Dialogo Entre Masones A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados Nº 2
Adar 4.014
Dialogo Entre Masones A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados Nº 2 DIRECTORIO DIRECTOR
: Herbert Oré Belsuzarri
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ARTICULOS SELECCIONADOS La Palabra Perdida. El Vestuario Masonico El Voseo Pero ¿Existe la Magia? La Marcha Masonica Los Egipcios
La Revista Dialogo Entre Masones, agradece a todos nuestros HH:. de la Cadena Fraternal masonica del mundo por la acogida a nuestro primer número. Vuestra atención es el justo salario para quienes burilan las páginas del presente número. Reiteramos la invitación para que nos envíen vuestros trabajos, que enriquecerá la formación y devastado de nuestra piedra bruta. La revista autoriza la difusión total o parcial de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría correspondiente.
Valle de Lima febrero 2,014 e:.v:.
El Poderoso Efecto de
La Palabra Perdida Vicente Alcosieri A lo largo del tiempo, han aparecido palabras que según sus poseedores son la verdadera palabra perdida, muchos afirman la palabra tiene poderes increíbles; y poder con esa palabra hacer u obrar milagros. Eso es muy común en el mundo esotérico, de que alguien presuma la conoce y la sabe utilizar, y dicho saber lo guardan como un saber secreto y exclusivo. Nos podemos perder en un laberinto en la búsqueda de la palabra perdida, sin llegar a nada concreto, o incluso saberla sin poder utilizarla. La trama masónica cuando a Hiram Abiff le pretendían arrancar la palabra de maestro masón, nos da a entender a qué precio estaba valuada esa palabra, que eran capaces de asesinarle para obtenerla, con esto la palabra se pierde con él, y la que nos llega es una palabra sustituta, de ahí que le llamen la Palabra Pérdida. La Palabra Perdida es la clave olvidada de la Francmasonería- La Masonería resalta una extraña pero seductora Leyenda, relacionada profundamente con un insólito homicidio; el homicidio del Maestre de Obras Hiram Abiff, encargado por el mismo Rey Salomón para la Construcción del Primer Templo dedicado a Jehová en Jerusalén, todo parecería normal a simple vista, pero este relato novelesco ha influenciado a hombres y mujeres, que han cambiado el destino del mundo entero, y capaz es esta historia de crear un Nuevo Orden Mundial, hablo de personajes claves que cambiarán el destino de Naciones, impulsaran respetables instituciones científicas, o en su caso modificaran el boceto nacional de muchas patrias, derrocando monarcas, incluso deponiendo el andamiaje de un decadente y viejo orden mundial, inclusive desafiando con esto al mismo Vaticano. La masonería lleva cientos de años usando claves ocultas de influencia subliminal. Muchos han argumentado que las claves se podían encontrar en nuestras tres primeras liturgias o ceremoniales masónicos, como el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Esa palabra que los compañeros masones querían arrancar de la boca del mismo Maestre Hiram Abiff, palabra que les otorgaría grandes poderes, estos malvados incluso llegaron, para obtenerla, el atentar contra la vida del Gran Maestre de Obras del Templo de Salomón y así asesinar al mismo Hiram Abiff si el secreto no les fuera revelados por él; a ese precio estaba valuada la palabra mágica que poseía ese Maestro de Obras. ¿Valía la pena asesinar para obtener esta palabra y estas claves secretas?
Pero suponiendo, que no se encuentran ni en las liturgias ni en los ritos masónicos estas claves, ¿dónde se encuentran? Al ser exaltado al sublime grado de maestro de obras masón, se aborda la historia de Hiram y su asesinato a manos de sus mismos subalternos albañiles – La Historia es: Cuando la construcción del templo de Salomón llegaba a su culminación , tres compañeros albañiles (lo que equivaldría a un bando medio dentro del gremio), un punto inferior en jerarquía superior de operarios de la construcción; que desearon conocer el secreto de los maestros arquitectos albañiles, y así operar en un grado superior dentro del gremio de albañiles, por lo que decidieron abordar a Hiram Abiff. Un primer compañero albañil se apostó en la puerta del Medio día del templo y, al salir Hiram del recinto, le hizo su demanda. Ante la negativa de Hiram a revelar el secreto de la palabra mágica, el primer compañero le asestó un golpe en la nuca con una regla o compás. Entonces, Hiram Abiff intentó huir a través de la puerta de Occidente, pero allí le esperaba el segundo compañero, que tras intentar conseguir el secreto y obtener de nuevo una negativa golpeó fuertemente a Hiram en el pecho con una escuadra de hierro. Finalmente, al tratar Hiram de huir atravesando la puerta de Oriente, se encontró con el tercer compañero albañil, quien ante la resistencia del maestro de arquitectos a revelar el secreto de la palabra mágica le propinó un gran golpe en la frente con un martillo y le causó la muerte. Los asesinos enterraron el cadáver de Hiram Abiff lejos de Jerusalén, justo del monte Moria, -El rey Salomón, al echar de menos a Hiram, ordenó que nueve maestros lo buscaran. Al llegar éstos a un lugar alejado de Jerusalén y habiéndose echado a descansar en un pequeño cerro, notaron que la tierra estaba removida. Entonces, cavaron en aquel lugar y descubrieron allí el cadáver de Hiram. Volvieron a enterrar al maestro masón y, para poder reconocer el lugar, plantaron encima una rama de acacia. Más tarde, Salomón hizo trasladar el cuerpo ya putrefacto de Hiram Abiff a Jerusalén. Esa extraña historia sobre el asesinato no aparece en el relato Bíblico ¡extraño!... ¿No les parece? La casa que el rey Salomón edificó a Jehová (ese extraño Dios Antropomórfico judío) tenía sesenta codos de largo, veinte de ancho y treinta de alto. Ante el templo, se erigía un pórtico de veinte codos de largo. Existe un texto masónico secreto que contiene detalles sobre la construcción del edificio y de sus ornamentaciones del Templo donde menciona que Salomón mandó construir una bóveda subterránea en la parte más profunda del templo una bóveda sagrada, a la que únicamente podía accederse descendiendo una escalera de veinticuatro peldaños, dividida en tramos de tres, cinco, siete y nueve, cuya ubicación sólo era conocida por el rey y por los maestros que habían trabajado en ella.
En esa bóveda, construida a escala del gran templo que estaba sobre ella, el rey Salomón hizo colocar un pedestal triangular donde mandó grabar los diversos signos secretos. En ese lugar secreto, se dio sepultura finalmente a Hiram Abiff, y junto a él se guardó el mayor tesoro que hombre alguno pueda imaginar. Un tesoro más valioso y portentoso que todo el oro que utilizó Salomón para cubrir las paredes de su templo, eran esas joyas traídas por el mismo Moisés de Egipto. El tesoro de los tesoros, que primero los babilonios luego los romanos buscaron sin éxito al destruir el templo Toda esta historia no puede ser una simple leyenda, al menos no para un masón. Nosotros los masones actuales creemos que fue en la parte más oculta del templo, justo abajo del sancta sanctórum, donde se ocultaron algunos símbolos. La clave de la búsqueda está en la palabra perdida. Esa palabra conduce al lugar donde se encuentra realmente la tumba de Hiram Abiff en el monte Sion y emprender la búsqueda de la palabra perdida que conduce a la tumba y al tesoro de Hiram Abiff. La palabra que hoy utilizamos los francmasones en el tercer grado, no es la original, está fue sustituida por M:.B:. debido a que el Rey Salomón pensó que posiblemente a último momento pudieron los asesinos haberla escuchado en el último aliento del Maestre Hiram La Palabra Perdida es la clave simbólica de la francmasonería. Se refiere, en efecto , a los secretos que poseía el Maestre Hiram Abiff, que se perdieron cuando fue asesinado, según sabemos por la «Historia Tradicional Masónica » recitada en el Sublime ritual del Tercer Grado; desde entonces los compañeros del Maestre, al frente de toda la Masonería, siguen buscando esos sagrados secretos, simbolizados en la Palabra Perdida, a la que por orden del propio Salomón se sustituyeron por otras palabras provisionales y signos «aleatorios» que surgieron durante la exhumación del cadáver. La mejor y más atractiva explicación sobre el simbolismo de la Palabra Perdida se identifica con el verdadero nombre de Dios (El Gran Arquitecto del Universo), que se perdió; en la más remota antigüedad, tras la dispersión de la Torre de Babel y con el asesinato del Maestre Hiram Abiff, pero que Moisés sustrajo de las escuelas misteriosas de Egipto. «Los compañeros asesinos de Hiram interpretando mal el relato de la del Verbo o Palabra en una fábula, asesinaron al Constructor y suspendió las obras del Templo espiritual». Aquella Palabra primordial se vincula como los orígenes de la Masonería a la primitiva religión de los egipcios: «Los Misterios del Egipto no son sino restos de la antigua tradición universal milenaria» como un rechazo a los nuevos dioses helénicos. Así toda la historia legendaria de la Masonería, desde los misterios egipcios a las aportaciones de los templarios, es una búsqueda de la Palabra Perdida. V.:M:.Q:.H:. 2° Vig:. ¿de dónde venís? 2° Vig:. - Del Or:. V:.M:. - H:. 1er Vig:. ¿hacia dónde andáis? 1er Vig:.- Al igual que el Sol, hacia Occ:. V:.M:.- H:.2° Vig:. ¿Por
qué andáis de Or:. A Occ:.? 2° Vig:. – Para buscar lo que se ha perdido, y que esperamos recuperar por medio de vuestras instrucciones y de nuestros esfuerzos. V:.M:. – Q:.H:.1er Vig:. ¿Qué es lo que se perdió? 1er Vig.: - El genuino Secreto Masónico. Existe un texto masónico secreto que contiene detalles sobre la construcción del edificio y de sus ornamentaciones del Templo donde menciona que Salomón mandó construir una bóveda subterránea en la parte más profunda del templo una bóveda sagrada, a la que únicamente podía accederse descendiendo una escalera de veinticuatro peldaños, dividida en tramos de tres, cinco, siete y nueve, cuya ubicación sólo era conocida por el rey y por los maestros que habían trabajado en ella. En esa bóveda, construida a escala del gran templo que estaba sobre ella, el rey Salomón hizo colocar un pedestal triangular donde mandó grabar los diversos signos secretos. En ese lugar secreto, se dio sepultura finalmente a Hiram Abiff, y junto a él se guardó el mayor tesoro que hombre alguno pueda imaginar. Un tesoro más brillante y poderoso que todo el oro que utilizó Salomón para cubrir las paredes de su templo. El tesoro de los tesoros, que primero los Babilonios luego los Romanos buscaron sin éxito al destruir el templo. Toda esta historia no puede ser simple leyenda para un masón, nosotros los masones creemos que fue en la parte más oculta del templo, justo abajo del sancta sanctórum, donde se ocultaron algunos símbolos. La clave de la búsqueda está en la palabra perdida. Esa palabra conduce al lugar donde se encuentra realmente la tumba de Hiram Abiff. En cierta ocasión un masón me comentaba saber la Palabra Perdida, porque había estado en la Orden Rosacruz, y que la usaba para ciertos fines, que a mi parecer eran infantiles esos fines, luego en una conversación con una hermana francmasona, me comenta que dicho hermano había dejado la Orden Masónica, porque los masones no lo tomaban en cuenta cuando hacia sus comentarios, bueno pensé: Sencillamente no tenía el Poder de Convocatoria. La hermana francmasona le daba la razón en sus quejas, y juntos argumentaban que no había masones que comprendieran lo suficiente de esoterismo, yo permanecí callado, por respeto a la hermana masona.
Vicente Alcoseri. Masón y libre pensador mexicano, de producción fecunda de artículos masónicos y opiniones audaces que se difunden por todo el orbe.
El Vestuario Masonico Victor Guerra Garcia
Uno de los temas más recurrentes en las Convocatorias de algunas logias, y Obediencias es encontrarse con una nota sobre el vestuario para acudir a las tenidas masónicas, “se interesa a los Hermanos que deben presentarse a la Tenidas con guante blanco. Mandil de grado y traje oscuro y corbata” Esta exigencia es curiosa ya que los Hermanos deben saber a que deben acudir y por tanto será natural que vayan con los utensilios obligatorios, guantes y mandil... pero la nota la coloca esa exigencia de traje oscuro y corbata Este acudir a las tenidas de esta guisa hace que se den las más peripatéticas situaciones a la hora de acudir a los trabajos masónicos , bien sea en el Norte o en el Sur, pues ver en las inmediaciones de los templos o talleres, si se poseen, o en los lugares como los hoteles donde se puedan celebrar dichas tenidas o ceremonias extraordinarias lo que suele ocurrir es de los Monty Pyton , pues eso, desde confundirnos con testigos de Jehová, o pensar que somos un grupo orquestal, tal y como nos preguntaba, no hace mucho una señora ante el Ateneo de Cartagena, según ella no había prevista ninguna actuación orquestal que ella supiera y se extrañaba por tanto de nuestra presencia; eso cuando, no nos confunden con un cortejo fúnebre. La verdad es que no es para menos, pues ver desfilar un Sábado o un domingo, o por semana a diversos, en Asturias a individuos con traje oscuro y corbata y con carteras de mano, no deja de sorprender al personal, o ver ese mismo o parecido cortejo en la costa mediterránea con un calor que te mueres y el personal en pantalones cortos y ver un desfile de funeral a pleno sol es para “cámara oculta”. Ante tales situaciones se han ido orquestando soluciones en algunas Obediencias o logias lo que se hace es que cada masón deja su traje de faena en la taquilla
correspondiente, y acude al taller como más le convenga. Y digo individuos, porque las señoras masonas, al menos en algunas Obediencias, las señoras acuden como creen conveniente , o sea de calle, y luego ya en tenida, se ponen un sayón negro, que les cubre por completo lo que les ha reportado que se las titule como las “Harry Potter” , sin que ello evite situaciones internas bastante paradójicas, como desalojar a los Hermanos, para que las Hermanas se puedan cambiarse porque hace mucho calor y se considere que la ropa de calle y el sayón ya sea mucho para una tenida, y por tanto tengan que deshacerse de algunas ropas, lo que da lugar a situaciones que para algunas mentes puede rozar lo calenturiento. Bromas aparte, el tema de que a los trabajos se tenga que asistir compuesto de tarje oscuro y corbata, o con un esmoquin siempre me ha parecido, un tanto desconcertante y carente de cierto sentido. Cierto es que ver a un Maestro de Ceremonias o a un Gran Experto circunvalar vestido de colorines, como si fuera un semáforo ambulante, no es lo más adecuado para la reflexión, pero llama la atención de que se quite la biblia de un ara en virtud de la libertad de conciencia y se pida la incorporación de la mujer a los trabajos en planos de igualdad, y luego obliguen a uno a vestirse de una determinada manera, y se precise para ello un utensilio o aditamento como la corbata. Personalmente he seguido la regla general, aunque carezco de traje, y he acudido a las tenidas desde que soy masón, pues lo más discreto posible, a veces llevando corbata, otras pajarita, y últimamente pues con cierta normalidad y rompiendo el rancio protocolo que impone el traje oscuro y la corbata, que según a algunos Hermanos su colocación les supone como una transposición a otro plano, a mi me recuerda al traje de los domingos, y a las imposiciones burguesas del siglo XIX. Esta situación que además se da como mucha regularidad dentro de la masonería dogmática, se resquebraja cuando se acude a una tenida del Gran Oriente de Francia, en Francia donde el relajo en las formas del vestuario son más que notables, aunque no en todas es igual, ni la concepción de los Hermanos tampoco.
A lo largo de las logias que he ido visitando en Suiza; Bélgica, Alemania o en Francia, he visto de todo, hermanos en mangas de camisa, y sandalias, correctamente limpios y aseados, pero a su libre albedrío, y otros de una, modernez que llamaban la atención, y a Hermanos que parecían o los Hombres de Matrix o funcionarios “oscuros del gobierno”, por sus vestimentas Pero en general en Francia, y en el GOdF es donde he observado es muchas logias donde se da una cierta libertad pues cada uno va como cree preciso, sin ajustarse a reglas ni patrones determinados ni determinantes. lo que ha hecho que mi noción primera de “ir como de funeral o discretamente de oscuro” haya ido decayendo con el paso del tiempo, y a cada Tenida, pues acuda como crea más conveniente según estética, comodidad, interés o gusto. Buscando las razones a esa exigencia en el vestuario para los trabajos masónicos, me encuentro que por ejemplo en los Reglamentos, al menos los del GOdF, nada se dice del tema, salvo la obligación de portar el mandil , la banda de grado, junto con los guantes que es lo “regular” masónicamente hablando. Cuando uno va a buscar en otros documentos, el tema de la rigurosidad del vestuario masónico brilla por su ausencia pues ni las enciclopedias más modernas, ni siquiera el Frau y Abrines nos indican nada, salvo en una nota que nos dice que hay ciertos altos grados de determinados Ritos que llevan vestiduras, sin más precisiones. Es más, en los trabajos masónicos que han generado las logias parisinas del GODF durante 10 años con un total de 6.5oo planchas, solo hay una dedicada al vestuario masónico, y siento ignorar su contenido. Me pregunto por tanto de donde viene esa exigencia…? La respuesta que hallo a bote pronto es que tal vez ello tenga más que ver con los Usos y Costumbres, de aquellos tiempos, en los cuales para salir de casa todo “quisqui” se acicalaba, y más si asistía a una reunión, tertulia, o acto social, y como señal de respeto o más cierta honorabilidad pues uno salía como de “domingo”, pero hoy me pregunto qué sentido tiene exigir tal etiqueta y de forma tan rigurosa…?
Y ello cuando somos capaces de exigir cambios de más profundidad y sin embargo se exige traje y corbata, que visto desde una perspectiva liberal obrera, para muchos tal vestimenta representaba la opresión de la burguesía acomodada, una burguesía acomodada y progresista, cuando no conservadora, que de todo hubo, iba a las Tenidas pues como la “decencia y su clase” requería, hoy copiamos el modelo como signo de respeto y honorabilidad y ello me recuerda a una anécdota que me contaba hace poco un Hermano sobre el traje de las lagarteranas, que ha quedado como traje clásico y popular siendo un burdo remedo de cómo iban engalanadas las clases pudientes. Y esas, son a veces, las contradicciones, o las cuestiones que me chocan en masonería, y que en virtud de una tradición que creo debe ser revisada, pues se ha basado en una multitud de tópicos, de extraños reglamentos y leyendas que han constituido en nuestra cultura masónica, toda una simbiosis que no tiene en muchas ocasiones mucha explicación lógica y coherente con un mensaje liberado de conciencias y sentido crítico Ahí queda la reflexión y la pregunta….?
Victor Guerra Garcia Afiliado a la Logia Amigos de la Naturaleza y la Humanidad Gijón-España Afiliado a la Logia Blasco Ibáñez de Valencia del GOdF, donde fue adelantado y exaltado. Miembro de Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME). Presidente del Círculo de Estudios de Rito Francés Roëttiers de Montaleau Director de la Revista Rito Francés (CERFRM) Miembro del Supremo Consejo Rito Moderno – Brasil Miembro del Gran Capítulo General de España Director de la Academia Internacional de la Vª Orden de la U.M.U.R.M
El Voseo Lorenzo Poves Requena “Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras” Shakespeare (1564-1616).
William
"Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo" Séneca (2-65 a.C.)
La modalidad lingüística que utiliza de manera perfecta la morfosintaxis y el léxico de una Lengua, es considerada como lenguaje culto; el mismo que es usado por personas que poseen un alto conocimiento de la lengua y emplean todos sus recursos. Se manifiesta más claramente en la escritura y se encuentra, sobre todo, en textos literarios y científico-técnicos. Sus características de: Precisión y rigor en el uso de las normas fonéticas, sintácticas y gramaticales; Discurso fluido y continuo; Riqueza léxica para emplear el término preciso en cada situación comunicativa; Claridad y rigor en la exposición de las ideas; y de evitar los vulgarismos. Lo sitúa como el mejor para expresar pensamientos complejos y transmitir conocimientos; asimismo, funciona como modelo de corrección para los demás niveles y garantiza la unidad del idioma. La masonería propicia que sus miembros opten por el uso de este tipo de lenguaje como medio adecuado de comunicación con su interlocutor, sea este un H de la Orden o no, forma de expresión adquirida producto de su trabajo en la construcción de su templo interior a través del estudio en el proceso de erradicación de la Ignorancia (mal que la Orden combate). Por lo que nos vemos en la obligación moral con nuestros HH de conservar una conducta decorosa en todo momento, toda vez que el lenguaje no solo es oral, sino, también escrito y expresivo o corporal; y esto es lo que marcaría la diferencia entre un miembro de la Orden y un Prof De ahí que el uso del VOSEO entre los miembros de la Orden, debería ser parte inalterable de nuestros usos y costumbres. Según, la RAE se denomina «voseo» el empleo de la forma pronominal del vos para dirigirse al interlocutor y se distingue dos tipos: 1. Voseo reverencial. Consiste en el uso de vos para dirigirse con especial reverencia a la segunda persona gramatical, tanto del singular como del plural. Esta fórmula de tratamiento de tono elevado, común en épocas pasadas, solo se emplea hoy con algunos grados y títulos, en actos solemnes, o en textos literarios que reflejan el lenguaje de otras épocas. Vos es la forma de sujeto (vos
decís) y de término de preposición (a vos digo), mientras que os es la forma de complemento directo (os vi) y de complemento indirecto sin preposición (os digo). El verbo va siempre en segunda persona del plural, aunque nos dirijamos a un solo interlocutor: «Han luchado, añadió dirigiéndose a Tarradellas, [...] por mantenerse fieles a las instituciones que vos representáis» (Ga Candau MadridBarça [Esp. 1996]). Como posesivo se emplea la forma vuestro: Admiro vuestra valentía, señora. Los adjetivos referidos a la persona o personas a quienes nos dirigimos han de establecer la concordancia correspondiente en género y número: Vos, don Pedro, sois caritativo; Vos, bellas damas, sois ingeniosas. 2. Voseo dialectal americano. Más comúnmente se conoce como «voseo» el uso de formas pronominales o verbales de segunda persona del plural (o derivadas de estas) para dirigirse a un solo interlocutor. Este voseo es propio de distintas variedades regionales o sociales del español americano y, al contrario que el voseo reverencial, implica acercamiento y familiaridad. Hay que remontar el inicio del voseo español al siglo IV de C. En ese entonces, el empleo del vos en lugar del tú tiene un valor social de sumo respeto. Se ciñe su uso al trato con el emperador. Para su inicio, se apuntan dos causas: una, la presencia de dos emperadores, ya que el Imperio romano se había dividido; esto pudo inducir al uso del vos como una forma de incluir a ambos. Otros señalan que el vos fue la respuesta al nos, fórmula por la cual el emperador romano se mencionaba a sí mismo, como representante del poder y cabeza de todo el imperio. Este vos reverencial se habría ido extendiendo paulatinamente a las distintas autoridades (políticas, militares, religiosas) modificando el sistema del siguiente modo: 1. tú para el interlocutor de igual autoridad, 2. vos para el interlocutor de mayor autoridad. En América, se dan tres posibilidades de fórmulas de tratamiento: a) la propia de la América tuteante, donde hallamos tú para la segunda persona singular de confianza y usted para la segunda de respeto; b) la propia de la América sólo voseante, donde la forma de confianza vos coexiste con la de respeto usted, y, por último, c) la de la América tuteante-voseante, donde el vos se restringe al ámbito sumamente íntimo; el tú, para la confianza intermedia; y el usted, como forma de respeto. El voseo se da en la mayor parte de Hispanoamérica, aunque en diferente grado. Su consideración social también varía de unas regiones a otras. A grandes rasgos, puede decirse que son zonas de tuteo exclusivo casi todo México, las Antillas, la mayor parte del Perú y de Venezuela y la costa atlántica colombiana; alternan tuteo como forma culta y voseo como forma popular o rural en Bolivia,
norte y sur del Perú, el Ecuador, pequeñas zonas de los Andes venezolanos, gran parte de Colombia, Panamá y la franja oriental de Cuba; coexisten el tuteo como tratamiento de formalidad intermedia y el voseo como tratamiento familiar en Chile, en el estado venezolano de Zulia, en la costa pacífica colombiana, en Centroamérica y en los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas; y son áreas de voseo generalizado la Argentina, el Uruguay y el Paraguay. Por tratarse de norma culta y habla adulta son muy pocos los casos de voseo pronominal. Estos se dan únicamente en el habla de ciertos informantes masculinos del grupo etario A. Se trata de profesionales que conducen programas de carácter juvenil y que recurren de manera consciente a esta forma de tratamiento. En cambio, es interesante destacar que el voseo verbal atraviesa los tres grupos etarios, por cierto que con una frecuencia significativamente mayor si se trata del primer grupo, como asimismo en una frecuencia también muchísimo mayor en informantes masculinos. Esta distribución se explica por corresponder al grupo adulto más joven y por lo mismo más permeable a ciertos fenómenos gramaticales de valor estilístico en cuanto marcadores de registro juvenil, actualmente en boga. Es necesario, además, señalar que este fenómeno del voseo verbal tampoco se manifiesta en todos los informantes del grupo etario A; en efecto, hay informantes de este grupo que no recurren a su empleo ni una sola vez; otros, en cambio, lo usan con tal frecuencia que se convierte casi en muletilla. También es interesante señalar que en los grupos etarios B y C, el fenómeno ocurre en estilo indirecto y como expresión de sentimiento de solidaridad intragrupal. Todo lo anterior es prueba de que, durante la segunda mitad del siglo XX, se ha producido un repunte del uso del voseo en la norma culta, al menos en estilo informal y en modalidad oral, uso que con la influencia que ejerció la obra de Andrés Bello había quedado relegado exclusivamente a la norma inculta. Ya no se vosea en Logia, estamos en el tú republicano, pero el ritual masónico marcado por la época en la que se escribió nos recuerda que la masonería es secular y se anticipa a su tiempo: es un proyecto enciclopédico y universalista; nada de lo Humano le es ajeno.
Lorenzo Poves Requena 1º Vig P:.F:.C:.L:.B:.R:.L:.S:. Fénix 137-1 Gran Logia Constitucional del Perú Medico de Profesión, especializado en Geriatría y Gerontología.
Pero ¿Existe la Magia? Mario Lopez Rico No cabe duda de que la Magia al estilo de Houdini o David Cooperfield existe. Sin embargo no es una magia real, no deja de ser un engaño muy bien realizado que nos hace creer en la magia. La magia de la cual pretendo hablar es la de los libros de aventuras, la de Gandalf, por ejemplo, en ·”El Señor de los Anillos”. Estos magos poseería poderes extraordinarios que escaparían al común de los mortales: Levitarían, dominarían el tiempo y el espacio, controlarían la mente humana… ¿existe o no esa magia? Soy de los que dicen que no, que la magia en ese sentido no existe ni existirá nunca; pero claro, una afirmación de este tipo debe sustentarse en algo y a eso vamos. En la época antigua el hombre tenía miedo a lo desconocido (incluso hoy en día sucede). Todos los males eran culpa de demonios malignos y espíritus que buscaban hacer mal al hombre. Cuando ocurría una tormenta, por ejemplo, podía caer un rayo cerca de los campos y quemar la cosecha. Si eso sucedía, los hombres de aquel tiempo, no estaban capacitados para entender que las tormentas descargan rayos y que todo es algo natural. Muy por lo contrario atribuían ese rayo a un espíritu maligno o a un Dios maligno. Con el paso del tiempo acabaron por creer que realizar ciertas ofrendas a dichos Dioses o espíritus podría calmar su ira, poco a poco un grupo de hombres se fueron especializando en dichas ofrendas y surgieron los chamanes o magos. Por medio del uso de alucinógenos entraban en trance y contacto con los Dioses y espíritus y podrían, o eso creían, influir y hasta dominarlos por completo. El disponer de tiempo llevó a dichos hombres a conocer y estudiar mejor los fenómenos, conocieron plantas que curaban ciertas enfermedades, aprendieron a predecir las lluvias y otras muchas cosas que el resto del clan, ocupado en cazar o sembrar, no tenían tiempo. Unamos a esto, que ese conocimiento hacia a los chamanes el ser respetados y poder vivir muy bien. Dar a conocer su sabiduría a todo el clan no les convenía nada y ¿qué mejor que decir que todo ello eran poderes mágicos para reforzar su poder y proteger sus secretos?
Llegamos con esto, al punto que defiendo, que la magia no existe. Lo que existe es un conocimiento superior que parece magia para quien no lo tiene. Supongamos que un médico llega a lo más recóndito de una selva donde una tribu vive todavía como hace más de 1000 años atrás. Supongamos que alguien de la tribu enferma de malaria, sarampión u otra enfermedad que sin tratamiento adecuado puede ser mortal. Ese médico sacaría de su bolsa unas simples pastillas o unas inyecciones y en cuestión de días sanaría a esa persona sin problema alguno. Los miembros de la tribu poco menos que de magia hablarían; sin embargo no hay nada de ello, simplemente es un conocimiento superior. Otro ejemplo, imagine que ese médico tenga un mechero. Podría “crear fuego” con sus propia mano. Eso ya sería casi un Dios para gente que lo enciende frotando dos palitos. El punto Rosa Cruz Avancemos un poco y hablemos de los Rosa Cruces. Desde tiempos antiguos se ha supuesto que los Rosa Cruces, o mejor dicho, sus miembros, eran poseedores de poderes que escapaban al control de los humanos normales; en cierto modo, que eran magos. La realidad es que no es así, pero podría ser que si poseyeran “poderes” superiores, aunque eso no es lo mismo que ser magos. De hecho, los Rosa Cruces dicen que la magia no existe ya que todo posee una explicación para suceder. El Rosa Cruz es un místico, pero no un mago. Ellos afirman que el ser humano posee las potencialidades necesarias para poder entender lo que Dios ha creado y aprovechar dicho poder. En pocas palabras, no hacen milagros sino que usan el potencial que todo hombre posee latente. Dado que todos los hombres poseen ese potencial y es posible desarrollarlo, el concepto de magia desaparece. Sin embargo, muchos fenómenos estudiados por los Rosa Cruces son considerados supersticiosos o sobrenaturales por aquellas personas que ignoran el detalle de que el Ser Humano puede comprender más allá de lo evidente. por ello, afirman que de lo único que hay que librar al hombre es de la ignorancia de quien es realmente.
El vudú Muchos dirán que ciertos magos o brujos como los que practican el vudú hacen realmente magia, que poseen poderes y pueden incluso matar. No es cierto. Lo que si es verdad es que pueden matar, pero no por ellos mismos sino por el miedo y la creencia que los adeptos tienen. Cuando un adepto al vudú cree que un brujo del mismo le ha enviado una maldición empieza a tener un miedo atroz, se pone nervioso, puede llegar a no comer y morir por el miedo que tiene. Al final muere de miedo no porque la maldición sea mortal. Otro poder maligno sería la creación de zombis, en esta entrada antigua ( http://iluminando.org/2010/03/24/vudu-y-zombies/) demostramos que es posible crear “zombis” por medio de sustancias determinadas. Por lo tanto todo es explicable científicamente, pero claro, quien no sabe la causa lo achacará, por supuesto al poder mágico del brujo. Resumiendo En resumen, la magia no deja de ser conocimiento. Cuando uno sabe porqué suceden las cosas la magia como tal desaparece. Si creemos en la existencia de un Ser Superior y en la existencia del alma, está claro que el hombre puede poseer poderes ocultos que no ha desarrollado. Temas como la telepatía, la vibroturgia y otros muchos pueden ser explicados de modo racional aceptando lo expuesto. De ese modo, quienes poseen dichos poderes dejan de ser magos para pasar a ser hombres y mujeres con un conocimiento superior, lo cual es muy diferente. Este es mi punto de vista, el suyo puede ser otro y como siempre: Investiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de alcanzar la Luz.
Mario Lopez Rico V:.M:. de la Logia Renacimiento 54 La Coruña, de la Gran Logia de España. Vive en Galicia, trabaja en la empresa estatal (NAVANTIA) dedicada a construcción naval militar; es de la rama de electrónica y armas de la empresa. Tiene el C.O.U., el titulo de maestro en electrónica de comunicaciones y un año de la carrera de Informática de sistemas por la U.N.E.D.
La Marcha Masonica Marino de Armas El movimiento es un fenómeno físico que se define como todo cambio de posición en el espacio; con respecto a al cuerpo que lo realiza o a otro cuerpo que se toma como referencia, este movimiento siempre describirá una trayectoria determinada. Deba decirse que este concepto no es nuevo lo conocemos desde que Aristóteles formuló su teoría sobre la caída de los cuerpos; la cual lamentablemente no fue aceptada hasta que Galileo Galilei presenta el principio de la inercia en el siglo XVI y posteriormente ya en el siglo XVII, fue tomada por Newton. El cuerpo humano está hecho para mantenerse casi siempre en movimiento, a diario de manera natural realizamos múltiples de ellos, pero nunca nos detenemos a preguntarnos qué tan importante es el movimiento en la vida cotidiana, como masónicamente hablando. En una logia existen varios tipos de movimientos de los cuerpos, como son el viaje realizado por el Maestro de Ceremonias quien al moverse dentro de la logia traza una trayectoria circular combinada que en ocasiones es linealmente, y la marcha masónica la cual es desarrollada por los masones según el grado que ostentan describiendo una trayectoria lineal combinada. Esta Marcha Masónica constituye una ordenación de pasos; que si bien no se encuentra acompañada de música, si posee una cadencia, compás y simbolismo. Para poder hablar del tema que nos trae hoy debemos tener presente un aspecto físico, de vital importancia espiritual. Los seres humanos siempre han necesitado energía para mover los objetos, en la naturaleza se realizan diferentes transformaciones de energía; la tecnología hoy en día nos ofrece muchas formas de registrar el movimiento efectuado por un cuerpo. Por lo que masónicamente hablando vemos que una gran parte de la energía de un Templo Masónico es aportada por los miembros que la componen quienes con su presencia y movimientos o marchas entran en resonancia, produciendo una especial y bella armonía llamada energía espiritual misterio divino y sagrado que encierra la existencia humana. La marcha es comparativa con las etapas de la existencia del ser humano, quien forzosamente deberá afrontar cualquier situación, sin temor a los fracasos que puedan influir en su conciencia, por ello el deseo de detener, retroceder o avanzar; llevándole al posible abandono de sus propósitos paralizando la ejecución de sus obras, eso lo pueden conducir al peor y seguro fracaso en sus proyectos. La marcha del aprendiz, posee un rico simbolismo no muy distante de lo anteriormente expuesto. Esta es iniciada de la siguiente forma teniendo los pies en forma de escuadra son dados tres pasos en línea recta, manteniendo el resto del cuerpo erguido y en posición al orden; posteriormente se realizan los saludos de rigor y al ser autorizado ocupa su lugar junto al resto de hermanos de igual grado. ¿Pero esta teoría brindada, que enseñanza simbólica aporta? Esta marcha parte al encontrarse entre columnas el masón “al orden”, esta
postura erguida esta compuesta por tres elementos, posición de los pies, posición de las manos y el saludo con que se termina. Esta postura indica que el iniciado muestra se encuentra dispuesto a caminar como los hebreos para ir a la Tierra Prometida, también decimos simbólicamente que estamos dispuestos a recibir y cumplir con los pedidos, y en especial estar al corriente de nuestras obligaciones con la Sublime Orden, Familia, Patria y la Humanidad. Cabe señalar que esta frase dentro de la historia masónica española, posee una connotación importante y poco conocida. Hablamos del Himno Masónico “En Pie y al Orden” realizado en 1924, por miembros de la logia Española la logia Liberación nº 423 fue fundada en Barcelona el 15 de enero de 1921 bajo los auspicios del Grande Oriente Español. Su letra fue realizada por el escritor segoviano Heraclio Serrano Viteri, nacido el 10 de marzo de 1881en el pueblo de Sacramenta, quien fuese fue iniciado masónicamente el 4 de agosto de 1922 en la logia Liberación. La música para el texto fue de José Parera Campabadal, que nació el 22 de noviembre de 1880 en Barcelona, iniciado el 17 de diciembre de 1923 en la misma logia. Sobre este ultimo debe señalarse que fue juzgado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo cuya sentencia dictada el 4 de noviembre de 1943 con la de pena de prisión por doce años y un día. La existencia de esta partitura y su conservación es un caso excepcional en lo concerniente a la documentación masónica de índole musical. Encontrándose en el Archivo Histórico Nacional de Salamanca Legajo 611 B, expediente nº 4, sección Guerra Civil, Masonería. La trayectoria lineal de la marcha del aprendiz, indica al igual que la regla de 24” la rectitud en sus actos que debe observar un masón en las 24 Hrs. del día. Para poder iniciar la marcha, es necesario partir de una situación de estabilidad mecánica en bipedestación (forma de locomoción adoptada parcial o totalmente por animales y seres humanos) el mecanismo de la marcha se divide en tres fases despegue, avance y apoyo. Según estudios realizados demuestran que el paso común es de 75 cm. Donde numerológicamente vemos que 7+5 = 12 = 1+2 = 3.; matemáticamente hablando si sabemos que son tres los pasos del aprendiz este recorrerá una trayectoria de 225 cm. en su marcha; la cual es la suma de los primeros cinco números cubos perfectos,13+ 23+ 33+ 43+ 53 esto es igual a la suma de los cinco primeros números triangulares 152 que es225 = 2+2+5= 9 letra Tet del alfabeto hebreo, nombre de la novena Sephira, tres veces 3. De este análisis vemos que desde los tiempos de Pitágoras y su enseñanza sobre los cinco sólidos regulares, el Cubo ha sido uno de los símbolos más usados en la instrucción; simbolizando la tierra como elemento e indicándole al aprendiz que debe quitar las asperezas de las esquinas, lijar sus caras y logrando que sus ángulos sean perfectamente cuadrados para que pueda ser colocada la piedra cúbica de su personalidad perfeccionada, en la gran superestructura del templo que se levanta a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Los tres pasos, simbolizan diversos conocimientos esenciales en la instrucción del recién iniciado: La edad, los tres viajes de su iniciación y las pruebas que debió superar; Sus tres principales facultades: la memoria, el entendimiento y la voluntad; Las tres virtudes teologales que constituyen tres virtudes que debe nutrir el corazón de un masón: Fe en los ideales masónicos, Esperanza de realizarlos y Caridad para todo el genero humano; El significado de las tres esculturas que decoran una logia: Venus, Hércules y Minerva; El simbolismo de los tres pilares que sostienen a una logia: la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza; Las tres grandes luces de la masonería; Alcanzar respuesta a las preguntas existenciales ¿quién soy?, ¿de donde vengo? y ¿Adónde voy? Auxiliándose de la lógica, la metafísica y la moral. Vemos como Gimel tercera letra de muchos alfabetos semíticos, incluyendo fenicio, arameo, hebreo, etc. corresponde con la cantidad de pasos dados. Como los 75 cm. del paso normal son gematricamente igual a la "estrella dela mañana" y 75>12>3 o 75 = 3x52. Como la trayectoria de 225 cm. de la marcha significa gematricamente “la salida del sol” que es igual a 225=32 x 52 Estas enseñanzas son muy particulares y aunque parezca mentira, no se encuentran en ninguna otra institución profana. Además, para completar el desarrollo de su personalidad, deberá preocuparse por su intelecto, sobretodo en lo relativo al concepto de filosofía, sin dejar de lado un repaso a los sistemas antiguos, particularmente la filosofía hermética, iniciática, la alquimia, la cábala, el ocultismo y los distintos sistemas de poder comprender mejor la filosofía moderna y racional. Al aplicar estas enseñanzas para sí mismo en un principio y en su vida social después, en poco tiempo notará que su personalidad irá cambiando, dando un nuevo sentido a su vida. Comenzará a tener un nuevo concepto de las cosas, a verlas bajo un nuevo punto de vista y sintiéndose mas en paz con su conciencia, más útil a la sociedad y al medio en el cual actúa. Recordando que se es masón por ser un hombre libre y de buenas costumbres.
Marino de Armas Benitez Past Masters 2005-2006 / 2009-2011 Resp.. Log.. Añaza, España - Supremo Consejo del Grado 33º Cuba - Supremo Consejo del Grado 33º España Supremo Gran Capitulo España Arco Real - Gran Priorato del Temple, de España - Knight Templar Priests, Gran Colegio de Inglaterra - Orden Masónica de Athelstan de Inglaterra, Gales y sus Provincias de Ultramar
LOS EGIPCIOS Herbert Oré Belsuzarri "He venido a tomar posesión de Mi Trono, a que se reconozca Mi Dignidad, pues todo eso era Mío antes de que existierais vosotros los dioses; así pues bajad y pasad a ocupar los últimos puestos, porque Yo soy Un Mago." (Conjuro nº 261 de los Textos de los Ataúdes egipcios.) Manetón, sumo sacerdote del templo de Heliópolis, escribió su Historia de Egipto en griego, durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (aprox. 250 a.C.). Esta obra la conocemos fragmentado y recogido a través de los escritos de Josefo y otros autores. También, Herodoto (450 a.C.) nos ofrece su libro de Historia, que en la mayoría de los casos se limitó a transmitir lo que le contaban. Así nos llego que Jufu, construyó su pirámide en una meseta rocosa, a pocas millas al norte de Sáqqara, cerca de donde se halla hoy la ciudad de Giza. Cuando la pirámide estuvo terminada, su base cuadrada, medía 230 metros por cada lado y de la base a la cúspide 146 metros, la estructura se ejecutó prácticamente con las manos (no se usó la rueda), la Gran Pirámide constituye sin duda la más noble realización arquitectónica del mundo. Los griegos la calificaron junto con las demás pirámides vecinas, una de las “siete maravillas del mundo”, y de las siete enumeradas por ellos, sólo las pirámides pueden admirarse todavía. Y tal vez sigan en pie incluso después de que las naciones modernas hayan desaparecido como el antiguo Egipto y la antigua Grecia. A Heródoto, le dijeron que se había tardado veinte años en construir la Gran Pirámide, y que en ella habían trabajado cien mil hombres. También le dijeron el nombre del rey que la había erigido, pero Heródoto tradujo el extraño nombre egipcio a algo que sonase “más griego”, y así Jufu se convirtió en Keops; y nosotros por su ortografía latina Cheops. Muchos creen, por haber leído Éxodo de la Biblia, que los esclavos que lo construyeron eran judíos. Sin embargo, la Gran Pirámide y las edificaciones hermanas fueron construidas unos mil años antes de que los israelitas llegaran a Egipto, y en todo caso, las pirámides fueron construidas por hombres libres que trabajaban y recibían un salario. Si como se oye: Los trabajadores de las pirámides suscribían contratos para trabajar, fijando la duración del trabajo y el salario, que era pagado en especie: aceite, cerveza y otros, que variaba en cantidad por la categoría del trabajador: Obrero u artesano, el cual era rigurosamente contabilizado por el escriba. Tenían asistencia médica y todos se
organizaban en cofradías que se reunían en sus días libres. Imhotep fue el arquitecto del complejo de la pirámide escalonada del rey Dyoser (2,630-2,611 a.C.) en Saqqara, que no tiene rival por la grandeza de su concepción y fue el primer edificio colosal de piedra que se construyó. La pirámide sugiere una escalinata gigantesca para el ascenso del monarca al cielo, mientras los edificios que la rodeaban eran el templo para el culto real y otros pabellones y capillas para la eterna celebración de las Fiestas del Jubileo de Dyoser. Un busto en piedra caliza de una estatua perdida del rey Dyoser (llamado Netyeri-jet en sus monumentos) conserva el nombre y los títulos de Imhotep: Portasellos del rey del Bajo Egipto, uno que está cerca de la cabeza del rey, es decir, visir; jefe de la Gran Mansión, representante real, Sumo sacerdote de Heliópolis, Imhotep, el carpintero y escultor... "Sacerdote lector en jefe", así los más altos oficios religiosos y seculares de la Administración egipcia pertenecían a Imhotep. Su reputación como arquitecto llevó a que los escribas de Egipto lo adoptasen como el más eminente de los que ejercieron su oficio. Fue considerado como fuente de inspiración intelectual y una gran cantidad de máximas morales se decía que habían sido escritas en papiro en su nombre. A partir del año 3,000 a.C., la civilización egipcia tuvo su desarrollo más importante, mientras los reyes y sacerdotes sumerios, y su civilización desaparecían, sus conocimientos arquitectónicos fueron transmitidos a los Arquitectos egipcios. De ellos el más famoso fue Imhotep, artífice de una revolución trascendente, el primer arquitecto en construir con piedra, el conjunto monumental de Saqqara. La pirámide escalonada, realizada por superposición de mastabas, similares a los zigurates sumerios. Imhotep fue el sucesor de los arquitectos sumerios, su figura reunía la trilogía de rey, sacerdote y arquitecto. Su conocimiento de las leyes del universo permitía la conexión entre el rey, representante de la tierra y el sacerdote, representante del cielo. Cuando se habla de los arquitectos sumerios, se dice que para dar órdenes a los trabajadores de la construcción, resultaba poco práctico el hablar, debido a que los trabajadores venían de diversos lugares y naturalmente tenían diferentes lenguas, por lo que introdujeron el uso de símbolos y palabras de pase. Este método de comunicación por símbolos fue llevado a Egipto por Misraim, segundo hijo de Cham, fundador de la primera dinastía faraónica de Egipto (Reino mitológico del Rey escorpión) y fue empleado para la construcción de las pirámides. Los grandes hombres de Egipto, fueron Maestros de Obra: Keops, Thoutmosis III y Ramsés, fueron prodigiosos constructores que creaban sus obras para la
gloria del principio divino, que estaba definido en aquella época como “el Arquitecto soberano de los mundos”. Los egipcios conservaron por largo tiempo el recuerdo de Imhotep, genial arquitecto instruido en la “Cámara de vida” del templo de Tanis, allá donde se transmitían los misterios del alto conocimiento y la sabiduría de los ancianos del Egipto sagrado. Imhotep fue el Maestro de obra que dirigía la construcción del antiguo templo de Edfou de alto Egipto y de la gran pirámide de Keops. Catorce siglos antes de la era Cristiana, los constructores egipcios formaban parte de una sociedad de carácter iniciático en Deir el Medineh, esta organización fue una de las expresiones más primitivas de la Francmasonería. Al final de la 18a. Dinastía, la primera cofradía de constructores fue rigurosamente comprobada. Sus leyes, su simbolismo y su moral alcanzaron un alto grado de espiritualidad. Perfectamente integrada al Imperio faraónico, era uno de los más bellos elementos de su sociedad. La documentación conservada en el museo arqueológico del Cairo testifica que, en el año 29 del reino de Ramsés II (19a. dinastía), los obreros egipcios disponían de una organización capaz de formular reivindicaciones necesarias para el desarrollo técnico de la época. Hubo constructores en Sumeria y Egipto, los griegos tomaron de los egipcios los conocimientos heredados de los sumerios. En el paraje de Deir el-Medineh, Bruyére descubrió numerosas tumbas, pertenecientes a los miembros de una cofradía que agrupaba constructores, albañiles, grabadores y pintores que se instalaron en Deir el-Medineh a partir de finales de la XVIII Dinastía, hacia 1,315 a.C. En cada tumba, se anoto el oficio del difunto, la tumba 267 por ejemplo, es la del, “jefe de los artesanos”, “modelador de las imágenes de los dioses en la morada del Oro”. Las capillas fueron decoradas por los propios artesanos y encontramos, al azar en las pinturas, el codo sagrado, la escuadra, distintas formas de nivel y muchos otros objetos simbólicos conocieron una duradera posteridad en la masonería. Los miembros de esta antiquísima sociedad iniciática se denominaban “Servidores en el lugar de verdad o de armonía”, y correspondía al faraón, mantener la armonía entre el cielo y la tierra, confiando gran parte de los trabajos artísticos a esta sociedad que expresaba el esoterismo egipcio. La cofradía de Deir el-Medineh, es una masonería adelantada en el tiempo, la división de la colectividad en chozas o logias, que eran los talleres donde se reparten las tareas, similar a las primeras logias de masones alemanes de la Edad Media, que llaman también “chozas”. Cada iniciado lleva el título de “El que escucha al maestro”, existen tres grados: aprendiz, compañero y maestro. El aprendiz se define como el hijo que acaba de nacer o, más bien, de renacer; una
vez iniciado, se pone al servicio de los compañeros que le confían trabajos desagradables para poner a prueba su buena voluntad y su deseo de servicio. No hay “amabilidad” en esos primeros contactos, para convertirse en maestro, es necesario vencer las debilidades de la naturaleza humana, sin buscar excusas falaces. Los compañeros están al servicio de los maestros que, por su parte, se ocupan de los “escritos celestiales”, es decir, de los bocetos, de los trazos directores del dibujo y de las reglas simbólicas del arte, sin las que ninguna representación tendría sentido. Los iniciados de Deir el-Medineh tenían ritos religiosos propios. Veneraban a la diosa del silencio, al dios de los constructores y a la persona simbólica del rey. El rey de Egipto, era su gran maestro y visitaba las obras de vez en cuando, para hablar con los altos dignatarios de la comunidad y verificar la buena marcha de los trabajos. Ser parte de la cofradía era una felicidad inmensa y una pesada carga; a la iniciación en espíritu se añadía una promoción social que elevaba a la mayoría de los iniciados por encima de su condición original. El nacimiento, en las sociedades iniciáticas tradicionales, nunca tuvo un criterio de admisión, varios faraones y maestros de obras eran de extracción humilde, lo que no les impidió acceder a las más importantes funciones iniciáticas y administrativas. Muchos funcionarios, muchos cortesanos no vieron nunca al faraón al margen de las ceremonias oficiales; en cambio, el joven albañil procedente de una apartada campiña gozaba de este privilegio si era aceptado por la cofradía. El error no estaba permitido, pinturas y esculturas encarnan con fidelidad la idea simbólica que evocan; ninguna imperfección técnica se tolera, la inteligencia de la mano está del todo atenta y despierta. ¿Por qué, los ritos iniciáticos se celebraban en tumbas? Los textos egipcios nos proporcionan dos respuestas. En primer lugar, la “tumba”, como el sarcófago, no es un lugar de muerte; en realidad, es la morada de una vida nueva obtenida por la muerte del individuo o profano. En segundo lugar, la palabra “tumba” se sustituye a menudo, en los escritos egipcios, por el término “taller”: Crear la obra de arte y crear al iniciado son dos operaciones idénticas. Los miembros de la cofradía se vestían con un delantal, que permitía identificar a los iniciados y a los profanos, y tenía un profundo valor simbólico, representaba el vestido divino que el constructor no debe mancillar con actos serviles o inconscientes. Los trabajadores “iniciados” que murieron durante sus labores de construcción, fueron enterrados en diversas tumbas en Deir El-Medineh, consignando escrupulosamente su nombre, su oficio y la época de su muerte. Las tumbas y las inscripciones correspondientes son el mejor testimonio de la existencia de las
escuelas iniciáticas de constructores. Los “servidores del lugar de verdad” se consagraban al mantenimiento de una fuerza misteriosa que llamaban “ka”. Desde el origen de los tiempos, esta potencia vital se encuentra en cada hombre, pero pocos piensan en hacer que fructifique. Desarrollar el “ka” con ritos iniciáticos era entrar en la vida eterna, durante nuestro paso por esta tierra y liberarnos de todas las trabas. Por eso, los adeptos de Deir el-Medineh alimentaban su conciencia con el “ka”, puesto que este existe, en los alimentos, en la tierra y en el hombre, razón por el cual, organizaban banquetes rituales donde profundizaban las virtudes del arte sagrado y hacían avanzar a cada hermano por el camino iniciático. La Masonería toma del antiguo Egipto esotérico muchos de sus misterios; uno de ellos relata que el Faraón, Rey del “doble país”, representante sobre la tierra de Amon-Ra, Dios del sol, era el depositario de una fuerza misteriosa: el “Ka”, potente fuerza vital de esencia divina a la cual los grandes sacerdotes al servicio del soberano “los servidores del lugar de la verdad” prestaban una atención particular para mantenerla viva. Esta fuerza de las profundidades del ser se revelaba cuando los adeptos elevaban los brazos, formando una escuadra sobre su cabeza. El “Ka”, muy presente en el esoterismo de Egipto, estaba representado por la cabeza de la serpiente, sostenida en el octipus del Faraón, figuraba sobre el sombrero de ceremonia del soberano egipcio. Entre los egipcios, los sacerdotes formaban una clase distinta dedicada al estudio de las ciencias secretas, de las artes y a la enseñanza de algún ramo especial de los conocimientos humanos. Esta ocupación era similar a todos los sacerdotes de los pueblos de oriente: sumerios, acadios, babilonios, asirios, persas, caldeos, sirios, griegos, etc. Los ritos de iniciación egipcios, en parte está descrita en la sepultura de AmenNakht (tumba 218, nicho del adepto), tenía por objetivo despertar ese “Ka” que permitiría al hombre entrar en la vida eterna durante su paso por la tierra y liberarse de las trabas de la ilusión para entrar en el conocimiento de la “Doctrina Interior”. En la tumba 218, se relata los episodios de la iniciación: se ve a un hombre cuyo cuerpo es de color negro. Esto simbolizaba que el individuo aún no había recibido la luz, que permanecía todavía en la sombra del sol, que aún no es “hijo de la luz”. El constructor mientras no haya sido iniciado, permanece en estado de “sombra”, por la comprensión del rito, penetrara en el corazón del sol y se convierte en un “Hijo de la Luz”, encargándose luego de propagarla entre sus hermanos por el mundo.
Una intensa alegría se desprende en los ritos de la cofradía; diariamente, los iniciados hacen sacrificios a los dioses y rinden homenaje al rey vivo, a los reyes muertos y a todas las divinidades egipcias. Se comunican de un modo casi natural con lo sagrado, de donde obtienen la fuerza necesaria para realizar sus tareas. En Deir el-Medineh, una leyenda apasionante también nos revela el asesinato de un maestro llamado Neferhotep, por un obrero que quería usurpar su cargo. El nombre del maestro está formado por dos palabras egipcias que significan “la perfección en la belleza” y “la paz, la plenitud”. Simboliza, por consiguiente, el iniciado perfecto puesto en peligro por los ávidos y los envidiosos. Este mito del maestro asesinado, lo encontramos en la leyenda del asesinato de Hiram Abiff de la masonería moderna. Se debe remarcar, que una organización iniciática de constructores estaba perfectamente constituida catorce siglos antes de nuestra era. Sus leyes, su simbolismo y su moral, alcanzaron un alto grado de espiritualidad; esos hombres construyen la vida al construir el templo: Divinizando la materia, divinizaron al humano. Es evidente que la cofradía, muy documentada a finales de la XVIII Dinastía, existió, como demostraron los trabajos egiptológicos, las pirámides no fueron construidas por esclavos, los constructores se habían constituido en sociedad de constructores y los egipcios del siglo II d.C. conservaban, aún, el admirado recuerdo del genial maestro de obras Imhotep, arquitecto, médico y alquimista. Los adeptos de Deir el-Medineh, son la expresión primitiva de la masonería, la llamada “operativa”, la obra del pensamiento, se concretiza directamente en la obra de las manos. El hombre estaba completo, en armonía y exponía sus ideas en la materia, vivía en una comunidad iniciática donde la fraternidad no era una palabra vana. En Egipto, bajo la orientación del Faraón, los altos misterios de la masonería de hoy eran practicados 2,100 a.C. Todo trabajo Masónico para ser legalmente conducido tenía que ser autorizado por el Faraón o por un Sacerdote. Esta sociedad egipcia de Deir el-Medineh era de constructores y artesanos. La iniciación religiosa tenía características y propósitos similares, pero no iguales al de los constructores de Deir el-Medineh, ya que los iniciados religiosos vivían aislados del común de las personas y aún cuando tuvieron dificultad para ascender de grado, no abandonaban los templos, solo les asignaban otras tareas, mientras se preparaban para insistir en su ascenso; practicaban la abstinencia sexual como un medio de mejorar su preparación, así como el ayuno para dominar el cuerpo por la mente. Estos iniciados mayoritariamente eran de sangre real.
El secretismo egipcio para guardar enseñanzas de uso exclusivo del grupo iniciático, es proverbial. La arquitectura, al igual que las ciencias liberales, era enseñada en secreto y secretamente también se conservaron y transmitieron las reglas del arte de construir que durante muchos siglos fueron monopolizadas por los sacerdotes de Egipto, que proyectaron y realizaron aquellos soberbios monumentos que causan todavía la admiración del mundo. Para los Masones, la fecha de construcción de la gran pirámide es el año 4,000 a.C., y es el primer año del Calendario Masónico, encontrandonos ahora en el año 6,014. El rito egipcio más resaltante es el denominado paso “por la piel” (Tikenu). El iniciado, encogido como un feto, era introducido en una piel de animal, sobre la cual los sacerdotes egipcios practicaban el Rito de Resurrección, similar a la masonería moderna en el grado de maestro masón. La religión egipcia nunca planteó la idea de la muerte como algo terrible, esta era esperada con paciencia y gran seguridad para seguir el proceso de vida después de aquella. El principal deseo no era buscar la salvación, sino avanzar en la escala evolutiva, para logar el desarrollo que de ellos esperaba Dios. Esta religión ha sido una de las más esplendidas que ha conocido la humanidad, en la que participaban todos por igual, desde el Faraón hasta el esclavo. El culto se manifestaba en grandiosas procesiones a lo largo del Nilo, llenas de vivos colores, despertando la devoción de los fieles que en ellas participaban, lo hacían en honor de Osiris, Isis y Horus, y otros dioses. Pero más allá de todas estas manifestaciones, aquellos que sentían la Religión como algo propio y lo vivían con verdadera intensidad, estimaban grandemente pertenecer a una logia, a una sociedad de Sagrados Misterios, de donde sobrevive hasta nuestros días la masonería y sus rituales. En ellos se instruía, que todos los miembros dependen unos de los otros y que no debía existir desavenencia alguna entre sus miembros, la misma que persiste en la masonería moderna como una regla: Dos hermanos no pueden ceñirse el mandil mientras haya entre ellos alguna diferencia.
Herbert Ore Belsuzarri Autor y escritor masón peruano, de estilo ágil y ameno que ha consitado la atención de quienes buscan literatura masónica. Sus trabajos son publicados en diferentes medios como la Revista Hiram Abiff, Retales de Masonería y Nueva Luz, sus libros son distribuidos por lulu.com, Scribd, monografias.com y Gran Biblioteca Masónica. Escribe en Dialogo Entre Masones, Fenix News y Publicaciones Masonicas.