CAPÍTULO 5 ACTITUDES. Definición de las actitudes. Actitud es un juicio evaluativo (bueno o malo) de un objeto . Representa la propiedad favorable o negativa del
individuo hacia el objeto actitudinal. Rasgos esenciales: 1º. Las actitudes se refieren a un estímulo. Siempre se dirigen a un objeto. 2º. Las actitudes se refieren a las evaluaciones que evaluaciones que se hacen los individuos de los objetos. Son juicios en el contexto de una dimensión evaluativa (de lo bueno a lo malo) que reflejan la favorabilidad o desfavorabilidad del perceptor hacia el objeto. 3º. Las actitudes están representadas en la memoria. memoria . Se ajustan a nuestra red o estructura de representaciones en la memoria. Las actitudes también difieren en cuanto al grado de dificultad para recuperarlas de la memoria, un concepto al que se le ha llamado accesibilidad de las actitudes. Las actitudes muy accesibles son más “consecuenciales” que las inaccesibles; es decir, tienen un efecto más poderoso en el procesamiento de la información y en la conducta. 4º. Se desarrollan a partir de la información cognoscitiva, afectiva o conductual . conductual . Esto significa que las evaluaciones de los objetos se basan en el conocimiento y las ideas sobre ellos (información cognoscitiva), reacciones emocionales y sentimientos (información afectiva) y conductas y respuestas anteriores (información conductual). Las consecuencias de las actitudes son las que explican la importancia del concepto en las teorías e investigaciones de la psicología social. (Los psicólogos sociales dirigen mucha atención a las actitudes porque las evaluaciones de los objetos tienen efectos significativos en las percepciones, las emociones y la conducta). o ¿Por qué tenemos actitudes? Formamos actitudes de manera rápida y sin esfuerzo; somos capaces de evaluar objetos a partir de relativamente poca información y sin deliberación. ¿Por qué se forman “automáticamente” las actitudes? Las respuestas de afecto o evaluación son más “primitivas” que las que se relacionan con la cognición. Las respuestas afectivas básicas (agrado o desagrado) pueden ocurrir antes de que el individuo sea consciente del objeto (antes de la categorización y reconocimiento). Defendemos con firmeza las actitudes que tenemos. Resguardamos nuestras actitudes del cambio mediante mecanismos como la réplica, la omisión de información y la racionalización. Aunque las actitudes cambian, hay una resistencia psicológica a hacerlo. Las actitudes cumplen funciones funciones psicológicas importantes. Debido a que motivan conductas congruentes con la evaluación, es característico que nos acerquemos a lo que evaluamos de manera favorable y evitemos lo que reprobamos. KATZ cuatro funciones posibles de las actitudes: 1 Función utilitaria: sirven para maximizar las recompensas y minimizar los castigos. 2 Función de conocimiento : ayuda a que los observadores comprendan su entorno al proporcionar evaluaciones evaluaciones resumidas de objetos y grupos de objetos. 3 Función expresiva de valores: expresan algunas veces los valores y la identidad de los individuos hacia los demás. (Distinguir entre actitudes y valores; los valores se refieren a normas o metas más amplias que consideramos importantes, como la igualdad, libertad y a salud). 4 Función defensiva del yo : pueden servirnos para evadir verdades dolorosas. Esta propensión a formar actitudes tiene consecuencias indeseables; por ejemplo, cuando se hacen evaluaciones negativas apresuradas de una persona o un grupo. Pero el hecho es que las actitudes satisfacen funciones psicológicas importantes.
Formación de actitudes. Tres clases de información: cognitiva, afectiva y conductual. Desarrollo de actitudes según cada clase de información. o Actitudes basadas en la información cognitiva. cognitiva. ¿Cómo se relacionarán el conocimiento y la evaluación? Teoría de la acción razonada (FISHBEIN y AJZEN). Nos consideramos seres racionales, actuamos a partir de nuestros conocimientos. Las actitudes están determinadas por las c aracterísticas que los observadores asocian con un objeto (sus creencias acerca del objeto; la actitud está determinada d eterminada por cualquier característica del objeto que parezca importante a los individuos (que viene a la mente fácil y rápidamente cuando pensamos en el objeto), sopesadas por el hecho de si son características buenas o malas.
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Fórmula que específica cómo se integran las creencias importantes de los individuo para formar una actitud general:
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AO actitud hacia el objeto. bi creencia i sobre el objeto. ei evaluación de la característica involucrada en la creencia i. n número de creencias importantes.
Cada creencia (b) es una probabilidad de 0 a 1 que manifiesta la certeza con la que se relaciona la característica con el objeto (la intensidad de la creencia). Cada evaluación (e) es una valoración de – 3 a +3 que refleja el valor positivo o negativo de la característica. Orígenes de las creencias. Hay dos categorías principales de creencias: las basadas en las experiencias personales directas con el objeto y las que se basan en i nformación indirecta obtenida de otras personas. Experiencia directa, muchas de nuestras creencias vienen de nuestro contacto con los objetos y las personas. Son más accesibles (se traen con mayor facilidad a la mente), se retienen mejor y son más claras que las actitudes basadas en experiencias i ndirectas. Confiamos en nuestras sensaciones más que en la información de los demás. En lo que atañe a numerosos objetos, la mayoría de nosotros no tenemos una experiencia personal y debemos confiar en la información recabada de otras fuentes. Nuestra primera exposición es a nuestros padres, quienes ejercen una profunda influencia en nosotros. También nos influyen nuestros compañeros y amigos. A menudo actúan como grupo de referencia, grupo cuyas ideas, actitudes y conductas proporcionan un criterio para compararnos. Otras fuentes de información indirecta son las instituciones sociales. Por ejemplo, las escuelas, también dan información sobre valores sociales. Los medios de comunicación son también una importante fuente de información. Con frecuencia, estos medios son la única fuente de información sobre acontecimientos lejanos, pero dan forma incluso a los sucesos personales o locales como la delincuencia, el cuidado de la salud y los impuestos. Actitudes basadas en la información afectiva La información cognoscitiva y afectiva son interdependientes. ¿Tenemos sentimientos buenos o malos acerca de un objeto por razones que no atañen a nuestras creencias? Si. Dos procesos psicológicos a través de los cuales el afecto se puede vincular con los objetos sin mediación cognoscitiva: la simple exposición y el Condicionamiento Clásico. Simple exposición. La exposición repetida a un objeto conduce a una actitud más favorable hacia este; es decir, “la familiaridad lleva al aprecio”. Hay algunas limitaciones al efecto de la simple exposición. Después de un gran número de repeticiones, el agrado se estabiliza y algunas veces se reduce, presumiblemente por saciedad y aburrimiento. No ocurre siempre si un estimulo ya es desagradable desde el principio, lo que significa que la exposición repetida a un estimulo desagradable no da como resultado un aumento en el agrado, e incluso conduce a un mayor desagrado. Si un estímulo es desagradable, y su exposición no es placentera, sirve como castigo y da como resultado un afecto aun más negativo asociado al objeto. Condicionamiento Clásico. Sentimos afecto por personas y lugares asociados con experiencias felices, pero experimentamos desagrado por lo que recuerda experiencias negativas. Actitudes basadas en la información conductual. Inferimos estados internos a partir de conductas elegidas libremente. La autopercepción de las actitudes a partir de las conductas es más probable cuando esas actitudes se formaron recientemente, son débiles o son ambiguas. Una vez que tengamos una evaluación accesible intensa, no analizaremos las conductas pertinentes para conocer nuestra actitud. Pero cuando las actitudes son débiles, los procesos de autopercepción nos sirven para inferir nuestra posición. Factores biológicos en la formación de actitudes. Las actitudes son aprendidas, los psicólogos se centran en los determinantes ambientales externos de las actitudes más que en los internos y biológicos. Los factores físicos determinan algunas predisposiciones hacia ciertas actitudes, que se desarrollan o no dependiendo de los factores 2
ambientales. Por ejemplo, las hormonas tienen una participación muy importante en determinados comportamientos y nuestros niveles hormonales podrían hacer más probable que adquiramos actitudes peculiares. Fármacos y actitudes. Hay numerosas pruebas de que diversas sustancias influyen en el estado de ánimo, las emociones, la conducta y las actitudes. El alcohol (debido a su capacidad como depresor del SNC, aminora la incomodidad causada por el mensaje contrario y por tanto reduce la motivación para cambiar de actitud. Miopía alcohólica la embriaguez reduce la capacidad cognoscitiva, lo que conduce a concentrarse solo en las señales más notables del entorno. (Si la señal más importante indica que es apropiada a la agresión, la intoxicación alcohólica incrementara la conducta agresiva; si la señal sugiere como apropiada la amabilidad, la intoxicación aumentara la conducta amable). El alcohol puede reducir las inhibiciones cuando las señales situacionales son favorables para el contacto sexual. Factores genéticos y actitudes. La idea básica de la genética conductual es que los genotipos (información genérica) determinan en parte los fenotipos (características observables). Las estadísticas con las que se calcula por lo común la influencia genética es el coeficiente de heredabilidad, que representa una estimación de la cantidad de la varianza en una característica particular, dentro de una muestra, que es atribuible a factores genéticos. (Los coeficientes de heredabilidad calculan el grado en el que las diferencias entre las personas de una muestra se deben a factores genéticos (así, los coeficientes de heredabilidad dependen en parte de la diversidad o variabilidad de la muestra)). Las actitudes muy heredables son mas “importantes” o “intensas”, tal vez porque tienen un sustrato biológico que hace difícil cambiarlas.
Actitudes y procesamiento de la información. Las actitudes con como una “lente” psicológica a través de la cual se p rocesa la información y se ve el mundo. Selectividad : las actitudes sesgan el procesamiento de la información de modo que hay más probabilidades de que se procese la información congruente con las actitudes. Puede operar en todas las etapas del procesamiento de la información: la atención (lo observado), la percepción (cómo se interpretan los estímulos) y la memoria (lo que se recuerda). Los efectos de las actitudes sobre el procesamiento de la información deberán ser mayores cuando las actitudes sean muy accesibles ya que las actitudes accesibles se activan de forma automática en presencia del objeto y, por ende, influyen en la percepción. o Atención selectiva. Hipótesis de la atención selectiva prestamos más atención a lo que respalda o coincide con nuestras actitudes, valores y decisiones. Buscamos creer que nuestras actitudes y decisiones son las correctas: 1 Buscamos o atendemos selectivamente a la información que es congruente con nuestras actitudes. 2 Evitamos e ignoramos (también de manera selectiva) la información incongruente. Ambos componentes gorman la hipótesis de la exposición selectiva : los observadores controlan su exposición a la información para orientarse a la congruente y eludir la incongruente. Asimilamos y evitamos la información por muchas razones, una de las cuales es su congruencia o incongruencia en relación con las actitudes presentes. A menudo atendemos a una información útil, aunque sea incongruente con las actitudes que poseemos por que la información es para protegernos. Percepción selectiva. o Las actitudes dirigen la atención y también tienen un efecto en nuestra manera de percibir los estímulos. Nuestro procesamiento de la información estará influido por una interpretación selectiva, o percepción selectiva. En general, tendemos a interpretar la información en un sentido que apoya mas nuestras actitudes de lo que en realidad lo hace. Este efecto es más pronunciado cuando la información es ambigua, ya que tales circunstancias permiten la mayor flexibilidad de la percepción. La percepción selectiva es más pronunciada cuando las actitudes estuvieron más al alcance. Memoria selectiva. o Razones para suponer que la información congruente con las actitudes esté sobrerrepresentada en la memoria en relación con la información incongruente: 1º. La información que es congruente con las actitudes es más fácil de codificar en la memoria a largo plazo porque coincide con las estructuras y los esquemas presentes. Es más probable que tal información esté al alcance cuando el observador haga memoria.
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2º. Tratamos deliberadamente de reprimir u olvidar la información incongruente, la cual, con el tiempo, aumenta la proporción de material de apoyo en la memoria. 3º. Nos valemos de nuestras actitudes como indicadores de búsqueda en la memoria, lo cual nos lleva hacia material de apoyo. (Aprovechamos nuestras actitudes como indicadores para buscar en la memoria y reconstruir sucesos del pasado). (Cuando la gente se expone a información sobre un tema, recuerda mejor el material que apoya sus actitudes que el que las rechaza). Las actitudes ejercen un efecto selectivo en la memoria. Es más probable que guardemos y recuperemos la información que nos respalda que la que nos contradice.
Actitudes y conducta. Nuestras actitudes determinan, al menos en parte, nuestros actos. No siempre ha sido fácil documentar la congruencia entre actitudes y conductas. (La correlación entre las medidas de actitudes y de conductas raramente excedía de 0,30, lo cual es una relación bastante débil (implica que las actitudes dan cuenta de menos del 10% de la varianza en las conductas)). WICKER hay “pocas pruebas que apoyarán la existencia postulada de actitudes estables y subyacentes en el individuo que influyeran en su expresión verbal y sus actos”. Factores que influyen en la congruencia entre actitudes y conductas: o Compatibilidad de las medidas de actitudes y conductas. FISHBEIN y AJZEN argumentaros que debido a que las “actitudes” generales predicen solo conductas “generales” y las actitudes “específicas” pronostican solo conductas “específicas”, las medidas de las actitudes y las conductas deben ser compatibles (tanto en lo general como en lo específico). Compatibilidad de las medidas de actitudes y conductas crítico para la comprensión de la congruencia entre actitudes y conductas. Actitudes generales y conductas generales. generales actitudes hacia los objetos, personas y temas. Conductas generales Actitudes las medidas de toda clase de acciones hacia el objeto. una actitud individual hacia un tema auguraría el carácter favorable de toda serie de conductas relevantes para el tema, pero no pronosticara conductas específicas. Todas estas conductas las determinan en parte factores no relacionados con las actitudes de conservación. También los sucesos inesperados interfieren con las conductas específicas. Las actitudes generales auguraran el carácter favorable de toda una clase o serie de actividades da un si no pronostican actos aislados. Las medidas que incluyen una amplia variedad de conductas relacionadas con una actitud (medidas de conducta general) se llama criterio conductual de acción múltiple. (La actitud general se correlaciona en alto grado con el criterio conductual de acción múltiple, la correlación característica entre las medidas de actitudes generales y conductas específicas es mucho menor. Actitudes específicas y conductas específicas. Una actitud específica es una actitud hacia una conducta particular. Una medida específica de una conducta es una medida de una acción hacia un objeto en un lugar particular y en un momento determinado. Las conductas se especifican a lo largo de cuatro dimensiones o componentes: 1 Acción (lo que es la conducta). 2 El objeto (a qué se dirige la acción). 3 Contexto (el lugar donde ocurre la acción). 4 El tiempo (cuándo ocurre la acción). Una medida de una conducta específica siempre estará l imitada en ese sentido (acción, objeto, contexto, tiempo). Si la meta es predecir una conducta especifica, entonces la medida de las actitudes debería ser compatible, debería ser congruente con las actitudes de los participantes hacia la realización del acto concreto. Cuantos más componentes se equiparen, más elevada será la correlación entre actitudes y conductas. Las equiparaciones más importantes son acción y objeto. las actitudes hacia la conducta X producirán por lo regular una buena predicción de cualquier medida específica de la conducta X, independientemente del contexto o el tiempo de la acción. Las actitudes predicen la conducta siempre que las medidas de actitudes y conductas sean compatibles.
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FISHBEIN y AJZEN teoría de la acción razonada: Las creencias de la persona de que la conducta conduce a ciertos resultados y sus propias evaluaciones de estos resultados.
Actitud hacia la conducta.
Intención. Las creencias de la persona de que individuos o grupos específicos piensan que debería o no debería realizar la conducta y su propia motivación para someterse a los referentes específicos.
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Conducta.
Norma subjetiva.
Se supone que la causa inmediata de una conducta especifica es la intención del individuo de realizar o no el acto, ya que por lo común se hace lo que se p retende. Plantearon la hipótesis de que las intenciones se basan en dos factores: 1 Las actitudes hacia la realización de la conducta. 2 Las normas subjetivas que atañen a la conducta. (Actitudes hacia las conductas actitudes especificas de nuestro análisis anterior (que se fundaran en las creencias del individuo acerca de las consecuencias de las conductas)). Las normas subjetivas presión social percibida a actuar de cierta manera. Son el resultado de nuestras creencias acerca de lo que los demás quieren que hagamos (las llamadas creencias normativas). La teoría de la acción razonada postula que las acciones de la persona en una situación particular se determinan de forma conjunta por la manera en que evalúa las conductas posibles en la situación (actitudes) y la presión social que siente respecto de tales conductas (normas subjetivas). (La teoría de la acción ra zonada ha sido el marco teórico dominante en la literatura obre la congruencia entre actitudes y conductas durante los últimos 20 años). Naturaleza de la conducta. Segundo factor que influye en la congruencia entre actitudes. Es posible que ciertas conductas sean más congruentes con las actitudes de los individuos que otras. La teoría de la acción razonada no dice que las normas subjetivas (presión social) son independientes de las actitudes como determinantes de la conducta. Si las nomas que atañen a la conducta son muy fuertes, es poco probable que las actitudes del individuo influyan en su conducta (la influencia de las normas será dominante). Las costumbres sociales y las normas de cortesía prescriben muchas conductas que ejecutamos de manera automática sin considerar nuestras actitudes. Las actitudes predecirán las conductas solo cuando las acciones no estén fuertemente controladas por las presiones sociales. Normas subjetivas conducta controlada normativamente. La conducta controlada normativamente es relativamente independiente de las actitudes. ¿Por qué las actitudes no predicen la conducta prescrita normativamente? Porque tales conductas no están por completo bajo el control de la voluntad . Las actitudes (preferencias personales) influyen en la conducta solo cuando el individuo puede elegir si realizar la acción. Muchos factores hacen que un acto sea relativamente involuntario (las normas sociales, por ejemplo). Cuando las conductas están sujetas a un control externo, las características internas de los individuos (como las actitudes) tienen poco peso. El individuo creerá que no puede realizar una conducta, con lo cual en la práctica elimina las actitudes como causa de los actos. (Esas conductas parece que están fuera de su control, por lo que las actitudes son irrelevantes). Teoría de la conducta planificada [escaneo pagina 149 Worchel] AJZEN el control conductual percibido influye en las intenciones conductuales independientemente de las actitudes y las normas subjetivas. (Consideramos si somos capaces de realizar una conducta cuando formulamos nuestra intención. Si nos parece que una conducta no está al alcance de nuestro control, no tratamos de realizarla). Este concepto de control conductual percibido es muy similar a la noción de autoeficacia (grado en el que creemos que poseemos las habilidades y las oportunidades necesarias para realizar una acción. 5
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Naturaleza de la actitud. Ciertas conductas (llamadas volitivas) dependen de las actitudes, ciertas actitudes predicen conductas. ¿Qué actitudes predicen mejor las conductas?: las actitudes basadas en la experiencia directa con el objeto. cuando se ha tenido una experiencia conductual personal con un objeto, las actitudes predicen las acciones mejor que cuando las evaluaciones se basan en información indirecta. ¿Por qué la experiencia directa produce actitudes que predicen mejor la conducta? FAZIO la accesibilidad de la actitud es el factor crucial. La accesibilidad es la facilidad con la que una actitud viene a la mente; las actitudes muy accesibles se activan de manera automática cuando se encuentra el objeto. Las actitudes accesibles sesgan más las interpretaciones que las inaccesibles. Factores de personalidad. Las actitudes predirán conductas cuando las medidas de las actitudes y conductas sean compatibles, si la conducta es volitiva y si la actitud es accesible. La variable de personalidad conocida como autoobservación algunas personas se comportan mas de acuerdo con sus actitudes que otras, en diversas áreas de conductas y actitudes; esto es, la congruencia entre actitudes y conductas es mas cierta en algunos que otros. (La autoobservación se refiere al grado en el que confiamos en las señales internas de la conducta o bien en las externas). Poca autoobservación manifiestan una congruencia sustancial entre actitudes y conductas. Alta autoobservación no muestran mucha congruencia entre actitudes y conducta. Los de baja autoobservación exhiben mas congruencia entre actitudes y conducta las actitudes eran más accesibles que las de los de autoobservación alta. (Quizá los de poca autoobservación piensan sobre sus actitudes más a menudos que los de alta, lo cual las hace más accesibles).
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