INTRODUCCION La dramática historia de una viña Jesús nos cuenta hoy otra historia en el Evangelio. A Jesús le encantaba predicar por medio de parábolas porque así toda la gente le entendía con facilidad y cada uno podía sacar de ellas las enseñanzas y aplicaciones pertinentes para su propia vida. Hoy nos narra la historia de una viña y de unos viñadores. Y también en esta ocasión se dirige a los sumos sacerdotes y a los jefes del pueblo. PARABOLA DE LOS VIÑADORES (Mt 21,33-46) En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud de los judíos y a los sumos sacerdotes esta parábola: Era un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon.
De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo le respetarán." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia." Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
Le dicen: A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo. Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos. Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente porque le tenían por profeta.
DIOS Y EL PU EBLO ELEGIDO La parábola de los “viñadores homicidas” es un
relato en el que Jesús va descubriendo con acentos alegóricos la historia de Dios con su pueblo elegido. Es una historia triste. Dios lo había cuidado desde el comienzo con todo cariño. Era su “viña preferida”. Esperaba hacer de ellos
un pueblo ejemplar por su justicia y su fidelidad. Serían una “gran luz” para todos los pueblos. Sin embargo aquel pueblo fue rechazando y matando uno tras otro a los profetas que Dios les iba enviando para recoger los frutos de una vida más justa. Por último, en un gesto increíble de amor, le envío a su propio Hijo. Pero los dirigentes de aquel pueblo terminaron con él. El propietario de la viña representa a Dios, que formó su pueblo con delicadeza y afecto, como expresan las diversas acciones en la parábola (plantarla, cercarla con una valla, cavar el lagar, construir la torre, contratar a los viñadores); Dios ha hecho todo lo posible para cuidar de su pueblo, y ha escogido a unas personas para que diese fruto.
REFLEXIONANDO La parábola de los viñadores homicidas es una clara referencia a las relaciones entre el Reino de Dios y el pueblo de Israel. En el Antiguo Testamento, Israel es la viña plantada por Dios “qué esperando que diera uvas, dio agrazones
(uva silvestre que no madura)”. Podemos descubrir en nuestra Iglesia esa viña que ha sido plantada por Dios. También hoy, Él nos envía mensajeros para comprobar si nuestro trabajo está en función del Reino o de nuestros intereses.
4 5. • El propietario de la viña representa a Dios,
que formó su pueblo con delicadeza y afecto, como expresan las diversas acciones en la parábola (plantarla, cercarla con una valla, ca
“Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la Educación”
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AMBO - 2015