; en los recursos emleados ara alcan;arlos. Es evidente Fue dio al a0s un tono de modernidad ol0tica desa4oBo económico, a la ve; Fue una sensación de 6ortale;a en las Buerras mar0timas Fue libró contra !nBlaterra en de6ensa del !merio americano: desa6ortunada la rimera <171 a 17&=, venta)osa la seBunda, en Fue aoó a los colonos inBleses de #orteamHrica en su luc4a or la indeendencia <1779-17$&=. Su obra 4abr0a alcan;ado maor desarrollo, incluso teniendo en cuenta la menBuada cateBor0a 4umana de su sucesor, Carlos !V <17$$ a 1$*$=, si el desencadenamiento de la revolución en 5rancia no 4ubiese motivado un vira)e eliBroso ara la ol0tica interna esaola. Ec4ando or la borda el roBrama re6ormista, el ministro de aFuel monarca, (odo, sólo conservó el aarato eDterno del /esotismo !lustrado: la omniotencia ministerial, la dictadura de la administración sobre el a0s. /urante dos decenios <17$$-1$*$= se incubó en muc4as almas el es0ritu revolucionario Fue 4abr0a de estallar en 1$*$, con motivo de la crisis de la +onarFu0a. Alimentóse, en unos, con la llama de la tradición din?stica, , en otros, con el alboro;ado deseo de sumerBirse en el desbordante ocHano de ilusiones surBido de la evolución 6rancesa.
Po$/)ic% , econo"/% en $% Es%% &e$ si($o XIX
El mot0n de Aran)ue; <17 de mar;o de 1$*$= 6ue el rimer s0ntoma evidente de Fue el 4umor ol0tico social 4ab0a cambiado en Esaa. a intervención del ueblo aBitado or elementos rovocadores a 6avor 6av or del r0ncie 5ernando, motivó la abdicación de Carlos !V el 6in del rHBimen dictatorial de (odo. Simle anHcdota en los teDtos 4istóricos, debe medirse en la ro6undidad del cambio de siBnoL un monarca 4ab0a sido destronado a causa de una acción oular. Amanec0a una nueva Hoca, aunFue 6uera al amaro de las baonetas de #aoleón. 3ero Hste ten0a otros lanes: el rimero, aduearse del Estado esaol e imonerle un aarato administrativo e6ica;. #i los a6rancesados ni el ueblo comrend0an comrend 0an aFuella maniobra. A las ocas semanas, temerosos del reBreso de (odo, un Bruo de con)urados arovec4ó el sentimentalismo oular ara ec4arse sobre sobr e el 6rancHs. As0 se dio la tr?Bica )ornada del de mao, en la Fue lo m?s notable 6ue la dram?tica aarición de la masa oular como rimer su)eto de la vida ol0tica esaola /errumbado el aarato burocr?tico burocr ?tico de la +onarFu0a en arte or la 6or;ada abdicación de los rees, en arte or la claudicación de los orBanismos Bubernamentales, la resión oular se reveló en su lenitud en las decisivas )ornadas de la ltima semana de mao rimera de )unio de 1$*$. En aFuellos d0as, las clases medias, los intelectuales los 4idalBos asumieron el oder, resald?ndose en el 6ervor de artesanos o camesinos disuestos a artirse el ec4o combatir a las autoridades Fue, siBuiendo el e)emlo madrileo, colaboraban con los 6ranceses. En de6initiva, se trató de una acción destinada a librar a Esalta de los Bodoistas m?s Fue de eDulsar a las troas naoleónicas. 3ero una ve; Hstas se Fuedaron ara imoner a JosH ! la Constitución de "aona, entonces el movimiento se concentró en un arrebatado imulso Fue estuvo mu le)os de ser un?nime contra los invasores lo Fue ellos reresentaban en Euroa. K, adem?s, en otro no menos transarente de arovec4ar aFuellas circunstancias ara dar a la +onarFu0a una nueva orientación Fue 4iciera imosible el desotismo ministerial la 4umillación Fue todos estaban su6riendo. En la revolución de mao de 1$*$ lo Fue menos interesa es el 6enómeno cantonalista, roducto de las circunstancias en Fue 4ab0a estallado el movimiento. o decisivo es el deseo de re6ormas Fue aarece en los roósitos de cada una de las Juntas rovinciales , m?s adelante, en el seno de la Junta Central Surema. a sacudida oular 4ab0a sido tan 6uerte, Fue el re6ormismo ol0tico social se convirtió en uno de los ob)etivos rinciales de la luc4a, al lado del evidente deseo de mantener la indeendencia del a0s. El ueblo, eor o me)or encuadrado or unos mandos militares dudosos, activo siemre en la Buerrilla, dando sus ardientes ec4os en la de6ensa de las la;as 6uertes, combat0a or unos ideales concretos rimarios: or su casa, or su /ios or su reL en de6initiva, or el a0s. 3ero ser0a craso error iBnorar el 6ermento de renovación social, incluso la tendencia antiaristocr?tica, Fue estimulaba a los Barroc4istas de "ailHn, a los somatenes del "ruc4 o a los Buerrilleros ;araBo;anos. .lite del a0s aarec0a, or el contrario, dividida en cuatro Brandes direcciones: a .lite del los Fue acetaban eran los menos el estado de cosas anterior al movimiento de maoL los Fue 4ab0an acatado a JosH "onaarte consideraban Fue el me)or rHBimen ara
Esaa descansaba en la incitación de la 5rancia naoleónica btuvieron la reunión de unas Cortes Benerales en C?di;, entreBadas incondicionalmente a su causa. En ellas, sucesivamente, roclamaron la soberan0a nacional la libertad de imrenta dieron al a0s la Constitución de 1$1, m?s esaola en el 6ondo de lo Fue arece en la 6orma. as diverBencias de criterio sobre muc4os untos discutidos en la asamblea Baditana coaBularon las rinciales corrientes de oinión: unos 6ueron llamados ser!iles llamados ser!iles,, otros liberales. liberales. a controversia sobre la suresión del Santo >6icio la rimera olHmica blica sobre el asado de Esaa abrió un 6oso insalvable entre ambos bandos, sobre s obre todo cuando el eiscoado se ouso de modo ta)ante a admitir aFuella medida. a eDulsión de los 6ranceses de Esaa el retorno de 5ernando V!! <1$1%-1$&&= coincidieron en lantear una delicada situación ol0tica. En la uBna entablada entre liberales serviles, el monarca otó or la solución m?s cómoda: la restauración del uro absolutismo, desoendo no sólo las eDiBencias liberales
remonta no a al caric4oso absolutismo de la ltima eDeriencia 6ernandina, sino a la persas de 1$1%. tendencia re6ormista 6oral del ani)iesto del ani)iesto de los persas de Con los eDaltados en el oder, el constitucionalismo constitucionalismo erdió la simat0a de los terratenientes de los nobles amena;ados en sus derec4os seoriales de los burBueses. AlBunos caitalistas se vieron amena;ados or los rimeros conatos de aBitación obrera Fue reBistró la 4istoria de Esaa. "astó, ues, un simle aseo militar el del e)Hrcito 6rancHs denominado los Cien +il @i)os de San uis ara desmontar el aarato de la seBunda eDeriencia constitucional en Esaa <1$&=. /e nuevo los liberales conocieron una oleada de ersecución deuraciones, rHlica aBuda a las Fue ellos mismos acababan de e)ercer. a maor0a artió ara el eDilio, siBuiendo el e)emlo de tantos otros movimientos ol0ticos esaoles. 3ero el de 1$& tuvo esecial relieve, orFue los constitucionalistas eran Bente )oven, deseosa de novedades. K entre otras cosas, descubrir0an el movimiento rom?ntico en su lenitud creadora. En 5rancia , sobre todo, en !nBlaterra, el liberalismo el romanticismo se dieron la mano, as0 4ab0an de reBresar a Esaa en 1$&&. +ientras tanto, en la 3en0nsula alBo 4ab0a cambiado en el seno del artido realista. a 6racción m?s imortante del mismo, diriBida or el auda; Bruo de los 8aostólicos, eme;ó a descon6iar de 5ernando V!!. Se le reroc4aba su eDcesiva indulBencia resecto a los elementos moderados del e)HrcitoL el crHdito Fue daba a los altos 6uncionarios del Estado de tendencia a6rancesadaL la neBativa a admitir en bloFue a los o6iciales troa del voluntariado realista de 1$-1$&L su osición susecta en cuanto a re4abilitar el tribunal del Santo >6icio. Este Bruo uso sus o)os en la ersona de Carlos de "orbón, 4ermano robable sucesor de 5ernando 5ern ando V!!. Eseraban Fue aFuHl acoBer0a la inteBridad de su movimiento, emeado a4ora de modo concreto en la de6ensa del ideal católico esaol una 6orma absoluta de Bobierno comatible con la tradición 6oral del a0s. a rutura entre 5ernando V!! los aostólicos acaeció en 1$7, con motivo del al;amiento catal?n de los 8malcontents
#avarra, AraBón Catalua. Ello obliBó al Bobierno a acentuar sus disosiciones liberales. El oder 6ue con6iado a los moderados
vitalidad económica de la caital de Catalua la 4ab0a convertido en unta de 6lec4a del dinamismo ol0tico esaol. a situación deBeneró mu ronto en abierta oosición entre la eBencia los barceloneses, cua ciudad 6ue bombardeada or las troas del Bobierno <1$%=. Ello rovocó, al ao siBuiente, la ca0da de Esartero, ues la misma "arcelona se eriBió en adalid de la 6acción Fue, al socaire soc aire del ronunciamiento de 2orre)ón de Ardor <1$%&=, 4ab0a de dar el oder a los elementos modelados. Catalua salió desilusionada de la rueba: 4ab0a cre0do oder diriBir la ol0tica esaola a travHs travH s de una Junta (eneral se encontró sitiada, vencida amorda;ada or un ermanente estado de Buerra. a nica comensación 6ue Fue, en estas circunstancias, la burBues0a se vio con las manos libres ara industriali;ar la reBión. El Bran er0odo moderado <1$%%-1$$= 6ue, ol0ticamente, una Hoca Bris. "a)o la HBida de la Constitución de 1$%', lóBicamente conservadora censitaria, los Bobiernos se 6ueron sucediendo, resididos realmente o tras cortinas or el Beneral amón #arv?e;, el esadón del moderantismo. Cuando le areció necesario, no vaciló Hste en acudir a los rocedimientos de una dictadura larvada en los mismos lieBues de los art0culos constitucionales. El eisodio de la Vicalvarada <1$'%=, un ronunciamiento de abolenBo liberal, entraó una consecuencia ineserada: la brusca aarición de las masas urbanas en la escena ol0tica esaola, en un movimiento cua amlitud sólo uede medirse or el recedente de 1$*$. Esto dio luBar a una un a nueva breve eDeriencia roBresista, roB resista, re6le)o del movimiento democr?tico euroeo de 1$%$. os 4ec4os m?s interesantes de esta etaa 6ueron el desencadenamiento de una ineserada oleada de roseridad, a causa de la Buerra de Crimea de la 6leDión al al;a de la countura, la aarición de movimientos obreros amliamente orBani;ados. Catalua asistió a la rimera 4uelBa Beneral, declarada or los traba)adores ara arrancar del Bobierno donde de nuevo se 4allaba Esartero el derec4o de asociación <1$''=L Andaluc0a Castilla contemlaron eDtensas mani6estaciones de camesinos, en son de rotesta or la terrible condición en Fue 4ab0an ca0do ca 0do desde Fue la !Blesia 4ab0a erdido sus bienes Hstos 4ab0an asado a manos de caitalistas sin escrulos. El Bobierno de Esartero no udo resistir ni las resiones de base ni las intriBas de altura. K as0 se es6umó el bienio de la Vicalvarada. Vicalvarada. a reacción subsiBuiente 6ue 6renada or la devoción liberal del e)Hrcito, Fue 6acilitó una nueva aertura ol0tica, intermedia entre roBresistas moderados: la nión iberal, en la Fue brilló la estrella del Beneral eooldo >/onnell. os unionistas estimaban reresentar la verdadera tradición del moderantismo liberal 6rente a las desviaciones conservadoras de #arv?e; su eFuio. En realidad, estas disutas constitu0an un entretenido )ueBo ersonalista, en Fue se dirim0an ambiciones de ba)o cuo, estimuladas or la desBraciada intervención de !sabel !! sus conse)eros en la vida ol0tica. El a0s se mantuvo ausente de esta 6arsa. Se cuidaban de dar testimonio de Hl los 8caciFues, intermediarios ol0ticos entre el ueblo el Estado, surBidos al calor de la aton0a de la masa neutra, o sea de aFuellos Fue nada ten0an a Banar )uBando las cartas de la re6orma o las de la reacción. El balbuciente arlamentarismo esaol 4ab0a de contar con los caciFues ara 4acer veros0mil el suuesto alenFue constitucional.
En otros asectos, resulta muc4o m?s interesante la actuación de la Beneración moderantista isabelina. En rimer luBar, Baranti;aron el nuevo orden aBrario, lleBando a un acuerdo con el 3aado sobre la eDroiación de los bienes del clero
eDtran)era. En cambio, arovec4aron el aaciBuamiento de las discordias civiles ara darle una nueva estructura administrativa. Ellos 6i)aron las bases de la 4acienda, de la instrucción nacional del orden blico. Sobre todo causó Hoca la 6undación de la (uardia Civil <1$%%=. Ella mantuvo el orden en el camo en la ciudad, no sólo contra bandoleros criminales, contrabandistas salteadores, sino contra los camesinos sublevados or aos de miseria los obreros mediati;ados or leoninas condiciones laborales. @acienda, instrucción, Bobierno, milicia, dieron vida e6icacia a la orBani;ación rovincial, nacida en 1$&& como instrumento de combate contra el carlismo. a rovincia 6ue la Fuintaesencia del liberalismo centrali;ado. En ella acabó de moldearse la mentalidad del 6uncionario blico, Fue en esta Hoca no brilló recisamente or su ilustración e inteBridad. El 6uncionario cesaba a cada cambio de Bobierno 4ab0a de arovec4ar su Bestión ara eFuilibrar el 6uturo resuuesto El rHBimen moderado sucumbió a causa de la 6alta de Brande;a en sus ideales internos eDternos. a Buerra de +arruecos <1$'9=, la titulada omosamente del 3ac06ico <1$1=, la intervención en +HDico <1$1=, 6ueron camaas de roaBanda atriótica, Fue ocultaban tremendas imrearaciones militares. a sistem?tica neBativa a ensanc4ar sus 4ori;ontes, la eliminación erseverante de toda osibilidad de cambio, a derec4a o a i;Fuierda, la corrupción administrativa, corrupción administrativa, la 6rivolidad del 2rono, redu)eron el artido a unos cuantos 4ombres a Bastados a una escueta estructura burocr?tica. Su ca0da, rovocada or el e)Hrcito, todav0a liberal, arrastró consiBo a la reale;a, con la cual ni los mismos ro4ombres del Bruo conservador C?novas del Castillo, entre ellos se aven0an a a tratar. 3ero el ronunciamiento de 1$$, triun6ante en el 3uente de Alcolea, alcan;ó un desarrollo muc4o m?s le)ano de lo revisto r evisto or sus adalides: ada lides: 3rim, Serrano, 2oete. El movimiento de la 8Esaa con 4onra desembocó en un levantamiento revolucionario Beneral, Fue intentó una eDeriencia sinBular en la vida esaola del siBlo G!G: dar al a0s la osibilidad de Bobernarse a s0 mismo. 2al 6ue el sentido ro6undo de la evolución de Setiembre. a rimera eDeriencia democr?tica reali;ada or Esaa uso de relieve la buena voluntad de una minor0a la indiscilina del ueblo, sometido a resiones muc4o m?s tremendas Fue las Fue reFuer0an su intervención como simle coe6iciente en la vida blica a travHs del su6raBio universal. Aarte el nuevo brote de carlismo, Fue a6ectó a #avarra Catalua como 4erencia directa de la insatis6acción del camesinado católico del #orte, los Bobernantes tuvieron Fue luc4ar con el ambiente de bander0a Fue mac4acaba toda acción con)unta, con la ere;a mental de la burocracia con el in6antilismo m0stico de nuevas ideoloB0as acrecidas al calor de una ineserada libertad. En ocos aos el 6ederalismo se adueó de la costa mediterr?nea andalu;a, mientras le seBu0a en os el eDtremismo obrerista, re6le)o de la 3rimera !nternacional. Esta corriente deb0a 4allar entre los braceros andaluces un Bruo de obreros catalanes una 6ranca acoBida. Sobre ellos 4ab0a a ca0do la doctrina de 3roud4on, a travHs de las obras de 3i +arBall. /el (obierno 3rovisional, con Juan 3rim, a la monarFu0a de Amadeo de Saboa <1$71 a 1$7&=, con ine6icaces untillosos ministros a su servicioL de esta monarFu0a a la 3rimera eblica, el a0s conoció un vHrtiBo ol0tico condiBno de su eDaltación de los
roblemas Fue realmente eDerimentaba, sobre sobr e todo, el aBrario el obrero. as soluciones se aBotaron en escasos meses, 4asta desembocar en el 6renes0 cantonalista, ?ice del 6ederalismo imarBalliano contramarca del 6oralismo carlista. /esuHs de tan mani6iestas diverBencias, en lena Buerra civil en la 3en0nsula en Cuba, sólo era osible arbitrar una 6órmula Fue 4iciera un Estado viable caa; de cobi)ar imarcialmente a todos los esaoles: la monarFu0a leB0tima, amliamente constitucional. Esta 6ue la idea Fue reconi;ó Antonio C?novas del Castillo Fue imuso desuHs de la liFuidación de la eblica or el Bole de Estado de 3av0a <1$7%=, con la restauración de los "orbones en la ersona de Al6onso G!!. a estauración 6ue, esencialmente, un acto de 6e en la convivencia 4is?nica. An 4o cabe admirar el tacto con Fue se rocedió a la redacción de la Carta constitucional de 1$7, la imarcialidad Fue residió la redacción de los Brandes códiBos leBales: el CódiBo civil, la e @iotecaria, las lees de En)uiciamiento civil criminal. C?novas Fuiso 4acer un Estado leBal, no arbitrista, resaldado or las 6uer;as vivas del a0s: roietarios aBr0colas, industriales burBueses, or un e)Hrcito sin veleidades de ronunciamiento. Su ol0tica 6ue, ues, conservadora, sin s in m?s concesiones Fue las necesarias ara dar al )ueBo arlamentario una vertebración dialHctica activa, ero limitada a intereses no trascendentes. tr ascendentes. El 4ec4o de Fue obtuviera la colaboración del antiBuo )e6e liberal 3. +ateo SaBasta ara establecer un turno ac06ico en el oder no 4ace m?s Fue acreditar su saBacidad de estadista. Coincidiendo con la Bran etaa de eDansión burBuesa, la estauración restó un imulso decidido al eFuiamiento industrial. 3artiendo de la leBislación librecambista, imuesta en 1$9 or el ministro 5iBuerola, el a0s salió del atolladero a Fue lo 4ab0a conducido el roteccionismo en la dHcada anterior. Con tal medida, se abrieron las riFue;as minerales de la 3en0nsula a la voracidad de las 6inan;as eDtran)eras, el cobre, el lomo el 4ierro 6ueron embarcados con destino a 5rancia, !nBlaterra "HlBica. 3ero era reciso eme;ar de nuevo, a nadie uede acusarse de ensar con su Hoca en bien del a0s. /e esta manera se udo 4acer 6rente a la instalación de nuevos 6errocarriles, al desarrollo de los servicios blicos, a la amliación de la industria teDtil catalana a la creación e inveros0mil eDansión del comle)o industrial 6inanciero de Vi;caa. (racias a los bene6icios obtenidos con la venta del mineral de 4ierro, los vascos subieron en veinte aos al rimer uesto 4isano en la industria esada, el transorte mar0timo la banca. 3or su arte, la otencialidad 6inanciera catalana Fuedó lasmada en la EDosición !nternacional de 1$$$ en el desbordamiento de "arcelona 6uera de sus muros medievales. 3ero este auBe estuvo siemre limitado or un 6actor imortante: el de la escas0sima caacidad de consumo de la masa aBraria. /e aFu0 la eDiBencia de medidas roteccionistas, el eDiBuo acrecentamiento de los caitales, la imosibilidad de reconversiones e instalaciones industriales de nueva lanta en Bran escala. 3ero contra aFuella barrera se estrellaron tanto los denodados es6uer;os del 5omento
del 2raba)o #acional de "arcelona, bastión de la alta burBues0a catalana, como los desinteresados roectos de unos cuantos intelectuales: tal JoaFu0n Costa. El camo movili;ó con una Bran arsimonia sus e6ectivos, introduciendo una 6atal cua en el seno de la vida económica esaola. a asividad camesina mantenida, desde lueBo, or C?novas eDlica Fue la estauración tuviera Fue recurrir a la 6icción leBal ara mantener el mecanismo arlamentario Fue la centraba. Sin o con su6raBio su6r aBio universal, un ueblo de esFuilmados aBricultores 4ab0a de desinteresarse de la cosa blica, concentrando sus es6uer;os en una luc4a directa, estHril aBotadora, ara obtener maores retribuciones ara su traba)o. Esta es la rincial causa del desarrollo del caciFuismo en este er0odo. a suerestructura Beneral esaola reconi;ada or C?novas Fuedó minada or su base, durante una Beneración, or una rimaria orBani;ación tribal, a)ena or comleto a las Brandes eDiBencias nacionales, , lo Fue es m?s, inseBura, ronta a levantarse al lado del rimer aBente rovocador o del rimer roaBandista subversivo. El activismo esaol 6loreció Brandemente ba)o la caa reosada de la estauración. En rimer luBar, activismo intelectual. Aarecieron Bruos Fue no se sintieron satis6ec4os tal como Esaa era, no a en el asecto ol0tico, secundario ara ellos, sino en su esencia 4istórica en sus relaciones con la cultura euroea. no de ellos 6ue el eFuio de la !nstitución ibre de Ensean;a, 6undada or (iner de los 0os otros disc0ulos admiradores de San; del 0o, Fuien 4ab0a introducido en Esaa la 6iloso60a de Trause. a intelligentsia Prausista intelligentsia Prausista rearó la intelectualidad esaola insatis6ec4a del siBlo GG, deseosa de nuevos 4ori;ontes cient06icos, de incororarse a Euroa. Antitradicionalista, ara ella Esaa era un mundo incomrendido, incomrend ido, Fue deb0a re4acerse no seBn seB n la tradición católica, sino con las l0neas aenas esbo;adas de un asado sinBularL euroei;ante, volcó sobre Castilla el aluvión de novedades librescas, en esecial Berm?nicas, Fue renovaron revolucionaron las c?tedras universitariasL nacionalista, racticó un credo castellani;ante, Fue, como >livares, tend0a a con6undir Esaa con Castilla. >tro Bruo 6ue el catalanista, 4eredero del rovincialismo del siBlo GV!!!, del es0ritu literario de las romociones rom?nticas de la debacle moral del 6ederalismo del carlismo. El catalanismo no neBó a Esaa en cuanto a reali;ación 4istóricaL neBó la interretación Fue de esta 4istoria 4ab0a dado el liberalismo centrali;ante, el a)uste de la marc4a del a0s al ritmo de Castilla las consecuencias ol0ticas económicas Fue se desrend0an de tales 4ec4os. 3or esta causa, neBativo en cuanto a la tónica de la estauración, el catalanismo 6ue, desde sus primeros sus primeros aos, aos, un movimiento de )uvenil otimismo, eDresado con mentalidad e idioma distintos al castellano, ero no or ello menos necesariamente 4is?nicos, >tra 6uente de activismo la constituó el movimiento roletario. Este 6enómeno acaeció en el a0s como irradiación de la corriente socialista Beneral euroea, euro ea, con las variantes roias de las circunstancias económicas de la idiosincrasia de las masas obreras esaolas. /esde 1$&* aarecieron en Catalua sociedades de resistencia entre los obreros de la industria teDtil, las cuales tuvieron una vida incierta, m?s o menos comlicada or las alteraciones ol0ticas de la Hoca. El momento de maor auBe del societarismo catal?n
corresonde a 1$'%-1$''. El 0metu ideolóBico subversivo 6ue una adatación del utoismo de un Cabet , sobre todo, del individualismo antiestatal roud4oniano. Ello E llo eDlica la acetación del credo baPuniniano, di6undido or 5anelli, disc0ulo de "aPunin, en 1$9, la 6undación en "arcelona de la 5ederación eBional Esaola de la !nternacional <1$7*=, de declarada tendencia anarFuista. Esta corriente se di6undió or Valencia, Valencia, +urcia Andaluc0a, mientras Fue el Bruo madrileo se orientaba, con6orme a un es0ritu burocr?tico ordenancista, 4acia la osición autoritaria marDista. /isuelta la !nternacional en 1$7%, este ltimo Bruo enBendró, sucesivamente, el 3artido Socialista >brero Esaol <1$79= la nión (eneral de 2raba)adores <1$$$=. Su orBani;ador 6ue 3ablo !Blesias. El socialismo loBró escasos ad4erentes en la eri6eria mediterr?nea andalu;aL en cambio, los obtuvo en la ;ona de la industria esada del #orte
L% c!isis &e$ si($o XX
/urante la rimera mitad del siBlo GG, Esaa 6ue sacudida or una ro6unda crisis. #o le Fuita imortancia el 4ec4o de Fue ueda considerarse como una versión reBional de la crisis Beneral euroea de esta centuria. Si muc4os roblemas 6ueron idHnticos aralelos, 4a alBunas 6acetas de este roceso Fue a6ectan eDclusivamente a la vida esaola. En rimer0simo luBar, el desasosieBo esaol se mani6estó muc4o antes Fue el euroeo, en lena Hoca del dorado rosaico )in rosaico )in du siMcle. siMcle. AunFue muc4os indicios auntaban 4acia un 4ondo cambio esiritual, Hste cristali;ó al amaro de la derrota eDerimentada or Esaa ante los Estados nidos en 1$9$. El 6r0volo otimismo o6icial, el 6?cil atriotismo calle)ero, de)aron aso a una consternación universal, Fue en unos 6ue simle rellano ara otra etaa intrascendente en otros sentimientos de 4umillación verBOen;a, de )urada voluntad de cambio, a or los caminos de la eDaltación nacionalista, a or los del internacionalismo revolucionario. Estos dos ltimos Bruos estaban de acuerdo en Fue aFuello el Bobierno, la sociedad, la vida cursi boba, el enBao, la rutina la ere;a no od0a seBuir sin rovocar la eDtinción de Esaa. 3ero UFuH era Esaa A esta reBunta se contestó en 6orma mu varia: Esaa era Castilla, Esaa era A6rica, Esaa era una enteleFuia, Esaa era la suma de las reBiones autónomas de la Hoca de los ees Católicos, etc# AFuella Beneración, sin embarBo, lan;ó dos a6irmaciones un?nimes ta)antes: Esaa no les Bustaba tal como era era reciso euroei;arla a toda costa. Sobre FuH 6orma se dar0a a la 6utura Esaa Fue ambicionaban aFuellos 4ombres, 4ubo diverBencia de miras: los eri6Hricos, sobre todo los catalanes, redicaron una solución otimista, constructiva, burBuesa e 4istoricistaL los castellanos, en cambio, se caracteri;aron or su esimismo, el desBarro de su asado, su aristocratismo su abstractismo. Ambos Bruos ten0an su ra;ón de ser en un nacionalismo ardiente, Fue deseaba Fuemar etaas restaurar la Brande;a de Esaa. Si ello no era osible, si Esaa estaba muerta, los catalanes, los vascos, los BalleBos 4abr0an de renunciar a sobrellevar el eso de Castilla. 2odo el roblema estaba a40. El imacto de esta inFuieta mentalidad en la masa esaola suscitó, de momento, una recueración intelectual literaria de rimer orden, Fue no cedió a lo larBo de los decenios sucesivos, 3ero las ideas Fue conten0a ideas eDlosivas, caaces de 4acer saltar al a0s en eda;os sólo trascendieron a la ol0tica 4acia 1917, desuHs des uHs de una condiBna elaboración 6ilosó6ica e 4istórica. a diverBencia Beneracional a Fue 4emos aludido Fue eDresamos en el doble Bra6ismo: 1$9$ ara Castilla, 19*1 ara Catalua rovocó un disentimiento de criterios entre Castilla Catalua resecto a cu?l 4ab0a de ser la orBani;ación del Estado esaol. En el ?ice de la olHmica intelectual del )ueBo ol0tico se lleBó a osiciones eseculativas abocadas al mutuo searatismo ideolóBico, Fue no de)aron de ser arovec4adas or los catadores de 6?ciles entusiasmos.
a estricta realidad de los 4ec4os revela, dentro de la corriente nacionalista mencionada, una intervención de los catalanes en la vida cient06ica, social económica de Esaa suerior a cualFuiera de la Fue tuvieron en el asado. En el 6ondo de este asunto se debatió no sólo la osibilidad de admitir una cultura autóctona autHntica como reresentativa de una modalidad de lo 4is?nico, sino tambiHn la osibilidad de dar al Estado una estructura e6iciente moderna, cuos diriBentes, en luBar de olitiFuear, lo abocaran a la solución de los mas urBentes dram?ticos roblemas del a0s. 3ara co4onestar ambas tendencias, los nacionalistas catalanes solicitaban un rHBimen de autonom0a. Su rouesta 6ue envidriada or anFuilosadas conceciones or el temor de Fue iba a roducirse el cuarteamiento del Estado esaol surBido del enacimiento o bien el declive de la misión 4istórica de Castilla como entidad nacional 6undadora del mismo. El tercer roblema 6ue el reliBioso. Eran Benerales en Euroa, desde lueBo, el ataFue contra el catolicismo la searación de las masas del seno de la !BlesiaL ero esec06icamente esaol 6ue el modo de resentarse, de combinarse con la ol0tica e incluso con la Buerra. El liberalismo aristocr?tico burBuHs decimonónico 4ab0a sido reBalista moderadamente laicoL su Bran ob)etivo consistió en eliminar a las >rdenes reliBiosas roceder a la adFuisición de sus bienes. 3ero la !Blesia secular deb0a ser de6endida roteBida or el mismo Estado
a demaBoBia desbordó su cascada sobre las masas roletari;adas rearó su rutura con la !Blesia, acusada de ser instrumento de la burBues0a de los roietarios contra sus reivindicaciones de clase. Esta sicoloB0a de de6raudación uede eDlicar los atentados contra los temlos de Fue tan ródiBa 4a sido la reciente 4istoria esaola, a artir de la Semana 2r?Bica barcelonesa de 19*9. Sin embarBo, la !Blesia no abandonó el camino Fue se 4ab0a tra;ado: la reconFuista de la sociedad or las v0as de la educación. En el camo social sus tentativas 6ueron mu t0midas, aunFue muc4as variadas, tanto en las ;onas industriales como en las aBrarias. 3or desBracia, los diriBentes de esta acción, incluso las m?s altas )erarFu0as, no 4allaron el aoo de Fue eran merecedores. En 1917 crisis Beneral en las relaciones laborales el movimiento obrero católico 6ue sacri6icado de)ado a su suerte. El sindicalismo amarillo se nutrir0a de este Bruo, desvi?ndolo 4acia osiciones de combate Fue no 6avorecieron ni la a; social ni la tolerancia reliBiosa. a actitud de las clases conservadoras resecto a las reivindicaciones obreras 6ue en Esaa m?s intransiBente Fue en otros a0ses de >ccidente a causa de la resencia de un movimiento anarFuista desbordante demoledor. 2odav0a 2odav0a 4o est? or aclarar si el anarFuismo se desarrolló a consecuencia de la 6alta de visión la dure;a del atronato esaol, o bien si Hste adotó su osición de 6uerte resistencia ante la tendencia del sindicalismo anarFuista a la acción subversiva o declaradamente revolucionaria. En todo caso, mientras la burBues0a e incluso los Bobiernos lleBaron a oder neBociar con la nión (eneral de 2raba)adores <.(.2.=, orBani;ación laboral del 3artido Socialista, Hste Hs te artició en la vida ol0tica municial esaola, el sindicalismo anarFuista 6ue inmane)able. /e 4ec4o, 4a Fue distinBuir en Hl dos corrientes: el sindicalismo uro, de invitación 6rancesa, aol0tico artidario de la acción directa, Fue se orBani;a en "arcelona desde 19*1 < da luBar a la Solidaridad >brera, a la 5ederación de Sociedades >breras de "arcelona, a la con6ederación eBional del 2raba)o de Catalua a la Con6ederación #acional del 2raba)o, o C.#.2., C.#.2., los Sindicatos nicos, 191$=, el anarFuismo militante. Esta corriente, deca0da desuHs del 6racaso del terrorismo individualista de 6inales de siBlo, 6ue adue?ndose oco a oco del sindicalismo laboral, 4asta someterlo
En 6in, el ltimo rasBo 4is?nico de la crisis del siBlo GG es el aBrario. #o es eDclusivo, ues 6ue comartido con los a0ses de la Euroa oriental balc?nicaL ero s0 di6erencial, en cuanto no lo resentaron los dem?s a0ses de >ccidente. Este arduo roblema, a la ve; moral, económico, tHcnico social, Fuedó orillado en la obra de Bobierno de los artidos turnantes selección de los Brandes roietarios. a 3rimera (uerra +undial le dio una solución moment?nea con las demandas de roductos del camo de materias rimas or arte de los a0ses beliBerantes. 3ero la ca0da de recios el desemleo subsiBuiente aBravaron el a inFuietante 4ori;onte del camo esaol. as dem?s 6acetas de la crisis 4is?nica son idHnticas a las euroeas Benerales: diversidad de miras entre diriBismo libertad económicosL entre autoritarismo democraciaL entre roiedad rivada colectivi;ación de los medios de roducciónL entre conceción 4umanista conceción materialista de la vida. 3ero dado el temeramento 4isano la entidad de los roblemas aludidos, se desarrollaron en el suelo eninsular con una violencia eDtremada. @asta 19& se intentaron tres soluciones ara vencer las di6icultades con Fue troe;aba la orBani;ación de la sociedad esaola. a rimera 6ue, ba)o el reinado e6ectivo de Al6onso G!!! <19*-19&1=, la alicación correcta del rHBimen arlamentario, tal como se resentaba en la Constitución de 1$7 como C?novas, C?nov as, su autor, no 4ab0a Fuerido desarrollarlo. El art06ice de esta ol0tica 6ue Antonio +antaL su Bran idea, la re6orma de la administración local, Fue consideró en la doble vertiente de descua)ar el caciFuismo en Castilla dar cabida a los deseos autonomistas de Catalua. 3ero la eDlosión obrerista de 19*9 en "arcelona resentida desde 19*1, ero no evitada or Fuienes consideraban el roblema r oblema obrero ba)o una ótica de orden blico b lico determinó el 6racaso de tal ol0tica. na orientación a la i;Fuierda, reconi;ada or JosH Canale)as, reresentó alBunos avances or un esacio limitado de tiemo. Su asesinato la declaración de la 3rimera (uerra +undial cancelaron aFuella eseran;adora eDeriencia re6ormista. A esar de Fue Esaa se mantuvo neutral, la Buerra rovocó el desFuiciamiento de la sociedad decimonónica. El doble c4orro Fue se inectaba desde los camos de batalla de Euroa dinero ara abastos, ideas ara mantener la 6e en la luc4a alentó el roceso de trans6ormación. !ncluso el e)Hrcito eDerimentó el imacto subversivo: en su seno se constitueron las Juntas de /e6ensa. Sus actos, sus roclamas, contribueron a demoler los rinciios en Fue se basaban los Bobiernos Bo biernos arlamentarios, Bobiernos de ura Bestión, atosiBados or las reivindicaciones ol0ticas, sociales autonomistas.. En 1917 esta situación 4i;o crisis. a 4uelBa obrera de aFuHl ao 6ue so6ocada or el e)Hrcito la burBues0a catalana, Fue acaudillaba un movimiento de renovación ol0tica, se de)ó arrastrar or las aetitosas alamedas del oder. a crisis de 1917 rearó unos aos de eDaseración. !nsolidaria e invertebrada Hsta 6ue la countura Fue de6inió >rteBa, cada orción de la sociedad buscó soluciones dr?sticas: el sindicalismo obrero, entreB?ndose a una cieBa luc4a en las calles, luBar eleBido
recisamente or los elementos m?s reaccionarios reaccionar ios de la burBues0a, eseciali;ados en llamar al e)Hrcito en su auDilioL el reBionalismo catal?n, Fue 4ab0a recibido una rimera estructura ol0tica en la +ancomunidad de Catalua <191&=, reclamando un teDto leBal de6initivo de6 initivo en sus camaas de autodeterminación, derivadas de los rinciios del residente QilsonL el radicalismo castellano, acec4ando la menor ocasión ara ec4arse sobre cualFuier BobiernoL todos, a coro, eDclamando Fue deb0a buscarse una nueva solución ol0tica. Contrariamente a las revisiones de muc4os, la solución 6ue el establecimiento de una dictadura or el Beneral 3rimo de ivera en 19&. Se deroBó la Constitución de 1$7 Fuedó roto el mismo rinciio de leBitimidad de la CoronaL ero en aFuellas circunstancias terrorismo, camaas coloniales des6avorables, des6avorab les, disBreBación del Estado el monarca el e)Hrcito creeron Fue deb0an intervenir reorBani;ar la vida del a0s. Era un momento roicio ara intentar este roósito, ues el >ccidente euroeo eur oeo se reorBani;aba en el sentido conservador +ussolini 4ab0a a dado su Bole sobre oma. 3rimo de ivera alicó un sistema de Bobierno aternalista, uramente de6ensivo, Fue vivió tanto cuanto duró la oleada de roseridad Beneral Fue siBuió al 6in de la ! (ran (uerra. a crisis económica de 199 le ale)ó del oder. Su ca0da reveló la inmensidad de su 6racaso: aarte la aci6icación de +arruecos la reali;ación de alBunas obras blicas, todo estaba or 4acer. An m?s, los roblemas se 4ab0an enconado a causa de su ersistencia de la oleada de radicalismos Fue la Bran crisis estaba suscitando en toda Euroa. a m0stica de la re6orma revolucionaria, Benerali;ada en buena arte del ueblo esaol en 19&1, dio vida a la tercera solución: la SeBunda eblica. levada al oder Bracias a un inicial movimiento de entusiasmo oular, reconi;ó un Estado democr?tico, reBionalista, laico abierto a amlias re6ormas sociales. Era un sistema conveniente a una burBues0a de i;Fuierdas, de clase media liberal de menestral0a, recisamente las 6uer;as menos vivas eDceto en alBunos territorios eri6Hricos, como Catalua del anorama esaol. esao l. /e este modo. el camino de la eblica 6ue totalmente obstaculi;ado or las resiones de los obreros
6orman un torrente, los 4isanos se de)aron arrastrar 4acia el dram?tico torbellino de )ulio de 19&.
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Los !i"e!os o#$%&o!es En la rimera edición de esta obra de)H de lado lo re4istórico. #o me sent0a con 6uer;as ara vencer la descon6ian;a Fue me insiraba el mHtodo arFueolóBico desde Fue, concluida la Buerra de 2res Aos, muc4os re4istoriadores se lan;aron aleBremente al campo de campo de la m?s ura u ra divaBación. K ello con tanto maor motivo or cuanto, cua nto, como disc0ulo de 3. 3. "osc4 (imera, 4ab0a seBuido con avide; inaBotable la aventura intelectual 4umana de los re4istoriadores. +i actitud 6ue criticada or mis buenos amiBos los arFueóloBosL ero no romet0 enmendarme. En e6ecto, me arece Fue la re4istoria esaola traba)a sobre bases documentales mu reducidas con estudios monoBr?6icos m?s reducidos todav0a. "asta un simle c?lculo ara darse cuenta de Fue los acimientos l0ticos aenas cubren una milHsima del tiemo del esacio Fue ser0a necesario conocer ara 6ormular una teor0a Fue tuviera ciertas robabilidades de sostenerse con HDitoL basta mirar un maa arFueolóBico ara convencerse de Fue la distribución de los acimientos corresonde m?s a la roDimidad de un centro universitario o a la de un servicio re4istórico Fue a la osible realidad de la di6usión de una un a cultura. En 6in, es mu di60cil la aeleta del re4istoriador, en Esaa 6uera de ella. Si en esta seBunda edición me 4e decidido a incluir dos ca0tulos de re4istoria, lo 4aBo, en rimer luBar, ara atestiBuar Fue ni me siento indi6erente al m?s remoto asado de las Esaas ni tamoco a la labor de mis coleBas amiBos los re4istoriadores. AunFue de momento sus contribuciones tenBan un valor uramente de reertorio, es evidente Fue 4an contribuido a abrir una ventana sobre esos seiscientos ico de miles de aos Fue nos searan de los rimeros 4om0nidas. Esta ro6undidad temoral es su6iciente ara Fue les aBrade;camos sus entusiasmos les erdonemos las intuiciones con Fue nos 4an 4ec4o eDtraviar tantas veces or las veredas m?s antiBuas del asado esaol. 3or otra arte, en los ltimos traba)os de los arFueóloBos se arecia una cierta tendencia a la uni6icación de criterios, lo Fue siemre seala un roBreso considerable. En mi eDosición totalmente libre de in6lu)os directos de Bruo o escuela, 4e seBuido la l0nea moderada de los maduros, o sea la Fue uede reresentarse or los nombres de uis 3ericot, +art0n AlmaBro Julio Caro "aro)a. Se me ob)etar? Fue con esos nombres es imosible tra;ar una l0nea m0nima comnL ero como o no so ni re4istoriador ni antroóloBo, uedo ver las cosas desde un ?nBulo m?s liberal. #o tanto, sin embarBo, como ara convertir la re4istoria 4isana en 6ueBo 6 ueBo de arti6icio. En la resentación Beneral del tema me 4e aoado en las recientes obras de AndrH VaraBnac. En los detalles 4e seBuido a los cl?sicos citados < adem?s, a "osc4 (imera=. 2odo el ca0tulo su6re de la 6alta de datos autHnticos, concretos 6idediBnos. 3ero esto no es cula m0a. El Bran roblema Fue se debate a4ora es si A6rica tuvo o no in6luencia en el desarrollo de las rimeras oblaciones esaolas. @ace treinta aos todo era ro6undamente occidentali;ante a6ricanistaL die; aos desuHs, lo a6ricano an Banó entidad restiBioL 4o, aenas nadie cree en ello. +isterios de la ciencia re4istórica. #o sabemos, ues, si los australoitecienses udieron u dieron establecerse en Esaa cru;ando cru;a ndo el estrec4o de (ibraltar emresa mu di60cil o bien tuvieron Fue dar un rodeo or el mar Casio lo Fue es un seor erilo. o mismo sucede resecto a los itinerarios de los
itecantróidos los solutrenses. a ausencia de A6rica 4ace carBar el eso de los in6lu)os eDteriores sobre Euroa el +editerr?neo. En el teDto 4emos onderado el ael de los maBdalenienses, orFue arece Fue realmente ellos 6ueron los rimeros Fue ensaron en el 8cómo 4acer 4ac er las cosas mecani;aron desde entonces el mundo. Es osible Fue ello no sea as0. 3ero, desde lueBo, nos Bustar0a a todos Fue los re4istoriadores se de)aran de eBar etiFuetas a sus cac4arros nos ilustraran sobre las 6ormas de vida de los 4ombres Fue los labraron. 2ambiHn uede resultar un errorL ero cu?nto m?s interesante Fue los Fue se cometen con tantos estratos como andan revueltos or esos libros Fue a nadie consulta. K no diBamos nada resecto al roblema del arte mediterr?neo con Fue termina el ca0tulo. 2odav0a 4o nadie sabe dónde situarlo con )uste;a. W"enditos sean mis tiemos de estudiante, cuando cre0amos Fue eran los casienses de A6rica los ortadores de tal estiloX /esuHs nos enteramos de Fue todo 4ab0a sido Bratuito Fue la eFuivocación se deb0a al %orrorem !acui, !acui, tan sensible entre los re4istoriadores.
Co$oni'%&o!es e inv%so!es Este ca0tulo se uede traba)ar con muc4a maor 4olBura Fue el anterior, orFue 4a m?s documentación alBuna, 4istórica las a6irmaciones divaBantes las Benialidades de los intuitivos Fuedan m?s 6?cilmente bloFueadas. a tem?tica se inscribe en la l0nea del m?s uro mediterrane0smo. En mis buenos tiemos, el neó6ito re4istoriador 4ab0a de ser occidentalista, sobre todo en la cuestión de los meBalitos. A4ora, al revHs, todo roviene de >riente. So el rimer convencido de ello. o Fue a no a6irmar0a con tal seBuridad es la serie de oleadas Fue dan los autores m?s consicuos. Es muc4o ese +editerr?neo ara necesitar tanta Bente Fue se deslace de un lado ara otroL 4asta con buenas relaciones de laa a laa. Si en el siBlo GV!!! la tHcnica del bou bou tarda tarda solamente medio siBlo en avan;ar del Bol6o de osas al de Vi;caa, odemos sosec4ar Fue todo 6ue osible siemre en el +editerr?neo occidental con veinte reinos una vela cuadrada. En 6in, Fue es cuestión de aciencia, de investiBaciones in situ situ de Brandes monoBra60as. 3or a4ora las ec4amos de menos. As0 los roblemas de los neol0ticos antiBuos de los ueblos de la cer?mica cordial Fuedan or entero sin resolver. Est?n solamente auntados, ero no ondr0a la mano en el 6ueBo ara de6ender ninBuna tesis. Ser0a eliBroso. El cuadro del leno #eol0tico, en cambio, me arece Fue casi es de6initivo. o Fue en Hl estorban son los vasos camani6ormes. 2al eDansión me arece no sólo rara, sino inconBruente con cualFuier otra mani6estación 4is?nica en tiemos m?s recientes. 3ero detr?s de ella 4a una sólida tesis doctoral, nadie o el rimero se atreve a onerle el cascabel al Bato. /onde la olHmica se endurece es al lleBar al rimer milenio. AFu0 contina una batalla camal, de la Fue en el teDto no 4emos dado ni tan siFuiera una un a le)ana idea. esecto a las coloni0aciones, coloni0aciones, bastar? siBni6icar Fue 4asta 4a Fuien nieBa la eDistencia de 2artessos, a esar de las ilustres re6erencias b0blicas. 3ero el caballo de batalla son los celtas los iberos. /esuHs de una 6ase de desbordante iberismo etaa "osc4 (imera , se desencadenó una o6ensiva o6ens iva celtista verdaderamente demoledora etaa AlmaBro, Fue coincidió con un rea)uste draconiano de la cronoloB0a del arte ibHrico teor0a (arc0a "ellido. 2odo 2odo ello, seBuramente, ara roclamar la marcialidad mar cialidad de la gens la gens %ispanica
rimitiva establecer un osible unitarismo anterior a la coloni;ación romana. Esta ltima osición es absurda, orFue or de6inición todos los ueblos rimitivos son articularistas sólo se trans6orman en mentalmente unitarios a travHs de resiones sicolóBicas colectivas de tio reliBioso, )ur0dico, 4istórico linBO0stico, Fue imlican un roceso 4istórico a mu evolucionado.
His%ni% !o"%n% Este ca0tulo abarca numerosos roblemas. El rincial es, desde lueBo, el relativo a la suervivencia de lo romano en el mundo 4is?nico osterior. En este asecto el ese)ismo 4a sido tan sensacional como eDlosiva resultó ser la a6irmación de AmHrico Castro neBando todo arentesco entre la mentalidad romana la Esaa de la econFuista. Ante esta ostura, mantienen sus osiciones tanto . +enHnde; 3idal como C. S?nc4e; Alborno; uis (. de Valdeavellano. Valdeavellano. Este ltimo es, Fui;?, el m?s convencido del oder uni6icador de la romani;ación
E$ ei(onis"o visi(o&o #ada 4a m?s su)eto a revisión en estos momentos Fue la 4istoria de d e los visiBodos. 3rescindiendo de la inevitable olHmica sobre el ser de Esaa de Castilla, una serie de medievalistas se 4an acercado de buena 6e a la documentación material arFueolóBico rocedente de aFuellos tiemos 4an eme;ado a demoler un edi6icio retórico, construido or la erudición rom?ntica el institucionalismo de cuo Berm?nico. A medida medida Fue se van loBrando avances el camo Fueda dese)ado, uno comrueba Fue los visiBodos 6ueron una ura suerestructura de oder. /e modo Fue se con6irma la 4iótesis Beneral de traba)o Fue adelantH en la rimera edición de esta obra sobre el 8eiBonismo visiBótico. @a untos en donde el cambio de ideas es 6undamental. 3or e)emlo, la no
ersistencia de los Bodos en la +eseta desuHs de la invasión musulmana. S?nc4e; Alborno; 4ab0a establecido una interesante teor0a sobre los or0Benes del ueblo castellano
E$ )!i*n+o &e$ Is$%"is"o En estas ?Binas culmina el roblema de la continuidad 4is?nica. Uomió el alud musulm?n toda tradición con la @isania romana visiBoda Msta es la tesis de Castro, con la Fue se 4an en6rentado C. S?nc4e; Alborno; otros. Ka en la rimera edición de esta obra 4ab0a subraado mi arecer sobre el car?cter catastró6ico de la invasión musulmana, Fue derribó de Bole una estructura social. Sin embarBo, estaba en aFuel entonces convencido de la e6icacia de las tesis sostenidas or (óme; +oreno sobre el ael de los mo;?rabes en la reconstitución de los valores culturales de la Cristiandad 4is?nica. 3areció Fue Hstas iban a cobrar nueva 6irme;a con los descubrimientos de (arc%yas de (arc%yas la brillante eDosición de +aravall sobre la in6luencia del mo;arabismo en el #orte. 3ero la cr0tica de d e +ill?s Vallicrosa Vallicrosa a las teor0as de C. S?nc4e; Alborno; me 4a convencido de Fue la verdad se 4alla en la comrensión de este doble 6enómeno: conversión de los camesinos al !slam disminución del ael atribuido a los mo;?rabes como elemento disidente en el Sur nacionalista en el #orte. Situar la rutura de las dos Esaas la re4istórico-colonial la cristiano-seorial en el siBlo V!!! o en el G no arece Fue tenBa maor trascendencia. tras cendencia. o imortante es sealar la solución de continuidad entre las tradiciones de un mundo otro. K aun, en este caso, 4ec4as todas las reservas resecto al desarrollo ininterrumido de lo económico, social sicolóBico. En la 4istoria no 4a ni ueden 4aber uertas Fue se cierren a cal canto, a Fue or cailaridades a veces imercetibles se suelda lo Fue arec0a roto se in)erta lo desBa)ado.
Le(i)i"is"o %s)*! e in)!*sin +!%nc% #o 4a ninBuna innovación esencial ni en la tem?tica ni en la roblem?tica de este
ca0tulo resecto al de la anterior edición, eDceto la de reducir el ael del mo;arabismo dar maores oortunidades a los miembros de la oliBarFu0a militar administrativa visiBoda en los or0Benes del reino. Claro est? Fue odr0amos 4ablar larBamente de la eno)osa olHmica alrededor de la invención del seulcro de SantiaBo. 3ero aFu0 estamos de acuerdo con S?nc4e; Alborno; en Fue lo imortante no 6ueron ni el 4ec4o ni el rocedimiento de su 4alla;Bo, sino la 6uer;a esiritual esir itual Fue lo reclamaba como adalid del ueblo cristiano en el transcurso del siBlo !G. En este mismo siBlo aarece la cuestión de las intitulaciones de los monarcas. Ati;ada or la erudición Berm?nica, la castellana 4a dedicado larBos desvelos a re4acer, interretar valorar las 6órmulas cancillerescas. A6irmo de una ve; ara siemre Fue no creo en absoluto en la e6icacia de este mHtodo. A esar de ello, ara no 4acerme demasiado incómodo, aceto en el teDto las osibles 8vivencias 4istóricas del leBitimismo astur. a tendencia 6rancesa de Catalua, Fue +aravall 4a intentado reba)ar, Fueda absolutamente robada en las ltimas obras de . de Abadal.
C%$i+%$is"o , $eonesis"o a eDosición de las reali;aciones cali6ales del siBlo G se reduce siemre a un esFuema de las Brandes obras de Hv-3rovenYal. Es l?stima, a Fue el eminente 4istoriador del !slam esaol )am?s se reocuó desde su unto de vista, lo comrendemos mu bien de roblemas de estructura social económica, de relaciones etc# K as0 4o or 4o an no sabemos con eDactitud or FuH surBió entre camo ciudad, etc# K el asecto militarista del !slam, en FuH bases sociales se aoó, cómo 6ue osible instaurar la esclavitud en la milicia la aBricultura, etc# /e la misma manera, la eDcesiva literatura sobre los t0tulos imeriales leoneses descuida el lanteamiento de las contradicciones económicas sociales Fue reciitaron la ruina de tal monarFu0a. Ser0a mu osible lleBar a una aroDimación m?s directa del conocimiento 4istórico si las investiBaciones tuvieran en cuenta roblemas como el de la 6rontera, seBn 4a indicado tantas veces S?nc4e; Alborno;, Fue en este terreno es autoridad caital. ecordemos brevemente Fue la marc4a de los Bodos 4acia (alicia en el siBlo !G invalida el tr0ode en Fue tan ilustre autor 4ac0a Fue se sostuviera el arranFue 4istórico de Castilla.
E$ !e)o!no &e E*!o%. E$ n%v%!!is"o , e$ es/!i)* &e C%s)i$$% a l0nea de traba)o Fue se sostiene en este ca0tulo no ser? acetada 6?cilmente,
aunFue a mi )uicio dH ra;ón satis6actoria a muc4os 6enómenos. a 6uer;a cultural desarrollada or Euroa incide sobre todos los reinos 4is?nicos, de ella se bene6ician en rimer luBar #avarra e inmediatamente desuHs Castilla. Cas tilla. /ebemos sealar Fue esta corriente tiene un centro cen tro imulsor: el 3aado. +ill?s Vallicrosa Vallicrosa 4a uesto de relieve este unto en sentido esiritual ol0tico. 3ero no uede disminuirse el ael de cluniacenses c luniacenses cistercienses en la renovación de las estructuras aBrarias. El 3aado Euroa esan de 6irme desde el siBlo G! en el 6uturo 4is?nico. +e arece Fue esto se 4a olvidado bastante, bas tante, a la lu; enBaosa del nacionalismo castellano <+enHnde; 3idal= de la olHmica sobre su asado 6uturo
L%s inv%siones %+!ic%n%s , $% &i+*sin &e$ i&e%$ &e C!*'%&% #os 4emos metido en el mismo nudo de la roblem?tica 4istórica esaola. @emos medido cada alabra del teDto ara no desorientar ni al investiBador ni al lector. /e todas maneras, llamamos de nuevo la atención sobre estos 4ec4os: a= a aarición del ideal de Cru;ada, Fue me arece una buena comrobada l0nea de interretación, arece estar en desacuerdo con la tendencialidad osterior de cristianos, moros )ud0os a concertarse en una morada social e intelectual comn. Esta contradicción eDiste, se eDlica orFue el inteBracionismo cristiano-isl?mico es un 4ec4o urbano, mientras Fue el antaBonismo entre cristianos moriscos es un 6enómeno aBrario. a reale;a oscila entre ambos bandos, ora roteBiendo a unos, ora a otros, 4asta la decisión, dram?tica or tantos concetos, de la Hoca de los ees Católicos. b= Iui;? la intervención del 3aado no estH lo su6icientemente recalcada. A las invasiones a6ricanas oma resonde con una o6ensiva esiritual, Fue se aoa en los mon)es blancos del C0ster. nitaria, or su tendencia católica e incluso como 4eredera de los derec4os del !merio romano 4e aFu0 otras suervivencias cancillerescas, ractica
en la 3en0nsula una ol0tica de aoo al luralismo territorial tra contradicción a retener. c= El cansancio castellano del siBlo enmascarado or la canciller0a los cronistas de Al6onso V!!, contrastando con la vitalidad de los eFueos Estados irenaicos e incluso con el )inisterre el )inisterre Balaico. Balaico. d= a desBraciada 6ortuna de la +eseta meridional, concedida a los uros Buerreros de las Rrdenes +ilitares, los cuales de6ormaron el sentido de la reoblación rimitiva castellana, elevaron una barrera de revenciones sociales entre el norte el sur del a0s, dibu)aron una 6iBura nueva del castellano
P$*!%$is"o 0is1nico e I"e!io i!en%ico Este ca0tulo resenta m?s di6icultades de las Fue a rimera vista arece, en rimer0simo luBar orFue en Hl interviene Catalua como uno de d e los rotaBonistas de la 4istoria de Esaa. Eso no se 4a comrendido ni bien ni mal. @a Fue ver el desconocimiento Fue sobre la 4istoria catalana tienen los m?s reeminentes ro6esionales castellanos. Su mHtodo de acercarse a ella es recurriendo a la anticuad0sima de6ormadora visión de A. (imHne; Soler. +enos mal Fue 4o ueden 4allar una versión me)or de esta roblem?tica en la Historia de España de España de 5. Soldevila. +is 4iótesis descansan en los traba)os de acarra, bieto Sc4ramm, Fue 4an renovarlo la roblem?tica desde un unto de vista absolutamente documental, en la teor0a Fue me 4e 6ormado acerca del roceso 4istórico catal?n, basada asimismo en documentos situaciones 4istóricas concretas. as m?s recientes ublicaciones concuerdan con las a6irmaciones establecidas en el teDto. Iuedan otras dos cuestiones endientes, 0ntimamente vinculadas: la nomenclatura de la unión ente araBoneses catalanes, de un lado el valor de la articiación de ambos ueblos en el Fue4acer comn. esecto esec to a la rimera, es imosible reducirla al uso de un solo tHrmino, eDceto en casos esec06icos: ara la eDansión mar0tima, el de Catalua o catalanes
E2%nsin "i$i)%! en $% Pen/ns*$% , e$ Me&i)e!!1neo
o acaecido en la 3en0nsula en el siBlo G!!! o6rece muc4os untos de vista discordantes, sobre todo en lo Fue se re6iere a la movili;ación de las in6raestructuras. As0, S?nc4e; Alborno; interreta como un 4ec4o 4ec4 o similar la reoblación de Andaluc0a Valencia, a esar de las di6erencias esenciales Fue 4aBo resaltar en el teDto Fue moriscos. Esto concuerdan con los ltimos estudios de aere en su Jeogra)ía de los moriscos. Fuiere decir Fue no oseemos todos los con)untos documentales deseables, o bien Fue arcelamos eDcesivamente nuestros conocimientos. cono cimientos. @abr0a odido intercalar en este ca0tulo varias consideraciones sobre la reercusión económica social de la eDansión territorial ol0tica de las monarFu0as 4is?nicas. Al releerlo, no lo 4e considerado oortuno. @e re6erido introducir un nuevo ca0tulo en el Fue se asista al deslieBue de las osibilidades 4is?nicas 4is?n icas a comien;os del siBlo G!V, G!V, o sea antes de la era de las Brandes luc4as civiles ba)omedievales.
E$ 1ice "e&iev%$ 2al como 4emos advertido en el comentario anterior, este ca0tulo no 6iBuraba 6iBur aba en la rimera edición. Creemos Fue su lectura no sólo s ólo servir? ara desconBestionar el e l ca0tulo siBuiente, cua orBani;ación no acababa de Bustarme, sino ara llamar la atención sobre una roblem?tica económica, social, cultural ol0tica Fue eDlica la acentuación de las caracter0sticas del luralismo 4is?nico. Sobre este articular, es vano tratar de enBaarse. En la vivencia de este er0odo eDiste alBo m?s Fue una eDeriencia 4istóricaL 4a el acuamiento indeleble e irreversible de las ersonalidades colectivas. Es osible Fue el es0ritu de s0ntesis no me 4aa 6avorecido al sealar mi ostura en el delicado debate Fue lanteó Castro resecto al in)erto de elementos isl?micos 4ebraicos en la mentalidad castellana. Aun considerando Fue el autor 4a 6or;ado la nota en alBuna ocasión Fue no se le uede seBuir sin Bran cr0tica or su itinerario esiritual ideoloBismo de alta escuela, encuentro su teor0a m?s acetable Fue la de C. S?nc4e; Alborno;, a esar de Fue los 4ec4os Fue Hste eD4ibe are;can Fui;? m?s contundentes. 3ero al 4ablar del mundo )ud0o, el ilustre medievalista acta no como 4istoriador Fue va a dar un testimonio, sino como )ue; o a veces 6iscal de una secta eliBrosa. Esto er)udica una osición Fue inicialmente odr0a serle 6avorable. En de6initiva, ello es lo Fue esa m?s en mi ?nimo, la 4iótesis de Castro enca)a m?s Fue la de su contraoinante con los documentos sobre econom0a, sociedad cultura del siBlo GV Fue o 4e eDaminado directamente durante dos decenios Fue Fui;? 4abr0a lleBado el momento de ublicar comentar. c omentar.
Co"ien'o &e $%s &isensiones 0is1nic%s #o se me 4a lanteado ninBuna di6icultad de 6ondo al releer este ca0tulo. Su clave,
or otra arte, es mu simle: los distintos caminos or los Fue Castilla los a0ses de la Corona de AraBón van a arar a la crisis del siBlo GV se eDlican or el distinto eso de la burBues0a en la estructura social resectiva. Este arBumento inducir0a Fui;?s a dar alBuna re6erencia en el testo a la 4iótesis de C. S?nc4e;. Alborno; sobre la democrati;ación de las Cortes castellanas entre 5ernando !!! Al6onso G!, cuando las constitu0an reresentaciones en masa de los conce)os no simles deleBados de los m?s imortantes. Es una l0nea de traba)o mu suBestiva. 3ero son tantos los anticios de tio doctrinal raBm?tico con Fue se las decora, Fue es osible Fue se 4aa ecado or 6uturismo. En todo caso, el desarrollo de la teor0a actista or las Cortes castellanas es muc4o m?s tard0o Fue en Catalua no tiene, ni con muc4o, la 6uer;a constitucional Fue en el 3rinciado. Este 4ec4o me induce a sosec4ar Fue )am?s eDistió en las Cortes de Castilla un verdadero estamento burBuHs. burBuHs . @asta mediados del siBlo s iBlo G!V, G!V, en esa esecie de Cortes abiertas, redominaron los reresentantes de labrieBos astoresL desuHs, cuando la monarFu0a imuso su voluntad, los rocuradores de las ciudades, osea los caballeros Fue detentaban su Bobierno. 3or otra arte, es bien sabido la luc4a acHrrima emrendida or los rees de Castilla contra los rimeros atisbos de orBani;ación Bremial en las ciudades m?s masivas del a0s.
L% c!isis &e$ si($o XV SiBo en este ca0tulo la l0nea de mis investiBaciones la de mis disc0ulos sobre el siBlo GV. GV. esecto a la edición ed ición anterior, 4e 4ec4o alBunas recti6icaciones rec ti6icaciones de imortancia. o esencial es comrender la roblem?tica social desencadenada or la larBa etaa de contracción económica del siBlo GV el con6licto esiritual rovocado or la disociación castellana entre cristianos vie)os conversos. Sobre este articular, dudamos de Fue ueda obtenerse verdadera obtenerse verdadera lu; si el investiBador rocede con óticas ditirr?mbicas o eorativas. a oosición entre cristianos conversos es un 4ec4o Fue no admite rHlicas. a reBunta Fue uede 6ormularse desde el unto de vista sociolóBico es la siBuiente: Uor FuH la inmensa maor0a de la oblación 6racasó en la tarea de asimilar a la minor0a, en un momento en Fue Hsta todav0a no 4ab0a recurrido a las 6ormas catacumbarias del siBlo GV! a situación de la noble;a en Castilla me arece comrobada or los ltimos traba)os ublicados. Es una clase Fue va a m?s no a menos. os ca0tulos de su riFue;a son considerables, ero todos ellos deenden de la Corona, a Fue incluso sus roiedades territoriales deenden de las mercedes de 5ernando !!!, Al6onso G, Sanc4o !V EnriFue !!. (randes ar?sitos del reino, beben tambiHn en una tercera 6uente Fue 4a sealado . Tonet;Pe: la eDoliación de la morer0a Branadina. En ello les auda la Corona. na otros 4allan en (ranada una cómoda 6luente de inBresos. K or eso no se termina la econFuista, ese a la insistencia con Fue la !Blesia lo eDiBe la monarFu0a lo rouBna r ouBna en lan uramente demaBóBico o diversivo. +i retrato de EnriFue !V, !V, es el Fue se desrende de la lectura de documentos no viciados or la roaBanda isabelina. a Buerra civil castellana terminó con la victoria del bando Fue no de6end0a la causa leB0tima. leB 0tima. 3ero la 4istoria da a menudo estas sorresas L% o!&en%cin 0is1nic% o! $os Re,es C%)$icos @e redondeado este ca0tulo, aunFue sin introducir en Hl modi6icaciones
estructurales. Al cabo de oc4o aos, sus l0neas de traba)o se mantienen tiles e6ectivas. #o obstante, 4e acentuado los rasBos de la conceción luralista del Estado de los ees Católicos orFue tal es la realidad Fue se observa cada d0a en el camo de investiBación de las instituciones administrativas. @asta 171% Hste ser?, or otra arte, el tema b?sico de la olHmica ol0tica esaola. 2ambiHn 4e dado nuevo car?cter al ?rra6o sobre los moriscos Branadinos e introducido un elemento sicolóBico valorativo de la in6luencia de la introducción del 2ribunal del Santo >6icio en Esaa. #o od0a rescindir de Hl ara a6rontar la tem?tica del siBlo GV! de acuerdo con los modernos 4ori;ontes de traba)o.
L% Mon%!3*/% 0is1nic% &e $os H%#s#*!(o Escrito en 19', el ca0tulo de los tres rimeros Austrias 4a resistido la ublicación de obras caitales, como la de aere, eBló, /onBlii, e incluso la conmemoración del V Centenario de Carlos V. V. Esto Fuiere decir Fue mi aroDimación, insirada en "raudel, @amilton Carande, 4ab0a calado 4ondo. Creo Fue con los liBeros retoFues Fue 4e introducido tendr? viBor alBunos aos m?s. El m?s eDtenso se re6iere a la roblem?tica del meteoro burBuHs del siBlo GV!. #o es osible carBar toda la cula a la imrudencia 6inanciera del 3rudente. EDiste una de6iciencia en la estructura bancaria castellana Fue ermite de6inir como in6antil el mecanismo de crHdito de la monarFu0a esaola. El tesoro de 5elie !! est? en manos de Benoveses, ortuBueses, alemanes antueriensesL el de su sucesor, incluso en las de los conversos. Es Castilla Fue no resonde a la llamada del momento, a causa de las suervivencias militares, seoriales reliBiosas de la ltima Hoca de la econFuista. K una de ellas, como indicamos en el teDto, es la cuestión del crito)uda0smo. #o me 4e metido en la discusión de la calidad del !merio 4is?nico si Carlos V se esaoli;ó o 6ue un emerador universal. Este es un libro ara maores. Ka sH Fue 6alta AmHrica, Fue sin el #uevo +undo no se eDlica nada de Esaa entre los siBlos GV! GV!!!. 3ero ara comrender esta A3>G!+AC!R# basta tener resente Fue todo el mecanismo económico de la monarFu0a monarFu 0a descansó en el suministro de roductos de lu)o art0culos de consumo a las colonias co lonias en la imortación de ellas de minerales reciosos del 3er +HDico. 2odo ello monooli;ado or los mercaderes de la on)a de Sevilla, en remunerador contubernio con los 6uncionarios de la Casa de Contratación con los 6actores eDtran)eros
E$ v*e$co 0is1nico , $% 3*ie#!% &e $% o$/)ic% &e $os A*s)!i%s @a temas interesantes en este dram?tico siBlo GV!!. 3ara aclarar el tras6ondo de la
din?mica ol0tica, 4e redactado unos ?rra6os ara llamar la atención sobre el momento en Fue se inicia la crisis de la +onarFu0a 4is?nica <1*%-11*= el momento en Fue estalla a la 6a; del mundo <1%*=. 3ierre V0lar 4a sido Fuien m?s 4a contribuido a orientar esta 4iótesis de traba)o, Fue, or otra arte, emalma eDactamente con el 4undimiento de los ltimos aos de 5elie !!. Sus comatriotas, el matrimonio C4aunu, nos 4an ilustrado sobre la oderosa incidencia del descuido de AmHrica en los asuntos euroeos del conde-duFue. >tras correcciones, menores, se insiran en los traba)os de Jover, Elliott, Sanabre eBl? sobre el siBlo GV!!. Aadamos Fue ser0a mu conveniente un estudio sobre los movimientos de los camesinos en Esaa 3ortuBal a artir de 11'-1* ara oder aroDimarnos a 6ondo a la crisis en Fue se 4undió la ol0tica de >livares. @e recti6icado el )uicio acerca de las Cortes de "arcelona de 17*1 los comien;os de la ol0tica catalana de 5elie V. V. Era un error Brave, roducto de la ervivencia de caas de 4istorioBra60a caduca en el es0ritu de los 4istoriadores m?s revenidos contra ellas.
E$ !e+o!"is"o #o!#nico El siBlo GV!!! esaol vive ba)o los e6ectos de la in6luencia 6rancesa. El re6ormismo borbónico es la adatación de lo 6rancHs a Esaa. Iuebrantada la resistencia catalana Fue eDonemos en 6orma m?s acercada a la realidad desuHs de los estudios de J. +ercader , Castilla se entreBa a lo 6rancHs, ero con una 6uerte tendencia a buscar una ersonalidad er sonalidad oriBinal Fue encuentra 4alla en lo andalu;. a 4iótesis es de >rteBa (assetL ero necesitar0a ser desarrollada cient06icamente, como Claver0a 4a robado la di6usión de lo Bitano en la sociedad aristocr?tica de la Hoca. os otros tres Brandes temas de la Esaa borbónica son: la 4eBemon0a económica de la eri6eria
Po$/)ic% , econo"/% en $% Es%% &e$ si($o XIX as correcciones Fue 4e introducido en este ca0tulo son esenciales numerosas. Se
4a traba)ado muc4o sobre el siBlo G!G en los ltimos die; aos se 4an introducido muc40simas 4iótesis de traba)o a la ve;, se 4an a6irmado alBunas como tesis a de6initivas. a 4istoria ol0tica contina revaleciendo, orFue eDiste un blico ?vido de ella. 3ero no uede aortar ninBuna novedad esencial. En cambio, la 4istoria de las ideas, de los movimientos sociales económicos, de las estructuras, se enriFuece cada d0a, des4aciendo tóicos abriendo 4ori;ontes. os roblemas caitales Fue reocuan al 4istoriador 6ormado a la moderna los 4e sinteti;ado en las ?Binas del tomo V &e $% Historia de España y América. Esero Fue, si lo desea, el lector odr? 4allarlo a mano. En caso contrario, sea Fue los temas m?s interesantes an no aclarados son: a= relación de la demoBra60a con la vida económica, social ol0ticaL b= la desamorti;ación civil eclesi?stica sus e6ectos sobre la aBricultura la sociedad aBrariaL c= la !Blesia el catolicismo ante el cambio ideolóBico del a0sL d = el e)Hrcito como rotaBonista social de la 4istoria de Esaa a lo larBo del siBlo G!GL e= Brande;a servidumbre de la burBues0aL ) = la administración blica: el 6uncionarismoL g = todo lo re6erente al roblema social, ero sinBularmente el rHBimen laboral en el camoL las minas las ciudades, el BHnero de vida del roletariadoL %= los artidos ol0ticos, el caciFuismo la vida arlamentariaL i=
los los Bruo Bruoss reBio reBiona nale less
L% c!isis &e$ si($o XX a tarea 4istorioBr?6ica est? casi toda or 4acer. Este ca0tulo es, or lo tanto, m?s una eseran;a Fue una realidad. na aroDimación limitada o una sin6on0a inacabada...
Sin embarBo, es reciso satis6acer al lector con alBunas consideraciones. El dualismo de la Beneración del /esastre en Castilla Catalua es obvio. 3ero as0 como aFuHlla 4a tenido buenos 4istoriadores, Hsta 4a asado casi desaercibida, a esar de su clar0sima conciencia Beneracional, de la variedad calidad de elementos Fue la inteBraron <ensadores, oetas, tHcnicos, industriales ol0ticos= de los r?idos sensacionales triun6os Fue loBró en el esacio de un decenio, tanto en el terreno art0stico como en el de la construcción de 8carreteras neBras
T%#$e o+ Con)en)s
J. Vicens Vives A (!SA /E 3R>(> os rimeros obladores Coloni;adores e invasores @isania romana El eiBonismo visiBodo El triun6o del !slamismo El leBitimismo astur la intrusión 6ranca en Esaa Cali6alismo leonesismo El retorno de Euroa. El navarrismo el es0ritu de Castilla as invasiones a6ricanas la di6usión del ideal de Cru;ada 3luralismo 4is?nico e !merio irenaico EDansión militar en la 3en0nsula el +editerr?neo El ?ice medieval Comien;o de las disensiones 4is?nicas a crisis del siBlo GV a ordenación 4is?nica or los ees Católicos a +onarFu0a 4is?nica de los @absburBo El vuelco 4is?nico la Fuiebra de la ol0tica de los Austrias El re6ormismo borbónico 3ol0tica econom0a en la Esaa del siBlo G!G a crisis del siBlo GG
C>+E#2A!>S
os rimeros obladoresColoni;adores e invasores@isania romanaEl eiBonismo visiBodoEl triun6o del !slamismoeBitimismo astur e intrusión 6rancaCali6alismo leonesismoEl retorno de Euroa. El navarrismo el es0ritu de Castillaas invasiones a6ricanas la di6usión del ideal de Cru;ada3luralismo 4is?nico e !merio irenaicoEDansión militar en la 3en0nsula el +editerr?neoEl ?ice medievalComien;o de las disensiones 4is?nicasa crisis del siBlo GVa ordenación 4is?nica or los ees Católicosa +onarFu0a 4is?nica de los @absburBoEl vuelco 4is?nico la Fuiebra de la ol0tica de los AustriasEl re6ormismo borbónico3ol0tica econom0a en la Esaa del siBlo G!Ga crisis del siBlo GG